• Obra reunida 1 de Mario Bellatin

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    Este libro reune parte de la narrativa de Mario Bellatin.

  • Buscando un destino de Hilda Rojas Correa

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    Buscar su destino.
    Ese fue el dictado de su corazon.
    Yeison Barrios, detective infiltrado de la policia de investigaciones de Chile durante los ultimos siete anos, decide cambiar el rumbo de su
    existencia en el momento en que despierta herido en un hospital.
    Usando el nombre que le corresponde por derecho, y siendo ahora Jason Holt, reorganiza sus prioridades y empieza una nueva vida abriendo su negocio propio como detective privado, donde un hombre al borde de la quiebra le ofrece resolver un caso que le es imposible rechazar.
    Pero todo cambia cuando conoce a Ana, la hija de quien lo contrato. Y a pesar de que hay una innegable atraccion, Jason sabe que el destino, ese que siempre le ha golpeado con dureza, en cualquier momento se dejara caer de nuevo, recordandole que todo lo que anhela es inalcanzable para el… ?O sera que al fin esta vez el destino se apiadara de el y le otorgara la oportunidad de tomarlo con sus manos y cambiar para siempre su realidad?

  • Por favor, no me olvides de Car Puche

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    Lu Arismendi estaba a punto de realizar su sueno, pedirle matrimonio a la mujer que ama y con la que desea pasar el resto de su vida, Julia Rick, pero sus planes cambian drasticamente.
    ?Que pasaria si de un instante a otro tienes que reconquistar a la mujer que amas y para hacerlo, debes luchar contra todos para lograrlo, incluso contra ella misma?
    ?Puede el amor realmente vencer todos los obstaculos?

  • Los senores del humo de Claudio Cerdan

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    Esta novela negra llega a las librerias avalada por el aplauso de los mayores expertos, criticos y escritores.

  • Isdnei de Yosuel Ian

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    Isdnei: La magia de Isdnei cambio cada region. El encanto en el reinado provoco que los cuentos de hadas sean atipicos. Se debe descifrar quien lo hizo.

  • Caballos lentos de Mick Herron

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    Caballos lentos es la primera entrega de la multipremiada serie protagonizada por el irreverente y sarcastico Jackson Lamb, un libro que The Mail on Sunday describe como <> y que The Daily Telegraph escogio entre las veinte mejores novelas de espias de todos los tiempos. De lo que no cabe duda es de que Jackson Lamb y sus <> no dejaran indiferente a ningun lector. En esta serie, Mick Herron ha modernizado con brillo y humor la tradicional novela de espionaje y nos brinda una mirada critica y sin concesiones sobre la sociedad britanica actual. Londres, hoy en dia: la Casa de la Cienaga es el reino de Jackson Lamb; un vertedero al que van a parar los miembros de los servicios de inteligencia que han metido la pata alguna vez: por dejarse un documento olvidado en un tren, por despistarse en una vigilancia, o porque la bebida los ha vuelto poco fiables. Son los <>, los parientes pobres del espionaje britanico, y tienen una cosa en comun: todos quieren volver a la accion, salir de alli a cualquier precio. El mas amargado de todos es River Cartwright, que se pasa la vida transcribiendo conversaciones interceptadas de telefonos moviles. Sin embargo, cuando se produce el secuestro de un joven y los autores amenazan con decapitarlo y mostrarlo en directo por internet, River lo ve como una oportunidad para redimirse. ?La victima es quien parece ser? ?Y que relacion tienen los raptores con el periodista caido en desgracia que los caballos lentos investigan? Mientras suena el tictac del reloj que nos acerca al plazo establecido para la ejecucion, River descubre que cada uno de los implicados tiene intereses ocultos. Si los caballos lentos no consiguen demostrar que no son tan inutiles como los consideran los demas, el eco de la muerte de un joven resonara por todo el mundo. Mick

  • Ante el dolor de los demas de Susan Sontag

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    En junio de 1938 Virginia Woolf publico Tres guineas, sus reflexiones valientes e importunas sobre las raices de la guerra. Escrito durante los dos anos precedentes, cuando ella y casi todos sus amigos intimos y colegas estaban absortos en el avance de la insurreccion fascista en Espana, el libro se encuadro como una muy tardia respuesta a la carta de un eminente abogado de Londres que le habia preguntado <>. Woolf comienza advirtiendo con aspereza que acaso un dialogo verdadero entre ellos sea imposible. Pues si bien pertenecen a la misma clase, <>, una amplia brecha los separa: el abogado es hombre y ella mujer. Los hombres emprenden la guerra. A los hombres (a la mayoria) les gusta la guerra, pues para ellos hay <> que las mujeres (la mayoria) no siente ni disfruta. ?Que sabe una mujer instruida --lease privilegiada, acomodada-- de la guerra? Cuando ella rehuye su encanto ?sus actitudes son acaso iguales? Pongamos a prueba esta <>, propone Woolf, mirando juntos imagenes de la guerra. Las imagenes son algunas de las fotografias que el asediado Gobierno espanol ha estado enviando dos veces por semana; anota al pie: <>. Veamos, escribe Woolf, <>. Y anade: En el monton de esta manana, hay una fotografia de lo que puede ser el cuerpo de un hombre, o de una mujer: esta tan mutilado que tambien pudiera ser el cuerpo de un cerdo. Pero estos son ciertamente ninos muertos, y esto otro, sin duda, la seccion vertical de una casa. Una bomba ha derribado un lado; todavia hay una jaula de pajaro colgando en lo que probablemente fue la sala de estar... La manera mas resuelta y escueta de transmitir la conmocion interior que producen estas fotografias consiste en senalar que no siempre es posible distinguir el tema: asi de absoluta es la ruina de la carne y la piedra representadas. Y de alli Woolf se apresura a concluir: respondemos de igual modo, <>, senala al abogado. La prueba: tanto nosotras --y aqui <> somos las mujeres-- como usted bien podriamos responder con identicas palabras. Usted, senor, dice que producen <>. Tambien nosotras decimos horror y repulsion... La guerra, dice usted, es una abominacion, una barbaridad, la guerra ha de evitarse a toda costa. Yrepetimos sus palabras. La guerra es abominable, una barbaridad, la guerra ha de evitarse. ?Quien cree en la actualidad que se puede abolir la guerra? Nadie, ni siquiera los pacifistas. Solo aspiramos (en vano hasta ahora) a impedir el genocidio, a presentar ante la justicia a los que violan gravemente las leyes de la guerra (pues la guerra tiene sus leyes, y los combatientes deberian atenerse a ellas), y a ser capaces de impedir guerras especificas imponiendo alternativas negociadas al conflicto armado. Acaso sea dificil dar credito a la determinacion desesperada que produjo la convulsion de la Primera Guerra Mundial, cuando se comprendio del todo que Europa se habia arruinado a si misma. La condena general a la guerra no parecio tan futil e irrelevante a causa de las fantasias de papel del Pacto Kellogg y Briand de 1928, en el que quince naciones importantes, entre ellas Estados Unidos, Francia, Gran Bretana, Alemania, Italia y Japon, renunciaron solemnemente a la guerra como instrumento de su politica nacional; incluso Freud y Einstein fueron atraidos al debate en 1932 con un intercambio publico de cartas titulado <>. Tres guineas de Woolf, publicado hacia el final de casi dos decenios de planideras denuncias de la guerra, propuso un original enfoque (lo cual lo convirtio en el menos bien recibido de todos sus libros) sobre algo que se tenia por demasiado evidente o inoportuno para ser mencionado y mucho menos cavilado: que la guerra es un juego de hombres; que la maquina de matar tiene sexo, y es masculino. Sin embargo, la temeraria version de Woolf de <> no hace que su rechazo sea menos convencional en su retorica, en sus recapitulaciones, plenas de frases reiterativas. Y las fotografias de las victimas de la guerra son en si mismas una suerte de retorica. Reiteran. Simplifican. Agitan. Crean la ilusion de consenso. Cuando invoca esta hipotetica vivencia compartida (<>), Woolf profesa la creencia de que la conmocion creada por semejantes fotos no puede sino unir a la gente de buena voluntad. ?Es cierto? Desde luego, Woolf y el anonimo destinatario de esta extensa carta-libro no son dos personas cualesquiera. Si bien los separan las anejas afinidades sentimentales y practicas de sus respectivos sexos, como Woolf le ha recordado, el abogado no es en absoluto el estereotipo del macho belicista. No estan mas en entredicho sus opiniones contra la guerra que las de ella. Pues en definitiva la pregunta no fue ?Que reflexion le merece a usted evitar la guerra?, sino, ?como hemos de impedir la guerra en su opinion? Este <> es lo que Woolf recusa al comienzo de su libro: se niega a conceder que su interlocutor lo de por supuesto. Pero acaba sumiendose, tras las paginas dedicadas a la cuestion feminista, en este <>. No deberia suponerse un <> cuando el tema es la mirada al dolor de los demas. * ?Quienes son el <> al que se dirigen esas fotos conmocionantes? Ese <> incluiria no unicamente a los simpatizantes de una nacion mas bien pequena o a un pueblo apatrida que lucha por su vida, sino a quienes estan solo en apariencia preocupados --un colectivo mucho mayor-- por alguna guerra execrable que tiene lugar en otro pais. Las fotografias son un medio que dota de <> (o de <>) a asuntos que los privilegiados o los meramente indemnes acaso prefieren ignorar. <>, escribe Woolf del experimento mental que le propone al lector y al espectral abogado, el cual es ya bastante eminente, como senala, para ostentar tras su nombre las iniciales J. R., Jurisconsulto Real, y podria o no tratarse de una persona verdadera. Imaginese entonces extendidas las fotografias sueltas sacadas de un sobre que llego en el correo matutino. Muestran los cuerpos mutilados de ninos y adultos. Muestran como la guerra expulsa, destruye, rompe y allana el mundo construido. <>, escribe Woolf de la casa en una de las fotos. El paisaje urbano, sin duda, no esta hecho de carne. Con todo, los edificios cercenados son casi tan elocuentes como los cuerpos en la calle. (Kabul, Sarajevo, Mostar Oriental, Grozny, seis hectareas del sur de Manhattan despues del 11 de septiembre de 2001, el campo de refugiados de Yenin...). Mira, dicen las fotografias, asi es. Esto es lo que hace la guerra. Y aquello es lo que hace, tambien. La guerra rasga, desgarra. La guerra rompe, destripa. La guerra abrasa. La guerra desmembra. La guerra arruina. No condolerse con estas fotos, no retraerse ante ellas, no afanarse en abolir lo que causa semejante estrago, carniceria semejante: para Woolf esas serian las reacciones de un monstruo moral. Y afirma: no somos monstruos, somos integrantes de la clase instruida. Nuestro fallo es de imaginacion, de empatia: no hemos sido capaces de tener presente esa realidad. Pero ?es cierto que estas fotografias, las cuales documentan mas la matanza de los que permanecieron ajenos al combate que el choque de los ejercitos, no podrian sino fomentar el repudio a la guerra? Sin duda tambien podrian impulsar un mayor activismo en pro de la Republica. ?No era ese su proposito? El acuerdo entre Woolf y el abogado parece solo una mera presuncion, pues las espeluznantes fotografias confirman una opinion ya compartida. Si la pregunta hubiese sido ?Como podemos contribuir del mejor modo a la defensa de la Republica espanola frente a las fuerzas del fascismo militarista y clerical?, las fotografias acaso habrian fortalecido, en cambio, la conviccion de que aquella lucha era justa. Las imagenes que Woolf ha evocado no muestran de hecho lo que hace la guerra, la guerra propiamente dicha. Muestran un modo especifico de emprenderla, un modo que en esa epoca se calificaba rutinariamente de <>, y en la cual el blanco son los ciudadanos. El general Franco estaba usando en los bombardeos, masacres y torturas, y en el asesinato y mutilacion de prisioneros, tacticas identicas a las que habia perfeccionado como comandante en Marruecos en los anos veinte. En aquel entonces sus victimas habian sido los subditos coloniales de Espana de piel mas morena e infieles por anadidura, lo cual fue mas grato para los poderes imperantes; ahora las victimas eran sus compatriotas. Atribuir a las imagenes, como hace Woolf, solo lo que confirma la general repugnancia a la guerra es apartarse de un vinculo con Espana en cuanto pais con historia. Es descartar la politica

