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adios tomasa libro - Geney Beltran
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Adiós, Tomasa | Penguin Libros ES
https://www.penguinlibros.com/es/literatura-contemporanea/5159-adios-tomasaAdiós, Tomasa. Geney Beltrán · ALFAGUARA , julio 2019. «¿Quién soy yo, un bato privilegiado, para fabular la historia de una muchacha de familia pobre que ...
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Adiós, Tomasa - Geney Beltrán - Babelio
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Adiós, Tomasa by Geney Beltrán Félix - Goodreads
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Adiós, Tomasa. BELTRAN GENEY. Libro en papel ... - El Sótano
https://www.elsotano.com/libro/adios-tomasa_10556988Con un aliento fabulador inagotable y poderoso, esta novela rescata una historia sobre las varias violencias que sufren las mujeres y los niños en el contexto ...
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Adiós, Tomasa – CRITICISMO
https://criticismo.com/adios-tomasa/Geney Beltrán Félix, Adiós, Tomasa Alfaguara, México, 2019, 326 pp. ... Geney Beltrán, en este nuevo libro, se interna donde muchos han fracasado y lo hace ...
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ADIÓS, TOMASA (Libro en papel)
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Mi tormento (Mi tormento 1) de Anna Zaires
https://gigalibros.com/mi-tormento-mi-tormento-1.htmlP MONTANAS DEL CAUCASO SEPTENTRIONAL, 5 ANOS ANTES eter --!PAPA! --A ESE CHILLIDO AGUDO LE SIGUE EL CORRETEO DE UNOS PIECECITOS, LOS DE MI HIJO, que entra corriendo; los rizos oscuros brincan alrededor del rostro radiante. Riendo, atrapo el pequeno cuerpo robusto cuando se abalanza sobre mi. --?Me has echado de menos, pupsik? --!Si! --Me rodea el cuello con los bracitos e inhalo profundamente, absorbiendo su dulce aroma infantil. A pesar de que Pasha tiene casi tres anos, todavia huele a inocencia y a leche materna como cualquier bebe sano. Lo abrazo con fuerza y siento como el hielo se derrite dentro de mi a la vez que un calor suave y reconfortante me inunda el pecho. Duele, como estar sumergido en agua caliente despues de haberse quedado helado, pero es un dolor placentero. Me hace sentir vivo; llena las grietas de mi interior hasta tal punto que casi puedo pensar que soy un hombre integro y que merezco el amor de mi hijo. --Te ha echado de menos --dice Tamila, entrando por el pasillo. Como siempre, se mueve en silencio, casi sin hacer ruido y con la mirada baja. No me mira directamente. Desde la ninez, se le ha ensenado a evitar el contacto visual con los hombres, por lo que lo unico que puedo verle son esas largas pestanas negras mientras mantiene la mirada fija en el suelo. Lleva un velo tradicional que oculta el largo cabello oscuro y viste un vestido gris largo y sin forma. Sin embargo, sigue siendo preciosa, tan preciosa como hace tres anos y medio cuando se metio en mi cama para escapar del casamiento con un anciano de la aldea. --Os he echado de menos a los dos --digo mientras mi hijo me presiona los hombros, exigiendo que lo libere. Sonriente, lo dejo en el suelo y, de inmediato, me toma de la mano, tirando de ella. --Papa, ?quieres ver mi camion? ?Quieres? --Por supuesto --digo. Mi sonrisa se ensancha cuando me arrastra hacia el salon--. ?Que clase de camion es? --!Uno grande! --Esta bien, vamos a verlo. Tamila nos sigue y me doy cuenta de que aun no he hablado con ella. Paro, me giro y miro a mi mujer. --?Como estas? Me observa a traves de las pestanas. --Bien. Contenta de verte. --Yo tambien me alegro de verte. --Quiero besarla, pero se avergonzaria si lo hiciera delante de Pasha, por lo que me abstengo. En cambio, le acaricio la mejilla con suavidad y, luego, dejo que mi hijo me arrastre hasta el camion, que reconozco porque se lo envie desde Moscu hace tres semanas. Orgulloso, me ensena todas las caracteristicas del juguete cuando me agacho a su lado, observando su rostro feliz. Tiene la belleza oscura y exotica de Tamila, hasta las pestanas, pero tambien tiene algo de mi, aunque no puedo definir con exactitud el que. --Tiene tu valentia --dice Tamila con serenidad, arrodillandose a mi lado--. Y creo que va a ser tan alto como tu, aunque probablemente sea demasiado pronto para saberlo. La miro. A menudo lo hace, me observa con tanta intensidad que es casi como si estuviese leyendome la mente. Pero no es dificil adivinar lo que estoy pensando. Le hice la prueba de paternidad antes de que Pasha naciera. --Papa. Papa. --Mi hijo me tira de la mano otra vez--. Juega conmigo. Me rio y centro la atencion en el. Durante la hora siguiente, jugamos con el camion y varios juguetes mas. Todos representan algun tipo de transporte porque Pasha esta obsesionado con ellos, desde ambulancias hasta coches de carrera. Da igual cuantos juguetes de otro tipo le traiga, solo se entretiene con los que tienen ruedas. Despues, cenamos y Tamila bana a Pasha antes de dormir. Me doy cuenta de que la banera esta rota y tomo nota mental para pedir una nueva. La pequena aldea de Daryevo esta en lo alto de las montanas del Caucaso y es dificil acceder a ella, por lo que no puede haber una distribucion regular desde una tienda, pero tengo medios para conseguir que traigan cosas aqui. Cuando le menciono la idea a Tamila, sus pestanas se abren y me dedica una mirada directa, lo que es poco frecuente, acompanada de una sonrisa brillante. --Eso seria genial, gracias. He tenido que limpiar el suelo casi todas las noches. Le devuelvo la sonrisa y termina de banar a Pasha. Despues de que lo seque y le ponga el pijama, lo llevo a la cama y le leo un cuento de su libro favorito. Se duerme casi de inmediato, y le beso la frente suave. Siento una gran emocion en el corazon. Amor. Lo reconozco, a pesar de no haberlo sentido antes, a pesar de que un hombre como yo no tiene derecho a sentirlo. Nada de lo que he hecho importa aqui, en esta pequena aldea de Daguestan. Cuando estoy con mi hijo, la sangre que me ensucia las manos no me quema el alma. Con cuidado de no despertar a Pasha, me levanto y abandono la habitacion pequena que le sirve como dormitorio. Tamila ya me espera en nuestro cuarto, asi que me deshago de la ropa y me meto con ella en la cama, haciendole el amor de la forma mas delicada que puedo. Manana me tengo que enfrentar a la fealdad de mi mundo, pero esta noche soy feliz. Esta noche puedo amar y sentirme amado. --NO TE VAYAS, PAPA. --A PASHA LE TIEMBLA LA BARBILLA MIENTRAS LUCHA POR NO LLORAR. Tamila le dijo hace unas semanas que los ninos mayores no lloran y ha estado haciendo todo lo posible para comportarse como tal--. Por favor, papa. ?No puedes quedarte mas tiempo? --Volvere dentro de dos semanas --prometo, poniendome de cuclillas para quedarme a su altura--. Ya sabes que tengo que irme a trabajar. --Siempre tienes que irte a trabajar. --Le tiembla la barbilla con mas fuerza y los grandes ojos marrones se le inundan de lagrimas-- ?Por que no puedo ir contigo? Imagenes del terrorista que torture la semana pasada invaden mi mente y hago lo que puedo por mantener la voz tranquila mientras digo: --Lo siento, Pashen’ka. Mi trabajo no es lugar para ninos. --De hecho, ni para adultos, pero no digo nada. Tamila sabe algo de lo que hago como parte de la unidad especial de Spetsnaz, las fuerzas armadas de la Federacion Rusa, pero incluso ella ignora la realidad oscura de mi mundo. --Pero me portare bien. --Ahora esta llorando a mares--. Te lo prometo, papa. Me portare bien. --Se que lo haras. --Lo aprieto contra mi y lo abrazo fuerte, sintiendo como le tiembla el pequeno cuerpo por los sollozos--. Eres un buen chico y tienes que portarte bien con mama mientras no estoy, ?vale? Tienes que cuidarla como el nino mayor que eres. Parecen ser palabras magicas porque se sorbe los mocos y se separa. --Lo hare. --Le moquea la nariz y tiene las mejillas humedas, pero la barbilla esta firme cuando se encuentra con mi mirada--. Cuidare de mama, lo prometo. --Es muy listo --dice Tamila agachandose a mi lado para atraer a Pasha entre los brazos--. Parece que tiene cinco anos en lugar de casi tres. --Lo se. --Se me hincha el pecho de orgullo--. Es increible. Ella sonrie y vuelve a encontrarse con mi mirada con esos grandes ojos marrones parecidos a los de Pasha. --Ten cuidado y vuelve pronto con nosotros, ?vale? --Lo hare. --Me inclino y le beso la frente antes de alborotarle el pelo sedoso a Pasha--. Estare de vuelta antes de que os deis cuenta. ESTOY EN GROZNY, CHECHENIA, SIGUIENDO UNA PISTA SOBRE UN NUEVO GRUPO DE INSURGENTES radicales, cuando recibo la noticia. Es Ivan Polonsky, mi superior en Moscu, quien me llama. --Peter --dice con voz grave, poco habitual, cuando descuelgo--. Ha habido un accidente en Daryevo. Se me hielan las entranas. --?Que clase de accidente? --Ha habido una operacion de la que no se nos informo. La OTAN estaba involucrada. Ha habido… victimas. El hielo de mi interior se expande, me desgarra con sus bordes irregulares y apenas puedo hablar por el nudo que tengo en la garganta. --?Tamila y Pasha? --Lo siento, Peter. Algunos aldeanos murieron en el tiroteo y... --Traga saliva sonoramente --. Los informes preliminares indican que Tamila estaba entre ellos. Casi rompo el telefono con los dedos. --?Y Pasha? --No lo sabemos todavia. Hubo varias explosiones y… --Voy para alla. --Peter, espera… Cuelgo y salgo corriendo por la puerta. <
>. Nunca he sido religioso, pero mientras el helicoptero militar atraviesa las montanas, rezo, suplicando y negociando con lo que sea que haya alli arriba por un pequeno milagro, una pequena muestra de misericordia. La vida de un nino es insignificante en estos casos, pero lo es todo para mi. Mi hijo es mi vida, la razon de mi existencia. El rugido de las aspas del helicoptero es ensordecedor; sin embargo, no es nada comparado con el clamor que tengo dentro de la cabeza. La rabia y el miedo que me ahogan desde dentro hacen que no pueda respirar ni pensar. No se como murio Tamila, pero he visto suficientes cadaveres para imaginarme su cuerpo con absoluta precision: esos ojos preciosos en blanco, ciegos, y la boca laxa y cubierta de sangre. Y Pasha… No. No puedo pensar en eso ahora. No hasta que este seguro. -
Y si tu me olvidas (Alana 1) de Iris Romero Bermejo
https://gigalibros.com/y-si-tu-me-olvidas-alana-1.htmlPrimera entrega de la trilogia <
> que hara las delicias de los lectores. -
El escudo de los dioses de Lorena Concepcion
https://gigalibros.com/el-escudo-de-los-dioses.htmlScarlett Bouclier esta cumpliendo su sueno de ser directora de arte en una pequena compania de teatro, pero todo puede cambiar en un segundo y la aparicion del misterioso Nick y su hermano Ares, un moreno de ojos dorados y actitud enfadada con el mundo, hara que se cuestione todo lo que conocia hasta ahora. Entre Ares y Scarlett nacera una pasion prohibida y se vera envuelta en un mundo peligroso que creia inexistente, en el que ella tendra un papel fundamental.
