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Elle Kennedy
Que te mole la novia de tu mejor amigo es una mierda. Basicamente hay dos factores importantes. Primero, esta el factor de la <
>. Y es que es la hostia de incomodo. No puedo hablar por todos los hombres del mundo, pero estoy bastante seguro de que ningun tio quiere salir de su dormitorio y toparse con la chica de sus suenos, despues de que ella haya estado toda la noche en los brazos de su mejor amigo. Y despues esta el factor <>. Eso es un hecho, porque resulta bastante dificil no odiarte a ti mismo cuando te dedicas a fantasear con la chica por la que tu mejor amigo pierde el culo. Por el momento, la incomodidad, sin duda, va ganando la batalla. A ver, vivo en una casa con paredes finisimas, lo que significa que puedo escuchar cada uno de los gemidos entrecortados que se escapan de la boca de Hannah. Cada suspiro y jadeo. Cada golpe de cabecero contra la pared mientras mi colega se tira a la chica en la que no puedo dejar de pensar. Es superdivertido. Estoy en mi cama, boca arriba, mirando fijamente al techo. Ya ni siquiera finjo mirar mi biblioteca de canciones del iPod. Me pongo los auriculares para ahogar los sonidos de Garrett y Hannah en la otra habitacion, pero todavia no le he dado al play. Supongo que esta noche me apetece torturarme a mi mismo. A ver, que no soy idiota. Se que esta enamorada de Garrett. Veo la forma en que le mira y veo lo bien que estan juntos. Llevan saliendo seis meses y ni siquiera yo, el peor amigo del planeta, puede negar que estan hechos el uno para el otro. Y joder, Garrett se merece ser feliz. El va de cabron arrogante, pero la verdad es que es un puto santo. El mejor extremo con el que he patinado en la vida y la mejor persona que he conocido nunca, y estoy tan seguro de mi condicion de hetero, que puedo asegurar que si yo jugara en la otra acera, no solo me follaria a Garrett Graham: tambien me casaria con el. Eso es lo que hace que todo esto sea un millon de veces mas jodido. Ni siquiera puedo odiar al tio que se esta enrollando con la chica a la que deseo. No hay fantasias de venganza que valgan, porque no odio a Garrett, ni lo mas minimo. Una puerta chirria al abrirse y oigo pasos en el pasillo; ruego a Dios para que ni Garrett ni Hannah llamen a mi puerta. O abran siquiera la boca, porque oir cualquiera de sus voces en este momento solo me daria aun mas bajon. Por suerte, el fuerte golpe que hace temblar el marco de la puerta tiene su origen en mi otro companero de piso, Dean, que entra en mi habitacion sin esperar a ser invitado. --Hay fiesta en la fraternidad Omega Fi esta noche. ?Te apuntas? Salto de mi cama mas rapido que una gacela, porque en este instante la idea de ir a una fiesta suena que te cagas de bien en mis oidos. Pillarme un superpedo es una manera cien por cien segura de dejar de pensar en Hannah. Aunque en realidad..., quiero pillarme un superpedo y ADEMAS follarme a alguien sin parar. De esta forma, si una de esas dos actividades no me ayuda con mi objetivo --no pensar en Hannah--, la otra me servira como plan alternativo. --!Por supuesto! --respondo a la vez que busco algo que ponerme. Me meto una camiseta limpia por la cabeza, ignorando la punzada de dolor que siento en el brazo izquierdo desde la fortisima carga que recibi la semana pasada en la final del campeonato. Me dolio un huevo, si, pero el golpe merecio totalmente la pena: por tercer ano consecutivo, el equipo de hockey de Briar se llevo otra victoria en la Frozen Four. Supongo que se le puede llamar el triplete definitivo y todos los jugadores, yo incluido, seguimos recogiendo los frutos de ser campeones nacionales en tres ocasiones. Dean, que juega de defensor como yo, lo llama las tres efes de la Victoria: fiestas, felicitaciones y follar. Es un analisis bastante