• 20 grandes conspiraciones de la historia santiago camacho - Santiago Camacho

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  • 20 grandes conspiraciones de la historia Tapa blanda

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  • 20 GRANDES CONSPIRACIONES DE LA HISTORIA

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  • 20 grandes conspiraciones de la historia ... - Libros Maravillosos

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  • 20 grandes conspiraciones de la historia - Lecturalia

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  • 20 Grandes Conspiraciones de la Historia - Buscalibre España

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  • 20 grandes conspiraciones de la historia - Margen Libros.

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    20 GRANDES CONSPIRACIONES DE LA HISTORIA, SANTIAGO CAMACHO, 11,00€. Frente a la historia oficial y consensuada que nos han enseñado apenas podemos pensar ...

  • 20 grandes conspiraciones de la historia - Librería Follas Novas

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    Tras leer este libro nuestra percepción de la realidad no será la misma. Encontrar la verdad es trabajo del lector. ... "Santiago Camacho, tenaz rastreador de ...

  • grandes conspiraciones historia de santiago camacho

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  • 20 grandes conspiraciones de la historia - Librería Trama.

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    Encontrar la verdad es trabajo del lector. ACOGIDA DEL LIBRO "Santiago Camacho, tenaz rastreador de conspiraciones, sabe qué fuentes consultar, qué resortes ...

  • Malasangre de Michelle Roche Rodriguez

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    Venezuela, ano 1921. Diana, la hija de catorce anos de una familia de arribistas de Caracas, descubre que ha heredado la hematofagia de su padre, prestamista y hacendado, ocupaciones que desempena gracias a su relacion con la dictadura de turno. La enfermedad la inclina a la violencia contra algunos hombres y la aleja de su madre, de estrictas convicciones catolicas.
    Mientras madura, Diana se enfrentara al maltrato del novio con el que se empenan en casarla, a la brutalidad de su familia y a la tirania del patriarcado militarista y religioso. Sin embargo, lo peor sera verse involucrada en las actividades ilicitas y las conspiraciones politicas de los socios de su padre, que la llevaran hasta las recamaras privadas del palacio presidencial. Son tiempos de revolucion petrolera y el general al mando se llama Juan Vicente Gomez, un hito en la historia venezolana menos porque duro tres decadas en el poder que porque en su tiempo se instauraron y fortalecieron las dos grandes instituciones del pais: las fuerzas armadas y la economia rentista.
    Michelle Roche Rodriguez ha escrito una poderosa alegoria en la que conviven lo fantastico y lo historico, la exploracion de la sexualidad y la politica, la lucha por afirmar la identidad como mujer en una sociedad machista y el vampirismo como realidad y como simbolo.
    Un libro seductor, envolvente y perturbador sobre la rebeldia y la transgresion. Una novela que juega con el genero de terror explorando territorios nuevos, llevandolo mas alla de los caminos trillados.

  • Quiero ser tu principio y tu fin (Loca seduccion) de Eva P. Valencia

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    Manhattan, 27 enero de 2014 3 semanas despues del trasplante Tras entrar en el apartamento y dejar las cartas sobre el mueble recibidor, Gabriel dio un golpe seco de talon a la puerta para cerrarla. Sonrio alzando la mirada y dirigiendola hacia el final del pasillo. Una deliciosa y envolvente fragancia lo atrajo hacia el dormitorio, el cual permanecia casi en la mas absoluta oscuridad, salvo por la escasa luz de unas velas colocadas estrategicamente para recrear un ambiente enigmatico y magico. Acabo de abrir la puerta mientras se desanudaba la corbata de seda. --Jessica... --Echo un vistazo rapido hasta descubrir donde se encontraba--. ?Te pasa algo? Gabriel se descalzo y, dejando caer los zapatos de cualquier manera, camino hacia ella. --?Tienes fiebre? ?Que es todo este despliegue de romanticismo? --se burlo colocando la palma de la mano sobre su frente. Ella se carcajeo. --?Ha tenido un agradable dia en el despacho, senor Gomez? --le pregunto con voz melosa, acariciando cada palabra con su lengua. Mas asombrado si cabia, alzo una ceja sin aun descubrir las intenciones de la joven y anadio: --Definitivamente, lo reafirmo: tienes fiebre. Tras sonreirle con picardia, ella humedecio su labio inferior con ayuda de la lengua, muy lentamente, de forma morbosa y muy sugerente. --Como le gusta ponerme cachondo… --Agarro una de sus manos y la coloco sobre su latente ereccion, que crecia con descaro bajo la tela de los pantalones de pinzas--. Y debo anadir que se le da de maravilla, senorita Orson. --!Mmm! Y es asi como me gusta tenerlo... bajo mi absoluto control -- agrego realizando un suave masaje a lo largo de la envergadura de su miembro enhiesto y palpitante. Gabriel quiso acercarse para devorarla en un ardoroso beso que ansiaba desde que la habia visto, pero ella se anticipo, posando el dedo indice sobre sus carnosos y hambrientos labios. --Tranquilo, fiera. --Sonrio traviesa--. Desnudate y esperame sentado en la cama. Se rasco la nuca, pensativo, y observo perplejo como Jessica se alejaba y desaparecia de la habitacion. Zarandeo la cabeza, sin darle mas importancia que la necesaria, y comenzo a desvestirse. En cierta forma, lo agradecia; poder desprenderse de aquel atuendo de <> era cuanto precisaba en aquel momento y... por supuesto, la racion diaria de sexo salvaje y alocado con su particular angel de cabellos negros. Primero la americana, luego uno a uno todos los botones de la camisa de firma y, en poco menos que un suspiro, yacia tendido y como Dios le trajo al mundo sobre las delicadas y suaves sabanas de saten. Miro a ambos lados. La habitacion estaba irreconocible; en solo unas semanas Jessica la habia decorado a su gusto, dandole evidentes toques femeninos, acordes a su intensa y arrolladora personalidad. Entre los detalles mas significativos habia un sillon en tono rojo fuego y de formas ergonomicas, disenado exclusivamente para practicar el tantra y llevar a cabo cada una de sus fantasias sexuales. Poco despues, bajo la vista a su entrepierna mientras apuntaba a su pene con el dedo y lo reprendia de forma inquisidora: --Mas te vale portarte bien, tu ya me entiendes... Te quiero aguantando varios asaltos como un campeon. --Sonrio--. Algo me dice que esta noche va a ser memorable... Nada mas pronunciar aquellas palabras, Jessica hizo su aparicion estelar por el umbral de la puerta. Con un erotico contoneo de caderas se deslizo sensual por la reducida estancia, sin dejar de mirarlo; el la observaba tratando de tragar saliva. Se habia quedado seco, al instante. Incapaz de pronunciar una sola palabra. Las imponentes curvas de la joven se dibujaban bajo una transparente y sensual bata de lenceria negra que haria vagar la imaginacion hasta del ser mas apocado sobre la faz de la tierra. Se acerco hasta el iPod y deslizo la yema de su dedo por la pantalla tactil hasta dar con la cancion que tenia reservada. Presiono ligeramente y, en seguida, las primeras notas de Submerge til we become the sun - Embrya, de Maxwell, envolvieron el ambiente. Sin apartar su mirada de los ojos de el, Jessica aflojo el lazo que rodeaba su estrecha cintura para desprenderse con lentitud de la bata, permitiendo que la suavidad de la seda la acariciara y erizara su piel antes de que esta cayera a sus pies. Envuelta en un halo mistico e hipnotico, subio a la cama y comenzo a gatear a cuatro patas hasta quedar a escasos centimetros de su boca. Su calido aliento acaricio los labios de el y el aroma de su perfume le aturdio los sentidos. Abrio la boca tras humedecerse lentamente los labios, mientras se acercaba a su oido para runrunearle una proposicion que no podria rechazar: --?Crees estar preparado para lo que te voy a hacer sentir? Gabriel trago costosamente saliva; su mirada penetrante y el susurro sensual de sus palabras le habian erizado todo el vello de su cuerpo. --Estoy ansioso por sentirte, mi vida. --Buen chico. --Sonrio satisfecha. Y dicho esto, libero su larga melena de un brillante negro azabache, permitiendo que cayera en cascada sobre su espalda desnuda. Luego, tras tentarlo con su mirada felina, se abalanzo sobre su boca para devorarla con tanta ansia que logro dejarlo sin aliento. --!Dios mio, Jess! --Inspiro hondo y, tras recuperar la compostura, prosiguio --: Cuando estoy contigo, pierdo por completo la cordura. Todo, absolutamente todo, deja de existir para pasar a un segundo plano y en lo unico que pienso es en hacerte el amor. Ella lo miro unos instantes antes de suspirar. La fulgida mirada verdosa de Gabriel por un momento la hizo dudar y a punto estuvo de abandonar sus planes, por lo que desvio la vista a la comoda y abrio el primer cajon para buscar algo en su interior. --Ahora, jugaremos --dijo con voz firme pero melosa. --?A los medicos? --se burlo. Ella nego con la cabeza. --Frio, frio… --anadio mostrandole un par de esposas metalicas. Gabriel enarco una ceja. --?Ahora te va el rollito bondage? Jessica no le respondio; se limito a tomar una de sus manos y, tras abrir una anilla de una de las esposas, la cino alrededor de su muneca, para luego atarla a uno de los barrotes de la cabecera. --!Que morbo me esta dando esta situacion...! ?Como no me has atado antes? --!Shhhh! --lo silencio buscando la otra mano para realizar la misma operacion--. No te muevas o te causaran heridas. --Vale, jefa. Sere obediente. Acto seguido, lo tento repetidas veces, acercando la boca a sus labios de forma muy morbosa, sin llegar a besarlo. Frustrado, observo como ella se deslizaba lentamente por las sabanas hasta salir de la cama, para poco despues colocarse de pie, justo enfrente. Las vistas desde aquella posicion eran espectaculares. La lenceria de encaje negro realzaba los innumerables atributos de Jessica, quien comenzo a moverse al son de la cancion, de forma sugerente, mientras desabrochaba los corchetes del corpino y lo dejaba caer con delicadeza. Gabriel empezo a removerse inquieto. Se imaginaba acariciando, masajeando, atrapando aquellos turgentes y prietos pechos entre sus manos. Lamiendo, succionando y mordisqueando los deliciosos pezones... --?Podras soportar mirar sin tocar? El pestaneo y luego respondio con voz ronca: --Estoy disfrutando como un enano. De momento, ve calentandome los motores... que luego no habra quien me detenga...

  • El ingles de Ilsa Madden-mills

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    Un luchador con cicatrices.
    Una chica con normas.
    Una pasion desenfrenada.
    Hay tres cosas muy evidentes sobre Elizabeth Bennet: es muy inteligente, siempre mantiene el control y su vida esta basada en un conjunto de normas cuidadosamente elaborado. Ha aprendido de la manera mas dificil que la gente a la que ama siempre acaba haciendole dano.
    Pero entonces aparece Declan Blay, el nuevo vecino de su bloque de apartamentos.
    Declan es britanico, experto en artes marciales y el chico malo del campus al que se supone que Elizabeth debe evitar, pero cuando lo conoce en una fiesta universitaria, todas las reglas que ella tiene sobre el sexo y el amor se desvanecen.
    Despues de pasar una noche de pasion desenfrenada, el anhela algo mas: tras la delgada pared que separa sus dormitorios, Declan suena con que la vulnerable chica de al lado sea suya para siempre.
    Una moderna historia de amor inspirada en Orgullo y prejuicio.

  • Se busca desesperadamente secretaria (The Crossroad Company 1) – Nisha Scail de Nisha Scail

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    Garret Davids preferiria atravesar un campo de minas en pleno concierto a tener que volver a entrevistar a una sola mujer para el puesto de secretaria de la Compania Crossroad, especialmente cuando acababa de despedir a la ultima.
    Con una vida dividida, cuatro socios empenados en que entreviste a las nuevas candidatas y el jodido Trey burlandose de el, encontrarse con una mujer que no es lo que espera, que es mucho mas de lo que desea y a la que ha prometido no tocar, hara que todo se tambalee a su alrededor y se replantee sus propias necesidades.
    Danielle Narrow intuia que era muy mala idea presentarse a esa entrevista de trabajo, sospecha que se hizo realidad cuando cogio el ascensor equivocado y se encontro asistiendo a la entrevista mas inusual y erotica de su vida.
    ?Podran dos almas atormentadas por el pasado encontrar la luz que necesitan para continuar adelante con sus vidas o sucumbiran por el camino?

  • Owen Brooks. Mi refugio (Colter Bay 1) de Sira Brun

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    Volver a casa siempre es dificil. Mas aun, cuando has pasado los ultimos cinco anos tan centrado en tu trabajo, que has dejado de lado a tu familia y olvidado las promesas que les hiciste. Owen Brooks es un prometedor cirujano especializado en trauma en el prestigioso UCSD Medical Center de San Francisco, pero un acontecimiento traumatico le empuja a revelarse ante la injusticia y es obligado a tomarse unas semanas de vacaciones.

