• Papa se ha ido de caza de Penelope Mortimer

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    En la urbanizacion donde vive Ruth Whiting, las esposas se ajustan a un codigo de vestimenta, dirigen sus casas en la misma linea aburrida y prosaica, crian a sus hijos de la misma forma; todas prefieren el cafe al te, todas conducen coches, juegan al bridge, poseen al menos una pieza de joyeria valiosa y son moderadamente atractivas. Sin embargo, Ruth se esta volviendo loca. O, para decirlo de un modo politicamente correcto, acaba de sufrir <>. Pero la realidad es mucho menos dulce. Ruth se esta volviendo loca porque su vida la esta matando y su locura se ve agravada por la indiferencia de todos los que la rodean. Y entonces ocurre lo inesperado: su hija universitaria se queda embarazada de un companero que es estupido, y Ruth se ve enfrentada a sus peores miedos.

  • Terriblemente enamorado de Never Girl Pan

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  • Paris D. F de Roberto Wong

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    En Paris D. F. todo empieza con un mapa, mejor, con dos
    mapas superpuestos. Arturo, el protagonista, es un joven
    que lleva una vida anodina y que pasea por las calles del
    Distrito Federal buscando la superficie de los 105 kilometros
    cuadrados de Paris, ese espacio sonado, ajeno a la crueldad,
    donde pueda suceder lo extraordinario. Un dia, un atraco en
    la farmacia en la que trabaja trastoca su vida. El delincuente,
    abatido por la policia, muere a sus pies, pero la sensacion
    de que la bala podia haberle llegado a el es demasiado
    perturbadora. Nada sera igual a partir de ese momento
    en el que toma en sus manos la llave del azar, pero todo
    se decanta en la direccion no deseada: la violencia, el sexo,
    el cruce de tiempos y destinos paralelos. Realidad y delirio
    se confunden en esta novela en la que Roberto Wong nos
    habla de la ley de las probabilidades y de la mala suerte,
    pero tambien de la supervivencia y de las agresiones
    de las ciudades que habitamos. Paris D. F. nos descubre
    una voz osada, original, capaz de sacudirnos.

  • Hoy he sonado contigo de Noelia Medina

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    Hoy he sonado contigo Y realmente no entiendo a que asunto apareces en mis suenos de repente, tan normal, tan pasota, tan tu. ?Cuantos anos hace que te marchaste? Ya ni lo se. Tampoco me hubiera planteado esta cuestion a dia de hoy si no hubieras aparecido en mis suenos. Seguramente, ni siquiera hubiera pensado en ti, total, es lo que llevo haciendo muchos anos dia tras dia: no pensar nunca en ti. Te preguntaras que he sonado, o no, porque jamas vas a leer esto, y si te soy sincera, no quiero que lo hagas. Si en su dia no te interesaban mis problemas, dudas o alegrias, ?por que te iba a interesar ahora? La cuestion es que en mi sueno estaba yo, logicamente, y estaba feliz, muy feliz. Esa sensacion plena que uno siente cuando te rodean personas verdaderas, de las que te quieren de verdad. Aunque claro, quiza explicar un sentimiento tan agradable y profundo a una persona que solo sabe mirar su ombligo es un poco complicado. El sueno se desarrollaba en el cielo; era una especie de fiesta en la que el suelo que pisaba eran nubes blancas y esponjosas, la claridad abundaba y una gran cancela de rejas doradas se abria para todos los invitados, o sea, el ejemplo de un sueno perfecto. Yo bailaba animadamente con los invitados, algunos comian canapes y otros charlaban mientras rellenaban sus vasos. Pero de pronto, a traves de aquella puerta gigante, apareciste tu, y como comprenderas, eso me corto toda la felicidad del momento. Ya sabes, eres experto en joder mi vida, mis suenos, mi felicidad y mi existencia en si. Me incomodabas. Tu simple presencia hacia que mi cuerpo se removiera a causa de las nauseas que me provocaba tu cercania. La gente se preguntara, ?que hizo para provocarte ese malestar repentino? Pues eso... ?que hiciste o que me dijiste? Nada. Ese es el problema, que en mi sueno no hacias nada. Solo estabas ahi parado, observandome, y aunque yo riera con mis amigos, bromeara y bailara, siempre mi mirada buscaba la tuya haciendo que mi maldito corazon diera brincos y quisiera salir por mi boca en forma de regurgitacion. Porque tus ojos acechaban a los mios como si se tratara de tu presa, vigilabas mis movimientos y mis acercamientos, fruncias el ceno y lo relajabas constantemente sin darme a entender el porque de tus multiples gestos. De nuevo, minutos despues, volvi a tomar el control de mi sueno y disfrute haciendo caso omiso a tu presencia. En ese espacio de tiempo en el que el sueno transcurria, yo era tal y como soy ahora; ya no era pequena e indefensa, tu me ensenaste a ser fuerte, decidida y duena de mi misma. Me ensenaste inconscientemente, claro. Aprendi a base de palos, mentiras, gritos, desprecio... Estoy segura de que si en algun momento hubieses sido conocedor de que todo aquello me ayudaria a convertirme en quien soy, no se hubiera pasado por tu mente hacerlo. Yo parecia tu enemigo, tu rival... todo menos una pareja. El sueno ha rondado todo el dia por mi cabeza. No creas que ha despertado un instinto primario en mi, que me ha hecho ilusion o que he recreado momentos contigo... para nada, todo lo contrario. Mi cerebro ha estado recopilando informacion para darle significado. Sabes que soy una persona muy interesada en todo aquello que ocurra en nuestro subconsciente. Tras todo el dia pensando en ello, he llegado a una conclusion: todo ha sido una simple metafora de nuestra relacion. Estabas ahi a mi lado sin aportar nada, pero siempre tenias tu mirada encima de mi; sin dejarme tomar decisiones propias, sin permitirme ser realmente feliz y cortando mis --en ese entonces-- recien estrenadas alas. Te preguntaras si despues de tantos anos, todo esto lo cuento porque estoy enamorada de ti... La respuesta es NO. En mayusculas. Hace mucho tiempo que me olvide de ti, de tu rostro, de tus labios, de tus falsas caricias y tus crueles mentiras. Olvide los falsos te quiero, los buenos momentos y los malos tambien, aunque siendo sincera, estos ultimos nunca llegue a borrarlos definitivamente de mi mente. Y es que, cuando alguien te dana de esa manera tan misera, es practicamente imposible obviar que ese dolor lo cargo tu pecho solito durante anos. He de reconocer que despues de lo ocurrido, hubo un momento de mi vida que me hallaba en una pequena encrucijada. Me encontraba entre un te amo y un te odio, un te quiero a mi lado, pero a la vez quiero olvidarte... estaba confusa, porque tu nunca me aclaraste nada. Y realmente, me di cuenta que ya ni te amaba ni te odiaba, simplemente me eras indiferente. Fue ahi cuando analice mi larga relacion a tu lado. Fuimos una pareja basada en la obsesion, sin carino, sin momentos buenos, sin peleas sinceras, ni reconciliaciones mejores. Solo eramos tus putos celos y mis malditas inseguridades. Eramos un carro del que solo uno tira haciendo imposible la carga. Solo eramos ceniza que se llevo el viento sin que nos percataramos siquiera. Eramos un mar iluso chocando contra una gran roca imposible de derrumbar. Porque la montana estaba ahi quieta, robusta, fornida, pero la marea subia y bajaba, rozando unas veces la montana y otras veces no, dependiendo de la fuerza que el viento propinase. Nunca quedarian abrazados integramente. Aquella enorme formacion inerte nunca seria el perfecto complemento del revoltoso mar. Quedamos siendo amor convertido en olvido. Y eso, querido, agota. Agota tanto que me canse. Si, me canse. Yo, la chica incansable, la que todo lo soportaba. Me canse de ti. En mi sueno aparecia ella, ?sabes? Lo que mas gracia me hizo es que iba a tu lado pero no contigo, es decir, entrasteis por la puerta juntos, y la llevabas de la mano, pero no la mirabas ni con amor, ni con deseo, ni con fraternidad... simplemente no la mirabas. Y que te voy a decir... si sueno egoista lo siento, pero sin ocultarla y ante todo el mundo en mitad de aquella fiesta celestial, con un buen vaso de algun tipo de ron en la mano, tenia la sonrisa de una nina saboreando una gran piruleta de alegres colores. ?Por que? Pues porque en su rostro destacaba la tristeza, el brillo de sus ojos estaba totalmente agotado y el sufrimiento emergia de sus poros en forma de cascada, o al menos yo lo percibia. Quiza lo percibia porque conozco perfectamente esa sensacion; la sensacion de que alguien no te mire como mujer, sino como complemento perfecto a su persona. La amarga percepcion de ser poco, de ser menos, de no ser nada... Y si, le sonrei, porque al apreciar su dolor recorde las miles de veces que me mire en el espejo y me vi exactamente igual; demacrada y dolida, carcomida por la termita del desamor. Una termita con nombre y apellido. Porque antes yo era ella. Yo era la que sufria por ti. ?Soy mala persona por ser feliz con su desdicha aun de manera inconsciente en mis suenos? No lo se, pero oye, tampoco me importa. Solo aclarar que despues de tantos anos y aunque tu recuerdo ya no habite en mi, se que en el corazon tengo una espina clavada, y por desgracia, lleva tu nombre. Siento la necesidad de contar lo que vivi desde el momento que llegaste a mi vida, hasta que por suerte te marchaste para siempre de ella. Quiza asi podre suspirar aliviada porque, por fin, soltare todo lo que mi interior acumulaba. Y lo hare de la mejor manera que se. Escribiendo. Asi que, comencemos por el principio... Nunca empezaria nuestra historia con la tipica frase: ?Como comenzo todo?, porque jamas olvidaria nuestro principio, por mucho que duela o intente borrarlo de mi cabeza, nunca olvidaria como te conoci. Quiza porque fuiste el primero o quiza porque fuiste el peor, quien sabe... Lo nuestro fue cliche en toda regla. Tu, el tipico chico atractivo del instituto, deseado por todas que babeaban por tu sonrisa en cada pasillo. Cabello largo oscuro cayendo hasta tu cuello, siempre peinado, siempre impoluto. Ojos marrones y largas pestanas. ?Que es lo que le gustaba a todas de ti? Supongo que era tu forma de desbordar chuleria por los poros. Todas blandas frente a tu paso, sonriendo a la nada --porque siquiera las mirabas--, y mientras tanto yo te odiaba. Si, te odiaba. Odiaba tus andares y tus dientes blancos perfectos, odiaba tu manera de llevar la mochila sobre un hombro, porque aunque todos la llevasemos igual, a ninguno nos sentaba tan bien como a ti. Odiaba que todas volcaran su atencion en ti por el simple hecho de ser guapo e <> y odiaba a tu novia por sus aires de superioridad, simplemente, por llevarte a su lado como la que pasea con un monumento digno de admirar. Ahorrare comentar lo que en aquellos entonces pensaba que paseaba, sonaria obsceno. Yo, primer ano de instituto, centrada en mis clases diarias, en hacer nuevos amigos y en odiarte cuando nos cruzabamos por los pasillos. Me eras indiferente, solo tenias oportunidad de que estuviese pendiente de ti cuando pasabas por mi lado y suponiendo que para ti, simplemente era una mas o, al menos, eso creia. No es que fuera poca cosa a tu lado --que para ser sinceros y bajo mi punto de vista, no lo era--, solo que no babeaba por ti y quiza eso es lo que te hizo fijarte en mi. Yo no bailaba danzas a tu alrededor ni sonreia a tus gilipolleces, yo levantaba el labio de manera despectiva cuando colocabas el mechon de pelo tras tu oreja y sonreias de lado con modestia. No eras nadie para mi, solo un nino pijo con un ego inalcanzable. Si, si, como <>, no eras nada. No, no lo eras, o mejor dicho, no lo fuiste hasta que decidiste entrometerte en mi vida. Porque te entrometiste. Y ojala no lo hubieras hecho ni yo permitido. Recuerdo como recurriste a mis contactos y amigos para saber todo de mi, y tampoco se borrara de mi cabeza la primera vez que me hablaste. Yo me encontraba en la puerta de clase y tu pasabas por mi lado pisando fuerte, con las manos dentro de los bolsillos y la sonrisa ladeada. No te detuviste, simplemente redujiste la velocidad y me susurraste que esa noche me pusiera la falda rosa que me puse el sabado anterior y estuviera donde siempre. En un primer momento me quede bloqueada ante tu iniciativa de entablar conversacion, y mi bloqueo fue tal, que ni siquiera conteste. Yo, que hubiera dado todo por tener la cabeza clara en aquel momento y mandarte a freir esparragos, no conteste. Y despues de mi repentina anulacion mental, me detuve a pensar: ?como sabias tu cual era mi <>? Sospeche que me verias en algun lado y te fijaste en mi. Mi cabeza llego a la conclusion de que, si sabias hasta la ropa que llevaba el fin de semana anterior, es que me habias observado demasiado. ?Y que sensacion me produjo saber que habias estado analizandome? La primera fase por la que pase tras ello fue la negacion. Rei muchisimo interiormente sin poder creerlo. En cambio, mis amigas se quedaron con la boca abierta y podria jurar que algunas de las que observaban la escena incluso pegaron saltitos. Despues de burlarme con satisfaccion porque te habias fijado en mi y no yo en ti como cualquiera esperaria, entre casi sin percatarme en la segunda fase: duda. Comence a pensar debilmente en ti durante toda la clase, a encontrarte cosas buenas y a convencerme a mi misma de que eras un chico de buen ver. Baraje las posibilidades de ir <> y de llevar la estupida falda. Quiza no eras tan malo, tan chulo, tan egocentrico... Ya... Quiza. Y en ese mismo instante de alta reflexion, mi mejor amigo, conocido tuyo y espectador de la escena anterior, se giro en su pupitre --que se encontraba justo delante de mi-- y clavo sus ojos marrones en los mios haciendome captar toda su atencion

