acordes bastardos sin gloria
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acordes bastardos sin gloria - Daniel Hermosel Murcia
https://gigalibros.com/acordes-bastardos.htmlAcordes bastardos arranca con una noche de copas fallida. En su regreso a casa, Marina se topa con su hermano Andres, rockerillo de medio pelo, que iba camino a una fiesta en la que no faltaran la musica, las drogas y el sexo psicodelico.
Fruto de esa noche atipica, tendra un nino bastardo al que no terminara de querer del todo. Varios anos mas tarde, el retraso de un tren de cercanias provocara una cascada de demoras que haran que Roa, el hijo ya adulto de Marina, se vea forzado a tomar una ruta alternativa para llegar a su oficina, una ruta que pondra patas arriba su vida. -
Acordes bastardos Tapa blanda – 8 junio 2019 - Amazon.es
https://www.amazon.es/Acordes-bastardos-Daniel-Hermosel-Murcia/dp/8412046439Acordes bastardos : Hermosel Murcia, Daniel, Ediciones, Alma Negra, Martín Rivas, Juanma: Amazon.es: Libros.
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Acordes bastardos (Tapa blanda) · Manuales y Ensayos
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acordes bastardos - daniel hermosel murcia - Comic Stores
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ACORDES BASTARDOS - DANIEL HERMOSEL MURCIA
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Acordes bastardos von Daniel Hermosel - Google Play
https://play.google.com/store/audiobooks/details/Acordes_bastardos?id=AQAAAEDcgEvAhM&hl=de_AT&gl=USHörbuch "Acordes bastardos" von Daniel Hermosel. Vorgelesen von Carlos Quintero. Hier bekommst du sofortigen Zugriff auf alle deine Lieblingsbücher und ...
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Acordes bastardos - Daniel Hermosel Murcia - Babelio
https://es.babelio.com/livres/Hermosel-Murcia-Acordes-bastardos/105493Críticas (4), citas (6) extractos de Acordes bastardos de Daniel Hermosel ... Hoy traigo mi primera reseña con un libro de @babelio, #AcordesBastardos de ...
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Bastardos sin gloria | PDF - Scribd
https://es.scribd.com/document/563650726/Bastardos-sin-gloriaBastardos sin gloria written by. Author Address Phone E-mail. MALDITOS BASTARDOS EXTERIOR. GRANJA LECHERA. DE DÍA Una modesta granja lechera, en la campiña ...
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Acordes bastardos by Daniel Hermosel Murcia - Goodreads
https://www.goodreads.com/es/book/show/52211932Acordes bastardos book. Read 7 reviews from the world's largest community for readers. Acordes bastardos arranca con una noche de copas fallida. En su re...
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El orfebre de Ramon Campos
https://gigalibros.com/el-orfebre.htmlBarcelona, finales del siglo xix. Un joven de diecisiete anos trabaja en el taller de orfebreria de su padre. Instruido en el oficio desde nino, le espera un prometedor futuro en la talla de piedras preciosas. Pero su vida experimenta un vuelco cuando conoce a Isabel, la hija de un aristocrata venido a menos que anuncia que concedera la mano de su hija a quien le ofrezca el diamante mas grande que jamas se haya visto.
De la agitada Barcelona a la bulliciosa Amsterdam y su mercado de diamantes; de Holanda a Sudafrica; de la refinada Ciudad del Cabo a las abrumadoras minas de Kimberley repletas de esclavos, pasando por el temible desierto de Karoo, el orfebre recorrera un mundo fascinante, cautivador y cruel al mismo tiempo, junto al despiadado marques de Terrassa y a la dulce esclava Etweda.
En su travesia, el orfebre descubrira la valia de las ensenanzas de su padre y maestro, la importancia de ser leal al propio oficio y, sobre todo, que a veces hay que viajar al fin del mundo para darse cuenta de que lo que uno anhela esta mas cerca de lo que cree. -
Hasta que el amor nos separe de Ruby Red
https://gigalibros.com/hasta-que-el-amor-nos-separe.htmlBonnie habia ocupado los ultimos meses de su vida en odiar al maldito Derek Harris. Se habia esforzado tanto que estaba convencida de que lo habia conseguido.
Sin embargo, camino al despacho de su abogado para firmar el divorcio, se sentia mas nerviosa e insegura que nunca por tener que enfrentarse al grano en el culo que era su marido.
Derek habia dedicado los ultimos meses de su vida en volver loca a la estirada Bonnie Carter. Encontraba un placer insano en no aceptar ninguna de sus propuestas de divorcio y disfrutaba sabiendo que su actitud la sacaba de quicio.
No obstante, por fin, habia llegado el momento de verse las caras y cerrar una etapa en la que ya no habia cabida para ambos en la misma habitacion.
Mucho menos, en un ascensor.
Un ascensor averiado convertido, de repente, en una celda para Bonnie y Derek.
Unas horas en las que intentar no matarse.
Unas horas para demostrarse que tomaron la decision correcta.
Unas horas para ponerse a prueba el uno al otro una vez mas.
?Unas horas para asumir que ese final quiza solo sea un nuevo modo de comenzar? -
Canto yo y la montana baila de Irene Sola
https://gigalibros.com/canto-yo-y-la-montana-baila.htmlPrimero llegan la tormenta y el rayo y la muerte de Domenec, el campesino poeta. Luego, Dolceta, que no puede parar de reir mientras cuenta las historias de las cuatro mujeres a las que colgaron por brujas. Sio, que tiene que criar sola a Mia e Hilari ahi arriba en Matavaques. Y las trompetas de los muertos, que, con su sombrero negro y apetitoso, anuncian la inmutabilidad del ciclo de la vida.
Canto yo y la montana baila es una novela en la que toman la palabra mujeres y hombres, fantasmas y mujeres de agua, nubes y setas, perros y corzos que habitan entre Camprodon y Prats de Mollo, en los Pirineos. -
Adicto a ti de Mabel Diaz
https://gigalibros.com/adicto-a-ti.htmlJavier es policia en Sevilla. Lleva una vida tranquila y ordenada. Con todas las situaciones bajo control. Cuando Paula, una veterinaria madrilena, impulsiva y rebelde, irrumpe en la vida de Javier durante unos carnavales, este vera como su apacible mundo se desmorona. Intentara alejarla de el, a pesar de lo mucho que la desea.
Paula no cesara en su empeno por conquistar a ese hombre, volviendole adicto a ella. Sabe que el sexo explosivo que tiene con el policia es una tentacion demasiado grande para el y jugara todas sus cartas para conseguirle. -
Traicion y furia de Caitlin Crews
https://gigalibros.com/traicion-y-furia.htmlMaui, la isla de Hawai, era tan tropical y exuberante como la anunciaban, algo que irrito a Dario di Sione en cuanto se bajo de su avion privado. Esa humedad era como un abrazo intimo y no le gustaba la intimidad. Ese aire espeso se le pegaba a la piel y los vaqueros destenidos y la chaqueta hecha a medida que habia llevado desde Nueva York lo envolvian como un guinapo mientras recorria la diminuta pista de aterrizaje hacia el Range Rover que lo esperaba, como habia ordenado. La ligera brisa le llevo todos los olores de la isla, desde el verdor exultante hasta el mas intenso de la cana de azucar, como besos que no habia solicitado. Solo queria mantener una conversacion de negocios, no dejarse llevar por una sobredosis sensorial en una maldita pista de aterrizaje. -?Esta esperandole el coche, como habian prometido? -le pregunto Marnie, su secretaria, por el telefono de ultima generacion que el se habia llevado a la oreja. Era un usuario entusiasta de los codiciados productos de su empresa-. Quedo claro que necesitabamos un vehiculo todoterreno. Al parecer, el camino hasta Fuginawa es abrupto y... -No me importa que sea abrupto -le interrumpio Dario intentando contener la impaciencia. No queria estar alli tan poco tiempo despues de que, el fin de semana anterior, su empresa hubiese lanzado al mercado el ultimo producto, pero eso no era culpa de su secretaria. El no deberia haber permitido que el sentimentalismo de un anciano se impusiera a su racionalidad, que tanto le habia costado adquirir. Esa era la consecuencia. Estaba en la otra punta del mundo, cuando deberia estar en su despacho, rodeado de palmeras y olores exoticos para satisfacer el capricho de un anciano. -El Range Rover es mas que suficiente y esta aqui, como habiamos pedido. Marnie paso a la interminable lista de llamadas y mensajes que habia acumulado durante la primera ausencia de el del despacho en el que, literalmente, habia dormido durante los ultimos meses. Fue como volver atras, al estres que habia sufrido hacia seis anos, cuando empezo con ICE. El fruncio el ceno al recibir otra rafaga de brisa sofocante. No le gustaba volver atras ni esa brisa. Era fragante y sensual, le acariciaba el pelo y se le metia por la camisa como los dedos de una mujer sugerente y desvergonzada. Puso los ojos en blanco por lo fantasioso que era y se paso una mano por la barba incipiente. Sabia que no parecia el consejero delegado de una empresa informatica que era la nina mimada del sector y del publico. Ademas, estar alli le apetecia tanto como que le acariciara la brisa hawaiana, ni lo mas minimo. Ese viaje era un desperdicio absoluto de su tiempo, penso mientras Marnie seguia comentandole los mensajes y llamadas que exigian su atencion inmediata. Deberia estar en su despacho de Manhattan ocupandose de todo eso. En cambio, habia volado diez horas por los recuerdos de su abuelo para satisfacer el peor de los sentimentalismos. Hacia muchos anos, Giovanni habia vendido su coleccion de joyas, que adoraba, y habia hablado de ellas sin parar durante toda su juventud, la de Dario. En ese momento, cuando tenia noventa y ocho anos y afrontaba su muerte inminente con su habitual teatralidad y dignidad, queria recuperarlas. Cuando le pidio que comprara esos pendientes, en persona, su abuelo le habia dicho que le recordaban al amor de su vida. Los tenia un arisco multimillonario japones en su aislada hacienda de Hawai. Solto un bufido al recordarlo mientras tiraba la bolsa en la parte trasera del Range Rover y se quitaba la chaqueta. Todavia no sabia por que le habia hecho caso a su abuelo cuando lo llamo, a principios de ese mes, y le habia pedido algo tan disparatado. Sin embargo, ?quien le negaba a