• 49 y mas alla del sol - Isabel Cortijo

    https://gigalibros.com/49-y-mas-alla.html

    La ventana de la habitacion se encontraba entreabierta y el aire, que hasta hacia unos dias habia sido tan agradable sentir por la manana, me obligaba a estirar de la sabana y arroparme hasta el cuello. Dormia en un colchon de uno cincuenta. Una cama en la que podia dar vueltas de lado a lado sin encontrar obstaculos, porque desde hacia mas de seis anos no compartia con nadie besos, abrazos y gemidos. Era una mujer de cuarenta y nueve anos y mi vida, en aquella epoca, transcurria apaciblemente entre mi trabajo, mis hijos, mis amigos y mi madre. Atras quedo mi separacion, el duelo por la muerte de mi padre y mi cancer de mama. Me habia divorciado de Victor y, salvo los dos primeros anos despues de la separacion, en los que tuvimos bastantes asperezas, nuestra relacion era cordial. Durante mi enfermedad me presto una gran ayuda. Se comporto como el mejor padre y atendio a los chicos con la mayor dedicacion. Sabia que necesitaba gran parte de mi energia para curarme y asumio lo que yo no podia sobrellevar; eso hizo que olvidara rencores y volviera a sentir un verdadero afecto por el. En apariencia, mi vida no habia cambiado mucho, pero solo en apariencia, porque esos acontecimientos vividos en los ultimos anos me marcaron y me hicieron mirar con otros ojos mi presente. A veces tenia la sensacion de que, antes de esas situaciones traumaticas, mi vida no era la mia. A excepcion del nacimiento de mis hijos, me deje guiar por los caminos que te lleva la inercia, y aquellos choques emocionales me habian hecho despertar, hacer un stop, mirar a mi alrededor y darme cuenta de que mis pasos, quiza, me condujeron a donde no queria ir. Existia un antes y un despues, una especie de linea divisoria que separaba a <> de vivir aquellos sucesos de <>. La nueva Elisa ya no se dejaba llevar por inercias y habia aprendido a tomar decisiones, reduciendo los miedos que se agrandan en la mente y que dejan poco espacio para volar. Estaba experimentado lo que Julia me contaba: <>. Y lo sentia asi, a pesar de que en algunas ocasiones a <>, en el trasiego de lo cotidiano, tambien le enrabietaran las pequenas contrariedades, aunque le fuera dificil mantener el enfado cuando se percataba de que carecia de sentido enojarse por una nimiedad. Despues de la destruccion y pasado el duelo, la reconstruccion me estaba haciendo sentir mas viva y fortalecida, renovada tras desprenderme de la piel muerta. Consciente de la brevedad y la fragilidad de la existencia, queria saborearlo todo. Degustaba las cosas mas sencillas, los pequenos detalles, intentaba compartir mas momentos con las personas que queria y consideraba todo aquello como un regalo de la vida... Si, disfrutaba de casi todo, salvo de una parcela que pensaba que se habia borrado para siempre. No habia vuelto a retomar mi vida en el plano sentimental. Esa parte la suprimi. Tenia la sensacion de que en el terreno sexual y amoroso todo estaba acabado para mi. Habia recibido alguna que otra proposicion y aceptado alguna que otra cita, aunque no sabia muy bien por que lo hacia. ?Quiza con la idea de que surgiera algo? Pero cuando llegaba o se insinuaba el <>, no queria ni podia continuar hacia adelante. A veces me dejaba dar algun que otro beso para ver si el sapo se convertia en principe, y no, no habia principes para mi. La ultima proposicion fue la de Pedro. Pedro era el asesor fiscal de la empresa en la que trabajaba. Un viudo tan solo unos anos mayor que yo, de buena presencia, con los hijos ya independizados y la vida resuelta economicamente. Empezo a frecuentar la oficina. Se mostraba siempre dispuesto a personarse en la empresa ante cualquier contratiempo y a resolver el mas minimo problema, aunque a veces parecia que los creaba el para justificar su presencia. Nieves y Rosario, que eran mis ayudantes, me lo decian: <>. Yo no le prestaba atencion hasta que un dia me invito a cenar. Me pillo con el dia tonto y le dije que si. Pedro tenia un atico al final de la avenida del Oeste, enfrente del Mercado Central. Era un piso de esos que te dejan con la boca abierta: mas de doscientos metros y una terraza espectacular desde la que se divisaba la Valencia monumental, con sus tejados, torres y cupulas. Un escenario unico, embellecido con la calida iluminacion nocturna de la ciudad. Era una noche de verano y en la terraza habia preparada una mesa adornada, vestida con un mantel blanco de ligeros bordados, un jarron de cristal con flores frescas, velas perfumadas con llamas que temblaban ligeramente a cada golpe de brisa, y una vajilla y cristaleria muy vistosas y coloristas. Colgaban por la pared, enredadas en algunas plantas, ristras de diminutas lucecitas que creaban una atmosfera con un cierto toque navideno. Todo un entorno que parecia sacado de la mejor revista de decoracion. El conjunto estaba predispuesto con todos los detalles para abandonarse a los sentidos. El mismo se molesto en preparar personalmente la cena. Se deshacia en atenciones. La velada estaba siendo agradable, hasta que empezo a intentar algun que otro acercamiento que me llevo a <>, buscando distancia fisica. A cada aproximacion, yo iba levantando una barrera mas alta, no una simple valla que se cae con el viento, sino un verdadero muro que me separaba del deseo de sentir el cuerpo de aquel hombre. El problema no era que no me hiciera tilin, el problema era que no me hacia tilin ningun hombre. Me habia convertido en una especie de <> sexual, ajena a todo lo que suponia una atraccion por el otro sexo, incluso se podria decir que sentia rechazo. En lo relacionado con el deseo estaba muerta y enterrada. Los acercamientos fisicos para intentar besarme habian sido frustrados, por lo que Pedro opto por las palabras. Me cogio la mano que tenia languidamente apoyada sobre la mesa y me la apreto con la suya. --Elisa, te quiero decir que llevo bastante tiempo pensando en ti, no se si te habias dado cuenta. --Si, me he dado cuenta de que pasabas a menudo por la oficina sin una necesidad real. --Habia una necesidad: la de verte. Estaba viviendo una situacion incomoda. Su mujer habia fallecido hacia dos anos y el no era ningun picaflor; me estaba desnudando su corazon y yo, en lo que se referia a la piel, era una cyborg. Pedro continuo hablandome. --Me gustaria tener una relacion contigo. Me gustas. Me apetece rehacer mi vida, compartirla con una mujer como tu. Creo que eres idonea para mi. En honor a la verdad, me senti atraido por ti antes de quedarme viudo, pero respetaba demasiado a mi mujer como para haberte insinuado algo. Yo escuchaba atenta su discurso que, tras una pausa, como para tomar aliento, continuo. --Si te digo que empezaste a gustarme cuando estabas en pleno tratamiento y llevabas la peluca... Iba alguna vez por la oficina, te veia por el cristal de tu despacho y Nieves me decia que apenas faltabas al trabajo y que tu talante era el de una mujer positiva y luchadora; y eso, precisamente, es lo que empezo a gustarme de ti: me parecias una mujer fuerte. A mi mujer la quise mucho, pero se quejaba por todo y la menor contrariedad le superaba. --No soy tan fuerte, no lo creas. El cancer lo viven cientos de hombres y mujeres y seguro que con mas valentia que yo. Por suerte, el mio lo cogieron a tiempo y no fue muy virulento, pero he de confesarte que tuve bastantes momentos de debilidad. Aunque me resulta curioso lo que dices, que te sintieras atraido por mi cuando entonces, fisicamente, estaba hecha un adefesio. !Vaya, tambien era un hombre sensible! !?Que mas se podia pedir?! No sabia que decir para no herirle. Era encantador y poseia muchas cualidades: todavia guapo, con buena conversacion, con un agradable perfume a Acqua di Parma y me miraba con los ojos embelesados. Cualquier mujer se hubiera sentido halagada y estaria saboreando esos momentos. Desde luego, el problema debia estar en mi. --Pedro, no se que decirte --le conteste--. Yo, de momento, no me veo compartiendo mi vida con un hombre. --No digas eso, Elisa. Eres una mujer todavia joven y atractiva --me dijo con una expresion indefinida, supongo que intentando disimular su decepcion al escuchar mis palabras. No le explique que, para tener una relacion, lo primero que habia que sentir eran ganas y yo habia dejado de tenerlas. Ya no me apetecia meterme en la cama con un hombre. Recordaba los ultimos encuentros sexuales con Victor. Por decirlo de alguna manera, el hacia el amor por un lado y yo por otro, es decir, no lo haciamos. Esos encuentros se convirtieron en una sucesion de movimientos mecanicos, desapasionados y sin conexion que buscaban la propia satisfaccion sin pensar ya en el otro, o eso es lo que me parecia a mi. Pero ?que sentiria el cuando me venia a buscar y yo, simplemente, me dejaba hacer? Seguro que percibia mi falta de ganas..., pero nunca lo hablamos; ya habia demasiadas cosas rotas entre nosotros que no tenian reparacion alguna. Incluso esos encuentros sexuales llegaron un dia a terminarse e inicie una especie de hibernacion, un letargo sexual. Dormia en el larguero de la cama evitando cualquier contacto que supusiera un comienzo de la ceremonia sexual. El calor se esfumo y en nuestra cama se formaban tempanos; podian construirse iglus. Seguro que todo eso me habia dejado huella, pero ?por que no pusimos remedio antes a aquella situacion? ?Tal vez no habia tenido buen sexo y para mi empezar una nueva relacion era como retomar mas de lo mismo? ?Existia el buen sexo? ?Podria volver a recuperar el deseo? ?Queria volver a recuperarlo? ?Para que lo necesitaba? ?Por que crearme una necesidad que no tenia? Acabamos la cena y el pobre Pedro, en los meses siguientes, insistio alguna que otra vez mas, hasta que desistio, y yo me alegre. Capitulo 1 Al levantarme, antes incluso de pasar por el aseo, iba derecha a poner la cafetera. Me gusta el cafe de cafetera italiana. Hasta me resulta agradable escuchar su pitido y ver como sale el vapor cuando empieza a subir. Mi madre me habia regalado una de capsulas que solo usaba cuando venia de visita. Se empenaba tambien en traerme de vez en cuando las dichosas capsulas, pero yo se las regalaba a mi amiga Julia y hacia como que las gastaba para que no sospechara que seguia prefiriendo el olor y el sabor del cafe de mi cafetera italiana. Que mentirijillas tan absurdas usamos los humanos; todo para no herir su corazon cuando se enterase de que su regalo no me habia gustado y no tenia ninguna intencion de darle uso. Al olor del cafe aparecia Rocco, reclamando tambien su desayuno. Un poco de pienso y arreglado. El siguiente paso era la emision de unas cuantas voces combinadas con la apertura de las puertas de las habitaciones de mis hijos para invitar a Violeta y Marcos a levantarse. Al poco tiempo, aparecian por el pasillo, somnolientos, dirigiendo entre bostezos sus pasos a la cocina, que se convertia en el primer lugar de encuentro familiar al empezar el dia. Violeta estaba a punto de cumplir los dieciseis y Marcos tenia veinte. No eran ningunos ninos, pero su madre, que era yo, les seguia preparando las tostadas y su vaso de leche, con la intencion de que se fueran bien desayunados a clase. Cosas de las madres. Ellos tomaban el desayuno en la mesa, pero yo habia cogido la costumbre de dejar el mio sobre la encimera de la cocina. De pie, agarraba mi taza de cafe y, entre sorbo y sorbo, ponia el lavavajillas o hacia cualquier otra cosa de logistica domestica. Esos eran mis desayunos diarios salvo los fines de semana, en los que me acercaba a la terraza del bar de al lado y me sentaba, sin mirar el reloj, a tomar un capuchino y leer la prensa acompanada de Rocco. Le encantaba bajar conmigo el sabado y el domingo por la manana. Se tumbaba en el suelo con paciencia y, cuando lo miraba, me parecia que pensaba: <>. Creo que Rocco pensaba eso, y he de decir que yo tambien. Ya estaba establecido que era yo quien bajaba al perro por la manana. Habia optado por dejar de renir con mis hijos; desgastaba mas el entrar en debates mananeros sobre a quien de los dos le tocaba sacarlo que madrugar un poco mas y bajarlo sin batallas. Despues de ducharme ya lo tenia detras de mi porque sabia que era la encargada de su paseo matutino. Desayunados, duchados y vestidos saliamos de la casa para afrontar el dia, dejando a Rocco como guardian del hogar. Tardaba en llegar a mi lugar de trabajo unos veinte minutos a pie; habia decidido hacer el trayecto andando para disfrutar de un paseo mientras aspiraba el aire de la manana y, de paso, hacer un poco de ejercicio. Usaba zapato plano para hacer el recorrido, pero en la taquilla de mi despacho siempre guardaba dos pares con algo de tacon, unos negros y otros marrones, que me calzaba en ocasiones para ir por la oficina.

  • 49 y m�s all�... Versi�n Kindle - Libros - Amazon.es

    https://www.amazon.es/49-m%C3%A1s-all%C3%A1-Isabel-Cortijo-ebook/dp/B07RWQ48ZT

    49 y m�s all�... es una novela que, salpicada de vis c�mica, emotividad y sensorialidad, invita a reflexionar sobre la pareja tradicional, los encorsetamientos ...

  • 49 y m�s all� : Isabel Cortijo - Roca Libros

    https://www.rocalibros.com/eterciopelo/catalogo/Isabel+Cortijo/49+y+mas+alla

    49 y m�s all� es una novela que, salpicada de vis c�mica, emotividad y sensorialidad, invita a reflexionar sobre la pareja tradicional, los encorsetamientos ...

  • Ebook 49 Y M�S ALL�... EBOOK de ISABEL CORTIJO

    https://www.casadellibro.com/ebook-49-y-mas-alla-ebook/9788417705220/9630618

    El eBook 49 Y M�S ALL�... EBOOK del autor ISABEL CORTIJO en PDF al MEJOR PRECIO en Casa del Libro.

  • m�s all� del sol - UDL Libros

    https://www.udllibros.com/libro-m%C1s_all%C1_del_sol-Y210090003

    M�S ALL� DEL SOL ROCHA,GLAFIRA. Los entra�ables protagonistas de este libro nos ense�an a vivir sin miedo, pero ante todo a valorar el contrapunto de la ...

  • M�s all� del invierno (Bolsillo) (Tapa blanda) - El Corte ...

    https://www.elcorteingles.es/libros/A26211308-mas-alla-del-invierno-bolsillo-tapa-blanda/

    Isabel Allende nos ofrece en este libro un completo men� narrativo como lectura vacacional; un verano incencible o por lo menos ameno y socialmente concienciado ...

  • Libros sobre El M�s All� y Otras Vidas - El Corte Ingl�s

    https://www.elcorteingles.es/libros/ciencias-humanas/ciencias-ocultas-esoterismo/el-mas-alla-otras-vidas/

    Compra online con un 5% de descuento libros de El M�s All�, Otras Vidas en la Web de El Corte Ingl�s. Entrega en 48h y gastos de env�o gratis en miles de ...

  • 49 y m�s all� by Isabel Cortijo - Goodreads

    https://www.goodreads.com/es/book/show/45732030

    49 y m�s all� book. Read 3 reviews from the world's largest community for readers. Elisa es una mujer de hoy, un compendio de mujeres reales e imaginaria...

  • M�s all� del sol - Detalle de la obra

    http://www.elem.mx/obra/datos/20509

    Dramaturgia - Libros individuales ... M�s all� del sol refrenda, afortunadamente, los nuevos caminos que el teatro para ni�os ha tomado en nuestros d�as.

