aquel diciembre
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aquel diciembre - Estefania Jimenez
https://gigalibros.com/aquel-diciembre.htmlTras recibir un mensaje urgente, Diego Narvaez parte desde Motril hacia el pequeno pueblo granadino de Tablate para reunirse con su hermana y su madre. Alguien ha acusado a esta de brujeria, complicando aun mas su ya delicada situacion como morisca en aquellos anos de represion.
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Aquel diciembre (HQÑ) Versión Kindle - Amazon.es
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estefania jimenez - aquel diciembre (ebook) - Casa del Libro
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Aquel diciembre - Libro electrónico - Estefanía Jiménez
https://www.storytel.com/es/es/books/696517-Aquel-diciembre8 jul 2018 — Aquel diciembre. Autor: Estefanía Jiménez Libro electrónico. Tras recibir un mensaje urgente, Diego Narváez parte desde Motril hacia el ...
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AQUEL DICIEMBRE (EBOOK) - ESTEFANIA JIMENEZ - Agapea
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AQUEL DICIEMBRE (ebook) - estefanía jiménez - Popular ...
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Aquel Diciembre de Estefanía Jiménez - eselibro.es
https://www.eselibro.es/libro/aquel-diciembreAquel Diciembre de Estefanía Jiménez. ISBN: 9788491887188. ... Portada del libro AQUEL DICIEMBRE ... Entra en tu cuenta para puntuar este libro.
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Aquel diciembre eBook de Estefanía Jiménez - Kobo Rakuten
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Libro Aquel diciembre - Estefanía Jiménez - Café y Letras
https://cafeyletras.es/libros/aquel-diciembre-estefania-jimenez/Libro Aquel diciembre - Estefanía Jiménez Sinopsis Tras recibir un mensaje urgente, Diego Narváez parte desde Motril hacia el pequeño pueblo granadino de ...
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Aquel diciembre - Estefania Jimenez - PDF • Descargar Libros ...
https://www.debeleer.com/aquel-diciembre-estefania-jimenez/El fuego crepitaba en la chimenea, haciendo crujir los troncos con una música relajante. Abstraída, Beatriz se mecía en la butaca, que chirriaba con cada ...
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Leer Aquel diciembre – Estefanía Jiménez (Online)
https://librosonlineparaleer.net/leer-aquel-diciembre-estefania-jimenez-online/23 nov 2018 — Descarga aquí libros originales y apoya a los autores. Más libros para leer y descargar online.
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Complices de Estefania Jimenez
https://gigalibros.com/complices.htmlUn valiosisimo diamante. Un misterioso cuadro de Picasso con una historia oculta. Aire, el ladron mas embaucador y atractivo del mundo. . y Sofia, que puede caer en sus redes. A Sofia, joven directora de seguridad, la contrata su tio, el poderoso magnate del mundo del arte Ricardo Marquez, para que proteja su coleccion privada.
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La casa del callejon de David Mitchell
https://gigalibros.com/la-casa-del-callejon.html<
La casa del callejon. Es una historia delirantemente imaginativa, espeluznante y -aunque retrata otro mundo- maravillosamente humana sobre una casa embrujada.>>
Gillian Flynn (autora de Perdida) -
Lobo Feroz de Elena Romero
https://gigalibros.com/lobo-feroz.htmlMario no es un hombre cualquiera.
Y todo el mundo en la ciudad lo sabe.
Guardabosques. Vive solo en la montana.
Y nunca sale de noche a la ciudad. -
La casa de los angeles rotos de Luis Alberto Urrea
https://gigalibros.com/la-casa-de-los-angeles-rotos.html“La casa de los angeles rotos” es una saga familiar epica, encabezada por el patriarca Angelote, que transcurre durante la ultima fiesta de cumpleanos que este celebra en su casa de San Diego con ocasion de su inminente muerte a manos de un cancer letal.
Pero cuando la madre de Angelote, mama America, fallece en fechas cercanas a la fiesta, este debe organizar tambien su funeral y decide celebrar dos actos familiares en el mismo fin de semana: una doble despedida. Entre los asistentes esta su tocayo Angelin, que vuela desde Seattle para presentar sus respetos y despedirse, y que se encuentra con la gente con la que comparte un progenitor pero, como el fin de semana no para de recordarle, no su vida. -
Liquidacion Final de Petros Markaris
https://gigalibros.com/liquidacion-final.htmlMientras los griegos ricos se las ingenian para no pagar impuestos, los griegos empobrecidos por la crisis solo pueden indignarse ante el escandaloso fraude fiscal o desesperarse ante el empeoramiento de la situacion. Sin embargo, un hombre ha decidido pasar a la accion y tomarse la justicia por su mano. Con cartas de amenaza y armas anticuadas, se dispone a ajustar cuentas. Entretanto, en la Atenas al borde de la quiebra, todo esta patas arriba, excepto el Departamento de Homicidios. No hay crimenes, solo rutina y burocracia. Cuando encuentran el cadaver de la primera victima que se cobra ese peculiar justiciero, el comisario Kostas Jaritos casi siente alivio. Su jefe le ha hablado de un posible ascenso, pero de momento le han recortado el sueldo y su hija Katerina piensa en emigrar porque no encuentra trabajo. Y el tiene que atrapar a un asesino que realiza una obra <
>, aplaudida por muchos ciudadanos. -
Bienvenidos a Italia de Estefania Scioli
https://gigalibros.com/bienvenidos-a-italia.htmlMarlene Flores es una joven periodista que viaja a Brasil por el suplemento de verano del diario “Cronicas del dia”; y aprovecha la oportunidad para buscar un poco de tranquilidad, definir un nuevo rumbo y tratar de reencontrarse con ella misma luego de una separacion amorosa. En medio del cambio, conoce a Tomas Ruan, uno de los duenos de la redaccion que, antes de que ella pueda permitirlo, se introduce en su vida y en pocos dias la cambia completamente, dejando que sus emociones vuelen, que sus sentimientos crezcan y autorizando al destino que haga con ellos lo que quiera.
Aceptan que sus caracteres fuertes, explosivos y, a veces, inmaduros, choquen constantemente hasta que Marlene descubre que el corazon de ese hombre esta tan danado y destruido que se preguntara mas de una vez si es lo que verdaderamente necesita, si podra salvarlo de la tristeza que esconde, de los suenos que tuvo una vez sobre formar una familia, de la agonia por sobrevivir y del deseo por querer ser un buen padre.
?Podran superar todos los obstaculos que el destino le presente y dejar los celos y las peleas de lado para darle lugar al amor? -
Rivales de dia, amantes de noche (Un romance en Londres 1) de Nieves Hidalgo
https://gigalibros.com/rivales-de-dia-amantes-de-noche-un-romance-en-londres-1.htmlBarbara Ross, tras la muerte de su unico pariente, se ve obligada a viajar desde Edimburgo a Londres para ponerse a cargo del tutor elegido por su tio para ella. No sabe nada de ese sujeto salvo su nombre: Alan Chambers, vizconde de Maine. Imagina que sera un caballero de edad avanzada, como lo era su tio, pero Maine no es, ni por asomo, lo que la muchacha espera encontrar.
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Bailamos 1 de Chris Razo
https://gigalibros.com/bailamos-1.html -
Una noche de pelicula de Teresa Mercedes Bueno Santamarina
https://gigalibros.com/una-noche-de-pelicula.htmlElena se embarca en un nuevo futuro despues de un pasado lleno de obstaculos. Sin embargo, a pesar de su incansable lucha y la amistad de Marco, nada sucedera como espera.
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Un dia de playa de Nina Klein
https://gigalibros.com/un-dia-de-playa.htmlL U N O a brisa del mar me acaricio la piel, cerre los ojos y respire hondo. Estaba mucho mejor en la playa que en la oficina, donde iba a parar. Habia decidido que ese dia --un miercoles por la manana-- era el dia perfecto para ir a la playa. Llegue a esa conclusion despues de ver el dia que se habia presentado en mi ventana nada mas levantarme: soleado y agobiante. La ola de calor duraba ya mas de una semana, y se me estaban agotando las fuerzas. Podia sentir mis neuronas derritiendose ya desde primera hora. Me habia vestido para trabajar, pero la blusa beige y el traje de chaqueta, las medias y los zapatos de tacon de tres centimetros que me habia puesto para ir la oficina se me pegaban al cuerpo. Y solo eran las siete y media de la manana. Asi que hice lo que nunca habia hecho: llame al trabajo diciendo que estaba enferma. No era la primera persona que lo hacia en la oficina aquella semana, pero si era la primera vez que yo lo hacia. Llevaba cinco anos en aquel trabajo y no me habia cogido ni un dia por enfermedad, tambien era verdad que habia tenido suerte y no habia estado enferma, pero tampoco me habia cogido ningun dia para ir al dentista, o de asuntos propios, ni nada por el estilo. Era, y siempre habia sido, la persona mas responsable del mundo. Sin embargo, de repente la sola idea de pasar un dia como aquel metida en la oficina, a pesar del aire acondicionado, se me hacia insoportable. Asi que no tuve ningun problema cuando llame, incluso la secretaria se mostro comprensiva, mejorate, me dijo, mientras yo fingia una tos y tiraba de topicos para hacerlo todo mas creible: el aire acondicionado, ya sabes. Los cambios de temperatura. Sonrei un poco mientras me extendia el protector solar de coco por el brazo derecho, luego el izquierdo. Factor 50. No habia mucha diferencia entre el color de la crema y el de mi piel. No solia ponerme morena, pero siendo abril, estaba casi fosforescente. Aunque tampoco destacaba mucho entre los otros cuerpos diseminados por la arena. Pocos, muy pocos, apenas una docena de personas repartidas por toda la playa: era un miercoles laborable de abril, y eran las diez de la manana, por mucha ola de calor que hubiese. Todos los cuerpos tenian un tono similar al mio, iban desde blanco puro hasta alguna tonalidad de rosa, exceptuando los de los chicos jugando al voleibol a unos metros de donde me encontraba tumbada en la toalla. Suficientemente lejos como para que no me diesen un pelotazo sin querer, suficientemente cerca como para poder deleitarme con el espectaculo. Volvi a mirar en su direccion al oir sus bromas y risas. Universitarios, o al menos esa era la edad y el aspecto que tenian, saltandose las clases. Aunque a juzgar por la piel morena, no era el primer dia que se las saltaban, tampoco. Amparada por las gafas de sol, admire los cuerpos bronceados, ligeramente brillantes de sudor, los musculos de los brazos al golpear la pelota. Eran tres, dos a un lado de la malla, uno al otro lado, al que le estaban pegando una paliza mientras reian. Uno de los chicos del equipo de dos se retiro un poco y saco una botella de agua de una pequena nevera que tenian junto a sus toallas. Habian ido mas preparados que yo, que estaba muriendome de sed, el agua que habia metido en la bolsa de playa se habia recalentado casi antes de salir de casa. Le observe mientras bebia, me fije en su garganta, en su cuello. Le hacia falta un corte de pelo. Se le rizaba un poco en la nuca y le caia sobre la frente. Al terminar de beber me parecio que miraba en mi direccion --el chico tambien tenia gafas de sol-- y sonreia ligeramente. Pero no estaba segura, estaba demasiado lejos para saberlo. Quizas habia visto a alguien detras de mi. Algunas chicas tambien universitarias, quizas, rubias, bronceadas y en forma, que venian a jugar con ellos. Gire la cabeza y mire por encima de mi hombro. No habia nadie, mas que un hombre de unos sesenta anos tirandole un frisbee a un perro. No habia nada de malo en mirar, me dije. Era mi dia de hacer cosas que normalmente no haria. A esa hora --mire mi reloj de pulsera, ya eran casi las once-- estaria en alguna reunion aburrida y horrible, rodeada no de cuerpos jovenes y hermosos, sino de mis companeros de oficina, hombres de mediana edad que habian perdido el pelo --solo el de la cabeza, lamentablemente-- hacia mas de una decada y si su forma de peinarse no me enganaba, todavia no se habian resignado. Con sus barrigas sobresaliendo por encima del cinturon del traje, enganando a sus mujeres habitualmente. No conmigo: ademas de no dejar que me tocasen ni con un palo, y de no creer en las relaciones en el trabajo, increiblemente, con treinta y cinco anos, era demasiado vieja para aquellos tipos de cuarenta y pico y cincuenta, que sonaban con liarse con jovencitas de veinte. Vivir para ver. Asi que decidi seguir alegrandome la vista. No solia ir por ahi acosando a hombres con la mirada, mucho menos a jovenes a los que sacaba probablemente diez anos, quizas algo menos, pero no hacia dano a nadie, recogia material para mis fantasias y, repito, era el dia en el que estaba haciendo cosas que no solia hacer nunca. Asi que le devolvi la sonrisa al chico del voleibol. Vi como volvia a inclinarse sobre la nevera, cogia otro botellin de agua y empezaba a andar hacia mi. Resisti la tentacion de volver a mirar por encima de mi hombro, en caso de que no se estuviese dirigiendo a mi, sino a alguien detras de mi. El joven atractivo se acerco. Abdominales marcados, musculos en los brazos y en las piernas. Se dio la vuelta para lanzar la pelota que tenia en la mano hacia donde estaban sus amigos, y pude admirar la espalda musculada y los biceps flexionandose. Los amigos siguieron jugando mientras el joven se acercaba. Llevaba un banador negro, no uno de esos ajustados --menos mal-- sino uno suelto que le llegaba a la mitad de los muslos musculados y morenos. Mejor no mirar muy fijamente. Volvi a alegrarme, por enesima vez, de tener las gafas de sol puestas. --Hola --dijo, con una voz grave y profunda. --Hola --sonrei. Me tendio el botellin de agua helada.
