• adelaide bon - Adelaide Bon

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    ?Se seco la boca con el dorso de la mano, se paso la lengua por los dientes, se recompuso un poco el peinado? ?Fue ella o fue el quien le subio las bragas, quien le recompuso el pichi rojo, quien le aliso la blusa blanca? Ella lo mira y asiente con la cabeza, como los perritos que menean la cabeza colocados sobre la bandeja del maletero. Soy buena, soy mona, me gusta esto, eres mi amigo, te gustan mis nalgas grandes, te portas bien conmigo, soy golosa, no dire nada, es nuestro secreto, te lo prometo, no dire nada. Esas son las palabras que el le dijo y que ella no recuerda, como tampoco recuerda lo que el le hizo. Recoge la bolsita de papel blanco con los palotes y el bote de copos especial para peces rojos que habia dejado en la esquina desnuda de un escalon. Algo ha dado un vuelco, no sabe si es el suelo o si es ella, se concentra para subir la escalera. En el rellano, se gira cuando el la llama, vuelve a prometerselo asintiendo con la cabeza. Esta tumbada en su cama, intenta atrapar una lagrima con la punta de la lengua. Las tablas del pasillo chirrian, coge su libro. Sin familia, Hector Malot. -?El libro que estas leyendo te hace llorar? -pregunta su padre, alarmado quiza porque ella se ha deslizado como una sombra desde la entrada del piso hasta su habitacion, sin el ritual atronador del Hola mi querida familia a la que amo y adoro, sin cerrar de golpe la puerta de entrada, sin correr a contarles cualquier cosa. Su cabeza se mueve. Izquierda. Derecha. Derecha. Izquierda. -?Ha ocurrido algo? Su cabeza se mueve. Arriba. Abajo. Abajo. Arriba. Esta sentada entre su padre y su madre en el sofa color burdeos del salon, su hermano y sus hermanas han desaparecido. Mira las paredes tapizadas, no las reconoce, como tampoco reconoce a sus propios padres. De repente todo esta cambiado sin que ella pueda ver que. Le hablan, a ella le cuesta oirles, comprenderles. Flota. Esta sentada en el asiento trasero del coche de policia, junto a su padre. Los policias ponen las luces giratorias para hacerla sonreir. Ella sonrie. Es buena. Ya no esta ahi. Esta muerta. Parece que nadie se da cuenta. En la comisaria, una policia le hace preguntas, ella tiene que contestar con un si o un no, asiente o sacude la cabeza, dependiendo. No siente nada. La policia toma nota, Me toco el culete: por delante y por detras. Me cogio la mano izquierda y la coloco sobre su sexo. Le dicen que pone una denuncia por tocamiento se xual y que el senor de la escalera es un pedofilo. Ella asiente con la cabeza. No siente las medusas que se meten en ella aquel dia, no siente los tentaculos largos y transparentes que la penetran, no sabe que sus filamentos van a arrastrarla poco a poco a una historia que no es la suya, que no le concierne. No sabe que van a desviarla de su ruta, atraerla hacia profundidades desiertas e inhospitas, entorpecer hasta el mas minimo de sus pasos, hacerla dudar de sus punos, estrechar ano tras ano el mundo que la rodea reduciendolo a una bolsita de aire sin salida. No sabe que a partir de ahora esta en guerra y que el ejercito enemigo habita en ella. Nadie la previene, nadie se lo explica, el mundo ha enmudecido. Pasaran los anos. Olvidaran ese domingo soleado del mes de mayo o, mejor dicho, no hablaran de el. Ella tampoco pensara mas en ello. Por supuesto, tu ya habias vivido peleas, penas, enfados, derrotas y entierros. Ya habias aprendido que amar con fuerza a alguien no impide que muera, pero que podemos seguir hablandole despues, como hablabas con el abuelo, bajo el ciruelo. Sabias que existen enfermedades de las que nadie sana y preguntas a las que nada responde. Y respuestas, sin embargo, en las telas de arana resplandecientes de rocio que ninguna palabra seria capaz de contener. Dios habitaba en el rincon mas calido de tu corazon y en el zumbido de los insectos en primavera. Te encaramabas a la cima de los arboles para sentir como te inclinabas con ellos bajo la brisa. Tenias un enamorado que hacia esgrima y para el cual dibujaste un dia los doce hijos que tendriais juntos. Te pillabas unas rabietas teluricas que hacian que te sentaras en la acera y te negaras a levantarte. Coleccionabas palabras bonitas y palabras locas en libretas. Querias ser bombera, salvadora del mundo, gran escritora. Te traian sin cuidado los espejos y las apariencias. Tenias nueve anos.

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    La niña de la banquisa: 1044 (Panorama de narrativas). de · Cristina Zelich ; La petite fille sur la banquise (Documents). Edición en Francés | de Adelaïde Bon ...

  • LA NIÑA DE LA BANQUISA | ADELAIDE BON | Casa del Libro

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    17 feb 2021 — El libro LA NIÑA DE LA BANQUISA de ADELAIDE BON en Casa del ... Un homenaje a las librerías, a los libros y a todos aquellos que los aman.

  • La niña de la banquisa - Bon, Adélaïde - 978-84-339-8082-3

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    Un libro valiente, perturbador y necesario. Un soleado domingo de mayo, Adélaïde, una niña de nueve años de familia parisina acomodada, sufre una agresión ...

  • Adélaïde Bon - Editorial Anagrama

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    Adélaïde Bon, nacida en 1981 y graduada en la Escuela Superior de Arte Dramático de París, es actriz. ... Vive en París y este es su primer libro.

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    Autora francesa nacida en 1981, Adélaïde Bon cuenta con formación artística, habiéndose graduado en la Escuela Superior de Arte Dramático de París, ...

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    17 feb 2021 — Veintitantos años después, superado –al menos en parte– ese trauma infantil, Adélaïde revivirá lo ocurrido de nuevo. La policía ha detenido al ...

  • Libro | Relato de un infierno | La Verdad

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    1 mar 2021 — La víctima se llama Adelaïde Bon. Y la autora también. En realidad, se trata de la misma persona. La autora debuta en la narrativa con esta ...

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  • La Vidriera del Duque de Raquel Campos

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    Granada, ano del senor de 1565
    A la finca de la Vidriera, un lugar aislado y fascinante, llegara un misterioso caballero que cambiara la vida de todos sus habitantes. Luchara contra las injusticias que ira descubriendo y una joven de cabellos triguenos hara que su mundo se tambalee.

  • Golpes de luz de Ledicia Costas

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    Llevo toda la vida oyendo cosas que no quiero oir. Mierdas. Eso es, llevo toda la vida oyendo mierdas. Y que quieres que te diga, con casi ochenta anos estoy hasta las narices. Lo que peor llevo es aguantar a mi hija. Ya se que nos pasa a todas cuando empezamos a envejecer, que nadie se vaya a pensar que me las estoy dando de especial. Pero es que es una cruz. Se creen que tienen el cielo ganado por hacerse cargo de nosotras, pero la verdad es que son pesadisimas, no hay Dios que las soporte. Menos mal que llega un momento en que acaban hartas y desisten. Se rinden, dejandonos por imposibles. Yo estoy esperando ansiosa por ese momento en que pasen de mi y me dejen a monte de una punetera vez. Julia, mi hija, aun no entro en esa fase y estamos echando una especie de pulso. Voy a tener que empezar a llamarla la Detectiva. Controla todos mis movimientos con lupa: lo que como, mi medicacion, los cuartos que tengo en el banco, cuantas veces voy a mear y tambien la ropa que llevo. La ultima que tuvimos fue porque no me puse el camison para dormir. Entro en mi cuarto por la manana antes de irse al trabajo y me encontro vestida con pantalon de pinzas y la blusa de los domingos. Quise taparme hasta arriba con el edredon para ocultar el pecado, pero no me dio tiempo. Entre otras cosas, me llamo vaga. Y eso me sento como una patada. Llevo toda la santa vida peleando, nadie tiene derecho a acusarme de vaga. Ni siquiera ella. Una cosa es que sea mi hija y otra bien distinta permitir que monte por encima de mi. Bastante tengo con soportar la propia vida. Tampoco me parece tan dificil de entender, me cuesta trabajo sacarme la ropa para ponerme otra. Me duelen los brazos, el pescuezo, las articulaciones, los setenta y nueve anos que tengo. Me duele hasta el alma. Y la verdad, no veo la importancia de dormir en camison o en traje de luces. Desde que vive aqui ni siquiera puedo meterme en mi cama como me de la gana. <>, repite Julia una y otra vez. ?Que normas son esas? ?Quien carallo las invento? Y lo mas importante: ?por que hay que seguirlas? Recuerdo la anterior bronca gorda que tuvimos. Era pleno verano, pero aquel dia estaba de tormenta. Yo no podia dormir, llevaba horas dando vueltas en la cama sin pegar ojo. El ambiente estaba muy cargado, hacia una calor insoportable. Seguramente me olvidara de tomar la pastilla para dormir, a veces me pasa. De repente, estallo un trueno que hizo catapun en el cielo y enseguida rompio a llover. Me altere un poco. Empece a pensar en los caracoles saliendo de sus toberas, dereitinos a devorar las plantas del jardin, que es mi lugar sagrado. Le dedico muchas horas, trabajo como una mula. No hay un sitio en esta casa donde me sienta mejor que entre mis flores. Intente centrarme en otra cosa para olvidar el asunto de los caracoles, pero hay veces que es como si una idea me furase el craneo. Se me mete dentro de los pensamientos y me quedo ahi atascada. No aguante mas. Puse la bata por encima del camison, cogi mi martillo y sali en zapatillas. Ahora que lo pienso, pude calzarme las botas de agua, pero en aquel momento no se me ocurrio. Fue un impulso. Por lo menos se me encendio la bombilla y espere en el porche de la casa a que escampara. Las tormentas de verano son asi, llueve a cachon unos minutos y luego todo se calma. Cuando paro el chaparron, sali al jardin. ?Cuantos caracoles puede escachar una mujer de casi ochenta anos en medio de la noche? La respuesta esta clara: cero. Entre la poca vista que tengo y la falta de luz, no consegui atizarle a ninguno. El hecho de pensar en el sonido de los caparazones escachando debajo del martillo me daba mucho gusto. Pero habria que esperar a otra ocasion. El sueno que me abandonara aquella madrugada aparecio de golpe. Estaba agotada, como sin fuerzas. No parecia una mala opcion acostarme alli, al aire libre. La temperatura era fantastica, y con el trabajo que me da subir escaleras, volver a mi cuarto me parecio malisima idea. Saque la bata, la coloque en el suelo para no manchar el camison y me deje ir. Muchas veces, de nina, dormia al raso con mi hermana Claudia. Que recuerdo tan agradable. Acostarme alli, en medio del jardin, fue como volver a la infancia, y eso sienta muy bien. El olor de la tierra y de las plantas aromaticas y de las otras que crecen salvajes. A esas las llamo ventureiras. Podia reconocerlas todas: hierbaluisa, menta, diente de leon, incienso, romero, ruda… Que a gustito se estaba alli, entre todas mis flores. Me quede frita. Desperte a las siete de la manana, con mi hija berreando. Se iba al trabajo y, al verme tirada en el suelo, penso que estaba muerta. --!Cala, ho, que vas a asustar a las vecinas! No estoy muerta, estoy meditando --le explique, en un intento baldio de quitarle hierro al asunto. --Meditando. En camison acostada en el jardin. ?Cuanto llevas ahi? --No me acuerdo --disimule. Cualquier opcion parecia mejor que la verdad. Jamas entenderia los motivos que me llevaron a acostarme en el jardin. --Mama, no podemos seguir asi. !Haces lo que te da la gana! Estas consumiendome. --Pues para estar consumida vas sobrada de patas y cachas --anadi, con la mirada fija en las carnes que a duras penas cubrian su falda. Tampoco se lo dije por mal, pero ella se lo tomo a la tremenda. Estuvo todo el dia sin casi dirigirme la palabra. No fue para tanto. La gente de ahora no soporta el mas minimo comentario. Y ojo, yo tampoco dije mentira ninguna. Tan solo la verdad. Pero la verdad, en ocasiones, muerde. Como el tiburon aquel de la pelicula. Arredios, aquellos eran dientes y no los mios. Sebas Mi abuela esta un poco mal de la cabeza. No es una locura que la vaya a llevar a liarse a tiros en el supermercado, ni a pegarle fuego a la casa de un vecino. O eso espero, tampoco puedo asegurarlo al cien por cien porque tenemos un vecino con el que se lleva fatal. Seria terrible que la abuela hiciese algo asi. Aunque saldria en la television y en los periodicos, y eso me haria ganar puntos en la escuela. Voy a quinto de primaria. Ser el nieto de una psicopata es algo que da un estatus y, sobre todo, un respeto. Ademas, a mis amigos y a mi nos encantan los escandalos. Cuanto mas gordos, mejor. Lei en internet que en los momentos de excitacion nuestro cerebro empieza a disparar adrenalina. Asciende la frecuencia cardiaca, se contraen los vasos sanguineos, se dilatan los conductos de aire y… !BAM! Tenemos via libre para hacer cosas como gritar, que es de lo mas excitante. Lo que no soportaria es que detuviesen a la abuela. Me gusta vivir con ella y en la carcel no admiten ninos. Mama dice que la abuela siempre ha tenido algun tipo de desajuste mental. Ese termino no existe, ya me he preocupado de buscarlo. Supongo que se lo invento para suavizar el asunto. Lo que si es verdad es que cada vez esta mas rara. Yo no comprendo lo que le pasa a su cabeza porque no se nada de desajustes. No es una abuela normal y punto. Ya estoy acostumbrado a sus reacciones. No es muy dificil, ahora que nos hemos mudado a su casa y paso con ella tantas horas. Antes viviamos en Madrid, pero con el divorcio de mis padres, en septiembre nos cambiamos de casa, de ciudad y de comunidad autonoma. Unos senores con tatuajes metieron todas mis cosas en cajas. Fue raro ver mi cuarto desnudo como un esqueleto, sin libros, sin la coleccion de Lego en las estanterias y sin ropa tirada por el suelo. Mi habitacion, que siempre habia sido calentita, de repente parecia un congelador, y eso fue algo triste porque no me gusta el frio ni el olor del hielo de la nevera. Tampoco los alimentos cuando se estan descongelando, excepto el pescado con anisakis, porque esos bichos son bastante divertidos, se mueven a un lado y a otro como si bailasen. Pero eso solo pasa si llevan menos de doce horas en el congelador. A partir de ese tiempo, la palman. Una vez encontre anisakis en una merluza. Eran como una comunidad enana de parasitos supervivientes a una glaciacion. Valore mucho esa capacidad de resistencia. Querian vivir por encima de todo, no hay que ser muy listo para darse cuenta de eso. Pero su destino fue cruel. La bolsa de la basura no es una sepultura demasiado decente, y alli fue donde terminaron, entre toda clase de desperdicios que no estaban a su altura. Intente explicarselo a mi madre, pero paso de todos mis argumentos. Mama dice que somos muy afortunados por vivir aqui. No para de repetir esa frase. Esta empenada en que muchos matarian por tener una casa tan grande, con una finca de tantos metros, lejos del ruido y del trafico de Madrid. En el fondo creo que dice eso todo el rato para convencerse de que el cambio ha sido para mejor. Y luego resulta que la oigo llorar muchas veces y entonces ya no se que es de verdad, si sus palabras o sus lagrimas. Duerme en un cuarto pegado al mio y su voz se cuela por las grietas de la pared. Se me enrosca en el pelo y alrededor del cuello. Su voz hace engordar mis problemas. Su voz, cuando llora, es como suspender matematicas. Jamas he suspendido matematicas, pero he visto como otros ninos suspendian y puedo reconocer esos efectos. Para alejarme de todo eso que me pone triste, cojo mis auriculares y subo el volumen al maximo. A ningun nino le gusta que su madre llore. Y menos con tanta frecuencia. ?Cuantas veces a la semana llora una persona adulta? Quiero conocer esa media para sacar una grafica como las que salen en la tele cuando analizan cosas. Me gustaria saber si me tengo que alarmar o si esta dentro de lo que se considera normal. ?Podria llenar una botella de treinta y tres centilitros con las lagrimas que derrama cada mes? ?Hay algun medico especialista en este problema? Me pregunto si papa tambien llora y, en caso afirmativo, cuantas veces. Tengo que consultarselo. Hablo con el todos los dias por videollamada. No es lo mismo que vivir juntos. Ni siquiera se parece a vivir juntos, pero puedo verle la cara y contarle cosas de la escuela y de casa, y eso esta bien. No se si le gustara que le pregunte por sus lagrimas. Hay cosas sobre las que los adultos evitan hablar. Y creen que no nos damos cuenta, pero si. En este colegio nuevo tengo dos amigos: David y Noa. David tiene una coleccion de comics de superheroes bastante alucinante y pesa setenta y siete kilos. Tiene obesidad infantil y todo el mundo lo llama Gordo. Yo simplemente lo llamo David o, como mucho, Guerrero, porque su primer apellido es Guerra. El medico lo ha puesto a dieta. Lleva ya once dias y cinco horas, y eso es un infierno para cualquier nino. Le prometi que manana meteria chocolate en la mochila por si le da otro ataque de ansiedad. Noa no se cuanto pesa, pero poco. Es una de las ninas mas flacas de la clase. Tambien de las mas listas. Completa todas las caras del cubo de Rubik en sesenta segundos. El cubo de Rubik es una especie de rompecabezas en 3D. Sirve para ejercitar una parte del cerebro que la mayoria de los seres humanos tienen dormida sin que ni siquiera lo sepan. Noa dice que su habilidad para completar las caras del cubo no sirve para nada, que simplemente le resulta divertido. Pero todo el mundo sabe que su cerebro va a terminar en un laboratorio, en manos de la ciencia. Cuando eso suceda, espero estar ahi para verlo y poder participar en el documental que hagan sobre su vida. Quien tambien merece un documental es mi abuela Luz. De todas las cosas extranas que hace, la que mas me agobia es la relacion que tiene con su martillo. Nunca se separa de el. Hace un par de semanas paso algo brutal. Les hable de esto a mis amigos y Guerrero tiene su propia teoria: --Fue la noche de la tormenta, supongo que os acordais. --Claro que nos acordamos. Tenemos diez anos, nos acordamos de todo --me dijo Noa--. ?Sabiais que una tormenta puede acumular mas energia que una bomba atomica? --Eso es imposible --la contradijo David, con la boca llena de edamame, unas bolas verdes que no saben a nada que le recomendo su nutricionista para cuando no es capaz de controlarse. O sea: para todo el rato. --Una sola descarga puede alcanzar treinta millones de voltios y cien mil amperios. --Noa parecia saber de lo que hablaba--. Y un relampago puede ser hasta cinco veces mas caliente que la superficie del Sol. Cuando una persona sufre el impacto de un relampago, si lleva encima algun metal, este se derrite como tranchetes. David vacio de golpe en la boca el contenido de su bolsa de edamame. Estaba clarisimo que mientras masticaba intentaba ganar tiempo. Buscaba un argumento con el que desmontar toda aquella informacion que tanto podia ser autentica como falsa. Aunque, conociendo a Noa, los dos sabiamos que era verdad. --Continuo con lo importante y ya analizaremos luego esos datos --corte el debate--. Estabamos en la noche de la tormenta, centraos. No paraban de caer relampagos y truenos potentisimos. Era imposible dormir, asi que me asome a la ventana para ver si conseguia sacarle alguna foto chula al cielo con la Polaroid que me regalaron mis padres por mi cumpleanos, antes del divorcio. Y, de repente, la vi caminando hacia el jardin. Era mi abuela. En camison, zapatillas y con su martillo en la mano, con los relampagos explosionando encima de su cabeza. --Tu abuela es Thor --sentencio David. Noa y yo lo miramos en silencio, esperando una explicacion. --Martillo, relampagos y truenos. Esta clarisimo. --Querras decir Thora --quise corregirlo. --Nada de Thora. Thor --insistio, manteniendose firme--. Quien porta el martillo es Thor. El Mjolnir decide quien es digno de portarlo. Y tanto puede ser un hombre como una rana, un extraterrestre o tu abuela. --?Un extraterrestre? --le pregunte. --Claro. Billy Rayos Beta. Uf, estais superverdes. --David, ?tu estas seguro de todo esto? --le pregunto Noa. --Tanto como tu de que un relampago puede convertir un metal en tranchetes fundidos. --Vale, vale. Nos queda claro. Sebas, ?que hizo tu abuela con el martillo aquella noche? --No tengo ni idea. Se acosto en el suelo, con el Mjolnir sobre el pecho, y se quedo alli, bajo la tormenta. --?Has intentado alguna vez coger ese martillo? --quiso saber David. --Es imposible. No se separa de el ni para dormir. --Aunque lo intentaras, no serias capaz de moverlo ni un cuarto de milimetro. Solo Thor puede portar el martillo. No me mireis asi, leed los comics, mirad las pelis, !documentaos un poco, tios! Me quede alucinado con aquella revelacion. Si mi abuela es Thor, yo soy el nieto de una diosa bastante poderosa, y eso es una responsabilidad. Desde entonces, no le quito ojo. Creo en la teoria de Guerrero con todas las celulas de mi cuerpo, es lo unico que explica la obsesion de la abuela Luz con el martillo. Me gustaria tener mas pruebas. Necesito conseguirlas.

