• Una Chica del Monton de Clara Montecarlo

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    Hice siempre lo que me decian.
    Estudiar y no meterme en problemas.
    Ser una buena chica.
    Ayudar a los demas....

  • La ultima pintura de Sara De Vos de Dominic Smith

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    Con La ultima pintura de Sara de Vos, Dominic Smith ha cosechado un exito rotundo de ventas, y la critica ya compara su obra con clasicos como El jilguero, de Donna Tartt, o La joven de la perla, de Tracy Chevalier.

  • Cinco Panes De Cebada de Lucia Baquedano Azcona

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    Muriel, una joven de veintiun anos, se dirige a su primer puesto como maestra, en un pueblo del Pirineo navarro. Pero adaptarse es de trabajo dificil porque la cultura de la gente de este pueblo es diferente de la suya. A Muriel le parece que el pueblo tiene una mentalidad muy cerrada. Muriel aspiraba a mas… Sin embargo, el carino de la gente y le hara cambiar de opinion y aparecera un nuevo objetivo que cumplir en su vida.

  • La tia Cosima de Florencia Bonelli

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    En mis tiempos no tenia nombre. Ahora lo llaman bullying. Treinta y tres anos atras, con solo trece y una familia deshecha, comence a padecer las burlas y las agresiones de mis companeros del secundario, aunque, si debo ser justa, el que llevaba la voz cantante en la aplicacion del tormento era uno; los demas seguian su batuta como los obedientes musicos de una orquesta. Tomarme de punto no se presentaba como un desafio a la inteligencia ni un comportamiento original. Nada en mi inspiraba la palabra hermoso, ni siquiera lindo o agradable. Gorda, estrabica, palida, lo que realzaba la ligera pelusa negra sobre el labio superior, dientes chuecos y cejuda, encarnaba el epitome del objeto de burla. Los lentes con el parche en el ojo bueno se convirtieron en la frutilla del postre. Como solia ocurrir en mi vida, nada podia ser normal ni simple, por lo que a ese cumulo de desventajas fisicas se le asociaba un nombre con el cual llegue a reconciliarme, pero que en aquella instancia lo juzgue un castigo: Cosima. Lo habia elegido mi padre, y mi madre, como de costumbre, no habia dicho ni mu. El, empecinado en que me bautizasen en honor a su adorada madre italiana, me habia echado una maldicion. Para colmo, me llamaba solo Cosima. Cosima Facchinetti. Nada de Maria Cosima o Cosima Alejandra, que me habria permitido escapar por la variante. Simplemente Cosima, lo cual a el, mi atormentador, le inspiro la ocurrencia de apodarme la tia Cosima, en referencia al tio Cosa, el personaje de Los locos Adams. Confieso que habria deseado poseer un cabello tan tupido y largo que me cubriese de pies a cabeza. La agresividad de el me tomo inadvertida; no me la esperaba porque habiamos pasado juntos el verano del 82 y nos habiamos hecho amigos. Su familia, los Lanz Reuter, muy adinerados, poseia una quinta en el mismo country de mi madrina; es mas, los terrenos colindaban. Yo estaba alli porque mi madre habia caido en una depresion luego del abandono de mi padre y se olvidaba de mi. No cocinaba, no lavaba la ropa, no limpiaba, no hacia las compras, no pagaba las cuentas. Transcurria el tiempo echada en la cama, llorando un rato, insultando a mi padre en el proximo. Un dia, muerta de hambre, hurgue en su cartera en busca de dinero, decidida a embarcarme en una hazana digna de Indiana Jones, mi heroe favorito: caminar varias cuadras hasta el supermercado para comprar algo que llevarme a la boca. Yo, que jamas iba sola a ninguna parte, encontraba aterradora al tiempo que fascinante la oportunidad de salir en busca de comida. La aventura quedo en la nada cuando me di cuenta de que no habia ni un centavo en la billetera. En ese momento llamo mi madrina y la cuestion se zanjo rapidamente: me iria con ella a la quinta a pasar el verano mientras mi madre se recuperaba de la defeccion de mi padre. Lo conoci una tarde de enero, en la que, aburrida, sali a caminar. En realidad ya lo conocia; lo habia espiado varias veces mientras el se divertia en la piscina de su casa con una nena, la hermana menor, deduje. No le distinguia los rasgos desde esa distancia; sin embargo, al cruzarmelo en la calle supe que era el. Paso velozmente en la bici en direccion contraria. Segui caminando como si se hubiese tratado del viento, pese a que el corazon me bailo en el pecho. Unos segundos despues me alcanzaron el estruendo de un golpe y un grito. Me gire y lo vi caido en la calle; le salia sangre por la nariz. Corri a auxiliarlo. En silencio, sin intercambiar palabra, lo ayude a sentarse en el cordon. --Pone la cabeza hacia atras --le indique, familiarizada como estaba con los sangrados nasales. Me obedecio sin chistar. A continuacion le acerque mi panuelo --era previsora, jamas salia sin panuelo-- y se lo presione contra la nariz. Abrio los ojos, asombrado, y me quede mirandolo, cautivada pataleo que escapaba a mi mente de nina de doce anos, pero que percibia de ninera instintiva. Con el tiempo comprendi que se habia tratado de la tristeza de hallarme frente a una de las maravillas del mundo moderno, sus ojos, los mas bellos que he visto. Aun hoy desafio a quien sea a encontrar otros mas perfectos. De un azul cobalto, eran tan grandes que resultaban desproporcionados en su rostro de nene. Y, si su cabello era rubio, muy rubio, las pestanas, en cambio, eran negrisimas. Con los anos fui descubriendole otras perfecciones, como una nariz pequena y delgada , labios bien delineados, dientes parejos y mandibulas fuertes, hallazgos que solo servian para confirmar la belleza de el y acentuar mi fealdad. Cuestion que lo ayude a restanar la hemorragia nasal y lo acompane a su casa, caminando, porque la rueda de la bicicleta se habia torcido. No le pregunte que le habia sucedido; percibia que lo mortificaba que lo hubiese visto caido. El, en cambio, me ataco para aliviar el dolor causado por el orgullo herido. --Vos sos la que me espias cuando estoy en la pileta, ?no? --Si. --?Por que me espias? --No te espio solo a vos --me defendi--. Tambien miro a la nena. --Mi hermana --ratifico--. ?Por que nos espias? --Porque me divierte verlos. --?Queres venir a jugar a mi casa manana? --?A la pileta? --Si --contesto sin darse cuenta que la invitacion me gustaba poco y nada. Despues de haber padecido durante anos los comentarios acidos de mi padre acerca de mis habitos alimentarios y de las formas rellenas de mi cuerpo, vestir traje de bano me acomplejaba. Igualmente ese verano del 82 fuimos inseparables, el, su hermana Nora y yo. Desde la manana hasta la noche, haciamos todo juntos. Jamas habia sido tan feliz y, pese a que mi padre habia desaparecido de la faz de la Tierra despues de haber vaciado su empresa, por la noche ya no lloraba sino que imaginaba las aventuras que emprenderia con Ignacio al dia siguiente. Asi se llamaba, Ignacio; hasta nombre perfecto tenia. Aun recuerdo con claridad el instante en que me pregunto el mio. --Cosima --susurre. --?Que? --Co-si-ma. --Alzo las cejas en abierto asombro y yo me apresure a aclarar-: Es italiano -- como si la excusa valiese para justificar su rareza. Ignacio era vanidoso, manipulador y egoista, y Nora y yo acababamos haciendo lo que el queria. Si jugabamos a un juego de mesa y el iba perdiendo, lo que ocurria con frecuencia, abandonaba; simplemente decia: "Me harte"; se levantaba y se iba. Si jugabamos al viejito, teniamos que permitirle que nos atrapase, en caso contrario se ponia de mal humor. Atrapar a Nora resultaba facil; a mi no tanto, porque, pese a mis kilos de mas, era rapida y corria en zig zag, algo que lo irritaba sobremanera. El, que practicaba rugby y se consideraba uno de los mejores del equipo, no podia permitirse que una gordita bizca lo venciese. Si jugabamos a las escondidas y yo era la que contaba, lo dejaba llegar a la piedra antes de atraparlo; si contaba el, me escondia en un lugar visible para que me descubriese con facilidad. Pequenas concesiones que valian la pena si ayudaban a mantenerlo de buen humor, porque cuando estaba contento y sonreia era la vision mas esplendorosa que yo habia contemplado. De noche, antes de quedarme dormida, fantaseaba con que "se me largaba", como deciamos para significar que me pedia que fuese su novia. Nunca se me largo y, aunque no deberia haberme desilusionado, consciente de que el era demasiado hermoso para mi, lo hice, me desilusione. Que el marcase mis defectos me lastimaba profundamente. Una tarde me pregunto: --?Con que ojo me miras? --Con los dos. --?Ves doble como Clarence? --Hablaba del leon de la serie Daktari. --No --me apresure a contestar, aunque la respuesta debio haber sido si. --?Vas a tener el ojo torcido toda la vida? --Uso lentes y un parche en el ojo bueno para curarme. --?Un parche? ?Como un pirata? --Asenti--. Nunca te vi con el parche; tampoco con los lentes. --Estoy de vacaciones --me excuse. --?Y los lentes y el parche te van a enderezar el ojo? --Tal vez. --Porque no es muy lindo tener un ojo chueco. A mi me pone incomodo porque no se a cual de tus ojos tengo que mirar. Tambien me hirio profundamente cuando uno de sus amigos de rugby paso dos dias en la quinta y el me ignoro; ni siquiera me contesto cuando lo salude. Aferro a su amigo por el brazo y camino deprisa con la clara intencion de alejarse de mi. Jugue con Nora, pero no era lo mismo. Ignacio poseia un entusiasmo ausente en su hermana menor. El amigo se fue y el me busco, y yo lo recibi como si nada hubiese sucedido. Solo me limite a preguntarle: --?Por que no me saludaste el otro dia? --lo que merecio una encogida de hombros como respuesta--. ?Estabas enojado conmigo? --insisti. --No --fue todo lo que dijo. Una noche, casi al final de las vacaciones, mientras pensaba en mi principe azul, me sobresaltaron unos golpecitos en la ventana. Levante la persiana y ahi estaba el. Lloviznaba, por lo que tenia el rostro y el pelo cubiertos por una fina capa de agua. Abri. El se trepo con destreza y salto dentro. Observe sus zapatillas mojadas y embarradas y el piso de madera, y no me atrevi a pedirle que se las quitase. El no se percato de que lo ensuciaba. ?Que pasa? ?Que haces aqui a esta hora? Se quedo mirandome con una expresion en la que sus ojos azules y enormes me contemplaban con un gesto desolado. Me di cuenta de que las gotas de lluvia se le mezclaban con lagrimas y de que le temblaba la barbilla. --Mi papa y mi mama se van a separar --susurro, corto de aliento--. Nos lo dijeron esta noche, a Nora y a mi, despues de cenar. El quebranto en su voz y su semblante desvalido me causaron una impresion indeleble. El heroe vencido. La impresion enseguida se volvio compasion. Lo tome de la mano y lo conduje hasta la cama, donde lo obligue a sentarse en el borde. Le saque las zapatillas embarradas antes de indicarle que subiese. Nos sentamos como los indios, uno frente al otro. Habia resultado emocionante y extrano tocarlo y sentirlo confiado, mas bien entregado, mientras yo lo guiaba. El corazon me latia rapidamente. --?Tu papa se va de tu casa y ustedes se quedan con tu mama? --pregunte al fin. --No se --balbuceo y se limpio la nariz con la manga del pijama--. Creo que si. --Seguro que ustedes van a vivir con ella y a tu papa lo van a ver los fines de semana. Vos y Nora tienen suerte. Alzo la vista y me destino un ceno cargado de fastidio. --?Suerte, Cosima? Yo no veo la suerte por ningun lado. --Tienen suerte porque al menos tu papa no va a desaparecer como el mio. --Se le relajo el entrecejo y separo los labios para hablar, pero no emitio sonido--. Al menos tu papa y tu mama les avisaron que se iban a separar. Yo me entere antes de Navidad, un dia en que volvimos a casa con mama y ella empezo a gritar como loca cuando se dio cuenta de que papa habia hecho las valijas y se habia ido. --?Y ahora donde esta? Tu papa --aclaro, y yo me encogi de hombros--. ?No sabes donde esta tu papa? --se escandalizo. --No. Mama tampoco sabe. Y se lo pasa en la cama llorando. No se que vamos a hacer --me atrevi a murmurar, pues era mi gran preocupacion. Esos dias con Ignacio y Nora constituian un sueno, un recreo. Yo sabia que, tarde o temprano, el despertador sonaria y tendria que regresar a la nefasta realidad. ?Que queres decir con que no sabes que van a hacer? Resultaba evidente que mi situacion, a la cual juzgaba mas tragica que la suya, le interesaba al tiempo que despojaba de dramatismo a su coyuntura. --Nadie me lo dice, pero yo oi a mama cuando hablaba con mi madrina y le contaba que estamos en la quiebra. Mi papa se llevo toda la plata. No tenemos un peso. Abrio grandes los ojos y dibujo una "o" muda con sus labios suculentos y perfectos. Nada de lo explicado antes lo habia asombrado tanto como la noticia de la pesima situacion economica en la que nos encontrabamos mi madre y yo. --Papa se llevo todo --recalque-- y nos dejo a mama y a mi solas y sin nada. --Hijo de puta --murmuro, y yo me sobresalte pues nunca deciamos palabrotas--. Cuando yo me case --prosiguio, ajeno a mi estupor-- le voy a dar mucho dinero a mi esposa y jamas la voy a abandonar. Nada dije; me limite a envidiar a la chica que se convertiria en su esposa con un sentimiento fuerte, nuevo e incomodo. --?Queres leche con Nesquik y Merengadas? --le ofreci. Sabia Dios que yo las necesitaba --Si, que rico. Regrese con el botin, al cual habia agregado unas Sonrisas de frambuesa, las favoritas de Ignacio. Comimos en silencio. Yo bebia la leche y me esforzaba por no hacer ruido al tragar. Aunque apenas picoteaba una Merengada para que no pensase que era una gorda, me moria por retorcer el merengue y paparme una detras de la otra. A el le importaba todo muy poco excepto satisfacer su deseo, por lo que tragaba y masticaba con la educacion de un chimpance. En mi opinion, las confesiones reveladas y la comida compartida acababan de sellar una amistad perfecta en esa noche lluviosa de verano. Nunca me habia sentido tan cerca ni unida a otro ser humano como a Ignacio Lanz Reuter. Nos quedamos dormidos despues de acabar la leche y de charlar acerca de los pros y los contras de tener los padres juntos o separados. Nos reimos hasta que nos dolio la panza llena de Nesquik. A veces se quedaba callado y me miraba fijamente el ojo bueno, y yo deseaba convertirme en la Cenicienta, que era la chica mas hermosa que yo conocia, para inspirarle lo mismo que experimentaba yo al observarlo a el. Hubo un instante en el que fantasee con que se me largaria, no lo hizo. Igualmente, esa me parecio la mejor noche de mi vida. Por eso, cuando dos semanas mas tarde nos encontramos en el Saint Peter's English School senti alivio y felicidad. Era mi primer dia en esa escuela nueva y amenazadora; el, en cambio, la conocia desde jardin de infantes. Me acerque medio corriendo y lo salude. Lanz me destino una mirada como la que se le destinaria a un marciano. Dio media vuelta y se alejo. Me quede de una pieza. El desprecio que me habia hecho durante la visita de su companero de rugby se repetia, solo que en esta oportunidad no duraria dos dias sino que se prolongaria durante cinco anos, los peores cinco anos de mi vida. Esos recuerdos evoque la manana del 20 de mayo de 2015 cuando Marita, mi asistente, me entrego el tazon con cafe con leche y el listado de pacientes y distingui entre los nombres el de Ignacio Lanz Reuter. Despues de tantos anos su nombre aun me afectaba. Ese no era su nombre pues mis pacientes eran exclusivamente ninos. Debia de tratarse de su hijo; resultaba improbable que hubiese muchos Ignacio Lanz Reuter en Buenos Aires. --?Quien llamo para fijar la cita con este nene? Ignacio Lanz Reuter --aclare y lo senale. --?Asi se pronuncia? ?Roiter? --pregunto Marita y yo asenti--. Llamo la secretaria del padre, una mujer muy eficiente, muy profesional, diria casi maquinal, y se mostro insistente en que le dieramos el primer turno disponible, que pagarian lo que fuese para que vos atendieras a Ignacio lo antes posible. --?Asi dijo, que pagarian lo que fuese? --Que pagarian lo que fuese --repitio mi asistente--. Palabras exactas. Sonrei con ironia y sacudi la cabeza. Acababa de confirmar que se trataba de el. Por lo visto, las manas del senor Lanz Reuter no formaban parte del pasado. En su listado de valores el dinero y la belleza fisica constituian los pilares sobre los que se apoyaba el sentido de la vida, por lo que yo, fea y pobre, no tenia derecho a existir. Se trataba de un concepto en el que se habia empenado para que lo aprendiese. Sus metodos pedagogicos se refinaban de ano en ano. Un dia, en tercero, me encaro con su cohorte de idiotas, que le festejaban las bromas con risas similares a las de las hienas. --Tia Cosima, ?como haces para venir a este colegio si tu mama no puede pagarlo? Lo mire a los ojos y no le conteste. El sabia mejor que nadie que asistia a esa escuela carisima porque mi madrina, que era la directora, pagaba la cuota con un buen descuento. En caso de depender del sueldo de administrativa de mi madre habria concurrido a una escuela publica. En ocasiones, cuando las bromas y los comentarios de Lanz Reuter se volvian insoportables, le pedia a mi madre que me sacase del Saint Peter's. Me observaba con la mirada nublada de quien consume pastillas para regular la mayor parte de las funciones vitales y respondia simplemente "no". Intentar explicarle que el mio no era un capricho habria sido lo mismo que proponerme atrapar el viento con las manos, por lo que, como de costumbre, escondia mis sentimientos y seguia yendo a esa escuela a la que detestaba. El dia en que Lanz Reuter me pregunto por que iba al Saint Peter's si mi madre no podia pagarlo le sostuve la mirada hasta que se presento Carlitos Naum para defenderme como un caballero de brillante armadura, solo que mi caballero media un metro cincuenta y siete, pesaba cuarenta kilos y tenia pies equinovaros. Lanz Reuter lo apodaba Cuasimodo, aunque sabia bien que los defectos fisicos de mi querido amigo se compensaban con un coeficiente intelectual altisimo. Yo amaba y admiraba a Carlitos tanto como a mi golden retriever Indiana. Con ellos dos en el mundo, me convencia, no necesitaba de nadie, solo de una cuota de valor diaria para soportar las horas en esa maldita escuela. --Vamos, Cosi --intervino Carlitos y me tendio la mano--. No le hagas caso a este idiota. --?A quien le decis idiota, vos, Cuasimodo? --Haces bien en preguntar, Lanz Reuter. --Pronunciaba el apellido con la fonetica castellana porque sabia cuanto detestaba Ignacio que no se respetase la alemana--. Con tanto imbecil aqui --aclaro y barrio con el dedo a sus amigotes-- no podes saber a quien me refiero. Pero resulta ser que me refiero a vos, que sos el rey de los idiotas. Lanz, que con los anos y la practica del rugby se habia vuelto un mastodonte, lo empujo apenas. Carlitos, debil y poco equilibrado a causa de sus pies zambos, cayo sentado. Salte a socorrerlo. Lanz me retuvo por el brazo y me sonrio con malicia al decirme: --Que se levante solo, si puede, tu amigo el rengo.

