• alas amor - Marisa Citeroni

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    El sentimiento mas poderoso es el amor, esta presente en cada acto, en cada demostracion, en cada palabra, en cada instante de la vida misma.
    En las historias aqui contadas, se habla de este amor, reflejando personas que luchan por aferrarse a este sentimiento.
    Mujeres que no entienden de mandatos ni preceptos, solo de pasion.
    Hombres que necesitan llenar sus almas vacias y no vacilan en hacerlo incluso en contra del mundo que se opone a ello.
    Protagonistas que se enfrentan de forma incansable con quienes no pueden aceptar que es simplemente eso: amor puro, egoista, desenfadado, obsesivo, pero tambien tierno, carinoso, dulce. Solo amor.

  • 56. Las Alas del Amor (La Colección Eterna de Barbara ...

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  • En alas del amor Tapa blanda – 9 mayo 2018 - Libros ...

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    EN LAS ALAS DEL AMOR (Libro en papel) ; Materia: Literatura y ficción ; ISBN: 978-84-671-6160-1 ; Páginas: 320 ; Encuadernación: RUSTICA ; Colección: VARIAS.

  • EN ALAS DEL AMOR - MIGUEL LOZANO MARTINEZ - Agapea

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  • LIBRO: SOBRE LAS ALAS DEL AMOR | TIENDA FECP

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  • En las alas del amor - Libros De Mario

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  • Torquemada en la hoguera de Benito Perez Galdos

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    Torquemada en la hoguera. Benito Perez Galdos

  • Como besar a un canalla de Amanda Mariel

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    Un malentendido que rompe los lazos de la amistad, impulsa a lady Natalie a encontrar el amor de su vida.

  • Dispara, yo ya estoy muerto de Julia Navarro

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  • Las Hijas de Tara de Laura Gallego

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  • Animal de nieve de Dara Scully

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    Llego con el galope de los caballos. Los animales habian comido de su mano, habian lamido aquellas palmas blancas, hermosas: palmas hechas para la caricia. Las alumnas lo vieron desde los dormitorios. Desde las ventanas: los ojos calientes de la casa. De pie, algunas ya vestidas, otras todavia en camison, los pies desnudos, frios sobre el suelo de madera. Tenian la vista clavada en el hombre desconocido. Quien seria, se preguntaron. Quien seria aquel hombre que tocaba a los caballos con sus manos delicadas, que se quitaba luego el sombrero en un saludo correctisimo. Tal vez un ministro, se dijeron, o un predicador; sin duda alguien de importancia, pues ahi estaba Miss Bell, erguida, rigida como su baston: una mujer de negro. La expectacion ascendia en los dormitorios. Pronto lo perderian de vista, entraria en la casa, su casa, su colegio. Seguiria a Miss Bell por los pasillos, por los rellanos silenciosos, entraria tal vez en su despacho. ?Para que?, se preguntaban. Una de las maestras va a casarse. Tal vez nos deje Miss Stone, que tiene el rostro blanco de las novias. Las alumnas especulaban. Un hombre habia penetrado en sus dominios, en su colegio de paredes de piedra, de entramados de flores en los jardines. ?Acaso se aventuraban a decirlo? ?Era tal vez un maestro? ?Se atreveria Miss Bell a dejar que un hombre ensenara a las muchachas? Frederic permanecia en silencio. Habia dejado atras un hilo de pisadas suaves, un rumor en la gravilla. No habia visto a las muchachas en las ventanas. Podria haber alzado la cabeza, mirarlas: rostros pequenos como flores tras los cristales. Pero seguia con la vista a la mujer que cojeaba. Su baston acompasaba el movimiento de su cuerpo. Le recordo a un fantasma que habia conocido una vez, en un tiempo apenas perceptible. Ella tampoco hablaba. Se habia presentado con educacion; habia en sus gestos una elegancia solapada, cierta nobleza en los rasgos afilados, en sus manos. Alguien habria dicho: no es solo una profesora. Una directora de un colegio para ninas. Un animal dormido la poseia. Habitaba en su cojera, acentuada en las escaleras que llevaban al ultimo piso. Quiso preguntarle su edad. Quiso saber, aquella primera vez, ante la mirada ciega de las muchachas, cuando se habia quedado coja. Si se habia caido de un caballo. Si habia sido la enfermedad o una rotura mal curada. Pero el silencio se habia vuelto movedizo. No hubiera podido hablar, aunque lo deseara. Estaba alli, denso, caliente, un silencio que ascendia por la casa. Una palpitacion muda de las voces de las ninas, de las maestras, todo detenido ante el paso irregular de quien guiaba la vida del colegio. Era un lugar sobrio. Los pasillos estrechos se abrian a las aulas. Dijo que se las ensenaria luego, cuando se hubiera acomodado. ?Llegaria su equipaje al mediodia? Algunas de las maestras ya se habian instalado. Le senalo las escaleras, el tercer piso: los dormitorios. Alli las alumnas cuchicheaban. Una de ellas, alta, de gesto altivo, observaba desde la balaustrada. Luego les relataria como Miss Bell habia guiado al hombre por el colegio. Imaginaria el paso desigual, la voz grave, el gesto amplio de la mano ante las cosas. Imitaria con perfeccion sus movimientos. Era sin duda un maestro, de geografia tal vez, quizas un refuerzo para las matematicas. Un maestro joven, de mirada diafana. <> Las ninas sonaban con los amantes. Sonaban con las novias, con Miss Stone, que llevaba un anillo dorado. Pero la muchacha se conducia con misterio. Habia visto mas de lo que contaba, y lo que decia se alteraba a traves de sus palabras. Podia ser todo lo que ellas imaginaran. Un caballero, un religioso, un hombre del mal. Lo que ella dijera seria aceptado por las muchachas aun descalzas, aun vestidas de blanco nocturno. Tenia el poder de la que ha visto, dominaba la ceguera de las otras. <>, les dijo. Y ellas empezaron a vestirse. Lo dejaron con la promesa de la comida. El cuarto era pequeno, desnudo; la luz aniquilaba su misterio. Veia el jardin desde la ventana. Un parterre de flores se acomodaba ante sus ojos. Al fondo, los sauces cercaban la casa, la hierba todavia humeda de rocio, fresca. Imagino sus paseos por aquel jardin cuidado, la lectura entre los sauces. De nino disfrutaba leyendo en los jardines. Aspiraba el aroma de las flores, la tibieza de la hierba; sus manos acariciaban la tierra con el cuidado de quien toca a un animal pequeno. Supo que aquel jardin lo acogeria. A diferencia de la casa, de las alumnas todavia invisibles, aquel jardin le resultaba conocido. Lo habia habitado antes, en otra vida, en otro tiempo feliz y escurridizo. Comio en su cuarto, en el escritorio que daba a la ventana. Una mujer joven le trajo una bandeja. Le dijo que pronto subirian su maleta, el baul pequeno y anticuado. El se habia quitado la chaqueta, se habia desatado los zapatos. El viaje habia sido largo. <>, le pregunto. Un cierto bullicio se habia apoderado de la casa. Las muchachas, uniformadas, calzadas ya con sus botas relucientes, cruzaban las estancias, se reconocian de nuevo, volvian a la vida del colegio. Habian pasado alejadas un verano entero. Habian aprendido palabras nuevas, tenian cosas que contarse. A el le daban jaqueca. Aquella voz caliente, unisona, trepaba por las paredes de la casa. Tomaria la cena en su cuarto. Comeria en la quietud de aquel reducto pequeno, aquel espacio blanco, limpio. Se enfrentaria a ellas a la manana siguiente. Desperto temprano, antes que la casa. En el jardin se intuia el otono; los sauces ondulaban sus ramas con el viento. El dia seria fresco. Atras quedaban el verano, las fresas maduras sobre la mesa, los largos banos en el rio. El colegio se plegaba sobre el frio, comenzaban a encenderse las chimeneas, las estufas. Pronto pasearian con mitones. Las capas largas de las ninas rozarian las hojas, la hierba a punto de escarcharse. Un invierno prematuro se intuia en los parterres. O tal vez era su propia debilidad. Su miedo creciente a haberse equivocado. Estaba en un colegio. A los treinta y seis anos ensenaria musica por primera vez. Dejaria atras las ensenanzas basicas, la botanica, el algebra, el estudio meticuloso de la ciencia. Aquello que le habian ensenado se disipaba. Tocaria como cuando era nino, ensenaria escalas, tal vez no ensenara nada en absoluto. ?Que sabrian las alumnas de musica? ?Habria alguna virtuosa entre ellas? En realidad no le importaba. Las ninas se mantenian alejadas, su voz habia enmudecido. Estaba alli como podia estar en cualquier parte, atento solo al trazado de las nubes en el cielo. Un ultimo lugar al que aferrarse, aquel colegio, aquella musica que le habia sido devuelta tras anos en la sombra. Habria preferido desayunar en su cuarto, pero aquella mujer joven de la vispera le pidio que la siguiera. Las maestras desayunaban en el comedor pequeno. Eran de edades variadas, de rostros serenos, agrietados algunos, lisos como el de las muchachas los mas jovenes. Habia un solo hombre entre ellas, anciano, ajeno sin duda a la ensenanza. No pregunto por el. Tampoco por Miss Bell, que se encontraba ausente. Las maestras mas mayores le tendieron la mano, saludaron con una educacion uniforme, aprendida tras largos anos en el colegio. Tambien su voz resultaba similar, de inflexion clara; la voz de quien gobierna multitudes. Las imagino ante las alumnas, algunas severas, otras sumisas, domadas por sus criaturas. No reconocio ningun rostro de la calle en ellas. Aquellas mujeres crecian en las escuelas, en los hospicios; caian luego en manos del colegio y alli acababan de formarse. Poseian una mirada comun; los muros de la casa las aislaban. Quizas habian sonado con viajar, con amar a hombres o a mujeres; tal vez lo hicieran todavia, tendidas sobre el lecho blanco, virginal, abiertos sus ojos a la noche. Imagenes de playas amplias o reuniones jubilosas, cualquier cosa que no fueran ninas malcriadas. --Asi que sera usted nuestro profesor de musica --le dijo una de ellas.

  • Siempre te mirare (Mirame 3) de Marissa Cazpri

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    ?Quieres saber mas sobre Paul, Marina y el hijo de ambos? Aqui teneis un pequeno retazo de su vida en Londres.

