Maya Blake - TODOS SUS LIBROS
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El millonario y la bailarina de Maya Blake
https://gigalibros.com/el-millonario-y-la-bailarina.htmlEl implacable Alexandros Christofides no estaba dispuesto a detenerse ante nada para recuperar un valioso recuerdo de familia, aunque para ello tuviera que utilizar como cebo a la encantadora bailarina Sage Woods.
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El Sultan y la Plebeya de Maya Blake
https://gigalibros.com/el-sultan-y-la-plebeya.htmlEl recien coronado sultan Zaid Al-Ameen estaba decidido a acabar con la corrupcion en su pais. Desafortunadamente para Esme Scott, eso significaba detener a su padre por estafador, y obligarla a ella a alcanzar un acuerdo con quien lo mantenia prisionero.
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El Jeque y la Ladrona de Maya Blake
https://gigalibros.com/el-jeque-y-la-ladrona.htmlAllegra miro al auxiliar de vuelo y sonrio. Rechazo la copa de champan con un movimiento de la cabeza y una sonrisa desvaida. Afortunadamente, el compartimiento de primera clase estaba casi vacio. Nadie podia presenciar su preocupacion, nadie podia saber que seguia impresionada por la noticia que le habia dado su hermano Matteo hacia dos dias. ?Como era posible que su abuelo le hubiese ocultado la gravedad de su enfermedad? Ella sabia que estaba haciendose pruebas porque los medicos sospechaban que la leucemia habia vuelto, pero le habia quitado importancia cuando, hacia dos meses, le habia preguntado el pronostico. En ese momento, sabia que le quedaba un ano de vida. Tenia al corazon encogido. No podia creerse que el hombre que parecia mas grande que la vida misma no fuese a estar alli en la proxima Navidad. Los ojos se le empanaron de lagrimas. Se las seco precipitadamente cuando noto que volvia el auxiliar de vuelo. No podia perder la compostura. Todo el mundo estaba mirando y tenia que mantener las apariencias, sobre todo, cuando las tecnologias avanzaban a la velocidad de la luz. Era Allegra di Sione, la nieta mayor de uno de los hombres mas poderosos del mundo. Tambien era la cara visible de la Fundacion Di Sione, una fundacion benefica a la que dedicaba su vida. Era feliz realizando ese trabajo tan absorbente aunque significara que casi siempre se sintiera muy sola. Intento pensar en otras cosas y miro por la ventanilla del avion que ocupaba su posicion en la pista del aeropuerto internacional de Dubai. Era principios de mayo y el sol era deslumbrante. Casi tan deslumbrante como habian sido los invitados y el exito de ultima gala que habia celebrado la fundacion. Su equipo le habia asegurado que habia sido la mejor hasta la fecha, que habia recaudado casi el doble que la del ano anterior, pero ella, aunque estaba muy orgullosa, no podia pensar en eso cuando seguia dandole vueltas a lo que le habia contado Matteo. Aparte de la noticia sobre la salud de su abuelo, su hermano habia dejado caer otra bomba. La pequena fabula que les contaba su abuelo no era una fabula en absoluto, segun Matteo. Siempre le habia emocionado la historia que les contaba su abuelo sobre las amantes perdidas. Incluso, habia llegado a preguntarse si su abuelo habia llevado una vida tan disoluta como la de sus propios padres. Sin embargo, habia descartado esa posibilidad porque sabia que su abuelo habia adorado a su esposa hasta que ella murio. Su integridad era una de las muchas virtudes que ella habia intentado emular. Aparte, su prioridad absoluta siempre habia sido levantar la fortuna de los Di Sione. Sin embargo, no estaba preparada para descubrir que las amantes perdidas tenian un significado verdadero. ?Por que le habia encomendado su abuelo a Matteo que recuperara un collar perdido hacia mucho tiempo? Ademas, la expresion de los ojos de su hermano cuando le dijo que volviera a casa sin demora... Tomo una bocanada de aire cuando el avion se elevo en el arido cielo del desierto. Cuando tenia seis anos, habia hecho frente a la perdida de sus padres de 6 la forma mas atroz y entre la atencion de todos los medios de comunicacion. Habia sofocado su propio dolor para