• abigail villalba sanchez libros - Abigail Villalba Sanchez

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    Oscar se estremecio cuando la brisa marina, llena de salitre y secretos, le revolvio el pelo y le recordo que, muy a su pesar, era invierno. Su piel desnuda se erizo desagradablemente y le arranco una sonrisa resignada. —Sabes que esto podriamos haberlo hecho en cualquier otro sitio, ?verdad? —pregunto, divertido, mientras se incorporaba de la arena en la que estaba tumbado y se frotaba los delgados brazos—. En uno en el que no me estuviera helando, por ejemplo. La figura masculina que estaba junto a el, completamente estirado y tan desnudo como el mismo, sonrio con suavidad y se encogio de hombros. Sus ojos, oscuros y enormes, continuaron fijos en el cielo nocturno. —Desde aqui se la oye mejor —contesto, un momento despues. —Me pregunto como sabras tu eso. Al escuchar el tono de chanza de Oscar, Samuel rio entre dientes y se giro hacia el, con una sonrisa divertida dibujada en los labios. —?Crees que no me he asegurado de buscar el mejor sitio? —Se incorporo lentamente, se acomodo junto a el hasta que sus hombros se tocaron y doblo las rodillas para apoyar los brazos en ellas. Despues, le dio un suave empujon y continuo hablando, casi en un susurro—. Se donde quiero hacer el amor contigo. Oscar enrojecio. Despues se echo a reir de puro nerviosismo y se paso las manos por el pelo, de brillante cobre y suaves ondas que caian hasta sus hombros. —Eres encantador cuando quieres algo —le pico, sin perder ni un apice de la acidez que le caracterizaba. Sin embargo, fue en ese momento cuando, por fin, los primeros rayos de luna surgieron de detras de las montanas, asi que toda su atencion se vertio en esa direccion—. Hacia tantisimo que no veia la luna brillar asi… A su lado, Samuel sonrio con tristeza y se abstuvo de decirle lo que pensaba acerca de su exilio voluntario a tierras humanas. En otro momento, quiza, si hubiera contestado de manera diferente. Pero esa noche… la que simbolizaba el fin de ano, no era una noche para las disputas. Y mucho menos con el. El joven suspiro y miro de reojo a su companero, que aun parecia absorto en la contemplacion del satelite, para atesorar esa imagen para siempre: la luna que brillaba en su lento ascenso y que iluminaba con sus rayos la bahia en la que estaban sentados, las finas lineas anaranjadas que surgian, poco a poco, en la piel de Oscar y que revelaban su origen magico y, por ultimo, la sonrisa nostalgica de su companero, esa que hablaba de anos lejos de las profundidades marinas. —?Sabes? —pregunto, finalmente, mientras acariciaba su mejilla con los nudillos—. Cuando te escribi y te propuse venir aqui… bueno, hubo un momento en el que pense que no querrias acompanarme. Oscar aparto la mirada de la luz plateada y la clavo de nuevo en el. Sus ojos, inteligentes y siempre atentos, no tardaron en repasar las espirales violetas de sus mejillas y las lineas rectas, de identico color, que bajaban a lo largo de sus brazos. Tardo un momento en darse cuenta de a que se referia, pero cuando entendio la inseguridad de Samuel, suspiro. —Lo dices por Mara, ?verdad? —Sonrio con resignacion y nego con la cabeza, tranquilizadoramente—. No tengo nada en contra de ella, aunque todos os empeneis en decir lo contrario. Si —admitio—, he decidido abandonar las corrientes en pos de una vida humana. ?Y que? Que ahora viva en tierra, Sam, no significa que no me preocupe por ella. De hecho —anadio y se inclino hacia el, mientras bajaba la voz y acariciaba sus labios con los suyos—, si estoy aqui es para cuidarla mejor. Samuel se estremecio de placer a medida que el beso crecia. El roce de su lengua contra la suya resultaba embriagador, como si aquella fuera la primera vez que lo hacian… o quiza la ultima, pues su relacion siempre habia sido muy tormentosa e inestable y si seguian juntos era, simplemente, porque no podian estar el uno sin el otro. Por eso estaban alli, despues de meses de silencio y rabia, despues del dolor de la ultima separacion. —Te quiero —farfullo entonces Samuel, con premura, entre beso y beso, entre aceleradas y freneticas caricias—. Pase lo que pase. Estemos donde estemos. No lo olvides nunca, joder. —No podria hacerlo. Sabes que yo nunca olvido nada—contesto Oscar, jadeante, con los labios apretados contra su cuello y la excitacion a flor de piel. Ni siquiera la fuerza que la luna ejercia sobre ellos fue capaz de separarles. Sus labios se buscaban segundo a segundo, mientras sus manos se perdian en los rincones mas ocultos y placenteros de su cuerpo humano con una lentitud inhumana, como si no tuvieran prisa alguna. De hecho asi era, pues Samuel se habia encargado de buscar la cala mas escondida e inaccesible de las costas gallegas. Le habia costado un tiempo dar con aquella, pero ahora que tenia a Oscar a horcajadas sobre el se daba cuenta de que su sacrificio habia merecido la pena. Y mientras el cielo estallaba en luces artificiales de brillantes colores y la luna les acariciaba con su fria plata, ambos jovenes se perdieron en una danza tan antigua como el propio tiempo. Una danza tenida de jadeos y gemidos al principio, y poco despues, con la luna llena inmovil sobre el oceano, de una melodia dulce y tierna que procedia de algun lugar entre las oscuras aguas. —Escuchala —susurro Samuel entonces, con las manos aferradas al delgado cuerpo de Oscar y sus labios rozando su oido—. ?No es lo mas hermoso que has oido nunca? —No —farfullo el joven en contestacion, mientras le sujetaba de las mejillas y se perdia innegablemente en el fondo de sus ojos, mientras luchaba por no dejarse llevar por todos los estimulos que le asaltaban: el placer de sentir a Samuel en su interior, la magia de la luna, que le recordaba lo que verdaderamente era, y de fondo esa cancion sirenea que siempre le tocaba el corazon…—. Tu voz es lo mas bonito que he oido nunca. Ambos sonrieron, perdidos el uno en la mirada de otro, inmoviles y acunados por aquella lejana melodia que a ambos les hacia temblar de emocion, quisieran… o no. Y asi, frente contra frente, labios sobre labios, la medianoche llego y se marcho, mecida por el oceano y por las dos criaturas que se amaban sobre la arena, ajenos a que un ano habia muerto y otro habia nacido. Solo se detuvieron, cuando, agotados, se dejaron caer sobre la fria arena, abrazados el uno al otro. Permanecieron asi, en silencio, durante todo el tiempo que duro la cancion de la llamada Mara. Aquella vieja sonata, pese a pertenecer a tiempos preteritos, seguia siendo limpia y tibia y aunaba sus corazones incluso mas de lo que lo estaban en aquellos momentos. Y cuando el sol despunto en dorado, moribunda ya la noche, y la voz de Mara se quebro dando paso a la brisa, ambos hombres se incorporaron y contemplaron la calida belleza de un amanecer invernal. —?Volveremos a vernos? La voz de Samuel interrumpio el silencio. A su lado, Oscar suspiro y se encogio de hombros. —Supongo que no vas a cambiar de opinion, ?verdad? —pregunto este, con suavidad, a pesar de que sabia la respuesta—. Vas a seguir combatiendo por tu lado. No vas a hacerme caso en absoluto. Samuel fruncio el ceno y sacudio la cabeza negativamente, pues lo ultimo que queria despues de aquel encuentro era hablar de politica y de contaminacion. Por eso, apreto los dientes con fuerza y se encogio de hombros. —Te buscare —aseguro entonces, mientras se levantaba y dejaba su atletico cuerpo banarse en la luz rosada del amanecer—. Encontrare la manera de contactar contigo. —Samuel… El joven se detuvo, de espaldas a Oscar. Sus ojos se clavaron en las suaves olas que rompian en la orilla y que le recordaban lo lejos que estaba de casa. Suspiro. —Feliz ano, mi vida —murmuro entonces, sin girarse—. Ten cuidado. Oscar sintio un pellizco en el corazon que hizo que sus palabras se quedaran atascadas en la garganta. Por un lado queria ir con el, olvidarse de lo que estaban haciendo los humanos con Mara y combatirles como Samuel queria que hiciese pero, por otro… Sacudio la cabeza e hizo de tripas corazon, como cada vez que se separaban. Se levanto, beso su hombro con infinita ternura y despues camino en direccion al agua. —Aun puedo cogerme el dia libre —informo Oscar, en contestacion, mientras dejaba que el agua cada vez le arrastrara mas adentro—. Aun podemos regalarnos un dia antes de volver… a lo que cono sea que tengamos. Un dia —rogo—, en el agua, como tu quieres. En casa. —?Estas seguro de eso? ?No prefieres volver a esa… oficina y a tus companias humanas? —Un dia, Sam —repitio, mientras se dejaba caer hacia atras y el agua salada le recibia con agrado, como una madre a un hijo descarriado—. Solos tu y yo. Y mientras sus piernas olvidaban su forma humana y su cuerpo se liberaba del disfraz, una segunda figura se zambullo a su lado y tambien se transformo: sus extremidades dieron paso a una cola firme, fuerte, de brillante color violeta. Las agallas de su cuello se abrieron y bebieron del oxigeno del metodo acuatico y sus ojos, oscuros en la tierra, brillaron con intensidad mientras buceaba en busca de mas profundidad. —!Vamos, Oscar! —lo llamo, en su idioma natal, mientras giraba sobre si mismo y disfrutaba del liquido elemento—. !Que no se diga que se te ha olvidado quien eres! Al escuchar la mofa, el joven sonrio y movio con elegancia la cola anaranjada que le senalaba como triton. Dio un coletazo con fuerza, paso a su lado… y sonrio, antes de guinarle un ojo con descaro y perderse en las susurrantes corrientes de su reino oceanico.

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  • la muneca tatuada de Abigail Villalba Sanchez

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    “A veces, ni siquiera yo se quien soy, ni que me trajo aqui. El tiempo pasa a mi alrededor como un velo de lluvia llevado por el viento, como un susurro gritado a la nada. Pero estoy aqui, guardando un secreto que nadie quiere conocer, que a nadie le interesa. Estoy sola, completamente aislada en la negrura y, sin embargo… continuo esperando. ?Que espero? No lo se. ?A quien? Tampoco. Solo tengo la certeza de que, al final, tras los dias que escapan por mi ventana llegara algo, y ese algo, cambiara mi vida” Ara releyo las lineas que estaban escritas en la pared. Tras dos largas semanas de busqueda, habia encontrado la puerta que daba a esa habitacion. Por fin. Apenas se habia fijado si algo era diferente a la primera vez que habia entrado, pues lo unico que le interesaba era saber si aquellas frases seguian alli. Suspiro profundamente y las acaricio con la yema de los dedos, con dulzura. A pesar del tiempo que habia empleado en investigar sobre ellas, no habia encontrado nada que arrojara un poco de luz sobre su misterio. Incluso habia buscado mas letras en su habitacion, Aun sabiendo que en esas cuatro paredes no habia nada de interes. Era frustrante y, a la vez, emocionante. De hecho, era lo unico emocionante que habia alli. --?Quien demonios eras? --pregunto, en un susurro y arrastrando las silabas, como si le costara vocalizar. Carraspeo, sacudio la cabeza y dejo su voz escondida en un rincon, apartada para otro momento. Despues se sento en el suelo y apoyo la espalda en la pared, justo al lado del parrafo. Sus ojos violetas se entrecerraron, mientras luchaban contra el polvo que ella misma habia levantado. Intento no toser pero, tras un incomodo momento, su pecho se contrajo dolorosamente en una serie de espasmos. Poco a poco, el polvo se asento y Ara consiguio tomar un poco de aire, pese a que este no era el mejor. Efectivamente, la habitacion seguia tal y como ella recordaba: mas pequena que el resto, pintada en un brillante tono azul y decorado con pequenos elefantes amarillos. Aparentemente, la habitacion de un nino. Pero ?por que parecia que ese nino nunca habia nacido? Todo estaba sin usar, impecable… salvo por la gruesa capa de polvo que cubria todo a su alrededor. Tras unos segundos de completo silencio, en los que ni siquiera ella se atrevio a pensar, Ara se levanto y deambulo por la habitacion, como si fuera la primera vez que lo hacia. Observo cada detalle, cada minuscula particula que conformaba ese pequeno y extrano universo. Acaricio los juguetes pulcramente colocados en la estanteria, y sonrio cuando noto en ella una inesperada ola de carino y esperanza. Ignoraba por que, pero aquellos sencillos elementos llenaban su mente de musica, de risas y de un incontrolable anhelo. No era la primera vez que le pasaba, asi que desecho como pudo los sentimientos y continuo con su escrutinio, esta vez, para acercarse a la cuna. Nunca antes lo habia hecho pero, como de costumbre, ignoraba por que. Quiza fuera porque las letras la habian llamado mas la atencion o, simplemente, porque le daba miedo encontrarse algo alli que no quisiera ver. Esa vez, sin embargo, impulsada por esa repentina necesidad de saber mas, se acerco y aparto el cobertor de seda azul con toda la lentitud del mundo. Y la vio… Y grito. Como si la poca voz que le quedaba quisiera escapar. En la cuna habia una muneca, una pequena, desnuda y con los ojos abiertos. Y en su frente, bajo el pelo rubio, habia dos palabras escritas, dos palabras que a ella se le tornaron eternas, hermosas y siniestramente vacias. Porque, ?quien se atrevia a decir “te quiero” a alguien que, en realidad, no existia? *** Ignoraba cuanto tiempo habia pasado desde que cerro los ojos. ?Una, dos horas? ?Quiza mas? La oscuridad rodeaba todo lo que tenia al alcance de la mano, incluso el reloj que marcaba las cinco y media de la manana. Enzo se estremecio cuando el frio acaricio sus brazos desnudos y su rostro, apenas despierto. Somnoliento, se paso la mano por la barba de tres dias que nacia en su menton y despues, bostezo sonoramente. No recordaba cuando se habia quedado dormido, ni siquiera recordaba haberse desnudado. Fruncio el ceno, se rasco la nuca y contemplo el reflejo de la television encendida, justo frente a el. Una pelicula porno brillaba en la pantalla, aunque sus gemidos baratos quedaban ahogados por el silencio de la habitacion. Ignoro por completo la pelicula y cogio el mando que reposaba junto a su cadera, apenas cubierta por la sabana. Aun asi, no fue consciente de que los canales pasaban ante sus ojos, en un vano intento de venderse a el, a sus ojos y a ese bolsillo que, cada dia, se llenaba de mas billetes. En realidad, su mente estaba muy lejos de alli, oculta en un lugar al que nadie queria entrar, ya que podian perderse tanto como el lo estaba haciendo. Al cabo de un rato, Enzo suspiro, cerro los ojos y se levanto. Era evidente que no podia dormir y, si podia evitarlo, no iba a perder el tiempo. Cogio de la silla sus pantalones de traje, su camisa blanca y una corbata que le gustaba bastante. Despues se paso una mano por el pelo, dejo que este se alborotara bajo ella y se puso los zapatos. Justo en ese momento, su movil, que habia quedado relegado a uno de los bolsillos, vibro con insistencia. --?Si? --pregunto, con suavidad. --?Papa? ?Eres tu? --Una voz sutil, apenas un silbido, atraveso la barrera del sueno y le hizo despejarse. --?Ocurre algo, princesa? --Enzo suspiro profundamente y se detuvo junto al ascensor. Una triste sonrisa se dibujo en sus labios, como tantas veces a lo largo de esos dos meses. --No… o si, no lo se. --La voz de la pequena parecio titubear, porque casi desaparecio--. La abuela dice que no vas a volver hasta dentro de mucho. ?Es verdad? Enzo se estremecio con fuerza al notar la tristeza implicita en esa frase, una desolacion tan arrolladora como la que el mismo cargaba. Trago con fuerza, carraspeo y se obligo a dar un paso mas, a seguir adelante a pesar de todo. --Volvere, Adriana. No se cuando, pero lo hare lo antes posible --contesto, sin ser capaz de mentirla--. ?Te ha explicado la abuela por que no estoy alli? ?Por que tengo que quedarme aqui? El silencio parecio alargarse durante lo que solo fueron unos segundos. Casi podian escucharse las dudas de la pequena hacerse palabras. --No demasiado bien. Dice que tienes una mision, como los heroes que salen en la tele --susurro, emocionada--. ?Es verdad? --Es verdad, si. Pero no soy ningun heroe de la tele --contesto, en el mismo tono cadente y dulce de la nina--. Solo soy un hombre que hace lo que tiene que hacer. De nuevo, el silencio se apodero de la conversacion. Ninguno dijo nada durante unos momentos, hasta que Enzo cayo en la hora que era. Tomo aire y lo solto con un suave bufido. --?Te has dado cuenta de la hora que es, canija? ?No deberias de estar en la cama? -- ?Si? Oh. --Adriana dejo escapar una carcajada llena de dulce picardia--. Ahora voy, promesa. --?Promesa de verdad? --!De la buena! Enzo sonrio, como solo el podia hacer en esos momentos: calmadamente, con suavidad, con paciencia. Con carino. Su corazon acelero sus latidos hasta que resonaron sobre el ruido del ascensor al llegar, sobre el ultimo silencio de la conversacion. Suspiro, aferro el telefono con mas fuerza y apreto la mandibula hasta que esta crujio. Como echaba de menos estar con ella. Como anhelaba volver atras en el tiempo, a esos estupidos momentos en los que sus brazos no eran el unico refugio. Como deseaba regresar a ese ideal que mantenia vivo en su cabeza, cual frenetica llama a punto de morir. Como dolia la cruda verdad. --?Adriana? --susurro, con la voz rota. --?Si, papa? --Te quiero. --?Estas…llorando? --pregunto, con tanta tristeza que el sintio como se le encogian las entranas de puro desasosiego. --No, carino. Los heroes no lloramos --contesto y tras dejar que una lagrima desbordara sus ojos, colgo. *** Hacia un frio horrible en aquella habitacion y Ara no tardo en ser consciente de ello. Se cruzo de brazos, se mordio el labio inferior y observo, de nuevo, la dichosa muneca que habia trastocado su mundo en tan solo unos segundos. ?Cuanto llevaba alli? ?Y por que? ?Era para ella o, simplemente, pertenecia a esa habitacion, como todo lo demas? Frustrada, se aparto de la cuna unos pasos y miro a su alrededor, sin saber bien donde posar sus ojos. De pronto, alli donde posaba su mirada veia algo nuevo, algo inquietante que hacia que su corazon latiera desbocado. Incluso el espejo que la reflejaba, con sus perfectas grietas a los lados, le parecia distinto. Ara se estremecio cuando el miedo que llevaba por dentro amenazo con salir mas deprisa de lo que ella podia soportar. La sensacion de que todo se le iba de las manos no fue tan fugaz como pensaba porque permanecio con ella incluso cuando, momentos despues, decidio salir corriendo. Hacia anos que no recurria a eso y hacia incluso mas que no huia de nada. Al menos, no estando despierta o consciente. El resto… bueno, con el resto de los miedos no podia hacer nada, porque incluso ella sabia que en las pesadillas no habia una manera justa de lucha. El pasillo parecia infinitamente largo y oscuro, lo cual era curioso, porque estaba perfectamente iluminado por pequenas lamparas de pared que apenas titilaban. Como siempre, las puertas se sucedian unas a otras: hechas de madera, de cristal, acero. Habia puertas desvencijadas, rotas, nuevas… cada una cerrando la entrada a un secreto que, tarde o temprano, descubriria. Sin embargo, y aunque su curiosidad innata la llevaba a querer abrirlas todas, esa vez solo se detuvo al llegar a una puerta en concreto. Una discreta, blanca y limpia, con un brillante veintidos anclado en ella. Ara suspiro freneticamente, abrio la puerta y volvio a cerrarla tras de si. Poco a poco sus latidos fueron tranquilizandose, hasta que se convirtieron en un murmullo apenas tapado por el ronco sonido del ventilador que giraba en el techo de la habitacion. Alli se iniciaban sus recuerdos, precisamente en aquella habitacion. Podria decirse que, de alguna manera, todo habia empezado alli, aunque no entendia ni como, ni por que. De aquel lugar, con sus paredes pintadas en verde y con aquellas cortinas blancas que rozaban el suelo, solo podia decir cosas buenas. --Por fin en casa --susurro quedamente, mientras se quitaba la fina camiseta de manga larga y la dejaba en el respaldo de una silla, donde se podian ver otro monton de prendas apiladas. Nadie contesto a su timido saludo aunque ella tampoco esperaba respuesta. Ignoraba el tiempo que llevaba alli, pero nunca se habia encontrado con nadie mas, aunque tenia la certeza de que no estaba sola. ?Como iba a estarlo, a fin de cuentas? Tendria que ser tonta para creer que toda la comida, el agua y la ropa aparecian por arte de magia. Alli, en algun lugar, habia alguien mas y era cuestion de tiempo que le encontrara. Ara sonrio brevemente cuando la conocida sensacion de bienestar acaricio su piel erizada. Obvio la television apagada y los relojes que marcaban las seis de la tarde, y despues, tras acariciar el lomo de los libros que se acumulaban en la mesilla, se dirigio al bano contiguo. Adoraba la rutina del dia a dia, a pesar de todo: despertar, sonreir, descubrir que habia tras la siguiente puerta. Despues, regresar a aquella habitacion, perderse en la dulzura del agua caliente… y esperar al dia siguiente. Era agradable, aunque una tarea solitaria que, poco a poco, mermaba su espiritu. A veces, no podia evitar hacerse preguntas mientras el agua mecia sus caderas llenas de cicatrices, rojizas, que parecian recientes. ?Por que ella? ?Por que alli? ?Por que siempre tenia la sensacion de que su vida era un sueno inconcluso? Pero las respuestas nunca llegaban, o al menos, ella nunca sabia interpretarlas correctamente, lo que era realmente frustrante.

