• anais valcarcel libros - Anais Valcarcel

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  • Anaïs Valcárcel: Libros - Amazon.es

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    1-16 de 23 resultados para "Anaïs Valcárcel" ; Esposa de Papel · Anaïs Valcárcel y AJ García · 15 agosto 2016 ; ENMUDECIENDO AL CORAZON · S.M. Afonso y Anaïs ...

  • Anaïs Valcárcel: Libros - Amazon.es

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    anais valcarcel libros ; Esposa de Papel. 0,99 · 2016-08-15T13:48:36.000Z ; ENMUDECIENDO AL CORAZON. 2,99 · 2021-04-04T09:15:14.936-00:00 ; Siempre Fiel. 2,99 · 2019- ...

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  • Estar junto a ti - Libros De Mario

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  • El amor justifica los medios by Anaïs Valcárcel - Goodreads

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    24 nov 2021 — El amor justifica los medios book. Read 3 reviews from the world's largest community for readers.

  • Anaïs Valcárcel archivos - LectuEpubGratis

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    Autor: Anaïs Valcárcel · 34 Dulces días para decirte que te quiero (Park Side Winter Resort 2) | Anaïs Valcárcel & S.M. Afonso · 12 Nevadas para decirte que jamás ...

  • 12 Nevadas para decirte que jamás te olvidé de Anaïs ...

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    25 nov 2021 — Libros A Descargar Gratis. 12 Nevadas para decirte que jamás te olvidé de Anaïs Valcárcel y S.M. Afonso pdf ...

  • Anaïs Valcárcel & S.M. Afonso - Facebook

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    ANAïS VALCÁRCEL Autora peruana, nacida en Tacna un 23 de setiembre de. ... De la misma forma, sé que nuestros libros se toman su tiempo para ser publicados, ...

  • Estar junto a ti (Los Visconti) - Anais Valcarcel - Debeleer.com

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    Escribió apresuradamente mientras el chat de Sandya Garci, su mejor amiga y única dueña de la propiedad intelectual del libro en debate, volvía a saltar. Casi ...

  • Secreto de Amor (Locura 2) de Virginia Camacho

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    Tess Warden sabe lo que es amar, entregarse por ese amor, construir una familia confiada en el... Y tambien sabe lo que es perderlo todo, enfrentarse al futuro con incertidumbres y miedo, con el alma rota y llena de cicatrices. ?Que harias si un dia el amor que perdiste toca de nuevo a tu puerta? ?Arriesgarias todo de nuevo, o el miedo te haria quedarte donde estas? El destino ha decidido enredarlo todo de nuevo, de maneras inesperadas, para darle a esta mujer que lucha cada dia un pequeno solaz.

  • El poder del fuego (Cazadores de brujas 3) de Ada Cruz

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    La reina del Aquelarre oscuro los ato a ella extrayendo su energia, y ahora, ellos, cazadores inmortales, buscan destruir la brujeria y todos cuantos la practican, pero el asunto no es tan simple como ellos creen.
    Arnau perdio lo que mas queria a manos del Aquelarre Oscuro y vivio un infierno de inmortalidad atandose a sus recuerdos, pero el destino le da una nueva oportunidad para resolverlo y recuper todo.
    Mina, la hija heredera de la reina del Aquelarre Oscuro debe atrapar y llevar a Arnau hasta su madre, pero en el juego del gato y el raton nunca se sabe quien es el cazador y quien la presa, y en este proceso todo puede ocurrir, incluso que se enamore de su enemigo.
    La trama de los cazadores de brujas continua mostrando las peculiaridades del Aquelarre Oscuro desde los ojos de Mina, la hija heredera de la reina, y reflejando el juego de poder que los brujos llevan realizando desde hace siglos, alimentados por odios ancestrales y rivalidades.
    Es el tercer libro de los Cazadores de brujas. Los anteriores: El Inquisidor Negro, y La ira de la tierra, tambien los puedes descargar en Amazon.

  • @daniela: No voy a seguir las reglas del juego, Susana Rubio Girona de Susana Rubio Girona

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    Daniela es una joven periodista desenfada, descarada y poco amiga de las relaciones formales hasta que conoce a Bruno… y entonces su mundo empieza a tambalearse…

  • El destino de Michael (Security Ward 8) de N. Q. Palm

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    Tel Aviv es la ciudad que lo vincula a su familia y en la que paso largas temporadas, a pesar de no estar pasando por su mejor momento, Michael se alegra de volver. Aunque sea para una mision en la que su equipo debera desenmascarar a varios terroristas.Cuando la unidad de Security Ward aterriza en Israel, es el el que debe dar la cara e involucrarse hasta el cuello debido a su conocimiento de la ciudad y del idioma.

  • Una Esposa Inconveniente (Novias Del Oeste 4) de Amaya Evans

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    Adalind Hamond, es una chica timida, encerrada en si misma, que llego a casa de Ellie y Phillip, por un milagro. La encontraron casi muriendo debajo de un arbol en sus tierras. Cuando el vio a la muchacha, la llevo enseguida a casa y junto con su esposa Ellie, trato de ayudarla, curar sus heridas y poco a poco la chica se recupero, pero casi no hablaba porque segun el medico, estaba muy traumatizada a causa de la muerte de sus padres en manos de comancheros. Ella logro escapar y fue por eso que se salvo de terminar como la mayoria de los ninos, violada o vendida en un burdel en el mejor de los casos. El tiempo pasa y ella crece para convertirse en una hermosa mujer. Mientras vive con Ellie y Phillip conoce a su amor platonico, Derek Sutton, al cual ve como un principe azul. En silencio se enamora de el y suena con ser su esposa algun dia. El problema es que Derek es un mujeriego consumado y cuando se entera de eso, le dice que solo la ve como una nina, rompiendo asi su corazon.

  • Encuentro de almas 1. Por Clara de Sonia R. Salvante

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    El Pilar, un pueblo en el que todos se conocen, es el lugar que vera crecer un amor.
    O dos.
    Clara habria sido feliz si hubiese nacido uno o dos siglos atras. Romantica, dulce y timida, su familia lo es todo para ella. Quiza por eso su mayor sueno sea crear una propia.
    Y con el.
    Chema es una persona sencilla que solo aspira a una vida normal. Seguro de si mismo, sabe lo que quiere y va a por ello. Claro que siempre ha tenido una vida relativamente facil, en la que nunca ha conocido el amor ni la desesperacion.
    Hasta que se fijo en ella.
    Y luego esta Laura. Divertida, directa e impulsiva... Su caracter explosivo esconde un enorme corazon y unas ideas inamovibles. Ser independiente, vivir en una gran ciudad y dedicarse a su gran pasion: la decoracion.
    Tres jovenes con suenos, tres almas entrelazadas y un destino que los atropellara.
    Amor, risas, respeto, fidelidad, deseo, pasion y dolor. Y, entre todo ello, la busqueda del perdon. A uno mismo, tal vez el mas dificil.
    Porque la lealtad y el corazon no siempre siguen las mismas normas. Porque uno no elige a quien amar, a quien desear, a quien perder. Porque, a veces, simplemente, algo superior decide por nosotros.

  • El color de los angeles de Eva Diaz Perez

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    Un dia de enero de 1682 Bartolome Esteban Murillo cae desde el andamio en elque pinta un cuadro. Obligado al reposo, se refugia en el recuerdo de su vida remontandose a su ninez y adolescencia en la aun poderosa Sevilla, ciudad que poco a poco entrara en su decadencia, asolada por las riadas del Guadalquivir o por epidemias como la de la peste en la que el pintor pierde a tres de sus hijos. Una Sevilla devota y lujuriosa, que se disfraza de la falsa alegoria de su glorioso pasado.
    Murillo, pintor de Inmaculadas, santos y milagros, tambien sera el favorito de acaudalados mercaderes y aristocratas caprichosos. El mejor pintor de angeles que se vera envuelto en un turbio asunto que descubre el lado lubrico y secreto de una Sevilla contradictoria.

  • La Amiga Estupenda (Dos amigas 1) de Elena Ferrante

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    Una joya de la literatura contemporanea que ya ha fascinado a mas de 5,5 millones de lectores en 42 paises.

  • Pellizcos On the road (2 relatos) de Lara Rivendel

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    Extranos en un AVE – Lara Rivendel
    Valme y su marido suben al AVE en la estacion de Atocha con destino a Zaragoza. Agobiada por los problemas del dia a dia, cuando ocupa su asiento en una mesa para cuatro cree que al fin va a poder relajarse un rato, pero cuando su mirada se cruza con la de su vecino de mesa, sabe que eso va a ser imposible: el pasado la esta mirando a los ojos.

  • Mi mocosa favorita de Atenea Stones

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    Isabella llega a la universidad con la esperanza de poder dejar atras su antigua vida. No pretende ser feliz, mucho menos llegar a enamorarse, ella no cree en eso despues de ver como los hombres han jugado con su hermana y su madre.
    Connor, espera que este ano sea diferente, mas recuperado de la muerte de su madre. Le rompieron el corazon cuando era un crio y ahora solo ve en las mujeres una distraccion, y asi les hace saber que con el no podran llegar a nada mas.

  • La cocinera de Himmler de Franz-olivier Giesbert

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    La historia atroz del siglo XX vista a traves de un personaje rebelde, divertido y picaro que nos devuelve la esperanza en la humanidad, una cocinera centenaria cuyos ingredientes para la felicidad son: el humor, el deseo sexual y las ansias de venganza.

  • El dia y la noche de Agatha Allen

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  • No mires atras (Inspector Sejer 2) de Karin Fossum

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    Segundo caso del inspector Sejer: un nuevo y misterioso caso que resolver.

  • Chocolate en tiempos de Guerra de Miriam Najm

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    Hamburgo 1939
    Adella Kinderman, una joven chocolatera suiza de origen judio, emprende la aventura de su vida al desafiar a las normas alemanas para trabajar en una pequena chocolateria que ira adquiriendo prestigio gracias a su don culinario.
    Dicha fama atraera la atencion de numerosos amantes del chocolate, entre ellos, Friedrich Kiessling, un oficial de las SS que no dudara en interesarse en ella desconociendo su verdadera identidad.
    Pasa el tiempo, avanza la guerra y florece la relacion entre el oficial y la chocolatera. Sin embargo, una serie de belicos sucesos complicara sus vidas y la confesion de Adella desencadenara una autentica lucha por destruir los prejuicios, el reconocimiento de la valia de las personas y la busqueda de la libertad.
    Mediante el chocolate, lazo de union entre Friedrich y Adella, ambos jovenes se encararan con los tiempos de guerra a fin de mostrar que no hay distinciones.
    Ella no es judia, es mujer.
    El no es nazi, es hombre.

  • El legado de Ava de Elena Fuentes Moreno

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    Es normal que me odies, yo lo hago todos y cada uno de los dias de mi existencia, pero debes comprender... cuando llegas al terrible momento, en el que la superficie de tu vida son las profundidades de la existencia que dejaste atras, ya solo te queda intentar comprender como has llegado hasta aqui. Me esforzare en explicarte mis decisiones, quizas para justificar ante mi misma lo que hice. Sera un vacuo intento de exonerar mi culpa, soy consciente. Ingrid, solo te pido que leas esta carta con detenimiento, ya que sera nuestro primer y ultimo momento de intimidad. Estoy sentada observando el Mediterraneo. Desde esta terraza se divisa gran parte de la ciudad y una linea perfila el mar. No se me ha ocurrido mejor lugar para terminar y despedirme. Rodeada de todas mis miserias... espero poder encontrar la fuerza que requiere hacerte llegar toda la verdad. Tengo que comenzar por relatarte la historia de tus abuelos maternos, hija. Ellos me avergonzaban, ahora lo veo con claridad. Sobre todo tu abuela, con su mirada reprobatoria, capaz de lanzar miles de silenciosos reproches que me estrangulaban el alma. Cuando tu naciste, me decia a mi misma que no tenia tiempo, que estaba demasiado ocupada y que era complicado mantener una relacion mas estrecha con ellos, pero era mentira. Los esquivaba adrede, incluso mucho antes. Siempre me he esforzado por mantenerlos alejados de mis cosas. Me incomodaba tenerlos delante, porque era como gritarme quien era yo en realidad, y eso es algo que odio profundamente, siempre lo he hecho. Es ironico que en estos momentos, cuando el final me sobrevuela, sea capaz de entenderlo todo con una nitidez tan abrumadora, es casi obsceno. Llevo toda la vida renegando de mis origenes y ahora van a terminar engullendome. Espero que seas parecida a ellos, seguramente asi seas mas feliz que yo: trabajadora, esforzada y resignada, todo lo que jamas sere. Lo supe en el momento en que naciste. Luchaste por sobrevivir dentro de mi cuerpo, lo conseguiste y creo que fue precisamente esa actitud la que provoco que fuera incapaz de quererte y exilio mi instinto maternal para siempre. Al nacer, llorabas incansablemente, reclamando lo que era tuyo y yo era incapaz de ofrecerte. Te convertiste en el recordatorio permanente de mi lado mas vacuo e ignorante, tu eras una luchadora y yo no. Voy a comenzar por el principio, por lo que se o recuerdo. Creo que para seguir adelante, debes saber de donde vienes. Las dos sabemos de sobra que tu no cometeras mis errores, pero no puedes evitar ser mi hija, por mucho que te duela... Tus abuelos Consuelo y Francisco, salieron de Utrera en 1939, alentados por una promesa de trabajo de un familiar que llevaba residiendo en Francia unos anos. En Espana las cosas no eran faciles. El pais estaba azotado por una profunda crisis, que habia perseguido como una sombra a la Guerra Civil. Mi padre trabajaba en un olivar, en jornadas interminables que transcurrian de sol a sol por una miseria, y mi madre era ama de casa, pero por sus venas corria sangre flamenca. Solia cantar cada vez que tenia ocasion y se habia granjeado cierta fama en el pueblo y sus alrededores. Supongo que, de haberse dado otras circunstancias, habria podido plantearse dedicarse a ello, pues habia sido agraciada con el don de la belleza y se movia con gracia y arte, pero lo tenia todo en contra: su familia era pobre y se acababa de casar con un hombre que todavia lo era mas, pero al que amaba y respetaba con toda su alma. Francisco era reacio a salir de Espana, su familia y amigos estaban aqui y adoraba su tierra, pero el amor por su mujer fue mucho mas fuerte a la hora de decidir. Consuelo sabia que seria dificil, pero deseaba con toda su alma formar una gran familia junto a su marido, y ansiaba un porvenir mejor para sus futuros hijos. Si se quedaban, tan solo podria ofrecerles pobreza, penurias y dificultades. Dejar su hogar les romperia el corazon, pero les abriria la puerta a la esperanza. El manana en su pais resultaba poco alentador y cualquier atisbo de un horizonte prometedor era atesorado concienzudamente en su mente. Mi madre nunca oculto su ambicion, creo que se desesperaba al verse a si misma: guapa, inteligente, llena de talento para comerse el mundo y sin embargo, condenada a una vida insustancial y precaria. La carta de su prima Lourdes, en la que anunciaba que los senores de la casa en la que servia, necesitaban mas personal, la hizo volar y llevar su imaginacion a cotas estratosfericas, a las que evidentemente tan solo podia llegar sonando. La marginacion, los desplantes y el durisimo trabajo, vendrian despues a darle una bofetada de realidad, bajarla de su nube y ponerla en su sitio. Mis padres se marcharon a Francia junto a una horda de espanoles exiliados. Emigraron junto a miles de almas procedentes de todos los estamentos sociales, lo que facilito que mi madre se formara una nueva perspectiva del mundo. Por suerte para ellos, en su punto de destino les aguardaba un trabajo y un hogar, eso suponia una gran diferencia con el resto. Ella nunca habia salido de la provincia de Sevilla, su universo empequenecido y sus humildes miras, se expandieron entonces, cambiandola radicalmente. Algo desperto en ella en ese viaje. A partir de entonces, jamas se resigno a volver a su insignificancia anterior. Llegaron a Nantes justo cuando la primavera eclosionaba y probablemente para Consuelo aquello constituyo una muestra de buen augurio. La fila de casas en la Isla de Feydeau a la que llegaron se le antojaron por aquel entonces, extraordinarios palacios consecutivos, que serian solo la antesala de una vida de lujo y fastuosidad a la que habia llegado para quedarse. Siempre me describio aquel momento con solemnidad. Tenia delante un mundo infinitamente superior en todos los sentidos al que habia dejado tras de si y cogiendole la mano, se encontraba el hombre al que amaba. Su corazon reboso orgullo y excitacion ante una perspectiva inmejorable. Nantes era conocida por su floreciente actividad industrial y su ferviente comercio portuario, que habian convertido a la ciudad a orillas del Loira en una de las mas importantes del occidente frances. Francia no se habia librado de la crisis economica y la recesion que asolaba Europa, pero el patriarca de la familia que los acogia, el armador Bruno Colville, si habia sabido sortearlas gracias a su astucia, su clarividencia para los negocios y un importante patrimonio familiar, que procedia del trafico de esclavos, con el que se enriquecieron sus antepasados. La familia Colville poseia una majestuosa casa en la isla de Feydeau. Construida en el siglo XVIII, la fachada de piedra caliza estaba adornada por vistosas balconadas y barandillas de hierro forjado. Al igual que sus vecinas era una edificacion imponente, que evocaba la clase y el poder adquisitivo de las familias burguesas que las habitaban. Bruno Colville se dedicaba por aquel entonces a la exportacion de madera, pero su gran instinto empresarial estaba agitado. El mundo se movia tumultuosamente: los alemanes se habian vuelto locos e intentaba predecir hacia donde les llevarian los acontecimientos que se avecinaban. En su circulo de amistades todos estaban preocupados por Hitler y no hablaban de otra cosa. Las demandas territoriales de aquel demente no traerian nada bueno. Austria y Checoslovaquia habian sido anexionadas a Alemania y todo parecia apuntar a que aquello no pararia ahi. El sabia que debia estar preparado. Reaccionar a tiempo era vital, y mas cuando se poseia un negocio de la envergadura del suyo. Cuando Bruno descendio aquella manana por la majestuosa escalera de su vivienda y vio por primera vez a mi madre, debio parecerle una exotica extranjera con la que fantasear y entretenerse alguna que otra noche. Es curioso como la gente con dinero y poder puede cambiar el destino de unos pobres desgraciados con tan solo una mirada. En ese instante comenzo a fraguarse mi existencia y supongo que tambien mi bajada a los infiernos. Siempre he pensado en la frase de Flaubert como un vaticinio "El futuro nos tortura y el pasado nos encadena. He ahi por que se nos escapa el presente". Consuelo y Francisco tuvieron que aprender frances a marchas forzadas, abrir sus mentes e interiorizar su nueva vida con rapidez, que nada tenia que ver con su existencia en Utrera, donde las cosas eran radicalmente diferentes, debian adaptarse.Sus maratonianas jornadas de intenso trabajo, comenzaron en el mismo instante en que sus pies traspasaron el umbral de la residencia Colville. Mi padre fue trasladado como operario a la naviera del senor. Tan solo disfrutaba de una noche a la semana junto a mi madre, que pasaba los dias trabajando en la cocina de la gran casa sin descanso.