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La maldicion de los reinos de Erya
https://gigalibros.com/la-maldicion-de-los-reinos.htmlUna rosa. Un cetro.
Un palacio. Un oceano.
Una maldicion. Un castigo.
Un solo destino.
?Y si la sirena hubiera nadado al castillo de la bestia? -
Soros. Rompiendo Espana de Juan A. De Castro
https://gigalibros.com/soros-rompiendo-espana.htmlLa tarde del 5 de abril de 2018 los autores de este libro hacian llegar a la UDEF y al juez Pablo Llarena el resultado de una investigacion que evidenciaba las conexiones de George Soros con el proceso separatista catalan. Dos meses despues, la Policia Nacional registraria varias de las empresas apuntadas por el trabajo de Juan Antonio de Castro y Aurora Ferrer. Este libro es la adaptacion didactica de ese valiente trabajo. En el los autores destapan el entramado politico, empresarial y de falsa sociedad civil que, financiado por Soros, ha dado cobertura a la fractura independentista.
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La sospecha de Fiona Barton
https://gigalibros.com/la-sospecha.htmlCuando dos jovenes britanicas desaparecen en su ano sabatico en Tailandia, su caso pasa a copar el foco de la atencion mediatica internacional. La periodista Kate Waters esta lista para informar sobre la historia: como siempre, quiere ser la primera en conseguir la exclusiva y descubrir la verdad, y esta vez no sera una excepcion. Sin embargo, a medida que se van conociendo mas detalles de la investigacion, Kate no puede dejar de pensar en su propio hijo, a quien no ha visto en dos anos.
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La camara de obsidiana de Douglas Preston
https://gigalibros.com/la-camara-de-obsidiana.html -
El Rastro de Andres Trapiello
https://gigalibros.com/el-rastro.htmlAndres Trapiello nos invita a un viaje unico y hace su personal homenaje del Rastro, uno de los mercados ambulantes mas emblematicos del mundo. Podremos conocer a su gente y entender sus vidas a traves de sus recuerdos y sus objetos.
Una historia unica de la ciudad de Madrid, su tradicion y su cultura. -
Susurros en la noche de Diane Pershing
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Forjado a fuego (Hermanos Chance 1) de Lara Kinsey
https://gigalibros.com/forjado-a-fuego-hermanos-chance-1.htmlBrighid Bell se sentia como un pez fuera del agua. Era mejor ladrona que dama, pero no tenia un gran talento para ninguna de las dos cosas. Su lugar estaba en los establos, no en las gradas. Brighid miro a las otras mujeres en el hipodromo con desagrado. No hacia ellas, ellas eran agradables, sonriendo y riendo. No tenia ningun problema con ellas, pero nunca podria ocupar su lugar. Sus manos delicadas cubiertas por guantes descansaban en el hueco de unos codos masculinos. No, lo que le desagradaba eran esos hombres engreidos de manos suaves y miradas crueles. No queria que le controlaran, no queria acostarse y pensar en Inglaterra. Que le dieran a Inglaterra. Levanto la vista cuando un jockey paso por delante, rapido como una flecha sobre su caballo, y alli es donde queria estar. Arriba. Habia estado abajo y no volveria nunca. Su estomago rugio de forma audible. Habia pasado un dia desde la ultima vez que probo bocado y ahora por fin tenia la oportunidad de poner las manos sobre algo de comida. Bajo las escaleras apresurada. Teniendo en cuenta el numero de baratijas robadas que habia metido entre sus faldas, era mejor que se fuera antes de que las carreras terminaran. Escucho una respiracion de asombro colectiva y, por un momento, penso que le habian descubierto. Pero no. Se escucho un chasquido que Brighid pudo sentir en los huesos. Habia oido a caballos gritar antes. Los cascos pasaban en estampida dejando atras al caballo herido y a su jinete desplomado como un bulto inmovil. El mayor peligro era que la gran bestia le cayese encima. No era tan pequeno ni de huesos tan finos como los jockeys habituales, pero una tonelada de animal nervioso le haria dano a cualquiera. Brighid salio corriendo a la pista, esquivando caballos y jinetes. Ya estaba moviendose, tranquilizando a la asustada yegua antes de examinar su pata. Los calcetines blancos de la yegua alazana estaban manchados de sangre y suciedad. No se habia roto la pata, gracias a Dios, pero se habia doblado un tendon. La yegua necesitaria ser estabulada y tratada con hielo, si, y quizas algo de laudano en la comida no le iria mal, pero esta yegua volveria a ser montada, aunque no fuese en las carreras. Sintio una pequena llaga bajo la montura. No era de extranar que el animal hubiera gritado. Esa herida tenia que ser terriblemente dolorosa. Levanto la vista, pero nadie estaba atendiendo al jockey todavia, aunque una multitud de hombres con abrigos estaba corriendo hacia la pista. Su ropa de montar de seda de color azul como el hielo estaba desgarrada y hecha jirones, pero no podia ver ninguna costilla asomando debajo. Paso las manos por sus lados y le encontro aparentemente entero. Le dio la vuelta con cuidado hasta que estuvo boca arriba y cuando la miro entre parpadeos, ella le puso una mano tranquilizadora en la frente. Sus ojos azules y labios gruesos la dejaron ensimismada. El centro la atencion brevemente en su rostro y se agarro a sus faldas de un modo suplicante. Podia prestar atencion, eso era bueno. --Shh --murmuro Brighid, posando un beso impulsivo sobre sus labios. El volvio a tumbarse con un suspiro y cerro los ojos. Sus pestanas oscuras se movieron sobre sus mejillas como si ya estuviera sonando. Palpo sus piernas y sus brazos al completo, presumiblemente buscando lesiones, pero no pudo evitar notar la firmeza de sus gemelos y su pecho bien definido. Queria pasar mas tiempo acariciando los tensos musculos. --!Esta bien! --grito a los hombres que corrian hacia ellos. Paso los dedos por los rizos negros que se posaban sin fuerza sobre la frente humeda. De repente, se encontro rodeada de cuerpos vociferantes--. Mantengalo despierto --le dijo a la mujer mayor que habia aparecido con un decantador de brandy lleno. Despues, sintiendose culpable, le robo la cadena de oro y se perdio entre la multitud. *** Isaiah Chance se desperto en una habitacion oscura, con un pano humedo sobre los ojos y la quemadura del whisky en los labios agrietados. ?Cuanto tiempo habia estado inconsciente? Recordaba unos rizos dorados y unos labios llenos y rosas descendiendo sobre su boca con dolorosa suavidad. Tenia una sensacion de paz profunda, como si un angel le hubiera visitado, pero el dolor en la sien le decia otra cosa. Su cadena no estaba. Nada de un angel, entonces. La picara debia habersela robado. Mags entro ajetreadamente. --No dejare que participes mas en las carreras, Isaiah. Un hombre como tu no deberia tentar a la suerte. --Voy a comprar oficinas --murmuro. Hubiera sido un grunido si hubiese algo de veneno tras las palabras, pero el tono ronco era suave--. Vamos a abrir un negocio. Capitulo 2 Invierno de 1925 Su pequeno imperio crecia dia a dia. La luz de la lampara titilo cuando Isaiah inclino de nuevo la cabeza sobre los libros. Sid no era bueno con los numeros, por lo que recaia en Isaiah no solo ser la cara del negocio, sino tambien el cerebro. De algun modo, la cadena que llevaba acabo en su boca mientras trabajaba. Necesitaba algo que calmara su inquietud para que su mente pudiera centrarse en las columnas de numeros que no tenian fin. Habia poca luz en la estancia y el papel cebolla era casi ilegible. Cerro los ojos con los parpados arrastrandose como si estuvieran llenos de arena. El ardor le hizo recordar que llevaba despierto dos dias y una noche. Su mesa estaba repleta de fotografias: familia, amigos y sus amados caballos. Habia una fotografia pequena en un lugar de honor, un Isaiah mas joven al lado de una yegua alazana con calcetines blancos. Se sentia como si estuviera a punto de explotar. En sus dias como jockey habia tenido muchisimas cosas con las que ocupar su cuerpo y sus manos y despejar la mente: ensillar y quitar la silla, inspeccionar los cascos de su montura. La emocion febril de los dias de carrera. Ahora se mantenia a si mismo profundamente atareado, inclinado sobre los libros por pura fuerza de voluntad. Nunca le habia contado a Sid el esfuerzo que le costaba concentrarse, dejarle a el las cosas fisicas. Necesitaba algo que hacer con las manos. Saco un cigarrillo y lo movio de un lado a otro de la boca antes de dejarlo colgar de sus labios. Podia permitirse un tabaco mejor estos dias, pero los cigarrillos baratos le recordaban de donde venia, le recordaban a donde podia volver si llegaba una racha de mala suerte. La luz de sus oficinas tenia una cualidad grasienta, probablemente por culpa de las ventanas. El ambiente tambien era grasiento. Las lamparas llevaban horas ardiendo y en su pequeno rincon practicamente no se movia ni una gota de aire. Se levanto y se alejo de sus papeles como si estuviera en un sueno y salio por las puertas dobles al aire fresco del patio y los establos. Nunca habia tomado azucar con el te pero siempre llevaba algunos terrones para los caballos. Isaiah respiro profundamente; heno y paja y caballo, tablas banadas en sol y cesped cortado. Esto era lo que le mantenia con vida. Habia poco aire fresco en Birmingham, ahora menos que nunca, con las fabricas funcionando gracias a los hombres que volvieron de la gran guerra. Bueno, algunos de los hombres. No estaba seguro de que el hubiera vuelto a casa del todo, pero descarto cualquier atisbo de miedo o vacilacion o incluso imprudencia. Sidney y Grace le necesitaban. Todo el maldito mundo le necesitaba. Una victoria, una gran victoria, y puedo dejar de mirar atras. Cada vez estaban regulando mas y mas las carreras. Un dia para toda la familia, si, pero ahora a la gente le preocupaban los linajes y los progenitores. Isaiah no conocia su propio linaje y deseaba infernalmente no haber conocido nunca a su progenitor. Suspiro cuando salio de los establos al ruido y el clamor de la calle. Gracie estaba en el mercado, probablemente contado el dinero a escondidas mientras la senora Kimball regateaba sobre telas. Isaiah no le iba a explicar a Gracie como se ganaba la vida, pero ella habia absorbido el cotilleo que flotaba en el vecindario. Enterrador. Corredor de apuestas. Contrabandista. Vandalo. Estos ultimos seguramente se los creia, pero era cosa de familia. Su hermana de ocho anos caminaba erguida, era una de los Chance. Chances Brothers Limited daba trabajo a la mitad de Birmingham. Las voces sonaban en los puestos del mercado de Cheapside. Sus productos y, lo que era mas importante, sus aliados leales inundaban las calles. Camino entre las chispas y el humo, intercambiando inclinaciones de cabeza con todo el que se cruzaba e ignorando los susurros. Gran hombre, Isaiah Chance. Bebe whisky solo. Paga los sueldos puntualmente. Se tiro a la hija de un marques. Mato a un hombre por dinero. Mato a un hombre porque si. He oido que tiene un Bugatti. Se suena la nariz con seda. Tiene dos bastardos en dos paises. El mismo es un bastardo, o un diablo. Pero es nuestro diablo.