  • Judeofobia de Gustavo Perednik

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    ?Cuales son los origenes del odio antijudio? ?Cuales fueron sus motivaciones historicas y cuales sus mitos fundantes? ?Cuales las causas de su persistencia?

  • Los ninos del rio de Sarah Pinborough

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    Un nuevo caso del Doctor Thomas Bond.

  • Quiereme hasta el infinito de Jenny Del

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    Me asome por el cristal del escaparate de la tienda donde trabajaba mi amiga Daniela, la salude con la mano y me hizo un gesto para que entrara. Realmente era la duena y tenia tres trabajadoras. --Hola --le di un beso en la mejilla. --Hola, guapa, que sorpresa. --Estoy de lo mas agobiada --casi rompo a llorar. --No, por favor, dame cinco minutos que ya cierro y vamos a tomar algo. --Vale, tranquila, te espero fuera, necesito que me de el aire. --Claro --me acaricio la mejilla. Me encendi un cigarrillo mientras la esperaba, necesitaba contarle la verdad que le llevaba mucho tiempo ocultando. No tardo en salir, me echo la mano por el hombro para transmitirme el carino y nos fuimos a una terraza a tomarnos algo. --Cuentame, te veo una tristeza en los ojos que no es normal. --Me va a matar, me va a matar --rompi a llorar. --???Quien te va a matar, Judith??? --Enzo --me levante la camiseta por el costado y se puso las manos en la boca. --???Eso te hizo Enzo??? --No te lo he querido contar, pero llevo asi un ano --cogi el movil y le ensene videos que yo habia grabado. --Hijo de pu... !Hay que denunciarlo! --Tengo miedo, me advirtio de muchas cosas. --No te advirtio, te amenazo y te juro por mi vida que no vas a estar sola en esto, pero a esa casa no vuelves. --Si no vuelvo me va a matar. --Pasara por encima de mi cadaver. --Tiene mucho favoritismo... --Tiene una mierda, Judith, no, no va a hacer contigo esto nunca mas y no te lo deberias de haber callado ?No has hablado con tus padres? --No me creerian, por muchos videos que les ensenara, serian capaces hasta de justificarlo. Ya sabes como son. --Hoy te vienes a mi casa. --No puedo, tengo que volver. --???Volver??? !Ni de cona! --Tengo que pensar bien las cosas. --No tienes nada que pensar, es mas, no te lo voy a permitir, vas a denunciarlo. --Es abogado, te lo recuerdo. --?Y? ?Por eso ya tiene inmunidad? ?Eres tonta? --Lo debo de ser, pero no quiero que las cosas se compliquen mas. --Tienes que salir de esa casa ya, no vas a dormir con esa bestia, jamas pense que Enzo fuera asi. --Tiene una doble cara. --La tiene, no me lo podia imaginar, pero con esos videos lo puedes hundir. --No quiero hundirlo, es mi marido. --Hablas como una victima, bueno, es lo que eres, pero vas a ir a por el y yo te llevare de la mano. --Tengo mucho miedo. --Pues no lo tengas, nos vamos a mi casa ?Donde esta el? --En Madrid, salio esta manana despues de darme unos punetazos y advertirme, llega manana. --!Amenaza! Joder deja ya de decir advertencia, deja de justificarlo, al final vas a ser como tus padres. Ahora mismo vamos a tu casa, coge todas tus cosas y te vienes a la mia. --Me buscara cuando regrese y sera peor. --Judith, vamos a ir a por las cosas, manana te vas a buscar un abogado y no solo uno cualquiera, piensa en algun companero de el, que no pueda verlo y que estaria feliz de hundirlo. --Pues tengo dos de un mismo despacho en mente, pero eso seria una guerra abierta. --Pues vamos a la guerra, te acompanare en todo momento, asi que ahora vamos a tu casa, recoge todo lo que puedas y manana nos vamos a ese despacho. --No lo se, tengo que pensarlo. --?Y que te siga dando esas palizas y un dia te de un mal golpe y te deje desgraciada para siempre o muerta? ?En serio? --Dios es que ir al despacho de los hermanos Ochoa, sera ya la cronica de una guerra anunciada. --Pues vamos a la guerra, ya te lo he dicho y te lo repito, eres muy joven aun, solo tienes veintiocho anos y no puedes vivir de esta manera. Llevaba tiempo diciendote que te veia rara, ahora se lo que te pasaba y creeme que no te voy a dejar ni respirar hasta que no te separes de el. --Ira a buscarme a mi trabajo cuando terminen mis vacaciones. --?Las has comenzado hoy? --Si. --Tienes todo el verano y nos dara tiempo a que alguien le pare los pies, para empezar te vienes a mi casa, alli puedes estar todo el tiempo del mundo, lo sabes --soy profesora por eso de las largas vacaciones. --Si --me eche a llorar de nuevo y nos abrazamos. Y no se de donde saque fuerzas o fue simplemente que me deje llevar por primera vez por alguien que tiraba de mi y en este caso lo hacia Daniela, asi que fuimos a mi casa y con todo el miedo del mundo me puse a recoger mis objetos personales y ropa. Terminamos metiendo en mi coche y en el suyo todo aquello que me pertenecia personal, de lo demas no queria nada, simplemente solo queria salir de esa situacion que llevaba tanto tiempo atemorizandome. Cerre la puerta dejando antes las llaves del piso dentro, era de los dos, lo compramos en gananciales antes de casarnos, pero no queria nada de lo que habia en el interior y el piso, que fuera un juez quien decidiera si se vendia o me pagaba mi parte, pero bueno, temia que llegara hasta ese momento. Llore de camino a casa de mi amiga conduciendo mi coche, ella iba en el suyo delante. Sentia tanto miedo y tristeza, que era la sensacion mas rara que podia tener una persona. Fue descargar todo en su casa y el telefono comenzo a sonar, era el, me puse a temblar de miedo, Daniela me lo quito de las manos y lo cogio. --Enzo soy Daniela, escuchame letradillo, tu ex mujer esta conmigo y cuando digo tu ex mujer, es porque no va a volver a tu casa ni muerta, se llevo todo. Acercate por aqui si tienes huevos, que vas a aparecer en todos los informativos del mundo. --Dile que vaya para la casa ahora mismo y me espere a que vuelva manana --dijo en tono enfadado ya que Daniela, tenia puesto el manos libre. --Creo que no me has entendido. Que no, que no va a volver mas, que no va a ir a las manos de un maltratador como eres tu.

  • Relatos de amor de Perla Mucino

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    En el 2015, estaba sentada a la orilla de una banqueta conversando con un amigo… Le platicaba de algunas historias que conocia; historias que habia escuchado a lo largo de mi vida y que, si bien distaban mucho de ser un cuento de hadas, eran autenticos relatos de amor. El, por su parte, me contaba de lo afortunado que habia sido en el amor comparado con el resto de sus amigos, decia que nunca estaria lo suficientemente agradecido con Dios por ello. Cuando me conto su historia, me encanto y me conmovio bastante; era una de esas historias en que no puedes dejar de pensar en su magia. Resultaba evidente que mi amigo era muy, pero muy afortunado. Emocionados por la historia, hicimos planes a futuro; estos incluian: una boda, ropa especial para los novios, banquete, flores y muchas cosas mas. Todos estos planes se cristalizarian en el 2020, pero en el 2019, mi amigo... !murio! Su perdida significo para mi, un duro golpe emocional. Ese fue el motivo que me llevo a escribir Relatos de amor. [?][?][?] Estaras en el ultimo relato de este libro, amigo. Ahi, viviras por siempre. Escribir es inmortalizar... Marissa se va Cuando el <> solo cambia de forma Mi nina hermosa, !no llores!, !aqui esta papa! !Marissa!, !si sigues corriendo te puedes caer! !No vas a salir con esa falda a ningun lado, jovencita! Que descanses princesa... te amo. Enseguida vuelvo, voy a ajustar cuentas con aquel patan. [?][?][?] --Papi... ?te gusta como se ve? Su tierna voz me saco de mis recuerdos. Vi a mi Marissa de cuatro anos preguntandome si se veia bien con su traje de hadas, se veia tan bella y tan alegre. --!Papa!, ?estas bien? --pregunto Marissa un poco angustiada--, te noto distraido. ?Vas a estar bien, verdad papi? --Si, mi nina, estoy bien, solo estoy pensando --le conteste con tristeza--, hace apenas unos anos usabas vestidos verdes con brillos y mallas amarillas y... !mirate ahora! --Papa, eso fue hace demasiados anos --exclamo--, yo tenia entonces cuatro anos y era un festival de primavera. --Si, lo se --anadi--, pero no pudimos quitarte esas mallas en varios dias porque creias que si te las quitabamos se acabaria la primavera, tu madre tuvo que banarte con ellas... !Sonia! -- murmure con tristeza al recordarla--. Tal vez tu madre estaria llorando ahora mismo si te viera vestida asi. --Papa... --dijo cabizbaja--, mama nos mira desde el cielo y si te pones triste, ella tambien lo estara. !Ven papi!, vamos por agua, tengo algo de sed. Nos levantamos, se colgo de mi brazo y caminamos en busca de agua. Yo solo queria alargar el camino, deseaba estar con mi hija el mayor tiempo posible. --Debo aceptar --confese--, que no se como reaccionar. Tu madre ya me habria dado algunos consejos para actuar con cordura y superar estos sentimientos tristes, me habria abrazado y me habria contado algun chiste tonto sobre la ocasion, pero no esta y no se como sobrellevar esto yo solo. --Papa --susurro con ternura--, deberias reirte porque tengo dos horas pensando en que mi mama diria que mi cabello parece un nido de golondrinas o algo parecido. Rei su observacion, sabia que su madre habria dicho algo similar y seria un comentario muy acertado, ese peinado parecia un nido de pajaro. Mi princesa habia heredado el sentido del humor de su madre, asi como su calidez y amabilidad. En cambio yo, un viejo de cincuenta y cinco anos, estoy amargado por la perdida de mi amada esposa y, ahora, por la partida de mi hija: mi mas hermoso tesoro sobre la tierra, la flor mas hermosa de mi jardin. ?Que sera de mi sin mis dos pilares? Lo habia pensado con tal intensidad, que no me di cuenta que mis pensamientos salieron por mi boca. --!Papa! --expreso con carino mientras me abrazaba--. Yo estare contigo siempre, y siempre necesitare de ti. No me ire nunca, solo estoy creciendo. Sus palabras sonaban tan calidas y certeras, que no pude oponerme mas. !Era verdad lo que ella decia! Mi hija solo estaba creciendo y seguiria su camino como yo lo segui en su momento... como lo siguio su madre conmigo. Entonces, por que habria de entristecerme el ver a mi retono florecer y enraizar en una mejor tierra, por que deberia dolerme su maduracion y crecimiento. Eso no tenia ningun sentido. --Tienes razon mi nina --comente convencido--, no es una despedida ni nada parecido. !Hagamos lo propio! Tome su mano, la mire a los ojos, le sonrei y nos dirigimos de vuelta al dormitorio. --!Vamos, mi nidito de golondrina! --dije en tono de broma--, !tenemos algo pendiente! Quince minutos despues caminabamos hacia <>. !Al fin!, ahi estaba yo llevando a mi hija del brazo, caminando en medio de un pasillo flanqueado por personas y, mientras caminabamos hacia el altar, los recuerdos de mi princesa me rondaban por la mente mientras escuchaba la marcha nupcial que, a decir verdad, me sabia mas a una marcha funebre. Vi a lo lejos a aquel nono, bobo, pazguato, papanatas que me habia arrebatado a mi mas hermosa flor. Ahi estaba el, esperando como buitre a que la presa muriera, mirando a mi Marissa con la misma sonrisa de idiota que lo caracterizaba. Y mi hermosa princesa, tan feliz y nerviosa como nunca. Tan bella ella, con ese vestido blanco y ese velo que le cubria la cara evitando que vieran su angelical sonrisa. ?Que puedo hacer?, me he prometido no llorar y no maldecir. Solo debo dejar a mi hija seguir su camino con quien ella ha escogido para compartir su vida. Sonrei, respire profundamente y entregue su mano a el: al maldito nuevo heroe de mi princesa. !La fiesta fue un exito!, mi hija estaba tan feliz como nunca y... si mi hija era feliz... !yo tambien deberia serlo! [?][?][?] Han pasado seis anos desde la boda y, como lo prometio en su momento, mi nina nunca me olvido. Ahora, Fernando, mi yerno, me ha hecho comprender la frase de la que siempre me burle: <>. El ha sido un excelente companero de mi amada Marissa, la ha tratado muy bien y que decir de... --!Esperen!, !que esperen, les digo!, !los atrapare!, !ya veran! Bueno, ustedes me disculparan, pero a estos pilluelos tengo que alcanzarlos... --!Manuelin, Yesenia!... ahora que les ponga la mano encima... !me los comere a besos!, !ya veran!

  • La Ladrona del Diablo de Lisa Maxwell

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    Buscad las gemas. Cuidaos de la Ladrona. Vengad el pasado.

