• Ex luna de miel de Nina Klein

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    Mi matrimonio habia durado exactamente cuatro dias. Bueno, cinco, si contaba el dia de la boda.
    Seguramente haya batido algun record.
    George, mi marido, me habia abandonado aquella misma manana para irse con una mujer que habia conocido durante nuestra luna de miel.
    Juro que no me lo estoy inventando. Parece increible, pero alli estaba, en un resort de cinco estrellas en Aruba, con once dias de luna de miel por delante. Sola.
    Rodeada de parejitas felices por todas partes.
    Asi que decidi emborracharme. ?Que otra maldita cosa podia hacer?

  • Entre el deseo y el amor de Stefania Gil

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    Dejate llevar por esta novela que esta cargada de erotismo, pasion y romance en la epoca mas bonita del ano. Ryan Griffin es un hombre guapo que se conforma con tener a Vanessa a su lado porque no quiere encontrarse solo. Le teme a la soledad y por ello aguanta cualquier manipulacion proveniente de la mujer que todos parecen querer sacarle de encima.Lo que los demas no saben es que Vanessa es su zona de confort. Para Ryan, acercarse a una chica desconocida y dar ese primer paso para conocerla representa un verdadero estres.

  • Hueles sexy de A. L. Brooks

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    Segun sus amigas Sally se estaba convirtiendo en alguna suerte de ermitana, o lo haria muy pronto si su actitud no cambiaba y empezaba a salir mas. Aunque ella no veia el problema que ellas tanto se empecinaban en mencionar. Segun decian, su crimen era dedicarse a su carrera profesional y a su hija los ultimos doce anos, el tiempo que hacia que se habia divorciado. La alegria de su vida, su pequena Amelia, tenia ahora quince hermosos anos y estaba en una edad repleta de cambios apasionantes, no obstante, sus amigas se empenaban en que debia salir mas. A cenar, a bailar, al cine… No comprendian que ya hacia todas esas cosas, salia continuamente. Amelia y ella salian a cenar y a comer de vez en cuando, iban a ver peliculas regularmente al cine, a la biblioteca, tambien iban a exposiciones, hacian excursiones… Ahora que su hija era casi una adulta, disfrutaban mutuamente de sus aficiones y de su compania mas que nunca. Por supuesto que habia momentos en los que su relacion, como madre e hija que eran, se tenia de tension aunque lo solucionaban enseguida. Ademas, habia sido dificil pero habia logrado mantener una relacion cordial con su ex, el padre de su hija, por el bienestar de Amelia y, lo cierto era que sus vidas funcionaban bastante bien. Tenian mas comunicacion ahora que cuando eran pareja, lo que favorecia a su hija y era algo por lo que Sally estaba agradecida. Si bien era cierto que tuvo momentos a lo largo de aquellos anos en los que habia echado en falta tener a alguien con quien compartir su carga, un hombro en el que apoyarse, llorar o acurrucarse a ver una pelicula bajo una manta una tarde de invierno, pudo acostumbrarse a vivir sin ello. Y el sexo. Eso tambien era algo sin lo que se habia acostumbrado a vivir. Recordo de forma fugaz el cajon de su comoda, ese que contenia los juguetes para adultos con los que se daba placer cuando sentia la necesidad de desatar su libido; diligente, atino a devolver sus pensamientos al tiempo y al lugar en el que se encontraba: en su casa, el dia de su cumpleanos, con sus amigas. --Venga, abrelo --la urgio Myrna impaciente. --Si, vamos --apoyaron las demas. Xondra, Rina, Alexandra, aunque todas la llamaban Alex, Vicky, Myrna y Sara, no faltaba ninguna. El grupo al completo se encontraba reunido en su casa, incitando a Sally que acababa de terminar de vestirse. Con las chicas alli, no habian faltado las bromas, las risas ni el champan. Para la celebracion la noche de su cumpleanos habia elegido un vestido negro de largas mangas de gasa, con una falda que terminaba justo en sus rodillas y dejaba la parte central de la espalda al descubierto. Se calzo unos zapatos de color negro y uso el maquillaje de una forma muy discreta dando tan solo un poco de rubor a sus mejillas y una chispa de color a sus labios, dio el toque final a su look de aquella velada con un poco de mascara de pestanas y un bolso de charol. --De acuerdo, ya voy. --Abrio el envoltorio del obsequio para dejar al descubierto una caja que contenia un perfume con un nombre un tanto peculiar --. Fero ?que? ?Que colonia es esta? -- Dio vueltas a la caja, buscando alguna explicacion sin hallar respuesta a su pregunta. --Es un perfume --explico remarcando lo evidente su amiga Sara. Todas ellas estaban sentadas en su cama, observandola expectantes con sus copas de champan en la mano. Podia decirse que la fiesta habia comenzado temprano en el dia de hoy. --Pontelo, venga --incito Alex. --Si, eso, rociate bien --animo Vicky arrancando carcajadas de las demas mujeres. Sus risotadas la hicieron desconfiar de que aquello no fuera una broma y dudo en hacerles caso. --Anda, trae. --Rina le arrebato el bote y apuntando hacia un lado presiono el difusor para que pudiera olfatear y comprobar que no olia a nada raro--. Venga, bebe, de un trago. --La invito a vaciar su copa y, antes de que pudiera protestar, su amiga le habia puesto perfume en el cuello y el escote--. No nos mires asi, esta noche tu hija se queda con tu ex y vamos a celebrar tu cumpleanos por todo lo alto. -- El grupo lanzo un aullido al aire. --Pues no huele mal, me gusta -- comento pasando por alto el grito de guerra del resto de mujeres en su habitacion--. Tiene cierto olor floral. Y es... bastante fresco. Gracias chicas -- dijo dirigiendose al grupo. --Ya nos lo agradeceras mas tarde -- respondio Xondra con una sonrisa endemoniada. --Ahora este --propuso Sara alargando el brazo con otro paquete de pequenas dimensiones. --Ah, ah, pero antes… Un poco mas de champan --Alex relleno su copa con el embriagador brebaje. Sally tomo un sorbo y se dispuso a abrir el regalo. No pudo evitar que su rostro transmitiera toda la sorpresa que sentia al desenvolver el papel de la caja. --?Y esto? --pregunto sin poder creer lo que veian sus ojos. --Es un regalo para esta noche -- anuncio Rina--. Tienes que ponertelo -- su rostro era una mezcla de orden y puchero. --Son unas bragas --articulo Sally todavia alucinada. --No unas bragas cualquiera, esas llevan sorpresa --pronuncio Xondra en tono aleccionador. --Si, de la que vibra --anadio Alex haciendo estallar al grupo en carcajadas --. En cuanto te las pongas y te termines la segunda ronda, nos vamos para seguir con la noche y veremos si hay mas regalos.

  • Besos salados de Elena Castillo Castro

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    E sta no es una buena idea. De hecho, ahora me doy cuenta de que el cerebro enquistado de donde salio esta ocurrencia no es capaz de originar un pensamiento ni original ni aceptable. Encaramada a la ladera de la montana siento los dedos agarrotados sobre la piedra humedecida. A mis pies, el nivel del mar crece por momentos y, lo peor no es que mis piernas empiecen a salpicarse con la espuma que salta desde la cresta de las olas, lo peor es que me acabo de dar cuenta de que llevo falda y Fabrice me esta viendo las bragas desde abajo. Llevaba anos sonando con un nuevo vecino para el adosado color tierra de la calle de enfrente. Cada verano imaginaba que llegaba una ranchera familiar de la que salia un chico apuesto, alto y, a ser posible, con exotico acento extranjero. Desde luego, mis fantasias culminaban con un romance apasionado a la luz de la luna, acurrucados en la pequena cala de agua cristalina que hay justo detras de casa. Ano tras ano, diferentes parejas de jubilados han alquilado aquel adosado enterrando mi sueno en la arena. En una urbanizacion costera, dominada por vegetacion tropical mantenida a base de circuitos de agua, paso cada verano con mi familia. Son mis meses favoritos del ano, en los que intento alejarme de la insulsa vida en la ciudad, donde mi mayor preocupacion es aprobar las atragantadas matematicas en el instituto de secundaria, un lugar tan insipido como los companeros de clase que tengo. A excepcion de Ruth, ella es mi inseparable amiga con la que comparto los bocatas de atun. En la playa todo es diferente, un mar de posibilidades se abre, o al menos eso me repito a mi misma todos los veranos. Me monto en el coche, con una maleta repleta de libros y banadores, me despido del Parador (en el que siempre he sonado que me casare) y en cuanto el horizonte confunde el azul del cielo con el del mar la algarabia en mi interior explota. Felipe es siempre el primero en estrenar el veraneo, viene desde Albacete, con sus tres videoconsolas, dos perros, tres hermanas y sus padres (a los que yo siempre he apodado Popeye y Olivia). Me espera cada ano sentado en un banco y en cuanto ve que mi coche asciende la cuesta se apura para ayudarnos a subir el equipaje. Obviamente, mi padre le adora. Mis primeras semanas de julio consisten basicamente en suspirar mirando hacia el adosado y arrastrar a Felipe hacia la playa. En su cuadriculada mente no entra el concepto de "tumbarse a tomar el sol" por lo que nuestras horas a orillas del mar son en esencia, un continuo ir y venir de una punta a otra de la playa. Mi objetivo de ponerme morena surte efecto y la tonicidad en mis piernas adquiere un nivel de escandalo. Entrado el verano llegan Edu desde Aranjuez y su padre divorciado/guapo de infarto. Entonces, los paseos por la playa se convierten en largos paseos en barca en los cuales yo me tumbo, el rema y Felipe nos sigue a nado. Son los unicos adolescentes de mi edad en la urbanizacion pero no me importa, me encantan las videoconsolas y los paseos en barca. Pero este ano, ha sido diferente. A las dos semanas de llegar, mientras los chicos y yo regresabamos de la playa transportando la barca sobre nuestras cabezas (bueno, para ser sinceros, yo finjo soportar el peso), frente a la cancela del adosado descubrimos aparcado un modelo de coche que jamas habia visto. --?Que clase de coche es ese? --Es un BMW pero ese modelo solo se fabrica en Francia --me respondio Edu, el cual adora el mundo de automovilismo. Todos mis sentidos se pusieron en alerta. La posibilidad de que mi sueno se estuviera haciendo realidad era tan remota como que Ruth y yo dejasemos de hablar un solo dia por telefono. Sin embargo, alli estaba aquel coche con su maravillosa matricula forastera. Cuando intente salir de debajo de la barca para poder ver a quien pertenecian los pares de pies que veia junto al maletero los chicos se quejaron. Al parecer sin mi ayuda se desestabilizaba el reparto del peso. Mentira, obviamente, pero no podia contradecirles. En cuanto la barca quedo guardada en la cochera de Edu intente hacerme paso entre las afiladas hojas de las palmeras que delimitaban unas pegadas a otras la acera. Tras mi espalda escuche una risotada a la par que yo descubria en la puerta del adosado a una pareja de ancianos que llevaban calcetines con chanclas (no se puede ser mas guiri). --Ahi tienes a tu Romeo, Vero, uno que te susurrara palabras de amor en frances al oido si su barriga cervecera no se lo impide. --!Je t'aime, je t'aime!. Mua mua mua. Edu y Felipe se reian de lo lindo mientras lanzaban besos al aire en mi cogote. --Sois unos idiotas en punto de no retorno --me distancie de ellos atravesando las palmeras para poner rumbo a ninguna parte. Estaba enfadada y decepcionada, me esperaba por delante otro verano de vecinos jubilados. Decidi dar media vuelta y entrar en mi casa para llamar a Ruth, ya que compararme con ella que moria abrasada de calor en la ciudad siempre me consolaba. En cuanto subi a la acera escuche que las risas cesaban de golpe. --Hola. Un simple pero bello y dulce cual trino de pajarillo saludo afrancesado hizo que volviera la cara hacia el exclusivo coche. Era el, mi sueno hecho realidad: esbelto, rubio, de ojos verdes y labios finos pero acabados en hoyuelos marcados por aquella sonrisa ladeada. Antes de contestar gire la mirada hacia los chicos que habian enmudecido y parecian a punto de sufrir un desvanecimiento. --Hola, mi nombre es Fabrice y acabo de llegar con mis abuelos. ?Vives en la urbanizacion? --dio unos pasos hacia mi y su altura se me hizo imponente. --Si --estaba tan nerviosa que a penas lo susurre. Me regalo una sonrisa con confianza y miro a los chicos que andaban hacia atras con intencion de perderse entre las palmeras. --?Son tus amigos? --me pregunto con su acento frances que redondeaba las silabas. --Ahora mismo me gustaria decir que no pero me temo que si. Soy Veronica. --Encantado de conocerte Veronica, no esperaba encontrar compania de menos de cincuenta anos por aqui. Ha sido un alivio descubrirte. En aquel momento habria saltado sobre el para rodearle con mis piernas por la cintura y descubrir la fama del beso frances. --Ven, te presentare a esos dos que fingen no escucharnos al otro lado de las plantas. Te advierto que aunque tengan quince anos sus mentes no se han desarrollado en exceso desde los siete. Edu y Felipe fingieron amabilidad aunque al menos se ofrecieron a compartir una velada de jugadas a "Call of duty" con el. Aunque hubiese preferido ensenarle los alrededores, aquella noche me acoste con la sensacion de que mi vida por fin habia cambiado. Lo habia visto en sus ojos, supe que Fabrice y yo terminariamos viviendo un romance playero. Con los anos puede que me fuera una temporada a vivir a Francia, deberia apuntarme sin mas remedio a clases de frances el proximo curso. Nos casariamos en una boda bilingue a las faldas del Parador. Mi padre estaria encantado con el vino y el queso frances, y mi madre disfrutaria con sus pequenas nietas: Emili y Brigitte. Fabrice resulto ser un excelente remero, se alquilo una barca con vela en el club nautico y nos acompanaba en nuestros paseos diarios. Termine por cambiar de embarcacion al descubrir la sensacion que produce la velocidad de la navegacion: el viento salpicado de agua salada en la cara y la inclinacion con angulos imposibles sobre las olas. Edu se enfado conmigo por abandonarle pero ver manejar la vela a Fabrice era disfrutar de arte en movimiento. Cuanto mas enamorada estaba yo de Fabrice, mas cruzado lo tenian los chicos, que sufrian cambios de humor inesperados. Si decidiamos ir al cine, ellos hacian lo posible por sentarse entre nosotros; si por la noche decidiamos quedarnos a hablar sentados en un banco, ellos aparecian para sugerirle a Fabrice un plan alternativo mas emocionante. Incluso cuando me ofreci a ayudar a los abuelos de mi amado a cocinar un menu tipico espanol, los chicos desarrollaron unas desconocidas cualidades culinarias preparandoles gazpacho y tortilla de patatas. Por su parte, Fabrice parecia encantado de estar con ellos por lo que la extrana relacion entre los cuatro continuo. Los dias de veraneo para Fabrice tocaban a su fin, y con el se comenzaba a evaporar la ilusion de vivir un romance juntos. Todo lo que habia tenido con el se habia limitado a una amistad compartida y accidentada. No podia consentir que la oportunidad se me escapara de las manos y decidi echar toda la carne en el asador. Iba a declararme, conseguiria un momento a solas y le declararia mi amor, en el caso de que no lo hiciera el antes. Aquel dia amanecio con el viento algo mas agitado que de costumbre y aunque Fabrice sugirio no sacar la barca yo le rogue hasta casi el pataleo. !Que mejor sitio para declararse que estar en alta mar lejos de las molestas intrusiones de Felipe y Edu! Rebusque en los cajones hasta encontrar el bikini a rayas marinero, le cogi prestada la pamela a mi madre y su maquillaje resistente al agua. Mi esperanzado corazon salio de casa hacia la playa corriendo. Ese iba a ser el dia, aquel dia me iban a besar con un beso frances y comenzaria nuestra historia de amor. Un consejo: no saqueis una barca minuscula con vela maradentro un dia de ventisca sin al menos haber tomado algo para el mareo. La experiencia no pudo resultar mas desastrosa: Fabrice se golpeo la cabeza con la vela, yo perdi mi pamela y termine vomitando por la borda. Aquella tarde me encerre avergonzada en casa. ?Que hombre querria besarme despues de haber echado hasta la primera papillas delante de el? --?Se puede pasar? Los chicos asomaron sus cabezas por la ventana de mi habitacion, esas son las ventajas/inconvenientes de que tu habitacion se encuentre en la planta baja, que sea verano y la mantengas abierta para no morir de calor. --?A caso valdria de algo que dijese que no? Llevais todo el verano saboteandome --proteste.