  • Cartas de Veronica al atardecer de Sara M

    https://gigalibros.com/cartas-de-veronica-al-atardecer.html

    Veronica una nina que se siente sola,perdida,desprotegida y desconsolada. Su unico momento de paz lo encuentra los domingos por la tarde,cuando se queda sola en la casa y puede escribir estas desgarradoras cartas en las que habla de su dia a dia ,del dolor, de las ausencias,de la guerra,del hambre…

  • Deseada por el peligro (Secuestrada por el peligro 2) de Melissa Hall

    https://gigalibros.com/deseada-por-el-peligro-secuestrada-por-el-peligro-2.html

    Alanna Gibbs ha conseguido huir de sus secuestradores, volver a casa y despedirse de su mejor amiga ante una tumba vacia. Llena de ira y de presion, acepta el trato que le ofrece su padrastro Ronald; Encontrar a su padre y recuperar el dinero que este le robo al verdadero Vikram. Pero ella no podra llegar hasta Gael sola, necesitara la ayuda de las personas que la alejaron de su vida cotidiana durante meses.
    Bloody no esta dispuesto a caer una vez mas ante las promesas de un nuevo mafioso que insiste que es el verdadero Vikram, pero tampoco tiene pensando en pasar toda su vida en prision. Buscara a su viejo jefe en Mexico, siempre y cuando el supuesto Vikram acceda a ayudarlo en un par de problemas que tiene pendientes y no lo dejan dormir por las noches.
    Bloody no asume tener que reunirse con la chica que lo volvio loco. Aun asi, intentara acercarse a Alanna incluso cuando ella esta junto a su nuevo novio, Raymond, el cual no tardo en aparecer en la vida de ambos.
    ?Podran admitir que se desean por encima de todos los problemas que causo Gael y Shana? O, ?Alanna seguira sintiendose traicionada por la persona que la secuestro y la deseo sin darse cuenta?

  • Un amor inesperado + Un amor delicioso de Olga Salar

    https://gigalibros.com/un-amor-inesperado-un-amor-delicioso.html

    Un amor inesperado

  • Bajo cero de David Koepp

    https://gigalibros.com/bajo-cero.html

    Una aventura salvaje y aterradora sobre tres desconocidos que deben trabajar juntos para contener un organismo altamente contagioso y mortal. Con una accion trepidante, un agudo sentido del humor y una brillante muestra de personajes y destreza narrativa, Bajo cero es un thriller unico de lectura altamente disfrutable y adictiva.
    Hace treinta y dos anos Robert Diaz, que formaba parte de un equipo secreto del Pentagono, viajo al desierto australiano para investigar un posible ataque bioquimico. Lo que encontro era mucho peor: un organismo similar a un hongo con altas capacidades para mutar y un poder destructor epidemico. Entonces se las arreglo para contenerlo en una camara de frio subterranea en el interior de unas instalaciones militares altamente protegidas.

  • Perros que duermen de Juan Madrid

    https://gigalibros.com/perros-que-duermen.html

    Madrid, 2011. Juan Delforo, periodista y escritor, hijo de padres republicanos y con un pasado de militancia en la lucha antifascista, acude a un chalet de El Viso para recoger el legado de un hombre que no conoce y que acaba de morir. Se trata de Dimas Prado, un comisario, viejo falangista, que se relaciono en el pasado con los padres de Delforo y ha ejercido de protector en la sombra del joven disidente.
    Burgos, 1938. Dimas Prado es encargado de la investigacion del espeluznante asesinato de una jovencisima prostituta a manos de un jerarca del bando nacional. La investigacion, que tendra por objeto borrar cualquier rastro del crimen, permitira relanzar la carrera policial de Dimas Prado, que cuenta con la ayuda del siempre fiel Guillermo Borsa.
    Malaga, 1945. El padre del protagonista, Juan Delforo, militar republicano que lucho en la Defensa de Madrid, es detenido y condenado a muerte. Dimas Prado intercede por el a cambio de una informacion fundamental para su futura carrera politica y le permite un encuentro con su mujer, Carmen Munoz, a la que le unian lazos nunca revelados.
    ?Por que el viejo comisario quiso como ultima voluntad que Juan Delforo heredara su historia?
    ?Puede un novelista contarlo todo?
    ?Que verdades se esconden tras las lealtades ocultas de estos personajes?
    Juan Madrid, en la que es su novela mas ambiciosa hasta el momento, nos lleva a traves de las paginas de “Perros que duermen” a aquella epoca sombria de la guerra y la posguerra civil, y a sus ecos en la construccion de nuestro presente. Una novela de intriga, inquietante y estremecedora, con personajes complejos, contradictorios y ricos en matices, que nos hara reflexionar sobre el genero humano y sobre la necesidad de contar historias.

  • El espia del Inca de Rafael Dumett

    https://gigalibros.com/el-espia-del-inca.html

    Yunpacha, un antiguo espia del servicio secreto del imperio incaico, es convocado por el general Cusi Yupanqui para realizar una ultima mision: infiltrarse en Cajamarca y preparar el ataque que liberara al Inca Atahualpa, capturado por unos extranjeros. Yunpacha parece ideal para este rol. Aunque es hijo de campesinos chancas, accedio a una educacion privilegiada en el Cuzco por su capacidad de contar cifras a extraordinaria velocidad. El Espia del Inca recrea, con una solida documentacion a sus espaldas pero asumiendo las licencias de la ficcion novelistica, este infructuoso intento de rescate.

  • Ocaso y aurora de Matilde Cherner

    https://gigalibros.com/ocaso-y-aurora.html

    Escrita inicialmente como serial para la prensa, Ocaso y aurora versa sobre la monarquia y el patriotismo, y muestra las consecuencias de los acontecimientos historicos en la vida privada de los personajes, especialmente en los femeninos. A la muerte de Carlos II, en un tiempo convulso de la historia de Espana, las intrigas y tensiones politicas marcan el destino del pais. Un hombre, el conde de Frigiliana, emprende una carrera contrarreloj para encontrar al sucesor que asegure la continuidad de la sangre espanola en el poder.

  • El Tiempo Heredado de Emilio Gutierrez Caba

    https://gigalibros.com/el-tiempo-heredado.html

    Un recorrido por la saga familiar que ha definido el teatro espanol durante decadas.

  • A hombros de gigantes de Umberto Eco

    https://gigalibros.com/a-hombros-de-gigantes.html

    Eco inedito.

  • Como has cambiado mi mundo 1 de Laura Barcali

    https://gigalibros.com/como-has-cambiado-mi-mundo-1.html

    Si os gusto Dentro del Laberinto, esta novela cuenta la historia desde otro punto de vista. ?Tal vez el verdadero? Y la continua con nuevos personajes, que no pueden evitar caer en la voragine de este maravilloso universo.

  • Un reino de hierro de Morgan Rice

    https://gigalibros.com/un-reino-de-hierro.html

    En UN REINO DE ACERO (LIBRO 11 DE EL ANILLO DEL HECHICERO), Gwendolyn debe proteger a su pueblo al encontrar a la Corte del Rey bajo asedio. Ella se esfuerza por evacuarlos del Anillo – pero hay un problema: la gente se niega a irse. Mientras sobreviene una lucha de poder, Gwen encuentra un reto a su reinado por primera vez, mientras surge la mayor amenaza para el Anillo.

  • Juntos para vencer de Jean Salas

    https://gigalibros.com/juntos-para-vencer.html

    Tras una apuesta con sus amigos, Derek insiste en que puede convencer a la mujer de piedra de salir con el, pero despues de que logra traspasar las barreras de Jan, y entrar en su vida, el se dara cuenta que no puedes juzgar un libro solo por su portada.