ayudar a sus seis hermanos a pesar de lo mucho que echaba de menos a su madre, cuyo amor habia sido tan volatil como abundante. Haria frente a lo que tuviera que decirle su abuelo, fuera lo que fuese. A pesar de todos los animos que se habia dado a si misma durante el vuelo, no podia dejar de temblar mientras el coche tomaba el camino que llevaba al lugar que ella llamaba su hogar. Tenia un piso con tres dormitorios en Manhattan, pero la residencia de los Di Sione en Long Island, donde se habia criado con sus hermanos, era su verdadero hogar. Como pasaba con casi todos los hogares, tenia recuerdos agridulces, aunque en su caso, y en el de sus hermanos, eran mas agrios que dulces. No podia apartar la mirada de la impresionante mansion. Estaba rodeada de cesped impecablemente cortado y se veia a lo lejos el Estrecho de Long Island. Alli la llevaron despues de la noche que estuvo en la casa de sus padres y presencio la que seria su ultima pelea a gritos inducida por las drogas. Dos horas despues, llego un coche de policia, se bajo un agente y, con cuatro palabras, sus hermanos y ella se convirtieron en huerfanos. Allegra enterro ese recuerdo espantoso en el rincon mas recondito de la cabeza y se bajo del coche. Se abrio la puerta doble y salio Alma, el ama de llaves que habia formado parte de la familia desde que ella tuvo uso de razon. Aunque la sonrisa de la anciana italiana era tan amplia y acogedora como siempre, Allegra capto la preocupacion en sus ojos marrones y en su forma de agarrarse las manos. -Senorita Allegra, cuanto tiempo... -la saludo Alma cuando entro en el enorme vestibulo. Allegra asintio con la cabeza, pero ya estaba buscando a su abuelo con el corazon desbocado ante la posibilidad de que se lo hubieran llevado de alli. -?Donde esta el? ?Como esta? La sonrisa de Alma se apago un poco mas. -El medico le ha aconsejado que descanse en la cama, pero el senor Giovanni... insiste en que tiene un buen dia. Esta sentado fuera, en su sitio favorito. Allegra se aparto de la imponente escalera de hierro fundido que subia los tres pisos y fue a dirigirse hacia el ala oeste de la villa, al sitio donde su abuelo habia desayunado toda su vida. -Senorita Allegra... Se detuvo y se dio la vuelta para mirar a Alma. El desasosiego que vio reflejado en su rostro le produjo un escalofrio en la espalda. No habia dudado de su hermano ni por un momento, pero la verdad era que Matteo habia estado un poco absorto por la mujer que lo habia acompanado a la gala de la fundacion. En cierto sentido, habia esperado que hubiese exagerado la gravedad de la situacion cuando habia hablado con ella en Dubai. Sin embargo, la expresion del ama de llaves confirmaba que Matteo no habia exagerado. -No esta como la ultima vez que lo vio. Preparese. 7 Allegra asintio con la cabeza. Tenia la boca seca y se paso las manos humedas por el vestido de lino azul marino mientras seguia por el pasillo. No veia la luz que entraba por los ventanales e iluminaba las obras de arte que adornaban las paredes. Solo le importaba llegar al final del pasillo y salir por las puertas acristaladas que daban a la terraza con columnas. Alma le habia dicho que se preparara, pero, a pesar de la advertencia, se quedo boquiabierta cuando salio al exterior. Habia esperado que su abuelo estuviese sentado en su butaca favorita. Se quedo helada cuando vio la cama con lo que parecia una bombona de oxigeno. Su abuelo estaba tumbado con unas mantas de cachemira por encima de la cintura. El pecho le subia y bajaba lentamente y tenia los ojos cerrados. Sin embargo, lo que mas le impresiono fue que su rostro, normalmente resplandeciente, estuviese palido y demacrado. El cambio, desde la ultima vez que lo vio hacia dos meses, era increiblemente asombroso. -?Vas a quedarte todo el dia como una estatua? Allegra dio un respingo y se acerco a esa figura, cuya fragilidad quedaba cruelmente resaltada por la luz del sol. -Abuelo... -Sientate -le ordeno Giovanni dando unas palmadas en la cama con una mano nudosa. Ella se sento en el borde de la cama y tuvo que contener un sollozo cuando miro a su abuelo a los ojos. No habria