  • El pantano de las mariposas de Federico Axat

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    Las desapariciones de personas en confusos episodios se suceden ano tras ano en Carnival Falls. Pero donde algunos ven tragedias sin conexion, otros aseguran que existe un patron comun, y que detras de ellas hay algo mas oscuro que simples accidentes.
    En 1985, Sam y Billy tienen doce anos y se preparan para lo que suponen sera un verano grandioso: excursiones por el bosque, largos paseos en bicicleta y la postergada construccion de la casa del arbol. Sin embargo, la llegada a la ciudad de una nina de clase alta llamada Miranda, cuya belleza no les dejara indiferentes, lo trastocara todo. Juntos transitaran ese intrincado paso de la ninez a la adolescencia, un camino de aprendizaje y revelaciones, y se embarcaran, casi sin proponerselo, en una aventura que podria llevarlos a conocer la verdad detras de las desapariciones.
    Un pacto de amistad los guiara en un verano imborrable, un tiempo de metamorfosis que marcara el inicio de muchas cosas, y tambien el final de su infancia.

  • El orfebre de Ramon Campos

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    Barcelona, finales del siglo xix. Un joven de diecisiete anos trabaja en el taller de orfebreria de su padre. Instruido en el oficio desde nino, le espera un prometedor futuro en la talla de piedras preciosas. Pero su vida experimenta un vuelco cuando conoce a Isabel, la hija de un aristocrata venido a menos que anuncia que concedera la mano de su hija a quien le ofrezca el diamante mas grande que jamas se haya visto.
    De la agitada Barcelona a la bulliciosa Amsterdam y su mercado de diamantes; de Holanda a Sudafrica; de la refinada Ciudad del Cabo a las abrumadoras minas de Kimberley repletas de esclavos, pasando por el temible desierto de Karoo, el orfebre recorrera un mundo fascinante, cautivador y cruel al mismo tiempo, junto al despiadado marques de Terrassa y a la dulce esclava Etweda.
    En su travesia, el orfebre descubrira la valia de las ensenanzas de su padre y maestro, la importancia de ser leal al propio oficio y, sobre todo, que a veces hay que viajar al fin del mundo para darse cuenta de que lo que uno anhela esta mas cerca de lo que cree.