  • Un amor problematico de Rosemit G

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    Una novela romantica con toques de comedia que te arrancaran suspiros y sonrisas.

  • Los amantes de Hiroshima (Inspector Salgado 3) de Toni Hill

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    En una ciudad que se alza contra los poderosos, hay secretos que siguen bajo tierra.
    Cierre de la trilogia del inspector Salgado.

  • Las hijas del agua de Sandra Barneda

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    Una hermandad secreta de mujeres, una joven elegida para proteger un legado escrito en el agua.

  • Un mar sin estrellas de Erin Morgenstern

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    <> -Booklist (resena destacada) <> -Publishers Weekly (resena destacada) Muy por debajo de la superfi cie de la tierra, sobre la orilla del Mar sin Estrellas, hay una gran cantidad de tuneles y recintos llenos de historias. Las entradas que conducen a este santuario suelen estar ocultas, a veces en el suelo de los bosques; en ocasiones, en hogares privados e, incluso, pueden estar a simple vista. Pero quienes las buscan las encontraran. Sus puertas han estado aguardandolos. Zachary busca su puerta, aunque no lo sabe.Sigue un canto de sirenas silencioso, una certeza inexplicable de que esta destinado a encontrar otro sitio. Cuando descubre un libro misterioso en las estanterias de la biblioteca del campus, empieza a leer y queda cautivado por los relatos de prisioneros que buscan amor, ciudades perdidas y acolitos sin nombre. De repente, una vuelta de pagina trae a Zachary a una historia de su propia ninez, increiblemente escrita en ese antiguo libro. Una abeja, una llave y una espada impresas en el libro conducen a Zachary a dos personas que cambiaran el rumbo de su vida: Mirabel y Dorian. Estos desconocidos lo guian a traves de bailes de mascaras y relatos susurrados en salones clandestinos hasta la sede de una sociedad secreta, donde los picaportes cuelgan de cintas y, fi nalmente, a traves de una puerta pintada que se abre magicamente para entrar en un lugar que siempre habia anhelado. Entre tuneles serpenteantes atestados de libros, salones de baile y orillas oscuras como el vino, Zachary cae en un mundo embriagador, impregnado de romanticismo y misterio. Pero una batalla se libra por el destino de ese lugar y, aunque hay quienes lo sacrificarian todo para protegerlo, otros estan decididos a destruirlo.

  • Grial (Britannia 3) El poder que reside en la magia, Javier Pelegrin & Ana Alonso de Ana Alonso , Javier Pelegrin

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    Magia, aventura, lucha y una historia de amor que trasciende la leyenda.

  • Su mayor fantasia de Blanca Moral

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    El Gran Hombre: Sexo con el Vecino Prohibido
    Cree que es demasiado grande para mi.
    Siempre me han gustado los desafios.
    John Murray no es el joven que solia conocer.
    Era un adolescente timido, inteligente y retraido.
    Ahora mide casi dos metros y parece un toro.
    Es atrevido, divertido, y luce una barba muy viril.
    Y luce un inevitable bulto entre las piernas.
    Se ha convertido en mi hombre perfecto.
    Sexy, alfa, intimidarte y aun asi, humano.
    Me fui a la ciudad hace anos, para estudiar.
    Pero he vuelto al pueblo, para quedarme.
    El vuelve a ser mi vecino. Pero ya no es el mismo.
    Y no se como ha llegado a ser asi.
    Vive en el piso de sus padres. Murieron, al parecer.
    Por las mananas sale de casa en traje y corbata.
    Coge el coche y se larga. Vuelve por las tardes.
    Y se tira hasta el anochecer cuidando un huerto privado.
    Sin camiseta. Sudando. Al lado de mi casa.
    Su pequeno hobbie.
    Tampoco tiene verguenza.
    Le he visto mirarme el culo, abiertamente.
    Ambos sabemos en lo que estaba pensando.
    Pero es el hombre mas grande que he visto nunca.
    Y yo tampoco puedo evitar mirarle.
    Se dio cuenta. Ahora no para de provocarme.
    Segun el, nunca podria ser algo mas que eso.
    Me romperia en dos.
    No tengo porque demostrarle que se equivoca.
    Pero quiero hacerlo.

  • El reflejo de la injusticia de Hector Bueno Martin

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    “En un ambiente sociopolitico en constante enfrentamiento, un misterioso personaje, con una mascara de espejo, decide impartir la justicia que parece haber dejado de funcionar. Los medios le llaman "El Reflejo de la Injusticia", pero Marel Marno prefiere no imponerse ningun titulo; al fin y al cabo, ella solo es una joven que sigue buscando a los culpables de la desaparicion de su mejor amiga”. En esta ocasion, Hector Bueno, el autor de "Proyecto Tempus", nos recrea un thriller con esencia de novela negra actual, que transcurre por las calles de varias ciudades y pueblos aragoneses, como Calatayud, Zaragoza o Bijuesca. La trama alrededor de los personajes se va mezclando y enlazando hasta sumergirnos en una historia de crimenes, venganza y justicia.

  • Doble engano de Anna Depalo

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    ?Tardaria mucho en llegar la proposicion de matrimonio?

  • Un latido tuyo de Monica Maier

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    <>
    Paula comienza a sentirse comoda en su propia piel. Aitor lucha por reencontrase. Los sucesos del pasado han marcado su presente, pero ellos ya no son los mismos que se besaron en aquella playa. Sus caminos se entrecruzar n una vez mas trayendo consigo un maremoto de sentimientos que no llegaron a explorar y obligandoles a enfrentarse viejos temores. ?Ser n capaces de dejar atras sus fantasmas y arriesgarse de nuevo cuando es el corazon lo que esta en juego?

  • Mi jefe de Whitney G

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    La carrera de Claire Gracen como directora de marketing no podia ser mas meteorica, y, ademas, estaba felizmente casada con el hombre del que habia estado enamorada desde la adolescencia; su vida era perfecta.

