• aliviar el estres con aceites esenciales - Antonia Jover

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    Soluciones faciles para tu bienestar
    Este libro es una invitacion para emprender un viaje de retorno al equilibrio y a la vida con la ayuda de los aceites esenciales, unos aromaticos e idoneos ayudantes cuyos efectos terapeuticos asombran incluso a los mas escepticos. La Naturaleza nos regala estas potentisimas sustancias capaces de transformarnos en profundidad fisica, mental y emocionalmente.
    Los efectos negativos del estres son fuente de mucho sufrimiento. Una persona que vive con mucho estres pierde la salud y la capacidad de ser feliz y, con ello, calidad de vida.
    Descubre que es el estres y como los aceites esenciales te ayudan a reducir o a eliminar sus efectos negativos (irritabilidad, desanimo, insomnio, ansiedad, depresion, trastornos digestivos, agotamiento, etc.). Aprenderas a identificar los aceites esenciales que mejor resuelven las situaciones de estres. Muchas veces sera tan sencillo como inhalarlos para disfrutar de sus propiedades terapeuticas, otras veces los beneficios se haran notar al aplicarlos en la piel o, en ciertos casos, ingiriendolos.

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    ALIVIAR EL ESTRÉS CON ACEITES ESENCIALES (Libro en papel) ; Editorial: RBA ; Año de edición: 2014 ; Materia: Medicinas alternativas ; ISBN: 978-84-15541-78-3.

  • aliviar el estrés con aceites esenciales - Margen Libros.

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    ALIVIAR EL ESTRÉS CON ACEITES ESENCIALES, ANTONIA JOVER, 14,00€. Descubre cómo los aceites esenciales pueden ayudarte a transformar tu vida.

  • aliviar el estres con aceites esenciales - Margen Libros.

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  • aliviar el estres con aceites esenciales - Librería Proteo

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    ALIVIAR EL ESTRES CON ACEITES ESENCIALES, JOVER GARCÍA, ANTONIA, ISBN: 9788491180760 Librerías Proteo y Prometeo. Desde 1969 entre Libros.

  • Aliviar el estrés con aceites esenciales - Antonia Jover - Fnac

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    11 may 2017 — Aliviar el estrés con aceites esenciales, libro de Antonia Jover. Editorial: Rba integral. Libros con 5% de descuento y envío gratis desde ...

  • Aliviar el estrés con aceites esenciales (SALUD) - IberLibro

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  • Aliviar el estrés con aceites esenciales - Todos tus libros

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    13 feb 2014 — Descubre cómo los aceites esenciales pueden ayudarte a transformar tu vida. Todos estamos sujetos a alguna fuente de tensión, ...

  • Equipaje de mano de Santiago Gil

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    Son las tristezas del alma las que oscurecen la tarde. Las nubes siempre terminan pasando. *** No vale irse de casa cuando ya este en ruinas. Lo heroico es partir a la busca cuando se puede perder todo en el intento. *** Habia algo familiar y cercano en sus ojos. Los dos se miraban disimuladamente y cada cual pensaba para si en esa sensacion de cercania y de complicidad que habia entre ambos. Ella se bajo en la estacion de Nuevos Ministerios y desaparecio para siempre de su vista. El iba camino del aeropuerto para tomar el avion de regreso a Nueva York. Los dos estaban casados y casualmente tenian cuatro hijos cada uno, justo los mismos que habian tenido hacia mas de cien anos cuando se amaron y vivieron juntos durante seis lustros en Viena. En los ojos del otro cada uno reconocio vagamente el brillo nostalgico y cristalino del Danubio. *** Uno nunca deja de estar presente en aquellos lugares en los que fue realmente feliz. *** Ese aire calido que acaricia tus sienes cuando sales a la calle te recuerda el aliento de todos los que te amaron cuando eras joven y bella y los hombres todavia te hacian promesas de amor. *** No estes triste; tambien las amapolas mueren despues del esplendor rojo de cada primavera, y como tu con tus recuerdos luego se drogan con ellas los proscritos y los poetas. *** Lloraba todas las tardes viendo entrenar a los nadadores en la piscina olimpica de la Ciudad Deportiva. Su mujer habia muerto hacia tres meses y antes de morir le habia dicho que queria ser incinerada. El la quemo, pero luego no supo que hacer con las cenizas. Ella tambien le dijo que le encantaria descansar eternamente en el agua, pero que le daban miedo los fondos marinos llenos de grandes calamares, de tiburones, de morenas y de mantas. La tuvo varias semanas en su casa hasta que se decidio una noche y salto la verja de la piscina olimpica. Las cenizas fueron rapidamente absorbidas por los sumideros, pero algo quedo de ella entre las corcheas y el olor a cloro. Ahora viene todas las tardes, se sienta en las gradas y llora mansamente mientras los nadadores entrenan con denuedo pendientes del crono. *** Morir es desaparecer para siempre o aparecer en cualquier otra parte sin la conciencia de haber desaparecido. *** No dejamos mas que unos cuantos pares de zapatos desgastados a lo largo de los anos. *** Tu y tu deportivo habeis envejecido por igual. Por mas que te maquilles y te operes con los mejores cirujanos la carroceria del coche te delata. *** Fue el domingo, sobre las dos de la tarde. Los dos debian de tener mas de ochenta anos y parecian recien salidos de misa. No les pegaba nada llevar aquella caja caliente con la pizza acabada de salir del horno y un par de refrescos de cola. Iban tristes, caminando despacio, sabiendo que la vida no les habia convidado a sus grandes festines. La pension no les daba para mas y era el unico lujo que podian permitirse en toda la semana. Cuando comian sacaban la vajilla de porcelana y los cubiertos de plata que les regalaron el dia de la boda. Partian los trozos duros y resecos de la pizza barata y se miraban tiernamente sabiendo que cualquiera de esas comidas podia ser la ultima. Los dos habian trabajado de sol a sol durante toda su existencia. No era eso lo que les habian prometido para cuando se jubilaran. *** La vida se reinventa cada dia ante los ojos atonitos de unos espectadores que de vez en cuando son llamados a escena para interpretar el papel del protagonista que nace o que muere sin saber por que diablos tiene que actuar en papeles tan cortos y tan olvidadizos. *** A mi ya solo me reconocen los ninos que quedaron peloteando en las mismas plazas en las que yo jugaba de pequeno, y los perros famelicos de las calles que a fuerza de palos han aprendido a oler el miedo y la tristeza a muchos metros de distancia. *** Cosas tan sencillas como haber leido un reportaje sobre las mujeres que amo Neruda o estar ansioso por el concierto que esta noche daran Serrat y la Filarmonica de Gran Canaria en el Auditorio Alfredo Kraus le sirven a uno para armarse de alegrias e ilusiones con las que hacer frente a la cada vez mas ramplona y prosaica realidad que estamos viviendo ultimamente. *** El triunfo de Grecia en la Eurocopa de Portugal dice mucho de Europa y de los tiempos que estamos viviendo. El juego gris, ramplon, aburrido, defensivo y cohesionado ha ido matando toda la fantasia que ha encontrado por el camino. Teniendo tan cerca a Homero, a Euripides o a Cavafis han optado por un modelo de fabrica alemana de mediados de los cincuenta y de esa forma han ganado y han conquistado el titulo mas importante del futbol europeo. Cualquiera les dice algo ahora a los pragmaticos y a los mercantilistas. *** La orfandad de las tardes de domingo, cuando vuelvo a estar solo y no espero que venga nadie a regalarme su presencia, es la misma que sentia en las dominicales visperas escolares, o en los dias en que acababan las vacaciones y me tenia que ver de nuevo entre decimales y formulas de fisica. La misma angustia golpeando el pecho y el estomago, el mismo miedo y casi la misma intemperie que cuando tenia doce o trece anos y me expulsaban violentamente del paraiso. *** Cada tarde la veo sentada en un banco de la plaza. A veces le echa de comer a las palomas. Me dijeron que es una catedratica de griego jubilada que se ha vuelto loca y que vive con mas de veinte perros y otros tantos gatos en una casa ruinosa y mugrienta que jamas visitan sus hijos ni sus nietos. Cuando no esta taciturna y aliquebrada, y como sin ganas de vivir, le gusta hablar en griego a las palomas. Su vida es triste, y da mucha pena verla llegar cada tarde envuelta en harapos y oliendo tan mal. Quien la vio reinar en las aulas y vio a sus hijos correr tras ella por los pasillos de su casa nunca se podria llegar a creer que se trata de la misma mujer que se sienta cada tarde en el mismo banco de la plaza. Su marido murio hace diez anos y dicen que desde entonces no levanta cabeza. Nadie pudo imaginar nunca que podria acabar asi. A mi me da mucha pena escucharla declinar en griego cuando los ninos le tiran piedras o bolsas de agua con esa maldad sadica de la infancia que siempre acaba maltratando a los mas debiles. A pesar de su aspecto descuidado todavia se nota que en su dia tuvo que ser una mujer muy guapa. Su marido y ella eran inseparables. *** Las polillas que ahora matas despreocupadamente y sin esfuerzo seran las que acaben devorando la madera de todos tus suenos. *** Tus ojos me persiguen en un acorde que perdura incluso en el tiempo de los olvidos.

  • Libelulas sobre el agua (Corazones en Manhattan 7) de Camilla Mora

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    Vuelve la serie <> con su septima entrega.

  • El enigma del Salon Victoria de Antonio Puente Mayor

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    1899. Seis respetables caballeros despiertan una manana en el salon de un hotel tras una noche de francachela. Para su sorpresa, junto a ellos aparece el cadaver, desnudo y pintado de dorado, de una joven prostituta que habia intervenido en la fiesta.

  • Frio y calor (Los secretos de Boira no 2), Gina Peral de Gina Peral

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  • Ecos del pasado (Forastera 7) de Diana Gabaldon

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    La saga narra las aventuras de Claire y Jaime en el siglo XVIII, y es una obra maestra de la novela historica, escrita por una de las autoras mas queridas de nuestros tiempos. El ex jacobita Jamie Fraser esta plenamente inmerso enla Revolucion americana, que defiende a capa y espada, hasta que se le presenta un conflicto interior que puede dar al traste con sus ideas, con su felicidad y hasta con su vida: en el bando del ejercito ingles que debe sofocarla rebelion se encuentra su hijo ilegitimo, un joven teniente del ejercito britanico, y el encuentro es inminente. Para resolver la cuestion esta la esposa de Jamie, Claire, una mujer que ha viajado en el tiempo desde los anos cuarenta del siglo XX -donde cuenta con otra familia- hasta el siglo XVIII y que, claro esta, juega con ventaja. Graciasa las peculiares caracteristicas de Claire, mucha sangre no llegara al rio; al menos sangre familiar.

  • Fiebre al amanecer de Peter Gardos

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    La novela romantica del nuevo siglo es una historia real.
    Un Romeo y Julieta despues del Holocausto.

  • Sobre heroes y tumbas, Ernesto Sabato de Ernesto Sabato

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  • Mensajes desde el infierno de Meg Gardiner

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    Dos asesinatos. Las victimas llevan la firma del Profeta, un psicopata calculador que hace veinte anos sembro el terror en la bahia de San francisco y luego desaparecio. Aquel asesino en serie destruyo al padre de Caitlin Hendrix cuando era una nina. Ahora ella es policia y no piensa dejarle escapar. Aunque para ello tenga que asomarse al abismo.

  • Mujer que sabe latin de Rosario Castellanos

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    Rosario Castellanos (1925-1974) hace una muy personal incursion en Mujer que sabe latin… en el debatido y siempre actual tema del feminismo. En este campo, Castellanos es una polemista que combate con las armas del ingenio y de la ironia a traves de una prosa que resplandece de sentido.

  • Un secreto de Alejandro Palomas

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    Es que como Nazia es mi amiga y desde Navidad vive con papa y conmigo porque es mejor, ahora es mi hermana de acogida, que es como si fuera una hermana de verdad pero sin transfusion y eso quiere decir que nos lo tenemos que contar todo, hasta los secretos mas secretos. Aunque el secreto mas gordo de todos Nazia no se lo ha contado a nadie porque su madre le dijo que si lo hacia, ella se moriria de pena.

  • Lineas de Sangre (Canada 3) de Mariah Evans

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    Nicholas, jefe de la division, y Melanie se conocen una noche en un bar. Entre ellos existe una gran atraccion que los llevara a iniciar una relacion amorosa. Pero al parecer es incompatible con los planes de La division. Deben detener como sea a la bruja Agnes que se halla en paradero desconocido. Para ello contaran con la ayuda de una nueva division: la espanola.

