• andres iniesta hijos - Andres Iniesta

    https://gigalibros.com/la-jugada-de-mi-vida-memorias-andres-iniesta.html

    Este libro sincero es el resultado de una necesidad del propio Andres Iniesta: la de explicarse como jugador de futbol, pero sobre todo como ser humano. Para lograrlo utiliza su propia voz y nos cuenta como fue su infancia y su adolescencia en Fuentealbilla y en la Masia -el mundialmente conocido vivero del Futbol Club Barcelona[?], como vivio los momentos mas felices y mas tristes de su carrera deportiva y como es su vida cotidiana, rodeado de su familia y de sus amigos. Pero ‘La jugada de mi vida’ tambien cuenta con los testimonios de todos aquellos que han compartido muchos de los grandes momentos de Iniesta. Sus companeros en el Barca (Messi, Pique, Busquets, Mascherano, Jordi Alba, Neymar, Luis Suarez, Thierry Henry, Bojan Krkic, Samuel Eto’o.), sus amigos de la infancia, sus companeros en la seleccion espanola de futbol (Fernando Torres, David Silva.), sus entrenadores (Rexach, Van Gaal, Guardiola, Del Bosque.) y un gran numero de testigos de su trayectoria nos ofrecen su vision sobre Iniesta.
    A traves de sus palabras descubrimos muchos aspectos del genio de Fuentealbilla que hasta ahora nunca habian sido publicos. Iniesta no solo se ocupa de sus triunfos y buenos recuerdos, tambien recupera los momentos amargos, cuando el futbol y todo lo que le rodeaba se convirtieron en una pesadilla que tuvo que superar. Tal como el mismo declara en ‘La jugada de mi vida’: <> Esta es, sin duda alguna, la historia de alguien que cree firmemente en la superacion, en el trabajo y en las personas.
    ‘La jugada de mi vida’ descubre a la persona que se esconde detras del mito.

  • Andrés Iniesta entrevista a su mujer, Anna Ortiz - Diario AS

    https://as.com/tikitakas/2021/06/03/portada/1622721652_902906.html

    3 jun 2021 — La idea de escribir un libro · El título del libro · Qué puede esperar la gente cuando lo lea · El deporte y sus hijos · El mensaje de Iniesta sobre ...

  • Andrés Iniesta y Anna Ortiz hablan de la muerte de su hijo

    https://www.rtve.es/television/20210604/andres-iniesta-entrevista-mujer-anna-ortiz-hablan-perdida-hijo/2098842.shtml

    4 jun 2021 — Iniesta ha 'entrevistado' a su mujer por el estreno de su nuevo libro en el que cuenta cómo se enfrentaron a la pérdida de su hijo en 2014.

  • El viaje espiritual de Anna Ortiz: sus vivencias y lecciones ...

    https://www.lavanguardia.com/gente/20220116/7987357/viaje-espiritual-anna-ortiz.html

    16 ene 2022 — La mujer de Andrés Iniesta muestra su cara más íntima en un libro 'Mi luz' ... Anna Ortiz con Andrés Iniesta y sus cuatro hijos: Valeria, ...

  • La mujer de Iniesta confiesa lo duro que fue perder a su bebé

    https://www.pronto.es/noticias-del-corazon/parejas/mujer-iniesta-confiesa-duro-fue-perder-su-bebe-326546102.html

    4 jun 2021 — Andrés Iniesta ha ejercido de entrevistador con su mujer, que acaba de publicar un libro. No te pierdas su bonita charla en la que ella ...

  • La esposa de Iniesta publica el libro 'Mi Luz' - SPORT

    https://www.sport.es/es/noticias/barca/esposa-iniesta-publica-libro-luz-11749966

    21 may 2021 — Anna Ortiz es diseñadora de moda e interiorista, madre de cuatro hijos y comunicadora en redes sociales. Asentada en Japón con su pareja, Andrés ...

  • ANNA ORTIZ | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libros-ebooks/anna-ortiz/20111792

    No solo es la mujer de Andres Iniesta, es tambien madre de cuatro hijos, una apasionada de la moda y del deporte que lo dejo todo por seguir a su familia, ...

  • MI LUZ | ANNA ORTIZ | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-mi-luz/9788418318849/12241008

    No solo es la mujer de Andres Iniesta, es tambien madre de cuatro hijos, una apasionada de la moda y del deporte que lo dejó todo por seguir a su familia, ...

  • Andrés Iniesta entrevista a su mujer, Anna Ortiz - Hola

    https://www.hola.com/actualidad/20210604190854/andres-iniesta-entrevista-anna-ortiz/

    4 jun 2021 — La esposa del futbolista presenta su libro 'Mi luz'

  • Anna Ortiz: "Perder un hijo me hizo darme cuenta de que ...

    https://www.ondacero.es/programas/por-fin-no-es-lunes/podcast/entrevistas/anna-ortiz-perder-hijo-hizo-darme-cuenta-que-pasa-vida-vivimos_20220212620785680e061400011535a1.html

    12 feb 2022 — Jaime Cantizano entrevista a Anna Ortiz, mujer de Andrés Iniesta, que cuenta en el libro 'Mi luz' los momentos más duros de su vida: sufrir ...

  • El regalo fue encontrarte de Sergi Navarro

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    A dos dias del esperado reencuentro con su amiga y ex companera de pantalla, Lydia Bosch, la ex azafata del famoso concurso televisivo Un Dos Tres, Nuria Carreras, recibe una de las peores noticias de su vida.
    La vuelta de la mano de Risto Mejide a los Estudios Roma, actual sede de Mediaset y donde grabaran el concurso que la lanzo a la fama, nos abrira la puerta a la Espana de los ochenta, a los anos de juventud de la primera chica negra que pisara los platos de Television Espanola, y quien de la mano de Chicho Ibanez Serrador, y en contra de su voluntad, se convertiria en una de las mas prometedoras y rutilantes estrellas televisivas de la epoca.

  • !Y tenia que ser mi jefe! 7 de Monica Hoff , Norah Carter

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    Davinia y Peter por fin disfrutaban de un merecido tiempo para ellos solos. Risas, playa y mucho amor… Pero la soledad les duro poco. Davinia esta embarazada y ahi comienza el caos de nuevo en sus vidas.
    El final de la saga con momentos divertidos, con todos los personajes y con la culminacion de una historia de amor que nos ha mantenido en vilo. ?Seran, por fin, nuestros protagonistas felices para siempre?

  • Un ogro en rehabilitacion (Principes 2) de Virginia Camacho

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    Todos dicen que es un ogro. Y, actualmente, las mujeres que lo conocen intimamente solo pueden decir que es un amante atento, pero que fuera de la cama, no es mas que un hombre hermoso desprovisto de las mas elementales emociones. Muchos podrian decir que la sed de venganza y el odio han podrido para siempre su alma.
    Pero hay esperanza.
    Robert Blackwell todavia puede ser rescatado.
    Sera un proceso duro, y el mismo se rehusara a sufrirlo, pero no tendra otra alternativa mas que responder con un si cuando el amor, otra vez, toque a las puertas de su corazon, y ahora, para quedarse alli por siempre.
    Sera la mejor terapia, su rehabilitacion.

  • Solo quiero morir a tu lado de Amanda Seibiel

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    Por primera vez en mucho tiempo, Veronica Ruiz es feliz junto a Gerard y las cosas parecen recuperar su lugar, con Silvia y Douglas tambien a su lado.Pero pronto todo volvera a cambiar cuando secuestren a Veronica.El acento italiano, las referencias a asuntos pendientes. Veronica siente que volvera a caer en las redes de la mafia y salta del coche justo en el preciso instante en el que uno de sus secuestradores le rebana el vientre con un cuchillo.Su vida ya no volvera a ser la misma a partir de ese dia. Veronica tendra que comprender que ya no es la chica de Lo que quiero lo consigo. Algo ha cambiado en ella. Tendra que tomar las riendas de su vida enfrentandose a las poderosas familias de la mafia y a los fantasmas de su pasado. Su transicion pasara por unos cambios que ni ella misma se hubiera imaginado en mil anos.Pero si algo aprendio despues de conocer a Marco y a todo lo que a el le rodeaba, es que tiene que sobrevivir a toda costa y no fiarse de nadie. Cueste lo que cueste.

  • Los peligros de fumar en la cama de Mariana Enriquez

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    A mi abuela no le gustaba la lluvia y antes de que cayeran las primeras gotas, cuando el cielo se oscurecia, salia al patio del fondo con botellas y las enterraba hasta la mitad, todo el pico bajo tierra. Yo la seguia y le preguntaba abuela por que no te gusta la lluvia por que no te gusta. Pero ella, nada, evasiva, con la palita en la mano, frunciendo la nariz para oler la humedad en el aire. Si finalmente llovia, fuera garua o tormenta, cerraba puertas y ventanas y subia el volumen del televisor hasta tapar el ruido de las gotas y el viento -- el techo de su casa era de chapa--; y si el aguacero coincidia con su serie favorita, Combate, no habia quien pudiera sacarle una palabra porque estaba perdidamente enamorada de Vic Morrow. Yo adoraba la lluvia porque ablandaba la tierra seca y permitia que se desatara mi mania excavatoria. !Que de pozos! Usaba la misma pala que la abuela, una muy chica, del tamano que usaria un nino para jugar en la playa, pero de metal y madera, no de plastico. La tierra del fondo albergaba pedacitos de botellas de vidrio color verde, con los bordes tan lisos que ya no cortaban; piedras suaves que parecian cantos rodados o pequenas rocas de playa, ?por que estarian en el fondo de mi casa? Alguien debia haberlas sepultado. Una vez encontre una piedra ovalada, del tamano y color de una cucaracha pero sin patas ni antenas. De un lado era lisa, del otro unas muescas formaban los claros rasgos de una cara sonriente. Se la mostre a mi papa, enloquecida porque creia encontrarme ante una reliquia, y me dijo que las marcas formaban un rostro de casualidad. Mi papa nunca se entusiasmaba. Tambien encontre dados negros, con los puntos blancos ya casi invisibles. Encontre restos de vidrios esmerilados verde manzana y turquesa. Mi abuela se acordo de que habian sido parte de una puerta vieja. Tambien jugaba con lombrices y las cortaba en pedacitos bien chiquitos. No me divertia ver el cuerpo dividido retorciendose un poco para al final seguir adelante. Me parecia que si picaba bien la lombriz, como una cebolla, sin dejar contacto alguno entre los anillos, no iba a poder reconstruirse. Nunca me gustaron los bichos. Encontre los huesos despues de una tormenta que convirtio el cuadrado de tierra del fondo en un charco de barro. Los guarde en el balde que usaba para llevar los tesoros hasta la pileta del patio, donde los lavaba. Se los mostre a papa. Dijo que eran huesos de pollo, o a lo mejor de bifes de lomo, o de alguna mascota muerta que debian haber enterrado hacia mucho. Perros o gatos. Insistia con lo de los pollos porque antes, en el fondo, cuando el era chico, mi abuela tenia un gallinero. Parecia una explicacion posible hasta que mi abuela se entero de los huesitos y empezo a arrancarse los pelos y a gritar <>. Pero el escandalo no duro mucho bajo la mirada de papa: el admitia las <> (asi las llamaba) de la abuela siempre y cuando no se desbordara. Ella le conocia el gesto de desaprobacion y se tranquilizo a la fuerza. Me pidio los huesitos y se los di. Despues me pidio que me fuera a la habitacion a dormir. Yo me enoje un poco porque no entendia la causa de la penitencia. Pero mas tarde, esa misma noche, me llamo y me conto todo. Era la hermana numero diez u once, mi abuela no estaba demasiado segura, en aquel entonces no se les prestaba tanta atencion a los chicos. Se habia muerto a los pocos meses de nacida, entre fiebres y diarrea. Como era angelita, la sentaron sobre una mesa adornada con flores, envuelta en un trapo rosa, apoyada en un almohadon. Le hicieron alitas de carton para que subiera al cielo mas rapido, y no le llenaron la boca de petalos de flores rojas porque a la mama, mi bisabuela, le impresionaba, le parecia sangre. Hubo baile y canto toda la noche, y hasta hubo que echar a un tio borracho y reanimar a mi bisabuela, que se desmayo por el llanto y el calor. Una rezadora india canto trisagios, y lo unico que les cobro fueron unas empanadas. --?Eso fue aca, abuela? --No, en Salavino, en Santiago. !Hacia un calor! --Entonces no son los huesos de la nena, si se murio alla. --Si que son. Yo me los traje cuando vinimos para aca. No la quise dejar porque lloraba todas las noches, pobrecita. Si lloraba con nosotros cerquita, en la casa, !lo que iba a llorar sola, abandonada! Asi que me la traje. Ya era huesitos nomas, la puse en una bolsa y la enterre aca en los fondos. Ni tu abuelo sabia. Ni tu bisabuela, nadie. Es que nomas yo la escuchaba llorar. Tu bisabuelo tambien, pero se hacia el tonto. --?Y aca llora la nena? --Cuando llueve nomas. Despues le pregunte a mi papa si la historia de la nena angelita era cierta, y el dijo que la abuela ya estaba muy grande y desvariaba. Muy convencido no parecia, o a lo mejor le resultaba incomoda la conversacion. Despues la abuela se murio, la casa se vendio, yo me fui a vivir sola sin marido ni hijos, mi papa se quedo con un departamento de Balvanera, y me olvide de la angelita. Hasta que aparecio al lado de la cama, en mi departamento, diez anos despues, llorando, una noche de tormenta. La angelita no parece un fantasma. Ni flota ni esta palida ni lleva vestido blanco. Esta a medio pudrir y no habla. La primera vez que aparecio crei que sonaba y trate de despertarme de la pesadilla; cuando no pude y empece a entender que era real grite y llore y me tape con las sabanas, los ojos cerrados fuerte y las manos tapando los oidos para no escucharla, porque en ese momento no sabia que era muda. Pero cuando sali de ahi abajo, unas cuantas horas despues, la angelita seguia ahi con los restos de una manta vieja puesta sobre los hombros como un poncho. Senalaba con el dedo hacia fuera, hacia la ventana y la calle, y asi me di cuenta de que era de dia. Es raro ver un muerto de dia. Le pregunte que queria pero como respuesta siguio senalando como en una pelicula de terror. Me levante y sali corriendo hacia la cocina, a buscar los guantes que usaba para lavar los platos. La angelita me siguio. Apenas una primera muestra de su personalidad demandante. No me amedrento. Con los guantes puestos la agarre del cogotito y aprete. No es muy coherente intentar ahorcar a un muerto, pero no se puede estar desesperado y ser razonable al mismo tiempo. No le provoque ni una tos, nada mas yo quede con restos de carne en descomposicion entre los dedos enguantados y a ella le quedo la traquea a la vista.

  • Promesas incumplidas de Javier Moscoso

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    Promesas incumplidas es una historia sobre la ambicion, ligada a la promesa igualitaria y al desengano que marco el Romanticismo. De la mano de Javier Moscoso, uno de los mejores ensayistas espanoles contemporaneos.

