• a la cooperativa en ingles - L. A. Cooper

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    Hay estudios que afirman que para lograr superar una ruptura, una persona tarda aproximadamente tres meses por cada ano de relacion. No importa la intensidad, la cercania o la razon de la separacion, matematicamente hablando, solo hacen falta noventa dias para dejar atras trescientos sesenta y cinco. Por aquel entonces ya se habian cumplido los seis meses reglamentarios que Luis supuestamente necesitaba para superar el final de la relacion de dos anos con su exnovia. Lo habia intentado todo para dejar de pensar en ella. Salir de fiesta, viajar, encerrarse en casa, leer…, pero nada habia funcionado lo suficiente. Solo el tiempo lo estaba ayudando. El tiempo que aquel estudio decia, era eso lo unico que le ayudaba a seguir adelante y no venirse abajo. Eran las ocho de la manana de un martes siete de octubre cuando se desperto de aquel horrible sueno. Caminaba hasta el altar de la mano de su exnovia, feliz, extasiado, ilusionado por estar a punto de comenzar una nueva vida al lado del amor de su vida. Todo era perfecto hasta el momento en el que ella tenia que responder <>; era entonces cuando la joven se transformaba en una especie de serpiente gigante causando el panico de todos los presentes. El, de piedra pero aun enamorado, se quedaba viendola fijamente a los ojos, en silencio, detallando cada centimetro de la mirada de aquel espantoso bicho. <> le preguntaba despues de unos segundos. Y entonces, cuando estaba a punto de recibir una respuesta, se levanto. Su cuerpo estaba tan sudado que cualquiera que lo viese en ese momento pensaria que se habia acabado de dar una ducha. Su corazon latia como el trote de una manada de bisontes en un arido desierto. Y su cabeza, aun confundida, habia empezado un largo proceso de maquinacion con el fin de encontrar un significado a tan terrible pesadilla. Penso que darse un bano le ayudaria a despejarse, asi que fue lo primero que hizo despues de retorcerse en un crujiente e intenso estiramiento. Trabajaba con su padre por las mananas; aquel martes tenia que organizar un archivador con cientos de documentos. No era algo que realmente le gustase hacer, pero <>. Asi, mientras movia papeles y carpetas de un lado a otro, recordo que aquella tarde quedaria con Lindsay, una amiga americana que habia conocido casi tres anos atras en una fiesta de estudiantes internacionales que se celebraba en una de las discotecas mas importantes de la capital espanola. El contacto entre ambos habia sido practicamente nulo desde entonces. Ella habia vuelto a Estados Unidos y luego habia pasado un tiempo viviendo en Mallorca. El habia estado totalmente centrado en la relacion con su exnovia. Estaba nervioso. Por alguna razon sentia que dicho encuentro marcaria un antes y un despues para el. Acababa de leer El Alquimista de Paulo Coelho y tenia muy presente el tema del destino y de las oportunidades que no se pueden desaprovechar. Paso el resto de la manana y parte de la tarde ordenando papeles. Se tomo un segundo para revisar la hora en su reloj y fue cuando se dio cuenta de que habia estado demasiado concentrado en los archivos. Eran las cinco de la tarde y habia quedado con su amiga a las seis y media; tomando en cuenta que vivia en las afuertas de Madrid y que habian quedado en el centro, no le quedaba mucho tiempo para salir. Se vistio tan rapido como pudo. Una camisa, una chaqueta ligera que lo abrigase de los quince grados de temperatura que marcaba el termometro de su telefono y unos vaqueros comodos. Finalmente se perfumo con una colonia que encontro en el cuarto de su hermano, salio de casa y se subio al autobus rumbo a Moncloa, un distrito cercano a Ciudad Universitaria donde habia quedado con Lindsay. Durante el trayecto, pensaba en lo curioso que era quedar con una americana tan lejos de aquel pais. Luis era venezolano, por lo que la peculiaridad de la cita era aun mayor. Siempre habia sentido una predileccion especial por todo lo que tuviera que ver con Estados Unidos, y llevaba anos queriendo tener algun amigo americano, ahora tenia la oportunidad de hacerlo y, tratandose de una chica, todo era el doble de bueno. Llego al punto de encuentro primero que ella, asi que se quedo esperando recostado de una pared cercana a la salida de la estacion de metro de Moncloa. Hacia un dia precioso. Ni rastro de nubes en el cielo ni molestas rachas de viento. Empezaba a atardecer y Luis se quedo viendo el cielo mientras la voz de Lenny Kravitz viajaba por los cables de los auriculares hasta sus oidos. Lindsay llego unos minutos despues. Vestia una chaqueta ligera de color azul oscuro y unos vaqueros; su cabello lo llevaba recogido en un mono. No habia cambiado mucho desde la ultima vez que Luis la habia visto. El la saludo con dos besos y mientras se ponian al dia, empezaron a caminar hasta una cerveceria que habia no muy lejos de ahi. Para Luis, en un principio, aquel encuentro era complicado, no por culpa de Lindsay, quien hacia todo mucho mas sencillo, sino por su propia culpa. Era la primera vez que quedaba a solas con una chica desde que lo habia dejado con su ex. Sabiendo lo enamoradizo que era, tenia miedo de empezar a sentir algo por alguien nuevamente. --Entonces ?que has venido a hacer a Madrid este ano? -- pregunto el. --Ahora estoy trabajando como auxiliar de ingles en un colegio. Pero la verdadera razon es que quiero quedarme haciendo un master aqui y para eso necesito mejorar mi espanol. --?No lo hablas perfectamente? -- pregunto el joven confundido. Llevaban ya unos cuantos minutos hablando en espanol y Lindsay no habia cometido error alguno. --No, necesito tener un nivel C1 y a veces cometo errores. Ademas, hacer un master requiere mucho mas nivel que una conversacion normal -- contesto ella. Luis penso que seria un buen gesto ofrecerse para ayudarla a mejorar su espanol, asi que le sugirio quedar tantas veces como le hiciese falta; no habia mejor forma de aprender un idioma que practicarlo. Y, si ademas se podian tomar unas cervezas al mismo tiempo, todo sonaba mucho mejor. La conversacion siguio su curso. De vez en cuando habia algun silencio, que, para sorpresa del joven, no resultaba incomodo. Era como si no hubiera mejor forma de estar en silencio que con Lindsay en frente de el. Aquello le recordo a su epoca universitaria, por aquel entonces logro convencer a Elena, una chica que le gustaba mucho, de quedar una tarde para tomarse algo. Lo que en un principio era para el una oportunidad de empezar a salir con una chica espectacular, se termino convirtiendo en un calvario. Habia tantos momentos de silencio que el joven empezo a desear que todo acabase para irse a casa. --?Sabes que te pareces mucho a la protagonista de Bajo la misma estrella? -- dijo Luis despues de dar un largo trago a su botellin de cerveza. Ella se quedo mirandolo en silencio. Definitivamente era la primera vez que le habian dicho eso. Sin embargo, la chica de la pelicula era guapa, por lo que sonrio al suponer que la comparacion era un piropo. --Nunca me lo habian dicho -- dijo sonrojada. --Creo que va a ser hora de que me vaya, no se cuando sale el ultimo autobus hasta Majadahonda -- dijo Luis apenado. Era raro en el, pero despues de un par de horas seguia teniendo ganas de hablar con ella. Se despidieron poco despues. Ambos parecian igual de interesados en verse nuevamente, asi que decidieron hablar por Whatsapp unos dias despues para acordar el proximo encuentro. Luis caminaba a la estacion de autobuses cuando ocurrio aquello que lo cambiaria todo; la pulsera de oro que le habia regalado su exnovia hacia casi tres anos y que aun llevaba puesta en su muneca izquierda, se solto. El joven se detuvo y sus pulsaciones empezaron a subir deliberadamente. Era la primera vez que aquel brazalete se soltaba de su mano desde que se lo habia puesto. Habia jugado tenis, golf, nadado, levantado pesas…, y nada habia sido suficiente para soltarlo. Y ahora, sin esfuerzo alguno de por medio, se habia desprendido como si de ella dependiese hacerlo. Una complaciente sonrisa atraveso la cara del joven. <> se dijo a si mismo antes de guardar la pulsera en su bolsillo. Luego entro en el autobus, se sento y se quedo con la mirada perdida. <> penso. Capitulo dos Aquel domingo treinta de noviembre Luis se levanto casi a la una de la tarde. Su cabeza latia levemente por haberse bebido unas cuantas cervezas el dia anterior. La ultima vez que habia quedado con Lindsay habia estado a punto de besarla. Ambos habian bebido durante horas y la conversacion habia ido mejorando al mismo ritmo que las botellas llegaban y se iban. Fue casi antes de tener que volver a casa cuando Luis aprovecho para regalarle una rosa; ella acepto encantada, y entonces cuando el creyo que era el momento perfecto para besarla, le dio un ataque de nervios y fue incapaz de dar el paso. Ahora solo pensaba en lo tonto que habia sido. Llevaba mas de una semana sin hablar con ella y seguramente todo se debia a que ella se habia aburrido de el. Tenia toda la razon de hacerlo. <> se dijo a si mismo; El Alquimista siempre tenia razon. Le habia enviado un mensaje el viernes que no habia sido contestado; luego el sabado la habia felicitado por su cumpleanos y ella agradecio el gesto sin decir nada mas. Estaba mas que claro que todo habia acabado. Aquel iba a ser un domingo cualquiera, como todos; aburrido, gris, de peliculas tristes y television mala. Sin embargo, por alguna razon hasta el momento inexplicable para Luis, Lindsay aparecio. <> decia el mensaje que recibio en su movil a eso de las tres de la tarde. No tenia sentido. Ella se habia aburrido de el ?no? Le habia hecho pagar el no aprovechar la oportunidad de besarla. ?Por que aparecer otra vez? <> penso Luis mientras releia el mensaje con incredulidad. <> respondio. Sus manos temblaban ligeramente. Ella acepto minutos despues. Una fuerte mezcla de nervios y alegria invadio el cuerpo del joven. Por un lado se sentia bien, tenia una nueva oportunidad para hacer lo que no habia podido hacer unos dias atras. Sin embargo, eso mismo era lo que lo tenia tan nervioso, el hecho de que esa noche seria <>; tenia que besarla si o si, no hacerlo significaria dejar escapar la ultima oportunidad de dar un paso mas en la relacion. Y Lindsay parecia alguien con quien valia la pena avanzar. Ya casi eran las cinco de la tarde cuando Luis decidio vestirse y arreglarse para la cita. Se puso una camisa de tela de vaquero en conjunto con un pantalon del mismo estilo. Ya era invierno, asi que se abrigo con una chaqueta de nailon color azul marino, y despues de atar sus zapatos Timberland de cuerro marron, se peino y se perfumo frente al espejo de su cuarto de bano. --?Listos? -- se pregunto a si mismo. --Listos -- respondio su alter ego. * El camino en autobus fue totalmente reflexivo. Luis no paraba de intentar pensar y elaborar una tecnica infalible para besar a Lindsay, pero todas tenian fallos. No habia forma de planearlo, iba a tener que improvisar. Era la primera vez que lo haria, por lo que aquello lo ponia aun mas nervioso. Jamas habia tenido dudas de besar o no a una chica, siempre habia ido seguro de si mismo; lo que le pasaba con Lindsay no tenia precedente. Con la cara recostada de la ventana del autobus, penso en lo mucho que habia cambiado su vida en tan solo unos meses. Es increible pensar que dia a dia nuestra vida no cambia en absoluto, pero cuando expandimos la linea de tiempo, nos damos cuenta de cuantas cosas son diferentes en el presente. Aquella tarde Lindsay estaba mas hermosa que nunca, Luis no sabia si era porque llevaba tiempo sin verla o porque subconscientemente le estaba cogiendo carino. Fueron a la misma cerveceria de siempre. Cosmopolitan. Estuvieron un rato hablando de cosas sin importancia y al poco a poco la conversacion fue tomando tintes mas intimos. --?En serio tu primer beso fue casi a los diecisiete? -- pregunto Lindsay. --Si, y tarde casi un ano para el segundo, ambos fueron con chicas que ni siquiera me gustaban -- rio Luis. Todo estaba siguiendo el camino correcto para acabar como Luis queria que acabase, asi que penso que seria mejor continuar la conversacion en El Chapandaz, una especie de taberna que quedaba a unos pasos del Cosmopolitan y que, al ofrecer una luz mas tenue, un ambiente mas acogedor y un volumen de musica mayor, aumentaba las posibilidades de beso en un doscientos por ciento. Una vez sentados en el nuevo bar, reanudaron la conversacion que habian empezado minutos antes. --Te propongo algo -- empezo diciendo Luis que empezaba a sentir ya los efectos de la bebida. --Cada uno formulara una pregunta intima que debera ser respondida por ambos. Asi nos conocemos mejor, ?te parece? -- termino diciendo. Ella se limito a asentir, luego, con una mueca, le dio a entender a Luis que era el quien debia comenzar. --?Con cuantos chicos te has acostado? -- pregunto el. No tenia claro si en realidad queria saberlo, pero era necesario empezar con algo y aquella pregunta era lo unico que le venia a la cabeza en ese momento. Ella se quedo pensando por unos segundos, intentaba recordar la cifra sumando con los dedos de su mano derecha. --Menos de diez -- dijo luego. ?Y tu? --Una. --?En serio? --Si, hace unos tres anos, con mi ex. --?Y despues? Han pasado unos meses desde que lo has dejado con ella… ?No has estado con mas nadie? --No. Algunos besos, puede que un poco mas, pero no ha llegado a mayores -- respondio el. Lindsay asintio. Era curioso que un chico de veintidos anos solo hubiese tenido una experiencia sexual. Ahora le tocaba pregunta a ella. Antes de decir nada, dio un sorbo al inmenso vaso de <> que habian pedido. Era el trago especial de la casa; hecho con ron, ginebra, azucar, canela y escencia de menta.

