agosto es un mes diabolico
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agosto es un mes diabolico - Edna O'Brien
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AGOSTO ES UN MES DIABOLICO / NOCHE | EDNA O BRIEN
https://www.casadellibro.com/libro-agosto-es-un-mes-diabolico--noche/9788466344623/6769766Prohibida en distintos países tras su primera publicación,Agosto es un mes diabólicoes el hirviente relato de una mujer que se redescubrirá durante un viaje a ...
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AGOSTO ES UN MES DIABOLICO NOCHE - Traficantes de ...
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Agosto es un mes diabólico | Noche - Penguin Libros ES
https://www.penguinlibros.com/es/literatura-contemporanea/34177-libro-agosto-es-un-mes-diabolico-noche-9788466344623«Agosto es un mes diabólico trata sobre la maternidad, el deseo y aprender a aceptarse a uno mismo... Es la quintaesencia de O'Brien.» ... «Escribe con una prosa ...
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Agosto es un mes diabólico | Noche (Contemporánea) Libro ...
https://www.amazon.es/Agosto-mes-diab%C3%B3lico-Noche-CONTEMPORANEA/dp/8466344624Agosto es un mes diabólico | Noche (Contemporánea) : O'Brien, Edna: Amazon.es: Libros.
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Agosto es un mes diabólico - Libro de Edna O'Brien - Lecturalia
https://www.lecturalia.com/libro/25144/agosto-es-un-mes-diabolicoResumen y sinópsis de Agosto es un mes diabólico de Edna O'Brien ... Separada de su marido, Ellen se encuentra viviendo sola en una ciudad que no le gusta nada y ...
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AGOSTO ES UN MES DIABOLICO / NIGHT - EDNA O'BRIEN
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AGOSTO ES UN MES DIABÓLICO NOCHE - Tipos Infames
https://www.tiposinfames.com/libros/agosto-es-un-mes-diabolico-noche/43921/Edna O'Brien pone al lector ante el espejo con dos historias llenas de sensualidad y erotismo protagonizadas por dos mujeres en busca de sí mismas.
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agosto es un mes diabólico noche - Librería La Puerta de ...
https://www.puertadetannhauser.es/libro/agosto-es-un-mes-diabolico-noche_27930AGOSTO ES UN MES DIABÓLICO NOCHE, O'BRIEN, EDNA, 10,95€. Edna O'Brien pone al lector ante el espejo con dos historias llenas de sensualidad y erotismo ...
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agosto es un mes diabolico / noche (bol) - Cuesta Libros
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Lecciones apasionadas de Debbi Rawlins
https://gigalibros.com/lecciones-apasionadas.htmlGina Ferraro habia crecido en un internado de monjas, pero eso no le habia impedido ver Sexo en Nueva York y aprender varias cosas sobre los hombres. De modo que, cuando fue a la Gran Manzana para visitar a su familia, tenia muy claro que necesitaba a un hombre atractivo que la ayudara a profundizar en su educacion sexual.
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Los zorros del desierto de Pierdomenico Baccalario
https://gigalibros.com/los-zorros-del-desierto.htmlVerano de 1986. Morice tiene dos hermanas. El es el mediano. Tiene 11 anos. Se acaba de trasladar desde Marsella a Corcega, donde sus padres han comprado un viejo hotel, el Napoleon, cuyo anterior dueno, como descubre despues, se habia suicidado alli. Morice no conoce a nadie en el pueblo, pero pronto se topa con Audrey, de su edad, hija del alcalde, con la que traba amistad y que le va introduciendo en la dinamica de su nuevo lugar de residencia.
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Se busca desesperadamente secretaria (The Crossroad Company 1) – Nisha Scail de Nisha Scail
https://gigalibros.com/se-busca-desesperadamente-secretaria-the-crossroad-company-1-8211-nisha-scail.htmlGarret Davids preferiria atravesar un campo de minas en pleno concierto a tener que volver a entrevistar a una sola mujer para el puesto de secretaria de la Compania Crossroad, especialmente cuando acababa de despedir a la ultima.
Con una vida dividida, cuatro socios empenados en que entreviste a las nuevas candidatas y el jodido Trey burlandose de el, encontrarse con una mujer que no es lo que espera, que es mucho mas de lo que desea y a la que ha prometido no tocar, hara que todo se tambalee a su alrededor y se replantee sus propias necesidades.
Danielle Narrow intuia que era muy mala idea presentarse a esa entrevista de trabajo, sospecha que se hizo realidad cuando cogio el ascensor equivocado y se encontro asistiendo a la entrevista mas inusual y erotica de su vida.
?Podran dos almas atormentadas por el pasado encontrar la luz que necesitan para continuar adelante con sus vidas o sucumbiran por el camino? -
Liderazgo. El poder de la inteligencia emocional de Daniel Goleman
https://gigalibros.com/liderazgo-el-poder-de-la-inteligencia-emocional.htmlLa primera coleccion completa de Daniel Goleman de sus hallazgos clave sobre liderazgo.
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Te buscare mientras viva de Paco Lobaton
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La chica que sonaba con una cerilla y un bidon de gasolina de Stieg Larsson
https://gigalibros.com/la-chica-que-sonaba-con-una-cerilla-y-un-bidon-de-gasolina.htmlLisbeth Salander se ha tomado un tiempo: necesita apartarse del foco de atencion y salir de Estocolmo. Trata de seguir una ferrea disciplina y no contestar a las llamadas ni a los mensajes de Mikael, que no entiende por que ha desaparecido de su vida sin dar ningun tipo de explicacion. Lisbeth se cura las heridas de amor en soledad, aunque intente distraer el desencanto mediante el estudio de las matematicas y con ciertos placeres en una playa del Caribe.
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El Principe (Noches en Florencia 1) de Sylvain Reynard
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Sombras en el faro de Carlos Dosel
https://gigalibros.com/sombras-en-el-faro.htmlEl numero 1 en ventas de KINDLE AMAZON ESPANA, Carlos Dosel, con EL LEGADO DEL MAL, regresa con una nueva novela negra tenebrosa y espeluznante: SOMBRAS EN EL FARO.
Regresa el gran autor Carlos Dosel con una historia ambientada en la Galicia costera de los anos 50, los dificiles anos de la posguerra espanola… La critica la senala como la mejor novela negra de 2019.
Un terrible suceso ocurrido en el faro del pueblo costero de Castelourino, en La Coruna, deja consternado a todos los habitantes del lugar. El encargado del faro, Alejandro, asesina a su esposa en un crimen pasional, arrojandose a continuacion a los acantilados de A Costa da Morte. -
El cadaver que sostengo de Antonio Cremades
https://gigalibros.com/el-cadaver-que-sostengo.htmlEstaba desnudo, tumbado boca arriba y cubierto por una sabana hasta el pecho. Apoyaba la cabeza sobre una mano, y con la otra me estaba peinando las cejas. En cuanto a mi picha, descansaba inerte sobre el muslo derecho, como un lagarto tomando el sol sobre una roca. Era la habitacion de una chica a la que habia conocido poco mas de una hora antes. Se llamaba Marisa. Habia sacado para mi un viejo colchon que guardaba debajo del suyo, supuse que para ocasiones como esta. El colchon estaba ahora en el suelo de la habitacion, a un metro de su cama. Ella se estaba lavando los dientes. Llevaba minutos en el bano y el grifo no dejaba de sonar. Me imagine que se estaba dando una ducha rapida, o quiza lavandose el papo en el bidet. Me parecio un gesto solidario, me habia comido cien chichis que olian a pis y a sudor tras toda una noche de copas. Yo habia salido a tomar canas con Hilario aquella tarde. Siempre que salia con el, ligaba. El, nunca. Y eso que era el el que entraba siempre a las tias, pero lo hacia de una manera arrogante y agresiva que indefectiblemente las ponia en guardia. Pese a esto, el jamas se planteo cambiar de tactica. Yo creo que le gustaba mas provocar que seducir. Lo peor de salir con el era que siempre se acercaba a las pavas por la calle, y a mi eso me ponia incomodisimo. Lo hacia freneticamente, sin parar. Si una pasaba de el, entraba a la que venia por alli, y luego a la siguiente. Yo no podia justificar de ninguna manera, ni ante las tias ni ante mi mismo, el hecho de que las hubieramos entrado: no podia haber otra razon que porque queriamos ligar con ellas, y eso les otorgaba un poder sobre nosotros, desnivelaba la situacion, no combatiamos en igualdad de condiciones. Era preferible que no estuvieran seguras de si uno estaba interesado en ellas o no, y eso solo era posible en situaciones aparentemente casuales: las dependientas, las camareras de las cafeterias, las companeras de clase. Tenia que haber un escenario que amparase mi relacion con ellas, algo que justificase que estuviera hablando con ellas. Que yo pudiera pasar tiempo con ellas por algo que teniamos en comun y que no implicase que la tia me molase. En realidad, ese dia solo habiamos estado bebiendo. No habiamos salido con intencion de mojar. Eran las seis de la manana. Volviamos andando por una calle del centro, hacia la parada del autobus, que ya empezaba a circular a esas horas. Estabamos hablando sobre las puertas que te abre el hablar idiomas, e Hilario decia que se habia quedado pasmado alguna vez que me habia escuchado hablar en frances. Yo no lo hablaba muy bien en realidad, pero estaba demasiado cansado como para discutir. De pronto, vio venir a dos tias en sentido contrario y se lanzo a por ellas. Me dijo que le siguiera la corriente, desoyendo mis suplicas para que nos volviesemos tranquilos a casa. Entonces empezo el circo para el. Le encantaban los enredos, las situaciones pintorescas. Les pregunto si les apetecia desayunar con el y con su amigo frances. A la mas bajita se le encendio la cara. Me pregunto en frances que si era frances, y le dije con una sonrisa timida que en realidad era belga. Entonces la conversacion se bifurco, y echamos los cuatro a andar hacia donde iban ellas, sin confirmar si se iba a desayunar o no. La bajita y yo ibamos delante hablando en frances, e Hilario iba detras con la otra. Yo me reia para mis adentros oyendolos. Hablaban mas alto que nosotros. Hilario estaba diciendo que me habia recogido esa tarde en el aeropuerto y que yo iba a pasar unos dias en su casa. Decia que le venia de perlas cada vez que yo lo visitaba porque yo tenia mucho dinero y no reparaba en gastos, asi que cada vez que yo me presentaba el se daba la vidorra a mis expensas. Le aseguro que podiamos pegarnos los cuatro un desayuno inolvidable, que total, iba a pagar yo. A la alta no parecia hacerle gracia. Mientras tanto, Marisa me iba explicando que ella habia estudiado tres anos de frances en la escuela de idiomas y que su sueno era vivir algun dia en Paris. Como ella tambien estaba oyendo lo que decian los de detras, me pregunto si yo confiaba en mi amigo, y que si hacia mucho que lo conocia. Yo le conteste con una sonrisa ingenua, como de turista japones, que si, que confiaba ciegamente en el, que la amistad para mi era lo mas importante. Entonces me dijo que tuviera cuidado, que habia algo en el que no le gustaba. Aunque Hilario no entendia ni jota de lo que ella me estaba diciendo, su discurso por detras no hacia sino reafirmarla: ya estaba en que los tres podian, si se lo sabian montar, vivir los proximos quince dias del bobo de su amigo. Para entonces acababamos de llegar a otra parada de autobus. La que iba con Hilario dijo que ella se iba, que no le apetecia desayunar. No se queria ni siquiera despedir de Hilario, que disfrutaba pidiendole un beso que todos los presentes sabiamos que no le daria. Le dijo a Marisa que se iba, que si la iba a acompanar o que. Estaba algo tensa. Marisa me miro con dulzura y me pregunto en frances que donde iba a dormir. Yo le dije que con mi amigo, claro. Entonces me dijo que ella tenia sitio en su casa y que no se quedaba tranquila si yo me iba con el. Yo le pregunte si estaba segura de que no molestaba, y ella me dijo que no, que lo preferia. Me despedi de Hilario y nos encaminamos despacio hacia su piso.
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Guerrera Alfa de Daniel Santos
https://gigalibros.com/guerrera-alfa.htmlAina era una mujer diferente a las demas.
Ella no era la esposa de nadie.
Ella era una guerrera. La mejor de todas.
Y como tal. la mas deseada. -
ADN. El secreto de la vida de James D. Watson
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La piel contra el asfalto de Ivan Flix Villegas
https://gigalibros.com/la-piel-contra-el-asfalto.html“La Piel contra el Asfalto" surge del deseo de explorar el lado oscuro de la carretera. Hay un aura de terror y misterio diluidos en el asfalto que ignoramos pero que emerge del subconsciente de vez en cuando: al cruzarnos con un transeunte solitario en plena noche, al ver una vieja cruz en un arcen, al pisar con los neumaticos un charco de vidrio de seguridad desmenuzado... Esta novela intenta recrear esas sensaciones mediante un relato de terror.
La historia comienza hace treinta anos cuando un catatonico es tomado por muerto y utilizado como crash dummy en pruebas de choque con vehiculos. Tras su muerte, se empiezan a producir accidentes mortales en extranas circunstancias. El rastro de tres decadas de victimas hara que cuatro personas coincidan tras sus pasos: un perito de la DGT en horas bajas, un adicto al tunning con la muerte susurrandole al oido, un parroco con un turbio pasado y un paralitico en busca de venganza. -
Al final de la calle 118 de Clara Cortes
https://gigalibros.com/al-final-de-la-calle-118.htmlLa calle que lleva al motel donde vivo es larga y ancha, y una acera no tiene nada que ver con la otra. Es como si una barrera invisible separara ambos lados. Por supuesto, siempre que quieras puedes cruzar al otro lado, pero eso no significa que la gente lo haga. Es como la valla que rodea un instituto: aunque muchos querrian y podrian saltarla, eso no significa que la salten de verdad. Porque saben que su lugar esta dentro. Cuanto mas camino de la derecha recorro, mas grietas me encuentro. Y mas suciedad. Y menos casas. En la otra acera, sin embargo, la fila de chalets de color amarillo y naranja sigue hasta mas alla del motel, hasta alcanzar la carretera del norte. Aunque pueda sonar a mentira, me gusta mucho mas la acera de la derecha que la de la izquierda. Es mucho mas real. La vida es asi, rota, con hierba seca entre los huecos que deja la piedra de los adoquines. Si conoces a alguien con una vida-chalet, probablemente todo se quede en esa fachada amarilla, tan igual a lo largo de toda la fila. Probablemente su sitio tambien este en este lado, nuestro lado, pero no quieran aceptarlo. Antes de llegar al motel, en la acera de la derecha, la calle esta flanqueada por la verja de un orfanato. Es el que cubre la zona norte de la ciudad, adonde se sabe que llegan muchos ninos todos los meses. A veces lloran tanto y tantos a la vez que puedo oir sus sollozos sincronizados desde mi habitacion, y eso que no tiene ninguna ventana que pueda cerrar para acallarlos. Son gritos desgarradores. Cuando pasa me pregunto si habra alguna nina especial ahi dentro, alguien que se parezca a mi y que llore mas fuerte que todos los demas. Tambien me pregunto si la habre visto alguna vez cuando he pasado por delante y todos los ninos estaban jugando fuera, aunque me desespera pensar que he podido hacerlo y que no la he reconocido. Normalmente me gusta pasar la mano por la verja de rombos metalicos mientras camino. El sonido que hacen los anillos de mis dedos contra los alambres es musical y, si lo cuento en mi cabeza, sigue cierto ritmo que puede llegar a ser agradable. Siempre logro encontrarlo, aunque cada vez es diferente, pero eso es lo que mas me gusta. Sin embargo, ahora paro de hacerlo, porque, como todos los dias, tengo que mirar. Siempre me obligo a hacerlo al menos una vez, porque seria una persona horrible si no me molestara en dedicarle unos segundos al dia; busco un par de coletas desiguales que yo podria haber conocido, a esa nina que deberia tener mi nariz, o mis ojos, o los de Raven... Como de costumbre, no veo nada -porque no hay nada, ni siquiera suerte-, asi que tengo que seguir andando para volver a casa. Solo que, esta vez, si que hay algo cuando me pongo a andar otra vez. No lo habia visto porque mi mente habia elegido omitirlo y concentrarse en buscar, como cada dia; es curioso como nuestro cerebro es capaz de aislarnos hasta el punto de no dejarnos ver cosas tan obviamente claras. Porque, cuando vuelvo a andar, hay ahi otro sonido que esta vez no es mio. No rozo la verja con la yema de los dedos, pero, aun asi, en alguna parte hay musica. Y son notas. Notas de verdad, quiero decir, no solo en mi cabeza. Sol. Do. Re. La. No es metalico. Es una guitarra, y creo que viene de dentro. Vuelvo a mirar hacia alli sin dejar de andar. Ahi esta. No tardo demasiado en localizarla. La guitarra. Obviamente, alguien la esta tocando. Es un chico. Esta al fondo, encorvado y sentado sobre un banco. A pesar de todos los ninos que hay a su alrededor, parece estar muy solo. El chico es larguirucho y grande, o eso es lo que parece desde aqui. Tiene los dedos agiles, pero, a pesar de eso, se mueve como si no se sintiera seguro; vacila cuando hace amago de levantar la cabeza y al final nunca aparta la vista del movimiento de sus dedos sobre las cuerdas, como si de verdad temiera perderse o equivocarse. Esta cantando y lo que oigo en la distancia es grave y fuerte, pero a la vez suave y agradable. Cuando han pasado unos segundos y creo haber escuchado lo suficiente, decido que me gusta su voz. No parece que el este muy de acuerdo en eso, sin embargo. Tiene el ceno levemente fruncido y los hombros tensos. Las gafas de pasta negra que lleva juegan a ser equilibristas sobre la punta de su nariz, y me pregunto por que no puede, simplemente, hacer algun tipo de movimiento para subirselas. Siempre me ha puesto nerviosa la gente que mira el mundo por encima de la montura de sus gafas, como la senora que se encarga de la biblioteca del centro, aunque no se exactamente por que me molesta. Cuando acaba la cancion se queda un momento mirando la vibracion de las cuerdas antes de subir la cabeza y sonreirles a los ninos, un publico realmente desagradecido. Si, han estado tranquilos, pero no escuchandole. Gritan, saltan y rien mientras se persiguen los unos a los otros, y el baile sigue para ellos aunque ya no haya musica para acompanarlo. Me sobresalto al darme cuenta de que he estado parada tarareando todo el rato, aunque ni siquiera se como se llama la cancion. He debido de oirla en la radio alguna vez, o en el centro comercial, o en alguna sesion de fotos. No era consciente de habermela aprendido. Me doy la vuelta y sigo mi camino justo despues de que el chico se suba las gafas con un gesto despreocupado. El no me ve. No reanudo el sonido de mis anillos, simplemente meto las manos en los bolsillos y ando mas rapido, porque quiero llegar ya al motel. Solo unos treinta y cinco o cuarenta metros lo separan del orfanato. Cuando subo las escaleras metalicas que llevan al segundo piso y entro en el apartamento 36, la sensacion tan rara que se me habia puesto en el estomago tras escuchar esa cancion es sustituida por la colonia postsexo de Raven. Tengo que aguantar la respiracion y pasar directamente a la cocina. Y aunque alli no es mejor, porque ella esta fumando, al menos no es ese tufo a fruta, sudor y suciedad. -Ah, hola -dice, tranquila-. No he oido la llave. -Hola. Vacio mi mochila en la mesa blanca donde comemos. El tablero esta lleno de quemaduras y manchas marrones que no se pueden quitar. Caen las llaves, un libro, una camiseta sucia y un sobre. Justo antes de venir he pasado por el banco para sacar lo que me han pagado hoy. Raven apaga el cigarrillo dentro de una lata de cerveza arrugada y se acerca a mi con curiosidad. -?Cuanto? -Cincuenta pavos. -La ultima sesion fueron mas. -Porque me pase seis horas en ese estudio sin parar ni para mear, Raven. Por eso fueron mas. Mi hermana agarra el sobre antes de que yo pueda alcanzarlo y sale de la cocina contoneandose. Me dan ganas de gritarle que no hay nadie mirando, que no hace falta que haga eso, pero no quiero discutir. Necesita montar un espectaculo todo el tiempo. Ademas, suele estar de muy mal humor despues de estar con un cliente, por eso me callo. Se agacha junto a su cama y mete la mano debajo. Saca una caja de metal rosa que tiene un pequeno candado. Ahi es donde guardamos todo nuestro dinero. Esta llena de polvo y tiene un par de pelusas enganchadas en las esquinas. Muchas veces pienso en que pasaria si alguien entrara a robar, porque no seria nada dificil hacerlo. No seria dificil encontrar la caja bajo la cama y que alguien rompiera ese estupido candado y nos robara todo lo que tenemos. De hecho, yo misma podria hacerlo si quisiera. Podria agarrar una piedra de fuera, acercarme, golpearlo hasta que se partiese... Y luego irme lejos de aqui con el dinero. Pero Raven abre la caja y me quedo a medias preguntandome adonde iria. A un lado, los billetes estan sucios, algo rotos y arrugados. Al otro lado, el monton de mi dinero, es decir, el dinero que yo gano y que sale directamente del banco, descansa en pilas mas o menos agrupadas por su valor. Mis billetes estan limpios, en todos los sentidos posibles. En total no hay demasiado dinero, pero si mucha diferencia entre ambos lados. <
>, pienso. Es como si cada monton saliera de un mundo completamente distinto, o viniera de una cara diferente de la luna, y en parte, si lo piensas, es un poco asi. -Bueno, supongo que esta vez, cuando venga ese baboso del casero, podre pagarle en condiciones. No soporto tener que tocarlo cuando vamos un poco justas. Doy la vuelta a su cama para ir hacia mi habitacion. -No necesitaba saber eso. -C'est la vie, Valeria. No puedes ser tan tiquismiquis. Las cosas son como son, a ver si lo aprendes de una vez. < >, dice siempre Raven. Raven, la que esta hecha de piedra. La que es dura y fria como el hielo. La que tiene muchos problemas y muchas responsabilidades que siempre prefiere evitar. Es Raven, es casi una extrana -
Salvaje y libre de Veronica A. Fleitas Solich
https://gigalibros.com/salvaje-y-libre.htmlCada ser humano debe librar distintas batallas.
