• Por mucho que pase el tiempo de Priscila Serrano

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    La vida puede cambiar en un segundo. Puedes decir “nos vemos manana” y no estar al siguiente dia. Ni siquiera pudieron despedirse, ocurrio tan rapido…
    La de Elsa cambio y ese hueco que creia vacio, se lleno de un amor del que no podria escapar por mucho que se negara. Y se enamoro, lo hizo de la persona que menos pensaba y de la que no puede sentir nada mas que un simple carino.
    Pero, ?que pasa si el siente exactamente lo mismo que ella? ?Que pasa cuando sus corazones comienzan a latir con tanta fuerza que incluso podrian lastimar a otros?
    Dicen que su amor es prohibido. Dicen que es mejor separarlos. Dicen, dicen. Todos hablan, todos opinan. Pero ningun amor, cuando es real, debe ser negado y destruido.

  • IMPOSSIBLE LOVE de Priscila Serrano

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    El rumbo de la vida de Alexa cambio justo el dia en el que su madre decidio casarse con otro hombre. Nunca penso que aquel suceso, iba a afectarle como lo hizo y con tanta intensidad. Tanto como para no volver a ser la misma. Entonces llego el, un chico se cruzo en su camino en el momento mas oportuno, para salvarla.
    Cameron nunca creyo que pasar por su lado, siendo el el que no creia en el amor, caeria irremediablemente enamorado de ella en cuanto la vio. Que ella le haria sentir demasiado en tan poco tiempo.
    ?Que pasara cuando se den cuenta de que tienen en comun mucho mas de lo que creen?
    Lo que no se espera ninguno de los dos es que su pasado, esta ligado a sus vidas.