  • No dejes para manana las ganas que me tienes hoy de Maca Ferreira

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    ?Te gustan las historias de amor, tan reales como la vida misma?
    Si la respuesta es afirmativa, sigue leyendo.
    ?Y si a eso le anadimos un toquecito de humor, de ese que se paladea tras una carcajada espontanea?
    ?He oido si a eso? De acuerdo, continua.
    Como condimento habia pensado aderezarlo todo con algo picante, como ese gustito tan interesante que provoca el sexo.
    ?Te sigue apeteciendo? Ya me imaginaba, ya.
    Para rematar, lo cocinare a alta temperatura y lo sazonare con una buena dosis de pasion, algo de superacion personal, una madre un poquito especial, un italiano seductor dispuesto a enredarlo todo, unos vecinos algo escandalosos en la alcoba, una hermana que se convierte en companera de piso, un descubrimiento masculino sumamente interesante y unas amigas candidatas a formar parte del manicomio mas proximo…
    Y como guinda del pastel, un viaje loco y totalmente atipico en un barco donde la poca ropa y el placer son los protagonistas.

  • Y lo conoci en… de Lorena Fuentes

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    Un Match.Un polvo.Una rubia de ojos verdes que llegara a mi vida para darle un giro de ciento ochenta grados, pero ella y sus amigas me juzgaran por ser el Lobo Feroz, solo que Caperucita viene a que le clave los dientes por voluntad propia.Amor. ?Que es el amor?No se que esperar de mi Rubita, pero todo lo que ella pueda darme, lo tomare. Yo no cai del Cielo, digamos que emergi del Infierno, mis demonios estan cerrados bajo llave, pero ella es capaz de calmarlos.

  • Hasta el fondo de Elle Aycart

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    En Alden todo el mundo coincide en que Mike Haddican, el orgulloso dueno del gimnasio y reconocido instructor de karate, es un buen tipo. Nunca ha necesitado mucho para ser feliz: su familia, sus amigos y, sobre todo, Kyra, su chica. Por eso, cuando siete anos antes ella lo abandono, Mike quedo destrozado.
    Kyra Brims hizo realidad su sueno y logro el exito como bailarina de danza contemporanea, pero el precio que tuvo que pagar fue muy alto. Cuando su vida y su carrera empiezan a tambalearse, decide regresar al pueblo al que juro que jamas volveria para lamerse las heridas y recuperarse.
    Si estando cada uno en la otra punta del mundo ya les resultaba imposible olvidarse, ahora que se encuentran por todas partes, el intento se convierte en una mision imposible. La pasion que nunca se apago pronto vuelve a arder sin control, pero lo mismo ocurre con las viejas heridas y los antiguos confl ictos que dejaron sin resolver. Mike y Kyra tendran que llegar hasta el fondo de sus almas para encontrar el perdon y la sabiduria que les permita seguir adelante con su bonita historia de amor.

  • Un mundo helado de Naomi Novik

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    La familia de Miryem se halla al borde de la pobreza, hasta que ella se hace cargo de la situacion y no tarda en ganarse la reputacion de ser capaz de convertir la plata en oro.

  • El cerebro de Cain (Memoriam 1) de Eduardo Blazquez

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    Marzo de 1990. Marta, una adolescente de dieciseis anos, decide quitarse la vida tras las humillaciones que sufre por parte de un grupo de cuatro companeros del instituto. Su inseparable amiga Isabel promete delante de su cadaver que hara todo lo posible por desvelar la verdad de lo que le sucedio para que tomase esa drastica decision. Mas de veinte anos despues, Isabel ejerce como orientadora de un instituto privado, presenciando un nuevo acto de bullying contra un alumno, que le traera de vuelta recuerdos que ya creia enterrados. A su vez, aparecen muertos varios adolescentes --en circunstancias aparentemente normales--, pero en unas fechas muy concretas, activando un resorte en el cerebro de Eliseo Camacho, el inspector encargado del caso de Marta en el pasado. Eliseo no dudara en remover todo lo necesario para relacionar la muerte de esta con la de los chicos, en una carrera frenetica contra reloj para evitar una nueva muerte que cierre un circulo que el solo ve.

  • La mujer desnuda de Armonia Somers

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    Que nadie se sienta incapaz de leer esta novela. Al reves, que todo el mundo se atreva a acercarse a ella. Saldriamos ganando. Siempre he odiado los prologos y tambien esas pequenas introducciones de diez o quince minutos a cargo de los criticos con las que se presenta en la television la emision de determinadas peliculas. Considero que la buena ficcion, tanto literaria como audiovisual, merece que nos adentremos en el universo que recrea completamente desarmados, como si se tratara de un sueno en el que nos reconocieramos de pronto, sin proteccion ni antecedentes, al habernos quedado dormidos. Esa es la unica manera de que el mensaje de la obra impacte en nosotros y nos hiera, para devolvernos despues a la realidad que habitamos minimamente transformados. Pocas cosas hay mas valientes que enfrentarnos a la mentira sin armadura. Asi que bienvenidos a este sueno, el que en La mujer desnuda, publicada por primera vez en 1950, Armonia Somers (Uruguay, 1914-1994) describe para el lector; un viaje a medio camino entre el erotismo y el terror, tanto el uno como el otro nada maniqueos, mimbres de un ejercicio que no persigue ensenar, sino descubrir, y que para ello impone una condicion no negociable: la supresion de todos los filtros de percepcion adquiridos. Rebeca Linke acaba de cumplir treinta anos y, para celebrarlo e interrogarse acerca de lo que el acontecimiento supone, decide pasar la noche en una finca que linda con un inmenso y oscuro bosque. Alli, nada mas llegar y ante la dificultad para conciliar el sueno, mientras contempla el paisaje nocturno a traves del estor que ciega a medias la ventana de su habitacion, decide cortarse la cabeza y, tras colocarsela de nuevo sobre los hombros, aventurarse desnuda al exterior. Este es el planteamiento de partida de una historia cimentada sobre tres conceptos que adquieren entre sus paginas la categoria de simbolos: la cabeza, el cuerpo y el bosque; tres estrellas brillantes que, como los mechones bien cepillados de una trenza, Somers entreteje con un notable sentido del ritmo y una interesante influencia de su tiempo --la lectura nos remitira desde el inicio al estilo onirico de los relatos de Clarice Lispector y a El bosque de la noche (1936), de Djuna Barnes, pero tambien a la crudeza del cine mas experimental de Bunuel, que tiene su maximo exponente en El perro andaluz (1929), y al terror que William Hope Hodgson supo ligar como nadie a las formas y colores de la naturaleza en La casa del confin de la tierra (1908). Empecemos por la cabeza y esa decapitacion casi involuntaria, mas instintiva que consciente, y al fin y al cabo reversible, sin la que Rebeca no hubiera podido comenzar su periplo. ?Que significa? ?No representa acaso una especie de bautismo, el rito con el que Armonia Somers le regala a su personaje --y por extension a su mirada de autora y a la nuestra de indiscretos voyeurs -- un nuevo principio limpio de connotaciones y experiencias previas? Y es que esa es, sin duda, una de las pretensiones mas loables de La mujer desnuda, su ansia de <>, de vaciar nuestro cerebro (y no hay manera mas grafica de hacerlo que la decapitacion) para permitir luego, al recuperarlo, que lo previamente percibido nos impresione otra vez, desintoxicado del conocimiento anterior y el prejuicio, incluido el propio cuerpo, como le sucede a Rebeca al reencontrarse con el tras la traumatica y reparada amputacion: <>. Encierran las primeras paginas de la novela de Somers un interes por dejar en la puerta de la ficcion, sin permiso para participar de la misma, todo atisbo de convencion social, porque esa es la unica estrategia para liberar al lector de las ataduras morales, los miedos y la culpa y regalarle la historia como un campo de pruebas donde experimentar sin autocensurarse interpretaciones no previstas, en este caso sobre el sexo, el odio y las fronteras del deseo no solo fisico, sino tambien mental. Es en este punto de la narracion cuando el cuerpo entra en escena, la figura desnuda y libre de Rebeca Linke se adentra en el bosque y se convierte en una provocacion para todo aquel que se cruza en su camino y, a diferencia de la mirada de la protagonista y de nuestra propia mirada, no ha sido bendecido con la bula de la autora para percibir la humanidad sin tamiz. Ante estos perfiles encadenados a la realidad, construida con un peso de milenios, Rebeca se rebela y adopta una actitud que interpela y provoca, que desafia: <>. ?Por que nos cuesta aceptar a quien, a pesar de no hacer dano a nadie, se niega a actuar segun unas reglas a menudo incomprensibles, asumidas simplemente por la costumbre y la conveniencia de la imitacion? El cuerpo de Rebeca es un grito; un grito en el siglo XXI, desde el que leemos la novela, y un grito aun mas fuerte en el ecuador del siglo XX, momento en el que el texto se publico para, con o sin intencion, reivindicar la identidad fisica de la mujer y combatir la tendencia a ocultar y condenar la belleza ante el temor de las sensaciones que suscita; un gran error. Armonia Somers nos dice en La mujer desnuda que no hay mas que un modo de alcanzar el equilibrio emocional, cierta felicidad, si es que esta existe; y es partiendo de la incomodidad e interrogandonos acerca de las pulsiones que acentua en nuestro interior la presencia absoluta del otro. En este sentido, hombres y mujeres somos victimas, y la novela va un paso mas alla del feminismo para situarse en un plano de denuncia universal y proponer una liberacion del pensamiento que, aunque preso durante mas de mil anos, tiene el poder de desprenderse de las cadenas en un segundo si, como en un conjuro, damos con las palabras adecuadas, por que no, magicas: <>. Como el aceite en el agua, como un revulsivo, asi es como el cuerpo de Rebeca, que ademas de tentar experimentara el frio de la amenaza a cada paso, se introduce en el bosque, que es el mundo y nuestra ultima estrella. Alli, donde todos los personajes son el mismo, el lenador y su mujer, los gemelos y el cura, el aficionado a las intrigas y el misterio, y el caballo..., alli es donde habitamos, inmersos en la oscuridad. El bosque es nuestro entorno, nuestra conciencia dormida, un lugar que carece de sentido si no estamos dispuestos a convertirlo en escenario de la batalla. Porque el conocimiento es una guerra continua.

  • La leyenda de Greg de Chris Rylander

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    Un joven descubre que su destino podria estar totalmente corrompido en esta divertidisima aventura de fantasia middle grade.
    Una serie ideal para los fans de Rick Riordan.

  • Alguien que bese mis heridas de Brooke Skipstone

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    Primer Premio Pencraft en Abuso de Adultos Jovenes
    Concurso internacional favorito de los lectores: medalla de plata en thriller para adultos jovenes
    "Poderosa. Original... Muy sentida y convincente."--Kirkus Reviews

  • Eso que llamamos Casualidades de Lorena R. Jeffers

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    Casualidad: Causa o fuerza a la que, supuestamente, se deben los hechos o circunstancias imprecisas, especialmente la coincidencia de dos sucesos.
    Adrian Ramirez, un drogadicto y baterista desempleado, cree en las casualidades mas que en cualquier cosa. O tal vez no. Con su vida derrumbandose vertiginosa e irreparablemente, rentas atrasadas y un corazon roto debido a su ultima relacion fallida, el piensa que alguna fuerza superior esta en su contra. Es decir, ?que mas podria ser? Dios, el Destino y el Cosmos, incluso Satanas, lo odian a muerte. Fin de la historia.
    Sin embargo, la tarde en la que regresa de una fallida entrevista de trabajo y se encuentra con un bebe tirado en el basurero, Adrian se da cuenta de que la vida es mucho mas que un juego de dados. A veces, solo a veces, Dios y el Destino nos empujan al fondo del oceano, sin salvavidas, solo para ensenarnos a nadar.

  • En los Brazos de tu Pasion de Anna Crenwood

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    Sairin vivia felizmente con su tia tras la dolorosa muerte de sus padres. Estaba enamorada de Edward, un hombre que cualquier mujer desearia.
    Pero una amenaza se cierne sobre la joven, y con la ayuda de Edward intentara resolver el por que quieren verla muerta.

  • El demonio de Dankworth de Lizzy Bronte

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    ?Quien estaria tan desesperada como para casarse con el Demonio de Dankworth?

  • El medico frivolo del campo de Melissa Eyre

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    Cuando el medico visita el hospital balneario, apenas puede creer lo que ven sus ojos…..

  • El error de Clara Ulman de Cristina Higueras

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    Cristina Higueras construye en esta novela un turbador thriller en el que su protagonista transgrede todas las normas para adaptar el mundo a sus principios.

  • El reto de amarte de Dina Reed

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    John Harris esta desesperado. Y eso que es un empresario de exito, un soltero de oro por el que todas suspiran, alguien que esta acostumbrado a conseguir todo lo que se propone y al que ademas la suerte siempre le sonrie.. Menos en una cosa: no hay manera de que encuentre una maldita ninera para su hijo Peter de nueve anos, fruto de una relacion de juventud.
    John adora a su hijo y esta obsesionado con darle la mejor educacion. Si bien, es tan insufrible y estricto que nadie aguanta en el puesto mas de tres dias.
    Hasta que aparece Emily Fisher.

  • Seduciendo a un salvaje de Becka M. Frey

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    Desde hace dos anos, Bruno acude cada jueves al The Cage Boxing Club de Miami. A pesar de que nunca falta, no se relaciona con nadie, no sonrie, ni siquiera saluda; solo practica boxeo y se marcha.
    Lorene es masajista en el gimnasio. Intrigada por averiguar los verdaderos motivos que lo llevan a comportarse asi, decide comentarlo con su mejor amigo, companero y tambien monitor, y este le advierte con rudeza que no se acerque a el bajo ningun concepto. Lejos de amedrentarla, esa respuesta hace que aumente su curiosidad, aunque ve muy improbable que haya algun tipo de acercamiento entre ellos.