  • Identidades de Diego Maenza

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    Chuang Tzu sono que era una mariposa. Al despertar ignoraba si era Tzu que habia sonado que era una mariposa o si era una mariposa y estaba sonando que era Tzu. Se desperto. La noche cubrio el cuerpo del joven que tiritaba palido y no era debido al frio. La pesadilla habia sido espantosa. Como ocurre en la mayoria de las ensonaciones los escenarios cambiaron con frecuencia, los personajes no fueron estables y los dialogos se presentaron difusos e incomprensibles. Un semicapro de facciones desfiguradas lo perseguia por una callejuela. Erguido en sus patas traseras y con pisadas sonoras, lo seguia sin descanso. Sus muslos fornidos, tonificados por las carnes de los pectorales de sus victimas (y sobre todo por el corazon, que era su alimento predilecto) se mecian tremulos durante la marcha, al tiempo que sus brazos se agitaban con tal lentitud que remarcaban su desproporcion. Con el cuerpo plagado de vellos oscuros, sus cuernos de macho cabrio y sus dientes babeantes, aquel especimen solo podia ser el producto de una ilusion onirica. El joven doblo una esquina casi interminable para percatarse de que en esta nueva ocasion se encontraba en una llanura, un paramo en el cual el sol era un punto lejano e inmovil, que empezo a carcomerle la dermis con su intensidad de carbon encendido. La arena candente le tornaba mas lenta la huida. El monstruo lo acosaba con las fauces despernancadas y con su extrana fisonomia semihumana. Agotado, el joven se desplomo en la arena y por un instante creyo estar siendo devorado por el anomalo ser, hibrido y contranatural. Esta imagen terrible atormento su mente por un intervalo de tiempo corto, hasta que al fin se atrevio a abrir los ojos amodorrados por el temor y observo con satisfaccion que estaba de bruces sobre una banqueta de un parque del cual, por mas que lo intento, no le llegaron recuerdos. Abrio las vistas con asombro, atento a cualquier esperanza de escondite. Intento refugiarse tras un monumento: una escultura que delataba marcas, roida quiza por garras desquiciadas y colmillos poderosos. La antigua efigie era una especie de minotauro, pero a diferencia de las descripciones clasicas, el cuerpo se presentaba revestido de grandes plumas similares a las que usualmente observamos en las representaciones de Quetzalcoatl en el codice borbonico azteca. En la parte inferior logro divisar una escritura que en principio reconocio como extrana. Con vacilacion, aunque tambien con un poco de aterrador deleite, logro descifrar aquel lenguaje ajeno envuelto en la insolita facultad de interpretacion que se apodero de el. La leyenda narraba la lucha que enfrento el primero de los valerosos minotauros en un laberinto construido por encargo de los dioses. El endriago habia sido encerrado con el proposito de que llevara una vida tranquila, para resguardo de su propia seguridad, para que no se contaminara con la maldad de la raza humana. Pero las personas empezaron a fustigarlo con el latigo de su Chuang Tzu sono que era una mariposa. Al despertar ignoraba si era Tzu que habia sonado Se desperto. La noche cubrio el cuerpo del joven que tiritaba palido y no era debido al frio. La pesadilla habia sido espantosa. Como ocurre en la mayoria de las ensonaciones los escenarios cambiaron con frecuencia, los personajes no fueron estables y los dialogos se presentaron difusos Un semicapro de facciones desfiguradas lo perseguia por una callejuela. Erguido en sus patas traseras y con pisadas sonoras, lo seguia sin descanso. Sus muslos fornidos, tonificados por las carnes de los pectorales de sus victimas (y sobre todo por el corazon, que era su alimento predilecto) se mecian tremulos durante la marcha, al tiempo que sus brazos se agitaban con tal lentitud que remarcaban su desproporcion. Con el cuerpo plagado de vellos oscuros, sus cuernos de macho cabrio y sus dientes babeantes, aquel especimen solo podia ser el producto de una El joven doblo una esquina casi interminable para percatarse de que en esta nueva ocasion se encontraba en una llanura, un paramo en el cual el sol era un punto lejano e inmovil, que empezo a carcomerle la dermis con su intensidad de carbon encendido. La arena candente le tornaba mas lenta la huida. El monstruo lo acosaba con las fauces despernancadas y con su extrana fisonomia semihumana. Agotado, el joven se desplomo en la arena y por un instante creyo estar siendo devorado por el anomalo ser, hibrido y contranatural. Esta imagen terrible atormento su mente por un intervalo de tiempo corto, hasta que al fin se atrevio a abrir los ojos amodorrados por el temor y observo con satisfaccion que estaba de bruces sobre una banqueta de un parque del cual, por mas que lo intento, no le llegaron recuerdos. Abrio las vistas con asombro, atento a cualquier esperanza de escondite. Intento refugiarse tras un monumento: una escultura que delataba marcas, roida quiza por garras desquiciadas y colmillos poderosos. La antigua efigie era una especie de minotauro, pero a diferencia de las descripciones clasicas, el cuerpo se presentaba revestido de grandes plumas similares a las que usualmente observamos en las representaciones de Quetzalcoatl en el codice borbonico azteca. En la parte inferior logro divisar una escritura que en principio reconocio como extrana. Con vacilacion, aunque tambien con un poco de aterrador deleite, logro descifrar aquel lenguaje ajeno envuelto en la insolita facultad de interpretacion que La leyenda narraba la lucha que enfrento el primero de los valerosos minotauros en un laberinto construido por encargo de los dioses. El endriago habia sido encerrado con el proposito de que llevara una vida tranquila, para resguardo de su propia seguridad, para que no se contaminara con la maldad de la raza humana. Pero las personas empezaron a fustigarlo con el latigo de su intromision. Ingresaban con candelabros e incendiaban, con el liquido combustible que encontraban a mano, las paredes de murales lugubres de las que estaba compuesta la laberintica ciudad. En otras ocasiones introducian insectos venenosos, serpientes y toda clase de alimanas. Los humanos empezaron a ingresar a las profundidades, atravesando caminos de ramificaciones en apariencia interminables con la intencion de lastimar al apacible engendro. Para aquella intrincada labor, concibieron una idea peculiar: desde la entrada comenzaban a desenredar una madeja de un hilo muy resistente que como es de imaginar (ya tenemos rasgos de esta audacia en las leyendas clasicas) les brindaba seguridad. En su itinerario de verdugos hambrientos de muerte, los caballeros, con cobardia, iban armados de lanzas cuyos extremos de cuchillas de hierro puntiagudo habian plagado con el mas letal veneno, una emulsion de sustancias toxicas provenientes de hongos, plantas y animales, y no en pocos casos tambien de aquellos minerales que solo los mas intrepidos osaban buscar. En mas de una ocasion habian herido a la bestia con exito, pero la fortaleza del minotauro soportaba las toxinas, no sin pasar algunos dias en estado de postracion. El joven se salto un par de lineas, al comprender que carecian de relevancia, y su mirada se hundio en el parrafo conclusivo. Aquel dia habian acudido trece hombres a la caceria semanal, y se habian adentrado con el ovillo del hilo fortisimo. Pero el heroe de apariencia semihumana ya habia previsto, con la agudeza que otorga la experiencia, que aquella tarde seria decisiva y de sangre. El astuto engendro, que conocia a la perfeccion los recovecos de la compleja madriguera, se desplazo por pasadizos reconditos, logrando de esta forma apoderarse de la bobina que yacia en la entrada del laberinto. Lo condujo por caminos escabrosos, con la evidente intencion de obligar a elegir pasajes erraticos a quien pretendiera buscar la salida. De esta manera el minotauro logro, en medio del caos producido por la desesperacion de los desorientados, ir devorando a uno por dia y acabar de esta forma con las molestas intrusiones en su vida apacible. En este punto culminaba la historia. El joven incorporo la vista y se fijo nuevamente en el horrendo monumento, el cual ya no conservaba la cualidad de estatua inmovil, sino que empezo a resquebrajarse, como si de el estuviera emergiendo un ser metamorfoseado y como si la imagen quiescente percatada hace pocos segundos no hubiese sido mas que una placentera crisalida. El semicabron no habia dejado nunca de perseguirlo, por el contrario, habia aguardado con paciencia el descuido del joven y ahora se encontraba a un cuarto de metro de probar sus carnes. La reaccion natural del joven (desde luego, comprendiendo la expresion natural desde una acepcion no onirica) hubiese sido del estupor mas paralizante, no obstante, la carrera ya habia sido emprendida. Escapaba por un boscaje de arboles sedientos que incitaban a formular la imagen de un lugar de soledad. En la escapatoria no se habia apercibido del acecho del perseguidor, y lo habia perdido de vista. Caminaba con cautela, asentando con mesura las plantas lascadas de sus zapatos. Quizas estes sonando, retumbo una voz en los ecos lejanos, y el joven atribuyo el sonido a sus pensamientos. Quizas estes sonando, volvieron a manifestarse las palabras profeticas antes de presenciar un intervalo de silencio que fue interrumpido por el canto atronador de un pajaro colorido y enorme que se poso frente al camino del joven. Quizas estes sonando, dijo con claridad la mayuscula ave que tenia la deformidad de una golondrina agrandada y la boreal luminiscencia de un pavo real. No puede ser un sueno, pues lo siento real, le replico el joven, temeroso y atontando por la presencia del animal estrambotico. Los suenos son asi, mi querido amigo, quiza yo aun me encuentro en mi nido, sonando que converso con un humano del tamano de una cucaracha, pues se que te sorprende verme tan grande, del mismo modo que a mi me intromision. Ingresaban con candelabros e incendiaban, con el liquido combustible que encontraban a mano, las paredes de murales lugubres de las que estaba compuesta la laberintica ciudad. En otras ocasiones introducian insectos venenosos, serpientes y toda clase de alimanas. Los humanos empezaron a ingresar a las profundidades, atravesando caminos de ramificaciones en apariencia interminables con la intencion de lastimar al apacible engendro. Para aquella intrincada labor, concibieron una idea peculiar: desde la entrada comenzaban a desenredar una madeja de un hilo muy resistente que como es de imaginar (ya tenemos rasgos de esta audacia en las leyendas clasicas) les brindaba seguridad. En su itinerario de verdugos hambrientos de muerte, los caballeros, con cobardia, iban armados de lanzas cuyos extremos de cuchillas de hierro puntiagudo habian plagado con el mas letal veneno, una emulsion de sustancias toxicas provenientes de hongos, plantas y animales, y no en pocos casos tambien de aquellos minerales que solo los mas intrepidos osaban buscar. En mas de una ocasion habian herido a la bestia con exito, pero la fortaleza del minotauro soportaba las toxinas, no sin pasar algunos dias en estado de El joven se salto un par de lineas, al comprender que carecian de relevancia, y su mirada se hundio en el parrafo conclusivo. Aquel dia habian acudido trece hombres a la caceria semanal, y se habian adentrado con el ovillo del hilo fortisimo. Pero el heroe de apariencia semihumana ya habia previsto, con la agudeza que otorga la experiencia, que aquella tarde