  • Una lista de deseos para Santa Claus de Mariah C

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    La Navidad es sin duda la epoca mas feliz del ano, un periodo de alegria, ilusion y esperanza. Aunque no para Yarek que cree que el gordinflon de las barbas blancas y las ropas ribeteadas de armino que todos los anos lo visitaba para Navidad ha dejado de existir.
    Un denso manto blanco cubre Chicago. La noche de Navidad esta cercana.
    ?Crees en la magia y en como lo imposible se hace realidad?
    Escribe una lista de deseos, pide con el corazon, cierra los ojos, y dejate llevar.

  • Una corte de niebla y furia, Sarah J. Maas de Sarah J. Maas

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    Feyre esta destrozada. Y aunque tiene a Tamlin por fin a su lado sano y a salvo, no sabe como podra dejar atras los recuerdos que la acechan… ni como mantendra en secreto el oscuro pacto que hizo con Rhysand, que la mantiene intensamente unida a el y la confunde.
    Feyre ya no puede seguir siendo la de antes. Ahora es fuerte y debe romper con todo lo que la ata. Su corazon necesita libertad.

  • Los viejos amigos de Silvia Soler

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    Que interesante seria poder recordar la primera impresion que nos causo una persona al cabo de los anos, cuando ya la hemos conocido, cuando la queremos. Aquel dia, el primer dia en la Facultad de Bellas Artes, Mateu se fijo en Ada, la chica de los ojos extraordinarios. Esos ojos eran, de entrada, un reclamo: grandes y claros, de un color indefinido entre el gris y el azul. Sus miradas se cruzaron apenas unos segundos, pero los ojos de Ada le parecieron frios como peces de escamas grises Aun asi, siguio observandola durante un rato desde el otro lado del aula porque, de esa chica, aparte de los ojos, le gustaba todo. La miro descaradamente, con una insistencia que buscaba una reaccion --ya fuera de rechazo o de correspondencia--, pero ella lo ignoro. Fingio que el calor de su mirada, que le lamia los brazos desnudos y la sinuosa linea del cuello hasta la clavicula, ni siquiera le rozaba la piel. La verdad --Mateu lo supo en ese mismo instante-- era que la abrasaba. Pero no se lo podia permitir, no podia hacerle caso. Aquella chica habia vivido dieciocho anos, nueve meses y tres dias esperando ese momento: su entrada al mundo universitario, al mundo de los adultos. Habia preparado a conciencia, casi como si fuera una epifania, ese primer dia, el momento en que una deslumbrante criatura se daria a conocer y encontraria su lugar. No veia el momento de dejar atras a la adolescente vulgar y de familia humilde sumergida en la viscosa mediocridad. Se la quitaria de encima como la serpiente cuando muda la piel, como el gusano de seda que se convierte en mariposa. Con ese objetivo busco, al acabar el colegio, el modo de sofisticar su nombre, y pidio a su familia y a sus mejores amigas que se acostumbraran a llamarla Ada. Nada de Imma. No, Imma nunca mas. Las chicas accedieron a su peticion con entusiasmo y con cierto grado de excitacion (en el fondo, siempre habian sabido que ella era distinta, y estaban convencidas de que conseguiria crearse un personaje nuevo con el que dejaria atras el colegio de monjas, el barrio de Sant Andreu e incluso a ellas), pero a sus padres les costo mucho. Durante todo el verano, la casa se lleno de <> y <>. Su hermana gemela estaba harta y, a veces, para vengarse de tanta tonteria, la hacia rabiar: <>. Aquel primer dia de facultad --ese momento fundacional--, la nueva Ada no podia permitirse un intercambio de miradas complices con el tipo mas desalinado del grupo, el de las grenas oscuras que le tapaban media cara, el que arrastraba unas alpargatas ronosas, el que compartia conversacion y cigarrillo con una especie de Sinead O'Connor rapada y desmirriada, la peor calana entre los aprendices de artista. Buscando aligerar la presion de aquella mirada lasciva, Ada inicio una banal conversacion con la chica junto a la que se habia sentado. Se habia acercado a ella porque parecia de buena familia: llevaba unos vaqueros de marca con camisa blanca de corte impecable, el pelo rubio oscuro recogido en una cola de caballo, mocasines de piel y unos discretos pendientes de oro. La chica --que, efectivamente, vivia por encima de la Diagonal-- alargo la mano, con un gesto insolito que probablemente no habria hecho ningun otro alumno de Bellas Artes, y dijo su nombre: Gloria Ponsirenes. Satisfecha, Ada hizo lo propio: Ada Garcia-Torralba. Lo dijo como si fuera un solo apellido, y se lo imagino escrito con un guion. Le parecio que sonaba bien. Sonrio, incapaz de disimular su satisfaccion: adios a la aburrida Imma Garcia. Hola, Ada Garcia-Torralba. Habia nacido una estrella. Y, a Dios gracias, ella tenia el fisico adecuado para la nueva Ada: era esbelta, con el cuello largo, los pomulos marcados y unos ojos enormes y separados. Tambien tenia --y de eso estaba convencida-- una aptitud que la diferenciaria de la masa. En la carrera, Ada adquiriria, ademas, eso que se conoce como savoir faire; aprenderia a relacionarse socialmente, acumularia conocimientos y potenciaria su talento natural. Se imaginaba, a punto de cumplir los cincuenta --elegante, con el pelo gris y vestida de Armani--, inaugurando una gran retrospectiva sobre su obra en una galeria chic del Eixample. Durante el primer trimestre, practicamente no hubo ninguna relacion entre Mateu y Ada. Las avidas miradas del chico fueron perdiendo intensidad hasta desaparecer del todo. No tenia ninguna necesidad de mendigar la atencion de aquellos ojos cenicientos. En primero de Bellas Artes habia chicas de ojos azules como piscinas, chicas de ojos sonambulos, chicas de ojos encendidos. Y el, Mateu, gracias a aquel aire insolente y a aquella barba larga y oscura, era objeto de torrentes de miradas. La amiga que intentaba parecerse a Sinead O'Connor y que lo seguia por todas partes como un perrito faldero decia que Mateu se daba un aire a Gustav Klimt. No era cierto, pero sabia que a el le gustaba oirlo. Y, por una sonrisa de Mateu, aquella chica habria sido capaz de decirle que podia pasar por el hermano gemelo del mismisimo Leonardo. Mateu no se parecia a Klimt, pero sin duda tenia la mirada inteligente, viva y penetrante de Klimt, y de Picasso, de Renoir, de Frida Kahlo o de Modigliani. Tambien la de Leonardo. Y tenia una voz grave y aterciopelada que hilaba argumentos apasionadamente, sobre todo cuando se trataba de hablar de arte. Los profesores lo escuchaban, los companeros lo respetaban. No necesitaba reinventarse ni tampoco crearse un personaje. Precisamente por eso no despertaba en Ada ninguna simpatia. Cualquiera habria podido pensar que lo envidiaba, que envidiaba aquel liderazgo suyo ejercido con naturalidad, aunque tampoco estaba muy claro. Admiraba la vitalidad de su mirada, pero detestaba su aspecto desalinado. Eran dos alumnos brillantes, que intervenian a menudo en clase y se disputaban la atencion de los profesores. Esa competitividad se hacia especialmente patente en las clases del doctor Vegara, el eminente antropologo que les habia descubierto la capacidad humana para representar la realidad a traves del arte y les abria ventanas a mundos exoticos y a culturas que no habian sido mancilladas por la llamada civilizacion; un mundo misterioso y deslumbrante de chamanes y danzas rituales que los inspiraba y los excitaba. Las clases de Vegara podian limitarse a su exposicion magistral --que los alumnos escuchaban con autentica devocion-- o transformarse, en cualquier momento, en un encendido debate sobre, por ejemplo, si el arte hace o debe hacer compatibles el conocimiento cientifico y el pensamiento magico. Mateu, que ya entonces era un lector voraz que digeria y sacaba provecho de todo lo que leia, levantaba su poderoso brazo y pedia la palabra para citar a Levi-Strauss: todo el mundo sabe que el artista tiene a la vez un poco de sabio y un poco de artesano. Vegara asentia, y Mateu, con una sonrisa de satisfaccion en los labios, volvia a sentarse y echaba una mirada a la zona oeste del aula, donde habia visto de reojo que estaba sentada la estirada de los ojos grises. Ada acusaba de pedante a Mateu, y no dudaba a la hora de sembrar dudas insidiosas sobre la solidez real de sus conocimientos en el ambito del arte. Insinuaba que, en el fondo, era todo una gran mise en scene (y lo decia asi, con ese acento frances del barrio de Sant Andreu aplicadamente adquirido en las clases de sor Angela): la barba descuidada y mas larga de lo habitual, los panuelos al cuello de colores vivos --morados, verdes, rojos--, el tabaco de picadura, la mochila siempre medio abierta para que asomara la cabeza algun libraco sobre teoria del arte, iconologia o estetica. Los dos reclamaban atencion, deseosos de recibir los halagos del profesor y de responder rapidamente y con inteligencia a sus interpelaciones. Por eso, aquella manana de diciembre, cuando el doctor Vegara entro en clase con su paso decidido y, sin tan siquiera dar los buenos dias, pregunto: <>, los mecanismos internos de Ada y de Mateu se activaron y los dos levantaron la mano a la vez. --La chica del jersey de cuello alto… ?Ada, verdad? Vegara se acordaba de su nombre. Ada paseo brevemente la mirada por el aula saboreando ese primer triunfo. --Postimpresionista frances. Su pintura evoluciono hacia el sintetismo y el simbolismo, especialmente durante su etapa en la Polinesia. Su concepcion estetica ejercio una poderosa influencia en los movimientos expresionista y fovista. Pausa. Ada cogio aire y clavo sus ojos acerados en el profesor, que la miraba imperterrito. Decidio continuar. --Algunas de sus obras mas famosas son El cristo amarillo, Tahitianas en la playa o Van Gogh pintando girasoles. Su relacion con Van Gogh… --Gracias, Ada. Escuchemos tambien al senor Alert. Ada se sento con la espalda muy recta, como le habian ensenado a hacerlo las monjas. Le habria gustado poder lucirse mas. Se mordio el labio mientras veia las miradas de sus companeros puestas en Mateu, que se habia levantado sin prisa, como si le diera pereza. Penso que no le iria mal una buena ducha.

  • El retorno del cuervo de Alissa Bronte

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    Tras varios anos alejado del que fue su hogar, el laird Raven MacCormac regresa a Jaen por peticion de su amigo el duque de Castro. La rendicion de Granada esta cerca y el Rey Fernando el Catolico necesita toda la ayuda posible para que las capitulaciones se lleven a cabo de la forma mas pacifica posible.
    Silvia de Castro espera ansiosa el retorno del cuervo, ese hombre al que se prometio y al que sigue esperando despues de largos y duros anos, aferrada a la promesa de amor eterno que intercambiaron en su juventud.