  • Un escoces despistado para la chica de al lado (Adonis tours 4) de Sandra Bree

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    Vengo de Inverness, en Escocia. Bueno, mas bien de un sitio muy cercano que ni siquiera aparece en los mapas. De hecho, el senor Google, cuando le pregunto mi direccion --porque si, lo he hecho en alguna ocasion, me gusta charlar con Google y a veces hasta discutimos-- me dice que no existe. Me llamo Sean McArthur, y en otro tiempo mi clan fue muy poderoso. <>. En cambio, ahora estamos todos muy desperdigados. Tanto que no se ni donde viven mas de la mitad de mis parientes. !Pero para el caso que nos hacemos...! Tenemos un grupo de WhatsApp --?que familia no lo tiene?-- y ahi cada uno ve los mensajes cuando le sale de la gaita. Y hablando de gaitas, ahora que he sacado el tema, soy fan, muy fan de tocarla. Si hay algo que tengo muy claro en esta vida, es que la mujer que me quiera a mi debe de querer a mi gaita. ?Por que digo esto? Pues porque a la ultima que le dije --me habia enamorado de verdad-- que la amaba tanto como a mi gaita, se enfado y no volvio a hablarme nunca mas. Supongo que se puso celosa y por eso no quiso saber nada mas de mi. Reconozco que lo pase muy muy muy mal cuando se marcho. Fueron un par de horas bastantes jodidas. Pero, como dice mi abuelo, el laird de los McArthur --titulo que le otorgamos los nietos para hacerle ver que es un dictador--, <>. No es que sea una frase de grandes y poderosos sabios, pero hay que admitir que tiene su verdad. Tras mi desengano amoroso, decidi que tenia que salir de mi fortaleza --que quede claro que no exagero. Vivo en un castillo que necesita mas reparaciones que la ciudad de Nueva York despues de ser atacada por los alienigenas de la pelicula de Independence Day--. Mi abuelo y mis padres estan empenados en restaurarlo para convertirlo en algo parecido a un museo. De momento han permitido que rodasen alli algunas escenas de peliculas. Por casualidad cayo en mis manos una oferta de trabajo en Espana. Cumplia con los dos requisitos mas importantes: hablar perfectamente el castellano y medir mas de 1,80. Mido 1,93 y el idioma lo domino fenomenal. Siempre me ha llamado mucho la atencion ese pais, que encima presumia de sus mujeres morenas de ojos oscuros y cuerpos de guitarra. Unas verdaderas bellezas. La agencia Adonis Tours me acepto y, aunque no sabia muy bien de que iba aquel trabajo, con mi maleta en una mano y mi gaita colgada del hombro, sali de Escocia. El viaje no se me hizo muy largo. Fue vuelo directo a Madrid. Sin embargo, reunirme con mi jefe, Anthony --un tio que, sin exagerar, su cabeza me llegaba por el torso-- y con los otros Adonis que, como yo, llegaban en diferentes vuelos, fue una completa odisea. Todo gracias a mi gran facilidad para perderme, porque hay dos cosas que me definen muy bien: mi sentido de orientacion funciona como el culo, y tengo panico a todas las cosas que sean paranormales. Si alguien quisiera torturarme, no tendria mas que hacerme ver una pelicula de terror con espiritus o regalarme una guija. Durante un buen rato estuve deambulando por la terminal, hasta que escuche por los altavoces que me llamaban y me daban un punto de encuentro. Sin embargo, yo no encontre ni punto de encuentro ni nada. De hecho, casi estuve a punto de embarcarme otra vez --por error. Se me ocurrio que, si me escuchaban tocar la gaita, ellos me encontrarian a mi. Y no solo me encontraron, sino que la gente, muy amable, me regalo dinero por haberlos deleitado con tan bonitas canciones regionales. Ese dia conoci a los Adonis. Eramos un grupo de lo mas variopinto y, por que no decirlo, de lo mas sorprendente. La gente nos miraba con curiosidad, y no era para menos. Los cinco teniamos una altura considerable. De los que no necesitamos subir a una escalera para cambiar una bombilla. Aunque obvio, en mi fortaleza usabamos andamios para hacerlo, por eso dejabamos que se fundiesen unas cuantas antes de reponerlas. De los cinco Adonis, se encontraba Dase, un etiope tan negro como el ebano y, aunque este mal admitirlo por eso de ser tio y esas cosas, tengo que reconocer que era un joven muy atractivo, de boca ancha y expresivos ojos negros. Vestia de manera muy elegante y costosa. Despues estaba Erik, el noruego, un tipo que me recordaba a algun dios nordico, todo rubio de melena larga y que llevaba ropas de lenadores --en las peliculas suelen vestir asi--: camisa de franela de cuadros y jeans con botas altas, de esas que tienen un doblez superior y se ven forradas de lana de cordero. Y luego Tane, el surfero maori, una mole de tio que media al menos dos metros, con un cuerpo capaz de ocupar tres plazas en un autobus. Por ultimo estaba Stefano, el italiano. Era de Verona. Al principio pense de el que era un hombre con mala memoria. Apuntaba en una libreta todo cuanto ocurria a nuestro alrededor, sin embargo, luego supe que era escritor de novela romantica, conocido en el gremio por Steve Norton, su seudonimo. Desde el aeropuerto, nos trasladamos todos juntos en la furgoneta de la empresa hacia nuestra residencia, situada en el barrio de La Latina. Durante el viaje me habia hecho a la idea -- supongo que al igual que mis companeros-- de que se trataria de un sitio chulo y luminoso, con ventanales enormes en el dormitorio y bano tipo spa. Con piscina y solarium, eso venia escrito en el contrato ?O era en el mismo folleto? El caso es que, cuando llegamos, todo fue muy diferente. El lujo y el glamour que habia esperado eran inexistentes. De hecho, la piscina era de esas desmontables situada en la terraza, y antes de entrar en ella debiamos ducharnos con una manguera verde, que tambien servia para regar las macetas. Luego estaba el tema de la lavanderia. Ahora me atrevo a entrar con un poco mas de seguridad, pero los primeros meses era capaz de dar dinero para que me hicieran la colada. Es mas, alguna vez se la habia dado a Dase para que la llevase a la lavanderia a la que el solia acudir. Y es que Dase era un poco especial con la ropa --ya lo he dicho antes--, siempre va que parece un maniqui de escaparate. O como se dice aqui en Espana, como un pincel. La lavanderia o, para no andarme por las ramas, el lugar donde se encuentra la lavadora, es un sotano lugubre y humedo que me recordaba a un deposito de cadaveres. La luz del techo parpadeaba cada vez que la encendiamos, y la lavadora, cuando centrifugaba, se desplazaba unos metros hacia cualquier lado. Por si eso fuera poco, el ascensor subia y bajaba cuando le daba la gana. Mi dormitorio estaba en frente del de Tane --en realidad su nombre es Tangaroa Evaristo Waititi Lopez. Desde luego, sus padres se vengaron de el al nacer--. Ambos eramos los unicos que teniamos balcones al exterior. A mi porque me toco, en cambio, Tane lo pidio porque es un poco... curioso. Se siente mas cerca de la gente asomado a la calle con los brazos cruzados sobre la balaustrada. Y es que le encanta estar al aire libre y, como no, oler el aroma a queso que ascendia del local que habia abajo. Una tienda donde se podia encontrar cualquier clase de queso, desde un cabrales, pasando por la burrata, hasta un buen roquefort. Y Tane perdia el sentido por este alimento y por la duena de la boutique, por supuesto. Su novia Olivia. Stefano, por eso de que necesitaba escribir en silencio, se habia quedado con la alcoba que estaba mas cerca de la escalera y cuya ventana daba a un cochambroso patio interior. Dase y Erik se habian pillado los que quedaban en medio. A pesar de que la residencia no era lo esperado, muy pronto los cinco nos adaptamos a ella. Y de ser simples companeros de trabajo, nos convertimos en grandes amigos --ahora no me refiero a nuestra altura. Me daba cosilla pensar que era lo que iba a pasar una vez que se nos acabara el contrato, aunque aun quedaba tiempo, y quiza, solo quiza, algunos querriamos prorrogar. Capitulo 1 Finales de octubre Siempre me despertaba antes de que sonase el despertador. Me gustaba levantarme temprano y ser uno de los primeros en meterme debajo de la ducha, aunque la goma que la sostenia soltaba mas chorros que la propia alcachofa. Tambien me levantaba pronto porque, al dormir en una habitacion exterior, escuchaba todas las mananas como subian los cierres de los negocios y los saludos exagerados de los porteros que limpiaban sus portales. Eran tan escandalosos como los Celtic de Glasgow cuando el equipo ganaba. Ahora ya estaba acostumbrado a estas cosas pero, al principio, me daba la sensacion de que subian hasta mi dormitorio para dar voces. Por otro lado, es que yo tengo un oido muy fino. El laird decia que yo dormia con un ojo cerrado y otro abierto como los conejos, y debia de ser verdad, porque gracias a ese oido portentoso habia ayudado a descubrir que, en la residencia, entre nosotros, habia un okupa. Y cuando digo okupa, ni me equivoco ni exagero. En varias ocasiones he tenido que sacarlo de mi cama cuando alguna noche he llegado algo tarde. Se trata de un antiguo Adonis llamado Arnold que, en mas de una ocasion, nos robo la comida. Aunque eso habia sido lo de menos, lo importante es que me tenia acojonado. Habia pensado que una presencia extrana y sobrenatural convivia entre nosotros; abria y cerraba grifos, el ascensor se movia solo, se zampaba nuestra comida, dejaba fria el agua de la ducha, movia cosas de un lado a otro... Fruto de esa obsesion habia llegado a colgar una ristra de ajos junto a la puerta. Stefano decia que los ajos eran para ahuyentar a los vampiros pero, por si acaso, no pensaba quitarlos. El caso es que ahuyentaran a algo. De todas maneras, ya le habia advertido al tipo en cuestion que, como volviese a coger algo sin permiso, le iba a arrancar la piel a tiras. De momento no habia vuelto a meter sus zarpas en mis natillas de chocolate. Ni sus pudorosas partes en mi cama. Abri la persiana y me asome al balcon. Estuve a punto de tragarme a un sujeto que estaba enganchando las luces de Navidad en la fachada del edificio. El hombre tuvo la suerte de reaccionar con rapidez, cual Spiderman, y de la impresion se aferro a la barandilla de hierro. Se quedo colgando en el vacio, con los pies en el aire. Observe que llevaba unos guantes de lana, de esos que si coges nieve --que no habia todavia-- se empapan, o si se agarran a una barandilla de hierro, resbalan. --Buenos dias --le dije, amable. El alzo la vista hasta la mia. Era la misma mirada que la de mi primo cuando necesitaba pasar al bano e iba diciendo que tenia la tortuguita fuera del caparazon--. ?Necesita ayuda? El sacudio la cabeza. Bueno, en realidad sacudio todo su cuerpo. !Era increible la fuerza que hacia el hombre para sostenerse sin caer en el abismo! --?Y que? ?Estan poniendo las luces de Navidad? --pregunte para entablar conversacion. Uno no se encontraba todos los dias a alguien dentro de su casa. --?Que pasa? Buenos dias. --La voz de Tane llego desde su balcon. Con seguridad habia escuchado ruidos tambien y habia salido a ver que estaba ocurriendo--. ?Has visto que tienes a un tio colgando de la barandilla? --Si, estan adornando las calles. Espero que estas luces no vengan acompanadas de esa musiquilla que entonan villancicos a todas horas. --Le ensene el brazo--. Mira, tengo los pelos como escarpias. Estoy emocionado, van a ser mis primeras Navidades en Espana. --Oye --Tane senalo al operario--, creo que te esta diciendo algo. Era verdad, el tipo me miraba fijo y susurraba. Agitaba las piernas y el tronco de un modo convulso. --No le escucho bien --le dije acercandome un poco mas e inclinandome hacia el. Lei en sus labios que formaba la palabra <>. --!Por todos los demonios del infierno! !Se esta electrocutando! --mire a Tane--. ?Que hago? ?Lo suelto para que caiga abajo? --!No! !Si lo tocas a ti tambien te dara un tabardillo! --me grito haciendome dar un ligero brinco. No sabia que era un tabardillo, pero me sonaba a mosquito gigante. Me puse nervioso. El hombre era capaz de morirse delante de mis narices. ?Y si lo empujaba con el pie? Era probable que se rompiese las piernas, las costillas, los brazos... pero quiza le salvaba la vida. Por suerte para ese pobre hombre, se fue de repente la luz de todo el distrito. Por suerte para el y para mi, que ya habia llevado el pie hasta los dedos de su mano. Esa situacion era menos graciosa que estornudar con cagalera. En ese momento, Tane llego corriendo para ayudarme a subirlo y meterlo en mi dormitorio. Lo tumbamos sobre mi cama. Yo di un paso atras cuando vi que el operario tenia todo el pelo revolucionado y, aunque me parecia increible --porque crei que solo pasaba en los dibujos animados--, su cara estaba manchada de negro como si le hubiese explotado una bombilla en la cara. --?Estas viendo eso, Tane? --Creo que voy a llamar a una ambulancia --dijo sacando su movil. Mientras el llamaba a emergencias, yo palmee el rostro del hombre. Tenia los ojos abiertos y me miraba como si yo hubiese tenido la culpa de aquello. --Me quiero marchar de aqui --dijo con voz ronca. --Tranquilo, no pasa nada --lo veia tan asustado que me hice el gracioso--, nadie te obliga a estar aqui conmigo. Si te quieres ir, ahi tienes la puerta, rompe el candado, saca las cadenas, cruza la fosa con cocodrilos, salta la reja electrica y... --!Sean! --Tane fruncio el ceno--. Electrica no, macho. El hombre gimio. De repente, mi dormitorio se empezo a llenar de gente. Entraron los companeros de luces del afectado; Marisa, encargada de la oficina de los Adonis; Duscha, una rusa que se dedicaba a la limpieza y el mantenimiento de la residencia; Dase, que miraba a todos con una toalla colocada en sus hombros, y por fin, los del Suma. --?Que ha pasado? --pregunto Dase. Tane se encogio de hombros. --Que se ha ido la luz. --Pero ?usted lleva mucho tiempo trabajando en esto? --le pregunto uno del Suma al paciente. --Unos meses --susurro con voz temblorosa. --Ay, ya lo dice el laird --solte sin pensar--: <>. --Salgan de la habitacion todos --ordeno un enfermero. Todos le hicieron caso y yo me senti muy aliviado, con tanta gente en mi espacio vital empezaba agobiarme. --Usted tambien --me senalo con el dedo. Sacudi la cabeza. Soy escoces, pero no gilipollas. --Este es mi dormitorio y aqui estan todas mis cosas, no les voy a dejar solos. --Para demostrarles que hablaba en serio, me cruce de brazos con las piernas ligeramente abiertas, a ver si tenian lo que debian tener para sacarme de alli. Era como el juego aquel del rey de la montana, en el que, si me querian desterrar, debia ser empujandome a la fuerza. Ellos se lo pensaron mejor y dijeron: --De acuerdo, puede quedarse, pero guarde silencio. --No van a saber que estoy aqui. Vi que colocaban al operario una via en el brazo, mientras otro le tomaba la tension. Rece para que no le pasase nada, sobre todo para que no muriese en mi dormitorio. Habia oido decir que las almas se adherian al lugar donde el individuo fallecia, y no estaba dispuesto a compartir cama con un fantasma. *** Carolina cruzo los brazos sobre el pecho. Suspiro con disimulo, cansada de escuchar a sus amigas que no dejaban de hablar de hombres de ciencia ficcion. Tal vez ellas no se daban cuenta, pero segun los describian, parecia que se trataba de superhombres con poderes. Que si. Que Carolina comprendia que les pudiesen gustar las novelas romanticas y, sobre todo, eso que ellas decian, los highlanders. Al principio tardo en descubrir que esos hombres eran escoceses. El nombre highlander le sonaba a marca de robot de cocina. Pero, obviando ese hecho, los escoceses que ella habia visto en television eran tipos normales y corrientes, puede que mas blanquitos de piel de lo acostumbrado y que abundasen sus cabelleras color zanahoria --aqui, en Espana, los hombres tenian fama de morenos, bajitos y regordetes--. Y luego los cuerpos, pues eso, habia de todas clases: altos, bajos, gordos y delgados. Pero highlander como tal, como ellas los describian, eran todos musculados, duros, altos, atractivos, fuertes, de piel bronceada que daba ganas de lamer, chupar, morder y succionar. !Vamos, que no! Que Carolina no tenia ningun interes en ver a un tipo con falda por muy buenas piernas que tuviese. De hecho, nunca se habia fijado en las piernas de un tio. Preferia un buen torso y un culo firme. Marta la observo frunciendo el ceno. --?Te estamos aburriendo, Carol? --Mas que ver una carrera de berberechos. --Sacudio la cabeza arrepentida--. Quiero decir, no, repasaba en mi cabeza la lista de la compra. Beatriz sonrio, divertida --Yo creo que, para que nos entiendas, deberias leerte un libro de highlanders. Vas a fliparlo. Los labios de Carolina compusieron un gesto hastiado. Leer no era uno de sus hobbies favoritos. --O puedes ver una pelicula --anadio Marta. --Ya vi una hace tiempo. Braveheart, y lo que mas recuerdo de todo es que los hombres se ponen a ensenar culos, ademas, que Mel Gibson puede que fuese un galan en su epoca, pero a mi... --Carolina chasqueo la lengua-- no me va mucho. --Intenta leerte un libro --le suplico Beatriz buscando algo dentro de su bolso. Carolina tenia que haber imaginado que aquellas dos forofas de la lectura llevaban siempre libros consigo--. Ten. Es Tierra audaz. Si esta novela no te engancha, no lo hara ninguna otra. Carolina cogio el libro y le echo un vistazo por encima. --!?Trescientas treinta y ocho paginas?! --Se leen en nada --insistio Beatriz--. Lo intentas, y si ves que no puedes, me lo devuelves. Carolina se rindio. --De acuerdo. Beatriz saco una libreta pequena, busco el boligrafo y, a medida que anotaba, iba diciendolo en alto. --Dejo la novela de Jude Deveraux, serie de Los Audaces, a Carol. --?Por que hace eso? --le pregunto Carolina a Marta. --Yo tambien lo hago. La gente tiende a devolver cualquier cosa que pide, excepto libros. No se por que, pero a mi me han desaparecido unos cuantos, y me duelen no por el gasto que conlleva, sino por lo hermosa que es la historia. --?No me digas que te lees los libros mas de una vez? --!Hombre, claro que si! Carolina deslizo los ojos sobre la portada de la novela. Un hombre rubio sobre un caballo blanco estaba inclinado para besar a una mujer de larga capa roja que parecia que le agarraba la pierna con desesperacion. Leyo: <>. Volvio a suspirar, esta vez de forma audible.

