• Amor en juego de Liliana Diaz

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    Enrollarme en algo amoroso no era lo mio. Las cosas de una noche son siempre mas faciles para mi. Soy una mujer practica y enfocada en mi trabajo, por eso no tengo tiempo para enamorarme.
    Y cuando me presentaron el caso de este jugador de futboll que no sabia mantener sus asuntos en reserva y saltaba de cama en cama, lo entendi. Esto seria mas facil de lo pensado. Simplemente le debia ensenar como hacer las cosas.
    Que fuera un atractivo cliente no era complejo de manejar, yo me regia por una ley: Los clientes estan fuera de la liga.
    Sin embargo trabajar con el me hace ver otra faceta de su caracter, una que me intriga y me hace sentir cosas que nunca antes experimente.

  • Amor fou de Marta Sanz

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  • Tu asistente ideal de Emma K. Johnson

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    Con su amor sanaran las heridas en sus corazones.

  • Lucia (Y llegaste tu 5) de Merche Diolch

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    La primera media hora del viaje la hicieron en completo silencio. Israel sorteaba los vehiculos que se encontraba en su camino mientras sus dedos se agarraban con demasiada fuerza al volante y en su cabeza se amontonaban un sinfin de sentimientos contradictorios. Lucia, con la vista fija en el exterior, apretaba entre sus manos el pequeno bolso de tela mientras sentia como su corazon latia a un ritmo diferente al que estaba acostumbrado su cuerpo. Los dos sumidos en su propio mundo. Los dos perdidos en sus pensamientos. La mirada azul la observo por unos segundos para devolver su atencion a la carretera con rapidez. Los dedos masculinos se afianzaron con mas fuerza en el volante cuando por un breve espacio de tiempo, el mismo en el que sus ojos habian observado el perfil de su acompanante, habia recordado unos sentimientos que creia olvidados. La joven analizo el reflejo del conductor en la ventanilla del Camaro, el mismo rostro cincelado de la persona que la habia acompanado en sus suenos mas secretos. —?No pudiste inventarte otra cosa? —salto de pronto Israel devolviendola al presente—. No se, quizas la verdad… —?Que verdad? —pregunto a la defensiva observandole. La miro de reojo. —Que tu amigo atractivo y simpatico se ha ofrecido a acompanarte a la boda de tu hermana. Lucia se carcajeo. —?Amigo atractivo y simpatico? —El le guino un ojo provocando que negara con la cabeza—. Mejor dejemoslo en amigo y eso incluso habria que matizarlo. Isra enfrento su mirada en cuanto la escucho. Fue a decir algo, pero el claxon del vehiculo que iba detras de ellos lo interrumpio. Devolvio su atencion a la carretera, apreto con mas fuerza el volante y acelero adelantando al camion que iba por el carril derecho mientras rumiaba para si lo que pensaba de su <>. Lucia se mordio el labio inferior arrepentida de inmediato de lo que habia dicho. Observo al conductor y expulso el aire que retenia en su interior, para volverse de nuevo hacia la ventanilla del automovil sin decir nada. Sin anadir nada mas. Siempre les pasaba lo mismo. Si no fuera por Lucas, su relacion habria terminado hacia ya tiempo. Lucas era la bisagra que los unia a Israel y a ella. El tercer mosquetero que cerraba la pandilla que se habia creado hacia ya unos anos en la universidad. El trio que se convirtio en duo un fin de semana y que los llevo a cometer el error del que nunca hablaban… Ese error… Lucia giro levemente la cabeza y observo el recio perfil del joven aprovechando que este tenia su mirada fija en la carretera. Era atractivo, muy atractivo y el lo sabia. Odiaba ese ego del que hacia gala cuando queria atraer a alguna chica o cuando intentaba camelarse al publico que habia a su alrededor. Odiaba su caracter. Odiaba la sonrisa que ofrecia cuando se hacia el gracioso o el guino de conquistador nato que regalaba a cualquiera que se encontrara cerca de el. Siempre sonreia y a ella le chirriaba. Siempre mostraba una felicidad que rayaba en lo inverosimil y a ella le molestaba. Lo odiaba… Esa sonrisa que ofrecia a diestro y siniestro, a la que solo le faltaba que le brillaran los dientes blanquisimos que escondia bajo sus labios gruesos. Los rizos dorados de su cabello que atraian los rayos del sol y esa mirada azul de angel que brillaba con picardia cuando reia. Era un James Dean moderno que conseguia ponerla de los nervios y… Lo odiaba. Siguio el movimiento de su mano derecha, con la que cambio las marchas del coche, y recordo su tacto… Ese que tanto aborrecia. Su piel… La que no queria tener cerca. Sus besos… Gruno con fuerza y miro con rapidez de nuevo el paisaje que iba paralelo al camino que seguian mientras sus propias manos hacian de su bolso un amasijo de tela deforme. Israel la miro de inmediato al escucharla, pero se la encontro en la misma posicion que habia adquirido desde que se habia sentado en el vehiculo y que solo habia cambiado por un breve lapso de tiempo en el que parecio que volvia su camaraderia. Un espejismo… Quiso comentar cualquier cosa que hiciera que el silencio que los inundaba desapareciera, pero al final no encontro las palabras. Nego resignado con la cabeza, miro al frente para evitar saltarse el desvio que los llevaria hasta la dichosa ceremonia y, en un impulso, encendio la radio, buscando que la musica mitigara la opresion del interior del coche… Un gran error. En cuanto Lucia reconocio las primeras notas de la cancion que sonaba en la emisora, la apago. —Caprichosa… —susurro entre dientes mientras arrugaba el ceno. El silencio los arropo de nuevo, no como un aliado, sino como un manto opresor que les robaba el aire que respiraban. * La casa de campo donde se celebraria la ceremonia se vislumbro en la lejania en cuanto ascendieron la ultima colina. Era un gran edificio blanco con un tejado liso, donde algunas plantas habian hecho suyo el espacio. Tenia cuatro columnas robustas en su portico principal, que imitaban el orden jonico griego. Las enredaderas crecian por el fuste, impidiendo adivinar el color original del material con el que estaban construidas. La vivienda estaba constituida por dos pisos y, en ambos, las ventanas rectangulares permitian que la luz del sol entrara con libertad en el interior. En uno de los laterales del edificio, una pequena balconada destacaba sobre el resto de la estructura, ya que se notaba a primera vista que era un anadido a la arquitectura original del edificio. Era espectacular. Rodeada por una gran propiedad verde donde los arboles frutales abundaban y los caballos corrian al otro lado del cercado, paralelo al camino que seguian en ese momento Israel y Lucia, cumplia su cometido: mostrar el poder de su propietario. Al final, como la pareja temia, habian hecho todo el trayecto en completo silencio. Ninguno de los dos habia vuelto a hablar. No encontraron tema alguno que pudiera evitar que acabaran discutiendo o que les danara sin poder evitarlo. Ni siquiera mencionar el tan socorrido asunto del tiempo climatico les parecio oportuno a ninguno y ambos lo pagaron con creces. Habian sufrido un viaje que se hacia en dos horas como si se tratara de uno de tres, bajo una tension constante. Ademas, las curvas de la carretera que llevaban hasta su destino, tras la recta autovia, no ayudaron a mejorar el animo de la pareja. Para cuando detuvieron el coche detras de los otros vehiculos que esperaban pacientes su turno para alcanzar la puerta principal, por donde entrarian los invitados a la boda, la cuerda entre los dos estaba ya bastante mas tensa de lo que deseaban. —Espero que no la fastidies —advirtio Lucia de forma brusca cuando comprobo que solo quedaban cuatro coches por delante de ellos. Israel solto el aire que retenia en su interior sin darse cuenta, se paso la mano por el cabello descolocando los rizos que le caian sobre la frente y la miro con pocas ganas. —Lucas me ha pedido este favor, por lo que no pienso defraudarlo. Ella tenso la mandibula y busco sus ojos azules. —Eso espero… El joven le guino un ojo, sabiendo que no lo soportaba, y devolvio la atencion al movimiento de los vehiculos que habia por delante de ellos. —Quizas seas tu la que no sepas comportarte como una buena novia. —?A que te refieres? —pregunto mientras intentaba arreglar su maquillaje en el pequeno espejo que guardaba en el bolso. Detuvo el motor del vehiculo y la observo. —Tu eres la que tiene una relacion con una chica ahora mismo. —?Y? —Que se te ha podido olvidar lo que es estar con un hombre —respondio abriendo la puerta para salir al exterior, dejandola muda. Lucia cerro de golpe la tapa del espejo, lo guardo en el bolso y agarro el tirador de la puerta justo cuando el personal contratado para la celebracion se la abria, lo que retuvo por unos instantes su enfado. Le ofrecio al joven empleado una sonrisa tensa de agradecimiento y salio disparada del Camaro, buscando a su acompanante, quien se le acercaba con una de sus sonrisas prepotentes mientras se ponia la americana de color beis. Espero a que le diera las llaves del automovil al aparcacoches y, cuando confirmo que no habia oidos extranos cerca, lo increpo: —!?Quien te crees que eres?! Israel, con su eterna sonrisa, tomo su mano y la poso sobre su brazo. —Tu novio. Solto un sonido poco femenino e intento alejarse de el justo cuando una voz conocida le impidio hacerlo. —Lu, carino. Ya has llegado… El rostro de la joven morena se transformo, mostrando la sonrisa amigable que regalaba a toda la gente que la rodeaba excepto a Israel. —Tia Rosi… —Abrazo a la mujer que acababa de aparecer—. Cuanto tiempo sin verte… La recien llegada tenia su negro cabello recogido en un mono suelto, donde un gran mechon blanco destacaba con fuerza. Llevaba un vestido de flores rosas y amarillas y escondia sus manos en unos guantes blancos de rejilla con flor glasse y lazos de muselina. Le dio dos besos en las mejillas a su sobrina y tiro de uno de sus mofletes recriminandola: —Pues la culpa solo es tuya, carino. Israel no pudo evitar reirse ante el gesto, recibiendo una mirada asesina por parte de su pareja. —Estoy muy liada con la universidad y… —intento explicarse, pero enseguida la interrumpieron. —Ya, ya… —La tomo de las manos mientras la observaba y asentia conforme con su aspecto—. ?Y en que te has matriculado ahora? La joven sonrio ilusionada. —En Arte. Palmeo sus manos y asintio feliz por ella. —Me alegro, carino. —Se acerco un poco mas, intentando encontrar mas intimidad, y bajo la voz—: ?Lo sabe tu padre? Ella torcio la boca y se mordio el labio inferior.