seria decisiva y de sangre. El astuto engendro, que conocia a la perfeccion los recovecos de la compleja madriguera, se desplazo por pasadizos reconditos, logrando de esta forma apoderarse de la bobina que yacia en la entrada del laberinto. Lo condujo por caminos escabrosos, con la evidente intencion de obligar a elegir pasajes erraticos a quien pretendiera buscar la salida. De esta manera el minotauro logro, en medio del caos producido por la desesperacion de los desorientados, ir En este punto culminaba la historia. El joven incorporo la vista y se fijo nuevamente en el horrendo monumento, el cual ya no conservaba la cualidad de estatua inmovil, sino que empezo a resquebrajarse, como si de el estuviera emergiendo un ser metamorfoseado y como si la imagen quiescente percatada hace pocos segundos no hubiese sido mas que una placentera crisalida. El semicabron no habia dejado nunca de perseguirlo, por el contrario, habia aguardado con paciencia el descuido del joven y ahora se encontraba a un cuarto de metro de probar sus carnes. La desde una acepcion no onirica) hubiese sido del estupor mas paralizante, no obstante, la carrera ya habia sido emprendida. Escapaba por un boscaje de arboles sedientos que incitaban a formular la imagen de un lugar de soledad. En la escapatoria no se habia apercibido del acecho del perseguidor, y lo habia perdido de vista. Caminaba con cautela, asentando con mesura las plantas lascadas de sus , retumbo una voz en los ecos lejanos, y el joven atribuyo el sonido , volvieron a manifestarse las palabras profeticas antes de presenciar un intervalo de silencio que fue interrumpido por el canto atronador de un pajaro dijo con claridad la mayuscula ave que tenia la deformidad de una golondrina agrandada y la boreal le replico el joven, Los suenos son asi, mi querido amigo, quiza yo aun me encuentro en mi nido, sonando que converso con un humano del tamano de una cucaracha, pues se que te sorprende verme tan grande, del mismo modo que a mi me sorprende verte tan pequeno. El joven no reparo en la logica de la frase y tampoco se percato de que los arboles inmensos que se levantaban ante sus ojos, bien hubiesen podido ser pequenos arbustos tal como llevaba a pensar la argumentacion del que a su vista era un pajaro gigante. Su mente estaba extraviada en pensamientos mas neuralgicos, al presentir que de las entranas de la enorme ave surgiria la silueta macabra de un macho cabrio con la complexion de un ser humano embadurnado por las viscosidades de las visceras y banado en un torrente de sangre. En estas cavilaciones se encontraba cuando sus facultades lograron asimilar lo que habia acontecido: el amigo animalesco se habia esfumado junto con el boscaje de arboles sedientos y ahora se encontraba parado en medio de un escenario muy diferente y mucho mas reconocible que aquellos lugares insolitos. Las ventanas abiertas permitian que irrumpiera el aire que ventilaba el ambiente; los sillones comodos, forrados de cuero, otorgaban a la sala un aspecto de recepcion; los cuadros de tematicas coloridas motivaban a contemplarlos con fascinacion. La escalera entorchada llevaba a las dos habitaciones que el joven conocia con minuciosidad: era su propia casa. Volvio a examinar uno de los cuadros, y se paro frente al simulacro de arte con desmesurada contemplacion. Lo escruto con meticulosidad: desde las imponentes montanas hasta los indiferentes animalillos que asomaban por los alrededores de las praderas. Casi en el centro se podia observar un camino que se perdia entre las montanas. Por lo demas el cuadro reflejaba una palida intencion artistica, a excepcion de algo inaudito que le otorgo la magia que necesitaba. Desde lo lejano del camino sinuoso empezo a dibujarse la silueta de una persona. La figura, con el transcurso de una aceleracion pausada y frontal, similar a una caminata, se empezo a agrandar. Poco fue el trayecto que tuvo que recorrer para que el joven comprendiera que se trataba de una mujer. La extrana peregrina, al estar al limite del cuadro, manifesto su descontento. Que cansada estoy. El joven no se inmuto. Recordo las palabras del pajaro de arcoiris y empezo a deliberar, con mayor seriedad, la posibilidad de estar dentro de un sueno. Quizas este sonado, se jacto de su raciocinio, pero perdio la nocion de estar en sus cabales cuando capto nuevamente una voz, esta vez de entonacion delicada y que pertenecia a aquella hermosa dama que estaba dentro de la pintura. Si, quizas estes sonando, o tal vez estes sonando que suenas. El joven no comprendio la envergadura de la sentencia, pero rememoro lo sucedido con el pajaro y creyo necesario estar atento a cada palabra de la damisela. No te entiendo, explicate, imploro el joven. Ella lo miro una vez mas y dijo: Sucede a veces: que sonamos que sonamos. El joven hablo de nuevo: ?Me estas queriendo decir que este es un sueno pero que si despierto aun estare sonando? La damisela elevo un rictus de complacencia: Noto que ya lo estas entendiendo. Pasa muy a menudo con personas que acuden a esta dimension en sus intentos desesperados por escapar de sus temores. Aqui se pueden escudar. Ningun temor ha sido lo suficientemente solido para penetrar esta fortaleza. Hizo una pausa. El joven aprovecho para lanzar una nueva interrogacion: Puedo suponer que estoy a salvo. ?Y dices que a muchas personas les ocurre lo mismo? La mujer miro hacia sus pies, acomodando un desperfecto en su calzado mientras estregaba ambos zapatos. Miro de manera fija al muchacho: Si, muchisimas. Suenan que suenan. Suenan que no suenan. Suenan que suenan que no suenan. Suenan que suenan que suenan, tres suenos a escala. Suenan que no suenan que suenan. Suenan que suenan con el sueno de otro. Suenan que otro suena y ese sueno es el propio, es decir que suenan lo mismo que otro esta sonando. Suenan que no suenan con el sueno de otro sino con dos. Suenan que suenan un sueno ajeno mezclado con el propio. Algunas son personas lucidas que les encanta sonar; otras, enfermas que les encanta sonar que suenan. El muchacho se sintio seguro: El joven no reparo en la logica de la frase y tampoco se percato de que los arboles inmensos que se levantaban ante sus ojos, bien hubiesen podido ser pequenos arbustos tal como llevaba a pensar la argumentacion del que a su vista era un pajaro gigante. Su mente estaba extraviada en pensamientos mas neuralgicos, al presentir que de las entranas de la enorme ave surgiria la silueta macabra de un macho cabrio con la complexion de un ser humano En estas cavilaciones se encontraba cuando sus facultades lograron asimilar lo que habia acontecido: el amigo animalesco se habia esfumado junto con el boscaje de arboles sedientos y ahora se encontraba parado en medio de un escenario muy diferente y mucho mas reconocible que Las ventanas abiertas permitian que irrumpiera el aire que ventilaba el ambiente; los sillones comodos, forrados de cuero, otorgaban a la sala un aspecto de recepcion; los cuadros de tematicas coloridas motivaban a contemplarlos con fascinacion. La escalera entorchada llevaba a las dos habitaciones que el joven conocia con minuciosidad: era su propia casa. Volvio a examinar uno de los cuadros, y se paro frente al simulacro de arte con desmesurada contemplacion. Lo escruto con meticulosidad: desde las imponentes montanas hasta los indiferentes animalillos que asomaban por los alrededores de las praderas. Casi en el centro se podia observar un camino que se perdia entre las montanas. Por lo demas el cuadro reflejaba una palida intencion artistica, a excepcion de algo inaudito que le otorgo la magia que necesitaba. Desde lo lejano del camino sinuoso empezo a dibujarse la silueta de una persona. La figura, con el transcurso de una aceleracion pausada y frontal, similar a una caminata, se empezo a agrandar. Poco fue el trayecto que tuvo que recorrer para que el joven comprendiera que se trataba de una mujer. La extrana peregrina, al estar al El joven no se inmuto. Recordo las palabras del pajaro de arcoiris y empezo a deliberar, con mayor seriedad, la posibilidad de se jacto de su raciocinio, pero perdio la nocion de estar en sus cabales cuando capto nuevamente una voz, esta vez de entonacion delicada y que Si, quizas estes sonando, o tal El joven no comprendio la envergadura de la sentencia, pero rememoro lo sucedido con el pajaro y creyo necesario estar atento a cada palabra de la damisela. Sucede a veces: que Me estas queriendo decir que este es un sueno Noto que ya lo estas entendiendo. Pasa muy a menudo con personas que acuden a esta dimension en sus intentos desesperados por escapar de sus temores. Aqui se pueden escudar. Ningun temor ha Hizo una pausa. El joven aprovecho Puedo suponer que estoy a salvo. ?Y dices que a muchas La mujer miro hacia sus pies, acomodando un desperfecto en su Si, muchisimas. Suenan que suenan. Suenan que no suenan. Suenan que suenan que no suenan. Suenan que suenan que suenan, tres suenos a escala. Suenan que no suenan que suenan. Suenan que suenan con el sueno de otro. Suenan que otro suena y ese sueno es el propio, es decir que suenan lo mismo que otro esta sonando. Suenan que no suenan con el sueno de otro sino con dos. Suenan que suenan un sueno ajeno mezclado con el propio. Algunas son personas lucidas que les El muchacho se sintio seguro: Aqui aguardare a que culmine mi sueno... o hasta que culmine el sueno de mi sueno. Casi no avanzo a sentenciar su deseo, cuando vio con horror que la mujer de deleitable beldad, mucho mas hermosa que las montanas o que las praderas verdes, estaba tendida en el camino y era devorada por la monstruosidad que lo venia acechando desde hace tiempo. El muchacho, como es de esperar, corrio despavorido, con la idea de que el semicapro ya habia emergido del cuadro y que en ese momento se encontraba cerca de el. Eligio como refugio sus habitaciones. Intento ascender por la escalera y freno con violencia: el anomalo ser bajaba a toda velocidad. El horror se reflejaba en su rostro blanqueado. Logro abrir la puerta de salida y continuo corriendo hasta que su cuerpo pudo soportarse. Cayo de rodillas y con las manos en el piso, agotado por el delirio de la persecucion. Volteo la mirada y la casa ya no estaba. Creyo que la huida la habia realizado con tanta desesperacion que se habia alejado excesivamente de aquel edificio que estuvo a punto de ser su mausoleo. Miro a su alrededor, con timidez, queriendo comprender en que lugar se encontraba. Era una calle ancha y oscura, cuyo horizonte parecia no tener fin. Por ambos lados habitaba la penumbra y solo se alcanzaba a divisar la larga franja del suelo grisaceo de duro asfalto, como si en aquella tiniebla la luna fuese una anorexica linea orbital que envolviese el planeta y que los afortunados en tener su delgada luz fueran el y la dichosa carretera. Camino con letargo, inspeccionando, como si hubiese podido hacerlo, cada rasgo de oscuridad. Se encontraba temeroso al imaginar que de aquellas sombras pudiera emerger la figura de la bestia de la que tanto habia huido. Pero el silencio era su unica compania. Se escucharon murmullos en un idioma incomprensible. Llamar lenguaje a aquel galimatias podria ser un error, pues el joven ni siquiera pudo tener indicios de que aquellos seres, al proferir las incomprensibles cacofonias, hubiesen exteriorizados senales de entendimiento. Las manifestaciones fisicas son imprescindibles en ciertos casos y ya esta siendo demostrado que el lenguaje mimico es tan importante como el lenguaje oral y el escrito.