  • Olas en Australia de Erina Alcala

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    Nora Duran, se llamaba asi porque a su madre le encantaban las novelas romanticas y tenia una escritora famosa que le gustaba con ese mismo nombre. Y cuando tuvo a su hija, ya tenia cerca de 40 anos. A ella, Pilar Benitez, madre de Nora y a su padre Alvaro Duran, que no se casaron precisamente jovenes porque habian tenido relaciones largas con otras parejas, se conocieron mas alla de los treinta anos y se enamoraron perdidamente, y, ademas, les costo tener un hijo cuando decidieron tenerlo. Vivieron cuatro anos juntos, y despues se casaron, pero el nino no venia, y al final vino Nora, una pequena morena de ojos color miel claros, de nariz pequena y de pequena era preciosa, una munequita. Asi que ahora que tenia 24 anos sus padres se acababan de jubilar, tenian 65 anos e iban a disfrutar de su casa de Almeria y sus playas, donde vivian. Habian sido funcionarios en el ayuntamiento de Almeria, y ella, Nora, habia estudiado una carrera en Granada, Interpretacion y Traduccion de Ingles y Aleman. Y queria viajar fuera, a Australia. Habia visto unos programas en la universidad antes de volver a casa. Su intencion era sacarse el master y prepararse oposiciones para dar ingles, aunque sabia aleman ya que estuvo en Berlin un ano de Erasmus. Y trabajaba en los hoteles de Almeria, en la recepcion, los veranos y ganaba un dinerillo. sobre todo, para ir ahorrandolo para el master. Trabajaria ese verano y haria el master, sin embargo, al ver el programa en el panel de corcho de la universidad se llevo uno. Era una empresa que se llamaba Australia Center, una agencia especializada en intercambios con Australia. Le llamo la atencion y estudio a fondo todo. Ese verano, tenia que hacer cuentas cuando terminara los hoteles y si queria solicitar plaza para el programa debia hablar con sus padres. Porque alli, se estudiaba por semestres y el primero empezaba a mediados de febrero. Sin embargo, nada mas acabar la universidad, su abuela materna, la unica que le quedaba de abuelos murio de repente. Y fue un palo para todos, vivia en su casa con sus padres, aunque tenia una casa, cerrada en Almeria. La casa se la dejo a su hija y el dinero a su nieta Nora, que no esperaba nada. Su madre se alegro porque ellos no necesitaban el dinero. Sin embargo para ella fue una suerte a costa de la muerte de su abuela. Hubiese querido que fuese de otra manera conseguir ese dinero. Poco mas de doscientos mil euros y la casa otros tantos que vendieron sus padres. -Hija me alegro de que la abuela te haya dejado el dinero. Asi puedes hacer el master que querias y las oposiciones y no trabajar. Y entonces esa noche cuando estaban juntos, Nora les enseno el libreto de la empresa de intercambio. Los padres la leyeron... -!Pero hija, ?A Australia? -A Sidney, es una buena universidad, tengo algo de dinero ahorrado, lo de la abuela y lo que trabaje el verano, si pudiera que darme hasta despues de las Navidades en el hotel, ganaria mas, puedo hacerlo. Alli, trabajaria 20 horas a la semana, que seran unos 1600 dolares australianos, tendre al menos para la casa y parte de los gastos, si ahorro bien. No puedo trabajar mas. Es lo que pone, no puedo trabajar mas de 80 horas al mes. -?Y donde vas a trabajar? -Tendre que buscar trabajo. Aunque creo que a ellos te buscan algo dependiendo de tus cualidades. -?Pero sabes lo que necesitas para irte? -Si, lo se, papa. -Son dos matriculas si quieres hacer el master para dar ingles y el postgrado, las matriculas son un dineral. Pasaporte, dinero debes tener para entrar al pais, seguro de salud, viajes, un examen medico... -Pues si que piden, las matriculas, una visa...- Dijo La madre. -Bueno, el pasaporte lo tengo, y dinero tambien. Voy a ver si consigo beca, voy a solicitarla, aunque es complicado. Pero son solo dos anos. -Dos anos... -!Madre mia hija, en el fin del mundo! -Intentare ahorrar todo lo posible, solo son matriculas y libros, es parte de intercambios, no tengo que pagar nada mas. Y podre venir al final de cada curso, unos dias a veros. -?Estas segura de que quieres irte hija? -le dijo el padre. -Si, me gustaria. En dos anos me traigo el master y un postgrado y quien sabe quiza pueda quedarme a dar clases alli o ya vengo para las oposiciones. Me vendra bien para el idioma para todo, salir, va gente de todo el mundo. !Mirad la universidad que bonita! -?Y cuanto cuesta un apartamento? ?O te quedas en familias o en residencias de estudiantes? -No, quiero mi propio apartamento, cerca de la universidad, unos mil dolares. -!Madre mia! Hija, que caro... -Un euro aqui es mas que un dolar australiano, aunque la vida es mas cara, estamos a la par, solo que gano mas, pero quiero intentarlo. -Bueno, ya tienes 24 anos, puedes hablar con la empresa y que te comenten todo. ?Hay en Almeria? -Si, manana voy a verlos. Hay una sucursal aqui. No se que te cobraran por hacerte todas las gestiones. -Esta bien. Te enteras bien de todo. -!Ay, Dios! Tan lejos mi nina... -Mama tengo 24 anos, un master de la carrera y todo el mundo se independiza. -Pero tu te vas al quinto pino. -Asi estareis de novios. -Dejate tonta. Te echaremos de menos. -Pero si llevo cinco anos fuera de casa... -No es lo mismo, Granada esta al lado, pero venga, sal al mundo ahora que eres joven. -Gracias os quiero. Manana me entero de todo. Al dia siguiente, se fue a la empresa que llevaba este tipo de intercambios a informarse, le dijeron que becas daban muy pocas y que como era un tipo de intercambio, solo tenian que pagar la matricula. Aun asi, la echaria por si acaso. Le dieron toda la informacion y quedo en ir al dia siguiente cuando lo hablara con sus padres y preparar todo lo que necesitaba. La directora del centro le dijo que quedaban pocas plazas si queria ir, tenia que darse prisa, porque en agosto se cerraba el plazo, debia irse a buscar casa, al menos una semana antes, ya que empezaban las clases a mediados de febrero. Pero tenian que acordar con la universidad todo. Y estaban ya en julio. Ese verano, iba a trabajar en hoteles. Tenia lo de su abuela y lo suyo y muchos documentos que preparar. Se sento con sus padres a cenar y tras quitar la mesa ella expuso todo cuando necesitaba para irse, y lo que queria hacer y lo que necesitaba preparar. -?Estas segura de lo que vas a hacer Nora? -Si mama, quiero irme. Si puedo venir en verano del ano que viene, vengo, si no , vendre al acabar, depende. -Esta bien hija a ver, ?que tienes pensado hacer? -le dijeron. -Voy a hacer un curso de postgrado en la universidad de Sidney y uno para dar clases, un curso universitario a la vez, duran dos anos y puedo dar clases en cualquier universidad privada o publica. Ingles se, necesito una visa, que la tengo, el pasaporte, dinero. El centro nos proporciona un seguro de salud que tengo que pagarlo, completo o con algunas necesidades, pero lo cogere completo. Ellos te orientan, pero tu pagas y a ellos tambien. Pero al menos lo llevas todo hecho. -Si, tienes dinero. Y si te falta, te podemos dar algo. -Tengo que pagar las tasas, las matriculas, un documento del consulado y me hacen un pequeno examen de ingles y me orientan sobre donde quedarme. Si quiero me buscan apartamento, que les voy a decir que si.

  • Hablemos de nosotras de Carlota Corredera

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    Nunca se habia hablado tanto de feminismo. Nunca se habia hablado tanto de igualdad. Nunca se habia hablado tanto de nosotras.

  • Ahora y siempre de Nora Roberts

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    Mientras Daniel MacGregor, el fundador de la dinastia MacGregor, yace en una cama de hospital luchando por su vida, su esposa, Anna, recuerda el pasado: como Daniel vio en ella al amor de su vida y se convirtio en su mayor reto conquistarla y convertirla en su mujer para vivir juntos una historia de amor que durara toda la vida...

  • Noche de fuego de Colin Thubron

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    Desde las primeras paginas de esta novela se nos desvela el final que aguarda a sus protagonistas, siete inquilinos de un mismo edificio de apartamentos--el casero, un pastor anglicano, un neurocirujano, una entomologa, un fotografo, un nostalgico de la infancia y un viajero--que perecen entre las llamas que provoca un cortocircuito. En sus ultimos instantes, los ocupantes del edificio rememoran episodios significativos de sus vidas; siete individuos que simbolizan en realidad siete aproximaciones al alma humana.
    Con un lirismo incomparable y un lenguaje cristalino y hermoso, Colin Thubron recrea la compleja trama de los recuerdos para salvarlos de las llamas.

  • Deliciosa amnesia de Emilia V

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    Voy en camino --dije, tenia ambas manos en el volante y la pieza del Bluetooth en mi oido. --Date prisa, por favor --contesto mi padre en voz baja--. Algo no esta bien, Evan. Hay una mala... --Se interrumpio--. Y no se... --Papa se quedo completamente callado, quite las manos del volante y me estire en el asiento. --?Papa? ?Papa, hola? ?Puedes oirme? Pero ya no estaba. Y yo, me encontraba atrapado en un ferry camino a Nantucket sin nada mas que preocupacion por esa llamada. Eso no era propio de el. Mi padre era una roca. Mentira, ni siquiera era una roca, era acero. El hombre me habia criado, por el amor de Dios. En toda mi vida nunca me habia pedido ayuda, y ahora, el dia que me pide ir a conocer a mi nueva madrastra y hermanastra, me hacia esa llamada ?Sonaba asustado? ?Donde estaba su rudeza habitual? Saque el auricular de mi oreja, lo que hizo que me picara instantaneamente. --Ahhhhh --grite frustrado, y lo arroje al asiento del pasajero de mi Audi. Abri la puerta y sali del auto para buscar a alguien que me explicara que diablos estaba pasando. Un tipo con un uniforme de marinero cursi se paseaba entre los demas vehiculos, observando y anotando las matriculas en un portapapeles y sonriendo a la gente sentada dentro de ellos. --!Hey, tu! --grite. Varias cabezas se voltearon hacia mi. El marinero tambien levanto la vista --. Si, tu, ?cuanto falta para que esto termine? --Quedan quince minutos de viaje, senor. --Quince minutos --Saque mi billetera y se la menee como si fuera una delicia--. Que sean cinco y te dare mil dolares. El hombre volteo los ojos de tal manera que solo se veia lo blanco de ellos. --?Senor? ?Tartamudee? --No, senor, pero me temo que no puedo cambiar el rumbo ni la velocidad del ferry. Esta en nuestra pagina web, senor. El viaje dura dos horas y quince minutos, en total. --Dos mil dolares --le conteste igualmente, y saque algunos billetes para probar que hablaba en serio. La suave brisa, el olor del oceano, la hermosa vista del dia en este verano, todo se me escapaba. --Senor, no puedo hacer que el ferry vaya mas rapido. Tendra que esperar --dijo el hombre. Bueno, esa era la primera vez que me rechazaban una oferta asi. Habia sido rico la mayor parte de mi vida, y alcance a serlo mucho mas trabajando en tecnologia y bienes raices, despues de dejar la casa de mi papa. Segun mi experiencia, el dinero lo compraba todo, incluyendo viajes mas cortos a traves del oceano. Me sente de nuevo en mi auto, refunfunando en voz baja. A pesar de todo, alcance mi movil nuevamente y llame al telefono de mi padre. No contesto. Probe llamar al telefono fijo despues, apretando los dientes a traves del incesante zumbido. --Vamos --murmure--. Contesta, papa. La culpa me envolvio. Habia estado lejos de el ultimamente. Lo habia dejado esperando muchas veces. Incluso venir a conocer a su nueva esposa e hija esta semana habia sido una tarea casi imposible para mi, y ahora esto estaba sucediendo. Finalmente, el ferry atraco, y me dirigi hacia la larga calle que se unia con Cliff Road y terminaba en direccion a North Shore. O al menos, la parte de North Shore donde estaba ubicada su mansion. Sentia la tension acumularse y recorrer mi columna vertebral. Esto no era normal. Estaba en peligro. Tranquilo, imbecil. El esta bien. Mi padre no tenia ningun enemigo. No era como yo, en ese aspecto. No habia ninguna razon para que estuviera en peligro. Mis manos sudaban al volante, mi pie presionaba impaciente el acelerador. Me gustaba tener el control todo y no esperaba a que nadie mas hiciera algo. Estaba en mis manos, y asi era como me manejaba. Me acerque al camino de entrada de la mansion, y me incline hacia adelante. Mi mirada viajo desde el camino hacia el cielo, una y otra vez. Senti un vacio en mi estomago al ver la columna de humo negro que se elevaba en la distancia. No. No puede ser. !Carajo! Hundi el pie en el acelerador, resbalando en el camino que conducia a la casa. Luces parpadeantes aparecieron en mi espejo retrovisor y un camion de bomberos se acercaba detras de mi. Acelere mucho mas y atravese con el Audi las rejas de entrada a la propiedad. La mansion estaba al final de un largo camino de grava. El fuego vivo serpenteaba desde las ventanas abiertas en el ultimo piso. La casa de la piscina a la izquierda ya estaba envuelta en llamas. La puerta principal estaba abierta a lo alto de los enormes escalones de piedra, pero no habia nadie de pie fuera de ella. No veia a mi padre en ninguna parte, no estaba afuera con su nueva esposa a su lado. Apenas habia frenado cuando mi mano ya habia soltado el cinturon de seguridad y con la otra abri la puerta. Salte y corri hacia la entrada principal. Detras de mi podia escuchar el chirrido de las llantas del camion de bomberos y los gritos. El humo que salia del pasillo, me asfixio. Me arranque la camisa. Me la ate alrededor de la nariz y la boca, y luego entre. --!Papa! Papa, ?donde estas? Mis ojos ardian, no podia ver. Me arrodille y me arrastre hacia la habitacion mas cercana, tosiendo, balbuceando y llamando a mi padre. Una figura aparecio en la alfombra grisacea delante de mi. Una mano delicada con los dedos enroscados contra la palma, unas pintadas de rosa palido. La imagen me llamo la atencion. Era una mujer. ?Quien era? ?Que hacia ella aqui? Mi hermanastra. Me arrastre hasta ella, con la garganta seca, tosiendo y agarre uno de sus brazos levantandola con cuidado. Tenia que sacarla de ahi. No podia seguir con el plan de arrastrarme y buscar a mi padre. Si pude encontrarla a ella, los bomberos encontrarian a mi padre y a mi nueva madrastra tambien. Una gran grieta resono sobre mi. !Muevete! Antes de que todo el techo se derrumbe sobre tu cabeza. Ella era ligera en mis brazos a pesar de su cojera. Corri a traves del humo hacia el vestibulo de entrada y un estruendoso choque, seguido de una ola de calor, me persiguio, pero no me detuve a mirar atras, no me atrevi. Alcance los escalones de piedra de la entrada, agarrando a la mujer en mis brazos. Tosi bajando cada uno de ellos y me detuve en el camino de grava junto a mi auto. Los bomberos pasaron corriendo frente a mi y entraron en la mansion. Sonaban gritos. Desenrollaron una gruesa manguera del camion y una ambulancia se apresuro a subir por el camino. La mujer aun estaba inconsciente. Me agache y la puse sobre la grava tan suavemente como pude, y luego me arranque la camiseta de la cara. Mi vision era borrosa, salian lagrimas involuntarias de mis ojos. Tosi, parpadee, me limpie la cara. Finalmente, me aclare un poco, y mi mirada se poso sobre ella. Mi corazon se detuvo por un instante. El mundo que me rodeaba se ralentizo, casi desaparecio por completo, y durante un milisegundo no habia fuego, ni peligro, no pense en mi padre, ni escuchaba las sirenas ni los hombres gritando. Solo estaba ella. Era perfecta. Coloque sus brazos suavemente a los costados, su pecho subia y bajaba lentamente. Era curvilinea, perfectamente proporcionada, con una expresion en su rostro que era verdaderamente pacifica, incluso a traves de las manchas de hollin. Una sensacion extrana se apodero de mi pecho, tenia la creciente necesidad de protegerla de las llamas, del humo, de cualquier peligro. Me puse un puno en el pecho, tratando de deshacerme de ese sentimiento. ?Quien eres? --!Hey! --El grito rompio el hechizo. Levante la vista y un bombero venia hacia mi, despejando el humo con sus manos. --Oye, ?estas bien? ?En que diablos estabas pensando? No puedes entrar a... --Se detuvo cuando vio a la mujer. Me dolia muchisimo la garganta, pero la aclare para hablar, al menos lo intente. --Mi padre --dije con voz ronca--. Mi padre y su esposa estan en el edificio. Tienen que sacarlos. --Nos encargaremos de ello --dijo el tipo de uniforme, y luego miro hacia atras por encima del hombro--. Aqui vienen los medicos. Quedate aqui mismo y no la muevas. --No me digas --le conteste, tosiendo en mi puno. No podia moverme, mucho menos a ella. Dios, habia inhalado tanto humo y gastado toda mi energia, pero queria volver corriendo a esa mansion y buscar a mi padre. ?Como diablos paso esto? Mire a la mujer aun inconsciente. ?Como se llamaba? Mi padre me lo habia dicho, pero yo era pesimo a la hora de recordar fechas y nombres. Addy, Audrey o algo asi. Me sono una alarma en el cerebro cuando la mire fijamente. Ella sabia lo que habia pasado. Tenia que saberlo. Un par de medicos corrieron hacia nosotros, con una camilla. La bajaron y se pusieron a trabajar en ella, revisandole el pulso, levantandola, atandola. Otro corrio hacia mi y se agacho, agarrando una pequena linterna con la mano. --Senor, ?puede oirme? --No, el humo ha tapado mis oidos. La confusion se apodero de la expresion del paramedico. --Por supuesto, puedo oirte. ?Adonde la llevas? --pregunte, poniendome de pie. --Al hospital.

