• alas amor - Marisa Citeroni

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    El sentimiento mas poderoso es el amor, esta presente en cada acto, en cada demostracion, en cada palabra, en cada instante de la vida misma.
    En las historias aqui contadas, se habla de este amor, reflejando personas que luchan por aferrarse a este sentimiento.
    Mujeres que no entienden de mandatos ni preceptos, solo de pasion.
    Hombres que necesitan llenar sus almas vacias y no vacilan en hacerlo incluso en contra del mundo que se opone a ello.
    Protagonistas que se enfrentan de forma incansable con quienes no pueden aceptar que es simplemente eso: amor puro, egoista, desenfadado, obsesivo, pero tambien tierno, carinoso, dulce. Solo amor.

  • 56. Las Alas del Amor (La Colección Eterna de Barbara ...

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  • En alas del amor Tapa blanda – 9 mayo 2018 - Libros ...

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  • en las alas del amor (ebook) - elizabeth lane - Casa del ...

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  • ALAS DEL AMOR: LEYENDAS DE ANIMALIA - Casa del ...

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    EN LAS ALAS DEL AMOR (Libro en papel) ; Materia: Literatura y ficción ; ISBN: 978-84-671-6160-1 ; Páginas: 320 ; Encuadernación: RUSTICA ; Colección: VARIAS.

  • EN ALAS DEL AMOR - MIGUEL LOZANO MARTINEZ - Agapea

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  • LIBRO: SOBRE LAS ALAS DEL AMOR | TIENDA FECP

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    LIBRO: SOBRE LAS ALAS DEL AMOR. $12,750. Es un libro escrito por el pastor Álvaro Torres, que nos lleva a comprender el concepto del matrimonio y da ...

  • En las alas del amor - Libros De Mario

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  • Perdona por mentirte de Sandra Bree

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    Cata, Cata. La joven levanto la cabeza del libro que estaba leyendo justo cuando Ana Isabel entro en el dormitorio como una tromba, zarandeando sus faldas grises. --!Ah, estas aqui! --dijo, y se sento junto a ella en el estrecho divan que una vez fue de terciopelo azul y que ahora tenia el mismo color que sus faldas--. He conseguido averiguarlo todo. --Agito un papel bajo sus narices y sonrio. --No quiero verlo --contesto Catalina, indiferente--. Pense que habias desistido. ?Por que no lo dejas estar, Ani? A mi no me interesa y a ti tampoco deberia importarte. Mas bien diria que no te atane en absoluto. --?Como que no? --Ana Isabel se cruzo de brazos, frunciendo los labios--. ?Como puedes decir eso? Imaginate, es un marques. ?Lo sabias? Con un suspiro, Catalina Cifuentes aparto el libro y la miro, un poco enfadada. --Mi abuelo no quiso saber nada de mi madre. ?Como pretendes ahora que nos pongamos en contacto con el despues de tanto tiempo? ?Que hacemos? !Ah, si! --Elevo la palma de una mano --. Abuelo, te perdono; acogeme, y tambien a mi amiga Ani, claro. --Movio la cabeza con una sonrisa, colocando el libro sobre su regazo--. Es que aunque lo hiciera, el jamas nos haria caso. Olvidalo, Ani. --?Recuerdas que yo salgo de este maldito orfanato en un par de meses y que no me dejan llevarte conmigo? --insinuo la joven, endureciendo la mirada. Catalina no contesto; lo habia olvidado por completo. Si su amiga se marchaba, volveria a quedarse sola de nuevo, y no queria, no se sentia con fuerzas de comenzar otra vez. Ana Isabel era la hermana que nunca habia tenido. Ella fue la primera nina que vio cuando la metieron en aquel lugar repleto de gritos y ordenes, la primera persona que le dio su carino y apoyo despues de la muerte de su madre. La unica que conocia su oscuro secreto. --Prometiste que no me dejarias --le dijo con un hilo de voz cargado de pena. --!Y no lo hare! --Ana Isabel la abrazo con fuerza--. Siempre juntas, ?lo recuerdas? --le pregunto, y Catalina asintio--. Por eso debemos hacerlo, Cata --insistio. --?Y si sale mal? --!No puede pasar nada! --Ana Isabel le acaricio el cabello con ternura mientras apoyaba los labios en su coronilla--. Tu sueno es casarte y tener hijos, y..., ya sabes, el mio es salir de estas paredes. !Ahora podremos cumplirlos, Cata! Tu abuelo estara encantado de aceptarte. Solo tendremos que ver el modo de que me acepte a mi, y eso no va a ser facil, ?sabes? Pero miralo de otra manera: !esta podrido de dinero! !Es un marques! ?Como no va a querer ayudarte? Catalina la observo con interes. Si la unica forma de marcharse juntas era esa no lo iba a dudar, pero por otro lado tenia miedo. En cuanto saliera de esa mole de piedra gris que se hallaba abandonada de la mano de Dios en tierras andaluzas, y que al mismo tiempo era carcel y refugio, su vida podia peligrar si el la descubria... Ana Isabel era huerfana como ella, aunque si bien Catalina habia conocido a sus progenitores, la otra no tenia ni idea de quienes habian sido sus padres y si aun vivian; desconocia su apellido, y hasta el nombre se lo habian puesto las monjas. Ana Isabel era tres anos mayor que ella, pero no aparentaba la edad que tenia debido a su baja estatura, la delgadez de su cuerpo, la sonrisa aninada en sus labios carnosos y la nariz todavia salpicada de pecas. Siempre habia sido una persona muy valiente y sincera; protegia a los mas pequenos y se inculpaba cuando algun castigo parecia absurdo o injusto. --En el supuesto de que el marques nos acepte --prosiguio Ana Isabel en voz baja--, todavia no te presentaran en sociedad porque eres muy joven. --No nos aceptara. ?No te das cuenta de que no puede recoger a todas las ninas que digan que son sus nietas? --!Imagina que si lo hace! !Por Dios, chica, no puedes ser tan incredula! --Vale. ?Por que no me podria casar? Ya tengo diecisiete; hay otras que se casan antes que yo. Ademas, ?como sabes tantas cosas de esas? --pregunto Catalina, siguiendo el hilo a su amiga. --Porque estudio y leo mucho. Tu deberias hacer lo mismo, te lo he dicho muchas veces. Cuando salgamos de aqui necesitaremos tener cierta experiencia en algunas cosas. ?Como crees que viviremos si no? --Agito su pequena cabeza de cabello castano--. Si vamos de tontas por la vida, nadie nos tomara nunca en serio. --Se encogio de hombros y, cogiendo un mechon cobrizo de Catalina, se lo coloco tras la oreja. --Perdona, pero yo no me considero ninguna tonta --replico Catalina--. Ocurre que no entiendo por que debere esperar para casarme y tener hijos. --No sera necesario que esperes porque se me ha ocurrido algo. Como el marques no te conoce, yo me hare pasar por su nieta, es decir, por ti, y tu por mi. ?Que te parece? De este modo, te podrias casar cuando quisieras porque tendrias veinte anos. --?Harias eso por mi? --Los ojos dorados se abrieron entusiasmados--. ?Hablarias con el y todo eso? --Solo asi me pondria en contacto con el. No es por nada en especial, pero he pensado que si ese hombre, tu padrastro, apareciera de nuevo intentaria hacerte dano, y no quiero que te pase nada, Cata. Ana Isabel saco el papel que habia quedado aplastado bajo su trasero. Aparto las largas faldas del uniforme gris. Hacia un par de anos que seguia usando el mismo vestido y apenas le cubria los tobillos. --?Como vamos a hacerlo? Catalina se inclino sobre el papel que sostenia Ana Isabel. Sabia leer porque las monjas le habian ensenado, pero lo hacia tan despacio que espero a que su amiga le contase. --Voy a enviarle una carta. Le dire que llevo aqui mucho tiempo, pero que solo ahora he podido ponerme en contacto con el. Ademas creo que le deberiamos contar lo ocurrido; como murio tu madre y donde la enterraron... --!No! --Catalina se asusto y se puso en pie, caminando sobre la alfombra con pasos nerviosos--. !No podemos decirselo! !Si lo hacemos, pasara algo horrible! --Pero el preguntara, querra saber que paso con su hija. --!Mejor que no! --respondio Catalina--. Creo que no debia haberte contado nada. Ese hombre es muy peligroso. A veces, parece que te lo tomas a broma, amiga, pero Darius no es ningun chiste. --De acuerdo --asintio Ana Isabel, agitando sus cabellos castanos--. Se que es peligroso y que querra hacerte dano, si no ahora en algun momento de tu vida. Pero ?nos esconderemos hasta entonces? --Catalina nego con la cabeza--. Por tanto, me pondre a escribir al abuelo ya mismo. Cata, debes prometerme que pase lo que pase no le contaremos la verdad sobre el intercambio. -- Se encogio de hombros--. No quiero que me metan en un calabozo. --?Podrian hacerlo? --pregunto, asustada. --Es un delito. --?Y sera para siempre? Me refiero al intercambio. Ana Isabel se encogio de hombros de nuevo sin saber que responder. --Pero entonces tu estaras en peligro. --Catalina no estaba nada segura de querer hacerlo. --Si no quieres, te estare esperando fuera de aqui dentro de tres anos --la acicateo. --No, no. Lo haremos. --Se estrecharon las manos con firmeza--. Te quiero, amiga, y no me gustaria que te pasara nada. ?Siempre juntas? --Siempre. --Se abrazaron--. No te preocupes porque si el marques no nos acoge idearemos un plan para sacarte de aqui e irnos juntas. La campana de la torre llamo a misa. Catalina no podia entender por que las monjas hacian varias paradas al cabo del dia solo para reunirse ante el altar y rogar a Dios. No comprendia por que cuando se hallaban ante la cruz rezaban afanosamente como si fueran las mayores beatas del mundo y se olvidaban de todo tras cruzar la puerta de la capilla, una capilla que, por cierto, olia a rancio y madera podrida. Ana Isabel doblo el papel que tenia en las manos y, apresurandose, corrio hacia su cama, donde lo escondio bajo la almohada de sabanas amarillentas. Estaban tan desgastadas que se transparentaban hasta el punto de que el tejido habia comenzado a abrirse. Todo en aquel lugar era viejo y se caia a pedazos; las paredes necesitaban una buena capa de pintura y en las escaleras faltaban dos peldanos enteros. --Vamos abajo. Tengo tanta hambre que me comeria un oso --dijo Ana Isabel, que cogiendola de la mano, la arrastro por los anchos y largos corredores hasta entrar en el comedor comun. El olor del estofado flotaba en el lugar, y sor Maria al verlas les dio la bienvenida con una pila de platos y cubiertos para que comenzaran a poner las mesas. Normalmente lo hacian los primeros que llegaban y como Ana Isabel siempre tenia un hambre voraz, a menudo les tocaba a ellas. Capitulo II Catalina se cubrio con la aspera sabana hasta ocultar la cobriza cabellera para asegurarse de estar totalmente tapada; ese era el unico modo de frenar sus pesadillas. No temia los pasos del corredor ni a los seres que habitaban en el fondo de los roperos, pues ya habian demostrado a lo largo de aquellos diez anos que no pensaban molestarla de nuevo. Sin embargo, su miedo era otro. Era la muerte la que cada noche la observaba desde el otro lado de las sabanas, clavaba los ojos oscuros como pozos sobre ella y decidia si se la llevaba o no. Catalina imaginaba que si levantaba la sabana, la muerte y ella se verian cara a cara. Durante mucho tiempo habia deseado estar con su madre. Habia querido morirse cuando habia llegado a aquel lugar sombrio, oscuro, con olor a viejo y rancio; habia querido llorar, gritar y desahogarse. Estaba sola. Todo lo que habia conocido hasta aquel momento se habia esfumado en una noche opaca y silenciosa. Su unico pensamiento habia sido para Noelia, su madre, la persona que mas habia amado en el mundo. Hacia mucho tiempo de eso, mas de la mitad de su vida, y aun podia recordarla. Veia su sonrisa dulce y calida, la forma en que alzaba sus elegantes cejas cuando la descubria haciendo algo mal, sus risas... Todo eso hasta que se caso con Darius Sandoval. Y aun sabiendo que Noelia habia sido su pilar, no queria reunirse con ella; no queria morirse y perder la oportunidad de conocer a un hombre bueno como lo habia sido su padre. A el ya ni siquiera lo recordaba, pero sabia que habia sido muy buena persona, que habia amado a Noelia con todo su corazon. Catalina ansiaba asistir a las maravillosas fiestas que su madre le relataba cuando la acompanaba a dormir por las noches, deseaba aprender a montar a caballo, !queria una familia! !Un poco de seguridad! ?Era eso mucho pedir? Noelia era su madre y, en algun momento del ciclo de la vida, sabia que se volverian a encontrar, y que la arroparia entre besos y caricias. Pero todavia no queria marcharse; era muy pronto... Antes de que ella muriera lo haria Darius. Ignoraba el momento y el lugar. Solo sabia que el caeria en sus manos. Sus actos de violencia no iban a quedar impunes. No obstante, solo pensaba de esa manera cuando se encontraba con la valentia subida, lo que no resultaba habitual en ella. Si en ese instante alguien le hubiera dicho que Darius estaba subiendo las escaleras, lo unico que hubiese hecho habria sido esconderse bajo la cama y esperar a que se marchara

  • Deje su mensaje despues de la senal de Arantza Portabales

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  • Breve historia de la mujer de Sandra Ferrer Valero

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    Un apasionante recorrido por el protagonismo de la mujer en el ambito publico y privado desde la prehistoria hasta nuestros dias. Su papel determinante en diferentes culturas y la historia excepcional de su lucha hasta conseguir el derecho al voto y el control de su propio cuerpo. Una vision de conjunto que rompe estereotipos historicos.

  • 7 Historias para una tarde de verano de Jossy Loes

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    Las tardes de verano dan para mucho y creo que en eso me dareis la razon, comenzando con una siesta tostandote al sol tratando de que aparezca ese moreno que te han pedido para el posado del Hola… !Vale!, me he pasado un poco. Lo que si es cierto es que en esas largas tardes disfrutamos de la compania de amigos y momentos llenos de diversion y complicidad.
    Los veranos cambian el animo a todos, reimos, nos vamos de fiesta, viajamos descubriendo parajes maravillosos y, tal vez, terminamos topandonos con esa persona que nos mueve todo nuestro mundo. Es lo que tiene la estacion mas calida del ano, en otra epoca se prestaba para que los bailes fueran el momento perfecto para aquellos que sentian a su corazon palpitar mas rapido de lo normal, pudiesen reencontrarse.
    Es el tiempo de atardeceres con ese primer amor el que mas de uno se vuelve un tanto tonto o ese anochecer tan esperado cenando con una brisa que nos cobija, adelantando lo que sucederia en las horas siguientes, descubriendo la pasion enardecida de dos cuerpos que se unen para vivir una historia inolvidable.