  • Helena de Esparta de Loreta Minutilli

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    A Helena de Troya nadie le ha pedido nunca que cuente su version de la historia. Es esta.

  • Eres mi sueno de Dani Eliott

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    H July abia fantaseado con ese dia desde que era una nina. Me imaginaba usando un vestido de encaje blanco, con flores en la mano, y un carruaje tirado por caballos que me llevara a un castillo escoces donde mi hombre rico y poderoso me esperaba para hacerme su esposa. Pero, la realidad termino siendo una perra, y mis suenos se fueron a la mierda. El magnifico castillo fue reemplazado por un centro de convenciones, y el encantador vestido blanco que se suponia que debia fluir por millas, fue sustituido por una maldita baratija de poca tela. Al menos una cosa parecia estar en marcha. Me iba a casar con el hombre que amaba, rodeada de mis amigos y familia, y lista para comenzar mi nueva vida con un gran hombre a mi lado. En todas mis fantasias, sin embargo, habia una cosa que nunca imagine. Una persona en particular a quien nunca le hice lugar en mi sonada lista de invitados, y quien en ese momento se cernia sobre mi, con sus ojos negros como el carbon entre un rostro cubierto de pelo salvaje y marron chocolate. Chewbacca. Y no solo eso, era Chewbacca vestido con un esmoquin que, sorprendentemente, le quedaba muy bien. --?Mffmhmmm? --Um, lo siento. No hablo wookie --le respondi. Se encogio de hombros de una manera frustrada que, debo admitir, estaba un poco fuera del personaje. Parecia mas un mocoso adolescente de gran tamano, que un temible y poderoso wookie. --!Mffmmhmm! --repitio. Decidi que eso era suficiente. --Cory, por mucho que admiro tu dedicacion a la autenticidad, vas a tener que quitarte eso si quieres que escuche una sola palabra de lo que dices. Agito la cabeza por un momento, como si tratara de sopesar los pros y los contras de la ruptura del personaje. Finalmente, levanto sus grandes manos peludas y se quito la mascara, mostrando una cara regordeta, con su cabello tipicamente desgrenado y despeinado pegado a su frente sudorosa. Respiro profundamente unas cuantas veces, como si acabara de salir de un sauna y necesitara desesperadamente llevar algo de aire no estancado a sus pulmones. --Lo siento. El disfraz es muy caluroso. --Lo entiendo. Esa cosa tiene que ser como un horno. Un horno cubierto de pelo, si es que es algo real. --?Crees que esto es pelo real? --pregunto, tirando de un punado de su antebrazo--. Ni siquiera se si lo es. Pero me mantengo alejado de las velas porque estoy bastante seguro de que de lo que sea que este hecho este disfraz, se consumira como papel de seda si me acerco un poco al fuego. Mire por encima del hombro a la escena detras de el. Era una locura disfrazada. Los invitados a la boda estaban todos en modo cosplay, vestidos como sus personajes favoritos de fantasia y ciencia ficcion. Un remix techno de lo que parecia el tema de Battlestar Galactica. Una de las fiestas mas nerds que habia visto en mi vida. Pero no era solo una fiesta, sino una boda. Mi boda. Todo hecho segun las especificaciones de mi futuro esposo, y con muy poca participacion de mi parte. Una figura delgada se me acerco, una que reconoci de inmediato, incluso por el rabillo del ojo, como Loisa Weeks. Trabajadora social, rubia explosiva, una de mis mejores amigas y, dama de honor. Llevaba un largo y elegante vestido, con su cabello rubio atado en la parte posterior de su cabeza en una gruesa trenza que enmarcaba sus bonitos rasgos como un halo. --Cory --repuso ella, cruzando los brazos sobre su pecho e inclinando las caderas a un lado --. Mas te vale que estes aqui por algo bueno. Estamos preparando a esta hermosa chica, y estoy bastante segura de que da mala suerte que estes en su presencia. No pude evitar sonreir. Defenderme nunca habia sido un problema para mi, pero Loisa, siempre se aseguraba de erradicar los inconvenientes antes de que tuvieran la oportunidad de empezar. --Es cierto --la respuesta salio de mi boca sin pensarlo. La cara de Cory que ya estaba roja por el disfraz, incremento su rubor. --Lo se, lo se. Pero me preguntaba si alguna de ustedes habia visto a George. --?George? --pregunto Loisa--. ?George Salt? ?El novio? Me estremeci, como siempre, al escuchar el apellido de mi prometido. Claro que me emocionaba mucho la idea de casarme finalmente despues de treinta y dos largos anos, pero tomar su apellido era algo que provocaba una reaccion diferente. No es que hubiera nada malo con el nombre en si mismo, sino que una vez que se llevara a cabo toda la estrafalaria boda, seria conocida, hasta que la muerte nos separe, como la Sra. July Salt.--Si --respondio Cory, limpiandose el sudor de la frente con la parte posterior de su muneca --. No lo he visto en ninguna parte. Pense que podria estar pasando el rato con ustedes. --Los novios no "pasan el rato" con las damas de honor antes de una boda, George --refuto Loisa--. Eso es basicamente maldecir la boda. --!Tranquila! --alzo sus manos peludas--. Solo me aseguro de que todo este bien. Quiero decir, es un poco raro que el novio este desaparecido durante su boda, ?verdad? Te lo pregunto en serio, nunca he estado una de estas cosas antes. --?No lo has visto? --le pregunte--. ?Estas seguro de que no esta entre la multitud en algun lugar? Es una boda tematica de cosplay, despues de todo. Una donde me convertiria en la Sra. July Salt y que incluia al Chewie que tenia delante de mi en la lista de cosas que nunca pense que estarian presentes el dia de mi boda. No me malinterpretes, me encantan las cosas de geek. Ponme en el equipo de un concurso del pub y pasare a la categoria de ciencia ficcion como una Runabout de Star Trek atravesando el fuego del laser durante una batalla en la guerra de los Dominios. Por supuesto, todo eso fue un remanente de la escuela secundaria, y en ese entonces me gustaba pensar que habia hecho la transicion de "dolorosamente nerd" a "encantadoramente sexy". George por otro lado, no tanto. Cuando llegamos a la vida del otro diez anos despues de habernos visto por ultima vez en la secundaria, me di cuenta de inmediato que aunque yo habia cambiado, el todavia ondeaba su bandera geek en alto. Y no lo niego, senti cierta nostalgia. --George no lleva una mascara --aseguro Cory--. Esta vestido como Indiana Jones, ?recuerdas? Claro que lo recordaba. Habia visto el disfraz muchas veces. Incluso intente llevarlo a la cama en varias oportunidades. Y no quiero decir que quisiera dormir en el. Me refiero al otro tipo de "llevarlo a la cama". "Intentar" es la palabra clave. --?Y no lo viste afuera tampoco? --pregunte. --No. Por eso me parece que es algo raro, no se. --Esta bien --intervino Loisa, poniendo su mano en la puerta del camerino--. Vamos a tener la boda en una de las mayores convenciones de comics de la ciudad, no es sorprendente que se haya ido a alguna parte. Ahora, Cory, ?por que no regresas con el resto de los invitados y dejas de darle a la hermosa novia mas cosas de las que preocuparse? Cory parecia mas que un poco avergonzado, pero su expresion se desvanecio rapidamente cuando enfoco su mirada en Loisa. La mujer con la que habia intentado, inutilmente debo anadir, meterse en la cama durante el ultimo ano. --Claro, claro. Las dejo solas, senoritas. Por cierto, Loisa, me encanta tu cosplay de Zelda… me impresiona mucho tu originalidad. --!Ja, ja! --ladro ella--. Sabes, iba a cerrar la puerta suavemente, pero ahora… Con eso, cerro de un portazo. El gran Chewbacca con cabeza humana fue reemplazado por madera solida. --Dios mio --resoplo. --No se por que te molestas. El tiene razon acerca de tu cosplay, pareces de un millon de dolares --admiti, senalando en un rapido sube y baja su vestido purpura y dorado de Leyenda de Zelda. --Un millon de rupias, querras decir --me guino un ojo y sonrio. Me rei. --Buen punto. --?Estas lista? --pregunto Ceci, otra de mis damas de honor y mejor amiga desde el instituto. Estaba vestida de pies a cabeza con un ajustado mono blanco, rosa y azul, su version de D.Va de Overwatch. Era una toma exacta, lo que dejaba muy poco a la imaginacion. Pero ella tenia el cuerpo delgado y tonificado, ideal para tomar ese personaje. El cabello largo y castano, y unos bonitos toques de pintura rosa bajo sus ojos completaban perfectamente el look. --?Que fue todo eso? --pregunto Dyana, la tercera dama de honor. Dyana era una amiga de la Universidad, la primera amiga que hice cuando llegue a Los Angeles. Desde entonces, ambas eramos inseparables, y siempre estabamos juntas en las buenas y en las malas. Y a diferencia de muchos de los invitados en la boda, ella conocia todo sobre el mundo del cosplay. De hecho, no era una cosplayer cualquiera, sino una sensacion de Instagram con un numero de seguidores cercano al millon. Ninguna convencion de comics de la ciudad estaba completa sin que ella apareciera vestida con cualquier disfraz en el que hubiera trabajado duro. Y mi boda no seria una excepcion. Su Viuda Negra era perfecta, hasta en los ultimos detalles. Y su buena apariencia de estrella de cine me hizo pensar que Scarlett Johansson deberia empezar a cuidar su espalda. --Era Cory, preguntando por George --aclaro Loisa. --?Y que hay con eso? --pregunto Dyana mientras se dejaba caer en una de las sillas rellenas cercanas. --Dijo que no lo habia visto --le respondi. --Antes de intentar ofenderme con su comentario, por Dios --dijo Loisa, con una sonrisa de satisfaccion. Me rei. --Si. Antes de eso. --Hmm --murmuro Ceci, sacando su telefono y mostrando poco interes en el asunto. Me pare frente al espejo, dandole un vistazo a mi vestido. No se trataba de un tema especifico de cosplay, queria tener algo de autenticidad en todo el proceso, despues de todo. Pero era apretado, corto y los hombros acampanados le daban un aspecto de nave espacial. Sin embargo, debo admitir que las chicas hicieron un trabajo increiblemente bueno con mi apariencia. Mi cabello negro azabache, hasta los hombros, estaba peinado a la moda, y el azul alrededor de mis ojos me daba un aspecto fresco y futurista, como una especie de mujer del futuro. --?Ya revisaste el Instagram de George? --me pregunto Ceci, con los ojos todavia en su telefono. --No. Ahora mismo tengo otras cosas en mente que las redes sociales. Como tratar de olvidar el hecho de que mi nombre iba a ser July Salt, por ejemplo. Y tratando de ignorar el hecho de que por mucho que no queria admitirlo, en algun lugar del fondo de mi mente sabia que me estaba casando con George porque el estaba alli, y me lo habia pedido, porque queria estabilidad en mi vida y tenia mucho miedo de quedarme sola. No es que no estuviera emocionada. Yo amaba a George, claro, aunque fuera un idiota. Era dulce -a veces demasiado dulce- y tenia un buen trabajo como supervisor de administracion de sistemas para una empresa de ingenieria local. !Y me iba a casar con el! Como, realmente casarse, ?sabes? Claro, lo del cosplay era un poco extrano, pero divertido. --?Por que? ?Que pasa con su Instagram? --pregunto Dyana. --Nada. Pero, um, su publicacion mas reciente fue hace una hora. Y aqui, en la convencion. --?Que tiene eso de raro? --pregunte--. Quiero decir, es donde se celebra la boda. Loisa, evidentemente comprendiendo el hecho de que Ceci estaba pensando algo y no lo decia, se acerco y le quito el telefono de la mano. --?Quien es la chica? --?Eh? --me aleje del espejo y me apresure a su lado. En la pantalla estaba el Instagram de Ceci, su nombre de usuario @balthasardidnothingwrong, era una referencia que nunca habia entendido realmente. Por supuesto, estaba el hombre en persona, vestido como un Harrison Ford -no tan guapo-, y de pie en medio del caos de la convencion. Y justo a su lado habia una chica que parecia que acabara de salir de la secundaria. Apenas reconoci su cara, el resto de ella eran grandes tetas y caderas anchas envueltas en el traje de un personaje de Street Fighter pero del que no sabia el nombre, uno de los mas mal vestidos, por supuesto. El brazo de George estaba alrededor de su cintura de una manera que parecia demasiado cercana y comoda para un hombre que estaba a punto de casarse. Y la chica se inclinaba hacia el con una mirada sonadora en sus ojos. No tenia ni idea de lo que estaba pasando, pero no me gustaba. Ni en la parte superior de la foto, ni el pie de foto, ni en el punado de etiquetas hacia ningun tipo de referencia a una boda. Un detalle menor. --!Mierda! ?Es realmente ella? --pregunto Dyana sorprendida. --?Que? ?Sabes quien es? --inquiri. --Claro que si --saco su propio telefono y comenzo a buscar--. Es Enji Gray. Ella es una especie de leyenda en la escena del cosplay. Tiene un recuento de seguidores que me hace quedar en panales. Dyana me dio su telefono, y con total intensidad pase por las fotos de la chica, asimilando foto tras foto de ella en los mas minimos y escasos trajes de cosplay, ni uno solo de ellos dejaba nada a la imaginacion. --!Santas tetas! --exclame. Pase por las fotos, todas posando en diferentes convenciones con diferentes trajes. No estaba segura de cuales eran algunos de ellos, pero el hilo comun era mostrar de mas. En todos se las arreglaba para poner sus voluptuosas tetas a la vista. Despues de profundizar un poco mas, me detuve en una foto que casi me hacer dejar caer el maldito telefono. Era George, sentado en una mesa con la pequena senorita Enji, y con quien habia salido un par de meses atras. El paisaje detras de ellos no era otro que en la maldita Francia de Paris, la ciudad de las luces y la ciudad de lo que sea que estuviera pasando entre mi prometido y un par de tetas sonrientes con piernas. --?Que demonios? --pregunto Ceci--. ?Se conocen? --La fecha coincide con un viaje de negocios que me dijo que tenia en Austin --respondi, todavia tratando de entender lo que estaba viendo. --Soy una chica de Los Angeles --dijo Loisa--, pero eso no parece Austin para mi. --?Por que demonios mi prometido esta saliendo con una chica de cosplay a mis espaldas? Loisa me quito el telefono y miro las fotos. --Santas tetas, tienes razon --admitio. --?Donde esta George? --pregunte, con panico--. ?Donde esta? Mi cara se calento y mis dedos se enfriaron. No tenia ni idea de lo que estaba pasando, pero era algo que no me gustaba. --July, no te pongas nerviosa. Estoy segura de que esta aqui en alguna parte --insistio Ceci. Ni siquiera espere a que terminara su frase cuando ya tenia mi telefono en la mano y disparaba mensajes como la Annie Oakley de los SMS. Luego decidi ir mas lejos, llamando a George para llegar al fondo de las cosas.

  • Los huespedes de pago de Sarah Waters

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    Londres, 1922. La sociedad esta en pleno proceso de cambio y las consecuencias de la Primera Guerra Mundial siguen muy presentes. A Frances Wray la contienda le arrebato a sus dos hermanos, y ahora vive con su madre viuda en una mansion de una zona residencial a las afueras de Londres. Madre e hija, de clase alta, pasan apuros economicos, y, para aliviarlos, deciden alquilar parte de su residencia a unos huespedes de pago.

  • Los impostores de Pilar Romera

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    Barcelona, mayo de 1949. Albert, un joven que trabaja en una imprenta, es detenido por la Brigada Politico-Social y enviado a la temida comisaria de Via Layetana, acusado de colaborar con jovenes universitarios en la difusion de propaganda clandestina. Una visita secreta del general Franco a la Ciudad Condal lleva de cabeza a los mandos policiales, que dan ordenes de detener a los sospechosos habituales. El encuentro casual entre Dora, hermana de Albert, y un antiguo amante, desencadenara unas consecuencias que ninguno de los protagonistas podran controlar. Unos acontecimientos ocurridos en el campo de Argeles diez anos antes volveran para pasarles cuentas.

