• a la sombra del arbol violeta critica - Sahar Delijani

    https://gigalibros.com/a-la-sombra-del-arbol-violeta.html

    Azar iba sentada en el suelo de chapa ondulada de la furgoneta, acurrucada contra la pared. El vehiculo daba bandazos por la sinuosa calle, zarandeando a Azar de aqui para alla. Con la mano libre se aferraba a lo que, al tacto, parecia un asidero. La otra mano sujetaba su vientre tenso y abultado, que se contraia obligandola a respirar de forma entrecortada, irregular. Una ardiente punzada de dolor surgio en un punto indeterminado de su columna y se extendio a todo el cuerpo como un estallido. Reprimiendo un grito, Azar cerro los dedos en torno al chador que la envolvia y lo estrujo con tanta fuerza que se le blanquearon los nudillos. Cada vez que la furgoneta doblaba una esquina, se veia lanzada contra los costados del vehiculo. Con cada sacudida y cada bache, su cuerpo rebotaba hacia el techo y la criatura que llevaba en el vientre se tensaba y se encogia. La venda que le tapaba los ojos estaba empapada de sudor. Se llevo una mano a los ojos para secarselos. Aunque iba sola en la parte trasera de la furgoneta, no se atrevio a quitarse la venda, pero sabia que habia una ventanilla a su espalda. Habia tocado el cristal al subirse. Si la Hermana en el asiento delantero se volvia, podria verla, o tal vez se detuvieran de repente y no le diera tiempo a ponerse de nuevo la venda. No sabia que sucederia si la sorprendieran con los ojos descubiertos, pero preferia no saberlo. A veces intentaba convencerse de que el miedo que habia anidado en su interior, que la seguia alla donde fuera, no estaba justificado; nadie le habia levantado la mano jamas, ni la habia empujado, ni siquiera amenazado. No tenia ningun motivo para temer a las Hermanas y los Hermanos, ninguna razon tangible. Pero habia oido los gritos que hacian vibrar los muros de la carcel y resonaban en los pasillos desiertos, despertando a las reclusas por la noche, interrumpiendo la conversacion de las que compartian almuerzo, sumiendolas en un silencio de dientes apretados y extremidades agarrotadas que se prolongaba hasta la noche. Nadie sabia de donde venian aquellos gritos. Nadie se atrevia a preguntarlo. Pero eran gritos de dolor, eso si lo sabian. Nadie habria podido confundir aquellos alaridos con un lamento de otra clase; eran aullidos de un cuerpo privado de su identidad, abandonado, aplastado hasta acabar convertido en una masa informe cuya unica manifestacion vital era la fuerza con que rasgaba el silencio entre los muros de la prision. Y nadie sabia cuando le llegaria el turno, cuando desapareceria por el pasillo sin dejar mas rastro que sus gritos. Asi que seguian viviendo, esperando y acatando ordenes a la sombra de una amenaza que -- bien lo sabian-- no podrian esquivar para siempre. Por una rendija situada por encima de su cabeza se colaba en la furgoneta, amortiguado, el clamor de la ciudad, que a esa hora se desperezaba: el enrollar de las persianas, los bocinazos, las risas infantiles, los pregones de los vendedores ambulantes. Por la ventanilla oia tambien los sonidos intermitentes del parloteo y las risas en la cabina, aunque no alcanzaba a distinguir lo que decian. Solo oia las carcajadas de la Hermana en respuesta a lo que uno de los Hermanos acababa de contar. Azar trato de acallar las voces que resonaban en la furgoneta concentrandose en el rumor de las calles de Teheran, su querida ciudad, que llevaba meses sin ver ni oir. Se pregunto hasta que punto habria cambiado, despues de tres anos de guerra con Irak. ?Habrian llegado los combates a la capital? ?Se habrian visto sus habitantes obligados a abandonar la ciudad? A juzgar por el ruido que procedia de las calles, todo parecia igual que siempre, el mismo caos, el mismo bullicio de lucha, de supervivencia. Se pregunto que estarian haciendo sus padres en ese momento.

  • Traumas (y almas) persas | Babelia | EL PAÍS

    https://elpais.com/cultura/2014/10/03/babelia/1412360153_784240.html

    8 oct 2014 — 'A la sombra del árbol violeta' es un relato coral de Sahar Delijani ... Este primer libro de Sahar Delijani (Teherán, 1983), escritora iraní ...

  • A LA SOMBRA DEL ÁRBOL VIOLETA - DELIJANI SAHAR

    http://quelibroleo.com/a-la-sombra-del-arbol-violeta

    A LA SOMBRA DEL ÁRBOL VIOLETADELIJANI, SAHAR. Nota media 7,75 Muy bueno 12 votos 2 críticas ... Información del libro. GéneroNarrativa; EditorialSALAMANDRA ...

  • A LA SOMBRA DEL ARBOL VIOLETA | SAHAR DELIJANI

    https://www.casadellibro.com/libro-a-la-sombra-del-arbol-violeta/9788498386202/2357546

    10 sept 2014 — El libro A LA SOMBRA DEL ARBOL VIOLETA de SAHAR DELIJANI en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • A LA SOMBRA DEL ÁRBOL VIOLETA – Sahar Delijani | Hislibris

    https://www.hislibris.com/a-la-sombra-del-arbol-violeta-sahar-delijani/

    13 ene 2016 — A LA SOMBRA DEL ÁRBOL VIOLETA – Sahar Delijani ... En definitiva, la novela es una crítica sin concesiones al régimen ... Compra el libro.

  • A la sombra del árbol violeta - Sahar Delijani - Babelio

    https://es.babelio.com/livres/Delijani-A-la-sombra-del-rbol-violeta/87260

    Críticas (3), citas extractos de A la sombra del árbol violeta de Sahar ... l árbol violeta al que se refiere el título (traducción) del libro de la iraní ...

  • A la sombra del árbol violeta - Sahar Delijani - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/89814/a-la-sombra-del-arbol-violeta

    Resumen y sinópsis de A la sombra del árbol violeta de Sahar Delijani ... La casa de ladrillos rojos es grande y espaciosa y, en el jardín, una fuente azul ...

  • "A la sombra del árbol violeta" Sahar Delijani - Cuéntame una ...

    http://elblogdelafabula.blogspot.com/2015/05/a-la-sombra-del-arbol-violeta-sahar.html

    El árbol violeta es el jacarandá que preside los patios en algunas casas de Teherán. Es un precioso árbol traído de Sudamérica y, aunque en ningún momento ...

  • A la sombra del árbol violeta (Salamandra Narrativa)

    https://www.amazon.es/sombra-del-%C3%A1rbol-violeta-Narrativa/dp/8498386209

    Delijani shows us a claustrophobic world where fear, injustice and sacrifice dominate every life. And it also shows the silent resistance, the indomitable will ...

  • A la sombra del árbol violeta, de Sahar Delijani - Mortal y rosa

    https://mortalyrosa.com/2018/06/28/a-la-sombra-del-arbol-violeta-de-sahar-delijani/

    28 jun 2018 — Ya en la faja del libro se alaba la genialidad poética que tiene la autora para escribir un libro como este. Este es un libro que, al menos al ...

  • A la sombra del árbol violeta - Lecturafilia

    https://lecturafilia.com/2014/12/23/a-la-sombra-del-arbol-violeta/

    23 dic 2014 — Las partes tienen un nexo común, pero podrían pertenecer a libros separados y eso es lo que resta valor a la novela como conjunto. Con todo, la ...

  • Quedate (Quedate 1) de Lina Perozo Altamar

    https://gigalibros.com/quedate-quedate-1.html

    Quedate: Volumen 1
    Nos cuenta los primeros anos de vida de Victoria Anderson, una tierna nina de ojos verdes y cabellos dorado. Es la unica hija del matrimonio de Stephen Anderson, heredero de una de las familias mas poderosas de Escocia, radicada en Estados Unidos, con Virginia Hoffman, una campesina de Illinois.
    Victoria tendra que enfrentarse a grandes desafios, como: la muerte de su madre, vivir por un tiempo alejada de su padre y, luego, abandonar su vida apacible en el campo, para iniciar una nueva, bajo el seno de su familia, los Anderson. Y cuando por fin es realmente feliz, una tragedia trastocara su mundo, llenando su corazon de tristeza, confusion y culpa.
    En un viaje hacia Europa, conocera al atractivo y misterioso Terrence Danchester, hijo mayor del duque de Oxford, quien de inmediato despertara el interes de Victoria. Juntos, formaran una entranable amistad, que los llevara a descubrir la magia del primer amor, durante un inolvidable verano en Escocia.
    Este es el primer libro de la serie <> escrita por las hermanas Lily y Lina Perozo, que inicio en junio de dos mil nueve, y consiguio cautivar el corazon de cientos de lectoras en todo el mundo.

  • La dama y el misterio de Stephanie Laurens

    https://gigalibros.com/la-dama-y-el-misterio.html

    Montague ha dedicado su vida a gestionar el capital de la elite londinense, pero pagando un precio muy alto por ello: no poder disfrutar de una familia propia. Hasta que aparece en su vida la encantadora Violet Matchman, buscando su ayuda. Ante el enigma que le presenta, Montague encuentra un intrigante desafio tanto profesional como personal.

  • La aventura de tu cerebro de Maria Jose Mas Salguero

    https://gigalibros.com/la-aventura-de-tu-cerebro.html

    Ya conoces el final de esta historia: el final eres tu. Un resultado unico e irrepetible entre los millones de variantes posibles, una casualidad extraordinaria. Desde aquella celula inicial formada por los gametos de tus padres, son muchos los acontecimientos biologicos y biograficos que te han convertido en el adulto que eres ahora. Este largo proceso se
    conoce como “neurodesarrollo”, y en este libro se desgranan sus claves.
    Dirigido a todos los publicos, se explican los conocimientos actuales de esta ciencia, ilustrados con historias reales que nos permiten entender los procesos por los que pasa el cerebro desde que se forma durante la gestacion hasta que adquiere su plena madurez.
    Descubriremos como crece y se capacita para regular el movimiento corporal, dominar el lenguaje, aprender su entorno, y concretar con su progreso la identidad personal de cada uno de nosotros. Un libro que nos ayuda a conocer mejor el desarrollo del nino, y facilita a los padres, docentes y profesionales dela salud su acompanamiento a traves de este maravilloso recorrido que lo convertira en un adulto independiente.

  • Dulce Venganza de Natalia Lee

    https://gigalibros.com/dulce-venganza.html

    Despues de que la vida la golpeo nuevamente, Kira se ve obligada a buscar la ayuda de su madre, la unica persona a quien nunca quiso volver a ver despues de haber arruinado su vida hace siete anos.

  • Almas de luna, Mara Oliver de Mara Oliver

    https://gigalibros.com/almas-de-luna-mara-oliver.html

    En Fronda, los ninos duermen en los tejados y toman la luna para convertirse en lobos; las ninas suenan con el cambio, pero ninguna lo ha conseguido en los ultimos cincuenta anos… hasta ahora.
    Todo esta a punto de cambiar, los hijos del alfa cortejan a la nieta de los omega y hasta los mestizos olvidan la pena de muerte y se atreven a regresar, pero la unica hembra fertil de la manada no desea cumplir con las tradiciones y desposarse en un triple enlace, ella luchara por su primer amor, su libertad y la vida de los que mas quiere.
    Una hembra para tres machos alfa, dos hermanos destinados a enfrentarse y el fantasma de un gran amor entretejen los multiples hilos de este romance de lobos, pasiones, profecias y venganzas.
    Bienvenidos a Fronda, bosque de sombras y corazones robados.

  • Te quiero, baby (HQN) de Isabel Keats

    https://gigalibros.com/te-quiero-baby-hqn.html

    !Venga, mama! India termino de untar la Nocilla y envolvio el bocadillo en papel film. Se chupo el dedo manchado de chocolate, cogio su trench rojo y el bolso de encima de la mesa de la cocina y corrio hacia el oscuro y diminuto vestibulo donde la esperaba su hija, impaciente. --Toma, guardalo en tu mochila. !Rapido o llegaremos tarde otra vez! --Dio un ultimo repaso al uniforme, los zapatos (que por suerte la noche anterior se habia acordado de abrillantar) y al peinado de la nina, abrio la puerta para que pasara y grito--: !Adios, Tata! Bajaron a toda velocidad las lugubres escaleras del antiguo edificio, que ya desde primera hora de la manana olian a guisos rancios, y corrieron por la acera sin dejar de reir, a pesar de las miradas de desaprobacion que recibian de algunos viandantes. Por fortuna, el colegio estaba a tan solo dos manzanas de su casa y, aunque congestionadas y sudorosas, consiguieron llegar antes de que la monja que custodiaba la puerta las mirase con malos ojos. --!Lo conseguimos, piruleta! --India se inclino sobre su hija para besarla en el suave pelo rubio, que olia a champu de fresa. --!Somos las mas rapidas! --Sol le lanzo aquella nueva sonrisa mellada que mostraba la reciente rapina del Ratoncito Perez--. Y eso que llevas tacones. --Exacto, una vez mas he conseguido llegar a tiempo sin partirme un tobillo. !Bien por mi! -- Chocaron las palmas con fuerza, siguiendo su particular ritual. India se inclino para besarla, una vez mas, y permanecio observandola con una suave sonrisa en los labios hasta que la nina desaparecio detras del porton de madera. Justo en ese momento sono su movil y, despues de un buen rato revolviendo en el bolso, logro localizarlo y contestar antes de que quien fuera que llamara agotase su paciencia--. !Lucas! Si, si, voy ahora mismo. Dile que ha pinchado el metro o, mejor, que los extraterrestres que me habian abducido acaban de devolverme al planeta Tierra. Te juro que llego en cinco minutos... !Taxi! Levanto el brazo y tuvo la inmensa suerte de conseguir que, en plena hora punta, uno de aquellos preciados vehiculos se detuviera frente a ella, a pesar de que habia empezado a chispear. India lanzo el abrigo y el bolso de cualquier manera sobre el asiento trasero y se sento con un suspiro de alivio; cada dia aguantaba menos los tacones. --Al Hotel Palace, por favor. Como era habitual, en vez aprovechar el tiempo que duraba el trayecto para repasar con calma lo que Lucas le habia contado, se vio obligada a estar de palique con el taxista. No sabia por que, pero a la gente le daba por contarle sus penas. Suspiro, resignada, y asintio con simpatia a la larga enumeracion de sus achaques mas recientes, se mostro debidamente horrorizada al escuchar las villanias de la nuera perversa y las salidas de tono de su hija adolescente, y se indigno, justamente, ante los ultimos atropellos de los politicos nacionales unos segundos antes de llegar a su destino. Pago a toda prisa y, tras responder con calidez a la efusiva despedida del taxista, subio corriendo las escaleras de entrada, sonrio al elegante conserje, perfectamente uniformado, que le sujetaba la puerta para que pasara, y siguio corriendo por la mullida alfombra tejida en la Real Fabrica de Tapices hasta llegar al famoso restaurante La Rotonda, situado bajo la impresionante cupula de cristal. Alli se detuvo y miro a su alrededor, jadeante, hasta que descubrio a un hombre moreno que le hacia senas desde una de las mesas. Entonces, respiro hondo y, con aparente serenidad, se acerco hasta donde se encontraba su amigo. Lucas se levanto en el acto de su comodo butacon para recibirla y su acompanante le imito unos segundos mas tarde. --!Por fin, India! Aunque le asegure al senor Connor que aparecerias en cuanto hubieras terminado de pintarte las unas de los pies, el pobre estaba empezando a aburrirse de escuchar, una y otra vez, mis tediosas anecdotas de ca-za. India le dirigio una rapida y significativa mirada que prometia feroces represalias y, en el acto, giro la cabeza para dirigir su mejor sonrisa profesional al hombre que permanecia a su lado, observandola en silencio. Tuvo que ajustar la direccion de su gesto y dirigirlo varios palmos mas arriba; el tipo era un autentico gigante. Lucas era alto y tenia buen cuerpo, pero al lado de aquel hombre parecia un muchacho algo enclenque. --Encantada de conocerlo, senor Connor --saludo en su perfecto ingles britanico, al tiempo que le tendia la mano con desenvoltura. El la tomo en la suya en el acto y, aprensiva, observo como sus dedos desaparecian por completo en aquel calido apreton. --El gusto es mio. --Tenia una de aquellas voces, profundas y muy varoniles, tan apropiadas para anunciar en la tele detergentes y coches de lujo, y por su acento India dedujo que era norteamericano. En realidad, todo en el era agresivamente masculino, hasta el punto de resultar incluso un poco apabullante. El senor Connor no era guapo. Sus rasgos, demasiado marcados, eran de esos que al menos necesitan un par de adjetivos para describirlos: mandibula cuadrada y tenaz, nariz algo torcida y prominente, y labios firmes y delgados. La primera impresion de India fue que el senor Connor a lo mejor se habia dedicado al boxeo en algun momento de su vida. Desde luego, se dijo, aquel cuerpo no desluciria en la categoria de peso pesado y, ademas, vestia de pesadilla. Tuvo que parpadear unas cuantas veces para asimilar aquel traje de chaqueta marron chocolate, la camisa de un tono amarillo palido y la corbata tambien amarilla, pero, en esta ocasion, de un rabioso color limon. Aquel hombre destacaba como un girasol en un ramo de rosas blancas entre los distinguidos hombres y mujeres de negocios que, en ese momento, se tomaban un aperitivo sentados en las mesas cercanas. --Esta es la amiga de la que te hable, Raff. India Antunez del Diego y Caballero de Alcantara. --Es un nombre muy largo --comento con una atractiva sonrisa que dejo ver sus dientes, blancos y regulares. --Si, demasiado. --India le devolvio la sonrisa al instante, al tiempo que se sentaba en la silla que Lucas sujetaba y luchaba por apartar la mirada de aquella corbata indescriptible, medio cegada por su resplandor--. ?Se aloja en el hotel, senor Connor? --Si. Siempre me quedo en el Palace cuando estoy en Madrid, es muy centrico y comodo; pero, por favor, llameme Raff. --Alzo una de sus manazas e hizo una sena a un camarero, que acudio enseguida. Tras preguntarle que queria, le encargo el cafe que ella habia pedido antes de proseguir --: Imagino que Lucas ya le ha contado un poco la idea que tengo. --Bueno, vera --se encogio de hombros con un delicado movimiento mientras, por debajo de la mesa, su pie, enfundado en el unico par de Manolos que no habia vendido aun en la tienda de ropa de lujo de segunda mano, se balanceaba, inquieto--, mi amigo Lucas no es muy comunicativo, precisamente. Solo me ha dicho que usted esta interesado en que me ocupe de organizar un evento importante. Ademas, habia anadido --aunque por supuesto India jamas lo confesaria en voz alta-- que Creso al lado del senor Connor era un muerto de hambre, y que estaba dispuesto a pagarle una pasta por aquel trabajo. Una pasta. Aquellas palabras magicas la habian hecho decidirse en el acto; necesitaba el dinero con urgencia. --En efecto, quiza podriamos llamarlo asi... --respondio el gigantesco americano con vaguedad. Por unos segundos, a India le parecio distinguir un brillo travieso en aquellos penetrantes ojos azules, pero se dijo que lo habia imaginado; el rostro del senor Connor mostraba la mayor seriedad. De pronto, le asusto la posibilidad de que el pudiera echarse para atras y de manera algo atropellada, algo que le ocurria siempre que se ponia nerviosa, se apresuro a comentar: --He organizado todo tipo de eventos, senor Connor, torneos de golf, de polo, bailes para debutantes de la alta sociedad, cenas de negocios... --India se llevo la taza de cafe a los labios, procurando controlar el temblor de su mano, y aspiro el exquisito aroma con deleite antes de dar un sorbo. Aquella manana no le habia dado tiempo a desayunar y la bebida ardiente la hizo revivir. --Lo se, senorita... --vacilo antes de proseguir--. ?Te importa si te llamo por tu nombre de pila, India? Tu llamame Raff. Por cierto, no es un nombre muy espanol. Al verte con ese pelo tan oscuro y esos ojos del color del caramelo, tan grandes y rasgados, pense que te llamarias Carmen o... o Juana. <>. Puso los ojos en blanco, aunque, por supuesto, solo en su mente. En realidad, estaba dispuesta a que aquel hombre le llamara casi cualquier cosa que se le antojara si de ese modo no se le escapaba el trabajo, se dijo, desesperada; aunque nada en su aspecto, impecable y sereno, con aquel conjunto primaveral de Missoni de hacia tres temporadas, lo delataba. --Por supuesto, senor... quiero decir, Raff. Veras, mi padre sentia pasion por la India. Cuando estudiaba en Oxford conocio a un autentico maraja de un pequeno estado del sur y todos los anos pasaba alli largas temporadas. A juzgar por lo que el contaba, la expresion <> es de lo mas adecuada, creeme. --Al notar que empezaba a irse por las ramas, retomo el tema que les ocupaba--. Pero dime, Raff, ?en que consiste exactamente el evento que quieres que organice? Lucas no me ha aclarado gran cosa.