  • Pizzeria Vesubio de Walter Riso

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    Receta para una novela inolvidable

  • Catalunya para marcianos de Jaume Pi I Bofarull

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    Oriol Conill i Pi, funcionario de la Generalitat y destacado dirigente de Omnium Cultural, dicta al taxista andaluz, y por tanto charnego, Cucufato Redrojo Garcia 47 lecciones para que pueda convertirse, como desea, en un buen catalan. Con buenas dosis de cinismo, este catalan de pura cepa le cuenta al converso todos los topicos, invenciones y ensonaciones historicas en las que se basa el movimiento secesionista.
    El resultado es una critica vehemente que levantara ampollas porque cuenta hechos y usa argumentos que son considerados tabu en el mundo nacionalista y su entorno, y que tampoco suelen desplegar sus opuestos por timidez o prudencia.

  • Vestida de blanco de Mary Higgins Clark

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    Vestida de blanco es la segunda novela sobre el programa de television de Laurie Moran. El reality que trata de desvelar los misterios sobre casos sin resolver se centrara esta vez en la desaparicion de una novia el dia de su boda.

  • Siempre hay un roto para un descosido de Cristina Gonzalez

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    Africa, acompanada por sus cuatro perros y su caballo, dirige un pequeno consultorio veterinario que la mantiene ocupada gran parte del dia -y de la tarde-. Le gusta la naturaleza, los libros, la soledad y todo lo que tenga pelo, cuatro patas y coma pienso.
    Africa vive en Villafranca: es un pueblo minusculo de calles empedradas y senoras haciendo ganchillo en la calle (senoras que hablan de mas).
    Javier es un medico de familia recien salido de la residencia que, por cosas de la vida, ha ido a parar al centro de salud de este mismo pueblo. Javier tiene muchas virtudes, pero entre ellas no se encuentra la simpatia. Ni la amabilidad. Ni el tacto. Por eso, los habitantes de Villafranca deciden, de manera temporal, que a partir de ahora, Africa va a ser el nuevo medico, saturando la consulta veterinaria de individuos de la tercera edad avidos de enalapril y paracetamol.

  • La escalera del agua de Jose Manuel Garcia Marin

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    Angel es un muchacho que malvive en una misera alqueria de Las Hurdes, dedicado a las labores del campo y sin mas ambicion que lograr comer cada dia. No sabe que su familia y sus vecinos guardan un secreto, pero su abuelo se encargara de desvelarselo cuando, segun la tradicion, llegue el momento: son descendientes de moriscos, expulsados de Granada en el siglo XVI, desterrados del reino de Toledo en el XVII y refugiados en ese remoto paraje para huir de la persecucion. Ese hecho marcara la existencia de Angel, asi como un desgraciado suceso que le obligara a escapar de su aldea y a rehacer su vida en Toledo, al amparo de unos padres franciscanos que le daran carino y educacion y haran de el un hombre admirable.

  • Amor complice de Cova Galena

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    Erase una vez, una chica que creia en el amor verdadero, en los cuentos de hadas y en los finales felices con confeti de colores y fuegos artificiales. Sabia que su principe azul no llegaria a lomos de un corcel blanco para salvarla de la bruja malvada, ni la despertaria de un sueno eterno con el mas apasionado de los besos; pero estaba segura de que el dia que encontrase al hombre de su vida, lo sabria con una sola mirada, con un solo beso, con un solo gesto. Pobrecita nuestra princesa, pues estaba equivocada y, despues de pasarse anos besando al mismo principe, descubrio que era una rana. Bueno... una rana, lo que se dice un anfibio de ojos saltones, piel humeda y lengua extralarga, puede que sea un poco exagerado. Bastante, diria yo. Pero su radiante sonrisa ya no era capaz de derretirme como si estuviese bajo el insoportable sol del verano y el calor de su mirada, ya no me cobijaba ni protegia del frio helador de un invierno polar. Mi principe ya no endulzaba con chocolate mis desayunos, sino que se me indigestaba como una galleta de Beckelar que se habia quedado abandonada durante anos en un armario de la cocina. Aquella manana, podia haber sido una manana cualquiera en un pequeno palacio en el que una enamorada pareja de la realeza daba rienda suelta a los latidos de su corazon. Pero yo era una princesa mas triste que bella, Marcos ya no era mi amor y la pasion se habia esfumado por una grieta recondita de nuestra relacion. Me sente a los pies de la cama mientras me abotonaba los botones de mi camisa blanca. Una blusa elegante y ridiculamente cara que Marcos, mi apuesto principe, me habia regalado por mi ultimo cumpleanos. !Con lo que me gustaban a mi las tiendas low cost! Pero no era un dia cualquiera. Me sentia como una de esas mujeres cincuentonas que se sientan frente a sus maridos y se quedan en silencio porque no tienen absolutamente nada que decirles, ni siquiera, un reproche. Podia verme convertida en una anciana amargada con cara de uva pasa, porque el desamor le habia quitado las ganas de vivir. No podia seguir asi, aunque... a decir verdad, vivir con un pudiente principe me permitia vestir blusas de marca. Porque... !que delicadeza de tejido, menuda caida tenia la dichosa blusa y con que gracia realzaba mi pecho! Pero no... el mundo con una Angela Channing ya habia tenido suficiente. "Soy una princesa y me merezco pasar toda la vida comiendo perdices junto al hombre de mis suenos” me dije con lagrimas en los ojos. Tic, tac, tic, tac... algo sonaba en el interior de mi mente, pero no podia distinguir si era mi reloj biologico o la dinamita que estaba a punto de hacer saltar mi corazon por los aires. Marcos, el principe mas deseado del baile, habia acabado la carrera un ano antes que yo. El, ademas de guapo y encantador, era un alumno aventajado y aunque yo no era mala estudiante, no habia tenido demasiada prisa por darme de bruces con el mundo laboral. La idea de engrosar las colas del paro no me resultaba demasiado atractiva y queria retrasar el momento de tener que pasar mis mananas con un termo y un libro frente a la oficina de empleo. Una conocida empresa del sector energetico habia arrancado a Marcos de las cuatro paredes de la facultad, y en solo dos anos, el flamante principe ya formaba parte del consejo de administracion. A punto estuvieron de celebrar su fichaje con una fiesta con decenas de cornetas entonando melodias alegres y banderas de llamativos colores ondeando a los cuatro vientos. Siempre habia tenido claro que Marcos triunfaria en el mundo empresarial y lo habia conseguido, incluso, en menos tiempo del que me habia imaginado. Estaba muy orgullosa de el. Se lo merecia, era lo que se dice un crack. Marcos no era un principe tontorron que lo unico que sabia hacer era montar a caballo y desenvainar su espada (aunque esto ultimo lo hacia muy bien, ejem, ejem), sino que era un hombre brillante con un futuro prometedor y un tupe rubio ceniza cual caballero legendario. En cuanto firmo su primer contrato laboral, Marcos me propuso irnos a vivir juntos a un piso mas grande y yo acepte encantada, cargada de ilusion y esperanza, porque tenia ganas de comenzar una nueva etapa de nuestra vida y nuestra relacion a su lado. Era cuestion de tiempo: las perdices llegarian y alimentarian todos y cada uno de nuestros dias. --He encontrado el palacio ideal para mi princesa y nada me haria mas feliz que quisieras compartirlo conmigo --me dijo una noche estrellada, seguramente con otras palabras, mientras cenabamos bajo la luz de las velas. Y a pesar del calor insoportable, de los moquitos y del vino caliente, recordaria aquella noche de verano como una de las mas romanticas de mi existencia. Estaba escrito. Marcos era el amor de mi vida y estabamos predestinados a estar juntos hasta la eternidad. No pude decirle que no. Al ano siguiente, acabe la carrera y comence a trabajar en un puesto bastante mas mediocre que el del ejecutivo de mi novio, primero como becaria y, tres meses despues, con un contrato indefinido aunque poco remunerado. El trabajaba en las Maldivas del mundo laboral, mientras yo me perdia en el triangulo de las Bermudas de mi oscuro futuro profesional. Y todo parecia ir bien, hasta que poco a poco y casi sin darme cuenta, mis sentimientos, y quien sabe si tambien los sentimientos de Marcos, comenzaron a cambiar. Mi vida era como aquel poema de Ruben Dario: <> Ya no quedaba nada del colocon del enamoramiento, ni siquiera de la desenfrenada atraccion sexual de los primeros momentos. Habia estado totalmente enganchada a el, su amor habia sido para mi una droga, pero ya no lo necesitaba para sentirme bien, ni para alcanzar el placer. Aunque sobre este tema tan intimo, mejor que corramos un tupido velo. No mucho tiempo atras habria atravesado oceanos, habria movido montanas y habria luchado contra cualquier ejercito, solo por estar a su lado, pero ya no me quedaban fuerzas ni para nadar, ni para empujar, ni para luchar. Observaba a Marcos durmiendo placidamente sobre la cama y no tenia la sensacion de que todo mi mundo, de que todo lo que realmente importaba, estuviese entre aquellas sabanas. Y me senti terriblemente culpable porque esa indiferencia no habia surgido de la nada, sino que se habia ido creando dia tras dia, cruel y sibilina, en los ultimos anos de nuestra relacion. Y yo, ciega y pasiva, habia permitido que sucediera. Hasta aqui, seguro que pensais que yo, lo que era, era una autentica pava por creer en cuentos de hadas, por no decir una autentica gili... y si, teneis razon. Era demasiado inocente y sonadora, creia en el hombre perfecto y el amor verdadero. Era una ilusa e inmadura que pensaba que su vida era una clasica e infantil novela romantica. Pero me equivoque y aunque tarde en hacerlo, de la noche a la manana, la manzana verde maduro y vi, con toda claridad, el amargo resplandor de la vida real. El cuerpo largo e inerte de Marcos sobre el colchon ya no era capaz de provocarme nada. Meses atras me habria quitado mi blusa de diseno (o mi camiseta de las rebajas) y habria intentado alargar mi despertar con un fugaz momento de pasion. Le habria asaltado en suenos para conseguir un poco de sexo mananero. Habria hecho lo imposible por pegar mi piel a la de mi dulce amor y habria besado cada rincon de su cuerpo de forma canalla, sin haberme importado la hora que marcaban las manecillas del odioso despertador. A el le volvian loco mis impulsos y yo perdia el control viendo los limites de su excitacion. Pero Marcos ya no despertaba mi deseo. Me levante de la cama y fui directa a la cocina con la intencion de desayunar, pero no pude hacerlo, la angustia que sentia me habia quitado el apetito. A algunos el desamor les engorda porque sienten la necesidad de desahogarse con litros de helado y de vodka, pero por suerte, ese no iba a ser mi caso. Ni siquiera el mensaje motivador de mi taza de desayuno fue capaz de darme un chute de animo y energia. "Hoy sera un gran dia", ?a quien demonios se le ocurria escribir en una taza frases salidas de un libro de autoayuda? Deje la taza vacia y limpia sobre la mesa, despues de haber buscado respuestas en su interior, y sin mirar atras, deseando huir de aquellas cuatro paredes entre las que Marcos dormia ajeno a mi tristeza y a mi frustracion, sali de nuestro palacio como si estuviese dejando dentro, una parte de mi que ya no recuperaria jamas. La princesa deseaba huir de su gran castillo hacia un mundo lejano pero sabia que el principe no se merecia semejante agravio. Cuando pise la calle, los intensos rayos del sol me deslumbraron e intentaron llevarme de nuevo a la realidad, una realidad en la que si era conformista y complaciente, todo fluiria a la perfeccion, sin complicaciones ni sobresaltos. Pero tuve la cordura suficiente como para saber que aquello no era lo que queria para mi vida, ese no era mi cuento de hadas, no era el futuro con el que habia sonado. Mi historia de amor debia terminar con un "y fueron felices para siempre", y aquello, distaba mucho de la felicidad. No tenia ni idea de que hacer, ni de que direccion debia tomar; pero estaba segura de que era lo que no queria: continuar en una relacion condenada al fracaso. Busque en mi bolso unas gafas de sol que me ayudasen a ocultarme de la molesta claridad y del mundo, y desee encontrarme dentro una brujula que me guiase y me dijese que camino tenia que seguir, pero !maldicion!, ?por que las mujeres no llevabamos siempre con nosotras un kit de supervivencia para hacer frente a las catastrofes sentimentales? No se... ?una bolsa de papel para hiperventilar, el mapa de la absoluta felicidad, una balsa salvavidas con rumbo al pais de Nunca Jamas y, ya puestos, el Santo Grial? Mi bolso pesaba mas que un saco de cemento y no llevaba dentro nada util. Ademas de ingenua, inocente y romantica era una persona bastante atolondrada. Mi padre, otro romantico de la vida y del amor, siempre decia que mi cara era pura contradiccion. Mis ojos ligeramente caidos, con largas pestanas y unas odiosas bolsas bajo ellos, parecian permanentemente tristes; pero mi boca siempre dibujaba una sonrisa. Nada era capaz de borrar la luna nueva que perfilaba mis labios y odiaba sentirme desgraciada y apenada y ver la tristeza en la gente que me rodeaba. Por eso, siempre me gustaba decir tonterias y buscar la parte positiva del suceso mas infortunado. Pero en aquella ocasion, mi sonrisa me estaba fallando y aunque mi tragedia era una nimiedad en comparacion con las grandes catastrofes que asolan nuestro mundo, el cardiograma de mi corazon estaba totalmente plano, y desee que un medico guapisimo salido de una serie americana viniese a reanimarme. Oh, yo te invoco George Clooney de mis desvelos... Patrick Dempsey, ven a mi, suspire para mis adentros mas profundos. Porque si, tenia novio, ?pero a quien le amarga que un hombre buenorro con bata verde le coloque el desfibrilador sobre el pecho o le haga el boca a boca? Y envuelta en mis alocados pensamientos, por inercia, mis tacones me llevaban hacia AZ Consulting, la empresa en la que trabajaba y que tanto detestaba, mientras que mi corazon queria dar media vuelta y correr en direccion contraria. Desee poder quitarme aquellos incomodos zapatos y tirarlos con fuerza, con la esperanza de que le diesen en la cabeza a mi insoportable jefe, a alguna de mis aburridas companeras de trabajo o incluso, a Marcos. Quiza, despues de un traumatismo en la cabeza, dejaba de ser el pijo estirado y engreido en el que se habia convertido con el paso de los anos. A mi principe se le habia subido el titulo nobiliario a la cabeza. Necesitaba hablar con alguna de mis amigas, una mujer que empatizase con mi desazon, asi que, con manos temblorosas, saque el telefono de mi bolso. Llame a Nuria aunque sabia que no iba a contestar. Era demasiado temprano para ella y, ademas, solia silenciar su telefono para que nadie pudiese despertarla antes de las nueve de la manana. Siempre decia que si debia enterarse de una catastrofe mundial, mejor que estuviese descansada. Despues lo intente con Cloe, necesitaba desahogarme con alguien fuese como fuese. Ella no era la mejor interlocutora del mundo y quizas un perro o un arbol me hiciesen mas caso, pero necesitaba hablar con un ser humano que, por lo menos, emitiese pequenos sonidos que demostrasen que aun seguia detras del telefono, aunque estuviese pensando en que color de barra de labios debia ponerse o si su nuevo abrigo no pegaba con sus zapatos Jimmy Choo favoritos. --Lo siento, carino, me coges en muy mal momento. Estoy a punto de comenzar a grabar. En cuanto acabe te llamo, ?vale? --Me dijo nada mas descolgar el telefono. En aquella ocasion, Cloe, ni siquiera tenia pensado fingir interes. Cualquiera diria que sabia elegir a mis amistades. --No te preocupes, ya hablaremos --conteste decepcionada. --?Estas bien? --?Mi voz habia sonado tan desesperada como para que la propia Cloe hubiese llegado a pensar que me pasaba algo? --Si, estoy bien, de verdad --le menti intentando animar el tono de mi voz para que resultase mas creible. !Menuda actriz se habia perdido Hollywood! Queria desahogarme pero tampoco pretendia darle pena a nadie. Nunca me habia gustado la gente que iba de victima por la vida y yo no seria una de ellas. Siempre me quedaria Andres, la unica persona por la que no habia abandonado mi horrible trabajo, pero sabia que llegar a la oficina y desahogarme con el, no era la mejor alternativa. El era demasiado excesivo para todo y me habria dicho algo como: "La solucion es muy sencilla. Vete a casa y dile a tu novio que ya no le quieres, mueve tu culo hasta aqui y presenta tu renuncia de una punetera vez". Sin embargo, no estaba preparada para sus grandes dosis de realismo y sinceridad. Estaba perdida y necesitaba a alguien que me protegiese y me edulcorase la verdad. Desesperada, guarde el telefono frente a un paso de peatones y mire hacia ambos lados para asegurarme de que no venia ningun coche antes de cruzar, y de pronto, una desagradable sensacion de soledad invadio mi estomago y senti ganas de llorar. Estaba sola y vacia. Unicamente queria tener a mi lado a una persona que me escuchase sin juzgarme, que se preocupase por mi y no tenia a nadie. Tal vez en ese momento estuviese siendo incluso mas excesiva que Andres pero era asi como me sentia. Las lagrimas comenzaron a brotar con timidez a medida que recorria aquel paso de cebra y una mano me agarro con fuerza por el brazo y, casi en volandas, me hizo desandar lo andado. Un superheroe anonimo me habia rescatado de las profundidades pantanosas y oscuras de mi sufrimiento. Como una escena a camara lenta, un hombre con rostro borroso, manos grandes y brazos fuertes, me habia salvado con un elegante pero agil movimiento como si fuese la mismisima Lois Lane. ?Que horrible insecto habria mordido a mi salvador, de que extrano pais provendria o que mutacion genetica habria sufrido? Mi cuento de hadas se habia convertido en una historia fantastica. Y yo ya no era la triste princesa del poema, sino la coprotagonista de una pelicula de hombres con poderes sobrehumanos. !Yuhuuu!, mi vida era un asco, pero ese extrano gesto, surgido de la nada, me habia hecho sentir una chica importante. Asi era yo, una romantica a la que le encantaban los pequenos detalles.