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Lluvia mortal de Jose Antonio Avila
https://gigalibros.com/lluvia-mortal.htmlEl cuerpo de Monica Zulueta aparece abandonado en una en una pista forestal del Goierri guipuzcoano. El comisario Xavier Uralde a cargo de la policia autonoma en la provincia, intuye complicaciones sobre las que le ha puesto en antecedentes un oficial de investigacion de la Guardia Civil. Segun le ha comunicado el teniente Ortega tres mujeres han aparecido muertas a lo largo del ano en otras provincias espanolas.
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Ciudad Satelite de Toni Hill
https://gigalibros.com/ciudad-satelite.htmlUn relato corto que complementa la ultima novela de Toni Hill, Tigres de cristal, y que recupera el protagonismo de Ciudad Satelite, un barrio emblematico de las afueras de Barcelona.
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Titeres con cabeza de Rocio Duran Bollo
https://gigalibros.com/titeres-con-cabeza.htmlViernes, 24 de diciembre de 2004 Ricardo Gabarra, tumbado bocabajo sobre el suelo, junto al quitamiedos de la carretera mas transitada de las afueras de Madrid, respiraba despacio e intentaba recuperar la calma, mientras se juraba a si mismo no volver a disparar a un hombre. Lo peor ya habia pasado y estaba vivo. Era libre. Jamas habia vivido esa sensacion antes. Era una mezcla de felicidad, triunfo y miedo que le impedia hasta pensar. No sabia que esos sentimientos fueran la expresion de la libertad, o al menos no era asi como los recordaba de cuando era un hombre libre, siete anos atras, antes de que la prision acabase con cualquier minimo atisbo de esperanza. La carretera aun podia verse sin demasiada dificultad, pero pronto se convertiria en unas lineas reflectantes sobre un fondo negro. Levanto la mirada. Con mucho esfuerzo alcanzo a ver un panel de esos que anuncian los pormenores del trafico, en el que se leia una advertencia: <
>; una fecha: <<24 de diciembre de 2004>>; y un deseo: < >. Despues de leerlo se quedo paralizado un instante al darse cuenta de como un simple panel destinado a otras personas y a otros fines resumia tan bien su situacion: el peligro, que desde luego existia; la lluvia, que en unos minutos habia provocado que el frio se pegase a su cuerpo y que la humedad penetrase hasta lo mas profundo de su ser; y, quiza lo peor, que ese deseo era lo mas cerca que iba a estar de la felicidad en esas Navidades. Sacudio la cabeza. Sabia que aun no podia relajarse y mucho menos permitir que su mente le jugara malas pasadas, aunque la ansiedad, el terror sufrido por lo que acababa de ocurrir y una mezcla de sensaciones que luchaban sin tregua dentro de el y que daban paso al cansancio, comenzaban a invadirle. Aparto por un instante los ojos del asfalto que observaba entre la maleza, apoyo la frente en un monton de tierra que asomaba entre los hierbajos aplastados por el peso de su cuerpo y volvio a respirar. Necesitaba ser otra persona, tener una nueva identidad... otra vez. Pero esta seria la ultima: o lo lograba o se dejaria atrapar, asesinar, o lo que fuera que quisieran hacerle. No podia seguir huyendo. Estaba demasiado cansado y se sentia demasiado mayor. Ademas, habia abandonado toda idea relativa a reencontrarse con su mujer, que era el motor que habia guiado sus pasos hasta ese momento; ella no lo merecia. Tantos anos pensando que estaba muerto, todos esos suenos frustrados e imposibles de recuperar. Por no hablar de las heridas. Miles de heridas forjadas con el paso del tiempo que no cicatrizarian jamas. < >, penso mientras una ligera sonrisa se dibujaba en sus frios y agrietados labios. Queria descansar unos minutos mas, pero era consciente de que debia estar alerta. Se enderezo con cuidado para buscar un coche que creyo haber oido acercarse. Fue entonces cuando la vio. No estaria a mas de cien metros de distancia y apenas se distinguia pese a su fondo blanco: la corona real sobre el haz de lictores entrelazado con el hacha y una espada rendida. < >, recordo, y se quedo quieto, abandonado a su destino. Al menos esperaba que realmente fueran los buenos. --Ni se te ocurra moverte. Una sola estupidez y eres hombre muerto. El acero que sintio en la nuca lo convencio. Lunes, 12 de abril de 2004 Ana --Hola, guapa --dijo el hombre--. ?Como te llamas? La pequena miraba a aquel hombre intentando adivinar por que la saludaba a ella. Sus labios apretados no parecia que fuesen a abrirse para pronunciar palabra alguna desde el asiento trasero de ese Volvo XC90 detenido en la calle Eloy Gonzalo, frente a la panaderia Orio, donde se encontraba sentada. --?No me vas a decir nada? ?Cuantos anos tienes? El silencio de la nina incomodo al hombre, pero no se dio por vencido. --El se llama Aki y solo tiene seis meses. --Le enseno un gatito negro, con la punta de la cola blanca, que escondia bajo el abrigo. El rostro de la pequena se ilumino. --Me llamo Ana y tengo siete anos. ?El gatito es tuyo? --Si. El gatito es mio. ?Donde esta tu mama? --Ha entrado un momento a comprar el pan. --Ah, vaya, el pan. ?Y te ha dejado aqui solita? --Me dijo que tardaria un minuto. --La nina hablaba con seguridad mientras acercaba a la ventanilla una muneca vestida de color rosa y con unos tirabuzones de ese rubio blanco y brillante que les suelen poner--. Y no estoy sola, estoy con Pepilla. --!Que bien! --El hombre sonrio de forma exagerada--. ?Y crees que a Pepilla le gustaria jugar con Aki? La nina dudo. Agarro mas fuerte a la muneca y la apreto contra su pecho. Desde donde se encontraba podia ver la panaderia aunque no a su madre, por mucho que estirara la cabeza. Segun se movia, sus pequenos rizos negros se balanceaban y sus enormes ojos oscuros se abrian mas y mas, buscandola. --Vale --dijo mientras se quitaba el cinturon y tiraba de la palanca de la puerta--. Pero quiero coger yo al gatito. --Claro, princesa, no te preocupes. La nina dio un salto para bajar del coche. Tardo mas de lo esperado porque se distrajo un segundo mirando al frente al escuchar que las campanas de la parroquia de Santa Teresa y Santa Isabel comenzaban a sonar. El hombre aguardaba con impaciencia, vigilando la panaderia y, a la vez, a la pequena. Cuando sono la segunda campanada, a la nina aun no le habia dado tiempo a posar ambos pies sobre el suelo. El hombre lanzo el gato contra la pared y, con sus dos enormes manos, agarro a la cria, le tapo los ojos y la boca, y la llevo en volandas hasta el maletero del coche aparcado detras del Volvo. El sonido de la ultima campanada coincidio con el ruido que hizo la bailarina azul de la pequena al impactar contra el suelo. Capitulo 1 Miercoles, 6 de octubre de 2004 El rostro vendado y la piel fria, mojada e inerte de una nina junto a un gato negro muerto fue la imagen que, con un sobresalto, desperto a Laura a las dos de la manana. Tras el desconcierto inicial, se incorporo y se seco las gotas de sudor que perlaban su frente. No estaba segura de saber donde se encontraba. Miro a su alrededor pero no consiguio reconocer lo que veia. Cerro los ojos de nuevo y respiro hondo con el unico deseo de que, al volver a abrirlos, la muerte se hubiese alejado de su mente. Las pesadillas habian vuelto despues de tanto tiempo. Ya casi habia olvidado esa sensacion de miedo e impotencia que tanto sufrimiento le habia causado anos atras. Le resultaba curioso como la mente era capaz de olvidar y de recordar con la misma facilidad. Por fin se atrevio y despego los parpados. Sus ojos se encontraron sin querer con el espejo sobre su comoda que solia darle los buenos dias, y la imagen que reflejo le hizo sentirse vacia. Se volvio a tumbar en la cama. El sol se colaba por las rendijas de la persiana y mostraba con sus reflejos los colores del arco iris en los sitios mas insospechados, como en su mano, y decidio jugar a agarrarlos entre los dedos mientras meditaba y respiraba para tranquilizarse. < >, penso. Lo malo de esa pesadilla en concreto era que ya formaba parte de su vida y, por desgracia, tenia gran semejanza con el mundo real. < >. Se lo habian aconsejado una y otra vez, y ella se lo repetia casi a diario, pero no lo lograba. Ese caso, esa nina, ese hombre... la estaban poniendo a prueba. No era la primera vez que le ocurria. Habia trabajado en muchos asuntos que la habian llevado hasta el limite, pero nunca se habia planteado abandonar. Y ahora, cuando creia que la experiencia y la frialdad por fin la acompanaban, sentia que por primera vez en toda su carrera estaba a punto de darse por vencida. Pero no debia, no podia. A veces sentia como si tuviera una deuda con los muertos que podria saldar con esta nina. Como si todos los asesinatos a los que se habia tenido que enfrentar y que no habia sido capaz de resolver se hubiesen reencarnado en este, lo que no dejaba de ser algo absurdo y obsesivo. ?Acaso los muertos daban segundas oportunidades? Decidio levantarse y sentarse frente al ordenador. Escribio en un buscador las palabras clave: < >, < >, < >, pero todo lo que aparecia eran muertes de pequenas a manos de sus familiares, muchas veces un padre despechado que lo que queria era vengarse de la madre o, si no, depredadores sexuales. En muchas ocasiones pertenecientes al entorno de la menor; en otras, las menos, simples desconocidos que las pequenas habian tenido la inmensa mala suerte de cruzarse. Laura sabia que cuando empezaba a sonar con sus asuntos la cosa era grave y que no dejaria de hacerlo hasta el final: con la sentencia condenatoria. Lo extrano era que las pesadillas solian llegar con los crimenes sin culpable o con un sospechoso contra el que aun no habia suficientes pruebas; incluso en los supuestos en los que, pese a haber culpable y pruebas, el juicio se presumia complicado. Nada de eso ocurria en este asunto: aqui habia un asesino confeso que llevaba cerca de seis meses en prision provisional a la espera de juicio. Jaime Andradas tamborileaba con sus dedos sobre la mesa de nogal del despacho del jefe de la seccion IV de la Unidad de Droga y Crimen Organizado, Joaquin Gutierrez, mientras este le dedicaba una mirada escrutadora. Su companero se retrasaba, no era nada extrano, pero si dificil de disculpar una y otra vez. --Llevamos mas de veinte minutos esperando a Olivares. ?Donde demonios se ha metido? -- pregunto Gutierrez aflojandose el nudo de la corbata. --Lo he llamado al movil pero no me lo coge. Quiza este conduciendo. Estoy convencido de que estara a punto de entrar por la puerta --respondio Jaime sin levantar la vista de la antigua mesa y sin dejar de golpear sus dedos contra ella. Rodrigo Olivares, oficial del Cuerpo Nacional de Policia, llevaba cinco anos destinado en la UDYCO central. En concreto en el grupo 41, dedicado a cocainicos, integrado en la seccion IV. Bajito, con el pelo recogido en una coleta y con un tatuaje en el antebrazo derecho --en el que con letras antiguas, grandes y negras podia leerse non omnis moriar--, se movia por todo el territorio nacional segun la femina de turno. Era capaz de organizar un viaje a Las Palmas un fin de semana, el miercoles siguiente pasar el dia en Valencia, y el jueves llegar a un juzgado de Madrid a declarar en cualquier juicio en el que hubiese sido citado como testigo. Jaime no sabia como lo conseguia. Ese rasgo de su personalidad despertaba tanto recelo en el resto de los agentes de la unidad como admiracion en su companero. Pero eso a veces le hacia perder la nocion del tiempo, y no siempre en el mejor momento -
769 KM de Violeta Hache
https://gigalibros.com/769-km.html -
Vivir abajo de Gustavo Faveron Patriau
https://gigalibros.com/vivir-abajo.htmlMe he puesto en contacto con Gus Fowley Partridge, con el objetivo de confirmar si ambas resenas biograficas, las unicas que he encontrado en estos veintitres anos, corresponden a la misma persona. Tambien para averiguar si mantiene algun tipo de contacto con George Bennett. Las respuestas, como supuse, han sido si a la primera pregunta y no a la segunda. Ha querido saber a que se debe mi interes. Le he contado parte de la historia. Tambien le he dicho que tengo todas las peliculas que George filmo en su vida. Como era de esperarse, ha mordido el anzuelo y me ha pedido una entrevista: quiere ver las peliculas. Quiere que le cuente todo lo que se sobre George. Fowley vive en Savannah. Ha dicho que puede venir a Boston la proxima semana. Le he explicado que la entrevista no puede ser en mi casa pero que las peliculas, en cambio, solo las puede ver aqui. No ha parecido comprender (ya entendera). Despues de colgar, he buscado en mis libretas de 1992 las cosas que escribi sobre George. He arrancado algunas paginas que no quiero que vea. A los fragmentos que le dare les he anadido una que otra frase explicativa, enmiendas, muchos borrones. LIBRETA 1. Octubre de 1992 ... Llega a Lima el 3 de enero de 1992. En julio es el secuestro. Despues vienen las torturas. En setiembre, el final. A principios de octubre comienzo a investigar... ... Viene desde Chile, a bordo de un autobus que ha tomado en alguna ciudad no lejos de la frontera. Baja en una estacion de La Victoria. Lo ven entrar y salir de hotelitos miserables. Alto, tripudo, de pasos largos. Lleva una maquina de escribir en un estuche. Se sienta en bancas en parques color tierra, al pie de estatuas. Redacta documentos, dibuja planos. Trae bluejeans, zapatones de montanista, un guante en la mano derecha, un gorro azul con una B roja en la frente. Entra y sale por compuertas y garajes; entra y sale de edificios en ruinas, excavaciones. Se reune con malvivientes en descampados. Acude a citas en casas vacias. Las paredes le dicen nombres. Divisa mensajes escritos en alcantarillas. Vaga entre bares, se detiene en las esquinas, la gente se lo queda mirando: el observa, enumera. Cruza una avenida del orfanato al manicomio, otra del malecon al colegio militar. El cielo se abre, el lo mira... ... En Lima, nadie sabe su nombre ni que hace ni por que esta en la ciudad. En huariques de Barranco toma de pie. Vigila un agujero del Centro. Camina con extrema rapidez por callejuelas de Lince y Jesus Maria. Se sienta en el atrio de una iglesia en Barrios Altos. Acude a burdeles pero no habla con nadie. Repudia a las prostitutas. Obsesivamente mira un vaso de whiskey. Tiene veintinueve, treinta anos. Espectral, el sol lo quema [es palido como su padre]. Anda con un mapa en las manos y encuentra los sitios que le interesan. Por ejemplo, los cineclubes: va de noche. Los chicos de San Marcos y la Catolica lo ven, se preguntan quien es. Circulan rumores, como pasa siempre en Lima. El mira la calle Colina desde una mesa en un tugurio. El hielo hace clic, clac. Hay edificios con ventanas rotas, esquirlas de vidrio en las veredas, tanquetas en las pistas, camiones con infantes de Marina, tranqueras y barricadas. Pero la gente circula alrededor como si no viera nada. Yo, por ejemplo: nunca veo nada... ... En Miraflores encuentra un hostal para mochileros en la esquina de Alcanfores y Cantuarias. El lleva diez dias en Lima la manana en que la mujer de la recepcion, que se llama Rita Moreno, como la actriz, lo ve arrastrar los pies por el tunel entre espejos de la recepcion. Ojeroso, seco, una sombra de barba, la boca grande, entreabierta. Camina cabizbajo. Le parecera divertida, a ella, su pinta de gringo estrafalario. Le hara gracia su cara anacronica de nino. Pero no sabe que pensar, Rita Moreno, cuando el coloca sobre el mostrador dos pasaportes americanos y le pide que escoja uno. Ella duda pero acepta el juego. Sonrie, se pasa dos dedos de unas turquesas por la mejilla, elije un pasaporte al azar. El abre el otro, le echa una mirada, lo guarda en su mochila. Dice: entonces llamame George. Ella ladea la cara, abre mas la sonrisa, le pide que llene un formulario. El firma: George Walker Bennett. Mas abajo, donde esta escrito domicilio permanente, apunta una direccion en Paraguay: el sotano de un edificio en la avenida Juscelino Kubitschek, en Asuncion. Le dice a Rita Moreno que quiere dormir en un cuarto compartido, de camas-camarote. Un cuarto lleno de extranos, es lo que dice. Ella responde que tiene muchos cuartos asi pero que estan vacios. George coge la llave y sube la escalera... ... Cuando no anda de ronda por las calles de Lima, lee y escribe. Escribia en una maquina que parecia de juguete y que, cuando la guardaba en su estuche, parecia un acordeon para ninos, me dice Rita Moreno. Y lo que escribia eran cartas, porque al terminar doblaba los papeles y los colocaba en sobres de correo. Un gordo en la oficina postal de Petit-Thouars lo ve todas las mananas. Esta de pie junto a la puerta antes de que abran la oficina, somnoliento, bostezando, leganoso. (El gordo, no el. El llega minutos despues, hace cola, despacha su carta). Rita jura haber leido mas de una vez el dorso de esos sobres, en el restaurante del hostal, despues del desayuno. El nombre del destinatario tambien era George Bennett, dice Rita: se enviaba cartas a el mismo, a una especie de carcel-manicomio en Estados Unidos. DIARIO, 24 de agosto de 2015 ... George se fue de Maine a los dieciocho, cuando le faltaban semanas para acabar la secundaria. La historia de sus padres es oscura, angustiante, implica tijeras. Toda su infancia la paso en la misma casa, en la calle McKeen, en Brunswick, dos horas y media al norte de Boston. En la casa habia un sotano y en el sotano estaba la coleccion de tijeras de su padre. La coleccion de camaras antiguas y la coleccion de libros de poesia estaban en el atico de la cochera. En el atico nunca murio nadie pero en el sotano si: un muchachito apunalado en 1980. Durante la decada