  • Dimitry El sexo es una necesidad (Paraiso 1.5) de Claudia A. Perez R

    https://gigalibros.com/dimitry-el-sexo-es-una-necesidad-paraiso-1-5.html

    Me encanta mi trabajo!! Estoy seguro que pocas personas pueden asegurar algo asi. Mi padre es dueno de una cadena de restaurantes-bar, ubicados en puntos estrategicos dentro de la Republica Mexicana y yo me encargo de los ubicados en la Riviera Maya. Al graduarme de la universidad me dedique un par de anos a aprender todo lo relacionado con el negocio y cuando digo todo, es TODO, empece levantando los vasos y platos vacios de las mesas, lo cual a esa edad me daba una terrible verguenza, ?!Que iban a decir mis amigos si me veian!? Pero a mi padre mis argumentos le valieron madre, asegurando que para mandar hay que saber ejecutar y bueno, el viejo sabia lo que hacia. Unas semanas despues pase a ser mesero, con las propinas me iba bastante bien, ademas siempre conseguia numeros telefonicos de chicas que creyendo que era un empleado de pocos recursos economicos, terminaban invitandome a salir y haciendose cargo de todos los gastos, !Oye, si querian a este bombon acompanandolas les costaba! Unas semanas despues pase por bar-tender, cajero, supervisor de limpieza, !Vamos! Me meti hasta la cocina, literalmente hablando y un ano despues comence con los asuntos administrativos. Fue asi como me gane la confianza de mi padre, para que me diera rienda suelta y me dejara venirme a vivir a Playa del Carmen. La Ciudad de Mexico era divertida, pero nada como la Riviera Maya, uno de los lugares mas hermosos de Mexico, que digo Mexico, !Del mundo! Desde entonces han pasado 6 anos y sin duda es la mejor decision que he tomado, no puedo imaginar vivir en otro lugar. Playa, sol, arena, aire puro, bebidas tropicales y miles y miles de hermosas mujeres de diferentes nacionalidades, en bikini, recien bronceadas y dispuestas a disfrutar desinhibidas en sus vacaciones. Todo un buffet sexual y cuando hablo de buffet, hablo de aperitivo, entrada, plato fuerte, postre y digestivo, en diferentes idiomas, colores, sabores, a cualquier hora, cualquier dia de la semana, y lo mejor, todo en la misma habitacion, ademas, ni siquiera tengo que salir a buscarlas, llegan solas a mi lugar de trabajo. Aunque bueno, no todo es fiesta, trabajo y mucho, mantener el estilo de vida que me gusta vivir, cuesta. Son cinco los locales de los que me hago cargo, ubicados en; Cancun, Playa del Carmen, Tulum, Mahahual y Chetumal, los que visito regularmente para cuadrar numeros con los gerentes y verificar que todo marche como debe de ser. Asegurandome que sigamos en el gusto de los clientes, ofreciendo la mejor calidad, precios competitivos y por supuesto estar catalogados como los lugares indispensables a visitar si vienes de vacaciones a estas maravillosas playas. Por mi estilo de vida, me han llamado de todo, como "Degenerado", lo cual segun el diccionario significa: Condicion mental y moral anormal o depravada. Lo cual quiza no este muy fuera de la realidad, pero ?Quien quiere ser "Moralmente normal"?, cuando puedo ser depravado y envidiablemente feliz, ademas lo que opine la gente de mi no me da de comer. Por otro lado siempre estan los comentarios de "Ya cruzaste los 30's", "Ya deberias pensar en formar una familia", "?Cuando nos vas a presentar a una novia formal?", sobre todo de mi madre y tias en las reuniones familiares, a lo que siempre respondo con mi tipica desfachatez; ??Por que hacer feliz a una, cuando puedo hacer felices a muchas??, eso seria como desperdiciar el "don" con el que naci. Y no es que me niegue al amor, solo que las caracteristicas del amor, no parecen encajar con mi ritmo de vida, y asi lo comprobe, o al menos eso crei aquel verano… M 1 Verano 2015 Dimitry e encuentro arribando a Playa del Carmen, ubicado en el corazon de la Riviera Maya, con fina y blanca arena, aguas calidas en un impresionante turquesa, clima envidiable, un sinfin de actividades acuaticas como kayak o buceo en el invaluable arrecife de coral maya y una vida nocturna insuperable. Sin mencionar la calidez humana que siempre hace sentir a todos los vacacionistas como en casa. Debido a la temporada vacacional, tengo que estar visitando constantemente las sucursales, y aunque esta zona tiene visitantes todo el ano, en estas fechas esta abarrotado y afortunadamente las ventas se disparan. Las majestuosas playas se llenan de turistas de diferentes nacionalidades; alemanes, franceses, italianos, rusos, hindues en fin, recibiendolos con los brazos abiertos, un trato inmejorable y un clima extraordinario para cumplir el objetivo de los turistas, divertirse con poca ropa y una sed insaciable. Tengo que depositar unos cuantos cheques, asi que me detengo en el banco. La perfecta silueta con piel bronceada de una chica en sandalias, short y una blusa de tirantes me provoca salivar, se encuentra delante de mi en una pequena fila de cinco personas, asi que tengo que actuar rapido si quiero conocerla, carraspeo la garganta pero no se inmuta ni voltea a verme, esta inmersa en el celular, !Estupidas redes sociales!, en muchas ocasiones nos apartan de la verdadera diversion. Solo espero que ese cuerpo de tentacion este acompanado de un lindo rostro, las chicas llamadas camaron, no son de mi agrado, esas que tienen un cuerpo para devorar y una cabeza que tirar, a mi me gustan con el pack completo, porque luego me llevo cada desagradable sorpresa... Reproduzco el tono de mi celular para llamar su atencion, nunca falla, gira el rostro y !Si! Es mi dia de suerte, esas hermosas curvas estan coronadas con un rostro angelical de mirada avellana. Le sonrio argumentando que olvide ponerlo en vibrador, pero no obtengo mayor respuesta ademas de una simple sonrisa !Me la como! !Tiene un trasero delicioso! Dimitry: ?De donde nos visitas? (Pregunto devorandola con la mirada). Desconocida: De ningun lado, vivo aqui. (Sonrie timida). Nunca la habia visto, de ser asi, la reconoceria, este tipo de chica no pasa desapercibida. La fila avanza rapidamente por lo que no me da tiempo a mas, pasa a la ventanilla y yo a un lado de ella inmediatamente. Le entrego un cheque para deposito a la senorita de la ventanilla al tiempo que pongo atencion al movimiento que ella realiza, pide un retiro en efectivo de 25 mil pesos, y no tardan en darselos, yo aun tengo que depositar mas cheques, pero ni de puta broma se me va a ir viva la paloma, asi que solo alcanzo a depositar un par. Me apresuro para alcanzarla y salir juntos del banco en modo caceria. Dimitry: Dime que no vienes sola. Desconocida: ?Por que lo preguntas? (Inquiere confundida). Dimitry: Por el efectivo que traes, el lugar en su mayoria es tranquilo, pero nunca falta un robo en el momento menos oportuno. Desconocida: Tendre cuidado, !Gracias! Dimitry: Mi nombre es Dimitry, (Extiendo mi mano y ella la toma insegura). Soy el dueno del restaurante "Scandal" ?Lo conoces? Carina: Soy Carina, si claro que lo conozco, es muy famoso, esta ubicado en la Quinta Avenida y siempre esta a reventar. Dimitry: No me puedo quejar, trato de mantenernos en el gusto de los clientes. ?En que vienes? Carina: En taxi. Dimitry: ?Estas bromeando? Deja que te lleve, no puedes andar con esa cantidad en la bolsa. Se muestra renuente en un principio pero mi encantadora sonrisa y mi tarjeta donde verifica mis datos la convencen, quiero pensar que fue eso y no mi Porsche Boxter Spyder, rojo infierno el que la persuade. !Para que me hago pendejo! El Porsche por si solo levanta mujeres, pero mi sexapil es el que les baja las pantys. Es joven, tiene tan solo 24 anos, esta recien graduada en la licenciatura en turismo y se encuentra buscando trabajo, me comenta que el dinero que extrajo del banco son sus ahorros para comprarse una motoneta y poder trasladarse ahora que esta buscando un nuevo empleo, ya que hasta este momento estuvo trabajando de mesera en diferentes restaurantes. Por mi experiencia estoy seguro que esa motoneta sera comprada con tan solo las propinas que obtuvo, un hombre siempre le deja buenas propinas a una mesera con lindo trasero, ?Por que? No tengo idea, es como parte de nuestro ADN, estamos programados para ello. La invite a cenar ese mismo dia, acepto algo insegura, la recogi puntualmente como todo caballero, no considere que llevarla a mi restaurante fuera buena idea, demasiado presuntuoso para la primera noche, opte por llevarla a uno mas tranquilo y acogedor, pero a pesar de mis atenciones, no permitio ningun tipo de acercamiento, "Vieja apretada" pense en un principio, sin embargo lo hizo de una forma tan natural que me fue imposible insistir, ya no soy un adolescente desesperado y eso de hostigar a una joven, no es mi estilo. Es una chica agradable, fresca, nada pretensiosa ni alocada como la mayoria de las mujeres con las que acostumbro salir, un tanto ingenua y sonadora. Reconozco que me gusta mucho como para dejarla ir asi nada mas, sin un intercambio previo de fluidos y donde pongo el ojo... Continuo cortejandola como adolescente estupido, algo que deje de hacer desde la preparatoria. Por regla, el metodo de ligue o caceria es muy sencillo; generalmente les sonrio a las chicas, seguro y conquistador, me presento con mirada seductora, les invito un trago y el siguiente movimiento es saborear el licor directo de sus labios… y boca. Pero esto resulta un tanto entretenido, me distrae de la rutina, ademas de pegarme en el ego, su renuencia a mis encantos no puede durar mucho tiempo, !Esas caderas tienen que estar entre mis manos!, definitivamente el premio valdra la pena y me lo voy a ganar. Me lleva quince dias de mensajes, flores, idas al cine y a cenar que acceda a los primeros besos, !Quince dias! y Quince dias mas que acepte ir a mi departamento, !Un mes entero!, si que se hizo la dificil, claro que antes de eso, tuvimos una conversacion en la que nunca crei que me veria, no sabia si reir o salir corriendo despavorido del lugar. Carina: Antes de este paso, quiero saber que significa lo nuestro para ti. ?Lo nuestro? !En la madre! ?Que se supone que responda a algo asi? ?Quien carajos hace una pregunta de ese tipo cuando toda mi sangre esta bombeando a todos lados menos a mi cerebro? Dimitry: Lo nuestro… Carina: Si, hemos estado saliendo por un tiempo y yo no pretendo una relacion pasajera. Dimitry: !Relacion! ?Pasajera? Por supuesto que no, nosotros salimos y compaginamos, nos atraemos y te aseguro que despues de esta noche lo unico que voy a desear es seguir manteniendote entre mis brazos. Sali bien librado con mi respuesta, no menti, al menos no del todo, me agrada su compania, aunque es claro que ambos tenemos una definicion muy diferente de "relacion", se lo aclararia, pero no esta preparada para escuchar mi punto de vista, me mandaria al diablo inmediatamente o antes si es posible, y quiero seguir disfrutandola. No me equivoque, el nectar de entre sus muslos es delicioso, descubrir cada punto que la vuelve loca en el terreno bronceado de su piel es extasiante, como decia la vieja cancion de Enrique Iglesias, es casi una experiencia religiosa, de otro nivel, un dulce que me deleito disfrutando lentamente, ademas, se ve preciosa entre mis sabanas. No soy el primer hombre entre sus piernas, esas estupideces jamas me han importado, pero su inexperiencia es notoria, claro que evito mencionarlo, estoy seguro que ninguno la habia hecho delirar de placer y disfruto ensenandole las artes amatorias. La ayudo a conseguir un buen empleo en un hotel reconocido de la ciudad, sin que ella se entere, no quiero que se ofenda ni malinterprete mi buena intencion. Esta feliz, es una buena chica y se lo merece, a mi no me cuesta nada, confio en que no me hara quedar mal y me gusta verla sonreir, ademas, era un motivo para festejar que yo no iba a dejar pasar por alto, asi que la llevo a conocer la vida nocturna de mi local. Luce espectacular en tacones altos y prendas sugestivas que mas tarde arrancare, nos divertimos, brindamos, bailamos, pero no se ve muy contenta frente a la familiaridad con que las chicas me saludan y se acercan provocativamente intentando seducirme. ?Que puedo hacer contra eso? ?Celos?, !Si!, definitivamente esos, son celos, fulmina con la mirada a las mujeres que me observan pecaminosamente, quiere marcar su territorio, abrazandome y besandome para darles a entender a las demas que soy suyo, solo que hay un pequeno detalle, yo soy territorio internacional, de libre acceso, en el que no se solicita ni visa ni pasaporte. Siempre he considerado que los celos, ademas de reflejar inseguridad, son irracionales y absurdos, ?Por que creer que las personas pueden ser propiedad de otra?, es retrograda, pero bueno, todos tenemos defectos y con el transcurso de los anos vamos madurando y observamos las situaciones con diferentes perspectivas, claro que muchos o la mayoria no llega a este punto, supongo que a esa edad yo tambien tenia algunas ideas estupidas, aunque nunca esa. La libertad sexual siempre ha imperado en mi vida. En fin, poco a poco lograre que se relaje con ese tema… Espero. Disfruto las tardes a su lado, viendo series, saliendo a comer, yendo de shopping o al cine, incluso la invito al club a verme jugar algunos partidos de tenis, algo que nunca habia hecho con ninguna chica, siempre deje fuera de este aspecto de mi vida a las mujeres. Los partidos siempre han sido de forma competitiva con companeros del mismo club, derramando testosterona sin perder el buen gusto, los deportes de combate, cuerpo a cuerpo o de contacto no son lo mio, los respeto y disfruto de verlos, como el futbol americano, pero ni de puta broma me veo golpeandome como animal con otro sujeto solo por gusto, ?Poner en riesgo este perfecto perfil? !No!, hay quien me ha llamado metrosexual por ello y quiza lo sea, un poco, la epoca en donde se demostraba la hombria golpeandose unos a otros ha quedado atras, me gusta vestir y lucir bien y a las chicas les gusta aun mas. Carina es muy carinosa, incluso tierna, me hace sentir importante... Al cabo de unas cuantas semanas, el primer "Te quiero" se dibuja en sus labios en tonalidades rosas acaloradas, con nuestros cuerpos entrelazados sobre las sabanas humedas y revueltas al terminar de saciar la pasion que nos consume. Me sorprende por un instante, produciendome una sonrisa calida e inmediatamente sin pensarlo, le respondo con las mismas novatas palabras - Te quiero nena -. Descubro que se siente bien escucharlo, pero resulta aun mejor decirlo. Desconociendo la manera en que se filtro en mi pecho, con el transcurso de los dias, cuando no la veo o no tengo noticias suyas, la extrano y soy yo quien le escribe para cerciorarme que se encuentra bien. Nunca me habia interesado el bienestar de una chica, pero ella, ella es diferente. Sin embargo, todo se transforma al llegar la noche, !La fiesta y las feminas!, es imposible resistirse a ellas, tan solo la expectativa de saber que el astro rey comienza a descender tras el infinito mar mitigando el brillo de sus llamas, abriendo paso a la casquivana luna acompanada de un cosmos de sexo y lujuria, se me acelera el pulso, ansio ese momento, el desfile de pieles luminosas esperando por mis caricias, el contacto visual provocador, aspirar la tension sexual, la caceria, el roce, toda esa danza erotica de apareamiento a la que me declaro adicto. Felizmente adicto. Pero Carina me importa, me importa mas de lo que quiero admitir, no se en que maldito momento paso de ser un capricho a verme experimentando conmigo mismo y mi lascivia, por el temor de ser descubierto y mandado al diablo. En verdad no quiero perder la magica sensacion de abrazarla y perderme en el brillo de sus ojos que me traspasan calidamente, inundandome de frescas sensaciones inocentes y sinceras. Logre un par de noches no terminar enredado en las piernas de ninguna chica, un par de largas y tortuosas noches... Siempre se escucha que las almas limpian sus pecados en el purgatorio, !Mentira!, observar bailar sugestivamente a mujeres hermosas en diminutas prendas, sentir sus miradas pecaminosas sobre mi entrepierna hecha roca, deseosa de explotar por las ganas contenidas, y palpar el roce exhortandome a fornicar salvajemente y tener que restringirme, !Eso es el maldito purgatorio! Despues de eso puedo pecar hasta el cansancio por los proximos 10 anos y mi alma se mantendra pura y limpia.

  • Hasta que me recuerdes (Fragiles 1) de Valentina R. Anderson

    https://gigalibros.com/hasta-que-me-recuerdes-fragiles-1.html

    Mis dos amigos y un chico, ?Un chico? No, no. Bueno, si.Ya me estaba resignando y perdiendo la esperanza de hablarle. Porque Dorian no hablaba nunca, y eso complicaba las cosas.Hasta que un dia, todo cambia. Y cuando digo todo es TODO, porque a partir de ese momento, lo que sucede empieza a tener una razon mas que clara. Eso asegura una excelente explicacion en el segundo en que esa mascara de perfeccion se rompe. Ya no existian los recuerdos, y los que quedaban eran dolorosos.

  • Escocia, amor y secretos de Judith Paredes

    https://gigalibros.com/escocia-amor-y-secretos.html

    Larissa tenia el presentimiento de que hoy seria un buen dia. Su amiga Sara y ella, no pudieron salir a dar su paseo rutinario de los sabados, porque llovia a cantaros. Era algo muy tipico en esta epoca del ano, cosa que a las dos les encantaba. Sara estaba de vacaciones de su trabajo como psicologa y Larissa estaba matriculada en un curso de esos que nadie queria hacer, pero que a ella le encantaban. Ellas se habian conocido en el instituto y no pudieron evitar hacerse amigas, lo hacian todo juntas. Estaba tan metida en sus pensamientos que no se dio cuenta del sonido del telefono y, como pudo, se levanto del sofa donde estuvo sentada toda la manana con su imprescindible taza de te con una rodaja de limon; no se cansaba de tomarla. --!Vas a contestar o lo hago yo! --le grito su amiga desde la puerta de la cocina. --!Que ya voy, pesada! --dijo tambien gritando. Se apresuro a cogerlo y se extrano por el raro numero fijo que marcaba su identificador de llamadas, con nerviosismo lo descolgo. --?Si? Digame. --Se quedo muy quieta esperando una contestacion--. ?Si? ?Hay alguien? --!Hola! Disculpa pero me podrias pasar con Larissa Acuna, soy un viejo amigo de la infancia. Eso le extrano mucho, ella no sabia quien podria ser, no le sonaba su voz y menos con aquel acento. --Hola, yo soy Larissa pero no me suena tu voz... --!Disculpa no te he dicho mi nombre! Soy Jack MacAlister y fuimos juntos a primaria, siempre jugabamos entre nosotros. No pudo evitar sumergirse en sus recuerdos intentando recordar su paso por la primaria y no hallo nada. --Me has dicho que te llamas Jack y que fuimos juntos a la misma escuela, pero no me acuerdo de ti. --?Tienes movil? --Si, ?para que lo quieres? --Tu damelo, creo que puedo alumbrar tus recuerdos. Rapidamente se lo dicto y, de igual manera, llego un mensaje con una imagen, sus recuerdos llegaron y gritando dijo. --!Ya me acuerdo! Pero, te fuiste antes de entrar a quinto y no supe mas de ti. Te extrane mucho en esa epoca. --Si, me tuve que ir por el trabajo de mi padre. Yo tambien te extrane, nunca me pude olvidar de ti, pero por lo que escucho, tu, si. Suerte que no la podia ver, porque se sonrojo ante esa aclaracion, estaba demasiado avergonzada y no sabia por que, no habia hecho nada malo. Ella metida en sus pensamientos no escucho que le estaban diciendo. --?Larissa, estas ahi? Esa pregunta la devolvio al mundo real y todavia mas sonrojada, contesto. --Si, si, disculpa. Esto me sorprende mucho, no me esperaba que me llamaras despues de tantos anos. --Eso no era lo que estaba pensando, pero fue lo unico que se le ocurrio decir. --Pues a mi me alegra mucho poder hablar contigo, pero no te llamaba para eso. --?Entonces..., para que? --dijo ansiosa. --Queria preguntarte si te gustaria pasar unos dias en mi casa, en Escocia, conmigo. ?Que te parece? La casa es grande y se que te gustara; tambien podremos recordar nuestros momento juntos. No podia hablar, no le salian las palabras, su sueno de conocer la cultura celta se hacia realidad. --?Larissa, estas ahi? ?Me escuchas? --!Claro que quiero ir, Jack! --exclamo ella. --Ja, ja, ja. !Cuanta efusividad!, pensaba que te habia pasado algo no me contestabas. --!No te rias! --grito--. !Y no me ha pasado nada! --exclamo ella refunfunando. --Yo aun me acuerdo de aquella excursion al bosque donde nos perdimos y la profesora nos estuvo buscando --conto divertido--. Nos encontraron dormidos debajo de un arbol, tan tranquilos. Mis padres al enterarse me castigaron. --!Ay si! Los mios tambien, pero no quito lo divertido, ?te acuerdas del riachuelo que habia? Tu me dijiste que habia peces, pero yo no te crei. --Su voz tambien sonaba divertida. --!Si, madre mia! Desde entonces, excursion que habia nos tenian a los dos muy vigilados. Los dos recordando anecdotas, se olvidaron de todo, hasta del tiempo. --!Bueno! Te tengo que dejar, tu seguro tienes cosas que hacer --dijo ella. --No te preocupes por eso, podria pasar horas hablando contigo, saber mas de ti --dijo el. Sin decirse nada mas, pero muy ilusionados, se despidieron. Larissa se dio cuenta que no habian acordado ni fechas ni pasajes, fue corriendo a la cocina a contarle a su amiga la sorprendente noticia. --!Sara! Que me voy a Escocia, ?te lo puedes creer? --le dijo. --!No me digas! ?Y como…? --?Te acuerdas que una vez te conte que tuve un amigo que se tuvo que ir del colegio y no sabia por que? --Si, claro --dijo frunciendo el ceno, pero luego dandose cuenta le dijo--. !Ha sido el! ?Verdad? !El que te ha llamado! --!Si!, me ha contado que se tuvo que ir de Madrid a Escocia por el trabajo de su padre --le conto--. Hemos estado un buen rato hablando y recordando. Cuando ella acabo de explicar lo sucedido en aquella llamada telefonica, se cogieron de las manos y saltaron de alegria por la inesperada sorpresa. Mas tarde se dispusieron a cenar, ninguna de las dos se lo podia creer. Larissa tenia la idea que podria ser una broma, pero inmediatamente la desecho, esa foto solo la pudo tener el. Despues de recoger los platos y ya en sus respectivos lados del sofa, las dos se pusieron a ver su serie preferida en la television. Larissa estaba muy cansada, no se concentraba, asi que le dijo a su amiga que se iba a dormir. Se ducho y se puso el pijama de seda, seco, cepillo y se trenzo el pelo. Se metio en la cama y con un suspiro intento cerrar los ojos. Larissa no podia quedarse dormida. Las imagenes de su infancia junto a Jack, ese nino que habia sido su companero de juegos en las horas del recreo, inundaban su mente. Los recuerdos, poco a poco, se le empezaban a hacer mas nitidos en su cabeza y con pereza se dirigio a la cocina para prepararse un te, eso le ayudaria a tranquilizarse, estaba demasiado nerviosa. Siempre le pasaba cuando recordaba cosas importantes como aquello. El sonido de la tetera la hizo aterrizar, cogio su taza favorita, le puso el te y el limon, se sirvio y se dirigio al salon. Ya sentada en su sillon predilecto con su infusion, empezo a hacer memoria de su pasado y un recuerdo se le cruzo. Larissa Era jueves y la profesora nos comunico que hoy tendriamos un nuevo companero en nuestra aula. Todos estabamos muy contentos pero eso no evito que siguieramos con nuestra clase de matematicas. El director, dos horas despues, llego con un chico. Tendria como siete anos, eso no fue lo que mas me extrano; fue que poseia los ojos mas azules que en mi corta vida habia visto, aunque solo los pude ver unos segundos, se notaba que era timido. Despues de las presentaciones, ya sabia que su nombre era Jack, que tenia siete anos y que venia de Escocia; inclusive que a su padre lo habian trasladado aqui, a Madrid, por trabajo. Como yo no tenia verguenza ninguna, me dirigi al grupo de chicos que lo estaban invitando a jugar con ellos al futbol, pero el parecia negarse. --!Hola! ?No veis que no quiere jugar? !Dejadle en paz! Ellos me miraron y se fueron, me senti una triunfadora. Con tranquilidad me sente a su lado para poder hablar con el, lo queria como amigo, me trasmitia buenas vibraciones como decia mi madre, aun riendome por mis pensamientos, el me paso su brazo por los hombros sorprendiendome. --!Gracias! No podia sacarmelos de encima. Mientras yo estaba atontada por su accion, el esperaba que le contestara y con impaciencia me dio unos golpecitos en el brazo que me hicieron volver de mi ensonacion. --!Oh!, no me lo tienes que agradecer, mi nombre es Larissa... --Ja, ja, ja, ya lo se y tu tambien sabes el mio. En ese mismo instante me puse colorada y con eso agrande su risa. --!No te rias! --!Lo siento! Es que eres muy graciosa. --Te voy a perdonar si vienes a jugar conmigo, ?trato hecho? Le extendi mi mano para sellar el acuerdo y el otra vez me sorprendio agarrandomela. --De acuerdo, entonces flur boidheach [1] . No entendi las ultimas palabras que me dijo, tampoco le pregunte que significaban. Eso, como tantas cosas se le habia olvidado pero hoy lo iba a descubrir. Dejo la taza encima de la mesa y en silencio, se dirigio a su habitacion a coger el portatil, que por suerte estaba encendido. Con nerviosismo se conecto a Google y su cara no podia ser mas epica. No podia asimilar que despues de tanto tiempo supo el significado de aquellas palabras que el tanto le decia. Sumida en sus pensamientos, se acordo de mirar el reloj del ordenador y se fijo que eran las cuatro y media. Lo dejo todo encima de la mesa del comedor y se dispuso a ir a dormir. Pocas horas despues, Larissa se dispuso a hacer la reserva online de su vuelo, encontro fecha para el catorce de diciembre a las doce y media, llegaria en tres horas a Edimburgo.

