• amarte es mas que mi destino - Gabriela Lo Curto

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    Giovanna Donati no sera la tipica dulcinea que espera con paciencia por un valiente caballero; las huellas de un oscuro pasado la han convertido en una mujer decidida, deslenguada e impredecible que, cuando se trata del genero masculino, toma lo que le gusta, le da un mordisco y deshecha lo que queda, sin remordimientos.

  • Amarte es más que mi destino Versión Kindle - Amazon.es

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    Amarte es más que mi destino eBook : Lo Curto, Gabriela, Fermin Murray, ... Descubre más libros del autor, mira autores similares, lee blogs de autores y ...

  • Amarte es más que mi destino Tapa blanda – 22 enero 2019

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  • AMARTE ES MI DESTINO | CONNIE BROCKWAY - Casa del ...

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    Desde que en 1994 se publicara su primera novela, sus romances no han dejado de aparecer en las listas de los libros más vendidos de USA Today y The New York ...

  • AMARTE ES MI DESTINO | JANE FEATHER | Casa del Libro

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    Sinopsis de AMARTE ES MI DESTINO ... Londres, 1810. Sylvester Gilbraith se convierte en el heredero del conde de Stoneridge, su peor enemigo, con la condición de ...

  • Amarte es mi destino - Kathryn Smith | PlanetadeLibros

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    7 jul 2009 — Descubrió las novelas románticas cuando estudiaba periodismo,y decidió que quería llegar a escribir como Lisa Kleypas. Leer más. Otros libros de ...

  • Amarte es más que mi destino. Gabriela Lo Curto. - Pinterest

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    Amarte es más que mi destino. Gabriela Lo Curto. Más como esto. Un amor a mi medida. Novelas Románticas, Libros, Kindle, Amor. Un amor a mi medida.

  • Jane Feather - Amarte es mi destino - El Rincón de la Novela ...

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    Theo debe aprender a mirar con el corazón y Sylvester tiene que aprender a confiar más en su nueva familia,pues el clan Belmont siempre está unido para lo bueno ...

  • Amarte es mas que mi destino - Gabriela Lo Curto - Debeleer ...

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    PDF • Descargar Libros Gratis. Buscar: ... Amarte es mas que mi destino – Gabriela Lo Curto ... —Algún día lograré que confíes en mí —balbuceó el hombre.

  • Amarte es más que mi destino - Goodreads

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    Amarte es más que mi destino book. Read 10 reviews from the world's largest community for readers. Giovanna Donati no será la típica dulcinea que espera ...

  • Amarte Es Mi Destino - Tapa Blanda O Bolsillo

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    comprar Amarte es mi destino, ISBN 978-84-8346-135-8, Brockway, Connie, ... en las listas de los libros más vendidos de USA Today y The New York Times.

  • Grandes juicios de la historia de Jose Antonio Vazquez Tain

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  • Tu nombre entre los abedules de Marie Rusanen

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    Entre las calles frias de Helsinki y los bosques acariciados por el sol, Ulla y Anders sufren ocultando un amor que no esta escrito en el cielo. El abedul es un arbol que tiene la habilidad de crecer en condiciones adversas en los bosques de Finlandia. En ocasiones, eso mismo sucede con el amor. Anders es abedul que se mecen con el viento, integridad y pasion contenida. Ulla es rosas que florecen al sol, dulzura y pasion de una tierra lejana.

  • Perdida de Raul Garbantes

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    Parece que fue ayer cuando la pequena Jenny fue encontrada sin vida a la orilla del rio St. Marcus. Pero, en realidad, han pasado diez anos. El caso ha vuelto a ganar notoriedad luego de que Brenda Bracken, una periodista en ascenso, iniciase una serie de entrevistas radiofonicas con viejos testigos de aquel atroz crimen. Y el detective David Hensley quiere saber por que.

  • Mi error fue enamorarme del novio de mi hermana. Parte 1 de Moruena Estringana

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    Jenna siempre se ha sentido diferente. Con sus diecinueve anos no aparenta mas de quince y para eso no ayuda mucho su despreocupado aspecto. Hija de un importante empresario nunca se ha sentido a gusto en sociedad. No encaja en ese mundo. Su mundo es la pintura, le encanta perderse en su cuadros y plasmar la belleza que solo ella es capaz de ver.

  • Cronica de una explosion de Yan Lianke

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    La pequena aldea de Explotia, situada entre las cristalinas aguas del rio Yi y las imponentes cumbres de la sierra de Balou, pasara, en escasos cincuenta anos, de tener unos pocos cientos de habitantes a transformarse en una megalopolis de mas de veinte millones de almas capaz de rivalizar con Pekin y Shanghai. Esta titanica transformacion, que se cimenta sobre la corrupcion, la prostitucion y la ambicion desmesurada (representada por los respectivos lideres de los dos clanes dominantes: el alcalde Kong Mingliang y la poderosa empresaria del sexo y la noche, Zhu Ying) acarreara inesperadas consecuencias para Explotia y sus habitantes.
    Una vez mas, Yan Lianke, uno de los mas grandes maestros de la literatura china contemporanea, nos sorprende con esta Cronica de una explosion, un texto que muestra las profundas heridas abiertas en la sociedad china actual y nos ofrece una imagen especular del gigante asiatico que, al igual que la diminuta aldea, ha vivido durante las ultimas decadas cambios tan increibles y profundos que, muchas veces, sus resultados parecen sacados de una fabula fantastica.

  • La ciudad que no descansa de Douglas Preston

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    La hija de un millonario aparece muerta. Y sin cabeza.

  • Habla como un lider de Julian Reyes

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    Conseguir atrapar a tu audiencia y que te presten atencion durante una presentacion no es tarea sencilla. Julian Reyes ha desarrollado una metodologia propia que persigue, no solo la mejora de la oratoria a traves de la tecnica, sino tambien el desarrollo de la autoconfianza personal en el orador.

  • La noche fenomenal de Javier Perez Andujar

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    El equipo de un programa de television dedicado a los fenomenos paranormales descubre que unos hechos anomalos, hasta entonces nunca registrados, se hacen realidad en la misma Barcelona desde la que emite. Al mismo tiempo la ciudad es azotada sismicamente por la meteorologia y por la repentina irrupcion de personajes procedentes de otra Barcelona, que vienen a pedirles auxilio a los integrantes de La noche fenomenal, que asi es como se llama el programa de este grupo de amigos. A lo largo de esta novela a ratos hilarante, a ratos melancolica y a ratos filosofica, el narrador presentara a cada miembro del equipo. Conoceremos, entre otros, al director, bon vivant y empenado en salvar el programa de su desaparicion; a De Diego, esceptico en todo menos en su fe en los animales inexistentes; al Jugador de Ajedrez, ardoroso activista, con su pipa apagada entre los dientes; a Paulina, conocedora de las civilizaciones desaparecidas, que prepara un monografico sobre el templo mas antiguo de la humanidad; a Ro, la guionista y coleccionista de casos de platillos volantes; a Hermosilla, editor de una revista esoterica y pusilanime para lo importante de la vida…

  • ?Quien se ha llevado a Daisy Mason? de Cara Hunter

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    PREPARATE PARA LEER EL THRILLER MAS ABSORBENTE DEL ANO

  • Quien teme a la muerte de Nnedi Okorafor

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    Africa postapocaliptica. El mundo ha cambiado drasticamente y, aun asi, en una region de este continente dos pueblos siguen regando la tierra con sangre. Tras anos esclavizando a la tribu okeke, los nurus han decido seguir las indicaciones del Gran Libro y exterminarlos a todos. Una mujer okeke, superviviente de una terrible violacion por parte de un general nuru, deambula por el desierto esperando a la muerte. En lugar de morir, da a luz a una nina con la piel y el pelo del color de la arena. Con la certeza de que su hija es especial, le da el nombre de Onyesonwu, que significa: <>.

  • Viento de otono de Brenna Watson

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    Una novela clasica del genero historico romantico ambientada en la Escocia del siglo XIV y con una protagonista de origen espanol.

  • Un acuerdo con el Diablo (Una Propuesta casi Indecente 3) – Mia del Valle de Mia Del Valle

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    De los siete pecados capitales, seis rigen mi vida. la avaricia, la gula, la codicia, la envidia, ira y el peor de todos. el orgullo.
    Tengo 29 anos y poseo todo lo que podria hacer feliz a un hombre de mi edad: dinero, mujeres, autos y en nueve anos viaje mas de lo que muchos pueden.
    Pero estoy peleado con la vida. No le dirijo la palabra a Dios desde hace un tiempo, y pocas cosas me roban una sonrisa genuina.
    Soy un descreido. No confio en las personas y creo que todo tiene un precio.
    En este momento de mi existencia la conoci a ella. errante, sin ataduras, mundana. yo le llamo gitana, pero ella se llama a si misma “alma libre”. Aunque ya no mas… porque bien se, que no la dejare partir jamas. pero si asi fuera, una parte suya sera mia para siempre.
    Permitanme que me presente. soy Juan Ignacio Cortes Lopez. y para ella, soy El Diablo.