  • Navidad. y algo mas de Priscila Serrano

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    Erase una vez una noche estrellada, una noche repleta de luces de colores... En cada esquina, la gente cantaba la misma cancion: Navidad, Navidad, dulce Navidad. ?En serio? O sea, ?no hay mas repertorio? A veces pienso que se quedaron anclados en esa cancion. Menos mal que en mi casa se saben mas. Me encuentro en un atasco con el coche, esperando pasar el maldito semaforo que se ha puesto en verde cuatro veces y todavia sigo aqui, sin poder avanzar por la cantidad de vehiculos que hay a esta hora. A este paso, me comere las uvas aqui y eso que aun estamos a veintitres de diciembre. Mi mania de dejarlo todo para ultima hora... Todavia me faltan por comprar algunos regalos de Papa Noel para mis sobrinos, unos sobrinos que piden demasiadas cosas y encima muy caras. Creo que al final comprare lo que me salga de las narices y santas pascuas. Cuando por fin cruzo el semaforo, estoy a solo cinco minutos del centro comercial. Aunque claro, ahora la cola para entrar sera incluso mas larga. Dios mio, el ano que viene empiezo a comprar los regalos en verano. Casi una hora despues, consigo aparcar el coche y me bajo con la clara intencion de correr como si se me fuera la vida en ello. Voy tan rapido que parece que estoy en una maraton. Miro el reloj de mi muneca justo cuando entro en el centro comercial y compruebo que son casi las nueve de la noche. Pronto cerraran asi que tengo muy poco tiempo. Encima aqui hay mucha gente. Me estoy agobiando. Camino sorteando a las personas y me dirijo hacia la tienda de juguetes. Espero tener suerte y encontrar algo que les guste a Paula y Julia. Mis sobrinas han sido muy claras en su carta a Papa Noel, quieren la misma muneca. Exactamente la misma y su madre, es decir, mi hermana, no la ha encontrado. Suerte que mi amiga Susana me ha dicho que esta manana habia visto cinco munecas aqui. Comienzo con la busqueda loca y tras sortear a muchas personas en el camino, veo a lo lejos la estanteria donde se suponia que debian estar las cinco munecas, pero solo quedan tres. Entonces veo a camara lenta como una senora coge una. Me quedo expectante, rezando para que no coja ninguna mas y la veo marcharse con la munequita de los... <>, me digo a mi misma justo cuando emprendo camino hasta esas perfectas munecas que parecen sonreirme desde sus cajas rosadas y llenas de brillos. No pueden ser mas feas pero claro, si mis ninas las quieren, la tita Julia se las consigue. Cojo la primera y me la llevo al pecho como si hubiese conseguido el premio a la mejor tia del ano y justo cuando toco la segunda, alguien agarra el otro lado de la caja y mis manos comienzan a temblar. Miro a la persona que esta quitandome lo que llevo buscando mas de diez minutos y nos quedamos congelados. <>, pienso. --?Julia? --Su voz me pone la piel de gallina. Es esa misma voz que tantas veces me susurraron palabras bonitas hace mas de un ano. --David... Hola --titubeo, nerviosa--. Cuanto tiempo. ?Que tal? Sonrie al percatarse de mi nerviosismo y no le culpo, se me nota tanto que hasta siento como arden mis mejillas. --Bien, muy bien. No sabia que estuvieras en Madrid --dice sin soltar la muneca, cosa que yo tampoco hago. Me quedo pensativa unos segundos, los mismos en los que el no me quita la vista de encima. Es mas, incluso me ha repasado de arriba abajo, aunque no haya mucho que ver con tanta ropa. El polar que llevo me llega hasta las rodillas y ni que decir de lo gordo que es; hasta podria pasar por una embarazada. Dios me libre, ya tengo suficiente con mis sobrinas. --Eh, si. Llevo viviendo aqui cinco meses, pense que era buena idea volver a casa. --Agacho la cabeza un poco avergonzada. Nuestra historia de amor fue la mas bonita que he vivido en toda mi vida. No hay dia que no recuerde todos los momentos que pasamos juntos en Canarias. Nos fuimos a vivir alli tras dos anos de novios porque me habia salido un trabajo. El trabajo de mi vida, en realidad. Eramos felices, el tambien habia conseguido un buen empleo, pero no fue suficiente. Al menos no para el. Entonces, una noche decidio por los dos y se marcho dejandome alli sola, sin familia ni amigos. No llevabamos tanto tiempo en Canarias como para tener un vinculo con otras personas y me dolio que me dejase tirada cuando teniamos tantos planes. --Me alegro de que hayas vuelto --responde sincero. --Gracias, yo tambien. Nos quedamos un momento en silencio y tiro de la muneca, pensando que la va a soltar pero no lo hace. Es mas, el tira tambien. Alzo una ceja incredula, pues de verdad pensaba que iba a dejar que me la llevara. No, por lo visto no sera asi. --Eh... Necesito esa muneca --le digo con calma. --Yo tambien y mucho --replica aferrandose a ella. --No lo entiendes, necesito las dos munecas. Ya sabes que tengo dos sobrinas y las dos quieren la misma muneca. Y no hay mas en ninguna parte. --Yo tambien tengo una sobrina a la que no veo desde hace mas de cinco meses y es la unica que queda. Vamos, no seas egoista, ya tienes una. Comienzo a negar, poniendome mas roja aunque no por verguenza sino por el cabreo que esta creciendo en mi interior, lenta y dolorosamente. Creo que David no recuerda como me pongo cuando me enfado y hoy va a ver la peor parte de mi como no suelte la dichosa muneca. --Espera, pensemos con claridad, por favor --refiere pasandose la mano que tiene libre por su precioso y sedoso cabello negro. No puedo dejar de observarle--. Echemoslo a cara o cruz. ?Te parece? --Alzo una ceja con altaneria y a la misma vez enseno mi preciosa mueca de desconcierto que tanta gracia suele hacer pero que a el, por increible que parezca, le resulta tierno. --Sigues siendo la misma --murmura de pronto. Abro los ojos desorbitadamente y me muerdo el labio inferior justo cuando se acerca unos milimetros. Ha sido un leve movimiento que he notado al oler mas de cerca su colonia. <>, pienso mirandole a los ojos. David sonrie dulcemente y yo creo que pronto caere al suelo hecha gelatina. Es tan guapo, siempre lo ha sido. Niego desechando cualquier pensamiento sobre el hombre que me dejo tirada solo por no ser capaz de vivir con su novia en otro lugar y crear su propio hogar. No fue capaz de luchar. --?Sabes? Dejare la muneca con una condicion --propone. --?Que condicion? --Que cenes conmigo esta noche. --Trago saliva nerviosa, muy nerviosa y me quedo sopesando su propuesta. Como si fuera posible aceptarla como si nada... --Lo siento pero no puedo --respondo sin titubear. --Entonces, dame la muneca que tengo que irme. --No te la vas a llevar, yo la he visto antes. No es justo que vengas ahora y me la quites, asi como... --?Asi como que? ?Que ibas a decir, Julia? --Me interrumpe, sabiendo que si no llega a hacerlo, podria haber dicho algo de lo que despues me arrepentiria. Y la verdad es que necesito gritarle algunas cosas que tengo atascadas en la garganta desde que lo vi marcharse, desde que salio por la puerta aquella noche en la que creia que me esperaba con una cena romantica. Era nuestro aniversario y al final fue nuestro ultimo dia juntos. Es todo tan surrealista. --Nada, sera mejor que me vaya. --Me giro, dejandole la muneca. Ya buscare otra. Camino con la unica muneca que he conseguido entre los brazos, como si quisiera llenarlos de algo que no sea soledad. Luego la pego a mi pecho, ahi donde aun sigue doliendo. Donde, a pesar del tiempo, sigue latiendo por la unica persona que he amado en mi vida. Pero fue tan cobarde, tan egoista. Llego hasta la caja y pongo la muneca sobre la cinta para pagarla y asi irme de una maldita vez para volver a mi casa, de donde no saldre hasta manana a las nueve de la noche. Tengo el dia libre asi que me hundire en mi miseria con el fin de que algun dia pueda volver a salir del pozo con una sonrisa y gritando que lo he superado. Lo mas gracioso de todo es que pensaba que asi era, que habia superado la ruptura, el abandono, pero ahora que he vuelto a verle, me siento incluso peor que antes. Sobre las once de la noche, llego a mi apartamento y tras dejar la muneca y mi bolso en la entrada, me quito el polar para dejarlo sobre la silla de comedor. En seguida enciendo la calefaccion y las luces del arbol de navidad. No es que me guste, en realidad creo que es mas por costumbre que otra cosa; mis padres siempre me han ensenado lo valioso de esta epoca, lo bonito que es pasarlo con la familia y amigos, con el amor... No tengo de eso, no hay amor por ninguna parte. Voy hasta la cocina y me preparo un chocolate caliente para despues sentarme en el sofa con la manta que me regalo mi hermana el ano pasado, es de borrego y muy calentita. Aqui en Madrid hace demasiado frio, tanto que no soy capaz de desnudarme para ponerme el pijama hasta que la casa este caldeada. Enciendo la tele y busco una pelicula en Netflix, justo cuando escucho unos toques en la puerta. Me pongo nerviosa, no suelo recibir visitas a esta hora. En realidad, no suelo recibir visitas, soy algo solitaria. Me levanto y arrastro los pies hasta la puerta. --?Quien es? --Pregunto asustada. --Soy David. ?Me abres la puerta? Apino los labios y frunzo el ceno. ?Que hace aqui? Me pongo de espaldas a la puerta y echo la cabeza sobre ella. Me quedo asi unos segundos, pensando si abrir o no. Suspiro un par de veces cuando vuelvo a escuchar su voz. --Julia, por favor. Necesito hablar contigo --suplica y escuchar asi su voz, no hace mas que hacerme mas dano. Se lo que quiere decirme, como tambien se lo que puedo llegar a sentir cuando lo escuche. Tambien se que sigo enamorada y que mi vuelta ha sido por el y nada mas que el. Eso no lo sabe, no he llegado a decirselo porque cuando llegue, David no estaba. Estuvo fuera un tiempo, segun su madre necesitaba pensar y este no era el lugar. La verdad es que no sabia que tambien habia regresado a Madrid. --Yo, sigo queriendo... --Lo escucho suspirar--. Te he traido una cosa. --Dejalo en la puerta y vete, David. No es el momento de hablar algo que podrias haberme dicho en otra ocasion, en otro lugar --esto ultimo lo digo mas para mi que para el, aunque estoy segura de que me ha escuchado. --No pienso irme hasta que me abras y me dejes hablar contigo. Solo cinco minutos y si despues de eso sigues sin querer verme, me ire y no te molestare mas. Sin mas, abro la puerta y me mira. --Solo cinco minutos, es lo maximo que te doy. Tu a mi no me diste ni un minuto para poder hacer que... No termino la frase cuando sus labios chocan con los mios. Siento la calidez de sus manos cogiendo mis mejillas para apresarme mas a su boca, para no dejarme ir. Por un momento intento escapar de el, de este beso que hara estragos en mi, que hara que vuelva a caer en sus brazos como si no me hubiesen soltado nunca. Nos separamos unos milimetros con la respiracion agitada. David pega nuestras frentes para despues clavar sus ojos verdes en los mios y suspira. --No sabes lo que he necesitado este beso, lo que he sonado con este momento --declara con la voz cargada de agonia. --Si no me hubieras dejado alli, no habria sido un sueno --respondo, demostrandole cuan dolida estoy. --Perdoname, no tenia que haberte dejado. No sabes lo que me arrepiento. --Se separa de mi --. Pense que yo seria una piedra en tu camino, en esa vida que tanto te habia costado conseguir. Ser la jefa de recursos humanos en esa empresa fue siempre tu sueno y yo no queria que lo dejaras por mi, porque yo no era feliz alli. Crei que hacia lo mejor para ti... --Pero no fue asi, rompiste mi corazon en mil pedazos y me convertiste en lo que ves ahora; una mujer dolida que no es capaz de ser feliz y mucho menos confiar en nadie --le interrumpo dandome la vuelta para ir hasta el sofa y volver a sentarme. Hundo la cara entre mis manos a la vez que siento las suyas cogerlas para hacer que lo mire. Esta de rodillas frente a mi y creo que esta noche sera mi fin, lo estoy viendo venir. --?Que era lo que me traias? --Intento relajar el ambiente con una pregunta que no viene al caso. Sonrie de lado y coge la bolsa que traia en las manos y que no habia visto hasta ahora. Saca la muneca y yo alzo ambas cejas, sorprendida. Me la tiende para que la coja. --Es tuya. --?Por que? --Porque no tengo nada. Todo lo que soy, lo que tengo... lo que ves, es tuyo Julia y quiero que siempre sea asi. --Vuelve a agacharse frente a mi--. Te quiero mucho mas que aquella noche en la que me equivoque, la noche que no logro olvidar porque no soy capaz de sacarte de mi mente. Te quiero mucho mas que cuando te vi la primera vez en esa gasolinera. --Me regala una sonrisa sincera y tierna--. Te quiero incluso mas que cuando me tiraste aquel vaso de agua en la cara cuando intente pedirte una cita. Pero es que estaba tan loco por ti que no era capaz... No puedo seguir escuchando sus palabras porque ya han calado hondo en mi pecho, mucho mas hondo que cuando comenzamos con este amor que no morira jamas. Lo beso con todo el amor que soy capaz de sentir por el, con el mismo amor que he intentado esconder y no he podido. David me abraza, me encierra entre sus brazos a la vez que me levanto para poder abrazarle. Subo mis manos hasta su cuello y entrelazo mis dedos en su nuca, buscando mas profundidad en este beso que marcara un antes y un despues en nuestra historia. Estamos tan absortos en nosotros mismos que no nos damos cuenta de que un movil comienza a sonar hasta pasados unos segundos. No es el mio, como va a serlo si yo odio ese villancico: Navidad, Navidad, dulce Navidad. Que alegria en este dia hay que celebrar. Me separo de el y alzo una ceja para despues mirarle a los ojos. Reprimo la carcajada porque se que no es el momento. --?En serio? --Pregunto. Mas el no responde--. Odio esa cancion. --Lo se, por eso mismo la he puesto de tono de llamada. --Arrugo la frente--. Me recordaba a ti. Estallo en una estruendosa carcajada que hace que el se una a mi. Ambos nos reimos sin motivo aparente y sin embargo, no podemos parar. --Feliz Navidad, dulce Navidad, Julia --murmura cerca de mi boca. --Feliz Navidad, dulce Navidad, David. Nos besamos para sellar nuestro amor, para demostrar que ni el tiempo y mucho menos la distancia es capaz de acabar con algo tan poderoso como es el amor verdadero. Despues de esto, amare el villancico y lo cantare todas las Navidades que pase junto a el porque se que esta vez, sera para siempre.

  • Un beso bajo la lluvia (Besos 1) de Priscila Serrano

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    Primera entrega de la trilogia de romance contemporaneo <> de Priscila Serrano.

