• a v san martin - A. V. San Martin

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  • A.V. San Martin - Amazon.es

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  • A.V. San Martin: Libr - Amazon.es

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    Políticas sociolaborales (Derecho - Relaciones Laborales y Ciencias del Trabajo). de Antonio V. Sempere Navarro, Yolanda Cano Galán, et ál.

  • A.V. SAN MARTIN | Casa del Libro

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  • A. V. San Martin - Escritores.org

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  • A. V. San Martín - Babelio

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  • Página de la escritora A.V. San Martín en Escaparate Literario

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    Siempre se la podía encontrar entre libros. Esa pasión por las letras derivó a muy temprana edad a la creación de sus propios relatos y escritos. Le gusta ...

  • AV San Martín - Escritor autónomo - Independiente / Freelance

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    19 abr 2017 — Finalista del IV Premio literario de amazon conla novela El amargo don del olvido y autora del libro Azul tormenta, lluvia añil. Actividad. Y ya ...

  • Textil Cristina Av San Martin | MercadoLibre

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  • Libros y Material Escolar - C.P.E.I.P.S. San Martín de Porres

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    LIBROS PARA EL PRÓXIMO CURSO 21. Libros del Colegio San Martín de Porres.docx (1). Actualidad. ACTIVIDADES PARA SEPTIEMBRE 2017 (3) ...

  • EL AMARGO DON DEL OLVIDO: Nada es lo que parece, ni nadie es quien dice ser, A.V. San Martin de A. V. San Martin

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    Aqui es donde deberia dejar impresas esas pequenas pinceladas que resuman la historia de este libro. Pero la verdad es que poco importa que describa como es Ines, su protagonista; que narre de forma atrayente su pasado o deje constancia del incendio que todo lo trunca porque todo lo que diga puede ser cierto, o no, o tal vez cambiar antes de que termines de leer esta sinopsis.

  • Maple Hill de Antonio Jesus Fuentes Garcia

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    Michael Halley vuelve a su pueblo natal para asistir al entierro de su hermano pequeno. Repudiado por su familia anos atras, se da cuenta de que los terrorificos motivos que le empujaron a huir cuando solo era un adolescente, no eran unicamente producto de su mente destrozada. Una fuerza maligna acecha al idilico pueblo de Maple Hill, esperando con ansia su oportunidad para exprimir los secretos y deseos mas oscuros de sus habitantes. Michael, junto con el sheriff Vaughn y un anciano un tanto extravagante, deberan enfrentarse a sus errores del pasado para combatir el poder que se extiende como una enfermedad entre sus vecinos.

  • El loco de la plaza libertad de Hassan Blasim

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    El loco de la plaza Libertad es el primer volumen de cuentos de Hassan Blasim, considerado por muchos como el mejor escritor arabe contemporaneo de ficcion. Mezclando lo fantasmagorico con lo mas descarnadamente real, en un estilo que se ha comparado con el de Roberto Bolano por su propension a la comedia macabra, Blasim sumerge al lector en los destinos individuales de quienes vivieron la paranoia institucionalizada del regimen de Sadam Hussein, la guerra de Irak, y la posterior ocupacion americana, y de los que tuvieron que emigrar sufriendo el trafico de seres humanos en los bosques de los Balcanes o las pesadillas al tratar de construir una nueva vida en Europa. Pocas veces se ha narrado la perturbadora verdad de la experiencia de la guerra y de los refugiados como en estos cuentos, escritos por alguien que vivio ese infierno donde ideas como la dignidad humana y la libertad de decision suelen convertirse y la libertad de decision suelen convertirse en un chiste cruel.

  • Operacion espejo de Valeria Caceres B.

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    A Vanesa la conoci en un bar. Y nuestra historia empezo como toda historia de bar. Ella estaba sentada en un taburete mirando su reloj. Y yo estaba mas pendiente de su escote que de sus ojos. En fin, ?a quien iba a enganar? Siempre fui un Don Juan. Le invite una copa. Queria llevarmela a la cama. ?Quien no? Acepto un poco temerosa, pero su sonrisa me dio pie para entablar una conversacion banal. ?Por que estas aqui tan sola? ?Vienes muy seguido? Nunca te habia visto. Resulto que estaba esperando a alguien. Un tipo que se robo la atencion de todas las mujeres que se encontro a su paso y que le dio un sonoro beso en los labios. De forma posesiva. --Llegas tarde --le dijo ella con la vista baja. Deje de mirarlos para fijarme en los tragos ordenados que habia detras del bar. Vodka. Whisky. Pisco. Tequila. Ron. El barman me conocia, asi que no tardo en llenar mi copa del mejor Vodka. Mientras me lo bebia, la pareja desaparecio. Iban a los gritos. Recriminandose cualquier cosa. Otra noche paso lo mismo. Me la encontre alli mirando su reloj. Y me atrevi sin ninguna pretension a hablarle. Hay cosas que se deben hacer con calma, de manera estudiada. Claramente falle. --No se para que te vienes antes si sabes que siempre llega tarde. --Bebi de mi copa atento a su reaccion. Me miro con el ceno fruncido y despues suavizo el gesto cuando se encogio de hombros. --Supongo que porque lo amo. Me rei internamente. Amor. Que absurda era esa palabra. --!Luis! --llame al camarero--. Sirve dos copas de Vodka. --No, gracias. Estoy bien --respondio ella con voz dulce. --Es para que la espera no se te haga tan larga. Se quedo callada, mirandome. Y en su mirada no pude evitar escuchar su grito de auxilio. --Vamonos --le dije levantandome del taburete y tomandole la mano--. Vamonos de aqui antes de que el llegue. No dijo nada. Fue como llevar conmigo a una muneca de trapo que se dejaba guiar por mi. La subi a mi auto y lo puse en marcha hasta un edificio que habia sido casi como un Motel. Rente un departamento y ella siguio aferrada a mi mano. Complementando lo que no sabia que me faltaba. Ella. No preste atencion a aquello, sino mas bien me dedique a desnudarla. Y cerre los ojos. Los cerre porque no queria verla y saber que no estaba haciendo lo correcto. Que ella no estaba alli por sexo sino por algo mas. Necesitaba ser escuchada, pero yo no queria hacerlo. La use. La use como a cualquier mujer. Sabiendo que era fragil. Que estaba vulnerable. Ella se dejo guiar. Y poco a poco el deseo se apodero tambien de ella. Me quito la camisa y le ayude a desprenderse de su sujetador. Estabamos tan jodidamente excitados que no recuerdo muy bien como terminamos gimiendo apoyados en una pared. Y despues en el suelo. Y en la cama. --Vanesa --murmuro sobre mis labios--. Mi nombre es Vanesa. No queria saber mas de lo que ya sabia. Asi que volvi a besarla, inmovilizando su rostro con mis manos y, entre cuatro paredes, le hice… el amor. Dos horas despues estaba dormida sobre mi pecho y en la mesa de noche vibraba sin cesar su telefono. Podia ver el nombre de quien la llamaba: Daniel. Asi se llamaba el cobarde. Descubri tambien, gracias a mi tacto, que en sus brazos tenia marcas de dedos grandes. Y no eran producto de una noche apasionada. No. No queria despertar con ella, asi que le deje sobre la mesa un monton de billetes para que se fuera en taxi a casa y una nota en donde le sugeria que dejara al imbecil de Daniel. Me fui. Me fui con un vacio que jamas habia sentido. Vanesa pudo ser cualquier otra chica de bar; una de las miles que tuve. Pero no. Vanesa tenia unos ojos que jamas podria olvidar. Y, hasta el dia de hoy, me pregunto si Vanesa seguira frecuentando aquel bar con la absurda idea de que espera por amor a que llegue su principe azul. Yo no soy un principe. Y nunca he sido azul. Mas bien soy oscuro. Demasiado oscuro para Vanesa. Mucho mas oscuro que Daniel. II Vanesa Abro los ojos con dificultad. No lograba reconocer donde estaba y, por un instante, creo que quien ha ocupado el otro lado de la cama es Daniel. De pronto una oleada de terror se apodera de mi y no puedo reprimir las ganas de vomitar. ?Que he hecho? Corro al bano para vaciar mi estomago. No estoy borracha ni con resaca. Bebi solo una copa. Pero estoy nerviosa. De pronto las imagenes de la noche anterior me invaden por completo. !?Que hice?! Me repito una y otra vez. Cuando por fin me recupero, me miro al espejo. Esa no soy yo. No puedo ser yo. Descubro el brillo inusual en mis ojos. Hay lujuria. Es como si mi cuerpo hubiese cambiado totalmente durante la noche. Me siento mujer. Y asqueada. Daniel no me lo perdonaria jamas. Y, por solo haberlo hecho esperar, me iba a… Trago el ovillo de nervios que se ha instalado en mi garganta y me largo a llorar. Me siento indefensa. Desprotegida. <>. Esa mano que me condujo hasta aca me hizo sentir protegida. Solo un instante. Despues… Despues todo se descontrolo. Lo habia visto antes. Una vez. Habia intercambiado no mas de diez palabras… !y me fui con el! <>, digo muy bajito mientras salgo del bano y observo la cama deshecha. Mi ropa esta esparcida por todo el piso. Mi celular descansa en la mesa de noche y, junto a el, una nota. La tomo entre mis dedos con un temblor que adjudico a mi perturbacion. <>. Ni lo habia notado. Pero ahi esta. Es mucho. Demasiado. Sigo leyendo. <> ?Como supo el nombre de mi novio? !Mi telefono! Dejo de leer la nota y enciendo la pantalla de mi celular. Cuarenta y cinco llamadas perdidas. Y al menos veinte mensajes de voz. Me siento en la cama con indecision. Y es alli, sentada, que me doy cuenta de que aun sostengo la nota en mi mano. Entonces leo lo ultimo que escribio. <>. ?Quien se cree? Dejo caer la nota y me cubro el rostro con ambas manos. Vuelvo a sentir nauseas. Abro los ojos de pronto. ?Se cuido? Busco por todos lados algun indicio de aquello. Dos envoltorios de preservativos me devuelven un poco el alma. Salgo de alli intentando ocultar mi verguenza y prohibiendome recordar lo vivido la noche anterior. No se ni el nombre de aquel hombre. Podia ser un violador o un asesino. Pero no pense. Aun no comprendia por que me habia dejado llevar por el. <>, me susurra esa voz que, aunque se esta volviendo cada vez mas muda, aun sigue dentro de mi. Daniel… Daniel era el hombre mas guapo con el que habia salido. El me amaba. El queria casarse conmigo. El queria que yo fuera la madre de sus hijos. <>, susurra otra vez aquella voz. Pero me digo que tal vez es mi culpa. Muchas veces lo hago enojar. Y, lo que habia hecho anoche, lo iba a hacer enojar mucho. Muchisimo. De forma automatica me abrazo. Me abrazo porque iba a necesitar un abrazo despues de que me presentara en su puerta. No quise escuchar los mensajes de voz. Se muy bien lo que decian. El primero tendria un tono de voz carinoso y conciliador. <>. Despues vendria su desesperacion. <>. Y, finalmente, vendrian sus amenazas. <>.

  • Bajotierra de Robert Macfarlane

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    Robert Macfarlane nos invita a bajar la mi

  • Cielo en llamas de Leila Mila

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    Desde que la Tierra fue invadida, la vida se ha convertido en una lucha constante por la supervivencia. En un ultimo intento por recuperar su mundo, la especie humana esta inmersa en una cruenta batalla que decidira el destino de toda la humanidad.
    Es en medio de la voragine cuando, entre las ruinas de una nave abatida por la Resistencia, aparece Makensi. Desorientada, magullada y aterrada, se ve arrastrada a la base de la faccion de Maverik, un lugar hostil donde la tratan como a un enemigo mas. Alli descubre dos cosas.
    La primera: ella tambien desconfia de si misma.
    Y la segunda: tiene en sus manos la llave para lograr la victoria.