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No te dejare escapar (Buscandome te encontre 2) de Mile Bluett
https://gigalibros.com/no-te-dejare-escapar-buscandome-te-encontre-2.html?Se puede vivir a medias, amar a medias?
Alex ha renunciado a ser el amo de los infiernos, quiere dejar su oscuridad atras y a todos los demonios que lo atormentan. Cuenta con angeles encarnados para ayudarlo a transitar por el camino a la luz: sus amigos. Y todo lo ha hecho por Cecilia, ella lo salvo cuando se desplomaba en caida libre hacia las tinieblas, lo llevo al unico lugar seguro, al nido Top Secret, y el ha decidido seguirla con los ojos cerrados, resuelto a luchar por permanecer a su lado: <>.
Cecilia acaba de ponerle un alto a su exnovio una vez mas, y todo por Alexander Huxley, ese hombre que le enseno que la piel tiene su propio lenguaje para comunicarnos que estamos vivos, ese hombre que puso su mundo de cabeza y que se adueno de su corazon. Ahora que lo ha recuperado, aguarda con ansias el momento de redimirse entre sus brazos y que sus cuerpos se reconcilien debajo de las sabanas. Solo tiene un pensamiento: <>.
Alex y Cecilia desconocen que pisan un terreno minado que pondra a prueba <>. ?Es facil amar?…
Enamorarse es el principio, lo que sigue es permanecer. -
?Hay alguien ahi fuera? – Marian Keyes de Marian Keyes
https://gigalibros.com/hay-alguien-ahi-fuera-8211-marian-keyes.htmlAnna Walsh protagoniza esta cuarta novela de la saga de la peculiar y entranable <
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Unida a los Viken de Grace Goodwin
https://gigalibros.com/unida-a-los-viken.htmlComo comerciante de arte en Nueva York, Sophia Antonelli trabajo duro para armar su negocio, pero las fuerzas del destino la llevaron a hacer un trato con el crimen organizado. Cuando todo se va al diablo, cae y se le presentan dos opciones: veinticinco anos en prision o participar del Programa de Novias Interestelares. La eleccion es facil, pero Sophia se asombrara al descubrir que no solo sera emparejada con uno, sino con tres guerreros Viken.
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La forastera de Olga Merino Lopez
https://gigalibros.com/la-forastera.htmlCuando lo has perdido todo, no hay nada que puedan arrebatarte.
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La isla del Grifo de Daniel Mateos
https://gigalibros.com/la-isla-del-grifo.htmlEl pequeno buque atraco en el malecon y los dos marinos bajaron de inmediato. Vestian uniforme gris, el cuerpo cubierto desde las suelas hasta la cabeza. Bajaron del buque a pasos largos, una mano en las escaleras para subir y la otra en la M16. Una vez estables, el buque se alejo y su tripulante hizo un gesto de despedida; los dos marinos lo imitaron y dieron media vuelta despues de eso. Avanzaron por el camino de concreto que los llevo hasta la playa y que, si avanzaban un poco mas, los llevaria hasta la selva. Pero la revision de la isla implicaba todo, y para revisar todo, se tiene que empezar por donde se entra. Ambos pisaron la arena, casi blanca, y continuaron caminando por toda la orilla del mar; uno por la parte seca y el otro mojaba sus botas con la poca agua que llegaba del oleaje. -- Quisiera poder quitarme las botas --dijo Santiago -- este calor me va a quemar los pies. -- No creo que te convenga --contesto Leonardo, su companero -- te dan permiso de quitarte el casco y los guantes, pero las botas nunca. No te apures, pronto bajara el sol y con el la temperatura. Ademas, se ve que va a llover, eso refrescara un rato. -- Por eso mismo hay que apurarnos. No quiero que me agarre la lluvia en este lugar. Terminaron la franja de arena, se encontraron con unas rocas frente a ellos y decidieron escalar unas cuantas. Leonardo, con mas experiencia por haber nacido en un lugar con mar, ayudaba a Santiago a dar cada paso sobre las rocas, dandole a veces la mano para que no resbalara con las rocas lamosas; y con la otra mano, ambos, sujetaban su arma porque "ella era su vida y la de su companero", les dijeron. Cuando se dieron cuenta de que por ahi ya no habia acceso, retrocedieron pisando las mismas piedras por las que habian avanzado y, de la misma manera, regresaron por toda la franja de la playa, uno por la arena seca y el otro por la humeda. -- Tomemos el camino pavimentado, para que te sientas mas en casa --dijo Leonardo. -- Y por la sombrita, al cabo que ya vamos para la selva. Los dos marinos subieron las escaleras que conectaban la playa con el camino de concreto y el malecon. Habian recibido ordenes de recorrer toda la isla para vigilar que las normas dictadas por la Secretaria de Marina se estuvieran cumpliendo a cabalidad. -- Segun dijo el teniente, con que recorramos todo el camino de concreto, hasta donde nos lleve, con eso terminamos el trabajo. Dijo que aunque vieramos otros caminos, si no eran de concreto, no los siguieramos, porque corremos el riesgo de perdernos --apunto Santiago a su companero, como si el no hubiera estado presente cuando les dieron las ordenes. -- Ya lo se --dijo Leonardo -- yo estaba ahi, al lado tuyo, cuando nos dieron las ordenes. Pero no te preocupes, esta isla es pequena, no nos perdemos. Y si lo hacemos, por muy pendejos que podamos estar, el chiste es caminar derecho para ubicar en que lado de la isla estamos -- frente a ellos estaba la trifurcacion del sendero, el camino de en medio parecia subir, el de la derecha recorrer por el barranco de la isla y el izquierdo conducia por el mismo espacio que la playa abarcaba -- ?cual tomamos? -- Derecha --contesto Santiago sin pensarlo -- una vez lei que para salir de un laberinto siempre hay que tomar el camino de la derecha. -- ?A poco si muy lector? -- Solo a veces, cuando nos tienen encerrados en la base. Mientras los otros se masturban entre ellos prefiero hacer cosas menos homosexuales, y leer es lo poco que nos queda. Tambien investigue esta isla y se que por el camino de la derecha llegas a una playa oculta donde nadie te veria desde alguno de los buques o desde la base... -- ?Traes? --pregunto Leonardo con una sonrisa. -- Nunca salgo sin ella. Caminaron por el sendero de la derecha, solo hojas cafes tiradas por todos lados. El sendero era estrecho, por lo que caminaron uno delante de otro; el de enfrente con la M16 sujeta, apuntando al suelo; el de atras con el arma colgada en la espalda. Cuando sintieron dar la vuelta a la isla al seguir ese camino, pensaron que era interminable y que, aunque el paisaje cambiaba constantemente de su lado derecho (arboles en diagonal colgando hacia las rocas del mar, luego mar sin rocas y luego rocas con mar pero sin arboles), no parecia haber ninguna novedad del lado izquierdo, solo rocas y plantas, nada mas. -- No encontre mucho. --dijo Santiago -- Lo que se de la playa me lo dijeron unos companeros que ya habian venido. Y a pesar de que la gente si la visita, pareciera ser una isla abandonada. -- Una isla maldita... -- Abandonada, dije. Eso si. Se cree que vivia gente aqui antes de que la Marina se encargara de ella. Se dice que estos caminos de concreto fueron hechos sobre los caminos naturales, hechos con los pies, de los antiguos pobladores del lugar, a los que nadie sabe que les paso. -- Algo los habra hecho desaparecer. -- Tal vez --dijo Santiago -- solo fueron pescadores que frecuenten estas aguas, o contrabandistas que esconden cosas aqui o piratas, tambien; recuerda que este puerto es muy viejo, esto no tiene por que ser una historia encontrada en un libro. El camino se separa de la costa y sube y se adentra en la selva, al llegar a este punto, ellos tambien lo hicieron y se sintieron aliviados de caminar hombro con hombro. En lo que subian, vieron un camino de tierra. El viento soplaba fuerte aun en esa profundidad de la selva y, sin embargo, el camino de tierra no se lleno de hojas como si lo estaba el sendero de concreto. Los dos marinos solo lo miraron. Mas adentro, ya con las copas de los arboles como techos protectores del sol y el calor, encontraron otro camino de tierra que subia una ladera y parecia que regresaba por donde el camino de cemento los habia traido. -- ?A donde crees que lleve? --pregunto Leonardo. -- De regreso. Parece --contesto Santiago. -- ?De verdad me estas diciendo que te lleva al mismo lugar a donde te lleva este mismo camino? -- ?Y por que no? -- Escuchate. Dices que la gente que hizo ese camino con sus pies, llego a este punto, quiso regresarse y, en lugar de darse una media vuelta y bajar por donde habia venido, decidio dar una vuelta en U y regresar por otro camino al mismo punto de donde partio. ?Te parece logico? -- Lo que me parece logico --dijo Santiago -- es lo que nos ordeno el comandante. Que siguieramos solo el camino de cemento. No te distraigas con eso, por favor, si te pierdes tendre que buscarte y sabes que soy malo con los ambientes naturales. Seguro me perdere yo tambien y tendre que reportar tu desaparicion con el comandante. Ven, hay que apurarnos que ya quiero llegar. Cuando empezaron el descenso, Leonardo estaba seguro de que ya habian encontrado la playa; el sabia distinguir el ruido del oleaje, el olor a sal y lo fresco del aire, pero fue Santiago el que se emociono al escuchar el comentario de que estaban a punto de llegar. Bajaron por un camino que zigzagueaba como una serpiente y Leonardo recordo estar alerta de que ningun animal se les acercara. -- ?Sabes como le decian antes a esta isla? El grifo, por el animal con alas de aguila, cuerpo de leon y quien sabe cuanta madre mas. -- A lo mejor en otro tiempo si vivia un animal asi por estos lados. -- O vivian varios animales parecidos, de los que se componia el grifo ese... o viven... mantente alerta. Bajaron lo suficiente como para ver, por fin, una ola rompiendo en las rocas y llegando sin fuerza hasta la playa. "Playa palmitas. Por favor, no ensucie la playa ni corte ninguna planta. Area