  • Bilogia completa Nadie mas que tu de Claudio Hernandez

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    En este libro encontraras dos los libros que protagoniza el nuevo inspector del ano.

  • El tribunal negro de Antonio Orozco Guerrero

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    Poco despues del estallido liberal del verano de 1835, Meliton Rechi, jefe de policia de Cadiz, y su ayudante, el agente Candido Molina, achacarian los crimenes del Tribunal Negro a la reaccion de algun fraile de la ciudad contra las represalias sufridas. Tenian fundadas razones para llegar a esa conclusion. ?A quien sino a un religioso, profundamente irritado con la situacion politica y avido de venganza por el maltrato sufrido, se le iba a ocurrir resucitar la Santa Inquisicion de manera ilegal y ponerse a matar herejes? Mas tarde, descubririan que las cosas no eran tan sencillas. * * * Desde el balcon principal de la casa Aduana, sede del Gobierno de Cadiz, el mariscal de campo Rafael de Hore y Diaz agitaba los brazos de arriba abajo, con las palmas de las manos extendidas, tratando de calmar los animos de una multitud que gritaba cada vez mas enardecida. Con una sonrisa benevola y amplios movimientos verticales de cabeza, trataba de hacer ver a los que gritaban, cada vez con mas fuerza e insistencia, <> que les comprendia perfectamente y que compartia su fervor liberal, lo cual estaba muy lejos de ser cierto. Hore siempre supo adaptarse a las circunstancias politicas de cada momento. Teniente en 1791, en diciembre de 1808 ya era coronel. La rendicion de Badajoz ante los franceses hizo que fuera arrestado en la Isla de Leon en 1811. Se le acusaba de cobardia; dos anos despues, el consejo de guerra que lo juzgo en Cadiz determino su puesta en libertad. El conocido en Espana como <>, entre 1820 y 1823, no comenzo bien para el ya por entonces brigadier. Varios oficiales bajo su mando solicitaron en septiembre de 1820 su separacion del servicio <>. Se le abrio expediente, pero resulto, una vez mas, declarado inocente. En mayo de 1822 fue nombrado gobernador de Ciudad Real y en 1823, siendo gobernador de Santona, fue hecho prisionero por los franceses que invadieron Espana para liberar al rey don Fernando Septimo y llevado a Francia. En 1824, cuando el movimiento liberal auspiciado por Rafael de Riego ya habia sido desbaratado y este habia sido llevado al patibulo, Hore pidio regresar a Espana, presumiendo de que siempre habia combatido contra Riego y su liberalismo exaltado. Tras el fallecimiento del rey don Fernando, en septiembre de 1833, su capacidad de adaptacion lo llevo a convertirse en uno de los militares partidarios de sostener a la reina viuda regente --un <>-- y dispuesto a luchar por la causa de la reina nina dona Isabel en contra del infante don Carlos Maria Isidro, hermano de don Fernando y absolutista donde los haya. Nada mas iniciarse la primera guerra carlista, en noviembre de 1833, siendo ya mariscal de campo y gobernador de Castellon, Hore asalto Morella y expulso de alli a los cabecillas carlistas. Y ahora estaba alli, en aquel balcon de Cadiz, como gobernador de la provincia, <> y un poco hastiado del excesivo calor y humedad que habia traido el mes de julio. <>. Ese era el pensamiento pertinaz que se habia instalado en la cabeza del gobernador. Y era cierto. El Gabinete de Cea Bermudez, surgido a raiz del fallecimiento del rey, duro poco, pues su reformismo administrativo no satisfacia a los mas conservadores y su conservadurismo politico repugnaba a los mas liberales. Menos de cuatro meses despues de la llegada de Cea al poder, en enero de 1834, Martinez de la Rosa, un tibio liberal por entonces, se hizo cargo del Gabinete. Los liberales radicales, imprescindibles para sostener a la regente ante la guerra con los carlistas, no podian sentirse satisfechos, despues de los anos pasados en el exilio, con el <> que urdio Martinez de la Rosa, una carta otorgada muy alejada de la Constitucion de 1812. El cierre de los conventos en los que se habian estado produciendo fugas de religiosos a las filas carlistas no fue suficiente para apaciguar el odio de los radicales hacia el clero regular, que se habia distinguido en las denuncias contra liberales encubiertos durante los ultimos anos de vida del rey don Fernando. Y todo lo anterior termino por llevar, en junio de 1835, al conde de Toreno, un liberal exaltado, al poder en Espana. Aun asi, los mas radicales seguian sintiendose insatisfechos. Querian una Constitucion y la querian ya. Y deseaban fervientemente que se tomaran medidas drasticas contra el clero regular, acusado en su totalidad de apoyar al bando carlista. Una acusacion excesiva que hizo pagar a muchos justos por pecadores. El conde de Toreno trato de calmar los animos de sus correligionarios politicos decretando el dia 4 de julio la expulsion de los jesuitas de sus conventos --aunque sin obligarlos a salir de Espana-- y el 21 la expulsion de los monjes y religiosos de las casas en las que habitaran menos de doce profesos. La medida, en vez de llamar a la paz de sus companeros radicales, los llevo a considerar al conde de Toreno como un traidor. No aceptaban nada que no fuese la expulsion general de todos los religiosos y monjes de sus conventos y la incautacion de todos sus bienes por parte del Estado. Cuatro dias despues del tibio decreto de expulsion de religiosos, el gobernador de Cadiz estaba presenciando el primer conato de insurreccion contra el nuevo Gobierno. Detras de Hore, fuera del balcon, se encontraba su ayudante de campo, el comandante Ortega. --!Manuel! --?Si, mi general? --Cambiate de paisano, corre para el cuartel de San Roque y le dices al coronel Osorio que le llevas mi orden de enviar a los mandos y tropa de su regimiento que considere necesario para dispersar a esta chusma. Informale del numero aproximado y dile que luego monte patrullas por la ciudad. --?Y sobre los medios a utilizar, mi general? --El coronel Osorio sabe lo que debe hacer y como hacerlo. Asi que eso va de su cuenta. --!A la orden, mi general! Una hora despues, el coronel Francisco Osorio se encontraba en el despacho del gobernador, esperando que el batallon del comandante Mendez resolviese la cuestion. Osorio era, antes que nada, un militar con muchos anos de oficio y poco dado a entrometerse en asuntos de politica. En cierto modo, la antitesis de Hore. --Bueno, Paco, cuentame como has organizado el cotarro. --Mi general, he dado ordenes al comandante Mendez, jefe del segundo batallon, para que disperse al personal de ahi fuera. Por otro lado, el comandante ha enviado una Compania al ayuntamiento, porque nos hemos enterado de que ha sido tomado por algunos radicales. Una vez expulsados los de alli y dispersados los de aqui, se organizaran patrullas durante todo el dia hasta que se de por pacificada la ciudad. --Me parece muy bien. Y, respecto a los medios a utilizar y a los procedimientos, ?que me dices? --Mi general, en mi opinion, es preferible usar la minima fuerza posible. Con el precedente del 10 de marzo de 1820, creo que ya tiene Cadiz suficientes <>. Ya sabe a que me refiero… Por eso he ordenado al comandante que se prodiguen los disparos al aire, los empujones y las carreras, e incluso, si me apura, los culatazos que sean necesarios, pero que se evite hacer victimas por disparos

  • Rebeldes y traidores, Lindsey Davis de Lindsey Davis

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    Las Guerras civiles inglesas que azotaron los reinos de Inglaterra, Escocia e Irlanda en el amplio periodo que va de 1639 a 1651 es el autentico protagonista de este espectacular fresco historico. El juicio y ejecucion del rey Carlos I, el exilio de su hijo Carlos II, el nacimiento de la Commonwealth y la etapa del protectorado bajo el gobierno de Oliver Cromwell son mojones en un camino en que las luchas estan tenidas de enfrentamientos tanto ideologicos y politicos como religiosos. Uno de los grandes aciertos de Lindsey Davis consiste en focalizar su relato en los personajes de Juliana Lovell, esposa de un realista, y Gideon Jukes, un parlamentario convencido, lo que le permite mostrar los acontecimientos sin tomar partido y dejando que sea el propio lector quien juzgue a sus personajes y sus acciones. Otro de los grandes aciertos de esta gran novela consiste en, a traves de los viajes de los personajes, mostrar los efectos de las guerras y de las luchas no solo en Londres, sino en muy diversos puntos de los tres reinos implicados en los acontecimientos. Una novela magnifica que expone de un modo muy claro unos anos decisivos en la historia universal.

  • Amor escarchado de Eva M. Soler , Idoia Amo

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    Alexander Green es un joven cirujano plastico que vive en Los Angeles, entre fiestas y surf, hasta que es testigo de un crimen que lo obliga a entrar en proteccion de testigos. Para su asombro, es enviado a Sutton, un pequeno pueblo de Alaska, todo lo contrario a lo que esta acostumbrado. Un lugar tan lejano como el corazon de la jefa de policia local, Rylee Scott, una treintanera que ha renunciado al amor, y que pronto despertara el interes de Alex. Romance, comedia y nieve, juntos en una sola historia…