siguiente, viajo por los paises en los que alguna vez vivio su padre. Despues llego a Lima... LIBRETA 1. Octubre de 1992 ... Pasa horas de cuclillas bajo los puentes de la Via Expresa. Estudia a los pordioseros. Algunos muladares le causan sobresalto. Otros lo imantan como un abismo. Come en puestos de mercado, da vueltas alrededor del Estadio Nacional. Un dia se queda mirando a unos ninos que juegan futbol en la explanada de Occidente. Huerfanos, piensa: tienen padres pero son huerfanos... ... Lleva una mochila de excursionista, de la que saca una camara. Segun unos, es una Leica obsoleta y oxidada; segun otros, una Instamatic, igualmente obsoleta y oxidada. Retrata hospicios, palacetes republicanos, un osario de carros desbaratados junto al Cuartel San Martin, casuchas malparadas, letras desprendidas de avisos de neon, animales agonicos. Segun otros, su camara no es ni una Leica ni una Instamatic, sino una filmadora. [Mucho despues se que son cuatro]. En la mochila tambien estan la maquina de escribir y la mascara de oso. Se ponia la mascara por las noches y dormia con ella, me dicen tres personas... ... Lee un libro distinto cada dia. Despues los revende donde los compro: en la feria de libros viejos de Grau. Interrogo a los vendedores: nadie lo recuerda. En otros circulos escucho dos rumores (ahora, en octubre, los rumores sobre George se han multiplicado, incluso los de caracter bibliografico). De acuerdo con el primero, todos sus libros son de poetas alemanes. Holderlin, Schiller, Trakl, Brentano, Rilke. Alguien menciona a Hans Carossa. Alguien, a Paul Celan. Pero Celan es rumano y Trakl es austriaco. Otros afirman que solo lee memorias, o novelas que parecen memorias, escritas por sobrevivientes del Holocausto, escritores que estuvieron en Auschwitz o en Buchenwald: Primo Levi, Jean Amery, Immanuel Krakauer, Tadeusz Borowski. [Tiempo despues, esto es extrano, descubro que, en 1992, no habia traducciones de Borowski]. En el fondo, esa parte de mi pesquisa me parece irrelevante. Porque nadie menciona a Robert Frost, y yo se, desde mayo o junio, que George lee concienzudamente a Robert Frost... ... La pregunta es si George llega a Lima sabiendo lo que hara. En otras palabras, si llega con un plan. Calculo que la respuesta tiene que ver con sus recorridos por la ciudad. De ahi que sea relevante describir sus caminatas. Al principio parecen azarosas, enloquecidas. Sonrie ante la Morgue Central. Fuma en ventanales de Pueblo Libre. Se sienta en la berma de la avenida del Ejercito, entre el Perez Aranibar y el Larco Herrera: ?atraido por orfanatos y manicomios? Gravita hacia los cementerios, en Ate, en El Agustino. Se para en una esquina de Aguajales y mira debajo de los carros. Comparte cigarrillos con los soldados de guardia. Lee bajo semaforos. Prefiere no subir a microbuses ni tomar taxis. En el Rimac ve a un loco con la piel renegrida y una caja de carton en la cabeza y se sienta a su lado y sostiene con el una animada discusion: hay un testigo presencial. Ademas del loco... ... Todos los jueves, en un callejon de Puente Piedra, habla con alguien a traves de un vitroven. ?Mentalmente le da la vuelta a un reloj de arena? En efecto, esa es la impresion que produce; es decir, parece un chiflado, en las primeras semanas. ?Eso es parte de su plan? Creo que no. Lo de George, en ese momento de su vida, no es una forma de locura pero tampoco es el fingimiento de la locura. Es el paso intermedio: el ultimo manoteo de su cordura antes de que la cuerda se rompa (cuerda: cordura). Debate consigo mismo, considera si es correcto hacer lo que ha proyectado (asumamos que si lo ha proyectado). Lee lapidas en los cementerios. Lee periodicos en basurales. Lee las lineas de su mano izquierda. Camina como un orate por la ciudad. Todo eso parece la locura pero todavia no lo es. No ha traspuesto por completo, por decirlo asi, el umbral de la demencia. Esta pensando en huir, en no hacer lo que ha planeado hacer, en renunciar a todo y largarse... ... Por eso es importante que, mas tarde, a principios de febrero, su conducta cambie: sus recorridos cobran un cierto orden, un aire rutinario. Todas las mananas camina del hostal a la avenida Larco. En Miraflores, no se aleja de la costa, sigue el borde del acantilado. Sube por la Perez Aranibar, baja por el Ejercito. En la Costanera regresa al malecon, camina por San Miguel hasta Maranga... ... A mediados de febrero su ruta se hace precisa, inalterable, diriase que maniatica: las mismas calles, las mismas esquinas, todos los dias. No cabe duda de que, en esa ruta, y en esa precision, se esconde una clave, porque en esos dias tiene que ser cuando George determina finalmente llevar a cabo su plan. Febrero, en esta historia, es el final de la duda. Eso se ve en el cambio que sufren sus recorridos. Ayer hice la prueba con un mapa. Esboce las rutas de George en enero: un garabato, un laberinto. Despues dibuje, una vez por dia, su camino de todas las mananas desde mediados de febrero. Tuve que trazarlo tantas veces que el papel se agujereo. El simbolo es evidente. ?Quien esta mal de la cabeza? ?El que camina indistintamente por cualquier parte o el que infinitamente recamina sus propias huellas, una y otra vez?... ... Y sin embargo, aun mas que la ruta, lo importante es el lugar donde termina. La ultima cuadra de la Costanera. En enero ha pasado por ahi mas de una vez, pero en febrero va todos los dias. A un lado ve el malecon, mas alla la playita de piedras ovales, mas alla el mar, al fondo las islas. Detras de el hay nueve casas, de cara a la costa. Se vuelve a mirarlas: la tercera de izquierda a derecha es simple, de dos pisos, con cercos de madera blanca a cuyos pies crecen hileras de hortensias y geranios. Es pulcra, pequenita, modesta (es una casita rosada). Tres puertas mas alla, ve una casona antigua, de los anos treinta. ?Esos muros ennegrecidos, esa torsion de los fierros en los tragaluces, esa hendidura de los tejados, son senales de que alguna vez la consumio un incendio? Averiguo. El incendio ocurrio a fines de los sesenta, pero, cosa rara, nunca han refaccionado la casona. Es una ruina flaca, enhiesta, de ventanas longitudinales, tiene un mirador (una especie de torre sobre el segundo piso) y, abajo, ante la puerta, una escalinata de siete peldanos. Todas las mananas camina hasta ahi, permanece un instante al pie de los escalones, no se acerca mas. Cruza la pista en direccion al malecon, se encarama en el murito. Desde ese sitio, entre el mar y la ciudad, ve a ratos la casita rosada y a ratos las barandas cenicientas, los mastiles torvos de la casona incendiada. (Piensa: tantos anos despues, es como si siguiera en llamas)... ... En la casona incendiada no debe vivir nadie (eso tambien es importante). En la casita rosada, en cambio, vive una chica llamada Ariadna Enzensberger. Tiene veintitres anos pero parece de diecisiete. Ha terminado historia en la Catolica y sopesa la idea de entrar a la maestria pero tambien estudia cine en talleres que toma de noche, uno en Barranco y otro en San Miguel. Su madre nacio en Lima pero se crio en la sierra y aunque Ariadna piensa en ella con frecuencia, nunca la conocio. Siempre ha vivido con su padre, que ensena Historia del Arte y se llama Rainer Enzensberger. Ariadna es bonita, simple, de ojos negros y corto pelo rubio a lo Jean Seberg. Es austera, la gobierna una especie de alegria melancolica o tal vez una conformidad con la vida que ella quiere hacer pasar por alegria. Tiene un grupo de amigos de San Marcos y otro de los talleres nocturnos pero prefiere la soledad. Va al cine cada vez que puede. Al cineclub del Banco de Reserva, al cineclub del Museo de Arte, al del colegio Raimondi, al cine Roma, al Cinematografo de Barranco, los mismos lugares a los que George va todas las noches. Es casi imposible que sea una coincidencia... ... Desde el muro del malecon, el la ve. Ella sale poco, casi siempre esta en casa cuidando a Rainer, que es un hombre mayor: mas parece su abuelo que su padre. Juntos arreglan el jardin de hortensias y geranios (o el jardin de margaritas y llamaplatas: la observacion es literaria, ornamental). Rainer se sienta bajo el dintel de la puerta, Ariadna entra y sale de la casita rosada. Laboriosa, lleva y trae mangueras, semillas, regaderas. ?Nunca ven a George al otro lado de la pista? Buena pregunta: un extrano con una mochila a la espalda, camaras fotograficas, una filmadora, una maquina de escribir, sentado en el muro del malecon, es un personaje conspicuo. ?Sera que George, apenas ellos salen de la casita rosada, se deja caer por el lado opuesto del muro, hacia la playa? Esa es mi conjetura: el se esconde, y, hasta entrada la tarde, los espia desde ahi. George es metodico, desde febrero... LIBRETA 2. Octubre de 1992 ... Cuando Ariadna sale sola, por las noches, los lunes y los miercoles, a los talleres, o al final de la tarde, los viernes o los sabados, para ir al cine, el va tras ella, guardando la distancia. En mi coleccion de VHStengo las imagenes que filma cuando la sigue por la calle. Rompe su costumbre de no subir a microbuses. Trepa al mismo que ella, se sienta en la ultima fila o se queda de pie cerca de la puerta trasera. Ariadna mira la ciudad. George mira a Ariadna. Cuando ella va a los talleres, el regresa al hostal. Cuando va al cine, el continua acechandola: se escurre en la sala detras de ella. Solo la primera vez hay un contratiempo: el portero le dice que no puede entrar con la mochila (Sendero Luminoso, las bombas). George se enfurruna, vuelve al Medialuna, a su cuarto vacio. Se pone la mascara de oso, supongo, intenta dormir ... ... Los dos sabados siguientes ella ve Portero de noche en el Cinematografo y El rey de Nueva York en el Museo de Arte. George se esconde en el viaje de ida, pero, en los cines, se asegura de que Ariadna note su presencia. Tropieza adrede con ella a la salida, se para justo detras en la cola de la boleteria. Ella lo mira de reojo. El sacon de camuflaje militar, la camiseta negra de ilegibles letras amarillas, los borceguies, la gorra de beisbolista: un tipo peculiar. ?Que cosa ve George cuando mira a Ariadna? Me cuesta responder esa pregunta... ... El tercer sabado es 29 de febrero (1992 es un ano bisiesto). Ariadna ve La batalla de Argel, de Pontecorvo, en el Raimondi. Al final, George se le acerca. ?Le dice algo sobre la pelicula? Lo imagino hablando acerca de la primera escena (seria lo logico: en la primera escena hay una tortura). Ella no sabe que responder. Esta asombrada de que George le hable: es un extrano. George quiere aprovechar su desconcierto. Le dice que no sabe si ella se ha dado cuenta, pero, en las ultimas semanas, se han cruzado tres veces en los mismos cines. Ariadna se sobrepone al pudor, inusualmente: responde que si se ha dado cuenta. George dice que eso no puede ser coincidencia. Ella le dice que, en efecto, no parece coincidencia, y que tal vez el la esta siguiendo. George sonrie, dice: quizas eres tu la que me esta siguiendo a mi. ?Ella tambien sonrie? No esta acostumbrada a hablar con desconocidos, y sin embargo, cuando se aleja del cine y George avanza a su lado, no se siente invadida. Vuelven a hablar de La batalla de Argel. El le ha de hacer notar que algunos de los actores no son profesionales, sino rebeldes argelinos que, en la pelicula, hacen el papel de ellos mismos. Ella dira que entonces no es una ficcion. El respondera que no puede no ser una ficcion. Sobre todo las escenas de torturas, debe decir. Ella ha de preguntar por que. El dira: porque una tortura siempre entrana una ficcion. ?Ella vuelve a preguntar por que? Supongamos que si y que George le dice que una persona que tortura a otra espera que le cuenten una historia, pero no siempre le interesa que la historia sea real: solo que parezca verosimil. Ella le da vueltas a esa idea... ... ?George le parece atractivo desde esa primera noche? Las cosas que dice tienen un pie en la truculencia pero suenan interesantes, piensa Ariadna. Van del Raimondi a Miraflores por la avenida Arequipa, una larga caminata (que para George no es nada) por la berma central. Mas alla del cerco de lanzas del Palacio Marsano, una niebla negra viene del parque de Miraflores, devora los jardines de pasto muerto, los troncos cascados de los arboles, las fachadas mugrosas de los edificios, la respiracion de los mendigos en las veredas. Cuando llegan al ovalo de Pardo, George la invita al Haiti. Eligen una mesa afuera. Al rato aparece un grupo de muchachos con chuspas y bigotitos y patillas incipientes, que conocen a Ariadna de los talleres de cine, y se sientan a su lado. Uno de ellos es importante en mi relato porque esta enamorado de Ariadna y porque unos meses mas tarde, despues del crimen, y durante muchos anos --?debido a su amor por ella?-- intentara recomponer los fragmentos de esta historia... DIARIO, 24 de agosto del 2015 (noche) Ese chico era yo. ?Hablaba con malvivientes en terrenos baldios? ?Les contaba historias a las lapidas en los camposantos, a medianoche? ?Marchaba por las calles de Lima con una brujula cuya aguja siempre me apuntaba al corazon? Nada de eso. Era callado. Habia ensenado Literatura al salir de la universidad, en academias preuniversitarias, pero desde hacia unos meses era fotografo en un periodico y por las noches iba a talleres de cine, en uno de los cuales conoci a Ariadna. Mis padres habian muerto dos anos antes. SIGUE LA LIBRETA 2. Octubre de 1992 ... Cuando veo a George, la manera en que reclina la cabeza sobre el hombro derecho y mira los hielos en su vaso de whiskey me produce la certeza de que entre su gorro de beisbolista y el vaso hay un dialogo que le interesa mas que las cosas que ocurren a su alrededor. ?Me demoro en notar que su filmadora, sobre la mesa, esta encendida? No, me doy cuenta de inmediato. En ese momento, no se por que (no me pregunten por que), yo, que tambien traigo una filmadora (vengo del taller), interpreto la suya como un desafio. Quizas es su pinta de americano sucio -- aunque George no esta sucio, nunca esta sucio, sino apenas desalineado-- lo que me sumerge en la atmosfera de un viejo western. El asunto es que de inmediato enciendo mi camara como si desenfundara un revolver. El se da cuenta, sonrie, es la primera imagen suya que grabo... ... Los chicos, mientras tanto, se han puesto a hablar de cine, de la manera en que los chicos de San Marcos y la Catolica hablan de cine, en Lima, en los noventa: entusiastas y aburridos a la vez. George los escucha; tengo la impresion de que los deja hablar. La conversacion es irrelevante. Yo menciono una pelicula de Klimov que nunca he visto. Digo que es la obra maxima del cine ruso. George dice que es una mala pelicula. Despues hace una pausa y se corrige, o eso parece (en verdad no se corrige: siempre responde dos veces, cosas opuestas). Al rato habla sobre una pelicula llamada Menilmontant, de Dimitri Kirsanoff. (Otra noche, mas adelante, una noche cualquiera en un lugar cualquiera de Lima, George me dira algo sobre Menilmontant pero de inmediato se interrumpira y hablara de Los olvidados de Bunuel y dira que una pelicula solo es buena si nos deja la sensacion de que sus personajes nunca perderian el tiempo mirandola). Dice que en Menilmontant esta la clave para entender la historia de la humanidad. Todos esperamos que elabore esa idea (y nadie tiene nada que argumentar porque no sabemos quien es Kirsanoff). George dice tres o cuatro frases sobre la bruma de la realidad y los agujeros que horadan las estrellas y de inmediato se queda callado y vuelve a mirar el vaso de whiskey. Ariadna dice que su pelicula favorita es Sola en la oscuridad, de Terence Young [la mujer ciega, la muneca, el sotano, los manotazos: tiene sentido, pobre Ariadna]... ... En las horas siguientes, George habla a ratos con los chicos y a ratos solo con ella, en voz baja. Ariadna sonrie, el parece sonreir. Le pide su numero de telefono. Ella se lo da. Yo miro todo (mi camara sigue encendida)... ... Esa tambien es la primera vez que veo a Rita Moreno. Dobla por Diagonal, saluda a George, tiene pinta de gitana. Le dice que esta yendo al hostal. El le pide que lo espere. Paga la cuenta de todos, acerca la cara a la cara de Ariadna, le habla al oido. Les pregunta a los chicos cuando piensan ir al cine. Le dicen que el jueves. Quedan en juntarse en el Paseo Colon, a las seis, para ver una de Costa-Gavras. George se va con Rita. Cuando los perdemos de vista, le pregunto a Ariadna como piensa irse a casa y ella me pide que la acompane a tomar un taxi. Nos internamos en la neblina del parque Kennedy. Le pregunto donde ha conocido al gringo y a su novia. Ariadna dice que la mujer no es la novia de George, sino la recepcionista de su hostal (eso le ha dicho). Recien entonces escucho el nombre de George. Es tan predecible que me suena falso, como el nombre de un personaje americano en una pelicula mexicana. El gringo torpe que muere acuchillado en un callejon --pero George no es torpe y solo es medio gringo y no muere, o no muere acuchillado, al menos no en un callejon--. Cuando Ariadna sube al taxi, me quedo mirando la calle y el taxi en la calle e imagino que estoy en el taxi con Ariadna y que le cojo la mano y ella no la retira (por eso se que el momento es imaginario) y que ella inclina la cabeza sobre mi hombro y yo le beso el corto pelo rubio a lo Jean Seberg. El taxi se pierde entre el barullo de los peatones y los microbuses de la calle Berlin, mas alla de la nube purpura del parque, y yo vuelvo a la realidad, y me quedo un rato en la realidad como adentro de una mazmorra y despues me voy caminando a la casa de mi tia...