protegida por la Marina Armada", decia el letrero colocado un escalon antes de tocar la arena. -- Mira --dijo Santiago -- somos nosotros. -- Y venimos a cuidar --sentencio Leonardo. Los marinos estaban por quitarse los uniformes cuando Leonardo recordo que debia echar un vistazo al mar para cerciorarse de que no habia buques que pudieran verlos. Santiago, por su parte y en lo que su companero regresaba, busco entre sus multiples bolsas el cigarro de mariguana que habia traido para esa ocasion. Cuando Leonardo, desde las piedras mas cercanas al mar, dio la senal de todo en orden, Santiago dejo el cigarro acomodado en una piedra, se quito el uniforme y desnudo entro al agua. De aquel lado el oleaje era mas intenso que en la primera playa que visitaron. El marino que se encontraba desnudo y dentro del agua tenia dificultades para mantenerse estable ya que las olas lo arrastraban con violencia y, si se descuidaba lo azotaban contra rocas atoradas en la arena. -- Con cuidado, no te vaya llevar. -- La que me llevo fue la chingada --respondio Santiago -- pero eso hace mucho tiempo. ?Tu ya has zarpado? -- Si, cuando estaba en la escuela. ?Tu no? Pense que eso era lo primero que le hacian a los grumetes cuando entran. -- Alla no. De donde yo soy lo primero que haces el lavar banos y cambiar jabon. Esta es la primera vez que vengo al mar desde que entre. Leonardo prendio el cigarro de mariguana y comenzo a inhalar. Reposo su espalda en la arena, bajo un arbol, concentrado en los sonidos: el agua golpeando contra las rocas, los pajaros que, creia, estaban justo arriba de su cabeza, otros animales, los gritos que hacia su companero mientras luchaba contra la corriente y de repente, el ruido de un animal extrano que nunca habia escuchado y que olvido al poco rato de haberlo oido. El tiempo para Leonardo se habia detenido, se sentia suave, como un insecto mas de la isla y los arboles giraban alrededor suyo. Enterraba los dedos en la arena, sentia cada grano entre sus unas, como para contarlos todos. Leonardo estaba en paz, y fue por eso que el agua salpicandolo se sintio en cada parte de su cuerpo. Al principio penso que era Santiago saliendo del agua el que le estaba jugando una broma, sin embargo, al incorporarse y recuperar la atencion hacia el exterior, se dio cuenta de que el oleaje habia crecido peligrosamente, tanto, como para salpicarlo hasta donde el estaba. Lo primero que hizo fue ponerse de pie y buscar a su companero. A primera vista no lo encontro. El agua estaba agitada, asi que la espuma y la arena revuelta le impedian ver lo que estaba sumergido. Grito el nombre de Santiago mientras lo buscaba en las rocas. Fue por su M16 gritando por su companero. Quito el seguro y apunto. Una mano se coloco sobre la empunadura de su arma. -- ?Y luego que? --dijo Santiago -- ?Ibas a dispararle a las rocas? No se malviaje, marino. La corriente esta muy fuerte y el sol se esta tapando por las nubes, es mejor que nos vayamos. Cuando Santiago se puso el uniforme prendio de nuevo el cigarro de mariguana e inhalo tres veces. Luego se nego a darle a su companero, lo apago y tiro los restos en la tierra una vez que subieron a la selva. -- El plan ahora es seguir los otros caminos --dijo Santiago -- ?te parece si vamos al faro hasta que se te pase el efecto? No quiero que por casualidad vuelvas a hacer otra pendejada y alguien, por casualidad nos este viendo. Leonardo no dijo nada. Solo asento con la cabeza. Regresaron a la trifurcacion, esta vez tomaron el camino de la izquierda. Recorrieron toda la franja de la playa por entre los arboles y, cuando termino la playa, el sitio por el que no habian podido subir por entre las rocas del mar. Sintieron, otra vez, que daban la vuelta a la isla pero ahora del otro lado y llegaron a una especie de plaza hecha quiza por la naturaleza o por el hombre, era dificil saberlo. En ella, la vista era espectacular. La naturaleza cubria una especie de cuadro que semejaba a una pantalla, la vision era de tierra firme, las dos puntas de la bahia: la vista de siempre pero al reves. -- ?Ya viste eso? --dijo Santiago senalando una roca enorme, casi redonda, colocada como con las manos en una superficie de rocas ultradelgada, de donde no se entendia como era posible que la roca grande se mantuviera inmovil sobre esa base tan inestable -- No entiendo como es que esa roca grande se mantiene inmovil sobre esa base tan pequena. Leonardo no dijo nada. Ambos se quedaron mirando la roca. Santiago tomo tres piedras del suelo, del tamano de un puno y las arrojo contra la roca, creyendo que con un leve movimiento iba a poder desestabilizar aquello. Pero nada paso y los dos marinos continuaron el recorrido. Regresaron a la trifurcacion. La nube gris ahora estaba encima de la isla pero todavia no llegaba a tierra firma. Parecia mas grande cada vez. Ahora tomaron el camino de en medio, el que subia, y subieron. Eran escaleras pequenas que parecian no tener fin aunque no provocaban cansancio. Cuando por fin llegaron a una planicie, se encontraron frente a un puente como de unos 3 metros de alto y 5 de largo, estaba hecho de madera pero no se veia peligroso, solo un poco viejo, pero nada que hiciera pensar en peligro. -- ?Escuchaste al teniente mencionar esto?
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Destinos divididos de Veronica Roth
https://gigalibros.com/destinos-divididos.htmlLas vidas de CYRA y AKOS se rigen por los destinos que vaticinaron los oraculos el dia de su nacimiento.
Una vez decididos, los destinos son inmutables. -
Alta costura de Beatriz Espejo
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Alta costura, Premio Nacional de Cuento 1996, es una de las mejores obras de una de las grandes escritoras mexicanas. Serie de cuentos que nos narran las preocupaciones de las mujeres maduras obsesionadas por su peso fisico, la llegada del inevitable deterioro fisico y la paulatina extincion de la belleza. Asimismo, Espejo nos describe, de manera magistral, a mujeres preocupadas por cubrir los vacios dejados por su poco placentera vida sexual. -
Cuando los tontos mandan de Javier Marias
https://gigalibros.com/cuando-los-tontos-mandan.htmlEste volumen reune los noventa y cinco articulos publicados por Javier Marias en el suplemento dominical El Pais Semanal entre el 8 de febrero de 2015 y el 29 de enero de 2017.
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El amor como un elefante. Reliquum de L.v. Velasquez
https://gigalibros.com/el-amor-como-un-elefante-reliquum.htmlUna serie de profundas reflexiones nos llevaran al repaso de la vida de Maia, quien en los dias previos a su partida definitiva del pais que la vio crecer, revivira las decisiones que en otra epoca moldearon su vida, y reevaluara los hechos que la obligaron a asistir al evento que pondra fin a su necesidad de seguir guardando el gran secreto que nadie se atrevio a imaginar.
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Sendero de Luna de Patricia Diez Diez
https://gigalibros.com/sendero-de-luna.htmlRaquel se tropieza con la tabla de madera que sobresale del suelo de su habitacion, en la casa que le han dejado como maestra del pueblo: por suerte, no se ha hecho ningun rasguno con la punta de hierro que con el impacto se ha quedado al descubierto. Los poros de su piel brillan con el sudor y su agitada respiracion apenas le da tregua. Arrastra su gran maleta mal cerrada con un trozo de media negra colgando por fuera: las cuatro ruedas se tambalean al intentar salir a toda prisa atravesando el pasillo hasta el coche, que esta aparcado al lado de la verja de hierro de su jardin, en la plaza del pueblo. --!Raquel! --Una vecina de unos sesenta anos con piernas gruesas y el bolso a cuestas intenta llegar hasta ella--. ?Ya te vas? Raquel no se gira y sigue cruzando la plaza con la maleta a rastras. --!Si solo llevas aqui tres semanas de curso! --insiste la vecina que se ha parado a mitad de camino. --!No! !Que me voy, que me voy ya! --Raquel sigue sin girarse. Busca las llaves en sus bolsillos con la mano que tiene libre, pero cuando las encuentra se le caen. La vecina no deja de observarla negando con la cabeza: --Ni siquiera ha terminado septiembre, ?adonde vas a ir tu? Al agacharse, Raquel aprovecha para mirar hacia la derecha y despues hacia la izquierda, y asi cuatro veces seguidas antes de recogerlas del suelo. --Vamos, vamos --se dice apretandolas e intentando abrir el coche con ellas a pesar de los temblores de su mano. Cuando entra, tira como puede la maleta en el asiento del copiloto, cierra con el seguro las puertas y arranca el motor: entonces respira mejor, aunque le tiritan los dientes. Los giros bruscos que da hacen que el coche se desvie de la calzada y pierda uno de los retrovisores. Diez segundos despues, sale a la carretera principal y lee el cartel de la entrada con el nombre de ese pueblo al que no desea volver: Sendero de Luna. Capitulo 1. DESDE MI HABITACION Estoy agotada, no he pegado ojo en toda la noche. Marrusco, el perro de Esther, mi mejor amiga y companera de piso, ha hecho de las suyas y me ha pegado el culo a la barriga. Apenas me ha dejado hueco en la cama. Estornudo tres veces seguidas. El calor que desprende con ese pelo rizado hace que me destape incluso ahora en octubre, asi que cuando se cuela sigiloso por la noche en mi habitacion, suelo acatarrarme despues. Pero no me importa: a Esther le ha salido un trabajo de secretaria para cubrir una baja por maternidad en su ciudad y tendre que separarme de ellos en dos semanas. Ella no puede vivir sin el y aunque sabe que yo tampoco, el perro es suyo. Marrusco se despereza en cuanto le acaricio el morro y viene a por mi cara. Tiene la lengua humeda y caliente, pero no le huele el aliento, asi que le peino los rizos con un ligero masaje para que no se vaya de la cama. Hace cuatro anos, cuando empece la carrera, ni siquiera sabia