  • Algo para recordar de Lydia C. Ramirez

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    Senti el golpe de su mano contra mi mejilla, aunque me esperaba algo parecido, me sorprendio igualmente que lo hiciera, ya que esperarlo no lo hizo menos doloroso, por lo que me cai al suelo de golpe. Mire a mi padre desde el suelo con los ojos llorosos, pero el hizo caso omiso a las lagrimas que luchaban por salir de mis ojos, darme cuenta de ese echo hizo secar mis ojos como si fuera cosa de magia. --Quiero que te largues de mi casa-- me ordeno bajando la mano que aun tenia levantada tras el golpe-- Eres una verguenza para mi. Mire a mi madre que estaba en un rincon como si esa historia no fuera con ella, ni siquiera se digno a mirarme, lo cierto era que nunca habia sido una mujer que se enfrentara a las decisiones de su marido, por lo que no me sorprendio que no dijera nada, es mas yo habria sido la primera en sorprenderme si hubiera ocurrido lo contrario. Jamas trataria a un hijo mio como ellos me estaban tratando... Senti como se formaba un sentimiento frio en mi interior, no queria seguir alli... Posiblemente tenia razon yo era una verguenza, pero no por los motivos que el decia... Yo tampoco queria continuar alli, asi que me levante del suelo y fui a mi habitacion para hacer la maleta. Una hora despues me encontraba a la salida del pueblo haciendo autostop, consegui que una pareja me llevara a la ciudad y observe desde la ventana como ese infierno se hacia mas y mas pequeno... <> Aunque en ese momento no sabia cuando, ni... como. El Viaje Me desperte con los golpes constantes de mi madre en mi puerta, ella era mi mejor amiga y mi unica familia, pero lo cierto es que nunca habia necesitado a nadie mas aparte de ella, nunca me habia planteado la posibilidad de que mi vida hubiese sido mejor de tener un padre, una familia mas extensa... Por lo menos eso creia en ese momento. --Caitlin, cielo-- dijo entrando y subiendo las persianas, haciendo que toda la luz del sol penetrara en mi habitacion, mientras yo arrugaba la cara en senal de protesta-- Si no empiezas a vestirte, llegaremos tarde. Asenti lentamente haciendo ruidos de queja y la escuche reirse mientras salia de mi habitacion. Tarde unos minutos en levantarme mientras miraba a mi alrededor, la habitacion blanca, con tonos azules claros, habia un escritorio en madera blanca tambien, una comoda y una mesita en el mismo material. Habia veces que me paraba a mirar todo aquello y me decia a mi misma que todo era demasiado blanco, aseptico... Aunque, a decir verdad, algo si desentonaba en toda aquella nube blanca... mi colcha con el simbolo de la paz formado por distintos estampados de colores diferentes, yo misma la habia comprado en una tienda, pase por delante del escaparate la vi y no pude evitar comprarla, era necesario un poco de color en la habitacion, queria hacerla un poco mas personal. Me levante de la cama y casi me tropiezo con la maleta abierta que estaba en el suelo, la aparte de una patada y cogi la ropa que tenia preparada en una silla, me la lleve conmigo al bano y me duche. Cuando sali un rato despues, con la toalla en la cabeza fui directamente a la cocina a por un vaso de zumo de naranja. Por el arco de la cocina que daba al salon vi a mi madre leyendo una carta con los ojos llorosos. --?Que pasa? ?Que dice? -- le pregunte preocupada haciendola sobresaltarse. --No, nada, no te habia visto-- me dijo mientras volvia a meter la carta en el sobre y lo guardaba en una cesta que habia encima de la mesa-- En realidad no estaba leyendola, estaba pensando en otra cosa. --Parecias como… triste-- le dije sentandome a su lado. --Es porque mi nina se hace mayor-- me dijo sonriendo. Lo que quiere decir es que nos vamos de viaje el fin de semana a un spa para celebrar mi veintitres cumpleanos, ademas ya era toda una mujer pero estaba segura de que para mi madre siempre seria su nina, es mas a mi me hacia ilusion seguir siendolo, no me sentia preparada para enfrentarme al mundo yo sola. Le pase el brazo por los hombros y le di un beso en la mejilla. --Pero vamos a celebrarlo-- le dije sonriendo-- Y sera uno de los mejores dias de nuestras vidas. Mire a sus ojos marrones claros y algo dentro de mi me dijo que mi cumpleanos no era el unico motivo que la habia puesto tan triste... Aunque... ?Por que darle mas vueltas a todo aquello? Mi madre nunca me habia enganado, siempre habia dicho la verdad, pensandolo bien ella siempre habia estado junto a mi, lo cierto es que siempre estabamos juntas, algo que no me importaba, ella era mi mejor amiga tambien. El motivo era bastante sencillo o quiza no tanto, porque cuando yo tenia veinte anos mis padres y yo tuvimos un accidente, en el que mi padre fallecio y yo resulte gravemente herida. Durante esos dias en los que me movia en la semiinconsciencia, mi mente fue capaz de darse cuenta de trozos de conversaciones entre mi madre y su mejor amiga, Rebecca (a la que yo llamo Tia Becca), luego me dio la sensacion de que mi madre dejo de visitarme bastante tiempo, pero como en esos dias estuve casi todo el tiempo sedada no podria decir con exactitud si fue de verdad asi. Cuando desperte no era capaz de recordar nada anterior a ese momento, vi la mirada de mi madre y luego comenzo a contarme lo que habia sucedido, los siguientes meses fueron bastantes complicados, ya que era incapaz de recordar nada, asi que como no conseguia llenar esos huecos, ella fue ayudandome contandome pequenos trozos de nuestra historia, lo que hizo que aquello pasara mas rapidamente. Con todo ese lio de mi enfermedad su obsesion por mi se elevo al cubo y hasta no me dejaba encargarme de las tomas de mis pastillas, ya que ni yo misma recordaba, obviamente, que estaba enferma del corazon, pero comprendia porque lo hacia por lo que, cuando aun habia veces que me lo recordaba, yo la miraba sonriendo y obedecia como si fuera una nina pequena. --Pero date prisa, Caitlin-- me hizo levantarme del sofa y yo fui a peinarme al bano. Me quite la toalla de la cabeza y me mire al espejo, no era la primera vez que pensaba lo diferentes que eramos mi madre y yo, ni siquiera me parecia a mi padre, me daba pena no recordarle y habia visto fotos, pero cuando le pregunte a ella me dijo un poco nerviosa que su madre era como yo, por lo que el tema quedo zanjado. Mi madre era pelirroja, pero de una tonalidad mas castana, era obvio que el sol habia aclarado su cabello, tenia los ojos marrones, una nariz pequena y una sonrisa perenne en el rostro, era alta y delgada, era joven, asi que asumi que quiza ella no se llevaba bien con sus padres porque fui un accidente adolescente, de todas formas, nunca me habia atrevido a preguntar, ya que ella no hablaba casi nada de su familia. Yo por el contrario era mas bajita, rubia de un tono muy claro, casi platino, mis ojos eran de color azul claro siempre estaba palida, muchas veces me encontraba deseando haber nacido mas parecida a mi madre, ella se bronceaba muy facilmente, sin embargo, si yo me ponia mas de dos horas al sol, el unico color que cogia era un dramatico rojo cangrejo. Mientras me peinaba, vino a mi mente un recuerdo de cuando tenia doce anos, no recordaba ni como salio el tema de conversacion, solo sabia que debia llevar un pastel al colegio y decidi hacer, junto con mi madre, un pastel de calabaza, ademas ni siquiera recordaba bien la escena, simplemente recordaba la voz de mi madre diciendo: <<--?Donde aprendiste a hacerlo? -- le pregunte inocentemente, metiendo la punta del dedo en el bol de la masa. --No hagas eso, calabaza-- me regano sonriendo-- Me lo enseno mi madre, aunque mejore la receta un poco. --Esta rico-- dije disfrutando del sabor de la masa. --Dicen que es el mejor de todo Texas-- suspiro cerrando los ojos-- Aunque no es cierto, todavia necesita mejorar.>> Movi la cabeza de un lado a otro despejando mi mente. << ?Porque he recordado eso ahora?>> me pregunte poniendome un pasador en el pelo. Me convenci de que el recuerdo no tenia importancia, negue con la cabeza y lo aparque en al fondo de mi mente, ya tendria tiempo de analizarlo despues. Me tome la pastilla para el corazon y sali del bano. Mi madre ya me esperaba impaciente en la puerta, asi que cuando me uni a ella, ambas salimos y emprendimos nuestro viaje. Al principio, nos dedicamos a hablar de todo un poco, luego cantamos algunas canciones de la radio y nos reimos un poco de nuestra nefasta hipotetica carrera como cantantes, no sobresaldriamos en ese mundillo, yo lo tenia asumido. Ademas mi madre tenia suficiente con su profesion y era muy buena en ella, era una gran abogada, casi siempre ganaba los casos que le asignaban, me conto levemente lo dificil que habia sido para ella cuidarme y estudiar a la vez, porque tuvo que dejar los estudios cuando naci y luego cuando enferme con seis anos del corazon, para retomarlos y terminarlos por fin cuatro anos despues de aquello. En esa epoca, ella tenia dos trabajos para pagar mis medicinas y costear su carrera, ademas mi padre tambien trabajaba en dos sitios a la vez para poder pagar sus propios estudios y mantenernos, pero lo mejor de todo habia sido que jamas faltaron a mis recitales o teatros escolares, sonrei mirando por la ventana. Sin darme cuenta me quede dormida y me desperte cuando habiamos parado en el parking. --Vamos, despierta dormilona, ya estamos aqui-- me dijo mientras me tocaba el brazo para sacudirme levemente. Sonrei sin abrir los ojos y musite: --Si no condujeras como una senora mayor, no me habria dormido-- la escuche reirse y ambas salimos del coche. Nos registramos en recepcion y nada mas dejar las maletas cogi mi traje de bano y me cambie para ir a la piscina climatizada. El spa tenia un aire oriental muy relajante, daba a una playa privada que solo podian utilizar los clientes del lugar, era un sitio donde todo el mundo acudia para relajarse y disfrutar, alli no habia cabida para preocupaciones, eso quedaba a dos horas de aqui, en la ciudad de Tallahassee, Florida, donde nosotras viviamos… Fue el mejor fin de semana de mi vida en verdad, con todos aquellos cuidados, mascarillas, banos, masajes… Me senti una princesa, ademas tenia la mejor compania del mundo, lo cierto es que no se me ocurria un sitio mejor donde estar, suspire relajada mientras tomabamos el sol. Por eso me dio tanta pena que el fin de semana terminara, habia cogido un poco de color, pero mi madre se habia puesto morenisima. --Vas a ligar con algun abogado-- dije sonriendo montandome en el coche. --Callate, Caitlin -- me regano poniendose el cinturon y arrancando el coche. --Pero a mi no me importaria-- no me miro, pero la vi enarcar una ceja-- Es cierto, me gustaria que tu… Te enamoraras y eso, ya sabes-- conteste mirando por la ventana. --?Estas segura de que quieres hablar de hombres conmigo? -- pregunto sonriendo. --No, bueno, no se… Yo… ?Todavia estas enamorada de papa? -- sabia que era un tema doloroso para ella. --Aun no estoy preparada para tener esa conversacion… ?me entiendes? Asenti y mire por la ventana. --No importa-- y era cierto, no importaba. Mire por la ventana y en lo que duro un parpadeo se desato el comienzo de una pesadilla. Al abrir los ojos me di cuenta de que no estaba en una situacion normal, por lo que mi cabeza fue capaz de repasar los acontecimientos como si pasaran lentamente ante mis ojos. Lo primero que vi fue un gran camion que parecia haber perdido el control y se dirigia sin piedad hacia nuestro coche, bueno en realidad se estrellaria frontalmente contra nosotras, sabia que no habria posibilidades para ninguna, por el otro lado habia un acantilado, asi que no habia nada que hacer. Mire a mi madre y por decimas de segundo ella me miro a mi, suspire y vi que ella pego un volantazo en direccion al acantilado. <> pense mientras solo era capaz de escuchar el latir de mi corazon en el oido. A partir de ahi todo sucedio muy deprisa escuche al camion estrellarse contra otros coches que habia detras nuestra y tambien note un fuerte tiron hacia delante y luego hacia atras porque mi madre coloco el brazo delante de mi. Abri los ojos respirando entrecortadamente y mire a mi madre que tenia unos los ojos abiertos por el miedo. --Mama…-- susurre mirando hacia delante y sintiendo como se balanceaba el coche hacia el lado de mi madre. --Ssh… Caitlin, escuchame-- contesto ella susurrando, como si el mas minimo ruido pudiera hacer que el coche cayera-- No te muevas, tienes que hacerme caso, solo recuerda que te quiero y quiero que vayas a Landonville. --No, yo me quedo aqui contigo-- le conteste, sin hacer caso a lo que me estaba diciendo, no era tonta, sabia que mi peso era lo que mantenia equilibrado el coche, si yo me bajaba… --No puedes, Caitlin, hazme caso, sal de coche-- me suplico ella medio reganandome. --?Y tu? -- le pregunte llorando. --Saldre detras-- me prometio ella. Un hombre se acerco a nosotras y hablo por el cristal roto de mi puerta. --Ayude a mi hija a salir, por favor-- le suplico mi madre quitandome el cinturon. Negue con la cabeza agarrandola de la mano, ella miro al hombre y el, que era mas fuerte que yo, me agarro por las axilas y me saco del coche por la ventana. El perdio el equilibrio y ambos caimos al suelo, escuche el sonido del coche cediendo hacia abajo para finalmente caer ante mis ojos dando vueltas imposibles y mortales, para llegar al suelo y explotar. --!Mama! !Mama! -- grite llorando mientras el senor intentaba apartarme de alli. --Cielo, es mejor que no mires-- me dijo el abrazandome. --Pero tenemos que bajar a ayudarla-- intente deshacerme de su abrazo y finalmente lo logre. Volvi a mirar hacia abajo y luego al cielo cayendo de rodillas al suelo, el caos se desataba tras de mi, posiblemente habria muchos muertos y heridos, pero lo mas importante para mi en esos momentos era rezar y suplicar por un milagro que yo ya sabia que era imposible.

  • Una luna para Tyler de Elena Garquin

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    Ella sobrevivio a pesar de mi mismo.
    Nunca tuve tanto miedo como cuando permiti que las consecuencias de mis errores destrozaran el corazon de la mujer de mi vida.Nunca fui tan ambicioso como cuando me propuse conservarlo todo, para terminar no teniendo nada.
    Nunca me senti tan vacio como cuando volvi a verla, gracias a la clausula descabellada de un testamento que me removeria por dentro. Ni tan valiente como cuando decidi que merecia la pena tentar al destino de nuevo, solo para alcanzar mi propia luna. Hermosa, pero desconocida. Inaccesible. Llena de interrogantes, de secretos y preguntas de las que soy el unico culpable.

  • Un caballero en Moscu de Amor Towles

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    Condenado a muerte por los bolcheviques en 1922, el conde Aleksandr Ilich Rostov elude su tragico final por un inusitado giro del destino. Gracias a un poema subversivo escrito diez anos antes, el comite revolucionario conmuta la pena maxima por un arresto domiciliario inaudito: el aristocrata debera pasar el resto de sus dias en el hotel Metropol, microcosmos de la sociedad rusa y conspicuo exponente del lujo y la decadencia que el nuevo regimen se ha propuesto erradicar. En esta curiosa historia se basa la segunda novela de Amor Towles, que despues de recibir innumerables elogios por Normas de cortesia, su opera prima, se consolida como uno de los escritores norteamericanos mas interesantes del momento. Erudito, refinado y caballeroso, Rostov es un cliente asiduo del legendario Metropol, situado a poca distancia del Kremlin y el Bolshoi. Sin profesion conocida pese a estar ya en la treintena, se ha dedicado con autentica pasion a los placeres de la lectura y de la buena mesa. Ahora, en esta nueva y forzada tesitura, ira construyendo una apariencia de normalidad a traves de los lazos afectivos con algunos de los variopintos personajes del hotel, lo que le permitira descubrir los jugosos secretos que guardan sus aposentos. Asi, a lo largo de mas de tres decadas, el conde vera pasar la vida confinado tras los inmensos ventanales del Metropol mientras en el exterior se desarrolla uno de los periodos mas turbulentos del pais. Ademas de mantenerse durante casi cincuenta semanas en las principales listas de exitos de Estados Unidos y de superar el millon de ejemplares vendidos, Un caballero en Moscu ha obtenido numerosos premios, entre los que destacan el del Libro del Ano segun The Times y The Sunday Times. Escrita con suma elegancia, calido sentido del humor y un aprecio muy profundo por los grandes clasicos de la literatura rusa, esta novela excepcional nos habla de nuestra inagotable capacidad para arrostrar los infortunios de la existencia.