  • Un juego muy peligroso 2 de Norah Carter

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    Queria morir. Cuando sali del avion, parecia que el mar me hubiese escupido a la playa como un fardo o un trozo de madera. Estaba indefensa y sentia que la impotencia iba a ser una de mis aliadas de por vida. Me esperaba Alejandra. Las amigas nunca fallan. Amigas como ella son las que hacen que la vida merezca la pena. Al verme, ella tambien rompio a llorar. Sabia que mi apariencia era la de una mujer destruida. Quiza esa expresion se queda corta para definir lo que sentia en aquel momento. No era yo. Sentia que yo era otra persona a la que habian machacado lentamente. Como una idiota, habia creido que Ethan apreciaba mi generosidad, mi entrega, mi forma de hacerle sentir un placer intimo e indescriptible. Como una idiota, habia creido que el juez podia llegar a quererme algun dia. A veces, en las peliculas suceden cosas asi, pero lo que yo habia vivido no tenia nada de pelicula. No voy a negarlo. Estaba pillada por aquel cabron y aquel cabron habia renunciado a mi, me habia forzado a sentirme sucia, a desear que no existiera otra cosa en el mundo que la perversion. Ethan habia sido perverso y manipulador y yo, al firmar aquel contrato, le habia dado licencia para que lo fuera, para que finalmente me demostrase que no era ese hombre encantador y sensible que yo habia conocido. ?De que servia enganarme? Habia sido una mujer codiciosa, habia sido una imbecil, una mujer que pensaba que la vida, mi vida, mi futuro, se basaria en una vivencia sostenida por el placer mas exquisito. Y yo era una triste dependienta, maleducada, que solo daba voces. Durante el vuelo me dio tiempo a pensar en muchas cosas. ?Habia firmado aquel contrato porque lo amaba? ?Habia firmado aquel contrato porque estaba harta de la rutina? No lo sabia con certeza, pero habia cometido un error, el error mas grave que podia haber cometido alguien como yo. Y ese error no era otro que la pereza. La pereza a no querer superarme, la pereza a no saber quien era Ethan mas alla de un cuerpo de infarto. Habia sido perezosa hasta para dudar, pues creia que todo iba a ser tan facil como firmar un cheque en blanco y ser la acompanante de un juez que se iba a tomar dos anos sabaticos para viajar por el mundo y uno de ellos queria que estuviese a su lado. Me cago en Pretty Woman y en todas las comedias de amor que me habian llenado la cabeza de pajaros. Estaba desatada, estaba deseosa de triunfar en mi propia mediocridad y, bravo por mi, eso es lo que habia conseguido. Ser una fracasada, una mediocre, una perezosa, una mujer insultada por un hombre que preferia callar antes que confesarme que no era el hombre maravilloso que decia ser. Alejandra me beso en los labios y luego en mis mejillas humedas por las lagrimas. Nos fundimos en un abrazo mientras la luz del amanecer nos barria, mientras nos perdiamos en una corriente de viajeros que se movian sin cesar de un extremo a otro de la terminal. No nos dijimos nada. Me cogio de la cintura y nos sentamos a tomar un cafe. --Necesito algo caliente, Alejandra. --Lo se. No te preocupes. Necesitas un cafe y yo tambien. --No se por donde empezar. No se... --temblaba al hablar. --No hables ahora, por favor. Nos sentamos una frente a la otra. Los ojos vidriosos de Alejandra me estremecieron. Paso un rato largo antes de que una de nosotras se decidiera a decir algo. --?Puedo confesarte una cosa? -- pregunto ella con timidez. --Si, claro. No me voy a asustar a estas alturas. --Nunca te he visto asi antes, Maika. ?Que demonios te ha pasado? Calle durante unos minutos. Mi mirada se perdia en el vacio. No la miraba a ella. No queria mirarla a los ojos. Estaba avergonzada. Me sentia ridicula. --No se que he hecho. --No has hecho nada malo. Has vuelto a casa y ya esta. --No puedo creer que haya sido capaz de cometer un error tan grave. --No seas idiota. Podia haber sido peor Y yo te anime. Yo te dije que, en tu lugar, habria hecho lo mismo. Fui una idiota. --La unica idiota que hay aqui soy yo. No sabes el miedo que he pasado hasta llegar hasta aqui. --Claro que no lo puedo imaginar. Pero ya estas en casa. --No estoy en ninguna parte. Me dan ganas de quitarme de en medio -- exclame con ira. --No digas eso ni en broma. No se que haria sin ti, Maika. Entiendo que estes jodida. Pero podia haber sido mucho peor. --?A que te refieres? -- pregunte mirandola a los ojos. --Imagina que ese tio formara parte de una red de prostitucion. Hay toda una mafia alrededor de eso. ?No lo pensaste? --Es un juez. ?Como iba a pensar eso? Sus palabras eran totalmente creibles. Firme el contrato convencida de lo que estaba haciendo. --Aunque sea un juez, el tio es un manipulador y te ha tratado como una mierda. Hay jueces y policias metidos en asuntos muy sucios. --No lo habia mirado desde ese punto de vista. Ethan parecia tan encantador... --Encantador de serpientes, Maika -- me interrumpio con tono energico. -- Todos los dias amanecemos con noticias terribles de trata de blancas. --Mierda de Pretty Woman -- dije con desagrado y conteniendo de nuevo el llanto. --Mierda de todo -- protesto mi amiga cogiendome la mano. --No estamos llamadas a ser princesas, ?verdad? -- pregunte con aire infantil. Cuando dije eso, Alejandra se limito a sonreir mientras una balada triste sonaba de fondo en aquella cafeteria. --Somos unas princesas especiales, Maika. --?Que quieres decir con eso? -- pregunte esbozando una sonrisa. --Que somos princesas a nuestra manera, con nuestros vestidos de tubo y nuestros tacones de aguja, con nuestro gin-tonics en un parking de discoteca mientras unos chicos que no valen nada nos devoran con los ojos. Somos princesas de extrarradio, condenadas a ganar mil euros al mes porque no nos salio del cono estudiar, condenadas a que nuestro futuro marido engorde lentamente y se quede calvo, y a que nosotras echemos un culo de hipopotamo despues de dar a luz a cuatro hijos. Nosotras somos esa clase de princesas, Maika. Desenganate. --Joder, que negro lo pintas. --Es el destino de la mayoria de chicas como nosotras. Nos levantamos un dia y creemos que nos vamos a comer el mundo. Pero el tiempo pasa y el mundo nos come a nosotras y nos damos cuenta, como lo has hecho tu en este momento, que Pretty Woman es una mierda de pelicula y que una puta jamas puede ser una mujer feliz -- sus duras palabras sonaban a verdad. Alejandra sorbio del cafe. Apoyo la mano en su barbilla y giro la cabeza. Movia nerviosa una de sus piernas como si pisara un pedal invisible. --?Que voy a hacer con mi vida, Alejandra? --?Que vas a hacer? ?Que vas a hacer? -- canturreo sonriendo. --Si, ?Que voy a hacer? --Lo de siempre. Volver a la tienda. Ser feliz y pobre. Buscarnos problemas en las discotecas los sabados por la noche. Ligar con jugadores de futbol de Tercera Division, hacer fotos a nuestras heces, mandarnos emoticonos antes de dormir y pelear por un sueldo de mierda todas las mananas. No nos queda otra. --Tienes razon. No esperaba que fueras tan sensata. Es un momento muy jodido para mi. --No fui sensata cuando te dije que habias hecho bien en firmar. Yo la he cagado tambien en este asunto --repuso con tono de arrepentimiento. --Aqui solo hay una culpable y soy yo -- dije con actitud de martir. --Debes olvidarlo todo. --No va a ser facil, Alejandra. Estaba muy pillada por ese tio, pero acabo portandose como un cerdo. --?Como has podido ser tan valiente, Maika? --No he sido valiente. He sido una temeraria. La policia ha estado a punto de detenerme. Podia haberla cagado aun mas. --Vienes sin maleta y sin nada. No quiero verte asi. Nos vamos para casa ahora mismo. ?Como has cometido esta locura? --Me asfixiaba, Alejandra. Me asfixiaba -- repeti con el corazon encogido. No soltaba la mano de mi amiga. Su mano era el unico asidero que yo tenia para no volverme loca del todo. --Vi cosas muy raras en Ethan y su actitud me empezo a parecer repulsiva. Entramos en un juego muy peligroso donde temi que me hiciera dano, que ese contrato, donde yo era una acompanante, se convirtiera en un pretexto para abusar de mi cuando a el le pareciera. Y no me refiero al sexo, sino a su forma de tratarme, de callar, de mirarme con odio, de silenciarme, de obligarme a permanecer encerrada para que no le causase problemas. -- ?Temiste por tu vida? --pregunto ella con expectacion, mordiendose el labio inferior. --Por esa razon, hui. No queria ser un mero objeto. No queria ser su puta. Y empezo a darme miedo, mucho miedo. No era el hombre que habia conocido aqui. --Maika, fuiste su puta al firmar ese contrato. --Yo no lo vi entonces asi. Lo vi como un juego, como una fantasia sexual hecha realidad, como una forma de conquistarme. Todo eran ventajas, Alejandra -- argumente como una ilusa. --Te equivocaste. A mi tambien me parecio muy atractivo, pero no. Ahora veo que no. --Somos princesas especiales -- dije con ironia. --Lo somos, te guste o no te guste. Vayamonos de aqui. --Tengo que pasar por su casa, Alejandra. --?Estas loca? ?Como vas a pasar por la casa de ese loco? La mirada de mi amiga era la mirada de alguien que teme, de alguien que espera que, mas pronto que tarde, le suceda algo malo. --Tiemblo solo en pensarlo. --Alejandra, tengo mi coche en su casa y todas mis cosas, joder. --Pero, ?y si esta el alli? -- pregunto mi amiga con un hilo de voz. --No le ha dado tiempo. Estoy segura. Por un lado, era cierto que lo que iba a hacer junto a mi amiga era una verdadera locura. Habia huido de Ethan para ahora meterme en la boca del lobo, para aparecer en su casa como si tal cosa. Por otro lado, necesitaba demostrarme a mi misma que era capaz de no amilanarme, de ser lo suficientemente valiente para enfrentarme a el, como lo habia sido al desobedecerle escapando de Costa Rica. --Por favor, no me hagas esto, Maika. --Te prometo que no pasara nada. Solamente te pido que me lleves hasta alli y te vas. --?Como te voy a dejar sola? Estare a tu lado -- dijo con un tono de confianza amable y fraternal que me conmovio. Me cogio de la cintura y avanzamos hasta el parking del aeropuerto. Montamos en su coche y nos marchamos en direccion a Sotogrande. Durante el trayecto, intentamos hablar de temas que nada tenian que ver con Ethan, salvo una vez que paramos a repostar y a comer algo en una de esas gasolineras que no aparecen ni en los mapas. --?Has leido 50 sombras de Grey? --No. Sabes que no leo casi nada, Alejandra. He visto la pelicula. Y ya se por donde vas. --?No te ha pasado algo parecido? --No. Al principio todo parecia de ensueno, pero pronto se convirtio en una maldita pesadilla. --No se por que he nombrado las 50 sombras. Perdoname. --No pasa nada. Pero, al final, aquello no tuvo nada de romantico y la sumision no va conmigo. Hubo un momento en que la sumision dejo de ser un juego pactado entre los dos -- sentencie. --No me puedo poner en tu lugar, Maika. Ha debido ser horrible. Tan lejos y tan sola. --No me entra nada. No puedo masticar, Alejandra. Tengo hambre, pero no puedo tragar. Despues de pagar, Alejandra me beso en la frente y, como si se tratase de una madre, envolvio mi bocadillo y se lo llevo, pensando que mas tarde me lo podria comer. Solo me apetecia beber agua. Nada mas. Eche una cabezada en el interior del vehiculo. Y no sone con Ethan ni con esa personalidad distante y dominadora que encarnaba. Tampoco se puede decir que fuese un sueno reparador. Al despertar, Alejandra me dijo algo que me hizo llorar. --Maika, ?sabes una cosa? --?Que? -- respondi despues de un bostezo --Sabes que te quiero -- pronuncio con aire risueno. --Y yo a ti. Le acaricie el pelo

  • Falsas cartas de amor de Nicola Cornick

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    Lady Lucy MacMorlan podia haber renegado de los hombres y del matrimonio, pero eso no le impedia obtener algun beneficio escribiendo cartas de amor para los amigos de su hermano. Cartas que llegaron a ser cada vez mas picantes conforme su fama fue creciendo. Hasta que, inadvertidamente, arruino el compromiso matrimonial de un conocido laird.
    Robert, el gallardo marques de Methven, estaba al tanto del secreto de Lucy. Y ciertamente no pretendia dejar que la encantadora lady Lucy tuviera la ultima palabra, sobre todo cuando sus cartas sugerian que era bastante experimentada.
    Sin embargo, el conocimiento de Lucy no se fundamentaba de manera empirica. Si continuaba escribiendo cartas iba a necesitar documentarse de primera mano. Y Robert estaba absolutamente dispuesto a ayudar a una dama en apuros, sobre todo cuando necesitaba desesperadamente una novia.

  • Sombras de agua de Felix G. Modrono

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    En el invierno de 1684, el doctor Zuniga parte desde Valencia con destino a Venecia para cumplir con una importante mision diplomatica. Sin embargo, sus dotes como investigador han traspasado fronteras y el dux le encarga que averigue lo que se esconde detras de un mensaje anonimo que amenaza con el hundimiento de la ciudad.

  • Historia de un desafio de Manuel Sanchez Corbi

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    Han sido numerosos los libros publicados en estos ultimos anos sobre la historia de ETA, y desde muy diversas perspectivas. En la mayoria, el protagonismo de la Guardia Civil es muy importante, como no puede ser de otra manera, pero faltaba un angulo fundamental, la cronica real, cruda, estremecedora a veces, documentada con rigor y escrita por los propios guardias civiles, de un tiempo en el que su actuacion se resumia en dos palabras: sacrificio y sufrimiento.

  • Destino un nuevo comienzo, Katy Colins de Katy Colins

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  • Una Espana mejor de Mariano Rajoy

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    La cronica personal de la etapa de Mariano Rajoy al frente del Ejecutivo.

  • Los Guardianes de Javier Perez Campos

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    Aparecen en los limites de la vida, cerca de tu ultimo aliento.
    A veces son solo una voz. Otras, una presencia.
    Te guian, te ayudan y luego. desaparecen.
    Todas las culturas han hablado de ellos, pero durante siglos han sido olvidados. Es la hora de sacar a la luz una antigua verdad.
    ?Quienes son los Guardianes?
    En esta nueva investigacion, Javier Perez Campos ha seguido de cerca el fenomeno de las apariciones que salvan vidas. El resultado es un documentado relato en el que el autor recorre el tiempo y el espacio para conocer a los protagonistas de estos fenomenos. En su perseverancia para desentranar el misterio, incluso ha llegado a someterse a experimentos para generar fantasmas.