  • Ni dulce, ni amargo de Sarina Bowen

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    La nueva autora de novela erotica que no puedes dejar de leer.

  • La maldicion de la Casa Grande de Juan Ramon Lucas Fernandez

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    Esta es la historia de Miguel Zapata Saez, Tio Lobo, un modesto ganadero que a finales del siglo XIX supo sacar provecho de la incipiente industria de la mineria en la sierra de La Union (Murcia) y, a partir de una pequena venta creada para dar servicio a los trabajadores, edifico un autentico imperio.

  • Cafe y tarta de Mario Sanca

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    El agua cae sin contemplaciones desde el cielo. Las gotas de lluvia repican en el exterior contra los coches y el mobiliario urbano en una melodia anestesica y caotica, un actor en el fondo de la sala que susurra desde la distancia para comentar la escena que tiene lugar ante si. En una cafeteria de la ciudad, a traves de unos cristales perlados de gotas, se distingue un exterior frio, gris, casi detenido en el tiempo, que logra convertirse en una melancolica foto que alguien colgaria en una sala de espera. Una estampa en la que se recuerda que el agua no discrimina a nadie. Mientras, en el interior, la imagen, es muy diferente: acogedora, calida, alborotada por el sonido de la cafetera que calienta la leche, el impacto frio de las cucharas metalicas contras las tazas y las conversaciones de mujeres y hombres que ocupan las mesas. El olor dulce de las tartas y el amargo del cafe inundan todo el espacio, y arrancan una sonrisa de satisfaccion a todo aquel que llega del inhospito exterior. En ese momento de la manana, una pequena campana de metal indica que alguien abre la puerta de la cafeteria. El acolchado sonido de la lluvia desaparece durante los breves segundos en que la puerta esta abierta, y vuelve a la normalidad cuando el umbral se cierra. Al instante, se escucha un suspiro de agotamiento acompanado por el sonido caracteristico de unos zapatos mojados. --Te dije que cogieras el paraguas --comenta con una sonrisa la camarera al chico que acaba de sentarse en la barra. Con sus ojos del color del sirope de menta, enmarcados por el flequillo y unos mechones sueltos de tono chocolate con leche, observa al cliente de arriba abajo. Un leve gesto de negacion con la cabeza hace que el pelo de su coleta oscile de un lado a otro. --Se me ha olvidado en casa --contesta el mientras sus hombros bajan todo lo que su fisionomia le permite. Mojado por completo, su pelo corto, del color de las galletas tostadas, deja escapar pequenas gotas de agua que impactan sobre las gafas, por lo que su vision se transforma en un campo de estrellas translucidas y sus ojos caramelo quedan desdibujados. --Jaime... --La camarera llama su atencion--. Al menos quitate la gabardina --insiste con un tono dulce y calido, similar a la espuma caliente--. !Esta chorreando! No querras volver al trabajo con un resfriado. --No --contesta cansado--, supongo que tienes razon. Y con un movimiento lento, como si la gabardina se resistiera a terminar ese humedo abrazo, el chico se la quita con cuidado para no mojarse mas y la coloca en una butaca libre que hay junto a el. Esto deja a la vista el fisico delgado de un joven de veintipocos anos. --Tambien se te ha mojado la camisa. --Unos segundos de silencio siguen al comentario. El, a traves de las gafas, mira como lo observa--. ?Ves algo con eso? Deja que te las limpie. --Y sin pedir permiso, en un gesto que denota mucha confianza, se las quita y las limpia con mimo gracias a un par de servilletas de papel. Despues se las vuelve a colocar, en un movimiento que parece perfeccionado por la fuerza de la costumbre--. Mucho mejor, ?verdad? A traves de los cristales, ya limpios y transparentes, Jaime contempla la mirada de la camarera, clara, con una mezcla de alegria y algo mas intenso, dificil de identificar, sobre todo en alguien que apenas ha llegado a la treintena; como si su edad no acompanase el nivel de profundidad que aguarda esa mirada. --Si, gracias, Elena. --Se quita las gafas para comprobar con satisfaccion los cristales. --No tienes que darlas. La camarera lo examina de nuevo. Sin la gabardina empapada tiene mejor aspecto, al menos no parece un perro abandonado. Pero ese pelo despeinado y la camisa pasada de moda no ayudan. --Si alguien te viera ahora, diria que te sientan fatal las Navidades --comenta Elena mientras arquea una ceja. --Lo se --contesta mientras intenta sonreir. --Perdone, jovencita. --Un hombre la llama desde el otro lado de la barra. --Ahora mismo vengo, Jaime, mientras... --Lo vuelve a mirar, aunque es incapaz de terminar la frase. Contiene una carcajada y, con una sonrisa en los labios, se aleja para atender al otro cliente. A esas horas, casi a final de las fiestas, y con una lluvia que no invita a la gente a salir de casa, apenas hay transeuntes por las calles. En la cafeteria, unas pocas personas, divididas en un par de mesas, cortan el silencio del lugar; sus conversaciones se mezclan con el ruido de la vajilla y de la cafetera mientras la radio hace todo lo posible por no quedarse en un segundo plano. En los pocos momentos en que el sonido de fondo se sincroniza, el cafe se llena del lamento de los asistentes y sus quejas sobre la vuelta al trabajo. Mientras, Jaime se conforma con mirar la lluvia caer en el espejo de detras de la barra. Las gotas forman una pequena neblina translucida que distorsiona la imagen al otro lado de la calle. Y, en un instante, la escena se inunda con el aroma de cafe recien hecho, chocolate y una pizca de limon. El muchacho se fija en la barra y se da cuenta de que, delante de el, ha aparecido una gran taza de cafe con una cremosa capa de leche y una suculenta porcion de tarta. Y ese leve olor a limon solo puede proceder de una persona. --De nada --responde Elena a la pregunta que no llega a formular Jaime. --?Y eso? --Invita la casa. --Vaya... --dice el chico sorprendido--. Voy a tener que dejarme el paraguas en casa mas a menudo. --Yo que tu no me arriesgaria. Y con una amplia sonrisa, Jaime clava el tenedor en la tarta y escucha el ruido efervescente que produce el bizcocho al tacto con el metal; al mismo tiempo que, por el rabillo del ojo, observa como Elena fija la vista en algun punto de la cafeteria. Cuando sigue la direccion de la mirada, comprueba que contempla a un chico y una chica sentados en una de las mesas. --?Que opinas? --pregunta ella mientras seca los cubiertos con un pano. El se gira un poco en el asiento para observarlos mejor: el cruce de miradas, los gestos, la postura, el tono de sus voces, sus expresiones... Todo pequeno detalle que pueda delatar el tipo de relacion que hay entre ellos. --Amigos --declara Jaime tras unos minutos de analisis. Elena tuerce la boca en un gesto que deja claro que no esta de acuerdo. --No estoy tan segura. ?Hermanos? --No --niega con la cabeza el tras darle un pequeno sorbo al cafe--, amigos. Creo que el quiere ser algo mas. --?Tu crees? --pregunta ella, esceptica. --Claro que si. --No me terminas de convencer. --La camarera suelta los cubiertos y el pano con resignacion --. Eso mismo podria pensar un desconocido de nosotros. --?De nosotros? Nada mas lejos. --Es cierto. Es evidente la relacion que hay entre nosotros. --?Tu crees? --repite Jaime--. Ahora es a mi al que no terminas de convencer. Elena mira a la pareja de la mesa y suspira. --Bueno, supongo que, con el tiempo, lo averiguaremos. La campana de la puerta vuelve a sonar. La camarera presta atencion a los nuevos clientes y deja a Jaime con su tarta y su cafe para atenderlos.

  • Una corte de niebla y furia, Sarah J. Maas de Sarah J. Maas

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    Feyre esta destrozada. Y aunque tiene a Tamlin por fin a su lado sano y a salvo, no sabe como podra dejar atras los recuerdos que la acechan… ni como mantendra en secreto el oscuro pacto que hizo con Rhysand, que la mantiene intensamente unida a el y la confunde.
    Feyre ya no puede seguir siendo la de antes. Ahora es fuerte y debe romper con todo lo que la ata. Su corazon necesita libertad.

  • Proyecto tropico de cancer de Rafa Garcia Salas

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    Dicen que de buenas intenciones esta plagado el camino al infierno. Ese fue precisamente el comienzo de todo. Una idea genial, cientos de millones en investigacion, un avance medico sin precedentes, la capacidad de jugar a ser dioses.
    Pero algo insospechado salio mal y, lo que deberia haber curado al mundo, se volvio en su contra dispuesto a matarlo.

  • Te dibujare una armadura de Viviana Fernandez-pico

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    Mi nino no dibuja ni escribe, tampoco lo intenta. Coge el lapiz, hace una raya y con eso es suficiente. Entonces le obligo a hacer sus cuadernos de caligrafia, a unir puntos, a crear formas. Se concentra, se esmera, pone interes y despues vuelve corriendo a su lado de la orilla, adonde quiera que el vive, adonde no puedo acompanarle.

  • La mujer que tu quieras de Carrie Blake

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    Una historia de amor intensa y adictiva.

  • ?Y si fuera Lucas? (Cinco chicos con suerte 2) de Mayeda Laurens

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    Despues de la historia de Alex, vuelve Mayeda Laurens con otra divertida novela en esta segunda entrega de la serie Cinco chicos con suerte.

  • Nos dejamos llevar por una mirada de Maria Beatobe

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    Lucia y Adri son dos jovenes que se conocen cubriendo un atraco en un Banco, ella: periodista inexperta, el: medico en practicas en el SUMMA.
    Desde la primera mirada saltan chispas. Poco a poco el destino les ira uniendo, su aficion al running hara que compartan mas momentos y la distancia entre ellos se vaya estrechando. Sus miradas hablan mucho mas que sus palabras y algo empieza a surgir entre ellos, un sentimiento que no podran controlar, a pesar de que ambos tienen ya pareja.
    Por otro lado, la vida de Adri esta en un momento tormentoso, la relacion con su madre enferma a causa de sus adicciones, le hara tomar una de las decisiones mas dificiles de su vida. Aunque gracias a sus amigas, que ponen siempre el punto de locura a su vida, no se derrumbara.
    Risas, llantos, diversion, amor, running, deseo, placer, amistad, celos. . . todo ello en una historia que nos invitara a dejarnos llevar y hacerle un huevo al verdadero amor.

  • La cancion secreta del mundo de Jose Antonio Cotrina

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    Se llama Ariadna.