  • El Sendero Del Dragon de K. Spencer

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    La tarde presentaba un aire plomizo que se pegaba a las nubes, convirtiendolas en masas gigantescas que caerian de un momento a otro sobre la faz de la Tierra aplastando todo vestigio de vida de un plumazo. La ciudad convivia con la agitacion propia de cada tarde: vehiculos que desfilaban en una y otra direccion, llevando y trayendo gente sin parar por las principales avenidas que parecian un circuito infinito de carreras. Manipulados por alguna voluntad que jugase con un mando a distancia, a la que le gustara jugar con los humanos y ver hasta donde son capaces de soportar entre tanto estres e insufrible rutina. En los suburbios se respiraba, sin embargo, el esperpentico lado trasero de ese espejo donde todo parecia brillar y resultar consumible, apetecible. Alli, en construcciones extremadamente humildes y pesimas en habitabilidad, se ve a quienes no pueden acceder a la voragine empresarial, financiera, y glamurosa de Detroit. Y es en esas condiciones --muchas veces miserables-- donde se encuentran, entre quienes acaban como carne de canon de la delincuencia, las verdaderas perlas de la ciudad, pues han sabido apartarse de ese margen de vertigo en medio de la adversidad conservando un minimo de dignidad humana. En algunos centros educativos, como el que tiene a Pamela como profesora, parece que se producen milagros, que se intenta llevar a cabo una nueva integracion de jovenes de esos suburbios para ofrecerles algo mejor que no sea delinquir, drogarse, o entrar en negocios clandestinos. Pero puede que algo oscuro se este fraguando en esas altruistas intenciones. Algunos de esos jovenes estan empezando a demostrar un nivel de vida demasiado alto para lo que se pueden permitir. Estamos hablando de chicos con 16 anos que, aunque a duras penas pueden sus familias pagar el suministro de luz en sus casas, ellos llevan al instituto demasiado dinero en sus bolsillos... y eso esta empezando a ser demasiado sospechoso. Pues ni sus padres estan al corriente de donde viene esa fuente de ingresos. Y aqui comienza esta historia, en esa tarde en la que nuestra profesora va a tener una extrana visita... Pamela seguia en su despacho, rodeada de dossiers por corregir. Todos en el instituto habian marchado ya, pero ella se quedo para estudiar un caso especialmente particular: el de su alumno mas problematico, tratando de comprobar si la ayuda recibida por parte del equipo psicopedagogico habia surtido efecto, o no, en sus avances academicos. Tampoco queria que ese muchacho cayera --como los otros-- en esa red que seguramente estaria poniendole el cebo hasta que picara. Tenia obsesion por conseguir mejoras en todos sus alumnos, hasta el punto de sacrificar su vida privada, entregandose por completo a su labor como tutora. Y aun mas ahora que sentia que podria desenmascarar toda una mafia que quizas se aprovechaba de algunos de sus alumnos. Despues, seria ya demasiado tarde, todo se desvaneceria como la niebla al amanecer. El instituto cerraria sus puertas el curso siguiente. La arquidiocesis tenia problemas financieros y decidio vender colegios para salir a flote. Solo los seleccionados profesores pasarian --desde su entonces central ubicacion-- al nuevo edificio: en el ala superior oeste de la ciudad. Por ello, se dejaba el alma en su particular investigacion, ademas de ser una perfecta educadora. En el dossier de ese muchacho, llamado Oliver, figuraban los ejercicios de la semana, todos ellos llenos de garabatos y tachaduras, haciendo que la frustracion se apoderara cada vez mas de Pamela, agotada tras una jornada intensa de valoraciones del segundo trimestre. Se echo las manos a la cara, intentando apaciguar la sensacion de impotencia que la estaba invadiendo. ?Como podia hacer para que ese atormentado estudiante se tomara en serio las clases? Sabia de sus problemas personales. Practicamente, se habia criado solo, en ausencia de los grandes pilares paternales, que desaparecian continuamente de su atormentada vida. Abrio el cajon de la derecha y saco una caja de aspirinas. Le dolia mucho la cabeza y no le hacia gracia tener que conducir hasta su casa con un nuevo episodio de migrana que le impidiera siquiera manejar su vehiculo. Dio un sorbo del cafe que le quedaba ya frio en la taza para tragar la pastilla, cerrando los ojos, como de costumbre. Permanecio asi unos instantes, entrando en un estado de relajacion que le hacia falta para olvidar todos sus problemas, todos sus pesares. Para concentrarse en algo mas placentero, cogio entre sus manos el colgante que llevaba puesto: una cadena de plata con un espejito enmarcado. Se miro a traves de el buscando el reflejo de todo lo que ese objeto representaba. Aparto unos mechones del flequillo para ver mejor sus ojos…tal y como le habian indicado en un extrano grupo de amistades que hacia muy poco habia conocido en internet. De repente, sintio como si alguien estuviese detras de su espalda. Una corriente de panico atraveso su cuerpo, dejandola inmovil, quizas para congelar ese momento y que no avanzase, tratando de considerarlo una alucinacion. Pero no lo era. Alguien, con extranas intenciones, habia entrado en su despacho. En silencio, sin que ella se diera cuenta. Iba vestido de negro, con una capucha que ocultaba su cabeza; y su rostro, tras una mascara. Acto seguido, unas manos frias rodearon su cuello. Una voz masculina, llena de tension, pronuncio: --No te des la vuelta o te mato. Quedate quieta y escuchame bien --un tipo le ordenaba mientras pasaba la hoja de un cuchillo por delante de su cara a la vez que con el otro brazo la sujetaba contra su cuerpo. Pamela, desde su asiento, sin poder moverse apenas, con el corazon a todo galope, queria girarse para ver su rostro, pero sus ojos no pudieron ver mas que una masa oscura, una capucha y la mascara blanca, que sonreia igual que un nino ante su tarta de cumpleanos, y que cubria toda la cara del misterioso intruso. --He dicho que no te gires --insistio el asaltante, con la voz amortiguada por la careta, y siguio--: Y ahora quiero que grabes esto en tu puta cabeza: !Deja en paz a Oliver, o tendras que lamentarlo! --?Oliver? Yo solo quiero ayudarle --dijo temblorosa Pamela, a punto de darle un infarto. --Se lo que estas haciendo. Te lo advierto. Deja de meterte en su vida --ordeno el tipo--. No juegues a salvar vidas. ?Te ha quedado claro? --No se a que se refiere. Soy su tutora, nada mas --intento justificarse Pamela. --la hoja del cuchillo iba dando vueltas, como si el agresor quisiera deslumbrarla con el brillo de su acero. --Si que lo sabes, senorita Pamela, lo sabes perfectamente. Y como sigas metiendo tus narices en todo lo que haga o diga Oliver, te puede ocurrir una verdadera desgracia. Y seria una pena. Tanto trabajar para acabar pasto de las ratas --sentencio el cinico extrano, con un tono realmente siniestro. Las manos de ese individuo rozaron las mejillas de la tutora, estremecida al maximo, la cual esparcio una lagrima que recorria su cara como si fuera puro acido. Despues, bajaron por su cuello y presionaron un poco. Ella intento tragar saliva, notando sus gruesos dedos, que le parecian mortalmente repudiables. El intruso enmascarado retiro sus manos del cuello de Pamela, bajando aun mas hacia sus pechos, pero se detuvo. Pamela emitio un quejido, queria desembarazarse de esas manos, apartandolas con las suyas, y eso provoco que el atacante se exasperara y continuara con su advertencia. --Dejeme, por favor. Hare lo que me dice. Pero dejeme. --suplicaba Pamela, viendo que podria acabar agredida en su intimidad, en manos de ese hombre que, por su voz, estaba deseando hacer dano y disfrutar con ello. --Espero que todo se solucione por las buenas. A ver, ?te ha quedado suficientemente claro lo que no debes hacer? --exigio el, alzando el cuchillo para indicar que se levantara. Ella tenia casi inmovilizadas las piernas. Era como si el cerebro la ordenase quedarse asi, quieta, esperando que --de alguna manera-- esa orden fuera enseguida anulada, y, mientras, las neuronas trabajasen en inteligentes sinapsis para convencer al agresor de que lo que queria hacer con ella no podia ser, que eso no estaba bien. Que el minimo resquicio de conciencia y humanidad que le quedara en su cabeza le hicieran desistir en su empeno por dejarle una marca de espanto de por vida. --Ya le he dicho que lo he entendido, y que no intervendre mas en cuanto a Oliver. Ahora dejeme ya, por favor. Vendra enseguida el conserje. --concluyo Pamela, mintiendo, ya que no quedaba nadie en todo el instituto. Solo estaba ella. Y el asaltante, claro. --Mentirosa. ?Te crees que soy idiota? Se muchas cosas de este instituto. Y tambien sobre ti -- dejo bien claro ese tipo que estaba al corriente de los movimientos del centro, y que no se andaba con rodeos. Iba en serio. --Esta bien. No le miento. Puede que haya salido, pero el conserje suele quedarse hasta tarde supervisando el trabajo de las limpiadoras --se excuso Pamela. Su mente no paraba de buscar pruebas para no sentirse desamparada. Pero la realidad era que asi lo estaba. Estaba completamente a merced de ese hombre, cuya mascara le producia, ahora que se habia levantado y podia verle de soslayo, verdadero terror. --Date la vuelta --le exigio mirandola, como si estuviera mordiendola con sus ojos afilados. --No hagas algo de lo que te puedas arrepentir. --?Arrepentirme? Eso se lo dejo para las santurronas como tu, que van de Madres Teresa de Calcuta por la vida. Pero no te preocupes, haga lo que haga, iras derechita al cielo. Te lo has ganado --la asusto al limite. Pamela se iba acercando a la pared con gran nerviosismo. Solo la idea de sentir el filo de ese cuchillo por su fina piel, la dejaba en estado de shock… Porque, aunque saliera viva de alli, ya no seria lo mismo. Habia caido en un pozo del que no se puede salir mas que cuando en este se deja caer una cuerda por la que subir. Y alli no habia ni Dios ni cuerda alguna. El hombre seguia mirandola, y a la vez iba haciendo saltar el cuchillo para sujetar su mango en cada vuelta al aire que lo lanzaba, a escasos centimetros de su mano, pero de vez en cuando la apuntaba como si se lo fuera a lanzar de un momento a otro. --No me mate, por Dios. Hare todo lo que me diga, sin decirselo a nadie. Y deje de apuntarme con el cuchillo. Me esta dando algo. No me haga sufrir, por favor. Yo no he hecho nada, y si le molesta que me preocupe por Oliver, desde ahora dejare de hacerlo. Se lo juro --confesaba presa del panico, espantada de pies a cabeza. --Venga, dejate de suplicas. No te voy a matar, solo quiero que sepas de lo que soy capaz -- volvia a recordarle su falta de escrupulos. --Perfecto, senorita --murmuro el, con un tono de conformidad--. Tiene un cuello precioso. Fragil, delicado... --?Le gusta asustar a las mujeres? Pues que sepa que lo esta consiguiendo. Asi que dese por satisfecho. --Ella se oponia por dentro a atacarle verbalmente. Pero tenia delante al mismisimo diablo, con la intencion de pasar el filo de la hoja de ese cuchillo por su delicada piel si es que le incitaba a ello, y aunque lo intentara, sabia que no podia huir de esa situacion. --Esta bien, senorita. Date la vuelta y quedate ahi hasta que me haya ido, ?entendido? Ella vio salir el sol en ese momento. Se giro y se puso contra la pared, apretando su cuerpo con sus manos, como si se abrazara recuperando su vuelta a la vida, dejando atras, literalmente, al terror y a la muerte. Y ese individuo, tal como habia entrado por la ventana, desaparecio subitamente, en silencio y el aire de la calle entro y lleno los pulmones de Pamela, como si acabara de nacer. Ella se dirigio, tras unos segundos, hacia la ventana que, en un primer piso, era facilmente accesible, al poder ser escalada la pared de ladrillos de la fachada con la soltura propia de una persona atletica. Juraria que tenia la ventana cerrada antes de que ese tipo entrara, pero quizas una de las hojas de la ventana quedara sin ajustar. Se asomo pero no vio a nadie, era evidente que ese hombre habia torcido a la derecha. Justamente, su despacho estaba ubicado hacia la esquina del edificio. Cogio sus cosas: su bolso, su abrigo y se tapo por delante con una mano. Abrio la puerta del despacho y se dirigio por el pasillo hacia la salida del centro, pasando por las clases en las que retumbaban sus tacones al estar con las puertas abiertas en medio de aquel vacio que hacia eco. Ya en la puerta, metio la llave que no acababa de centrar y salio apresuradamente del instituto, dirigiendose a su coche, que estaba estacionado en el aparcamiento, a unos diez metros. Busco sus llaves en el bolso, y se le iban cayendo cosas con los nervios, como recibos de los supermercados y algun que otro pintalabios, se agacho a recogerlas mientras maldecia por no haberse ido, como todos, a la hora del cierre del centro. Encontro por fin el llavero con la inicial P, apreto el boton del mando y, antes de sentir el clic de apertura de puertas, acciono la maneta de la puerta, lo que bloqueo el sistema y hubo de esperar para volver a activar el sistema de apertura: cosa que acabo por desquiciarla en su intento por escapar de alli lo antes posible. Mientras tanto, uno de sus pechos se habia salido con los movimientos. Al verse asi, expuesta a las miradas de quienes en ese momento pasaban por alli, y darle igual si habian visto o no su semi desnudez, no escucho o no lo quiso hacer, los comentarios de esas personas que la miraban: <>. Eso si, ganas le dieron de decirles lo que le acababa de pasar. <>, penso. Se sento, cerro las puertas, bloqueandolas, puso la llave en la toma de contacto y la giro para arrancar. Nada, no arrancaba. Siguio intentandolo, una y otra vez pero lo que en realidad estaba haciendo era ahogar el motor. Ya no pudo mas, se estiro sobre el volante, apoyando los brazos contra su frente, descargando en el llanto toda la tension, todo el miedo que se habia aduenado de su cuerpo dejandola incapaz ni siquiera a reaccionar. Un golpe seco en la ventanilla de alguien que se habria acercado a su coche, hizo que cesara el llanto y se preparara para lo peor, abriendo de golpe los ojos --ya desorbitados de tanta angustia --, echandose hacia el asiento del copiloto, tratando de evitar ser de nuevo violentada por el misterioso agresor. Con las manos protegiendo su cara, a traves de los dedos trato de ver, muerta de panico, lo que le esperaba; cuando una voz amable resono como las campanas de un despertador de pesadillas, pues no parecia ser el agresor que en su despacho la violento, y algo le decia en su interior que podria confiar en quien estuviera ahi fuera picando a la ventana de su coche. Una cara amable de un hombre de mediana edad se asomaba para ofrecerle ayuda. --!Hola! !Tranquila, solo queria ayudarla! He visto que tenia dificultades para arrancar su vehiculo. ?Esta usted bien? -le dijo, mostrando su mejor voluntad para sacarla del apuro. --!Ah!…Si, gracias, es que me asuste pensando que se trataba de otra persona. !Por favor, ayudeme! !Alguien ha intentado matarme! --le respondio, soltando el lastre de desconfianza del que estaba poseida. Desbloqueo las puertas para poder salir, pues veia por la cara de incertidumbre que ese hombre no escuchaba nada a traves del cristal de la ventana, aunque ella si pudo escucharle, dado que su tono era lo suficientemente alto para conocer su bienintencionado proposito. El hombre acompano la puerta hasta abrirla del todo, facilitando que Pamela fuera socorrida. --!Dios mio! !Gracias que ha aparecido usted! !Casi me matan ahora mismo en el instituto! Y siguio desahogandose: --!El coche no arrancaba, y ...! Entonces, un mar de lagrimas inundo sus ojos, ahogando sus palabras. --!No se altere, tranquila! Llamaremos a la policia. Ahora respire y deje que ellos se ocupen. --!No! !La policia no! --interrumpio Pamela horrorizada ante la idea de "molestar" con su declaracion al misterioso asaltante, que seguro no tendria escrupulos en acabar con ella en cualquier momento, en el instante mas inesperado. --Bueno, esta bien, pero al menos deje que la lleve a tomar una tila, ahi mismo --propuso, senalando el bar que se veia al otro lado de la carretera. --!Esta bien! !Gracias! Sera lo mejor --reconocio Pamela mirando hacia los lados intentando identificar a su agresor en toda persona que deambulaba por esas calles. Se fijo, algo mas detenidamente, en su "angel de la guardia". Era todo un gentleman: por su exquisita forma de vestir y ademanes corteses, propios de un ejecutivo que esta acostumbrado a llevar su imagen siempre impecable, asi como la actitud: inspiraba confianza, la que requiere alguien que debe defender la representacion de una gran firma empresarial. Su cabello estaba cortado en un estilo jovial, con esa graciosa caida de flequillo que invitaba a desordenarlo, como cuando tocamos la cabeza de un nino mostrando afecto revolviendo su pelo. El corte y la calidad de su traje bien podrian ser de los mejores modistos italianos, a la vanguardia de la elegancia y la comodidad. Pamela cerro el coche cogiendose del brazo de ese amable desconocido, pues le faltaban las fuerzas con todas las angustias que acababa de sufrir. --Me llamo Alexander Stone, he venido a Detroit unos dias para firmar un acuerdo con una sucursal de nuestra compania. La Central esta en Paris, donde resido habitualmente, aunque mi origen es britanico. --Su presentacion no podia ser mas "glamurosa". Solo oir "Paris" parece que las neuronas aplican una transmision de sensualidad y elegancia en todo aquel que pronuncia esa palabra..."Paris", esa ciudad que representa la esencia del romanticismo y la exquisitez. --!Vaya! !Alli me querria ir ahora mismo, para olvidarme de todo lo que me ha pasado! --!Nunca se sabe!… dijo el galante ejecutivo, que, mirandola a los ojos, arqueo una ceja como si del Arco del Triunfo se tratara... Caminaron hasta la cafeteria "Chance" donde una pareja solitaria, al fondo, se confesaba en un cuchicheo divertido. --?Que deseas tomar? --le pregunto el empresario a la tutora, que no cesaba de mirar a la pareja para ver si se daba la vuelta el chico y poder comprobar si se trataba del "sospechoso". --!No temas! --la calmo Alexander--. No estara aqui... ese individuo debe estar bien lejos ya. Cuentame, ?que te ocurrio? Pamela conto con todo detalle el suceso ocurrido en su despacho: el asalto, la amenaza (que quedo grabada en la memoria de los miedos que jamas se olvidan), las sensaciones de impotencia injustas que devoraron esos interminables segundos... haciendo que Alexander cada vez expresara mas preocupacion en su rostro. La apariencia amable de Alexander se fue convirtiendo en rabia contenida. Hasta sus manos, antes acogedoras, ahora se cerraban en vengativos punos dispuestos a hacer justicia. El ceno fruncido y los labios apretados siguieron a un golpe seco en la mesa con su mano, haciendo sonar uno de los gemelos de su camisa. --!Ese malnacido no deberia seguir asustando asi a ninguna mujer y menos a usted, que se ha preocupado tanto por todo alumno conflictivo! La tarde se iba cerrando en una oscura noche, que invadio de repente la atmosfera con voluminosas nubes de un gris cercano al negro, en su avance al centro de Detroit. Una mujer y su hijo corrian por la calle tratando de huir de la tormenta que se avecinaba. No se esperaba este cambio de tiempo tan brusco en un dia de lo mas soleado, propio de mediados de abril, en plena primavera. --Deberia ir ya hacia el vehiculo, pronto se desatara la tormenta y no se podra conducir --dijo Pamela algo asustada, comenzando a poner los pies en el suelo y seguir dirigiendose a su rutina diaria. --No utilizo aqui el coche, me desplazo en taxi, es mas comodo. ?No le importaria llevarme unas calles mas alla? No tengo ninguna prisa en llegar al hotel --dijo Alexander, intentando estar mas tiempo con ella. Pamela le miro y por su mente se cruzaron pensamientos enfrentados: por una parte, se sentia halagada de tal peticion; por otra, aparecian miedos ante los numerosos crimenes que habia visto en las series policiacas. No se consideraba una rompecorazones ni una Dulcinea para nadie, pero siempre guardaba un aspecto delicadamente femenino que, sin saberlo, causaba una especial atraccion a algun que otro companero del centro. Podria contemplar la posibilidad de que ese hombre quisiera tener un affaire con ella, pues es lo que muchos hombres de negocios hacen cuando salen de su guarida y prueban a soltar una cana al aire. Pero, en cuanto penso en todas sus responsabilidades, dio carpetazo a cualquier tentacion al respecto: en cuando llegara a casa tendria que dar de comer al gato, o este daria la serenata a todo el vecindario; poner la lavadora, darse una ducha, cenar algo y preparar la comida del dia siguiente. Siempre se llevaba un tapper al centro para comer alli, pues seguia una dieta estricta para mantener la figura. Ensaladas, tofu o seitan, hamburguesas vegetales y sobre todo fruta para ir calmando el apetito entre horas.

  • El calentamiento global de Daniel Ruiz

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    Federico Castilla es director de Responsabilidad Corporativa y Desarrollo Sostenible de Oilgas International, multinacional del sector petroquimico con implantacion en Europa, Africa y Oriente Medio. Una manana recibe una llamada desde Oilgas Iberica, su planta de distribucion de refino en Espana, y le comunican que se acaba de producir un accidente laboral en dicha planta; un empleado, que ha caido desde varios metros de altura mientras realizaba trabajos de reposicion de luminarias, se encuentra en estado critico. Inmediatamente, se activan todos los protocolos y Federico toma un avion para viajar hasta Pico Paloma, la poblacion donde esta la factoria. Se trata de un municipio enclavado en pleno parque natural de El Roqueo, en una zona del litoral donde convive la industria petroquimica, la actividad turistica y el paisanaje local.

  • Tu eres mi mejor medicina de Paris Yolanda

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    Lucas y Yolanda viajan a Espana con la idea de reencontrarse con sus amigos y revivir juntos un sinfin de buenos momentos. Nada mas lejos de la realidad, puesto que en cuanto pisan territorio espanol, se dan cuenta de que las cosas han cambiado bastante y que ya nadie es lo que era.