  • La version de Emily de Carolina Gattini

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    Emily Jhonson, ha tenido el desproposito de prometerse con Lord Thomas Henry Bradbury, hijo de Lord Arthur Bradbury, septimo duque de Hampshire. Algo que el duque no va a permitir por ningun medio, ya que considera a Emily una cazafortunas; aunque entiende perfectamente por que su hijo se ha prometido con ella, es una joven hermosa que podria embaucar con sus encantos a cualquier hombre. Pero el la va a desenmascarar, asi como todo lo que oculta, aunque para ello tenga que traspasar los limites de la moralidad victoriana.

  • Arrastrada por la tormenta de Anna Zaires

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  • El mundo de Lisa de Zeneida Miranda

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    Podria comenzar diciendo que. !todas mis amigas estan como cabras! Hala, asi de contundente. Las adoro, si, pero estan locas. Y este libro es un buen ejemplo de ello. ?Quien soy yo? Soy Lisa y era una chica normal, anonima y aburrida hasta que una de mis amigas me reto a que escribiera una historia de Sexo en Nueva York pero con nosotras. ?Acaso tengo yo pinta de Carrie Bradshaw? !Si soy mas alta! Pero, ?sabeis que? !Que lo hice!

  • Mi Destino eres Tu de Lily Cerda

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    Mi Destino eres Tu

  • Multimillonario Desenmascarado de J. S. Scott

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    Jason Sutherland es un inversor multimillonario que lo tiene todo: buen fisico, miles de millones de dolares y todo juguete caro que un hombre pudiera desear. Lo que no tiene es lo que mas quiere: a Hope Sinclair. Por desgracia, Hope, la hermana pequena de su mejor amigo, estaba vetada. Pero cuando descubre que va a casarse, decide que va a reclamarla antes de que sea demasiado tarde, y haran falta bastantes enganos y riesgos para conseguir su objetivo. Hope podria terminar odiandolo, pero despues de pasar con ella una noche prohibida que no puede olvidar, sabe que tiene que intentar hacerla suya para siempre.

  • Un cientifico en el supermercado de Jose Manuel Lopez Nicolas

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    Pongamos una remolacha. Para muchos, poco mas que una hortaliza. Pero para el reconocido investigador Jose Manuel Lopez Nicolas, un universo que va desde la industria de la alimentacion, que la usa para vendernos atun de baja calidad, hasta los equipos de primera division, que la utilizan para que sus jugadores corran mas rapido.
    Siguiendo con el estilo desenfadado y el tono divertido que le han convertido en uno de los referentes de la divulgacion, el profesor Lopez Nicolas nos acompana a lo largo de 12 capitulos por la ciencia de nuestra vida cotidiana, descubriendonos las matematicas ocultas de un cante jondo, la fisica presente en un memorable partido de tenis, la sorprendente estadistica de la Loteria del Nino o la quimica que se esconde tras las etiquetas de un supermercado. Un fascinante viaje por la ciencia de las pequenas cosas que nos ayudara a esclarecer cuales son las verdades y mentiras con las que topamos a diario.

  • La marca del pentagono (Diana Davila 4) de Esteban Navarro

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    La oficial de policia nacional Diana se traslada a Laspaules, una poblacion de Huesca relacionada historicamente con la brujeria, donde comparte investigacion con el Inspector Jefe Vazquez de la Unidad Central de Madrid.
    El motivo de que Diana se desplace a Laspaules es porque han asesinado a Andres Hernandez, un policia amigo de la oficial destinado en la comisaria de Huesca, en lo que parece un ritual relacionado con la brujeria. La joven policia se ve obligada a implicarse en la investigacion cuando recibe una llamada perdida del telefono movil del policia de Huesca justo en el momento que es asesinado.
    Una vez se traslada al pueblo y mientras indaga en que es lo que estaba buscando su amigo antes de ser asesinado, va recibiendo mensajes de texto desde su telefono advirtiendole sobre las brujas y de que no se fie de nadie.
    Enfrascada en seguir la pista de los ultimos pasos del policia, descubre que semanas antes habia recibido el encargo de un banquero de Zaragoza al que le robaron una edicion original del Fausto de Goethe de 1882, de un valor incalculable. Registrando el ordenador del policia descubre que en sus ultimas notas apunta como sospechosas a cuatro amigas jovenes de esa localidad a la que todos los vecinos de la villa tienen como brujas. Su sorpresa es cuando descubre que una de ellas, precisamente, es hija del banquero que contrato al policia.

  • El viajero sin corazon de Miguel Angel Fece Allue

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    Mischoll, un joven frances de principios del siglo XIX, descubre que su primer amor le ha robado el corazon y por tanto es incapaz de amar de nuevo. Con una enorme cicatriz en el pecho recorrera el mundo buscando la solucion entre medicos, sabios, personajes surgidos de las novelas y mujeres a las que no tiene nada que entregar.Una novela sobre amor y desamor, viajes, busqueda de uno mismo y encuentros imposibles.

  • !Tu te lo buscaste! 3, Emma Green de Emma M. Green

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  • Confesiones de una mujer (eLit 5) de Jen Safrey

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    En la universidad, Cassidy Maxwell lo habia tenido todo: inteligencia, belleza y la atencion de todos los hombres del campus, incluyendo la del profesor del que se habia enamorado. Ahora vivia en Inglaterra y era la mano derecha del embajador de Estados Unidos. Pero, ?por que habia desaparecido al final del ultimo curso?

  • Todo arde de Nuria Barrios

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    ?Alcanza el amor para salvar una vida del desastre?

  • Vientos de Escocia de Miranda Bouzo

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  • La Pension Eva de Andrea Camilleri

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    El despertar a la vida de un muchacho algo ingenuo, a finales de los anos treinta, sobre el trasfondo del mundo provinciano y sonoliento de Vigata, la ciudad imaginada por el autor para situar al comisario Salvo Montalbano. Con sus persianas permanentemente cerradas, la misteriosa casa de nombre tan sugerente es como un iman irresistible para el adolescente Nene y sus amigos del alma, Ciccio y Jacolino, que fantasean con lo que ocurre en el interior de la pension y suenan con acceder algun dia a ese mundo desconocido que imaginan rebosante de sensualidad. Cuando, al cabo de unos anos, consiguen traspasar inesperadamente sus puertas, descubren un cumulo de personajes e historias dificiles de olvidar. La guerra va cobrando protagonismo hasta que su presencia se vuelve abrumadora y, finalmente, tragica. Entonces, el amor y la amistad aparecen como el unico sentimiento capaz de devolvernos la ilusion y la voluntad de vivir.

  • Mi error fue creer en cuentos de hadas. Parte 2 de Moruena Estringana

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  • Un nuevo comienzo (Edentown 12) de Annabeth Berkley

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    Era sabado por la manana. Brooke Sawyer estiro los brazos perezosa. El sol entraba por la ventana de su dormitorio y no tenia ninguna prisa por levantarse. Ya madrugaba demasiado durante la semana para ir a trabajar como profesora al instituto como para hacerlo tambien el fin de semana. Miro el reloj digital de su mesilla. Marcaba las nueve de la manana. Aun asi, ya habia dormido suficiente, penso sonriente. Se levanto con calma. No tenia ningun plan mas que seguir estudiando el ultimo master online al que se habia apuntado. Esta vez era sobre Igualdad de genero, algo que le parecia muy interesante y que, sin duda, le ayudaria a mejorar de alguna manera a la hora de impartir sus clases. El anterior que habia cursado sobre Inteligencia Emocional, lo estaba poniendo en practica con grandes resultados. Bajo las escaleras tranquila y satisfecha mientras se recogia su larga y ondulada melena oscura en una coleta. Fue a prepararse un cafe en la cocina, cuando se quedo parada. ?Habia visto algo al pasar por el salon? Retrocedio sobre sus pasos y se quedo quieta en la puerta. No podia ser cierto. --?Dan? --pregunto con el ceno fruncido. El hombre alto y rubio que estaba en el salon con los brazos de jarras y cabizbajo cogio aire antes de darse la vuelta y mirarla. --Brooke --le dijo a nombre de saludo. Brooke le miro boquiabierta. --?Que estas haciendo aqui? --Tambien es mi casa --le recordo con una sonrisa cinica. Brooke noto que una rabia tremenda se apoderaba de ella. Una rabia que se acentuaba al ver que seguia siendo tan guapo y atractivo como recordaba. Deberia estar prohibido ser perfecto, penso malhumorada. --?Que pretendes? --le pregunto airada--. No pensaras quedarte aqui. --?Por que no? --le pregunto insolente aparentando diversion--. Esta casa es muy grande para ti sola y la mitad es mia. Asi que tengo el mismo derecho que tu. Brooke entro en el salon con los brazos en jarras, en la misma posicion que el y miro la coleccion de maletas y mochilas deportivas que habia a su alrededor. --Pero ?para cuanto tiempo has venido? ?Es que piensas quedarte todo el verano? Dan Sullivan hizo un gran esfuerzo para no decirle lo que realmente pensaba de semejante recibimiento. Apreto los labios con fuerza para evitar que varias palabras malsonantes salieran por su boca. Bastantes problemas tenia en su vida como para tener que lidiar con una solterona frigida y amargada, penso ocultando la furia que sentia. Tenia tanto derecho como ella a vivir en esa casa y estaba decidido a ejercerlo. --Podria decirse que si --le confirmo ocultando que iba a quedarse mas tiempo--. Asi que si tienes algun problema al respecto es cosa tuya. No te voy a quitar la habitacion, me quedare con la del final del pasillo. Dan paso por su lado, cogio dos maletas y subio por las escaleras sin mirarla. Brooke lo vio subir, incredula. Eso no podia ser cierto. No podia estar sucediendo de nuevo. Pero lo peor de todo era tener que darle la razon. Realmente tenia el mismo derecho que ella a estar alli. Su tia se habia casado con el tio de el en segundas nupcias, habian comprado la casa juntos y ambos la habian heredado a partes iguales cuando ellos habian fallecido en accidente de trafico hacia unos diez anos. Fue a la cocina muy molesta. Abrio el armario donde tenia el cafe y cerro la puerta con fuerza. Preparo la cafetera con movimientos secos y bruscos mientras murmuraba todas las groserias y palabras malsonantes que le nacian de dentro. Dan volvio a por el resto de su equipaje y miro hacia la cocina donde una visiblemente malhumorada Brooke preparaba el cafe. La observo con una mueca. Iba descalza y con un pijama veraniego de dos piezas. Tuvo que reconocer que el tiempo la habia tratado bien. La chica que habia conocido e ignorado en el instituto se habia convertido en una mujer atractiva y por lo menos ya no se escondia tras las horribles gafas de pasta que llevaba siempre y sus oscuras ropas dos tallas mas grandes. Ahogando un suspiro subio otras dos maletas. Ella no iba a sacarle de alli y eso lo tenia claro. El habia vuelto a Edentown para quedarse, por lo menos de momento y la casa era suficientemente grande para los dos como para no tener que mirarse siquiera. Sonrio con ironia. En la casa podrian no cruzarse, pero ella no parecia saber que iba a trabajar el ano siguiente como entrenador del equipo de beisbol del instituto donde ella daba clases. Hizo una mueca. Si no lo queria ver era su problema. El debia preocuparse por el, por rehacer su vida, por pensar en su futuro. Necesitaba tranquilidad, espacio, calma, y estaba seguro de que en Edentown iba a encontrarlo. Su ultima lesion en el campo de juego habia acabado definitivamente con su carrera deportiva. Aun no habia saltado la noticia a los medios, y no sabia cuanto tardaria en hacerlo. Habia contactado con el entrenador de su instituto para conocer la posibilidad de entrenar a los estudiantes. Para el habia sido muy humillante, pero queria seguir vinculado al beisbol y era lo primero y lo unico que se le habia ocurrido. Afortunadamente el entrenador Mitchel iba a jubilarse al ano siguiente y se sintio muy afortunado de cederle el puesto sin tener que preocuparse por nada mas. Dan se habia propuesto que fuera temporal mientras pensaba que hacer con el resto de su vida. No habia sido justo que todo su futuro se desmoronara por una estupida lesion. Y no le habia gustado nada tener que decir adios al exito y a la fama. Los contratos publicitarios habian desaparecido. Las llamadas para asistir a las galas deportivas se habian esfumado. Las citas con las modelos y actrices del momento se habian cortado por lo sano, y las pocas entrevistas que habia tenido en los ultimos dos meses habian sido para preguntar maliciosamente por su declive profesional y personal. Poco despues de su accidente habia estado en Edentown para el evento deportivo que se habia organizado en primavera. Habia recordado lo que era un hogar, lo que era estar rodeado de gente que lo conocia desde siempre. Se habia sentido aceptado incluso por antiguos companeros del instituto y eso que reconocia que en su juventud se habia comportado como un autentico idiota. Ya no habia vuelta atras, penso cerrando la puerta de la habitacion en la que iba a quedarse. ?Que habia hecho Brooke con esa habitacion? Pintarla en amarillo y combinarla con tonos azules. Hizo una mueca. Era demasiado femenina para su gusto. Demasiado luminosa, demasiado alegre. Penso en su elegante y lujoso apartamento en la ciudad. Tenia que pensar que hacer con el. Lo habia cerrado con la esperanza de poder volver algun dia, pero sabia que las estrellas de beisbol lesionadas tenian una vida muy fugaz, y mas cuando dejaban de jugar en mitad de la temporada. Maldijo la lesion que le habia sesgado su carrera deportiva y maldijo la soledad tan grande que sentia. Se sento sobre la cama. Si por lo menos Erin no hubiera empezado a salir con el medico ese del que parecia que estaba tan enamorada... Su eterna novia del instituto, tan bonita, tan encantadora... siempre habia estado a su lado. Le habia seguido a la universidad y el se habia portado con ella como el egocentrico irresponsable que era. La habia abandonado embarazada... Por entonces le habia parecido bien. No iba a cargarse con una mujer y un crio cuando empezaba a lanzarse su carrera profesional. Pero ahora no tenia tal carrera, ni a Erin ni al nino que habia perdido poco despues de descubrir que estaba embarazada. Se dejo caer, resbalando, desde la cama hasta la alfombra del suelo. No se podia sentir peor. Estaba completamente solo. Sus padres se habian mudado a la costa hacia tiempo. Llevaban su propia vida. El no iba a preocuparles con sus problemas. La tristeza le arraso los ojos llenandolos de lagrimas. Quiza solo fuera una mala racha, penso. Ademas, Dan Sullivan no tenia problemas, se repitio como tantas veces el ultimo mes. Estiro el brazo hasta una de sus mochilas. Abrio la cremallera y saco la botella de whisky que habia comprado poco antes de llegar a Edentown. Miro por la ventana. El sol lucia radiante, ajeno a todo lo que sentia, penso malhumorado. Abrio la botella. Sabia que era demasiado temprano para beber. Sabia que no solucionaba nada entregandose al alcohol. Ya habia comprobado que tampoco le servia como via de escape. Sabia que ni siquiera le convenia hacerlo. Pero le dio igual. Todo le daba igual. El cafe no habia hecho que el malhumor que sentia Brooke se desvaneciera. Subio a darse una ducha sin comprender que pretendia Dan quedandose alli en Edentown. Esperaba que no hubiera vuelto por Erin. Erin McNamara era muy feliz con Dylan Blake. Ya les habia ocasionado problemas en su anterior visita para la celebracion del evento deportivo. No iba a dejar que les volviera a fastidiar. Ella sentia mucho aprecio por su inseparable companero de instituto y aunque, a veces, todavia le molestaba que Erin fuera tan encantadora y perfecta se alegraba por ambos. Se metio en el cuarto de bano para ducharse. Dan Sullivan no iba a interferir en sus planes de fin de semana. Abrio el grifo del agua. Los pocos dias que habia estado Dan en la primavera y en los que tambien se habia empenado en compartir la casa con ella, apenas habian intercambiado unas pocas palabras. Dan tenia demasiada vida social en Edentown, y cuando no estaba alternando con alguien se encerraba en la habitacion. Brooke recordo que le habia sorprendido bebiendo solo en casa mas de una vez, pero no le presto mayor atencion. Siempre habia ido un idiota egoista y prepotente. Aunque, tenia que reconocer a reganadientes que, desde que habia vuelto a verlo casi sentia pena por el. Todo lo extrovertido, sonriente y exitoso que parecia, desaparecia al entrar en casa. Se encerraba en el dormitorio que habia escogido como propio y no lo volvia a ver hasta el dia siguiente con otra radiante sonrisa segundos antes de pisar la calle. Tambien recordo los dias de instituto cuando el era el capitan del equipo de beisbol. Popular, atractivo a mas no poder y el que se llevaba todas las miradas de las estudiantes. Ella no lo soportaba. Siempre sonriendo, siempre tan guapo, siempre tan atento con su eterna y perfecta novia, la capitana del equipo de animadoras. Jamas se habia fijado en ella. Resoplo molesta. No iba a conseguir estropearle el fin de semana. El agua de la ducha empezo a salir fria, motivo perfecto para salir de alli, secarse el cabello y empezar a estudiar su master. Y, por supuesto, ignoraria a Dan, como siempre habia hecho.

