• Luces y sombras de Ana Alvarez

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  • Una columna de fuego (Los pilares de la Tierra 3) (Completo) – Ken Follett de Ken Follett

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    La saga de Los pilares de la Tierra y Un mundo sin fin, que ha cautivado a millones de lectores, prosigue ahora con la magnifica y apasionante nueva novela de Ken Follett.

  • Los ojos de Max de Susan Seller

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    El amor ciega, el amor perdona …pero ?pueden sus ojos negarse a la evidencia?
    Cuando lo ve por primera vez despues de anos de invidencia no es el marido que ella sonaba.
    ?Y quien es aquel hombre que la persigue con su mirada?
    Amor, fascinacion, intriga y una verdad que pronto saldra a la luz.
    Las llamas cegaron sus ojos pero no la verdad de su corazon.

  • Ella, el… y el danes de Ana Alvarez

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    Una novela de amor repleta de risas y emociones que hara, una vez mas, las delicias de las fans de la autora y entusiasmara a sus nuevas lectoras.

  • Pongamonos para el Doctor de Jan Springer

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    El aliento de Roxie le sacudio los pulmones por dentro y cada terminal nerviosa cobro vida mientras veia a Evan Johnston acercarse a ella. Estaba desnudo; total y absolutamente desnudo, excepto el sombrero roji-blanco de Santa Claus y el estetoscopio de medico colgando de su cuello. El le sonrio traviesamente y la felicidad burbujeaba en ella. ?Como es que ella logro seducir al hombre mas apuesto de la fabrica de vehiculos recreativos donde ambos trabajaban? Dios mio, esto debe ser un sueno picaro y cachondo. Evan no querria a una nina simplona como ella, ?o si? ?Por que no? Le animo una voz interior. No seras una reina de belleza pero no eres para nada un patito feo. Su cuerpo se veia tenso al momento de examinarla; la ereccion plena y gruesa y bastante larga. La entera musculatura en su extenso torax, y su brazo derecho se agitaban maravillosamente mientras sacudia su colmado miembro. El se tocaba con firmes meneos y la estudiaba con los ojos cafes mas penetrantes que habia visto en su vida. "He esperado un largo tiempo para esto Roxie," le susurro, mientras se inclinaba hacia la cama a lado suyo. Su calor corporal irradiaba pasion en torno a ella en forma de marea caliente y el aroma de sus secreciones demolia sus sensaciones. El colchon brincaba debajo de Roxie mientras Evan se estiraba para girarse y estar frente ella; su mano agitando y tocando. Le estaba haciendo a su pene lo que ella deseaba que hiciera. Pero no podia tocarlo pues sus munecas estaban atadas: sus bazos estirados sobre su cabeza, amarrados a la cabecera con medias de seda rojas. Sus piernas permanecian estiradas, los tobillos sujetos. Ella adoraba esa sensacion de estar indefensa. Amaba la forma traviesa en que la miraba. Sabiendo que estaba totalmente a su merced. "Yo tambien te deseaba tanto", decia con un suspiro severo. "Entonces, ?por que nunca me dijiste, dulzura? ?No podias adivinar lo tanto que deseaba estar contigo?" El la miro al tiempo que ella seguia su mirada hasta que siguio tocandose a si mismo. "!Ten piedad!" dijo. Pero el continuo creciendo en su ereccion, ?o no? Una red de venas palpitantes acordonaba su flacido miembro; y su orgulloso prepucio en forma de ciruela cobraba un furioso tono morado. Sus gonadas estaban tan inflamadas que a ella no le sorprenderia que su galan actuara como un loco. Su vagina se obturo de vacio deseando ser penetrada tanto. "Se que quieres que te haga el amor. Que te coja rapido y te tome con violencia. De darte lo que ambos nos negamos por tanto tiempo. Pero primero, un beso." El se desvio hacia ella; con su mano libre, grande y callosa, testigo del trabajo de un hombre cuyo oficio es el de mantenimiento, se extendio hacia su bajo abdomen como si fuera una marca de fuego. Su cabeza se inclino y su boca calida le cubrio la suya. Sus labios acariciaron los de ella; su lengua entro a la cavidad con un ligero empujon que la hizo maullar por su contundencia. Ella estaba indefensa debajo de esa arremetida de emociones y sensaciones al tiempo que la lengua de el la asaltaba como un falo. La mano que estaba en el vientre se movio hacia sus entrepiernas abiertas. Ella emitio un gemido dentro de la boca de el, mientras un dedo ingresaba entre sus labios accediendo a su nido de amor. "Eres un aluvion alla abajo, carino," grunendo con su voz, en un tono bajo y ronco. Roxie sintio que Evan sacaba su dedo y, aprovechando su humedad pegajosa, rodeo el clitoris; lentamente, tortuosamente. Rabia y tension la cruzaron. El volvio a meter el dedo en ella otra vez, reuniendo a mas nectar para masajear su sensible vulva; de un lado al otro, hasta que ella se encorvo haca el. Sus caderas bruscamente se arqueaban, exponiendo su vagina. Ella lo deseaba, lo necesitaba. Ella queria apretar las piernas, pero los lazos lo evitaban. Queria tomar su pene y llevarlo hacia ella, pero no podia. La frustracion y excitacion se confundian al tiempo que daba un fuerte gemido, el pulso desesperado que la vadeaba mientras sus deseos llegaban rapido a la frontera de perder el control. El lindero que dificilmente cruzaba a menos que conociera muy bien a alguien. Confiara en alguien. ?Podria hacerlo con Evan, quien era casi un desconocido? "Ven a mi, dulzura," ronroneo sobre su boca mientras rompia el beso. Su aliento cachondo sobre su cara. Su cuerpo convulsionaba para el. Lo anhelaba. Su sangre corrio dentro de sus venas como un rayo blanco y calido, y su vagina apreto el dedo mientras se aproximaba por mas lubricante. El puso mas presion sobre su vulva mientras se agitaba con movimientos rapidos. Su respiracion se tornaba desigual e irregular. Lamiendole su labio inferior el besaba el borde de su boca. Tan dulcemente. Ella se estremecio contra el. Amaba los besos elegantes. Disfrutaba la base de su dedo mientras acariciaba el clitoris, bombeandolo en su vagina. "Me estoy excitando mucho por ti, Roxie. Estoy realmente caliente. Pero primero quiero que te vengas para mi. !Ten tu orgasmo!" Su voz sonaba inquieta. El corazon de ella relampagueo en el pecho. En su frente comenzo a brotar el sudor. Peleo con las cuerdas queriendo tocarlo. Queria controlar su miembro; de tomarlo hacia ella, pero estaba indefensa. "?Evan? ?Por favor? !Sueltame!," susurro. La desesperacion la apunalaba. Deseaba que la desataran. Queria tomar el control. Estaba tan excitada. Ahora su cuerpo ardia cuando se zambullian dos dedos en la vagina. Ahora tres. Ella podia escuchar la resonancia de la succion mientras su remojo lo acogia con cada embate. Podia sentir a su cuerpo respingando, apretandose. En tension. Y ahora si, ella explotaba. Llorando mientras el desistio con sus dedos para ir por ella. Su pene grueso y duro, empalandola con un brutal, pero bello empujon que la apartaba jadeando. Su boca cubrio la de ella de nuevo, sus labios resbalandose desesperadamente mientras la lanzaba adentro y afuera, aceptando esta, la feroz oleada mientras se la cogian. Encabronadamente fuerte. !Si! !Oh, Dios… Si! "!Roxie!, !vamos! Esta por comenzar la subasta de Fetiche Medico en cualquier momento. !Tenemos que dejarte lista para tu examen intimo!" Gina, la amiga de Roxie, de treinta anos logro gritar por encima de la estridente musica navidena de rock mientras la sacaba de la pista de baile. De hecho; Gina era la que venia tarde, por culpa de Pete. Roxie la habia estado esperando; sus entranas eran un manojo de nervios, mientras esperaba como alheli navideno en la pared en la orilla de la pista de baile. Habia estado viendo a Gina retorcerse como loca en medio de los cuerpos enfundada en un ajustado y cortisimo uniforme de enfermera negro, medias caladas que hacian juego y tacones de cinco pulgadas. Sus nervios la delataban hacia como se habian vuelto sus fantasias. De Evan. !Dios! Se habia metido tanto a su fantasia que estaba literalmente empapada de su entrepierna, sintiendose un poco ruborizada. !Oh!, ?por que no podia ser un poco como Gina? Ella hubiera podido tener a Evan en su cama antes de tiempo. Gina, su companera de departamento, colega en la fabrica y buena amiga. Bonita, popular, aventurera. Sin miedo de bailar. Pero Roxie era todo lo contrario. Eso es lo que le atrajo de Gina en el primer momento. La mujer no le tenia miedo a nada. Antes de que Roxie pudiera confrontar a su amiga sobre quien estaba esperando a la otra, Gina la jalo de la mano hacia el hervidero de swingers y luego, hacia la puerta, escalera arriba, por un corredor angosto decorado con flores noche buena y guirnaldas hacia el segundo nivel donde se encontraban los vestidores. "Te va a encantar lo que elegi para ti." Gina sonrio, con sus ojos cafes oscuro centelleantes de malicia mientras abria el casillero con una llave. Una enorme oleada de nerviosismo se aferro a Roxie y de pronto lo que en un momento parecia una idea excitante en permitir que Gina la visitera para la fiesta swinger con el tema medico, previo a la navidad, ya no parecia ser una buena idea. De repente parecia intimidante el poner la confianza en alguien tan atrevido y audaz como Gina. "Esto es lo que te he traido, carino. Vas a distinguirte por encima de toda la gente; captaras la atencion de Evan y este va a bufar sobre ti deseando llevarte a la cama cuando te lo vea puesto." Si, otra razon por apreciar a Gina. No se andaba con rodeos. Gina saco del casillero un traje de latex en color rojo sangre acompanado de un cinturon negro con hebillas y unas sandalias de tacon de cuatro pulgadas. Roxie se quedo con la boca abierta y en shock. En primer lugar, la fiesta era de fetiche medico, y no de latex de hule; y en segundo lugar y por ultimo, ?este traje le entallaria bien? Pareciera que fue confeccionado para una flaca y la chavala no era delgada para nada. “Sabia que te gustaria”, con un guino del ojo, Gina se lo extendio a Roxie. “Toma, sostenlo”. Te veras super sexy; Evan se va arder. Toma este sombrero de Santa Claus que combina y ponte estos pequenos aretes de muerdago”. Gina dejo caer en la banca que tenian cerca la joyeria verde que realmente parecian bolas cortas de muerdago que colgaban de pequenas argollas de oro, un sombrero rojo de fieltro con un monton de plumas alrededor del borde y un enorme pon-pon blanco en la coronilla del sombrero. “Alcanzame abajo cuando estes lista.” Antes de que Roxie le pudiera preguntar algo a Gina, especialmente porque era super timida y le daba panico que la vieran vestida con algo asi, Gina se escapo del vestidor como si su trasero estuviera en llamas. !Carajo! maldijo Roxie mientras miraba con atencion el terso traje rojo y su latido cardiaco palpitaba como si un nino tocara el tambor. ?En que se habia metido? * * * * * Desde el momento en que Evan Johnston, de treinta y cinco anos de edad cruzo la puerta del club swinger, comenzo a buscar a la mujer adecuada para sus fantasias sexuales. Le habian llegado rumores de que Roxie estaria ahi en la noche, y Evan queria asegurarse que el cuchicheo fuera real, pues si ella no se presentaba, el simplemente huiria a su granja solitaria, pues se pronosticaba que una tormenta de nieve azotaria la zona y mejor era iniciar sus vacaciones navidenas acurrucado, acompanado de sus tres aliados felinos y dos perros Golden Retreivers. A pesar de la inclemencia del tiempo proxima, el club swinger estaba atascado. Los duenos se habian excedido con la decoracion navidena. Originales luces en miniatura formadas en bateria destellaban encordadas en movimiento de zigzag por el techo de la pista de baile. Habia grandes hojuelas heladas de color azul elaboradas en poliestireno que colgaban en serie dandole a la boveda un efecto de tormenta invernal. Muy oportuno para lo que estaba por venir mas tarde. El no podia creer que se encontraba aqui esta noche. Habitualmente estaria de regreso en su pueblo natal de Oshawa, Ontario cercano a su familia para pasar las fiestas, pero este ano opto por matar el tiempo aqui; el pequeno pueblo de Solitary, Alberta. A unas cuantas millas afuera de Calgary, con el fin de alcanzar a Roxie. El seguia recordando la primera vez que la vio en el trabajo. Lo habian flechado durisimo y sabia que tenia la maldicion de la familia. Su padre le advirtio que ocurriria. Papa sabria; la condenacion lo habia alcanzado igual que a su hermano y a su hermana tambien. Ahora era su turno. Trataba de negarlo desde hace algunas semanas, pero cada vez que pensaba en Roxie, su corazon se aceleraba; le sudaban las manos y escasamente podia armar un pensamiento, a no ser que tuviera que ver con ella. En las escasas veces que el se topaba con el repentino objeto de su capricho, ellos se encontraban en el trabajo. El comenzo a trabajar en la planta de vehiculos recreativos hacia algunas semanas atras cuando percibio su timidez y nerviosismo, flechandolo con miradas coquetas pero sin ser descarada para mostrarle que le gustaba. El adoraba su retraimiento. Ella representaba un cambio fresco comparado a algunas de las aventuras amorosas con las que solia frecuentar en el pasado. Algo que le habia tomado por sorpresa era que Roxie era swinger y frecuentaba el club. No estaba seguro si esta golosina era algo bueno o no. Bueno en su mundo de fantasia, porque cada vez que se duchaba y cada noche que se metia a la cama, se masturbaba imaginandosela. Sin embargo, en la realidad dudo si ella podria estar interesada en el. ?Un chavo con poca pericia en la escena swinger? Justo en ese momento, vio a su buen amigo y colega Brody Cohen, abriendose paso entre el gentio que estaba entre Evan y el. "Oye, hombre, me alegra que hayas podido llegar". Brody le extendio su palma a Evan, echando los cinco dedos tomando camino los dos hacia la sala donde se llevaria a cabo la subasta. "Alimentar a los animales me tomo mas tiempo del que creia," Evan admitio mientras que el y su amigo ponian su nombre en la lista de personas que jugarian "al doctor" para subastar a su paciente. "Necesitas una esposa que te ayude con ese viejo pasatiempo de granja que compraste." Brody sonrio, mostrando un agradable juego de dientes blancos que contrastaba con su rostro bien bronceado. Evan sospechaba que su amigo se habia metido a la cama de bronceado para lograr esa tonalidad de piel, pues era un hecho que cuando llegaban a trabajar estaba oscuro, pero tambien cuando se retiraban.