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La nina de sus ojos de Vicente Muleiro
https://gigalibros.com/la-nina-de-sus-ojos.htmlEs aca, sobrina, donde se levanta ese elefante de hormigon. Ahi vivieron. Desde ya, no en este cuadrupedo cargado de signos, la Biblioteca Nacional, construida con una forzada modernidad destinada a envejecer al dia siguiente de su inauguracion. No. En el Palacio Unzue, emplazado entonces en esta gran manzana: Aguero, Libertador --que en este tramo se llamaba Alvear--, Austria y Las Heras. Ahi vivieron, y ahi trabajo mi tio y tu tio abuelo Blas, un personaje al que llegue a conocer. ?Que se puede ver que ellos tambien hayan visto? Un ejercicio posible: contemplar las copas de los arboles que persisten y se trenzan en lo alto, tener la suerte de que la brisa del rio solape la cara y el pecho mientras se mira hacia arriba, dejandose encandilar por las fugaces estrellas solares que se filtran en la espesura. Puede que Peron y Nelly hayan compartido esas suaves epifanias; puede que Peron, contaminado por la adolescencia de ella, haya sentido otra vez la libertad intemporal de una promesa. Aca es. En la barranca que cae hacia la avenida quedan restos del jardin que disenara Ruben Dario. Pero las plantas de ambar que el poeta hizo sembrar ya no estan; las veinte palmeras arracimadas sobre el estanque esfumado, tampoco; al pino inclinado con claveles del aire que besaban el tronco, no se lo ve. Es sobre esa pared de enfrente que alguien escribio <
> cuando Eva agonizaba a unos pocos metros. Nelly no se propuso reemplazarla. Tenia apenas catorce anos cuando se instalo en el Palacio, a principios del 54, pero suficiente lucidez para darse cuenta de que por ese camino no lo iba a encontrar a Peron. Ella le ofreceria otras pulsaciones de la devocion. Del Palacio Unzue, estrictamente de la planta del Palacio Unzue, no queda nada. Sobre la calle Austria, el Instituto Nacional Juan Domingo Peron, y el cafe donde el, muneco de marmol, sonrie desde una mesa, no son restos de aquella construccion porque todo fue condenado al derribo. Rugientes excavadoras y rencorosas piquetas ascendieron a los trompicones por la barranca con el objetivo fundamental de aniquilar a sus fantasmas por orden del general Pedro Eugenio Aramburu, que detentaba la presidencia. Durante su enfermedad, Eva habia desatado tambien aqui las desmesuras de su entrega fundacional. Cuando agonizaba en su cuarto del primer piso, los umbrales de la residencia se convirtieron en un centro de peregrinacion y de vigilia; tras su muerte, fue uno de los santuarios donde muchos trataron de enjuagar una pena huerfana. Si buscas en Internet, podras encontrar la filmacion, de poco mas de un minuto, de la demolicion aquella. Con voz deportiva y celebrante, el relator del noticiero cinematografico presenta la destruccion como un inevitable capitulo del progreso urbano. Las paredes caen como bombardeadas desde las costas de Normandia, en el ambito estallan los bloques de cemento contra el piso y un polvo de muerte ocupa el espacio. No es facil suponer que habra encontrado aquella brigada salvaje. ?Manuales de historia militar en la biblioteca? ?Un triste zapato de tacon? ?Los lapices siempre afilados y en fila de Peron, como otro peloton a sus ordenes? Es posible que no, que nada. Hay que recordar que, tras el golpe del 55, grupos de saqueadores ingresaron como un tropel de furia a robar y a burlarse de la intimidad de los derrotados y los muertos. El vestuario de Eva fue conservado para su exhibicion insultante, para que la plebe supiera de los lujos y exorbitancias en las que pueden caer los resentidos y las putas cuando el poder y los amasijos de la historia les dan un lugar. Pero no saben, no tienen ni idea de hasta donde pueden llegar dos guachos --como Peron y Eva-- si les es dado disfrutar de sus conquistas en un palacio afrancesado, como el Unzue, comprado por el Estado nacional para salvar a unos ricatolicos en desgracia y destinarlo a residencia presidencial, con sus insomnes leones de piedra blanca, su galeria flanqueada por columnas de gloria, su majestuosa escalera en Y. No saben: Peron y Eva se trepaban a las barandas de esa escalera y reconstruian alli los juegos de toboganes placeros que no habian disfrutado a su debido tiempo. La ausencia de infancia la prolonga para siempre, dijo un poeta diestro en paradojas. Desde el primer piso se montaban en las barandas, el a la derecha y ella a la izquierda. La voz de partida la daba ella, porque decia que siempre era justa y que, en cambio, el era ducho en triquinuelas. Se lanzaban a caballo desde la baranda y llegaban al unisono, o sea que la diferencia sobre quien de los dos apoyaba primero el pie era de decimas de segundos. Peron cantaba !gane! y Eva protestaba. En esas competencias los encontro una vez el padre Leonardo, que llegaba a intercambiar opiniones sobre conflictos terrenales. Eva le exigio: Padre, usted se me queda en la punta de la escalera y dictamina, como si fuera la voz del Senor, quien de los dos pone primero el pie en el suelo, porque este es un vivo. Y el cura los vio: dos saetas sonrientes, zigzagueando sobre los pasamanos redondeados de marmol, sin concederse nada, concentrados, sin mirarse siquiera de reojo para hacerse de la contienda. !Peron!, canto el cura. El se dejo ganar la siguiente carrera, pero Eva se dio cuenta y le dio un ataque de furia. La misma sensacion de frescura y clandestinidad sentian acaso cuando se preparaban para salir a una funcion de gala. Peron, con frac; Eva, con el calce de un vestido disenado en Europa. Van a decir de todo, menos que esta ropa no nos queda bien. Y partian del brazo y abrazados por el mismo burbujeo pecador, por la certeza de compartir una agradable sobrecarga jocosa al saludar al personal de Cancilleria, a los dignatarios del cuerpo diplomatico. Esos juegos, y otros mas graves, se derrumbaban junto con los esplendidos balcones que se habian dejado acariciar por el jardin; se hacian humo como las alfombras persas y los cortinados que alguna vez habian enmarcado la pose radiante de Eva. En esas semanas de demolicion alguien creyo escuchar su gemido por las noches, pero se trataba de roces del viento entre las paredes despenadas, soplos de brisa sobre los pedazos de una puerta que, en lo alto, daba al vacio sobre la calle Austria, extranas figuras de derrota aptas para la circulacion de espectros, hasta que al dia siguiente esos restos de vida habitada tambien caian bajo el dictamen de una masa vengadora. Pero el encuentro de Nelly con Peron no se produjo alli. Se produjo en la Quinta de Olivos, entonces residencia de descanso para los fines de semana e, impensadamente, una de las sedes de la Union de Estudiantes Secundarios (UES), en este caso para el recreo de las senoritas, segun la iniciativa del ministro de Educacion, Armando Mendez San Martin, quien habia cargado sobre si la responsabilidad de distraer a su jefe tras la concentrada soledad que respiraba luego de la muerte de su mujer. Nelly, Nelida Haydee Rivas, Nelita, vivia en San Telmo; era la hija de la portera de una casa de departamentos en Chacabuco al 1200. Habia crecido en las penumbras sepias de un hogar pobre y concurria al segundo ano del colegio profesional, que entonces preparaba a las mujeres en el arte de dejar caer una milanesa en la sarten y en las murallas defensivas de su monte de Venus. Sin proponerselo, Nelly gozaba de un raro ascendiente entre sus companeras que estaba dado por su circunspeccion, la firmeza de sus palabras, su seguridad motriz y la capacidad resolutiva para las nimiedades de la vida escolar. No le habia dicho ni a sus padres, ni a sus mas cercanas companeras de curso, que acariciaba el deseo de entregarse al Senor, que la indefinible intensidad con que cargaba su persona requeria una resolucion fuerte, con alguna variante del absoluto. Ese absoluto no podria ser otro que Dios mismo. Los espacios de consagracion deberian ser amplios, silenciosos y secretos como un templo, lejos del rumor humano; su habitat cotidiano, una celda donde no entrara una mota de polvo; su cuerpo, una piedra blanca, lisa e ignorada. El rumor mental de su solipsismo se complacia con esas imagenes pero, al contrario de su impulso inmaculado, las visceras le respondian a su imaginacion con un cosquilleo indefinible que subia y bajaba de su vientre a su garganta, de su garganta a su vientre. Cuando el curso tuvo que elegir a la delegada de la UES, su triunfo no deseado fue comodo: era la chica mas carismatica, aunque ese carisma no se apoyara en despliegues jocosos o liderazgos sonoros. Se nego a aceptarlo, mira vos. No estaba en el mundo para los esparcimientos deportivos y los cielos abiertos. Pero los maestros y los padres coincidieron en que una apertura a la expansion corporal podia combatir cierta palidez que a ellos les preocupaba. Decidio probar para complacerlos, con la salvedad de que, si la actividad le disgustaba, renunciaria de inmediato. Peron eran dos silabas vibrantes en la casa de Nelly, en ese cuarto de prestado al que el padre llegaba de la fabrica de chocolates Noel y donde la madre descansaba de sacar brillo a los corredores. Era, Peron, alguien a quien borrosamente se le debia la digna subsistencia, pero mas aun la promesa de salir alguna vez de ese cuartucho donde los tres se escuchaban la respiracion por las noches, acostumbrados ya al aroma de sopas o fritangas que seguia flotando a la hora de conciliar el sueno. En algun lugar, a Nelly le importaba mas conocer al Presidente, ese mito casero, que hacer deportes, subirse a una motoneta o respirar hondo, entre la arboleda, el aire rioplatense. -
Suscribete a mi corazon de Shirin Klaus
https://gigalibros.com/suscribete-a-mi-corazon.htmlLunaLoba es youtuber y suena con viajar por el mundo y compartir sus aventuras, pero lo cierto es que lleva una vida gris y en lugar de ser productiva se dedica a ver videos (de gatitos) en busca de inspiracion. Ha dejado la universidad, no tiene trabajo. se siente un fracaso con patas.
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Nikola Tesla. El genio al que le robaron la luz de Margaret Cheney
https://gigalibros.com/nikola-tesla-el-genio-al-que-le-robaron-la-luz.htmlLa primera biografia que se publica en espanol sobre uno de los personajes mas influyentes de la ciencia contemporanea. Un relato completo de la vida y la obra de Tesla en el entorno de la revolucion industrial. Hoy pocos recuerdan a Nikola Tesla, pero gracias a el se enciende la bombilla del techo cuando pulsamos un interruptor. Fue el descubridor del campo magnetico rotatorio, la base de la corriente alterna que hoy ilumina el mundo; pero tambien el padre de tecnologias visionarias en su epoca como la robotica, la informatica o las armas teledirigidas. Nikola Tesla es el paradigma del inventor genial, la mente creativa sin perspicacia para los negocios, y su vida es la historia de un fogonazo de luz que ilumino a todos los que lo rodearon, para apagarse de forma triste...y resurgir hoy, con el homenaje y el recuerdo de los cientificos modernos que reconocen a Tesla como "el padre de la tecnologia moderna".
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Lionheart de Ana Roux
https://gigalibros.com/lionheart.htmlOceano Atlantico, 1805. A miles de metros sobre el agua, la flota aerea britanica y la napoleonica se enfrentan por el control de Europa. Tras una dura batalla, el navio Lionheart del capitan Fellowes acaba aterrizando en una isla poblada por naufragos, entre los que se encuentra Ellen Fellowes, la hija del capitan, quien lejos de la civilizacion ha descubierto la libertad.
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No me quiero enamorar de Brianne Miller
https://gigalibros.com/no-me-quiero-enamorar.htmlBrooke Evans esta demasiado ocupada como para pensar en enamorarse. Su trabajo la absorbe por completo, y mas ahora que su ayudante acaba de darse de baja por maternidad.
En plena campana navidena lo que menos necesita es pensar en los hombres, pero no tendra mas remedio que hacerlo cuando su jefe se encarga de contratar un nuevo ayudante para ella: Nick. -
Invierno en Las Vegas de Andrea Izquierdo
https://gigalibros.com/invierno-en-las-vegas.html<
>. Y por eso no es sorprendente que MEREDITH vaya a ir, aunque si que lo es su propuesta. AVA no puede dejar de pensar que ahi hay algo extrano, por mas que CONNOR intente tranquilizarla y que LILY no desconfie porque lo unico que quiere es no pensar en TOM ni FINN ni XIMENA ni JASMINE, puesto que lo que ha pasado es horrible, atroz, y ?por que OLIVER no puede limitarse a desaparecer de su vida, como parecen haberlo hecho MARTHA y REX? NATE, sin embargo, diria que las personas desaparecen demasiado rapido en comparacion con la huella que dejan. -
En el azul de tu mirada de Jasmine Rogers
https://gigalibros.com/en-el-azul-de-tu-mirada.htmlLa noche pasaba y no lograba conciliar el sueno asi que sali del dormitorio, para dirigirme a la biblioteca y leer un poco. Quizas de esta manera conseguiria no pensar y caer rendida, pero tuve la sorpresa de encontrarme alli con Aidan. --?Tampoco puedes dormir? --me pregunto. --La verdad es que no. Se levanto y se dirigio al mueble bar para servirme una copa. No pude dejar de observarle. Solo vestia unos finos pantalones de pijama, resaltando la tenue luz de la estancia, la desnudez de su espalda y de su torso fibroso en cada uno de sus movimientos. Pense que seria mejor volver a la cama. La tentacion era demasiado fuerte. Fui hacia la puerta y me disculpe: --Siento causarte molestias, pero creo que me marcho a dormir. Se acerco rapidamente hacia mi para cerrar la puerta, quedando atrapada entre esta y el, creyendo morir de deseo cuando senti el calor de su cuerpo contra mi espalda, y escucharlo susurrar con su aliento ardiente sobre mi cuello. --Di que no me amas y dejare que te vayas. Di que todo lo que paso en Espana ya lo has olvidado. --No me hagas esto, Aidan. --Responde, por favor. Gire para enfrentar mi rostro al suyo, y fijando mi mirada en sus azules ojos confese: --Te amo, y si en algo han cambiado mis sentimientos, ha sido para amarte aun mas que antes. Para mi sorpresa, me alzo en sus brazos y salio de la biblioteca. --Aidan... --susurre. --Sssshhh. Mi corazon comenzo a latir fuertemente, porque en sus ojos, y en cada reaccion de su cuerpo a nuestro contacto... sabia hacia donde me conducia. Cruzamos el umbral de su dormitorio, y mientras me posaba lentamente sobre la cama, me inundaba de besos colocandose a la vez sobre mi. Todo el me aturdia, su aliento, su forma de besarme... temiendo volver a sufrir de nuevo cuando nos marchasemos. Pero el deseo que seguia sintiendo por el, era innegable e inevitable, y no seria yo quien le apartase de mi lado. --Dejame amarte, pero para siempre. No quiero mas ratos, te quiero siempre, completa. --Sus susurros me quitaron todo el temor. Le bese como nunca, sintiendo como sus caricias abrasaban cada centimetro que sus manos recorrian de mi cuerpo mientras me desnudaba poco a poco, haciendome temblar y que mi piel se erizara respondiendo intensamente a cada contacto con su piel. Y aquella noche de nuevo, nos entregamos totalmente el uno al otro, con ansia, con desesperacion, con todo el amor y pasion contenida en aquellos anos y que ya me habia demostrado hacia unas semanas, reafirmando con rotundidad que lo nuestro nunca se apagaria, nunca... CAPITULO 1 Cuatro anos atras... --!Gracias a usted! --exclamo con aire amable la voz que se escuchaba tras el telefono. Nos despedimos y finalice la llamada. A continuacion, me dispuse a dar saltos como una loca en medio del salon. Ana, mi companera de piso me observo con los ojos como platos. --Eso es... ?que si?--me pregunto. --!Si, si, si, si! --grite como una loca. Ana se unio a mis gritos, y seguimos saltando, gritando y riendo juntas durante un buen rato, hasta que cansadas, nos lanzamos exhaustas hacia el sofa. --Cuenta, cuenta --dijo Ana emocionada. --Londres, Ana. !En una semana! --conteste. Y volvimos a gritar y a reir. Hacia casi un mes que mi contrato de trabajo en la cafeteria habia finalizado, para tristeza de Lorreine, la duena de la misma, y sobre todo para mi, ya que, en las semanas siguientes, "PARIS, MON AMOUR", cerraria sus puertas dejando treinta anos de esfuerzo, amor y dedicacion, encerrados detras de ellas. Habia trabajado dos anos en aquella pequena pero preciosa cafeteria decorada con un estilo muy parisino, con sus grandes ventanales que te invitaban a observar la gente pasar, deleitandote con un estupendo cafe banado con sirope de caramelo y esa gran cantidad de espuma de leche que debias retirar forzosamente con tu lengua de la comisura de los labios cada vez que tomabas un sorbo del mismo. Aaahhh... observar el bullicio de la ciudad, mientras que la tranquilidad dentro de la cafeteria hacia volar tus pensamientos... "PARIS, MON AMOUR" era... otro mundo. Pero a Lorreine, aquella mujer de pelo blanco y mirada decidida, y despues de tantos anos sacando adelante su preciosa y acogedora cafeteria... le habia podido la crisis y la apertura de una enorme y moderna cafeteria, a unos cincuenta metros. De esas que te preparan el cafe para llevar, sin mucho mimo ni dedicacion, pero con precios "low cost" y mensaje de "hola, buenas tardes, aqui su cafe. El siguiente, por favor". Dos semanas antes de que se convirtiera en un hecho el no poder volver a trabajar en la cafeteria, Lorreine nos habia reunido a todos al concluir la jornada en el "PARIS, MON AMOUR", y con lagrimas en los ojos, nos habia comunicado la mala noticia. Apesadumbrados, y despues de barajar entre todos las posibilidades que Lorreine ya habia estudiado en dias anteriores, regresamos a nuestras casas, sabiendo lo que el futuro proximo nos deparaba. Aquella noche, en la cama, no pare de dar vueltas y vueltas, pensando, desvelada... y recorde la opcion que antes de aceptar el puesto de camarera en "PARIS, MON AMOUR", habia tenido en mente. !Londres! Trabajar en Londres. Finalizando mis estudios de psicologia, nos hablaron de agencias que podian conseguirte trabajo en diversas zonas de Reino Unido a cambio de alojamiento en alguna de las residencias que poseian alli. La agencia ganaba un dinero por la estancia, y tu podias trabajar en el Reino Unido y perfeccionar a la vez el idioma. Pero en aquel entonces me surgio la posibilidad de poder realizar un curso para poder impartir clases de espanol a extranjeros; y a la vez, la oportunidad de trabajar en la cafeteria, asi que ambas cosas se convirtieron en mi primera opcion. Pero ahora si, ahora habia llegado la hora de volar... y la oportunidad de poder trabajar en una de las tabernas del centro de Londres, y sin mas, dije: !SI! --Bueno, pues una semana para preparar mi equipaje --dije a Ana, echandome para atras en el sofa. Ana me miro, y me pregunto con semblante serio: --Cris... ?que le diras a Alex? --?A Alex? Pues nada, que me voy a trabajar a Londres, que voy a decirle. --?Y nada mas? --dijo Ana frunciendo el ceno. --Ana, por Dios --conteste a mi gran amiga, haciendo que mis ojos se pusieran en blanco--. Hemos salido juntos durante cinco anos, pero eso termino. Amigos, nada mas --anadi, haciendo aspavientos con las manos. Alex y yo habiamos salido juntos cinco anos, pero llego un determinado momento en el que me di cuenta de que ya no le amaba, y seguir juntos, solo nos haria mas dano, tanto a el como a mi, porque yo ya no podia darle todo lo que el queria: compartir nuestras vidas. Supongo que lo que me hacia seguir con el, era la pura costumbre, el hecho de acomodarnos a una relacion que debio terminar mucho tiempo atras. No podia negar, sin embargo, que me sintiera insegura, y que el hecho de no amar a nadie, me hacia sentir una extrana sensacion de vacio. No buscaba a ningun companero para compartir mis sentimientos, pero si anhelaba encontrarlo, ansiaba el sentir esos abrazos, esos besos y esas caricias, esa comprension, sensibilidad y ternura que hacia ya meses que al lado de Alex habian desaparecido. Sin embargo, muchos de nuestros amigos, incluso el mismo Alex, conservaban aun la esperanza de que algun dia volviesemos a ser novios otra vez. Para mi, esa opcion, no era ya para nada factible.
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La traicion de las sirenas de Fernando Benzo Sainz
https://gigalibros.com/la-traicion-de-las-sirenas.htmlCuando Emilio, un abogado en la treintena sumido en una crisis de identidad, recibe la noticia de la muerte de Paula, su amor de juventud, decide regresar al reencuentro del lugar donde paso su adolescencia y de su grupo de amigos de entonces.
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Nix (Los Luth 1) de Tamara Marin
https://gigalibros.com/nix-los-luth-1.htmlLa vida de Nix es como la de cualquier otra persona hasta que, despues de un accidente de coche, todo cambia.
Diego es el jefe de una de las casas de El Circulo, una organizacion que la adentrara en un mundo totalmente nuevo para ella. Alli convivira con Aurea, Tyr y Eros, entre otros.
Junto a ellos penetrara en el oscuro mundo de los luth y vera por primera vez a Ares, quien cambiara su vida para siempre.
Pero lo mas importante es que gracias a sus companeros y a El Circulo conseguira conocerse a ella misma, sabra cuales son sus limites y hasta donde pueden llegar sus <>.
?Quienes son los luth?
?Podra Nix derrotarlos?
?Seran capaces Nix y Ares de compartir su amor sin salir heridos?
?O preferira Nix el amor de Eros? -
Taxi de Carlos Zanon
https://gigalibros.com/taxi.html<
>, le dice Lola a su marido durante el desayuno. El le responde que lo haran por la noche, cuando acabe su jornada en el taxi. Sandino es un hombre melancolico, que duda en regresar a casa porque teme que Lola, harta de sus infidelidades, lo deje. No esta muy seguro de si desea que eso suceda, como tampoco sabe si le gusta ser taxista, si es capaz de querer a alguien o si todo consiste en seguir rodando y chocando, como una bola en una mesa de billar llamada Barcelona.
Durante siete dias y sus seis noches, Sandino recorre las calles y los barrios como un muneco roto que huye de si mismo, un depredador que deambula sin rumbo fijo, de sitio en sitio, a criterio siempre del cliente, del tedio o de la ocasion de cauterizar la herida de la forma mas carnal. Y mientras dura su particular odisea, en su mente se mezclan y entrelazan las historias de pasajeros, amigos y enemigos, una marana de recuerdos y fantasmas del pasado que dibujan un mapa existencial de su vida, de la vida de la ciudad y de los personajes que la habitan. Tal vez asi, en su fuga hacia la nada, Sandino logre liberarse de sus ataduras, de sus amores espurios y del entorno que lo atenaza para llegar a algun lugar en el que nunca ha estado.
La fuerza narrativa, el ritmo hipnotico imbuido de ecos musicales y el profundo calado psicologico de Taxi suponen un salto cualitativo en la obra de Carlos Zanon. Los avatares de Sandino configuran un personaje inigualable que permanecera en la memoria de quienes degustan la buena literatura.