  • Un Duque Inaccesible de Lily Cerda

    https://gigalibros.com/un-duque-inaccesible.html

    Lady Sophia Headfott, estaba en Londres disfrutando su primera temporada, pero como era una dama peculiar, y con una dote no muy sustanciosa, no era muy popular, y sumado a eso, estaba tambien la reputacion de su tio Roger, el Vizconde de Laughton, de caballero fuerte y sin ningun respeto por las normas, cuando se trataba de que algo o alguien le hiciera dano a el, o a su familia.

  • Carolina entre lineas de Tatiana M. Alonzo

    https://gigalibros.com/carolina-entre-lineas.html

    Ademas de ser Community Manager en la libreria Cafe y letras, y buscando aunque sea en suenos salir de la rutina, he intentado escribir al menos veinte historias en las que encuentro el amor verdadero de la forma que menos espero y, por supuesto, con quien menos espero; desde un millonario que ama mi timidez, hasta un revoltoso para el que represento un reto. Porque vamos, hay que ser francos, en la vida real eso no sucedera y afortunadamente no es delito sonar despierto.

  • Prestame tu fuerza de Iris Boo

    https://gigalibros.com/prestame-tu-fuerza.html

    Nick Vasiliev mantiene viva la leyenda del Ruso Negro, como lo hizo en su momento su hermano mayor. Sabe muy bien cual es su responsabilidad con la familia, sus obligaciones, pero eso no quiere decir que no se divierta tambien. Ser el hijo pequeno del gran patriarca de la mafia rusa en Las Vegas tiene sus ventajas, pero eso no le libra de trabajar en los negocios que posee su familia; aqui no se regala nada, y el lo sabe. Como tambien es consciente de que no hay nada mas importante que la familia, y que si es necesario, se sacrificaria por los suyos sin dudar.

  • Sex Club del Demonio de Magela Gracia

    https://gigalibros.com/sex-club-del-demonio.html

    Fue el primero en estampar su nombre en el contrato cuando dije que teniamos superpoblacion. Podria decirse que era del tipo de tio -o de demonio- que se dejaba la piel para ayudar a otros. pero no nos ibamos a enganar. Angel no era asi.
    – Tenemos que sacrificarnos por el bien comun, camaradas -les dije, en una de esas super reuniones que riete tu de las de las comunidades de vecinos-. El infierno se esta masificado y esto no hay alma torturada que lo resista.
    Y claro, ya que el lugar al que los mandaba era la Tierra. pues con sus pecadillos de nada, sus vicios tranquilos y su cero nivel de violencia -?estoy siendo muy sarcastico?- ?como iban a negarse?
    El eligio, precisamente, Madrid.
    Llego una noche de verano en la que todo el mundo regresaba a sus casas de vacaciones, o precisamente salian de alli rumbo al descanso prometido, con el consiguiente atasco de narices. “!Esto es un infierno!”, gritaba la gente, acompanando las palabras con pitidos de claxon.

  • Tentacion y tempestad de Paola Rimieri

    https://gigalibros.com/tentacion-y-tempestad.html

    Valeria siente que la sucesion de dias de su vida es una voragine que esta a punto de aplastarla. Transcurren indefectiblemente una a otra, rutinas domesticas y laborales, maternidad y relacion de pareja. Como si fuera poco, por un capricho de su joven jefe, debera cambiar de area y trabajar con las redes sociales. En este mundo nuevo para ella, comenzara a seguir, casi como un juego, a un actor europeo que triunfa en Hollywood: Nickie Challenge. La belleza y los detalles de la vida del actor que comienza a conocer en Twitter, hacen que Valeria encuentre una distraccion en la red y una motivacion cotidiana. Valeria descubrira pronto que tiene un seguidor misterioso. ?Sera Nickie? Es lo que ella espera, pero… ?es posible? Asi, nuestra protagonista se vera cada vez mas atraida por el, que la enloquece y la arroja a un mar en medio de una tempestad, casi como una vision magica. El gran debate sera entre la culpa y el deber, entre la emocionante sensacion de estar viviendo un sueno y la realidad en la que es mama, profesional y esposa. Valeria actua casi sin pensar, pero sin dejar de preguntarse: ?Estoy dispuesta dejarlo todo por el?