  • Hasta que el camino se acabe (Bilogia Amame 1) de Priscila S

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    Peter llego como cada dia a su instituto. Este se llamaba Instituto Puente Marco. Estaba cruzando el puente que separaba Espana de Portugal a unos pocos kilometros. Al llegar vio a su mejor amigo Carlos, este estaba con su novia Alba. Era una chica delgada y bajita, pero con una cara muy linda. Carlos vivia en Espana y Peter en Portugal, pero eran amigos desde la infancia, casi hermanos. --Hola, chicos --saludo Peter al llegar. Carlos se separo de Alba y saludo a su amigo. --Hola, ?que te paso ayer? Me dejaste tirado en la fiesta de Arturo --exclamo Carlos. Peter sonrio con picardia. El dia anterior estuvieron en una fiesta que dio su amigo Arturo. La fiesta la hizo sin motivo aparente, el lema de Arturo era que si tenias ganas de fiesta ?por que no hacer una? Peter dejo tirado a Carlos porque se fue con una chica. Estuvo con ella toda la noche. Asi se divertia el, no tenia compromiso con ninguna, si le gustaba alguna iba a por ella sin mas. --Me fui con Melody --respondio alzando las cejas. -- ?Me dejaste tirado por esa? Estas perdiendo facultades hermano. --Anda callate y vamos a entrar, que ya falta poco para terminar la tortura del instituto. Les faltaba poco para terminar y coger vacaciones. Aunque en realidad ya se graduaban. Segundo de bachillerato habia sido muy duro para ambos. Entraron en la primera clase de Fisica. Al entrar lo primero que dijo la profesora es que tenian un examen. Peter bufo, se olvido por completo del examen que tenian, menos mal que era un chico que atendia en clase y pocas veces le hacia falta estudiar. Despues de una hora haciendo el examen, salieron de clase y se fueron a la cafeteria. Se sentaron en una de las mesas que habia cerca de la ventana. Carlos y Alba estaban todo el rato besandose y no hablaban con Peter, este llegaba a tal punto de levantarse e irse, no los aguantaba. Se levanto como cada dia para dejarlos tirados. Fue hasta la salida y, al llegar, choco con una chica rubia, jamas la habia visto. --Lo siento --se disculpo ella. Peter la miro y se quedo sin habla. Era una chica preciosa, tenian el pelo largo y sedoso, los ojos verdes mas bonitos que habia visto y una boca tan perfecta como ella misma. --No, lo siento yo --respondio Peter. La chica lo miro y le sonrio. A Peter casi le da un micro infarto al ver esa sonrisa. --No por favor, iba distraida, todavia no conozco bien el edificio. -- ?Eres nueva? --pregunto Peter. Ella asintio sonriendo. <<Joder, espabila Peter>>, penso. --Perdon, ni siquiera me he presentado. Me llamo Bibiana --se presento extendiendo la mano. --Encantado. Soy Peter. --Cogio la mano, encantado. Escucharon una tos que provenia de detras de ella. Eran unos chicos que querian entrar en la cafeteria y como ellos estaban en medio no podian pasar. Bibiana se aparto y los dos rieron al darse cuenta. Peter le dijo a Bibiana que fuera con el, le iba a presentar a sus amigos, asi por lo menos conoceria a alguien mas. Llegaron hasta donde estaba Carlos y Alba y estos dos seguian en la misma postura de minutos atras cuando Peter los dejo. --Carlos, para de una vez que te la vas a tragar --hablo Peter haciendo reir a Bibiana. Peter inconscientemente se quedo mirandola embobado como reia. Carlos paro de besar a Alba y miro a Peter para luego pasar la mirada a Bibiana. Carlos se quedo mudo al ver a Bibiana. --Carlos esta es Bibiana, es nueva --le presento Peter. Este se levanto y le dio dos besos a Bibiana. Eso a Alba no le hizo mucha gracia. --Ella es Alba la novia de Carlos --dijo Peter al darse cuenta como Carlos miraba a Bibiana. Queria marcar territorio, el la vio primero. Bibiana no borraba la sonrisa de la cara. Era una chica muy simpatica y risuena y tenia a los dos amigos completamente hipnotizados. Cuando acabaron las clases Peter se ofrecio a acompanar a Bibiana a su casa y ella acepto. Por el camino iban hablando de sus familias y conociendose. Ella era andaluza, concretamente de Cadiz, pero por motivos de trabajo de su padre se mudaron a Badajoz y ahi estaba. La vida de los dos era muy parecida, puesto que Peter era de Francia y por motivos del trabajo de su padre se mudaron a Portugal. Se les hizo el camino muy corto para seguir hablando, pues ya habian llegado a la casa de Bibiana. -- ?Te gustaria salir conmigo? --pregunto Peter. Bibiana asintio nerviosa. --Claro estaria bien --acepto nerviosa. Se despidieron y quedaron para salir. Por la tarde la recogeria Peter para llevarla a una cafeteria del centro de Portugal donde hacian las mejores tortitas del mundo, segun Peter. Al llegar la tarde Peter llego a casa de Bibiana sobre las seis. Bibiana salio de su casa y nada mas ver a Peter se le ilumino la cara. El le sonrio marcando los hoyuelos que le salian en la cara y haciendo que Bibiana se derritiera por completo. Se montaron en el coche y emprendieron camino hacia la cafeteria. Despues de unos cuarenta minutos de camino llegaron a su destino. La cafeteria por fuera se veia moderna, pero luego al entrar era rustica y antigua. A Bibiana le encanto la decoracion. Todo era de madera oscura lo unico que resaltaba eran las cortinas de color azul claro. Era muy acogedora. Pasaron la tarde comiendo tortitas y tomando batidos de chocolate. Lo estaban pasando genial. Peter se sentia raro, el jamas hizo eso con una chica, pero con ella era diferente. No sabia el motivo, lo unico que sentia era que con ella debia de ir despacio, con ella queria ir despacio. Le gustaba mucho. Se dio cuenta nada mas verla sonreir. Porque al ver esa sonrisa sabia que queria verla por el resto de su vida. Capitulo 1 Ano 1990 Dos semanas despues. Ya habian terminado el instituto. Peter se graduo con honores, en cambio a Bibiana le quedaba un ultimo ano para acabar. Peter y Bibiana cada vez estaban mas unidos, aun no eran nada solo eran amigos, de echo ella, Peter y Carlos se habian convertido en los mejores amigos a todos lados iban juntos. Carlos llevaba una semana de solteria su novia Alba lo habia dejado porque al graduarse se fue a Nueva York con sus abuelos, ella siempre quiso estudiar periodismo y alli tendria mas oportunidades que en Europa. Peter iba a estudiar arquitectura y Carlos queria ser piloto y la manera mas facil para conseguir eso era metiendose en las fuerzas armadas. Ya lo tenia mas que decidido, en unos meses Carlos se iria. Bibiana estaba metida en el conservatorio, ella queria ser bailarina y cuando terminara el instituto se meteria de lleno en lo que era su pasion. La tercera semana habia pasado muy rapido y en un pueblo que habia cerca de Badajoz empezarian las fiestas, las que los chicos no se perdian por nada del mundo y esta vez llevaban a Bibiana que estaba como loca por ir. *** Peter estaba en la cocina, comeria algo antes de ir a recoger a Carlos y Bibiana. En ese momento entro su padre. --Hola hijo, ?como estas? Hace dias que no hablamos --expuso su padre sentandose al lado de el. Su padre era un hombre muy estricto que estaba chapado a la antigua. El era arquitecto de ahi que Peter estudiara eso. --No digas eso papa, ya sabes que estamos en vacaciones y comienzan las fiestas. Y sabes que pronto se me acabara la libertad y no podre disfrutar tanto. --Su padre asintio, Peter tenia razon, pronto tendria que ir a la universidad y se le acabaria todo. -- ?Iras a la universidad de Francia? --pregunto su padre. Su hijo se quedo mudo, el no queria ir a la universidad de Francia, queria quedarse en Portugal, no iba a dejar de ver a Bibiana. --Estudiare aqui --respondio muy seguro. Su padre le echo una mala mirada, no estaba de acuerdo, segun el tenia que ir a la misma universidad que el, pero Peter habia cambiado de parecer. En un primer momento si penso ir a Francia, pero despues de conocer a Bibiana, todo eso cambio y ya no estaba seguro de querer irse. --De eso nada, iras a Francia y no hay mas que hablar --sentencio su padre levantandose para irse. --Lo siento, papa, pero no voy a ir a Francia, ya soy mayorcito para poder decidir por mi mismo, ?no crees? --Se levanto y se fue, dejando con la palabra en la boca a su padre. Estaba harto de tener que hacer lo que su padre queria. -- !Esta conversacion no ha acabado, Peter! --grito antes de que este saliera por la puerta. Miro a su padre y nego con la cabeza. Salio de casa con un cabreo monumental. Se metio en su coche y fue primero a por Bibiana. Al llegar le dio al claxon para que supiera que habia llegado. Bibiana no se hizo esperar y salio de la casa directa hasta su coche. Cuando la vio con ese vestido verde que llevaba se le cayo la baba. Estaba preciosa. Entro en el coche y Bibiana fue a darle un beso en la mejilla, pero la necesitaba tanto que le viro la cara para que el beso llegara hasta sus labios, conectando todos sus sentimientos, haciendo que sus corazones latieran a un ritmo infernal. Bibiana al principio se quedo estatica no sabia que hacer no se lo esperaba, pero despues no pudo mas que corresponder ese beso que habia deseado tanto desde el dia que se conocieron. Al separarse ella estaba roja como un tomate y Peter le sonrio y acaricio su mejilla. --Estas preciosa --expuso con su mano aun en su mejilla. --Gracias, tu tambien estas muy guapo --respondio echa un manojo de nervios. Estaba tan nerviosa que pronto se desmayaria. Peter lo noto y le cogio la mano para luego besarle los nudillos. -- ?Preparada para pasarlo bien? --pregunto Peter. Ella asintio y este arranco. Fueron a recoger a Carlos. Este al llegar ya los esperaba en la puerta con cara de cabreo. --Joder, ?por que habeis tardado tanto? --pregunto Carlos. --Por nada --contestaron los dos a la vez. Se miraron y soltaron una carcajada. Carlos los miro y fruncio el ceno.