  • La noche del fuego de Pablo Poveda

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    Tras unos anos fuera, Caballero regresa a la ciudad de Alicante durante la noche de San Juan. De forma accidental, sera testigo de un cruel asesinato y no podra evitar verse involucrado en el. Alli conocera a una misteriosa mujer de la que no podra deshacerse. Lo que en un principio parecera accidental, se convertira en toda una pesadilla para el periodista.

  • El silencio de nuestras palabras de Simona Sparaco

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    Es medianoche y una fina niebla envuelve la ciudad dormida mientras en un edificio se origina un incendio cuyas llamas, lentas e invisibles, comienzan a devorar lo que encuentran. En uno de los pisos Alice se duerme mientras espera que Matthias, su nuevo amor del que todavia no se ha decidido a hablar a su madre, regrese. Bastien, el hijo de otra de las vecinas, lleva meses tratando de revelarle algo que podria romperle el corazon, pero no encuentra el coraje para hacerlo. Otro tipo de coraje es el que le falta a Polina, una antigua bailarina clasica, incapaz de aceptar su cuerpo tras la maternidad.
    Pero tanto para ellos como para el resto de habitantes del edificio ya no queda tiempo: los acontecimientos estan a punto de revolucionar sus perspectivas, obligandolos a tomar decisiones extremas y a descubrir, al fin, que las distancias que nos separan de los demas solo se superan con un amor absoluto: aquel que
    no conoce condiciones.

  • El aprendizaje de la creativida de Jose Antonio Marina

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  • Nada de Carmen Laforet

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    Andrea llega a Barcelona, con una maleta llena de libros, para estudiar letras. Sus ilusiones chocan de inmediato con el ambiente de tension y violencia que reina en casa de su abuela. El sordido microcosmos familiar y la fragil cordialidad de sus relaciones universitarias, centradas en la luminosa Ena, acaban convergiendo en un dialogo dramatico.

  • Runway de A.g. Keller

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    En la familia Duncan, todos son exitosos. Desde el padre, Clark, un renombrado profesor en la Universidad de Harvard; Sara, la madre, es una brillante abogado criminalista, Max, el hermano mayor, un popular disenador de videojuegos y Frank, el otro hermano, un genio en los negocios, a excepcion de Kate, la hermana menor.
    En vista de eso ella decide trazarse una meta: tener su propia firma en la alta costura, en un mundo tan competitivo como el de la moda.
    De pronto, conoce a un banquero derrochador y a un arquitecto, entre copas de champan, galas, paseos en yate y hoteles lujosos, se ve envuelta en un triangulo amoroso.
    Las emociones que descubre con ambos la distraen.
    Muchos dudan que puedo lograrlo.
    ?Llegara a tener la misma fama que sus hermanos y el resto de su familia?

  • De 0 a 100 de Jorge Borges

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    Nunca fui una chica demasiado ambiciosa.
    Un novio normal, un trabajo normal.
    Pensaba que eso era todo en la vida…
    Pero entonces conoci a Marcus.

  • El Sexo siempre es la Respuesta de Jorge Borges

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    Como Animales: Romance, Sexo y Erotica con el Licantropo Alfa

  • Tientame – Elena Montagud de Elena Montagud

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    Sara, una sencilla universitaria que ignora a los hombres. Abel, un fotografo de sensual mirada con un oscuro pasado. Un encuentro casual entre ellos. Una incontrolable pasion.

  • Desde el rompeolas de Helen Rytkonen

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    Vera llega a Londres por trabajo, pero con muchisimas ganas de sacarle partido a todo lo que le ofrece la gran ciudad. Tras la primera semana liderando su proyecto, pasa una noche increible en una fiesta privada donde conoce a Nigma, el companero perfecto para forjar nuevas experiencias, y ambos se quedan con ganas de mas.

  • Como perder un pais de Ece Temelkuran

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    Este libro arranca con aviones de combate sobrevolando Estambul, con bombas y disparos. Es el 15 de julio de 2016, y la autora contempla a traves de la ventana el desarrollo del chapucero golpe de Estado que Erdogan sofocara en pocas horas, y que le proporcionara la excusa para activar un engranaje de detenciones y purgas. ?Como llego Turquia, que aspiraba a ser europea y moderna, a semejante situacion?
    Es tan claro como terrible: el populismo y el nacionalismo corroyeron el sistema y derivaron en tentacion autoritaria. Pero eso no es exclusivo de Turquia. Lo vemos en Venezuela, y en Hungria, y hay senales de alarma en los Estados Unidos de Trump, en la Gran Bretana del Brexit y en la Europa de la ultraderecha, que tambien ha llegado a Espana.

  • Un trato con la NERD de Cynthia Walter

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    SINOPSIS: Nadia Rodriguez es una excelente economista, tiene una carrera brillante y mas meritos de los que necesita; ?Por que entonces no consigue mantener un trabajo? Es una nerd, si, esa chica cerebrito que sirve para todo pero nadie quiere ensenar. Adam Zavala es un empresario exitoso que tiene un plan para lanzar a lo mas alto el negocio heredado del mundo de la moda de su padre; ?Que hara cuando se de cuenta de que su plan no es viable? El padre de Adam mandara a Nadia a comprobar el trabajo de su hijo... Nadia se dara cuenta de que nunca habia conocido a nadie tan atractivo como su nuevo jefe... ?Podra Adam ver mas alla del trato que firmara con la Nerd para salvar su negocio? Capitulo 1 Nadia Me levante como cada manana a las cinco en punto al oir el despertador. El espejo me recibio en el bano con una especie de reproche por acostarme a las tantas; ?Nadie entendia que mi trabajo requeria estar siempre dispuesta a pasar sueno? Me duche tomando un poco mas de tiempo del necesario en mi pelo, rizado como una escarola no queria quedarse en su sitio y mas bien parecia que no me habia peinado en la vida. Odiaba el vaho que se formaba en el bano porque mis gafas se empanaban suficiente como para sentirme totalmente ciega; ?Habian pensado alguna vez en construir unas barras como las del coche para la lluvia instalandolas en unas gafas? Yo las llevaria. Sono el timbre y abri aun con el albornoz puesto para recibir a Tom, mi mejor amigo ademas de un crack de las finanzas tanto casi como yo. -No he visto ningun error en el documento que me mandaste a las dos de la manana. -dijo con cierto reproche por la hora en la voz. - ?Esta lloviendo? -pregunte al comprobar que sus gafas de culo de vaso tambien estaban empanadas. -Evidente. -contesto riendose cual cerdito. - ?Como es que tu intachable jefe te pidio que hicieras un balance de semejantes caracteristicas con tan poco tiempo? -anadio buscando alguna magdalena en mi cocina. -Aun no me ha dado tiempo a hacer el cafe. -asegure. No me senti nada violenta por estar en albornoz por la sencilla razon de que Tom y yo eramos como hermanos, ademas de que dudaba de que a cualquier hombre le pudiese gustar verme semidesnuda. -Diria que Enzo Zavala no se fia mucho de las cuentas que le mandan desde Shadows and ligths S. L. -afirmo riendose de nuevo con su sonora y tipica voz ronca. -Supongo que tienes razon. -conteste. Me dispuse a servir las tazas del brebaje magico llamado cafe para los dos y sali disparada hacia mi habitacion para buscar algo que ponerme en el armario; Escogi unos pantalones de vestir mas altos y con corte de hombre junto con una camisa blanca que no marcaba nada, y unos tirantes negros para unirlo todo. -Menos mal que eres un genio. -Tom se metio conmigo por mi vestimenta como de costumbre. Mi amigo tenia razon, nosotros eramos nerds al margen de la sociedad de la moda; Lo nuestro era la economia y los informes. Sentada a la mesa tomando el cafe pense en lo que habia dicho Tom sobre el senor Enzo. El tenia negocios por todo el pais e invertia en distinta empresas, yo era algo asi como su mano derecha para ese tipo de operaciones; Era extrano por tanto que me hubiese pedido hacer un analisis de esa empresa de moda que dirigia su hijo Adam en un plazo record. Ya eran las seis y media asi que debia salir para el trabajo si tenia en cuenta que mi coche arrancaba cuando queria. Tom se levanto de su asiento cogiendo su maletin recolocandose la corbata de cuadros muy a nuestro estilo para seguirme. Rojito era mi vehiculo desde que me habia conseguido sacar el carnet, por supuesto a la primera como todo lo que dependia unicamente de mi esfuerzo y no de mi imagen. Llegue a la esquina del edificio central donde trabajaba y deje que Tom se bajase para ir hasta su empleo; Uno por debajo de su cualificacion tal y como me pasaba a mi. Aparque como pude entre dos coches enormes y lujosos para despues bajarme asegurandome de pasar por recepcion para recoger las cartas ademas de un cafe que habia pedido que dejasen alli para Enzo Zavala. -Senorita Rodriguez, pase. -dijo mi jefe. A pesar de ser ya mayor seguia teniendo un porte elegante que, sin embargo, se encontraba empanado por un rostro de preocupacion. -Aqui tiene. -conteste sacando torpemente las diversas carpetas de mi bandolera cruzada. -He traido tanto el informe que me pidio, como un analisis sobre los numeros que me facilito. -anadi quedandome callada. -Despues de tanto tiempo y sigo sin conseguir que me tutees. -contesto con una pequena carcajada. -Pero lo que si se es que cuando no terminas una frase con rigurosidad es que hay algo malo. -anadio poniendome entre la espada y la pared. -Me resultan incompletos los numeros, como si hubiesen hecho el dosier sobre una parte de la informacion. Una vision optimista pero no estoy segura de si realista. -conclui aun sabiendo que de alguna manera estaba poniendo en duda algo cuya direccion llevaba su propio hijo. -Precisamente por eso... -dijo pensativo. -Necesito que me hagas un favor, voy a mandarte a la delegacion de Shadows and lights por un tiempo. Quiero que supervises los negocios de mi hijo porque su entusiasmo puede llegar a ser un riesgo para la compania. -Su mandato me cayo como un jarro de agua fria. -Pe-Pero... Yo no tengo ni idea de...De... Ese sector. -conteste tartamudeando por los nervios al borde de tirar el cafe del jefe. -Nadia. -El senor Zavala cogio el vaso de mi mano y lo dejo en la mesa para despues seguir sosteniendo mi mano entre las suyas. -Siempre ha hecho un trabajo excelente pero ahora necesito que vayas a esas oficinas y me ayudes a comprobar que todo sigue siendo solido. -Su peticion era totalmente seria. -Esta bien. -respondi recolocandome las gafas. Entre en mi despacho recogiendo las pocas cosas que tenia en el e imprimi los documentos que el mismisimo senor Zavala habia preparado para mi.