podido soportar que tambien se hubiese apagado el espiritu indomable del hombre que llego a la isla de Ellis hacia mas de medio siglo. Sin embargo, y afortunadamente, sus ojos grises eran tan penetrantes como siempre, aunque un poco ensombrecidos por el dolor. -?Por que no me lo dijiste? -susurro ella con la voz ronca por las emociones que estaba intentando contener-. Hemos hablado muchas veces por telefono desde la ultima vez que estuve aqui. ?Por que no me has dicho que viniera? -Tenias otras cosas en la cabeza. -?Como que? -pregunto ella con el ceno fruncido. -Se lo importante que era para ti la gala de la fundacion y, a juzgar por lo que he oido, fue un exito clamoroso. No queria que te preocuparas por un anciano cuando ese acontecimiento tan importante exigia toda tu atencion. -Mi trabajo nunca sera tan importante como tu para mi. Lo sabes. !Deberias haberme avisado! -Considerame debidamente reganado -replico el con media sonrisa. Allegra, avergonzada, sacudio la cabeza. -Lo siento. -No lo sientas. Tu pasion serena es una de las muchas cosas que admiro de ti, piccola mia -el le tendio una mano muy grande y ella la tomo. Era calida y tranquilizadora, pero no tenia la fuerza de antes-. Entonces, ?Matteo ha hablado contigo? 8 Allegra asintio con la cabeza mientras tragaba saliva. -La leucemia ha vuelto y el pronostico es que te queda un ano si tenemos suerte, ?no? Le temblo la voz al preguntarlo y sintio un vacio enorme cuando miro a su abuelo. Habia deseado con cada celula de su cuerpo que no fuese verdad, pero Giovanni asintio con la cabeza. -Si -el la miro a los ojos para que no diera la espalda a la realidad-. Ademas, esta vez no habra intervencion. La ultima vez ya fue bastante arriesgada, o eso me han dicho los medicos. -?Estas seguro de que no se puede hacer? Podria hacer algunas llamadas... -Allegra, querida, no te he pedido que vengas por eso. He roto todos los pronosticos durante mas de quince anos, desde que me lo diagnosticaron la primera vez. He vivido muy bien y me han bendecido de muchas maneras. He aceptado mi destino, pero antes de que me marche... -Por favor, no hables asi -le interrumpio Allegra. Su abuelo la miro con compasion y sacudio la cabeza. -Asimilaras esto como has asimilado muchas cosas dolorosas en tu vida. Eres fuerte, Allegra. Se que seras mas fuerte todavia en este trance. Ella queria taparse los oidos como una nina, pero nunca habia eludido la realidad. Era una nina cuando tuvo que hacerse responsable de sus hermanos menores de un dia para otro. Alessandro, su hermano mayor, y Dante y Dario, los gemelos que habian hecho la vida imposible a todas y cada una de las personas que habian estado en contacto con ellos en la residencia Di Sione, fueron a un internado en cuanto fueron lo bastante mayores, pero sus tres hermanos menores habian sido responsabilidad de ella. Si bien sabia en el fondo de su corazon que no habia conseguido ser el mejor modelo a seguir, si habia intentado por todos los medios que sus vidas como huerfanos fuesen lo mas faciles posible. Habia intentado darles estabilidad en un mundo donde las nineras entraban y salian como si las puertas fuesen giratorias y donde su abuelo habia estado plenamente dedicado a levantar su emporio. Habia fracasado muchas veces y Giovanni habia tenido que intervenir. Con cada fracaso habia dudado que tuviese la capacidad de ser lo que tenia que ser para su familia, pero nunca habia dejado de hacer lo que tenia que hacer, y lo que tenia que hacer era su familia. Su abuelo y sus hermanos siempre eran lo primero. Sofoco el dolor que le atenazaba el corazon, tomo aire y asintio con la cabeza. -?Que necesitas que haga? Fuese por la decision de su voz o porque habia aceptado que no podia cambiar los designios del destino, su abuelo se sento con algo mas de color en la cara. Ella se alegro aunque tenia el corazon acelerado. Giovanni no la habria llamado si no fuese a pedirle algo importante. -Necesito que recuperes algo, algo unico y muy preciado que perdi hace mucho tiempo. -De acuerdo -Allegra asintio con la cabeza-. Llamare al director de la agencia de detectives que utilizo para...