  • Rehenes de Nina Bouraoui

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    Escribi Rehenes como obra de teatro para el Paris de las Mujeres, festival dedicado a las autoras femeninas. Fue interpretada por Christine Citti en 2015 en el Theatre des Mathurins, en 2016 por Marianne Basler en la Bonnieux de Agnes Varda y en la Opera de Vichy, luego, en 2019, por Anne Benoit y Tommy Luminet en la Comedie de Valence y en el Theatre du Point du Jour de Lyon. Como el destino de mi heroina seguia unido al caos del mundo, escribi una nueva version, inspirada libremente en la obra de teatro, en homenaje a los rehenes economicos y amorosos que somos. Me llamo Sylvie Meyer. Tengo cincuenta y tres anos. Soy madre de dos hijos. Estoy separada de mi marido desde hace un ano. Trabajo en Cagex, una empresa de derivados del caucho. Dirijo la seccion de ajustes. No tengo antecedentes judiciales. No conozco la violencia ni he tenido una educacion violenta ni bofetadas ni azotes con el cinturon ni insultos, nada. Tambien me es ajena esa violencia que uno lleva dentro y que ejerce contra el otro, contra los otros. Es una suerte, una suerte enorme. Somos pocos asi, soy consciente de ello. Y no es que no conozca la violencia del mundo, la conozco, pero no me traspasa la piel. Tengo compartimentos para resistir, asi soy yo: separo las cosas. Nada malo puede contaminarme. He construido una autentica fortaleza en mi interior. Conozco cada habitacion y cada puerta de esa fortaleza. Se cerrarlas cuando hay que cerrarlas y abrirlas cuando hay que abrirlas. Y me va bien asi. La alegria es algo que hay que moldear. No sucede por arte de magia. La alegria requiere meter las manos en la tierra, en el barro, en la arcilla, y ahi es donde es posible agarrarla, atraparla. He buscado la alegria como loca, a veces he llegado a encontrarla y luego se me ha escapado volando como un pajaro, pero lo he aceptado y he seguido adelante, sin quejarme mucho o solamente un poco. No sirve de nada quejarse, ni para una misma ni para los demas. Es vulgar y lleva demasiado tiempo. Me parece que mi tiempo esta contado, que mi tiempo es algo precioso. Muy a menudo me siento llevada, empujada, cuando lo que a mi me gustaria de verdad es mirar el cielo y ver pasar las nubes, echarme en un bosque, cerrar los ojos y sentir el calor de la tierra. Amo la naturaleza. Creo en ella como otros creen en Dios. Me produce siempre un invariable sentimiento de plenitud, de sensacion de grandeza, de asombro: el misterio de las estaciones que se suceden, la profundidad de los oceanos, el poderio de las montanas, el color de la arena y el de la nieve, el aroma de las flores y el del musgo de los bosques, la inmensidad que nos hace tan pequenos. Nunca me he derrumbado, jamas, ni siquiera cuando mi marido se marcho hace un ano. He resistido. Soy fuerte, las mujeres somos fuertes, mas que los hombres, nosotras asimilamos el sufrimiento. Para nosotras sufrir es algo normal. Esta en nuestra historia; en nuestra historia de mujeres. Y seguira siendo asi. No digo que este bien, pero tampoco digo que este mal. Es incluso una ventaja: no hay tiempo para lamentarse. Y como no tenemos tiempo, pasamos a otra cosa. Rapidito y asi nadie se aflige. Hace un ano, cuando mi marido me dejo, no dije nada, no llore, ni frio ni calor, como con la violencia, calma chicha. Ya era raro que llevaramos juntos mas de veinticinco anos. Es mucho tiempo, veinticinco anos, mucho tiempo. Son anos llenos de costumbres, de amor tambien, pero seamos sinceros, sobre todo de costumbres, de pequenos habitos puestos uno detras de otro. Es una cinta que se desenrolla y que no termina nunca de desenrollarse, no se le ve el final, aunque a veces pensamos en ese final sin creer en el verdaderamente. La cinta es de un color determinado. Para la vida con mi marido yo elegiria el amarillo palido. No es que fuera un sol brillante, mas bien era entre nubes; todo iba bien, si, pero en cualquier momento podia suceder una desagradable sorpresa. Y no me equivocaba: un buen dia se desperto y me dijo: <>. No le conteste. Me fui a la cocina, prepare la mesa para desayunar con nuestros dos hijos, como si nada, y luego me duche muy rapido, como de costumbre. Cuando digo <> es para explicar que tampoco tengo tiempo para el placer. No tengo tiempo. Y es un error, porque el placer es una de las maneras de escapar de lo real. Habia un muro entre mi marido y yo. Un muro que se habia levantado poco a poco. Al principio, era una pequena linea, luego se hizo un pequeno escalon. Nos veiamos todavia, pero tropezabamos cuando uno se acercaba al otro. El escalon se volvio cada vez mas alto y cada uno permanecio en su lado por temor a hacerse dano. Nuestras manos aun podian tocarse, pero habia que hacer un esfuerzo. El cemento se espesaba. De pronto dejamos de vernos, de mirarnos, de sentirnos. El muro ya se habia levantado y seguia creciendo. Habiamos acabado sin llegar a decirnoslo porque, en el fondo, lo sabiamos. Esas cosas siempre se saben. Las tememos, pero las sabemos. Es falso eso de que es una sorpresa cuando el otro se marcha. Mentira. A veces, sin admitirlo, lo esperamos, lo provocamos, y cada uno de nuestros gestos lleva a ese desenlace. Cada una de nuestras palabras tambien. El muro lo hemos levantado los dos. Los dos hemos ido poniendo la arena, el agua, la grava y el hierro para que fraguase bien y nada pudiera llegar a romperlo. Aquel dia, cuando mi marido me anuncio que se iba, yo no llore. Era una noticia como cualquier otra, una mas dentro de las noticias del dia que yo podria haber integrado: la curva del paro, el calentamiento climatico, la subida de precios, la guerra. Era algo importante, pero a la vez tambien algo sin ninguna importancia. Formaba parte de las cosas generales y no de mi intimidad. Eso era lo mas extrano. Mi marido me abandonaba y yo tenia la impresion de que abandonaba a otra mujer. Era como si no me concerniera o me concerniera muy poco. El no era realmente el ni yo era realmente yo. El se iba, pero el muro seguia ahi. No lo vi marcharse. Solamente dijo una frase, algo asi como, por ejemplo, voy a comprar pan, o a pagar el recibo de la luz, o a recoger la ropa de la tintoreria. El lenguaje no significa nada cuando no queremos comprender. Las palabras se vuelven ligeras como pompas de jabon que flotan en el aire y estallan. Despues de la frase de mi marido, deje al menor de mis hijos en el colegio y luego me dirigi a Cagex. Fiche, fui a mi seccion, revise las maquinas y a los empleados que iban llegando, uno a uno, mis abejas. No era una jornada especial, tampoco ordinaria, pues en mi mente permanecia la idea de que algo habia pasado, que mi marido habia decidido marcharse, pero eso no me dolia demasiado, era como una piedra en el zapato, una piedra que aguantas porque no tienes tiempo para quitartela; simplemente lo aplazas y dices <>, pero ese mas tarde no llega nunca y la piedra se queda alli y no piensas mas en ella: forma parte de ti. Pensandolo bien, habia pasado una cosa: habia cambiado de lado de la cama. No me habia puesto en medio, como habria hecho otra mujer, no, yo me habia apropiado de su lado, el izquierdo. Mi cuerpo sobre su cuerpo que ya no estaba ahi, mi piel sobre su piel que ya no sentia contra mi, mi respiracion mezclada con su respiracion que ya no percibia, mi espalda, mi costado, mis nalgas encima de el que no estaba debajo, aunque a veces me figuraba que si lo estaba, pero tan solo era un hueco por rellenar.

  • LA ELEGIDA. EL NUEVO MUNDO de Eva Olarra Diez

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    Cuando en la tierra ya nada es lo que era y todo lo que conocimos ya no existe, se establece un nuevo orden con nuevas criaturas que hacen que la supervivencia sea un milagro. En la actualidad esta poblada por brujos, guerreros oscuros y otras criaturas sin alma.
    En todo este caos Veronica, la elegida y Jayden, un guerrero oscuro tendran que descubrir la verdad y enfrentarse a su propio destino.

  • La ultima noche en Tremore Beach de Mikel Santiago

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    La fascinante historia de un compositor que intenta recuperar la inspiracion en una casa en la costa de Irlanda.

  • El tributo de la corte oscura de Holly Black

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    La malta justifica mejor que Milton los caminos de Dios para con los hombres. E. Housman Terence, This Is Stupid Stuff Kaye dio otra calada al cigarrillo, y lo introdujo en la botella de cerveza de su madre. Era una buena forma de comprobar hasta donde llegaba la borrachera de Ellen. Quien sabe, igual esta vez ni se daba cuenta. Ellen, Lloyd y los demas componentes de Stepping Razor seguian en el escenario. La actuacion habia sido desastrosa y, al ver como destrozaban el equipo, Kaye comprendio que ninguno de ellos habia quedado satisfecho. No importaba mucho, la verdad, pues el sistema de sonido estaba demasiado alto, casi chirriaba; ademas, el publico no habia parado de beber, fumar y gritar. Lo mas probable era que al agente de la banda le importase un bledo. Incluso hubo quien bailo al ritmo de la musica. El camarero de la barra miro otra vez a Kaye de forma lasciva, y le ofrecio una bebida “a cuenta de la casa”. --Leche --contesto Kaye con una sonrisa burlona, al tiempo que echaba hacia atras su despeinada y rubia melena. Cuando el camarero se dio la vuelta, Kaye se metio en el bolsillo un par de estuches de cerillas. En ese momento la madre de Kaye se planto junto a ella, dio un largo sorbo de la botella de cerveza y acto seguido escupio sobre la barra. Kaye apenas pudo reprimir la carcajada que escapo de sus labios. Su madre se quedo mirandola con incredulidad. --Ve a cargar el coche -- le ordeno, con voz ronca tras la actuacion. Ellen se aliso con los dedos el cabello empapado y lo retiro de la cara. El carmin casi le habia desaparecido de los labios, pero aun quedaban restos en las comisuras. Parecia cansada. Kaye se bajo de la barra y, de un salto, subio al escenario. Mientras recogia al azar los objetos esparcidos, Lloyd la fulmino con la mirada, por lo que Kaye se limito al reunir las pertenencias de su madre. Los ojos de Lloyd se veian vidriosos. --Oye, nina, ?llevas dinero encima? Ella se encogio de hombros y saco un billete de diez dolares. Tenia mas; acababa de regresar de Chow Fat, y Lloyd debia de saberlo. Servir comida china a domicilio no resultaba muy rentable, pero se ganaba mas que actuando con un grupo musical. Lloyd recogio el billete y se dirigio a la barra, seguramente con la intencion de pedir unas cervezas. Kaye termino de recoger las cosas de Ellen y se fue abriendo camino entre la multitud, que se apartaba para dejarla pasar. Al salir del bar, el aire fresco del otono resultaba un alivio, a pesar del desagradable olor que despedian los tubos de escape y los pasos subterraneos. Kaye siempre tenia la impresion de que la ciudad apestaba a metal. En unos minutos cargo el coche. Entonces, regreso al bar con la intencion de sacar de alli a su madre antes de que alguien rompiese la ventanilla y robase todo lo que habia dentro del vehiculo. En Philly no se podia dejar nada en el interior de los automoviles. La ultima vez que habian abierto el coche de Ellen habia sido para robar un abrigo de segunda mano y una bolsa con toallas. Esta vez, la muchacha que comprobaba los documentos de los clientes a la entrada del bar miro a Kaye con detenimiento, pero la dejo pasar. De todas formas, ya era tarde, casi habia llegado la hora de la ultima ronda. Ellen seguia junto a la barra, fumando y bebiendo, ahora whisky. Lloyd estaba hablando con un tipo de pelo largo y oscuro. Aquel hombre parecia fuera de lugar, demasiado acicalado quiza; pero Lloyd le pasaba el brazo por los hombros. Kaye capto un fugaz destello en los ojos del extrano. Era un resplandor amarillo, como de ojos de gato, que se reflejaba en la barra oscura. Kaye sintio un escalofrio. A veces, veia cosas extranas; pero habia aprendido a ignorarlas. --Ya esta todo en el coche --le dijo a su madre. Ellen asintio con un gesto, sin apenas prestarle atencion. --Dame un cigarrillo, tesoro. Kaye rebusco en su mochila militar de segunda mano y saco dos cigarrillos. Le paso uno a su madre y encendio el otro. Ellen se acerco a Kaye, y esta noto aquel olor a whisky y cerveza que le resultaba tan familiar como a otras personas un determinado perfume. --Beso de cigarrillo --dijo su madre de esa forma tan pueril que resultaba embarazosa y tierna al mismo tiempo, y junto el extremo de su pitillo con el de Kaye; entonces, aspiro con fuerza. A la segunda calada, el cigarrillo se encendio. --?Preparadas para volver a casa? --pregunto Lloyd. Kaye dio un respingo. Sabia que Lloyd estaba alli, pero le asusto el tono de su voz. Sonaba aterciopelada, un tanto sordida. No era la voz habitual de Lloyd. En absoluto. Al parecer, Ellen no advirtio nada raro. Se acabo de un trago el resto de su bebida. --Claro que si. Un instante despues, Lloyd levanto el brazo como si fuera a golpear a Ellen por la espalda. Kaye reacciono sin pensarlo, y le dio un empujon. Solo gracias a que el estaba totalmente borracho Kaye fue capaz de hacerle perder el equilibrio. El cuchillo cayo al suelo con un ruido metalico. El rostro de Lloyd se mostraba totalmente inexpresivo carente de toda emocion. Tenia los ojos abiertos de par en par y las pupilas dilatadas. Frank, el bateria de Stepping Razor, agarro a Lloyd del brazo. Este solo tuvo tiempo de darle un punetazo en la cara antes de que otros clientes lo redujeran y alguien llama a la policia. Para cuando llegaron los agentes, Lloyd no recordaba nada; pero estaba fuera de si y no paraba de gritar e insultar a Ellen. Los policias condujeron a Kaye y a su madre hasta el apartamento de Lloyd y esperaron hasta que la muchacha hubo terminado de meter la ropa y las pertenencias de ambas en bolsas de basura. Ellen hablaba por telefono, intentando encontrar un sitio donde pasar la noche. --Tesoro --dijo, por fin --, no nos queda mas remedio que ir a casa de la abuela. --?La has llamado? --pregunto Kaye, mientras metia sus discos de vinilo de Grace Slick en una caja de naranjas vacia. No habian visitado a su abuela ni siquiera una vez desde que abandonaron New Jersey, seis anos atras. Ellen apenas cruzaba un par de palabras con su madre en las fechas mas senaladas, y enseguida le pasaba el telefono a Kaye. --Si, la he despertado --la voz de Ellen sonaba a oido de Kaye mas cansada que nunca--. Sera por poco tiempo. Podras visitar a esa amiga tuya… --Janet --interrumpio Kaye. Kaye albergo la esperanza de que Ellen se refiriera a Janet. Confiaba en que su madre no empezara otra vez con rollo de las hadas. Si volvia a escuchar otra historia sobre Kaye y sus amigos imaginarios, le iba a dar algo…

  • Corazon en penumbra de Jana Westwood

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    Anelise es la hija menor de Selig Vandermer, dueno de una gran naviera y uno de los hombres mas ricos de Nueva York.