un anciano lo que, segun el, era su ultimo deseo antes de morir? -Mandame por correo electronico esos datos, Marnie -le pidio a su secretaria antes de que ella pudiera preguntarle que era ese ruido. Bendita mujer. Era mucho fiable que cualquier otra persona que el conociera, incluidas las que formaban parte de su melodramatica y agobiante familia. Se recordo para sus adentros que tenia que darle otra generosa y merecida bonificacion, aunque solo fuese por no ser una de las pesadillas Di Sione que tenian la misma sangre que el. -Dame un minuto para conectar el manos libres y empieza a pasarme las llamadas. No espero a que Marnie dijera algo y se remango con la esperanza de aliviar un poco la humedad tropical. Conecto el auricular, se sento detras el volante del impecable Range Rover, lo puso en marcha, metio la direccion en el GPS y salio del aerodromo mientras recibia la primera llamada. Sin embargo, seguia pensando en su abuelo y en el amor de su larga vida mientras escuchaba a uno de sus directores exponerle una situacion que podia ser enganosa sobre el telefono que habian presentado el fin de semana anterior. Los amores perdidos, segun su propia experiencia, se perdian por un buen motivo. Normalmente, y para empezar, porque no habian sido dignos de tanto amor. Si no, y esa era su teoria preferida, porque el amor era una mentira descomunal que la gente se contaba a si misma, y a los demas, para justificar que su comportamiento era espantoso y, normalmente, teatral y digno de lastima. Ademas, los amores perdidos no habia que encontrarlos otra vez cuando la verdad que llevaban dentro salia a la luz como siempre salia. Era preferible dejar el pasado donde estaba y que se pudriese sin contagiar al presente, o eso era lo que el siempre habia creido. Le habia costado no decirselo a su abuelo cuando le conto esa historia tan sentimental sobre amores, secretos y todas esas cosas. La habia contado, de una forma u otra, durante toda su vida. Luego, le habia mandado a que hiciese ese absurdo recado que cualquiera, hasta esos recien licenciados afanosos que trabajaban ocupandose de su correo, podria haber hecho. Sin embargo, estaba acostumbrado a morderse la lengua en lo referente a esos ridiculos sentimientos que los demas fingian que eran mas que razonables. Razonables, racionales y, sobre todo, necesarios. No obstante, el sabia que decirlo no servia de nada. Aparte de que no iba a discutir con su anciano abuelo, quien se habia ocupado de sus hermanos y el despues de que sus padres murieran. Tambien se habia dado cuenta de que cuanto mas daba su opinion sobre asuntos como ese mas gente le decia lo esceptico que era, como si eso fuese una critica a su forma de ser o les permitiera desdenar su opinion sin mas, o como si esa mania que tenia de ser realista debiera preocuparle. Hacia anos que habia dejado de preocuparle. Seis anos para ser exactos. Ademas, la verdad era que le importaba tan poco que lo mas facil era hacer lo que le habian pedido, en ese caso, volar hasta la otra punta del mundo para recuperar unos pendientes que podrian haber mandado por servicio de mensajeria si, al parecer, no tuvieran esa carga sentimental. Tambien sabia, vagamente, que su abuelo habia mandado a todos los hermanos Di Sione para que recuperaran alguna de las que el llamaba sus amantes perdidas, pero el habia estado tan ocupado con el lanzamiento de su ultimo producto que no habia prestado gran atencion a los melodramas de la familia Di Sione. Ya llevaba toda la vida con eso y ya le hartaron cuando tenia ocho anos, cuando sus imprudentes padres habian muerto en un accidente de coche espantoso, y que podian haber evitado perfectamente, y los paparazzi habian caido sobre ellos como un enjambre. Sus sentimientos sobre ese asunto no habian mejorado desde entonces. Habia una parte de el, una parte que no disimulaba mucho, que habria sido feliz si no hubiese vuelto a saber nada de sus familiares. Una parte que esperaba que eso sucediese de una forma natural cuando el anciano falleciera. Estaba impaciente. Estaria encantado de refugiarse en su trabajo como hacia siempre. Tenia bastante con dirigir ICE, la empresa informatica mas importante del mundo. Era un puesto que habia alcanzado con decision y mucho trabajo, como habia conseguido todo lo demas que era suyo, todo lo que habia perdurado. Ademas, el unico integrante de su familia al que habia querido de verdad habia sido Dante, su gemelo identico. Hasta que Dante tambien lo habia hecho pedazos. No podia negar que la traicion de su hermano le habia dolido, pero tambien habia aprendido que era preferible rodearse de personas a las que pagaba por su lealtad, no de personas que podian darsela o no segun les conviniera. No queria pensar en su hermano. Ese era el inconveniente de participar en algo con su familia, le llevaba a pensar en cosas que intentaba evitar por todos los medios. Habia dado por supuesto que, si cumplia el cometido que le habia encomendado su abuelo, como se suponia que hacian el resto de sus hermanos, podrian dejar de comportarse como si lo que sucedio hacia seis anos, y despues, fuera culpa suya, o como si el tuviese parte de la culpa de lo que habia sucedido porque habia sido quien habia roto su matrimonio y su relacion con Dante. El no le habia pedido a su hermano que se acostara con su esposa durante una de las epocas mas tensas de su vida. Ademas, se negaba a aceptar que hubiese hecho algo mal por no haber perdonado nunca ni a su esposa ni a su hermano, ni les perdonaria jamas. Los dos lo habian abandonado a su suerte, le habian hecho creer que la tension entre ellos era porque intentaban resolver que podian hacer con la empresa que habian creado Dante y el y si debian fusionarse o no con ICE, algo que a el le parecia una buena idea y a la que se oponia Dante. Toda esa tension y desvelo para acabar descubriendo que los dos lo habian traicionado desde el principio... En ese momento y alli, precisamente en Hawai, penso que lo unico que le pasaba era que todavia le prestaba atencion a lo que decia, hacia o pensaba alguien de la familia Di Sione. Eso tenia que acabar. -Eso se va a acabar -se prometio a si mismo con la voz ronca en el silencioso interior del Range Rover-. Se acabara en cuanto le hayas entregado esos malditos pendientes al anciano.
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Adios, muy buenas de Xavier Sarda
https://gigalibros.com/adios-muy-buenas.html<
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La mujer del pelo rojo de Orhan Pamuk
https://gigalibros.com/la-mujer-del-pelo-rojo.htmlLa nueva novela del Premio Nobel Orhan Pamuk.
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La historia sonada – Silvia Ibanez Cambra de Silvia Ibanez Cambra
https://gigalibros.com/la-historia-sonada-8211-silvia-ibanez-cambra.htmlParis, 1940. Esteban lleva un ano viviendo con su tio Eduardo, la persona que lo rescato de una Espana desolada tras la guerra. Alli, sin poder olvidar su pasado, le relata a Eric, amigo de su tio y escritor, sus vivencias, la muerte de sus acaudalados padres y las miserias que paso posteriormente, pidiendo limosna por las calles y siendo acogido en su casa por un inspector. Una acogida que no fue desinteresada ya que lo que el inspector queria de el era informacion sobre los Campillo, amigos de sus padres. La muerte de la mujer del inspector, Rosa, habia ocurrido en presencia de uno de los Campillo y se habia culpado del asesinato al hijo de uno de los empleados de la casa. Esteban era muy pequeno cuando todo ocurrio y apenas habia conocido a los Campillo, asi que, no pudo contarle nada.
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?Un hombre normal? !Ja! de Myriam Ojeda Moran
https://gigalibros.com/un-hombre-normal-ja.htmlDE LA AUTORA DEL BESTELLER “SI TAN SOLO FUERA SEXO”
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!Y tenia que ser mi jefe! 7 de Monica Hoff , Norah Carter
https://gigalibros.com/y-tenia-que-ser-mi-jefe-7.htmlDavinia y Peter por fin disfrutaban de un merecido tiempo para ellos solos. Risas, playa y mucho amor… Pero la soledad les duro poco. Davinia esta embarazada y ahi comienza el caos de nuevo en sus vidas.
El final de la saga con momentos divertidos, con todos los personajes y con la culminacion de una historia de amor que nos ha mantenido en vilo. ?Seran, por fin, nuestros protagonistas felices para siempre?
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Obra completa de Roman Conte
https://gigalibros.com/obra-completa.htmlLas historias de amor, pasion y violencia de Roman Conte en un solo volumen.
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El feminismo lo cambia todo de Silvia Claveria
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Tango a medianoche de Isabella Marin
https://gigalibros.com/tango-a-medianoche.htmlEn la ciudad del jazz y el color, vive una joven mujer profundamente infeliz, atrapada en un matrimonio a la deriva, y un hombre que ha huido de un aserradero de Maine persiguiendo un sueno dorado de riqueza y bienestar.
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Eso lo explica todo de John Brockman
https://gigalibros.com/eso-lo-explica-todo.htmlJared Diamond sobre la electricidad biologica. Nassim Nicholas Taleb sobre el estres positivo. Steven Pinker sobre las profundas raices geneticas del conflicto humano. Richard Dawkins sobre el reconocimiento de patrones. El premio Nobel de Fisica Frank Wilczek sobre la simplicidad. Lisa Randall sobre el mecanismo de Higgs. Brian Eno sobre los limites de la intuicion. Richard Thaler sobre el poder del compromiso. V. S. Ramachandran sobre el <
> de la conciencia. El premio Nobel de Fisiologia Eric Kandel sobre el poder de la psicoterapia. Mihaly Csikszentmihalyi sobre el <<dictum de Lord Acton>>. Lawrence M. Krauss sobre la unificacion de la electricidad y el magnetismo. -
El arte de romperlo todo de Monica Vazquez
https://gigalibros.com/el-arte-de-romperlo-todo.htmlEl arte de romperlo todo es el estreno literario de @ElectricNana, seudonimo de Monica Vazquez, una novela descarada, caotica, atrevida y profundamente libre.