  • Antes de que me vaya de Paulette Mulliez

    https://gigalibros.com/antes-de-que-me-vaya.html

    Ali es una chica con un pasado angustiante que aun la persigue. Luke en cambio es despreocupado y su vida siempre ha sido facil. Cuando se encuentran, algo cambiara en ellos para siempre. ?Ali podra confiar en alguien mas??Podra Luke convencerla de que estan hechos el uno para el otro? Descubre esta dulce historia de amor, en donde nada es lo que parece.

  • Como Hacer Que Te Pasen Cosas Buenas de Marian Rojas

    https://gigalibros.com/como-hacer-que-te-pasen-cosas-buenas.html

    Uniendo el punto de vista cientifico, psicologico y humano, la autora nos ofrece una reflexion profunda, salpicada de utiles consejos y con vocacion eminentemente didactica, acerca de la aplicacion de nuestras propias capacidades al empeno de procurarnos una existencia plena y feliz: conocer y optimizar determinadas

  • Sexo, amor y rock ‘n’ roll.: Domando a “La Bestia” de J. A. Silva

    https://gigalibros.com/sexo-amor-y-rock-8216-n-8217-roll-domando-a-8220-la-bestia-8221.html

    Leo, el lider de la exitosa banda de rock, Avalor, vivia una vida desenfrenada, llena de excesos, sexo y locura. Usaba a las mujeres para satisfacer sus necesidades y, despues, se olvidaba de ellas. A pesar de poder estar con la chica que se le antojara, sentia que su vida estaba vacia.

  • Vuelve de Samuel Benchetrit

    https://gigalibros.com/vuelve.html

    Adicto a los cigarrillos y al alcohol, con alergia a las responsabilidades y en busqueda constante de una inspiracion que no llega. Asi es el antiheroe encantador y tierno de Vuelve, al que solo le queda agarrarse
    desesperadamente al unico proyecto viable que tiene en el horizonte: la adaptacion de uno de sus libros a serie de television. El problema es que el libro ya no esta disponible y el productor en cuestion todavia
    tiene que leerlo.

  • Giselle (Divas 2) de Emma Madden

    https://gigalibros.com/giselle-divas-2.html

    Giselle Erikson, extenista sueca, Top Model y una personalidad internacional reconocida, llega a Oregon, en los Estados Unidos, para pasar dos semanas en Green Mountain, una exclusiva clinica de reposo donde pretende curar su corazon roto, rehacerse y disfrutar de unos dias alejada del mundanal ruido, sin otra preocupacion que cuidarse y descansar. Unos planes muy precisos que se enriquecen cuando conoce Daniel, un misterioso artista, un colaborador de la clinica, con el que entabla una insolita y novedosa relacion que le cambiara la vida para siempre.
    El pasado complicado de Giselle, la familia de Daniel, los secretos y los malentendidos, la falta de comunicacion, los celos, los llevaran a vivir una historia de amor llena de altibajos que, sin embargo, lograra encontrar el camino hacia la felicidad.
    “Giselle” es el segundo libro de la Serie Divas, de la escritora Emma Madden, dedicada a esas mujeres fuertes, famosas y con un exito esplendoroso, que viven el amor a su manera y con una tremenda pasion.

  • Los vencidos de Robert Gerwarth

    https://gigalibros.com/los-vencidos.html

    Para los Aliados occidentales, el 11 de noviembre de 1918 siempre ha sido una fecha solemne: el fin de los combates que habian masacrado a una generacion, y tambien la reivindicacion de un tremendo sacrificio, con el desmoronamiento total de sus principales enemigos, el Imperio aleman, Austria-Hungria y el Imperio otomano. Sin embargo, para gran parte del resto de Europa se trataba de una fecha carente de significado, ya que una interminable serie de terribles conflictos fue afectando a un pais tras otro. En este libro, sumamente original y absorbente, Robert Gerwarth nos pide que volvamos a reflexionar sobre el verdadero legado de la Primera Guerra Mundial. En gran medida, lo que acabo siendo un factor tan desastroso para el futuro de Europa no fueron los combates en el Frente Occidental, sino las devastadoras secuelas de la Gran Guerra, a medida que los paises de ambos bandos del conflicto original sufrian el azote de las revoluciones, de los pogromos, de las expulsiones masivas y de nuevos conflictos a gran escala. Si bien en casi todas partes la guerra en si habia sido una contienda que se libro exclusivamente entre las tropas de los distintos estados, los nuevos conflictos tuvieron como protagonistas sobre todo a los civiles y a los grupos paramilitares, y millones de personas murieron a lo largo y ancho del centro, el este y el sur de Europa antes del nacimiento de la URSS y de una serie de nuevos estados endebles y exhaustos. Por doquier habia gentes con sed de venganza, atormentadas por un sentimiento homicida de injusticia, buscando la oportunidad de tomar represalias contra sus enemigos reales o imaginarios. Tan solo una decada despues, el ascenso del Tercer Reich y de otros estados totalitarios les brindo la posibilidad que estaban esperando.

  • La cita de al lado (Cita para Rehacer 3) de Susan Hatler

    https://gigalibros.com/la-cita-de-al-lado-cita-para-rehacer-3.html

    Lo unico peor que deshacer las maletas es deshacer las maletas dos veces, y estoy deshaciendolas por tercera vez desde que me mude al centro de Sacramento. Si, !yo! No. En mi agenda, deshacer las maletas esta a la altura de fregar la olla despues de hacer macarrones con queso, quitar chicle de la suela de mis zapatillas favoritas o intentar encontrar una habitacion de alquiler en una casa compartida con alguien que no conozco. Asi que me converti en la reina del courchsurfing... hasta aquel dia. Previo a saltar de sofa en sofa por los apartamentos de mis amigos del centro, habia estado viviendo con dos de mis cuatro hermanos a las afueras de la ciudad y me habia cansado de ir al trabajo. ?Trafico en hora punta dos veces al dia? Paso. Tras vagabundear en el sofa de mi amiga Krista y luego en el sofa de mi amiga Abigail, me encontraba oficialmente de alquiler en una habitacion de la casa de mi mejor amiga de la infancia, Lucy Remington. Lucy y yo siempre habiamos hablado de compartir residencia en la universidad, pero luego ella se marcho a Princeton mientras yo entre en la universidad local, en U.C. Davis. Tras todos aquellos anos, Lucy y yo viviamos juntas por fin. Me encontraria saltando de alegria si no hubiera estado, ya sabeis, deshaciendo las maletas. Inspeccione mi nueva habitacion en su elegante casa adosada: techo alto, ventanas con adornos blancos con cortinas romanas y mi colchon doble, somier y foto que habia usado desde la universidad. Mi mirada se poso en Lucy mientras ella alzaba uno de mis vestidos de verano hasta su pecho y luego examinaba su reflejo en el espejo de cuerpo entero de la habitacion. Ella acababa de sacar ese vestido de una de las muchas cajas de carton que yo habia subido por las escaleras de la nueva casa adosada de Lucy, que su madre le habia comprado (pago en efectivo, fijate) solo para que Lucy viviera cerca de sus padres. Debia ser genial aquello. Lo ultimo que me compro mi madre fue una caja de dulces en el cine cuando vimos la ultima pelicula de Jennifer Lawrence. Pero, en defensa de mi madre, mis padres no estaban tan bien situados como los Remington. Lucy tenia una tarjeta de credito de sus padres sin limite de saldo y compraba en boutiques de disenadores, mientras que yo normalmente compraba mi ropa en estantes de rebajas y tiendas de segunda mano. A pesar de nuestras polaridades financieras, nacio una fuerte union entre nosotras cuando eramos ninas. Mis hombros se tensaron cuando colgue una chaqueta de mezclilla en una percha y despues la coloque en la percha dentro del armario. Desembalar, desembalar sin fin... Luego agarre un par de vaqueros, los doble y meti en un cajon de la comoda y me di la vuelta en busca del vestido de verano que mi amiga habia estado sosteniendo y que, en aquel momento, se encontraba arrojado en la caja que acababa de vaciar. --!Lucy! --Recogi el vestido mientras ella se volvia hacia mi, con su mano tocando la chaqueta que yo acababa de colgar. Ella retiro la mano y puso una mirada inocente. Sus ojos se agrandaron. --?Que pasa, Hannah? --Te estas perdiendo toda la parte de deshacer las maletas --dije, inclinando la cabeza hacia la izquierda, haciendo rebotar mis rizos oscuros sobre mi hombro--. Te ofreciste a ayudar, no a trabajar en mi contra. --Estoy tan emocionada de que finalmente vivamos juntas --Lucy sonrio y luego tomo el vestido y lo puso en una percha mientras yo regresaba a por otra caja aparentemente sin fondo--. Compartir ropa es practicamente un requisito de companeras de casa. Solo estoy revisando mis opciones. --Oh, ?es eso lo que estas haciendo? --Me rei mientras ella indagaba mas profundamente en mi armario casi a reventar. El armario de Lucy estaba lleno de Prada y Gucci, mientras que el mio tenia hallazgos de tiendas de segunda mano y compras gangas. Combinados, nuestros conjuntos de ropa serian definitivamente unicos. --Pero ninguna de estas faldas negras lisas o abotonadas va a funcionar en mi cita de esta noche --gruno Lucy, arrojando un par de opciones rechazadas por encima de su hombro, de vuelta a una caja de carton--. Este es el ultimo intento de encontrar un novio con el que puedo contar antes de renunciar a ello para siempre, asi que mi look tiene que reflejar ese objetivo o voy apanada. --Sin meter presion, eh --dije, levantando una ceja. --?Vale? Bueno, si Derek me estuviera preparando la cena en casa, uno de estos conjuntos podria haber funcionado, pero me llevara a The Boat House a cenar. ?Sabes ese restaurante en el rio en Old Sac? Asenti con la cabeza, sintiendo un poco de envidia. --Debe ser genial tener una cita. --Saliste con Patrick por alli durante un tiempo --dijo, mirandome de una forma que explicaba que no le gustaba Patrick y que no es que lo echara de menos exactamente. --Patrick era agradable --dije, encogiendome de hombros--. Solo que un poco tambien... extravagante para mi. --Yo tambien soy algo extravagante --Ella asintio, agarrando un punado de la nueva ropa de oficina que habia comprado tras mi reciente promocion laboral --. Asi que tampoco encuentro vestuario para mis citas. --Es mi nueva ropa de trabajo, ?vale? --dije, ordenando el desorden de Lucy. De hecho, habia estado arreglando el desorden de Lucy desde el primer dia de la escuela primaria cuando accidentalmente se le cayo la bandeja de la cafeteria en el comedor y lloro. Limpie su desastre, comparti mis rodajas de manzana con ella, y nos convertimos en las mejores amigas desde entonces. Me quede mirando mi nuevo look de oficina y suspire. --He soportado mucha presion en el trabajo desde que mi jefa renuncio y emprendio su propio negocio de maletas. --Jennifer, ?verdad? Pense que te habia ascendido antes de irse. --Lo hizo, pero ahora tengo que estar a la altura del aumento de sueldo impresionando a un cliente que mi nuevo jefe quiere que consiga. --Tu nuevo jefe todavia te esta probando, ?eh? --Por no decir otra cosa --dije, estudiando la falda de tubo a rayas que sostenia, que era una desviacion de mi estilo normalmente mas informal--. Si no logro que este cliente firme, creo que mi jefe me va a despedir. Yo no era su eleccion para el trabajo y Jennifer tuvo dificultades para convencerlo de que me diera una oportunidad. Solo tengo esta oportunidad, asi que no puedo desaprovecharla. Llevaba dos anos trabajando en la prestigiosa empresa de marketing Haskell & Haskell y recientemente me habian ascendido a jefa del recien creado departamento de redes sociales. A pesar de mi experiencia en la empresa, a Peter Haskell, el director ejecutivo, no le encanto que fuera licenciada en sociologia. Todo giraba en torno a quedar bien en el papel y aparentemente mi curriculum no se ajustaba a mi sueldo. Yo no era su primera (o segunda) opcion para el puesto, por lo que se dedicaba a examinar todos mis movimientos en la oficina. Afortunadamente, Jennifer habia convencido al Sr. Haskell de que me dejara dirigir el departamento de redes sociales, algo imprescindible en el mundo del marketing actual. Pero tenia que demostrar mi valia y hacerlo rapidamente. ?Mi prueba? Contratar a Ray Livingston para Haskell & Haskell, el millonario disenador de moda que se hizo a si mismo. ?El problema? Todas las demas empresas de la ciudad querian su cuenta. ?Nivel de estres? Alto. ?Como podria yo, Hannah Griffin, con una falda de ganga y tacones de tienda de segunda mano impresionar al multimillonario Ray Livingston? Si, eso es lo que todavia estaba tratando de averiguar. Pero pense que comenzar con un atuendo de trabajo sobrio (lease: aburrido) no haria dano. Lucy puso una mano en mi hombro, haciendome saltar. --No te preocupes, Han. Vas a conseguir a ese cliente y luego tu jefe se dara cuenta de que Jennifer tenia razon al promocionarte. --Gracias por tu fe, pero no lo se... --Mi estomago se revolvio. La cabeza me dio vueltas. Cada segundo que dedicaba a deshacer maletas era un segundo en el que podria estar elaborando una estrategia sobre como conseguir ese nuevo cliente. Pero no parecia estar progresando en el frente de desembalado gracias a que mi mejor amiga seguia centrada en su cita. Mire alrededor todo el desorden en mi habitacion y entre en panico. --Me van a despedir. --No, lo tienes hecho --Ella me dio un pequeno apreton en el hombro--. Se que lo haras. --No estoy tan segura --dije, deseando por primera vez haberme graduado en marketing para que el senor Haskell estuviera mas contento conmigo. En realidad, habia elegido estudiar sociologia porque parecia que me iba bien en esas clases y las disfrutaba. Me gradue, consegui un trabajo y tres anos despues todavia no habia encontrado mi pasion hasta que consegui el trabajo como asistente de Jennifer y poco a poco me di cuenta de lo que queria hacer a tiempo completo: marketing en redes sociales. Era mi oportunidad. Realmente pensaba que era buena en eso y creia que podia ayudar a Ray Livingston a mejorar la visibilidad de su marca a traves de las redes sociales. Tenia grandes ideas. El problema era que yo era una joven de veintiseis anos cuyo curriculum decia: sociologia, camarera y asistente. ?Quien escucharia mis sugerencias? No Peter Haskell, eso estaba claro. --Le vas a encantar a ese cliente --insistio Lucy, mirandome a los ojos y asintiendo con la cabeza como si estuviera segura--. Te lo vas a quedar. --?Pero como? --pregunte, recogiendo mis nuevos tacones negros y mostrandole un rasguno que no habia notado antes. Senti que era injusto que no venir de una familia adinerada me dejara en desventaja--. Ray Livingston no me tomara en serio si cree que no luzco como una profesional, lo cual admito que no importa en este momento ya que ni siquiera puedo lograr que conteste mis llamadas o que me llame por telefono. Este tipo es multimillonario, Lucy. Necesito tacones de Christian Louboutin para dar una buena impresion, no tacones de segunda mano.