  • Una fotografia para Victoria de R. Cherry

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    ?Que pasa cuando tu vida da un giro de ciento ochenta grados? Todo cambia, ?no? Pues eso es lo que le ha ocurrido a Victoria, despues de mucho esfuerzo y dedicacion ha tenido que abandonar su amado Boston para llegar a San Francisco, donde le esperara una empresa llena de gente que no hara mas que traerla de cabeza. Por casualidad, Victoria conocera a un hombre de ojos miel: Samuel, tan terriblemente atractivo como inteligente, casi perfecto, o eso cree ella... Lo que no sabe es que, en su camino se cruzara un misterioso hombre, el mismo que despertara su curiosidad y, la envolvera en una enigmatica nube que provocara a todos sus sentidos.
    ?Descubrira Victoria quien ese hombre? ?O sera Samuel quien la conquiste?

  • Y cuando no queria enamorarme apareciste tu de Maru Rasia

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    A veces la vida nos pone obstaculos en el camino y nosotros decidimos si pisarlos y sufrir las consecuencias o sortearlos y seguir nuestro rumbo.
    Una exitosa y prestigiosa neurocirujana, que ya no cree en el amor, tiene que tomar la decision mas dificil de su carrera, la cual tendra graves consecuencias.
    Un hombre sin empleo, casado y con dos pequenas hijas debe aceptar el reto mas arduo que le propone la vida.
    Sus vidas se encontraran en un momento crucial.
    ?Seran capaces de olvidar el pasado y de afrontar lo que el destino les tiene preparado?
    Descubrelo junto a Isabella y Francisco.

  • Un contrato tentador (Escandalos de temporada 3) de Eneida Wolf

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    Llega la ultima entrega de la trilogia ambientada en la epoca de la regencia <> de Eneida Wolf.

  • El bidon de leche de Alex Divaro

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    La leche se usa para acompanar el cafe, el te y el cereal. Podria decirse que es uno de los alimentos mas aburridos que existen, algo asi como la vida de Bel, monotona e invariable. Sin embargo, algo tan simple como este producto lacteo, en un dia de compra, termina siendo el hilo conductor entre ella y el senor Barba, un hombre atractivo que la ayuda a darle un vuelco a su existencia y a eso que le pasa en la cama…

  • No Me Odies, Quiereme de Ale Pena

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    Cuando Alonzo se enamoro, le rompieron el corazon y desde ese
    momento se cubrio con una armadura para que ninguna mujer pueda llegar a lo mas profundo de su alma.
    Ahora solo trata de seguir adelante, sin embargo, la vida parece querer cobrarle algo que hizo en vidas pasadas, aunque no se trata de lo que hizo, sino de lo que tiene que hacer para que el y su hijo puedan ser felices.
    Pero las cosas no suelen ser como parecen y Alonzo nunca imagino que la mujer que conocio en la biblioteca y le regalo una sonrisa pueda ser la misma que tenga solucion a sus problemas, aun asi, su reticencia no lo deja confiar al 100%.
    ?Sera posible que de alguna manera vuelva a confiar en el sexo opuesto y junto a su hijo encuentren una oportunidad de ser feliz?

  • La ultima sefarad de Toledo de Miguel Angel Rico

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    La ultima Sefarad de Toledo
    Miguel Angel Rico
    Meses antes del descubrimiento de America y de la Expulsion de los judios de "Espana 1492", dos jovenes mercaderes pertenecientes a una de las familias con mas linaje del barrio judio de Toledo emprenden un largo viaje en busca de nuevas tierras donde establecerse con sus familias. Esta larga empresa estara llena de peligros y aventuras por los caminos de la Espana de principios del siglo XV. Mientras, en el transcurso de la novela, parte real y parte ficcion, apareceran grandes personajes reales de la historia: Abraham Zacuto, Cristobal Colon, Gonzalo de Cordoba, los Reyes Catolicos...y la belleza de la Judia de Toledo que deslumbrara con su hermosura a un joven principe nordico en su cruzada por la expulsion de los morisco de Espana.
    282 paginas con ilustraciones en blanco y negro

  • El color de la maldad de Armando Rodera

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    A pesar de sus diferencias, el inspector Bermejo y el sargento Roncero se embarcan juntos en la investigacion de un caso relacionado con el secuestro de una joven pareja. Sin embargo, no tardaran en descubrir que se enfrentan a algo aun mas inquietante: sus pesquisas los ponen tras los pasos de un frio y meticuloso asesino en serie. De pronto empiezan a sucederse homicidios, uno tras otro, y el unico hilo del que pueden tirar son las macabras pistas que el psicopata les deja en los cadaveres que abandona en los escenarios de sus crimenes. Unidos por el deseo de acabar con el salvaje ritual de muerte y destruccion, los agentes intentaran atrapar al monstruo antes de que culmine su malefica serie de asesinatos.

  • Mi primer CRUSH de Doctor Love

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    ?Te has cruzado alguna vez con esa persona… y han saltado chispas?
    ?Has experimentado algo sencillamente especial?
    CRUSH!

  • Ensename a querer, Patricia Alcantud Obregon de Patricia Alcantud Obregon

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  • Petra Ramos. Heroina anonima de Guillermo Frontela Carreras

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    Es una historia de amor, sacrificio, intrigas, traiciones, espionaje, pasiones y patriotismo, inspirada en hechos historicos, en epoca de la Guerra de la Independencia entre las ciudades de Segovia, Sevilla y la Isla de Leon (Cadiz).
    Narra la vida de Petra Ramos, mujer noble, inmensamente rica, poseedora de mas de quince casas, huertos, molinos, vinas y rentas de granos, que abandona su ciudad y todas sus propiedades para seguir a su marido, Mariano Gil de Bernabe, profesor del Real Colegio de Artilleria de Segovia, y a su hijo Dionisio de 14 anos, cadete de ese Colegio, cuando este es evacuado, a causa de la ocupacion francesa, en busca de una ciudad segura donde continuar la docencia.

  • Dedicame un ultimo baile de Jess Dharma

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    Eli nacio y crecio preparandose para ocupar de mayor el puesto que le correspondia en una familia tan importante como la suya. Sin embargo, un hecho dramatico le hizo cambiar su vida drasticamente, lo que antes estaba de mas ahora esta de menos. El dinero y las cosas materiales dejaron de llenarla, por lo que salio a las calles a buscar su lugar en el mundo. Ahi encontro su familia, un lugar donde encajar y en el cual sentirse libre. Aprendio el Street Dance, y lo utilizo junto a su nueva familia para luchar contra la opresion social.
    Sus padres no contentos con ello, y bajo amenaza de encarcelar al hombre que ama, James, la mandan a un centro para chicos descarriados donde encauzar su vida de nuevo. Ella acepta a sabiendas de que en unos meses cumplira los veintiuno y sera libre para siempre. Aunque, no contaba con conocer a Enzo.
    Enzo es profesor de baile en Residencia Alana Harrison. Alli imparte clases a lo que mas detesta en el mundo, la gente con dinero, personas como aquellas arruinaron su vida y la de su madre. Hasta que un dia llega Eli, una chica a la que odiar por lo que tiene, pero que lo atrae por lo que es. No ha conocido a nadie como ella.
    ?Conseguiran entender que lo que tienes no define lo que eres?

  • La hija del Nilo de Javier Negrete

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    En el ano 48 a.C., una jovencisima Cleopatra, la ultima heredera de los faraones y de la sangre de Alejandro Magno, comparte el trono de Egipto con un hermano al que aborrece, Ptolomeo.

  • Republica luminosa de Andres Barba

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    ?Que tiene que suceder para que nos veamos obligados a redefinir nuestra idea de la infancia? La aparicion de treinta y dos ninos violentos de procedencia desconocida trastoca por completo la vida de San Cristobal, una pequena ciudad tropical encajonada entre la selva y el rio. Veinte anos despues, uno de sus protagonistas redacta esta Republica luminosa, una cronica tejida de hechos, pruebas y rumores sobre como la ciudad se vio obligada a reformular no solo su idea del orden y la violencia sino hasta la misma civilizacion durante aquel ano y medio en que, hasta su muerte, los ninos tomaron la ciudad. Tensa y angustiosa, con la nitidez del Conrad de El corazon de las tinieblas, Barba suma aqui, a su habitual audacia narrativa y su talento para las situaciones ambiguas, la dimension de una fabula metafisica y oscura que tiene el aliento de los grandes relatos.

  • Dulce chico indecente (Wild Seasons 1) de Christina Lauren

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  • Los secretos del viento de Angeles Fernandez Marti

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    Klara, una mujer de treinta y nueve anos, seria y organizada, recibe tres noticias que haran que su mundo se tambalee. Su exmarido la invita a su enlace matrimonial, a su madre le diagnostican Alzheimer y su abuelo fue un espia nazi en Fuerteventura.
    A traves de los diarios que le entrega su madre, Klara conocera la infancia y adolescencia de su abuela durante la guerra civil espanola, el gran amor que sintio por Klaus durante la segunda guerra mundial y como eso marco su vida.
    El conocimiento del secreto familiar que siempre le habian ocultado provocara que Klara crezca como persona y se replantee sus creencias y vision de las relaciones familiares.

  • Enredados (Serie Hacker 3) de Meredith Wild

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    Blake Landon, magnate de la industria de software, ha encontrado la horma de su zapato en la obstinada Erica Hathaway. Aunque el caracter dominante de el y el espiritu independiente de ella chocan continuamente, Blake no esta dispuesto a dejar que ella desaparezca de nuevo de su vida.
    Erica ha depositado en el su confianza y su amor, y esta dispuesta a vencer cualquier obstaculo que se presente. Pero cuando Blake le exige mas, poniendo a prueba los limites de su entrega, se ve obligada a afrontar los oscuros deseos que el oculta.
    Cuando los vinculos entre ellos se afianzan y parece que nada podria destruirlos, sus enemigos se disponen a atacar. ?Podran afrontar los problemas a los que tendran que enfrentarse cuando los enemigos de Blake traspasen los limites?

  • Entre leyendas de Lourdes Tello

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    Gloria esta a punto de cambiar su vida cuando vuelve a encontrarse con Raul, su amor del instituto. Ella, la siempre timida y sensata Gloria, esta inmersa en la duda de lo que podria suceder si se entregara al deseo que lleva ocultando tantos anos. Mientras, su extrovertida amiga Clara la anima a que se deje llevar por la nueva vida que las espera. Hasta que David, un guapo y extrovertido companero aparece para tratar de ponerla sus dias patas arriba.

