• agua verde cielo verde - Mavis Gallant

    https://gigalibros.com/agua-verde-cielo-verde.html

    Venecia, Cannes y Paris componen el falsamente glamouroso escenario de la vida de Florence McCarthy Harris, una muchacha americana que pasa su juventud viajando por Europa y viviendo de la caridad de los familiares de la mano de su madre, Bonnie, que, a causa de su divorcio, no podia soportar ya seguir viviendo en America. Mientras asistimos al atribulado descenso a la locura de Flor, seran cuatro las voces que, a modo de un cuadro cubista, se superpondran y revelaran la realidad fracturada de una joven que es arrastrada por su madre a una vida de movimiento constante en un continente desconocido. Una novela sobre la naturaleza humana que, enmarcada en una enfermiza relacion maternofilial, trata con gran delicadeza sobre la necesidad de un hogar y la fragilidad que supone el desarraigo.

  • Agua verde, cielo verde - Editorial Impedimenta

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    Agua verde, cielo verde ... Mavis Gallant despliega todo su talento en este testimonio whartoniano del descenso a los infiernos de dos mujeres unidas por una ...

  • AGUA VERDE, CIELO VERDE | MAVIS GALLANT - Casa del ...

    https://www.casadellibro.com/libro-agua-verde-cielo-verde/9788417115562/6454609

    14 may 2018 — El libro AGUA VERDE, CIELO VERDE de MAVIS GALLANT en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • Agua verde. Cielo verde (IMPEDIMENTA) - Libros - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Agua-verde-cielo-Impedimenta/dp/8417115560

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  • Agua verde, cielo verde, de Mavis Gallant - Libros y Literatura

    https://www.librosyliteratura.es/agua-verde-cielo-verde-de-mavis-gallant.html

    13 sept 2018 — Hay libros que solo con su portada ya te despiertan curiosidad. Cuando vi la portada de Agua verde, cielo verde lo encontré perfecto para ...

  • Agua verde, cielo verde - Mavis Gallant - Babelio

    https://es.babelio.com/livres/Gallant-Agua-verde-cielo-verde/53223

    En 1959, Mavis Gallant publica esta novela que trata sobre el desarraigo y una relación materno-filial en cierto grado, enfermiza. La obra se configura en ...

  • AGUA VERDE, CIELO VERDE · GALLANT, MAVIS - Tipos ...

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    Venecia, Cannes y Paris componen el falsamente glamouroso escenario de la vida de Florence McCarthy Harris, una muchacha americana que pasa su juventud ...

  • Agua verde, cielo verde - Mavis Gallant - El momento de Raquel

    http://elmomentoderaquel.blogspot.com/2018/09/agua-verde-cielo-verde-mavis-gallant.html

    11 sept 2018 — Leyendo y reseñando libros escritos por mujeres. Agua verde, cielo verde - Mavis Gallant.

  • Agua verde, cielo verde, de Mavis Gallant - Zenda

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    12 jul 2018 — Agua verde, cielo verde, de Mavis Gallant ... La tía Bonnie bajó el libro que estaba leyendo y miró a George con el ceño fruncido y una ...

  • Agua verde, cielo verde - gallant, mavis - Librería Proteo

    https://www.libreriaproteo.com/libro/ver/2091084-agua-verde-cielo-verde.html

    AGUA VERDE, CIELO VERDE, GALLANT, MAVIS, ISBN: 9788417115562 Librerías Proteo y Prometeo. Desde 1969 entre Libros. La mayor librería especializada de Málaga ...

  • agua verde, cielo verdegallant, mavis - Quelibroleo

    http://quelibroleo.com/agua-verde-cielo-verde

    Flor McCarthy lleva una existencia que a muchos podría parecerles idílica. Después del traumático divorcio de su madre, que ya no puede soportar seguir ...

  • La mujer de Sullivan de Nora Roberts

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    Cassidy espero. La senora Sommerson lanzo el tercer vestido que rechazaba a sus brazos. --Simplemente, no me gusta --musito la senora Sommerson mirando con el ceno fruncido un vestido de lino azul oscuro. Tras un momento de consideracion, aquel vestido se sumo a la pila que cargaba Cassidy en brazos. Aun asi, la dependienta intento no perder la paciencia. Tres meses despues de comenzar a trabajar en The Best Boutique, tenia la sensacion de que habia aprendido a ser paciente, pero no habia sido facil. Obedientemente, siguio a la corpulenta senora Sommerson a otro de los expositores de vestidos. Al cabo de veinte minutos de permanecer a su lado como si fuera un perchero, penso que aquella paciencia que tan duramente habia adquirido estaba seriamente danada. --Me probare este --anuncio por fin la senora Sommerson, y se dirigio hacia los probadores. Musitando pasar si, Cassidy comenzo a colgar los vestidos descartados. Se apreto una de las horquillas que llevaba en el pelo con un gesto de irritacion. Julia Wilson, la propietaria de la tienda, era muy estricta en todo lo referente a la limpieza y el orden. No permitia que cayera un solo pelo por los hombros de sus empleadas. Era una mujer ordenada, disciplinada y falta de imaginacion, concluyo Cassidy, y arrugo la nariz mirando el vestido de lino azul. Desgraciadamente, Cassidy era una persona desorganizada, imaginativa y no demasiado ordenada. Su pelo era el epitome de su personalidad. Tenia matices rubios y castanos que se fundian en un tono similar al del dorado de un cuadro antiguo. Era una melena larga y tupida que protestaba al verse constrenida a los confines impuestos por las horquillas que continuamente se le resbalaban. Al igual que la propia Cassidy, su melena era ingobernable y tozuda, pero tambien suave y fascinante. De hecho, habia sido el atractivo poco convencional de Cassidy el que habia favorecido su contratacion. La experiencia no figuraba entre sus cualificaciones para el trabajo. Julia Wilson habia reconocido en ella una publicidad en potencia para su mercancia. Sabia que, en un cuerpo alto y esbelto como el de Cassidy, resaltarian los colores intensos y el estilo de su linea mas atrevida. Indudablemente, su rostro tambien era un extra. Julia no estaba segura de que pudiera describirsela como bella, pero sabia que tenia una cara llamativa. Era una mujer de facciones marcadas y angulosas, innegablemente aristocraticas. Las cejas se arqueaban sobre unos ojos rasgados, unos ojos que parecian enormes en un rostro estrecho y eran de un color sorprendentemente violeta. Julia habia visto en el rostro, el tipo y la bien modulada voz de Cassidy todas las referencias que necesitaba para el trabajo, pero habia insistido en que se recogiera el pelo. Cuando lo llevaba suelto, imprimia una sensualidad excesiva a sus facciones aristocraticas. Apreciaba la juventud de Cassidy, su inteligencia y su energia. Sin embargo, poco despues de contratarla, habia descubierto que no era tan moldeable como su edad sugeria. Tenia, pensaba Julia, una desafortunada tendencia a olvidar cual era su lugar y a mostrarse excesivamente amistosa con las clientas. En mas de una ocasion, la habia visto hacer alguna pregunta impertinente o dar un consejo innecesario. De vez en cuando, sonreia como si estuviera disfrutando de una broma secreta. Y a menudo, demasiado a menudo, de hecho, sonaba despierta. Julia habia comenzado a tener serias dudas sobre la idoneidad de Cassidy para el puesto. Despues de devolver a su lugar los vestidos que la senora Sommerson habia descartado, Cassidy se dirigio a los probadores. Desde alli podia oir el debil susurro de las telas. Al estar ociosa, su mente hizo lo que hacia invariablemente cuando tenia oportunidad: volo hacia el manuscrito que estaba esperandola sobre el escritorio de su apartamento. Hasta donde le alcanzaba la memoria, escribir siempre habia sido su sueno. Durante los cuatro anos de universidad, habia estudiado seriamente el oficio. A los diecinueve anos, se habia quedado sin familia y con muy poco dinero, de modo que, mientras aprendia la disciplina y el arte de la profesion elegida, habia tenido que aceptar todo tipo de trabajos. Entre los estudios y el trabajo, Cassidy apenas habia disfrutado de tiempo libre. Y habia renunciado incluso a esos escasos ratos para trabajar en su novela. Para Cassidy, escribir no era un trabajo, sino una vocacion. Habia orientado toda su vida hacia ese objetivo, dejando apenas espacio para otro tipo de ataduras. La gente le fascinaba, pero habia pocas personas con las que tuviera una relacion estrecha. Le gustaba escribir sobre relaciones complicadas, pero apenas tenia conocimientos de primera mano sobre el tema. Lo que daba calidad y profundidad a su trabajo era su aguzado talento para la observacion y la extraordinaria profundidad de sus sentimientos. Durante gran parte de su vida, habia podido volcar esos sentimientos en su obra. En aquel momento, un ano despues de su graduacion, continuaba aceptando todo tipo de trabajos para pagar el alquiler. Su primer manuscrito continuaba yendo de editorial en editorial, mientras que el segundo iba cobrando vida lentamente. Cuando la senora Sommerson abrio la puerta del probador, la mente de Cassidy estaba completamente absorta en la reelaboracion de una escena dramatica. Al ver a Cassidy frente a ella con actitud sumisa, asintio con gesto de aprobacion. Incluso parecio pavonearse. --Este me queda muy bien, ?no te parece? La eleccion de la senora Sommerson era un vestido de color rojo fuego. El color, advirtio Cassidy, resaltaba su cutis rubicundo, pero hacia un bonito contraste con su melena negra. En realidad, el vestido le habria quedado mucho mejor si la senora Sommerson hubiera sido un poco mas delgada, pero, aun asi, Cassidy le veia posibilidades. --Atraera muchas miradas, senora Sommerson --le dijo tras un momento de consideracion. Con algunos accesorios, decidio, la senora Sommerson podria tener un aspecto magnifico. Sin embargo, la seda se tensaba sobre sus anchas caderas. Necesitaria una faja bien firme, diagnostico, o una talla mayor. --Creo que tenemos una talla mayor --musito, pensando en voz alta. --?Perdon? Cassidy estaba tan concentrada en sus pensamientos que no se fijo en el peligroso arqueamiento de cejas de la clienta. --Una talla mas --repitio amablemente--. Este le queda un poco ajustado en las caderas. Una talla mas le quedara perfectamente. --Esta es mi talla, jovencita --el enorme pecho de la senora Sommerson se elevo y cayo de nuevo al ritmo de su respiracion. Concentrada en resolver el problema de los accesorios, Cassidy sonrio y asintio. --Yo diria que quedaria bien una gargantilla de oro --se dio unos golpecitos con el dedo en el labio inferior--. Ahora, dejeme ir a buscar un vestido de su talla. --Esta --insistio la senora Sommerson en un tono que atrajo toda la atencion de Cassidy-- es mi talla.