  • El cielo de piedra (La Tierra Fragmentada 3) de N.k. Jemisin

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  • Laila Winter y el corazon de las sombras de Barbara G. Rivero

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    Las sombras se extienden y amenazan con invadir cada rincon de Ialanthilian. Los tenebrii revelaran sus intenciones y sera necesaria la union de todos para hacerles frente. Laila tendra que dar lo mejor de si ante las adversidades que se interpondran en su camino para intentar salvar el mundo del mayor peligro de su historia. Ella y sus amigas conoceran traiciones, amistades rotas y amores imposibles, que pondran en riesgo todo aquello por lo que luchan. ?Dejara Maeve a un lado sus ambiciones por el bien comun? ?Recordara Jack el amor que sentia? ?Que ocurrira con Nia? Este libro cierra, con broche de oro, la mejor y mas exitosa saga de fantasia en espanol de los ultimos anos. Lo acontecido en los volumenes anteriores confluye, gracias a una fabulosa narrativa, en un desenlace trepidante que nos revelara al fin todos los secretos que aun permanecian ocultos.

  • El mundo amarillo de Albert Espinosa

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    Los <> esas personas que se situan entre el amor y la amistad, esas personas que dan sentido a nuestra vida.

  • Vino y Miel de Myriam Chirousse

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  • Donde Quieras de Zoe Hanley

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    ?Ana? ?Que pasa? ?Va todo bien? --respondi al movil automaticamente, apenas habia abierto un ojo para mirar la pantalla. --!!Feliz ano nuevo, hermanita!! --su grito termino de despertarme. --?Tienes resaca? --No, no. !Feliz ano, Anita! Estaba demasiado desorientada. Mire el despertador: las ocho. Apenas llevaba cuatro horas en la cama… y Sergio no estaba. Como siempre. Pero… ?cuando dormia? --?Que haces despierta tan pronto, Ana? --Todavia no me he acostado. Bueno, acostarme… me he acostado, pero sabes que me gusta despertarme en mi cama… --sutil como solo mi hermanita pequena sabia ser. --Bueno, me alegro de que hayas tenido una buena salida y entrada de ano… --no pude evitar hacer el chiste facil y la oi reirse al otro lado del auricular. --Ya, ya… seguro que la tuya tampoco ha estado nada mal. Con un novio con el tuyo, hasta yo me plantearia seriamente la monogamia. --No es mi novio. Solo es… ?Mi chico? ?Mi amante? ?Mi amigo… que se enfada cuando le llamo amigo? Era demasiado confuso. Mi Amo, lo unico que sabia y lo unico que no podia decir. --Eso, Clari, ?que es? --odiaba cuando mi hermana actuaba como la voz de mi conciencia. --No lo se. Y no me llames asi que sabes que no lo soporto. Solo no es mi novio y punto. --Veo que ni siquiera el ha conseguido quitarte el mal humor de por las mananas. Pero Clara, si estais viviendo juntos… --Solo me estoy quedando en su casa unos dias. --Ya, en una casa que ha buscado solo para estar cerca de ti. --Ana, eso no es asi exactamente. --Entonces ?como es? ?Como llamas a un chico con el que vives, que cambia de ciudad para estar contigo, que corre a presentarse a tu familia? Pero si solo le falto arrodillarse y pedirle tu mano a papa. --Ana, Sergio no… --?Por que estas tan cerrada? Hay algo que no me estas contando. ?Esta casado? --No, no esta casado --o al menos eso creia. Tampoco se lo habia preguntado directamente… --Es solo que no… no se lo que quiere. --?Que quieres decir? --Me confunde, mucho. --Por favor Clara, pareces nueva. Vale que has tenido novio desde hace ?cuantos? ?cien anos? y no estas acostumbrada a jugar. Pero tienes que echarle ovarios y dejarle las cosas claras. Tu pones las reglas. Lo importante aqui es lo que tu quieras. ?Que quieres tu? --Ana, no es tan facil… --Clara, ese chico esta loco por ti. ?Que mas tiene que hacer para que te des cuenta? No se lo que esta pasando pero si sigues su juego solo conseguiras que te haga dano. ?Quieres que te diga lo que va a pasar? Voy a leerte el futuro. Te vas a enamorar de el y despues, cuando tenga que volver a Alemania, ?que vas a hacer? Mi hermanita pequena dandome consejos amorosos, y lo peor era que, para no tener ni idea de lo que estaba hablando, estaba acertando de pleno… para un chico normal. Sin embargo, la simple idea de "echarle ovarios y dejarle las cosas claras" a Sergio, no podia menos que hacerme temblar. --Llamarte, al menos siempre podras contarme tu ultimo rollo. Ahora, cuentamelo todo sobre el chico de anoche – o – --Clara, ven aqui --me acerque a el y, en un solo movimiento, me sento encima de sus piernas y su mano derecha se perdio por debajo de mi camison de hilo blanco. --Quiero oirlo ahora --ni siquiera sabia a que se referia. Cerro el portatil y lo aparto descuidadamente a un lado. Despues de la desesperante aunque divertida conversacion con mi hermana, habia bajado a su despacho. No sabia el tiempo que podia llevar enfrascado en lo que estuviera trabajando pero, fuera lo que fuera, no habia terminado. Me habia prometido todo el dia para mi en cuanto acabara, y decidi que era el momento perfecto para dedicarme un poco de tiempo a mi misma. Me habia preparado un cappuccino y, mientras me deleitaba observando las gotas de lluvia caer en la terraza, me sente en la cama para devolver todas las llamadas perdidas y mensajes de familia y amigos felicitando el ano. La conversacion con mi madre habia sido la mas agotadora con diferencia. Cuando se ponia en modo interrogatorio era imposible, daba igual los anos de entrenamiento que llevara, ella siempre tendria mas horas de vuelo que yo. Y aun asi sus esfuerzos por sonsacarme cualquier detalle sobre como avanzaban las cosas con Sergio eran en vano, ni siquiera yo tenia respuestas. Tampoco era el momento para pensarlo. Del que no habia vuelto a tener noticias era de Killian. Me sentia muy mal por la forma en que habiamos terminado, pero me extranaba que no se hubiera puesto en contacto conmigo, al menos para pedirme perdon. Se me paso por la cabeza llamar a alguno de sus amigos para saber como estaba, pero descarte la idea inmediatamente. Estaba echada en la cama leyendo un libro en la tablet mientras escuchaba la playlist de Marlango, cuando me interrumpio una llamada perdida. Sergio. Y aunque no sabia lo que significaba, habia conseguido despertar mi curiosidad. No llegue a entrar en su despacho, solo me asome por la puerta. Estaba imponente en su sillon detras del escritorio, y mas, ataviado como estaba, solo con unos pantalones de pijama. --?Que deseas oir, mi Amo? Empezo a acariciarme y fue instantaneo, mi cuerpo se relajo sobre su pecho desnudo. Sentia su piel caliente en mi espalda, incluso en la mitad inferior cubierta por la fina tela del camison. Sus dedos se movian dulces alrededor de mi sexo, despertando el deseo muy lentamente. Respondi al segundo, humedeciendome para el. Mi cuerpo habia aprendido a reaccionar a su contacto exactamente como el queria en cada momento. --El otro dia, cuando salimos a comer, no contestaste mi pregunta. Quiero que lo hagas ahora. No voy a poder concentrarme hasta que lo oiga. Me quede blanca. Sabia perfectamente a que pregunta se referia. Me la habia hecho dos dias antes y albergaba la esperanza de que se le hubiera olvidado. Pero no lo habia hecho, y si no le habia importado esperar hasta ahora para repetirla, era porque sabia la respuesta. --Parece que necesitas que te refresque la memoria, preciosa. Silencio. --?Por que sigues aqui si sabes lo cruel que puedo llegar a ser? --un escalofrio me recorrio como la primera vez que me la hizo. Seguia muda. --Dejame que lo ponga con otras palabras, -- su nariz retiro el pelo de mi oreja, para que sus susurros no encontraran ningun obstaculo --?por que sigues a mi lado aun sabiendo que lo que te he hecho hasta ahora no es nada comparado con lo que puedo llegar a hacerte? Era como un depredador acechando a su presa. Sabia perfectamente lo que queria y no me iba a soltar hasta que lo obtuviera. Mi sexo se mojo aun mas de lo que estaba, y esta vez sabia que la culpa no era solo de sus dedos. --Contesta. Quiero oirlo ahora --repitio. --No lo se, mi Amo. --No. Lo sabes perfectamente. Sus labios se movian en mi hombro mientras su mano izquierda recorria la curva de mi escote, adentrandose timidamente solo para volver a salir. La piel de todo mi cuerpo se erizo. Se sonrio al comprobarlo. --Mi Amo… si lo sabes, ?por que quieres que lo diga? --Ya te lo dije, me encanta oirtelo y hoy te lo voy a sacar, aunque tenga que arrancarlo de tus labios. Me da igual lo que me cueste. Su mano izquierda avanzo por el escote del camison y abarco mi pecho derecho cubriendolo con su palma. Aparto la tela de su alrededor hasta dejar que asomara por encima. Despues repitio la operacion con el izquierdo. Temi por la fragil tela, adoraba ese camison, y sobre todo, como reaccionaba cada vez que me veia con el. Ignoro mis pezones, que se habian puesto duros como respuesta, y siguio recorriendome despacio. Su mano derecha, abajo, seguia rodeandome, evitandome. Sus dedos se desviaban por la parte inferior de mi vientre, mis ingles, o el perineo, causando que toda mi vagina se empapara por la anticipacion. Podia imaginarme su estrategia, dejarme con tantas ganas de el que estuviera dispuesta a cualquier cosa con tal de que me tocara. --?Piensas torturarme, mi Amo? --No, todo lo contrario, preciosa. Pienso darte tanto placer que no podras evitar gritarmelo. !Dios! Eso si era crear expectativas. Me inunde con sus palabras, porque tenia el convencimiento de que iba a pasar exactamente como el auguraba. Acabaria haciendo lo que el quisiera, no me cabia la menor duda. Solo podia retrasarlo, pero iba a disfrutar el proceso… De un manotazo, despejo el escritorio de papeles, que cayeron al suelo desordenados. Me levanto y me tendio sobre la mesa. Sus manos se colaron por debajo del camison, subiendo por mis caderas. Me agarro y me acerco deslizandome sobre la madera hasta chocar con su pelvis. Levante mi cabeza para reclamarle un beso, pero su mano en mi pecho me retuvo. Mi atencion se poso despues en el bulto que tiraba de la tela de sus pantalones, que se alzaba como un tronco robusto, largo y grueso. Solo adivinarla me hacia temblar. La necesitaba. Intente alcanzarla con mi pie, aunque sabia de antemano que no me lo iba a consentir.

  • Verdades y mentiras (Suaves petalos de amor 2) de Encarna Magin

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    Segunda entrega de la trilogia <> de Encarna Magin, iniciada con Sonrisas y lagrimas.

  • Amor en la Frontera (Western 2) de Lee Vincent

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    Amor en la Frontera 2

  • No puedes ser mi jefe de Dina Reed

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    Audrey entro en el despacho del senor Stone, en uno de los rascacielos mas elegantes de Midtown, a las ocho de la manana en punto, de un lunes de primeros de febrero, y saludo al joven que estaba mirando por el ventanal como no paraba de nevar. --!Buenos dias! --saludo Audrey, convencida de que ese joven no podia ser el senor Stone. Y es que, a pesar de que era un misterio todo lo que rodeaba a la figura de Duncan Stone, porque no concedia entrevistas, no habia publicada ni una sola foto suya y ni siquiera tenia perfil profesional en LinkedIn, Audrey suponia que ese hombre tendria unos sesenta anos y, en cualquier caso, jamas tendria la planta del tio que tenia delante. Porque era un joven de unos treinta anos, alto, moreno, con un cuerpazo espectacular, buen corte de pelo, abundante y liso, y una voz profunda que era como para derretirse ahi mismo. Pero Audrey no se derritio, porque no estaba ahi para eso... --!Buenos dias! !Menudo dia! ?Le ha costado mucho llegar? --pregunto el senor Stone sin despegar la vista del ventanal y con cierto desden. No en vano, esta era la octava asistente que iba a contratar en seis meses y estaba mas que harto. Desde que la senora Carter se habia jubilado no habia vuelto a encontrar a nadie que estuviera a su altura. De hecho, todas las asistentes que habian venido despues de ella, por desgracia, habian salido despavoridas a las pocas semanas de trabajo duro y muy intenso. El no sabia hacerlo de otra manera... Y suponia que con la chica que acababa de enviarle la agencia iba a pasarle lo mismo. Tanto era asi, que ni se habia molestado en ojear su curriculum, para que, si ya sabia lo que iba a suceder con ella. --He venido en metro --respondio Audrey a ese tio que no tenia ni idea de quien era. ?Tal vez el hijo del senor Stone? Porque el traje azul oscuro que llevaba, y que le quedaba perfecto, tenia pinta de ser carisimo. El caso fue que ese joven replico, sin demasiado entusiasmo, justo antes de darse la vuelta: --Es lo mas inteligente que se puede hacer estos dias. Nueva York cuando nieva es... Duncan no pudo acabar la frase, ya que en cuanto se giro y comprobo quien era la chica que tenia en frente se quedo atonito. --!No! --exclamo Audrey que estaba tan perpleja como el. Y es que no podia creerlo. Aquello no podia ser. Era imposible. Y Duncan estaba pensando otro tanto de lo mismo, porque la chica que tenia enfrente no podia ser ella. La mujer con la que habia pasado el mejor verano de su vida... --?Audrey? ?Tu eres la Audrey que me envia la agencia como asistente de direccion? Audrey se encogio de hombros, resoplo y luego asintio sin salir de su asombro: --Yo soy Audrey Lacer. Pero tu no puedes ser el senor Stone. O al menos, el senor que Stone que es dueno de la compania. Tu debes ser Duncan Stone, hijo; o el sobrino del senor Stone, o... Duncan sonrio divertido, pues se alegraba muchisimo de que Audrey estuviera de nuevo en su vida, y replico: --Soy el unico Duncan Stone, soy el dueno de la compania Dunfly. Audrey se quedo boquiabierta, puesto que no podia ser que el chico con el que habia pasado la mejor semana de su vida fuera a ser su maldito jefe: --No, o sea, no. Es que no me lo puedo creer. Duncan se cruzo de brazos y pregunto sin dejar de sonreir: --?Por que te cuesta tanto creer que la compania sea mia? Audrey sabia que era un chico listo, pero habia tantos chicos en Nueva York que estaban sirviendo mesas que replico: --Estaba convencida de que el senor Duncan tendria la edad de mi padre o mas. ?Como demonios puedes tener una compania de aviones privados con treinta anos? Duncan se quedo mirandola, con esa coleta tirante, un traje sastre marron, botines de tacon cuadrado y un bolso de lo mas anodino, y no pudo evitar preguntar: --?Y tu? ?Como has podido vestirte asi? Audrey le miro con el ceno fruncido y replico mosqueada: --?Asi como? --Como si fueras una chica aburrida, formal y gris. --Es un traje de corte recto, elegante y serio. Visto como se supone que tiene que hacerlo una asistente de direccion. Te recuerdo que esto no es Malibu. A Duncan se le encendio la mirada y se le fue la sangre a la entrepierna de solo escuchar la palabra Malibu. --Si esto fuera Malibu, ahora mismo estariamos follando contra esa pared --mascullo Duncan, sin dejar de mirarla. Audrey sintio que un calor subito se le subia hasta el rostro y repuso: --?Que? --Lo que paso entre nosotros fue muy intenso. Una atraccion salvaje. La mas bestia que he tenido en mi vida. Asi que si esto fuera Malibu... --Ya, pero no lo es --se apresuro a decir Audrey. --No. No lo es. Y ademas estoy prometido --dijo Duncan, clavando la mirada en la de ella. Audrey sintio un escalofrio extrano al notar la mirada de Duncan, trago saliva y replico forzando la sonrisa: --Eso es genial. Pero ?tu no eras el que no creias en el amor? Duncan, que no podia dejar de mirarla, sintio tambien algo extrano y unas ganas absurdas de volver a besarla. Pero no le dio la menor importancia y replico sonriendo tambien: --No me caso por amor. Me caso por placer y por negocios. Audrey levanto una ceja de pura perplejidad y repuso: --Lo del matrimonio por interes ?no es algo que esta pasadisimo de moda? --Yo no sigo las modas. Y ahora sientate, por favor, y echemos un vistazo a tu curriculum. Duncan le senalo la silla que estaba frente a el, Audrey se sento y el hizo lo mismo en su sillon giratorio de piel negra, moderno, funcional y elegante. --?Todavia no te ha dado tiempo a echarle un vistazo? Duncan abrio la carpeta donde estaba el curriculum de Audrey y respondio con la misma sinceridad que ella estaba gastando con el: --Las asistentes no me duran demasiado y pense que tu serias una mas. --?Que pasa que en la agencia te mandan a todas las incompetentes o es que tu eres un jefe tocapelotas que no hay Dios que te aguante? Duncan levanto la cabeza de la carpeta y se echo a reir, porque le encantaba como era esa chica. --?Ves? Tu ropa no tiene nada que ver con como eres. Una chica que no tiene pelos en la lengua jamas se pondria ese traje marron tan feo. ?De donde diablos lo has sacado? Audrey bufo, dio un manotazo al aire y replico tras fijarse en que Duncan seguia llevando en su muneca las pulseras de cuentas de madera que le habia comprado en un puesto callejero en Malibu: --!Que pesadito estas con mi traje! Y ahora responde: ?por que no aguantan las asistentes ni dos tardes? --No te pases, tampoco salen por piernas en cuanto me ven, pero si al cabo de unas semanas porque soy un jefe cabron, exigente, duro y si, muy tocapelotas. Audrey que no daba credito, porque la verdad era que le costaba creer que el surfero jodidamente divertido y sexy que habia conocido en Malibu fuera todo un senor don importante, replico: --Supongo que por ser como eres has logrado el exitazo que tienes con tu compania. --Trabajo muy duro, pero tambien he tenido suerte. --Me temo que en tu caso la suerte tiene que ver mucho con el talento tambien --observo Audrey. Y es que le habia conocido lo suficiente como para saber que era un tio muy talentoso, y no solo en la cama... --?Me estas haciendo la pelota, senorita Lacer? Por cierto, si supieras la de veces que me pregunte como te apellidarias... --Jajajaja. A mi tambien me despertaba mucha curiosidad saber cual seria tu nombre completo. Pero como decidimos que era mejor que lo nuestro fuera sin preguntas... Duncan sonrio de solo recordar otra vez aquellos dias tan felices y afirmo: --Y fue genial. Pero ahora que vas a ser mi asistente voy a tener que hacerte unas cuantas preguntas. Audrey sonrio de oreja a oreja y repuso: --Y yo a ti, senor Stone...