  • La danza de la muerte (Inspector Pendergast 6) de Douglas Preston , Lincoln Child

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    Un nuevo y trepidante thriller del agente Pendergast.

  • La ninja de los libros de Ali Berg , Michelle Kalus

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    Una novela fresca, divertida y tierna sobre como encontrar el amor a traves de los libros. Porque el amor entre dos personas es posible aunque sus gustos literarios sean totalmente opuestos. Las autoras tambien son ninjas de los libros. Nunca valores un libro por la portada y jamas juzgues a un hombre por sus gustos literarios Frankie Rose desea desesperadamente encontrar el amor. Pero tambien se conformaria con una relacion satisfactoria. O incluso con ligar con alguien mas o menos normal. Y no sera porque no lo haya intentado: Frankie es la reina de las citas online.

  • Corazon de Escamas de Rafael Clavijo

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    Carlos, un joven nadador profesional de veintiun anos, ya no es capaz de distinguir entre la realidad y las terribles imagenes que ve en sus pesadillas, protagonizadas por un monstruo marino con escamas azules y ojos negros como el fondo del mar. Durante toda su vida, Carlos ha estado sometido a la obsesiva exigencia de su padre, que ademas es su entrenador. Como resultado de esta presion desmesurada, la mala situacion familiar y la continua amenaza de no llegar a ser un campeon, Carlos comete el mayor error de su vida. Tendra que afrontar las consecuencias de sus actos y emprendera una apasionante aventura en busca de la redencion, en la que intentara averiguar el secreto de quien es realmente. ?Podra Carlos descubrir la identidad de “La Bestia” que lo acosa en sus pesadillas? ?Conseguira huir de este misterioso monstruo que se le presenta en suenos? ?Es posible dejar atras la imborrable mancha del dopaje?

  • La cancion de Auschwitz de Francisco Javier Aspas

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    Una estremecedora novela que revela la posibilidad del amor en el campo de concentracion en el que se exterminaron cientos de miles de vidas y de suenos.

  • La sala Marte de Rachel Kushner

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    El camino que recorre Romy, condenada a dos cadenas perpetuas, es el que parece programado para ciertas personas y que pone en cuestion el sueno americano: un camino que va directo desde la pobreza hasta la carcel. En La sala Marte entramos de lleno en este mundo extrano situado tras los muros de una prision de mujeres, cargado de detalles y de un idioma y una rutina propios; un mundo aparte pero unido intimamente al del exterior.

  • Un secreto en el Ampurdan de Imma Tubella

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    Agosto de 1935. Carretera de Albons a Viladamat. Un Rolls-Royce, conducido a velocidad de vertigo, se estrella. En el viajan el principe Mdivani y su amante, la baronesa Thyssen.

  • Y, de repente, un beso, Calista Sweet de Calista Sweet

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    ?Hasta donde serias capaz de llegar por amor?

  • Prohibido confiar en Blake Royal de Ella Valentine

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    Venga, chico, coge tus cosas y sube al coche. --La voz imperativa del hombre de servicios sociales, que se habia identificado como Nolan Simmons, hizo que Blake apretara los punos y tensara el menton con fuerza. No pensaba marcharse a ninguna parte. No sin Summer. Miro a la chica menuda que observaba la escena bajo el umbral de la puerta de la habitacion que ambos compartian. Sus ojos azules reflejaban el panico que sentia en aquel momento y Blake intento tranquilizarla con una sonrisa, sonrisa que desaparecio cuando volvio a encararse al tal Nolan, que habia irrumpido en la casa con intencion de llevarselo con el. Tenia quince anos y llevaba mas de diez dentro del sistema de acogida. De esos diez anos, los ultimos cinco los habia pasado con Summer, sufriendo y padeciendo juntos a los distintos padres de acogida que les habia tocado por suerte. De todos los lugares que habian habitado, aquella casa, era de lejos la mejor. Puede que la senora Fisher fuera un poco rara, escondiera la comida bajo llave y bebiera mas de lo recomendable, pero, a pesar de todo eso, era inofensiva. No como los Cole, el matrimonio que los habia acogido anteriormente, que habian usado el cinturon como medida disciplinaria. O los West, que les habia obligado a compartir un sotano lleno de humedades y falto de ventilacion con dos ninos mas. En comparacion con todo lo vivido, aquella casa cochambrosa les parecia el paraiso. --Con todos mis respetos, senor, no pienso marcharme a ningun lado. Nolan chasqueo la lengua con gesto cansado. --No tengo tiempo para sandeces, muchacho. Vas a venir conmigo por las buenas o por las malas. Y, dado tu historial, me lo pensaria dos veces antes de hacer una tonteria. Los hombros de Blake se tensaron. Mierda. Aquel tipo tenia razon. Estaba a una infraccion mas de acabar en un reformatorio. En su defensa tenia que decir que la mayoria de faltas anteriores que le atribuian habian sido en defensa propia. --Voy si ella viene conmigo. --Senalo a Summer con un movimiento de cabeza. Nolan nego con impaciencia. --Ella se queda. --Entonces yo tambien me quedo. --Quizas no me haya explicado bien, pero esto no es una negociacion. --Saco un papel del bolsillo interno de su cazadora y se lo mostro--. Este requerimiento del Estado de Nevada precisa que seas trasladado urgentemente a tu nueva casa. Puedes ponermelo facil, coger tus cosas y subirte al coche por voluntad propia, o puedes ponermelo dificil, negarte y acabar en la parte trasera de un coche patrulla. Tu decides. Blake noto el pulso palpitarle en las sienes. No queria marcharse. Summer y el eran familia. Llevaban cinco anos cuidando el uno del otro y queria hacerlo durante mucho, mucho tiempo mas. Sin embargo, negarse a obedecer no era una opcion viable. Su custodia pertenecia al estado; si este habia decidido destinarlo a otra casa de acogida, poco podia hacer el para cambiar esa decision. Solto la furia que bullia en su interior en forma de bufido. No podia negarse. Joder, !no tenia opcion! --Dame un momento --mascullo. --Cinco minutos, chico. Nos queda un largo camino por delante y no me gusta conducir de noche. Te espero en el coche. Con rabia contenida, Blake cerro la puerta de un portazo y entro en el dormitorio, seguido de Summer. Cogio la mochila de deporte que utilizaba en cada mudanza y empezo a llenarla con sus pertenecias, que no eran muchas. Summer seguia sus movimientos con el panico grabado en su expresion facial. --?Donde te llevan? --pregunto con la voz estrangulada. --No lo se, pero no te preocupes, Summer: todo va a salir bien --aseguro colgandose la mochila del hombro una vez tuvo todas sus cosas dentro. --?Como no voy a preocuparme? Te vas y ni siquiera se donde. Ademas, sin ti, nada va a estar bien. --Su voz se quebro, sus ojos se aguaron y unas lagrimas resbalaron mejilla abajo. El corazon de Blake se resquebrajo ante la imagen de Summer llorando. Sabia lo mucho que ella odiaba llorar, lo vulnerable que se sentia cuando lo hacia. Mordiendose el labio, la abrazo con fuerza. Hundio el rostro entre la mata de pelo rubio y desordenado que caia sobre sus hombros e inspiro su aroma, un aroma que, despues de tantos anos, era sinonimo de hogar. Aun le sorprendia notar curvas alli donde hasta pocos meses antes no habia habido nada. Summer era dos anos menor que el, tenia solo trece anos, pero en los ultimos meses su cuerpo habia cambiado considerablemente. Ya no quedaba nada de la nina de aspecto enclenque que desperto en el, al verla por primera vez, su instinto mas basico de sobreproteccion. Ahora era una mujer hecha y derecha, y despertaba en el otro tipo de cosas, cosas que aun no estaba preparado para afrontar. --Escuchame, Summer --le susurro al oido, sin dejar de abrazarla--, volvere a por ti. Te lo prometo --Pero ?cuando? --En cuanto pueda.

  • Entre dos bandos de Laura Nuno

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    A Lucia de Galan, la bella y jovencisima hija del marques de Luengo, le ha llegado el momento de conocer a su prometido, el duque de LaFontaine, con quien su cruel y malvado padre la obliga a casarse. El apuesto duque no solo es frances, enemigo de la Patria, sino tambien un feroz cazador de guerrilleros. La disyuntiva se presenta porque la dulce Lucia, siempre preocupada por hacer justicia y proteger a los mas debiles, ha estado ayudando a los guerrilleros de Velilla de San Antonio a luchar contra el bando enemigo. Sin embargo, el duque se presenta como un hombre justo y ecuanime, seductor y comprensivo, y ni siquiera pretende hacer uso de sus derechos de alcoba. ?Podra alguna vez confiar en el? ?Se dejara Lucia arrastrar por la pasion que prometen sus ojos? Sus primeros dias de casada la empujan a un torbellino de emociones y dudas que amenazan su lealtad y su oscuro secreto. Pero el duque tambien oculta algo a su joven y chispeante esposa…

  • El intruso. Mi vida en clave de intriga de Frederick Forsyth

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  • Tras tu apariencia (Serendipity 5) de Moruena Estringana

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  • ?Solo una chica buena? – Fabiola Arellano de Fabiola Arellano

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    Libro 2 de la serie Solo chicas
    Maricela ha vivido siempre bajo las estrictas reglas de sus padres. Su mayor deseo era ser la directora comercial de la empresa de alimentos SAACSA y formar una linda familia al lado de un esposo que la quisiera y respetara. A raiz de su turbulenta relacion con Javier Montalban, su mundo cambio convirtiendose en un autentico caos.
    El puesto que tanto anoro fue entregado sin mas a otra persona, pero no a cualquiera, sino a Manuel Rodriguez, su primer amor, el hombre que le rompio el corazon.
    Enamorada de uno y casada con otro. Solo a ella le podia ocurrir algo asi, ?como haria para salir bien librada de semejante lio?
    Manuel habia esperado cinco anos para reclamar lo que por derecho era suyo. Lo que jamas espero es que al regresar, su chica buena se hubiese convertido en todo un enigma del cual no sabia ni que pensar.
    Sorpresa tras sorpresa, Maricela lo tenia realmente consternado, pero al mismo tiempo fascinado.