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Como te veo yo, Abril Camino de Abril Camino
https://gigalibros.com/como-te-veo-yo-abril-camino.html -
Ardores de Agosto de Andrea Camilleri
https://gigalibros.com/ardores-de-agosto.htmlUn calor asfixiante arrasa Sicilia como una llamarada; durante el dia el aire se vuelve irrespirable, las piedras queman y ni siquiera un bano en el mar ofrece algo mas que alivio momentaneo. Con la ciudad sumida en un letargo incandescente, Salvo aguarda la llegada de Livia, que viene con unos amigos a pasar las vacaciones en una solitaria casita frente a la playa. Pero el idilico plan se tuerce cuando, oculto en los sotanos de la casa, aparece un baul con un cadaver dentro. El macabro hallazgo desata los instintos investigadores del comisario, que muy pronto se ve envuelto en una marana criminal de multiples facetas que involucra a politicos, banqueros y empresarios, todos bajo la omnipresente tutela de la mafia. Y como si la canicula no fuera suficiente para causar estragos en el comportamiento de los personajes, la presencia casi magica de una bellisima veinteanera hace flaquear la proverbial lucidez del propio Montalbano, hasta el punto de tentarlo a dar ese paso trascendental que habia evitado hasta el momento. Una nueva aventura de Salvo Montalbano, en la que el inimitable comisario sigue haciendo gala de ese vitalismo socarron y melancolico mientras se asoma a los abismos mas profundos del alma humana.
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El candidato y la periodista de Mary O'neill
https://gigalibros.com/el-candidato-y-la-periodista.htmlElla, una periodista de izquierdas. El, un politico de ultraderecha.
?Podra el amor y el deseo con tanta diferencia? -
Corazon despiadado de Caz Frear
https://gigalibros.com/corazon-despiadado.htmlLa detective Cat Kinsella cree haber esquivado un problema domestico peliagudo cuando Joseph Madden, el dueno de la cafeteria a la que suele ir, le pide consejo sobre Rachel, su esposa. Segun Joseph, Rachel lo esta amenazando, pero no puede (o no quiere) decirle a Cat el porque de estas amenazas. Cat, achacando estos problemas a los de un matrimonio que se va al garete, se olvida pronto del asunto… hasta que, unos meses despues, Joseph es arrestado y acusado de asesinato.
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Emily (Senoritas americanas 3) de Scarlett O'connor
https://gigalibros.com/emily-senoritas-americanas-3.htmlUNA NOVELA REFRESCANTE, QUE ROMPE LOS ESTEREOTIPOS Y QUE NOS INVITA A SER LA HEROINA DE NUESTRA PROPIA HISTORIA. -Melanie Rogers
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Shokunin de David B. Gil
https://gigalibros.com/shokunin.htmlShokunin es un spin-off de El guerrero a la sombra del cerezo, la novela de ficcion historica mejor valorada en las librerias on-line.
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Bailando con el demonio de Alina Covalschi
https://gigalibros.com/bailando-con-el-demonio.html--Quiero ver sensualidad, Evelyn --exigio Madame Janice--. Esas manos tienen que flotar en el aire. Llevaba mas de tres horas de entrenamiento y, por mas que intentaba estar concentrada, mi cuerpo se resistia. Me dolian los huesos, y estaba cansada. Me gustaba bailar porque mi alma lo necesitaba. Sonaba con mis pies en pleno movimiento y me sentia libre. La mente y mi corazon acompanaban el ritmo, lo que hacia conmovedora la danza. Sentir la musica era el secreto para mi felicidad. --Es suficiente por hoy --dijo ella al ver que mis piernas empezaban a fallarme--. Seguiremos manana, Evelyn. Descansa, quiero verte con fuerzas. Estaran aqui muchos directores y es posible que alguno ponga sus ojos en ti. --Eso espero. --Desenrede mi pelo sudado--. Llevo toda una vida luchando para conseguir esto. --Lo conseguiras, seguro, eres perfecta. --Me dio una botella de agua--. Hay muchos musicales que necesitan buenos bailarines. --Si, pero algunos son mejores que yo. --Confio en ti. --Me dio un apreton de manos--. Necesitas descansar. Ella abandono el salon de baile y, al verme sola, me sente en el suelo y apoye la espalda contra el espejo. Recorde la primera vez que mis pies habian tocado el suelo de un estudio y la primera vez que el baile me habia llamado la atencion. --Aqui estan los bailarines, ninos --dijo nuestra cuidadora Janine--. Este Conservatorio es uno de los mejores y, si estudian bien, podeis obtener una plaza aqui. --Nos miro a todos. --?Y podemos bailar como ellos? --Senale una pareja que se movia de una manera indescriptible. --Claro que si, Evelyn. El orfanato paga vuestros estudios, pero teneis que poner mucho empeno. --Lo hare --dije para mi misma. Y eso hice… empece a estudiar y a estudiar hasta conseguir una beca. Con esa beca me habian dado una plaza para el conservatorio y luego me habia esforzado mucho para aprender todos los tipos de baile de salon. Mi vida no habia sido facil: no tener padres ni familia me habia mantenido en un amargo silencio durante anos. Tuve suerte de que mis abuelos pagaran el orfanato antes de quedarme sin nada. Estuve viviendo dos anos alli hasta que una familia se intereso por mi. Todo paso muy rapido y, en menos de unas horas, ya estaba viviendo con ellos. Mi padre adoptivo tenia mas de cinco empresas de construccion y habiamos tenido mucho dinero. Perdimos todo en tan solo un mes, y eso lo volvio loco: los encontre a los dos muertos en la cama. Habia sido el dia mas horrible de mi vida, y ver tanta sangre junto a los cuerpos de esas personas sin vida me habia marcado para siempre. Los policias habian dicho que mi padre adoptivo habia matado a su mujer y luego se habia disparado en la cabeza. No llegue a encarinarme con ellos y estaba acostumbrada a verlos siempre lejos de donde yo me encontraba, fisica y psicologicamente. Mucho no recordaba porque era muy pequena, pero nunca los habia visto besarse o abrazarse y, por supuesto, tampoco lo hacian conmigo. De cria habia tenido pesadillas al respeto y en todas ellas los rodeaba un aura extrana, tanto como eran ellos. Cuando me vi sola de nuevo un lugar extrano y lleno de personas desconocidas, quise desaparecer para siempre. El orfanato era un edificio cuadrado, rodeado por una verja alta. Estaba muy descuidado, pero limpio y las cuidadoras me hablaban con indiferencia. Tuve la suerte de que ese dia habia visto a una pareja bailando en el parque del orfanato y habia recordado lo que me habia prometido: seguir estudiando y llegar a cumplir mi mayor deseo. Conseguir bailar en un escenario habia sido lo unico que me habia mantenido con vida. --Vamos a cerrar --aviso el portero. --Ahora salgo. --Me levante del suelo y estire mis brazos. Tome la mochila y sali del conservatorio bastante confiada. Estaba segura de que tantos anos de clases intensivas no habian sido inutiles y de que pronto iba recibir los merecidos resultados. LUCES EN LA OSCURIDAD --Mucha suerte Evelyn --dijo mi companera de piso, Carmen. --Gracias. --La abrace y sali por la puerta. Habia pasado una noche horrible; no habia conseguido pegar ojo por los nervios que habian estado recorriendo mi cuerpo entero. No queria perder la oportunidad de conseguir un puesto libre en la nueva obra teatral "Olvida que me amas". Habia aprendido una corregrafia y tenia que bailar con mucha precision para conseguir mi tan ansiado sueno. Llegue al conservatorio un poco antes, pero tuve tiempo de echar un vistazo a las aulas llenas. Mientras paseaba por los pasillos, recordaba con nostalgia mis primeros dias de entrenamiento. Habian sido dificiles, pero me habian ayudado a olvidar el duro pasado que habia enterrado muy adentro de mi corazon. Habia muchos bailarines esperando, y eso empezaba a preocuparme. Estire mi cuerpo para liberar la tension y me sente en una silla. Con los nervios revoloteando en mi estomago, espere a que me llamaran. Despues de una larga hora de espera, llego mi turno. Me puse de pie enseguida cuando escuche mi nombre. Estaba nerviosa: mi corazon martilleaba en mi pecho con fuerza mientras enviaba un escalofrio por todo mi cuerpo, y mis mejillas empezaron a arder. Me llevaron por un pasillo oscuro y luego abrieron una puerta de metal. Lo que habia tras ella era una cortina roja de terciopelo y un silencio inquietante. La aparte con mis manos temblorosas y pise despacio el suelo de madera. Me encaminaba hacia un escenario y sabia que esa era una oportunidad unica. Habia solo una luz encendida, y el resto estaba a oscuras, de forma que era imposible saber cuantas personas habia mirandome. --Puedes empezar --dijo alguien, y gire la cabeza. Su voz sono fuerte, y el poder de sus palabras se apodero de mi. Mi corazon se deslizo hacia mi estomago. No podia pensar y me estremeci. Frote mis brazos para entrar en calor y asenti con detenimiento. Estaba acostumbrada a bailar con musica, pero no me atrevi a decir nada. Cuando hice una reverencia, vi en la oscuridad de la sala dos luces rojas pequenas. Parecian dos puntos pero, al ver que se movian y se apagaban al ritmo de mi parpadeo, empece a retroceder. Un panico asfixiante se instalo en mi y, cuando senti la cortina tocando mi espalda, la voz hablo de nuevo: --No tengo todo el dia. Hay mas personas esperando
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Recogiendo manzanas en italia de Mary Ann Taylor
https://gigalibros.com/recogiendo-manzanas-en-italia.htmlClaire Holmes es la heredera de un emporio de cocina distribuido en todo el mundo. Su padre es aclamado por la critica culinaria, sin embargo ella no sabe cocinar. Ha sido siempre una nina mimada a la que han complacido en todos sus caprichos. Cuando su padre decide mandarla a Italia para aprender con uno de los mejores chef no puede creerlo.
En Italia descubrira los sabores, los olores, las formas de cocinar con especias.pero sobre todo descubrira a Romeo, un saludable americano que tambien ha ido a aprender a cocinar.
Entre platos, vapores y cucharas descubriran la atraccion latente entre ellos, una atraccion que esta a punto de cristalizar cuando se produce un crimen; uno de los alumnos del curso de cocina ha sudo asesinado.
Claire tendra que madurar rapidamente para enfrentarse por primera vez en su vida a la cruda realidad. -
Reinos de Cristal 1 de Encarna Abad
https://gigalibros.com/reinos-de-cristal-1.htmlEl futuro del reino de Castilla esta en manos del destino. Descubre en la saga Reinos de Cristal y en este primer volumen, La Comitiva del Milagro los avatares de una comitiva real que se dirige al reino de Portugal con una mision: Traer una nueva esposa para el principe Enrique de Castilla.
Su padre, el rey Juan II, quiere zanjar el fracaso de su primer matrimonio, pues el futuro rey; Enrique IV, quedara a merced de las intrigas cortesanas, ante la falta de un heredero al trono."
El azar hace que se entrecrucen las vidas del rey Enrique IV de Castilla, llamado el Impotente y la de Manuel Acosta, un joven portugues que huye por salvar la suya.
Las dificultades continuan y las intrigas se apoderan de la corte... ?Como hacer que Enrique y Juana engendren un hijo? Solo el poder de la ciencia... y la mano de Dios, en forma de Milagro pueden conseguirlo... -
?Y de postre? de Merche Diolch
https://gigalibros.com/y-de-postre.html -
El bestiario de Axlin (Guardianes de la Ciudadela 1) de Laura Gallego
https://gigalibros.com/el-bestiario-de-axlin-guardianes-de-la-ciudadela-1.htmlEl mundo de Axlin esta plagado de monstruos. Algunos atacan a los viajeros en los caminos, otros asedian las aldeas hasta que logran arrasarlas por completo y otros entran en las casas por las noches para llevarse a los ninos mientras duermen.
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Un falso matrimonio con un cowboy de Kate Bristol
https://gigalibros.com/un-falso-matrimonio-con-un-cowboy.htmlKurt apreto los dientes mientras observaba sus tierras desde el porche de su rancho, en Montana. Su propiedad, en las Montanas Rocosas le daba unas vistas privilegiadas. El paisaje era simplemente abrumador. Estaba muy orgulloso de su rancho. Lo habia sacado adelante sin la ayuda de nadie. Su madre habia muerto demasiado pronto y su padre le siguio en espiritu meses despues. El cuerpo del viejo ranchero Daniel Harris se fue apagando despues de que su mujer muriera cuando Kurt apenas cumplio los cinco anos. Pero a pesar de la tragedia, Kurt se habia hecho un hombre de bien, cuidado en parte por la cocinera, una anciana cascarrabias, y el capataz, que habia llevado el rancho lo mejor que habia podido, hasta que su salud se fue deteriorando. Thomas le habia ensenado todo lo que sabia, quizas por eso cuando Kurt cumplio veinte anos, ya nadie podia ensenarle nada mas sobre como llevar un rancho. Pero de eso ya hacia mucho. Ahora a sus treinta y cinco anos, estaba practicamente solo en el mundo y les devolvia el favor a Thomas, que habia poco mas de seis meses que habia sufrido una embolia y a la abuela Ginger, ya una anciana. --Moriras solo hijo --habia dicho Thomas, con rictus preocupado--. Este rancho te quitara todo el tiempo que puedes ofrecerle. Debes hacer algo mas de lo que hicimos nosotros y tu difunto padre. Kurt no habia sabido que responder a aquellas palabras, pero el mensaje habia sido claro: Lo unico que podia ofrecerle la vida en aquel lugar, era morir solo. Nada mas. --?Que me propones, viejo tullido? Thomas rio en su silla de ruedas y le dio como pudo un punetazo en el brazo. El hombre estaba junto a el, en el hermoso porche de la propiedad, observando las bellas montanas. --He pensado en buscarte una esposa. --!Oh, maravilloso! --se burlo Kurt-- ?Y como conseguiras que una mujer venga hasta aqui? --!De eso me encargo yo! La duena de esa voz, una figura encorvada y con cara de pocos amigos, se acercaba a ellos ayudada por un baston. Llevaba una taza de cafe en la mano y Kurt la miro denegando con la cabeza. --Eso no te dejara dormir a estas horas, Ginger. --!Bah! --la vieja hizo un gesto de desden y dio un sorbo a su cafe--. No pienso dormir cuanto hay tanto por hacer. ?Verdad Thomas? El hombre gruno como respuesta. --Bueno --dijo Kurt, alzando las manos--, ?seria muy descortes que me fuera a la cama antes de que os pongais a organizar mi vida? La abuela Ginger le dio un golpe con el baston, pero el rio por su mal caracter y despues se inclino para besarla en la cabeza. Los tres en aquel mar de silencio salpicado por estrellas brillantes en el cielo se quedaron callados mientras la abuela Ginger encontraba las palabras adecuadas. Kurt sabia que los anos pasaban, y aunque era cierto que se habia divertido mucho con sus amigos en el pueblo cercano, y que nunca le habian faltado romances cuando visitaba la ciudad, ninguna mujer se habia planteado siquiera ir a vivir alli, en un lugar tan apartado del mundo, tan salvaje. Eso en parte lo entristecia. ?Como era posible que no apreciaran la belleza que tenia ante sus ojos? Pero suponia que estar a tres horas de camino desde cualquier punto de vida civilizada, era un elemento disuasorio bastante importante a tener en cuenta. --Kurt... --empezo diciendo la anciana. --?Si? Al ver que Thomas lo miraba de reojo se dio cuenta de que los dos viejos amigos estaban algo mas que compinchados con respecto a lo que iban a decir. --Hemos pensado, como ya te hemos dicho antes --empezo a decir la abuela Ginger--, que lo mejor para ti es que encuentres una buena mujer. Un grunido de Thomas dejo claro que el pensaba lo mismo. --Bien --parpadeo Kurt--. No sabia que parecia tan necesitado de carino y afecto. Intento burlarse, pero la mano rugosa de Ginger se puso sobre la suya. --Querido hijo, no queremos morirnos sin ver que eres realmente feliz. --Soy feliz --lo dijo tan rotundamente que cualquiera podria haber pensado que era cierto. --No es asi. --Si, lo es --pero Kurt parpadeo, mirando a la anciana, que le sonrio con ternura, algo poco usual en ella. --Como te he dicho --repitio Ginger--, no pensamos morirnos sin verte establecido con una buena mujer y quien sabe si hijos. Thomas rio. --Creo que yo partire antes --dijo, con la dificultad que le habia dejado la embolia en el habla. --No vais a moriros, ?entendido? --!Oh, como si pudieras frenar el avance de la edad! --dijo, dando un golpe en el suelo de madera con el baston. Kurt empezaba a enfadarse con Ginger. No le gustaba que hablara de la muerte, era como si la llamara. Y que siempre hiciera referencia constante a sus mas de ochenta anos lo ponia nervioso. --?De que demonios estais hablando? ?Y que tramais vosotros dos? Yo soy feliz en el rancho de mi familia, tengo amigos... --Que vienen dos veces al ano. --Voy al pueblo cuando me aburro... --Para ver a la misma gente. --!Y he tenido novias! --Idiotas incapaces de apreciar la vida que tenemos aqui. Todas las replicas de Ginger hacian un agujero en el corazon de Kurt. --Si eso no ha cambiado durante toda mi vida, no creo que ahora, por mucho que lo deseeis, aparezca una joven casadera a establecerse en Blue Rock. Thomas rio y fue entonces cuando Kurt comprendio que no solo habian tramado un plan, sino que lo habian estado llevando a cabo en silencio, a saber durante cuanto tiempo. --!?Que demonios habeis hecho?! --exclamo. Los dos ancianos se miraron. --Puede... --Ginger se acabo la taza de cafe y miro hacia otro lado--, que hayamos encontrado a una mujer para ti. --?Donde? --Kurt se puso en pie y se alejo de la mecedora para quedar cara a cara con los dos-- ?En que momento y por que? --los senalo con el dedo--. Y de todas estas preguntas no tengo muy claro cual quiero que me contesteis primero. Thomas levanto un dedo. --Primero --dijo la abuela Ginger--. Porque estas solo. Y un chico tan guapo y fuerte como tu, no puede quedarse aqui solo toda la vida. --Tengo a mis trabajadores, son mas de treinta y estan muy felices, gracias --replico, Kurt. No podia creerse todo ese embrollo... !Como si estuviesen en el siglo diecinueve! --Se... segundo --dijo Thomas, ignorando por completo la pataleta de Kurt. Ginger asintio al ver que Thomas se esforzaba por levantar un dedo. --Segundo. A tu pregunta de cuando... !Buuuuuh! Hace mas de un ano que lo planeamos. Y nos ha costado mucho encontrar a la candidata adecuada para ti. Kurt parpadeo, como si todos se hubieran vuelto locos. --No se donde habeis podido encontrar a una mujer que quiera venir aqui --exclamo--. Las empleadas del rancho estan casadas, por lo que no creo que propongais que tenga una aventura o le robe la mujer a Gabriel... Gabriel era su mejor amigo en el rancho, se ocupaba de la cria de caballos y de todo lo relacionado con la herreria. --No, muchacho --dijo Ginger-- Gabriel tendra suerte si Pamela no se le escapa, pero no hablo de ella. Sino de otra chica, que respondiendo a tu pregunta de donde la hemos encontrado... Kurt pudo escuchar un redoble de tambores cuando Ginger miro a Thomas y este se rio mas fuerte. --!Agg… garrate! --No me lo puedo creer --Kurt puso los ojos en blanco-- ?Quien demonios es? ?La conozco? --Oh no, pero ella cree que si. --?Por que cree eso? --pregunto, frunciendo el ceno. --Porque nos hemos hecho pasar por ti en una web de citas. Si Kurt no hubiese sido un curtido vaquero se habria desplomado alli mismo. --Maldita sea --susurro en shock. --Y... hi… jo... --intento decir Thomas, a lo que Ginger se adelanto, por falta de paciencia --!Llega manana! Kurt se agarro a la barandilla del porche y sintio como sus rodillas se aflojaban. ?Por que demonios habian hecho eso? ?Y por que sus sonrisas eran de pura satisfaccion? --Vais a matarme... 2 --No puedo creer que me hayais hecho esto. Kurt estaba visiblemente furioso con la taza de cafe en la mano. No habia podido dormir durante toda la noche, y todo era culpa de esos dos. La abuela Ginger preparaba el desayuno para todos en la cocina, ayudada por dos mujeres mas que estaban alli para encargarse de las compras y la limpieza. Pam era la novia de Gabriel, aunque ultimamente estaban en crisis, y Teresa, la mujer de uno de los ayudantes de Gabriel. El rancho era una gran familia, hasta habia tres crios revoltosos y cuatro adolescentes, uno el hijo de Teresa, que le habia dado mas de un disgusto. --Tomate unas tostadas tambien --le dijo la abuela. --No tengo hambre --respondio Kurt de mal humor--, me la habeis quitado con vuestro matrimonio concertado. --!Sssh! --la abuela Ginger le dio un capon en la cabeza al darse cuenta de que las dos mujeres lo miraron con extraneza--. !Callate, aqui nadie sabe nada de eso! --Sera mucho mejor asi cuando le diga a esa pobre chica que la habeis enganado para venir aqui. --No le diras nada --Ginger fruncio el ceno y dejo el plato frente a Kurt con un fuerte golpe. El miro hacia abajo para cerciorarse de que no lo hubiera roto--. Vas a poner tu mejor cara e iras al aeropuerto de Helena a buscarla. --Por supuesto --fingio entusiasmo--. Solo son cuatro horas en coche. --Quedaos a dormir en un motel y conoceos mejor. Ese "conoceos mejor" significaba que confiaba que el la encontrara atractiva y que tuviera sexo con ella. --Oh, ya veo que quieres que llegue al rancho con un heredero. --La mujer gruno y miro por encima del hombro a Thomas, cuyo cuidador los miraba tan sorprendido que no podia mediar palabra. --?Se va a casar? --pregunto Javier, mientras tomaba un trozo de tortilla y se lo daba a Thomas en la boca. El viejo rio. Si algo no habia hecho la embolia era quitarle su sentido del humor. Uno muy retorcido, diria Kurt. --No voy a casarme --Sentencio. Y al decirlo, Pam y Teresa se miraron como si no tuvieran ni idea de lo que estaba pasando, pero que, de seguro era algo gordo. --Claro que lo haras --le susurro la abuela al oido, con cara de pocos amigos--. Se un caballero, portate bien con ella y todo ira bien. A las chicas surenas le gustan los modales. Kurt abrio la boca, de hecho, parecio que se le desencajaba la mandibula. --?Como cuanto del Sur? --Alabama. --?Por que demonios una muchacha de Alabama querria casarse con un ranchero de Montana? La abuela se encogio de hombros y se dirigio a los fogones para controlar la comida que estaban elaborando para el medio dia. --Quizas le gustaste. --?Como puedo haberle gustado si no...? --Callo de repente al darse cuenta-- ?Le habeis mandado una foto mia? --Y... vvvvideos... Javier quedo atonito. --?Te han buscado una novia? --palmeo la espalda de Thomas, quien y asintio--. Oye abuela Ginger, ?no puedes buscarme una a mi? La chica mas guapa del rancho esta comprometida. Al decirlo, le guino un ojo a Pam, que se rio meneando la cabeza. --Puede que si. Si te portas bien. Pero por supuesto que Javier se portaba bien a ojos de Ginger. Era un cuidador excelente, habia empezado a estudiar enfermeria, hasta que las cosas se pusieron mal para su familia y tuvo que emigrar de Mexico a Houston. Pero finalmente, gracias al destino, habia acabado en el rancho mientras iba rumbo a Canada. Y Thomas no podia estar mas satisfecho. Javier era amable, y educado, con estudios y tenia una paciencia infinita. La abuela Ginger se lo quedo mirando. Si, quizas a el tambien le vendria bien una novia. --?Y cuando se supone que tengo que irme? --pregunto Kurt. --Su avion llega por la noche. --!Maldita sea! Todos se quedaron mirando a Kurt. No era habitual ver un estallido de furia por su parte. --!No puedo creer que hayais hecho esto! --Yo aun no se lo que han hecho --pregunto Pam, muerta de curiosidad. --Venga chicas, dejadnos unos minutos a solas --dijo Ginger, para desgracia de Teresa y Pam, que se miraron y al ver la cara de la abuela Ginger asintieron y abandonaron la cocina. --?Yo tambien? --pregunto Javier. --No es necesario --Ginger le sonrio--. Kurt necesitara un amigo que le haga entrar en razon. Le hemos concertado un matrimonio. --!Un momento! --dijo Javier, atonito--. ?Matrimonio concertado? ?Directamente va a casarse con una mujer sin conocerla? ?Y donde la habeis encontrado? --La hemos sacado de una empresa que arregla matrimonios. Segun la compatibilidad, ella es perfecta. Kurt miro a Ginger negando con la cabeza. --No entiendo que puedas decir eso y no te averguences de haber enganado a una pobre chica. --Solo sera engano si no te casas con ella. --No voy a casarme con ella --lo dijo en tono tajante y muy convencido. --?Por que dices eso? --pregunto Javier--. Es muy probable que te guste, y quizas os enamoreis a primera vista. --?Todos los latinos sois tan...? --?Romanticos? --Ingenuos. Javier sonrio y se encogio de hombros. --Hemos nacido para creer que un hombre no puede estar solo toda la vida. Y se que Ginger y Thomas tambien lo creen ?por que tu no? --Porque no me gusta que me busquen mujeres, como si yo no pudiera... --Claro que puedes --dijo Javier--. Pero admitamoslo, en un lugar como este es muy dificil conocer gente nueva. Lo tenemos un poco mas complicado que la gente de la ciudad. Y si la abuela Ginger y el Senor Thomas, quieren ayudarte... !Dejalos! --!Asi se habla muchacho!