  • Vibrato de Isabel Mellado

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    La literatura hecha musica. La musica hecha literatura

  • Los ladrones de Entrevientos de Cristian Perfumo

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    Entrevientos no ha cambiado. Sigue siendo una de las minas de oro mas remotas de la Patagonia y del mundo. Sin embargo, para Noelia Viader se ha convertido en un sitio totalmente diferente. Hace un ano era su lugar de trabajo y hoy es una cruz roja en el mapa sobre el que repasa los detalles del atraco.

  • Phurya de Daniel G. Segura

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    Jamas te saltes el toque de queda.
    Kyle Dwayne reside en Clevence Town, un pueblo aislado de la civilizacion con un autoritario Gobierno que impone su poder alrededor de unas ferreas leyes.

  • Hoyos de Louis Sachar

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    Los chicos buenos van al cielo, los malos… al Campamento Lago Verde. Stanley Yelnats se convierte en interno del campamento despues de ser acusado del robo de unas zapatillas; alli conocera a Zero y su vida cambiara para siempre. ?Donde estan los limites entre el bien y el mal?Una historia estremecedora para reflexionar sobre el significado de la justicia.

  • Me enamore de mi mejor amigo de Valeriam Emar

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    CLAVO los ojos en la botella mientras giraba en el suelo. Rogo que se detuviera en Frank. Su mejor amigo no la delataria si su primer beso apestaba. Apreto los punos como signo de victoria cuando el cuello de la botella desvio al tonto Mike. Era un juego estupido, ?pero de que otro modo una nina de doce anos aprenderia a besar? El pecho se le inflo. La botella se detuvo en Frank. Deby, la anfitriona de la fiesta, los hizo pasar al armario. La puerta se cerro cuando ellos ingresaron al pequeno ambiente oscuro. --Por suerte me toco contigo, Alex --dijo el--. No queria besar a ninguna nina --susurro. Frank ademas de ser su amigo, era su vecino. Supo que serian amigos desde el dia que lo vio bajar del camion de mudanza con sus padres. Parecia un nino introvertido y ella se le acerco con su bicicleta y lo invito a la fiesta que daria ese fin de semana, y desde ese entonces, no se habian vuelto a separar. --Tendras que besarme... No podia ver el rostro de Frank, pero sabia que acababa de poner los ojos en blanco. --No lo hare --se nego--. Y no puedes obligarme. --Si no lo haces, les dire a todos que tienes mal aliento --lo amenazo --. Y de ahora en adelante, seras conocido como Frank el apestoso. --Y yo les dire que todavia sigues jugando a las munecas --replico. Ella se quedo boquiabierta. --No es cierto, ya estoy grande para esos juegos de nina. --?Soy tu vecino, recuerdas? Te veo por la ventana cuando le das el te a tus Barbys. Apreto los labios y le dio un pisoton. --No vuelvas a espiarme. Frank solto un chillido y la empujo. --No vuelvas a pisarme. --?Esta todo bien ahi adentro? --pregunto Deby del otro lado. Sabia que todos estaban pendientes de ellos y que esperaban a que salieran del armario con un resultado. Y entre los invitados estaba Sam, su companero de clases. Queria besar a Sam, pero primero debia practicar para hacerlo bien. --?No sientes curiosidad, Frank? --?De que? Solto un bufido. --De lo que se siente dar un beso. --No. --?No prefieres que nuestro primer beso sea con alguien que conoces bien? El se quedo en silencio. --Algun dia tendras que besar Frank, y no sabras como hacerlo y quedaras como un tonto. --Tu ganas --accedio finalmente--. Pero si me llenas de saliva, te pateare el trasero y no me importara si eres nina. Ella sonrio ampliamente. --No lo hare... El se aclaro la garganta. --?Y... como hacemos? --Cierra los ojos, inclina la cabeza... --le fue indicando. Sus bocas se encontraron por varios segundos y se alejaron de golpe. --?Sentiste algo? --le pregunto despacio. --No --respondio el--. ?Y tu? --Tampoco --mintio. En realidad, habia sido asombroso. Ahora estaba preparada para besar a Sam. --Deberiamos salir --dijo Frank, abriendo las puertas del armario. --Frank... --?Si? --Gracias --expreso--. Gracias por ser mi mejor amigo. 1. ENTREVISTA Quince anos despues... APOYO las manos sobre las rodillas para que las piernas dejaran de temblarle. No era la unica que esperaba en la sala para ser entrevistada por Jason Harbor. El elegiria a su nueva asistente. Ella queria el puesto. El era el dueno de una revista de moda y para una disenadora de indumentaria recien recibida, era un paso importante para estudiar de mas cerca el mercado. Tal vez hasta algun dia sus vestidos saldrian en la portada de la revista Harbor. Sus suenos fueron interrumpidos cuando una de las postulantes la codeo y le susurro: --?Conoces a Jason? Estudio a su competidora a traves de los ojos entornado. Si ella queria ser la asistente de Jason Harbor, debia poner manos a la obra para ganarselo. --!Oh, si! --Gimio--. ?Tu no? La postulante nego con la cabeza. --Es mi primera entrevista --le hizo saber--. Tengo miedo de que el sea uno de esos jefes grunones que trata mal a sus empleados. Ella apoyo una mano en su brazo. --Entonces has venido al sitio equivocado --dijo--. Su asistente anterior dejo su puesto porque el la enloquecio... y las malas lenguas dicen que el hasta la golpeo --anadio en un tono de confidencia. La postulante abrio grande los ojos. --?Enserio? --Oh, carino, no quiero que te asustes --murmuro--. Pero deberias pensarlo dos veces si quieres que este sea tu primer empleo. --?Como te llamas? --Alex. --No sabes cuanto te agradezco que me hayas dicho todo esto, Alex. --?Y... que haras? --Seguire buscando en otro sitio --respondio--. ?Y tu porque estas aqui si sabes que el es un asco? --Tengo hijos pequenos que mantener --mintio. --Oh, lo entiendo --levanto los pulgares y agrego--: Mucha suerte, Alex --le deseo antes de salir de la sala. Y acababa de despachar a su primera contrincante. Echo una ojeada a la espaciosa y elegante sala y estudio su competencia. Todavia le faltaban seis mas. Cogio el maletin y se levanto de la butaca para sentarse al lado de la postulante que tenia mas actitud para llevarse el puesto. Saco una goma de mascar y se la ofrecio. --No gracias --continuo--. Una buena asistente no mastica goma de mascar --le dijo la estirada con cara de amargada. Ella le sonrio para mostrarse mas amigable. --?Vienes por el puesto de asistente, verdad? --No, vengo a calentar la silla. --Noto que te gustan las bromas... Aparto la vista hacia la ventana y blasfemo por lo bajo. No seria sencillo deshacerse de ella. Carraspeo y agrego: --?Sabes? Te dire esto porque me caes bien --empezo diciendo--. Trabajo para la revista Harbor y me enviaron para que evaluara a las postulantes. Su contrincante comenzo a prestarle mas atencion. --Y tu pareces tener todas las cualidades para ser contratada --y lo decia enserio. La postulante enarco una ceja. --?Ah, si? --Felicidades, pasaste a la segunda ronda. --?Segunda ronda? Ella abrio el maletin y saco una birome y anoto una direccion en un papel. --Debes ir a este edificio para culminar con la entrevista. La postulante sujeto el papel y leyo la direccion. --Pero queda a una hora de aqui --protesto. Ella le quito el papel de la mano. --No te preocupes, elegire a otra. --No he dicho que no pueda ir --volvio a apoderarse de la direccion. Sus labios se curvaron en una amplia sonrisa. --Bienvenida a la familia Harvor. --?Debo entregarte a ti todos mis datos? --?Tus datos? !Oh, si! La postulante le entrego su curriculo antes de abandonar el edificio Harvor. Abrio la carpeta y leyo sus datos. Menuda experiencia. No tenia duda, habia hecho bien en sacarla del medio. Tambien lo hizo con las otras postulantes, hasta que finalmente quedo sola en la sala. El famosisimo Jason Harvor salio de su despacho. En persona se veia mas apuesto que en las revistas. Su rostro tenia facciones duras, pero eran condenadamente atractivas. Todo el decia seguridad, masculinidad y poder. Se paso una mano por el pelo y sonrio. Jason era soltero, tenia treinta y nueve anos y le gustaba jugar al tenis. Eso le habia dicho a una periodista en una entrevista que habia leido en la manana mientras desayunaba. --?Y las demas postulantes? --pregunto el, cenudo. Ella se encogio de hombro. --No lo se, parece que he sido la unica a la que le ha interesado el empleo. --Bien, no importa, pasa a mi despacho. Sujeto el maletin y paso por delante de el para ingresar a la oficina. Su perfume importado era exquisito. No pudo evitar ver su precioso trasero cuando rodeo el escritorio y se sento. Ella tomo asiento cuando el se lo pidio y le entrego su curriculo. Jason se puso sus gafas de lectura, abrio la carpeta y empezo a leer sus datos. --?Alex, verdad? --Si. --Hablame sobre ti, Alex. Odiaba cuando las entrevistas comenzaban de ese modo. ?Que mas podia decir de lo que ya estaba escrito en su curriculo? Respiro hondo y sonrio. Un empleado positivo siempre tenia mas chance para ser contratado. --Soy Alex Bloom, y acabo de recibirme como disenadora de indumentaria. El se cruzo de brazos y la miro con sus intensos ojos oscuros. --?Y por que una disenadora quiere ser mi asistente? --Porque seria un honor trabajar para la revista Harvor y creo que... --Bla, bla, bla... no dices nada nuevo --la interrumpio el capullo. Habia hecho un gran esfuerzo para deshacerse de las demas postulante y no dejaria que un gilipollas como el, por mas guapo que fuese, no le diera el empleo. --Si tuvieras que definirte, ?como lo harias, Alex? Como alguien que todavia seguia buscando sus suenos, aunque eso significaba haber comenzado varias carreras y dejado a mitad de semestre porque sentia que no eran para ella, o que el empleo que mas tiempo le duro fue de tres meses. Vale, ella a veces era una persona inestable. ?Pero quien no lo era?

  • Matare por ti de Rafael Salcedo Ramirez

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    Peter Bobinski, aparte de leguleyo y estar casado con la hija de un magistrado del Supremo norteamericano, es lo que se dice un WASP en toda regla; o sea blanco, anglosajon y, por supuesto, protestante, quien da sensacion de emanar ese tufillo de integridad etica y moral a prueba de tentaciones mundanas, alguien a quien admirar y hasta seguir en sus decisiones prenadas de sentido comun y orientadas a preservar el bien de cuantos le rodean.

  • Todo suyo, senorita Lopez de Mariel Ruggieri

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    La senorita Lopez siempre ha tenido dudas sobre su orientacion sexual, hasta que Daniel Oliver llega a su vida con una mochila llena de problemas y unos gustos sexuales algo peculiares que ella pronto aprendera a disfrutar.