  • La Reconquista y Espana de Pio Moa

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    Desde que Ortega y Gasset puso en duda la existencia de la Reconquista se han sucedido diversas polemicas e interpretaciones: desde la negacion de la invasion islamica hasta la lamentacion por la derrota de la <>, pasando por el mito de las <> o la denegacion del caracter espanol a hispanorromanos y visigodos, entre otras muchas ideas y enfoques.

  • Si tan solo fuera sexo de Myriam Ojeda

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    Cuando amas desesperadamente, solo el ocupa tus pensamientos. Vives y respiras por aquel que da vida a tus dias. El misterioso y carismatico Klaus Grass, es el hombre que trastoca todos sus sentidos, transportandola a un mundo que nunca penso llegar a conocer.

  • Los amantes anonimos de Salvador Gutierrez Solis

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    Carmen Puerto esta despierta desde hace una hora, pero no quiere comenzar este lunes, esta semana, y finge dormir. Continua, ficticiamente, el sueno de la pasada noche. Ha sonado que paseaba entre las dunas de una blanca y luminosa playa, como si fuera una de las mujeres que aparecen en el cuadro de Alex Katz que cuelga en una de las paredes del salon; que se banaba en un mar esmeralda, agua templada, acogedora; que se tumbaba en la arena, desnuda, relajada. Corria, gritaba, era feliz. Ha sonado que un hombre, alto, moreno y guapo, muy musculoso, el pelo corto y rizado, encrespado, la esperaba tumbado sobre una toalla, tambien desnudo. Cuando llegaba a su lado, el hombre la abrazaba, la besaba, la acariciaba, y comenzaban a hacer el amor. El hombre, se parecia a Alberto pero no era Alberto y hacia el amor hasta quedar sin fuerza, felices ambos, desmayados de tanto placer. A continuacion, reian, bebian cerveza y comian bocadillos, antes de volver a hacer el amor. Cuando desperto, Carmen estaba desnuda y muy excitada, y siguio sonando, ficticiamente, mientras se acariciaba con un pequeno vibrador violeta. Quiere seguir sintiendo a ese hombre a su lado, volverse a banar en ese mar esmeralda, cuando la pantalla del ordenador portatil, que la acompana en la cama, se ilumina. --?Estas despierta? --No, por eso te respondo. --Ese humor tuyo... --El humor tiene horario nocturno. --A veces ni eso. --No escoges la serie adecuada. --No te imagino riendote con una teleserie. --Deberias llevar tu imaginacion al gimnasio... --?Hay gimnasios para la simpatia? --Los cerraron con esto de la crisis. --Y a ti no te pillaba uno cerca... --Te dejo, me voy al gimnasio --en la pantalla de su Iphone puede leer JJ1 . Carmen Puerto minimiza la ventana del chat y atiende la llamada de telefono. --Dime --su voz es seria y ronca, como si pretendiera exhibir que le molesta que la llamen tan temprano, todavia en la cama. Al mismo tiempo, Carmen abre una fotografia en la pantalla de su ordenador portatil: un hombre de unos cuarenta anos, moreno, alto, con nariz prominente, ojos grandes, marrones, cejas muy pobladas, y negras, como su cabello, con facciones agradables, con una gabardina de un gris verdoso. Es Jaime Cuesta. --Carmen, disculpa la hora, pero necesitamos tu ayuda -- la conoce Jaime y sabe que tono de voz y que palabras debe emplear. --?Estas con esa? --enfadada, interrumpe a Jaime. --?Como, quien? --Esa, tu companera o lo que sea, la tal Julia... --Si, si... --disimula Jaime, pero Julia, a su lado, sabe que habla de ella y recrea un gesto de incertidumbre. --Dile que no vuelva a intentar localizarme, que no lo vuelva a intentar, que me deje en paz -- dice Carmen muy despacio, grave, amenazante. --Yo se lo digo, no te preocupes. --Jaime, no me has entendido, quiero que se lo digas ahora mismo... --?Ahora? --Ahora. --Diselo tu --le indica, y Julia arquea las cejas, preguntando. --?Que cono pasa? --le susurra Julia a Jaime, muy cerca del oido. --Yo no voy a hablar con esa tipa, diselo tu... --ordena Carmen. --No creo que... --divaga Jaime, en medio de una situacion, violenta y embarazosa, ante la que no sabe como reaccionar. --Adios, Jaime, adios... --amenaza Carmen con finalizar la conversacion. --Cono. --Adios, adios... --Espera. --Diselo. --Julia, por favor, no vuelvas a intentar localizar a Carmen --por fin dice Jaime, que se lleva un dedo a la sien, escenificando locura, mientras que Julia frunce el ceno, visiblemente contrariada. Hace por hablar, pero Jaime se lo impide, tapandole la boca con la palma de la mano. --Que no lo vuelva a hacer --imagina Carmen la escena al otro lado del telefono. Puede ver a Julia muy enfadada, histerica, haciendo lo imposible por arrebatar el movil de Jaime. --No lo hara --trata Jaime de conservar el equilibrio, contentando a Carmen, manteniendo en silencio a Julia. --Si lo hace... --no concluye Carmen la frase. --No te preocupes. Tras un incomodo silencio de varios segundos, Carmen pregunta con desinteres: --?Que habeis encontrado? --Julia te lo acaba de enviar al WhatsApp. --Julia... --Si, ya lo tienes. Carmen abre una nueva fotografia en la pantalla del ordenador. En ella se puede ver a una mujer de unos treinta y largos, cuarenta tal vez, pelo rubio muy corto, cara delgada, mas atractiva que guapa, cuello muy estilizado, ojos amplios, luminosos, de un azul cielo, sin pendientes en las orejas, de piel blanca. Es una fotografia de Julia Nunez. --Ahora te llamo --interrumpe Carmen bruscamente la conversacion. Julia se separa de Jaime, se muerde los labios y golpea con fuerza su hombro derecho. --!Eres el puto perro de la pirada esta, el puto perro, puto perro, que lo sepas! --le recrimina con violencia. --Vete a la mierda. No se detiene Carmen a contemplar las tres imagenes que ha recibido en su telefono movil, directamente las reenvia a su cuenta personal de correo electronico. El dormitorio permanece a oscuras, apenas unos rayos de sol se cuelan por las primeras rendijas de la persiana. Sin embargo, Carmen se mueve con agilidad en la oscuridad, esta acostumbrada a ella. Abandona la cama, busca a sus pies la parte superior de un chandal azul marino con tres rayas blancas en las mangas, que se coloca a toda velocidad, no cierra la cremallera, y recorre el pasillo y el salon, entre una densa penumbra que fabrica un decorado fantasmagorico; en la cocina, introduce una taza de agua en el microondas, selecciona un minuto en el temporizador, escoge al azar un tarro de capuchino --varios tarros se apilan sin orden junto a la placa de vitroceramica, sobre la encimera--; lia un cigarrillo con tabaco, Cutters Choice; anade dos pastillas de sacarina al agua caliente y cuatro cucharadas de capuchino en polvo; se dirige al desordenado y oscuro salon, durante varios segundos contempla un cuadro de Alex Katz en el que aparecen dos mujeres caminando entre las dunas de una playa --Partida --, en la pared que prosigue al pasillo, y el sueno de la pasada noche regresa fulgurante y electrico durante un segundo. Enciende el cigarrillo y lo coloca sobre un cenicero de cristal, transparente, toma asiento en un sofa de cuero marron, frente a una pantalla de plasma de 50 pulgadas, bajo otra reproduccion de Alex Katz, Blue umbrella , que representa a una mujer con la cabeza cubierta con un panuelo y bajo un paraguas en un dia de lluvia. Conecta la pantalla de plasma y, ayudandose de un teclado inalambrico, accede a su correo electronico y comienza a examinar las tres fotografias que se ha reenviado desde su telefono movil. En la primera fotografia puede ver una blanca y palida mano de mujer, seccionada limpiamente donde arranca la muneca, con las unas pintadas de un rojo intenso. --Un corte limpio, una sierra electrica con toda probabilidad. Sin rastros de sangre, unas en perfecto estado, pintadas una vez fallecida --repite en voz alta lo que escribe en una libreta de pastas verdes. La segunda fotografia corresponde a un pie, seccionado a mitad de tobillo, igualmente blanco y palido, tambien limpio de restos de sangre, igualmente las unas perfectamente pintadas, pero en esta ocasion de un azul marino muy brillante. Con una pequena cicatriz junto al menique, no reciente , tal vez un corte de la infancia, deduce mentalmente Carmen. --?Te gusta el color? --se gira Carmen, y le pregunta al cuadro de Alex Katz que tiene a su espalda: Karen (La sonrisa de Karen ). En la tercera fotografia aparece un corazon humano, cortadas las arterias y venas a ras, dentro de una de esas bolsas de plastico transparente que se utilizan para conservar alimentos. --Vaya, ha pasado por el super --murmura Carmen Puerto, sin apartar la vista de la pantalla. Carmen abandona momentaneamente el sofa de cuero, se coloca en cuclillas delante de la pantalla y, como si estuviera escaneando o memorizando las imagenes, examina las tres fotografias centimetro a centimetro. Se detiene especialmente en las unas pintadas de la mano y pie, en sus llamativos colores. Bebe el resto de capuchino con un gesto de desaprobacion, ya frio, y a ella le gusta muy caliente, lia un nuevo cigarrillo, y marca el telefono de Jaime (JJ1 ). --?Por que habeis sacado el pie y la mano de sus bolsas? --le recrimina a Jaime, nada mas escuchar su voz. --Ahhh --duda Jaime, se lleva la mano libre a la nuca, centra su mirada en Julia, que continua furiosa--, para que se vieran mejor en las fotografias --concluye. --No alteres mortajas, hijo mio ... Habeis manipulado unas pruebas --le advierte Carmen. No puede evitar pensar en Hilario Pino cada vez que habla con Jaime. --Nosotros no hemos hecho nada, ya sabes... De todos modos, lo han hecho siguiendo el procedimiento, no temas, las bolsas tambien van a ser analizadas --trata de ser convincente Jaime. --Cuando hagan las pruebas los batiblancas descubriran que los restos corresponden a tres personas diferentes, a tres mujeres, con toda probabilidad. Pero esto no quiere decir que sean victimas preferenciales --explica Carmen Puerto mientras recorre con su mano la pantalla, tal si estuviera acariciando los miembros encontrados. --Tres mujeres... --intenta decir Jaime. Julia escucha cerca de su hombro. --Tres mujeres de mas o menos la misma edad, si, tres mujeres... --se detiene un instante Carmen, hipnotizada por el azul de las unas del pie--. Estan congelados todos los restos, y me atreveria a decir que hasta hace no tanto estuvieron en un congelador, a muy baja temperatura, veinticinco o treinta grados bajo cero. Seguramente, no se trata de un congelador domestico, mas potente. --Si, estaban congelados... --confirma Jaime, sorprendido. --Teneis que haberlos encontrado en un lugar muy publico, muy popular, necesita llamar la atencion, presentarse ante todos como es debido... a lo grande: es su carta de presentacion. Ya estoy aqui , nos esta diciendo --sigue hablando Carmen mientras no cesa de mirar las fotografias de la pantalla. --Carmen, los han encontrado en tres puntos diferentes -- le rectifica Jaime, y los labios y ojos de Julia fabrican un gesto de satisfaccion. --Joder, tres sitios diferentes, joder, mas a lo grande de lo que imaginaba... Va a por todas el hijo de la gran puta. --Si, en tres. --?Donde? --Madrid, Barcelona y Sevilla. --Joder, joder, si que apunta alto. --Si, y en lugares muy populares, como tu decias --una apostilla de Jaime que contraria a