  • my dilemma is you 3. siempre contigo de Cristina Chiperi

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    Por fin! !Creia que te habias muerto! --exclama Trevor tocandome el hombro con un palito de madera que ha encontrado en el suelo. --!Trevor! !Que cosas tan horribles dices! --lo regana Cass--. ?Estas bien, Cris? Me llevo una mano a la cabeza para asegurarme de que no es nada grave. El dolor es insoportable. --Creo que si --alcanzo a responder con un hilo de voz. --?Que ha sucedido? --pregunta Trevor. Por la expresion de su cara se ve que esta preocupado. --Yo... --empiezo a decir, pero no se como continuar, porque no recuerdo nada. Hace un instante estaba corriendo, luego abri los ojos y vi a mis dos amigos tratando de despertarme--. Creo que me cai y que me di un golpe en la cabeza con algo --prosigo un poco aturdida. El dolor en la nuca se acrecienta y cuando me miro la mano veo que tengo una mancha roja en la palma. --!Dios mio! --exclama Cass. --!Que guay! Es sangre, ?verdad? --!Trevor! --lo rine de nuevo ella. --?Podeis bajar la voz? Me duele la cabeza --protesto, tratando de ponerme en pie. --!Tenemos que hacer algo! --Cass mira alrededor con nerviosismo buscando ayuda. --Llamemos a una ambulancia --sugiere Trevor. --!Jamas haran caso a unos ninos de seis anos! --lo regana Cass. --Por favor, ?podeis ayudarme a levantarme? --pregunto, y los dos me tienden los brazos para que me ponga en pie. Respiro hondo y hago acopio de las pocas fuerzas que me quedan para levantarme y mantener el equilibrio, pero en un abrir y cerrar de ojos el mundo que me rodea empieza a dar vueltas y se me nubla la mirada. --?Cris? --pregunta Cass haciendo un ademan para que Trevor me tumbe de nuevo en el suelo con cuidado. Encima de mi el cielo se tine de negro, las caras de mis amigos se alejan y las veo cada vez mas pequenas. --!Ve a pedir ayuda, Cass! --grita Trevor--. !Aguanta, Cris! --susurra despues, apretandome con fuerza la mano--. !Por favor! !No me abandones, quedate conmigo! Una descarga de adrenalina sacude mi cuerpo mientras la voz de Trevor se va haciendo mas fuerte; sus palabras retumban cada vez mas deprisa en mi cabeza. Al abrir los ojos comprendo decepcionada que solo es uno de mis numerosos recuerdos infantiles. Las briznas de hierba me hacen cosquillas en la piel mientras trato de comprender donde estoy. Las imagenes de la noche pasan por mi mente: la fiesta de cumpleanos, las felicitaciones de mis amigos, la noticia de Susan, la busqueda de Cameron y, por ultimo, el coche de Austin. No puedo creer que haya sido capaz de hacer algo semejante. En una ocasion, hablando de la historia de Carly, Austin me tranquilizo asegurandome que nunca me ocurriria lo mismo, y hace apenas una hora se despidio de mi dandome las gracias por el fantastico ano que habiamos pasado juntos. Entonces, ?por que lo hizo? ?Por que intento atropellarme? Cuando trato de moverme el dolor de cabeza casi me hace llorar. Inspiro hondo y me quedo quieta unos minutos antes de intentar levantarme de nuevo. Al mirar alrededor veo una escena que me deja de piedra. Las lagrimas me empanan la vista mientras me acerco a Trevor, que yace inmovil en el suelo. Comprendo de repente lo sucedido en el accidente: el coche de Austin corria a toda velocidad hacia mi y Trevor me empujo para apartarme, arriesgando su vida. --!Trevor! --grito acariciandole la cara. Apoyo una oreja en su pecho para comprobar si su corazon sigue latiendo, pero no oigo nada--. !No, Trevor! !Te lo ruego, no te mueras! !No me dejes tu tambien! Hago un esfuerzo para recuperar la calma y buscar una solucion. --!Socorro! !Que alguien nos ayude! --intento gritar, pero no hay nadie alrededor de nosotros, solo la oscuridad y el silencio. A unos metros de distancia, en el asfalto, veo su movil destrozado. Desesperada, me inclino de nuevo hacia el y me concentro en sus latidos. --Cris... Levanto de inmediato la cabeza para comprobar si el susurro solo es fruto de mi imaginacion. --!Trevor! Su cabeza se mueve imperceptiblemente. --!Shhh! !No te muevas! --susurro mientras una leve sonrisa se abre espacio entre las lagrimas. Trato de dominarme y de razonar. A pesar de que no quiero dejarlo solo, comprendo que no hay alternativa. Tengo que buscar ayuda, alguien debe socorrer a Trevor. --No te muevas, Trevor, vuelvo enseguida. --Me pongo de pie y corro como puedo hacia el gimnasio al mismo tiempo que por mi mente pasan las imagenes de los momentos que hemos compartido. Hace tiempo perdi a Cass y ahora tengo miedo de perderlo a el tambien. No puedo consentirlo. Por fin veo a Lindsay acercandose a toda prisa hacia nosotros. --!Llama a una ambulancia! !Rapido! !Han atropellado a Trevor! --grito con todas mis fuerzas. Por suerte, Lindsay comprende la gravedad de la situacion y se precipita hacia el gimnasio. Vuelvo al lado de Trevor. --Cris... --dice con los ojos cerrados. --Si, aqui estoy. --Austin no te ha hecho dano, ?verdad? --No, no me ha hecho nada --respondo acariciandole la cara--. Gracias a ti. Abre lentamente los ojos y nuestras miradas se cruzan. --No deberias haberlo hecho --anado acariciandole una mejilla. --Te equivocas, hice lo que debia. --Shhh... Lo siento mucho, Trevor. No soporto verlo en este estado. ?Por que tarda tanto Lindsay? --No debes sentirlo. Esta bien asi. --Haciendo un esfuerzo, esboza una leve sonrisa y vuelve a cerrar los ojos. --Aguanta un poco, dentro de nada estaras mejor --le susurro. Ojala sea cierto. Sus heridas parecen mas graves que las mias. --Esta llegando una ambulancia, dentro de unos minutos estara aqui --anuncia Lindsay jadeando mientras se acerca a nosotros a toda prisa. Exhalo un suspiro de alivio. --?Que ha pasado? --pregunta. --Austin intento atropellarme y Trevor se interpuso. --Tengo que hacer un esfuerzo enorme para no romper a llorar. --!?Austin?! ?Estas segura de que fue el? ?No sera que...? --!No! Estoy segura. !Era su coche y el iba al volante! --Al recordar la mirada asesina de Austin me estremezco. --!No es posible! !?Austin?! Vamos, todos lo conocemos --dice ella. --Lindsay, fue el --insisto recalcando las palabras--. Se que es dificil de creer, a mi tambien me gustaria que no fuera verdad, pero estoy segura de que lo vi. Su amistad, su amabilidad... eran falsas. Ha intentado matarme como, quiza, hizo con Carly. Y ninguno de nosotros sospecho nunca de el. --No se que decir. ?Como es posible que no me diera cuenta esa noche? --pregunta Lindsay negando con la cabeza. Es cierto, ella estaba presente cuando atropellaron a Carly. --Estaba convencida de que habia sido Susan --prosigue. --Da igual, Lindsay. Lo unico que importa ahora es que Trevor se salve. Trevor se mueve hacia un lado y empieza a quejarse por el dolor. Me vuelvo y veo llegar la ambulancia. --!Aqui esta, Trevor! --Le aferro una mano--. !Resiste, estan llegando! --?Que ha sucedido? --me pregunta un medico mientras dos ayudantes levantan a Trevor y lo tumban en una camilla. --Me empujo para evitar que me atropellara un coche, pero al caer perdi el conocimiento. No puedo decirle nada mas. No se si el coche lo arrollo. --Aun estoy aturdida y me siento completamente inutil. --Las heridas no parecen graves --dice el medico examinando a Trevor antes de que se lo lleven--. ?Como estas tu? ?Eres de su familia? --Estoy bien. No, soy una amiga. --De acuerdo, en ese caso llama a sus padres y diles que vayan al hospital. Asiento con la cabeza mientras el medico sube a la ambulancia, que arranca haciendo sonar la sirena. Estallo en sollozos. --Cris, Cris... --Lindsay me sacude un brazo para que vuelva a la realidad--. Tenemos que volver a entrar y contar lo que ha sucedido. --!Cris! --grita Cameron corriendo hacia nosotras--. ?Estas bien? ?Que hacia aqui la ambulancia? -- Mira con aire preocupado mi cara llena de lagrimas, el pelo enmaranado y el vestido sucio y desgarrado. Lo miro sin contestar, incapaz de pronunciar una sola frase. --!Cris! ?Que ha ocurrido? --Cam apoya las manos en mis hombros y observa mi cara como si quisiera analizarla. Inclino la cabeza y lo abrazo con fuerza al tiempo que me abandono a un llanto desesperado. A continuacion, sin embargo, me muevo con rapidez. --Volvamos dentro --logro decir mirando a Lindsay--, tenemos que avisar a los padres de Trevor. Los dos me siguen sin pronunciar palabra. 2 En toda la noche no me he podido quitar de la cabeza la imagen de Trevor tumbado en el asfalto. Estoy segura de que sus padres han pasado la noche en el hospital, y yo lo habria hecho tambien si los mios me hubieran dado permiso para quedarme. La verdad es que me dejan hacer de todo, pero cuando se trata de cosas importantes como esta su respuesta es siempre <>. No los soporto cuando se comportan asi. Por fin esta manana puedo visitar a Trevor. Espero que los demas no vayan tambien, no se como reaccionaria si los veo. Aun estoy destrozada por lo que sucedio anoche, y ver a Cam y a los demas me pondria aun mas nerviosa. Por desgracia, todavia no tengo coche y mis padres han tenido que ir al gimnasio para poner orden tras el desastre de ayer. Dado que no tengo ningunas ganas de hablar con Cameron, la unica alternativa es utilizar el transporte publico. Al abrir la puerta de casa para salir veo a Cam con el brazo extendido hacia el timbre. Cuando nos miramos tengo la impresion de que ya no oigo nada, como si a mi alrededor solo existieramos el y yo. Detesto que me produzca este efecto. --Hola --dice sonriendo. Respiro hondo y hago un esfuerzo para ignorarlo mientras salgo de casa y cierro la puerta. Lo rebaso y cruzo el jardin esperando que no me siga, aunque estoy segura de que lo hara. --!Yo tambien me alegro de verte! --oigo que dice a mi espalda mientras me alejo. --?Que quieres? --Me paro y me vuelvo hacia el. --?Que que quiero? Anoche, cuando vine a ver como estabas, parecias distante. Por no hablar de las llamadas a las que no te has dignado a contestar --dice acercandose a mi--. ?Que pasa, Cris? Callo. --?Es por Trevor? Pequena, tu no tienes ninguna culpa --anade acariciandome una mejilla. Retrocedo. --Si, es por Trevor. Sera mejor que tu y los demas no os acerqueis a mi durante una temporada. Cam arquea una ceja, pero luego parece comprender por que le he respondido asi. --Espero que no estes pensando que Trevor ha acabado en el hospital por nuestra culpa --dice dando un paso atras. --La maldita historia de Carly, el pasado que, por lo visto, se repite. No se, creo que si hubiera sabido desde un principio lo que sucedio, que personas estaban involucradas y por que, quiza... --?Quiza que? ?Te habrias dado cuenta de que el culpable era Austin? --No digo eso. --Cruzo los brazos sobre el pecho--. Si hubiera sabido algo mas sobre esa historia quiza me habria alejado de Austin y puede que tambien de vosotros. --Ni se te ocurra decir que no te lo adverti. Desde principios de ano no he dejado de repetirte que no te acercaras a el --replica. --Porque estabas celoso de nuestra amistad. --Aunque asi fuera, no puedes echarnos la culpa a nosotros. Estabamos convencidos de que la culpable era Susan. --Esta conversacion no nos llevara a ninguna parte, lo unico que estoy haciendo es perder un tiempo precioso. Tengo que marcharme --digo volviendome, pero el me aferra una muneca. --Te lo ruego, Cris. Recuerda lo que te he repetido una y otra vez: solo intentabamos protegerte. --De una persona que no era culpable --respondo desasiendome de el. --Cris, eres muy importante para nosotros y no soportaria que te marcharas. --No lo entiendo. ?Que puede apartarme de vosotros? --pregunto casi en un susurro--. ?Tiene algo que ver con Carly? El desvia la mirada. --Cam... --anado en tono dulce--. ?Que ha pasado? ?Que habeis hecho? Por fin alza los ojos y nuestras miradas se cruzan. Si algo he aprendido en estos meses es que para obtener algo de Cameron hay que usar la ternura. Suspira y me agarra una mano. --Jurame que cuando te lo diga no escaparas y que escucharas la historia hasta el final. Asiento con la cabeza. --En ese caso... Lo interrumpe el sonido de un movil, el mio. Es Fanny, la madre de Trevor. Anoche le rogue que me tuviera al corriente sobre su estado y esta es la primera vez que me llama. --Senora Square...--respondo aterrorizada. --Disculpa la hora, Cris. ?Estabas durmiendo? --pregunta con dulzura. --No, claro que no. ?Hay alguna novedad? --!Si, Cris, Trevor se ha despertado y ha preguntado por ti! --exclama contenta. --Dios mio... !Es una noticia estupenda! !Ahora estoy en casa, pero tardare menos de un cuarto de hora en llegar! --Entonces, hasta luego. Cuelgo. --Tengo que marcharme, Cam. --Por supuesto, nos vemos mas tarde en el hospital --dice dandome un fugaz beso en la frente. Jamas habria imaginado que iba a ser capaz de correr tanto para coger un autobus. Por suerte llego a tiempo para subir un segundo antes de que arranque. Se para justo delante del hospital. Corriendo como alma que lleva el diablo, alcanzo la entrada y me precipito hacia el ascensor. La subida hasta el tercer piso se me hace eterna, los segundos parecen horas y cuando las puertas del ascensor se abren la situacion no mejora. Ante mi se abre un largo pasillo con una infinidad de puertas. Paro a un medico. --Perdone, ?puede decirme cual es la habitacion de Trevor Square? Ingreso anoche y... --Al fondo del pasillo, a la izquierda. Su madre debe de estar alli. --Sonrie mientras me senala la direccion. --Muchas gracias. Cruzo el pasillo apretando el paso y al doblar la esquina distingo a Fanny. En cuanto me ve sale corriendo a mi encuentro y me abraza. --?Como esta? --le pregunto con voz tremula. --Ahora estan los medicos dentro --me explica mientras nos sentamos delante de la habitacion de Trevor. -- ?Cual es la situacion? --Por suerte esta fuera de peligro. El coche que lo atropello no debia de ir a mucha velocidad. Por la razon que fuera, el chico que lo conducia freno y eso disminuyo los danos. --Trevor no estaria aqui si yo no hubiera salido del gimnasio --balbuceo en voz baja. --No debes sentirte culpable, Cris. Ya sabes que Trevor haria lo que fuera por las personas a las que quiere, y esta terrible historia no hace sino confirmar que mi hijo es una persona estupenda --dice la senora Square conmovida. Callamos unos segundos y acto seguido retoma la conversacion--: Pese a que ha cambiado mucho en estos anos, hay algo que sigue siendo igual. --?Que? --El afecto que siente por ti. --Sonrie mirandome. Lo sabe. --?Se lo ha dicho el? --No, pero una madre se da cuenta de ciertas cosas. La senora Square se endereza en la silla y coge el movil para ver la hora. Luego, mirandome de forma extrana, me pregunta: --?Crees que Trevor tiene alguna posibilidad? Es decir, contigo. Para mi Trevor siempre ha sido como un hermano mayor, atento y protector, un puerto seguro donde encontrar consuelo y comprension. Lo quiero muchisimo, pero el amor es otra cosa y no creo que pueda sentir nunca algo asi por el. --La verdad es que no lo se --respondo con timidez--. Siempre lo he considerado un amigo. Se que con ella puedo ser sincera, la senora Square ha sido como una segunda madre para mi. --Te entiendo, pero ?quien sabe? A veces la vida nos sorprende y, si puedo ser franca, Cris, me gustaria mucho que fueras la novia de mi hijo. !Al menos sabria que esta en buenas manos! --Sonrie y yo me echo a reir. Hacia mucho que no charlaba con la senora Square y ahora me doy cuenta de lo mucho que la he echado de menos. La puerta de la habitacion de Trevor se abre y salen los medicos. 3 Ybien? --pregunta la senora Square angustiada. --Estamos haciendo mas pruebas, pero, por suerte, las heridas no son preocupantes. Ha tenido suerte. Si el coche que lo atropello hubiera ido mas rapido podria haber sido mucho peor --nos explican. Dejo escapar un suspiro de alivio. Anoche temi de verdad por su vida. --Debe descansar, asi que tendra que permanecer ingresado unos dias mas --dice un medico mientras anota algo en el historial clinico. --?Puedo entrar? --pregunto. --Por supuesto --contesta sonriendome. Cuando abro la puerta de la habitacion veo a mi amigo tumbado en la cama con la frente, un brazo y un tobillo vendados. Solo nota mi presencia cuando cierro la puerta y me acerco a el. --Buenos dias --susurra. Oir su voz debil es como recibir un punetazo en el estomago. No dejo de pensar que de no haber sido por mi el no estaria aqui. --?Como estas? --pregunto con voz tremula. --Mucho mejor. --Sonrie y con un ademan me invita a sentarme en la silla que hay al lado de la cama. Lo conozco y se que en este momento esta tratando de quitar hierro al asunto para que no me pese tanto. Siempre lo ha conseguido, pero hoy no. Arrastro la silla para acercarme a el y me siento. --Estas mal, ?eh? --Bah, solo son unos moratones. Si el coche no hubiera frenado habria sido mucho peor. Callo y miro de nuevo los vendajes. --No deberias haberlo hecho. --Si no lo hubiera hecho quiza ahora tu estarias aqui, en mi lugar. Si no me hubiera interpuesto el conductor jamas habria frenado --afirma incorporandose un poco para mirarme a los ojos. --Pero en ese caso tu no estarias en la cama de un hospital --digo sin poder contener por mas tiempo las lagrimas. --Eh... --Sonrie y me tiende una mano para aferrar la mia--. No llores. --No te imaginas cuanto miedo he pasado. No sabia que hacer. Tenia miedo de perderte --digo enjugandome las lagrimas. --Pero eso no ha sucedido. Aun estoy aqui. Te prometi que te protegeria de esa historia, ?recuerdas? Que nadie te haria dano. --!Claro que me acuerdo! Pero... --!Nada de peros! Por primera vez en mi vida siento que he hecho lo que debia. No me arrepiento y volveria a hacerlo, asi que asunto zanjado --dice sosteniendo mi mirada. --No te imaginas cuanto te quiero --le susurro al oido a la vez que lo estrecho en un abrazo. --Yo tambien, Cris

  • El universo de lo sencillo de Pablo Arribas

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    Planteate esta pregunta con sinceridad: ?vives como sonabas o has dejado parte de tu vida en manos del miedo, la dificultad o la opinion de los demas? Si eres de las personas que aspiran a una vida a pleno corazon, solo existe un camino: la valentia.

  • Luna de sangre (Beatrix Rose 2) de Mark Dawson

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    Hace diez anos, Beatrix Rose formaba parte de un implacable grupo clandestino que se encargaba de realizar el trabajo sucio del gobierno britanico. Cuando descubrio que el jefe del grupo era corrupto, este envio a cinco de sus asesinos para que la eliminaran, pero no lograron su proposito. Craso error.

  • La rueda del tiempo de Sofia Olguin

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    Aunque lo ve todas las noches, Andres no sabe donde esta Agustin. Perdido entre las telaranas de su pasado, sumergido en los recuerdos, adormilado por los medicamentos psiquiatricos. El tiempo, en la sala de Salud Mental donde ambos -enfermero y paciente- comparten las noches, parece transcurrir mas lentamente. El tiempo corre, tropieza, asusta, traiciona. El tiempo de Andres y Agustin ya no es tiempo. Quiza, puedan atraparlo juntos y encerrarlo en un pastillero, para que nunca mas se les escape.
    *
    La rueda del tiempo es una conmovedora historia de amor entre un enfermero y un joven que se encuentra internado en una sala de salud mental. Alli, en medio de psiquiatras y medicamentos, su amor crece dia a dia como una flor misteriosa.
    *
    El relato incluye los poemas que Andres le dedica a Agustin.

  • El nectar de Erika (Flor 2) de Phavy Prieto

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    Segunda novela de la Saga Flor (auto conclusiva)

  • Ojo de dragon de Andy Oakes

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    Ocho cuerpos terriblemente mutilados hasta ser irreconocibles aparecen encadenados en los lodos del rio Huangpu, en la moderna Shanghai, enfebrecida de ambicion, dinero y desarrollo. Por la precision de las heridas y la brutalidad de los crimenes, todo parece indicar que los asesinos no son delincuentes comunes. A la hora de investigar el caso, el investigador jefe Sun Piao no cesa de hallar obstaculos administrativos, no exentos de intimidaciones. Piao sabe que deberia abandonar el caso, pero no es la clase de policia que este dispuesto a hacerlo. “Ojo de dragon” es una inquietante y arrolladora novela de intriga situada en la pujante pero siempre reservada China moderna. Andy Oakes (Londres, 1952) fue distinguido con el Premio Europeo de Crimen y Misterio 2004 por esta novela. Es un gran conocedor de la Republica Popular China, donde ha trabajado y cuyo territorio ha recorrido en numerosas ocasiones.

  • Di que si de Olga Salar

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    Elba Vilanova es una exitosa periodista y madre soltera de una nina de doce anos. Por casualidad conoce a Efren Ventura, famoso musico de rock e idolo de su hija, y salta la chispa. Cuesta mantener la indiferencia ante el encanto del artista, pero todo cambia cuando aparece en escena Max, padre de Alma, desaparecido anos atras. Max ignora la existencia de su hija, y su llegada pondra a Elba entre la espada y la pared. ?Debe continuar la historia con una salvaje estrella de rock mas joven que ella o darle una oportunidad a su primer amor y tener por fin la familia con la que siempre ha sonado?

  • Marlene de Florencia Bonelli

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    Enero de 1914. La famosa soprano Micaela Urtiaga Four, conocida en Europa como La divina Four, decide regresar a Buenos Aires, su ciudad natal, despues de anos de ausencia. Sin embargo, el remanso que ansiaba hallar entre sus seres queridos se transforma en un torbellino cuando su vida se vincula repentinamente a la de Carlo Varzi, un proxeneta del barrio de La Boca, un hombre temible y sin escrupulos, con un pasado tan oscuro como su presente. Y, aunque Micaela tratara de vencer la atraccion que ese hombre ejerce sobre ella, finalmente cedera al impulso que la domina. Remordimientos y temores, deseo y pasion; el conflicto sera inevitable. Esta novela, ambientada en el Buenos Aires que vio nacer el tango, retrata la historia de una mujer que lucha por superar sus miedos y defender su amor, y la de un hombre que intenta redimirse en el contexto mas denigrante, tambien por amor.

  • Jason Stuart de M. C. S

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    Con un titulo en derecho engavetado, Camilla Borges, hija de uno de los abogados mas respetados de su ciudad, recibe un ultimatum de su padre, haciendola elegir entre dejar su buena vida o ejercer su profesion. Lo que ella no podia imaginar era que su padre le daria el caso mas comentado de la ciudad, emitiendo un juicio apresurado cuando se encuentra con el acusado personalmente y algun tiempo despues haciendo que su juicio precipitado se desmorone.
    Odiado en la ciudad por cometer el accidente que causo la muerte de la hija del alcalde que habia sido su novia hasta entonces, Jason Stuart se encuentra con la abogada Camilla Borges. Pero lo que hasta entonces se suponia que era una relacion abogado-cliente podria conducir a una pasion inesperada y abrumadora entre ellos.
    Camilla sabe que no puede involucrarse ni enamorarse de un hombre con un destino practicamente ya decidido, seria el error mas grande que podria cometer, pero esta dispuesta a enfrentar ese gran y hermoso error.

  • Una fea empedernida (Hermadad de las feas 2) de Eva Benavidez

    https://gigalibros.com/una-fea-empedernida-hermadad-de-las-feas-2.html

    Lady Abigail Thompson transita su tercera temporada en sociedad y tiene muy
    bien ganado su puesto de florero social, y no solo eso, ostenta con orgullo su
    lugar en el grupo de las demasiado feas, sitio que eligio por propia voluntad, a
    pesar de que su aspecto real esta muy alejado de ser feo.
    Los hombres son para ella seres estupidos, banales, egoistas y
    egocentricos, y por ello, esta decidida a llevar una vida de tranquila soledad,
    empedernida en mantener su solteria.
    Hasta que un demonio disfrazado de angel, y la personificacion de lo que
    detesta en un caballero, se interpone en su camino, desbaratando sus planes.
    Lord Colin Bennet, Conde de Vander, ostenta un estatus social, origen
    aristocratico y un aspecto que han logrado que todos sus deseos se cumplan
    solo con un chasquido. Tras una decada de placeres consumados, su
    reputacion de mujeriego le ha valido para ser llamado <>.
    Con treinta anos, y el peso de ser el primogenito, no tarda en recibir un
    ultimatum de su padre: debe casarse en el plazo de tres meses o el marques
    elegira la candidata por el.
    Nada dispuesto a que elijan alguna joven sosa y aburrida a la que deberia
    aguantar por el resto de sus dias, Colin se enfrenta ante su primer obstaculo y
    tambien ante el primer desafio de su vida: una dama casi solterona, que ha
    despertado su interes con sus constantes desplantes, que oculta un secreto tras
    una fachada desarreglada y que ha despertado su depredador interior,
    demasiado tiempo dormido.
    La caceria comienza, y el ya tiene escogida su presa, a pesar de que sea
    una fea empedernida.

