Ver todos los libros de: Ariadna Baker
Note como mi hermana pequena se metio en mi cama, como cada dia cuando se despertaba. --Buenos dias, princesa -- me gire para abrazarla. --Cris, faltan seis dias para mi cumpleanos -- sonrio mirandome. --Pues ya falta menos -- bese su frente echando su pelo hacia un lado. --?Me vas a comprar la casa de munecas para el jardin? --Eso debe ser una sorpresa -- le hice algo de cosquillas causandole una carcajada y la saque hacia el jardin. --Quiero mi vaso de leche con galletas. --Lo tuyo es no dejarme dormir -- resople bromeando y levantandome. Mi padre era arquitecto y mi madre doctora, ellos salian cada manana a trabajar y yo me quedaba con la pequena. Asi lo haciamos sobre todo en verano, como ahora, hasta que cogieran en agosto las vacaciones. Silvia, mi hermana, solo tenia seis anos. Nos llevabamos veinte de diferencia, vino por sorpresa, pero alegro la casa, nuestras vidas y se convirtio en nuestro tesoro. Una preciosa rubita de pelo rizado y ojos celestes, se parecia mucho a mi, era mi miniatura y me imitaba en todo. Habia salido tan pija como yo y admiraba mis videos y redes. Me explico, yo estudie Arquitectura como mi padre, aunque en mi caso, sin ejercer. El caso es que termine la carrera el ano anterior, pero como habia dado un pelotazo como influencer dos anos atras, segui dedicandome a ello y mis padres lo aceptaron. Le prepare el desayuno y me sente con ella en el jardin, era principios de julio y apetecia estar en esa zona, sobre todo temprano antes de que el sol comenzara a apretar. --Vamos a subir un video a Tik Tok luego... --Me estas robando mi protagonismo -- rei negando. --No, la estrella eres tu, pero a mi me gusta que me compartas. --?Compartir? En la vida, eres solo mia, pero bueno, volveremos a grabar otro video. --?Que vamos a hacer ahora? --Pues iremos a por Katy, hemos quedado en ir a hacernos las unas para estar perfectas para esta noche. --?Me las pueden pintar de rosa? --Claro, luego mama me matara, pero ya resucitare, no hay colegio y te van a dejar las manos monisimas para el video. --Papa dice que me va a regalar una bolsa de las princesas para la playa. --Uy, uy, uy -- me puse la mano en la frente haciendo el papel --. Te tienen muy consentida, si a ti te compran la bolsa, a mi me deben de comprar algo !Me niego a ser la oveja negra! --Siempre te compran cosas -- reia mientras mojaba las galletas en el vaso --. Y tu ganas mucho dinerito. --Bueno, pero a una le gusta que la sorprendan tambien -- voltee los ojos. Ella me miraba sonriendo, era la nina mas feliz del mundo y la mas coqueta. Tenia a quien salir, yo estaba obsesionada con estar siempre impecable, como el dicho de "antes muerta que sencilla", pero es que me encantaba la moda y todo lo que tuviera que ver con ella. Terminamos de desayunar y nos vestimos, iguales por supuesto. Parecia mi hija, ibamos con una minifalda en rosa pastel, una camiseta de tirantes, unas sandalias blancas, una coleta alta y los labios en rosa. Ella tambien, a mi madre le mataba eso, pero ?y lo monas que ibamos? Hasta las gafas de sol llevabamos iguales. Me monte en mi coche Mini blanco metalizado, con el techo descapotable, y lo retire; estaba el dia para ir al aire libre. La pequena atras en su sillita exigiendo un tema de Maluma, decia que era su novio virtual, que un dia lo conoceria y lo serian de verdad. En fin, cosas de ninos. --Hermana, recuerda conducir tranquila que me llevas de paquete y no quiero morir aqui -- reia. Yo era muy loca con el coche, para que mentir, pero cuando iba con mi hermana, como que tenia un cuidado especial. Pite en la puerta de Katy que salio quejandose. --No conozco en la vida nadie mas impuntual que tu, es increible -- se quejo montandose a mi lado y mirando hacia atras --. Hola, mi princesa favorita -- le dijo a Silvia. --Hola, Katy -- dijo feliz la pequena. --Deja de quejarte que solo fueron unos minutos -- proteste. --Veinte minutos, por Dios, veinte. --?Y perdiste la vida por ello? --Paso de contestarte, no lo vas a entender nunca. --Vives muy acelerada... --Y a ti se te cae eso que llevas entre las piernas. --Buenooo, anda que no eres exagerada, andaluza tenias que ser. --Pues lo mismo que tu -- negaba con la cabeza. --Bueno, tengamos la fiesta en paz que