  • Antologia de relatos romanticos. Navidad 2019 de Varios Autores

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    Querida lectora: De nuevo ponemos en tus manos una coleccion de relatos de Navidad creada por autoras y autores de Selecta. Cada uno de ellos narra un romance acontecido en esta magica y entranable epoca del ano y lo protagoniza un personaje secundario de alguna de las novelas que puedes encontrar en nuestro catalogo. Es posible tambien que alguno de nuestros autores haya querido regalarte una escena navidena de los protagonistas de su libro para que vuelvas a saber de ellos. Esta Antologia de relatos navidenos es un obsequio a las miles de lectoras de Selecta que cada mes se entusiasman con nuestros titulos. Me consta la ilusion, el empeno y el infinito carino que han puesto todas las personas que han participado en la creacion de cada historia, pues ademas de escribirla con la dedicacion y el amor con que lo hacen siempre, han puesto su corazon al preparar este regalo en exclusiva para ti. Ojala que con este aperitivo te apetezca leer las novelas de los autores a los que, con la presentacion de su narrativa que es el relato que aqui encontraras, aun no conocias. Espero que disfrutes y que te emociones con cada pagina de esta recopilacion. Escritoras, escritores y quienes formamos parte de Selecta te deseamos una muy feliz y romantica Navidad 2019. Lola Gude Editora de Selecta Erase una vez… Ana Alvarez Despues del reencuentro en la facultad de derecho en Sevilla, Maika habia vuelto a retomar el contacto con sus antiguos companeros. Crearon un grupo de WhatsApp al que llamaron <> y raro era el dia en que no intercambiaban algun mensaje. Por eso se sorprendio cuando aquella tarde recibio una llamada de Carlos. Habia pasado mas de un mes desde el encuentro y penso que la propuesta para tomar un cafe o una copa se quedaria en un proposito, de esos que siempre se dicen y nunca se cumplen. --Hola, Carlos --saludo. --Hola. ?Como estas? --Bien. ?Y tu? --Podria responderte lo mismo, pero eso haria esta conversacion convencional e intrascendente. --?No estas bien? --Digamos que no estoy mal, pero podria estar mejor. --?Que te ocurre? Espero que no sea algo grave. --No. Solo he tenido que salir del pais por motivos de trabajo durante varias semanas. Eso me ha impedido llamarte antes. --Ah. De repente no supo que responder. ?Carlos trataba de decirle que no estaba bien porque no habia podido llamarla? --Seguro que creias que habia olvidado la invitacion a tomar un cafe que te hice en Sevilla. --No he pensado mucho en ello, la verdad. Son cosas que se suelen decir y lo vas posponiendo, hasta que ya parece ridiculo realizar la llamada. --No es mi caso. Estoy muy decidido a retomar el contacto contigo. Me ha contrariado mucho este viaje urgente que ha pospuesto mis intenciones. --Bien, ya estas de vuelta. --Asi es. Y para compensarte por la tardanza, ?que tal si en vez de a cafe te invito a cenar? Una sonrisa afloro a su boca. --Me parece bien. ?Cuando? --?Esta noche? --?Hoy? Si que tienes prisa. --Quiero recuperar el tiempo perdido. --Un mes no es tanto tiempo --rio divertida. --Depende de como se mire. --De acuerdo, esta noche. ?Donde? --?Conoces Ginkgo, en Plaza de Espana? --He oido hablar de el. --Pues, si te parece, nos vemos alli a las nueve. ?O prefieres que te pase a recoger en algun sitio? --No, me reunire contigo en la puerta. --Hasta luego entonces. *** Pasaban unos minutos de la hora cuando Maika bajo de un taxi en Plaza de Espana, profusamente iluminada con la decoracion navidena. Un leve vistazo a su alrededor le basto para verlo, de pie en la puerta. Una radiante sonrisa le iluminaba el rostro cuando se acerco hasta ella y la beso con efusividad en ambas mejillas. --Has sido puntual --dijo el. --Hace frio, no hubiera estado bien hacerte esperar. --Se esperar cuando hace falta --afirmo con una sonrisa--. ?Subimos? --Si. Le poso una mano en la cintura, guiandola hacia el ascensor. Maika sintio el leve contacto a traves del abrigo, como si el calor de la piel traspasara la tela. Miro la cara sonriente de su antiguo companero de estudios y no vio al estudiante desalinado de entonces, sino a un hombre maduro y muy atractivo. La edad habia mejorado su aspecto en vez de pasarle factura. Llegaron a una mesa ya reservada, desde la que se divisaba una vista espectacular de Madrid. El restaurante rebosaba clase y elegancia, y no tuvo dudas de que era un sitio fuera de lo comun. --Intuyo que hoy no cenaremos hamburguesas con sabor a carton. --Puedes apostar a que no. Esta es una ocasion especial, y se merece una comida y un escenario acorde a la importancia del momento. --?Por que especial? --Porque es la primera vez que salimos solos tu y yo --dijo Carlos clavando en ella una mirada cargada de intenciones--. Y espero que no sea la ultima. --?Nunca salimos juntos en el pasado? --No. Puedo afirmarlo. --?Como estas tan seguro? --Porque me acordaria. Nunca hubiera olvidado una cita contigo. Los ojos marrones se oscurecieron mas, y ella sintio una corriente calida recorrerla entera. <>, se dijo mientras tomaba un sorbo de vino. Pero no lo era. Era un hombre que le estaba haciendo sentir mariposas en el estomago con solo mirarla. --Entonces --alzo la copa en un brindis, a pesar de que ya habia bebido unos sorbos--, por nuestra primera cita. --Por nosotros --anadio el. Les sirvieron la comida, pero le costaba disfrutarla del todo. Unas sensaciones largo tiempo olvidadas se estaban apoderando de ella, porque Carlos no se molestaba en disimular que aquella cita no era precisamente amistosa, y tanto con sus palabras como con su actitud le dejaba muy claras sus intenciones. Y ella no tenia ganas de salir corriendo, como habia hecho otras veces cuando un hombre se le insinuaba. Durante anos, su fracaso matrimonial la habia impelido a huir de las relaciones, a disfrutar de su libertad y de su independencia, pero algo en la insondable mirada del hombre que se sentaba enfrente la atraia como un iman, y supo que se dejaria arrastrar a donde la llevara. Carlos la observo titubear durante un momento y posar la copa sobre la mesa. --?Te sientes incomoda por mis palabras? --pregunto. --Estoy un poco sorprendida, eso es todo. Esto… --ella senalo a su alrededor--, no es una cena entre amigos, ?verdad? --Maika --dijo con firmeza, agarrandole una mano sobre la mesa--, esto es lo que tu quieras. Ya no somos crios y, al menos yo, se muy bien lo que deseo. Estuve enamorado de ti durante toda la carrera, pero tu comenzaste a salir con Javi, y ni siquiera te insinue mis sentimientos. Ahora te he vuelto a encontrar y eres libre; los dos lo somos, y mi corazon ha vuelto a latir mas fuerte al verte. La chica reivindicativa, feminista y atrevida que me enamoro se ha convertido en una mujer preciosa, y no tengo dudas de que igual de reivindicativa, feminista y fuerte. Se que ha pasado mucho tiempo y no somos los mismos de entonces, aunque me volveria a enamorar de la mujer que eres ahora sin ningun esfuerzo; pero, insisto, si tu solo quieres amistad, es lo que tendremos. Eso si, no dejare que perdamos el contacto de nuevo. La vio afrontar su mirada con valentia. --Debo confesar que yo no reconozco en ti al joven de antano. Pero aquel chico no me atraia y no puedo decir lo mismo del Carlos de ahora. No se si estoy preparada para una relacion, no me he planteado volver a estar con nadie en serio despues de mi divorcio, y te mentiria si te dijera que la idea no me asusta. Pero ahora, mirandote a los ojos, se que quiero correr el riesgo. Dejo aflorar una sonrisa y apreto la mano aun mas. Los dedos femeninos se aferraron a los suyos por encima del mantel, transmitiendo sensaciones por todo su cuerpo. Si, se enamoraria de ella de nuevo, estaba seguro. Si es que alguna vez habia dejado de estarlo. --No te presionare. Seguiremos viendonos y que sea lo que tenga que ser. ?Te parece? --Si. Terminaron de cenar envueltos en un halo de euforia, A traves de las amplias cristaleras vislumbraban las luces navidenas que decoraban la plaza y las calles aledanas. Despues de los postres, Carlos propuso tomar una copa, pero era tarde y Maika sentia una especia de vertigo en su interior, como si se estuviera precipitando por un tobogan muy alto que ignoraba donde la llevaria. --No quiero beber mas, con el vino ha sido suficiente para mi. Manana tengo una reunion importante y necesito la mente despejada. Mejor damos un paseo hasta una parada de taxis. --De acuerdo. Tras pagar la cuenta, que Carlos insistio en abonar a pesar de las protestas de su invitada, salieron a la fria calle. Echaron a andar uno junto al otro, como habian hecho muchos anos atras. De nuevo acompasaron el paso, adaptandose uno al otro, como si el tiempo no hubiera transcurrido. --?Que planes tienes para Navidad? --pregunto el. --Nochebuena la pasare con mi familia. Para Nochevieja no tengo planes. Tal vez vaya a casa de unos companeros de trabajo, pero aun no lo he decidido. ?Y tu? --Una de las dos celebraciones la pasare en Francia con mi hija Nicole, pero la otra estoy disponible. Puedo ir en Nochebuena y volver para Nochevieja, si te apetece que hagamos algo juntos. Por un momento el corazon de Maika se paro. --?Algo como que? --Por su mente giraron infinitas posibilidades para comenzar el ano. --Pues, tomar las uvas en la Puerta del Sol, como muchos madrilenos, y despues… improvisamos. --Me gusta eso de improvisar. De acuerdo, si a tu hija no le importa, reservame la Nochevieja. Habian llegado a la parada de taxis, pero ninguno tenia ganas de irse. Continuaron parados en medio de la acera de Gran Via charlando de trivialidades durante mas de quince minutos. Al fin, la gelida temperatura reinante les hizo moverse. Antes de acercarse al primer vehiculo de la fila, Maika se volvio y clavo en el unos ojos traviesos. --?Vas a dejarme ir asi? --?Asi como? --Sin intentar besarme. --?Quieres que lo haga? --pregunto esperanzado. --En realidad, no. Prefiero besarte yo. Se acerco despacio y, alzandose un poco sobre los altos tacones, rozo con mucha suavidad los labios masculinos. Los brazos de Carlos se cineron a su cintura y profundizo el beso. De pronto todo desaparecio a su alrededor: la calle, los viandantes y el frio. Solo el resplandor de las luces se filtraba a traves de los ojos cerrados. Despues de una eternidad, se separaron y se miraron a los ojos. --Tengo que irme. El asintio. --Nos vemos en Nochevieja. --Que sepas que entonces te besare yo. --Me parece bien. --Esbozo una sonrisa y entro en el taxi. Carlos permanecio de pie en la acera viendo como se alejaba, y sintiendo aun en sus labios el sabor de esa boca tanto tiempo deseada. Los personajes pertenecen a la novela ?Solo amigos? https://www.megustaleer.com/autor/ana-lvarez/0000104205/ La despedida Ana Castellar Era la ultima tarde que pasaba en aquel trabajo. Era limpiacristales en un gran edificio de oficinas. Aquella tarde estaba vacio, la proximidad de la Nochebuena habia hecho que la gente saliese muy pronto ese dia. En es momento, despues de muchos malos trabajos, habia conseguido otro en una ciudad diferente, donde iba a ser fijo, con un mejor salario y con el mismo horario todos los dias, ya no tendria que estar de un turno a otro sin un sueldo cada mes. Esa tarde la volvio a ver cuando el pasaba a recoger su material de trabajo. Ella, tan bella como siempre, sentada en su silla, trabajando en su ordenador. No lo habia saludado, estaba concentrada en la pantalla del computador y el no quiso molestarla. Salio a la calle y fue a una cafeteria cercana a la que solia ir despues del trabajo. Hacia frio, y se dio cuenta de que era ese momento o nunca para invitarla con algo caliente. Cogio dos cafes y dos magdalenas, que la gente llamaba cupcakes o muf ins, y volvio al edificio, recorrio otra vez el largo pasillo que lo llevaba hasta el rincon donde ella tenia su mesa. --Hola --susurro nervioso. --Hola --le contesto ella, sonriente. --Te invito a merendar, me fije que hoy no tenias tu termo encima de la mesa, y hace mucho frio. --?Es para mi? --pregunto sorprendida. --Para los dos, si me dejas sentarme aqui contigo. --Si, claro, a estas horas no hay nadie, podemos estar tranquilos, pero no quiero retrasarte en tu trabajo. --Ni yo en el tuyo, sera rapido. --No, tranquilo, el mio ya esta hecho, solo estaba esperando que diera la hora para irme. Ella cogio el cafe y lo destapo, no le gustaba beber con la tapa de plastico, ya se habia manchado alguna vez. El le acerco la magdalena, y ella sonrio con la inocencia de una nina. --Me has alegrado el dia --le dijo el deseando decirle que le habia alegrado todos los viernes de los ultimos dos anos. --Que dices, tu eres el que me lo ha alegrado a mi, creo que eres uno de los pocos que me ve en este sitio. --Lo mismo digo. --Y levanto su cafe para brindar. Los dos sonrieron, llevaban viendose todos los viernes a la misma hora. El pasaba y la saludaba con un timido <> que ella recibia alegre, y poco mas. Habian intercambiado algo sobre el tiempo, si se iba de vacaciones, que bien que habia vuelto. --Me voy --le dijo el. --Pero si no has acabado. --Me voy de esta empresa, me ha salido un trabajo fijo en otra ciudad y ya no estare aqui el proximo viernes, por eso me he atrevido a esto, si no, no me hubiese atrevido nunca… --Pasarian los viernes, las semanas y los dos seguiriamos con nuestras rutinas. Los dos se miraron. --Me alegra mucho que lo hayas hecho, yo alguna vez tambien he pensado en invitarte algo, decirte algo, pero me daba verguenza. No sabia como empezar. El se rio. --!!Vaya dos!! --exclamo, y ella se rio con el. Estuvieron hablando unas horas hasta que sono su alarma, era el momento de irse y salir del trabajo. --Ya es la hora, ?nos vamos juntos? --le pregunto ella. El acepto, fue a recoger su material para dejarlo ordenado para su sustituto mientras ella entraba en el bano antes de marchar. En la puerta de aquel edificio, los dos se despidieron. Ella le dijo que deseaba que todo le fuera bien, y los dos se quedaron quietos sin atreverse a acercarse. Ella empezo a caminar y el se quedo viendo como se alejaba perdiendose entre la gente. El volvio el lunes a primera hora antes de partir a su nuevo destino, queria volver a verla, le habia comprado un pequeno detalle por Navidad. Camino hasta su mesa, pero no la encontro, su ordenador estaba apagado, quizas llegaba tarde. Miro su movil, ella estaba en linea, pero no se atrevia a mandarle un WhatsApp. Como le explicaria que habia guardado su telefono de una vez que habia escuchado como se lo decia a una companera. Ella pensaria que era un psicopata. Espero un rato, decidio acercarse a la mesa de unas companeras que estaban en otro recoveco y les pregunto por ella. Las dos se miraron. --Ella ha fallecido --le dijeron. El no se lo podia creer. --?Cuando? ?Como? --pregunto. --El jueves al salir del trabajo, un coche la atropello mientras ella esperaba para cruzar en verde, dicen que fue muy rapido, no sufrio, ni se entero. Todavia no nos lo creemos, es como si estuvieramos esperando a que llegue en cualquier momento. --No puede ser, yo estuve con ella aqui el viernes. No puede ser, esto es una broma de mal gusto, si no quiere saber de mi, ya esta, pero esto… --Tranquilizate, no es una broma, no ibamos a bromear con algo asi, ?por quien nos tomas?, y ella era una buena chica. Habras confundido el dia que la viste. El busco su movil y se los enseno. --Mira, tiene la foto de la magdalena que le compre el viernes, la puso en el WhatsApp y pone lo mejor del dia con muchos emoticonos, sonriendo. --Si, lo subio por su cumple, se lo compramos nosotras, nos enteramos por casualidad y quisimos tener un detalle con ella, y le encanto. --No puede ser. --El se acordo de cuando ella habia entrado al bano. <>, recordo el, esas luces se encendian con el movimiento. No se habia fijado hasta ese momento. --Si quieres, te doy el numero de sus padres y puedes hablar con ellos. --La chica apunto lo en un post-it y se lo dio--. Lo siento, no sabia que erais tan amigos. El se fue dandole vueltas a lo que le acababa de suceder, tenia el telefono de sus padres, pero no sabia si llamar. Una mano le toco la espalda. --Perdona. --Si. --No se como decir esto sin estar loca. Esta manana, cuando venia hacia aqui, yo…, venia hacia aqui y… me parecio verla de lejos, sonriente, con su bufanda blanca que la hacia mas bajita de tantas vueltas que le daba, y, cuando me sente en mi mesa, vi un CD con un lacito y una nota: <>. Me habia hablado de ese cantante y sabia que hoy es mi cumpleanos. Ese CD no estaba el viernes por la manana cuando me fui, estoy segura de ello. No se que ha pasado, esto es muy raro. Los dos se quedaron en silencio. El salio del edificio sin decir nada, no entendia nada de lo que habia pasado. <>, se pregunto. Estaba muy confundido. Decidio seguir con sus planes, empezar su nueva vida en una nueva ciudad. Termino de hacer las maletas y cargar su furgoneta con ellas. Se sento en el asiento del conductor y se quedo unos minutos alli. Estaba muy nervioso con todos los cambios que se le avecinaban. Arranco el coche y puso rumbo a su nueva vida, no sin antes volver a pasar por el lugar donde ella trabajaba. Todavia era muy pronto y la ciudad apenas estaba amaneciendo. Y alli la vio subiendo por el parque camino a su trabajo. Paro el coche, bajo y corrio para alcanzarla. El grito y ella se giro, le sonrio y se despidio con un gesto con la mano. El se quedo alli parado, mirandola quieta y sonriente. Un coche toco el claxon y el se giro, habia dejado la furgoneta en medio de la carretera. Se volvio a dar vuelta rapidamente, buscandola, pero ella ya no estaba. El sonrio, ya se habian despedido, ya nada lo retenia en esa ciudad.

  • Un “te quiero” por Navidad de Christian Martins

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    La carrera literaria de la joven Gabrielle no va demasiado bien y, decidida a dejar ese bache atras y desbloquearse, aceptara escribir un relato con la historia de Logan; un chico que ha viajado muchisimos kilometros para reconquistar al amor de su vida por segunda vez. Logan esta dispuesto a recorrer Nueva York de punta a punta hasta dar con su chica, y Gabrielle le acompanara en esa aventura.
    ?Conseguira Logan encontrar a la mujer de la que esta enamorado? ?Reconquistarla?
    ?Que descubrira Gabrielle durante la busqueda?

  • Russell en 90 Minutos de Paul Strathern

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    Russell afirmo que fueron tres las pasiones que le dominaron un anhelo de amor, la busqueda de conocimiento y una angustiosa compasion por el sufrimiento humano. Guiaron tanto su vida personal como su quehacer intelectual. Su punto de vista filosofico, profundamente imbuido de la ciencia de su tiempo, estuvo, no obstante, enraizado en la logica y en el empirismo, dedico sus mayores esfuerzos a la epistemologia --la indagacion por el ultimo fundamento de nuestro saber acerca del mundo-- ?Como podemos tener la certeza de que es verdadero lo que pretendemos saber? ?Donde radica la certidumbre en nuestra experiencia del mundo? En Russell en 90 minutos, Paul Strathern presenta un repaso conciso y experto de la vida e ideas de Russell, y explica su influencia en la lucha del hombre por comprender su existencia en el mundo. El libro incluye una seleccion de escritos de Russell, una breve lista de lecturas sugeridas para aquellos que deseen profundizar en su pensamiento, y cronologias que situan a Russell en su epoca y en una sinopsis mas amplia de la filosofia.

  • Crudo de Olivia Laing

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    Kathy tiene cuarenta anos y su vida esta a punto de cambiar para siempre: se acerca el dia de su boda, el dia en que dejara atras definitivamente su pasado excentrico y desordenado para entregarse al compromiso, el amor y los planes de futuro. Ahora bien, ?que futuro? ?Acaso cabe esperar algo bueno, a la vista de lo que esta sucediendo en el mundo? Mientras Kathy nos explica con minuciosidad obsesiva los preparativos de su enlace desde un enclave idilico en plena Toscana, se ve importunada por pensamientos delirantes, a veces oscuros, que basculan entre el escepticismo y la paranoia. En la Casa Blanca hay un loco que puede desencadenar una guerra nuclear con solo pulsar un boton rojo, y el mundo parece estar entrando en una fase de histeria colectiva de la que sucesos como el Brexit son mucho mas que un sintoma preocupante.