  • libros de la cooperativa - Traducción al inglés – Linguee

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  • libro de inscripción de sociedades cooperativas - English ...

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  • cooperativa - Diccionario Inglés-Español WordReference.com

    https://www.wordreference.com/es/en/translation.asp?spen=cooperativa

    cooperativa - Traduccion ingles de diccionario ingles. ... Inflexiones de 'cooperativo' (adj): f: cooperativa, mpl: cooperativos, fpl: cooperativas.

  • Libros sobre Aprendizaje Cooperativo | EDUCACIÓN 3.0

    https://www.educaciontrespuntocero.com/libros/libros-sobre-aprendizaje-cooperativo/

    14 abr 2021 — Su autora, Alba Aranda, es maestra de Inglés en Primaria desde 2010 y se ha formado en el Aprendizaje Cooperativo y en cómo aplicar esta ...

  • Traducción de cooperativa – Diccionario Español-Inglés

    https://dictionary.cambridge.org/es/diccionario/espanol-ingles/cooperativa

    hace 6 días — traducir cooperativa: cooperative, cooperative store, collective, cooperative. Más información en el diccionario español-inglés.

  • Colegio Larrodé

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    Colegio Larrodé Cooperativa Valenciana prepares candidates for Cambridge English Qualification. Avenida de la Rambleta 62, 46470 Catarroja, Valencia ...

  • Ley 27/1999, de 16 de julio, de Cooperativas - BOE.es

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    16 jul 2021 — b) Libre acceso a los Libros de Registro de socios de la cooperativa, así como al Libro de Actas de la Asamblea General y, si lo solicita, ...

  • Lugar siniestro de Juan De Haro

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    La Institucion Morris fue convertida en una residencia para estudiantes pese al recelo de los lugarenos. Connie Merril es inscrita a su programa de estudios y comienza a visitar a Patricia Krenwinkel, la psicologa del centro, para contarle que por la noche escucha gritos. La psicologa insiste en que son debido a sus pesadillas. Sin embargo, debajo de la cimentacion del edificio se oculta un viejo secreto, vivo, palpitante, que se estremece por la noche provocando leves temblores. Connie inicia una serie de investigaciones que la llevan a la verdad. ?Que ocurrio? ?Que son los gritos. o de quien?

  • Rabiosamente enamorados de Patty Love

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    Liza Brown es una afamada abogada matrimonial que, haciendo honor a su profesion, no tiene suerte en el amor. El encuentro casual con un atractivo desconocido en un tren lo confirma, pues tras pedirle una cita la deja plantada como a un seto.

  • El Rey del miedo (Viento 2) de Olalla Pons

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    Sabba, emprende un peligroso viaje hacia las salvajes tierras del Norte, anos despues de la partida de Taru. Su hija Sinda, Xenia y Mihn la acompanan. La Princesa del Viento esta dispuesta a encontrar al hombre del cual se vio obligada a separarse, aunque no tiene ninguna certeza sobre si sigue con vida.