  • Una esposa obediente (Novias Del Oeste 1) de Amaya Evans

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    Tiempo Presente --Tierra llamando a Ellie--dijo alguien a su lado. Era su hermana, que estaba ese dia acompanandola en la floristeria. -- ?En que pensabas? --Solo agradecia lo que tengo--le dijo sonriendo. -- ?No te gustaria ser la duena de este sitio?--le pregunto senalando con su mano todo a su alrededor. Ellie se rio--Claro que si tontica, pero ahora me conformo con estar administrandolo. --No veo la hora de que podamos trabajar juntas en la floristeria. -- ?De verdad te gustaria?--no se imaginaba a su hermanita en una floristeria, la veia mas con un salon de belleza o una tienda de ropa. Siempre la veia pendiente de su atuendo, comprando cosas de maquillaje y mirando canales y revistas de moda. -- !Claro!--hablo emocionada--siempre he querido trabajar contigo en un sitio que sea de las dos. --Pero si estas estudiando Peluqueria, ?como vas a tener una floristeria? --Podemos tener algo que incluya las dos cosas ?No te parece? --Umm, no lo se...ya veremos, primero necesito que termines esa carrera. --No falta mucho y mientras te sigo ayudando aqui--se acerco a ella--hablando de otra cosa, tengo algo que decirte. -- ?Que sera?--la miro con ojos entrecerrados. Conocia bien a su hermana y sabia que habia hecho alguna travesura. --Es que ayer estaba con mi amiga Wendy en el mall y vimos un local, donde hay una agencia de novias. -- ?Si?--he escuchado de esos sitios, que locura que haya gente que se presta para eso. --No me parece nada malo, de hecho hay gente que no tiene mucha vida social y es por eso que van alli. De hecho... yo entre. -- ?Que tu hiciste que? --Lissi, tu no necesitas estar en un sitio asi, eres una chica joven, tienes amigos y Dios sabe que tienes una agitada vida social. --Si, es verdad, pero es que yo no fui alli por mi, fui por ti. Un silencio sepulcral se hizo en el local. Luego de un minuto Ellie le pregunto con cierto temor--: Era para ayudar a alguien, me imagino. --Si, era para ayudarte a ti. -- ?Pero es que te has vuelto loca? Yo nunca he dicho que necesite un esposo o novio. --No lo dices, pero se que necesitas una vida amorosa. Estas muy sola hermana y no quiero verte asi. --Pues da la casualidad de que no necesito nada de eso y me haces el favor y vas a ese sitio y sacas de alli todo lo que tenga que ver conmigo. --Pero Ellie. --Ya te lo dije, no quiero saber nada mas de eso--se alejo furiosa de alli y entro a la bodega. Lissi, se dio la vuelta y salio furiosa tambien por haberle dicho a su hermana, mejor se hubiera quedado callada y no se habrian peleado, ahora tendria que ir a ese sitio a cancelar todo. Dias despues... --Ellie, tienes una llamada--le dijo una de las trabajadoras del lugar. --Ya la tomo--estaba terminando de atender una clienta. Un momento despues llego a la oficina-- ?Bueno?--contesto la llamada. --Buenas tardes, hablo con la senorita Ellie Drum. --Si, con ella habla. ?En que puedo ayudarla? --Habla con Madeleine Crawford. Hemos recibido su perfil hace unos dias en nuestra agencia matrimonial y tenemos algunos buenos prospectos para usted, de hecho hay varios caballeros interesados. --Disculpe--interrumpio a la mujer, antes de que siguiera hablando. Yo no he dado permiso para que mi perfil este en su agencia. -- ?Perdone? Creo que no entiendo. --Si, es que mi hermana fue la que llevo mis datos y me inscribio alli, pero yo no he dado mi consentimiento para eso. --Me apena mucho escuchar eso. Somos una agencia muy seria y no estanos acostumbrados a este tipo de incidentes. No se como pudo pasar, ya que por lo general necesitamos la firma de la persona para que podamos hacer todo esto. Le pido disculpas por el inconveniente. --No se preocupe, solo necesito que quiten mi perfil de su agencia, de hecho le dije a mi hermana que lo hiciera, pero veo que no me hizo caso. --No se preocupe, lo haremos inmediatamente. De todas formas, le pido el favor de que pase por la oficina de la agencia para que la conozca y de paso pueda ver con sus ojos que eliminamos su nombre de nuestra base de datos. --Pues no lo se...la verdad estoy algo ocupada. La mujer insistio--sera solo un momento, le aseguro que no tardara nada y en cambio podra quedar tranquila sabiendo que usted misma vio como sus datos se eliminan y quedan seguros. --Bien, tratare de pasar esta misma tarde un momento. ?Podria por favor enviarme su direccion en un mensaje de voz a mi celular? -- Muy bien, asi lo hare. La estaremos esperando. Que tenga un buen dia. En la noche, Ellie, fue a la dichosa agencia, que estaba bastante lejos de donde trabajaba, todo estaba oscuro y penso que no habia nadie. Seguramente ya era muy tarde y no se iban a quedar esperando hasta que ella fuera. Cuando se daba la vuelta para irse, escucho un ruido desde adentro y vio una luz, que venia de una oficina. Que raro, penso haber visto que esa oficina estaba oscura. Una mujer sonriendo se asomo--Buenas noches. --Buenas noches, soy Ellie. -- ?Como estas querida? Soy Madeleine. Estamos en obras y parece que se ha quemado un fusible y nos ha dejado a oscuras. Sigue por aqui--le dijo ensenandole el camino. Llegaron a una oficina bastante bonita con fotos de varias parejas en la pared. Habia algunas vestidas con ropas como del oeste e incluso habia unas vestidas con ropas de la edad media. Que extrano--penso. --Esas son fotos de parejas que se han conocido en la agencia--dijo emocionada--No me canso de mirarlas y pensar en que esta agencia ha ayudado a tantos a conocer el amor de su vida. --Me imagino que eso la hace feliz--dijo tratando de disimular si incomodidad ante el hecho de que ella no queria estar alli, ni tenia intencion de aparecer en una de esas fotos con cara de pastel. --Bueno, linda. Vamos a ponernos manos a la obra, quiero que llenes este papel y me des tu firma. Miralo detenidamente para que veas lo que dice, alli estas dando consentimiento para eliminar tus datos de nuestra agencia. Ella lo leyo y estuvo de acuerdo. Luego de firmar, la mujer la dejo sola un momento y le dijo que ya volvia. Ella se quedo viendo nuevamente las fotos un rato, hasta que se oyo un estruendo y la oficina quedo totalmente a oscuras. !Grandioso! ?Ahora como diablos saldria de alli? -- ?Hola? ?Hay alguien alli? Senora Crawford--llamo. Nadie le contesto. Comenzo a sentir frio y decidio salir de alli para ver que pasaba. Abrio la puerta y se encontro con que afuera si habia luz y habia una especie de cuarto antiguo. Dio unos pasos por curiosidad y la puerta detras de ella se cerro y ante sus ojos aterrados, desaparecio sin dejar evidencia alguna, de haber estado alli. Donde antes estaba la manera de salir de alli, habia una solida pared y la puerta de esa habitacion, ahora estaba del otro lado. --Pero... ?Que diablos sucede aqui? Madeleine, esto no es gracioso. Senora hagame el favor de dejarme salir de aqui--grito alto--Oh Dios, y ahora ?Que podia hacer? ?Esa mujer era una loca? Miro hacia todos lados y se asomo a la ventana. Habia mucha vegetacion, pero mas adelante el terreno se veia arido. Habia una especie de carreta vieja y un caballo pastando muy cerca. Salio de alli, para encontrarse con una enorme bestia que se le tiro encima haciendola gritar. -- !Auxilio! !Esta cosa va a matarme, alguien que me ayude! De repente, la cosa encima de ella se retiro y un hombre aparecio frente a ella-- ?Que demonios hace usted en mi casa? -- ?Quien es usted? ?Donde esta la senora Madeleine?--miro para todos lados, encontrandose con un perro enorme, que parecia un lobo y que la miraba con curiosidad. -- ?Quien es Madeleine? --La senora duena de la agencia, estabamos hablando y se fue la luz. Todo quedo a oscuras. Lo siguiente que supe es que estaba aqui--volvio a mirar al perro--Esa bestia deberia estar amarrada, puede matar a alguien. --Mire, senorita--le dijo de una forma como si lo dudara--No se quien es usted y que quiere, pero le agradezco que salga de mi casa, antes de que deje de portarme como un caballero. Ademas esta bestia es mi perro, se llama Goliat y lo unico que hacia era saludarla, porque afortunadamente le cayo bien. No quiero decirle lo que puede hacer con un extrano en la casa. Ella se sintio tonta--Muy bien, entonces debo agradecer a Goliat que no me haya matado--dijo mirando al perro con ojos entrecerrados--. En cuanto a irme, no puedo hacerlo. ?Que quiere que le diga? la agencia matrimonial estaba aqui hace un momento. -- ?Agencia? --Si--lo miro como si fuera idiota.

  • Nuestro magico destino de Gema Samaro

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    A Ruben le ha dejado Ursula, su novia, y en su desesperacion por recuperarla decide recurrir a Jana, la amiga de la que siempre estuvo en enamorado en el instituto y que paso de el. Algo que entendio perfectamente, porque eran totalmente opuestos y aquello estaba destinado al fracaso. Sin embargo, con Ursula es diferente, Ursula es perfecta para el, o eso cree, a pesar de que las cosas se hayan torcido ultimamente. Unas cuantas cosillas que tienen enmienda, y para las que solo necesita el asesoramiento financiero y magico de Jana. A Jana siempre le gusto Ruben. Las cartas del tarot insistian en que era su pareja ideal. Si bien, ella prefirio hacer caso a su sentido comun y huir de el por tener demasiados pajaros en la cabeza, por descentrado y por golfo. Ella es todo lo contrario. Una bruja con los pies en la tierra, que desde que lo dejo con su ultimo novio hace dos anos no ha vuelto a enamorarse. Y asi es feliz. Vamos, que ni loca tendria nada con Ruben. Puesto que, aunque parezca cambiado, se haya convertido en un empresario de exito y siga siendo el tio mas bueno que ha visto jamas, sabe que lo mejor que puede ocurrir con el es que salga de su vida. Por eso, en cuanto se presenta en su despacho, no duda en ayudarle a que vuelva con Ursula y asi perderle de vista para siempre. O esa es su intencion hasta que entre asesoramientos, hechizos, atracciones irremisibles y flechas que toman direcciones equivocadas, Jana empieza a confundirse mas de la cuenta. Y Ruben tambien... La atraccion es brutal, la pasion se desata y todo apunta a que lo suyo podria ser algo mas que sexo. ?Sera culpa del destino? ?Se puede luchar contra el? ?Que sucede cuando no quieres enamorarte de alguien y todo parece confabularse para que lo hagas? Capitulo 1 Ruben odiaba los centros comerciales, y mas un viernes por la tarde, pero no le quedo mas remedio que entrar en uno a toda prisa para comprar el regalo de cumpleanos de su sobrino. Tenia el tiempo justo para subir a la tercera planta, comprar unas zapatillas deportivas y salir pitando hacia casa de su hermana. Por eso, cuando nada mas entrar le abordo un dependiente de un stand de alta cosmetica masculina, con un tubo de crema en la mano y una sonrisa que no podia ser mas falsa, le bufo: --!No quiero nada! El dependiente --un tio de unos treinta anos, mediana estatura, cara simpatica y pelo amarillo --, forzo la sonrisa, le corto el paso con un solo movimiento de pies impecable, y replico cantarin: --Yo creo que si. Seguro que le preocupa proteger su piel de los radicales libres, la luz azul y la contaminacion. Ruben le fulmino con la mirada, nego con la cabeza y farfullo: --Me preocupan mucho mas otras cosas. Y ahora, si me permite... Ruben dio un paso al lado para zafarse del dependiente, pero este se tenia tan aprendidas la coreografias que de nuevo le bloqueo: --Las muchas preocupaciones que tenemos hacen que aparezcan bolsas y ojeras que ahora podemos minimizar con un sencillo gesto cada noche. Precisamente, mi rostro luce asi de fresco y de joven, y tengo 44 anos, gracias a este contorno de ojos para hombre. Es un producto que sin duda funciona, si me permite: le ofrezco unas muestras... Ruben penso que ojala ese potingue pudiera librarle de las ojeras que lucia hasta los pies desde que Ursula se habia ido. Ya habian pasado cinco semanas, y aquello iba de mal en peor. Lo que parecia que solo seria una crisis pasajera se estaba convirtiendo en una agonia y no tenia ni idea de como reconducir esa maldita situacion. Estaba desesperado. Y no entendia nada. ?Como Ursula, por esa tonteria de la conversacion de WhatsApp con Mayte, podia haber cogido sus cosas y marcharse sin mas? Como para no tener ojeras... --Dejelo. Gracias. Lo mio no se quita con cremas --refunfuno, a la vez que clavaba la mirada en ese dependiente que la verdad era que parecia tener diez anos menos. --Pruebe a quitarse unos cuantos anos de encima y me cuenta. !Espereme un momentito, por favor! Ruben se quedo mirando al dependiente y justo cuando estaba a punto de mandarle bien lejos, se percato de que conocia a ese tio de algo. Esos ojos pequenos y vivarachos los habia visto antes. Estaba seguro. ?Pero donde? Y luego ese desparpajo, esa manera de moverse, esa forma de hablar tan rapida... Era todo tan familiar... Mientras hacia memoria, el dependiente abrio un cajon del stand, saco unas cuantas muestras, se las tendio a Ruben con una sonrisa triunfante, y este exclamo con una sonrisa parecida: --Aparentas diez anos menos, !porque esa es la edad que tienes, cabron! El dependiente se quedo blanco, pestaneo muy deprisa y musito nervioso: --?Como dice, caballero? Ruben se partio de risa, le arrebato las muestras de un manotazo, se las guardo en el bolsillo de su chaqueta y respondio: --Jajajajajajaja. !No te habia reconocido con ese tinte de color pollo que llevas! !Roque, tio, soy Ruben! !Ruben Navarro! Ruben le tendio la mano, se dieron un fuerte apreton, luego se abrazaron en tanto que Roque le confesaba: --!Te has puesto como un armario! Mira que siempre has sido un canonazo, pero es que ahora !estas como para ponerte un piso caro! Y es que Ruben, con su 1.90 cm de estatura, moreno, pelo abundante, ojos oscuros, nariz recta, menton marcado, sonrisa perfecta y cuerpo de escandalo podia anunciar perfumes o lo que diera la gana. Sin embargo, el no se daba ninguna importancia, por eso se echo a reir y replico a su amigo del instituto: --!Sigues tan exagerado como siempre! Los dos amigos deshicieron el abrazo, Roque le miro de arriba abajo y exclamo alucinado, llevandose la mano a la frente: --!No te he reconocido! Como antes llevabas esos pelos largos... --Me ha pasado lo mismo, me ha despistado tu pelo amarillo y lo de tu edad... Roque se encogio de hombros y reconocio divertido: --Las ventas, ya sabes. !Joder, que alegria verte! Yo pensaba que estaba ligando con el tio mas bueno que habia visto en los ultimos tiempos y resulta que eres tu. --?Ah, estabas ligando? --Ligando y vendiendo. Yo no soy de separar trabajo y placer. Pero cuentame ?que tal todo? Lo ultimo que supimos de ti fue que ibas a estudiar Ingenieria Informatica, y ya al dejar el instituto te perdimos la pista. Llegados ese punto, a Ruben no le quedo mas remedio que recordarle como habia sido realmente la historia: --Di mejor que tu hermana no volvio a cogerme el telefono, ni a responderme a los correos, ni a los mensajes, ni a nada de nada. Roque suspiro, y decidio decir toda la verdad, porque Ruben no se merecia otra cosa: --Le gustabas. Le gustabas muchisimo, pero entre que querias montar tu propia empresa y ella tenia el trauma de los negocios fallidos de papa, y que te liaste con la mitad de su clase... --Me enrolle despues de que ella rompiera conmigo. Tenia mucho dolor dentro, estaba furioso. Pero tampoco estuve con la mitad de su clase... --Con las justas para que terminara de convencerse de que eras un golfo, con un futuro por delante bastante incierto. Estoy convencido de que habria vuelto contigo si le hubieras dicho que tu sueno era trabajar en una multinacional u opositar a algun ministerio. Yo te habria asesorado en su dia, pero es que me hizo jurar que jamas te confesaria que rompio contigo estando enamorada de ti hasta las trancas y que siguio amandote despues. Ahora te lo digo porque como han pasado tantos anos... Ruben arqueo una ceja y pregunto porque la verdad era que no daba credito: --?No me estas vacilando? ?Tu melliza siguio enamorada de mi despues de cortar conmigo? --Tan enamorada que se pasaba el dia escribiendo tu nombre y besando la foto del anuario del instituto, que la tenia recortada y ampliada en tamano folio. Ruben se carcajeo, pues en la vida habria imaginado que Jana hubiera seguido sintiendo tanto por el despues de dejarlo: --!Que increible! !Y yo convencido de que pasaba de mi! Roque, con la mirada chispeante, inquirio tras llevarse el dedo indice a los labios: --?Tu no seguiras enamorado secretamente de ella? Ruben penso que demasiados problemas tenia encima como para seguir enamorado secretamente de Jana: --No. Yo no... ?Y ella de mi? --pregunto por preguntar, porque era obvio que era una estupidez de pregunta. --Yo creo que se le acabo pasando, por lo menos hace un monton que no la pillo babeando tu foto. Y ya siguio con su camino. Pero le ha ido como el culo en el amor. El ultimo novio resulto ser un polifake que no le dio mas que disgustos... Ruben sintio una extrana alegria al enterarse de que a Jana le habia ido de pena en el amor. Y no entendia por que si el no era un tio vengativo, el caso fue que pregunto y eso que tampoco era que fuera cotilla: --?Un tio que le dijo que era policia y que luego resulto que no lo era? --Jojojojo. !Que va! El tio era novio formal de mi hermana y al tiempo se hacia pasar por poliamoroso con el batallon de tias con las que salia tambien. --?Y tu hermana no sabia que estaba con un politrucho? --No. Ni las otras que estaban con un tio que tenia novia formal. Fue un palo para Jana, que fijate si se quedaria escarmentada que desde entonces no ha vuelto a estar con nadie. Vive centrada en su trabajo, estudio ADE, se especializo en Gestion Patrimonial y Financiera y trabaja en una plataforma de inversion velando por los intereses economicos de sus clientes. Es por lo del trauma que tiene la pobre con los negocios ruinosos de papa, no quiere que nadie pase por eso. Ruben se sabia de memoria el curriculum de Jana ya que cada tanto solia visitar su perfil de LinkedIn. Y no visitaba mas cosas porque no tenia mas presencia en las redes sociales, que si no lo habria fisgoneado todo. Pero esa chica era tan discreta que su unica presencia en Internet era ese perfil profesional con una foto en la que, a pesar de la pesima resolucion, se la veia mas guapa que nunca.