  • Entregarse a lo Prohibido (Entregarse 1) de Priscilla West

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    --?Ya te vas? Hice todo el esfuerzo que pude para no despertar a mi companera de apartamento mientras juntaba la pila de documentos del cliente que descansaba sobre la mesa de la habitacion del hotel. Riley Hewitt tenia sueno pesado, especialmente si habia salido y bebido la noche anterior, su pasatiempo de vacaciones preferido. Por eso me sorprendio cuando levanto la cabeza rubia rojiza de debajo de las sabanas. Aparentemente, no habia hecho el silencio suficiente. --Perdoname por despertarte. Me tengo que encontrar con Richard abajo en unos minutos, asi que solo estoy recogiendo las cosas. --La noche anterior habia estado leyendo cuidadosamente la estrategia de cliente con mi supervisor, Richard Hamm, en su habitacion del hotel, como si ya no la hubiesemos examinado decenas de veces la ultima semana. Cuando volvi a mi habitacion, examine nuevamente los materiales, memorizando cada detalle, reproduciendo mentalmente la secuencia de eventos que llevarian a conseguir este cliente para nuestra compania. Cerrar este trato significaria mucho para mi carrera: las empresas de gestion de patrimonios prestigiosas no tenian la costumbre de dejar que analistas con apenas tres anos de experiencia volaran a Ciudad del Cabo, Sudafrica, para captar clientes de mil millones de dolares. Habia sido solo gracias a una serie de acontecimientos afortunados --un grupo de empleados de alto rango que renuncio para comenzar su propia empresa, mi reciente ascenso y un encuentro casual con uno de los directores en la cafeteria-- que me encontraba en esta situacion. Decir que esto era algo grande seria subestimarlo. --No te preocupes. --Bostezo y se restrego un ojo sonoliento mientras hacia un ruido que sono como algo entre un gemido y un gorjeo--. De todos modos, me queria levantar. Desayunar algo, ir a ver algo de television extranjera. No todos los dias puedes ver a Abelardo hablando en afrikaans. ?Estas lista para la reunion? Dios, eso espero. Deberia estarlo despues de tanta practica y preparacion. Por suerte, las mariposas que revoloteaban en mi vientre me daban mas energia que la que una taza de cafe podria darme jamas. --Creo que estoy lista. Ademas, Richard es quien se encargara de la mayor parte de la conversacion. Tiene anos de experiencia en esto. Yo solo estoy como apoyo. Su sonrisa de victoria destello--: Y para ser el rostro bonito. Lo haras excelente, Srta. Egresada de Harvard. Le saque la lengua juguetonamente. Riley era de Staten Island y realizo los estudios superiores en NYU. Aunque ambas terminamos trabajando en el mundo de las finanzas, Riley era una contadora especializada en asuntos impositivos para corporaciones gracias a la orientacion de sus padres y, con frecuencia, me recordaba que su trabajo era mucho menos emocionante que el mio. Sin embargo, ella generaba muchas de sus emociones durante sus descansos. La puerta de su dormitorio que giraba permanentemente garantizaba que siempre tuviera una historia jugosa para contar en nuestras "noches de cita" de mojitos y comida mexicana semanales. Al observarla examinar un menu de servicio de habitacion reflexione por millonesima vez que tenia una suerte increible al tenerla en mi vida. Nos habiamos conocido en un seminario insensibilizador, al que nos enviaron del trabajo, sobre la Expansion de la Productividad Corporativa en la Facultad de Negocios Stern de la NYU, donde no aprendimos absolutamente nada acerca de como expandir la productividad corporativa y casi todo acerca de cada una durante un periodo de tres horas. Desde entonces, ella ha sido el yin de mi yang, la guerrera de fin de semana de mi bibliotecaria. Con frecuencia, bromeabamos acerca de enviarle a NYU una linda canasta con frutas en agradecimiento, aunque Riley siempre respondia: "los doscientos mil que deje alli para un titulo en Filosofia es suficiente agradecimiento". Aun asi, no podia suprimir la ola de alegria que me inundaba cada vez que pasaba frente a la imponente facultad de negocios de acero y vidrio mientras caminaba hacia el gimnasio; sabia que, sin Riley, mi estadia en Manhattan hubiese sido tan fria y solitaria como los anos en Harvard. Cuando le conte que iba a hacer un viaje de negocios a Ciudad del Cabo por una semana, insistio en usar sus vacaciones para acompanarme, para mi satisfaccion. Pasar el rato con ella en la playa seria mucho mas divertido que tomar sol sola o --que Dios no lo permita-- con Richard. Guarde el ultimo de los expedientes, cerre la mochila y me alise la blusa celeste y la falda de tubo negra. El atuendo habia sido meticulosamente combinado para mezclar profesionalismo y estilo. Formaba parte de la estrategia. --?Como me veo? --Te confiaria mis millones de dolares (si los tuviera). --Esperemos que el chico malo multimillonario Vincent Sorenson piense lo mismo. --Te he visto trabajar sin parar para esta reunion durante un mes. Estas mas que preparada, nena. De cualquier manera, esta noche nos vamos a divertir. No te olvides de eso. Por supuesto, una tarde y una noche completas de aventura con Riley: la dulce recompensa por despertarme condenadamente temprano para captar un cliente que, segun mis investigaciones, era muy dificil. Saludando con la mano, sali de la habitacion del hotel y baje por el ascensor hasta el vestibulo para encontrarme con Richard. Mientras daba un paso hacia las baldosas de marmol y los tacos golpeteaban, verifique la hora. Las 7:30 a. m. en punto. Habiamos acordado encontrarnos una hora antes de la reunion, para darnos tiempo suficiente para caminar las pocas cuadras que separaban el hotel del edificio de la oficina del cliente y repasar cualquier detalle de ultimo momento que hubiera surgido durante el sueno. Dios sabe lo que sone con este momento. Bueno, mas bien parecian pesadillas. Y por alguna extrana razon, todas terminaban conmigo en ropa interior. Localice a Richard sentado sobre el borde de un comodo sillon, con los ojos pegados a su Blackberry. El traje de color gris pizarra y la corbata cerulea lo hacian parecer mas joven. Solo unos pocos mechones de canas revelaban que se acercaba a los cuarenta. --Buenos dias --lo salude. --?Ya desayunaste, Kristen? --me pregunto sin levantar la vista de su Blackberry. Aunque sus malos modales me habian irritado al principio, los ultimos seis meses que trabaje con el me habian ensenado a tener conversaciones enteras sin hacer contacto visual ni siquiera una vez. A menos, por supuesto, que el tema fuera el dinero. En ese caso, Richard era todo oidos. --Tome un jugo de naranja y comi una barra de granola, pero tomaria un cafe. --Pongamonos en marcha entonces. Podemos detenernos a tomar uno. --Tomo su maletin y lo segui al salir del hotel. Cuando nos marchamos del alero del area de valet, la vista del oceano a lo lejos me ayudo a calmar los nervios. Una brisa de manana temprano me despeinaba y el sol de mediados de junio resplandecia. Al tiempo que caminabamos tranquilamente por las calles transitadas de Ciudad del Cabo, disfrutaba de la vista, de los aromas y de los sonidos que no habia observado ayer por haber estado tan ocupada con la preparacion. Altos edificios corporativos que penetraban el cielo, bocinas de autos que sonaban, una mezcla eclectica de personas que viajaban al trabajo, un McDonald's aparentemente en cada esquina... de muchas maneras, me recordaba a Manhattan. Aun asi, la mezcla de colores brillantes, lenguas desconocidas y oleadas de surfistas con rastas que se dirigian hacia la playa para atrapar alguna ola matutina le daba a este lugar su encanto propio. En el camino, nos detuvimos a tomar un cafe y Richard aprovecho la oportunidad para repasar nuestra estrategia. --Cuando entremos al edificio, quiero que seas puras sonrisas, Kristen. Quiero verte los dientes en todo momento. Yo me encargare de la mayor parte de la conversacion, pero tu tambien juegas un papel importante. Puede que los clientes tengan mas dinero que algunos paises pero, primero y principalmente, son personas. Las personas tienen emociones. Los hombres, en particular, son debiles ante el encanto femenino. Tu los ablandas y yo los moldeo. --Solia decir este tipo de pendejadas diariamente, sin absolutamente nada de ironia. Es como si mi papel pudiera reemplazarse por un carton recortado con tetas. Genial. El cumplido con doble sentido de Richard me irrito, pero no me encontraba en una posicion como para estorbar. Aunque hubiera muchas mujeres en el mundo de las finanzas, las esferas mas altas consistian en clubes de hombres con sus propias reglas. No decia nada cuando Richard hacia esos comentarios sexistas, pero eso no significaba que fuera a comprometer mi integridad personal si alguna vez me sugeria que avanzara un poco mas que una sonrisa. Despues de haber estado tres anos en este negocio despiadado, muy pocas cosas podian conmocionarme. --Bien. Un enfoque impulsado por las emociones. --Use sus propias palabras para demostrarle que lo comprendia. Sonrio. --Yo lo llamo el Sistema Hermano. Segun mi experiencia, Vincent es Tipo B. Un aficionado, apasionado por las actividades recreativas, que en realidad no sabe bien como dirigir una compania pero que tuvo mucha suerte. Un CEO desenfrenado y que no se preocupa por los detalles pero que es bueno para delegar responsabilidades a sus vicepresidentes. Al tipo le encanta surfear y machacarsela. Tenia mis dudas acerca de su valoracion, pero me las reserve. Vincent habia comenzado como un surfista avido y fabrico una camara economica a prueba de agua que sujeto a su tabla de surf, lo que le permitia filmar sus logros. Pronto, la generacion de deportistas extremos de YouTube clamaba por una camara similar para sujetar a sus tablas de surf/cuerdas de puentismo/patinetas/paracaidas, y la compania que Vincent construyo de cero generaba miles de millones de ingresos. Mi investigacion habia pintado a Vincent Sorenson como una persona adicta al trabajo --su imperio se habia expandido e incluia un programa de television de deportes extremos, una linea de ropa y tablas de surf hechas a medida--, pero si Google Images pudiera opinar, diria que era un fanatico de la playa todo tatuado, con un bronceado oscuro y ojos con parpados pesados. Un vago con tatuajes y abdominales marcados. Richard continuo mientras cruzabamos la calle. --Estos tipos son bastante predecibles. Todas las demas empresas de gestion de patrimonios que se disputan su dinero se ven exactamente igual sobre el papel. Le hablaran acerca de coeficientes alfa, dividendos, fondos de cobertura, y el no lo va a entender. Queremos que nuestro enfoque destaque. Al demostrar tu interes en lo que a el le apasiona ganaras la mitad de la batalla. Observa, te apuesto a que vestira una camiseta, shorts y sandalias cuando nos reunamos con el. Mi sensibilidad a las suposiciones iniciales incorrectas se activo, pero no iba a discutir con Richard. Nuestra estrategia estaba establecida. Afortunadamente, la confianza de Richard ayudo a mitigar la constante sensacion de que todavia no estabamos preparados. Parecia la ansiedad por los examenes que senti durante toda la etapa de facultad, excepto que ahora fracasar significaba perder millones de dolares en lugar de perder algunos puntos en el promedio general. Cuando llegamos a destino, apenas reconoci la estructura de la torre de nuestra investigacion. --?Vincent es el propietario de este edificio? --No. La compania solamente alquila algunas oficinas en el vigesimo tercer piso para pequenas operaciones en el area. El viene aqui principalmente a surfear. Me asegure de fijarme la sonrisa antes de pasar por la puerta giratoria de la entrada. Luego de registrarnos, subimos por el ascensor hasta el piso de Vincent donde una recepcionista nos acompano hasta su oficina. --Solo golpeen --dijo antes de regresar a su puesto. --?Estas lista? --me pregunto Richard al acercar los nudillos a la puerta. Alli estabamos. Inspire profundamente y lo mire a los ojos: --Hagamoslo. Golpeo la puerta y escuche una voz claramente masculina que nos decia que entraramos. Elevando las comisuras de los labios para darle a mi sonrisa esa ventaja extra, segui a Richard que me guiaba hacia dentro. Mi sonrisa se desvanecio al ver al hombre que estaba sentado detras del escritorio. Se encontraba sereno y poseia un refinamiento masculino que era mas digno de un modelo de Calvin Klein que de un CEO de Fortune 500. Mientras miraba fijamente esos ojos marrones intensos, la nariz pronunciadamente grabada y la boca seductivamente tallada, ubicada en una estructura osea sin duda alguna disenada por un artesano experto, pense por un segundo que habiamos ingresado al estudio de una sesion fotografica. Pero no habia dudas de que este era Vincent Sorenson, en carne y hueso. Las horas que habia pasado analizando sus imagenes con la excusa de la investigacion no me habian preparado --no habrian podido prepararme-- para el real. En la foto mas actual que habia podido conseguir, se encontraba en el mar con el agua hasta la cintura y se acercaba a la orilla con una sonrisa radiante que hacia que se te detuviera el corazon, como si fuese algun tipo de dios sexual mistico ansioso por reclamar sus ofrendas. No resultaba dificil imaginarse a virgenes que se sacrificaban voluntariamente por el. Pero la foto se habia sacado hacia meses y en aquel entonces tenia el cabello rubio oscuro corto. Ahora caia enmarcandole los rasgos como un retrato listo para la exposicion en un museo. Por un instante, lo unico en lo que podia pensar era como se sentiria deslizar las manos por esos mechones sedosos. Mis pasos aminoraron la marcha para igualar el ritmo de la respiracion mientras lo observaba ponerse de pie con elegancia y rodear su gran escritorio de roble, para disminuir la distancia que nos separaba con una destreza sobria. Luego de estrechar la mano de Richard, se quedo de pie frente a mi. Frunciendo el entrecejo con mucha curiosidad, sus hermosos ojos se mantuvieron fijos en los mios, evaluando y analizando con astucia. Me senti extranamente vulnerable y expuesta bajo el peso de aquella mirada, como si estuviese sin ropa, desnuda ante el.