  • Sonrie, mi amor, en Nueva York de Silvia Garcia Ruiz

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    Amanda Black es una arrogante modelo publicitaria que solo se deja retratar por el mejor fotografo, su tio, el unico capaz de captar la alegria que ella perdio tras la muerte de sus padres. Y desde que un impertinente fotografo se cruza en su camino y se atreve a insultar el trabajo de su adorado tio, Amanda jura hacerle la vida imposible, y para ello, nada mejor que convertirse en su modelo en exclusiva durante un tiempo.

  • Somos eternos (Trilogia Mi tarea pendiente 3), Marta Lobo de Marta Lobo

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    Si, parece que habia conseguido controlar mi vida, que por fin Nueva York era mi hogar
    y habia encontrado el amor, pero aquella punetera entrevista me hizo saber que no era asi.

  • Nunca es tarde, Isabel Keats de Isabel Keats

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    A pesar de lo distintos que son, la vida de la detective Georgina Taylor junto al profesor Stephen Allen no puede ser mas maravillosa, pero un atraco con rehenes en una sucursal bancaria en Londres pone su mundo patas arriba y, de paso, el de Thomas Baker, el mejor amigo de Stephen. Thomas accede a cuidar a los hijos de la pareja hasta que se resuelva la situacion, para lo que contara con la inestimable ayuda de su colega y vecina, Nancy Newman, de la que, pese a sus desencuentros anteriores, Thomas descubre facetas hasta entonces desconocidas. Secuestradores, biberones, disparos y panales sucios se mezclan en un coctel explosivo que demostrara que nunca es demasiado tarde para el amor.

  • Notas desde la trinchera de Marcos De Quinto

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    Cuando Marcos de Quinto comenzo a trabajar para Coca-Cola tenia solo veintitres anos y, segun dice, apenas sabia nada de la vida. Pero permanecio en la empresa treinta y seis anos, que se caracterizaron por la huida constante de su zona de confort y la predisposicion a dejar atras aquello que ya dominaba para adentrarse en lo desconocido. Practicante de la desobediencia, defiende que esta puede aportarnos inmensos beneficios y ensenarnos nuevas formas de abordar viejos problemas. La ortodoxia empobrece y los manuales no siempre sirven. Esa conviccion ha guiado su larga y exitosa carrera.

  • El ano del Oraculo de Charles Soule

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    La vida es impredecible pero…

  • El accidente del teletransporte de Ned Beauman

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    La historia es <>. Por eso, a pesar de que El accidente del teletransporte empieza en Berlin y en pleno auge del nazismo, no es una novela sobre los nazis. La novela trata de las dos obsesiones del escenografo Egon Loeser: volver a hacer el amor con una mujer y montar un escenario que reproduzca un artilugio inventado en el Renacimiento capaz de mover a los actores en el espacio y en el tiempo.

  • Legado de amor (Haven Manor 1.5) de Kristi Ann Hunter

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    Lo que menos esperaba Sarah Gooding era que, al devolverle un camafeo a una anciana senora eso la llevara a conseguir un empleo... y a conocer al nieto de la dama, alguien que, socialmente, esta muy por encima de ella.

  • Molobo de Vidal Fernandez Solano

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    Jim, un exitoso corredor de bolsa espanol afincado en Estados Unidos, se traslada de Nueva York a Hazard, un pequeno pueblo de Nebraska, por motivos de salud. Tras una vida azarosa y agitada en el mundo de los altos negocios, el medico le recomienda la estabilidad y el sosiego del campo tras un amago de infarto. A medida que va conociendo a los habitantes del pueblo,Jimse da cuenta poco a poco de la existencia de macabros secretos. Un rastro de violentas muertes ocultas tras el temor y la supersticion locales va apareciendo ante sus ojos. Sorprendido, descubre que no es la primera vez que esto ocurre. Una extrana presencia, jamas revelada a los ojos del mundo, habita en los bosques que rodean el pueblo.Seres salidos de una pesadilla que vuelven de forma periodica reclamando un tributo. en sangre.

  • La sonata sin nombre de Beatriz O'shea

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    La historia de amor imposible entre una joven de la alta sociedad y un violinista de origen rumano en el entorno de posguerra y espionaje del Madrid de los anos cincuenta.

  • Corazon culpable de Janice Maynard

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    -!La respuesta es no! Mazie Tarleton termino la llamada, deseando tener un telefono antiguo para colgar con fuerza el auricular. A sus espaldas, Gina, su mejor amiga y companera de trabajo, se acabo el ultimo bocado del bollito de canela y se chupo los dedos. -?Quien te ha enfadado tanto? Las dos mujeres estaban en el despacho de Mazie, un rincon al fondo de All That Glitters, la exclusiva joyeria de Mazie en el centro historico de Charleston que a tantos turistas y paisanos atraia. -Es otra vez la agente inmobiliaria de J.B. dandome la lata -comento Mazie. -No te quejes. J.B. te ha hecho una buena oferta por este edificio que se cae a cachos. -?De que lado estas? Mazie y Gina se habian conocido en el primer curso de la escuela de arte y diseno de Savannah. Gina conocia el desprecio que Mazie sentia por el empresario mas deseable y sexy de Charleston. -Hay carcoma en el desvan y la calefaccion es prehistorica, por no mencionar que la cuota del seguro se triplicara en la proxima renovacion. Se que los Tarleton sois muy ricos, pero no por eso tenemos que ignorar una buena oferta. -Si viniera de otra persona que no fuera J. B. -murmuro Mazie con tension en los hombros. Jackson Beauregard Vaughan, el hombre al que amaba tanto como odiaba desde que tenia dieciseis anos. Lo detestaba y queria hacerle tanto dano como el que el le habia hecho a ella. -?Que es lo que te hizo? -pregunto Gina. Su expresion de perplejidad era comprensible. J.B. Vaughan era el prototipo de hombre alto, moreno y guapo. Tenia una sonrisa arrogante, brillantes ojos azules y rasgos marcados, ademas de unos hombros muy anchos. -Es complicado -murmuro Mazie, sintiendo que le ardia la cara. Los recuerdos le resultaban humillantes. Mazie no recordaba ningun momento en el que J.B. no hubiera formado parte de su vida. Mucho tiempo atras lo habia querido como a un hermano. Pero cuando sus hormonas empezaron a enloquecer, lo habia visto desde una nueva perspectiva. El baile de primavera de su colegio se habia presentado como la oportunidad de jugar a ser adultos. Lo habia llamado una tarde de un miercoles del mes de abril. Con los nervios a flor de piel y el estomago encogido, le habia hecho la invitacion. J.B. se habia mostrado evasivo. Entonces, apenas cuatro horas mas tarde, habia aparecido en la puerta de su casa. Su padre estaba encerrado en su estudio bebiendo, y Jonathan y Hartley, sus hermanos, habian salido a hacer unos recados. Asi que habia sido ella la que habia abierto la puerta. Como se habia sentido incomoda de invitarle a pasar, a pesar de que ya habia estado antes un monton de veces, habia salido al porche y le habia sonreido con timidez. -Hola, J.B. No esperaba verte hoy. Se habia quedado apoyado en el poste, en aquella postura tan varonil. En pocas semanas cumpliria dieciocho y seria legalmente un adulto. -Queria hablar contigo cara a cara. Has sido muy amable invitandome al baile. Me siento halagado. -Todavia no me has dicho si iras conmigo. Sintio las manos heladas y empezo a temblar. -Eres una chica encantadora, Mazie, y me alegro de que seas mi amiga. No hacia falta que dijera nada mas. Era inteligente y sabia leer entre lineas, pero no estaba dispuesta a dejarlo escapar tan facilmente. -?Que intentas decir, J.B.? -Maldita sea, Mazie. No puedo ir al baile contigo. No deberias habermelo pedido. Eres una cria. -No soy una nina. Soy solo un ano mas pequena que tu. -Casi dos. Le sorprendio que lo supiera con tanta exactitud. Avanzo unos pasos hacia el. Se habia venido abajo, pero no estaba dispuesta a que se diera cuenta de cuanto afectaba a su autoestima. -No te inventes excusas, J.B. Si no quieres ir conmigo, ten las agallas de decirmelo a las claras. El maldijo entre dientes y le aparto un mechon de pelo de la cara. -Eres como una hermana para mi. No podia haber dado con una excusa menos convincente. ?Por que se empenaba en levantar muros entre ellos? Respiraba con tanta agitacion que corria el riesgo de hiperventilar. Era evidente que lo habia malinterpretado. J.B. no habia ido hasta alli aquella noche porque sintiera algo por ella o porque quisiera verla. Estaba alli porque era todo un caballero incapaz de decirle que no por telefono. Otra persona se lo habria puesto mas facil, pero Mazie estaba cansada de ser buena. Lo rodeo por la cintura y apoyo la mejilla en su amplio pecho. Llevaba una camiseta azul marino, unos vaqueros desgastados y sus nauticos de piel. Era el clasico James Dean, un chico malo e inconformista. Cuando lo toco, todo su cuerpo se puso rigido. Nada se movio, excepto una unica cosa, algo bastante abultado. Jackson estaba excitado y como Mazie se habia abrazado a el, le era imposible ocultarlo. Sus bocas se encontraron y volco toda su pasion de adolescente en aquel beso desesperado. J.B. sabia de maravilla, tal y como habia imaginado en sus suenos. Por un momento, se habia sentido vencedora. La estrecho contra el y su boca se fundio con la suya. Su lengua se deslizo entre sus labios y acaricio el interior de su boca. Las piernas no la sostenian y se aferro a sus hombros. -J. B. -susurro-. Oh, J.B. Sus palabras lo sacaron del hechizo en el que habia caido. Se aparto tan bruscamente que Mazie dio un traspie. J.B. ni siquiera alargo la mano para ayudarla a recuperar el equilibrio. Se quedo mirandola, iluminado por la poco favorecedora luz amarillenta del porche. El sol se habia puesto y la noche habia caido con todos los olores y sonidos de la primavera. Se paso la mano por los labios para secarselos. -Como te he dicho, Mazie, eres una cria, deberias salir con los de tu edad. -?Por que estas siendo tan cruel? A continuacion vio como tensaba los musculos del cuello, y los ojos se le llenaron de lagrimas. Pero no iba a permitir que cayeran. -Creo que hemos terminado con esto. Hazme un favor, J.B. Si alguna vez ocurre un desastre y tu y yo somos los unicos seres humanos que sobrevivimos en el planeta, pierdete. -Mazie... Hola, Mazie. La voz de Gina la devolvio al presente. -Lo siento, estaba sumida en mis pensamientos. -En J.B., ?verdad? Estabas a punto de contarme por que detestas a ese hombre despues de tantos anos y por que no quieres venderle este edificio a pesar de que te ofrece tres veces su valor. Mazie trago saliva, olvidandose del pasado. -Me rompio el corazon cuando eramos adolescentes y se porto muy mal. Asi que si, no quiero ponerselo facil. -No estas siendo razonable. Olvidate del dinero. ?Acaso no te ha ofrecido tambien otros dos locales en una ubicacion privilegiada para nuestra tienda? !Esta dispuesto a hacer un intercambio! ?A que estas esperando, Mazie? -Quiero hacer que se arrastre. J.B. habia comprado todos los metros cuadrados en una franja de dos manzanas cerca de Battery. Tenia planeada una impresionante rehabilitacion en aquella zona de la ciudad, respetando las normas de conservacion del patrimonio historico de Charleston. A nivel de calle estarian los comercios, siguiendo el tipico estilo sureno. Sobre ellos, la idea de J.B. incluia lujosos condominios y apartamentos, algunos de ellos con vistas al puerto. Lo unico que se interponia en los planes de J. B. eran Mazie y su local. Gina agito la mano ante la cara de Mazie. -Baja ya de la nube. Puedo entender que quieras vengarte del tormento de tu juventud, pero ?de veras te vas a cerrar en banda? -No estoy segura de querer vendersela. Necesito tiempo para pensar. -?Y si la agente inmobiliaria no te vuelve a llamar? -Lo hara. J.B. nunca se da por vencido. Es una de sus virtudes y tambien la mas detestable. -Espero que tengas razon. J.B. se sento en un taburete y alzo la mano para llamar la atencion del camarero. Se habia puesto chaqueta y corbata para una reunion. En aquel momento, se habia quitado la corbata y llevaba el primer boton de la camisa desabrochado. Jonathan Tarleton estaba sentado a su lado, tomando agua con gas. -Tienes mal aspecto -comento J.B. -Son estos malditos dolores de cabeza. -Tienes que ir al medico. -Ya he ido. -Entonces, tienes que encontrar otro mejor. -?Podemos dejar de hablar de mi salud? Tengo treinta anos, no ochenta. J.B. queria insistir en el tema, pero era evidente que Jonathan no estaba interesado. -De acuerdo. Tu hermana me esta volviendo loco. ?Puedes hablar con ella? No queria mencionar la verdadera razon por la que necesitaba ayuda. Mazie y el eran como el agua y el aceite. Ella lo odiaba y J.B. llevaba anos tratando de convencerse de que no le importaba. La verdad era muy diferente. -Mazie es muy cabezota -dijo Jonathan. -Es una cualidad de los Tarleton, ?no? -Tengo el proyecto paralizado porque me esta tomando el pelo. -A mi hermana no le caes bien, J.B. -Eso ya lo se. Mazie no quiere hablar de vender. ?Que se supone que debo hacer? -?Mejorar la oferta? -?Pero como? No quiere dinero. -No lo se. Siempre me he preguntado que hiciste para enfadarla. Se ve que mi hermana pequena es la unica mujer de Charleston inmune a tus encantos. J.B. apreto el menton. -No tengo tiempo para andar con juegos. Necesito empezar las obras antes de mediados de enero para cumplir lo programado. -Le gustan los bombones. Jonathan habia hablado en serio, pero J.B. sabia que se estaba burlando de el. -?Me estas diciendo que le compre bombones? -Bombones, flores,... no se. Mi hermana es una mujer complicada. Es lista como el hambre y tiene un gran sentido del humor, pero tambien tiene un lado oscuro. Te lo va a hacer pagar caro. Estate preparado para arrastrarte. J.B. dio un trago a su bebida e intento olvidarse de Mazie. Todo en ella lo volvia loco, pero no se podia dejar llevar. Se atraganto y tuvo que dejar el vaso para recuperar la respiracion. Los hijos de los Tarleton eran guapos. J.B. solo recordaba de la madre de Jonathan que era una mujer bella, con un eterno aire triste. Jonathan y Hartley habian heredado la tez morena de su madre, asi como sus ojos oscuros y su pelo castano. Mazie tambien era morena, pero su piel era mas clara y sus ojos de un marron dorado. Su hermano llevaba el pelo muy corto y Mazie lucia una melena por el hombro. Solia dejarse caer por casa de los Tarleton en Accion de Gracias, pero ese ano habia estado ocupado con otros asuntos. Sin darse cuenta, ya estaban en diciembre. -Seguire el consejo de los bombones. -Vere lo que puedo hacer, pero no te aseguro nada. En ocasiones, cuando le sugiero algo, hace justo lo contrario. Ha sido asi desde siempre. -Porque siempre ha querido estar a la altura de sus hermanos y los dos la habeis tratado como a una nina. -No fue facil despues de que mi madre ingresara en la clinica. La pobre Mazie nunca tuvo un referente femenino. No puedo ayudarte si te lo esta poniendo dificil. Solo Dios sabe por que lo hace