  • Despojos de Rachel Cusk

    https://gigalibros.com/despojos.html

    Mi marido y yo nos separamos recientemente y, en cuestion de unas semanas, la vida que habiamos construido juntos se desarmo, como un puzle convertido en un monton de piezas con los bordes recortados. A veces, la matriz de un puzle no se detecta una vez montado --hay creadores de puzles magistrales que presumen de estas cosas--, pero, en general, se nota. La luz incide en las hendiduras de la superficie y unicamente vista de lejos la imagen parece completa. A mi hija pequena le gusta hacer puzles. A la mayor no: construye casas de carton, recintos en los que todo el mundo tiene que estar callado y quieto. En ambas actividades veo un intento de ejercer el control por distintas vias, pero tambien intuyo que demuestran que hay mas de un modo de ser paciente y que la intolerancia puede adoptar formas muy diversas. Mis hijas se toman quiza demasiado en serio estas diferencias de temperamento. A las dos les fastidia la tendencia contraria de la otra: de hecho, casi diria que dedicarse a actividades diferentes es para ellas una forma de discutir. Al fin y al cabo, discutir no es mas que la necesidad imperiosa de definirse a uno mismo. Y alguna vez me he preguntado si una de las dificultades de la vida familiar moderna, con su alegria continua, su optimismo totalmente infundado, su dependencia no de Dios o de la economia, sino del principio del amor, no reside quiza en la incapacidad de reconocer --y tomar precauciones para protegerse-- la necesidad humana de entrar en guerra. <> era una expresion que oia a todas horas esas primeras semanas: la gente la empleaba para describir mi situacion, como si en cierto modo representara un avance. Pero la verdad es que era una regresion: la vida habia metido la marcha atras. De repente no avanzabamos, sino que retrocediamos, volviamos al caos, a la historia y la prehistoria, a los comienzos de las cosas y al tiempo anterior a que esas cosas comenzaran. Un plato se cae al suelo: la nueva realidad es que esta roto. Tenia que acostumbrarme a la nueva realidad. Mis dos hijas tenian que acostumbrarse a la nueva realidad. Sin embargo, la nueva realidad, hasta donde yo era capaz de ver, sencillamente estaba rota. El plato habia existido y cumplido su funcion durante anos, pero hecho anicos --a menos que fuera posible pegarlo-- no servia de nada en absoluto. Mi marido creia que yo lo habia tratado monstruosamente. No habia quien le quitara esa idea de la cabeza: su mundo entero dependia de ella. Ese era su relato, y de un tiempo a esta parte he llegado a odiar los relatos. Si alguien me preguntara que desgracia me habia ocurrido, es posible que yo preguntara a mi vez si queria conocer el relato o la verdad. Diria, a modo de explicacion, que un importante voto de obediencia se habia roto. Explicaria que, cuando escribo mal una novela, termina colapsando, se viene abajo, se detiene y no se deja seguir escribiendo, y tengo que retroceder y buscar los defectos de su estructura. El problema reside normalmente en la relacion entre el relato y la verdad. El relato tiene que obedecer a la verdad para representarla, lo mismo que la ropa representa el cuerpo. Cuanto mejor sea al corte, mas agradable sera el resultado. Desnuda, la verdad puede ser vulnerable, desgarbada, horrorosa. Demasiado arreglada se Mi marido y yo nos separamos recientemente y, en cuestion de unas semanas, la vida que habiamos construido juntos se desarmo, como un puzle convertido en un monton de piezas con los A veces, la matriz de un puzle no se detecta una vez montado --hay creadores de puzles magistrales que presumen de estas cosas--, pero, en general, se nota. La luz incide en las hendiduras de la superficie y unicamente vista de lejos la imagen parece completa. A mi hija pequena le gusta hacer puzles. A la mayor no: construye casas de carton, recintos en los que todo el mundo tiene que estar callado y quieto. En ambas actividades veo un intento de ejercer el control por distintas vias, pero tambien intuyo que demuestran que hay mas de un modo de ser paciente y que la intolerancia puede adoptar formas muy diversas. Mis hijas se toman quiza demasiado en serio estas diferencias de temperamento. A las dos les fastidia la tendencia contraria de la otra: de hecho, casi diria que dedicarse a actividades diferentes es para ellas una forma de discutir. Al fin y al cabo, discutir no es mas que la necesidad imperiosa de definirse a uno mismo. Y alguna vez me he preguntado si una de las dificultades de la vida familiar moderna, con su alegria continua, su optimismo totalmente infundado, su dependencia no de Dios o de la economia, sino del principio del amor, no reside quiza en la incapacidad de reconocer --y tomar <> era una expresion que oia a todas horas esas primeras semanas: la gente la empleaba para describir mi situacion, como si en cierto modo representara un avance. Pero la verdad es que era una regresion: la vida habia metido la marcha atras. De repente no avanzabamos, sino que retrocediamos, volviamos al caos, a la historia y la prehistoria, a los comienzos de las cosas y al tiempo anterior a que esas cosas comenzaran. Un plato se cae al suelo: la nueva realidad es que esta roto. Tenia que acostumbrarme a la nueva realidad. Mis dos hijas tenian que acostumbrarse a la nueva realidad. Sin embargo, la nueva realidad, hasta donde yo era capaz de ver, sencillamente estaba rota. El plato habia existido y cumplido su funcion durante anos, pero hecho anicos --a menos que fuera posible pegarlo-- no servia de nada en Mi marido creia que yo lo habia tratado monstruosamente. No habia quien le quitara esa idea de la cabeza: su mundo entero dependia de ella. Ese era su relato, y de un tiempo a esta parte he llegado a odiar los relatos. Si alguien me preguntara que desgracia me habia ocurrido, es posible que yo preguntara a mi vez si queria conocer el relato o la verdad. Diria, a modo de explicacion, que un importante voto de obediencia se habia roto. Explicaria que, cuando escribo mal una novela, termina colapsando, se viene abajo, se detiene y no se deja seguir escribiendo, y tengo que retroceder y buscar los defectos de su estructura. El problema reside normalmente en la relacion entre el relato y la verdad. El relato tiene que obedecer a la verdad para representarla, lo mismo que la ropa representa el cuerpo. Cuanto mejor sea al corte, mas agradable sera el resultado. Desnuda, la verdad puede ser vulnerable, desgarbada, horrorosa. Demasiado arreglada se convierte en una mentira. Para mi, la dificultad de la vida ha consistido generalmente en el intento de reconciliar estas dos cosas, como los hijos de una pareja divorciada intentan reconciliar a sus padres. Mis hijas hacen eso: obligan a mi marido a que me coja de la mano cuando estamos juntos. Intentan que el relato vuelva a ser verdad, o que la verdad sea mentira. Yo no tengo ningun inconveniente en darle la mano, pero a el no le gusta. No son formas, y la forma es importante en los relatos. Todo lo que en nuestra vida comun era amorfo ahora me pertenece. Por eso no me altera, no me molesta darle la mano. Al cabo de un tiempo la vida dejo de ir hacia atras. Aun asi, habiamos retrocedido un buen trecho. En esas pocas semanas deshicimos todo lo que habia conducido al momento de la separacion; deshicimos el propio relato. Ya no quedaba nada por desmantelar, aparte de las ninas, y eso requeriria la intervencion de la ciencia. Pero estabamos en un tiempo anterior a la ciencia: habiamos vuelto mas o menos a la Gran Bretana del siglo vii, antes de que se hubiera constituido la nacion. Inglaterra era en aquella epoca un pais de compartimentos: recuerdo que, en el colegio, cuando miraba un mapa de la Heptarquia en la Alta Edad Media, me desconcertaba su falta de claridad y de poder centralizado, de un rey, una capital y una institucion. En vez de eso, solamente habia regiones --Mercia, Wessex--con nombres de resonancias femeninas, sumidas en incesantes batallas que se saldaban con pequenas y arduas perdidas y ganancias desprovistas de una fuerza motriz unificadora que, si me hubiera parado a pensarlo, podria haber identificado como masculina. Nuestra profesora de historia, la senora Lewis, era una mujer de envergadura y gracia, una especie de elefante-bailarina en quien los principios del volumen y la feminidad libraban una guerra sin cuartel. La Alta Edad Media era su especialidad: habia estudiado en Oxford y ahora daba clases en un mediocre colegio catolico para ninas, embutida en trajes de color beige hechos a medida --con zapatos de tacon a juego-- de los que daba la sensacion de que su imponente forma rosa podia surgir cualquier dia por sorpresa, como emerge una estatua de una sabana polvorienta. La otra cosa que sabiamos de ella, por su apellido, es que estaba casada. Pero no teniamos la menor idea de como relacionar estos dos aspectos diferentes de la senora Lewis. Daba mucha importancia a Offa de Mercia, en cuya vision de una Inglaterra unificada se detectaba la primera ofensiva de ambicion masculina, y cuya obra de ingenieria monumental, la muralla de Offa, nos sigue recordando que la division tambien es un aspecto de la unificacion, que un modo de definir lo que somos consiste en definir lo que no somos. Y lo cierto es que los historiadores nunca se han puesto de acuerdo en si la muralla se construyo para defenderse de los galeses o solo para delimitar la frontera. La senora Lewis tenia una actitud ambivalente sobre el poder de Offa: ese era el camino de la civilizacion, sin duda, pero a costa de una perdida de diversidad, del florecimiento sosegado que sigue su curso cuando las cosas no se construyen artificialmente y los objetivos no se fuerzan. A la senora Lewis le entusiasmaba el mundo primitivo de los sajones, donde los conceptos del poder aun no se habian reformulado; y, en cierto modo, la Edad Oscura era una version de <>, eran los trozos rotos del plato mas grande de todos los tiempos: el Imperio Romano. Unos lo llamaban oscuridad, los despojos de esa unidad megalomana dispuesta a conquistarlo todo, pero la senora Lewis, no. A ella le gustaba, le gustaban las ruinas abandonadas, le gustaban los monasterios donde se cultiva en silencio la creatividad, le gustaban los misticos y los visionarios, los primeros textos religiosos, le gustaban las mujeres que iban ganando importancia a lo largo de esos siglos amorfos y embrionarios, le convierte en una mentira. Para mi, la dificultad de la vida ha consistido generalmente en el intento de reconciliar estas dos cosas, como los hijos de una pareja divorciada intentan reconciliar a sus padres. Mis hijas hacen eso: obligan a mi marido a que me coja de la mano cuando estamos juntos. Intentan que el relato vuelva a ser verdad, o que la verdad sea mentira. Yo no tengo ningun inconveniente en darle la mano, pero a el no le gusta. No son formas, y la forma es importante en los relatos. Todo lo que en nuestra vida comun era amorfo ahora me pertenece. Por eso no me Al cabo de un tiempo la vida dejo de ir hacia atras. Aun asi, habiamos retrocedido un buen trecho. En esas pocas semanas deshicimos todo lo que habia conducido al momento de la separacion; deshicimos el propio relato. Ya no quedaba nada por desmantelar, aparte de las ninas, y eso requeriria la intervencion de la ciencia. Pero estabamos en un tiempo anterior a la ciencia: habiamos vuelto mas o menos a la Gran Bretana del siglo vii, antes de que se hubiera constituido la nacion. Inglaterra era en aquella epoca un pais de compartimentos: recuerdo que, en el colegio, cuando miraba un mapa de la Heptarquia en la Alta Edad Media, me desconcertaba su falta de claridad y de poder centralizado, de un rey, una capital y una institucion. En vez de eso, solamente habia regiones --Mercia, Wessex--con nombres de resonancias femeninas, sumidas en incesantes batallas que se saldaban con pequenas y arduas perdidas y ganancias desprovistas de una fuerza motriz unificadora que, si me hubiera parado a pensarlo, podria haber identificado como Nuestra profesora de historia, la senora Lewis, era una mujer de envergadura y gracia, una especie de elefante-bailarina en quien los principios del volumen y la feminidad libraban una guerra sin cuartel. La Alta Edad Media era su especialidad: habia estudiado en Oxford y ahora daba clases en un mediocre colegio catolico para ninas, embutida en trajes de color beige hechos a medida --con zapatos de tacon a juego-- de los que daba la sensacion de que su imponente forma rosa podia surgir cualquier dia por sorpresa, como emerge una estatua de una sabana polvorienta. La otra cosa que sabiamos de ella, por su apellido, es que estaba casada. Pero no teniamos la menor idea de como relacionar estos dos aspectos diferentes de la senora Lewis. Daba mucha importancia a Offa de Mercia, en cuya vision de una Inglaterra unificada se detectaba la primera ofensiva de ambicion masculina, y cuya obra de ingenieria monumental, la muralla de Offa, nos sigue recordando que la division tambien es un aspecto de la unificacion, que un modo de definir lo que somos consiste en definir lo que no somos. Y lo cierto es que los historiadores nunca se han puesto de acuerdo en si la muralla se construyo para defenderse de los galeses o solo para delimitar la frontera. La senora Lewis tenia una actitud ambivalente sobre el poder de Offa: ese era el camino de la civilizacion, sin duda, pero a costa de una perdida de diversidad, del florecimiento sosegado que sigue su curso cuando las cosas no se construyen artificialmente y los objetivos no se fuerzan. A la senora Lewis le entusiasmaba el mundo primitivo de los sajones, donde los conceptos del poder aun no se habian reformulado; y, en cierto modo, la Edad Oscura era una version de <>, eran los trozos rotos del plato mas grande de todos los tiempos: el Imperio Romano. Unos lo llamaban oscuridad, los despojos de esa unidad megalomana dispuesta a conquistarlo todo, pero la senora Lewis, no. A ella le gustaba, le gustaban las ruinas abandonadas, le gustaban los monasterios donde se cultiva en silencio la creatividad, le gustaban los misticos y los visionarios, los primeros textos religiosos, le gustaban las mujeres que iban ganando importancia a lo largo de esos siglos amorfos y embrionarios, le gustaban los cimientos --lo personal-- sobre los que ahora teniamos que dirimir las cuestiones de justicia y de creencias, a falta de esa gran civilizacion administradora. La cuestion era que esa oscuridad --llamenla como quieran--, esa oscuridad y esa desorganizacion no eran simple negacion o ausencia. Eran al mismo tiempo rastrojo y preludio. Los rastrojos son los tallos de la mies que quedan en la tierra despues de la siega, despojos sobre los que se siembra la nueva cosecha despues de la recoleccion. La civilizacion, el orden, el significado, las creencias no eran cumbres soleadas que pudieran conquistarse con una escalada constante. Se construian y caian, se reconstruian y volvian a caer, o se destruian. La oscuridad y la desorganizacion posteriores tenian su propia existencia, su propia integridad; estaban indisolublemente ligadas a la civilizacion, como lo esta el sueno a la actividad. En la vida compartimentada reside la posibilidad de unidad, lo mismo que la unidad lleva implicita la posibilidad de atomizacion. En opinion de la senora Lewis, mejor vivir una vida compartimentada y desorganizada, mejor sentir la oscura agitacion de la creatividad, que instalarse en una unidad civilizada y atormentada por el impulso de destruccion. Por la manana llevo a mis hijas al colegio y por la tarde vuelvo a recogerlas. Ordeno sus habitaciones, lavo la ropa y cocino. Pasamos la tarde casi siempre solas: las ayudo a hacer los deberes, les doy la cena y las acuesto. Cada pocos dias se van con su padre, y entonces la casa se queda vacia. Al principio me costaba sobrellevar esos intervalos. Ahora me parece ver en ellos cierta neutralidad, algo firme aunque vacio, algo ligeramente acusador a pesar de la vacuidad. Es como si estas horas solitarias, en las que por primera vez en muchos anos no se espera ni se necesita nada de mi, fueran mi botin de guerra, lo que he recibido a cambio de todo este conflicto. Las vivo una a una. Me las trago como la comida de los hospitales. Asi es como subsisto. Y tu te llamas feminista, me decia mi marido, con rabia, en las semanas de amargura brutal que siguieron a nuestra separacion. Creia que era el quien habia desempenado el papel de la mujer en nuestro matrimonio, y al parecer esperaba que yo lo defendiera de mi misma, del macho opresor. Creia que hacer la compra, cocinar y recoger a las ninas en el colegio eran tareas femeninas. Yo, en cambio, cuando mas asexuada me sentia era cuando hacia esas cosas. A mi mi madre no me parecia un modelo por su forma de cumplir con sus obligaciones maternales: al contrario, me parecia que esas tareas amenazaban su feminidad en lugar de subrayarla. Por aquel entonces viviamos en un pueblo de las llanuras de Suffolk; mi madre pasaba mucho tiempo hablando por telefono. Me hipnotizaba su tono de voz, como si hablara consigo misma. Sus frases me sonaban preparadas, su risa, ligeramente artificial. Sospechaba que impostaba la voz, como una actriz. ?Quien era la mujer que hablaba por telefono? Mi madre era alguien a quien yo solo conocia de puertas adentro; compartia su punto de vista, me parecia vivir envuelta en su aburrimiento, su placer o su irritacion. Vivia dentro de su personaje, perdida. ?Como podia saber quien era mi madre? ?Como podia verla? Su atencion era como la mirada de un ojo interior que nunca se fijaba en mi directamente, que extraia su conocimiento de mi intimo conocimiento de mi misma. Solo cuando la veia relacionandose con otras personas era capaz de mirarla objetivamente. A veces, mi madre invitaba a una amiga a comer y entonces, de pronto, ahi estaba la cara mi madre. De repente podia verla, podia compararla con su amiga y encontrarla mejor o peor, podia ver si la gustaban los cimientos --lo personal-- sobre los que ahora teniamos que dirimir las cuestiones de La cuestion era que esa oscuridad --llamenla como quieran--, esa oscuridad y esa desorganizacion no eran simple negacion o ausencia. Eran al mismo tiempo rastrojo y preludio. Los rastrojos son los tallos de la mies que quedan en la tierra despues de la siega, despojos sobre los que se siembra la nueva cosecha despues de la recoleccion. La civilizacion, el orden, el significado, las creencias no eran cumbres soleadas que pudieran conquistarse con una escalada constante. Se construian y caian, se reconstruian y volvian a caer, o se destruian. La oscuridad y la desorganizacion posteriores tenian su propia existencia, su propia integridad; estaban indisolublemente ligadas a la civilizacion, como lo esta el sueno a la actividad. En la vida compartimentada reside la posibilidad de unidad, lo mismo que la unidad lleva implicita la posibilidad de atomizacion. En opinion de la senora Lewis, mejor vivir una vida compartimentada y desorganizada, mejor sentir la oscura agitacion de la creatividad, que instalarse en una unidad Por la manana llevo a mis hijas al colegio y por la tarde vuelvo a recogerlas. Ordeno sus habitaciones, lavo la ropa y cocino. Pasamos la tarde casi siempre solas: las ayudo a hacer los deberes, les doy la cena y las acuesto. Cada pocos dias se van con su padre, y entonces la casa se queda vacia. Al principio me costaba sobrellevar esos intervalos. Ahora me parece ver en ellos cierta neutralidad, algo firme aunque vacio, algo ligeramente acusador a pesar de la vacuidad. Es como si estas horas solitarias, en las que por primera vez en muchos anos no se espera ni se necesita nada de mi, fueran mi botin de guerra, lo que he recibido a cambio de todo este conflicto. Y tu te llamas feminista, me decia mi marido, con rabia, en las semanas de amargura brutal que siguieron a nuestra separacion. Creia que era el quien habia desempenado el papel de la mujer en nuestro matrimonio, y al parecer esperaba que yo lo defendiera de mi misma, del macho opresor. Creia que hacer la compra, cocinar y recoger a las ninas en el colegio eran tareas femeninas. Yo, en cambio, cuando mas asexuada me sentia era cuando hacia esas cosas. A mi mi madre no me parecia un modelo por su forma de cumplir con sus obligaciones maternales: al contrario, me parecia que esas tareas amenazaban su feminidad en lugar de subrayarla. Por aquel entonces viviamos en un pueblo de las llanuras de Suffolk; mi madre pasaba mucho tiempo hablando por telefono. Me hipnotizaba su tono de voz, como si hablara consigo misma. Sus frases me sonaban preparadas, su risa, ligeramente artificial. Sospechaba que impostaba la voz, como una actriz. ?Quien era la mujer que hablaba por telefono? Mi madre era alguien a quien yo solo conocia de puertas adentro; compartia su punto de vista, me parecia vivir envuelta en su aburrimiento, su placer o su irritacion. Vivia dentro de su personaje, perdida. ?Como podia saber quien era mi madre? ?Como podia verla? Su atencion era como la mirada de un ojo interior que nunca se fijaba en mi directamente, que extraia su conocimiento de mi intimo conocimiento de mi Solo cuando la veia relacionandose con otras personas era capaz de mirarla objetivamente. A veces, mi madre invitaba a una amiga a comer y entonces, de pronto, ahi estaba la cara mi madre. De repente podia verla, podia compararla con su amiga y encontrarla mejor o peor, podia ver si la aceptaban, la envidiaban o la provocaban, saber cuales eran sus costumbres personales y su humor, distintos de los de su amiga. En esos momentos, su personaje, mi morada, me resultaba inaccesible; estaba oscuro, como una casa vacia. Si llamaba a esa puerta, me despachaban secamente, a veces de malos modos. Parecia como si alguien hubiera empaquetado y se hubiera llevado ese cuerpo, normalmente tan amplio, tan naturalmente ubicuo. Y, entonces, mi madre tambien se quedaba fuera, aislada, liberada temporalmente de la obligacion de ser quien era. En vez de eso, actuaba; era pura ficcion, bien o mal contada. Sus amigas, en general, tambien eran madres, mujeres con una geografia reconocible para mi: la sensacion de enigma oculto debajo de las mascaras del maquillaje y la conversacion, como el campo abierto que se extiende alrededor de una ciudad. Era imposible entrar en esos campos, aunque sabias que estaban ahi. Mi madre tenia una amiga, Sally, que no era como las demas. Entonces yo no entendia por que, pero ahora lo entiendo: Sally no tenia hijos. Era una mujer grande e ingeniosa, aunque tenia una cara triste. Se podia pasear por la tristeza de esa boca y esos ojos: estaba abierta a todo el mundo. Sally vino un dia que mi madre habia hecho un bizcocho de chocolate y quiso darle la receta. Sally dijo: <>. Yo no sabia que una mujer pudiera comerse un bizcocho entero. Me parecia una proeza, como el levantamiento de peso. Pero vi que a mi madre no le habia gustado la respuesta. Por alguna razon incomprensible, Sally habia estropeado el juego. Sin darse cuenta, habia abierto una grieta en la muralla de la feminidad y me habia dejado ver lo que habia al otro lado. De determinados acontecimientos de la vida no es posible tener un conocimiento previo: de la guerra, por ejemplo. El soldado que va a la guerra por primera vez no sabe como va a responder al enfrentarse con un enemigo armado. No conoce esa parte de si mismo. ?Es un asesino o un cobarde? Cuando llegue la hora respondera, pero no sabe de antemano cual sera su respuesta. Mi marido dijo que queria la mitad de todo, incluidas las ninas. Dije que no. ?Que quieres decir con eso?, pregunto. Esto fue por telefono. Yo estaba mirando el jardin por la ventana, un rectangulo entre otros rectangulos urbanos, con gatos merodeando por los limites. Nuestro jardin estaba abandonado ultimamente. Las malas hierbas ahogaban los arriates. El cesped habia crecido mucho, como el pelo. Pero, por mas que creciera el desorden, la cuadricula nunca se alteraria: los demas rectangulos conservarian su forma de todos modos. No puedes dividir a las personas por la mitad, dije. Tienen que pasar la mitad del tiempo conmigo, contesto. Son mis hijas, insisti. Son mias.

  • Con un par de huevos de Joan Antoni Miro

    https://gigalibros.com/con-un-par-de-huevos.html

    La tortilla es un plato divertido y agradecido de preparar con el que se puede hacer volar la imaginacion, ya que permite infinidad de combinaciones y formas en su elaboracion. Este recetario agrupa gran parte de las recetas que, a lo largo de cuarenta anos, Joan Antoni Miro ha preparado a diario en su tortilleria, ahora a disposicion de todo el mundo.

  • El Colmillo del Diablo (Infernum 1) de Lorena R. Jeffers

    https://gigalibros.com/el-colmillo-del-diablo-infernum-1.html

    El Infierno esta reservado para los pecadores, de los cuales tu eres el peor.