  • Yo, Dita Kraus. La bibliotecaria de Auschwitz de Dita Kraus

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    ?Por que la he llamado una vida aplazada? 1 Mi vida no es la vida real. Es algo anterior al comienzo de <>, una especie de prologo a la narracion. Todavia no cuenta, es solo un ensayo. Y alguien observa desde atras, tal vez desde arriba, y me juzga. Hay un ser que controla y valora mi comportamiento. Tal vez no este ahi fuera, sino dentro de mi. ?Quiza sea mi madre? ?O mi abuela? ?O algo mas interno... mi <>? No tengo ni idea. Pero siempre esta ahi, sosteniendo un espejo invisible delante de mi. Noto su aprobacion y su desaprobacion, esta ultima me hace estremecer por dentro, tratando de reprimir la conciencia intranquila, o buscarme excusas, aunque el sentimiento negativo es tremendamente tenaz e imposible de ahuyentar. Trato de encontrar razones para haber hecho o dicho lo que desagrada a mi controlador, pero al mismo tiempo se que solo estoy intentando justificar mi ofensa. Aun no se que relacion tiene esto con la sensacion de que mi vida este aplazada. Hasta donde recuerdo, siempre he estado mas centrada en el manana que en lo que experimento en este momento concreto. Incluso ahora, cuando voy a un concierto, estoy pensando en el viaje de vuelta y la agenda del dia siguiente, no en la musica que he ido a escuchar. Cuando como, mi mente esta en lavar los platos, y cuando me acuesto ya estoy planeando lo que hare al despertar. Nunca esta en el aqui y el ahora, e intuyo que me estoy perdiendo el disfrute del presente. Hay demasiado control: nunca me dejo llevar, nunca me relajo del todo. Siempre esta presente <>, siempre juzgando. Debia de ser muy pequena cuando empece a aplazar mi vida. Era una especie de posposicion indefinida, una satisfaccion aplazada. ?Como la <>? Aceptando la amarga realidad de que no conseguiria lo que queria, desde luego no a corto plazo, probablemente nunca. Me decia a mi misma que debia tener paciencia, que la plenitud tal vez viniera mas adelante. O nunca. Pensaba que tal vez, si ponia mi esperanza en espera y no pensaba en ella, algun dia podia salir bien. En el fondo, sigo pensando que el circulo se cerrara y que las cosas tomaran su debido curso, que todo volvera a su lugar normal; solo tengo que aplazarlo. Sin embargo, estos fragmentos atrasados de mi vida, estos espacios vacios, han creado lagunas, de modo que el mosaico de mi existencia tiene angulos muertos donde la imagen queda inacabada. Son muchas lagunas. ?Como voy a llenarlas? El tiempo se acaba: quien sabe cuanto me queda de vida. Ya tengo cuatro nietos y cuatro bisnietos. La mayoria de los personajes de mi pasado murieron y no pueden contestar a mis preguntas. Intentare reunir esos fragmentos y escribirlos: tal vez consiga un esbozo que llene los espacios en blanco del mosaico... 2 Infancia Mis primeros recuerdos surgen de la nada que precede a la memoria consciente. Son como una imagen que parpadea unos instantes en la pantalla y vuelve a desaparecer en la oscuridad. Pero cada una de ellas esta banada de emocion. Me han colocado sobre una bascula infantil, en una mesa cubierta con un hule, en la consulta de la medica. Estoy desnuda y noto el metal duro y frio contra mi espalda. Puede que tenga dos, o dos anos y medio. Madre y la medica de blanco se ciernen sobre mi. No tengo miedo porque sonrien. La doctora Desensy-Bill era nuestra pediatra. Recuerdo otras visitas posteriores. Me ponia la palma de la mano sobre el pecho, me daba unos golpecitos con el dedo corazon y luego escuchaba, apretando la oreja contra mi piel. La consulta estaba unida a su casa por una puerta de cuero marron acolchado con botones de laton. A veces, Madre se quedaba a hablar con la doctora y me hacian salir por la gruesa puerta que, aunque pesada, se movia con facilidad y sin hacer ruido, para ir a jugar con su hija Lucy. Esta tenia mas o menos mi edad, pero no me caia demasiado bien. Era aburrida. Otro recuerdo. Es de noche y estoy de pie sobre mi cama, llorando aterrada. Debo de ser muy pequena, porque estoy agarrada a la barandilla de la cuna con ambas manos. Madre y Mitzi, nuestra doncella, estan conmigo, tratando de calmarme. Pero yo no me tranquilizo, porque hace un instante una mano atraveso la pared e intento agarrarme. Madre me saca de la cuna y me lleva al otro lado de la pared, al cuarto de bano, para mostrarme que no hay ningun agujero. Ella y Mitzi me dicen que ninguna mano puede atravesar una pared solida. Pero no lo saben: ellas no la han visto. Yo si. Cuando dejo de llorar, vuelven a dejarme en la cuna, creyendo que me han convencido. Me tapan y apagan la luz. Sin embargo, el miedo sigue ahi y durante varias semanas, solo me duermo si separan la cuna de la pared. Otra escena sale de la oscuridad del no saber. Es perturbadora. Yo estoy en la banera y Madre sentada en el borde. De pronto, veo lagrimas cayendo sigilosamente por sus mejillas. Madre esta llorando en silencio. Me asusta y yo tambien empiezo a llorar. <> Pero ella sacude la cabeza, no me contesta. No se por que lloraba. ?Le hizo dano alguien? ?Fue culpa mia? ?Me porte mal? No se, no tengo ni idea. Y aun ahora, al recordarlo, siento tristeza, culpa y dolor. El nombre de soltera de mi madre era Elisabeth Liesl Adler. Tenia un hermano llamado Hugo, diez anos mayor que ella. Su madre murio cuando ella aun era un bebe y su padre, juez, volvio a casarse. Madre decia que su madrastra era una mujer justa y concienzuda, pero que le faltaba efusividad y amor maternal. No recuerdo al abuelo Adler, murio al poco de nacer yo. Hugo tambien se hizo juez. Se caso, pero no tuvo hijos. Solo le llegue a ver dos veces en mi vida. Wilhelm Adler con su hija, Elisabeth Adler-Polach Cuando tenia seis o siete anos, Madre y yo paramos en Brno dos o tres dias de camino a nuestro lugar de veraneo en los montes Tatras. Recuerdo claramente dos escenas de aquella visita. Madre se echo a llorar cuando entramos en casa del tio Hugo. Era el mismo piso donde habia crecido; cuando ella se caso, Hugo se quedo alli. Seguia teniendo los mismos muebles y le traian recuerdos. La otra escena que me viene a la memoria es en el juzgado. Hugo presidia un juicio vestido con una toga morada de juez, y nosotras estabamos al fondo de la sala. Cuando termino la sesion, Madre le comento que le habia parecido tranquilo, poco emocionante, y Hugo contesto: <>. Mis padres dejaron su Brno natal para mudarse a Praga poco despues de casarse. Alquilaron un pequeno apartamento en la planta baja de una villa. Tenia un jardin con cesped, parterres y arbustos de grosellas junto a la valla. Yo tenia permiso para coger las grosellas, pero no me gustaban, eran velludas y sabian acidas. El dueno, el senor Hackenberg, era amigo y companero de partido de mi abuelo Johann. Los Hackenberg tenian un pastor aleman enorme llamado Putzi, que era tan bueno que me dejaba subirme a su lomo. Hay una foto mia desnuda, con dos anos mas o menos, de pie junto al perro, y los dos medimos lo mismo. Me viene otro recuerdo: el senor Hackenberg y mi madre sentados en un banco del jardin, mientras yo juego en el arenero. Estoy cavando con las manos, haciendo un tunel. De pronto, una cosa horrible, rosa y viscosa, sale retorciendose del agujero hacia mi. Grito de miedo y corro a los brazos protectores de mi madre. Cuando ve lo que me ha asustado, se echa a reir. El senor Hackenberg tambien se rie. Me siento avergonzada, humillada. ?Como pueden reirse cuando estaba tan asustada? Mi madre se ha puesto del lado del senor Hackenberg y los dos se burlan de mi. Me ha decepcionado, me ha traicionado. ?Como iba yo a saber que solo se trataba de un inocente gusano? Era la primera vez que veia una criatura tan espantosa. Cuando tenia unos tres o cuatro anos nos mudamos a otro piso en Praga-Holesovice, y en esa epoca nos dejo Mitzi, la doncella. Hoy en dia, solo los ricos tienen internas, pero en la Europa de antes de la guerra era algo habitual. Las jovenes hijas de los aldeanos pobres venian a la ciudad en busca de empleo, a aprender a cocinar, a aprender modales y, con algo de suerte, a encontrar marido. Dormian en una diminuta habitacion que habia para el servicio en practicamente todos los pisos, recibian un pequeno sueldo y tenian una tarde y una noche libres a la semana. A menudo, no permanecian mucho tiempo con la familia, ya fuera porque eran demasiado lentas, o porque las sorprendian robando, algunas se quedaban embarazadas y tenian que ser despedidas. A mi madre le lleno de orgullo que Mitzi nos dejara porque se iba a casar. Su prometido era un zapatero que tenia una tienda a la vuelta de la esquina, en la calle principal, cerca de la parada numero seis del tranvia. Poco despues de la boda, Mitzi me invito a desayunar un domingo. Me dejaron ir sola, ya que el domingo por la manana la calle estaba desierta, y sali contenta de que nadie me acompanara. Mitzi y su marido vivian en la trastienda, en una habitacion que olia a cuero y pegamento. La tienda estaba cerrada y Mitzi me hizo sentir como una distinguida invitada. Me sirvio un buen trozo de gugelhupf como el que hacia mi madre, aunque el suyo sabia mas festivo, no se por que. Estaba feliz y orgullosa de que me trataran como a una adulta. Hubo mas desayunos como aquel, pero se fueron espaciando y, despues de un tiempo, Mitzi y el zapatero se marcharon; creo que el tuvo que cerrar la tienda porque no les daba suficiente para vivir. Nunca mas supimos de ella. Cuando Mitzi aun estaba con nosotros, mi madre y yo fuimos a pasar unas vacaciones a su pueblo. Estaba en la region germanoparlante de Bohmwerwald, el Bosque de Bohemia. Mitzi se quedo unos dias alli con nosotras, y luego volvio a Praga para supervisar a los pintores, que estaban redecorando el piso durante nuestra ausencia. Lo recuerdo porque cuando volvimos, olia a pintura y a suelos recien encerados. Habia un rio poco profundo detras de la alqueria donde nos alojabamos. Me viene otro recuerdo de estar con varios ninos del pueblo, metidos hasta las rodillas en el riachuelo. El agua corria cristalina y buscabamos oro. Si, oro de verdad. Los granos eran como semillas de amapola, pero brillaban entre los guijarros bajo el agua transparente. Los poniamos en la palma de la mano y dejabamos que el sol jugara con ellos. Era muy emocionante. Aun hoy, cuando veo alguna pelicula sobre la fiebre del oro, recuerdo que alguna vez yo tambien fui una buscadora. En aquel pueblo descubri lo que era la muerte. Habia un camino que recorria el pie de la colina, en la otra orilla del rio. Un caballo yacia en el camino, con la cabeza y el cuello colgando por la pendiente inclinada. Detras de el, habia un carro volcado. El caballo no se movia. Estuve un rato alli de pie, mirandolo, esperando a que se levantara. Tenia varias personas a mi alrededor. Ellos tambien esperaban. Pero el caballo no se movia y empece a comprender el hecho terrible y aterrador de que el animal no volveria a levantarse... que estaba muerto. Senti angustia y miedo. Pero, como en tantos otros descubrimientos posteriores en la vida, mas que toparme con un fenomeno nuevo, fue como si un conocimiento que ya estaba latente en mi saliera a la luz de la consciencia. Como dijo Platon: <>. Aquel fue el primer indicio de que el mundo no era un lugar tan luminoso y feliz como lo habia sido hasta entonces. Mi siguiente encuentro inesperado con la muerte sucedio anos mas tarde, cuando tenia ocho. Una manana, cerca de la escuela, vi a un grupo de chicos pegados a la verja del patio. Al otro lado habia una cuesta empinada y, al pie de esta, la via del tren. Alli, sobre los railes, habia una figura: una persona muerta, aunque parecia mas un monton de harapos que un cuerpo. Los ninos lo miraban atentamente, mudos e inmoviles. Fue un momento de profunda tristeza. Yo sabia que habia sido un suicidio; alguien no queria seguir viviendo y decidio arrojarse bajo un tren. En mi recuerdo, ese lugar ha quedado asociado para siempre con la tragedia. Incluso cuando volvi a mi escuela, sesenta anos despues, me vi arrastrada al mismo sitio junto a la verja, como si aquella triste figura siguiera tirada alla abajo. Una visita habitual en casa era la tia Lori, una pariente lejana de la abuela que me caia muy bien. Siempre traia regalos bonitos. No estaba casada ni tenia hijos, pero sabia perfectamente como hacer feliz a una nina.

  • El oro de los dioses de Alfonso Cost Ortiz , Juan Bautista Roldan Aranda

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    Julian, doctor en ciencias exactas, abandona su monotono trabajo como profesor en un instituto de Granada para enfrascarse en un arduo empeno: el de resolver tres antiguos enigmas planteados por Bartolome Colon, el hermano del celebre navegante, antes de su detencion en 1500 por orden de los Reyes Catolicos, y cuya existencia ha sido mantenida en secreto hasta nuestros dias. Para ello contara con la ayuda de Luis Martinez de Saq, un enigmatico librero aquejado de una enfermedad terminal, y de Anna, una atractiva profesora norteamericana experta en algebra, junto a la que iniciara un periplo a contrarreloj por las ciudades europeas en las que se encuentran diseminadas las diferentes pistas.

  • La ciudad de las tres catedrales de Jordi Verdaguer

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    En Montpellier, a principios del s. XIII, Jaume I es engendrado mediante una argucia. El rey Pedro II de Aragon aborrece a su esposa Maria de Montpellier y esta oculta su identidad para yacer con el rey con los notables de la corte como testigos. Anos despues, en Barcelona confluyen los tres heroes de Navas de Tolosa -Dalmacio Creixell, Cabeza Brava y Jose de Azagra- y el joven Hernan, que lleva en sus munecas la marca del elegido. Aunque lo ignora, Hernan es hijo bastardo de Dalmacio Creixell. Entretanto, unos misteriosos crimenes siembran el terror, y una criatura, un Golem, se oculta en las entranas de la urbe. Amorios, intrigas y asesinatos se suceden en la Ciudad Condal mientras un rey enfermo que ha entregado a su propio hijo a los franceses debera tomar partido por la Iglesia, el reino de Francia o los rebeldes cataros. Las maquinaciones de clerigos y nobles y las luchas por el poder tras la muerte del rey Pedro marcaran las primeras decadas del siglo, hasta que una valerosa madre devuelva la corona a su legitimo heredero. Pero para ello los tres heroes de Navas, junto a Hernan, habran de liberar al rey del castillo de Monzon donde esta recluido, y reconquistar Barcelona con la ayuda del resto de reyes de la peninsula en base a un juramento y unas piras de fuego…

  • Los funerales de la Mama Grande de Gabriel Garcia Marquez

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    Los funerales de la Mama Grande, el primer libro de cuentos de Gabriel Garcia Marquez, continua la historia de Macondo iniciada en La Hojarasca y que alcanza su culminacion y fin en Cien anos de soledad. En estos relatos el paisaje psiquico de Macondo se confunde con el humor de los habitantes y con la sucesion de malestares, penas y prodigios. Rebeca Buendia, la viuda de Jose Arcadio, vive en una casa inmensa de dos corredores y nueve alcobas, padeciendo de delirios y visiones; el padre Angel duerme desde hace anos en el confesionario; el dentista tortura a los opositores; el telegrafista transmite poemas de amor a una colega desconocida; Trinidad, un adolescente, colecciona ratones muertos en cajas de zapatos. En Macondo solo prosperan las pestes, los adivinos, los saltimbanquis y los encantadores de serpientes.

  • Un guiso de lentejas de Mary Cholmondeley

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    <>. Asi arranca uno de los capitulos de esta novela cuya publicacion, en la Inglaterra posvictoriana, causo un escandalo por plantear cuestiones como la emancipacion de la mujer. A la manera de una Jane Austen al alba del siglo XX, esta discipula de Henry James narra un episodio de la vida de dos amigas desde la infancia cuyos diferentes rumbos -la una es escritora y la otra, joven heredera- se enfrentan al provincianismo del entorno rural, asi como al esnobismo de la sociedad londinense a traves del amor a la escritura, por un lado, y la busqueda del amor verdadero, por otro.