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Passion Fruit. sexo, sexo y brilli de Kate Bristol
https://gigalibros.com/passion-fruit-sexo-sexo-y-brilli.htmlAlberto Ruiz Saavedra es el politico revelacion del ano, guapo, carismatico y una de las fortunas mas grandes del pais. Por si todo esto fuera poco, esta en todas las revistas del corazon, pues sale con Marlene, la cantante de moda con quien va a casarse. Su vida parece un cuento de hadas ?verdad? Quizas lo seria si su relacion no fuera una farsa y no estuviera locamente enamorado de su… chacha.
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Geminis se queda con Capricornio (Signos de amor 3) de Anyta Sunday
https://gigalibros.com/geminis-se-queda-con-capricornio-signos-de-amor-3.html -
Amor fou de Marta Sanz
https://gigalibros.com/amor-fou.html -
Amor en Tierra de Lobos (Lobos de Montana 1) de Angela Bennett
https://gigalibros.com/amor-en-tierra-de-lobos-lobos-de-montana-1.htmlEra la oportunidad de su vida. Laura sabia que no podia desperdiciarla, era lo que habia estado esperando desde que se habia licenciado con honores en la universidad. Tenia que conseguir la noticia y ser la primera en publicar la informacion. Aquello podria significar el salto a un periodico de renombre y poder asi abandonar su ciudad natal. Llevaba como periodista del Helena Cronicles desde que habia vuelto de la universidad. Era un periodico que se distribuia solo a nivel local, por lo tanto todas las noticias que se publicaban en el mismo eran de hechos acontecidos en la ciudad o alrededores. Nada emocionante, se repetia Laura con hastio todos los dias. La poblacion de Helena no alcanzaba para que surgieran noticias interesantes y si no las habia, sus posibilidades de poder aspirar a trabajar para un gran medio de comunicacion eran casi nulas. Por eso, cubrir esta noticia era vital para ella. Tenia que hacerlo bien, y convertir este incidente en un articulo brillante. Mientras conducia en direccion norte, hacia la reserva india de los Blackfeet, se repetia una y otra vez que esta era la noticia que la iba a hacer triunfar. Ademas, por primera vez desde que habia empezado a trabajar como periodista iba a realizar una verdadera labor de investigacion. Eran muchos los motivos por los que estar entusiasmada ante la perspectiva de pasar unas semanas en un pueblo perdido del norte del estado. Le habia costado muchos anos el poder terminar la carrera, habia tenido que trabajar y ahorrar durante mucho tiempo. Su tio la habia acogido cuando ella tenia diez anos, puesto que sus padres habian muerto en un accidente de coche. Era el hermano mayor de su padre y por lo tanto, se llevaban una buena diferencia de edad entre ambos. Su tio habia sido bombero, cuando acogio a Laura se acababa de jubilar, y aunque a ella nunca le habia faltado nada, fue obvio que el hombre jamas podria haberle pagado la universidad. Asi que tuvo que hacerlo sola, cuando termino el instituto empezo a trabajar en una fabrica donde estuvo cuatro anos. Eso le permitio ahorrar para la matricula y el material necesario de los dos primeros anos. Para el tercer ano Laura sabia que no iba a poder continuar con sus estudios, se habia planteado el tomarse un ano para trabajar y volver ahorrar dinero. Lo que habia ganado trabajando de camarera en una cafeteria los dos primeros anos en la universidad solo habia servido para sus gastos y no tener que pedirle nada a su tio. Entonces este la sorprendio un dia con un cheque que le cubria todos los gastos de un ano de la universidad. Intento rechazarlo, pero el no lo consintio. Le explico que habia liquidado un fondo de pensiones y que el dinero era para ella. Laura lloro aquella noche abrazada a su tio, y al dia siguiente fue a la universidad a formalizar la matricula. Dos meses despues, su tio murio de un infarto inesperado. Laura se volvio a quedar sola y el dolor que sintio fue inexplicable. Su tio lo habia sido todo para ella, y ahora sentia que la vida la golpeaba de nuevo. Aunque lo peor vino cuando el abogado de su tio la cito en su despacho para leer el testamento de este. Todo lo que tenia se lo legaba a ella, pero habia un problema: su tio habia hipotecado dos meses atras la casa en la que ambos vivian y por lo tanto, la obligacion de pagar la misma pasaba a ella. Laura no tenia dinero, habia invertido el regalo de su tio en la matricula y las clases de la universidad, asi que no le quedo mas remedio que vender la casa y liquidar la hipoteca. Se mudo a un minusculo apartamento a las afueras de Helena y comenzo a trabajar duro. Tardo tres anos mas en terminar sus estudios. Consiguio que la contrataran en el Helena Cronicles despues de terminar las practicas en este mismo periodico, y alli llevaba cuatro anos trabajando. Laura necesitaba un cambio, necesitaba un verdadero trabajo de periodista. Sabia que era buena y que podia conseguir grandes cosas, pero no podia lanzarse e ir a una gran ciudad como Chicago o Los Angeles, puesto que no tenia dinero para empezar desde cero. Se consideraba una persona ambiciosa, ya no habia nada en Montana que la retuviera y sabia que podia aspirar a mas. No tenia familia y su trabajo no la llenaba, conseguir realizar un buen articulo con esa noticia seria una buena adicion a su curriculum y le permitiria hacer el cambio que tanto necesitaba en su vida. Condujo durante dos horas, paro en una gasolinera de Choteau para llenar el deposito y comprar un sandwich. Segun su GPS no encontraria mas gasolineras en esa carretera hasta llegar a Browning, su destino. Despues de estirar las piernas y andar unos minutos, se monto en el coche y retomo el camino. El paisaje a su alrededor no era especialmente llamativo, eran tierras llanas que se extendian hacia el este de manera ininterrumpida. Las vistas al oeste eran mucho mejores, podia divisar a lo lejos las Rocosas y sus cumbres nevadas. Era principios de otono, pero en aquellas latitudades las temperaturas seguian siendo bajas, sobre todo por la altura a la que se encontraban. De todas formas, las montanas quedaban a bastante distancia, por lo que no podia disfrutarlas. Intento pasar el rato escuchando la radio, pero las emisoras iban y venian, algunas se perdian y convertian en estatica y otras eran bastante aburridas. ?A quien le interesaba que el condado hubiera ayudado con la fumigacion de los cultivos? Pasado el mediodia al fin llego a Browning. Fue directa al hotel donde iba a hospedarse mientras estuviera en el pueblo. Se habia imaginado que seria una ciudad, pero habia comprobado la poblacion en internet antes de salir y pasaba un poco de los mil habitantes. Con ese numero de personas aquella localidad no podia denominarse ciudad, aunque Laura tambien habia leido que los numeros podian no ser correctos, puesto que las cosas dentro de una reserva india eran diferentes. Las reservas se regian por sus propias normas y leyes, en teoria no atendian a la legislacion estatal, que en este caso seria la del estado de Montana. Pero por lo que habia averiguado, si debian atenerse a las leyes federales que estuvieran vigentes a nivel nacional para todos los estados. La verdad era que el tema le habia parecido un poco complicado y no pensaba que fuera relevante para su cometido. Su fin era lograr escribir un articulo que dejara sin palabras a los grandes editores de importantes periodicos, y eso era lo que pretendia hacer. Convertiria una noticia de un pueblo perdido en una reserva india en algo sobre lo que todos quisieran leer. Aparco y saco su pequena maleta del coche. En la recepcion del hotel la recibio una chica bastante joven, con trenzas negras como la noche y una deslumbrante sonrisa. --Buenas tardes, bienvenida al Glacier Peaks Hotel, ?en que pueda ayudarla? --Hola, tenia una reserva para una habitacion individual --contesto ella. La chica se volvio hacia su ordenador, hizo una busqueda y le confirmo que tenian su reserva. Le pregunto si queria una habitacion cuya ventana diera a la calle principal a la que daba el hotel o preferia una a la parte posterior. Pidio una habitacion que mirara hacia la entrada, teniendo en cuenta lo que habia visto al cruzar el pueblo para llegar al hotel, no creia que las vistas posteriores del hotel fueran nada del otro mundo. Las montanas seguian estando demasiado lejos y el terreno en Browning era tan plano como una plancha de asar. Subio a su habitacion, comprobo que estaba limpia y no faltaba nada. Deshizo la maleta y colgo la ropa en el armario. --Bien, hora de ponerme en marcha --se dijo a si misma en voz alta. Comprobo que llevaba la grabadora, el cuaderno y varios boligrafos en su bolso. Su movil tenia suficiente bateria para durar hasta la noche, lo necesitaba por si tenia que sacar alguna foto. Salio de su habitacion, abandono el hotel y cogio el coche en direccion a la comisaria de policia, aunque creia haber leido que alli lo llamaban de otra forma. Puso el GPS y arranco, cuando salio de la calle principal que cruzaba el pueblo empezo a conducir mas despacio. Para llegar a la comisaria tenia que pasar por calles residenciales, si es que a aquello se le podia considerar como zona residencial. Las casas tenian todas el mismo aspecto. Parecian ser casas prefabricadas, todas estaban recubiertas en el exterior por laminas de madera. Algunas habian sido pintadas de vivos colores, Laura imagino que seguramente habia sido un intento de sus inquilinos de darles un aspecto mas alegre. El entorno era deprimente, penso mientras continuaba avanzando con lentitud con el coche. Las casas no tenian jardines a su alrededor, aunque disponian de bastante terreno que las separaba unas de otras. Pero la tierra era solo una zona yerma, con un poco de hierba amarilleada y poco mas. No habia cesped, ni setos ni vallas pintadas de blanco. Quiza era por el clima, alli nevaba durante muchos meses y, tal vez, aquello no permitia mantener un verde jardin. Cuando llego a la altura de la comisaria aparco el coche en un lateral de la calle y se bajo con el bolso colgando del hombro. Miro a su alrededor y la sensacion de tristeza la embargo de nuevo. Las calles no tenian aceras, el unico pavimento era la carretera en si, y estando el dia nublado todo tenia una apariencia lugubre. No podia apartar de su mente que la rodeaba una enorme pobreza, reflejada en esas calles y casas. Sacudio la cabeza para apartar esos pensamientos y con paso firme cruzo hacia la comisaria. Al llegar a la puerta se le cayo el alma a los pies: estaba cerrada, y por lo que indicaba la nota pegada a la puerta, lo estaria todo el dia. Volvio a su coche un tanto decepcionada, se sento tras el volante y tamborileo con los dedos en este. ?Que clase de pueblo era ese donde una comisaria cerraba un dia entero? Esperaba no haberse equivocado al elegir lo que habia ocurrido en Browning como la noticia que queria usar como trampolin en su carrera, porque ese pueblo no parecia muy prometedor. --Tendre que reorganizar mi plan del dia y dejar la visita al jefe de policia para manana -- murmuro. Echo un vistazo a las notas de su cuaderno. Tenia una lista de sitios a los que tenia pensado ir, la comisaria habia sido el primero del listado porque era esencial intentar obtener la mayor informacion posible de la policia. Aquello le podria servir para esbozar la historia, aunque en realidad no sabia como de colaboradoras con la prensa serian alli las fuerzas del orden. Por norma general la policia solia facilitar la informacion de la que disponian, asi de cara a la opinion publica siempre podian decir que no ocultaban nada y colaboraban con los periodistas. Se mordisqueo una una mientras decidia que hacer. Giro la cabeza en direccion al oeste, en la lejania se podian divisar las grandes montanas del Parque Nacional Glacier y aquello resolvio sus dudas. Se puso el cinturon de seguridad, arranco y dio media vuelta para volver a la calle principal de Browning. Giro a la izquierda en el cruce y puso rumbo al pico Two Medicine, la montana en la que habia muerto Jimmy Lunak. 2 Conforme avanzaba hacia el oeste la temperatura comenzo a descender y tuvo que subir la ventanilla del coche. El aire que se colaba era frio y le cortaba el rostro. Recordo que no habia cogido la chaqueta, la cual colgaba comodamente dentro del armario de su habitacion de hotel. Se dijo que no iba a tardar tanto y que estaria de vuelta antes de que anocheciera. El primer tramo de la carretera era una extension de la que la habia llevado hasta Browning. Llana, recta y en bastante buen estado. Pero cuando llevaba diez minutos conduciendo noto que la vegetacion a su alrededor se espesaba, y el verdor empezo a pasar rapidamente a su alrededor. Al llegar a la altura de Kiowa, tomo el desvio a la izquierda que indicaba el GPS de su coche e hizo caso omiso al aviso que emitia sobre que era una carretera con bastantes curvas y que debia elegir una ruta alternativa mas segura. Disminuyo la velocidad y continuo conduciendo. Aunque no podia ver mas alla de los arboles que bordeaban la carretera, sabia que estaba subiendo en altitud y por lo tanto lo que habia detras de ellos eran precipicios por los que se extenian rocas y denso follaje. Bajo mas la velocidad del coche, no sentia miedo, pero era absurdo arriesgarse cuando, en realidad, no tenia prisa alguna.