  • Habana Requiem de Vladimir Hernandez

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    Del ganador del Premio L’H Confidencial, nos llega Habana requiem, un thriller policiaco que nos arrastra por las calles de la Habana Vieja.

  • Azul. Un Despertar a la realidad 1 de Mercedes Franco

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    Preparate para esta nueva historia adictiva que no querras parar de leer, llena de romance, intrigas y eventos inesperados que te provocaran una montana rusa de emociones.

  • Encuentros en una agencia matrimonial de Sonsoles Fuentes

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    Doce relatos de amor basados en historias reales.

  • Cafe Solo de Agatha Christie

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    Sir Claud Amory ha descubierto la formula de un nuevo y poderoso explosivo, que es robada por alguno de los numerosos huespedes y familiares hospedados en su casa. Despues de encerrar a todo el mundo en la biblioteca, sir Claud apaga la luz para permitir al ladron devolver el botin, sin acusar a nadie. Pero, al encenderse la luz, sir Claud yace muerto, y sera tarea de Hercules Poirot el desentranar la red de disputas familiares, viejas querellas y extranos sospechosos para encontrar al asesino y prevenir una catastrofe mayor. La obra de teatro <> fue estrenada inicialmente en 1930. Se trata de la primera pieza que Agatha Christie escribio para el teatro, pieza que lanzo a Agatha en una exitosa segunda carrera como dramaturga, y de la que Charles Osborne hizo esta interesante novelizacion en 1998.

  • La indignacion activa de Baltasar Garzon

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    Este es un libro-mitin para apelar a la accion, porque, como dice el autor, <>. Esta obra es un ideario que resume en muy pocas paginas las ideas de la actualidad que mas preocupan al autor. El objetivo es dirigir al lector hacia una reflexion que le permita tomar posicion. El eje central es la necesidad de actuar frente a una politica obsoleta y degradada y a una clase politica que ha olvidado a los ciudadanos, para mover a una sociedad que ha sufrido los efectos de la corrupcion anadidos a una crisis economica. Sin solucion de continuidad, la aparente mejora economica lleva a una incentivacion del consumo que, al no haberse resuelto los problemas de fondo, nos esta llevando de nuevo a una mayor desigualdad.

  • El alfabeto alado de Mario Satz

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    Entre el alma humana y las mariposas existe un estrecho parentesco: lo que en una es oscilacion y ascenso en las otras es aleteo y color. Aristoteles fue el primero en acunar la palabra “psique” para designar ese nexo, y, tras el, poetas y pintores representaron el alma alada, fragil e inasible pero hermosa. Hoy es la fotografia la que documenta la vida de estos esplendidos insectos, cuya milagrosa existencia muestra a su vez cuan volatil y extraordinaria es la vida humana. Breves e intensos, los relatos que Mario Satz reune en este bellisimo libro dan cuenta de las aventuras y desventuras de esas joyas aladas que han dado lugar a tantos mitos, leyendas y fabulas dignos de ser recordados.

  • Todo es relativo Parte 2, Naobi Chan de Naobi Chan

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    Tras un triste desenlace, Elizabeth cree haber rehecho su vida, un nuevo trabajo, una nueva ciudad, pero los fantasmas del pasado todavia le atormentan, Daniel ahora no esta en su vida y con nuevos amigos cree que podra salir adelante y ser un poquito feliz. Nicholas se mantuvo alejado, cumplio lo que elle le habia pedido y parece que con el tiempo ha aceptado no volver a verle, pero todo cambia con un solo vistazo, sentimientos dormidos vuelven a florecer y es muy facil dejarse llevar, aunque el miedo de volver a sufrir esta latente.

  • No me quieras 1 de Raquel R. Gallagher

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    ?Que sucede cuando tu peor enemigo duerme cada dia a tu lado y en tu misma cama? Clara Balboa es una universitaria de diecinueve anos atrapada en una relacion monstruosa. Alex, su novio, es un chico guapisimo, con un cuerpo de infarto y la apariencia de un actor de Hollywood. Pero tanta perfeccion no es mas que fachada, una bajo la que se esconde un monstruo despiadado, controlador y egoista que disfruta convirtiendo la vida de Clara en un infierno. Para ella no hay escapatoria. No hay forma humana de escapar de ese infierno. O eso pensaba hasta que Hugo aparecio en su vida para proporcionarle un halo de esperanza y mostrarle una cara del amor que hasta el momento desconocia.