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Un falso matrimonio con un cowboy de Kate Bristol
https://gigalibros.com/un-falso-matrimonio-con-un-cowboy.htmlKurt apreto los dientes mientras observaba sus tierras desde el porche de su rancho, en Montana. Su propiedad, en las Montanas Rocosas le daba unas vistas privilegiadas. El paisaje era simplemente abrumador. Estaba muy orgulloso de su rancho. Lo habia sacado adelante sin la ayuda de nadie. Su madre habia muerto demasiado pronto y su padre le siguio en espiritu meses despues. El cuerpo del viejo ranchero Daniel Harris se fue apagando despues de que su mujer muriera cuando Kurt apenas cumplio los cinco anos. Pero a pesar de la tragedia, Kurt se habia hecho un hombre de bien, cuidado en parte por la cocinera, una anciana cascarrabias, y el capataz, que habia llevado el rancho lo mejor que habia podido, hasta que su salud se fue deteriorando. Thomas le habia ensenado todo lo que sabia, quizas por eso cuando Kurt cumplio veinte anos, ya nadie podia ensenarle nada mas sobre como llevar un rancho. Pero de eso ya hacia mucho. Ahora a sus treinta y cinco anos, estaba practicamente solo en el mundo y les devolvia el favor a Thomas, que habia poco mas de seis meses que habia sufrido una embolia y a la abuela Ginger, ya una anciana. --Moriras solo hijo --habia dicho Thomas, con rictus preocupado--. Este rancho te quitara todo el tiempo que puedes ofrecerle. Debes hacer algo mas de lo que hicimos nosotros y tu difunto padre. Kurt no habia sabido que responder a aquellas palabras, pero el mensaje habia sido claro: Lo unico que podia ofrecerle la vida en aquel lugar, era morir solo. Nada mas. --?Que me propones, viejo tullido? Thomas rio en su silla de ruedas y le dio como pudo un punetazo en el brazo. El hombre estaba junto a el, en el hermoso porche de la propiedad, observando las bellas montanas. --He pensado en buscarte una esposa. --!Oh, maravilloso! --se burlo Kurt-- ?Y como conseguiras que una mujer venga hasta aqui? --!De eso me encargo yo! La duena de esa voz, una figura encorvada y con cara de pocos amigos, se acercaba a ellos ayudada por un baston. Llevaba una taza de cafe en la mano y Kurt la miro denegando con la cabeza. --Eso no te dejara dormir a estas horas, Ginger. --!Bah! --la vieja hizo un gesto de desden y dio un sorbo a su cafe--. No pienso dormir cuanto hay tanto por hacer. ?Verdad Thomas? El hombre gruno como respuesta. --Bueno --dijo Kurt, alzando las manos--, ?seria muy descortes que me fuera a la cama antes de que os pongais a organizar mi vida? La abuela Ginger le dio un golpe con el baston, pero el rio por su mal caracter y despues se inclino para besarla en la cabeza. Los tres en aquel mar de silencio salpicado por estrellas brillantes en el cielo se quedaron callados mientras la abuela Ginger encontraba las palabras adecuadas. Kurt sabia que los anos pasaban, y aunque era cierto que se habia divertido mucho con sus amigos en el pueblo cercano, y que nunca le habian faltado romances cuando visitaba la ciudad, ninguna mujer se habia planteado siquiera ir a vivir alli, en un lugar tan apartado del mundo, tan salvaje. Eso en parte lo entristecia. ?Como era posible que no apreciaran la belleza que tenia ante sus ojos? Pero suponia que estar a tres horas de camino desde cualquier punto de vida civilizada, era un elemento disuasorio bastante importante a tener en cuenta. --Kurt... --empezo diciendo la anciana. --?Si? Al ver que Thomas lo miraba de reojo se dio cuenta de que los dos viejos amigos estaban algo mas que compinchados con respecto a lo que iban a decir. --Hemos pensado, como ya te hemos dicho antes --empezo a decir la abuela Ginger--, que lo mejor para ti es que encuentres una buena mujer. Un grunido de Thomas dejo claro que el pensaba lo mismo. --Bien --parpadeo Kurt--. No sabia que parecia tan necesitado de carino y afecto. Intento burlarse, pero la mano rugosa de Ginger se puso sobre la suya. --Querido hijo, no queremos morirnos sin ver que eres realmente feliz. --Soy feliz --lo dijo tan rotundamente que cualquiera podria haber pensado que era cierto. --No es asi. --Si, lo es --pero Kurt parpadeo, mirando a la anciana, que le sonrio con ternura, algo poco usual en ella. --Como te he dicho --repitio Ginger--, no pensamos morirnos sin verte establecido con una buena mujer y quien sabe si hijos. Thomas rio. --Creo que yo partire antes --dijo, con la dificultad que le habia dejado la embolia en el habla. --No vais a moriros, ?entendido? --!Oh, como si pudieras frenar el avance de la edad! --dijo, dando un golpe en el suelo de madera con el baston. Kurt empezaba a enfadarse con Ginger. No le gustaba que hablara de la muerte, era como si la llamara. Y que siempre hiciera referencia constante a sus mas de ochenta anos lo ponia nervioso. --?De que demonios estais hablando? ?Y que tramais vosotros dos? Yo soy feliz en el rancho de mi familia, tengo amigos... --Que vienen dos veces al ano. --Voy al pueblo cuando me aburro... --Para ver a la misma gente. --!Y he tenido novias! --Idiotas incapaces de apreciar la vida que tenemos aqui. Todas las replicas de Ginger hacian un agujero en el corazon de Kurt. --Si eso no ha cambiado durante toda mi vida, no creo que ahora, por mucho que lo deseeis, aparezca una joven casadera a establecerse en Blue Rock. Thomas rio y fue entonces cuando Kurt comprendio que no solo habian tramado un plan, sino que lo habian estado llevando a cabo en silencio, a saber durante cuanto tiempo. --!?Que demonios habeis hecho?! --exclamo. Los dos ancianos se miraron. --Puede... --Ginger se acabo la taza de cafe y miro hacia otro lado--, que hayamos encontrado a una mujer para ti. --?Donde? --Kurt se puso en pie y se alejo de la mecedora para quedar cara a cara con los dos-- ?En que momento y por que? --los senalo con el dedo--. Y de todas estas preguntas no tengo muy claro cual quiero que me contesteis primero. Thomas levanto un dedo. --Primero --dijo la abuela Ginger--. Porque estas solo. Y un chico tan guapo y fuerte como tu, no puede quedarse aqui solo toda la vida. --Tengo a mis trabajadores, son mas de treinta y estan muy felices, gracias --replico, Kurt. No podia creerse todo ese embrollo... !Como si estuviesen en el siglo diecinueve! --Se... segundo --dijo Thomas, ignorando por completo la pataleta de Kurt. Ginger asintio al ver que Thomas se esforzaba por levantar un dedo. --Segundo. A tu pregunta de cuando... !Buuuuuh! Hace mas de un ano que lo planeamos. Y nos ha costado mucho encontrar a la candidata adecuada para ti. Kurt parpadeo, como si todos se hubieran vuelto locos. --No se donde habeis podido encontrar a una mujer que quiera venir aqui --exclamo--. Las empleadas del rancho estan casadas, por lo que no creo que propongais que tenga una aventura o le robe la mujer a Gabriel... Gabriel era su mejor amigo en el rancho, se ocupaba de la cria de caballos y de todo lo relacionado con la herreria. --No, muchacho --dijo Ginger-- Gabriel tendra suerte si Pamela no se le escapa, pero no hablo de ella. Sino de otra chica, que respondiendo a tu pregunta de donde la hemos encontrado... Kurt pudo escuchar un redoble de tambores cuando Ginger miro a Thomas y este se rio mas fuerte. --!Agg… garrate! --No me lo puedo creer --Kurt puso los ojos en blanco-- ?Quien demonios es? ?La conozco? --Oh no, pero ella cree que si. --?Por que cree eso? --pregunto, frunciendo el ceno. --Porque nos hemos hecho pasar por ti en una web de citas. Si Kurt no hubiese sido un curtido vaquero se habria desplomado alli mismo. --Maldita sea --susurro en shock. --Y... hi… jo... --intento decir Thomas, a lo que Ginger se adelanto, por falta de paciencia --!Llega manana! Kurt se agarro a la barandilla del porche y sintio como sus rodillas se aflojaban. ?Por que demonios habian hecho eso? ?Y por que sus sonrisas eran de pura satisfaccion? --Vais a matarme... 2 --No puedo creer que me hayais hecho esto. Kurt estaba visiblemente furioso con la taza de cafe en la mano. No habia podido dormir durante toda la noche, y todo era culpa de esos dos. La abuela Ginger preparaba el desayuno para todos en la cocina, ayudada por dos mujeres mas que estaban alli para encargarse de las compras y la limpieza. Pam era la novia de Gabriel, aunque ultimamente estaban en crisis, y Teresa, la mujer de uno de los ayudantes de Gabriel. El rancho era una gran familia, hasta habia tres crios revoltosos y cuatro adolescentes, uno el hijo de Teresa, que le habia dado mas de un disgusto. --Tomate unas tostadas tambien --le dijo la abuela. --No tengo hambre --respondio Kurt de mal humor--, me la habeis quitado con vuestro matrimonio concertado. --!Sssh! --la abuela Ginger le dio un capon en la cabeza al darse cuenta de que las dos mujeres lo miraron con extraneza--. !Callate, aqui nadie sabe nada de eso! --Sera mucho mejor asi cuando le diga a esa pobre chica que la habeis enganado para venir aqui. --No le diras nada --Ginger fruncio el ceno y dejo el plato frente a Kurt con un fuerte golpe. El miro hacia abajo para cerciorarse de que no lo hubiera roto--. Vas a poner tu mejor cara e iras al aeropuerto de Helena a buscarla. --Por supuesto --fingio entusiasmo--. Solo son cuatro horas en coche. --Quedaos a dormir en un motel y conoceos mejor. Ese "conoceos mejor" significaba que confiaba que el la encontrara atractiva y que tuviera sexo con ella. --Oh, ya veo que quieres que llegue al rancho con un heredero. --La mujer gruno y miro por encima del hombro a Thomas, cuyo cuidador los miraba tan sorprendido que no podia mediar palabra. --?Se va a casar? --pregunto Javier, mientras tomaba un trozo de tortilla y se lo daba a Thomas en la boca. El viejo rio. Si algo no habia hecho la embolia era quitarle su sentido del humor. Uno muy retorcido, diria Kurt. --No voy a casarme --Sentencio. Y al decirlo, Pam y Teresa se miraron como si no tuvieran ni idea de lo que estaba