  • Feminismo para torpes de Nerea Perez De Las Heras

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    Partiendo de escenas cotidianas, planteadas desde el humor, y desde su propia experiencia, Nerea Perez de las Heras analiza de manera critica todos los aspectos relacionados con el feminismo: el patriarcado y la manera de estar en el mundo de los hombres, los hitos de la historia del feminismo, los cliches del negacionismo machista, los mensajes que la sociedad envia a las mujeres sobre como deben comportarse, cosas que parecen feministas pero no lo son. Todo ello desgajado en escenas cotidianas cargadas de humor que sirven como punto de partida y a la vez como toque de atencion de la presencia del machismo en el dia a dia.

  • El refugio de Mick Kitson

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    Sal ha estado planeando la fuga durante casi un ano. Ha leido una guia de supervivencia de cabo a rabo y ha mirado un monton de videos de YouTube. Ha sustraido un mapa de la agencia cartografica nacional. Ha robado varias tarjetas de credito y ha comprado una brujula, un cuchillo de montana, un par de impermeables y un kit de primeros auxilios. Y ahora esta preparada. Sabe muchas cosas: como construir un refugio y encender un fuego, como calcular distancias, como cazar conejos y disparar una pistola de aire comprimido. Pero sobre todo, sabe como proteger a su hermana de diez anos, Peppa.

  • Entre bromas de amor (Ebrias de amor) de Ana Alvarez

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    Mentiria si dijera que no entre en la habitacion azul que nos habia tocado a Kerem y a mi con la pequena esperanza de que se pareciera a la aldea de los pitufos. Lo que me encontre, sin embargo, fue un dormitorio de aspecto lujoso y muy amplio, con una cama aun mas grande cubierta por una colcha azul capri y cortinas a juego. El resto de la decoracion tenia tintes navidenos, con una guirnalda con acebo por aqui, unas pinas con lacitos dorados por alla y unos elfos de mirada astuta que nos observaban desde la mesilla de noche. Tenian las piernas colgando casi hasta el suelo de una forma antinatural que me resultaba perturbadora, porque todo el mundo sabe que los elfos no tienen extremidades kilometricas cual angeles de Victoria's Secret. --?Quieres que los esconda en el bano cuando nos vayamos a dormir, tatlim? Me gire un poco hacia Kerem, que ya habia dejado las maletas junto a la puerta y tambien tenia la mirada puesta en esos seres inquietantes. --A ti tampoco te van --conclui--. Es por las piernas, ?verdad? Mi dios turco del desenfreno y los encuentros carnales de placer estratosferico companero en el amor y en el trabajo solo me sonrio y se acerco para bajarme la cremallera del abrigo negro que todavia llevaba puesto. Y que seguia siendo negro por completo porque aun no habia tenido tiempo de coserle los parches de <> adquiridos para solventar dicha contingencia. Al abrirse las dos partes del plumas, quedo al descubierto la joya de la corona de mi coleccion de jerseis de invierno: sobre un fondo de lana rojo chillon, hileras de munecos de nieve, galletas de jengibre, bastones de caramelo, cenefas alpinas y abetos de Navidad giraban unos sobre otros en un apabullante horror vacui textil. --?Crees que les gustara a los demas? --Les va a volver locos, tatlim. --De forma literal --me rei--. Sus ojos no van a ser capaces de registrar tantos estimulos. Mi marido me sujeto de la cintura y acerco sus labios a mi oido. --?Te cuento un secreto? A mi me encanta todo sobre tu ropa, Romina. Desnudarte por las noches, ver que eliges y como te vistes por las mananas... y pensar en como deshacerme de todo otra vez al volver juntos a la cama. Su acento suave y los besos que empezo a derramar sobre mi cuello iban a conseguir que mi temperatura corporal se disparase hasta derretir toda la nieve de Gredos me desviase de cierto asuntillo que tenia que llevar a cabo. Y es que, el Jueves Borroso previo a nuestra escapada de fin de semana, cuando ya habiamos cerrado la reserva para entrar el dia 28 de diciembre en la casa rural, se fraguo un plan alocado, euforico y nada meditado en el Lolita's: Ibamos a gastarles una inocentada a nuestros chicos asegurandoles que nos habiamos quedado todas embarazadas a la vez a proposito para repoblar el planeta con una nueva generacion de pequenos retonos de las chicas del JB que crecerian y jugarian juntos. ?Que podria salir mal? --Kerem... --empece, despues de un par de besos profundos y caricias lentas porque tampoco tengo tanto autocontrol no queria que el pobre se sintiera mal con mi rechazo. --?Mmm? --Ya que estamos hablando de ropa... quiero ensenarte algo. --?Ahora? --Si, ahora. Me escurri como pude de entre sus fuertes brazos, con el roce de su barba cosquilleandome todavia sobre la piel, y me agache para abrir mi maleta y sacar unos cuantos pantalones que tire sobre la cama. Cada uno era de un estilo. Vaqueros, de cuero, de pana, pero todos tenian algo en comun. Algo que le iba a ensenar a Kerem en un momento. Cogi uno al azar y me volvi hacia el. <>. --!Tachan! --exclame mientras tiraba de la cinturilla de goma--. He transformado alrededor de un treinta por ciento de mis pantalones y los he convertido en elasticos. --Eso esta muy... ?bien? --replico, dubitativo. No pude evitar contemplarlo un momento. Esa manana habiamos salido con prisas y se habia dejado el pelo largo suelto en lugar de peinarlo en el mono que solia llevar, lo que le daba un aspecto indomable que me aceleraba el pulso. Ademas, habia apoyado el trasero sobre la mesa donde estaba la tele y habia cruzado un tobillo encima del otro en una postura que me hacia pensar en lenguetazos, cristales empanados y otras picardias todavia mas explicitas resaltaba su atractivo. <>. Carraspee un poco y le di vueltas a mi anillo de casada. --Si, esta muy bien. Y no solo por el maximo confort que supone ir sin apreturas para afrontar el reto que nos lanzan los excesos gastronomicos propios de estas fechas, sino porque se adaptan al cuerpo y dan mucho de si. Ya sabes, en caso de que necesiten expandirse. Hasta cierto punto, claro. Kerem habia fruncido las cejas y sus ojos oscuros solo revelaban confusion. La inocentada no estaba resultando tan facil como cuando lo habiamos hablado en un ambiente de camaraderia aderezado con bastante travesura y copas con y sin alcohol en el Lolita's. Se me estaba empezando a secar un poco la boca de los nervios al pensar en como acabaria todo. Menos mal que no se me habia ocurrido sacar del maxibolso del caos la ristra de munecos del Dia de los Inocentes que habia recortado con tanto esmero. La tarde en la que me dedique a esa manualidad clandestina, se me habia pasado por la cabeza darle uno a Kerem y decirle que lo llevase siempre consigo en un lugar visible porque era un amuleto de la buena suerte, una cosa muy tipica en Espana. Hasta lo habia plastificado para que le durase mucho tiempo y no se le doblasen las puntas. Por suerte, alguna fuerza cosmica me habia detenido a tiempo para evitar echar mas lena al fuego. Queria gastarle una broma, no acabar con la relacion. Pense en que mis chicas debian de estar en una situacion parecida y me di animos para continuar. Tal vez deberia probar un enfoque mas simbolico. Puede que asi me saliera mejor. --Vale. --Descarte el pantalon de pana, acampanado a la par que elastico, sobre la cama e inspire hondo, dispuesta a abordar el asunto sin mas dilacion--. ?Puedo formularte unas preguntas? El asintio una vez. --?Crees que si un unicornio y un dinosaurio se encontrasen podrian sentirse atraidos sexualmente el uno por el otro? Y, en caso afirmativo, ?como se llamaria la criatura que concebirian ambos? Noventa y nueve de cada cien seres humanos y animales se habrian sorprendido por las palabras que acababan de abandonar mis labios, pero Kerem era Kerem y estaba casado conmigo, por lo que su reaccion fue distinta. --?Da igual que tipo de dinosaurio sea? --Aja. Descruzo los pies y se impulso hacia delante para acercarse a mi con gesto concentrado. --Dinocornio. ?O puede que unisaurio? Me producia una ternura arrolladora que siempre estuviera dispuesto a seguirme el juego en mis absurdeces deslices mentales. --Claro que... --Se llevo un dedo a la barbilla--. Si el enamorado fuera un diplodocus, seria mas apropiado decir unidocus. Por eso me gustaria que fueras mas especifica. Le saltaban chispitas de los iris. Sabia que yo estaba tramando algo y me estaba tomando el pelo. Aquello no estaba marchando bien, pero yo era una avezada maestra de la improvisacion, un as en reconducir conversaciones y llevarlas hacia donde queria, e iba a demostrarlo. --Olvidate de los puneteros diplodocus. He hecho un pacto... --balbucee. --?Con el demonio?

  • La clave secreta del universo – Lucy y Stephen Hawking de

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    Con La clave secreta del Universo el genial Stephen Hawking y su hija Lucy han conseguido acercar a los pequenos -y no tan pequenos- las maravillas y los secretos del Universo, y demostrarnos que la ciencia tambien puede ser divertida y apasionante.

  • Adiccion (Medianoche 2) de Claudia Gray

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    Tras una larga temporada sin verse, Bianca y Lucas buscan la forma de infringir las estrictas normas de la academia Medianoche para poder continuar con su intensa y complicada historia de amor. Pero ?hasta donde estan dispuestos a llegar? Nadie sabe tan bien como ellos que el amor mata o muere…

  • La otra; Historia de la amante de Magela Gracia

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    Un libro se gesta con una idea, sin duda alguna. Puede llegar de un recuerdo, un sentimiento, una vision o un sueno. Pero nunca llega a ser lo que es sin la gente que te rodea. Ellos ayudan a darle forma, a que se convierta en lo que luego rellenara paginas que, con suerte, amarillearan en un estante de tu salon... ... porque no habras querido deshacerte del libro. A mi, por fortuna, me han rodeado una gran cantidad y calidad de personas dando forma al libro, moldeando mis recuerdos, mis fantasias, mis anhelos. Marcos. Editor, corrector, critico. Ese hombre que acompana mis noches de fantasias y mis mananas de realidades. Que me levanta cuando me salen mal las cosas, y me baja a la tierra cuando me salen demasiado bien. El unico que conoce mis secretos... y los convierte en realidades. El unico que mis realidades... las convierte en secretos. Si Oziel tiene voz propia es gracias al morbo de sus palabras. Se le ha acumulado mucho trabajo estos meses, porque es el que suele corregir todo lo que escribo, incluso hojas de reclamaciones. Elena. Critica, cerebro de la portada del libro. No me leeria ni muerta, pero al final accedio a punta de pistola. Ahi la tengo, encanonada, compaginando sus cosas con leer a la pesada que se empena en mandarle los capitulos por mail y le insiste en que lo haga en vez de jugar al Candy Crash. Me acepta como soy, imperfecta a mas no poder. Y, aun asi, me invita todas las semanas a almorzar, porque sabe que no me gusta comer sola. Y yo vuelvo, aunque me de de comer cosas raras... y no tenga cafe. Raquel. Coartifice de la portada. Hay mujeres que tienen una sensibilidad especial para tratar una portada, y ella elige con mimo cada detalle para que todo quede perfecto. Podria morirme si tuviera que abrir el Photoshop, no digamos nada de usarlo correctamente. Tiene una paciencia infinita conmigo, y a pesar de la distancia, salva el problema con energia y entusiasmo. !A por la tercera! Pavel. Publicista, critico, coartifice de la portada. El hombre que me sirve un cafe todas la mananas para que me desperece y que luego tiene que tirar porque no llego a tiempo a tomarmelo. Un ser malvado recubierto de bondad, historias de zombis y eternos paseos en moto. Haces facil lo que a mi me resulta imposible. Se parte de risa con mis escasos conocimientos de ingles. Por eso, friki, hacemos un magnifico equipo. Javier. Fotografo. No le hace falta hacer nada mas, porque con retocarme la piel para que no se notara que tenia frio ya hizo suficiente. Creo que fue el quien se empeno en que se hicieran las fotos en invierno para castigarme por tenerlo cuatro horas al dia trabajando, y el que se alegro de que no hubiera calefaccion mientras me desnudaba. Me las cobre haciendo que se arrastrara por el suelo. Hay una foto que lo demuestra por algun lado... Alexis. Coaching. Me abrio su casa para que con sus paredes jugara a desnudarme y diera vida a La Otra. Pero, antes de eso, me ha dicho mil veces que valgo, que las mujeres emprendedoras son un tesoro, que el esfuerzo siempre merece la pena. Es el amigo que toda mujer quiere tener a su lado, aunque me dejara una noche tirada y tengamos mas relacion por mensajes que cara a cara. Espero que se haya revalorizado el valor de la casa...

  • Catarsis 2 de Anabel Garcia

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    Siempre suponemos que el dia de nuestra muerte sentiremos algo, aunque sea un leve cosquilleo, algun presentimiento, o incluso alguna extrana senal que nos ayude a intuir que el final se acerca. Pero mi mundo se vino abajo un dia nada especial, sin avisos ni senales. De repente, todo dio un giro inesperado y mi vida termino. Ahora me encuentro en Catarsis, preparada para enfrentarme a la batalla mas importante de mi vida, o quiza de mi muerte.
    ?Como definir lo que es Catarsis? Podria decirse que es un mundo en el que solo tu puedes decidir lo que ocurre, solo tu y tu poder, el problema es averiguar cual es este, aunque yo creo que casi lo he conseguido.
    Parece sencillo ?verdad? Pues no lo es tanto cuando un ejercito entero confia en que vas a salvarlos del peor de los destinos y cuando, ademas, el Senor del Mal te vigila tan de cerca. Por cierto, ?he mencionado ya que dicho Senor es el ser mas atractivo/insufrible de este mundo y de todos los demas mundos?
    ?Te atreves a entrar en Catarsis?
    Demuestrame que el miedo no existe.

  • La sombra de Erin (Celtic 1) de Adriana Rubens

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  • La Mejor Apuesta de Nora Roberts

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    Serena MacGregor ya estaba cansada de que su acaudalada y bienintencionada familia se metiera en su vida. Estaba decidida a depender de si misma y, de paso, poner un toque de aventura en su vida. Fue asi como acabo trabajando como crupier en un crucero y en los brazos del jugador Justin Blade. El encanto y atractivo de aquel hombre parecian tenerla hipnotizada, pero no lo suficiente como para que no se percatara de que Justin le estaba ocultando algo.

  • Regreso a Waterly Inn de Patty Love

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    A April Chase le hubiera gustado ser una chica como cualquier otra de su edad, pero no pudo ser. La vida le puso a Olivia en los brazos cuando solo era una adolescente y tuvo que renunciar a muchas cosas, entre ellas a Grace, su madre.
    Quince anos despues, Grace esta gravemente enferma y April se plantea regresar a Waterly Inn, su hogar, la casa azul mas bonita del mundo.