  • En la linea de fuego de James Brabazon

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    Reporteros de guerra, agentes infiltrados, fuego cruzado: un apasionante thriller sobre la vida en el frente.

  • Comer sin miedo de J.m. Mulet

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    ?Era mejor la comida de antes que la de ahora? ?Es mas sano comer ecologico? ?Estamos consumiendo mucha quimica? ?Nos envenenan los aditivos? ?Son tan malos los productos transgenicos como nos quieren hacer creer? ?Existen las dietas milagro o las pildoras magicas para adelgazar? ?Como sera la comida del futuro? ?Anda suelta por ahi alguna enzima que lo cura todo?
    En un momento en el que palabras como <>, <> o <> inundan el etiquetado de los productos que compramos, Comer sin miedo ofrece un analisis! cientifico y documentado de la realidad de los alimentos y de sus supuestas virtudes. J. M. Mulet, experto en bioquimica y biologia molecular, revela que hay de cierto y que hay de mito en la informacion que circula sobre lo que nos llevamos a la boca, desmontando con ironia y humor un sinfin de falacias y mitos.
    Radicalmente en contra de la demonizacion de la intervencion humana en los alimentos, nos demuestra que hoy la comida es mas segura que nunca en la historia de la humanidad, que por fin tenemos el privilegio de poder comer sin miedo.