  • Sabotaje de Arturo Perez Reverte

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    ?Es el Guernica que conocemos el verdadero cuadro que pinto Picasso?

  • Espera a la primavera, Bandini de John Fante

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    America sucumbe a la Gran Depresion. Arturo Bandini, hijo de emigrantes italianos, transita entre la infancia y la adolescencia. Su padre, Svevo, amante del vino y las mujeres, es albanil, pero en pleno invierno apenas hay trabajo y la inactividad lo desespera. Su madre, Maria, es una catolica ferviente, a un tiempo sumisa y feroz. Esperando la primavera crece el joven Arturo, adolescente turbulento que intenta abrirse camino en la vida y sobrevivir cuando el padre abandona el hogar para irse a vivir con una riquisima viuda.

  • Vienen por ti de Andrea Larrabe

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    La primera novela de romance paranormal adolescente escrita por la periodista Andrea Larrabe.

  • Cl@ndestinos de Teresa Mateo Arenas

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    Rhona es una mujer que acaba de llegar al medio siglo de vida con un marido que hace tiempo que dejo de hacerla feliz y con sus hijas enfermeras en Londres. Es una mujer abnegada, que durante anos ha vivido por y para su marido e hijas. Tras la marcha de estas y el desarraigo en su matrimonio, Rhona acusa el sindrome de nido vacio, se siente sola y no sabe que hacer. Sus amigas la convencen que es el momento de retomar su sueno, asi que despues de muchas vueltas se decide, a pesar de la negativa de su marido, a intentar cumplir su sueno. Facebook es un medio de dar a conocer sus trabajos, ella cuelga sus obras, el director de una pequena pero prestigiosa galeria le ofrece colaborar con ellos, a partir de ahi Rhona empieza a sentir que la vida vuelve a tener sentido, por primera vez se siente valorada como artista.... Y como mujer.

  • Me gusta este idiota de Linda Meller

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    Giulia:

  • Los planificadores de Un-su Kim

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    Lo importante no es quien dispara, sino quien esta detras del que aprieta el gatillo.

  • La condesa de Castiglione de Antonio Sanz Oliva

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    Los ultimos dias de Virginia Oldoini.
    Una espia en la corte de Napoleon III.

  • Dulce promesa (Dulce Londres 3) de Eva Benavidez

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  • El Sol de Breda de Arturo Perez-reverte

    https://gigalibros.com/el-sol-de-breda.html

    <

  • Demasiado Tarde (Amores Imposibles 3) de Amaya Evans

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    Bienvenido a Heaven Manor
    Una casa para senoritas, muy conocida por gente de sociedad, a la que llegan jovenes pertenecientes a las mejores familias del pais cuya reputacion ha sido danada o destruida debido a algun escandalo. Por este motivo, y gracias a la verguenza que le han hecho pasar a sus familias, son enviadas a este centro de rehabilitacion de comportamiento para que cuando esten listas salgan de alli, a hacer una vida digna de su status social.
    1868: Elsy Wakefield, es la directora del centro de rehabilitacion de comportamiento para senoritas. Un sitio que desde que se fundo ha sido su orgullo y una bendicion para muchas familias. Ella tambien tiene un pasado parecido al de muchas jovenes a las que ayuda, y jamas penso que ese pasado regresaria a ella.
    Oswald Miller es el amor de juventud de Elsy, y viene a recuperar todo lo que habia perdido hace anos por culpa de personas malintencionadas que no querian verlos juntos. Ahora tendra que luchar contra muchos obstaculos para poder derrumbar las barreras que los separan, empezando por las del corazon de la misma Elsy.

  • El mundo hasta ayer de Jared Diamond

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    El ganador del premio Pulitzer, autor de los best sellers Colapso y Armas, germenes y acerovuelve al pasado en busca de un futuro mejor.

  • El enemigo conoce el sistema de Marta Peirano

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    Todo lo que no quieres pero necesitas saber sobre el poder, la economia, la sociedad y las telecomunicaciones en la era de la informacion.

  • Mi negro pasado (Como agua para chocolate 3) de Laura Esquivel

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  • El amante de A. Martin

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    La novela mas erotica que puedes leer.

  • Casi Ausente de Blake Pierce

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    Cuando Cassandra Vale, de 23 anos, acepta su primer trabajo como ninera, la asignan a una familia adinerada en una finca rural en las afueras de Paris, y todo parece demasiado bueno para ser verdad. Pero pronto descubre que detras los portones dorados hay una familia disfuncional, un matrimonio perverso, ninos conflictivos y secretos demasiado oscuros para ventilar.

  • La cancion de Auschwitz de Francisco Javier Aspas

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    Una estremecedora novela que revela la posibilidad del amor en el campo de concentracion en el que se exterminaron cientos de miles de vidas y de suenos.

  • El cojo y el loco de Jaime Bayly

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    El cojo no nacio cojo. Nacio jodido, pero eso no lo sabian sus padres ni, por supuesto, el mismo. No nacio jodido porque sus padres fuesen pobres o no lo quisieran; sus padres tenian dinero y lo esperaban con amor. Nacio jodido porque su destino era el de ser cojo, cojo desde nino, y que sus padres se avergonzaran de el y lo escondieran de sus amigos y lo trataran como a un apestado. Eso, tener una pierna mas corta que la otra y ser un indeseable en su propia familia, le jodio la vida. Pero cuando nacio todo era felicidad porque era el hijo mayor, el que llevaba el nombre de su padre, y porque era robusto, rollizo y varon, como sus padres deseaban, y porque lucia saludable y apuesto, a pesar de que sus padres no eran precisamente guapos. Su padre, don Bobby, era alto, flaco, enjuto, el gesto adusto, la mirada severa, la flema britanica, la disciplina de hierro para hacer dinero en esa ciudad sudamericana, Lima, a la que habia emigrado desde Dublin. Su madre, dona Vivian, de origen chileno, era baja y gordita, y tenia debilidad por el trago y los juegos de naipes. Se habian conocido en el casino de Valparaiso y poco despues se habian casado en una iglesia de Lima. Al cojo le llamaron Bobby porque asi se llamaba su padre irlandes y asi se habia llamado su abuelo irlandes. Le decian Bobby o Bobby the Third o Bob. Su padre le hablaba en ingles y su madre en un espanol suavizado por la dulce musicalidad del acento chileno. El cojo fue un nino querido y feliz los primeros ocho anos de su vida, es decir, los anos en que no fue cojo. Fue querido desmesuradamente por su madre, que lo colmaba de regalos y dulces y lo llevaba a los parques de diversiones y le hacia las mas esplendidas fiestas de cumpleanos, y fue querido con el rigor y la severidad que se esperaban de su padre irlandes, que entendia que el carino excesivo podia ablandar el caracter de su hijo mayor y convertirlo en un pusilanime, en un sujeto apocado y abulico, como le parecia la mayor parte de los peruanos, cuyo pais habia elegido para vivir y en el que habia prosperado rapidamente en el negocio de la venta de neumaticos y luego en el de la venta de autos. De esos primeros ocho anos felices de su vida, el cojo no solia acordarse de nada porque a menudo los recuerdos felices son los que mas facilmente se difuminan. Pero hay abundante constancia grafica del amor que sus padres prodigaron al cojo en los anos en que fue normal, en que no cojeaba. Era un nino mofletudo, moreno de tanto ir a la playa, de anchas espaldas y piernas de futbolista, con la contextura de un boxeador en miniatura. En el colegio se hacia respetar porque era bueno dando trompadas y patadas y porque le gustaba pelearse aunque la cosa no fuese con el, solo por el puro gusto de repartir punetes y escupitajos y mentarle la madre a alguien. En esto el cojo, que todavia no era cojo, parecia haber heredado el caracter agrio de su padre, que era un jefe implacable, despiadado, que llegaba a la fabrica de neumaticos a las seis de la manana y se paraba en la puerta para tomar nota de los empleados que llegasen cinco o diez minutos tarde, a los que les descontaba el sueldo por la tardanza, sin escuchar siquiera sus disculpas o explicaciones. Era un jefe temido y respetado, pero tambien odiado, y mas de uno de sus empleados penso alguna vez secuestrarlo o matarlo para vengar las humillaciones a las que los sometia ese irlandes espigado y de bigote, con cara de mala leche. El cojo era un alumno mediocre. No sacaba buenas notas. No hacia las tareas ni tenia buena memoria ni se aplicaba en las clases y por eso su padre lo renia severamente. Pero su madre lo consolaba, le regalaba chocolates y galletas importados, le decia que las notas no eran tan importantes, que lo unico importante era que fuese un chico sano y feliz. Sano y feliz fue durante ocho anos, pero luego se enfermo y ya no fue sano ni feliz el resto de su vida. Enfermo de un mal llamado osteomielitis, que no era precisamente polio pero se le parecia, y que le carcomio ocho centimetros de la pierna derecha. Sus padres lo llevaron a los mejores medicos de la ciudad, hicieron todo lo posible por curarlo, pero todos los tratamientos fueron en vano. El cojo tenia una pierna mas larga que la otra y era probable que la pierna corta se le siguiera achicando. Por eso lo subieron a un avion y lo llevaron a una clinica en Baltimore, donde lo sometieron a un tratamiento que al menos impidio que el hueso danado siguiera encogiendose. Su padre queria que lo dejaran normal, que saliera del hospital de Baltimore con las dos piernas del mismo tamano, sin ser cojo para toda la vida. Pero los medicos le explicaron que eso era imposible, que el hueso se habia empequenecido y ya no habia forma de hacerlo crecer. --Entonces cortenle la otra pierna --dijo el viejo Bobby, sin titubear--. Mochenle ocho centimetros de la pierna izquierda. Asi me lo emparejan y me lo regreso a Lima mas chato, pero como un chico normal. Los medicos se negaron a amputar parte de la pierna sana del cojo. Su madre se indigno tanto con la sugerencia de don Bobby, que le dio una bofetada y le dijo en ingles que era un borracho hijo de puta, y se lo dijo en presencia de los medicos, que se hicieron los distraidos. --Si Dios nos ha mandado a un hijo cojo, lo trataremos con amor --dijo dona Vivian, los ojos acuosos por la emocion y por los whiskys que se habia echado para mitigar la emocion. --El problema es que ademas de cojo pinta para cojudo --sentencio don Bobby, y por suerte el cojo no lo escucho, porque estaba dormido, anestesiado. Cuando regresaron a Lima, todo cambio. Don Bobby dispuso que construyeran una habitacion con bano al fondo del jardin, donde dormiria su hijo el cojo, acompanado siempre de una empleada domestica. El cojo no entendio por que no podia seguir durmiendo en su cuarto, por que lo mandaban a dormir a esa casita al fondo del jardin, lejos de todos. Ya don Bobby y dona Vivian habian tenido dos hijos mas, de cuatro y dos anos, a los que llamaron Charles y Peter. En los dos anos siguientes al descubrimiento de la enfermedad del cojo tuvieron dos hijos mas, Vivian e Ian, con una premura que solo podia entenderse por la verguenza que sentian de su hijo cojo y la necesidad de tener mas hijos que caminasen normalmente. Cuando el cojo cumplio doce anos, ya era un nino jodido, acomplejado, lleno de rencor contra sus padres. Porque no lo dejaban participar de las fiestas, de las comidas, de los cumpleanos de sus hermanos. Porque lo habian sacado del colegio y le daban clases particulares en su casita oscura al fondo del jardin, alli donde lo habian confinado como si fuera un leproso. El cojo entendio, porque era tonto pero no tanto, que sus padres querian esconderlo del mundo, que era una mancha en la familia, un error genetico, una molestia para todos. Sus hermanos menores se burlaban de su cojera y hasta las empleadas domesticas se reian, cubriendose las bocas desdentadas, cuando hacian chistes crueles sobre el cojito, al que llamaban El Rey de la Cumbia. La vida del cojo parecia condenada a la clandestinidad impuesta por sus padres y al escarnio de sus hermanos y amigos. El cojo lloraba amargamente cuando habia una fiesta y lo dejaban encerrado en la casita al fondo del jardin para que nadie supiera que existia y cojeaba notoriamente, que don Bobby, el gran empresario irlandes que habia triunfado en Lima y acababa de fundar un banco, tenia un hijo cojo y medio tonto, que no caminaba bien ni se expresaba con la propiedad y la lucidez que se esperaria de su hijo mayor. El cojo se sentia una mierda, una basura, cuando lo escondian de los demas. Yo no tengo la culpa de ser cojo, pensaba. Dios, hijo de puta, por que mierda me hiciste cojo, se lamentaba. Y un dia que era el cumpleanos de Charles, el cojo se rebelo y rompio el cautiverio en el que se hallaba y le dio un punete y una patada a la empleada que estaba obligada a vigilarlo y salio corriendo y cojeando a la vez hasta llegar al comedor donde los invitados estaban cantandole Happy birthday al nino Charles. Todos enmudecieron cuando vieron entrar al cojo cojeando con la cara encabronada y el animo de venganza. Su padre le grito: --Bobby, ?que demonios haces aca? !Vuelve inmediatamente a tu cuarto! La torta blanca estaba coronada por unas velas encendidas que Charles debia soplar cuando terminasen de cantarle Happy birthday. El cojo no le hizo caso a su padre: se subio a la mesa, pisando sanguchitos, alfajores y gelatinas, se bajo la bragueta ante la mirada atonita de las senoras y los amiguitos de Charles, y empezo a mear sobre la torta, apagando las velas. Luego lanzo una risotada feroz, malvada, que dio escalofrios a su madre y que hizo que su padre, don Bobby, sentenciara en voz baja: --Te jodiste, cojo de mierda. Ahora te mando al internado ingles. El loco no nacio loco. Nacio feo y tartamudo y eso le jodio la vida y termino por volverlo loco. No todos los feos y tartamudos se vuelven locos, pero el loco nacio con un talento natural para la locura y para hablar de una manera tan violenta y atropellada que nadie podia entenderlo, asi que estaba en su destino que nadie lo entendiera y ser por eso un loco y no un loco cualquiera sino uno del carajo, un loco memorable, el loco mas enloquecido de una ciudad llena de locos como Lima. Casi todos los padres dicen que sus hijos son lindos y encantadores, pero los padres del loco, cuando lo vieron nacer, quedaron asustados por lo feo que era y por lo espantosos que sonaban los alaridos que lanzaba. No parecia un bebe nacido para ser feliz, parecia un amasijo peligroso de rabia y fealdad, un bicharajo hediondo, peludo y pingon que movia los pies como queriendo patear a todo el que pudiera y lloraba de una manera entrecortada, anunciando su brutal tartamudez. Era el primer hijo de don Ismael y dona Catalina y habia sido concebido con amor, pero no por eso les parecio menos feo y odioso. Lo odiaron desde la primera vez que lo vieron y lo siguieron odiando cuando crecio y siguio gritando y pateando y rompiendo todo y cuando empezo a hablar en ese idioma fragmentado y frenetico que parecia haberse inventado para joder a todo el mundo y en el que nadie podia entenderlo. Podia perdonarsele que fuera tartamudo, pero ademas era feo, antipatico, chillon, peludo y peligroso como una tarantula, y sus padres se sentian avergonzados de haber procreado a una criatura que, a los ojos de cualquiera, resultaba horrenda e insoportable de mirar. Como era previsible, don Ismael y dona Catalina vengaron ese primer fracaso inesperado teniendo cinco hijos mas, cinco hijos que les salieron guapos y bien hablados, cinco hijos que borraron esa mancha oprobiosa que era el loco, y procuraron alejarlos todo lo posible del primero y mas fallido de sus hijos, al que entregaron al cuidado de las empleadas domesticas y al que, para no afearse la vida o para no recordar ese fracaso genetico, trataban de ver lo menos posible. El loco supo desde muy nino que sus padres no lo querian, que sus hermanos no lo querian, que las empleadas que lo cuidaban tampoco lo querian ni le tenian paciencia y le jalaban las orejas y le decian groserias a escondidas, sin que oyeran los patrones. El loco supo que era un estorbo, un asco, un fastidio para todos, solo que al comienzo no entendia bien por que nadie lo queria, si por tartamudo o por feo o porque le crecian pelos por todas partes y parecia una arana venenosa. El loco no iba al colegio porque era mas bruto que una pared de cemento y no entendia nada y nadie lo entendia a el. Sus padres contrataron a un profesor particular para que le ensenase a leer y escribir y sumar y multiplicar, pero el loco era una bestia redomada y no aprendia un carajo y cuando le hablaba al profesor no se sabia si lo estaba insultando o halagando o si estaba pidiendole permiso para ir a cagar. Lo raro era que el loco no se empantanaba con las palabras, no era un tartamudo normal, al loco las palabras le salian tan atropelladamente que se montaban unas sobre otras y terminaba diciendo en una palabra incomprensible lo que habia pensado decir en tres o cuatro. Era una ametralladora verbal, disparaba las palabras como balas o cartuchos y estallaban en la cara de quien hiciera el esfuerzo de escucharlo y entenderlo, un esfuerzo que siempre resultaba inutil, porque a veces ni el propio loco entendia lo que habia dicho o querido decir. No habia cumplido trece anos el cojo cuando sus padres lo llevaron al puerto del Callao y lo subieron a un barco que lo llevaria a Londres, a un colegio internado. El cojo subio las escaleras cojeando y no volteo para despedirse de sus padres. No queria verlos mas. Su madre lloraba, arrepentida, pidiendole a don Bobby que bajase al nino de ese barco y que tuviese un poco de piedad con su hijo mayor. Pero don Bobby era duro como los mas duros y por eso habia triunfado en los negocios y no dejaria que ese cojo malnacido le jodiese la vida, avergonzandolo frente a sus amigos, los grandes senores de Lima. Habia que mandar al cojo lejos de Lima y que otros se encargasen de educarlo y hacerlo un hombrecito y meterlo en vereda, carajo. No por cojo iba a ser un marinconcito engreido por su madre, no por cojo iba a ser un tontito que se pasaba el dia comiendo marshmellows, oyendo la radio y tirandose pedos estruendosos que a don Bobby lo ponian de muy mal humor. El cojo tenia que irse lejos, a un internado en Londres, donde lo someterian a severas reglas de disciplina que forjarian su caracter y lo salvarian de ser un imbecil redomado. Era lo correcto, era lo que habia que hacer por su bien, pensaba don Bobby. Solo asi el cojo no sera el grandisimo cojudo que es ahora, que seguira siendo si lo dejo apanar por Vivian y las empleadas. Por eso don Bobby permanecio de piedra, como una estatua, y el cojo no volteo a hacerles adios a sus padres y dona Vivian grito cuidate Bobby, ya te vamos a ir a visitar en el verano.