Julia. --Evidente. --El pie en Madrid, en la Plaza del Callao, a escasos metros del edificio Capitol. En Barcelona, en Plaza Catalunya, la mano. El corazon, en Sevilla, a unos pocos metros del Ayuntamiento. En los tres casos, dentro de papeleras, perfectamente envueltos, bien protegidos, en esas bolsas... -- le informa Jaime. --Esas bolsas que han estropeado. --Las van a analizar --repite Jaime. --?Ya hemos comprobado las camaras de seguridad? --Si, y de momento no hemos encontrado nada. --Nada, nada... --replica Carmen y amplia nuevamente las fotografias de los tres miembros. Conoce la posicion de las camaras , escribe Carmen Puerto en su libreta. --Estamos tratando de buscar con cuantas de las denuncias por desaparicion que tenemos coinciden. Estamos en ello, ya sabes... --le gustaria a Jaime ser mas preciso. --Con ninguna coincidira, ya te lo digo --sentencia Carmen y se dirige a la cocina para prepararse otro capuchino--. Todavia no hay denuncias. --?Tu crees? --Necesita llamar la atencion --dice Carmen a la vez que abre fotografias de los lugares indicados, a traves de la aplicacion de Google. --No te puedes imaginar la que se ha montado --comienza a decir a Jaime, pero Carmen lo interrumpe. --?Cuando los habeis encontrado? ?Con cuantas horas de diferencia? --pregunta Carmen, con un lapiz en la mano. --La mano de Barcelona, ayer por la noche. El pie de Madrid cuatro horas despues, sobre las dos de la madrugada y el corazon de Sevilla hace un rato... a las siete. En ese orden los hemos encontrado. --Vaya juerga que se ha metido el cabron --comenta Carmen. Anota en una libreta: BCN, ?sabado 31M/1J?, Mad 1J, ?Sev 1J/2J? --Estamos comprobando si le podria haber dado tiempo a una sola persona... --dice Jaime. --Le ha dado --y rodea con un circulo las abreviaturas de las fechas y de las ciudades anotadas. --?Tu crees? --escucha Jaime en su telefono el crujido, al quemarse, del papel del cigarrillo que Carmen esta fumando. --Estos han sido los fuegos artificiales... --masculla Carmen. --?Fuegos artificiales? --Volvera a matar --sentencia Carmen, al tiempo que despliega sobre la pantalla un programa pirata por el que puede acceder a las camaras de seguridad de los tres lugares en los que se han encontrado los miembros. --?Como? --Volvera a matar. Y no tardara en hacerlo. LUNES, 2 DE JUNIO DE 2014. 9:00 H. A pesar de la llamada que la saco de la cama poco antes de las ocho, Carmen Puerto se entrega a su rutina diaria. Como cada manana, salvo la de los domingos, a las nueve en punto conecta la camara del videoportero de la puerta al ordenador y aguarda la llegada de Jesus mientras fuma, toma un capuchino y escucha las noticias en la radio. Aunque ella misma ha sido la que ha construido y mantiene esta excusa a lo largo de los anos, en realidad no solo lo hace por esperar la llegada de Jesus. En estas esperas, frente a la pantalla del ordenador, cada manana contempla a sus personajes habituales: los clientes del bar de la esquina, en direccion a la Avenida de Andalucia, Manuel, el propietario del taller de motocicletas, y sus caracteristicos silbidos; la duena de la fruteria de la esquina, Rocio, ese anciano de estirado pelo negro que saca a pasear su perro, un boxer con el cuello blanco, a Monica, la dependienta de la pequena tienda de ultramarinos de enfrente. Con suerte, tambien puede contemplar Carmen a otras nuevas personas, desconocidas, anonimas, a las que asigna actividades y personalidades de todo tipo. <>. Cuando era una nina, con su hermana Ana, Carmen Puerto jugaba a algo parecido, se asomaban al balcon y trataban de adivinar quien apareceria bajo el arco de la plaza. Contabilizaban los aciertos en una libreta y la que antes llegaba a diez era la ganadora. A las 9.02 h. aparece Jesus en la pantalla del ordenador. A pesar de que la imagen no es lo nitida que Carmen desearia, puede verle ojos de sueno y gesto de lunes. Carmen se reincorpora, apoya los antebrazos sobre el cristal que cubre la mesa. Repite Jesus la camisa negra, con doble cuello, que se compro en las ultimas rebajas y unos vaqueros gastados, manchados en la parte posterior de la rodilla izquierda, descubre Carmen. Como siempre, su bolsito azulon colgando de su hombro derecho. Y como casi siempre, justo despues de levantar la persiana metalica, Jesus se queda un instante, menos de un segundo, mirando hacia la camara del portal adyacente a su establecimiento. Tal vez sea su manera de desear buenos dias cada manana. --Buenos dias --dice nada mas dejar de verlo--. Karen, se ha cortado demasiado el pelo esta vez, le hace cara de tonto -- se gira Carmen sobre ella misma y le comenta al cuadro que tiene a su espalda. Como la mayoria de las ubicadas en la zona, la casa de Carmen Puerto cuenta con dos plantas, fachada estrecha, rectangular, rematada por una azotea. Calle Padre Pedro Ayala, barrio de Nervion, en Sevilla. Es una zona muy tranquila, familiar, con aspecto de pueblo en la mayoria de sus calles. Muy cerca de la antigua fabrica de cerveza Cruzcampo y de la Prision Provincial, <>, como se la conoce en la actualidad. Nada dejo al azar, la situacion geografica de la vivienda de Carmen Puerto surgio de un minucioso estudio previo: a menos de 15 minutos, caminando, de la estacion de tren de Santa Justa; a menos de dos kilometros, tras finalizar la Avenida de Andalucia, de la SE30 , que conecta con Cadiz, Huelva, Malaga y Cordoba; y a menos de 10 minutos, en coche, del aeropuerto de San Pablo. La planta baja de la casa de Carmen Puerto la ocupan la puerta de entrada, tras la que se encuentra la empinada escalera que conduce a su vivienda, y la peluqueria para <> de Jesus, Jesus Fernandez Cortes, su particular inquilino. Aunque exteriormente pueda parecer mas amplio, a tenor del tamano de la fachada, el piso de Carmen Puerto, situado en la primera planta del edificio, es relativamente pequeno: 66 metros cuadrados. Un dormitorio con dos ventanas que dan a la calle, pero que siempre estan cerradas, las persianas hasta abajo; un amplio salon cuadrado y oscuro; un cuarto de bano y una cocina rectangular, que concluye en un pequeno lavadero, en el que se eleva una escalera metalica, de caracol, que conduce a la azotea. Todavia sentada frente a la pantalla de plasma, Carmen da por concluida la conexion con la calle de esta manana, una vez que Jesus ha accedido a la peluqueria. Recupera las fotografias de los tres miembros seccionados que le han enviado Jaime y Julia. Contempla las imagenes una a una, las examina y analiza de forma individual, y a continuacion de manera colectiva, estableciendo posibles vinculos que desarrolla mentalmente. No escribe en su libreta, de momento. Visita las portadas de las ediciones digitales de algunos periodicos, necesita comprobar que, de momento, nadie ha filtrado la noticia. A traves de una de sus cuentas falsas, escoge @arga2 en esta ocasion, accede a la cuenta de Twitter de Pedro Gines, un periodista de <>, celebre por sus apariciones televisivas y por sus informaciones <>. --De momento este cabron no ha dicho nada --murmura Carmen, tras comprobar que su ultimo tuit es del 31 de mayo. A continuacion, como si alguien le indicase los pasos a dar, Carmen se coloca unas gafas de sol, unas Rayban metalicas con cristales verdes, descuelga un manojo de llaves de un clavo en la pared, a la izquierda del cuadro de Alex Katz de las dos banistas que pasean relajadamente entre las dunas y se dirige a la cocina. Se prepara un capuchino: agua muy caliente, cuatro cucharadas y dos comprimidos de sacarina. Introduce una de las llaves en la cerradura de seguridad de la reja metalica negra que separa la cocina del lavadero. Una lavadora, un pequeno tendedero y tres estanterias de pvc . Nada mas comenzar a subir la escalera de caracol, escucha: <>, que exclama un My Little Pony de tonos violetas, rosas y grisaceos, con voz aguda de cuento infantil, sentado en el septimo peldano. La voz del pequeno unicornio no sorprende a Carmen Puerto, que se detiene a medio camino de la escalera e introduce una llave en la cerradura que hay en la trampilla del techo. Ayudandose de las dos manos levanta la portezuela de acero y una avalancha de luz, de rayos de sol, se proyecta sobre su rostro. Por unos segundos, instalada en la oscuridad, Carmen Puerto se siente indefensa, vulnerable, atropellada, a pesar de la proteccion de las gafas. Aun asi, la rutina traza el recorrido, repite los movimientos de cada manana, tiene memorizadas todas las distancias, y accede a la azotea sin mayores complicaciones. Flanqueada en sus cuatro costados por un tupido y alto canizo artificial, desde la azotea de Carmen solo se contempla el cielo, interminable y azul, como una infinita cupula monocolor. Ningun edificio, antena o similar a la vista, como si se tratara de un lugar en mitad de la nada o por encima de todo. Carmen Puerto camina hasta la parte delantera, donde se alza la fachada principal del edificio hacia la calle Padre Pedro Ayala y ayudandose de una manguera azul marino riega un amplio arriate donde crecen sus plantas de marihuana. Verdes y frondosas, rezuman salud y atencion permanente. Comprueba el estado de las hojas, busca imperfecciones, examina el color y grosor de los tallos, toca la tierra para cerciorarse de que la humedad es la adecuada. Seguidamente, busca en la parte inferior de un armario de aluminio una llave, oculta en la parte interna, que no tarda en encontrar. Abre el armario, de la balda superior coge un cenicero, papel de fumar y boquillas marrones, un encendedor y una cajita de madera. Toma asiento en una hamaca de lona, en el centro de la azotea, y lia dos cigarrillos con marihuana. Durante unos segundos contempla el cielo, sin nubes, azul, monotematico, que lo cubre todo, mas alla de los canizos que la protegen de posibles miradas. A continuacion, con naturalidad, es un ritual que repite la mayoria de los dias que luce el sol, se despoja del chandal azul marino que la cubre, tambien de la ropa interior, bragas y sujetador blancos, de algodon, y desnuda se deja caer sobre la hamaca. Comienza a fumar la marihuana con los ojos cerrados. Sigue teniendo Carmen un cuerpo menudo y armonico, los anos aun no se han cebado con ella; su piel continua siendo palida y tersa, con un mapa de pecas en el pecho y en las mejillas. Delgada, de ojos inquietos, de un marron miel, nariz con intencion aguilena. Desde los veinticinco, dentro de unos meses cumplira cincuenta anos, Carmen tine su pelo de una intensa tonalidad cobriza que subraya la delgadez de su rostro. Raramente usa pendientes, anillos o pulseras, como en tantas otras cosas es una mujer sencilla, austera. Si tuviera que elegir Carmen una parte de su cuerpo se decantaria por sus manos, puede que lo haya confesado en alguna ocasion, afiladas, de unas cuidadas, jamas pintadas. Le gusta mirarlas cuando habla por telefono o cuando fuma marihuana desnuda en la azotea, como en este momento. Pero ahora, Carmen no mira sus unas, sigue reproduciendo las tres fotografias que le han enviado Jaime y Julia. Trata de establecer conexiones, puentes, con otras imagenes similares que conserva en su memoria. Una mano, un pie y un corazon congelados, envueltos en bolsas de plastico de las que se emplean para la conservacion de alimentos. <>, deduce.