  • Un novio por encargo de Tierra Salvaje

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    A las pocas semanas de cumplir los dieciocho me dieron unas fiebres muy altas que, aun a dia de hoy, ni los medicos saben que es lo que paso. Tres anos practicamente en cama, solo podia moverme con gran esfuerzo, con dos muletas y con muchos dolores. Despues de eso, cuando las fiebres remitieron, media mas de un metro ochenta de altura. Pase otro ano recuperando mi musculatura e intentando volver a mi vida anterior. Para cuando cumpli los veintitres y termine, por fin, con todo ya tenia un cuerpo atletico y perfectamente tonificado. Durante los primeros meses de mi enfermedad, mis amigos, poco a poco, se fueron olvidando de mi, con una unica excepcion, Eva, quien en ningun momento me dejo de lado y estuvo apoyandome durante todo el tiempo. Tras esta experiencia, a mis amigos los clasifico en dos categorias: Eva, en un lado, en el lado bueno de los amigos; y a mil kilometros de distancia, los demas. Eva me habia llamado dos dias antes para quedar, porque segun dijo, me queria pedir un gran favor, algo que, por supuesto y tratandose de ella, si estaba en mis manos lo haria sin pensarmelo dos veces. Llegue antes de la hora acordada, no me gusta llegar tarde. Mientras esperaba aproveche para tomar cafe y ojear el periodico, en eso estaba cuando la vi llegar por la acera, acompanada de una mujer a la que reconoci como una de sus mejores amigas del trabajo, ya que la habia visto desde lejos alguna que otra vez, cuando habiamos quedado y habia ido a buscarla, aunque nunca fuimos presentados. La amiga en cuestion era una de esas mujeres que, cuando entraba en algun sitio todos los hombres se giraban para poder mirarla. Eva era muy particular, no le gusta en absoluto mezclar su vida personal con la laboral, si podia evitarlo, era casi obsesiva con ello, ambas facetas las mantenia perfectamente separadas, amistades incluidas. Cuando llegaron, y tras presentarnos, toco el turno de los saludos. A Eva le di dos besos, mientras que, a su amiga Susana, simplemente le tendi la mano, que ella estrecho mientras le dirigia una mirada de curiosidad a Eva. Fue entonces, justo antes de sentarnos, cuando en mi espalda sono una voz femenina llamandome por mi nombre, Pedro. Cuando me volvi, una rubia me salto en los brazos dandome dos besos en las mejillas, se trataba de Ana, mi ex. Saludo a Eva y a su amiga, para despues mantenerme sujeto por los brazos mientras me daba un repaso de arriba abajo. --Por ti no pasa el tiempo, sigues igual de guapo... --Tu que me ves con buenos ojos... La que si que esta impresionante eres tu. Solo has cambiado para mejor... --Adulador, que eres un adulador... --me sonrio. --Bueno, Ana, ?y que haces por aqui? Pense que estabas en Valencia. --Y alli sigo, estoy aqui por trabajo, regreso esta tarde... Y, por cierto, me voy que tengo el tiempo muy justo, solo me he parado para saludarte... Me ha encantado verte... --Y a mi, aunque haya sido como la visita del medico --se rio de mi comentario. --Si, tienes razon, para la proxima te prometo que hare un hueco y te llamare para salir a comer o a cenar, y ponernos al dia, ?te hace? --Hace... Te tomo la palabra... Tras esto y decirme ella que me llamaria, nos despedimos, saludando a Eva y a su amiga, marchandose a toda velocidad mientras miraba el reloj. Me sente sonriendo, observando a las dos mujeres que tenia ante mi como me miraban, Eva socarrona y su amiga con curiosidad. Le pedimos al camarero dos nuevos cafes para ellas, despues estuvimos hablando durante unos cuarenta minutos, de diversas cosas. La amiga de Eva me parecio una mujer inteligente, culta y muy divertida, sin embargo, del tema del favor, Eva no dijo ni media y, desde luego, yo no pensaba decir nada mientras estuviera su amiga delante. --Vaya, veo que Eva tenia razon cuando me dijo que eras muy discreto --solto repentinamente Susana. -- ?Perdona, ?como dices? --Susana tenia dudas de si debia pedirte ayuda, mas que nada por si podrias mantener la discrecion o no. Le he dicho segun veniamos, que tu no sacarias delante de ella el tema del favor que te quiero pedir --me sonrio Eva. --Supongo que eres consciente de que me acabo de perder, ?verdad? ?Que tiene que ver ella con todo esto? No creo que me conozca de nada. --Si, se que estas perdido del todo --dijo Eva soltando una carcajada--. Mira, el favor que pretendo que me hagas es muy simple, quiero que acompanes a Susana a una boda, por eso esta aqui... --se quedo mirandome sonriente. --A ver, a ver, a ver... que me he vuelto a perder de nuevo... Primero, sabes que, dado que me lo pides tu, si puedo lo hare, y eso no sera problema siempre que me coincidan las fechas, algo que por otro lado supongo que ya te has molestado tambien en mirar... --Tal y como dices, si. Es dentro de dos fines de semana, en el puente, y lo tienes libre, porque me lo comentaste el mes pasado... ?Entonces acompanaras a Susana a la boda? --Si, claro, pero... joder, es que no me lo creo --me pase la mano por la cara --esto parece el guion de una comedia romantica de Hollywood. --La verdad es que, si lo piensas detenidamente, eso no te lo puedo negar --se rio Eva acompanada por Susana. --Pero hay algo que no entiendo, perdoname si soy un poco brusco --me dirigi a Susana--, pero eres muy atractiva, por el rato que llevamos hablando, tambien muy inteligente, divertida y ademas tienes un cuerpo de infarto, con solo chasquear los dedos tendrias al hombre que quisieras... -- ?Supongo que lo que no entiendes es por que razon Eva te ha pedido ayuda a ti en lugar de buscarme yo un acompanante por mi cuenta? --Basicamente si, no creo que hubieses tenido mucho problema con ello... --La idea fue mia --replico Eva-- Susana pensaba hacer eso mismo que has pensado, estuvimos las dos hablando de las opciones que tenia y de con quienes podria ir. La verdad es que fue decepcionante, y entonces cuando me puse a pensarlo detenidamente con quienes mas o menos podria tener confianza para ello, viniste de inmediato a mi mente. No sabes lo que me ha costado convencerla de que aceptase venir, aunque simplemente fuese a conocerte... y por lo que he visto, creo que ha quedado gratamente sorprendida --repuso ironica, mientras me fije en que Susana se sonrojaba. --Bueno, no dire que todo esto no sea estimulante para mi ego, que lo es, me ha subido unos cuantos enteros --sonrei arrancandole a las dos una carcajada--, pero creo que, ya que voy a hacerlo, me gustaria saber que es lo que ocurre con esa boda, supongo que sera algo tan trillado como un exnovio, o una amiga... digamos que en plan vibora, ?o me equivoco? --Para nada, se trata de mi ex, tal y como dijiste, el perfecto guion cursi de una comedia romantica, no te lo niego, casi da hasta repelus si lo piensas un poco --repuso riendose Susana--. Veras, llevaba con mi ex desde que terminamos la carrera. Se casan una de mis mejores amigas con uno de sus mejores amigos, a los que nosotros presentamos y quienes nos pidieron ser testigos, por lo que me es imposible evitar ir, evidentemente la invitacion era para los dos, pero al romper... --la interrumpi.

  • La inquietud de los muertos de Simon Beckett

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    David Hunter vive semi retirado en Londres cuando la policia vuelve a llamarle para un caso especialmente dificil. En un pequeno pueblo rodeado de marismas ha aparecido un cadaver en avanzado estado de descomposicion. Solo el mejor antropologo forense del pais puede hacer que los muertos revelen sus secretos… lo que parece un sencillo caso pronto se mostrara lleno de sorpresas y peligros.

  • Profundo en ti de Joel De Alba Marquez

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    Tomar pedazos de papel, ir entrelazando historias, dejar la ninez, convertirme en adulto, darle madurez a mis textos. Darme cuenta de mis temores, encantarme y desencantarme. Decir te amo pueden ser las palabras mas simples, pero a la vez darme de topes. Escribir lo que no estaba sintiendo. Hacer textos con carencias. Inmadurez, resentimiento, abandonar lo que tanto amaba que era escribir, romper hojas y volver a iniciar. Una lucha interna, que me mando a la lona. El tener ganas de no volver a expresar mis sentimientos. Reprimirme, llorar, estres, soledad. Relaciones sin rumbo, noches de pasion intensas, pero huecas. Ansiedad, vuelcos en la cama, cansado de ilusiones, depresion. Anos de terapia, ansioliticos, antidepresivos, como dijera Joaquin Sabina "...tiene pastillas para no sonar". La traicion de los falsos amigos, el amor que tardo en llegar. Ycomo queria yo, que el amor tocara mi puerta, si mi peor enemigo fui yo, quien no se amaba fui yo, quien se moria de soledad a falta del amor propio era yo. Una de esas noches, meditando en mi alcoba, orando, pude tener confianza y fe en mi, empece a hacer garabatos, les di voz, en grabaciones. Se vive un periodo complicado para la humanidad, en confinamiento, me di cuenta que yo podia estar en paz. Me perdone y pude luchar contra mi peor enemigo, y crear "Profundo en ti". AGRADECIMIENTOS Ami madre, por apoyarme en cada proyecto literario. Ami padrino Juan Ramon y sus buenos consejos. A aquellas personas que han estado en mi vida y me han conducido a no claudicar en mis suenos, a mi padre en el cielo Abel, a mis abuelitas Crucita y Chelo, a mis hermanas Alejandra y Erika. Para Sofia, con quien comparti mi pre-adolescencia y juventud. Con la promesa de volvernos a encontrar. Con el carino mutuo desde la primera vez, mi amiga, prima, confidente. Ami querida Dianuka, y el apoyo en cada libro que he escrito. Ami pather Jose Manuel, las oportunidades y el apoyo. Ami brother Jaime Galvan, por los rones, los habanos y el cafe. Por los dolores de rodilla, que nos cuentan que ya no tenemos veinte anos. Ami siempre guia en las letras, mi querida Ana Neumann, con mucho amor. A mi carnal Miguel Lopez, que desde hace muchos anos me ha dado el apoyo para publicar, por medio de “Cielo Creativo”. Ami carnala tapatia Gaby Bidault, por las historias que vivimos y las que nos faltan. Por la charla, la pasta y el vino. PROLOGO Es maravilloso el como los sentimientos pueden ser plasmados en un pedazo de papel pero mas asombroso es que esos sentimientos plasmados sean compartidos con tremenda emocion y nos hagan volar entre palabras y versos a un cielo inundado de pasion, amor, tristezas, poesia infinita que llena el corazon. Tengo el enorme placer de ser amiga y confidente de este gran poeta Joel de Alba Marquez quien me ha ensenado con el paso de los anos que los suenos si se pueden cumplir. El puso sus sentimientos y pensamientos en un punado de hojas y lo compartio conmigo, entre cafe y cigarrillos, entre platicas y canciones. Yo quede asombrada del gran talento que tiene y vean ahora con su quinto libro “PROFUNDO EN TI” un maravilloso conjunto de realidad, testimonios que revelan su ser, miedos, nostalgia, amor, esperanza, luz. Joel conquista tu corazon y te hace parte de tan preciosos poemas. Diana Alejandra Perez Luna (Dianuka) San Luis Potosi a 15 de junio de 2020 Prologo II Estas palabras que hoy reuno aqui manifiestan la gran satisfaccion y emocion que me inunda el tener el honor de escribir estas lineas y asi poder ser parte de esta quinta compilacion de bellos poemas, versos y fragmentos de un corazon forjado en la experiencia de la adversidad: Mi muy querido y apreciado caballero poeta JOEL DE ALBAMARQUEZ eterno enamorado del amor, las letras y el encantamiento de la oralidad. De nuevo "juntos" pero a miles de millas en la distancia. Como cuando eramos adolescentes decides hablar de amor... corazones rotos, tropiezos, derrotas y treguas... para despues (como era siempre tu costumbre ) con la magia y dulzura de tu corazon transformando las palabras en hermosos, delicados y tiernos versos que como un remedio calido para el corazon herido, es ungido triunfante con el espiritu mas puro de los sentimientos. En la poesia como en la creacion, que desde el pensamiento engendra en la palabra luz de la belleza del sentimiento que desde lo profundo de su ser el poeta interpreta. pues dime entonces ?Que es, si no es el amor la verdadera existencia de la vida? Ahora toma un respiro profundo con De Alba Marquez y preparate para sumergirte PROFUNDO EN TI ... y llevarte a las profundidades de las emociones y pasiones que solo pueden emerger de la inmensidad del oceano del amor que en calma o tempestad siempre estara esperando por ti... SOPHIKA NASOKA NSKRJ Houston, Tx USA 16 de Junio de 2020 I. De la mano Con ella de la mano, las manecillas del reloj quedan inmoviles mientras tu alma tiembla. Puedes ver a la poesia convertirse en vino y recobrar la vista a los que no creen en la magia Llegas a pensar incluso que su sonrisa puede hacer milagros. II. Musa pagana Ella tiene los ojitos de un felino, Ella tiene en su boca, la miel y la grana. Ella es el mar, mi paz y mi tormenta. Ella es el viento al este, mi brujula de bolsillo y el diapason en mi pecho.

  • Amores altamente peligrosos de Walter Riso

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    ?Por que fallamos tanto en el amor? ?Por que tanta gente elige a la persona equivocada o se enfrasca en relaciones tan peligrosas como irracionales? ?Por que nos resignamos a relaciones dolorosas? Creemos que el amor es infalible y olvidamos algo elemental para la supervivencia amorosa: no todas las propuestas afectivas son convenientes para nuestro bienestar.

  • La hermosa burocrata de Helen Phillips

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    <>. Karen Russell, autora de Tierra de caimanes <>. Ursula K. Le Guin <>. Lauren Groff, autora de En manos de las furias <>. Jenny Offill, autora de Departamento de especulaciones <>. Joshua Ferris, autor de Entonces llegamos al final <>. Kelly Link, autora de Magia para lectores Si las perspectivas laborales no hubieran sido tan sombrias durante ese humedo verano, es probable que Josephine no hubiera aceptado el puesto de administrativa en un edificio sin ventanas situado en la periferia. Su tarea consiste, exclusivamente, en introducir interminables series numericas en la enigmatica Base de Datos. Pero a medida que pasan los dias y los inescrutables impresos llenos de cifras se van acumulando, Josephine empieza a sentirse cada vez mas amenazada por el inquietante entorno: el zumbido de la ventilacion, el color rosaceo de las paredes, el eco en los largos pasillos… Cuando su marido desaparece de improviso y la verdad sobre la naturaleza de su empleo comienza a perfilarse, su creciente malestar se transforma, ahora si, en absoluto temor. La oficina es, a la vez, el infierno y su contrario: un espacio inmejorable para lo distopico y lo surrealista, al tiempo que un no-lugar en el que cumplir los mas acabados suenos de perfeccion existencial. Como Margaret Atwood o Murakami, Phillips hace saltar las costuras de la realidad saturandola de extraneza y significado, logrando asi que las cotidianas preguntas sobre el sentido del trabajo o de la vida en pareja alcancen tanto al ser humano como al perpetuo enigma de su origen.

  • La lucha contra el demonio de Stefan Zweig

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    La lucha contra el demonio (titulo original en aleman “Der Kampf mit dem Damon”) es un libro escrito por Stefan Zweig, donde describe la vida de tres individuos peculiares: Friedrich Holderlin, un gran poeta maldito, que acabo sus dias en el manicomio; Heinrich von Kleist, un escritor sin fortuna, que acabo suicidandose con 34 anos tras buscar, con sus obras maestras, un exito que se le nego; y Nietzsche, el filosofo que pregonaba que Dios habia muerto creando asi una futura revolucion filosofica, y que tambien acabo sus dias recluido por una enfermedad nerviosa en una casa de locos.

  • La casa del almendro, Laura Mcveigh de Laura Mcveigh

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  • Baile en El Aire (La isla de las Tres Hermanas 1), Nora Roberts de Nora Roberts

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  • Malicia de Celia Velasco-saori

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    Salvador Nunez llega desde Aguilas (Murcia) a Madrid para estudiar periodismo. La casualidad hace que entre a desayunar en la taberna de Tomas, donde sus duenos le acogen con tal amabilidad y carino, que se convierten en su segunda familia. Alli conoce a un singular personaje quien, durante muchos dias reunidos, le cuenta su tragica historia, manteniendole en vilo hasta conocer su final, y de la que es protagonista Mali, una bella tailandesa sin escrupulos que le ha destrozado la vida.