  • La suerte es nuestra de Ana Martin Manas

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    <> es una palabra de solo seis letras, pero cabe tanto dentro de ella que, a veces, hasta asusta. Segun la RAE, significa experimentar sensaciones producidas por causas externas o internas. Cuando yo pienso en el verbo sentir me lo imagino como una uve enorme. Es estar en lo mas alto, caer de golpe hasta casi tocar el suelo para despues volver a resurgir y dejarte envolver por todas esas sensaciones que estallan en ti. Esta noche, la uve parece mas un guion plano, soso y sin subidas y bajadas excitantes. Unas horas antes... Abro la puerta de casa de un tiron y lo que me encuentro es a Marc con cara de perrito triste. --Siento llegar tarde. --La cosa no pinta bien esta noche, tenemos bajas, pasa. Y no se para que te disculpas, ya cuento con que vas a llegar tarde siempre. --Que poca fe tienes en mi --dice mientras pasa por mi lado y deja un beso en mi mejilla--. Bueno, me imagino que Sara y Evan no estan para fiestas, y Gabriel y Ada se quedan con el peque. ?Hugo y Carla? ?Edgar? --Espera, me acaba de llegar un mensaje de Carla. --Lo leo y suspiro haciendo pucheros--. Algo le ha sentado mal y dice que esta noche dormira abrazada a la taza del vater. --Mmm, pues Hugo estara cuidando de ella, me imagino. --Asi es... y Edgar me ha dicho que ya tenia plan. --Pues salimos tu y yo, anda que el problema... Antes de que se arrepienta, me pongo el abrigo --estamos en febrero y hace un frio que pela--, cojo mi bolso y lo arrastro hacia la calle. Llegamos a la discoteca, y no es que sea muy acogedora, pero la musica es buena y el ambiente tambien. Nadie lo puede negar, Marc es muy divertido y se anima a la primera de cambio. Siempre tiene una sonrisa plantada en la cara, es imposible que no te contagie su alegria vital. Ademas, el condenado baila muy bien. Suena una cancion de rock que le gusta y empieza a saltar fuera de si. Yo le sigo el rollo y nos ponemos a darlo todo hasta que nos dan casi las tres de la madrugada. Tras muchas risas y algo de alcohol, no se como, acabamos hablando de nuestras intimidades. Marc es asi, se puede hablar con el de cualquier cosa y sabes que no te va a juzgar. O, al menos, lo va a hacer como un amigo de verdad. --?Cuanto hace de la ultima vez? --?La ultima vez que me enrolle con un tio? --Miro al techo, pensativa--. Hara como un mes. ?Y tu, Marc? Que ya nos conocemos. --La semana pasada --dice orgulloso. --!Cabron! --Le doy un codazo de broma. --Los hay con suerte. --Me das un poco de envidia, pero es que solo me cruzo con capullos. Veo un tio que me parece guapo, me acerco, pero es que en cuanto abre la boca tengo que salir por patas. ?No puedo cruzarme con alguno decente de vez en cuando? A ver, tu eres normal. Si no me conocieras, ?nos iriamos a la cama esta noche? --Lo miro fijamente, el tira la cabeza hacia atras y suelta una carcajada. --Joder, vaya pregunta, Mir. ?En serio quieres que te conteste? --me dice cuando para de reir. --Va, no te cortes. ?Crees que estoy buena? --?Quieres la version <> o la version <>? --Quiero la version hombre adulto que sabe lo que quiere -- contesto seria, sin apartar mi mirada de la suya. --Que intensita estas hoy. --Se acerca a mi oido y, entonces, sigue hablando, tan cerca de mi oreja que puedo sentir como su aliento me acaricia--. Eres jodidamente sexi, tu cuerpo tiene unas curvas de infarto que cualquiera querria recorrer con su lengua y tu culo es perfecto. Si no fueras mi amiga, ahora mismo estaria suplicandote que me dejaras meterme entre tus piernas durante lo que queda de noche y, despues, una vez mas. Despacio, doy un paso atras. Se que mis ojos estan abiertos como platos mientras miro a Marc, que por una fraccion de segundo me observa serio, pero solo dura eso, ni un segundo, y entonces una sonrisa socarrona se extiende por su cara. A mi me entra la risa y ambos estallamos en carcajadas mientras nos doblamos por la mitad. Me acerco a el y le rodeo con un brazo la cintura para acercarlo y poder hablarle. --Eres un cabron. Me has puesto muy muy cachonda, ahora, si o si, voy a tener que buscarme un ligue para esta noche --le digo mientras el sigue riendo. Su brazo rodea mis hombros y me aprieta un poco para llamar mi atencion antes de hablar. --Creo que ya lo has encontrado. Lo miro confusa y el me senala con la cabeza hacia el otro lado de la pista. Me giro hacia alli y veo a un tipo que me mira sin disimular. --Lleva bastante rato observandote. --Oye, pues es bastante mono --le digo y me separo de el--. ?Que tal estoy? --Me aliso el vestido y doy una vuelta. Me mira durante unos segundos de arriba abajo con los ojos entrecerrados y la mano rascando su menton antes de contestar. --Explosiva. --!Genial! ?Sabias que me flipan las chupas de cuero? --Le guino un ojo y me doy la vuelta para ir a encontrarme con el bombon al otro lado de la pista. --Y no es por las motos, ?verdad? --grita Marc cuando me he alejado un par de pasos. --Es por Grease --le contesto por encima del hombro antes de seguir avanzando hacia mi objetivo. Al final, el tipo resulta ser un poco serio, pero besa bien. Bailamos algunas canciones, nos tomamos una copa hablando de todo y nada, cerca de la barra, y antes de darme cuenta, me esta preguntando si nos vamos a su casa. Acepto y le pido que me espere mientras aviso a mi amigo de que me voy. Cuando establezco contacto visual con Marc, veo que esta rodeado de mas gente. Desde lejos me pregunta con senas que tal ha ido. Le respondo con un gesto afirmativo y el sonrie. Entonces, hace otra senal empujando sus caderas hacia delante, para decirme si va a haber tema esta noche. <>, pienso, y asiento con mi cara mas perversa. Dejamos los gestitos y nos acercamos a un punto intermedio. --Enhorabuena, a ver si te da un buen meneo --me dice al encontrarnos. --Pinta bien, pero ya veremos. Oye, una cosa, cuando salgo con las chicas, siempre les envio la ubicacion cuando voy a casa de un tio. Mas que nada por si es un psicopata o un secuestrador, ?sabes? --Claro, pasamela cuando llegues alli. Cualquier cosa rara, me llamas. --Gracias, Marc. Lamento tener que dejarte, pero tu no estas del todo mal acompanado y yo necesito echar un polvo. --No te preocupes por mi, igual no eres la unica que se lo pasa bien esta noche. --!Suerte! --Le guino un ojo. --Ve, que tu amigo ya esta ahi, esperandote. --Hasta luego, bomberito --le digo mientras le doy un abrazo rapido. --Cuidate y pasalo bien. Nada mas entrar en casa del tipo, el coloca su mano en mi nuca y me atrae hacia su cuerpo. Nos besamos con ganas. Nuestras lenguas juegan entre si y sus manos empiezan a recorrer mi silueta para deshacerse de mi ropa. --Tranquilo, puedo hacerlo yo sola --le digo al ver que no acaba de acertar con la cremallera del vestido. Asiente y empieza a besarme el cuello mientras vamos dejando ropa tirada por el camino hasta que llegamos a su dormitorio. Me gusta como besa, asi que intuyo que lo que va a venir a continuacion solo puede ser bueno. Me acerco mas a el para sentir su cuerpo y dejo un reguero de mordisquitos en su cuello, provocandole un leve gemido de placer. Bajo mi mano hasta su entrepierna y puedo notar que lo acabo de poner a cien, porque, acto seguido, me empuja hacia la cama. Nos desprendemos de la ropa interior y veo que me mira avido. Yo sonrio, con la expectativa de que lo que puede venir a continuacion tiene que ver con su lengua, porque se coloca de rodillas sobre el colchon. Pero, claro, ya me extranaba a mi que todo fuera tan perfecto. Cuando me quiero dar cuenta, esta colocandose un preservativo. --Espera, ?no vas un poco rapido? --suelto sin pensarmelo dos veces. --?No quieres hacerlo? --Si, si quiero, pero... --?Entonces? <>. Pero eso, obviamente, no lo digo en voz alta. Me enderezo para besarlo de nuevo y es entonces cuando le cojo una de sus manos y la llevo hasta mi clitoris. El empieza a mover sus dedos, rapido y sin apenas mirarme. Por descontado, por mas que trato de concentrarme, no consigo sentir nada. O, al menos, nada agradable, porque mueve su mano como si estuviese completando una mision en algun videojuego; a la velocidad del rayo y, para mi desgracia, con nula destreza. <>. Decido que tengo que parar esto cuanto antes, asi que intento otra cosa que pueda excitarme. Coloco mi mano sobre la suya y empiezo a guiarlo sobre mi clitoris. Con la otra, agarro su pelo y lo acerco a mi cuello, indicandole lo que quiero que haga. Mi companero de cama, sin embargo, tiene bastante prisa y, en pocos minutos, se coloca sobre mi de nuevo y acopla sus caderas a las mias. Al principio no esta nada mal, se mueve decidido. Con cada uno de sus envites mi cuerpo se levanta un poco del colchon y una sensacion conocida empieza a serpentear por mi cuerpo. Me emociono y me dejo llevar. Pero la sensacion de <> se desinfla cada vez mas y, cuando me doy cuenta, oigo un grunido seco, y el tipo --Angel, ha dicho que se llama-- se desploma a mi lado. --Ha estado muy bien, Miranda --suelta con un hilo de voz tras un largo suspiro. <>. --Igual podriamos hacer otra cosa --propongo con mi mejor cara de nina buena--. Pero antes, voy un segundo al bano. El asiente y lo pierdo de vista por un momento cuando accedo al lavabo para asearme un poco. <>, pienso mientras vuelvo a la habitacion. Cuando me acerco a la cama, recibo mi respuesta en forma de sonoro ronquido. --!Joder! Pues vaya plan... --susurro. Seguramente, ahora mismo debo de tener cara de idiota mientras miro el techo de la habitacion de este tio. Estoy a punto de levantarme cuando pienso que primero echare una cabezadita; hace mucho frio en la calle y ahora mismo no me apetece salir. Pongo la alarma muy temprano en el movil y cierro los ojos mientras suspiro y espero a que me entre el sueno. Con lo bien que me hubiera ido un orgasmo para dormir a gusto. Cuando ya he dado como doscientas vueltas, intentando encontrar la posicion correcta para dormir, oigo unas voces amortiguadas. Debe de ser la companera de Angel, antes me ha explicado que compartia piso. Oigo que entra en la habitacion de al lado cerrando de un portazo y, despues, un golpe sordo y un jadeo. !Joder! Alguien la ha empotrado contra la puerta. Que suerte tienen algunas. Ella si ha sabido elegir. El rato pasa y un sinfin de gemidos, golpeteos de la cama contra la pared y demas sonidos llegan hasta mi. <>. No puedo dormir y, ademas, me estoy poniendo muy tontorrona mientras escucho a esos dos follar. ?Quedaria muy mal si pido unirme a la fiesta? Si, creo que si. Escondo la cabeza bajo la almohada e intento dormirme. *** La alarma del movil me despierta. La apago, echo una mirada rapida al lado y veo que Angel sigue dormido. Recojo mis bragas y mi sujetador y me los pongo antes de abandonar la habitacion. Cuando salgo, visualizo algunas de mis cosas en el suelo del comedor y avanzo hasta que... lo veo. Me refiero al hombre al que he escuchado darlo todo al otro lado de la pared. Esta de espaldas, en calzoncillos, y haciendo el desayuno en la cocina americana. Joder, te folla como Dios y despues te lleva el desayuno a la cama, eso si que es nivel para un ligue de una noche. --?Quieres un zumo? Estoy haciendo unas tostadas --pregunta sin darse la vuelta. Su voz suena ronca por el sueno o, mas bien, por la falta de el. Por mi mente pasan mil expresiones por minuto y ninguna de ellas es apta para menores de dieciocho. Este tio debe de ser deportista o algo, porque menuda espalda. Dios santo, madre del amor hermoso, virgen de las angustias, pecadores benditos. Fijo que tiene la uve de los oblicuos marcada. <>. Cojo uno de los vasos que hay preparados en la isla mientras, en mi cabeza, estoy imaginando como sera por delante. Entonces, se da la vuelta. Y eso que veo si que es una UVE de vertigo como Dios manda. Pero subo la mirada y... --!!Marc!! --Escupo el zumo de la impresion. Para ser mas exactos, lo escupo encima de su pecho. --!!Miranda!! ?Que cono haces aqui? --grita el, casi tan sorprendido como yo, mientras se seca con un trapo. --Podria decir lo mismo de ti. --?Deberia taparme? Ahora que se que es Marc, no se si es muy buena idea estar en ropa interior delante de el. Bah, demasiado tarde. En ese momento, el acaba de limpiarse el pecho y veo que me observa. Recorre mi cuerpo con la mirada. Empieza por la punta de los dedos de mis pies y sube muy lentamente, mucho, tanto que me pone un poco nerviosa y trago saliva con dificultad. Algo raro en mi, pero es que me esta dando un buen repaso. Cuando por fin nuestros ojos se encuentran, durante una decima de segundo, los suyos parecen nublados por algun motivo, pero rapidamente parpadea y habla de nuevo: --Madre mia, que casualidad encontrarnos aqui. Pero ?fue bien? Me enviaste un mensaje con la ubicacion y un triste ok y no sabia si tenia algo mas que descifrar de eso. No pense en abrir y mirar la ubicacion a no ser que me necesitaras, si no, hubiera sabido que estabas aqui. --Mejor no hablemos, Marc, tengo que salir de aqui antes de que se despierte ese tio. --Eso suena a polvo frustrado... --Estoy segura de que tu no puedes decir lo mismo, porque, joder, nene, cortate un pelin, que se habra enterado todo el vecindario de tus tres rounds sexuales. --Joder, Mir, ?me has escuchado? --Yo y estoy segura de que algunos mas --me burlo un poco y el bromea dandome un codazo--. !Mierda, mierda! --Digo en voz baja al ver que Angel sale de la habitacion. Paso al otro lado de la isla y me agacho para ocultarme de el. Marc esta justo delante de mi, tratando de disimular. --?Una tostada? --suelta Marc a modo de saludo para Angel. --No, gracias. Tengo que irme al hospital, me acaban de llamar para hacer una guardia. --Vaya, que te sea leve. --Si todavia esta aqui la pelirroja, dile que la llamare. --Vale. --La tengo loca. --?Tu no tenias prisa? --contesta Marc, que acaba de poner los ojos en blanco tras su comentario. --Venga, hasta luego. --Gilipollas --decimos Marc y yo al unisono cuando ya no puede oirnos. --Ya puedes salir --me dice Marc, cuando se oye la puerta de entrada cerrarse. --Yo solo te pido que la proxima vez procures no ponerme el paquete en toda la cara. --Solo estaba tratando de que no te viera. --!?Que cono estais haciendo?! ?En serio? ?Te lo haces conmigo y luego con ella en mi puta cara? --vocifera alguien por detras de Marc. --!No es lo que estas pensando! --se defiende el. --Si, claro, ?y me explicas que esta haciendo esta chica de rodillas a la altura de tu polla? !Capullo! --Calmate, es solo un malentendido --habla Marc en tono conciliador. --Y tu no puedes ser mas guarra, ?no? --Esta vez, la chica se dirige a mi--. ?Follaste anoche con mi companero de piso y ahora te quieres tirar a mi chico? --A cualquier cosa le llaman follar... Mira, guapa, yo me acuesto con quien me da la real gana --suelto al verme insultada. --?Por que le hablas asi? No te ha hecho nada, y no alucines, que no soy tu chico. Lo de anoche estuvo de puta madre, pero ya esta, creia que habia quedado claro --le dice Marc. --Pero ?como puedes...? !Largo de mi casa! !Fuera! Nos empuja de malas maneras y nos echa, literalmente, del piso. Marc coge al vuelo su ropa, que estaba apoyada en el brazo del sofa, y yo logro coger mi bolso antes de cruzar la puerta. --!Eh, eh! Pero dame el resto de mi ropa --grito, dando golpes en la puerta. --Por favor, Alejandra, te juro que has malinterpretado la situacion --vuelve a justificarse Marc, a ver si nos da la ropa que nos falta. --Ese vestido era mi favorito y el que mejor me quedaba. --Hago pucheros. --Doy fe de ello --dice en tono de broma Marc mientras se pone los pantalones. --!Marc! --Le suelto un manotazo. En el rellano del edificio y en bragas, lo miro sin saber muy bien si reirme o llorar. Cuando nuestras miradas se cruzan, estallamos en carcajadas porque la situacion no puede ser mas surrealista. --?Y ahora que hacemos? --?Pedimos un taxi? --sugiere. --Estoy en bragas y sujetador. --Toma, ponte mi camiseta. --?Y si llamamos a alguien de confianza y le pedimos que nos traiga algo de ropa? --propongo. --Buena idea, seguro que Evan estara despierto, suele salir a correr temprano. --Dale. Marc saca su movil del bolsillo del pantalon y empieza a llamar. --Tio, necesito que me hagas un favor. --... --Si, si, ya se que esto te recuerda a algo. Te debo una, pero, por favor, ven a buscar a este pobre infeliz. Te mando la ubicacion. Ah, y traete algo de ropa, por favor. Los pantalones mas pequenos que tengas y un par de sudaderas. --... --Mejor no hagas preguntas. *** Evan aparece en menos de quince minutos y, cuando nos ve juntos, medio en cueros, tiritando de frio y andando con el mayor de los sigilos, se descojona en nuestra cara. --Pero ?que...? Me teneis que explicar esto o sacare mis propias conclusiones y sera mucho peor --dice Evan--. Teneis ropa en el asiento de atras. --Gracias, Evan, Dios te lo pague con lo que sea que te haga feliz en esta vida --le digo mientras me contorsiono en el asiento de atras para ponerme los pantalones. --Pero ?me vais a contar que haceis en pelotas en la otra punta de Barcelona? --Pues no te lo vas a creer... --empieza a explicarle Marc.

  • El gigante rubio de Bela Marbel

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    Vuelve Bela Marbel y su serie <>.
    Si te quedaste con ganas de mas despues de Mi tierra eres tu, no te pierdas esta historia.

  • Jodia Pavia (1525) Un relato de Arturo Perez Reverte

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    Desde su carcel madrilena, en una carta a su amante Mimi la Garce, el rey Francisco I de Francia rememora la batalla en que fue derrotado y preso en Italia por las tropas de Carlos V.

  • Destiny y Lion (Outsiders 1) de Moruena Estringana

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    Destiny llevaba sonando con ese momento toda la vida. La habian admitido en la universidad a la que deseaba ir, tras esforzarse mucho estudiando. Estaba tan feliz que fue corriendo a su casa para decirselo a sus padres y su hermana de catorce anos. No podia ser mas feliz. Todo el esfuerzo habia dado sus frutos. Entro en su casa y escucho el llanto de su madre. Se le helo la sangre. No dudo en correr hacia donde los escuchaba hablar y, al ver que los tres se encontraban bien, se sintio aliviada en gran medida. —?Que esta pasando? —pregunto con la carta de su admision de la universidad en la mano. —Lo han perdido todo —respondio Alicia, su hermana pequena, al ver que sus padres no decian nada. —?Que es todo? —Todo, Des —solto su hermana—. No tenemos nada salvo el hotel viejo del abuelo… —?Papa? —Lo siento, hija —se disculpo el hombre—. Lo siento. Destiny no comprendia muy bien que sucedia, pero pronto lo descubriria. Le habian embargado a su padre todos sus bienes para que su empresa no se fuera a pique. La empresa se habia endeudado y con ello todo lo que tenia; salvo el hotel de su abuelo, que era tan viejo y estaba en un pueblo tan perdido, que el banco no le dio importancia, y por eso no fue embargado. No tenian nada y eso implicaba que no habia dinero para pagar su carrera, ni el alojamiento… Nada. Su sueno hecho pedazos antes de empezar. Todo su esfuerzo tirado a la basura por la mala cabeza de su padre. Capitulo 1 Destiny Me cuesta mirar el paisaje mientras mi hermana y mi padre cantan como si no acabaramos de vender hasta la ultima de nuestras cosas para sacar un poco de liquidez y asi ir tirando. Estamos en junio y el verano acaba de llegar. Me imaginaba este momento de otra forma. De fiestas con mis amigas, buscando piso para la universidad…, sonando despierta. Pero en realidad, me encuentro viajando a un pueblo que conozco por las historias de mi padre y mi abuelo, pero nada mas. Esta va a ser mi vida ahora, porque no tengo nada de dinero para independizarme e irme a vivir sola. Mi padre tenia una cuenta para mi y mi hermana, pero hace ya un tiempo saco el dinero para pagar sus deudas. Hasta la ropa que llevo no es de mi estilo. Tuvimos que vender nuestros vestidos de marca para poder tener dinero para comer… Tambien mis joyas y mis libros. Todo. Solo dejaron que me quedara con las fotos y las cosas mas personales, ademas de la cadena que me regalo mi abuela con la inicial de mi nombre. Todavia me acuerdo de lo que me dijo mientras me la ponia: <>. La echo mucho de menos y a mi abuelo tambien. Hace anos que la vida me los arrebato y no consigo dejar de llorar cada vez que los recuerdo. Siempre me senti mas cerca de ellos que de mis padres. —!Ya hemos llegado! —indica ilusionada mi hermana. Ella lo esta viendo todo como una aventura; odiaba su vida, su colegio, la clase social…, para ella todo esto es como si le hubiera tocado la loteria. Somos muy diferentes. Miro hacia fuera del coche de tercera mano que huele a viejo y observo un hotel muy antiguo con varias cabanas a su alrededor. Esta la casa principal y luego las cabanas donde se quedaban los huespedes. En el centro hay una piscina, pero dudo que tenga agua, ya que se nota el paso del tiempo. Todo lo que conozco de este hotel es por las fotos de mi padre. Era donde vivio hasta que mi abuelo tuvo exito y quiso mas. Abrieron otro hotel y otro… y dejaron este de lado; cerrado y olvidado. —Me muero de calor —dice Alicia nada mas salir del coche—. He visto que hay una piscina en el pueblo. ?Vamos, papa? —Tenemos que esperar a que nos traigan las llaves —senala mi padre, pero por su cara se que esta deseando ir a la piscina tras el largo viaje. —Podeis iros los dos a refrescaros. Yo esperare leyendo. —Eres la mejor —me dice mi padre. Buscan su ropa de piscina y la meten en una bolsa antes de irse hacia alli como ninos; en mi hermana lo entiendo, pero en mi padre es raro. Siempre ha sido asi, por eso nos hemos visto en esta situacion. Es muy bueno, pero no se toma nada en serio. No es previsor, y por eso le han ido tan mal las cosas con los negocios tras la muerte de mi abuelo. El era el que tenia sabios consejos y, a su muerte, todo fue a peor. A el y a mi tio… Mi tio se encuentra en la misma situacion que nosotros, y tiene la otra mitad de este hotel, por lo que no creo que tarde mucho en aparecer por aqui con sus dos hijos. Observo el edificio cuando me quedo sola y pienso que en su epoca tuvo que ser un lugar precioso; ahora se nota el paso del tiempo y hay miles de cosas por hacer para adecentarlo antes de abrirlo. Me cuesta asimilar donde hemos acabado. Cojo mi lector de libros, ya que por suerte mi padre me permitio quedarme con el, ademas de con unos pocos libros infantiles, recuerdos de mi ninez, y nada mas… No queria que nuestra maleta fuera muy pesada. Me siento a la sombra en los escalones que llevan a la entrada de la casa. Busco un libro para leer y elijo uno de los que ya compre porque en este lugar no hay cobertura o, si la hay, mi movil de segunda mano no la soporta y no le llega. En cuanto empiezo a leer, me veo absorbida por la lectura, por lo que no me doy cuenta de que hay alguien observandome hasta que lo tengo encima y me tapa la luz. Alzo la cabeza y me encuentro con los ojos mas verdes que he visto nunca. Su dueno me mira sonriente. El pelo castano le cae por la frente y su fornido cuerpo solo esta cubierto por una camiseta verde de manga corta y unos vaqueros. —Me llamo Lion y tu debes de ser una de las hijas del senor Wilson. —Destiny. Esa soy yo —le digo levantandome. Es muy alto y aun subida a los escalones, me sigue sacando un poco. Tiene que ser un par de anos mayor que yo; sobre los veinte o tal vez rozar ya los veintiuno. —Encantado. —Me tiende una mano amable y se la estrecho. Su mano es aspera; se nota que lleva trabajando muchos anos. —Callos… —comento tocando uno de ellos, y se rie, por lo que pronto me doy cuenta de que he hablado en voz alta. —Si, de trabajar en la panaderia de mis padres desde que era un crio. —Yo… no quise decir que fuera algo malo. Si mi padre hubiera trabajado hasta tener callos, no estaria en este pueblo. —?Que tiene de mano este pueblo? Es precioso. —Seguro que si. No lo entiendas mal… Es solo que yo amaba mi ciudad. Me encantaba. No es porque tenga nada en contra de todo esto, pero no se apreciarlo. —Entiendo. —Saca las llaves y me las tiende—. ?Y tu familia? —Mi padre y mi hermana en la piscina del pueblo, y mi madre en casa de su amiga tratando de asimilar que lo ha perdido todo. —Bien, pues si aceptas un consejo, sube y elige la habitacion del segundo piso que da a los campos de dientes de leon. Es la mas grande y luminosa. Ya que te han dejado sola, tienes ese poder. —Lo hare. Gracias. —?Quieres que te ayude con las cosas? —me pregunta mirando el coche abierto y el equipaje que asoma por el maletero. —Voy a sacar solo las mias y ellos que se apanen. —?Y para comer teneis algo? —No, a menos que mi padre recuerde que debemos comer y deje la piscina para luego. —Por si acaso, luego te traere algo de mi casa y de la panaderia. —Asiento—. Nos vemos, Destiny. —Nos vemos, Lion. Lo veo alejarse andando con ese paso tan seguro de si mismo. Voy hacia la puerta y trato de abrirla, y digo trato porque me veo incapaz de hacerlo. —Ya te ayudo yo —indica Lion apareciendo por detras de mi y pasando los brazos a mi alrededor para abrir la puerta. Mi cuerpo reacciona a su cercania de una forma estupida e incomprensible. Su perfume no es de marca, pero me encanta, y junto a el, advierto olor a pan recien hecho. —Gracias —digo cuando abre la puerta