  • Que estas mirando de Carolina Ortigosa

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    Luna Garcia estaba mirando por la ventana con gesto aburrido, cuando alguien llamo su atencion. Le costo varios minutos reaccionar. Estaba tan ensimismada en sus recuerdos, que ni siquiera se percato de que su jefa la observaba con preocupacion y su tono de voz no podia ocultar cierto tono reprobatorio. Desde que empezo a trabajar en la inmobiliaria, la relacion con Belinda y Fabian, duenos de la agencia y tambien padres de su mejor amiga, habian sido como unos segundos padres para ella. No es que no lo fueran antes, pues ella y Tania Sanchez se conocian desde que eran ninas; pero la relacion se habia estrechado aun mas desde que se veian cada dia. Luna tuvo sus dudas en un principio... ya se sabe, la confianza a veces es demasiado... pero no fue el caso. Eran como una segunda familia sin contar con la abuela Aurora. Madre de su madre, la habia criado desde que sus padres fallecieran en un incendio que arraso su hogar cuando ella apenas era una adolescente. Ahora a sus veintiseis anos, habia pasado por algo parecido. Igualmente traumatico, ya que su novio, con el que llevaba saliendo dos anos, habia sufrido un accidente al saltar desde unas rocas en el mar. Aunque todo apunto al principio a que se recuperaria, no sobrevivio y Luna llevaba sin ir a la playa desde entonces. Tampoco habia vuelto a salir con nadie, a pesar de que desde la muerte de Hugo ya habian pasado mas de once meses. De hecho, en dos semanas seria el aniversario del fatidico dia y por eso su mente divagaba con mas frecuencia de lo normal. No era nada extrano porque habia estado muy enamorada. Conocio a Hugo Vidal en una discoteca y congeniaron de inmediato, era de esas personas que caen bien a todo el mundo, atractivo y muy divertido. Desde que le puso los ojos encima, estuvo segura de que ese chico era para ella, y como solo se llevaban unos meses, pues tambien tenian en comun muchas cosas, como las ganas de salir y pasarlo bien, sin pensar demasiado en el futuro. Hugo era demasiado temerario para el gusto de Luna, pero siempre le gusto esa faceta de su personalidad. No le temia a nada y aunque eso le hacia ser tan especial, tambien fue su perdicion. Le apenaba recordar que ese fin de semana habian discutido porque ella pensaba que se estaba pasando con tanta aventura. El le espeto de malos modos que era su manera de ser, le gustaba la adrenalina y sin ella no pensaba vivir. Muy a su pesar, se dio cuenta de que Hugo podria vivir perfectamente sin ella, pero no sin sus actividades de alto riesgo. Sin embargo, como siempre, se habia resignado y se despidio con un <> sin mucho sentimiento. El ni siquiera respondio. Detestaban discutir y cuando eso sucedia, a menudo Hugo se iba durante dias para que el ambiente se relajara entre ellos. Asi funcionaba el la mayoria del tiempo.

  • Adicta a el, hasta que los paparazzi nos separen (Bilogia Adicta a el 1), Isabella Marin de Isabella Marin

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    ?Te has enamorado alguna vez de la persona equivocada?

    ?Consciente de que amarle te consumiria, cerraste los ojos y te lanzaste por un precipicio solo porque sabias que el estaria abajo?

  • Cuervo Judio de Katy Molina

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    En mitad de la inmensa llanura se levantaba imponente una cortina de humo espeso. En ella se reflejaban las caras de horror y los gritos agonicos de millones de judios que se despedian de la vida sin mas remedio.