  • Borderline de Sergio Northwest

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    Santo abrio los ojos. Lo primero que hizo fue estirar el brazo derecho para alcanzar su telefono y detener la alarma. Enseguida prendio la lampara que se encontraba sobre su mesa de noche. Acostumbraba dormir boca abajo, por lo que tuvo que dar la vuelta sobre su brazo izquierdo para lograr sentarse al borde de la cama. Metio sus pies en el par de tenis que se habia quitado la noche anterior, se puso de pie, encendio el foco de la habitacion, y se dirigio al bano. Primero que nada, atendio sus necesidades fisiologicas vaciando su vejiga. Despues de ello, se paro delante del lavabo, mirandose al espejo. Se lavo las manos, se tallo los ojos y se enjuago la cara para despabilar completamente. "Otro dia existiendo", penso. Y es que ultimamente vivia sin animos, asistia a la universidad porque no queria abandonarla y fallarles a sus progenitores, sentiria que se desperdicio dinero en tres anos por su culpa. Y como era comun, aunque no en todos los casos aplicaba, un titulo abria mas puertas y daba mas oportunidades de trabajo. Volvio a su habitacion. Apago la lampara. Se vistio, poniendose la ropa que encontro primero, no le daba mucha importancia a su imagen. Tomo su mochila, y reviso que todo estuviera en orden. Salio a la cocina, abrio el refrigerador y saco una caja de leche, se sirvio en un vaso, y tomo de la alacena un paquete de galletas. Antes de ir a la escuela no comia algo pesado, de lo contrario le daban dolores estomacales durante todo el dia, solo se conformaba con darle algo a su estomago para que no estuviera grunendo en medio de clases. Cepillo sus dientes y mojo un poco su cabello, para despues salir de casa en busca del camion. Le gustaba caminar, disfrutaba hacerlo. Asi encontraba la tranquilidad que tanto necesitaba en los ultimos meses. En el camion nunca viajaba sin sus auriculares puestos, en la musica hallaba lo que muchas veces le gustaria escuchar de otras personas. Una vez en su destino, se dirigia al salon de clases sin mirar hacia atras o a sus costados, se concentraba en llegar a tiempo para conservar su puntualidad perfecta. Realmente la clase le parecia aburrida, y cumplia con los trabajos y tareas unicamente por cumplir, no le ponia empeno y no le importaba si sacaba notas altas o apenas las necesarias para aprobar. Su promedio general no era lo mejor, pero era mucho mejor de lo que esperaria de si mismo. El docente llamo a la primera chica de la lista, dijo que los iria llamando uno a uno para que vieran como iba su calificacion. El no se alarmo, sabia que sus trabajos eran pesimos, pero sabia que cumpliendo practicamente tenia aprobada la unidad en curso, no obstante, queria verificar que no se equivocaba. No presto atencion a sus companeros ni al salon de clases, le gustaba sentarse pegado a la ventana para observar mas alla, hasta donde su vista le permitiera, y estaba distraido en ello. Sin embargo, se mencionaron los apellidos Milet Garza, y fue ahi cuando sus latidos se aceleraron, y volteo la mirada. Margalit se levanto de su asiento y camino hacia el escritorio, se inclino para poder ver sus calificaciones en la pantalla de la computadora, y el profesor aprovecho esos pequenos segundos para echar ojo a lo que el escote de la chica permitia ver. Santo hizo un sonido de enfado, y todos lo miraron sin saber a que se debia. Adelante, el docente continuo mostrandole a Margalit sus calificaciones, ella no podia ver bien y se acerco un poco mas a el, quien la rodeo con el brazo colocando su mano sobre la cadera de la joven, quien se movio inmediatamente mostrando su incomodidad ante tal acto. Termino y volvio a su lugar. Siempre le tocaba esperar hasta el final, era el ultimo de la lista, pero ya se habia acostumbrado desde la primaria. Durante los siguientes minutos pudo ver como el docente miraba a Margalit sin disimulo durante el tiempo que un alumno volvia a su lugar y otro caminaba hacia el. Eso le molestaba. Sabia que no tenia por que, ni le correspondia actuar de esa manera, pues ellos habian terminado hace meses. Ella levanto la mirada en varias ocasiones solo para encontrar la del docente cruzada con la suya, y cuando miro a otro lado, fue cuando se conecto con la de Santo. Era dificil. Despues de concluir su relacion, siguieron siendo amigos por maximo un mes, pero de la noche a la manana algo cambio, y ella no le dirigio la palabra nunca mas. Si esto es complicado, ver a esa persona diariamente durante ocho horas es una tortura. Ella evitaba toparse con el, y se negaba a trabajar en equipo o participar en clase si el se encontraba involucrado, asi que encontrar nuevamente esa mirada que le produjo por primera vez las dichosas mariposas en el estomago era como viajar en el tiempo. Su mirada fue de alivio, y le sonrio. El no terminaba de creerlo y no sabia como reaccionar a ello, pero ella cerro los ojos, agacho la cara, y un segundo despues la levanto nuevamente, y asintio con la cabeza. Ellos no se dieron cuenta, pero el docente se percato de esto. Sus miradas siguieron conectadas sin hacerse senas ni decir una sola palabra, no hacia falta. El amaba esos ojos descafeinados que a su momento brillaron por el. Minutos despues, escucho sus apellidos, Vargas Herrera, y se puso de pie. --?Que tiene de Santo? --Pregunteles a mis padres. --!Uy! !Disculpe la molestia! --?Me mostrara como voy, o regreso a mi lugar? --Si va tan mal, ?para que quiere saber? Mas bien, le voy dando las fechas para presentarse a nivelacion --dijo, elevando el tono de voz para que el resto de los estudiantes pudiera escuchar. --Yo que sepa, llevo todo con nota pasable, ademas soy el unico con la asistencia perfecta. He obtenido la calificacion minima en el examen para aprobar. ?Como va a decirme que voy reprobando? Exijo ver la evaluacion --a este punto, todos sus companeros se encontraban expectantes. Dio la vuelta al escritorio para poder ver la pantalla de la computadora, pero el docente la cerro inmediatamente. --He dicho que va reprobado. Y por su falta de respeto, tiene puntos menos. --?Cual falta de respeto? --Ponerse de pie delante de mi y querer fisgonear en mi computadora. --!No mame! !Pero si ha estado llamando a mis companeros para mostrarles como van! Ademas, me puse de pie porque usted me llamo. --Ahora por tus groserias y por responderme, te has ganado un reporte con la jefa de carrera. --Acepto y asumo mi responsabilidad en esta ocasion, pero lo demas, es injusto. --!A su lugar! --No, hasta ver mi avance. --!He dicho que se vaya a su lugar! --!He dicho que exijo ver mi avance! --!Si sigue asi, lo suspendere por una semana! --!Pues vuelvo hasta que tengan una solucion para esto! --tomo su mochila y salio del salon. Minutos despues, el docente se dirigio a la oficina de la jefa de carrera. Llego apresurado, que sin darse cuenta de que ahi se encontraba Santo, comenzo a hablar: --Jefa, hay un chico del grupo once que me esta dando problemas en la clase de Innovacion Tecnologica. Hoy me falto al respeto, y si sigue asi, lo suspendere de manera indefinida. --?Por que no toma asiento, senor Pascal? --indico la mujer. --Claro --respondio con toda calma, y al darse la vuelta, vio sentado al chico del que hablaba hace unos segundos. --El joven me dijo que usted llamo a todos sus companeros uno a uno para mostrarles su avance en la unidad, y que cuando llego su turno, usted hizo un mal comentario de su nombre, y le nego la revision. --!Yo no le negue nada! Solo le dije que ya esta reprobado, y que mejor le voy dando las fechas para nivelar. --Practicamente, le esta negando la revision. --Pero, ?y su falta de respeto? --Podemos llamar a cualquiera de mis companeros para que nos cuente lo que sucedio, y si fue mi error, me disculpo, y acepto que me repruebe. --!Muy bien! Jefa, llame a la senorita Milet. Ella lleva las mejores notas, y siempre pone en practica sus valores. Ella no me dejara mentir. --Esperen aqui mientras voy por ella --se puso de pie, y salio de la oficina. --No es tarde para que se retracte y se retire de aqui, joven. --!Yo no tengo nada que perder! --!Listo! --regreso la jefa, seguida por Margalit, quien saludo a ambos hombres--. Senorita Milet, ?puede usted decirme lo que sucedio en el salon de clases? Tengo dos historias diferentes, y debido a sus buenas notas y a su disciplina, la he llamado a usted para que corrobore los hechos. --Vera --miro a ambos sujetos, y nuevamente a la jefa--, el senor Pascal nos llamo por orden de lista para mostrarnos el avance de la unidad y aconsejarnos como mejorar todavia... --?Lo ve? --interrumpio Santo. --!Shh! --intervino la jefa de carrera. --Como decia --miro a Santo--, nos llamo uno a uno. Y cuando llego el turno de mi companero, hizo un mal chiste con su nombre. Ademas, le nego hacer la revision, y cuando el quiso ver la pantalla, el profesor la cerro inmediatamente. --!Fue porque me falto al respeto! --?Es eso cierto, jovencita? --No. El profesor, no se por que, fue muy grosero con el. El es quien debe tener el reporte, no Santo --el senor Pascal la miro con desagrado. --?Tiene algo que decir? --pregunto la jefa al docente. --!Oh! Y, por cierto, cuando fue mi turno, coloco una de sus manos en mi cadera. Me hizo sentir acosada. --!Senor Pascal! Ademas de tener una falta negandole al chico la revision e inventando faltas de respeto, tendra un reporte por contacto indebido. --Aparte de eso, ella no se dio cuenta, pero cuando se inclino para mirar en la computadora, el profesor miro sus pechos... --?Fue por ello tu molestia? --recordo rapidamente. Acto seguido, se llevo las manos al pecho, tratando de levantar mas la blusa. --!Asi fue! --!Por favor, senorita Arreguin! No va a creer en dos adolescentes enamorados, ?o si? Es claro que es un complot para ponerla en mi contra. --?Es cierto eso de que estan enamorados? --Terminamos hace meses... pero eso no tiene nada que ver aqui --respondio Margalit. --No pondre un reporte en su contra, profesor, sin embargo, a la siguiente que ocurra un incidente, sera usted el suspendido. Y ustedes, si ambos se ven envueltos nuevamente en un caso, no lo tomare como coincidencia --suspiro, y agrego--, asi que, por ahora, los tres de vuelta a sus labores, despues de mostrar su avance al joven Vargas. --No puede estar hablando en serio --se opuso Pascal. --Hablo muy en serio. Si se niega nuevamente, ahora si pondre un reporte, y yo me encargo de que el muchacho apruebe. --Esta bien --saco su computadora, la encendio, y abrio el archivo de Excel para mostrarles el desempeno de Santo. Salieron de la oficina. Pascal se dirigio al edificio en que le tocaba dar clases, mientras los jovenes se dirigian a su salon, tambien en otro edificio. A mitad del camino, Santo se detuvo y la detuvo a ella colocandole la mano derecha sobre el hombro, ella dio la vuelta y pregunto que sucedia, sin retirar sus manos de su pecho. El bajo el cierre de su sudadera, se la quito y se la dio a ella, quien incredula, no sabia que decir. Ante ello, el le ayudo a ponersela, pues hacia mucho tiempo que no interactuaban, y ahora, le volvia a prestar una de sus prendas, como hace meses. --Gra... Gracias. --No. Gracias a ti. Por apoyarme, y por no quedar callada con respecto al tema del toqueteo. --Es que, no debe excederse y aprovechar su puesto como profesor. --Esta mal que hoy no nos hayan tomado en serio por lo de ser adolescentes enamor... -- detuvo sus palabras al mirar sus ojos, ese ligero cafe brillante, esos bellisimos ojos descafeinados. --Si, si. Lo se. Hace mucho que no se tocaba ese punto --agacho la cara, al sentir los ojos de Santo mirando los suyos. --Sigues bella como siempre... En el salon de clases, sus companeros podian observarlos desde una de las ventanas. La amiga de Margalit gritaba de emocion, sabia que Santo nunca habia dejado de amarla, y ver que posiblemente se darian otra oportunidad la hacia feliz, en cambio, entre los hombres se escucharon comentarios como "Ojala se la folle esta vez", "Es un imbecil y cobarde por no haberse acercado en meses" y "Si yo fuera el, que no le haria. Esta buenisima". Asi que dejaron de prestar atencion a la pareja y comenzaron a discutir irrespetuosamente, y, minutos despues, se callaron en cuanto ellos entraron al salon. 2 Santo se encontraba en la plaza principal de la ciudad. De vez en cuando le gustaba sentarse en una de las bancas para tener un breve momento de tranquilidad, se sentia parte de la naturaleza y le gustaba el silencio que en la mayor parte del tiempo ahi predominaba. Habia comprado un te helado, su bebida favorita, y aunque llevaba ya un rato sentado, apenas le dio el primer trago. Con los problemas que se presentaron entre sus padres las ultimas semanas, preferia tardarse todo lo posible en llegar a casa, no queria tener que ser quien recibiera el desquite. Hace varios meses --desde su ruptura con Margalit --cargaba con emociones negativas, era dificil, pero trataba de sobrellevarlo, sin embargo, tenerla en el mismo grupo en la universidad le complico las cosas, pues desde antes ya sentia que el estudio no era lo suyo y se planteaba abandonar la escuela a pesar de que sus progenitores estuvieran jodiendo por ello -- cosa que preferia evitar--, pero reiteradamente pensaba que si habia llegado ya tan lejos y no queria que fuera tiempo perdido, debia llegar hasta el final, debia graduarse y obtener su titulo. Fue por ello que, a pesar de haber perdido las ganas, de sentir un vacio que no se llenaba, de tener cerca a su amada sin poder sacarla de sus pensamientos, seguia en la escuela. Y por esa razon, se encontraba feliz en ese momento, todo habia sido una mierda en la que se revolcaba, pero llego Margalit a limpiar el camino, sabia que no debia ilusionarse con una nueva oportunidad, pero valoraba el reacercamiento. Pasada hora y media, se levanto. Camino hacia un contenedor de basura y deposito ahi el envase del te. Miro por ultima vez el paisaje, y se dirigio a casa. Avanzo por Ponce de Leon, continuo hasta llegar a Teran, a la siguiente esquina dio vuelta hacia la derecha, caminando por Espejo, dirigiendose a Antonio de Ibarra. Tenia la costumbre de caminar con mirada gacha, por lo que muchas veces terminaba chocando con personas, y esta vez no fue la excepcion. Choco con un hombre alto y ancho, levanto la mirada, el sujeto iba acompanado. --!Disculpe! !Fue mi culpa! --dijo, tras levantar la mirada. --Ese no es el problema, joven --obtuvo como respuesta. --?Que dice? --estaba desconcertado. --Mas que tener cuidado en la calle, debes tener cuidado en la vida. No debes meterte con cualquiera --agrego el segundo sujeto, quien ahora se encontraba a sus espaldas. --?De que me...--no termino su pregunta. En cuanto volteo la mirada hacia sus espaldas, el hombre que se encontraba delante le solto un golpe en el estomago, haciendolo caer de rodillas. --No es divertido, ?verdad? --?Quienes son ustedes? --pregunto, sin levantar la mirada. Hace tiempo que no se veia envuelto en peleas, por lo que la situacion no era favorable para el. --!Te vale madres! --respondio el sujeto a sus espaldas, dandole una patada que lo hizo caer de cara contra el piso. --No puedes andar haciendo tus chingaderas donde quieras con quien quieras --dieron la vuelta, con intencion de retirarse. --!Pues ustedes tampoco, hijos de la chingada! --dijo al mismo tiempo que corria con impulso hacia ellos. Su tacleo fue efectivo, logro derribar a uno. No obstante, no fue la mejor decision que pudo tomar, su imprudencia le costaria caro. --!Ah! Ahora de valiente, ?no? --dijo el hombre que seguia en pie --!Pues ya te cargo la verga! --Adelante !Acercate! --respondio, acto seguido, cambio la mirada por unos segundos hacia el otro individuo, que se levantaba del piso. --!Tu lo pediste, pedazo de imbecil! --se lanzo sobre Santo, con navaja en mano, tratando de clavarsela en el cuello, pero fallo debido a un movimiento repentino del chico a causa de sus reflejos, tardios pero seguros, cortandole desde el labio inferior hasta el extremo derecho del menton. A pesar del dolor inmenso y de la sangre que brotaba de su rostro, no se descuido del arma blanca. Tomo el brazo derecho del hombre y le dio la vuelta en un movimiento rapido, llevandolo a su espalda, haciendo caer la navaja. Entretanto, el segundo hombre aprovecho la situacion y se apresuro a patear el hueco popliteo izquierdo de Santo, quien callo a modo de genuflexion, para despues recibir en la cara un rodillazo --bastante burlesco --que le rompio la nariz y lo hizo caer inconsciente, con la parte inferior del rostro banada en sangre. Ambos sujetos sacudieron sus sacos. Uno de ellos escupio en la cara del joven, mientras el otro levantaba el arma de la acera. El primero levanto parte del torso y la cabeza de Santo, mientras el otro se proponia clavar finalmente la navaja, pero fueron sorprendidos por un "!Auxilio! !Llamen a la policia!" de una mujer que recien pasaba por el lugar. Se pusieron de pie, dejando tendido al muchacho moribundo.

  • Venganza en Sevilla (Martin Ojo de Plata 2) de Matilde Asensi.

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    Sevilla, 1607. Catalina Solis – la protagonista de Tierra Firme- llevara a cabo su gran venganza en una de las ciudades mas ricas e importantes del mundo, la Sevilla imperial del siglo XVII. Cumplira asi el juramento hecho a su padre adoptivo de acabar con una importante familia de comerciantes a Indias, los Curvo, gracias a una espectacular venganza multiple basada en el engano, la seduccion, la fuerza, la sorpresa, el duelo, la medicina y el juego. La acompanan en esta arriesgada aventura amigos de Tierra Firme y unos picaros supervivientes, dispuestos a dar su vida por un personaje tan legendario.

  • La bestia cazada de Blanca Moral

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  • La improbabilidad del amor de Hannah Rothschild

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    Una novela deslumbrante sobre el amor, un famoso cuadro desaparecido y un oscuro secreto del pasado. Una brillante combinacion de thriller, romance y satira sobre el mundo del arte.

  • Los hijos de la ira de Alessandra Neymar

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    ?Que harias si la traicion procediera de alguien en quien confias?Tras haber llegado a un acuerdo con Cesar, Siena decide entregarse a los lobos para proteger a Jun-Ha y Kim Jae. No tarda en descubrir que su padrino no ha cumplido con su palabra y ellos siguen estando en peligro. Mientras tanto, Franco no puede hacer nada por evitar que sus chicos sean deportados a su pais. Esa quizas sea la ultima vez que les vea con vida. Pero no imagina que ellos huiran en busca de Siena. Los tres se encontraran a mitad de camino, provocando que la situacion respire un caos sin tregua, que tan solo Alicia puede controlar. La presidenta lo tiene claro. Desprovista de poder, es incapaz de enfrentar a sus enemigos y proteger lo que ama. Tendra que recurrir a una estrategia en la que la mafia tomara partido. SEGUNDA ENTREGA DE LA TRILOGIA “LOS HIJOS DEL CAOS”.

  • No te enamores del profesor de Karol Miller

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    Natalie Taylor es una joven que ha tenido que superar las malas artes del destino. Se enfrenta junto a su hermana a una nueva etapa tras la perdida de su padre. Por fin, parece que vera cumplida una promesa: Graduarse. Pero no sera un camino de rosas el que le queda por delante. Antes de convertirse en una Licenciada debera aprobar todas las asignaturas, incluida la que imparte James McLean.
    El es un profesor arrogante, prepotente, exigente, experimentado, guapo y tremendamente sexy. Es un pecado para todas las mujeres. Cuando Natalie conoce a su profesor solo hay una palabra que le asalta constantemente: Peligro. Pero James parece no estar interesado en algo mas cuando ve a Natalie. Solo busca sexo sin compromiso, sin complicaciones. Pero ambos no pueden luchar contra su atraccion.
    La vida da muchas vueltas y el paso del tiempo cambia a las personas. ?Que ocurrira cuando vuelvan a encontrarse? ?Sera capaz Natalie de conquistar el corazon de James? ?O se rendira a los encantos de otro?