  • Yo no soy de las que se enamoran de C. J. Benito

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    Tania es una chica rebelde, alocada y divertida que vive su vida sin complicaciones, no es de esas que se enamoren o crean en el amor, demasiados palos le ha dado la vida ya.
    Su trabajo en la cafeteria es insufrible, no lo soporta, pero con los tiempos que corren, cualquiera se atreve a dejarlo. Se pasa el dia sirviendo cafes, cervezas y algo de picar a los aburridos clientes. !Vamoooos, una vida de pelicula!
    Todo cambiara para ella cuando su jefe contrate a un cocinero, arrebatador, guapo, sexy y un completo idiota. ?Sera Tania capaz de aguantar a este tipo tan irritante?

  • La libreria de los corazones solitarios de Robert Hillman

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    La novela perfecta para quien haya tenido el corazon roto, para quien haya conseguido recomponerlo y para quien se lo haya dejado alguna vez en una libreria.

  • La Mujer de mis Cinco Vidas de Isabel M Almagro

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    ?Puede el alma de un hombre estar fragmentada en cinco partes? ?Y una mujer enamorarse de cada una de ellas? Cinco fragmentos de su alma sobreviven en personas diferentes, de las que solo puede quedar una.

  • Mentiras legales de Yolanda Revuelta

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    Telma Olivares regresa a su tierra natal, Cantabria, con los suenos hechos pedazos. Poco queda de aquella joven llena de ilusion y con ganas de comerse el mundo.Una vez instalada en su cabana situada en Ubiarco, el mar le entregara algo muy especial, alguien que ella decide cuidar y proteger celosamente.Eric Dufort casi muere ahogado en las aguas del mar Cantabrico. Cuando recobra la consciencia y abre los ojos se encuentra en un lugar desconocido junto a con una mujer preciosa, de increible belleza que no es, como el creia, una sirena.

  • Se anuncia un asesinato de Agatha Christie

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    Los habitantes del apacible pueblecito de Chipping Cleghorn ven alterada su vida cotidiana ante un anuncio en el periodico local que dice: <>. ?Una broma infantil? ?O un engano destinado a asustar a la pobre Letitia Blacklock? Incapaz de resistir la logica curiosidad, una multitud decide acudir al domicilio de la victima de esa muerte anunciada en el dia y la hora senalados. Cuando el reloj marca las seis y media, las luces se apagan y se oye un disparo. y los alli presentes comprobaran que lo que en apariencia no era mas que una extravagancia se convierte en un asesinato que solo Miss Marple podra desentranar.

  • Tocado y hundido (Tessa Leoni 3) de Lisa Gardner

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    Tessa Leoni vuelve con un nuevo caso.

  • El ideal mas fuerte de Pedro Pablo Diaz Martin

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    Edu es un joven de un barrio olvidado por los privilegios de la capital. Rodeado de podredumbre y problemas, se siente un triunfador en esas calles y su euforia le convierte en un simbolo popular. Podria gozar de una juventud sana, pero hace tiempo que ha elegido el camino mas radical, marcado por la violencia, la intolerancia y el profundo fanatismo por una ideas que provocan dano a quienes se cruzan por su camino.

  • Para siempre, Norah Carter, Monika Hof, Patrick Norton de Norah Carter

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  • Una boda en Lyon de Stefan Zweig

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    El 12 de noviembre de 1793 Barere proclamo en la Asamblea Nacional francesa aquel edicto fatal contra la traidora ciudad de Lyon, que al fin habia sido tomada al asalto. Concluia con estas lapidarias palabras: <>. Los edificios de la levantisca ciudad, asi lo exigio, debian ser derruidos, sus monumentos convertirse en cenizas y hasta su nombre desaparecer. Ocho dias vacilo la Asamblea antes de aprobar una destruccion tan completa de la segunda ciudad mas grande de Francia. E incluso despues de haberlo firmado, Couthon, el comisario del Pueblo, convencido de la secreta conformidad de Robespierre, solo puso en practica aquella orden erostratica con indolencia. Para guardar las apariencias, reunio con gran pompa al pueblo en la plaza de Bellecourt, y con un martillo de plata golpeo simbolicamente los edificios destinados a ser demolidos, pero la pala penetro en aquellas magnificas fachadas solo de manera vacilante, y la guillotina practico su bronco y estruendoso descenso de manera todavia frugal. Tranquilizada ante esta inesperada indulgencia, la ciudad, ferozmente enardecida por la guerra civil y por un asedio de varios meses, se fue atreviendo a respirar otra vez esperanzada, cuando de pronto el humano e indeciso tribuno fue retirado del puesto y en su lugar, en Ville-Affranchie--como se llamo a partir de entonces Lyon en los decretos de la Republica--, aparecieron Collot d'Herbois y Fouche, ataviados con la banda de los comisarios del Pueblo. De la noche a la manana, lo que se penso que simplemente seria un patetico decreto disuasorio se convirtio en una cruda realidad. <>, denunciaba impaciente el primer informe de los nuevos tribunos a la Asamblea, con el fin de demostrar su energia patriotica y de hacer recaer la sospecha sobre sus tibios predecesores. Y enseguida se pusieron en marcha las atroces ejecuciones que Fouche, el <>, cuando mas tarde se convirtio en duque de Otranto y en el defensor de todos los principios legitimos, no permitio que se le recordaran. En lugar de la pala, que colocaba el mortero con lentitud, ahora las minas de polvora dinamitaban filas enteras de los mas soberbios edificios de la ciudad. En lugar de la guillotina, <>, los fusilamientos en masa y el fuego de metralla despachaban con una salva a cientos de condenados. Endurecida por medio de nuevos y acerados decretos diarios, la justicia traspaso todos los limites, segando como una guadana, dia tras dia, su gigantesco haz de seres humanos. Ya hacia tiempo que el Rodano, que fluia alejandose de alli con rapidez, se ocupaba del trabajo--por lo general demasiado lento--de amortajar y dar sepultura a los cadaveres. Hacia tiempo que las carceles no bastaban para la gran cantidad de sospechosos, de modo que los sotanos de los edificios publicos, de las escuelas y de los conventos se convirtieron en el lugar de residencia de los condenados. Por supuesto, en un lugar de residencia tan solo fugaz, pues la guadana seguia golpeando con precision y rara vez la paja calentaba el mismo cuerpo durante mas de una noche. Un dia de intenso frio de aquel mes sangriento, una nueva cuadrilla de condenados fue arrastrada hasta los sotanos del Ayuntamiento para pasar alli juntos unas pocas y tragicas horas. Al mediodia los habian conducido uno por uno ante los comisarios, y su destino fue despachado tras un breve interrogatorio. En ese momento los sesenta y cuatro reos, hombres y mujeres, estaban sentados en una confusion absoluta en aquella oscuridad de bovedas bajas que olia a cubas de vino y a moho, y que un escaso fuego de chimenea en la habitacion delantera, mas que calentar, tan solo coloreaba. La mayoria, sonolientos, se habian arrojado sobre los sacos de paja. Algunos, sentados a la unica mesa de madera que les permitian tener y a la tremula luz de las velas, escribian apresuradas cartas de despedida, sabiendo que su vida se habria apagado antes de que en aquel frio espacio lo hiciera la llama de azules temblores. Sin embargo, ninguno de ellos hablaba mas que en susurros, de modo que en el silencio helado de la calle la sorda explosion de las minas, a la que seguia el inmediato desplome de los edificios, retumbaba con nitidez. Pero la ensordecedora velocidad de los acontecimientos habia arrebatado a los que se veian sometidos a aquella prueba toda capacidad de sentir y de pensar con claridad. Sin moverse, sin decir una sola palabra, la mayoria de ellos estaban reclinados en la oscuridad como en el sueno que precede a la tumba, sin esperar nada y sin sentir emocion alguna hacia los vivos. De pronto, hacia la hora septima de la tarde resonaron unos pasos fuertes y energicos junto a la puerta. Los pestillos restallaron. Y el cerrojo oxidado chirrio al abrirse. De manera instintiva, se incorporaron todos de un brinco. ?Acaso, contra la triste costumbre de concederles aun una noche, ya habia llegado su hora? En la corriente de aire frio que se colo al abrirse la puerta, la llama azul de la vela temblo como si quisiera escapar de su cuerpo de cera, y con ella, palpitante, el miedo se lanzo al encuentro de lo desconocido. Pero pronto aquel temor provocado de manera tan repentina se disipo. El carcelero solo traia una nueva y tardia hornada, aproximadamente unas veinte personas, a las que hizo bajar las escaleras sin decir una palabra y sin indicarles un lugar concreto en aquel espacio abarrotado. Despues, la pesada puerta de hierro volvio a cerrarse con un gemido. Los prisioneros miraron a los recien llegados sin la menor simpatia, pues algo tan extrano es muy propio de la naturaleza humana, que en cualquier parte se adapta a toda velocidad e incluso en las mas precarias circunstancias se siente no solo como si estuviera en su casa, sino tambien en su derecho. Asi que, de manera instintiva, los que habian llegado antes consideraban ya aquella estancia mal ventilada y con olor a podrido, el saco de paja cubierto de moho, el espacio en torno al fuego, como si fueran de su propiedad, y cada uno de los recien llegados les parecia un intruso al que habia que reducir. Por su parte, aquellos a los que acababan de llevar hasta alli podian percibir claramente la fria hostilidad de sus predecesores, por mas insensata que resultara en aquella hora mortal, pues, cosa extrana, no intercambiaron con sus companeros de destino ni un saludo ni palabra alguna, no exigieron una parte de la mesa ni de la paja, sino que, sin decir nada, hoscos, se apretujaron en un rincon. Y si antes el silencio se habia cernido atroz sobre aquella cueva, ahora su efecto resultaba todavia mas lugubre por culpa de la tension de aquel sentimiento provocado de forma tan absurda. Un grito tanto mas sonoro, nitido y como surgido de otro mundo rasgo de pronto el silencio. Un grito claro, casi involuntario, que de manera irresistible arranco hasta al mas indiferente del silencio y del abatimiento en el que se hallaban. Una muchacha, entre los que acababan de llegar, habia dado un salto brusco y repentino. Y fue ella tambien la que, con los brazos extendidos como quien esta a punto de desplomarse, y gritando estremecida <>, se precipito al encuentro de un joven que, apartado de los demas, habia permanecido junto a las rejas de una ventana y ahora tambien corria hacia ella. Y aquellas juveniles siluetas ya habian prendido cuerpo contra cuerpo, boca contra boca, como dos llamas de un mismo fuego, ardiendo de forma tan tierna el uno junto al otro que las lagrimas derramadas de manera impetuosa por el arrobo del uno inundaron las mejillas del otro y sus sollozos surgieron como de una unica garganta que reventara. Cuando se soltaron por un instante, sin poder creer que de verdad se tocaban y asustados frente a lo excesivo que les resultaba aquel destino por completo inverosimil, un nuevo abrazo volvio a unirlos de inmediato, si es posible de manera aun mas abrasadora. Lloraron y sollozaron y hablaron y gritaron en un solo aliento, como si estuvieran totalmente solos en la infinitud de su emocion y por completo ajenos a todos los demas, que, sorprendidos y reanimados gracias a aquel asombro, se acercaron inseguros hacia ellos. La joven habia trabado amistad desde la ninez con Robert de L..., hijo de un alto funcionario municipal, y hacia unos meses que se habian prometido. En la iglesia ya se habian presentado las amonestaciones, y se habia fijado su enlace justo para aquel dia sangriento en el que las tropas de la Asamblea habian irrumpido en la ciudad. Entonces el deber obligo a su prometido, que habia luchado en el ejercito de Percy contra la Republica, a acompanar al general realista en su desesperada maniobra. Durante semanas no hubo noticias de el, y ella ya se habia atrevido a imaginar que debia de haberse salvado pasando felizmente la frontera suiza, cuando de pronto un secretario del Ayuntamiento le informo de que unos soplones habian descubierto que se escondia en una casa de labranza, y que el dia anterior lo habian conducido ante el tribunal revolucionario. Apenas se entero la intrepida muchacha de la detencion y de la indudable condena de su prometido, cuando, con esa magica e incomprensible energia que la naturaleza concede a las mujeres en los instantes de supremo peligro, logro lo imposible: abrirse paso hasta los inaccesibles tribunos populares con el fin de pedir clemencia para su prometido. Collot d'Herbois, el primero ante cuyos pies se arrojo, la habia despachado con acritud, diciendo que no concebia indulgencia alguna para con los traidores. Despues habia corrido a ver a Fouche, quien, de manera no menos dura que el anterior, pero mas hipocrita en los medios empleados para no sucumbir a la emocion que le embargo al ver a aquella joven desesperada, mintio diciendo que le hubiera gustado interceder en favor de su prometido, pero que veia--y al decirlo, el taimado embaucador de almas echo un indolente vistazo a traves del monoculo a una hoja cualquiera y sin importancia--que Robert de L... ya habia sido fusilado aquel mismo mediodia en los campos de Brotteaux. El muy astuto logro enganar por completo a la joven, quien de inmediato creyo que su prometido estaba muerto. Pero, en lugar de entregarse como cualquier otra mujer a un dolor inerme, indiferente frente a una existencia que para ella carecia ahora por completo de sentido, se arranco la escarapela del cabello, la piso con ambos pies y, a gritos, de modo que su voz retumbo a traves de todas las puertas abiertas, llamo a Fouche y a sus hombres--que corrieron hacia alli a toda velocidad--miserables vampiros, verdugos y cobardes criminales. Y mientras los soldados la maniataban y la arrastraban fuera de la habitacion, la joven aun pudo escuchar como Fouche dictaba a su secretario, un hombre picado de viruelas, la orden de detencion contra ella

  • Cambiando mi mundo de Karen Darren

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    Tras estudiar en otra parte del mundo, Jule, la joven alemana, deja Costa Rica para volver y pasar el verano en su ciudad natal.