  • La mision de Rox (Guardianes de la Ciudadela 3) de Laura Gallego

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    En esta ultima entrega de la trilogia <>, los destinos de los protagonistas vuelven a entrelazarse, condicionados por revelaciones que ponen en peligro su relacion, pero que podrian suponer la clave para salvar su mundo.

  • El rastro de los cuerpos de Jose Miguel Tomasena

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    Circulabamos por uno de esos tuneles mal hechos que hacen en Mexico, en el que cada tres dias se mata alguien, porque en lugar de hacerlo en linea recta, lo construyeron con mas curvas que una carretera de montana. Tania manejaba. Era medianoche y casi no habia trafico. Al salir de la primera curva nos encontramos con un perro tirado a la mitad de la avenida. Tania alcanzo a esquivarlo y se orillo. ?Esta vivo?, pregunto mirando por el retrovisor. En efecto, el perro aun movia la cabeza y parecia hacer un gran esfuerzo por moverse. Antes de que yo pudiera decir algo, Tania ya se habia bajado del coche y corria entre los carriles hacia el animal herido. Vi el reflejo de unos faros en la pared del tunel y escuche el sonido de un motor que se acercaba. Le adverti a gritos del peligro y Tania se hizo a un lado. Por un momento temi que el coche rematara al animal ahi, enfrente de nosotros, pero alcanzo a esquivarlo y paso entre nosotros zumbando el claxon. Era una hembra. Una pointer cafe que tenia las tetas hinchadas y que nos miraba con sus enormes ojos grises. Sus aullidos retumbaban en el tunel. El golpe le habia dislocado la cadera, y aunque intentaba usar las patas delanteras para moverse, la parte trasera de su cuerpo parecia un tren volcado. Tania se cubrio la nariz y la boca con las manos. Tenemos que ayudarla, suplico. Me acerque al animal, arrastrando los pies. La perra gruno, mostrandome los colmillos, sin dejar de mirarme. En sus ojos habia furia, pero sobre todo habia dolor, miedo. Ya, dije extendiendo la mano para tocarla, no te vamos a lastimar, pero la perra me respondio con una dentellada caliente que apenas pude esquivar. Del punto ciego del tunel, iluminado por unas farolas con luz naranja que pendian del techo humedo, aparecian coches a toda velocidad. Sus luces blancas nos cegaban y parecia que nos iban a embestir, pero luego frenaban, cambiaban de carril y, en algunas ocasiones, nos mentaban la madre con el claxon. ?Que vamos a hacer?, dijo Tania. Levante los hombros. Esta muy lastimada, respondi, y ella me suplico que hicieramos algo, por favor. ?Que? Dime. Pues no se. Algo. Entonces se acerco a la perra, muy despacio, extendio la mano y la perra levanto la cabeza y siguio los movimientos de Tania. Tranquila, susurro como una encantadora de serpientes o domadora de leones. No te voy a hacer nada. La perra lanzo un aullido de dolor que retumbo en el tunel. No tengas miedo, dijo Tania mientras volvia a acercarse. Ya, ya, te vamos a ayudar. La perra seguia tensa, mirando su mano, pero acepto que le tocara la cabeza. Eso, dijo. Te vamos a sacar de aqui. En sus ojos vi consuelo mientras Tania la acariciaba, cierta calma, la confianza en que seria salvada, y yo ya estaba pensando como conseguiriamos subirla al coche y acomodarla en el asiento trasero, a donde la llevariamos, quien conseguiria salvarla, cuando el motor de un camion bufo desde la boca del tunel, la perra se asusto y lanzo un mordisco sobre la mano de mi esposa. Era un camion de mudanzas que no tenia por que circular por ahi. Un letrerote lo decia clarito al inicio del tunel: NO BICIS, NO MOTOS, NO CAMIONES. Pero si en Mexico puedes destripar a tu vecino y regarlo por la ciudad en bolsas negras, puedes secuestrar autobuses llenos de migrantes, desechar los residuos de tu fabrica en el rio, esclavizar indigenas para que cosechen tomate, comprar elecciones con monederos electronicos, ?que puede pasarte por meter un camion de mudanzas a un tunel mal hecho? El chofer imbecil todavia nos sonrio al pasar y hasta agito su manita para saludarnos. Estoy bien, dijo Tania. Yo habia pegado un grito mas escandaloso que los grunidos de la perra, pero era una herida superficial: dos rasgunos en el dorso de la mano. Yo sabia que Tania se impresionaba facilmente con la sangre desde que se cayo de una patineta cuando era nina y se abrio la cabeza, pero ella insistia en la perra, la perra, habia que salvarla. No se puede, dije. Esta muy lastimada. Y ella: La perra, hay que salvarla. Y yo: Es muy peligroso, nos tenemos que ir. Estabamos solos, en la salida de una curva ciega, a media noche, ante un animal dispuesto a morir peleando. ?Quienes eramos nosotros? ?Que podiamos hacer? Pero Tania nunca se daba por vencida, creia que siempre se podia hacer mas, siempre algo mas. Nunca me perdono que yo quisiera protegerla y yo no me perdono no haber podido hacerlo, aunque esa noche consegui imponerme y llevarla de regreso al coche. Luego tuve que soportar su desprecio durante tres o cuatro dias: yo era un cobarde, un insensible, un pusilanime. No podemos dejarla, me suplico por ultima vez en el coche, despues de que yo tomara el volante. Mirate la mano, Tania, ?que quieres hacer? Y entonces ella vio la sangre, dos hilos que le escurrian por el antebrazo y que en algunas partes ya se estaban secando, y vio la mancha roja casi negra en los dedos y en la muneca, en su falda de flores. Saco un Kleenex de la guantera, que al entrar en contacto con la sangre se quebro en oscuras lombrices alargadas. Vamonos, dijo, mientras se ponia el cinturon, sin voltear a verme. Luego recargo la cabeza contra el respaldo y empezo a llorar. Quise tocarla, pero esquivo mis caricias. Por el retrovisor pude ver a la perra haciendose mas pequena mientras nos alejabamos, hasta que nuestro coche salio a la superficie y el tunel se convirtio tan solo en una boca iluminada en medio de la noche. Tal vez Tania tenia razon. Tal vez pudimos haber avisado a una patrulla, o hablar al 066, o poner senales de advertencia en la entrada del tunel para que los otros conductores nos dieran tiempo. Cuando recuerdo sus aullidos de dolor, pienso incluso que pudimos haberla rematado con nuestro Chevy. Le habriamos hecho un favor: la violenta compasion. Quien sabe cuanto tiempo estuvo asi, cuantas horas tuvieron que pasar antes de que le dieran el golpe definitivo. Todavia pienso en ella, como si aun estuviera esperando nuestra respuesta. La imagino escupiendo sangre o arrastrando su cuerpo, escucho sus aullidos magnificados por el tunel, y siento que aun estamos ahi, que en realidad no nos movimos, que todo lo que nos paso despues es una ilusion, que nunca existio el coche en el que supuestamente nos fuimos al hospital a que curaran la mano de Tania y que ella y yo seguimos intentando salvar a una perra que de antemano estaba condenada.