  • Los muertos no tienen amigos de Luis Gutierrez Maluenda

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    <>. Jordi Canal, Biblioteca La Bobila, L'Hospitalet <>. Alex Martin Escriba, organizador del Congreso de Novela y Cine Negro de Salamanca <>. Horacio Vazquez-Rial, escritor, periodista e historiador PROLOGO Muchas veces, solo el humor nos permite sobrevivir al espanto. MARGUERITE YOURCENAR Era una noche ideal para morir. El soplo polar cabalgaba sobre la humedad que subia desde el puerto y se colaba por el mas minimo resquicio entre la piel y el hueso del pobre desgraciado al que pillase sin la proteccion adecuada. El cielo, encapotado de nubes hinchadas de lluvia, impedia ver las cuatro escualidas estrellas que cada noche se asomaban entre los jirones de contaminacion urbana. En las alturas, un baterista de jazz enloquecido repartia sin ton ni son redobles que se alejaban rebotando de nube en nube, mientras el fulgor de un relampago guiaba, con su luz, la caida de las gruesas gotas de lluvia que se estrellaban contra el asfalto. Era la noche ideal para abandonar este mundo de perros, pero el tipo del anorak amarillento no habia tenido en cuenta estos factores a la hora de darse de baja del padron municipal. Basicamente porque dos balazos en el estomago y la consiguiente hemorragia se lo habian impedido. La sangre fue manando de la herida, sin que el anorak impermeabilizado y cenido en la cintura permitiese su salida. Cuando la policia municipal entro en el callejon, con la idea de recoger a un borracho de los muchos que salpicaban los callejones del Raval, observo con sorpresa la falta de aliento en el cuerpo tendido en el suelo y, temiendo hallarse ante una victima de infarto, desabrocharon el anorak a fin de practicarle una respiracion asistida de urgencia. La sangre fluyo asi libremente, se abrio camino entre los sucios surcos del empedrado del callejon, se mezclo con los orines de gatos, los vomitos de vino barato y el resto de desechos habituales en aquel vecindario. Fue un espectaculo realmente desagradable, aunque, en honor a la verdad, al tipo del anorak no le importo gran cosa. UNO La gatita de curvas sinuosas que compartia mi cama aquella noche se habia empenado en trabar conocimiento de cualquier rincon de mi cuerpo al que pudiese acceder con su lengua. Mientras su pubis acariciaba mi estomago y sus pechos de pezones duros rozaban mi cuello, se abalanzo hacia mi oreja izquierda y, tras mordisquearmela durante unos segundos, me susurro: <>. La mire sorprendido, ella me dedico un mohin cargado de sensualidad, apreto sus dedos de unas lacadas contra mis labios impidiendome hablar y repitio: <>. En esta ocasion parecio sorprenderse ella tambien y lo intento de nuevo: <>. Me desperte furioso, saque la mano y tantee tratando de alcanzar el auricular del telefono, que jugaba a esquivar mi mano. Senti un ramalazo de frio que me subia desde los nudillos hasta la base del cuello. Finalmente, cogi el jodido aparato y salude cortesmente: --Si, cono, si. ?Que pasa, se puede saber que pasa? La educada voz de mi amigo el comisario Jareno intento tranquilizarme: --Lo siento, Humphrey. Ya se que no son horas de molestar a la gente, pero te necesito, tendrias que venir al deposito de cadaveres ahora mismo. Mire hacia mi reloj despertador, desde el cual un Mickey Mouse sonriente senalaba con sus brazos abiertos hacia los numeros tres y doce. --!Joder, Jareno, ?tu sabes que hora es?! --Las tres de la madrugada, Humphrey. Tanto para ti como para mi son las tres de la madrugada. Anda, vistete y ven. --?Y se puede saber que cono se me ha perdido a mi en el deposito de cadaveres precisamente hoy y ahora? --Tengo un muerto aqui y... --!Hostia, Jareno, tienes un muerto! Pues nada, hombre, te lo regalo, es tuyo, puedes hacer con el lo que te plazca, porque lo que es tu amigo Humphrey ahora mismo se va a dormir de nuevo. Voy a continuar sonando con mi gatita. !He ligado, Jareno, aunque sea en suenos, por una vez he ligado! !Y tu vienes a joderme el ligue! Buenas noches, te vere en cualquier otro momento. --Me temo que el muerto es amigo tuyo, Humphrey. Necesito una identificacion y la necesito ahora, no manana; no en otro momento, ahora. Y deja de joderme porque ya me estas cabreando. La voz del comisario habia tomado un tono profesional que no prometia nada bueno para mi licencia, permanentemente en situacion cuestionable, asi que decidi ser amable. Al fin y al cabo, para algo estan las amistades. Lo de que el muerto era amigo mio no lo acababa de ver claro. Mis amigos son del tipo dificil de liquidar, aunque solo sea porque ven a la Muerte venir de lejos y corren mas que ella. Me vesti mientras la gatita de curvas sinuosas se perdia irremisiblemente entre las brumas oniricas de un sueno que sospechaba tardaria en recuperar. No porque no suene habitualmente, sino porque me cuesta ligar hasta dormido. En el deposito de cadaveres me esperaban el comisario Jareno, de la Brigada de Homicidios, y el Sargento Garcia. La nariz de Jareno era un bulbo enrojecido por el frio que el apretaba con frecuencia, evidenciando que estaba sufriendo los molestos picores de uno de sus frecuentes ataques de alergia. --?Te has dejado en casa aquel espray milagroso de las japonesas, eh, Jareno? --No, peor que eso. El Ministerio de Sanidad ha decidido retirarlo del mercado por no se que falta de informacion en uno de sus componentes. Pero vamos a lo nuestro. ?Conoces a Eduardo Lopez? Trabaja de camarero en El Universo de Noche. --Claro, somos vecinos, vivimos en la misma escalera. El Sargento Garcia decidio que aquel era el momento mas oportuno para mostrarnos su dominio de los tiempos verbales: --Era tu vecino, Humphrey, ahora esta muerto. --Como pueden ver, un maestro de la morfologia el tal Garcia. Eduardo el Dracula, como era conocido por el barrio debido a la extrema palidez de su piel. Su trabajo nocturno le obligaba a dormir durante una buena parte del dia, con lo que el sol se convertia para el en un bien exotico. Efectivamente, era mi vecino. Cuando el Sargento Garcia me informo de su muerte, lo primero que me plantee fue si la muerte seria capaz de anadir palidez a la cara de Eduardo. Una tonteria, ya que ademas pronto iba a tener la oportunidad de comprobarlo. --Ven, Humphrey, quiero que identifiques el cuerpo. La ultima vez que me habia cruzado en la escalera con Eduardo me habia lanzado uno de sus habituales requiebros de homosexual zalamero. Iba cambiando de tema, tenia un repertorio amplio y ocurrente: en ocasiones era mi cara de bruto que le ponia cachondo, en otras era mi, segun el, aspecto desvalido lo que le hacia desear acunarme entre sus peludos brazos; como respuesta, yo le amenazaba con darle de hostias o algo asi. En realidad era una broma vieja que aceptabamos los dos. Lo que si recuerdo con claridad de esta ultima vez fueron sus palabras, expresadas con un cerradisimo acento gaditano, que se perdian mientras bajaba la escalera: <>. Eduardo el Dracula estaba bien desnudo dentro del cajon frigorifico. Y no me gusto, aunque probablemente los dos enormes boquetes en su estomago contribuyeron poderosamente a ello. --Si, es el --me oi decir con una voz que parecia provenir de un lugar donde no haria el frio mortal de aquel deposito y donde el Dracula podria seguir jodiendome con sus requiebros con acento gaditano y yo amenazandole con violencias tan improbables como innecesarias.

  • El Jinete de Wyoming de Luna Davers

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    ‘Chica de ciudad conoce a robusto y atractivo vaquero…’

  • Ojos sabor a menta de Rocio Ramirez Castillo

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    “Me llamo Veronica pero todos me dicen Vera, para no confundirme con mi mama, que se llama igual que yo. Pero soy diferente a las demas. Cuando veo colores, siento sabores. Cuando escucho musica, veo colores. Tengo los sentidos intercambiados, o sinestesia. En la escuela me dicen “la rara” o “la come-colores”. No tengo amigos, pero si hay dos chicos en mi vida. Mario, el chico que me gusta, porque cuando toca su guitarra veo colores en su musica, y Raul, el chico que mas odio, es un arrogante, un presumido, pero… tambien me gusta, porque tiene ojos sabor a menta”.

  • Un plan imperfecto de Lara Beli

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    Fiona Archer tiene un objetivo: convertirse en una periodista seria y respetada y se ha esforzado mucho para conseguirlo. Por eso no esta nada satisfecha cuando el unico empleo que consigue es de redactora de sociedad en la revista Madame, entrevistando a los ricos y famosos que tanto desprecia.

  • Proyecto Thule de Javier Mas

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    Cinco caminos conducen a la verdad que ocultan la CIA y la Sociedad Thule sobre el final de los jerarcas nazis y la tecnologia militar que deslumbro al mundo. Una investigacion que destapa la conexion de la Sociedad Thule con Espana y Hitler y que pone al descubierto la importancia que tiene hoy dia Madrid y Valencia para el entramado politico-economico contra el que lucha la CIA. Un thriller apasionante, lleno de misterios, revelaciones sorprendentes, realidades historicas y claves que el lector tendra que descubrir poco a poco.

  • Pon un fantasma en tu vida de Rosa Grau

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    La vida de Wilhelmina Josefina Frances Nelson, Willi para los amigos, cambiara por completo cuando pierde lo que nadie deberia perder, su cuerpo.

  • Carino, cuanto te odio de Sally Thorne

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    Lucy Hutton es la asistente de una editora de la vieja escuela, preocupada por la calidad de los titulos que publica. La editora se ve obligada a fusionar su pequena editorial con una gran editorial comercial, y Lucy se ve obligada a trabajar con Joshua Templeman, el asistente del editor en jefe de la otra editorial, preocupado unicamente por las ventas. Lucy y Joshua se convierten inmediatamente en enemigos, pero del odio al amor ya sabemos que hay solo un paso.

  • Donde desaparecen las estrellas de Monica Banos

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    Si hay algo que caracteriza al pequeno pueblo costero de Melia es la creencia popular de que las estrellas pueden influir en la
    vida de sus habitantes. Alli vive Gala, una joven que pasa los dias trabajando en una floristeria. Todo cambiara con el regreso de Nestor, uno de sus mejores amigos de la infancia. Pero Gala ya no es la misma: una serie de acontecimientos que tuvieron lugar en el ultimo ano la han vuelto solitaria y algo hurana.
    Cuando se le presenta la oportunidad de trabajar para el periodico local y disipar asi los malos recuerdos que la acechan, se cruza en su camino Constanza, una elegante anciana que sacara a la luz secretos de la familia de Gala tenidos de dolor, pero, sobre todo, de esperanza.
    Gala debera aprender a perdonar a los fantasmas de su pasado, mientras encuentra la manera de perdonarse a si misma.

  • La Novia Del Sultan de Kate Hewitt

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    Azim al Bahjat, que habia sido secuestrado varias decadas atras, habia sorprendido al reino de Alazar con su repentino regreso. Para poder asegurarse el trono, el despiadado heredero debia casarse con la mujer que siempre habia estado destinada a ser suya, aunque Johara Behwar se resistiese.

  • Los Revolucionarios de R.g. Grimaldi

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    Novela romantica y erotica, basada en el historico y fugaz romance en el Mexico posrevolucionario de Tina Modotti, una de las fotografas mas relevantes de la historia, con Julio Antonio Mella, un joven revolucionario cubano al cual la historia se ha encargado de eliminar, por lo peligrosos que aun son sus ideales para el statu quo. Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, Jose Clemente Orozco, Jose Vasconcelos, Edward Stieglitz, Georgia O’Keeffe, Edward Weston, Frida Kahlo y las mas grandes figuras intelectuales de los inicios de los 1900 en America se tergiversan en este apasionante relato revolucionario.

  • La institutriz y el escoces de Julia London

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    Bernadette Holly, una institutriz inglesa, habia cometido el error de fugarse con su amante, y ese error le habia costado su reputacion. Ya no tenia miedo de nada; ni siquiera del sombrio y peligrosamente atractivo escoces que se debia casar con la joven que estaba a su cargo, la inocente Avaline Kent.

  • Noches de Karnak (B de Books), Nieves Hidalgo de Nieves Hidalgo

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  • Rindete mi amor (Amor en cadena 2) de Lorraine Coco

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    ?Srta. Brooks? --!Mm...! --Srta. Brooks, disculpe. Estamos entrando en una zona de turbulencias. Tiene que abrocharse el cinturon-- le dijo la voz cada vez mas cercana de la azafata. --Gracias Anne--consiguio decir ella despertando abruptamente de su profundo sueno. Andy se abrocho el cinturon y giro en el asiento para mirar por la ventanilla. No habia mucho que ver. De noche, apenas algunas lucecitas de color anaranjado se divisaban bajo el avion. Observo su reloj. Hacia tres horas que habia salido de Tejas con destino Nueva York. Estaba agotada y deseando llegar a casa, recoger a Brook y darse un largo bano. Resoplo y volvio a mirar por la ventanilla, aun le quedaban unos cuarenta minutos para llegar. Decidida a hacer algo productivo con su tiempo, se agacho bajo su asiento y saco su maletin con el ordenador. No le gustaba la sensacion de sentirse desocupada, asi que decidio repasar el informe que habia estado realizando los ultimos quince dias. Pero cuando llevaba un rato con el, los numeros comenzaron a bailarle frente a los ojos obligandola a sujetarse el puente de la nariz con dos dedos, para intentar mitigar esa desagradable sensacion. --?Se encuentra bien?-- pregunto la azafata. --Si, gracias. Solo un poco cansada-- contesto con una sonrisa. Debido a su trabajo como directiva ejecutiva, para la Cadena Hotelera y de Turismo Cox, Andy tenia que viajar muy a menudo. Su empresa tenia un contrato con aquella compania aerea para realizar todos los vuelos de sus empleados, y aquella circunstancia, le habia permitido conocer durante los ultimos dos anos, a un gran numero de auxiliares de vuelo con las que solia coincidir. --?Desea tomar algo? --No se, ?cuanto queda para aterrizar? --Unos veinte minutos. --Perfecto, tomare un zumo de pina, por favor-- le pidio Andy. Habia pasado casi todo el vuelo dormida, no habia tomado nada y estaba sedienta. Bebio su zumo intentando relajarse, recordando los acontecimientos de los ultimos dias. Su viaje a Tejas, el reencuentro con Natalie, su mejor amiga, y haberla acompanado al altar el dia mas importante de su vida. Aquellos dulces recuerdos hicieron que el ultimo tramo de aquel viaje pasase volando, y unos minutos despues, estaban avisando el aterrizaje. Al salir del aeropuerto de La Guardia, el aire calido y humedo la impregno haciendola sentir incomoda y sucia. Impaciente por llegar a casa, tomo el primer taxi que encontro frente a la puerta de salida. Estaba en Queens y tenia casi media hora de trayecto hasta llegar a Manhattan, y otros quince mas, concretamente a la zona del Village, donde se habia mudado hacia casi seis anos, durante la universidad. !Le encantaba vivir alli! Era Nueva York, pero sin el ajetreo frenetico del centro de Manhattan. "Refugio de bohemios y escritores", recordo que habia leido en un papel del tablon de anuncios de la Universidad, y estaba en lo cierto. Se trataba de un barrio hermoso y pintoresco, de edificios bajos, zonas ajardinadas, galerias de arte, y cafes de musica alternativa y en directo. Cuando se mudo, lo hizo con otras dos companeras, una de ellas, fue Natalie. Habian compartido piso mientras fueron estudiantes. Una vez terminada la carrera, cada una tomo su camino, pero ella no habia querido marcharse. Se quedo en el piso, lo repinto y remodelo para quitarle aquel aspecto alocado de piso estudiantil, y desde entonces, se habia convertido en su hogar. Hacia un ano que Julia, su hermana pequena, se habia mudado con ella, pero como sus horarios eran muy distintos, y Julia compaginaba sus estudios con su trabajo como canguro, coincidian muy poco en la casa. Por lo que ambas disponian de toda la intimidad que precisaban. --?La dejo aqui? -- le pregunto el taxista cuando hubieron llegado. --Si, gracias. Pago, y mientras el taxista sacaba su equipaje del maletero, se dio cuenta de que Pierce habia puesto flores nuevas en los maceteros de su ventana. Estas, de un precioso blanco nacarado, contrastaban con la fachada de ladrillo rojo y rejas color chocolate del edificio. Daban un aspecto mucho mas alegre y hogareno. Apunto mentalmente que no debia olvidar alabarle el gusto a su casero. Cogio las maletas y subio la pequena escalinata que llevaba a la puerta. Estaba buscando las llaves en el interior de su bolso, cuando la ventana que habia junto a la puerta se abrio. --!Andy querida! Espera un segundo que voy a ayudarte con el equipaje -- le dijo Pierce. Pierce, ademas de ser uno de sus mejores amigos, era su casero. Andy lo adoraba, era entranable y protector como una madre. --Trae, dame la maleta grande -- le dijo este abriendo la puerta y agarrando el bulto que senalaba --. No me cansare de decirtelo querida, vas demasiado cargada; la ropa, la bolsa de aseo, la bolsa de mano y para colmo el ordenador y el maletin de trabajo-- le recrimino mientras dejaban todo en el recibidor de Andy --. Al menos viajas con un juego de maletas divino. !Tienes un gusto exquisito! --Continuo acompanando aquel ultimo comentario con grandes aspavientos de sus manos y un picaro guino de ojos. El juego de maletas, habia sido un regalo de Pierce y Paul, su pareja, para su ultimo cumpleanos, y si algo le gustaba a su casero-madre-amigo era recrearse en el enorme gusto que tenia para la moda. --Lo se, lo se. Me gusta viajar con clase, ya sabes -- le dijo devolviendole el guino-- . He tenido que utilizar todas mis maletas para poder dar envidia al resto del pasaje del avion. Parecia una autentica diva. Ademas, esta vez eran muchos dias de viaje, necesitaba todas estas cosas. Asi que deja de renirme por ir tan cargada y dame un abrazo. --Sabes de sobra que lo digo por tu bien. Para ir de vacaciones no hace falta llevarse las cosas del trabajo-- la rodeo con su brazo --. Vamos a dejar todo esto aqui, ven a tomarte un te y cuentame esa boda tejana tan maravillosa. --?Estas solo? --Si, Paul toca esta noche en el club. Paul, pareja de Pierce, era uno de los mejores musicos que habia escuchado jamas. Un virtuoso del saxo con una intuicion y sensibilidad increibles, se ganaba la vida tocando en clubs nocturnos, y a menudo Pierce, Julia y ella iban a verlo tocar mientras tomaban algun coctel sin alcohol. --Me quedo, pero solo un rato. Estoy agotada y manana tengo un dia movidito. --?Tenemos nuevo jefe en la oficina? -- Le pregunto Pierce entrando en su casa. --Si, finalmente el nieto del senor Cox tomara posesion manana de la empresa. --Bueno, en las revistas lo ponen como el soltero de oro de la ciudad, y no puedes negar que es !verdaderamente atractivo! -- Comento su amigo con picardia. --Pierce, tambien dicen que es un mujeriego empedernido y de sobra sabes que esa no es precisamente la caracteristica que mas valoro en un hombre. De cualquier manera, eso en nada tiene que importarme a mi, a fin de cuentas, aunque es mi jefe, nuestro trato va a ser minimo. --?Por que lo dices? --Hasta ahora siempre ha sido asi, el senor Cox y yo, me refiero al abuelo-- Aclaro Andy quitandose los tacones, y sentandose en el sofa--, solo nos veiamos a la hora de encargarme un proyecto y poco mas, y nuestra relacion era estupenda, no tiene porque ser diferente con su nieto... Y cambiando de tema, que ya se por donde van tus tiros... ?Donde esta Brook? --!Nina, eres una aburrida, no me dejas divertirme! Llevo todo el dia solo en casa, contandole mis delirios al pobre de Brook, y cuando tengo la oportunidad de hablar con alguien que puede contestarme, me aguas la fiesta-- contesto Pierce con una mueca burlona--. Ven, esta en el jardin trasero comiendose mis rosales. Pierce abrio la puerta trasera y un precioso lasha de pelo corto entro corriendo hacia Andy. --!Hola Brook! ?Me has echado de menos precioso? ?Te ha torturado mucho el malo de Pierce con sus historias?-- Pregunto al perro cogiendolo en brazos y abrazandolo. De reojo vio como su amigo miraba hacia otro lado haciendose el ofendido. Mientras, Brook le lamia la cara agradecido por la atencion--. !Vaya! Parece que si me has anorado, yo a ti tambien bonito -- le dijo ella en respuesta. --?Que tal la boda de Nati?-- le pregunto Pierce interrumpiendo sus juegos con Brook. Andy dio un gran suspiro. --!Estaba maravillosa, y tan feliz! --Radiante, ?como una novia debe estar el dia de su boda? --Si, la verdad es que si. Intuyo que van a ser muy felices. --Contesto ella distraida. Recordo a su Natalie en el altar junto a Tucker, mirandose enamorados. Tenia que reconocer que en algun momento habia tenido envidia de su amiga, feliz, casada y futura madre. Ella sin embargo, a sus veintiocho anos, habia renunciado a los hombres. Siempre la habian buscado para una cosa, y era algo que ella no estaba dispuesta a dar si no era unida al verdadero amor. ?Y quien podia estar segura en estos tiempos, de que los halagos y atenciones de un hombre no fuesen encaminados mas alla que a conseguir meterla en su cama? --?Te ocurre algo, carino? -- pregunto Pierce preocupado. --No, que va. Solo estoy un poco cansada, sera mejor que nos vayamos a casa. Quiero darme un bano antes de acostarme-- dijo levantandose con Brook en brazos --. ?Te parece bien que comamos manana juntos y te lo cuento todo? --Me parece perfecto. Espero que hayas sacado muchisimas fotos, sino no tendre nada que criticar-- dijo entre risas. --!Eres incorregible! Pero te quiero. Por cierto, las flores de la ventana son maravillosas. Muchas gracias-- le dijo dandole un beso. --No lo son ni la mitad que tu. Descansa, hasta manana carino. Andy entro en casa y fue directa a prepararse el bano. Abrio el grifo de agua caliente y luego un poco el del agua fria. El verano era realmente caluroso en Nueva York y no le apetecia escaldarse. Dejo el agua corriendo mientras deshacia las maletas y ponia de comer a Brook. Notaba el cuerpo dolorido por las horas de viaje y anadio al agua una bola de sales y aceite esencial de coco. El bano caliente seria la mejor ayuda para tener un sueno reparador. Comprobo que aun no se habia llenado del todo la banera y fue a su dormitorio a por ropa limpia. Momentos despues, estaba en el agua y a su lado en la alfombrilla, Brook, mirandola atento. Quiza se preguntase que encontraria ella de divertido en aquel ritual. --!Hola pequeno! ?Quieres jugar?-- le pregunto ensenandole un pequeno pato de goma. Al instante su amigo se levanto y empezo a mover la cola contento. Andy le tiro el juguete y el salio disparado al pasillo para cogerlo. Le encantaban los perros. En casa siempre habian tenido, asi que cuando termino la universidad y se quedo en el apartamento ella sola, decidio comprarse uno. En realidad ella preferia las razas grandes, los pequenos siempre le habian parecido muy histericos, pero los lasha, eran una raza especialmente tranquila y apropiada para un pequeno apartamento. El dueno de la tienda le conto que era un perro tibetano. Los monjes budistas los tenian en los conventos y segun se decia proporcionan tranquilidad. Cuando escucho aquello penso que era justo lo que ella necesitaba y despues de verlo, se enamoro de el. Tenia un pelo precioso, que ella le cortaba una vez al ano. Ahora lo llevaba un poco mas largo, por lo que parecia el pompon de una animadora, que se arrastraba por el suelo de madera de su apartamento. En ese momento regreso Brook con el pato. Estuvieron jugando un poco mas y luego termino su bano tranquilamente. Al rato se sentia mucho mejor. Se puso unas braguitas culotte blancas con una camiseta de tirantes. Se recogio la larga y rizada melena en una coleta y se fue a comprobar los mensajes del contestador. Solo tenia dos mensajes; el primero de su hermano cuatro anos mayor, Robert, para ver como estaba. Y el segundo de su madre, diciendole que la esperaba el domingo para comer, y recordandole que llamara a su hermana. Julia tenia veintitres anos y hacia uno que se habia mudado desde New Jersey, donde vivia su madre, hasta su apartamento en el village, junto a la universidad. Pero hacia tres semanas que se habia ido a hacer un curso becado de verano a Paris para perfeccionar su frances. Julia, Robert, y ella, eran muy parecidos. Fuertes e independientes, pero a las vez con un gran sentido de la familia. Suponia que debido a que solo se habian tenido los unos a los otros, desde hacia dieciocho anos, cuando su padre los abandono, dejando a su madre con la responsabilidad y carga de criar a sus tres hijos.