  • Bienvenidos a la revolucion 4.0 de Fernando Botella

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    La revolucion 4.0 ha llegado para quedarse y tenemos que aprender a adaptarnos a ella. Todas las epocas en las que se vivieron grandes transformaciones tuvieron sus particularidades. Ahora necesitamos saber cuales son las que imperan en la actualidad. Y, al contrario de lo que piensa mucha gente, no se trata de digitalizarse y dominar las redes sociales. Nada mas lejos de la realidad, la verdadera transformacion es mas bien, una vez mas, cultural, y consistira en anticiparse a lo que esta por venir.

  • Hijas del Norte de Sarah Hall

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    Me llamo Hermana. Ese es el nombre que me pusieron hace tres anos. Es como me llamaban las demas. Es como me llamo a mi misma. Antes de eso mi nombre no tenia importancia. No recuerdo que se usara. Ya no respondere a ese nombre ni me oire decirlo en voz alta. No dare muestras de reconocerlo. No existe. Me llamareis Hermana. Fui la ultima mujer que salio en busca de Carhullan. Fue un mes de octubre de lluvias torrenciales cuando me puse en camino. En la ciudad, las hojas habian empezado a caer de los arboles y el suelo estaba cubierto de su pulpa amarilla. Los ultimos frentes tormentosos atravesaban la region del norte descargando aguaceros. El verano se retiraba. Daba la sensacion de que la atmosfera habia estallado por fin, y las mananas y las noches empezaban a ser mas frescas. Era un alivio no despertarme empapada en sudor en nuestra habitacion del barrio de adosados, salir de una pesadilla con esa humedad lechosa en el pecho. Siempre he dormido mejor en invierno, como si la frecuencia del pulso disminuyera. El frescor parecia limpiar tambien la ciudad. El olor a bacterias de la refineria y las plantas de fuel se dispersaba por la noche cuando las nubes se disipaban y aflojaba el calor. Los ultimos anos, desde la Reorganizacion Civil, el bochorno habia durado mas de lo normal; los meses frios se concentraban en una franja mas estrecha del calendario, y viviamos envueltos continuamente en una nube toxica de colza y arenas bituminosas, hacinados como peces en un ahumadero. El cambio de la temperatura trajo consigo una sensacion de euforia, un estado de alerta que iba mas alla de los nervios o la creciente conciencia de los peligros que sabia que estaba afrontando. Era reparador. El frescor me recordaba los tiempos de mi infancia. Las estaciones estaban entonces mas definidas, mas separadas. La gente mayor de la fabrica en la que trabajaba decia que de todas las tradiciones inglesas que estaban amenazadas el tiempo era la mas triste. Como si hubieramos tenido la posibilidad de elegir en referendum aquel clima semitropical. Todavia recuerdo las cosquillas frescas del granizo en la cara en el mes de marzo, cuando esperaba el autobus para ir al colegio. Y el rugido del viento que en otono lo zarandeaba todo, las cosas grandes y las pequenas. El frio en las venas en enero; las manos y los pies entumecidos a pesar de la lana y el vellon. Cuando eres joven no tienes miedo de las posibilidades. No crees que el mundo pueda destruirse o que vaya a ocurrirte una desgracia a lo largo de la vida. Incluso la lluvia es diferente ahora: imprevisible, violenta, no como la constante llovizna gris de las postales antiguas, de los chistes y las cronicas televisivas. Es una lluvia que parece herida. Rara vez se ve nieve en los montes, aunque la gente de la ciudad sigue buscandola por pura costumbre. Me dirigia a una zona alta y remota, y tenia la esperanza de volver a ver esas ventiscas blancas, si es que podia quedarme alli algun tiempo. Sali al amanecer, con la idea de alejarme de Rith sin que nadie me viera. Prepare una mochila ligera para resistir el largo camino hasta las montanas. Llevaba pocas cosas: ropa, botas, unas cuantas latas de comida, galletas, una cantimplora con agua y un botiquin, para el caso de que pudiera quitarme el dispositivo, aunque no sabia si era posible. Y llevaba un fusil de la Segunda Guerra Mundial, entre las sudaderas y los impermeables. La punta roma del canon rozaba la solapa de la mochila. Con el me proponia negociar en Carhullan. La noche anterior escondi la mochila en un callejon, detras de nuestro edificio, para salir sin peso, sin chocar contra las paredes y aranarlas al bajar las escaleras. Lo deje en un hueco oscuro y seco, detras de la camara principal del deposito de lluvia. Lo puse alli mientras las familias de las otras casas estaban cenando y antes de que mi marido volviera del trabajo, tanteando primero en el vacio con un palo para asegurarme de que no habia nidos de ratas. De madrugada sali de la cama sin despertar a Andrew y me vesti sigilosamente en el cuarto de bano comun. Me habia guardado una bolsa de plastico en un bolsillo de los pantalones para meter las cosas que necesitaba. En un estante habia una pastilla de jabon nueva, de la familia con la que compartiamos la casa, y decidi llevarmela. La eche a la bolsa con la pasta de dientes, el desodorante y una cuchilla de afeitar con varias hojas de repuesto. Dude un momento antes de abrir el botiquin de los vecinos. Encontre aspirinas, un paquete de compresas y una bolsita de polvos para la cistitis, caducados. Lo cogi todo. Despues cruce el pasillo y baje las escaleras. En la puerta principal espere unos minutos para asegurarme de que Andrew no me habia oido salir y procure tranquilizarme. El corazon me bombeaba la sangre a chorros. Notaba la corriente de ida y vuelta en las puntas de los dedos. Me dije que todo saldria bien. Llevaba meses entrenandome, levantandome temprano, y habia ensayado la huida. Siempre lograba salir en silencio y sin peligro y recorrer la ciudad a oscuras, evitando las zonas por las que merodeaban los perros asilvestrados, antes de volver a casa. Pero esta vez no era un simulacro. Respire hondo, solte el aire y espere. Lo ultimo que queria era que Andrew me siguiera, que me dijera que estaba loca, que armara un escandalo y despertara a todo el mundo. Jamas me dejaria marcharme con una mochila, salir de las zonas oficiales, a pesar de que estabamos enfrentados, nos odiabamos y no nos dirigiamos la palabra. Yo estaba atada a aquella casa. Los dos lo sabiamos. No teniamos ninguna otra alternativa. Si me hubiera descubierto, me habria llevado a rastras escaleras arriba, o me habria inmovilizado en la calle, a pesar de mis forcejeos, hasta que apareciese un supervisor de la Autoridad, y entonces habria puesto alguna excusa para explicar mi comportamiento, como que estaba colocada o habia tenido una pesadilla. Me habria dicho que esperara un poco, que por muy mal que estuvieran las cosas en ese momento conseguiriamos salir adelante, y despues nos separariamos, cuando el ambiente estuviera menos tenso, cuando fuera menos peligroso. Me apoye en la fachada, atenta al ruido de sus pasos por ultima vez. Lo unico que se oia en el piso de arriba era el zumbido del contador electrico en modo de espera, como una avispa. Levante la mirada. El cielo tenia el color oscuro del asfalto, como el esquisto que trituraban en los tanques de la refineria donde trabajaba Andrew. La mancha blanca de la luna asomaba como una ulcera hinchada y opaca por detras del forro de las nubes. Aun no se habian encendido las luces en Rith y nadie saldria a la calle hasta que se reanudara el suministro electrico, a las seis de la manana, para que la gente pudiera calentar el agua, cocinar y ver el primer parte informativo de alguno de los frentes meteorologicos o el sorteo de la loteria. Para entonces esperaba estar muy lejos. Por fin me acerque al callejon a recoger mi mochila. Sabia que tenia que darme prisa y no pensar mas de lo necesario. Normalmente la ciudad estaba muerta a esa hora, pero siempre era posible encontrarse con una patrulla de la Autoridad. Me ponia mala solo de pensarlo. No tendria ninguna posibilidad de explicarme. Y no queria enfrentarme a lo que estaba haciendo, y flaquear, aunque estaba segura de que no me pasaria. Despues de las ultimas semanas no podia pasarme. Cruce la ciudad, alejandome de las viviendas compartidas, y pase por delante del antiguo centro comercial, con las ventanas cubiertas con tablones, y por delante del almacen de las turbinas, donde las carcasas de metal esperaban apiladas desde hacia anos el momento del reparto. Las calles estaban desiertas y tranquilas. Unicamente los ladrillos rojos, la pizarra y el asfalto reflejaban cierto resplandor, presentando una version de la ciudad que parecia antigua y fantasmagorica. Costaba imaginar que hubiera tanta gente detras de las fachadas, durmiendo dos o tres en la misma habitacion, o despierta, hablando en voz baja para no molestar a las otras familias. Algunos estarian llorando y alguien quiza los consolaria, o nadie les haria caso. A otros les traeria sin cuidado que pudieran oirlos a traves de las paredes, arrastrando el cuerpo dolorido cuando el efecto del chute de efedrina barata empezara a esfumarse. Cada vez que me habia atrevido a ensayar la fuga, el ambiente de las madrugadas me parecia disminuido, como si en lugar de concentrar a la gente hubieran practicado un sacrificio selectivo. Al final de cada hilera de adosados se veian las siluetas de los contadores, como quistes pequenos y ruidosos disenados para leer el flujo de la energia de las tejas fotovoltaicas. Ahora los empleaban para regular el consumo de la antigua red de suministro domestico. Habia habido muy pocas mejoras despues de la Reorganizacion. El plan de recuperacion de diez anos empezaba a convertirse en un mito imposible. Me costaba no volver la cabeza para ver si alguien me seguia o me veia pasar. Me obligue a no mirar. Me dije que la mejor manera de seguir andando era poner la vista en un solo punto: adelante. Se oyo un leve chasquido en el cielo, y un trueno retumbo al oeste. Sabia que pronto empezaria a llover, que tendria que parar a ponerme el impermeable. Pero no podia permitirme el lujo de detenerme mientras siguiera dentro del perimetro. Quiza mas tarde, cuando estuviera lejos de alli y hubiera entrado en calor con el ejercicio, podria desnudarme. Me secaria antes que la ropa. Llevaba anos sin salir de Rith. Ningun civil habia salido de la ciudad, salvo para que lo trasladaran a un centro de detencion. No se permitia el transito de una zona a otra. La gente quedo atrapada en el sector en el que se encontraba cuando se hizo el primer censo despues del colapso. Solamente la Autoridad y los agentes del gobierno tenian necesidad de viajar o medios de transporte, y en esos casos solian ir en tren. Yo habia nacido en Rith y conocia bien el entorno: las calles empinadas y el maremagnum de los tejados, el cerro de Beacon y el castillo enfrente, en la cima de dos penas gemelas. Continue por el antiguo paso elevado de la carretera. Abajo habia montones de basura y escombros, y se oian susurros animales. Mas alla de las fronteras de la ciudad, en las llanuras, las carreteras se habian deteriorado. Estaban mucho peor de lo que me esperaba, hundidas y agrietadas tras anos de desuso. Las riadas se habian llevado tramos enteros. Al plantar el pie tenia la sensacion de estar atravesando un pedregal. En algunas partes habia crateres llenos de agua de lluvia. Metia las botas sin verlos y me empapaba los pantalones hasta las rodillas. Comprendi que era verdad lo que la gente decia en la fabrica y en las reuniones del distrito. Que solo estaban reparando las principales arterias, las que utilizaba la Autoridad. Al principio fui corriendo siempre que podia, muy atenta para no resbalar o torcerme un tobillo, y luego afloje el paso para afrontar el largo dia que tenia por delante. En media hora habia llegado al promontorio donde se encontraba la caseta blanca del puesto de peaje. No tenia ventanas, y una parte del tejado se habia hundido. Recordaba que en una clase de historia local nos contaron que tuvieron que reconstruirla en dos ocasiones, despues de que los escoceses le prendieran fuego. Ahora volvia a estar casi en ruinas. Los duenos debian de haberse marchado a Rith hacia mucho tiempo, con los demas vecinos de la periferia. A los pies del monte, un poco mas adelante, el antiguo puente de Yanwath seguia intacto. Lo habia cruzado muchas veces en coche antes de que se prohibiera el trafico. El semaforo que regulaba la circulacion estaba muerto, con los focos negros de mugre y el poste inclinado en los cimientos de hormigon. En la hondonada de la carretera, antes del punto en que empezaba a subir hacia los contrafuertes del puente, se habia formado un charco de agua arremolinada. Habia residuos flotando, casi imposibles de identificar; tal vez trastos superfluos de las casas de la parte alta del rio. Vadee el charco, llegue hasta el centro del arco y me asome a mirar por el parapeto. El rio Eden corria a mis pies, encrespado y turbio, a una velocidad aterradora. Vi en la penumbra el brillo del agua en movimiento en las orillas, la estela de los remolinos y las crestas blancas. Las lluvias habian reventado la ribera, y el caudal anegaba las acequias y los huertos a ambos lados. Se oian crujidos en las ramas mas bajas ahora que los arboles de la orilla habian perdido sus hojas. Las casas de campo mas cercanas al puente estaban sumergidas en el agua hasta las ventanas. Notaba un olor fuerte, a cemento, a tela mojada y a cieno: el olor familiar de las viviendas inundadas. La corriente se deslizaba por las paredes de las casas, pudriendo alfombras y cortinas. Diez anos antes me habia despertado con el mismo olor, cuando al bajar las escaleras me encontre la casa inundada por las aguas residuales. Sabia que, al otro lado del puente, la carretera pasaba por un pueblo desierto y se adentraba mas adelante en los abandonados parajes del antiguo parque nacional: en la zona que la generacion de mi padre conocia como el Distrito de los Lagos. Era mediodia cuando vi aparecer el coche, y estaba lloviendo a cantaros. Al principio pense que era el ruido del agua que arrastraba el viento o corria por los acuiferos por debajo del asfalto. Despues oi el cambio de marcha. Me aparte de un salto a la cuneta y di media vuelta, casi esperando ver la forma azul oscura de un coche patrulla y dispuesta a esconderme detras de una cerca de piedra. Una furgoneta civil, de color blanco, se acercaba despacio por la carretera destrozada. Parecia que tenia la suspension en mal estado y eso amplificaba el ruido, como si la carroceria se levantara del chasis, y vi que se zarandeaba al pasar por encima de un monticulo o un bache. Llevaba las ventanillas cubiertas de residuos, de vainas y de hojas arrancadas de los arboles por el ultimo diluvio. Desprendia un olor a grasa quemada y negra. Paso a mi lado y freno despues. Me acerque a la puerta del conductor y la ventanilla chirrio al bajarse. --?Adonde vas, chica? --Era un hombre con la cara roja como un trozo de cristal sacado de un horno. Me miro de arriba abajo con sus ojos claros. Estaba hecha una pena. Tenia el pelo chorreando y el chubasquero viejo y blanco empapado y pegado a la piel. Doble los hombros hacia delante y me cubri el pecho con los brazos. Se echo a reir. Tenia los dientes picados en los bordes, deslucidos y cubiertos por una capa amarillenta, y en la linea de las encias se veia una reveladora sutura de plata--. Bueno, parece un buen sitio para ir de excursion. ?Eres de los ultimos de los Wainwright? O a lo mejor quieres ser la primera que vuelve a subir a las cumbres y plantar tu bandera. Eso significa que las cosas han mejorado en la ciudad. Vamos. Sera mejor que subas al coche. Dude. No queria hablar con nadie en el camino y sabia que si me hacia preguntas podia tener problemas, pero me dolian los hombros y los pies y no tarde en decidirme. Di la vuelta por detras de la furgoneta hasta la puerta del pasajero. Me quite el chubasquero empapado y lo escurri. El conductor se inclino para abrirme la puerta, como hacia mi padre cuando me llevaba al colegio. Puso un trapo sucio encima del asiento, para que no lo mojara al sentarme. Deje la mochila a los pies del asiento y subi al coche. --Bueno --dijo--. Que encuentro tan oportuno, ?verdad? Metio la marcha y arranco. Tuve una sensacion extrana. Hacia anos que no subia a un coche. Me obligaron a entregar las llaves y la documentacion, como a todo el mundo, y se me habia olvidado lo que era llevar el control de un vehiculo, estar encerrada en el y al mismo tiempo libre de ir adonde una quiera. Ver como pisaba el embrague o movia la palanca del limpiaparabrisas me parecio un sueno o un recuerdo perdido. Habia un olor muy fuerte en la cabina, acido, como a ropa vieja o a vinagre mezclado con orina, o quiza fuera el olor corporal del conductor, que no se lavaba. Pero no me queje ni hice ademan de bajar la ventanilla. Me alegraba de librarme de la lluvia. Empezaban a dolerme las plantas de los pies, y eso que me habia puesto dos pares de calcetines gruesos. Empezaba a notar como si me clavaran alfileres y agujas en las puntas de los dedos y me puse a encogerlos y a estirarlos. No esperaba volver a viajar en coche. Llevaba meses entrenandome para la caminata en mi tiempo libre, al principio sin rumbo, solamente por pasar el rato, luego con un objetivo, rodeando la periferia de Rith, subiendo hasta la cima del Beacon y bajando otra vez. Andar no era un delito, aunque a Andrew le parecia absurdo que me arriesgara a ser atacada por los perros que buscaban comida en la ciudad y removian la basura en los vertederos. Decia que estaban sucios y desquiciados, y que andar por alli era como pedir a gritos que me mordieran. Atacaban a la gente de vez en cuando, aunque nunca con consecuencias fatales. En esas excursiones no podia llevar la mochila, para no levantar sospechas, y me sorprendio que pesara tanto. Me habia asegurado de comer bien la ultima semana: dos raciones de arroz en vez de una y sardinas para desayunar; incluso pense que estaba acabando con las provisiones y que Andrew lo pasaria mal el resto del mes. Estaba todo lo en forma y bien alimentada que podia. Pero rodear la ciudadela de madrugada y comer una lata de sardinas de mas era muy distinto de atravesar el parque nacional abandonado, con mis bartulos a cuestas. Habia recorrido unos veinte kilometros y estaba reventada. Tenia la espalda agarrotada por el peso de la mochila. Llevaba horas soportando chaparrones intermitentes y me rozaba el dobladillo de la ropa mojada. Cada paso me alejaba de la ciudad y me acercaba a mis propios limites. Que pudiera aparecer un vehiculo era improbable, casi milagroso, y di las gracias.