  • Powerexplosive entrenamiento eficiente de David Marchante Domingo

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  • Luciernagas en la ciudad de Jose Salento

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    El recuerdo de aquellos dias es lo unico que me queda de un viaje inesperado entre la razon y la locura. Yo, que ahora no soy mas que la triste sombra de lo que una vez fui, ejerzo mi derecho a no olvidar, a nunca olvidar la traicion que acabo con la ultima esperanza de la humanidad. Pero no os adelantare mucho mas, narrare toda la verdad --o por lo menos mi verdad-- en las siguientes paginas. No sabria decirlo con certeza, quizas todo sucedio hace cincuenta anos o puede que fuera hace un siglo, para nosotros el tiempo no es mas que un invento humano al que debemos atenernos cuando trabajamos. La tarde en la que empezo el principio del final recibi un nombre, una direccion y una hora. Acto seguido me puse con los preparativos previos a cualquier recogida: me peine cuidando cada detalle, mi larga melena oscura es el fruto del trabajo de una eternidad y supone un gran esfuerzo ponerla a punto para el publico; luego me pinte los labios de un rojo intenso y las pestanas de negro; por ultimo, me maquille. Al acabar busque un traje formal en el fondo del armario, ajuste mi reloj y me dispuse a poner rumbo hacia la direccion senalada. Aunque no conocia el barrio al que me dirigia no estaba preocupada, nosotros nunca nos perdemos porque siempre sabemos encontrar el sitio al que debemos acudir. En ocasiones calculamos mal y llegamos a deshora, como aquella noche, pero esto no suele suponer un problema. Alcance el lugar indicado una hora antes y me sente a esperar. Era un cruce de avenidas en pleno corazon de la ciudad. Alli las calles se presentaban como lo que fueron y ya no eran, hasta donde alcanzaba la vista habia viejos locales vacios que habian albergado negocios que otrora habian tenido exito... y que ya no lo tendrian mas. Ahora apenas sobrevivian una peluqueria, alguna cafeteria y un avejentado pub. Normalmente tenemos varios nombres a por los que debemos ir al cabo del dia, pero yo llevaba un par de semanas sin recibir ninguno. Esas cosas pasan, a veces hay mucho trabajo, otras no hay tanto, pero siempre acaba llegando algun encargo. Por aquel entonces estaba leyendo un libro que habia pertenecido al ultimo nombre al que habia ido a buscar. Tenemos totalmente prohibido manipular o quedarnos con pertenencias de quienes recogemos, pero hacia ya mucho que empece a sentir que me aburria desarrollando mi funcion y comence a desobedecer el reglamento. Supongo que mi falta de respeto hacia las normas seria la causa de todo lo que ocurrio a continuacion. Asi que, con todas las ganas del mundo de acabar la novela e intentar comprender el porque de lo que sucedia en ella, me sente en un banco, abri mi bolso... y me di cuenta de que me la habia olvidado en casa. Hubiera sido mejor para mi haberme quedado quieta en aquel cruce, pero no, tuve que meterme en aquel pub de luces tenues. No estaba dispuesta a quedarme mirando el suelo una hora, ya ves tu que tonteria: ?que supone una hora en el infinito de la eternidad? Pues en aquel momento me parecio demasiado para estarme sin hacer nada. El pub era lo unico abierto cerca del cruce y no te miento si te digo que siempre he tenido atraccion por los sitios oscuros. Cuando entre todo estaba en silencio, mire extranada hacia el fondo y vi un pequeno escenario iluminado. Puede que en la oscuridad hubiera unas veinte o veinticinco personas de publico, no sabria deciros con certeza porque quede absorta en la imagen que vi sobre la tarima. Un hombre, sobre las tablas solo habia un hombre, pero su manera de hablar y lo que decia me atraparon. Estaba recitando unos versos con los labios pegados al microfono, recuerdo perfectamente aquellas palabras: <>. Entonces me percate que tenia sus enormes pupilas azules clavadas en mi. Aquello era catastrofico, ningun humano puede ver a un angel de la muerte... salvo que vaya a morir en poco tiempo, y ni siquiera eso es comun. Aquel hombre ataviado con una vieja chaqueta, que originalmente fue una compra cara pero que ya se notaba pasada de moda, siguio hablando tras un fuerte aplauso. Inicio un discurso sobre la necesidad de la experiencia como unico testigo real de haber vivido, sobre lo importante de entender el presente como algo irrepetible. En realidad, no era nada que antes no hubiera escuchado o leido, pero no podia retirar mi atencion de el, estaba atrapada en esa voz grave y limpia que fluia a traves de los altavoces del pub. Recito un poema sobre dos amantes que no saben que son amantes porque se desean, pero se niegan, y en esa tension no resuelta se encuentra latente su relacion. El pequeno aforo se puso de pie y aplaudio como si les fuera la vida en ello. Yo pense de manera automatica que no podia ser menos y aplaudi todo lo fuerte que podia, que a efectos practicos no es mas que lo que dos manos normales pueden. Era evidente que quien pisaba el escenario era alguien reconocido por el publico, ya que le lanzaban frases de elogio y alguna que otra proposicion indecente desde el sector femenino (supe minutos despues que su pareja estaba entre los asistentes). A continuacion, aquel hombre se dirigio a sus oyentes para agradecerles el haber acudido al recital. Para finalizar, quiso invitar a subir al escenario a una persona muy especial para el --la senorita Marta Rivas, dijo--, y la gente la ovaciono. Al subir se besaron brevemente, lo que me provoco una inesperada necesidad de separarle la cabeza del cuello a esa insolente muchacha. Nosotros no podemos segar las vidas que se nos antojen, solo tenemos acceso a aquellos nombres que nos asignen y, por tanto, llevarme un anima a voluntad no me estaba permitido. De todas formas, daba igual, mis ganas homicidas desaparecieron en un segundo: me di cuenta que su luz -- al igual que la de su pareja-- tambien se estaba apagando, no le quedaba mucho en este mundo. Marta Rivas se presento como un cargo de un partido politico que abogaba por la justicia social y un estado para el pueblo y por el pueblo. No soy experta en discursos y no juzgare sus palabras, pero tenia metido en el bolsillo a la gente --luego supe que casi todo el publico eran amigos y cargos del partido--. No te voy a mentir, no le preste nada de atencion, no dejaba de mirar al poeta o al que recitaba poesia o al que fuera lo que fuese. Ahi, en una esquina de la tarima, con la cabeza medio rapada intentado ocultar un evidente principio de alopecia, se alzaba su esbelta figura de ojos azules y barba de varios dias. No era muy alto, pero tenia algo que hacia que su presencia fuese imponente, incluso de ese modo tambien habia algo en el que lo hacia parecer extremadamente fragil. Sujetaba un vaso de ginebra que levantaba como si fuese agua y se muriese de sed. Mire el reloj, quedaban veinte minutos. Al acabar el minimitin, los aplausos exagerados y los gritos de animo inundaron el local. Muchos querian fotografiarse con ella, todos buscaban la foto con el, y yo no podia dejar de mirarlo. El, de vez en cuando, me devolvia la mirada, no sabia si se habia dado cuenta de quien era yo o si simplemente pensaba que era una espectadora mas. Incluso llegue a pensar que era una obsesion mia y me estaba imaginando que me veia, cuando el hecho normal seria que no lo hiciera. Estuve tentada en ir a hablar con el, pero ?que le iba a decir? Tenia la sensacion dentro de mi de que todo esto iba directo a ser una catastrofe de dimensiones nunca vistas. No me equivoque ni por un apice. Fuera, en la calle, comenzo a llover y yo me acerque a la puerta. Al mirar al exterior lo vi, alli estaba con su mascara cadaverica el otro angel, y lo salude con la mano. Cada uno puede ir a trabajar con las vestimentas o apariencias que desee, pero creo que debemos de poner un poco de coherencia a nuestra labor, si ya resulta traumatico para el humano comprender que ha fallecido, mas lo es tener que caminar junto a la Parca hasta las puertas del otro lado. No cuesta nada arreglarse, ponerse formal, que, aunque no quita el trauma del deceso, si que ayuda. Pero asi estaba, con su aterradora figura, le daba igual. En el local la gente se iba yendo. El estaba con el codo en la barra hablando de manera amistosa con un hombre, no parecian conocerse de antes, intercambiaban comentarios sobre no se que escritor americano del siglo XIX. En una mesa estaba ella con cuatro personas mas y varios papeles sobre la madera. No se por que me fui hacia aquel grupo, es como si hubiera tenido verguenza de acercarme a la barra y sentirme observada, no lo entiendo, nosotros no tenemos sentimientos. Asi que me sente en una silla que estaba vacia y cotillee los documentos un poco, los deje porque eran informes de proximos movimientos politicos: mitines, reuniones, congresos locales... algo bastante aburrido. Hablaban de que quedaban diez meses para las proximas elecciones nacionales y que el partido veia posibilidades de conseguir algo grande. Hablaban de la violencia y de la agresividad que estaban tomando los ultimos encuentros parlamentarios. Hablaban de simpatizantes de uno y otro lado reventando actos del partido contrario. Hablaban, hablaban simplemente. En un momento dado, uno de ellos le sugirio a Marta Rivas la necesidad de contar con su pareja como activo politico, ya que --segun decia--habia rechazado todas las propuestas para apoyarlos y era fundamental que cambiase de parecer debido a la importancia del apoyo de un intelectual tan distinguido. La discusion saco de quicio a Marta. Ella asentia y comprendia el requerimiento, pero argumentaba que su pareja era libre de decidir y habia decidido no compartir la lucha politica del lado de ellos. Terminaron la conversacion con el compromiso de parte de la joven candidata de que volveria a discutir con el poeta la posibilidad de un apoyo publico en actos de la futura campana electoral. Yo sabia que esa conversacion nunca tendria lugar, la luz de ambos se apagaba y ahora solo titilaban tenues en la oscuridad del pub. Mi reloj marcaba siete minutos para recoger el alma de aquel que discutia en la barra sobre un poeta muerto al otro lado del oceano. Tenia curiosidad por ver como ocurria todo, era evidente que no iba a ser un fallo natural, dos almas serian recogidas simultaneamente. No podia evitar mirar de un lado para otro nerviosa, en realidad aquello no tenia mucho sentido, la recogida seria en el cruce de las avenidas y no en el interior del local. Queria hablar con el hombre, no sabia que decirle, pero algo me llamaba la atencion en el como nunca me lo habia llamado nada. Aproveche para abordarlo cuando se adentro en el pasillo para ir al bano. Le toque el hombro y el se dio la vuelta, entonces se hizo el silencio, el cual rompi al titubear <>. Sonrio, se acerco a una mesa, saco un papel de un servilletero y un boligrafo de su bolsillo y escribio <>. Lo lei emocionada y quise agradecerle su dedicatoria, pero el ya habia desaparecido cuando levante la mirada. Me apoye en la barra y volvi a leer aquellos versos. Senti que todo se habia helado dentro de mi. Lo lei una tercera vez y decidi avisarlo, le iba a decir que huyera, que le daria todo el tiempo del mundo o, mejor aun, que me fugaria a su lado. Asi que saque valor de lo mas profundo de mi y me gire para buscarlo, pero ni el ni ella estaban ya en aquel lugar. Me habia quedado atrapada en el texto de la servilleta, sin darme cuenta de que ellos se habian despedido de la gente y se habian ido. El reloj marcaba dos minutos. Sali fuera todo lo rapido que pude y los vi entrando en un vehiculo. El se sento frente al volante, su pareja en el asiento aledano. Ella estaba muy alterada, las palabras que decia las acompanaba de gestos nerviosos que hacia con las manos. El otro buitre de la muerte esperaba en el cruce de avenidas a que el funesto coche llegara. Me quedaba sin tiempo y sin ideas. Ellos empezaron a discutir dentro del automovil. El reloj marcaba un minuto. Me coloque delante del coche sujetando mi bolso fuertemente, no debian llegar al cruce. El encendio el motor y quito el freno de mano sin dejar de discutir con ella, no habian apartado la mirada el uno del otro y nadie se percato de mi presencia. Metio la primera marcha y me vio, puso cara de asombro e hizo un gesto para que me apartara a un lado. Le fui a decir que apagase el motor, pero, de repente, alguien golpeo con los dedos la puerta del copiloto. No lo vi llegar. El buitre de la muerte se relamia en el cruce de las avenidas. Todos miramos al individuo que acababa de entrar en escena. Ella bajo la ventanilla: -- ?Es usted Marta Rivas? -- Si. --Tengo un mensaje para sus votantes. Acto seguido, aquel hombre dio un paso atras y descubrio el revolver que sostenia con su mano derecha. Sin dudarlo un segundo, le acerco el canon a la cara de la politica. El asaltante fue a decir algo cuando, inesperadamente, el motor rugio y el poeta hizo el intento de escapar con el coche, pero no habia espacio para salir sin maniobrar y choco con el que estaba aparcado justo delante suya. El intento de evasion hizo que la ventanilla golpeara fuertemente la mano de aquel individuo, disparandose el arma que portaba. La bala alcanzo a Marta Rivas en la sien derecha. Nosotros no tenemos sentimientos. Mateo Rosas dio marcha atras y volvio a meter primera. El buitre de la muerte esperaba en el cruce de avenidas. El asaltante, que parecia haber quedado paralizado tras haber abierto fuego, volvio a apuntar al automovil, que ya habia conseguido salir