pasando, pero que, de seguro era algo gordo. --Claro que lo haras --le susurro la abuela al oido, con cara de pocos amigos--. Se un caballero, portate bien con ella y todo ira bien. A las chicas surenas le gustan los modales. Kurt abrio la boca, de hecho, parecio que se le desencajaba la mandibula. --?Como cuanto del Sur? --Alabama. --?Por que demonios una muchacha de Alabama querria casarse con un ranchero de Montana? La abuela se encogio de hombros y se dirigio a los fogones para controlar la comida que estaban elaborando para el medio dia. --Quizas le gustaste. --?Como puedo haberle gustado si no...? --Callo de repente al darse cuenta-- ?Le habeis mandado una foto mia? --Y... vvvvideos... Javier quedo atonito. --?Te han buscado una novia? --palmeo la espalda de Thomas, quien y asintio--. Oye abuela Ginger, ?no puedes buscarme una a mi? La chica mas guapa del rancho esta comprometida. Al decirlo, le guino un ojo a Pam, que se rio meneando la cabeza. --Puede que si. Si te portas bien. Pero por supuesto que Javier se portaba bien a ojos de Ginger. Era un cuidador excelente, habia empezado a estudiar enfermeria, hasta que las cosas se pusieron mal para su familia y tuvo que emigrar de Mexico a Houston. Pero finalmente, gracias al destino, habia acabado en el rancho mientras iba rumbo a Canada. Y Thomas no podia estar mas satisfecho. Javier era amable, y educado, con estudios y tenia una paciencia infinita. La abuela Ginger se lo quedo mirando. Si, quizas a el tambien le vendria bien una novia. --?Y cuando se supone que tengo que irme? --pregunto Kurt. --Su avion llega por la noche. --!Maldita sea! Todos se quedaron mirando a Kurt. No era habitual ver un estallido de furia por su parte. --!No puedo creer que hayais hecho esto! --Yo aun no se lo que han hecho --pregunto Pam, muerta de curiosidad. --Venga chicas, dejadnos unos minutos a solas --dijo Ginger, para desgracia de Teresa y Pam, que se miraron y al ver la cara de la abuela Ginger asintieron y abandonaron la cocina. --?Yo tambien? --pregunto Javier. --No es necesario --Ginger le sonrio--. Kurt necesitara un amigo que le haga entrar en razon. Le hemos concertado un matrimonio. --!Un momento! --dijo Javier, atonito--. ?Matrimonio concertado? ?Directamente va a casarse con una mujer sin conocerla? ?Y donde la habeis encontrado? --La hemos sacado de una empresa que arregla matrimonios. Segun la compatibilidad, ella es perfecta. Kurt miro a Ginger negando con la cabeza. --No entiendo que puedas decir eso y no te averguences de haber enganado a una pobre chica. --Solo sera engano si no te casas con ella. --No voy a casarme con ella --lo dijo en tono tajante y muy convencido. --?Por que dices eso? --pregunto Javier--. Es muy probable que te guste, y quizas os enamoreis a primera vista. --?Todos los latinos sois tan...? --?Romanticos? --Ingenuos. Javier sonrio y se encogio de hombros. --Hemos nacido para creer que un hombre no puede estar solo toda la vida. Y se que Ginger y Thomas tambien lo creen ?por que tu no? --Porque no me gusta que me busquen mujeres, como si yo no pudiera... --Claro que puedes --dijo Javier--. Pero admitamoslo, en un lugar como este es muy dificil conocer gente nueva. Lo tenemos un poco mas complicado que la gente de la ciudad. Y si la abuela Ginger y el Senor Thomas, quieren ayudarte... !Dejalos! --!Asi se habla muchacho!
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Igual que ayer de Susana Mohel
https://gigalibros.com/igual-que-ayer.htmlConoci el paraiso solo para ser expulsada de este, al igual que Eva, quien tuvo que pagar por sus errores.
Tenia la vida perfecta, en el lugar correcto.
Eso era lo que todos veian. Sin embargo, eso no era mas que un espejismo, el reflejo del sol sobre la arena del desierto, un castillo de naipes que no resistio la envestida del viento. ?Ven? Lo que tengo dista mucho de ser maravilloso.
Deambulo perdida en un mundo que desconozco, difuminada entre las sombras de la rutina y la soledad.
Sin embargo, estoy decidida a seguir adelante, a encontrar eso que llaman felicidad, jugando con piezas que jamas crei que arriesgaria.
Quiero que la primavera vuelva a mi vida, porque el sol sale para todos cada manana, igual que siempre, igual que ayer. -
Temas de conversacion de Miranda Popkey
https://gigalibros.com/temas-de-conversacion.htmlDesde la orilla, el mar se ve en tres pedazos, como una pintura abstracta que se mueve suavemente. Junto a la arena es un liquido color verde palido de un lago fertil. Luego viene una franja aguamarina, el color que una imagina al leer la palabra: agua marina, agua del mar. Finalmente, un azul intenso, el color de un pigmento, como pintura fresca que brota de un tubo metalico. Sylvia Plath escribio en su diario el mes que conocio a Ted Hughes, ese mismo dia, no, el dia antes: <>. Pasemos por alto la nieve, los arboles negros. El mar estaba de ese color, el color de que palabra azul. Aquel verano estaba leyendo los diarios de Plath porque tenia veintiun anos y las sensaciones me tenian loca, estaba ebria de ellas. Y, para la clase de persona que va derecha de una licenciatura en Literatura Inglesa a un posgrado de esa misma materia (o sea, para mi), los Diarios de Sylvia Plath, 1950-1962, reeditados aquel ano en su version integra, cuentan como lectura placentera. Se conocieron, me refiero a Sylvia y Ted, en febrero, y se casaron en junio, el 16, el Bloomsday, el dia del Leopold Bloom de Joyce. Fue premeditado. Premeditado y los delato bastante; me refiero a que revelaba que no deberian haberlo hecho, lo de casarse. No era mas que simbolismo juvenil. O uno de ellos, al menos. Una de las cosas que te delatan en la vida. Eso pasaba en Otranto, yo estaba alli, en agosto. El mar se veia de tres tonos de lo que podria llamarse azul y yo estaba de vacaciones y no lo estaba. Los padres de Camila eran psicoanalistas argentinos y yo estaba de vacaciones en el sentido de que habian pagado mi vuelo de Nueva York a Londres y de Londres a Roma y de Roma a Brindisi y el tren de Brindisi a Otranto y tambien el complejo turistico en el que nos alojabamos, desparramado por una ladera en terrazas y bancales, con muros de ladrillo y todo incluido, de modo que en teoria yo podia pedir, desde las tumbonas de listones de madera pintadas de blanco, cuantas bebidas quisiera. Aunque en la practica no podia hacer eso porque la razon por la que me habian pagado los vuelos, el tren y la habitacion, la razon por la que estaba siquiera con Camila y sus padres, era que Camila tenia unos hermanos gemelos de siete anos y era tarea mia ocuparme de ellos. Matteo y Tomas: Tomas era mas menudo y rubio, y a Matteo, con su torso bronceado y el pelo oscuro y rizado, lo confundian todo el rato con un lugareno. Por el nombre tambien, claro; el padre de Artemisia era italiano, de ahi que lo pronunciaran asi. Vivian en el Upper West Side, y Artemisia y los ninos y el marido, Pablo, eran de <
> argentino. Camila y yo eramos amigas, un punto mas en la columna de las vacaciones. Las primeras dos semanas fueron las mas duras. Los gemelos tenian una ninera en Nueva York, tambien argentina, y coincidia que agosto era su mes de vacaciones, y conmigo, al principio, se habian amotinado, como suelen hacer los ninos cuando se les somete a una nueva autoridad. No podrian haber sabido con exactitud por que era reacia a salir corriendo de su habitacion hacia la de sus padres, para comprobar una vez mas que era lo que supuestamente debian o no debian comer y ver en la tele, hasta que hora se suponia que podian quedarse levantados o no, pero sin duda captaron esa reticencia mia, la enormidad de mi aprension. Artemisia solo me habia dado unas pautas generales (que no se pasen con las golosinas, y no le quites ojo a tu vino, porque intentaran echarse un poco en su Coca-Cola), y una mujer que no fuera yo lo habria entendido como una licencia, una mujer distinta habria sabido, por como se maquillaba los ojos Artemisia, por los vestidos largos y sueltos, sin mangas, que llevaba, por las pulseras que acumulaba en su brazo delgado y bronceado, por las gafas de sol y los panuelos, por el hecho de que Pablo solo me hubiera hablado directamente en tres ocasiones y nunca sobre los ninos, que poner normas era cosa mia. Pero yo era una chica insegura, andaba corta de determinacion y autoestima, y deseaba gustarles a Artemisia y Pablo, a Artemisia en particular, porque enseguida me resulto evidente, por los vestidos sueltos y las pulseras y tambien por la forma en que Pablo inclinaba la cabeza cuando hablaba conmigo, de modo que sus ojos, porque ya era bajo de por si, no miraban exactamente mi cara, que la aprobacion de ella seria la mas dificil de conseguir. Aquellas primeras semanas las pase con el temor de que Tomas y Matteo, al que llamabamos Teo, de modo que eran Tom y Teo, con la < > de Tom cerrada para que no sonase en absoluto como una abreviatura del Thomas americano, fueran corriendo a sus padres con el cuento de que la nueva ninera era horrorosa y pidieran que la echaran. Como si estuviera en alguna imitacion de una novela de Henry James, algun remedo de adaptacion hecha por la productora Merchant Ivory. Y asi transcurrio la primera semana, en la que yo trataba de negarles una golosina por aqui o un privilegio por alla y ellos se quejaban y yo cedia de inmediato, en la que les compraba bomboloni por la manana y cornetti por la tarde y conseguia que no tuviesen apetito para la cena a las ocho y ellos pedian quedarse levantados hasta la pelicula de las once y cuarto de la noche en Retequattro, y se quejaban diciendo < >, y fue asi como Tom y Teo se quedaron dormidos viendo Instinto basico y yo pense que, bueno, seguro que la habian recortado para esa emision y que por supuesto estaba doblada y que en realidad hasta que punto entendian ellos el italiano, por mucho que tuvieran un abuelo y parientes maternos que lo hablaran fluido. Como