  • El ultimo sacrificio de Sandra Galan Corvillo

    https://gigalibros.com/el-ultimo-sacrificio.html

    El mes de agosto esta siendo mas caluroso de lo esperado. La inspectora Sara Torres disfruta de un merecido dia de descanso; ha pasado parte de la tarde inmersa entre las paginas del ultimo thriller de su autora favorita. Sin embargo, la agradable brisa del aire acondicionado la ha sumido en un placentero sueno. De repente, un estrepitoso sonido --que no logra identificar--, la devuelve a la realidad. Tras unos instantes, es consciente de que su telefono esta sonando insistentemente. --Inspectora Torres --contesta. --Sara, soy Salgado. --Torres nota que su superior esta euforico--. Lo tenemos. La inspectora Torres se levanta del sofa y corre hacia el cuarto de bano, donde recoge su larga melena color caramelo en una cola de caballo. Se viste a toda prisa con ropa comoda, se calza unas deportivas y se cuelga al cuello su placa de inspectora. Coge las llaves y se sube en su coche para tomar la carretera que lleva al Montseny. Sara Torres lleva seis meses detras de un criminal satanico, el cual ha asesinado a dos personas. Las escenas de los crimenes le han producido las peores pesadillas de su vida, pero ha llegado el final. Solo espera que las chicas desaparecidas --Claudia y Ana-- se encuentren con vida; hacia dos meses que las dos amigas desaparecieron mientras practicaban senderismo por la montana del Montseny. Tras media hora de camino, Torres llega a su destino. El lugar esta repleto de policias. No pierde el tiempo y se dirige directamente hacia el comisario Salgado. El comisario Salgado era amigo de los padres de Sara y, tras quedar huerfana a la edad de diez anos, la crio como si fuera su propia hija. Fue una sorpresa para Salgado cuando, recien salida de la academia, la destinaron a su comisaria. El resto de agentes, al enterarse de la noticia, no les gusto demasiado la idea de trabajar codo con codo junto a la hija del comisario. Sin embargo, Torres nunca se comporto como su hija en comisaria, sino como un agente mas; esforzandose incluso mas que los demas, y asi llego a inspectora. --Salgado, ?que esta pasando? --pregunta--. ?Donde esta el asesino?, ?y las chicas? --Torres, el asesino esta rodeado --informa--. Los chicos del distrito 13 lo han seguido hasta el Camping Les Piscines del Montseny. En esta epoca del ano, esta lo suficientemente lleno como para esconderse sin despertar sospechas. --Hace una pausa--. Todavia no sabemos nada de las chicas. --Y, ?a que estamos esperando? --pregunta, alarmada--. Cada minuto que pasa, es uno menos para ellas. --Torres, tranquilizate, los agentes lo tienen controlado. --Salgado, no me vengas con idioteces --bufa, indignada--. Sabes que son incapaces de detener a un carterista... !imagina a un asesino en serie! Sara no piensa perder mas tiempo discutiendo con Salgado, tiene que actuar ya. Deja a su superior hablando solo mientras ella corre hacia el camping. --Inspectora Torres, !vuelve aqui ahora mismo! La inspectora ignora la llamada de su superior. Continua corriendo hacia el interior del camping. Es su caso y, por lo tanto, es su deber atrapar al asesino. Se lo prometio a la familia de la segunda victima. Al llegar a la puerta del camping, se encuentra a varios policias dando vueltas por los alrededores, sin saber como actuar. <>, piensa Sara. --Soy la inspectora Torres --dice--. ?Quien esta al mando? Un hombre de unos cincuenta anos, bajito y bastante robusto, se acerca a ella desafiante. --Inspectora Torres --saluda--. Soy el inspector Garcia, la persona al mando, ?Que hace usted aqui? Esta en medio de mi dispositivo. <>, piensa Torres, <>. --Inspector Garcia, yo soy la persona que lleva este caso, es usted el que esta en medio de mi dispositivo. --La inspectora coge aire para tranquilizarse--. Por favor, pongame al tanto de lo que esta ocurriendo. --Mira a los agentes, quienes continuan sin hacer nada--. Y, a partir de este momento, digales a sus hombres que yo dare las ordenes. Esa orden, al inspector Garcia, le sienta como si le echaran un cubo de agua fria. Sin embargo, baja la cabeza y la pone al dia. <>, piensa el inspector Garcia. --Hemos seguido al sospechoso hasta el camping, pero hace un rato que le hemos perdido la pista --admite--. Debemos tener mucho cuidado, hay demasiados civiles y no queremos que intuyan que pasa algo y generemos un caos absoluto. --La inspectora Torres asiente con la cabeza--. Creemos que el sospechoso se ha escondido, pero no lo encontramos. --Necesito que me asigne a dos agentes y que me acompanen --dice, convencida--. Vamos a coger a ese desgraciado. La inspectora Torres se dirige hacia el camping junto a los agentes Ramirez y Gonzalez. Durante varias horas, lo recorren sin levantar sospechas; no quieren alarmar a los veraneantes que disfrutan de sus barbacoas y sus chapuzones en la piscina. Sin embargo, la inspectora se esta quedando sin tiempo, pues esta empezando a anochecer y no hay rastro del sospechoso. Cuando la inspectora Torres esta a punto de darse por vencida, ve algo que brilla en el suelo junto a la valla que delimita el camping y el parque nacional de Montseny. Al acercarse, observa que la valla ha sido cortada y que, gracias al reflejo de la luna, algo capta su atencion; aunque a simple vista no lo logra identificar. Esta a unos pocos metros de la valla. Sara se acerca sigilosa y ve que se trata de una argolla escondida en el suelo, entre varias ramas secas y tierra esparcida. Se gira para buscar a los agentes que la acompanan, quienes no estan a la vista. Para la inspectora Torres, la opcion de esperarlos o ir a buscarlos, esta descartada. Cada minuto cuenta. Sara no se lo piensa, tira de la argolla y abre una puerta metalica. Al mirar dentro, recibe un hedor insoportable a heces, vomito, sangre y putrefaccion. <>, piensa. Entre la oscuridad que habita en el hoyo, descubre unas escaleras pegadas a la pared. Son metalicas y parecen estar en muy mal estado. La inspectora esta segura de que por alli no ha pasado nadie en mucho tiempo. Mientras baja por las escaleras, es consciente que esta dentro de una especie de bunker que, por el deterioro que presenta, hace siglos que se olvidaron que estaba alli. Una vez abajo, el aire es espeso y no se puede respirar con normalidad; y, por si fuera poco, no hay ningun tipo de luz. Sara esta en una absoluta oscuridad, solo puede escuchar los latidos de su corazon y su respiracion a un ritmo trepidante. Esta hiperventilando. <>, piensa Sara. Respira varias veces y busca su movil para activar la linterna. Mira a su alrededor, se encuentra en un tunel estrecho; solo cabe una persona. Las paredes de piedra gotean debido a la humedad. A pesar del calor que hace en el exterior, alli dentro el un frio es tan profundo que se cala en los huesos. Sigue avanzando, despacio y en alerta. A pocos metros, ve una luz tenue que apenas es perceptible. Se esta acercando al final del tunel. Por su seguridad, saca su arma reglamentaria y avanza en un silencio absoluto. Cada vez esta mas cerca de la luz; su corazon golpea en su pecho una y otra vez. <>, se repite una y otra vez. La luz empieza a ser mas y mas visible. Cuando llega al final del tunel, se encuentra con una sala pequena. Esta llena de velas rojas y negras --apagadas o consumidas-- y, en el centro, hay un altar formado por una cruz invertida hecha con varias ramas. La cruz esta salpicada de manchas, posiblemente sangre. En las ramas de la cruz, hay simbolos tallados. Al lado de la cruz, hay una sabana negra --de seda o raso, por el brillo que desprende-- y acostada se encuentra una chica. Es imposible saber si se trata de Claudia o de Ana por el estado del cuerpo: le han arrancado los ojos; en su lugar, hay dos trozos de madera con simbolos parecidos a los que hay en las ramas de la cruz invertida; las munecas y los tobillos tienen marcas de cuerdas, signo de que ha pasado mucho tiempo atada; el pecho esta abierto y le falta el corazon. Alrededor de la marca --donde falta el organo--, hay mas de esos simbolos que estan por todas partes. Sin embargo, a Sara algo le llama la atencion: la boca del cadaver esta exageradamente abierta. Se acerca y ve que tiene algo dentro de la garganta, introduce los dedos y saca un trozo de papel. Tras abrirlo, se puede leer una unica frase. <>. Siente un movimiento detras de ella, apenas ha sido perceptible, pero se acaba de dar cuenta de que no esta sola. Se gira y, en el fondo de la sala, entre la oscuridad, hay alguien agazapado. No le da tiempo a reaccionar cuando un hombre se abalanza sobre ella. No logra verle la cara, pues lleva puesta una mascara de madera tallada con esos dichosos simbolos. La inspectora intenta escapar de su atacante, lucha con el, pero es mucho mas fuerte que ella. La unica opcion que le queda es dispararle. Lo hace, una y otra vez, hasta que uno de los disparos lo alcanza y cae a peso muerto sobre ella. Quiere salir de ese maldito lugar y avisar a algun agente. Se arrastra hacia atras con todas sus fuerzas hasta sacarselo de encima y se dirige a la salida. Sin embargo, el asesino se pone en pie y corre hacia Sara. De un golpe, la tira al suelo y su arma cae desplazandose varios metros. El asesino la golpea repetidas veces, mientras ella intenta alargar la mano para recuperar el arma. Si se estira un poco mas, podra recuperarla. Cuando casi la esta rozando, el asesino saca un cuchillo y se lo clava en un costado. Aun asi, consigue recuperar su arma y le dispara a bocajarro. En esta ocasion, no falla. El asesino cae muerto sobre ella y un grotesco grito de dolor sale de su garganta. El cadaver de ese psicopata le presiona la herida y el dolor es insoportable. La inspectora se encuentra demasiado debil para sacarselo de encima. Todo da vueltas a su alrededor y sus ojos empiezan a cerrarse hasta que se hunde en la oscuridad. Capitulo 1 5 anos despues Sara se para en un banco del parque para estirar los musculos. Hace varios kilometros que ha dejado a sus amigas atras. Siempre sale a correr sola pero, desde hace unas semanas, sus amigas le dijeron que se querian poner en forma y entrenar con ella. A pesar de que llevaban anos sin hacer ningun tipo de deporte y que los ultimos dias habian sido duros, no han faltado ni una sola vez a sus carreras matutinas. Sara baja el volumen de sus auriculares y bebe agua de una fuente cercana. Le encanta correr por el Parc de la Ciutadella, sobre todo a primera hora de la manana; se respira tranquilidad por la escasez de gente. Como todavia no ve a sus amigas, se acerca al lago y se sienta en uno de los bancos. Observa a los trabajadores que ponen a punto las barcas en las que, mas tarde --tanto ninos como mayores--, disfrutaran de un paseo por el lago. El sonido de unos pies que se arrastran por el suelo en su direccion, hacen que Sara se gire. Son sus amigas, rojas como un tomate debido al esfuerzo, quienes se sientan a su lado hiperventilando. Cuando logran recuperar la respiracion, se miran y empiezan a reir. --Chicas, ?que os pasa? --pregunta Sara, divertida. --Sara, no te ofendas --dice Belinda--, pero creo que esta es la ultima vez que te acompanamos. !Nos vas a matar de un infarto! --Sois unas exageradas. --Se echa a reir--. ?Vosotras no queriais entrenar para estar en forma?--Si, pero hemos cambiado de opinion --dice Laura, con una sonrisa--. A partir de ahora, quedamos para desayunar. ?Que os parece si nos damos una ducha y nos vemos en el centro para un brunch? --Que buena idea --contesta Sara--. Nos vemos en una hora en el centro. Hasta luego, chicas. *** El apartamento de Sara esta situado en el Barrio Gotico de Barcelona, fue la herencia que le dejaron sus padres al morir. Durante muchos anos, Salgado --como tutor legal-- lo tuvo en alquiler para evitar que nadie se colara en el. Sara, en cuanto salio de la academia y le dieron destino, lo primero que hizo fue mudarse alli. Al llegar a la porteria, busca sus llaves en el pantalon de deporte y abre la puerta. Comienza a subir hasta la cuarta planta. Esa es la unica pega de su maravilloso apartamento: una cuarta planta sin ascensor. El resto, le encanta. Es pequenito, pero acogedor. Hace unos anos, lo reformo y le dio un toque mas moderno. Abre la puerta de casa y deja las llaves y el movil en la mesita auxiliar del comedor. Entra directa hacia el cuarto de bano. Es todo blanco, con suelo de parque y una enorme banera con patas antiguas y de epoca; fue una ganga que le consiguio uno de sus mejores amigos --Pedro--, un estilista con muy buen gusto. Se desprende de la ropa mientras decide sustituir su ducha por un relajante bano. Se acerca al espejo y observa la cicatriz que le dejo su encuentro con el Asesino del Ritual, nombre con el que la prensa lo apodo cuando la pesadilla termino. Pero, cada vez que Sara se mira en el espejo, se acuerda de el. Aquel dia, si los agentes Ramirez y Gonzalez no llegan a aparecer, no lo habria contado. La punalada le costo varias operaciones quirurgicas y una recuperacion lenta; incluso estuvo en tratamiento psicologico durante dos anos. Sin embargo, lo peor de todo fue la impotencia por no averiguar que movio a aquel hombre, Sebastian Gutierrez, el Asesino del Ritual, para cometer aquellos crimenes. Durante un tiempo, sospecharon que formaba parte de una secta, pero nunca se pudo comprobar. Tras morir, la policia solo quiso cerrar el caso y quedaron demasiadas preguntas abiertas. La chica que encontraron fallecida en aquel altar, era Claudia; una de las chicas desaparecidas. Por otro lado, a dia de hoy, Ana sigue desaparecida. Sara sigue preguntandose por que aquella puesta en escena y por que todos esos simbolos. No le permitieron que continuara con el caso. Al poco tiempo, el comisario Salgado fue invitado a jubilarse de muy malas maneras, no querian que continuase en comisaria reprochandoles a los jefes lo mal que habian cerrado la investigacion. A ella, en cambio, la suspendieron por estres postraumatico; tuvo que hacer terapia durante dos anos para volver al cuerpo con la condicion de no hacer mas preguntas y dejar el caso como estaba: cerrado. Sumida en sus pensamientos, escucha el sonido del telefono que la devuelve a la realidad. Sale de la banera, se pone el albornoz --que tiene colgado detras de la puerta-- y se dirige hacia el salon para coger el telefono. --Torres --contesta. --Torres, soy el inspector Garcia. Necesitamos que vengas a comisaria urgentemente -- dice nervioso--. El jefe quiere verte ya, se trata de un asunto de maxima urgencia. --Dame diez minutos y salgo para alli.