  • Mi ultimo recuerdo de Christian Martins

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    Sarah se recosto sobre el asiento mientras observaba la blanca pared que tenia delante. Llevaba tiempo preguntandose a si misma si de verdad tenia algun sentido continuar con aquellas citas, aunque... ?por que dejarlas? Incluso sabiendo que no servian para nada. ?Que mas daba? --?Me dijiste que querias escribir tus propias historias, verdad? ?No escribias un diario? La voz del doctor Clarkson era neutra, calmada, pacifica. Tenia el extrano poder de hacerte sentir bien en cada momento. -- Bueno, eso fue hace mucho tiempo, antes de casarme -- le conto, sin desviar la mirada del punto fijo de la pared en el que la habia clavado. -- Deberias retomarlo, creo que te ayudaraa recuperar... -- se tomo unossegundos para meditar -- , las ganas. Ella nego con conviccion. -- No creo que la soledad desaparezca por escribir un diario, Clarkson -- puntualizo de mala gana. El reloj digital de la muneca del hombre libero dos intensos y breves pitidos para indicar que la sesion habia alcanzado su fin. Ambos se levantaron de sus sillones y se colocaron la ropa antes de dirigirse a la puerta de salida. -- ?Por que no le dices a Robertque venga a la proxima sesion? -- pregunto, antes de dejarla marchar -- . Estoy convencido de que sera muy beneficioso para ambos. Sarah rio. -- ?Terapia en pareja? -- inquirio, carcajeandose -- . Lo intentare, pero dudo que se comprometa con algo semejante. Sarah estiro del picaporte para abandonar la sala y Clarkson coloco una mano, insegura, sobre su brazo. -- Sarah, estas aqui para que las cosas mejoren -- murmuro en voz baja. La puerta ya estaba abierta y las tres personas que aguardaban su turno en la pequena sala de estar habian dirigido su atencion a ellos. -- Intenta ser mas comprensiva y mas paciente -- anadio -- , si esperas un cambio, tu tambien debes cambiar. Ella no respondio. En cuanto libero el brazo del contacto con su piel, echo a caminar con apremio. Cruzo la sala de estar y se dirigio a las escaleras mientras el sonido de la lluvia golpeando el techo resonaba con fuerza sobre su cabeza. Escogio las escaleras y desecho la idea del ascensor; seguramente, el taxi ya estaria abajo esperandola para el trayecto de vuelta, lo que conllevaria mas de cuarenta minutos para estar sentada e inmovil. Nada mas alcanzar el vestibulo, corroboro que el aguacero del exterior estaba siendo intenso. Una muchedumbre de transeuntes en busca de cobijo se habia aglomerado bajo el portal del edificio impidiendola confirmar la llegada de su taxi, asi que cruzo la puerta y, con el fino sombrero de lana como unica defensa de la lluvia y la cabeza gacha, corrio hasta el taxi que esperaba al otro lado de la carretera. De improvisto, giro la cabeza y sus ojos chocaron con los faros de una motocicleta que se aproximaba hasta ella a gran velocidad. Sarah noto como el corazon se le paralizaba en aquel instante y como sus piernas, presas del miedo, se detenian y se resistian a cumplir una simple orden: !corred! El sonido del impacto llego antes que el del claxon de la motocicleta que, al chocar contra el suelo, se habia accionado y solapaba cualquier otro ruido que se produjese en la calzada. La muchedumbre que hasta entonces se habia mantenido cobijada, abandono el resguardo del edificio y se aglomero alrededor de la cuneta. -- !Llamad a unaambulancia! -- grito una mujer con la voz timbrada de espanto. Otra joven grito, asustada, cuando el anciano que se habia agachado junto al motorista para tomarle el pulso nego con un leve movimiento de cabeza. Sarah continuaba tumbada en el suelo, junto al hombre que habia tirado de su cuerpo inmovil para apartarla y que le habia salvado la vida. Otro grupo de ciudadanos tambien se habia detenido para rodearlos y acribillarlos a preguntas. -- ?Se encuentran bien? -- ?Esta usted bien? El hombre se levanto y les pidio, amablemente, que ayudasen al motorista que habia derrapado en la calzada al verles cruzar. "Seguramente necesitara mas ayuda que nosotros", anadio. Se levanto del suelo, conmocionada, y observo a su salvador. A pesar de encontrarse mojado y embarrado por la caida, el traje y el peinado delataban que era un hombre de bien. Seguramente, trabajaba en alguna de las grandes empresas que tenian oficina por aquella parte de la ciudad. -- ?Como se encuentra? -- le pregunto el, mientras Sarah fijaba la atencion en el motociclista caido. ?Estaria bien? -- Estoy bien -- respondio, distraida -- , gracias.

  • El llanero depravado de A. R. Cid

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    Lo que voy a contaros no forma parte de una perfecta historia de amor.

  • Te apuesto la Navidad de Irene Ferb

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    --!Vamos Candela, hija, que te duermes! Candela se sobresalta lo suficiente para darle la razon a su madre: siempre anda por las nubes. Se distrae con una llamita bailarina de una vela o con el estruendoso ruido de una moto. Cualquier estimulo le conduce a inventar historias. Pero tiene nueve anos, ?no dicen que lo mejor de los ninos es su imaginacion y que es una lastima su perdida en la madurez? Pues ella ya sabe el porque, por los padres, porque con sus prisas coartan cualquier ensonacion. O por lo menos su madre, Alicia, la mujer mas acelerada del planeta, la maestra de decir una cosa y hacer otra. Porque le ha escuchado cientos de veces departiendo con sus amigos sobre lo importante de la creatividad y la imaginacion en la infancia, pero a la que su hija se distrae, le mete un berrido como un bocinazo asesinando a sus visionarias neuronas. Igual es que podria existir un dispositivo que se iluminara anunciando que la persona que tiene la mirada perdida y parece que esta en babia, realmente se esta dejando llevar por la imaginacion y creando una historia memorable, como los conos naranjas que ponen en la carretera cuando hay un accidente o estan re-re-rearreglando el asfalto. !Ja! Eso estaria bien. --!Candelaaa! --le reprende su madre--. ?Quieres venir ya? --Pero si estoy aqui ya --le responde hastiada corriendo hasta ellos. --No, hija. No acabas de llegar, pero da igual. No me voy a poner a discutir. Nos toca pasar. ?Estas nerviosa? Candela sube los hombros como respuesta, intentando aparentar que no, pero la verdad es que si. No ha podido desayunar por la manana y ahora se alegra porque, si llega a hacerlo, estaria vomitando en este mismo momento. Su estomago baila como si estuviese grabando un tiktok de Camilo. Jorge, su padre, estira el brazo hacia su hombro para acercarle a el y abrazarla. --Carino, es normal que estes nerviosa. No todos los dias una visita la casa de Papa Noel --le dice el con su caracteristica voz tranquila. --Pues no. --Sonrie a su padre--. No todos los dias... pero estoy bien. --Espero que le digas algo, a ver si ahora, despues del viaje que hemos hecho al Rovaniemi este, va y te quedas callada --le sermonea su madre. --En ese caso hablariamos nosotros por ella, Alicia, que para eso hemos venido. ?No te parece? ?O es que tu tambien temes hacer la del conejo frente a los faros de un coche cuando veas a Papa Noel? --le pregunta Jorge mientras guina un ojo a Candela. --Tu estas tonto --obtiene por respuesta. Jorge se agacha y le dice a su hija al oido: --Tu madre esta mas nerviosa que tu y que yo. Candela y Jorge se rien, mientras Alicia resopla y, justo en ese momento, sale el elfo de la entrada que les abre la cancela para entrar. Los tres juntos, de la mano, acceden por un angosto pasillo a un salon con paredes de troncos de madera, decoracion navidena, una chimenea enorme y un escritorio en el que esta Papa Noel acompanado de varios elfos. A Candela le tiembla hasta la ultima celula de su cuerpo. Va a ser que si que estaba nerviosa. --Bienvenidos, Alicia, Jorge y Candela. Acercaos a mi --les dice el famoso mago de los regalos en un espanol justito--. Vamos junto al fuego. Hace mucho frio ya y mis rodillas duelen. El hombre se levanta de su escritorio y, asistido por una elfa muy sonriente, se sienta en un tronco frente a la chimenea. La familia espanola se situa frente a el en otro tronco, a unos dos metros. Candela abre mucho los ojos para no perderse detalle. <>, piensa para si. --Familia, gracias por venir a verme desde tan lejos --les dice--. Me encanta Espana. Os llevo esperando muchos anos, pero ya estais aqui. Bienvenidos a mi casa. Lastima que tenga muchos mas invitados y no podais quedaros mucho tiempo, pero he hablado con mis elfos y a cambio os daran un paseo con mis renos. --Gracias, Papa Noel --le contesta Jorge. Alicia y Candela no abren boca. --Candela, estas ya muy mayor, y muy preciosa. Se por mis elfos que te portas muy bien y que sacas buenas notas. El cuello de Candela responde afirmando. --?Me has traido la carta con lo que quieres que te lleve a tu casa este ano? La nina abre su bolso y saca la carta que escribio en Madrid. Este ano no tiene dudas: quiere una camara de fotos. La amable elfa se acerca, toma la carta y se la da a Santa. El la abre y la lee. Despues sonrie. --Hare lo que pueda, Candela... Me lo has puesto muy dificil, pero lo intentare. --Gracias --contesta animada. --?Y algo mas? ?Quieres pedir algo que no sea material? ?Algo para tus padres, o para algun familiar? Recuerda que este lugar es magico y los deseos pueden hacerse realidad. Candela piensa, pero enseguida lo tiene claro. --Quiero ir a ver a mi tia Amanda que vive en Nueva York y esta muy sola. --!Oh, que pena! Pero seguro que ella tiene muchos amigos alli --le responde. --No, !que va! Siempre que hacemos videollamadas o esta en casa o trabajando. Es actriz, ?sabes? --!Uy, que bonita profesion! --habla por primera vez la elfa. --?Y estas preocupada por ella? --le pregunta Papa Noel. Candela piensa lo que va a decir antes de hablar y responde: --?Puedo pedirte otra cosa Papa Noel? El anciano se rie, con esa carcajada que ha escuchado decenas de veces en peliculas, pero esta vez suena a verdad. El cuerpo de Candela se escalofria entero de la emocion. --!Pues claro! Estas en la casa de los deseos. Pide, Candela. La nina mira a su madre y recibe una sonrisa un tanto asustada, pero se decide a pronunciar: --Quiero que mi tia Amanda encuentre un novio esta Navidad y se case para que no este sola nunca mas. --Hija, eso quizas es muy dificil... Mi hermana no esta ahora mismo para novios y... --Lo intentaremos, Candela --interrumpe Papa Noel a Alicia--. Si algo nos gusta en el Polo Norte es que nos pidan deseos de amor. Una de mis elfas se pondra a la tarea, pero quizas tardemos un poco mas de lo que tu quieres, ?vale? Candela sonrie entusiasmada. Esta deseando llamar a su tia para contarselo. La elfa que ayuda a Papa Noel a levantarse y a que regrese a su escritorio, sonrie tambien. Este deseo le ha tocado el corazon. Si ella pudiera, haria todo lo posible por cumplirlo. Si ella pudiera... Capitulo 1: No estoy tan sola Me levanto tiritando de frio y toco el radiador. !Fantastico! !Se ha vuelto a estropear la calefaccion! --!Mierda de Manhattan! Con lo que me costo el apartamento y las veces que se rompe la calefaccion. Estoy mas que harta. Por lo que pago de comunidad, deberia haber un tecnico todo el dia en la sala de calderas. Busco en el armario la chaqueta de lana que me compre en Madrid y me cubro la garganta con una bufanda. Estamos a dias de terminar el musical y no me puedo permitir perder la voz. Michael me mataria. Miro el reloj, son las siete de la manana, me habia puesto el despertador para salir a correr, pero es mejor que ese tiempo le invierta en arreglar este desaguisado porque esta noche quiero regresar a un hogar vacio pero caldeado. El invierno en Nueva York es tan frio que todos los anos anoro regresar a Espana e irme al sur a la casita que tiene mi hermana en Cadiz, pero siempre me sale algun trabajo y me tengo que quedar. Voy hacia la cocina, caliento leche en un cazo y enciendo la cafetera. No es que sea una naturista contra los electrodomesticos, pero el microondas se rompio hace una semana y el conserje, que me prometio arreglarlo, lleva dandome largas desde entonces. Es un manitas. Siempre le pregunto a el antes de llamar a algun tecnico, pero esta vez se lo esta tomando con una calma tipo albanil cuando te dice <>. A veces pienso que todas estas nuevas modas que nacen antitecnologicas, followers de todo lo prehistorico, asi como el ayuno intermitente, lo de no ducharse todos los dias o el boicot a los congelados, realmente se originan del caos y la vagancia que da buscar un operario que te arregle el problema en cuestion sin morir en la espera o enfermar por el rinon que te cobran nada mas poner el pie en tu casa. En Manhattan es mas dificil encontrar un tecnico que un taxi en Nochevieja, por lo que te adaptas a vivir sin el electrodomestico estropeado y encima lo aprovechas, le pones un nombre cuqui y te haces el moderno. Me preparo el cafe y, mientras voy hacia mi telefono, me aseguro de que hayan pasado veinte minutos desde que me desperte. Me tengo totalmente prohibido mirar cualquier tipo de pantalla en los primeros veinte minutos de mi dia. ?Por que? Pues porque me lo dijo una dependienta en el Soho una vez, que los expertos dicen que es malisimo hacerlo para los ojos y, ademas, que te puede generar mucho estres ver todos los pendientes que tienes en ese dia. A la larga, eso te altera el sueno. Y si yo tengo dos problemas son esos: estres y problemas para dormir. Ademas, que si quieres parecer alguien importante en esta ciudad tienes que contar cosas asi. Hay que alistarse a todo este tipo de modas para estar en la onda y, si encima eres el precursor, te ganas miles de seguidores. Eso si, yo que creo tener la cabeza en mi sitio, te digo que la linea entre ser un yogi o padecer de TOC es muy fina, y que por eso medio Nueva York va al terapeuta, al psicologo o al psiquiatra. Veo en la pantalla que anoche me llamo mi hermana. Ya habran vuelto de Finlandia. Luego la llamo, pero primero voy a despertar al vago del conserje. Diez minutos despues tocan a mi puerta. Dejo el nuevo guion que no he empezado a leer sobre la mesa y me miro en el espejo antes de abrir. Aunque sea el de la calefaccion, siempre tengo que parecer arreglada porque un mal rumor te puede desahuciar durante meses y quitarte oportunidades. Abro y me encuentro con Peter, el buenorro de mi vecino, y su sonrisa socarrona. --No has salido a correr y habiamos quedado. --Piii..., error. Tu dijiste que ibas a correr y yo te dije que igual me apuntaba, pero no se si te has dado cuenta, amigo, de que no hay calefaccion. Peter sonrie y toda esa hilera de dientes perfectos y blanquitos me provocan. --Pues claro, dime que has llamado ya al conserje. --Si y me ha dicho que iba a avisar al de la caldera, pero que no cree que esta manana este arreglado, asi que abrigate. Peter, como suele hacer, a su antojo, empuja la puerta y entra en mi casa. Yo reniego mientras le sigo a la cocina y le veo servirse un cafe, sin dudar de donde estan las tazas o el edulcorante, y despues se apoya en la barra mientras bebe. --!Uhmm! Me encanta tu cafe espanol. --A ti lo que te encanta es gorronearme, que ya me tienes acostumbrada y hasta, cuando hago la compra, pienso en la leche y en los cereales que te gustan. --?Me has comprado cereales? --me pregunta divertido. --En el armario del centro --le respondo simulando hastio. Peter se da la vuelta y, mientras busca, yo no puedo evitar perderme en su espalda y en su trasero que estan esculpidos por los dioses y trabajados en muchas carreras y ejercicios de crossfit. Es lo que tiene el real cuerpo de bomberos: unos cuerpazos de calendario. Pero es que encima de que Peter sea guapo a rabiar, con rasgos latinos, ojos oscuros, labios gruesos y mandibula ancha, es el bombero mas sexi de todo Nueva York. Y no lo digo yo, se hizo viral hace dos anos en la red. Desde entonces, de vez en cuando, trabaja en moda y se lleva un dinerito; de ahi que se pueda costear un apartamento en una zona como esta. Los dos nos vinimos a vivir casi a la vez a este edificio y nos hemos ayudado a sobrevivir en la soledad a la que te empuja a experimentar esta ciudad. No es que el este solo. !Que va! Pocas veces duerme solo en su colchon. Las paredes son de papel. Pero una cosa es sexo y otra familia, y ambos, inmigrantes, echamos de menos a las nuestras. ?Me he acostado con el? Pues claro. ?Hay algo mas? No, para nada. Es el ser mas mujeriego del planeta. Jamas podria fiarme de el. Peter echa los cereales desde la caja en su boca y despues bebe cafe. Sus modales de puertas para adentro dejan mucho que desear, pero entre el y yo ya no hay melindres de ese tipo. --?Hoy tienes funcion? --me pregunta. --Si, a las cinco. --?Quieres venir despues a la fiesta de cumpleanos de John? --No --respondo rotunda. Peter se rie. --No lo vas a olvidar nunca, ?no? No contesto, pero porque ya sabe la respuesta. --Fue una chorrada, Amanda. Olvidalo... --Lo tengo olvidado, Pet, pero sabes que John me incomoda. No me gusta como me mira. --Te mira como la mitad de los hombres en esta ciudad y porque los otros son gays. Eres un bombon, Amanda. --Gracias, pero eso no justifica que me mire como si yo fuera un producto y no una persona. Estoy harta de eso. --Ya... lo de que te pidieramos hacer un trio, no ayudo, ?verdad? Pero es que, en serio, John es un hacha. Le he visto en accion, y te iba a quitar todo el estres. Esta loco por ti. --Pet, una cosa es que tenga sexo ocasional contigo por la confianza que hay, y otra es que me acueste con todo bicho viviente. --Amanda, no hay ningun bicho viviente. Solo te acuestas conmigo. --Eso no es verdad. --Eso si es verdad, y lo sabes. Nena, eres una monada, pero estas escondida entre estas paredes y tu miedo al fracaso. --Pet, contigo y mi satisfyer me basta y me sobra, y no es cuestion de miedos. Es que paso de tener una pareja chupasangre. Ademas, no quiero hablar de esto, asi por la manana. Pet se me acerca despacio, clavando sus ojos en mi. --No te enfades, preciosa... Sabes que te quiero. Nos abrazamos como amigos. Me distraigo en su olor. Aunque viene de correr, huele igual de bien que siempre. Siento como se endurece al estar tan pegado a mi. Aparto mi cabeza para mirarle interrogante. --Llevo tres dias. Te lo prometo --me lo dice con cara de perrito abandonado. --?De verdad? Pet se acerca y me da un suave beso en los labios. --Jamas te miento con eso. Tres dias sin acostarme con nadie, lo juro. Estoy limpio para ti. Hace mucho frio en este apartamento, dejame que te caliente... --me dice con esa voz seductora pegada a mi oreja y se que no voy a poder negarme, ni quiero. Lo que mas me apetece es entrar en calor bajo su cuerpo y si el me ha prometido que no se ha acostado con nadie, le creo. Tengo esa norma con el: sexo si, pero siempre y cuando no comparta fluidos con otras, y tienen que pasar minimo dos dias para que lo acepte. --Tengo un poco de prisa --le digo para sonar practica y asi darle nombre a esto que tenemos--. ?Sofa, suelo o cama? Pet me mira y sonrie picaro. --Donde tu quieras, princesa. --No me llames princesa --le reprendo. --Pues en ese caso, en el suelo. --Pet me agarra y caemos sobre la alfombra. No es que haya mucho espacio, aunque creo que el justo y necesario para los planes de mi vecino, que ya me ha quitado el pantalon de estar por casa y esta haciendose un hueco entre mis braguitas para hacerme perder el sentido con su especialidad. Pet es un maestro en el arte del sexo oral y es su ritual, como el aperitivo antes de almorzar en los restaurantes espanoles; lo practica nada mas empezar y asi se asegura el exito. Cierro los ojos y me dejo llevar por su lengua, y lo que me provoca. Tres minutos despues, cuando estallo en un orgasmo y el asciende para penetrarme sin darme tregua a respirar, pienso que no estoy tan sola y que no se por que todas las noches mi apartamento se me echa encima.