  • Cuidare de ti de R. M. De Loera

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    Mientras levantaba la mano, para despedirme de mi jefe, el gato de la senora Jones, una de las asistentes asiduas a la biblioteca, se froto contra mis piernas. El le ofrecia a su duena apoyo emocional. --Adios, senora Jones. --Bye, Emily. Le hablo como bebe al animal, lo tomo en brazos y se marcho. El reloj marcaba las cinco en punto, mi hora de salida. No regresaria al trabajo hasta dentro de dos semanas pues la ciudad decreto un toque de queda durante ese tiempo. Enfrentabamos una pandemia y, a pesar de las medidas previsoras en los dias previos, los casos continuaban en aumento. Baje los escalones de dos en dos, en tanto, pinchaba mis mejillas y alisaba la falda del traje sastre. Al llegar a la acera me detuve un instante y distraida jugue con el colgante, del arbol de la vida, que fue de mama. Alli estaba el, apoyado en el cofre de su vehiculo con los brazos cruzados sobre el pecho y la cabeza baja. Una sonrisa tonta se adueno de mis labios al percatarme de las briznas de harina en su cabello negro. William era el dueno de la pequena cafeteria que se encontraba a dos cuadras y donde preparaban el mejor cafe de la zona. Nos conocimos durante la inauguracion hacia seis meses. Desde entonces entablamos una amistad y fue como descubri que amasaba pan cuando se sentia estresado. Me obligue a salir de mi ensonacion y me acerque con paso ligero. En ese mismo instante el levanto la cabeza y una sonrisa radiante curvo sus labios. --Gracias por llevarme a casa. Nego con la cabeza a la par que se giraba para abrir la puerta de pasajeros. --Ni en suenos te permitiria tomar el metro. Incapaz de contener una sonrisa subi y coloque el bolso sobre las piernas. Me guino un ojo, cerro la puerta y rodeo el vehiculo. En pocos minutos lo puso en marcha. Inhale profundo al percibir el tenue aroma del azucar mezclado con especies y cafe que lo caracterizaba. Nos incorporamos al trafico que ese dia era intenso. El presidente ofrecio una conferencia de prensa alrededor de las doce del mediodia con las directrices que debiamos seguir. Todos debiamos permanecer en casa, evitar el contacto con las superficies y estar a mas de metro y medio de distancia de los demas. Mordi mis labios al escucharlo pues el transporte publico quedo descartado. Me tardaria mas de una hora en caminar hasta la casa y el toque de queda comenzaba a las seis. La primera llamada que recibi fue la de mama quien insistia en que saliera despavorida a comprar mascarillas, guantes y papel higienico. Logre colgar con el pretexto de una reunion de ultimo minuto. Pocos minutos despues mi telefono vibro con un mensaje de William ofreciendome transportacion. --Este dia ha sido de locos. --Una gran cantidad de personas se acerco a la biblioteca y en lo unico que pensaba era en que a nadie se le escapara un estornudo. Me preocupaba que corrieran despavoridos y tumbaran los anaqueles. --Eso seria un desastre. --Dos semanas no alcanzarian para clasificarlos. Por un segundo desvio la mirada de la carretera y me observo. Diminutas patas de gallo se extendieron por sus ojos, como el cafe mas puro, senal inequivoca de que mis palabras le divertian. Regreso su atencion al trafico cuando el semaforo cambio a verde. Metio primera y llevo la mano a la garganta y la froto con el ceno fruncido. Contuve el aliento, mas, me distraje cuando pego un bocinazo por un inconsciente que cambio de carril y por poco nos choca. Cerca de cuarenta y cinco minutos despues se detuvo frente a mi casa. Desabroche el cinturon y me colgue el bolso en el hombro. --Gracias. Abri la puerta y un unico pensamiento me asalto de repente: No lo veria en todo ese tiempo. Un vacio se apodero de mi estomago a la vez que un estremecimiento me recorrio la piel. --Espera. Giro sobre su asiento y tomo una caja, la cual me extendio. Habia un par de botellas de desinfectantes y alcohol. Bajo, abrio la cajuela y saco una caja de agua y una con el logo de la cafeteria.--Se que estos te gustan. Asenti con una sonrisa. Entramos a la casa y llegamos a la cocina. Coloque los bollos en un plato y la greca sobre la hornilla. En lo que el agua se calentaba tome los desinfectantes para guardarlos debajo del fregadero. Escuche a William carraspear. Gire con los ojos muy abiertos, solo nos separaban unos centimetros pues el acomodaba el agua en la alacena. Entonces... estornudo. Mis dedos se movieron autonomos. Una nube de antiseptico lo cubrio y su olor caracteristico inundo el lugar mientras un gritito escapaba de mi garganta. Su camisa termino empapada. Sus manos en alto como si con eso lo hubiera podido evitar. --?Tienes gato? --Para ese momento los ojos le lagrimeaban. Negaria con firmeza cuando recorde al gato de la senora Jones. --No. --Mis labios en una mueca. Se comporto con frialdad a pesar de mis disculpas. Lo acompane hasta la puerta y, tras una bocanada de aire, se inclino para dejar un beso en mi mejilla. Con la respiracion contenida intente dominar el cosquilleo en mi garganta, cerre los punos, mas, el estornudo encontro la forma de escapar. El se alejo de inmediato con los hombros tensos. La verguenza no me permitio decir nada mas. A la manana siguiente camine hasta la puerta cuando el timbre sono. Apenas pude dormir en la noche, amaneci mocosa y con ojos llorosos. Al abrir cubri mis labios mientras un colibri revoloteaba en mi interior. William estaba frente a mi con un termo caliente y una caja de bollos. El calor se concentro en mis mejillas cuando me dedico una sonrisa timida. Mi aspecto daba mucho que desear y el estaba impoluto. --?Que haces aqui? --Mi voz nasal. Levanto la mano para acomodar un mechon de mi cabello. --Cuidare de ti. 2 Mis ojos se desmesuraron al escuchar lo que pretendia y di un paso atras. El presidente fue muy enfatico en que si se presentaban sintomas debiamos permanecer aislados. No estaba segura de cual podria ser mi diagnostico. Hacia dos semanas tuvimos un dia de ninos y algunos sufrian de un resfriado comun, pero la senora Jones regreso de un crucero en esas mismas fechas y desconocia los paises que visito. Ademas, ?acaso creia que lo expondria de esa forma? Debia pensar en su familia. Yo solo era la mujer que conocio unos meses atras. --No quiero exponerte. No pudo evitar la risita que retumbo en su pecho, acaricio la sien con la mano y ladeo la cabeza. --Estoy seguro de que quede inmunizado con el bano de desinfectante. Volvio a reir. Quede prendada de la jovialidad que su risa impregno en su rostro, sabia que debia estar cerca de los cincuenta, aunque su edad era un tema que no me afectaba. Baje la cabeza para inspeccionar mi indumentaria como si hubiera cambiado en los ultimos dos minutos. Pero seguia llevando la pijama de ositos que tanto me reconfortaba. Levante la vista para cerciorarme de que mi cabello continuaba amarrado en el mono desalinado que me hice en la madrugada. Un suspiro de resignacion se quedo atascado en mi garganta cuando al mismo tiempo escapo un estornudo. Por suerte alcance a levantar el panuelo que llevaba entre las manos a tiempo. Una mueca desfiguro su rostro por unos segundos, quizas ya comenzaba a entrar en razon sobre el ofrecimiento. Con lo que fuera que tuviera en su interior el termo caliente y los bollos yo era feliz.--Este clima no es bueno para ti. Acabamos de entrar en la primavera, pero los vientos aun son muy fuertes y frios. Asenti. --Sera mejor que me resguarde. --En eso estoy de acuerdo, Emily. Dio un paso hacia la puerta y lo bloquee como armador de futbol, aunque, pensandolo mejor esos eran los que agarraban el balon a distancia para lograr la puntuacion. Resople, mi cabeza comenzaba a desvariar. Me sentia cansada y estar de pie esos minutos comenzo a transformarse en un esfuerzo titanico. --Mi deber como ciudadana no me permite darte el paso. Mi casa es una incubadora de germenes y vaya a saber que mas. Bufo... ?Bufo? --Estoy seguro de que eres una ciudadana responsable, Emily. Apuesto a que jamas has entregado un libro tarde a la biblioteca. --No, jamas. Los cargos por la demora son astronomicos, pero el condado esta considerando eliminarlos. Algo asi como que las personas se sentirian menos culpables. Volvio a reir mientras acariciaba la sien con la mano. Mordi el interior de una mejilla. <> Extendi la mano hasta el barandal al sentir como si la brisa suave fuera capaz de tirarme. Lo ojee con disimulo pues tenia que sonarme la nariz y no lo haria frente a el. !Me faltaban solo unos meses para cumplir cuarenta y uno! --Emily... --Estare bien, William. Extendi la mano para agarrar el termo, mi cuerpo agradeceria el calor externo y no esa tibieza tan extrana que proporcionaba la enfermedad. Sin embargo, lo alejo y nego con la cabeza. Suspire con resignacion. ?Acaso se lo llevaria si no le permitia entrar? --Ya me contagiaste, Emily. Ayer estuvimos encerrados en mi automovil por alrededor de una hora. Desvie la boca a un lado, en eso tenia razon, aunque, si inhalo el desinfectante puede que cualquier virus o bacteria en su garganta muriera. Baje la cabeza y estruje mi rostro, jamas podria olvidar lo que hice. --?Y si lo que tengo es ese virus tan peligroso? Quizas aun estes a tiempo de dar la vuelta y mantenerte sano. --Solo perdemos el tiempo. Desde hace varios minutos que puedes estar acostada en la cama con un plato de mi sopa de tomate entre los dedos. Si no tuviera la certeza de que un ser humano no se derrite podria jurar que eso fue lo que hice. Su sopa de tomate era deliciosa y no era quien unico lo pensaba, cuando la preparaba se agotaba de inmediato. Tenia suerte de que el me guardaba una porcion cuando no podia salir a tiempo a la hora de la comida. --?Sopa de tomate? Asintio con una seriedad impenetrable. --Y bollos recien hechos. Suspire. Ese pedazo de pan tan esponjoso y suave con el sabor caracteristico de la levadura. Y que, cuando estaban recien horneados, se les derretia la mantequilla al instante. Intente inhalar profundo para ver si captaba su delicioso aroma, pero al parecer un tapon decidio instalarse en mi nariz. Y uno no muy efectivo pues goteaba profuso. --Me duele la cabeza. --Levante la mano para sostenerla. El viento continuaba su juego con mi balance. Dio los pasos que lo acercarian a mi y con el brazo me rodeo. Mi cabeza se apoyo en su pecho duro y estable. No podia ser diferente pues amasar pan requeria de un gran esfuerzo fisico. Coloque la mano muy cerca de su corazon, en mis dedos el golpeteo acelerado de sus latidos. Cerre los ojos por ese refugio seguro en el que me encontre al instante. La suavidad de la camisa blanca almidonada. --Creo que hoy es la premier de la nueva temporada de Outlander. Asenti mientras me sentia impulsada con delicadeza a un lugar tibio y lejos de la brisa fria. --

  • Nos vemos en esta vida o en la otra de Manuel Jabois

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    Una de las caracteristicas del mal es dejar de ser una tentacion. Eso fue lo que me empezo a interesar de la historia de Gabriel, conocido como Baby y al que la prensa apodo, despues de los atentados del 11-M en Madrid, El Gitanillo. Su normalidad era comun hasta que se hizo demasiado grande para mantenerla como tal.

  • Noche de loca pasion de Kristi Gold

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    Nada mas ver a aquel hombre moreno de ojos negros, Miranda Brooks deseo que el hiciera que perdiese su inocencia. La increible noche pasada a su lado le hizo reconsiderar sus propositos de permanecer soltera. Pero a pesar del intenso deseo de que aquel fuera su amante para siempre, penso que nunca volverian a verse…

  • Y yo a mi de Elsa Garcia

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    La familia de Jota no es muy tradicional.

  • Nicolas Bradley y la mujer de blanco de Monica Bohorquez

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    Tras el regreso de la familia Bradley a Londres, despues de dieciocho anos, unas apariciones extranas comenzaron a tomar protagonismo. Nicolas sentia leves escalofrios que le recorian el cuerpo junto a un dulce y agradable olor a rosas cada vez que caminaba por la mansion.