  • Todos los caminos de Romina Naranjo

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    --Vamos a ver, Leroy… --Sorbi fuerte por la nariz, mientras apoyaba los antebrazos en la mesa y cogia aire. Perder los nervios nunca era una buena opcion, pero era viernes, la tarde se me estaba haciendo interminable y, encima, aquel moquillo persistente, fruto de un catarro mal curado que ya parecia haberse alquilado un pisito con vistas en mi cuerpo, no remitia. No tenia yo el dia muy paciente--. Cuando te digo, <>, no me refiero a que bajes la voz. Puedo oirte. Estamos solos en esta clase. Por mucho que susurres… te oigo. El crio, haciendo un mohin, toqueteo el lapiz, volviendo una atencion que yo ya sabia voluble a su hoja de calculo. --Es que asi no me sale, seno. Me mordi el interior del moflete, pero no… no dejaria que me ablandara otra vez. Llevabamos una semana con aquello. Empezaba a estar harta. Tanto como el, seguro. --Leroy, saberse las tablas sumando los resultados no es saberse las tablas. Saberlas es… memoria. --Me incorpore. !Ay, mi cuello! !Ay, las lumbares…! Dichosa profesion. --La profesora del cole nos deja copiarlas en un folio para el examen. Enarque la ceja. --?Ah si? ?Y en el instituto vas a hacer lo mismo? ?O cuando toque dividir por cuatro cifras? Eso es perder el tiempo y creeme, chaval…, tiempo es lo que te va a faltar para la cantidad de cosas que te quedan por delante. --?Roma? Aparte la vista de la cara de susto de Leroy. Gire medio cuerpo hasta enfocar la puerta de la clase, donde mi jefa se habia acodado. Puro estilismo, aquella mujer bien podria acabar de bajarse de una pasarela de modas, en vez de ser la directora del centro de refuerzo educativo donde ambas trabajabamos. Roma, supongo que lo habeis adivinado por el contexto, soy yo. Me presento. Metro sesenta, melena castana cogida en un mono, cara pecosa, gafas de pasta que en ese momento se me resbalaban por la nariz y rictus de mala leche. Vamos, que daba el perfil de profesora a la perfeccion. --Tienes una llamada. --Mi jefa sonrio hacia la mesa--. ?Como va eso hoy, Leroy? ?Se porta Roma bien contigo? Si se pasa mucho dimelo y la despido, ?vale? El chiquillo sonrio, echandome una miradita que me parecio entender como <>, pero que probablemente querria decir otra cosa. --Te doy los cinco minutos que tarde para repasar las tablas, luego toca preguntarlas. -- Levante el dedo antes de que me interrumpiera--. Salteadas. Tire de la cinturilla de mis vaqueros y sali del aula. Recorri el pasillo bien iluminado que separaba los demas despachos del mio y cruce a la derecha para llegar al office. Dado que habia una politica de prohibicion ante el uso excesivo del telefono movil, no era nuevo que recibiera mis llamadas en el mismo centro, aunque claro esta… tampoco era algo que se pudiera dilatar en el tiempo. No era plan de limarme las unas mientras me ponia en conferencia con quien fuera que estuviera al otro lado de la linea en tanto dejaba desatendidos a los ninos. --?Hola? --Oi un suspiro. Puse los ojos en blanco--. Aina… estoy trabajando. --?Y crees que te llamaria si no fuera superurgente? Bueno… todavia no sabeis mucho de ella, pero debeis estar prevenidos; lo que mi mejor amiga conocia como urgencias variaba desde <>, lo cual te hacia soltarlo todo y echar a correr, o… << Fulanito de tal ha subido un storie y yo no quiero que vea que lo he mirado, entra tu>>. Vamos, que el abanico era amplio y aterrador. --Te escucho. --Consulte mi reloj de Mickey Mouse. Segun sus bracitos enguantados… eran las el puto tiempo no pasa y cuarto--. Te doy dos minutos. Tengo a Leroy multiplicando. --?Leroy? ?En serio se llama asi o es uno de tus nombres en clave para no revelar las vidas emocionantisimas de tus alumnos? --Es su nombre. --Y probablemente elspoiler de su futuro laboral como no se aprendiera la tabla del ocho. Sin acritud ninguna, palabra--. Escupe, Aina. --Requiero del codigo de mejores amigas. --Resople. Aquello tenia mala pinta… llamadme suspicaz--. Me han organizado una cita a ciegas esta noche. Te necesito de reten. ?Lo veis? Si es que lo sabia… --Ni de cona. ?La familia bien? Pues, me vuelvo al trabajo. --!Roma, tia, he mentado el codigo! --El codigo no son mas que unas directrices. Fue el turno de Aina de resoplar. --Vale, capitan Jack Sparrow, ?podemos ponernos serios? Es mi primera cita en meses. Desde… ya sabes. Y encima, !a ciegas! ?De verdad quieres que me presente completamente sola y desamparada ante un desconocido? ?Quieres salir manana en las noticias diciendo que fuiste la ultima persona que hablo conmigo? --Dios… pero mira que eres dramatica… --Pero la capulla habia ganado. Las dos lo sabiamos--. Y, para empezar, ?que cono haces saliendo con alguien a quien no conoces? --Es el amigo de un conocido mio, ya sabes. De mis tiempos mozos cuando ligaba chateando por foros. Empezo a hablar a toda velocidad. Ese era uno de los dones de Aina, situaba a personas y sucesos en el tiempo con una facilidad tan brutal que parecia que llevaba la escala espaciotemporal metida en el bolsillo. Del susodicho no sabia mucho mas de lo que ya me habia comentado, amigo de un amigo, lo cual bastaba, a medias, para saber que podria sentarse frente a el con una cerveza y no temer mas que a una aburrida conversacion. No obstante, y como mejores amigas, los anos nos habian dado muchos aprendizajes, entre los cuales destacaba la depurada tecnica de sacar a la otra de una mala cita sin hacerla quedar mal. --Voy. --Asumi, oyendo como gritaba al otro lado del telefono--. Me doy una vuelta cinco minutos, te echo un vistazo y si no has activado la senal, me piro y te dejo a lo tuyo. ?Conforme? --!Conforme! Ah por cierto… arreglate un poco, que no se note que vas solo de reten. Aquello ya me olio a chamusquina, aunque ni por asomo vi venir el tremendo incendio forestal que se aproximaba. --Aina, escuchame bien, si por cualquier circunstancia tienes ni siquiera la mas minima intencion de liarme con el amigo de tu cita, es un no. Never. Estas avisada. Sus carcajadas me sacaron de contexto. --?Estas pirada? !Que va, Roma! !Ese tio no es para ti! Tras un par de frases relativas a la hora y sitio de quedada, colgue. Mientras volvia a la clase, note un molesto picorcillo a la altura de la nuca que no se me iba por mas que lo rascara. Una especie de… aviso. Rollo alerta. Como la ventana emergente del Avast Antivirus que se presenta en el escritorio del ordenador cuando menos te lo esperas --casi siempre de noche y cuando llevas los auriculares puestos--, y te quita un par de anos de vida. Yo no me asuste entonces. El miedito real, vendria mas tarde. --!Bueno, Leroy, vamos a ver que tal vas! Los ojillos azules del crio me miraron con culpabilidad. Tarde un segundo en descubrir que, en vez de aprovechar el tiempo para estudiar la tabla como yo le habia pedido, se habia dedicado a copiarla en su goma. A tamano microscopico. Cogi aire. Me repeti que hacer llorar a los ninos cuando eras profesora de apoyo no estaba bien. --No pasa nada. --Y me obligue a sonreir, mientras volvia a tirar del moquillo que no paraba de caerseme--. !Empezamos desde el principio! Y nosotros, seguimos adelante. 2 La primera vez que vi al Sueco no fue la primera vez. Bueno… fue la primera vez despues de la primera y la segunda, que tambien pueden calificarse como desastrosas y lo bastante traumaticas como para que esta primera tercera vez acabara como acabo; igualito que el rosario de la aurora. Ahora os lo explico. Antes de darnos un chapuzon en la triste piscina de los recuerdos pasados --importante para la trama, lo juro solemnemente--, unas pocas pinceladas del ahora. Sali del centro de estudios cabizbaja, congestionada y arrebujada en mi bufanda kilometrica de Desigual, comprada por Ali Express. La verdad es que haciamos una pareja increible, porque en ese momento, con una jornada dura a las espaldas y la sensacion de que en vez de avanzar daba dos pasos para adelante y tres pasos para atras --sin la media vuelta, pero siempre, siempre, volviendo a empezar--, me sentia como una imitacion barata. De profesora. De ser humano. Asi… en general. Despues del episodio del telefono y en la hora siguiente a la de Leroy, me habia tocado lidiar con un par de esos padres… tocapelotas. Que ojo, igual es mas profesional y elegante llamarles algo tipo rara avis o cualquier cosa semejante, por aquello de la tremenda implicacion que demostraban en la escolarizacion de sus hijos. Hasta rayar lo insano. Estaban quienes solo querian de los chiquillos que cumplieran. Deberes hechos y asignaturas llevadas mas o menos al dia. Los que lidiaban con algun handicap, y no tenian las expectativas altas mas alla de una adaptacion saludable en el centro reglado y aprendizajes significativos, y luego… luego estaban los demas. Los que promulgaban eso de, como yo pago este servicio extra requiero de ustedes que vivan por y para hacer magia con una hora de terapia enfocada en el retraso madurativo. Vamos, que si el nino tenia un nivel de lectura de primaria, pero estaba en edad de cursar la ESO, yo tenia que agitar mi varita, aunque el primer instinto fuera metersela a papa por el culo. Cogi aire y respire hondo al salir del metro en Opera y eche a caminar hacia Plaza de Callao. Tenia la tremenda suerte de contar con un coqueto pisito de renta antigua situado en el edificio colindante con el de El Corte Ingles. Un lujo para muchos, principalmente turistas que venian a Madrid de paso; por lo bien situado, lo centrico de su ubicacion y lo cosmopolita de todo cuanto lo rodeaba. Para mi, que tenia que ir al curro todos los dias y llegar con tiempo, que volvia cansada y arrastrandome los findes cuando doblaba turnos en la pizzeria donde me sacaba un sobresueldo, las aglomeraciones, retrasos, colas interminables, codazos, tropiezos, estrenos de cine, luces, voces y algarabia general… eran mas una molestia que algo que tomar como positivo. Mi alma viejoven, supongo, que a veces se imponia a la edad que me marcaba el DNI. Pase por la chocolateria San Gines para darme un capricho antes de subir a casa… y me lo comi por el camino porque recorde que mi plan de pasar el resto del dia con ropa de indigente y abrazada a mi gato se habia ido al garete por culpa de Aina. --Dichosas mejores amigas… hay que joderse. --Tire de la portezuela metalica haciendo fuerza con el hombro, mientras me relamia los restos dulces que se me habian impregnado a las comisuras--. Aprende a decir no, Roma. Es muy facil. Son solo dos letras. Si podias pronunciar esternocleidomastoideo con seis anos, ?que puto problema tienes con negarte a las cosas? Subi las escaleras pisando fuerte, pero no como Alejandro Sanz, sino en plan… mosqueada con la vida. No me apetecia salir. No tenia ganas de ducharme, peinarme y revolver en el armario algo para ponerme. No queria bajar otra vez las escaleras. Queria prepararme estrategias de defensa para el lunes, cuando seguramente mi jefa me llamaria a su oficina para que le contara mi parte de version en la movida con los padres de los alumnos. <>, diria. <>. !Como si fueran culpa mia los suspensos en asignaturas que no estaba impartiendo, cojon! Gire la llave y, de inmediato, los maullidos me recibieron al otro lado. Sonrei. Al cruzar el umbral, Cax Teller, mi gato rubio de ojos azules, llamado asi en honor al protagonista de series como Hijos de la Anarquia y fantasias sexuales recurrentes de Roma. Me incline para acariciar su pelaje calentito. --Las cosas que hacemos por l

  • A mi no me enganas de Kelly Link

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    Kelly Link ha sido definida por Michael Chabon como <>. Despues de la publicacion en Seix Barral de Magia para lectores, los ocho cuentos de este nuevo libro de Kelly Link sumergen al lector en un universo ficticio inolvidable y expanden los limites del genero del relato. Huracanes, astronautas, gemelos malvados, contrabandistas, el mago de Oz, superheroes, iguanas, piramides. estos son algunos de los talismanes de una imaginacion capaz de maravillarnos como pocos autores contemporaneos. Los cuentos de A mi no me enganas rebosan fantasia, pero tambien humor y generosidad hacia la fragilidad y las fuerzas ocultas que residen en todos nosotros.

  • Chantaje 2 _ Mi mejor eleccion de Mia Del Valle

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    Mira Gerald... hay veces en que las cosas no son como nos las ensenan de pequenos. Soy la hija del "senor" como tu te empenas en llamar a mi padre, pero tambien soy una mujer. Creci y me educaron para ser lo que mis padres creyeron conveniente, pero yo no soy asi. Podemos ser quienes queramos... tenemos toda la vida por delante y los mas importante de todo... !nos amamos! --Es peligroso mi amor, solo intento cuidarte... eres joven y yo no tengo nada para darte. --Eres todo lo que necesito y estoy dispuesta a esto y mucho mas... te amo y eso es lo unico que importa ?verdad? --Gerald clavo su aguamarina mirada en la joven mujer que amaba desde siempre, y tras respirar hondo sentencio: --!Entonces hagamoslo! --estaba dispuesto a eso y mas, Ruth era el amor de su vida, por quien respiraba durante las interminables horas de trabajo en la hacienda, y las cartas estaban sobre la mesa... manana a la tarde se fugarian del pueblo tal como lo habian planeado desde hacia anos. --Pasare por ti cuando salga de clases, esperame en las caballerizas amor mio... Pero Gerald nunca llego. Esa tarde Ruth no lo encontro en las caballerizas, ni en el lago donde acostumbraban nadar desde ninos, ni en la vieja higuera. Simplemente se esfumo. Su padre se habia encargado en persona de ello y Ruth lo ignoro hasta meses mas tarde, luego de que fuera obligada a casarse con un aprendiz que su familia habia apanado bajo su tutela. CAPITULO 1 Ya han pasado tres meses desde la ultima vez que lo vi. Muerdo la punta de mi boli mientras observo la nada desde la ventana de mi departamento. Hace frio y malditamente todo me recuerda a el... mi cama, mi mesa de trabajo, Ramon y mi corazon. !Todo! Absolutamente todo lo trae hasta mi como un fantasma que me sigue a cada paso y me observa con el ceno fruncido. Cada minuto sin Aaron me hace pensar que el dolor de no tenerlo me matara y por momentos intento convencerme que estare bien... lo intento. Cierro mi laptop cansada de ver noticias sobre nuestra ruptura en las revistas del corazon... muchas son verdad y otras no tanto... "Empresaria de la moda estafada por su propio esposo" leo en un portal, y con pesar asiento... no se como, ni de que forma estas noticias se filtran y llegan a la prensa, pero al menos esa fuente fue confiable, en cambio, otro sitio defiende al maldito, declarando en un furioso tono rojizo: "Clara Saavedra abandona a su esposo despues de tan solo sesenta dias de matrimonio, los rumores circulan en torno a una posible infidelidad de la joven, con un guapo caballero de su entorno, con quien se dejo ver en la gala de la moda llevada a cabo en Punta del Este" <> sinceramente no se si reir o llorar, que me vinculen a mi amigo es algo comico, pero que me acusen de ser la causante de la separacion me enfurece. Respiro. Respira Clara... tan solo respira, me digo a mi misma, intentando reacomodar mis ideas y dando pasos de bebe en un futuro tan gris como incierto. Ultimamente me he convertido en la hermana gemela de mi cactus... vivo gracias a mis reservas y a que el aire no hay que comprarlo en el supermercado, apenas salgo de casa, casi ni como y atras quedaron mis tiempos de mujer elegante de vestido y tacon. Hoy por hoy pantalones de mezclilla rasgados, sudaderas de mi coleccion y algun sueter holgado son mis mejores companeros. Mi madre me llama y visita a diario, encargandose personalmente que su unica hija no muera de inanicion. Bollos, chocolate, pizzas y cantidades desorbitantes de Coca Cola light son mi dieta de estos ultimos tiempos, y a pesar de ingerir lo minimo indispensable he ganado peso. Tomo mi agenda de unicornio y agrego "comenzar a ir al gimnasio" en las metas para este ano... claro que ya pasaron seis meses desde que en enero hice la lista... y en ese entonces vivia en la casa de Aaron y mantenia un matrimonio que era una patrana, pero viendolo ahora en perspectiva, por un momento creo que fui feliz... su proteccion me inspiraba admiracion. Y las migajas de momentos gratos me dejaban... ?satisfecha? <> Soy un ente que viaja sin rumbo, con una sensacion de vacio sobre los hombros y un intenso dolor que roe mi estomago constantemente, soy esa que, en la soledad de las noches revive una y otra vez la estupida decision que tomo doce semanas atras. Tambien soy una estupida acosadora, que checa el nombre del hombre al que dejo, en Google cada veinte minutos por lo menos, ahi lo vi hace un momento, tan elegante y dueno de todo a su paso, saliendo de una clinica de estudios medicos, me pregunto si estara bien. No puedo dejar de imaginarlo como la ultima vez que lo vi... de rodillas pidiendo, suplicando perdon, el cual le negue, y no puedo evitar tener sentimientos encontrados con mi decision... creo haber hecho lo correcto, pero el pequeno diablito que vive en mi hombro me susurra lo contrario "tendrias que haberlo perdonado Clara" dice negando con cara de disgusto, mientras que en mi otro hombro el angelito me muestra su pulgar en alto indicando que esta de acuerdo con mi proceder.