    Hace cuatro anos, la policia la encontro en una casa incendiada repleta de cadaveres y cuerpos mutilados. Ella era la unica superviviente de la matanza. Y lo unico que recordaba era su nombre.

  • Lobo Feroz de Elena Romero

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    Mario no es un hombre cualquiera.
    Y todo el mundo en la ciudad lo sabe.
    Guardabosques. Vive solo en la montana.
    Y nunca sale de noche a la ciudad.

  • Erich Fromm y la naturaleza humana de Ramon Xirau

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    ANTES de pasar al tema de este texto, permitaseme hacer algo de historia personal. A principios de la decada de 1960 habia yo tenido trato con el doctor Erich Fromm gracias a amigos del Instituto Mexicano de Psicoanalisis y, en especial, gracias al doctor Guillermo Davila. En el curso del verano de 1966, Erich Fromm me hizo saber que le gustaria hablar conmigo de un asunto concreto. Se trataba de lo siguiente. La editorial Macmillan le habia encargado una antologia, con prologo bastante detallado, notas y bibliografia. Tema: la naturaleza del hombre. ?Querria colaborar con el en la <> de este libro? No oculto que la idea me entusiasmo no sin causarme algunas dudas. Era yo todavia bastante joven y Erich Fromm era una figura conocida en todo el mundo. ?Como seria esta colaboracion? Fue magnifica y lo fue doblemente: por la riqueza en el intercambio de ideas (Erich Fromm nunca fue impositivo) y por hacerme conocer, creo que a fondo, a este hombre excepcional dentro de su sencillez. Hondamente emotivo sin dejar de ser energico, afectuoso y disciplinario, se revelaba, con toda su personalidad, en la mirada a la vez acerada y afectuosa. Trabajar con el fue, en parte, discutir acerca de la naturaleza humana; fue Erich Fromm, acaso, encontrarse ante todo un hombre, vivo, concreto, no exento de humor y culto, cultisimo. En la obra de Erich Fromm, donde quienes no lo conocieron podran percibir algo de su personalidad, estan presentes los filosofos de Occidente y los pensamientos surgidos, a lo largo de los siglos, de la tradicion judia, es decir, de la Biblia, del Talmud. Porque este hombre, que tan ligado estuvo a la escuela de Frankfurt --sus diferencias y discrepancias con Adorno y Marcuse no ocurririan sino mas tarde-- estaba, por asi decirlo, empapado en la cultura judia y en lo mas universal de esta cultura. Su conocimiento de los textos biblicos y de la filosofia judaica se reflejaban muy frecuentemente en sus conversaciones y en sus obras. Ahora bien, a traves del pensamiento judio, hay que recordar que Erich Fromm estuvo especialmente influido por Spinoza, con cuyo influjo se enriquecio su propia obra. Seria importante llevar a cabo un analisis detallado de esta influencia que es, muchas veces, una afinidad electiva. No es este el momento de hacerlo sino simplemente de recordar, muy brevemente, algunos de los temas vividos y vitales que Erich Fromm entresaco, con plena conciencia, del pensamiento del filosofo de Amsterdam. Los libros de la Etica de Spinoza que mas profundamente influyeron en Erich Fromm fueron los que llevan por numero III, IV y V. Spinoza, lo sabemos, pensaba que lo que caracteriza al ser es su <>. Este conato, este impulso, llevara por nombre, en la obra de Erich Fromm, biofilia, amor a la vida. Spinoza decia que quien conoce la verdad, quien ha alcanzado la sabiduria, desarrollaria un verdadero <>. En la obra de Erich Fromm son centrales el amor y lo que llamaba la <>, es decir, la experiencia mistica religiosa que no necesariamente es teista como nulo es en el caso de Erich Fromm. Esta experiencia la entendia Erich Fromm a veces al modo del budismo zen; la entendia, sobre todo, en la obra de este gran mistico, que leia noche a noche: el Maestro Eckhart. Presencia de Spinoza; tambien, naturalmente, de Marx. Erich Fromm conocia a fondo El capital y otros escritos; tenia sobre todo en cuenta los Manuscritos economico-filosoficos de 1844. Erich Fromm buscaba en Marx al humanista mas que al cientifico y acaso no sea falso decir que, segun el, hoy en dia es posible un socialismo que entrane libertad --esta capacidad de elegir entre alternativas concretas--, que entrane tolerancia y que entrane respeto escrupuloso a la persona humana, a los individuos. Profundicemos algo mas en el tema de la naturaleza humana. Para hacerlo es necesario senalar antes uno de los descubrimientos cruciales de Erich Fromm: el de la existencia de un <>. A la pregunta <> Erich Fromm contesta, en primer lugar, que para precisar el sentido de lo propiamente humano es necesario entender el universo social, en el cual el hombre vive como persona. Recordemos que Erich Fromm, en colaboracion con Michael Maccoby, llevo a cabo un excelente estudio sobre el caracter social de un pueblo del estado de Morelos (Mexico). 1 Se ha deslizado, en lo que acabo de decir, la palabra <>. No es esta una palabra que encontremos frecuentemente en la obra de Erich Fromm. Creo, sin embargo, que cuando Erich Fromm quiere caracterizar a los hombres, nos habla mas de las personas que de los individuos. En efecto, si por individuo entendemos un ser indiviso, igual a todos los otros, reducible a un numero --en el ejercito, en la clase o en este salon--, si el individuo es, en otras palabras, uno de tantos, Erich Fromm rechazaria este tipo de individuo. Hubiera podido aceptar, en cambio, la nocion de persona si por esta se entendiera un ser completo, heterogeneo, vivo, a la vez mente y cuerpo o, si se quiere, alma y cuerpo. En otras palabras, la persona humana no fue nunca para Erich Fromm un ser abstracto y robotizado, sino un ser vivo, adolorido, pero tambien capaz de alegria y gozo, de amor intelectual. Frente a las interpretaciones mecanicistas de los conductistas, Erich Fromm introduce un concepto dinamico del caracter que, si bien se inicia ya con Freud, otorga mas peso a los hechos sociales por lo que toca a la formacion del caracter. Valga un ejemplo. Si tratamos de la valentia, podriamos pensar que esta es la caracteristica de aquella persona que no se desalienta ante los peligros y que, a pesar de ellos, actua, no sin dificultades ni obstaculos (ya sean internos, externos o interno-externos). Tal descripcion no es falsa pero para concretarla, hacerla viva, encarnarla, debemos tener en cuenta que las condiciones que conducen a un acto de valentia pueden tener muchos y diversos origenes: desde la actitud claramente honesta --por ejemplo, seguir el camino del deber con una conciencia clara y lucida-- hasta el egoismo, la vanidad o incluso, el deseo de autodestruccion. Lo cual es una forma de decir que la estructura social que forma, si bien no determina del todo a las personas, esta constituida por variables constantes y multiples. Por una parte, existe una determinacion social comun a todos los miembros de un grupo --pueblo, ciudad, nacion--; por otra parte, existe --y el punto es crucial-- el desarrollo personal a partir de los mismos hechos sociales comunes. En suma: el caracter social es comun a todos los miembros de un grupo, pero ademas, se personaliza y se despersonaliza de manera distinta en cada miembro del grupo. Tal es, en la obra de Erich Fromm, el sentido de las palabras <>. Conviene, sin ser exhaustivos, precisar lo anterior con mas detalle. Para Erich Fromm, el hombre es un ser que se hace a si mismo. Asi expresada, esta idea no es nueva: puede encontrarse en los idealistas alemanes, en los vitalistas, en algunos filosofos de la existencia. Por decirlo con Ortega y Gasset, el hombre no es exactamente un <>, es un <>. De ahi que si aceptamos que somos aquello que nos hacemos, somos responsables de responder y llevar el ser de nuestros actos. Permitaseme, en este punto, una breve acotacion. En algunas ocasiones Erich Fromm parece decirnos que el hombre es un ser perfectible, sin olvidar naturalmente que esta perfectibilidad puede verse anulada por tendencias necrofilas y, por lo tanto, destructivas. Pero la idea misma de perfectibilidad es discutible. Tomada en el sentido <> de muchos de los pensadores del siglo pasado --Feuerbach, pero tambien Auguste Comte o incluso Marx--, puede conducir a la idea de que el hombre podra en el futuro --algun futuro-- ser su propio dios, por decirlo con rapidez, aunque no de manera falaz; que renunciando a Dios, el hombre podra progresar por una via que le lleve a una suerte de paraiso en la Tierra. Lo decia, en versos entusiastas, Victor Hugo: Temps futurs, vision sublime les siecles sortent de l'abime...** Nuestro tiempo se ha encargado de hacernos ver que este entusiasmo humanista --este endiosamiento del hombre-- es imposible y conduce a crear verdaderos idolos (Historia, Estado). Pues bien, no es esta la actitud de Erich Fromm, salvo, acaso, en algun escrito relativamente juvenil. En su caso, mas que de perfectibilidad, seria tal vez mas adecuado hablar de mejoramiento.

  • Sin censura de Miguel Angel Revilla

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  • Prohibir la manzana y encontrar la serpiente de Un Tio Blanco Hetero

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    El debate sobre la sexualidad y el genero es una de las grandes controversias de nuestro tiempo. Un debate que nos ha obligado a repensar las relaciones con los otros, nuestras ideas politicas y hasta nuestra intimidad. Y, al mismo tiempo, se ha llevado por delante la disidencia razonable, haciendo que el feminismo haya dejado de ser una llamada a la libertad individual para convertirse en un activismo organizado.

  • Los ladrones de Entrevientos de Cristian Perfumo

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    Entrevientos no ha cambiado. Sigue siendo una de las minas de oro mas remotas de la Patagonia y del mundo. Sin embargo, para Noelia Viader se ha convertido en un sitio totalmente diferente. Hace un ano era su lugar de trabajo y hoy es una cruz roja en el mapa sobre el que repasa los detalles del atraco.

  • Un lugar donde perderse de Caridad Bernal

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    Ella fue hasta alli para perderse, no para encontrarlo.Nora Jones decide aceptar un traslado para olvidar el infierno que ha sufrido los ultimos meses en el trabajo. Ese pueblo de vaqueros suena lo bastante lejos como para poder olvidar a cierto tipo de Londres...
    Sin embargo, su vida alli no sera un camino de rosas. En Whipeca, Arizona, ella es una forastera y enseguida se convierte en el objetivo principal de los chismorreos por ser una mujer que ha ido a ocupar el puesto de un hombre.

  • Reunion en el restaurante Nostalgia de Anne Tyler

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    Alrededor de una mesa, y ahondando en las emociones de una familia, Anne Tyler (Pulitzer 1989) ha construido un mundo donde cada lector encontrara su propia historia.