  • Boy Erased de Garrard Conley

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    Boy Erased (Identidad borrada) narra la historia real de Garrard Conley, hijo de un pastor bautista fundamentalista de una pequena localidad del sur de Estados Unidos.

  • En la piel de Barbra (Mujeres heroinas 2) de Anna Anudi

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    Y tu ?que harias por las personas que quieres?

  • Voluntades de Papel de Anali Sangar

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    -Perdoname por haberte roto el corazon una docena de veces, por no ser un hombre normal y tener el alma podrida. Y perdoname por no poder dejarte ir. Pero es que no puedo, maldita sea. Te quiero tanto que.
    -Te duele. Igual que me duele a mi. Tu no tienes el alma podrida, Samu, solo una voluntad de hierro que no se puede manipular.

  • Su amante reacia (La saga de los Alfieri 3) de Elizabeth Lennox

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    Como belle del sur, Georgette tiene ciertos estandares que debe mantener. Pero cuando Dylan entra en el salon de baile, todos sus modales surenos y equilibrio son incapaces de aguantar bajo su mirada caliente. No puede creer que un yanqui pueda romper sus paredes tan completamente, pero debe mantener su distancia. Ella tiene metas propias y no puede dejar que un hombre, no importa lo delicioso que pueda ser, interfiera con esos objetivos.

  • Quiereme hasta el infinito de Jenny Del

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    Me asome por el cristal del escaparate de la tienda donde trabajaba mi amiga Daniela, la salude con la mano y me hizo un gesto para que entrara. Realmente era la duena y tenia tres trabajadoras. --Hola --le di un beso en la mejilla. --Hola, guapa, que sorpresa. --Estoy de lo mas agobiada --casi rompo a llorar. --No, por favor, dame cinco minutos que ya cierro y vamos a tomar algo. --Vale, tranquila, te espero fuera, necesito que me de el aire. --Claro --me acaricio la mejilla. Me encendi un cigarrillo mientras la esperaba, necesitaba contarle la verdad que le llevaba mucho tiempo ocultando. No tardo en salir, me echo la mano por el hombro para transmitirme el carino y nos fuimos a una terraza a tomarnos algo. --Cuentame, te veo una tristeza en los ojos que no es normal. --Me va a matar, me va a matar --rompi a llorar. --???Quien te va a matar, Judith??? --Enzo --me levante la camiseta por el costado y se puso las manos en la boca. --???Eso te hizo Enzo??? --No te lo he querido contar, pero llevo asi un ano --cogi el movil y le ensene videos que yo habia grabado. --Hijo de pu... !Hay que denunciarlo! --Tengo miedo, me advirtio de muchas cosas. --No te advirtio, te amenazo y te juro por mi vida que no vas a estar sola en esto, pero a esa casa no vuelves. --Si no vuelvo me va a matar. --Pasara por encima de mi cadaver. --Tiene mucho favoritismo... --Tiene una mierda, Judith, no, no va a hacer contigo esto nunca mas y no te lo deberias de haber callado ?No has hablado con tus padres? --No me creerian, por muchos videos que les ensenara, serian capaces hasta de justificarlo. Ya sabes como son. --Hoy te vienes a mi casa. --No puedo, tengo que volver. --???Volver??? !Ni de cona! --Tengo que pensar bien las cosas. --No tienes nada que pensar, es mas, no te lo voy a permitir, vas a denunciarlo. --Es abogado, te lo recuerdo. --?Y? ?Por eso ya tiene inmunidad? ?Eres tonta? --Lo debo de ser, pero no quiero que las cosas se compliquen mas. --Tienes que salir de esa casa ya, no vas a dormir con esa bestia, jamas pense que Enzo fuera asi. --Tiene una doble cara. --La tiene, no me lo podia imaginar, pero con esos videos lo puedes hundir. --No quiero hundirlo, es mi marido. --Hablas como una victima, bueno, es lo que eres, pero vas a ir a por el y yo te llevare de la mano. --Tengo mucho miedo. --Pues no lo tengas, nos vamos a mi casa ?Donde esta el? --En Madrid, salio esta manana despues de darme unos punetazos y advertirme, llega manana. --!Amenaza! Joder deja ya de decir advertencia, deja de justificarlo, al final vas a ser como tus padres. Ahora mismo vamos a tu casa, coge todas tus cosas y te vienes a la mia. --Me buscara cuando regrese y sera peor. --Judith, vamos a ir a por las cosas, manana te vas a buscar un abogado y no solo uno cualquiera, piensa en algun companero de el, que no pueda verlo y que estaria feliz de hundirlo. --Pues tengo dos de un mismo despacho en mente, pero eso seria una guerra abierta. --Pues vamos a la guerra, te acompanare en todo momento, asi que ahora vamos a tu casa, recoge todo lo que puedas y manana nos vamos a ese despacho. --No lo se, tengo que pensarlo. --?Y que te siga dando esas palizas y un dia te de un mal golpe y te deje desgraciada para siempre o muerta? ?En serio? --Dios es que ir al despacho de los hermanos Ochoa, sera ya la cronica de una guerra anunciada. --Pues vamos a la guerra, ya te lo he dicho y te lo repito, eres muy joven aun, solo tienes veintiocho anos y no puedes vivir de esta manera. Llevaba tiempo diciendote que te veia rara, ahora se lo que te pasaba y creeme que no te voy a dejar ni respirar hasta que no te separes de el. --Ira a buscarme a mi trabajo cuando terminen mis vacaciones. --?Las has comenzado hoy? --Si. --Tienes todo el verano y nos dara tiempo a que alguien le pare los pies, para empezar te vienes a mi casa, alli puedes estar todo el tiempo del mundo, lo sabes --soy profesora por eso de las largas vacaciones. --Si --me eche a llorar de nuevo y nos abrazamos. Y no se de donde saque fuerzas o fue simplemente que me deje llevar por primera vez por alguien que tiraba de mi y en este caso lo hacia Daniela, asi que fuimos a mi casa y con todo el miedo del mundo me puse a recoger mis objetos personales y ropa. Terminamos metiendo en mi coche y en el suyo todo aquello que me pertenecia personal, de lo demas no queria nada, simplemente solo queria salir de esa situacion que llevaba tanto tiempo atemorizandome. Cerre la puerta dejando antes las llaves del piso dentro, era de los dos, lo compramos en gananciales antes de casarnos, pero no queria nada de lo que habia en el interior y el piso, que fuera un juez quien decidiera si se vendia o me pagaba mi parte, pero bueno, temia que llegara hasta ese momento. Llore de camino a casa de mi amiga conduciendo mi coche, ella iba en el suyo delante. Sentia tanto miedo y tristeza, que era la sensacion mas rara que podia tener una persona. Fue descargar todo en su casa y el telefono comenzo a sonar, era el, me puse a temblar de miedo, Daniela me lo quito de las manos y lo cogio. --Enzo soy Daniela, escuchame letradillo, tu ex mujer esta conmigo y cuando digo tu ex mujer, es porque no va a volver a tu casa ni muerta, se llevo todo. Acercate por aqui si tienes huevos, que vas a aparecer en todos los informativos del mundo. --Dile que vaya para la casa ahora mismo y me espere a que vuelva manana --dijo en tono enfadado ya que Daniela, tenia puesto el manos libre. --Creo que no me has entendido. Que no, que no va a volver mas, que no va a ir a las manos de un maltratador como eres tu.

  • Viaje al fin del oceano de Karina Luz

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    ?Alguna vez te has enamorado del mar? Viaje al fin del oceano es un canto a la belleza de los suenos imposibles haciendose posibles, a ese amor entre seres afines y al mismo tiempo opuestos, que encontraran el amor verdadero mientras libran infinitas batallas de supervivencia en un realidad paralela, junto a Dioses, reinas, corceles alados y criaturas monstruosas. Hulsh es una joven nomada que dejo su tragico pasado atras; quedara embelesada con la luz azul inmarcesible y esplendorosa, que terminara por transportarla a otro mundo, mas maravilloso, mas real. Alli conocera al oceano en persona, conocera la poesia y luchara por descifrar un poema misterioso que encierra la clave de su destino.

  • Un mar violeta oscuro de Ayanta Barilli

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    Una maldicion recorre las vidas de Elvira, Angela y Caterina: elegir a hombres que no las supieron amar.

  • El tatuador de Auschwitz de Heather Morris

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    Basada en la gran historia real de Lale y Gita Sokolov, dos judios eslovacos que consiguieron, contra todo pronostico, sobrevivir al Holocausto.
    Para Lale, los dias transcurren entre el horror y su trabajo como tatuador de prisioneros. Entre estos prisioneros se encuentra Gita, una joven de la que queda enamorado. En ese momento, la vida de Lale cobrara un nuevo sentido y hara todon lo posible para que Gita y el resto de prisioneros sobrevivan.
    Despues de la guerra, deciden mudarse a Australia para poder comenzar de nuevo. Tras la muerte de Gita, Lale siente el peso de su pasado y la irremediable necesidad de contarlo.
    Esta es su historia.