  • Chicas De Tormentas Y De Sombra de Natasha Ngan

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    En lo profundo del corazon oscuro del palacio real, el rey se ocultaba. Habia estado alli durante semanas, negandose a recibir a todos los visitantes excepto a los hechiceros que trataban sus heridas y sus dos confidentes mas cercanos, que cuidaban de los danos de su cuerpo y su ego. Por supuesto, nunca admitiria que eso era lo que hacia. Y si alguien se atreviera siquiera a sugerir que estaba pasando por un momento dificil, los ejecutaria de inmediato. Nada de eso era doloroso. Nada era demasiado para manejar para el gran Rey Demonio de Ikhara. Sin embargo, al igual que la mayoria de las mentiras que las personas se dicen a si mismas, se derrumbo entre la sombra y la quietud de la noche. El rey, por mucho que expresara lo contrario, estaba perturbado. Sus heridas habian penetrado mas profundo que su carne y hueso. Habian atravesado, maliciosamente, cada vena, celula y poro, hasta que sintio el eco del miedo en cada latido de su corazon. Y ese miedo tomo forma. Y nombre. Lei-zhi. Se negaba a pronunciarlo en voz alta, pero su cuerpo lo traiciono. Susurraba su nombre al ritmo de su pulso. Le mostraba el rostro de la chica cuando el dormia: piel de porcelana con salpicaduras de sangre; labios levantados; ojos salvajes, aquellos brillantes ojos dorados llenos de tanta furia atravesaban su alma, los lugares exactos en su interior que el creia que habia arrancado de raiz hacia tiempo. Cuando fue demasiado, cuando el rostro y el nombre de la chica se burlaba de el hasta que no podia respirar y los muros de su cuarto se cerraban sobre el, el rey llamaba a una chica. Ninguna de esas chicas, claro. Aun tenian que ocuparse adecuadamente de esas chicas. Aunque lo haria. Sino que llamaba a otra chica. Tal vez una bonita de la casta de acero con aspecto de lince de las Casas de Noche, o una joven esclava de papel recien traida de un asedio. No le importaba. Le entregarian una chica y el la destrozaria, solo para demostrar que podia hacerlo. Para sentir de nuevo que era todopoderoso. Una chica humana no lo venceria: incluso el ardor y el dolor constante de sus heridas le recordaban lo cerca que habia estado la chica de lograrlo. Cada dia, los hechiceros reales iban a curar las heridas en la garganta y el rostro del rey. Naja habia hecho un buen trabajo. Los hechiceros habian llegado justo a tiempo despues del ataque de la chica para salvar la mayor parte de sus cuerdas vocales, aunque le dolia hablar y su voz era mas ronca que antes: un grunido aspero y gutural. Sin embargo, su ojo derecho fue imposible de salvar. La cuenca estaba arruinada, tenia varios nervios danados y carne pulposa, estaba demasiado danada para permitir siquiera la colocacion de un ojo de cristal. En las semanas que habian pasado desde el ataque, la herida del ojo se habia vuelto un poco menos aterradora gracias a la magia de los hechiceros. Si bien pasarian muchos meses mas hasta que el resto de su rostro volviera a la normalidad, ni siquiera los hechiceros podian traer a la vida a los muertos, y su ojo derecho perdido seria un recordatorio eterno de aquella noche. El rey recordo las palabras de uno de sus generales, tambien con forma de toro, que una vez habia ido a verlo para pedirle usar la magia de los hechiceros reales para quitar un corte horrible que atravesaba la mitad de su rostro. <>, le habia dicho al soldado. <>. Lleva tus cicatrices con orgullo. Que gran tonteria. El siempre lo habia sabido, claro, pero una parte de el habia creido en aquel sentimiento alguna vez. Ya no. El rey ahora sabia exactamente que eran las cicatrices: recordatorios de tus propios fracasos. Al igual que de aquellos que las habian infligido. La chica aun estaba alli afuera. Pero el rey tenia fe. Naja aun no le habia fallado. Ella la encontraria, como habia prometido, junto a la hija del traidor Ketai Hanno, y las llevaria a ambas al palacio ante el. Porque el rey tambien habia aprendido otra cosa sobre las cicatrices: eran una caldera ardiente de odio. Y si una furia como esa podia darle a una debil chica humana el poder de atacarlo a el... bueno. Ya verian lo que podria hacerle a un Rey Demonio con un hambre voraz de venganza. 1 Desde la noche en que escapamos del palacio, lo que al principio era una suave llovizna de copos se ha convertido en una tormenta de nieve. En menos de veinticuatro horas la primera capa se asienta. En solo un dia se convierte en una manta gruesa y blanca resplandeciente. En un dia mas la nieve lo ha cubierto todo, una alfombra de polvo amortiguado que arde en los ojos a la luz del dia y proyecta formas extranas de noche entre las sombras. Despues de dos semanas, es como si hubieramos vivido en ese mundo congelado desde siempre. Camino con dificultad a traves de los monticulos profundos mas alla del templo, mis botas rompen la nieve con crujidos pesados. El frio ha entumecido todo mi cuerpo. Flexiono la punta rigida de mis dedos bajo los guantes. Las gotas de hielo se derriten y ruedan sobre mis botas de cuero prestadas sin importar cuanto las apriete. Pero al menos mis manos y mis pies tienen alguna clase de proteccion contra el clima. Mi rostro lucha directamente contra los elementos... es una guerra y la esta perdiendo. El viento arde sobre mis mejillas descubiertas mientras miro entre los copos de nieve danzarines, intentando ver donde han ido los demonios leopardo. Ya llevamos rastreando las montanas casi una hora. Las empinadas colinas boscosas estan tapadas de nieve, cada arbol sin hojas esta cubierto de hielo. La tarde es espeluznantemente silenciosa: solo se oyen los cristales de nieve, las pisadas de las botas y mi propia respiracion acelerada. --?Como va todo ahi atras, princesita? Suspiro. Ni por asomo es tan silencioso. --Mi nombre --grito a modo de respuesta--, como te he dicho millones de veces, Bo, es Lei. En cuanto las palabras salen de mi boca, el viento me las arrebata. Los copos de nieve bailan sobre mi nariz y depositan besos frios y humedos en mis mejillas expuestas. --?Princesa? Escucho de nuevo la voz de Bo, esta vez con mayor claridad. Los hermanos deben de estar a pocos metros de distancia delante de mi. Mi respiracion dibuja nubes a mi alrededor mientras apresuro el paso para alcanzarlos. Sus siluetas altas se materializan a traves del viento lleno de nieve, con extremidades largas y desgarbadas como los troncos de los arboles que los rodean y practicamente de apariencia humana. Cuando me acerco mas, sus detalles demoniacos aparecen: orejas puntiagudas de leopardo, patas atleticas, colas largas que se mueven de lado a lado, cubiertas de la misma piel beige con manchas negras que recubre el resto de sus cuerpos. Unos ojos verdes resplandecen debajo de los parpados con borde negro. Sus rostros redondos son tan similares que es dificil diferenciarlos a primera vista. Uno de los dos pares de ojos es suave y amable. Nitta. El otro par, los ojos de Bo, baila entretenido. Nitta corre hacia mi con un grito de alivio y aparta los mechones humedos de cabello negro de mi sien. --!Gracias a Samsi! Por un momento, temiamos haberte perdido. Lo siento, Lei, avanzamos demasiado rapido. Intentamos ir mas lento, pero... --Si fueramos mas lento, estariamos viajando en el tiempo hacia el pasado --protesta Bo --. Papeles --anade con un cloqueo impaciente, rascandose el lateral del menton mientras me mira por encima de su nariz chata y felina. Nitta frunce el ceno y lo mira. --Bo. --?Que? Solo digo que cualquiera que no haya nacido con proteccion contra el clima se pierde la diversion. --Tal vez deberiamos regresar. --Los copos de nieve cubren la piel manchada de Nitta y ella desliza una mano sobre su sien sin pensar; parece preocupada--. Aun no hemos encontrado nada y Lei parece a punto de morir congelada. Merrin tenia razon. Esto ha sido una mala idea. Bo coloca una mano sobre su cadera huesuda. --?Ahora vas a confiar en Plumas? Vamos, hermana, ?que sabe ese cerebro de pajaro? --Tu desafiarias las ordenes de Merrin solo para molestarlo --replica Nitta. --?Por que otro motivo crees que accedi a permitir que Lei nos acompanara en nuestro viajecito de caza? --El chico leopardo sonrie--. Sin ofender, pequenita --me dice--, pero no has venido aqui precisamente por tu habilidad innata para el rastreo. --Como si tu habilidad para el rastreo nos sirviera de algo --respondo--. ?Acaso has encontrado algo aun? ?Mmm? Mientras Bo inclina la cabeza a un lado, entretenido, yo estiro la espalda, enderezando los hombros. Aun a pesar de que tengo la mitad de la altura de los hermanos leopardo, de todos modos mi postura me hace sentir mas fuerte. --Os pedi que me permitierais venir hoy porque estoy harta de esconderme en ese templo. Ya han pasado mas de dos semanas. Si tengo que pasar un dia mas escuchando los cantos eternos de Hiro y al resto de vosotros entrenando o debatiendo tacticas de guerra mientras me prohiben hacer cualquier cosa, mi cerebro estallara. --Me coloco bien la bufanda y aprieto mis punos enguantados--. Ahora, ?podemos por favor atrapar algo bueno para comer? Estoy cansada del taro asado en todas las comidas. Nitta vacila, pero Bo alza las manos en el aire. --?Sabes que? La princesa tiene razon. Si tengo que comer un trozo mas de taro, me convertire en un taro. --Con un bufido teatral, se desploma de espaldas. Los copos de nieve llueven sobre el--. Mirad --grune con horror fingido, parpadeando mientras nos mira desde el agujero con forma de Bo en la nieve--. Ya ha empezado a pasar. Soy uno con el taro. Y es... insoportaroble. --Se pone de pie de un salto, con su abrigo cubierto de hielo, y dibuja una sonrisa amplia de dientes filosos--. ?Lo pillais? ?Insoportaroble? --Ay, hermanito --suspira Nitta--. Tus chistes son tan espantarosos. Los tres nos reimos, el sonido quiebra la quietud espeluznante del bosque cubierto de nieve, hasta que un crujido fuerte a nuestra izquierda nos interrumpe. Nos giramos con rapidez, mi corazon se aloja en la garganta, solo para ver un monticulo de nieve, que habia estado haciendo equilibrio sobre las ramas torcidas de un arbol, caer al suelo con un gran ruido. Nitta y Bo enderezan la espalda de las posturas defensivas que habian adoptado por instinto. Bo resopla y deja el cuchillo en su cinturon. --?Te asusta la nieve, hermana mayor? ?Temes que moje y arruine tu bonito cabello? Nitta mueve los ojos en direccion a su hermano. --No creas que no he visto tu reaccion. --Pero hay cierta cautela cuando se gira y alza la nariz para olfatear el aire. Mueve las orejas, escuchando. Luego, avanza--. Vamos --dice --. Sin duda hay algo ahi afuera. Y, Lei, esta vez quedate cerca. Continuamos caminando por el remolino blanco. Es lo unico que puedo hacer para seguirles el ritmo a los hermanos, sus cuerpos agiles de la casta de la Luna avanzan con facilidad entre las columnas de arboles congelados. Mientras Nitta y Bo apartan las capas de nieve con destreza con cada movimiento elegante de sus atleticas patas de leopardo, yo me arrastro con torpeza a traves de los monticulos gruesos. El colchon de nieve me llega hasta las rodillas. Las raices ocultas de los arboles se enredan con mis botas. Cada rafaga de aire frigido me corta la garganta, pero a pesar del frio, aparecen gotas de sudor dentro de mi abrigo y debajo de la bufanda de piel que rodea mi cuello y mi barbilla. Los demonios no reducen el paso. Nos detenemos solo para beber un poco de agua de la cantimplora que Nitta lleva atada a la cintura o para buscar rastros del animal que ella y Bo rastrean; los hermanos juntan las cabezas para debatir las huellas de su presa en voz baja. Despues de una hora de rastreo sin distracciones, Bo rompe el silencio. --Nos estamos acercando --anuncia, semioculto por la nevisca blanca que hay donde esta caminando a pocos pasos delante de nosotras. Nitta levanta mas la nariz. --Tienes razon. Yo tambien capto algo. Intenso, a almizcle... ?Que crees que es? --?Tu delicioso aroma natural? --sugiere su hermano. Nitta pone los ojos en blanco. --?Ves eso? --pregunta ella, senalando un arbol cercano. Bo y yo nos acercamos mas. Hay dos muescas profundas grabadas en la corteza, debajo de la altura de mi cabeza. Parecen recientes: solo las cubre una capa delgada de nieve. Bo desliza los dedos sobre las marcas. --Puede ser una cabra de montana grande. --Espera --digo, mientras retrocedo para inspeccionar las ramas bajas y retorcidas del arbol--. Es un arbol de mango. Un arbol de mango --repito, sorprendida--. ?Suele nevar aqui? No podemos estar tan alto en las montanas si hay higueras y arboles frutales. Ninguno de los dos comparte mi sorpresa. --La Enfermedad ha causado toda clase de cambios climaticos extranos --dice Nitta encogiendose de hombros; luego se gira hacia su hermano, frunciendo el ceno--. Seria una cabra demasiado grande. Creo que es mas bien algo similar a un buey. --Puaj, espero que no. La carne de buey es asquerosa. --?Quieres cenar taro otra vez? --Es mejor que culo de buey. Nitta mira hacia adelante en medio de las rafagas brillantes, sus orejas redondeadas se sacuden. Al igual que su hermano, tiene las orejas cubiertas de joyas y aros en una variedad de plata descolorida y oro y la luz invernal resplandece en ellos cuando la chica mira de izquierda a derecha. --Por aqui --dice ella, ya en movimiento. Bo me guina un ojo. --?Lista para cumplir con tu rol en la caceria, princesa? --?Que rol es ese? --La carnada --responde con una sonrisa burlona. Lo fulmino con la mirada mientras se aleja. Tardo unos instantes en pensar una respuesta. Avanzo furiosa por la nieve, lista para decirsela... cuando un movimiento captura mi atencion. Me paralizo. Mi corazon late con fuerza en el silencio del bosque cubierto de hielo. El bosque quieto y vacio. Bajo mi bufanda, mi piel se eriza. --?Estais... estais seguros de que solo hay un animal cerca? --pregunto. Nitta y Bo se giran y me silencian con la misma mirada fulminante de ojos verdes. --Tenemos que estar callados... --comienza a decir Nitta. Oimos el crujir de la nieve mas adelante. Ella se gira con rapidez e inclina el cuerpo para adoptar una postura defensiva. Bo senala hacia las rafagas de nieve. Con agilidad, toma su cuchillo mientras Nitta prepara el arco que carga sobre el hombro. Lo alza frente a ella con su mano izquierda, y con la derecha toma una flecha del carcaj amarrado a su espalda. Con un movimiento habil, coloca la flecha con cola de pluma en su lugar y hace retroceder su brazo derecho para extender el arco mientras apoya la punta de la flecha sobre sus nudillos izquierdos. Flexiona los musculos definidos debajo de su camisa de algodon mientras apunta hacia el aire gelido, pero Nitta no dispara la flecha. Aun no. Con las orejas en alerta y el rostro concentrado, se desliza entre los arboles. Bo se agazapa levemente mientras avanza detras de ella, con los dedos cerrados sobre su cuchillo, listo para lanzarlo. Busco con manos enguantadas y torpes mi propia daga en mi cintura. Es un cuchillo de hoja corta y simple: uno que les sobraba a los demas. Lo sujeto con fuerza y sigo a los hermanos, haciendo un gran esfuerzo por seguir el sendero que han creado con sus pasos precisos. Mi piel cosquillea de incomodidad. Algunas veces creo ver movimiento: no delante donde Nitta y Bo avanzan en medio del paisaje invernal, sino en la periferia de mi vision. La silueta sombria de algo grande y... no humano. Pero cuando miro, no hay nada. Solo rafagas grandes de copos de nieve brillantes. Viento frio, nubes de aliento y silencio profundo, ahogado por la tormenta de nieve. Nitta y Bo ahora avanzan mas rapido. Aunque me esfuerzo al maximo por seguirlos, la distancia entre nosotros comienza a crecer. Por delante, Nitta se gira abruptamente y nos guia sobre una colina escarpada; veo el resplandor de una cascada congelada a nuestra derecha. Mi aliento dibuja nubes gruesas mientras intento seguirlos... y luego mis pies se topan con un saliente rocoso debajo de las rafagas de nieve. Con un grito, caigo de cara a la nieve. Acumulaciones de hielo me muerden la piel, las gotas derretidas caen por los laterales de mi bufanda. Con una mueca de dolor, me pongo de rodillas y comienzo a quitarme la nieve del rostro y el pelo cuando percibo movimiento detras de mi. Una voz, liviana como una pluma, pero tan profunda como los huesos de los dioses y los terremotos, aparece en el viento. Te he encontrado. Algo frio que nada tiene que ver con la nieve rueda sobre mi columna. En un instante, su rostro aparece en mi mente. Cuernos marcados, decorados con oro, puntas afiladas como cuchillos. Un rostro delgado y apuesto, facciones bovinas mezcladas inmaculadamente con la forma humana. Una sonrisa arrogante y satisfecha. Y esos ojos... sus iris de ese azul artico limpio y transparente que recuerdo sentir como me atravesaban incluso ahora. Mas de dos semanas desde aquella noche, desde el instante en que hundi una daga en lo profundo de su garganta y le quite la vida. El Rey Demonio. Te he encontrado. Agazapada en la nieve, me giro con mi cuchillo en alto entre mis dedos temblorosos, mi corazon late con fuerza contra mis costillas. Pero el bosque esta vacio. Los arboles se yerguen altos, como centinelas silenciosos en medio de la escarcha. La sangre me sube a los oidos. Miro de nuevo en todas direcciones, los escalofrios aun recorren mis brazos y mi nuca a causa de esa voz. Habia parecido tan real. Tan cercana. Cuando me pongo de pie para continuar siguiendo a Nitta y a Bo, no hay rastro de ellos. Estoy sola. Luego, contengo el aliento. Porque, tal vez, no lo estoy. Aunque es imposible que haya oido las palabras del rey, el movimiento que he percibido y la sensacion de que alguien nos observa pueden deberse a que nos estan siguiendo. No es el fantasma del rey muerto, sino uno de sus soldados o guardias de elite. Por ese motivo Wren y los otros me han prohibido salir del templo todo este tiempo. Sabemos que es solo cuestion de tiempo hasta que nos encuentren, si es que aun no lo han hecho. Han pasado mas de dos semanas desde el ataque en el palacio la noche del Baile de la Luna. Mas que tiempo suficiente para que ellos nos hayan rastreado, incluso hasta nuestra ubicacion remota aqui, en las montanas del norte. Mas que tiempo suficiente para esperar fuera del templo, donde nos hemos escondido con magia protectora. Para esperar hasta que partamos a nuestro proximo destino, o hasta que yo me vuelva estupida y lo bastante imprudente para desobedecer la orden de permanecer oculta. Exactamente lo que he hecho hoy. Una alarma cobra vida en mi cabeza y en el mismo momento mas movimiento (real esta vez, junto a jadeos y el crujir de la nieve rota) aparece delante, en lo alto de la colina. --!Lei! --El grito de Nitta atraviesa la tormenta de nieve, agudo por el panico--. !Corre! Justo en el momento en el que una silueta descomunal salta en mi camino y emite un rugido que me hiela la sangre.