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Vida privada de Josep Maria De Sagarra
https://gigalibros.com/vida-privada.htmlUna letra de cambio impagada, detonante de un chantaje de tragicas consecuencias urdido por un gigolo nihilista, levantara los tejados de la alta sociedad barcelonesa de los anos treinta -la que todavia frecuentaba el Colon y la Maison Doree, jugaba a encanallarse en el Gambrinus o La Criolla y asistia, con una mezcla de desden y panico, a los cambios provocados por la Exposicion Universal y el paso de la dictadura a la Republica-, revelando un universo decadente de aristocratas arruinados, entretenidas de oropel, parvenus impresentables y asfixiante miseria moral.
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Lo que esta en juego es la moral de G. B Tatian
https://gigalibros.com/lo-que-esta-en-juego-es-la-moral.htmlLa luz naranja de las farolas iluminaba las calles aquella oscura madrugada de invierno. Benicio San Emeterio caminaba erguido por la acera de aquella larga calle sujetando las asas de una bolsa de deporte negra y rectangular. Con la otra mano agarraba un tetrabrik de leche. Su rostro reflejaba seriedad y el sonido que provocaba al caminar era casi imperceptible a pesar del silencio de la noche y de sus 109 kilogramos de peso de puro musculo. Su figura era intimidante y robusta incluso desde lejos. Media casi un metro noventa y hacia parecer que su bolsa de deporte era pequena a su lado, aunque no lo era. Se detuvo un momento para dar el ultimo sorbo al tetrabrik de leche e inclino la cabeza hacia atras para beber. Vio una pequena parte de la luna sobresaliendo por encima de la azotea de un edificio. La calle completamente vacia. Los cristales de los coches aparcados reflejaban la luz de las farolas. Deposito el carton de leche en la papelera y siguio caminando. Al cabo de unos metros empezo a sentir los golpes de la punta de sus cordones contra sus zapatillas. Se detuvo de nuevo y se agacho posando una rodilla contra el suelo. Solto la bolsa de deporte y al caer hizo un breve pero tremendo ruido pesado de objetos metalicos chocando unos con otros. Se ato los cordones y se puso en pie enseguida, agarro su bolsa y la levanto del suelo como si no pesara nada. Siguio caminando por aquella calle y a la altura de un callejon a pocos metros empezo a escuchar ruidos extranos, como de un animal sollozando. Empezo a caminar mas despacio y a medida que se acercaba el sonido era mas perceptible. Siguio hasta la entrada del callejon y se detuvo en medio. Dentro habia alguien, y vio como la enorme figura de Benicio aparecia de la nada y se detenia a la entrada. De pronto aquel sonido desaparecio de golpe. Benicio permanecio parado unos segundos mirando hacia el fondo, pero no pudo ver nada, la escasez de luz y la lejania no lo permitian. Desde dentro vieron como su oscura figura empezaba a moverse y desaparecia tras la esquina. Tras unos escasos segundos un sonido leve y suave salio del interior del callejon. El sonido que hace alguien cuando pide silencio: -- Shhh... Entonces vieron desde el interior la enorme y oscura figura de Benicio retrocediendo sobre sus pasos hasta situarse en el centro de la entrada de nuevo. Hubo unos segundos de completo silencio. De pronto Benicio comenzo a caminar hacia el interior del callejon. Se escuchaba el sonido de la cremallera de su bolsa de deporte abriendose. La luz era insuficiente y solo podia ver a unos escasos metros a su alrededor a medida que se adentraba. Los muros, el suelo y el fondo oscuro. Camino hasta el final y se detuvo cuando se le hizo visible. Habia una mujer con el torso inclinado y apoyado sobre una mesa de madera al lado de la basura. Tenia los pantalones bajados y sollozaba, cayendo lagrimas de sus ojos. Tras ella, un hombre sujetando una navaja sobre su nuca. El hombre se aparto de ella y sujeto con fuerza la navaja. Benicio se hizo a un lado y la joven salio corriendo y volvio a situarse en el medio frente al hombre. Hubo un breve instante de silencio. Rebuscaba en su bolsa y el choque de piezas metalicas emitia un leve sonido. El hombre se mantenia estatico en la distancia. De pronto Benicio saco una escopeta corta de aspecto antiguo, la amartillo y empezo a alzarla hasta colocarla a la altura del pecho y justo cuando el hombre abrio la boca para decir algo, abrio fuego y cayo derribado. El estruendo fue enorme y camuflo el fuerte gemido del hombre cuando la violencia del disparo vacio el aire de sus pulmones. Se acerco hasta el y se quedo alli de pie hasta que se aseguro de que habia dejado de respirar. Despues siguio caminando por la calle hasta el pequeno hotel de la esquina, subio a la habitacion y se sento en la cama. La bolsa estaba a sus pies, se inclino y abrio la cremallera del compartimento lateral y saco un boligrafo negro. Saco un billete de cincuenta euros de su bolsillo y lo sujeto con las dos manos frente a el. Habia algo escrito a lo largo del billete, en la parte baja. Samanta T. Cruz – (Asesinato) Le quito la capucha al boligrafo y lo tacho hasta que quedo ilegible. Encima de el habia mas nombres tachados. Le dio la vuelta al billete y vio que por la otra cara tambien estaban todos tachados. Entonces se levanto de la cama y fue hasta la ventana y la abrio, saco de su bolsillo una caja de cerillas y encendio una, coloco el billete en la repisa exterior y puso la cerilla sobre el billete y cerro la ventana. Se tumbo en la cama y extendio su brazo y agarro la delgada cuerda de la lampara, tiro de ella y se apago. 2 Andres levanto la cabeza de la almohada y le vio sentado en el extremo de la cama de al lado con la cabeza entre sus manos, sobre su gorro. Tiro de la cuerda de la lampara y la luz fragil ilumino solo una parte de la habitacion. Miro el reloj que estaba al lado de la lampara en la mesita de noche con los ojos entrecerrados por culpa de la luz. Las 03:33 de la noche. Se levanto de la cama y se sento en el borde frente a el y le agarro del brazo. La pequena ventana era un agujero oscuro hacia la madrugada. Se desplazo por la cama hacia la mesita de noche y agarro la pequena libreta y el boligrafo que estaban encima y volvio a sentarse en el mismo lugar. Con la mano que sujetaba el boligrafo le acaricio su hombro y luego puso las dos entre sus brazos para que pudiera coger las cosas. -- Antonio, ?Que te pasa? Antonio levanto la cabeza y le miro a los ojos. Cogio la libreta y el boligrafo y comenzo a escribir. Le entrego la libreta y el la oriento hacia la luz para poder leer. -- No puedo seguir haciendo esto. Andres se quedo mirandole pensativo. -- ?Es por lo que paso ayer? Antonio asintio con la cabeza mientras Andres le devolvia la libreta. El volvio a empezar a escribir. -- No puedo seguir haciendo como que no he visto nada. Eso no es lo que hace un hombre justo. Ellos eran mas y ese hombre no podia defenderse, pero nadie nunca hace nada. Todo el mundo mira para otro lado y hace como que no lo ha visto, y esperan que la injusticia se resuelva sola. Eso es exactamente lo que hacen los cobardes y yo no quiero serlo, pero el miedo me detiene y para entonces ya es tarde. La injusticia ha sucedido y despues llega la noche, y no puedo dormir, porque es imposible dormir cuando estas decepcionado contigo mismo. Andres leia mientras Antonio agachaba la cabeza y miraba al suelo. Cuando acabo de leer le agarro de la mano. -- Se muy bien como te sientes, pero no tiene sentido atormentarse. No puedes volver atras y cambiarlo. Asi que todo lo que puedes hacer es comprender que eres un hombre justo y bueno, pero que te equivocaste, y rectificar la proxima vez. Antonio no levanto la mirada del suelo, pero asintio con la cabeza. Andres se levanto sin soltarle la mano y tiro de el para que se pusiera de pie. Le abrazo y le paso la mano por la espalda para consolarle, luego le solto. -- ?Vuelves a la cama? Antonio miro el reloj y luego nego con la cabeza. -- No te atormentes tio, no lo hagas. -- Andres se metio en la cama y Antonio le tapo con el edredon y apago la luz, luego salio de la habitacion y se sento en el sillon a mirar por la ventana. Miraba el arbol que habia enfrente. El unico arbol que habia. Era grande y no tenia ni una sola hoja. Todas las ramas estaban desnudas. 3 Antonio abrocho su abrigo y metio las manos en los bolsillos. Lo unico que llevaba al descubierto era la cara. Llevaba puesto su gorro negro y el abrigo le cubria el cuello hasta la barbilla. De largo era casi hasta las rodillas. Andres cerraba la puerta de la casa, la de abajo, mientras acariciaba su barba corta y despejaba sus ojos del sueno. Empezaron a caminar a las seis de la manana, cuando todavia el Sol no habia salido. A lo lejos se veian en el cielo los primeros hilos de luz. La calle tenia un muro a cada lado y los dos estaban completamente llenos de grafitis iluminados por la luz blanca de los faroles de pared. Los muros eran muy extensos, pero no habia sitio para un solo grafiti mas, por lo que, cada cierto tiempo, algunos habian desaparecido y se habia pintado otro encima. Antonio y Andres caminaban atentos para ver los nuevos y cuando pasaron por al lado de los cubos de basura, varios gatos salieron corriendo y se metieron debajo de los coches. Despues de los muros habia una zona abierta. A la derecha habia un parque a media distancia, oscuro por la madrugada, y un bloque de edificios con soportales. En el interior de un portal de los soportales se veian las piernas de un sintecho, y del interior del portal salio una revista rotando en el aire que fue a parar justo en el centro de la fogata que habia a sus pies. A la izquierda habia un puente a lo lejos, por donde pasaba el rio cuando habia agua. Ahora habia un grupo de jovenes debajo y desde la distancia se veia el punto rojo diminuto de sus cigarrillos. Ahi se reunian para drogarse. Despues de pasar por ahi, pasaron por el parque en el que habia un hombre sentado en un banco, tapado con una manta vieja y hablando y riendose solo. De vez en cuando guardaba silencio y luego se giraba para gritar a alguien que el creia que le perseguia, pero detras no habia nadie. Siguieron caminando hasta la calle que corta las vias del tren y giraron. Tenian que cruzar las vias para ir al trabajo. Debajo de las escaleras del puente que cruza las vias habia una chica. Andres no la vio, pero Antonio la senalo y fueron hasta ahi. La chica estaba recogida sobre si misma y lloraba. -- ?Que te pasa? -- Pregunto Andres. La chica levanto la cabeza. -- Tengo frio. -- Dijo ella temblando. Lloraba y le temblaban mucho las manos. Llevaba puesta solo una camisa. Los chicos se miraron. No hicieron preguntas. Antonio desabrocho la cremallera de su abrigo y se lo quito y levanto a la chica. Se lo paso por la espalda y la ayudo a meter los brazos en las mangas, se lo abrocho y le metio las manos en los bolsillos, le puso la capucha y luego metio las manos dentro para limpiarle las lagrimas. La chica habia parado de llorar y le miraba a los ojos. Era un poco mas joven que ellos. Todavia menor de edad. Antonio saco del bolsillo de su pantalon la libreta y el boligrafo. Escribio y se la enseno. -- ?Tienes a donde ir? La chica asintio ligeramente con la cabeza. Entonces los chicos se giraron y se fueron.
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Todo arde de Nuria Barrios
https://gigalibros.com/todo-arde.html?Alcanza el amor para salvar una vida del desastre?
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Propiedad Comprada de Rosalia Reyes
https://gigalibros.com/propiedad-comprada.htmlMarco era el Rey del mundo.
Pero un Rey sin Reina.
Multimillonario, atractivo, playboy.
Y una cama vacia en los dias duros. -
Semanas de siete martes de Dona Ter
https://gigalibros.com/semanas-de-siete-martes.htmlDicen, se habla, se comenta que las novelas romanticas son muy previsibles, que desde el inicio se sabe como van a terminar. La boda suele ser el recurso utilizado en el noventa por ciento de los casos y esta no va a ser la excepcion. Pero ?para que esperar?
Por eso he pensado que lo mejor sera que te cuente mi historia mientras nos tomamos una copa de champan (o las que surjan) y damos buena cuenta de la tarta nupcial.