  • La bestia cazada de Blanca Moral

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  • Una familia para Elena de Galder Izarzugaza

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    Elena es una joven colombiana de 24 anos, estudiante de enfermeria, con un pasado un tanto convulso y ciertas carencias emocionales. A la vez que intenta sacar adelante la carrera universitaria trabaja en dos sitios para intentar ayudar en la economia familiar: por las tardes trabaja en una tienda de ropa y por las noches da un giro a su vida trabajando de modelo webcam.

  • Alma gitana. El que las hace las paga de Andrea Milano

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    ?Que puede hacer una joven para conquistar el corazon de un hombre enamorado de otra mujer? ?Que le esta vedado?
    Alma gitana es la cronica deliciosa de un amor predestinado. Como solo Andrea Milano lo sabe hacer.

  • El gran Arcano de Paloma Sanchez-garnica

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    ?Y si resolvieramos un misterio que trastocara las bases de toda nuestra cultura?

  • Distancia relativa de Elva Martinez Medina

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    La voz de Alboran desaparecio de golpe, la llave en su mano derecha era fiel testigo y, en parte culpable, de aquel repentino silencio. Abril dejo caer la cabeza y sus brazos sobre el volante, no le apetecia salir, menos aun le agradaba la realidad. Un portazo bastante cercano acompanado del sonido de latas cayendo y los simultaneos improperios de una voz masculina la hicieron levantar la vista, otear desde la intimidad producida por la semioscuridad del garaje y la proteccion de sus propios brazos. A tres plazas de aparcamiento el vecino del 2oA, con http://foruq.com/libros/xyz/11/Distancia-relativa-Elva-Martinez-Medina.pdfquien dia si y dia tambien solia coincidir al llegar a casa y, con el que aquella misma tarde habia coincidido en el esperpentico show del supermercado, recogia el contenido de la bolsa que acababa de rompersele. Cualquier otro dia hubiese acudido en su ayuda, pero hoy no era el dia, no sabia si era desgana por lo que se avecinaba o, si, simplemente, era miedo al contacto. Cerro los ojos, se olvido de Luis, que agachado buscaba las latas de cerveza, que habian rodado bajo el coche; regreso a aquella posicion de avestruz que nunca le habia caracterizado, pero en la que ahora mismo se quedaria durante los siguientes quince dias. --Quince dias...-- murmuro a sabiendas que aquellos dias se multiplicarian por dos o tres...--. Quince dias...-- inhalo y exhalo el aire viciado del interior de su pequeno utilitario y siguio en la misma posicion. Era todo tan irreal, que estaba segura que ni tan siquiera estaba dentro de su coche. <>. ?Como no creer o, mejor, como no querer pensar que aquella situacion no era mas que una pesadilla? ?Quien no querria creer que la OMS no habia declarado encontrarnos en medio de una pandemia, que en mayor o menor medida afectaba o afectaria a todos y cada uno de los paises del mundo? ?Como no querer olvidar que el presidente habia convocado un consejo de ministros extraordinario para el dia siguiente? No, de un momento a otro sonaria la version de Alboran de Peces de ciudad avisandola que era la hora de despertarse, pero no, eso no ocurriria, ella misma acababa de apagar la musica no hacia ni cinco minutos. Sin embargo, se negaba a aceptar la realidad. No, ella no estaba en el garaje, ella estaba en medio de un mal sueno. En breve despertaria de aquella pesadilla, que no era mas que el producto del cansancio acumulado a lo largo de la semana sumado a la tardia y pesada cena de la noche anterior con sus amigos; eso y el constante bombardeo de noticias sobre la incontrolada epidemia que tras aduenarse de China se expandia por el resto del planeta. No, se negaba a pensar que las bromas de la noche anterior fueran a convertirse en realidad. Una cosa era que se hubiera suspendido las Fallas, que los eventos deportivos ya ni tan siquiera pudieran celebrarse a puerta cerrada e incluso que Madrid llevara dos dias sin clases y recomendando el teletrabajo para aquellos que pudieran realizarlo. Ella misma se habia venido del curso que estaba dando en Madrid el mismo miercoles por la noche. Abril levanto la vista, un nuevo coche entraba en el garaje y aparcaba justo a su lado. --Hora de ir a casa--. Cogio la chaqueta, el bolso, abrio el maletero y saco las bolsas de la compra. De inmediato recordo la imagen del supermercado, las largas colas en las cajas, las estanterias vacias, los carros repletos; la locura parecia haberse instaurado y ella, que solo queria comprar lo de todas las semanas, tuvo que conformarse con lo encontrado. Cargada salio del garaje seguida de cerca por el que debiera ser su vecino, al menos eso indicaba su plaza de aparcamiento contigua a la suya, nunca antes lo habia visto, aquella era la primera vez que se lo cruzaba. --Hola--se dijeron al unisono frente a la puerta del ascensor. La puerta del ascensor se abrio de subito, ambos se sonrieron y entraron en silencio en el interior. En el mismo silencio se colocaron uno frente al otro, no pudiendo evitar reirse al darse cuenta que ninguno habia pulsado el boton del piso al que iba. --?A cual vas? --pregunto Abril con una amplia sonrisa. --Al quinto. --Al mismo que yo. No volvieron a decir una sola palabra, pero los dos eran conscientes de estar observandose con disimulo los pocos segundos que tardaron en llegar al quinto piso. En movimientos acompasados, casi pareciendo los pasos de una estudiada coreografia salieron del ascensor y dejaron las bolsas junto a sus puertas. --Buenas noches--corearon al tiempo que sus labios y ojos se sonrieron, pasando de sonrisa a risa al sonar sus moviles al mismo tiempo. Cargado con las bolsas de la compra Bruno cerro la puerta con un suave golpe del pie derecho, el sonido del movil no paraba de sonar dentro de su mochila, sin encender la luz se adentro por el pasillo, entro en la cocina donde dejo las bolsas y una vez liberado de la compra contesto al telefono. --Hola, perdona me pillaste llegando a casa y venia cargado con la compra--contesto saliendo de la cocina, entrando en el salon y dejandose caer en el sofa--. ?Que? ?Pero ya esta confirmado? A pocos metros y con solo un tabique de diferencia una escena similar se repetia en el salon de Abril. --Acabo de llegar del supermercado, aun no termino de creerme la locura desatada y el Gobierno no ha dicho nada aun. ?Que demonios cree la gente que va a suceder? ?Me puedes explicar por que las estanterias del papel higienico estaban vacias? ?Te ries? --Abril se vio arrastrada por la risa de su amiga-- ?Acaso el virus este da cagalera? --pregunto sin parar de reir --. Rie, pero en casa solo me queda un rollo y no he podido comprar, delante de mi dos senoras se pelearon por un ultimo paquete. Te aseguro que aun no termino de creerme haber vivido esa escena. ?Tu recuerdas que en alguna pelicula de esas apocalipticas los zombis lucharan por el ultimo rollo de papel higienico? Joder, yo los recuerdo con las ropas hechas guinapos, pero nunca pense que llevaran los culos sin limpiar. Bruno sonrio al escuchar las risas de Abril, que se oian como si estuvieran en el mismo salon, resultandole curioso que nunca antes la hubiese escuchado. --?De que se reira? --?Que dices? --No, no es a ti. Es que mi vecina no para de reirse y no imaginas lo contagiosa y bonita que es su risa--explico Bruno--. Claro que su risa la acompana... ?Que? No, no te habia hablado de ella porque nunca antes me la habia tropezado. ?Que? Pues, no se, poco o nada te puedo decir de ella, apenas nos hemos cruzado unos segundos. ?Cuanto dura un viaje en ascensor? --?De que tipo de viajes hablas? --No seas bruto--rio Bruno--. Bueno, da igual, ?esta confirmado que entramos en cuarentena? --Manana hay consejo extraordinario de ministros, asi que hasta manana no se sabe nada, pero ya te digo yo que esto huele a confinamiento total y absoluto, ya lo veras. --Bueno, de todos modos, estos dias tengo vacaciones de Fallas. --!Que bien vivis los profesores! --!Haberte hecho profesor, no te jode! Y bien sabes que eso no es verdad, me paso la vida preparando materiales, corrigiendo examenes... --Reconoce que no todos sois asi--lo interrumpio Fernando. --Pues, claro que todos no somos iguales, en todas las profesiones hay de todo y, eso lo sabes perfectamente. --Ya lo se, mi querido Bruno, pero me encanta picarte. --Eso tambien lo se. Bueno, lo que esta claro es que los planes para la proxima semana se han venido abajo. --Si, eso de seguro. Si a los madrilenos les han dicho que nada de salir de Madrid, esta claro que a nosotros tampoco nos van a dejar salir. --Pues nada, en casita nos quedaremos. ***** --Estado de alarma--dijo en alto con los ojos clavados en la imagen de Pedro Sanchez. Abril se sento en el sofa frente al televisor. El peor de los posibles panoramas acababa de hacerse realidad, el presidente lo acababa de decir alto y claro, proclamaba el estado de alarma en todo el pais. Nada de salir a la calle, nada de quedar con sus amigos, nada de ir a trabajar... Los siguientes quince dias su mundo empezaria y terminaria en la puerta de su casa, esa en la que rara vez estaba, esa que ella habia elegido poco mas de un ano atras cuando lo suyo con Mario habia puesto punto y final. Esa que sus padres, especialmente su madre, no entendieran que hubiese alquilado en vez de regresar a Madrid, al fin y al cabo, ella no necesitaba estar en Valencia o en Madrid para hacer su trabajo, ya que se movia por casi toda la geografia del pais cuando no teletrabajaba. El atenuado sonido del movil la hizo apartar la vista de la pantalla del televisor, hacia rato que no escuchaba la voz de Pedro Sanchez, para escuchar sus propios pensamientos; rebusco entre los cojines hasta dar con el. --Hola, mama--saludo, tenia bien claro el discurso que su madre le iba a dar--. Si, claro que lo se, llevo toda la manana pendiente de las noticias y no se habla de otra cosa--Abril se callo largos minutos, dejando a su madre soltar el discurso--. Mama, no voy a ir para tu casa, no se ni para que me lo planteas cuando sabes perfectamente mi respuesta. Yo prefiero estar en mi casa, aun no sabemos que ocurrira, a que nos vamos a enfrentar exactamente. ?Que? --Abril respiro mientras escuchaba nuevamente a su madre--. Mama, entiende que yo estoy mejor aqui. Mama, hazte a la idea que esto va a ser largo. Esto no va a ser cosa de unos dias y ya esta. Mira como siguen en Wuhan y, como estan en Italia. La OMS ha tardado demasiado en reaccionar y todos nos confiamos, creyendo que esto era una nueva Gripe A. Ya veras la que le cae al recien estrenado Gobierno, no quisiera verme en su pellejo. --Hija y, ?prefieres quedarte sola? --Mama, vivo sola. No hay ninguna diferencia con respecto ayer, el mes pasado o el ano pasado. ?Cuantos anos llevo viviendo sola? --Si, pero ahora estamos confinados en casa, no te vamos a poder ver. El miercoles tenias que haberte quedado aqui, no se para que regresaste a Valencia. Ya nada te ata ahi. Abril se separo el telefono de la oreja, renego con la cabeza escuchando la retahila de su madre que, tras un ano de su ruptura con Mario, seguia sin entender su decision de quedarse en Valencia y no regresar a Madrid.