  • Yo lo quiero todo de Sophie Saint Rose

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    Claudia se paso las manos por sus mojados rizos castanos, apartandolos de la cara mientras salia del agua. Se volvio sonriendo a su amiga Ivonne y se acerco a las toallas que estaban sobre la arena. --Me quedaria aqui para siempre. --Sus ojos verdes brillaron mirando la playa virgen en la que casi no habia nadie. El agua verde esmeralda era una maravilla. --De hecho, estoy pensando en mudarme. --Eso no te lo crees ni tu. Lo dices porque estamos en el primer dia de las vacaciones. Dentro de cinco dias ya te estaras tirando al ordenador y pasaras de mi. Eso me recuerda que tengo que buscarme un rollete de vacaciones para no aburrirme. Claudia se echo a reir tumbandose boca arriba sobre la toalla y se ajusto la braguita verde del bikini. --Ya tardabas. Su amiga de pie ante ella se empezo a cepillar su melena rubio platino y Claudia chasqueo la lengua al ver el modelito blanco que llevaba, que era como si fuera desnuda. --Ese tanga que llevas... --Al menos solo te quejas del tanga. --Es que el sujetador al menos te cubre los pezones. --Se echo a reir. --Todavia recuerdo el del ano pasado. Formaste un tumulto en la playa y nos llamo la atencion la policia. --?Quien iba a decir que trasparentaba? --pregunto asombrada--. !Y ni se me habia pasado por la cabeza que en Brasil, me llamarian la atencion porque se me vieran los pezones! !Pero si en los desfiles del carnaval van medio desnudas! --!Es que parecia que ibas desnuda, Ivonne! !Al salir del agua, se te veia todo! !Y por cierto, la depilacion brasilena hizo que casi toda la playa te mirara ahi! Flipe cuando te negaste a ponerte la toalla. !Por poco te arrestan! Se tumbo a su lado boca abajo tirando el peine en su bolsa. --Bueno, este ano no te quejaras. La miro como si estuviera loca. --!Se te ve el culo! --Solo las nalgas. --Se echo a reir y sus ojos castanos brillaron de alegria. --Tia, pareces mi madre. --Pobre mujer. Lo que ha tenido que sufrir contigo. --Nunca me ha dicho lo que debo ponerme. --Ahora lo entiendo todo. --Claudia suspiro mirando a su alrededor. Se respiraba tanta paz. --Decidido, cuando llegue a Londres, me pido una excedencia y me mudo aqui. --No sabes hablar espanol. --Aprendere. Ademas, aqui todo el mundo habla ingles. --Aqui en invierno tambien hace frio, ?sabes? Mallorca no siempre tiene este sol. --Por ver ese agua todos los dias, me da igual. --No estare yo. Claudia la miro divertida. --Entonces ya esta decidido. --Ja, ja. No sabrias que hacer sin mi. Estarias perdida, guapa. --No se que decirte... --En dos dias te tirarias de los pelos con tanta tranquilidad. Ademas, ?en que trabajarias? Dudo que por aqui necesiten demasiados ingenieros aeronauticos. --Por cierto, los datos que me diste antes de salir estan mal. --Ya empezamos. !Estamos de vacaciones! Gruno mirando a su alrededor y vio que en ese momento por un extremo de la cala entraban tres tios caminando entre las rocas. Desde alli parecian muy guapos, aunque nunca se sabia y menos sin gafas. Se sento sobre la toalla y siseo --Tres a las tres. Su amiga giro la cabeza para mirar en la otra direccion antes de volver a girarla de golpe para mirarla a los ojos. --Tia, ponte las gafas. Se echo a reir a carcajadas. --?De verdad? --!Pueden ser tu padre! --Uhmm, maduritos. --Se dio la vuelta para coger las gafas de pasta negras y se las puso para mirar a su derecha. Los tres eran de unos cincuenta anos, pero en ese momento aparecio otro tipo acompanando a una mujer madura y le cogia la mano ayudandola a pasar entre las rocas mientras reian. A Claudia se le seco la boca por la sonrisa de ese hombre. Por la sonrisa y todo lo demas. Llevaba un banador negro que dejaba ver un cuerpo que dejaria en shock a la mas pintada. Era moreno de pelo y piel. Y se notaba que hacia ejercicio. Enderezo la espalda sin darse cuenta cuando su mirada bajo por su pecho musculado, que mostraba que hacia ejercicio, pero cuando siguio por el ligero vello negro que bajaba hasta su ombligo... !Y madre mia, que ombligo! Se le endurecieron los pezones con fuerza sin poder dejar de mirar esos abdominales. --Decidido, me mudo --susurro viendo como se acercaban a los hombres que estaban dejando unas bolsas sobre la arena. --?Por los viejales? --Ivonne volvio a mirarlos. --!Seras cabrita, eso se avisa! --Y una leche. Es mio. !Lo vi primero! --!Solo porque yo te dije que te pusieras las gafas, cegata! En ese momento escucharon unas risas y vieron llegar a dos tipos con un grupo de chicas de su edad. Claudia bufo decepcionada. --Tiene novia. --?Eso no lo sabes? ?Ya te das por vencida? --!Son tres para tres, Ivonne! --Al mirar a las chicas, vio que una rubia monisima con un bikini negro de estilo deportivo, se acercaba a su moreno y le tendia una bolsa llena de aletas y gafas de buceo. --Son espanoles --susurro su amiga para evitar que la oyeran. --Estupendo, ya puedo olvidarme. --Se quito las gafas y se tumbo apretando los labios. Su amiga la observo unos segundos. --?Sabes que es la primera vez que te veo molesta por un tio? Se cubrio la cara con la mano para mirarla. --Es guapisimo, ?no crees? --Tienes tios como esos detras de ti en Londres sin la complicacion del idioma. --Menuda mentira. --Jeff de contabilidad lleva detras de ti un ano y no le haces ni caso. --!No se parece a ese ni en el blanco de los ojos! ?Te dejo las gafas? --!Jeff es guapisimo! Sin poder creerselo se sento de nuevo mirando asombrada a su amiga, que se sonrojo mirando al frente. --No fastidies. ?Estas colada por Jeff? --Que va. --Cogio algo de arena entre sus dedos y la dejo caer. -- Ademas, esta enamorado de tu impresionante cerebro. --Mira quien fue a hablar de cerebro. La que consiguio la beca Maxwell-Scott. --Tuve suerte. --Y una mierda. Ivonne mirame. --Su amiga volvio la cabeza con desgana. --?Por que no le has pedido una cita? --Ya te lo he dicho. Porque le gustas tu. Se cabreo levantandose. --!Te juro que te pegaria una patada en el culo! !Me lo prometiste! Su amiga se sonrojo intensamente. --!Teniamos diez anos! --!Me importa poco! Nos juramos que nunca nos detendriamos ante lo que desearamos. !No como nuestras madres que renunciaron a todo por un matrimonio y una vida aburrida! !Me lo juraste! Ivonne se mordio su labio inferior. --Precisamente por eso. A Claudia se le corto el aliento. --Oh Dios, no quieres casarte por esa promesa, ?verdad? --!No quiero llevar su vida! No quiero tener que quedarme en casa por tener hijos y no quiero ser la tipica ama de casa. Me he ganado viajar por todo el mundo cuando me apetece. Me he ganado mi trabajo a pulso y me he ganado hacer lo que me da la gana. --Pero si le quieres... --Olvidalo. Se quedo mirando a su amiga. --Estas enamorada de el. --Se me pasara. Y solo me gusta. --!Lo que te pasa es que estas aterrada! Ivonne se levanto furiosa. --!Pues si! !Pero a ti te pasa lo mismo! --!Menuda mentira! !Hemos conseguido tanto en nuestro trabajo que podemos llevar una vida familiar sin necesidad a renunciar a una vida laboral! !No compares nuestra vida con la que tenian nuestras madres! !Podemos tener las dos cosas! --?Crees que algun hombre soportara tu estilo de vida? ?Crees que no tendras que renunciar a mil cosas por tener una relacion? ?A cosas que te encantan, como estas vacaciones cada seis meses? --!Puedo tenerlo todo! --No, Claudia. !Con un novio o un marido no! !Y menos aun si tienes hijos! Tendras que renunciar a esas tardes en el spa, donde te relajas, para ir a reuniones de padres. Tendras que renunciar a quedar a cenar conmigo para conocer el ultimo sitio de moda, porque uno de los ninos se habra puesto enfermo o porque tu marido este hasta las narices de tus salidas sin el. !Cuando se tiene una pareja, todo lo demas cambia! !Asi es la vida! --No tiene que ser asi. --Mira mi hermana, una abogada de exito y en cuanto conocio a Albert todo se fue a la mierda. !Se pasa corriendo todo el dia de un lado a otro para llegar a todo y ya se ha planteado dejar el trabajo para cuidar ella de los ninos porque esta al borde de un ataque de nervios! Claudia apreto los labios. --Se puede tener todo. --Si quieres llevar esta vida, no puedes tener la otra. !Y te aseguro que mi hermana, aunque quiere a sus hijos con locura, se ha tirado mil veces de los pelos pensando que soltera estaba de perlas! --Pues yo lo quiero todo. Su amiga bufo. --Sigue sonando. Si te enamoras, tendras que renunciar a mil cosas para estar con el. --Eso a mi no me va a pasar. --Disculpad. Se volvieron para ver al moreno macizo tras ellas e incomprensiblemente Claudia se sonrojo al darse cuenta de que hablaba ingles. El tipo sonrio cortandole el aliento levantando una bolsa. --Vamos a hacer snorkel y nos sobran dos equipos. ?Quereis practicar? --Claro --dijo su amiga acercandose--. Yo soy Ivonne y ella es Claudia. El la miro fijamente con sus ojos azules dandole la bolsa a su amiga. --Yo soy Arturo. Claudia se sonrojo por su mirada, porque parecia querer dejarle claro que se sentia atraido por ella. Alargo la mano forzando una sonrisa. -- Encantada. El le dio la mano tirando de ella hacia su cuerpo y le dio un beso en la mejilla. --Aqui se dan dos besos --susurro cerca de su oido estremeciendola antes de darle otro beso en la otra mejilla. Solto su mano sin dejar de mirarla a los ojos. --?Estais de vacaciones? Fruncio el ceno porque hablaba muy bien ingles, aunque tenia un ligero acento que no sabia identificar. --Si, llegamos ayer. El sonrio. --Estupendo, asi que todavia os quedan unos dias

  • Contracorriente de Patricia Alcantud Obregon

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    Que la vida no es facil... eso bien lo sabe Yurani. Ella es solo una nina. Una nina mas, una nina de tantas, una nina que, como tal, esta llena de suenos y necesidades afectivas. A sus doce anos, se vera arrastrada por un mundo demasiado injusto para ella; un mundo al que no pidio venir, pero vino. Una nina a la que la vida no le pregunta si quiere ser fuerte, sino que le obliga a serlo.

  • !Y tenia que ser mi entrenador!, Norah Carter de Monica Hoff , Norah Carter , Patrick Norton

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  • Por encima de la lluvia de Victor Del Arbol

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    Miguel y Helena se conocen en una residencia de ancianos en Tarifa, a una edad en la que creen haberlo vivido todo ya. A Miguel le asusta volar. A Helena le da panico el mar. Los dos tienen hijos adultos y sienten que les han relegado a un plano casi ornamental. El dramatico suicidio de un companero de la residencia les abre los ojos. No quieren pasar sus ultimos dias recordando y anorando tiempos supuestamente mejores. Y juntos decidiran emprender el viaje de sus vidas, en el que descubriran que nada es defi nitivo mientras queden ilusiones que perseguir.

  • El otro mundo de Gabriel Martz

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    Un misterioso evento en el universo abre una enorme grieta dimensional en el planeta llamado AN, dejando entrar una extrana energia. A causa de ello, el clima y la naturaleza se veran afectadas terriblemente, lo que generara gran temor entre los pueblos. Ciertos generales de las fuerzas mas poderosas al servicio del reino, conocidos como Asael y Ramael, seran enviados a investigar su procedencia, pero estos cambiaran drasticamente su personalidad despertando nuevos conocimientos al hacer contacto con ella.
    Gracias a las habilidades de Asael, se alertaron de que alguien mas habia hecho contacto con la fuente y, siguiendo los rastros, se encontraran con un querubin llamado Luzbel, quien planeaba una rebelion en contra del rey para asi luego derrocarlo y tomar el trono; por lo que esto daria inicio a un complot entre los guardianes para llevar a cabo sus ambiciones. Una guerra sangrienta y catastrofica da comienzo.
    Siete ninos seran la esperanza para salvar su mundo.

  • El grito de la gaviota de Emmanuelle Laborit

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    El grito de la gaviota es el testimonio de una joven que, a los veintidos anos, ha conocido
    ya la soledad absoluta, la duda y la desesperacion, pero tambien la dicha, la solidaridad y la gloria. La adolescencia y la primera juventud de Emmanuelle Laborit son la historia de una lucha por subsistir en un mundo <> y por el reconocimiento de los derechos de los tres millones
    de sordos franceses, hasta conseguir que, en 1991, se ensenara por fin en los centros de educacion para sordos el lenguaje de signos. Con este triunfo colectivo y el personal, pero no menos emblematico, de su exito como actriz teatral, El grito de la gaviota cierra significativamente un itinerario personal tan breve como intenso.

  • Uno. Jugada Perfecta de Moruena Estringana

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    Cam no podia creer que su novia, su mejor amiga, su mitad perfecta le hubiera hecho aquello. No podia ser verdad… El habia visto a Blanca con ese chico y habia temido que lo dejara, que se diera cuenta de que eran tan diferentes que no estaban hechos para estar el uno con el otro. Cam era muy serio. Siempre habia sido un nino responsable, y Blanca era divertida, amante de las emociones y de los planes creados en el ultimo segundo. <>, penso el joven. Fue a buscar a su chica y, en cuanto la vio, dijo lo primero que se la paso por la cabeza. Estaba tan triste que hablo sin pensar. —Me has sido infiel… Me has puesto los cuernos. Blanca lo miro impactada. —?No me vas a permitir dar mi version? —pregunto Blanca dolida. —Os he visto juntos. Soy iguales…, tan perfectos… Ni siquiera se que haces con alguien como yo. Para ti solo ha sido un juego. —!!Yo no me he liado con Noel!! —?Y como sabes que estoy hablando de el? —!Porque es la unica persona con la que me pueden relacionar! —!Porque sabes que tengo razon! ?Como has podido hacerme esto? —Como has podido tu, Cam. Confiaba en ti mas que en nadie, y me has juzgado sin mas. Creia que tu si eras capaz de ver como soy en verdad, pero me equivoque. Que te aprovechen tus prejuicios. Blanca se marcho corriendo para que Cam no viera sus lagrimas deslizarse por sus mejillas. Lo queria mas que a nadie y, aunque eran diferentes, eso no cambiaba lo que sentia. La habia juzgado como todos, pensado de ella cosas que no son. No pensaba volver a dirigirle la palabra… Solo asi conseguiria olvidarlo. Capitulo 1 Blanca La madrastra de Cam me ha dejado con el para ir a su casa a darse una ducha. No puedo creer que haya estado a punto de morir por conducir rapido. El, que se sabe al dedillo todas las normas de seguridad y es el cenizo que te las recuerda si te las saltas. Ha salido del peligro, pero, hasta que no despierte, no pueden saber el alcance de sus heridas en la cabeza. Me acerco a el. No he sido capaz de irme de su lado desde que supe la noticia. Colin, su hermano mellizo, me llamo para decirmela. El estaba de viaje y ahora ha regresado para estar junto a su hermano. Me imagino que esas horas lejos de Cam se le hicieron eternas. Miro a Cam deseando que despierte y me mire con sus ojos verdes. Seguramente me taladrara con la mirada y me dira que me marche, pero hasta que eso ocurra, pienso seguir aqui. Sin aparentar que no me importa, que me da igual lo que le suceda. Una parte de mi siempre sera suya. De repente, noto que Cam se mueve… Me sobresalto y lo miro. Su mirada esta vidriosa, y sus ojos, rojos por el golpe en la cabeza. —Eres una aparicion… —Eso quisieras tu, que aparte de ser infiel estuviera muerta —le digo mordaz. Sonrie de medio lado antes de dormirse de nuevo. Con el corazon dolorido y acelerado, voy a buscar al doctor para informar que ha despertado; que hable es buena senal, pero sus palabras no nos aclaran si va a tener una lesion cerebral o no. Informan a la familia de todo y regreso al lado de Cam hasta que la puerta se abre, y aparece Colin. —Cam… —Colin ni me ve. Solo puede mirar a su hermano. Llega a su cama y lo abraza con cuidado al tiempo que llora como un nino—. Si te pasa algo, me muero… Me marcho para dejarles intimidad. Voy a la zona de espera y veo a la novia de Colin. Me acerco a ella. Es un poco rara, pero llevan ya mucho tiempo y ellos se entienden bien. —Hola. ?Como esta? —me pregunta. —Esperan que lo peor haya pasado, aunque yo no me quito de la cabeza que Cam corriera tanto con el coche. —Yo tampoco —dice Luke, que acaba de volver con Roy. Han estado yendo y viniendo desde lo sucedido. —Cam no iria a esa velocidad a menos que pasara algo grave —anade Roy—. Esperemos a que se despierte para saber lo sucedido. —Mira por la sala—. ?Y su querida prometida? ?Sigue sin aparecer? —Si, tiene el movil apagado. No han podido localizarla —respondo. —A saber si no paso algo con esa bruja —dice Luke, al que no le cae muy bien la que fue su ex hace anos. Bueno ni a el, ni a nadie. No se como Cam pudo no confiar en mi y sigue al lado de alguien con tan pocos escrupulos como Carla, su prometida. Le ha dado mil y un motivos para no confiar en ella, pero sigue ahi. Cuando el padre de Carla acabo en la carcel por todos los delitos que cometio, todos esperabamos que rompiera su compromiso, pero Cam no… Cam se ha mantenido fiel a su palabra y ha protegido a esa arpia, que es igual de mentirosa y mala que su padre. Que Carla no este aqui me hace pensar si ella no ha tenido la culpa de lo sucedido. Me espero todo de ella. Al final me convencen para irme a casa a descasar. Al llegar, Emily y Peyton me preguntan por Cam y les cuento lo que ha pasado al despertar. —No deberia volver… —digo agotada—, pero tampoco puedo estar lejos hasta que no este bien y pueda seguir odiandolo como siempre. —Te entendemos. Me despido de ellas y me meto en mi dormitorio. Me tiro sobre la cama y me quedo dormida al instante. * Nada mas despertar, me doy una ducha, como algo y me marcho al hospital. Al llegar, Colin me informa que se ha despertado otra vez y que sus recuerdos estan todos bien salvo las ultimas horas antes del accidente. No recuerda por que iba a esa velocidad. —Mis padres se han ido a tramitar unos papeles en la comisaria. Yo tengo que ir con mi hermano pequeno. ?Puedes quedarte un momento hasta que regresen? —Claro. Si sucede algo, os informo. —Gracias. De mis amigos, soy la que no tiene trabajo. He acabado la carrera y me esta costando encontrar algo. He echado curriculums y hasta ahora no he conseguido nada. Nada que no sea trabajar con mi padre, el nuevo alcalde de la ciudad. Cada vez que pienso que ha vuelto para ser alcalde y no por mi, me enfado con el… Mi madre me abandono al nacer y siempre hemos sido el, yo y sus negocios. Siempre me ha dicho lo siento con un regalo caro por no poder pasar mas tiempo conmigo, y lo entiendo. Tiene mucho trabajo. Cuando era nina contrataba nineras para que me cuidaran. No siempre eran las mismas, porque no queria que me encarinara demasiado con ellas y, cada seis meses, buscaba una nueva para que no olvidara que ellas no eran mi familia, sino simples trabajadoras. Se que tenia miedo de que otra persona ocupara su lugar y las quisiera mas que a el, pero eso nunca paso. No tenia tiempo para quererlas y, como cambiaban tanto, me daba tanta tristeza despedirme que acabe por ser fria con personas que en verdad no queria dejar de ver. Era mejor eso que sufrir sus despedidas. Conozco a Cam de toda la vida. Mi padre es amigo de sus padres y su casa esta aqui, aunque no viva mucho en ella. Por eso, cuando empece la universidad, tras la ruptura de Cam, decidi independizarme y vivir sola, para que asi dejara de contratar cada seis meses personas para mi cuidado y poder vivir con gente que no se marchara. Fue la mejor decision, aunque provoco que mi padre aumentara el numero de regalos, porque sentia que estaba mas sola. El nunca ha tenido tiempo para mi, pero se que me quiere; no por los regalos, como el piensa, sino por las veces que me llama para preguntarme si estoy bien. El tiempo ha pasado y conozco poco al hombre del que llevo su sangre, y ahora que ha vuelto, es peor. Siempre esta liado para sacar esta ciudad para adelante tras el destrozo que hizo el anterior alcalde. Entro al cuarto de Cam y me siento cerca. Lo miro fijamente y, sin quererlo, recuerdo el dia que me di cuenta de que ese chico al que conocia de siempre me gustaba mas de lo que debia. Habia una comida en su casa y a mi padre le habian invitado, pero, como no podia acudir, me mando en su lugar. La tarde caia y algunos jovenes aburridos de la fiesta propusieron jugar a algo. Colin saco unas barajas de cartas del juego del Uno y, a los que no sabiamos como jugar, nos explico las reglas. Jugamos todos menos Cam, que estaba sentado cerca viendolo todo sin participar. Algo que hacia siempre

  • Lagrimas de libertad de Raquel G. Estruch

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    La vida de Maria, una conocida escritora, cambiara por completo de la noche a la manana. La tragica muerte de Gonzalo, su marido, unida a la desaparicion de Elena, su mejor amiga, provocara en ella un inmenso vacio y confusion.
    Una madrugada, harta no encontrar explicacion a ninguno de los recientes sucesos de su vida decide hacer la maleta y dejarlo todo atras durante un tiempo.

  • Tinta roja, El manuscrito robado de Mercedes Pinto Maldonado

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    Lo habia tenido todo, tierras, mansiones en playas y montanas, coches de lujo, amistades importantes... todo. Siempre puso mucho esfuerzo en ser alguien y su teson y un golpe de suerte hicieron posible que alcanzara el segundo de sus suenos; el otro, el que abrigaba desde nino, no pudo ser. Pero un dia, despues de cinco anos de despilfarro y desenfreno, lo abandono la fortuna. De sopeton, un frio tres de enero se encontro en la calle, con treinta y ocho anos, unos zapatos de Gucci, un reloj Cartier, un abrigo de Armani y dieciocho mil euros en metalico que habia podido rescatar de su caja fuerte antes del desahucio. Salio de casa unos minutos antes de que llegara la policia para precintarla. Camino lentamente hacia el que hasta hacia tan solo unas semanas habia sido su imperio. Miro hacia el cielo, justo al lugar donde se encontraba su lujoso despacho, coronando el que fue su edificio de oficinas, uno de los mas altos de la ciudad. Despues bajo la vista y a un lado de la zona ajardinada que rodeaba el rascacielos encontro un banco; el banco que tantas veces habia dado orden de que lo quitaran porque a la caida de la tarde lo sitiaban los indigentes y sus mugrientas pertenencias. Daban muy mala imagen a su castillo de cristal, por la manana siempre encontraba restos de sus pauperrimas cenas acompanadas con el vino de oferta del supermercado y a poco que alguien se acercara le asaltaba el olor a orines. Durante toda su vida desprecio sus pateticas vidas, su falta de iniciativa, ese dejarse llevar sin luchar por una ilusion... le parecian la basura de la sociedad. Camino unos pasos y se sento, ahora ese era el unico lugar que podia ocupar sin que lo echaran, total, todo aquello ya no dependia de su arrogante dueno. A un lado un carton de vino volcado goteaba el jugo, que resbalo por la madera hasta llegar a su caro abrigo. No le importo; de hecho, se lo hubiese quitado de no ser porque aquella debia ser la manana mas fria que habia conocido. ?O estaba confundiendo el frio con la desolacion? La derrota, el desarraigo, la soledad y la humillacion era su unica companiar. Poco a poco comenzaron a llegar los empleados de las oficinas, cargados con pancartas y vociferando estribillos de protesta. <>, <>. Agacho un poco la cabeza para no ser visto tras el seto y espero casi una hora a que se disolviera la pequena manifestacion. Mientras sonaba la nueva banda sonora de su vida, comprendio que no habia vuelta atras. Posiblemente conservara la capacidad de remontar, de volver a levantar un imperio de la nada, pero ya no le seducia tan fatuo poder, en realidad su privilegiada situacion no le hizo feliz ni un solo dia. Recordo aquellos dias de juventud, escribiendo frente a la chimenea, que su abuelo mantenia encendida dia y noche durante los diez meses que duraba el invierno en Villafria, y le invadio una fuerte sensacion de nostalgia, sintio que de recuperar algo debia ser justamente eso: su pasion por la escritura, pero sin mas intencion que la de disfrutar. A su derecha atisbo aquel sombrio callejon, un estrecho pasadizo a la gran avenida comercial que siempre ignoro, dos ajados carteles llamaron su atencion: uno sobresaliendo de la primera planta de una antiquisima edificacion que decia <> y otro justo encima que anunciaba <>. Recordo que hacia unas semanas paso por esa callejuela y se quedo mirando el pequeno escaparate de la libreria, oscuro, lleno de polvo y con un punado de libros y libretas mal ordenados. Le parecio el inframundo de las letras, una fotografia sepia y ajada tomada siglos antes. Fue en ese lugar y ese dia cuando le parecio que alguien le hablo desde el portal que lindaba con la papeleria: <>. Se quedo paralizado, penso que aquella voz de anciana no era mas que fruto de su desesperacion, habia sido el peor de sus dias. Cuando quiso asomarse al portal se cerro de repente. Tal vez su verdadero golpe de suerte habia sido perderlo todo, o casi todo, aun tenia un buen fajo de billetes que, bien administrados, le darian para muchos meses; para su nuevo proyecto solo necesitaba papel, boligrafo, una mesa, silencio y soledad. En ese callejon parecia tenerlo todo: material, comida y cama.