  • Llueve sangre sobre el asfalto (Balas y Whisky 1) de A. J. Raven

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    Cuando la policia llego al motel, las gotas de sangre aun se deslizaban sin prisa desde el colchon de la cama hasta el suelo de aquel mugriento cuchitril. Hallaron a la asesina tumbada, esbozando una ligera sonrisa y abrazada al cadaver como si fuera una nina dando amor a su osito de peluche. Los dos estaban desnudos alrededor de un charco de sangre y vomito. La prensa local, El Evening Journal , catalogo los crimenes como uno de los mas atroces que habian ocurrido en la ciudad. Sin embargo, no pudo igualarse al asesinato ocurrido cinco anos atras perpetrado por un joven que violo, atropello y quemo a una disminuida por la simple razon, de querer divertirse. Asi mismo, esa misma prensa, la que a veces enganaba a su publico inyectando en el papel tinta envenenada, le otorgo el sobrenombre de la asesina de gordos o la asesina del pene. La comisaria que llevo el caso, la veintidos, su capitan declaro que en mas de los diez anos al frente de la jefatura, jamas habia contemplado un crimen igual; tan sadico y tan salvaje a la vez que despiadado. El capitan tambien anadio que, cuando vio las fotos del primero de sus crimenes, por poco le da un infarto... 1 Para Berta Rogers, por fin llego el dia que tanto habia esperado. Tras ganar su primer caso para el bufete Bender and Bolin , uno de los mas prestigiosos de la ciudad, consiguio aquel puesto fijo como abogada al que siempre habia aspirado. Terminada como becaria a los veintisiete anos de edad, su jefe, un chupatintas de cincuenta anos adicto a la nieve y a las putas caras llamado Andreu Bolin, le asigno un caso facil de llevar, puesto que quiso tantear a una abogada cuyo futuro brillaba en esplendor. El caso en cuestion no fue nada mas que un simple robo en una tienda de licores en donde su asaltante, --un ninato de clase alta que empunaba una pistola de juguete--, sustrajo quinientos dolares en metalico y botellas por valor de cien dolares. En total la suma ascendio a mil dolares. Lo que hizo la mente de la abogada fue cambiar los roles. Al delincuente lo puso como victima y a la victima, como el delincuente. La oscuridad se hundia en la ciudad de los vientos. Era una noche del segundo mes del ano en donde semanas atras, los carnavales habian sazonado un poco las malogradas calles con aquellos disfraces y pelucas de distintos colores, hombres zancudos, animales y un sinfin mas de parafernalia sin sentido. Una noche invernal en la cual la nieve gritaba con sutileza por cada rincon de aquellas arterias ennegrecidas, atormentadas, llenas de maldad, odio y desesperacion. Una capa de cinco centimetros de espesor arropaba las aceras como una madre arropa a su hijo. Los coches dormian con sumo placer bajo un manto de escarcha, las alcantarillas emitian un humo lechoso, triste, y las campanas del ayuntamiento daban las diez en punto. Berta elegia vestido para la fiesta que sus amigas habian preparado por ganar su primer caso. Acababa de salir de la ducha de su casa de dos plantas en el 1149 de la calle 90, en Dunning, al este de la ciudad. En su habitacion, al lado de la cama, frente al espejo, se probaba vestidos. Cogio el negro y se lo probo. No le gusto como la quedaba debido a que pensaba que ese color le hacia tener el culo gordo. Lo dejo apartado y agarro el rojo. Se lo probo mirandose al espejo sin embargo, tampoco le gustaba; pensaba que ese color era para descocadas, tal vez para su amiga Kate. Lo aparto a un lado de la cama y se decanto por el negro. Para nada le hacia tener el culo gordo. Berta era guapa, bastante guapa. Tenia unas medidas de ensueno en una altura de un metro sesenta. Su pelo rubio ondulado, destellante como el oro bajo los rayos del sol, resbalaba hasta sus pequenos y redondos hombros. Los ojos eran grandes como ensaladeras y el color parecia una hermosa pradera verde. La nariz pequena y redonda estaba unida a una sonrisa que daba felicidad a un rostro cuya piel, era de un blanco tan bello que se asemejaba a las alas de un angel. Tambien era una chica brillante, divertida, generosa, culta y con un gran corazon aunque este se transformaba cada vez que se ponia la toga y subia al estrado, convirtiendo ese corazon en un organo inerte. Sus pasiones como cualquier muchacha de su edad, era la moda; a Berta le encantaba la ropa, sobre todo la ropa cara comprada en las tiendas de la calle llamada The Mag Mile. Ademas de comprar ropa, la gustaba nadar al igual que jugar al tenis, ir a sitios caros y la buena comida. A veces, solia salir con un chico de cuerpo musculoso y cabeza vacia, algo informal, un mero revolcon, puesto que a ella la agradaban los chicos inteligentes. Pero que no lo fueran mas que ella. Berta salio de su casa a las once. Un taxi esperaba en la acera con el motor encendido. En su interior se hallaban sus tres amigas: Kate, Wen y Lany. Kate Miller era la mas atrevida y ligera del grupo. Fue companera de Berta y Lany en la misma clase. En la actualidad, ejercia como veterinaria, un trabajo que era su pasion; poder salvar y cuidar animales indefensos era su vida. Era lista, atenta, generosa, fogosa y coqueta. Unas cualidades dentro de un cuerpo perfecto, delgado a su vez que con curvas, y un pelo negro lacio, que llegaba por debajo del cuello. Su cara albergaba unos labios finos, nariz ancha y unos ojos de color gris. Sus pasiones, aparte de cuidar animales moribundos, era la fiesta. La encantaba salir a desmadrarse y pasarlo bien entre copas y chicos. Despues, estaba Wen Zhao. Era una chica algo timida proveniente del gigante asiatico que al terminar de graduarse se hizo profesora adjunta. Poseia un cuerpo fino como el hilo de una cana de pescar. Alguno de sus dioses asiaticos no la bendijo con culo ni pechos; ese dios de ojos rasgados se cachondeo de ella al hacerla plana como una tabla de planchar. El pelo, corto hasta el cuello, parecia un estropajo. La cara era como un pan de hogaza, una frente protuberante y una nariz chata con las aletas definidas. Lectora empedernida de autores confucianos, iba un curso por debajo cuando conocio a las chicas. Sus padres se trasladaron de China despues de nacer Wen. Su padre quiso un futuro mejor el cual, el gigante asiatico no podia proporcionarle, abrio una tienda de licores y comestibles en el barrio chino que no le fue nada mal. Por ultimo, estaba Lany Lopez. De origen cubano, era una portentosa belleza latina. Tenia un pelo moreno largo hasta llegar a media espalda. En las puntas, unas mechas de color verde que hacian juego con sus ojos. Una piel caramelizada, unos labios finos y una nariz aguilena era todo lo que ofrecia su cara. La espalda y las piernas reflejaban tatuajes. Era la rebelde del grupo. Controlaba todo a su paso; era fria calculadora y dominante, pero buena amiga. Le gustaba las motocicletas (cuanto mas grandes mejor) y enfundarse en ropa de cuero. Poseia una lengua viperina y portaba un toque gotico. --?Listas para desmadrarnos esta noche? --pregunto Kate. --Si, pero sin pasarnos --dijo Lany. --?Creeis que este vestido me hace gorda? --inquirio Berta. --Estas deslumbrante --dijo Wen--.Mirame a mi, parezco una tabla de madera, en cambio tu, estas guapisima. --Estas perfecta --anadio Kate--. Ese vestido te hace unas tetitas ricas, dejame tocar. Estiro la mano y la toco un pecho. --!!Deja mis tetas!! --exclamo Berta entre risas. --Yo no tengo tetas --pronuncio Wen. Berta y Kate rieron. --Oiga --espeto Lany al taxista--. Cuando quiera arranque, !eh! --Si no me dicen adonde van… --Al club The Warehouse. El club se ubicaba en el 206 de South Jefferson Street, en el area comunitaria de Greektown. Se habia construido sobre la estructura de una antigua fabrica de tres pisos. Cinco anos atras de la apertura del club, aquella fabrica de calzado fue destruida por un incendio que se inicio a las tres de la madrugada. Los bomberos atribuyeron el suceso a unos viejos cables pelados que recorrian la pared del tercer piso. A los seis meses del incendio, la casualidad hizo que el terreno pasara a un politico de dudosa procedencia. El Warehouse era el club de moda en la ciudad. Cada noche, atraia alrededor de dos mil personas sedientas de una buena juerga. A veces, Berta, Kate y Lany, se podian pasar quemando la pista desde la noche del viernes hasta el medio dia del domingo. Era un club en donde se permitia el sexo al descubierto, eso hacia que estuviera libre de agresiones. Lo mismo lo podias hacer en el bano que en la pista o junto a la cabina del DJ. Tambien era la sede para los hombres negros homosexuales repudiados, tratados como leprosos por su comunidad. Alli se podian juntar y darse amor sin que ningun dedo les senalara. En aquel lugar podian ser ellos mismos. El residente, el que hacia vibrar la pista, era Frankie Knuckles, un DJ afroamericano rollizo, calvo, con gafas de pasta y una perilla. Habia salido de los bajos fondos de la ciudad conocida como la Gran Manzana para empezar a despuntar experimentando con la musica electronica. --Seguro que aparece tu ex novio --dijo Lany a Kate. --Espero que no, quiere volver pero no estoy dispuesta, paso de el. --Venga chicas, relajaos y disfrutemos de la noche --sentencio Wen. El taxista las dejo en la puerta del club. La fachada se iluminaba de blanco por unos pequenos focos que rotaban de forma aleatoria en ambos lados de la puerta. Estaba custodiada por un portero que se podia asemejar a un orangutan, con una piel negra como el carbon y recubierto de musculos en una altura de un metro noventa. Portaba un traje negro y camisa blanca, ambos de una talla menos. Parecia que iba a reventar el traje y colgarse desde el Willis Tower, el rascacielos mas alto de la ciudad. La fila de personas que esperaban entrar al lugar de nacimiento de la musica electronica, daba la vuelta a Jackson Boulevard. Una alfombra roja te acercaba hasta la puerta en donde aparte del orangutan, habia una banda de terciopelo rojo colocado en dos postes de contrachapado banado en oro. Bajaron del taxi y fueron directas hacia el portero. Eran bien conocidas por el dueno pero sobre todo, por el primero. De esa manera, consiguieron saltarse toda la fila sin esperar ni pasar frio en la tortuosa noche. Ellas solo iban a calentar. Kate habia conseguido un reservado para un dia tan especial. --Bienvenidas, chicas --dijo el portero con una voz grave. El orangutan aparto la banda de terciopelo. Berta abrio la puerta y se adentraron a un mundo de lujuria y desenfreno en donde el limite era inexistente.