  • Enganando a mi destino (Enganos 2) de Priscila Serrano

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    Tres anos habian pasado desde que Sofia y Anthony se vieron por ultima vez.
    Ella decide que tiene que volver a vivir y para conseguirlo tendra que olvidarle, pero ?que pasara cuando el pasado se cruce en su camino?
    ?Que hara cuando el hombre que tanto dano le hizo se ponga frente a ella?
    ?Llegara a perdonarlo o lo echara de su vida como hizo el?

  • Hasta que el camino se acabe (Bilogia Amame 1), Priscila S de Priscila S

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    La amistad de anos entre dos familias, rota. Un secreto que marcara, no solo su destino, sino tambien el de sus hijos. Pero la enemistad existente entre ellos y todo lo que hicieron para que no se conocieran, no sera suficiente cuando la vida tiene el camino escrito para ellos.
    Anos despues, las familias vuelven a encontrarse. ?Que ocurrira cuando sus hijos se vean las caras por primera vez? ?Habra, entre ellos, mucho mas?
    ?Podra mas el amor que el odio?
    Romance e intriga son los ingredientes principales de esta novela.

  • Se mi verano en un dia de invierno de Priscila Serrano

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    ?Se puede tener todo un dia y al siguiente no tener nada? Savannah lo sabia muy bien. Sus veranos siempre eran importantes, esos meses en los que todo lo demas sobraba; los problemas no existian y las risas y alegrias estaban aseguradas.
    Pero, el verano de 2017 fue el ultimo y el sol ya no alumbraba con tanta intensidad como cada manana, provocando en ella una tristeza tan grande que no lograria superarlo ni con recuerdos.
    Sin embargo, todo cambia cuando Savi se ve obligada a viajar a otra ciudad, una que podra cambiarle la vida.

  • Navidad ?y algo mas? – Priscila Serrano de Priscila Serrano

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    Dicen que la Navidad es la mejor epoca del ano. Dicen que es el mejor momento para pasar en familia. Dicen muchas cosas, pero no todas son ciertas. ?Y por que es asi? Porque nadie menciona el hecho de vivir una Navidad sin amor. Porque para que sea perfecta, para que cada dia y noche de la mejor epoca del ano sea asi, tienes que estar rodeado de todo.No es solo una Navidad, sino algo mas.

  • MI OSCURA IDENTIDAD de Priscila Serrano

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    Una historia acabada, una vida perdida y una identidad que acabaria con ella.
    ?Que pasaria si un dia te despiertas sin saber quien eres? ?Y si la vida que conocias no es ni la sombra de lo que creias tener? ?Como puede el diablo empujarte a los brazos de alguien que luce lo mas parecido a un angel cuando te sonrie?
    Descubre la oscuridad que envuelve esta historia.

  • Los besos que quiero darte de Priscila S

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    Lara, Belen y Luisa. Tres amigas inseparables, de esas que se apoyan en los peores momentos de la vida.
    Diferentes y a cual mas loca, pero ?que pasa cuando en sus caminos se cruzan tres hombres igual o mas locos que ellas?
    Tres uniformados que las sacaran de sus casillas.
    Secretos, mentiras, deseo, pasion y amor son los ingredientes para esta trilogia.
    No te pierdas la historia de cada una de ellas.

  • Te querre eternamente de Priscila Serrano

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    Lucia y Sergio eran tal para cual, la pareja perfecta a la que todos envidiaban. Hasta que un dia, la vida de ambos da un giro inesperado y Sergio se ve obligado a dejar sus sentimientos atras y marcharse. Los kilometros que los separaban eran demasiados y las largas horas de charla entre ellos, pasaron a convertirse en silencios en cuestion de dias.
    Los dias se convirtieron en anos y sus vidas continuaron en paralelo. Sergio se convirtio en el empresario mas importante de Alemania y a Lucia no le quedo otra opcion que olvidarle y rehacer su vida. Una vida sin el. Aunque ?hasta que punto habia conseguido olvidarle? ?Que pasara cuando el destino decida unirlos de nuevo?

  • Todos mis suenos te dare de Priscila Serrano

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    Sia nunca penso que aquella noche en la que habia celebrado su dieciocho cumpleanos, seria el principio de una historia inolvidable.
    Un sueno, una vida diferente y un amor la atrapara de tal manera que no sabra si quedarse o escapar. Pero se enamorara, lo hara sin saber si existe en realidad. Porque Miller, ese chico que llegara su vida, parecera ser algo mas que un simple sueno.
    Una mirada, un roce y un beso fugaz seran los detonantes de esta historia en la que no sabras si estamos en la realidad o todo pertenece a la ficcion.