  • La voz de los arboles de Tracy Chevalier

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    La familia Goodenough ha dejado atras la Nueva Inglaterra del siglo XIX para instalarse en los pantanos de Ohio y lleva consigo algunas ramas de su manzano favorito. Pero en el huerto que plantan se hunden tambien las semillas de la discordia entre James y Sadie Goodenough. Mientras James adora las manzanas dulces, Sadie prefi ere refugiarse en la sidra. Esas diferencias irreconciliables afectan a sus hijos y obligan al menor de ellos, Robert, a abandonar Ohio y buscar fortuna. El amor hacia los arboles, heredado de su padre, le acompana en su viaje hacia el Oeste. Alli descubre el amor de la mano de una vivaz cocinera y, gracias a un comerciante de semillas, los secretos de las poderosas secuoyas. Entre estos arboles centenarios de California, encuentra consuelo y, con el tiempo, algunas respuestas

  • Pena Amaya de Pedro Santamaria

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    Ano 572. Hace un siglo que el Imperio Romano de Occidente ha caido y mas de ciento cincuenta anos desde la irrupcion de los barbaros en Hispania. Pese a las constantes guerras Cantabria, un pais diminuto, se mantiene independiente en parte gracias a la inexpugnable ciudad de Amaya, lugar donde se reune su Senado.
    Despues de sus exitosas campanas contra los bizantinos en el sur peninsular, el rey visigodo Leovigildo sitia la ciudad rebelde de Corduba. Pero su ambicion va mas alla: el monarca pretende unir toda Hispania bajo sus leyes y, para ello, debera marchar con sus huestes hacia el norte de la peninsula.
    Tomas, un joven cantabro que en otro tiempo fue guerrero, ha abrazado la verdadera fe y se ha unido a Emiliano (San Millan), hombre santo cuya fama se extiende por todo el norte peninsular. Este, en un sueno turbador, vera la destruccion de Amaya y elegira a Tomas para que lleve la palabra de Dios a los cantabros, paganos en su mayoria, como unica garantia de salvacion.
    Tomas tendra que enfrentarse a su pasado y a su hermano mayor, Necon, que sera el encargado de defender Amaya, y con ella toda Cantabria, del ataque visigodo.
    Pedro Santamaria, con su habitual prosa fluida, nos presenta un relato heroico cargado de accion, que reflexiona sobre los limites del amor y la resistencia.

  • La Duquesa (Hermanas MacBride 2) de Kira Freitas

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    Libro 02 de la Trilogia de las Hermanas MacBride

  • Librame de todo mal de S. A. Kirchen

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    La primera vez que el morbo se tradujo en humedad, la adolescencia afeaba un poco mi rostro con granos y espinillas, y me sorprendio paseando distraida hacia mi casa desde el instituto. Por expreso deseo materno, nunca cruzaba el atajo del cementerio viejo con tal de acortar el trayecto. Ella aseguraba, a propios y ajenos, que el sendero lo plagaban las animas atormentadas vagando sin reposo. Explicaba apasionada, un sinnumero de historias fantasticas sobre aparecidos y entes andrajosos visionarios de infortunios, que sugestionaban a los parroquianos hasta el punto de abandonar a sus muertos el Dia de Todos los Santos. Yo creci en ese ambiente religioso opresor, siempre temerosa al castigo divino, donde no era admisible pecar ni de pensamiento. ?Que me empujo a quebrantar la norma? Yo era carne de beata, siempre recatada y pudorosa. Mi uniforme escolar daba fe de ello; los calcetines bien altos y el dobladillo de la falda por debajo de la rodilla no dejaban un centimetro de piel al aire. Entonces, ?como sucedio? Hoy tras anos de mantener relegado aquel recuerdo al cajon desastre de mi memoria, comienzo a darle credito a las fabulas de mi madre; algo hubo de arrastrarme inconscientemente por aquella trocha estrecha y poco transitada, colmada de piedras caidas de los muros resecos y de la tierra, que, convertida en polvo, se fijaba a los mocasines lustrados en la manana. Cada rama que pisaba, mi mente la convertia en el crujido de un hueso al quebrarse. Cada hoja que me rozaba, eran jirones del atavio para amortajar de alguna novia suicida. Temblaba con cada soplo de viento que movia mi cabello, y me aferraba a la carpeta escolar como si fueran misales con la propiedad de ahuyentar a los espiritus molestos por mi intrusion. Sufri alucinaciones de todo tipo, hasta el punto de sudar en frio y respirar atropelladamente aquejada por el panico a lo desconocido o a lo imaginario. Me apresure a salir de la hijuela --se me antojo una peregrinacion-- con pasos acuciosos. Sin embargo, en mi fuga, el pie se enmarano en un raigon y al abrir los brazos para no perder los dientes en el batacazo, solte la carpeta y el contenido se desperdigo fuera de la senda. Ni sacudi la suciedad de la ropa, de un brinco me alce. Con miedo atroz, trizaba zarzales a manotazos sin acusar el escozor por los rasgunos de sus espinas. Asi, fui penetrando en el margen de la vereda y los vi. En el pueblo todos nos conociamos, y todos tambien teniamos un apelativo, por lo general otorgado en honor a alguna aptitud, labor, defecto o tara heredada de un antepasado. En mi casa eramos los Coratos, en recuerdo al caracter montaraz de una abuela. Los que estaban desnudos en el claro, rodeados de espesura silvestre y yerma, tampoco se libraban. Ella era Palmira, La Dona, nunca supe a que venia el apodo, era la esposa del alcalde, un hombre regordete y bigotudo, con los brazos desproporcionados en comparacion a su corta estatura, siempre apestando a puro, vino barato y refrito de bar. Yo les llamaba La extrana pareja. Las carencias fisicas del marido, eran superadas con nota por la belleza delicada de la mujer y, sobre todo, por su elegancia. Su acompanante no era el alcalde, si no el capellan, un hombre bien parecido y admirado por todas las devotas que proclamaban bondades de su persona. Alarmada, podria narrar como el pavor a ser sorprendida atenazaba mis musculos, podria, pero no; la imagen me subyugaba a seguir camuflada tras los matojos. Desde mi posicion podia sentir el sonido de sus besos arrebatados. El, le sujetaba con ambas manos la cara, sosteniendola con la maravilla que se admira un milagro; ella desabotonaba su camisa de abajo a arriba, dejando a la intemperie un torso definido y masculino, bien formado. Que extravagante es la vida, nunca habia contemplado a un hombre desnudo y el padre Samuel iba a mostrarme todas sus inocencias. Centimetro a centimetro, La Dona, fue retirando las prendas que entorpecian el acceso a la zona mas casta a mantener por un ministro del Senor, y cuando aparecio ante mis pupilas perplejas aquel pecado erguido, ahogue un grito de estupor. La mujer no tuvo remilgos en abandonar la boca hipocrita que, en la manana, habia impuesto penitencias a las confesiones de sus feligresas, para trazar con sus labios un rastro ardoroso derecho a calmar los latidos del miembro que acariciaba. Mi cuerpo tambien se agito expectante y acalorado, ardian mis mejillas y mis pulmones demandaban henchirse mas veces y mas profundamente. La mujer se postro ante el, aun vestida, mostrando los hombros, lo unico que le habia dado tiempo a descubrirle. Alzo la mirada desde su posicion, implorando ante aquel altar, relamiendose ansiosa de mimar sus exvotos expiatorios, y seguido, repaso con su lengua la envergadura exhibida sin reparos. Ahi, mis pulmones se vaciaron. A la par, en mis entranas principiaba un cosquilleo viciosamente agradable. Cuando ella le proporcionaba una caricia falica intensa, un millar de sensaciones se originaban alrededor, equivalentes a una sinfonia tosca de jadeos, paladeos, chasquidos y palabras sensuales, que me llegaban amortiguadas, pero con la energia estimulante precisa para avivar mis hormonas donceles. De repente, el, con voz ronca y excitada, rogo que se detuviera apartandole la cabeza de su intimidad, obligandola a levantarse. La observaba fervido, igual a un imaginero su obra sagrada, y fue desarropandola sin prisas, boton a boton, sosteniendole la mirada. Ambos desnudos se tumbaron en la yerba poco mullida. Los besos eran furiosos, suculentos, delirantes... Mordia el cuello de La Dona, que se contorsionaba bajo la figura del pecado. Tomo sus senos cual lactante hambriento y, cuando creyo haber catado suficiente, siguio buscando otro oasis en donde saciar su sed. No tardo demasiado en emplazarlo. Situando su boca en los labios intimos de la mujer, conseguia que gimiera retorciendose sin control implorandole un receso. No cedia a sus suplicas, al contrario, su lengua repasaba los pliegues del deseo, hurgaba en su cavidad intima y se centraba en saborear los jugos de la excitacion femenina, inmovilizando sus piernas, exponiendola de par en par ante el, absorbiendo sin reten la ambrosia ofrecida. Mi inquietud se habia convertido en agitacion y el calor, en llamas. La ropa interior empezaba a impregnarse de fluidos desconocidos hasta aquel entonces, mi libido intentaba orientarme torpemente sobre los pasos a seguir, hasta que la pareja cambio los juegos orales por los carnales. Ella, aun entre espasmos y convulsiones, recibia el primer envite. Se arqueo, el se mantuvo alli unos segundos y salio lentamente, para entrar de nuevo y repetir la operacion, una y otra vez, torturandola por como imploraba y se aferraba a la escasa hierba. Mi mano tomo la iniciativa al reptar por debajo de la falda. Estaba mojada, mi intimidad habia cambiado al tacto, era mas suave y mas esponjosa. Las censuras me asustaban y palpaba con aprension. Subitamente todos mis escrupulos se evaporaron junto con mis bragas, permitiendo a los dedos acariciar mi sexo, experimentando a darme placer sin mas prudencias. Con la falda por encima de las rodillas y con las bragas a la altura de los tobillos, escudrinaba la manera idonea de avezarme en enfasis a aquella fogosidad, ya no observaba a la pareja, verme a mi era asaz. Inesperadamente, una contraccion mas grata a las anteriores se manifesto imparable. Manipule mi vertice de goce, ignoto hasta el momento, y aprendi a presionarlo con el vigor adecuado para obtener una sacudida en respuesta. Algo restallaba dentro licuando mi candidez puber, tornando mi inocencia en un flujo viscoso y tibio que resbalaba entre mis nalgas. Lleve los dedos empapados a la boca, curiosa en conocer mi sabor y aroma, sin dejar de dedicarle fricciones intensas al punto erogeno profanado, succionando mi indice instruida por la vision de La Dona hacia unos minutos, y sin darme tregua a mi misma alcance el extasis. Contuve los gemidos mordiendome los labios por respeto a los adulteros de fe y promesas, que, tras consumar, se regalaban arrumacos de amantes fieles. Fui recomponiendome sin causarles molestia alguna y, tan silenciosa como apareci, me marche. Mi cuerpo aun sensible acusaba los roces de la ropa, tambien el corazon bombeaba la sangre con prisa y note mis pechos pesados y turgentes, entendi la necesidad apremiante de los imberbes companeros de clase, siempre animando a alguna de las chicas populares a complacer sus instintos basicos. Sin embargo, no solo disfrutaba de ese hallazgo, la angustia tambien ocupaba su parcela en mi, conjugando ambas emociones en diferente proporcion, y, con cada paso que me aproximaba a casa, la aprension ganaba al gozo. Mi madre estaria alli, entre sus miles de quehaceres, esperando mi regreso, pendiente del reloj. Con el tiempo habia conseguido diez minutos de cortesia y vadear el viejo osario me regalaba alguno mas, pero el rato de lubricidad superaba al computo total. Desee con ahinco que ella estuviera aquejada por alguna jaqueca, hecho probable, era una mujer victima de sus propias decisiones irreflexivas, producto de su lengua perennemente dispuesta a senalar los defectos ajenos e incapaz de distinguir los propios. Para mi descanso, nadie me esperaba, respire con alivio, habia temido delatarme al mal fingir no conocer sucesos resenables, cuando mis ropas sucias y mis zapatos polvorientos arguian lo contrario. La casa estaba vacia, podia mudarme ajena a miradas recelosas o preguntas incomodas a las que contestaria mintiendo. Evitando que una inspeccion ocular hiciera saltar todas las alarmas, saque brillo al calzado y lo guarde bajo la cama. Con sigilo, cruce de puntillas de mi habitacion al aseo y pase el cerrojo. Al desabotonar la blusa del uniforme y contemplar la imagen del espejo, me vi distinta, concretamente no se que habria cambiado, pero mi cuerpo me gustaba mas que en la manana o en la noche anterior. Repase con suavidad la rosada aureola que al contacto recuperaba tersura y mis senos tomaron forma sugerente, apetecible. Acariciaba las protuberancias semejantes a fresas y las pellizque, primero con tiento, luego con mas crudeza. Un jubilo chocante, entre gusto y desagrado, conecto mi sexo. Desabroche la falda y hasta el sonido al caer fue provocador. Mis braguitas de algodon con blonda infantil, estaban sucias, con briznas de paja y restos de arena; aun humedas, las baje, lanzandolas de un puntapie a un rincon del bano y de nuevo examine mi reflejo escandaloso, recobrando la exploracion en donde la habia dejado antes de descubrirme a mi misma. Entre mas maltrataba mis indefensos pezones, mas necesitaba escarbar en mi libidine e introduje el dedo corazon para notar el pulso en mi intimidad. Nuestro Senor fue habil al dotarnos de tantos dedos en cada mano, logre jugar con mis claves del hedonismo a la vez, aprendi a satisfacerme en menos tiempo del que emplee en la invocacion al Espiritu Santo. Cuando mi familia regreso de sus quehaceres, yo habia preparado la cena, puesto la mesa y esperaba acabando mis tareas escolares. Presentia que, si me observaban con detenimiento adivinarian mi intrusion en esos horizontes intemperantes. Asi que opte por intentar pasar inadvertida. En principio no deberia de ser una empresa dificil, en casa solo notaban mi presencia en caso de retrasarme. La noche estuvo llena de suenos variopintos, situaciones inconcebibles y tentaciones insolitas, en donde un fraile, poseia mi cuerpo haciendolo retorcer bajo sus habitos de saco, desgarrando su pureza con mi total entrega.

  • Mil maneras de hacer sonreir al Highlander de Martina Leiva

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    Es necesario partir de cero en un nuevo lugar para curar las heridas...

  • Sirens 5 de

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    Historia y mundo creado por Lena Valenti y Valen Bailon.
    El despertar de Thot ha llegado en la eclosion de la guerra.
    La Dama de Min mas poderosa del Universo tiene las claves para que el atlante mas soberano consiga detener la destruccion de un plan orquestado con milenios de antelacion.
    Pero nada les va a preparar para verse de nuevo y enfrentar sus miedos, y sus multiples cicatrices.
    ?Puede la responsabilidad primar por encima del unico y verdadero amor?
    ?Deberia la mujer mas poderosa de todos los tiempos someterse por el bien de las demas civilizaciones?
    Las batallas se ganan con la estrategia, pero la guerra la vence el mas apasionado.
    Con Semiasas provocando el caos en el exterior, la vida humana y el equilibrio de la Galaxia esta en manos del atlante mas sabio y hermetico, y de la Emperatriz de las Min.
    ?Quien claudicara y clavara antes la rodilla?

  • Asesinato en Roma de Walter Astori

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    EL PRIMER CASO DEL CUESTOR FLAVIO CALLIDO

  • Almas Guerreras de Raquel Campos

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    Brekken, frontera de Suecia con Noruega, 872 d.c Los dos ejercitos esperaban la senal para blandir sus armas contra los que cada uno consideraba sus enemigos. !Que equivocados estaban! Pues ambos bandos pertenecian al mismo pueblo. En el de Harald luchaban los mas grandes jarls del reino. Uno de ellos era Sulke, de la aldea de Trondheim. A su derecha se encontraba su hijo Thorkell, que blandia una espada casi tan grande como la suya. Lo observo de reojo, el joven se habia acerado con las continuas luchas y su caracter se habia encurtido tambien. A su izquierda estaba Bjorn. Lo habia adoptado tras la muerte de su padre y ambos ninos se habian criado juntos, ademas de ser inseparables. Hacia anos que la paz se tambaleaba, y esperaba que este fuera uno de los ultimos enfrentamientos, ya que su cuerpo no le respondia como antano. Un gran cuerno sono y su sonido reverbero hasta en las ultimas montanas, donde la vista se perdia. Los dos bandos se lanzaron en un amasijo de hierro y madera. Las estocadas de espada y hacha se lanzaban por doquier y los escudos de madera amortiguaban los poderosos golpes. Ni el gran Loki habia sonado nunca con una lucha de tal magnitud. Los guerreros no miraban, tan solo asestaban golpes con el pensamiento de que alguno fuese certero. Los guerreros de Trondheim se dispersaron, cada cual inmerso en una lucha sin cuartel. Eran fieros luchadores que aprendian desde una temprana edad el arte de la lucha. Thorkell de vez en cuando buscaba a su padre con la mirada, no le gustaba perderlo de vista y, sin darse cuenta, se habian alejado bastante unos de otros. Bjorn luchaba contra dos hombres, con la espada en una mano y el hacha en la otra. Su estatura era propicia para batir a cualquier guerrero en una lucha justa y lo demostraba en la batalla con un valor inusitado. --!El gran Sulke ha caido! El grito resono en la mente de Thorkell, que se negaba a admitir tal cosa; se giro para comprobar que continuaba luchando, pero ahogo un gemido en su pecho. El gran guerrero yacia herido de muerte. Un grito estremecio a todos, un grito que retumbo mas alla del cielo y que llego a Asgard. Una espada se abria paso entre los guerreros hasta el gran Jarl, dando golpes a diestra y siniestra para llegar a capturar el ultimo halito de vida de ese gran hombre. Sulke no sentia nada, salvo una extrana paz que se estaba tejiendo en el interior de su cuerpo. Estaba feliz, pues el Valhala lo esperaba. Tan solo...una cosa empanaba su viaje a la vida eterna. El joven guerrero, preso de la furia, se abria paso a traves de la batalla. Nada conseguia detenerlo, con su espada enarbolada en una mano y el hacha en la otra, parecia un berserker en pleno trance. Sulke sintio la tibieza de un cuerpo y miro al joven guerrero a los ojos. Ese era su ultimo deseo. --!!!Padre... --El joven se agacho junto al cuerpo del hombre al que habia venerado desde que nacio. La mirada vidriosa y la sangre perdida presagiaban que la vida se le escapaba muy deprisa. --Hijo…, pronto vendran las valquirias a por mi. Dirige el clan con honor y cuida de todos. Ademas... --Su cuerpo se negaba a seguir adelante--, te dejo la mision de seguir los pasos de Harald en su lucha por la unificacion. --Lo hare, padre, sere digno de la confianza que deposite en mi y... --El cuerpo de su amado padre sufrio un par de violentos estertores y dejo la vida con una fina sonrisa en los labios. Se levanto preso de la furia y, con la espada en la mano, se dirigio a buscar al asesino de su padre. Su hoja vencio a muchos guerreros, pero ninguno de ellos era el maldito Kjove. Alzo la cabeza al cielo y grito de nuevo. -- !Te vengare, padre! Aunque sea lo ultimo que haga en este mundo, mi espada vencera al hombre que te asesino de manera tan infame. Ese juramento llego hasta el rincon mas oscuro de su corazon y se quedo alli. Desde ese momento, el joven no volvio a ser el mismo. Su ser y su corazon estaban ansiosos de venganza. Capitulo 1 Thorkell tenia el cuerpo cubierto de sangre, las heridas comenzaban a escocerle, mas curarian. Pero la perdida de su padre no cicatrizaria. Nunca habia pensado que ese hombre, fuerte y robusto, podria llegar a morir algun dia; para el siempre habia sido un ejemplo ver las ganas de vivir y de libertad que poseia su amado padre. Ahora, mientras se quitaba la cota de malla, miraba el cuerpo frio y sin vida de su progenitor. No sabia muy bien que hacer, tan solo pensaba en atrapar a Kjove con vida y retorcerle el pescuezo hasta ver como la vida le abandonaba poco a poco. Sin querer, sus punos se cerraron con furia y con un dolor que no podia soportar. Mientras dejaba caer la pesada armadura, una imagen se forjo en su mente. Un rostro bello, de facciones suaves y expresivos ojos azules. Su madre. ?Como iba a contarle lo que habia sucedido? Ni el mismo se perdonaba, ya que podia haberlo impedido si hubiera luchado a su lado. La puerta de la tienda se abrio, no tenia necesidad de girarse para ver quien osaba interrumpir su dolor, solo habia una persona que se atreviera a hacerlo. Su fiel amigo Bjorn. Deposito la espada que tantas veces habia empunado su padre sobre una mesa pequena; al hacerlo, el rostro de su amigo se recorto a la luz de las velas. Pudo notar el dolor que invadia a su companero. Se habian criado juntos como hermanos, cuando el gran Sulke habia decidido que ese jovenzuelo desgarbado y casi abandonado viviria con ellos. --?Piensas volver? --pregunto Bjorn en un hilo de voz casi inaudible. Ahi estaba, la maldita pregunta que le estaba mortificando en esos mismos instantes. Un suspiro salio de su garganta. --No puedo..., necesito tiempo..., es egoista de mi parte, pero... --Nada es mezquino por tu parte. Todos comprenderan el dolor que invade tu alma. Yo hablare con tu madre. --Ruego a los dioses que me perdonen..., solo soy un cobarde. --Su amigo atraveso la estancia hasta llegar junto a el--. No digas nada, tan solo marcharos antes del alba. Cuando este preparado, volvere. Bjorn sabia que nada podia hacer para que cambiara de opinion, asi que salio de la tienda con la cabeza inclinada. Se llevarian el cuerpo de Sulke y lo engalanarian, solo esperaba que Thorkell volviera para enterrarlo con todos los honores. Al dia siguiente los guerreros se despidieron y cada uno tomo un camino diferente. Bjorn y Knut viajaban hacia su hogar. La aldea de Trondheim los esperaba, y esta vez sus gentes no festejarian ninguna victoria. Eran portadores de una triste noticia. Thorkell recogio todo lo que poseia en esos momentos y se dirigio, con su montura, hacia las frias y desiertas tierras del norte. Alli no tendria que lidiar con nadie, no le preguntarian donde habia estado cuando mataron a su padre. Pensar que no habia podido ayudarlo le embargaba de una culpa que atenazaba su corazon tornandolo frio y resentido. * Tras unos dias de marcha forzada, la caravana llego a las lindes de la aldea; era temprano y no se oia nada en las cercanias. Bjorn cabalgaba el primero, tras el iba Knut el jovial, a quien toda la alegria le habia abandonado y lucia un rostro serio y cetrino. Los demas guerreros portaban en un camastro el cuerpo sin vida del gran hersir de su aldea. Conforme se acercaban, iban reduciendo la marcha de los corceles. No querian llegar para contemplar la fatidica escena de dolor y desolacion de esas sencillas gentes. Isgendur estaba cosiendo, hacia horas que no lograba conciliar el sueno. Un oscuro presentimiento latia en su corazon. Las palabras que Fenja le habia dicho la noche anterior mientras le tiraba las runas la habian dejado muy preocupada y apenas habia sido capaz de dormir. "La oscuridad y el dolor vendran a esta aldea. Solo quien empune de nuevo la espada del hersir podra devolver la luz. Su camino sera dificil, el sentimiento de culpa sera superior a cualquier otra cosa que piense y, hasta que no se apacigue su espiritu, nada se podra hacer" Habia amanecido hacia un rato y salio a la puerta para sentir el sol sobre su piel, quizas eso calmara el desasosiego que sentia. A lo lejos, vio que se acercaba un grupo de caballos. !Por fin regresaban su amado esposo y su hijo! Esta vez habian estado ausentes un par de semanas, pero ahora todo volveria a ser como antes. Se equivoco. El grupo marchaba de forma lenta, como si no quisieran llegar nunca. Portaban algo arrastrando de un camastro y cerro los ojos con dolor al pensar que podia ser. El grupo se acerco y reconocio a Bjorn. Este, al darse cuenta de su presencia, se bajo del caballo. --Isgendur, somos portadores de una gran desgracia --dijo casi sin voz Bjorn. La mujer cerro de nuevo los ojos, aguantando el dolor que empezaba a lacerarle el corazon. Una lagrima rodo por su mejilla. --?Que ha pasado, Bjorn? --dijo Isgendur mirando a ese joven a los ojos. No era su hijo, pero lo trataba como a uno mas. --Quizas sea mejor que nos sentemos y...