  • La cita misteriosa de Lady Amor

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    Antonio ha recibido una nota de una admiradora secreta que lo cita en un bar proximo a su trabajo. No puede evitar estar nervioso: solo sabe que tiene que buscar a una misteriosa chica de rosa…

  • El valle de las lagrimas de Sonia Marmen

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    Harta del acoso constante que sufre por parte de Lord Dunning, Caitlin se escapa del castillo. En su desesperada huida, la joven conoce al contrabandista Liam McDonald, un hombre apuesto y con el alma herida que le ofrece refugio en su casa de las Highlands. En medio de paisajes de ensueno y de un torbellino de aventuras, nacera el amor entre Caitlin y Liam.

  • Su ultimo suspiro (Tracy Crosswhite 2) de Robert Dugoni

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    Tras resolver el misterio del asesino de su hermana, la inspectora Tracy Crosswhite retoma su labor policiaca.

  • No lo llames pasion de Noelia Amarillo

    https://gigalibros.com/no-lo-llames-pasion.html

    Yo era una mujer felizmente casada, con dos hijas maravillosas y un marido estupendo. O eso creia. Porque hace seis anos descubri que me estaba poniendo los cuernos. Pero, ojo, no unos cuernos pequenitos y disimulados, no. Unos que envidiarian incluso los miuras de pura raza. Grandes, voluminosos y afilados. De esos que todo el mundo ve menos la interesada, que, en este caso, era yo. Asi que deje de estar felizmente casada. Me divorcie, me compre un piso tan lobrego como mi alma y me mude a el con mis hijas.

  • Las verdades infames de Damian Comas

    https://gigalibros.com/las-verdades-infames.html

    Eduardo Antonio Parra

  • La luz invisible de Jesus Valero

    https://gigalibros.com/la-luz-invisible.html

    Una gran traicion, una aventura a traves de los siglos y un misterio que lucha por salir a la luz.

  • El aroma del tiempo de Nuria Pradas

    https://gigalibros.com/el-aroma-del-tiempo.html

  • Los favoritos de C.J. Benito de C. J. Benito

    https://gigalibros.com/los-favoritos-de-c-j-benito.html

    En este recopilatorio encontraras los libros favoritos del autor:

  • Contra amazon de Jorge Carrion

    https://gigalibros.com/contra-amazon.html

    Las bibliotecas y las librerias -reales o de ficcion, recorridas o leidas- son escenarios fundamentales de nuestra educacion sentimental e intelectual. En este libro de cronicas que ensayan y de ensayos narrativos, Jorge Carrion viaja a las innovadoras bibliotecas y librerias de Seul; investiga en Napoles y en Capri la historia de la mitica casa de Curzio Malaparte; entrevista a libreros y a escritores de Miami; conversa sobre libros y ciudades con Alberto Manguel, Iain Sinclair, Luigi Amara o Han Kang; interpreta las bibliotecas de Don Quijote y del Capitan Nemo, y rinde homenaje a algunas de las librerias y de las bibliotecas mas fascinantes del mundo -y de su propia vida. Mientras Amazon sigue conquistando espacios fisicos y virtuales, el autor de Librerias -el libro de referencia internacional sobre el tema, traducido a las lenguas mas importantes del mundo- y de “Contra Amazon. Siete razones / Un manifiesto” -que ha sido un autentico fenomeno en el mundo cultural anglosajon- defiende la figura del librero y la libreria de autor, al tiempo que nos invita a viajar y -sobre todo- a leer con espiritu critico.

  • Articulo 353 del codigo penal de Tanguy Viel

    https://gigalibros.com/articulo-353-del-codigo-penal.html

    Finales de siglo xx en una region francesa en pleno declive industrial y economicamente y moralmente perjudicada. Martial Kermeur ha sido arrestado por la policia por haber lanzado al mar al promotor inmobiliario Antoine Lazenec. Martial relata al juez los motivos que le han llevado a esa situacion: su divorcio, la custodia de su hijo Erwan, su jubilacion y, sobre todo, los corruptos proyectos de Lazenec, quien ha estafado y dejado a Kermeur sin los ahorros de toda una vida.