que los perros de agua existian y, desde que conozco a Esther, soy la que mas le peina de toda la casa, aunque, aun asi, el sofa del salon en vez de beige parece negro de tantos pelos. Aparto la cara a un lado y me apoyo sobre una de las almohadas que suelo dejar a la izquierda de la cama. Me encanta mi habitacion, tiene las mejores vistas de todo el piso y puedo incluso ver la estatua de Guzman desde aqui. "Si no te gusta Leon, ahi tienes la estacion", mama solia decirmelo cada vez que pasabamos cerca y lo veiamos senalar en direccion a la estacion de autobuses. Y cuando yo miraba hacia el cielo, aprovechaba para hacerme cosquillas. A ella siempre le dolia, asi que solo se lo hacia un poco hasta que se quejaba. ?Y que le voy a hacer? Canta Lucas, mi otro companero de piso, desde la cocina con la musica puesta mas alta de lo que me gustaria. Vuelvo a acordarme de la pesadilla de ayer: llevo cuatro en lo que llevamos de semana y aun estamos a viernes, estoy batiendo el record. --!Yo si que no se que voy a hacer! --le grito tumbada intentando que me oiga. Unos segundos despues, veo que la puerta se abre de par en par y Lucas asoma los segundos rizos mas suaves que he tocado despues de los de Marrusco, no me extrana que su padre siempre le llame para que le ayude en la peluqueria. Despacio va cruzando el espacio de la puerta mientras me mira. --Pero ?que haces? --le digo mientras le veo sacudir los brazos al ritmo de la musica para hacerme reir. --Bailar, Mencia, ?no lo ves? --Mueve tambien la cabeza como si fuera un egipcio y pone los morros hacia afuera--. Venga, !que vea esos mofletines! !Sonrie! No se como lo hace, pero siempre consigue hacerme reir y, cuando se da cuenta, se queda quieto y sonrie satisfecho apoyandose en el marco de mi puerta. Marrusco se despereza bajando de la cama y estirando el cuerpo todo lo que puede. Despues se acerca a Lucas agitando el rabo porque ya sabe lo que le espera. Lucas lo coge entonces en brazos: --!Que morro tienes! !Eh, Marruski! --le dice al tener su cara a menos de diez centimetros de la suya--. !Que ojazos! --Pues son color miel, como los mios --le contesto. --Por eso --responde. Intenta entonces evitar mi mirada nerviosa. Y yo decido cambiar de tema. --?Seguro que no te pesa? Mira que son como quince kilos... --Sabes que no. --Hace un gesto de contener el aire en la boca--. Bueno, que, ?unas tostadas? --Arquea las cejas. Cuando veo a Lucas en el pasillo, no puedo evitar recordar el miedo que me daba de pequena salir por la noche de mi habitacion. Mama siempre me dejaba la puerta medio abierta porque yo tenia miedo a la oscuridad. Oia voces, que creia que eran pesadillas y no me dejaban dormir. Por la manana, me levantaba y ponia el dedo gordo del pie derecho tanteando las baldosas del pasillo y lo quitaba enseguida, para salir. Y asi una segunda vez. Como no pasaba nada, a la tercera salia corriendo al bano a hacer pis despues de aguantarme durante horas. --?Tu no habias quedado hoy con Noe…con la innombrable? --le pregunto sacandole la lengua. --Uff, calla, por favor, te juro que no vuelvo a emparejarme con una persona tan mala... -- niega con la cabeza apretando la mandibula. --Pero ?que ha pasado? --Ahora me siento mal por haber sacado el tema. --?Te parece poco haberme puesto los cuernos incluso despues de haberla perdonado? --No, no, pero eso ya fue hace mucho, ?ahora que quiere? --Por lo visto, tiene todavia cosas mias que me quiere devolver…no se... --responde cabizbajo y enseguida vuelve a hacer una mueca graciosa para cambiar de tema. Suena mi movil y mientras me rio, Lucas cierra la puerta de mi habitacion inclinandose a modo de reverencia y volviendo a bailar. Veo en la pantalla un numero que desconozco. --?Si? --Buenos dias, me gustaria hablar con la senora Torres, por favor. Pestaneo dos veces y saboreo como suena esa frase. Desde que renuncie al apellido de mi padre, apenas nadie me ha llamado asi. --Si, soy yo. Un silencio muy incomodo se aposenta sobre la llamada, hasta que la voz femenina que hay detras arranca de nuevo: --Si, vera, le llamo de la Consejeria de Educacion en relacion con un puesto vacante como docente en Sendero de Luna, esta cerca del Pantano. Por supuesto, seria temporal, mientras sale la plaza de propietaria. --Si --respondo casi de forma mecanica, sin creerme del todo lo que estoy oyendo. --La maestra del pueblo ha tenido que ausentarse por motivos personales durante unos meses y usted es la primera de la lista para el puesto de interina. ?Estaria interesada? --Yo...bueno...eh...sss.... --Tranquila, le envio la documentacion por correo electronico y tiene hasta manana por la manana para pensarselo. En caso de que no tengamos ninguna respuesta por escrito, la vacante pasara automaticamente a disposicion de la siguiente persona de la lista. Confirmo mi email y quedo a la espera de recibirlo cuanto antes. Aun no me lo creo: no se si alegrarme o echarme a llorar. El corazon me palpita sin cesar, fuerte y con un ritmo mas alto de lo normal. Llevo anos esperando esta llamada y, aun asi, no consigo aclarar si es algo bueno o malo. Me levanto y decido que las grandes elecciones siempre se deben tomar con dos tostadas de aceite y miel y un zumo de naranja natural.
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La humanidad dividida de John Scalzi
https://gigalibros.com/la-humanidad-dividida.htmlEl teniente Harry Wilson tiene una mision imposible: ayudar a proteger la union de las colonias humanas ante una terrible revelacion. Conseguir la supervivencia de la Union Colonial requerira toda la astucia politica y sutileza que sus diplomaticos sean capaces de reunir. En paralelo, Harry y sus chicos formaran un <
> encargado de enfrentarse a lo inesperado.
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El libro de los adioses de Ramon Pernas
https://gigalibros.com/el-libro-de-los-adioses.htmlEl famoso escritor Leonardo del Rio, romantico y taciturno, se encuentra a si mismo en la vispera de cumplir 80 anos ante la pagina en blanco de la que sera su ultima novela, encargada por su editor. Leonardo ha concretado todas las nostalgias de su vida en una conversacion olvidada que mantuvo una Semana Santa de hace mas de sesenta anos en su pueblo con sus amigos de la infancia, a los que olvido como lo olvido todo de aquella vida pueblerina y sin cuyo recuerdo, se dice, no podra empezar la obra. Las unicas personas con las que habla son Amanda, la biografa que la editorial le impuso hace anos, y que trata de animarlo a escribir mientras lucha por aclarar sus propios sentimientos hacia el, y Ricardo, un periodista deslumbrado por el viejo maestro y enamorado de Amanda, que acude cada jueves a visitarlo con la esperanza de descubrir su mayor secreto: la verdad sobre la perdida de un amor en Paris hace ya cuarenta anos.
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Mira dentro de Maria De Castro
https://gigalibros.com/mira-dentro.htmlRico, alto, moreno y guapo, Marcos Benedetti, marques de Monteferro, solo echa algo en falta: la vista. A los veinte anos, su padre moribundo le habia obligado a prometer que viajaria a Oriente, donde habia oido de la existencia de una cura para su ceguera. Obligado por la palabra dada, Marcos viaja en una busqueda infructuosa de la que regresa tan ciego como se marcho, pero mucho mas maduro y cargado con un pecado, una promesa y una deuda de honor. Diez anos despues de ese viaje, se vera obligado a elegir entre mantener la promesa realizada o conservar a la mujer que ama.
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Ocurre que a veces (Todas para una 3) de Mayte Pascual
https://gigalibros.com/ocurre-que-a-veces-todas-para-una-3.htmlComo en El que faltaba y Si yo te contara, Cloe, Nel, Sofia y Anais pasaran por situaciones imprevistas en las que, una vez mas, pondran a prueba su eterna amistad.
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Secretos De Papel de Teresa Corroto
https://gigalibros.com/secretos-de-papel.htmlEl ruido de unos zapatos negros de tacon de un cuarenta y dos retumbando bajo los pies de una mujer que pisaba ahora mas decidida que nunca, no dejaba indiferente a nadie. Una brisa de aire caliente. tipica de un mes de verano mas caluroso de lo habitual, mecia su corta y lisa melena a falta de subir solo los dos ultimos escalones para ver la luz del dia. La tradicional boca de metro de Atocha impasible ante el paso del tiempo, daba pie a un sol que acentuaba mas todavia el color rubio ceniza de su pelo. Siete minutos a paso ligero eran los que separaban a Alexia de su destino. Fueron tantos los dias que sus pies se habian dedicado a realizar ese recorrido, que hasta podia indicar los metros exactos que separaban su parada de metro diaria de la pinacoteca madrilena por excelencia la que se habia encomendado los ultimos treinta anos de su vida. Un ano entero era el tiempo exacto que habia permanecido alejada del lugar que consideraba como su segunda casa y que ahora la reclamaba de nuevo. La jubilacion habia llamado a sus puertas el mismo dia en que cumplia los sesenta y cinco. El semblante de la estatua de Velazquez custodiando incansable la entrada principal del museo, parecia mirarla de forma entranable y Alexia dejaba escapar su imaginacion al pensar que hasta esa estatua de bronce se habia atusado el bigote para darla la bienvenida. --Yo tambien me alegro de verte Diego --guinandole un ojo disimuladamente. El V Centenario de la muerte de El Bosco junto a la muestra monografica que se le dedicaba en Espana, eran la excusa perfecta para volver a pisar el museo del Prado y, de paso, aprovechar para rescatar momentos entre cercanos y olvidados, calles llenas de vida y descubrir otro Madrid que apenas hacia un ano parecia que se hubiese reinventado. Rumbo a la sala 56 A, dedicada en exclusiva al maestro flamenco, no dudo ni por un momento el recorrido que deberia seguir y no hizo escala en ninguna otra sala mas a no ser por el resto de visitantes que tenia que sortear y con los que deberia tener paciencia para que abriesen el hueco suficiente para poder atravesar. Atras quedaron aquellos tiempos en los que interrumpir a una pareja con un plano en la mano para ubicarles en el punto <