  • El camino de su sonrisa de Alvaro Torres Silva

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    Cristobal tiene un extrano sueno que lo transporta a un episodio de su vida pensando en lo que podria ocurrir a futuro, sin embargo, los sentimientos hacia Valentina lo llevaria a un destino que jamas imagino comprendiendo que por algo pasan las cosas.

  • Hoy aun estamos vivos de Emmanuelle Pirotte

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    Una historia intensa y hermosa, ambientada en la Belgica ocupada de la Segunda Guerra Mundial, que nos muestra que incluso en los momentos mas duros existe un espacio para la esperanza.

  • Del azul del agave, Monica Penalver de Monica Penalver

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    Novela finalista de VII Premio de Novela Romantica Vergara-RNR

  • Noche de loca pasion de Kristi Gold

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    Nada mas ver a aquel hombre moreno de ojos negros, Miranda Brooks deseo que el hiciera que perdiese su inocencia. La increible noche pasada a su lado le hizo reconsiderar sus propositos de permanecer soltera. Pero a pesar del intenso deseo de que aquel fuera su amante para siempre, penso que nunca volverian a verse…

  • Movie Star 1 de Alex Cartier

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    Ophelie es una joven asistente de prensa que trabaja en el mundo del cine. Vive en Paris con su gato Romeo, su pez rojo Julieta, un novio ideal, sus encantadores padres, su mejor amiga (totalmente ninfomana) y su fantasia erotica de toda la vida: Michael Brown, uno de los actores mas taquilleros y mas sexys de Hollywood. Una vida corriente, hasta el dia en que su jefe la envia a Deauville. Este sera su primer festival de cine y alli se encontrara frente a frente con Michael. Ese es el principio de una historia de amor tan ardiente como peligrosa. Ophelie se convertira entonces en el centro de todos los focos por ser la nueva chica corriente que aparece del brazo de una de las estrellas mas sexys del mundo.

  • El eco de los disparos, Edurne Portela de Edurne Portela

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    ‘Somos complices de lo que nos deja indiferentes’, senalaba George Steiner. Cuando el testigo del abuso y la violencia mira hacia otro lado, cuando prefiere no ver ni saber, cuando esgrime el ‘algo habra hecho’, cuando una vez pasada la violencia exige el olvido, y cuando este testigo representa a una mayoria, nos encontramos ante una sociedad enferma. Lo hemos visto en nuestro pais con las heridas de la guerra civil, tambien en otros conflictos europeos, como la guerra de los Balcanes, o la Irlanda del IRA. Y la historia se repite. Han pasado cinco anos desde que ETA anunciara el cese definitivo de la lucha armada. Desde entonces, una buena parte de la sociedad espanola y vasca parece estar dispuesta a pasar pagina, como si las ultimas decadas de violencia hubieran sido tan solo una pesadilla, como si la violencia que afecto a tantas personas dentro y fuera de los territorios vascos se pudiera circunscribir a un pasado cerrado. Pero la historia, la responsabilidad frente al pasado, no desaparece por prescripcion, sobre todo cuando ampliamos la mirada y consideramos parte del conflicto no solo a victimas y perpetradores, sino a la sociedad que fue testigo de la misma -a veces testigo complice, a veces testigo amedrentado, a veces testigo indiferente-. Edurne Portela ofrece en este libro una serie de memorias intimas de la violencia y defiende, a traves de reflexiones sobre la literatura y el cine actuales, una cultura para el presente que ayude a afrontar las heridas del pasado.

  • La ciudad de los fantasmas de Victoria Schwab

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    Desde que Cass estuvo a punto de ahogarse (esta bien, si, se ahogo, pero no le gusta pensar en eso), puede correr el Velo que separa a los vivos de los muertos y entrar al mundo de los espiritus. De hecho, Jacob, su mejor amigo, es un fantasma. Asi que las cosas ya son bastante extranas en su vida, pero se van a volver mas extranas aun. Cuando a los padres de Cass les ofrecen realizar un programa de TV sobre los lugares mas embrujados del mundo, la familia parte hacia Edimburgo, Escocia. Alli hay tumbas, castillos y pasadizos secretos rebosantes de fantasmas. Y cuando Cass conoce a una chica que comparte su <>, se da cuenta de cuanto le queda por aprender del Velo y de si misma. Cass tendra que aprender rapido: la ciudad de los fantasmas es mas peligrosa de lo que habia imaginado

  • El amo del fuego de Enrique Osuna

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    Daniel Salgado es un joven universitario, de familia acomodada y acostumbrado a una existencia placida. Sin saber muy bien como, un dia retrocede en el tiempo cientos de miles de anos. Angustiado por la situacion y aferrandose a la pesadilla como unica explicacion posible, se ve indefenso, perdido en un paraje inhospito y obligado a sobrevivir sin mas ayuda que su inteligencia.

  • Los anos que amamos locamente de Rosa Villacastin

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    Una cronica imprescindible, atrevida y desvergonzada de la Transicion espanola.

  • Mongo Blanco de Carlos Bardem

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    Carlos Bardem vuelve a la escritura con la apasionante epopeya de un personaje real, el poderoso y legendario Mongo Blanco, en una epica y ambiciosa novela plagada de accion.

  • Heima es hogar en islandes, Laia Soler de Laia Soler

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    ?Puede estar tu hogar a miles de kilometros de casa?
    Ver la vida en blanco y negro no es divertido.
    Laura padece una extrana enfermedad que le impide apreciar los colores, pero si ultimamente su vida es gris no es solo porque sufre acromatopsia. Acaba de romper con su novio y sus padres no dejan de pelearse tras el divorcio. Por eso, decide alejarse de todo y toma el primer avion que sale del aeropuerto.
    El destino la lleva hasta Reikiavik, Islandia. Alli conoce al simpatico Orri, quien le propone emprender un viaje para recorrer el pais con el y su no tan simpatico amigo Gudjon. Quiza no sea una idea sensata, pero no es que Islandia ofrezca muchas opciones a una chica que se ha escapado de casa.
    Lo que Laura nunca podria sospechar es que los dos islandeses esconden un secreto imposible de creer, incluso para alguien como ella, y que ese viaje la cambiara para siempre.

  • El Codigo de Willyam Thums

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    ?Alguna vez te has preguntado que hay detras de cada click que haces en internet? ?Que si los datos de tu vida online fueran usados para cambiar tu propio futuro?Asi como el internet da forma a una nueva era, tres corporaciones se vuelven las gobernantes de un mundo virtual llamado Etherea. El senor Davis, directivo de Apollo Corporations, tiene que luchar contra dos enemigos sin precedentes que buscan la supremacia del universo. Mientras la historia espera que escojas un bando, el mundo fisico presencia la carrera espacial entre Estados Unidos y China.

  • Less de Andrew Sean Greer

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    ?Quien dice que no se puede huir de los problemas?

  • Que te parta un rayo, Candela de Paula Rivers

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  • Belleza Enredada, K. L. Middleton de K.l. Middleton

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  • Lynnae de Margotte Channing

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    Groenlandia, ano1113
    Gunnar, hijo menor de Erik e Yvette, y BERSERKER, decide abandonar el hogar familiar para luchar como mercenario del rey Filip Halstensson. Ante los demas, se va porque quiere labrarse un futuro, pero en realidad, siente que la bestia que hay en su interior cada vez es mas fuerte, y teme hacer dano a su familia, por eso decide abandonarles, lo que provoca una fuerte discusion con su padre.

  • Mi dulce infierno de Josefina Rossi

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    Llevaba dos anos en esta hermosa ciudad de Alaska, por primera vez en mi vida estaba teniendo estabilidad y paz. Mi abuela me habia heredado todos sus bienes cuando murio y con ello me regalo un lugar al que pertenecer. Tenia una rutina, trabajaba para la estacion de bomberos de la ciudad y aun que estaba rodeada de hombres fuertes y hermosos, solo uno me quitaba el aliento. !Dios!, pero era un odioso, siempre que podia estaba intentando volverme loca. Pero justo esta semana tenia mi calefactor malo en casa y como la estacion tenia las tripulaciones en servicio pense en tomar una ducha con agua caliente.

  • Mas alla de estas paredes de J.l. Berg

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    Dicen que el amor puede superar cualquier obstaculo. Pero, ?puede realmente sobrevivir a la muerte? Se suponia que eramos felices. Felices para siempre. Tazas de chocolate, los pies descalzos en la arena y una vida plena donde todos nuestros suenos podian cumplirse. Ese era el futuro que el me habia prometido y en el que yo habia creido.Podia sentirlo, tocarlo con mis manos. Hasta que, de repente, todas nuestras ilusiones y esperanzas se esfumaron como arena entre mis dedos. Esta es la increible historia de amor de Lailah y Judas en “Mas alla de estas paredes”.

  • La danza del gohut de Ferran Varela

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    Me encanta descubrir nuevos autores. Nuevas voces, jovenes y maduras, nuevas ideas, nuevas formas de narrar tamizadas por diferentes referentes, experiencias, sensibilidades. Lei por primera vez a Ferran Varela cuando me remitio un cuento para la antologia de fantasia oscura Dark Fantasies. Publicar nuevos valores es uno de los objetivos de las selecciones que preparo y su historia, Profundo, profundo en la roca, me sorprendio por su frescura y dominio del medio narrativo; un nuevo escritor del que nada habia oido hablar pese a que ya contara con un ramillete de relatos publicados. En el siguiente volumen, El viento sonador, repitio con Las cadenas de la casa de Haden, una historia sorprendente de sangre y honor ambientada en una sociedad compleja esbozada en apenas unas lineas, una de las senas de identidad de este escritor catalan. La novela corta que ahora tienes en tus manos sigue la misma tonica y podria, incluso, formar parte del mismo universo a medio camino entre la epica y la fantasia, con elementos cotidianos, miticos y antropologicos. Gran imaginacion, un mundo secundario de inspiracion medieval muy bien perfilado, abundante introspeccion y unos protagonistas de carne y hueso capaces de llegarnos al alma son otras de sus caracteristicas distintivas que podemos encontrar en ella. Historias, sociedades y personajes de los que siempre queremos saber mas. Como en los dos relatos citados, los actores de este microcosmos de ficcion son seres especiales, no por el hecho de detentar poderes sino porque solo ellos conocen la terrible verdad sobre el mundo. Personajes principales que en su mayoria suelen ser mujeres --una bruja y la heredera de un jerarca en el caso de los cuentos, una tutora de la Academia en la presente novela --, de fuerte caracter, respetadas y reconocidas por su tenacidad, enfrentadas a un reto de dificil solucion. Acompanemos en esta ocasion a la joven Leara en su mision de devolver el juicio al heredero de la Casa mas poderosa de Tiuma, quien ha permanecido prisionero de los salvajes gohut durante cuatro largos anos. A traves de sus conversaciones asistimos a un verdadero choque de culturas, dos modelos de organizacion social completamente antagonicos, entre el clasismo y la rigidez jerarquica a la norma propia de la civilizada Tiuma --que es el precio a pagar por el orden y la seguridad-- y el canto a la naturaleza y la libertad sin limites de la sociedad tribal gohut, que posee ademas una concepcion taoista de la existencia: vida y muerte, noche y luz, gozo y dolor, partes indisolubles de un todo completo. Dos mundos tan irreconciliables como la razon y los suenos. Varela construye un mundo rico y verosimil, con un enfoque mucho mas literario y trascendente de lo que suele ser habitual en el subgenero. Un texto laboriosamente trabajado pleno de bellas y originales metaforas magnificamente engarzadas en la trama y que aprovecha el estereotipo para facilitar la fluidez de la historia. En el se repiten algunas de las constantes habituales del autor, como es la importancia del linaje, los sutiles equilibrios de poder en las altas instancias de la politica, una sociedad con un alto apego a la tradicion que se resiste a cambiar viejas formulas que reproducen prejuicios e injusticias, la cruel inevitabilidad de los eventos a acontecer. En esta hermosa tragedia no faltan las escenas de accion, los dialogos repletos de frases gloriosas ni la inevitable chispa del amor. Un canto de vida y libertad que nos propone romper las cadenas que, con excesiva frecuencia, nos atan a una sociedad hipocrita y abrazar por el contrario nuestros instintos primarios que nos haran mucho mas libres y felices. A traves de los labios de Rin descubrimos que todo ello es posible, que como Richard Harris en Un hombre llamado caballo o Kevin Costner en Bailando con lobos es posible gozar de una vida nueva, tan excitante, salvaje y pasional como seductora. Confieso que lei esta novela hace ya algun tiempo y me alegra que finalmente se haya publicado en un sello como ediciones el Transbordador, con un bagaje tan interesante de nuevos autores a sus espaldas. Lector, dejate llevar por esta bella y elegante fantasia, obedece a tus impulsos y baila conmigo la danza del gohut. Te prometo que te conducira a un lugar magico y poderoso del que no querras regresar. Mariano Villarreal Verano de 2018 A mi hermana, que tiene alma de gohut Uno La pala golpeo la tapa del ataud y le arranco un chasquido sordo y hueco. En la quietud de la noche, bajo la luna del cambio, el crujir de la madera resono con tal fuerza que los perros aullaron a lo lejos. Ara cerro los ojos, aguanto la respiracion y se maldijo por no haber cavado con mas cuidado. Seria una pena que la descubriesen ahora que estaba tan cerca de lograrlo. El fracaso no era una opcion. No despues de lo mal que lo habia pasado para regresar a Tiuma. No despues de lo que habia sufrido al acatar durante todo un dia esas absurdas normas humanas que asfixiaban su voluntad. No despues de la humillacion de volver a ponerse esas estupidas ropas que ocultaban su verdadero yo, que levantaban una barrera de seda entre su piel y el mundo, que le impedian sentir el aire, y la lluvia, y la tierra. Y se sorprendio paladeando el agrio sabor del miedo. Miedo a ser atrapada y ejecutada por la guardia, a morir sin ser ella misma. Miedo a ser capturada y sometida a experimentos en el ala de investigacion de la Academia. Miedo a huir sin haber completado el ritual y condenarse a vivir una vida incompleta. Para librarse de el, se concentro en el reconfortante cosquilleo de las plumas de halcon que portaba a la espalda. Recordo quien era. Era Ara. Pronto seria una gohut, y un gohut no siente miedo. Se reprendio por ese instante de cobardia y, para demostrarse que estaba tan libre de temores como del resto de lastres humanos, alzo un pie y golpeo con el talon sobre el ataud tres veces mas. Los mastines de las casas adyacentes al cementerio volvieron a ladrar, pero nadie les hizo el menor caso. Tras lanzar una carcajada de triunfo y deleitarse con las timidas caricias de la llovizna en su rostro, la mujer se agacho y aparto con las manos los ultimos punados de tierra mojada. Clavo la punta de la pala en la juntura de la tapa y, apoyando todo el peso de su pequeno cuerpo en el mango, hizo palanca. Las astillas volaron acompanadas por la melodia de la madera quebrada y el ataud se abrio. Dentro yacia el joven cadaver del dos veces nacido y dos veces muerto; el unico gohut con cuerpo de hombre. A Ara se le encogio el estomago al ver el rostro del chico. No era como lo recordaba. Un ano bajo el fango habia hecho mella en el. La descomposicion no le habia dejado nada mas con que taparse la calavera que unos jirones de carne reseca y unos mechones de pelo lacio. Con los ojos anegados en lagrimas, la joven cayo de rodillas. Ese ya no era el orgulloso gohut al que habia conocido, sino una mera carcasa vacia. Aun asi, Ara no pudo resistir la tentacion de volver a sentir el suave tacto de sus dedos recorriendo las curvas de su cuerpo desnudo. Se rasgo el vestido, le tomo las manos y las apreto contra sus pechos. Pero esas ya no eran sus manos, sino dos colgajos de piel ceniza y huesos quebrados. No habia en ellas calor, ni anhelo, ni suenos. Hacia mucho que su voluntad habia abandonado aquel cascaron y habia vuelto a la Tierra que Sustenta y al Cielo que Arropa. Ara lloro, desconsolada. Entre gemidos, deseaba que el frenetico bombeo de su corazon pudiera, de alguna forma, ser suficiente para los dos. Que sus latidos se tornasen mana, brotasen de sus pezones y se clavasen en las palmas de su amado. Que recorrieran sus venas insuflandole vigor. Ojala eso bastase para traer de vuelta los soles que habian compartido. Ojala algo bastase. <>, se recordo. <>. La mujer arrastro el cadaver fuera de la tumba. Lo coloco boca arriba en el barro, se inclino sobre el y lo beso dos veces. La primera en la frente, en senal de respeto. La segunda en el lugar en el que deberian haber estado sus labios, en senal de algo tan profundo que ni siquiera tenia nombre. Luego se alzo y, blandiendo la pala como un hacha, se dispuso a cortarle la cabeza. No consiguio decapitarlo de un tajo limpio. Necesito siete golpes para partir la vertebra, y aun asi tuvo que usar el pequeno cuchillo de silex que siempre llevaba encima para terminar de cortar el ultimo trozo de pellejo del cuello. Cuando acabo, alzo la testa del joven hacia el firmamento y, por un infimo instante, un claro entre las nubes enmarco la luna del cambio. Bajo su palida luz, la calavera sonreia. Parecia feliz, asi que Ara se esforzo por reir tambien. La certeza de que su pecho albergaria el alma del gohut la llenaba de dicha. Llevaria su espiritu dentro por siempre jamas. La chica se recoloco el vestido de modo que se disimularan los rasgones que le habia hecho, metio la cabeza del muerto en su bandolera y se la colgo al hombro, asegurandola con un doble nudo. Y, aunque dio media vuelta y echo a andar a buen ritmo, dispuesta a salir de esa ciudad cuanto antes, se obligo a volver sobre sus pasos. No podia irse aun. Todavia quedaba una cosa por hacer. Se acerco a la lapida y, compungida, paso las yemas sobre el marmol mojado y palpo el relieve de las letras cinceladas en el. <>, rezaba la losa. Si, ese nombre la habia ayudado a encontrar el cadaver de su amado, pero era falso. Era un asqueroso nombre humano, un nombre nacido para atar y restringir la voluntad. Escupio para librarse de la oleada de repugnancia que le recorrio las entranas. No podia dejarlo asi, a el no le hubiese gustado. La repulsion de Ara se torno furia. La colera tomo el control de su cuerpo. Lejos de luchar contra ella, la mujer se abandono al frenesi de la ira y disfruto cada una de sus salvajes llamaradas. Grito como una nina y se rio como una loca, bailando al son de sus desbocados sentimientos. Pues el suyo era, a fin de cuentas, el camino de las libertades y no el de las normas. Esgrimio la pala de nuevo y pico con su canto la superficie de la lapida una y otra vez. No le importo que los perros enloquecieran por el ruido, ni que los vecinos, alarmados por los constantes ladridos, comenzasen a encender velas y antorchas. Sabia que la llegada de la guardia era solo cuestion de tiempo, mas el riesgo merecia la pena. En el mejor de lo casos, acabaria antes de que eso sucediera y podria escapar hacia las llanuras al amparo de la noche. En el peor, sus restos mortales reposarian junto a los de su amado. Ara no dejo de golpear con la pala hasta que fue imposible distinguir la mayoria de las letras cinceladas en el marmol. Para cuando dio por concluida su obra, solo podian reconocerse tres. Entonces, la joven deshizo una de sus trenzas, libero la unica flor que adornaba su pelo y se arranco una de las plumas que llevaba pegadas a la espalda. Dejo su humilde ofrenda sobre el cuerpo decapitado. Una pluma de halcon y un crisantemo blanco. Su ultimo adios consistia en ese sencillo gesto y en la pronunciacion de las tres letras que aun podian leerse en la lapida. --Rin --suspiro Ara. Y dejo que los ultimos vientos del otono se llevasen el recuerdo de su amado en una espiral de vaho. Rin. El autentico nombre del joven. El nombre de su alma gohut. El nombre por el que ella lo habia conocido en una vida anterior, tan solo dos anos antes.