  • La Asistente De Boda Del Jeque de Jessica Brooke

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    Alana Fiora asimilo la magnitud del palacio arabe, un monumento en piedra tallada y marmol en el pais de Al-Marasae; una maravilla que nunca hubiera pensado que veria en persona. Su madre, que habia crecido en el Libano, le habia contado historias de lo asombroso que habia sido el Palacio Beiteddine cuando se abrio al publico durante el Festival Beiteddine. ?Pero esto? El palacio de la familia real Hassem estaba mas alla de todo lo que podria haber imaginado. No estaba segura de que era lo que esperaba cuando su padre le dijo que trabajaria en el palacio unos pocos meses. Pero su mente habia evocado imagenes del Taj Mahal, con sus blancos chapiteles resplandecientes alcanzando el cielo o las grandes bovedas hinchadas como lagrimas de oro asentadas en torres enormes. Lo que le esperaba aqui era un palacio con exteriores en austera arenisca rosada, con apagados chapiteles, que parecian mas bien torres de un castillo europeo. Si se mirara con detenimiento, se podria ver las bovedas relucientes a traves de las esquinas y la cupula en alto, todo ello disimulando un exuberante arco iris de color increible y la decoracion interior. El salon de entrada le recordaba, extranamente, a las navidades. Los mosaicos geometricos pintados que cubrian sus muros en verdes y rojos brillantes incorporaban caligrafia tallada que danzaba por todo el salon. Alana se dirigio a la biblioteca del palacio (o a una de ellas, en todo caso) donde, se le habia informado, se encontraba el principe primogenito Jeque Dharr Hassem. El jeque Dharr era su mision aqui en Al-Marasae, el futuro novio. Con veintisiete anos y con muchos anos de universidad a sus espaldas, no le habia parecido algo demasiado normal convertirse en experta de organizacion de bodas. No, mejor borrar eso, asistente experta en organizacion de bodas. Su madre, Lena, habia sido quien habia sido contratada por la familia real. Sin embargo, las bodas islamicas eran basicamente un contrato legal y Gabriel Fiora habia decidido que el reluciente nuevo titulo de Derecho de Alana era justo lo que su madre necesitaba llevar con ella a Oriente Medio. El curro, aun asi, venia con un magnifico beneficio para ella: para hacer el trabajo deberia de ser ascendida de asistente juridico a abogada en practicas. Alana nunca habia oido de ningun caso semejante, aunque tampoco habia oido que alguien graduado en Derecho fuera contratado como asistente legal para empezar. Aun con su diploma, era el unico trabajo disponible en el bufete de su padre y el se habia resistido a la idea de que ella trabajara para cualquier otro. El era su padre, despues de todo, asi que en aquel momento cogio el puesto, aunque ahora estaba mucho mas contenta con la promocion. Su padre parecia confiar unicamente en ella para este trabajo, lo cual era gratificante, aunque un tanto extrano. Todo el asunto era un tanto raro, empezando por la manera en que se lo presento. Ella recordaba que la habia llamado desde su oficina una noche hacia las nueve. Alana tambien estaba alli, tratando de sacar algo en claro de todos las caligrafias deficientes y archivos mal nombrados. Gabe dijo que habia perdido una apuesta sobre un recorrido de golf y que se habia quedado mas tarde de lo normal hincando el diente a un trabajo de machaca para uno de los socios de mas arriba en el escalafon corporativo. El queria saber si recordaba los rumores que habian rondado en la bolsa sobre cierto jeque de un pequeno pais de Oriente Medio llamado Al-Marasae, cerca de Arabia Saudi y los Emiratos Arabes Unidos. Alana habia recordado los rumores. Le habian asignado alguna comprobacion de hechos en Hassem Petroleum, Inc., puesto que era a la vez cliente de Singer, Winchester and Cole, asi como una inversion de muchos de sus empleados. Habia oido rumores de que el heredero del jeque reinante habia resultado envuelto en algun tipo de controversia. Alana nunca acabo de identificar exactamente lo ocurrido, pero la corriente del rumor crecio con chismes variables--desde el intento de asesinato por parte del jeque Darr hacia su propio padre, hasta su affair con una princesa italiana. Sea como fuere, debia de haber algo de verdad en los rumores, puesto que se habia comunicado a la junta directiva de Hassem Petroleum que podria haber algun cambio en la linea sucesoria de la familia real hacia agosto de 2015. Se habia fijado cierto tipo de ultimatum para el principe, y ahora Alana sabia lo que era. Se tenia que casar. Ella no sabia que encantamiento habia empleado, pero de alguna manera su padre habia descubierto que el jeque Azhaar Hassem, el dirigente de Al-Marasae, habia dado a su hijo hasta agosto para casarse, o seria descartado en favor de su hermano menor. Alana dudaba aun mas de que fuera una simple coincidencia el hecho de que su madre fuera reclutada como organizadora de bodas para el evento. Su madre tenia en marcha un pequeno imperio bastante simpatico, y habia organizado el "mejor dia de vuestras vidas" para mas de una pareja famosa. A pesar de ello, de alguna manera dudaba que el estatus de Lena Fiora como organizadora de bodas hubiera alcanzado notoriedad internacional. No, su padre se habia servido en cierto modo de ellos para esto, pero no estaba segura de con que objetivo. Pero, oye, ella era una abogada capacitada, y su madre iba a conseguir un cheque bastante gordo, asi que no podia ser tan malo. Fuera lo que fuera en lo que andaba metido, de momento salia rentable. Ahora, solo necesitaba conseguir unos pocos minutos con del jeque Dharr. La puerta de la biblioteca era igualmente impresionante que el resto del palacio. La puerta de tamano doble iba desde el suelo hasta un estilizado arco de punto del techo, dejando sitio solamente para la misma jamba. La libreria tras la puerta no tenia nada que ver con sus expectativas. Estaba acostumbrada a las bibliotecas de la Universidad de Nevada, Las Vegas, incluyendo la Biblioteca de Derecho Weiner-Rogers, asi que la palabra biblioteca normalmente conjuraba imagenes de mesas de madera rodeadas de incomodas sillas de alambre grueso con asientos de plastico e interminables estanterias, con tantas filas de profundidad que te podias perder entre ellas. En cambio, lo que encontro era una planta redonda de la misma arenisca rosa, de una docena de metros de diametro, en lo que conjeturo que era uno de los chapiteles a modo de torreones de la esquina. Mosaicos pintados en azul y rojo intensos rodeaban estanterias que habian sido excavadas en los mismos muros, que se curvaban en espiral con la sinuosa escalera de piedra, que serpenteaba a lo largo del muro hasta al menos otro piso. En el centro, habia una amplia mesa octogonal sin sillas. Cada lado tenia un almohadon afelpado color burdeos, apoyado en pequenos cojines descansando contra el, con borlas doradas colgando de sus esquinas. El aire era seco y fresco con el delicioso aroma que solo pueden desprender los libros. Las suaves estanterias de piedra estaban cargadas de tomos y Alana pasaba las manos por sus lomos, sintiendo las encuadernaciones de piel y las caligrafias labradas. La mayoria de los libros, al menos en esta planta, estaban escritos en arabe, o en todo caso se trataba de traducciones. Los amplios caracteres bajo sus dedos y la atmosfera extranjera hacian que Alana se sintiera como si la hubiesen raptado dentro de uno de aquellos mismos libros. ?Cuantas horas podria perderse en una biblioteca como aquella, hondamente enterrada en uno de aquellos cojines gigantes? Suspiro mientras retiraba la mano de los libros. -- Perdon, chicos, tengo que encontrar a un jeque. Seguro que sabeis donde esta, ?no? --Quizas le convenga echar un vistazo a la segunda planta. Alana quedo boquiabierta durante un momento antes de darse cuenta de que la voz incorporea procedia de algun lugar encima de su cabeza. Hizo girar sus ojos a su alrededor y miro a lo largo de la escalera de espiral, mientras el sol de la manana se desparramaba por las hermosas vidrieras azules y rojas que la delimitaban, pero no podia divisar a nadie. Sus pies tomaron los peldanos. Afortunadamente, habia decidido llevar zapatos bajos. Los tacones no solo habrian sido indecentes, sino que tambien habria sido un horror para sus pantorrillas el subir los peldanos de piedra. Al llegar a lo alto del tramo de escaleras, localizo a una persona sentada en una silla de piel atiborrada y oculta tras un periodico. Creia que su padre era la ultima persona del mundo en leer aun aquellas cosas. El segundo piso parecia mas tradicional, con mesas de cafe de madera cuidadosamente lustrada y cristal. Salpicados por doquier se podian encontrar elegantes sillones orejeros hechos en piel, mezclando el olor de los libros con la piel y el barniz de madera. La escalera acababa alli, pero las estanterias y los libros seguian aun mas alto, al menos dos pisos mas, donde el techo estaba decorado con arabescos en un azul mas claro y blanco, en un patron trenzado, circular, y caleidoscopico. El hombre de la silla doblo su periodico y se levanto para recibirla. Era alto y esbelto, con anchos hombros que se estrechaban descendiendo hasta estrechas caderas. Contaba con una mandibula afilada y pomulos salientes. El hombre, que supuso seria el jeque Dharr, alcanzaria casi el metro noventa de estatura e iba vestido con una holgada camisa blanca de algodon e inesperados jeans occidentales. Sus ojos de color de miel la sopesaron con perspicacia, y su piel, entre cetrina y cobriza, parecia relucir en el halo resplandeciente de la vidriera mientras permanecia de pie con las manos cruzadas detras. --No la conozco --dijo sencillamente. *** Nunca habia visto a una mujer apareciendo en lo alto de las escaleras de la biblioteca. Mediria uno sesenta y ocho en el mejor de los casos, con pelo azabache recogido en una coleta sobre una sencilla americana azul cubriendo una blusa de cachemira crema. Una falda a juego hasta la rodilla cubria unas caderas voluptuosas y las gafas sin marco acentuaban los ojos turquesa mas imponentes que el jeque hubiera visto en su vida. Resaltaban frente a su cutis cetrino y sus suaves labios con silueta de corazon. Las elegantes lineas de su rostro se disolvian en un largo escote que desaparecia entre el tejido de su ropa. El jeque Dharr habia notado inmediatamente la falta de hijab o cualquier otro tocado y dio por supuesto que era una de entre los americanos que habia hecho venir su padre para la boda. Poso a un lado su periodico y se mantuvo en pie, observandola detenidamente segun se acercaba. --No la conozco. --No, nunca nos hemos encontrado. Soy Alana Fiora, ha contratado a mi madre como organizadora de su boda --dijo en una voz que habria rezumado profesionalidad si no fuera por la ligera vacilacion. El sospecho que probablemente se encontraba encogida por el esplendor del palacio, tal y como sucedia normalmente a los pocos visitantes que habian venido. Pero tambien reconocio el sonido de la inexperiencia. Noto que ella no le habia ofrecido su mano como saludo, y encontro inusual que una extranjera supiera que una mujer no deberia tender su mano al saludar. O eso, o simplemente ella estaba siendo descortes. La boda, por supuesto. La condicion de su padre para mantener su lugar como heredero del reino. Su padre sabia que legalmente no podia privarle de su herencia, pero el gobierno si que se lo podria retirar. Tambien sabia que, si perdiera el poder ejecutivo del reino, la posicion de facto como director de Hassem Petroleum iba con el. --De hecho fue mi padre quien la contrato --dijo, volviendo a su asiento--. Sientese, y digame para que me necesita. ?Ya hemos llegado a la degustacion de la tarta? --Muchas gracias, jeque Dharr. No --sonrio--. Estoy colaborando con la organizacion de la boda, pero la razon principal por la que me encuentro aqui es como consejera legal para el Katb elKitab, el contrato de matrimonio. Apuesto a que la degustacion de la tarta seria mucho mas divertido. La sonrisa de Alana era brillante, plena de dientes blancos como perlas. El no podia evitar sonreir a su vez. --Digame, senorita Fiora, ?por que habrian mandado a una mujer a aconsejarme, especialmente a una bisona en las leyes de los Estados Unidos, no digamos ya a los contratos matrimoniales islamicos? Esos ojos turquesa brillaron, pero estaba intrigado por saber si iba a morder el cebo prontamente. --?Que le hace creer que soy novicia? El se encogio de hombros. --Es usted joven. Se deduce de ello. Sencillamente, se retiro las gafas y las doblo en el bolsillo interior de su chaqueta. --Entiendo cuan diferentes son nuestras culturas, mi jeque. Podria inventarme como excusa la ignorancia de mi padre respecto a las costumbres de su cultura. Podria admitir que quizas el nepotismo tuvo algo que ver. Podria tratar de impresionarlo con mis cuantificaciones y resultados en la universidad o con mis estudios previos en legislacion islamica y judaica. Pero, sinceramente, creo que su padre accedio a que viniera con mi madre porque no sentia la necesidad de pagar los elevados honorarios de los abogados mas reconocidos del bufete para algo que se reduce a un mero acuerdo prenupcial. Esta era nueva, pero no tenia miedo en absoluto en sacar un poquito las garras. Esto le gusto. --Asi pues, digame, consejera, que me tiene preparado? --El Katb-el-Kitab esta en su mayor parte en orden. Es mayormente el modelo general de ustedes, regido por el Islam sunita, la jurisprudencia Hanafi que rige en Al-Marasae, etcetera. Usted firmara en su propio nombre y el sultan Jassor bin Adi Puteri firmara en nombre de su hija la princesa Raaniya Binti Jasoor. El unico asunto que me preocupa es algo sepultado en el mahr, lo que los occidentales llamarian la dote. --Si, senorita Fiora, estoy familiarizado con las costumbres matrimoniales de mi propia cultura. --Por supuesto --dijo, y el notaba que ella trataba de mantener la pulla ajena a su voz--. Pero lo que encontre es algo que pense que seria apropiado comunicarselo personalmente. Puede que usted este al tanto de esto, pero no podia evitar tener la sensacion de que estaba encubierto intencionadamente entre la jerga legal. --Prosiga --dijo el, meciendo su mano. --En esencia, el mahr contiene una estipulacion que transfiere el diez por ciento de sus acciones con derecho en RPI a la familia real de Burhinna. Asi que eso era parte de la estratagema de su padre. Habia habido controversia, algunos dicen que infundada, sobre si menguaban las existencias domesticas de crudo en Burhinna. La pequena nacion de Malasia habia dado con un pozo en los primeros anos veinte del siglo pasado que les habia convertido en muy pudientes comparados con su tamano. Si fueran ciertos los rumores sobre el cierre de ese pozo, parecia como si estuvieran tratando de crear algun tipo de colaboracion encubierta con RPI a traves del matrimonio. Tras sus propios intentos fallidos, parecia como si su padre le hubiese comprado una novia con las propias acciones de Dharr. --Es un asunto que no habia previsto. Pero, llegados a este punto, no me parece descabellado -- suspiro casi. --Bueno, esa no era la parte que estaba muy oculta. Como sabra, hay dos partes en un mahr. Hay una que se concede directamente tras el matrimonio, y esta lo que se espera si el matrimonio se disuelve. Lo que encontre es que al parecer en caso de disolucion, por cualquiera de las dos partes, la cantidad se dispara a otro 25% mas, para un total de 35%. Eso es el 35% de sus acciones en RPI que iran a la familia real si se produjera un divorcio --dijo ella, pasandole un archivador lleno de papeles. Habia dos especificamente senalados con marcadores de pegatinas amarillas. El jeque Dharr se sento frente a su silla y tomo el monton de ella. Noto que se lo ofrecia con su mano derecha y no con la izquierda. Aun no sabia si era coincidencia o si quizas ella poseia ciertas nociones de las costumbres de Oriente Medio. El jeque hojeo los papeles, seguro de que tenia que haber mas en las cifras que habia encontrado ella. Tenia que haber algun tipo de proteccion para evitar tanto a el como a la princesa el cortar y salir corriendo tras el matrimonio. El archivador requeria un examen mas detallado que no podia darle al momento, ya que varios asuntos en Hassem Petroleum requerian su atencion esa manana. --Necesito revisar estos mas de cerca, pero enseguida tengo una reunion. Venga conmigo a cenar al restaurante Principes y Paisanos. Tengo una mesa en el salon del piso de arriba. Vistase de modo apropiado. --Por supuesto, mi jeque. Si eso es todo... --y estaba seguro de que ella no quiso darle a sus palabras la leve huella de ponzona que llevaban, pero aquello no le sento mal. No queria otro monigote o pelele a sus pies. Esta mujer ya le habia probado que tenia un ojo agudo y cierta integridad. Ahora el tenia bastante curiosidad en ver hasta donde llegaba su talante. Permanecio en pie, mientras ella retiraba sus gafas de su chaqueta y extendio su brazo hacia las escaleras. --Si, senorita Fiora. Eso sera todo por ahora. La veo esta noche a las siete. --Hasta entonces --contesto Alana. Recogio sus cosas y se retiro haciendo resonar las suelas por toda la biblioteca segun descendia las escaleras. Alana Fiora, su nueva consejera con los cautivadores ojos turquesa le dejo tambien un eco tras su paso. Habia encontrado algo improcedentemente oculto en el contrato con su futura novia, o era que quizas buscaba algo dramatico --?el impetu de una hija excesivamente entusiasta, tratando de ganarse a su propio padre? Lo descubriria esta noche, tras tratar de analizar los documentos personalmente. En cualquiera de los casos, tenia preguntas para su nueva consejera, unas pocas mas alla del archivador que sostenia. Las trataria esta noche.