  • Solo busco tu piel de Priscila Serrano

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    INTRODUCCION Ser el primo de la chica que me gustaba no entraba en mis planes, como tampoco sentir como mi corazon se desbocaba cuando la veia salir de la piscina con ese bikini que tapaba poco mas que... Era mejor para mi no recordarlo. Y todo fue por culpa de Mikel, mi mejor amigo, en aquella fiesta, la misma fiesta que se suponia solo seria una reunion de amigos para celebrar mi cumpleanos; ninguna chica de por medio, segun el. Todo fue al reves, lo que mas habia eran chicas y, entre ellas, Luna, mi primita de tan solo dieciseis anos. No era que yo fuera mucho mayor, solo nos llevabamos dos anos, pero ya era mayor de edad y eso hacia que cambiasen algunas cosas. Cuando mis ojos se clavaron en los suyos, en ese mismo instante, supe lo que sentia por ella, era un amor de los que te quitaban hasta el aire. En algun momento de mi vida lo pense, mas no quise hacerle caso. Aquellas senales no podian ser ciertas, nosotros no podiamos ser nada mas de lo que ya eramos: familia, primos, casi hermanos, y nuestros padres jamas estarian de acuerdo en esto. Sin embargo, era verla y se me aceleraba el corazon. Una noche, antes de aquella fiesta, me vi caminando descalzo hasta su habitacion; era de las que mi tio Hugo y mi padre cogian para pasar tiempo juntos, la noche de futbol la habian llamado. Esa noche decidieron que yo me podria unir a su banda de hombres, ya me creia uno de ellos, aunque no fuese lo suficientemente mayor como para entender algunas actitudes, sobre todo de mi tio; era un crio. Cuando se acabo la noche, cada uno se fue a su habitacion, no obstante, mi intencion no fue mas que ir a la suya y verla dormir, observar lo hermosa que era. Luna era la chica mas bonita que mis ojos habian visto jamas, su piel canela y ojos verdes hicieron que mi alma se viese alterada y creo que, desde que tenia memoria, fue asi. Nos llevabamos muy bien, demasiado para ser solo primos, casi inseparables. Aunque ambos tuvieramos nuestros amigos, siempre intentabamos buscar un momento para pasarlo nosotros y juro por Dios, que no cambiaba ninguna de esas horas de mi vida por nada en este mundo. CAPITULO 1 Luna Un ano antes. Miraba por la ventana, la noche era tan bonita, era de esas noches en las que quedarte despierta para ver las estrellas era lo mejor. Sali al balcon con una mantita fina rodeando mis hombros, apenas estabamos entrando en primavera, pero aun por la noche refrescaba. Me sente en una de las sillas que mi padre habia comprado para dejar mi lugar favorito perfecto; mi habitacion era la unica que tenia balcon en toda la casa y, al ser la estancia mas pequena de nuestro hogar, era mia y solo mia... Bueno, la compartia con Eloy, mi primo y mejor amigo, la unica persona con la que podia contar y en la que confiaba ciegamente. Tenia amigas, claro que las tenia, pero con ellas no tenia la misma complicidad que con el. Mi mejor amiga era Eva, la conocia desde primaria y, de todas las chicas con las que hablaba, era la que mejor me caia. Sin embargo, estaba enamorada de Eloy y eso me molestaba, por estupido que pareciera. Eloy era mayor que yo por solo dos anos, pero no era impedimento para llevarnos como nos llevabamos y era eso por lo que no me gustaba que saliera con ninguna otra chica. Si llegaba a suceder, ?que ocurriria conmigo? Ya no pasaria tiempo a mi lado y eso no podia permitirlo. Podria decirse que era una nina a mis quince anos, pero era muy madura, ?no? A veces lo dudada. Escuche unos pasos acercarse y me gire para comprobar quien era; mi padre salio al balcon conmigo y se sento a mi lado. --?Que haces aqui tan sola, princesa? --se intereso, mirando el cielo. --Nada, solo miraba las estrellas --respondi. --?Sola? Que raro, tu primo parece que vive aqui --inquirio, molesto, lo que hizo que lo mirase fijamente. --?Te pasa algo con Eloy? No respondio y eso me preocupo, parecia enfadado y, que yo supiera, mi primo no habia hecho ninguna de sus tantas trastadas, las mismas que nos metian en lios de vez en cuando. --No, nada. --Se levanto--. Vamos, la cena ya esta lista y ya sabes como se pone mama cuando no bajas a tiempo. Sonrei asintiendo, tenia razon. Mi madre, todo lo que tenia de buena y amorosa, lo tenia de diabla cuando se enfadaba. Me quede unos minutos sola antes de bajar. Me levante y cogi mi movil para enviarle un wasap a Eloy. Luna: Primito de mi alma y mi corazon, ?que has hecho ya? Mi papa esta cabreado contigo y no se por que. Espere su respuesta, pero, al no llegar, deje el movil en la mesilla y sali de mi habitacion para bajar a cenar. Mi abuela estaba con nosotros unos dias y eso me encantaba, la adoraba, sobre todo sus mimos. Al entrar, ya estaban todos sentados, incluso mi tio Hector, lo cual me extrano. --Hola, tio. ?Donde estan mi tia y Eloy? --Le di un beso y me sente a su lado. --Estan en la casa, yo solo habia venido para arreglar unas cosas con tu padre. Ya sabes, trabajo. --Me guino un ojo. --Claro y mi abuela te ha embaucado con su comida, ?a que si? --Solto una carcajada, asintiendo. --Ya sabes que su comida me encanta, pero no le digas a tu tia o me matara --eso ultimo me lo dijo al oido. --Cuidado con la pequena Robles, se las gasta --menciono mi padre, como siempre, metiendose con mi tia Judith. --No empieces, Hugo --lo regano mi madre. Aun no sabia el motivo por el que no se llevaban demasiado bien, yo sabia que lo intentaban, procuraban no pelearse cada vez que estaban juntos, pero a veces les era imposible y eran muy comicos, al menos las cosas que se decian. Algun dia le preguntaria a mi mama el motivo de esas peleas entre ellos, algun dia, cuando fuera mayor..., no creia que me lo contase ahora. Cenamos en familia, aunque faltaran dos personas en la mesa, siempre era asi; estabamos muy unidos. Aunque tambien faltaba mi tio Jesus, una de las personas mas importantes de mi vida. Era mi tio perfecto, el padre que habria tenido si los mios no hubiesen hecho las paces a tiempo; esa historia si que me la contaron, como se separaron y mi madre se entero de que estaba embarazada de mi. Esa historia tenia sus partes dolorosas, pero tambien, un final feliz. Cuando acabe de cenar y ayude a mi abuela Dora a recoger todo, deje a mis padres en el salon, solos, les gustaba ver peliculas antes de ir a dormir, era el tiempo que utilizaban para estar juntos, dado que ambos tenian demasiado trabajo. Intentaron que yo me quedara con ellos tiempo atras, pero no consiguieron nada, no me gustaba el cine, yo era mas de series sangrientas, fantasia pura y dura. Ya en mi habitacion, cogi el movil para comprobar que mi primo me hubiese respondido, pero no fue asi. Me sente, pensativa, era raro que Eloy no me contestase a los mensajes, normalmente, cuando le hablaba, lo hacia de inmediato con una llamada. ?Habria pasado algo? De pronto unas manos taparon mis ojos y me tense asustada. --?Quien soy? --En cuanto escuche su voz me relaje, mi primito y sus bromas. --!Eloy! --grite, quitando sus manos de mis ojos. Me levante y me gire para asesinarlo con la mirada por el susto. Su sonrisa fue tan grande y reluciente que solo con eso me quito cualquier estado de animo negativo que me provocara antes. --Shhh --chisto, cogiendome de la mano para tirar de mi y llevarme al balcon. Nos sentamos en las sillas, uno al lado del otro, y paso su brazo por encima de mis hombros para abrazarme. --?Por que no puedo gritar? --pregunte. --Porque no quiero que tu padre sepa que he venido. Su respuesta me recordo el comentario que mi padre me solto hacia rato e, inmediatamente, me levante, cruzandome de brazos y alzando una ceja mientras lo miraba para que me contase todo. Estaba segura de que habia hecho algo para que mi padre se hubiera enfadado con el. --?Que? --Arrugo la frente--. No he hecho nada, esta vez no. --?Entonces por que no quieres que mi padre sepa que estas aqui? --Por nada, solo es tarde y no quiero que te reganen. No quiero que despues me echen la culpa porque te quedes dormida por la manana y faltes al instituto. ?Te imaginas la cara de tu padre? Seguro que me mataria --aseguro, mas yo no le crei ni una palabra. Aunque no le podia quitar una parte de razon, si llegaba a faltar un solo dia al instituto por culpa de que mi primo no me habia dejado dormirme temprano, nos mataba a los dos. Mi padre, en ese sentido, era muy estricto; los estudios eran algo muy importante para el y que yo sacase buenas notas, lo que mas. Volvi a sentarme soltando un suspiro que no le paso desapercibido, pues me abrazo de nuevo, pero esta vez mas apretadamente, cosa que provoco que suspirase otra vez. Aspire su aroma, cerrando los ojos; me encantaba su olor, me tranquilizaba. Me gustaba el tacto de sus manos, su piel era muy suave. Por unos instantes, me deje llevar por el silencio, el momento, las estrellas alumbraban de manera magica y me relaje tanto que me quede dormida. Por la manana, el despertador sono con tanta fuerza que por poco me cai de bruces contra el suelo. Abri los ojos de par en par y mire mi alrededor, recordando como habia llegado a mi cama, pero me fue imposible, pues no llegue por mi propio pie. Habia sido Eloy quien me dejo en la cama cuando se percato de que me habia quedado dormida y una estupida sonrisa seguida de un suspiro se me escapo de entre los labios. ?Que me estaba pasando? Ultimamente, me sentia demasiado bien a su lado, mas de lo normal. Mi primo y yo estabamos muy unidos, tanto que lo haciamos todo juntos, pero ibamos creciendo y habia cosas que teniamos que evitar, y nos costaba demasiado.

  • El peligro que nos une de Priscila Serrano

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    El: Impenetrable.
    Ella: Dulce.
    El: Inmaduro.
    Ella: Tierna.
    Jason se fue con su padre anos atras. Penso que su vida seria diferente de lo que en realidad fue. El cambio de ciudad y de ambiente, fueron su perdicion
    Al volver, cree tenerlo todo controlado, hasta que se encuentra con todo cambiado. Su madre volvio a casarse y tendra que convivir con dos adolescentes. Su hermana Mina y Abby.
    Abby, Abby, Abby. Siempre Abby.
    Es tan dulce, tan buena, tan, tan, tan apetecible.
    ?Como afrontara su nueva vida?