  • Intervenciones de Noam Chomsky

    https://gigalibros.com/intervenciones.html

    DESDE 2002, Noam Chomsky ha escrito una columna para el servicio de noticias The New York Times, en la que de una manera critica y contundente analiza los temas mas candentes del mundo de hoy. Estos articulos han sido publicados en todo el mundo y han contribuido a que las opiniones de Chomsky sean conocidas a nivel global. En est impactante coleccion de agudos ensayos, Chomsky analiza la invasion y la ocupacion de Irak, la presidencia de Bush, la invasion de Israel al Libano y otros temas clave de nuestros dias. Una oportuna, asequible y excelente contribucion de uno de los intelectuales y disidentes politicos mas destacados del mundo.

  • El corazon del highlander (La bruma del tiempo 1) de Ross Callum

    https://gigalibros.com/el-corazon-del-highlander-la-bruma-del-tiempo-1.html

    Primera entrega de la bilogia <>.

  • Los ninos de la estrella amarilla, Mario Escobar de Mario Escobar

    https://gigalibros.com/los-ninos-de-la-estrella-amarilla-mario-escobar.html

    Jacob y Moises Stein viven con su tia Judit en Paris hasta que en agosto de 1942 se desata la gran redada contra los judios extranjeros. Sus padres, una conocidos dramaturgos alemanes se han escondido en la Francia Libre, pero antes de que su tia logre enviarles al sur, los gendarmes los detienen y los llevan al Velodromo de Invierno, donde mas de 4 mil ninos, 5 mil mujeres y 3 mil hombres tuvieron que subsistir sin comida ni agua durante cinco dias. Jacob y Moises logran huir antes de ser enviados en trenes hasta el campo Drancy. Cuando acuden a su casa en Paris su tia ha desaparecido. Deciden viajar en solitario a Valence para buscar a sus padres, pero el camino no sera nada seguro ni facil.

  • Amando a un duque de Claire Phillips

    https://gigalibros.com/amando-a-un-duque.html

    Maximiliam regresaba al hogar tras muchos anos al servicio de la Marina Real de su Majestad. Regresaba a casa para hacerse cargo de sus responsabilidades como heredero del ducado de Frenton y sabia que entre ellas se hallaba el encontrar la esposa adecuada y aportar nuevos herederos al titulo. Nunca penso que sus planes originales sufrieran un reves al reencontrarse con una Amelia convertida en una mujer hermosa, sensual y arrolladoramente atractiva que despertaba en el deseos muy alejados de los que deberia sentir quien siempre la habia considerado una hermanita pequena a la que proteger y cuidar.

  • Tres metros bajo el suelo de Raul Sanchez Quintana

    https://gigalibros.com/tres-metros-bajo-el-suelo.html

    En la cima del monte Ezkaba, a casi novecientos metros de altitud, existio una prision donde las condiciones de vida de sus prisioneros fueron tan inhumanas como las que se vivieron en los campos de concentracion y exterminio que surgieron unos anos despues, durante la II Guerra Mundial.

  • Demuestrame que me quieres 2 de Sophie Saint Rose

    https://gigalibros.com/demuestrame-que-me-quieres-2.html

    Sybil, a punto de terminar un master e iniciar una nueva vida, no puede creerse la proposicion de su cunada. !Estaba loca! ?Trabajar para el egocentrico, creido e irresistible John Follman? No debia estar en sus cabales para sugerirle algo asi. Pero lo malo era que su familia sabia perfectamente como convencerla apelando a su orgullo profesional. Eso y que algo en su interior le decia que trabajar para el seria todo un reto. Ahora tenia que demostrarle su valia.

  • Solo tenias que enamorarte tu de Lina Galan

    https://gigalibros.com/solo-tenias-que-enamorarte-tu.html

    Quienquiera que escuche mis palabras puede juzgarme, y no se lo reprochare. No pretendo justificarme, pero solo pediria que se pusiese en mi lugar, que comprendiese que el dinero era mi unica salida.

  • En la piel de una yihadista de Anna Erelle

    https://gigalibros.com/en-la-piel-de-una-yihadista.html

    El testimonio de una joven occidental captada por el estado islamico.

  • 11 Besos bajo el muerdago y una taza de chocolate de Aurora Salas Delgado

    https://gigalibros.com/11-besos-bajo-el-muerdago-y-una-taza-de-chocolate.html

    Doce relatos navidenos inspirados en personas reales como un pequeno regalo.

  • Astillas en la sangre de Ashley Dyer

    https://gigalibros.com/astillas-en-la-sangre.html

    La sargento Ruth Lake y el comisario Greg Carver andan a la caza de un asesino en serie que recoloca a sus victimas como si fueran maniquis y les cubre el cuerpo entero de complejos y misteriosos tatuajes. Los medios ya lo han apodado <>, por el metodo primitivo y tremendamente doloroso del que se sirve para tatuarlas. Despues de muchos meses de investigacion, cuando parece que la resolucion del caso es inminente, el asesino asesta un golpe personal: dispone a su ultima victima de forma que se parezca a la esposa de Carver. Sometido a una gran presion, el comisario entra en una espiral autodestructiva de sexo y alcohol. De pronto, se encuentra en el suelo, medio muerto por un disparo, y sobre el se alza la imperturbable Lake, apuntandolo con un arma. ?Le ha disparado ella? Si no es asi, ?por que esta retirando de su apartamento todas las posibles pruebas y falseando el escenario del crimen?

  • Estrellas en los ojos de Lia Fd

    https://gigalibros.com/estrellas-en-los-ojos.html

    Iria se crio jugando entre las telas de los vestidos de novia en la tienda de su tia. Ahora ella es la propietaria de este negocio y lo compagina con su carrera de disenadora, que empieza a despegar.
    Es feliz con su vida sino fuera por la pesada de su madre que insiste en que encuentre marido y se ha empenado en hacer de Celestina. Un desfile que le absorbe mas horas de las que tiene; un atractivo hombre que aparece en la tienda en el momento mas (in)oportuno, y quien la hara cometer mas de una locura. Sin olvidar todos esos mensajes que recibe y que la hacen suspirar deseando mas.

  • El cielo en tus ojos de Angela Drei

    https://gigalibros.com/el-cielo-en-tus-ojos.html

    Evan ha aprendido desde pequeno que cada logro va a acompanado de esfuerzo y dolor.
    Cuando por fin encuentra el amor, el pasado regresa para hacerle caer de nuevo.
    Quiza esta nueva vida junto a Allyson no es para el, tal vez solo es un sueno imposible.
    Tendra que luchar por ser el hombre que ella merece porque, despues de todo, el no sabe escribir poesia, pero sabe que esta enamorado de ella.

  • La Asistente De Boda Del Jeque de Jessica Brooke

    https://gigalibros.com/la-asistente-de-boda-del-jeque.html

    Alana Fiora asimilo la magnitud del palacio arabe, un monumento en piedra tallada y marmol en el pais de Al-Marasae; una maravilla que nunca hubiera pensado que veria en persona. Su madre, que habia crecido en el Libano, le habia contado historias de lo asombroso que habia sido el Palacio Beiteddine cuando se abrio al publico durante el Festival Beiteddine. ?Pero esto? El palacio de la familia real Hassem estaba mas alla de todo lo que podria haber imaginado. No estaba segura de que era lo que esperaba cuando su padre le dijo que trabajaria en el palacio unos pocos meses. Pero su mente habia evocado imagenes del Taj Mahal, con sus blancos chapiteles resplandecientes alcanzando el cielo o las grandes bovedas hinchadas como lagrimas de oro asentadas en torres enormes. Lo que le esperaba aqui era un palacio con exteriores en austera arenisca rosada, con apagados chapiteles, que parecian mas bien torres de un castillo europeo. Si se mirara con detenimiento, se podria ver las bovedas relucientes a traves de las esquinas y la cupula en alto, todo ello disimulando un exuberante arco iris de color increible y la decoracion interior. El salon de entrada le recordaba, extranamente, a las navidades. Los mosaicos geometricos pintados que cubrian sus muros en verdes y rojos brillantes incorporaban caligrafia tallada que danzaba por todo el salon. Alana se dirigio a la biblioteca del palacio (o a una de ellas, en todo caso) donde, se le habia informado, se encontraba el principe primogenito Jeque Dharr Hassem. El jeque Dharr era su mision aqui en Al-Marasae, el futuro novio. Con veintisiete anos y con muchos anos de universidad a sus espaldas, no le habia parecido algo demasiado normal convertirse en experta de organizacion de bodas. No, mejor borrar eso, asistente experta en organizacion de bodas. Su madre, Lena, habia sido quien habia sido contratada por la familia real. Sin embargo, las bodas islamicas eran basicamente un contrato legal y Gabriel Fiora habia decidido que el reluciente nuevo titulo de Derecho de Alana era justo lo que su madre necesitaba llevar con ella a Oriente Medio. El curro, aun asi, venia con un magnifico beneficio para ella: para hacer el trabajo deberia de ser ascendida de asistente juridico a abogada en practicas. Alana nunca habia oido de ningun caso semejante, aunque tampoco habia oido que alguien graduado en Derecho fuera contratado como asistente legal para empezar. Aun con su diploma, era el unico trabajo disponible en el bufete de su padre y el se habia resistido a la idea de que ella trabajara para cualquier otro. El era su padre, despues de todo, asi que en aquel momento cogio el puesto, aunque ahora estaba mucho mas contenta con la promocion. Su padre parecia confiar unicamente en ella para este trabajo, lo cual era gratificante, aunque un tanto extrano. Todo el asunto era un tanto raro, empezando por la manera en que se lo presento. Ella recordaba que la habia llamado desde su oficina una noche hacia las nueve. Alana tambien estaba alli, tratando de sacar algo en claro de todos las caligrafias deficientes y archivos mal nombrados. Gabe dijo que habia perdido una apuesta sobre un recorrido de golf y que se habia quedado mas tarde de lo normal hincando el diente a un trabajo de machaca para uno de los socios de mas arriba en el escalafon corporativo. El queria saber si recordaba los rumores que habian rondado en la bolsa sobre cierto jeque de un pequeno pais de Oriente Medio llamado Al-Marasae, cerca de Arabia Saudi y los Emiratos Arabes Unidos. Alana habia recordado los rumores. Le habian asignado alguna comprobacion de hechos en Hassem Petroleum, Inc., puesto que era a la vez cliente de Singer, Winchester and Cole, asi como una inversion de muchos de sus empleados. Habia oido rumores de que el heredero del jeque reinante habia resultado envuelto en algun tipo de controversia. Alana nunca acabo de identificar exactamente lo ocurrido, pero la corriente del rumor crecio con chismes variables--desde el intento de asesinato por parte del jeque Darr hacia su propio padre, hasta su affair con una princesa italiana. Sea como fuere, debia de haber algo de verdad en los rumores, puesto que se habia comunicado a la junta directiva de Hassem Petroleum que podria haber algun cambio en la linea sucesoria de la familia real hacia agosto de 2015. Se habia fijado cierto tipo de ultimatum para el principe, y ahora Alana sabia lo que era. Se tenia que casar. Ella no sabia que encantamiento habia empleado, pero de alguna manera su padre habia descubierto que el jeque Azhaar Hassem, el dirigente de Al-Marasae, habia dado a su hijo hasta agosto para casarse, o seria descartado en favor de su hermano menor. Alana dudaba aun mas de que fuera una simple coincidencia el hecho de que su madre fuera reclutada como organizadora de bodas para el evento. Su madre tenia en marcha un pequeno imperio bastante simpatico, y habia organizado el "mejor dia de vuestras vidas" para mas de una pareja famosa. A pesar de ello, de alguna manera dudaba que el estatus de Lena Fiora como organizadora de bodas hubiera alcanzado notoriedad internacional. No, su padre se habia servido en cierto modo de ellos para esto, pero no estaba segura de con que objetivo. Pero, oye, ella era una abogada capacitada, y su madre iba a conseguir un cheque bastante gordo, asi que no podia ser tan malo. Fuera lo que fuera en lo que andaba metido, de momento salia rentable. Ahora, solo necesitaba conseguir unos pocos minutos con del jeque Dharr. La puerta de la biblioteca era igualmente impresionante que el resto del palacio. La puerta de tamano doble iba desde el suelo hasta un estilizado arco de punto del techo, dejando sitio solamente para la misma jamba. La libreria tras la puerta no tenia nada que ver con sus expectativas. Estaba acostumbrada a las bibliotecas de la Universidad de Nevada, Las Vegas, incluyendo la Biblioteca de Derecho Weiner-Rogers, asi que la palabra biblioteca normalmente conjuraba imagenes de mesas de madera rodeadas de incomodas sillas de alambre grueso con asientos de plastico e interminables estanterias, con tantas filas de profundidad que te podias perder entre ellas. En cambio, lo que encontro era una planta redonda de la misma arenisca rosa, de una docena de metros de diametro, en lo que conjeturo que era uno de los chapiteles a modo de torreones de la esquina. Mosaicos pintados en azul y rojo intensos rodeaban estanterias que habian sido excavadas en los mismos muros, que se curvaban en espiral con la sinuosa escalera de piedra, que serpenteaba a lo largo del muro hasta al menos otro piso. En el centro, habia una amplia mesa octogonal sin sillas. Cada lado tenia un almohadon afelpado color burdeos, apoyado en pequenos cojines descansando contra el, con borlas doradas colgando de sus esquinas. El aire era seco y fresco con el delicioso aroma que solo pueden desprender los libros. Las suaves estanterias de piedra estaban cargadas de tomos y Alana pasaba las manos por sus lomos, sintiendo las encuadernaciones de piel y las caligrafias labradas. La mayoria de los libros, al menos en esta planta, estaban escritos en arabe, o en todo caso se trataba de traducciones. Los amplios caracteres bajo sus dedos y la atmosfera extranjera hacian que Alana se sintiera como si la hubiesen raptado dentro de uno de aquellos mismos libros. ?Cuantas horas podria perderse en una biblioteca como aquella, hondamente enterrada en uno de aquellos cojines gigantes? Suspiro mientras retiraba la mano de los libros. -- Perdon, chicos, tengo que encontrar a un jeque. Seguro que sabeis donde esta, ?no? --Quizas le convenga echar un vistazo a la segunda planta. Alana quedo boquiabierta durante un momento antes de darse cuenta de que la voz incorporea procedia de algun lugar encima de su cabeza. Hizo girar sus ojos a su alrededor y miro a lo largo de la escalera de espiral, mientras el sol de la manana se desparramaba por las hermosas vidrieras azules y rojas que la delimitaban, pero no podia divisar a nadie. Sus pies tomaron los peldanos. Afortunadamente, habia decidido llevar zapatos bajos. Los tacones no solo habrian sido indecentes, sino que tambien habria sido un horror para sus pantorrillas el subir los peldanos de piedra. Al llegar a lo alto del tramo de escaleras, localizo a una persona sentada en una silla de piel atiborrada y oculta tras un periodico. Creia que su padre era la ultima persona del mundo en leer aun aquellas cosas. El segundo piso parecia mas tradicional, con mesas de cafe de madera cuidadosamente lustrada y cristal. Salpicados por doquier se podian encontrar elegantes sillones orejeros hechos en piel, mezclando el olor de los libros con la piel y el barniz de madera. La escalera acababa alli, pero las estanterias y los libros seguian aun mas alto, al menos dos pisos mas, donde el techo estaba decorado con arabescos en un azul mas claro y blanco, en un patron trenzado, circular, y caleidoscopico. El hombre de la silla doblo su periodico y se levanto para recibirla. Era alto y esbelto, con anchos hombros que se estrechaban descendiendo hasta estrechas caderas. Contaba con una mandibula afilada y pomulos salientes. El hombre, que supuso seria el jeque Dharr, alcanzaria casi el metro noventa de estatura e iba vestido con una holgada camisa blanca de algodon e inesperados jeans occidentales. Sus ojos de color de miel la sopesaron con perspicacia, y su piel, entre cetrina y cobriza, parecia relucir en el halo resplandeciente de la vidriera mientras permanecia de pie con las manos cruzadas detras. --No la conozco --dijo sencillamente. *** Nunca habia visto a una mujer apareciendo en lo alto de las escaleras de la biblioteca. Mediria uno sesenta y ocho en el mejor de los casos, con pelo azabache recogido en una coleta sobre una sencilla americana azul cubriendo una blusa de cachemira crema. Una falda a juego hasta la rodilla cubria unas caderas voluptuosas y las gafas sin marco acentuaban los ojos turquesa mas imponentes que el jeque hubiera visto en su vida. Resaltaban frente a su cutis cetrino y sus suaves labios con silueta de corazon. Las elegantes lineas de su rostro se disolvian en un largo escote que desaparecia entre el tejido de su ropa. El jeque Dharr habia notado inmediatamente la falta de hijab o cualquier otro tocado y dio por supuesto que era una de entre los americanos que habia hecho venir su padre para la boda. Poso a un lado su periodico y se mantuvo en pie, observandola detenidamente segun se acercaba. --No la conozco. --No, nunca nos hemos encontrado. Soy Alana Fiora, ha contratado a mi madre como organizadora de su boda --dijo en una voz que habria rezumado profesionalidad si no fuera por la ligera vacilacion. El sospecho que probablemente se encontraba encogida por el esplendor del palacio, tal y como sucedia normalmente a los pocos visitantes que habian venido. Pero tambien reconocio el sonido de la inexperiencia. Noto que ella no le habia ofrecido su mano como saludo, y encontro inusual que una extranjera supiera que una mujer no deberia tender su mano al saludar. O eso, o simplemente ella estaba siendo descortes. La boda, por supuesto. La condicion de su padre para mantener su lugar como heredero del reino. Su padre sabia que legalmente no podia privarle de su herencia, pero el gobierno si que se lo podria retirar. Tambien sabia que, si perdiera el poder ejecutivo del reino, la posicion de facto como director de Hassem Petroleum iba con el. --De hecho fue mi padre quien la contrato --dijo, volviendo a su asiento--. Sientese, y digame para que me necesita. ?Ya hemos llegado a la degustacion de la tarta? --Muchas gracias, jeque Dharr. No --sonrio--. Estoy colaborando con la organizacion de la boda, pero la razon principal por la que me encuentro aqui es como consejera legal para el Katb elKitab, el contrato de matrimonio. Apuesto a que la degustacion de la tarta seria mucho mas divertido. La sonrisa de Alana era brillante, plena de dientes blancos como perlas. El no podia evitar sonreir a su vez. --Digame, senorita Fiora, ?por que habrian mandado a una mujer a aconsejarme, especialmente a una bisona en las leyes de los Estados Unidos, no digamos ya a los contratos matrimoniales islamicos? Esos ojos turquesa brillaron, pero estaba intrigado por saber si iba a morder el cebo prontamente. --?Que le hace creer que soy novicia? El se encogio de hombros. --Es usted joven. Se deduce de ello. Sencillamente, se retiro las gafas y las doblo en el bolsillo interior de su chaqueta. --Entiendo cuan diferentes son nuestras culturas, mi jeque. Podria inventarme como excusa la ignorancia de mi padre respecto a las costumbres de su cultura. Podria admitir que quizas el nepotismo tuvo algo que ver. Podria tratar de impresionarlo con mis cuantificaciones y resultados en la universidad o con mis estudios previos en legislacion islamica y judaica. Pero, sinceramente, creo que su padre accedio a que viniera con mi madre porque no sentia la necesidad de pagar los elevados honorarios de los abogados mas reconocidos del bufete para algo que se reduce a un mero acuerdo prenupcial. Esta era nueva, pero no tenia miedo en absoluto en sacar un poquito las garras. Esto le gusto. --Asi pues, digame, consejera, que me tiene preparado? --El Katb-el-Kitab esta en su mayor parte en orden. Es mayormente el modelo general de ustedes, regido por el Islam sunita, la jurisprudencia Hanafi que rige en Al-Marasae, etcetera. Usted firmara en su propio nombre y el sultan Jassor bin Adi Puteri firmara en nombre de su hija la princesa Raaniya Binti Jasoor. El unico asunto que me preocupa es algo sepultado en el mahr, lo que los occidentales llamarian la dote. --Si, senorita Fiora, estoy familiarizado con las costumbres matrimoniales de mi propia cultura. --Por supuesto --dijo, y el notaba que ella trataba de mantener la pulla ajena a su voz--. Pero lo que encontre es algo que pense que seria apropiado comunicarselo personalmente. Puede que usted este al tanto de esto, pero no podia evitar tener la sensacion de que estaba encubierto intencionadamente entre la jerga legal. --Prosiga --dijo el, meciendo su mano. --En esencia, el mahr contiene una estipulacion que transfiere el diez por ciento de sus acciones con derecho en RPI a la familia real de Burhinna. Asi que eso era parte de la estratagema de su padre. Habia habido controversia, algunos dicen que infundada, sobre si menguaban las existencias domesticas de crudo en Burhinna. La pequena nacion de Malasia habia dado con un pozo en los primeros anos veinte del siglo pasado que les habia convertido en muy pudientes comparados con su tamano. Si fueran ciertos los rumores sobre el cierre de ese pozo, parecia como si estuvieran tratando de crear algun tipo de colaboracion encubierta con RPI a traves del matrimonio. Tras sus propios intentos fallidos, parecia como si su padre le hubiese comprado una novia con las propias acciones de Dharr. --Es un asunto que no habia previsto. Pero, llegados a este punto, no me parece descabellado -- suspiro casi. --Bueno, esa no era la parte que estaba muy oculta. Como sabra, hay dos partes en un mahr. Hay una que se concede directamente tras el matrimonio, y esta lo que se espera si el matrimonio se disuelve. Lo que encontre es que al parecer en caso de disolucion, por cualquiera de las dos partes, la cantidad se dispara a otro 25% mas, para un total de 35%. Eso es el 35% de sus acciones en RPI que iran a la familia real si se produjera un divorcio --dijo ella, pasandole un archivador lleno de papeles. Habia dos especificamente senalados con marcadores de pegatinas amarillas. El jeque Dharr se sento frente a su silla y tomo el monton de ella. Noto que se lo ofrecia con su mano derecha y no con la izquierda. Aun no sabia si era coincidencia o si quizas ella poseia ciertas nociones de las costumbres de Oriente Medio. El jeque hojeo los papeles, seguro de que tenia que haber mas en las cifras que habia encontrado ella. Tenia que haber algun tipo de proteccion para evitar tanto a el como a la princesa el cortar y salir corriendo tras el matrimonio. El archivador requeria un examen mas detallado que no podia darle al momento, ya que varios asuntos en Hassem Petroleum requerian su atencion esa manana. --Necesito revisar estos mas de cerca, pero enseguida tengo una reunion. Venga conmigo a cenar al restaurante Principes y Paisanos. Tengo una mesa en el salon del piso de arriba. Vistase de modo apropiado. --Por supuesto, mi jeque. Si eso es todo... --y estaba seguro de que ella no quiso darle a sus palabras la leve huella de ponzona que llevaban, pero aquello no le sento mal. No queria otro monigote o pelele a sus pies. Esta mujer ya le habia probado que tenia un ojo agudo y cierta integridad. Ahora el tenia bastante curiosidad en ver hasta donde llegaba su talante. Permanecio en pie, mientras ella retiraba sus gafas de su chaqueta y extendio su brazo hacia las escaleras. --Si, senorita Fiora. Eso sera todo por ahora. La veo esta noche a las siete. --Hasta entonces --contesto Alana. Recogio sus cosas y se retiro haciendo resonar las suelas por toda la biblioteca segun descendia las escaleras. Alana Fiora, su nueva consejera con los cautivadores ojos turquesa le dejo tambien un eco tras su paso. Habia encontrado algo improcedentemente oculto en el contrato con su futura novia, o era que quizas buscaba algo dramatico --?el impetu de una hija excesivamente entusiasta, tratando de ganarse a su propio padre? Lo descubriria esta noche, tras tratar de analizar los documentos personalmente. En cualquiera de los casos, tenia preguntas para su nueva consejera, unas pocas mas alla del archivador que sostenia. Las trataria esta noche.