  • Si, mi Reina (Cronicas de Gaia 2) de Lucia Herrero

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    Capitulo 1 Un grito desgarrador cruzo el aire y, apenas un instante despues, la puerta de la habitacion se abrio de par en par. Nina entro corriendo, asustada. --?Estas bien, mi Senora? La reina Serena, sentada en la cama, empapada en sudor y con el pelo revuelto y pegado a las mejillas, trataba de recuperar el aliento. Se paso la mano por la frente y suspiro. --Solo ha sido otra pesadilla. ?He gritado muy alto? Su dama la miro con comprension y calidez, y le ofrecio un poco de agua. --No, Senora. No mas que otras veces, pero ya sabes que tengo el oido muy fino. El pesar se reflejo en el rostro de Serena. --Espero no haber despertado a Josh. --Mi hijo duerme como un tronco, no tienes que preocuparte por eso. En realidad no creo que nadie mas que yo se haya despertado. La reina tomo un sorbo de agua, que le bajo por la garganta sin aliviar la sensacion de sed. Tenia la boca tan seca que no lo remediaria ni bebiendose todo el lago. Trago con dificultad y se paso la lengua por los labios, que sentia calientes y agrietados, casi como la tierra desertica que habia mas alla de las montanas del sur. --Siento haberte molestado, Nina. Ya estoy mejor, gracias. Nina asintio con la cabeza, aunque sin ningun convencimiento. La reina distaba mucho de estar bien, y no era la unica que se habia dado cuenta de ello. Las pesadillas se repetian con demasiada frecuencia, y aquello ocurria desde hacia tanto tiempo que no entendia como podia soportarlo sin volverse loca. Habia temporadas en que la situacion mejoraba un poco, como cuando Lena habia regresado y su tira y afloja con su madre por causa del helio le habia causado a esta tantos quebraderos de cabeza que ocupaba incluso sus suenos. Al menos asi, el problema con su hija habia sustituido durante un tiempo a su otro problema, el que realmente le quitaba el sueno. Nina sabia cual era, y la reina tambien. Todos lo sabian. El problema eran unos recuerdos tan dolorosos que le impedian descansar desde hacia anos y se mantenian tan vividos que cada noche, cuando se despertaba, parecia que todo hubiera ocurrido apenas ayer. Maldita memoria selena. Si al menos le sirviera para taparlos podria resultarle de utilidad. Pero no, no le servia. Durante anos habia tratado de recurrir a sus buenos recuerdos, a sus recuerdos de su marido, para borrar esos suenos aterradores. Sin embargo, las malditas pesadillas no cedian, mas bien al contrario. Estaban terminando por emborronar el recuerdo de Seth, que cada vez parecia mas debil. Aquella noche horrenda que tan bien recordaba iban a celebrar la fiesta del fuego, como de costumbre. Sabian que habia habido incursiones de helios en la zona, pero no se habian preocupado en exceso. Habian pensado que no serian mas que simples bandidos, que no se atreverian a acercarse a la villa, y menos aun al castillo. Cuando se empezaron a encender hogueras en la lejania nadie noto nada raro, salvo quizas Serena, cuya energia se resintio de alguna manera. Algo no iba del todo bien. Al principio penso que era algun tipo de anoranza por Marcus, que estaba visitando a su abuelo Kiefer, pero enseguida se dio cuenta de que no se trataba de eso. Tan pronto como las hogueras empezaron a proliferar. No eran hogueras. Los helios los atacaban y estaban incendiando casas, granjas y graneros en todas direcciones. Se acercaban a la villa, y al castillo. Su madre, Alana, habia entrado corriendo en su habitacion, con la angustia reflejada en su amable rostro surcado de arrugas. --!Vienen a por nosotros, Serena! --Lo se. Seth acaba de salir a organizar a la guardia. La guardia consistia en poco mas que quince o veinte hombres, cuya preparacion era en realidad muy basica. Alguna vez se las habian tenido que ver con ladrones o bandidos que entraban en sus tierras y robaban o intimidaban a algun campesino, pero poco mas. No estaban adiestrados para la guerra, ni sabian apenas nada de tacticas defensivas. Los Antiguos no les habian dado ese conocimiento porque no estaba previsto que los humanos hibridados lucharan entre ellos, ya que se entendian sin problemas. El problema eran los helios, y como los selenos no tenian ese conocimiento de manera innata y no se habian entrenado convenientemente, serian una presa facil. Serena lo habia intuido desde el principio. --Me voy a llevar a las ninas al bosque. Espero que no sea necesario, pero si nos acorralan abrire un portal y las enviare a la Tierra. Cada vez que recordaba aquella parte sus ojos se llenaban de lagrimas. Se habia despedido de sus hijas prometiendoles que todo se arreglaria y volverian a reunirse. Las habia besado y abrazado, y habia puesto en su madre todas sus esperanzas. Los soldados habian llegado al castillo poco despues de que la sacerdotisa huyera con las dos pequenas. Habian tirado la primera puerta abajo sin mayores problemas. Los hombres habian luchado en el patio contra demasiados enemigos como para tener alguna posibilidad, mientras la aldea era sistematicamente arrasada por mas helios. Muchos mas de los que nunca podrian haber imaginado que llegarian. Serena estaba encerrada en la torre y habia contemplado con horror la entrada de sus enemigos y la lucha desigual. Seth se habia enfrentado a uno, a dos a la vez, y entonces un hombre de aspecto brutal y pelo entrecano lo habia atacado por la espalda, golpeandolo con dureza en un costado. Cuando su marido se habia doblado sobre si mismo, habia alzado de nuevo su espada para dar el golpe mortal. Y ella habia visto la rubia cabeza de Seth rodar por el suelo del patio. Todavia le entraban nauseas al recordarlo. Despues los soldados habian entrado en la torre. Algunas mujeres habian conseguido esconderse, pero ella no habia tenido suerte. La reina era un premio demasiado valioso y habian ido a por ella desde el primer momento. Por lo menos, habia sentido el portal, y habia sabido que sus hijas estaban a salvo, aunque fuera lejos de todo lo que habian conocido hasta entonces. Su madre se habia comunicado con ella un instante antes de que los soldados llegaran tambien al bosque, y de pronto la energia en estado casi puro y en forma de dolor intenso habia empujado desde el interior de su alma atravesando cada poro de su piel, hasta el punto de que el soldado que acababa de capturarla la solto con un grito. --!Ay! !Zorra, me has dado calambre! La abofeteo con fuerza antes de sujetarla de nuevo y sacarla a rastras de la torre. Serena dejo ir una lagrima solitaria al sentir la certeza de que su madre estaba muerta y ella era la nueva sacerdotisa. Los helios habian destruido la mitad de la aldea. Habian matado a muchos de los hombres, y otros muchos estaban heridos. Algunas mujeres consiguieron escapar y ocultarse en el bosque o en las granjas mas alejadas, pero otras fueron capturadas, como ella. Los helios no estaban interesados en una gran cantidad de esclavas, su prioridad era llevarse provisiones y bienes de vuelta a su tierra, de modo que habian dejado unos pocos hombres a cargo del castillo y encerrado a los selenos que pudieran suponer alguna amenaza: los jovenes y los pocos hombres adultos que sobrevivieron al ataque. Algunas esclavas viajaron con ellos a Helios, Serena entre ellas. No fue la unica jefa de clan capturada, aunque por ejemplo la madre de Iria se habia salvado porque estaba de viaje en Proteo con la mayor parte de su familia. Otras habian muerto. Los helios invasores pertenecian a diferentes clanes que, por una vez, se habian organizado para repartirse los territorios y el botin. Ella acabo en un clan de los mas alejados vendida como esclava. Alli la habia comprado el hijo mayor del jefe, Malcolm. Serena cerro los ojos con fuerza tratando de ahuyentar los dolorosos recuerdos, pero acabo desistiendo de intentar dormir. Si se quedaba en la cama la angustia la ahogaria. El sol comenzaria a asomar por detras de las colinas en apenas un rato, de modo que opto por levantarse. Abrio un arcon y saco su espada. Practicar siempre la relajaba, asi que se puso un vestido viejo y comodo y comenzo con su rutina habitual: la mirada fija al frente, las dos manos empunando el arma con firmeza y movimientos controlados y armoniosos. La espada no era pesada, pero al cabo de un rato sus brazos empezaron a acusar el ejercicio y su frente se perlo de gotitas de sudor. Aun asi, no se detuvo. Solo cuando el movimiento en el patio y el ruido en el pasillo le indicaron que el resto de la gente habia empezado tambien a levantarse dio por concluida la sesion de entrenamiento. Se aseo y se cambio de ropa para bajar a desayunar. Se miro en el espejo antes de salir, y nego con la cabeza al ser consciente de las ojeras y los ojos cansados. Casi todos los dias se levantaba con esa cara, asi que al menos nadie se sorprenderia. Cuando llego al comedor, Jana y Marcus estaban ya sentados a la mesa comiendo con apetito. --Buenos dias --los saludo mientras se acercaba--. Os habeis levantado temprano. --Hoy empiezan las reparaciones en la escuela --le recordo Marcus--. Vamos a echar una mano. Bueno, en realidad Jana supongo que va a mangonear. --Idiota --murmuro su hermana con gesto burlon--. No encontrarias los agujeros en el tejado ni aunque metieras la cabeza por ellos. La reina sonrio y se sento. Judy llegaba de la cocina en ese momento con una bandeja, de la que le sirvio un poco de pan y algo de fruta. Leo entro en el salon desde el patio, acompanado por Denis.