  • El chico de las bobinas de Pere Cervantes

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    Barcelona, 1945. Nil Roig es un chiquillo que se pasa el dia en bicicleta transportando de un cine a otro viejas bobinas de peliculas. El dia de su decimotercer cumpleanos es testigo de un crimen cometido en el portal de su casa. Mientras el asesino huye despues de haberlo amenazado de muerte en caso de no mantener la boca cerrada, el moribundo le entrega el misterioso cromo de un actor de cine de la epoca; un objeto perseguido y anhelado por un excomandante de la Gestapo y un policia sin escrupulos. El hecho de que el moribundo le de el cromo a Nil pronunciando el nombre de David, el padre desaparecido del muchacho, arrastrara a este a resolver un secreto del pasado por el que pagara un alto precio.

  • Enemigos de Esparta de Sebastian Roa

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  • El escondite de Grisha de Ismael Martinez Biurrun

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    Dos veces huerfano con apenas diez anos, Grisha ha aprendido a protegerse por si solo y a esconder sus secretos. Todas las tardes se refugia en la biblioteca y escribe con los ojos cerrados lo que parece el diario de otro nino que vive a miles de kilometros y a quien no conoce. ?Quien es el otro Grisha? ?Es posible robar la vida de otra persona? Olmo no es un bibliotecario como los demas. Incapaz de poner nombre a sus propios sentimientos, huye de un pasado siniestro y busca consuelo en los brazos de la mujer policia que siguio su rastro. Cree que por fin ha puesto orden en su vida, hasta que se tropieza con Grisha. Olmo no contaba con volver a verse reflejado en los ojos de un nino malherido. Con atravesar un infierno ajeno para regresar al suyo. Este es el relato del insolito encuentro de Grisha y Olmo, del asesinato que cometieron juntos y del viaje que emprendieron en busca de respuestas y de redencion. Con el talento que la critica le ha reconocido para la combinacion de generos desde el thriller policial al fantastico, Ismael Martinez Biurrun ha construido un relato sobrecogedor, a un tiempo hermoso y terrible.

  • Pep Guardiola. La metamorfosis de Marti Perarnau

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    Un recuento de como Alemania ha cambiado al nuevo entrenador del Manchester City. El nuevo libro de Marti Perarnau, autor de Herr Pep.
    Guardiola ha vivido en Alemania una metamorfosis que le ha cambiado en numerosos aspectos. Si bien conserva sus caracteristicas fundamentales (el juego de posicion como modelo y la competitividad insaciable como motor), ha incorporado nuevos rasgos aportados por la experiencia en Munich.
    Esta obra es una pieza singular en el universo de los libros de futbol. Animado por el atrevimiento del propio Guardiola, Marti Perarnau propone una narracion <>, que igual fluye del presente al pasado que se detiene en reflexiones, personas o momentos significativos de la trayectoria de Pep. Desde el comedor vacio tras la dolorosa eliminacion frente al Atletico de Madrid en el considerado mejor partido de la era germana de Guardiola, a como se ensaya un corner, la carta de un aficionado, la meticulosa descripcion de la remontada frente a la Juventus o el carino con el que se despidio al mister en Alemania.
    A base de cronicas, analisis, datos, citas, reflexiones o entrevistas, Marti Perarnau compone su particular trencadis, que fu

  • Brujas de Brenda Lozano

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    <<[…]Un vortice de gravedad que condensa toda la literatura de Brenda Lozano, donde conviven lo oral y lo escrito, las tradiciones populares y cierta perspectiva cosmopolita, el humor y la tragedia. Una inyeccion de electricidad, una musica que se sigue escuchando mucho mas alla de sus paginas.>> Mauro Libertella

  • Ecos del pasado (Forastera 7) de Diana Gabaldon

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    La saga narra las aventuras de Claire y Jaime en el siglo XVIII, y es una obra maestra de la novela historica, escrita por una de las autoras mas queridas de nuestros tiempos. El ex jacobita Jamie Fraser esta plenamente inmerso enla Revolucion americana, que defiende a capa y espada, hasta que se le presenta un conflicto interior que puede dar al traste con sus ideas, con su felicidad y hasta con su vida: en el bando del ejercito ingles que debe sofocarla rebelion se encuentra su hijo ilegitimo, un joven teniente del ejercito britanico, y el encuentro es inminente. Para resolver la cuestion esta la esposa de Jamie, Claire, una mujer que ha viajado en el tiempo desde los anos cuarenta del siglo XX -donde cuenta con otra familia- hasta el siglo XVIII y que, claro esta, juega con ventaja. Graciasa las peculiares caracteristicas de Claire, mucha sangre no llegara al rio; al menos sangre familiar.

  • Lo imperdonable de Norma Lazo

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    Eddie no era su nombre, Michael la llamaba asi. Tenian poco tiempo de conocerse y los unia una amistad profunda aunque prudente. Eran mayores y habian aprendido que los mejores amigos buscan la distancia adecuada. Al igual que puercoespines, ni tan lejos que de frio, ni tan cerca que espine. Al principio Eddie no hablaba de su vida o de su pasado. Habia callado sus dias salvajes sin destino, las playas banadas de abulia y desasosiego y las horas mirando nubes para adivinar formas de animales mitologicos. Tampoco le habia contado del malestar nacido por la incertidumbre que le provocaba su futuro. Malestar a veces alejado con algun libro robado y, en otras, provocando pleitos en la escuela. Eddie no se habia atrevido a hablar de ello hasta la noche en la que volvio su pasado. Entonces decidio contarle todo a Michael, aunque no supiera como. El destino de Eddie se sello treinta anos atras, mientras esperaba sentada en la barda del colegio a su mejor amigo, Ian, leyendo Mas que humano de Theodore Sturgeon, una novela de ciencia ficcion que tomo prestada de casa de Camilo Garcia Moreno, otro de sus amigos. Pero aquello era un eufemismo, Eddie solo regresaba los libros si alguien le reclamaba. Miro su reloj Swatch de caratula azul. Ian solia ser puntual y ahora llevaba retrasado veinte minutos. Eddie brinco desde la barda del colegio y se asomo por la calle en busca de su amigo. Entre los coches apelotados por el trafico avisto el Mustang color cobre y de llantas achaparradas rebasando impacientemente a los demas automovilistas. Eddie echo la novela de Sturgeon en la mochila y se preparo, como cada dia, para subir al auto. --?Aburrida? --le pregunto Ian desde la ventanilla mientras quitaba el seguro de la puerta del copiloto. Eddie afirmo con la cabeza y avento la mochila en la parte de atras. Reclino el respaldo hasta topar con el asiento trasero. --Nos esperan en la playa --le dijo Ian. Eddie tomo la cajetilla de Camel de la camisa de su amigo y encendio uno. El Mustang rozaba el suelo en cada vuelta. Ian era adicto a la velocidad, a los brincos sorpresivos provocados por los topes y a las miradas reprobatorias de los parroquianos quienes, al verlo venir a lo lejos, se replegaban contra la pared de las aceras. En la playa, recostados sobre el automovil de Ian, el grupo de amigos observaba a las gaviotas clavar sus picos en las crestas del oceano en busca de alimento. Las mas habiles pescaban a su presa en la primera zambullida, en tanto que las torpes levantaban el vuelo para intentarlo nuevamente hasta conseguirlo. Cuando Eddie se iba de pinta con sus amigos solian reunirse en las dunas El Infiernillo. Tomaban cerveza envueltos por las bocanadas de aliento salado y caluroso del verano mientras el mar marcaba su frontera de espuma con la que jugaban a salpicarse. Pudo ser un dia cualquiera, inutil y perezoso como el anterior, de no haber sido por la llegada abrupta de Alma Grande. --El menor de los Garcia Moreno se mato --dicho esto, Alma Grande desplomo su enorme cuerpo de ciento veinte kilos y metro noventa de estatura sobre la arena, cayo doblado sobre sus rodillas como los musulmanes en oracion. El menor de los Garcia Moreno se llamaba Mauro y tenia once anos; su hermano, Camilo, era parte del grupo de amigos. Mauro era un nino gordo y rubio, de rostro palido, marcado por las manchas de sol. No hablaba mucho y, taciturno y melancolico, pasaba la mayor parte del tiempo encerrado en su recamara escuchando discos. Fantaseaba con ser invisible y pasar inadvertido en el colegio para no dar explicaciones de su aislamiento. En la familia nadie entendia a ese ser silencioso que parecia vivir en otra dimension, distante, perdido en lo mas profundo de los caracoles, alli donde suena el mar pero no atropella con su vaiven violento. El unico que conseguia sacarlo del mutismo era Camilo. Si sus padres salian y el grupo de amigos se aduenaba de la casa, Mauro hacia lo imposible por pegarseles, aunque su hermano no lo permitia, pues todos bebian e incluso algunos ya fumaban marihuana. Penso que alejandolo lo mantendria a salvo. Eddie aun recordaba vividamente al giganton Alma Grande --quiza sea el recuerdo mas nitido de aquellos dias--, sumido en el llanto como un nino que acaba de descubrir la muerte. Alma Grande conto entre sollozos, recriminandose porque solian tratar al nino con indiferencia, que Mauro, a escondidas de su padre, el famoso abogado Raymundo Garcia Moreno, habia tomado la pistola de la biblioteca. A la familia le extrano la chamarra gruesa que llevaba Mauro en ese dia tan soleado, pero nadie le pregunto si no sentia calor. Tambien llevo a la escuela una caja con algunas de sus pertenencias mas preciadas: la coleccion de comics de Linterna verde, los munecos de accion de la Guerra de la Galaxias y sus discos de los Beatles. Les parecio raro su comportamiento, pero nadie imagino lo que vendria. En el colegio, Mauro las regalo todas a los companeros que nunca lo molestaron; la mayoria acostumbraba ponerle sobrenombres relacionados con su gordura, burlarse de su silencio, de la forma en que reprobaba cualquier materia y el estado de abulia perenne. En el salon de clases Mauro se planto al frente, al lado del profesor, y le pidio permiso para dirigirse al grupo. Sin decir palabra, extrajo la pistola oculta bajo su chamarra y se dio un balazo. Cuando Alma Grande termino su relato, el cielo azul se torno gris y brumoso, un temporal imprevisto se avecinaba. Asi era el clima en el puerto, impredecible y fiero como la vida. La ventisca proveniente del norte levanto las toallas de la arena, volaron los vasos de plastico y el liston morado con el que Gabriela habia amarrado su largo cabello negro mientras construia torres de arena. Las olas del mar empezaron a picarse y las pequenas crestas que las gaviotas penetraban se alzaron en violentos muros de agua. En medio de gritos, aturdidos por el tragico relato y el cambio repentino del clima, levantaron sus cosas para entrar al coche. Gabriela grito llamando la atencion de todos, luego senalo hacia la orilla de la playa donde descubrieron a lan desprendiendose del uniforme del colegio para caminar en traje de bano mar adentro, sin voltear, decidido y tambaleante por la fuerza de la corriente. Gabriela miro a los demas esperando respuesta y ante el desconcierto de todos se desprendio del uniforme y corrio tras de Ian. Alma Grande, los hermanos Caiman y Eddie hicieron lo propio, corriendo en traje de bano hacia el ir y venir de las olas que elevaban y descendian los cuerpos indefensos flotando de muertito a la deriva. Relampagos colericos enraizados ferreamente a las nubes parpadeaban semejando raigones viejos. Las olas empujaban al grupo de amigos con furia. Ian les grito que no nadaran y permitieran que estas los llevaran adonde quisieran. Fueron arrojados por remolinos de agua a las piedras y lanzados por el oleaje, salieron del mar con raspones y algunas espinas de erizo enterradas en los pies. Antes de subir al coche alcanzaron a ver una gran ola arrasando las torres de arena construidas por Gabriela. Era la ola mas grande que habian visto en meses. La masa de agua golpeo las torres y las deshizo en moronas de lodo y espuma, para luego retroceder con indiferencia de la misma forma en que la vida lo haria con ellos. 2. LA AMISTAD ENTRA POR LA LENGUA LA HISTORIA DE EDDIE Y MICHAEL PARKER Se conocieron la manana en la que Michael entrevistaba a aspirantes al puesto de traductor. La vio llegar desde el barandal de hierro forjado de su departamento. A juzgar por su apariencia, estaba nerviosa. Su cuerpo empequenecido, fragil, doblado por la pesadumbre de los secretos, se habia enjutado aun mas. Tenia el rostro limpio, sin maquillaje --nunca usaba maquillaje-, ni siquiera algun brillo tenue en los labios. Su ropa era insignificante, casi siempre arrugada y con ese olor a viejo que revelaba su paso por las tiendas de segunda mano. Eddie era una mujer de cuarenta y seis anos, sin pareja --jamas tuvo interes en tener una--, tampoco hijos. Delgada, de pomulos salidos y ojos profundos como pozos sin agua, ocultos detras de sus anteojos de poco aumento, y su cabello negro siempre revuelto, bucles crispados con los cuales luchaba para aparentar que se habia peinado. Desde el instante en el que se conocieron, a Michael le llamo la atencion ese rostro marcado por las ausencias que, si bien no matan, debilitan al cuerpo. Eddie, parada ahi con las palabras atrapadas en la garganta y la timidez exponiendola al cuchicheo de los vecinos, le causo pena. Entonces se adelanto para conducirla al interior de su departamento. Con manos temblorosas ella abrio su portafolios negro y maltratado por anos de uso y le entrego algunas de sus traducciones. Sin levantar la mirada de los papeles le dijo tener excelente redaccion y un ingles tan perfecto como el del mejor parlante no nativo. Eddie no miraba a Michael de frente pero lo escrutaba por el rabillo del ojo. Michael Parker era oriundo de Nueva York y tres anos mayor que Eddie, no obstante, parecia mas joven. Su rostro de nino contrastaba con su vestimenta de otra epoca: camisa blanca y sobria tipo mormon, pajarita azul cielo, chaleco tejido de rombos, pantalones sencillos, oscuros y lisos, sin ningun detalle memorable. Sus lentes de aumento tambien vintage, de pasta gruesa y moteada --simulando ser de carey- montada sobre el armazon dorado expuesto en la parte inferior. Michael odiaba lo moderno, con renuencia compro el celular que usaba como camara fotografica y una computadora para enviar sus textos a The Wall Street Journal y a algunos periodicos locales y del extranjero. El trabajo de su traductor seria transcribir todos sus manuscritos a la computadora y traducir algunos al espanol para despues enviarlos por correo electronico. Michael meso su cabello ralo y rojizo e inicio una conversacion en ingles. Despues de hablar de libros y peliculas con Eddie, quedo satisfecho con su soltura del idioma. --Se nota que viviste mucho tiempo en el extranjero --comento Michael, halagando su acento. --Jamas he salido del pais --respondio Eddie presurosamente. A Michael no le creo suspicacia que Eddie, con tan buena pronunciacion, jamas hubiera vivido en un pais anglosajon. Estaba convencido de los frutos de la tenacidad. --?Que es lo que mas te gusta hacer? --le pregunto. Ella respondio que le gustaban los trabajos solitarios como leer y arreglar cosas. Le seducian los escritores con vidas intensas y conmovedoras. Michael, hablantin y sociable por naturaleza, quiso saber mas de Eddie, por lo que le confeso que le apasionaba su trabajo y, al igual que ella, preferia a ese tipo de autores. La mayoria de sus traductoras fueron eficientes, pero carecian de ese rasgo en comun, aunque tampoco era requisito para ocupar la vacante. De hecho Michael no queria intimarlas mas de lo debido. Pensaba que, si contrataba a alguien con sus mismas aficiones terminaria escuchando una pila de opiniones en las que no estaba interesado. Aunque nunca lo menciono en los avisos de periodico, elegia a mujeres con gustos distintos a los suyos. Debido a su oficio, pasaba la mayor parte del tiempo asido a su asistente, que mejor si se trataba de alguien con poco que decir. Pese a ello, la inexplicable atraccion hacia Eddie lo obligo a pasar por alto sus propias reglas, accediendo incluso apagarle sin comprobantes fiscales. --Perdi mis documentos en la estacion de autobuses -le explico a Michael --, te prometo hacer pronto los tramites para tenerlos en orden. Nunca lo hizo. Eddie y Michael se hicieron amigos recatadamente sin confianzas vulgares o intrusiones incomodas. Ella no permitia gran acercamiento, rehusaba cualquier conversacion intima o ajena a sus obligaciones laborales. Eso lo intrigaba aun mas e inventaba pretextos para romper el hielo, asi que tras varios intentos consiguio que comieran juntos. Eddie accedio despues de pensarlo por unos segundos, como si se tratara de una decision trascendente, y el se avergonzo por haberla intimidado. Para evitar confusiones prefirio confesarle su orientacion sexual, no le atraian las mujeres. --Me asusta mi irresistible seduccion hacia el sexo opuesto --respondio Eddie. Ambos parecieron reirse de su aspecto descuidado y poco atractivo. Eddie comia despacio, dando bocados pequenos masticados por minutos. No habia perdido el aire provinciano. Parecia un personaje de Carson McCullers, de esos sofocados en lo profundo del sur americano. Aqui tambien hay otro sur, no menos brutal, ni menos desolador. --Desde nina quise irme del puerto --le confeso a Michael cubriendose la boca, todavia masticaba un pedazo de strudel de manzana, su postre favorito-, siempre hubo algo ominoso bajo la luz del sol. Lo unico que Eddie echaba de menos de su lugar de origen era el mar. Nadar sorteando las olas fue su pasatiempo favorito hasta que ella y sus amigos iniciaron el juego <>. Se pautaba con el parte meteorologico, cuando el mal tiempo se avecinaba. Los siete adolescentes se cubrian de heridas causadas por piedras y corales, heridas que eran medallas de guerra; condecoraciones que alardeaban mas tarde chocando las botellas de cerveza. Superficialmente todo seguia normal entre ellos, sin embargo, algo iba cambiando. A Eddie le costaba verbalizarlo. Se trataba mas que de una sensacion, acaso de un mal presagio. La sospecha de no ser los mismos y de que, despues del suicidio de Mauro y la partida de los Garcia Moreno al extranjero, jamas volverian a serlo. El juego era cada vez mas salvaje. Durante una tormenta, con rafagas de viento de hasta ciento veinte kilometros por hora, Alma Grande se estrello contra los costales de cemento en la escollera. Sufrio una contusion. Entre todos lo sacaron del mar. Fue tan arduo como rescatar a una tonina varada en la playa. Entonces se dieron cuenta de que sus vidas pendian de la necesidad de ser afirmadas con fiereza.