  • En busca del silencio de Adam Ford

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  • Dos amores para Cassie 2 – Mark Miller de Mark Miller

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    Cassie no se da por vencida y, sin importarle lo que David piense, ella tiene claro que es lo que quiere en la vida. Y lo quiere a el.
    No importa que tenga que cruzar medio mundo, el corazon es el que manda.
    Pero la historia para ellos sera como siempre, todo menos facil. Ahora solo queda saber si, por fin, el amor triunfara o el destino seguira jugando con ellos.

  • Los misterios de East Lynne de Ellen Wood

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    La novela victoriana que escandalizo a toda Europa
    Archibald Carlyle se prenda de lady Isabel Vane y desea casarse con ella. Sin embargo, la joven siente una fuerte atraccion hacia Francis Levison, un hombre de reputacion dudosa. Isabel debera escoger entre los dos, y esa decision marcara su destino de por vida. Entretanto, el asesinato de George Hallijohn sacude la placida vida de East Lynne: Richard Hare, hijo del respetado juez Hare, es acusado del crimen y se da a la fuga, y la dulce Barbara Hare, enamorada en secreto de Archibald Carlyle, tratara de demostrar su inocencia. El escandalo esta servido y las vidas de los habitantes de East Lynne jamas volveran a ser las mismas.
    Ellen Wood, celebre autora y editora que llego a ser mas popular en su tiempo que Charles Dickens y cuyas obras hicieron las delicias de lectores como Lev Tolstoi y Joseph Conrad, ofrece al lector en Los misterios de East Lynne un escandaloso retrato de la sociedad victoriana y lleva a cabo un agudo analisis psicologico de las pasiones humanas.

  • Mil maneras de hacer sonreir al Highlander de Martina Leiva

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    Es necesario partir de cero en un nuevo lugar para curar las heridas...

  • La Piel del Pecado de Francis Molehorn

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    Angela Bennett es una mujer de 37 anos emancipada, bella, madre soltera, brillante profesional y rodeada de admiracion, a lo que ha llegado despues de haber llevado una existencia llena de sacrificios y locuras. Su vida lo tiene todo para ser ideal, hasta que su pensamiento critico hacia las religiones la pone en el punto de mira de grupos fundamentalistas dentro de la Universidad Catolica San Justo, donde imparte clases de Psicologia y donde mas de una vez ha tenido choques teoricos con alumnos que prefieren el creacionismo a la evolucion.

  • A la cuenta de tres, Felix Villacis de Felix Villacis

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    Leo y su mejor amigo Gus parecen estar viviendo otro dia habitual en la escuela hasta que, de repente, lo impensado sucede. Estalla una guerra que nadie vio venir, mucho menos ellos.
    Para sobrevivir, deben llegar a un refugio que se encuentra en la frontera y recorrer la mitad de la provincia sin sus familias y con la sombra de los enemigos sobre ellos. ?Sobreviviran al recorrido? ?Cual es el precio de la vida en situaciones como esta?

  • Eva es la tentacion de Esperanza Riscart

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    Una historia de amor con un inicio tormentoso y doloroso en el que la joven e inexperta Eva se sentira aprisionada por los fuertes sentimientos que Daniel despierta en ella.

  • Sexy, Yogi, Sandwich 3 de Coco Duval

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    Me llamo Johanna Mayer, tengo 36 anos y estoy decidida a recuperar mi vida. Estoy harta de persecuciones y asesinatos. Y harta de que nadie entienda la relacion que tenemos Bruno, Alexander y yo. Porque si, lo digo en voz alta: me gusta tener dos maridos, y si, me gusta mi nueva vida de espia improvisada. Voy a descubrir la verdad, voy acabar con esta locura.

  • Anatomia de un escandalo de Sarah Vaughan

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  • La luna en la puerta de Andrea Tome

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  • La cancion de los maories de Sarah Lark