Querid@ lector@, ponte guap@ porque nos vamos de boda ya desde el prologo. -
?Amor o amo? de Cristina Gl
https://gigalibros.com/amor-o-amo.htmlErika, una joven de Menorca, sufrira una lucha interna entre su corazon y sus pensamientos, enamorada perdidamente del amor de su vida cuando era adolescente. Suerte o no suerte para ella, el amor por el perdurara. Liam es un joven australiano al que le gusta tenerla comiendo de la palma de su mano, ella ha hecho muchas cosas por el, pero este, tiene otros planes. Harta de que jueguen con ella, conocera a Alessandro, un italiano que le hara perder la nocion del tiempo y rompera cada uno de sus esquemas, volviendola completamente insaciable.
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Cuando tu vida es un libro de Alina Bronsky
https://gigalibros.com/cuando-tu-vida-es-un-libro.htmlUna historia de intriga y llena de humor sobre el descubrimiento de uno mismo, la amistad, la traicion, el primer amor. Y sobre como un libro puede cambiar de un dia para otro la vida de las personas.
Kim tiene quince anos y nunca le han gustado los libros. Leer le parece algo tan aburrido, que el dia que tiene que asistir con su clase a una lectura cree que se va a quedar dormida… Pero sucede lo contrario: de repente esta mas despierta que nunca, porque todo lo que la autora va leyendo parece !un retrato identico a la vida de Kim! Es verdad que hay un par de nombres diferentes y algunos detalles insignificantes que no cuadran, pero el resto es exactamente igual.
Kim compra el libro y cuando termina de leerlo, le aterra ver que uno de los protagonistas, que bien podria ser su companero de clase Jasper, muere al final de la historia.
Con la ayuda de su mejor amiga Petrowna, Kim decide armar un plan para intentar a toda costa evitar el tragico desenlace. No imagina las sorpresas que aun le esperan, porque, a diferencia de los libros, la realidad es siempre cambiante e impredecible. -
Prometo no enamorarme de Mile Bluett
https://gigalibros.com/prometo-no-enamorarme.htmlUn amor inesperado y nada tradicional sorprendera a Marcela y le hara vivir unos dias maravillosos y llenos de pasion. Pero esto no durara para siempre…
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Amor a quemarropa de Mabel Diaz
https://gigalibros.com/amor-a-quemarropa.html?Como es posible que, en medio de un atraco a una sucursal bancaria, surja el amor? Aaron sabe que lo suyo con Emma no puede funcionar. Esta destinado al fracaso.
Ella es una buena chica. El, un ladron de bancos.
Y sin embargo... -
Y no a un metro de distancia de Marta Frances
https://gigalibros.com/y-no-a-un-metro-de-distancia.htmlHoy esta nublado. Ha llovido casi toda la noche y mi balcon esta mojado. Genial. Ni siquiera voy a poder salir, aunque... pensandolo mejor... !Que narices! Que estamos en cuarentena, que vivo solo y que me importa un pepino mojarme los zapatos. Mejor dicho, las zapatillas de estar por casa. Asi que abro y salgo al exterior con la taza de cafe entre las manos. Mi primera reaccion, como en dias anteriores, es cerrar los ojos y aspirar fuerte, dejar que el frio de esta manana impacte en mi rostro y me reconforte. Esto es duro, mas de lo que crei al principio, cuando no me tomaba la situacion del todo en serio. Hoy, quinto dia de confinamiento, agradezco cualquier brisa, rayo de sol o gota de lluvia en mi piel. Como echo de menos salir a la calle, pasear, a mi madre, a mis amigos... mi libertad. Suspiro tan fuerte que creo que alguien me ha oido porque escucho una risita sofocada que viene de algun lugar cercano. Me asomo al balcon, mojandome la sudadera con el agua de la barandilla, y entonces la veo. Esta en el edificio de enfrente, dos pisos mas abajo. Vivo en un cuarto, ella en el segundo, segun confirmo contando las ventanas. No la habia visto nunca, aunque eso no es relevante porque, hasta estos dias, no conocia ni a la mitad de mi vecindario. Esto esta cambiado ahora que nos asomamos a los balcones cada dos por tres a tomar el aire, a aplaudir o a escuchar a algun atrevido cantar o tocar un instrumento. Ya se que a mi lado vive una pareja mayor muy simpatica, que debajo hay una familia con dos ninos pequenos y encima un senor de unos cincuenta anos que es profesor. Los del edificio de enfrente no los tengo tan controlados, me suenan las caras, pero nada mas. En cambio, ella... Si la hubiera visto antes lo recordaria. Tiene el pelo rubio, recogido en un mono despreocupado del que se desprenden algunos mechones. No se de que color son sus ojos, tampoco el tamano de su nariz, pero veo su sonrisa y es tan bonita que ilumina esta languida manana. Va vestida con unas mallas negras y una sudadera holgada de color rojo. Madre mia, ?donde has estado toda mi cuarentena? --Hola. Su voz me despierta del trance en el que me he sumido para darme cuenta de que llevo un rato mirandola sin decir nada, tiempo en el que ella no ha dejado de sonreir y de observarme. Joder, esto del encierro esta afectandome a la cabeza, ya todo lo que tengo delante me parece estar viendolo en Netflix, y no, ahora mismo no estoy viendo la tele, estoy mirandola a ella. Y haciendo el ridiculo. --Hola --respondo lo mas serio que puedo, tratando que no note mi especie de cuelgue de hace unos segundos. --?Como lo llevas? --Tirandillo. ?Y tu? --Ahi vamos. Esto es chungo, ?verdad? --Y que lo digas. ?Vives sola? De repente me doy cuenta de que esa pregunta puede no ser muy apropiada y corro a enmendar mi error. --A ver, que no es por interrogarte ni quiero que te sientas incomoda, no tienes que responder si no te apetece. Solo es que me aburro, estamos encerrados, vivo solo, no se que hacer la mitad del dia, me he visto todas las series que me interesaban en Netflix y... --Su expresion divertida hace que guarde silencio un instante. Me rasco la nuca y sonrio--. Hablo demasiado. Perdona. --No pasa nada, agradezco la charla. --Suelta una risita--. Aunque tengo que dejarte. Mi madre quiere que juguemos una partida de Trivial. --?Tan temprano? --Son las diez. No es temprano. Nota mental: chica madrugadora, tenerlo en cuenta. --Vale, que disfrutes la partida. --Gracias. Que disfrutes... --La cuarentena. Hace una mueca y se encoge de hombros. --Hagamos lo que podamos. Se despide con la mano y desaparece de mi campo de vision. Yo permanezco un rato mas en la misma posicion, mirando su balcon, observando las macetas de flores que lo adornan y, no se, esperando que vuelva a aparecer o algo asi. No lo hace, por supuesto, pero tardo un par de minutos en ser consciente de ello y entrar en casa. El dia pasa lento, para variar. Despues de terminar mi trabajo de hoy (teletrabajo) intento llenar las horas libres con series, una pelicula, haciendo algo de ejercicio, comiendo mas de la cuenta y conversando por WhatsApp con amigos y familiares a los que echo de menos mas de lo que pensaba. Pero cada cierto tiempo (varias veces a lo largo del dia, para ser sincero), salgo al balcon y miro abajo, buscandola, esperando encontrarla ahi, asomada, con esa sonrisa que se ha colado en mis pensamientos sin pedir permiso. Son casi las ocho, uno de los momentos mas esperados del dia. ?Que que hago? Salir al balcon. Innovador, ?verdad? Dada la situacion hay poco mas que poder hacer, y desde que a alguien en Italia se le ocurrio que salir a aplaudir a los sanitarios que estan haciendolo todo por nosotros en esta crisis todos hemos adoptado esa actividad como una mas en nuestro dia a dia. Y ha sido asi como he conocido a mis vecinos, coincidiendo con ellos a esta hora. Saludo a Tomas y Mari, que ya estan en sus puestos, justo a mi derecha. --?Que tal el dia, Marcos? --Uno mas casi pasado, Tomas. ?Que tal vosotros? --Mari ha hecho croquetas, te ha guardado unas pocas. --?En serio? Ella entra al piso y me quedo unos segundos mirando al cielo, sorprendido. --Nuestro hijo vive en Madrid --susurra Tomas--. Mi mujer esta muy preocupada por el. Sara, mi nuera, es enfermera en el Ramon y Cajal. No dice nada mas. No hace falta. Comprendo lo que deben sentir, y eso que yo no tengo a nadie en esa misma situacion. La persona que mas me preocupa es mi abuela, que vive en una residencia de ancianos, aunque esta en el pueblo, y eso, no se por que, me da mayor seguridad. Aqui, en la ciudad, parece que la cosa esta mas complicada que en lugares pequenos. Mari regresa en este momento y se asoma para darme un tuper. Lleva guantes de plastico. Ve que los miro y se encoge de hombros. --Por si acaso. Sonrio y asiento con la cabeza, cojo el tuper y lo dejo sobre la pequena mesa blanca de plastico que ocupa casi todo mi balcon. --Muchas gracias, Mari. No era necesario, pero te lo agradezco. --Tenemos que cuidarnos los unos a los otros. Vuelvo a sonreirle porque tiene razon. Nos asomamos al escuchar la voz que viene de arriba. La cabeza de Leo nos sonrie e intercambiamos varias frases contando que hemos hecho hoy. Llega un momento en que mi mirada vaga por el edificio de enfrente. Hace un buen rato que queria hacerlo, buscarla, volver a verla. Y ahi esta, conversando con la que deduzco es su madre. Lleva la misma ropa que esta manana y esta igual de bonita. Desconecto de la conversacion con mis vecinos y me centro en ella, en como mueve las manos, en como sonrie, en el leve movimiento de los mechones sueltos de su cabello... Me quedo embobado. De repente los aplausos interrumpen mi tonteria. Ya son las ocho en punto y, como cada dia, nos sumamos a esta iniciativa, nos asomamos un poco al exterior y aplaudimos para agradecer a todos los que nos cuidan la labor que desempenan. Yo no solo aplaudo a los sanitarios, dentro de mi agradecimiento tambien hay un hueco enorme para cajeras y dependientes de cualquiera de las tiendas y establecimientos que nos abastecen estos dias. Desvio la mirada hacia abajo para descubrir que me esta mirando. Sus labios se curvan en una sonrisa y deja de aplaudir para saludarme con la mano. Le respondo igual. Ahora mismo me gustaria tenerla delante, frente a mi. Y no a un metro de distancia. Me gustaria estar sentado a su lado en una terraza, sonriendo mientras nos contamos anecdotas, riendo por tonterias y disfrutando de una cerveza fresquita. Me gustaria llevarla a cenar a algun sitio, a bailar despues y, quien sabe, puede que me atreviera a susurrarle algo al oido que la hiciera reir, que acariciara su brazo con delicadeza y despues fuera tan osado como para tocar su boca... Dios mio. El confinamiento esta siendo demasiado para mi. Todo esto por una chica que no conozco. !Ni siquiera se su nombre! --Ey. Me sobresalto y miro hacia abajo. Esta alli, mirandome, sonriendo de nuevo. --Sigues ahi --susurra. Vale, llevo un buen rato plantado en el balcon. Los vecinos ya se han metido en sus casas pero yo no. La verdad es que no se por que, pero siento cierta frustracion que me ha obligado a quedarme tomando el aire un poco mas. ?Que que frustracion? La de querer y no poder. --Necesitaba aire --miento a medias mientras apoyo los brazos en la barandilla--. ?Y tu? ?Cual es tu excusa? Me muestra un cigarrillo. --Joder, me muero por fumarme uno --admito. --?No tienes? --La cosa es que no fumo. Se echa a reir y mi corazon vibra de forma inesperada. Sonrio antes de explicarme. --Lo deje hace anos, pero ahora, con toda esta situacion, me fumaria un cigarro super a gusto. Suspiro y ella desaparece del balcon. ?Que ha pasado? ?Que he dicho? Pasan un par de minutos, me dan ganas de meterme en casa aunque no lo hago. Permanezco aqui, mirando su balcon y deseando muy fuerte que regrese. Vuelve de repente. Parece acalorada, con una determinacion que no comprendo que la hace moverse con seguridad por su balcon. No se que lleva en la mano. La veo dar dos pasos atras y coger carrerilla, lanza algo que choca contra la pared del piso de abajo y cae al vacio. Los dos nos asomamos para verlo en medio de la acera. --?Que haces? --pregunto confuso. --Era una prueba. Ahora va el de verdad. Atento, por si tienes que cogerlo al vuelo.
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Mas calor (Serie Castle 8) de Richard Castle
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Pura pasion de Annie Ernaux
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Destinos cruzados de Rafael Alcolea
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Espera, Ponte Asi de Andreu Martin
https://gigalibros.com/espera-ponte-asi.htmlUn director de teatro ensaya con un grupo de actores una obra de Ibsen; falta poco para el estreno, y todo iria sobre ruedas si el azar no le hubiera llevado, unos dias antes, a una habitacion de hotel en compania de la joven, atractiva e insolente actriz que, en la obra, interpreta a la Senora Linde. A partir de ese momento no puede quitarse de la cabeza lo que en principio parecia una simple aventura mas. De repente, el imborrable recuerdo de esa experiencia se convierte dia a dia en una mortificante obsesion. Una y otra vez reproducira, en la realidad o mentalmente, aquella inesperada pero intensa vivencia sexual. Esa obsesion modificara no solo su relacion con Laura, su mujer, sino tambien con actores y actrices que intervienen en la obra. En su huida hacia delante, mientras intenta sobreponerse a la cada vez mas cautivante obsesion. El protagonista toma caminos que lo llevaran, lenta pero inexorablemente, a trastornar su vida laboral, matrimonial y sexual hasta limites que poco podia sospechar.