  • Siempre te mirare (Mirame 3) de Marissa Cazpri

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    ?Quieres saber mas sobre Paul, Marina y el hijo de ambos? Aqui teneis un pequeno retazo de su vida en Londres.

  • Orlando (Luchador 1) de A.c. Labouche

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    Orlando, un luchador de AMM, cuyo cuerpo duro esta tatuado de la cabeza a los pies. A donde quiera que vaya, los ojos lujuriosos -de hombres y mujeres- suben y bajan por su cuerpo. Pero las mujeres nunca han sido nada para el. A el le gustan los hombres, los tipos duros con nudillos magullados y grunidos seductores.

  • Golpes en la vida de Zeneida Miranda

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    Con la lucha y la superacion personal como principales hilos argumentales, "Golpes en la vida" comienza cuando la vida de la joven detective privada Sarah Boyle se ve duramente golpeada al sufrir un brutal ataque sexual.

  • El ladron de cartas de Rogelio Aronna

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    Paulino Chain tenia una unica obsesion, robar cartas en los buzones, hasta que un dia descubre que una de las cartas resulta una seria amenaza para la destinataria. Impedido de recurrir a la policia decide iniciar la investigacion por su cuenta. A partir de alli se implica en una pesquisa que lo llevara a vivir las peripecias mas insolitas e insospechadas.

  • Rezad 60 minutos antes de morir de Diego Garcia Andreu

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    La muchacha abrio los ojos aturdida. Cuando tomo consciencia de la realidad descubrio aterrada que se hallaba atrapada dentro de un ataud de madera. ?Habia sido enterrada viva? Mientras lucha por su vida, Noa, Aitor y su hijo Guillermo viajan hasta Bicorp para pasar unas fantasticas vacaciones en una casa de campo aislada en el monte. Emilio, el propietario de la casa, parece el perfecto arrendador, una persona atenta, amable y servicial. Sin embargo, toda esa falsa cordialidad oculta las verdaderas intenciones de Emilio. Una novela de suspense donde cualquier cosa puede ocurrir y te mantendra enganchado hasta averiguar el sorprendente desenlace.

  • Breves respuestas a las grandes preguntas de Stephen Hawking

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    Stephen Hawking fue reconocido como una de las mentes mas brillantes de nuestro tiempo y una figura de inspiracion despues de desafiar su diagnostico de ELA a la edad de veintiun anos. Es conocido tanto por sus avances en fisica teorica como por su capacidad para hacer accesibles para todos conceptos complejos y destaco por su travieso sentido del humor.

  • El oscuro camino hacia la misericordia de Wiley Cash

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    Una historia de sangre, venganza, amor y expiacion. Una vibrante y cautivadora road novel a medio camino entre Matar a un ruisenor y las paginas mas negras de Cormac McCarthy. Wade Quillby es un perdedor, un tipo sin blanca y sin futuro que abandono a sus dos hijas unos anos atras. Wade es ademas un forajido, un ladron implicado en el robo a mano armada de un furgon blindado que transportaba mas de catorce millones de dolares. Sin embargo, la noche en que irrumpe en la casa de acogida donde viven las pequenas y huye con ellas a traves de las infinitas carreteras de Carolina del Norte, solo es un hombre desesperado que no pretende mas que recuperar el tiempo perdido y tener una nueva oportunidad como padre. Pero Wade sabe bien que nunca en su vida ha logrado escapar a sus errores. Y tanto el tutor legal de las ninas como un erratico personaje que lleva anos fraguando su venganza y quiere verlo muerto a toda costa, son tambien conscientes de ello. Por eso no esperan que Wade pueda ganar la carrera a un pasado que siempre parece sacarle demasiada ventaja…

  • Los huespedes de pago de Sarah Waters

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    Londres, 1922. La sociedad esta en pleno proceso de cambio y las consecuencias de la Primera Guerra Mundial siguen muy presentes. A Frances Wray la contienda le arrebato a sus dos hermanos, y ahora vive con su madre viuda en una mansion de una zona residencial a las afueras de Londres. Madre e hija, de clase alta, pasan apuros economicos, y, para aliviarlos, deciden alquilar parte de su residencia a unos huespedes de pago.

  • Lo bueno que hay en mi (Violeta 2) de Vicky Hernan

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    Una muralla invisible que separa a Violeta y a Jan y que ambos deberan encontrar como superar. La llegada de mister Universo, cuya intensa personalidad lleva a provocar conflictos con la misma facilidad que genera situaciones comicas. El pasado y los secretos de la Diosa por fin desvelados. Sensualidad, deseo y pasion. Un amor que madura y otro que florece. Todo ello envuelto en la mas sincera y leal de las amistades.Los protagonistas de Lo Malo Soy Yo, junto a sus amigos y familiares, siguen entretejiendo una historia que nos fascina y cuyos resultados seran impredecibles.Lo Bueno que hay en mi es la segunda entrega de la trilogia “Serie Violeta”.

  • El numero de la traicion de Karin Slaughter

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    En la sala de urgencias del hospital mas ajetreado de Atlanta, la doctora Sara Linton se ocupa de una mujer muy malherida: desnuda y con evidentes signos de haber sido torturada, esta claro que ha sido presa de una mente retorcida. El detective Will Trent, de la Oficina estatal de Investigacion de Georgia y su companera Faith Mitchell, comienzan la investigacion de los hechos pero enseguida se dan cuenta de que la terrible realidad es que la paciente de Sara tan solo es una de las multiples victimas de un asesino cruel y sadico. Ademas muy pronto, otra mujer -inteligente, atractiva y bien situada- es secuestrada. Will y su companera Faith Mitchell se encuentran en el ojo de un huracan para dar caza y captura a un asesino.

  • Clavicula de Marta Sanz

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    Durante un vuelo, a Marta Sanz le duele algo que antes nunca le habia dolido. Un mal oscuro o un flato. A partir de ese instante crece el comico malestar que desencadena Clavicula: <>

  • Anecdotario de una solterona de Dalia Rodriguez Sanchez

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    Novela – Tercer puesto del Concurso Internacional de Novela Contacto Latino (Estados Unidos) – Anecdotario de una solterona nos presenta a una mujer madura e independiente que enfrenta su pasado y sus peores miedos despues de la muerte de su madre. El volver a la casa de su infancia y remover los muebles viejos y los recuerdos, la hace reflexionar sobre las culpas y estereotipos que ella misma se ha impuesto. Se da cuenta que si no tiene pareja es porque se ha negado a abrirse al amor y que el ser “solterona” lo determina exclusivamente la actitud que se toma ante la vida.

  • Maria en las Highlands (Las Highlands 4) de Jana Westwood

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    Julia ayudo a Maria a deshacerse de los muebles y de todo lo que ya no iba a necesitar y a mudarse de nuevo a casa de sus padres. De ese modo, ellos tendrian todas sus cosas y no habria ningun mal trago que pasar teniendo que vaciar armarios. Despues regreso a Escocia, donde quedaron en verse una semana mas tarde. Maria se despidio de sus alumnos y de sus companeras como si se fuese de vacaciones y dedico todo el tiempo que le quedaba a estar con sus padres. Fueron al cine, al teatro, pasearon por la ciudad, cenaron en ese restaurante al que siempre decian que irian y con el que nunca cumplian. Su madre se empeno en que la ayudase a recortar el papel que pondria en la mesa del arbol de Navidad, algo que siempre habia hecho Maria. Y tambien insistio en prepararle la cena que hacia cada Nochebuena porque todos los platos eran sus favoritos, incluida la tarta de turron para la que nunca quedaba sitio y que solian comerse, la manana de Navidad, despues de abrir los regalos. --Este ano tu madre y yo habiamos pensado regalarte un coche --dijo su padre acariciandole el cabello mientras veian un capitulo de Juego de Tronos que habian visto cinco veces por lo menos. Maria se incorporo y lo miro con expresion de sorpresa. --?En serio? Su padre le hizo un gesto para que bajase la voz senalando a su madre, que se habia quedado dormida hecha un ovillo en el sillon. Ella sonrio con ternura y asintio. --?En serio pensabais comprarme un coche? --Bajo la voz. --Y tan en serio --respondio su madre sin abrir los ojos--. No estoy dormida, solo he cerrado los ojos porque estoy muy cansada. --Ya te he dicho que ese ruido era del motor de un coche. --Pedro miro a su hija y se aguanto la risa. Antonia abrio los ojos y los miro a ambos. --?Estas insinuando que yo ronco? --pregunto con mirada asesina. --?Yo? !No! --exclamo su marido--. !Dios me libre! Maria volvio a tumbarse apoyando la cabeza en la pierna de su padre y mirando al pobre John Nieve, al que se le habia quedado cara de acelga despues de que lo mataran. --?Cual habriais elegido? --pregunto. --Un Toyota Auris hibrido. No le gustaba volar. Nunca le habia gustado. Sin embargo, curiosamente, los nuevos acontecimientos habian hecho que perdiese por completo el miedo. Maria arrastro su maleta por el suelo de la terminal con la mirada serena y el corazon profundamente triste. Sus padres la habian acompanado y a duras penas habia conseguido separarse de ellos. La noche anterior se hicieron la firme promesa de no llorar. Los tres. Pero ninguno habia sido capaz de cumplirla. Se sento en una de las filas de bancos a esperar que las pantallas le mostrasen su puerta de embarque y se entretuvo observando a los viajeros que esperaban como ella. Habia todo tipo de gente: familias con ninos, parejas, personas solas… ?Que pensarian aquellos desconocidos si supiesen el tipo de viaje que haria ella en algun momento del futuro proximo? Sonrio burlona, probablemente llamarian a la tele. O a los loqueros. ?Habia algun telefono de loqueros? Y, si lo hubiese, ?que se diria? Hola, llamo para denunciar a una loca que habla de viajar al siglo dieciocho… Despues de dormitar con el codo apoyado en el respaldo del asiento, sosteniendo la cabeza con su mano, de un paquete de palitos de pan con pipas, una visita al lavabo y dos partidas al Candy Crush, llego el momento de embarcar. Espero a que todo el mundo estuviera colocado en la fila y se puso al final, no tenia ganas de estar pendiente de tonterias. --?Escocesa o espanola? --le pregunto un pelirrojo con marcado acento. --Espanola --dijo ella. --?Es la primera vez que viajas a mi pais? --No, tengo amigos alli. El chico se quedo a su lado y Maria se sintio incomoda. Estaba claro que el tenia ganas de socializar. --?Y tu? ?Vuelves a casa? --Si, he estado viviendo un ano aqui en Barcelona. Soy musico. Maria sonrio, era la profesion que le pegaba. --Me llamo Michael, por cierto. --Yo soy Maria. Michael se inclino para darle un par de besos en la mejilla y Maria hizo lo propio. --Los espanoles os dais dos besos --hablo el con aquel divertido acento y una enorme sonrisa--. Tuve que acostumbrarme porque nosotros solo damos uno. --Lo se. Tuve una clase con mis alumnos sobre los saludos en el mundo. Soy maestra de primaria --explico al tiempo que mostraba el DNI y la tarjeta de embarque a la asistente de vuelo para que la dejase pasar. Se sintio obligada a esperar al escoces y siguieron juntos hasta la entrada del avion, hablando de sus respectivas profesiones. --Yo soy guitarrista --explico el. --Oh, que bien. Electrica, supongo. --Si, electrica. Me contratan grupos o solistas que necesitan banda. No toco solo. --Que curioso, nunca habia pensado en ello, pero es logico, los cantantes necesitan alguien que toque la musica, claro. --Bienvenidos. --Los recibio otra asistente de vuelo. --?Que asiento tienes? --pregunto Michael mirando hacia su tarjeta. Maria se la mostro y el sonrio. --Estamos en la misma fila, pero con un asiento en medio. Cuando llegaron a su lugar habia un hombre sentado en el centro que se levanto para dejar pasar a Maria hasta la ventanilla. --?Le importaria cambiarme el sitio? --pidio Michael mostrandole su tarjeta. El hombre fruncio el ceno y miro a la joven dando por hecho que iban juntos. Finalmente, acepto y dejo que el escoces ocupara su asiento. El viaje fue mucho mas agradable de lo que Maria esperaba. Michael resulto ser un companero de vuelo divertido y con una conversacion de lo mas entretenida. Tenia muchas anecdotas que contar sobre sus experiencias musicales, conocia a muchos famosos y no era de esos que se daba importancia por ello. Ademas, se mostro interesado en el trabajo de Maria, recordo a algunos de sus profesores con mucho carino, aunque tambien tuvo palabras menos agradables para otros. Maria se sentia comoda con el y disfruto de su compania. A mitad de la conversacion la espanola se ofrecio a seguirla en ingles. --Lo hablo bastante bien --dijo en su idioma--. Las chicas y yo nos apuntamos a un curso intensivo hace anos y nos hicieron inmersion linguistica. Ya sabes, poner el movil, el ordenador y cualquier otro artilugio en ingles. --Si, si, asi lo hice yo con el espanol. Es el unico modo que funciona, creo. Ok, hablaremos en ingles y asi cuando lleguemos ya estaras <> --sonrio. Cuando bajaron del avion se despidieron antes de salir del aeropuerto. Michael se quedaba en Edimburgo y a Maria debian estar esperandola para ir hasta Forthland. El escoces le dio su telefono. --Me ha gustado mucho conocerte, Maria --dijo despues de darle dos besos--. Me encantaria volver a verte. La espanola sonrio afable y asintio con la cabeza. --A mi tambien. El escoces la saludo con la mano antes de desaparecer a traves de las puertas y ella le devolvio el saludo con una extrana sensacion. --Me voy muy lejos --susurro--, no creo que volvamos a vernos. Julia y Cristina la esperaban apoyadas en el coche y en cuanto la vieron aparecer corrieron a abrazarla. --!Que ganas tenia de verte! ?Estas bien? --pregunto Cristina escudrinandola con atencion. --Estoy bien. --Beso a sus dos amigas--. He conocido a un escoces en el vuelo. Se llama Michael y es musico. --Eres increible --dijo Cristina desde la parte de atras del vehiculo--. Te ligas a un escoces precisamente ahora. --No me he ligado a nadie --respondio Maria mirandola por el espejo que habia en el parasol abatible--. Hemos hecho amistad, nada mas. --Ya, ya. --Cristina no parecia muy convencida. --?Tu no vas a meterte conmigo? --Miraba a Julia, que no apartaba la vista de la carretera. --?Musico? ?Ya le has dicho que la unica musica que escuchas es country y que tu grupo favorito es Jarabe de palo? Ya te digo que se habria cambiado de asiento, !pero para irse al fondo del avion! Maria sonrio aliviada, no queria que la tratasen con cuidado. --?Que tal tus padres? --pregunto Julia. --Fatal --susurro, mirando por la ventanilla--. Hemos pasado juntos unos dias maravillosos. He tratado de hacer cosas con ellos que pudiesen recordar... ?Os acordais de que mi madre siempre decia que queria aprender a hacer cupcakes? --Si --afirmo Cristina--, despues de ver aquella pelicula romantica en la que la chica era pastelera. --Pues compre todos los utensilios que se venden para ese menester y nos pasamos una tarde haciendo pastelitos de todos los sabores que os podais imaginar. Mi padre se puso fino. Despues de recordar eso se quedo pensativa. Julia la miraba a cada momento tratando de averiguar si se iba a poner a llorar. Cristina le hizo un gesto desde el espejo retrovisor para que dejara de analizar cada uno de sus gestos. Habian hablado mucho sobre lo que iban a hacer y como se iban a comportar, y las dos sabian que lo mejor era dejarle espacio a sus emociones para que se manifestasen como ella necesitase en cada momento. --Nada de atosigarla --vocalizo Cris sin emitir sonido. --Yo tambien te veo, Cris --aviso Maria con tono cansado--. No voy a hacerme pedacitos, tranquilas, chicas. Rosario las estaba esperando con el corazon encogido y cuando vio a Maria las dos se abrazaron sin decir nada dejando que el calor de su carino hablase por ellas. Despues la anciana la cogio de la cintura y las dos juntas fueron hasta el salon y se sentaron en el sofa. Julia llevo la maleta a la habitacion que le habian preparado y Cristina acerco una silla y se sento frente a ellas. --Te vamos a mimar mucho, que lo sepas --dijo Rosario--. Y tu tienes que dejarnos hacerlo. --No teneis que mimarme. Me arrugare como una pasa si lo haceis. Julia cogio otra silla para sentarse junto a ellas y miro a su amiga con franqueza. --Ninguna sabemos como afrontar esto, no intentes hacernos creer que tu si. Estamos aterradas, enfadadas, tristes y preocupadas. Llamemos a las cosas por su nombre. --Tienes razon --reconocio Maria despues de un silencio sepulcral--. Lo mejor es hablar de todo sin miedo. Decir lo que pensemos sin andar con pies de plomo. Empezare yo: estoy muerta de miedo. No se como voy a enfrentarme a esto, pero no dejo de decirme que mi... nieto --titubeo--. Mejor lo llamare Rowell. --Si, mejor --reconocio Cristina. --Bien, pues no dejo de decirme que Rowell sabe que me va a ir bien y que no debo estar asustada. Conocere a ese... James y me enamorare de el. Vere a Laura y aprendere a vivir en un siglo en el que no existe la luz electrica ni los moviles ni los ordenadores... --Ni los tampones --dijo Cristina--. ?Que? ?Os pensais que no le importara mas eso que un iPhone? --Ya te digo yo que le importara muchisimo mas --aseguro Rosario. --Eso me lleva a darme cuenta de que debo aprender muchas cosas. Cosas que me ayuden cuando este alli. Por ejemplo, como hacerme una compresa con lo que podre conseguir, que supongo que sera algodon y poco mas. --Deberas hacerlas con panos --intervino Rosario--. Yo puedo ensenarte a eso. Y tambien te ensenare a coser y a lavar la ropa a mano. --Rowell quiere hablar contigo --interrumpio Cristina--. Para el todo esto es... --Lo imagino, Cris. No quiero ni pensar lo solo y angustiado que debe haber vivido todos estos anos. Yo tambien quiero conocerlo. --Esta en la taberna, esperando. ?Quieres que vayamos ahora? Maria asintio. Desde que habia descubierto lo que le iba a ocurrir ese era el momento que mas ansiaba. Conocer a Rowell Done. --Id vosotras --dijo Rosario--. Esta noche me explicais como ha ido. La maestra cogio a la anciana de las manos. --Manana empezamos con esas clases, Rosario --aseguro y despues la abrazo. Rowell se puso de pie para recibirla. La taberna estaba llena de gente, asi que Evan les ofrecio el cuartito que utilizaban de despacho y que Julia habia arreglado hasta convertirlo en un lugar agradable y sin trastos. Los dejaron solos y durante un rato se quedaron de pie, mirandose, analizando sus facciones y preguntandose toda clase de cosas. --Eres muy guapo --dijo Maria sonriendo. --Tu tambien. Y muy joven. Se notaba la emocion que el escoces estaba tratando de mantener contenida. --Todo esto ha debido de ser muy dificil para ti --empezo la espanola. --?Puedo...? --Dio un paso hacia ella. Era tan pequena como la recordaba y sus ojos tenian el mismo brillo de bondad con el que siempre lo miraba--. ?Crees que podria abrazarte? Maria extendio los brazos al tiempo que asentia y de repente se vio rodeada por aquel hombreton, demasiado grande y demasiado fuerte, que la abrazo con tal ternura que la emociono. Permanecieron asi unos segundos y cuando Rowell se aparto tenia los ojos llenos de lagrimas. --Gracias. --Sorbio por la nariz y recupero la compostura. --No tienes que agradecerme nada. No todos los dias conoce una a su nieto sin ni siquiera haber tenido hijos. --Se rio divertida y consiguio arrancarle una sonrisa--. Sentemonos, me parece que esta conversacion va a ser muy larga.