  • Aniversario en alta mar de Freya Asgard

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    Maritza se sento frente a su esposo en el elegante restaurant en el que la habia citado. Sostuvo su mirada unos segundos y luego bajo la cara, ni un "hola", mucho menos una sonrisa de parte de su esposo, la recibio. --?Como estas? --le pregunto ella en tono bajo. --Nos vamos a ir de viaje --le explico el con tono autoritario--, vamos a tomar un crucero por el Mediterraneo, estaremos veinte dias fuera. --?Veinte? ?Y tu trabajo? Jamas lo dejas. --Esta es una ocasion especial, es mi regalo de aniversario, no todos los dias se cumplen diez anos de feliz matrimonio. Ella sonrio entre confundida y nerviosa, ?feliz matrimonio? --Ahora, despues de almuerzo, quiero que vayas a comprarte ropa, quiero que seas la mas linda del barco, aunque claro, no para coquetear con otros hombres. --Sabes que no, Ricardo, yo no… --Se que no, carino, yo solo digo. Ella bebio un sorbo de su vino, era muy dulce y suave. --Tambien quiero que te compres ropa interior sugerente, hacer el amor en un barco es muy excitante. --Esta bien. El resto de la comida fue en silencio. Al terminar, el la tomo de la mano y la saco del local como si fuera una nina pequena a la que habia que tener controlada para que no hiciera una maldad. --Nelson te acompanara, ya le di mi tarjeta, el te orientara en lo que espero de estas compras. --El hombre le dio un corto beso a su esposa--. Ah, y nos vamos pasado manana, ten todo listo para entonces. --?Pasado manana? --?Algun problema? --No, no. --Bien. Nos vemos a la noche. Te quiero preparada. --Otro corto beso, se subio al automovil que lo esperaba y se fue. Maritza miro a su escolta, el que tenia una expresion indescifrable, como siempre. --?Le dijo donde comenzar? --Claro que si, senora. Vamos. El hombre le indico una direccion y comenzaron a caminar lado a lado. Durante toda la tarde, todas las horas que tardaron en comprar, Nelson no pronuncio palabra alguna, solo escuetos "No" cuando alguna prenda que ella queria elegir no seria del agrado de su jefe, quien habia sido muy especifico en lo que queria que su esposa llevara. Cada cierto rato, tras varias compras, aparecia el chofer y se llevaba las cajas o bolsas de lo que habia adquirido. En mas de una ocasion, Maritza le dijo que ya era suficiente, sin embargo, el hombre la obligaba a seguir comprando; debia llevar al menos, dos conjuntos diarios. Al llegar a la seccion de ropa interior, Maritza esperaba que el hombre se alejara y, contrario a ello, eligio un conjunto de encaje negro y una diminuta camisola que no dejaria casi nada a la imaginacion. La mujer se puso roja. --En esto, su esposo fue mucho mas especifico. --Menos mal que no me los tengo que probar frente a usted. --No se preocupe, se exactamente como le quedaran. --Supongo que eso no se lo dira a mi esposo, lo despediria de inmediato. --Al contrario, senora, el me enseno un video suyo muy sugerente, por eso tengo claras sus medidas y la forma de su cuerpo. --?Un video? Pero… pero… ?como? Yo nunca… --No se preocupe, nadie mas vera esos contenidos. Tome, este se le vera muy bien y mi jefe quedara muy satisfecho. Ella se lo arrebato de las manos y lo hizo una bola con ganas de lanzarselo por la cabeza. --No se moleste, el solo quiere lo mejor para usted --dijo de una forma que Maritza no distinguio si lo hizo con ironia o con enojo. --Claro, si usted lo dice… --?Lo duda, acaso? --No lo dudo, lo que digo es que usted no tendria por que haber visto nada intimo de mi y mucho menos estar eligiendome la ropa interior. --El paga y tiene derecho a obtener lo que quiera a cambio de ese dinero, asi funciona, ?no? --!Yo no soy un objeto! --No, pero la ropa si y esa la quiere el a su gusto. --Entonces deberia haber venido usted solo, si usted escogio todo. --Escuche, senora, yo trabajo para el, si el me ordena algo, yo lo cumplo. Usted, en cierto modo, tambien trabaja para el. Todos sus gustos y todos sus caprichos salen del bolsillo de el, asi que el tiene derecho a decidir y a exigir lo que se le de la gana y muy esposa suya sera, pero el manda, el decide, el es dueno de su vida y si no le gusta, larguese, a ver donde va a estar mejor. Su familia no tiene todo el dinero del que goza con su esposo, senora, ademas, dudo que la reciban de vuelta despues de las humillaciones que los hizo pasar cuando se convirtio en la gran senora Zegers. Usted queria dinero, joyas, una posicion social… Ahora tiene que pagar el precio y, por el momento, este es el precio, que sepa que yo la vi desnuda en todo su esplendor, que sea yo el que le escoja la ropa interior y, si se me da la gana que se la pruebe para verla, lo hace, porque asi lo ordeno el senor Zegers, ?le quedo claro? Y vaya al vestidor a ponerse esto, cuando este lista me avisa, quiero verla --ordeno de un modo intimidante. --?Y si no quiero? --Tengo orden de llamar a mi jefe y el mismo vendra a ponerla en vereda, ?quiere que lo llame? --?Le dira esto? --No, si usted obedece y hace lo que le digo. --Entonces no lo llame --suspiro y entro al vestidor, resignada. Cuando estuvo lista, lo llamo. El hombre se acerco y abrio la puerta solo un poco y se asomo. --No esperara a que salga, ?verdad? --pregunto casi como un ruego. --Por supuesto que no. Girese. Ella lo hizo. --Bien. Si, mi jefe estara muy satisfecho. --Lo imagino. --Aqui le dejo esta para que se la pruebe. No es necesario que me la muestre. --Gracias. El hizo un asentimiento con la cabeza y cerro la puerta. Ella se probo los conjuntos que le entrego el hombre y luego salio, desecho uno con el que no se sintio comoda; el no insistio. --?Tiene hambre? Su esposo llegara muy tarde esta noche y me dijo que la llevara a cenar cuando terminaramos, ya es tarde. --Si, tengo un poco de hambre, pero seguramente en la casa debe haber algo... --No, no, vamos. ?Quiere ir a algun lugar en especial? --No. --?Algun lugar al que no quiera ir? --Nada muy lujoso, por favor, algo discreto. --Muy bien, conozco el lugar perfecto. Nelson abrio la puerta del automovil que acababa de llegar hasta ellos e hizo subir a la mujer, el rodeo el vehiculo y se subio por la otra puerta. --Llevanos al Barrio Lincoln --ordeno a su chofer. --?Usted ira al crucero con nosotros? --Se atrevio a preguntar ella. --Por supuesto, como tambien Bruno, seremos sus escoltas en caso de que pase algo. --Claro. --Esta enojada. --No, solo estoy cansada. --Ya podra llegar a su casa a descansar. --Dudo que pueda hacerlo, mi esposo me pidio que estuviera preparada. --Entorno los ojos. --A veces el precio de querer todo sin trabajo es demasiado alto, ?no es verdad? --?A que se refiere?

  • El espejo agrietado de Katherine Anne Porter

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  • Ultima Sesion (Literatura Random House), Marisha Pessl de Marisha Pessl

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  • El juicio de Adolf Hitler de David King

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    La tarde del 8 de noviembre de 1923, un Adolf Hitler de 34 anos irrumpio en una de las mayores cervecerias de Munich, disparo su pistola al aire y proclamo la revolucion. Comenzaba asi el llamado Putsch de Munich, por el que fueron procesados y condenados a prision Hitler y otros dirigentes nazis. Su carrera politica parecia acabada. Este ensayo cuenta la verdadera historia del proceso judicial que cayo sobre Hitler y otros companeros. Periodistas de todo el mundo aterrizaron en Munich para cubrir un espectaculo sensacional que duro cuatro semanas. Tras el juicio, cumplio solo nueve meses de los cinco anos a los que habia sido condenado. Y lo que es mas importante, Hitler supo transformar el intento fallido de golpe de Estado en una victoria: fue este el juicio que puso a Hitler en primer plano, dotandolo de una posicion sin precedentes para desarrollar su demagogia y colocandolo en el camino al poder.