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Y acompasar nuestros pasos por la acera de R. Freire
https://gigalibros.com/y-acompasar-nuestros-pasos-por-la-acera.htmlNuria se tenia por una chica tranquila, poco amiga de aventuras y estrictamente heterosexual. ?Por que, entonces, no trato de escabullirse cuando descubrio que Daniela era su esperada cita a ciegas? ?Era solo curiosidad lo que sentia? ?Como se explicaba que aquella hermosa joven pareciera comprenderla mejor que ningun hombre?
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La doncella de la sangre de Ahna Sthauros
https://gigalibros.com/la-doncella-de-la-sangre.htmlDiane es una joven estudiante francesa de Paris que decide estudiar en la Universidad de Sevilla como alumna Erasmus. Es huerfana y lo unico que le queda de sus padres es una medallon antigua decorado con simbolos extranos.En la noche de Halloween su vida cambia radicalmente cuando conoce a Alleyne, un joven ingles misterioso que resulta ser un vampiro. Entonces descubre que toda su vida se basa en una mentira: su padre no ha muerto y es uno de los vampiros mas poderosos de la Sociedad vampirica, y ella es mucho mas de lo que aparenta.Falsas apariencias, vampiros, demonios, cazadores, angeles caidos…Diane tendra que olvidarse de todo lo que conocia como humana y debera adentrarse en un mundo oscuro y desconocido, cuya Sociedad espera mucho de ella.?Sera mas fuerte su Destino o su amor por Alleyne?
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Sumisa de cinco leones de Saray Gil Diaz
https://gigalibros.com/sumisa-de-cinco-leones.htmlSonia miraba a Maria a traves del precioso espejo charro, todo en dorado, extranada mientras Maria sonreia. ?Que cono haces Maria? ?Tu? te me has caido de un pedestal, tres hombres ?Que va a pensar la gente. Maria la miro muy seria volviendose lentamente. Me caso con Josh, a efectos legales, ademas hoy en dia todo esto esta bien visto. Sonia se miro las unas y la volvio a mirar seriamente. Eso dices tu. A mi no me importa lo que piense nadie, lo que piense la gente no me abraza ni me hace el amor por las noches. Esta bien, quitate al menos esa pulsera de cuero, no te pega. Maria se toco la pulsera negando. No. Que no te pega Maria. Intento alcanzarla pero ella metio sus manos tras su espalda. ?Te obligan a llevarla? Sonia la increpo mientras sacaba su mano mirando la fina tela. Me gusta, me la regalaron mis maridos. Ella levanto las manos aceptando que Maria no se la quitaria. Esta bien. Maria miro a Sonia a su hermosa altura, de pelo rojo liso hasta sus nalgas y ojos verdes zafiro, al igual que el hermoso vestido que lucia nerviosa tocandose su collar de sumisa en su muneca, era su amiga, pero no sabia nada sobre el BDSM (bondaje y sumision) y ella era demasiado prepotente para este mundo y le sonrio. Esta bien Maria, vamos. Vio a Sonia agacharse a ponerse sus lindos zapatos de tacones de aguja negros y le sonrio sabiendo que despues de su boda ella se quedaria en Nueva York con sus maridos y ella volveria a Espana, Sonia se incorporo y se acerco a ella con una preciosa sonrisa de carmin rojo. Vamos a terminar de arreglarte. Sonia calzo tambien a Maria en sus preciosos zapatos, tambien de tacon alto y le puso su hermosa corona de diamantes, busco alrededor con una furtiva lagrima el ramo de hermosas rosas blancas con una roja en medio y se lo entrego sin querer volver a mirarla. Sonia. Maria le abrio los brazos hasta que Sonia bajo una ceja que tenia alzada mirandola, acepto su toque y se sento junto a ella. Siempre estare aqui, algun dia encontraras el amor, tienes que intentar ser mas amigable con los hombres, debes abrirte a conocer gente y ser mas simpatica. No puedo, sabes como me he criado, siempre he sido una nina rica que debia de cuidar sus amistades y su vida, para no aparecer en la television o en una revista del corazon, tu has sido siempre mi mejor amiga y mis padres, pero ellos ya no estan, ahora solo tengo una cuenta llena de tantos ceros que no los gastaria ni siquiera quemandolos, a Mateo mi guarda espaldas, a si y a Pin mi interna. Maria miraba atenta a su amiga intentando consolarla, la vio cambiar la cara de tristeza que tenia completamente levantandose a mirarse al espejo. Nunca debi presentarte a tus futuros maridos. Sonia estaba de vuelta a ella, parecia que ni tan siquiera hubiera soltado una lagrima. No digas eso, siempre seremos amigas, nadie puede romper nuestra amistad, estare aqui para lo que quieras, vente a vivir a Nueva York. Sonia volvio al espejo su mirada, se inclino en el y comenzo a pintar sus ojos con un lapiz negro para terminar de rematar con un poco de sombra. Tu vida cambiara hoy para siempre Maria. Sonia se volvio hacia ella nuevamente sonriente mientras soltaba un suspiro. Si tus maridos nunca te han dejado mas de diez minutos sola desde que te conocieron, a partir de hoy menos aun, vamos es tarde, tienes que dar un si quiero hoy, bueno o tres. No mucho mas tarde Sonia dejo a Maria al lado de las puertas de la preciosa iglesia de San Patricio y espero a que entrara, no queria ser el centro de atencion de todo el mundo, espero paciente a que acabara la musica de entrada de la novia y empezara a hablar el cura, cuando se decidio a entrar, no quedaba un hueco libre atras, delante habia uno reservado para ella, nada mas y nada menos que en la primera fila, queria huir, hacer sonar la campana, aquello estaba abarrotado, habia hasta indios, hombres con chilaba, otros llenos de tatuajes y casi todos los demas en opulentos y costosos trajes, miro mas alla y filas de jeques, chinos, japoneses, acompanados de muy pocas mujeres o una solitaria rodeada de tipos, la madre de Maria miro para atras en ese momento y le hizo una sola sena hacia el asiento con el rostro completamente serio, sabia que si no lo hacia de malas se quedaria donde estaba o en un rincon oscuro, volvio a senalar el asiento libre y no le quedo mas remedio que ir, levanto la cabeza y deseaba taparse con las manos para que no la vieran, pero ella era Sonia Gonzalez, una pelirroja insolente, cuando llego a su asiento Maria la miro en ese momento sintiendola y Sonia le sonrio, los hermanos de Josh estaban al lado de la madre de Maria, vestidos como el novio y sonrientes ,todo fue muy lento y solo oia blablabla... pensaba Sonia, de repente sintio algo, se sintio observada, notaba una punzada que le llamaba a mirar para atras y ni queria, vio a Maria y Josh bajar la corta escalera y a los invitados ponerse de lado, pero no queria perder a su amiga de vista, cuando paso Maria le dio el ramo y siguio su camino hacia la calle, Sonia salio del banco para dejar salir a los maridos de Maria y miro alrededor buscando la mirada de antes, vio a cinco hombres, cada cual mas hermosos, casi todos ellos de rica piel tostada y cuerpos fornidos en puro musculo mirandola, no podia desprender la mirada de ellos estaba completamente absorta cuando sintio a Mateo, su guarda espaldas cogerla por el codo y mirarla seriamente. Sonia, ?estas bien? Ella lo miro asintiendo: Maria, es muy graciosa. Mateo bajo la mirada al ramo aguantandose una inmensa carcajada: Ya lo veo. Sonia se percato de nuevo del ramo de rosas blancas con una roja en medio que tenia en las manos y su mirada bajo a el. ?Vamos? aun te queda ir al banquete. Sonia miro a los ojos de Mateo tratando de arrojar suplicas: ?Tengo que ir? El le sonrio con maldad y asintio con la cabeza: Si. Sonia siguio a Mateo sin volver la mirada a los hermosos hombres hasta su limusina, cuando estuvo bajo la seguridad de sus lunas tintadas los vio salir rodeados de guardaespaldas y mirar a Mateo dando la vuelta para montarse a conducir, el que parecia mas mayor no quitaba los ojos de la ventana donde estaba ella, como si supiera que lo miraba, era majestuoso, inmenso, de piel tostada por el sol y de ojos negros brillantes. Hay trafico hasta llegar a la autovia, tardaremos en llegar. Mateo la miraba a traves del espejo retrovisor: Podemos ir al hotel. Este le nego seriamente: Sonia, aguanta esta noche, manana estaras a estas horas en tu casa y no volveras a ver a tu amiga. Ella bajo la mirada y se sumergio en sus pensamientos mientras caia la tarde en la gran manzana de Nueva York.