  • Emparejame de Nina Minina

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    Disparatada, tierna, erotica y valiente, Emparejame propone un feminismo canalla carente de filosofia y con mucha picardia. Una de esas novelas que al acabar abrazas, te saca una sonrisa de buen rollo y regalas a tus amigas.

  • Las mentiras que nos unen de Kwame Anthony Appiah

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    Genero, religion, raza, nacionalidad, clase y cultura. Estos conceptos nos definen y moldean nuestro mundo polarizado. Sin embargo, las identidades colectivas que generan estan plagadas de contradicciones y falsedades. Al explorar su naturaleza y su historia -desde las enganosas ideas sobre la raza del XIX hasta los debates contemporaneos sobre <>- Kwame Anthony Appiah se deshace de los mitos mas venenosos y desmonta con lucidez nuestras ideas preconcebidas sobre como funcionan estas identidades.

  • Entre la calma y la tempestad de Sabrina Mercado

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    ?Cuando descubre una persona el verdadero amor?
    Amelia, una profesora de frances y escritora novel, acaba de atravesar una tragedia en su vida y ha perdido las ganas de vivir. Tras ser convencida por su familia, deja Buenos Aires para darse una oportunidad en un pequeno pueblo de la region de Normandia en Francia.
    En el lento proceso de adaptacion a su nueva vida seran vitales Christophe, el director del colegio donde trabaja como docente, y su hermana Isabelle, jefa del departamento de idiomas.
    A medida que se inserta en la vida laboral, conoce a Mathieu, un joven emprendedor con un pasado tortuoso. Queda deslumbrada por este joven bello y hurano por igual, que no deja traslucir sus sentimientos y se comporta por momentos de manera desconcertante. Mathieu descubre en Amelia una nueva manera de ver la vida, pero su temperamento inestable y su historia intrincada le juegan en contra, mas aun cuando hay algo de su pasado que desea ocultar.
    ?Descubrira Amelia todo aquello que estimaba irrecuperable? ?Encontrara Mathieu la redencion que creia imposible? ?Acaso la culpa que ambos sienten les impida amar?
    Cuando sus vidas comienzan a transitar un mismo rumbo, sucesos terribles e inesperados logran separarlos, probablemente para siempre.

  • Lago negro de tus ojos de Guillem Lopez

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    por todo el mundo. La periodista Carla Babiloni regresa a El Clot, donde esta la mas grande de todas ellas, para investigar la desaparicion de una actriz. Pero el regreso es un ajuste de cuentas con el pasado, un reencuentro con todo aquello que creia haber dejado atras de forma definitiva. Debera enfrentarse a policias corruptos, militares de una agencia de seguridad mundial y sectarios fanaticos, ademas de a sus propios miedos y temores, atrapada en un torbellino de recuerdos y profecias funestas.

  • Se busca desesperadamente secretaria (The Crossroad Company 1) – Nisha Scail de Nisha Scail

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    Garret Davids preferiria atravesar un campo de minas en pleno concierto a tener que volver a entrevistar a una sola mujer para el puesto de secretaria de la Compania Crossroad, especialmente cuando acababa de despedir a la ultima.
    Con una vida dividida, cuatro socios empenados en que entreviste a las nuevas candidatas y el jodido Trey burlandose de el, encontrarse con una mujer que no es lo que espera, que es mucho mas de lo que desea y a la que ha prometido no tocar, hara que todo se tambalee a su alrededor y se replantee sus propias necesidades.
    Danielle Narrow intuia que era muy mala idea presentarse a esa entrevista de trabajo, sospecha que se hizo realidad cuando cogio el ascensor equivocado y se encontro asistiendo a la entrevista mas inusual y erotica de su vida.
    ?Podran dos almas atormentadas por el pasado encontrar la luz que necesitan para continuar adelante con sus vidas o sucumbiran por el camino?

  • Trent de Amelia Gates

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    Un caballero con una brillante armadura.

  • La flor de fuego de Alba Quintas Garciandia

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    Nadie sabe que ocurre en el instituto. Estudiantes y profesores corren por el edificio e intentan salir a toda costa mientras resuenan estallidos similares a disparos… Pero eso no es posible, ?verdad? Una chica en la calle asegura que los ha visto entrar y, si, iban armados. Otro alumno tiembla en la biblioteca tras haber presenciado una escena que jamas olvidara. Y John… ?Donde esta John? ?Por que, cuando todos se esfuerzan por huir, el recorre los pasillos en direccion a los disparos? Tal vez el quiera contarlo. Porque esta es la historia de John. Y la historia de John es la historia de Columbine. O quiza no tanto.