  • Vida privada de Josep Maria De Sagarra

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    Una letra de cambio impagada, detonante de un chantaje de tragicas consecuencias urdido por un gigolo nihilista, levantara los tejados de la alta sociedad barcelonesa de los anos treinta -la que todavia frecuentaba el Colon y la Maison Doree, jugaba a encanallarse en el Gambrinus o La Criolla y asistia, con una mezcla de desden y panico, a los cambios provocados por la Exposicion Universal y el paso de la dictadura a la Republica-, revelando un universo decadente de aristocratas arruinados, entretenidas de oropel, parvenus impresentables y asfixiante miseria moral.

  • Secretos bajo mi piel de Susana Mohel

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    !Boom! Suena el primer golpe. ?Que diablos? !Boom! Aqui va otra vez, freno en seco, obligando al coche de atras, a pararse tambien. Miro por el espejo retrovisor y solo alcanzo a ver una pequena cabeza oscura reclinada sobre el volante. !Lo que me faltaba! Encabronado, abro la portezuela de mi recien estrenada camioneta dispuesto a enfrentar al imbecil que me acaba de chocar. Estoy listo para dar pelea. El dia que habia comenzado como uno realmente malo, acaba de convertirse en una verdadera mierda. Y lo que es peor, todavia no he dado con un plan para salir a flote. Maldicion. Al llegar a la puerta del viejo Toyota, me encuentro con que el conductor es una mujer, una que, de hecho, parece bastante joven. El sonido de las risas de un nino pequeno me deja ver que no viene sola. Bueno, al menos para alguien esto ha sido de lo mas entretenido. Abro la portezuela, con la intencion de ver que tan graves han resultado ser sus heridas, a la velocidad a la que ibamos probablemente no se trate mas que de una contusion o algo por el estilo. Le toco el hombro, mi rabia se ha transformado en preocupacion y, a pesar del dolor de cabeza que amenaza con reventarme las sienes, tengo que actuar rapido. Por fortuna, ella se mueve, levantando su cabeza voltea a verme y me encuentro con los ojos verdes mas impresionantes que he visto alguna vez. --?Esta usted bien? --Atino a preguntarle. Mentalmente me doy una bofetada, claramente no se encuentra bien, no estoy del todo seguro de que sea a causa del accidente, pero la chica esta en un claro estado de shock. --Voy a llamar a la ambulancia --le informo al ver la herida sangrante que tiene en la frente. Ella abre los ojos todavia mas, aterrada con el sonido de mis palabras. --Alguien tiene que atenderte --trato de persuadirla para que acepte. Con la cabeza, hace una negacion casi imperceptible, pero he captado con claridad su mensaje. Esta aterrorizada, ?de que? Esa pregunta salta una y otra vez. --Necesito irme, irme lejos --la escucho murmurar, mientras freneticamente mira hacia todos lados --. Mi hija, mi hija. --Tranquila --le digo tomandola por los hombros, la nina esta tranquila, creo que para ella esta en medio de un parque de diversiones. Intenta levantarse, pero, con mis manos todavia sobre sus hombros, la detengo. Me tomo un momento para observarla mejor, es bastante joven, no creo que tenga mas de veintitres, lleva una larga mata de cabello oscuro recogido en un mono suelto, bueno, el intento de este. Lleva puesta una vieja camiseta que le queda enorme y unos jeans bastante gastados. Sin embargo, el coche esta casi escrupulosamente limpio y la nina se ve bien cuidada. De nuevo, como un anuncio de neon la pregunta titila, ?de que huye? --?Tienes seguro? --Le pregunto volviendo al aspecto practico, sus problemas no son los mios, lo importante aqui es resolver el asunto de su herida y que la vida siga, ya me encargare de hacer que arreglen la defensa de mi camioneta, no es como que voy corto por un par de dolares. --Necesito irme --repite. --No puedes conducir en ese estado --susurro apartando el cabello de su rostro, buscando con mis dedos la herida, que sigue sangrando. No tardo mucho en encontrarla, es un corte de menos de dos centimetros, que seguramente se hizo al golpearse con el volante. Tomo del bolsillo trasero de mi pantalon el panuelo de lino que siempre llevo conmigo --y que hoy me siento especialmente agradecido de traer-- y, haciendo algo de presion, cubro la herida con ella. La chica se dobla, creo que en medio del subidon de adrenalina que esto le ha causado, no es consciente del dolor. --Ok --le digo tras un minuto de silencio--, creo que ya esta. ?Sabes? Las heridas en la cabeza suelen ser bastante escandalosas, sangran mucho, varios sustos se llevo mi madre conmigo cuando era nino, en ese entonces era bastante inquieto y nunca paraba de hablar. Si, aunque usted no lo crea, en ese entonces era peor.

  • La carcel de cristal de Fran L. Gonzalez

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    El hermano de Marta Urriaga, una periodista critica al regimen franquista, ha aparecido muerto en el manicomio de Miraflores tan solo cinco meses despues de que lo ingresaran, debido a su condicion homosexual, castigada y perseguida en la Espana nacionalcatolica, impuesta por los vencedores de la Guerra Civil. Segun la version oficial, se trata de un suicidio, sin embargo, su hermana duda de que Carlos muriera asi.

  • Sentirte en silencio de Toni Fernandez

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    A pesar de que Aiden se ha criado con sus padres en Irlanda decide independizarse y trasladarse a Espana donde comenzara una nueva vida llena de proyectos.

  • El desenlace (Enjaulada 2) de Sara M. James

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    A veces me arrepentia de la decision que habia tomado, pero tenia que seguir adelante. Por sorpresas de la vida, Oscar acabo ayudandome y, desde ese momento, mi vida dio un nuevo giro.
    No solo nos convertimos en buenos amigos, si no que, ademas, teniamos un motivo en comun por el que luchar: desenmascarar a Rebeca y quitarle la venda en los ojos a Javier.
    No iba a ser facil, pero teniamos un as bajo la manga.

  • La mirada de la ausencia de Ana Iturgaiz

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    Una fascinante novela historica con tintes romanticos ambientada en el Bilbao de finales del siglo XIX.

  • Que te parta un rayo, Candela de Paula Rivers

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  • Los tres nombres del lobo (Volumen independiente), Lola P. Nieva de Lola P. Nieva

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  • Lo que tomo de ti (Suspense Romantico 4) de Lorraine Coco

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    Los planes de Duff, todo lo que creyo seguro en su vida, se rompio la noche que descubrio que su novio y su mejor amiga la habian traicionado. Decidida a empezar de cero sin ambos en su camino, deja su apartamento y su trabajo como psicologa en una clinica, para convertirse en cazarrecompensas. Pero su nuevo y excitante empleo trae consigo un nuevo y aun mas excitante companero que no solo estara dispuesto a ponerle las cosas muy dificiles sino a poner en riesgo su corazon.

  • La sombra del adepto (El adepto de la reina 4) de Rodolfo Martinez

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    La nemesis del adepto sale a la luz.