  • Como llegue a conocer a los peces de Ota Pavel

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    Lo mejor para cualquier pescador es empezar con los peces siendo aun crio. Que lo inicie en los misterios de la pesca su padre, su tio o un balsero. En nuestro caso fue el balsero Karel Prosek, de la aldea de Luh, en la municipalidad de Branov, que con el tiempo se convirtio en nuestro tio. Fue el quien enseno a pescar no solo a mis hermanos Hugo y Jirka y a mi, sino tambien a nuestro astuto padre. El tio Prosek seguramente nacio en el rio Berounka como genio de las aguas y llego a Luh con una crecida. Tenia un hermoso mostacho, como el de un dragon, una voz sonora y una buena planta. Era capaz de cualquier cosa: arar y sembrar, ordenar las vacas, cocinar patatas revueltas, encontrar setas fuera de temporada, barquear durante una crecida, trenzar cestos, cazar corzos, rescatar a gente y a animales transidos de frio, romperle los morros a los idiotas, reir. Durante las crecidas barqueo un par de veces a la comadrona Flybertova con su indispensable maletin. Y tambien sabia de peces. Los ensartaba desde la barca en las noches de luna con un tridente llamado <>, interponia nasas en su camino, echaba el palangre y, en publico, los pescaba con cana, como un senorito. Todo esto sucedia aun en tiempos del Imperio Austrohungaro, cuando en el castillo de Krivoklat todavia senoreaba el principe Max Egon Furstenberg, comiendo gulash al estilo del cazador y sorbiendo cerveza de Rakovnik. A Prosek, puesto que era el mejor pescador de la region, le estaba permitido capturar presas con cualquiera de las artes posibles a lo largo de todo el rio. Tan solo debia llevar a palacio las anguilas, con su carne semejante a las flores de loto. Disponia para ellas de un morral que su esposa Karolina le habia tejido de canamazo. Las transportaba vivas por la orilla del Berounka hasta el castillo. Sus puertas se abrian solas ante el, como ante un paladin. Vertia las anguilas en una tina de madera embreada llena de agua y de cuando en cuando recibia una pieza de oro con la imagen del emperador. La pieza entera se asemejaba al sol. Despues de que el principe se marchara en carruaje tras cuatro colinas lejanas y tras cuatro rios lejanos, prohibieron a Prosek capturar presas con cualquiera de las artes posibles, asegurandole que le bastaba con una sola, a saber: la cana. Prosek tenia una cana de bambu larga, ambarina. Un rebenque sin carrete. Avanzaba a contracorriente para que los peces no lo advirtieran, chasqueando de cuando en cuando el rebenque y sus bigotes de dragon, razon por la que a esa arte se la denominaba <>. [1] Por aquella epoca llegamos nosotros en nuestro vehiculo: nuestro padre Leo, nuestra madre Herma, mis hermanos Hugo y Jiri y yo. Esta era toda nuestra familia. Atisbamos a Prosek desde los chopos de la orilla opuesta del rio. Se movia por las resbaladizas rocas como una nutria pescadora. La veleta de la cana volaba con precision hasta los lugares senalados. ?Y los peces? Era como si saltaran fuera del agua por si mismos. Plateados bagres con el rojo timon de la aleta en el trasero y elegantes comizas con bigote. Panzudos cachuelos de los remansos y leuciscos de los torrentes. Se deslizaban hacia el interior de la red: se acabo la libertad, habia llegado su amo y senor, el rey de los furtivos. Mi padre exclamo entusiasta: --!Herma! !Menudo concierto! !Como Kubelik! [2] Y, de golpe, crecieron como setas en mi cabeza, a lo largo de toda la orilla, filas de butacas en las que se aposentaban caballeros con bombachos ingleses a cuadros y damas vestidas con crinolinas rosas, suspirando y aplaudiendo con cada pez: --Messieurs, mesdames, esto es autentico arte. Prosek apreso en su red al ultimo de los peces, encendio un pitillo e hizo una reverencia. La platea desaparecio y el vadeo el rio, poco profundo, hasta mi padre. Se cayeron en gracia al instante, porque papa era tambien una buena pieza. Sabia partirle los morros a los idiotas igual de bien que Prosek. Y todo lo que no sabia se lo enseno Prosek. A papa le caia bien el patan de Prosek, ya que de toda la vida habia asegurado que los finolis no valian una mierda. Acordo con Prosek que iriamos con el de veraneo a la cabana del balsero, a ninguna otra parte. El lucio negro Tendria yo unos seis anos. Mis hermanos no me admitian demasiado en su compania. No era digno de ellos. Observaba sus diversiones desde la distancia. La mayor parte del tiempo lo unico que hacia era chuparme el dedo a orillas del rio Berounka. Lo que mas les gustaba a Hugo y Jirka era ir hasta un islote a atrapar con las manos peces ocultos entre las algas verdes. Hugo era apuesto y delicado. Jirka era un forzudo y un bribon dispuesto a medirse con quien se le pusiera delante. En el islote crecian unas largas algas verdes, fascinantes, parecidas a los cabellos del genio de las aguas del rio, Oskar. Los cabellos ondeaban en la corriente, como si yaciera ahogado en la arena dorada. De vez en cuando en las algas crecian florecillas, ya no recuerdo de que color, quiza de un blanco rosado, como las de las novias. Habia poca profundidad y en las algas pastaban, como en un prado, los copepodos y las cochinillas. Las comizas y el resto de los peces solian acudir a chapotear en busca de bichos, mascando como gorrinos. Era entonces cuando mis hermanos se metian en calzoncillos para, hundiendo las manos entre las algas, palpar a tientas hasta echar mano al frio cuerpo de un pez. El pez se quedaba pasmado, despues salia pitando, mi hermano reaccionaba y saltaba en su busca, erraba el blanco, salpicaba el agua, mi hermano chillaba. Como un rodeo. En una ocasion se toparon entre las algas con un pez gigantesco; al principio pensaron que era un tronco flotante. Se trataba, en cambio, de un lucio negro: se habia adentrado hasta alli tras los pececillos y no podia salir. Cuando arranco como un torpedo, el agua volo en todas direcciones. Hugo vociferaba: --!No te quedes ahi mirando y ven a ayudarnos! De golpe les parecia bueno. Pero no tenia ni la mas minima gana de meterme alli. Avance despacio entre las algas. El lucio giro, se dirigio hacia mi y se detuvo. Vi como boqueaba mientras me observaba con ojos despiadados, las fauces entreabiertas, llenas de dientes. Queria devorarme. Empece a alargar los brazos. Se puso en marcha. Salto. Salvo sin esfuerzo el tablazo y desaparecio en las profundidades. Jirka me dijo: --!Idiota! !Lo tenias al alcance de la mano! !No tenias mas que estrujarlo por el pescuezo! En realidad todos suspiramos aliviados de que se hubiera largado. Mis hermanos tampoco habrian intentado agarrarlo. Y esta anecdota fue una especie de predestinacion, como si aquel enorme lucio fuera nuestra parca. ?Pescaria alguno de nosotros alguna vez en su vida un pez grande de verdad? Tal vez no nos hubiera sido concedido, al no haber sido valientes entonces. Mi primer pez Prosek regresaba de la taberna Anamo algo achispado y canturreando cancioncillas castrenses. Conocia una infinidad de ellas, ya que durante la guerra habia librado mil batallas en Serbia. En el costado le quedo de recuerdo metralla sin extraer que, sin embargo, dejaba de fastidiarlo tan pronto como se echaba para el coleto un par de copazos. Al llegar a casa en la barca, le dio un beso en el hocico a nuestro pastor alsaciano, Holan, y se sento al pie de una fragante acacia. Yo estaba entonces en la balsadera: mis hermanos, de nuevo, me habian dejado atras; preferian llevar consigo a Dasa, la hija de Beda Peroutka, que pasaba de mi olimpicamente. Tio Prosek me miro con sus ojos verdes: --!Ven aca, mequetrefe! Arrastre de mala gana los pies hasta el; no es que me tuviera en gran estima. Al que mas queria era a Jirka, que era un granuja muy de su gusto. Yo era el menor, el nino de mama. Prosek, escudrinandome inquisitivo, se saco del bolsillo, mugriento, un pepinillo: --Toma. Sustitui el dedo de la boca por el pepinillo. Prosek me seguia observando. Despues saco una botella plana y me ordeno: --Pega un lingotazo. No quedaba ni gota en su interior, pero fingi la mayor de las felicidades. El inexistente alcohol nos amisto. Se puso en pie y me hizo senas para que lo siguiera hasta el granero. Saco una larga vara de avellano y dijo: --Te tallare una cana. La tengo preparada para ti hace ya tiempo. Saco del bolsillo un cuchillo afilado e hizo tris por aqui y tras por alla. Yo contemplaba sus manos callosas, a las que les faltaba un dedo que el mismo se habia sajado al cortar mimbre para los cestos. Contemplaba su rostro, crispado en una mueca por el dolor: de nuevo lo mortificaba la metralla en el costado, pero el alcohol para aliviarlo se le habia acabado. Termino la cana. Entonces yo aun no sabia que aquella seria mi mas preciada cana. Hoy lo se. Era la cana de mi infancia, a la que no se podrian equiparar productos posteriores de fabricacion americana o japonesa. Amarro a ella el sedal, del que prendio un canon de ganso y un anzuelo. Despues anadio: --Junto a la isla suele haber percas solitarias. Ve alli, mequetrefe, y despeinales las grenas. Yo te espero aqui. Se acocho en un ovillo y Holan le puso la cabeza en el regazo. Alcance la isla por la vereda. Era algo antes del mediodia, el sol arreciaba. Enganche una lombriz y eche la cana. No picaba nada, tan solo las azuladas libelulas se posaban en los nenufares y en algun lugar remoto del recodo se daban un banquete, mascando, los bagres. El canon blanquecino flotaba sobre la superficie, inmovil como un barco blanco en calma chicha. Para mis adentros, le ice las velas y ordene al capitan que navegara, que lo remolcara por la superficie un pez multicolor. Pero el canon ni se inmuto, a mi se me cerraban los ojos y, solamente de vez en cuando, entreabria uno de ellos para comprobar si mi barquichuela blanca ya habia zarpado. De repente la veleta se sacudio, generandose a su alrededor un circulo. Una y otra vez, como si fueran senales procedentes de las insondables profundidades de las aguas. Alguien jugueteaba y hacia travesuras con el barquito, como si arrancaran el motor tirando de la correa. De modo que no era un velero, sino una lancha motora blanca. Entonces la veleta comenzo a encabritarse, haciendo el pino, patas arriba, como un ganso medio zambullido en el agua. Para entonces ya me habia aferrado a la cana con las manos crispadas. Seguro que era una de esas percas con melena que habitaban aquellos andurriales en soledad. Entretanto la veleta hizo !chof! y se esfumo. Sin embargo, se podia ver, bajo la superficie, que habia tomado rumbo a los nenufares. Frene. La cana se arqueo y yo senti por primera vez en mi vida el delicioso tironeo del pez. Tras un tira y afloja por ambas partes, emergio una hirsuta bocaza: se trataba de una perca, grande como un gorro rojo a cuadros pero de color aceitunado y con franjas transversales oscuras. Alzaba sus aletas rojizas como estandartes en la batalla y, por su joroba, se parecia a un toro. En vez de ojos tenia monedas doradas y sobre su dorso se erguia una lanza erizada. Aquello no era un pez, era un dragon, un paladin armado hasta los dientes con plumaje rojo en el casco. La arrastre hasta la hierba y me tendi sobre ella para que no huyera. Ambos eramos dos chavales peleones. Luego, victorioso, lo lleve hasta la balsadera. Me habia pinchado con su lanza, por lo que del dedo me manaba un reguerillo de sangre. Se me ocurrio que a partir de aquel dia el tio Prosek me querria tanto como a Jirka. Prosek, sentado en una banqueta, bebia vermut de cabra, leche, para depurar el alcohol. Me elogio: --Eres un hacha. Desollo la perca y clavo la cabeza en el porton del granero. Para que todos vieran que en Luh junto a Branov habia nacido otro pescador. Cogi un taburete para ordenar y me sente bajo el trofeo durante dias. Cuando pasaba alguien por la balsadera, yo carraspeaba y moqueaba para que se fijaran en la perca. Coseche una buena dosis de gloria. Vino hasta Dasa, la hija de Beda Peroutka. Me dio un beso en la mejilla y declaro: --Eres un verdadero machote. Una noche, sin embargo, mi trofeo desaparecio sin saber como. Es posible que se lo zampara la gata Andelka. Pero es mas probable que lo quitara del porton mi amado tio Prosek, quien, hasta el gorro de mi pavoneo, volvia a aborrecerme.