  • Una moneda por tu corazon de Sophie Saint Rose

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    June estaba lavando en el rio su otro vestido, despues de que el nino del herrero le hubiera tirado un punado de estiercol. Se mordio el labio inferior de la impotencia y reprimio las lagrimas cerrando sus preciosos ojos azules, mientras apretaba con fuerza la desgastada tela de su vestido. No sirve de nada llorar, dijo para si abriendo los ojos y tomando aire. Habia aprendido cuando murio su padre, que nunca recibiria la ayuda de nadie en ese pueblo. A la temprana edad de diez anos habia visto como ningun vecino se acercaba a su ruinosa casita a las afueras para darle el pesame y como el reverendo tuvo que exigir ayuda para llevar el cadaver de su amado padre hasta el cementerio. Fue despues de sepultar a su padre tras un breve sermon, que el reverendo Mathews la llevo de regreso a su casa y fue muy claro con ella. Todavia le recordaba sentado ante ella en la mesa de madera que usaban para comer y le decia-- Nina, deberias irte del pueblo. ?Tienes mas familia? --No, reverendo. Creo que no. -- susurro asustada apretandose sus manitas. El reverendo apreto los labios-- Pues aqui no puedes quedarte. Las gentes de esta aldea te odian y solo te toleraban porque temian a tu padre. Era un hombre fornido y no se atrevian con el, pero a ti... --?Por que nos odian? No hemos hecho nada. El reverendo suspiro y miro hacia la ventanita por donde se veia que estaba oscureciendo-- Tu madre hizo algo que no pueden tolerar y tu eres el fruto de esa traicion. Ella no entendia lo que queria decir --?Me esta diciendo que no soy hija de mi padre? --En su lecho de muerte despues de darte a luz, dijo unas palabras que aun me ponen los pelos de punta, nina. No puedo revelarlas por ser secreto de confesion, pero lo que todo el mundo sabe es que no eres hija de tu padre. El hizo la vista gorda porque adoraba a tu madre, pero en el pueblo no lo olvidan y te odian. Ahora entendia que los otros ninos la llamaran bastarda. Cuando se lo habian dicho la primera vez, ella habia ido llorando hasta su padre que trabajaba en el huerto y se lo habia contado entre lagrimas. El habia sonreido y se habia agachado a su lado tocandole la punta de su nariz sonrojada-- Son unos envidiosos porque nadie en el pueblo se quiere como nosotros. Por supuesto que eres mi ninita bonita. La mas hermosa del contorno. No hagas caso a las habladurias, ?me oyes? Nunca les hagas caso. Recordando esas palabras miro al reverendo y levanto la barbilla--Mi padre era Steven Miller y usted es un mentiroso. El reverendo la miro asombrado y vio como iba hasta la puerta de su casita y la abria indicandole que no era bien recibido-- !Nina! !No seas grosera! -- le habia gritado el reverendo-- !Eres hija de Lord Craig Pemberton y eso lo sabe todo el mundo! --!Miente! -- grito June furiosa y desgarrada de dolor-- !Mi padre es Steven Miller! --Oh, eres imposible. -- el reverendo se levanto tocandose su enorme barriga-- ?Quieres saber por que te odian? !Porque es el peor arrendador de la historia de Inglaterra y se mueren de hambre! !Por eso te odian! --!Siga mintiendo reverendo e ira al infierno! --!Tu madre me lo dijo en su lecho de muerte! -- grito rojo de furia. June dio un paso atras impresionada-- !La violo en sus establos un dia que fue a la casa grande! !La deshonro y tu padre hizo la vista gorda! !Pero todo el mundo sabe la verdad, porque lo vieron los lacayos del establo! !Lo hizo ante ellos para demostrar su poder! La ninita palida miro los ojos del reverendo y susurro-- Soy hija de Steven Miller. El reverendo se calmo al ver su dolor y apreto los labios arrepintiendose de sus palabras. -- ?Quieres que hable con el Conde para que te mantenga? Eres su descendiente y debe hacerse cargo de ti. Asustada porque tenia un miedo atroz a ese hombre, nego con la cabeza-- No, por favor. --Entonces hablare con la Condesa. Le dire que hay una nina huerfana que necesita manutencion. Siempre ha sido muy generosa con los huerfanos. --No quiero nada de ellos. --?Y como te vas a mantener, nina? --Tengo mi huerto. El reverendo la miro de arriba abajo y al ver su viejo vestido y sus pies descalzos se sintio impotente. --Al menos tendras para comer. June forzo una sonrisa-- Si. No se preocupe mas por mi. --Ven a hablar conmigo si necesitas algo. --Gracias, reverendo. Pero nunca habia ido a hablar con el. Por muy mal que lo hubiera pasado, nunca habia pedido nada a nadie. Y eso que despues de fallecer su padre lo habia pasado realmente mal. Aunque tenia para comer, era una nina y ver que nadie queria hablar con ella, habia sido muy duro. El primer ano lloro mucho. Muchisimo. En su pequena casita ante la chimenea habia estado desesperada por que alguien le mostrara un poco de carino. Acostumbrada a la compania de su padre, estar completamente sola habia sido un shock. Pero el segundo ano fue algo mejor y el tercero mejor aun. Ahora no necesitaba a nadie, pero no podia evitar que a veces la sorprendieran con la guardia baja. Como esa manana con el hijo del herrero, que apenas tenia cuatro anos. Cuando pasaba delante de la herreria la habia llamado escoria ante su padre, tirandole el estiercol al vestido. El hombre ni la miro dos veces antes de seguir con su trabajo y ella como siempre que ocurria algo asi, agacho la cabeza y salio corriendo hacia su casa. Nunca respondia a los ataques, porque una vez que lo habia hecho, unos ninos del pueblo le habian pegado una paliza que la habia tumbado en la cama una semana. Y ahora que tenia diecisiete anos era aun peor, porque la trataban como a una zorra, insultandola a su paso. Los mozos le decian cosas lascivas cada vez que la veian y solo fue por la intervencion del reverendo que la cosa no fue a mas. Una manana pasaba ante la Iglesia y uno de los mozos la llamo zorra y le pregunto si queria abrirse de piernas para el y sus amigos. El reverendo, que salia en ese momento y vio la escena, palidecio gritando a los cuatro vientos que como se atrevieran a tocarle un solo cabello de su melena, les excomulgaria a todos. El rumor corrio por el pueblo y los insultos seguian, pero no se atrevian a tocarla por miedo al reverendo, que era muy respetado en el contorno. Eso fue un verdadero alivio para June y para agradecerselo, le dejo en la puerta de su casa una caja con todo tipo de hortalizas que ella misma habia cultivado. Las mejores del contorno segun el. La habia detenido otro dia para darle las gracias diciendo que sus tomates eran un autentico majar. Eso era lo que le daba para vivir, pues se las vendia a la casa grande para las finas comidas de los lores que les visitaban. Les odiaba, pero su dinero le venia muy bien para sus pequenos gastos, asi que no podia rechazarlo. Sospechaba que el reverendo habia hablado con la cocinera para que se las comprara a ella, pero no podia asegurarlo porque la senora Reynolds nunca habia abierto la boca al respecto. La trataba correctamente pero tampoco le daba confianza. Recordando todas esas cosas siguio frotando el vestido y al levantarlo del agua vio que la mancha habia desaparecido. El olor a jabon llego a su nariz y sonrio antes de sumergirlo de nuevo cuando vio a varios ninos del pueblo correr por el puente en direccion a los pastos de lord Pemberton. Entrecerro los ojos y aparto un mechon rubio de su frente al ver como varios vecinos tambien corrian hacia alli riendo encantados. ?Que ocurriria? Con curiosidad se levanto retorciendo el vestido y cruzo el rio saltando sobre las piedras para llegar al otro lado. Alejada de sus vecinos, camino entre los arboles tomando la misma direccion y cuando escucho la excitacion de los ninos, miro hacia la enorme pradera donde vio gran cantidad de carretas que tenian grandes carteles pintados con brillantes colores. No sabia lo que ponia en esos carteles, pero eran muy bonitos. Fascinada se subio a un arbol para ver mejor y lo que vieron sus ojos la dejo maravillada. Un hombre estaba subido a un animal que nunca habia visto. Era enorme. Tenia patas gordas como troncos y una nariz que le llegaba hasta el suelo. Los ninos no lo veian porque estaba detras de las carretas, que haciendo un circulo protegian lo que se hacia en el interior. La sorprendio ver una tela enorme extendida en el suelo en forma de circulo y a varios hombres colocando troncos de manera vertical a su alrededor. Varias mujeres, vestidas con maravillosos vestidos de colores, reian hablando con los vecinos que parecian entusiasmados y un nino grito la palabra circo. A June se le corto el aliento. Era un circo. Habia oido a su padre hablar de ellos. Hacian espectaculos por las ferias y los pueblos. El habia ido a uno una vez y le habia entusiasmado. Sonrio sin perder detalle y vio los hermosos caballos blancos, que una muchacha morena dirigia con una fusta, montada en el que iba delante. Estaban tan bien entrenados, que siguieron al que iba a la cabeza, hasta donde la chica queria. Habia varias jaulas al otro lado del circulo. Un grunido le puso los pelos de punta y se pregunto que seria. Entonces se abrio la puerta de atras de una de las carretas y salto al exterior un chico de unos diecisiete anos, que llevaba puesto un fino traje de color violeta. Sonrio porque estaba muy guapo y con soltura fue hasta las mujeres gritando a los parroquianos que debian irse para dejarles trabajar. Los vecinos le miraron sorprendidos antes de echarse a reir, aunque el chico parecia que hablaba en serio. No supo lo que les dijo despues, pero tenia una sonrisa maliciosa que le hizo gracia y al parecer a los vecinos tambien, porque se echaron a reir de nuevo empezando a dispersarse. Una de las mujeres le dijo algo al oido y el chico asintio antes de ir hacia una carreta mas grande y llamar a la puerta. Se pregunto de quien seria esa carreta, porque era mucho mas grande que las demas y no llevaba cartel.

  • El honor de Preston de Mia Sheridan

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    <>. Annalia se ha criado en la granja de los Sawyer, y ha crecido junto a los hijos gemelos de los duenos: a Cole le dio su primer beso, pero con Preston le une algo mas, algo mucho mas intenso, y ella sabe que es amor puro. Preston ama profundamente a Annalia desde siempre, pero su sentido del honor, por su familia, por su gemelo, le impide conquistarla. Hasta que no puede resistirse mas, y durante una calurosa noche de verano en la que sus mundos --y sus cuerpos-- impactan, se desencadena una serie de acontecimientos que alteraran sus vidas para siempre y que provocan que Annalia desaparezca. Pero Annalia regresa a la granja pasado un tiempo para reclamar lo que tanto ansia su corazon, y se encontrara a un Preston que no sabe si puede perdonarla y que no quiere arriesgarse a volver a sufrir. ?Impediran el orgullo y la amargura que Preston se abra a lo unico que ha anhelado siempre? ?Podra Annalia arreglar algo que esta irremediablemente roto? ?Se puede perdonar lo imperdonable?

  • La tentacion de ser felices de Harper Collins de

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    El tictac del despertador es el unico sonido que me acompana. A esta hora la gente duerme. Dicen que las primeras horas de la manana son las mejores para dormir: el cerebro esta en fase REM -que es en la que se suena-, la respiracion se vuelve irregular y los ojos se mueven rapidamente de un lado a otro. Un espectaculo para nada divertido, algo parecido a encontrarse delante de un endemoniado. Yo nunca sueno. Por lo menos, no me acuerdo. Puede que sea porque duermo poco y me despierto temprano. O quiza porque soy viejo y cuando uno se hace viejo los suenos se agotan. El cerebro se ha pasado toda la vida elaborando las fantasias mas estramboticas, es normal que con el tiempo empiece a perder facultades. Nuestra vena creativa tiene su punto algido en un momento determinado de nuestra existencia. Despues inicia el descenso y, al final de nuestros dias, ya no somos capaces ni de imaginar una escena de sexo. Sin embargo, cuando se es joven se empieza precisamente por ahi, por imaginarse increibles noches de pasion con la showgirl de turno; con la companera de pupitre; o incluso con la profesora, que, no se sabe muy bien por que, parece deseosa de buscar refugio en los brazos de un mocoso con bigotillo y lleno de granos. Es verdad que la inventiva empieza antes, desde pequenos, pero creo que la masturbacion juvenil tiene mucho que ver con la formacion de la creatividad. Yo era muy creativo. Decido abrir los ojos. Total, en este estado es imposible dormir. En la cama el cerebro hace viajes alucinantes. Por ejemplo: Me viene a la mente la casa de mis abuelos. Todavia puedo verla, visitarla, pasar de una habitacion a otra, olfatear los aromas provenientes de la cocina, escuchar el chirriar de la puerta de la alacena del comedor o de los pajarillos que pian en el balcon. Ahora me detengo en la decoracion, recuerdo el mas minimo de los detalles, hasta las figuritas de ceramica que decoraban los muebles. Si aprieto fuerte los parpados, consigo incluso verme a mi mismo reflejado en el espejo de la abuela, verme de nino. Lo se, habia dicho que ya no sueno, pero me referia a sonar dormido. Sin embargo, cuando estoy en vela, todavia soy capaz de defenderme. Miro con el rabillo del ojo el despertador y suelto una maldicion bajo las sabanas. Pensaba que serian las cinco, pero son todavia las cuatro y cuarto de la manana. Fuera es de noche, una alarma antirrobo suena intermitentemente, la humedad difumina los contornos y los gatos se acurrucan debajo de un coche. El barrio duerme y yo doy vueltas en la cama. Cambio de posicion y me obligo a cerrar de nuevo los ojos. La verdad es que no consigo estar tumbado y quieto ni un minuto. Libero toda la energia acumulada durante el dia, un poco como hace el mar en verano, que acumula el calor de la manana para soltarlo por la noche. Mi abuela decia que cuando el cuerpo no esta por la labor de descansar, lo mejor es estarse quieto. Despues de un rato el cuerpo entiende que no es momento de juerga y se tranquiliza. Lo que pasa es que para llevar a cabo semejante empeno hay que tener paciencia y autocontrol, y desde hace algun tiempo a mi se me han agotado los dos. Me doy cuenta de que estoy mirando fijamente un libro que hay encima de la mesilla de noche que tengo al lado. Ya he mirado en otras ocasiones su portada, pero aun asi compruebo que se me han escapado algunos detalles. Me invade una sensacion de estupor que, mas tarde, consigo averiguar a que se debe: puedo leer de cerca. Nadie a mi edad en el mundo entero puede hacerlo. La tecnologia ha dado pasos de gigante en el ultimo siglo, pero la presbicia continua siendo uno de los grandes misterios para la ciencia. Me toco la cara con las manos y comprendo el porque de tan imprevista y milagrosa curacion: me he puesto las gafas, un gesto instintivo que hago ya sin pensar. Llega el momento de levantarse. Voy al bano. No deberia decirlo, pero como soy viejo hago lo que me da la gana. Pues eso, que hago pis sentado, como las mujeres. Y no porque las piernas no me sostengan, sino porque con mi manguera seria capaz de regar hasta los azulejos de la pared de enfrente. Hay poco que hacer al respecto, este chisme a partir de determinada edad cobra vida propia. Le sucede como a mi -y un poco como a todos los ancianos-, que pasa olimpicamente de los que quieren darle lecciones de vida y hace lo que le da la gana. El que se queja de la vejez esta loco o, siendo mas precisos, ciego. Uno que no ve mas alla de su nariz. Porque ante la vejez solo hay una alternativa, y esta no me parece la mas deseable. De hecho, haber llegado hasta aqui ya me parece todo un logro. Aunque, como decia, lo mas interesante es que puedes hacer lo que te da la gana. A nosotros, los ancianos, se nos permite hacer lo que queramos. Si un viejecito roba en un supermercado, se le mira con candor y compasion. Sin embargo, si es un chico joven el que roba, se le llama cuanto menos bribon. En resumen, a partir de determinada edad a uno se le abren las puertas a un mundo hasta ese momento inaccesible; un mundo poblado por gente amable, atenta y afectuosa. Pero lo mas preciado que se consigue con la vejez es el respeto. La integridad moral, la solidaridad, la cultura y el talento no son nada al lado de la piel apergaminada, las manchas en la cabeza y las manos temblorosas. En cualquier caso, hoy dia soy un hombre respetado, que, tenedlo por seguro, no es poca cosa. El respeto es un arma que permite al hombre alcanzar una meta para otros inaccesible, hacer con su vida lo que quiere. Me llamo Cesare Annunziata, tengo setenta y siete anos, y durante setenta y dos anos y ciento once dias he tirado mi vida a la basura. Despues he entendido que habia llegado el momento de sacar provecho de mi condicion de anciano para conseguir algo mejor.