  • Buenaventura de Toni Aparicio

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    Una tragedia familiar la condujo a la mansion de los Campoamor; una misteriosa desaparicion le devolvio la libertad.

  • Atenazada de Jorge Borges

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    Bridget era una chica dura.
    De las que pueden darte una paliza.
    Con cazadora de cuero y botas de pinchos.
    Pero su mundo era muy oscuro. y peligroso.

  • Siempre sera invierno (Parte 2) de Victoria Vilchez

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    El final del otono dejo a la familia Donaldson sumida en la mas profunda de las tristezas, y Cam Donaldson se enfrenta ahora al invierno mas largo de su vida. Sin embargo, la llegada del frio trajo tambien consigo a alguien que Cam no habia esperado volver a ver jamas: Maverick Parker, la primera chica de la que se enamoro y que desaparecio siete anos atras sin decir adios.
    Cam debe lidiar ahora con la perdida y con la responsabilidad que esta convencido que debe cargar a su espalda, pero tambien con el vacio que siente, ese que solo parece desaparecer cuando Maverick esta cerca.
    El pasado a veces duele demasiado, pero tal vez sea la unica esperanza de Cam para poder volver a sentir.

  • 180 segundos de Jessica Park

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    Algunas personas se pasan toda la vida sin cambiar de perspectiva. Para Allison solo bastaran 180 segundos…

  • Macbeth de Jo Nesbo

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  • Papi de Jorge Borges

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    Frank no era un hombre cualquiera.
    Era el p*to amo de Nueva York.
    Penthouse en Manhattan.
    Cuerpo de infarto. Empresa multimillonaria.

  • El dia que me quieras (Los Collinwood 1) de Victoria Magno

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  • DESTINO IMPREVISTO de Anny Word

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    Estaban perdidos despues de un accidente de aviacion.
    Habia perdido la memoria y no le fue dificil creer que el hombre que la acompanaba era su marido.
    El viaje de vuelta a la civilizacion fue la mejor luna de miel que una mujer pudiera sonar.
    No tardo en conocer la verdad: se habia enamorado perdidamente
    de un hombre al que ni siquiera conocia.

  • El Regreso de Jake (Juego Cerebral 2) de Jose Miguel Vasquez Gonzalez

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    Sin darse cuenta, a traves del poder adquirido a partir de la extirpacion de un tumor cerebral, el cual le permite cambiar la realidad a traves de su escritura, Peter Mark-Hodges envia a Jake, su hijo de once anos, a una realidad paralela. Su cerebro ha quedado conectado a un mundo onirico, con una fuerza superior que trata de guiar sus pasos, pero se ha convertido en el blanco de varias organizaciones que tratan de manipular su poder. El Gran Conejo Azul, lider del mundo onirico es enviado a la Tierra para tratar de controlar la situacion. En esta segunda entrega de Juego Cerebral, el nino tendra que valerse por si mismo para tratar de reunirse con su padre.

  • A contraluz de Fernando Lalana

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    ?Quien dice que no existen los flechazos? En aquel torrido verano de principios del milenio yo vivi al menos dos. El primero, absolutamente improbable, hizo trizas uno de los mitos de mi infancia: el de mi tia Sole, que de joven habia sido Miss Murcia con Gafas y a la que yo tenia en un altar. El segundo me afecto en primera persona cuando Elisa irrumpio en mi vida a contraluz, en la playa, de improviso, sin mas argumentos que su minusculo bikini. Aquella misma tarde, dispuesto a conquistarla a toda costa, acudi junto a mi amigo Nicolas a la superfiesta que la hija de aquel famoso escritor daba en su pedazo de chale del paseo maritimo. Todo pintaba de maravilla, hasta que descubrimos que La Muerte tambien habia decidido pasarse por alli.

  • Negro como el mar de Mary Higgins Clark

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  • ?Bailas conmigo? de Chris Razo

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  • No me prives de tu piel de Patricia Geller

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    Eva se siente vacia y necesita olvidar. Su monotona vida no le depara demasiadas emociones, por lo que decide acudir a un club privado y mantener relaciones a oscuras con un hombre al que no puede ponerle rostro. Ella sabe que es un juego peligroso y que esos extranos encuentros tienen fecha de caducidad.

  • El Albatros y los piratas de Galguduud de Federico Supervielle Berges

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    Los campamentos piratas que salpican la costa de Somalia amenazan con secuestrar cualquier barco que se les acerque pero los paises desarrollados no parecen capaces de hacer frente al problema. La industria energetica mundial esta al borde del colapso. ?Podra un hombre de negocios enfrentarse a los piratas? ?Sera capaz el fallido estado somali de controlar su propia costa?

  • Un lugar en tu corazon de Amaya Evans

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    Violet estaba sentada frente al espejo, mirando su rostro completamente rojo. No podia evitar que adquiriera ese tono, cuando se enojaba o estaba triste y lloraba mucho. No era como su hermana que hasta un desmayo le quedaba bien, por lo hermosa que era. A ella en cambio, todo le quedaba mal, siempre tenia que esforzarse mas que Rose para obtener las cosas y para que algun gesto elegante le saliera perfecto. En su hermana Rose todo era natural -- penso aburrida. Violet--hija, el carruaje nos espera--le dijo su madre, tocando la puerta de su habitacion para apresurarla. --Ya voy, mama--todavia estaba molesta por lo que su hermana le habia dicho. Siempre se las arreglaba para hacerla llorar o al menos hacerla sentir mal. Ahora tendria que ir a la casa de Christopher con la cara roja y el pensaria que era horrible. Seguramente su hermana ya estaba dentro del carruaje, y le constaba que se habia levantado casi de madrugada haciendo que Rita, su doncella le ayudara en todos los menjurjes que le ponia a su cuerpo y a su rostro supuestamente para verse mas hermosa. Rose ya se veia como la marquesa de Eaden, viviendo en la enorme casa de Christopher con 50 o mas sirvientes a sus servicio. Violet se vio una vez mas en el espejo, arreglo su cabello. El tono cobrizo de este, la hacia ver simple y normal, su baja estatura y su tez algo rolliza, no ayudaban mucho a que los pretendientes hicieran fila en la puerta de su casa. Solo sus ojos en un extrano color violeta, la hacian diferente en un buen sentido. Su padre decia que sus dos hijas eran las mas hermosas flores de su jardin y por eso a cada una le habia dado nombre de flor, pero la sorpresa fue cuando ya con el nombre Violet, sus padres comenzaron a notar que sus ojos empezaron a cambiar de un tono oscuro de azul a un tono violaceo. Muchas personas curiosas se acercaban mucho para ver si era cierto y entonces se sentia como una rareza en una feria. -- ?Vas a venir o nos haras esperar toda una vida hasta que sientas que te ves bien?--le pregunto su hermana entrando arbitrariamente por la puerta de su habitacion, sin siquiera tener la cortesia de golpear antes. Se veia muy hermosa, aunque le doliera reconocerlo, su cabello rubio recogido en la parte de arriba, estaba adornado a los lados con dos hermosas hebillas en forma rosas, que su padre le habia traido de la india. Llevaba un vestido de tarde hecho en seda, la parte izquierda y derecha del vestido eran en dos tonos de verde y las separaciones en tonos dorados, en la mitad la tela era de color crema liso que hacia perfectamente juego con los otros dos colores y estaba decorado con perlas. Las mangas en forma de tulipan, que estaban muy de moda, decoradas con hilos dorados trenzados en los bordes. Zapatillas de color crema y una estola en cashimir completaban el hermoso conjunto, que solo realzaba la belleza de su hermana. --Suspiro aburrida--ya estoy lista, estaba por bajar. --Gracias a Dios, de todas formas no habrias podido hacer nada mas--le dijo de manera desdenosa. --Gracias querida hermana, tu siempre tan atenta. --Solo digo la verdad--le respondio con su actitud ingenua, con la que se ganaba a todo el mundo. Violet, no queria discutir, asi que solo paso a su lado y se dirigio a las escaleras, sintiendo que su mirada la seguia de cerca. Ella habia escogido un vestido mas recatado, pero a su manera de verlo, muy bonito. En muselina blanca con algunos toques de azul rey en el escote y el dobladillo, las mangas eran cortas adornadas en encaje. Su tocado era de estilo griego, pues le gustaba ocultar su cabello y los guantes largos junto con sus zapatillas eran de color blanco. Mientras bajaba las escaleras se preguntaba porque sus padres estaban tan obsesionados con casarlas con hombres de la alta sociedad. Ella se sentiria feliz de poder casarse con un hombre que la quisiera y le diera una vida comoda, sin tanta opulencia y banalidad, pero nada podia hacer ante la voluntad de su padre que siempre habia querido lo mejor para su familia y es por eso que se habia esforzado tanto en llegar tan lejos , el era muy pobre cuando comenzo en los negocios, su madre le habia contado que era un pandillero en la ciudad de Nueva York y que a base de juegos y apuestas , se habia hecho una pequena fortuna, que luego tuvo la buena de cabeza, de invertir en un pequeno negocio de construccion. Pues era muy aficionado a todo lo que tenia que ver este tema. Su abuelo Charles, el padre de su padre, era albanil y siempre lo llevo de pequeno a su trabajo, le inculco el amor por las construcciones, le enseno los diferentes tipos de materiales que se usaban, le mostro como trabajaba, siempre buscando la perfeccion en lo que hacia. Su padre desvio un poco el camino cuando crecio, pero cuando tuvo el dinero en sus manos para poder hacer algo bueno con su vida, se acordo de su padre y sus ensenanzas e invirtio en ello. Ahora era el dueno de todo un imperio de la construccion y todo el mundo lo buscaba, ya que tenia fama de hacer las mejores casas adosadas del Reino Unido, pero la sociedad era tan cerrada que no olvidaban los origenes de nadie y ellos a pesar de ser un hombre respetable, y tener mucho dinero, seguian pensado que era un simple comerciante nuevo rico y esa misma percepcion que tenian de el, la hacian extensiva a su familia. No pasaba mucho, pero algunas veces ella podia sentir el escrutinio de los demas sobre ella y su hermana. Otras veces la hicieron sentir incomoda con algunos comentarios fuera de lugar. Por eso sus padres querian a como diera lugar, buenos matrimonios para sus hijas, de preferencia con la nobleza. -- !Hija por Dios! Ya era hora--dijo su madre. -- !Ya estoy aqui! -le respondio--Solo el saber que veria a Christopher, le daba dolor de estomago, pero saber que solo tendria ojos para su hermana y ni siquiera se daria cuenta de que ella estaba alli, le daban ganas de vomitar. --Nina, vamos a la casa de un marques, no a la casa de tu tia o a la modista. El nos espera a las seis de la tarde y falta media hora. No quiero tener que ir con prisas. --Bueno madre, ya estoy aqui, ya podemos irnos--le dijo con cierta impaciencia. Su madre la reprendio con la mirada y se dirigio al coche. Rose la siguio y su padre y ella entraron de ultimos. El trayecto fue mas bien tranquilo, cada uno sumido en sus pensamientos, hasta que llegaron a la imponente residencia del marques. El mozo salio a recibirlos en la verja de la entrada y el cochero dio sus nombres a lo que el enseguida respondio con una sonrisa, al tiempo que abria la puerta para dejar pasar el coche hacia el patio. Llegaron a la entrada principal donde el mayordomo, los esperaba y le dijo a un sirviente con librea que los ayudara a bajar y los hiciera pasar al salon azul. Casi enseguida de haber entrado, al elegante vestibulo, un par de criadas se acercaron y saludando con una reverencia, las ayudaron a quitarse abrigos y sombreros. Luego el mayordomo los llevo a todos al salon azul, donde habia enormes retratos de antepasados de Christopher. Una habitacion hermosa, calida y acogedora. Acto seguido, ellos fueron anunciados y Christopher, el marques de Eaden, se levanto para saludarlos. Con una enorme sonrisa, se acerco y Violet se quedo sin habla, como siempre que lo veia. Estaba vestido con un frac de doble botonadura en color negro, camisa blanca de lino, cuello alto, pantalon de lino que se ajustaba a sus muslos. Su cabello negro corto peinado hacia adelante en los laterales, lo hacia ver muy varonil y su rostro siempre adusto, pero tan atractivo. Violet solia mirarlo cuando el no se percataba y observaba detenidamente el tono bronceado de su piel, color que habia adquirido por tanto tiempo al sol, pues le encantaba cabalgar. Su menton fuerte y labios gruesos, le hacian desear besarlo y en muchas ocasiones sola en su habitacion, se lo habia imaginado observandola con esos ojos gris plomo, que la hacian estremecer cuando la miraban, apoderandose de sus labios hasta dejarla sin aliento. Era un sueno recurrente y sin embargo tan alejado de la realidad que al volver a esta, dolia demasiado. --Buenas tardes, saludo Christopher--Senora Amelia, siempre tan hermosa--le dijo a su madre. Su madre estaba feliz con el cumplido y le dio la mano para que el la besara-- Excelencia, siempre tan galante. Christopher le dio la mano a su padre-- Senor Prescott, un placer tenerlos a todos en mi casa. --Muchas gracias, su excelencia, estamos honrados de su invitacion y bueno, muy complacidos por el motivo de esta. Violet se pregunto cual seria ese motivo, del que su padre hablaba. A ella solo le habian dicho que era una invitacion formal del marques, pero nada mas. --Senorita Rose, se ve usted deslumbrante--la miro con deseo, con todo el amor con el que ella queria la mirara. --Muchas gracias, su excelencia. Me arregle asi para usted ?le agrada? -- !Rose!--la reprendio su madre--Ese no es el comportamiento adecuado para una senorita. --No se preocupe--el marques se dirigio a su madre--la senorita Rose nunca podra hacer nada que me haga pensar mal de ella--le sonrio. Rose solo movia las pestanas como si fuera la mas ingenua, modesta y dulce de las criaturas. --Senorita Violet ?Como se encuentra? Me han dicho que estaba un poco indispuesta. --Oh si, pero solo fue un resfriado--recordo que la ultima vez que Rose habia querido salir al parque con el, su madre le habia dicho que si no iba debidamente escoltada por una dama de compania y Violet, no podria ir. Su madre lo hacia con una segunda intencion; que el marques le presentara algun amigo o conocido de la nobleza, que pudiera emparejar con ella. Por eso ella habia dicho que se sentia terrible, de esa manera no tenia que salir con ellos y pasar por el martirio de ver a Christopher junto a su hermana.