  • 1775 Calles de Jose A. Gomez Iglesias

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    Imagina que toda la inmensidad de tus suenos y anhelos, tus sentimientos y emociones, buenos o malos, pudieran ponerse en fila ante tus ojos. Imagina pasarles revista, ponerles nombre y descubrir que cada nombre tiene un lugar y cada lugar una calle. 1775 son las calles de Vigo, 1775 formas de ponerle un nombre al amor.

  • Los ladrones de seda de Dirk Husemann

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  • La serpiente y el baculo, Barbara Wood de Barbara Wood

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    Una gran historia de amor, traicion y venganza en una epoca fascinante y de profundos cambios sociales.

  • Tuyo Para Siempre de Gwendolen Hope

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    A este tengo que hacerlo sufrir. Es parte del encargo, y si ese fue el pedido, solo puedo pensar que debe merecerselo. A mi, honestamente, no me importa. Puedo usar el baston y demorar unos cuarenta segundos o tomarme dos buenas horas en la bodega que Turturro pone a mi disposicion para esta clase de trabajos. Este, por ejemplo, debe terminar en la bodega, eso fue lo que me dijeron. Y alli terminara. Apago el cigarrillo y lo veo saldar la cuenta del restaurante con el camarero. Tiene el estomago colmado con su ultima cena y yo estoy listo para irme con el. Ha dejado de nevar pero la calle aun se encuentra resbaladiza, por este motivo una mujer que pasa a mi lado esta a punto de perder el equilibrio y habria terminado en el suelo si el hombre que la acompanaba no la hubiese sostenido. Rien del accidente que han evitado, luego intercambian algunas palabras, se besan rapidamente en los labios y me superan. La gente feliz me deja totalmente indiferente; no la envidio, no la compadezco. Simplemente no comprendo como se puede tener tanta necesidad de alguien mas. Sera que yo siento que no necesito a nadie. Me envuelvo con mas fuerza en mi chaqueta. Hace frio. Tengo que estar listo. Miro al otro lado de la calle. Mi objetivo ha pagado la cuenta pero aun no ha abandonado la mesa. Esta estudiando su telefono. Escribe, escucha una nota de voz. Luego, a su vez, graba una. Soy paciente, metodico, no me importa esperar, ni bajo la nieve, ni bajo el sol que quema la piel. Lo importante es completar con exito el trabajo que me han encomendado. Finalmente hace a un lado su telefono y se pone de pie. Se coloca su abrigo, en el ingreso saluda al maitre, quien le hace una reverencia. La ultima. Atraviesa la puerta del restaurante y se encuentra en la calle. Yo cruzo, comprobando fugazmente que no vengan coches, y me posiciono detras de el. Confundirse entre las personas que pasan, hoy es facil. Son las nueve de la noche y estamos proximos a Navidad, las calles del Queens estan repletas de personas que van en todas las direcciones, con las cabezas gachas y las manos llenas de regalos y bolsas de compras. Todos estan atontados por las luces, nadie mira exactamente donde deberia. Regresan a casa para cenar o pasar la noche luego de una jornada de trabajo y diligencias. La gente es adicta a estos habitos, tanto que no nota lo demas, lo que la rodea, los detalles. Mi hombre no es la excepcion. En lugar de girarse cada tanto para comprobar si alguien lo sigue, mira fijo, saca el telefono y responde una llamada, termina y devuelve el movil al bolsillo. Y con todo, no se trata de un santo, una minima sospecha deberia tener. Sin embargo, no. Se detiene en una tienda y me veo obligado a demorar el paso y luego a detenerme tambien yo, a distancia para no ser descubierto. Finjo estudiar un escaparate pero lo mantengo bajo control con el rabillo del ojo. Cuando las calles estan discretamente atestadas es dificil hacer lo que tengo que hacer sin ponerme en evidencia. Pero no me importa. Ni un gramo de preocupacion pesa sobre mi alma. Me siento completamente vacio y no me detengo a preguntarme si eso es algo bueno o malo. Mi objetivo comienza a caminar de nuevo y lo mismo hago yo. En la esquina gira. Se dirige a buscar su coche. Vive un tanto lejos de aqui y yo he estudiado bastante bien sus movimientos como para saber que no utiliza medios de transporte publicos. Se mueve en su propio automovil y nosotros estamos en las proximidades de un gran parking subterraneo. Podria haberlo dejado alli abajo. Parking subterraneo quiere decir camaras de vigilancia. Tengo que poder interceptarlo antes. Para mi sorpresa, no baja al aparcamiento sino que se dirige a otro lado. Gira en un callejon aun menos concurrido. Se acerca a un coche pequeno, coge las llaves de su bolsillo y, mientras tanto, mira una vez mas al telefono. Esta maldita mania de los moviles hace que la gente se vuelva estupida, como el. Si no estuviese mirando su telefono, podria ver a un hombre con gorro de lana aproximandose y tener una pequena duda acerca de lo que quiere. Pero no, no lo hace. De modo que, cuando apresuro el paso, me avecino y le hablo, desconoce por completo la situacion y no se encuentra preparado. --?Tienes fuego? --le pregunto cuando estoy practicamente a su lado. --No --responde en forma poco cortes y sin levantar la vista. Mirar menos el telefono en ocasiones puede salvar vidas, seria necesario tenerlo presente. Ya he sacado la mano derecha del bolsillo, la que empuna la pequena jeringa llena de Rohypnol. La clavo en su cuello con un gesto seco. Se gira, insulta y me mira primero con sorpresa y luego con terror. Sostengo su mirada mientras tomo las llaves directamente de su mano. Con un brazo rodeo su cintura para evitar que caiga y con el otro abro la puerta del coche. Se ha aflojado y rapidamente lo deposito en el asiento del conductor, luego con un par de maniobras muevo su cuerpo al sitio del pasajero. Le ajusto el cinturon de seguridad y me ubico detras del volante. Su cabeza se balancea, la posiciono de modo tal que parezca que esta dormido. Bien, ahora puedo trasladarlo a mi lugar secreto para terminar aquello con lo que acabo de comenzar. Si debe sufrir, sufrira. *** Me tomo cuatro horas, de las cuales una la utilice para limpiar. Sali del viejo sotano arrastrando dos bolsas de residuos negras y reforzadas. Las cargue en el furgon para descartarlas. Luego regrese y limpie con meticulosidad. Lo hago siempre, cada vez que vuelvo aqui todo debe estar en perfecto orden. Me muevo en absoluto silencio, como de costumbre. Ninguna distraccion, nada de musica, nada de pensamientos que se entrometan en mi cabeza. Es mi trabajo, lo demas no me importa. Llevo el furgoncito al vertedero que funciona dia y noche. Hay un hombre de Turturro en el ingreso. Me conoce, sabe que debe dejarme pasar y de hecho lo hace, levanta la barrera sin hacer preguntas y estoy dentro. La maquina que se ocupa del tratamiento de los residuos trabaja siempre y yo despacho alli los dos sacos. Hecho. Giro y me voy sin sentir nada: ni alivio, ni remordimiento, ni nervios. Nada de nada. ?Que puedo hacer? Beber algo. En este momento, es la unica idea que consigue despertar algo de interes en mi. Subo nuevamente al furgon y lo llevo al sotano. Tomo el coche y conduzco hasta un bar que se encuentra en la carretera principal, al que visito con bastante frecuencia. No dejo que nadie aqui dentro se me acerque demasiado ni entre en confianza conmigo y, mientras nadie ponga atencion en mi, podre continuar viniendo. Me siento en la barra y el barman me pregunta que quiero. --Un whisky solo --respondo. He aprendido a decirlo asi, aunque lo que verdaderamente querria es un rakija torcibudella, de esos que bebia cuando era chico en Sofia. Tomaba fundamentalmente brlja porque el alcohol de calidad no podia permitirmelo. Bebo pequenos sorbos del liquido, disfrutandolo. Es lo unico bueno, lo unico que esta noche puede suscitar un sentimiento positivo en mi. Pero pronto se acaba y deja tras de si un sabor amargo. Apuro la copa y abandono el bar. Necesito descansar. Capitulo 2 Anna Han llamado a la puerta. --!Yo voy! --Ya estoy bajando las escaleras que del piso de arriba conducen al salon, por lo tanto no me cuesta nada acercarme a la entrada. Tocan nuevamente, quien quiera que sea debe estar impaciente y yo se quien es. --!Voy! --digo en direccion a nadie en particular. Abro la puerta de casa y una rafaga de aire frio me golpea precisamente en el momento en que veo a mi hermana y a su novio en el portico. --Haznos pasar, !hace un frio de perros! Su entrada a la casa trae salpicones de agua mezclada con nieve por doquier y una sensacion de frio intenso y penetrante. Rose tiene un abrigo verde salvia que se enlaza en la cintura y que cubre gran parte de sus piernas. Guantes, bufanda y gorro son negros, al igual que su bolso. Pero su bufanda es demasiado ligera y el gorro lleno de lentejuelas es solo decorativo si se tiene en cuenta el frio que hace por estos dias. Ronald, su novio, es tan elegante como ella pero sufre menos el frio. Su abrigo gris debe ser pesado, con toda esa piel de oveja en el interior, y ademas lleva guantes acolchados que parecen mantener sus manos bien calientes. Para los hombres es mas simple ser elegantes. Para los hombres todo es siempre mas facil, al menos en mi familia. Rose hace que Ronald la ayude a quitarse el abrigo y mientras tanto no deja de hablar. Se deshace del sombrero y una cascada de cabellos oscuros y gruesos flota sobre sus hombros. Sus ojos brillan por el entusiasmo. Ha vivido alguna aventura, esta contenta y no puede esperar para contarnoslo. --?Donde esta mama? Tenemos que hablar del almuerzo de Navidad, aun no hemos acordado la segunda parte del menu y debemos hacerlo cuanto antes. Los padres de su novio pasaran Navidad con nosotros y Rose quiere causar la mejor de las impresiones. Es por eso que en estos ultimos dias previos al evento esta siempre alterada y nerviosa. Sera la ocasion perfecta para una presentacion oficial, un paso mas para sellar la amistad de nuestras familias. Yo no tengo novio, por lo tanto no puedo comprender que se siente pero creo que, incluso si lo tuviera, de todos modos no entenderia. Rose y yo somos completamente diferentes y no solo esteticamente hablando. Ella tan femenina y refinada, y yo tan simple y practica. --?En que punto te encuentras con tus regalos? --me pregunta jadeante mientras hurga en su bolso. --Voy bien --respondo. Para no decir que no he comenzado aun. --Debes darte prisa, si esperas al ultimo minuto no encontraras nada. --Ha cogido su celular y comienza a revisar sus mensajes. No encontrar nada en Manhattan es practicamente imposible, pero no se lo senalo porque Rose esta en pleno delirio. En cambio miro a Ronald, quien me hace un guino comprensivo que yo devuelvo con una sonrisa. En terminos generales me gusta Ronald, es perfecto para Rose. Y no lo pienso solo yo, lo piensa tambien mi familia y en especial mi padre, Joe Turturro. Si el no lo quisiera, mi hermana no podria ver a Ronald ni siquiera con binoculares. En la familia Turturro uno no se casa por amor o por eleccion. El matrimonio es un contrato, un trampolin, un modo de estrechar alianzas entre familias. Afortunadamente mi padre quiere. Y quiere porque Ronald es un Russel y su familia es lider en el sector de la cria intensiva de aves de corral. Parece que, para mi progenitor, los Russel son socios indispensables en la gestion de su cadena de restaurantes. Sea como sea, Ronald es un hombre guapo, parece enamorado de Rose y eso es suficiente para mi. Sera el mechon rubio que cae sobre su frente o ese aire de principe azul de cuento de hadas. Son perfectos el uno para el otro, como dos piezas de un puzzle que encastran a la perfeccion para formar un diseno. Los sigo al gran salon de la planta baja, alli a donde me dirigia antes de que llamaran a la puerta. El gran pino fue ubicado frente a la ventana que da a la calle. Siempre en el mismo sitio, cada ano, desde que tengo memoria el arbol de Navidad en mi casa nunca ha cambiado de ubicacion. Marita, nuestra ama de llaves, esta de pie en el ultimo peldano de las escaleras y sigue con la frente fruncida las instrucciones de mi madre que le dirige: un poco mas arriba, un poco mas abajo, para colocar la guirnalda. Mi madre lleva un vestido moteado que no estiliza su figura en absoluto, pero a ella no le importa porque es de disenador y eso es lo unico que basta para convertirlo automaticamente en una prenda apta para formar parte de su guardarropas. No puede conjugar la pasion por la moda con la que siente por la mesa, especialmente por la pasta y los platos italianos, pero tambien eso parece no interesarle. Para ella unicamente es importante hacer ver que tenemos dinero, lo demas viene solo. --Rose, Anna, vengan aqui. ?No deberia estar mas alto ese grupo de bolas rojas? ?Aquel bajo el puntal? !Marita, date prisa con ese puntal! --Marita se pone en puntillas balanceandose hacia delante y hacia atras y por un instante pienso que sucederia si cayera de la escalera. Mi hermana se lanza inmediatamente en la discusion y tambien ella le da instrucciones a Marita. A mi, sinceramente, no me importa. Solo me limito a notar lo similares que son mi madre y mi hermana. Rose es mas alta y mas delgada pero dentro de treinta anos sera redonda como mama. Tienen los mismos ojos oscuros y el cabello de una tonalidad de negro que parece casi azul. Ambas poseen un desarrollado sentido del buen gusto y no saldrian de casa si no pudieran hacer combinar correctamente zapatos y bolso. Yo soy diferente. Tengo la impulsividad y la impaciencia de mi padre, ademas de dos ojos de color verde melancolico y tez clara. Verde melancolico. No verde claro u oscuro o verde intenso. Durante un periodo lo defini como "bosque" para ser menos cruda, pero mi madre siempre ha dicho melancolico, un adjetivo que por si solo tiene el poder de absorber toda la poesia del verde. Luego esta mi palidez. Siempre me veo asustada, con estos grandes ojos que destacan en un rostro demasiado redondo. No soy fea, pero tampoco guapa, lo que es seguro es que soy muy diferente a Rose. No tengo su altura, no tengo su clase, no tengo su belleza. Solo tengo el mismo apellido. Marita ejecuta las ordenes de pie sobre la escalera, mientras mama y Rose no consiguen decidirse. Llaman nuevamente a la puerta. Estoy lista para ir otra vez, ya que soy la menos implicada en la decoracion, pero Ronald me detiene en el corredor tomandome por un brazo. Literalmente me frena, con bastante energia, como si pudiera escapar de su agarre. --Deja, voy yo. --No entiendo el por que pero le hago un gesto de asentimiento con la cabeza. Me adelanta y con su altura obstruye mi campo visual. No deberia importarme, pero soy curiosa por naturaleza y el brazo por el que Ronald me ha cogido me duele todavia un poco. Echo un vistazo nuevamente hacia el salon y luego miro la entrada. La puerta esta abierta, hay un hombre en el umbral, que veo con dificultad debido a la presencia de Ronald. Intercambian algunas palabras, luego el prometido de mi hermana lo hace entrar y entonces yo lo veo al pasar. No lo conozco, debe ser alguien que esta aqui para ver a mi padre. Es alto, robusto y macizo. No me mira. Giro de inmediato la mirada hacia el corredor que lleva al estudio. Ronald va a sus espaldas, escoltandolo, aunque el desconocido es mas alto y poderoso que el. Ambos desaparecen rapidamente de mi vista. Un escalofrio recorre mi cuerpo. No se por que, pero ese hombre me ha causado un sentimiento de inquietud y miedo. Rose se asoma. --?Ronald? --Esta con papa --respondo-- con un tipo que acaba de llamar a la puerta. --Quisiera agregar "alguien que mete miedo con solo verlo" pero me contengo. Fue simplemente una sensacion y es usual que a casa vengan personas desconocidas, socios de negocios de mi padre. Pero son en su mayoria hombres distinguidos, envueltos en abrigos de cachemira, no tipos grandes y robustos que parecen recien salidos de la carcel. --?Quien? --No lo se. Casi dos metros de alto, macizo, no le he visto bien la cara. Rose no responde, entonces dejo de mirar el corredor y me giro. Su rostro esta serio, casi asustado. --?Lo conoces? Pero no tiene tiempo de responder porque la voz de mi madre interrumpe la conversacion. --?Quereis venir? ?O tengo que hacer todo sola? *** Han pasado mas de cuarenta minutos. Casi hemos terminado de adornar el arbol y yo he ido cien veces del salon al corredor, asomandome con frecuencia ante el mas minimo sonido. Quiero ver al hombre que se encerro con Ronald en el estudio de mi padre. Tengo curiosidad, ni siquiera yo se por que. Era tan alto, grande, con un aire esquivo y misterioso. No misterioso. Temible. Debo llamar a las cosas por su nombre. Estoy colocando las guirnaldas que hemos decidido no usar en la caja que se encuentra justo fuera de la sala de estar, cuando escucho que la puerta del estudio de mi padre se abre y luego se cierra. Pasos en el corredor. De dos personas. Me tenso pero permanezco inclinada guardando los adornos y luego levanto la cabeza para mirar. Ronald escolta al desconocido hasta la puerta de entrada. Lo miro nuevamente, esta vez de espaldas y una vez mas tengo la sensacion de encontrarme junto a un hombre que da miedo. Ronald abre la puerta de casa. No se estrechan la mano y el hombre se marcha ya. Yo estoy inmovil, como hipnotizada, mirando ese par de hombros gigantes que hacen parecer pequeno incluso al novio de mi hermana. El sujeto voltea por un instante en mi direccion. Ahora si, me ha visto, estoy segura. Por una fraccion de segundo nuestras miradas se cruzan y advierto una extrana sensacion en la base de la espina dorsal, como un hormigueo insistente, una senal de alarma que induce a escapar a toda velocidad sin mirar atras. Me siento como paralizada mientras Ronald abre la puerta y el tipo sale. Se va. El novio de mi hermana abandona el corredor y regresa sobre sus pasos en direccion al estudio de mi padre. Hay algo en el suelo, un trozo de papel, tal vez un boleto, no se que es. Yace alli, en la alfombra. Sin pensarlo, avanzo hasta la puerta ahora cerrada. Podria ser suyo, del hombre que acaba de dejar nuestra casa. Podria ser importante o no representar nada. No estoy segura que es lo que me lleva a hacerlo, pero abro la puerta. Una rafaga de aire frio me golpea, como antes, sin piedad, pero de todas formas avanzo y bajo los pocos escalones que separan nuestra casa de la calle. El hombre de enorme figura y contextura de luchador ha hecho varios pasos ya y esta casi llegando a la esquina. Mis pantuflas se empapan con la nieve y mis pies comienzan a enfriarse, pero de todos modos avanzo, con una mezcla de temor y expectativa. Ni siquiera se por que lo estoy haciendo pero probablemente me arrepentire. --!Disculpe! --llamo. Pero el no voltea. Hay viento y avanzo con dificultad. --!Hey! --continuo y lo alcanzo. Mi voz tan cercana hace que se gire y, en el instante en el que voltea su cuerpo hacia mi, me pregunto que se me paso por la cabeza. Me detengo y siento que me falla la respiracion. El me mira y yo no se que decir. Parece que lo he olvidado. El hecho es que hay algo raro en su cara. Tal vez la mirada. Si, debe ser eso, tiene un ojo mas abierto y en el otro el parpado esta algo bajo, ambos son de un azul intenso pero no exactamente identico. En conjunto posee una belleza ruda y desconcertante, una belleza no para ser admirada sino temida. De cerca su rostro es serio. Si esta sorprendido no lo deja ver, mas bien parece indiferente. No sabria bien como definir su aspecto, sino diciendo que me resulta interesante en un modo tosco y casi temible. Tiene la barba rasurada pero evidentemente, acaba de volver a crecerle, negra y poblada. Sus cabellos, por lo poco que se puede ver en las sienes, son oscuros y cortisimos y sus labios estan cerrados y se ven duros. Parece un condenado a cadena perpetua que evadio su pena. Esta comparacion me salta en mente tan de repente que ciertamente no consigue tranquilizarme. No dice nada, espera que yo le esclarezca por que lo detuve. Y subitamente parece que lo he olvidado. Extiendo la mano, la que tiene el folleto y, para mi gran pesar, tiemblo. --Creo que se te ha caido a ti --le digo tendiendole el papel pero mirandolo a los ojos. Esos ojos: ?que tienen de diferente? El alarga su mano y toma lo que le doy sin dejar de mirarme. Nuestros dedos se rozan ligeramente pero no esta prestando atencion a mi mano. Me mira solo a mi. No dice gracias, no dice nada. --Tal vez es importante --dejo caer avergonzada. Algo no esta bien. ?Por que no habla? ?Por que no dice nada? Aunque sea un simple gracias seria suficiente para romper la tension. --Ok, era solo eso --agrego casi arrepentida de mi impulsivo gesto. Yo soy impulsiva. Si no lo fuera no lo habria seguido, me hubiese quedado adornando el arbol de Navidad y no hubiese pasado mas de media hora con las orejas paradas para controlar quien salia del estudio de mi padre. Ahora que he aplacado mi curiosidad, ?que he ganado? Solo verguenza. Cuando ya he perdido las esperanzas de que este tipo pudiera decir algo, me sorprende. --Gracias --pronuncia con un acento extrano. Tiene una voz baja y profunda. --De nada --respondo. Es extranjero, seguro. --?Como te llamas? --me arriesgo. Si ha hablado una vez... Parece pensarlo mientras no deja de penetrarme con sus ojos. Luego mira a su alrededor, como comprobando si habia alguien mas ademas de nosotros, como si satisfacer mi curiosidad no fuese una buena idea y estuviese dispuesto a hacerlo solamente si no hubiese gente en las inmediaciones. --Andrei --responde al final. Definitivamente es extranjero. --Entonces, !chau, Andrei! --digo. El no me devuelve el saludo. Simplemente me da la espalda y se va.