  • Una decision personal (Edentown 11) de Annabeth Berkley

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    Valerie Campbell, somnolienta, escucho la voz de su hermano en el piso inferior. Se cubrio con una mano sus grandes ojos verdes apenas abiertos. ?Ya era de dia? ?Por que habia amanecido tan pronto? se pregunto ahogando un suspiro. Solto el aire que no sabia que estaba reteniendo mientras se incorporaba en la cama. No podia ser que se despertara tambien con esa sensacion en casa de su madre, se recrimino. Sobre todo, cuando acababa de tomarse unas vacaciones despues de una ajetreada temporada en el hospital donde trabajaba. Respiro profundamente por la nariz y solto el aire suavemente por la boca. Varias veces. Miro a su alrededor para distraerse. La luz de la manana entraba por la ventana. El papel de pequenas flores que habia escogido cuando era adolescente seguia decorando la pared. Sus viejos peluches y unos cuantos libros se apilaban en la estanteria de color blanco. Las cortinas en color crudo, a juego con la colcha que habia a los pies de la cama, le transmitian la calidez que habia ido buscando. Estaba en casa, se repitio. Parecia que se encontraba mejor. Suspiro. Su hermano iba a casarse con la mujer de su vida, literalmente. Nunca hubiera apostado porque ese tipo de suenos se hicieran realidad. Ella habia tenido posters de Leonardo Di Caprio en la pared de su habitacion y jamas se habia planteado en serio encontrarselo cara a cara y casarse con el. Hizo una mueca. Probablemente tambien la hubiera dejado. Igual que Stan. Volvio a suspirar. Nego con la cabeza y se forzo a sonreir. No podia seguir pensando en cosas negativas. Se lo habia dicho su medico y companero en el hospital. Le habia dado a elegir entre unas vacaciones o una baja medica por ansiedad. Habia elegido las vacaciones. Ella no tenia ansiedad... o no mucha. Lo que le ocurria realmente era que estaba en una epoca un poco mala. Solo eso. Stan Barrows, su pareja, la habia dejado alegando susceptibilidad y mal caracter. Ella no tenia mal caracter. Solo se le habia agriado un poco despues de largas y agotadoras jornadas en el hospital del que no queria salir. Habia llegado a sentir, inexplicablemente, que, si se iba del hospital a su casa, no querria volver. Le gustaba su trabajo como enfermera... mas o menos. Aunque ultimamente se habia obsesionado demasiado y habia descuidado su relacion con Stan. Resoplo de nuevo. Debia dejar de pensar, y estaba escuchando hablar a su madre y a su hermano en la cocina. Seguro que Dexter habia llevado algo para desayunar, como su madre le habia contado que se habia acostumbrado a hacer. Habia llegado muy tarde la noche anterior y tras hablar un poco con ella se habia escondido en la cama; porque era lo que realmente habia hecho, esconderse. Su madre no parecia haberse creido que se habia tomado quince dias de vacaciones para celebrar la boda de su hermano, pero no le apetecia darle mas explicaciones, por lo menos, de momento. Bajo en pijama, con su cabello castano despeinado y con una sonrisa en el rostro. La casa olia a cafe. Entro en la cocina y su hermano la recibio con los brazos abiertos. Seguia tan guapo y carinoso como siempre. Sus ojos verdes brillaban alegres. --Me alegro de verte, Valerie --le dijo sincero--. ?Que tal todo por Nueva York? Valerie dio un beso en la mejilla a su madre antes de mirar los vistosos cupcakes que habia sobre la mesa de la cocina. --Que buena pinta tienen --comento distraida evitando la pregunta de su hermano--. Supongo que la tarta de la boda se la habreis encargado a Carolyn. --Si --le respondio Dexter dando un sorbo a su cafe--. Pero yo quiero que sea un brownie gigante y Bronwyn quiere una de tres pisos de nata y fresas. --Tu quieres un brownie para hacerle rabiar --le sonrio Adrianne Campbell a su hijo--. ?Que infusion te preparo, Valerie? --?Que tienes, ademas de te? --le pregunto Valerie cogiendo un cupcake con frosting de color verde. Adrianne rebusco en su caja de infusiones. --Valeriana, tila, lavanda... --Si, pues las tres me vendran bien --respondio Valerie evitando la mirada de su madre y dando un mordisco al cupcake--. Que bueno esta.... ?Que tal los nervios de la novia? Dexter le sonrio. --Creo que yo estoy mas nervioso que ella --le dijo divertido--. Me alegro de que te hayas cogido unos dias de vacaciones. ?Cuando vendra Stan? Valerie miro a su hermano tragando a duras penas lo que llevaba en la boca. --No vendra... lo hemos dejado --le respondio con una mueca. No le habia dolido la ruptura. Mas bien le habia incomodado y sorprendido. --?Estas bien? --le pregunto Dexter sentandose a su lado. --Si, si.... Ya sabes, horarios incompatibles, mucho trabajo en el hospital... Dexter miro a su madre incomodo. --Lo importante es que tu estes bien, hermanita --le dijo carinoso--. Bueno, sera mejor que me vaya al taller. Se levanto y despues de dar un beso a su madre en la mejilla, salio por la puerta, dispuesto a disfrutar del nuevo dia. Adrianne acerco la infusion a su hija y se sento en el sitio que habia dejado libre Dexter. --El creia que habias venido antes por su boda. --Lo superara --le dijo ironica, con carino. --?Me lo vas a contar? --?El que? --Lo que te ocurre. Valerie empezo a notar que le faltaba el aire. Su respiracion se agito, un sudor frio recorrio su cuerpo. Desenfoco la mirada. Adrianne le puso una mano sobre su hombro. --Vamos, Valerie --le dijo transmitiendole seguridad y templanza--. Respira tranquila. No pasa nada. Valerie asintio cogiendo aire profundamente y expulsandolo por la boca, varias veces. Poco despues miro a su madre. Siempre habia sido el pilar de la familia. Tan fuerte, tan sensata, tan carinosa. Observo que se habia puesto algunas mechas de color mas claro sobre su cabello castano y ligeramente ondulado y, aunque tenia algunas arrugas junto a los ojos, le parecia que el tiempo no pasaba por ella. --No se que me ocurre --le confeso. --?Tiene que ver con Stan? --le pregunto Adrianne. --Creo que no --le respondio no muy convencida--. Creo que he estado trabajando demasiado. He hecho muchas horas seguidas en el hospital. No he descansado mucho. --?Y por que lo has hecho? Valerie miro a su madre y se encogio de hombros. --Valerie, ?que te ocurre, carino? --No lo se. --?No lo sabes o no lo quieres pensar? --Las dos cosas --murmuro bajando la mirada. Adrianne suspiro. --Ya hacia tiempo que no veia tus ataques de ansiedad --le comento--. ?Recuerdas como te ponias cada vez que tenias un examen? Valerie asintio apretando los labios. --Ahora no tienes examenes. La joven nego con la cabeza. --?Entonces? --insistio Adrianne. --No lo se, mama... Supongo que se me habra juntado todo. --?Que es todo? --Mucho trabajo, lo de Stan, los treinta anos... Adrianne enarco las cejas, escuchando atenta a su hija. --Parece que nos vamos acercando... ?que ocurre con los treinta anos? --Siempre habia pensado que a los treinta estaria felizmente casada, con hijos y seria feliz en mi trabajo... y mira. Adrianne asintio. --Bueno, una cosa son los suenos que tienes de nina y otra cosa es que esos suenos no hayan cambiado a la vez que tu. ?Tienes los mismos suenos que a los diez anos? Espero que no. Has madurado. ?Que te preocupa? --Todo... --le confeso--. No. Nada. No lo se. No estoy preocupada, mama, es que siento que no tengo nada. No tengo marido, no tengo hijos, me ahogo en el trabajo... mama, no hay nada bien en mi vida... y veo a Dexter que sigue en Edentown, trabajando en un taller mecanico y es feliz. Mama… Es feliz --le repitio--. Y yo no se que hacer con mi vida. Adrianne habia apoyado el codo en la mesa para poder sujetar la cabeza sobre una de sus manos. --Bueno, pues ya lo has sacado. --?El que? --Lo que te pasa. --No le tengo envidia a Dexter. Me alegro por el. --No lo dudo. --?Entonces? --Crei que te gustaba el trabajo. --Y me gusta --le respondio Valerie con voz mas baja. --Acabas de decir que no. --Solo es que ha habido mucho trabajo de repente, he tenido que doblar turnos y supongo que me he sentido sobrepasada. Adrianne asintio mientras la veia levantarse. Valerie evito la mirada de su madre. No sabia como lo hacia, pero siempre le hacia pensar en cosas que no queria. --Voy a ducharme. Creo que salir a dar una vuelta y dejar de pensar, me vendra bien. --Tu sabes que no puedes huir de ti, ?verdad? Valerie le hizo una mueca antes de salir de la cocina. Adrianne elevo los ojos al cielo. ?Cuando dejaba una madre de preocuparse por sus hijos? Grant Correll miro satisfecho las ultimas fotos que habia hecho del lago. El paisaje le transmitia calma, vida y algo mas que no sabia como definir. Sin duda eran muy buenas fotos, no porque el fuera un reconocido y prestigioso fotografo, sino porque el entorno era, sin saber por que, <>. Se fijo en una joven que caminaba distraida y sin prisa. Enfoco la camara. Estatura normal, peso normal, vestido de color oscuro bailando con la brisa, cabello castano con reflejos en caoba... Aposto mentalmente a que tendria los ojos verdes. Hizo varias fotos. Le parecia pensativa, quiza triste, melancolica... Miraba al lago de vez en cuando, como si pudiera escuchar sus pensamientos y responderle. Sin duda, no era una turista, supuso. No admiraba el lago, parecia formar parte de el. --?Te gusta lo que ves? --escucho una voz femenina a su espalda. Grant sonrio antes de girarse para ver a una de las mujeres mas bellas que habia conocido nunca. Seguia tan bonita como recordaba. Alta, con el cabello castano y largo, con sus oscuras pestanas enmarcando unos preciosos ojos azules... a juego con el agua del lago... El dia de la boda le haria unas fotos increibles en ese entorno, penso. --Bronwyn --la abrazo con carino--. Me alegro mucho de verte. --Yo tambien --le sonrio ella--. Gracias por venir. --Te dije que lo haria --le recordo terminando el abrazo--. Edentown te sienta bien. --Si --acepto complacida mirando con el hacia el lago--. ?Que tal estas tu? Grant la miro sonriendo. Muchas horas de confesiones compartidas por las que parecia que no habia pasado el tiempo. --Bien... como siempre... Bronwyn Evans lo miro de reojo. --Bien y como siempre son dos cosas diferentes. Grant le sonrio con carino mientras se encogia de hombros. Muy lejos habia quedado la epoca de excesos en la que habia conocido a Bronwyn y que lo habian llevado a su etapa mas oscura en todos los sentidos. Llevaba bastante tiempo en calma, demasiado tranquilo, demasiado acomodado en una rutina predecible y, a veces, incluso aburrida. Pero no aspiraba a mas, ni queria mas. --Ya queda poco para el gran dia --le comento mirando a su alrededor--. Espero que Dexter sepa lo afortunado que es. --Lo sabe --le confirmo con dulzura--. Y me lo repite todos los dias. ?Has hecho suficientes fotos? Grant se giro buscando con la mirada a la mujer del lago. No la vio. Asintio. --Puedo venir en cualquier momento --asintio--. El lago no va a moverse. Bronwyn le cogio del brazo para empezar a andar. --Por lo menos esta vez has venido con mas tiempo que cuando viniste para tu exposicion -- le dijo con una sonrisa. Grant asintio. --Me he tomado unos dias. --?El ermitano Grant Correll ha decidido salir de su cueva? Grant sonrio divertido. --Nueva York no podria considerarse una cueva. Bronwyn le sonrio con carino. --Tu sala de revelado es una cueva de la que nunca sales, me da igual que este en Nueva York, Los Angeles, o Vancouver. --Exageras un poco. --?Tu crees? --Te recuerdo que a ti la soledad tambien te gustaba. Bronwyn se encogio de hombros. --Supongo que por eso siempre nos llevamos bien. Grant asintio dandole la razon. --Y vas a cambiarla por crear tu propia familia. --Yo tampoco lo hubiera imaginado nunca, pero ya ves --le sonrio con los ojos brillantes--. El destino parece que tiene reservadas sorpresas inesperadas. --Pues espero que no para mi. Bronwyn sonrio a su amigo. --?Sabes algo de tu padre? Grant la miro de reojo. --No... ?por que iba a saber nada?