si el problema fuera la lengua. Eso si, no le quite ojo al vino. La segunda semana fue peor porque ya estaban cansados de conseguir lo que quisieran, y el deseo, en esos casos, no consiste tan solo en conseguir lo que uno quiere sino en sentir que te has salido con la tuya al conseguir lo que querias, de modo que entonces empezaron a dar problemas de verdad, problemas del tipo < >, motivo por el cual, en la velada de la decima noche, me encontre chillando, gritandole realmente por primera vez a Teo para que dejara de usar el cuchillo dentado de la cena con el fin de sacarle las plumas a un cojin. Respondio de maravilla: dejo de hacerlo al instante y solo lloro un poquito, se comio sus frutti di mare en silencio, no pidio despues un helado ni profiteroles con chocolate. Y todo el tiempo tenia los ojos muy abiertos y una leve sonrisa en los labios rosados y humedos, con la esperanza de recibir a cambio tambien una sonrisa, un gesto de aprobacion con la cabeza. Es cierto lo que dicen algunos: los ninos ansian en realidad que les pongan limites. Con ese < > me refiero a Artemisia. El dia anterior al incidente del cuchillo dentado, a primera hora de la tarde, cuando los ninos, ebrios de sol tras la manana en la playa, dormian con los diminutos banadores Speedo llenos de arena, espatarrados, respirando profundamente y babeando, yo habia llamado a la puerta de Artemisia. Pasa, dijo, y abri la puerta y me la encontre en biquini. Pasa, repitio, porque yo todavia no habia cruzado el umbral. Entre en la habitacion y Artemisia se volvio de espaldas a mi y se inclino para desatarse los nudos de tela en la nuca y la columna vertebral que sujetaban la parte de arriba. Cierra la puerta, me dijo. Eso hice, y cuando me di la vuelta, estaba frente a mi. Tenia los pechos grandes y algo caidos, llenos de pecas, con los pezones del color de las nueces, tostados y arrugados como ellas, y que sugerian una textura similar. No digo estas cosas con animo de criticar. Sus pezones no senalaban hacia abajo sino al frente. Todo eso lo capte en un segundo, o medio, y luego mis ojos se clavaron en los suyos. Le dije que tenia dudas acerca de la disciplina, queria saber como solia ella imponer disciplina a los ninos. Los gemelos, dijo Artemisia, ansian que les pongan limites. Les pasa a todos los ninos. Los limites concretos importan menos que el hecho de que existan. Diles lo que no deben hacer, continuo Artemisia, y cuando lo hagan de todas formas --y aqui se encogio de hombros--, castigalos. Al encogerse de hombros, sus pechos se elevaron y luego volvieron a bajar. Tenia las manos en las caderas y sus dedos enmarcaban una suave plenitud, que no acababa de ser redondez sino una especie de exhalacion, la unica prueba manifiesta en su cuerpo de que habia estado embarazada y dado a luz dos veces. Tenia los pies separados a la misma distancia que los hombros, y los muslos, tambien pecosos, no llegaban a tocarse. ?Castigarlos?, pregunte. La miraba solo a la cara. Si, dijo, un < >, dejarlos sin postre, esa clase de escarmientos. Volvio a encogerse de hombros. Aunque sospecho que no tendras que llegar tan lejos si levantas la voz. Sonrio. Son unos chicos medrosos. Tienen muchas ganas de complacer. Se inclino y vi que empezaba a quitarse tambien la parte de abajo del biquini, asi que asenti deprisa con la cabeza, me di la vuelta, sali y cerre la puerta, olvidando darle las gracias por el consejo que me habia dado, olvidando incluso darme por enterada. Y asi llego la tercera semana y los ninos se habian acostumbrado a mi y yo a ellos, como ejercitos enemigos que la manana de Navidad firman un armisticio e intercambian regalos: un cono alla vaniglia a cambio de tres cuartos de hora jugando en la arena, y nada de nadar, que vuestra ninera quiere leer un poco. Los vigilaba desde mi tumbona, un par de dias despues, cuando una sombra me cruzo las piernas. Has puesto limites, ?no? La voz pertenecia a Artemisia. Les dices que pueden jugar en la orilla, pero no nadar, y hacen justo lo que tu quieres. Asenti con la cabeza. Teo estaba salpicando a Tom, y este se daba la vuelta para echar a correr. Que vuestros pies pisen la arena, les habia dicho. Quedaos donde pueda veros. Artemisia se inclino y su sombra recorrio mi cuerpo. Sylvia Plath, dijo, leyendo el lomo del libro que yo habia dejado boca abajo sobre mis rodillas. No es muy buena poeta, comento, pero si una persona interesante. -
Marionetas sin hilos de Tadea Lizarbe
https://gigalibros.com/marionetas-sin-hilos.htmlAtrevete a asomarte a los entresijos del alma humana.
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La quinta victima de Lucila Castro Diaz
https://gigalibros.com/la-quinta-victima.htmlA veces no hace falta dormir para sufrir de pesadillas, Mateo es un joven periodista que se obsesiona con capturar a un famoso asesino en serie. Cuando aparece el cadaver de la quinta victima, Mateo comienza a sufrir visiones y pesadillas en las que puede ver con los ojos del asesino. Por azar del destino su vida se entrelaza con la de Angela, una mujer que padece de psicosis, con una familia muy poco normal.
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El Tiempo Heredado de Emilio Gutierrez Caba
https://gigalibros.com/el-tiempo-heredado.htmlUn recorrido por la saga familiar que ha definido el teatro espanol durante decadas.
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El pequeno libro de Bob de James Bowen
https://gigalibros.com/el-pequeno-libro-de-bob.html<
>. -
Montaneros, una cuestion de fuerza de Jose De La Rosa
https://gigalibros.com/montaneros-una-cuestion-de-fuerza.htmlSi hay una familia de hombres hoscos y salvajes esos son los Mountain. Viven en las montanas, de las que se creen sus duenos, por encima del resto de habitantes del idilico pueblo de Great Peak. Un paraiso que, de salir adelante el proyecto minero del tio Rhett, dejara de serlo en breve.
Cuando Carlisle Mountain descubre que Elizabeth ha vuelto al pueblo, no da credito. La ultima vez que se vieron ella le juro que nunca perdonaria lo que le habia hecho y que jamas, jamas, regresaria a las montanas. Entonces, ?que ha traido de vuelta a casa a aquella muchacha desgarbada y divertida de la que siempre estuvo enamorado?
Pero la mujer que se fue no es la misma que ha vuelto. En esta ocasion trae un cometido y un estudiado plan de venganza sobre Carlisle y su familia.
Ademas, otro misterio se cierne sobre las cumbres heladas: una aparicion, una figura velada que solo parecen poder ver los Mountain, una vision que, segun las leyendas, solo se manifiesta cuando se aproximan desgracias.
<> es la segunda entrega de la serie < > despues del exito de < >. -
Un amor y un contrato de Julianne May
https://gigalibros.com/un-amor-y-un-contrato.html?Quien no ha tenido que lidiar alguna vez con una suegra insportable?
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Si se quiere, se puede de Susana Valcarcel Luengo
https://gigalibros.com/si-se-quiere-se-puede.htmlLaura, una chica sencilla y del monton tal como ella se describia, estaba en el mejor momento de su vida. Con un buen marido, un buen trabajo y una hija estupenda. Era muy feliz.Pero a veces no todo puede ir bien por mucho tiempo, la ley de Murphy, dicen. Todo se va desmoronando a pasos agigantados.?Que le pasara a Laura para que todo su mundo de color de rosa se vaya tristemente a pique?Si se quiere, se puede es una novela juvenil, emocionante hasta el ultimo momento y de facil lectura, como nos viene acostumbrando la escritora Susana Valcarcel.
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El arte de amarte de Josefa Cox
https://gigalibros.com/el-arte-de-amarte.htmlEmilia:
A pesar de ser hija de un hombre millonario, eres una dentista destacada de tu ciudad.
Te gusta hacer las cosas a tu manera sin recurrir al dinero de tu padre. Lo que hace de ti una joven solidaria, atenta, con inclinaciones filantropicas y un buen sentido de la moral.
Eso te ha llevado a dedicarte al 100% a tu trabajo, porque te gusta y te hace feliz; aunque estes descuidando otros aspectos de tu vida personal.
Eres muy inteligente, trabajas, te esfuerzas; eres una adulta decidida que, aun con tenerlo todo, no dejas de intentar ganarte la vida por ti misma. No como tu hermana.
No la odias, pero sientes que podria hacer mas con su vida. Como tu.
Disfrutas de la fortuna de tu padre, pero no te desvives por ella.
Eres una mujer interesante ?Verdad?
Pero el tiempo es inclemente y no escatima en danos; llevandose a tu padre, dejandote con un inmenso vacio en el corazon y abriendo paso a un momento delicado de tu vida.
?Que haras? -
Hijos del desierto 1 de Jose Valero Cuadra
https://gigalibros.com/hijos-del-desierto-1.html?Te imaginas un mundo futuro desertico, azotado periodicamente por inundaciones de hojas? ?Te imaginas un imperio del futuro, mas atrasado tecnologicamente, en el que los arboles y las plantas son odiados, pero en el que sobrevive una isla de verdor?
El punto de partida de la novela es una inundacion de hojas y ramas que sepulta la ciudad de Estrasburgo bajo toneladas de hojarasca.
?Que misterio se esconde tras la lluvia de hojas? ?Cual es su causa? ?Sobrevivira el Imperio a la invasion arborea? ?Vencera el Imperio a los arboles? ?O sera devorado el desierto por las plantas?
Descubrelo en “Hijos del desierto”, una novela en la que hay aventuras, accion, intrigas palaciegas, asesinatos, traiciones y misterios por resolver. -
Proyecto de vida de Victoria Pade
https://gigalibros.com/proyecto-de-vida.htmlEllen Gardner no iba a permitir que el fracaso de su matrimonio o ciertas dificultades medicas se interpusieran en su sueno de tener un hijo. Como fiscal, estaba mas que acostumbrada a negociar para conseguir lo que queria. Por eso, cuando necesito la ayuda del medico mas buscado de la ciudad, tampoco dejo que el mal caracter de aquel tipo se interpusiera en su camino.