  • Solo anhelo tu aroma de Priscila Serrano

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    Antes ?Positivo? No podia ser verdad, no podia estar embarazada. Dios, ?por que todo me pasaba a mi? Ya sabia que tantos mareos, nauseas y ganas de comer como una foca no era normal, pero ni por asomo me imaginaba que fuera esto. ?Que iba a hacer ahora? Inmediatamente pense en Hugo. --El es el padre. Hugo es el padre y no esta --musite lavandome las manos. Me moje la nuca, me estaba mareando de solo pensar en lo que se me venia encima. Iba a ser madre, una madre soltera. Suspire a la vez que mi movil comenzaba a sonar, la musica de J Balvin me ponia siempre de buen humor, pero hoy no era ese dia. Mire la pantalla, era Judith. Joder, ?como le decia esto? No podia contarselo a nadie, no por ahora, o nunca, si no lo contaba no se enteraban. <>, mi mente divagaba sola. Sali del bano, tenia que prepararme para ir a trabajar. El dia no empezaba de la mejor manera, pero tampoco podia quedarme en casa a darle vueltas a la cabeza, eso no serviria de nada. Ahora solo tenia que pensar en como salir de esta. En el trabajo estaba completamente ausente, mi companero me pregunto en mas de una ocasion si me sucedia algo, no tenia buena cara y no me sentia bien. Las nauseas persistian, los olores de la cocina no eran una buena combinacion conmigo. Sali buscando algo de aire fresco, necesitaba respirar. Me sente en una de las sillas que teniamos los empleados en la parte trasera, por donde entrabamos a diario para la jornada laboral, a la vez que escuchaba mi nombre; alguien preguntaba por mi y la verdad no sabia quien era, no estaba muy puesta en el sonido de su voz. --Fernanda, te estoy llamando. ?Para que cono tienes el movil? --La voz de Judith me atraveso el timpano; como chillaba la jodia cuando queria. --No me grites, cono --le pedi--. Tengo el movil en silencio, te recuerdo que cuando estoy trabajando no lo tengo encima y mucho menos estoy pendiente de el. --?Y esta manana? Porque te he llamado antes de que entraras. --Alzo una ceja. --Vale, lo siento. ?Que haces aqui? No te esperaba. Me extrano tenerla en el restaurante, desde que estaba con Hector su burbuja se habia cerrado tanto que no salian de ella ni para dar los buenos dias, estaban todo el dia enganchados. --Estaba preocupada por ti, hace dias que no hablamos y, al no tener respuesta esta manana, no me lo he pensado. ?Estas bien? Estas muy palida --refirio acercandose a mi. Asenti, mintiendole descabelladamente; claro que no estaba bien. ?Como iba a estarlo si tenia dentro a un feto haciendo conmigo lo que le daba la gana? La palabra feto sonaba fatal, pero aun no era capaz de referirme a el... o ella de otro modo y no me creia capaz de hacerlo pronto. Cuando me senti un poco mejor, e ignorandola por completo, me levante de la silla para volver al trabajo. Judith me siguio extranada por no decirle nada mas, yo no era de las que se quedaban calladas, siempre tenia algun improperio para soltarle, pero desde hacia meses no era la misma y, ahora, mucho menos volveria a ser asi, alocada y despreocupada. --Fer, dime que te pasa. --No me pasa nada, Judith. ?Por que deberia pasarme algo? Sabes que no me pasa nada -- repeti varias veces intentando convencerme a mi misma de ello, aunque era completamente imposible. --Esto es mas grave de lo que me creia --menciono agarrandome del brazo--. Vamos, tomate un descanso de cinco minutos y asi hablamos --propuso tirando de mi. --No, Judith..., no puedo. --Suspire--. No porque venga la novia de mi jefe y me diga que haga algo que no deba lo voy a hacer, ?entiendes? --Arrugo la frente confundida--. Lo siento, no queria decir eso, pero entiendeme, no puedo dejar mi puesto para hablar contigo. Si quieres -- pense bien mis palabras--, nos vemos despues en tu casa. Se encogio de hombros y, tras despedirse de mi con un adios bastante seco, se marcho. Sentia mucho hablarle asi, ella no tenia la culpa de mi problema, todo lo contrario, estaba segura de que se pondria feliz, pero ?y yo?, ?me pondria feliz yo? Era tenerlo en mente, haber visto esa prueba, y ponerme de mala hostia. No era el momento para mi, <>, agache la mirada hasta mi vientre y suspire. Obligandome a mi misma a no seguir dandole vueltas al asunto, segui con mi trabajo y hubo tanto que hacer que ni tiempo me dio para acordarme de ello. A la hora de la salida todo volvio a mi mente y la unica persona en la que podia confiar en ese momento era mi amigo del alma, el que seguramente me diria cuatro cosas cuando le contara lo que me estaba pasando. No era que no confiara en Judith, pero estaba segura de que, en cuanto se lo dijera, me preguntaria por el padre averiguando quien era; ya la veia buscando la manera de contactar con el y yo no queria eso. El tenia su vida fuera, no sabia donde, pero estaba lejos de mi y asi debia seguir. Me monte en la moto y sali del aparcamiento para luego incorporarme a la autovia en direccion al apartamento de Jesus, dejando a Judith tirada. Solo esperaba encontrarlo en su casa, ya que estaba liado con la apertura de la sex shop. Jesus no me esperaba y se sorprendio mucho al verme. Con una sonrisa me animo a entrar. --Hola, corazon. ?Que haces aqui, habiamos quedado? --pregunto cerrando la puerta, y negue--. ?Te ha pasado algo? ?Judith esta bien? --Volvi a negar, esta vez con una sonrisa. --Tranquilo, ansias, parece que no vengo nunca a verte --me queje sentandome en el sofa. --No es eso, pero si hace bastante que no lo haces. ?Que tal el trabajo? --Se sento a mi lado --. ?Quieres un cafe? --Un vaso de agua esta bien, si es fria mejor. --A sus ordenes. Se levanto de nuevo para ir a la cocina y regreso enseguida con la botella y un vaso para servirme todo lo que me hiciera falta. Como me conocia, ya sabia el que esta conversacion iba para largo. Volvio a sentarse sin apartar sus ojos de mi, expectante a lo que tuviera que decirle. Jesus era como el hermano que nunca tuve; al igual que Judith, los dos eran demasiado importantes para mi, eran mi familia y por eso siempre podia confiar en ellos, aunque habia veces, como esta especialmente, en las que primero hablaba con el por el simple hecho de no provocarle a Judith un ataque al corazon, era demasiado joven para que le pasase eso por mi culpa. No era que yo fuera un desastre andante, ni mucho menos, siempre habia llevado mi vida con responsabilidad, pero cuando me liaba con algun tio, salia escaldada y este no iba a ser menos. --?Me vas a decir ya lo que te pasa? --interrumpio mis pensamientos, que estaban volviendome loca. --Estoy embarazada --solte sin miramientos, ?para que? Jesus se quedo callado, mirandome de arriba abajo, dejando unos segundos la vista en mi barriga, comprobando que no fuera una broma. No se me notaba demasiado, o eso creia yo, aunque con la ropa que llevaba tampoco era que se pudiera ver mucho. --Estas de cona, ?no? --Negue--. Vamos, Fernanda, no estamos en el dia de los Inocentes. --No soy de bromas, ya lo sabes. Abri mi bolso con la clara intencion de ensenarle la prueba de embarazo, la habia metido ahi para, si no me lo creia, volver a mirarla. A veces fallaba, ?no? La puse en la mesa sin querer observarla otra vez y la cogio. Sus ojos se abrieron tanto que por poco se le salieron de las orbitas. Joder, cualquiera que se enterase de una noticia asi se pondria feliz, en cambio, yo no podia, no era el momento... No podia manejar mi vida, mucho menos podria con un bebe. --?Se lo has contado a Judith? --Agache la cabeza a modo de respuesta--. ?Por que? Es tu mejor amiga y seguro que se pondra feliz. Ya sabes lo importante que es para ella tener un bebe, aunque no sea de ella. --Lo se, pero, si se lo digo, va a saber quien es el padre y no quiero que le digan nada. Hugo se fue y no sere yo quien le joda la vida --declare reprimiendo las ganas que tenia de echarme a llorar y me regane internamente por ser tan tonta, yo no era una mujer sensible. Jodidas hormonas. De pronto me dieron ganas de vomitar y sali corriendo hasta el bano para echar hasta la primera papilla que me dio mi madre. Jesus agarro mi pelo, ni siquiera sabia que habia venido tras de mi. --Si, no hay duda, estas prenada hasta la boca. --Su ocurrencia me hizo reir. --?Acaso lo dudabas? Yo si, pero cada vez me aclaro mas --dije levantandome. Me lave las manos y la boca ademas de echarme agua en la cara, cada vez que vomitaba me moria. Fuimos al salon para sentarnos y Jesus, al verme tan mal, cogio mis manos con carino. Ahora lo que necesitaba eran mimos, carino y, sobre todo, apoyo. --?Sabes lo que vas a hacer? --No, no lo se y eso es lo que peor llevo. ?Como me voy a hacer cargo de un hijo...? --O hija --me interrumpio. --O hija, tu ya me entiendes. ?Como lo voy a hacer, Jesus? No es que sea una irresponsable, pero mi vida se basa en trabajar, volver a casa, salir a emborracharme y volver a trabajar. ?Donde entra un bebe ahi? Y lo peor, sin padre. --Tendra padre, Fernanda... Yo sere su padre, si me dejas. --Me quede en silencio mirandolo perpleja--. Puedes decir que es mio, asi Hugo no tiene por que enterarse. Me levante abrumada, era demasiado para un mismo dia. Comence a dar vueltas de un lado al otro pensando en su oferta, en los pros y contras, y todo me parecia una locura. --?Como voy a decir que eres el padre si eres gay, Jesus? Eso no hay quien se lo crea -- hable de pronto. --Cierto, soy gay, pero tu y yo tenemos muy buena relacion y nos hemos emborrachado juntos mas veces de las que recuerdo. Podemos decir que es fruto de una noche loca que ninguno recuerda por el alcohol. ?Que puede salir mal? Nadie tiene por que enterarse y asi tu puedes criar a ese pequeno sin miedo a que Hugo irrumpa en tu vida, ademas de que tendras mi ayuda, carino. Se acerco a mi y me abrazo y fue el momento en el que me derrumbe y solte todo lo que estaba reteniendo desde que Hugo se marcho. Me di cuenta de lo que sentia por el cuando decidio irse sin despedirse, sin decirme nada y solo hicieron falta unos dias con el para demostrarme quien era y como podria ser si estuviesemos juntos. Sin embargo, parecia que el no sentia lo mismo, de ser asi, no se habria ido. --Esta bien --musite tras sopesarlo unos minutos--. Diremos eso, tu eres el padre de mi hijo.