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Por y para siempre (La Posada de Sunset Harbor 2) de Sophie Love
https://gigalibros.com/por-y-para-siempre-la-posada-de-sunset-harbor-2.html--Buenos dias. Emily se estiro y abrio los ojos. La imagen que le dio la bienvenida era la mas hermosa que hubiese podido imaginar: Daniel, rodeado por las limpias sabanas blancas y con el halo de la luz matutina besandole el cabello revuelto. Inspiro una bocanada de aire profunda y satisfecha, preguntandose como habia podido alinearse su vida de un modo tan perfecto. Parecia que el destino, tras tantos anos de dificultades, por fin habia decidido darle un respiro. --Buenos dias. --Le devolvio la sonrisa con un bostezo. Volvio a acurrucarse bajo las sabanas, sintiendose comoda, abrigada y mas relajada de lo que lo habia estado nunca. La calma silenciosa de las mananas en Sunset Harbor contrastaban drasticamente con el ajetreo de su antigua vida en Nueva York. Podria llegar a acostumbrarse a aquello: al sonido de las olas rompiendo a lo lejos, al olor del oceano, a tener a un hombre atractivo tumbado junto a ella en la cama. Se levanto y fue hacia las puertas cristaleras que daban al balcon, abriendolas para poder sentir la calidez del sol en la piel. El oceano destellaba en la distancia, y los rayos de luz iluminaron el dormitorio principal que tenia a la espalda. A su llegada, hacia seis meses, habia sido un desastre lleno de polvo, pero ahora era una ensenada de tranquilidad de paredes y sabanas blancas, alfombra suave, una preciosa cama con dosel y mesitas de noche antiguas cuidadosamente restauradas. En aquel momento, con el sol dandole en la cara, Emily sintio que por una vez todo era perfecto. --?Estas lista para tu gran dia? --dijo Daniel desde la cama. Emily fruncio el ceno, con la cabeza todavia demasiado embotada por el sueno como para comprenderle. --?Mi gran dia? Daniel sonrio con suficiencia. --Tu primer cliente, ?recuerdas? A los pensamientos de Emily le hicieron falta un segundo para caer en la cuenta, pero enseguida recordo que tenia a su primer cliente, el senor Kapowski, durmiendo en la habitacion al final del pasillo. La casa que se habia pasado seis meses restaurando habia pasado de ser un hogar a un negocio, y aquello significaba que tenia que preparar un desayuno. --?Que hora es? --pregunto. --Las ocho --contesto Daniel. Emily se quedo paralizada. --?Las ocho? --Si. --!No! !Me he quedado dormida! --exclamo, volviendo a entrar a la carrera al dormitorio desde el balcon. Cogio el reloj despertador y lo agito con furia--. !Se suponia que tenias que despertarme a las seis, maldito cacharro! Lo volvio a dejar con un golpe sobre la mesita de noche y despues se apresuro hacia la comoda en busca de algo de ropa, lanzando sueteres y pantalones por todas partes. Nada le parecia lo bastante profesional.; habia tirado a la oficina toda la ropa que habia tenido para la oficina de su antigua vida en Nueva York, y ahora todo lo que tenia era ropa practica. --Tranquila --rio Daniel entre dientes desde la cama--. No pasa nada. --?Como que no pasa nada? --gimoteo Emily, saltando a la pata coja mientras se ponia unos pantalones--. !El desayuno empezaba a las siete! --Y solo hacen falta cinco minutos para escalfar un huevo --anadio Daniel. Emily se quedo paralizada alli donde estaba, medio vestida y con cara de haber visto a un fantasma. --?Crees que querra huevos escalfados? !No tengo ni idea de como escalfar un huevo! En lugar de tranquilizarla, las palabras de Daniel solo sirvieron para hundirla todavia mas en el panico. Arranco un arrugado sueter liliaceo del cajon y se lo paso con la cabeza, consiguiendo que la electricidad estatica le encrespase el cabello al instante. --?Donde esta mi mascara de pestanas? --pregunto, corriendo de un lado al otro--. ?Y podrias dejar de reirte de mi? --anadio, dirigiendo una mirada enfurecida a Daniel--. Esto no es divertido. Tengo a un huesped. !A un huesped que paga! Y no tengo mas que zapatillas de deporte que ponerme. ?Por que tire todos los tacones? Las risitas ahogadas de Daniel se convirtieron en carcajadas. --No me rio de ti --consiguio decir--. Me rio porque soy feliz. Porque estar contigo me hace feliz. Emily hizo una pausa; aquellas palabras tocaron algo en lo profundo de su ser. Lo miro, alli tumbado de manera languida como si fuera un Dios en su cama. Daniel tenia una cara con la que no se podia estar enfadada mucho tiempo. Daniel aparto la vista. Aunque Emily ya estaba acostumbrada a que Daniel se encerrase en si mismo cuando demostraba demasiado lo que sentia, aquello seguia poniendola nerviosa. Los propios sentimientos de Emily eran tan evidentes que era como si fuera trasparente. No le cabia duda de que siempre llevaba el corazon en la mano. Pero a veces Daniel la hacia sentirse perdida. Con el nunca estaba segura, y aquello le recordaba de manera casi dolorosa a sus relaciones anteriores y a la falta de estabilidad que habia sentido en ellas, como si estuviese de pie en la cubierta de un barco que se balancease sobre el mar y nunca fuese a acostumbrarse al balanceo. No queria que aquella historia se repitiese con Daniel, queria que con el fuese distinto. Pero la experiencia le habia ensenado que en la vida es muy raro conseguir lo que se desea. Volvio a girarse hacia la comoda, ahora en silencio, y se puso unos pequenos pendientes de plata. --Tendra que servir --dijo, desviando la mirada del reflejo de Daniel en el espejo para mirarse a si misma, y su expresion paso de ser la de una chica llena de panico a la de una mujer de negocios decidida. Salio con paso firme del dormitorio y se lo encontro todo sumido en el silencio. El pasillo del segundo piso era ahora imponente, con unas preciosas lamparas de pared y una arana en el techo que atrapaba la luz del sol matutino y la reflejaba en todas partes. El suelo de madera se habia pulido hasta la perfeccion, anadiendo un toque rustico pero glamuroso. Emily miro hacia la puerta que habia al final de dicho pasillo, la puerta de la habitacion que previamente habia pertenecido a Charlotte y a ella. Restaurar aquella habitacion habia sido lo mas dificil de todo, puesto que para ella habia sido como borrar a su hermana. Pero todas las cosas de Charlotte estaban ordenadas con cuidado en un rincon especial del atico, y Serena, amiga de Emily y artista local, habia creado algunas obras de arte asombrosas con la ropa de su hermana. Aun asi, seguia sintiendo un cosquilleo en el estomago al saber que habia un desconocido durmiendo al otro lado de aquella puerta, un desconocido al que ahora tenia que servirle el desayuno. En sus fantasias de convertir la casa en un hostal nunca habia llegado a imaginar como seria realmente, que aspecto tendria ni como se sentiria al respecto. De repente le parecia que no estaba preparada en lo mas minimo, como si fuera una nina jugando a ser adulta. Recorrio el pasillo hacia las escaleras asegurandose de hacer el minimo ruido posible. La nueva alfombra color crema era esponjosa bajo sus pies, y no pudo evitar mirarla con adoracion. La transformacion de la casa habia sido una autentica maravilla que contemplar. Todavia quedaba trabajo por hacer: el tercer piso en concreto era un completo desastre, con habitaciones en las que todavia ni habia entrado, y aquello sin mencionar los demas edificios de la propiedad que contenian una piscina abandonada y todo un ejercito de cajas que organizar. Pero lo que habia conseguido hasta el momento con una pequena ayuda de la amable gente de Sunset Harbor todavia le sorprendia. La casa le parecia ahora una amiga, una que todavia tenia secretos que compartir. De hecho, habia una llave en concreto que estaba demostrando ser todo un misterio; no importaba lo que intentase Emily, no conseguia encontrar que era lo que abria. Lo habia comprobado todo, desde los cajones de los escritorios hasta las puertas de los armarios, pero todavia no lo habia encontrado. Bajo la larga escalera que ahora contaba con unas barandillas pulidas y relucientes, la esponjosa alfombra de aspecto resplandeciente y los afianzadores de cobre que destacaban los colores a la perfeccion. Pero mientras bajaba admirandolo todo, se percato de que habia una mancha en la alfombra: una huella de barro desdibujada. Era claramente la huella de la bota de un hombre. Se detuvo en el ultimo escalon. <
>, penso. Pero entonces noto que la huella se alejaba de ella, dirigiendose hacia la puerta principal, lo que significaba que la persona habia bajado las escaleras. Y si Daniel seguia en la cama, entonces aquella huella solo podia pertenecer a su huesped, el senor Kapowski. Emily se apresuro hacia la puerta y la abrio a toda prisa. El senor Kapowski habia llegado con su coche el dia anterior por el camino de entrada recien pavimentado y habia aparcado justo alli. El coche ya no estaba. Emily no se lo podia creer. Se habia ido. CAPITULO DOS Llena de panico, volvio a entrar corriendo en la casa. --!Daniel! --grito desde el pie de las escaleras--. !El senor Kapowski se ha ido! !Se ha ido porque no me he levantado a tiempo de prepararle el desayuno! Daniel aparecio en lo alto de las escaleras cubierto unicamente con unos pantalones de pijama, dejando al descubierto los hombros anchos y el pecho musculoso. Su cabello estaba enmaranado, lo que le daba el aspecto de un estudiante que se hubiese levantado con prisas. --Seguramente tan solo haya ido a Joe's --repuso, bajando las escaleras hacia Emily al trote--. Mencionaste lo buenos que son sus gofres, ?recuerdas? --!Pero se supone que yo le tengo que preparar el desayuno! --exclamo Emily--. El hostal es un B&B, de bed and breakfast, alojamiento y desayuno, no un B de bed a secas! Daniel llego al pie de los escalones y la tomo entre sus brazos, abrazandola suavemente por la cintura. --Quizas no se haya dado cuenta de lo que significa la segunda B. Quizas creia que significaba < >. O banana --bromeo. Le dio un beso en el cuello, pero Emily lo aparto agitando la mano y se escabullo de su abrazo. --!Daniel, deja de hacer el tonto! --espeto--. Esto es serio. Es mi primer huesped y no me he despertado a tiempo de hacerle el desayuno. Daniel sacudio la cabeza y puso los ojos en blanco con afecto. --No es para tanto. Habra bajado a desayunar junto al oceano en lugar de eso. Esta de vacaciones, ?te acuerdas? --Pero desde mi porche se ve el oceano --tartamudeo Emily con una voz que empezaba a fallarle. Se dejo caer sentada en el ultimo escalon sintiendose pequena, como una nina que hubieran castigado a sentarse alli, y dejo caer la cabeza entre las manos--. Soy una anfitriona horrible. Daniel le froto los hombros. --Eso no es verdad. Simplemente todavia no le has cogido el ritmo. Todo es nuevo y extrano, pero lo estas haciendo bien. ?Vale? Dijo aquella ultima palabra con firmeza, casi con paternalismo, y Emily no pudo evitar sentirse reconfortada. Alzo la mirada hacia el. --?Quieres que te escalfe a ti un huevo al menos? --pregunto. --Eso seria un detalle --dijo Daniel con una sonrisa. Tomo el rostro de Emily entre las manos y le dio un beso en los labios. Fueron juntos a la cocina y el sonido de la puerta abriendose desperto a Mogsy y a su cachorro, Lluvia, de su duermevela en el lavadero que habia justo al otro lado de la puerta tipo granero. Emily sabia que mantener a los perros fuera de la cocina y de cualquier otra parte de la casa que necesitase para el negocio del hostal era un deber absoluto si no queria que le cerrasen el negocio al instante por higiene y salubridad, pero se sentia mal por confinar a los perros a un espacio tan pequeno de la casa. Se recordo a si misma que era una situacion temporal; ya habia conseguido que cuatro de los cinco cachorros de Mogsy fuesen adoptados por amigos del pueblo, pero Lluvia, el mas pequeno de la camada, era mas dificil de colocar, y nadie parecia ni remotamente interesado en aceptar a la madre. A fin de cuentas era, siendo amables, una perra callejera bastante fea. Tras llevar a los perros fuera y darles de comer, Emily volvio a la cocina. Mientras tanto Daniel habia logrado salir un momento al jardin para recoger los huevos que habian puesto aquella manana las gallinas Lola y Lolly, y habia preparado una jarra de cafe. Emily acepto una taza agradecida y aspiro el aroma antes de acercarse a los fogones Arga, otra de las reliquias de su padre que habia restaurado, y se puso a practicar el arte de escalfar huevos. De entre todas las habitaciones de la casa, la cocina era su preferida. Aquel pobre espacio habia sido victima del tiempo y el abandono a su llegada, y despues los habia asaltado una tormenta que habia provocado mas danos, y despues la tostadora se habia fundido y habia provocado un incendio. El dano por el humo habia sido mas destructor que el fuego en si: las llamas tan solo habian alcanzado un estante y consumido algunos libros de cocina, pero el humo habia conseguido filtrarse por todos los huecos y resquicios, dejando tras de si manchas negras y el olor de plastico quemado en todo lo que habia tocado. En tan solo seis meses, a aquella habitacion le habia pasado todo lo malo que podia pasarle. Pero tras algunas noches de trabajo duro, por fin habia sido restaurada por tercera vez y tenia un aspecto encantador con su frigorifico retro y su original palangana blanca victoriana Belfast, ademas de sus encimeras de marmol negro. --Resulta --dijo Emily, sirviendo su quinto intento de huevo escalfado en el plato de Daniel--, que no soy una cocinera tan mala despues de todo. --?Ves? --dijo Daniel, cortando la clara del huevo y dejando que la yema dorada cayese sobre la tostada--. Ya te lo habia dicho. Tienes que escucharme mas a menudo. Emily sonrio, disfrutando del humor amable de Daniel. Ben, su ex, nunca la habia hecho reir como lo hacia Daniel, y tampoco habia podido reconfortarla nunca en sus momentos de panico. Con Daniel era como si nada fuera nunca demasiado complicado para hacerle frente. No importaba si se trataba de una tormenta o un incendio, Daniel siempre le hacia sentir que todo iba bien, que podia arreglarse. Su estabilidad era uno de sus rasgos mas atractivos; podia calmarla y tranquilizarla del mismo modo en que la tranquilizaba el oceano. Pero aun asi Emily nunca estaba segura de que opinaba Daniel, de si sentia lo mismo que ella. Tenia la impresion de que su relacion era como la marea, y al igual que esta, no podian controlarla por mucho que lo intentasen. -
La sonrisa de los pajaros de Lea Velez
https://gigalibros.com/la-sonrisa-de-los-pajaros.htmlAlma, periodista y escritora de treinta y cuatro anos, regresa a Paraiso, la urbanizacion en pleno campo en la que vivio hasta la adolescencia, veinte anos despues de que un tragico accidente acabara con su
felicidad familiar. Llamada por un impulso inconsciente, alquila la casa en plena naturaleza donde crecio para tratar de reencontrarse con los recuerdos, en la esperanza de que sirvan de respuesta a sus preguntas vitales. -
Por favor, no me olvides de Car Puche
https://gigalibros.com/por-favor-no-me-olvides.htmlLu Arismendi estaba a punto de realizar su sueno, pedirle matrimonio a la mujer que ama y con la que desea pasar el resto de su vida, Julia Rick, pero sus planes cambian drasticamente.
?Que pasaria si de un instante a otro tienes que reconquistar a la mujer que amas y para hacerlo, debes luchar contra todos para lograrlo, incluso contra ella misma?