  • En el oscuro bosque de Sandara de Yaiza Castro

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    Los habitantes del remoto valle de Sandara sufren, desde hace decadas, extranos ataques de un ser al que ellos llaman la Bestia. La llegada de un joven detective ingles, Alan Wood, al valle para investigar dichos actos, despierta los recelos entre sus habitantes, habituados a esconder secretos demasiado oscuros. Las agresiones, sumadas a la desaparicion de una joven, hacen que el detective se involucre por completo en un misterio que tiene mas aristas de lo que parece en un principio. Los pactos de silencio y los mas terribles secretos hasta ahora escondidos con celo empezaran a desvelarse, asi como la imponente presencia de una chica a la que todas recuerdan pero nadie nombra, por miedo, o… para protegerla.

  • Cambia tu vida en quince minutos: Meditacion, Samantha Sanchez Miralles de Samantha Sanchez Miralles

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    Este libro surge a raiz de unas meditaciones colectivas que se realizaban en mi casa y donde por unos minutos, cada semana, un grupo de amigos nos dedicabamos a respirar y a pensar en positivo, siguiendo las ensenanzas de la Universidad de la Unidad.
    Mi mama, que es mi gran maestra espiritual, se unio a la idea de plasmar en este humilde libro lo que haciamos cada semana, y hemos trabajado juntas en este proyecto desde el comienzo.
    Asi, inspiradas y alentadas por mi mentora Maria Elena Barrios, a quien desde estas paginas, enviamos tambien todo nuestro agradecimiento, pretendemos recoger aqui, de manera sistematica, nuestra rutina de meditacion, dedicando cada semana a un chakra, tal y como se detalla mas adelante.

  • Biovigilados de Roxana Tabakman

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    Un peligro viral se extiende sobre varias poblaciones sin que la comunidad cientifica tome cartas en el asunto. Una talentosa investigadora desarrolla la vacuna que podria evitar la tragedia, pero cuando inicia la inmunizacion libera involuntariamente una dosis alterada que produce mutaciones geneticas monstruosas.

  • Mi boca florece como un corte de Anne Sexton

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    Se une a Poesia Portatil la voz de Anne Sexton, una de las poetas mas importantes de la poesia norteamericana del siglo XX.

  • Mas de May Mars

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    Maldita sea, otra vez lo mismo, son las 6 de la manana y estoy despierta, como todos los dias desde que estoy en Los Angeles. No puedo decir que esta habitacion de hotel sea lo mas lujoso de la ciudad, aunque pensandolo bien, tampoco es peor cuchitril en el que he dormido en mis 29 largos anos. A mi empresa le ha parecido adecuado que me aloje aqui, en un sitio llamado algo asi como "quedate en el principal", me pregunto principal que... desde luego esto no es un lujoso hotel propio de la zona chic de Los Angeles. En fin, durante el mes y medio que tengo que estar en esta preciosa ciudad no debo distraerme demasiado he venido a trabajar, y seguro que han pensado en ello cuando me han alojado aqui. Tengo que trabajar, trabajar, y como no... !He de sorprenderlos! Mi continuidad en la multinacional depende de este maldito proyecto que me esta sacando de mis casillas. Me parecio una genial idea hace once anos estudiar lo que realmente me apasionaba, sin duda mi titulo en ingenieria es mi mayor orgullo y cuando la gran multinacional AKIA me contrato pense que habia sido el dia mas feliz de mi vida. Poco tiempo despues volvi a la cruda realidad, no soy mas que un diminuto pececillo rodeado de tiburones dispuestos a desayunarme sin ningun remordimiento. Asi pues, mi genial, divino y maravilloso jefe me ha metido en este embrollo para darme la opcion de mantener mi preciado trabajo, sinceramente, creo que me odia, aun recuerdo su expresion divertida cuando sus palabras resuenan en mi cabeza. "Lya tengo una gran propuesta para ti que garantizara tu continuidad en la empesa, te iras a Los Angeles durante mes y medio y desarrollaras un proyecto novedoso para la central que los dejara perplejos, les gustara tanto que querran renovar tu contrato." ?Proyecto? ?Que proyecto? ?Yo sola? ?Los Angeles? Mi cara debio ser todo un poema a juzgar por la mirada de satisfaccion de Marcelo, creo que incluso mi corazon dejo de latir durante unos instantes. No me hizo falta preguntar que ocurriria si mi maravilloso proyecto no les interesaba, me pondran de patitas en la calle, !genial! Justo lo que necesitaba. Y aqui estoy sentada en la cama de mi diminuta habitacion, en el hotel mas centrico de esta maldita ciudad y sin saber que narices hacer para impresionar a los jefazos, estoy bloqueada. Me levanto de la cama, por llamarla de algun modo. Creo que deberia probar a dormir en el suelo, posiblemente sea mas blando. Voy al bano y tras darme una ducha y desenredarme el pelo me siento frente a mi portatil. Miro la pantalla vacia durante un rato, nada... no se me ocurre absolutamente nada, !nada! Por dios... se supone que soy brillante en mi trabajo, !algo se me tendra que ocurrir!, llevo una semana sin hacer absolutamente nada, bueno si... compadecerme de mi mala suerte, eso se me da de maravilla. Frustrada por mis circunstancias enciendo mi tablet, mi maravillosa tablet, mi pequeno y caro capricho. Cuando Hugo me dejo poco antes de venirme no me sorprendio, hacia tiempo que nuestra relacion se habia vuelto distante, bueno... "mas" distante. Hablaba menos con mi novio que con mis vecinos y eso... ya es decir mucho, porque no me considero una persona demasiado sociable. Demasiado trabajo, demasiado estres y sobretodo poco en comun. Pero aun asi no desaproveche la oportunidad de sofocar mi supuesta tristeza por otro fracaso en mi vida y me fui de compras para animarme, mi amiga Ana me obligo a ello, tras un fin de semana de chicas y compras, ella compro ropa para llenar tres armarios y yo volvi a casa con mi bien mas preciado, mi tablet de ultima generacion. Los chirriantes pitiditos me devuelven a la realidad cuando me doy cuenta que Ana, mi Ana me esta abasallando a mensajes... sin duda desde que se ha propuesto ir al gym cada manana antes de ir a trabajar su vitalidad me arrolla, nunca ha sido una mujer tranquila, pero ahora esta mas activa que nunca. Sin pensarlo me pongo a hablar con ella, me ira bien no pensar en la montana que se me viene encima, ademas, si no le respondo me llamara y me soltara uno de sus sermones que no tengo ningunas ganas de escuchar. Hablamos durante casi una hora, cuando cierro el chat reviso el correo, nada nuevo, suspiro aliviada. Menos mal que mi feje no se ha acordado hoy de mandarme su email diario para ver que tal llevo el fascinante proyecto que se supone que tengo empezado. En ese momento caigo en la cuenta de que es sabado y me digo a mi misma en voz alta para convencerme -Lya, ya esta bien de tanta negatividad, ve a dar una vuelta, relajate y seguro que se te ocurre algo. No muy convencida, me pongo mis vaqueros, una camiseta de Led Zeppeling que me regalo mi mejor amiga y mis deportivas, cojo la chaqueta vaquera, el bolso y me dispongo a salir a que me de el aire. Parada frente al ascensor me pregunto que hare, y sin pensarlo demasiado vuelvo atras a la habitacion para coger la tablet, si, sin duda sera una buena compania. No conozco la ciudad, no conozco a nadie aqui y aunque hablo perfectamente ingles soy demasiado introverdida como para acercarme a hablar con alguien. Salgo del hotel dispuesta a ser feliz, aunque sea durante un dia, olvidando mis problemas. Paso por un Starbucks y me compro un frapuccino, me encantan. Camino durante un buen rato mirando a la gente, viendo como estos extranos se mueven comodamente por estas calles desconocidas para mi y sorbiendo mi desayuno. Llego a un parque enorme y decido que es una buena idea hacer algo que he visto miles de veces en las peliculas, asi que me dirijo a buscar un banco libre y cuando lo encuentro me siento, saco mi tablet y sin mas me pongo los auriculares. Inicio la app de Spotify y le doy al play sin prestar atencion a lo que suena, me da igual, cualquier musica es buena en estos momentos, murmuro, y me pongo a leer.

  • Mary y la serpiente de A.l. Kennedy

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    El espiritu de El principito reelaborado para el siglo XXI.

  • El Cuaderno de Rosa de Alina Reyes

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    Impudico pero a veces candido, sin retoricas ni ambages, este Cuaderno intimo desvela la verdad desnuda de los gustos (y usos) eroticos de una mujer: sus encuentros sexuales y sus amores, los fugaces y los duraderos, los apasionados e incluso los platonicos. A lo largo de 69 breves capitulos --un numero, por supuesto, no azaroso-- que pueden leerse de manera independiente, la protagonista ofrece a sus lectores algunas de las <> que han convertido su vida en un continuo disfrute sexual. Mientras celebra el goce femenino y el masculino, no solo revela confidencias, pensamientos y episodios personales, sino tambien obsesiones y peculiares practicas, en un tono unas veces poetico, otras veces descarnado y realista. La pasion por <>, por el hombre que suscita el deseo en ella, y por conocer los mecanismos del sexo, se entrevera en esta obra con la rebeldia frente a lo socialmente bien visto, lo politicamente correcto. Esa rebeldia trasciende los episodios que narra para alcanzar al propio lenguaje; la protagonista, que se llama Rosa, llamara <> a la parte de si misma que mas placeres le procura, y empleara un lenguaje que pertenece a su imaginario erotico. Todo ello hace de este libro una verdadera osadia.

  • Una historia de Espana de Arturo Perez Reverte

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  • Redimidos por el amor de Kate Hewitt

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    La finca en una isla griega del magnate Alex Santos, que tenia el rostro gravemente desfigurado, era una fortaleza que protegia a los de fuera de la oscuridad que habia en el interior de el. Cuando necesito una esposa para asegurar sus negocios, la discreta y compasiva Milly, su ama de llaves, accedio a su proposicion matrimonial. Pero la noche de bodas provoco un fuego inesperado, cuyas consecuencias obligaron a Alex a enfrentarse a su doloroso pasado. ?Podrian Milly y el hijo que esperaba ser la clave de su redencion?

  • Mas alla del velo (Velo 1) de Silvia Barbeito

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    En Galicia, la tierra de la magia celta, donde reinan meigas, druidas y mencineiras, Diana regenta un pequeno bar en un pueblo casi perdido donde nunca pasa nada.
    ?Nunca?
    Una noche magica, la noche de Samhain, Diana, sin saberlo, rasga sin querer el Velo que separa el mundo real del Otro Lado. Alli acecha un oscuro peligro que desencadenara una serie de acontecimientos capaces de amenazar su propia vida.

  • Torbellino de Joan A.