  • !Devuelveme mis besos!, Priscila S de Priscila S

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    Los planes de Belen y Martin se vieron truncados por una trampa de alguien al que aun no le ponian cara. Su boda sin celebrarse, su futuro a la basura y todos sus sentimientos convertidos en odio. Un odio infundado por terceras personas …
    ?Que les habra ocurrido para dejar de amarse con la misma intensidad?
    ?Quien pudo ser tan malvado de separar a una pareja que se adoraba?
    Esas preguntas rondaban la mente de Belen, pero las respuestas se las daria quien no debia…
    ?Sabra Belen ver el desastre que se le avecina?

  • El alma de mi musica de Priscila Serrano

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    ?Puede haber amor entre notas musicales? Estos relatos demuestran que la musica y el amor van de la mano. Y es que cuando el sentimiento es experimentado entre roces, miradas y una bonita cancion de fondo, todo fluye con mas intensidad. Cuatro historias llenas de amor. Cuatro parejas amandose al compas de la musica. Cuatro amores inesperados. Ven y adentrate entre estas lineas y enamorate.

  • Solo recuerdo tu voz de Priscila Serrano

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    Se suponia que iba a ser el dia mas feliz de mi vida. Se suponia que, tras cinco anos de estar juntos, ibamos a ser felices para siempre. Se suponia que nos conociamos hasta el punto de saber los secretos mas inconfesables. Supuse tantas cosas y se fueron al traste en menos de tres segundos. Los miseros segundos que Carlos eligio para decirme que no podia hacerlo. --Lo he intentado, de verdad. --Agacho la cabeza avergonzado--. Tu sabes que si, pero... --Pero no hay suficiente amor entre ambos como para poder superarlos, ?no? ?Es eso lo que me ibas a decir? No fue capaz de responderme, ni siquiera tuvo la decencia de hacerlo antes de ponernos frente al altar. Porque era ahi donde nos encontrabamos, delante de todos los invitados y a punto de darnos el <>. ?Se podia ser mas cobarde que el? No lo creia, estaba segura de ello. --Lo siento, Judith. Sin mas, sin darme un minuto para intentar convencerle de que lo que estaba haciendo era el peor error de su vida, porque se iba a arrepentir, se fue. Por unos largos minutos, estuve mirando al frente, creyendo que iba a volver, que se daria la vuelta y me abrazaria prometiendome que era una broma. No lo hizo, se fue sin mirar atras. Y solo cuando reaccione, corri tras el, tras el hombre que me hubo prometido hacia anos que ibamos a estar juntos para toda la vida. En cuanto sali de la iglesia, la luz del sol me dio de lleno, obligandome a cerrar los ojos unos instantes hasta acostumbrarme a su brillante luz. Aunque segui corriendo sin importar nada. Puse un pie en la carretera sin antes cerciorarme de que no viniese ningun vehiculo cuando... Senti el fuerte golpe en mi cuerpo desplazandome a su vez unos centimetros cayendo al suelo. Los gritos desgarradores de mi familia se escuchaban tan lejanos que no era capaz de distinguir a quien pertenecia. --!Judith! Capitulo 1 Judith Tiempo despues Que cansado era levantarse a las seis de la manana para estudiar. Estaba bastante agotada, pero solo me quedaban tres examenes y terminaria la carrera de Periodismo. En los momentos de aburrimiento era capaz de entender por que decidi estudiar eso. Mi cotilla interior siempre andaba leyendo las revistas, pendiente de cada lanzamiento para saber los secretos mas jugosos de las celebrities. Lo unico es que a mis veintiseis anos deberia haber terminado, pero estuve mucho tiempo incapacitada fisica y mentalmente como para ponerme a ello. Entre el intento fallido de boda y el accidente, mi vida se estropeo un poco. Cosas que pasan. Ahora intentaba ponerme al dia en todos los sentidos, los tres anos en los que ni siquiera queria ver a mis padres y mi hermano, habian sido del todo liberadores. Estuve todo ese tiempo curandome tanto en cuerpo como en alma y, aun asi, mi alma seguia destrozada; solo que la coraza que yo misma me habia puesto, no dejaba ver la angustia que aun vivia en mi interior y que creia que jamas se iria de mi lado. Tras terminar el estudio, sali de mi habitacion para desayunar algo. En la cocina me encontre a mi amiga y companera de piso, Fernanda. --Buenos dias, dormilona --dijo en cuanto me puse delante de ella. --?Dormilona yo? --Me senale con un dedo--. Llevo estudiando desde las seis de la manana. ?Acaso no ves las preciosas ojeras que ya llevo como maquillaje diario? Yo no se por que nos maquillamos, si esto --indique poniendo un dedo en mi ojo-- queda genial. Fernanda se acerco a mi y me metio el dedo en el ojo, haciendome dano por unos pequenos segundos. --Au, ?estas loca o que? Tienes la cabeza perdida del todo, eh. --Lo siento, pero es que pretendia quitarte el negro luto de tus ojos para cambiarlo por el rojo drogada. Creo que te va mejor. Intente no reirme y digo intente porque la carcajada que se me escapo de entre los labios fue tan fuerte que hasta mis padres me habrian escuchado, y eso que vivian a cinco calles de mi apartamento. No podia negar que Fernanda era capaz de hacerme reir con puras tonterias. --Asi esta mejor. Es que me agobias cuando te pones tan dramatica --refunfuno, sirviendose una taza de cafe--. Cono, ?tan dificil es levantarte con una sonrisa? Me quede en silencio de golpe, pero solo por no responderle, porque tenia razon. Pero aun me costaba despertar sintiendome en paz. Aun creia que estar viva, era pura suerte y nada mas. Habia dias en los que preferia estar dormida mas tiempo, asi como sucedio despues del accidente. Era tan relajante, me sentia tan bien. Claro que tambien ayudaba esa voz, la voz del hombre que me atropello. No sabia quien era, solo que era joven y guapo; palabras de mi madre. Vino a verme durante mas de una semana, hasta que dejo de hacerlo. Estuve en coma tres meses, descansando, y cuando desperte todos los recuerdos me vinieron como una rafaga de viento, haciendome mas dano que mis propias heridas. Y es que dolia recordar que me habian dejado plantada en el altar, solo por no ser lo suficientemente fuerte como para superar algo que aun hoy era incapaz de hacer. Era todo demasiado complicado y, Carlos, lo complico aun mas. Solo esperaba que donde quiera que estuviera, porque desde que salio de la iglesia no supimos nada mas de el, encontrase esa felicidad que tanto..., que ambos ansiabamos. --Judith, Judith. --Fernanda puso una mano en mi hombro, despertandome de mis pensamientos. --Eh, dime. --Te has quedado en Babia. ?Estas bien? --Si, tranquila. --?Segura? --insistio algo preocupada. Asenti dandole un bocado a la magdalena casera de su madre. Dora, la madre de Fernanda, siempre nos traia comida, dulces y todo lo que sabiamos que iba a las caderas. Aunque en eso yo no tenia queja, mis caderas eran bastante pronunciadas y la talla cuarenta y dos a veces me apretaba. Aunque tampoco ayudaba la estatura, mi metro sesenta y uno no era compatible con mi peso. Pero aun asi, yo me veia estupenda, nunca tuve complejos en ese sentido. Sin embargo, Fernanda era alta y delgada; demasiado, a decir verdad. Siempre me metia con ella llamandola jirafa, o esqueleto andante. Lo hacia de carino, todo hay que decirlo. Pero la adoraba con toda mi alma. Desde que la conoci en el instituto, cuando estabamos en la edad del pavo y teniamos la cara llena de acne, no nos separamos ni para ir al bano. Ella llego desde Venezuela, algo aterrada por ser la nueva y en un pais diferente, pero yo me propuse ser su angel de la guarda y nos hicimos casi hermanas. Hasta su madre y la mia ya lo eran y pasaban muchas tardes juntas, bebiendo, comiendo y poniendonos a caldo. Nos criticaban solo por no pasar tiempo con ellas, no podian entender que nosotras eramos personas muy ocupadas entre los estudios, el trabajo y las juergas a las que Fernanda me obligaba a ir. Sobre las once de la manana sali de mi apartamento junto con Fer. Ella se dirigio a su trabajo, era cocinera en uno de los restaurantes mas conocido de Madrid; y yo me dirigi a la universidad para hacer el dichoso examen que no llevaba preparado, aunque me hubiese levantado a las seis. Era un desastre. Al llegar a la universidad, me sente en la ultima fila y deje el tiempo pasar mientras me comia la cabeza buscando las respuestas correctas del examen. Las manos me sudaban tanto que el lapiz se me cayo al suelo dos veces. El profesor ya me miraba mal y con eso me demostraba que si por el fuera, estaba suspendida. --Joder --musite, tan bajito que solo yo debia escucharlo. Aunque siempre estaba el tipico que estaba pendiente a todo y el siseo tenia que darmelo. Mire a mi derecha y dos sillas mas alejadas de mi, estaba el susodicho que me callo. Lo mire con el ceno fruncido en cuanto se puso un dedo en los labios, insistiendome. --Callate tu, pesado --respondi supuestamente bajito, supuestamente, porque el profesor se acerco a mi y me quito el examen de entre las manos. --Creo que has terminado, ?verdad? --aseguro, mirandome con una ceja alzada. Trague saliva hecha un manojo de nervios. Nunca en mi vida me habia pasado esto. Negue, aferrandome al folio del examen, casi tirando de la hoja porque el tambien lo hacia. --Suelte el examen, Srta. Robles. --No es justo, el ha sido el culpable --me queje como si fuese una nina pequena. --No mienta, llevo observandola un buen rato y el Sr. Castillo no ha hecho mas que intentar callarla. Rode los ojos ofuscada y me levante para despues empezar a recoger mis pertenencias. Me di cuenta de que el estupido con apellido estupido no dejaba de mirarme con una sonrisa llena de suficiencia que le hubiera quitado de un punetazo. El profesor Navarro tampoco dejaba de mirarme y ambos me tenian hasta el mismo... Me di la vuelta tras terminar de recoger y me dirigi hacia la puerta para marcharme; porque, si no me iba a dejar de terminar el examen, ?para que quedarme en el aula? --Espere, Srta. Robles. Manana la quiero aqui a las nueve de la manana. Tendremos una tutoria --exigio el muy... <>. Asenti con una sonrisa fingida y sali de alli y, por consiguiente, de la universidad. El haber salido mas temprano me dejaba tiempo para aburrirme, asi que me subi a mi coche y conduje hasta la casa de mis padres para verles. Hacia ya una semana que no los veia, pero es que con los examenes estaba demasiado estresada como para lidiar con ellos por mas de media hora. No era que no los aguantara, pero mis padres se pasaban el dia quejandose por todo y eran agotadores. Cuando llegue, aparque en el aparcamiento de mis padres y me encamine al ascensor para despues marcar el numero tres. Ya frente la puerta, toque un par de veces y me abrio la puerta mi madre. --Hombre, pero si tengo una hija --se quejo, obligandome a desear irme sin llegar a pisar la casa. --Mama, no empieces, por favor --pedi en tono conciliador. --Es que no me negaras que parece que solo tengo a Jesus. Me dejo pasar tras darle un beso en la mejilla y fui hasta el salon para sentarme en el sillon de mi padre. Como no estaba, cosa rara, aproveche porque el sillon era tan comodo que hasta seria capaz de echarme una buena siesta. --?Donde esta papa? --me interese viendo como recogia la ropa que tenia sobre el sofa. --Ya sabes, a esta hora esta con los amigotes tomandose una cerveza en el bar de la esquina. A no, como lo vas a saber si no vienes a vernos --volvio a quejarse y yo puse los ojos en blanco. --Hace bien --respondi sin ser consciente de lo que mi respuesta iba a provocar en mi madre, ademas de evitar su chascarrillo. Que, de llegar a saber que se pondria asi, me hubiese callado. El problema estaba en que yo era igual que mi padre, no era capaz de cerrar la boca cuando habia que hacerlo. Era un defecto que teniamos ambos, segun mi madre.