  • El estafador del amor de Natalia Divan

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    Antes de continuar, me cercioro por ultima vez de que estoy en el lugar adecuado: <>, leo en la placa de una fachada. Si, es aqui. Camino unos pasos esquivando a un par de ancianas que se mueven con dificultad, cada una de ellas sujetandose del brazo de la otra, y llego a la entrada de un edificio senorial, solemne y recientemente reformado. Sobre la puerta descansa anclado un distintivo 2 dorado. Este es un barrio de pijos. Me acerco al portero automatico y presiono el boton junto al cual hay una pegatina en la que se puede leer <>. --?Si? --pregunta una voz femenina a traves del telefonillo. --Eh, hola --titubeo nerviosa--. Soy Alizee. Ayer pedi una cita para... --Suba --la voz me interrumpe y, tras un zumbido electrico, la puerta se abre. Entro y cierta fragancia delicada me acaricia el sentido del olfato. No se trata del tipico ambientador en spray de marca blanca que se utiliza para disimular olores, ni mucho menos. Parece ser que en esta comunidad gusta bastante lo delicado, lo exclusivo. --Hola --le digo a la limpiadora. --Buenos dias --me saluda educadamente y vuelve a centrar la atencion en sus quehaceres. Subo en ascensor hasta el tercer piso. Alli, la puerta del 3o B esta entreabierta. Pego timidamente y entro. --?Le ha sido facil encontrar aparcamiento? --me pregunta con una sonrisa de oreja a oreja la recepcionista, que esta sentada tras un escritorio. Es una senora de unos sesenta y pico anos que viste de forma muy elegante y que es bastante sexy. --He venido en metro. --Le devuelvo la sonrisa. --!Ah! --Ella hace una mueca. Supongo que la gente que contrata los servicios de un detective no es gente que, en general, suela usar el transporte publico. Eso es muy lower-class. En este momento me replanteo si, de verdad, puedo permitirme desembolsar tanto dinero en esto. --Agustin la atendera en un momento --dice la mujer, centrando su atencion en un monton de papeles que comienza a ordenar--. Puede ponerse comoda. Dicho y hecho. Me siento en un confortable sillon que hay en la entrada y me dedico a admirar la decoracion: muebles buenos y modernos, plantas naturales, bastante luz que entra a traves de las amplisimas ventanas, elegante papel de pared, un titulo enmarcado de detective reconocido por el Ministerio del Interior... Un pasillo parece conducir al resto de las estancias del piso, imagino que esto es una casaoficina. En la habitacion en la que me encuentro hay, ademas, una puerta cerrada a cal y canto con un cartelito de metal incrustado que reza <>. Lo mas probable es que Agustin este ahi dentro, tras el letrero. Miro de soslayo a la recepcionista, que continua poniendo orden en su escritorio. ?Estaran Agustin y ella casados? Tras cinco minutos de espera, la puerta que estaba cerrada se abre y, al otro lado, aparece un senor trajeado, canoso, alto y languido de la misma edad que la recepcionista. --?Alisei? --Me dirige una mirada. --Alizee --le corrijo la pronunciacion. --Disculpe. Pase. Entro en su pequeno despacho, en el que me siento como atrapada en una jaula por la falta de ventanas y las numerosas estanterias repletas de libros que tocan el techo. Ambos tomamos asiento, cada uno a un lado de un escritorio de roble. --Bueno... --dice lentamente mientras entrelaza las manos, como si no supiera por donde empezar--. Mi nombre es Agustin, aunque eso ya lo sabra. ?Te parece bien que nos tuteemos, Alizee? Ahora lo he dicho bien, ?verdad? --Si --respondo con una risilla nerviosa--. Mejor nos tuteamos. --Sofia, la recepcionista, me ha dado algunos detalles sobre lo que necesitas, pero mejor que me lo expliques tu misma. --Pues --mientras hablo me fijo en que sus ojos, cansados por el paso del tiempo pero todavia hermosos, son celestes como el cielo-- quiero investigar a mi pareja. --?Hombre o mujer? --pregunta mientras comienza a realizar anotaciones. --Es varon. Se llama Marcos. --Dejame adivinar: crees que te es infiel con alguien --sugiere sin dejar de escribir--. Una amiga, quizas. --No... --!Vaya! --Da un chasquido con los dedos--. Suele ser eso. Entonces, ?de que se trata? --Creo que mi novio no es quien dice ser. Temo que me ha estafado y que me engana, pero no estoy segura. No se que pensar. --Interesante... --dice rascandose la barbilla--. ?En que te basas para acusarlo de tal cosa? --Me llego un mensaje. Saco mi telefono movil del bolso, ingreso en mi cuenta de Instagram y le muestro el misterioso mensaje privado que recibi hace un par de dias de un perfil 'vacio', sin fotos, ni seguidores, ni seguidos ni ninguna descripcion, y cuyo nombre de usuario es <>, una sucesion aparentemente aleatoria de letras y numeros. Estoy convencida de que, quien sea que esta detras de esta cuenta, la creo con el unico fin de ponerse en contacto conmigo. Agustin lee el mensaje en voz alta: --<>. --?Que te parece? --pregunto intrigada por conocer su opinion --Ummh... --Se rasca ahora compulsivamente la cabeza, pensativo--. La imagen de la que habla, ?en ella apareces con Marcos? --Si. Es la primera que subo junto a el. Soy muy celosa de mi intimidad. --?Puedo verla? Asiento con la cabeza y le muestro la fotografia durante algunos segundos. Fue tomada en un restaurante por un camarero. --?Marcos sabe que la has subido? --No. Mi novio ni siquiera tiene redes sociales. --!Oh!... ?Que edad tiene Marcos? --La mia. Veintinueve. --?Alguien menor de treinta anos, en pleno 2019 y que no tiene ni una sola red social? --Entiendo lo que estas sugiriendo. Confieso que a mi tambien me parecio raro al principio, pero tampoco es como para desconfiar... ?O si? --Mira, te sere claro, Alisei... --Alizee --vuelvo a interrumpirle. --Disculpa. Como decia, existe la posibilidad de que, si, se trate de un estafador. A juzgar por el tono de desesperacion, ese mensaje que has recibido parece sincero, aunque podria ser completamente contrario a la verdad y perseguir algun oscuro objetivo como destruir vuestra relacion. Dicho esto, te advierto de que en los ultimos anos se han puesto muy de moda los conocidos como 'estafadores del amor'. --?Que es eso? --pregunto atonita, aunque ya formando una idea en mi mente de lo que puede significar. --Son personas, hombres en su mayoria, que se aprovechan de sus victimas haciendoles pensar que sienten grandes sentimientos hacia ellas. Se ganan su confianza, a veces logran meterse en sus casas, les apartan de sus familias y amigos y les sacan todo el dinero que puedan. --Oh, mon Dieu. --Me llevo la mano a la boca al ver similitudes respecto a mi relacion con Marcos. --Pero no seamos negativos, por favor. Al menos, no todavia. No tenemos ninguna prueba solida para acusar a tu novio de nada. --Le da un pequeno sorbo a su botellita de agua. Parece tener la lengua seca de tanto hablar--. Estos estafadores suelen aprovecharse de individuos debiles, psicologicamente hablando. Gente que no tiene muchos amigos, gente timida, que esta sola, maleable... Gente mas facil de enganar. ?Te sientes identificada? --No me considero una persona debil ni timida --respondo con total sinceridad--, pero, cuando lo conoci, yo estaba sola. Acababa de llegar a Espana. --Ahi esta --exclama Agustin chasqueando los dedos, como si acabara de descubrir la clave --. El fue tu apoyo, ?verdad? --Si. Me ayudo muchisimo. --Alisei, necesito que me lo cuentes todo. Como lo conociste, cuando, que me des detalles de su actitud a lo largo de todo este tiempo... No te dejes nada en el tintero ?de acuerdo? --La historia es un poco larga --le advierto. --Descuida. Tengo toda la tarde para escucharte. --Pues vamos alla... Tomo aire y me preparo para hacer memoria y hablar sobre todo lo que se de Marcos.

  • Nunca fui Primera Dama de Wendy Guerra

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    Celia Sanchez, Albis Torres y Nadia Guerra, los tres personajes femeninos en que se centra la novela, no solo pertenecen a esa estirpe de protagonistas que se instalan para siempre en la memoria del lector, sino que, ademas, trenzan con sus peripecias existenciales la historia, con minuscula, de la vida cubana desde el triunfo de la Revolucion hasta hoy.

  • 100% Love de

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  • El cuidador de elefantes de Christopher Nicholson

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    Inglaterra, 1766: despues de un largo viaje desde las Indias Orientales, un barco atraca en Bristol, Inglaterra. Lleva un cargamento de animales exoticos y, ademas, dos elefantes en pesimas condiciones. John Harrington, un comerciante de azucar, los compra y los confia al hijo de su jefe, Tom Page, de doce anos. El vinculo que se establece entre el nino y los elefantes es inmediato. Asi comienza El cuidador de elefantes, una hermosa y cautivadora historia sobre la lealtad, la violencia, la libertad y el cautiverio entre un elefante y un ser humano.

  • Un amor de locos de Hugo Sanz

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    Marina, Marina, mira la tiara de flores que te he comprado para el dia de tu Primera Comunion, ?no es una autentica preciosidad? -Mama, si que es muy bonita, pero ?cuantas veces voy a repetirte que tengo veintiocho anos? -?Veintiocho? Seran ocho, hija mia. Y date prisa que ahora mismo nos vamos para la catequesis. -Mira, mama, por ahi viene papa. ?Por que no te marchas a tomar un cafelito con el y me esperais en el bar para llevarme a la catequesis? -Venga, pero no tardes, ?eh? Que luego te pones a jugar con Celia y se te va el santo al cielo. No se lo que harias sin tu madre-me solto y yo respire lentamente para que no me diera el ataque. Mi madre salio cantando por Ana Belen, concretamente el “mirala, mirala, mirala, mirala, la puerta de Alcala…” y yo pense que de la puerta de Alcala no, pero que de un puente si que me iba a tirar cualquier dia. -Te va a dar el ataque, te va a dar, ?te traigo la bolsa para hiperventilar? -me pregunto Celia. -No, con que me acerques el Ventolin sera suficiente. Esto es una locura, siempre lo mismo… -No te quejes, ya sabes que yo daria la misma vida por tener a mis padres conmigo, que me he quedado mas sola que la una en la vida. Y ahora ni unos padres ni otros, me va a dar el ataque a mi tambien, pero de pena… -No te preocupes que los vamos a encontrar… -?Me lo prometes? -Su carita de necesidad hizo que se me cayera el alma al suelo. -Palabra de Marina. -Que solemne te ha quedado. -Celia hizo un aspaviento de los suyos y yo esboce mi mejor sonrisa. Tenia toda la razon del mundo. Yo no tenia derecho a quejarme o, dicho de otro modo, si yo lo tenia, ella debia colgarse de un pino. Me llamo Marina y mi historia deberia ser de lo mas convencional, claro que debiera serlo no quiere decir que lo fuera. Mejor dicho, lo fue hasta mis veinte anos… Concretamente ocurrio el dia de mi cumpleanos. Mi madre, Susana, vino a recogerme tras haber estado de celebracion con mis amigas. Lo hizo sola, pues mi padre, Alberto, que es policia, estaba de guardia esa noche. Jamas hemos podidos explicarnos como ocurrio. Bueno, no he podido explicarmelo yo, porque mi madre por suerte no recuerda nada de lo sucedido. El caso es que ibamos ambas charlando animadamente mientras ella conducia cuando, salida como de la nada, una motocicleta de gran cilindrada se nos empotro a toda pastilla por la luna delantera. Milagrosamente yo sali casi ilesa a excepcion de una pequena cicatriz en la frente que no se observa a simple vista, pero que si te fijas esta ahi y se da un aire a la de Harry Potter, motivo de mofa eterna para mis amigos. No imaginais las bromitas que he tenido que aguantar al respecto. Por desgracia, lo de mi madre no quedo en una anecdota. sino que fue una total pesadilla, pues la pobre entro en coma y estuvo asi dos meses… Dos eternos meses en los que mi padre, mi hermano Carlos y yo rezamos a todos los santos para que no apartara de nuestro lado a la mujer que hasta entonces fue el faro que alumbro nuestros dias. En contrapartida, la fortuna quiso que mi madre despertara una buena manana. Lo primero que pregunto al verme fue si ya me habian echado el agua bautismal. Recuerdo la cara con la que nos miramos los tres y las risas que nos echamos, felices por haberla recuperado y pensando que aquello era unicamente una laguna de su memoria. Lo malo vino cuando comprobamos que mas que lagunas, en su memoria lo que habia era oceanos completos… A mi madre, sencillamente, le faltaba un tornillo o mejor dicho una caja completa de ellos. No tardamos en darnos cuenta de que la nueva situacion habia llegado para quedarse y que teniamos faena por delante. Hechos como que nos levantara cada manana para ir al colegio, que quisiera ponerme dos trenzas o que se empenara en vestir a mi hermano (que ya estaba estudiando Ingenieria Informatica en la universidad), dieron las siguientes voces de alarma. Por no contar cuando queria venir conmigo y con mis amigas, cogiendo la ropa de mi armario y fotografiandose, poniendo morritos en el bano, antes de coger la puerta para salir de marcha. Mientras, el pobre de mi padre demostraba quererla mas que a su vida y tener mas paciencia que el santo Jobs. Un ano despues de su despertar, los medicos nos dijeron que ya su cabeza habia avanzado todo lo que podia hacerlo y se habia estancado. “?Avanzado?” Yo no sabia si reir por los nervios o llorar como una Magdalena por el percal que teniamos por delante. Y encima Carlos se nos echo una novia llamada Karina (si, si, igualito que los protas de la serie “Cuentame como paso”) y lo que ambos nos contaron es que se iban a vivir a Londres y que alli nos quedabamos mi padre y yo con la papeleta. Permaneci un buen punado de anos viviendo con ellos y echando una manita en todo lo que podia en casa, pero seis meses atras decidi independizarme con Celia, mi socia y amiga. Celia y yo eramos una y carne y ella tambien me habia servido de gran ayuda con mi madre en innumerables ocasiones. No en vano, decia que tambien era la suya, su segunda madre; y eso que ella con lo de las madres y los padres tenia un cacao monumental que ya luego os contare. A resultas de aquella, mis padres ahora vivian solos, pero eso no queria decir que yo no estuviera en contacto permanente con ellos y que no me ocupara de muchos aspectos de su vida domestica. Eso si, mas que nada a modo de supervisora porque de tenerles la casa como los chorros del oro y de que todo funcionara en ella se encargaba Urraca, su chica de servicio. No voy a negarlo, la primera vez que me dijeron que su asistenta se llamaba Urraca, como los dibujitos animados aquellos de “Las urracas parlanchinas” me tire al suelo de risa. Bromas aparte, yo debia besar el suelo por donde pisaba esa chica porque el marron que me habia quitado de encima era del tamano de una catedral. Dicho esto, yo sentia la obligacion de estar al quite, por cualquier cosa que mis padres necesitaran, pero tenia la posibilidad de hacer mi propia vida sin mayores trabas. Convivir con Celia estaba constituyendo toda una experiencia pues, aunque esa petardilla a veces me sacaba de quicio, yo la queria como a una hermana. ?Por que me sacaba de quicio? Por cosas como que solia hablar a voces (debia pensar que todos estabamos sordos); porque tenia la misma memoria que el pez Dory (por lo que no se acordaba nunca de nada de lo que yo le contara); porque tenia mas cara que espalda (y a veces me ponia en el palo por ello) y porque le gustaba un movil mas que a un tonto un lapiz (y a menudo se pasaba horas inmersa en la pantalla y desconectada de todo mundo que no fuera virtual). Aunque comprendo que la he puesto a parir en un momentito, tambien tengo que decir que Celia era la mejor amiga que una pudiera tener y alegre como unas castanuelas… Eso si, aguita tambien con la nina cuando se enfadaba, dado que tenia un caracter que solia decir que no se aguantaba ni ella, claro que yo tambien era de armas tomar. En definitiva, las dos teniamos un fuerte caracter, pero nos complementabamos a la perfeccion, aunque de higos a brevas nos formaramos unas buenas zapatiestas y nos pusieramos finas. Pese a eso, todo hay que decirlo, nunca llegaba la sangre al rio y, es mas, despotricar nos servia para desahogarnos y luego echarnos unas buenas risas a costa de los improperios que soltabamos cuando se nos calentaba el pico. He mencionado antes que, aparte de ser mi querida amiga, Celia era mi socia. Y es que hacia dos anos que ambas nos lanzamos a la colorida y dulce aventura del cupcake y montamos el “Celicioso”. Elegimos este nombre haciendo honor al de Celia, pues fue mi amiga quien siempre tuvo en mente la idea de abrir el negocio y yo quien no tarde en asociarme con ella en cuanto la vi decidida. La verdad es que basto con abrir las puertas de nuestro precioso local, que nos llevo unos meses decorar, para saber que aquel iba a ser un exito rotundo. Y lo fue, hasta el punto de que no descartabamos abrir mas sucursales en otro barrio de nuestra ciudad o contratar personal de refuerzo porque ambas no dabamos ya abasto. No en vano, la nuestra era una de las pastelerias y cafeterias mas cuquis, bonitas y dulces de la ciudad y en ella no solo vendiamos exquisitos cupcakes sino muffins, plumcakes, coconuts, tartas y otro sinfin de productos que hacian las delicias de los mas golosos. Todo esto nos permitia a Celia y a mi disfrutar de una posicion economica desahogada y, aunque ambas teniamos en mente hacer alguna inversion inmobiliaria en el futuro, de momento nos habiamos lanzado al alquiler de un magnifico atico que decoramos a nuestro gusto. El atico estaba a estrenar y sin amueblar, por lo que fue para vernos a la hora de personalizarlo. En mi vida habia tenido mas discusiones con Celia, pareciamos un matrimonio mal avenido. Al final, dividimos la casa por estancias y cada una se encargo de la decoracion de varias de ellas. El resultado, en contra de lo que pudiera pensarse, fue bastante armonioso y las dos estabamos muy satisfechas.