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La sed de sal de Gonzalo Hidalgo Bayal
https://gigalibros.com/la-sed-de-sal.html<
> Asi comienza el relato de su aventura el narrador de esta extraordinaria novela, un hombre que viaja a Murania tras las huellas de un hispanista que recorrio la region en los anos treinta. Es tiempo de fiestas, de < >, y, por intrigas del conductor que lo recoge en el camino, Travel es arrestado en relacion con la oscura desaparicion de una joven. Desde el calabozo siente que, fuera, la muchedumbre quiere lincharlo. Y ni las conversaciones con los guardias ni la huida, frustrada, logran rescatarlo de la pesadilla, que por momentos parece diabolica y despues tal vez sea una extrana y peculiar estratagema. Con los referentes cinefilos de Sed de mal, de Orson Welles, o Al final de la escapada, de Godard, el narrador no puede dejar de pensar en el destino y la culpabilidad, el desamparo o la traicion, mientras trata de reconstruir, con obsesion, sediento de sal, la red y los intereses de los posibles culpables. -
Chocolate en tiempos de Guerra de Miriam Najm
https://gigalibros.com/chocolate-en-tiempos-de-guerra.htmlHamburgo 1939
Adella Kinderman, una joven chocolatera suiza de origen judio, emprende la aventura de su vida al desafiar a las normas alemanas para trabajar en una pequena chocolateria que ira adquiriendo prestigio gracias a su don culinario.
Dicha fama atraera la atencion de numerosos amantes del chocolate, entre ellos, Friedrich Kiessling, un oficial de las SS que no dudara en interesarse en ella desconociendo su verdadera identidad.
Pasa el tiempo, avanza la guerra y florece la relacion entre el oficial y la chocolatera. Sin embargo, una serie de belicos sucesos complicara sus vidas y la confesion de Adella desencadenara una autentica lucha por destruir los prejuicios, el reconocimiento de la valia de las personas y la busqueda de la libertad.
Mediante el chocolate, lazo de union entre Friedrich y Adella, ambos jovenes se encararan con los tiempos de guerra a fin de mostrar que no hay distinciones.
Ella no es judia, es mujer.
El no es nazi, es hombre. -
La estrella del bosque de Roberto Mendaza Acedo
https://gigalibros.com/la-estrella-del-bosque.htmlSalir del fuego para caer en las brasas. Elisa, una nina natural de Sartaguda (Navarra) es enviada fuera de su pueblo con objeto de evitar que sufra los desmanes del bando vencedor en el conflicto civil espanol. El destino la vapuleara sumergiendola en el horror de la segunda guerra mundial y de los campos de concentracion alemanes. Tendra que luchar por su propia supervivencia y encontrar un motivo por el que seguir viviendo. Cuando todo finalice, se habra convertido en otra persona al haber quedado despojada de una parte de si misma, de su adolescencia.
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Un matrimonio de anuncio, Romina Naranjo de Romina Naranjo
https://gigalibros.com/un-matrimonio-de-anuncio-romina-naranjo.htmlOliver Hamer, afamado publicista y reconocido playboy, se enfrenta a uno de los mayores retos de su carrera profesional cuando un titan mexicano de la industria automovilistica se interesa en el para que dirija la campana publicitaria de su nueva flota de vehiculos.
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La nina del sombrero de paja de Sarah Wall
https://gigalibros.com/la-nina-del-sombrero-de-paja.htmlMoon vive en Camboya, en una pequena aldea cerca del rio y lejos de la gran capital. Desde pequena, junto a su familia, subsiste de lo que obtiene del vertedero. Al morir su padre, su madre enloquece y, enganada por una vecina con la promesa de un futuro mejor, la vende a cambio de unos pocos dolares. Sera entregada a una familia de origen chino que la explotara haciendo que su vida se convierta en un infierno.
Ellen es una mujer a la que la vida ha dado un duro golpe: perder a su marido de forma repentina y decide darle un cambio drastico.
Dos almas a las que el destino unira en una intensa lucha por la superacion y la supervivencia en un lugar donde las mujeres y los ninos son los mas vulnerables en manos de las mafias Camboyanas.
Una historia dura, pero llena de amor y solidaridad. -
El baul de los suenos a medida, Lara Rivendel de Lara Rivendel
https://gigalibros.com/el-baul-de-los-suenos-a-medida-lara-rivendel.html?Que es la vida? Un frenesi. Cuando Ada es acusada de corrupcion y apartada de su trabajo en la alcaldia de su pueblo se le viene el mundo encima, ya que ella habia entrado en politica para luchar contras las injusticias. Incapaz de soportar las miradas de desprecio de sus vecinos, se traslada a la casa que su abuela le dejo en herencia en la Costa Brava.
?Que es la vida? Una ilusion. Ada encuentra el baul donde su abuela guardaba las sabanas bordadas y esa noche vuelve a sonar como cuando era una nina y pasaba los veranos peleandose con Millan, el hijo del pescador. Ada reconstruye su vida entre los pintorescos habitantes de Sonada, un pueblo de costa donde nada es lo que parece, mientras trata de no obsesionarse con Millan, que se ha convertido en un viudo tan arisco como los erizos de la zona.
Y los suenos, ?suenos son? Cuando sus amigas la visitan y pasan unas noches de suenos muy vividos, empiezan a sospechar que las sabanas ocultan un secreto. Y cuando las ancianas del lugar le advierten del peligro de querer descubrir los secretos del baul, Ada la Empecinada hace lo que ha hecho siempre: lanzarse de cabeza a la aventura.
Una delirante comedia que se rie de la politica, juega con los suenos y nos recuerda que no hay que tomarse la vida demasiado en serio.
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El lobo y la oveja de Tania Villar
https://gigalibros.com/el-lobo-y-la-oveja.htmlEl caso mas complicado de mi vida
Sientes que tu carrera esta a punto de terminar antes de que empiece, hasta que llega la oportunidad que puede cambiar tu vida.
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Canalla, Prisionera, Princesa de Morgan Rice
https://gigalibros.com/canalla-prisionera-princesa.html"!Ceres! !Ceres! !Ceres!" Ceres sentia el canto de la multitud con la misma claridad que el ruido seco del latido de su corazon. Levanto su espada en agradecimiento, agarrandola con fuerza al hacerlo para examinar la piel. No le importaba que quizas supieran su nombre desde hacia solo unos instantes. Le bastaba que lo conocieran y que resonara en su interior, de manera que podia sentirlo casi como una fuerza fisica. Al otro lado del Stade, mirandola, su contrincante, un combatiente enorme, caminaba de un lado a otro por la arena. Ceres trago saliva al verlo, mientras el miedo crecia en su interior por mucho que quisiera reprimirlo. Sabia que esta podria muy bien ser la ultima lucha de su vida. El combatiente daba vueltas de un lado a otro como un leon enjaulado, blandiendo su espada en el aire dibujando arcos que parecian estar disenados para exhibir sus protuberantes musculos. Con su coraza y su casco con visera parecia que hubiera sido esculpido en piedra. A Ceres le costaba creer que fuera solo de carne y hueso. Ceres cerro los ojos y se armo de valor. Puedes hacerlo, se dijo a si misma. Puede que no ganes, pero debes enfrentarte a el con valor. Si tienes que morir, muere con honor. Un toque de trompeta sono en los oidos de Ceres, que se oyo por encima incluso del aullido de la multitud. Lleno la arena y, de repente, su contrincante se lanzo al ataque. Era mas rapido de lo que ella pensaba que un hombre tan grande podria serlo, llego hasta ella antes de que tuviera ocasion de reaccionar. Lo unico que Ceres pudo hacer para esquivarlo fue levantar el polvo mientras se apartaba del camino del guerrero. El combatiente blandio su espada con las dos manos y Ceres se agacho, sintiendo la rafaga de aire al pasar. Parecia estar derribando algo a hachazos, como un carnicero empunando su cuchillo y cuando ella giro y paro el golpe, el impacto del metal contra el metal resono en sus brazos. No pensaba que fuera posible que un guerrero pudiera ser asi de fuerte. Se alejo dando circulos y su contrincante la siguio con una desalentadora inevitabilidad. Ceres escuchaba como su nombre se mezclaba con los gritos y los abucheos de la multitud. Se obligaba a concentrarse; mantenia los ojos fijos en su contrincante e intentaba recordar sus entrenamientos, pensando en todas las cosas que podian pasar a continuacion. Intento dar cuchilladas y despues hizo rodar su muneca para bloquear con su espada. Pero el combatiente apenas refunfuno cuando la espada le corto un trozo de antebrazo. Sonrio como si le hubiera gustado. "Pagaras por esto", la alerto. Su acento era marcado, de alguno de los rincones lejanos del Imperio. De nuevo estaba sobre ella, obligandola a bloquear y esquivar y ella sabia que no podia arriesgarse a un choque frontal, no con alguien asi de fuerte. Ceres sintio que el suelo cedia bajo su pie derecho, una sensacion de vacio donde deberia haber un apoyo solido. Bajo la vista y vio que la arena se vertia en un hoyo que habia alla abajo. Por un instante, su pie colgo en el vacio y ella movia su espada a ciegas mientras luchaba por mantener el equilibrio. El bloqueo del combatiente fue casi despectivo. Por un instante, Ceres estuvo segura de que iba a morir porque no habia manera de detener completamente el golpe de vuelta. Sintio la sacudida del golpe contra su espada. Sin embargo, eso hizo que redujera la velocidad al impactar contra su armadura. Su coraza presiono su carne con una fuerza violenta mientras que, al detenerse, ella sintio un dolor ardiente cuando la espada paso rapidamente por su clavicula. Tropezo hacia atras y, al hacerlo, vio que se abrian mas hoyos por el suelo de la arena, como bocas de bestias hambrientas. Y entonces, desesperada, tuvo una idea: quizas podria usarlos a su favor. Ceres rodeaba los bordes de los hoyos, con la esperanza de retrasar el momento en el que el se acercara. "!Ceres!" llamo Paulo. Se giro y su armero arrojo una lanza corta en su direccion. La vara dio un golpe seco en su