• Cuatro decadas y un amor de Maria Veronica Cochetti

    https://gigalibros.com/cuatro-decadas-y-un-amor.html

    Y finalmente llego el dia en que Paula se canso de tener amantes ocasionales; esos objetos sexuales buscados solo para pasar el rato. Hizo un breve repaso de como estaba su vida en esta etapa y se sintio sola. Arribo a la conclusion de que esas historias vacias de afecto no la estaban llevando a ningun lado. Respiro profundo y decidio que queria volver a ser feliz, compartiendo su vida con un companero que la abrace todas las noches y que la haga sentir valiosa y amada todos los dias. Se convencio en silencio y hasta con un gesto de resignacion, que era el momento de volver a querer y dejarse querer, aun corriendo el riesgo de volver a fallar. Esta sensacion de soledad, coincidio exactamente con un dia en que sus amigas la llamaron para saber porque estaba tan desaparecida. Era un viernes por la tarde de un caluroso verano en la ciudad de Rosario, cuando su voz al telefono denoto algo de melancolia. Su desanimo no paso desapercibido y fue por esa razon que la presionaron insistentemente para salir de copas, a reirse juntas y hacer catarsis grupal. Paula intento eludir la invitacion, pero no encontro una buena excusa que resultara creible. No le quedo otra opcion que aceptar salir con esas locas, que no aceptaban un no como respuesta, cuando de noche y diversion se trataba. Bueno... asi fue que se preparo desde temprano, se arreglo y pinto prolijamente las unas, aliso su cabello rubio y a pesar de creer que sus piernas siempre fueron demasiado largas, eligio unos zapatos con unos tacones de quince centimetros de altura para la ocasion. Se vistio pausadamente, mientras reflexionaba que deseaba que le depare el destino esa noche. Eligio una musculosa blanca con brillitos que contrastaba con su perfecto bronceado y una pollera floreada entallada, delicada y colorida. Se dio un toque de maquillaje muy natural realzando sus pestanas y salio determinada a encontrar al hombre de su vida. Aunque ella no se lo creyera, estaba hermosa e irradiaba frescura esa noche. La cita fue en Rock & Feller's, el bar ubicado sobre el boulevard Orono. Ese lugar de encuentro era frecuentemente el elegido por el grupo. Les gustaba la ambientacion tematica de rock, los tragos, los platos y la buena musica; pero tambien por ser lugar de encuentro de solos y solas. Lo consideraban un sitio muy jugoso para divertirse, aunque sea histeriqueando con la fauna del lugar. Sus amigas no sospechaban de sus intenciones de volver a enamorarse y esa noche (como todas las veces que salian juntas) la llevaron por el camino de la risa facil y las copas de mas. Pero el destino ya habia decidido por ella. Entre copa y copa sintio una mirada. Sintio una mirada de esas que se sienten en el corazon, de esas que cosquillean el alma y dejan huella. Apabullada por las risas de sus amigas intento ignorarla, pero ni las resonantes carcajadas de Daniela pudieron persuadirla de esa sensacion que le calaba hasta los huesos y se apoderaba de su cuerpo. De repente le parecio que el tiempo se congelo, observo a sus amigas que hablaban y reian, pero ella las percibia en camara lenta y con el sonido en off. Se sintio extranada con esa sensacion rara. Quiso negarla restandole importancia; intento seguir hablando como si nada pasara, pero esta persistia indefinible en su cuerpo. A partir de ese instante su vida cambiaria para siempre, aunque aun no lo supiera. La noche siguio su transcurso habitual, mientras ella ignorandolo todo, seguia siendo observada. Cuando ya no quedaron mas temas de conversacion y se saciaron de comer, reirse y tomar; sus amigas decidieron que era hora de retirarse. En el momento que estaban abandonando el local, una de ellas se adelanto y comenzo a conversar con un amigo que estaba en una mesa cercana a la salida, la otra fue directo al toilette y la tercera estaba en la barra pagando la cuenta. Paula quedo rezagada, sola y apurada por alcanzarlas. EL. El era un tipo solitario, un poco raro (dirian los que no conocen su pasado). Esa noche se acosto como solia hacerlo todas las noches: temprano y solo. Pero el calor y el recuerdo de lo vivido no le dejaban conciliar el sueno. Una y otra vez volvian a su mente las imagenes grabadas en su retina. No podia sacarse de la cabeza el feroz ataque de palometas acontecido esa tarde de calor en el balneario de la Florida. Uno a uno revivia los puntos de sutura que habia dado a cada una de las victimas. Recordo el ultimo cuerpo roido por las feroces bestias, que el sano con manos temblorosas y decidio que seria mejor salir a tomar un trago. Quiza un poco de alcohol ayudaria. Asi fue como coincidio con ella, en Rock & Feller's, aquella noche. Llego silencioso y triste. El silencio podia deberse a su cansancio, mas su tristeza lo acompanaba desde hacia un tiempo largo. Se sento en un rinconcito de la barra y ordeno al barman un whisky doble on the rocks. Giro los hielos con el dedo indice de su mano izquierda, mirando el vaso muy fijamente. Luego comenzo a beberlo lentamente, como dejandose anestesiar por el alcohol. Cuando sin querer la vio. Y no pudo dejar de mirarla... La vio riendo y en ese instante sin saberlo, pero sobre todo sin quererlo, se enamoro. La melancolia se le notaba en sus movimientos pausados, pero sobre todo en su mirada. Tenia los ojos mas tristes que la luna. Esa noche esos ojos tristes no pudieron despegarse ni un segundo de esa mujer. La admiro a la distancia y esbozo una mueca parecida a una sonrisa viendola interactuar animadamente con sus amigas, sin saber que estaba siendo observada. Le parecio tan linda y femenina que no podia creer que fuera real. Hacia mucho tiempo que no se sentia tan atraido por una mujer con solo verla. Esta situacion lo hizo parecerse un poco tonto, pero por primera vez en anos no se juzgo y acepto naturalmente sentir asi. Perdido en sus pensamientos, el no percibio que ella sintio esa mirada como un escalofrio que le recorrio el cuerpo, como una sensacion nueva en su ser