  • El amor esta en el aire de Olivia Kiss

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    Lauren no dejaba de senalar poniendo chinchetas en el mapa. Con cada una que pinchaba en el tablero, daba un pequeno saltito a la vez que gritaba el lugar. --!Hawai! !Costa Rica! !Venezuela! --Lauren, se trataba de preseleccionar lugares para luego decidirse, no de enumerar todos los sitios con buenas playas y buenos chicos --dijo Lily poniendo los ojos en blanco. --No te olvides de los mojitos, que es un requisito importante para que sea el destino perfecto. No quiero nada de chicos en este viaje, solo quiero divertirme contigo. Sabes que lo necesito mas que nunca. Me alegra que estes aqui, Lily --dijo Lauren posando una mano sobre el hombro de su mejor amiga. Habia pasado solo una semana desde la ruptura con Marcus, bueno, mas bien rotura de corazon con tres bypass y estrangulamiento de sentimientos con doble de "tedejotudignidadporlossuelos". Marcus, su exprometido, era el novio perfecto que toda madre quiere para su hija; simpatico, extrovertido, atento, con buen trabajo. Tambien era, a simple vista, el novio ideal y guapo hasta decir basta. Con un cuerpo moldeado con muchas horas en el gimnasio. Tantas horas, que hasta hacia extras con la profesora de spinning. La monitora con sus duras nalgas. Tampoco es que tuviera la culpa ella, ni la secretaria de ventas, ni rubita21xoxo de esa pagina de contactos, ni la "amiga de la infancia" que era inofensiva, la culpa la tenia el, Marcus. Unica y exclusivamente. Lauren no supo nada de todo aquello hasta siete dias atras cuando, por casualidad, Marcus se dejo su bien mas preciado y mas protegido: el movil de empresa. Marcus trabajaba en una gran compania de software de Washington, no como informatico sino como el mejor jefe comercial de todo Seattle. Desde que llego, la empresa no dejo de crecer y llego a codearse con las mas grandes comprando otras empresas y absorbiendolas. Habia sido durante una de esas transacciones cuando conocio a Lauren. --Bueno, creo que su cliente aceptara la oferta con los ojos cerrados, ?no es asi senorita...? --Marcus se apoyo dejando caer unos papeles sobre la mesa redonda del despacho gigantesco y mirando a la abogada que debia revisar ese contrato. --Puedes llamarme Letrada Lauren Collins, senorito... --dijo con cierto tono replicativo. --Marcus, todo poderoso Marcus. --Acabo la frase guinando un ojo y desabrochandose el boton del traje a medida que, aunque no era cenido, marcaba sus musculos. --Perfecto, pues miraremos la oferta, la valoraremos y ya te llamaremos -- contesto intentando no darle importancia a la gran suma de dinero que habia visto en los papeles. Lanzo la tarjeta a la mesa y se acerco a Lauren y susurro. --Se que ya tienes ganas de llamarme. A pesar de que la reunion habia sido corta y de que hubo algo en su actitud que no termino de convencerla, se dio cuenta de que, en parte, el tenia razon y la idea de volver a verlo le resulto tentadora; quiza fue por el tono seductor de su voz o por esa seguridad que desprendia, como si tuviese el mundo a sus pies. Se citaron a los dos dias en un restaurante para confirmar que aceptaban la oferta y despues una cosa llevo a la otra, a la atraccion y a tontear, a enamorarse como una loca perdida y a vivir juntos unos meses despues. Marcus se mudo al apartamento de Lauren, (hasta entonces, ella no sabia que era el plan perfecto para mantener su picadero intacto), y empezaron una relacion que nunca llegaba a la monotonia por los cientos de viajes que el tenia que realizar. Es decir, que se veian poco, y quiza por eso el tiempo que pasaban juntos era muy intenso, entre escapadas planeadas a Europa, esqui en las mejores pistas, saltos en paracaidas, y hacer el amor muchas, muchas veces y en muchos sitios diferentes. Siempre tenia que haber algo en la vida de Marcus que fuera novedad para no perder la emocion en la vida. La monotonia le corroia. En Lauren encontro una companera perfecta, no es que le aburriera una vida rutinaria, que tambien la apreciaba, sino que le gustaba hacer cosas distintas igual que a su novio, pero con una diferencia, a el le gustaba hacer las cosas con otras chicas. Ella estaba tan enamorada que hasta le gustaba el sonido del clic del cortaunas cuando se cortaba las unas del pie. Pero, una semana atras, cuando Marcus se fue a su gimnasio para hacer las tres horas de ejercicio que necesitaba y se dejo su telefono de trabajo, todo cambio. El movil comenzo a sonar. Una y otra y otra vez. Lauren penso si lo descolgaba o no, pero es que en la pantalla ponia, "Oluc Otinob – Jefe de la fusion". Supuso que era importante, ya que hacia poco le habia estado hablando de una megafusion de una empresa que supondria que terminasen siendo los lideres del sector, asi que, al final, tras mucho dudar, termino cogiendo la llamada. --Hola, picha gorda, hoy no has venido al gimnasio y necesito que follemos, digo, nos fusionemos como tu dices siempre... --dijo una voz femenina que parecia recien salida de una pelicula porno de las malas--. No iras a hacer enfadar a tu profesora de spinning, ?verdad? --?Quien demonios eres tu? --grito Lauren. --Oh, perdona, creo que me he equivocado. La llamada se colgo. En aquel momento, Lauren podria haber pensado que era un simple error, una de esas llamadas que se cruzan e ignoras sin mas antes de seguir con tu vida, pero eso de fusionarse... Por su trabajo, Marcus siempre tenia esa palabra en la boca. Fusion aqui, fusion alla. Y eso fue suficiente para que Lauren se sentase en el sofa y cotillease un poco su movil. Sabia que estaba mal, que no era lo que haria una novia segura de si misma y confiada. Pero no pudo evitarlo. Reviso el listado de las ultimas llamadas. La verdad es que habia nombres muy raros en la agenda como Oluc Otinob, Satet Semrif o Sanreip Sagral. No daba credito, ni tampoco entendia que significaban hasta que, de repente, pasados unos minutos de frustracion, todo encajo. !Oluc Otinob es un anagrama de culo bonito! Igual que Satet Semrif, que era tetas firmes y Sanreip Sagral, que era piernas largas. Cuando abrio la carpeta llamada "Documentos fusion" vio fotos de el posando como un gilipollas con unas chicas estilo Barbie. Y habia mas archivos en las ultimas imagenes recibidas, de chicas operadas y retocadas con Photoshop que le ensenaban a la camara todos sus encantados. Llego a distinguir a mas de cinco mujeres solo por el tamano y la forma de sus tetas. Menudo guarro. Lauren sentia que la sangre en las venas se le congelo. Se quedo de piedra, helada y casi sin aliento, porque no podia creerselo... --!Menudo cabron, hijo de puta, mal parido! --maldijo entre dientes, imitando al protagonista de una de sus series preferidas. Clavo los ojos en el telefono y comenzo a escudrinarlo esperando que todo fuera una mala pesadilla, pero no lograba despertarse. Era la realidad. Cuando llego Marcus a casa y vio a Lauren con el movil en la mano, noto como comenzo a temblar. El chico seguro de si mismo con respuestas para todo se quedo sin palabras. Lauren era el vivo retrato de la furia sosteniendo el movil. Marcus habia cometido un error y lo iba a pagar. --Te-te lo puedo explicar Lauren--dijo con el con voz titubeante. --He hablado con el jefe de la fusion Oluc. Recoge las cosas y vete lo mas lejos que puedas de aqui, de mi vida. --Le comenzaron a salir lagrimas de los ojos. La tension se convirtio en una bateria de emociones en la que la decepcion era la que ganaba. Marcus se fue tan rapido como ella le obligo y Lauren no supo en ese momento que era una de las mejores acciones que habria hecho en su vida.

  • El ultimo proceso de Kafka de Benjamin Balint

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    ?A quien pertenece Kafka?
    La historia del verdadero proceso sobre su obra.

  • Aunque tu y yo nunca, tu y yo siempre de Ariadna Tuxell

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    Gala es azafata de vuelo y adora su profesion. Disfruta viajando por el mundo junto a sus dos companeras de trabajo, Aitana y Dafne, quienes se han convertido en sus inseparables amigas y con las que comparte muchas horas de su vida.

  • Genesis. El libro de Phlaigh (Apocalipsis 1) de Juani Hernandez

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    ?Que ocurriria si el hombre de tus suenos fuera real?

  • Como te veo yo de Abril Camino

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    !Cumpleanos feliz! !Cumpleaaaaaanos feliz! --La voz de una Hazel absolutamente desafinada entra atronadora en mi dormitorio, cuando aun no he tenido tiempo de abrir del todo los ojos--. Te deseeeeeeo, Holly Rose. !Cumpleaaaaaanos feliz! Siempre me he preguntado como es la vida de las personas que no son capaces de reirse de si mismas. O, mejor dicho, siempre me he compadecido de ellas. He tenido la suerte de criarme en una casa en la que la carcajada estaba a la orden del dia, y creo que eso ha moldeado mi caracter de una manera que algun dia tendre que recordar agradecerles a mis padres. Cuando abandone el nido para ir a la universidad, vino el segundo gran golpe de fortuna de mi vida: dar con una companera de habitacion tan payasa que hace que mis padres hasta parezcan serios. Con Hazel entendi que ser hija unica no es un impedimento para tener una hermana, una que me regalo la vida y la casualidad de que el orden alfabetico nos colocara juntas en aquella residencia universitaria de Stanford. Por todo eso, por lo mucho que la quiero y por la enorme capacidad de ambas de reirnos de nuestros avatares vitales, consiento el espectaculo que tengo ante mis ojos: Hazel, portando una bandeja llena de cupcakes, coronados por una vela con el numero uno. No, no cumplo un ano hoy. De hecho, mi cumpleanos es en primavera, y el verano hace ya semanas que ha acabado. Hoy hace un ano que no me acuesto con nadie, y a Hazel le ha parecido fantastico despertarme con este festejo, justo en el que va a ser mi primer dia de trabajo. --Sopla la vela, Holly. Y, por lo que mas quieras, pide como deseo echar un buen polvo. --Cada dia es mas dificil soportar tus excentricidades. --Pese a mis palabras, le hago caso. En lo de soplar la vela, no en la eleccion del deseo. En realidad, como me ocurre siempre, me acuerdo de que deberia haber pedido algo cuando la cera ya amenaza con estropear la cobertura del pastel--. Pero gracias por el desayuno, pequena. --A tus ordenes. Siempre. --Me da un beso en la mejilla y se lanza en mi cama. Se mete bajo las sabanas y se acurruca para combatir el frio de estas horas de la manana. Frio en octubre. Ver para creer. --?A quien le has robado todo esto? --?Y quien te ha dicho que no me he pasado la noche cocinando para ti? --El hecho de que la casa no este en llamas me ha dado una pista. --Nueva York es el puto paraiso. Hay una pasteleria en Queens que envia cupcakes a domicilio las veinticuatro horas. Eres tan marmota que ni has oido el timbre. --Ya veremos si Nueva York te sigue pareciendo el paraiso cuando llegue el invierno. --!?El invierno no es esto?! Somos dos chicas del sur de California recien llegadas a la ciudad que nunca duerme. Hazel se crio en una de esas zonas de Los Angeles que nadie recomendaria a los turistas, arrastrando una historia familiar de la que odia hablar y que yo solo conoci gracias a una noche de borrachera en la que se le solto la lengua. Yo, en cambio, creci en las colinas de West Hollywood, en una casa en la que, en cada armario, cabria nuestro apartamento actual entero, y en la que Hazel encontro, bajo la manta protectora de mi madre, lo mas parecido a un hogar que la vida decidio darle. Me gusta California. Me gustan el sol y la playa; me fascina el encanto decadente del Hollywood que se ve en las peliculas y del que solo se conoce desde cerca; tengo, ademas, la firme conviccion de que poder ir todo el ano en sandalias es un lujo que no se paga con dinero. Pero... !Ay, Nueva York! Cuando, hace un par de meses, me vi ante las pantallas de Times Square, con Hazel a mi lado y con nuestro miedo compartido por estar por primera vez tan lejos de casa, entendi que habia encontrado mi lugar en el mundo. No era la primera vez que visitaba la ciudad. Habia estado muchas veces con mis padres y tambien en un viaje con amigos el segundo ano de universidad. Pero, en ese momento, ya no estaba en calidad de turista. Tenia en la mochila las llaves y el contrato de alquiler de nuestro nuevo apartamento, asi que ya nos sentiamos neoyorquinas. Estabamos en casa. En realidad, nuestro piso queda un poquito lejos de Times Square. A unos cuarenta y cinco minutos en metro y mas kilometros de los que estoy dispuesta a calcular. En el Brooklyn profundo, por mas que desde la azotea del edificio se vislumbren las copas de los arboles de Prospect Park. Es un apartamento de unos cuarenta metros cuadrados, con dos habitaciones que en algun momento tendremos que molestarnos en decorar, un cuarto de bano diminuto y un saloncocina que podria ser retro, pero me temo que se queda en viejo. Pero... a quien le importa. Es Nueva York. --Como no muevas el culo, vas a llegar tarde en tu primer dia --me recuerda Hazel, sacandome de la ensonacion que todavia me produce pensar que estoy viviendo en la ciudad con la que siempre fantasee. --?Me ayudas a elegir que ponerme? --!Venga ya! ?La mismisima Holly Rose no tiene decidido el atuendo de su primer dia de trabajo desde hace una semana? --Si, por supuesto que si. --Se me escapa una carcajada porque, si Hazel tuviera un dia especialmente malevolo, rebuscaria entre mis cosas y encontraria un cuadro con todas las posibles combinaciones de ropa que me he planteado para el dia de hoy--. Pero es el rollito que se trae la revista el que me hace dudar. Dentro de una hora y cuarenta y siete minutos, si la eleccion de ropa o mis todavia precarios conocimientos del sistema de metro no lo impiden, comenzara mi vida laboral. Cuando me gradue en Periodismo y Lenguas Modernas en Stanford, hace unos meses, dedique unas semanas de mi vida a enviar curriculums a diestro y siniestro. No quedo una sola publicacion, canal de television, emisora de radio o agencia de noticias en todos los Estados Unidos que no recibiera ese exiguo documento en el que se detallaba que tenia un expediente estupendo en la carrera, pero ninguna experiencia profesional. Ah, y tambien tenia un orgullo muy arraigado que me impidio, desde el primer momento, tirar de los contactos de mis padres para acabar colocada en un puesto que, sin duda, no me mereceria. Contra todo pronostico, a principios del mes de agosto, recibi la llamada que me ha traido hasta aqui. Hasta Nueva York y hasta esta manana de nervios instalados en el estomago. No habia oido hablar de la revista online Millenyal en toda mi vida, pero fingi al telefono que era una lectora asidua de esa pequena publicacion de temas variados dirigida al publico neoyorquino menor de treinta anos. Buscaban una redactora junior, y la prueba de acceso consistia en elaborar un articulo de opinion sobre un tema libre y un reportaje completo sobre algun aspecto relacionado con el arte y con Nueva York. Creo que acepte, en parte, por el reto que suponia prepararlo todo. Elegi, puede que con muy poca cabeza, dedicar la columna a hacer un alegato de los votantes de Donald Trump y sus motivaciones, a pesar de que me habia pasado semanas despotricando contra ellos. Para el reportaje, espere a que Hazel y yo nos mudaramos a Nueva York, algo que ya habiamos decidido incluso antes de que llegara mi oportunidad laboral, y me pase dos semanas recorriendo las calles de South Bronx con mi camara reflex, aparentando mucha seguridad cuando me encontraba con alguna banda, pero cruzando internamente los dedos para no dar con la persona inadecuada. De aquella experiencia salio un reportaje de dieciseis paginas titulado El arte urbano de los grafitis de South Bronx y una entrevista personal en la sede de la revista, que acabo conmigo firmando, casi sin tener tiempo para asimilarlo, un contrato de un ano para trabajar alli. --Pantalon negro y camisa vaquera es una combinacion ganadora. --Hazel entra en el cuarto de bano con una percha en cada mano, y yo me limito a echar un vistazo a lo que ha elegido, con el cepillo de dientes metido en la boca. --?No sera demasiado informal?