fiel de la situacion, porque he tenido las tres cosas desde nuestra gran victoria. --?Te toca a ti no beber y conducir? --pregunto mientras me pongo una sudadera de capucha negra encima de la camiseta y subo la cremallera. Mi amigo resopla. --?De verdad me haces esa pregunta? Niego con la cabeza. --Ya. No se en que estaria pensando. La ultima vez que Dean Heyward-Di Laurentis estuvo sobrio en una fiesta fue... NUNCA. El tio se bebe hasta el agua de los floreros y fuma porros como una locomotora cada vez que sale de la casa, y si alguien piensa que eso afecta a su rendimiento en el hielo de alguna manera, esta mas que equivocado. Es una de esas raras criaturas que pueden irse de fiesta como el Robert Downey Jr. de antes y ser tan exitoso y respetado como el Robert Downey Jr. de hoy en dia. --No te preocupes, le toca a Tuck --me dice Dean refiriendose a nuestro otro companero de piso, Tucker--. El muy flojeras sigue de resaca por lo de anoche. Dice que necesita un descanso. Si, y lo cierto es que no me extrana. Los entrenamientos de fuera de temporada no empiezan hasta dentro de otro par de semanas, y todos hemos estado disfrutando de nuestro tiempo de descanso <> demasiado. Pero eso es lo que pasa cuando uno esta de subidon por la Frozen Four. El ano pasado, despues de ganar, estuve pedo dos semanas seguidas. No tengo ninguna gana de que llegue el momento de esos entrenamientos. La fortaleza, el ejercicio y todo el enorme esfuerzo que se necesitan para mantenerse en forma resultan agotadores, y es aun mas agotador cuando a la vez hay que trabajar jornadas de diez horas. Pero no es que tenga otra opcion, la verdad. Los entrenamientos son necesarios si quiero estar preparado para la proxima temporada y el trabajo, bueno, le hice una promesa a mi hermano y da igual lo enfermo que me ponga toda la situacion: no puedo fallar. Jeff me despellejaria vivo si no cumplo mi parte del trato. Nuestro conductor para la noche nos esta esperando junto a la puerta principal cuando Dean y yo bajamos. Una barba de color marron rojizo devora todo el rostro de Tucker; le da un aspecto de hombre lobo, pero el esta decidido a probar este nuevo look desde que una chica a la que conocio en una fiesta la semana pasada le dijo que tenia cara de bebe. --Eres consciente de que esa barba de Yeti no te hace parecer mas varonil, ?verdad? --dice Dean alegremente mientras salimos por la puerta. Tuck se encoge de hombros. --La verdad es que mi intencion es parecer un tipo duro. Yo suelto una risa. --Bueno, pues eso tampoco, <>. Pareces un cientifico loco. Tucker estira su dedo corazon mientras se dirige hacia el lado del conductor de mi pick-up. Me instalo en el asiento del copiloto de la cabina y Dean se sube en la parte de atras, diciendo que prefiere ir fuera para pillar un poco de aire fresco. Yo creo que lo unico que quiere es que el viento le despeine el pelo de esa manera desalinada y sexy por la que las chicas pierden las bragas. FYI, Dean es vanidoso hasta decir basta. Pero lo cierto es que parece un modelo, asi que imagino que se puede permitir ser vanidoso. Tucker arranca el motor y yo repiqueteo mis dedos sobre los muslos, impaciente por ponernos en marcha. Muchos estudiantes de las fraternidades me cabrean con sus rollos elitistas, pero estoy dispuesto a pasarlo por alto porque..., joder, porque si hacer fiestas fuese un deporte olimpico, todas y cada una de las fraternidades masculinas y femeninas de Briar tendrian una medalla de oro. Mientras Tuck da marcha atras para salir de nuestro camino de entrada, mi mirada se detiene en el Jeep negro de Garrett, brillante y reluciente en su plaza de aparcamiento, mientras su dueno pasa la noche con la chica mas guay del planeta y... !Y ya esta bien! Esta obsesion con Hannah Wells esta empezando a volverme loco. Tengo que echar un