  • Las Juventudes Hitlerianas de Michael H. Kater

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    Eric Hobsbawn

  • 8 de Francisco Palacios

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  • Descubriendo A Lisa Kleypas (Todo Saldra Bien 2) de Veronica Mengual

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    El anuncio del estado de alarma por la COVID-19 habia pillado a Mayca en la cama. Sola, sin bateria en la tableta y con el unico cargador de la casa roido por el perro. La joven se asomo al balcon. La policia estaba apostada en su portal haciendo un control de identificacion. No podia saltarse la orden de confinamiento solo para ir a casa de su madre a por un cargador de repuesto, por mucho que la novela que tenia a medias la llamase a gritos. Reviso las estanterias. Sostuvo en su mano y desecho rapidamente las diez primeras lecturas. Los libros que alli habia eran todos teoricos, de cuando estudiaba derecho. Mayca siguio revisando y... !Un momento! ?Sucedio en otono? ?Ese que clase de libro era? ?Quien era Lisa Kleypas? Y lo mas importante, ?que diantres hacia un libro de... duques y ladies en su estanteria? La incertidumbre de tener un ejemplar de este tipo la hizo tener que sentarse en el sofa. Hacia tanto tiempo que no tenia un libro en sus manos, que la joven habia olvidado el olor tan caracteristico que desprendia un ejemplar fisico. Leer en la tableta era como mas cosmopolita, mas moderno, mas comodo y ordenado. La portada capto su atencion. Se veia tan romantica y encantadora... No. Ese tipo de libros no era para ella. Aparto el libro a un lado. Ya se imaginaba que esa tal Lisa Kleypas, la autora de Sucedio en otono, hablaria de tontos bailes, condes, duques o grandes senores arrogantes y muchachitas sin cerebro donde la unica ocupacion seria <> un marido. No. Definitivamente, no. Ese tipo de lecturas era el que le gustaba a su madre, y a buen seguro, por algun olvido de esta, ese curioso ejemplar habia acabado en su estanteria. !Ay! Pero es que la portada se veia tan ensonadora y romantica... Volvio a sostener el libro entre sus dedos. Lo acaricio con suavidad. Ese estilo historico no casaba para nada con su estilo de vida... Ella era una mujer moderna que hacia lo que se le antojaba con quien le daba la gana... Aun asi... Nunca sabria como, pero Mayca acabo devorando los primeros capitulos con un hambre feroz. El, un duque, apuesto, seguro de si mismo, arrogante y en ocasiones tonto. Ella, una senorita americana de buena familia a la que ni tan siquiera le gustaba el... hasta el primer beso, claro. <>, penso Mayca cuando llego a la primera escena de sexo... vaya, vaya con la puritana mujer que se las daba de santurrona... y, !oye!, esa tal Lisa describia de un modo muy elegante un acto tan excitante... !Anda! !Y encima el duque se ha atrevido a dejar a la muchacha con ganas de mas en medio de un jardin que parecia del Eden! ?Como seguiria aquello? Las paginas pasaron y pasaron. Mayca se sumergio en un mundo apasionante donde se imaginaba con un precioso vestido de encajes y sedas deslizando sus pies por un elegante salon de baile, donde una orquesta de camara tocaba en directo un dulce vals. Mayca sentia los brazos del duque sobre su cintura. Se veia admirando los labios de el al tiempo que pedia que la besara. Ese Marcus era magnifico, pero habia en esa dichosa historia otro en discordia que... !Buah! Ella se quedaria sin dudarlo con el vizconde de St. Vicent. Sin apice de dudas, porque Mayca se veia capaz de hacerlo entrar en vereda. La pobre Lillian, la protagonista de la novela, se veia de armas tomar, pero Mayca estaba tan segura de que la americana no podria trasformar a ese sinverguenza... que apostaria su fortuna. ?Apostar su fortuna? De donde venia esa afirmacion. Ciertamente la novela era contagiosa... La historia avanzo y Mayca simpatizo con la heroina. Lillian habia cogido una cogorza curiosa. Si, efectivamente, su madre tenia razon al decirle a Mayca que con el alcohol una debia tener especial atencion. !La de temeridades que habia cometido ella misma bajo los efectos de un cubata fresquito en pleno verano! Y si, tambien las disfruto al igual que estaba haciendo Lillian. Pero los pretendientes de Mayca resultaron ser, a diferencia del de la protagonista, unos sapos asquerosos, que si bien fisicamente estaban requetebuenos, a nivel emocional eran... !Mejor olvidarlos! ?Y ahora un secuestro? !Madre del amor hermoso! Esta novela que no queria leer tenia de todo. El perro ladro y saco a Mayca de la historia. Se habia hecho de noche y se resistia a dejar el libro sin saber que haria Marcus al respecto. El perro volvio a ladrar. Entonces Mayca dejo de lado el libro y se marcho en busca del collar del can para darle un corto paseo reglamentario. Mayca bajo y subio por la escalera a la velocidad de la luz, pensando en la suerte que tenia de que el ordenador no necesitase de un cargador, porque ella iba a meterse en internet a averiguar si Sucedio en otono formaba parte de una saga, tal y como sospechaba, y si el denominado lord St. Vicent tendria su propio libro, porque necesitaba conocer la historia de ese libertino encantador; y si Lisa Kleypas tenia mas libros como el que se moria por concluir... !Por Dios! Lo que se habia perdido hasta la fecha... Despues de comprobar que habia material para dar y vender con la conocida como saga de las Florero, Mayca retomo el libro con temor. Deseaba conocer el final de la historia, pero a la vez no queria que terminase la novela. Hacia mucho tiempo que algo como aquello no le sucedia. Ciertamente estaba agotada de haber leido sobre multimillonarios que se enamoraban de cenicientas. !Agotada, celosa y furiosa! Llamaron a la puerta y ella chillo con frustracion. Estaba en lo mejor del libro. El perro volvio a ladrar. Se puso de puntillas y miro por la mirilla. El corazon comenzo a bombear fuerte. La ultima temeridad cometida bajo la influencia del alcohol estaba en su puerta. No iba impecablemente vestido ni se presentaba a lomos de un blanco corcel, pero el condenado venia mas guapo que nunca y las rodillas de Mayca temblaron, como lo habian hecho las de Lillian cuando Marcus... !Dios santo! Una novela de epoca, mejor dicho, una novela de las de su madre, anclada en la epoca victoriana, habia conseguido que ella estuviera pensando en darse un revolcon en medio de un jardin. --Hola --saludo el cuando la tuvo delante. --Buenas noches, milord. --Mayca apreto los labios cuando lo vio a el estrechar el entrecejo. --?Como has dicho? --?Que quieres, Lucas? Estamos en confinamiento. No deberias estar aqui. --Sabia que habia sonado brusca, pero le daba igual. El mostro una pequena bolsa de viaje. --Tal vez sea osado por mi parte, pero me encantaria pasar el confinamiento contigo. <>, penso Mayca. Con lo agustito que estaba ella con su novela historica. Si su madre se enterase de que tenia pensamiento de comprar lasta el ultimo libro romantico historico que fuera similar al que estaba leyendo... --No creo que... --No sabia como terminar la frase. El chico estaba bien. Se habia divertido con el, pero no le apetecia nada tenerlo en su casa durante el confinamiento. Mayca lo observo. Esa mirada que el estaba poniendo... La verdad es que era guapo. Sus ojos verdes, su pelo corto moreno, su ancha espalda... Lucas bien podria ser un duque. --?Seguimos siendo amigos, Mayca? --El no estaba dispuesto a dar su brazo a torcer. --Quedo claro que lo de la otra noche fue un error que no habia tenido que suceder jamas. --La joven trago saliva. ?Eso que habia cruzado el rostro de el habia sido decepcion? !Imposible! Los dos estuvieron de acuerdo en que el alcohol fue el culpable de la alteracion en su relacion. Mayca y Lucas eran amigos. Muy buenos amigos, tan amigos que ella no queria empenar la relacion haciendo algo como lo que habian hecho hacia una semana. Estos dias lo habia evitado porque la situacion era incomoda a mas no poder. --No seria la primera vez que pasamos un fin de semana juntos, Mayca. Lo hemos hecho en multitud de ocasiones --menciono el, tenso como un edificio de cincuenta pisos. --Yo... --Mayca estaba dubitativa. Por un lado, queria que todo fuese igual a antes de aquella noche, pero por otra ambos sabian que todo habia cambiado. ?Por que lo tenian que haber complicado? Ciertamente haber roto con el sapo asqueroso de Tony fue un claro detonante para que ella se lanzase a los brazos de un buen samaritano. Si. Justamente asi era Lucas, un tierno respaldo sobre el que acurrucarse cuando algo iba mal.... Y, claro... tanto, tanto se habia acurrucado ella entre sus brazos, que al final sus labios se encontraron y los dos se metieron en el cuarto de bano de la discoteca para acabar dando paso a una lujuria salvaje y breve que los dejo saciados, pero a la vez avergonzados. Las sensaciones al recordar aquella sordida escena eran muy contradictoras. !Ella no queria estropear su amistad! --?Mayca? --El la devolvio a la tierra porque estaba tan inmersa en sus cavilaciones que se habia olvidado de que tenia que dejarlo entrar o echarlo. --Habia pensado en leer un rato. --Lo cual no era mentira--. Y luego acostarme. --Sus mejillas se tineron de rosa como lo habian hecho las de Lillian. Mayca maldijo interiormente al darse cuenta de que esa novela le habia influido mucho mas de lo que pensaba. ?Desde cuando tenia ella tendencia a ruborizarse al hacer mencion a una cama? ?Y por que estupido motivo imaginaba a Lucas tendido en la cama llamandola con un sutil movimiento de cabeza? Y lo peor de todo, ?por que diantres no paraba de imaginarlo como un noble enfundado en un traje elegante a lo Beau Brummell? --Fantastico. Yo hare la cena. --Lucas se hizo hueco y entro. Mayca tenia justo en la punta de la lengua una replica cuando el empezo a hablar--. No tengo bateria en el movil, Mayca, ?donde puedo cargarlo? --?Eso es un cargador Samsung? --pregunto ella mientras su corazon daba saltos de alegria. --Claro, ?ya no recuerdas ni la marca del movil que tantas veces me has robado porque el tuyo se quedo muerto? --El le sonrio de un modo que ella encontro adorable. !Un momento! ?Adorable? De donde venian estos pensamientos y palabras tan desconcertantes... !Maldita novela de epoca que habia calado en ella hasta extremos impensables! Mayca nego con la cabeza para sacar de sus pensamientos las escenas de Marcus y Lillian de su mente... en especial las eroticas, porque ese duque que la tenia conquistada comenzaba a tener la cara de Lucas en sus pensamientos y eso era demasiado peligroso. --?Mayca? ?Te encuentras bien? --Ese que se parecia al duque le habia puesto la mano sobre la frente--. ?No me digas que te has infectado con el bicho? --?Bi...cho? --balbuceo ella mientras se dejaba frotar la frente con la mano tierna de el, y contemplaba sus finos labios. --El coronavirus. --No, por supuesto que no estoy enferma. --Ella se enfado porque el habia roto la magia. ?Magia? Mayca volvio a negar. Tal vez estuviera enferma, pero la causa habia sido ese tonto libro de duques y damas. --?Mayca? --El se acerco mas a ella para inspeccionarla--. Estas muy rara... ?no sera por lo de...? --!No! --lo corto energica. No queria revivir aquello. Mayca se aparto de el. Por alguna extrana razon que no se atrevia a examinar, estar cerca de Lucas se estaba convirtiendo en un juego muy peligrosos. Su amistad era demasiado valiosa para ponerla en peligro. Los dos estuvieron de acuerdo despues de... de... de... !Si!, de aquello. Sus familias eran intimas y la sana fraternidad que los dos habian alimentado durante tantos anos, no era algo nimio para ponerlo en juego por una tonteria como un polvo rapido. --!Esta bien! --El alzo las manos en senal de rendicion. Lucas comprendia perfectamente que ese era un tema tabu. Decidio callar. --Dame el cargador, por favor. --Mayca se lo arrebato de las manos. El no opuso resistencia. Su amiga era muy temperamental y el estaba acostumbrado a dejar que se saliese con la suya. Sin embargo, habia una cuestion sobre la que tenia mucho que decir y Mayca no iba a conseguir que el se rindiese tan facilmente. Ella salio directa en busca de la tableta para darle corriente. Se sento de nuevo en el sofa cerca del enchufe y conecto el aparato. Amazon iba a recibir una visita y las novelas de la saga estarian en su poder en menos de lo que cantaba un gallo. Lucas la vio tan absorta que la dejo en paz. Dejo con cautela su bolsa de viaje en el suelo, porque si bien en la casa habia dos habitaciones, el se habia cansado de acostarse en la cama que ella le habia asignado cuando el se quedaba en su piso. Lucas se metio en la cocina dispuesto a preparar la cena. Abrio la nevera. Al menos la comida nunca faltaba en casa de Mayca. Seguro que su madre le habia hecho la compra. Para comer prepararia unos macarrones a la carbonara y habia traido una botella de vino dulce que se llamaba El Novio perfecto. No es que fuera algo sutil, pero... ?que tenia que perder a estas alturas? Mayca era dura de roer. Hacia siete dias y diez horas que al fin la habia tenido para el. Ella llevaba dos semanas muy tocada por la decepcion de su ultimo ligue. Lucas estaba a un paso de pedirle que se dieran un tiempo en su relacion como amigos porque habia llegado al limite de tolerancia ya. Eran muchos anos sabiendose enamorado hasta las trancas de ella, y no podia soportalo mas. Pero aquella noche todo cambio. La musica de la discoteca, un par de copas, un tema que la hizo bailar pegada a el y de pronto estuvo comiendole la boca como un descosido y apretandola contra su cuerpo. Fue agonico pero placentero. Torrido pero emocionante. La necesidad que sintieron ambos lo llevo a meterse en un cubiculo de mujeres. Mayca acabo pegada contra la pared mientras el peleaba con la correa de sus vaqueros para meterse dentro de ella. ?Preliminares? No hubo tiempo mas que de besarla en la boca para tragarse los gemidos de ella para hacer aquello un poco mas discreto. A Lucas le importaba muy poco que los oyesen follar. Si, aquello que hicieron no fue mas que aliviarse. El se quedo con ganas de mas, de hacerle el amor. Desnudarla, lamerla y hablarle al fin de sus sentimientos.

  • Seduciendo a Emma de Dylan Martins

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    Era un hombre de exito. Tenia todo lo que queria y mas. Y eso, en Manhattan, no era nada facil. Pero yo lo logre.
    Tenia todo… Menos a ella.
    Desde el dia en que la vi, supe que tenia que ser mia. No me lo puso facil, pero yo iba a desplegar todas mis armas de seduccion.
    El problema es que lo que en un principio solo vi como sexo, se convirtio en algo mas.
    El juego de la seduccion habia comenzado y yo estaba dispuesto a ganar