  • Eva y Brad (Saga Security Ward 3.1) de N. Q. Palm

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  • El chico nuevo de Tracy Chevalier

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    La nueva novela de la autora de La joven de la perla, inspirada en Otelo.

  • Un truhan a tus pies (El corazon de un libertino 3) de Kathia Iblis

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    Tercera entrega de la serie romantica historica victoriana <>.

  • Mas que un verano de Victoria Vilchez

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    La manana siguiente de la llegada a Lostlake siempre resultaba para Aria una especie de tregua al caos del dia anterior: los preparativos, las carreras cargando el equipaje, la partida, el viaje y la emocion de ese instante en el que vislumbraba por fin el caseron entre los arboles del camino. La familia Donaldson llevaba muchos anos disfrutando del verano en aquel idilico y aislado paraje. Como su nombre indicaba, era un pequeno pueblo perdido en mitad de la nada. Sin embargo, a Aria le encantaba los meses que pasaba alli. Ese ano seria especial para ella. Acababa de terminar el instituto y al concluir el verano se marcharia a la universidad. No se trataba de que los anteriores cursos escolares hubieran resultado una tortura, tal vez si los ultimos meses, pero nunca habia logrado encajar del todo. No era una marginada pero tampoco pertenecia al selecto grupo de los populares. No era nadie, en realidad, una mas de la masa de estudiantes que pasaban por aquellas aulas. Si bien habia tenido su pequena dosis de gloria al formar parte del equipo de natacion y ser una de las mejores atletas con las que contaba, nunca aprovecho dicha circunstancia. Pero los meses anteriores todo habia cambiado y ni siquiera era ella la que lo habia provocado. De repente, se encontro en medio de una guerra de burlas, cotilleos y miradas acusadoras que nada tenian que ver con su persona. No obstante, aquello ya no tenia importancia. El aroma a cafe recien hecho inundo la cocina y se mezclo con el olor tan caracteristico que impregnaba las paredes del caseron, una combinacion de madera, bosque y la humedad propia debida a la cercania del lago. Aria echo un vistazo por la ventana mientras disfrutaba del silencio que reinaba en la casa y del sabor de la bebida contra su paladar. Tanto sus padres como sus dos hermanos seguian en la cama aun. A pocos pasos, entre los arboles, podia ver una edificacion casi identica a la que en ella se encontraba: la residencia de sus tios. Por la ausencia de luces y de movimiento tras los cristales, supuso que tampoco ellos se habian despertado todavia. Aclaro la taza en el fregadero y salio por la puerta trasera. Iba descalza y no llevaba puesto mas que el banador. Su melena rubia, que normalmente ondulaba sobre su espalda, se hallaba recogida en una apretada coleta para evitar que el pelo le molestara mientras nadaba. Para ella resultaba casi una tradicion lanzarse al agua antes incluso de que el sol hubiera asomado por el este, al menos ese primer dia de vacaciones; ya tendria tiempo de remolonear en la cama hasta tarde durante las siguientes semanas. Tomo el sendero cubierto de tablones de madera que llevaba hasta el lago, el mismo que su padre habia construido con sus propias manos, y no tardo en adentrarse en el agua. Durante varios minutos, dejo que esta la meciera, limitandose a flotar boca arriba. Era su momento favorito. La inminente salida del sol tenia el cielo de los mas variados tonos: naranjas, rosas, amarillos... Era el comienzo de un nuevo dia, un nuevo verano, aquel que la convertiria, a su fin, en universitaria. En cuanto el sol se despego del todo del horizonte, Aria empezo a bracear, alejandose de la orilla por una ruta mil veces trazada. Nado sin descanso, exigiendose tanto como si se tratase de una competicion. A mitad de camino levanto la cabeza y vislumbro su destino: una pequena ensenada de arena en la parte derecha del lago. Continuo nadando, controlando su respiracion mientras se esforzaba por aumentar la velocidad. Puede que fuera debido a su autoexigencia o al cansancio acumulado durante el viaje del dia anterior, o tal vez solo una casualidad, puro azar. La cuestion fue que percibio el instante preciso en el que su gemelo derecho se tenso y un doloroso calambre se fue extendiendo por su pierna. El contratiempo no consiguio desatar su panico. Llevaba demasiados anos nadando y se sentia casi mejor en el agua que fuera de ella. Enfilo hacia una zona rocosa que quedaba mas proxima que la cala a la que inicialmente se dirigia, maldiciendo cada vez que los musculos de sus piernas se contraian y el dolor se agudizaba. No obstante, aguanto y consiguio llegar hasta alli. Tanteo la roca con las manos y se agarro a ella para luego apoyar los pies sobre su superficie, sin otra idea que descansar durante un rato y volver al agua en cuanto consiguiera que su gemelo se relajase. Se veia capaz de soportar las molestias que le provocaria. Al incorporarse, resbalo sobre la roca y trastabillo hacia delante, obligandose a mover los pies sin siquiera ser consciente de donde los colocaba. El movimiento le valio un buen corte en la planta del pie. --!Joder! --exclamo en voz alta. Se ayudo nuevamente de las manos para sentarse y comprobar la herida. Le dolia horrores y sangraba de forma copiosa. Levanto la vista para observar, a lo lejos, la silueta difusa de su casa. Miro la herida una vez mas y se le escapo un suspiro acompanado de otra maldicion. El sendero que bordeaba el lago en esa zona era el resultado de muchos anos de transito de los habitantes del pueblo. La mayoria de las casas estaban en la orilla contraria a la de la residencia de los Donaldson, pero habia innumerables lugares entremedias que eran muy atractivos para el bano y los lugarenos usaban con frecuencia. Ademas existia tambien una pista de tierra habilitada para los vehiculos. Desde el borde de dicha carretera, Aria miro en ambas direcciones. Era demasiado temprano para que hubiera nadie por los alrededores, pero tenia la esperanza de que no fuera ella la unica en madrugar en todo Lostlake. El tiron de su pierna no terminaba de desaparecer y el feo corte que se habia hecho no cesaba de sangrar. Su unica opcion consistia en empezar a andar, o a cojear mas bien, de vuelta a casa. Con suerte, alguien pasaria en coche y podria acercarla. Sus expectativas no tardaron en verse cumplidas, solo que en modo alguno pensaba subirse a la jodida ranchera del mismisimo Max Evans. --Pierdete, Max --le solto, en el momento en que el vehiculo se detuvo a su altura. Apenas lo miro el tiempo suficiente para ver la expresion de fastidio en su rostro. En el instituto todos le conocian por Evans, su apellido, pero Aria habia empleado su nombre a sabiendas de que le molestaria. No era una gran victoria ni suponia demasiado consuelo. No obstante, habia sido incapaz de resistirse. Max Evans era el prototipo de chico americano, un topico con patas. Rubio, alto, de espaldas anchas y sonrisa encantadora, ademas de ojos de un azul cristalino que llamaban la atencion de toda la poblacion femenina del instituto. Como no, tambien era el quarterback estrella del equipo de futbol y, no menos importante, un autentico gilipollas. Aquello ni siquiera le hubiera importado a Aria, nunca se habia preocupado en exceso por esa division de clases inherente a la etapa del instituto. Lo que no soportaba era que aquel chico en concreto fuera el exnovio de su prima, ese que habia hundido a Lea en la miseria social, arrastrandola a ella en el camino solo por ofrecerle su apoyo. El vehiculo avanzo hasta alcanzarla.