  • Tormenta (Jeremy Logan 1) de Lincoln Child

    https://gigalibros.com/tormenta-jeremy-logan-1.html

    Una trepidante novela techno-thriller en la que la ciencia puntera se confunde con las pesadillas mas siniestras… y quizas no totalmente imposibles. Un caso que solo podra resolver el profesor de Historia Medieval de la Universidad de Yale y enigmatologo Jeremy Logan.

  • Superwoman de Begona Ameztoy

    https://gigalibros.com/superwoman.html

    La protagonista de esta historia, Almudena Cortazar, vive la ficcion de un mundo imaginario construido a su imagen y semejanza. Se cree una heroina, un icono de belleza y elegancia, una triunfadora temida y envidiada por la fauna de mediocres que la rodea. Pero, en realidad, es un bluf, y aun no lo sabe. Lo descubriras tu misma en cada linea y en cada pagina de esta historia divertida y original.
    Superwoman es un prototipo de nuestro tiempo, el mito erotico y robotico que esta sociedad de mierda merece. Un hibrido aberrante de progre implacable, liberada y canalla con toques del marujeo mas cutre y ramplon.
    Dinero, poder, amor, sexo. Solo son salidas de emergencia que ella utiliza para escapar de sus frustraciones y complejos.
    Como no podia ser de otra manera, el final de su recorrido es tan catastrofico y sorprendente como la vida misma. Y tan impredecible que no hay dios que te haga un spoiler.

  • El inquilino de la Alhambra de Roberto Wolfgang Conde Schuh

    https://gigalibros.com/el-inquilino-de-la-alhambra.html

    Abdel, hijo de Hassan, medico que durante anos ha cuidado de la salud de Mohamed (sultan de Granada) y famoso por curar lo que a otros les era imposible, tiene que salir huyendo repentinamente de la ciudad para proteger a su familia.

  • Sinceramente de Cristina Fernandez De Kirchner

    https://gigalibros.com/sinceramente.html

    <>

  • Yo tambien tengo mi Amor de Sophie Rose

    https://gigalibros.com/yo-tambien-tengo-mi-amor.html

    PREPARATE PORQUE NUNCA SABES A DONDE NOS LLEVA EL DESTINO Y EL JUEGO DEL AMOR

  • El desafio de Dorian de Julio Sanchez

    https://gigalibros.com/el-desafio-de-dorian.html

    Agosto de 2003. La extrana muerte en accidente de trafico del conocido empresario Alonso Escamez destapa un sordido juego.
    Un grupo de pretenciosos internautas aficionados a los juegos de rol veran perturbadas sus vidas de forma inesperada con la irrupcion de Dorian un inquietante y enigmatico personaje que convertira a un empresario de exito, a un magistrado caduco, a un influyente editor y a un timorato profesor de economia en marionetas de un macabro desafio.
    El periodista Juan Valcarcel y la hija del fallecido trataran de esclarecer las circunstancias de su muerte y su relacion con el extrano juego viendose involucrados en una vertiginosa investigacion relacionada con las ciudades de Amsterdam, Londres y Fez y con el mundo de la pintura como desconcertante trasfondo.

  • Lo nuestro es de otro planeta de Emma Mars

    https://gigalibros.com/lo-nuestro-es-de-otro-planeta.html

    Un viaje puede cambiarlo todo. Un viaje de trabajo, de ocio o del corazon puede convertirse en el comienzo del resto de tu existencia. Cuando Diana llego a Madrid era jueves por la manana. Parecia un dia normal, aburrido y rutinario, de esos en los que suena el despertador, te despiertas de mal humor, resignada, y te diriges a una gris estacion (todas lo son) para tomar el primer tren del dia. El AVE desde Sevilla que debia coger con destino a Madrid partia a las siete en punto de la manana, ni un minuto antes ni uno despues. Hacia frio, el amanecer quedaba lejos y algunos viajeros se soplaban las manos para entrar en calor. Cargada con una ligera mochila al hombro, Diana se dirigio a la cinta mecanica reprimiendo un bostezo. Sostenia en una mano el programa del congreso al que asistiria los proximos dias. En la otra, un billete de tren que le tendio a un revisor igual de adormecido que el resto de los presentes. Todo parecia aburridamente rutinario. La superficie blanca del convoy resplandecia bajo los brillantes halogenos de la estacion y los ultimos pasajeros apuraban sus cigarrillos en el anden ante la mirada reprobatoria de algunos viajeros. Nada aventuraba lo que sucederia pocas horas despues. Diana entro distraida en el vagon que le habia sido asignado. Tomo asiento, recosto la cabeza contra la ventanilla y a los pocos minutos cerro los ojos presa de un agradable balanceo. Siempre le habian gustado los trenes, su transcurrir lento y cadencioso, los diferentes paisajes deslizandose por la ventanilla como el convoy lo hacia por sus railes. Recordo antes de quedarse dormida que el hombre del tiempo habia anunciado fuertes tormentas en Madrid para los proximos dias. Pero al cabo de un rato el sol andaluz empezo a asomarse con fuerza, transmitiendole una sensacion de paz que solo se quebro cuando el tren llego a su destino. Negras. Nubes negras prenaban todo el cielo madrileno y Diana no pudo evitar bufar con desesperacion cuando piso la calle y los transeuntes corrian para guarecerse de la lluvia. De eso hacia ahora un dia, pero el humor de Diana seguia igual de agitado que el pronostico meteorologico. ?La razon? Saber a ciencia cierta los motivos por los que su jefe la habia elegido a ella para acudir a ese congreso. <>. Javier la llevo a un aparte para hablarle del tema, pero Diana estaba desconcentrada. Solo podia pensar en lo mucho que le repugnaba su aspecto. Su jefe era un hombre bajito y desalinado. Sus hombros solian estar nevados de caspa y odiaba que le hablara tan cerca y su aliento oliera a cebolla y ella pudiera atisbar con claridad los pelillos negros y duros como cuerdas que brotaban de su nariz y orejas. <>. Javier la observo fijamente, a la espera de su respuesta. La miraba confuso, como si acabara de comunicarle que era la empleada del mes o que habia ganado una inmensa cesta de Navidad y esperara una reaccion de jubilo por su parte. Todo lo contrario. Diana no deseaba asistir al congreso y evito gesticular siquiera. El silencio era su gran aliado en estas ocasiones. <>, carraspeo Javier. Y se rasco la nuca profundamente incomodo con su silencio. <>. Fundamental. Esta palabra formaba ya parte de su idiosincrasia laboral tanto como lo hacian los ordenadores o los lenguajes de programacion. Javier era muy dado a utilizarla y Diana a veces no podia evitar repetirla mentalmente. Fundamental esto, fundamental aquello. El la usaba sobre todo cuando pretendia ocultar sus verdaderas intenciones. Diana no le culpaba por ello. Sabia que era poco inteligente decirle a una empleada: <>. Y por eso estaba en Madrid. Resignada. Malhumorada. Asqueada con una mala suerte que parecia haberle tomado carino. Con el descontento anadido de que este era uno de los congresos mas aburridos e interminables de cuantos habia asistido. Todos ellos solian ser eventos soporiferos protagonizados por ponentes pretenciosos y encantados de haberse conocido. Pero este era, si cabe, todavia peor. Estaba lleno de gurus de medio pelo a los que se sentia incapaz de prestar atencion. <>, escucho que decia en ese momento el ponente de turno. <>. Diana reprimio un bostezo y se esforzo por mantener los ojos abiertos, aunque estaba deseando que el dia concluyera para poder regresar cuanto antes al confort de su hotel. Ocho horas de soporiferas ponencias le parecian suficiente tortura. Diez minutos despues se escucharon por fin los aplausos de los alli congregados y Diana sonrio con alivio: el congreso habia terminado y no lo dudo ni un instante. Tomo su mochila, se la puso al hombro y alcanzo la salida antes de que los aplausos hubieran dejado de escucharse. El manto de la noche habia cubierto Madrid cuando abrio la puerta del recinto y puso el primer pie en la calle. El aire parecia cargado de una ansiedad electrica, densa y fastidiosa. La Castellana era un avispero de coches cuyos conductores, enfurecidos, utilizaban el claxon como via de escape a su propio nerviosismo. Cada vez que uno de ellos se despistaba unos segundos, los otros le recordaban a bocinazos que habia tardado mas de la cuenta en arrancar su vehiculo. Diana se contagio muy rapido del mal humor reinante. Cruzo la larga avenida tratando de esquivar los coches que se habian detenido con prisas sobre el paso de peatones; inquieta y enfurrunada, respiro hondo cuando por fin consiguio llegar al otro lado. Las grandes ciudades solian tener este efecto en ella. La multitud de coches, peatones y luces parpadeantes le hacian sentir chiquitita, enjaulada, y estaba tan deseosa de poner tierra de por medio que incluso el agujero del metro, atestado de gente, le parecio un buen escondrijo en el que guarecerse de la jungla de asfalto madrilena. Se subio al vagon y en la barandilla una fila de manos: peludas, suaves, de manicura cuidada, dedos largos y finos, de unas comidas, pintadas o sucias. Cuerpos que se mantenian de pie por inercia, la presion de unos contra otros. Conecto su reproductor de musica e hizo un recuento rapido del numero de estaciones que le quedaban para llegar a su destino. Habia mas de cincuenta hoteles cerca del Palacio de Congresos de Madrid. Cincuenta. Y sin embargo, el suyo se encontraba a las afueras, a varias paradas de metro. Eso significaba que al dia siguiente tendria que levantarse bien temprano para atravesar la ciudad de punta a punta hasta llegar a la Estacion de Atocha. Una autentica perdida de tiempo. ?Cuantos anos llevaba trabajando para Javier? Toda su carrera profesional. ?Y que es lo que habia logrado? Practicamente nada. Su sueldo seguia siendo el mismo y habia veces en las que su jefe la trataba como a la nina de los recados. Diana habia visto ascender a muchos de sus companeros en la mitad de tiempo que ella llevaba trabajando para la empresa. Pero, claro, ellos si se quejaban y, ademas, ?para que negarlo? Eran hombres. A ojos de Javier eso siempre suponia una ventaja. La megafonia del metro anuncio por fin que la siguiente era su parada. Las puertas se abrieron y la marea humana salio a la vida. Diana se encontraba tan cansada que no le importo ser arrastrada por un ovillo de cuerpos ansiosos por salir de las fauces del metro. Con dedos ateridos por el frio, se coloco la capucha, hundio las manos en los bolsillos de su abrigo y apresuro el paso mientras se adentraba en la oscuridad de la noche. La tormenta habia provocado un fallo electrico que fundio varios tramos del alumbrado publico. Los semaforos tampoco funcionaban y Diana se encogio de frio y miedo, tratando de no detenerse demasiado en el hecho de que las calles estaban desiertas y concentrarse en los placeres que aguardaban por ella en la habitacion del hotel. Ciertamente, no era un alojamiento de cinco estrellas --la alcoba olia a cerrado, la decoracion y los muebles parecian escasos--, pero se conformaba con poco. Le bastaba con una ducha de agua bien caliente y un momento de paz. Llamaria al servicio de habitaciones, pediria algo ligero pero sabroso y veria cualquier programa de television hasta quedarse aturdida en la comodidad de su cama. En ese momento cualquier cosa le parecio mas apetecible que caminar bajo la lluvia, expuesta a los vientos racheados de la tormenta. Transcurrieron unos minutos hasta que pudo distinguir a lo lejos la entrada del hotel. Esto le hizo sonreir. Los hoteles tenian algo especial, una esencia diferente, invitadora, no sabria explicarlo. Le sugerian historias descabelladas, romances prohibidos, encuentros entre personas con la peor de las intenciones. En los hoteles se alojaba gente tan variopinta que, incluso con su imaginacion desbordada, le resultaba dificil conjeturar todo lo que podia acontecer entre sus paredes. Asesinatos. Traiciones. Conspiraciones. El cielo de lo incorrecto era el limite. Por desgracia, ella era solo una humilde programadora cuya estancia alli no tenia nada singular. Al menos, hasta ese momento. Su destino parecio cambiar cuando advirtio por el rabillo del ojo un bulto tendido sobre la acera. Era tan voluminoso que resultaba imposible no reparar en el, enseguida llamo su atencion. Lo miro con recelo al principio, pero siguio caminando, sin saber de que se trataba. La miopia de Diana le impedia ver con nitidez a cierta distancia y sus gafas estaban en el interior de la mochila. Entorno los ojos para intentar averiguar que era. Tal vez una bolsa de basura. O los despojos de alguna construccion cercana. Habia un solar vacio justo al lado, bien podia tratarse de algun desecho procedente de alli, se dijo a si misma, intentando restarle importancia. Entonces algo la obligo a detener su marcha. Se paro en seco al ver que el bulto se estaba moviendo. ?A lo mejor habia sido el viento? Diana entorno todavia mas los ojos hasta convertirlos en dos rayas paralelas a ambos lados de su nariz. Le costo esfuerzo, pero acabo confirmando que no se trataba del viento: algo muy vivo se retorcia en ese solar vacio, a merced de la tormenta. Miro a ambos lados de la calle, confundida, sin saber que hacer. A veces se asustaba por nada pero trato de controlar sus nervios. Necesitaba pensar con claridad, asi que respiro hondo y se acerco con cautela al bulto. ?Un perro? ?Algun animal? ?La atacaria si se acercaba demasiado? Dio un paso, dos, mientras el bulto iba tomando forma, mostrandose menos borroso. Cuando lo vio con total claridad, no pudo evitar reprimir un grito ahogado. Aquello no era un animal ni basura ni nada similar. Muy al contrario: habia una mujer tendida en el suelo y parecia desmayada. La sorpresa de su descubrimiento la hizo sentir aturdida, no sabia que hacer. Tenia que haber alguien en los alrededores que pudiera ayudarla, ?no? Aquella mujer no podia estar sola, abandonada en un solar como la colilla de un cigarrillo. Diana se giro en redondo aunque no tenia muy claro que estaba buscando; tal vez solo alguien que pudiera asistirla, pero no habia nadie en los alrededores. La unica senal de vida humana era el destartalado letrero de una cafeteria cercana; sus luces chasqueaban como pidiendo auxilio. Esperanzada, advirtio que el dueno echaba en ese momento la reja para dar la jornada por concluida. --!Eh! !Espere! !No se vaya, necesito ayuda! Le grito con todas sus fuerzas, pero el viento ululaba con impetu y la lluvia se estampaba furiosa contra el asfalto, por lo que el hombre no fue capaz de escucharla. Diana intento acercarse, pero el se metio enseguida en el coche y arranco el motor para quedar engullido por la negrura nocturna como todo lo demas. Estaba sola, completamente sola, y habia una persona tendida en la acera que necesitaba asistencia. ?Que debia hacer en un caso asi? Diana no recordaba haber estado jamas en una situacion semejante. Por esos caprichos que tiene la memoria, recordo una noticia que habia leido unas semanas atras en el periodico: <>. Tenia veintiseis anos, nadie sabia que le habia ocurrido, los medicos no consiguieron explicar la causa exacta de su fallecimiento. Ningun familiar reclamo su cuerpo. Aparecio de la nada y se fue del mismo modo. Al leer la noticia habia sentido unos escalofrios similares a los que experimentaba ahora. ?Seria este un caso similar? ?Y ella la desafortunada que se habia topado con el? Mientras luchaba por mantener a raya su ansiedad, intento ver la cara de la mujer, pero desde su posicion solo consiguio advertir parte de su melena. Podia tratarse de cualquiera: una sin techo a la que la tormenta hubiera tomado por sorpresa; una adolescente fugada de su casa tras pelearse con sus padres; la enferma que se escapo de un manicomio (esta opcion no le gustaba demasiado) o el cadaver que un asesino habia dejado alli tendido porque no se le ocurrio mejor lugar donde esconderlo (improbable, pero posible, ?por que no?). La mente de Diana se hacia preguntas sin respuestas, pero la sospecha de haber encontrado un cadaver hizo que palideciera subitamente. Antes le habia dado la impresion de que se movia, aunque podia haberlo imaginado. Necesitaba acercarse para comprobarlo. Asi lo hizo, muy despacio, hasta que quedo arrodillada al lado de la desfallecida y pudo reparar en su aspecto. Tenia el rostro liso y palido, una frente tersa y la piel casi perfecta, sin una sola mancha a excepcion de un extravagante maquillaje. Calculo que rondaria la treintena y le tranquilizo ver su placido gesto de inocencia. El sereno rostro de la mujer no encajaba con la escena, tenia la cara de alguien que deberia estar en su casa viendo el telediario y disfrutando de una cena caliente en compania de algun ser querido. Y sin embargo, alli estaba, tirada en un solar, abandonada a su suerte. Diana comprobo de inmediato que su pecho subia y bajaba al compas de su respiracion y le alivio saber que no saldria en las noticias explicando como se habia encontrado un frio cadaver bajo una fuerte tormenta. Finalmente, coloco una mano sobre el hombro de la desconocida y la meneo con suavidad para intentar despertarla. Hacia frio, pero su cuerpo estaba caliente. --Oiga, ?puede escucharme? ?Se encuentra bien? No obtuvo respuesta. Parecia profundamente dormida o desmayada. Lo intento de nuevo, ahora elevando el volumen de su voz: --?Puede oirme? ?Se encuentra bien? Nada. La lluvia seguia cayendo sin piedad, tiritaba de frio y a Diana se le agotaban los recursos. Haria bien en delegar el caso a la policia y dejar que ellos se ocuparan. Pero cuando estaba a punto de marcar el 092 unas luces de intenso color azul quebraron la noche. Todavia arrodillada en el suelo, miro por encima de su hombro para ver que se trataba de un coche de policia: --?Se encuentra bien, senorita? --Le pregunto un agente, sacando la cabeza por la ventanilla. --Yo si, pero me temo que ella no. !Acabo de encontrarmela asi! El policia estiro el cuello. Desde donde estaba no parecia capaz de ver a la mujer desmayada. Tomo una gorra del salpicadero del coche, se la calo hasta las orejas y se acerco con cara circunspecta. --Estaba a punto de llamarles. --?Es familiar suya? --?Que? No, no. Yo solo estaba de camino a mi hotel. Acabo de encontrarmela. El agente se arrodillo junto a la mujer y presiono sus dedos contra la muneca. Espero unos segundos en los que la ansiedad reinante parecio detener el tiempo. --No tiene pulso. Diana abrio los ojos de puro terror. ?No estaria el pensando que...? --Agente, le juro por lo que mas quiera que yo no la he matado. Yo solo pasaba por aqui, yo solo queria... --Tranquilicese, por favor --le ordeno el policia en tono imperativo--. No estoy diciendo que la haya matado. ?Ve? Esta respirando. Diana se fijo en que efectivamente respiraba, tal y como ella misma habia comprobado minutos antes. Necesitaba tranquilizarse. Nadie la estaba culpando. No era una sospechosa, solo un testigo. Es que no has hecho nada, idiota, se recordo con enfado. --?Entonces? ?Que es lo que quiere decir? --Que no soy capaz de encontrarle el pulso. ?Tiene idea de que ha podido ocurrirle? Nego con la cabeza. --Ya estaba asi cuando yo llegue. --?Y sabe si tiene documentacion? Diana volvio a negar con la cabeza. Por supuesto que no lo sabia. ?Acaso el creia que se atreveria a meter la mano en el bolso de una extrana? La simple idea conseguia ofenderla. Estuvo a punto de hacerselo saber, que todavia existia gente decente y con modales, pero ya no le prestaba atencion. El policia se meso la barbilla con gesto preocupado, quiza arrepentido de haber detenido el coche para asistirla. Tiene cara de Gonzalez y de ser un bonachon, penso. Seguro que su esposa le recomienda siempre que haga la vista gorda como hacen otros de sus companeros. <>. Pero Gonzalez no es asi. A el le gusta ser diligente en su trabajo, es un caballero y si ve a una damisela en apuros es incapaz de no pararse a echar un vistazo. Agente Gonzalez, no le conozco, pero sepa usted que ya me cae bien. --Quedese aqui, ahora vuelvo. Gonzalez se incorporo entonces y fue hasta el coche para hablar por radio con la centralita. Ella no era capaz de escuchar lo que decia, pero empezaba a sospechar que la noche se alargaria porque no podria irse hasta que el agente se lo permitiera. Esto le hizo resoplar con desesperacion. No solo tenia que aguantar horas y horas de un congreso horrible y alojarse en un hotel ubicado en el otro extremo de la ciudad, sino que ahora se veia obligada a esperar bajo la lluvia. Sin cena, sin ducha, calada y tiritando de frio hasta que Gonzalez lo considerara oportuno. Agente Gonzalez: no le conozco, pero sepa usted que ya no me cae tan bien. Fastidiada, se arrebujo en su abrigo para no sentir el frio que estaba empezando a calar sus huesos. Anhelo tener algo con lo que entretenerse mientras esperaba, pero sintio miedo de sacar el movil por si el policia la llamaba al orden. Fue en ese momento cuando la mujer empezo a parpadear. --!Gonzalez! --grito Diana con todas sus fuerzas. El policia la miro confundido y entonces se dio cuenta de que no estaba segura de que se llamara asi--. !Agente! !Venga! !Se ha despertado! Gonzalez solto enseguida el aparato de radio y acudio presto a su encuentro. Se arrodillo junto a la mujer: --?Puede oirme? ?Se encuentra bien? Cuando volvio en si, la desmayada parpadeo durante unos segundos con desconcierto, parecia aturdida. Los observaba como si no recordara como habia acabado alli o por que. Tenia el mismo gesto aletargado de quien despierta de un largo y profundo sueno. --?Se encuentra bien? --repitio el. Transcurrieron unos segundos hasta que la mujer dijo por fin sus primeras palabras: --Ich bin gut, danke. Diana miro al policia para ver si la habia entendido. Los idiomas nunca habian sido su fuerte. Sabia un poco de ingles, sobre todo palabras relacionadas con el lenguaje de la programacion, y en el colegio habia aprendido algo de frances. Pero estaba casi segura de que la lengua que habia empleado para comunicarse con ellos no era ninguna de las dos. --Creo que habla aleman. Gonzalez fruncio el ceno como si este nuevo contratiempo le fastidiara, pero no por ello cejo en su interrogatorio: --Senorita, ?habla nuestro idioma? ?Entiende lo que le digo? La mujer pestaneo entonces muy rapido. Al principio Diana penso que no habia entendido la pregunta. Normal, es alemana, lo maximo que sabra decir es "cerveza", "Mallorca" o "salchicha". Para ella eso explicaba su pintoresco aspecto. Porque su nerviosismo previo le habia impedido reparar en las manifiestas rarezas de la alemana. Al observarla ahora con detenimiento advirtio que tenia media cara pintada con una especie de motivo tribal, los ojos perfilados con lapiz de color negro y el pelo en dos tonalidades: el lado izquierdo era naranja, el derecho azul. --No puede entendernos. Es alemana --razono Diana. Entonces descubrio hasta que punto estaba equivocada: --Oh, lo siento. !Idioma incorrecto! --dijo la mujer, esta vez en perfecto espanol--. No soy alemana, pero me encuentro perfectamente, gracias, muy amable. ?Mejor asi? ?Me entiende bien ahora? Gonzalez la miro sin saber que decir. Observo a Diana en busca de respuestas, pero ella tampoco las tenia. --?Recuerda algo de lo ocurrido? ?La han agredido? --?Agredido? --Se sorprendio la mujer--. Oh, no, solo me cai cuando la nave perdio fuerza. --Senalo un lugar impreciso en la negrura del cielo. Tanto Gonzalez como Diana elevaron la vista como si esperaran ver un avion sobrevolando en ese mismo instante sus cabezas. Por supuesto, lo unico que encontraron fue un cielo negro como la noche y miles de gotas estampandose con fuerza contra su frente. --?Ha dicho usted una... nave? Asintio con vigor. --?Que tipo de nave?