  • La Casa del Crepusculo de Laura Gallego Garcia

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    Lazaro es un joven de trece anos obligado a trasladarse de la ciudad al pueblo donde vive el resto de su familia. En este aburrido y caluroso verano, Lazaro se siente irremediablemente atraido por un viejo caseron abandonado donde, tras colarse en el jardin una noche, ve el espectro de una joven. Desde entonces dedicara todo su tiempo a desentranar el misterio de su muerte.

  • El hundimiento del muelle de Mark Haddon

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    Los nueve relatos de esta lirica y poderosisima coleccion se adentran en diversos territorios (la aventura clasica, la ciencia ficcion, el cuento alegorico o el realismo despiadado), pero Haddon despliega en todos ellos su inigualable destreza estilistica y esa empatia que ha hechizado a los lectores de sus novelas. El resultado final es una fascinante reflexion sobre la condicion humana, la soledad que nos atrapa y los vinculos que, pese a todo, siguen uniendo a los seres humanos. Quienes gozaron con “El curioso incidente del perro a medianoche” hallaran aqui al mejor Haddon.

  • La suerte es nuestra de Ana Martin Manas

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    <> es una palabra de solo seis letras, pero cabe tanto dentro de ella que, a veces, hasta asusta. Segun la RAE, significa experimentar sensaciones producidas por causas externas o internas. Cuando yo pienso en el verbo sentir me lo imagino como una uve enorme. Es estar en lo mas alto, caer de golpe hasta casi tocar el suelo para despues volver a resurgir y dejarte envolver por todas esas sensaciones que estallan en ti. Esta noche, la uve parece mas un guion plano, soso y sin subidas y bajadas excitantes. Unas horas antes... Abro la puerta de casa de un tiron y lo que me encuentro es a Marc con cara de perrito triste. --Siento llegar tarde. --La cosa no pinta bien esta noche, tenemos bajas, pasa. Y no se para que te disculpas, ya cuento con que vas a llegar tarde siempre. --Que poca fe tienes en mi --dice mientras pasa por mi lado y deja un beso en mi mejilla--. Bueno, me imagino que Sara y Evan no estan para fiestas, y Gabriel y Ada se quedan con el peque. ?Hugo y Carla? ?Edgar? --Espera, me acaba de llegar un mensaje de Carla. --Lo leo y suspiro haciendo pucheros--. Algo le ha sentado mal y dice que esta noche dormira abrazada a la taza del vater. --Mmm, pues Hugo estara cuidando de ella, me imagino. --Asi es... y Edgar me ha dicho que ya tenia plan. --Pues salimos tu y yo, anda que el problema... Antes de que se arrepienta, me pongo el abrigo --estamos en febrero y hace un frio que pela--, cojo mi bolso y lo arrastro hacia la calle. Llegamos a la discoteca, y no es que sea muy acogedora, pero la musica es buena y el ambiente tambien. Nadie lo puede negar, Marc es muy divertido y se anima a la primera de cambio. Siempre tiene una sonrisa plantada en la cara, es imposible que no te contagie su alegria vital. Ademas, el condenado baila muy bien. Suena una cancion de rock que le gusta y empieza a saltar fuera de si. Yo le sigo el rollo y nos ponemos a darlo todo hasta que nos dan casi las tres de la madrugada. Tras muchas risas y algo de alcohol, no se como, acabamos hablando de nuestras intimidades. Marc es asi, se puede hablar con el de cualquier cosa y sabes que no te va a juzgar. O, al menos, lo va a hacer como un amigo de verdad. --?Cuanto hace de la ultima vez? --?La ultima vez que me enrolle con un tio? --Miro al techo, pensativa--. Hara como un mes. ?Y tu, Marc? Que ya nos conocemos. --La semana pasada --dice orgulloso. --!Cabron! --Le doy un codazo de broma. --Los hay con suerte. --Me das un poco de envidia, pero es que solo me cruzo con capullos. Veo un tio que me parece guapo, me acerco, pero es que en cuanto abre la boca tengo que salir por patas. ?No puedo cruzarme con alguno decente de vez en cuando? A ver, tu eres normal. Si no me conocieras, ?nos iriamos a la cama esta noche? --Lo miro fijamente, el tira la cabeza hacia atras y suelta una carcajada. --Joder, vaya pregunta, Mir. ?En serio quieres que te conteste? --me dice cuando para de reir. --Va, no te cortes. ?Crees que estoy buena? --?Quieres la version <> o la version <>? --Quiero la version hombre adulto que sabe lo que quiere -- contesto seria, sin apartar mi mirada de la suya. --Que intensita estas hoy. --Se acerca a mi oido y, entonces, sigue hablando, tan cerca de mi oreja que puedo sentir como su aliento me acaricia--. Eres jodidamente sexi, tu cuerpo tiene unas curvas de infarto que cualquiera querria recorrer con su lengua y tu culo es perfecto. Si no fueras mi amiga, ahora mismo estaria suplicandote que me dejaras meterme entre tus piernas durante lo que queda de noche y, despues, una vez mas. Despacio, doy un paso atras. Se que mis ojos estan abiertos como platos mientras miro a Marc, que por una fraccion de segundo me observa serio, pero solo dura eso, ni un segundo, y entonces una sonrisa socarrona se extiende por su cara. A mi me entra la risa y ambos estallamos en carcajadas mientras nos doblamos por la mitad. Me acerco a el y le rodeo con un brazo la cintura para acercarlo y poder hablarle. --Eres un cabron. Me has puesto muy muy cachonda, ahora, si o si, voy a tener que buscarme un ligue para esta noche --le digo mientras el sigue riendo. Su brazo rodea mis hombros y me aprieta un poco para llamar mi atencion antes de hablar. --Creo que ya lo has encontrado. Lo miro confusa y el me senala con la cabeza hacia el otro lado de la pista. Me giro hacia alli y veo a un tipo que me mira sin disimular. --Lleva bastante rato observandote. --Oye, pues es bastante mono --le digo y me separo de el--. ?Que tal estoy? --Me aliso el vestido y doy una vuelta. Me mira durante unos segundos de arriba abajo con los ojos entrecerrados y la mano rascando su menton antes de contestar. --Explosiva. --!Genial! ?Sabias que me flipan las chupas de cuero? --Le guino un ojo y me doy la vuelta para ir a encontrarme con el bombon al otro lado de la pista. --Y no es por las motos, ?verdad? --grita Marc cuando me he alejado un par de pasos. --Es por Grease --le contesto por encima del hombro antes de seguir avanzando hacia mi objetivo. Al final, el tipo resulta ser un poco serio, pero besa bien. Bailamos algunas canciones, nos tomamos una copa hablando de todo y nada, cerca de la barra, y antes de darme cuenta, me esta preguntando si nos vamos a su casa. Acepto y le pido que me espere mientras aviso a mi amigo de que me voy. Cuando establezco contacto visual con Marc, veo que esta rodeado de mas gente. Desde lejos me pregunta con senas que tal ha ido. Le respondo con un gesto afirmativo y el sonrie. Entonces, hace otra senal empujando sus caderas hacia delante, para decirme si va a haber tema esta noche. <>, pienso, y asiento con mi cara mas perversa. Dejamos los gestitos y nos acercamos a un punto intermedio. --Enhorabuena, a ver si te da un buen meneo --me dice al encontrarnos. --Pinta bien, pero ya veremos. Oye, una cosa, cuando salgo con las chicas, siempre les envio la ubicacion cuando voy a casa de un tio. Mas que nada por si es un psicopata o un secuestrador, ?sabes? --Claro, pasamela cuando llegues alli. Cualquier cosa rara, me llamas. --Gracias, Marc. Lamento tener que dejarte, pero tu no estas del todo mal acompanado y yo necesito echar un polvo. --No te preocupes por mi, igual no eres la unica que se lo pasa bien esta noche. --!Suerte! --Le guino un ojo. --Ve, que tu amigo ya esta ahi, esperandote. --Hasta luego, bomberito --le digo mientras le doy un abrazo rapido. --Cuidate y pasalo bien. Nada mas entrar en casa del tipo, el coloca su mano en mi nuca y me atrae hacia su cuerpo. Nos besamos con ganas. Nuestras lenguas juegan entre si y sus manos empiezan a recorrer mi silueta para deshacerse de mi ropa. --Tranquilo, puedo hacerlo yo sola --le digo al ver que no acaba de acertar con la cremallera del vestido. Asiente y empieza a besarme el cuello mientras vamos dejando ropa tirada por el camino hasta que llegamos a su dormitorio. Me gusta como besa, asi que intuyo que lo que va a venir a continuacion solo puede ser bueno. Me acerco mas a el para sentir su cuerpo y dejo un reguero de mordisquitos en su cuello, provocandole un leve gemido de placer. Bajo mi mano hasta su entrepierna y puedo notar que lo acabo de poner a cien, porque, acto seguido, me empuja hacia la cama. Nos desprendemos de la ropa interior y veo que me mira avido. Yo sonrio, con la expectativa de que lo que puede venir a continuacion tiene que ver con su lengua, porque se coloca de rodillas sobre el colchon. Pero, claro, ya me extranaba a mi que todo fuera tan perfecto. Cuando me quiero dar cuenta, esta colocandose un preservativo. --Espera, ?no vas un poco rapido? --suelto sin pensarmelo dos veces. --?No quieres hacerlo? --Si, si quiero, pero... --?Entonces? <>. Pero eso, obviamente, no lo digo en voz alta. Me enderezo para besarlo de nuevo y es entonces cuando le cojo una de sus manos y la llevo hasta mi clitoris. El empieza a mover sus dedos, rapido y sin apenas mirarme. Por descontado, por mas que trato de concentrarme, no consigo sentir nada. O, al menos, nada agradable, porque mueve su mano como si estuviese completando una mision en algun videojuego; a la velocidad del rayo y, para mi desgracia, con nula destreza. <>. Decido que tengo que parar esto cuanto antes, asi que intento otra cosa que pueda excitarme. Coloco mi mano sobre la suya y empiezo a guiarlo sobre mi clitoris. Con la otra, agarro su pelo y lo acerco a mi cuello, indicandole lo que quiero que haga. Mi companero de cama, sin embargo, tiene bastante prisa y, en pocos minutos, se coloca sobre mi de nuevo y acopla sus caderas a las mias. Al principio no esta nada mal, se mueve decidido. Con cada uno de sus envites mi cuerpo se levanta un poco del colchon y una sensacion conocida empieza a serpentear por mi cuerpo. Me emociono y me dejo llevar. Pero la sensacion de <> se desinfla cada vez mas y, cuando me doy cuenta, oigo un grunido seco, y el tipo --Angel, ha dicho que se llama-- se desploma a mi lado. --Ha estado muy bien, Miranda --suelta con un hilo de voz tras un largo suspiro. <>. --Igual podriamos hacer otra cosa --propongo con mi mejor cara de nina buena--. Pero antes, voy un segundo al bano. El asiente y lo pierdo de vista por un momento cuando accedo al lavabo para asearme un poco. <>, pienso mientras vuelvo a la habitacion. Cuando me acerco a la cama, recibo mi respuesta en forma de sonoro ronquido. --!Joder! Pues vaya plan... --susurro. Seguramente, ahora mismo debo de tener cara de idiota mientras miro el techo de la habitacion de este tio. Estoy a punto de levantarme cuando pienso que primero echare una cabezadita; hace mucho frio en la calle y ahora mismo no me apetece salir. Pongo la alarma muy temprano en el movil y cierro los ojos mientras suspiro y espero a que me entre el sueno. Con lo bien que me hubiera ido un orgasmo para dormir a gusto. Cuando ya he dado como doscientas vueltas, intentando encontrar la posicion correcta para dormir, oigo unas voces amortiguadas. Debe de ser la companera de Angel, antes me ha explicado que compartia piso. Oigo que entra en la habitacion de al lado cerrando de un portazo y, despues, un golpe sordo y un jadeo. !Joder! Alguien la ha empotrado contra la puerta. Que suerte tienen algunas. Ella si ha sabido elegir. El rato pasa y un sinfin de gemidos, golpeteos de la cama contra la pared y demas sonidos llegan hasta mi. <>. No puedo dormir y, ademas, me estoy poniendo muy tontorrona mientras escucho a esos dos follar. ?Quedaria muy mal si pido unirme a la fiesta? Si, creo que si. Escondo la cabeza bajo la almohada e intento dormirme. *** La alarma del movil me despierta. La apago, echo una mirada rapida al lado y veo que Angel sigue dormido. Recojo mis bragas y mi sujetador y me los pongo antes de abandonar la habitacion. Cuando salgo, visualizo algunas de mis cosas en el suelo del comedor y avanzo hasta que... lo veo. Me refiero al hombre al que he escuchado darlo todo al otro lado de la pared. Esta de espaldas, en calzoncillos, y haciendo el desayuno en la cocina americana. Joder, te folla como Dios y despues te lleva el desayuno a la cama, eso si que es nivel para un ligue de una noche. --?Quieres un zumo? Estoy haciendo unas tostadas --pregunta sin darse la vuelta. Su voz suena ronca por el sueno o, mas bien, por la falta de el. Por mi mente pasan mil expresiones por minuto y ninguna de ellas es apta para menores de dieciocho. Este tio debe de ser deportista o algo, porque menuda espalda. Dios santo, madre del amor hermoso, virgen de las angustias, pecadores benditos. Fijo que tiene la uve de los oblicuos marcada. <>. Cojo uno de los vasos que hay preparados en la isla mientras, en mi cabeza, estoy imaginando como sera por delante. Entonces, se da la vuelta. Y eso que veo si que es una UVE de vertigo como Dios manda. Pero subo la mirada y... --!!Marc!! --Escupo el zumo de la impresion. Para ser mas exactos, lo escupo encima de su pecho. --!!Miranda!! ?Que cono haces aqui? --grita el, casi tan sorprendido como yo, mientras se seca con un trapo. --Podria decir lo mismo de ti. --?Deberia taparme? Ahora que se que es Marc, no se si es muy buena idea estar en ropa interior delante de el. Bah, demasiado tarde. En ese momento, el acaba de limpiarse el pecho y veo que me observa. Recorre mi cuerpo con la mirada. Empieza por la punta de los dedos de mis pies y sube muy lentamente, mucho, tanto que me pone un poco nerviosa y trago saliva con dificultad. Algo raro en mi, pero es que me esta dando un buen repaso. Cuando por fin nuestros ojos se encuentran, durante una decima de segundo, los suyos parecen nublados por algun motivo, pero rapidamente parpadea y habla de nuevo: --Madre mia, que casualidad encontrarnos aqui. Pero ?fue bien? Me enviaste un mensaje con la ubicacion y un triste ok y no sabia si tenia algo mas que descifrar de eso. No pense en abrir y mirar la ubicacion a no ser que me necesitaras, si no, hubiera sabido que estabas aqui. --Mejor no hablemos, Marc, tengo que salir de aqui antes de que se despierte ese tio. --Eso suena a polvo frustrado... --Estoy segura de que tu no puedes decir lo mismo, porque, joder, nene, cortate un pelin, que se habra enterado todo el vecindario de tus tres rounds sexuales. --Joder, Mir, ?me has escuchado? --Yo y estoy segura de que algunos mas --me burlo un poco y el bromea dandome un codazo--. !Mierda, mierda! --Digo en voz baja al ver que Angel sale de la habitacion. Paso al otro lado de la isla y me agacho para ocultarme de el. Marc esta justo delante de mi, tratando de disimular. --?Una tostada? --suelta Marc a modo de saludo para Angel. --No, gracias. Tengo que irme al hospital, me acaban de llamar para hacer una guardia. --Vaya, que te sea leve. --Si todavia esta aqui la pelirroja, dile que la llamare. --Vale. --La tengo loca. --?Tu no tenias prisa? --contesta Marc, que acaba de poner los ojos en blanco tras su comentario. --Venga, hasta luego. --Gilipollas --decimos Marc y yo al unisono cuando ya no puede oirnos. --Ya puedes salir --me dice Marc, cuando se oye la puerta de entrada cerrarse. --Yo solo te pido que la proxima vez procures no ponerme el paquete en toda la cara. --Solo estaba tratando de que no te viera. --!?Que cono estais haciendo?! ?En serio? ?Te lo haces conmigo y luego con ella en mi puta cara? --vocifera alguien por detras de Marc. --!No es lo que estas pensando! --se defiende el. --Si, claro, ?y me explicas que esta haciendo esta chica de rodillas a la altura de tu polla? !Capullo! --Calmate, es solo un malentendido --habla Marc en tono conciliador. --Y tu no puedes ser mas guarra, ?no? --Esta vez, la chica se dirige a mi--. ?Follaste anoche con mi companero de piso y ahora te quieres tirar a mi chico? --A cualquier cosa le llaman follar... Mira, guapa, yo me acuesto con quien me da la real gana --suelto al verme insultada. --?Por que le hablas asi? No te ha hecho nada, y no alucines, que no soy tu chico. Lo de anoche estuvo de puta madre, pero ya esta, creia que habia quedado claro --le dice Marc. --Pero ?como puedes...? !Largo de mi casa! !Fuera! Nos empuja de malas maneras y nos echa, literalmente, del piso. Marc coge al vuelo su ropa, que estaba apoyada en el brazo del sofa, y yo logro coger mi bolso antes de cruzar la puerta. --!Eh, eh! Pero dame el resto de mi ropa --grito, dando golpes en la puerta. --Por favor, Alejandra, te juro que has malinterpretado la situacion --vuelve a justificarse Marc, a ver si nos da la ropa que nos falta. --Ese vestido era mi favorito y el que mejor me quedaba. --Hago pucheros. --Doy fe de ello --dice en tono de broma Marc mientras se pone los pantalones. --!Marc! --Le suelto un manotazo. En el rellano del edificio y en bragas, lo miro sin saber muy bien si reirme o llorar. Cuando nuestras miradas se cruzan, estallamos en carcajadas porque la situacion no puede ser mas surrealista. --?Y ahora que hacemos? --?Pedimos un taxi? --sugiere. --Estoy en bragas y sujetador. --Toma, ponte mi camiseta. --?Y si llamamos a alguien de confianza y le pedimos que nos traiga algo de ropa? --propongo. --Buena idea, seguro que Evan estara despierto, suele salir a correr temprano. --Dale. Marc saca su movil del bolsillo del pantalon y empieza a llamar. --Tio, necesito que me hagas un favor. --... --Si, si, ya se que esto te recuerda a algo. Te debo una, pero, por favor, ven a buscar a este pobre infeliz. Te mando la ubicacion. Ah, y traete algo de ropa, por favor. Los pantalones mas pequenos que tengas y un par de sudaderas. --... --Mejor no hagas preguntas. *** Evan aparece en menos de quince minutos y, cuando nos ve juntos, medio en cueros, tiritando de frio y andando con el mayor de los sigilos, se descojona en nuestra cara. --Pero ?que...? Me teneis que explicar esto o sacare mis propias conclusiones y sera mucho peor --dice Evan--. Teneis ropa en el asiento de atras. --Gracias, Evan, Dios te lo pague con lo que sea que te haga feliz en esta vida --le digo mientras me contorsiono en el asiento de atras para ponerme los pantalones. --Pero ?me vais a contar que haceis en pelotas en la otra punta de Barcelona? --Pues no te lo vas a creer... --empieza a explicarle Marc.