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    --!Punto de ajuste! --Llamo, incapaz de mantener el regocijo infantil de mi voz. Martin me mira con el ceno fruncido a traves de las gotas de sudor en su frente y hace rebotar la pelota de tenis con rabia. --!Falta! --Me rio, mientras el siguiente saque de Martin se estrella en la red entre nosotros. Su ceno fruncido se profundiza. Despues del inevitable punto final, cruzo la cancha y lo abrazo, nuestras camisetas manchadas de sudor pegadas en el calor de Nevada. --Definitivamente eres mejor abogado que un jugador de tenis --le sonrio. Martin y yo hemos sido amigos desde que tengo memoria. Fuimos juntos a la escuela y nos hemos mantenido unidos, una de las pocas personas de verdad en las que pude confiar despues de que empece a ganar dinero de verdad. Otras personas han ido y venido en mi vida, pero Martin ha permanecido constante. Poco mas de 30 anos, una vida de cenas corporativas y borracheras con los clientes se esta empezando a notar en el. Su cuello se ha vuelto mas grueso y rojo, y el estomago, que antes era plano, ahora esta cubierto con una capa cada vez mayor de grasa de confort. A pesar de ello, sigue teniendo su aspecto juvenil, y el tono gris de las sienes le ofrece un aire mas distinguido que le sirve bien. Su molestia por haber sido demolido profundamente se calma rapidamente, mientras me mira de arriba a abajo. --Esta bien para ti --refunfuna--. Sigues teniendo el mismo cuerpo flaco que tenias cuando eras un adolescente. Me rio. La verdad es que me dirigia igual que Martin hace unos anos. Feliz en una relacion segura y comoda y disfrutando de los frutos de la empresa de diseno de juegos que estableci a los 20 anos. Luego, cuando Laurie… se fue, las cosas cambiaron. Me uni al gimnasio, empece a ver a un entrenador personal 3 veces a la semana, y el hambre por los negocios volvio. Todo para mejor, me digo a mi misma. Aplaudo a Martin en el hombro. --Bueno, no todos los dias puedes comprar tu propio hotel en Las Vegas --digo alegremente --. Hemos probado las instalaciones, !creo que es hora de probar el bar! Martin se rie, toda la mala voluntad del partido de tenis se evaporo. --Cuidado --dice, dandose palmaditas en las tripas--. Terminaras como yo si no tienes cuidado. --?Que? --Digo, mientras nos dirigimos a los vestuarios--. ?Dos veces divorciado y feliz? --!Veamos si podemos encontrar un candidato para el divorcio numero 3! ***** El pelo todavia humedo del spa del hotel; tomo el ascensor con Martin hasta nuestras suites. Un golpe fuerte indica una parada en el vestibulo en el camino. Apenas son las 5 de la tarde, y el trafico peatonal es bastante ligero, pero cuando las puertas se abren, dos chicas entran en la cabina del ascensor con nosotros. Ambas estan bronceadas y son delgadas, y llevan su buena apariencia con ligereza. Evidentemente, acaban de llegar de la piscina, con el pelo brillante por el agua. Siento que Martin se mueve a mi lado y sonrio cuando levanta una ceja. La mas baja de las dos chicas, con un corte de pelo castano ondulado y piel bronceada, mira por encima del hombro y nos sonrie coquetamente. Le devuelvo la sonrisa y siento que Martin hace lo mismo. La otra chica tiene el pelo corto, recortado, casi como el de un chico, pero lo lleva con una confianza tranquila. Su piel es mas oscura que la de la otra chica, como la teca bordeada de miel, y la camisa blanca suelta que lleva atenua las lineas flexibles de su tonificado fisico. Cuando las puertas del ascensor se cierran, me atrapa mirando el reflejo del metal y sonrie suavemente. Nuestros ojos se encuentran por un instante, y yo soy el primero en dejar caer mi mirada. Las chicas salen en el noveno piso, y ambas sonreimos de nuevo mientras la chica mas baja dice un rapido ‘adios’. --?Numero 3? --Martin me susurra, mientras las puertas se cierran una vez mas. ***** El Bell tower Grand Hotel and Casino, domina el borde sudeste de la franja de Las Vegas. Desde la suite del atico, puedo disfrutar de las vistas panoramicas en 3D del horizonte de la ciudad. Al oeste, la ciudad brilla en toda su extravagancia de neon. Al este, la vista montanosa del Parque Nacional de Red Rock Canyon se puede ver simplemente, tenida de rojo y negro en la luz que se desvanece con la puesta de sol. Prefiero la vista desde este lado del hotel. A la mayoria de los clientes les gustaria ver el brillo y la chispa de los casinos y los fuegos artificiales, pero a mi siempre me ha gustado la tranquila soledad de las montanas. Las farolas de abajo todavia brillan, pero parecen transitorias y efimeras en relacion con la solida tranquilidad de esos distantes picos. Suspiro. Habia sido mi idea beber en el bar con Martin, pero ahora, de vuelta en la oscura habitacion del hotel, miro por las ventanas y puedo sentir la emocion del trato, y el zumbido del alcohol, evaporandose. Cuando los inversores se me acercaron inicialmente con la idea de comprar un hotel, me rei. Soy un disenador de juegos, y uno de exito, pero ?que sabia yo de hoteles? Sin embargo, como Martin sigue diciendome, parece que tengo el don de convertir todo lo que toco en oro. Empece con un par de boutiques en Kensington y Chelsea, y luego, 2 anos despues, a la madura edad de 31 anos, me encuentro como propietario de esta monstruosa empresa. Mientras las maquinas tragamonedas hacen ruido y zumbido a 30 pisos debajo de mi, casi puedo sentir el exito que irradia el lugar. Una pena que no se pueda decir lo mismo de mis relaciones. Como el Rey Midas antes que yo, me pregunto si estoy maldito. He dejado a Martin hundiendo cocteles en el bar y me he escabullido de nuevo arriba. Me digo a mi misma que fue por el vuelo de las 7 de la manana que tengo manana, pero en realidad solo queria escapar. Tengo ganas de hibernar, como un oso olfateando el invierno. Miro la brillante pantalla del reloj del hotel y veo que acaban de dar las 10 de la noche. Siempre he sido una lechuza nocturna, pero el zumbido del dia ha dejado un hueco, que espero en vano que el sueno pueda llenar. Me encogi de hombros ante la camisa y el traje confeccionados y los deje caer al suelo sin ceremonia alguna. Mientras me deslizo entre las crujientes sabanas blancas, cierro los ojos y escucho el debil zumbido del aire acondicionado, imaginando que puedo oir los sonidos de juerga y risas a nivel del suelo. La gente estara o bien montando la emocion del juego o bien revolcandose en la desesperacion de los suenos destrozados. La casa siempre gana, y ahora yo soy la casa. Extranamente no encuentro este pensamiento muy reconfortante. --?Crees que puede oirme? --?Crees que es un el? La sonrisa de Laurie ilumina su rostro. Siempre ha tenido un conjunto bastante duro en sus rasgos, una cualidad reservada que la hace parecer distante hasta que la conoces. Luego, cuando sonrie, parece una adolescente, llena de travesuras y asombro. --Claro, un verdadero nino de mama. Mi cabeza descansa en el estomago de Laurie, mis ojos miran fijamente a los suyos. --Asi que --repito--. ?Crees que puede entender a su padre? Su mirada se aleja. --El doctor dijo que el o ella --dice ella de forma puntual--, puede empezar a oir a las 18 semanas. Acaricio mi mano suavemente a traves de su barriga. --Ya sea un el o una ella, van a ser increibles --digo--. Igual que su mama. Un fuerte golpeteo me despierta de sobresalto. Entrecierro los ojos al reloj. A medianoche. --!Alex-an-der! --dice una voz a traves del estruendo. Gimoteo. --!Tenemos un vuelo manana! --Le grito a la puerta cerrada. La verdad es que me siento un poco desorientado. El sueno de Laurie parece aferrarse a mi como el humo. --!Alex, vamos! Abre. Acolche la puerta en ropa interior y la abri. Un Martin Caspers desgrenado esta de pie apoyado en el marco, una botella de champan medio borracha cuelga de una mano. Me sonrie. --?Que estabas haciendo? --pregunta, haciendome a un lado cuando entra en la habitacion. --Tenemos un vuelo a las 7 de la manana --le digo en respuesta, mientras empieza a hurgar en el mini bar. El pesca un gin-tonic premezclado y me lo da. --Vamos, tienes que jugar a ponerte al dia. --Martin --empiezo, pero su cara de fanfarron no admite discusion. Tomo el trago y lo devuelvo, el tonico efervescente y mordiente en el fondo de mi garganta. Sinceramente, agradezco su interrupcion. --Vamos --dice, tomando la botella vacia y entregandome otra--. Vamos a salir. --?Hay algo que pueda decir para convencerte de lo contrario? En respuesta me entrega mis pantalones. Linda --No se tu --dice Kristen, aplicando su brillante lapiz labial carmesi--, pero yo voy a tener sexo esta noche. Me rio. --Bueno, siempre y cuando no los traigas de vuelta aqui --digo--. Creo que puede ser un poco incomodo con tres en una cama. Hemos venido de vacaciones a Las Vegas, ya que Kristen recibio dos entradas gratis de un cliente en su estudio de moda. Ella tiene una pequena tienda con clase en el Soho, Londres, y el mes pasado literalmente se metio en mi apartamento cuando se entero de que uno de sus disenos estaba siendo seleccionado para un desfile de moda en Las Vegas. El desfile ha sido un gran exito, y estamos pasando unos dias extra para relajarnos bajo el sol del desierto. Desafortunadamente, la habitacion que nos han dado es para una pareja, pero no me importa. La cama es tres veces mas grande que la de mi pequeno apartamento en mi casa, y conozco a Kristen desde la escuela secundaria. --Dejare un sombrero en la puerta --sonrie Kristen astutamente, y me lanza el lapiz labial juguetonamente. Lo agarro habilmente y sacudo mi cabeza en un simulacro de horror. --No es mi color --digo. Kristen cruza la habitacion en su sosten y pantalones y me abraza. --!Todavia no puedo creer que uno de mis disenos estuviera en un desfile de moda americana! --dice--. Quiero decir, !Lady Gaga estuvo alli! --No creo que ni siquiera ella se ponga esto --digo, y le devuelvo el lapiz labial. --Estoy orgulloso de ti --agrego. --Gracias --ella sonrie, encogiendose de hombros en un vestido corto de lentejuelas plateadas. El color realza los reflejos de su cabello castano. --Ahora, es hora de beber. Hacemos disparos y luego salimos. La franja de Las Vegas parece invadir todas las ventanas mientras el taxi se desliza entre el trafico. Es como un asalto visual a los sentidos. Kristen resplandece como una nina pequena, todavia montando la euforia de su reciente exito. --Este lugar esta realmente sin descubrir --dice, por tercera vez. Esta un poco borracha y se le ha metido un rubor en las mejillas que la hace parecer aun mas guapa de lo normal. --Asi que, sigue diciendome --le sonrio, pero no me escucha. Sus ojos se centran en el brillante mundo exterior. Estoy realmente feliz por ella, pero una parte de mi se siente deprimida. No puedo poner el dedo en la llaga, pero todo el neon parpadeante y el glamour me hace sentir un poco vacia por dentro. --Estamos aqui --dice Kristen, literalmente aplaudiendo con emocion. El ruido y el calor nos golpea cuando salimos de la cabina. Es mas de medianoche, pero la ciudad no muestra signos de desaceleracion. Todo lo contrario, las cosas parecen estar acelerandose. El ritmo del club se escucha desde la calle. --!Vamos! --dice Kristen, agarrando mi mano mientras le pago al conductor. En el interior, la oscuridad se ilumina con la misma grandeza de neon que la franja exterior. Parece un microcosmos de Las Vegas en si, solo que sin las tragaperras. Kristen se cuela entre la multitud y nos mete en un espacio en el bar. --Crei que habias dicho que este lugar estaba sin descubrir. --Digo, mirando a la masa de gente alrededor. --?Que? --grita Kristen por el ruido. Vuelvo a sonreir y tomamos un par de copas. Nos abrimos paso hasta la pista de baile, y yo ronde por el perimetro. Me siento como un ciervo en la orilla de un lago, mirando a los depredadores. Kristen, por otro lado, es una depredadora. --Tenemos que entrar ahi --dice, senalando un area elevada marcada como ‘VIP’. Parece un punto de calma dentro de la tormenta. Glamorosas personas con ropa cara estan sentadas en profundos sofas, hablando en voz baja. Es evidente que el sonido solo debe llegar hasta aqui con los plebeyos. --Esten atentos a que alguien venga aqui abajo --me dice al oido. Su voz es humeda y gutural contra mi piel. Es como una cuerda de guitarra pulsada, zumbando y resonando. Yo bebo a sorbos mi bebida. Me siento fuera de mi alcance. No se por que exactamente. Nunca he sido del tipo timido y retraido, siempre me he sentido comodo dentro de mi propia piel, pero algo en este lugar me pone al limite. Puedo sentir el sudor picando en el borde de mi cuero cabelludo, y el calor y el ruido son opresivos. Tomo otro sorbo de mi bebida, dejando que el frio alivie mi garganta. El sabor me recuerda a cuando me colaba en los clubes en mi adolescencia, cuando salia para pasar una noche bebiendo y bailando con mis amigos, cuando les decia a nuestros padres que nos quedabamos en las casas de los demas. Creci en Londres, justo en el corazon de la ciudad. Mi madre era profesora, y me habia educado para que tuviera confianza en mi misma y me hiciera preguntas, sin dejarme nunca caer en las trampas con las que vi que muchos chicos de mi edad se veian atrapados. Nunca conoci a mi padre, pero no puedo decir que la falta fuera algo que me preocupara. Mi madre es una fuerza de la naturaleza, y ella ciertamente compenso por dos padres. --Vamos, bailemos --dice Kristen, obligandome a abandonar mi vaso. La presion de los cuerpos en la pista de baile es sofocante, pero Kristen golpea y engatusa a su pequeno marco en un hueco, y el espacio parece abrirse a su alrededor, tanto hombres como mujeres apreciando la vista. Ella se mueve seductoramente con el ritmo, y yo me uno a ella, sintiendome mas libre de lo que he sido en dias. Como un director de orquesta, parece que orquestamos a la multitud, y el DJ responde, recogiendo el ritmo y dejandonos llevar. Mi incomodidad desaparece. Capitulo Dos Alex El club es como un reflejo barato de la ciudad en las afueras. Las luces parpadeantes y la musica ensordecedora no contribuyen a aliviar la tension que siento, y la zona VIP que ha dispuesto Martin apenas es mas tranquila. Me siento a tomar una cerveza y escucho a Martin charlar con dos chicas americanas altas que estan a un trago de caerse del sofa. --Tu solo te haces el fresco y distante --dice sonriendo--, las voy a enrollar. Una carrera de charlar con los clientes le da a Martin un talento notable para sostener su bebida. Se emborrachara, ciertamente, pero solo hasta cierto punto. Parece que entonces se encuentra al borde de la embriaguez total, y a menudo es aqui donde salen a la luz algunas de sus mejores cualidades. En este momento, ambas chicas lo observan con atencion embelesada, la mano de una de ellas colocada selectivamente sobre su rodilla. Yo sonrio en la escena, pero sin ninguna calidez real. Ambas chicas tienen el pelo liso de una botella de peroxido y son delgadas y mimbre. No es mi tipo, y aunque lo hubieran sido, no estoy realmente de humor. Vuelvo a mirar mi reloj y pienso en el vuelo de manana a las 7 de la manana. La musica del club de repente cambia de marcha, ya sea respondiendo a un aumento de energia en la habitacion o dirigiendola. Dejo que mis ojos se desvien a traves de la abarrotada pista de baile y me siento atraida hacia un punto cercano al borde. Parece que la multitud se ha separado y veo a dos chicas bailando alli. Ambas son oscuras, una notablemente mas que la otra, y un completo contraste con nuestra actual compania. La mas baja se mueve seductoramente, el destello de su vestido de lentejuelas como luciernagas en las luces del club. La mas alta baila al ritmo de su amiga, pero algo en su movimiento parece mas seguro de si mismo, mas natural. Lleva un vestido blanco sin hombros, el lado derecho de corto, y dos finos pendientes plateados que se deslizan como gotas a lo largo del borde de su mandibula. Su cabello esta cortado, y esto atenua la curva de su columna vertebral y la piel lisa de su cuello y hombros. A medida que se mueve, su vestido se va perfilando un poco, revelando los muslos de color marron caramelo, tonificados y firmes. El movimiento de la chica es hipnotico. Con una repentina sacudida, los reconozco. Son las dos chicas que vimos antes en el hotel. En mi hotel. El pensamiento se aloja en mi cerebro. --Creo que me voy a enfermar. Una de las estadounidenses de repente se levanta de la mesa, arrastrando a su companera detras de ella. Se escabullen sin demasiada elegancia hacia el bano, el marcado contraste en su aspecto con las dos bailarinas es muy evidente. Martin parece despreocupado. --Creo que he esquivado una bala, amigo --dice. Siguiendo mi mirada, sus ojos se dirigen hacia las otras chicas. Como si sintiera su mirada, la chica mas bajita le devuelve la mirada, esa coqueta sonrisa que vuelve a sonar en sus labios. --?Te apetece bailar? --pregunta, y esta vez no discuto. Linda Cierro los ojos y dejo que la musica me bane. El ritmo se estrella contra mi, se mueve a traves de mi. Me olvido de las multitudes y las luces. Solo estoy yo, y Kristen y la musica. Kristen me roza y se siente sensual, como si la musica misma estuviera acariciando mi piel. Siento los bordes asperos de su vestido contra mi mientras se acerca, su voz calida en mi oido. --Mira detras de mi --grita. Levanto la vista hacia la zona VIP. Dos rubias altas se alejan de una mesa, y hay dos tipos sentados, viendolos salir con sonrisas. Uno de los hombres es mas pesado, con una cara traviesa, mientras que el otro es guapo, pero reservado. Sus ojos parpadean cuando de repente observan la pista de baile, y tiene el pelo rubio bien peinado, brevemente recortado a los lados con un cuidadoso ondulatorio en la parte superior. Podria representar igualmente a alguien que acaba de saltar de la cama, o a alguien que ha pasado horas frente al espejo. No puedo estar seguro. Algo en el hombre rubio me parece familiar. Su traje parece caro, y lo lleva con un aire confiado, pero extranamente sencillo. --Se estan hospedando en nuestro hotel --dice Kristen, y ella mira hacia atras por encima del hombro. Casi puedo sentir el gancho hundirse en el tipo mas grande. En pocos minutos estan caminando hacia nosotros. --?Les importa si nos unimos a ustedes? --dice, caminando directamente hacia Kristen. Me sorprende escuchar un acento londinense. --Depende de si puedes mantener el ritmo --grita Kristen, bailando lejos de el. Se mueve bien para ser un tipo mas grande. La rubia me mira con una extrana intensidad. Noto en el destello de la iluminacion que sus ojos son de un azul penetrante, tan profundos e impenetrables como un oceano. No nos hablamos, pero se mueve a mi lado, sus movimientos son confiados y seguros. Es alto, y puedo sentir su musculoso cuerpo bajo el traje bien cortado. Su baile se siente como un cortejo, formal y a la vez relajado. Nos acechamos unos a otros, como depredadores a la orilla del agua, pesandose unos a otros. Es como si me olfateara para buscar mi debilidad, y encuentro su mirada extranamente convincente. Mi mano roza el interior de su traje, no por casualidad acariciando las duras crestas de su estomago. Al mismo tiempo su mano encuentra mi espalda baja, acercandome por un instante, antes de soltarme y dejarme deslizar. No se cuanto tiempo bailamos, pero puedo sentir una linea de sudor contra la base de mi garganta. Miro hacia arriba, pensando en un trago, y veo a Kristen haciendome senas. Ella esta de pie junto al tipo mas pesado, con una sonrisa en su rostro, pronunciando las letras V-I-P con un regocijo no disimulado. Miro a mi pareja de baile y el tambien sonrie. La accion suaviza sus rasgos, haciendole parecer casi vulnerable. Me coge la mano.