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    ?Usted es la senora O'Keefe? William Martyn miraba perplejo a la pelirroja y gracil muchacha que lo habia atendido en la recepcion del hotel. Los hombres del campamento de buscadores de oro le habian descrito a Helen O'Keefe como una senora mayor, una especie de dragon hembra de esos que, con el paso de los anos, vomita fuego. Se decia que en el hotel de la senorita Helen regian normas estrictas. Estaba prohibido fumar, tambien el alcohol y, con mas razon todavia, invitar a personas del sexo opuesto si no se presentaba un certificado de matrimonio. Por lo que los buscadores de oro contaban, uno esperaba una carcel mas que un hotel. A pesar de ello, en aquel lugar no habia pulgas ni piojos, pero si banos para los huespedes. Era esto ultimo lo que habia acabado por convencer a William de hacer caso omiso de las advertencias de sus conocidos. Despues de pasar tres dias en el solar de la vieja granja de ovejas que los buscadores se habian adjudicado como refugio, estaba dispuesto a todo para librarse de los insectos. Incluso aguantaria a la <> Helen O'Keefe. Sin embargo, quien lo saludaba no era en absoluto una dragon, sino una bellisima criatura de ojos verdes, cuyo rostro se hallaba enmarcado por una rebelde melena rizada de un dorado rojizo. En todos los sentidos, era la vision mas agradable que William contemplaba desde que habia desembarcado en Dunedin, Nueva Zelanda. Su animo, por los suelos durante semanas, se levanto de forma instantanea. La joven rio. --No, yo soy Elaine O'Keefe. Helen es mi abuela. William sonrio, consciente de que asi causaba buena impresion. En Irlanda siempre asomaba una expresion de interes en las chicas cuando vislumbraban una chispa de picardia en sus ojos azules. --Que pena. De golpe se me habia ocurrido un anuncio comercial: <> Elaine rio por lo bajo. Tenia un rostro delgado y pequeno, la nariz tal vez una pizca demasiado afilada y con un monton de pecas. --Deberia juntarse con mi padre. No para de inventarse lemas de ese tipo: <>, <>. --Lo tendre en cuenta --sonrio William, memorizando el nombre--. ?Me dara una habitacion? La muchacha vacilo. --?Es usted buscador de oro? Entonces... bueno, todavia quedan habitaciones libres, pero son bastante caras. La mayoria de los buscadores no pueden permitirselas... --?Parezco uno de ellos? --repuso William con fingida gravedad, frunciendo el ceno bajo su abundante cabello rubio. Elaine lo observo con franqueza. A primera vista no se diferenciaba demasiado de los buscadores que veia a diario en Queenstown. Su aspecto era algo sucio y desalinado, llevaba un abrigo encerado, pantalones de montar azules y botas recias. Sin embargo, tras un segundo repaso, Elaine --como buena hija de comerciante-- reconocio la calidad del atuendo del joven: bajo el abrigo abierto se entreveia una chaqueta de piel cara; unos zahones de cuero le cubrian las piernas; las botas eran de primera calidad y la cinta del Stetson de ala ancha era de crin. En total, una pequena fortuna. Tambien las alforjas --al principio las tenia echadas descuidadamente al hombro, pero luego las habia depositado en el suelo, entre las piernas-- parecian elaboradas y caras. Todo ello no era habitual, ni mucho menos, entre los aventureros que llegaban en busca de oro en los rios y montanas de los alrededores de Queenstown, ya que eran muy pocos los que obtenian ganancias. Antes o despues, casi todos abandonaban la ciudad tan pobres y harapientos como habian llegado. Eso tambien se debia a que los hombres, por lo general, no ahorraban lo que ganaban en las minas, sino que corrian a gastarselo en Queenstown. Solo se enriquecian los inmigrantes que se asentaban alli para abrir un negocio. Entre estos se contaban los padres de Elaine, la senorita Helen con su pension y los duenos de establecimientos, como Stuart Peter de la herreria y cuadra de alquiler, Ethan con la oficina de correos y telegrafos y, sobre todo, la propietaria del llamado Hotel de Daphne, un local situado en la calle Mayor, de mala reputacion pero en general aceptado, que albergaba el burdel. William respondio pacientemente y con una sonrisa algo burlona a la mirada apreciativa de Elaine. Esta contemplaba un rostro jovial en cuyas mejillas aparecieron unos hoyuelos cuando el esbozo una mueca con los labios. !Y acababa de afeitarse! Tambien eso era inusual. Los buscadores de oro se limitaban a utilizar la navaja de afeitar cuando Daphne organizaba un baile. Elaine decidio sondear un poco al recien llegado. --Al menos no huele tanto como la mayoria. William sonrio. --Por el momento, el mar ofrece la posibilidad de banos gratuitos. Pero me han dicho que no sera por mucho tiempo, ya que esta llegando el frio. Ademas, segun parece, al oro le agrada el olor corporal. Quien menos se bana es quien mas pepitas extrae del rio. Elaine no pudo evitar reirse. --No deberia seguir usted ese ejemplo o tendra problemas con la abuela. Tome, si quiere rellenarlo... --Le tendio un formulario de registro e intento, con discrecion, espiar lo que William anotaba con pulso firme. Algo tambien poco corriente, pues eran contados los buscadores de oro que escribian con fluidez. William Martyn... El corazon de Elaine dio un brinco cuando lo leyo. Que nombre mas bonito. --?Que he de poner aqui? --pregunto William, senalando una pregunta sobre su domicilio de origen--. Acabo de llegar. Este es mi primer domicilio en Nueva Zelanda. Elaine ya no logro disimular por mas tiempo su interes. --?De verdad? ?De donde es usted? No, deje que lo adivine. Es lo que siempre hace mi madre con los nuevos huespedes. Por el acento se conoce su procedencia... Resultaba facil con la mayoria de inmigrantes, aunque de vez en cuando se cometiesen errores. A Elaine le sonaba casi igual el acento de los suecos, holandeses y alemanes. Pero a los irlandeses y escoceses los distinguia casi siempre, y la gente de Londres era especialmente facil de reconocer. Los expertos hasta lograban precisar de que zona de la ciudad procedian. Sin embargo, William era dificil de distinguir. Parecia ingles, pero aun asi hablaba de forma mas dulce, alargando las vocales. --Es usted gales --aventuro. Su abuela materna, Gwyneira McKenzie-Warden, era galesa y el acento de William le recordaba un poco al de ella. De todos modos, Gwyneira no hablaba ningun dialecto local. Era hija de un noble rural y sus institutrices siempre se habian ocupado de que su ingles careciera de acentos distintivos. William nego con la cabeza, pero sin la sonrisa que Elaine habia esperado. --?Como se le ocurre? --replico el joven--. Soy irlandes, de County Connemara. Elaine se ruborizo. Nunca habria sacado tal conclusion pese a que habia muchos irlandeses en los yacimientos de oro. Ellos, sin embargo, solian hablar un dialecto bastante burdo, mientras que William hablaba de manera distinguida. Como para subrayar su origen, escribio en letras mayusculas su ultima direccion en la casilla correspondiente: Martyn's Manor, Connemara. Se diria que no se referia a la granja de un pequeno campesino, sino a una finca rural... --Bien, ahora le enseno la habitacion --dijo Elaine. De hecho, ella no era quien acompanaba a los huespedes, y menos aun si eran varones. La abuela Helen le habia recomendado encarecidamente que siempre llamara a un sirviente o alguna doncella para cumplir tal tarea. Pero esta vez Elaine hizo de buen grado una excepcion. Salio de detras de la recepcion, caminando tan recta como su abuela le habia dicho que era <>: la cabeza levantada con gracia natural y los hombros hacia atras. !Y nada de abandonarse al balanceo provocador que tanto les agradaba exhibir a las chicas de Daphne! Elaine esperaba que sus pechos, que aun no habian alcanzado la plenitud, y su cintura, desde hacia poco encorsetada y muy esbelta, llamaran la atencion. Detestaba el corse, pero si con ello atraia el interes de ese hombre... William la siguio, contento de ir detras. Apenas si lograba reprimir el deseo al contemplar su elegante silueta, que ya anunciaba unas suaves redondeces en los lugares apropiados. Tras su breve temporada en la carcel, las ocho semanas de travesia posteriores y ahora la cabalgata de Dunedin hasta los yacimientos de oro de Queenstown... hacia casi cuatro meses que ni siquiera se acercaba a una mujer. Desde luego, un tiempo inconcebiblemente largo. Y ya era hora de ponerle remedio. Los hombres del campamento hablaban maravillas de las chicas de Daphne. Al parecer eran bastante bonitas y los cuartos estaban aseados. Sin embargo, a William le atraia mas la idea de cortejar a esa pequena y dulce pelirroja que la de satisfacer en un periquete su deseo en brazos de una prostituta. La habitacion tambien fue de su agrado. Era pulcra y estaba amueblada sobria y esmeradamente con muebles de madera clara. De las paredes colgaban cuadros y ya habia preparada una jofaina de agua para lavarse. --Tambien puede utilizar los banos --senalo Elaine, ruborizandose un poco--. Aunque debe avisar con antelacion. Consulte con la abuela, Mary o Laurie.

  • Alguien Que No Soy (Mi eleccion 1) de Elisabet Benavent

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  • Vivir y morir en Dallas de Charlaine Harris

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    Sookie Stackhouse esta pasando una mala racha: su companero de trabajo ha sido asesinado y ella es atacada por una criatura sobrenatural, pero afortunadamente los vampiros le salvan la vida. Cuando le piden que busque a uno de ellos, desaparecido en Dallas, Sookie no lo duda ni un momento. Eso si, pone una unica condicion: ningun humano debe ser danado. Pero eso es muy facil decirlo? Esta serie, transgresora en su planteamiento, rompe con la imagen tradicional de los vampiros y ofrece una nueva y fresca vision de los mismos. <> Chicago Sun-Times <> The Hollywood Reporter <> The Boston Globe

  • La casa del almendro, Laura Mcveigh de Laura Mcveigh

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  • Biovigilados de Roxana Tabakman

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    Un peligro viral se extiende sobre varias poblaciones sin que la comunidad cientifica tome cartas en el asunto. Una talentosa investigadora desarrolla la vacuna que podria evitar la tragedia, pero cuando inicia la inmunizacion libera involuntariamente una dosis alterada que produce mutaciones geneticas monstruosas.

  • Alborada, Cristina Duran de Cristina Duran

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    Camila se caso enamorada e ilusionada. Pero los anos y la rutina han enfriado la relacion. Entonces buscando la adrenalina que no tiene en su matrimonio decide empezar a trabajar en un club de striptease.

  • El corazon de una estrella de Noelia Amarillo

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    Sirius, la estrella mas brillante (y caprichosa, y altanera) del firmamento, esta hasta las mismisimas narices de que todo el mundo le recuerde como “la estrella de Oriente que guio a los Reyes Magos”, por tanto, decide bajar a la tierra, tomar forma humana y convertirse en un astro agorero que vaticine catastrofes para recuperar su reputacion de estrella feroz y malvada. Pero nada es tan facil como parece. Los humanos le han perdido el respeto (tambien el miedo), no le hacen caso e incluso !le atacan con un paraguas sin que el haya hecho nada para merecerlo! Asi que no le queda mas remedio que buscarse una ayudante que pronostique sus catastrofes. Y, ?quien mejor que Deneb?, una rubia explosiva que finge ser tonta pero que en realidad resulta ser muy pero que muy lista. Ella, supuestamente, le ayudara a recuperar su estatus homerico de “estrella malvada”. Juntos recorreran Madrid en Navidad, a la caza y captura de una desgracia que vaticinar. O al menos lo intentaran, porque la aparicion de un sentimiento inesperado dara al traste con sus planes. Y es que es muy dificil ser una estrella malvada cuando se esta enamorado.