  • Temporada de huracanes de Fernanda Melchor

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    Con un ritmo y un lenguaje magistrales, Fernanda Melchor, autora de Falsa liebre explora en esta obra las sinrazones que subyacen a los actos mas desesperados de barbarie pasional.

  • Una irresistible excepcion de Loles Lopez

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    Laura, una mujer de ciudad, se refugia en un pequeno pueblo de Soria huyendo de un pasado traumatico. Una mala experiencia hizo que dejara la medicina, pero cuando Angel, el alcalde, se entera de que hay una doctora entre ellos, tratara de convencerla para que se quede a ejercer en aquel remoto lugar.

  • El secreto de tu sonrisa (Secretos 1) de Raquelita Gomez

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    Kyle es uno de esos chicos que se enamoran de verdad y aman con todas sus fuerzas. Llega nuevo a la ciudad con su amigo Steve para empezar una nueva vida: la universidad. Lo que el no tenia en mente era encontrarse con ella.
    Ella es una camarera de las que te animan a volver al lugar solo para verla de nuevo. Siempre con una sonrisa en el rostro, esa que le regala todos los dias, esa que se ha vuelto imprescindible para el.
    Lo que el no sabe es todo lo que guarda detras de esa sonrisa. Guarda una vida, una vida que la ha convertido en lo que es, a sonreir al mundo solo porque si. La realidad es muy distinta a lo que ven sus ojos. Y el va a descubrirlo.
    El es un chico curioso. Y ella una chica llena de misterios.

  • Bailando en la oscuridad de Karl Ove Knausgard

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    <>: las palabras no son de Karl Ove Knausgard, pero, a la luz de Mi lucha, podrian muy bien aplicarsele. Y es que su serie de <> autobiograficas es tan catartica para el que la lee como lo fue para quien la escribio: es la inmitigada franqueza sin filtros del que pone su vida entera en juego la que, al vibrar en la pagina, reverbera mas alla de ella. Corre el tiempo, cambian las edades, los escenarios; y cuando se abre Bailando en la oscuridad, el cuarto volumen de la saga, Karl Ove Knausgard tiene dieciocho anos y acaba de bajar del avion que lo ha colocado un poco mas cerca de su destino. Que se llama Hafjord; Hafjord, un minusculo pueblecito del norte de Noruega donde le espera un puesto como maestro, y la promesa de una paz que le permita entregarse a su recien descubierta vocacion: la de escribir. Pero, tras un comienzo que promete, el desengano: la ambicion excede con mucho al talento. Y ser profesor no es tan facil como parecia, y las tentaciones que ante el se despliegan tienen muchos rostros: el de las chicas, el del alcohol, el del aislamiento y la soledad; el del silencio. Cuando el narrador parece abocado a la crisis, cuando su relato se oscurece, el autor nos lleva consigo hacia atras, hacia las raices del ahora: y encuentra musica y amor, escritura y vida; encuentra un testimonio de los deseos y sus frustraciones, de la dificultad de lidiar con lo heredado. Karl Ove Knausgard escribe con luminosidad y energia, sin condescendencia, de un tiempo cargado de posibilidades e incertidumbres, de ambiciones y de tropiezos; un tiempo fundacional y definitorio, en el que el impetu colisiona a menudo con la torpeza. De esa oposicion, de ese desajuste, emergen acordes inesperados, de una ligereza que no sacrifica la hondura por el camino: Bailando en la oscuridad es el episodio mas gracil, raudo, bullicioso y electrico de la serie, cargado de una vitalidad tan intensa y abierta como la que describe.

  • Los amos del mundo estan al acecho de Cristina Martin Jimenez

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    En las reuniones secretas de Bilderberg se decide el destino del mundo. Si no tienes el honor de ser invitado, simplemente no existes, no eres nadie. El objetivo del Club es acabar con nuestras libertades personales y manipularnos mediante un unico gobierno mundial establecido en la ONU. ?Como es posible que Google, Nokia, Coca-Cola o el FMI puedan cambiar nuestras vidas? En este libro politicamente incorrecto, Cristina Martin Jimenez desvela las ultimas mentiras fabricadas por los <> para mantener a la poblacion atemorizada y, como consecuencia, controlada.

  • Lo mejor de ir es volver de Albert Espinosa

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    Hay un dia en la vida en que debes decidir si deseas tener la razon o la tranquilidad.

  • El invierno del descontento de Thomas B. Reverdy

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    Si eras joven en 1979 y creciste escuchando a David Bowie, Pink Floyd o Sex Pistols, leeras tu historia en esta novela. Si eres joven ahora y sientes que te han robado el futuro, aqui descubriras cuando, donde y como empezo todo.

  • Nuestro Caos, Sira Duque de Sira Duque

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  • La vida de Dani de Christian Martins

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    La vida de Dani es perfecta.
    Se va a casar con Guillermo (alto, guapo, rico) y esta organizando la boda de sus suenos. Todo va sobre ruedas hasta que. Hasta que Alvaro, un amor de su juventud, reaparece en su vida.
    Una noche loca en una piscina marcara un antes y un despues.
    ?Sera capaz de ocultarle a su futuro esposo una infidelidad?
    Y si Alvaro no significa nada para ella. ?Por que diablos tiene tanta ansiedad? ?Por que no consigue sacarlo de sus pensamientos?

  • La senora Osmond de John Banville

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    Tras ponerse en la piel de Chandler, Banville se disfraza de Henry James.

  • El ultimo cacique de Paco Bellver

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    Justina es una desafortunada joven que, tras perder a su padre, es acogida en una casa noble como sirvienta. Es humilde, audaz, valiente y con principios e ideologias basados en la igualdad y la justicia, pero no podra evitar ser victima de una sociedad donde prevalecen la aristocracia y el clero. Tendra que luchar contra todo ello en una epoca convulsa de constantes revueltas. A traves de las paginas de esta historia conoceremos el lado oscuro que presentaba la sociedad desde finales del siglo XIII a principios del XIX..