  • Por una cama de princesa de Hadha Clain

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    Eva vive en funcion a unos principios de honestidad y esfuerzo destinados a compensar sus faltas pasadas. Tras resurgir de los oscuros pozos de la adiccion retoma su vida y establece una serie de objetivos a los que dirigir sus esfuerzos: comprar el atico que siempre ha deseado y tener una cama con dossel digna de una princesa de cuento. Pero sus estructurados planes se tuercen cuando una de las amantes del Jefe le dispara tras una de sus maratones sexuales.

  • El huesped de Valeriam Emar

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    Molly Darrow habia aprendido de la forma mas cruda que no debia confiar en los hombres. Ella habia tenido que regresar a su pueblo natal en Georgia para hacerse cargo de la cabana familiar: Space Mountand. Debia abrirla para un arrogante huesped que venia de Nueva york con la intencion de hacer negocios y traer el progreso al pueblo. Pero ella no dejaria que el atractivo y misterioso Noah Axelrod la enganara y descubriria lo que el trataba de esconder detras de dichas inversiones. Aunque vigilarlo se convirtiera en su pasatiempo.

  • Vestida de Otono de Kate Dawson

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    Catherine Dowse, famosa disenadora de moda, tiene una vida intensa y ajetreada dirigiendo la empresa que fundo su madre. Cuando se cruza en la vida de un buscado criminal todo su mundo sufre un cataclismo. Vivir en la piel de otra persona no es algo para lo que su madre la hubiese preparado y tener que dejar atras todo lo que le es familiar no es facil. Pero su vida corre peligro y tiene que huir. Una huida que se convierte en un viaje hacia su verdadera identidad y que la ayudara a descubrir quien es realmente.

  • En realidad la amiga soy yo de Helena Apalategui

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    (VICTORIA y ARTURO ensayan una escena de baile. El la recoge del suelo y ella, suspendida en el aire, rodeada por sus brazos, se encuentra cara a cara con el. Se rozan los labios. Despues, despacio, el la deja en el suelo. Ella le mira mientras el permanece con los ojos cerrados.) ARTURO. (Se distancia dos pasos.) Muy bien, ha quedado bien. Sobre todo, la ultima parte. VICTORIA. Si. La proxima vez nos liamos. Ha faltado poco. ARTURO. (Saliendo de la sala, como si no la hubiera oido. ) Me voy a cambiar. VICTORIA. Si. Yo tambien. (VICTORIA se queda sola en la sala de ensayo. Recoge una toalla del suelo y se seca el sudor de la nuca. Observa el suelo con la mirada perdida.) INTERIOR/TARDE; VESTUARIO (ARTURO y tres mujeres se cambian en el vestuario. ARTURO, sin camiseta y con una toalla alrededor de la cintura, mete su neceser en la taquilla. VICTORIA se acerca a ARTURO y le acaricia la espalda con un dedo indice hasta la cintura mientras avanza hacia la suya. ) VICTORIA. !Vaya David de Miguel Angel! (Con media sonrisa y dirigiendole la mirada ya desde su taquilla.) Es que no se puede estar mas bueno. No te falta un musculo por marcar. (ARTURO la observa serio y continua cambiandose. Las mujeres que se estaban vistiendo salen del vestuario despidiendose.) MUJER 1a. !Adios! MUJER 2a. Hasta el viernes. MUJER 3a. !Adios, chicos! VICTORIA. Adios. ARTURO. (Sin mirar a VICTORIA.) No soy gay. (VICTORIA de espaldas a ARTURO, se gira sorprendida y mira a ARTURO, que continua hablando.) ARTURO. No se si te das cuenta, solo te diriges a mi cuando no estamos ensayando, para hablarme de mi culo o de mi cuerpo. (Levanta la cabeza y la mira fijamente.) No soy gay. ?Lo sabes?, ?no? VICTORIA. (Todavia vestida, le mira perpleja y balbucea nerviosa.) ?Que? ARTURO. No soy gay, no me gustan los tios. Me gustan las mujeres. (Avanzando lentamente hacia ella.) Esas son las tipicas cosas que le dices a tu amigo gay, o a un stripper al que estas pagando. Lo digo porque me tratas como a un trozo de carne, me tocas como si no me importara, (a medio metro de VICTORIA) y te has tomado unas confianzas conmigo que no creo que te haya dado. Y solo conmigo, ademas. (Carraspea. ) Con el resto eres muy respetuosa. (ARTURO y VICTORIA se miran unos segundos en silencio.) ARTURO. ?Y? VICTORIA. Es que no se..., no se me... ARTURO. ?Te gusto? VICTORIA. (Agachando la cabeza y fijando la mirada al suelo.) ?Que dices? ARTURO. ?Te estabas insinuando? ?O eres una descarada? (VICTORIA levanta la mirada con una sonrisa nerviosa, establece contacto visual unos segundos y vuelve a apartar la mirada.) ARTURO. Si te gusto, en vez de tocarme el culo en el gimnasio, me podrias haber invitado a una cerveza... Dime. VICTORIA. (Mirandole a la cara.) Si. ARTURO. (Bajando la mirada.) Hay un bar a diez minutos de aqui, que han abierto hace poco. Hay musica en directo. (Alza de nuevo la mirada.) Si estas libre el viernes despues del ensayo, vamos. (ARTURO se gira y se aleja unos pasos.) Si te apetece, claro. VICTORIA. (Mirandole.) Vale. ARTURO. (Mirandola de perfil.) Bien. (ARTURO agarra un jabon de la taquilla, sale del vestuario y se mete en la ducha. VICTORIA resopla y comienza a desnudarse. ) INTERIOR/TARDE; CAFETERIA (ANA, sentada en una mesa, bebe una copa de vino y mira el reloj; a los pocos segundos entra ALICIA y la saluda, muy expresiva, desde la puerta. Se acerca a ANA y la abraza. Desplaza una de las sillas de la mesa, cuelga el bolso del asa y el abrigo en la silla, se sienta y hace una senal a un camarero. Este se acerca.) CAMARERO. Hola, ?como estas? ALICIA. Muy bien, ?y tu? CAMARERO. (Mirando a las dos.) Muy bien. ALICIA. ?Los ninos? CAMARERO. Muy guapos; e insoportables. ALICIA. Lo normal a esa edad. CAMARERO. Estoy por quedarme solo con uno de ellos. Como son iguales, al otro no lo echare de menos. (Riendose.) ?Que te pongo? ALICIA. A mi una copa de vino. (Con un gesto de la mano le pide al camarero que se acerque y le susurra algo al oido.) CAMARERO. (Sonriendo y mirando a ANA.) Oido. Enseguida. (El camarero se retira.) ANA. ?No habras pedido que traigan una tarta? ALICIA. !Ay! Que pesada. Es vuestro cumpleanos. (Efusiva.) !Felicidades! No te he dado ni un beso. (ALICIA se acerca a ANA la besa, abraza y se vuelve a sentar.) ANA. ?Y que tienes? ?Treinta y ocho velas en el bolso? Que !por cierto! Julia es una pesada. Me dijo que llegaria puntual. ?Ni en su cumpleanos? ALICIA. Mirala. (Senalando a JULIA que entra a la cafeteria.) Ahi viene la otra melliza de Santa Clara. (JULIA se acerca a la barra antes de saludar y habla con el camarero, despues abraza a ALICIA y le tira de la oreja a

  • Suenos de verano de Susan Wiggs

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    La vida de Sonnet Romano era casi perfecta. Tenia una magnifica carrera profesional y un novio perfecto, y acababan de ofrecerle una beca muy prestigiosa. No habia nada mas que pudiera desear, salvo tal vez. ?un hermanito?

  • Ultima noche en el fuego de Ana Maria Draghia

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    Cuando Lara Aguirre, una editora afincada en Madrid, recibe la noticia de la muerte de Raul, el unico hombre del que ha estado enamorada, decide, devastada, aceptar un proyecto editorial que la llevara hasta Santa Fe, Mexico. A su regreso, su vida se entrecruzara con la de Rafael Bernabeu, un abogado catalan -amigo de su hermano-, que habia estado viviendo en su casa durante su ausencia sin que ella lo supiera. Aun siendo consciente de que volvera a Barcelona, para ella, conocer a Rafael sera un recordatorio de sensaciones pasadas, aunque tambien de una noche a muchos kilometros de ahi, una noche que tiene otro nombre, Lucas Santamaria, y otra ciudad, Melbourne.

  • Mi mejor verso de Cova Galena

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    ?Hasta cuando podra resistirse Sofia a los deseos mas intimos y salvajes que Kilam despierta en ella?

  • Milagro de Danielle Steel

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    Danielle Steel, la maestra de la novela romantica, nos ofrece de nuevo una novela milagrosa que entretiene y emociona.

  • Juicio a Satan de Ray Russell

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    El padre Gregory Sargent, despues de administrar borracho una extremauncion, es trasladado a la pequena parroquia de San Miguel. Acostumbrado a la brillante vida social e intelectual de San Francisco, recibe su nuevo destino como un castigo. Nada mas llegar, sin embargo, tendra que enfrentarse a un caso de <>: Susan Garth, una muchacha de dieciseis anos <>, con una subita aversion a la iglesia, ha empezado a decir obscenidades, y un dia se desnudo frente al antiguo parroco e intento estrangularlo; ademas, el contacto de un crucifijo en el brazo le quema la piel. El obispo Crimmings tiene claro que esta poseida y ordena un exorcismo. El padre Sargent, en cambio, racionalista y metodico, duda... pero ?no sera cierto, como decia Baudelaire, que <>? Mientras tanto, la gente se pregunta si los aullidos de mujer que se oyen en la casa parroquial se deben a una orgia o a una misa negra...