  • En tiempos de druidas de Kelly Dreams

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    Shadow dejo de creer en cuentos de hadas y finales felices el dia en el que el hombre al que entrego su corazon la abandono sin ofrecerle explicacion alguna. Ahora, dos anos despues de su partida, el regresa dispuesto a entrar de nuevo en su vida de una manera que podria cambiarla por completo.
    Como uno de los druidas de los cuatro Cenels de Dalriada, la tarea de Dominic es encontrar a la Prometida; la mujer de la que se ha profetizado unira a los clanes y librara la tierra de sus antepasados del mal que la aqueja, y devolverla al lugar al que pertenece. Sin embargo, poco podia suponer que esa mujer resultaria ser la misma la a que habia abandonado dos anos atras. Una que cuenta con el poder y la voluntad suficiente para desafiarle y convertir la ultima esperanza para su pueblo en el mas desesperado de los infiernos.
    Perdida en una epoca extrana, con cuatro druidas guardianes custodiandola y retazos de un olvidado pasado acechando su alma, Shadow tendra que enfrentarse a la esperanza de un pueblo moribundo, a un poderoso ejercito que no dudara en darle muerte y al hombre al que no ha podido olvidar.
    Regresar a casa se ha convertido en la mas urgente e importante de las metas, especialmente desde que el podria convencerla de lo contrario.
    Solo un druida podia destruirla o convertir su leyenda en realidad.

  • La corona partida de Martin Maurel

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    Tras el exito de las novelas Isabel y Carlos, Rey Emperador, la serie se completa con La corona partida, situada cronologicamente entre ambas, que narra los hechos acontecidos tras la muerte de Isabel la Catolica y las luchas de poder entre Fernando de Aragon y Felipe el Hermoso.

  • Llega un nuevo dia de Sayed Kashua

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    Sayed Kashua ha sido elogiado por el New York Times como un maestro de la sutileza en el trato de las sociedades arabe y judia. Arabe-israeli que vivio en Jerusalen la mayor parte de su vida, Kashua comenzo a escribir con la esperanza de crear una historia con la que tanto palestinos como israelies pudieran identificarse, en lugar de presentar dos relatos distintos que no pueden coexistir. Dedica sus novelas y su columna semanal satirica publicada en Haaretz a contar la historia palestina y explorar las contradicciones del Israel moderno, mientras que tambien captura los matices de la vida familiar cotidiana en toda su ternura y caos.

  • Warlock de Rachel Rp

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    Aldara es una humana simple a la que le han arrebatado a quien mas amaba, se lo llevaron sin mas, ella no dudara en ir a buscarlo aunque le cueste su libertad.
    Duxlan va a convertirse en el proximo rey de Alfoz 1 y debera elegir a las humanas simples que se convertiran en sus fuentes de energia. Se presentan todo tipo de mujeres, pero hay una que le ha llamado especialmente la atencion. Una que no parece estar interesado en el. Pero eso va a cambiar, y el se encargara de ello.

  • Al plato vendras, almeja de Erika Fiorucci

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    ?Cual es la receta perfecta para el amor?

  • Los tres nombres del lobo (Volumen independiente), Lola P. Nieva de Lola P. Nieva

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  • Una vida en Paris de Erika Fiorucci

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    El amor algunas veces te golpea como un rayo y otras te consume poco a poco sin que ni siquiera te des cuenta.

  • Contra la Pared: Y Atrevete de Francisco Correa

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    Sylvia era una rebelde.
    Sumisa en espiritu.
    Pero rebelde.
    Dificil de doblegar.

  • La caida de Aquilae de Claudio Hernandez

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    Las huellas siempre quedan. El sol estaba radiante --como de costumbre-- en mi pueblo natal, bello y lleno de historia. Tengo el pulso debil y, fijate tu, he decidido escribir a mis ochenta anos. Pero creo que merece la pena. He indagado en la profundidad del corazon de mi ciudad y me he encontrado con tantos secretos que ni yo misma puedo ocultar. Ahora veo una montana a lo lejos, desde el cristal de mi ventana, y a veces, en la siniestra nube que parece un fuego elevandose hacia el cielo, me muestra algun que otro edificio. Los puneteros no han construido la Residencia mirando al sur, a la playa, al pico de la Aguilica. Hacia el castillo San Juan de las Aguilas, que sigue resistiendo siglos, imponente, desde lo alto de una pequena montana que se come el mar embravecido. Desde el reinado de los romanos, los piratas y los arabes. Siempre estuvo alli. Y la historia siempre ha existido. Pero las personas se van. Y yo. Yo quiero contaros la caida del Imperio romano de Aquilae y una bella historia de amor. Imposible, si. Pero cierta. Algo que supuso un punto y aparte en la Historia. Giro como una peonza y rompio muchos estatutos y normas. Pero al fin y al cabo era el amor imposible del capitan romano Inisio y la pobre esclava Sisha. Asi que voy a escribir como pueda, con estas gafas tan grandes y estos boligrafos tan pequenos. Esta es la historia. 2 Despues de todo, en el siglo III d. C. comenzo a florecer la cultura romana en Aguilas. Mientras que la legion --capitaneada por el cruel y despiadado Inisio, cual gladiador--nunca existio mas que para hacer reir a la gente de Roma, este hombre, de fortaleza descomunal y barba espesa, solo conocia la sangre en el filo de su espada: tan pesada como las posaderas de su caballo Romin. Un hombre que hacia sacar de quicio --en una burla-- al propio emperador de Roma, quien se habia acomodado en una cama de lustro, cubierta de sedas, al igual que Neron dos siglos atras, o Vitelio --cuyos nombres se habian lapidado en piedra caliza-- tras crear <>, con al menos cuatro bestias como valor para identificar su simbolo de poder. Eso era una legion, e Inisio estaba en otra. Pero mucho, mucho despues, envuelto en una gran nube de polvo y arena que los caballos, al galopar, lanzaban por detras, como las ruedas de los coches de formula 1 --algo nada comparable en esa epoca--, o quiza como un tornado en medio de una tierra seca, despues de su gloria, tras la caida de la Cartagena punica, tenia que cumplir su ultima locura. Porque todas su decisiones en el reinado de Aquilae eran puro terror. Conquistar Aguilas y matar a cuantos se resistieran. El anciano aguileno tenia la mano como visera sobre sus pobladas cejas, y, resoplando, dijo: --Se acercan. Y muy rapido. El anciano, con rostro oscuro y piel curtida por el sol, se dio media vuelta con el corazon fuera del pecho y camino cojeando hacia la multitud. El jolgorio era tal que podia confundirse con el galopante ruido de todo un batallon con siluetas, que crecia de forma amorfa. Podian verse los dientes de los caballos y de los romanos. Tan blancos y apretados como dos piedras una encima de la otra. El sol lucia en un cielo celeste; y, abajo, en la Tierra, todo era luz sobre la aridez de la arena. Pero pronto habria sangre. Tanta que Aguilas se teniria de rojo. El mar estaba zozobrando ante la llegada de aquellos monstruos y las algas quisieron escapar de las orillas hacia adentro para no degustar el sabor empalagoso de la sangre. El castillo seguia ahi. Imponente, y mirando con su ojo bizco. Habia sido reconstruido varias veces y en cada una de ellas le crecia un apendice. El ala este estaba ajena a todo el ajetreo, debido a que miraba hacia el otro lado del mar. Mucho mas lejos, y donde las olas no existian mas que cuando llovia una o dos veces al ano. El perturbador ruido crecia sin cesar, y en los oidos de aquellos pobres desgraciados se escuchaban los gritos de los soldados y los llantos de los ninos. Pero, sin duda alguna, eso no iba a ser el fin. 3 --?Esta usted escribiendo una poesia? --pregunto Ana, una de las auxiliares de geriatria. Yo la llamaba asi, porque dentro de este orden comunal habia tantos titulos y distinciones que me perdia, y al final acababa llamandolas por ese nombre, o por el de "mi medico". Alce la vista y la mire fijamente. --No es una poesia --respondi. Recuerdo que le mostre una leve sonrisa, pero albergando a la vez, dentro de ella, algo sordido y doloroso como la soledad y los recuerdos que se evaporaban como el humo de la lena en el fuego. Ella agacho la cabeza para mirar mi libreta. --Elena. Esto es una historia cualquiera --me dijo, al tiempo que se apartaba el cabello que la envolvia sus ojos. --No, claro que no. Es una novela historica --le explique, en un dia que tenia mal humor. <>, pense. Es por ello que querer recordar es despertar el alma adormecida y eso duele. Mucho. Agache la cabeza y pose literalmente mis ojos sobre aquellas letras irregulares --. ?Crees en el amor? --Si, claro --acucio ella. Se habia despertado la sonrisa tonta. Sin mirarla, me di cuenta de que mostraba todos sus dientes blancos. --No me refiero a follar --le dije, con total vehemencia. Desde luego que ese dia no estaba yo de muy buen humor, porque sabia que… Eso tenia una explicacion. Ella, alarmada y con los brazos en jarra mientras movia la cabeza como si la tuviera atada a un muelle, dijo: --Esas palabrotas no se dicen. --A mi me vas a ensenar --conteste, y por sorpresa sonrei un poco, pero lo cierto es que aquello me parecio mas un rictus malevolo. Si, era eso. --Claro, porque tenga cierta edad no significa que… --No significa que cuando usted haya venido, ?yo haya ido tres veces? Esta vez si la mire. Tenia unos ojos preciosos y sus labios estaban arrugados ahora, como dos morcillas de esas rojas, pisoteadas. --Bueno. Viendolo asi… --No se preocupe --le corte alzando mi mano izquierda. A traves de la luz del sol me di cuenta de que mis hematomas eran cada vez mas oscuros--. Le contare un secreto --menti. Ella se arrodillo ante mi como si quisiera pedirme la mano y, toda atenta, observandome con aquellos ojos celestes que nunca olvidare ni despues de mi muerte, me pregunto: --Y, ?se puede saber cual es el secreto? --Me case tres veces y yo mismo los envie a la tumba. Ella se llevo la mano a la boca. Sus unas estaban negras, o mejor dicho, se las habia pintado con esmalte negro. <>, pense. --Oh, lo siento. Sin duda alguna, estaba desconcertada la pobre. --Pero todo acabo bien --anadi con cierto sarcasmo, montado a lomos del tono de mi voz. Ella meneo la cabeza en sentido de nones. --Oh, vaya.