  • Los Boston en Londres (Damas poderosas 5) de Noa Pascual

    https://gigalibros.com/los-boston-en-londres-damas-poderosas-5.html

    Miranda Boston miraba en rededor, buscando a su hermano mayor, el mismo que la habia obligado a viajar a Inglaterra sin contar con sus deseos. No habia tenido a bien escuchar sus quejas cuando ella, en su ultima carta, le habia explicado con mucha educacion y paciencia, que su peticion, justo en ese momento, no era la mas acertada, ya que el senor Lonan Hill le habia pedido matrimonio... Bueno, no habia sido una peticion oficial exactamente, ni romantica, pero, literalmente, el habia dicho: <>. Suspiro, nostalgica, recordando ese momento. Deseaba tanto convertirse en la senora Hill... Por fin se sentiria parte de alguien, ya que desde que fallecio su padre, su mundo se habia desmoronado; ya no tenia una familia a su lado. No es que sus hermanos no hubiesen mirado por ella, pero la diferencia de edad entre ellos tan solo era de dos anos, mientras que con ella eran quince y trece, y eso la convertia en la nina molesta que siempre los perseguia y a la que no sabian como tratar. Echaba de menos aquella epoca en la que estaban todos juntos; eran pobres, pero estaban muy unidos. Si la fatalidad no hubiese entrado en su casa y unas fiebres no se hubiesen llevado a su madre al cielo, posiblemente habrian continuado siendo la familia feliz que fueron. Pero aquella tragedia los separo o, mejor dicho, los cambio, pues su padre se trastorno, y lo dejo todo para convertirse en un cazador de tesoros. El oro con el que sonaba desde hacia anos se metio en su cabeza como si fuese lo unico que importaba, ya no veia nada excepto la forma de encontrar el preciado metal, y por ello se marcho en su busca, !y vaya si lo encontro! Sonrio con carino al recordar a su padre. Ella lo habia admirado incluso antes de convertirse en el hombre al que todos adulaban, los mismos que durante anos lo habian perseguido para que pagase sus deudas, que no eran pocas, ya que se obstino en convertir a sus hijos en hombres de provecho. Deseaba el mejor futuro para ellos, y se dejo la piel y todo cuanto poseia para ofrecerles una educacion exquisita, pues nada menos que los hijos de un granjero se habian convertido en medico y notario. Cerro los ojos con pesar al recordar a su hermano mayor el dia que murio su madre; en esa misma fecha decidio abandonar todos sus conocimientos en medicina, pues de nada le habian servido para salvar la vida de la mujer que mas queria. Nego con la cabeza para ahuyentar aquellos tristes recuerdos. Debia ser positiva y estar contenta por poder abrazar de nuevo a Dereck; habian pasado cinco anos desde la ultima vez que se vieron y anhelaba aquel reencuentro. Sin poderlo evitar, solto una risita nerviosa. Estaba convencida de que su hermano mayor esperaba encontrarse con la ninita de trece anos que vio por ultima vez, con lagrimas en los ojos por tener que separarse de ellos, en la puerta del internado para senoritas mas afamado de Nueva York, donde la elite de la alta sociedad enviaba a sus hijas para convertirlas en las damas perfectas con las que cualquier hombre querria casarse. Ella no habia pensado nunca en el matrimonio; de hecho, la sola idea de tener que intimar con un hombre la hacia estremecer. ?Quien querria casarse despues de todo lo que las maestras les habian contado respecto a los salvajes anhelos de los hombres? Ella desde luego no queria. Ahora bien, cuando nueve meses atras salio del internado y llego a su casa, vacia y fria, cambio de opinion. A tenor del panico de dejarse poseer por un esposo, siempre seria mejor que soportar aquella soledad. Nunca le habia gustado estar sola y, al llegar a su casa, aquella soledad fue su unica compania; eso la hizo recapacitar con respecto al matrimonio. Y Lonan parecia haber leido sus pensamientos, pues a la semana de conocerse, en el despacho de la naviera familiar, el se ofrecio a llevarla a su casa y en la misma puerta comento: <>. Habian pasado tres meses desde esas palabras y el ultimo dia que se vieron, antes de partir ella a Inglaterra, el le beso la mano enguantada y se despidio con una frase muy esperanzadora: <>. Un par de ojos la estaban observando. ?Quien era aquella muchachita menuda de rostro angelical? Una pregunta que se hizo el marques de Frotell. No la habia visto con anterioridad, estaba seguro de ello, pues hubiese sido imposible olvidarse de aquella figura. Parecia tan moldeable, que se sintio irremediablemente atraido por ella; necesitaba comprobar si su cuerpo se amoldaria a la perfeccion entre sus brazos. Tan ensimismado estaba que sus pies se pusieron en movimiento sin ser consciente de ello. Camino hasta quedarse a tan solo un par de metros de esa mujer, que parecia tan absorta en sus pensamientos que apenas se habia percatado de su presencia. Y casi agradecio que no lo hiciera, pues asi podia comprobar con tranquilidad que la joven no era un sueno. Era real, tan real como que el empezaba a sentirse mareado. ?Que le ocurria? Estaba acariciando con su mirada aquel rostro, anhelando inclinarse y rozar con sus labios aquellas palidas mejillas, embriagarse de su olor y besar aquellas tupidas pestanas negras, tan oscuras como el cabello largo y rizado que la joven mostraba con descaro bajo el sombrerito que apenas llevaba anudado, con las cintas en libertad, balanceandose en el viento por la brisa que corria al estar cerca del mar. Penso que con ello advertiria si la joven seria capaz de bailar con tanta sensualidad entre sus brazos, escuchando los acordes de un vals. Pestaneo para comprobar si estaba bajo los efectos del brandi que habia ingerido minutos antes, pero no; esa muchachita era real, y aquellos ojos oscuros parecian guardar cientos de secretos. La risita timida que ella emitio lo hechizo por completo. ?Que hacia una damita en los muelles de Bristol? Una pregunta que estaba a punto de realizar cuando, justo delante de la joven, paro un carruaje con el emblema del conde de Stanton y Oxford. --Frotell, no me gusta repetir las cosas --se quejo el duque de Manfford. Benedick se giro lentamente; se habia olvidado por completo de su padre. Apenas habia prestado atencion a sus quejas, ya que de normal grunia por todo. En esta ocasion, su mente habia estado abstraida por la belleza de la joven morena, y, por desgracia, no habia podido averiguar siquiera su nombre. Si el carruaje pertenecia al conde de Stanton, era muy posible que se tratase de alguna de las primas del conde. No era ningun secreto que los St. John habian sido una familia tan prolifera que no existia comarca alguna en la que no habitase alguien con ese apellido. Claro que, dada la juventud de la chica, y el hecho de que el no la hubiese visto en ninguna fiesta de la temporada, significaba que la joven seguramente habia acudido a Londres para ser proximamente presentada en sociedad. Ademas, que luciese con tal descaro su larga melena suelta mostraba a todas luces que provenia de alguna comarca interior; era sin duda una senorita de campo, y, por lo tanto, habia llegado a Londres para debutar. Con ese pensamiento sonrio interiormente, pues el, como uno de los nobles mas solicitados por las madres de damas casaderas, era invitado a todos los eventos, y eso significaba que, antes o despues, sus caminos volverian a cruzarse. Miranda se sorprendio al ver ante ella a una mujer rubia muy alta. --Debes de ser la senorita Boston --saludo lady Stanton. Ella asintio con la cabeza. --Ah, es un placer tenerte en Inglaterra --comunico, amistosa--. Disculpa a tu hermano, un asunto urgente de ultima hora le ha impedido venir a recibirte. Miranda se mordio el labio inferior, incredula porque el la hubiese obligado a viajar hasta Inglaterra, posponiendo sus planes de boda, y no hubiese sido capaz de ir a recibirla. Al fijarse en la mujer que tenia delante acabo sonriendo. Puede que Dereck no estuviese alli, pero desde luego habia mantenido su promesa de permanecer en contacto, al contrario que Owen, del que no sabia nada desde hacia casi un ano. Y gracias a la correspondencia mensual que recibia, estaba al tanto de la amistad entre el y ciertas mujeres que lo habian ayudado a integrarse en la sociedad inglesa. --Tu debes de ser Abby. La mujer se rio con tanto encanto que Miranda rectifico de inmediato. Sin duda, Dereck habia sabido describir a la perfeccion a las gemelas Allende. La dulzura y encanto de la mujer que tenia delante la delataba. --No, no, eres Sophie --se corrigio con rapidez--. Segun tengo entendido, debo felicitarte por tu reciente union con el conde de Stanton y tu estado de buena esperanza. A Sophie le gusto que la joven la reconociese, decia mucho del senor Boston. Y tambien le agrado que la tuteara; al fin y al cabo, solo se llevaban tres anos. Un hombre moreno de ojos verdes y tan alto como su hermano Dereck se acerco hasta ellas. --Connor, querido, permiteme presentarte a la senorita Boston. El conde de Stanton y Oxford hizo una pequena reverencia como saludo, pero Miranda alargo el brazo y le tendio la mano. Connor miro a su esposa y los dos reprimieron las sonrisas; esa jovencita tenia mucho que aprender sobre protocolo ingles. Claro que, el era un caballero y jamas dejaria en evidencia a una dama, por lo que se la estrecho sin mostrar desacuerdo alguno. Sophie se percato de que junto a Miranda habia dos baules. --?Has venido sola? --indago, preocupada. Miranda parpadeo. --No. Ademas de unos cuantos marineros --explico con tranquilidad--, tambien viajaba el capitan y... -- comunico como si fuese la respuesta mas normal--, por supuesto, Wyatt Mendoza. Sophie miro a Connor; los dos se quedaron atonitos con aquella aclaracion. --Wyatt Mendoza --repitio el conde, invitando a la joven a explicarse mejor. --?Acaso mi hermano no os ha hablado de Wyatt? Sophie nego con la cabeza. Miranda torcio el labio; no era posible que su hermano nunca hubiese mencionado a su mejor amigo. Habian sido inseparables. Mas que eso, Mendoza pertenecia a la familia; incluso a ella le costo asimilar que Wyatt era un vecino y no un hermano mas. --Es el mejor amigo de mi hermano, su contable y su hombre de confianza --informo, un tanto molesta por que nadie supiese de la existencia de Wyatt, cuando, por el contrario, Mendoza y ella conocian a las gemelas y a todas las amistades que Dereck habia contraido en Inglaterra. Como si lo hubiesen invocado, el hombre de largo cabello castano oscuro, ojos como las avellanas y menton cuadrado, aparecio justo delante de ellos. Su porte esbelto y fornido mostraba que, bajo ese traje de buena calidad, habia un hombre salvaje capaz de matar con un punetazo a cualquier entrometido. --Ya esta todo dispuesto --comunico a Miranda. Al ver a dos desconocidos alli, los miro interrogativo. --Soy el conde de Stanton y Oxford --se presento Connor--. Hemos venido a recibir a la senorita Boston. Wyatt miro de soslayo a Miranda; sabia que estaria algo decepcionada por no haber sido recibida por su hermano mayor, al que adoraba e idolatraba. --Wyatt Mendoza --dijo, extendiendo la mano para saludar al conde. Tras las presentaciones pertinentes, los cuatro montaron en el carruaje de los condes. Wyatt permanecio callado, sin comprender todavia que habia podido ser tan importante como para que Dereck no hubiese ido a recibir a su hermana pequena, a la que llevaba cinco anos sin ver. No era propio de Boston ser tan desapegado. Menos, cuando nada mas enviarle la nota en la que le comunicaba que Lonan Hill, el afamado mujeriego y cazafortunas, habia puesto sus miras en Miranda, el respondio de inmediato que no se despegara de su hermana, y que impidiera a toda costa que ese truhan se quedase a solas con ella, pues, conociendo a Hill, haria lo posible por mancillarla para obtener la dote de Miranda. Y, ademas, lo habia dispuesto todo para zarpar de inmediato a Inglaterra, con tal de impedir que su hermana se embarcara en algun preparativo ceremonial. Miranda observaba. Era una cualidad que poseia desde pequena, siempre observadora y atenta a todo cuanto se producia a su alrededor. Observo las sonrisas de los condes. Habia algo especial en ellas, como si estuviesen manteniendo un lenguaje secreto... Agrando los ojos al percatarse de que el conde, de manera disimulada, estaba acariciando con su dedo menique el contorno de la cintura de su esposa. Trago con dificultad; eso era un gesto inapropiado y escandaloso. A ella le habian ensenado que cualquier tocamiento en publico era una muestra de pecado. Ademas, era el preambulo y el anuncio de que un hombre deseaba mas. Se le acelero la respiracion. Aunque, observo detenidamente a la condesa, y no parecia estar incomoda, sino mas bien lo contrario. Eso la perturbo. Giro la cabeza para apartar aquella imagen y penso que, si lady Stanton se habia acostumbrado a los instintos primarios de su esposo, quiza ella acabaria acostumbrandose tambien en el futuro. Ese pensamiento la hizo sonreir y recordar que, en cuanto llegase a casa, se mantendria ocupada con los preparativos para su boda. No volveria a estar sola nunca mas. Sophie desvio la mirada hacia Miranda y tambien sonrio. Se la veia tan joven y tan bonita que Boston seguramente querria ocultarla, ya que sin duda le iban a salir muchos pretendientes. Tuvo que reprimir una carcajada, pues tambien Beatrice iba a tener una ardua tarea, ya que el senor Boston la habia convencido para que instruyese a su hermana en las lindes protocolarias. Y para ser sinceros, algo le decia que, con Miranda, ese camino no iba a ser de rosas, ya que la joven mostraba una naturaleza independiente. Solo verla corroboraba su pensamiento, pues habia viajado sin carabina, sin doncella personal y sin temor a nada. !Iba a ser muy divertido ver lidiar a Boston con su hermana! Cap i tulo 2 Benedick llevaba la mitad del trayecto sin prestar atencion a las quejas de su padre. No podia apartarse la imagen de aquella muchacha. Y eso era lo que le tenia abstraido, mas que nada porque no habia sentido una atraccion pasional. Ni siquiera penso en ella en terminos eroticos, como tampoco fue su belleza lo que lo cautivo y hechizo. No, no habia sentido ese tipo de atraccion; era una mas temerosa, salvaje y preocupante. Al verla alli sola y desamparada ante la mirada y pensamiento pervertido de cualquier desalmado que pudiese vagar por los muelles, deseo protegerla. Trago con dificultad. ?Quien querria proteger a una persona que no conocia? El. Asi de rotunda y contundente era la respuesta. --Tienen el castigo que se merecen --sentencio el duque. Esa frase tan concluyente lo saco de su ensonacion. --?Perdon? El duque lo miro, desafiante; no le gustaba repetir las cosas y su hijo estaba acabando con su paciencia ese dia. --El vizconde Armony y toda su familia han sido castigados como se merecian --anuncio, triunfal--. Han perdido el titulo y todo cuanto poseian. --Querra decir que usted los ha despojado de todo ello. El duque apreto la mandibula; su hijo era un desagradecido. --Si te hubieses comportado como el hombre que yo pense que habia criado, en vez de comportarte con tanta benevolencia, esa hija descarriada de Armony ahora seria tu esposa y nuestro apellido no se habria visto ridiculizado --le reprocho, recordandole que lo habia avergonzado ante toda la sociedad. --Estaba enamorada de Sunsett --replico, aludiendo al vizconde con el que habian pillado a la joven besandose entre unos arbustos el mismo dia en que el habia anunciado su compromiso con ella--. El escandalo habria sido mayor de haberme casado --se justifico. --Una aristocrata no tiene derecho a enamorarse --sentencio, con su tipica arrogancia--. Su mision es aceptar al candidato que llegue a un acuerdo con su padre --expuso, como si su palabra fuese ley--. Y eso hara tu hermana, porque asi es como se comporta la hija de un duque y asi es como durante siglos hemos impedido que sangre de indeseables se mezclase con la nuestra. --Jezabel es hija de un vizconde --defendio a la muchacha sin saber por que, pues, al fin y al cabo, lo habia ridiculizado--. Y Sunsett tambien es un noble. --!Y tu la verguenza de esta familia! --escupio las palabras sin piedad--. Todos tus ancestros deben de estar revolviendose en sus tumbas al comprobar que, en lugar de comportarte como el futuro heredero del ducado de Manfford, eres un petimetre. Las palabras fueron hirientes, pero Benedick las recibio con elegancia, pues no respondio. --Menos mal que sigo al mando de este ducado y he sabido castigar a los culpables de este escandalo --adujo--. Procura a partir de ahora no volver a avergonzarme --amenazo--. Mi permisividad contigo ha llegado al limite; a partir de hoy sere yo quien se encargue de encontrarte una esposa acorde a tu condicion social. Has demostrado que no eres capaz de elegir a una futura duquesa. Benedick habia soportado muchas humillaciones por parte de su padre, tantas que era imposible recordarlas todas. Sin embargo, esta seria la ultima; no estaba dispuesto a someterse mas. --La eleccion de mi esposa la decidire yo --proclamo, autoritario. El duque se sorprendio; su hijo no se habia mostrado tan firme desde... No, no se habia mostrado asi nunca, por lo que le concedio una ultima oportunidad. --Mas vale que me demuestres que eres digno hijo mio o te desheredare. Benedick no respondio. --Recuerda bien mis palabras, Frotell --mas que un consejo, fue una orden--. Hoy en dia quedan muy pocas mujeres aptas para ostentar a ser de duquesa --menosprecio a la mayoria de mujeres que quedaban solteras--. Por el contrario, existen muchas otras, que se dividen en dos grupos: las cazafortunas y las que cazan titulos. Esas son las peores de todas. Benedick no pudo rebatir, pues Jezabel habia demostrado que era una de las cazafortunas, a pesar de ser hija de un vizconde. Lo habia enganado como al mas estupido de los mortales. No es que el esperase un matrimonio por amor; su padre ya se habia encargado durante veintiseis anos de recordarle que un marques no podia encapricharse de una mujer, el amor no formaba parte de sus vidas. Aun asi, habia albergado la esperanza de casarse con una mujer con la que fraguar cierto grado de amistad, ya que el se habia criado con unos padres que apenas se dirigian la palabra. Su relacion se habia basado en la apariencia; delante de la sociedad se mostraban perfectos, cuando en realidad se detestaban el uno al otro. Y bien lo sabian Victoria y el, pues nunca escucharon ni vieron entre aquel matrimonio una conversacion carinosa o amigable. El poco trato que mantenian por obligacion acababa siempre en discusion, falta de respeto y reproches.