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MARIPOSA CAPOEIRISTA 2 de Lily Perozo
https://gigalibros.com/mariposa-capoeirista-2.htmlTras un tragico evento, que amenaza la seguridad de la familia Garnett, deberan poner punto final a sus sonadas vacaciones y regresar a Nueva York. Sin embargo, Elizabeth dejo en Brasil muchos pendientes, ademas de un poderoso sentimiento que apenas descubria, el cual se volvera mas intenso a pesar de la distancia.
Mientras tanto, en Rio de Janeiro, Alexandre debera enfrentar una situacion de vida o muerte, que lo alejara de la mujer que durante anos creyo una fantasia, pero que llego a su vida en el momento menos esperado, convirtiendose en la mas increible realidad; por la que luchara hasta vencer sus miedos y tenerla de regreso.
Un inesperado suceso que sacudira a Brasil tambien trastocara la vida de Alexandre y Elizabeth, abriendo una puerta al tan esperado reencuentro, pero nuevos secretos seran revelados, poniendo en la cuerda floja su prematura relacion. Elizabeth debera decidir entre seguir su corazon y confiar en Alexandre o ser sensata y continuar con su vida al lado de Luck.
Cualquier decision que tome terminara lastimando inevitablemente a alguno de los dos hombres que mas ama en su vida, algo que debera afrontar, si desea su felicidad.
Lee el segundo libro de Mariposa Capoeirista y descubre que le depara el destino a Elizabeth Garnett. -
Piel de letra de Laura Escanes
https://gigalibros.com/piel-de-letra.htmlCada piel es un mundo por descubrir.
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La piedra del destino de Rober H. L Cagiao
https://gigalibros.com/la-piedra-del-destino.htmlLas copas de los arboles dibujaban una curva paranormal bailando ritmicamente, unos con los otros, en el cielo estrellado. El agua caia sobre su rostro mezclandose con sus lagrimas, untando salado y no salado, vida y muerte, el bien y el mal. Se agarro como pudo al tronco de un imponente castano, uno de los pocos que se resistian a la invasion del eucalipto. Estaba cerca, lo intuia. Las fuerzas escaseaban, espero a que aquel viento huracanado le diera una tregua y continuo, luchando en su contra, ante la suerte, ante la vida misma. Entonces la vio. Era la piedra del destino, la que tantos antes que ella habian buscado. No habia dejado de llorar desde que empezara aquella inhumana ascension, pero ahora todo valia la pena. Apoyo su mano sobre aquellos circulos concentricos, simbolos de siglos de historia humana y busco la entrada a la cueva. Nadie que no supiese de su existencia la encontraria, pero ella, Paola Gomez, creia ya en las meigas, nas bruxas, nos demos, nos Mouros. Con la linterna led, pegada a la frente, entro con los pies por delante. El espacio era el justo para un ser humano de complexion delgada. La linterna, solo reflejaba la piedra y mas oscuridad hasta que cayo en una especie de hoyo. Miro atras pensando que mas tarde tendria que subir y eso no seria tan facil. Dirigio su cabeza hacia aquella cueva humeda y vio un haz de luz al fondo del pasadizo. Queria correr, pero sabia que no debia. Cogio su arma y avanzo, ya no lloraba, ahora sudaba. No sabia que se encontraria al otro lado. ?Tesoros? ?Mouros? ?Serian ciertas las leyendas? ?Comunicaria aquel pasadizo con el Castillo de Andrade, con la playa de Centrona o con el Monasterio de Caaveiro? Apago su linterna, aunque se arriesgaba a tropezar. Aquella luz, era lo suficientemente nitida para guiarse hacia ella. Estaba cerca, solo unos metros mas. Alli, de pie, en el centro, iluminado por un haz invisible habia una presencia vestida de negro, de espaldas. Paola, respiro hondo y sintio como las lagrimas volvian a inundarla. Cuando se dio la vuelta y vio aquellos ojos inyectados en sangre, el miedo la cubrio por dentro. No podia ser el, era imposible, ella misma lo habia encerrado. De fondo escucho una musica conocida que le ablando el corazon y la traslado a aquellas horas en San Miguel de Breamo. En su mente solo escuchaba a la gente gritar... !Guardian, guardian! Entonces vio como se acercaba a ella muy despacio, se quitaba el pasamontana y le sonreia, mientras la cogia por los hombros. El bien y el mal Paola, solo tu puedes guiarnos. --No era capaz de hablar, de contestarle, las palabras se enredaban en su garganta. --Solo tu, Paola. II. LA RESACA Desperto banada en sudor y el corazon saliendosele del pecho. Era la tarde del tercer dia que pasaba sin despegarse de las sabanas de su cama. El inspector jefe, Costoya, la vigilaba haciendo turnos con Modesto y Portela. La doctora Fraga, que habia sustituido a Milo en el equipo medico, venia todos los dias a verla, pero sabia que el problema estaba unica y exclusivamente en su cabeza. Rubio les preguntaba a todas horas por ella. Era la jefa, la punta de lanza, la necesitaban. Pero aquello habia sido muy duro y retransmitido en directo para todo el pais. La vio revolverse varias veces sobre si misma, empezar a sudar, noto como queria hablar, pero no era capaz, estaba sonando, supuso. Duro casi dos minutos, le puso las manos en los hombros y la miro fijamente, intentando entrar en su cerebro. Levanto medio cuerpo y a punto estuvo de tirarlo de la cama. --!Paola, Paola! ?Estas bien? --Ella, no era capaz de hablar, de expresarse, su cara reflejaba una tension desmedida, como si hubiese estado en el infierno. Se acerco otra vez minimamente y ella arqueo las cejas. Le indico el vaso de agua que estaba en la mesilla. Bebio un sorbo largo como si no hubiese bebido en siglos. Cuando termino se lo devolvio y rompio aquel muro que no le dejaba hablar. --Costoya, siempre te he respetado como un padre, y lo sabes. Dime, ?como se sale de esto? -- Al inspector jefe le parecio una de las preguntas mas dificiles de contestar de las que le habian hecho en sus casi cincuenta y ocho anos de vida. Suspiro. --?Como se sale de todo?, haciendo borron y cuenta nueva. Tarde o temprano tendras que volver a vivir, y cuanto antes lo hagas menos tiempo que habras perdido. Pura logica. --Lo miro durante un largo rato para acabar trasladando su mirada al gran ventanal que tenia a su derecha. --?Sabes? Nadie esta preparado para algo asi, para que tu vida se rompa en apenas segundos, pero supongo que esta sensacion es la que tienen todas esas personas que pierden en un instante lo que quieren. En mi caso, es sentir que mi vida no ha sido, exactamente, mi vida y eso, me rompe por dentro. --Podra recomponerla, solo es cuestion de ir pegando los pedacitos. --Nuevamente lo miro. --?A que te refieres exactamente, Costoya? --En cuanto lo dijo se arrepintio de ello, pero el mal ya estaba hecho. --Me refiero a que no sabes, exactamente, lo que le paso a tu padre. Igual es un buen momento para empezar. --La mirada de Paola se ilumino y en el fondo el inspector se sintio bien, esperaba que aquello no tuviera consecuencias funestas. --Tienes toda la razon, llevo tres dias perdidos entre pastillas, pesadillas y ese sol horrible que no para de brillar. --Para que luego digan que en Galicia siempre llueve, ilusos. De todos modos, no te apresures, primero seria buena idea que te levantaras, te dieras una ducha, demos un paseo y manana vamos a ver al jefe. ?De acuerdo? --Sabia que todo aquello caeria en saco roto, teniendo en cuenta el caracter de Paola. --De acuerdo, me levanto, me ducho y nos vamos a la comisaria. Me duele el cuerpo de estar en la cama. Necesito accion y sobre todo informacion. --Lo miro diciendole que no habria vuelta atras. La comisaria Gomez, al tercer dia, segun las escrituras, habia resucitado. Como si de un huracan se tratase, Paola Gomez, comisaria de la brigada criminalistica de la jefatura de A Coruna, entraba en aquella enorme y desangelada sala. Se paro de frente, con las piernas separadas y las manos en las caderas, y los miro. Estaba orgullosa de ellos. Eran su equipo y, aunque lo habian pasado muy mal, lo habian conseguido. Sonrio. Uno a uno, se fueron acercando a abrazarla. Rubio, espiaba desde su despacho, aquel que en realidad era de Paola. A pesar de su caracter serio, no pudo evitar esbozar un amago de sonrisa y alumbrarsele una pequena luz en el corazon, en el fondo, muy en el fondo, era humano. Estaba radiante, parecia nueva, el pelo hondeando al viento y aquel traje de chaqueta y pantalon tan caracteristico en ella, un autentico torbellino humano. El primer abrazo fue para su querido Modesto. La comisaria lo miro fijamente. --?Y tu que? Seguro que eres el mitico amigo que en las bodas se sube al campanario para tirarle arroz a los novios. --Todos se rieron. --No hizo falta, amigo, pero estabas alli por si acaso, gracias. --El siguiente era Portela. --?Como va esa mano? Ya me conto Costoya, lo del escape de Alcatraz y vuestra entrada triunfal, vaya par. --Los agarro del hombro a los dos. Las siguientes en abrazarla fueron, Ana y Alba. --Menos mal que has vuelto, que estabamos en minoria y no veas lo que abusaban estos carcas. --Me lo creo, sobre todo viniendo de nuestro, por lo que veo, nuevo becario. --Miro a Rafa con una sonrisa enorme en la cara y se abrazo a el. Se dio la vuelta en busca de Milo, al no verlo se extrano, pero no le dio mas importancia. Se volvio de nuevo y les hablo a todos. --Antes de ir a ver al carcamal que esta detras de mi puerta y que hace rato que nos mira, creyendo que no lo vemos, queria daros las gracias por vuestro apoyo, porque el curre que os metisteis para descubrir al Guardian fue bestial y aunque al final la cosa se complicara tanto, lo conseguimos, salvamos a esa gente. Y lo mejor de todo, nos ganamos la confianza de los de arriba para continuar aqui. Ahora sigamos trabajando, luego tengo algunas cositas ya para vosotros. Se dio la vuelta y vio como Rubio se sentaba de nuevo en su despacho. Con paso decidido se dirigio a el, no sin antes guinarle el ojo a sus companeros. A su equipo. A su familia. --Me alegro de verla, Paola. --La miro a los ojos y ella pudo apreciar cierta emocion, aprovecho para sentarse. --La verdad es que no contaba con usted tan pronto, pero bienvenida sea, y antes de nada ?como se encuentra? --Me da un poco vueltas todo, pero despues de pasarme tres dias encerrada en casa, el milagro es que no me volviera loca. --El caso, comisaria, es que hay novedades. Como puede ver, he incluido a Rafa como becario de la unidad y es que, he de decir, que su ayuda con el Guardian fue inestimable. Y en cuanto a Milo, esto se le hacia demasiado grande, ha decidido dejarnos y su lugar lo ocupara la doctora Fraga, si, la misma que fue a atenderla a su casa. Es medico forense, psicologa clinica con un largo historial sobre sus hombros. El resto del personal que trabajaba con Milo seguira con ella. Y esa es la buena noticia, los de arriba creen que hemos hecho un buen trabajo, a pesar de la enorme repercusion mediatica de este asunto. --Rubio, se levanto y comenzo a pasearse nervioso por la sala. --Durante estos tres dias no han cesado las manifestaciones, de una u otra manera, de simpatia hacia el Guardian de las flores, pero para nosotros eso es ya agua pasada, exceptuando a nivel personal para usted, por supuesto. -- ?A donde lo han llevado? --A la espera de juicio, esta en Teixeiro y alli esperamos que continue. --?Puedo verlo? --A su debido tiempo, comisaria, pero si, claro, eso entra ya en terreno personal, no le puedo poner impedimento alguno. --Quiero saber donde esta mi padre. Necesitare hablar con el, con Franganillo, con Morales... --Como sabra, tanto los parrocos como Franganillo y Morales no seran condenados, en ningun caso, pues su delito ha prescrito. Asi es que si, claro que puede hablar con el. Pero dejemonos de pasado y centremonos en el presente, necesito un informe del proceso del Guardian de las flores, minucioso, para entregar a los de arriba, que no se le quede una coma y lo necesito ya. A partir de manana empezamos a ponernos con esos expedientes si es que no hay nada mas urgente. --De acuerdo, jefe, asi se hara. --Comisaria, buen trabajo, con toda la carga emocional que debio usted sentir alli dentro, solo puedo celebrar la entereza demostrada. Supongo que lo sabe, pero se ha ganado la admiracion de muchos. !Enhorabuena! --Paola ya se iba cuando el jefe Rubio, se dio cuenta que le faltaba algo --ah, y, por cierto, he decidido quedarme con el despacho y dejarle a usted el de aqui detras, supongo que no le importara, teniendo en cuenta, el infimo uso que hace usted de el. --Descuide, jefe, yo soy mas de tirarme por cualquier sitio, pero gracias. --Paola, salio con el pecho lleno y una floreciente sonrisa. Volvio a darle la enhorabuena a Rafa y a desearle suerte en esta su nueva casa. Vio como Modesto los miraba desde su puesto, no sabria decir si celoso o solo curioso
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Contigo hasta el final (#KissMe 4) de Elle Kennedy
https://gigalibros.com/contigo-hasta-el-final-kissme-4.htmlMierda. Mierda. Mierda. Mieeeeeerda. ?Donde he puesto las llaves? El reloj del estrecho pasillo me dice que tengo 52 minutos para hacer un trayecto de 68 minutos en coche si quiero llegar a tiempo a la fiesta. Miro otra vez en el bolso, pero las llaves no estan ahi. Recorro a toda velocidad las distintas estancias de la casa. ?Vestidor? No. ?Cuarto de bano? Acabo de entrar. ?Cocina? Tal vez... Estoy a punto de darme la vuelta cuando oigo un tintineo metalico detras de mi. --?Estas buscando esto? El desprecio se aferra a mi garganta mientras me giro para entrar en un salon tan pequeno que los cinco viejos muebles que lo ocupan --dos mesas, un sofa de dos plazas, un sillon y una silla-- se agolpan como sardinas en lata. El trozo de carne sentado en el sofa agita mis llaves en el aire. Ante mi suspiro de irritacion, el sonrie y se las mete debajo de su culo cubierto con un pantalon de chandal. --Ven a por ellas. Me paso la mano con frustracion por el pelo recien alisado y miro fijamente a mi padrastro. --Dame las llaves --exijo. Ray me mira de forma lasciva como respuesta. --Joooder. Si que estas buena esta noche. Te has convertido en una nenita de verdad, Rina. Tu y yo deberiamos hacerlo. Ignoro la mano carnosa que cae a su entrepierna. Nunca he conocido a un hombre tan desesperado por tocarse sus propios huevos. Hace que Homer Simpson parezca un caballero. --Tu y yo no existimos el uno para el otro. Asi que no me mires, y NO me llames Rina. --Ray es la unica persona que me llama asi, y lo detesto con toda mi alma--. Y ahora, dame las llaves. --Ya te lo he dicho… Ven a por ellas. Apretando los dientes, meto la mano debajo de su culo de vaca y palpo en busca de mis llaves. Ray gime y se retuerce como el asqueroso de mierda que es hasta que mi mano hace contacto con el metal. Tiro de las llaves y me vuelvo a girar hacia la puerta. --?Por que le das tanta importancia? --se burla a mi espalda--. No somos familia, asi que no hay incesto. Me detengo y uso treinta segundos de mi precioso tiempo para mirarlo con incredulidad. --Eres mi padrastro. Te casaste con mi madre. Y... --Me trago un torrente de bilis--, y ahora te estas acostando con la abuela. Asi que, no, no tiene nada que ver con que tu y yo no seamos familia. Tiene que ver con que eres la persona mas asquerosa del universo y tu sitio deberia ser la carcel. Sus ojos color avellana se entrecierran. --Cuidao con lo que dices, senorita, o un dia de estos vas a llegar a casa y las puertas van a estar cerradas. Ya, claro. --Pago un tercio del alquiler --le recuerdo. --Bueno, pues igual tienes que pagar mas. Se vuelve a la television y dedico otros valiosos treinta segundos a fantasear con darle un golpe en la cabeza con el bolso. Perder esos segundos merece la pena. En la cocina, la abuela esta sentada a la mesa, fumando un cigarrillo y leyendo la revista de cotilleo People. --?Has visto esto? --exclama--. Kim K sale desnuda otra vez. --Guay para ella. --Cojo mi chaqueta del respaldo de la silla y me dirijo a la puerta de la cocina. He descubierto que es mas seguro dejar la casa por la parte de atras. Normalmente hay bandas que se congregan en las escaleras de entrada de las estrechas casas de nuestra calle. Una calle cuanto menos acaudalada, en esta parte cuanto menos acaudalada de South Boston. Ademas, nuestro aparcamiento esta detras de la casa. --He oido que Rachel Berkovich se ha quedado prenada --comenta mi abuela--. Deberia haber abortado, pero supongo que va en contra de su religion. Aprieto otra vez los dientes y me giro para mirar a mi abuela. Como de costumbre, lleva una bata desgastada y unas zapatillas rosas de pelo, pero su cabello rubio tenido esta peinado a la perfeccion y su rostro esta completamente maquillado, aunque rara vez salga de casa. --Es judia, abuela. No creo que vaya en contra de su religion, pero incluso si lo fuera, es lo que ella ha decidido hacer. --Probablemente quiere esos cupones extra de comida que dan por maternidad --concluye mi abuela, echando un largo hilo de humo en mi direccion. Mierda. Espero no oler como un cenicero cuando llegue a Hastings. --Seguro que esa no es la razon por la que Rachel ha decidido tener el bebe. --Ya tengo una mano en la puerta. Me muevo con inquietud esperando una oportunidad para despedirme de mi abuela. --Tu madre penso en abortar de ti. Ya estamos. --Vale, hasta aqui --murmuro--. Me voy a Hastings. Vuelvo por la noche. Su cabeza se aleja de golpe de la revista y su mirada se estrecha mientras observa mi falda negra de punto, mi jersey negro de manga corta con cuello barco y mis zapatos de tacon de ocho centimetros. Puedo ver las palabras formandose en su cabeza antes incluso de que salgan de su boca. --Que esnob vas. ?Vas a esa universidad pija tuya? ?Tienes clases un sabado por la noche? --Voy a un coctel --le respondo de mala gana. --Oooh, un coctel. Espero que los labios no se te agrieten al besarle el culo a todos ahi en el pueblo. --Vale, gracias, abuela. --Abro de un tiron la puerta de atras, forzandome a anadir--: Te quiero. --Yo tambien te quiero, pequena. Y es verdad que me quiere, pero a veces ese amor esta demasiado contaminado, tanto que no se si me hace dano o me ayuda. No hago el trayecto al pequeno pueblo de Hastings en cincuenta y dos minutos ni en sesenta y ocho. Me lleva una hora y media de reloj porque las carreteras estan fatal. Pasan otros cinco minutos antes de que encuentre un sitio para aparcar y, cuando llego a la casa de la catedratica Gibson, estoy mas tensa que las cuerdas de un piano... y me siento igual de fragil. --Buenas, senor Gibson. Siento mucho llegar tarde --le digo al hombre con gafas que aparece en la puerta. El marido de la catedratica Gibson me ofrece una leve sonrisa. --No te preocupes, Sabrina. Hace un tiempo horrible. Permiteme el abrigo. --Eleva una mano y espera pacientemente mientras yo me peleo con mi chaqueta de lana. La catedratica Gibson llega cuando su marido esta colgando mi chaqueta barata entre todos los abrigos caros del armario. Parece tan fuera de lugar como yo. Rechazo de una patada mi complejo de pobre y consigo sacar una amplia sonrisa. --!Sabrina! --grita la catedratica Gibson. Su dominante presencia me sobresalta--. Me alegro de que hayas llegado sana y salva. ?Sigue nevando?