  • A sangre caliente de Adrian Mani

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    Un dosel de estrellas luminosas se materializo entre el oceano de oscuridad. Ese mar que era el cielo, hoy estaba algo aburrido, pero habia la cantidad justa de estrellas brillantes para iluminar aquella noche sin luna. Sophia Stone entro en el gran salon de la vieja escuela, ahora convertido en una gran pista de baile, un lugar adecuado para su reunion. Su melena rojiza y sus ojos claros destacaban sobre su piel blanca. Llevaba un vestido que era lo suficientemente resplandeciente como para reemplazar a la estrella mas lucida. --Hermosa como siempre --alguien le dijo a Sophia. Era un hombre atletico, de pelo castano, barba de dos dias perfectamente arreglada y bonita sonrisa que ahora le mostraba a ella. --Oh, hola Jerry. Cuanto tiempo sin verte… --dijo ella dandole un abrazo--. ?Como estas? -- continuo con una sonrisa en su rostro. --Excelente --exclamo el hombre, mientras sonreia--. Tengo mucho que contarte sobre mi. Pero ahora hablame de ti, escuche que has sido ascendido a… --Jefe Medico Forense, en Massachusetts --dijo ella antes de que ella acabara la frase. Un hombre repeinado con un fisico imponente y mandibula muy marcada se acerco e interrumpio su conversacion. --Steve Wilson… bueno, ?quien diria que me reuniria con el presidente en una reunion? -- Sophia sonrio junto con sus amigos y le dio la mano a Steve. Los tres estaban teniendo una pequena charla que fue cortada por un hombre que llego con cara de absoluta indiferencia, pero aun asi alegre, que llamo a Sophia: --!Soph, mi amor! --!Mas despacio, Dean! --Jerry no estaba tan contento de ver al hombre acercarse. --Dean, tu tan loco como siempre… --Sophia se rio y fue a abrazarlo--. Chicos, y ahora ?a que se dedican? --Soy policia --respondio Jerry. --En cuanto a mi, trabajo en una granja aqui cerca. Toda mi vida al lado de esta maldita escuela. No es un trabajo del que estoy orgulloso, pero al menos gano algo de dinero para vivir --Eso es lo que importa, Dean. --Y yo soy presidente --dijo Steve y se echo a reir. --Tienes el mejor trabajo de mierda en este pais, amigo. --?Donde estan los otros? --pregunto Sophia mientras miraba a su alrededor. --Ahi esta Abigail, por supuesto espiando y chismorreando, no ha cambiado para nada --dijo Jerry senalando a una mujer que estaba parada junto a un hombre mucho mas alto que ella, a pesar de que usaba tacones altos con los que podia tocar la luna. --El hombre que esta a su lado es el chico de baloncesto que te gustaba en el primer ano de secundaria, pero no trates de reconocerlo, cambio mucho --continuo--. !?Como no hacerlo?! Dios sabe con que lo esta torturando Abigail, quiero decir con que chismes --Steve se rio. --?Esa de alli es Martha? --Sophia miro en el camino donde se encontraba una mujer con una coleta muy larga y gafas de ver. --Si, escuche que todavia esta encerrada en los libros. Ella trabaja en una biblioteca o algo asi. --Chicos, chicos, y ?donde esta la cara muerta? --?Te refieres a Morticia? Despues del asentimiento de Dean, Jerry dijo: --Oh, bueno, ella esta cerca, supongo. Puede mantenerse fuera de la vista. Realmente no tengo ganas de lidiar con ella. --No hables de ella asi. Era una especie de chica rara, lo admito, pero tal vez solo porque era timida o asustada. Ella no podia entrar en tu zona de amigos, Steve, y creo que le gustaste. Sin embargo, ella parecia amable. Me ayudo con la quimica una vez. --No es que necesitaras ayuda Soph, siempre has sido una persona de buen corazon. No puedo evitar notar que te ves impresionante esta noche, te ves igual que hace diez anos. --Gracias, Jerry --dijo Sophia con una sonrisa. --Di lo que quieras, Jerry, pero no me robaras su corazon --dijo Dean y guinandole un ojo a Jerry. --De todas formas, ella no es como mi Jessica. --El presidente miro a su alrededor para encontrarla, pero penso que habria salido a fumar porque no podia verla. --?Te casaste con Jessica Cornwell? --pregunto Sophia con incredulidad. Si. Me sorprende que no lo supieras, si estaba en todas las noticias. --Steve rio. --Amigo, ?esa perra? --!Dean! !No te atrevas a llamarla asi! Ella ha cambiado ahora, y te sorprenderia cuanto. --Ok, ok. No te enfades, estoy feliz por ti. Por cierto, esta tu ex novia bebiendo ponche. Ve a saludar. --!Jane! --Steve llamo a la mujer vestida con un largo vestido rojo sin mangas. --Hola, Steve. ?Como estas? --dijo ella despues del breve abrazo que le dio al presidente. --Eran una gran pareja. --Lo unico que importa es que el este feliz en este momento --dijo Sophia queriendo terminar los cotilleos. --?Por que no viniste antes? --pregunto Jerry. --?Antes? --Sophia estaba confundida. --Si. Todos nos quedamos en un hotel cercano durante tres dias. Ya sabes, preparar este lugar para la fiesta, decorarlo. Oh, mira Soph, esta es una de mis canciones favoritas, ?te gustaria bailar conmigo? --Por supuesto. Disculpa, Dean --dijo ella con media sonrisa. La fiesta fue genial, o al menos asi parecia. La buena musica, el ambiente y los reencuentros ocuparon a la gente en el gran salon. Fue el grito que todos escucharon lo que les hizo dejar de beber, bailar o cualquier otra cosa que estuvieran haciendo. 2 Una mujer pelirroja vestida con un vestido corto pero elegante se paro en la entrada del gran salon y grito horrorizada. El terror se podia ver en sus ojos. El presidente Steve Wilson, Dean Davison y Jerry Dawson corrieron hacia ella y le pidieron que tomara un respiro y les contara que estaba pasando. --Ella… ella… esta muerta --repetia la mujer continuamente. --!Muchacha! ?Quien esta muerta? --Steve sacudio sus hombros suavemente. --Jess Cuando el presidente escucho ese nombre, se congelo. Todas las personas en la habitacion comenzaron a entrar en panico y fue Jerry quien trato de calmarlos y practicamente empezo a dar ordenes. --Nadie sale de este lugar hasta que sepamos lo que esta sucediendo y lo que ha pasado. Es por su propia seguridad. El presidente, Sophia y yo iremos a ver el lugar donde se ha encontrado el cuerpo de nuestra amiga. Hubo algunas protestas de personas escepticas que pensaron que esto era solo un juego estupido, pero al ver que Steve ya habia abandonado la sala, tal vez se habia metido en problemas. Jerry decidio lidiar con los "imbeciles" mas tarde. --Molly, cuentanos todo lo que viste y donde --Sophia le pregunto a la amiga de Jessica tan pronto como salieron del gran salon. --Vi su cuerpo sin vida… --Molly todavia estaba sacudida por lo que habia visto. --?Donde? --pregunto Steve listo para volar hacia su esposa. --En el vestuario, donde hace anos solia hacer bromas sobre Morticia. Los tres corrieron hacia el vestuario, solo Molly se quedo quieta y parecia su mente estaba en otro lugar. Estaba pensando que la felicidad habia desaparecido del mundo. Tan pronto como llegaron al lugar donde estaba el cuerpo, Sophia comprobo el pulso, aunque por la apariencia del cuerpo se podia ver que Jessica ya estaba muerta. Su cuerpo estaba palido, seco, sin una gota de sangre. Estaba en una especie de posicion extrana si una persona moria por una causa natural. Sus ojos todavia estaban abiertos y eso complicaba un poco las cosas. Steve estaba en malas condiciones al ver a su esposa fallecida, por lo que Sophia le pidio a Jerry que lo escoltara fuera de la habitacion. Mientras ella intentaba averiguar alguna evidencia posible para determinar la causa de la muerte. De todos modos, con respecto a la posicion del cuerpo y la sangre drenada, era bastante obvio que Jessica no murio por causas naturales. Todo apuntaba a un asesinato, pero Sophia no queria sacar ninguna conclusion. --Que piensas, ?Soph? --pregunto Jerry tan pronto como regreso al vestuario. --Necesito estar segura y seria lo mejor enviar el cuerpo a mi laboratorio para que podamos saber con certeza lo que realmente sucedio. De todos modos, ella murio aproximadamente entre las once y las doce de esta noche. --Puedes decirmelo, Soph. Estoy seguro de que ya sabes si murio de un ataque al corazon o si fue asesinada. --Jerry… sospecho algo, pero honestamente espero estar equivocada. --Jerry entendio lo que eso significaba con su expresion facial. --Hasta que no sepamos con certeza, sugiero que no le digamos nada a Steve. Se pondra como loco, porque estoy noventa por ciento seguro de que uno de los invitados de esta noche es el que hizo esto. --Pienso asi tambien. Significa que todos estamos en peligro… --Ey, mira, ?no has notado que parece que estaba senalando algo antes de morir? Sophia reviso la mano de inmediato y dijo: --No fue antes de morir, su mano ha sido movida despues. Al lado de la pared, exactamente donde senalaba la mano del cuerpo de la mujer muerta, habia un trozo de papel con algun tipo de simbolo debajo del cual habia una fecha: <<23-05>>. La fecha en que ocurrio el "asesinato". --Esto se esta volviendo mas y mas extrano. --Creo que soy yo el que se esta empezando a enfadar y no Steve. Pensando que alguien puede considerar todo esto como una broma, o un juego al que espera que juguemos ahora. Sin embargo, no vamos a contarle a nadie sobre este mensaje y asi veremos las reacciones de estas personas con las que hemos estado estudiando alguna vez. !Maldita sea! Este caso es tan… --Jerry no pudo terminar su pensamiento, porque Dean entro en la habitacion.

  • Desde ayer y para siempre (Casi como hermanos 2) [LGBT] de Frances Stone

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    Anthony y Marc estan mejor que nunca.
    Kyle esta conociendo cada vez mas a Noah.
    Todos estan felices, todo es perfecto.
    El sexo es increible.

  • SOLTERONA. La construccion de una vida propia de Kate Bolick

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    Kate Bolick crecio pensando que acabaria casandose. Incluso tenia una fecha limite para hacerlo: los treinta anos. Se concedio hasta entonces para estudiar, experimentar y decidir que hacer con su vida profesional. Sin embargo, cuando llego a la treintena ese deseo de casarse se habia evaporado. Una nueva decada cargada de ambiciones se abria ante ella.

  • Un paseo por el bosque de Bill Bryson

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    Con casi 3.500 km de longitud, el sendero de los Montes Apalaches es el camino pedestre mas largo del mundo. Discurre por el Este de Norteamerica a lo largo de catorce estados, desde Maine hasta Georgia, y atraviesa algunos de los paisajes mas indescriptiblemente bellos del continente.Sin apenas experiencia en senderismo, desafiando las adversidades meteorologicas y geograficas, y menoscabando el peligro de una fauna hostil (desde el improbable oso americano hasta el amenazado mejillon de agua dulce), el socarron Bill Bryson decide emprender el camino acompanado unicamente de su acida capacidad descriptiva, una mochila cargada de cosas inutiles y su tosco amigo Katz, cuya forma fisica es incluso mas lamentable que la suya propia.

  • Escrito en las estrellas de Raquel Silva

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    Despues de ocho anos en Londres, aun no me habia acostumbrado al cielo gris que solia cubrir la ciudad. Estabamos en pleno agosto y habia amanecido surcado de pequenas nubes de tormenta, que amenazaban con dejar caer un pequeno chubasco veraniego. Un atisbo de nostalgia cruzo mi mente al recordar el agradable clima que el verano ofrecia en New Bern y las refrescantes playas cercanas a mi antiguo hogar. Si bien era cierto que, en mi pueblo natal, los meses de verano eran de los mas lluviosos, el clima era humedo y las nubes solian cubrir el cielo durante la mayor parte del ano, extranaba sentir el calor de Carolina del Norte en mi piel. Guarde el paraguas en el bolso con la esperanza puesta en que el cielo se despejara y diera paso al sol sin derramar una sola gota de lluvia, pero ?a quien queria enganar? Lo primero que aprendi al llegar a Londres fue que siempre debes llevar un paraguas contigo. Yo lo aprendi de la peor manera posible, y mira que me lo advirtieron. Nunca sabes cuando las nubes grises que cubren la ciudad de Peter Pan pueden dejar caer alguna llovizna. Aquella tarde quise salir a explorar el barrio, necesitaba despejar mi mente y pense que un poco de aire fresco era lo que necesitaba. Mi padre me recomendo que llevara un paraguas, pero el sol estaba fuera y, aunque algunas nubes poblaban el cielo, no veia la necesidad de cargar con el. Definitivamente, fue un error. El sol dio paso a la lluvia a los diez minutos, calandome hasta los huesos, y tuve que regresar a casa a la carrera, tratando de evitar resbalar y caer en los charcos, aunque ?podria haber acabado mas mojada aun? Mi padre se paso una semana completa recordandome el pequeno incidente mientras yo no paraba de estornudar. Un escalofrio recorrio mi cuerpo rememorando ese dia, aun asi, no pude evitar sonreir al recordar lo ingenua que fui al pensar que el clima londinense seria como el tipico del Mediterraneo, del cual tanto habia oido hablar. --Adios, Floppy. Portate bien. Nos vemos a la hora de la cena --me despedi de mi pequeno companero de piso antes de cerrar la puerta de mi acogedor apartamento de Knightsbridge. Trece minutos mas tarde subia las escalinatas del Museo de Historia Natural, donde el senor Thompson me esperaba con el programa en la mano. --Hoy es el gran dia. ?Estas preparada? --me dijo mientras me tendia el folleto con la enorme sonrisa que lo caracterizaba surcando su rostro. Claro que lo estaba, o tal vez no. Aunque llevase esperando ese dia mucho tiempo, ponerme a hablar delante de tantas personas nunca habia sido mi fuerte. En cambio, habiamos trabajado mucho para que la exposicion saliera adelante, asi que tendria que reunir todo el valor que pudiese para enfrentarme a aquellas personas. Habia practicado mucho con Floppy, no tenia motivo alguno por el cual ponerme nerviosa. Mientras caminabamos hacia el interior del museo, no pude evitar sonreir, a pesar de los nervios que recorrian mi cuerpo. El senor Thompson habia dejado en casa su habitual look al mas puro estilo de Indiana Jones para sustituirlo por un esmoquin con pajarita, dandole el aspecto de una persona seria, tan alejado de su caracter real, cercano y jocoso. La gente no tardo en llegar. Personas de todas las edades estaban alli para ver aquello por lo que tanto habia luchado. Camine hacia el atril que habian preparado para mi y me pare frente a la multitud. Iba a ser mas duro de lo que esperaba. Cientos de ojos mirandome fijamente. --Buenos dias a todos --comence--. En primer lugar, me gustaria agradecerles que nos acompanen en un dia tan importante como es este para todos los que, de un modo u otro, hemos dado lo mejor de nosotros para hacer que esta exposicion pueda ver la luz en nuestra ciudad. Dentro de esta sala se encuentra el resultado de anos de duro trabajo y esperanza de muchos de mis companeros de profesion. Un trabajo del que me enorgullece haber formado parte durante mas de tres anos y, a dia de hoy, poder compartirlo con todos ustedes. >>Hoy podran disfrutar de uno de los mayores depredadores que ha habido sobre nuestro planeta, contemplar el primer fosil completo hallado hasta la fecha de este fantastico dinosaurio y conocer el trabajo realizado por el equipo de paleontologos a traves de bocetos y fotografias tomadas durante los procesos de campo y laboratorio. >>Rogamos que no toquen nada ni se apoyen en las vitrinas. Si hacen fotografias, por favor, no usen el flash. >>Sin mas dilacion, entren y disfruten de una experiencia que, esperemos, les haga viajar millones de anos en el tiempo. Corte la cinta que nos separaba de la sala de la exposicion y esta cayo al suelo. Las luces se encendieron, dejando al descubierto el resultado de un sueno hecho realidad con esfuerzo, sudor y lagrimas. Eche un vistazo a mi alrededor, vislumbrando cada detalle de aquella habitacion, que comenzaba a llenarse de gente. Junto a las paredes, alrededor de la galeria, se encontraban expuestas cientos de fotografias de la expedicion, asi como diversos fosiles encontrados en la zona dentro de sus correspondientes vitrinas. En el centro de la estancia, rodeado de un cordon de seguridad, se encontraba el esqueleto completo de uno de los depredadores mas letales y veloces que existieron en el planeta: el velocirraptor. Me perdi en mis recuerdos, en todo el esfuerzo que dedique a sacarme la carrera de Paleontologia. El incondicional apoyo de mis padres y de Lara, la esposa de mi padre, cuando mi animo decaia y pensaba que jamas lo conseguiria, ayudandome siempre a seguir hacia delante y nunca rendirme. Mi incredulidad al graduarme con honores. Y el llanto que me entro tras recibir la llamada del senor Thompson, con la que mi padre penso que habia muerto alguien, pues no era capaz de articular palabra cuando me propuso acompanarlo a Corea por primera vez para formar parte del equipo de excavacion, en el yacimiento paleontologico cerca de Gyeonggi, durante tres meses. Un torbellino me saco de mis pensamientos con un gran abrazo trayendome de vuelta al presente. --!Oh, Dios mio! !Esto es fantastico, Kiara! --Maddison <> Wood atacaba de nuevo --. Me alegro tanto por ti. Te dije que lo conseguirias. ?Te lo dije o no te lo dije? --Tranquila, Maddy. Si sigues hablando asi de rapido, comenzaras a balbucear en tu particular idioma y no entendere ni una palabra de lo que dices. --Muy graciosa --espeto, sacandome la lengua. Maddison era mi antitesis, pero juntas formabamos la armonia perfecta. Nos conocimos un par de semanas despues de mi llegada a Londres, cuando me sentia perdida, buscando encontrarme a mi misma en una ciudad que en aquellos momentos, aunque habia pasado varios veranos en ella, aun no podia ver como mi hogar. Jamas podre olvidar aquella tarde en la que se acerco a mi, sin conocerme de nada, y me hizo olvidar mis preocupaciones. Ese dia estaba hecha un mar de lagrimas. Me encontraba sentada en uno de los bancos de Hyde Park, alimentando a una pequena ardilla que pasaba por alli y sintiendo lastima por mi misma, cuando decidio sentarse a mi lado. Obviando las lagrimas que caian de mis ojos, comenzo a decirme que debia tener cuidado con esos pequenos roedores, ya que un dia fue atacada por un grupo mientras disfrutaba de un picnic romantico con su novio. Basicamente, exagero lo que sucedio en realidad, pero su intento por hacer sentir mejor a una desconocida fue el principio de una gran amistad. --Kiara, la exposicion esta siento todo un exito --nos interrumpio el senor Thompson. --Trabajo en equipo, senor Thompson. Jamas podre dejar de agradecerle el haberme permitido ir con usted a Gyeonggi para unirme a su equipo de excavacion. --Las cosas en la vida no se regalan, sino que hay que luchar duro por ellas. En mis anos de docencia --continuo--, jamas habia conocido a una estudiante tan luchadora, comprometida y competente como tu en los estudios. Incluso ahora, trabajando juntos, me has demostrado que no me equivocaba al proponerte formar parte del equipo. Asi pues, si tienes que dar las gracias a alguien, agradecetelo a ti misma. Ahora bien, hay alguien a quien le gustaria conocerte. Maddison se despidio de nosotros, no sin antes recordarme nuestra noche de chicas del dia siguiente, alegando que tenia una gran noticia que darme, y se alejo dando pequenos saltitos mientras tarareaba una melodia inventada, haciendo que varias cabezas se giraran hacia ella con expresiones de poker. El senor Thompson me presento a un empresario coreano llamado Park Dae Hoon, que tenia varias galerias de arte repartidas por el mundo en ciudades como Seul, Washington y Sidney. Estaba tan maravillado con mi trabajo fotografico y artistico realizado para la exposicion que me pidio que le mostrase otros y, aunque le dije que la fotografia y la pintura eran solo hobbies, insistio en ello. CAPITULO 2 Cuando desperte, eran casi las cuatro de la tarde y mi despertador, que debio sonar a la hora programada, se encontraba hecho anicos junto a la puerta. Al finalizar la exposicion, mis companeros me convencieron para salir a celebrar la acogida que esta habia tenido entre los asistentes. Entre unas cosas y otras, termine llegando a casa a las seis de la manana. El cansancio se habia hecho dueno de mi cuerpo, me quite los zapatos y me tire sobre la cama, sin deshacerla y con la ropa puesta, quedandome dormida en cuestion de segundos. Me mire en el espejo y mis ojos pardos me devolvieron una cansada mirada. Necesitaba una ducha de agua bien fria que despertara mi cuerpo por completo e hiciese desaparecer las ojeras marcadas en mi blanca piel, que me daban un aspecto de no muerto digno de las peliculas de zombis mas terrorificas de la historia. La ducha fue un soplo de vida que me dio la energia necesaria para cantar y bailar al ritmo de Beautiful Goodbye, de Maroon 5, mientras arreglaba un poco mi apartamento para dejarlo todo a punto para la clasica noche de chicas que Maddison y yo celebrabamos cada semana. El plan era sencillo. Maddy habia convocado una pequena reunion porque tenia algo muy importante que contarme y la ocasion merecia una de nuestras quedadas especiales en las que encargabamos comida para la cena, teniamos una exhaustiva charla, nos contabamos las novedades que merecian la ocasion o cotilleabamos, y veiamos peliculas hasta que el sueno podia con nosotras. Estaba observando como Floppy trataba de meter la cabeza por un tubo de carton cuando llamaron al telefonillo, por lo que fue mi acompanante para abrirle la puerta a Maddy, que venia cargada de Cheetos y palomitas para cuando llegara el momento de nuestra sesion de cine. --?Donde esta el erizo mas bonito de este mundo? --dijo mientras acariciaba la nariz de Floppy, algo que le volvia loco, ignorandome completamente. --Hola a ti tambien --comente con una expresion de indignacion fingida--. Ya veo que, mientras Floppy esta cerca, es como si yo no existiera. --Eres toda <>, Kiara. --Si, yo sere <>, pero estoy segura de que algun dia, cuando me descuide, secuestraras al pequenin pinchudo y no os volvere a ver en la vida --dije mientras ibamos al salon y dejaba a Floppy en su casita. Maddy solto una de sus sonoras carcajadas y me dio un gran abrazo, aun con las bolsas en la mano. Cuando se separo de mi, puso cara de circunstancias y una picara sonrisa se dibujo en su rostro.--Toma las bolsas, Kiara. Llevo dos dias en los que la mano me pesa mucho --me dijo mientras me tendia la mano con la que sujetaba las bolsas delante de mi cara--. No creo ser capaz de aguantar el peso mucho mas tiempo. En ese momento vi el anillo en su dedo. Era realmente precioso y le sentaba de maravilla. --!Madre mia! !Madre mia! No puedo creermelo. Bueno, si que puedo. Enhorabuena, Maddy --exclame dando pequenos grititos y lanzandome a sus brazos. Ella dejo caer las bolsas al suelo y las dos saltamos, dando vueltas en circulos, como dos adolescentes a las que les habian pedido ir al baile de fin de curso los chicos de los que llevaban enamoradas meses en secreto. Cuando el mareo de dar tantas vueltas pudo con nosotras, decidimos que era hora de pedir la cena. Esa noche tocaba comida hindu, por lo que pedimos varios platos, entre los que no falto vindaloo. La comida picante era de nuestras favoritas y ese plato de pollo al curry con patatas superextrapicantes era toda una delicia para nosotras. --Tienes que contarmelo todo. ?Como fue? --Te prometo que queria llamarte en cuanto Connor me lo pidio --la velocidad con la que hablaba era increible y desconocia como era capaz de respirar entre frase y frase, ya que sus palabras se atropellaban las unas a las otras--, pero no podia hacerlo. No podia llamarte,