  • Un duque para mi de Olga Salar

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    Marcus Middlethorpe, duque de Rothgar, esta decidido a evitar a las matronas que suenan con casarlo con sus aburridas hijas. Con ese fin, ha trazado un plan que esta seguro de que no puede fallar. Con lo que no ha contado es con el caracter de la dama que necesita como complice para que dicho plan tenga exito.

  • A tu lado 1 de Helena Sivianes

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    Haley afronta el ultimo ano de instituto con grandes expectativas e ilusion, y la llegada del nuevo curso no la defraudara, pues vendra acompanada de una espiral de emociones, vivencias y aventuras.

  • La estrella prohibida de Maria Border

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    Barbara y Yago se conocen desde que eran ninos. Durante la adolescencia compartieron travesuras, y una incipiente tension sexual nacio entre los dos. Pero con los anos todo cambio, y esa amistad tierna y complice tomo la forma de una historia de amor que cambiara sus vidas para siempre.

  • Soy una mama divorciada y alocada de Megan Maxwell

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  • El libro contra la muerte de Elias Canetti

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    Uno de los proyectos que Canetti acaricio toda su vida fue escribir un libro contra la muerte. Pero ese libro nunca se escribio, y es en sus innumerables apuntes donde sin lugar a dudas ha dejado su rastro mas marcado. En este libro se reunen por primera vez, ordenados cronologicamente de 1942 a 1994, los apuntes de Canetti sobre la muerte, tanto los publicados como los ineditos, que suman mas de una tercera parte. De todos ellos se desprende el contorno mas completo del libro que Canetti proyecto durante decadas, y sobre el que escribio en una ocasion: “El libro sobre la muerte continua siendo mi verdadero libro

  • Un capricho del corazon, Kate Ross de Kate Ross

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  • Una fotografia para Victoria de R. Cherry

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    ?Que pasa cuando tu vida da un giro de ciento ochenta grados? Todo cambia, ?no? Pues eso es lo que le ha ocurrido a Victoria, despues de mucho esfuerzo y dedicacion ha tenido que abandonar su amado Boston para llegar a San Francisco, donde le esperara una empresa llena de gente que no hara mas que traerla de cabeza. Por casualidad, Victoria conocera a un hombre de ojos miel: Samuel, tan terriblemente atractivo como inteligente, casi perfecto, o eso cree ella... Lo que no sabe es que, en su camino se cruzara un misterioso hombre, el mismo que despertara su curiosidad y, la envolvera en una enigmatica nube que provocara a todos sus sentidos.
    ?Descubrira Victoria quien ese hombre? ?O sera Samuel quien la conquiste?

  • Dime que me perdonas de Sophie Saint Rose

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    Serina Colton lleva casi toda la vida ocultando algo de su personalidad, que provoca que los que la rodean la teman. El regreso de Jett al pueblo, no podia hacerla mas feliz. Al fin habia vuelto a casa y Serina tenia que cumplir una promesa. Intentar que volviera a ser aceptado en el pueblo y que fuera feliz. Si para eso tenia que descubrir su secreto, tenia claro que Jett era lo primero.

  • Por el amor de un medjay de Iris Vermeil

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    Nacida en El Cairo, Egipto, Nailah Sarhan, es una joven abierta de mente que ha crecido en un seno familiar conservador, el cual la obliga a atarse en matrimonio a un hombre al que considera un amigo, nada mas. La pasion por Egipto la lleva en sus venas, adora su cultura y sus raices, por ello, decidio ser arqueologa. Aventurera de espiritu, se une a un proyecto de gran repercusion social; Excavar en el Valle de los Reyes hasta encontrar las riquezas del faraon Tuthbej X aun sospechando que puede ser la reencarnacion de la ultima princesa de Egipto; Hathor I.

  • Lacombe Lucien de Louis Malle , Patrick Modiano

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    Junio de 1944, Francia sigue ocupada por los alemanes. El joven campesino Lucien Lacombe, cuyo padre esta prisionero en Alemania, intenta ingresar en la Resistencia, pero es rechazado por un cabecilla local. Cuando poco despues lo detiene la Gestapo, denuncia a la persona con la que habia contactado y los invasores no tardaran en reclutarlo. Ajeno a debates morales, no le hara ascos al uso de la violencia si eso le ayuda a sobrevivir. Pero su vida dara un nuevo vuelco cuando inicie una relacion sentimental con la hija de un sastre judio…

  • Dulce y salado de Margarita B. Sainz

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    Martin no quiere ningun tipo de compromiso.

  • Las luces de Assam (Aromas de te 1) de Janet Macleod Trotter

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    En las exuberantes colinas de Assam, los Belhaven sufren tanto como su plantacion de te tras la prematura muerte de la madre de la familia. Clarissa, la hija mayor, hermosa y resuelta, vive ahora entregada a su desconsolado padre y su fragil hermana.

  • El eco de los disparos, Edurne Portela de Edurne Portela

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    ‘Somos complices de lo que nos deja indiferentes’, senalaba George Steiner. Cuando el testigo del abuso y la violencia mira hacia otro lado, cuando prefiere no ver ni saber, cuando esgrime el ‘algo habra hecho’, cuando una vez pasada la violencia exige el olvido, y cuando este testigo representa a una mayoria, nos encontramos ante una sociedad enferma. Lo hemos visto en nuestro pais con las heridas de la guerra civil, tambien en otros conflictos europeos, como la guerra de los Balcanes, o la Irlanda del IRA. Y la historia se repite. Han pasado cinco anos desde que ETA anunciara el cese definitivo de la lucha armada. Desde entonces, una buena parte de la sociedad espanola y vasca parece estar dispuesta a pasar pagina, como si las ultimas decadas de violencia hubieran sido tan solo una pesadilla, como si la violencia que afecto a tantas personas dentro y fuera de los territorios vascos se pudiera circunscribir a un pasado cerrado. Pero la historia, la responsabilidad frente al pasado, no desaparece por prescripcion, sobre todo cuando ampliamos la mirada y consideramos parte del conflicto no solo a victimas y perpetradores, sino a la sociedad que fue testigo de la misma -a veces testigo complice, a veces testigo amedrentado, a veces testigo indiferente-. Edurne Portela ofrece en este libro una serie de memorias intimas de la violencia y defiende, a traves de reflexiones sobre la literatura y el cine actuales, una cultura para el presente que ayude a afrontar las heridas del pasado.

  • Martes con mi viejo profesor de Mitch Albom

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    Un libro sencillo e intenso que encierra profundas verdades. Conversaciones entre Mitch y su antiguo profesor de la universidad todos los martes. Una historia real para un libro de culto. El libro que ha cambiado la vida a millones de personas.

  • La bailarina y el ingles de Emilio Calderon

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    Esta es la insolita aventura de un britanico, nacido en la India, en tiempos de la Segunda Guerra Mundial.

  • Entregate a Mi de Tia Louise

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    Patton Fletcher es
    Exigente.
    Determinado.
    Muy atractivo y, por si fuera poco...
    Mi nuevo jefe.

  • Dryadalis (Trece Tronos 1) de Jessica Galera Andreu

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    Humanos, elfos, feericos y mareas conviven en la bulliciosa ciudad de Luzaria. Pero cuando el Toque de Queda suena, las calles quedan desiertas y en el oscuro barrio amurallado de Noctia, las puertas se abren: nigromantes, brujos, vampiros, licantropos y demonios pueden campar a sus anchas por la ciudad luzara al amparo de la Ley Comun, que justifica cualquier accion que lleven a cabo entre la medianoche y el amanecer.
    Y es que luzaros y noctis llevan anos impulsando acciones con el fin de potenciar los lazos entre ambos mundos, separados solo por el enorme muro que encierra Noctia en su interior: el imperio de la noche. La Ley Comun engloba tambien el denominado Intercambio.
    June es una joven humana que pasara el proximo ano de su vida viviendo en Noctia, mientras que Tayr, un enigmatico brujo, lo hara en su casa, bajo su techo y junto a su hermano Adrien, cuya curiosidad hacia el crecera al mismo tiempo que una incontenible atraccion, pero. ?Quien es realmente Tayr?

  • Pinguinos Suicidas de A. Chinaski

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    Un estudiante de 14 anos, el Chico Mike, sube un video a las redes sociales. Acaba de secuestrar su colegio y esta dispuesto a todo. Indagar en las razones que lo impulsan significara adentrarse en escabrosos misterios ocultos tras las apacibles fachadas de la ciudad de Montecruz. La detective Laura Mardones, con todas las fuerzas en su contra, debera resolver el acertijo que no solo involucra el secuestro, sino tambien los macabros secretos a voces que deambulan por la oscuridad. El autor de esta novela, bajo el seudonimo de A. Chinaski, aporta un despiadado y certero punto de vista al relato policial y al llamado “realismo sucio”.

  • La Absolucion de Olivier (Senor Brooks) de Andrea Adrich

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    Dolida y decepcionada, Noah esta dispuesta a alejarse de Olivier, asi le cueste la vida. Ha descubierto su parte mas oscura y es consciente de que es un hombre que no conviene tener cerca. En su vida y en su futuro no encaja una persona como el.
    Pero el caprichoso destino tiene otros planes para ellos. Un acontecimiento inesperado que les obligara a replantearse todo, incluida su relacion, y que dejara al descubierto la verdadera cara del despota y frio Olivier Brooks.

  • La caceria – J.M. Peace de J.m. Peace

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    Samantha Willis es una oficial de policia de Queensland, Australia, y una mujer convencida de su capacidad de cuidar de si misma. Al menos hasta que cae en manos de un peligroso psicopata, cuyo juego consistira en cazarla como a un animal.