  • El cojo y el loco de Jaime Bayly

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    El cojo no nacio cojo. Nacio jodido, pero eso no lo sabian sus padres ni, por supuesto, el mismo. No nacio jodido porque sus padres fuesen pobres o no lo quisieran; sus padres tenian dinero y lo esperaban con amor. Nacio jodido porque su destino era el de ser cojo, cojo desde nino, y que sus padres se avergonzaran de el y lo escondieran de sus amigos y lo trataran como a un apestado. Eso, tener una pierna mas corta que la otra y ser un indeseable en su propia familia, le jodio la vida. Pero cuando nacio todo era felicidad porque era el hijo mayor, el que llevaba el nombre de su padre, y porque era robusto, rollizo y varon, como sus padres deseaban, y porque lucia saludable y apuesto, a pesar de que sus padres no eran precisamente guapos. Su padre, don Bobby, era alto, flaco, enjuto, el gesto adusto, la mirada severa, la flema britanica, la disciplina de hierro para hacer dinero en esa ciudad sudamericana, Lima, a la que habia emigrado desde Dublin. Su madre, dona Vivian, de origen chileno, era baja y gordita, y tenia debilidad por el trago y los juegos de naipes. Se habian conocido en el casino de Valparaiso y poco despues se habian casado en una iglesia de Lima. Al cojo le llamaron Bobby porque asi se llamaba su padre irlandes y asi se habia llamado su abuelo irlandes. Le decian Bobby o Bobby the Third o Bob. Su padre le hablaba en ingles y su madre en un espanol suavizado por la dulce musicalidad del acento chileno. El cojo fue un nino querido y feliz los primeros ocho anos de su vida, es decir, los anos en que no fue cojo. Fue querido desmesuradamente por su madre, que lo colmaba de regalos y dulces y lo llevaba a los parques de diversiones y le hacia las mas esplendidas fiestas de cumpleanos, y fue querido con el rigor y la severidad que se esperaban de su padre irlandes, que entendia que el carino excesivo podia ablandar el caracter de su hijo mayor y convertirlo en un pusilanime, en un sujeto apocado y abulico, como le parecia la mayor parte de los peruanos, cuyo pais habia elegido para vivir y en el que habia prosperado rapidamente en el negocio de la venta de neumaticos y luego en el de la venta de autos. De esos primeros ocho anos felices de su vida, el cojo no solia acordarse de nada porque a menudo los recuerdos felices son los que mas facilmente se difuminan. Pero hay abundante constancia grafica del amor que sus padres prodigaron al cojo en los anos en que fue normal, en que no cojeaba. Era un nino mofletudo, moreno de tanto ir a la playa, de anchas espaldas y piernas de futbolista, con la contextura de un boxeador en miniatura. En el colegio se hacia respetar porque era bueno dando trompadas y patadas y porque le gustaba pelearse aunque la cosa no fuese con el, solo por el puro gusto de repartir punetes y escupitajos y mentarle la madre a alguien. En esto el cojo, que todavia no era cojo, parecia haber heredado el caracter agrio de su padre, que era un jefe implacable, despiadado, que llegaba a la fabrica de neumaticos a las seis de la manana y se paraba en la puerta para tomar nota de los empleados que llegasen cinco o diez minutos tarde, a los que les descontaba el sueldo por la tardanza, sin escuchar siquiera sus disculpas o explicaciones. Era un jefe temido y respetado, pero tambien odiado, y mas de uno de sus empleados penso alguna vez secuestrarlo o matarlo para vengar las humillaciones a las que los sometia ese irlandes espigado y de bigote, con cara de mala leche. El cojo era un alumno mediocre. No sacaba buenas notas. No hacia las tareas ni tenia buena memoria ni se aplicaba en las clases y por eso su padre lo renia severamente. Pero su madre lo consolaba, le regalaba chocolates y galletas importados, le decia que las notas no eran tan importantes, que lo unico importante era que fuese un chico sano y feliz. Sano y feliz fue durante ocho anos, pero luego se enfermo y ya no fue sano ni feliz el resto de su vida. Enfermo de un mal llamado osteomielitis, que no era precisamente polio pero se le parecia, y que le carcomio ocho centimetros de la pierna derecha. Sus padres lo llevaron a los mejores medicos de la ciudad, hicieron todo lo posible por curarlo, pero todos los tratamientos fueron en vano. El cojo tenia una pierna mas larga que la otra y era probable que la pierna corta se le siguiera achicando. Por eso lo subieron a un avion y lo llevaron a una clinica en Baltimore, donde lo sometieron a un tratamiento que al menos impidio que el hueso danado siguiera encogiendose. Su padre queria que lo dejaran normal, que saliera del hospital de Baltimore con las dos piernas del mismo tamano, sin ser cojo para toda la vida. Pero los medicos le explicaron que eso era imposible, que el hueso se habia empequenecido y ya no habia forma de hacerlo crecer. --Entonces cortenle la otra pierna --dijo el viejo Bobby, sin titubear--. Mochenle ocho centimetros de la pierna izquierda. Asi me lo emparejan y me lo regreso a Lima mas chato, pero como un chico normal. Los medicos se negaron a amputar parte de la pierna sana del cojo. Su madre se indigno tanto con la sugerencia de don Bobby, que le dio una bofetada y le dijo en ingles que era un borracho hijo de puta, y se lo dijo en presencia de los medicos, que se hicieron los distraidos. --Si Dios nos ha mandado a un hijo cojo, lo trataremos con amor --dijo dona Vivian, los ojos acuosos por la emocion y por los whiskys que se habia echado para mitigar la emocion. --El problema es que ademas de cojo pinta para cojudo --sentencio don Bobby, y por suerte el cojo no lo escucho, porque estaba dormido, anestesiado. Cuando regresaron a Lima, todo cambio. Don Bobby dispuso que construyeran una habitacion con bano al fondo del jardin, donde dormiria su hijo el cojo, acompanado siempre de una empleada domestica. El cojo no entendio por que no podia seguir durmiendo en su cuarto, por que lo mandaban a dormir a esa casita al fondo del jardin, lejos de todos. Ya don Bobby y dona Vivian habian tenido dos hijos mas, de cuatro y dos anos, a los que llamaron Charles y Peter. En los dos anos siguientes al descubrimiento de la enfermedad del cojo tuvieron dos hijos mas, Vivian e Ian, con una premura que solo podia entenderse por la verguenza que sentian de su hijo cojo y la necesidad de tener mas hijos que caminasen normalmente. Cuando el cojo cumplio doce anos, ya era un nino jodido, acomplejado, lleno de rencor contra sus padres. Porque no lo dejaban participar de las fiestas, de las comidas, de los cumpleanos de sus hermanos. Porque lo habian sacado del colegio y le daban clases particulares en su casita oscura al fondo del jardin, alli donde lo habian confinado como si fuera un leproso. El cojo entendio, porque era tonto pero no tanto, que sus padres querian esconderlo del mundo, que era una mancha en la familia, un error genetico, una molestia para todos. Sus hermanos menores se burlaban de su cojera y hasta las empleadas domesticas se reian, cubriendose las bocas desdentadas, cuando hacian chistes crueles sobre el cojito, al que llamaban El Rey de la Cumbia. La vida del cojo parecia condenada a la clandestinidad impuesta por sus padres y al escarnio de sus hermanos y amigos. El cojo lloraba amargamente cuando habia una fiesta y lo dejaban encerrado en la casita al fondo del jardin para que nadie supiera que existia y cojeaba notoriamente, que don Bobby, el gran empresario irlandes que habia triunfado en Lima y acababa de fundar un banco, tenia un hijo cojo y medio tonto, que no caminaba bien ni se expresaba con la propiedad y la lucidez que se esperaria de su hijo mayor. El cojo se sentia una mierda, una basura, cuando lo escondian de los demas. Yo no tengo la culpa de ser cojo, pensaba. Dios, hijo de puta, por que mierda me hiciste cojo, se lamentaba. Y un dia que era el cumpleanos de Charles, el cojo se rebelo y rompio el cautiverio en el que se hallaba y le dio un punete y una patada a la empleada que estaba obligada a vigilarlo y salio corriendo y cojeando a la vez hasta llegar al comedor donde los invitados estaban cantandole Happy birthday al nino Charles. Todos enmudecieron cuando vieron entrar al cojo cojeando con la cara encabronada y el animo de venganza. Su padre le grito: --Bobby, ?que demonios haces aca? !Vuelve inmediatamente a tu cuarto! La torta blanca estaba coronada por unas velas encendidas que Charles debia soplar cuando terminasen de cantarle Happy birthday. El cojo no le hizo caso a su padre: se subio a la mesa, pisando sanguchitos, alfajores y gelatinas, se bajo la bragueta ante la mirada atonita de las senoras y los amiguitos de Charles, y empezo a mear sobre la torta, apagando las velas. Luego lanzo una risotada feroz, malvada, que dio escalofrios a su madre y que hizo que su padre, don Bobby, sentenciara en voz baja: --Te jodiste, cojo de mierda. Ahora te mando al internado ingles. El loco no nacio loco. Nacio feo y tartamudo y eso le jodio la vida y termino por volverlo loco. No todos los feos y tartamudos se vuelven locos, pero el loco nacio con un talento natural para la locura y para hablar de una manera tan violenta y atropellada que nadie podia entenderlo, asi que estaba en su destino que nadie lo entendiera y ser por eso un loco y no un loco cualquiera sino uno del carajo, un loco memorable, el loco mas enloquecido de una ciudad llena de locos como Lima. Casi todos los padres dicen que sus hijos son lindos y encantadores, pero los padres del loco, cuando lo vieron nacer, quedaron asustados por lo feo que era y por lo espantosos que sonaban los alaridos que lanzaba. No parecia un bebe nacido para ser feliz, parecia un amasijo peligroso de rabia y fealdad, un bicharajo hediondo, peludo y pingon que movia los pies como queriendo patear a todo el que pudiera y lloraba de una manera entrecortada, anunciando su brutal tartamudez. Era el primer hijo de don Ismael y dona Catalina y habia sido concebido con amor, pero no por eso les parecio menos feo y odioso. Lo odiaron desde la primera vez que lo vieron y lo siguieron odiando cuando crecio y siguio gritando y pateando y rompiendo todo y cuando empezo a hablar en ese idioma fragmentado y frenetico que parecia haberse inventado para joder a todo el mundo y en el que nadie podia entenderlo. Podia perdonarsele que fuera tartamudo, pero ademas era feo, antipatico, chillon, peludo y peligroso como una tarantula, y sus padres se sentian avergonzados de haber procreado a una criatura que, a los ojos de cualquiera, resultaba horrenda e insoportable de mirar. Como era previsible, don Ismael y dona Catalina vengaron ese primer fracaso inesperado teniendo cinco hijos mas, cinco hijos que les salieron guapos y bien hablados, cinco hijos que borraron esa mancha oprobiosa que era el loco, y procuraron alejarlos todo lo posible del primero y mas fallido de sus hijos, al que entregaron al cuidado de las empleadas domesticas y al que, para no afearse la vida o para no recordar ese fracaso genetico, trataban de ver lo menos posible. El loco supo desde muy nino que sus padres no lo querian, que sus hermanos no lo querian, que las empleadas que lo cuidaban tampoco lo querian ni le tenian paciencia y le jalaban las orejas y le decian groserias a escondidas, sin que oyeran los patrones. El loco supo que era un estorbo, un asco, un fastidio para todos, solo que al comienzo no entendia bien por que nadie lo queria, si por tartamudo o por feo o porque le crecian pelos por todas partes y parecia una arana venenosa. El loco no iba al colegio porque era mas bruto que una pared de cemento y no entendia nada y nadie lo entendia a el. Sus padres contrataron a un profesor particular para que le ensenase a leer y escribir y sumar y multiplicar, pero el loco era una bestia redomada y no aprendia un carajo y cuando le hablaba al profesor no se sabia si lo estaba insultando o halagando o si estaba pidiendole permiso para ir a cagar. Lo raro era que el loco no se empantanaba con las palabras, no era un tartamudo normal, al loco las palabras le salian tan atropelladamente que se montaban unas sobre otras y terminaba diciendo en una palabra incomprensible lo que habia pensado decir en tres o cuatro. Era una ametralladora verbal, disparaba las palabras como balas o cartuchos y estallaban en la cara de quien hiciera el esfuerzo de escucharlo y entenderlo, un esfuerzo que siempre resultaba inutil, porque a veces ni el propio loco entendia lo que habia dicho o querido decir. No habia cumplido trece anos el cojo cuando sus padres lo llevaron al puerto del Callao y lo subieron a un barco que lo llevaria a Londres, a un colegio internado. El cojo subio las escaleras cojeando y no volteo para despedirse de sus padres. No queria verlos mas. Su madre lloraba, arrepentida, pidiendole a don Bobby que bajase al nino de ese barco y que tuviese un poco de piedad con su hijo mayor. Pero don Bobby era duro como los mas duros y por eso habia triunfado en los negocios y no dejaria que ese cojo malnacido le jodiese la vida, avergonzandolo frente a sus amigos, los grandes senores de Lima. Habia que mandar al cojo lejos de Lima y que otros se encargasen de educarlo y hacerlo un hombrecito y meterlo en vereda, carajo. No por cojo iba a ser un marinconcito engreido por su madre, no por cojo iba a ser un tontito que se pasaba el dia comiendo marshmellows, oyendo la radio y tirandose pedos estruendosos que a don Bobby lo ponian de muy mal humor. El cojo tenia que irse lejos, a un internado en Londres, donde lo someterian a severas reglas de disciplina que forjarian su caracter y lo salvarian de ser un imbecil redomado. Era lo correcto, era lo que habia que hacer por su bien, pensaba don Bobby. Solo asi el cojo no sera el grandisimo cojudo que es ahora, que seguira siendo si lo dejo apanar por Vivian y las empleadas. Por eso don Bobby permanecio de piedra, como una estatua, y el cojo no volteo a hacerles adios a sus padres y dona Vivian grito cuidate Bobby, ya te vamos a ir a visitar en el verano.

  • Mas Que Amigos de Stephanie Foss

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    Abrio su boca para dejarse besar, saboreando el ligero sabor a vainilla del whisky. Nick no besaba de la misma manera que Steve. Besaba bien. Besaba con intencion. Pero no besaba con la misma pasion que la habia dejado sin aliento, no de la manera como lo habia hecho Steve.
    -Pareces pensativa.
    Solto una risita.
    -No, lo siento. Es solo. Un amigo paso por casa el otro dia con una historia absolutamente absurda, y se quedo grabada en mi cabeza. Disculpame. Un par de besos mas y estoy segura de que me olvidare de todo eso.
    Nick solto una carcajada.
    -?Estas segura, eh?
    -Oh, si. -Lo jalo hacia ella para darle otro beso-. Tus besos tienen mucho poder de distraccion…

    Ria Cameron ha sido machorra toda su vida. A los veinticinco anos de edad, su vida esta dividida entre montar bicicleta, hacer excursiones en las montanas y ver partidos de rugby con su mejor amigo, Steve.
    Steve. El sexy, alto y musculoso jugador estrella del equipo de rugby. El unico chico que ha amado. Excepto que, Steve nunca la ha visto como algo mas que una amiga. De hecho, nadie se habia fijado en ella.
    Pero cuando Ria es seleccionada para unas pasantias con una prestigiosa firma de abogados, necesita un nuevo vestuario y un cambio de look, y necesita que sea rapido. Nuevo vestuario, nuevo corte de cabello, y de repente, todas las miradas estan sobre ella. Ria se siente incomoda al principio, hasta que se da cuenta de que los hombres le estan prestando atencion por primera vez en la vida.
    Pero Steve comienza a comportarse de manera extrana. Y cuando Ria atrae la atencion de Nick, el companero de equipo de Steve, Steve pasa de apoyarla a molestarse. ?Acaso esta en lo cierto cuando insiste en que Ria no esta a salvo con Nick? ?O su conducta se debe a que esta celoso?
    Ria no logra descifrar lo que esta pensando Steve. Ella pensaba que nunca voltearia a verla.
    Ahora es demasiado tarde.
    Ella ha escogido a Nick, decidio confiar en el, y ahora esta lista para entregarse a el.
    Pero cuando cierra los ojos, Steve sigue apareciendo en sus suenos mas salvajes…

  • Confio en ti de Susana Oro

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    Tina Martinez es una respetada escritora de autoayuda. Llena auditorios cuando dicta conferencias, y sus talleres son uno de los mas concurridos. Ha publicado varios libros, pero "La confianza es la clave de un matrimonio feliz" es el que le ha dado la fama. Tina tiene muchos fans y se ha convertido en una referente de la autoayuda con sus lemas: "Si confias nadie te defraudara". "Ama y recibiras amor". Pero su vida perfecta se tambalea cuando su marido le deja ver que las palabras no son como la vida real.
    David Valente era un hombre felizmente casado hasta que descubrio la traicion de su esposa. La palabra confianza esta fuera de su diccionario. El se ha convertido en el hombre mas esceptico sobre la tierra. Su lema es: "La vida es una mierda". "La gente esta llena de matices". "Nadie es confiable".
    Ella positiva. El negativo. Nada bueno puede salir de dos personas tan diferentes. ?O si?

  • Recuerdame, por favor (Un Gin de Estrella Correa

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    ?Estas preparada para conocer la historia de EL? ?Quieres saber que ha sido de su vida? ?De la de todos?
    Alexa tiene una cafeteria, dos amigos que la vuelven loca y un hamster llamado Sopla.
    Alexa ama el arte, pero le da miedo que vean sus obras.
    Alexa rie, ama y llora.

  • Canciones para el incendio de Juan Gabriel Vasquez

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    Un nuevo libro de relatos del ganador del Premio IMPAC y el Premio Alfaguara de novela por El ruido de las cosas al caer.

  • Inteligencia intuitiva de Malcolm Gladwell

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    ?Por que algunas personas son brillantes tomando decisiones y otras son torpes una y otra vez? ?Por que algunos siguen su instinto y triunfan, mientras que otros acaban siempre dando un paso en falso?

  • AMOS Y MAZMORRAS XII de Lena Valenti

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    EL REINO DE LOS CALAVERA YA ESTA EN MARCHA.