  • Toda una vida de Robert Seethaler

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    La practica totalidad de los seres humanos que han transitado por este mundo desde el inicio de los tiempos apenas han dejado huella alguna en los anales de la Historia. Sin embargo, hasta la persona mas opaca e insignificante acumula en su existencia una suma casi infinita de vivencias estrictamente personales, instantes unicos que conforman una experiencia tan plena como la del mas ilustre de los personajes. Esta excepcional novela -Libro del Ano 2014 en Alemania, con casi un millon de ejemplares vendidos y traducido a treinta y tres idiomas-, es una invitacion a compartir la vida de un hombre que, desde su total irrelevancia, proyecta un halo de vitalidad tan intenso como el del mas brillante de los mortales.

  • El final de todas las cosas de John Scalzi

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    Tras la expansion de los humanos por el espacio, la Union Colonial se creo para ayudar a protegernos de un universo hostil. Pero uso la Tierra como fuente de reclutas hasta que sus habitantes dijeron: basta. Ahora, la Union Colonial esta en peligro: cuenta con un par de decadas antes de que las Fuerzas de Defensa Colonial se agoten y las colonias humanas en apuros sean vulnerables a los ataques alienigenas. En este universo colapsado, el teniente de la FDC Harry Wilson y los diplomaticos de la Union Colonial trabajan a contrarreloj para descubrir quien esta detras de los ataques a la Union y de los alienigenas. Si no encuentran el modo de encontrar la paz con una Tierra recelosa y enojada y mantener intacta la union de la humanidad, se arriesgan al olvido y la extincion, y al final de todas las cosas.

  • Es medianoche, Cenicienta de Adriana Andivia

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    Mi vida a los treinta y cuatro era puro cine. Pero no por lo romantica, emocionante y apasionada, sino porque la sal de mi existencia se resumia en las horas que pasaba tirada en el sofa, viendo una y otra vez las mismas viejas pelis de amor.

  • Tentacion Pasion Frenesi. Serie completa de Dylan Martins

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    Mire la hora en el movil ya que tenia la sensacion de que era mas tarde y de que el despertador habia fallado. Senti alivio al comprobar que solo eran las seis y media de la manana y hasta media hora despues no tenia que sonar. Me quede mirando la foto de mi hija Lucia, tan bonita y sonriente. La echaba de menos ya que vivia con su madre Cata, de la que me habia divorciado dos anos atras cuando la pequena solo tenia cuatro. Cata no es que me pusiera las cosas dificiles con nuestra hija, sino que las hacia imposibles. No colaboraba para que reinara la armonia por el bien de lo que teniamos en comun. Mi ex mujer era modelo. Trabajaba para una de las firmas de moda mas importantes a nivel internacional y vivia en Tenerife, pero siempre andaba viajando entre Paris y Londres. A la pequena la dejaba con sus padres con los que yo no tenia relacion. Me la entregaban cuando correspondia ella, o en su defecto la ninera de la nina, Lia. El problema residia en que a mi me tocaba un fin de semana de cada dos, cuatro dias en Semana Santa, un mes en verano y una semana en las fiestas de Navidad, pero, aunque ella estuviera fuera un mes, era incapaz de permitirme recoger a la nina y llevarla conmigo. Yo sentia que Cata preferia dejarla en manos de su cuidadora antes que con su padre. Era una persona toxica y se habia empenado en intentar joderme la vida. Su actitud me dolia hasta el infinito porque mi hija Lucia era mi mayor tesoro y hubiera dado lo que no tenia por poder pasar mas tiempo con ella. Sin embargo, y de la forma mas injusta del mundo, parecia que esa posibilidad cada vez era mas inalcanzable para mi. La mia era una vida estable, bastante buena. Habia heredado la empresa de mi padre la cual yo dirigia, "Financiera Montalvo". Tenia contratados a tres asesores financieros, a una asesora laboral y a la recepcionista, ademas de una empresa que se encargaba de la limpieza de las oficinas. habia fallado. Senti vivia con su madre dirigia, "Financiera sta, ademas de una Mi casa era la que yo habia elegido, de una sola planta, una gran terraza, mil metros de terreno de jardin con palmeras, zona de copas, piscina y tumbonas. En honor a la verdad en ella todo era precioso. Por mi parte, ser meticuloso formaba parte de mi ADN y habia encargado la construccion de cada zona interior y exterior con mucho mimo. Si tuviera que elegir una zona de mi casa que especialmente quedo a mi gusto, destacaria la cocina, confortable y amplia, con sus cincuenta metros cuadrados, los mismos con los que contaba el salon. Capitulo aparte merecia mi dormitorio, al que consideraba mi santuario, con vestidor y bano. A el habia que anadir tres dormitorios mas con sus correspondientes banos y esa terraza amplia y ancha donde pasaba mucho tiempo, ya que el clima de la isla invitaba a disfrutarla. Yo la tenia de lo mas chill out, todo en madera y con unos comodos sillones que sugerian descanso y tertulia. Tenia todo lo que deseaba, pero habia estudiado mucho y trabajaba desde joven con mi padre, aprendiendo todo lo que pude de el, hasta que se jubilo. Al verme preparado, me dejo a cargo de la financiera, asi que me sentia bien con mi vida, pero me faltaba lo mas importante, mi pequena Lucia, la nina de mis ojos. Sali de la cama ya que me estaba empezando a agobiar con esos pensamientos y mirando la cara de mi pequena como fondo de pantalla del movil. Soy partidario de cambiar de chip cuando algun sentimiento te sobrepasa y eso era lo que me estaba ocurriendo en ese momento. Me prepare un cafe y me sente sobre la mesa de piedra de mi cocina. Tenia esa mania, asi que alli estaba, mas temprano de lo normal, disfrutando de esa primera taza, del relax de no ir con prisas. En mi cabeza no cabia como algunas personas saltaban practicamente de la cama al trabajo. Yo de siempre he necesitado mi tiempo. Ir despertando poco a poco y entrando en sintonia con el dia. El estres es un concepto que llevaba intentado evitar toda la vida, en la medida de lo posible. Revise algunos correos desde el movil y fui descartando segun la importancia. Mas tarde responderia a los que debia hacerlo desde el despacho. Los demas contenian pura informacion y no necesitaban respuesta. prendiendo todo lo taba ocurriendo en Un rato despues me vesti y me fui hacia el jardin donde tenia a un lado el aparcamiento. Cogi mi coche, puse la radio y me dirigi al trabajo escuchando las noticias. Disfrutaba mucho de las vistas de mi casa al trabajo. Aquel trayecto, unido al buen tiempo reinante, eran como una especie de soplo de aire fresco que me ayudaba a incorporarme a la ardua jornada, pues si algo me sobraba era trabajo. Mis oficinas estaban en la decima planta de un edificio comercial mirando al mar en Puerto de la Cruz. En el interior se ubicaban los despachos de los trabajadores. La recepcion amplia a la entrada, todo muy iluminado y predominando los cristales opacos con el logo de la empresa. Los distintos despachos situados a los lados de un amplio pasillo y el mio al final, ocupando todo el largo del local. Despues de la marcha de mi padre, habia acometido una reforma integral para darle al negocio un renovado aspecto, modernizandolo. Finalmente, habia quedado totalmente a mi gusto y me mostraba encantado con el resultado. Llegue al parking del edificio y subi al ascensor hasta mis oficinas. Carlota la recepcionista me recibio sonriente. -- Buenos dias, Alexis. -- Buenos dias, guapa. ?Alguna novedad? -- Ninguna, recuerda que a las nueve tienes la entrevista para el puesto de contable. -- Es verdad, lo habia olvidado -- negue mientras caminaba hacia mi despacho y saludaba a los trabajadores que ya estaban en sus despachos con las puertas abiertas. Nuestro contable habia tenido un problema grave de salud y se le habia concedido la prejubilacion, asi que ahora necesitaba alguien que fuera capaz de llevar todo el trabajo que hacia el. Realmente lo necesitaba para preparar facturas y entregarlas a Elba, nuestra asesora laboral que tambien trabajaba en las oficinas. Carlota aparecio por mi despacho con un cafe. Siempre lo hacia por la manana. A pesar de que tenia cafetera con lgo me sobraba era capsulas en mi despacho, a ella le gustaba llevarme el primero. -- Gracias, guapa. -- Un placer -- sonrio mientras cerraba la puerta. Era simpatica, predispuesta, amable. Se notaba que era una persona muy feliz. Ademas, estaba loca con su hija Martina de cinco anos y con su marido al que amaba, Tony, un policia local de Puerto de la Cruz. Llevaba conmigo desde que cumplio los veinticinco, diez anos atras. En aquel momento aun estaba en manos de mi padre la direccion de la empresa. Si de algo podia presumir era de un gran equipo a mi lado y de que el buen rollo imperaba en mi negocio. Eso era algo que aprendi de mi padre: la importancia de rodearme de gente competente que ademas supiera aceptar las criticas constructivas. Uno de mis mayores logros consideraba que era el hecho de que, aunque yo fuera el jefe, disfrutaba escuchando las opiniones de mi equipo, que a menudo aportaba puntos de vista de lo mas interesantes que quizas yo no hubiera visto a priori. Me tome el cafe mientras respondia todos los emails para despues ponerme a revisar los expedientes mas importantes que estabamos tramitando en la empresa. Un rato mas tarde Carlota me aviso de que la chica a la que tenia que entrevistar ya estaba en la sala. Habia llegado puntual, asi que le dije que la recibiria sobre la marcha. Dos golpes en la puerta por parte de Carlota y abrio, alargando su mano para que la chica pasara. -- Buenos dias -- me levante y le extendi la mano -- Mi nombre es Alexis. -- Buenos dias, senor Montalvo -- me nombro por mi apellido ese que tenia claro cual era -- Soy Olivia Palma -- sonreia apretando su mano con seguridad y mirandome a los ojos. Le invite a sentarse y le ofreci un cafe, pero declino la invitacion, ya que no le apetecia. Se mostraba segura, nada nerviosa, convincente y preparada. Habia estudiado la carrera de Contabilidad y posteriormente varios masteres, a pesar de solo tener veintiocho anos. Por otra parte, desprendia clase y personalidad. Era preciosa, rubia con una melena larga y lisa, ademas de simpatica y correcta. A todas luces, se me antojo como la candidata idonea. Le comente las condiciones y no dudo en aceptar, ademas de transmitirme su predisposicion para incorporarse inmediatamente. Llame a Carlota para que le ensenara su despacho y le presentara a Elba, la asesora laboral de la empresa y la voz en todos los temas fiscales. La idea era que se pudiera incorporar al dia siguiente. Lo cierto es que aquello me alegro mucho, pues lo de perder el tiempo haciendo una entrevista de trabajo tras otra era algo que me solia molestar bastante. En cualquier caso, era una cuestion en la que no podia delegar pues formaba parte de mis obligaciones. La manana transcurrio en un abrir y cerrar de ojos. Cuando me vine a dar cuenta ya era la hora de salida de todos nosotros, ya que trabajabamos en una jornada continua de ocho a tres. Aquello era algo que tuve en mente de toda la vida y que tambien cambie cuando mi padre se jubilo. Soy de los que piensa que mejor calidad que cantidad y que una manana bien aprovechada valia por un dia entero en la oficina con la mente mas dispersa. Como colofon de la jornada me dirigi al bar de la planta baja del edificio. Alli estaban dos de mis asesores financieros, Fernando y Daniel. Fernando siempre comia algo en el bar ya que a su mujer le absorbia mucho tiempo su tienda de ropa y no volvia hasta por la noche. No tenian hijos, pero formaban un matrimonio muy consolidado. Daniel tenia cuarenta y cinco anos. Todo un mujeriego, soltero, un guapeton de esos que tenia a media isla loca, pero no se casaba con nadie. -- Hombre, el jefe -- bromeo Fernando. de trabajo tras otra -- El jefazo -- dijo Daniel. -- Necesito una cerveza -- voltee los ojos. -- ?Mal dia? -- No, Daniel, pero hoy estoy con el tema de Lucia un poco mal. Creo que cada dia me pesa mas. -- ?Cuando te toca? -- pregunto Fernando. -- Este fin de semana, pero parece que los dias no pasan. -- Ya estamos a lunes, el viernes llega volando. -- Espero, eso espero -- cogi la cerveza que me habia puesto el camarero al verme aparecer por la barra. Pedi unas tapas. Ese dia habia avisado a Fina, la mujer que me llevaba la casa por las mananas, de que no me dejara nada para almorzar, como hacia la mayoria de los dias. De ese modo, solo tendria que haberme dejado preparada la cena antes de marcharse al mediodia. Se incorporo un poco mas tarde Davinia, otra de mis asesoras financieras. Con treinta y tres anos, era muy graciosa, la alegria de la oficina, siempre amenazando a sus companeros con demandarlos por pesados. Por supuesto lo hacia de broma, pero lo decia porque su pareja, Sergio, era abogado. Ambos llevaban un tiempo conviviendo. Aquello era como una familia. Todos llevaban desde el comienzo de su carrera alli, pues habian entrado para sustituir a algunos veteranos pertenecientes a la plantilla de mi padre que se iban a jubilar y al final quedamos los jovenes, como decia mi madre. Estuve tapeando con ellos y charlando. Cuando nos quisimos dar cuenta, el reloj marcaba las cinco de la tarde, hora del cafe. Despues nos despedimos hasta el dia siguiente. Me fui hacia mi casa, me meti en la ducha y me puse comodo. Queria pasar la tarde trabajando en un expediente que necesitaba tener listo para el dia siguiente. No solia llevarme trabajo a casa a no ser que fuera necesario. Tiempo atras, cuando tenia la suerte de convivir con mi pequena Lucia, la tarde procuraba dedicarsela a ella. Una de las cosas que mas echaba de menos era darle la merienda y llevarla al parque a jugar. Llamaba poderosamente mi atencion que los que eran mis mejores recuerdos tambien eran los que mas me azotaban, pues de vez en cuando caia preso de la melancolia cuando revivia mentalmente esas imagenes. A la hora de la cena me comi el salteado de verduras que me habia dejado Fina listo para calentar. Aquella mujer era una joya, de mi total confianza. Llevaba la casa como si fuera suya y jamas habiamos tenido un desencuentro de ningun tipo. Consideraba que era suerte total porque me permitia desentenderme de todo lo que tuviera que ver con las cuestiones domesticas. Me acoste temprano ya que me gustaba descansar bien. Para hacer locuras ya estaban los fines de semana que no estaba con mi Lucia. Puse la radio, solia dormir escuchando las noticias internacionales y la tenia programada para que se apagara a la hora. No llegaba nunca ni a los treinta minutos cuando ya estaba en el septimo sueno.