  • Para Helga de Bergsveinn Birgisson

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  • No entres docilmente en esa noche quieta de Ricardo Menendez Salmon

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    Este libro comienza en la habitacion donde un hombre agoniza mientras su hijo, el escritor Ricardo Menendez Salmon, busca en el ultimo paisaje que su padre ha contemplado una revelacion que quiza no exista. No entres docilmente en esa noche quieta es una ofrenda, una elegia y una expiacion; el intento por reconstruir una existencia que camina hacia la madurez, la de quien escribe, a traves de una existencia que se ha agotado sin remedio, y la de quien le entrego la vida.
    Como Philip Roth en Patrimonio, como Amos Oz en Una historia de amor y oscuridad, como Peter Handke en Desgracia impeorable, Ricardo Menendez Salmon se zambulle en las aguas de la historia familiar para explicarse a si mismo a traves de las luces y sombras de su padre. El resultado es un texto que recorre las estancias del heroismo y la miseria, la bondad y el desden, el gozo y la enfermedad, y que nos entrega un documento de contenida emocion y ardiente honestidad.

  • Las mujeres que no salen en los libros de Mercedes Gallego Moro

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    Una historia de amistad, de amor y solidaridad que relata la vida de las mujeres que lucharon de forma anonima para lograr una igualdad, que en pleno siglo XXI todavia no se ha conseguido.
    Consuelo y Laura entablan amistad de forma casual cuando ambas acuden a unas clases de frances. La primera, abogada, hija de la burguesia madrilena y Laura, que tras la muerte de su marido, se enfrenta a las dificultades que entranaba ser mujer en la posguerra espanola, a pesar de que antes de ser viuda, era ella la que llevaba las riendas del negocio, una tienda de comestibles que ambos poseian en el madrileno barrio de Chamberi.

  • Cafe con leche y extra de azucar de Tatjana Frigar

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    Voy a salir de la oficina y hace un dia de playa irresistible. ?Te recojo? -Claro, princess, te espero en el portal. Maria bajaba las escaleras de la oficina en direccion a su coche. Tenia un cabriolet rosa chicle al mas puro estilo Barbie en Beverly Hills. Le encantaba poder disfrutar de los dias de buen tiempo llevandolo descapotado por las calles que rodeaban la playa. Sentir el viento en su piel blanca mientras ondeaba su melena rubia (de bote, pero rubia). Tuvo dudas el dia que se tino, pero su peluquera encontro un tono que, de verdad, parecia natural. Y Maria quedo encantada con ello, tanto que ya hacia mas de cinco anos que lo llevaba, y sin ninguna intencion de cambiarlo. Arranco su coche y, mientras lo descapotaba, salio su jefe por la misma puerta que segundos antes habia pasado ella. ?Como conseguia coincidir siempre con ella? ?Tenia una camara que apuntaba su mesa? ?Olia su perfume avanzar por el pasillo? ?O es que, simplemente, la estaba vigilando durante toda la jornada? -!Maria! No sabia que ya habias salido -se apresuro a decir Carlos con un semblante que no mostraba ningun tipo de expresion. -Vaya, si, que casualidad. Ya me iba, tengo prisa. Adios, Carlos. -Adios, Maria. Disfruta del sol. No tardo en encender la musica a todo volumen y salir de alli sin que nadie mas le hiciera perder el tiempo. Piso el acelerador mientras pensaba que Alicia ya debia estar esperandola en el portal, pasando un calor de mil demonios y preparando un sermon de los suyos para reprocharle que siempre llegara tarde. Habia recibido la llamada de un cliente que habia esperado toda la manana y que no recibio hasta el ultimo momento; asi que no le quedo mas remedio que atenderlo. -Ya era hora de que llegaras. Hace 30 minutos que me has dicho que ya salias de la oficina y trabajas a diez. Siempre me haces lo mismo. Tienes que aprender a llegar a los sitios a la hora, Maria, no puedes andar siempre con el cohete en el culo, haciendo esperar a la gente. !Que mi paciencia no es ilimitable! Mientras tanto, Maria sonreia escuchando <>. Ya conocia cada una de sus palabras, no era la primera vez que le echaba ese mismo sermon. Si, eran completamente distintas. Alicia era correcta, premeditada, calculadora… Maria, en cambio, era transparente, impulsiva y se dejaba llevar. -Vaaale, vale, ya me callo -contesto al fin resignada-. Hija, es que hace un calor insoportable y ya no sabia donde meterme. No hay ni un trozo de sombra en toda la calle y ya sabes como huele mi portal; no me quedo ahi dentro ni cinco minutos, vaya a ser que me desmaye y acabe en el hospital con un brazo o una pierna rotos. El conserje es un guarro. Deberiamos ponernos de acuerdo todos los vecinos y echarlo. -Relajate, va -la animo sonriendo-. Vamos a disfrutar de nuestro primer dia de playa este verano y alli se te pasaran todos los males. Y, por cierto, ?no te dije yo que no te pusieras esas pintas para ir a la playa conmigo? -la reprendio Maria mientras se reia a carcajadas repasandola de arriba abajo. Alicia era una morena despampanante, extremadamente proporcionada (debia ser hija del diablo, no habia otra explicacion). Ya nacio con la piel bronceada y no tenia ni un resquicio de celulitis. Su melena larga, oscura y ondeada caia sobre sus hombros. Se habia puesto un bikini verde esmeralda que aun resaltaba mas el tono chocolate de su piel. Cubierto con una camiseta blanca de tirantes adornada con una pluma plateada dibujada por encima de la cintura. Ella decia que era un vestido; pero, no nos enganemos, un vestido que apenas tapaba el culo no se podia llamar vestido. Se habia puesto unas chancletas de playa Adidas que a Maria no le gustaban nada. Ella era fiel a su estilo, y ni caso de la moda. Pero la guinda del atuendo era esa maldita pamela que se ponia para refugiarse del sol. Color canela y con una cinta que la rodeaba terminando en un lazo. De color verde esmeralda tambien, claro, conjuntada con su bikini. A ver, ?quien os pensais que es ella? Siempre tan puesta y perfecta. Llegaron a la playa en tan solo diez minutos mas y tras encontrar donde aparcar, que eso ya fueron otros quince minutos, cerraron la capota y se bajaron con una sonrisa a disfrutar de su tarde de playa. Todavia estaban a finales de mayo, pero el sol era abrasador. A esas horas del mediodia podia parecer mediados de agosto. Daba gusto esa epoca del ano, las temperaturas eran ideales, calurosas de dia y fresquitas de noche. Y lo mejor de todo es que todavia no habia muchos turistas, practicamente solo habia gente del pueblo disfrutando de los placeres de su entorno. Buscaron el sitio ideal donde dejar las toallas, bien cerca del agua, mientras Maria se sentia observada y sabia perfectamente por que. -?Alicia, ves como nos mira la gente? Esa maldita gorra tuya le quita el sol a media playa -dijo mirando a su amiga con reproche. -Lo que mira la gente es su propia envidia, princess. Somos las diosas de la playa y por ello nos miran. Mi pamela -dijo remarcando cada una de las silabas-, que asi es como se llama, no tiene nada que ver. -Por supuesto que tiene que ver, y mucho. Y esta claro que miran a la diosa morena, pero no solo por su cuerpo de infarto, ricura. ?Ves a la senora del bikini negro que tenemos a unos quince metros? No le da el sol, y es por culpa de tu sombrerito. -Las dos se unieron en unas sonoras carcajadas que si que hicieron que las mirara todo el mundo, pero eso ya no les importo. Estaba claro que no le gustaba ser el centro de atencion, pero sabia de sobra que salir a la calle con su amiga significaba eso. Era consciente de que lo unico que tenia ella que no pasaba desapercibido era su coche, pues no habia otro igual a kilometros. Pero lo que no tenia claro era en que pensaba el dia que decidio comprarselo, aunque hay que decir que cada vez que lo miraba se convencia de que eso tenia que ser amor. Cuando ya llevaban un rato al sol, sintiendo como los rayos entraban por cada uno de los poros de su piel, Maria decidio ir a pegarse un bano, estaba empapada en sudor y ya no aguantaba mas. Le gustaba pensar que asi era como se activaba la melanina de su piel, pero sabia que su tono no le permitia abusar, o acabaria roja como un tomate. Su amiga ya la habia embadurnado con proteccion solar alta, pero ya estaba escarmentada de veranos anteriores y no iba a tentar a la suerte. No quedaba nada sexy ponerse una camiseta palabra de honor con toda la piel roja y las marcas del bikini en blanco; ni tampoco era plato de buen gusto no pegar ojo en toda la noche porque te duele y no sabes como ponerte, o pasarte el dia concentrada en no rascarte porque te vas a hacer una carniceria. Alicia no tenia ese problema, ni siquiera se ponia crema; un poco de aceite de proteccion quince, para que no se dijera que no se ponia nada. Ademas, le daba un tono brillante que a ella le encanta. Con un ratito de sol conseguia un tono tostado que era la envidia de todas aquellas que en abril empiezan a hacer sesiones de solarium para estar estupendas en junio. Para que ella se cansara de hacer la lagartija y decidiera banarse, el calendario tenia que chillar que era quince de agosto, con repiqueteo de tambores y campanillas, aliarse con el sol y que este sacara su furia mas intensa en rayos de fuego. Y la mala suerte es que ese dia ni siquiera iban a la playa porque la piel de Maria no podia aguantarlo. Tomaduras de pelo de la vida. Cuando sintio el agua del mar rozar los dedos de sus pies un escalofrio recorrio todo su cuerpo. El cambio de temperatura era algo agradable en esas fechas. Sentir el sol ardiente sobre su cabeza y el frescor del agua bajo sus pies era algo revitalizante. Cerro los ojos, suspiro y relajo todos los musculos que durante la semana iban acumulando tension. Y, sin dejar de mirarse los pies, empezo a caminar adentrandose en la playa, sintiendo las olas chocar contra sus piernas y colarse resbalando como si no fueran impedimento suficiente. Cuando ya se habia mojado por encima de las rodillas, levanto los brazos, los junto y de un salto que le permitio arquear su cuerpo en media luna se sumergio tan al fondo como podian aguantar sus pulmones. Estuvo nadando un rato, haciendo grandes brazadas para llegar hasta las boyas, volver y repetir. Disfrutando de las vibraciones que su nado provocaba alrededor de su cuerpo. Se habia puesto las gafas y se sumergio para admirar los peces que buscaban algo de comer por debajo de la arena. Cuando se canso, volvio a la toalla y salpico con un poco de agua de su pelo a la morena que tomaba el sol casi sin respirar. Le provoco un chillido agudo que arranco sonrisas a mas de un individuo de los alrededores. Se rio y se tumbo de nuevo a su lado. -Como me gustaria poderme pasar el dia aqui. -Y a mi; ?por que no hemos nacido ricas? -pregunto Alicia casi para ella misma. -Pues, la verdad, ricas tampoco haria falta. Yo me conformo con poco. Podriamos trabajar en invierno y tener todo el verano de vacaciones para disfrutar de la playita, ?no? -?Y eso es pedir poco? -rio-. A ver, princess, por pedir…, !yo no quiero trabajar! -exclamo su amiga haciendo reir a ambas-. Cuentame como te va en el trabajo, tienes que ponerme al dia. -Pues nada de nuevo, solo llevo un par de meses. Me siento muy bien con el equipo, que ya sabes que eso es importante para mi. Por ahora, poco mas puedo decir. -?Y que tal con el jefe? -Pues igual que lo ultimo que te conte, siento que me observa mas de la cuenta, pero supongo que, como soy la ultima que se ha incorporado, le toca echarme el ojo y hacer de jefe. No se, he escuchado comentarios por la oficina y la verdad es que no hablan muy bien de el. Dicen que es un tipo muy desagradable. -Andate con ojo, ese tipo tiene pinta de creerse que el personal de su oficina tambien es suyo -le advirtio. Cuando el sol empezo a dejar de calentar con fuerza, recogieron sus toallas y se fueron a casa de Maria. Se pegaron una ducha refrescante y se pusieron ropa comoda. Esa noche era noche de chicas. Llamaron al restaurante chino que habia a tan solo dos manzanas y le pidieron sus platos favoritos para cenar: rollitos de primavera, fideos Singapur, arroz tres delicias, pollo picante y ternera con salsa de ostras. Se acomodaron en el sofa y empezaron a hablar de sus historias mientras esperaban el capricho de la noche. Este no tardo en llegar. Sono el timbre del portal y Maria abrio sin preguntar, solo miro por la camara y ya vio quien era. -Buenas noches, senorita -dijo el joven. -Buenas noches, Yin -contesto Maria con total confianza. -Su pedido. Espero que lo disfruten. -Seguro que si, siempre nos haces disfrutar -le solto picara, haciendo que el pobre muchacho se sonrojara. Cerro la puerta, lo dispuso todo sobre la mesa que su amiga ya habia preparado en milesimas de segundo y se sentaron a disfrutar de su cena como dos osas hambrientas que acaban de despertar de la hibernacion. -Pobre Yin, seguro que se muere por tus huesos. -Alicia, no empieces a decir tonterias o no te dejo nada de cena -rio. Pusieron un nuevo capitulo de la serie que estaban viendo juntas, una de chicas, amores y esas cursiladas que Alicia no podia ver con su novio y solo veian cuando estaban juntas. Las noches de chicas eran para hacer todas esas cosas que no se podian hacer cuando estaban con los chicos, como criticar. Terminaron de cenar y disfrutando de la temperatura agradable de la noche se prepararon unos cocteles de frutas mientras terminaban, emocionadas, el ultimo capitulo, donde la protagonista, al fin, conseguia casarse con su amado. Lloraron lo que no esta escrito. ?Entendeis por que no podian ver esas series con los chicos? Perderian la fama de chicas fuertes. CAPITULO 2 Carlos llevaba dirigiendo la asesoria seis anos, el tiempo que hacia que se habia puesto en marcha la empresa. Era el director principal, aunque el que habia dado el pistoletazo de salida habia sido uno de sus mejores amigos. Este solo habia planteado la idea y puesto la parte economica necesaria, del resto siempre se habia encargado Carlos. El llevaba unos meses en paro, lo que habia hecho tambalear su matrimonio. Los problemas economicos habian sido motivo de muchas discusiones y no tenia claro hasta donde aguantarian esa situacion. Por suerte, cuando su amigo le dio esa opcion, no se lo penso dos veces, estaba suficientemente capacitado para dirigir una asesoria y a todo el equipo necesario. Era una buena oportunidad y la emprendio con mucha ilusion. En ese tiempo, la empresa habia funcionado con mucho exito y no habia parado de crecer, lo que le proporcionaba un buen sueldo y, asi, el fin de las discusiones con su mujer. No formaban un matrimonio sumamente unido, pero fuera de las discusiones economicas, que ya habian terminado, tenian una buena relacion. Carlos siempre la definia como <>. Su amigo ya habia recuperado la inversion inicial y, aunque colaboraba en las decisiones importantes de la empresa, le dejaba a Carlos todo lo demas. Practicamente ni aparecia por alli. El tenia su empresa de seguridad desde joven y seguia en ello (que bastante trabajo le daba ya). La asesoria para el nunca fue ni una gran ilusion ni un gran problema. Tenia un beneficio extra del que no se tenia que preocupar y encima le habia podido acomodar la vida a su amigo despues de pasar por un tiempo complicado. De las contrataciones de personal se encargaba Carlos, unica y exclusivamente. Acertando y fallando. Porque no siempre las contrataciones salian bien. En ocasiones empezaba a trabajar alguien nuevo en la oficina y ni superaba el periodo de prueba. Habia gente que no entregaba lo suficiente como para que pudiera formar parte de su equipo. Queria personas entregadas e ilusionadas con su trabajo, que fueran felices a ejercer su jornada y que dieran el cien por cien. Ir a trabajar no tenia que ser un suplicio. El departamento laboral siempre habia sido uno de sus mayores dolores de cabeza. No habia parado de crecer y solo Marta seguia desde que empezaron. El resto de departamentos tenia practicamente la misma plantilla desde los inicios. Marta empezo sola, pero al poco contrataron a una ayudante en practicas, que cuando las hubo terminado se fue a otra asesoria donde le pagaban mas. Cogieron a otro ayudante y volvio a suceder lo mismo. Carlos estaba un poco desesperado con la situacion y Marta no dejaba de presionarlo con que ella sola no podia con todo el trabajo y los estudiantes en practicas no eran la mejor opcion para darle el suficiente apoyo. No pretendia hacerle caso, seguramente los ayudantes plegaban por su culpa, y asi se lo hizo saber. Marta se estaba planteando hacer ella lo mismo e irse de alli. No se sentia valorada. Pero, cuando iba a presentar su carta de dimision, este cedio a sus peticiones y contrato a una chica joven que ya habia terminado su carrera. Resulto ser una buena profesional y una gran decision. Cuando comunico que estaba embarazada fue una alegria para todo el personal de la oficina, menos para Carlos, al que le cayo una nueva preocupacion sobre los hombros: otra vez tenia que contratar a alguien; porque despues de la baja de maternidad, seguramente le tocaria despedirla. No iba a aceptar peticiones horarias ni historias maternales. A su oficina se venia a trabajar y, como ya he dicho antes, a dar el cien por cien. Tocaba volver a empezar con las entrevistas. Y asi llego Angel. El pelirrojo empezo con muchas dudas por parte de su jefe, no tenia claro que este chico tuviera las aptitudes que el deseaba, pero aun asi decidio darle una oportunidad. No habia sido su primera opcion, pero esta en el ultimo momento le fallo, asi que tuvo que escoger al segundo candidato. A Marta le habia gustado mucho cuando lo vio caminar por los pasillos hacia el despacho el dia de la entrevista. Le mando una sonrisa que le parecio sincera y su mirada le dijo algo; algo como que este chico podria ser un buen candidato. Pero ella no tenia opcion de escoger, ella solo estaba alli para sacar faena y no dar problemas. Tuvo suerte y acabo siendo el elegido. Habia resultado ser un muchacho agradable y trabajador que se llevaba bien con todo el personal de la asesoria. Nunca habia escuchado la minima disputa a su alrededor. Desprendia simpatia por donde pasaba. Asi que, pasados un par de meses y visto que el trabajo no paraba de aumentar, Carlos decidio que se lo quedaria, independientemente de que estaba pendiente la vuelta de Monica. Finalizada la maternidad, Monica comunico que no iba a volver por el momento. Sus mellizos la demandaban veinticuatro horas al dia y ella no queria prescindir de la compania de sus pequenos. Era una madre sumamente feliz. Carlos intento que presentara una baja voluntaria en la empresa, y se lo maquillo como que se preocupaba de que pudiera ejercer de madre con total libertad, aunque lo que queria era quitarsela de encima. Monica no queria dejar del todo su vida laboral y, aunque todavia no era momento de volver, encontro otras opciones. Asi que pidio una excedencia de un ano, con la puerta abierta a alargarla otro ano mas. A pesar de no haber conseguido lo que queria, eso le dio un suspiro. Mientras durara la excedencia no le suponia ningun gasto y asi, cuando volviera, quizas lo hacia al cien por cien y no tenia que echarla. Pero, por otro lado, tenia que contratar a una tercera persona para el departamento. Empezo con las entrevistas y, para variar, el mercado no estaba boyante. Hasta que entrevisto a una chica de veintipocos, con una melena rubia lisa que le llegaba hasta el pecho. Llevaba un vestido de algodon fino, gris perla, con manga tres cuartos que acababa en sus rodillas. Las medias del tono de su piel casi no se apreciaban. Llevaba una americana negra arremangada a la altura del vestido, dejando ver sus delicadas munecas; en una de ellas llevaba una pulsera muy sutil, plateada, que tenia unas letras escritas, pero Carlos no las alcanzo a leer. Bordaba el look con unos stilettos negros, que tenian los laterales de encaje; la hicieron entrar triunfal a la entrevista. -Buenos dias. Adelante. Soy Carlos. Director de la asesoria. -Le indico sentarse en la silla del despacho que quedaba libre para todo aquel que lo visitara. Rodeo la mesa respirando profundamente para concentrarse y ocupo su lugar. -Encantada, Carlos. Mi nombre es Maria y es un placer que conteis conmigo como candidata – sonrio de la forma mas tierna y agradable. Esas sonrisas que solo ella era capaz de transmitir sin darse cuenta.