polvo. !CUANTO ANTES! Tucker esta visiblemente callado durante el trayecto hasta la casa Omega Fi. Es posible que incluso este frunciendo los labios, pero es dificil saberlo teniendo en cuenta que parece que alguien le ha afeitado todo el cuerpo a Hugh Jackman y ha pegado su pelo en la cara de Tuck. --?Y este castigo de silencio a que viene? --pregunto sin darle mucha importancia. Gira su cabeza hacia mi ofreciendome una mirada amarga, despues vuelve a posarla en la carretera. --Eh, venga. ?Es por las conas que hacemos con tu barba? --Me cabreo--. Porque es el primer capitulo de Barbas para principiantes, hermano: si uno se deja barba de ermitano, tus amigos se burlan de ti. Fin del capitulo. --No es por la barba --murmura. Arrugo la frente. --Vale. Pero estas cabreado por algo. --Cuando tampoco responde, presiono un poco mas--. ?Que pasa contigo, tronco? Sus enfadados ojos se encuentran con los mios. --?Que pasa conmigo? Nada. Pero ?CONTIGO? Contigo pasan tantas cosas que ni siquiera se por donde empezar. --Maldice en voz baja--. Tienes que parar con esa mierda ya, tio. Ahora si que estoy totalmente confundido, porque hasta donde yo se, todo lo que he hecho en los ultimos diez minutos es tener ganas de ir a una fiesta. Tucker se da cuenta de la confusion que muestra mi cara y me ofrece una aclaracion en un tono sombrio. --Lo de Hannah. Aunque mis hombros se ponen rigidos, trato de mantener la expresion de confusion en mi rostro. --No tengo ni idea de lo que estas hablando. Si, he elegido mentir. Algo que, en realidad, no es nada nuevo para mi. Parece que todo lo que he hecho desde que llegue a Briar es mentir. Sin ninguna duda estoy destinado para la NHL. !Liga profesional hasta el final! Me encanta pasar los veranos currando de mecanico en el taller de mi padre. !El dinerito me viene guay! No babeo por Hannah. !Esta saliendo con mi mejor amigo! Mentiras, mentiras y mas mentiras, porque en cada uno de esos tres casos, la verdad es una mierda absoluta, y lo ultimo que quiero en el mundo es que mis amigos y companeros de equipo sientan pena por mi. --Reserva esas trolas para Garrett --contesta Tucker--. Y, por cierto, tienes suerte de que Garrett este distraido con todo el enamoramiento y demas, porque si no fuese asi... sin duda se daria cuenta de tu actitud. --?Si? ?Y que actitud es esa? --No puedo evitar los nervios en mi tono de voz ni la tension defensiva en mi mandibula. No me gusta nada que Tuck sepa que siento algo por Hannah. Y me gusta aun menos que haya decidido sacar el tema ahora, despues de todos estos meses. ?Por que no puede olvidarse del puto asunto? La situacion ya es suficientemente jodida para mi como para encima tener a alguien que me lo restriegue por toda la cara. --?En serio? ?Quieres que te lo enumere? Vale. --Una nube oscura atraviesa flotando sus ojos mientras empieza a soltar todas las cosas que me han estado haciendo sentir la hostia de culpable todo este tiempo--. Sales del salon o la cocina cuando entran ellos. Te escondes en tu cuarto cuando Hannah se queda a pasar la noche. Si estais ella y tu en la misma habitacion, la miras fijamente cuando crees que nadie te esta mirando. Tu... --Vale --interrumpo--. Lo pillo. --Y no me hagas empezar con el rollo de puton verbenero que llevas ultimamente --dice Tucker enfadado--. Siempre has sido un ligon pero, tronco, te has liado con cinco chicas esta semana. --?Y? --Pues que es JUEVES. Cinco tias en cuatro dias. Joder, haz la cuenta, John. Oh, mierda. Me ha llamado por mi nombre de pila. Tucker solo me llama John cuando REALMENTE se cabrea conmigo. Pero es que resulta que ahora YO tambien me he cabreado con el, asi que tambien le llamo por su nombre de pila. --?Que hay de malo en eso..., John? Si, los dos nos llamamos John. Igual deberiamos hacer un juramento de sangre y formar un club o