  • La llamada de la selva de Jack London

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    Esta historia tiene como protagonista a un perro llamado Buck que en el otono de 1894, cuando el descubrimiento de los yacimientos auriferos de Klondike arrastra hacia los hielos de Alaska a hombres de todas partes del globo, Buck es productivamente vendido y enviado al Norte. Sin ser ya acariciado ni respetado, en un pais salvaje y hostil, se ve obligado a doblegarse a la ley primitiva del baston y el latigo,

  • Lead (Stage Dive 3) (Traduccion), Kylie Scott [PDF] de Kylie Scott

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    Como el cantante principal de Stage Dive, Jimmy esta acostumbrado a tener lo que sea que quiere, cuando quiere, ya sea bebida, drogas o mujeres. Sin embargo, cuando un desastre de Relaciones Publicas sirve como una llamada de atencion sobre su vida y lo manda a rehabilitacion, se encuentra con Lena, su nueva asistente para mantenerlo fuera de problemas.

Lena no esta dispuesta a tomar ni una mierda del sexy roquero y esta determinada a mantener su relacion completamente profesional, a pesar de la sofocante quimica. Pero cuando Jimmy la empuja demasiado lejos y Lena se va, se da cuenta que puede que haya perdido la mejor cosa que le ha pasado en su vida

  • La ciudad de las sombras de Victoria Alvarez

    https://gigalibros.com/la-ciudad-de-las-sombras.html

    En 1923, Helena Lennox tiene diecisiete anos y un unico deseo: sustituir las calles de Londres por una vida de aventuras y excavaciones en tierras lejanas. En consecuencia, cuando sus padres se marchan a la India para investigar la desaparicion de unos arqueologos, ella decide acompanarlos. unos dias despues y a escondidas. Son muchas las leyendas que circulan en torno a la ciudad fantasma de Bhangarh, pero Helena nunca ha creido en las supersticiones. No obstante, el principe Arshad de Jaipur (si, ese que odia a los ingleses) le insiste en que se equivoca: Bhangarh esta maldita y al anochecer, cuando el palacio real se tine de oscuridad, todo el que se adentra en sus muros desaparece sin dejar ni rastro. En su recorrido por la exotica India de los anos veinte, Helena se ve envuelta en una investigacion en la que solo una verdad parece salir constantemente a la luz: nadie regresa de la ciudad de las sombras.

  • Triple de Ken Follett

    https://gigalibros.com/triple.html

    Nat Dickstein, uno de los mejores agentes secretos israelies, tiene una mision crucial: hacer desaparecer el barco que transporta el uranio que Egipto necesita para poseer la bomba atomica. Ciertamente una mision casi imposible, ya que egipcios y palestinos no estan dispuestos a contemplar pasivamente como se esfuma su gran baza para inclinar a su favor el conflicto de Oriente Medio... Una novela electrizante a partir de un suceso real.

  • Los medicos no pagan ni el cafe de Paco Albano

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    fruterias en cada esquina. No se si me jode mas no entregarlo a tiempo y escuchar los gritos de mi jefe, o los comentarios ironicos de mis hermanos sobre mi alto nivel periodistico y la cancion de mi padre sobre que he de cambiar de medio si quiero ser alguien en el mundo de la prensa. Si no voy a la cena mi madre se enfadara. Si no entrego el articulo, mas que gritos quizas me envien a la oficina de empleo y no precisamente para escribir un articulo sobre el paro. Si no voy a la cena no vere ni a Monica ni a Patricia. !Fruterias!, ?pero a quien hostias le importan las fruterias? Yo estudie periodismo porque en las peliculas siempre descubren conspiraciones y llevan una vida un tanto canalla. Bueno… un poco canalla si lo soy; o eso me dice Monica cuando la trabajo entre las piernas y le comento si cree que Patricia se apuntaria a un juego a tres. Pero periodismo de investigacion no, eso no lo toco. Las ocho, aun he de ducharme y no se por donde empezar el articulo de las narices. Tenia previsto entrevistar tres o cuatro propietarios y solo he podido hablar con una dependienta que hacia un par de semanas que habia descubierto la fruta. !A la mierda!, intentare no volver tarde y manana me invento algunas entrevistas. Total, por un articulo que no leeran ni los amantes de los citricos, mejor cenar con la familia donde seguro que cato un buen vino, que uno de mis hermanos, importantes como son, habran descubierto esta semana en una de las muchas cenas de trabajo que tienen a menudo. De hermanos tengo dos: Javier, que es el mayor, es medico endocrinologo, esta casado y tiene dos hijos; y Alberto, que es el segundo, estudio biologia, pero trabaja en la industria farmaceutica persiguiendo medicos como Javier, tambien esta casado y tiene una hija. Yo soy el pequeno, me llamo Paco Albano y no tengo mujer ni hijos. Llego a casa de mis padres en moto, justo cuando la lluvia empieza a bajar con fuerza y entro al portal sin sacarme el casco para evitar mojarme el cabello. Ayer fui a la peluqueria y Ana me dejo la media melena como hacia anos perseguia. “Esta media melena te queda muy bien, pero debes cuidarla mucho”, me dijo. --Hola guapeton --dice mi madre al abrir la puerta. --Hola mama, ?soy el ultimo? --Pues claro que eres el ultimo, como siempre --dice Javier alargando la mano para encajar mientras mi madre me besa. Es cierto, estan todos, en una perfecta imagen de familia perfecta y divina. Doy dos besos a mi padre, Alberto me da uno de sus abrazos que no soporto, los ninos se me acercan para darme besos que me agobian, y yo me acerco a mis cunadas para darles besos que si me gustan. Primero Patricia, la mujer de Javier, elegante y preciosa como siempre; y dejo a Monica, la mujer de Alberto para el final; la beso y le paso el brazo por detras tocando ligeramente el culo que intuyo libre bajo el vestido, y la ereccion es instantanea. Mi padre me sirve una Voll-Damm, la unica que sabe que tomo, y me acerco al corro que forman mis hermanos y sus mujeres. Para variar, hablan de trabajo y ruego que no me pregunten en que estoy trabajando. --Y pues Paco, ?en que estas trabajando, ahora? --pregunta mi padre que ha aparecido por detras apoyando una mano sobre mi hombro. --Estoy preparando un reportaje sobre negocios emergentes en el sector de la alimentacion. --Parece muy interesante… --dice Patricia intuyendo que dira su marido. --Caramba hermanito… tal vez si que haremos de ti un periodista importante -- dice Javier --?Aun trabajas en el periodico gratuito? --pregunta Alberto. --Si… ya lo sabes… --sera hijo de puta, como si no lo supiera. --Deberias de buscar algo en uno de los grandes periodicos, ?ya mandas curriculums?; nunca haras nada en estas cuatro hojas que solo leen los que van en autobus o metro. --?Hemos venido a cenar o a juzgar al mas guapo de los hermanos Albano? -- dice Monica para salvarme. --Uy, uy, ?que no era yo el mas guapo? --se rie Alberto. --No, tu eres mi marido, pero eso no te convierte en el mas atractivo. No es solo su belleza deslumbrante y la sensualidad que desprende, es su seguridad y capacidad para poner a mi hermano en su lugar lo que provoca que esta mujer tenga acciones de mi cuerpo. --!Venga, ninos y ninas!, todos a la mesa, que la cena esta lista --grita mi madre desde la cocina. No se como me lo hago, pero siempre termino sentado al lado de los ninos. Para mi madre sigo siendo el pequeno y con los pequenos me coloca. La culpa de todo la tiene que llegue a este mundo con un espacio exageradamente grande desde que nacieron mis hermanos. Este ano cumplire los veintiocho anos, Javier celebro los cuarenta el ano pasado, y Alberto tiene justo diez mas que yo. Y si a esto le sumamos que los dos hermanos mayores tienen un fisico parecido, con el pelo canoso, con rasgos tanto del padre como de la madre, y que yo tengo un fisico mas suave -- femenino dicen algunas amigas-- y no me parezco a nadie de casa, me hace sospechar que me intercambiaron en la maternidad. --Tio Paco, ?que hacen los periodistas? --Explicamos las noticias. --?Que son las noticias? --Las cosas que pasan en el mundo. --!Ah!, papa manda mucho y da libretas y boligrafos a los medicos como el tio Javier para que usen las pastillas que fabrica. --Si, tiene un trabajo envidiable tu padre --y me levanto de la mesa con la excusa de ir al bano agotado de la charla con mi sobrina que, desgraciadamente, ha salido a padre y poco a madre. Monica me sigue con la mirada, y la idea que me siga hasta el bano y poder descubrir si hay algo o no bajo el vestido, me pasa por la cabeza. Entro en el bano, saco el movil del bolsillo delantero de mis vaqueros, y envio un mensaje a David y a Peter, mis colegas mas intimos: Stoy cena fmili, kdamos? David me contesta que alrededor de las doce estaran en el Masterium y que tiene una hierba de puta madre. Le contesto que alli estare en cuanto pueda escaparme. En la mesa, la conversacion es llevada por mis hermanos que hablan, como siempre, de medicina, congresos y estas hostias que llevo media vida escuchando. Mis cunadas, ahora si, me dan conversacion y hablamos un poco de todo, riendonos y haciendo broma. Como siempre, mi madre se ha superado con una cena excelente, y el vino, que hoy ha traido Javier, obsequio de no se que laboratorio farmaceutico, un capricho de los dioses. La noche acaba como ha empezado, con besos y abrazos, y me voy con las ganas de saber si bajo el vestido de Monica hay nada o no. Se lo digo al oido al darle un beso de despedida y ella sonrie agobiada. Justo al llegar al Masterium y bajar de la moto me llega un mensaje que imagino es de mis amigos, pero no... es de Monica: absolutamente nada… Entro rapido al Masterium a tomarme una cerveza y con ganas de fumarme la hierba de David para superar el dolor de huevos que me ha provocado la perversa de mi cunada. El local aun esta bastante vacio y no tardo en divisar a David y Peter en la barra de arriba acompanados de una rubia que no conozco. Encajamos y me presentan la chica, se llama Jennifer, habla un castellano muy distinto del que hablan los de la zona alta, y tiene unos pechos que con la noche que llevo no me ayudan a calmar mi estado de ansiedad sexual. Maika, la camarera, me pasa una Voll-Damm, y David el peta que acaba de encender a pesar que se supone que esta prohibido fumar. --Buenisima, me la ha pasado Manu, ?te acuerdas? --Si, era aquel colgado que vino a medio curso de Bachillerato, ?verdad? David y yo hace mil anos que nos conocemos, empezamos en P3 y hasta acabar el bachillerato, siempre juntos. El prefirio no seguir estudiando y trabaja en el negocio familiar, una parada en el mercado en la que se ha pasado media vida, y en donde cuando lo ves trabajar parece el hombre mas formal del mundo. --Escucha, David… tengo que escribir cuatro cosas sobre fruterias, tu que eres de mercado, ?sabes algo? --Yo conozco a los del mercado, ven el lunes y te los presento. --Manana tengo que tenerlo a punto. --Joder, Paco, ?y ahora me lo dices? --Ahora he recordado que trabajas en el mercado. Peter, que aun no habia abierto la boca, se descojona de risa y me dice que no cambiare nunca. --?Eres periodista? --pregunta Jennifer. --Si, guapa, es periodista, pero si no espabila pronto dejara de serlo. --!Vete a la mierda! Que quereis, cuando no me hacen escribir los horoscopos, me hacen escribir de sandeces. --Y pues, ?tu te crees que todos empiezan con una columna en el New York Times?

  • Tres cuentos magicos de Alejandro Jodorowsky

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    Tres cuentos que nos hablan de libertad y muerte, de represion y pureza, de espiritualidad y transformacion dirigidos al <> de cada lector.
    <>, historia de un nino que desea ser bombero, es mas la historia de un aprendizaje: la de aprender a ser uno mismo.
    La sabia dona Filovera hace comprender al joven que <>. Las ideas fijas del padre chocaran con la voluntad del nino, que tendra que enfrentarse a el y a los demas para poder alcanzar su objetivo.
    <> cuenta la relacion que -durante la dictadura del loco y perverso Horzatt- mantienen un hombre mayor y Loie, una nina que <> y que quiza vino del cielo.
    <> es una reflexion que narra la metamorfosis que realiza una mosca en ser humano, poniendo en evidencia la huida que las personas hacemos para no ser quienes en realidad somos, huyendo de nuestra propia espiritualidad.

  • La fragancia de lo infinito de Rosa Alcantara Menendez

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    ?Hay algo mas irresistible que el amor?

  • Quien mato a mi padre de Edouard Louis

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    Consolidado como el nuevo enfant terrible de las letras francesas gracias al impacto de obras tan singulares como Para acabar con Eddy Bellegueule e Historia de la violencia, dos libros de tintes marcadamente autobiograficos que anticipaban la irrupcion de la ultraderecha en Francia y sus nefastas consecuencias, Edouard Louis vuelve a la carga con un j'accuse tan breve como demoledor acerca de las desigualdades sociales del pais, que es, a la vez y sobre todo, un ejercicio de reconciliacion muy emotivo con su padre moribundo.

  • Las chicas buenas tambien pueden ser malas, Sarah Myers de Sarah Myers

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    Se podria definir a Wendy como; una buena chica.