  • Mas Alla Del Abismo de Emanuela Riva

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    El viento habia comenzado a soplar imperterrito sobre las ramas, haciendolas temblar violentamente. La luna, casi en el apice de su plenitud, apenas iluminaba el mar, debido a una improvisada perturbacion que oscurecia el cielo. --Malos augurios --anuncio Joseph, el grumete de la nave Royal Harmony, con el gesto preocupado y mirando al cielo. No le gusto como estaba cambiando rapidamente el clima. Deseaba atracar lo antes posible en el puerto de la ciudad de Namnha. Las tormentas le daban un miedo terrible. En sus anos de servicio, siempre hubo viajado en aguas tranquilas. En verdad no queria experimentar una tormenta en aquel momento. Respiro hondo intentando tranquilizarse. Poco antes de la tormenta, el capitan habia advertido que llegarian en una hora. --Relajate, ya casi llegamos --dijo en voz alta para darse valor. En ese momento, un resplandor en las profundidades del oceano llamo su atencion. El olor salado se mezclaba con un regusto amargo, como a podrido, de algas en descomposicion. Se inclino mas aun sobre la proa, pero no vio nada anormal. Un escalofrio sin embargo lo hizo estremecer cuando escucho una cancion celestial que parecia expandirse en el aire. Provenia de las profundidades, estaba seguro de ello. Nunca en toda su vida habia escuchado una voz tan sublime, irresistible, seductora. Joseph comenzo a sudar frio. Contra toda logica, estaba excitado. ?Podria una voz, tan solo una voz, volverlo loco de deseo? Se pregunto mientras gritaba, manteniendo las manos apretadas sobre sus oidos. Aquella cancion estaba trasgrediendo su mente y alma. En seguida, la lluvia llego prepotente junto a una secuencia de truenos y relampagos que luchaban provocando una atmosfera mas oscura aun. Las olas aumentaron exponencialmente chocando contra la nave una y otra vez. Los ojos de Joseph se abrieron cuando perdio el equilibrio y termino tragado por las oscuras aguas. El impacto contra el agua helada le corto el aliento y su cuerpo fue blanco de multiples aguijones punzantes. Era el final, penso, incapaz de mover un solo musculo, hundiendose lentamente en agonia. Ahora, acabando sus fuerzas, vio una silueta que se acercaba. Intento abrir mas los parpados para ver mejor. Quedo con la boca abierta por el terror. Era un pez, pero parecia una muchacha solo desde la cabeza a la pelvis. La parte inferior era una sucesion de tentaculos que lo envolvieron por los costados, arrastrandolo hasta pocos centimetros a la cara de la criatura. Lo ultimo que vio Joseph antes de morir fue la sonrisa de la chica y un brillante caparazon colgando del cuello de la criatura. Pronto, sintio su ultimo latido. Capitulo I Cris estacionaba no lejos de la orilla del mar de la ciudad de Namnha, una ciudad muy soleada, cuyas olas eran la envidia de los centros turisticos costeros. Su mirada, como cada vez que escudrinaba las aguas verdes, limpidas y majestuosas, siempre era la misma, melancolica y fria como el hielo. Suspiro, apretando los punos por la frustracion. Otro maldito ano y luego finalmente volveria con su madre a las profundidades. Tambien extranaba terriblemente a sus amigos, excepto a Victor. Por culpa de el, seria castigado por su padre, el rey de los mares. Habia desobedecido sus reglas, yendo al continente, haciendose pasar por un ser humano comun con sus amigos tritones: Mack, Giveon y Victor. De ser descubiertos pondrian en peligro a toda la especie. Cris estaba fascinado con los humanos, por sus costumbres y habitos, pero sobre todo le encantaba divertirse con sus mujeres. Ellas mostraban un caracter completamente diferente a las sirenas que conocia. Tenia que ingeniarselas con mil trucos para llevarlas a la cama y cuando lo conseguia obtenia una gran satisfaccion para su ego de triton mujeriego. Victor los habia delatado para no meterse en lios, poniendo a Cris, Mack y Giveon en problemas. Sin embargo, solo Cris habia sido castigado de forma drastica y debia permanecer en tierra durante dos largos anos sin tener contacto con el mundo marino. Se le habia prohibido sumergirse en el mar y para evitarlo, se aseguraron de que ante el mas minimo contacto con el agua sufriria una fuerte descarga electrica. Por suerte su padre no le habia quitado el poder del viento. Cris cerro los ojos color aguamarina, inhalo el olor a sal en los pulmones y luego volvio a abrir los parpados muy lentamente. Arreglo su rebelde cabello color caramelo y se dispuso a ir a trabajar. Por una extrana broma del destino, habia encontrado trabajo como camarero en un restaurante a pocos metros de la playa. De otra manera, ?que otras tareas podia realizar? habia pensado con amargura. No sabia hacer otra cosa que servir comida y bebida a las mesas. A el no le importaba mucho, tambien porque su salario era decente y le bastaba para sobrevivir. --Llegas tarde muchacho. Date prisa, cambiate y ve inmediatamente a tomar los pedidos a las mesas --grito George, el dueno del restaurante con impaciencia. Era un hombre de unos cuarenta anos, con el pelo canoso y un abdomen abultado. --Si, lo se, lo se. Me pongo directamente a su servicio jefe --respondio Cris en tono de broma y con una sonrisa de sorna. Odiaba que le dieran ordenes. George lo miro, entrecerrando los ojos molesto: --Intenta ser menos fanfarron. No te despedire solo porque desde que te contrate hace un ano, la clientela femenina ha aumentado exponencialmente. Ante esas palabras, el ego de Cris se agrando. --Anos y anos de duro entrenamiento en el fondo del mar --dijo mientras se quitaba la camiseta para ponerse el polo verde oscuro con el nombre amarillo del restaurante. En ese momento, una docena de chicas aullaron excitadas al ver los esculpidos abdominales de Cris. Como respuesta movio los largos dedos entre su cabello sonriendo a las chicas y revelando unos dientes perfectos. Luego, sin ser visto, soplo ligeramente en direccion a una chica de pelo negro y una rafaga de viento la sacudio haciendo que su falda se levantara. El sonrio al pasar junto a la joven y la elogio por la ropa interior de encaje negro. Sonrojada de verguenza y con las manos aferradas a su falda, la chica le agradecio balbuceando. Antes de que Cris pudiera darle su numero de telefono, sono un ruido en el salon y se escucho a George reganando a Melanie. Cris suspiro poniendo una mano sobre su rostro. Melanie habia estado trabajando con ellos durante dos semanas, pero no acertaba una y ademas, tenia un caracter muy fragil, con lagrimas siempre dispuestas a correr por sus mejillas a la minima reprimenda. --Esta es ya la quinta vez en dos semanas que se te caen los pedidos de clientes de las manos. La proxima vez te despido --advirtio George severamente con la cara enrojecida mientras Melanie se echaba a llorar delante de todos. Vamos a rescatar a la damisela, penso Cris con los labios apretados en una sonrisa de goce, ya anticipando su triunfo. Cada vez que la consolaba, ella le ofrecia un trago en casa para pagarle y ofrecerle su fruta prohibida. A pocos pasos de Melanie, Cris se detuvo con los labios entreabiertos. Un intenso olor a sal lo remitio al extasis, nublando su vista por unos momentos mientras el corazon comenzo a latirle furiosamente en el pecho. Una hermosa joven se habia interpuesto entre ellos. Estaba emocionado porque nunca le habia sucedido oler el aroma de alguien asi. Ella tenia el pelo largo y rojo como el fuego, hasta la cintura, atado con una cinta verde. Sus ojos azules permanecian entreabiertos, brillando con impetu y sensualidad. En toda su vida marina nunca habia visto una criatura tan hermosa. Cuando la misteriosa chica hablo con Melanie, su garganta se seco y le hizo tragar varias veces. --Si puedo darte un consejo, nunca llores en presencia de un hombre. Nunca. ?Me entiendes? Melanie la miro algo asustada, pero inmediatamente despues asintio, secandose las lagrimas. Luego le dio las gracias llamandola Kirsten. Tiene un nombre, penso Cris, estirando el cuello de su camisa y sin poder respirar. Kirsten noto que la observaban y automaticamente levanto la cara hacia Cris. Tan pronto como sus ojos se encontraron, ella sintio un ligero temblor en todo su cuerpo, delgado y perfecto. Las mejillas comenzaron a arder involuntariamente y el corazon comenzo a latir desenfrenado. Era un joven realmente agradable, se dijo, pero al rato su mirada se volvio fria. --?Que miras con cara de pescado? --pregunto ella irritada. Cris se endurecio y cerro la boca aclarandose la garganta. Era la primera vez que no sabia que responder. Al ver que el muchacho quedaba alli atravesado y sin hablar, Kirsten tomo el pedido de un cliente y se dirigio a servir a unos caballeros. --Ehi Cris. Tu tambien te quedaste sin palabras al verla ?verdad? --murmuro Lucas dandole una palmada en el hombro a Cris que le sacudio trayendolo de vuelta al presente. --Esta trabajando aqui --dijo Cris. El colega lo miro asombrado por su extrano comportamiento. --Si, trabaja aqui Cris. Hace tres dias vino a hacer la entrevista y George la contrato. --No lo sabia. Realmente es una belleza. Lucas se rio brevemente diciendole que se limpiara las babas que le caian y que desafortunadamente para el, Kirsten estaba comprometida. A Cris no parecio preocuparle mucho. Queria tenerla a toda costa. Experimentaba una suerte de posesion primitiva con Kirsten y no lograba dominarlo. Pero si, habria hecho cualquier cosa para conseguirlo. Pero no sin antes poder calmar sus hormonas y apaciguar su miembro entre las piernas. Durante el turno no pudo concentrarse en nada, no dejaba de observar de reojo a Kirsten mientras servia a los clientes. Con cada mirada que ella le devolvia, conseguia en el que el tiempo se detuviera. Su vientre se retorcia y mas de una vez se vio obligado a cubrir sus partes nobles con el menu del restaurante y correr al bano. En mas de una ocasion se las arreglo para acercarse a ella, aprovechando que tenia pedidos en las mesas cercanas, pero cada vez que trataba de hablar con ella, la voz no le salia. Era realmente frustrante. Si continuaba asi, no iba a ser facil poseerla y hacerla suya. Solo quedaban cinco minutos hasta el final del turno, debia resistir. "Resiste Cris, tu puedes" decia tratando de convencerse, mirando su gesto estupefacto en el espejo del bano del personal. Nunca le habia pasado de excitarse tanto con una mujer sin poder intercambiar ni unas palabras. Estaba mal, se sentia sofocado. De repente, un intenso aroma a sal lo hizo temblar por unos momentos, como si una poderosa descarga electrica lo hubiera golpeado; la ereccion en sus pantalones aumento haciendolo jadear. Tenia imperiosamente que vaciarse o enloqueceria, pero antes de que pudiera hacerlo escucho golpear la puerta. --?Se puede? --Cris abrio los ojos como platos mientras con la mano sostenia el miembro erecto. Era Kirsten. --Diablos … --exclamo sin darse cuenta. --?Como? -- pregunto la chica al otro lado de la puerta con expresion confusa. --Si, no, esta ocupado. Salgo pronto. Abrio el grifo del agua rapidamente y se masturbo, pensando en ella. En ella, que estaba a unos pasos de el. Ella, que en tan solo un dia con su olor y su belleza lo habia dejado asi. No tenia otra opcion, era absolutamente impensable abrirle la puerta en esas condiciones. Cuanto le hubiera gustado agarrarla y poseerla hasta que gritara. Cuando salio del bano, la decepcion se marcaba en su cara. Frente a el, estaba su jefe algo furioso. --?Que demonios te pasa hoy, se puede saber? !Los ingresos en caja son pesimos y no atendiste a Tara lo mas minimo! --grito George que parecia volverse morado. Tara. Ahora que lo pensaba, le habia parecido verla a ultima hora de la tarde. Ella era una cliente habitual, una mujer de mediana edad, viuda y con dinero. Se habia encaprichado de Cris y el, todos los miercoles por la noche despues de las horas de trabajo, iba a la casa de la mujer y se prestaba para hacerla disfrutar en todas las variantes. Ese dia, sin embargo, la dama, al ver a Cris completamente ido por una estupida muchacha, se levanto de la mesa sin esperar la bebida e indignada regreso a su casa. El joven triton bostezo como respuesta, aparto la cabeza casualmente y se fue a buscar a Kirsten. George quedo atonito, apreto los punos convulsivamente y grito: --!Cris! No te despido porque desde que te contrate hace un ano ... Cris lo interrumpio concluyendo la frase: --… la clientela femenina ha aumentado exponencialmente --rio divertido, pero por dentro sintio un vacio, una extrana tristeza. Eran poco mas de las tres de la manana y Kirsten, despues de narrar la pesadilla recurrente en la que mataron sin piedad a su madre, Ursula, estaba en el bano, tumbada en el suelo en posicion fetal. Esta vez no era la arcada habitual, sino un dolor lacerante en las piernas. Cada punzada le producia un sollozo que la dejaba sin aliento. Tenia que resistir el dolor, tambien porque siempre supo que pasaria al usar la magia del caparazon para obtener aquellas malditas piernas humanas. Era la unica forma de encontrar al primogenito de Neptuno. No sabia que aspecto tendria el joven y nunca le importo, hasta el fatidico dia de luto. Solo sabia que Neptuno lo habia castigado enviandolo a tierra firme. Queria venganza. Ahora tenia piernas; las habia obtenido gracias al alma del marinero que con su caparazon habia absorbido, pero aun no encontraba al hijo del Dios de los Mares. Habia estado buscandolo durante un ano y empezaba a perder la esperanza. En aquel momento, la imagen de Cris surgio en su mente haciendola sonrojar y por un momento se olvido el dolor. Tal vez el … sacudio ligeramente la cabeza porque era imposible que el fuera el triton que estaba buscando tan desesperadamente. Demasiado estupido, incluso si su belleza era divina. Sin tiempo para nuevas conjeturas, los dolores aumentaron rapidamente causando pequenos hematomas. Kirsten ya no pudo contenerse y comenzo a llorar y gritar sufriendo aquel dolor tan intenso. Unos momentos despues, la puerta del bano se abrio de par en par. --Mierda, Kirsten. ?Por que no me dijiste que estabas empeorando? --Disculpame --dijo debilmente, con la boca manchada de sangre. Los dolores habian sido tan fuertes que se habia mordido la lengua varias veces. Poco antes de perder el conocimiento, pudo apenas levantar el rostro y cruzar la mirada verde esmeralda de los ojos preocupados de su inseparable amigo. Kirsten se desperto sobresaltada con la primera luz del amanecer y la mano presionada contra el pecho para tratar de calmar sus freneticos latidos. Las manos de Dan se posaron con delicadeza sobre la cara de la muchacha que pudo notar su calor y calmarse un poco. --Oye, no te preocupes. Estoy aqui contigo. !Sssh! se acabo, no te preocupes. --?Dan? --pregunto con voz entrecortada por el sollozo y las lagrimas. No podia ver, la vista estaba cargada de innumerables puntos amarillos que bailaban por todas partes. El confirmo que era Dan y la beso en la frente. En respuesta a su gesto, lo abrazo cerrando los ojos. Dan era toda su familia, todo lo que le quedaba. Sonrio tristemente sosteniendolo mas cerca de si. Fue el unico que no la excluyo. El unico en no temer a la hija de Ursula, la bruja que infundia terror en las profundidades. --Gracias --expreso ella. El la aparto un poco, sonriendo y levantandole la cara para admirarla. --?De que, si puedo saber? --dijo el burlandose. Ella lo miro con los parpados entreabiertos y su vision aun turbia. --Por todo. No estoy bromeando, sin ti, bueno, no se si podria haber continuado. Y perdona porque por mi culpa ahora estas en problemas con Neptuno y … Dan la interrumpio colocando un dedo sobre sus labios: --No tienes que agradecerme o disculparte Kirsten. Nunca me arrepenti de haberte seguido. Somos mas parecidos de lo que piensas. Mi odio por esta raza nacio incluso antes de que mataran a tu madre. Kirsten lo beso en la mejilla y lo abrazo afectuosamente, devolviendole el con mas enfasis y respirando su perfume. --Voy a preparar el desayuno. !Ah! Llamas a tu jefe para decirle que no vas a ir hoy. --Pero … --Nada de "peros", tienes que recuperarte --indico senalando los vendajes de sus piernas que le hubo practicado durante la noche mientras estaba desmayada. Afortunadamente, habian traido algunas algas Olij, que crecian solo a una profundidad de tres mil metros. Eran milagrosas para los dolores y contusiones. La chica se ruborizo al mirar sus piernas vendadas y le agradecio. Cuando vio a Dan y su cabellara negra como el azabache desaparecer tras la puerta de la habitacion, Kirsten suspiro. Nunca quiso meterle en problemas, pero el dano ya estaba hecho y ademas, ambos eran calificados como marginados. Ninguna criatura marina se habria acercado a ellos si hubieran vislumbrado la marca del tridente invertido grabada en sus munecas. Llamo a su jefe para decirle que faltaria aquel dia y antes de ir a desayunar, se quito las vendas y entro prontamente en la banera llena de agua con sal marina. Aquella manana Cris estaba muy agitado, las palmas de sus manos sudaban y se reia como un idiota. ?Pero que le estaba pasando? De hecho, ?que le estaba haciendo esa misteriosa chica? Por mucho que se preguntara, simplemente no podia encontrar respuesta. Oteo el mar con cierta melancolia, como hacia todos los santos dias antes de ir a trabajar. Cerro los ojos y trato de respirar el aroma de sal, algas y peces hasta la saciedad. Era aquel perfume llamado hogar. --?Quien lo hubiera dicho? No crei que echaras tanto en falta vivir con nosotros, pobres peces -- se burlaba Mack, sacudiendo con los dedos la arena de su grueso cabello rojo. --Tiene razon. Nadar todo el dia es un aburrimiento mortal --dijo Giveon sonriendo. Cris abrio los ojos de repente mostrandose incredulo por momentos. Despues su rostro se ilumino de alegria. --Chicos, ?que estan haciendo aqui? Que linda sorpresa. Dios, os extrane --dijo lanzandose para abrazarlos. --Oooh, tomalo con calma, amigo. Realmente nos extranaste, ?eh? --Mack se echo a reir a carcajadas, revolviendole el cabello, algo que Cris no le gustaba demasiado. El se alejo un poco mirandolo fruncido y arreglando su masa de rizos. --No, justo esto no lo extrane. ?Sabes cuanto tiempo me llevo arreglarlos? Giveon tomo la masa de rizos y los revolvio el tambien. --Oye, oye. No, no os he extranado. Para nada --dijo Cris tratando de alejarlos mientras los continuaba a reganar, pero terminaron echandose a reir todos juntos. Se sintio vivo de nuevo, feliz. Si, habia extranado a sus mejores amigos. --El castigo de nuestro padre no os basto si estais aqui --les recordo Cris, arrugando ligeramente la frente --algo me dice que vendra otro tiron de aletas. --Ah, no te preocupes por nuestro padre. Ya sabes como es --recordo Giveon. Mack puso su brazo alrededor del cuello de su amigo y lo acerco a el diciendole: --Recordemos que tampoco es un santo, !eh! El va y viene divirtiendose con las mujeres terrestres. De alguien habremos salido. Tal padre … tales hijos. Los tres tritones se miraron entre si echandose a reir hasta hacerles saltar las lagrimas. --Y ademas no podriamos perdernos el concierto en la noche de las estrellas fugaces. Estamos impacientes por escucharte cantar. Tienes la voz mas extraordinaria de todas en el abismo. Cris se sintio halagado e incluso un poco avergonzado por el cumplido de Giveon. --Y luego --concluyo Mack--, no podiamos dejarte con todas las chicas. Entre hermanos todo se comparte. Cris se cubrio el rostro sonriendo. Esos dos nunca cambiarian. --Gracias. ?Que haria yo sin vosotros?

  • La chica que cazaba estrellas fugaces de Anina Roma

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    Una novela romantica sobre la busqueda del amor verdadero que leeras en menos de dos horas.

  • Gloria de Eduardo Mendoza

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    Gloria y Ricky, Silvia y Coponius son dos matrimonios amigos y propietarios de una editorial. La ruptura de una de estas parejas implica la necesidad de encontrar un nuevo socio. Un camarero con una doble vida y un caballero rico y sin escrupulos son los demas personajes de esta obra, capaz de arrancar carcajadas y mover, al mismo tiempo, a una honda reflexion.

  • Una arruga en el tiempo de Madeleine L'engle

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    Fisica cuantica y romance adolescente en una alocada odisea espacial. Un clasico inclasificable de la literatura juvenil.
    Meg Murry, nuestra protagonista, tiene problemas para adaptarse en la escuela, es dificil adivinar que sus padres son cientificos. Papa desaparecio tiempo atras en extranas circunstancias, pero mama no ha perdido la esperanza de volver a verlo. Su hermano pequeno, Charles, es un nino prodigio; su mente posee una percepcion excepcional que le permite ver mas alla de las apariencias.Es esa habilidad la que les permitira encontrarse con las senoras Que, Cual y Quien, y descubrir que detras de ellas se esconde un increible secreto, "la arruga en el tiempo" que puede llevarlos a otros mundos. Justo lo necesario para emprender la busqueda de su padre perdido, ?no creen?En el espacio exterior no existe el aire, asi que respira hondo y preparate a viajar junto a Meg, Charlie y su amigo Calvin para averiguarlo.