  • Aquel Viejo Sentimiento de Lorena Valois

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    Los tres hermanos Hunter parecian tenerlo todo gracias a su talento, atractivo y carisma.
    Forjando una carrera de musicos, cosechaban exitos y suspiros de sus fans.
    Pero fuera del escenario, no todo era color de rosa.
    Dylan habia encontrado al amor de su vida muy pronto y lo habia perdido por causa de un gran malentendido ocasionado por los celos y la desconfianza.
    Benjamin, tambien habia hallado el amor,aunque su discolo caracter escondia un duro secreto por debajo.
    Frederick, el mayor de los tres, amaba a la misma mujer desde hace anos, pero nunca se permitio acercarse a ella, desperdiciando valiosos anos en la espera.
    En medio de esa voragine en sus vidas, se veran envueltos en unos sucesos de venganza y oscuridad, que podria destruir todo cuanto le es querido.
    ?Que decision tomaran al verse enfrentados entre viejos sentimientos y unas nuevas emociones?
    Con mucha musica de por medio, unos personajes entranables y finales inesperados, Lorena Valois nos trae su primera novela romantica contemporanea.

  • Libres de Alejandra Rodriguez

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    Aprendi por mi cuenta que el amor no conoce barreras, que no entiende de frascos y que no siempre habita entre un hombre y una mujer.
    Averigue que hay tantas clases de amor como personas habitamos en la Tierra y, por mucho que lo rehuyas o lo busques, aparece cuando y donde menos te lo esperas.
    A veces es el culpable de que a una mujer le de un infarto por enterarse de que su hijo se ha casado con ese al que ella llamaba error.
    A veces esta entre una chica, como yo, y un chico como Hector y otro como Eliot.
    Si. A veces tampoco es cosa de dos. En ocasiones los sentimientos son tan traviesos que son capaces de unir a tres personas en el mismo espacio-tiempo.
    Me llamo Nicole; esta es mi historia y la de ellos.
    Advertencia: Esto no es un cuento de hadas. Es una historia de personas libres.

  • De repente, el amor (Edentown 4) de Annabeth Berkley

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    Isabella Rossetti cogio el mapa con la mano derecha mientras con la izquierda sujetaba el volante del coche que habia alquilado. Fruncio el ceno. Todas las carreteras le parecian iguales. Sabia que estaba cerca asi que no iba a detenerse pese a que llevaba toda la noche conduciendo. Acababa de amanecer y conducir con luz era mas rapido y seguro. Tenia bastante sueno. Estaba agotada. Emocional y fisicamente. Se restrego los ojos luchando por mantenerlos abiertos. Sabia que debian haber parado a descansar, pero como los ninos se habian dormido, no quiso despertarles. Solo queria aprovechar un poquito mas. Ya descansaria durante el dia cuando llegaran a Edentown… si lo encontraba… Peter Muldoon observo extranado desde su bicicleta, un destartalado coche rojo avanzando despacio por el camino de tierra, paralelo a la carretera por donde circulaba el. A esas horas no solia haber nadie por las carreteras. Quedaba poco para las fiestas navidenas, lo que traeria algunos turistas a la zona, pero aun quedaban unos dias para ello, asi que supuso que sus ocupantes habrian adelantado su periodo vacacional. Suspiro. Otro ano que acababa en breve. Habia decidido que su vida necesitaba un cambio. Era feliz alli, no se podia quejar. Su negocio marchaba bien… pero no tenia nada mas. Hasta su irascible hermana habia encontrado pareja y se habia mudado de la casa de sus padres en la que todavia residia el. Ahora vivia solo en la residencia familiar, y habia descubierto que no le gustaba la soledad. Sus padres seguian de viaje, volverian para Navidad, pero, sin duda alguna, no era su solucion. Se incorporo al camino de tierra que le llevaba al pueblo. Quiza debia ver la casa que Megan le habia dicho que estaba hecha para el. Megan siempre pensaba que todo el mundo necesitaba una casa con jardin para que el perro y los ninos, que todo el mundo debia de tener, disfrutaran. Quiza asi, su vida comenzara a cambiar, sonrio distraido… El coche rojo se le echo encima. Isabella freno en seco. El corazon amenazaba con salirsele del pecho. !Que habia sido eso! !No lo habia visto! Solo se le habian cerrado los ojos un momento. Miro el asiento trasero mientras se desabrochaba el cinturon. La parejita de ninos no se habia despertado. Salio asustada y se arrodillo ante el ciclista mientras empezaba a palparle los brazos en busca de un hueso roto. Peter trato de incorporarse ligeramente dolorido. Intento calmar su respiracion. Vio la bicicleta en el suelo junto a ellos. Afortunadamente no habia salido muy mal parada. Vaya susto… fue consciente de que habian empezado a tocarle el brazo. -Scusa, scusa, scusa… -murmuraba una joven llorosa. -Podrias tener mas cuidado -gruno sin mirarla-. Te has echado encima de mi. Dejame, -le dijo molesto intentando levantarse. -No. Puedes tener algo roto -le respondio ella pasando a tocarle sus musculosas y duras piernas sin dejarle levantar. Peter la miro extranado por esa orden. Esa mujer no era de alli. Tenia un acento extranjero. Observo su oscuro cabello recogido en una coleta muy despeinada. Sus manos eran largas y finas. Entonces levanto su mirada y se encontro con unos preciosos ojos verdes con largas pestanas oscuras. Nariz pequena y pecosa y una boca que invitaba a besarla sin dudar. Sintio como si la garganta se le secara al momento. Isabella lo miro unos segundos y bajo la mirada sonrojada. Estaba tocando a un hombre. Un hombre en el sentido literal de la palabra. No tenia nada roto, no era un enfermo. Era un hombre con unas piernas fuertes y musculosas. No tenia motivo alguno para tocarle. Se levanto murmurando mas disculpas mientras cogia la bicicleta para apartarla de las ruedas del coche. Peter se incorporo rapido sin quitarle la vista de encima. Parecia aturdida y tenia ojeras bajo sus hermosos ojos. Se llevo la mano al codo. Le dolia, tenia un enorme raspon. Se sacudio el polvo de su ropa deportiva y observo con una mueca que tenia otro raspon en el muslo y la rodilla sobre la que habia caido. Le cogio la bici. -Lo siento, no te vi. -Eso es evidente -le respondio Peter bajando la cabeza para mirarla. Ella seguia cabizbaja y miro hacia dentro del coche preocupada por los ninos, que afortunadamente, seguian dormidos. Peter le siguio la mirada y se sorprendio al ver a los pequenos. Busco en las manos que retorcia nerviosa una alianza, pero no la encontro. -Yo… ?Estas bien? Tengo un poco de prisa, pero puedo acercarte al siguiente pueblo -murmuro ella sin mirarle -, si lo encuentro… Peter observo su bici. Podria seguir el camino sobre ella. -No, no hace falta. Pero ten cuidado -le dijo protector notando la preocupacion y el cansancio en su rostro-. No estaras huyendo de alguien -la acuso. Isabella sintio como si la hubieran abofeteado y levanto la mirada agresiva. Era mucho mas alto que ella. Con el cabello castano un poco mas largo de lo habitual, su mandibula recta, una barba incipiente, sus labios carnosos, sus ojos de color avellana. Era bastante guapo. Quiza demasiado. Sintio que se sonrojaba. -Los ninos son mios -exclamo con mas seguridad de la que parecia que podria contener en su cuerpo. Se metio en el coche. Se abrocho el cinturon y siguio su camino bastante mas alterada de lo que queria reconocer. Peter la miro mientras se alejaba. No habia sido su intencion ahuyentarla, aunque saltaba a la vista que algo escondia. Pero… ?que le importaba a el? Volvio a inspeccionar las heridas antes de subirse a la bici y volver a su casa pensando en los ojos verdes mas bonitos que habia visto nunca. Isabella suspiro aliviada al ver el cartel que le daba la bienvenida a Edentown. Casi tenia ganas de llorar. Llevaba toda la noche conduciendo, y el susto con el ciclista habia sido la gota que colmara el vaso de sus emociones controladas. Siguiendo unos letreros llego hasta el acogedor hotel. Aparco el coche. Suspiro profundo. Por fin habia llegado. Sintio que le temblaban las piernas. Entro a pedir habitacion antes de despertar a los pequenos. Rezaba para que todo fuera a salir bien. De momento, mas o menos, asi estaba siendo, aunque le quedaba la parte mas dificil. -Me alegro de que al final te hayas decidido a ver la casa -le comento la pelirroja Megan Saint James a su amigo mientras caminaban por las calles empedradas hacia su inmobiliaria-. Ya te dije que era perfecta para ti, y la tienes muy cerca de tu trabajo. -No se… -se sincero Peter-. Me gusta la idea de la casa, realmente es bonita, pero no se que hare con tantas habitaciones. -No hay tantas -le contesto Megan-. Ademas, nunca se sabe. Algun dia las llenaras, ya sabes – sonrio por su conocida obsesion: pareja, ninos uno o dos perros… -Si, claro -le respondio-. Tengo tantas opciones. -Peter, eres uno de los hombres mas atractivos de aqui. No tienes mujer porque no quieres. -Seguro -las relaciones de una noche no le satisfacian lo suficiente y las mujeres con las que se relacionaba no le atraian tanto como para que durara mucho mas. -Incluso la barba te hace parecer mas… interesante. -No digas tonterias -le dijo con una sonrisa pasandose la mano por la mandibula. Sentia que su vida necesitaba un cambio y habia empezado por dejarse barba. Al principio parecia que le picaba, que le molestaba, pero ya se estaba acostumbrando a esa sensacion y a la imagen que le ofrecia el espejo cuando se miraba. -Vamos a ver, Peter -se detuvo con los brazos en jarras haciendole detenerse-, lo que no puedes hacer es esperar a que una mujer venga a buscarte y se arroje en tus brazos pidiendote matrimonio. Tendras que poner algo de tu parte. Peter iba a abrir la boca cuando sintio un fuerte empujon que le derribo sobre las heridas que se habia hecho horas antes con la bici. -Scusa, scusa -volvio a oir murmurar con acento extranjero al motivo de que el volviera a estar en el suelo. Isabella se encontro sobre un duro pecho musculoso que ademas olia maravillosamente bien. Noto que se sonrojaba. Volvia corriendo al hotel donde habia dejado a los ninos solos un momento y no habia esperado encontrarse con alguien al doblar la esquina. Habia dejado el coche de alquiler en la gasolinera de la entrada del pueblo, que era donde le habian indicado que debia dejarlo y ya se habia entretenido demasiado rellenando la documentacion. Peter miro entre molesto y divertido a la morena de preciosos ojos verdes que se levantaba con rapidez sacudiendose las rodillas de sus leggins oscuros. Isabella contuvo la respiracion al encontrarse de nuevo con el guapisimo ciclista al que habia atropellado a primera hora de la manana. No pudo evitar mirarlo de arriba abajo descaradamente. Con un anorak azul marino y unos vaqueros no recordaba haber visto otro hombre mas atractivo en su vida. Peter le sonreia ante su descarada mirada. -Podria acostumbrarme a que me tumbaras -se sacudio ligeramente la ropa mientras se levantaba. Megan, pasado el susto inicial, miraba la escena extranada. Carraspeo divertida por la situacion. Isabella dio un respingo y paso de mirar al apuesto desconocido a fijarse en su pelirroja acompanante, que sonreia amistosamente, enfundada en un abrigo verde a juego con su gorro de lana. -Lo siento -le dijo a Megan-. No era mi intencion echarme encima. -Pues yo empezaria a dudarlo -le respondio Peter. Isabella lo miro sonrojada. Su mirada era calida, tanto como su voz aterciopelada. Tenia que dejar de mirarlo, y de encontrarse con el. -Lo siento, de verdad -salio corriendo en direccion al hotel. Megan la vio alejarse sorprendida y miro a Peter con una ceja levantada esperando una explicacion. -No me mires asi -le respondio divertido-. Es una madre con dos hijos. Empezo a caminar -?Y? -Pues que habra detras un marido, o un exmarido. -?Y? -Ya esta, no se mas.

  • El candidato y la periodista de Mary O'neill

    https://gigalibros.com/el-candidato-y-la-periodista.html

    Ella, una periodista de izquierdas. El, un politico de ultraderecha.
    ?Podra el amor y el deseo con tanta diferencia?

  • Einstein y el arte de montar en bicicleta de Ben Irvine

    https://gigalibros.com/einstein-y-el-arte-de-montar-en-bicicleta.html

    Ben Irvine nos explica como experimentar la sabia manera de ver la vida de Einstein a traves del sencillo placer de montar en bicicleta. Esta obra arroja una nueva luz sobre la vision holistica del mundo de uno de los grandes iconos de la ciencia y explora como alcanzar el equilibrio y la atencion plena a traves del placer de montar en bicicleta. Ben Irvine nos muestra una forma de vida ecologicamente consciente, integrando conceptos filosoficos, practicos y personales.

  • Por el cielo y mas alla de Carme Riera

    https://gigalibros.com/por-el-cielo-y-mas-alla.html

  • El otono del patriarca de Gabriel Garcia Marquez

    https://gigalibros.com/el-otono-del-patriarca.html

    Gabriel Garcia Marquez declaro una y otra vez que El otono del patriarca es la novela en la que mas trabajo y esfuerzo invirtio.

  • Heridas de Guerra de Elena Romero

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    Ese dia lo perdi todo.
    El dia que dieron a mi marido por muerto.
    El era mi mundo. y todo se volvio negro.
    Llore durante meses. Me deprimi anos.

  • Tal como eramos de Silvia Tarragona

    https://gigalibros.com/tal-como-eramos.html