  • Los besos que nos quedan (Trilogia completa) de Priscila Serrano

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  • Flor de arrabal de Carmen Santos

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    Mi madre solia jactarse de que asome la cabeza a la vida el 1 de enero de 1900, mientras las campanas del Pilar tanian con entusiasmo desde su torre. Me pusieron Florencia, Adoracion, Juliana y Silvestra. Unida la retahila a los apellidos Lacasa Gracia, al parroco que me bautizo se le debio de quedar la boca seca como el esparto. En el barrio me llamaban Florica, Flori o Flor, sin mas. Entre los recuerdos de mi infancia destaca el hambre que me mordia las tripas con la sana de un perro resabiado. Dice el refran que el hambre es lista. Yo creo que solo es cruel y nos empuja a hacer lo que jamas se nos ocurriria con el estomago lleno. Por las noches, los ruidos de mi barriga vacia competian con los resoplidos que daban mis cinco hermanos entre sus suenos inquietos y algun ronquido que otro. Dormiamos los seis en un cuarto no mayor que el vestidor donde ahora guardo los recuerdos de mis anos de aplausos, flores y champan. Los chicos se repartian en tres camastros. Jorge disponia de uno para el solo por ser el mayor. A mi me correspondia un colchon de lana humeda, encajado en la pared bajo el ventanuco que daba al patio trasero. Viviamos en una minuscula planta baja del Arrabal. Nuestro cubil era parte de una casucha agobiada por la humedad del Ebro, convertida por el dueno en viviendas infimas donde nos hacinabamos varias familias. A primeros de mes, don Roque recorria el barrio para cobrar sus alquileres. Hiciera frio o calor, siempre llevaba un traje prieto, a punto de reventar por la contundencia de su cuerpo de maton. Bajo la levita asomaba un chaleco, de cuyo bolsillo derecho colgaba la leontina de un fastuoso reloj que fingia consultar con cualquier pretexto. Los bolsillos tambien le servian para introducir los pulgares y tamborilear sobre la tela con los demas dedos, a la vez que separaba los codos del cuerpo para resultar mas amenazante. Como si no infundiera bastante miedo verle contar el dinero en mitad de nuestra parca y oscura cocina, sabiendo que, en cuanto se marchara, padre intentaria ahogar en vino su resentimiento con la perra vida que tantos zarpazos le habia dado, incluido el de haberle endosado una prole hambrienta que se comia los pocos reales que entraban en casa. Pero los rencores y las penas se crecen con el alcohol. El desafio concluia con padre asomado a una botella vacia y zurrando al primero que se cruzara en su camino. Su modo de ganar el sustento de la familia era alquilarse para descargar las mercancias de los comerciantes que abrian sus puestos en el imponente Mercado Central, construido sobre el terreno donde antes se expandian los tenderetes entoldados del mercado de Lanuza. De madrugada, cruzaba el rio a pie por el Puente de Piedra y caminaba un trecho a lo largo de la ribera, bordeando la basilica del Pilar hasta el mercado. Pasar a la otra orilla en la barcaza le habria ahorrado la caminata, pero era demasiado caro para sus bolsillos famelicos. En cuanto entraba en casa, sabiamos si habia trabajado para los carniceros porque llevaba la ropa sembrada de manchas parduzcas y la cocina se llenaba de olor a sangre y sudor. Si padre veia poco movimiento en el mercado, volvia a la margen izquierda y probaba suerte con los viajeros que bajaban del tren en la estacion del Norte. Durante la construccion de los edificios de la Exposicion Hispanofrancesa, que se inauguro en 1908, compagino sus actividades de mozo con las de albanil ocasional. Eso nos regalo un tiempo de tregua, pues acababa tan cansado que no le quedaban fuerzas para beber ni pegarnos. Cuando estaba de buenas nos contaba, con incongruente orgullo, como iba tomando forma el edificio palaciego donde ahora esta la Escuela de Artes y Oficios, en cuya obra trabajaba acarreando ladrillos. Por las noches, apenas oiamos chirriar los vetustos muelles de la cama donde el y madre se dedicaban a <>, segun definia el bruto de Jorge el trajin de nuestros progenitores. De aquella famosa exposicion solo vimos la multitud de palomas que soltaron para inaugurarla una manana de primavera y que oscurecieron el cielo del Arrabal hasta que se perdieron en la lejania. Nuestra madre se consumio entre embarazos, partos malogrados, crianzas, los lavaderos donde hacia la colada para senoras ricas de la calle Alfonso y los cuartos de plancha en los que, segun me contaba, habrian cabido nuestro cubil y el de la familia vecina. Recuerdo su mono de canas precoces, el cuerpo dilatado cual saco viejo y los moratones que los golpes de padre le marcaban en la piel. Su rostro se ha convertido con los anos en una imagen desvaida que me cuesta evocar. El rio atravesaba la ciudad tan cerca del barrio que moldeaba nuestras vidas. Al no obligarnos nadie a ir a la escuela, los ninos del Arrabal escapabamos a jugar a la arboleda de Macanaz, a orillas del Ebro. Desde el otro lado nos vigilaba la basilica del Pilar. Jorge se llevaba a Amador, el hermano que le seguia en edad, a fumar y hacer fechorias en las callejas del Arrabal. A mi me tocaba cuidar de Tino, Ruben y Perico, mis hermanos pequenos. Perico era el benjamin. Tenia tres anos y apenas levantaba un palmo del suelo. Ruben, de cinco, era algo mas robusto, tambien mas tranquilo. Agustin, de seis y medio, justo un ano menor que yo, al que llamabamos Tino o Tinico, se entretenia observando a escarabajos, hormigas, ratones y todo bicho que se moviera cerca de el. Cuando la niebla cabalgaba sobre el rio en invierno y desdibujaba los contornos de la basilica, sus dos torres asomaban espigadas entre los jirones vaporosos y yo imaginaba que pertenecian a un castillo lleno de muebles hermosos, vestidos nuevos y comida en abundancia. En lo mas torrido del verano, los ninos nos arrancabamos las ropas mil veces zurcidas y chapoteabamos en panos menores sin alejarnos de la orilla. Ninguno de nosotros sabia nadar. Mientras nos secabamos al sol como lagartijas, los mayores contemplabamos la basilica del Pilar, solemne mas alla de la presurosa franja de agua, y sonabamos con cruzar algun dia el Puente de Piedra hacia el mundo de los ricos. Aquella magia se apagaba cuando a Montse, la hija pequena del zapatero remendon, la zarandeaba el diablo. Su hermano Andres nunca se asustaba como los demas al verla convulsionarse. Sacaba un palo del bolsillo, se lo encajaba entre los dientes, la alzaba en brazos y se la llevaba a casa. Andres tenia solo un ano mas que yo. Una tarde de verano, me susurro al oido que algun dia se casaria conmigo y nos iriamos a vivir a la otra orilla. Yo le di un bofeton que le marco los dedos en la mejilla.

  • Para siempre, contigo (La Posada de Sunset Harbor 3) de Sophie Love

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    Emily miro a la hermosa nina que dormia tranquilamente en la cama de Daniel. Su cabello rubio estaba extendido sobre la almohada blanca. Sus rasgos eran inconfundiblemente los de Daniel. Parecia angelical. Afuera estaba oscuro, la unica luz en la habitacion era un rayo de luna que se deslizaba a traves de las cortinas, haciendo que la habitacion se volviera de un azul apagado. Emily habia perdido la nocion del tiempo, pero a juzgar por el agotamiento que sentia en lo mas profundo de sus huesos, estaba a punto de amanecer. Oyo que la puerta crujia y miro por encima de su hombro para ver a Daniel de pie en la grieta, la calida luz de la chimenea de la cochera iluminando su silueta. Solo con verlo, su corazon dio un vuelco. Era como un espejismo, como un soldado que regreso de la guerra. -- ?Sigue durmiendo?--susurro. Emily asintio. A pesar de que el estaba de vuelta y de pie frente a ella despues de una ausencia de seis semanas, Emily todavia no podia creerlo, no podia bajar la guardia por completo. Fue como si ella estuviera anticipando el momento en que el anunciaria que se iba una vez mas, que estaba sacando a Chantelle de su vida con la misma rapidez con la que el la habia metido en ella. Salieron juntos de la habitacion, cerrando la puerta en silencio para no despertar a la nina dormida. --Debe haber sido un largo viaje desde Tennessee--dijo Emily, al escuchar lo torpe que era su voz, lo antinatural que de repente se sintio en compania de Daniel--. Debes estar exhausto. --Creo que todos lo estamos--contesto Daniel, reconociendo en una declaracion la prueba que el le habia hecho pasar. Mientras se sentaban juntos a la mesa, Daniel miro intensamente a Emily, una expresion sincera en sus ojos. --Emily--comenzo, con la voz quebrandose de inmediato--No se como decir esto, como sacar las palabras. Sabes que lucho con ese tipo de cosas. Sonrio debilmente. Emily le devolvio la sonrisa, pero sintio que su corazon se estremecia de angustia. ?Iba a llegar? ?Estaba anunciando su partida y la de Chantelle? ?Habia vuelto a ella para decirle de frente que se habia acabado? Sentia que las lagrimas empezaban a nadar en sus ojos. Daniel cruzo la mesa y le dio una palmadita en la mano. El gesto fue todo lo que se necesitaba para hacer que las lagrimas que ella estaba tratando de evitar inundaran sus ojos, bajaran por sus mejillas y se terminaran sobre la mesa. --Lo siento mucho--dijo Daniel--. No es suficiente, lo se, pero es todo lo que tengo, Emily. Siento mucho lo que te hice pasar. Respecto a huir de esa manera. Emily tartamudeo, sorprendida de que las palabras para las que habia sido preparada no hubieran llegado. --Pero hiciste lo correcto--dijo ella--. Fuiste a ver a tu hija. Aceptaste tu responsabilidad. No hubiera esperado otra cosa. Ahora le tocaba a Daniel parecer confundido, como si las palabras que el esperaba de ella no hubieran sido pronunciadas--. Pero yo te deje--dijo. --Lo se--contesto Emily, sintiendo una punalada de dolor en su corazon que le dolio tanto como en el momento en que se marcho--. Y duele, no voy a mentir. Pero lo que hiciste te convierte en un buen hombre a mis ojos. --Finalmente, pudo ver a traves de sus lagrimas--. Estas a la altura de las circunstancias. Te convertiste en padre. ?Realmente crees que te lo echaria en cara? --Yo… no lo se--dijo Daniel con un suspiro. Tenia una expresion que Emily nunca antes habia visto en su cara. Era una mirada de alivio total. Se dio cuenta entonces de que el esperaba que ella se enfadara con el, que desencadenara un torrente de ira contra el. Pero Emily nunca se habia enojado, solo estaba aterrorizada de que no hubiera manera de que los dos pudieran forjar una vida juntos ahora que Daniel tenia una hija que cuidar. Ahora era el turno de Emily para consolarlo, para dejar en claro que no necesitaba cargar con ninguna culpa por sus acciones. Ella le apreto la mano. --Estoy contenta--dijo, sonriendo a pesar de las marcas de lagrimas en sus mejillas--. Estoy mas que feliz, estoy encantada. Nunca pense que esto pudiera ser una posibilidad. Que la traerias a casa contigo. Daniel, no podria estar mas feliz en este momento. La cara de Daniel estallo en una sonrisa. Se levanto de la mesa con prisa y levanto a Emily de su asiento y la puso en sus brazos. Le beso la cara, el cuello, como si tratara de besar las lagrimas que habia causado. Emily sintio que todo su cuerpo se relajaba, toda la tension se le escapaba. Su cuerpo habia estado inactivo durante las ultimas seis semanas, y ahora aqui estaba Daniel despertando todas esas partes de ella que habian quedado en reposo. Ella le devolvio el beso, sin querer, con una pasion cada vez mayor. El era su Daniel, con el mismo olor a bosque y aire fresco, con sus manos asperas corriendo sobre su cuerpo, con sus dedos retorciendose en su desordenado cabello. Tenia el sabor a Daniel, de menta y te, un sabor que funcionaba como la campana de Pavlov para despertar a Emily. Cuando se retiro del beso, Emily sintio la enorme ausencia. --No podemos--dijo en voz baja--. Aqui no. No con Chantelle durmiendo. Emily asintio con la cabeza, aunque sus labios temblaban de deseo. Daniel tenia razon. Necesitaban ser sensatos, ser adultos. Tenian la responsabilidad de hacer lo mejor para la nina. Ella tendria que ser lo primero, siempre. -- ?Puedes abrazarme?--pidio Emily. Daniel la miro, y ella reconocio la mirada de adoracion en sus ojos. Habia echado tanto de menos esa mirada, y sin embargo parecia que las seis semanas lejos de ella la habian fortalecido mas. Emily nunca habia sido vista de esa manera, y eso hizo que su corazon saltara un latido. Ella se puso de pie, tomando la mano de Daniel, y lo llevo al sofa. Juntos se sumergieron en el, el toque del terciopelo verde que le recordaba a Emily de inmediato el momento en que hicieron el amor aqui, junto a la chimenea. Mientras Daniel la abrazaba, ella se sintio tan contenta como esa noche, escuchando los latidos de su corazon, respirando su aroma. No habia otro lugar donde ella quisiera estar ahora mismo que aqui, con Daniel, su Daniel. --Te extrane--escucho a Daniel decir--. Demasiado. De alguna manera, con ellos acurrucados en esta posicion, sin contacto visual, Emily encontro mas facil discutir sus sentimientos--. Si me extranaste tanto, podrias haber llamado. --No pude. -- ?Por que no? Escucho el suspiro de Daniel. --Era tan intenso lo que estaba pasando alli que no podia soportar la idea de que te rindieras conmigo. Si te hubiera llamado, habrias confirmado mis peores temores, ?sabes? La unica forma de superar toda esta prueba fue aferrandome a la esperanza de que aun estarias aqui para mi cuando volviera. Emily trago. Le dolio oirle hablar asi, pero su honestidad fue muy bienvenida. Ella sabia que todo esto habia sido increiblemente dificil para el y que tendria que ser paciente. Pero al mismo tiempo, ella tambien habia pasado por una prueba. Seis largas semanas sin noticias, esperando y preguntandose que podria pasar cuando Daniel regresara, o si regresaria. Ni siquiera se le habia ocurrido que el traeria a su hija a casa con el. Ahora tenia que empezar a imaginar de que manera sus vidas y su relacion cambiarian, ahora que tenian una hija que cuidar. Ambos estaban parados en un terreno nuevo e inestable. --Suena como si no tuvieras mucha fe en mi--dijo Emily en voz baja. Daniel se quedo callado. Entonces su mano comenzo a acariciar su cabello--. Lo se--dijo--. Deberia haber confiado mas en ti. Emily suspiro profundamente. Por ahora eso era todo lo que necesitaba escuchar; la afirmacion de que fue su falta de confianza en ella lo que habia convertido una situacion dificil en algo mucho mas dificil de lo que debia ser. -- ?Como era?--Emily pregunto, curiosa, pero tambien en un intento de hacer que Daniel se abriera, para ayudarlo a no sufrir en silencio--. Tu estadia en Tennessee, quiero decir. Daniel respiro hondo--. Me quede en un motel. Visitaba a Chantelle todos los dias, solo para tratar de protegerla, solo para ser una cara calida y amistosa. Vivian con el tio de Sheila. Literalmente no habia nada alli para un nino. --Su voz se tenso--. Chantelle se mantenia alejada. Habia aprendido a no molestar a ninguno de los dos.

  • Preguntamelo ahora de Ana Forner

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  • La ciudad y la casa de Natalia Ginzburg

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    Una novela epistolar de Natalia Ginzburg, publicada originalmente en 1984, que trata de la incomunicacion en todos los frentes, tanto familiares como sociales.