>, ya no se encontraba dentro de su cometido, aunque ganas no le faltasen de hacerlo. Era espectacular como unas luces led adheridas a un falso techo iluminaban toda la sala como nunca antes la habia visto y unos altillos de pladur, a la altura de la cintura de cualquier viandante, daban asiento a cada uno de los tripticos que compartian esa sala y singularizaba mas su caracter al contemplar tanto el anverso como el reves de sus laterales. < >, penso. Nada mas entrar, a la derecha, estaba el Carro del heno, a la izquierda La Adoracion de los magos y, entre medias, El jardin de las delicias. Una vez dentro, el profundo suspiro de Alexia acaparaba toda la sala del museo. Mientras exhalaba por completo el aire que sus pulmones habian retenido durante unos escasos segundos, sentia que su alma aun encerraba todas esas preguntas que nadie le habia sabido responder con palabras. A pesar de encontrarse situada justo entre los tres tripticos mas conocidos de todos los tiempos, El jardin de las delicias era su obra preferida y mas que merecedora de requisar toda su atencion. No era la primera vez ni la segunda que Alexia se sumergia entre tal alboroto de imagenes no para intentar desvelar su misterio, sino para permanecer sumergida en el. Figuras fantasmagoricas, animales maravillosos y un caos incendiandolo todo como un dia de fiebre, eran ilustraciones mas que emblematicas para ahondar en ellas y perderse el tiempo suficiente hasta conseguir despejar su mente. --El apocalipsis --decia Alexia en voz alta al contemplar la ultima tabla del triptico--. Todo arde ante el tormento de las almas torturadas por seres que despellejan y deguellan. Casi como en la vida real --retorciendo la comisura de sus labios al terminar de hablar y observando por el rabillo del ojo las curiosas miradas de los que se encontraban a su alrededor al escucharla. Era evidente que, ni su atrevido comentario, ni unas cuerdas vocales retocadas anos atras por la cirugia, iban a pasar inadvertidas ante nadie. Y es que nada le gustaba mas que permanecer con su impavida mirada ante la obra mas extraordinaria y, a la vez, mas enigmatica que el ser humano haya podido constatar y a la cual siempre visitaba cuando el trabajo se lo permitia antes de marcharse a casa. Nada menos que tres rigurosas decadas completaban el tiempo que Alexia habia dedicado en cuerpo y alma a procurar la proteccion de ese museo. Y nunca mejor dicho. Tambien llego a formar parte del cuerpo de seguridad que, al caer el sol, se encargaba de custodiar todas y cada una de esas obras. O como a ella le gustaba llamarlo, otra forma de felicidad terrenal. Su cuerpo habia sufrido una transformacion tremenda desde entonces y, ese museo, habia sido el maximo testigo de todo ese cambio fase por fase. Ni el mismisimo cuadro de La pasion de Juana de Arco juzgada por la inquisicion por actuar y vestir como un varon, podria explicar mejor un espiritu atrapado en un cuerpo que no se corresponde. Aspecto de hombre de dia, corazon de mujer de noche. Alli, donde las ideas revolotean como los angeles, lo extrano era bello, las obras solo pueden hacerse con amor y la imaginacion es capaz de dispararse sobre un simple lienzo en blanco, era donde su nostalgia encontraba cura. Y porque alli, entre dioses hermafroditas de la antigua Grecia plasmados en lienzos y delicadas estatuas de ninfas con pene, podia desnudar su alma y mostrarse tal y como era porque las obras de arte no la juzgaban, sino que se sentian identificados con ella. Desde que, por caprichos del destino, se establecio en Madrid con tan solo quince anos, lo unico que la ataba a su Mediterraneo y a su luz y calor, era el recuerdo de una tierna infancia y de una menos acertada adolescencia. Y de eso su querido Sorolla sabia mucho. No necesitaba mas que un barrido de ojos a su paleta de colores para regresar a su anorada Valencia y sentirse cuya nina, perfectamente plasmada, correteaba inofensiva por el mar. Atras quedaban ya las reuniones de amigos alrededor de las hogueras con olor a sal, el caluroso viento de levante, o los atardeceres envueltos en agua espumosa. Sus padres junto con el y su hermana, abandonaban su casa de Altea de toda la vida por la promesa de un ascenso para su padre a cuatrocientos kilometros de alli y de la posibilidad de darles una vida mejor. Una vida de privilegios con un final que se truncaba desde el mismo momento en que su hijo, recien cumplida la quincena, aparecia de repente a ojos de su padre vestido de mujer. --Pero ?que cojones haces con eso puesto? --le increpo su padre malhumorado mientras le atravesaba con fuego en la mirada. --Nada, papa --acerto a decir completamente bloqueado. --Alejandro, !que que cojones llevas puesto! --elevo el tono. Un silencio sepulcral entre ellos que hasta parecia atravesar las paredes impregnaba todo el salon. El nudo de Alex, cada vez mas latente en su garganta, parecia ahogarle. Si los ojos son el espejo del alma, el alma de su padre parecia estar cociendose en ese momento en las mismisimas puertas del infierno y Lucifer, a su lado, ser un simple aprendiz. Lo poco que fuese que se le estuviese pasando por la cabeza mientras observaba a su hijo travestido, o como diria el: disfrazado de marica, no seria ni por asomo la mitad comparado con la hostia que le esperaba a Alex si no arrancaba a hablar de un momento a otro y daba una buena explicacion de su modelito. --Tranquilo, papa, te lo puedo explicar --colocando sus manos frente a su padre a modo de escudo. --Te estoy esperando. -
La princesa del millon de dolares de Claudia Velasco
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Para las amantes de la regencia de Varios Autores
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>, se dice de el. Contratado para encontrar a un misterioso nino que ha desaparecido, el Rastreador rompe su propia regla de no trabajar con nadie y se encuentra de pronto como parte de un grupo que debe colaborar y apoyarse para llevar su objetivo a buen puerto. Se trata de un grupo heterogeneo, formado por personajes inusuales, cada uno con sus propios secretos, incluido un hombre capaz de cambiar de forma a su antojo conocido como el Leopardo. -
Latidos de una bala de Alexandra Roma
https://gigalibros.com/latidos-de-una-bala.htmlBerta viaja a Napoles con sus dos mejores amigas para practicar italiano. Esa es la excusa. El verdadero motivo es pasear en esas calles llenas de adoquines hasta no sentir los pies, comer pizza hasta que le duela el estomago y banarse en el Mediterraneo hasta que se le arruguen las yemas de los dedos.
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A cielo abierto: Premio Biblioteca Breve 2017 de Antonio Iturbe
https://gigalibros.com/a-cielo-abierto-premio-biblioteca-breve-2017.htmlFrancia, anos veinte. Solo los mejores pilotos son aceptados en Latecoere. Entre los elegidos estan Jean Mermoz, Henri Guillaumet y Antoine de Saint-Exupery, tres heroicos aviadores que abriran las primeras lineas de reparto de correo en rutas inexploradas. Ninguna distancia es demasiado extensa para ellos, ninguna montana demasiado alta: las cartas deben llegar a su destino. Cuando aterrizan, afrontan las turbulencias de la vida en tierra en un siglo partido por las guerras.
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Helena de Paulina Vieitez
https://gigalibros.com/helena.html -
Una flor del mal de Miquel Molina
https://gigalibros.com/una-flor-del-mal.htmlGustave Flaubert, acaso sin proponerselo, dejo una pregunta sin respuesta cuando escribio que su Emma Bovary se parecia a <
>.
?A quien se referia? ?A un personaje real? ?A un dicho popular? ?A la modelo de un cuadro? ?Existio realmente una Bovary de Barcelona? El azar quiere que sea un profesor barcelones de secundaria quien intente resolver el enigma, siglo y medio despues de que Flaubert describiera asi a su heroina. El catedratico de literatura Guillermo Jimenez busca la respuesta entre Filadelfia, Lyon y Barcelona. Sera precisamente en esta ultima ciudad donde la aparicion en una misteriosa casa modernista de un cuadro expoliado por los nazis instigara su busqueda. Gustave Courbet, Baudelaire, damas francesas del xix adictas al opio, Hermann Goring y una perturbadora mujer de nuestros dias dan cuerpo a una investigacion sobre el deseo y la obsesion, la historia y el arte, la verdad y la ficcion. -
El arrebato de las golondrinas de Josep Capsir
https://gigalibros.com/el-arrebato-de-las-golondrinas.html?Que harias su tuvieses la oportunidad de matar al asesino de tu mujer?
Sergio Azorin vio truncada su felicidad diecisiete anos atras. Alguien la rompio bruscamente y desde ese momento su vida se convirtio en un calvario. Ahora las heridas vuelven a sangrar, los viejos fantasmas regresan para atormentarle y ese hombre que tanto dano le hizo debe morir. ?Sera capaz de cometer un crimen a sangre fria? ?Sera capaz de convivir con ello?
El arrebato de las golondrinas es una historia policiaca, plagada de pasion, de lealtad y de sentimientos encontrados banados en sangre. -
Las brujas de hoy no necesitan escoba para volar de Elisa Mayo
https://gigalibros.com/las-brujas-de-hoy-no-necesitan-escoba-para-volar.htmlEstrella es una mujer que pasa de los cuarenta, divorciada y madre de dos mellizos adolescentes que la traen de cabeza. Trabaja en un hotel de playa organizando eventos para los clientes.
Un cambio en la direccion del hotel hace que conozca a Javier, el nuevo director general, por el que pronto siente una conexion mas intensa de lo que ella misma esta dispuesta a admitir.