  • El simbolo perdido de Dan Brown

    https://gigalibros.com/el-simbolo-perdido.html

    Washington. El experto en simbologia Robert Langdon es convocado inesperadamente por Peter Solomon, mason, filantropo y su antiguo mentor, para dar una conferencia en el Capitolio. Pero el secuestro de Peter y el hallazgo de una mano tatuada con cinco enigmaticos simbolos cambian drasticamente el curso de los acontecimientos. Atrapado entre las exigencias de una mente perturbada y la investigacion oficial, Langdon se ve inmerso en un mundo clandestino de secretos masonicos, historia oculta y escenarios nunca antes vistos, que parecen arrastrarlo hacia una sencilla pero inconcebible verdad.

  • Las voladoras de Monica Ojeda

    https://gigalibros.com/las-voladoras.html

    Bajar la voz? ?Por que tendria que hacerlo? Si uno murmura es porque teme o porque se averguenza, pero yo no temo. Yo no me averguenzo. Son otros los que sienten que tengo que bajar la voz, achicarla, convertirla en un topo que desciende, que avanza hacia abajo cuando lo que quiero es ir hacia arriba, ?sabe?, como una nube. O un globo. O las voladoras. ?A usted le gustan los globos? A mi me encantan, sobre todo los que mama ata a los arboles para espantar a los animales del bosque. A las voladoras no les gustan los globos y siempre los revientan. Hacen !bam!, y con eso yo ya se que son ellas. Mama les grita mucho: les lanza zapatos, les lanza tenedores. Pero las voladoras son rapidas y lo esquivan todo. Esquivan los cascos de los caballos de papa. Esquivan los balidos de las cabras. Yo he llorado mucho por esto, y si ya no lo hago es porque me dan miedo las abejas que se prenden de mis pestanas. Si quiere que se lo explique bien, mireme. En mi cara esta toda la verdad, la que no tiene palabras sino gestos. La que es materia, la que se escucha y se toca. Vera, es cierto que las voladoras no son mujeres normales. Para empezar tienen un solo ojo. No es que les falte uno, sino que solo tienen un ojo, como los ciclopes. Yo sone con una de ellas antes de que entrara a nuestra casa por la ventana de mi habitacion. La vi sentada, rigida, dandole de beber sus lagrimas a las abejas. Pocos saben que las voladoras pueden llorar, y los que saben dicen que las brujas no lloran de emocion, sino de enfermedad. La voladora entro llorando con su unico ojo y trajo los zumbidos a la familia. Trajo la montana donde jadean las que aprendieron a elevarse de una forma horrible, con los brazos abiertos y las axilas chorreando miel. A papa le disgusta su olor a vulva y a sandalo, pero cuando mama no esta le acaricia el lomo y le pregunta cosas muy dificiles de entender y de repetir. En cambio, si mama esta presente, el intenta patearla para que salga de la casa, le escupe, se saca el cinturon y golpea las puertas y las paredes como si fueran a gemir. En secreto, yo dejo las ventanas abiertas por la noche para escuchar el rezo de los arboles. Los oigo y me arrullo con ellos aunque a veces tambien me da escalofrios el negro fondo de sus oraciones. La voladora tiene el pelo negro, ?sabe?, como el mio y como el canto de los pajaros del monte. La siento acurrucarse entre mis piernas en las madrugadas y me abrazo a ella porque, como dice papa cuando mama no lo ve, un cuerpo necesita a otro cuerpo, sobre todo en la oscuridad. He aprendido a amar sus lagrimas. Usted no sabe lo que es amar un pelaje como si fuera un cabello, pero vera: en mis suenos, la voladora tiene un paisaje y una tumba. Tiene montanas y un muerto al que llorar. Yo nunca he sabido por que llora ni por que sus lagrimas sirven de alimento para el zumbido divino. ?Sabe usted que el sonido que hacen las abejas es la vibracion de Dios? Mama le teme a los panales por eso. Y odia a la voladora porque es una mujer que inquieta a los caballos y le da de beber su tristeza a las abejas. <>, dice sudando y tocandose el cuello. <>. Y es que ella mira a mama con su unico ojo sin hablar. Es esa falta de palabra lo que mas molesta a los caballos. Las cabras, en cambio, se tranquilizan si la voladora llega seguida por un enjambre y moja la tierra con su llanto. Yo no entiendo por que mama la odia y a la vez la observa con las mejillas rojas y calientes. No entiendo por que a papa se le tensa el pantalon. La montana es el verdadero hogar de las voladoras, una casa que siempre nos ha dicho cosas importantes, pero en la mia esta prohibido acercarse. Segun mis padres es un templo de sonidos terribles, de ruidos de pieles, unas, picos, colas, cuernos, lenguas, aguijones... Alli se van volando las abuelas, madres e hijas que se extravian, pero lo que mas me da miedo es el sonido de las plantas. Esos crujidos verdes que llaman a la voladora y la alejan de mis caderas. Fue mi padre el primero en ensenarme que Dios es tan peligroso y profundo como un bosque. Por eso nuestros animales estan domesticados y jamas traspasan las vallas, salvo uno que otro caballo enloquecido por la divinidad. Cuando un caballo enloquece, papa dice que es porque el-Diosque-esta-en-todo despierta en el corazon del animal. <>, me dijo. Pero la voladora es el bosque entrando a nuestra casa y eso no habia pasado nunca. Nunca habiamos sentido el delirio divino tan cerca, ni tampoco su deseo. Porque en el fondo, creame, yo le estoy hablando del deseo de Dios: el misterio mas absoluto de la naturaleza. Imagine ese misterio entrando a su casa y ensanchandole las caderas. Imagine a las plantas sudando. Imagine las venas brotadas de los caballos. La voladora hace que papa se manche los pantalones y que mama cierre muy fuerte las piernas. Hace que yo me unte las axilas con miel y suba al tejado a probar el aire. A pesar de eso la amamos y el amor tiene su propia forma de conocer, ?entiende? Yo amo su pelaje como si fuera un cabello. Amo su naturaleza. El dia en que sangre por primera vez ella desaparecio durante una semana. Mama fingio ponerse contenta, pero en las madrugadas regaba leche en el suelo de la cocina que luego lamia con toda su sed. Se subia al tejado con las axilas como un panal. Volaba unos metros. Caia desnuda sobre la hierba. Papa y yo la veiamos sufrir a escondidas y, a la manana siguiente, la escuchabamos decir: <>. Pero la voladora regreso y lloro sobre mis pezones con su unico ojo y mis pezones, grandes y oscuros como los rezos de los arboles, despertaron. Espero que lo entienda: un ser asi trae el futuro. Y despues de unos meses yo empece a hincharme y todos los caballos enloquecieron. Todas las cabras durmieron. Usted tiene que explicarle a la congregacion que esto fue lo que sucedio: que a papa le turbaba que yo durmiera con el zumbido de las abejas. Sudaba. Se tocaba debajo de los pantalones. Mama, en cambio, se corto el pelo y lo enterro al pie del manzano mas viejo del bosque. Tiene que contarles que la voladora llora y revienta los globos y vacia los panales, pero que yo amo su pelaje como a un cabello. ?Que se hace cuando una familia siente cosas tan distintas y tan similares a la vez? Yo rezo hacia arriba y el ojo de la bruja se tuerce. Suben las abejas. ?Sabe usted lo que hace en la sangre el zumbido de los panales? Las lagrimas mojan mi cuerpo por las noches. Todavia duermo con la voladora y, a veces, papa mira igual que un caballo en delirio la linea irregular de la valla que separa nuestra casa del promontorio. Yo no me averguenzo del tamano de mis caderas. No bajo la voz. No le tengo miedo al pelaje. Subo al tejado con las axilas humedas y abro los brazos al viento. El misterio es un rezo que se impone. SANGRE COAGULADA Me gusta la sangre. Alguna vez me preguntaron: <>. Y yo respondi: <>. No recuerdo un solo dia que no haya abierto mi cuerpo para ver la sangre brotar como agua fresca. Agua pura de jardin. Agua tibia de amapola. Recuerdo que de nina me caia a proposito. Me quitaba las costras y las dejaba sobre las sabanas, la banera, el plato frio de Firulais. Tocaba mi sangre. Olia mi sangre. Recuerdo la piel de gallina. Hay tantos colores que si los juntas parecen un arcoiris malo y bruto, pero yo soy como los inuit: veo cientos de rojos cuando abro una herida y la arano para que se manchen mis unas de verdad. Me gusta que las unas se ensucien por debajo, que parezca que se van a salir. Que se noten mis huellas digitales. Que atardezca y se oxiden las nubes. A veces cuento los tonos y me pierdo con tanto numero largo, tanto numero feo. Tambien he intentado nombrarlos en mi cabeza: rojo caracha rojo terreno rojo aguja rojo raspon. Pero luego olvido los nombres y tengo que inventarme otros: rojo canoa rojo higado rojo pulga. Yo recuerdo todo. Por ejemplo, mi piel de gallina y la cabeza de gallina rodando en circulos junto a los pies de la abuela. Son dos cosas distintas pero iguales: mi piel levantada, la cabeza caida dibujando la forma de un vientre hinchado. Una redondez perfecta, como Dios. <>, decia la abuela. Ella era gorda y besaba a los animales antes de decapitarlos o degollarlos. Los besaba en el cogote. Los besaba en las pezunas. Sus cabezas caian rodando sobre un mismo eje igual que un trompo o en espiral, como la concha de un caracol. Geometria divina. A veces yo beso la sangre de los animales y los labios se me ponen pesados, urgentes. Me quedo asi hasta que la sangre se seca y se pone rojo oscuro. Rojo pelo de arbol. Rojo cabeza de montana. Tambien beso mi sangre, pero menos, porque me da verguenza. Es un gesto privado como cuando cierro la puerta, me miro al espejo y me pego. Son bonitos los chichones: los hematomas los cardenales

  • El Amigo Dominante de mi Hermano de Sara Toledano

    https://gigalibros.com/el-amigo-dominante-de-mi-hermano.html

    Jure a mi mejor amigo que la protegeria.
    Tenia la mejor intencion. Tuve cuidado.
    Pero ella era demasiado.