  • La invitada de Corin Tellado

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    La invitada:
    "--Dejate de filosofias. ?Que dice la superiora?
    Lana suspiro, resignada. Rod era un orgulloso y no admitia jamas que pudiera depender de nadie. El se creia superior a todo el mundo y eso dolia a Lana, que supo lo mucho que le costo a su marido salir adelante y ademas, teniendo la ayuda de los senores…
    --Pues dice que la senorita Mae es casi una mujer, que hace cinco anos que no salio del colegio y que es un dolor que todas sus companeras pasen las vacaciones en sus hogares y ella se quede sola en el convento. No me lo pide, Rod, pero me sugiere la idea de traer a la senorita Mae a la hacienda este verano. Total… tres meses pasan pronto…"

  • La habitacion de las maravillas de Julien Sandrel

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    Thelma es una madre soltera de unos cuarenta anos, cuya atareada vida profesional le deja poco espacio para la esfera privada. Cuando su hijo de doce anos, Louis, es atropellado por un camion y queda en coma, los medicos no le dan muchas esperanzas: si no se despierta en las proximas cuatro semanas, quiza nunca llegue a hacerlo. En casa, Thelma encuentra en la habitacion de Louis un cuaderno con una lista de deseos que contiene todas las cosas que Louis quiere realizar en su vida. Thelma se aferrara a esta lista para salvar la vida de Louis e ira cumpliendo cada uno de ellos, en una aventura tierna, alocada y esperanzadora en la que se cruzara con variopintos personajes que transformaran su manera de ver la vida.

  • En busca de justicia de Susan Kearney

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    Kelly McGovern no tenia ninguna experiencia en resolver crimenes, pero estaba empenada en descubrir lo que realmente le habia ocurrido a su hermano.

  • Mi Jefe. Un atrevido romance de oficina de Mia Ford

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    ?Ya es de dia? Es lunes por la manana y mi estomago retumba como un despertador, pero lo peor de todo es que todavia estoy en la oficina. Trabajare para Inversiones Stern durante el verano, pero la compania deberia llamarse Inversiones Slave Driver, porque el director ejecutivo es un adicto al trabajo. Conseguire mi titulacion, ya que he trabajado como una bestia y sere una secretaria competente. Por desgracia, eso tiene un precio. Vivo en una caja de zapatos, la unica que puedo pagar en la ciudad porque todo es muy caro. En mi casa, en Kansas, tengo todo lo que necesito… desde mi novio, Leo, hasta mi familia. Aqui, solo poseo este trabajo, cuatro paredes y nada mas. Supongo que estar ocupada hace que mi mente este enfocada en mi objetivo. Llevo aqui quince dias, en los que he trabajado doce horas diarias y cuento con los fines de semana para recuperarme. Suena el telefono y siento calambres en el estomago. Prefiero comer antes que contestar, aunque sera una cena y almuerzo al mismo tiempo. Los restaurantes chinos de la zona tienen precios estupendos y, con mi ajustado presupuesto, me veo obligada a aprovechar los descuentos. !Maldita sea! Leo esta llamando de nuevo. --Hola, nene. --Sonrio, pensando en sus ojos azules y su pelo rubio. Decir que estoy loca por el es quedarse corta. Llevamos saliendo desde el instituto y se que no esta muy contento con mi decision de venir aqui. --?Donde estas? --Estoy en la oficina. --Suspiro, otra vez, pensando en las cuatro paredes y el lugar que llamare hogar durante las proximas seis semanas--. Te llamare cuando llegue a mi cuarto. Desde que lo alquile, supe que no se parecia en nada a la fotografia. Fui una ingenua al pensar que seria igual que las imagenes que habia en internet. Al parecer, el dueno tomo una foto de la habitacion y olvido actualizarla con la que he alquilado. Segun Heather, se trata de una estafa que llevan a cabo la mayoria de los propietarios que trabajan en Finanzas. Ademas, ella dijo que tendria suerte si conseguia algo al mismo precio, asi que deberia aguantar. Es facil decir eso, cuando extrano mi casa como una loca. --Solo te he llamado para decirte algo. Me levanto y me dirijo a la oficina de mi jefe; debe haber dejado la luz encendida porque estoy segura de que se ha ido a casa. --?Que quieres decirme? --Me levanto para escucharlo, aunque tengo una pista, creo que se trata de lo mismo que ha estado amenazando con hacer desde que me fui de casa. --Se acabo. --No. --Empiezo a llorar cuando pienso en mi novio del instituto. Me prometi a mi misma que nos casariamos, por eso intento conservar mi virginidad para el, para poder darsela en nuestra noche de bodas. Dijo que lo entendia, cuando estabamos en el instituto, pero desde que le comente que queria ser secretaria, no ha sido tan comprensivo. Todos mis familiares trabajan en la granja, y los suyos tambien. Ninguno comprende que quiera ser feliz, haciendo algo mas que tener cuatro hijos y ser la esposa de un granjero, como todas las mujeres de nuestras familias. --Quieres cosas grandes. Ir a la universidad. Obtener un titulo. Sacudo la cabeza cuando empiezo a entrar en panico. --No, solo quiero que seamos felices. --Quieres decir que quieres ser feliz. Mira, Dede Wells sigue invitandome a salir y ella es el tipo de chica adecuada para mi. La zorra que intento acostarse contigo en el baile de graduacion y vive en una caravana. ?Esa Dede Wells? <>, grito, mentalmente. --?Isobel, estas ahi? --Si, y quiero mostrarte algo. Ve al chat en vivo. --No tiene sentido… --Por favor, por favor, Leo. Cuelga antes de que tenga la oportunidad de explicarle que hago esto por mi. No quiero ser solo la esposa de un granjero; quiero mas que eso. ?Por que le resulta tan dificil entenderlo? Apuesto a que sus amigos, Neil y Paul, se estan riendo de el. Diciendole cosas como que probablemente lo estoy enganando con algun chico de la ciudad. Activo la camara con manos temblorosas y miro alrededor, para asegurarme de que no me ve nadie. Es tarde y todos se han marchado de la oficina, solo estoy yo. Podria volver a mi escritorio, pero creo que es mejor hacer esto desde la oficina de Christian. Si hay alguien por aqui, no vera lo que voy a hacer. --Leo, por favor no me dejes por Dede. --Tienes que saber que esto tambien me duele a mi. --Sacudo la cabeza, desesperada por encontrar una forma de que se quede conmigo. De repente, agrega--: !Desnudate! --?Que? --Si quieres que me quede contigo, demuestrame lo que me pierdo si me voy con Dede. --Me quedo perpleja, mientras insiste--: Has dicho que no hay nadie en la oficina. Asi que, desnudate. --Quieres ver lo que te falta y a lo que renuncias si te vas con Dede. --Mas que una pregunta es una afirmacion. No dice una palabra, solo asiente con la cabeza y empieza a lamerse los labios con anticipacion. No se que diablos hacer, pero parece que esta funcionando. Improviso y empiezo a desabrocharme la falda y no estoy de cara a el. Me quedo solo con la lenceria y sonrio. --?Te gusta lo que ves? El grune: --Quitatela. No se lo que quiere decir, ?mi sujetador o mis bragas? Le guino un ojo. --Espera un poco, muchachote. Cierro los ojos cuando pienso en perderlo por Dede. Ella tiene tetas grandes, no se parecen a las mias. Leo siempre dice que le encantan mis tetas, ni muy grandes ni muy pequenas, lo suficiente para jugar con ellas. Desabrocho mi sosten mientras pienso en el como mi hombre, el de nadie mas, mucho menos de Dede. Mi telefono vibra en el escritorio, pero lo ignoro. Sostengo el sujetador en la mano. --Tocate. Quiero correrme. Mueve la camara hacia abajo, para ensenarme que ha puesto las manos entre sus pantalones. Nunca he hecho esto delante de el, y no quiero decepcionarlo. Nuestra relacion depende de ello. Giro la silla de cuero detras de mi y me siento. Luego muevo el dispositivo para que el pueda ver lo que hago. Mis bragas siguen puestas. Son las de encaje que me compro cuando fuimos al baile de graduacion y penso que seria nuestra noche. Entonces, tampoco estaba preparada. Suspiro cuando pienso en las veces que lo he decepcionado y no puedo hacerlo ahora. No, no lo hare. Asi que me bajo las bragas y abro bien las piernas. --Si, nena, te lo voy a dar ahora mismo --gimio al otro lado. Pienso en nosotros en la habitacion, haciendo el amor. Un par de veces estuvimos a punto de llegar al final y trato de imaginarlo, mientras deslizo un dedo por mi rendija sin dudarlo, al tiempo que cierro los ojos. Puedo oir a Leo meciendose al otro lado y me concentro en lo que hago. --Mirame, nena, hazlo mas despacio. Me estas llevando al limite. Mirame. --Su deseo es una orden para mi--. Imagina que son mis manos las que te tocan. Quiero darte placer... --Pienso en sus ojos azules como el mar y comienzo a disfrutar de la intimidad que compartimos--. Despacio... Tengo una pierna sobre la mesa. Dejo una mano en mi sexo y con la otra acaricio mis pezones. A Leo le gusta tocar mis pechos y lo hago como si fuera el. Me froto en circulos suaves y veo la pasion reflejada en sus ojos. Cuando comienza a acelerarse, jadeo y siento que soy yo la que controla su placer. Enseguida, sin tocarlo, solo con el pensamiento de lo que estamos compartiendo, hago que se corra. Solo de pensarlo empiezo a sentirme al limite. Echo la cabeza hacia atras y siento que viene un orgasmo. --Estas tan jodidamente caliente ahora mismo. Te estoy jodiendo en linea. ?Es esto lo que me he estado perdiendo? Leo se agita muy rapido y yo froto mi clitoris con tanta necesidad que no puedo evitar correrme. Quiero aguantar, pero no puedo y grito: --Si, Leo. !Si! Es como si nuestras pasiones se alimentaran al mismo tiempo, porque no pasa mucho tiempo antes de que lo vea masturbarse fuera de control. Mientras mi cuerpo tiembla, en un minuto siento frio y al siguiente calor. Estoy teniendo la madre de todos los orgasmos. La idea de que lo hagamos de verdad no parece tan mala. ?Que diferencia hay si lo hacemos ahora o en un par de anos? Ninguna. Me estoy corriendo mientras grita que quiere repetir. Despues se rie y pienso que lo deseo dentro de mi. --Mierda, Isobel. No sabia que escondias tanta pasion. No puedo hablar porque todavia estoy tratando de recuperar el aliento. Es como si me hubiera quitado todo y tambien me echo a reir. --Te deseo tanto. Al oirme, se detiene de forma brusca. --Tengo que irme. Hay alguien en la puerta. Estoy a punto de decir que no he oido nada, pero entonces corta la conexion. Estoy sentada en la silla de mi jefe y no tengo claro que hacer. Corro a su bano, me lavo las manos y luego me limpio entre las piernas. Al mismo tiempo, pienso que Leo ya no me dejara. Me siento tan orgullosa. Tal vez, ha sido la idea de tocarme delante de el, o en la oficina de Christian Stern, lo que me hace sentir asi. De cualquier manera, se que seguiremos juntos y nada va a cambiar eso. Recuerdo que el guardia de seguridad suele caminar por la oficina a esta hora y siento la necesidad de salir corriendo con urgencia. Agarro mi telefono. Ya no tengo ganas de comer y los calambres de estomago son cosa del pasado. La curiosidad se apodera de mi. Estoy vistiendome y me pregunto quien me ha llamado antes. Miro los mensajes y todos son de mi mejor amiga, Agnes. Tambien me ha enviado una foto. Miro la fecha y la foto y me quedo paralizada, con las bragas en la mano. Despues, dejo caer el telefono al suelo. No puedo creer lo que acaba de enviarme. No puedo creer que haya estado ciega todo este tiempo.