  • Profundo en ti de Joel De Alba Marquez

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    Tomar pedazos de papel, ir entrelazando historias, dejar la ninez, convertirme en adulto, darle madurez a mis textos. Darme cuenta de mis temores, encantarme y desencantarme. Decir te amo pueden ser las palabras mas simples, pero a la vez darme de topes. Escribir lo que no estaba sintiendo. Hacer textos con carencias. Inmadurez, resentimiento, abandonar lo que tanto amaba que era escribir, romper hojas y volver a iniciar. Una lucha interna, que me mando a la lona. El tener ganas de no volver a expresar mis sentimientos. Reprimirme, llorar, estres, soledad. Relaciones sin rumbo, noches de pasion intensas, pero huecas. Ansiedad, vuelcos en la cama, cansado de ilusiones, depresion. Anos de terapia, ansioliticos, antidepresivos, como dijera Joaquin Sabina "...tiene pastillas para no sonar". La traicion de los falsos amigos, el amor que tardo en llegar. Ycomo queria yo, que el amor tocara mi puerta, si mi peor enemigo fui yo, quien no se amaba fui yo, quien se moria de soledad a falta del amor propio era yo. Una de esas noches, meditando en mi alcoba, orando, pude tener confianza y fe en mi, empece a hacer garabatos, les di voz, en grabaciones. Se vive un periodo complicado para la humanidad, en confinamiento, me di cuenta que yo podia estar en paz. Me perdone y pude luchar contra mi peor enemigo, y crear "Profundo en ti". AGRADECIMIENTOS Ami madre, por apoyarme en cada proyecto literario. Ami padrino Juan Ramon y sus buenos consejos. A aquellas personas que han estado en mi vida y me han conducido a no claudicar en mis suenos, a mi padre en el cielo Abel, a mis abuelitas Crucita y Chelo, a mis hermanas Alejandra y Erika. Para Sofia, con quien comparti mi pre-adolescencia y juventud. Con la promesa de volvernos a encontrar. Con el carino mutuo desde la primera vez, mi amiga, prima, confidente. Ami querida Dianuka, y el apoyo en cada libro que he escrito. Ami pather Jose Manuel, las oportunidades y el apoyo. Ami brother Jaime Galvan, por los rones, los habanos y el cafe. Por los dolores de rodilla, que nos cuentan que ya no tenemos veinte anos. Ami siempre guia en las letras, mi querida Ana Neumann, con mucho amor. A mi carnal Miguel Lopez, que desde hace muchos anos me ha dado el apoyo para publicar, por medio de “Cielo Creativo”. Ami carnala tapatia Gaby Bidault, por las historias que vivimos y las que nos faltan. Por la charla, la pasta y el vino. PROLOGO Es maravilloso el como los sentimientos pueden ser plasmados en un pedazo de papel pero mas asombroso es que esos sentimientos plasmados sean compartidos con tremenda emocion y nos hagan volar entre palabras y versos a un cielo inundado de pasion, amor, tristezas, poesia infinita que llena el corazon. Tengo el enorme placer de ser amiga y confidente de este gran poeta Joel de Alba Marquez quien me ha ensenado con el paso de los anos que los suenos si se pueden cumplir. El puso sus sentimientos y pensamientos en un punado de hojas y lo compartio conmigo, entre cafe y cigarrillos, entre platicas y canciones. Yo quede asombrada del gran talento que tiene y vean ahora con su quinto libro “PROFUNDO EN TI” un maravilloso conjunto de realidad, testimonios que revelan su ser, miedos, nostalgia, amor, esperanza, luz. Joel conquista tu corazon y te hace parte de tan preciosos poemas. Diana Alejandra Perez Luna (Dianuka) San Luis Potosi a 15 de junio de 2020 Prologo II Estas palabras que hoy reuno aqui manifiestan la gran satisfaccion y emocion que me inunda el tener el honor de escribir estas lineas y asi poder ser parte de esta quinta compilacion de bellos poemas, versos y fragmentos de un corazon forjado en la experiencia de la adversidad: Mi muy querido y apreciado caballero poeta JOEL DE ALBAMARQUEZ eterno enamorado del amor, las letras y el encantamiento de la oralidad. De nuevo "juntos" pero a miles de millas en la distancia. Como cuando eramos adolescentes decides hablar de amor... corazones rotos, tropiezos, derrotas y treguas... para despues (como era siempre tu costumbre ) con la magia y dulzura de tu corazon transformando las palabras en hermosos, delicados y tiernos versos que como un remedio calido para el corazon herido, es ungido triunfante con el espiritu mas puro de los sentimientos. En la poesia como en la creacion, que desde el pensamiento engendra en la palabra luz de la belleza del sentimiento que desde lo profundo de su ser el poeta interpreta. pues dime entonces ?Que es, si no es el amor la verdadera existencia de la vida? Ahora toma un respiro profundo con De Alba Marquez y preparate para sumergirte PROFUNDO EN TI ... y llevarte a las profundidades de las emociones y pasiones que solo pueden emerger de la inmensidad del oceano del amor que en calma o tempestad siempre estara esperando por ti... SOPHIKA NASOKA NSKRJ Houston, Tx USA 16 de Junio de 2020 I. De la mano Con ella de la mano, las manecillas del reloj quedan inmoviles mientras tu alma tiembla. Puedes ver a la poesia convertirse en vino y recobrar la vista a los que no creen en la magia Llegas a pensar incluso que su sonrisa puede hacer milagros. II. Musa pagana Ella tiene los ojitos de un felino, Ella tiene en su boca, la miel y la grana. Ella es el mar, mi paz y mi tormenta. Ella es el viento al este, mi brujula de bolsillo y el diapason en mi pecho.

  • Querido plan B de Becca Devereux

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    Una alocada comedia romantica sobre dos personas que estaban destinadas a encontrarse. ?Y si el principe azul no fuera como te lo han contado?

  • O calle para siempre de J. M. Guelbenzu

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    Un mensaje anonimo enviado al parroco que ha de oficiar una boda de postin y el asesinato de un chantajista de medio pelo en mitad de la ceremonia, involucrara a la juez Mariana de Marco y a su pareja, el periodista Javier Goitia, que asistian como invitados. Mariana esta convencida de que alguien de una de las familias de los contrayentes trato de impedir la boda, y que otro de los asistentes fue el asesino del maleante contratado para sabotearla.

  • La traicion de Roma de Santiago Posteguillo

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    Ultima novela de la Trilogia de Roma, en la que descubriremos el epico final de dos de los personajes mas legendarios de la historia: Escipion y Anibal.

  • La reina descalza de Ildefonso Falcones

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    En la Espana del siglo XVIII, una conmovedora historia de amistad, pasion y venganza une dos voces de mujer en un canto desgarrador por la libertad.

  • Vamos a contar mentiras de B. S. Gairald

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    Una tormenta de nieve deja incomunicadas a cuatro amigas en una casa rural. Blanca y Concha son pareja, Helena y Sofia. no. Encerradas sin luz y sin cobertura, deciden contar historias para matar el tiempo: Blondie es una gata muy especial para su duena; en una zona rural, una cartera reparte algo mas que cartas; Dorian conoce a Malak; Leonor huye de su pasado; Almu y Mari son solo buenas amigas. por ahora; una sincronia sucede en Granada; un misterioso crimen sacude el bosque y dos investigadoras lo intentan aclarar; la abuela Juana tiene un secreto; Cati escribe los amores que quisiera para su vida. Las horas pasan y las cuatro amigas beben demasiado. Ademas, ellas tambien tienen su propia historia, asi que pronto afloran rencillas latentes y sentimientos soterrados. Esa convivencia forzada supondra un punto de inflexion en sus vidas. La primera obra de B. S. Gairald es un conjunto de relatos que tocan temas tan dispares como lo son las cuatro protagonistas que los narran: amores secretos o desinhibidos, soledad, esperanza, muerte, humor, destino. La autora combina mensajes <> y humor, dosis de cruda realidad y momentos de cierta magia.

  • Damon de Gloria Vilarino

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    En este baile de mascaras, manipulacion y amor, todos los participes danzan como marionetas en un teatrillo unidos por el hilo del destino que los entrelaza, donde los actos que cada uno de ellos ejecuta tienen consecuencias imprevisibles en la vida de los demas, pues a veces, nuestros errores crean demonios; demonios capaces de perseguirnos incluso mas alla de la muerte.
    Descubrir ese yo que reside en lo mas profundo de cada uno de nosotros, donde sin ataduras sociales o morales sabemos quien y que somos, sin esa careta que esconde nuestro verdadero ser es lo verdaderamente complejo, y es que la maldad usa muchas mascaras y la mas peligrosa es, sin duda, con la que se viste el demonio.

  • Rey (Mount 1) de Meghan March

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    Rey es la primera entrega de la <>, la saga best seller de The New York Times, de la autora que ha vendido mas de 2.000.000 de ejemplares de su obra.

  • La moneda de Akragas de Andrea Camilleri

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    Tras un largo asedio, Akragas (actual Agrigento) se rinde a los cartagineses en el ano 406 a.C. La ciudad es destruida. En 1909, es hallada en un campo de cultivo una pequena moneda de oro valiosisima y unica en el mundo. Presa de la emocion, el doctor Stefano Gibilaro, medico titular de Vigata, se cae del caballo y se rompe la pierna. Asi comienza una historia rocambolesca que se desarrolla entre los campos de Vigata y la Mesina destruida por el terremoto de 1908. Sus giros inesperados, tragicos y comicos, que Camilleri realiza con notable habilidad, nos llevaran a un imprevisible desenlace.

  • Mientras te rendias, Margarita Martin Ortiz de Margarita Martin Ortiz

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  • Entre dos mujeres de Sarah O'konell

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    El amor secreto de Carlos siempre ha sido Sara, su mejor amiga. Ella, con un divorcio inminente, necesitara mas que nunca de su amistad.
    Pero Carlos no es un hombre libre, tiene novia y esta siempre intentara alejar a su novio de la que considera su enemiga, no importa las mentiras que tenga que usar.
    ?Seguira Carlos siendo fiel a Rosa, su pareja, cuando su amistosa relacion con Sara se convierta en algo mas?
    Lo consiga o no, la decision es la misma: o lucha por la mujer con la que comparte su vida o lucha por el verdadero amor.

  • Salvese quien pueda de Andres Oppenheimer

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  • Sumisa de tres minotauros (Sumisas 4), Saray Gil Diaz de Saray Gil Diaz

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    Krystal trabajaba para Malik como empleada de hogar, entraba y salia de la mansion cuando queria, mientras que no le molestara demasiado a el no le importaba, hasta que llegaron los senores minotauros, tres imbeciles que llenan la casa de preservativos y le ponen un horario absurdo lleno de exigencias. Pero lo malo llega cuando incumple las normas del mundo de los cambiantes, junto a una amiga se adentra en uno de los locales secretos donde ellos tres la encontraran y arrastraran hacia un mundo de placer, pero alguien los vigila y quieren arrebatarsela.