Esta incorporacion no solo altera el estado de Estrella. Junto a ella, Deva y Lourdes, sus companeras y mejores amigas, se ven envueltas en una voragine de circunstancias que les van a dar la oportunidad de demostrar de lo que son capaces cuando se les presentan varios conflictos que resolver. Entre ellos, la historia personal que Javier trae consigo y por la que Estrella se engancha mas a el. -
Mi hermanastro es un highlander de Olivia Kiss
https://gigalibros.com/mi-hermanastro-es-un-highlander.htmlSamantha resoplo --por octava vez aquella tarde-- cuando por la megafonia del avion informaron de que estaban a punto de atravesar una zona de turbulencias. Aun no entendia que diablos estaba haciendo en aquel avion. Como se habia dejado convencer para atravesar el Atlantico para asistir a la enesima locura de su madre en los ultimos siete anos. Mas en concreto... a la tercera boda de su madre en los ultimos siete anos. A Samantha le costaba identificar a la mujer que ocupaba el asiento contiguo al suyo con la madre que la habia criado durante los primeros dieciseis anos de su vida. Connie Ross habia sido una mama de pelicula. Literalmente. De esas que se utilizan como topico en el cine y las series de television. Horneaba galletas para las fiestas escolares, era la presidenta de la Asociacion de Padres, llevaba a Samantha tres dias a la semana al entrenamiento de gimnasia ritmica y estaba, ademas, siempre de buen humor. Y guapa. Muy guapa, tambien. Cuando a Samantha le quedaban un par de anos para acabar el instituto y matricularse de Arquitectura en Harvard, su madre dio la sorpresa. Se habia enamorado de su profesor de salsa y queria el divorcio. Samantha y su padre se quedaron tan impactados que tardaron algunas horas en darse cuenta de que no era una broma. Y si a Samantha alguien le hubiera preguntado si preferia quedarse a vivir con su padre o marcharse con su madre... estaba segura de que habria elegido permanecer en la vivienda familiar, en la que habia crecido, junto a su padre, que era un hombre formal pero divertido, un arquitecto de prestigio cuyos pasos sonaba seguir su unica hija. Pero es que nadie le dio opcion. Connie, segun sus propias palabras, queria <
>. Seguramente su intencion no era mala al decir aquello, incluso Samantha entendia en parte a que se referia, pero... tardo anos en perdonarla. Irse a la universidad fue una liberacion. Su padre habia quedado destrozado despues del divorcio, perdido sin la presencia del amor de su vida. Ademas de que ni siquiera sabia donde guardaba los calcetines. Cuando Samantha comprobaba su inutilidad domestica, a veces tenia tentaciones de comprender a su madre. Pero se le pasaban pronto. Ella se convirtio en la sustituta de su madre al frente de la casa, a pesar de que solo era una adolescente cuando aquella responsabilidad le cayo sobre los hombros. Pero todo compenso cuando se fue a Harvard. Alli vivio un ano en una residencia de estudiantes, donde conocio a Amy y Lisa, que a partir del segundo curso se convirtieron en sus companeras de piso. En Harvard estudio mucho, pero tambien disfruto, aprendio bastante sobre la vida y acabo de definir lo que queria hacer con su futuro: regresar a Nueva York, entrar a trabajar en el estudio de su padre y utilizar el fideicomiso de su abuela para comprarse un apartamento bonito en Manhattan. Acababa de cumplir los veintitres, pero nadie podia negarle que el resto de su vida estaba perfectamente planificado. --?De verdad no quieres una copa de champan? --Connie la distrajo de sus pensamientos --. !Es gratis! Edward se ha portado fenomenal pagandonos el pasaje en primera clase, ?no crees? --De maravilla --le respondio, con una mueca sarcastica. Sus dos maridos anteriores tambien habian sido < > hasta que dejaron de serlo--. Pero no bebo, mama, no se cuantas veces tengo que decirtelo. --?Ni siquiera cuando es gratis? Samantha miro a su madre durante unos segundos. Retuvo en la punta de su lengua una respuesta mordaz y se limito a contestar con un resoplido, coger la almohada que la azafata le habia dado al entrar en el avion y recostarse contra la ventanilla. Sabia que no dormiria --nunca lo lograba en los aviones--, pero fingiria si hacia falta durante las seis horas que aun restaban para aterrizar en Edimburgo. Samantha habia asistido a la segunda boda de su madre, la primera despues de dejar a la familia. Habia sido con aquel bailarin cubano y la celebracion no habia estado mal, pero el matrimonio duro exactamente diecisiete dias. Asi, al modo de las famosas que se casan en Las Vegas en una locura de amor. Cuando, dos anos despues, le comunico que volvia a casarse, Samantha alego un examen importantisimo en la facultad y se salto el trance de volver a ver a su madre haciendo el ridiculo. Y aun no sabia como habia logrado convencerla para asistir a esa tercera boda. Desde luego, si hubiera sabido antes de aceptar que la boda se celebraria al otro lado del mundo, su respuesta habria sido un rotundo < >. Que se le habia perdido a ella en Edimburgo, se preguntaba Samantha mientras aquel avion se meneaba de un lado a otro en su vuelo sobre el Atlantico. A ella ni siquiera le gustaba Europa. Samantha era cuadriculada, en todos los sentidos posibles del termino. Le gustaban las cosas ordenadas, las ciudades como Manhattan, que componen una cuadricula perfecta sobre el suelo. Ella misma aseguraba que era capaz de atravesar las doce avenidas con los ojos cerrados, sabiendo los pasos exactos que separaban una manzana de otra. Habia viajado en sus anos de estudiante y no habia logrado enamorarse de Paris, Londres ni Roma como lo habian hecho sus amigas. No le gustaban sus callejuelas estrechas, los incomodos adoquines, la piedra envejecida. Ella habria construido el mundo entero en madera clara, acero y cristal. En blanco, negro y gris. Habia leido algo sobre Edimburgo cuando se habia enterado de que la boda se celebraria alli. Se habia emocionado un poco al saber que la ciudad se dividia en la Ciudad Vieja y la Ciudad Nueva, pero su gozo habia caido directo al pozo de la desilusion europea al descubrir que la Ciudad Nueva databa del siglo XVIII. ?Pero de cuando era la Vieja, entonces? ?De la Prehistoria? --?Sabes en que barrio esta nuestro hotel? --le pregunto a su madre en cuanto su iPad consiguio conectarse a la wifi del avion. No tenia sentido seguir fingiendo que dormia si podia dedicar un rato a navegar por internet. --?Hotel? --Su madre estallo en una carcajada--. ?Que hotel? --El hotel en el que nos alojaremos, mama. ?Que hotel va a ser? --?Pero tu te crees que Edward va a permitir que nos alojemos en un hotel? !Nos quedaremos en su casa! --No, no, no, no. --Una migrana. Eso estaba naciendo en las sienes de Samantha mientras iba recibiendo nuevas informaciones sobre el viaje. La entrega de su proyecto final de master la habia tenido demasiado distraida en las semanas anteriores y no habia podido supervisar todos los detalles con el celo habitual en ella--. Yo no me voy a alojar en casa de un hombre al que apenas conozco. Dime ahora mismo la zona en la que esta su casa y busco un hotel cercano. --Espera que lo busco. --Connie abrio su agenda y leyo--: Clashindarroc. --?Clashindarroc? ?Eso es la calle? --Debe de ser. Samantha hizo una busqueda en su tablet. Y despues otra. Y otra mas. A la cuarta se convencio de que no fallaba Google, sino la informacion que le habia proporcionado su madre. --Segun Google, Clashindarroc es un pueblo a unas tres horas en coche de Edimburgo. --Ah, si, claro. Donde esta el castillo. --?Que castillo? --A Samantha le costaba dilucidar si su madre se habia pasado con el champan o, simplemente, era asi. --El castillo donde se celebrara la boda. --??Vais a casaros a tres horas de donde nos alojamos?? ?Pero a que hora vamos a tener que levantarnos? --No entiendes nada. --Connie puso los ojos en blanco, como si no fuera ella la de la informacion deficiente, sino Samantha a la que le costaba pillarlo--. El castillo es la casa de Edward. Bueno, no la de el exactamente, sino la de su familia, desde hace algo asi como tres o cuatro siglos. El ahora vive en Edimburgo en un apartamento, pero quiso que la boda se celebrara alli porque... --Mama, para. --Samantha no queria gritar. Ella nunca gritaba. Mucho menos, en un avion --. ?Me estas diciendo que Edward y tu os casais en un castillo en las Highlands, y que es alli donde habiais pensado que nos alojaramos? --!Claro! ?Que no has entendido? Samantha se nego a contestar. Si las ciudades europeas no eran su fuerte, desde luego, los pueblos perdidos en medio del campo eran algo parecido a su idea del infierno. Cogio su iPad de nuevo y tecleo con tanta furia que tuvo miedo a cargarse la pantalla con una de sus unas de manicura perfecta. Esa si seria una desgracia dificil de soportar. --?Y que estas haciendo ahora? --Buscar un hotel en Clashinro... Clashdan... Clashindarroc. O como cono se llame ese lugar perdido del mundo. --Buena suerte. El tono ironico y la carcajada seca de Connie podrian haberle dado una pista a Samantha de que su busqueda no iba a ser tan sencilla, pero ni siquiera le estaba prestando atencion, en medio de su frenesi de busqueda de alojamiento. --Mierda de wifi... --Samantha no solia decir palabrotas; esa era una de las muchas normas que se autoimponia, pero no pudo evitarlo cuando actualizo por cuarta vez la pagina de busqueda de hoteles y los resultados seguian saliendo en blanco. --?Que pasa? --No me carga los hoteles del pueblo ese. --Es que no hay hoteles --dijo Connie, como si tal cosa. --?Que? --Que no hay ningun hotel en Clashindarroc. --?Como no va a haber...? --Es un pueblo de unos sesenta habitantes. El hotel mas proximo esta a un buen trecho en coche y es en realidad un bed and breakfast sin bano en la habitacion siquiera. Creeme, Edward se informo de todo para alojar a los invitados de la mejor manera posible. Los mas cercanos se alojaran con nosotros en el castillo y algunos otros en Inverness y llegaran en un autobus a primera hora de la manana del dia de la boda. --Pues... --Y no, no quedan plazas ni en ese hotel ni en el autobus. --Maldita sea... Samantha dijo < > como resumen. Lo que en realidad habria querido decir era la version completa: < >. La habia enternecido su madre en una visita que le hizo al campus. Llevaba ya dos anos de relacion con Edward cuando el le pidio matrimonio y, por una vez, parecia que aquello iba en serio. Hasta Samantha tenia que reconocer que no se podia comparar a las dos anteriores experiencias matrimoniales de Connie. Incluso Edward habia aparecido por sorpresa al dia siguiente para entregarle en persona el precioso tarjeton --color marfil, tipografia clasica, letras doradas, un elegante filo de estampado de tartan-- a traves del cual la invitaban a acompanarlos en el dia mas importante de sus vidas. Asi lo habia dicho el. Y alli estaba, en aquel maldito avion que no dejaba pasar ni una sola turbulencia. No le sonaba apetecible cuando creia que estaba volando a Edimburgo. Empeoraba bastante si pensaba en un pueblo de las Highlands, un castillo lleno de desconocidos y una boda que solo podia cruzar los dedos para que fuera la ultima a la que asistiera. Al menos, con su madre como protagonista. Sabia que no iba a dormir, pero Samantha se acurruco de nuevo en su almohada de viaje. De repente, volvia a sentirse como una nina pequena, enfurrunada, triste y con unas ganas enormes de estar de vuelta en su cama, rodeada de sus cosas. En el medio de su zona de confort, su lugar favorito del mundo. -
La improbabilidad del amor de Hannah Rothschild
https://gigalibros.com/la-improbabilidad-del-amor.htmlUna novela deslumbrante sobre el amor, un famoso cuadro desaparecido y un oscuro secreto del pasado. Una brillante combinacion de thriller, romance y satira sobre el mundo del arte.