  • Antes de las lluvias, Dinah Jefferies de Dinah Jefferies

    https://gigalibros.com/antes-de-las-lluvias-dinah-jefferies.html

    Eliza es una mujer muy independiente para la sociedad britanica de los anos treinta. Fotografa de profesion, tras haber perdido a su marido en un desafortunado accidente, regresa a India por encargo de la administracion britanica. Alli paso su infancia hasta que su padre murio en un atentado.

  • Solo una semana de Andrea Laurence

    https://gigalibros.com/solo-una-semana.html

    ?Podria una semana de pasion convertirse en algo mas?

  • La Hija Maldita (Pueblos Perdidos 1) de Cristina Pujadas

    https://gigalibros.com/la-hija-maldita-pueblos-perdidos-1.html

    Invisible. Su piel era dorada y sus ojos tenian el tono ambarino correcto de su raza, pero ningun dorado la miraria como a un igual si miraba su cuello. Maldita. La Diosa Aurum la habia condenado al nacer, al no marcar su piel con la runa de los dorados, quizas por un pecado cometido por su difunta madre, quizas por un mero capricho. Condenada a no ser una dorada en derecho pleno, habia vivido encerrada dentro del Oraculo del Desierto sirviendo a las Vidente, protegida del mundo que habia fuera. De los salvajes y de aquellos que podian despreciarla por no haber sido marcada.

  • Lo se, mi amor de Sophie Saint Rose

    https://gigalibros.com/lo-se-mi-amor.html

    Patricia Hutton es una de las mejores analistas en seguridad informatica de la ciudad. Su desagradable encuentro con Matt Butler provocara que ella no se quede con los brazos cruzados. Ese prepotente no sabia con quien se habia metido. Pero ella se lo iba a dejar bien clarito.

  • El grupo de los lunes de Milena Moser

    https://gigalibros.com/el-grupo-de-los-lunes.html

    Todo cambia para Nevada, una antigua bailarina de ballet que es ahora profesora de yoga, cuando de repente se desvanece en medio de una de sus clases de los lunes y ya no puede esconder mas una enfermedad a la que no quiere enfrentarse. Tres alumnos permanecen a su lado y continuan en la clase: Marie, Poppy y Ted. Los cuatro intentan encontrar en los ejercicios de yoga un descanso de su vida confusa y agitada, que por momentos parece descarrilar. Marie es una doctora de exito casada con un famoso actor que la atormenta por no prestarle atencion. Ted es un divorciado que intenta encontrar de nuevo el amor mientras se ocupa en solitario de su hija pequena; y Poppy, la encargada del archivo en un periodico local, se reencuentra a traves de Facebook con Wolf, el gran amor de su vida, ahora felizmente casado.

  • La Mirada Desnuda (Mark Cannon 1) de Luis Tamsley

    https://gigalibros.com/la-mirada-desnuda-mark-cannon-1.html

    Para muchos trabajar en el mundo del porno es sinonimo de una vida de lujo, sexo y desenfreno. Pero no es asi. Existe un lado que pocos conocen: el desengano, la traicion, los suenos rotos, el arrepentimiento.

  • Un corazon como el tuyo (California Dream 2) de Juliana Y. Velazquez

    https://gigalibros.com/un-corazon-como-el-tuyo-california-dream-2.html

    Un hombre que tiene el mundo a sus pies. Las mujeres se rinden a su encanto sin mayor esfuerzo. Sin embargo, tiene como regla no dejar el corazon en un beso.
    Una mujer solitaria marcada por el pasado, a quien las cicatrices y el dolor le han borrado las fantasias. No cree en promesas de amor ni cede a la seduccion.
    Una coincidencia junta sus caminos.
    Esa mujer que llega a su vida para ponerla de cabeza, le hace cuestionarse como es posible romper su unica regla sin haber rozado sus labios. El cree que sera facil hacerla caer.
    Pero ella tiene mucho mas dentro, su mirada oscura es solo un reflejo de sus heridas. A pesar de ello, la persistencia de aquel hombre amenaza con romper sus barreras.
    Para el amor nunca fue tan complicado triunfar.

  • Olvidame, si puedes de Norah Carter

    https://gigalibros.com/olvidame-si-puedes.html

    Ay, Senor, otra vez no... Era la frase de siempre, lo primero que decia cuando llegaba a mi lugar de trabajo. Todos los lunes me despertaba diciendome: "Victoria, una sonrisa, comienza una nueva semana y esta vez no habra problemas". Y lo hacia, de verdad. Me despertaba temprano, tomaba una ducha y salia de mi habitacion preparada. Con mi habitual ropa de trabajo, leggins negros, camisa negra, tacones negros... Si, trabajar horas de pie, en una pasteleria de lujo, no impedian que yo llevase a cabo mi lema "Antes muerta que sencilla". A lo que iba, que me pierdo.... Me recogia mi larguisima melena rizada y morena en un mono y me maquillaba sutilmente, lo suficiente para resaltar mis ojos grises. No me gustaba mucho el maquillaje y tampoco es que lo necesitara, habia heredado un buen cutis. Cuando entraba en la cocina, mi padre, quien aun no habia entendido que yo ya estaba cerca de rozar la treintena, me tenia preparado mi desayuno: cafe, zumo de naranja, tostadas y una fruta. Podia con todo, menos con la fruta. Nunca me habia gustado, la repudiaba, y tampoco hacia el esfuerzo por comerla. Buenos dias, carino, ?como has dormido? -pregunto mi calvo favorito. Asi lo llamaba yo, carinosamente. Me acerque a el e hice lo mismo que hacia desde que era pequena, le di un beso en la calva. Es lunes -dije como respuesta a todo. Vamos, este lunes sera diferente -era su intento de animarme, como cada dia. Si, lo se -me menti a mi misma, porque sabia que no seria asi. Aunque intentara enganarme, ese lunes seria un problema, como todos. Problema que se solucionaria el miercoles, el viernes me iria a casa pensando que el proximo lunes todo estaria bien, para que ese dia llegara y me diera en las narices con que todo se jodio de nuevo-. Papa, no me voy a comer el platano. No me gusta. Es mas, odio el platano -puse cara de asco y lo eche a un lado. Odias toda la fruta. Pero tienes que comerla, te guste o no. Mmm... – dije ignorandolo- ?Y mama? Es lunes... Si, ya se que es lunes. ?Pero donde...? Oh, espera, ?en el medico? -resople. Como cada lunes -suspiro el. Se sento frente a mi con su cafe y desayunamos en silencio. Tenia 28 anos y vivia con mis padres por eleccion. Tenia un trabajo estable, un buen sueldo, pero no me gustaba estar sola. Ademas, ellos ya eran mayores y preferia hacerles compania. Eso y porque, para que nos vamos a enganar, yo era un desastre en la cocina. Podia ser la mejor pastelera del mundo, pero a la hora de comer... No sabia hacer ni un huevo frito. Como decia, vivia con mis padres. Ya estaban los dos prejubilados. Eran una de esas parejas que tardaron anos en poder tener hijos, cosas de la genetica, y cuando llegue, me quede sola, y ya ellos habian pasado la treintena, asi que no hubo hermano posible. Mejor para mi, me gustaba mucho la tranquilidad como para soportar a un hermano pequeno. Aunque a veces deseaba haberlo tenido, alguien de mi edad para poder contarle mis cosas. Asi que cuando lo necesitaba, llamaba a la loca de mi mejor amiga, Alberto, y con ella que me desahogaba. No, no me he equivocado. He dicho Alberto y amiga, es que tiene mucha pluma ella. Y yo siempre me he llevado mejor con el genero masculino, para amistad, porque en temas relaciones... Vicky, el zumo. La voz de mi padre me saco de mi ensonacion. Levante la mirada, observando sus cansados ojos grises, con esas cejas blancas, con esa mirada tan parecida a la mia. Papa, odio la fruta -dije como una nina pequena. O te lo tomas sola, o te lo doy yo. Resople y empece a beberlo. Poco a poco, no tenia ganas de echar todo afuera. Mi madre... Por ahi iba. Era la mejor madre del mundo, la mejor cocinera, la mejor en todo. Pero lo mas hipocondriaco del mundo.