  • La Chica de la ira y otros relatos de Sonia Molinero Martin

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    <>, penso. Y dio un trago tan largo que casi se ahoga. Todas las mananas lo mismo, el mismo proceso antes de salir de casa. Ducharse, vestirse, comer algo rapido, con desgana, coger sus cosas y antes de cruzar el umbral de la puerta, dar un buen trago de cualquiera de sus licores salvavidas. Estaba enfermo y en el mas recondito hueco de su miserable ser, lo sabia. Era un conocimiento antiguo, desgastado, sin ningun interes para el en la actualidad. Cuando llegaba a sentirlo, a sentirlo con profunda honestidad, sonreia cansado y convencido de que si lo intentaba de nuevo, volveria a fallar. Habian pasado ya tres anos desde su recaida y no habia noche que no lo pensara. Pero estaba harto de si mismo, de repetirse la misma historia una y otra vez, a cada vuelta en la cama, a cada pesadilla que le dejaba sudoroso y extasiado antes del amanecer. <> Y esos puntos suspensivos, le mantenian convencido de que efectivamente llegaria un dia en que tuviera los suficientes cojones como para beberse el miedo y pasar pagina. Casi todo el mundo tiene en la cabeza que lo normal es que un alcoholico tenga una vida precaria, dura, dificil y poco llevadera. Que viva en soledad, con problemas economicos o con la familia. Pero la realidad no es esa. Un hombre como Santiago lo tiene todo. Tiene fama, tiene una gran carrera, tiene una bella mujer e hijos, una gran casa y un coche a la altura de las circunstancias. Y por encima de todo tiene algo que le une a cualquier otra persona con su mismo problema. Tiene miedo. --!Marina! Soy yo. Ve preparando la documentacion para la reunion como te explique ayer. Avisa a los japoneses, ya estoy llegando --montado en su coche vuelve a dar un trago a la pequena petaca que lleva en uno de sus maletines. Despues, y como siempre, la pastilla que su buen amigo el Dr. Aguado le receto para el mal aliento. Aquella manana lluviosa no iba a ser menos, tenia que estar a tope para ofrecer su mejor version en la sala 36, repleta de desconocidos. Ya en la oficina, el cafe que Marina posaba en sus manos con avidez, completaria el ritual antes de la reunion. Fue un exito rotundo, salio a medio dia de alli con los bolsillos mas llenos que nunca y con una sed primitiva que sabia que le iba a costar calmar. Lucia un sol esplendoroso. Todos estaban esperandolo en la azotea del hotel para celebrarlo como merecia la ocasion. Incluso su mujer se acerco por alli con un par de amigas y companeras del despacho. Vino, cava, champan, whisky, ron, ginebra, de todo de la mejor calidad, para acompanar mariscos, pescados y suculentos caprichos carnivoros que les llevarian de la mano, mas que satisfechos, hasta bien entrada la madrugada. Eran unas cincuenta personas bailando sobre un emblematico edificio de una ciudad que no podia dormir. Y entre todas ellas, una, queria beberse todo lo que estaba a la vista. Queria olvidar quien era, seducir a la muerte, tentar a su buena suerte y abandonarse a esa sensacion de plenitud sin limites. Aunque sabia que aquello duraria poco, en unas horas viviria sin remedio la caida mas mortal, su temida cuesta abajo. Y eso es justo lo que paso. El hoyo era cada vez mas profundo y lo veia venir antes. Ya no le era suficiente con firmar un contrato millonario de una punta a otra del mundo, o tener una intensa vida social. Tampoco la sensacion ocasional, casi forzada, de vivir completo, de tenerlo todo por tener amor. ?Tenia de verdad amor? ?Por que el no sentia eso? ?Por que no le servia de consuelo en momentos asi? Ahora solo queria dormir sobre una cama que no fuera la suya, con otro <> que no le representara a el y que al mirarse en el espejo tras vomitar, no le sonriera amargamente desde el otro lado para darle las buenas noches y gritarle en toda la cara un: <>. Amanecio solo en una cama desconocida. Recogio sus cosas de inmediato y se dio a la fuga lo mas rapido que le permitio su resaca. Lo unico que tenia claro es que era sabado y que no tenia que ir a la oficina. Bien, eso era suficiente para empezar. Poco a poco, las lagunas en las que nadaba profundamente a medida que conducia por la autovia, se iban calmando. Una sonrisa borrosa aqui y cuatro palabras alla, unas llaves en la mano, un mensaje antes de cerrar los ojos, iban apareciendo en su cabeza situandole en lo que fue el final de una noche para olvidar. Todo el mundo estaria saboreando el exito de aquella operacion redonda, pero el no. Quizas tuvieran un ligero dolor de cabeza por haber tomado alguna copilla de mas, el queria morirse. De nuevo, se sentia hundido y avergonzado. Miro su telefono con miedo, pero antes de abrir el mensaje de su mujer, un trago. Cuando sostuvo la petaca en la mano se miro en el espejo retrovisor, pero no vio a nadie. Contuvo la respiracion por unos instantes y entrando en panico, echo la cabeza hacia atras para sentir bien como bajaba el nudo de la garganta, empujado por el magico elixir de su pequena botella. Pero aquella vez, no bajo. Todo salio disparado por la ventanilla abierta y le dejo atemorizado. Paro el coche en el arcen en cuanto pudo y se puso a llorar. Habia pasado resacas peores que aquella pero era la primera vez que un trago se le resistia. ?Habria llegado el momento? ?La vida le habia sentenciado con un <> alto y claro? Eso parecia. Volvio al movil, con los ojos furiosos envueltos en lagrimas. Su mujer le habia dejado un mensaje que apenas podia leer y decidio cerrarlos por unos momentos. Imagino lo que ponia y lloro con mas potencia; creyo que seria el punto y final de una vida llena de lujos y desfases por su parte, de un sube y baja continuo que le llevaba inconsciente por una vida familiar por la que pasaba siempre de puntillas. Las lagrimas ahora eran un torrente incontrolable, salvaje, que se deslizaba por su cuello y le empapaban la camisa pringada de borracho trasnochado que aun llevaba puesta. Se habia levantado vestido, eso lo recordaba claramente. Arranco el coche con furia y decidio parar en la primera gasolinera que encontrara. Un senor altisimo y peludo le saludo desde el surtidor de al lado. No tenia ni la mas remota idea de quien era. No le devolvio el gesto, se giro extranado hacia el coche que habia dejado mal aparcado encima de un bordillo mordisqueado. Saco de atras su maleta de viaje y la arrastro lentamente hasta llegar a un antiguo restaurante que estaba a escasos metros, asi podria descansar, comer algo y tomar un cafe. Pidio y sin esperar se fue directo al bano. Alli paso lo que imaginaba, al volver a verse frente a un espejo rompio a llorar de nuevo. Abrio el grifo y empezo a lavarse, cambiarse y a intentar mantener la compostura para ir a desayunar. --Buenos dias --Una voz masculina lo inundo todo. Pero Santiago no vio a nadie y se quedo desconcertado--. Estoy aqui, tras la puerta numero 3. --Hola, ?por que me hablas? ?Que quieres? --Ahora mismo nada, en su dia te hubiera dicho que lo mismo que todo el mundo, encontrar la paz.--Y tanto, como lo sabes... --Ahi me he encontrado yo muchas veces, mas de las que recuerdo… Y se que para que una persona entre a un aseo de una gasolinera perdida de la mano de Dios y rompa a llorar asi, la cosa es grave. --?La encontraste? --Digamos que ya se donde buscarla. --Esperanzador, pero demasiado utopico para mi en este momento. --Es normal y natural. Las dudas, digo. Aquella extrana conversacion le estaba haciendo incorporarse un poco mas, dejar esa postura de animal desvalido y mirarse de nuevo al espejo sin tanto odio, mientras se intentaba peinar con los dedos aun mojados. Su respiracion empezo a ser mas calmada y ya no se entrecortaba. --Escuchame --continuo la voz-- me he sentido tan identificado contigo al notar que llorabas, que pese a estar sentado detras de esta puerta, he tenido que hablarte. No eres ese que ves en el espejo, amigo, ni siquiera eres ese que crees ser, o mejor dicho, que imaginas que eres constantemente. Tampoco eres esa voz que te habla, que esta siempre en tu cabeza dando por saco en el peor de los momentos, que crees que te incita a hacer las cosas que haces y que no te gustan, y por las que te sientes tan culpable... Tu no eres todo eso, eres algo mas. La puerta de entrada al bano golpeo con fuerza en la pared despues de que entrara el senor alto del surtidor de al lado. --Caray, que fuerte me he levantado hoy. Habria que poner un tope por detras de esta puerta, !hola de nuevo! --Hola, que hay --continuo acicalandose frente al espejo mientras iba guardando sus cosas en la bolsa de aseo. --!Santi! ?Verdad? Estas igual, macho. ?No te acuerdas de mi? Soy Fernan, el de la clase de tercero A, viajamos juntos a Italia cuando estudiabamos. --Perdona, no te recuerdo --y penso a mil por hora <>. Aun asi, cuando el otro se le acerco para darle la mano, sintio verguenza, como si aquel pensamiento lo hubiera compartido en voz alta. --Bueno, ?y que tal? A juzgar por el cochazo que has aparcado ahi afuera, eres un tio con suerte. La gente como tu ya destaca desde muy joven, se veia venir que ibas a tener exito en la vida, !me alegro hombre! Santi no reaccionaba, se habia quedado mudo. --Seguro que tienes una preciosa familia, ya he visto las sillas de los ninos en la parte trasera... yo estoy solo, pero estoy bien, ahora me voy a hacer un viaje por Asia en cuanto coja las vacaciones. --Paro de hablar solo para coger aire--. Despues probablemente pueda conocer varios paises porque me debian dias del ano pasado en la empresa, !y los pienso aprovechar todos juntos!. Soy un apasionado de la comida y me voy a comer el mundo ?lo pillas? --y se rio aparatosamente dando una sonora palmada en su espalda. Santiago no sabia donde esconderse. Miraba por el espejo con ansiedad, a ver si detras de el aparecia aquel hombre con el que estaba hablando justo cuando entro el parlanchin de Fernan, pero de alli no salia nadie. Con un poco de suerte, si aguantaba un poco mas asintiendo sin parar en aquel monologo, apareceria su salvador al rescate. Pero nada, silencio absoluto tras la puerta numero 3. Espero un par de minutos por si acaso y reacciono tajantemente. --Lo siento, tengo que irme. El cafe se me habra quedado helado y ademas, tengo un poco de prisa. Que tengas buen viaje Fernan. --!Vale Santi! !Encantado de verte hombre! Justo antes de salir de alli, no pudo evitar girarse para al menos ver los zapatos de aquel hombre tras la puerta, pero no lo consiguio. Fue un poco extrano, parecia que no hubiera nadie. La camarera le miro con cara de no entender a que se debia tanta tardanza, Santi la sonrio amargamente y le puso el dinero en la barra para zanjar otra posible conversacion cuanto antes. Estaba mareado. Se dejo caer sobre la silla y apoyo los codos en la mesa llevandose las manos a los ojos para restregarselos varias veces. Vio salir a Fernan y espero que tras el, apareciera el otro hombre. Pero eso no ocurrio. No podia creer que aquella conversacion no hubiera tenido lugar en el bano, estaba seguro de que habia sido real. Pero pasaban los minutos y nadie salia. De repente, una mano en el hombro le sobresalto y le hizo dar un pequeno respingo en la silla. --!Increible! !Que casualidad! ?Pero donde os habeis metido que os estamos llamando todo el dia Santi? --Sus suegros estaban alli de pie, mirandolo con un entusiasmo imposible de disimular --. Mi hija nos han contado lo de la firma, vamos a pasar el fin de semana con vuestros vecinos ?no te lo ha dicho Anita? Nos vamos a ese pueblo tan ideal… ?como se llamaba?, bueno da igual. La cuestion es que de paso queriamos ver a los ninos, les traemos unos regalitos de Grecia. <>, penso. <> No habia contestado a Ana... Ni tampoco a la multitud de mensajes y llamadas perdidas que seguro tendria. Desactivo el modo silencio. Sus suegros ya se habian acomodado en la mesa y el no atinaba a encontrar las palabras exactas, aquellas que no comprometieran su alarmante estado. Pero no hizo falta, la vida tiene una curiosa forma de encajar las piezas. La abuela sonreia al yerno con condescendencia, comprendiendo que quizas la noche se hubiera descontrolado un poco tras la fiesta. Se la veia orgullosa, le guino un ojo y le resto importancia a lo extrano de aquella situacion. Comieron y bebieron en silencio, pero en paz. Sono su telefono y reacciono con inquietud. Santiago temblaba mientras se lo acercaba a la oreja, su mujer estaba al otro lado. De repente, recordo las palabras de aquel desconocido del bano, <> y se dejo llevar por ese pensamiento tranquilizador. --Carino ?estas bien? --Aquella pregunta le sorprendio, esperaba mas hostilidad. --Regular, ?y tu? --!Bien! Estoy recogiendo a los ninos ahora mismo, ya estamos montados en el coche direccion a casa. El no pudo contestar... --Santi, ?no recuerdas nada verdad?

  • Ebola de David Quammen

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    Durante la primavera y el verano de 2014, el mundo vio con preocupacion, horrorosa fascinacion, compasion y no poco temor el brote de la enfermedad del virus del ebola (EVD, por sus siglas en ingles) que poco a poco se extendio hacia el oeste de Africa, especificamente entre los problematicos paises de Guinea, Liberia y Sierra Leona, y que despues dio un salto desconcertante, por avion, hacia Nigeria. El virus se mantuvo latente por meses; sus victimas mortales se contaban por docenas, hasta que finalmente exploto sin control en el mes de agosto de ese ano y empezo a contarse semana tras semana en cientos el numero de los muertos. Se convirtio en el peor brote en la historia de esta peculiar y desconcertante enfermedad. La historia del brote de 2014 fue tan impresionantemente horrible que competia por los encabezados periodisticos con los eventos en Siria, Ucrania y la Franja de Gaza. Sin embargo, las implicaciones de un virus como el del ebola son muy distintas a las de los mas terribles eventos politicos y belicos, al punto de resultar inexplicables, espeluznantes. Para empezar, el virus del ebola es invisible, excepto, claro, cuando se mira a traves de un microscopio electronico, o por sus fascinantes efectos patogenos. Es impersonal. Es apolitico. Pareciera tener la misma fuerza destructiva de la decima plaga de Egipto de la que nos habla el Exodo: la infligida por el angel de la muerte. Esta ultima impresion puede ser enganosa. El virus del ebola no es el angel de la muerte. A pesar del desconcierto que provoca, no es un evento sobrenatural: es solo un virus; uno que, sin llamar la atencion y en cualquier lugar, se vuelve infernalmente destructivo cuando infecta el cuerpo humano. Cada nuevo brote de una enfermedad infecciosa, incluido el ebola, comienza con una historia misteriosa. Los misterios son varios: ?cual es la causa de esa explosion repentina de miseria y muerte? Si es un virus, ?de que tipo? ?Alguna vez la ciencia ha visto algo similar? ?De donde viene? Si cada virus debe permanecer en un ser vivo para sobrevivir y reproducirse con el tiempo, ?de que creatura hablamos? ?Como es que ese virus se transmite a los seres humanos? ?Puede este nuevo virus ser controlado? ?Puede ser combatido con tratamientos farmaceuticos o vacunas? ?Puede ser detenido? ?O este brote se convertira en The Next Big One, 1 una pandemia de dimensiones catastroficas, destinada a barrer y matar a un numero considerable de la poblacion mundial, como la peste negra en el siglo XIV o la epidemia de influenza de 1918? Poca gente sabe que tanto los cientificos especializados en enfermedades como los funcionarios de salud son investigadores intrepidos, al estilo de los detectives ficticios Sam Spades, Philip Marlows y la superintendente de policia Jane Tennison, quienes mostraron su valor para encarar estas incognitas. En el caso del virus del ebola, ellos han podido responder algunas preguntas pero no todas. Este libro se basa en otro mio, publicado en 2012: Spillover, 2 mismo que es adaptado con algunas reflexiones y material nuevo; es un intento para entender el brote del virus del ebola acaecido en el oeste de Africa en 2014, asi como el que posteriormente estallo en la Republica Democratica del Congo, en un contexto general que haga sentido de estos misterios y sea una alternativa a las, hasta ahora, respuestas parciales. Mi aportacion es meramente una perspectiva mas a la historia y la ciencia del ebola, y en cierto modo personal, pues es fruto de los viajes que he podido auspiciar con mis modestos recursos por el habitat del ebola, asi como de la casualidad de haberme encontrado en la selva con dos hombres que habian visto lo peor del virus: como mataba a sus amigos y a sus seres queridos (para ser claro: yo nunca he pasado por una experiencia tan desgarradora como esa, ni he viajado al oeste de Africa en el momento de un brote con la intencion de observar o informarme sobre el mismo). Tambien incluyo algunas reflexiones sobre el virus de Marburgo, por dos razones: porque el tema esta estrechamente vinculado con el virus del ebola, pues dicho virus pertenece a la misma familia de los filovirus, y porque algunas cuestiones importantes que permanecen sin respuesta acerca del virus han sido resueltas, como se vera, por lo que se conoce de Marburgo, a traves de valiosas (aunque precavidas) conclusiones utiles para entender esta terrible enfermedad. El virus del ebola ha sido sobre todo una calamidad africana (hasta cierto punto), y aunque es un fenomeno unico, no es una anomalia, mas bien representa un episodio especialmente dramatico de un fenomeno global. Todo viene de alguna parte, y las nuevas como extranas enfermedades infecciosas que emergen abruptamente entre los seres humanos provienen principalmente de animales no humanos. La enfermedad puede ser causada por un virus, una bacteria, un protozoario o algun bicho peligroso. Ese bicho puede vivir, sin llamar la atencion, oculto en un tipo de roedor, murcielago, ave, mono o simio. Si pasara por algun accidente del animal que le sirve de escondite a su primera victima humana, podria encontrar las condiciones propicias; podria reproducirse agresiva y abundantemente; podria causar alguna enfermedad, incluso la muerte, y, mientras tanto, podria pasar de su primera victima humana a otras. Hay una palabra elegante para este fenomeno, utilizada por cientificos estudiosos de las enfermedades infecciosas desde una perspectiva ecologica: zoonosis. Si bien la zoonosis es un termino ligeramente tecnico, extrano para la mayoria de las personas, ayuda a esclarecer la complejidad biologica de la gripe porcina, la gripe aviar, el sindrome respiratorio agudo grave (SARS, por sus siglas en ingles), el virus del Nilo occidental, entre otras enfermedades emergentes; enfermedades que tienen en comun pertenecer a la familia de las zoonosis y que amenazan con ser una pandemia global. Este enfoque ayuda a comprender por que la ciencia medica y las campanas publicas de salud han podido combatir algunas de las enfermedades mas aterradoras, como la viruela y la polio, pero son incapaces para contrarrestar otras, como el dengue o la fiebre amarilla. La zoonosis es la palabra del futuro, destinada a un uso intenso en el siglo XXI; se refiere a la infeccion animal transmisible a los seres humanos. Tanto la peste bubonica como las distintas cepas de la influenza son zoonosis. Tambien la viruela de los monos, la tuberculosis bovina, la enfermedad de Lyme, el virus de Marburgo, la rabia, el sindrome pulmonar por hantavirus (HPS, por sus siglas en ingles), la extrana afeccion de nombre Nipah, que ha matado a cerdos y a granjeros en Malasia, y ademas a algunas personas en Bangladesh que bebian de la savia caduca de una palmera (contaminada con este virus por las heces de ciertos murcielagos). Cada una de estas enfermedades refleja la accion de un patogeno que puede cruzar de otras especies a las personas. Esta forma de salto entre especies es comun, no rara; asi, actualmente se sabe que cerca de 60 por ciento de estas enfermedades infecciosas de igual manera pasan rutinariamente o han pasado recientemente entre animales no humanos y humanos. Algunas de ellas --principalmente la rabia-- son conocidas, se han esparcido y siguen siendo letales, al grado de que han matado a miles de personas a pesar de los cientos de esfuerzos concertados internacionalmente para erradicarlas o controlarlas, y del conocimiento preclaro de la ciencia sobre como actuan. Otras enfermedades de este tipo son inexplicablemente esporadicas; estas son responsables de varias muertes o de algunos cientos de muertes en aquel lugar o en otro, para luego desaparecer por anos. La viruela, para tomar un contraejemplo, no pertenece al grupo de las zoonosis; es causada por el virus variola, que bajo condiciones naturales infecta solo a seres humanos. Esto ayuda a explicar por que la campana global promovida en 1980 por la Organizacion Mundial de la Salud (OMS) para combatir la viruela fue exitosa. Esta enfermedad puede ser erradicada porque ese virus no tiene la capacidad para sobrevivir y reproducirse en cualquier lugar, excepto en el cuerpo humano o en un espacio controlado como un laboratorio, donde no se puede esconder. En cambio, los patogenos zoonoticos si lo hacen. Esa propiedad de esconderse los vuelve al mismo tiempo tan interesantes, complicados y problematicos. Estos patogenos, por supuesto, no se esconden conscientemente. Encuentran las condiciones propicias para vivir y propagarse como lo hacen solo porque en el pasado, y por casualidad, hallaron esas condiciones dada su flexibilidad para habituarse al ambiente idoneo para sobrevivir y reproducirse. Como en la mas fria logica darwiniana de la seleccion natural, la evolucion convierte a la casualidad en estrategia. La estrategia menos evidente de estos patogenos es acechar desde lo que se conoce como huesped reservorio, es decir, la especie portadora del patogeno, que lo alberga cronicamente mientras lo padece, aunque puede sufrir poco o no la enfermedad. Cuando una enfermedad parece desaparecer entre sus brotes, el agente que la causo debe irse a algun lugar, ?no es asi? Tal vez se esfuma por completo de la Tierra, aunque es poco probable que asi sea. Quiza se extinga por completo de una region y reaparezca cuando los vientos y el destino la traigan de nuevo de vuelta en algun otro lugar. O tal vez permanece cerca, por todas partes, escondido dentro de algun huesped reservorio. ?Un roedor? ?Un ave? ?Una mariposa? ?Un murcielago? Para que el virus pase inadvertido dentro de un huesped reservorio es probablemente mas facil que lo haga en cualquier sitio donde la diversidad biologica sea alta y el ecosistema sea relativamente tranquilo. Lo contrario tambien es cierto: un ecosistema perturbado es un buen caldo de cultivo para que las enfermedades aparezcan. Sacude un arbol y muchas cosas caeran. Caza un murcielago para comer, y podrias atrapar algo mas. Mata un chimpance para alimentar a tu familia y a tu aldea, y quien sabe que horripilantes sorpresas podrian aparecer. Existe un termino para designar al acontecimiento de transmision, cuando un patogeno pasa de una especie de huesped a otro: lo llamamos derrame. 3 Ahora que estamos familiarizados con los conceptos basicos, este es el punto de partida que seguiremos a lo largo de la obra: el ebola es una zoonosis. 1 El autor hace un simil con el hipotetico temblor (The Next Big One) de ocho grados de magnitud que se supone ocurrira en la Falla de San Andres. [Nota del T.] 2 David Quammen, Spillover: Animal Infections and the Next Human Pandemic, W. W. Norton, 2012 3 Del ingles spillover. [Nota del T.] 1 A lo largo del curso superior del rio Ivindo, al noreste de Gabon, cerca de la frontera con la Republica del Congo, yace una pequena aldea llamada Mayibout 2. Se trata de una especie de asentamiento satelite ubicado a 1. 6 kilometros rio arriba de su homonima: la aldea Mayibout. En febrero de 1996 esta comunidad fue azotada por una cadena de eventos terribles y desconcertantes: 18 personas enfermaron repentinamente luego de que participaron en el sacrificio de un chimpance.