  • Rojo (Fundacion 2) de Carlos Sisi

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    America no responde. Ya nadie esta a los mandos. En el resto del mundo, los medios evitan usar la palabra “vampiro”. Los llaman El Enemigo, la Marea Roja, o metahumanos, pero se les llame como se les llame, estan llegando a Europa. Son cada vez mas fuertes. Las mentes sincronizadas de Elexia y Alkibiades estan despertando a los Nueve, y sus planes de venganza son imparables.

  • Las lanzas rotas de Leon Arsenal

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  • La peregrina de Aton de Luis Melgar

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    Salve, oh Aton, tu que apareces resplandeciente en el cielo! !Salve, tu que has creado toda la vida! Al alzarte sobre el Oriente llenas los paises con tu perfeccion. Cuando ocultas tu faz, el universo se sumerge en las tinieblas y la muerte. Los hombres duermen en sus moradas con la cabeza tapada y ninguno puede ver a su hermano. El mundo yace en silencio, pero tu vives en el Pais de Occidente. Aton, tu y solo tu gobiernas sobre el Amenti. Yo, Mutnodjemet, esclava, sacerdotisa, prostituta y reina, te conozco y conozco tu nombre. Aunque durante anos haya practicado tu fe en secreto y mis creencias hayan permanecido ocultas para los hombres, nunca deje de adorarte. Hoy me postro ante ti para pedir clemencia, pues se que mi muerte esta proxima y temo tu veredicto sobre las acciones que he emprendido a lo largo de mi vida. No cometi iniquidad contra los hombres. No perpetre pecados en tu morada. No hice pasar hambre, salvo persiguiendo un bien superior. No hice dano a nadie y, si lo hice, la intencion de mi corazon era pura. No hice llorar. A proposito, nunca hice llorar a nadie. No, no mate. Bien sabes que tuve el motivo y la oportunidad, pero elegi no matarlo. Te suplico, oh Aton, que me permitas entrar en el Reino de Occidente, que me reciban con gritos de alborozo los espiritus bienaventurados y que a su lado me concedan un puesto. Aton, tu que eres al tiempo padre y madre, apiadate de mi y aceptame en la Duat, el pais de los muertos, a semejanza de los habitantes de la luz, y permiteme tambien salir a la luz del dia para pasear entre los vivos sobre la tierra, y hacer todo lo que pueda desear. Te pido que, en tu reino, me concedas reunirme con mi hermana. La que debe ser olvidada. La traidora, la hereje, la usurpadora. La que siempre me protegio y a la que yo no supe salvar de la muerte. Nefertiti. Mi hermana y yo hemos tenido tantos nombres que no se por cual de todos se nos reconocera en el mas alla. Mucho antes de que en Egipto la bautizaran como Nefertiti, mi hermana se llamaba Henti. Toda mi familia contaba que nacio siendo un bebe precioso, ni siquiera se vio amoratada y desfigurada por el parto como tantos recien nacidos. Conservo esa extraordinaria hermosura durante toda su existencia. En cuanto a mi, al nacer, mis padres me impusieron un nombre de varon debido al miembro que pendia entre mis piernas, aunque desde muy nina di senales de mi autentica naturaleza. Para empezar, tenia una obsesion absoluta con mi hermana Henti. La admiraba y la adoraba casi como si fuera una diosa. Ella representaba todo lo que yo queria ser: era guapa, elegante, delicada, femenina. Frente a mi pelo negro y fosco, su cabello castano tenia reflejos cobrizos y, aunque era mas bien liso, terminaban en unos bucles que enmarcaban su rostro como la mas perfecta obra de arte. Tenia los labios carnosos, la piel dorada y sonrosada y los ojos grandes y separados. Su nariz era recta y fina. Recuerdo, siendo una nina, que a menudo rezaba a los dioses y les pedia que me convirtieran en ella. Habia mas indicios. Tenia la costumbre de ponerme en cuclillas para orinar en vez de hacerlo de pie como los otros ninos. Odiaba estar desnuda y, cuando por fuerza tenia que quitarme la ropa para lavarme o para ponerme una muda limpia, juntaba mucho las piernas y escondia mi miembro tras ellas para no tener que verlo. Esa parte de mi cuerpo siempre me ha causado profundo desagrado. Cuando saliamos a la calle para jugar yo nunca me unia al grupo de los ninos ni disfrutaba dandole patadas a la pelota de madera con que jugaban, sino que me quedaba con Henti y con sus amigas. Nuestro entretenimiento favorito en aquella epoca era un juego que llamabamos <>. Henti, por supuesto, representaba siempre el papel de gran reina y las demas teniamos que hacer de damas y sirvientas y atenderla en todo lo que nos pedia. Recuerdo que, una tarde, cuando yo tenia cuatro anos y Henti seis, una de las ninas mayores de nuestro grupo protesto por el hecho de que yo estuviera con ellas. --!Tu hermano no deberia estar con nosotras! Es un nino y tendria que jugar con los otros ninos. Si se queda aqui y escucha nuestros secretos, se los contara a los otros muchachos y todos se reiran de nosotras. --No es mi hermano, tonta. Es mi hermana. ?No ves que es una nina? --!Henti esta mintiendo, Henti esta mintiendo! --Dinos, ?eres un nino o una nina? --!Eso, que lo diga! Tuve un momento de confusion. Nunca habia pensado en esos terminos. Hasta entonces me habia limitado a actuar con la naturalidad de la infancia sin reflexionar en lo que ello significaba. Pero al cabo de unos instantes, alce la cabeza y respondi con orgullo. --!Soy una nina! --?Ah, si? ?Y como te llamas? Porque las ninas tienen nombre de nina. --Me llamo Iltani --respondi. Iltani era el nombre de una prima lejana de mi madre, una mujer a la que apenas conocia y que no me inspiraba particular admiracion, pero el nombre me vino a mi cabeza como si fuera algo evidente, casi natural. --Iltani, creo que es hora de que nos vayamos ya a casa --me dijo Henti--. Vamos, hermana. Desde entonces, el nombre de Iltani me despierta una sensacion calida en el vientre. Me inspira serenidad, me hace sonreir. Mutnodjemet, en cambio, es un nombre severo, altivo, propio de una dama de la corte. Igual que el de Nefertiti. Todo era mas sencillo cuando eramos tan solo Henti e Iltani, hermanas inseparables, gemelas del corazon. Aquella misma tarde, al llegar a casa, aprovechamos que nuestros padres no estaban para deslizarnos en su dormitorio y jugar a ponernos los vestidos de nuestra madre, a calzarnos sus sandalias y a agrandarnos los ojos con kohl. Ambas estabamos tan excitadas con nuestro descubrimiento que necesitabamos escenificarlo de algun modo, hacerlo realidad, demostrarnos a nosotras mismas que estabamos en lo cierto. Lo que comenzo como un juego termino por convertirse en una costumbre. Despues del incidente con la nina que me acuso de ser un varon, los demas no dejaron de meterse conmigo. Ninos y ninas por igual me senalaban con el dedo y me llamaban abominacion, monstruo y cosas peores. Henti siempre me defendia y, al final, acababamos por jugar las dos solas a nuestro juego de la emperatriz, en el cual yo siempre hacia de dama. Cuando regresabamos a casa por la tarde, nos encerrabamos en la habitacion para ponernos los vestidos de nuestra madre y maquillarnos con sus pinturas. En una ocasion, cuando llevabamos ya varias lunas con el mismo ritual, mi madre volvio antes de tiempo y nos descubrio en el preciso instante en que Henti me probaba su traje de novia que, aunque me quedaba grande, me habia cautivado por la suavidad de la tela y lo fino de los bordados. Se nos quedo mirando sin hablar durante varios instantes antes de lanzar un hondo suspiro y acercarse a nosotras. --Henti, por favor, no juegues a disfrazar a tu hermano porque se nos va a amanerar y los otros ninos se reiran de el. --Mama, pero yo no estoy disfrazada... --comence yo a protestar, pero Henti me tapo la boca y termino por mi. --Lo siento, no volvera a ocurrir. --Eso espero. Con estas cosas no se juega. Mi madre me quito el vestido, me lavo la cara para quitarme los restos de kohl y continuo con las tareas del dia. Cuando nos quedamos un instante a solas, Henti me susurro al oido: --Iltani, creo que sera mejor que guardemos tu verdadero nombre en secreto. Madre y padre no lo entenderian. Cuando estes conmigo puedes ser como eres, pero cuando estes frente a ellos, actua como si fueras un nino, ?de acuerdo? La idea de poder vestirme y comportarme a mi gusto solo cuando estuviera a solas con ella no me causaba especial ansiedad, mas bien el contrario, hacia que todo aquello fuese aun mas especial, de modo que acepte. A partir de ese momento tuvimos mas cuidado para que nuestros padres no nos descubrieran. Conforme mi hermana se fue haciendo un poco mayor, ya no fue necesario recurrir a las pinturas ni a los vestidos de mi madre, ya que Henti tenia los suyos propios y era feliz de compartirlos conmigo. Asi pasaron los anos, entre emperatrices imaginarias, vestidos demasiado grandes y sandalias que se me salian de los pies, hasta el dia en que todo cambio para siempre. Me pregunto que hubiera ocurrido si los dioses no hubieran tenido previsto un destino tan diferente para nosotras. Cual habria sido mi historia si el rey Suppiluliuma de Hatti no le hubiera declarado la guerra a nuestro soberano, Tushratta de Mitanni. Quiza hubiera terminado por contarle a mi madre quien era yo en realidad. Quiza ella hubiese hablado con mi padre y ambos me hubieran aceptado y amado. O quiza no, quiza me hubiesen expulsado de la casa y mi vida hubiera acabado siendo exactamente la misma porque, en definitiva, el destino de hombres y mujeres esta previsto por Aton y escrito en las estrellas desde mucho antes de nuestro nacimiento. El dia en que todo cambio yo tenia ya ocho anos y Henti, diez. Nuestro padre no estaba en casa. El era artesano, del tipo que hacen esculturas y grabados y hasta frescos en las paredes. Habia salido por trabajo y nuestra madre estaba en casa afanada con la cocina. No nos adornabamos con pulseras de oro ni poseiamos esclavos que nos sirvieran, pero tampoco pasabamos hambre ni penalidad alguna. Teniamos el privilegio de vivir en la capital del reino y nuestra casa contaba con un pequeno patio y un dormitorio separado para Henti y para mi. Mi hermana y yo jugabamos en nuestra habitacion. Sabiamos que mi madre no entraria, asi que, como tantas otras veces, yo me habia puesto una de sus tunicas, que aun me quedaba un poco grande, y ambas jugabamos a imitar una danza que habiamos visto representar en la plaza unos dias atras. Primero fue el ruido, como si la casa se desplomara sobre nuestras cabezas. Henti y yo dejamos de reir y detuvimos nuestros juegos. A lo largo de los anos he revivido muchas veces este momento en mi memoria, y creo estar segura de que el estruendo lo provocaron los soldados hititas cuando derribaron la puerta y entraron en la casa como langostas, arramplando con todo lo que encontraban. En aquel momento no supe que ocurria, pero fui lo bastante consciente como para sentir miedo y, al mismo tiempo, obligarme a no llorar. Tampoco podia toser. Ni siquiera me atrevia a respirar. Enseguida empece a escuchar los gritos. Aullidos de guerra de los hititas, por descontado, pero tambien algo mucho mas desgarrador para mi. Eran los alaridos de dolor de mi madre. Corri a esconderme entre los jergones de nuestras camas. Henti vino hacia mi, me abrazo y comenzo a susurrar unas palabras apenas inteligibles: --Shaushka de Ninive, protegenos, no permitas que a mi hermana y a mi nos suceda nada malo. A pesar del panico que sentia, en aquel momento sonrei, hasta me olvide de lo que estaba sucediendo. Solo pense que Henti se habia referido a mi como su hermana. El instante de felicidad paso enseguida, cuando volvimos a escuchar a nuestra madre llorar y pedir clemencia. Pense que ibamos a morir. Los soldados grunian como animales, jadeaban y gemian mientras los quejidos de mi madre iban perdiendo fuerza hasta que, al fin, se apagaron. Despues se hizo el silencio. Un silencio opresivo, angustioso. Los gritos habian terminado, pero yo aun podia escucharlos como un eco dentro de mi cabeza. Sin moverme de mi escondite, me atrevi a entreabrir los ojos. Aunque era pleno dia y el sol brillaba alto en el cielo, por las ventanas entraba un brillo anaranjado. Olia a humo y a madera quemada. La boca me sabia a ceniza, a polvo y a sangre. Creo que me habia mordido sin darme cuenta. Mire a mi hermana y ella me hizo un gesto para que esperaramos. Aguce el oido, tratando de averiguar si quedaba alguien en la casa... o quiza esperando que alguien viniera a decirnos que estabamos a salvo, que los invasores se habian ido y ya era seguro salir de nuestro escondite. Esperaba que alguien nos rescatara, pero ese alguien no llegaba. Estabamos solas. Senti como las lagrimas caian en silencio por mis mejillas. Tome una bocanada de aire, pero el humo me provoco un acceso de tos. Henti me sujeto los hombros hasta que logre contenerme, despues me limpio los ojos y me ayudo a ponerme en pie. --Vamos --me dijo--. No estamos seguras aqui. Nos dimos la mano y salimos de la habitacion de puntillas, mirando a un lado y a otro como el gato que esquiva al perro guardian. El pequeno patio central, donde teniamos el aljibe para recoger el agua de la lluvia y donde mi padre habia plantado dos palmeras y un sicomoro, estaba lleno de muebles destrozados, telas rasgadas, frascos de perfume y peines rotos. Tuve que taparme la boca para no gritar cuando reconoci entre aquel desastre el cuerpo sin vida de mi madre. En aquel momento me negue a admitir que se tratara de ella. Mi madre era alta y hermosa, con el porte distinguido y una apariencia siempre impecable. Supongo que Henti ha heredado de ella su belleza. Sin embargo, la mujer que tenia frente a mi era un amasijo de carne sanguinolenta. Su rostro destrozado me ha perseguido en mis pesadillas desde entonces. En mi sueno puedo ver lo que le hacen los hititas. Veo como le arrancan la ropa a jirones para poder gozar de ella uno tras otro. Mientras un soldado abusa de ella otro la golpea, una y otra vez, uno tras otro, hasta que la dejan inconsciente, con el cuerpo mancillado y los rasgos desfigurados. Planean dejarla morir asi, pero uno de ellos, mas misericordioso que sus companeros, pone fin a su vida con un tajo de su espada en el cuello. Incluso ahora que soy vieja, en ocasiones me despierto humeda de sudor, en medio de la noche, con ese sueno fresco en la memoria. Empezo a temblarme la mandibula. Todo me daba vueltas y la boca se me lleno de saliva. Estaba a punto de vomitar. Solte a mi hermana e hice amago de sentarme en el suelo, pero ella tiro de mi y me zarandeo. --!Iltani! No podemos quedarnos aqui. Cuando los soldados acaben de saquear la ciudad, regresaran para llevarse a los supervivientes como esclavos. --?Mama...? --gimotee.

  • Confia en mi, estoy mintiendo de Ryan Holiday

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    -Hoy en dia: un rumor malicioso por Internet puede costarle millones a una empresa.

  • El mejor tesoro de Cathie Linz

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    La vida era dulce para Reno Best, comisario de Bliss, Colorado. Sus dias transcurrian resolviendo peleas en el bar o poniendo multas de trafico. De modo que no estuvo muy receptivo cuando Annie Benton, la nueva maestra de Bliss, insistio en que investigara la desaparicion de su hermano.