  • Contrapunto de Elizabeth Farinango

    https://gigalibros.com/contrapunto.html

    “Contrapunto” es una novela romantica que en su primera edicion te trae una historia donde los finales felices no son los que podrias imaginar. Adaptada al tiempo moderno, en varios escenarios de Estados Unidos, Inglaterra y otros paises del mundo, esta novela promete cautivar tu corazon de una forma pletorica e impredecible.

  • El latigo del Cowboy de Jorge Borges

    https://gigalibros.com/el-latigo-del-cowboy.html

    Mark era un hombre sencillo.
    Desde que fallecio su esposa.
    Un rancho en la montana.
    Y una vida en solitario.

  • Quiero volver a bailar bajo la nieve de Beatriz Saiz

    https://gigalibros.com/quiero-volver-a-bailar-bajo-la-nieve.html

    Entro en su casa. El silencio me acompana mientras acudo a la cocina a dejar la compra. Hara unos dos meses que deje de fingir. Desde aquella tormenta de principios de diciembre. Asi que no pienso poner ninguna excusa. Me he mudado porque le amo, y estaba equivocada. El no es sexo, es mucho mas, pero me da miedo confesarselo. No quiero asustarlo. Se siente seguro detras de esa fachada, pero he visto mas alla. He permanecido atenta en los momentos que no tenia la mascara puesta. He descubierto su yo de verdad, y me fascina. Muchisimo. Me seducen sus intensos ojos marrones. Me cautiva su sonrisa ladeada. Me apasiona en la cama. Adoro su cuerpo. Me hipnotiza la manera en la que no quiere implicarse, sin poder evitar entregarme pequenos trocitos que atesoro bajo llave. El es distinto a lo que se cree que demuestra. Antes de meterme en el meollo, subo a cambiarme de ropa. Cojo una camiseta de el, en concreto, la que se puso anoche para dormir. La huelo nada mas ponermela e inspiro profundamente. Su olor persiste. Pillo unos pantalones de yoga y me pongo unos calcetines. Me hago un mono en lo alto de la cabeza y regreso a mi lugar favorito de la casa. Aprovecho mi dia libre para preparar una cena romantica para cuando regrese de trabajar. Tras colocar las cosas en su sitio, me lavo las manos y comienzo a pelar las patatas. Las dejo en un bol con agua y pico las cebollas en juliana. Corto, a su vez, la verdura para la salsa; las introduzco en una olla y dejo que se haga a fuego lento. Me pongo con el pescado, su comida favorita; en este caso, salmon. Seguro que me comera a mi de postre, despues de este festin. Escucho el tintineo de las llaves muy cerca de la puerta. Esta a punto de entrar y mi cuerpo se excita por la anticipacion. Como siempre que estoy con el. Me contempla desde el umbral. Le echo una rapida mirada y percibo en sus ojos varias emociones, pero no consigo distinguirlas. Me pregunto en que estara pensado para que tantos sentimientos lo atraviesen en un par de segundos. Me giro para prestar atencion a la salsa que se cuece en la olla. El me abraza por la espalda y apoya la barbilla en mi hombro. Me da un tierno beso en el cuello y me muerde. Rio en sus brazos y el se queda medio embobado con el sonido de mi risa. Regresa a mi hombro despues de repartir pequenos besos por mi clavicula e inhalar mi aroma. Lo se porque entierra la nariz en mi cabello y aspira profundo, varias veces. Ojala pudieramos estar siempre asi. Pero, por desgracia, uno de los sentimientos que sus ojos me gritan con claridad es: culpa. ?Culpa? ?Por que? Zarandeo la cabeza para aquietar esas ideas. No me gusta hacia donde van mis pensamientos. Hago un esfuerzo por bloquearlos. Siguen presentes en mi mente. ?Que narices me ocurre? Meto las patatas y las cebollas en el horno, y me volteo para contemplarlo fijamente. Tengo miles de preguntas instaladas mi rostro, en mis ojos, pero temo lanzarlas. Lo mas seguro es que para el sea facil descifrar lo que pienso... Mi mirada me delata. A el, sin embargo, siempre le ha resultado sencillo ocultarlo. No es un libro abierto ni pretende serlo. Y, al contrario de lo que piense, adoro su caracter reservado. Es una de las cosas que han hecho que me enamore de el. Es como una de esas buenas recetas, que no elaboras tan a menudo porque necesitan su tiempo de coccion, junto con una pizca de paciencia; pero, al final, el resultado es de lo mas delicioso. Asi es mi amor por el. Le confieso que lo quiero, pero se mantiene inmovil, sin dejar de estudiarme, sin moverse. Mantengo la mirada fija en el, aguanto la respiracion, esperando una respuesta, pero el solo me contempla. En su mirada soy capaz de leer con claridad que siente lo mismo, pero teme meter la pata. ?Me quiere? Seguro que pensara que esa clase de sentimientos van en contra de sus planes. Acerca su boca despacio, sin apartar la vista, como si sus ojos pudieran transmitirme lo que acaba de descubrir y tiene miedo a decir. Le sonrio y me besa. Aparto mis manos de el y solloza en mi boca, pero se relaja cuando las enredo en su pelo. Necesito su contacto. Sus manos, su lengua, su cuerpo, comprender que esta conmigo. El chico que me enamoro y es incapaz de decirme lo que siente, aunque sus ojos lo gritan por el. De algun modo, adivino lo que intenta explicarme, y lo quiero mas si cabe. Pero no son mas que los deseos de una necia enamorada. A la manana siguiente, su ordenador me arroja toda la verdad. Comprendo que imagine lo que me clamaban sus ojos, quise creer que sus caricias silenciosas marcaban mi cuerpo con pequenos <> y pretendi escuchar a sus labios posesivos. No fue mas que eso. Una mentira. Un engano. Una traicion. Capitulo 1 PASADO Bad Wolves – Zombie 23 de febrero de 2017. Me llamo Mackenzie y no es oro todo lo que reluce. Mi vida es perfecta, poseo lo que cualquier otra persona sonaria o querria. Estudie Derecho y ejerzo de abogada para la empresa de mi padre. Gracias a la carrera conoci a mi unico y gran amor, mi marido Jason. Es un hombre atractivo, alto; no muy delgado, quiza mas bien fuerte; ojos azules, pelo castano, detallista, simpatico y leal. En la soledad de mi despacho, me pregunto como es que acabo conmigo. No soy guapa, por lo menos para mi no lo soy: tengo la belleza de lo que hoy en dia se conoce como curvy, el pelo rojo (tenido, por supuesto), los ojos color miel, y doy gracias al senor de que por lo menos soy simpatica. Los ninos del colegio me senalaban y se burlaban de mi, veia el rechazo en los ojos de la gente, y no me gustaba nada. No paro de pensar en como mi marido se fijo en mi; soy masoquista. <>. Me centro en el trabajo a la vez que me tomo un cafe y reviso en el ordenador las cuentas de la empresa. Me meto en internet para comprobar el correo, hay mas de cien sin leer. Un suspiro se escapa de entre mis labios; es mas agotador de lo que pensaba. No les echo un ojo siquiera, me levanto de la silla y camino por mi despacho: ?que es lo que me pasa? ?Por que parece que no estoy contenta con nada? <>. El sonido de la puerta hace que me paralice en medio del despacho. Respiro e intento concentrarme. Aviso a quien ha tocado de que pase y compruebo que es mi odiada secretaria. Bueno, mas bien yo soy su odiada jefa, porque a mi ella me da igual. Hace algun tiempo comprobe que lo que yo hacia, luego lo acababa haciendo ella. ?Me tenia el pelo? Alla que iba Rachel a tenirselo; adquiria un coche, y tardaba menos de dos segundos en tener el mismo; ?que me compraba una falda? Al dia siguiente la traia ella. Lo mejor de todo es que me critica a escondidas como si no pudiera escucharla, pero si que lo hago. --Senora Mackenzie, acuerdese que tiene una reunion a las cuatro de la tarde --senala Rachel --, y no se olvide de la cena con su marido por la noche. --Lo olvidaba: tambien quiere a Jason, de ahi el retintin de su tono. --Gracias --contesto sin mas. Rachel cierra la puerta y vuelve a dejarme en la soledad de mi despacho. Esa que a veces asfixia, me aprieta, y me impide respirar. Tomo un par de bocanadas de aire, y unas tres veces mas. Y, cuando al fin me tranquilizo, me preparo la reunion de esta tarde. No se cuanto mas va a durar mi actitud, fingiendo ser alguien cuando en realidad la verdadera Mackenzie pugna por salir. Y ultimamente no veas como lucha, me cuesta mantenerla encerrada en un rincon de mi cuerpo, en un minusculo escondrijo donde nadie pueda encontrarla. La reunion no salio tan mal como pensaba gracias al perfecto de mi marido, porque yo no sabia ni lo que estaba haciendo. Sin embargo, los socios se quedaron impresionados y ese es el resultado que necesitamos. Antes de ir a cenar, me desplazo hasta mi casa para ducharme; me encontrare con Jason en el restaurante, porque tiene que hacer un par de cosas mas en el despacho. Me pongo los cascos, cojo un libro, lleno la banera y me zambullo en ella. Abro el libro por donde me habia quedado y leo un poco. Tras el bano, me visto con un traje negro, unos zapatos de tacon rojo, me dejo el pelo suelto y me maquillo un poco. Los labios, por supuesto, me los pinto del mismo color que mis zapatos; en mi opinion, es un tono que me sienta de maravilla. Al entrar en el restaurante, Jason, el increible y dulce Jason, me esta esperando con un ramo de flores. Me lo como a besos hasta que el camarero tose a nuestras espaldas. Entonces decidimos sentarnos y pedir para comer. --?Que tal, preciosa? --se interesa cuando el camarero se aleja. Ambos tenemos por norma no hablar de nuestro trabajo y, aunque el me salva el culo la mayoria de las veces, eso es lo que hacemos. No queremos que el trabajo interfiera en la vida familiar, y viceversa. --Muy bien, mejor ahora que estoy contigo. --El me regala su dulce sonrisa ladeada y me agarra la mano--. ?Tu? --Fantastico, no sabes lo estupendo que es verte. --Tu siempre tan adulador --digo, incluso me pongo timida. --Es la verdad, Kenzie. No sabes lo bella que eres, me tienes loco. Cuando llegamos a casa, la cosa ha subido de tono, bastante, para ser sinceros, y hacemos el amor. Al terminar, Jason me abraza desde atras, me da un beso en la nuca y me desea buenas noches. Yo me siento sucia, vacia. Me odio. Me odio por no sentir lo mismo que el por mi, me odio por no poder amarlo de la misma manera, y me odio por volver a dejar salir a la verdadera Mackenzie a la luz. A la manana siguiente me doy una ducha, me visto y me dirijo a la cocina a prepararme un cafe; solo que ese cafe ya esta hecho, y me lo entrega un hombre con una dulce sonrisa en los labios. --Te quiero --expresa cuando llego a el, y me agarra por la cintura--. No me cansare de decirtelo. --Yo tambien te quiero. --Y es verdad. El problema es que no lo amo. --He de ir al curro. No tardes; no abuses por ser la hija del jefe. --Me guina un ojo y me besa. --No lo hare.

  • Enganar a la muerte de Maryse Riviere

    https://gigalibros.com/enganar-a-la-muerte.html

    No hay suficiente agua para ahogar a un hombre, ni madera para una horca, ni tierra para enterrarlo. Oculto en la dura Irlanda, un librero de Montmartre intenta escapar a su destino. En realidad, se trata de un asesino en serie perseguido por las policias francesa --que le habia dado por muerto-- e irlandesa, que se escabulle como los espectros en el fondo de los pantanos, se fusiona con la niebla, languidece en los bares. Sombras y luces de leyendas celtas, misterios del alma irlandesa, el corazon de la accion policial…