?Puede el amor realmente vencer todos los obstaculos? -
Abrazame (En tus brazos 2) de Noe Casado
https://gigalibros.com/abrazame-en-tus-brazos-2.htmlANTES no era preciso que sonara el despertador para ponerse en funcionamiento cada manana, su insomnio cronico la ayudaba a estar despierta con la antelacion necesaria para arreglarse antes de empezar una de sus largas jornadas laborales. Una rutina bien organizada en la que mantenerse evitando altibajos de cualquier tipo y que hasta no hacia mucho funcionaba a la perfeccion. Pero ahora se le antojaba dificil como poco, pues, cuando oia el odioso <
> de su alarma, solo sentia deseos de acurrucarse bajo las sabanas y en buena compania. La buena compania en esos instantes dormia placidamente a su espalda, rodeandola por la cintura, por lo que las ganas de ser responsable se diluian en el acto. Extendio el brazo y apago la maldita alarma. Nicole se movio hasta quedar boca arriba y hacer una mueca. Tantos anos de responsabilidad al garete. Sonrio. ?Quien hubiera pensado que la chica mas responsable del planeta ahora queria hacer novillos? No obstante, algo siempre queda; asi que, dandole un beso suave en el hombro a su grunon y pervertido particular, se levanto de la cama dispuesta a ocuparse de unos cuantos asuntos pendientes. La vida glamurosa que se le presuponia a la novia de un exfutbolista famoso no lo era todo, y ahora tenia que ocuparse del cierre definitivo del bufete. No era plato de buen gusto dar carpetazo a aquella empresa, especialmente tras tantos anos de dedicacion, pero las circunstancias asi lo exigian. Su exsocio ahora, quien lo diria, ya no era el adicto al trabajo de antano y habia montado un despacho propio, lo que la dejaba a ella como unica responsable, hecho que le robaria demasiado tiempo y, tras el cambio experimentado en su vida, no queria pasar tantas horas encerrada en un despacho, marchitandose. Nicole, la chica otrora eficiente y profesional, miro por ultima vez la cama y suspiro mientras dudaba entre apartar la sabana y despertar a la fiera o darse una ducha, fria, antes de ir a trabajar. Se mordio el labio mientras se lo comia con los ojos, pero al final opto por acudir a su cita. La esperaban en el despacho y no podia llegar tarde, no al menos cuando se trataba de un cliente importante. Si ya el estado de la oficina daba que pensar, pues su funcionamiento distaba mucho del de otra epoca, encima no podia permitirse el lujo de no estar presente, por mucha tentacion que en forma de novio pervertido la provocara. < >, penso entrando en el cuarto de bano. Programo el termostato de la cabina de ducha y se metio bajo el chorro; necesitaba refrescarse y parecer una mujer seria y decente, nada que ver con la ligerita de cascos que la noche anterior habia sudado y gemido entre las sabanas como una descarriada. Tras el aseo y con cuidado de no despertar a Max, se metio en el vestidor y saco uno de sus trajes sastre, uno gris marengo entallado de esos de aspecto pulcro y profesional que el odiaba pero que le permitia conservar por eso de jugar a la bibliotecaria cachondona, aunque Nicole preferia usarlos solo en el ambito laboral. Tras un ligero maquillaje y con los zapatos de medio tacon en la mano, salio del dormitorio en direccion a su estudio para recoger los documentos que precisaba en la reunion. Que tuviera pensamientos excitantes no significaba desatender sus obligaciones. Miro la hora y apenas le dio tiempo para un cafe rapido, pese a que la cocinera, sin pedirselo si quiera, ya tenia el desayuno preparado. --Senorita Sanders, que esta en los huesos… --protesto la mujer cuando la vio salir sin probar ni una sola de las tostadas. Nicole se dirigio escopetada hacia su Audi y arranco como alma que lleva el diablo para llegar cuanto antes a su oficina. Cuando acabara sus obligaciones ya se ocuparia de tomarse un tentempie. Aparco en la plaza de garaje reservada en el edificio comercial y, con su portafolio bajo el brazo, subio hasta su despacho. Cuando iba a introducir la llave en la cerradura se dio cuenta de que la puerta estaba entornada y eso no era normal. Ahora ya no disponia de secretaria, y a esas horas el servicio de limpieza jamas trabajaba; por lo tanto, habia algun intruso dentro. --Maldita sea… --farfullo a caballo entre asomar la cabeza y comprobar quien podia haberse colado y para que o bien, lo mas sensato, llamar a la policia y que hiciera su trabajo. Oyo un ruido, un golpe de algo cayendo al suelo, y se sobresalto. --!Joder! --oyo alarmandose aun mas. ?Habia pillado a los ladrones in fraganti? Por si acaso, saco su movil y marco el telefono de la policia para estar preparada en caso de emergencia. Despues del incidente con ese malnacido que ni queria nombrar, empezaba a ser respetada en la comisaria. Bueno, por eso, y por tener a un ex con uniforme, que siempre venia bien. --!Joder, vaya puta mierda de caja! < >, penso Nicole cuando de nuevo se oyo un fuerte golpe. Como le pudo la impaciencia, entorno la puerta y entro. --!Deje eso ahora mismo en su sitio! --grito a pleno pulmon. Puede que una mujer indefensa tuviera las de perder, pero irritando timpanos hubiera ganado una medalla. Un tipo de espaldas a ella, vestido con vaqueros desgastados, sudadera deportiva y con una caja de carton en las manos y otra a los pies con su contenido desparramado, se giro despacio para no enervar mas a la histerica que le habia chillado. El intruso se dio la vuelta lentamente hasta quedar frente a ella y la miro achicando los ojos. Nicole abrio los ojos como platos y su bolso, que pretendia utilizar como arma defensiva en caso de ser necesario, cayo al suelo. Miro al tipo de arriba abajo, parpadeando para asegurarse de que no era una vision. --Esto pesa --dijo el con sarcasmo con la intencion de sacarla del trance. --Lo siento, no te habia conocido --murmuro avergonzada. Y es que costaba reconocer a su exsocio. Parecia otro asi vestido. En todos los anos que lo conocia nunca le habia visto de esa guisa. --Si, yo tampoco me reconozco --mascullo Thomas--. No sabia que ibas a venir; estoy terminando de recoger mis cosas --anadio senalando las cajas. --No pasa nada --dijo sintiendose un poco tonta, alli de pie, los dos en la recepcion como si fueran dos extranos. Aunque en cierto modo asi era. --?Como te va? --termino preguntando por hablar de algo y no seguir alli como dos pasmarotes. --Bien. No me quejo. ?Y a ti? --Depende de como se mire --respondio no muy contento consigo mismo. --?Y eso? --inquirio. No porque le interesara realmente, pero ahora procuraba comportarse de forma menos altiva y ser mas comunicativa. Ademas, no costaba nada perder cinco minutos. En ese instante la puerta se abrio… y una morena, ataviada con el chandal mas azul electrico del mundo y con una sonrisa de oreja a oreja, entro convirtiendose en el acto en el centro de atencion. Sin ningun reparo, se acerco a el, le dio una palmada en el culo y dijo riendose: --!Deja de darle a la sin hueso que he dejado el coche mal aparcado! --Y despues se volvio hacia Nicole--: !Cuanto tiempo sin verte! Ambas se dieron dos besos e hicieron caso omiso al refunfunon que sujetaba una caja. --Dame las llaves del coche --pidio Thomas--. Mientras os da por poneros al dia, voy bajando algo. Olivia se las metio en el bolsillo delantero del pantalon y el se marcho; eso si, Nicole tuvo la decencia de mantener la puerta abierta para que pasara. --Te veo estupenda --comento la abogada. --Pues tu tampoco te puedes quejar… Y a todo esto, ?que haces currando? Se supone que tienes una vida glamurosa, repleta de invitaciones y todo eso… --Intento llevar algunos casos sencillos. No todo va a ser ir de fiesta en fiesta --respondio de buen humor--. ?Que tal esta el pequeno Robert? --Mi nino esta para comerselo…, --murmuro orgullosa--. Mira que yo queria una nina, ya sabes, por eso de volver loco a su padre, pero al final Thomas se salio con la suya. --No se como ha consentido que le pongais ese nombre… Nicole conocia la tragedia familiar de su exsocio asi que, cuando supo el nombre escogido, se llevo una gran sorpresa. --Bah, todo es cuestion de persuasion. Ademas, entre Julia y yo le dimos la chapa y, como mi sobrina es la madrina, pues ella eligio el nombre y el padre a callar y punto. Sabe que en casa tiene las de perder y poco a poco le estamos reformando… --Ya me he dado cuenta --adujo con una sonrisita--, es la primera vez que le veo asi. Tan… --?Normal? --Si --respondio sin perder el buen humor. Habia que reconocerlo, hasta no hacia mucho pensaba que su exprometido seria incapaz de cambiar, pero, como suele decirse, torres mas altas han caido. --Me ha costado un triunfo, no veas. Es que, cuando se pone petardo… no hay quien lo aguante, pero si los vaqueros le quedan de muerte. Ah, y no son de marca, que conste --explico Olivia satisfecha. El aludido eligio ese momento para hacer su aparicion y las miro a las dos frunciendo el ceno. --?Tienes para mucho? --pregunto a su mujer con sarcasmo. Sabia que, si insistia para sacarla de alli, mas se empecinaria ella en quedarse; por tanto, mejor insistir lo justo. --No te enfurrunes que te salen arrugas. ?No me digas que no esta mono asi, con barba de tres dias? --pregunto Olivia acariciandole las mejillas. --Bueno… si --convino la otra, acostumbrada a vivir con su propio tipo desalinado. Lo cierto es que ver a Thomas con ese aspecto tan, ?normal?, como habia sugerido su mujer, le hacia parecer menos insoportable. Si ademas le sumabas un caracter menos propenso a la arrogancia, lo cierto es que hasta podian llegar a ser amigos. Thomas hizo una mueca. Lo que habia que sufrir por el bien de su relacion. Si alguien, un par de anos antes, le hubiera mencionado algo asi… Para no seguir siendo objeto de estudio, decidio poner fin a la tertulia de chicas. --Venga, que se nos hace tarde. Y te recuerdo que tu y las normas de circulacion no os llevais nada bien. --La culpa no es mia. ?A quien se le ocurre conducir al reves? Por Dios, que raritos sois --se quejo negando con la cabeza. Nicole se echo a reir. --Ya deberias haberte acostumbrado. --Me niego --adujo toda seria. --Ya discutiremos otro dia ese asunto --intervino Thomas tirando de ella. --Ah, por cierto… --Olivia busco en su bolsillo y extrajo unas tarjetas de visita que entrego a Nicole--, me he hecho freelance. --Joder… --refunfuno el a su lado y anadio mirando a su ex--: no la animes, por favor. --?Freelance? ?Te has metido a periodista? --!Que mas quisiera yo!--se lamento el abogado. Pero ninguna de las dos le prestaba atencion. --No, que va. Soy freelance de la estetica --explico orgullosa Olivia mientras la otra mujer guardaba las tarjetitas en su cartera. --Que conste que he intentado impedirlo por todos los medios --apostillo el evidenciando su desagrado por tal circunstancia. --Bah, ni caso. Veras: es que abrir un centro de estetica, como siempre habia sido mi sueno, me es imposible. --Porque no quieres, que el banco si te daba el prestamo --intervino Thomas recordandoselo. --Ya, y toda la vida trabajando para devolverlo. No, he preferido ir a mi aire. Ademas, de ese modo puedo vivir aqui o en Espana sin estar atada a un negocio. Hago clientas a traves de contactos, me llaman, voy a su casa y las atiendo. !Un negocio perfecto! --Pues me parece una idea estupenda --convino la abogada--. Dame mas tarjetas, que se las paso a mis amigas -- pidio Nicole interesada. Olivia se mostro encantada. --Tambien me ocupo de los novios y amigos… --insinuo Olivia picarona. --No me lo recuerdes… --farfullo un hombre descontento y un pelin celoso. --Pues mira, ahora que lo pienso… Igual podrias pasarte manana por casa… --Lo que me faltaba --protesto el. --Deja de enfurrunarte. Tiene derecho a montar su propio negocio --le recrimino Nicole. --?Ves como es una buena idea? --inquirio Olivia aprovechando la ventaja. --A ver, que quede claro, yo no me opongo. Pero eso de ir todo el dia con el maletin de aqui para alla, de casa en casa, no es serio. Podia haber montado un salon profesional y hacerse con una clientela respetable, pero no, la senora siempre tiene que desbaratar los planes. --Oh, por favor, ya te salio la vena petarda. Tu ni caso --dijo dirigiendose a Nicole--, tengo muchas ganas de pillar por banda a tu novio, que, por cierto, ?cuando lo vas a convertir en un hombre decente? --Un dia de estos --respondio sin comprometerse. --Porque he leido en las revistas que te lo ha pedido unas cuantas veces. --Pero siempre le digo que no --respondio con una sonrisa--. Lo de estar comprometida no es para mi. Su ex se mantuvo prudentemente en silencio. --Pues a lo mejor tienes razon… --reflexiono Olivia--; ademas, si te animas a tener crios no necesitas estar casada. Si te soy sincera, yo acepte por el --hizo una mueca burlona--, porque para estas cosas es de un antiguo… --dijo senalando al < >. --Deja de cotillear --insistio Thomas--, que al final no hacemos nada. --Bueno, pues te dejo, que con un responsable asi, a cuestas, no puedo ir a ningun sitio. Las dos mujeres se despidieron con besos y la promesa de que Olivia los visitaria al dia siguiente para ejercer de freelance estetica con Max. Cuando Nicole se quedo de nuevo a solas, cerro la puerta y comprobo la hora; se percato de que, a pesar de que se habia citado con un cliente y, despues de venir a la carrera, este ni siquiera se habia presentado. Se encamino hacia su despacho y se sento en su