resbaladiza mano, la madera tenia un tacto aspero. La lanza era mas corta que las que se hubieran usado en una batalla real, pero aun asi era lo suficientemente larga para abrirse camino con su punta en forma de hoja a traves de los hoyos. "Te cortare a rodajas una a una", prometio el combatiente, acercandose lentamente. Ceres penso que con un combatiente tan fuerte lo mejor seria agotarlo. ?Cuanto tiempo podria aguantar luchando alguien tan enorme? Ceres sentia que sus musculos ya le ardian y que el sudor caia por su cara. ?Se sentiria igual de mal el combatiente al que se enfrentaba? Era imposible de saber con certeza, pero era lo que le daba mas esperanza. Asi que ella esquivaba y golpeaba, usando la longitud de la lanza lo mejor que podia. Consiguio escurrirse entre las defensas del gigante guerrero pero, sin embargo, su espada tan solo conseguia repiquetear en su armadura. El combatiente levanto polvo hacia los ojos de Ceres, pero esta se giro a tiempo. Se dio la vuelta de nuevo e hizo movimientos circulares con la espada por lo bajo, hacia sus desprotegidas piernas. El esquivo aquel barrido de un salto, pero ella consiguio hacerle otro corte en el antebrazo al retirar la espada. Ceres golpeaba por arriba y por abajo ahora, apuntando hacia las extremidades de su oponente. Aquel hombre grande esquivaba y paraba los golpes, intentando encontrar el modo de hacer algo mas que tanteos, pero Ceres continuaba moviendose. Apunto hacia su cara, con la esperanza de por lo menos desviar su atencion. El combatiente cogio la lanza. La agarro detras de su cabeza, tirandola hacia delante mientras daba un paso al lado. Ceres tuvo que soltarla, porque no queria arriesgarse a que aquel hombreton tirara de ella hacia su espada. Su contrincante partio la lanza en su rodilla con la misma facilidad con la que hubiera roto una ramita. La multitud rugio. Ceres sintio un sudor frio en la espalda. Por un instante, visualizo a aquel gigante rompiendo su cuerpo con la misma facilidad. Trago saliva al pensarlo y preparo de nuevo su espada. Agarraba la empunadura con ambas manos cuando vinieron los siguientes golpes, pues era el unico modo de absorber algo del poder de los ataques del combatiente. Aun asi, era increiblemente dificil. A cada golpe parecia que ella era una campana golpeada por un martillo. Con cada uno de ellos parecia que un movimiento sismico corria por sus brazos. Ceres ya se sentia cansada por el ataque. Cada respiracion le costaba, como si respirara a la fuerza. No tenia sentido intentar contraatacar ahora o hacer otra cosa que no fuera retroceder y esperar. Y entonces sucedio. Lentamente, Ceres sintio que el poder brotaba dentro de ella. Vino con un calor, como las primeras brasas de una quema de maleza. Se quedo en la boca de su estomago, a la espera, y Ceres fue a por el. La energia la inundaba. El mundo iba a menor velocidad, a paso de tortuga, y ella sintio de repente que tenia todo el tiempo del mundo para parar el siguiente ataque. Tambien tenia toda la fuerza. Lo bloqueo con facilidad y, a continuacion, blandio su espada e hizo un corte en el brazo del combatiente en una nebulosa de luz y velocidad. "!Ceres! !Ceres!" rugio la multitud. Ella vio como la ira del combatiente crecia a medida que el cantico de la multitud continuaba. Ella podia entender el por que. Se suponia que debian cantar el nombre de el, proclamar su victoria y disfrutar la muerte de ella.
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Usabilidad. Deja de sufrir de Daniel Torres Burriel
https://gigalibros.com/usabilidad-deja-de-sufrir.htmlEn los ultimos anos, la usabilidad y la experiencia de usuario han ganado posiciones en la parrilla de salida de las disciplinas mas demandadas en el ambito digital. A la vez, los productos digitales de uso cotidiano han experimentado un proceso de pruebas y evaluacion sin el cual no tendrian el exito popular del que actualmente disfrutan.
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Al final de la calle 118 de Clara Cortes
https://gigalibros.com/al-final-de-la-calle-118.htmlLa calle que lleva al motel donde vivo es larga y ancha, y una acera no tiene nada que ver con la otra. Es como si una barrera invisible separara ambos lados. Por supuesto, siempre que quieras puedes cruzar al otro lado, pero eso no significa que la gente lo haga. Es como la valla que rodea un instituto: aunque muchos querrian y podrian saltarla, eso no significa que la salten de verdad. Porque saben que su lugar esta dentro. Cuanto mas camino de la derecha recorro, mas grietas me encuentro. Y mas suciedad. Y menos casas. En la otra acera, sin embargo, la fila de chalets de color amarillo y naranja sigue hasta mas alla del motel, hasta alcanzar la carretera del norte. Aunque pueda sonar a mentira, me gusta mucho mas la acera de la derecha que la de la izquierda. Es mucho mas real. La vida es asi, rota, con hierba seca entre los huecos que deja la piedra de los adoquines. Si conoces a alguien con una vida-chalet, probablemente todo se quede en esa fachada amarilla, tan igual a lo largo de toda la fila. Probablemente su sitio tambien este en este lado, nuestro lado, pero no quieran aceptarlo. Antes de llegar al motel, en la acera de la derecha, la calle esta flanqueada por la verja de un orfanato. Es el que cubre la zona norte de la ciudad, adonde se sabe que llegan muchos ninos todos los meses. A veces lloran tanto y tantos a la vez que puedo oir sus sollozos sincronizados desde mi habitacion, y eso que no tiene ninguna ventana que pueda cerrar para acallarlos. Son gritos desgarradores. Cuando pasa me pregunto si habra alguna nina especial ahi dentro, alguien que se parezca a mi y que llore mas fuerte que todos los demas. Tambien me pregunto si la habre visto alguna vez cuando he pasado por delante y todos los ninos estaban jugando fuera, aunque me desespera pensar que he podido hacerlo y que no la he reconocido. Normalmente me gusta pasar la mano por la verja de rombos metalicos mientras camino. El sonido que hacen los anillos de mis dedos contra los alambres es musical y, si lo cuento en mi cabeza, sigue cierto ritmo que puede llegar a ser agradable. Siempre logro encontrarlo, aunque cada vez es diferente, pero eso es lo que mas me gusta. Sin embargo, ahora paro de hacerlo, porque, como todos los dias, tengo que mirar. Siempre me obligo a hacerlo al menos una vez, porque seria una persona horrible si no me molestara en dedicarle unos segundos al dia; busco un par de coletas desiguales que yo podria haber conocido, a esa nina que deberia tener mi nariz, o mis ojos, o los de Raven... Como de costumbre, no veo nada -porque no hay nada, ni siquiera suerte-, asi que tengo que seguir andando para volver a casa. Solo que, esta vez, si que hay algo cuando me pongo a andar otra vez. No lo habia visto porque mi mente habia elegido omitirlo y concentrarse en buscar, como cada dia; es curioso como nuestro cerebro es capaz de aislarnos hasta el punto de no dejarnos ver cosas tan obviamente claras. Porque, cuando vuelvo a andar, hay ahi otro sonido que esta vez no es mio. No rozo la verja con la yema de los dedos, pero, aun asi, en alguna parte hay musica. Y son notas. Notas de verdad, quiero decir, no solo en mi cabeza. Sol. Do. Re. La. No es metalico. Es una guitarra, y creo que viene de dentro. Vuelvo a mirar hacia alli sin dejar de andar. Ahi esta. No tardo demasiado en localizarla. La guitarra. Obviamente, alguien la esta tocando. Es un chico. Esta al fondo, encorvado y sentado sobre un banco. A pesar de todos los ninos que hay a su alrededor, parece estar muy solo. El chico es larguirucho y grande, o eso es lo que parece desde aqui. Tiene los dedos agiles, pero, a pesar de eso, se mueve como si no se sintiera seguro; vacila cuando hace amago de levantar la cabeza y al final nunca aparta la vista del movimiento de sus dedos sobre las cuerdas, como si de verdad temiera perderse o equivocarse. Esta cantando y lo que oigo en la distancia es grave y fuerte, pero a la vez suave y agradable. Cuando han pasado unos segundos y creo haber escuchado lo suficiente, decido que me gusta su voz. No parece que el este muy de acuerdo en eso, sin embargo. Tiene el ceno levemente fruncido y los hombros tensos. Las gafas de pasta negra que lleva juegan a ser equilibristas sobre la punta de su nariz, y me pregunto por que no puede, simplemente, hacer algun tipo de movimiento para subirselas. Siempre me ha puesto nerviosa la gente que mira el mundo por encima de la montura de sus gafas, como la senora que se encarga de la biblioteca del centro, aunque no se exactamente por que me molesta. Cuando acaba la cancion se queda un momento mirando la vibracion de las cuerdas antes de subir la cabeza y sonreirles a los ninos, un publico realmente desagradecido. Si, han estado tranquilos, pero no escuchandole. Gritan, saltan y rien mientras se persiguen los unos a los otros, y el baile sigue para ellos aunque ya no haya musica para acompanarlo. Me sobresalto al darme cuenta de que he estado parada tarareando todo el rato, aunque ni siquiera se como se llama la cancion. He debido de oirla en la radio alguna vez, o en el centro comercial, o en alguna sesion de fotos. No era consciente de habermela aprendido. Me doy la vuelta y sigo mi camino justo despues de que el chico se suba las gafas con un gesto despreocupado. El no me ve. No reanudo el sonido de mis anillos, simplemente meto las manos en los bolsillos y ando mas rapido, porque quiero llegar ya al motel. Solo unos treinta y cinco o cuarenta metros lo separan del orfanato. Cuando subo las escaleras metalicas que llevan al segundo piso y entro en el apartamento 36, la sensacion tan rara que se me habia puesto en el estomago tras escuchar esa cancion es sustituida por la colonia postsexo de Raven. Tengo que aguantar la respiracion y pasar directamente a la cocina. Y aunque alli no es mejor, porque ella esta fumando, al menos no es ese tufo a fruta, sudor y suciedad. -Ah, hola -dice, tranquila-. No he oido la llave. -Hola. Vacio mi mochila en la