  • Un highlander en mi vida de Carlota Manzano

    https://gigalibros.com/un-highlander-en-mi-vida.html

    "Escuchame, comprendelo, es imposible nuestro amor..." --?Tu sabes que lo tuyo es la bomba, Bonnie? --?Por que la bomba? --Hizo el gesto de estallar y provoco mi risa. --Porque debes ser la unica escocesa en el mundo que cante por Camela, por eso. --Pues tu culpa ha sido, Patricia... Jamas pense que fuera a divertirme tanto con aquella petarda a la que ya consideraba una media hermana. Desde que llego a la Facultad de Veterinaria de Cordoba, via Erasmus, me di cuenta de que nosotras ibamos a disfrutar de una amistad de esas que son un tesoro, que trascienden en mucho a unas buenas borracheras de fin de semana y a una ensarta de abrazos fraternales despues de aprobar los examenes de junio. Bonnie se habia convertido en mi pano de lagrimas en aquel ultimo curso que se me antojo el mas gris de todos y el momento mas complicado de mi joven vida, a mis veintitres anitos. La razon no era otra que mi novio, Kilian, le habia puesto ese ultimo ano mucho empeno a las clases, pero no a las que impartian en las aulas, sino mas bien a unas clases privadas de anatomia que le impartio Miriam, la buenorra de nuestra promocion, a puerta cerrada. Lo peor del asunto fue lo rematadamente tonta que me senti cuando tome conciencia de ello, pues de nada sirvio que los rumores por el campus se extendieran como la polvora. "?Mi Kilian? No, el es incapaz de una cosa asi", contestaba yo a aquellos que querian ponerme en antecedentes para evitar que el gran disgusto de mi vida llegara encima en forma de sorpresa. Cuan vanidosas podemos ser las personas, ahora lo sabia. Durante aquellos meses en los que me converti en la comidilla de nuestro entorno, ni en una sola ocasion di credito a las que consideraba malintencionadas palabras de unas lenguas viperinas demasiado aburridas por no contar en sus vidas con una preciosidad del estilo de mi Kilian, que yo no sabia si era mas bonito por dentro o por fuera. "Antes me corto un brazo que ponerte los cuernos", solia decir en el comedor del Colegio Mayor cuando, un tanto agobiada, yo le confesaba que no entendia por que la gente tenia tanta maldad y podia inventar infundios semejantes. Pues nada, el muchacho iba a lucir munones que era un gusto. Otra de las perlas que solia anadir al respecto era que la gente le daba a la sin hueso "porque no se quieren como tu y yo". Segun Kilian nuestro amor seria leyenda, que el era muy de Alejandro Sanz, pura sensibilidad a simple vista. Y hablando de vista, la mia fue mi tabla de salvacion pues, aquel aciago dia que, entre risas, sali de la biblioteca con Bonnie y vi a Kilian comiendose lo que viene siendo todo el filete con Miriam a plena luz del dia, comprobe que no hay mejor ciego que el que no quiere ver y entendi de golpe que iba a ser el blanco de todas las miradas de la facultad, por los siglos de los siglos. Suerte que en ese momento Bonnie me sujeto, porque de no haber sido asi, aquellos dos hubieran tenido que ir a por una peluca ipso facto. Y es que no me faltaban ganas de desmonarlos, en particular a el, la rata ponzonosa que debia pensar que los cuernos me quedaban fenomenal y decidio hacerme un cambio de look gratis. A partir de ese momento el ambiente se enrarecio hasta el punto de que la tension podia cortarse con un cuchillo cada vez que coincidia con uno de los dos. No en vano, al dolor de saber que me la llevaban dando con queso en toda mi jeta durante meses, tuve que sumar el de que debian haberse apuntado a un concurso de "tortolitos del ano", ya que no habia manera de doblar una esquina del campus sin que me los encontrara derrochando amor a raudales. A consecuencia de aquello, la convivencia se convirtio en una especie de martirio chino, por lo que opte por irme a mi casa de Cadiz todos los fines de semana, cuando venia haciendolo uno al mes hasta ese momento. El primer viernes que hice la maleta para volar al nido paterno hasta el domingo por la tarde, me sorprendio ver a Bonnie haciendo tambien la suya. --?Y eso? --le pregunte. --"Eso" es porque no pienso dejarte sola en este mal buche por el que estas atravesando--me respondio en aquel espanol en el que ya tanto afinaba, aunque de vez en cuando le bailara alguna palabreja. --Sera en este mal trago. --Le sonrei pensando en que que mierda importaba en realidad como se dijera cuando lo que primaban eran los sentimientos de una persona que no se cansaba de demostrarme que era una de esas amigas que se cuentan con los dedos de una mano. --Eso, como se diga... --Pero yo no soy precisamente la alegria de la huerta en estos momentos... --Bueno, pues me tendras que compensar diciendole a tu madre que me haga unas tortillitas de esas de... ?como se llaman? Las que dices que estan tan buenas. --De camarones y eso esta hecho. --Recuerdo aquel abrazo con emocion. A partir de ahi comenzo una nueva etapa. Entre semana estabamos en Cordoba y yo tomaba sal de heno por kilos para digerir lo que alli tenia que ver y los findes nos ibamos a Cadiz, a disfrutar del buen tiempo, de la playita y de la compania de mis padres, que acogieron a Bonnie como si fuera una hija mas. Hasta mi hermano Roberto, de diez anos y que es un trasto, hizo las mejores migas con Bonnie. Y asi transcurrieron unos meses que me pesaban como una losa, pero que sirvieron de amortiguador para mi dolor. Normalmente, era poner los pies en Cadiz y reunirnos con mi mejor amiga desde la infancia, Virginia, para corrernos unas juergas de aupa en las que yo ahogaba las penas en alcohol y, con llanto hiposo, solia terminar a la hora de los churros deseandole a la parejita lo mejor, esto es, que los partiera un rayo. Y entre rayo y rayo, llego el final de curso y aunque me costo Dios y ayuda el concentrarme en los examenes, me dije a mi misma que aquellos dos ya me habian aguado bastante la fiesta como para ahora tambien dar al traste con mis estudios. Asi las cosas, me puse manos a la obra, hinque codos a la bestia y hasta una matricula de honor me traje, que esas no las habia visto yo en mi curriculum academico en la vida. Pero la sorpresa, con mayusculas, llego un dia antes de que Bonnie volviera a sus amadas Highlands, las Tierras Altas de Escocia, ese lugar iconico por excelencia y que la vio nacer. Mientras preparaba las maletas la vi con dos billetes de avion en la mano y me dijo que uno llevaba mi nombre. --?Que dices, loquilla? --le pregunte con las bolas de los ojos dandome vueltas como a Marujita Diaz. --Te vienes a mi casa, ?o es que yo me voy a hartar de tortillitas de camarones y tu no vas a probar las especialidades de mi madre? Que alli tambien comemos, ?eh? Y, ademas, a ti te hace falta lo que dice la tuya, eso que no me sale... --Un canonazo de calorias dice ella, que siempre me ve raquitica. --Hombre, ahora un poco de razon si tiene, que te has quedado que hace falta pasar dos veces para verte, guapita. En cuestion de un rato, yo ya tenia la maleta preparada, aunque por desgracia, lo primero que volvi a meter en ella fue la pena por el desgraciado ese de Kilian, cuyo recuerdo no me dejaba ni a sol ni a sombra. Iba con billete de ida, pero no de vuelta. Y no, no es que pensara quedarme en las Highlands a vivir, sino que mi amiga penso que mejor dejar el mundo correr y que me quedara el tiempo que fuera necesario para que mis heridas cicatrizaran.

  • Lynnae de Margotte Channing

    https://gigalibros.com/lynnae.html

    Groenlandia, ano1113
    Gunnar, hijo menor de Erik e Yvette, y BERSERKER, decide abandonar el hogar familiar para luchar como mercenario del rey Filip Halstensson. Ante los demas, se va porque quiere labrarse un futuro, pero en realidad, siente que la bestia que hay en su interior cada vez es mas fuerte, y teme hacer dano a su familia, por eso decide abandonarles, lo que provoca una fuerte discusion con su padre.

  • El teorema de Jupiter de Elena Castillo Castro

    https://gigalibros.com/el-teorema-de-jupiter.html

    El estilo sencillo, dulce y efectivo de Elena Castillo vuelve a seducirnos con una historia de personajes muy distintos entre si, con muchos aspectos que los separan y un gran amor que los une.

  • Dulce espera de Aridia Pelta

    https://gigalibros.com/dulce-espera.html

    Lea Farrow tenia una vida comoda con su novio Calen Avner. Ella era publicista, el se estaba convirtiendo en un famoso y respetable abogado, todo antes de cumplir los treinta, cuando una sospecha, una pequena prueba de embarazo comprada en la farmacia, les cambio la vida para siempre, aventurandolos en el asombroso, complicado y emocionante mundo de la paternidad.
    Porque un pequeno fallo, algo completamente inesperado, puede hacer que pases una dulce espera de nueve mes.

  • Cuando la vida es sexo de Mar De La Vega

    https://gigalibros.com/cuando-la-vida-es-sexo.html

    Si hay una palabra que define la vida de Adriana Herranz sin duda es SEXO. Psicologa y sexologa de profesion, por su consulta van a pasar pacientes de todo tipo, alguno acompanado de graves peligros para ella. En el plano personal esta casada con Hugo Velarde y muy unida al hermano gemelo de este, Bruno. Descubre en esta intensa novela todos los detalles de la complicada y sensual vida de Adriana.

  • El grupo de los lunes de Milena Moser

    https://gigalibros.com/el-grupo-de-los-lunes.html

    Todo cambia para Nevada, una antigua bailarina de ballet que es ahora profesora de yoga, cuando de repente se desvanece en medio de una de sus clases de los lunes y ya no puede esconder mas una enfermedad a la que no quiere enfrentarse. Tres alumnos permanecen a su lado y continuan en la clase: Marie, Poppy y Ted. Los cuatro intentan encontrar en los ejercicios de yoga un descanso de su vida confusa y agitada, que por momentos parece descarrilar. Marie es una doctora de exito casada con un famoso actor que la atormenta por no prestarle atencion. Ted es un divorciado que intenta encontrar de nuevo el amor mientras se ocupa en solitario de su hija pequena; y Poppy, la encargada del archivo en un periodico local, se reencuentra a traves de Facebook con Wolf, el gran amor de su vida, ahora felizmente casado.

  • Tu mi deseo, yo tu capricho de Christian Martins

    https://gigalibros.com/tu-mi-deseo-yo-tu-capricho.html

    Lilly Curver anhela que su nueva casa este lista para el invierno; pero su vecino, un tal Harry Walker, parece capaz de cualquier cosa con tal de entorpecer la obra. Robos, rotura de cristales, denuncias... A Lilly no le quedara mas remedio que plantarse alli y enfrentarse a el.
    El unico problema es que Walker no es el viejo amargado que ella se pensaba...

  • Ardiente pasion – Adrian Blake de Adrian Blake

    https://gigalibros.com/ardiente-pasion-8211-adrian-blake.html

    Leo Johnson es oficial de la brigada ciento dieciocho del cuerpo de bomberos de Nueva York. En una fiesta de disfraces de Carnaval, conoce a Taylor, una preciosa mujer disfrazada de conejita de Playboy con la que mantiene una torrida sesion de sexo.
    Todo se complica cuando descubre que ella es su nueva vecina de enfrente. El intentara seducirla, convencerla de tener una relacion con el, pero Taylor acaba de divorciarse y no cree en el amor. ?Conseguira Leo hacerla cambiar de opinion?