  • Corre de Celinda Labrousse

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    El juego

  • Aunque Lo Olvide, Siempre Ira Conmigo de Felipe Cano

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    el <>, tres parejas con ninos pequenos que por estas fechas <> a nuestros hijos en campamentos de verano y nos tomamos la <> de un <> cuan veinteaneros de los anos noventa. Todos los anos practicamos el mismo ritual, preparamos una pequena maleta con poca ropa y mucha, mucha ilusion, perdiendonos con la Grand Voyager de Manuel, por puntos reconditos de la geografia nacional, casi siempre por los parajes asturianos de los que hay tanto que ver, tanto como... a Penelope. Era la manana del veinte de julio y nuestros rostros reflejaban el cansancio del viaje de la tarde anterior, asi como los excesos de las tres copas que cayeron tras la opipara cena de bienvenida con la que nos premiamos esa noche. Al no estar acostumbrados al al-cohol, la seudo resaca matutina nos hizo recordar que ya no eran tiempos de juventud. Nos encontrabamos desayunando en el restaurante del hotel, degustando un esplendido <> elaborado con productos de la tierra, cuando de repente aparecio ella, me dio la impresion que el mundo se habia ralentizado, casi casi parado, se 7 habia creado un silencio tal que unicamente escuchaba los latidos del que parecia mi corazon, latidos cada vez mas rapidos, mas fuertes, mas intensos. Mi cabeza me decia que no, que no podia ser, estaba esperando el momento en el que despertarme en la coqueta habitacion del hotel Costa de Trebora; pero si realmente era un sueno, su realidad parecia demoledora. Una vez fui consciente que no estaba sonando, me asalto la pregunta: << ?A lo mejor no es ella?>>. Todo parecia indicar que si, pero mi memoria podia estar pasando factura despues de mas de quince anos sin verla. De golpe habia retro-cedido casi cuatro lustros, y por mi cabeza comenzaron a proyectarse imagenes que crei olvidadas, pude ver su rostro casi igual de joven, con lagrimas en los ojos, plantada sin consuelo en la estacion de Atocha mientras yo avanzaba hacia mi tren. Esas eran las ultimas imagenes y sensaciones que tuve de el a y que, por causas ajenas a mi voluntad, volvi a revivirlas en decimas de segundo y con <>. Mas recuerdos comenzaron a agolparse en mi mente al percibir el aroma de ese perfume inconfundible, Ethernity Moment de Calvin Klein, que rodeaba su mesa. Durante el tiempo que duro esta descarga de informacion en el disco duro de mi cabeza, se habian encendido todas las alarmas de autocontrol intentando que mis ojos presenciaran la realidad y no los recuerdos. Ella parecia no haberse dado cuenta de nada, su actitud era de lo mas natural, pero no podia ser, yo no habia cambiado tanto en 8 estos anos o al menos eso creia, y ademas, si es verdad que la mirada no envejece, mis ojos eran los mismos, eran los ojos de la que fue su alma gemela. Al no mostrar, con sus gestos y movimientos, sorpresa alguna me hizo pensar que mi cerebro me estaba jugando una mala pasada, seguro que no era ella. Pero al cruzarse nuestras miradas supe definitivamente que era ella, esa mirada inconfundible que me hizo enormemente feliz anos atras. Utilizando toda la energia vital disponible del momento, volvi la mirada al desayuno continental e intente entrar en la conversacion que mantenian mis amigos y esposa. Tenia la sensacion que habian transcurrido varias horas desde la entrada de aquella mujer en el comedor cuando en verdad habian pasado apenas unos instantes. Aun a decir verdad, una parte de mi seguia en la disyuntiva <>. Entre flash y flash de recuerdos que se alineaban en mi mente, ella desaparecio del comedor junto con el hombre que le acompanaba y del que apenas me fije en nada excepto que era calvo, totalmente calvo y muy grande. Nada mas terminar de desayunar abandonamos el hotel en la Grand Voyager dispuestos a perdernos en la verde, frondosa, hume-da y siempre bella Asturias. La jornada transcurrio como la teniamos planeada, pese a que yo me encontraba como ausente durante unos momentos y aparen-tando que no ocurria nada extrano en otros. Unicamente Nacho se 9 percato que algo importante estaba ocurriendo, pero con su discre-cion habitual no pregunto, sabia que tarde o temprano se lo contaria, no por algo es mi mejor amigo y me conoce bien. Una pregunta permanecia atrapada en mi interior: <> y en el caso de serlo: <>. Lo unico cierto es que ella me habia visto al coincidir en un lugar tan pequeno y con tan poca gente. Fue una pena que ese dia no disfrutara como a mi me gusta de los sitios que visitamos, pueblos con encanto como Lastre, Tazo-nes... pero realmente no era yo. De regreso en el hotel, ya de noche, convenci al grupo que terminaramos la jornada con una copa en sus salones y aunque mi esposa no estaba muy convencida al encontrarse demasiado cansada, accedio. Mi colocacion en el salon fue calculada con precision, situandome de tal forma que desde mi sillon divisaba la entrada y salida de los huespedes e incluso gran parte del mostrador de recepcion. La copa se alargo, eran las dos de la madrugada y alli no aparecia Penelope, porque ya tenia muy claro que si era ella. Tarde decidimos irnos acostar y, pese a que iba con tres copas tras la dilatada reunion nocturna, no pude conciliar el sueno, mi mente estaba saturada de todo tipo de recuerdos, se convirtio en un gran cine donde no dejaban de pasar escenas e imagenes de momentos buenos y de no tan buenos, un autentico regreso al pasado. Es incalculable la cantidad de datos que puede albergar una memoria, la facilidad con la que los presenta en el tiempo presente 10 y como puedes llegar a revivirlos, habiendo creido hasta entonces que todo estaba pasado y olvidado. Penelope, la que fue mi novia en los anos de facultad en la Escuela de Ingenieria y Diseno Industrial, habia reaparecido en mi vida con lo que esto podria suponer. Se agolpaban ante mi frases, proyectos, viajes, besos... y desamor. Pasadas las cinco de la madrugada tome la firme decision de que el pasado pasado esta, ya no eramos veinteaneros y que con la madurez que dan los anos solo debia decir: <>. Realmente concedi un recreo a mi subconsciente para luego volver a clase, al presente. La manana siguiente, con el cuerpo destrozado por la falta de sueno y las copas que a mi edad ya hacen un efecto doble, volvi a coincidir con ella en el saloncito destinado a los desayunos pero nada, de nuevo como si fueramos dos autenticos desconocidos, sin el mas minimo gesto que confirmara que era ella. Pero otra vez la fragancia de su perfume la delataba, ese perfume que tantas veces la regale. En el tiempo que permanecimos en el hotel ya no volvi a coincidir con la <> ni con el serio y fornido calvo que le acompanaba en todo momento como si de su sombra se tratara. El resto del fin de semana transcurrio como teniamos calculado a excepcion de la perdida de mi tarjeta de acceso a la habitacion, y es que cuando uno esta en Babia no pone atencion en donde deja su tarjeta; hecho que retraso nuestra salida del hotel. 11 Capitulo II Ya de regreso a Madrid, en esos momentos de silencio previos a la cabezada ganada por el sueno que damos en todo viaje, mi cerebro intento evocar restos de <> pasado con Penelope pero no quise castigarme mas y tome la decision de cerrar mis recuerdos por otros veinte anos como minimo y dejar tranquilo el pasado en el pasado. En la capital todo volvio a la normalidad diaria hasta que, transcurrido mes y medio de la escapada del <>, recibo un correo electronico con el que tuve que hacer lo primero que me vino a la cabeza, BORRARLO, pero no lo hice y ahi comenzo mi calvario. La direccion de envio era: [email protected] y el titulo: <>. El correo decia: << Ya se que no fue normal lo que tuve que hacer en el hotel de Asturias, pero no tenia mas remedio que representar que no nos conociamos. Necesito verte. Reservame un par de horas la tarde el proximo miercoles. Ese dia te mandare un sms con la hora y el lugar. Te ruego vengas. 13 Ya comprenderas todo. P>>. No lograba salir de mi asombro, no era posible que a una persona como yo, madura, responsable y medianamente inteligente, le estuviese ocurriendo esto. Si no lo hubiese recibido estando en el pequeno despacho que tengo en mi casa, me hubiera puesto a buscar la camara oculta donde grabaran algun programa de humor. ?Como me podia encontrar en esa situacion que recordaba el comienzo de una mala novela de intriga y suspense? Solo habia una respuesta cierta: <>, y varias preguntas sin resolucion: << ?Como averiguo mi correo? ?Y mi movil?>>. Otra vez la imaginacion comenzo a funcionar de manera alo-cada, intercalaba historias del pasado con vivencias del presente y suposiciones del futuro, todo ello de forma frenetica. Un sin fin de ideas comenzaron a desfilar por mi cabeza hasta que me convenci que debia resetear y de esta forma no pensar en nada, en nada... hasta el siguiente miercoles. El miercoles once de septiembre recibo tres sms seguidos; El primero decia: <<17h>>. El segundo: <>. Y el tercero: <>. Y media hora despues vuelvo a recibir un cuarto: << Por favor no falles>>. 14 Parecia estarme sumergiendo en un juego de rol. Era la hora de la comida y aun no sabia que hacer, ninguna cabeza medianamente sana albergaria la idea de asistir a tan extrana convocatoria A las cuatro de la tarde recibo un quinto sms, del mismo remitente que decia: <>. Y no habiendo terminado de leerlo, aparece otro sms con el texto: <>. Mi hemisferio racional, el izquierdo, tenia bien claro que era una encerrona, pero el morbo, la curiosidad, la nostalgia... y el pasado se iba imponiendo "piano, piano". A las 16:55h me encontraba en la puerta del Hotel Puerta Toledo sin tener claro si iba a cruzar su puerta giratoria o bien por el contrario olvidarme de este juego cada vez mas embarullado y turbio. Sabiendo que estaba cometiendo uno de los mayores errores de mi vida, un error de incalculables dimensiones, cruce las grandiosas puertas dirigiendome a la recepcion. Parecia no tener fin la distancia que me separaba del mostrador, y a cada paso que daba escuchaba en mi interior: <>. 