  • Fairbourne Hall de Julie Klassen

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    En la tradicion de Downton Abbey, una joven que se esconde entre el servicio de la casa de un antiguo pretendiente, un antiguo amor y un intento de asesinato. ?Podra revelar la identidad del culpable sin descubrirse a si misma? Margaret Macy se ve obligada a disfrazarse y huir de Londres para evitar casarse con un mal hombre al que no ama. Sin dinero ni un sitio adonde ir, pide trabajo como criada en la mansion de un antiguo pretendiente, Nathaniel Upchursh, al que una vez rechazo, pues en realidad estaba enamorada de su hermano. Rogando porque ninguno de los hermanos la reconozca, ni tampoco ninguno de los visitantes de la casa, tiene que resistir trabajando como sirvienta al menos un ano, el tiempo necesario para que herede la fortuna que le ha dejado una tia soltera. Entonces sera libre. Mientras trabaja, siendo como es una sirvienta invisible, va conociendo a los dos hermanos y se da cuenta de que, en su dia, no juzgo bien a Nathaniel. ?Sera demasiado tarde para reavivar en el lo que hace tiempo sintio por ella? Para colmo, en la casa casi se produce un asesinato… y solo ella sabe quien ha sido.

  • El ultimo lapon de Olivier Truc

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    Kautokeino, Laponia central, 10 de enero. Ultimo dia de la noche polar. El sol, desaparecido cuarenta dias atras, volvera a brillar. Pero de pronto, el pueblo se ve conmocionado por la desaparicion de un tambor sami, un misterioso objeto que permitia a los chamanes comunicarse con los muertos, y que habia sido recientemente recuperado por un explorador frances. Entre los sospechosos del robo estan los componentes de un grupo de extrema derecha que disputan a los sami sus tierras y fundamentalistas que se oponen al revival de su antigua religion. Al mismo tiempo, aparece el cadaver mutilado de un ganadero sami en medio de la tundra que no hace sino complicar el caso. Laponia, ese lugar aparentemente tranquilo, se revelara como una tierra de conflictos, misterios y odios ancestrales. Klemet Nango y Nina Nansen, miembros del cuerpo de la policia especial de los renos, entran a liderar la investigacion. Klemet va a jubilarse pronto, mientras que Nina es una rubia de la costa sur de Noruega con poco interes por la naturaleza hostil de Laponia. Nadie en Kautokeino parece querer ayudarlos, asi que la investigacion va a ser larga, en condiciones durisimas, y les revelara hechos mucho mas sombrios de lo que podian imaginar, enfrentandolos con un verdadero demonio contemporaneo.

  • Breviario de historia de Espana de Laura Lara , Maria Lara

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    En los ultimos 20 anos no se ha publicado una Historia de Espana en un solo volumen que sirva de lectura para el publico en general y, a la vez, como manual para los estudiantes que deseen obtener una vision completa y proporcionada desde el Antecessor a la crisis de la globalizacion. Con ese fin, el afan de buscar la verdad y la intencion de generar amistad con nuestra propia Historia, aparece esta obra en la que las autoras reflexionan en clave actual sobre todos los eventos que Espana ha protagonizado. ?Sabia que el Neanderthal ya era detallista cuando ensayo destrezas de joyero? ?El joven Balbo, gaditano y millonario, mostro dotes publicitarias al organizarle la campana a Julio Cesar? ?Que a Alvar Nunez Cabeza de Vaca no lo echaron al caldero gracias a que los nativos lo tomaron por curandero, o que en la Espana de los Austrias el personaje que mas pavor causaba, en ninos y adultos, era el corsario ingles Francis Drake? ?Que nuestro horario es producto de que, en 1942, Franco decidio retrasar 60 minutos los relojes para alinear el tic tac espanol con el huso de Centroeuropa durante la Segunda Guerra Mundial? Todos estos misterios, y mucho mas, se resuelven con un estilo ameno y desde una perspectiva sumamente didactica para que los lectores disfruten descubriendo como ha discurrido la vida en el mayor imperio sonado.

  • Lagrimas Nocturnas de Emanuel Castillo

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    Una buen historia, de verdad

  • Te reservo mis derechos de Cristina Gonzalez

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    Alvaro habia forrado con folios blancos las dos novelas que habian llevado a la escritora Irene Leblanc a hacerse famosa por sus textos de romance. El joven profesor habia leido ambos libros con verdadera adiccion y los habia releido varias veces en ocasiones posteriores. No obstante, no queria que su hermano se enterase de que era un apasionado de las novelas romanticas de Irene Leblanc. En general, preferia no revelarle a nadie su ferviente interes por aquellas historias de amor y pasion que eran tan populares entre el genero femenino. Por eso ocultaba las portadas tras la opacidad del papel. Alvaro se incorporo sobre el escritorio de su gran despacho. Abrio su portatil y se pregunto a si mismo si no estaba llevando aquella obsesion demasiado lejos. Sin esperar la respuesta, tecleo el nombre de su escritora favorita en el buscador de Google. Unas cuantas entradas de blogs de novela romantica bombardearon la pantalla. Tendria que asegurarse de borrar el historial antes de que Jesus se apoderase del portatil. Su hermano era el editor de Irene Leblanc. Y aun asi Alvaro todavia no habia tenido la oportunidad de conocerla en persona. El, a diferencia de su hermano, habia preferido dedicarse a la docencia universitaria. Estaba orgulloso de haber adquirido una plaza como catedratico con tan solo treinta y dos anos. Suspiro. Solo un pequeno flexo de luz anaranjada alumbraba el escritorio. Deslizo el puntero hacia el buscador de imagenes de Google. Tenia cierta curiosidad por saber como era ella fisicamente. Queria comprobar que su imaginacion volaba acorde con la realidad. - Vaya - musito en el silencio de su solitario apartamento. Su hermano no mentia. Irene era una mujer particular. Alvaro habia dado con una imagen de ella de cuerpo entero, sentada sobre un taburete y vestida con un bonito traje de raya diplomatica. La fotografia pertenecia a una entrevista que le habian realizado un ano atras. El sabia perfectamente que Irene tenia veintiocho anos, habia leido su biografia unas cuantas veces. Lo que mas le llamaba la atencion era que Irene estaba licenciada en medicina. Y, sin embargo, ella habia dejado de ejercer para escribir. Desde luego, la profundidad de aquellos ojos grandes y castanos debia de proceder de algun lugar. Tenia el aspecto de ser una mujer compleja. La curva de sus labios finos mostraba a una Irene melancolicamente sonriente. Alvaro sacudio la cabeza. Era consciente de que elucubraba demasiado acerca de ella. A medida que habia ido leyendo sus libros, habia forjado una imagen de la escritora en su cabeza. Por eso no habia querido ver las fotos de Irene Leblanc antes de imaginarsela a su manera. Y ahora que por fin la tenia frente a sus ojos, no le quedaba mas remedio que reconocer que no le defraudaba. Tal vez le hubiese gustado que tuviera el cabello mas corto. No se esperaba aquella melena tan espesa y oscura. - Esta bien asi... Es como tiene que ser - dijo el. Con una sonrisa de triunfo, apago el ordenador y se dirigio a la cocina para cenar algo de verdura cruda. Mientras rayaba un trozo de zanahoria para anadirlo a su ensalada mixta, su Iphone comenzo a vibrar sobre la encimera. - Siempre en el mejor momento... - susurro para si mismo mientras se secaba las manos rapidamente con el pano de cocina. Descolgo y contesto. - Diga. - Abre la puerta - dijo su hermano al otro lado del telefono. Colgo y camino hasta la entrada. Al abrir dijo: - Los timbres no estan hechos para ti. - Es cierto, sobre todo cuando no suenan - dijo su hermano. Jesus arrastro su maleta por el pasillo enmoquetado hasta llegar a la habitacion de invitados. Un cuarto que en realidad solo utilizaba el porque su Alvaro no solia invitar a nadie, a excepcion de su hermano mellizo. Alvaro miro el boton del timbre con desconfianza. Tres dias. Eso era lo que habia tardado en romperse desde que lo cambio. - Debe ser un mal contacto... - murmuro el con frustracion al comprobar que, efectivamente, no funcionaba. - !Asumelo! - grito Jesus desde la habitacion. Camino de nuevo hacia la entrada, a medida que se fue acercando a la puerta principal fue disminuyendo el volumen de su voz - ?Sabes? Llamar a un electricista no es algo degradante... Te lo aseguro. Alvaro lo ignoro y fue a buscar su caja de herramientas. Cuando logro encontrar el destornillador adecuado, regreso junto al timbre averiado, dispuesto a repararlo. Costase lo que costase. Jesus se reia entredientes mientras su hermano se peleaba con el primero de los tornillos. - Lo aprete demasiado... - farfullaba Alvaro. - Manana lo arreglas. Ahora quiero que cenemos juntos. Tengo que contarte algo genial. !Te va a encantar! - dijo su hermano emocionado. Alvaro abandono por un momento al timbre y a sus tornillos y le presto atencion. - Puedes decirmelo ahora... Mientras intento sacar... Esto... - forcejeaba y forcejeaba con el destornillador. Con resultados desalentadores. Jesus decidio soltar la perla para hacer reaccionar a su hermano. - Manana te presentare a la mismisima Irene Leblanc. Fue rapido. Fue inesperado. Fue doloroso. - !Joder! - grito Alvaro. Habia hecho tanta fuerza con el destornillador que este se habia escurrido hasta acabar rajandole la palma de la mano contraria. - Me gusta tu actitud. Es muy emotiva - bromeo Jesus. Alvaro se incorporo y entro en el piso. Cerro la puerta y camino hacia el cuarto de bano para rociarse con agua oxigenada. - ?Y que te hace pensar que quiero conocerla? Por supuesto, Jesus no sabia que su hermano era uno de los lectores mas acerrimos de Irene Leblanc. - Nada en absoluto. Pero te la presentare de todas maneras. Alvaro apreto los dientes cuando peroxido de oxigeno comenzo a burbujear sobre su herida. Aun tenia en su mente la sugerente mirada oscura de la escritora. - ?Y si no quiero? - se apresuro a decir el. - Ella necesita un buen egiptologo para documentarse. Esta escribiendo un romance ambientado en la epoca de Cleopatra. A Alvaro se le ilumino fugazmente la mirada. Afortunadamente, Jesus paso por alto aquel gesto. - ?Y por que yo? - pregunto el intrigado. - Porque eres mi hermano y saldras mas barato. Alvaro resoplo. Entonces Jesus dijo: - Y porque eres de los mejores que hay en esta ciudad. Ambos hermanos se miraron con complicidad. Despues Alvaro le estrecho a Jesus la mano sana y le dijo: - Yo la conozco primero. Despues ya vere si colaboro. Jesus se fue a dormir contento. Estaba absolutamente seguro de que su hermano aceptaria el trabajo. Para Jesus, Irene era una mujer particularmente atractiva. Y estaba convencido de que Alvaro seria incapaz de resistirse a sus encantos. CAPITULO 2 Irene sudaba la gota gorda encima del banco de abdominales. No recordaba cuando dejo que su madre la convenciera para ir al gimnasio. - Cielo, yo te quiero, y como te quiero, te digo que se te esta empezando a poner fofa la barriga - habia dicho ella. Irene, rezongando y maldiciendo, habia llamado por telefono al gimnasio que habia a cinco minutos de su pequeno apartamento. Y alli estaba aquel lunes por la manana, recuperando la tonicidad perdida. Esa tonicidad que parecia importarle mas a su madre que a ella misma. - Doce... - dijo a punto de exhalar su ultimo aliento. Incapaz de forzar sus musculos una vez mas, anadio: - Y doce. Miro su BlackBerry. Las diez y cincuenta y ocho. - Llego estupendamente tarde - dijo con resignacion. De camino al vestuario se pregunto la razon por la cual habia accedido a escribir una novela que ella no queria escribir. !Cleopatra! !Arg! !Y lo quieren vender como el antiguo Egipto! Penso Irene Leblanc mientras arrojaba su camiseta sudada en la bolsa. Y no es que no le fascinaran los egipcios. Habia leido "Sinuhe el egipcio" varias veces. Al terminar tercero de medicina, dedico su verano a aquel clasico. Admiro una y mil veces al escritor Mika Waltari. Pero Cleopatra... La pobre Cleopatra estaba ya muy manida. - !Pero lo habras escrito tu! Y tus historias siempre conmueven a tus lectores - le persuadio su agente. - Yo he escrito romances medievales... De esos en los que el enamorado siempre tiene ganas de suicidarse porque su amada no le corresponde. Son bonitos, platonicos y sumergen a las lectoras en una fantasia romantica. !Pero yo no escribo sobre egipcios, ni griegos, ni romanos! No tengo conocimientos suficientes... No tengo ni pajolera idea de como ambientar la trama. Ah y tampoco se me ocurre ninguna trama... - habia alegado Irene a su favor. - Llamare a tu editor y le dire que busque a alguien que si tenga esos conocimientos para que te ayude - habia respondido su agente con un fingido optimismo. Y asi es como Irene salia corriendo del gimnasio, ataviada con un chandal limpio - que no dejaba de ser un chandal - en direccion a su pequeno Citroen Saxo del ano de la polca. Habia quedado con el doctor en historia antigua: Alvaro Ferreras y con su editor - Jesus Ferreras, Chus para los amigos - en el despacho de su agente. No queria conocer al tal Alvaro, ni queria escribir sobre Cleopatra. No queria escribir sobre algo que no conocia y que no le gustaba. !Pero Irene Leblanc tenia que escribir sobre algo que se pudiera vender! - Tus libros a veces son aburridos. Tienes que ser mas dinamica, mas actual - dijo su agente a continuacion. - Supongo que Cleopatra es una mujer actual. !Ayer lei una entrevista suya en el Yo Dona! - habia ironizado Irene. - Te prometo que se vendera... Ademas, estas bloqueada, tu misma lo has reconocido. No se te ocurre nada, y necesitamos material para que sigas publicando. Bien, fueron estas palabras las que hicieron que Irene accediese a escribir sobre la amante de Julio Cesar. Su agente no quiso discutir mas. Sabia que Irene tenia potencial y que habia una editorial dispuesta a publicar un romance nacido entre piramides. - Los semaforos en las glorietas son un engendro... - se quejo ella al volante de su pequeno Saxo. Verde. Irene piso el acelerador y giro el volante