  • El amor que deseas de Karim Zuloaga

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    Vivianne, una muchacha universitaria inteligente y de bajo perfil, se encuentra envuelta en una situacion amorosa que no ha buscado ni cree merecer. ?Como es posible que un hombre como Erian, quien despierta todos sus instintos, se cruce en su camino? Al mismo tiempo, ?como es posible que ignore su existencia? Confundida, atraer su atencion le parece demasiado bueno para ser verdad. A traves de esta historia, tomara decisiones que cambiaran para siempre la forma en que se percibe. ?Sera capaz el de borrar cicatrices que ella no quiere mostrar?; ?resultara una vez mas danado su corazon?

  • La cupula del cielo de Sebastian Fleming

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    La Roma del Renacimiento es una ciudad gobernada por papas tan belicosos como enamoradizos, y donde el dinero carece de importancia. Julio II encargara al rudo e impulsivo Donato Bramante que construya una nueva basilica sobre las ruinas de San Pedro, la mas impresionante que se haya visto hasta entonces: la edificacion mas grande de occidente sera un simbolo del poder de la Iglesia.

  • Angel Caido. Amor Verdadero con el heroe de Elena Romero

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    Hace 3 semanas me salvo la vida.
    A costa de matar a dos hombres.
    Dos violadores en un callejon.
    Y llevarme en brazos a casa.

  • B de Bella de Kris Buendia

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    Es guapo y elegante. Misterioso y Bestia. Un importante Senador. Nuestro primer encuentro fue perfecto, pense que lo habia dejado atras cuando me fui esa noche y me mude a otro pais. Pero un ano despues, me vuelvo a encontrar con el. Ahora como su asistente.
    El no sabe que hace un ano pago una noche para estar conmigo.
    El no sabe que por algunas noches dejo de ser su aburrida asistente ejecutiva.
    El no sabe que soy Bella, una mujer con heridas y dama de compania, una porque la que ha vuelto a pagar otra noche.
    Mi secreto esta a salvo mientras no me reconozca. y mientras no se enamore de mi.
    ?La bestia sera Dominada por la Belleza?

  • Aurora Leigh de Elizabeth Barrett Browning

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  • Como el fuego de Jennifer Armentrout

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    En ocasiones, la vida te quema en las manos.

  • Esperanza de Candis Benitez

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    En ocasiones, las personas tomamos las peores decisiones en nuestras vidas, las cuales muchas veces pueden ser irremediables, en caso de no enmendarnos a tiempo.
    William Carrington lo sabe bien, pues en su juventud -buscando escapar de las presiones familiares y ser libre-, eligio la puerta equivocada. Vivio una epoca de desenfreno total, y estuvo al borde de perderlo todo, incluso lo mas preciado que posee cada ser humano, dandose cuenta con ello de su manera errada de proceder, antes de caer en un abismo sin retorno.

  • Mi medio limon de Carlota Laupani

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    La vida de Alicia es casi perfecta. Tiene un trabajo que le encanta, una casa preciosa, una hermana pequena a la que adora… si no fuera por su mala relacion con su madre y su aversion por las relaciones sentimentales, su vida seria completamente idilica. Sin embargo, cuando, de un dia para otro, se queda sin trabajo, todo cambia. Su mundo se viene abajo y no sabe como solucionar sus problemas. Hasta que conoce a Alex, un guapisimo camarero que la ayudara a salir del pozo en el que
    se encuentra.
    La quimica entre ellos es brutal, pero Alicia no esta por la labor de perderse en una relacion.
    ?Podra Alex hacerla cambiar de parecer?
    Y sobre todo, ?podra hacer que vuelva a creer en el amor?

  • Dias de Septimo de Jorge Sagrera

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    Es celeste todo, pero aun no ha salido el sol. Mejor: el entrecejo, leve, acusa el Tom Collins de la noche anterior, o de esta madrugada. Cierra los ojos. El balbuceo del Mediterraneo. Unas gaviotas madrugadoras. El sabor a sal en sus labios que, reconoce, no estan partidos.

  • Los hombres que no amaban a las mujeres de Stieg Larsson

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    Harriet Vanger desaparecio hace treinta y seis anos en una isla sueca propiedad de su poderosa familia. A pesar del despliegue policial, no se encontro ni rastro de la muchacha. ?Se escapo? ?Fue secuestrada? ?Asesinada? El caso esta cerrado y los detalles olvidados. Pero su tio Henrik Vanger, un empresario retirado, vive obsesionado con resolver el misterio antes de morir. En las paredes de su estudio cuelgan cuarenta y tres flores secas y enmarcadas. Las primeras siete fueron regalos de su sobrina; las otras llegaron puntualmente para su cumpleanos, de forma anonima, desde que Harriet desaparecio. Mikael Blomkvist acepta el extrano encargo de Vanger de retomar la busqueda de su sobrina. Periodista de investigacion y alma de la revista Millennium, dedicada a sacar a la luz los trapos sucios de la politica y las finanzas, Blomkvist esta vigilado y encausado por una querella por difamacion y calumnia presentada por un gran grupo industrial que amenaza con arruinar su carrera y su reputacion. Contara con la colaboracion inesperada de Lisbeth Salander, una peculiar investigadora privada, socialmente inadaptada, tatuada y llena de piercings, y con extraordinarias e insolitas cualidades.

  • Los lobos no piden perdon de Miguel Conde-lobato

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    El thriller revelacion para los lectores que piensan que lo han leido todo.

  • La dolce vita de Rachel Rp

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    Mudarse al otro lado del pais para vivir con su mejor amigo parecia una buena idea. Lo que no parece tan buena idea es que en la misma casa viva su nuevo jefe.
    Amor, amistad, trabajo, chicos, todo se mezcla en esta discoteca, entra a conocer La Dolce Vita

  • Un elefante para Carlomagno de Dirk Husemann

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    La fascinante historia de como viajo un elefante desde Bagdad hasta Aquisgran en tiempos del emperador Carlomagno. En el ano 802 latension entre el emperador Carlomagno y el califa de Bagdad se encuentra en un punto culminante en su lucha por alcanzar la hegemonia politica y religiosa. Isaak de Colonia, un sirviente del emperador Carlomagno, debe hacerle llegar un increible regalo del califa de Bagdad como muestra de amistad: un elefante. Junto con Thankmar, su esclavo, emprendera un largo y peligroso viaje para evitarun enfrentamiento entre los dos monarcas. El viaje del animal se convierte en una peligrosa aventura a traves de la Europa medieval.Para los europeos, el elefante es la reencarnacion misma del demonio y debe ser destruido. Pero su muerte empujaria a los dos imperios a una terrible guerra. Una fascinante historia que nos muestra la Europa del siglo IX, los viajes de la epoca y las diferenciasculturales entre los dos imperios mas importantes de ese momento. <>Frankfurter Neue Presse

  • Bajo Llave de Aina Castillo

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    Amor Siniestro: Romance Oscuro y J*dido
    Megan esta loca de atar.
    Una joya en bruto. Caos puro.
    Sexy. Psicopata. Manipuladora.
    Obtiene lo que quiere, cuando quiere.

  • Me gustas de todos los colores (Volumen independiente) de Iris T. Hernandez

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    Estoy sentada en el asiento que la compania aerea me ha indicado cuando he facturado, el mas cercano a la ventanilla, rodeada de desconocidos que tendre que ver durante unas horas (ya llevo mas de tres); el viaje es largo, pero estoy segura de que valdra la pena. Me siento afortunada por ser una de los veinte elegidos para participar en el encuentro de <>. Aun recuerdo la cara que se le quedo a mi madre cuando dije esas palabras, no se adonde penso que me iba, seguramente me imaginaba participando en una orgia. No puedo evitar reir al recordarlo. Mi padre, en cambio, sonreia sin decir nada para evitar que se enfadara con el. La deje sin habla, lo unico que repetia era: <>. Ese es mi lastre: el pueblo. Yo no quiero pertenecer a ese lugar. Alli nadie me entiende, no entra en mis planes ser la cajera de la gasolinera o del unico supermercado que hay. Mis amigas pueden ser felices con esa vida, pero yo no. Mis aspiraciones van mas alla, disfruto pintando; desde pequena he tenido un pincel en las manos y desde siempre dibujo lo que veo o imagino. Por mucho que quisiera estudiar, me era imposible, siempre desviaba la atencion garabateando en cualquier trozo de papel que tuviese a mano. Hasta que por fin pude plantarme ante mis padres y decirles que queria estudiar arte. A mi madre no le parecia bien, pero tras sus intentos fallidos por convencerme de que fuera la notario del pueblo, que por aquel entonces no habia ninguno, desistio y me permitio estudiar la carrera que yo habia elegido. Hace unas semanas encontre por Internet un concurso de pintura, el tema era de libre eleccion dentro del erotismo, y sin pensarlo deje volar mi imaginacion dibujando la figura de una pareja sobre la nieve completamente desnudos. Mistico, impensable en la vida real, pero tras unos trazos suaves y delicados consegui cautivar a alguien, ya que me eligieron, y aqui estoy, camino de Nueva York, rumbo a una de las ciudades mas cosmopolitas, con la que he sonado miles de veces. Cuando aterrice me espera un duro trabajo; durante un mes estudiare en una de las escuelas mas importantes del mundo, y estoy deseando llegar. Por suerte, tengo una tableta que me regalo Pablo, mi mejor amigo, al despedirnos. No queria que perdieramos el contacto y la compro para que tuviera conexion a Internet en todo momento. Aun queda la mitad del trayecto, y necesito distraerme para no aburrirme, asi que busco musica que tenia guardada en el telefono y consigo evadirme un rato del vuelo, creo que hasta doy alguna cabezada. Sumergida en mis pensamientos, apenas me doy cuenta de que el piloto nos ha indicado que nos abrochemos los cinturones, ya que en breve aterrizaremos. En ese mismo instante siento un mareo, creo que me va a dar algo de un momento a otro, pero logro respirar hondo y trato con todas mis fuerzas de relajarme. Sin embargo, por mucho que lo intento, saber que estoy llegando me pone nerviosa, mas bien, atacada. Me abrocho el cinturon y me agarro las piernas como si con ello pudiera ayudar a tomar tierra. Unas turbulencias hacen que todos se asusten. Discretamente, me incorporo para observar las miradas de nerviosismo del resto de los pasajeros, hasta que sus rostros sonrien en el instante en que notamos que el tren de aterrizaje golpea levemente la pista. Cojo mi bolso y guardo la tableta corriendo para poder salir cuanto antes de este avion; estoy harta de estar sentada y necesito moverme de forma inmediata. En cuanto puedo levantar el culo del asiento, estiro las piernas y yergo la espalda, consiguiendo que la azafata que esta frente a mi sonria. Sin tiempo que perder, me despido de la tripulacion con la mano y salgo entre el tumulto de pasajeros en direccion a la zona de recogida del equipaje. Observo a mi alrededor, no pierdo detalle de nada, e incluso algun pasajero me empuja para apartarme de en medio. Soy una chica de pueblo y lo llevo escrito en la frente, sin duda alguna. Doy varias vueltas sobre mi misma para poder ver con detalle cada uno de los rincones del aeropuerto de esta gran ciudad, la que me ha abierto sus puertas y me va a convertir en alguien nuevo. Cruzo la salida y una fila de taxis de color amarillo me provoca una carcajada incredula que no pasa desapercibida para los que caminan a mi lado, pero es que siento que estoy en una escena de una de esas peliculas americanas que he visto cientos de veces en el sofa de mi casa. Hago un gesto con la mano a un taxista, que corre hasta mi, agarra mi maleta como si fuese un peso pluma y la lanza dentro del maletero, ante mi asombro. No digo nada, solo me dejo embaucar por lo que me rodea, y me siento feliz. El conductor, de unos cincuenta anos, de color, me pregunta adonde quiero que me lleve en ingles, y sin dudarlo un instante leo la direccion que la escuela de arte me ha enviado en un correo electronico. Entonces oigo como se rie. Pero, ?como no lo va a hacer? Si, para mi desgracia, mi lamentable pronunciacion del ingles, tenida por mi acento andaluz, debe de ser incomprensible para el. --Vamos a su apartamento --me contesta en un perfecto castellano que hace que me sienta como una autentica idiota. --Minipunto para el taxista, Maria --no puedo evitar decir en voz alta--. Gracias. --Miro por la ventanilla y sonrio al sentirme la mas panfila del mundo. Olvidandome de la escena vivida, observo cada edificio que se cruza en nuestro camino y a los transeuntes que caminan por las abarrotadas calles. El ambiente es muy diferente del de mi pueblo, y deseo con todas mis fuerzas llegar al apartamento cuanto antes para dejar mis cosas y poder pasear. Oler la ciudad y dejar que me lleve con ella. Entonces oigo musica y me doy cuenta de que el conductor esta centrado en la carretera a la vez que se mueve siguiendo el ritmo; es una especie de rap moderno, muy pegadizo, tanto que consigue que balancee la cabeza yo tambien. Cruzamos nuestras miradas a traves del espejo retrovisor y el sonrie al verme. --?Espanola? --!Si! --?Vienes a estudiar? --!Si! --vuelvo a afirmar como si no supiera unir varias palabras en una misma frase. --Dejame adivinar... Periodista. --!No! Arte. --Interesante, esta ciudad le gustara entonces. --Seguro que si. El apartamento al que me dirijo es compartido con otra joven que tambien ha obtenido la beca del mismo modo que yo. Como me llegue a reir cuando se lo conte a mi madre. Sonrio al recordar su cara cuando me dijo: <>. Como siempre, en su linea. La quiero mas que a nadie, pero en ciertos momentos de mi vida he llegado a sentir verguenza por su culpa, aunque se que no lo hace con mala intencion, ella es asi...