  • Amor en la Red. Caminos Cruzados de Mercedes Franco

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    Samuel cosecha los exitos de sus novelas, descubre el sabor de la fama, llevando sus logros a una escala insospechada.

  • Hazlo de Liah Jones

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    Alex es un joven viudo, que guarda un secreto inconfesable. Su mujer lo dejo preparado para vivir la vida de una forma especial, al desaparecer esta, una gran amiga toma el testigo y se queda con el legado de Anna, quien seguira obteniendo discipulos, incluso mas alla de su muerte. Contiene escenas sexuales explicitas y alguna de ellas podria herir la sensibilidad del lector/a.

  • El Rey (Colomba y Dante 3) de Sandrone Dazieri

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    La ultima y esperadisima entrega del gran autor del spaghetti crime: Sandrone Dazieri. Una estrella de la novela negra europea junto a Lemaitre y Dicker.

  • Un pasado incierto de Tierra Salvaje

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    Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproduccion total o parcial de este libro, por cualquier medio electronico o mecanico, sin la autorizacion previa y por escrito del autor. Capitulo 1: El despertar El sonido de aquellas voces me desperto. Llegaban de lejos y hablaban en voz baja. Intente abrir los ojos, pero un intenso dolor me sacudio la cabeza y atraveso todo mi cuerpo. Deje que el dolor campara a sus anchas por mi interior y me abandone a su suerte. Me concentre en las voces que ahora escuchaba con mayor claridad, no se si porque habian subido el tono o porque mi oido se habia agudizado, al estar ahora mas atento que antes. Eran dos, un hombre y una mujer. --Mire, senora --dijo el, con voz viril, formando en mi mente difusa el retrato de un hombre entrado en anos-- todavia es pronto para saber el alcance del accidente y sus posibles secuelas. Lo unico que sabemos en este momento con certeza es que tiene dos costillas rotas, el femur fracturado y distintas contusiones, pero lo que mas preocupa es conocer el alcance de los danos cerebrales y su tratamiento. --Doctor, el y yo no estamos casados, al menos por el momento --dijo la voz femenina, sin duda perteneciente a una chica joven-- ?se va a poner bien? ?Por que no despierta? --Vera --continuo la voz del que debia ser el doctor-- como le estaba diciendo, su novio ha recibido un fuerte impacto en la cabeza. Tiene varias contusiones y hematomas, y hasta que no despierte no podemos conocer en que estado esta su cerebro. De momento, el hecho de que no despierte no es alarmante. Sus constantes vitales son estables, es un joven fuerte, y no dudo que acabara despertando. --Pero es que lleva asi dos dias... --dijo ella en un tono que mostraba su evidente preocupacion. --Conozco casos en que han estado mucho mas tiempo y han despertado sin secuelas ni complicaciones --intento calmarla-- no digo que sea el caso... ojala fuera asi. Lo unico que quiero hacerle entender es que el cerebro es un organo complejo, de dificil diagnostico y, aunque las primeras pruebas no hayan detectado nada preocupante, hasta que el paciente no despierte no podemos estar seguros. Hay que tener paciencia. --Ya... --dijo ella resignada-- al menos esta vivo... cuando vi el estado en que habia quedado el coche pense que lo habia perdido para siempre...No sabe la angustia que pase hasta que alguien me confirmo que seguia con vida, que aun lo tenia a mi lado. --No se angustie y sea paciente --dijo el doctor con voz condescendiente-- en este caso hay suficientes motivos para creer en una pronta recuperacion. Intui que debian hablar de mi. ?Llevaba dos dias dormido? ?Habia tenido un accidente de coche? ?Por que no podia moverme? ?Y quien era esa chica a la que el doctor trataba como si fuera mi novia? Note a mi lado otra presencia, alguien que se movia al lado de donde estaba tendido. De eso si estaba seguro, estaba tumbado y supuse que en una cama. Como habia escuchado estaba en un hospital. La presencia se acerco a mi y toco mi brazo, moviendo algo que tenia clavado en mi piel, provocando un leve gemido de protesta por mi parte y que moviera levemente mi mano tratando de apartarla de aquella nueva fuente de dolor. --Doctor --dijo al instante otra voz, esta mucho mas cercana-- se acaba de mover... Pasos acercandose, unos dedos palpandome y, de pronto, una luz cegadora directa a los ojos. De nuevo, me agite intentando huir y moviendo al parecer mi cabeza. Aquellos parecieron apiadarse de mi y me abandonaron momentaneamente, reiniciando la exploracion en zonas menos dolorosas para mi. --?Lo ve? --dijo con alegria aquel hombre-- ya le dije que despertaria... --Si... --dijo la voz femenina entre sollozos-- gracias doctor... --No me de las gracias todavia --le respondio el-- tenemos que ir paso a paso... ver si hay secuelas, hacer mas pruebas y, luego, si todo va bien, empezar la recuperacion, pero ahora dejemosle descansar. Las voces se alejaron, un ligero pinchazo en el brazo y el dolor empezo a remitir sumiendome de nuevo en un profundo sueno. No se el tiempo que permaneci inconsciente, dormido o lo que fuera el estado en que me encontraba. Solo se que, cuando me desperte de nuevo, esta vez si pude abrir los ojos sin sentir aquel dolor atroz que me lo habia impedido la primera vez. Seguia habiendo dolor, pero algo mas leve, mas llevadero... Un falso techo aderezado de varios focos que alumbraban la habitacion fue lo primero que vi. Intente mover la cabeza y, para mi sorpresa, consegui hacerlo. Paredes blancas, una butaca al lado de la cama donde, como ya habia adivinado, me encontraba tumbado y una mesita al lado donde se hacinaban varios objetos a los que no dedique una mirada mas escrutadora. Al pie de la cama, mi pierna colgaba de un anclaje y de mi mano salian varios cables y tubos conectados a maquinas varias que pitaban de forma ritmica y constante. Definitivamente, estaba en un hospital. Habia abierto los ojos y movido la cabeza, lo siguiente fue probar mis dedos y luego la mano. De momento todo bien. El brazo tambien consegui levantarlo y la pierna, la buena, tambien respondio a las ordenes de mi cerebro. Senti un profundo alivio, al parecer todo respondia como debia y no me habian quedado secuelas... al menos hasta donde llegaba mi alcance. --Vaya, veo que estas despierto de nuevo... --dijo una voz entrando por la puerta de la habitacion-- parece que tienes mejor cara... Era la enfermera, la misma que estaba en la estancia la ultima vez que me habia despertado. No respondi, tampoco sabia si podia ya que aun no lo habia intentado. Pero ella no necesitaba respuesta alguna para seguir hablando. --Vamos a ver como esta todo esto... --dijo comprobando los cables y las constantes-- ya veras que alegria le vas a dar a Sara cuando te vea asi... lo ha pasado tan mal la pobre... ?Quien era Sara? Pense mientras miraba a aquella enfermera de cabello negro recogido en una coleta agacharse, dandome una vision privilegiada de su culo embutido en aquellos pantalones blancos donde se marcaba a la perfeccion su ropa interior. --Dentro de un rato vendra y podreis estar un rato juntos que seguro que la has echado de menos --dijo levantandose e inclinandose sobre mi para comprobar el vendaje que cubria mi pecho, dandome ahora una panoramica de sus pechos que, sin ser muy grandes, eran bastante proporcionados a su pequena figura-- a ver por aqui... Y para mi sorpresa, me quito la sabana hasta un poco mas debajo de mi entrepierna, dejando al descubierto mis partes mas intimas. --Daniel, Daniel, Daniel... --dijo mientras alargaba su mano y acariciaba mi miembro completamente flacido-- menudo descubrimiento... Su dedo recorrio la longitud de mi miembro, provocandome un cosquilleo en toda la zona y provocandome sentimientos encontrados: alivio al notar que aquella zona parecia responder a los estimulos de aquella enfermera, pero tambien sorpresa, porque para nada me hubiera esperado algo asi. Y, finalmente, enfado. ?Quien cono se creia esa enfermera para tomarse esa libertad? --Lastima que no tengamos tiempo para seguir jugando un ratito mas... --dijo mientras tras una ultima pasada a mi miembro volvia a cubrirme con la sabana. Yo no entendia nada de lo que acababa de pasar, pero, por suerte o por desgracia, no tuve tiempo de darle muchas vueltas al asunto ya que la puerta volvio a abrirse y aparecio una chica que supuse debia de ser la que hablaba con el doctor, no se si hacia unas horas o quizas dias. Habia perdido la nocion del tiempo. --Hola Sara --saludo la enfermera-- mira quien se ha despertado... --!Daniel! --grito contenta aquella tal Sara que vino hacia mi-- no sabes lo preocupada que he estado por ti... por un momento me temi lo peor... crei haberte perdido para siempre, que nunca volveria a tenerte entre mis brazos...