  • Rescatando tu alma perdida (Rosa blanca 1) de Laura A. Lopez

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  • Gente que conoci en los suenos de Luis Mateo Diez

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    Las cuatro historias de Gente que conoci en los suenos, libro inedito del escritor leones Luis Mateo Diez, tienen el comun denominador de una mezcla de irrealidad y fantasmagoria y, en tal sentido, algunas secretas revelaciones de lo que nos sucede e inquieta mas alla de la vigilia, donde existen habitantes que se nos pueden aparecer, ademas de ser como nosotros mismos.

  • Iluminacion y fulgor nocturno de Carson Mccullers

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    Escrita al dictado meses antes de morir, esta impactante narracion contiene la segura, certera y deslumbrante capacidad poetica de los mas importantes escritos de McCullers. Con la espontaneidad de un soliloquio confidencial, la autora nos relata su infancia feliz en Georgia, las consecuencias de su precoz exito como escritora o su implicita bisexualidad. El rostro desconocido de la vida americana de la primera mitad del siglo XX, con la fuerza de una existencia contemporanea.

  • Me van a matar en agosto de Luis Andres-vazquez

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    La odisea del espia ingles que fotografio el asesinato de Federico Garcia Lorca.

  • El Puente de Fairmont Hill de Rafa G. Catala

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    Nueva York, 1983. Nick Hamilton desperto aquella noche sobresaltado por una pesadilla. Nada le hacia presagiar que volveria a encontrarse con su idilica y a veces, aterradora experiencia en el pueblo donde vivio parte de su adolescencia.
    Cuando a la manana siguiente, su vieja amiga Emily le comunico la aparicion del cadaver de Joseph Kenner, desaparecido veinte anos atras en extranas circunstancias, sin pensarlo, llamo a Oliver al que no veia desde 1961.
    La vida no habia sido facil para Oliver Kenner. Tras hablar con Nick no supo como reaccionar, tenia miedo a recordar, a regresar a un oscuro pasado que se escondia tras el puente de Fairmont Hill.
    El agente del FBI Luke Barren, encargado de la investigacion del caso, estaba a punto de desenterrar secretos a los que nadie queria enfrentarse y cuya sombra alcanzaria los estamentos mas profundos de la sociedad americana y a sacar a la luz la verdadera razon de la huida de Oliver.

  • Fuego en mi corazon de Emilia Hover

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    El es un padre soltero, rudo y codiciado que ama con todas sus fuerzas a sus hijos, pero necesita un poco de ayuda en su vida.

    Se suponia que yo era la ninera, al menos eso es lo que dice mi contrato.

  • Cartas olor a lavanda de Carmen Calero

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    ecuerdo como si fuera ayer la primera vez que vi a Antoine. Era un mediodia caluroso, un mediodia de un julio en Andalucia cuando ni el piar de un pajaro ni el zumbido de un insecto, ni tan siquiera el ruido de coche alguno pasando a lo lejos rompia el bochorno de esa hora de la tarde. Como cada mediodia yo estaba ayudando en el negocio de mi madre, y tres chicos castano claro y espigados llegaron y se sentaron a esperar su turno detras de mi, a mi espaldas, de frente a la cara de mi hermana pequena que estaba sentada conmigo, esperando que yo terminara de mi trabajo y nos fuesemos juntas a casa a comer. Tal vez percibio mi mirada, o yo senti la suya en mi nuca, porque de pronto, cuando mire hacia atras, justo los dos cruzamos la mirada, y nos sonreimos, y enrojecida, aparte la vista rapidamente. La floristeria de mi madre, negocio familiar que ella heredo de su tia, un local pequeno, pero reformado con mucho gusto, con una parte amplia para atender a los clientes, y donde exponer todas las flores que con muy buen saber hacer y delicadeza, mi madre decoraba, solia estar en cualquier epoca del ano con mucho bullicio de gente, comprando mantillo, algun jovenzuelo comprando un ramito de claveles para su madre o su novia, o alguna vecina comprando macetas nuevas para renovar el patio de la comunidad. Aunque julio y agosto eran meses bastante tranquilos en que la tienda a esas horas solia estar bastante silenciosa. Ellos dudaban entre un ramo bonito pero sencillo o una maceta de peonias, que era la flor favorita de la madre de uno de ellos, para regalar a la casera del hostal donde estaban parando, que habia sido muy carinosa con ellos, explicaron a mi madre. Aquella misma tarde marchaban para Sevilla y querian dejarle ese detalle. Estaban parando en un hostal cerca del rio, donde por la noche les llegaba un gran olor a azahar por los naranjos que rodeaban la Ribera. --La peonia es muy exigente en sus cuidados. Es de China --les dijo mi madre--. Requiere un clima templado y hay que plantarla entre sol y sombra, y regarla frecuentemente. Le cuesta mucho florecer, pero cuando lo hace, sus flores son impresionantes y preciosas, y con un aroma muy fino. Las hay en blanco, varios tonos de rosa y en rojo. La que a vosotros mas os guste u os llame la atencion. Siempre fui una chica idealista. Timida y me gustaba sumergirme en mi propio mundo, aunque tenia muy buena relacion con mi hermana y mis padres. Creia en los cuentos, en las hadas, los duendes y las princesas. Y a toda mi vida ponia o intentaba poner algo de magia. Me gustaban las historias bonitas. Por las noches intentaba siempre fantasear antes de sonar, y de pequena siempre imaginaba mi vida paso a paso hasta llegar a lo idilico que caracteriza a los suenos, aunque sabia de la realidad de las encrucijadas, los problemas y tristezas que nos iban viniendo sin buscar. Siempre fui una chica despierta y vivaz. Mientras yo estaba acabando el centro de mesa siguiendo las instrucciones de mi madre, de espaldas a ellos, y mientras mi madre hacia el ramo por el que aquellos chicos rubios se decidieron, oia sus murmullos y sonrisas en lo que me parecio que era frances, y nuevamente aquellos ojos claros cruzandose con los mios. Mi madre termino y les entrego el ramo, ellos pagaron y marcharon. Yo me quede con un poco de tristeza, o mas bien decepcion o de curiosidad porque me hubiera gustado saber algo mas de aquel chico rubio y espigado que parecia debia ser el unico que hablaba espanol porque habia sido el que habia hablado con mi madre en todo momento. La puerta se abrio y el movil colgado tras ella sono avisando de un nuevo cliente. Era el. Se acerco a mi al rincon apartado donde yo seguia con lo mio, me pregunto mi nombre y si por favor podia darle mi direccion porque le gustaria escribirme. --Mi nombre es Antoine. Me gustaria conocerte. Le anote mi nombre y la direccion de la floristeria en una nota de papel de regalo que mi madre utilizaba para envolver los encargos. Se la di, y dandome un beso en mi mejilla de adolescente de 15 anos salio por la puerta, dejandome en un estado de ilusion y asombro que siempre senti cada vez que recorde aquellos magicos instantes. Los veranos en mi ciudad siempre pasaban mas o menos de la misma forma, condicionandonos un poco, la intensa temperatura, para salir o entrar o divertirnos o descansar. Se aprovechaban mucho las mananas y luego las tardes cuando el sol empezaba a esconderse, y las calles se habian enfriado. Yo pasaba los dias ayudando a mi madre por la manana y ocupandome un poco de mi hermana pequena. Comer, descansar en la siesta y cuando el fresco ya se hacia presente salir con mis amigas a pasear, o al cine de verano, y algunos dias a la piscina. Quedaba una semana para salir de vacaciones, al norte como cada ano, alejandonos del calor que tanto a mi madre como a mi, tan poco nos gustaba y ademas, segun como, alguna vez sobretodo a ella, nos sentaba mal. Adoraba el norte, con sus profundos y verdes valles, sus rios de aguas bucolicas y cristalinas, playas de arena dorada y fina que contrastan con los suntuosos acantilados que emergen en sus pies. Tierra de valientes navegantes, de barquitos de madera, de grandes y plateadas olas, de infimos sonadores y hombres fuertes de metal. El mar es el verdadero dueno de estos lugares, los magnifica y los sella con su diseno, agota nuestra fantasia y nuestra voluntad. Tierra de pescadores y barquichuelas. Cada verano desde que yo tenia unos 10 anos pasabamos en el norte nuestras vacaciones, en las que me reencontraba con mis amigos de verano, y en donde redescubriamos juntos la ciudad y asi cargaba mi mente de recuerdos y planes de proyectos para realizar el verano del ano siguiente. En el norte todo era diferente. Sentia volar, me elevaba sobre las casas de pescadores hasta llegar al mar, testigo de la historia, de amores de verano, de familias enteras banandose al morir las tardes de agosto. El sol escribia en mi espalda mientras estaba tumbada en la playa con mis amigos, percutida por la arena que impactaba en mi piel, atizada por el viento. Alli en esas tierras tan verdes y frescas y tan diferentes a la mia, toda la familia cogiamos la energia y el descanso necesario para volver y seguir un ano mas. Nos encantaba visitar cada pueblecito de la zona, donde parece que la vida trascurre con tanta lentitud y sosiego. Montes verdes, de intenso y variado verde incluso en el fuerte verano, salpicado de montanas, con robles, castanos y abetos, y las maravillosas casas con sus tejas negras y verdes. Y ese mar Cantabrico, esas playas, que mueren en unos acantilados enormes altos y escarpados. Y tambien nos encantaba pasear por el puerto, viendo como los pescadores salian y entraban con sus barcos, algunos sin capturar nada, lamentandose de su mala suerte. Otros muy contentos con su marco lleno de arenques y alguna que otra buena pieza. Y relajada y con el alma renovada y limpia, y la mente llena de recuerdos e ilusiones, volviamos a casa. Tocaba con los dedos la realidad de lo cotidiano, y volvia al dia a dia del verano de Andalucia con mis amigas. Habia pasado casi un mes desde aquel encuentro con aquellos chicos en la floristeria y yo andaba ya absorta preparando las cosas para la vuelta a clase, casi olvidada de ese encuentro casual, pero tan bonito, inocente y espontaneo, cuando un medio dia mi madre me llamo. --Maria, tienes una carta. La ilusion y la emocion que me recorrio el cuerpo al comprobar que la carta venia desde Paris es indescriptible. La incognita del contenido, la alegria al recordar los ojos de aquel chico. Mis manos juguetearon un poco nerviosas con el sobre. La gran emocion hacia que el gesto de abrirla, que hubiera sido rutinario por la costumbre de recibir otras muchas cartas de muchos amigos que tenia fuera de mi ciudad, abrir aquella de aquel desconocido y ver que me decia, en aquel momento fue algo sublime.