  • Besos a una mentirosa (Besos y mas besos 2) de Francine J.c

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  • Mentiras que dan magia de Javier Garrido

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    <>. Esas fueron las palabras de quienes la vigilaban. Cuando nos avisaron de lo que sucedia por los walkiestalkies, mi companero y yo estabamos dormitando en nuestro escondite, dos plantas mas abajo. Salimos corriendo, con esa presion en las sienes chillandote que llegas tarde. Mi companero ya empunaba fuertemente la pistola, con la seguridad que le daba el haberlo hecho desde antes de que yo naciera. Mi caso era diferente. Hacia menos de un ano que habia entrado a formar parte de ese grupo, los grises, como nos llamaba esa chica a la que debiamos salvar de aquel que la estaba golpeando, esa chica que tanto odiabamos. Mi pistola, entre mis temblorosas manos, parecia de esas de juguete que vendian en la feria. Nos quedaba por subir una planta y, al menos a mi, ya me faltaba el aire. No sabria decir si por el exceso de ejercicio en esos pocos segundos o por la falta de valor ante lo que intuia que iba a suceder. Mientras corriamos por el pasillo de ese hotel perdido en la montana, no hacia mas que pensar que aquellos de quienes la protegiamos, esos a los que llamabamos los otros, nos habian alcanzado. Cuando llegamos al umbral de la habitacion, mi companero grito apuntando con el arma a lo desconocido. Yo hice lo mismo que el no porque supiese que eso era lo que tendria que hacer, sino como aquel nino inocente que copia a su idolatrado hermano mayor. Al entrar en la habitacion, la imagen era grotesca. La chica presentaba el labio roto y una herida sangrando levemente por la mejilla. Con sus brazos, se estaba sujetando su propio cuerpo, como si tuviese mucho frio. Empece a buscar sangre que brotase de sus antebrazos como consecuencia de alguna herida mortal que se estuviese tapando. No encontre rastro del liquido rojo. En ese momento di gracias por no haber llegado demasiado tarde. Gire la cabeza, buscando a Robert, y la imagen que vi me recordo que yo tambien tenia una pistola entre mis manos y que seguramente tendria que utilizarla. El miedo que irradiaba ese chico en sus ojos y que imprimia en el arma que tenia asida con fuerza en sus manos dejaba entender cuales eran sus intenciones. Estaba apuntando a la chica a menos de dos palmos de su pecho, a esa distancia era imposible fallar, a esa distancia seria inhumano pensar en disparar. El concepto a quemarropa se sentia excesivo en esa atroz escena. Mi companero le grito que parase. Yo no dije nada, el miedo me acunaba entre sus fuertes brazos, ahogandome en mi propia cobardia. De repente, un fogonazo ilumino la habitacion. El estruendo de la pesada pistola que Robert tenia en sus manos empequenecio el horror que sentia. En ese mismo momento, le disparamos, como si esa accion pudiese retroceder lo que le hizo a esa pobre chica, a tan solo dos palmos de su pecho, solo a dos palmos. No podia creerlo. Primero disparo mi companero, por supuesto. La experiencia le indico lo que tenia que hacer. Yo dispare despues, pero porque la salva de mi companero me recordo que eso era lo que se esperaba de mi, no porque quisiese hacerlo. Su disparo hizo lo correcto, lo que nos ensenaron. Le secciono la rodilla para poder inmovilizarlo. Mi disparo no tuvo tanta suerte, iba dirigido al mismo sitio, su rodilla, pero el segundo que dude en disparar fue tiempo suficiente para que ese chico, Robert, bajase el cuerpo y yo le atravesase el cuello, matandolo al instante. No me hizo falta buscarle un pulso que sabia que habia dejado de recorrer su cuerpo. Ese fue mi primer muerto. Esa fue la primera vida que quite. Y, lo peor de todo, si es que hay algo peor que eso, fue descubrir que Robert, aquel asesino que mate, al final, era inocente. PARTE I Capitulo 1 En un geriatrico empezo todo En un geriatrico empezo todo. Residencia Luna Nueva. Quiza no sea el lugar mas apropiado para empezar una historia, un lugar donde acaban las vidas de aquellos que viven, sobreviven o malviven en sus dependencias. Su nombre considero que no fue nada acertado. Luna Nueva. Cualquier residencia tendria que estar alejada de un apellido como Nueva. En sus pasillos y habitaciones, con ese olor a ceniza impregnado, se agotan los ultimos momentos de personajes tan pintorescos y maravillosos anos atras, que bien podrian ser los personajes de esta historia. Pero en la habitacion 33 es donde se encontraba Erlinda, hilo inicial en el que empezo todo lo que quiero contaros. No es la persona que ocupara la mayor parte de esta historia, ni la pieza mas importante de este puzle, pero, como cualquier rompecabezas, cada fragmento, por pequeno e infimo que sea, es parte del todo. Erlinda era odiada en la residencia por su lengua afilada e hiriente. Era amada por su inteligencia y sabiduria. Era detestada por su intolerancia ante el mas minimo error o descuido. Era adorada por su creatividad y gusto por el buen hacer. Era irritante en su tono condescendiente y prepotente, una cualidad que ya de por si te da la vejez en sus ultimos momentos. Era un personaje que, alla a donde fuera, no era tratada con indiferencia. De caracter complejo mas que complicado, poseia un aura de respeto y poder que la rodeaba alrededor de su eterna silla de ruedas. Sus verdes ojos, ahora acuosos por una ceguera tardia, habian visto belleza que podria llenar diez vidas de sus contemporaneos. Devoradora de miles de libros, que fueron semilla de una inteligencia y sabiduria abrumadora, le dotaron de la capacidad de herir con varias palabras y un par de verbos al mas poderoso de sus enemigos. Sus manos, huesudas y enhebradas en venas, temblaban acompanadas del tintineo metalico de anillos y pulseras, una cantidad indecente de joyas que las cuidadoras hacia anos ya dejaron de pedirle que las dejara en el cajon de su mesita. Esas manos que muchos anos atras acariciaban con un pincel un lienzo y lo transformaban en una ventana con color y alma, una cualidad que descubrio en sus anos mozos y le permitio vivir de su don el resto de su vida. Un exito que hasta le permitio en sus ultimos dias costearse una limpia habitacion y tres sencillas comidas en la residencia Luna Nueva, logrando mantener la poca autonomia que le quedaba fuera de la casa de su unica hija. De la habitacion 33, solo se escapaba silencio y tranquilidad, cualidades que solo se veian amenazadas cuando alguna cuidadora o enfermera se atrevia a aconsejar, mas que recriminar, a la recta Erlinda, y esta lanzaba alguna frase corta, directa, hiriente y tan cierta que lograba sacar de sus casillas a quien hubiese tenido la osadia de molestarla en su anciana calma. Pero ese silencio tan triste que acompana siempre a la vejez se suavizaba cada lunes, cada martes y cada miercoles. Esos tres dias todo cambiaba para la estricta Erlinda. Era cuando su nieto le regalaba el milagro de las palabras, esos simbolos que su ceguera le robo de por vida y por la que hubiese acortado su ya de por si corta existencia por volver a leer solo un libro mas. Dan, porque Daniel no le gustaba que le llamasen, y menos Dani, que le sonaba ridiculo, entraba en la habitacion 33 y le daba dos besos a su querida abuela. Nunca le preguntaba como estaba, porque sabia que muy bien no le iba a contestar. Nunca se interesaba por lo que habia hecho ese dia, porque la respuesta <> no aportaba mas que soledad. Nunca le preguntaba que hacia, porque una anciana ciega y en silla de ruedas de un limitado abanico de actividades podia disfrutar. Solo le saludaba con esos cortos besos que tanto bien les hacian a los dos, se quedaba quieto sin mirarla a los ojos y esperaba el mantra que Erlinda le regalaba a el y solo a el. <>. Esas tres palabras que de especial nada parecen tener eran el tesoro mas preciado de Dan y Erlinda. Era ese saludo que la anciana solo le brindaba a su querido nieto. Quien los escuchase nunca llegaria ni tan siquiera a vislumbrar el carino y respeto que contenian esas palabras. Despues de su peculiar y obligada presentacion, Dan cogia el libro que estuviesen leyendo de la pequena biblioteca, se sentaba y daba comienzo uno de los unicos momentos que Erlinda podia decirse que disfrutaba, aparte de oler una buena pintura, pero eso ya os lo explicare mas adelante. El origen de esa peculiar rutina venia de cuando todavia ella vivia en casa de su hija --Mara--, con su yerno --Osorio-- y sus dos nietos. Dan contaba todavia doce anos cuando una tartamudez nerviosa llevaba martirizandole ya cuatro anos. Esa limitante dolencia le obligo a visitar al logopeda mas famoso de la ciudad. Sismundo Roque se llamaba. Un nombre muy poco acertado para ser logopeda. Cuando su madre saludaba al doctor, Dan tenia que esforzarse cuando se dirigia a el, diciendo un tenso <>, con las mejillas sonrojadas y los ojos achinados mientras las eses le raspaban el paladar, lengua y labios hasta formar un siseo del que hasta su familia se sentia avergonzada. Ante tal presentacion, Sismundo les contestaba con un <>, porque, ademas de tener un nombre poco apropiado para ser logopeda, aquejaba de un ligero frenillo. El doctor gangoso, porque asi lo llamaba Dan, le exploraba, le miraba, le abria la boca y se quedaba observando dientes, muelas y lengua como quien se queda esperando la inspiracion divina y, sin mas que hacer, a los cinco minutos comenzaba la sesion. <>, le decia cada dia. Y asi transcurria la sesion; Dan leyendo en voz alta con la cara roja y una expresion de tirachinas en su boca, y su madre mirandole con tez cenuda y labios tensos de desaprobacion por el molesto tartamudeo. Asi empezo su pasion por la lectura, forzada al principio, pero que con la practica y la costumbre se transformo en una gran aficion. Y la persona receptora de esas largas sesiones entre libros no fue otra que Erlinda, quien, debido a su ceguera incipiente, no podia disfrutar de la magia de los libros. Esa hora de lectura obligatoria por las tardes, con Dan como orador y Erlinda como publico, se repetia de forma diaria, de lunes a domingo. Y esa hora se iba alargando a una hora y media, luego a dos. Los libros se transformaban en manuales de texto escolares en epocas de examenes y asi le ayudaba a estudiar. Decenas, centenares de libros pasaron por los ojos de Dan y se decantaron en los oidos de Erlinda, uniendolos mas y mas todavia. Eso y la pintura, pero ese tema ya os lo explicare. Volviendo a la habitacion 33, a ese tiempo contenido que solo una residencia puede transmitir, se escuchaba a Dan como recitaba sobre Atticus Finch, el encantador y etico protagonista de la novela que leia. Esa voz temblorosa, intermitente y tartamuda que tenia con doce anos fue pasando poco a poco a una voz dulce, calida y pausada ahora, con sus veinticinco. Esas interminables sesiones de lectura forzada que el logopeda Sismundo le receto lograron el objetivo que hasta el doctor gangoso no se esperaba. Pero ese dia fue distinto. Para ser mas exactos, esas ultimas semanas habian sido distintas, aunque Dan no fuese consciente de ese cambio. Todo aquello que comenzo a pasar esos dias sucedia en la 35, una habitacion que llevaba desierta el ultimo mes porque su inquilina fue despedida de la unica forma que una residencia puede deshacerse de sus ocupantes. Tras el muro que separaba las dos habitaciones, se encontraba alguien escuchando. Esa silueta se movia esquiva por la habitacion, deslizando su sombra causada por un unico punto de tenue luz situada en la mesita de noche, disfrutando furtivamente de una lectura a la que no habia sido invitada.