confortable sillon de oficina. Dejo sobre su escritorio, como siempre impoluto, los papeles que llevaba y encendio el ordenador. Le daria un tiempo de cortesia a su cliente mientras revisaba los correos electronicos y otras cosillas. Noto una vibracion en el bolso y saco su movil. --?Diga? --Siento el retraso, senorita Sanders. Llegare en diez minutos. Nicole suspiro y se preparo los papeles necesarios para entregarselos y asi perder el menor tiempo posible. Hubo suerte; su visita esta vez si cumplio y pudo despacharla en menos de dos horas. Asi que, con el trabajo terminado, se dedico a navegar un rato por Internet. Encontrar noticias de Max en la red ya no suponia ninguna novedad, pero de vez en cuando convenia echar un vistazo por si alguna mencion estaba fuera de lugar o se usaba su imagen de forma incorrecta. Ahora que le llevaba los asuntos profesionales, ademas de los personales, visitar webs entraba dentro de sus funciones. No encontro nada relevante, amen de algunas fotos en las que tambien aparecia ella, por lo que se quedo tranquila. Sin embargo, justo antes de cerrar el navegador hubo algo que le llamo la atencion y quiso ampliar la informacion que daba el titular… Capitulo 2 --NO puede ser… A cada palabra que leia su perplejidad iba en aumento. Deberia estar curada de espanto. Multitud de mujeres afirmaban haberse acostado con Max y, si bien algunas simplemente se lo inventaban por alcanzar notoriedad, otras aportaban pruebas, como fotos, para dar mas credibilidad a la historia. E incluso daban detalles mas intimos, como gustos personales sobre el cuerpo de su amante o habilidades especiales, lo cual Nicole conocia de primera mano, por lo que escuchar a un monton de mujeres mencionandolo jorobaba bastante. Entendia que el tuviera un pasado, aunque costaba un poco digerirlo. Y eso que Max, siempre que la pillaba martirizandose, la llamaba poco menos que idiota, por dar pabulo a esas memeces. Especialmente porque, cuando asimilo de quien se habia enamorado, lo hizo aceptando todas las condiciones, y su vida pasada entraba en el lote. Lo intentaba y lo conseguia, mas o menos, pero esta noticia era completamente diferente. No era menos cierto que a veces se difundian noticias a las que el medio en cuestion anadia detalles de su propia cosecha para hacer mas jugoso el reportaje, y luego, como no, estaban quienes, a titulo personal, se lo pasaban en grande inventado lios en los que Max era el protagonista. Aun asi, costaba digerirlo. No queria terminar siendo una de esas mujeres celosas que arrancaba los pelos a cualquiera que se acercara a su chico, ya no tenia edad para eso. Era adulta, podia racionalizar las cosas y ser objetiva, pero, utilizando palabras de su chico: jodia, y mucho. Con un nudo en el estomago y la esperanza de que solo se tratase de otra aspirante a vivir del cuento, recogio todas sus cosas y se dirigio a su coche con la idea de dar una vuelta y despejarse un poco. Sentada en el vehiculo, pero con el motor apagado, se planteo donde acudir. A esas horas, Carla, una de las pocas personas a las que podia llamar < > y a la que podia confesarle sus temores sin recibir una sarta de buenas palabras, estaria ocupada en su trabajo. Y conociendola, no estaba muy segura de querer saber su opinion, pues podia ser de todo menos racional. Podia pasarse por casa de sus padres y perderse en la chachara intrascendente de su madre, pero, como suele decirse, es peor el remedio que la enfermedad. No necesitaba acabar la jornada con dolor de cabeza y menos aun inventarse nuevas excusas para justificar que siguieran viviendo en pecado, hecho que Nicole disfrutaba, pero que a su madre todavia le escocia. No era ningun secreto que la senora Sanders se moria por organizar el bodorrio mas espectacular y hortera del mundo para casar a su unica hija. Y Nicole se resistia a ello con todas sus fuerzas. Cuando le preguntaban <>, ella siempre respondia <>. Tambien ciertas amistades le recordaban que su novio era un tipo, por decirlo de manera suave, bastante solicitado, y que, por lo tanto, deberia tener los ojos bien abiertos para evitar que una lagarta se lo levantara, de ahi que casarse fuera < >. Ya, como si a Max o, ya puestos, a cualquier otro hombre fuera a detenerlo un papel en caso de querer ser infiel. Nicole odiaba que intentaran inocularle el virus de la maldita duda; ella solita, como en esos instantes, ya se autoflagelaba lo suficiente como para recibir ayuda extra. Podian ser comprensibles, aunque irracionales, sus dudas y mas si cabe cuando Max nunca le habia dado un solo motivo para ello. Pero era humana y a veces aparecen sentimientos inoportunos que te joroban y que, como tales, no pueden ser mandados a paseo chasqueando los dedos. --Mira que soy estupida --murmuro mientras buscaba las llaves del coche en su bolso. Termino arrancando el vehiculo y, con la prudencia habitual, maniobro para salir del estacionamiento. Lo mejor era regresar a casa y esperar que semejante noticia fuera solo un bulo mas de tantos que corrian por la red. De momento no le comentaria nada a el, pues no tenia sentido hacer una montana de un grano de arena y enfadarle, ya que, normalmente, Max echaba unos cuantos juramentos cuando ella se preocupaba, a lo tonto, de ese tipo de noticias. Nada mas llegar, aprovecho para cambiarse de ropa, pues corria el riesgo de echar el traje a perder si Max la pillaba por banda, ya que tenia cierta obsesion con su ropa de trabajo; segun el, palabras textuales: < >. Eso tenia su gracia, pues, visto desde fuera, su traje sastre era de todo menos picante; pero, con una mente tan pervertida como la de Max, cualquier cosa era posible. Nicole nunca se atreveria a ponerlo en duda, asi que, con algo menos provocativo (ironias de la vida), bajo al gimnasio, donde seguro lo encontraria a esas horas. No le fallo el instinto y, cuando empujo la puerta doble que daba acceso a el, se quedo alli, atornillada al suelo, mientras un tipo que solo vestia un pantalon de deporte sudaba la gota gorda sobre un banco de abdominales acolchado; ella era incapaz de hacer ese practica, ya que con un poco de yoga y pilates le bastaba para estar en forma. Por supuesto sin estar el delante, jamas, pues no haria ni un estiramiento decente. Todavia le costaba realizar ciertas actividades en presencia de Max. Y, ademas, estando sola evitaba las burlas y comentarios jocosos sobre sus ejercicios. Se le hizo un nudo en la garganta. Sintiendose una mirona en toda regla, hecho que antes nunca le preocupo, y aprovechando que Max estaba de espaldas, espero a que el se percatara de su presencia. No iba a jadear como una tonta, pero casi. --Con las prisas y tu mania de llegar pronto, ?hoy no has desayunado? La voz de Max, que para estar haciendo ejercicio no sonaba nada forzada, la saco de su ensimismamiento. Parpadeo antes de poder hablar. --?Perdon? --se vio obligada a pregunta -
Trent de Amelia Gates
https://gigalibros.com/trent.htmlUn caballero con una brillante armadura.
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El viaje de las mujeres de Elena Garcia Quevedo
https://gigalibros.com/el-viaje-de-las-mujeres.htmlLa autora busco los secretos que guardan mujeres reconocidas por su sabiduria en zonas de raiz matrifocal, que les hace sentirse cada vez mejor, vivir mas anos y ser cada vez mas poderosas. El periplo le llevo por los hogares de mujeres reconocidas por su poder y alegria que eran -son- guias para su gente: antiguas kumaris en Nepal, viudas en India, campesinas en Turquia, indigenas lideres en Colombia, herederas de los saberes ancestrales en la Peninsula Iberica, matriarcas en Egipto o tejedoras de los hilos del alma o chamanas indias en Estados Unidos; Al final del viaje encontro a las ancianas herederas de los saberes milenarios femeninos que hoy recorren pueblos y paises para recordar a las mujeres -y cada vez mas a los hombres- donde reside su propio poder y como rescatarlo; como convertirse en oro a medida que envejecen y despertar entre todas el femenino global para enfrentar los grandes retos actuales de la humanidad. Dicen que el despertar femenino se trata del transito que va de la cabeza al corazon y esa es el telon de fondo de este viaje.
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El Proceso de la Presencia de Michael Brown
https://gigalibros.com/el-proceso-de-la-presencia.htmlEn esta extraordinaria obra, el fluido y lucido texto nos conduce hacia una experiencia transformadora y nos conecta con el vivo resplandor de la Conciencia del Instante Presente, donde nos esperan la liberacion, la salud y nuestra innata sabiduria. La simple lectura de este libro, sus percepciones, nos purificara y hara que recobremos la salud vital. Lo que en otro tiempo fue dificil de explicar ha quedado ahora plasmado lucidamente en este libro. Aquello que se consideraba antes un territorio de paz accesible tan solo a los <
> esta ahora al alcance de todo el mundo. -
El Hombre de Tiza de C.j. Tudor
https://gigalibros.com/el-hombre-de-tiza.htmlHay juegos que solo tienen un final posible.
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Autumn Passion Love de Lorraine Coco
https://gigalibros.com/autumn-passion-love.htmlLa inspectora Pamela Cassidy (alias la mujer de acero) jamas imagino que, al investigar la misteriosa desaparicion de una mujer, encontraria en su atractivo y descarado hermano a la horma de su zapato. Por suerte sus trabajos impiden que lleguen a algo mas y durante unos meses se cree a salvo. Hasta que una noche recibe una inquietante llamada suya, acompanada de una foto en la que se le ve esposado a uno de los grandes hornos industriales de su afamado restaurante. Incapaz de negarse a rescatarlo e investigar el asalto, vera como no solo su trabajo, su celosa y complicada vida privada, y su remanso de paz y orden, se desintegran para siempre cuando el ultimo hombre al que deberia acercarse se propone convertirla en su siguiente conquista.
Autumn Passion Love es una historia corta, intensa, sorprendente y divertida. Una aventura que nos ensena que la felicidad se alcanza escuchando a nuestro corazon. -
El ultimo juego de Francisco Gil Cabrera
https://gigalibros.com/el-ultimo-juego.html?Que harias si te proponen jugar a un ultimo juego?, ?te atreverias a adentrarte en el para resolver el misterio que esconde?
Tu vida correra peligro y solo tu habilidad para resolver los enigmas te ayudaran a seguir con vida y llegar hasta el final.
Daniel no se lo piensa, y guiado por los consejos de su madre y la ayuda de su novia se sumergera en el juego de su vida. -
Golpeate el corazon de Amelie Nothomb
https://gigalibros.com/golpeate-el-corazon.htmlMarie, joven belleza de provincias, despierta admiracion, se sabe deseada, disfruta siendo el centro de atencion y se deja cortejar por el galan mas guapo de su entorno. Pero un embarazo imprevisto y una boda precipitada cortan en seco sus devaneos juveniles, y cuando nace su hija Diane vierte sobre ella toda su frialdad, envidia y celos. Diane crecera marcada por la carencia de afecto maternal e intentando comprender los motivos de la cruel actitud de su madre hacia ella.
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Pepita de Pablo Carbonell
https://gigalibros.com/pepita.htmlA la sombra de un castillo templario, a traves de los tuneles de una excavacion minera, de una cueva maravillosa y recorriendo las amplias dehesas donde se cria el cerdo iberico, un hombre con el agua al
cuello, junto a su hijo, intentaran crear una fiebre del oro para atraer huespedes a su pension.
Pepita, la primera novela en solitario de Pablo Carbonell, propone un viaje entre el humor surrealista y la dignidad humana. -
Cuchillo (Harry Hole 12) de Jo Nesbo
https://gigalibros.com/cuchillo-harry-hole-12.htmlEL CASO 12 DE HARRY HOLE.
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A contracorriente (Bolsillo (terciopelo)), Noe Casado de Noe Casado
https://gigalibros.com/a-contracorriente-bolsillo-terciopelo-noe-casado.html -
El gran dinero de John Dos Passos
https://gigalibros.com/el-gran-dinero.htmlCon El gran dinero (1936), John Dos Passos concluia esa magna obra que es la <
>, iniciada en 1930 con Paralelo 42 y continuada en 1919 (1932). El proyecto mas ambicioso que ningun novelista estadounidense haya afrontado. -
Vende a la mente, no a la gente de Jurgen Klaric
https://gigalibros.com/vende-a-la-mente-no-a-la-gente.html?Por que decimos que nos gusta el color azul cuando los estudios demuestran que preferimos el verde? ?Que diez necesidades basicas determinan en que gastamos el dinero? ?En que unica frase se sustenta gran parte del exito de una multinacional como Starbucks?
Creemos saber por que compramos, pero lo cierto es que la mayoria de nuestras adquisiciones las hacemos de forma inconsciente. Por esa razon, entender como funciona el cerebro y que elementos hacen que un producto o servicio se venda mejor es la clave para el exito.
Precedido de un gran exito internacional, el libro de Jurgen Klaric nos sumerge en la fascinante ciencia del neuromarketing y nos ensena cuales son las claves para vender mas invirtiendo menos. -
El camino de los Dioses de Antonio Cabanas
https://gigalibros.com/el-camino-de-los-dioses.htmlLa magistral escritura de Antonio Cabanas nos acerca a un momento historico unico: cuando el Antiguo Egipto sucumbe ante el empuje de un nuevo orden dispuesto a devorar a sus dioses milenarios.