  • Secuestrada por amor de Amelia Gates, Cassie Love

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    LA SENSACION de malestar en la boca del estomago es cada vez peor. “Ese giro al final, no me lo esperaba en absoluto, es genial, ?verdad?” Siento que Levi me mira fijamente, pero dudo en encontrar su mirada. “Ha estado bien”, murmuro. La verdad es que no tengo ni idea de lo que paso al principio, ni a la mitad, ni al final de la pelicula. Mi mente no habia estado en lo que ocurria en la gran pantalla. En cambio, habia estado mas concentrada en el hombre que estaba a mi lado y en los secretos que guarda. Levi empuja la puerta y yo me deslizo hacia afuera. Mis piernas van en piloto automatico, siguiendo al resto de los espectadores hasta la calle. Me estremezco con mi cutre abrigo, que no hace nada por evitar el aire frio. Inmediatamente, el brazo de Levi me rodea, envolviendome en su abrazo. Es fuerte, protector, como siempre. Hay una parte de mi que esta desesperada por apoyarse en su calor familiar, enterrar mi nariz en el cuero de su chaqueta. Pero no puedo, no esta noche, no cuando tenemos esto rondando. Asi que me encojo de hombros y sigo caminando por la acera oscura, ignorando la punzada en mi corazon al ver su cara de dolor. “Aspen”. Hay una interrogacion en su voz, pero no lo miro. No confio en mi misma, no cuando se supone que estoy enfadada con el y tan condenadamente asustada por el. “Aspen, ?podrias dejar de caminar un segundo?” Levi me agarra del brazo, no con fuerza, pero con la suficiente firmeza como para detenerme en seco. “?Que te pasa? Has estado rara toda la noche”. Aqui esta, el momento para el que me he estado preparando desde que me recogio en un coche que no deberia poder permitirse. Pero eso no es lo peor, ni siquiera es por lo que estoy enfadada. Es la forma en que me ha mirado directamente a los ojos y ha mentido lo que me ha empujado a la ira. Finalmente, levanto la mirada para enfrentarlo. Con mis botas planas me supera en mas de una cabeza en altura. Con mis 1,64 metros si me estiro bien, no es tan inusual, pero todo en el es grande, tan grande como la vida. Levi es alguien que ocupa su espacio, sin disculparse. Cuando entra en una habitacion, no puedes evitarlo, o tal vez sea asi como me hace sentir. He estado pendiente de el, desde la primera vez que nos conocimos. Ahora desearia que mi cuerpo no respondiera a el como lo hace siempre. Esto seria mucho mas facil si no quisiera besarlo tanto como darle un golpe en su perfecta cara. La calle esta tranquila ahora, el resto de los espectadores del cine probablemente se apresuren a salir de la fria noche. Normalmente, nosotros tambien nos dariamos prisa en volver a mi caravana vacia. Mi madre esta fuera de la ciudad otra vez y he estado pensando en pasar la noche juntos durante toda la semana. Pero eso era antes. “?He estado rara toda la noche? ?De verdad?” Dejo que el sarcasmo salga de mi voz mientras frunzo el ceno hacia el. “?Dime otra vez de donde viene tu nuevo coche?” Veo como sus ojos oscuros se abren mucho por un instante antes de cerrarse. “Ya te lo dije, lo consegui por casi nada. Necesita mucho trabajo, asi que el tipo casi lo estaba regalando”. “A mi me parece que funciona bien”, presiono. Una parte de mi quiere olvidarlo, fingir que no ha ocurrido para que podamos pasar una buena noche juntos como habiamos planeado. La otra parte es como un perro con un maldito hueso, no esta dispuesta a dejar pasar este jodido asunto. Es un rasgo que mi madre dice que tengo desde que era una nina. Una vez que algo se me mete en la cabeza, no puedo quitarmelo de encima. No lo hare. Es una de las muchas cosas de mi que me gustaria poder cambiar. No es que me haya llevado a nada bueno. Estrecho la mirada hacia el y me trago los latidos del corazon que me empujan hasta la garganta. “?De donde salio el dinero, Levi?” “Asp…”, suspira profundamente como si yo estuviera siendo dificil, lo que solo me cabrea. Levanto la mano para detener lo que quiera que vaya a decir a continuacion. “Si estas a punto de mentirme otra vez, quiero que te lo pienses muy bien antes de hacerlo. Puedo soportar muchas cosas, pero no la deshonestidad, ya lo sabes”. Reprimo la emocion que me sube a la garganta. No voy a llorar por esto. No lo hare, joder. Mi madre me habia mentido durante mucho tiempo sobre mi padre. La verdad habria sido mucho mas facil de aceptar si no hubiera tardado tanto en llegar. Entiendo por que lo hizo: queria evitarme el dolor, pero el resultado habia sido todo lo contrario. Los ojos de Levi son muy oscuros cuando me devuelven la mirada y veo como se suavizan ante mis palabras. Para todos los demas, es un tipo duro, audaz y brutal. Yo soy la unica que puede ver su lado mas tierno. Saber que confia en mi lo suficiente como para mostrarlo me da vertigo… cada… vez. Pero no es suficiente. Yo tambien necesito la verdad. Necesito que quiera ser honesto con el mismo; que tema las cosas que yo temo y… “El coche fue un pago”, dice finalmente, con los hombros rigidos como una tabla. “?Pago por que?” Pregunto, aunque ya se que probablemente no quiero oir la respuesta. “Un trabajo, Aspen”. Su mandibula es dura, saca cada palabra forzada como si no quisiera soltarlas. Lo miro con la cabeza levantada, desafiandole a que me diga la verdad. “?Que clase de trabajo se paga con coches?” “!El tipo de trabajo que nos sacara de este agujero de mierda!” Levanta las manos en senal de frustracion. “El tipo de trabajo que significara que podemos dejar todo esto atras, mudarnos a la ciudad, realmente sonar en grande y que esos suenos sean algo jodidamente alcanzable. El tipo de trabajo que haria posible que obtuvieras tu certificacion de maestra sin tener que vender tus rinones para cubrir el coste. Podriamos tener una jodida vida de verdad, como habiamos planeado”. La esperanza en sus ojos es casi suficiente para convencerme de que tiene razon. Que esta es nuestra via de escape para dejar de contar cada maldito dolar, de ahorrar cada centavo solo para salir adelante. La verdad es que puede ser, pero no vale la pena lo que pasara si sigue aceptando trabajos de los tios con los que se esta mezclando. Una cosa es trapichear de vez en cuando, operar en la zona gris. Lo entiendo, especialmente viniendo de donde venimos. Diablos, la unica razon por la que Levi termino la escuela secundaria fue porque lo presione mucho al respecto, no porque pensara que un diploma de escuela secundaria fuera algo beneficioso para el resto de su vida. Ademas, no es que a su padre le importara una mierda lo que hacia. Y mi madre, bueno, hace lo que puede, pero ser madre soltera es duro y llegar a fin de mes es su objetivo mas que asegurarse de que hago los deberes. Pero esto es pasarse de la raya. El tipo de “trabajo” que tiene que estar haciendo para tener un coche como el que actualmente esta aparcado al otro lado de la calle, ese tipo de cosas lo enviaran directamente a la carcel. “No me importa nada de eso mientras que estemos juntos”, le digo, mis manos se acercan para enmarcar su cara, porque no puedo estar tan cerca sin tocarlo. “Y si sigues por este camino, no lo estaremos, porque te encerraran o algo peor”. Me acerca hacia el, casi levantandome del suelo. “Eso no va a pasar, carino”. “No lo sabes. No puedes saberlo”. Sacudo la cabeza, levantando la vista hacia el y dejandole ver todo lo que siento. No puedo evitar pensar que la historia se repite de nuevo. “No puedo perderte”. Las lagrimas pinchan mis ojos, pero me niego a llorar. No soy una llorona. Aprendi hace mucho tiempo que las lagrimas no te llevan a ninguna parte. “No me vas a perder, Asp”. Me atrae contra el, susurrando contra mi pelo. “No soy tu padre. Eso no nos va a pasar a nosotros”. Parece muy seguro y su certeza es reconfortante. Pero no es suficiente para convencerme. Deje de creer en los cuentos de hadas hace mucho tiempo. Me levanta la barbilla para que me vea obligada a encontrar su mirada. “Te quiero”. No dice mucho esas palabras. Es dificil para el, a pesar de que me muestra lo que siente de un millon de maneras diferentes. Pero hay algo en oirlas en voz alta que me derrite cada vez que lo hace. “Yo tambien te quiero, mucho”. Demasiado. “Pero no puedo estar contigo si no cortas con esos tipos ahora. No puedo estar preocupada por cuando vendra la policia a llevarte, o si un dia simplemente no vas a volver”. La idea de un mundo sin el hace que se me cierre la garganta y la opresion en el pecho me impide respirar. “No puedo vivir asi”. Me levanta como si nada y mis piernas van automaticamente a rodear su cintura. No habla hasta que estamos frente a frente. “Solo quiero darte todo lo que quieres, todo lo que mereces”. Su bello rostro esta tan serio que me calienta por dentro. Ya ni siquiera siento el frio. “Todo lo que quiero es a ti. No me importa nada mas”, le digo, mi frente contra la suya, nuestras narices tocandose. “No me importa si nunca salgo de este lugar, mientras estemos juntos en el”. Los ojos de Levi se cierran por un momento. Cuando se abren de nuevo, su expresion es decidida. “Si eso es lo que quieres, entonces lo hare. Volvere al taller, las cosas pueden volver a ser como antes”. Busco en su rostro cualquier indicio de vacilacion o arrepentimiento, pero no hay nada. “?De verdad?” Pregunto, porque tengo que estar segura. “?Asi que vas a parar? ?Has terminado con ellos?” Porque no hay duda, acabaran en la carcel o en el cementerio y no puedo dejar que se vaya con ellos. El no. Cualquiera menos el. “Lo dejo”, confirma, mirandome directamente a los ojos. “Si hay que elegir entre esa vida y tu, no hay competencia. Tu y yo, Aspen. Eso es lo unico que importa”. Sella las palabras con un beso tan lleno de fe en nosotros que me deja sin aliento. Y yo quiero creerle, tanto que me convenzo de que lo hago. Me pierdo contra sus labios, me retuerzo contra el para acercarme aun mas hasta que es imposible saber donde acaba el y donde empiezo yo. Bruscamente se retira, con la respiracion acelerada. “Deberiamos salir de aqui si no queremos darle un espectaculo al vagabundo de ese banco”. Me levanta una ceja, haciendome reir y -asi de facil- la tension que he sentido toda la noche desaparece. Somos solo el y yo contra el mundo, como siempre ha sido. “Vamos, Pastelito”. Lentamente, me deja en el suelo, pero mantiene su brazo alrededor de mi mientras caminamos hacia el coche. Deberia haberme alejado en ese momento, pero no tenia la fuerza suficiente. Mas tarde iba a ser mucho mas dificil. Mas tarde nos romperiamos, pero yo era la unica que permaneceria rota. CAPITULO Uno 5 ANOS DESPUES… ASPEN “ASI QUE LE dije que si quiere tener el dia de Navidad libre no me deja otra opcion que buscar otra ninera. Y tuvo la desfachatez de decir que yo era la que estaba siendo injusta”. Sarah levanta las manos en senal de frustracion. Yo pongo mis facciones haciendo un gesto que espero que parezca simpatico. “Quiero decir, ?de que sirve tener a alguien que te ayude a cuidar a tus hijos si no es de fiar?”. Estiro la boca en una sonrisa, haciendo los sonidos adecuados de asentimiento. La verdad es que lo unico que quiero hacer es gritar y salir corriendo de este lugar. Por enesima vez esta noche, desearia estar en algun sitio, en cualquier otro sitio. En cualquier otro lugar que no sea este restaurante esnob con mi marido y uno de sus socios y su esposa. Se supone que estamos aqui para que “hablen de negocios”, pero lo unico que parecen hacer es emborracharse cada vez mas mientras Jerry me anima a hacerme amiga de Sarah, la mujer de su socio. Excepto que en realidad no quiere eso, Jerry nunca quiere que sea realmente amiga de nadie. Solo quiere que finja. Puedo hacerlo. Me he vuelto muy buena fingiendo. “?Y vosotros dos?” La voz de Sarah es demasiado falsa para sonar sinceramente interesada. Todo lo que quiere es un chisme para transmitirlo a sus venenosos amigos. “?Cuando vais vosotros a formar una familia?” Me atraganto con el agua que intento beber, tosiendo. Lo ultimo que traeria a mi casa con Jerry es un nino. Seria como llevar un gatito a aguas infestadas de tiburones. Jerry me da unas palmaditas en la espalda, que se ha quedado desnuda con el ridiculo vestido que ha elegido para mi. Mientras sigo tratando de respirar, responde por los dos. “Todo a su tiempo, ya lo haremos. De momento, estoy tan loco por mi chica que no estoy dispuesto a compartirla con nadie mas”. Jerry, me atrae hacia su lado, obligandome a poner mis manos en sus hombros para no caerme de la maldita silla. Deja caer un beso posesivo en mis labios, haciendo que mi estomago se revuelva, aunque responda con entusiasmo como se supone que debo hacerlo. “Ah, que dulce es eso, Con, ?no te parece dulce?” El tono de Sarah es mas acido que sacarino. “Es tan encantador ver a un marido tan enamorado de su mujer, ?verdad?” Le dirige a su marido una mirada mordaz, y se da de bruces con el cuando frunce el ceno en senal de frustracion. Si lo que queria era buscar pelea, entonces se ha anotado un tanto perfecto. A Jerry nunca le ha gustado montar una escena, prefiere que su drama se desarrolle en privado, asi que dirige la conversacion hacia aguas mas seguras. Sonrio amablemente y participo en los momentos oportunos mientras hablamos de nuestros planes para el verano. Rapidamente se convierte en una especie de competicion entre los dos hombres sobre quien se lo pasara mejor. Es una conversacion que no necesito escuchar, para decidir el ganador, Jerry no sabe perder. Es algo que me dijo cuando empezamos a salir y yo – que soy idiota- pense que solo trataba de impresionarme. Resulta que deberia haber prestado mas atencion. No era un alarde, era una advertencia. El aburrido pulso entre los dos hombres llega a un abrupto final cuando una voz profunda retumba en el restaurante, cortando la conversacion, haciendo que todas mis terminaciones nerviosas se estremezcan. No. No puede ser. No aqui. No ahora. Ultimamente he vuelto a sonar con el, Dios sabe por que. Esto debe ser mi subconsciente haciendome oir cosas que no son reales. “Lo siento, senor, pero si no tiene una reserva no podemos atenderle”, la voz de la recepcionista es todo un susurro cuando se dirige al hombre llamando la atencion de todos en la sala. Y no es dificil ver por que, mide mas de 1,80 metros y es ancho como un maldito armario, con sus marcados musculos rellenando su camisa, sus largas piernas enfundadas en unos vaqueros rotos que se estrechan en unas botas de motero. No parece alguien que deba estar en un lugar como este. Parece peligroso y eso sin siquiera verle la cara. “Estoy seguro de que puedes hacer una excepcion con nosotros, querida”, dice el hombre, y casi se puede oir como los ovarios de la recepcionista estallan junto con los de todas las mujeres de la sala. Esa voz. Sacudo la cabeza, diciendome que solo estoy teniendo alucinaciones. Un hombre descomunal con una voz profunda, eso es todo, no es el. El universo no es tan cruel, ?verdad? “Bueno, tal vez pueda encontrar algo…” La rubia recepcionista suelta una risa e – inexplicablemente- el ruido tintineante me hace sentir violenta. “Parece que este lugar ha decaido desde la ultima vez que estuve aqui, si es que dejan entrar a estos don nadie”, se mofa Jerry, manteniendo la voz baja. “A menos que me haya perdido algo y los tatuajes de la prision sean la proxima moda”. El resto de la mesa se rie con desprecio, pero yo estoy demasiado distraida como para seguirles el rollo. La voz del desconocido me resulta tan familiar que me hace caer en picado. Levanto la cabeza para ver mejor al hombre mientras la anfitriona los lleva a el y a su amigo a su mesa, pasando cerca de nosotros. Mi atencion se centra en los tatuajes de sus fuertes antebrazos; nada que ver con los tatuajes de la carcel, que describio Jerry. Son un intrincado diseno de simbolos y palabras que no puedo distinguir desde donde estoy sentada en la tenue habitacion iluminada. Mis ojos recorren el cuerpo musculoso, lucido por una camisa negra, el pelo corto y oscuro y cuando su rostro mira por encima del hombro, hacia mi, me quedo helada. No es la fuerte mandibula y los pomulos asesinos lo que hace que todo en mi interior se calle, sino la intensidad de los ojos oscuros que se encuentran con los mios. Se fijan en mi y siento que ven hasta todos los secretos que oculto a los demas. Son ojos que conocia tan bien, ojos que he intentado olvidar. Me obligo a apartar la mirada de el, mi cabeza se mueve tan rapido que casi me da un latigazo, y me giro para ver a Jerry mirandome de forma extrana. Me doy cuenta de que he dejado de respirar. “?Estas bien, Conejita? Estas un poco palida”. Jerry frunce el ceno y mira mas de cerca mi cara.

  • La extorsion de Matt Kennard

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    La historia que los estadounidenses asumen como propia es convincente: Estados Unidos es una fuerza positiva en el mundo, refugio para prosperar y defensor incondicional de la democracia y los derechos humanos. Pero el veterano periodista de investigacion Matt Kennard revela una verdad mucho mas oscura. Tras cuatro anos en el Financial Times descubrio una estafa gigante. Su acceso a la elite global lo llevo a una sola conclusion: el mundo esta dirigido por un escuadron de hombres que fuman puros con armas grandes y gran efectivo. A partir de mas de 2.000 entrevistas con funcionarios, intelectuales y artistas de todo el mundo, Kennard revela como se nos vende un sueno y como ese sueno oscurece la realidad del estado corporativo, la encarcelacion en masa y la extirpacion de derechos humanos.