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La estrategia del cocodrilo de Katrine Engberg
https://gigalibros.com/la-estrategia-del-cocodrilo.htmlKatrine Engberg cambia los pasos de danza por giros literarios inesperados.
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Un abismo infinito de Larru
https://gigalibros.com/un-abismo-infinito.html?Era o no era Urko? A veces, creia que el verdadero Urko se habia quedado en aquel accidente de coche, atrapado en aquel cuerpo inerte. O en realidad, Urko era ese holograma de la persona que antano fue, lo que comunmente se denominaba fantasma. Urko sabia la respuesta de sobra. Tenia claro que habia muerto y que ya no pertenecia al mundo de los vivos pero no podia creer que hubiera sido tan temprano, apenas con treinta y dos anos. Siempre habia pensado que, con el paso de los anos, se convertiria en un tipo desgrenado, decrepito y malhumorado, aunque reconocia que si hubiera envejecido con Vega, le facilitaria la existencia. Cuando la conocio, tenian la mayoria de edad recien cumplida. Coincidieron en una fiesta universitaria, se la presentaron unas chicas de su barrio. Nada mas verla, comprendio que se le habia atravesado en su camino. No podia dejar de mirarla, ella hablaba y entretenida como estaba, no se percataba de lo embobado que el la observaba. Urko se decia: "Chaval, no tienes nada que hacer, nunca se va a fijar en ti, olvidate". Algo que nunca le habia preocupado, gustarle a nadie, en ese momento se volvio prioridad. Se encontro cruzando los dedos, para que enganarse a si mismo, deseando que ella se fijara en el, se conformaba con la mitad de lo que el lo hacia en ella. Pero, Vega, era una estrella de otro cielo, no del suyo. Y entonces ella le hablo, le pregunto a que facultad iba. Le contesto que estudiar no era mas que una perdida de tiempo, que el queria trabajar y ella le contesto con una sonrisa, que era una pasada que tuviera las cosas tan claras, cuando ella ni siquiera sabia si estudiar medicina o fisioterapia. "Ojala yo tuviera esa certeza" anadio. Lo que Vega desconocia era que, eso precisamente era lo unico que sabia en su vida. Pero en esos instantes, todo el peso del mundo que llevaba a sus espaldas, se hizo mas ligero. Ella fue capaz de hacerle olvidar las discusiones con sus padres, el no encontrar trabajo, la vida a la que no encontraba el verdadero sentido. Solo ella con mirarle, hablarle y reirse habia transformado su amargor. Lo que comenzo sin ningun tipo de expectativa para Urko, porque el creia que cualquier otra chica hubiera pensado que no tenia ningun tipo de formalidad, ella le dio a entender que veia lo que habia detras de su fachada de quinqui. Urko se encargo de demostrarle que era un macarrilla con encanto y sobre todo, con sentimientos, que ella habia creado, ella sola. Porque Vega, era su mano derecha, izquierda, sus piernas, su cabeza, su corazon. Se convirtio en su todo. Vega, su amor, su companera, la que le entendia a la perfeccion. La persona que logro que por su boca salieran palabras como "te quiero" que parecian tan perdidas en su existencia. El quinqui, el que iba a su bola, el que salia unicamente con los amigos, no daba un duro por conocer a una chica asi. Vega era una estrella, su nombre lo decia todo, su propia Vega del firmamento. Cuando con horror, se dio cuenta que habia muerto, la rabia le mato de nuevo, pero el alma. No solo la habia perdido, es que ni siquiera se habia despedido de ella. El accidente de coche le habia hecho fallecer en el acto. Desde ese lugar en el que se encontraba, podia verla y sentir tambien el dolor que ella emitia y que a su vez, le hacia vibrar a el. Urko nunca hubiera sospechado que en ese estado en el que se habia convertido, pudiera suceder. Ni eso ni nada. Asi se encontraba, perdido, confuso, torturado, hasta que de repente una presencia anonima, sin forma, le hablo y le dijo que podia regresar a arreglar lo que le consumia: --?Puedo volver? --pregunto Urko incredulo y miraba a su alrededor para tratar de descubrir el origen de la voz. --Si pero por un tiempo, el necesario para solucionar lo que esta ocurriendo entre ella y tu. Ve y despidete. --?Voy a resucitar? --No, volveras como fantasma, la forma que corresponde para llevar a cabo lo que has de hacer. Tal vez te cueste, suele ocurrir no desesperes. Eso si, recuerda que solo es un regreso circunstancial. --?De cuanto tiempo me hablas? Urko no obtuvo repuesta, la presencia anonima habia desaparecido. Tenia un monton de incognitas y una mision desoladora pero iba a volver con Vega y de momento, eso era lo que le importaba y se aferro a esa ultima oportunidad. Capitulo 1 Se dio cuenta en ese preciso instante de que, los ultimos acontecimientos dejaban de ser meras coincidencias, los sucesos extranos ocurrian cada vez, con mas frecuencia. De los altavoces distribuidos por el pequeno salon, habia empezado a escuchar unos acordes y una voz masculina cantaba unas letras en ingles: Going back to the corner where I first saw you Going to camp in my sleeping bag I’m not going to move Got some words on cardboard Got your picture in my hand Saying:’if you see this girl Can you tell her where I am? [1] Vega no habia puesto en marcha el reproductor de musica, ni siquiera sabia que cd era ese, es mas, no tenia ni idea de la cancion que estaba sonando. Miro con atencion el aparato, se dijo que debiera estar asustada pero no, no sentia nada de eso. Ni tan siquiera pensaba, la musica repentina pareciera haberla obnubilado por completo. Su cuerpo comenzo a vibrar, le dio la sensacion de elevarse y miro hacia sus pies que permanecian firmes en el suelo de la habitacion. Sin embargo, sentia todo lo contrario, notaba ligereza, como si flotara y eso tampoco le dio miedo porque aquello le resultaba placentero, la embargaba, la empujaba, aquello traspasaba todos los puntos de su piel. Algo asi como una especie de descanso, el cuerpo desconectado, en un estado suspendido de conciencia. Olvidar las exigencias de la realidad. Sintio como una caricia en la cara y cerro los ojos. Sintio la sensacion de un abrazo alrededor de su cuerpo y ella se acomodo en esa invisibilidad como un ronroneo embargador. Su pecho latia fuerte, penso que podia llegar a reventarse y eso, por un momento, la llego a perturbar. "Suenas despierta, Vega" se dijo sin hacer amago de resistirse a la sensacion que le abrumaba. Penso que aquello ya lo habia vivido antes, pero de forma real, en los brazos de el, pero esto otro que tipo de situacion era, ?una sensacion genuina? Cuando el silencio regreso, volvio en si, con la impresion de haber vuelto de un espacio en el que el tiempo habia estado en pausa. En su mente resonaba el estribillo: I’m not moving, I’m not moving, I’m not moving, I’m not moving,... [2] Al cabo de unos segundos, reacciono y se fue hasta la habitacion en la que tenia el ordenador portatil. Tecleo en el buscador las palabras pronunciadas que continuaban como eco en su interior y anadio el termino "cancion". En primera instancia, salio un tema de Phil Collins pero la voz masculina que habia escuchado no pertenecia a ese cantante. Unos resultados mas abajo, encontro un video de Youtube titulado "The Script, The man who can't be moved", hizo clic en el. Habia resuelto la incognita, bendito internet. Sonaba de nuevo la musica. Mientras, leyo la informacion sobre lo que escuchaba y recordo una ocasion en la que el, no podia pronunciar su nombre sin que algo le punzara por dentro, habia hablado de una banda irlandesa que comenzaba a gustarle. --He estado escuchando algunas de sus temas y son buenos, suenan genial. Seguro que a ti tambien te gustarian Vega. --Lo dudo, ya sabes que no coincidimos en gustos musicales. --En esta ocasion, si, estoy convencido. Ya les oiras y me daras la razon, seguro. Ella habia asentido mientras pensaba que la proxima vez que fuera a Fnac buscaria algun cd del grupo para comprarselo y le daria la sorpresa. Sin embargo, el destino le arrebato la oportunidad. La melodia continuo y sin embargo, el encantamiento que habia sentido hacia unos momentos no resurgio, espero pero los acordes terminaron y no habia notado nada mas. Ahi mismo reconocio que la cadena de sucesos fortuitos y raros tenian el mismo punto en comun, que aunque las circunstancias se repitieran, dicho encantamiento en el que se veia sumergida, no se volvia a dar del mismo modo. Como lo ocurrido dos meses atras, cuando despues del trabajo agotador como fisioterapeuta en una clinica en el centro de la ciudad, fue al establecimiento de estetica de Daniela a realizarse el tratamiento corporal de cada mes. A pesar de que en los ultimos tiempos se habia volcado de manera exclusiva en su profesion, a esa cita nunca faltaba, era de las pocas cosas junto con las clases de yoga que aun le hacian sentir bien. El horario de trabajo era de nueve de la manana hasta las tres de la tarde pero Vega iba una hora antes y salia cerca de las seis. Un dia, cuando se despedia de su jefe hasta la jornada siguiente, este le hizo un comentario al respecto de que no era necesario que se quedara mas tiempo todos los dias. Ella contesto que la lista de espera de pacientes era mucha y que los problemas que sufrian no podian esperar tanto. --Por mucho que tu te esfuerces y por muchas horas que metas, tu solita no lo vas a lograr, en todo caso es asunto mio que soy el responsable de todo esto, que tu vas a acabar como uno de los que tu tratas. --A mi no me importa quedarme mas tiempo. --Te estoy apuntando las horas no te creas, ya te las cogeras o si quieres, te las pago. --Vale Manu, no te preocupes, hasta vas a ser un jefe fuera de lo normal. --Jajaja, ya sabes que si, rompieron el molde conmigo, el de los jefes, claro. --Que vacilon eres.
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El reto de amarte de Dina Reed
https://gigalibros.com/el-reto-de-amarte.htmlJohn Harris esta desesperado. Y eso que es un empresario de exito, un soltero de oro por el que todas suspiran, alguien que esta acostumbrado a conseguir todo lo que se propone y al que ademas la suerte siempre le sonrie.. Menos en una cosa: no hay manera de que encuentre una maldita ninera para su hijo Peter de nueve anos, fruto de una relacion de juventud.
John adora a su hijo y esta obsesionado con darle la mejor educacion. Si bien, es tan insufrible y estricto que nadie aguanta en el puesto mas de tres dias.