  • El cafe se enfrio de James A

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    Cuando eres joven quieres comerte el mundo de un solo bocado, quieres experimentar y conocer los placeres de la vida. Besas, haces el amor y tomas su mano, como si de ello dependiera la vida. En su mirada encuentras las respuestas de tu existir y es todo lo que necesitas para caminar a su lado. Estar con ella es como estar en una montana rusa de emociones, tus ojos estan anclados en esa persona y vives por sus risas, sin embargo, ?que haces cuando rompe tu corazon?

  • France (Alaska 3) de N. Q. Palm

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    France es una lider algo controvertida, libre y enigmatica, llama la atencion alla por donde va. Solo ama a un hombre y ese es su hijo. Odia a los humanos y no deja pasar la oportunidad de expresarlo siempre que tiene la ocasion.

  • Las notas de una cancion (Las notas de una cancion 1) de Chris Razo

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    ?Podrias tener una relacion con un cantante famoso?

  • No necesito un vizconde (Cornwall 1) de Olympia Russell

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    Jeremy, Vizconde de los Arribes, tiene un encuentro inesperado con Gadea, su vecina de la infancia. Y tambien su amor no correspondido. Pero ahora el es un noble muy atractivo, deseado por todas las mujeres. Gadea ya no le atrae nada. Sigue siendo igual de cabezota y energica, pero es una joven insignificante y no tiene intencion de perder tiempo con ella, asi que se despide sin contemplaciones.

  • Cosas que pasan cuando conversamos de Estrella Montolio

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    ?Que implica que dos personas hablen simultaneamente o se interrumpan con frecuencia? ?De que modo podemos expresarnos asertivamente o defendernos de las agresiones verbales? ?Las formas comunicativas tecnologicas amplian las ventajas del hablar cara a cara?

  • Ahi abajo, entre raices y hueso de Seanan Mcguire

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    Las gemelas Jack y Jill tenian diecisiete anos cuando las conocimos en
    “Cada corazon, un umbral”. Esta es la historia de lo que ocurrio primero. De como las hijas perfectas, modeladas segun los deseos de los padres, a los doce anos bajaron por una escalera que las llevo a los Paramos, y descubrieron que el simulacro de amor en el que habian vivido no las habia preparado para un mundo de decisiones y muerte.

  • Mi error fue amar al principe. Parte 1 de Moruena Estringana

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    PARTE I

  • El ultimo de los nuestros de Adelaide De Clermont-tonnerre

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    Ambientada en Nueva York en los anos setenta y en Dresde durante los ultimos dias de la Segunda Guerra Mundial. Una historia de amor imposible, en un tiempo en el que todo parecia posible. Werner Zilch es un joven y atrevido empresario en el Nueva York de a principios de los anos setenta que busca el reconocimiento y el exito. Werner fue adoptado cuando era un bebe por una familia de clase media de Nueva Jersey. No sabe nada de su procedencia ni de su familia biologica, pero tampoco parece estar particularmente interesado en el tema. Pero cuando conoce a Rebecca, la hija de una familia acomodada e influyente de Nueva York, se enamora de ella locamente. Lo que no sabe es que corre el riesgo de perderla a menos que descubra la verdad sobre su propio pasado.

  • Conversaciones entre amigos de Sally Rooney

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    El gran debut de la joven Sally Rooney con una de las novelas de ficcion mas esperadas de 2018. Una historia fresca sobre el amor y contra las etiquetas en las relaciones.