  • Tan sutil como la brisa (Boreal Rois 1) de Rosa Alcantara Menendez

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    Cualquier lugar es bueno para encontrar el amor y en cualquier lugar pueden ocultarse secretos. Gabriel Drake tiene treinta y cinco anos, una situacion economica desahogada, un matrimonio herido de muerte y un desafio: negociar en Terranova la inversion de una petrolera para el banco en el que trabaja.
    El clima, la frustracion y el azar jugaran un papel decisivo cuando se tope de frente con Claire Merritt, tan fascinante como misteriosa. A partir de ahi, su vida quedara atrapada por el pasado de la mujer, por saber que secretos guarda en su interior y en su casa. Esa que todos llaman La Rosa de los Vientos, la mansion roja o el caseron de la esquina, pero nadie por su verdadero nombre: Boreal Rois.

  • Tiempos dificiles (Scarlet Falls 1) de Melinda Leigh

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  • Complacer al principe (La hermandad de los bastardos 2) de Sabrina Jeffries

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    La bella lady Regina Tremaine ha rechazado a tantos pretendientes que todo el mundo la llama La Belle Dame Sans Merci. La verdad, sin embargo, es que no quiere casarse porque encubre un terrible secreto. No obstante, no ve ninguna razon por la que su hermano no deberia cortejar a la adorable Louisa North, incluso cuando el hermano de esa muchacha, el ignominioso vizconde Dragon, no acepta la relacion.Marcus North, el vizconde, hijo bastardo del Principe de Gales, tiene fama de ser un monstruo que mantiene a mujeres cautivas en su lugubre castillo, con las que hace lo que le place. Durante muchos anos ha vivido exiliado de la alta sociedad, pero cuando lady Regina le pide que acceda a que su hermano festeje con Louisa, Marcus le propone un torrido pacto: su hermano podra hacer la corte a Louisa si Marcus puede festejar con ella.

  • Juego de conquista (Hermanas Withler 02) de Silvia Garcia Ruiz

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    El campamento gitano, con sus coloridos carromatos agrupados en torno a una enorme fogata y sus gentes llenas de vida, que cantaban y bailaban por doquier, era un estallido de luces y fiesta que cobraban vida en mitad de la noche. Para cualquier extrano, se revelaba como un mundo magico; para un joven de apenas catorce anos, representaba toda una nueva aventura. Ese dia habia sido su cumpleanos y William se hallaba extasiado ensenando a sus amigos su mas preciado presente: una moneda que su querido abuelo le habia regalado y por la que, sin duda, habia pagado una pequena fortuna, ya que se trataba de una autentica moneda romana de oro, un aureus, que portaba un grabado del rostro solemne de Cesar en el anverso y, en el reverso, la famosa frase latina que el mismo pronuncio ensalzandose por su rapidez en la victoria de la batalla de Zela: <>. Era, definitivamente, el dia mas dichoso para William, un joven adinerado colmado de regalos, con un futuro prometedor y que, como colofon, habia hallado en un terreno cercano un pequeno campamento gitano. Aunque sus mayores le habian advertido una y otra vez acerca de lo taimados que eran estos personajes, el siempre habia querido aventurarse en su mundo para ver bailar a las bonitas y salvajes mujeres alrededor del fuego. A sus jovenes oidos habian llegado los rumores de lo apasionadas que podian llegar a ser. ?Como le sonreiria la fortuna ese dia? Quiza pudiera tener a su primera mujer esa noche y que esta fuera una bella y fogosa cingara. Cuando William y sus companeros llegaron junto a la hoguera, un nino harapiento atendio sus monturas y el jefe del clan salio a recibirlos o a echarlos del lugar, cualquiera sabia lo que podia pasar entre gitanos y nobles si no habia dinero de por medio, asi que William saco pecho y revelo su titulo nobiliario lo primero, pero no para parecer importante, sino para demostrar que sus bolsillos no carecian de parne. --Buenas noches, jovenes, ?que les trae a mi humilde campamento? -- pregunto un hombre de mediana edad vestido con ropas mas elegantes que los demas y con un pendiente de oro en la oreja izquierda. --Soy lord William Turner, futuro conde de Wilmore. Pasabamos cerca de aqui cuando vimos vuestras luces y oimos vuestra musica. Como nosotros tambien estamos de celebracion, hemos decidido unirnos a vuestra fiesta, si nos lo permitis --respondio William con firmeza, sin dejarse intimidar por la presencia de los gitanos. --?Y puedo preguntaros, excelencia, que estais celebrando en este dia tan senalado para nosotros? --quiso saber el patriarca del clan con un ligero tono de burla ante la bravura de un joven tan arrogante. --Mi cumpleanos, senor --contesto William, muy formal. --Llamame Giorgio --repuso el jefe gitano--, a mi lo de senor me sobra. Lamento decirte que nosotros tambien estamos celebrando un cumpleanos: el de mi ahijada Jack. Hoy cumple nueve, y para ella tambien es un dia muy importante. No creo que quiera que ningun joven le haga sombra en su fiesta, asi que, antes de que te de mi aprobacion, tendras que hablar con ella y pedirle su permiso para unirte a nosotros. --Bien, ?y donde se encuentra ella para que pueda solicitarle su conformidad?--inquirio William, algo molesto por tener que pedir autorizacion a una nina pequena. --Alli, bailando junto al fuego -- contesto Giorgio con una picara sonrisa mientras senalaba una pequena figura que se movia alrededor de la fogata. William se pregunto durante unos instantes por que sonreia Giorgio ante la idea de que viera bailar a una cria de tan solo nueve anos. Cuando comenzo el baile, lo comprendio. Era como si ella formara parte de las llamas; danzaba con una pasion unica, y no parecia una nina, aunque tampoco era una mujer, sino que se asemejaba a un ser fantastico, magico, cautivador, que hechizaba con su baile y comunicaba con el su alegria o su dolor. La musica empezo bulliciosa y sus movimientos transmitieron alegria y deleite. Incluso el, que no sabia como moverse, quiso danzar junto a ella. Pero cuando la guitarra expreso su llanto y los movimientos de ella se tornaron tristes y melancolicos como si con ese baile expresara todo el dolor de su alma, William se encontro a punto de llorar por la joven, quien finalmente acabo su danza derrumbandose en el suelo como si el mundo la hubiera abatido.

  • Ginger de Tierra Salvaje

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    Hoy es sabado, no tengo ningun plan mas alla de ver una pelicula en casa y descansar. La semana se me hizo cuesta arriba con tanto trabajo, y estoy cansado. Un dia de relax no viene mal. Cuando estaba en Netflix buscando algo medio decente para ver llaman a mi puerta. Voy al teleportero, veo que Hugo esta abajo y le abro. Hugo es mi mejor amigo. Es la persona a la que le puedo contar cualquier cosa y consigue hacerme reir siempre que nos vemos. Le abro la puerta en calzoncillos, pero que cono, el es mi amigo. Con el no tengo que recoger los platos sucios de la cocina ni la ropa del viernes todavia tirada en un sillon. Es Hugo, hay confianza. --Joder, tio, ?que haces de esa guisa? -- ?Que pasa? Iba a ver una peli tranquilo --No me digas que ya te has olvidado del cumple de Ruth. No puedes ser mas capullo ni intentandolo. --Dijo mientras empezaba a reirse. --Menos mal que vine a buscarte temprano. Vete a la ducha y yo te espero por aqui. Y rapidito que nos esperan en media hora para cenar. --Pero... --Pero nada, hace dos semanas que nos aviso, ?asi que te vas duchando o tengo que ensenarte yo a hacerlo? --Dijo mientras me amenazaba con la jarra de agua que habia en la encimera. --Ademas hasta puede que pilles, pero eso si, no la traigas aqui. ?Cuanto hace que no lavas los platos? --No me seas cabron que tu eres peor que yo. --Dije ya desde el pasillo hacia el bano. Esta claro que no iba a sacar nada de discutir, y, lo peor de todo, el tenia razon. Ruth nos habia avisado hace dos semanas, y hace una semana nos lo habia recordado. Gracias a los benditos regalos en comun no tenia que preocuparme de comprarle algo, pero no me apetecia nada salir. Ya me habia hecho a la idea de pasar el fin de semana sin rascarla y aqui estoy yo ahora, pensando que cojones me voy a poner. Creo que tengo la camisa negra planchada y los vaqueros que me regalo Ruth por mi cumpleanos en la secadora. Seguro que le gusta el detalle de llevarlos, y, bueno, los vaqueros no se planchan ?No? Le di vueltas a lo que Hugo dijo de pillar. ?Deberia recortar un poco el vello alrededor de mi polla? Dicen que parece mas grande si no hay tanta selva. Hombre, yo no me quejo, pero nunca esta de mas. Mire el reloj y decidi que no tardaria mucho. Tras terminar de esquilar me meti en la ducha e intente quitar todos los pelillos pegados a mis piernas. Afeitarse, desodorante, colonia... Tras 20 minutos de reloj estaba yo como un pincel entrando en mi salon. Cuando vi a Hugo comiendose los espaguetis con albondigas que me habia traido mi madre ayer y que iban a ser mi comida de manana casi lo mato. --No me mires con esa cara. Da igual a donde vayamos a cenar, nada va a estar tan bueno como los espaguetis de tu madre y lo sabes. --Me dijo mientras me miraba con cara de cordero degollado. --Era mi comida de manana, cabronazo. --Pues pide una pizza. Ademas, tu disfrutas de los tuppers de tu madre a menudo, y sabes que yo no como tuppers de mi madre ni, aunque me pagaran. Que suerte tienes con la madre que te pario. Ademas, te hago un favor, tantos hidratos se te estan empezando a notar. --Se que es la envidia la que habla y no pienso contestarte. --Lo dije con mucha mas confianza de la que sentia. Ultimamente no habia tenido tiempo para nada mas que el trabajo, lo cual excluia tambien el gimnasio. Cuando pasamos por el espejo de la entrada, mientras Hugo cogia la cazadora, aproveche para echar un vistazo. Yo no notaba diferencia, pero ya se sabe que uno no nota nada hasta que de repente no te cabe ni un punetero pantalon. Supe que Hugo me la habia jugado cuando dijo que vino en moto y mi casco seguia casualmente en su casa. Lo cual era un eufemismo de "vamos en coche y tu no bebes". Que majo por su parte. En fin, no soy de los que echa de menos el alcohol, con lo que no me importo. Lo cual no quiere decir que no fuera insultandolo hasta el restaurante. No tengo pensado reconocerlo ante nadie, pero me vino genial cenar fuera y hablar de cosas que no tuvieran nada que ver con trabajo. Consegui desconectar al cien por cien, reirme, hablar con gente que llevaba tiempo sin ver, todo iba genial, y cuando nos dimos cuenta la cena habia terminado y yo estaba por retirarme cuando Hugo me dijo que fuera con el a por una cosa que se habia dejado en el coche. -- ?Desde cuando necesitas que te acompane al coche, ?que pasa? --Es que hoy es el cumple de Ruth, y, bueno, la noto mas receptiva de lo normal, ademas le compre un regalo solo mio para ella y queria darselo cuando venga con nosotros a la disco, venga tio, necesito que me ayudes. Por un instante no me gusto que me hubiera metido en un embolado asi, pero yo sabia que el estaba mas colado por Ruth de lo que reconocia y si podia hacer algo para poder sacarlo de la friendzone lo haria. Cuando volvimos un par de parejas se habian marchado y el resto ya habian decidido a donde ibamos. Nos repartimos en los coches y consegui que la cumpleanera fuera en el mio. Nada mas llegar al coche me di cuenta de que me habia "olvidado el movil en el restaurante" y fui a ver si todavia no me lo habia robado alguien. Les di diez minutos hasta que "casualmente" descubri que lo tenia en el bolsillo trasero del vaquero. Cuando llegue estaban los dos sentados en los asientos traseros muy juntitos. Ella con la cara roja y el con una sonrisa de oreja a oreja. Parecia que las cosas habian salido bien asi que me sente y conduje en silencio hasta la discoteca mientras ellos se decian cosas al oido y se reian. Senti una punzada de celos cuando los vi tan complices. No celos de Ruth, para nada, y de Hugo menos, yo quiero que sea feliz. pero yo nunca he conseguido conectar tanto con una tia. Es decir, no soy un santo, y he tenido sexo increible, pero ese vinculo, ese no poder sacar los ojos de una tia, esa sonrisilla tonta, ese aleteo de mariposas nunca lo he sentido. Quizas no todos estamos destinados al amor. O igual tengo unas expectativas muy altas. Igual la tia de mis suenos ha pasado por delante de mis narices y no me he dado cuenta. Llegamos al local y todos estaban en la puerta esperandonos. Sali del coche para explicar el retraso y todos miraron sin ningun disimulo a los dos tortolos que salian de los asientos de atras. No hicieron ningun comentario, pero sabia que cuando las chicas se fueran al bano o a bailar a Hugo le caeria un puteo de aupa, probablemente alguna palmadita en la espalda tambien. Pero sobretodo un puteo generoso. Asi que fui a por bebidas a la barra y los deje que fueran a escoger sitio. Con las manos llenas de bebidas me gire para buscarlos con la vista, y vi que habian juntado varias mesas bajas y sillones en una esquina de la pista de baile, en penumbra. Como llegamos directamente de cenar era temprano y no habia demasiada gente, pero hicimos acopio de sillones con cazadoras para los que faltaban por llegar, porque en una hora el local estaria de bote en bote. No pude evitar sonreir al ver a Ruth sentada en el brazo del sillon de Hugo y como disimuladamente "resbalo" hasta quedar totalmente sentada encima de las piernas de el. No paraban de hablar al oido e incluso en un momento me parecio ver que ella le mordia el lobulo de la oreja. Yo estaba sentado al lado, por eso podia ver el espectaculo de primera mano. Pude ver como ella aprovechaba que se colocaba la falda para pasar la mano por encima del paquete de mi amigo y se sentaba justo encima de el. Tambien vi como el habia aprovechado tambien para apretarle una nalga, desapareciendo sus dedos en las profundidades de su falda. Y cualquiera podia ver como el top de saten de ella marcaba sus pezones como si no llevara ropa, casi se podia distinguir la aureola de lo excitada que estaba. Yo no era el unico que me fijaba en el espectaculo que estaban dando y que habia conseguido que mi polla se pusiera morcillona. Uno no es de piedra y esos dos como no pararan pronto iban a acabar follando alli mismo. De hecho, si las miradas contaran, esos dos ya habrian consumado un par de veces.