  • Comienzo sin ti de Macarena Moya Solis

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    A l bajar del avion respiro profundo, saco su movil de su cartera y se percato al encenderlo que tenia llamadas perdidas de los padres de John y de su padre, <> Lo primero que hizo al llegar al hotel, fue llamar a su padre. --?Que locura hiciste, Selene? --Papa, estoy haciendo lo que John me pidio, me dejo una grabacion, el sabia que intentaria sufrir escuchando nuestras canciones, sin embargo, lo que sono en el equipo de musica fue su voz, pidiendome un tiempo fuera, que saliera y es lo que hago. --?Pero a Escocia? Un tiempo fuera, hubiese sido tan factible aqui en Hampton o en otro estado. --El me dijo, sabia que yo queria volver a este lugar, hice lo que mi esposo queria. --Bien -suspiro- cuidate, ?ok? Por favor... si necesitas algo, me llamas y voy para alla. --Papa, estoy bien y nada sucedera, solo conocere este lugar en la maravillosa compania de Aiden. --Cuidate, y nos envias fotos. --Todos los dias. Te amo papa... nos vemos. Despues de cortar, llamo a la mama de John, para avisarle que todo estaba bien y que no habia enloquecido, sino, que seguia las instrucciones de su esposo, si, porque John es y sera a pesar de la ausencia, su esposo. De pronto se encontro pensando en Arthur, ?por que dijo eso? ?Es que se habia vuelto loco? O es porque penso que se llevaria para siempre a su ahijado, sin embargo, diciendo eso, solo lograba alejarla, ?como podia ser capaz de decir algo asi? Sobre todo, el, un hombre que es tan volatil y mujeriego como ninguno que conocio antes. De seguro que solo lo dijo bromeando. Si, definitivamente eso debio ser. Fue lo que se repitio una y otra vez. Despues de darle un bano a Aiden y darse uno ella, durmieron toda la noche. Ahora comenzaba la aventura, recorrer esa maravillosa ciudad y todas sus atracciones. El dia comenzo con un recorrido por la ciudad, coloco a Aiden en su carriola para dar inicio a su visita, como solo era un bebe, durmio todo el camino, siendo lo mejor que pudo ocurrir, ya que, Selene pudo apreciar las maravillas arquitectonicas con la que Aberdeen recibe a sus visitantes. El dia fue provechoso, pudo recorrer lugares maravillosos como el museo The Talbooth que en el siglo XVII fue una prision, cuando Aiden desperto, lo llevo hasta el museo maritimo, sin embargo, fue ella la que disfruto de todo, Aiden es tan solo un bebe que no puede apreciar bien todo su encanto, a pesar de su corta edad, le prometio en ese momento, que cuando tuviese la edad, volverian para recorrer ese majestuoso lugar. Terminando su paseo de ese dia en la catedral St. Machar's. Despues de cenar, ambos durmieron toda la noche. Al despertar, por la manana, le dio un bano que disfruto enormemente, lo preparo para salir otra vez, fijandose que su telefono tenia mas de diez llamadas perdidas de Arthur, sostuvo su movil en las manos un momento, quiso por un momento llamarlo, sin embargo, no lo hizo, sus palabras al despedirse de ella en el aeropuerto la detuvieron. Colocando a Aiden en el coche, volvieron a salir por la ciudad. Por la tarde paso a un lindo restaurant cerca de la costa, la brisa marina la hizo despejar su mente, respondio unos correos de Mark donde pedia ayuda, desesperado. Resolvio los problemas de la oficina, envio unas fotografias a los padres de John y a sus padres, tambien un mensaje a Annabelle, aunque nada para Arthur, seguia consternada por lo que dijo. Mientras estaba en el restaurant, conocio a una joven muy simpatica que se acerco hasta su mesa.--Hola, mi nombre es Elsbeht - saludo, estirando su mano para saludar, asi que Selene la tomo. --Hola, es un gusto, soy Selene. --?americana? - pregunto en su acento escoces aun mas marcado que las demas personas. --Si, de New York. --Ayer te vi paseando por varios lugares, soy guia turistica, estoy con un grupo. ?Andas sola? --Si, vine sola, yo... necesitaba cambiar de lugar. --Escogiste un lugar muy lejos, ?escapabas de alguien?, ?quizas un esposo abusador? - interrogo ella sin tapujos, hablaba como si la conociera de toda la vida. --No, para nada, mi esposo fue un gran hombre. --?Fue?… Lo lamento - se disculpo abatida. --No te preocupes, todo esta bien. --Entonces, ?andas de viaje para soportar la pena?... ?es eso? --Si, algo asi. --Me agradas mucho, fue algo a primera vista, te gustaria acompanarnos, vamos a varios lugares muy hermosos y asi no estas sola. --No, gracias, te lo agradezco, ahora voy al hotel a descansar, hemos caminado mucho. --Pero deberias ir con nosotros manana, vamos a resolver el misterio del monstruo del lago Ness. ?Vienes?… Vamos, te gustara el lugar y no estaras sola, estar solo no es bueno para el alma. Miro a la joven y por un momento penso que John la habia enviado para que no deambulara sola por toda Escocia. A simple vista, le parecio una buena muchacha, acepto su invitacion y le dejo su telefono para coordinar desde donde salian en el bus hasta el lago. Elsbeht se despidio de Selene gritando <> lo que causo mucha risa en Selene. Vio como dirigia el grupo que subio a un bello bus de dos pisos. Cuando regresaba al hotel, paso por una antigua libreria, donde lo primero que compro fue una guia de Aberdeen, luego un libro que llamo mucho su atencion, tambien compro un cuaderno de tapa de terciopelo, como un diario, que asemejaba ser muy antiguo, que fue lo que mas le gusto. Una vez que llego al hotel, escribio lo que habia vivido estos dias, sus recorridos lo que sentia respecto a John, lo simpatico que fue el encuentro con Elsbeth. Luego de pasear a Aiden en sus brazos, lo dejo acostado y ella se sento en su balcon a mirar las luces de la noche, su telefono sonaba, era Arthur, no podia dejar de hablarle para siempre, era el padrino de su hijo. Asi que, tomo el movil y digito aceptar en la pantalla. --Hola [?] pronuncio escuetamente. --Selene, por fin, ?por que no contestaste mis llamados? --?Que hora es alla Arthur? Quiero saber. --?Como?… ?La hora? ...Son las cuatro de la tarde. --Aqui son las nueve y las luces de la ciudad brillan de una manera maravillosa. --?Como estas Selene? ?Como esta Aiden? Tu padre los extrana mucho, me vino a ver a la oficina el otro dia. Ya regresaron a Hampton otra vez. --?Si?... Es lo mejor, la ciudad no es para mama. --?Estas bien? [?] pregunto suavizando su voz. --Si, estamos perfecto, hemos recorrido la cuidad y manana voy con un grupo al lago Ness. --?Que grupo, Selene?… No puedes andar con desconocidos... puede ser peligroso. --Te hubiese gustado la muchacha Arthur, es muy linda, una colorina joven, muy atractiva, estaba dirigiendo un grupo de turistas y como me vio sola, me invito - le menciono lo de la mujer para ver que sucedia con el, pero no fue lo que esperaba. --Selene, por favor, ten cuidado con quien andas y no lleves a Aiden a cualquier lugar, podria enfermar. --No le sucedera nada. --No dejes mis llamadas sin atender, por favor. --Esta bien [?] ninguno menciono lo del aeropuerto y fue lo mejor - Ahora voy a darme un bano, manana voy al lago Ness y sera espectacular, te enviare fotos. --Ten cuidado, hablamos despues... Adios, Selene. --Adios, Arthur. Arthur con su movil en la mano, camino por la oficina, estaba preocupado, Selene estaba muy lejos, le habia confesado como un tonto que la amaba, sin embargo, al parecer ella no lo creyo o solo le resto importancia a lo que decia. Sentia que la distancia lo desgarraba por dentro, lo unico que tenia de ella era la fotografia que compro, una que guardaba con gran recelo. Sintio atraccion por ella desde la primera vez que la vio, sin embargo, John se puso por delante y obtuvo su amor, no sentia rabia ni nada, sabia que John fue merecedor del amor de Selene, quizas a su lado ella solo hubiese estado una noche, para no dejar de ser ese seductor indomable que todos conocian, no obstante, ya no podia continuar asi, la queria para el, queria sentirla cerca, queria poder deleitarse con sus labios, con su cuerpo, se odiaba por sentir eso por ella, ya que su amigo llevaba muy poco muerto, aunque John le pidio que la cuidara, porque sabia lo que el sentia por Selene, era como tener su permiso, pero no, aun no podia intentar nada con Selene, eso solo la alejaria de su lado y seria para siempre. Personas maravillosas Ll ego a tiempo para subir al bus, en el viajaban matrimonios, parejas de amigos, hasta unas hermanas gemelas que hacian todo juntas, hasta viajar, por supuesto, compartir novio no estaba en lo que querian hacer juntas, lo dejaron muy en claro. El viaje fue largo hasta el lago, cuando Aiden desperto y comenzo a llorar, paso por todos los brazos posibles dentro del bus. La gente fue muy carinosa, y de todas partes del mundo. Asi fue como llegaron hasta Inverness, el lago Ness es un lugar maravilloso, y muy extenso, incluso pudo visitar los restos de ruinas del castillo Urquhart, un lugar que la cargo de energias positivas y grandes sensaciones, poder recorrer ese lugar, pasar sus manos por la pared, sintiendo las voces de los que ahi habitaron alguna vez, imaginando sus vidas, todo fue magico, fantastico, por decir lo menos. El viento daba en su rostro, vio que ahora una pareja, un matrimonio adulto paseaba a Aiden cerca de ella, de seguro despues de este paseo estaria acostumbrado a estar cargado en los brazos, miro el agua, rodeada por unas majestuosas montanas. No pudo evitar pensar en John, saco su movil viendo las fotografias que guardaba de el, sonrio al verlo tan guapo, ambos lucian felices en cada imagen. Ahora, ella no lograba sacar el dolor de su corazon, aunque lo trataba en todo momento, vivir con dolor es agotador y estresante. Solo deseaba poder tenerlo entre sus brazos o estar ahi junto a el, contemplando ese maravilloso lugar. No sabe por que, pero marco el numero del telefono del departamento en New York, cuando sono la contestadora cerro sus ojos dejando derramar unas lagrimas de dolor, la voz de John contestaba, <> oirlo fue un duro golpe, sin embargo, no podia evitar atormentarse con eso cada dia. Lo extranaba demasiado. --?Sabes? Cuando quede viuda, tenia solo cuarenta anos, mas de los que tu tienes ahora, estaba sola con dos hijos, mi esposo enfermo y murio, crei que nunca mas podria vivir, que no podria nunca mas sentir lo que senti por mi amado Peter. Duele mucho tiempo, a pesar de ello, puedes salir adelante, se puede, la vida pondra delante de ti un hombre tan maravilloso como el que perdiste, no dejes de verlo, por tu dolor puedes estar cegada y dejarlo pasar, no lo hagas. Miro a su lado y habia una mujer de unos setenta anos, que viajaba en el bus, al oirla hablar Selene no pudo evitar llorar con mucho dolor, la mujer la rodeo con sus brazos consolandola, como una madre lo hace con su hija. Le pidio que llorara, que no guardara nada en su corazon, almacenar el dolor solo provoca mas dolor, debemos soltar todo y continuar con nuestra vida. Luego de calmarse y llorar todo lo que tenia dentro, Selene se sento con su hijo en brazos para comer algo y conversar con Mary, la mujer que le dijo esas profundas palabras. --Eres joven, y tu esposo murio muy joven tambien, fuiste feliz, atesora eso, sin embargo, debes continuar. Aun es muy pronto para comenzar otra vez, pero cuando sea tu tiempo, lo sabras. --Siento que nunca podre amar otra vez. --Pero lo haras, tranquila, lo haras. --Gracias por conversar conmigo, has sido una gran ayuda, y disculpa por mojar tu hombro con mis lagrimas. --Para eso estamos, y es necesario sacar esas lagrimas a veces, es bueno. No hagas lo que yo hice, al ano que murio mi esposo, conoci un hombre, era un buen hombre, lo se, no obstante, me negue a estar con el, porque pense que no era tiempo, porque no estaba bien, por cientos de cosas. Espero por mi un tiempo, sin embargo, todos merecen vivir, y el se fue, ahora yo estoy aqui con setenta y tres anos, sola, mis hijos tienen sus vidas, y yo aqui, sola. No hagas eso, no lo hagas, vive, eres una mujer hermosa, se ve que eres una buena persona. No te dejes hundir por la pena, vive tu duelo, para que despues vivas tu vida. Las sabias palabras de Mary le llegaron al corazon, se sento con ella en el viaje de regreso, resulta que Mary era de Londres, y le dio su telefono y direccion para que cuando viajase otra vez, pudiese visitarla, ademas era una mujer muy moderna y conectada, le dio su Facebook e Instagram para estar en contacto hasta cuando pudieran verse otra vez.

  • La construccion del Estado en Espana de Juan Pro

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    El Estado es un fenomeno caracteristico de la Edad Contemporanea: aparece en el siglo XIX como resultado de la Revolucion liberal, y sustituye a la Monarquia del Antiguo Regimen. Se trataba de superar la tradicion monarquica de mantener el orden para hacer realidad la ambicion revolucionaria de transformar el pais: la Administracion publica fue el instrumento ideado para que la accion de gobierno llegara hasta los ultimos rincones del territorio, impulsando el progreso en las mas diversas actividades de una sociedad que se concebia como “nacion”.

  • Diccionario de las cosas que no supe explicarte de Risto Mejide

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  • Piensa como un artista de Will Gompertz

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    Vuelve la fresca sabiduria de Will Gompertz, autor de ?Que estas mirando?, con un libro de arte muy distinto a los demas.

  • Siempre fuiste tu, Lorena Guerra Mendez de Lorena Guerra Mendez

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    A veces, las cosas grandes tienen comienzos pequenos. Eso escuche una vez, y es cierto. El amor, no se construye en un dia, el amor verdadero, crece poco a poco y cada vez es mas fuerte y solido. Aunque a veces, ese poco a poco, lleve de por medio unos anos sin verse…
    Patricia y Alex, un nuevo significado a la palabra “amor”. ? Quieres conocerlo?
    Siempre Fuiste Tu, la novela que te hara sonar y creer en el amor eterno.

  • Los crimenes de San Andres de Teixido de Rafael Salcedo Ramirez

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    En la primavera de 1960, una pareja de recien casados franceses, Alain Pascal y Shantal Laporte, quienes recorrian en coche la gallega Sierra de Capelada, sufrieron un accidente en los alrededores de la Garita de Herbeira, cayendo su vehiculo al mar. No obstante, solo se localizo el cuerpo de Alain, iniciandose una exhaustiva busqueda de Shantal sin que se obtuviese resultado alguno. Veinte anos despues, y gracias a una secuencia encadenada de casualidades, son hallados sus restos y pertenencias personales, que asi le identificaban, en una zona boscosa aledana a San Andres de Teixido.

  • La chica que sonaba con respirar bajo el agua de Joana Arteaga

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    Jorie Sue ha huido de su casa para escapar de una vida miserable, un marido abusivo y un futuro sin ilusiones. Es joven, bonita y lista, pero esta rota por dentro.
    En su huida, encuentra refugio en la plantacion de un adusto hombre que tiene muchos problemas con los que lidiar, incluida una mocosa de nueve anos que le cae del cielo y que llega en el peor momento posible. Jorie Sue es justo lo que precisa para que todo a su alrededor no se desmorone.
    Pero, ?que pasa cuando colisionan las vidas de dos personas opuestas que se necesitan hasta para respirar?

  • Un inesperado segundo amor de Ivonne Vivier

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    Maite, una divorciada de cuarenta y un anos, organizada, pulcra, exigente y valiente, arrastra un pasado con perdidas irreparables incluyendo al amor de su vida.
    Luca es un empresario viudo de cuarenta y siete anos, quien no comprende el porque la vida lo expuso a el y a sus dos hijos a semejante dolor. Todavia no es capaz de dejar ir a la mujer que le enseno a amar, aquella a la que vio sufrir demasiado y por la que aun no se anima a continuar con su vida.
    Maite se deslumbro con la elegancia de Luca y toda su inmejorable apariencia cuando se tomo cinco minutos para admirarlo. Luca, comenzo a replantarse sus pensamientos en el mismo instante en que vio a Maite pasearse frente a el.
    Ambos se dejaran llevar por sus emociones dejando atras el pasado. Asustados y desconcertados se daran el permiso de conocerse y enamorarse, a pesar de que Piero, el hijo de el, no acepte la relacion.
    Lo que comienza como un bonito romance, se ira complicando cada vez mas.
    Maite y Luca tendran que descubrir si ese inesperado segundo amor es tan profundo como parece y si es posible salvarlo de una realidad que no se puede evitar o, por el contrario, deben dejarlo pasar y seguir cada uno con su vida.

  • Los angeles no tienen helices de Mercedes Alonso

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    ?Recuerdas ese momento en el que tu vida dio un giro de ciento ochenta grados? Olivia jamas podra olvidarlo pues, en su caso, como en el de otras muchas personas de carne y hueso, no fue una de esas etapas facilonas en las que solo falta la musica de unos magistrales violines para endulzar el gran momento.