15 Una vez en recepcion, vino a atenderme una amable senorita la cual, al identificarme, se agacho a recoger de su mesa un sobre que me entrego, informandome que la habitacion habia sido cancelada minutos antes. Recogi el sobre en un estado de excitacion, frustracion y cansancio despues de la tension vivida, y la recepcionista me pregunto: --?Le ocurre algo Sr. Garcia? ?Quiere un vaso de agua? A lo que me disculpe argumentando que era una pequena bajada de tension producida por el calor. Sali del hotel con un sobre tipo A4 arrugado en una mano y con la decepcion, impensable hacia tan solo unos minutos, en la otra. Me habia imaginado todo tipo de escenarios de la reunion, que se rindiera a mis pies e intentara recuperar los anos perdidos, que me abofeteara por mi comportamiento cuando rompi nuestra relacion, que charlaramos como dos viejos amigos de verdad... pero no que me dejara un sobre, un blanco y arrugado sobre. Una vez en el coche revise el remitente de los sms (siempre el mismo) y llame con el miedo que produce enterarnos de una posible verdad que no queremos saber, y escuchando en cambio la misma lo-cucion una y otra vez: << Este numero tiene restringidas las llamadas entrantes>>, lo que contribuyo en el desanimo por averiguar lo que decia el sobre, guardandolo en mi portafolios para verlo mas tarde. Regrese a la oficina y aparque, ademas del coche, todos los pensamientos tontos y nocivos, dando paso al absorbente trabajo diario, algo atrasado por la <> manana. 16 Del famoso sobre no volvi a acordarme hasta que me encontre en casa y ya en la cama, cuando comenzaba a hacer el balance diario, como de costumbre. En ese momento volvio a mi la zozobra y como un drogodependiente que necesita de su dosis diaria, comence a necesitar informacion, informacion que como era de esperar, en buena logica me daria Penelope. Sobre, maletero, coche, garaje... a ver que me inventaba para abandonar la cama, bajar al garaje e irme a un sitio donde pudiera leer lo que guardaba el misterioso sobre. Que historia podia contar a Esperanza que fuera convincente y solo se limita-ra a criticar mi falta de memoria. La curiosidad ayudo a que con toda naturalidad dijera: --Bajo un momento al coche a por el portatil, manana a primera hora tenemos una presentacion y no quiero que falle nada. Esperanza, con cara de circunstancia, dio su aprobacion, no sin antes exclamar: --?Donde tendras la cabeza muchas veces? Ya en el pequeno despacho que tengo en la buhardilla, frente al ordenador portatil y al sobre arrugado, comence a analizar si debia o no abrir aquello, en el desasosiego que me habia producido durante todo el dia, en que mi vida podia cambiar, en que... eran las 00:45h de la noche y parecia un adolescente. Aun sabiendo que cometia un nuevo error abri, con una parsi-monia inhabitual en mi, el sobre blanco extrayendo de su interior medio folio escrito a mano. Su texto, escueto: 17 <>. La letra era suya y escrita de forma rapida, no tenia la menor duda, aun recordaba los apuntes que nos intercambiabamos en la facultad. Mal dormi aquella noche envuelto en una marana de pensamientos y pesadillas. Nada parecia tener sentido y cuanto mas analizaba la historia mas sinrazon encontraba en ella. Como no podia hacer nada y como las conclusiones que sacaba cada vez eran distintas a las anteriores, sin significado logico, decidi, en un ataque de cordura, olvidarme de todo, aparcar esta historia hasta nuevo aviso. No era lo mejor que podia hacer, era lo unico. Pasaron varias semanas, tantas como que ya no recordaba el tema, hasta que de repente, volvi a recibir un correo en el que de nuevo me citaban en el mismo hotel. <>. Otra vez los fantasmas del pasado regresaron a mis pensamientos. Parecia que todos los esfuerzos que realice para romper con ella y luego olvidarla, hubiesen sido en balde. 18 En cuanto los primeros rayos de cordura volvieron a mi mente cai en que el miercoles me era imposible asistir, tenia la reunion anual del consejo de administracion de mi empresa y se debatia la posible fusion con un grupo inversor extranjero muy importante. La decision era clara, en esta ocasion queria ir pero me era imposible, tan imposible como informar del hecho a Penelope, la direccion del correo de ella no admitia la recepcion y el movil informaba una y otra vez de restriccion de las llamadas entrantes. Puntual como la vez anterior, el miercoles a las 10:30h recibo el sms con el mismo texto que la otra vez, a la misma hora me citaba, recogia la llave bajo el nombre de Jose Garcia del Moral y lo unico que variaba era la habitacion, que en este caso era la 440. En ese preciso momento llame al hotel presentandome y dejando un mensaje en recepcion: --No puedo ir, solicito nueva reunion. Fdo. Jose Garcia del Moral. Otra intentona fallida, parecia una historia mala de suspense que tardaria mas de un mes en que se escribiera el siguiente capitulo. 19 Capitulo III Eran las 23:15h del veinte de diciembre, nos encontrabamos celebrando la cena anual de Navidad todos los componentes de la empresa, y en el turno de las copas, despues de las palabras de solidaridad y buen rollo que se suelen decir en estos casos, aparecio por la puerta del restaurante una mujer alta, con amplias gafas de sol que no extranaban, pese a la hora de la noche en la que nos encontrabamos, porque parecia formar parte de su estilismo, con botas de grandes y finos tacones, abrigo negro ajustado y gorro de piel tambien negro que hacia resaltar aun mas una larga cabellera rubia.

  • Philip Trent Y El Caso Trent de E. C. Bentley

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    Quiza por casualidad o por obra del destino, el artista y detective aficionado Philip Trent se ve envuelto en la muerte del filantropo James Randolph, pues tras recibir el encargo de pintar su retrato, ha sido la ultima persona, aparte del asesino, en verlo con vida. Pero este es solo uno de los varios hilos que conectan a Trent con el suceso: su querido inspector Bligh esta a cargo del caso y, ademas, otro viejo amigo suyo lo deja perplejo al confesarse culpable del crimen. La desaparicion de una actriz y otros dos asesinatos anadiran aun mas misterio a un laberinto de elaboradas intrigas que pondran a prueba las capacidades deductivas del siempre inquieto y perspicaz protagonista. Hubo que aguardar veintitres anos desde la aparicion de El ultimo caso de Philip Trent (1913), uno de los clasicos de la ficcion detectivesca mas famosos de todos los tiempos, para que esta segunda novela de Bentley, escrita en colaboracion con H. Warner Allen, viera la luz. La espera, sin duda alguna, merecio sobradamente la pena.

  • Un lugar al que escapar de Sophie Saint Rose

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    Charlene suspiro mirandose al espejo con el cepillo de dientes en la boca. Dios, no se podia ser mas patetica. Cogio el cepillo de dientes y se froto con fuerza arriba y abajo pasandose la mano por sus rizos rubios. Ya no tenia corte, ni nada. Estaba hecho un desastre. Se paso la mano por la cara y puso los ojos en blanco al ver un grano al lado de la nariz. Escupio en el lavabo y abrio el grifo enjuagandose la boca. Cogio la toalla del colgador y se la paso por la boca incorporandose. Al menos seguia teniendo los ojos verdes. Eso era lo unico que no habia cambiado en su vida en el ultimo ano. Tirando la toalla al suelo, salio del bano y se rasco la barriga por encima del pijama de cuadros que llevaba puesto desde hacia una semana. Estaba claro que habia entrado en zona roja. Atraveso el apartamento que estaba hecho un desastre y se sintio aun mas culpable si eso era posible, pero decidio ignorarlo como todo en su vida para ir hasta la cocina y abrir la nevera. Gimio tapandose la cara al ver que estaba vacia. Cerro de un portazo y susurro --Para eso inventaron el servicio a domicilio. El telefono, que debia estar debajo de los cien periodicos que tenia sobre la mesa del estudio, empezo a sonar, pero Charlene hizo como si no lo hubiera escuchado, escogiendo uno de los menus de los restaurantes de la zona que tenia colgados de la puerta de la nevera. --Chino... japones...--Paso el dedo por los menus y entrecerro los ojos al ver una nota escrita por ella misma que decia "!Espabila de una puta vez!" Cogio el post it y lo arrugo tirandolo por encima de su hombro. --Italiano. No es lo mejor para desayunar, pero de todas maneras ya tienes el estomago hecho una mierda... Busco su movil y cuando lo encontro se dio cuenta que no lo habia cargado en varios dias. Quizas tenia que haber contestado al telefono. Encogiendose de hombros se dejo caer en el sofa y marco el numero del restaurante. Veinte minutos despues estaba comiendo espaguetis a la carbonara sentada en el sofa viendo la tele. El programa de la manana era de lo mas aburrido, pero a falta de otra cosa... Llamaron a la puerta y gruno sin moverse. Seria el casero para decirle que su patetica vida acababa de empezar y que lo que habia vivido hasta ahora era un juego de ninos. Despues le pegaria una patada en el culo, echandola del apartamento por deberle dos meses. --!Charlene! !Abre la puerta! No era el casero. Era aun peor. Su prima. Se arrastro fuera del sofa y dejo el envase sobre la mesa de centro antes de ir hacia la puerta y abrir. Su perfecta prima Rubi, con su perfecto bebe en brazos, la miro de arriba abajo horrorizada. Se volvio y camino por el pasillo para volver a sentarse en el sofa, mientras Rubi miraba el apartamento sin poder pronunciar palabra, a la vez que entraba el carrito del nino y cerraba la puerta.

  • Naranja de sangre de Harriet Tyce

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