mesa blanca donde comemos. El tablero esta lleno de quemaduras y manchas marrones que no se pueden quitar. Caen las llaves, un libro, una camiseta sucia y un sobre. Justo antes de venir he pasado por el banco para sacar lo que me han pagado hoy. Raven apaga el cigarrillo dentro de una lata de cerveza arrugada y se acerca a mi con curiosidad. -?Cuanto? -Cincuenta pavos. -La ultima sesion fueron mas. -Porque me pase seis horas en ese estudio sin parar ni para mear, Raven. Por eso fueron mas. Mi hermana agarra el sobre antes de que yo pueda alcanzarlo y sale de la cocina contoneandose. Me dan ganas de gritarle que no hay nadie mirando, que no hace falta que haga eso, pero no quiero discutir. Necesita montar un espectaculo todo el tiempo. Ademas, suele estar de muy mal humor despues de estar con un cliente, por eso me callo. Se agacha junto a su cama y mete la mano debajo. Saca una caja de metal rosa que tiene un pequeno candado. Ahi es donde guardamos todo nuestro dinero. Esta llena de polvo y tiene un par de pelusas enganchadas en las esquinas. Muchas veces pienso en que pasaria si alguien entrara a robar, porque no seria nada dificil hacerlo. No seria dificil encontrar la caja bajo la cama y que alguien rompiera ese estupido candado y nos robara todo lo que tenemos. De hecho, yo misma podria hacerlo si quisiera. Podria agarrar una piedra de fuera, acercarme, golpearlo hasta que se partiese... Y luego irme lejos de aqui con el dinero. Pero Raven abre la caja y me quedo a medias preguntandome adonde iria. A un lado, los billetes estan sucios, algo rotos y arrugados. Al otro lado, el monton de mi dinero, es decir, el dinero que yo gano y que sale directamente del banco, descansa en pilas mas o menos agrupadas por su valor. Mis billetes estan limpios, en todos los sentidos posibles. En total no hay demasiado dinero, pero si mucha diferencia entre ambos lados. <
>, pienso. Es como si cada monton saliera de un mundo completamente distinto, o viniera de una cara diferente de la luna, y en parte, si lo piensas, es un poco asi. -Bueno, supongo que esta vez, cuando venga ese baboso del casero, podre pagarle en condiciones. No soporto tener que tocarlo cuando vamos un poco justas. Doy la vuelta a su cama para ir hacia mi habitacion. -No necesitaba saber eso. -C'est la vie, Valeria. No puedes ser tan tiquismiquis. Las cosas son como son, a ver si lo aprendes de una vez. < >, dice siempre Raven. Raven, la que esta hecha de piedra. La que es dura y fria como el hielo. La que tiene muchos problemas y muchas responsabilidades que siempre prefiere evitar. Es Raven, es casi una extrana -
El lejano pais de los estanques de Lorenzo Silva
https://gigalibros.com/el-lejano-pais-de-los-estanques.htmlEl cuerpo desnudo de una joven austriaca pende atado de las manos en un chalet mallorquin. Ni los signos de violencia, ni la pestilencia de una muerte estival ocultan su inquietante belleza. En el revolver hallado en la basura abundan las huellas de una sesentona suiza de fama libertina, pero la vida turbia de la joven, Eva Heydrich --un ser irresistible consagrado tanto al placer como a la destruccion--, sugiere que la sencillez del crimen es tan solo la punta de un iceberg.
En Madrid, la Guardia Civil confia el caso al experimentado sargento Ruben Bevilacqua, o <> para sus companeros, ex-psicologo desempleado para quien Jung era solo un aficionado, y a la inexperta agente Virginia Chamorro, cuya eficacia policiaca sera puesta a prueba por primera vez. De incognito entre nudistas teutones, turistas desenfrenados y mafiosos locales, Bevilacqua y Chamorro se adentraran en el reverso oscuro de una apacible urbanizacion mallorquina tratando de desentranar los ultimos dias de la joven asesinada. -
La Magia de Rhonda Byrne
https://gigalibros.com/la-magia.html?Recuerdas cuando eras pequeno y creias que la vida era magica? Pues bien, la magia de la vida es real, y es mucho mas impresionante, imponente y apasionante de lo que jamas imaginaste de nino. Puedes vivir tus suenos, puedes tener todo lo que deseas, !y tu vida puede tocar el cielo! Te invito a que me acompanes en un inolvidable viaje de 28 dias, mientras descubrimos lo deslumbrantes que realmente pueden ser nuestras vidas.
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The Beatles. La historia de Manolo Bellon Benkendoerfer
https://gigalibros.com/the-beatles-la-historia.htmlLas mejores historias de The Beatles.
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En la red (Serie Hacker 1) de Meredith Wild
https://gigalibros.com/en-la-red-serie-hacker-1.htmlTras una infancia dura, Erica Hathaway aprendio pronto a valerse por si misma. Ahora acaba de graduarse en la Universidad de Harvard y espera financiacion para desarrollar su proyecto: una ambiciosa red social de moda.
En la negociacion, todo va de maravilla hasta que conoce a Blake Landon, un hombre misterioso, que la arrastrara hacia los mas oscuros placeres.
El es un hacker peligroso y adinerado, acostumbrado a conseguir siempre lo que desea. Y ahora desea a Erica con todas sus fuerzas.
?Caera ella en sus redes? ?Sera capaz el de amarla y ganarse su confianza hasta derribar sus barreras? ?Y que ocurrira cuando se vea obligado a renunciar a ese control al que esta acostumbrado?
Porque Erica no es como las mujeres que ha conocido, es fuerte, luchadora y hay algo que la atormenta terriblemente.
Quiza Blake no sea el unico que esconde secretos..
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La gran boda de Juan Manuel Rodriguez Caamano
https://gigalibros.com/la-gran-boda.htmlLa gran boda es una historia de un amor patologico entre una ex pareja que desencadena una serie de eventos que resultan anormal para cualquier sociedad. Una historia de amor que puede acabar en una tragedia.
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Un amor para Rebeca de Mayte Uceda
https://gigalibros.com/un-amor-para-rebeca.htmlBestseller digital en Alemania.
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Todos los pajaros del cielo de Charlie Jane Anders
https://gigalibros.com/todos-los-pajaros-del-cielo.htmlPatricia es una bruja que tiene el don de comunicarse con los animales. Laurence es un geek que ha construido una maquina del tiempo que le permite viajar dos segundos hacia el futuro. Juntos sobreviven como pueden al infierno de crecer siendo los raros, los marginados. Hasta que sus vidas toman caminos diferentes.
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Bailar al borde del abismo de Gregoire Delacourt
https://gigalibros.com/bailar-al-borde-del-abismo.html?Que arriesgamos cuando lo arriesgamos todo? A veces hay que perder y perderse para encontrarse a uno mismo.
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La hija de Joyce de Annabel Abbs
https://gigalibros.com/la-hija-de-joyce.htmlZurich, 1934. Lucia Joyce, de 27 anos, cuenta lo que ha sido su vida al Doctor Carl Jung, el mas reputado psicoanalista de su tiempo, al que ha recurrido el padre de Lucia, James Joyce, para encontrar remedio al devastado estado psiquico de su unica hija. En las tensas sesiones, Lucia recuerda su pasion por la danza, el publico que la aclamaba en los mas reputados teatros de Paris. Pero tambien la imposibilidad de seguir su carrera atrapada en el amor destructivo de su padre, que la tenia por su musa, y en la fatal atraccion por uno de los protegidos del padre, Samuel Beckett, y por su profesor de dibujo, Alexander Calder. Asi se conforma el retrato de una mujer joven cuya pasion por la vida, y la desesperacion en la que se hunde cuando no puede seguir el camino que le marca su talento, quedan poderosamente expresados en esta novela, que es a la vez el retrato intimo de la familia Joyce y del Paris de los anos veinte y treinta, uno de los mayores momentos creativos de la historia contemporanea
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Una Flor en el Oeste de Sandra Bree
https://gigalibros.com/una-flor-en-el-oeste.htmlJessica Sconner esta indignada porque su familia le ha concertado una boda con un hombre al que no conoce. Por eso, cuando conoce la noticia de que Edward, el hermano de su amiga Lara Hamilton, ha sido asesinado en Cheyenne, decide alejarse de todo y viajar con ella para descubrir que ha pasado.
El mestizo Craven Logan, mas conocido como Alce Gris, es un hombre enigmatico y peligroso cuya vida nunca ha sido facil. Cuando Jessica se entera de que es el encargado del caso, se niega a aceptarlo, pero hay algo en el que la impresiona y atrae demasiado.
Por su parte, Craven jamas hubiera imaginado que una joven distinguida despertaria en el tal torbellino de emociones. Por el bien de la investigacion, Jessica y Logan deciden trabajar juntos, pero no cuentan con que la pasion se desate y se vean en medio de una relacion prohibida y peligrosa a la que seran incapaces de resistirse. -
Quien quiere ser madre, Silvia Nanclares de Silvia Nanclares
https://gigalibros.com/quien-quiere-ser-madre-silvia-nanclares.html -
Mutatis mutandis (Versos, canciones y trocitos de carne) de Cesar Perez Gellida
https://gigalibros.com/mutatis-mutandis-versos-canciones-y-trocitos-de-carne.html -
Las Increibles Aventuras de Mr. Flowers de Jose Flores
https://gigalibros.com/las-increibles-aventuras-de-mr-flowers.htmlEl amor es un misterio de cuatro letras. El alfabeto, de veintises. Pero Mr. Flowers ha descubierto su secreto: cada pais esconde una letra que sigue el orden del alfabeto para ofrecerle el amor. Por desgracia, las reglas son muy estrictas. Asi que, cuando conoce a la persona adecuada con la que compartir su vida con la letra equivocada, tendra que tomar una dificil decision: respetar el camino de su destino o renunciar a descubrir lo que la vida tiene preparado para su futuro.
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El ultimo cruzado de Louis De Wohl
https://gigalibros.com/el-ultimo-cruzado.htmlApasionante novela historica sobre la vida trepidante de Don Juan de Austria, el vencedor de Lepanto, hijo del emperador Carlos V, hermanastro del rey Felipe II.