algo asi. --Tengo veintiun anos --continuo enfadado--. Tengo permiso para enrollarme con chicas. No, mejor dicho, !debo! enrollarme con chicas, porque de eso precisamente va el ir a la universidad. De divertirse, y de follar, y de disfrutar al maximo cada momento antes de salir al mundo real y que la vida se vuelva una puta mierda. --?De verdad pretendes hacerme creer que todos esos rollos con tias forman parte de tu rito de paso por la universidad? --Tucker niega con la cabeza y despues deja escapar un suspiro y suaviza su tono--. Asi no vas a conseguir sacartela de la cabeza, tio. Podrias acostarte con cien tias esta noche y aun asi no habria ninguna diferencia. Tienes que aceptar que no va a pasar nada con Hannah y seguir tu vida. Tiene toda la razon del mundo. Soy consciente de que he estado revolcandome en mi propia mierda y tirandome a tias a diestro y siniestro para distraer mi mente. Y soy igualmente consciente de que tengo que dejar de ir de fiesta en fiesta para olvidar. Tengo que sacarme la diminuta astilla de esperanza y simplemente aceptar que no va a pasar NADA entre nosotros. Pero creo que quiza empiece a trabajar en eso manana. ?Esta noche? Esta noche me quedo con el plan original: emborracharme, echar un polvo, y a la mierda todo lo demas. #Grace Empece mi primer ano de universidad siendo virgen. Estoy empezando a pensar que voy a acabarlo de la misma forma. No es que haya nada malo en ser un miembro mas del club V. ?Y que si estoy a punto de cumplir diecinueve anos? Estoy lejos de que me llamen solterona y, desde luego, no me van a cubrir de alquitran y plumas en la calle por seguir teniendo el himen intacto. Ademas, no es que no haya tenido la oportunidad de perder mi virginidad este ano. Desde que llegue a la Universidad Briar, mi mejor amiga me ha arrastrado a mas fiestas de las que puedo contar. Y desde luego muchos chicos han flirteado conmigo. Algunos de ellos me han entrado directamente. Uno incluso me envio una foto de su pene con un mensaje que decia: <>. Eso fue..., bueno, vale, superasqueroso, pero estoy segura de que si realmente me hubiera MOLADO ese tio, me podria haber sentido, no se, ?halagada? Puede ser. Pero no me he sentido atraida por ninguno de esos chicos. Y, por desgracia, todos los que si me llaman la atencion ni siquiera me miran. Hasta esta noche. Cuando Ramona anuncio que ibamos a la fiesta de una fraternidad, no tenia grandes esperanzas de encontrar a nadie interesante. Da la impresion de que cada vez que vamos a la calle donde estan todas las fraternidades, todo lo que hacen los chicos es intentar liarnos a Ramona y a mi para que nos enrollemos con ellos. Pero esta noche..., esta noche he conocido a un chico que me gusta un poco. Su nombre es Matt. Es guapo y no emana para nada energia de cabronazo. Y no solo esta bastante sobrio, sino que tambien habla usando oraciones completas y no ha dicho la palabra <> ni una sola vez desde que empezamos a hablar. O mejor dicho, desde que empezo a hablar. Yo no he dicho mucho, pero estoy perfectamente feliz aqui de pie escuchandole; me da la oportunidad de admirar su mandibula cincelada y la adorable forma en la que su pelo rubio se curva bajo sus orejas. Para ser honesta, probablemente sea mejor que yo no hable. Los chicos guapos me ponen nerviosa. Y cuando digo nerviosa, me refiero a que la lengua se me traba y el cerebro deja de funcionar correctamente. Todos mis filtros se evaporan y de repente empiezo a contar la historia de cuando me hice pis en los pantalones en tercero durante una excursion a la fabrica de sirope de arce, o el miedo que me dan las marionetas, o que tengo un leve trastorno obsesivo compulsivo que puede hacerme empezar a ordenar la habitacion de cualquiera en cuanto gira la cabeza hacia otro lado.
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