  • Sentido y existencia de Markus Gabriel

    https://gigalibros.com/sentido-y-existencia.html

    Sentido y existencia’, obra principal de Markus Gabriel, aborda el tema de la validez y los limites de la ontologia y la metafisica con un extraordinario conocimiento tanto de la historia de la filosofia como de la moderna teoria de la ciencia.
    La ontologia moderna, desde Kant, nos ha familiarizado con la idea de que “existencia” no es un concepto que contribuya a determinar las propiedades de un objeto. Pero si la existencia (el ser) no es una propiedad del objeto, ?que es? Markus Gabriel se enfrenta a este problema con su ontologia de los campos de sentido. Segun el, existir significa aparecer en un campo de sentido.
    Esta tesis va inherente a un radical “pluralismo ontologico”. Gabriel parte de la experiencia preontologica de una pluralidad de campos de sentido y rechaza la idea de una totalidad en la que estan insertos los diversos campos de objetos, junto con el sentimiento oceanico de unidad con ella. Esa unidad queda suplantada por una proliferacion transfinita de campos de sentido.
    Dicho con toda brevedad, en ‘Sentido y existencia’ Gabriel niega que haya un mundo unitario, un mundo que podamos presentar en una “imagen” o captar en una “intuicion”. Con ello se abren grietas en conceptos como “orden del mundo”, “universo”, “ciencia en general” e incluso “razon”.

  • Escuadron de Brandon Sanderson

    https://gigalibros.com/escuadron.html

  • Cuando nos prohibieron ser mujeres .y os persiguieron por ser hombres de Alicia Rubio

    https://gigalibros.com/cuando-nos-prohibieron-ser-mujeres-y-os-persiguieron-por-ser-hombres.html

    El ser humano es una mezcla indisoluble de biologia y cultura. Por eso nuestra felicidad depende, en gran medida, del equilibrio entre ambas naturalezas, que avanzan hacia objetivos diferentes aunque no contrapuestos.

  • Empezando a sentir de Astrid Fiore

    https://gigalibros.com/empezando-a-sentir.html

    Cuando tu mejor amiga tiene una idea de lo mas loca ?Tu le seguirias lo corriente? Eso mismo hice yo y asi es como me di cuenta de que mi organizada vida se iba al traste y lo peor de todo que lo estaba disfrutando…

  • Imperfectos, Cecelia Ahern de Cecelia Ahern

    https://gigalibros.com/imperfectos-cecelia-ahern.html

  • El sueno de la razon de Berna Gonzalez Harbour

    https://gigalibros.com/el-sueno-de-la-razon.html

    La comisaria Ruiz vuelve a Madrid para preparar su defensa. El viejo Jefe Superior de la policia ha logrado su suspension en venganza por una antigua investigacion y Maria esta temporalmente fuera del cuerpo.
    Pero eso no la va a frenar. Es el mes de mayo, tiempo de fiestas en torno al rio Manzanares, y la aparicion de unos animales muertos es el primer indicio de una anomalia que pronto dejara mas huellas letales: la ejecucion de una joven becaria de Historia del Arte en uno de los puentes del rio. Y no sera la unica.

  • Corrupcion Policial, Don Winslow de Don Winslow

    https://gigalibros.com/corrupcion-policial-don-winslow.html

    DENNY MALONE SOLO QUERIA SER UN BUEN POLICIA.
    Denny Malone es <>, un condecorado sargento del Departamento de Policia de Nueva York y el autentico lider de <>. Malone y sus hombres son los mas listos, los mas duros, los mas rapidos, los mas valientes, los mas malos. y lo mas corruptos.
    Ahora su corrupcion esta a punto de salir a la luz y Malone se vera obligado a transitar por la delgada linea que separa la traicion a todo aquello en lo que cree y su propia supervivencia. Ahora, Denny Malone debera decidir de una vez por todas que significa ser un buen policia.

  • Carbon animal de Ana Paula Maia

    https://gigalibros.com/carbon-animal.html

    Carbon animal”” es la historia de tres hombres vinculados por el fuego: el bombero Ernesto Wesley, su hermano Ronivon, incinerador de cadaveres, y Edgar Wilson, minero del carbon. Los tres malviven en un lugar que podria estar tanto en Brasil como en cualquier otra parte, siempre que sea tierra arrasada; durante una epoca que podria ser cualquiera, siempre que todo este acabado o a punto de acabarse.
    En ese tiempo y lugar, la energia se obtiene del carbon mineral y los cadaveres, los oficios son violentos o alienantes y la vida es una serie de reacciones donde el futuro no tiene ningun papel. En ese paisaje desolador, Ana Paula Maia es capaz de construir una novela profundamente lirica y humana, un drama corregido por un humor incendiario y cargado de imagenes casi cinematograficas.”

  • Mi nombre es Greta Godoy de Berta Bernad

    https://gigalibros.com/mi-nombre-es-greta-godoy.html

    Greta Godoy decide cerrar su cuenta de instagram cuando llega a los 2 millones de seguidores. Guiada por un deseo incontrolable de volver a conectar consigo misma. De recordar quien era ella antes de entregar su vida a todos aquellos “fans” que la llevaron al exito.

  • Un bonsai en la Toscana, Isabel Keats de Isabel Keats

    https://gigalibros.com/un-bonsai-en-la-toscana-isabel-keats.html

    El cientifico Robert Gaddi esta a punto de hacer un descubrimiento que supondra un inmenso avance para la medicina; sin embargo, hay demasiados intereses en juego y mucha gente decidida a que sus investigaciones no vean la luz. La noche que destrozan su laboratorio en Washington D. C., tanto su jefe como su amigo Charles Cassidy, del FBI, insisten en contratar los servicios de un guardaespaldas.

  • La otra (Quinteto de la muerte 3) de Sandra Heys

    https://gigalibros.com/la-otra-quinteto-de-la-muerte-3.html

    Tercera y esperada entrega de la serie <> de Sandra Heys.

  • Los Hermanos Siniestros de Ibeyise Pacheco

    https://gigalibros.com/los-hermanos-siniestros.html

    Los ultimos anos en Venezuela han inspirado este libro, en el que eventos y personajes existen, aun cuando algunos han sido modificados y presentados en circunstancias distintas. Por eso es relevante precisar que cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Los hermanos siniestros es el retrato del estiercol, el viaje al infierno. Ese rostro dantesco que no habiamos imaginado como parte de nuestro ecosistema. Torturadores, dictadores, violadores, pillos, canallas. Bestias insensibles y amorales que con su maldad han activado el rostro oscuro de los venezolanos. Este libro lo escribi porque soy de las convencidas de que a esa inmundicia hay que mantenerla en el registro de los capitulos de lo aborrecible que nunca mas se deberia repetir. Agradezco a mis amigos que me han apoyado con nobleza. Destaco la confianza y valentia de incontables e inimaginables informantes. Sin su ayuda este libro no habria sido posible. Cuando regrese la libertad a mi pais, el mundo podra conocer sus nombres, si asi lo desean. En Los hermanos siniestros sobresale la portada, obra de Rayma Suprani, amiga genial, valiente, sensible, generosa. Sin ella este libro estaria incompleto. Gracias, Rayma. Quisiera tambien rendir homenaje a la honestidad y el coraje de muchos que han entregado su vida en esta lucha que lleva veintiun anos. Cada victima muerta o que ha sobrevivido, permanece en mis pensamientos. Espero que las proximas generaciones se encarguen con exito de que los culpables de tanto dolor paguen ante la justicia y jamas regresen al poder. Ibeyise Pacheco Miami, 2020. A Celina Rivas y Guimar Parra, angeles por Miami PRIMERA PARTE I Llevaba la prisa de la muerte. Su mente habia considerado el tiempo para cada detalle. Con malestar de jet lag, por su regreso a Caracas de Lisboa, programo recuperar su pistola, que habia dejado enterrada en el cerro Avila hacia mas de un ano, tres dias despues del derrumbamiento de las Torres Gemelas. Cuatro curvas a la derecha, una a la izquierda, la pequena quebrada, el arbol que a sus pies tiene una piedra en forma de gnomo... El arma la obtuvo a cambio de droga con unos clientes del bar donde trabajaba en Chacaito. Demasiado loco hay en la calle. Todo legal, registro EEK499. Bonita pistola, una Glock punto 40, de esas que lanzan cuatro tiros por segundo. !Pam, pam, pam, pam! Retumbo su cerebro. Regreso al edificio Tejar de Parque Central, directo a la tienda de municiones. Compro dos cajas de balas tipo hollow-point. Su bolso koala negro amarrado a la cintura, alojaba el peso del arma. Entro a la peluqueria Formula II. Le gustaba ese nombre. Destacaba un asiento en forma de carro destinado a ninos que le habria encantado ocupar. Con rudeza que las peluqueras atribuyeron a cierta verguenza para ocultar su coqueteria, solicito que le tineran el cabello de rojo y le aclararan las cejas. Se dejo llevar por las manos expertas. Fue el unico cliente. Despues, aun de dia, entro a un cine de peliculas pornograficas. En la quinta escena se quedo dormido; no le gustaba masturbarse en publico. Lo arrullaron los gemidos en la sala. Al despertar se sintio un poco confundido. La luz suele sorprender al sexo pagado. En la calle pregunto la hora. 6:42 pm en tiempo para cumplir su mision. Fernanda lo noto enseguida. El pelirrojo con rizos desordenados sacudia cabeza y manos conversando con la nada. Fernanda administraba desde hacia doce anos el kiosco de periodicos en la plaza Francia. Tenia un lugar privilegiado para observar centenares de transeuntes diariamente. El sol sale siempre, era su saludo hasta en dias de lluvia, el cual acompanaba con gel desinfectante que frotaba confianzuda en las manos de los clientes. Mucho microbio en el ambiente. A los ninos solia regalar algun caramelo. Fernanda dice que los ojos del hombre dispararon primero. Cuando lo avisto cruzando desde el otro lado de la calle, no le gusto. Sintio la cercania del demonio. El sujeto con camisa gris y pantalon verde esquivo temerario carros y motos en la avenida Francisco de Miranda. Al llegar a la plaza se freno. Entonces se levanto sobre uno de los bancos donde ancianos cansados suelen brindar a sus extremidades una pausa en la vida. Hizo un paneo sobre la masa. Con las piernas fijas como una tijera abierta clavada, introdujo la mano derecha en su bolso. Su cuerpo giro en direccion al Avila, tomo aire, miro el cielo y luego apunto. El primer disparo fue certero. A la cabeza de una joven victima. Fernanda venia trabajando horas extras hacia algo mas de un mes. Las ventas habian mejorado desde que alli los militares lanzaban, en las noches, discursos contra Chavez. En la plaza abundaban tarantines improvisados bajo paraguas de colores con la oferta de banderas, pitos, gorras, estampitas de santos, constituciones, rosarios convertidos en pulseras y collares. Habia cierta organizacion dentro del caos. Una tarima se crecia con el escenario que se apoyaba en el Obelisco, de cuya punta descendian tres largas telas con los colores de la bandera de Venezuela que se crecian con el verde del cerro Avila. Los fotografos hacian de las suyas. A la caida de la noche el ambiente se iba animando. Llegaba a ser un buen plan para un viernes. La plaza estaba cerca de la salida del Metro y en sus esquinas convergian varias paradas de transporte publico. El lugar habia sido bautizado como la Plaza de la Libertad luego de que mas de una docena de oficiales de la Fuerza Armada reto al gobierno de Hugo Chavez a partir del alzamiento que ocho meses atras habia fracasado. La conspiracion muto en un paro petrolero que presionaba para su salida del poder. En una accion poco convencional, los militares tomaron la plaza donde arengaban a los venezolanos. Contaban con las simpatias de los transeuntes y de buena parte del pais. Los medios de comunicacion desplegaron sus equipos para cobertura constante. El facil acceso al lugar y la posibilidad de servicios habia pesado en la decision estrategica de seleccionar ese punto como centro de concentracion que, ademas, estaba en Chacao, un municipio opositor. Los oficiales alzados se alojaban en el hotel Four Seasons. Solo tenian que cruzar la avenida. El general Enrique Medina Gomez, quien habia sido el agregado militar en la embajada en Washington, funcionaba como el jefe de la operacion. En la plaza se habian instalado banos portatiles y carpas de asistencia de salud y seguridad. Unas gradas estaban colocadas mirando hacia la tarima que se prolongaba en un aparatoso equipo de sonido. El espacio, usualmente destinado al esparcimiento entre bancos de cemento y jardines con flores moradas, rojas y amarillas, cedio el turno a la militancia politica. Ese 6 de diciembre de 2002, recibio unas trescientas personas. Las balas estallaban. El hombre esperaba que su victima lo mirara. Una madre nunca veria a su nina crecer. La pareja joven sentia que iba a morir abrazada. El anciano --ya nada tengo que perder-- arrojo su cuerpo para proteger al nieto. Despues de los primeros disparos, el pelirrojo apunto a Fernanda que, congelada, era una de las pocas que habia quedado de pie. Enfoco para no fallar. Ella no grito, no respiro, no pestaneo, no rezo. Un senor corrio hacia el atacante. Valiente, vacio de miedo y de armas, choco su hombro derecho contra el brazo del pistolero y suspendio la matanza. Cayeron los dos al piso, pero el pelirrojo, con agilidad, se repuso del ataque. Aprovecho el impulso para cambiar el peine de la Glock y continuar la masacre. A pesar de los disparos, de los gritos y la sangre, a muchos les costaba entender que un lugar familiar fuese el centro de ese espanto. Hasta ese viernes, las noches en la plaza convidaban a encendidos --y a veces aburridos -- discursos politicos que se fusionaban con los ninos y sus globos que explotaban junto a su risa. Eso no fue lo que estallo.

  • Dejame conocerte de Emma Sheridan

    https://gigalibros.com/dejame-conocerte.html

    Brendan Connolly es un hombre atractivo, exitoso y con una aparente seguridad en si mismo que dista mucho de ser real. Las heridas de su tortuoso pasado le han dejado profundas cicatrices, pero aun asi, no se rinde y lucha para ser feliz.
    Julia Rivera, es una madre que intenta dia a dia salir adelante, tratando de dejar atras el dolor causado por quien penso que mas la amaba, dejandola sola y enfrentando las consecuencias.
    Un encuentro fortuito unira las vidas de Brendan y Julia, dos almas heridas que deberan luchar en contra de sus inseguridades, el miedo y la desconfianza. ?Podran encontrar la cura para sus almas rotas y volver a amar, o las sombras de su pasado no les dejaran espacio para alcanzarlo?

  • La bofetada de Gilda de Kike Cherta

    https://gigalibros.com/la-bofetada-de-gilda.html

    Entre las historias de La bofetada de Gilda nos encontramos con una mujer loca que vive con quince gatos, enamorada de un oso de peluche gigante; pero tambien conocemos a un chicohombre y una chicamujer; o a un senor muy bueno que, para dejar de serlo, decide ir a Canada a matar focas. Y aun mas: aparece un mal padre en coma que, tal vez, quien sabe, sea el salvador del universo, e, incluso, Abraham Lincoln, retratado en sus infidelidades a una domadora de circo. Pareciera que todo es posible en La bofetada de Gilda y su universo de ficcion desmedido: el lector disfrutara de este conjunto de relatos que activa magistralmente un ocasional tono del absurdo, con personajes tan cercanos como perturbadores, dentro de una escritura limpia y directa.