  • El Cuadro De La Sirena de Andrea P. Munoz

    https://gigalibros.com/el-cuadro-de-la-sirena.html

    Bonnie le miro sonriendo desde la proa. Los ojos castanos le brillaban con un jubilo que hacia tiempo habia creido perdido. Sus cabellos rojos danzaban alrededor de su rostro iluminando el paisaje como la cabeza encendida de una cerilla. Las comisuras de sus labios se ensancharon formando una gran sonrisa. El chico que le acompanaba pensaba que no habia cosa mas hermosa que ella. La miro absorto como si esta fuera una sirena y el un simple marinero sin posibilidad de huir de su embrujo. --Esto es maravilloso --pronuncio Bonnie deleitandose con la brisa, con las olas que rompian en el balandrajo[1] y el perfume salino que se pegaba a su piel. El chico la abrazo con fuerza. Le acaricio los cabellos y la beso dulcemente. Los labios de el sabian a mar. Siempre habia sido asi. Hasta llevaba el mar en su nombre. Moray [2] . Bonnie susurro para si el nombre de su marido. Se besaron de nuevo mientras las olas mecian la embarcacion. La joven pelirroja se habia quedado embarazada del chico a los diecinueve anos y a pesar de que nadie habia apostado por ellos, ahi estaban. Cinco anos despues y celebrando su primer aniversario como marido y mujer. Con una familia preciosa. Una punzada de tristeza cruzo el pecho de la joven. No estaba acostumbrada a estar lejos de su hija y aquel dia la habia dejado al cuidado de sus suegros. A la pequena le pusieron Yvaine que en gaelico se traducia como estrella de la manana. Era una nina muy bonita. Su rostro pecoso le recordaba a una sandia, redonda y con pequenas semillas. Habia heredado el fuego en su cabello y la mirada de su padre. Tenia cinco anos y apenas balbuceaba unas pocas palabras. Cada manana Bonnie la levantaba, le masajeaba las articulaciones, le daba su medicina y le preparaba el desayuno. Despues, y con bastante dificultad, la banaba en la banera de ceramica mientras Yvaine se retorcia y aparecian las primeras convulsiones. El siguiente paso era vestirla. En ese punto, a menudo Bonnie se enfadaba pues su hija se negaba a ponerse la ropa que le habia elegido y se frustraba en silencio porque la nina era incapaz de meter un brazo por la manga del jersey. Una vez vestida, le ponia los dibujos animados en el televisor o bien le tendia alguna pintura que esta agarraba con dificultad. A Yvaine le gustaba pintar y su color favorito era el verde. Podia pasarse horas rayando una hoja en blanco con un crayon verde esmeralda o en su defecto azul. El color azul era su segundo color favorito. El tercero aun no lo habia descubierto. Mientras ella pintaba, Bonnie limpiaba la casa y preparaba la comida solo para ellas pues Moray no llegaba hasta la noche. A veces incluso tenia que ausentarse varias noches seguidas. El trabajo en alta mar era asi. Los pescadores paraban su trabajo durante la epoca de tormentas pero pasaban largas jornadas fuera de casa cuando el mar respondia a sus demandas de abadejo[3] y crustaceos. Por la tarde, la chica paseaba a Yvaine en una diminuta silla de ruedas. Visitaba la fruteria o cualquier otro establecimiento en el que tuviera que comprar. A la vuelta del paseo senalaba el mar. "Tu papa esta ahi, luchando contra monstruos marinos para volver con nosotras", decia. No sabia si su hija la entendia o no pero esta se quedaba mirando el mar con absoluta fascinacion infantil. Cuando regresaban a casa, Bonnie estaba siempre cansada. Aun asi le daba la cena a su pequena, le ponia el pijama y la arropaba en su cama mientras le contaba un cuento. A Yvaine le habian diagnosticado paralisis cerebral infantil (PCI) que afectaba tanto a sus funciones motoras como neurologicas pero no la hubiera cambiado por nada del mundo. Para ella era una nina sana. Normal. Una nina feliz y risuena que llenaba de dicha su corazon. Por supuesto, criarla suponia muchas veces que se levantase con ojeras, con los musculos rigidos y tan agotada como la noche anterior. Pero Yvaine era su estrella. Su estrella de la manana. --!Mira! Moray senalo la boveda celeste protegiendo a su esposa del frio con los brazos. Rodeandola con extremada ternura. Las estrellas habian comenzado a aparecer por encima de sus cabezas. Estas brillaban con fuerza y ambos se quedaron admirandolas un rato pese a la frialdad del norte. Sin embargo, las estrellas no duraron mucho en el cielo pues su brillo fue disminuyendo hasta desaparecer. Por completo. Una a una. Parecia que el barco flotase en mitad de la nada. Entre un mar oscuro y un cielo tan negro como un abismo. El joven no recordaria mucho a partir de ese momento. Tan solo pequenos fragmentos. Imagenes confusas del peor momento de su vida. La nubes negras; Los rayos; Observar el barografo[4] con sorpresa; Las embestidas de las olas; El grito de Bonnie; El miedo en la mirada de ambos; El casco partiendose en dos, separandoles en el acto. Las astillas que saltaban de la madera; El agua que arremetia sin piedad; La lluvia que le impedia ver con claridad; La sal de su boca. Pero lo que Moray nunca podria olvidar fue ver los destellos rojos de una melena de sirena hundiendose en el mar. 2 2013 Crail. Escocia. Aisla tenia sesenta y tres anos y toda una vida de recuerdos a su espalda. A menudo, los recuerdos se agolpaban en su pecho y le impedian dormir. Como aquella noche. Se desperto y bajo las escaleras agarrada al pasamano. Sus pasos cansados deambularon por el pasillo en plena penumbra. Penso que lo mejor seria hacerse un te. Una tila quiza le viniera bien a sus nervios. Encendio la cocina de gas y puso una tetera a hervir. Mientras el agua bullia, sus ojos se desviaron hasta una lata metalica de galletas abollada y descolorida. Normalmente su mirada siempre evitaba aquel rincon pero esa noche no tenia fuerzas. Cada dia que pasaba la anoranza por lo que una vez sintio se hacia mas y mas honda. Sin apenas ser consciente de ello, sus dedos alcanzaron la lata del estante. A Aisla se le empanaron los ojos mientras sacaba las cartas que tenia escondidas. Habia pasado casi toda una vida guardando aquellas palabras de juventud. Su memoria reconstruyo la mirada de un muchacho. Unos ojos aguamarina como la pintura que manchaba los dedos del chico. Aisla casi podia verse en aquel ano de 1964 con aquel vestido claro de volantes ondeando sobre las rocas. La tetera empezo a silbar y la anciana la aparto del fuego. Despues apago la cocina de gas y se sento en la salita llevandose la infusion y las cartas con ella. La luz de las estrellas entraba debilmente a la casa a traves de las cortinas de encaje. El viento, por su parte, llamaba a la ventana golpeando los cristales. Aisla leyo toda la noche o al menos, todo el rato que pudieron sus ojos abnegados en las lagrimas antes de quedarse dormida en su butacon amarillo como la piel de un limon. Desperto con las cartas aun en su regazo y el foso de la infusion pegado a la taza en pequenos granulos oscuros. Fuera tocaban a la puerta y desde la ventana donde antes la visitaba el viento del Norte era ahora el sol vespertino quien inundaba la estancia a traves del cristal. La anciana se levanto renqueante y con la rodilla dolorida. Los anos no pasaban en balde. Guardo las cartas en la lata de galletas con toda la prisa que pudo darse pensando en la visita que la esperaba. Su hija y su nieta habian conducido desde Edimburgo hasta la costa de Fife para llegar ahi con la intencion de pasar unos dias con ella. Aisla se sentia agradecida por tener a su lado a Effie y a la pequena Sheena. Habia volcado en ellas todo el amor que la propia anciana no pudo obtener de su familia cuando era joven. Abrio la puerta y enseguida se vio rodeada por unos brazos fuertes pero delgados como raspas de pescado. --!Mama! Que alegria verte --saludo Effie abranzandola con fuerza--. ?Como estas? Effie se subio las gafas de sol para contemplar mejor a su madre. La anciana tenia el rostro delgado surcado de arrugas y su cuerpo menudo estaba cobijado bajo un camison holgado. El cabello cano, que aun guardaba en sus hebras algun que otro destello dorado, caia a un lado del hombro, trenzado como una espiga de trigo. Sus ojos, antes de un azul intenso, estaban levemente empanados por las cataratas. --!Abuela! --exclamo su nieta mientras arrastraba una maleta con ruedas. Aisla abrio los ojos de par en par sorprendida de lo mucho que habia crecido la joven en los ultimos meses. Sheena era toda un mujer con sus diecinueve anos recien cumplidos. Alta. Pelirroja. Iris azul como el mar. Aun asi se mostraba emocionada por visitar a su abuela. Al contrario de lo que cualquier persona de su edad sentiria confinada al pueblo pesquero de Crail sin nada que hacer ni pubs sofisticados donde beber. Crail era un laberinto de casas de piedra de una o dos plantas que llegaban casi al muelle donde las embarcaciones dormitaban. Entre el aroma salino y la fragancia de las flores que abundaban entre sus calles, se escondian pequenos cafes y pintorescas tiendecillas. La guinda de aquel pueblo escoces era su mercado con la captura fresca que el mar traia consigo. A Sheena le gustaba aquello. La tranquilidad que se respiraba en el ambiente. Por supuesto, lo que mas le gustaba era convivir con su abuela bajo los techos de aquella casa de piedra clara con los postigos azules, el tejado rojo y su puerta pintada de amarillo. Su abuela siempre habia fomentado el lado artistico de la chica. Le gustaba contarle cuentos, incluso ahora cuando ya no era una nina. Siempre que ella iba a visitarla a su casa esta le ofrecia una taza de te y una historia como quien ofrece una galleta de mantequilla o una porcion de tarta. Y Sheena absorvia esas palabras como una esponja de bano. Las dejaba inundar su mente y las historias se quedaban alli tanto como pudiera recordarlas. Su historia preferida era el cuento de la sirena. La joven recordaba a su abuela sentada en su silla de madera blanca pintada a brocha ancha por ella misma. Recordaba que el salon olia siempre a una mezcla de te negro y sandalo. Tambien recordaba la voz de Aisla que se elevaba por encima del pitido de la tetera. Habia una vez… decia siempre. Pues era asi como comenzaban todos sus cuentos. Como comienza cualquier cuento. Cuando era pequena, Sheena se sentaba en su regazo y jugueteaba con su collar de perlas de nacar. En una ocasion, de tanto retorcerlo, el hilo se rompio y las perlas se dispersaron por la alfombra. La anciana nunca le regano por eso. "Podemos arreglarlo" dijo, "haremos un collar nuevo y quedara mas bonito que el anterior. " Aisla nunca trato a la nina con malas palabras. Nunca le dijo "Sheena deja eso", "Sheena no comas mas tarta", "Sheena, ahora no puedo contarte un cuento". Ella nunca le nego nada. Ninguna historia. Incluso de adulta no podia hacerlo. Sheena era su consentida. Ella lo sabia. Su madre lo sabia. Todo el mundo sabia que Sheena era su ojito derecho. --Pasad, pasad. No os quedeis en la puerta --pronuncio Ailsa olvidandose de la lata de galletas. Olvidandose del dolor y los secretos de antano. Todo lo que importaba es que estaba ahora con su hija y su nieta. Era feliz. Effie cerro la puerta despues de dejar pasar a su hija Sheena. Enseguida, las tres se pusieron a arreglar las habitaciones de arriba mientras charlaban acerca del dia a dia que ambas vivian en la ciudad. Aisla pregunto por su yerno, Archie Scott, que se habia quedado al cuidado del Tea House. La anciana no habia visto el salon de te de su hija salvo por las fotografias y siempre que podia preguntaba por el negocio pues sabia que para Effie era muy importante. Terminaron de acomodar los dormitorios y de ponerse al dia casi a la hora de comer. Sheena y su abuela estababan en el comedor esperando a que Effie terminase de cocinar su famoso Scotch Broth [5] . Para Effie, cocinar en Crail suponia mas tiempo y esfuerzo puesto que no estaba familiarizada con las cocinas antiguas de gas frente a la electrica que tenia en Edimburgo. --Recuerdas… --Sheena comenzo a hablar intentando llenar el silencio de la casa--. ?Recuerdas aquel cuento de hadas que me contabas siempre? ?Ese que trataba sobre sirenas? La anciana dio un respingo. Aquello le habia venido por sorpresa. Parecia que el recuerdo del muchacho que conocio en el muelle de Anstruther hacia ya decadas se resistia a irse. Aferrandose con unas y dientes a su presente. Asintio. Por supuesto que recordaba aquella historia pues siempre le habia recordado al chico. Aisla carraspeo antes de llenar el acogerdor salon de la casa con su suave voz. Habia una vez --Murmuro justo antes de hacer una pausa para beber de su taza azul anil--, un palacio de coral y nacar, de piedras preciosas y algas de mil colores que resplandecia bajo el oceano como la luz de un faro. Este era el hogar de las sirenas. El corazon de aquel mar gelido e inmenso. Las sirenas eran criaturas mitad humanas mitad pez cuyas colas irradiaban a las olas del color del arcoiris. Sus escamas eran duras y brillantes como las esmeraldas y portaban en sus cabellos pequenos tesoros como perlas, corales, estrellas de mar y oro. Gobernaba sobre todas aquellas profundidades, un joven principe de ojos azules como el mar que le pertenecia. El joven sireno era un aventurero nato y descubrio muy pronto los placeres que le producia observar los barcos de la superficie. Un dia asomo la cabeza y vio a una joven pintar a carboncillo en una cuartilla de papel. Se enamoro. Tanto de aquella joven como de la pintura. Compartio charlas con ella a la luz de la luna junto al puerto cada madrugada. Ella en tierra. El en mar. Ambos se amaban pero nada podian hacer para estar juntos. Eran de mundos distintos. Hasta la pintura se le escurria de las manos al principe pues el agua no era un buen medio para que sobreviviera el papel. Se dijo que su corazon tampoco sobreviviria mucho tiempo alli. Una noche en que ambos se separaron despues de un romantico encuentro, el joven pidio a las estrellas ser humano para asi estar con su amada. No sabia que ella habia deseado aquella misma noche ser sirena para entregar su corazon al mar. Ambos desearon estar juntos y aunque hicieron lo imposible, siempre se mantenian separados. Pese a su deseo de encontrarse, ella acabo en el mar; el en tierra. Convertida en sirena, la joven vio que era inutil resistirse a los hados. El destino le habia quitado lo que mas amaba y no lo soporto. Olvido. Pidio a los dioses que se deshicieran de su memoria y el tiempo acabo por convertir aquella sirena en piedra. El joven principe, transformado en humano y sin hogar, vago por el mundo pintando sirenas sobre sus lienzos. Esperando asi el regreso de su amada con cada pincelada. A Sheena siempre se le rompia el corazon. Mas de una vez habia querido preguntarle acerca de la historia pero nunca encontraba las fuerzas. Aquel tragico cuento la impresionaba demasiado para poder pronunciar palabra alguna hasta pasado un rato. Pero la pelirroja ya no era una nina que se hubiera quedado sin habla. --?Y despues que paso? --pregunto Sheena esperanzada por la posibilidad de un final feliz todavia no descubierto. Aisla la miro con ojos graves y tristes. Parecia que, como en un hechizo de cuentos de hadas, hubiera envejecido cien anos de golpe. Le temblaron ligeramente las manos e hizo todo su acopio de fuerzas para no derrumbarse. El aroma a verduras floto en el ambiente. Pronto estaria terminada la comida y despues la anciana iria a su cuarto a descansar. Descansar de una noche dormitando en el sillon y relajarse por las emociones que no habia previsto tener aquella manana. --?Despues? --susurro con la boca pequena mirando fijamente a su nieta. Aun dirigiendo su vista a Sheena, era a el a quien veia. A aquel muchacho jovial, noble y leal que habia conocido en el muelle durante su juventud. Hablo, mas consigo misma que con su nieta--. Despues no paso nada.

  • Hormigas en los pantalones de Agatha Allen

    https://gigalibros.com/hormigas-en-los-pantalones.html

    Esta es la apasionante historia de un joven que representa a toda una generacion que tuvo que enfrentarse a la apertura y los avances de un pais que despierta tras la represion de la guerra civil

  • La sabiduria de los psicopatas de Kevin Dutton

    https://gigalibros.com/la-sabiduria-de-los-psicopatas.html

    Y es que cuando hablamos de psicopatas nos vienen a la cabeza personajes, reales o ficticios, como Hannibal Lecter, el carnicero de Milwaukee o Dexter. Y, sin embargo, en este libro no solo se habla de ellos. En el salen otros nombres como los de Neil Armstrong, Bill Clinton, Vincent Van Gogh, John Stuart Mill o J. F. Kennedy.

  • Ragdoll (Muneco de trapo) de Daniel Cole

    https://gigalibros.com/ragdoll-muneco-de-trapo.html

    Ragdoll (Muneco de trapo), el aclamado debut de Daniel Cole, es pura adrenalina.

  • Caza a la mentirosa de Kayla Leiz

    https://gigalibros.com/caza-a-la-mentirosa.html

    o 1 [?] Estupendo Chloe, esta vez te has lucido. – Se dijo a si misma mientras se lamentaba por trigesima vez desde que habia entrado en el pub. – Ahora apechuga y carga con las consecuencias. Chloe Summers, de veinticinco anos, estaba en un problema. En un problema grave. Llevaba en el pub una hora esperando que su cita llegara. Solo que su cita no sabia que ella estaba alli. O mejor dicho, no sabia que "ella" era su cita. entirosa Abrio el pequeno bolso y saco la hoja arrugada de haber estado manoseandola durante demasiado tiempo en el trayecto en taxi hasta alli y leyo de nuevo. Hola Storm. Soy Sunny, ya se que no es lo que esperabas pero esta soy yo y, como no pensaba que tu fueras asi - en el caso de que sea igual que en la foto que me envio, en otro caso mejor pasar del tema porque no es cuestion de poner tambien en juego la Caza a la M desconfianza aparte de la mentira - pues te mande una foto que encontre por internet. Espero que me disculpes y… [?] !Como demonios le voy a decir eso! – Exclamo sobresaltando al camarero de la barra quien la miro como si hubiera bebido de mas y no la cola con lima que le habia servido hacia tres cuartos de hora. Agacho la cabeza y cerro los ojos. Vale, no tenia pensado mandarle ninguna foto pero habia insistido tanto… Y cuando ella le pidio la suya y la tuvo al dia siguiente no pudo apartar los ojos de el. ?De verdad era asi Storm? No podia Encarni Arcoya Alvarez - 4 Esc s rirto t r o as sExc x om o u m lgad a a d s s ser, en serio, un hombre de ese calibre no podia seguir soltero en la vida; ni siquiera podia existir de verdad pero el le aseguro que era una foto de verdad. En ella, un hombre enfundado en unos pantalones de cuero negro ajustados a sus piernas y comprimiendo, estaba segura, su contorno y el paquete, que sobresalia peligrosamente, hasta llegar a una cintura estrecha. Lo siguiente era una cazadora negra que llevaba con la cremallera subida pero solo hasta medio pecho y, debajo de la misma, no tenia nada. Podia verse el torso al descubierto con el vello oscuro en un triangulo invertido que se perdia por dentro de esa cazadora. Era musculoso sin llegar al exceso y poseia unos amplios hombros para entirosa albergar a semejante hombre. Debia ser bastante alto por lo que habia visto y estaba apoyado sobre una Harley, como si a ella no le fascinaran las motos de por si. Encima una Harley-Davidson FLH e Hydra Glide de los anos 60. Tuvo que tomar varias respiraciones antes de poder seguir inspeccionando la fotografia. Caza a la M Su rostro ya de por si la dejo impactada la primera vez que vio la foto, un menton cuadrado, rasgos suaves pero endurecidos al mismo tiempo, una nariz con presencia que enmarcaba su cara y le daba mas poder para dirigir a los demas. Sus ojos eran de color ambar que llamaban la atencion envueltos en unas pestanas largas de color oscuro como sus cejas y su pelo, corto y de punta por delante pero de largo hasta la nuca. Sus labios eran gruesos pero no en demasia, el inferior mas que el superior. !Ese hombre exudaba peligro y poder por partes iguales! Habia dedicado las siguientes horas a buscar por internet montones de imagenes para ver si daba

  • La casa de hojas de Mark Z. Danielewski

    https://gigalibros.com/la-casa-de-hojas.html

    Will Navidson, un famoso fotoperiodista premiado con el Pulitzer, se traslada con su familia a una casa en el entorno rural de Virginia en un intento de salvar su matrimonio, seriamente perjudicado por sus viajes continuos y su adiccion al trabajo. Ademas de Navidson, la familia esta compuesta por la hermosa ex-modelo Karen Green y los dos hijos pequenos de ambos. Muy pronto, Will descubre que la casa presenta una anomalia arquitectonica singular: su espacio interior es ligeramente mas grande que el que deberia ocupar segun sus dimensiones exteriores. Este es el arranque de El expediente Navidson, un fascinante documento que narra los sucesos acaecidos en la casa de Ash Tree Lane, es decir La casa de hojas. Will Navidson tratara de averiguar que secreto esconde La casa de hojas, al mismo tiempo que procurara poner a salvo a su familia. Un viaje para el que recabara la ayuda de todos los medios a su alcance, incluida la de su hermano gemelo Tom, un profesor universitario y hasta toda una expedicion de espeleologos. Mientras Will y sus seres queridos se enfrentan a los peligros de esa casa encantada, un joven tatuador de Los Angeles, el carismatico y tierno Johnny Truant, malvive y quema las noches a una velocidad vertiginosa de la mano de su inseparable escudero, Lude. Las historias de Truant y Navidson se entrelazaran gracias a un hallazgo que cambiara la vida de todos los personajes inolvidables que atraviesan esta monumental novela.

  • El extrano orden de las cosas de Antonio Damasio

    https://gigalibros.com/el-extrano-orden-de-las-cosas.html

    <>
    De uno de los neurocientificos mas importantes del mundo nos llega el que sin duda sera uno de los libros de referencia sobre el origen de la vida, la mente y la cultura, ofreciendo una nueva forma de entender la vida, la cultura y los sentimientos.
    En este libro el autor nos aporta las claves para comprender que son los sentimientos y que relacion tienen con nuestro cuerpo. Una vez mas, nos demuestra que cuerpo y mente estan intimamente relacionados y que los sentimientos son los cimientos de nuestra mente, revelaciones del estado de la vida en el seno del organismo entero.
    Damasio nos presenta una investigacion unica y pionera en la relacion que se establece entre el hecho de sentir y su condicion de regular la vida, conocida con el nombre cientifico de homeostasis. Deja claro que
    descendemos tanto a nivel biologico, como psicologico e incluso social de un largo linaje que comienza con tan solo unas pocas celulas vivas; que nuestras mentes y culturas estan ligadas por un hilo invisible a la antigua vida unicelular; que hay una poderosisima fuerza de autoconservacion que lo gobierna todo, inherente a la propia quimica de la vida.
    La misteriosa naturaleza de las cosas nos ofrece una nueva forma de entender el mundo y tambien del lugar que nosotros ocupamos en el.

  • La Vidriera del Duque de Raquel Campos

    https://gigalibros.com/la-vidriera-del-duque.html

    Granada, ano del senor de 1565
    A la finca de la Vidriera, un lugar aislado y fascinante, llegara un misterioso caballero que cambiara la vida de todos sus habitantes. Luchara contra las injusticias que ira descubriendo y una joven de cabellos triguenos hara que su mundo se tambalee.

  • No solo socios (Hermanos St. James 2) de Jamie Beck

    https://gigalibros.com/no-solo-socios-hermanos-st-james-2.html

    La vida perfecta de Cat St. James, modelo de portada, es pura apariencia. Por suerte, es una autentica maestra escondiendo la verdad a la camara y a los demas. Su actual problema se llama Hank Mitchell, el carpintero de voz suave al que dejo plantado hace unos meses. Verlo en la boda de su hermano no hace mas que empeorar su tristeza y despertar un inoportuno deseo que decide ahogar en champan.

  • Angeles en llamas, Tawni O’Dell de Tawni O'dell

    https://gigalibros.com/angeles-en-llamas-tawni-o-8217-dell.html

    <>.
    Library Journal