  • 7 Historias para una tarde de verano de Jossy Loes

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    Las tardes de verano dan para mucho y creo que en eso me dareis la razon, comenzando con una siesta tostandote al sol tratando de que aparezca ese moreno que te han pedido para el posado del Hola… !Vale!, me he pasado un poco. Lo que si es cierto es que en esas largas tardes disfrutamos de la compania de amigos y momentos llenos de diversion y complicidad.
    Los veranos cambian el animo a todos, reimos, nos vamos de fiesta, viajamos descubriendo parajes maravillosos y, tal vez, terminamos topandonos con esa persona que nos mueve todo nuestro mundo. Es lo que tiene la estacion mas calida del ano, en otra epoca se prestaba para que los bailes fueran el momento perfecto para aquellos que sentian a su corazon palpitar mas rapido de lo normal, pudiesen reencontrarse.
    Es el tiempo de atardeceres con ese primer amor el que mas de uno se vuelve un tanto tonto o ese anochecer tan esperado cenando con una brisa que nos cobija, adelantando lo que sucederia en las horas siguientes, descubriendo la pasion enardecida de dos cuerpos que se unen para vivir una historia inolvidable.

  • La sangre es mas dulce de Helena Hermman

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    Historias de amores prohibidos existen muchisimas. Pero si consideramos que esta novela de Helena Hermman ha sido considerada como la mas morbosa y perversa de la literatura under, entenderemos antes de leerla que siempre existe un limite que no todos pueden cruzar.

  • La Asesina en el Imperio de Sarah J. Maas

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    La asesina Celaena Sardothien parece tenerlo todo: un lugar propio, el amor del atractivo Sam y, sobre todo, su libertad. Pero Celaena no sera absolutamente libre hasta que se distancie definitivamente de su maestro Arobynn Hamel, asi que Sam y ella deciden cometer un ultimo asesinato que los liberara para siempre. Y asi es como Celaena aprende que tenerlo todo significa poder perderlo todo.

  • El vuelo de Lena de Sara Ballarin

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    ?Se puede avanzar hacia el futuro con las cicatrices del pasado? Lena esta a punto de descubrirlo. ?Quieres leer su historia?

  • Seduciendo al principe (Seduciendo a la corona1), Amanda J. Queiroz de Amanda J. Queiroz

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  • Ningun tiempo es pasado de Juan Esteban Constain

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  • Pidemelo con flores de Ariadna Baker

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    Rosas, claveles, orquideas, margaritas... no sabria cuales elegir, y es que todas las flores me vuelven loca desde nina. Y mi madre, como si ya hubiese intuido desde antes de yo nacer mi gusto por ellas, tuvo a bien ponerme el nombre de Azucena. Para mas inri, me apellido Ramos. Recuerdo que, siendo aun muy pequena, mi abuela me llevaba por todos esos campos de Castilla plagados de girasoles y amapolas solo por ver mi cara de satisfaccion. Mi sensacion era la de adentrarme en otro mundo; un mundo magico inventado solo para mi. Alli no me hacian falta munecas, ni amigas ni nada por el estilo para entretenerme. Con sus vivos colores, gozaba como la enana que todavia era. Creo que esa pasion la herede de ella precisamente. A mi abuela Maruja tambien le encantaban, aunque tampoco teniamos que ir muy lejos para deleitarnos con tan fascinantes obsequios de la naturaleza. Ese ser tan entranable siempre tenia el suelo del patio de su casa lleno de tiestos con hortensias y geranios. Daba gloria ver tambien las buganvillas rosas y violetas en los macetones, trepando en verano por los enrejados buscando el sol; un hechizante espectaculo multicolor y un embriagador abanico de aromas procedentes de la lavanda y la dama de noche, esta ultima, una de sus flores preferidas. Cuanto daria por volver a verla con la regadera en mano y hurgando con sus dedos entre la tierra de las macetas para trasplantarlas. O podando con las tijeras los rosales del jardin trasero de aquella coqueta casita. Por desgracia, todo eso queda ya tan solo en mi memoria y en un sinfin de fotos que conservo como oro en pano. Contemplandolas, me parece estar oyendola aun. --Mira, Azu --asi solia llamarme carinosamente--, ya van a empezar a abrirse los capullitos de esos claveles. --Me los senalaba con el dedo. --Que bonitos. Van a ser blancos, yaya. --Ummm --negaba con la cabeza--. No, creo que estos van a ser rojos. Yo la miraba incredula, examinando el blanco de las puntas de esos petalos que comenzaban a asomarse. --Que no, yaya, que estos son blancos, mira. Los tomaba entre mis dedos para hacerle ver que era yo quien tenia la razon. Cualquiera me la quita cuando la tengo... --Bueno, ya veras que te estas equivocando --me contestaba con gesto burlon aprovechando mi inocencia. Me contradecia tan solo para picarme. --Te digo yo que seran rojos. O rosas... Asi estabamos siempre. La echo muchisimo de menos. Mi abuela, con ese carisma que tenia, era un personaje al que no solo queria una; la adoraba todo el mundo en el pueblo. Fallecio el dia antes de yo cumplir los quince anos y, ademas, de repente. Sin estar enferma ni nada que se le parezca, el de ahi arriba hizo la "gracia" de pararle su corazoncito una soleada manana de sabado de aquel mes de abril, cuando la pobre mujer se encontraba enfrascada en sus labores de jardineria, para no variar. El mio tambien se detuvo por unos instantes al enterarme de tan fatidica noticia y todavia no me he recuperado por completo de aquel mazazo. Algo se quebro dentro de mi para siempre con su partida, pero ese dia, en mi dolor, me jure que mantendria vivo su legado; que esas maravillosas flores que adornaban su casa no se marchitarian mientras yo pudiese evitarlo. Lo hice durante un tiempo, pero claro... nada dura eternamente. Mi madre y mi tia Carmen decidieron vender aquella casa en que fui tan feliz durante mi infancia aprendiendo el oficio. En nuestro pequeno pueblo segoviano no seria tarea facil encontrar un comprador, pero la casualidad quiso que, al cabo de seis meses, un matrimonio que se encontraba de paso por alli posase sus ojos en el letrero de "Se vende". Y estoy segura de que las flores, todavia en todo su esplendor gracias a mis mimos, jugaron un buen papel en ello. El dia de la entrega de llaves llore lo indecible, a sabiendas de que nunca mas podria poner mis pies alli. No podia imaginarme todo aquello en manos extranas. Me apenaba sobremanera pensar que esos increibles colores se apagaran por dejadez o cualquier otro motivo. --Hija, no tenia sentido mantenerla. Una casa vacia lo unico que hace es deteriorarse. --Mi madre trataba de consolarme. --Lo se, mama, pero no te haces una idea de la pena que me da. Esas personas solo la quieren para vacaciones, asi que las plantas se van a morir en un suspiro. No voy a poder pasar nunca mas por delante de la cancela porque me va a dar algo si miro para dentro. La casa de mi abuela quedaba bastante retirada de la nuestra, casi saliendo del pueblo ya, por lo que podria evitarme semejante sofocon si queria. Sin embargo, me estaba equivocando de medio a medio. La familia en cuestion vivia en Segovia capital y, tras la compra, comenzo a ir por alli todos los fines de semana. Rosalia, la nueva propietaria, parecia compartir el mismo gusto de mi abuela y mio por las flores, y es que no solo las cuidaba con esmero, sino que se dedico a plantar un sinfin de ellas mas, cosa que podia verse a traves de los barrotes. Yo la espiaba a escondidas y en cierto modo me sentia aliviada viendo que nada de aquello se habia perdido. Al reves. El patio lucia como nunca, como si el espiritu de mi abuela estuviese tambien constantemente en guardia velando por el. Justo por aquellos dias comence a salir con Javier, un chico del pueblo al que conocia desde la ninez. El mismo colegio y el mismo instituto nos vieron crecer dia a dia. Javier era hijo del farmaceutico, lo digo asi sin mas senas porque en nuestro pueblo todo se contaba por unidades; una farmacia, un supermercado, una panaderia, una carpinteria... Lo unico que faltaba por aquellos lares era una floristeria, y aunque la idea de poner mi propio negocio de flores era un sueno que siempre me rondo la mente, fue el quien mas me animo a materializarlo. --Carino, no hay nada que te haga mas feliz en este mundo. Estaria genial que te dedicases a eso porque lo de trabajar en lo que a uno verdaderamente le gusta no tiene precio --me dijo.

  • La isla de cristal (Los Guardianes 3) de Nora Roberts

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    Tercer libro de la <<Trilogia de los Guardianes>>.

  • La dama de la ciudad prohibida, Jesus Maeso de la Torre de Jesus Maeso De La Torre

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    Una intriga historica en el exotico mundo de las concubinas imperiales chinas.

  • Fairbourne Hall de Julie Klassen

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    En la tradicion de Downton Abbey, una joven que se esconde entre el servicio de la casa de un antiguo pretendiente, un antiguo amor y un intento de asesinato. ?Podra revelar la identidad del culpable sin descubrirse a si misma? Margaret Macy se ve obligada a disfrazarse y huir de Londres para evitar casarse con un mal hombre al que no ama. Sin dinero ni un sitio adonde ir, pide trabajo como criada en la mansion de un antiguo pretendiente, Nathaniel Upchursh, al que una vez rechazo, pues en realidad estaba enamorada de su hermano. Rogando porque ninguno de los hermanos la reconozca, ni tampoco ninguno de los visitantes de la casa, tiene que resistir trabajando como sirvienta al menos un ano, el tiempo necesario para que herede la fortuna que le ha dejado una tia soltera. Entonces sera libre. Mientras trabaja, siendo como es una sirvienta invisible, va conociendo a los dos hermanos y se da cuenta de que, en su dia, no juzgo bien a Nathaniel. ?Sera demasiado tarde para reavivar en el lo que hace tiempo sintio por ella? Para colmo, en la casa casi se produce un asesinato… y solo ella sabe quien ha sido.