  • Detras de tu mirada de Adriana Rubens

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  • Eso que llamamos Casualidades de Lorena R. Jeffers

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    Casualidad: Causa o fuerza a la que, supuestamente, se deben los hechos o circunstancias imprecisas, especialmente la coincidencia de dos sucesos.
    Adrian Ramirez, un drogadicto y baterista desempleado, cree en las casualidades mas que en cualquier cosa. O tal vez no. Con su vida derrumbandose vertiginosa e irreparablemente, rentas atrasadas y un corazon roto debido a su ultima relacion fallida, el piensa que alguna fuerza superior esta en su contra. Es decir, ?que mas podria ser? Dios, el Destino y el Cosmos, incluso Satanas, lo odian a muerte. Fin de la historia.
    Sin embargo, la tarde en la que regresa de una fallida entrevista de trabajo y se encuentra con un bebe tirado en el basurero, Adrian se da cuenta de que la vida es mucho mas que un juego de dados. A veces, solo a veces, Dios y el Destino nos empujan al fondo del oceano, sin salvavidas, solo para ensenarnos a nadar.

  • Cowboy de Jorge Borges

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    Ariadna acababa de mudarse.
    No iba a durar ni 2 dias.
    ?Una mocosa de ciudad en este pueblo?
    Imposible.

  • Amor de Guetto de Yiros Dakay

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    Operar en esta oficina es como una reunion de elegancia. Cada dia veo gente con la que fui a la escuela. Es exigente despues de caminar por el pasillo para mover papeles de reproduccion y tantas caras conocidas me impiden y me abrazan y cagan como si hubieramos sido amigos excepcionales. Permitame presentarme. Mi llamado son las alturas de KEISHA; Tengo 27 anos y he estado trabajando en este lugar de trabajo durante tres anos. Tengo unos agradables poros de color marron y un tono de piel, el cabello que las mujeres en mi capucha desearian tener (no, yo no uso tejido), tengo un buen culo, c aldabas, y si no fuera obvio, estoy Una mujer inteligente e imparcial. Bien, ahora estoy en relacion con uno de los tipos mas frescos dentro del capo (Mike). Es realmente una cantidad excesiva de cosas para hacer frente. Sin embargo, de todos modos, hoy era viernes y estaba llevando a cabo todas mis pinturas. He estado aqui por el hecho de las ocho: 00 de la manana. Todos y cada uno habia dejado sus lugares de trabajo por el dia, asi que necesitaba encerrarme. Despues de cerrar los cajones de mis discos, alguien llamo a mi puerta. “!Adelante!” Dije buscando desde mi archivo. Cuando se abrio la puerta, entro un tipo sexy a pie. Quiero decir, Mike se calento, yo era atractivo, sin embargo, este tipo se volvio excitado. Tiene ojos color avellana, agradables poros y piel marrones suaves, sus labios se volvieron jugosos y estaba brillante, tenia un pendiente de diamantes y una secuencia alrededor de su cuello. Llego a usar un batidor de esposa, asi que vi sus abdominales, hundiendo sus jeans, y tuvo fuerzas brillantes. !Y no podria descuidar su cabello si estas diciendo olas al nadar! “Hola, um … ?Te imaginas aqui? pregunto No, me gusta mucho sentarme en mi mesa de jefes que dije en mi cabeza. “Seguro, ?que puedo hacer por ti?” “Estaba pensando que si puedes ayudarme, necesito un profesional legal” duh! “Cierto … ?puedo preguntar para que?” Como no me di cuenta, de todos nuestros clientes, la mayoria de ellos son negros y estan aqui para lo mismo. Posesion de capsulas ilegales o de un arma no registrada. A veces tenemos instancias de ayuda infantil. “Bueno, la policia me encerro en mi propia comunidad sin ningun proposito” “Mmmhmm” “Apariencia Sra.” “Oh, que grosero de mi parte, buenos dias, mi nombre es KEISHA Heights”, le dije dandole la mano "Soy Evander Johnson, pero ademas de mama, quiero ayuda. Me encerraron con el proposito de estar en un vecindario completamente blanco y me dijeron que consideraba sospechoso ” “?Donde te quedas? "Me quedo en Hollywood Ave" “Bueno, puedo entender eso, sin embargo” mi telefono me interrumpio “perdon por un segundo” dije “hey” “Hola ma” “Hola nena, ?que pasa?” “Concentrate, ?no sere capaz de hacer una buena cena?” “!?Que demonios se supone que pretende ?!” pregunte ligeramente por el celular. Mire a un Evander y me di cuenta de que se habia convertido en todo en mi boca. “Tengo negocios que tratar” “?Negocio? !Nigga, me has estado abandonando toda la semana! !El momento mas simple en que te veo es mientras quieres follar! “Respire hondo” ?sabes que? Nosotros sobre k. Espero que me escuches Estamos a traves de! No me llames, no envies plantas ni regalos, ni siquiera vengas a mi casa. Estoy convirtiendo las cerraduras y si vienes a mi casa, tendras una bala en el culo, ?me prestas atencion? “Bebe, estas sobre reaccionando” “!Como el infierno que soy, nigga no digas mi maldito telefono inteligente otra vez, adios!” Colgue el telefono inteligente y gemi. “?Estas bien mama?” Evander pregunto "Soy de primera categoria. Presta atencion, ?que tal si nos encontramos dia despues de hoy por la manana a las 9:00? “Eso es genial” “?Te das cuenta de cuando podria ser tu cita en la corte?” “La proxima semana” “K, asi que vamos a trabajar dia y noche” “Eso es genial conmigo” “Esta bien, nos vemos al dia siguiente” “Aiight” camino hacia la puerta y luego se dio la vuelta. “Apariencia, no estoy tratando de llegar a tu negocio o algo, sin embargo, ?estas haciendo algo esta noche?” “Eso suena como si te estuvieras metiendo en mi negocio, sin embargo, no estoy haciendo algo” “Bien, ?que tal si vamos los viernes conmigo?” “Lo siento, no me gusta asociarme con mis clientes” “?Es simplemente la cena, mi regalo?” "De primera clase. Permiteme encerrarme y te vere abajo "suspire “Okay” Capitulo 2 Evander Despues de subir a mi vehiculo y esperar a KEISHA. Ella me conocio y me dijo que observara su casa para que ella se modificara. Junto a ella solia sorprenderme que ella este viviendo en el ghetto, cuan cachonda e inteligente es, creo que se quedara en un lugar como yo. Mientras ella se detenia en su garaje, me sorprendio. Le dieron dos porsche y tiene una cerca. Parece que su residencia tiene 6 habitaciones (que ya no consisten en su habitacion, comedor y cocina) y su cesped se volvio mas verde que las minas. Traqueteo, ?puedes afirmar que se le dio el suyo? Despues de que ella cerro su puerta, mi telefono comenzo a sonar “Yo” “Evander, ya no confiaras en quien es ingenioso” “?Quien Sion?” “Shortie de membresia da” “?OMS? ?Cuantas perras conoci en el maldito club? “Que se queja que te robo dinero!” “?Yanice?” “Si” “Pones ese negro en el telefono” “Yo” dijo Dray “?Dray con quien estas?” “Esta chica Candice ?por que?” “Esa es la queja que robo mi efectivo” “?Estas seguro?” “Chico, no se si Zion puede querer estresarlos pero concentrate-” en ese momento me di cuenta de que KEISHA salia de la casa con la minifalda de la parte trasera de Apple que confirmaba sus gruesos muslos, una camisa blanca con cuello en v y un calzado resistente. Y ella o el tenia un bolso de louis vuitton con sombrillas blancas, su cabello se habia vuelto oscuro y sus labios eran suaves, se veia sexy como el infierno. “?Evander, estas ahi?” “Si, concentrate en entregarla a mi renta vacia, pon tu dinero dentro de la caja vacia y mantenla alli hasta que yo llegue” abri la puerta para que KEISHA quisiera entrar. “?Y si ella desea irse?” “Matala o hazla vivir” “Buena paz” Una vez que colgue, debia informarle a KEISHA que estaba ansiosa, asi que comence a buscarla. Ella seguia mirando por la ventana, asi que puse mi mano sobre su muslo y el o ella se tensaron. “Solo relajate”, dije haciendo sonar mi radio. Estaba jugando la pista de Aston Martin de Rick Ross, asi que comenzo a relajarse. Una vez que llegamos a los viernes, nos habiamos divertido. Se puso un poco borracha alli, asi que decidimos visitar un club. Nos divertimos mucho tiempo y bailamos, y ?sabia ella como sacudir ese trasero? !Sip! Alrededor de la 1:00 de la manana la ayude a entrar a su casa y rebote. Olvide ir al condominio, fui directamente a mi casa y me quede dormido. Capitulo 3 KEISHA Esta manana me desperte con una resaca terrible. Despues de ducharme y tomar un advil, entre en mi cocina para hacer un cafe. Despues de abrir mi armario, descubri que tenia que comprar comestibles y que no habia cafe expreso. Muy. Despues de tirar el campo, note mi reloj de pared y descubri que eran las 2:00 de la tarde. “Mierda. Se suponia que debia cumplir con Evander esta manana ", le dije a nadie especificamente. Simplemente entonces sono el timbre. “!Viniendo! "!Despues de abrir la puerta, note el estado de Evander alli con unas donas Dunkin, cafe y mi bolso y solia buscar un desastre calido! “Fiesta de la manana apropiada” “?Hiya watchu haciendo aqui?” Lo dejo entrar. Intente restaurar mi cabello un poco. "Pense que te encantaria comer un poco. Cuna de alta calidad ” “Gracias”, agarre una taza de cafe y lo conduje a la cocina. “?Que paso con la noche restante?” “?Significa Watchu?” “?Hice algo la noche pasada que me arrepentiria?” “?Te gusta tener sexo conmigo o besarme?” pregunto. Luego hubo un largo silencio “nah, nada tuvo lugar excepto que sacudieras ese trasero”, dijo bromeando mientras buscaba mi trasero mientras lo pasaba para ir a la cocina. “Si whateva. Lo siento, me perdi la reunion, ?que tal si trabajamos en eso ahora? “En verdad, solia hacer preguntas en caso de que quisieras comprar comestibles conmigo”. “Umm … ahora no estoy seguro” “Es simplemente comprar” “Si, lo se, sin embargo, no necesito que se convierta en algo adicional” “?que? ?Compras? !Es solo seleccionar algunos asuntos y dejar eso! "Genial dejame vestirme" “Bueno, esperare aqui entonces” Subi a vestirme y escuche mi cd de Trey Songz. Cuando termine de vestirme baje las escaleras y escuche a Evander que buscaba cantar para “amigos reconocen mi nombre” “Que estas haciendo” dije riendo “Cantando watchu supongo? ?Puedo ser el proximo Trey Songz? “Tienes el cuerpo pero ya no la voz” “Wow ma, ciertamente reconoces una forma de destruir los deseos de alguien” parecia insatisfecho. “Asombro, lo siento” le di un abrazo. El sonrio ante esto y nos separamos. “K estoy preparado para la cabeza” “!Maldicion! Eres tan atractivo.” “gracias” “No debes agradecerme, es la verdad” Silencio. “Permitir correctamente la cruz. ?En que vamos? “Habia estado yendo a la joyeria de Kay Keep” "Hay caro" "Ahora no para mi. Vamos, ?nos movemos? Condujimos todo el camino a Newbury. Este deposito se convirtio en posterior a un guardado de pornografia y que note a mi tio que tiene 56 anos de antiguedad. No me vio como Evander y que entre en la joyeria. Alli lo ayude a comprar un reloj nuevo y un arete junto con su nombre. Cuando nos ibamos, note que le entregaba al joyero un fajo de monedas por una caja y lo salude con la mano.

  • El amor se rie de mi de Loles Lopez

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  • Sarah de Monica Rivas

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    A veces la vida no es lo que esperamos. Sarah se negaba a creer en el amor, decepcionada de sus relaciones anteriores cree que el amor es algo que unicamente esta en las novelas rosa; hasta que llego el para trastocar todo lo en lo que ella creia. Acompana a Sarah en este camino rumbo a la felicidad.

  • El precio de la amistad de Kjell Askildsen

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  • Siempre contigo, princesa de Nuria Teixidor Ibanez

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    Martin y Carlota llevaban once anos sin verse. Once anos donde sus vidas habian dado giros inesperados, donde no han logrado olvidarse. Su relacion hizo aguas un lluvioso abril de 2006 cuando todavia eran ninos. Un par de chiquillos que se habian visto obligados a aprender el significado del mundo de manera vertiginosa.
    Un concurso musical les unio, la fama les llevo a lo mas alto y de la misma forma en que culminaron el Everest del triunfo tambien visitaron la otra cara de la moneda. ?De verdad tanto exito profesional, tantas canciones, tantas vivencias les hacian felices si no podian compartir la alegria con la persona que amaban?
    Una nueva oportunidad de reencontrase se les presentaba. Carlota habia logrado una cierta estabilidad emocional tras multiples relaciones fallidas y Martin solo deseaba verla, pedirle perdon y que todos los fantasmas que les rodearan desaparecieran pero nada seria facil. El corazon debia ganar a la cuadriculada razon.
    La historia de Carlota y Martin no habia hecho mas que empezar.

  • Mary Ventura y el noveno reino de Sylvia Plath

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    Un relato inedito de Sylvia Plath, la escritora que sigue fascinando generacion tras generacion, ilustrado por Monica Bonet y con epilogo de Mariana Enriquez.

  • El mundo en 2050 de Lauren C. Smith

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  • Tiempo De Ceniza (Terrestres 1) de Zela Brambille

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    Ano 5067. Hace mas de dos mil anos, los corvus arrasaron con el planeta Tierra y sometieron a los humanos. Desde entonces, estos extraterrestres se han encargado de experimentar con ellos, dotandolos de talentos sobrenaturales con el fin de crear el ejercito mas poderoso del universo.
    Cuando Arella Morpud, una joven con una habilidad muy especial, esta a punto de realizar la Prueba de Poder, un examen que dictara su destino, un antiguo movimiento revolucionario resurge de las tinieblas. Arella debera enfrentarse a si misma para decidir que debe hacer: luchar o morir.

  • Recuerdos secretos de Mallory Kane

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    Despues de haber sido brutalmente atacado y dado por muerto, Jay Wellcome se habia quedado sin memoria. Pero ni siquiera la amnesia podia borrar la imagen de aquella belleza sin identidad…

  • Algo mas que un verano de Noni Garcia

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    Antonio miraba el mar de la playa de Matalascanas con pesar mientras los rayos del sol banaban su cuerpo. Desde que dos anos atras, en aquel mismo lugar, una noche de luna llena, aquel malnacido hubiera apunalado a David provocandole una muerte instantanea, no habia sido capaz de volver. Siempre habia sido la preferida de ellos, donde se conocieron hacia algo mas de un lustro, donde dio comienzo una historia de amor tan maravillosa que dudaba mucho que nunca volviera a repetirse. No se habia cerrado al amor, habia tenido algun que otro encuentro en esos dos anos, pero todos eran comparados con David y no le duraban mas de unas semanas. Ivan, el joven socorrista de Proteccion Civil, que apenas llevaba trabajando un par de semanas alli, ayudaba a un anciano a salir del agua cuando un chico de unos treinta anos, con un cuerpo digno de un dios del Olimpo, llamo su atencion. El hombre giro la cara y sus miradas se encontraron. Ivan sintio que el mundo se paraba, que nada existia entorno a ellos, y supo que cupido habia lanzado una flecha directa a su corazon. O asi lo definirian las novelas romanticas que le gustaba leer, el pensaba que se trataba de un deslumbramiento. Volvio a su puesto y paso horas observandolo en silencio, hasta que su turno termino y decidio que era un buen momento para darse un bano. El calor asfixiante de aquel infernal mes de julio invitaba a hacerlo, y el pensaba aceptar la invitacion. Antonio salia del agua cuando vio que entraba el joven socorrista que vio ayudando al anciano. Miro su cuerpo de arriba abajo. Era alto, de constitucion ancha, no estaba gordo, pero era grande, no era un hombre musculado, aunque si se le veia bastante fuerte. Le gusto lo que estaba viendo y decidio volver a entrar en el agua. No habia ningun signo evidente de que fuera gay, mas su radar le decia que si lo era. Nado durante unos minutos antes de acercarse a el, tenia que buscar algun pretexto con el que entablar conversacion, y lo encontro al posar su mirada en el chiringuito de la playa. Lo conocia de sobra, su tio era el dueno, pero el joven no lo sabia y eso jugaria a su favor. --Perdona, ?tienes un momento? --le pregunto cuando llego a su altura. --Si, dime... --Ivan no podia creer que el hombre que le habia robado el aliento se estuviera dirigiendo a el. --He visto antes que trabajas aqui y queria preguntarte: ?sabes que tal se come en el chiringuito? --Muy bien. Yo suelo comer ahi cuando no tengo ganas de cocinar. --Genial. Entonces me acercare cuando salga. --Haces bien. Seguro que te encantara. No eres de aqui, ?verdad? --Si, soy de aqui, pero hace mucho tiempo que pisaba esta playa. --Ya sabia yo que no te habia visto antes. Mi nombre es Ivan. --Encantado, Ivan. Yo soy Antonio. Unieron sus manos y sintieron la conexion que habia entre ellos. Ivan penso que esa era una despedida, Antonio quiso que no se fuera. --?Y hoy tienes ganas de cocinar? --Casi nunca tengo ganas de hacerlo. --Los dos rieron, aun con las manos unidas. --?Puedo invitarte a comer? --Solo si puedo invitarte esta noche a tomar una copa --contesto Ivan, guinandole un ojo y sacando su sonrisa mas picara. --Acepto. Salieron del agua, se secaron un poco, cogieron sus cosas de la arena y fueron al chiringuito. Compartieron una comida entre risas y anecdotas, y Antonio agradecio que su tio no estuviera por alli, era el unico que podia descubrirle la mentira que habia contado a Ivan. Se despidieron tras el cafe, intercambiaron numeros de telefono y quedaron en verse a las diez, para cenar y salir a tomar unas copas. Antonio lo vio marchar. Si bien le sacaba unos buenos ocho anos, no era algo que le importara mucho. Sabia que podian pasar un buen rato de cama y le habia gustado su frescura y alegria. 2 La noche llego, la cena paso, las copas los acompanaban en el local de moda y ninguno de los dos queria seguir con aquel tonteo que tanto los estaba calentando. Antonio dio el paso. Con una mano tomo la cintura de Ivan, con la otra su cuello, se acerco a el y lo beso con cautela, como pidiendo permiso, hasta que el respondio invadiendo su boca con una lengua ardiente que lo volvio loco. --?Nos vamos? --pregunto Antonio, separandose de Ivan. --Si. --?A tu casa o a la mia? --A la tuya, comparto piso con dos chicas. Salieron del local de la mano, caminaron entre besos y caricias hasta llegar al coche, donde se dedicaron nuevas caricias. Antonio se aparto de el, debia mantener la calma o darian un buen espectaculo en mitad de aquella concurrida calle. Cuando llegaron a su casa, fueron directos a la habitacion, no habia tiempo de ensenarle cada estancia, la excitacion estaba consumiendolos, la lujuria exudaba de cada de sus cuerpos. Con un ansia desmedida, se deshicieron de la ropa, tirandola en cualquier lugar, eso era lo que menos importaba en ese momento. Lo unico que querian era perderse el uno en el cuerpo del otro, disfrutar de un orgasmo que los dejara exhaustos... O dos... O tres... Ambos se deleitaron mirando, degustando con los ojos, a la persona que tenia delante. Unieron sus labios, sus cuerpos, rozaron sus erectas pollas y suspiraron al sentir el contacto. --Soy activo --dijo Antonio entre besos. --Estamos de suerte. Soy pasivo --respondio Ivan a su pregunta velada. Antonio lo tumbo en la cama, se subio sobre ella, devoro su boca, su lengua paseo por su pecho desnudo, y rozo el bello que cubria su torso con la nariz. Le encantaba el cosquilleo que provocaba, le gustaban los hombres con pelo, ese que escaseaba en el. Beso su falo y lo lamio hasta casi llegar al glande. --?Estas sano? --pregunto casi susurrando debido a la excitacion. --Si, ?por que? Antonio no respondio, simplemente engullo su verga hasta que toco su garganta, provocandole una arcada y haciendo que un gemido ronco brotara de la garganta de Ivan. La succiono una y otra vez, hizo que entrara y saliera de su boca a un ritmo demencial, para despues abandonarla y buscar en la mesita de noche un condon y un bote de lubricante. Ivan se dejo hacer, se dejo llevar. Volvio a sentir los labios de Antonio rodeando su miembro, la humedad de su lengua degustando su placer, esa pequena gota de fluido preseminal que acababa de disparar. Noto el dedo banado de lubricante acariciando la rosada entrada de su ano, pujando por entrar en el, y se relajo para que el acceso fuera mas facil. Instantes despues un segundo lo acompano. Jugo dentro de el, entrando y saliendo, rotando, abriendo y cerrando, dando de si el lugar para que la penetracion pudiera llevarlo a tocar las estrellas. Ivan tiro del pelo de Antonio, haciendo que abandonara su polla. Su mirada, llena de lujuria, lo enloquecio y lo deseo aun mas dentro de el. --No me tortures mas. !Follame ya! Antonio se incorporo, rozo su ereccion la de el, mordio su labio inferior, se separo de el, rasgo el envoltorio del preservativo y se lo coloco ante su atenta mirada. Coloco un cojin debajo de sus caderas, abrio bien sus piernas y lo penetro poco a poco hasta estar completamente dentro de el. Espero unos segundos, era consciente del grosor de su verga, y sabia que tenia que habituarse a ella. Le dedico unos suaves besos en los labios para que se relajara aun mas, sus lenguas se enredaron en un cadencioso baile que casi les hizo olvidar lo que estaban haciendo. Ivan aparto su rostro, acunandolo con sus manos, y asintio con la cabeza dandole a entender que estaba listo. Fue lo unico que necesito Antonio para empezar a embestirlo con suavidad, hasta que la lujuria lo cego, haciendo que un ritmo infernal los hiciera disfrutar de un baile de placer a los dos. Ivan recibia con gusto los golpes certeros en su prostata con cada envite. Retorcio las sabanas con los punos cuando el placer empezo a dominarlo, y se corrio haciendo que su placer chorreara por el vientre de los dos. Poco despues, Antonio se quedo inmovil y pudo sentir los espasmos que su orgasmo estaban provocando en su falo. Salio de el, se tumbo a su lado y con el dorso de su mano limpio el sudor que perlaba su frente. Miro a Ivan, tenia los ojos cerrados y aun tenia la respiracion agitada. Era guapo, mas de lo que se habia fijado en un primer momento y su poblada barba le daba un toque de hombre tosco, justo como siempre le habian gustado los hombres. Rudos y fuertes, pero rendidos en la cama. --?Lo has pasado bien? --quiso saber Antonio. --La duda ofende --contesto Ivan tomando con un dedo unas gotas de semen. --?Puedo confesarte algo? --Si. --El dueno del chiringuito es mi tio. Lo de esta manana fue una excusa para acercarme a ti. --Lo se --confeso Ivan, dejandolo perplejo. --?Lo sabias? --pregunto sorprendido. --Esta manana no, pero, cuando nos despedimos tras la comida, mi hermana nos vio y me lo dijo.