  • Oye, Bombon! de Indhira Jacobo

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    Me encanta, me encanta -- murmuro para mi misma al terminar de aplicar mi pintalabios rojo mate. Miro mi cabello y contemplo las ondas perfectas. Tengo el pelo liso y pase una hora con la tenaza para obtener este resultado. !Estoy euforica! Hoy voy a salir a celebrar mi cumpleanos; no cumplo veintiseis hasta manana, pero como todos los anos lo paso con mi mama y los pesados de mis tres hermanos he decidido salir hoy sabado a festejarlo con mis amigos. Guardo el tubo de labios en mi bolso de mano negro y le echo una ojeada a mi vestido rojo, segun los expertos de la moda es el color de temporada. Suena mi telefono mientras estoy embobada mirando mi atuendo. --!Hola nena! --Hola carino, --me saluda Samia -- ya estoy aqui. --De acuerdo bajo en dos minutos --replico antes de colgar. Guardo el Samsung en mi bolso y giro una vez mas sobre mis zapatos negros Jimmy Choo. Son hermosos, comodos y me costaron un dineral, no obstante, valen cada centavo. <> --pienso con una sonrisa. Le pedi a Samia que pasara por mi ya que esta noche pienso beber hasta que se olvide el nombre y lo que no pueda tomar me lo pienso untar porque hoy es mi noche y me la pienso gozar. En primer lugar, pense en pedirle a Carlos que me viniera a buscar dado que llevamos unos cuantos meses saliendo, saliendo no.... mas bien follando como locos, pero luego me lo pense mejor y me arrepenti; no quiero que se haga falsas ideas. Acordamos que lo nuestro seria solo sexual, nada de compromisos y me va bien de esa forma. Cuando tengo ganas de pasar el rato, lo llamo, echamos un buen polvo, de esos que me gustan, salvajes, duro y ya esta. No quiero que eso cambie. Ni siquiera se lo he contado a las chicas, si lo hago se van a poner pesadas con el temita; me van a cantar las cuarentas y no habra quien las detenga. Entro en el salon buscando las llaves, pero como cada vez, no las veo por ningun lado. Creo que es tiempo que empiece a usar el portallaves que Adri me regalo hace unos meses. Despues de buscar durante casi diez minutos, les echo las manos bajo una montana de papeles sobre mi escritorio y salgo flotando sobre mis adorados zapatos. La noche me espera. Bajo la escalera, salgo a la calle y me recibe el calor asfixiante. Ya se que estamos en verano, pero cono son pasada las nueve, la noche deberia estar mas fresca. Visualizo el Fiat Punto azul oscuro de Sam frente a mi edificio; en cuanto repara en mi baja el cristal del coche y lanza un silbido de admiracion. --!Oye bombon! --me grita Miguel desde el asiento del copiloto--. ?Quieres una bola? Me rio y camino en direccion del carro contoneando mi cadera al mismo tiempo que balanceo mi melena castana clara suelta. Toda digna de uno de los Angeles de Victoria Secret. Al llegar, apoyo la mano en la puerta del conductor y me inclino ligeramente.

  • Mi nombre es Lago y estoy hablando de Noelia de Abril Lainez

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    A punto de llegar al fin de una prolongada convalecencia, Noelia recibe un libro de un remitente desconocido, cuyo titulo provoca en su alma un seismo, transportandola de golpe a su pasado. La dedicatoria, misteriosa, asi como el contenido, que relata los cuatro mejores anos de su vida, contados por una persona que lleva nueve anos intentando olvidar, la sumergen sin poder evitarlo de pleno en sus paginas. Desde ese momento, tendra que enfrentarse a una complicada aventura emocional que la traslada al sur de Espana. Una aventura en la que rememora una batalla acontecida en 1808 y unos versos escritos en latin diez siglos antes. Una aventura para la que no esta preparada, pero que debe afrontar si desea conocer todos los misterios que quedaron sin resolver.

  • Lo que pasa en Elixyr, se queda en Elixyr de Rose Gate

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    “Donde tengas la olla no metas la polla”.Ese dicho tendria que haberlo conocido yo antes que a mi exmarido, tal vez asi las cosas me habrian ido mejor.Disculpad, me presento, me llamo Yanet, treinta y cinco anos, aliviadamente divorciada, con una hija adolescente que vive con su padre en mi pais, Cuba.?Que donde vivo yo?Pues a mas de siete mil kilometros, al otro lado del Atlantico; en Barcelona, hasta aqui tuve que venir cuando el cabron de mi ex me veto en la Habana y no me quedo mas remedio que emigrar para subsistir.Si algo tengo claro en esta vida es que nunca mas voy a acostarme con mi jefe y, mucho menos, casarme con el.Llevo dos anos en Barcelona y, pese a mis estudios, aqui solo soy una inmigrante sin papeles mas.

  • Los cadaveres blancos de Gemma Herrero Virto

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    ?Por que el asesino deja los cadaveres de las victimas en canteras abandonadas de Vizcaya y las coloca sobre una piedra con los brazos en cruz como si fueran una ofrenda en un altar? ?Por que cubre sus cuerpos con maquillaje blanco y quema sus caras y sus manos con acido? ?Que significan las mascaras blancas sobre sus rostros y las extranas inscripciones escritas en ellas? ?Tienen algun sentido los relojes con las manecillas paradas que llevan en su mano izquierda? ?Que quiere decirnos el asesino con estos extranos rituales?

  • Si amarte es un error (Para toda la eternidad 2) de E. L. Todd

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    Cayson y Skye disfrutan de su felicidad durante los meses de invierno. Comparten cama todas las noches y pasan juntos todas las horas del dia. Pero su relacion fisica aun no ha despegado. Skye se da cuenta de que le da miedo llegar a algo mas intimo porque nunca podrian volver a ser amigos si su relacion no saliera bien. Cuando se lo confiesa a Cayson, su respuesta lo cambia todo.

  • Noche de Luna Larga. Promesa de amor en Navidad de Gloria V. Casanas

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    Dos hombres jovenes, una muchacha que despierta al amor y antiguos secretos guardados en el corazon de los mayores, que solo la Noche de Luna Larga, la mas prolongada en el Hemisferio Norte, podra revelar. Sera tambien la ocasion en que afloren los sentimientos mas puros y se renueve el amor, tanto el fraternal como el filial y el romantico.

  • Al otro lado del espejo (Las investigaciones de Theo Cray 2) de Andrew Mayne

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    El profesor Theo Cray intenta rehacer su vida. Aunque gracias a el y a sus revolucionarios metodos cientificos se pudo atrapar a uno de los asesinos en serie mas sangrientos de la historia, el halo de sospecha en que se vio envuelto durante la captura ha acabado apartando al investigador del entorno universitario.

  • Crimenes a la francesa de

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    Una completa y apasionante panoramica de la rica tradicion negro-criminal de la literatura francesa a traves de sus mas destacados representantes. Los relatos de esta excepcional antologia, cuidadosamente elegidos y prologados por Mauro Armino, proponen un recorrido de aproximadamente cien anos ;desde principios del siglo XIX hasta la decada de 1920; por las mas oscuras variantes de la literatura francesa: la detectivesca, la criminal, la policiaca, la judicial, el suspense, el enigma o el misterio. Junto a algunos de los grandes nombres de las letras galas ;Merimee, Balzac, Dumas o Gaston Leroux; aparecen tambien los de Richepin, Lermina o Allais, menos traducidos entre nosotros pero que sin duda aportan al genero una fresca vision del mundo del hampa y la vida cotidiana durante el fin de siecle y la Belle Epoque. Paul-Louis Courier, Prosper Merimee, Honore de Balzac, Alexandre Dumas, Emile Gaboriau, Jean Richepin, Guy de Maupassant, Leon Bloy, Jules Lermina, Alphonse Allais, Octave Mirbeau, Guillaume Apollinaire, Gaston Leroux, Charles-Louis Philippe y Maurice Leblanc

  • El nectar de Erika (Flor 2) de Phavy Prieto

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    Segunda novela de la Saga Flor (auto conclusiva)

  • Flores para Julia de Andrea Longarela , Neira

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    Oliver cree que su vida es perfecta. Se ha esforzado demasiado por conseguirlo.
    Sin embargo, recien cumplidos los treinta y cuatro, siente que su mundo se tambalea y no sabe como recobrar el equilibrio.
    Las cosas en el trabajo no van bien, su matrimonio hace aguas y, por mucho que busque cuando abre los ojos por las mananas, no encuentra ningun motivo de peso para levantarse de la cama.
    Por eso sus amigos piensan que se merece unas vacaciones. Y su familia. Y, lo que es peor, su jefe. Sin saber como, acaba bajo el techo de un lugar muy especial escondido entre montanas, rodeado por un jardin de cuento y compartiendo espacio y silencios con Julia.
    Julia, que es tan distinta a el que no entiende por que no puede dejar de mirarla.
    Pero lo hace, la observa, y todo cobra un sentido diferente.
    Porque Oliver aun no lo sabe pero, en ocasiones, todo lo que necesitamos es perdernos para encontrarnos.