  • No se lo digas a nadie de Harlan Coben

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    “El pediatra David Beck y su esposa, Elizabeth, han ido a celebrar un aniversario muy especial al lago Charmaine. Crecieron juntos, se besaron por primera vez a los doce anos, y, ahora, trece anos despues, la corteza del mismo arbol vuelve a recoger el testimonio de ese amor. Pero lo que empieza siendo un romantico fin de semana pronto se vera trocado en tragedia. Mientras nadan por la noche en el lago les asaltan: David es golpeado y queda inconsciente, su mujer, secuestrada. El cuerpo de la joven aparece sin vida en una zanja. Su propio padre se ocupa de reconocer el cadaver mientras Beck se recupera de la agresion en el hospital. Han pasado ocho anos desde aquella pesadilla y el culpable, un asesino en serie, espera en el corredor de la muerte, sin embargo, las heridas de Beck no han cicatrizado todavia. Se refugia en su trabajo y sus amigos, pero el recuerdo de Elizabeth no le abandona.

  • Mision de doble filo de Encarna Magin

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    Olivia Park es una agente secreta de la CIA que recibe la orden de custodiar a un reconocido empresario hasta que declare en el juicio contra su exsocio. Lo que empieza siendo un caso mas se complica cuando Olivia descubre que el testigo protegido es Nick Evans, el hombre que le rompio el corazon en el pasado.

  • Llamaras un domingo por la tarde de Javier Cid

    https://gigalibros.com/llamaras-un-domingo-por-la-tarde.html

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    Rosa Montero

  • Obsesionado con tus curvas de Natalia Diaz Colon

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    Una joven latina que busca progresar en la vida; es por eso que se muda a la Florida, en busca de conseguir un buen empleo, pero la vida ha sido injusta con ella. Por su sobrepeso ha tenido que lidiar con el rechazo de la sociedad y entre ellos, con el de su madre. Todos la juzgan por su apariencia y no toman el tiempo de conocerla. Un dia recibe una llamada para una entrevista en la empresa Collman Enterprise, presentia que seria otro fracaso mas, pero no fue asi. La vida de Jasmin esta a punto de cambiar y no sera precisamente por el trabajo.

  • Los Trumper, Mary Ferre de Mary Ferre

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    Los miembros de la familia Trumper os relataran en primera persona su convivencia diaria. Tanto Nancy, Bastian, Jocelyn, Sebas, Rachel y Sebastian permitiran que formeis parte de sus vidas en la actualidad y compartiran con vosotros sus pensamientos mas intimos.

  • Navidad ?y algo mas? – Priscila Serrano de Priscila Serrano

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    Dicen que la Navidad es la mejor epoca del ano. Dicen que es el mejor momento para pasar en familia. Dicen muchas cosas, pero no todas son ciertas. ?Y por que es asi? Porque nadie menciona el hecho de vivir una Navidad sin amor. Porque para que sea perfecta, para que cada dia y noche de la mejor epoca del ano sea asi, tienes que estar rodeado de todo.No es solo una Navidad, sino algo mas.

  • Perfectamente imperfecta (Unidos por el amor 1) de Fernanda Suarez

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    Primera entrega de la serie <>.

  • El jardin de las sonrisas eternas, Diana G. Romero de Diana G. Romero

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    Sofia es una joven sonadora que, por una serie de coincidencias, acaba adentrandose en el jardin de una casa por la que pasa todos los dias y que le atrae irremediablemente.
    Alli conoce a Cristian, el hurano a la par que misterioso chico que pasa las horas junto a la ventana de su habitacion, que da al jardin.
    Dia tras dia, se adentraran juntos en una historia escrita por el padre de Sofia, que les transportara a una isla perdida en la que se elaboran los suenos humanos.
    Mientras se sumergen en la historia, iran surgiendo sentimientos entre ambos que les eran desconocidos al tiempo que tendran que enfrentarse a sus secretos y temores.

  • Una francesa en Nueva York de Anna Adams

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    Maude Laurent es una joven huerfana que crecio en un pequeno pueblo del norte de Francia, y que, a sus dieciseis anos, siente una gran pasion por el piano y tiene una increible voz.
    Durante una visita a Paris, un productor de musica americano descubre su talento y la lleva a vivir con el y su adorable familia a Nueva York para lanzar su primer album con la ayuda de Matt, un adolescente estrella del pop. Maude se adentrara en un fascinante mundo nuevo al descubrir la ciudad de Nueva York, la musica, una familia, el amor y la verdad sobre su pasado.
    La serie de libros de la chica francesa ha vendido 40.000 ejemplares. !Unete a los miles de lectores que siguen las aventuras de Maude Laurent!

  • Volver a creer de Elizabeth Bermudez

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    Cuando el dueno de la cadena de television privada mas importante del pais, Sebastian Quiroga, descubre que su nieta no murio al nacer, tiene casi veinticinco anos y esta en peligro, de inmediato traza un plan para salvarle la vida.
    Elena ignora quien es realmente y lo que ocurre a su alrededor. Vive alejada en un pequeno pueblo en la sierra de Huelva, Aracena, con las personas que cree que son sus verdaderos padres.
    Martin Quiroga le debe todo lo que es a la persona que lo adopto cuando tenia doce anos, Sebastian, el abuelo de Elena. Por ello, cuando su padre le pide algo que nadie mas puede hacer por el cedera sin remedio.
    Volverse a casar no entra en los planes de Martin, y menos con una mujer que no conoce ni su rostro. Sin embargo, es necesario para que la vida de Elena no este en riesgo. Se negara a enamorarla y a tener un matrimonio normal con ella. Ambos seran conscientes del trato, que es una union necesaria y de cara a los demas.
    Martin es un importante hombre de negocios, acostumbrado a vivir solo en la gran ciudad sin que nadie guie sus pasos. Compartir su espacio con Elena, una mujer mas joven que el y de costumbres muy diferentes a las suyas, le va a poner todo su mundo del reves.
    Elena derrocha simpatia, vitalidad e inocencia, ha tenido una vida tranquila hasta que Martin Quiroga se convierte en su marido y descubre que en cualquier momento se puede volver a nacer.

  • La Atadura de Vanessa Duries

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    Vanessa, estudiante de letras, siente una atraccion irresistible hacia Pierre, un hombre maduro que la introduce en el mundo de la dominacion. Con una sinceridad rayana en el candor, <>, nombre que adopta despues de su iniciacion, nos conduce primero por las sombras de la infancia, marcada por humillantes castigos, antes de relatarnos las primeras practicas sadomasoquistas. De ese modo, Vanesa Duries nos adentra, en el vinculo que ata a la sumisa a su Amo, una atadura basada en la confianza y en el absoluto respeto a los limites establecidos de comun acuerdo.