  • Autopsia blanca de Luis Miguel Cajal

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    Aquel pueblecito perdido en la Espana mas profunda habia amanecido un poco frio, con un todavia timido sol que luciria con fuerza a lo largo del dia y con una muy ligera brisa. Era jueves. Jose estaba desayunando con unos amigos en el bar de toda la vida. Mientras la television estaba a todo volumen para que los clientes en la barra pudieran escucharla con atencion, algo que pasaba raras veces, el preferia charlar con el companero jornalero que tuviera al lado o enfrascarse en la lectura del periodico si no tenia nada que decir. Le incomodaba profundamente ver el telediario porque en algunas ocasiones, mientras estaba comiendo, aparecian en la pantalla imagenes muy desagradables. Y con sonido. El agricultor preferia por ese motivo leer el periodico tranquilamente y pasar las paginas que no le interesaban. Jose no era desconocedor de que los periodicos tenian un <>, y tampoco podia fiarse mucho de lo que en ellos estaba escrito. En mas de una ocasion comparaba, si podia hacerlo, dos periodicos distintos para contrastar mas las noticias. No le gustaba ser enganado. A Jose no le interesaba mucho la politica. El era un hombre de campo, desde pequeno. Su interes por la mundanal actualidad no era excesivo, le interesaba mucho mas el estado de sus tierras. Lo que hubiera pasado en cualquier otra parte del pais o del mundo no era algo que le quitara el sueno. Simplemente leia el periodico cuando la conversacion con los otros companeros no le resultaba interesante. Cerro el diario, pago su consumicion y despidiendose de sus colegas del campo salio del establecimiento. Se monto en su Cuatro latas y se dirigio a las afueras del pueblo. Conduciendo el viejo Renault, primero por las calles de Mestre y luego por una carretera secundaria que comunicaba dicho pueblo con la partida de Cuerno, llego a su finca; un terreno situado a diez minutos de cualquier atisbo de poblacion. Aminoro la marcha del vehiculo para tomar un camino de tierra con algun que otro bache totalmente salvable para los resistentes amortiguadores del coche. Ese dia penso en podar algunos de los arboles que tenia en su pequena parcela. Posiblemente empezaria con los almendros. Habia escuchado como algunos de los otros jornaleros recomendaban la poda de aquellos arboles a principios de otono o a finales de invierno. Pero Jose preferia guiarse por su intuicion y por el aprendizaje que le daba dia a dia el campo; ademas, aquello no era una ciencia exacta, las estaciones no siempre eran iguales de un ano a otro. Las temperaturas muy frias no venian bien a aquellos arboles, asi que decidio que enero seria una buena fecha para empezar las podas. Echo un vistazo a los cultivos. Era una zona preciosa. El sol ya empezaba a brillar poco a poco y la tierra banada por la luz mostraba unos colores verdosos, amarillentos y cobrizos impresionantes. A pocos metros de donde habia aparcado el coche habia una vieja casa en la que Jose guardaba sus aperos de labranza. Antiguamente esa casa habia estado habitada por un maestro de escuela. Posteriormente, sus padres y el vivieron en ella. Fue entonces cuando su padre se hizo con algunas de las parcelas de alrededor. La casa quedo deshabitada con el fallecimiento de sus progenitores y solo la utilizaba como almacen para sus herramientas, puesto que al casarse decidio vivir en una zona mejor comunicada para que su mujer pudiera hacer la compra de manera mas comoda y no tener que limpiar una casa tan grande, porque por dentro era mas amplia de lo que parecia. Se metio la mano en el bolsillo para buscar las llaves que abririan el candado de la puerta principal. Miro el manojo de llaves que habia en su palma y eligio la indicada. A pocos metros de la entrada fue cuando se percato de ello. El candado no estaba. Jose fruncio el ceno. La puerta estaba entreabierta. --Me cago en todo… --musito Jose. Habia vuelto a pasar. No era la primera vez que forzaban la pequena puerta principal y terminaban destrozandola. Aquella era la tercera ocasion en la que alguien se colaba en el interior de la casucha. La otra puerta que tenia la vivienda, de mayor tamano y de hierro y madera, era, al parecer, impenetrable. Todos los ladrones preferian reventar un candado de acero en lugar de forzar los goznes de la pesada puerta. En una ocasion incluso intentaron abrir un boquete en la vieja estructura, sin conseguirlo. --La pena negra… !Otra vez! --se lamentaba el agricultor. Como todo hombre de campo, llevaba encima una navaja. La abrio para tener algo con lo que protegerse si acaso en el interior se encontraban todavia los ladrones y tenia que defenderse. Jose abrio la puerta y echo un vistazo al interior. La casa tenia una estancia principal con una chimenea, usada como salon hacia muchos anos, una cocina con un amplio fregadero, un bano y tres habitaciones con espacio para dos camas. Jose habia pensado en mas de una ocasion en volver a vivir alli, pero su mujer le habia convencido de no hacerlo: si se mudaban a esa zona dependian del coche para todo, puesto que el pueblo mas cercano estaba a unos nueve o diez kilometros de distancia. El agricultor se asomo a la cocina. Vacia. Avanzo hasta la estancia principal y noto el desorden que alli habia. Sin duda alguien habia entrado en la casa. Habian estado revolviendo todos los pocos enseres que habia dentro y habian tirado al suelo botellas y tazas de porcelana. Algun que otro plato de cristal se habia hecho anicos y habian volcado algunas sillas. --?Que cono andarian buscando? --se pregunto Jose. Decidio mirar en las habitaciones. Quizas habian entrado para robar los colchones y los somieres, ya que otros objetos de valor no habia. En la primera habitacion, a la derecha del salon, la puerta estaba entreabierta. No le hizo falta acercarse mucho para ver, por la estrecha abertura, el extremo de una de las camas. Con alguien tumbado en ella. Tal y como estaba la puerta solo alcanzaba a ver los pies de la persona. Parecia alguien joven por las zapatillas deportivas que llevaba. Jose respiro hondo, agarro con fuerza la navaja y abrio de un empujon la puerta. --!Tu! --grito con enfado--. !Arriba, cojones! Sobre el viejo colchon de la cama se encontraba tumbada una chica. Parecia una adolescente. Jose suspiro aliviado al ver que era una joven y no, por ejemplo, el tipico vagabundo de aspecto amenazante. --!Eh, tu! !Despierta! --dijo Jose dando una patada a la cama--. ?Que haces aqui? La chica seguia tumbada, sin moverse. Ni siquiera abrio los ojos. Jose se acerco mas y meneo con su mano uno de los pies de la intrusa. --!Oye! --dijo Jose acercandose mas a la chica--. ?Estas dormida? En ese momento fue cuando se dio cuenta de que la chica no reaccionaba. Pudo ver con claridad como la cara de la adolescente presentaba un color extrano. Estaba muerta. Jose salio corriendo de la casa. Se monto de nuevo en el Renault 4 y condujo a toda velocidad hacia el cuartel de la Guardia Civil.

  • Las calicatas por la Santa Librada de Gaston Segura

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    Un hecho real --la desaparicion de una locomotora en la inmediata postguerra espanola y su busqueda por parte de un teniente y un par de soldados, durante dos anos-- es el origen de Las calicatas por la Santa Librada; un retrato, por momentos sarcastico y, por momentos, con-movedor, de tan aciago periodo de la reciente historia de Espana.
    Las calicatas por la Santa Librada desborda las convenciones de la novela al uso, por la variedad de materiales (documentos administrativos, sentencias judiciales, articulos de prensa, cartas...) que la constituyen, y por el punado de relatos que la van trenzando hasta plasmar una vivida estampa de la epoca, concebida siempre desde el humorismo, a veces, descarnado y, otras, de una emocionante ternura.
    Dracena publica por fin este prodigioso y desmesurado relato que resulto finalista del XXIII Premio Azorin de novela.

  • En el azul de tu mirada de Jasmine Rogers

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    La noche pasaba y no lograba conciliar el sueno asi que sali del dormitorio, para dirigirme a la biblioteca y leer un poco. Quizas de esta manera conseguiria no pensar y caer rendida, pero tuve la sorpresa de encontrarme alli con Aidan. --?Tampoco puedes dormir? --me pregunto. --La verdad es que no. Se levanto y se dirigio al mueble bar para servirme una copa. No pude dejar de observarle. Solo vestia unos finos pantalones de pijama, resaltando la tenue luz de la estancia, la desnudez de su espalda y de su torso fibroso en cada uno de sus movimientos. Pense que seria mejor volver a la cama. La tentacion era demasiado fuerte. Fui hacia la puerta y me disculpe: --Siento causarte molestias, pero creo que me marcho a dormir. Se acerco rapidamente hacia mi para cerrar la puerta, quedando atrapada entre esta y el, creyendo morir de deseo cuando senti el calor de su cuerpo contra mi espalda, y escucharlo susurrar con su aliento ardiente sobre mi cuello. --Di que no me amas y dejare que te vayas. Di que todo lo que paso en Espana ya lo has olvidado. --No me hagas esto, Aidan. --Responde, por favor. Gire para enfrentar mi rostro al suyo, y fijando mi mirada en sus azules ojos confese: --Te amo, y si en algo han cambiado mis sentimientos, ha sido para amarte aun mas que antes. Para mi sorpresa, me alzo en sus brazos y salio de la biblioteca. --Aidan... --susurre. --Sssshhh. Mi corazon comenzo a latir fuertemente, porque en sus ojos, y en cada reaccion de su cuerpo a nuestro contacto... sabia hacia donde me conducia. Cruzamos el umbral de su dormitorio, y mientras me posaba lentamente sobre la cama, me inundaba de besos colocandose a la vez sobre mi. Todo el me aturdia, su aliento, su forma de besarme... temiendo volver a sufrir de nuevo cuando nos marchasemos. Pero el deseo que seguia sintiendo por el, era innegable e inevitable, y no seria yo quien le apartase de mi lado. --Dejame amarte, pero para siempre. No quiero mas ratos, te quiero siempre, completa. --Sus susurros me quitaron todo el temor. Le bese como nunca, sintiendo como sus caricias abrasaban cada centimetro que sus manos recorrian de mi cuerpo mientras me desnudaba poco a poco, haciendome temblar y que mi piel se erizara respondiendo intensamente a cada contacto con su piel. Y aquella noche de nuevo, nos entregamos totalmente el uno al otro, con ansia, con desesperacion, con todo el amor y pasion contenida en aquellos anos y que ya me habia demostrado hacia unas semanas, reafirmando con rotundidad que lo nuestro nunca se apagaria, nunca... CAPITULO 1 Cuatro anos atras... --!Gracias a usted! --exclamo con aire amable la voz que se escuchaba tras el telefono. Nos despedimos y finalice la llamada. A continuacion, me dispuse a dar saltos como una loca en medio del salon. Ana, mi companera de piso me observo con los ojos como platos. --Eso es... ?que si?--me pregunto. --!Si, si, si, si! --grite como una loca. Ana se unio a mis gritos, y seguimos saltando, gritando y riendo juntas durante un buen rato, hasta que cansadas, nos lanzamos exhaustas hacia el sofa. --Cuenta, cuenta --dijo Ana emocionada. --Londres, Ana. !En una semana! --conteste. Y volvimos a gritar y a reir. Hacia casi un mes que mi contrato de trabajo en la cafeteria habia finalizado, para tristeza de Lorreine, la duena de la misma, y sobre todo para mi, ya que, en las semanas siguientes, "PARIS, MON AMOUR", cerraria sus puertas dejando treinta anos de esfuerzo, amor y dedicacion, encerrados detras de ellas. Habia trabajado dos anos en aquella pequena pero preciosa cafeteria decorada con un estilo muy parisino, con sus grandes ventanales que te invitaban a observar la gente pasar, deleitandote con un estupendo cafe banado con sirope de caramelo y esa gran cantidad de espuma de leche que debias retirar forzosamente con tu lengua de la comisura de los labios cada vez que tomabas un sorbo del mismo. Aaahhh... observar el bullicio de la ciudad, mientras que la tranquilidad dentro de la cafeteria hacia volar tus pensamientos... "PARIS, MON AMOUR" era... otro mundo. Pero a Lorreine, aquella mujer de pelo blanco y mirada decidida, y despues de tantos anos sacando adelante su preciosa y acogedora cafeteria... le habia podido la crisis y la apertura de una enorme y moderna cafeteria, a unos cincuenta metros. De esas que te preparan el cafe para llevar, sin mucho mimo ni dedicacion, pero con precios "low cost" y mensaje de "hola, buenas tardes, aqui su cafe. El siguiente, por favor". Dos semanas antes de que se convirtiera en un hecho el no poder volver a trabajar en la cafeteria, Lorreine nos habia reunido a todos al concluir la jornada en el "PARIS, MON AMOUR", y con lagrimas en los ojos, nos habia comunicado la mala noticia. Apesadumbrados, y despues de barajar entre todos las posibilidades que Lorreine ya habia estudiado en dias anteriores, regresamos a nuestras casas, sabiendo lo que el futuro proximo nos deparaba. Aquella noche, en la cama, no pare de dar vueltas y vueltas, pensando, desvelada... y recorde la opcion que antes de aceptar el puesto de camarera en "PARIS, MON AMOUR", habia tenido en mente. !Londres! Trabajar en Londres. Finalizando mis estudios de psicologia, nos hablaron de agencias que podian conseguirte trabajo en diversas zonas de Reino Unido a cambio de alojamiento en alguna de las residencias que poseian alli. La agencia ganaba un dinero por la estancia, y tu podias trabajar en el Reino Unido y perfeccionar a la vez el idioma. Pero en aquel entonces me surgio la posibilidad de poder realizar un curso para poder impartir clases de espanol a extranjeros; y a la vez, la oportunidad de trabajar en la cafeteria, asi que ambas cosas se convirtieron en mi primera opcion. Pero ahora si, ahora habia llegado la hora de volar... y la oportunidad de poder trabajar en una de las tabernas del centro de Londres, y sin mas, dije: !SI! --Bueno, pues una semana para preparar mi equipaje --dije a Ana, echandome para atras en el sofa. Ana me miro, y me pregunto con semblante serio: --Cris... ?que le diras a Alex? --?A Alex? Pues nada, que me voy a trabajar a Londres, que voy a decirle. --?Y nada mas? --dijo Ana frunciendo el ceno. --Ana, por Dios --conteste a mi gran amiga, haciendo que mis ojos se pusieran en blanco--. Hemos salido juntos durante cinco anos, pero eso termino. Amigos, nada mas --anadi, haciendo aspavientos con las manos. Alex y yo habiamos salido juntos cinco anos, pero llego un determinado momento en el que me di cuenta de que ya no le amaba, y seguir juntos, solo nos haria mas dano, tanto a el como a mi, porque yo ya no podia darle todo lo que el queria: compartir nuestras vidas. Supongo que lo que me hacia seguir con el, era la pura costumbre, el hecho de acomodarnos a una relacion que debio terminar mucho tiempo atras. No podia negar, sin embargo, que me sintiera insegura, y que el hecho de no amar a nadie, me hacia sentir una extrana sensacion de vacio. No buscaba a ningun companero para compartir mis sentimientos, pero si anhelaba encontrarlo, ansiaba el sentir esos abrazos, esos besos y esas caricias, esa comprension, sensibilidad y ternura que hacia ya meses que al lado de Alex habian desaparecido. Sin embargo, muchos de nuestros amigos, incluso el mismo Alex, conservaban aun la esperanza de que algun dia volviesemos a ser novios otra vez. Para mi, esa opcion, no era ya para nada factible.

  • Un problema encantador de Catherine Brook

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    Ella solo queria una vida tranquila.
    El solo podia ofrecerle todo lo contrario.
    Cuando su vida amenazo con convertirse en un infierno, Arleth Ritter tomo una decision drastica: huir de su casa y conseguir empleo. Su idea era convertirse en institutriz y ensenar a una nina tranquila las buenas maneras, nunca imagino terminar en una familia de locos, que le traerian mas problemas de los que ya tenia, y mucho menos penso en sentirse atraida por aquel irritable, problematico, y encantador hombre que casi provoca su muerte.
    Richard Allen tenia una reputacion de granuja. Miembro de la “familia problemas” a su lado solo podian acontecer desgracias. Siente una gran curiosidad, y una fuerte atraccion por esa mujer que oculta mas de lo que dice, y se decide a ayudarla, olvidandose de que por su apellido, solo la metera en mas lios.
    ?Sera que Arleth podra salir indemne de la situacion? o por el contrario, el apellido hara de las suyas y ambos terminaran enredados en ese gran lio que la gente llama amor.

  • Poseida 6, Lisa Swann de Lisa Swann

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    Para evitar el matrimonio de Sacha y Allison y hacer estallar la conspiracion el dia de la boda, Liz tuvo que demostrar un gran valor. Ahora los dos enamorados nuevamente son libres de disfrutar su pasion… hasta que Liz se encuentra secuestrada y amordazada en el maletero de un auto. ?Su vida esta en peligro? ?Por medio de ella es Sacha otra vez el objetivo? ?Y quien es esta extrana mujer con quien Liz esta prisionera?

  • Pasaje al misterio de Francisco Renedo

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    Pasaje al misterio es un libro de viajes hacia el enigma y lo insolito. Entre sus paginas podemos encontrar extranos objetos voladores que atemorizaron a sus observadores, personas desaparecidas en extranas circunstancias, pueblos que sufrieron terribles maldiciones, o apariciones y milagros que unos catalogan de divinos y otros de demoniacos.

  • Alguien mas de Kris Buendia

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    Para Gisselle no dejar de ver la belleza de su marido todas las mananas antes de irse a la oficina, era una de sus favoritas tareas rutinarias del dia. Dylan, un apuesto hombre de 35 anos, Gerente General de su empresa de Bienes raices "INFINITY" nombre que nacio luego de una broma entre sus amigos colegas cuando pensaron que su sueno era demasiado infinito, ya que nadie creia que un hombre de 28 anos pudiera llegar a tener su propia empresa, y no cualquiera, una muy reconocida. Los brazos fuertes de Dylan era la parte favorita de Gisselle --Entre otras cosas-- sus ojos castanos y cabello desordenado, siempre la hacian reir cuando su marido le guinaba un ojo y le daba un beso de buenos dias. --Gracias por lo de anoche-- Ronroneo Dylan a su mujer que seguia en la cama, mitad de su cuerpo dentro de la sabana y el resto incitandolo a el-- Me tengo que ir. --?Tan temprano? --Pregunto Giselle. No le gustaba que su marido se fuese tan temprano por la manana, apenas eran las 06.00 de la manana y ella no tendria que irse a la oficina dentro de tres horas mas, o no ir, ya que la casa que compartia con su esposo contaba con dos grandes despachos para los dos y un taller de diseno que ella habia perfeccionado dos anos atras. --La junta es temprano-- Respondio Dylan, sin quitar su mirada del espejo mientras arreglaba su corbata. --Maldita, corbata Mientras Gisselle tecleaba un par de botones desde su mesita de noche, la musica sono y Marvin Gaye & Tammi Terrell con Your Precious Love, un clasico de los 60's, hicieron que se levantara de la cama, dejando caer la sabana arrugada de una noche llena de pasion entre su marido y ella, y se acercara a el para ayudarle con su corbata color negro. Every day there’s something new (Cada dia hay algo nuevo) Ayudar a su marido a hacer el nudo de la corbata eran otras de las cosas favoritas de ella, a veces pensaba que lo hacia adrede para que ella le ayudase. Pero realmente el senor perfeccionista le encantaba ver unos cuantos segundos mas ver a su mujer cerca, desnuda, sonolienta y despeinada, regalandole una ultima sonrisa y un ultimo beso casto antes de irse a trabajar. --Te quiero--Le susurro Gisselle, abrazandolo fuerte--Creo que siempre voy a quererte. Dylan amaba escuchar eso de Gisselle cada manana, cada noche o cada vez que el le decia un te quiero.