  • Vuelo directo al amor (Unicornios 1) de Noni Garcia

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    S 1 ergio pelaba los cables de dos milimetros y medio que necesitaba para los mecanismos del bano en el que estaba trabajando. Esperaba dejar terminados tres mas ese dia o su jefe le daria un buen tiron de orejas. Pensaba en la suerte que habian tenido por haber cogido la instalacion electrica de aquel hotel junto al aeropuerto; si no hubiera sido asi, en ese momento estaria engrosando la lista del paro. Introdujo el cobre liado en el orificio y giro el pequeno tornillo, asi una y otra vez. Su trabajo era monotono, siempre igual, pero era lo que le daba de comer en aquel momento. De nada servian todos sus estudios de robotica si no podia ejercerlos alli. Y partir a otro lugar, por el momento, era imposible. Se miro en el espejo al pasar delante de el y sonrio. Su vida habia cambiado mucho en los ultimos tiempos y, a pesar de la frustracion que le provocaba no poder desarrollar su profesion, se veia mejor que nunca. El gimnasio le habia sentado genial, eso era indiscutible, pero salir del armario a sus treinta y dos anos habia obrado el milagro de darle luminosidad a su rostro. Habia pasado de ocultarlo por miedo al que diran, incluso estando su familia al tanto, a no importarle proclamarlo a los cuatro vientos. Recogio las herramientas y salio de la habitacion. Aunque los fontaneros todavia iban algunas estancias por detras, no podia permitir que lo alcanzaran. Si lo hacian, se verian obligados a parar su ritmo de trabajo y podia costarle su puesto de trabajo. Entro en un nuevo bano de la quinta planta y siguio con su rutina. Lo unico que le consolaba era saber que era viernes, que su hermana esa noche se quedaria con su padre y que podria salir a dar una vuelta con Paty, su mejor amiga y companera en la obra. El telefono del trabajo comenzo a sonar en el bolsillo del pantalon. Solo esperaba y deseaba que su jefe no le hiciera trabajar horas extras, y si lo hacia, que al menos se las pagara o le diera un dia libre, que casi lo preferia. Las noches de hospital estaban acabando con su espalda y necesitaba dias de descanso como el comer. --Dime, Fabian. --?Como lo llevas? --Me quedan tres habitaciones de la quinta. --?Por donde van los fontaneros? --Por la cuarta, aunque el lunes creo que ya subiran a esta. --Perfecto. Necesito que Paty y tu me hagais un favor. --Sergio sintio que el mundo se le caia encima. Eso solo podia significar que sus temores eran ciertos: tendria que trabajar horas extras. --?Que necesitas? --Que vayais a la direccion que os voy a mandar. Es la vivienda del dueno de la empresa de fontaneria que esta trabajando ahi. Al parecer, se le ha fundido el fusible y no tiene luz en toda la casa. Necesito que paseis por aqui, cojais material y os personeis alli lo antes posible. --Si, claro. Recogemos herramientas y vamos. --Sergio, se que no necesito decirtelo, pero es muy importante que hagais un buen trabajo. Ese hombre puede conseguirnos mas obras. --Tranquilo. Puedes tener claro que esa casa no habra recibido unos electricistas mejores que nosotros. Se dirigio a las escaleras para subir a la sexta planta, donde Paty estaba poniendo los mecanismos de las habitaciones. Cruzo la puerta que daba acceso a ellas y choco con alguien, haciendo que todas sus herramientas se desparramaran por el suelo. Maldijo para sus adentros, siempre habia sido una persona muy cauta, y se contuvo para no soltar mas de un improperio. Entre otras cosas porque asumia su parte de culpa, habia abierto la puerta sin tener en cuenta que era muy probable que hubiera algun obrero tras ella. Se agacho sin decir nada, iba demasiado apurado para entablar una conversacion con nadie, y la persona con la que habia tenido el encontronazo lo hizo con el. Un ramalazo de culpabilidad lo sacudio. --Lo siento, voy con un poco de prisa --espeto mientras sus ojos se clavaban en las preciosas y suaves manos que estaban tocando algunas de sus herramientas --No te preocupes, yo tambien iba pendiente al movil y no te vi venir -- consiguio decir el dueno de las manos, que se habia quedado embobado mirando los marcados biceps del electricista. --No pasa nada. --?Ya esta lista la quinta planta para que podamos entrar? En ese momento, Sergio se fijo como debia en la persona que tenia delante. El logotipo de la camiseta le dijo que pertenecia a la cuadrilla de fontaneros. --Me quedan tres habitaciones, pero tengo que ir a otro sitio. Aun asi, todavia no me alcanzais, podeis trabajar tranquilos --sugirio, apartando la vista del muchacho que tenia delante, ya que cierto nerviosismo se estaba apoderando de el. --Gracias. Hoy solo subiremos las herramientas, ya mismo es hora de terminar la jornada. --!Que suerte! --Mi nombre es Alejandro. --Yo soy Sergio. Estrecharon sus manos y Sergio se quedo mirando al hombre que tenia delante. Si bien era cierto que tenia rasgos latinos y su nombre asi lo indicaba, su acento era mas andaluz que el suyo, y eso le sorprendio. Se despidieron y cada uno continuo su camino. Sergio subio las escaleras, sin ser consciente de que, desde el rellano, Alejandro lo estaba escaneando de arriba abajo. Entro en la planta y suspiro hondo. El golpe, el mal genio de Sergio, su olor a masculinidad y seguridad, sus delicadas manos, sus ojos entre marron y verdes y su voz hicieron que su polla reaccionara y no pudiera evitar escanearlo de arriba abajo. Tenia el cuerpo bien definido, se habia dado cuenta con solo observar sus biceps, con una musculatura conseguida a base de horas de gimnasio y un culo divino en el que perderse. <>, penso mientras inspeccionaba las habitaciones que ya estaban listas y decidia cual cerrarian con llave para guardar las herramientas. Lo unico que le consolaba y que podia conseguir que no le tirara los tejos al electricista era que el lunes no tenia que trabajar porque tenia que hacer unas gestiones con su madre. Asi, el martes, cuando volviera a la obra, el ya les habria tomado ventaja. Sergio y Paty salieron de la obra y, tras dirigirse a la nave donde tenia la sede la empresa y recoger el material que pensaban que iban a necesitar, se dirigieron a la ubicacion que su jefe le habia enviado por WhatsApp. Aparcaron en la puerta y se quedaron alucinados al ver la impresionante vivienda que se levantaba delante de ellos. Ilusos ellos, llamaron al timbre, pero no sono nada dentro, asi que tuvieron que golpear la puerta hasta que sintieron unos pasos acercandose a ella. Tanto Sergio como Paty tenian claro lo que ocurria. Lo mas probable era que los fusibles generales de la vivienda se habian quemado por alguna sobrecarga. Por suerte, llevaban varios en la furgoneta, aunque no sabrian si el diagnostico era correcto hasta que pudieran entrar y comprobarlo. Una senora de unos cincuenta anos les abrio la puerta con una cara de preocupacion considerable. Ambos imaginaron que se trataba de la duena de la casa, ya que su forma de vestir delataba que no debia pertenecer al servicio de esta. --!Gracias a Dios que ya estais aqui! Pasad. --Buenas tardes, senora. ?Que es lo que ha pasado? --Ni pudieron terminar de hacer la comida. Yo estaba en la piscina, dandome un bano porque hace mucho calor, y se quedo toda la casa a oscuras. No hubo forma de arreglarlo. !Ya valio madres! Paty reconocio el acento mexicano de la senora a leguas, muchas eran las telenovelas que veia por las tardes, y el suyo, aunque sonaba bastante castellanizado, no la enganaba. Antes de entrar en la casa, se dirigieron a la caja donde los fusibles debian estar. Al abrirla, un olor a quemado inundo las fosas nasales de los dos. Estaban de suerte, ahi tenian el porque de que no hubiera luz en la casa. La senora se quedo observandolos desde la puerta, mientras ellos fueron al coche y cogieron todo lo que necesitaban. Con un poco de suerte, no tardarian mas de media hora en solucionar la averia y podrian volver a sus casas dentro del horario que les correspondia. Trabajaron mano a mano con celeridad, como siempre hacian. Cuando todo estuvo en orden, entraron en la casa y comprobaron el cuadro electrico. Aquella instalacion no era la mejor para la monumental casa en la que se encontraban y asi se lo hizo saber Sergio a la senora, que volvio diez minutos despues, tras comprobar que todo funcionaba correctamente. Los dos sonrieron al ver que les traia una jarra de agua con hielo y limon cortado a medias rodajas. Era algo que les sentaria de maravilla, teniendo en cuenta el calor que hacia en pleno mes de mayo. Estaban disfrutando de la bebida cuando lo unico que les faltaba por comprobar comenzo a funcionar. La puerta de garaje se abrio dando acceso a un BMW X5 azul. Sergio imagino que seria el coche del dueno de la empresa de fontaneria, pero casi se le cayo el vaso al suelo al ver a Alejandro, el chico con el que habia chocado un rato antes, bajarse de el. --!Ay, mi bebe ya esta aqui! <>, repitio Sergio para si mismo. Aquel chico, si bien era joven, de bebe tenia bien poco. Mas bien lucia un cuerpo muy definido, unas facciones muy marcadas y esa perilla le daba cierto aire de virilidad que lo dejo sin aliento. No habia tenido tiempo de fijarse bien en el cuando se cruzaron en el rellano de las escaleras, pero estaba lo suficientemente bueno para someterlo en su cama. Sacudio la cabeza para apartar esos pensamientos de su mente mientras veia caminar a la senora hasta el chico. Lo abrazo y lo beso como solo hace una madre y Paty le dio un codazo a Sergio con una sonrisa picara en los labios. No entendia como esa loca del demonio era capaz en todo momento de leer sus pensamientos. --Yo tambien me lo follaria, pero parece ser que su mirada esta mas puesta en ti que en mi. --Es el chico con el que me choque cuando subia a buscarte en la obra. --Entonces ya has catado su cuerpo, bribon... --Ya te vale, Mocosa --espeto, ganandose una mirada asesina por parte de Paty. La senora --de la que seguian sin saber el nombre-- y Alejandro se acercaron hasta ellos. Momento que pensaba aprovechar Sergio para despedirse y salir corriendo para casa, necesitaba una ducha como el comer. Alejandro les miro un tanto confuso. No podia creer que el electricista impertinente que habia conseguido que se le calentara la sangre en la obra estuviera delante de el, en su casa. Y era mucho mas guapo de lo que recordaba, probablemente porque la luz del dia le permitia tener una vision de el que no podia en el rellano casi oscuro de aquella escalera. --Bueno, pues nosotros ya hemos terminado. Le comentare a mi jefe lo que le he dicho del cuadro electrico e imagino que se pondra en contacto con su marido para que vengan mis companeros a solucionarlo... --!Ah, no! Yo quiero que vengais vosotros dos. Se ve que hacen un buen equipo. --Veo complicado que nos manden, estamos en... --Estan en la misma obra que estoy yo, mama. --A mi me da igual donde esten, yo quiero que ellos sean los que trabajen aqui y sabes demasiado bien que lo conseguire --dijo, dirigiendose a su hijo. Sergio penso que no estaria mal desaparecer unos dias de la obra, asi no tendria que cruzarse con Alejandro, que cuanto mas lo miraba, mas le atraia. Alejandro no le hizo la ola a su madre porque habia gente delante. Pensar que estaria alejado de ese hombre hecho para el pecado durante algunos dias le hizo sentir aliviado. Habia conseguido mantener su ereccion a raya en la obra, pero verlo en la puerta de su casa, a plena luz del dia y bebiendo un vaso de agua fria, habia conseguido que necesitara una ducha de agua helada con bastante urgencia. L 2 a musica sonaba en el local donde estaba tomando una copa con Paty. Despues de un par de meses sin salir de marcha, se sentia casi perdido en lo de sociabilizar durante la noche, por lo que habia pedido a su amiga que fueran a un sitio tranquilo. Y no tuvo otro sitio donde llevarlo que a un karaoke. Daba un sorbo a la copa mientras pensaba que no podia dejar que ella volviera a elegir el sitio donde disfrutar de un rato agradable, ya que los chillidos que se oian de vez en cuando por los altavoces estaban a punto de reventarle el timpano. Sergio se disculpo con Paty porque necesitaba orinar urgentemente. Despues de tanto vino en la cena, y las dos copas y media que llevaba tomadas, corria riesgo de mearse en los pantalones, y eso seria otro espectaculo bastante bochornoso, mas que el de los supuestos cantantes que pasaban por el escenario. Por suerte, no habia cola y entro sin tener que esperar. Estaba lavandose las manos cuando, por primera vez en toda la noche, escucho cantar a un chico que lo hacia muy bien, tanto que estaba consiguiendo que se le erizara la piel. Salio rapidamente, busco a su amiga y dirigio su mirada al escenario. Nada lo tenia preparado para lo que alli iba a encontrar. El cantante no era otro que Alejandro, el hijo de la duena de la casa en la que estuvo unas horas antes, el que se habia topado con el en las escaleras haciendo que sus herramientas cayeran al suelo y el que estaba consiguiendo de nuevo que su polla reaccionara dando brincos de alegria. Su noche habia empezado bien con la cena, se habia torcido un poco con el karaoke y se habia vuelto una pesadilla con la voz de Alejandro. Siempre habia seguido a rajatabla la premisa que su madre le habia ensenado desde pequeno: <>. Y mucho temia que si el chico se le ponia a tiro, la acabaria incumpliendo. Sus miradas se cruzaron y una segunda cancion comenzo a sonar. Las primeras notas de la cancion Pegate de Ricky Martin comenzaron a sonar y se desato la locura en el antro. Alejandro quito del escenario el taburete en el que habia estado sentado durante la cancion anterior y tambien el pie de micro, dejandolo en su mano. Canto y se movio al ritmo de la musica, haciendo que un calor asfixiante se apoderara de Sergio. Todos bailaban, todos reian, todos lo pasaban bien y el solo pensaba en como debian moverse esas caderas cuando follaba. Alejandro tenia los ojos clavados en el, su sonrisa lo hipnotizaba y el brillo de su mirada lo encendia mas y mas. Solo pensaba en acercarse al escenario y pegar sus caderas, como bien decia la cancion, que sintiera lo que conseguia provocarle.