  • Romance en la oficina de Nina Klein

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    No tener pareja el dia de San Valentin no era gran cosa, o al menos eso pensaba Maya.
    Peor que estar sola era tener que ir a una fiesta de San Valentin en la oficina. la idea mas horrible que se le habia ocurrido nunca a nadie.
    Pero todavia peor que eso era emborracharse con vino barato, tropezarse con el dueno de la empresa y dar la peor primera impresion que una podia dar.
    ?O no?
    Todo lo que pasa en una fiesta de la oficina, se queda en la oficina.
    O eso esperaba.

  • Luz perfecta de Marcello Fois

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  • Todo mi otono 2 de Victoria Vilchez

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    Sean Donaldson tiene un gemelo que no podria ser mas diferente a el, una vida en la que no faltan chicas y su puesto como titular en el equipo de futbol de la universidad de California. Mucha diversion y pocas complicaciones. Hasta que una desconocida se cuela en su piso y se atrinchera en su dormitorio huyendo de quien sabe que.
    Desde ese momento, la chica aparece y desaparece a su antojo, metiendole en un lio diferente cada vez que se presenta por sorpresa.

  • El Perro de Alberto Vazquez Figueroa

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    En un penal de America Central, un preso politico y un perro se observan como fascinados el uno con el otro. Cuando se evade el preso, tras herir mortalmente al guardian, el animal, condicionado por su amo antes de morir, se lanza en persecucion del homicida. Los dos adversarios se enfrentaran en una lucha atroz, hostigante, incansable, y a medida que transcurren las semanas, se establece entre ellos una extrana complicidad, hecha de sentimientos tan opuestos como el odio y la estima. ——- El Hombre observo al Perro, inmovil y jadeante, fijos los ojos en su amo, aguardando una orden que nunca llegaria, porque el Guardian se habia enzarzado ya en una charla intrascendente con sus companeros, olvidando al animal que permaneceria alli, estatuario, hasta que el violento sol del tropico le achicharrara el cerebro. Era una fiera y bella mezcla de pastor aleman y lobo, de pelaje castano rojizo en el lomo que iba aclarando hacia las patas; unas patas gruesas y fuertes de color casi dorado. El negro hocico destacaba, afilado e inquieto, sobre una quijada de hierro por la que asomaban la agitada lengua y los largos y amenazantes colmillos, todo ello dominado por unas orejas siempre enhiestas y unos enormes y brillantes ojos, vivos e inteligentes. Le recordaba a Barrabas, su cachorro, al que mato un camion, y se pregunto si Barrabas habria llegado alguna vez, con el tiempo, a convertirse en una bestia semejante, capaz de ejecutar una orden apenas apuntada por un gesto de cabeza o de permanecer inmovil bajo el sol porque no le habian dado permiso para buscar cobijo. Sonrio tristemente recordando su pena el dia que Barrabas cruzo la calle en busca de su ultimo destino. Durante meses se sintio culpable por no haber sabido ensenarle donde estaba el peligro, y autos, motos y camiones no eran cosas de juego a las que perseguir ladrando alegremente, sino maquinas infernales e invencibles, contra las que nada podia un estupido cachorro.

  • Respuesta a Job de Carl Gustav Jung

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    En palabras de C. G. Jung, el Libro de Job marca un hito en el largo desarrollo de un drama divino, el de un Dios presa de emociones desmesuradas y que sufre a causa de esa desmesura. Por ello reviste tambien especial significado para el hombre contemporaneo cada vez que este se ve asaltado por la violencia del afecto y ha de tratar de transformarla en conocimiento. Renunciando a la fria objetividad y sin pretensiones exegeticas, sino dejando precisamente que el afecto tome la palabra, el creador de la Psicologia analitica se ocupa en este ensayo de las oscuridades divinas que traslucen en el relato biblico a fin de comprender por que Yahve, en su celo, abatio a Job. La lectura del Libro de Job sirve asi de introduccion, de manera paradigmatica, a la psicologia de lo inconsciente y de los arquetipos.

  • Eres mio de Lina Perozo Altamar

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    Pandora Corneille, es una mujer aparentemente normal que llega hasta una afamada galeria de arte en la ciudad de Nueva York, para ocupar el puesto de restauradora. Con el fin de recuperar lo que considera suyo, sin importar el precio que debera pagar.

  • Deseo de Navidad de Nora Roberts

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    Los gemelos Zeke y Zach habian pedido a Santa Claus un unico regalo: !una nueva mama! Y su profesora, la senorita Davis, era una mama perfecta. Pero el papa Mac Taylor no estaba dispuesto a arriesgar su corazon, hasta que Nell llevo amor y alegria a sus vidas. ?Conseguiran al final los chicos su regalo de Navidad?

  • El llamado del desierto (Maktub 3), Kristel Ralston de Kristel Ralston

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  • Memoria del comunismo de Federico Jimenez Losantos

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    Cien anos y cien millones de muertos despues, ?por que el comunismo sigue siendo una ideologia respetada? Buceando en las fuentes originales -de Marx, Bakunin y Lenin al Che o Pablo Iglesias- este libro explica la naturaleza real del comunismo, sus raices filosoficas y politicas, los errores habituales sobre su historia y el hecho mas terrible: que, cien anos y cien millones de muertos despues, siga siendo una ideologia respetada entre politicos, profesores y periodistas. En dos paises europeos, Rusia y Espana, se intento crear en el siglo xx un regimen comunista. En Rusia, tras cinco anos de feroz guerra civil de Lenin contra su pueblo, el comunismo triunfo. En Espana, tras una atroz guerra civil de tres anos, perdio. Pero se discute el papel de Stalin en la guerra -de Paracuellos y la muerte de Nin al oro del Banco de Espana- y se oculta la actuacion de los dos comunismos espanoles: el marxista del PCE, el PSOE bolchevizado o el POUM; y el bakuninista de la CNT-FAI, que impuso el terror rojo en Cataluna con la ayuda entusiasta de Companys. Ni la Rusia bajo la Cheka ni la Espana bajo las checas se recuerdan hoy. Solo eso y el exito de la propaganda sovietica desde 1917 explican la irrupcion y el exito de Podemos. ?Por que se creian los bolcheviques con derecho a imponer a todos su idea de sociedad y a asesinar a los que la rechazaban e incluso a los que no llegaban a hacerlo? Esta es la gran cuestion del siglo que el mundo lleva a cuestas desde que Lenin tomo el poder: ?por que los comunistas se creen legitimados para robar y matar en nombre de una utopia que apenas esconde su afan de poder ilimitado? Lo peor del sistema de Lenin no es que se crea con derecho a imponer su dictadura y a matar a sus opositores, sino que las sociedades democraticas acepten ese derecho a robar y matar de los comunistas. Esta Memoria del comunismo recuerda por que sucede. Y como, conociendo su historia y la de Espana, cabe evitarlo.