  • El sentido numinoso de la luz de Mapi Rivera

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    Para quienes se dedican al arte, la luz puede convertirse en un poder misterioso y fascinador. El caracter visionario de la luz radica en su cualidad numinosa, porque no es la luz optica lo que se aborda aqui, sino Aquello que a traves de ella se manifiesta. Ante una realidad que solo es percibida tenuemente, la luz adquiere su verdadera significacion desde la experiencia visionaria y la creacion artistica.

  • Deseada por su Lobo (Los Lobos de Green Valley 7) de T.n. Hawke

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    Adele:

  • Mi princesa vikinga de Sophie Saint Rose

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    Maisey llevaba toda la vida soportando el odio de su pueblo a causa de su padre. Cuando los vikingos asaltaron su aldea, vio la oportunidad que necesitaba para llegar hasta el, pero su secuestrador decidio reclamarla como suya y convertirla en su esclava. Quizas deberia demostrarle que no le iba a ser facil….

  • Los chicos malos del barrio de Gavin Knight

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    Tres historias reales y tres ciudades que podrian ser cualquier otra…

  • Los planes del club Bilderberg para Espana de Cristina Martin Jimenez

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    ?Fue la Transicion tal como nos la contaron? ?Que papel desempeno en ella el Club Bilderberg, ese elitista y selecto grupo compuesto por algunas de las personalidades mas influyentes del mundo? ?Quien ha tomado realmente las decisiones politicas mas importantes y trascendentes en las ultimas cuatro decadas en Espana? ?Los Gobiernos elegidos democraticamente en las urnas o el Club?

    Nadie hasta ahora se habia atrevido a investigar los vinculos que unen, desde hace mas de cuarenta anos, a Espana con el Club Bilderberg. Cristina Martin Jimenez, tras el exito de Perdidos y El Club Bilderberg. Los amos del mundo -libros que ya explicaban su funcionamiento y senalaban a algunos de los maximos responsables de este Club-, recurre a los documentos desclasificados por la Agencia de Seguridad Nacional y la CIA para demostrarnos y explicarnos una realidad diferente a la conocida hasta ahora. Seremos testigos, por ejemplo, de como Henry Kissinger y Giscard d’Estaing, destacados Bilderberg, actuaron activamente en nuestra politica o como la situacion geopolitica y geoestrategica de Espana ha hecho que nuestro pais siempre estuviese en el punto de mira de los mas poderosos.

  • Miscelanea, Ana Alvarez de Ana Alvarez

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    Primera obra de la escritora que te enganchara de la primera a la ultima pagina.

  • Ayer, nosotros, hoy de Carolina Casado

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    Scott esta en el ultimo ano de instituto, pero su cabeza esta muy lejos, en la facultad de Bellas Artes de Tennessee; quiere mirar hacia adelante, avanzar, huir de unos padres que siempre estan discutiendo y cumplir su sueno de centrarse en su pasion por dibujar.

  • Seducida de Janelle Denison

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  • Alguien como tu (Predestinados 2) de Adrianne Holt

    https://gigalibros.com/alguien-como-tu-predestinados-2.html

    El primer amor nunca se olvida y eso le queda muy claro a Irina, quien no ha podido superar la muerte de su primer novio, Joshep.

  • Un gran favor de Joyce Maynard

    https://gigalibros.com/un-gran-favor.html

    Cuando Helen conocio a Swift y Ava Havilland en una galeria de arte, su vida se hallaba en su punto mas bajo. Detenida por conducir bajo los efectos del alcohol, habia perdido la custodia de su hijo de ocho anos y solo lo veia cada dos sabados. Atrapada en un trabajo frustrante, Helen asistia todas las noches a las reuniones de Alcoholicos Anonimos y solo muy de tarde en tarde salia con algun hombre.

  • En tus brazos… y huir de todo mal 2. Pasion de Fabiana Peralta

    https://gigalibros.com/en-tus-brazos-8230-y-huir-de-todo-mal-2-pasion.html

    Entregados a una pasion que los desborda, Alex y Paula deciden dejar atras el pasado y poner cordura a su apasionante relacion. Decididos a formalizar su noviazgo, comienzan los preparativos de su lujosa boda, pero una mente perversa amenaza con separarlos para siempre y hiere de gravedad a Paula, que se debate entre la vida y la muerte.

  • Un Adios Inesperado (Bilogia Los Sauces 1) de Virginia V. B

    https://gigalibros.com/un-adios-inesperado-bilogia-los-sauces-1.html

    < ?Como estas? Ahora mismo seguro que sorprendida, ?me equivoco?>>
    Asi comenzaba la carta que recibi de Judith, una de las personas mas importantes de mi vida, aquel dia. Y, no, no se equivocaba. Hacia diez anos que no sabiamos la una de la otra, ?como no iba a estar sorprendida?
    <>.
    Yo me hacia las mismas preguntas dia tras dia. Y la unica respuesta posible que se me ocurria era que, la vida, nos habia llevado por caminos distintos y, nuestra amistad, esa que una vez fue lo mas importante para ambas, dejo de serlo. Estaba equivocada, lo supe poco tiempo despues.
    <>.
    ?Lo era? Por aquel entonces tenia mis dudas, pero, esa carta y mi regreso a Los Sauces, el pueblo que nos vio crecer, las disiparon, cambiando mi vida para siempre.

  • Revolucionarios de Joshua Furst

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    Freedom (Fred) es el unico hijo del Lenny Snyder, legendario activista e icono de la contracultura americana. Ahora frisa la mediana edad y no puede hacer como si su psicodelica infancia nunca hubiera existido: el caos, las manifestaciones, los cambios de ciudad con la familia a cuestas huyendo de la pasma. Lenny fue un tipo de personalidad magnetica, un iluminado capaz de hipnotizar a las masas con sus esloganes, pero no supo conseguir el carino de su hijo y su mujer, a los que trataba con crueldad. Revolucionarios es un viaje cautivador por los feroces anos sesenta, que nos descubre el fin de una decada a traves de los ojos de un nino. Una saga caleidoscopica, una alegoria de Estados Unidos y un retrato profundamente intimo de la relacion de admiracion y rencor entre un padre y un hijo.

  • Ojala te enamores de Alejandro Ordonez

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    #OjalaTeEnamores es el libro del blog Por Escribir: nuevas reflexiones poeticas sobre la vida, los sentimientos y los deseos mas intimos que todos escondemos dentro.

  • Amigos y algo mas (Seleccion RNR), Ana Alvarez de Ana Alvarez

    https://gigalibros.com/amigos-y-algo-mas-seleccion-rnr-ana-alvarez.html

  • Sorpresa, esto es amor de Rebeca B

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    Ser enviada "al" evento en Silicon Valley me haria dar el salto de mi vida, yo estaba decidida a triunfar en la vida, no iba a permitir ser una mas en la familia con los suenos rotos y conformista, yo queria mi independencia, el hombre de mis suenos, romance, dinero y libertad para disfrutar. A mis 23 anos, quien contra mi y mis ideales. Estar cara a cara con el multimillonario dueno de la empresa mas importante que yo admiraba en el rubro de los juguetes era mi posibilidad para hacerme notar en mi empleo y despegar. Que fuera exquisitamente hermoso era solo un bono mas. Yo estaba preparada para todo, menos para ser confundida por la chica de compania de este hombre. Bien, mi culpa, no aclare la confusion y terminamos encerrados en un armario. No te confundas, no, yo no soy de ese tipo, y dije la verdad... lo que luego ocurrio, esto todo una historia digna de contar...
    Disfruta conmigo de esta linda novela romantica donde todo lo improbable puede suceder, si hasta yo no me lo imaginaba...

  • La guerra de la polvora ( Temerario 3 ), Naomi Novik de Naomi Novik

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  • El amor puede fallar de Matthew Quick

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    Tras sufrir una gran decepcion, Portia Kane decide abandonar a su marido, y con ello, la vida de lujo que llevaba en Florida. Asi, se traslada a su ciudad natal, donde recuperara antiguas amistades y recordara al unico hombre que la ayudo a creer en ella: Nathan Vernon, su querido profesor de literatura inglesa que tuvo en el instituto.El senor Vernon la ayudo a creer en ella, a descubrir que tipo de persona queria ser, a luchar por sus suenos. ?como ha podido olvidarlo? Ahora esta decidida a recuperar el contacto con el, pero Vernon ya no es lo que era, ahora vive deprimido y solo tras un traumatico accidente en las aulas.Portia no esta dispuesta a rendirse, y asi, con la ayuda de una monja de armas tomar, un ex heroinomano, un nino fanatico de la musica y su acaparadora madre, intentara visualizar un futuro esperanzador.”El amor puede fallar” trata de los grandes altibajos de la vida: de las dolorosas y valientes decisiones que necesitamos tomar para llegar a ser lo que estamos destinados a ser.