  • Una verdad oculta de Ann Cleeves

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    Un asesino crea bellas tumbas de flores y agua. ?Como sera su proxima obra maestra?

  • Vivir con plenitud las crisis de Jon Kabat-zinn

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    El estres puede agotar nuestras reservas de energia,socavar la salud y acortar incluso nuestra vida,tornandonos mas vulnerables a la ansiedad,la depresion y la enfermedad.Este libro,que parte del conocido programa de reduccion del estres basado en el mindfulness(REBAP o MBSR)de Jon Kabat-Zinn y ha dado origen a un campo completamente nuevo de la medicina y de la psicologia,nos ensena a emplear practicas corpomentales medicamente demostradas derivadas de la meditacion y el yoga para contrarrestar los efectos del estres,restablecer nuestro equilibrio corporal y mental,y estimular el bienestar y la curacion.El ejercicio regular de estas practicas y su integracion en nuestra vida cotidiana puede ensenarnos a vivir mejor con el dolor cronico,reducir la ansiedad y mejorar la calidad global de nuestra vida y nuestras relaciones.

  • Cuando un highlander ama a una mujer de Brenna Watson

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    ?Hasta donde estaria dispuesto a llegar un highlander por el amor de una mujer?

  • Entre tus brazos de Alicia Vigo

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    Marian es una simple maestra que arrastra un pasado doloroso tras la muerte de sus padres, algo que aun no ha superado. Cuando finalmente decide vender la casa donde crecio, la casa que compartio con sus padres, conoce al misterioso, arrogante e increiblemente atractivo Reynald, un hombre que quiere la casa a cualquier precio y quien sin proponerselo, decide que no solo se hara con la vivienda, sino que tambien tendra a la esquiva y orgullosa profesora.

  • El librero de Roald Dalh

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    En Londres, el librero William Buggage y su ayudante la senorita Tottle, se dedican a estafar a viudas de hombres importantes enviandoles facturas falsas de supuestas compras de literatura pornografica que habrian realizado sus esposos recientemente fallecidos. Las viudas para evitar el escandalo, las pagan. El final, como siempre en Dalh, sorprendente e inesperado.

  • Leccion Z de Angela Coello

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    "!CORRED!
    Esto fue lo que grito un chico del aula A.4 justo antes de que comenzase el caos".

  • La india secreta de Paul Brunton

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  • !Despeinate! de Tamara Marin

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    Eli es una educadora infantil de veintitres anos, joven e impulsiva. Le encantan los tatuajes, los piercings y la velocidad, no necesariamente en ese orden.
    Ella vive <> y le importa bien poco lo que la gente opine.
    Max es un bombero de treinta cuatro anos; serio, organizado, meticuloso y le gustan las mujeres parecidas a el.
    ?Conseguira Max apartar a un lado sus prejuicios?
    ?Podra Eli estar con un hombre tan opuesto a ella?
    ?Seran capaces de dejar atras sus diferencias?

  • Los ladrones de Entrevientos de Cristian Perfumo

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    Entrevientos no ha cambiado. Sigue siendo una de las minas de oro mas remotas de la Patagonia y del mundo. Sin embargo, para Noelia Viader se ha convertido en un sitio totalmente diferente. Hace un ano era su lugar de trabajo y hoy es una cruz roja en el mapa sobre el que repasa los detalles del atraco.

  • No necesito verte de Noni Garcia

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    La vida de Fernando se limita a dos reglas basicas: ayudar a todo el que lo necesite ejerciendo su profesion y tener sexo sin compromiso.
    Helena, tras un accidente que le quito su mayor pasion y un mal trago en el amor, ha decidido que los hombres solo pasan una vez por su cama.
    Una noche juntos, un encuentro inesperado, el empeno de Fernando por volver a ver a Helena y los sentimientos que ninguno de los dos se atreve a reconocer haran que entre ellos surja algo mas que sexo.
    ?Podran dos almas libres ceder al amor?
    Descubrelo en No necesito verte, una novela erotica con altas dosis de pasion, locura y humor.

  • Hasta que el camino se acabe (Bilogia Amame 1), Priscila S de Priscila S

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    La amistad de anos entre dos familias, rota. Un secreto que marcara, no solo su destino, sino tambien el de sus hijos. Pero la enemistad existente entre ellos y todo lo que hicieron para que no se conocieran, no sera suficiente cuando la vida tiene el camino escrito para ellos.
    Anos despues, las familias vuelven a encontrarse. ?Que ocurrira cuando sus hijos se vean las caras por primera vez? ?Habra, entre ellos, mucho mas?
    ?Podra mas el amor que el odio?
    Romance e intriga son los ingredientes principales de esta novela.

  • El Abrazo de la Noche de Sherrilyn Kenyon

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    Durante siglos he protegido a los inocentes y vigilado a la humanidad, manteniendoles seguros en un mundo donde nada es definitivo. En su lugar, me encontre con una carroza del Mardi Glass que intento atropellarme y una mujer encantadora que salvo mi vida. Extravagante y llamativa, Sunshine Runningwolf deberia ser la mujer ideal para mi. Ella no desea nada mas alla de esta noche, ni ataduras, ni compromisos a largo plazo. Pero cada vez que la miro, comienzo a anorar suenos que creia haber enterrado hace siglos. Con sus modales poco convencionales y su habilidad para desconcertarme, Sunshine es la unica persona a quien me encuentro deseando. Pero para mi, amarla representaria su muerte. Estoy maldecido a no encontrar nunca paz ni felicidad, no mientras mis enemigos esperen en la noche para destruirnos a ambos. -- TALON DE MORRIGANTES --

  • Mi torturador de Sophie Saint Rose

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    Hope esta mas que harta de su jefe, pero no le queda mas remedio que aguantarlo hasta que su padre vuelva a encontrar trabajo. Pero Clark se ha pasado de la raya…