  • El tesoro mas preciado de Rangel M. Bellerose

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    U CAPITULO 1 Presencia del Reino no de los mas bellos parajes de todo el Reino, en la provincia de Paris alla por el ano 955 D.C., bajo el dominio de Hugo el grande, fue testigo de una de las mas bellas historias de amor jamas contadas. En aquella epoca de numerosos conflictos, entre casas feudales, por hacerse con el trono de todo el territorio de los franco, en la zona occidental de lo que hoy es Francia, la casa de los Robertinos disputaban los demas territorios a traves de Hugo, el cual alcanzo la corona anos mas tarde entregandosela a su hijo, Hugo Capeto. Pero no adelantemos acontecimientos; por aquella fecha los valles de Paris eran prosperos, con grandes recursos para sustentar a su poblacion, en la aldea hacia el Oeste, junto a la orilla del rio Sena, vivia yo a mis veinte anos y trabajaba la tierra para el noble de la aldea, siempre con un gran optimismo a pesar de mi pobreza. Acabando el trabajo, siempre me dirigia de inmediato a mi casa, para seguir colaborando en ella; al caer la noche mi madre sabia que pronto entraria por la puerta de su humilde vivienda. Mis dos hermanas pequenas no desatendian a Marie, mi madre, pero los quehaceres en la construccion o reparacion de la choza recaian sobre mi, era huerfano de padre, como casi todos en aquella epoca, y las pocas horas nocturnas de las que disponia en las noches, siempre trataba de dar confort a mi familia. --Regis… ?cielo no deberias acostarte ya?--, me dijo mi madre. La oscuridad de la noche hacia ya tiempo que envolvia la aldea, apenas unos sonidos de la naturaleza rompian el silencio, no disponia de suficiente tiempo para que mi familia viviera en las mejores condiciones posibles, --acuestate tu… quiero terminar la cama de Amabel, no puedo posponerlo mas tiempo. --Ella no tiene que levantarse antes que el alba, piensa un poco en ti--, insistia ella. Una mujer fuerte y luchadora, bella hasta decir basta o al menos lo era para mi, su delgadez y pelo negro resaltaban sus verdes ojos, su tez blanca como la de todos en la aldea mostraba una piel aterciopelada; en verdad no era mi verdadera madre, yo fui acogido por esta familia cuando era un bebe, justo antes de que mi hermana naciera, si yo la llamo hermana aunque no fuera de sangre, lo era de familia. --No puedo ver a Amabel durmiendo en el suelo… dejame terminarla y luego me acuesto--, le dije.--Esta bien, pero no dejes que te alumbre el sol sin dormir nada. Amabel era mi hermana pequena, con quince anos era ya una mujer, comenzaba a atender las necesidades del hogar, ayudando en todo lo que podia a la familia, muy responsable y guapa, no podria describir cuanto la quiero, al igual que a mi madre y a mi otra hermana, Marian de dieciocho anos. El silencio atronador de aquella noche me inquietaba, ni los grillos emitian su particular ruido, tal vez fuera la presencia inminente de una tormenta o algo peor, lo cierto es que sali al exterior de mi pequena carpinteria, y vi en el cielo una luz extrana, no era la tipica de la luna reflejada en las nubes, mas bien una luz que iluminaba el suelo, que llenaba mi alma de paz, de tranquilidad, quede exhorto durante un buen tiempo hasta que desaparecio. No sabria explicar con exactitud lo visto, pero desde esa noche mis miedos abandonaron mi cuerpo, yo era alegre desde siempre, pero aquella luz en la mas profunda oscuridad me alento a ver con esperanzas el futuro. Antes del amanecer, el cielo se derrumbaba en forma de agua, una tormenta oscurecia al poderoso astro, para mi era una bendicion dado que no se podia trabajar el campo, no para resguardarnos del temporal, sino para no danar los cultivos. Unicamente encontraba descanso en esos dias grises de lluvia, en esos dias grises de tormenta, aunque debia trabajar en la carpinteria para Melendo, el noble de la casa de nuestra comarca. Cuando el alba despertaba a los gallos, era la hora de continuar el trabajo, el techo de mi carpinteria no aguantaria mucho tiempo el torrencial que caia, pero eso no detuvo a Amabel para visitarme y traerme el desayuno, lo cual agradeci, ya no solo por el acto sino por verla tan risuena y encantadora, hasta aquella luz en la noche, su bella sonrisa era mi mayor motivacion para no descansar. --Gracias por la cama--, me dijo. --Gracias a ti por el desayuno… esta noche quiero dejartela montada, espero que estes mas comoda. --Seguro que si, me gusta mucho verte trabajar la madera. --Es bonito ver lo que los troncos esconden en su interior… algun dia, cuando crezcas te ensenare a trabajarla. --Por mi bien--, dijo. Se sento sobre la estropeada mesa mientras yo comia. --?Y Marian?… ?esta ayudando a mama? --Si, tiene que hacerlo para poder ver despues a su novio… sino mama no la deja ir por agua. --Hoy le va a ser dificil ir al rio por agua, con la que esta cayendo. --?Crees que no va a ir?… el amor puede con una mojada y mas--, me dijo con su sonrisa picara. Amabel era una joven muy parecida a Marie, ella tenia el pelo rubio, pero si no fuera por eso serian identicas, sin embargo, Marian era una chica mas parecida a su padre, morena y ojos miel, con un bello rostro que ya enamoraba a muchos jovenes. --Las chicas os volveis locas por ese amor… a ver si tu no eres tan caprichosa. --Los chicos no me van a hacer que haga tantas tonterias. --Ja, ja, eso tengo que verlo--, le dije. Estuvo a mi lado un buen rato, pero a la hora de comer ya estaba en casa, las tres lo estaban preparando el caldo que nos alimentaba cada dia. Al entrar en la humilde vivienda encontre a Marian molesta con mama, --?que te pasa? --Parece ser que hoy no puedo ir al rio… ya ni llueve. --Le he pedido que se quede en casa hoy que esta la tarde tan mala, no quiero que salga, esta lloviendo y pronto no habra luz--, me contesto Marie. En el comedor solo habia una mesa de madera, sillas y al fondo la cocina de lena, la cual nos servia para calentarnos en los dias frios, --no te preocupes que yo la acompano, no temas que no le va a pasar nada. --?De verdad?… ?me vas a acompanar?--, salto Marian con una sonrisa. --Si, pero otros dias no me digas que no quieres ir cuando te mande mama. --No se la necesidad que tiene de salir en un dia tan malo--, dijo Marie. --?Tu nunca has estado enamorada?--, solto Amabel mientras comia. El alimento no sustentaba demasiado, pero al menos estaba caliente. --El amor no es como os creeis… pensamos que todo cambiara a mejor al casaros, pero solo cambia la casa donde viviras… poco mas--, dijo mama. Yo solo escuchaba la conversacion que mantenian, no me gustaba mucho hablar de esas cosas. --Papa murio muy pronto, pero si estuviera aqui, ?no te alegraria? --Solo digo que el matrimonio os traera unas consecuencias que os marcara la vida--, expuso la madre. --Ya vas a contarnos otra vez lo de la primera noche… yo no quiero saber de eso--, dijo la mayor. --Pues si piensas casarte tendras que saber de eso. --Dejalo ya mama… ella ya sabe lo que acarrea el matrimonio--, le dije al ver apenada a Marian y Amabel. Al caer la tarde, acompane a mi hermana al rio con la intencion de encontrarse con Mercero, el joven que pretendia a Marian, la llovizna no les impedia mantener la unica ilusion de sus vidas, lo unico que en esos momentos les dejaba descansar en las noches, el amor. Con mi capa me resguarde bajo un frondoso arbol, la luz abandonaba el lugar despacio, pero sin pausa, al fondo las siluetas de los enamorados me mostraban su comportamiento, una conversacion que animaba sus corazones, ese joven llevaba tiempo detras de mi hermana hasta conseguir su proposito, yo estaba muy tranquilo, le conocia desde pequeno y era un buen amigo. En aquel instante pensaba en lo pronto que Marian abandonaria el nido, lo pronto que buscaria su futuro junto a Mercero; la rafaga de viento me incomodaba y la fina lluvia mojaba mi cara, que triste era pensar en lo poco que valia una persona y en lo poco que valia una mujer, con lo amable que era, simpatica y carinosa, no podia entender que derecho tenia el noble sobre su cuerpo, acepto que seamos usados para trabajar y poco mas, pero llegar mas lejos de eso ya no era comprensible, pero aceptado entre la poblacion. Ademas, si mas de uno habia desaparecido y a nadie le importaba, que importancia tenia pasar la noche de la boda con el noble. --Ya podemos irnos--, me dijo Marian. Ni me habia dado cuenta de que se estaba acercando a mi, por unos momentos les habia perdido la vista, la mente se me fue hasta aquellos apenados pensamientos. De camino a casa mi hermana me contaba con ilusion todo lo que habia hablado con Mercero, para mi lo unico importante era la cara de Marian, su felicidad se reflejaba en su rostro, su sonrisa bajo la fina lluvia, su pelo mojado al igual que su unico vestido, la miraba y solo pensaba en cuanto daria para que nunca tuviera que pasar por ninguna mala experiencia, --me alegro que estes contenta… ?de verdad planeais casaros? --Tengo muchas ganas, el me quiere y yo a el… no quiero esperar mas tiempo… tengo muchas ganas de estar con el. --Modera ese vocabulario… no me expliques nada. --?Y tu no piensas en buscar a nadie?… se te va a pasar la edad--, me dijo. La noche ya no dejaba ver el camino, debiamos andar por inercia, sabiendo donde poniamos los pies. --No quiero enamorarme… no puedo pensar en...--, decia cuando me interrumpio. --No lo digas… ese paso lo pasamos las mujeres sin pensar en ello… no formara parte de mis recuerdos. --Eso espero… te deseo lo mejor--, le dije. Se detuvo y me miro en la oscuridad, al instante se acerco a mi y me abrazo, todo su cuerpo temblaba por el frio, pero eso no la detenia, luego busco mi mirada y me dijo, --siempre has demostrado ser el mejor hermano del mundo… vivire al otro lado de la calle… no me voy a ir lejos. --Lo se, y eso me alegra profundamente... no conozco otra vida que junto a vosotras tres, te quiero y quiero tu felicidad. Aquella mirada me produjo escalofrios, no solo por la mala noche, era la mirada de la bondad, del amor mas sincero, de todo lo que podia desear en aquellos momentos. Seguimos andando hasta llegar a la casa, no esperabamos encontrar en la aldea al sequito de Melendo, los caballeros se alumbraban con antorchas, no era costumbre salir en las noches sin un motivo importante; sobre el terrizo de las calles, los cascos de los caballos abandonaban la aldea entre rafagas de llama y viento. --?Que ha pasado?--, pregunte al vecino. --El rey, Hugo viene a la comarca y va a pasar por el camino de las piedras, Melendo ha comunicado que todos debemos estar en el camino para vitorear su paso. --?Para que viene?--, pregunte. --Eso no nos lo comunican… busca el apoyo de los feudos y las casas de nobles, ahora las guerras se ganan llenando las barrigas de los senores. --Ya… quien mas casas tenga mayor posibilidad de llegar al trono, bueno espero que no altere mucho la paz de la que ahora disfrutamos. --Tu padre dio su vida por ellos, y el mio, el de Marian y Amabel… no les importamos lo mas minimo… puedes ser su mejor guerrero que cuando pierdes la vida en la batalla, ni se acuerdan. --Nunca luchare por nadie, no pienso ir a la guerra por ellos… ojala no nos hagan elegir. --Tu vida es de ellos… y la de tu familia, no lo olvides--, me dijo. En gran parte llevaba razon, eso no iba a cambiar por mucho que lo desearamos, tal vez pudieramos conseguir algo con sus mismas armas, pero por el momento no. Al entra en casa, Marie estaba sentada en la silla frente al fuego, Amabel y Marian fueron a sus habitaciones, --?estas bien?

  • La intermitencia de Andrea Camilleri

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    La empresa Manuelli constituye un potente conglomerado que sostiene la economia de Italia y da trabajo a miles de personas. Y su director general, Mauro de Blasi, un ejecutivo que hace gala de toda la firmeza, la elegancia diplomatica y la ferocidad que exige el cargo. Sin embargo, Mauro tiene un problema: ultimamente padece una especie de <> en los que, durante unos segundos, no oye, se le nubla la vista y se queda paralizado, como si no estuviera presente.

  • Todos naufragos de Ramon Lobo

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    Un libro intensamente personal que es al mismo tiempo el retrato de una generacion. Un reflejo de la lucha por la libertad y la ruptura politica entre padres e hijos a lo largo de las ultimas decadas en Espana.

  • Besos humanos de Francisco Ferrer Lerin

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    Puede que el adjetivo que mas convenga a los relatos reunidos en este volumen sea el de <>. Pero la crueldad que los distingue no se desprende solo de la materia que muy a menudo los ocupa -atrocidades sin cuento, salvajadas sin nombre, bestialidades que hielan la sangre-, sino que tiene que ver, ademas -y sobre todo-, con la actitud del narrador, con su modo tan despiadado de tratar esa materia, de tratar al lector mismo. Como en ese monton de miembros y visceras informes en el que se reconoce sin embargo un cuerpo humano, asi tambien, en no pocas de estas piezas, se reconoce su condicion de relatos a pesar de que carecen de casi todos los atributos del genero. Tanto mayor es el impacto de su escritura directa, cargada de tension y de peligro, de suspense y de misterio, y tambien de humor. Porque el humor -un humor tan eliptico como desopilante- es el clavo ardiendo que al lector se le brinda para sustraerlo al horror que tan a menudo inunda estas paginas, repletas de crimenes, de monstruos, de pesadillas, de enormidades. De sorprendentes confesiones, ademas. Asi como de una belleza inesperada.
    Estos Besos humanos vienen a proclamar abiertamente una evidencia hasta ahora apenas susurrada: que, camuflada bajo su reputacion de poeta esquivo, de escritor <>, <>, la obra de Ferrer Lerin esconde una de las propuestas mas audaces y radicales de la narrativa espanola de las ultimas decadas. Espigadas tanto de sus diferentes libros como de su blog personal, las piezas reunidas en este volumen recorren esta faceta insuficientemente destacada de un autor en todos los sentidos politicamente incorrecto: un maestro del miedo que es a la vez, sin paradoja alguna, un seductor.

  • El Juego de Ripper de Isabel Allende

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  • Citronela de Gema Samaro

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    Despues de su ultima decepcion amorosa, Pili decidio cambiarse el nombre y ponerse Citronela, como la planta que ahuyenta a los insectos.
    El ultimo bicho al que mantiene a raya es Guillermo, el trompetista de Los Flipados del Swing, la banda con la que canta desde hace unos meses y con la que hace bolos por todas partes.
    Guillermo tiene el perfil en el que Pili se prometio que jamas volveria a caer: guapo, culo inquieto, mujeriego y trompetista.
    Y por supuesto que va a ir con su promesa hasta el final.
    A pesar de que Guillermo asegure que se ha enamorado de ella.
    Y Pili puede que tambien de el.

  • Contrato Prohibido (La fiesta prohibida 4) de Charlotte Byrd

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    Pueden tomar todo de mi, pero no pueden tomarla a ella.

  • Tierra (Elementales 2) de Maryah Well

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    Los Elementales son la raza que guarda la seguridad de los habitantes de las siete islas. Tras el nacimiento de uno de ellos, una bruja hace una profecia, pero esta no es seguro que se cumpla y, menos, si la bruja no pone de su parte para ello.
    Despues de rescatar a Samara y a su hermano gemelo Jonathan, en Isla Pyrena, Andrew debe regresar a su trabajo y terminar la proxima mision que le habian asignado en Isla Mercurio. Sin saber como, llega a rescatar y conocer a la hermana de su cunada Miriam, Anabel.