  • Hasta que nos volvamos a encontrar (Bilogia Amame 2), Priscila S de Priscila S

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    La vida de Alison cambio por completo desde que decidio instalarse en Paris. Nunca penso que alli podria convertirse en la mejor bailarina de ballet, ni que cumplir un sueno no la hiciera feliz.
    Anos despues, y con una vida hecha, lo unico que mantenia era el recuerdo del que creyo el amor de su vida. Los recuerdos de Nicolas seguian atormentandola.
    La ciudad del amor volvera a ponerla a prueba. ?Que ocurrira cuando el pasado vuelva a convertirse en presente?
    Familias enemigas volveran a verse las caras cuando el pasado vuelva a ser presente.

  • Te odiare hasta que te quiera de Priscila Serrano

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    La fachada de mujer dura de Noelia deja al descubierto a alguien fragil cuando Marcos, el que fue su mejor amigo y quien desaparecio anos atras, sin explicaciones, vuelve a su vida. Lo que ella pensaba que solo era un recuerdo, regresa, convirtiendo lo que en su dia fue amistad en una enorme atraccion. Pero Marcos sigue sin contarle la verdad sobre su marcha.
    ?Que y por que lo oculta? ?Cual es su miedo? ?Que lo odie y la pierda de nuevo?
    El tendra las respuestas a todas estas preguntas cuando decida contarle la verdad.

  • !Devuelveme mis besos! de Priscila S.

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    No podia explicar con palabras como me sentia, pues me era imposible. El haber terminado con Martin me estaba matando, pero no podia evitar las ganas que tenia de patearle el culo por "cabron". Enganada, si. Cornuda, tambien, pero gilipollas, eso nunca. Me encontraba metida en un autobus, uno que me llevaba de vuelta a donde no queria volver, pero eran tan pocas las ganas de no ver jamas a Martin, que he preferido agachar la cabeza y volver con el rabo entre las piernas. Yo, provenia de una familia un poco estirada, por no decir pijos, pero yo no era asi y me fui de casa con dieciocho anos. Los motivos eran claros, querian planear mi vida, querian que me casara con el hijo de uno de los socios de mi padre. Por eso, siempre crei las palabras de Ruben, porque sabia exactamente lo que el estaba sintiendo. El ser manipulado por tus padres, no era plato de buen gusto para nadie. Y ahora me tocaba volver. El movil no habia parado de sonar. Llamadas, mensajes y todos de la misma persona, el. El hombre que amo, y que amare por el resto de mi vida, pero tambien el que me engano y humillo a su antojo como si yo fuera su muneca. Gracias a ese engano, la boda se fue al traste y con ello todo mi corazon, pues estaba segura de que iba a ser feliz siendo la senora Molina, pero no, eso tampoco era asi. El camino no era tan largo, demasiado corto para mi gusto, pues estaba a punto de llegar a mi perdicion. Lo unico que pense al ver esas fotos, esas malditas fotos que tanto deteste. Era ?Como? No me salia otra cosa. Martin y yo llevabamos juntos bastante tiempo, anos de novios y por eso no podia creer que me enganara asi, con Yolanda. !Joder!, me hubiera encantado ir a cogerla de los pelos y ensenarle que no se buscan los hombres que estas comprometidos, pero hasta para eso era tarde. Ya era tarde para todo, ya lo nuestro termino y no habia marcha atras. Llegue a la estacion de Barcelona, mi ciudad natal, donde naci, creci y fui infeliz. Por eso llegar aqui, no era de las mejores decisiones que habia tomado, pero era la unica y no me quedaba otra que aceptar de una vez que mi vida habia cambiado y que no seria la misma nunca mas. Cogi un taxi, pero en vez de darle la direccion de casa de mis papis, le di la de mi hermano Jorge, el cual, llevaba sin ver nueve anos. Sabia que vivia en esa direccion porque mas de una vez me invito a su casa, junto con Martin para conocerle, pero jamas vinimos y ahora me presentaba compuesta y sin novio. Baje del taxi y entre en el edificio, por consiguiente, en el ascensor. Al llegar a la planta quince, me acerque a la puerta. Me sudaban las manos, no sabia si mi visita, iba a molestar a mi hermano, pues nunca hablabamos por telefono. Suspire como unas cinco veces y di unos toques a la puerta con mis nudillos. Minutos despues, escuche unos pasos acercandose, hasta que la puerta se abrio y aparecio ante mi, mi hermano Jorge. -- !Sorpresa! Mi hermano no se lo podia creer. Al verme tenia la mirada perdida, como si fuera un espejismo, tuve que entrar y darle una bofetada para que despertara. Al pasar a su apartamento, me di cuenta que habia fotos de el, con una mujer muy guapa y en otra de ellas, una nina rubia de ojos verdes que me cautivo. Cogi la foto temblorosa y me puse delante de el. -- ?Tengo, una sobrina? --pregunte confundida y mi hermano asintio con lagrimas en los ojos. ?Que le pasaba? No entendia esa reaccion, pues deberia ser un hombre feliz y no lo era. Me acerque a el, y lo abrace como hacia anos que no lo hacia. Mi hermano lloro en mi hombro, lo acune como si fuera un bebe perdido, ?que habia pasado en mi familia? ?Por que mi hermano no era feliz? Muchas preguntas a la cuales, debia encontrarle las respuestas.