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El cerebro escindido de Antonio Trijueque Monge
https://gigalibros.com/el-cerebro-escindido.htmlYo era periodista. No me resignaba a dejar de trabajar en esa profesion aunque estuviera limitado por mi paralisis. Entre en el despacho maniobrando la palanca de control de mi silla de ruedas, movida por la bateria electrica que producia un leve silbido, como si fuera dejando tras de si finos hilos de cautela. Ese motor me daba autonomia suficiente para desplazarme sin problemas, a no ser que me encontrara con los descorazonadores obstaculos de los lugares en donde todavia no habian habilitado rampas que posibilitaran los movimientos a esta clase de vehiculos. Pese vermelas frecuentemente con esos amargos inconvenientes, al menos no dependia de nadie que tuviera que venir empujando pesadamente tras de mi. --?Le apetece un cafe, un te, o tal vez prefiere un refresco? --me ofrecio amablemente el doctor Lizabe. --Un te me vendria bien. Gracias. El cafe me da ardor. Una enfermera fue la encargada de colocar, a los pocos segundos de haber terminado de pronunciar mis palabras, el platito con la taza sobre una mesa pequena que habia junto a mi silla de ruedas. --Esta perfecto --dije despues de haber dado un sorbo de cortesia para probarlo--. Gracias. --Mire estas radiografias --intervino Lizabe sin preambulos, senalando la amplia pantalla holografica del ordenador--. Bueno, no son exactamente radiografias. Son imagenes tomadas con diferentes dispositivos. Creo que ahora sobran explicaciones tecnicas sobre ese respecto. Yo asenti para que continuara. --Observe tambien estas otras fotos tomadas en el mismo lugar del accidente. Fije la vista con el interes que supuestamente debia demostrar. De entre los densos matorrales que crecian en la cuneta de una carretera secundaria, aparecia un coche completamente destrozado. --?Se da cuenta de la proporcion del siniestro? Cuando un mes despues los chicos abrieron los ojos, a nadie se le ocurrio que pudiera haber algo oculto, como lo que precisamente a continuacion le quiero explicar. Ya habia bastante sufrimiento con la muerte de uno de los jovenes. >>Es a causa de este suceso por lo que le he convocado a la cita. Ya ve, para hablarle de un caso olvidado desde hace ya tanto tiempo... ?Se ha planteado alguna vez el concepto de tiempo? Se lo pregunto porque hay miles de versiones al respecto desde que el ser humano tomo consciencia de su entorno. --El tiempo es lo que hay, dicen algunas existencias anodinas, para luego desaparecer como fugaces destellos de luciernaga. Lo lei en algun poema --dije. Observo mi gesto expectante y continuo. --Ahora vuelva a contemplar las imagenes tomadas por mi. No he dejado que las viera nadie antes, a no ser que fuera una persona en quien confiara plenamente. Como puede comprobar, aparecen dos craneos con la mitad de un cerebro cada uno. --Si, es cierto… Solo se ve la mitad de un cerebro. --Puse cara de escepticismo. --Es algo que se presta a inventar chistes impertinentes sobre cierto tipo de gente... ?No le parece? Yo me limite a seguir observando las imagenes que rotaban lentamente, procurando no dar mas juego al comentario. --Fijese bien. El de ella tiene el hemisferio izquierdo, y el de el el hemisferio derecho. El ADN de ambas masas cerebrales se corresponden mutuamente; mientras que los cuerpos, ademas de tener, como es natural, ADN diferentes entre si, no tienen ninguna relacion con cada una de las dos mitades del cerebro… Queria que usted lo supiera para que, como su profesion es la de periodista, se encargue de divulgarlo en su publicacion. Puse un semblante de incertidumbre, como quien de repente se percata de que le quieren vender una mercancia fraudulenta. --Ya veo que incluso en nuestros dias resulta dificil que este asunto sea creible --anadio al ver mi expresion de duda. El aspecto de Lizabe era como el de una persona sin perfil definido. Un hombre sin atributos destacables por el que se le pudiera describir pasadas unas horas despues de haber hablado con el.--Usted es un reportero de prestigio reconocido --prosiguio--, y seguro que encuentra la formula, para que todo esto que le estoy contando, resulte creible y no una ficcion insustancial. --Yo no lo veo asi en absoluto --le corte--. Solo veo que me esta induciendo a que escriba una serie de falacias sin sentido ni realidad. --Reconozco que es usted mas perspicaz de lo que hubiera imaginado. Tiene razon. Evidentemente, lo que yo le trato de explicar cabe a la perfeccion en el largo catalogo de fraudes, a los que dificilmente se les puede dar credito. Aun asi, voy a continuar, porque seguramente, al igual que lo he conseguido yo, en alguna parte del mundo habra otro u otros chalados que tambien ocultan logros similares. Muy pocas cosas suelen funcionar aisladamente. Yo arrugue la boca con un gesto lleno de preguntas sucesivas que se apelotonaban por salir. Al final pregunte: --?Un inconsciente colectivo? --Lleno de arquetipos. Otra vez consiguio arremolinar mi mente: --Demasiado para mi en estos momentos --dije chasqueando la boca con escepticismo--. Prefiero alejarme de esa deriva… Si, segun usted, todo lo que me esta mostrando es la pura verdad, no se de que tiene miedo. ?Que por falta de etica corra el peligro de acabar entre rejas? Al doctor Barnard no le paso nada cuando realizo el primer trasplante de corazon. Todo lo contrario. Quedo para la historia como un heroe y eso que el paciente sobrevivio tan solo una semana. --Efectivamente, por ahi va bien su razonamiento. Como organo, el cerebro no es mas que lo que pueda ser el higado, el bazo o el pancreas; salvo que el cerebro, ademas de consumir energia de manera similar, crea los pensamientos que nos llevan a ser o creer lo que somos. A poder decir <
> o < >... o < >. --Entonces, ?por que no es un cientifico sin miedo y lo hace publico usted mismo, aunque eso le cause problemas? Esta claro que recibira el odio y la reprobacion de mucha gente, pero sabe que tambien conseguira el apoyo y la admiracion de muchos mas. No le hace falta el respaldo de ningun periodista como yo. --Le comprendo perfectamente. Pero quiero volver al principio, cuando realice toda la tarea en silencio y sin la ayuda de nadie. Lo hice porque sabia que no causaba ningun mal. Todo lo contrario --dijo sin mostrar sentimientos en su rostro inexpresivo. Mientras hablaba, se habia quedado mirando absorto a traves de los cristales del amplio ventanal a la ciudad sin confines. Algo me indicaba que sus opiniones transmitian muchos mas significados que los encerrados en las palabras anteriores, pronunciadas de una manera neutra, nebulosa… --El problema --continuo-- es que todavia me queda un segundo paso para superar todos estos inconvenientes eticos, morales, legales o como quieran ser llamados. Ustedes, los periodistas, tambien tienen un codigo etico, deontologico, igual que lo tenemos los medicos. De hecho, todo el mundo, se dediquen a la tarea que sea, vienen a tener unas reglas de convivencia con las que poderse entender y respetar. --En las sociedades civilizadas es lo que se suele establecer como principio necesario. Pero no encuentro mucho la relacion... que puede haber en todos estos conceptos que me esta presentando. Tras hacer una breve pausa, en la que parecio recopilar las ideas, continuo: --Le contare las circunstancias de lo que les sucedio a los tres amigos, como consecuencia del accidente… Se quedo pensativo unos segundos mas. --Para que el asunto quede claro, se lo voy a detallar aplicando una letra para cada unos de los tres sujetos y asi no perdernos en la explicacion. Aunque le prevengo de que las narraciones lineales no son precisamente mi fuerte. Por eso le pido disculpas por las veces que pueda saltar de un asunto a otro sin motivo aparente, ya que suelo despistarme y repetir lo que ya he comentado con anterioridad. --Por mi de acuerdo. No se preocupe. Fui a apretar el icono en la pantalla del telefono movil para empezar la grabacion, pero Lizabe me indico que preferia que lo hiciera a la usanza clasica, o sea, utilizando una agenda y un boligrafo -
Tras la pista que me llevo a ti de Caridad Bernal
https://gigalibros.com/tras-la-pista-que-me-llevo-a-ti.htmlEl cree que todo esta perdido. Ella, que siempre hay esperanza.
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En camas separadas de Laura Maqueda
https://gigalibros.com/en-camas-separadas.htmlPrimera regla de la amistad: no enamorarte jamas de tu mejor amigo.
Hector y Mia han sido amigos desde mucho antes de lo que les alcanza la memoria. Acostumbrados a pasar juntos todo su tiempo libre, han compartido bromas, primeras veces, desenganos. Y han sido precisamente sus rarezas las que los han mantenido como un frente unido.
Sin embargo, la vida los obliga a tomar caminos separados, y ahora Mia, en Madrid, y Hector, en Japon, deberan aprender a vivir el uno sin el otro sabiendo que es probable que no vuelvan a verse.
Pasan los anos y Mia, con la sensacion de que le falta la mitad de si misma, se centra en su trabajo mientras fantasea con su guapisimo jefe, convencida de que ella podria ser la mujer de su vida. Pero lo ultimo que Mia se imagina que ocurra es que su mejor amigo regrese.
A su vuelta del extranjero, Hector hara que su mejor amiga se plantee que es lo que realmente espera de la vida. Ademas pondra su rutina patas arriba al irse a convivir con Mia al pequeno apartamento de esta, lo que no sera cosa facil, porque. los amigos duermen en camas separadas., ?verdad? -
Ensueno Apasionado (El ensueno 1) de Nico J. Genes
https://gigalibros.com/ensueno-apasionado-el-ensueno-1.htmlLa Lucha de una Mujer que Debe Escoger Entre sus Suenos y El Verdadero Amor Despues de Descubrir su Sexualidad
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La espada y la semilla de Jordi Nogues
https://gigalibros.com/la-espada-y-la-semilla.htmlA partir de unos personajes historicos que cobran vida de nuevo con fuerza y determinacion, La espada y la semilla reconstruye un momento clave de la historia catalana cuando -despues de la victoria de Ramon Berenguer IV contra Al-Muzaffar en Lleida en el ano 1149- se empiezan a repoblar las tierras entre el Ebro y el Llobregat que se conoceran con el nombre de Cataluna Nueva.
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La locura de Chloe (Trilogia Locura 2), Chloe Magne de Chloe Magne
https://gigalibros.com/la-locura-de-chloe-trilogia-locura-2-chloe-magne.html -
Quiza de Luisa Geisler
https://gigalibros.com/quiza.htmlLuisa Geisler, seleccionada por la revista Granta como una de las mejores narradoras brasilenas jovenes, aborda en Quiza el desgaste de las relaciones familiares, los conflictos generacionales y las contradicciones de la adolescencia.
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Lo mejor que se decir sobre la musica de Robert Walser
https://gigalibros.com/lo-mejor-que-se-decir-sobre-la-musica.html<
>. Para Robert Walser, la musica no fue solo algo bello y autentico, sino tambien algo increiblemente subversivo que, en cuanto distinto al lenguaje, se oponia a la limitacion de las convenciones. -
La mitad mas uno de Olivia Chipres
https://gigalibros.com/la-mitad-mas-uno.htmlAmbientada en la ciudad de Buenos Aires, mezclando dos mundos diferentes el futbol con el amor (dos pasiones); el
Juan Ledesma el delantero del equipo de futbol mas popular de
su pais conoce a Paula Dubois, pronto a graduarse de Chef,
mientras trabaja como secretaria de una agencia de publicidad en donde e el, Juan sera la cara comercial de un banco multin acional.
El flechazo fue unanime, la pasion los une. Pero en el camino ambos tienen que solucionar los errores cometidos…….
Paula no lo puede creer.
El, Juan el super astro del futbol argentino, tampoco lo puede creer.
Dos mundos diferentes, dos vidas diferentes hace vibrar y temblar sus mundos. ?Saldra alguna receta de estos dos personajes? !Por Dios que buen mozo que es!, lastima que esta con esa tal Jessica, penso Paula. -
Ojala pudiera decirte te quiero (Ojala pudiera 1) de A. Leon
https://gigalibros.com/ojala-pudiera-decirte-te-quiero-ojala-pudiera-1.htmlPrimera parte de la trilogia de misterio “Ojala pudiera…”
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!Tu te lo buscaste! 1, Emma Green de Emma M. Green
https://gigalibros.com/tu-te-lo-buscaste-1-emma-green.html -
Sirens 4 de Lena Valenti
https://gigalibros.com/sirens-4.htmlHistoria original de Lena Valenti y Valen Bailon.
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Riesgos de los viajes en el tiempo de Joyce Carol Oates
https://gigalibros.com/riesgos-de-los-viajes-en-el-tiempo.htmlLa novela mas imaginativa, joven y distopica de Joyce Carol Oates.
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13 de Steve Cavanagh
https://gigalibros.com/13.html