  • !Puro cuento! de Marcela Moure

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    Alexa tiene una mision muy importante, debe convertirse en la princesa de Alessia.
    Pero para eso necesita cumplir tres reglas:

  • Yo no creo en principes azules de Alexa Blanco

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    !Me cago en toda mi mala suerte! Encima de tener un dia de mierda con dos pacientes un poco tocones y mirones, ahora salgo y esta lloviendo a cantaros y para rematar no llevo paraguas. Estamos a finales de octubre, ya han pasado dos meses desde que volvimos de nuestras vacaciones, un viaje para descansar y disfrutar con mis amigas y el cual me dejo hecha polvo y aun lo sigo estando. Yo no creia en el amor y me acabe enamorando de un estupido mentiroso, el peor de todos. Jamas me hizo ninguna promesa lo se, pero solo con sus gestos y su forma de tratarme ya lo decia todo y yo como una tonta cai rendida a sus pies. Todo este tiempo he tenido a mis amigas a mi lado apoyandome y dandome animos porque hasta el dia de hoy no hay noche que no me acueste llorando por Aday. Y si hay una persona que en estos meses no ha habido ni un solo dia que no este conmigo ese es Jorge. Ha sido un pilar muy importante en mi vida, aunque a mi no me apeteciera me obligaba y me obligaba a salir, aunque solo fuera a pasear o al cine y siempre le estare agradecida por darme tanto apoyo. Hoy me ha llamado para ver una peli y hemos quedado todos en mi casa para hacer una fiesta pijama, es viernes y manana nadie madruga. – Abril, !pero si vienes empapada! – Es Jorge que me esta esperando en la puerta de casa. – Hay Jorge hijo hoy he tenido un dia de mierda, y no llevaba paraguas y hasta encontrar un taxi mira como me he puesto. – Ya veo ya, anda tira, vamos para arriba y te das una ducha, no vayas ahora a ponerte mala, preciosa. – ?Y las chicas? – Maria me ha dicho que llegaria un poco mas tarde, tenia un compromiso y Esther debe de estar a punto de llegar. Subimos a mi casa y me voy directa a mi cuarto a darme una ducha calentita y a ponerme comoda, a Jorge no hace falta decirle nada se conoce mi piso al dedillo y nos conocemos de toda la vida. Cuando salgo del cuarto ya me siento un poco mejor, llevo puesto mi pijama de Frozen que me regalo mi hermana para reyes. Al ir bajando las escaleras oigo una conversacion y al llegar abajo veo que Esther ya ha llegado. – Hola preciosa, ?Como estas? – Pues haber si mejora un poco el dia, porque hoy ha sido una puta mierda. JAJAJAJA se echan los dos a reir, seran capullos. Me siento muy mal por Esther, ella tambien lo ha pasado mal con ese viaje, estaba bastante colgada por Daniel y se que tuvieron algo, pero aunque el ha intentado llamarla varias veces ella no quiere saber nada, no le perdona que lo supiera todo y dejara que Aday me hiciera esto. Lo unico que se es que la susodicha se llama Monica, porque aunque Esther no dejo que Daniel se explicara si llego a oir su nombre. -?Chicas que os apetece de cena? – nos dice Jorge. – Aun falta Maria. – A mi hermana que le den, cuando llegue ya se encontrara con lo que haya y si no que se haga una ensalada. Nos echamos los tres a reir. Con mis amigos me siento a gusto pero no me rio ni de lejos como la Abril de antes de conocer Aday. Al final nos ponemos a pensar y decidimos pedir mexicano. Me apetecen bastante unas fajitas bien picantes y unos nachos gratinados con queso y su salsita guacamole. Nada mas pensarlo se me hace la boca agua y, como no, ellos acceden a mi capricho. Ultimamente me estan mimando mucho, pero tambien es verdad que es la primera vez que me han visto hundida totalmente por un hombre. Lo mio con Aday fue corto pero muy intenso, jamas me hubiera imaginado que me hiciera eso, se veia tan sincero. Estoy perdida en mis pensamientos cuando noto que alguien me abraza, es Maria y ni siquiera he sentido el timbre cuando ha llegado, si ya digo yo que estoy en la parra. – Hola flacucha, ?Como estas? – Bueno no tambien como tu Marieta, se te ve muy contenta. – Si cielo lo estoy, es mas, no solo estoy contenta estoy feliz como una perdiz. – ?Y a que se debe tanta alegria pillina? – Pronto, muy pronto lo sabreis, ?y tu como sigues? – Bueno ultimamente creo que peor, cada vez me cuesta mas ir a trabajar, estoy muy cansada y tengo muchos dolores en las lumbares. – Y conociendote seguro que no has ido al medico. – Pues si lista, si que he ido. – ?Y que te ha dicho? – Como otras veces, que estoy algo baja de defensas y tenga algo de anemia, el haber perdido tanto peso y la depre, que todo puede venir de ahi, me ha hecho unos analisis completos y el lunes voy a por ellos. – Pues el lunes te acompano. – No, no te preocupes cielo tu tienes clases. Me acompana Esther. – Ok pero cuando salgais me llamais. – Por supuesto mi sargento. Me cuadro delante de ella y nos echamos las dos a reir. Nos ponemos los cuatro morados de comida mexicana mientras nos bebemos un par de botellas de vino. Jorge no para de hacer el ganso durante toda la cena, cosa que me hace reir tanto que olvido el dia tan malo que he tenido hasta ahora. Cuando acabamos de cenar nos vamos arriba a mi habitacion donde he apartado la cama y he puesto un colchon en el suelo. Las chicas han traido peliculas de terror y comedia, asi que yo me tumbo con Esther en mi cama y Maria con su hermano en el colchon y nos hartamos de comer chucherias y ver pelis hasta que uno por uno vamos cayendo dormidos. CAPITULO 2 Suena el despertador y la verdad es que no tengo ganas de nada, cualquiera diria que he estado todo el fin de semana sacudiendome las telaranas o bebiendo, nada que ver. El sabado despues de despertarnos y recogerlo todo salimos lo cuatro a comer y despues ya me vine a casa, hasta ahora que ha sonado el maldito despertador. Al menos hoy me consuela que solo trabajare un par de horas, tengo cita con el medico y me he pedido el resto del dia libre. Voy arrastrandome desde la cama hasta la ducha como si anoche me hubiera tomado todo el alcohol y el agua de los floreros que tienen mis vecinos en su casa. Y la verdad es que solo me bebi un vaso de leche y a las nueve estaba en la cama frita. Soy patetica lo se, por dios soy peor que mi abuela. Ella si que se lo monta bien, ya no se si le gusta la carne o el pescado , la muy jodia a sus 70 anos no hay viaje ni fiesta que se pierda cada semana. Despues de la ducha parece que ya me siento persona, desayuno algo y salgo para el trabajo. Despues de estar un rato en la clinica donde trabajo con un par de pacientes, salgo hacia mi medico donde me esta esperando Esther. Cuando la veo enseguida se que algo le pasa, tiene una cara de cabreo que no puede con ella. – Hola reina, ?y esa cara? – No, no es nada cielo, hoy tengo el dia que todo al que me encuentro en mi camino es gilipollas o imbecil. JAJAJAJA me echo a reir porque se lo que es, quien no ha tenido un dia de esos que los mandarias a todos a la mierda sin billete de vuelta. – Venga nena ya paso, vamos para dentro y luego nos vamos por ahi de compras. – Ay si Abril, necesito renovar el armario. – Pero si fuimos de compras hace un mes. – ?Y? Ya sabes que en mi trabajo no puedo repetir mucho de ropa y ademas tengo dos galas beneficas. – Ufffff vale, pero tampoco me tengas toda la tarde de tienda en tienda. – No, no, para nada, solo lo justo, ademas tu tambien tienes que comprarte algo, sabes que como cada ano estais invitadas. Ay la virgen, ya no me acordaba, tiene razon tengo que comprarme algo, pero lo que Esther dice lo justo significa un minimo de cuatro horas. Que le voy hacer, hay de todo en este mundo y a mi me ha tocado una amiga loca y encima amante de las compras. Yo me puedo poner unas bragas del Carrefour (que por cierto son monisimas y comodas) y no se me cae el chocho al suelo y ella tiene que ser minimo marca La Perla, ni que tuviera el potorro de oro la punetera. Estamos esperando en la sala de espera hablando de lo bien que lo pasamos el viernes, cuando oigo que la enfermera me llama y enseguida nos levantamos y la seguimos dentro de la consulta. Detras de su mesa esta mi medico, un hombre de unos 38 anos, moreno y con los ojos de un azul precioso, la verdad es que es todo un ejemplar el condenado. Un par de veces me invito a salir hace tiempo, pero la cosa no paso de una simple cena, muchas risas y una copa. – ?Como esta mi paciente favorita? Se levanta, me da dos besos y le presento a Esther que me mira con cara de que confianzas son estas. – Pues no muy bien la verdad, cada dia estoy peor. – Bueno vamos a ver estos analisis seguro que no es nada. Veo que abre el sobre y comienza a mirar hasta que veo que pone cara de preocupado, ay dios ?que tendre? – Dime la verdad Pedro, que tengo. – No te asustes, no es nada malo. Como te dije tienes un poco de anemia y las defensas un poco bajas, pero eso con un buen tratamiento solucionado, no es nada preocupante. – ?Entonces esa cara de susto? Pedro te conozco. Lo veo que me mira y intenta ver como decirmelo. – A ver preciosa no te asustes y estate tranquila pero en los analisis tambien sale algo mas. – YYYYY sueltalo ya, Pedro por favor. – Estas embarazada. – ?Como que embarazada? No, no puede ser, debe de haber un error. Veo que Esther se me queda mirando muy preocupada, cogiendome la mano. – Las pruebas no fallan Abril, ademas no solo lo pone en una, te hicimos pruebas de orina y sangre y en las dos da positivo, por eso y por la anemia te has estado encontrando tan mal cielo. – Pero, pero embarazada, hace dos meses que no estoy con nadie. – Tu sabes que tus periodos no son regulares y por eso no te has dado cuenta antes, solo con que olvidaras una pildora o tomaras alguna medicacion especial, ya puede pasar. Embarazada, embarazada de Aday, un mentiroso que me engano y me dejo tirada. Ya no puedo decir nada mas, mis ojos se llenan de lagrimas y noto como se me nubla la vista y en ese momento me desplomo. CAPITULO 3 Abro los ojos y veo que estoy en la camilla de una consulta tumbada y recuerdo perfectamente por que me he desmayado: estoy embarazada, embarazada de Aday. Aun no me lo puedo creer, intento incorporarme pero las manos de Pedro me detienen. – Ten cuidado preciosa no te incorpores aun, poco a poco. – Ay dios Abril, que susto me has dado cuando te he visto asi. – No te asustes Esther solo ha sido un desmayo por la impresion y la tension – le contesta Pedro. Me voy incorporando poco a poco en la camilla hasta ya quedar sentada. Esther en todo momento esta cogiendome de la mano que no hace mas que temblarme de los mismos nervios. Veo que Pedro se va y a los pocos minutos vuelve a entrar con unos papeles en las manos. – Mira Abril, aqui te dejo un informe con la medicacion que tienes que tomar para la anemia, y tambien te receto acido folico para que empieces a tomarlo ya. Y nada mas salir de aqui, quiero que llames a tu ginecologo para pedir una cita. – No te preocupes Pedro, enseguida lo llamo. – Ya me encargo yo de que lo haga si no le meto un sopapo – suelta Esther. – Bueno chicas, tengo que seguir con mis pacientes, quedate aqui hasta que te encuentres mejor para salir, y cualquier cosa repito cualquier cosa me llamas Abril. No importa la hora, ya sabes que no solo eres mi paciente tambien eres mi amiga. – Muchas gracias Pedro. Le doy dos besos y nos despedimos, tiene que continuar trabajando el pobre. Media hora despues en que no he abierto la boca para nada, me he quedado en estado de shock nada mas oir la palabra embarazo, le digo a Esther de marcharnos. La pobre no ha querido ni molestarme, ha estado todo este tiempo solo acariciandome la espalda y cogiendome de la mano sin decir nada. – Ahora mismo llamo a un taxi y nos vamos a casa. – Gracias Esther. – No tienes que dar las gracias por nada. – Te he estropeado tu dia libre, para ir de compras. – Seras imbecil, antes estas tu y no me has estropeado nada. Estamos en la calle subiendonos al taxi cuando mi movil empieza a sonar, es Maria pero sinceramente ahora no tengo ganas de cogerlo, asi que se lo paso a Esther para que ella conteste. – Dime Maria – ?Que os ha dicho el medico??Y por que contestas tu y no Abril? Lo sabia, algo malo ha pasado. – Uy hija que preguntona. – Dejate de tonterias, ?Que pasa? – Es mejor que cuando salgas vengas a casa de Abril y hablamos. – Pero me quieres decir de una punetera vez que pasa, ?Que tiene Abril? – No te asustes no es nada, ahora vamos en un taxi a su casa, ven cuando puedas y alli hablamos. – Te lo juro que cuando te vea te doy dos collejas con la mano abierta, en un par de horas salgo y nos vemos alli. – Ok un beso

  • El heredero caido (Los Royal 4) de Erin Watt

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    Rivales. Reglas. Remordimientos. Los Royal acabaran contigo.
    Easton Royal es un triunfador: es guapo, rico e inteligente. Su meta en la vida es divertirse tanto como pueda y nunca piensa en las consecuencias de sus actos. No necesita hacerlo.
    Pero un dia aparece en su vida Hartley Wright, una joven que pondra su mundo patas arriba. A pesar de sentirse atraida por el, Hartley lo rechaza. Easton no entiende por que, y eso la hace aun mas irresistible. Hartley le dice que tiene que madurar. Y puede que tenga razon.
    Por primera vez en su vida, la riqueza y la popularidad de los Royal no sera suficiente para Easton.

  • Sin destino de Fanny Ramirez

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    Dante Coronado, con una estirpe de pilotos a
    sus espaldas, se ve en la obligacion de seguir
    la profesion que generacion tras generacion
    ha marcado a su familia. Posponiendo asi el
    sueno de toda su vida: Casarse, formar una
    familia, a la cual dedicarle todo su tiempo.
    Dejando atras a su amada isla, Puerto Rico,
    y volviendo a Espana para hacer frente
    a su deber como piloto comercial. Lo que
    no sabe es que el destino le brindara la
    oportunidad definitiva. Cruzando en su camino
    a la mujer que es capaz de romperle todos los
    esquemas con un par de frases ingeniosas.

  • Fresas silvestres de Angela Thirkell

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    En esta comedia romantica ambientada en los anos treinta, la atractiva pero empobrecida Mary Preston acude como invitada a la esplendida finca de su tia Agnes en Rushwater. Alli, Mary perdera la cabeza por el apuesto seductor David Leslie, al mismo tiempo que Agnes y su madre, la excentrica lady Emily, planean emparejarla con otro hombre muy diferente, al que consideran un buen partido. En el espectacular baile de Rushwater, la felicidad de Mary, suspendida entre los imperativos del corazon y las maquinaciones de su familia, pendera de un hilo.