  • Una Virgen Para El Jeque de Kate Simmons

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    El dia de calor sofocante acabo en tormenta, una tormenta de polvo sulfuroso que oculto el sol y rugio toda la noche hasta el amanecer, dejando una estela de naranjos y datileros devastados. Las persianas de la casa de la plantacion se habian roto, las lamparas y floreros se habian estrellado al caer y el agua de la torre de irrigacion habia inundado el suelo. Agnes se detuvo en la galeria y sintio un desamparo mas alla de las lagrimas. Estas le habrian servido de consuelo al comprobar como el agua anegaba tambien el pasillo y al oir el intermitente ulular del viento rompiendo la quietud que habia seguido a la frenetica noche del siroco. Los dias precedentes habian sido de calor bajo un cielo plomizo, que habia trocado el desierto en un paisaje siniestro. Todavia en aquel momento el bochornoso calor parecia resecar las paredes de la maltrecha vivienda y Agnes podia sentir el sudor bajando por su espalda. Con su valor casi tan abatido como la casa se apoyo en la barandilla con la boca seca, los ojos chispeantes, y su espiritu destrozado. Una persiana suelta seguia golpeando; era como si algo extrano tratara de llegar a ella, atacando sus nervios. Se encontraba sin energias para acercarse a sujetar la persiana. Tensa como un gato, sin ningun sitio donde esconderse, trato en vano de no pensar en la silenciosa figura que yacia en la cama del dormitorio principal. Agnes se estremecio, a pesar del calor; el azul sorprendente de sus ojos estaba velado por los sucesos de la noche. Se trataba de un azul semejante al de las vidrieras de una capilla. Recordo la capilla anexa al colegio del convento donde ella habia pasado su ninez. Alla, los instintos de Agnes Lacroix se habian rebelado frecuentemente en contra de la disciplina; de los dormitorios, donde la intimidad era un factor desconocido; de la comida, que era sencilla y sin sabor. Las buenas hermanas habian decretado que la carne debia someterse al espiritu. Apenas cumplidos los diecisiete anos la llamaron al despacho de la Madre Superiora y le dijeron que tenia que irse a vivir con su abuelo. Hasta aquel momento, Agnes Lacroix habia ignorado su existencia, pero desde el dia en que Agnes llego a El Oasis, se sintio como si hubiera entrado en el hogar que siempre habia deseado. Un fascinante hogar en la umbria de una posesion de arboles frutales, donde el continuo rumor del agua en las acequias hacia que incluso el dia mas torrido pareciera fresco. Resulto cautivada por el desierto y salir a montar al amanecer o cuando las estrellas brillaban en el cielo, fue un placer del que nunca antes habia disfrutado ni sonado. En aquel instante estaba sola y temerosa, detenida en la amplia galeria de madera que dominaba el pasillo. Sola, porque el dia anterior los criados habian huido asustados, tanto por la tormenta de arena como por el anciano que yacia muerto dentro de la casa del Viejo Leon. Sadik habia sido el ultimo en marcharse, conmovido por la presencia de Agnes al lado de la cama del gigante sin vida; del hombre al que la joven habia llegado a amar en los dos anos que vivio en El Oasis. Se habia acostumbrado a su aspera arrogancia y habia aprendido a aceptar su implacable actitud hacia su madre, a quien nunca llego a perdonarle haberse casado con un ingles. De repente, en el dormitorio con altas puertas de palo de rosa, algo se estrello contra el suelo y el poco control que aun tenia sobre si misma desaparecio. Hubiera querido correr a los establos y saltar a los lomos de Firefly, pero parecia cruel huir cabalgando y dejar a su abuelo solo en la casa destruida por la tormenta. La habia cuidado, a su manera tratandola mas como a un muchacho que como a una mujer. Sus labios se movieron y se encontro murmurando una de las oraciones que las hermanas habian hecho que sus alumnas rezaran manana y tarde. Pero la oracion no borraba de su mente la convulsa cara de su abuelo ni la forma en que el se habia arrastrado hasta su aposento, gritando algo, pero no se habia recobrado del ataque y finalmente, le cubrio el distorsionado rostro con la sabana. Con frialdad, Agnes clavo la mirada en el pasillo. Su cabello denso rubio claro, se aparto de su pomulo cuando se inclino sobre la barandilla tratando de identificar un sonido ajeno al viento. El golpeteo de cascos sobre la piedra, la hizo preguntarse si algun criado habia regresado. Aun cuando era lo que esperaba, un instintivo temor la hizo retirarse de la escalera. Una figura alta, encapuchada, se movio abajo, poniendose deliberadamente ante su vista. El manto la cubria desde los hombros hasta los pies. Agnes clavo sus ojos en los del visitante, en tanto que este ponia su bota en el primer peldano de la escalera. --?Que quiere? ?Como se atreve a venir aqui? --sus palabras surgieron con prisa y, en su agitacion, hablo en ingles--. No tiene derecho a entrar en esta casa. --Se sorprenderia si conociera todos mis derechos --su voz era profunda, la pronunciacion de las vocales en ingles sonaba extrana en sus oidos. Y entonces lo reconocio… Aquel hombre habia estado alli una noche. Acababa de regresar de montar y estaba a punto de entrar en el estudio de su abuelo, cuando sorprendio voces iracundas que hicieron que se retirara por el pasillo, desde donde le vio salir a grandes zancadas, con visible rabia en sus facciones. Despues, durante la cena, Guillaume Lacroix le habia dicho que no hiciera preguntas. Sus asuntos con Razul al Kebir Bey no tenian nada que ver con ella. --No regresara aqui otra vez --aseguro--. Es muy orgulloso y le indigna que mi plantacion este en su territorio, como el lo llama. Tengo permiso por escrito del viejo cadi. El todopoderoso Razul Bey es solo un sobrino que se apodero del poder cuando surgio la ocasion. --Se dice en Bar Soudi que su abuelo ha muerto. La imperiosa voz resono en los ya destrozados nervios de Agnes y cuando el individuo empezo a subir la escalera, ella retrocedio hacia el dormitorio donde yacia Guillaume Lacroix. Lo unico en que podia pensar era en la enemistad existente entre ambos hombres y en que habia una pistola en la alcoba del anciano. Con rapidez, abrio de un tiron las puertas y cruzo la habitacion a la carrera; sus sentidos estaban puestos en la sombra con manto rojizo que la perseguia. Por alguna razon irrefrenable, tenia la idea de que aquel manto le seria arrojado sobre la cabeza por lo que, con manos temblorosas, abrio un cajon y empuno firmemente la pistola. Se volvio y vio a Razul Bey en la puerta. --Deje ese arma --habia rudeza y un dejo de mofa en su voz--. He venido a El Oasis a ayudarla. --?Ayudarme? --desdenosamente, siguio apuntandole--. Se como eran las relaciones entre usted y mi abuelo. Soy una Lacroix y estoy enterada de que cuando uno de ustedes odia a alguien, incluye a todos los miembros de la familia. --La justicia del bey --al pronunciar tales palabras, Razul dio un paso hacia ella--. Puede estar segura que tengo mis razones para estar aqui. --?Para regocijarse con la muerte de Lion? -- Agnes le miro fijamente--. Ya me hablo de lo mucho que lo odiaba porque El Oasis esta en tierras que usted afirma que son de su propiedad. !Si ha venido para arrojarme de la finca de mi abuelo, puede pensar en otra cosa! Los ojos de Agnes se tornaron azul oscuro, mientras se quitaba de la cara el alborotado cabello. Si tenia que disparar, queria hacerlo con tino, de la forma en que Lion le habia ensenado. Nunca antes habia sentido aquella tension animal; su cuerpo se estremecio al enfrentarse a Razul Bey, un extrano para ella, casi un barbaro en su apariencia y actitud. En los dos anos transcurridos en El Oasis, habia aprendido algo sobre la gente. Sabia que los odios familiares pasaban de generacion en generacion. --No voy a discutir los detalles de propiedad de la tierra con una muchacha --su misma postura parecia significar un reto, en tanto la miraba de arriba abajo--. Le advierto que, si no deja el arma, me vere obligado a quitarsela. Su imperiosa mirada y el tono amenazante la enfurecieron de tal modo, que Agnes olvido su vulnerabilidad. --Salga de esta casa --espero que algo del aspero orgullo de Lion se notara en su voz--. !Vayase, fuera! --?Puedo hablarle sobre su abuelo, ese hombre que usted veneraba y cuyo cuerpo ha velado durante toda la tormenta? --?Que hay que decir? --Tal vez lo suficiente para que lo odie. --Nunca podria hacer tal cosa --el solo pensamiento la hizo estremecerse y la pistola se movio en su mano. Lion estaba muerto y ya no existia nadie que pudiera cuidar de ella. --!No oire sus mentiras! --No acostumbro a mentir --refuto--. Si Guillaume Lacroix la hizo creer que la trajo a El Oasis por amor e interes hacia usted, el si era el mentiroso. --Me queria --reto al hombre--. ?Como puede usted decir lo contrario? --Porque lo se. Agnes no podia separar los ojos de su impenetrable interlocutor. --Y creo que usted deberia saberlo --dijo el deliberadamente--. Lacroix estaba tan determinado a permanecer en El Oasis que, cuando el arrendamiento vencio hace dos anos, me ofrecio a su virginal nieta a cambio. <>. Intocada, pura como la nieve de las montanas del Atlas, la clase de joven que valdria una buena bolsa de oro en los mercados en los que aun existen subastas de mujeres. Lugares prohibidos del corazon del desierto, donde su reverenciado Lion la hubiera puesto en exhibicion para no ser despojado de la unica cosa en la vida que significaba algo para el: esta casa y cuanto la rodea, y que el viento ha convertido en ruinas. Hizo una pausa, para dejar que las palabras penetraran en el cerebro de la joven, quien sostuvo su penetrante mirada que parecia querer grabar tan increibles palabras. --!Que increiblemente malvado es usted! ?Como puede decir tales falsedades? --La maldad no es mia, senorita --Razul Bey hablo curvando sus labios. Inesperadamente, tan peligrosamente agil como cualquier felino, le agarro la muneca forzandola a soltar la pistola. Resono contra el piso y el le dio una patada, alejandola de su alcance. Un grito involuntario escapo de los labios de Agnes, cuando se encontro entre sus garras. --!Maldito bruto! --peleo con furia, pero no era contrincante para un hombre tan fuerte como aquel--. !Mentiroso! !Quiteme sus sucias manos de encima! El la arrastro fuera del aposento de Lion hasta la galeria. --Deje de resistirse o le dare unos azotes. Necesita botas y una capa. ?Cual es su habitacion? --!Dejeme en paz! Agnes nunca se habia encontrado en tal situacion, sin nadie que pudiera ayudarla. Aunque gritara hasta tirar la casa abajo, no habria quien la oyera. Aun asi, un grito se le escapo de su garganta, mientras el trataba de reducirla. --Las mujeres histericas colman mi paciencia. Recupere la razon o me vere obligado a infundirle algo de cordura. El Oasis ha sido devastado por la cola de la tormenta, pero esta aun no ha terminado. Se revolvera y entonces regresara. ?No ha sido suficiente esta prueba para usted? ?Acaso desea mas de lo mismo, sola en esta casa, con el cadaver de su abuelo? --Dira y hara cualquier cosa para sacarme de aqui. Le lanzo una mirada venenosa y odio el temor que se anidaba dentro de ella, cuando encontro sus ojos. Ojos de color ambar bajo un par de cejas intensamente negras. --?Cual es su habitacion? --insistio. Reacia y con resentimiento, le indico una puerta mas alla en la misma galeria en que se hallaban. Fueron