Hasta que aparece Emily Fisher. -
Tristeza de los citricos de Liliana Blum
https://gigalibros.com/tristeza-de-los-citricos.htmlSabado al fin. Lucia se levanto de la cama con ese pensamiento y una sonrisa. Las ensonaciones que acumulo en su mente durante todos los otros dias iban a tomar forma al fin. La semana habia sido eterna. Asi eran todas desde que conocio a Marcelo. Camino por el pasillo rumbo a la cocina, moviendo un poco las caderas al ritmo de una musiquita dentro de su cabeza. La casa olia a encierro: abrio la ventana que daba al patio y el jardin. Se habria fijado en el polvo acumulado en el alfeizar, pero algo mas capturo su atencion. Una de las macetas parecia haber sufrido un ataque con granada: sus entranas de tierra expuestas, fragmentos de planta y trozos de barro yacian dispersos por los adoquines. No eran ni las ocho de la manana. Sin pensar, su dedo indice fue a posarse sobre el lagrimal para quitarse una lagana: tardo unos segundos en procesar la totalidad de la escena. No era muy buena para la jardineria, pero intentaba mantener vivas las plantas en las macetas mas bonitas que podia encontrar: un ama de casa se valora por la limpieza de su hogar, el cuidado de su jardin y el buen cuerpo a pesar de los hijos. Por la brutalidad de la imagen no habia advertido en primera instancia al Capitan Capibara, pero el grito de Eloisa la arranco de tajo de aquella mezcla de indignacion e incredulidad ante el destino de las violas. Se sorprendio por encontrar a su hija alli. ?Por que le afectaba a ella la tragedia de aquella planta si la unica preocupacion de la nina a esa hora era ver Discovery Kids? Aquello era tragedia para senoras de cierta edad. Su abuela solia decir que una maceta rota en la manana era presagio de un mal dia que solo empeoraria a medida que corrieran las horas. Pero Lucia no era supersticiosa, sino pragmatica. Aquello solo significaba mas trabajo para ella. Las caritas formadas por las motas de los petalos regadas entre la tierra contribuian a dar el efecto de una masacre. Cerro los parpados y se convencio a si misma de que ese accidente no podia arruinar su sabado: nada que no pudiera resolverse con una visita al vivero, una escoba y un recogedor. El sabado era el mejor dia. Algo tan nimio como eso no cambiaria sus planes. Abrio los ojos y percibio el cadaver del cobayo. Extendido tras una tortuga de barro que albergaba a las dalias, con la cabeza destrozada por detras, parecia llevar una corona de cuajos de cerebro y sangre. Comprendio al fin el grito de su hija que, aullando, tiraba con fuerza de su ropa, como si quisiera castigarla a ella por la muerte de su mascota. ?Le daria tiempo a limpiar aquello antes de su cita? II Un, dos, tres, cuatro... y cinco. Lucia conto despacio, con parsimonia, antes de cortar el chorro del aceite y poner el sarten sobre la flama. Vertio todo un tramo de chorizo hasta verlo expulsar su propia grasa rojiza sobre el teflon. Luego de unos minutos, cuando el aroma inundo la cocina, fue rompiendo uno a uno los cinco huevos para incorporarlos. El desayuno tan bellamente dispuesto frente a el provoco en Cesar esa expresion de gula que ella conocia muy bien: un vaso con medio litro de jugo de naranja, una taza de cafe con leche, cinco tortillas de harina y los huevos con chorizo, brillantes como charol. Lucia lo miro engullir aquello desde la puerta de la cocina. El doctor le habia prohibido grasas, azucares y alcohol, ademas de haberle ordenado una vida menos sedentaria. Prediabetico, hipertenso, con mas placa en las arterias que un hombre del doble de su edad, el candidato ideal para un infarto. Pero su marido no daba indicios de entender los riesgos de ignorar las recomendaciones medicas. ?Por que, entonces, le habia preparado Lucia aquel desayuno? Era obvio: no lo queria y le daba igual lo que le pasara; aun mas, si se moria pronto por comer asi, mejor. No. No era cierto. Lo hizo porque lo amaba tanto que no podia negarle nada, porque lo respetaba y sabia que era un adulto capaz de tomar sus propias decisiones, y no queria actuar como si fuera su madre. Regreso a la cocina. El reloj con silueta de cafetera de la pared parecia estatico. Se volvio a sentir como en la primaria, contando los minutos para salir de clase. Comenzo a preparar un huevo estrellado y sirvio un vaso de leche con chocolate para Eloisa. Cuando escucho la voz de Cesar, estaba a punto de ponerle unos ojitos de catsup a la yema. --?Por que esta llorando la nina? Lucia enderezo la espalda y respiro hondo para controlarse: le crispaba que Cesar se refiriera asi a su hija, sobre todo porque Eloisa estaba sentada frente a el en la mesa. ?No podia preguntarle? Desde la barra de la cocina, ella grito como si estuviera muy lejos: --Elo, dile a tu papa que paso. Lucia termino de pintarle una boca a la cara amarilla y decoro las orillas con picos rojos para simular un sol. Le puso un popote al vaso y contemplo su obra: podrian decir lo que fuera de ella, pero nunca descuidaba a su hija. Al contrario, detalles como este hacian que Eloisa diera grititos de alegria y se colgara de su cuello para decirle que era la mejor mama del mundo. Pero hoy el esfuerzo se veria neutralizado por la muerte del roedor vegetariano que la esclavizaba obligandola a cortar dos veces al dia trozos de apio, zanahoria y lechuga para alimentarlo. --Mataron al Capitan Capibara, papi. La voz de Eloisa se quebro; la nina sorbio mocos y luego uso el dorso de la mano para limpiarse. Lucia entro en ese momento y puso el huevo-sol frente a su hija. Cesar hizo contacto visual con ella, esa expresion patetica de perfecto inutil, como siempre que no sabia como actuar con Eloisa. Con el paso de los anos, ambos habian llegado a perfeccionar aquella comunicacion no verbal hasta llegar a niveles insospechados: incluso a veces podian mandarse al carajo con un simple gesto, o incluso un suspiro con la fuerza adecuada. Se acerco para recoger la taza vacia de su marido y le susurro: --El cuyo --luego, en voz mas fuerte--: voy a traerte mas cafe. --?Que le paso al cuyo, mija? --pregunto el con falsa seguridad. --Tenia la cabeza toda explotada por atras. --La nina se cubrio la cara con las manos y se solto a llorar--. Solo tenia su carita... Lucia contuvo el aliento por unos segundos haciendo acopio de paciencia. Tras descubrir el cadaver, le habia tomado casi media hora hacer que su hija dejara de llorar y ahora estaba chillando otra vez. ?Podria volver a calmar a Eloisa y aun asi llegar a tiempo a su cita? --?La cabeza, dices? --Cesar introdujo un tenedor lleno de huevo en la boca y ella rogo a los cielos que no continuara hablando mientras masticaba. ?Pero cuando han escuchado los santos las plegarias de una esposa?--. Si le arranco la cabeza, entonces fue un cacomixtle --dio un trago a jugo de naranja--. No hay duda. El hombre masticaba y discurria al mismo tiempo sobre los habitos depredadores de esos animales. El ruido de la comida triturada, la saliva haciendo su parte en el proceso de deglucion y la mandibula moviendose obligaron a Lucia a recoger rapido algunos trastes usados y volver a la cocina en busca de refugio. Era repugnante. Quisiera pensar que si de novios lo hubiera visto hacer algo asi, jamas se habria casado con el. ?Estaba ciega? ?O a partir de cierto tiempo a el dejaron de importarle los modales? Al menos Eloisa ya habia dejado de llorar y escuchaba con interes la informacion sobre el asesino del Capitan Capibara. Lucia abrio el grifo para lavar los trastes. Mezclada con el sonido del agua, llegaba a sus oidos la voz de su marido describiendo el modus operandi de los cacomixtles. El olor a huevo del sarten le provoco nauseas y tuvo que verter un chorro de cloro en gel en el recipiente del jabon. Eso arruinaria la suavidad de sus manos; tendria que usar una buena crema para revertir el efecto. Era sabado y necesitaba que su tacto fuera el mas terso del mundo. III Consulto su telefono: faltaba una hora para el inicio de su primera clase. La de reposteria habia sido recomendacion de su mama y la de natacion, de la suegra. El camino al corazon de un hombre es a traves del estomago, habia dicho su madre, una de las mujeres mas ingenuas que Lucia conocia. Tal vez por eso creia que usar refranes populares era el mejor vehiculo para transmitir la sabiduria. Como las parabolas de Jesus a sus discipulos, decia con una mano en la cintura y la otra tocando el crucifijo que pendia de su cuello. Parecia una taza: una taza muy devota. La suegra, en cambio, abatida por la obesidad y la diabetes, era menos religiosa y mucho mas pragmatica. Una tarde, durante una comida familiar, se habia acercado a su nuera para apretarle con el indice y el pulgar una lonja sobre la cintura. <
>. Lucia la contemplo como si no creyera lo que habia oido: ?como se atrevia a decirle algo asi, ella, que parecia una ballena? Entonces, como si fuera psiquica, la suegra agrego: < >. Luego exhalo: se agitaba por cualquier movimiento, hasta por hablar. El papa de Cesar no volvio a tocarme desde que me puse asi. Lucia habia comenzado a apilar los trastes para llevarlos al fregadero. La senora la seguia del comedor a la cocina, esperando una reaccion, pero ella apreto los labios y tenso la quijada en directa proporcion a como se sentia ofendida. < >. En ese instante, las dos hicieron contacto visual. Sus ojos parecian decir: sabes a lo que me refiero. Metio en su maleta deportiva traje de bano, gorra, toalla, goggles, y un estuche en donde guardaba el champu, jabon, desodorante, crema corporal y perfume, luego puso su delantal y una cofia en una bolsa de plastico que guardo junto con lo demas. Frente al espejo, sumio el vientre. Eloisa se quedaria en casa con Cesar un rato, pero mas tarde el la dejaria con alguna de las abuelas, que se peleaban por cuidar a la unica nieta en ambas familias. Los sabados por la tarde el jugaba futbol con sus amigos. Aunque aquello sonaba como una actividad atletica, en realidad se trataba de un partido en el que todos los jugadores, panzones y con calcetines que les cubrian las pantorrillas, se quedaban parados lanzandose pases mediocres con la pelota. Si alguno llegaba a correr, era solo por unos diez o veinte metros antes de parar y encorvarse para recuperar el aliento con las manos apoyadas en las rodillas. Media hora despues llegaban a la conclusion de que ya habian hecho suficiente ejercicio y buscaban una sombra, abrian la hielera y sacaban las cervezas. En el hipotetico caso de que alguno hubiera llegado a quemar alguna caloria, la recuperacion del partido los hacia volver a su casa mas gordos que al salir a la cancha. Pero eso si: la culpa habia sido de Lucia y sus kilos de mas por el embarazo; sus estrias y la grasa extra en su cuerpo habian provocado que Cesar le fuera infiel. Como si las gallinas fueran responsables de que las degollaran por tener plumas. Era estupido. No tenia logica. Y sin embargo, esa habia sido su excusa. Termino de quitarse la ropa y la arrojo con fuerza al cesto de mimbre en el bano. Desnuda, tomo la crema depilatoria y se agacho para untarla en sus piernas. Un olor quimico y punzante impregno sus pulmones. Esta sustancia no podia ser buena, pero no tenia tiempo ya de depilarse con cera caliente. Eloisa asomo su cabecita por la puerta del bano: --Mami, ?vamos a comprar otro cuyo? Doblada hacia el frente y con las manos embadurnadas de blanco, Lucia tuvo una vista privilegiada de las lonjas de su vientre y de sus pechos colgantes. Penso en las perras callejeras. Se irguio de inmediato y succiono aire antes de enfrentarse con el espejo para comprobar que aquella imagen era reversible con tal solo cambiar de posicion. Estoy hecha una vaca, penso. No hablo en voz alta porque la psicologa de la escuela les habia advertido que los comentarios vengativos sobre el cuerpo moldeaban las mentes de las ninas. Un futuro de anorexia, bulimia y frustracion perpetua las esperaba si escuchaban a sus madres denostar sus propias figuras. --Vamos a ver, mi amor. --El reloj indicaba que ya habian pasado los tres minutos requeridos. Tomo el rastrillo sin filo para remover la crema--. Si va a andar libre en el jardin como el otro, lo va a matar tambien ese animal. --Se llama cacomixtle. --Habia un cierto aire de superioridad en la vocecita de su hija. Le fascinaba poder corregir a su madre--. Pero puede vivir en una jaula. --Eso, el cacomixtle. --Lucia enjuago el rastrillo en el lavabo y vio caer grumos de crema y vellos negros--. Si lo ponemos en una jaula se va a morir de tristeza. Eloisa puso cara de compungida, como siempre que estaba a punto de hacer un berrinche. Maravilloso. ?Por que no podia ir a importunar al papa que no estaba haciendo nada? Su marido le habia sido infiel con la asistente del contador que llevaba las cuentas de su microempresa. El idiota habia cerrado la ventana del navegador, pero sin salir de su cuenta de correo electronico, una direccion que Lucia desconocia. A la hora en que se sento a revisar sus mensajes en la computadora familiar, se encontro con la bandeja abierta y una carta no leida. Era una carta de amor cursi y con pesima ortografia. Cuando Cesar regreso del trabajo hubo gritos e incluso algunos ridiculos punetazos que lanzo Lucia y que el neutralizo sin problema tomandola de las munecas. Mientras montaba su escena, Cesar se defendia diciendo que no era su culpa que ella hubiera perdido interes en el sexo y que lo tuviera abandonado, ocupada a tiempo completo con la bebe. Eso, sin mencionar lo mucho que habia engordado durante el embarazo. --Elo, no llores. A lo mejor compramos un gatito. --Se acerco a la nina y le acomodo el cabello detras de las orejas--. O tal vez un cachorro que no vaya a crecer mucho. La carita infantil se ilumino con aquellas palabras y Lucia no pudo dejar de experimentar un estrujamiento en el corazon, un dolor bueno, tierno. Si por atender a esta criatura el cerdo de su esposo habia corrido a los brazos de esa puta, bien habia valido la pena. Con el tiempo, la terapia, la inercia y las intervenciones de su madre y suegra, que terminaron enterandose, el matrimonio se habia repuesto de aquel < >. La infidelidad habia sido un episodio del pasado, como aquella vez que la lavadora se descompuso o ella olvido sacar un pollo del horno y la cocina quedo apestando a quemado durante dias. Pero no habian dado los pasos necesarios para resolver el problema de fondo. Solo lo guardaron al fondo del closet, como los regalos que no gustan pero no se pueden reciclar. Lucia no lo perdonaria nunca. --?De veras, mami? --Si --Lucia se puso un sosten que le aumentaba el busto un par de tallas y que la hacia parecer una paloma golona. Analizo su cuerpo desde varios angulos y se puso perfume en la y griega que se le formaba entre los pechos rebosantes--. Aunque papa no quiera. IV Lo que Lucia tenia con Marcelo era sexual. Tras conocerse, nunca se habian visto fuera del motel: jamas habian compartido una comida o ido al cine. No conocian a ningun miembro de sus respectivas familias y nunca irian juntos al supermercado. Ella no le traeria a la cama un remedio para la gripa ni el la veria recien levantada y sin maquillaje. Ningun futuro. Solo sexo. Marcelo la hacia sentir ligera, sin peso, radiante incluso, como una medusa que flota en el oceano y no piensa nada porque no tiene cerebro. Al volver a casa tras estar con el, Lucia permanecia varias horas suspendida en esa ingravidez deliciosa, como cuando de nina patinaba durante horas y al quitarse los patines tardaba en adaptar de nuevo sus pies al piso. Encendio la luz: siempre la sorprendia la distribucion de los muebles, que podia variar de un cuarto a otro; el kit de condon, champu, jabon y pastillas de menta sobre el lavabo; la regadera de paredes transparentes, visible desde la cama. El aroma a productos quimicos queria enmascarar los olores sexuales de las parejas que habian estado alli, pero a ella le parecia que mas bien los exaltaba. Marcelo bajo la hielera del carro; saco una cerveza para el y una bebida preparada de lata para Lucia. Si las rutinas de su vida domestica le resultaban tediosas, las que habia desarrollado con su amante la prendian: quedarse de ver cerca de la escuela de reposteria, dejar su carro alli y subir al de Marcelo, que la esperaba sonriente, oliendo a locion Calvin Klein y con una cara que la hacia sentir como si ella fuera lo mejor que le habia sucedido en toda la semana, manejar hasta el motel en las afueras de la ciudad, ponerse una gorra deportiva y lentes oscuros antes de entrar. Luego sexo por el tiempo exacto de sus clases de reposteria y natacion juntas, y regresar a casa banada, como si hubiese nadado. Pocas veces hablaban de camino al motel: apenas sobre el clima, si Marcelo habia tenido que esperarla mucho tiempo, la falta de fluidez en el trafico. Aunque el conocia la situacion de Lucia y la existencia de una hija (la cicatriz de la cesarea y las estrias eran imposibles de pasar por alto), no sabia detalles de su vida. Ya en el cuarto, el intercambio de palabras entre ambos se reducia a peticiones especificas o a indicativos de que algo iba bien. Entre ellos habia sexo y nada mas. Ese era el proposito del oasis. Lucia dejo la bolsa sobre el tocador y acepto la bebida que Marcelo le puso en la mano. Sentados muy cerca uno del otro, en la orilla de la cama, bebieron en silencio sin quitarse los ojos de encima. Necesitaban tiempo para pasar de sus respectivos mundos a este privado, como el pez angel que hace un ano le habia comprado a Eloisa. Segun el empleado de la tienda de mascotas, era necesario ponerlo en la bolsa de agua dentro de la pecera de la casa, y abrirla poco a poco. < >. Asi con ella: requeria un periodo para que su cerebro, pero sobre todo su cuerpo, supiera que ahora estaba con Marcelo. Al terminar su margarita, Lucia se sintio aclimatada al olor de Marcelo, a la textura de su piel. Se desvistieron sin ayudarse y se acercaron para cerciorarse de la realidad del cuerpo ajeno. Se besaron despacio al principio, pero a medida que se adentraban uno en el otro, sintio la urgencia de besarlo mas rapido y de modo casi violento, como necesitara devorarlo. Estaba acostumbrada a gritar muy fuerte cuando cada particula de su ser se estremecia con lo que ella solo podia definir como felicidad. Esta vez no pudo: ya estaba cerca, pero perdio el impulso a mitad del camino, igual que un jabon que se resbala entre las manos. Cambiaron de posicion varias veces y por fin fingio su orgasmo. ?Para que alargar el tormento? Poco despues, Marcelo se convulsiono debajo de ella con ese ruido animal y viril que a Lucia le parecia el sonido mas hermoso del planeta, pero que hoy estaba manchado de rencor. El si, pero ella no. Se dejo caer de espaldas sobre la cama, brazos y piernas extendidos como una estrella de mar, la vulva humedecida. El ambiente impregnado de su propio olor marino, del sudor de los dos, de semen, oscilaba sobre ellos como el Espiritu Santo en el libro de catecismo de su hija. Lucia giro la cabeza hacia Marcelo, que ostentaba ese gesto de agradecimiento y satisfaccion que tienen los hombres despues de eyacular. Cuando lo vio por primera vez, nunca imagino que terminaria asi con el, esperando a que el ritmo cardiaco se les normalizara y el sudor se secara en la piel mientras el cansancio del orgasmo les recorria cada fibra de sus musculos. Movio la mano hasta tocar la de Marcelo: entrelazaron los dedos y ella cerro los ojos. Se habian conocido en un negocio de insumos para oficinas y escuelas. Lucia hacia fila para sacar fotocopias; el revisaba unos mapas sobre el mostrador perpendicular a ella. ?Arquitecto? Marcelo la sorprendio mirandolo y le sonrio. Sin duda soltero. Tenia aun ese aire de osadia y ligereza de espiritu que nunca sobrevive a los primeros anos de matrimonio. Ella se sonrojo: hacia anos que no coqueteaba, anos tambien sin que un hombre la mirara asi. Al levantar la cara para darle al empleado el cuaderno con las recetas de la abuela para fotocopiar, se dio cuenta de que el seguia mirandola. Sin mas la invito a un cafe. ?Que encontro en sus ojos que intuia la posibilidad de que ella aceptara? ?O era algo que hacia con todas? No importaba. Habia aceptado de inmediato, sintiendo un calor intenso que la recorria completa. Era como una de esas comedias romanticas: se emocionaba a una distancia segura. Pero de pronto se habia convertido en el personaje principal, sentada en un cafecito con decoracion retro y frente a un hombre mucho mas joven que ella. Contra todos los consejos maternos y de revistas femeninas, tuvo sexo con el en la primera cita, si es que a eso se le podia llamar cita. Si se habia vuelto un personaje de pelicula cursi, una mujer que en realidad no era ella, ?que mas daba? La noche despues de haber estado con Marcelo por primera vez, Lucia paso por todos los estados posibles: feliz, angustiada, feliz, arrepentida, feliz, entusiasmada, feliz, avergonzada, feliz, con ganas de repetir. ?Pensaria el que era una puta que hacia eso con cualquiera? Tras varias vueltas sobre el colchon habia decidido que no importaba: nadie, salvo ellos, lo sabria. Ademas, si no la tomaba en serio, era irrelevante: ella ya estaba casada. ?No era ese el unico proposito de ser tomada en serio? Lucia se coloco a horcajadas sobre las caderas de el y le regalo la vista de su cuerpo entero. Coloco sus palmas abiertas sobre el pecho y jugo con esos vellos oscuros y gruesos. Quiso iniciar el sexo otra vez, pero no pudo. El deseo la habia abandonado y se sentia sin fuerzas, como un juguete sin baterias. El la jalo hacia si para besarla: ella correspondio sin ganas y fue evidente para los dos. --?Que pasa? Quien sabe si fuera el dia del mes (faltaba una semana para su periodo), o si en verdad la escena del cuyo la habia afectado mas de lo que pensaba, pero la tristeza ensombrecio su cara. Nunca habia sido buena para ocultar sus estados de animo: su desolacion era evidente. No hubiera querido contaminar este espacio, lo que sea que Marcelo y ella tenian, con el tedio de su otra vida, con sus problemas de ropa sucia, las fechas limites de pago, comidas balanceadas o como limpiar un dibujo con crayola de las paredes. Pero ante la pregunta de Marcelo, su cerebro no tuvo mas opcion que contarle lo que habia pasado esa manana: la maceta, el cuyo, el llanto de Eloisa, la actitud desesperante de Cesar, la culpa que la embargaba por haberse reunido con el cuando su hija se habia puesto tan mal. --?Que es un cuyo? Lucia puso los ojos en blanco por un segundo. ?Que pasaba con el vocabulario de los jovenes de hoy? --Es lo mismo que un conejillo de indias --intento que su voz no adquiriera el tono didactico que usaba con su hija. Marcelo tenia cara de no entender--. Los animalitos que usan en los laboratorios para experimentar... Tampoco. Los roedores no estaban en el repertorio de conocimientos de su amante. Iba a agregar que los cuyos eran un platillo muy apreciado en Peru, pero el ya estaba tocandole las tetas y no era precisamente agradable. --Basta --tomo las munecas de Marcelo--. No me estas escuchando. Vio la expresion de su amante: impaciencia, fastidio. Queria sexo y ella estaba hablando de sus sentimientos. Un parpadeo. El deseo de Marcelo de estar en cualquier otra parte. Quizas con una mujer de su propia edad, con preocupaciones de chica joven y sin hijos. Un segundo, pero alli estaba, era evidente. ?Lo habia arruinado todo? Un silencio incomodo se concentro en el aire, como la humedad pesada antes de una tormenta. Marcelo se puso de pie y comenzo a vestirse. --Quede de llevar a mi hermana al centro comercial. Tal vez la maternidad la habia vuelto mas sensible para detectar las mentiras, pero esta era la primera vez que Marcelo mentia y era tan estruendoso como un vaso que se estrella contra piso. Lucia sintio un malestar que se extendia por su cuerpo. Fingio consultar la hora en su celular y dijo que tambien debia irse. Se metio a banar y mojo su traje de bano en la regadera. Seco su cuerpo con la toalla que habia traido de su casa. Una puesta en escena para beneficio de su estabilidad conyugal. -
Primavera en Viena de Petra Hartlieb
https://gigalibros.com/primavera-en-viena.htmlUNA LECTORA, UN LIBRERO, UN ESCRITOR. Y LA BELLA CAPITAL AUSTRIACA EN PRIMAVERA.
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La ciencia en el alma de Richard Dawkins
https://gigalibros.com/la-ciencia-en-el-alma.htmlLa ciencia en el alma reune cuarenta y dos ensayos, debates y homenajes que abarcan tres decadas, y llega en un momento oportuno y necesario. En una epoca de fake news y de cuestionamiento de creencias universales, en este apasionado alegato Dawkins insiste en que la razon sea la protagonista de nuestra vida, dejando de lado comportamientos execrables como la xenofobia o la misoginia, que deberian quedar fuera de todo relato. Asimismo recalca la importancia de las pruebas empiricas y critica la mala praxis cientifica, la presencia de la religion en las escuelas y a los negacionistas del cambio climatico. Precisamente ahora, cuando tanta gente cuestiona la realidad de la evolucion, Dawkins se pregunta que pensaria Darwin de su propio legado, y reconoce que la ciencia es poseedora de muchas de las virtudes de la religion -<
>- sin la pesada carga que aquella conlleva: la supersticion y el prejuicio. -
Oscuro y perverso de Tania Sexton
https://gigalibros.com/oscuro-y-perverso.htmlJennifer jamas imagino como podia cambiar su vida con una simple carta. Su hermana habia fallecido junto a su marido, dejando a un bebe de meses a su cuidado. No estaba dispuesta a que la familia de su adinerado cunado se lo arrebatara, por lo que opto por suplantar la identidad de su hermana, sin sospechar como una mentira cambiaria su vida.