  • ?Has visto como llueven las flores? de Ana Maria Draghia

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    Hay preguntas que solo se pueden contestar olvidando el pasado.

  • Esperando al rey de Jose Maria Perez Peridis

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    Valladolid, 1155: Alfonso VII, el emperador, reune a su corte para comunicar una decision trascendental. A su muerte, el reino quedara dividido: Sancho, su primogenito, reflexivo y debil, heredara Castilla, mientras que Fernando, su impulsivo hijo menor, cenira la corona de Leon.

  • Los juegos de Nemesis (The Expanse 5) de James S. A. Corey

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    La quinta entrega de la saga superventas en la que se basa la serie de TV The Expanse.

  • Como enamorarte de un hombre que vive debajo de un arbusto de Emmy Abrahamson

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  • El laberinto de Ariadne de G. S. Santos

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    G. S. Santos presenta una nueva aventura de ciencia ficcion, con trepidante accion y suspense, ademas de un romance que trascendera la muerte, la distancia y los universos paralelos.

  • Un viaje sin brujula de Maria Gallego

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    ?Que harias si tuvieras que cruzar los limites de tu moralidad?

  • Piel de topo de Jon Arretxe

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    Arrastrado por la rutina, te dejas caer sobre la misma silla de todos los dias y fijas tu mirada en los monitores alineados en la estancia. Las camaras capturan para ti fragmentos de realidad que empiezas a engullir junto con el cafe de la manana. El menu parece variado, aunque, en el fondo, es mas de lo mismo: gitanos, negros, moros, sudacas, putas, yonquis... Observas sus idas y venidas, su hacinamiento en las calles y plazoletas, sus encuentros a la puerta de locutorios, tiendas, teterias... Hoy, en el barrio, la vida transcurre en un estado de aparente normalidad, de momento todo se mantiene en calma, y piensas que con un poco de suerte no te daran excesivos quebraderos de cabeza. Pasan las horas, la manana se va consumiendo lentamente, sin sobresaltos, y por fin, a mediodia, decides orientar una de las camaras hacia la farmacia Arteta. En cuanto obtienes el encuadre deseado, te fijas en el reloj digital que aparece en un angulo de la escena. Ya falta poco, pero no te impacientes, aun tienes que aguantar unos minutos mas. Para entretenerte, vuelves la vista hacia otra de las pantallas, la que muestra la calle de las Cortes, la de las putas. Ahi estan las muy guarras, pululando alrededor de esos clubs asquerosos, cutres donde los haya, mientras esperan aburridas la visita de algun cliente, algun hombre atraido por el olor de la carne a precio de saldo. Las tarifas han bajado mucho, es cierto; sobre todo desde que llegaron las ultimas nigerianas intentando hacerse un hueco en el mercado. Has oido que ahora se puede echar un polvo por quince euros. Te parece una cantidad ridicula, aunque, a la vista del genero, poco mas se puede pedir. Lo cierto es que el catalogo es un autentico horror: dentro de la oferta nacional, fulanas viejas y yonquis esqueleticas; y, para gustos mas exoticos, ahi estan esas sudacas amorfas o esas mugrientas africanas. Da lo mismo, cualquier opcion hace que se te revuelvan las tripas, ni borracho meterias la polla en uno de esos agujeros. Lo unico que clavarias a esas zorras seria la punta de tu pistola, eso si que lo harias a gusto... Encanonandolas bien, hasta el fondo, y entonces... !Pum! Te estremeces de placer solo con pensarlo. De repente, algo llama tu atencion, algo sucede en las cercanias del Marylin. Unas cuantas prostitutas echan a correr sobresaltadas, al principio no entiendes lo que pasa, pero enseguida captas la escena: un moro las persigue con un palo en la mano. No tardas en ponerle cara, se trata del Boxeador, ese argelino que siempre viste pantalon militar. Por ahi se dice que si no hubiera tropezado con las drogas, hoy seria un gran campeon del ring; pero para ti solo es un idiota. Lo habeis detenido infinidad de veces y no espabila, al contrario, cada vez esta peor. Los efluvios del pegamento y el alcohol le han debido de secar la sesera, ya no le queda ni siquiera un poco de sentido comun para esperar a que oscurezca para cometer sus fechorias. Miralo, ahi va el muy imbecil, corriendo detras de las putas a plena luz del dia. Como en los documentales sobre animales salvajes, el depredador siempre va a por el miembro mas debil de la manada, en este caso una gorda sudamericana que ha quedado rezagada de sus companeras. Tiene las piernas cortas y le pesa demasiado el culo, esta claro que no podra escapar. De hecho no tarda en ser cazada, una zancadilla y la mujer estampa sus narices contra el pavimento. El argelino ya tiene a su presa y, sin darle opcion a levantarse, comienza a descargar golpes contra ella. Luego le arranca el bolso, lo abre, extrae un movil y sigue rebuscando hasta dar con algun billete perdido en el fondo. Su cabreo es notable cuando se dirige a la fulana para reprocharle no llevar mas dinero encima. Al final levanta la vista buscando a las otras putas, pero las que aun no se han refugiado en el interior de algun club ya estan muy lejos y parece que al tipo no le quedan excesivas ganas de seguir corriendo, ?o quizas si? El episodio no termina ahi, ahora el moro va tras dos mujeres negras. Un buen poli avisaria a la patrulla, pero que hostias, tu no eres un buen poli. Te limitas a mirar de nuevo el reloj, esas zorras te importan una mierda y no vas a joder a tus colegas en el ultimo minuto de su turno. Ademas, tienes otras cosas en mente. Ya casi es la hora, cinco minutos para que cierre la farmacia. Mientras te incorporas de la silla, el Boxeador atiza un buen lenazo en la cabeza a una de las negras. Ves la escena en uno de los monitores: el golpe hace que la peluca de la furcia caiga al suelo. Que les den por saco. Coges tu cazadora y abandonas la central de vigilancia desde donde se controla todo lo que ocurre en la Pequena Africa. Antes de pisar la acera ya tienes un pitillo entre los labios, aspiras con fruicion mientras se te llenan de humo los pulmones. Llegas a la calle que da nombre al barrio, San Francisco, y continuas hacia arriba. Como de costumbre, hay un monton de hombres desempleados sin otra cosa que hacer, aparte de matar el tiempo formando corrillos a la puerta de los comercios. Algunos no te reconocen sin el uniforme, otros si, aunque traten de disimularlo haciendose los despistados cuando pasas junto a ellos. Percibes una tensa quietud, no puedes evitar sonreir satisfecho, la vida de toda esta escoria esta bajo tu control gracias a la informacion privilegiada que, minuto a minuto, te proporcionan las camaras. Nada puede complacerte mas que esa sensacion de poder. Adviertes la presencia de un colega de Toure, su companero de piso, el maliense Osman, un desgraciado mas. Se encuentra a la puerta del locutorio de su primo, donde supuestamente trabaja, con un vaso de te en la mano. El tambien te ha visto, sabe que te aproximas, pero esquiva tu mirada y hace como si no oyera cuando le saludas: "Hasta luego, Osman". Te alejas sonriendo cinicamente. Continuas caminando hasta la tienda de los chinos donde sueles proveerte de whisky. Es uno de los comercios que mas frecuentas, siempre envuelto en el halo de omnipotencia que te da tu estatus. Segun el dia que tengas, pagas por la botella o simplemente la coges y te la llevas, sin mas. Seguro que la joven pareja que atiende el negocio se habra sentido aliviada al ver que hoy pasas de largo. Que no se hagan ilusiones, ahora es otro tu destino y no quieres perder el tiempo, pero ya encontraras el momento de volver. Accedes a la farmacia Arteta a falta de dos minutos para el cierre. Te entretienes mirando los productos de las estanterias mientras la farmaceutica pelirroja se despide de la ultima clienta, una vieja pesada. Tan pronto como esta sale a la calle, la chica echa el cierre y, sin decir nada, se dirige a la trastienda. Tu la sigues en silencio. --Hoy estas muy guapa, Cristina --le dices, mientras se va despojando de sus ropas--. ?O prefieres que te llame Sa Kene, como tus amigos africanos? Ella te mira y en sus ojos puedes ver claramente el odio que te profesa. Eso termina de ponerte a tono, sientes como se te pone dura y sin mas preambulos te desabrochas el pantalon. La chica saca un condon que tu rechazas. --Chupamela --le dices tirando la goma al suelo--. Esa era tu especialidad, ?no? Le dedicas una sonrisa burlona, sabes cuanto le jode que le recuerden cual era su oficio antes de entrar a trabajar en la farmacia. Aun asi, ella no dice nada, seguro que esta deseando escupirte a la cara, pero tendra que tragarse la bilis en silencio. La rabia y el asco hacen que se contraiga el gesto de sus labios, los mismos labios que en cuestion de segundos rodearan tu pene con una suave caricia. Tu imaginacion se anticipa a ese momento produciendote un estremecimiento. --Es la ultima vez --dice ella, rompiendo su silencio. --Sabes que no --respondes mientras haces que se arrodille. --Cualquier dia te la arranco de un mordisco. --No te atreveras, ya sabes que pasaria si lo haces. Tras esa conversacion de breve recorrido, la farmaceutica se dispone a pagar un plazo mas de la deuda infinita a la que esta condenada; pero apenas ha empezado cuando se oye una musiquilla proveniente de uno de los bolsillos de tu cazadora. Vaya fastidio, te preguntas quien sera el inoportuno. Tras un instante de duda, sacas el telefono y echas un vistazo a la pantalla. La expresion de tu rostro pasa de la contrariedad al sarcasmo en cuestion de segundos. "!Que casualidad!", piensas al reconocer el numero. Se trata de Toure, el mismo que tantas veces habra ocupado el lugar donde estas tu precisamente ahora. Tienes la tentacion de responder a la llamada del africano para contarle donde te encuentras y que pueda escuchar en directo lo bien que te lo estas pasando con su complaciente amante. Pero al final decides dejarlo y vuelves a guardar el movil, ya hablaras mas tarde con ese pringado. La chica continua de rodillas, dandote placer. Tus dedos se hunden en su cabellera de fuego, hasta que la muy puta aparta tus manos, no quiere que la toques. Aun asi, tu insistes, intentas acariciar su pelo, pero en cuanto siente el mas leve roce, ella vuelve a rechazarte, entrando en un juego que te excita todavia mas. Su actitud rebelde y desafiante te pone a cien, tienes que hacer un ejercicio de autocontrol para no correrte demasiado rapido, deseas prolongar este momento tanto como sea posible, saborear cada segundo ralentizandolo. No todo el mundo tiene a su disposicion semejante hembra; pero tu si, tu tienes barra libre siempre que quieras y para lo que quieras. De todos modos, andate con cuidado porque esta zorra ya ha demostrado en muchas ocasiones lo inteligente que es; nunca te fies de ella. Una vez mas, pones tus manos sobre su cabeza; una vez mas, ella se las quita de encima. La fiesta continua.

  • Un donut por tus pensamientos – Dublineta Eire de Dublineta Eire

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    Me llamo Olivia, tengo cuarenta y cinco anos y una mision.
    No soy agente secreto ni nada que se le parezca, simplemente, mi amado esposo, Angel, me ha pedido que organice por todo lo alto nuestras bodas de plata.
    Mi vida es maravillosa, mi marido me adora y tengo dos hijos estupendos que pasan olimpicamente de nosotros. Tengo una madre que sufre el sindrome de Peter Pan y anda desaparecida conociendo mundo.
    Mis amigas son las mejores y las mas dispuestas a echar una mano cuando mas lo necesito. Puedo contar con ellas a cualquier hora del dia. Y con esto de la boda se estan dejando la vida para que todo salga perfecto.
    A Angel lo quiero, pero todo lo que hago le molesta. Si viene y no esta la cena hecha, se queja, si mientras cenamos cojo el movil para contestar a los grupos del Whatsapp, se indigna. Si tiene ganas de fiesta y yo estoy al borde de perder el conocimiento porque estoy agotada, se mosquea. En fin… todo le parece mal. Debe de estar sufriendo la crisis de los cincuenta, aunque no los aparente.
    Me mortifica envejecer y vivir diariamente el dia de la marmota. Esto no tienen pinta de cambiar.
    Tampoco ayuda nada tener una vecinita pelirroja que lo tiene todo en su sitio y muy bien puesto. No puedo con ella y Angel no lo entiende. Esto es lo que mas me mosquea.
    Ya veremos si dentro de dos meses habra boda…

  • La apariencia de las cosas de Elizabeth Brundage

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    En un anochecer frio, el profesor de universidad George Clare llama a la puerta de su vecino con una noticia terrible: acaba de regresar del trabajo y ha encontrado en la cama de matrimonio a su mujer, Catherine, muerta. Alguien la ha asesinado mientras Franny, la hija de tres anos que tienen en comun, jugaba sola en su habitacion al otro lado del pasillo. No hace mucho que se han trasladado a aquella casa situada en una pequena comunidad. Una casa que, segun los habitantes del lugar, esta encantada y que en el pasado fue el escenario de una siniestra vivencia.

  • Una esposa para el jeque de Tara Pammi

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  • Constantinopla de Baptiste Touverey

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