hasta el lugar y Razul Bey la observo mientras se calzaba sus botas de montar y se ajustaba la capa que utilizaba por el desierto. --?Me lleva a Bar-Soudi? --?Es donde quiere ir? Agnes asintio y lo vio reaccionar con un leve encogimiento de hombros. Ella se volvio hacia la mesa donde la lampara de petroleo aun lanzaba sus llamas. Mientras recogia el latigo, recordo el pasaje de un libro que habia leido sobre un funeral pagano que dos jovenes soldados habian preparado para su hermano muerto en la batalla. Agito el latigo y la lampara fue barrida de la mesa, derramando su contenido por el suelo de madera, que se inflamo inmediatamente. Las llamas saltaron al instante, tratando de alcanzarla, pero un brazo la rodeo por la cintura y tiro de ella hacia la galeria. --!Lo ha hecho a proposito! --los ojos la miraban tan ardientemente como el fuego que se habia apoderado de la habitacion. --Si, Lion apreciara este funeral pagano y el hecho de que todo lo que obtenga de El Oasis sea un monton de cenizas. Solo falta una cosa y es un perro a sus pies. !Deberia ser usted! Durante un buen rato, en tanto que las llamas se avivaban y consumian las cortinas de muselina alrededor de la cama, Razul Bey tenia una vaga mirada en los ojos. No habia senales de ira; sin embargo, Agnes estaba segura de que su comentario lo habia herido. --!Venga! --la llevo apresuradamente por la escalera, ya que pronto el fuego se extenderia. La casa de la plantacion era de madera y no tardaria mucho tiempo en desaparecer bajo el voraz incendio. La joven no sentia el menor remordimiento por lo que habia hecho. Lo que contaba era que habia asestado un golpe a las crueles y despiadadas mentiras que aquel hombre habia manifestado. A la incierta luz del dia, el viento azotaba las palmeras frente a la casa, doblandolas hacia atras y hacia adelante como si fuera a arrancarlas. Agnes se puso la capucha de su manto sobre la cabeza, doblando el cuerpo para vencer la fuerza del viento cargado de arena, mientras seguia a Razul Bey, el cual se dirigia a un grupo de hombres que estaban resguardados tras las protectoras jorobas de sus camellos. Cuando comprendio que se esperaba que cabalgara uno de aquellos animales, que durante una tormenta de arena podian cerrar los orificios de la nariz para evitar la entrada del polvo, grito que queria montar a caballo para ir a Bar-Soudi. Se dirigia hacia los establos cuando una mano cayo sobre su hombro. --Sus caballos se desbocaron anoche. --?Se ha escapado Firefly? --lagrimas ardientes rodaron por sus mejillas, pues a duras penas podia soportar aquella nueva perdida. Acalorada, se enfrento al bey--. ?Me esta diciendo mas mentiras? ?Ha dejado sueltos los caballos en su desierto abandonado de Dios? !Oh, eso si que no se lo tolero! --En su miedo a la tormenta, rompieron las puertas y salieron de los establos --replico--. No correran sueltos mucho tiempo, pronto encontraran un amo. De alguna manera aquellas palabras la hicieron vacilar. <>, penso. <>. Una repentina llamarada, surgida de una de las ventanas del piso superior de la casa, hizo que Razul Bey, con una corta palabra de mando, ordenara a su sequito que se pusiera en pie. Agnes fue conducida a uno de los camellos rojizos, aun arrodillado para que pudiera subir a la silla; cada centimetro de su cuerpo temblo contra el arzon, cuando el bey monto detras de ella. Una vez el animal se puso en pie y echo a andar, los demas lo siguieron con largas zancadas, a traves de las puertas de El Oasis, hacia el desierto. --Ahora vamos rapidos --la voz de Razul Bey resono a traves del gemido del viento. Hablo en ingles, pero cuando volvio la cabeza para dar una nueva orden a sus hombres, hablo en su propio idioma. Era una lengua que Agnes no habia podido dominar durante su estancia en la casa de su abuelo. El no habia alentado el uso de aquellas palabras de sonidos barbaros, sino que se habia aplicado a corregirle su frances hasta que fue casi tan correcto como el suyo. Entonces le dijo: <>. Con el tiempo, la joven la habia perdonado el desprecio hacia su padre. Como Razul Bey, Lion habia sido duro y tirano, creyendo en su propia invulnerabilidad, y mostrandose egoista en lo que respecta a los demas. Tales hombres rara vez desean piedad para ellos o se la conceden a sus semejantes. Con la cabeza protegida por la capucha, observo la casa en llamas, que pronto seria la pira de su abuelo. Queria llorar, pero estaba demasiado pendiente de la proximidad del hombre. El vaiven del camello hacia que sus cuerpos entraran en contacto y cuando esto sucedia ella se encogia pensando en las cosas horribles que el habia dicho y ansiando que el viaje hubiera terminado ya. <>, se dijo, <>. No dudaba de que la dejaria en el Hotel Ramis. No tenia dinero, pero sabia que la cuenta del viejo Lacroix estaba en el banco local. Esperaba tener acceso a ella, como la unica beneficiaria de Lion. Aquel pensamiento la esperanzo e inyecto nuevos animos. Aquellos individuos eran tan enigmaticos como el desierto mismo y apenas podia tolerar la insufrible cercania del que iba junto a ella, pero nada podia hacer para evitarlo, tendria que soportarlo hasta que llegara a Bar-Soudi. Capitulo 2 Agnes desperto de repente; medio ofuscada aun, se dio cuenta de que el vaiven del animal la habia adormecido en la silla. No sabia durante cuanto tiempo. ?Tal vez solo un momento, o habian transcurrido horas? La fila de camellos avanzaba a lo largo de un camino empedrado que gradualmente ascendia por una colina hasta desembocar en unas altas murallas frente a una puerta almenada, que fue abierta por hombres uniformados. Agnes espio a traves de la niebla causada por el polvo, que aun giraba en el aire y se pregunto si serian guardias. Pero, que ella recordase, no habia guardias en Bar-Soudi. Entonces, ?en donde se encontraba? Su ahogado grito debio de transmitirse al hombre, cuyos brazos, mientras conducian el camello, se mantenian alrededor de su cuerpo como un lazo. --Es El Karah --explico--. Estamos entrando en el patio de mi palacio. --?Su… que? --exclamo. Estaba aun un poco adormilada y se sentia inclinada a imaginarse que todo aquello era un mal sueno--. ?No puede dejar de bromear? --Le aseguro que tiene siempre mejor aspecto a la luz del dia --la voz, sobre su cabeza, era impersonal, como si se tratara de un guia y ella una turista--. Su arquitectura es algo confusa en este momento, pero, en mi opinion, se trata de uno de los mejores ejemplos de artesania de la region. Fue construido por uno de mis antepasados, sobre las ruinas donde varios ejercitos lucharon y murieron, cada uno de ellos tan convencido como los otros de que su bandera y su fe eran las verdaderas. Existen camaras aun intactas debajo, donde los prisioneros eran… alentados a cambiar su forma de pensar. --No me importa lo que haya dentro, alrededor o debajo de su palacio --dijo Agnes furiosa; su cuerpo se retorcio en la silla para poder lanzarle las palabras a la cara--. Usted me hizo creer que ibamos a Bar-Soudi. !Es infame que me haya traido aqui! Este es el ultimo lugar de la tierra donde deseo estar. ?Me oye? --Con claridad, mon enfant. --Yo no soy su pequena --estallo--. !No soy nada de usted, ni nunca he querido serlo! !Exijo que me lleven al Hotel Ramis! --?Exige? --una sonrisa entreabrio sus labios, pero no precisamente una sonrisa divertida--. Es usted, sin duda, una costilla del viejo Lacroix. El tambien era un saco lleno de exigencias. --Callese y dele la vuelta al camello --replico furiosa. El entrecerro los parpados ante el tono de voz de la joven, pero esta capto un extrano brillo en aquellos ojos color ambar y sintio la fuerza del hombre que gobernaba El Karah. Un hombre para quien una mujer podia significar menos que un semental entrenado para todos sus caprichos. La autoridad de su alta posicion estaba estampada en sus facciones y Agnes se percato de los grandes peligros que podian acecharla, unos peligros sobre los cuales apenas habia pensado ni siquiera cuando cabalgaba sola por el desierto. --Hay otra cosa historica notable en El Karah --manifesto arrastrando suavemente las palabras--. El viejo mercado de esclavos, con una plataforma de piedra asperamente labrada sobre la cual se realizaba la venta. Acudian de todos los puntos cardinales para contemplar la mercancia y quienes alcanzaban los mas altos precios eran los jovenes vigorosos y las muchachas virgenes. Los camellos se habian detenido y los hombres de la tribu del bey esperaban su orden para desmontar. La joven sintio el latir de su corazon cuando Razul se inclino, acercandose a ella, y descubrio su aturdimiento. Ella habia oido decir que el tiempo se detenia en el desierto, y que, en cierta forma, su gente y sus costumbres permanecian iguales a como habian sido durante incontables anos. Pudo creerlo cuando miro al bey de Karah. Intuyo, con un enorme sobresalto, que, si se hubiera acogido a su oferta original de ayuda, podria ahora estar a salvo en el hotel en Bar-Soudi. Su cultura occidental lo habia mantenido controlado hasta que ella, impetuosamente, habia prendido fuego a la casa de la plantacion. Ahora, el lado barbaro de su naturaleza se habia apoderado de el, por lo que Agnes se dijo que era preciso hallar una formula razonablemente aceptable para convencerle. Las palabras suplicantes la mortificarian no podia rogarle que la llevara a Bar-Soudi y como era mucho mas rico que ella, resultaria absurdo ofrecerle dinero, en especial cuando este dinero deberia salir del legado de Guillaume Lacroix. --La gente de Bar-Soudi se preguntara que me ha pasado --comento--. Las autoridades le acusaran de secuestro, si me retiene contra mi voluntad. --Las autoridades probablemente pensaran que perecio usted en el incendio, junto con el viejo. Usted encendio la llama, pero supondran que la lampara se cayo de la mesa a causa de una rafaga de viento. --Sus hombres saben que me ha traido aqui --Agnes se esforzo por ocultar su panico. --Mis hombres estan atados por una lealtad tal que no puede imaginarla --ahora sus ojos se mostraban burlones--. Ellos nacieron en el desierto; usted no es mas que un terron de azucar en la boca del Kismet. Cuando Razul Bey ordeno a su camello que se arrodillara, la joven contuvo el aliento, abrumada por un sentimiento de angustia, y en el momento en que, una vez en el suelo, intento agarrarla, ella se sujeto fuertemente al arzon, sin lograr otra cosa que la risa de su antagonista a la que hizo coro la de sus hombres. Sintio sus mejillas enrojecer. Un terron de azucar, habia dicho el, como si en El Karah pudiera esconderla, tratarla como se le antojara y pisotear sus derechos. --Es… esto ha ido demasiado lejos --dijo--. Ya esta bien de bromas. Ya se ha desquitado de lo que hice… --?De verdad cree que se trata de una broma? --la arranco energicamente de la silla--. Nadie, senorita, me llama perro, sin pagar por el insulto. Ninguna mujer me llama mentiroso sin aprender algunas dolorosas verdades. Nadie en la ciudad de El Karah movera un dedo si traigo una mujer a mi serrallo, aunque su pelo sea de oro fino. Agnes lo miro fijamente a traves del polvo que el viento habia esparcido por el cielo. Existia algo fatal y como prohibido en el aire, algo que parecia inclinar una parte de su ser a pensar que lo que estaba sucediendo se hallaba escrito en las ardientes arenas. !Pero no! !Aquello solo eran supersticiones tontas! Lo arranco de su mente y se echo atras la capucha.