  • El amor de mi vida de Veronica C. Herrero

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    Han pasado mas de cinco anos desde que Eva tuvo que tomar la decision mas complicada de su vida, y quedarse con Mario, fue lo que en ese momento le pidio su corazon.
    Despues de tanto tiempo, ese mismo corazon no ha podido olvidar lo que llego a sentir por Sergio, de quien tambien se enamoro y al que echa mucho de menos.
    Tras ese periodo sin saber nada de el, las ganas de volver a verle se hacen cada vez mas fuertes, al tiempo que el amor que sentia por Mario va desapareciendo, convirtiendose tan solo en la costumbre de estar juntos.
    Todo eso la lleva a buscar de nuevo a Sergio, del que espera que no haya terminado odiandola por lo que ocurrio y acepte al menos mantener una buena amistad.

  • El muro de la memoria de Anthony Doerr

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    El muro de la memoria reune cuatro historias ineditas del autor de La luz que no puedes ver, que nos hablan de la conmovedora fortuna de vivir en este mundo.

  • El grito de la gaviota de Emmanuelle Laborit

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    El grito de la gaviota es el testimonio de una joven que, a los veintidos anos, ha conocido
    ya la soledad absoluta, la duda y la desesperacion, pero tambien la dicha, la solidaridad y la gloria. La adolescencia y la primera juventud de Emmanuelle Laborit son la historia de una lucha por subsistir en un mundo <> y por el reconocimiento de los derechos de los tres millones
    de sordos franceses, hasta conseguir que, en 1991, se ensenara por fin en los centros de educacion para sordos el lenguaje de signos. Con este triunfo colectivo y el personal, pero no menos emblematico, de su exito como actriz teatral, El grito de la gaviota cierra significativamente un itinerario personal tan breve como intenso.

  • Un mundo de tres ceros de Muhammad Yunus

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    Muhammad Yunus es uno de los criticos sociales mas agudos de la actualidad. En Un mundo de tres ceros constata que el motor del capitalismo esta roto: que tal como se concibe actualmente conduce inevitablemente a una desigualdad desenfrenada, un desempleo masivo y la destruccion del medio ambiente. Necesitamos un nuevo sistema economico que convierta el altruismo en una fuerza creativa tan poderosa como el interes propio.

  • El principio del mal de Nadia Noor

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    Max Trent es un joven abogado que trabaja en un prestigioso bufete y, harto de las humillaciones de su jefe, le planta cara y presenta su renuncia consiguiendo su liberacion, pero de camino a casa sufre un terrible accidente que lo deja sumido en un coma durante meses.
    Al despertar, se encuentra que el rumbo de su vida ha cambiado por completo y no sabe como adaptarse a su nueva realidad. El psicologo que lo esta tratando le aconseja hacer un viaje a un destino paradisiaco junto a su mujer para comenzar de nuevo y el, con tal de recuperar el tiempo perdido, acepta sin mas.
    Bianca Borowski rompe su noviazgo cuando conoce y se enamora perdidamente de Max. Su felicidad se ve truncada en el momento en el que, en una excursion a la selva, es secuestrada. Durante el cautiverio, su verdugo le hace pensar que el hombre que encargo su secuestro es nada mas y nada menos que su propio marido.
    El principio del mal es una novela llena de intriga, accion y suspense que no podras dejar de leer hasta descubrir quien es el culpable. ?Podra perdonar tal acto por parte de la persona que mas ama?, o ?por el contrario conseguira averiguar cual es la verdad?

  • Candela de Juan Del Val

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  • Jodido Error de Abril Lainez

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    Propositos de Daniela:Vivir sola.Ser una mujer mas sexySubir a un avion, sin anestesia.Acostarme con un hombre el mismo dia que lo conozca, aunque me conformo con acostarme. Perseguir un orgasmo alucinante -dicen que existen-. Subirme sobre unos zapatos de tacon vertiginosos sin romperme la crisma.Bailar desnuda, acompanada si es posible. Dejarme hacer un masaje.Escribir un libroVisitar el museo donde se encuentre el <>.Vivir sin reglas y vivir sin normas.Tras una peculiar entrevista de trabajo, unas sonoras carcajadas, el hallazgo accidental de una lista de deseos, y un viaje a un balneario, Adrien se enfrenta por primera vez a la posibilidad de que su vida no es tan perfecta como el creia. No es un simple masaje. Tres, dos, uno. En el mismo momento que Daniela posa sus manos sobre el cuerpo de aquel hombre, su lista de deseos empieza a cobrar vida. ?Pagara un alto precio por ello?Deseos cumplidos en un mundo lleno de emociones poco convencionales en el que la amistad, el deseo, el misterio de una famosa obra de arte, una joya rescatada del pasado y una cancion con nombre de mujer, cobran protagonismo.Adrien, Daniela, y su accidentada historia de amor.

  • El verano de los juguetes muertos (Inspector Salgado 1) de Toni Hill

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    En una ciudad donde nadie dice lo que piensa, un policia busca la verdad.
    Primera entrega de la trilogia del inspector Salgado.

  • Esclavos del honor de Raul Borras San Leon

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    La epopeya de los heroes del sitio de Baler.

  • Una noche contigo de Christian Martins

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  • Espana. Un relato de grandeza y odio de Jose Varela Ortega

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    Jose Varela Ortega realiza en esta obra una apasionada defensa de Espana y de sus multiples valores. Y lo hace desde varios campos: la filosofia, la literatura, el cine o el arte.

  • Taddeo Colonna de Florencia Palacios

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    Audrey Hamilton penso que los italianos eran tipos muy ardientes y locos, llevaba mas de dos meses viviendo en Florencia terminando un curso de arte y nunca dejaban de sorprenderla en cuanto a eso. Es que no podia entender demasiado su temperamento ardiente, griton y obsesivo, ella tenia sangre yanqui por todas partes, era Bostoniana y para ella la palabra paz y mesura era clave. Todo aquello que la intrigaba y perturbara lo desechaba incluyendo al amor romantico. Algo que no entendia del todo y lo definia como una pasion compleja y efimera pariente del deseo y la lujuria. Y los italianos eran casi como ese amor loco y lujurioso, todos ellos: impulsivos, espontaneos, ardientes y al parecer siempre listos para una chica guapa y extranjera. No podia siguiera prestarles la mas minima atencion pues una mirada significaba: sexo, quiero sexo, a toda hora, no importa, siempre estoy listo y pillo todo lo que se me cruce. Al menos los hombres que se le habian cruzado. En su mayoria... Audrey apuro el paso nerviosa, debia tomar el autobus. De pronto se detuvo, trataba de pasar desapercibida, pero todos notaban que era la chica rubia extranjera. Pero algo estaba mal ese dia... De nuevo ese hombre. Respiro hondo al sentir la mirada oscura y maligna clavada en cada centimetro de su piel. No debia sorprenderse, ya la habian mirado con un deseo exacerbado haciendola sentir un trozo de carne que uno de esos italianos jovenes y ardientes queria comerse. Pues ella no queria ser devorada ni ahora ni nunca. Se detuvo y suspiro molesta. En otra circunstancia se habria reido por lo bajo. Sabia que despertaba eso en los hombres. Y no le gustaba, la ponia nerviosa. Era tan incomodo a veces... Pero algo en ese sujeto la asustaba, no se sintio halagada porque estuviera alli mirandola como un demonio agazapado en la sombra, como el retrato ese que vio en el museo de Florencia hacia tiempo. Trago saliva y penso que debia dejar de ser tan tonta y asustadiza. Y de pensar que en ese pais les hacian cosas horribles a las extranjeras. Apuro el paso, visiblemente nerviosa al ver que ese hombre se le acercaba. No era la primera vez que lo veia y la forma en que la miraba y la seguia le ponia los nervios de punta. Porque era raro que siempre estuviera cerca cuando tomaba el metro. Solo esperaba que no fuera uno de esos horribles hampones y proxenetas que secuestraban una chica para prostituirla o algo peor... Hasta tambien podian quitarte un rinon, era mucho mas valioso que obligarte a dormir con hombres. Un rinon u otro organo pues era joven y saludable, no fumaba, no bebia y de lo otro ni hablar... Audrey miro su reloj y sintio una horrible ansiedad al ver que el metro demoraba. Habia un monton de gente a su alrededor y sin embargo se sentia tan sola en esos momentos. No tenia altura ni tampoco fuerza como sus amigas italianas. Ellas si sabian defenderse y ninguno se atrevia a meterse con ellas. Trago saliva al notar que el desconocido se habia acercado un poco mas y luego se habia sentado en un asiento de la estacion. La forma en que apoyo los brazos le hizo pensar que estaba descansando. No. Solo la estaba mirando a ella. Y se habia puesto comodo para verla a ella. Atrevido, como muchos italianos, osado y muy enamorado al parecer... O eso queria que ella creyera, pero Audrey no era tonta, ese hombre queria algo de ella: sexo o un rinon, o embaucarla en algo turbio, no se enganaba. Sintio ganas de correr, de alejarse, algo en la mirada de ese sujeto le parecia maligno y muy peligroso. Aunque bien vestido, con jeans y una camisa blanca, siempre iba bien vestido, pero sabia que en esa ciudad habia un monton de tipos asi que parecian millonarios y solo trabajaban para la mafia. Mucho dinero sucio. Y el dinero sucio compraba esa apariencia. Trago saliva y miro su celular. Tenia una llamada perdida de su madre y temblo. Su madre estaba en Boston, a miles de kilometros de distancia, pero no dejaba de llamarla casi a diario para ver como iba todo... la llamo para que no se preocupara. --Mami ?que paso? --hablo en voz baja para que nadie lo notara. --Audrey... al fin carino. Solo llame para saber como estabas. --Estoy bien. --?Y que tal te va en el curso? --Bien... todo bien--dijo al nerviosa--Estuve en una exposicion el otro dia. Su madre la escucho distraida, pensaba en otra cosa. --?Cuando regresaras? Siempre le preguntaba lo mismo. --En dos meses, tal vez mas. --?Dos meses? --Tengo la beca para estudiar arte y pienso aprovecharla. --Pero ten cuidado ?si? Se oyen cosas terribles de ese pais. --Mama, deja de pensar cosas. Estoy en Italia, la cuna del arte. --Si, y tambien la cuna del crimen y la trata de personas. --No digas eso mami, por favor. Aqui no hay mafias... Ella no mentia, no sabia si habia mafias, era muy cauta y nunca iba de noche a ningun lado. Pasaba el dia entre el curso, las visitas a los museos y en su trabajo en la cafeteria de medio tiempo para tener su propio dinerillo. Tambien iba a la capilla a rezar y se reunia con sus nuevos amigos italianos. El padre Mateo Ricetto y el padre Antonio. Ellos habian sido de mucha ayuda desde su llegada hacia casi un mes. Se sentia como en casa, Italia era un pais fascinante, lleno de tesoros artisticos, lugares antiguos y demas... --Audrey, ten cuidado, por favor. --Todo esta bien mama, no voy a fiestas ni salgo de noche. --?Y las chicas con las que compartes el piso? --Son chicas tranquilas, ya te di sus nombres. Pudiste fijarte en las redes supongo. --Si, lo hice... --Y supongo que habras podido apreciar que son tranquilas, estudiantes de intercambio una y la otra es una campesina italiana del norte que estudia abogacia. --?Y no llevan muchachos al piso? --No

  • Principios de abril negro de Kannah Winter

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    Klohe Sakurazukamori desea que toda su vida sea una pintura donde el agua y el fuego no existan y el miedo solo sea una ocurrencia del pasado.En su infierno siempre llueve a pesar de que ella trate de sonreir con la vida que tiene, pero Louis y Kate son todo.Con una caotica relacion con su padre y con todo cayendose sobre ella, Klohe solo piensa una cosa:Si alguien me hubiese dicho que este era mi camino a la muerte, entonces hubiera corrido para llegar mas rapido a ella.

  • La epopeya de una derrota de Luis Gonzalo Diez

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    Este ensayo sobre los Episodios nacionales de Galdos no es un estudio literario, ni historico. Su objetivo, al margen de convenciones academicas, consiste en abordar esa obra como un laboratorio donde Galdos puso a prueba su pensamiento respecto de un asunto que le obsesionaba: la politica convertida en enfermedad, en el padecimiento de una sociedad y unos hombres que han sido seducidos por un demonio contemporaneo y terrible.