  • La familia Martin de David Foenkinos

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    Me costaba escribir; no avanzaba. Habia pasado anos imaginando muchas historias y nutriendome muy pocas veces de la realidad. Estaba entonces con una novela relacionada con los talleres de escritura. La trama transcurria durante un fin de semana dedicado a las palabras. Pero quien no tenia palabras era yo. No sentia interes alguno por mis personajes, me aburrian tanto que me daban mareos. Pense que cualquier relato real seria mas interesante. Cualquier existencia que no fuese ficticia. Cuando iba a firmar libros, muchos lectores acudian para decirme: <>. Seguro que era cierto. Podia bajar a la calle, parar a la primera persona que pasara, pedirle que me proporcionase algunos elementos biograficos y estaba casi seguro de que iba a motivarme mas que una nueva invencion. Asi fue como empezo todo. Me dije en serio: <>. 2 Debajo de mi casa hay una agencia de viajes; paso a diario delante de esa extrana oficina sumida en la penumbra. Una de las empleadas sale a menudo a fumar delante del local y se queda ahi quieta, mirando el movil. A veces me he preguntado en que estaria pensando; creo firmemente que los desconocidos tambien tienen una vida. Asi que sali de casa diciendome: <>. Pero la desconocida no estaba. Y yo habia estado a una voluta de humo de convertirme en su biografo. A pocos metros vi entonces a una senora mayor que cruzaba la calle tirando de un carrito morado. Me absorbio la mirada. Esa mujer no lo sabia, pero acababa de entrar en el territorio de la novela. Acababa de convertirse en el tema principal de mi nuevo libro (si aceptaba mi propuesta, claro). Yo podria haber esperado a que llegara la inspiracion u otra persona que me atrajera mas. Pero no, tenia que ser <>. No habia mas alternativa. Tenia la esperanza de que esa casualidad organizada me condujera a una historia emocionante o hacia uno de esos destinos que permiten comprender alguna de las apuestas esenciales de la vida. A decir verdad, lo esperaba todo de esa mujer. 3 Me acerque, disculpandome por molestarla. Me dirigi a ella con la cortesia melosa de los que quieren venderte algo. Aflojo el paso, sorprendida seguramente de que alguien se le acercase asi. Explique que vivia en el barrio y que era escritor. Cuando paras a alguien que va andando hay que ir al grano. Suele decirse que las personas de edad son desconfiadas, pero la mujer me dirigio en el acto una amplia sonrisa. Me senti lo bastante a gusto como para exponerle mis planes. --Pues vera: me gustaria escribir un libro sobre usted. --?Como dice? --Ya se que puede sonar un poco raro... Pero es como un reto que me he puesto a mi mismo. Vivo justo ahi --dije senalando mi edificio--. Le ahorro los detalles, pero se me ha ocurrido que me gustaria escribir sobre la primera persona con quien me cruzase. --No entiendo. --?Podriamos ir a tomarnos un cafe para que le explique la situacion? --?Ahora? --Si. --No puedo. Tengo que subir a casa a meter algunas cosas en el congelador. --Ah, si, claro, me hago cargo --conteste, preguntandome si ese primer contacto no estaba tomando un giro de lo mas patetico. Me habia animado mucho seguir mi impulso, pero resulta que ya habia llegado al extremo de escribir sobre la necesidad de no volver a congelar los productos descongelados. Pocos anos despues de haber recibido el premio Renaudot, notaba como me bajaba por la espalda el escalofrio del declive. Le propuse esperarla en el cafe que estaba al final de la calle, pero prefirio que la acompanase. Al pedirme que fuera con ella me estaba brindando, ya de entrada, su confianza. Yo en su lugar no habria permitido nunca que un escritor se me metiese en casa con tanta facilidad. Sobre todo un escritor carente de inspiracion. 4 Pocos minutos despues estaba sentado a solas en el salon de la senora, mientras ella trajinaba en la cocina. De forma totalmente inesperada, me embargo una intensa emocion. Mis dos abuelas llevaban muchos anos muertas y hacia mucho que no me encontraba asi metido en el decorado de la vejez. Habia tantas cosas en comun: el hule, el reloj ruidoso, los marcos dorados rodeando la cara de los nietos... Con el corazon oprimido, me acorde de cuando iba a visitarlas. No nos deciamos nada, pero me gustaban nuestras conversaciones. Mi protagonista volvio trayendo una bandeja con una taza y unas pastas. No se le ocurrio poner algo para ella. Para tranquilizarla, le conte mi trayectoria en pocas palabras, pero no parecia preocupada. La idea de que pudiera ser un hombre peligroso, un impostor o un manipulador no se le habia pasado por la cabeza. Mas adelante le pregunte a que se habia debido ese exceso de confianza. <>, me contesto, dejandome un tanto perplejo. A mi, la mayoria de los escritores me parecen libidinosos o depresivos. A veces, ambas cosas. Asi que, para esta mujer, tenia la cara adecuada para mi trabajo. Que ganas tenia de descubrir mi nuevo argumento de novela. ?Quien era? Lo primero era saber como se llamaba: --Tricot --me desvelo. --?Tricot, como de tricotar? --Si, eso es. --?Y el nombre? --Madeleine. Asi que me hallaba en presencia de Madeleine Tricot. Un nombre que me dejo dubitativo unos segundos. Nunca habria sido capaz de inventarlo. A veces me he pasado semanas buscando el nombre o el apellido de un personaje, completamente convencido de la influencia de la sonoridad en un destino. Era algo que me ayudaba incluso a entender algunos caracteres. Una Nathalie no podia portarse como una Sabine. Sopesaba los pros y los contras de cada denominacion. Y resulta que, sin tener que cavilar, tenia una Madeleine Tricot. Esa es la ventaja de la realidad: se ahorra tiempo. En cambio, hay un inconveniente de envergadura: la falta de alternativas. Habia escrito ya una novela sobre una abuela y la problematica de la vejez. ?Iba a tener que someterme otra vez a ese tema? La verdad era que no me entusiasmaba, pero tenia que aceptar todas las consecuencias del proyecto. ?Que interes tendria la cosa si empezaba a distorsionar la realidad? Tras pensarlo, se me ocurrio que no me habia encontrado con Madeleine por casualidad: los escritores tienen con su tema predilecto una relacion no muy distante de la cadena perpetua.[1] 5 Madeleine llevaba cuarenta y dos anos viviendo en el barrio. A lo mejor ya me habia cruzado con ella, aca o alla, pero su cara no me sonaba de nada. Dicho lo cual, yo todavia era relativamente nuevo por alli, pero me gustaba pasarme horas recorriendo las calles para pensar. Soy de esos para quienes escribir esta emparentado con una forma de anexionar un territorio. Madeleine debia de saberse la historia de muchos de los moradores del barrio. Debia de haber visto crecer ninos y morir vecinos, debia de saber detras de que comercio nuevo se ocultaba una libreria desaparecida. Seguramente pasarse la vida entera en el mismo perimetro conlleva cierto placer. Lo que yo veia como una carcel geografica era un mundo de referencias, de evidencias, de protecciones. Mi aficion inmoderada por la huida me impulsaba muchas veces a mudarme (tambien soy de esa clase de gente que nunca se quita el abrigo en el restaurante). A decir verdad, me gustaba alejarme del decorado de mis recuerdos, al contrario que Madeleine, que seguramente iba pisando a diario por las huellas de su pasado. Cuando pasaba delante de la escuela de sus hijas, quiza volvia a verlas corriendo hacia ella y echarse en sus brazos gritando: <>. Aunque aun no fueramos intimos, nuestra charla habia arrancado de forma muy fluida. Al cabo de unos minutos, a los dos se nos habia olvidado, me parece, el contexto de nuestro encuentro. Lo cual confirma algo evidente: a la gente le gusta hablar de si misma. Un ser humano es un condensado de autoficcion. Notaba que Madeleine estaba radiante al pensar que le interesaba a alguien. ?Por donde ibamos a empezar? Lo ultimo que queria yo era guiarla por la jerarquia de sus recuerdos. Acabo por preguntarme: --?Tengo que empezar por hablarle de mi infancia? --Bueno. Pero no es obligatorio. Podemos empezar por otras epocas de su vida. --?...? Parecio un poco perdida. Era preferible que la guiase por el laberinto del pasado. Pero, en el momento en que iba a empezar a entrevistarla, giro la cabeza hacia un marco pequenito. --Podriamos hablar de Rene, mi marido --dijo--. Hace mucho que murio... Asi que le gustara que hablemos primero de el. --Ah, de acuerdo --conteste, tomando nota de paso de que, ademas de a los lectores vivos, tambien iba a tener que contentar a los muertos. 6 Entonces Madeleine inspiro hondo, como si fuera a bucear a pulmon libre y los recuerdos, precisamente, estuviesen ocultos bajo el agua. Y el relato empezo. Habia conocido a Rene a finales de la decada de 1960, en el baile del 14 de julio en un cuartelillo de bomberos. A una amiga y a ella se les habia metido en la cabeza buscarse a un guaperas para bailar. Pero fue una silueta mas bien enclenque la que se le acerco. De entrada a Madeleine la conmovio ese hombre; se le notaba que no solia acercarse a hablar con desconocidas. Lo cual era cierto. Algo excepcional habria sentido, en el cuerpo o en el corazon, para tener la osadia de lanzarse asi. Rene le conto mas adelante las razones de su turbacion. Segun el, Madeleine era clavada a la actriz Michele Alfa. Igual que me ocurria a mi, Madeleine no la conocia. Hay que senalar que no hizo demasiadas peliculas despues de la guerra. Al descubrir su cara en una revista, la joven se quedo sorprendida: el parecido era remoto. En el mejor de los casos, podia decirse que se daban un aire. Pero, para Rene, Madeleine era casi la doble de esa actriz poco conocida. Esa emocion tenia origen en una dimension distinta. Aquello lo habia remitido a un episodio aterrador de su infancia, durante la guerra. Su madre pertenecia a una red de la Resistencia. Una vez que la perseguia la milicia, escondio al nino en un cine.[2] Muerto de miedo, Rene se aferro, por decirlo de alguna manera, a las caras de la pantalla. La de Michele Alfa se habia convertido en una inolvidable fuerza protectora y reconfortante. Y resulta que, algo mas de veinte anos despues, volvia a encontrar una de sus expresiones en la mirada de una mujer con la que se habia cruzado en el baile de los bomberos. Madeleine le pregunto el titulo de la pelicula. La aventura esta en la esquina, le contesto Rene. Disimule mi pasmo: era un curioso guino a mi proyecto. Madeleine tenia por entonces treinta y tres anos. Todas sus amigas estaban ya casadas y con hijos. Se planteaba si no le habria llegado el momento de <>. Aclaro que usaba esa palabra refiriendose al libro de Simone de Beauvoir Memorias de una joven formal, publicado unos anos antes. Aunque no pretendia faltarle al respeto a su marido, preferia decirme la verdad: por entonces habia hecho mas caso al cuchicheo de la razon que al de la pasion. Le gustaba mucho que la quisiera un hombre reconfortante y seguro de lo que sentia; tanto que hasta le resultaba posible olvidarse de lo que sentia de verdad. Con el tiempo, la delicadeza de Rene acabo triunfando. No quedaba ya la menor duda. Madeleine lo habia querido. Pero nunca habia notado por el los estragos de su primer amor. * Callo un instante, sin duda con reticencias ante la perspectiva de recordar esa historia que parecia dolorosa. <>, pense. Por supuesto, me intrigaba esa referencia a una pasion tragica, con toda verosimilitud. Para mi novela, me parecia una pista que habia que tomarse en serio. Las confidencias que ya me estaba haciendo Madeleine eran tan espontaneas que no queria forzarla pidiendole que desarrollase aquello que acababa de esbozar. Ya volveria a salir mas adelante. Y, aunque no puedo desvelar ahora mismo lo que iba a saber mas adelante, si que puedo anunciar que esa historia, por su naturaleza intensa, va a ocupar un lugar determinante en el relato. * Por ahora, sigamos con Rene. Despues de conocerse en el baile, se prometieron volver a verse muy pronto. A los pocos meses ya estaban casados y, a los pocos anos, eran padres. Stephanie nacio en 1974 y Valerie, en 1975. Por entonces era bastante inusual convertirse en madre casi a los cuarenta. Madeleine lo habia ido retrasando mas que nada por razones profesionales. Aunque habia disfrutado de la maternidad, le habian sentado muy mal las consecuencias que habia tenido para su carrera. Bajo su punto de vista, era una injusticia que les imponia a las mujeres una sociedad de hombres. <>, dijo entonces con lo que aun sonaba a amargura. Pero parecia bastante inutil echarselo en cara a un muerto. Seguramente, Rene no habia caido en la cuenta de lo frustrada que se sentia su mujer. Estaba orgulloso de su trayectoria en la RATP, el consorcio de transportes de Paris. De simple conductor de metro habia acabado en uno de los mayores puestos de responsabilidad del consorcio. Para el era una segunda familia, hasta tal punto que la jubilacion le cayo como una condena a muerte. Madeleine se encontro con un marido completamente desvalido. <>, repitio tres veces, cada vez mas bajo. Hacia ya veinte anos que se habia ido, pero nuestra conversacion otorgaba al pasado el brillo de una emocion muy reciente. Rene se levantaba por las mananas como un combatiente sin guerra. Su mujer lo animaba a volver a estudiar, a dedicarse a algun voluntariado, pero el rechazaba toda proposicion. A decir verdad, le habia herido profundamente la forma en que todos sus antiguos companeros se habian ido desentendiendo de el. Se dio cuenta de la absoluta vacuidad de las relaciones que habia trabado y, a partir de ahi, todo le parecio absurdo. Un cancer de colon acompano esa decadencia; una forma de poder ponerle nombre a un estado difuso. El dia del entierro, apenas un ano despues de la jubilacion, acudieron muchos directivos y empleados de la RATP. Madeleine los miro uno por uno sin decir nada. Algunos pronunciaron unas palabras durante la ceremonia, elogiaron a un hombre recto y cordial, pero el no estaba alli para oir esos tardios testimonios de una amistad indeleble. A su mujer le parecio un comportamiento francamente patetico, pero no dijo nada. Cedio mas bien al recuerdo de lo bonito que habia habido entre ellos, esa forma de apacible entendimiento. Habian llevado a cabo tantas cosas juntos, habian tenido alegrias y penas, y ahora todo se habia acabado. De que manera tan viva hablo Madeleine de Rene (casi se podia creer que iba a aparecer en el salon para unirse a nosotros). Desde mi punto de vista, era la posteridad mas hermosa; seguir existiendo en un corazon. Me pregunte como era posible sobrevivir al amor de una vida. Pasar cuarenta o cincuenta anos con una persona, tener a veces la sensacion de que es tu propio reflejo en el espejo, y luego un dia ya no queda nada. Al estirar la mano tocas el aire, notas movimientos raros en la cama o dices palabras que se convierten en conversaciones huerfanas. No vives solo, sino con una ausencia.

  • Cosas del destino de Mia Antiere

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    Eun-hye, a pesar de formarse con alabanza para ser abogada, se vio forzada a trabajar como asistente en una revista. El mercado cerro todas las puertas para ella, entonces tuvo que aceptar los abusos y el exceso de trabajo. Cuando finalmente ella consigue merecidos quince dias de vacaciones, decidi que va a aprovechar gastando el dinero que ella junto mientras trabajaba sin parar.
    Jung-Su es el actor surcoreano mas popular de la actualidad y necesita pasar unos dias en Jeju para grabar las escenas de su actual drama.
    En el aeropuerto Eun-hye y Jung-Su chocan el uno del otro. Y el destino decide que tienen que golpear uno en el otro muchas y muchas veces mas.

  • Segunda oportunidad (Destinos 2) de Kira Freitas

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    Segunda oportunidad

  • Los tiempos de Patricia de B. Menendez Vico

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    A Patricia Elizondo un fallido amor juvenil y un divorcio tormentoso, le trajeron la inseguridad y la falsa idea de que ya no habria otra oportunidad para ella. No fue asi, porque cuando creyo verse condenada a la soledad, Patricia encontro al hombre que con solo mirarla la hizo renacer.
    Con la llegada del amor el corazon de Patricia latio al ritmo de otro tiempo, se fugo de la opresion, del desaliento y amo sin pedir nada. Al final, fue amada y feliz. Patricia entonces comprendio que sus fracasos la condujeron hasta el amor unico y verdadero, ese que se alcanza aunque el camino este lleno de tropiezos.
    Ultima novela romantica de la escritora, despues de Encuentro, Nadia, Un guardian para Sonia, El maestro de musica y Un angel vino a verme.

  • Lady Amelia de Lydia C. Ramirez

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    En el Londres del siglo XIX, lady Amelia Phillips sufre por el amor no correspondido del duque de Pendleton, ademas de tener que lidiar con su insoportable madre, se enfrenta al repudio social por culpa de su hermano mayor. Entonces ante ella se abre la oportunidad de salir de ese infierno de la mano del joven heredero Robert Bradford. ?Podra Amelia conseguir al fin el amor de William? ?O debera rendirse?