  • Yoga & medicina de Timothy Mccall

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    En el yoga la ausencia de sintomas no es sinonimo de salud. El yoga busca optimizar la funcion de todos los sistemas del cuerpo, desde los musculos hasta la digestion, la circulacion y el sistema inmune, junto con un bienestar emocional y una sensacion de optimismo. El yoga ensena que solo cuando estos elementos se alinean se puede maximizar la oportunidad de gozar de una buena salud y alcanzar la curacion.
    Yoga & Medicina presenta los beneficios del yoga y sus usos terapeuticos desde un punto de vista medico.

  • El Reino de los Malditos de Mario Garrido

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    En un Reino habitado por todo tipo de gente violenta, un ladron de poca monta, a causa de su torpeza y lujuria, desencadena una serie de acontecimientos terribles que lo cambiaran todo. Asi, asistiremos a la practica de juegos y costumbres barbaras, al acoso de animales feroces en bosques donde nadie penetra, al peligro de adentrarnos por las calles de una ciudad llena de maleantes, a travesias en compania de piratas y asesinos, a las costumbres irracionales de un convento implacable, a la aventura de llegar por primera vez a unas islas ig-notas y a la materializacion de leyendas terrorificas. Porque en el Reino de Gurracam, todos sus habitantes son malditos.

  • 49 penurias de Troy de C. J. Benito

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    Troy estaba parado delante del ventanal de su despacho, desde alli podia ver gran parte de Llos Angeles. Nadie podia llegar a imaginar que el hombre mas rico de toda la costa oeste, lo daria todo por encontrar a una mujer que lo amara. A sus treinta anos, habia logrado crear la mayor compania petrolera del planeta, lo habia conseguido todo, incluso le propusieron presentarse para senador, pero a el nunca le intereso la politica. Tras el, sono el timbre de su telefono fijo, se acerco a su escritorio y pulso uno de los botones para accionar el manos libres. --?Si? --La senorita Thelia Komo del canal seis, esta aqui. --Hagala pasar. Thelia estaba temblando, hacia poco que la habian contratado como becaria y para su desgracia, la periodista que estaba a cargo de su formacion, se habia puesto enferma justo el dia en que debia entrevistar al magnate del petroleo, Troy Khasondo. Al menos, todo se reducia a hacerle unas preguntas, sacar la grabadora y salir corriendo a la menor oportunidad. La secretaria de Khasondo abrio la puerta del despacho y Thelia entro, decidio fingir seguridad y en cuanto escucho que se cerraba la puerta, camino con decision por el inmenso despacho. Tropezo con la alfombra, cayo rondando hasta una mesita de cristal, con la que se dio un cabezazo, se levanto como pudo, pero estaba muy mareada y perdio pie, se cayo contra una vitrina llena de figuritas de vidrio y se agarro a ella para mantener el equilibrio, pero esta cedio y se le cayo encima, junto con todos los objetos que acabaron estrellandose y rompiendose en mil pedazos contra el suelo. Troy se quedo mirando el espectaculo, no entendia como habian podido enviarle a una periodista tan torpe. Camino hasta la chica y levanto la vitrina para liberarla, le ofrecio la mano para ayudarla a levantarse y fue entonces cuando sus ojos se fundieron en una mirada que acabaria cambiando sus vidas para siempre. Troy palidecio al ver aquellos ojos verdes llenos de inocencia, mil y una imagenes brotaron de su mente, la vio tumbada en su cuarto secreto, adoptando mil posturas eroticas. --?Se encuentra bien? --Si. --contesto Thelia apartando de su boca una figura con forma de pene que se le habia caido encima--. Lo siento, le pagare todo lo que he roto. --No es necesario, solo son objetos. Llamare al servicio de limpieza para que arregle este estropicio, tenga cuidado, esta cubierta de cristales. Troy saco su panuelo y con cuidado fue apartando todos los pequenos cristalitos del pelo de Thelia, de su cuello, de su vestido.... Thelia estaba cada vez mas nerviosa, podia sentir mariposas en el estomago, las manos de Troy parecian muy expertas, ahora estaba tras ella, limpiando su espalda. Troy fue bajando por su espalda, lentamente, retirando cada pequeno cristalito y dejandolo caer en la moqueta. Deslizo su mano hasta el trasero de Thelia, procurando no hacer presion, no queria parecer un aprovechado, se agacho y apreto un poco con el panuelo sobre su culo para quitar un cristal que estaba muy enganchado. Thelia se tiro un pedo, al parecer no eran mariposas lo que sentia, se puso colorada como un tomate y Troy se quedo paralizado con los ojos muy abiertos, ?se acababa de tirar un pedo en su cara? Nooooo, no podia ser, habria sido la tela que habria crujido con la presion. --Por favor, sientese. --pidio Troy--. Martina, que limpien mi despacho. Troy se sento al otro lado del escritorio, se dejo caer sobre su sillon negro de ejecutivo y clavo sus ojos en ella. Thelia saco su grabadora y la coloco sobre el escritorio con torpeza, busco una libreta y leyo algo. Una parte de el queria meterle presion, pero otra se habia quedado encandilado con su belleza, no debia maquillarse y parecia muy joven. --Aqui esta la lista de preguntas, pan, cebollas, lechuga, tomates... esta no es, perdon. --Pulso el boton de grabacion y lanzo su primera pregunta--. ?Como logro convertirse en un empresario de exito? Duncan suspiro, le fastidiaba que siempre le preguntaran lo mismo. --Trabajo duro, cultivar sabias amistades y elegir bien a mis socios. --Debe ser muy inteligente, no todo el mundo es capaz de conseguir convertirse en millonario. --No todo el mundo se ha criado en la mas absoluta pobreza, el hambre es un gran motivador y yo jure que nunca mas volveria a padecerla. Thelia lo miro, aquellos ojos azules le intimidaban y haberse tirado un pedo en su cara de ricachon..., solto una carcajada involuntaria y Troy la miro sin comprender. --?Le hace gracia que pasara hambre? --No, perdon, me despiste pensando en otra cosa. --Una periodista con experiencia deberia saber concentrarse mas en su trabajo. --!Ah, no! Soy becaria, mi jefa se puso enferma y me enviaron a mi, parece que todo el mundo le tiene miedo, nadie queria venir. --?Y usted me tiene miedo, senorita Komo? --No, solo es un hombre con dinero y a mi eso no me impresiona. Troy la miro lleno de curiosidad, Thelia era la primera mujer que no quedaba impresionada nada mas verlo. --Continuemos con la entrevista. --pidio Troy. Thelia, trato de concentrarse y hacer las preguntas lo mas rapido posible, empezaba a sentirse incomoda con las miradas de Troy. El se sentia como hipnotizado, no podia dejar de mirarla, contestaba a cada pregunta con frialdad, siempre le hacian las mismas preguntas por lo que podria contestarlas hasta con los ojos cerrados. Thelia apago la grabadora, estaba muy nerviosa. Tras ella, se abrio la puerta y el equipo de limpieza se afano barriendo y aspirando la moqueta. --!Ya esta!, muchas gracias por recibirme y siento los danos que he provocado. Troy la miro, sonrio y la acompano hacia la salida. Thelia acelero el paso, necesitaba alejarse de el y el muy pesado no dejaba de seguirla. Pulso el boton de llamada del ascensor y espero a que las puertas se abrieran, en cuanto lo hicieron, se metio dentro. --Adios senor Khasondo. --Adios senorita Komo. Las puertas del ascensor se cerraron y pillaron la cabeza de Thelia, que se aparto y se rasco la cabeza dolorida. Troy se quedo mirando las puertas cerradas del ascensor, Thelia seria suya. Thelia salio del ascensor, arrascandose la cabeza, menudo chichon le iba a salir y ahora a correr, tomar el autobus hasta la cadena, dejar la grabadora en el despacho de su jefa y tomar otro bus a casa. El bus olia fatal, estaba sentada junto a un tipo que parecia que llevara una hamburguesa bajo cada brazo. Saco su pequeno frasco de colonia y disimuladamente, lanzo una pulverizacion hacia el tipo que solo arrugo un poco la nariz y continuo leyendo su periodico. Se levanto y pulso el boton de parada, estaba loca por salir y entregar la grabadora. Corrio hacia la entrada de la cadena y saludo al vigilante que la miro negando con la cabeza. Subio las escaleras hasta la primera planta y luego resoplo y continuo su ascenso, no tomaria el viejo ascensor para quedarse atrapada otra vez. Paso entre sus companeros de oficina y noto que algunos la miraban raro, entro en el despacho de su jefa y dejo la grabadora sobre su mesa, cerro la puerta y se topo de frente con Fred, el jefe de redaccion. --?Has hecho la entrevista? --Si, acabo de dejar la grabadora en el despacho de Linsy. --Bien, recoge tus cosas, estas despedida. --?Queeeeeeee? !Pero si ni me pagas! --Lo se, pero la cadena ha decidido no tener becarios durante una temporada. Thelia, cabizbaja, camino hasta su mesa, cogio la papelera vacia y aprovechando que tenia una bolsa limpia, fue metiendo en ella sus pocas pertenencias, una foto de su madre, su lapicero, un reloj con forma de ranita y poco mas, bueno , un paquete de galletas de chocolate, casi se le olvida. Hizo un nudo a la bolsa y camino hacia la salida, bajo la atenta y triste mirada de los que hasta ese dia fueran sus companeros, pero... ?seran asquerosos? Ni uno se habia levantado para despedirse de ella, ni siquiera Ted que le toco el culo hace unos dias, ahora que el guantazo que le pego, casi le pone todos los dientes en el mismo lado de la boca. Unas horas mas tarde, estaba sentada en su apartamento, un cubiculo de no mas de treinta metros cuadrados, compuesto por una unica habitacion que hacia de cocina, dormitorio, salon y bueno, tenia un cuarto de bano tan pequeno que tenia que entrar de lado, y para ducharse, poner un barreno en el suelo y conectar una manguera al grifo del lavabo. Para hacer sus necesidades, disponia de un agujero en el suelo, vamos, que su casero no habia reparado en lujos.

  • Kierkegaard en 90 Minutos de Paul Strathern

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  • Miss Manias, tus secretos de Olivia Kiss

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    Tricia esta harta de los reportajes poco serios que le mandan hacer en la cadena de television donde trabaja: desde ir vestida de animadora hasta terminar cubierta de tarta en las fiestas locales. Quiere sentirse valorada y comunicar noticias importantes. O al menos en eso piensa cuando conoce a Dexter en un bar, tras uno de los ultimos encargos de su jefa. Claro que, en ese momento, todavia no sabe que Dexter no es un hombre mas, sino el futuro protagonista de todos los informativos del pais.
    Cuando sale a la luz que la empresa dirigida por Dexter esta metida en un buen lio a causa de un desvio de fondos, a Tricia le ofrecen al fin la oportunidad que tanto estaba esperando: cubrir la noticia. El problema es que Dexter es irresistible y no parece en absoluto culpable y. a ella cada vez le gusta mas. Pero dejarse llevar por la tentacion es una locura cuando todo su trabajo esta en juego. Y aun mas importante, ?puede confiar en Dexter?
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  • Bajo observacion de Miriam Amor

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    ?El pequeno pervertido de al lado le esta apuntando con una camara?
    Despues de que el marido de Marion desaparece en un crucero, ella disfruta de su libertad al maximo.
    Un dia, despues de una sauna caliente, se aventura desnuda en su jardin para refrescarse.
    Sorprendida, descubre que el hijo de la vecina la esta observando en secreto.
    En lugar de avergonzarse, su cuerpo envia senales completamente diferentes.
    El deseo, la lujuria y el deseo brotan en ella. Se siente mas sexy de lo que se ha sentido en anos.
    Su libido ha despertado repentinamente de un sueno profundo. Un nuevo plan madura rapidamente en ella.
    Quiere atrapar al joven Benjamin en el acto y darle una leccion que no olvidara pronto.

  • El Albatros y los piratas de Galguduud de Federico Supervielle Berges

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    Los campamentos piratas que salpican la costa de Somalia amenazan con secuestrar cualquier barco que se les acerque pero los paises desarrollados no parecen capaces de hacer frente al problema. La industria energetica mundial esta al borde del colapso. ?Podra un hombre de negocios enfrentarse a los piratas? ?Sera capaz el fallido estado somali de controlar su propia costa?