  • Un lugar desconocido de Seicho Matsumoto

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    Cuando recibio la noticia, Tsuneo Asai se encontraba de viaje de negocios en la ciudad de Kobe. Eran las ocho y media de la noche y estaba cenando con un grupo de empresarios de la industria de alimentos procesados. Asai era el encargado jefe del departamento de Alimentacion del Ministerio de Agricultura y Silvicultura. Habia llegado un dia antes junto con el director general, el senor Shiraishi, que el mes anterior habia sido ascendido desde otro departamento y no sabia practicamente nada sobre gestion de alimentos. Ambos habian estado visitando fabricas de enlatado y plantas de procesado de jamon en la region de Osaka y Kobe, y tenian previsto dirigirse a Hiroshima al dia siguiente. Aquella noche se habian reunido con algunos empresarios locales para celebrar una velada informal. El ambiente empezaba a decaer. El director general Shiraishi, que era tres anos mayor que Asai, mantenia una conversacion sobre golf con el presidente de la asociacion, sentado frente a el. Shiraishi tenia un handicap de golf bajo. Ademas, era practicamente un profesional en juegos de mesa como el go y el shogi, y su dominio del mahjong era conocido en todo el ministerio. Asai estaba sentado a su lado, bebiendo sake a pequenos sorbos mientras escuchaba al director con expresion sumisa. Consideraba que prestar atencion a la chachara de su jefe era una senal de respeto. Shiraishi hablaba en voz demasiado alta por culpa del whisky. Su carrera estaba siendo meteorica, pues habia llegado a director general a los cuarenta y cinco anos. A diferencia de Asai, Shiraishi habia estudiado Derecho en la Universidad de Tokio y era el nino mimado del viceministro, lider de una de las facciones politicas del ministerio. Antes del cambio de director, Asai habia advertido a los empresarios de que al cabo de tan solo dos anos -- quiza incluso uno y medio-- el nuevo director general seria trasladado a un ministerio de mas relevancia, y que aquel cargo no era mas que un peldano en su ascenso hacia el exito profesional, una simple ocupacion temporal a la que no tenia previsto dedicar demasiados esfuerzos. <> Los empresarios eran personas sin apenas formacion, por lo que solian dejar los asuntos practicos en manos del veterano Asai. El encargado jefe mantenia una relacion de perfecto entendimiento con ellos, pero delante del director general se esforzaba en disimularlo. En la universidad, Shiraishi habia dedicado su tiempo libre a perfeccionar pasatiempos como el go, el shogi o el mahjong, mientras que Asai era hijo de una familia humilde que habia conseguido con muchos esfuerzos graduarse en una universidad privada y ahora ocupaba un puesto en un departamento gubernamental. Ambos hombres eran tan diferentes que no parecian de la misma especie. En la sala habia unas veinte geishas. Enfrente del director general se encontraba la mas destacable. Resulto que la muchacha tambien jugaba al golf, y se habia unido a la conversacion. Su presencia frente a Shiraishi durante toda la velada, que ya se acercaba a su fin, parecia una maniobra del vicepresidente de la asociacion local de empresarios de alimentos procesados, el senor Yagishita. Al menos eso era lo que Asai sospechaba. Yagishita se dedicaba a la produccion de jamon y salchichas. De repente, alguien susurro algo al oido de Asai y este penso que se trataba de Yagishita, que se habia levantado del asiento desde donde analizaba todas las reacciones del director general. Pero no era Yagishita, sino una de las camareras del lujoso restaurante. --Tiene una llamada de su casa --dijo la muchacha en voz baja. Asai no se levanto enseguida. Salir precipitadamente habria sido una falta de respeto para con el director general. Para ganar tiempo, cogio el vaso de sake de la mesa y bebio un sorbo. Mientras fingia interesarse por la conversacion de su jefe, se pregunto cual seria el motivo de aquella llamada tan tardia. A pesar de que solia viajar bastante por trabajo, su esposa Eiko casi nunca le llamaba, y con ellos no vivia nadie mas. Cuando tenia previsto hacer un viaje largo, su mujer invitaba a su hermana pequena a casa para que le hiciera compania. Aquel viaje iba a durar cinco dias, asi que su cunada debia de estar con ella. Una llamada de Tokio a aquellas horas de la noche no presagiaba nada bueno. Si bien era cierto que no habia pisado el hotel en todo el dia, ?que podia ser tan urgente como para que Eiko, que casi nunca le llamaba, se viera obligada a localizarlo en el restaurante? No podia ser un asunto domestico trivial que se le hubiera ocurrido consultarle precisamente entonces. Despues de aproximadamente un minuto, Asai se levanto en silencio del cojin donde estaba sentado sobre sus talones. Su jefe estaba de espaldas a el, enfrascado en su conversacion con el vicepresidente. Al incorporarse, la geisha le dirigio una rapida mirada de soslayo, pero enseguida volvio a centrar la atencion en Shiraishi. Saltaba a la vista que aquella muchacha, de veintisiete o veintiocho anos y la cara perfectamente ovalada, era del agrado del director general. La camarera, que lo estaba esperando en el exterior de la sala de banquetes, condujo a Asai a traves de un pasillo. Despues de doblar dos equinas llegaron a una cabina telefonica. A traves de la puerta de cristal se veia el auricular descolgado. --Hola, soy yo --dijo Asai, pero nadie le respondio. Se le acelero el pulso. Al otro lado de la linea se oia un murmullo de voces, pero eran demasiado lejanas para descifrar lo que decian. Oyo a una mujer que sollozaba muy cerca de su oido y reconocio a su cunada Miyako. No podia decirle nada porque estaba llorando. --?Que ha pasado, Miyako? --pregunto Asai con un ligero temblor en la voz, temiendo que a Eiko le hubiera sucedido algo y no hubiera podido llamarle en persona. --Eiko ha… --Asai no entendio el resto de la frase. Su cunada estaba tan alterada que era dificil decir si estaba riendo o llorando. Entonces le parecio que habia dicho <>. --?Como? ?Que has dicho? --Ha muerto. Ha sido muy repentino. --?Ha muerto? ?Estas segura? --Una camarera paso por detras de la cabina, pero la puerta de cristal estaba firmemente cerrada y la chica ni siquiera reparo en el--. ?Cuando ha sido? Una fuerte oleada de sollozos ahogo las palabras de su cunada durante un buen rato. --Hace tres horas. ?Su mujer llevaba tres horas muerta y el no lo habia sabido hasta ahora? Tres horas antes acababa de entrar en el restaurante. Antes de salir de Tokio habia anotado para Eiko y Miyako su agenda de actividades previstas y los nombres de los hoteles en los que se alojaria. Miyako debia de haber llamado al hotel, donde le habrian dado el numero de telefono del restaurante. Aun asi, habria podido localizarlo inmediatamente. Asai penso que debia de haber sido un accidente: aquello justificaria el retraso en darle la noticia. Ademas, su mujer debia de haber muerto fuera de casa. De lo contrario le habrian avisado enseguida. Aunque la hubieran llevado al hospital, alguien le habria llamado mucho antes. --?Ha sido un accidente? --pregunto. --Soy yo --le respondio una voz diferente--. No, no ha sido un accidente. --Era el padre de Eiko. Incluso el, que vivia en Hachioji, habia tenido tiempo de llegar a su casa--. Se le ha parado el corazon. Ha sido muy repentino. --Un ataque de tos distorsiono la voz turbada de su suegro, de setenta anos--. Estaba en la calle. Ha sufrido un infarto y ha entrado precipitadamente en la tienda mas cercana. La duena ha llamado a Miyako, que ha ido enseguida en taxi, pero ya era demasiado tarde. --Ya veo. ?Y ha sido la duena de la tienda quien ha llamado a la ambulancia? --pregunto Asai, haciendo un esfuerzo por dominar sus emociones. --En realidad, habia una clinica de medicina general a unos doscientos metros y enseguida ha ido un medico. Pero su corazon ya habia dejado de latir. Eiko estaba delicada del corazon. Dos anos antes habia sufrido una angina de pecho. --?Donde esta ahora? --La han traido a casa hace una hora. Miyako ha llamado a tu hotel para preguntar donde estabas. --Parecia que su suegro intentara excusarse por haber tardado tanto en avisarle. A traves del auricular oia llorar a Miyako y a otra persona, que le parecio el hermano pequeno de su mujer--. ?A que hora llegaras? --Los trenes bala ya no circulan a esta hora. Si consigo llegar a tiempo al aeropuerto, volvere en avion. Si no, tomare el tren nocturno que llega a Tokio manana por la manana. --Te estaremos esperando. En fin, es una tragedia. Procura… --Su suegro seguramente iba a decirle que procurase mantener la calma y regresar a casa sano y salvo, pero la voz se le quebro. Casi parecia que le pesara mas el hecho de haberle fallado a su yerno avisandole tan tarde que la muerte de su propia hija. Asai salio de la cabina e hizo una sena a una camarera que pasaba por el pasillo. --?Hay algun avion que vuele a Tokio esta misma noche? La muchacha se arremango una de las mangas violeta del kimono que llevaba y consulto un pequeno reloj de pulsera. --Son casi las nueve y diez y el ultimo avion despega a las nueve y media, asi que me temo que ya no le da tiempo a llegar al aeropuerto de Itami. --El restaurante tenia muchos clientes de la capital, por eso el personal conocia de memoria el horario de los vuelos--. ?Necesita regresar ahora? --Si. ?A que hora sale el expreso? --Hay uno que sale de Sannomiya a las diez y cinco y llega a Tokio manana, sobre las nueve y media. --Pues tomare este. ?Puede llamar a un taxi? --?Para una persona? --Si, regresare yo solo. Es una emergencia. Mientras recorria el pasillo de vuelta a la sala de banquetes, decidio pedirle al vicepresidente Yagishita que atendiera al director Shiraishi. No podia pedir al ministerio que enviaran a un sustituto, asi que su jefe tendria que completar solo los dos dias de visitas que todavia tenia por delante. Un hombre como el, al que le gustaba darse aires de importancia, se sentiria humillado viajando sin acompanante. Se planteo pedir un sustituto a la delegacion de Hiroshima, pero descarto la idea porque le parecio irrespetuoso dejar al director general y a los empresarios con alguien que no fuera de la sede del ministerio. A pesar de la conmocion de haber perdido a su mujer de forma tan repentina, Asai estaba completamente centrado en resolver los asuntos del trabajo. Cuando volvio a la sala de banquetes ya habian servido el ultimo plato. Su jefe estaba dando buena cuenta de un cuenco de arroz con besugo y te verde. La geisha seguia entreteniendolo. Despues de que Asai le hiciera una reverencia a Shiraishi y se sentara, la muchacha le pregunto si queria arroz con besugo y te verde o preferia arroz blanco. Asai detecto en el rostro de perfil de su jefe un ligero malestar por su prolongada ausencia. Mientras sujetaba el cuenco caliente de arroz con la punta de los dedos, pensaba en la mejor forma de exponerle el asunto. No tenia tiempo que perder. La voz llorosa de Miyako todavia resonaba en sus oidos. Asai volvio a dejar encima de la mesa el cuenco que acababa de levantar, se arrodillo y se acerco a su jefe. --Senor Shiraishi, le pido disculpas de antemano --le susurro al oido. Su jefe se inclino en su direccion, frunciendo la frente para indicarle que lo escuchaba--. Me gustaria pedirle que este asunto no trascendiera al resto de los invitados. --La velada no estaba tan animada como a la hora del aperitivo, pero la conversacion continuaba viva--. Acabo de recibir una llamada de Tokio, desde mi casa. Parece ser que mi esposa ha fallecido repentinamente. --Shiraishi se inclino un poco mas con expresion confundida, como si no hubiera entendido bien la palabra <>--. Ha sufrido un infarto hace tres horas. La palabra <> si que llego a sus oidos con claridad. El director general abrio los ojos como platos y dejo el cuenco de arroz encima de la mesa. Su mirada se paseo por el comedor y finalmente se detuvo en el rostro de Asai.--?Estas seguro? --pregunto en el tono grave que la situacion requeria. --Me temo que si --confirmo Asai en un murmullo--. He hablado con mi suegro y mi cunada. --?Estaba enferma? --inquirio su jefe, bajando la voz como habia hecho Asai. --No, gozaba de buena salud. Se ve que ha empezado a encontrarse mal en la calle, ha entrado en una tienda cercana y ha muerto en el acto. --!Cielo santo! Como Asai le habia pedido la maxima discrecion para que la triste noticia no trascendiera, su jefe se limito a agachar ligeramente la cabeza. Su irritabilidad muto inmediatamente en una expresion en la que se mezclaban la compasion y el nerviosismo. --Debes volver a Tokio ahora mismo --le ordeno en voz baja. --Si, senor. Lamento no poder seguir siendole de ayuda en este viaje. --No te disculpes, no importa --dijo Shiraishi, y consulto su reloj--. A esta hora ya no saldran mas aviones. --No. --?Sabes si todavia hay trenes? --Le he preguntado a una de las camareras y me ha dicho que hay un tren nocturno que sale a las diez y cinco. --No tienes mucho tiempo. Mas vale que te vayas, me las arreglare solo. --Muchas gracias, senor. Lamento las molestias que le estoy ocasionando. --En absoluto. No te preocupes por mi. Los representantes de la industria de alimentos procesados seguian comiendo y bebiendo ajenos a todo, pero lanzaban alguna que otra mirada de curiosidad a los dos hombres que hablaban en susurros. La geisha habia tenido la discrecion de no entrometerse y estaba conversando en voz baja con una de sus companeras. --De acuerdo. Gracias, senor. --Ire a ofrecer mis condolencias a tu familia en cuanto regrese a Tokio. --No sera necesario, senor… Se lo agradezco mucho, pero se que esta muy ocupado. --En cualquier caso, sera mejor que te vayas. Ya encontrare el momento adecuado para decirselo a los demas. --No hace falta que se moleste. Llamare al vicepresidente Yagishita para que salga al pasillo un momento y le pondre al corriente yo mismo. El informara a los demas. --Entendido. El director general acepto sin vacilar, como si lo aliviara saber que no tendria que ocuparse el mismo de comunicar a los demas el infortunio sucedido en el hogar de su subordinado. --En cuanto al resto del viaje, senor, podria pedirle al director de Asuntos Generales de la delegacion de Hiroshima que le acompanara en sus visitas. Si esta usted de acuerdo, le dire a Yagishita que tome las disposiciones necesarias. --No te preocupes por nada, me las arreglare solo. --Pero habria que zanjar los asuntos pendientes… --Tranquilo. Anda, vete. Todavia tienes que pasar por el hotel para recoger tus cosas, ?verdad? --Si. En ese caso, senor, sera mejor que me vaya. A esas alturas, todo el mundo habia advertido ya que ocurria algo excepcional. Cuando Asai se levanto del cojin, treinta pares de ojos se posaron sobre el. Asai le hizo una sena a Yagishita con la mirada y salio al pasillo. El hombre lo siguio inmediatamente. El vicepresidente se quedo perplejo al oir la tragica noticia. Para no perder mas tiempo, ambos hombres hablaron mientras caminaban hacia la puerta de salida. --Me ha parecido raro que empezara a cuchichear con su jefe nada mas regresar, pero jamas habria imaginado que se tratara de algo tan espantoso. No se que decir… Yagishita agacho su cabeza calva y le hizo una profunda reverencia a Asai. --Gracias. Para mi tambien ha sido muy inesperado. --Naturalmente. Es una autentica pesadilla. Los demas tambien se sorprenderan mucho cuando se enteren. --No me ha parecido apropiado anunciar una noticia tan triste durante la cena. ?Lo haras tu cuando encuentres el momento adecuado? --Faltaria mas. Pero aqui no tiene por que guardar las apariencias, senor Asai. Nos conocemos desde hace mucho tiempo, esta usted entre amigos. No se preocupe, avisare a los demas. --Me gustaria pedirte otra cosa. Cuando yo me vaya, el director general tendra que seguir viajando solo. No habra nadie que lo acompane. Si tuviera que venir alguien del ministerio, ya no llegaria a tiempo, pero he pensado que tu podrias llamar manana por la manana a Asuntos Generales de la delegacion de Hiroshima y pedirle al director que vaya a recibir al senor Shiraishi a la estacion y lo acompane en mi lugar durante el resto del viaje. --Por supuesto, no hay problema. Asi lo hare. Pero no tiene por que pensar en estas cosas en un momento como este, senor Asai --observo Yagishita en tono compasivo. --Debo hacerlo, es mi responsabilidad. Tengo que asegurarme de dejarlo todo bien atado. No puedo permitir que los asuntos personales me distraigan del trabajo. --Pero esto no es un asunto personal cualquiera, !su esposa ha fallecido! Es completamente distinto. --Aun asi, hay que saber distinguir lo laboral de lo personal. El senor Shiraishi se quedara solo, y no le gustara dar esa imagen. --Bueno, supongo que tiene razon, pero… --?Me haras ese favor? --Si, de acuerdo. Espero que tenga un buen viaje de vuelta. Asai se detuvo un instante y se inclino hacia el oido de Yagishita. --?Que opinas de la muchacha que esta sentada enfrente del senor Shiraishi? ?Crees que podria surgir algo mas entre ambos? Yagishita se quedo atonito ante la pregunta de Asai. --Senor Asai, ?de verdad le preocupan esas cosas en un momento como este? Asai no salio de su estupor hasta mas tarde. Mecido por el traqueteo del tren nocturno, sin poder dormir, se dio cuenta de que se le habia olvidado preguntar donde estaba Eiko cuando habia sufrido el infarto.