  • Mala Coincidencia de Miki Russo

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    Termine de redactar el mensaje, adjunte el archivo con el presupuesto y le di enviar al correo electronico. Acto seguido cerre mi laptop y cogi el abrigo tan rapido como pude; el reloj marcaba las seis y treinta de la tarde y la reunion de padres era a las siete en punto. Corri al metro y, de pura buena suerte, llegue a la escuela cuando los apoderados ingresaban al salon. Me apresure porque no queria ser la ultima en entrar, pero accidentalmente choque contra un hombre de traje gris que iba hablando por celular. --Perdon --me disculpe. --Fijese por donde camina, senora --me gruno. Me dio una mirada de desprecio, se sacudio el saco donde lo habia tocado y continuo hablando. Era extrano: jamas lo habia visto en las reuniones anteriores, en los cuatro anos de secundaria, y eso que Melisa, mi hija, habia estado siempre con los mismos companeros. Tome asiento y puse atencion porque en el ultimo ano habia muchas cosas de las que hablar; la graduacion, el viaje final, los test vocacionales que ayudarian a los chicos a decidir que hacer con su futuro y un monton de asuntos mas. Al terminar la sesion, Franco, el profesor, alzo la voz. --Necesito que se quede un momento, senor FitzGerald --anuncio. El hombre del traje gris, aquel desagradable sujeto con quien me tropece en la entrada, puso una expresion de ira y se detuvo. Bingo, el era el padre cuyo hijo seguramente seria un problema y por eso debia quedarse tras la junta. Cuando pase junto al maestro no dudo en alabar a mi pequena. --Maya, digale a Melisa que le fue muy bien en el examen de geometria --sonrio. --Claro que se lo dire --le devolvi la sonrisa. Me despedi de las demas madres y sali triunfante, porque Melisa era una de las mejores estudiantes y tenia una conducta intachable, asi que jamas recibia quejas por ella, solo felicitaciones. 2 Llegue a casa cerca de las nueve de la noche. Me encontre a Melisa sentada en el sofa frente al televisor; apenas me vio entrar se levanto y corrio a la cocina a encender el microondas. Dos minutos mas tarde me servia un suculento trozo de pizza napolitana, mi favorita. --?Como estuvo todo, mama? --pregunto, bajandole un poco el volumen al televisor. --De maravillas --respondi, tragando mi pizza. --?El profesor Franco se quejo de mi? --Muchisimo --bromee, arqueando una ceja--. Dijo que tu examen de geometria esta excelente. --Y eso que casi no estudie --alardeo. --Engreida --resople, dandole un pellizco en la mejilla. Charlamos un rato, mientras limpiabamos la casa, y a eso de las diez Melisa me dio un beso en la mejilla y se fue a su cuarto. Le gusta leer un rato antes de dormir, asi que cogio su Kindle que se cargaba sobre la mesita lateral y se la llevo a su cuarto. Melisa y yo somos solamente las dos, ella es mi razon de vivir y por eso me gaste un dineral en comprarle el Kindle, una buena laptop y su movil, cosas que jamas me pidio pero que yo crei que de sobra merecia. Es una excelente hija, carinosa y atenta, ademas de una estudiante de primera ?Que mas puede pedir una madre? Ella es perfecta para mi. La que ha cometido los errores he sido yo. A los quince anos me enamore de un chico y el dijo sentir lo mismo por mi. A los dieciseis nos hicimos novios y a los dieciocho, poco antes de graduarme, supe que estaba embarazada. Mi novio fue aceptado en una universidad al otro lado del pais, a donde se marcho con sus padres. Me prometio que me ayudaria, que estariamos juntos para siempre y que se pondria en contacto conmigo apenas se instalara en su nuevo hogar, pero... no volvi a saber de el. Al principio puse mis esfuerzos en buscarlo, pero al cuarto mes mis padres supieron de mi estado y se volvieron locos de ira. Me echaron de la casa, unicamente con un bolso con ropa y un par de libros bajo el brazo. Habia arruinado mi vida, dijeron, ya no podria ser una profesional ni viajar por el mundo como era mi sueno. Mis notas en la escuela eran excelentes, pero no pudieron ayudarme cuando me vi sola en el mundo. A duras penas llegue donde mi abuela paterna, que vivia a cien kilometros de mi antigua casa. La veiamos poco porque no se llevaba bien con mi madre, pero apenas estuve de pie en su puerta, asustada y con una criatura creciendo en mi interior, me sonrio y me hizo pasar. Claro, una vez que mis padres supieron que ella me recibio dejaron de hablarle y no volvieron a hacerlo nunca mas. Yo era la verguenza de la familia y ella la traidora que le tendia la mano. Trabaje limpiando casas en un condominio hasta que estuve muy gorda para continuar, entonces tuvimos que vivir de mis escasos ahorros, de la pension de mi abuela y de la venta de algunos muebles y electrodomesticos, que ambas fingiamos no necesitar. Cada noche lloraba pensado en mi novio, que seguia sin volver, hasta que una madrugada en medio del llanto comenzaron las contracciones. Mi abuela pidio ayuda a algunos vecinos y me llevaron hasta el hospital, donde una manana de primavera nacio mi pequena Melisa, una preciosa criatura de piel clara y ojos verdes, quien me devolvio la alegria y, de paso, me ayudo a resignarme y asumir que su padre no regresaria jamas. Durante los primeros dos anos de Mel continue trabajando aseando casas, hasta que mi abuela aparecio un dia con una inscripcion para el examen de seleccion universitaria. --Ya has perdido mucho tiempo --suspiro--. Tienes que estudiar una carrera. --Pero Abue, no podemos pagar una universidad --dije triste. --Lo solucionaremos --sonrio. --Pero Melisa esta muy bebe y... --!Basta de peros, Maya! --exclamo--. Yo cuidare a la nina, tu preocupate de estudiar para el examen. Y lo hice; en cada rato libre que tuve, por las noches y temprano antes de ir a trabajar, estudie duro para el examen, y al publicarse los resultados supe que habia quedado aceptada en la universidad nacional, tenia una beca de gratuidad de carrera y, como si fuera poco, me daban un trabajo en el campus, en labores administrativas. El sueldo era escualido pero en mi caso era una ayuda celestial. Despues de ocho semestres de sacrificio, donde estaba todo el dia en la universidad mientras mi abuela cuidaba a mi hija, obtuve mi titulo de disenadora de interiores y ambientes. En aquella epoca Melisa ya tenia casi siete anos y mi abuela rondaba los ochenta, pero seguia manteniendo intacta su energia, esa que le permitia cargar a su bisnieta a caballo sin mayores inconvenientes, a pesar de mi oposicion ante esos juegos para los que claramente ya no estaba en condiciones. Consegui empleo en una oficina de decoracion de departamentos y, por primera vez, comence a recibir un sueldo digno, lo que nos permitio darnos pequenos lujos, como reponer los muebles que habiamos vendido en aquellos dificiles anos. La vida comenzo a sonreirnos, ya que por fin tenia un trabajo fijo. Tambien por primera vez pude celebrarle un cumpleanos a mi hija, el numero nueve: invito a sus amiguitos del colegio, comimos pasteles y dulces y recibio muchos regalos. Incluso contrate un servicio de juegos inflables y un malabarista. Fue el cumpleanos perfecto, el que ella siempre recordaria. Por la noche, al marcharse los invitados, mi abuela me pidio que terminara de ordenar sola, porque se encontraba cansada. Me parecio rarisimo, pues jamas antes se quejo de cansancio. Dos dias despues, un frio lunes, el autobus recogio a Melisa para llevarsela a la escuela y yo fui al cuarto de mi abuela. Ahi estaba ella, metida en la cama, demacrada. De inmediato tuve un mal presentimiento y llame a la oficina avisando que no podria ir. Volvi a su habitacion, me sonrio y me pidio que me acostara a su lado. --Abue, deberiamos ir al doctor... --sugeri. --No, Maya, no estoy enferma --contesto--. Simplemente llego mi hora. Nos cogimos de la mano y durante horas charlamos, recordamos esos anos de vida en comun, nos reimos de algunas anecdotas y llore cuando note que comenzaba a despedirse de mi. --No llores, May, la muerte es parte de la vida --me consolo. --No quiero que te mueras... --Estaran bien --tosio--. Ahora abre el armario y trae la caja que esta al fondo. Obedeci; del closet cogi una caja de carton roida por la humedad y la puse en la cama. A una sena suya la abri y vi que su interior estaba lleno de fotos: de ella, de otros familiares, mias y de Melisa. --Tu y Mel le han dado luz a la existencia de esta pobre vieja, asi que esta es tu herencia -- hablo firme--. No son solo las fotos. Busca abajo. Debajo de las fotografias habia una carpeta verde y en su interior estaba su testamento, donde me nombraba unica heredera y, por tanto, duena de la casa. --Vende la casa y mudate a un barrio mejor. No te daran mucho dinero, pero de algo te servira. No estuvo muchos minutos mas conmigo. Ya nos habiamos dicho todo lo que necesitabamos, nos habiamos despedido de la forma mas tranquila y carinosa posible. No queria que Melisa la viera muriendose, por eso dejo de respirar antes de que la nina volviera de la escuela. La agitacion de los dias siguientes a la muerte de mi abuela fue enorme. Tanto el velorio como el funeral fueron muy concurridos, por vecinos y otras personas que apreciaban a mi Abue, pero ningun familiar asistio. Sus hijos la habian abandonado por completo, sus hermanos estaban muertos y su unica familia eramos mi hija y yo. Durante algunas semanas pense en sus palabras sobre vender la casa, lo que me causaba una pena enorme; esa no era solamente una casa, habia sido nuestro hogar en aquellos anos que fueron los mejores y los peores de mi vida. Pero ella, siempre tan sabia, tenia razon, el barrio ya no era el mismo de antano y lentamente se habia contaminado con delincuencia y drogas. No era el mejor lugar para una madre soltera y su hija pequena. Puse un anuncio y rapidamente logre vender la casa de mi abuela. Fue triste, pero eran sus deseos. Con la mayor parte del dinero pague el pie para una casa mas bonita y moderna, en un vecindario seguro, cuyo dividendo, pactado a treinta anos, pagaba mes a mes sagradamente. No era lujosa, pero si muy acogedora. En la oficina donde trabajaba conoci a Claudia, una chica casi de mi misma edad y de la misma profesion y nos hicimos buenas amigas. Durante mucho tiempo hicimos planes, medio en broma medio en serio, de abrir nuestra propia agencia de decoracion de ambientes... hasta que lo hicimos. Nos lanzamos a la piscina, pedimos un credito de emprendedores en el banco y nos asociamos. No nos podemos quejar, porque las cosas resultaron bastante bien, aunque en base a muchisimo esfuerzo. Con treinta y seis anos habia conseguido vivir en completa paz junto a mi hija, que gracias al cielo era una buena chica. Y, sobre el estante junto a la escalera, nos observa la fotografia de la mujer que lo hizo posible... mi amada Abuela.

  • Siempre fue Nairobi de Maria Marts

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    Hace anos que Ana habia dejado de buscar las razones por las que su madre se habia ido, hasta que descubre quien es. Una carta de su padre le confiesa que ella es Aure Balle, la famosa escritora de best sellers que desaparecio hace mas de veinte anos.

  • Proximo destino. Las Vegas de Dani Vera

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    Julio Diaz es un informatico especializado en delitos ciberneticos que trabaja en una empresa dedicada a realizar aplicaciones. Aunque el trabajo en si le gusta, no le supone ningun reto. Tras un fracaso amoroso y cansado de su vida, le proponen ser el jefe de seguridad informatica de uno de los complejos hoteleros mas importante de Las Vegas.
    Un viaje a la Ciudad de la lujuria y la diversion, un hotel donde ocurren robos, sistemas que fallan. y una directora del complejo un tanto especial. Todo ello, le llevara hacia una investigacion que le traera mas de un dolor de cabeza.
    Accion, humor, erotismo y amor se entremezclan en una historia que no te dejara indiferente. ?Te atreves a conocer su proximo destino?

  • El dilema de Elsa de Begona Gambin

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    Si te atreves a conocer la historia de Elsa y Adam experimentaras una amalgama de sentimientos que no te dejaran impasible.

  • El arte de ser normal de Lisa Williamson

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    Los invitados a mi fiesta estan cantando el Cumpleanos feliz. No suena muy bien. Mi hermana pequena, Livvy, apenas canta. Con solo once anos ya ha decidido que las fiestas de cumpleanos familiares son tragicamente vergonzosas, y deja que mama y papa continuen con el resto de la cancion. La aguda voz soprano de mama choca con el desafinado bajo de papa. Suena tan mal que Phil, nuestro perro, sale de su cesta y se escabulle a mitad de la actuacion algo asqueado. No lo culpo; todo es algo deprimente. Hasta los globos azules que mi padre ha estado hinchando toda la manana se ven palidos y tristes, especialmente los que tienen escrito con rotulador negro: <>. Ni siquiera estoy seguro de que todo este espectaculo que se esta desarrollando delante de mi pueda clasificarse como una fiesta. --!Pide un deseo! --me dice mi madre. Tiene la tarta inclinada para que no me de cuenta de que esta algo torcida. Pone <> en letras de glaseado rojo como la sangre. El <> de <> esta muy apretujado; seguramente se quedo sin espacio. Catorce velitas azules forman un circulo alrededor del borde de la tarta y gotean cera encima de la cobertura de crema. --!Date prisa! --me dice Livvy. Pero no dejare que me den prisa. Quiero hacer esta parte como toca. Me inclino hacia delante, me coloco el pelo detras de las orejas y cierro los ojos. Intento bloquear los chillidos de Livvy y las lisonjas de mi madre e ignorar a papa, que no deja de trastear con los ajustes de la camara, y de repente todos los sonidos parecen amortiguados y lejanos, como cuando sumerges la cabeza debajo del agua en la banera. Espero unos segundos antes de abrir los ojos y soplar todas las velas de un tiron. Todos aplauden. Mi padre abre un lanzador de confeti manual, pero ni siquiera se dispara, y cuando saca otro del paquete, mama ha abierto las cortinas y ha comenzado a quitar las velas de la tarta, y el momento ya ha pasado. --?Cual ha sido tu deseo? !Me apuesto lo que quieras a que ha sido algo estupido! --exclama Livvy de manera acusadora, enroscandose uno de sus rizos castanos con el dedo corazon. --No te lo puede decir, tontita, o no se cumplira --dice mama, llevandose la tarta a la cocina para cortarla. --Si --corroboro yo, sacandole la lengua a Livvy. Ella enseguida me saca la lengua a mi. --?Donde estan tus dos amigos? --me pregunta, poniendo enfasis en la palabra <>. --Ya te lo he dicho: Felix esta en Florida y Essie en el balneario Leamington. --Que lastima --dice Livvy con cero simpatia--. Papa, ?cuanta gente vino cuando celebre mis once anos? --Cuarenta y cinco. Todos con patines. Una absoluta carniceria --balbucea papa con tono serio, a la vez que saca la tarjeta de memoria de la camara y la introduce en la ranura de su portatil. En la primera foto que aparece en la pantalla salgo yo, sentado a la cabecera de la mesa con una chapa enorme que dice <> y un gorro puntiagudo de cartulina. Tengo los ojos semicerrados y la frente me brilla. --Papa --gimo--. ?Tienes que hacer eso ahora? --Solo corrijo los ojos rojos antes de enviarselas por correo electronico a tu abuela --dice, haciendo clic con el raton--. Esta destrozada por no haber podido venir. Eso no es verdad. La abuela juega al bridge todos los miercoles por la tarde y no se lo pierde por nadie, y menos por el nieto que menos le gusta. Livvy es su favorita. Pero bien pensado, Livvy es la favorita de todos. Mi madre tambien habia invitado a la tia Jane y al tio Trevor, y a mis primos Keira y Alfie. Pero esta manana Alfie desperto con unas manchas raras por todo el pecho que podrian ser de varicela, asi que tuvieron que disculparse, dejandonos a los cuatro solos para la <>. Mama regresa alsalon con la tarta cortada en porciones, y la pone sobre la mesa. --Mirad todas estas sobras --dice, frunciendo el ceno mientras inspecciona los montones de comida que hemos picoteado--. Vamos a tener suficientes hojaldres de salchicha y pasteles hasta Navidad. Solo espero tener suficiente film transparente para envolverlo todo. Genial. Una nevera llena de comida para recordarme lo increiblemente impopular que soy. Tras la tarta y la accion intensiva de envolver todo en papel film, vienen los regalos. De mama y papa recibo una nueva mochila para el instituto, el set de DVD de la serie completa de <> y un cheque regalo de 130 euros. Livvy me regala una caja de bombones Cadbury y una funda de color rojo brillante para mi iPhone. Luego todos nos sentamos en el sofa a ver una pelicula llamada Ponte en mi lugar. Trata de una madre y una hija que comen una galleta de la fortuna encantada y, entonces, intercambian sus cuerpos durante un dia. Por supuesto que todo el mundo aprende una valiosa leccion antes del inevitable final feliz, y por centesima vez este verano lamento mi incapacidad vital para seguir el argumento de una simpatica pelicula para adolescentes. Papa se queda dormido hacia la mitad de la pelicula y se pone a roncar con ganas. Esa noche no puedo dormir. Estoy despierto tanto tiempo que mis ojos se acostumbran a la oscuridad y puedo distinguir los bordes de los posteres en las paredes y la pequena sombra de un mosquito volando de aqui para alla por el techo. Tengo catorce anos y se me esta acabando el tiempo. 3 Es el ultimo viernes de las vacaciones de verano. El lunes vuelvo al colegio. He tenido catorce anos durante exactamente nueve dias. Estoy acostado en elsofa con las cortinas cerradas. Mama y papa estan en el trabajo. Livvy esta en casa de su mejor amiga, Cressy. Estoy viendo un episodio repetido de <> mientras un paquete de galletas de chocolate hace equilibrios sobre mi barriga. Tyra Banks acaba de decirle a Ashley que no sera la proxima top model de America. Ashley llora a lagrima viva y todas las demas chicas la abrazan, aunque han pasado todo el capitulo hablando de lo mucho que odiaban a Ashley y que querian que abandonara el programa. La casa de <> es de lo mas cruel. Las lagrimas de Ashley son interrumpidas por el sonido de una llave en la puerta de entrada. Me siento y con mucho cuidado pongo el paquete de galletas en la mesita de centro que hay a mi lado. --David, ya he llegado --grita mama. Ha regresado temprano de su reunion. Frunzo el ceno mientras oigo como se quita los zapatos y tira las llaves con gran estruendo en el platillo que hay cerca de la puerta. Rapidamente cojo la manta de ganchillo que tengo a los pies, la subo para taparme el cuerpo y me la meto debajo de la barbilla, poniendome en posicion justo antes de que mama entre en elsalon. Ella pone mala cara de inmediato. --?Que? --pregunto, mientras me limpio las migas de galletas de la boca. --A lo mejor te gustaria abrir las cortinas, David --me sugiere con las manos en las caderas. --Pero entonces no podre ver bien la pantalla. Ella me ignora y se dirige directamente hacia la ventana y abre las cortinas. La luz del sol de ultima hora de la tarde inunda la habitacion y hace que el aire se vea polvoriento. Yo me retuerzo en elsofa y me protejo los ojos. --Por Dios, David --dice mama--. No eres un vampiro. --Puede que lo sea --murmuro entre dientes.

  • Solo tuyo para siempre y contigo (La fuerza de amar 3) de Barbara Crespo

    https://gigalibros.com/solo-tuyo-para-siempre-y-contigo-la-fuerza-de-amar-3.html

    Cuando Sindy desaparecio, Ian quedo devastado, nunca habria imaginado que tras haberla elegido, ella le abandonaria. Durante mucho tiempo, se ha dedicado a buscarla, pero como si la tierra se la hubiera tragado… no consigue encontrarla.

  • La heredera 2 de Jana Westwood

    https://gigalibros.com/la-heredera-2.html

    Septiembre de 1860. Sunset Bayou, Oakville.

  • El don de la batalla de Morgan Rice

    https://gigalibros.com/el-don-de-la-batalla.html

    Thor se enfrenta con su mayor y ultimo reto, al adentrarse mas en la Tierra de Sangre en un intento por rescatar a Guwayne. Al encontrarse con enemigos mas poderosos de lo que jamas hubiera pensado, Thor pronto se da cuenta de que se enfrenta a un ejercito de tinieblas, para el que sus poderes no estan preparados. Cuando descubre que un objeto sagrado puede otorgarle los poderes que necesita -un objeto que se ha mantenido en secreto durante mucho tiempo- debe embarcarse en una mision final para recuperarlo antes de que sea demasiado tarde, con el destino del Anillo en una balanza.

  • Con las Manos en la Masa de Lexy Timms

    https://gigalibros.com/con-las-manos-en-la-masa.html

    !La autora de Best Sellers del USA Today, Lexy Timms te trae una sexy y dulce novela romantica que te tendra apoyando a la mas debil todo el tiempo!