es viernes y nos espera esta noche trabajo. --Trabajar... Me tiro las fotos en el Photocall y luego me bebo hasta el agua de los floreros. !Que ganas de salir por Dios! --Mis padres hoy quieren hacer una paella cuando vuelvan del trabajo y me encargaron que pasara por el mercado, ?te apuntas? --Pues claro, no me voy a perder la paella de marisco con ese vino blanco que ponen como guinda del pastel. --!Borracha! --Callate, impuntual. Oimos la risa de Silvia que nos escuchaba con atencion desde el asiento trasero. Ella disfrutaba con las batallas que disputabamos mi amiga y yo. Llegamos al lugar donde nos hacian las unas gratis para que promocionaramos el negocio. Estaba en la Avenida Ricardo Soriano, la principal de Marbella y teniamos un acuerdo con ellos que nos contrataron para eso, asi que luego fotitos al resultado y para las redes. Aparque el coche como la que aparca un patin, mi amiga me miro con ganas de matarme, pero ya me conocia ?Para que tanta queja? En el fondo no podia vivir sin mi, eramos como las mellizas de la ciudad, donde iba la una, iba la otra. Nuestra aventura de influencers comenzo dos anos atras cuando nuestros padres nos regalaron un viaje a las Maldivas. Nosotras teniamos las redes y poniamos fotos muy cuidadas, pero en ese viaje hicimos maravillas, de carteles de peliculas, donde poniamos un monton de Hashtags... Y asi comenzaron a crecer los seguidores por dias hasta llegar en menos de dos meses a los tres millones, una barbaridad. A partir de ahi, empezaron a contratarnos las marcas, a pagarnos, a enviarnos ropa y como esta noche, a pagarnos por ir a fiestas y posar en el Photocall. Entramos al local de unas donde nos recibian como si hubieran aparecido las mismisimas Kardashian y eso a nosotras como que nos gustaba. A nadie le amarga un dulce y recibir tanto carino y atencion como que nos ponia de lo mas contentas. La pequena se pinto las unas con gel permanente en rosita, una moneria, ademas en el dedo pulgar de cada mano le pintaron una flor blanca que quedaba de lo mas cuqui. Luego nos toco a nosotras que, como siempre, nos la dejaron espectaculares y es que tanto las manos como el pelo son la imagen de las personas y hay que llevarlos perfectos para sentirnos bien. De alli nos fuimos a tomar un zumo natural fresquito a una cocteleria que nos gustaba mucho, en la playa, toda de madera en colores. De ahi sacabamos unas fotos impresionantes y por ende nunca nos cobraban, nos trataban con mucho carino y es que la vida de una socialite como nosotras era eso, contar con la suerte de que todo nos lo pusieran por delante. Una vez que tambien nos hicimos fotos, e igual que en el lugar de las unas, las subimos a las redes. Nos fuimos para mi casa y un rato despues llego mi padre que se puso en la cocina a preparar la paella mientras descorchaba una botella de vino y charlaba con nosotras. Mi padre era lo mas guapo de este mundo y no lo decia porque fuera su hija, es que parecia sacado de una novela de television, al igual que mi madre, que era espectacular. Todavia eran dos jovenes bombones, a mi me tuvieron con veinte anos, asi que ahora estaban a punto de cumplir los cuarenta y siete. Katy siempre decia que si mis padres se separaban se iba con el, cosa que a mi me ponia de mala leche solo con el hecho de que bromeara con esa posibilidad. Pero eran eso, bromas, ademas mis padres morian el uno por el otro y no tenian ojos mas alla que para ellos. Mi madre no tardo en llegar pidiendo su copa y sentandose como la que viene de la guerra. Decia que estaba de los pacientes hasta la coronilla, ya que muchos iban a la consulta por el simple y mero hecho de estar aburridos, hasta para un dolor leve de cabeza aparecian, asi de dramatica era. En cualquier caso, un sol de mujer, una de esas que todo lo veian de forma positiva, menos sus horarios de trabajo. Casi nos mata al ver las unas de la pequena, pero luego reconocio que le quedaban ideales. Lo cierto es que le gustaba ese tono de madre destinado a imponer orden y normas, aunque luego haciamos con ella lo que nos daba la gana, sobre todo la pequena. En su caso era abrir la boca y todos nos desviviamos por hacerla feliz. --Mama luego voy a hacer un Tik Tok con Silvia y Katy.
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