  • Un latido tuyo de Monica Maier

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    <>
    Paula comienza a sentirse comoda en su propia piel. Aitor lucha por reencontrase. Los sucesos del pasado han marcado su presente, pero ellos ya no son los mismos que se besaron en aquella playa. Sus caminos se entrecruzar n una vez mas trayendo consigo un maremoto de sentimientos que no llegaron a explorar y obligandoles a enfrentarse viejos temores. ?Ser n capaces de dejar atras sus fantasmas y arriesgarse de nuevo cuando es el corazon lo que esta en juego?

  • El violinista en el balcon de Ana Alvarez

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    ?Desde cuando estar encerrado es un obstaculo para celebrar tu cumpleanos… y encontrar el amor?

  • La deshonra de Mazzola de Fernando Llorden Brota

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    La vida en Florencia transcurre con total normalidad para Nora Laguzzi, una joven de veinticuatro anos que acude a casa de su pareja. Sin embargo, una puerta entreabierta le indica que algo no va bien. Al subir las escaleras, su corazon se desboca viendo el cuerpo de Dario en el suelo, inerte y con un reguero de sangre como muestra de un certero asesinato.
    Nora se encuentra confusa, y no consigue salir de su congoja hasta que una sirena de policia la saca de un golpe. Decide huir de Florencia, sabiendo que la policia la inculparia sin dudar. Tiene que investigar por su cuenta, saber quien ha asesinado a Dario, y para ello debera desenredar la historia que hay detras su muerte. Nora Laguzzi tiene que buscar su justicia.

  • A un corazon del cielo de Diego Rivera

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    Si hay algo que aprendi, es que la vida puede cambiar de rumbo de un dia para el otro sin aviso, y que el destino, tal y como lo teniamos planeado, de pronto puede desaparecer. Fue al comienzo del verano que lo conoci a el, a Gerard, el chico que se convirtio en el hombre de mi vida sin esperarlo. Fuimos amigos al comienzo, pero con el pasar del tiempo nos fuimos enamorando profundamente y gracias a el, pude vivir la mejor epoca de mi vida luego de que los medicos me diagnosticaran una MCD (Miocardiopatia Dilatada) en el corazon, enfermedad que iria acabando conmigo en pocos meses a no ser que apareciera un donante compatible conmigo a tiempo.
    Angustia, miedo, risas, amigos, llanto, amor e incertidumbre, son algunas de las palabras que mas resaltaron aquel caluroso verano que marco mi vida para siempre.
    Mi nombre es Domiana Rey, y esta es mi historia.

  • Adicto a ti de Mabel Diaz

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    Javier es policia en Sevilla. Lleva una vida tranquila y ordenada. Con todas las situaciones bajo control. Cuando Paula, una veterinaria madrilena, impulsiva y rebelde, irrumpe en la vida de Javier durante unos carnavales, este vera como su apacible mundo se desmorona. Intentara alejarla de el, a pesar de lo mucho que la desea.
    Paula no cesara en su empeno por conquistar a ese hombre, volviendole adicto a ella. Sabe que el sexo explosivo que tiene con el policia es una tentacion demasiado grande para el y jugara todas sus cartas para conseguirle.

  • Ayudame a sentir. Entre sus brazos de Orlando Curtes

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    Ayudame a sentir y Entre sus brazos
    Dos historias diferentes donde luchar por el amor sera el ingrediente comun para unos personajes que pelearan por conservar a la persona correcta en su vida.

  • Maldito karma de David Safier

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    La presentadora de television Kim Lange esta en el mejor momento de su carrera cuando sufre un accidente y muere aplastada por el lavabo de una estacion espacial rusa. En el mas alla, Kim se entera de que ha acumulado mal karma a lo largo de su vida: ha enganado a su marido, ha descuidado a su hija y ha amargado a cuantos la rodean. Pronto descubre cual es su castigo: esta en un agujero, tiene dos antenas y seis patas. !es una hormiga! Kim no tiene ganas de ir arrastrando migas de pastel tras haber eludido los hidratos de carbono toda su vida. Ademas, no puede permitir que su marido se consuele con otra. Solo le queda una salida: acumular buen karma para ascender por la escala de la reencarnacion y volver a ser humana. Pero el camino para dejar de ser plagado de contratiempos. Un millon de lectores en Alemania ya han disfrutado de esta hilarante novela, que ha colocado a David Safier en lo mas alto de la escena literaria europea. Maldito karma es una historia de desbordante fantasia, una entranable fabula que, entre carcajadas, nos ayuda a reflexionar sobre las prioridades de nuestra vida. Leela y descubre el secreto de la felicidad.

  • Cada dia mas cerca de Mandy Love

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    Marta es una mujer con una vida normal, inundada en la rutina del dia a dia, hasta que decide sentirse libre y se separa de su marido. Algo despierta el sentido de libertad en ella, lo que la lleva a interesarse por su Jefe, un hombre con todas las letras y no esta por demas decirlo con mucho dinero, poder y estatus. Esto llevara a Marta a vivir en una de las mas increibles y memorables historias de romance de su vida. Una aventura con todas las letras que te apasionara y te dejara intrigada hasta el final.
    Mandy Love es una escritora Espanola, autora y duena de numerosas novelas romanticas en donde la libertad femenina es lo primordial, la aventura, la sensacion de ser una mujer completa y libre esta presente en sus novelas. Muchas de sus historias estan basadas en hechos reales. Te invito a descubrir sus novelas, de aseguro que te encantaran.

  • El sol tambien es una estrella de Nicola Yoon

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    Natasha: Soc una noia que creu en la ciencia i en els fets demostrables. No en el desti. De fet, no soc la mena de noia que coneix un noi al carrer i se n'enamora perdudament. I encara menys quan la meva familia sera deportada a Jamaica d'aqui a dotze hores…

  • El hombre Z de Pedro Suarez Ochoa

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    Una ciudad en Venezuela se paralizo por un extrano evento ocurrido en 1998. Algunos hablaban del advenimiento de la era zombi, pero 21 anos despues se conocio la verdad.

  • Las ninas muertas de Cancun de Javier Chavez Ataxca

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    Los cadaveres de dos ninas gemelas son descubiertos en Cancun; es septiembre de 1988 y este paraiso juvenil del Caribe mexicano se prepara para el ataque destructor del huracan Gilberto. En esas horas de panico la abuela de las pequenas hace un hallazgo doloroso que detona otro crimen, mientras el asesino tiene en la mira otra nina indiscreta, amiga de las gemelas.
    A la investigacion en el pantano se suma Toribio Marquez, un soldado en retiro que tiro a matar en la masacre estudiantil del dos de octubre de 1968. Montserrat Valdivia es la directora de la Policia Judicial en un polo turistico inocente en esos anos por su imperceptible carga de crimenes, hasta la aparicion de los primeros cadaveres infantiles con la senal de la cruz.
    Inspirada en episodios reales, Las ninas muertas de Cancun se desarrolla en las etapas juveniles de este polo turistico del Caribe mexicano, cuando los crimenes ocurrian en otros rumbos parasitados por la maldad que hoy nos inunda.

  • Leonor (Las feas tambien los enamoran 4) de Elizabeth Urian

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    Camile, Deirdre, Edith, Leonor y ahora Phillipa son las protagonistas de la saga romantica ambientada en la epoca victoriana <>, cinco historias que demuestran que el amor se rige por su propia logica.

  • La lectora ciega de Paqui Ayllon

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    La lectora ciega es un emocionante testimonio de superacion a traves del amor a los libros.

  • Cuentos de la Guerra Civil de Ambrose Bierce

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    Los cuentos que invadiran la cabeza del lector no fueron escritos por un general avido de medallas, un profeta del pacifismo o un escritor esperanzado en la humanidad. Fueron creados por un soldado que vivio la Guerra de Secesion en carne propia y supo, pese a todo, desentenderse del patriotismo ciego y el discurso oficial del Norte, que a la postre gano la guerra y se autoerigio como el bando <> y redentor de los esclavos negros. Bierce desecha de cuajo ese facilismo binario y detalla las contraluces propias de una guerra fratricida: pondera miedos y valentias, explica atrocidades, ilumina las sombras de personajes esculpidos por una epoca feroz de la cual solo queda una leyenda. Una leyenda que aun divide a Estados Unidos y provoca odios mutuos. Con todo, esa equidistancia (oscura, a veces desgarradora) es lo que diferencia a Bierce de la mayoria de los narradores y corresponsales belicos, quienes muchas veces buscan asentar la culpa del conflicto en un bando. Leyendo estos relatos se adivina que el soldado promedio de los dos ejercitos era el mismo prototipo, que muchas veces se trataba de un hermano luchando por el Sur y otro por el Norte, que los generales casi nunca tragaban barro y que la muerte vivia al acecho. Ademas, para quien recien se adentra en la tematica, es posible detenerse en ciertas frases racistas o analizar la perspectiva que los blancos, incluso los yanquis, tenian de los negros. Y eso lleva a sospechar que Bierce, quiza inconscientemente, ya sugeria lo que el grueso de los gringos sigue ignorando: que la Guerra Civil norteamericana no se libro con el mero proposito de liberar a los esclavos negros y adaptarlos en un plano de igualdad ciudadana a la sociedad, sino que mas bien se trato de un choque entre elites y sistemas economico-productivos. Por un lado, el Norte de la Union Federal, lleno de industrias que requerian mano de obra libre y asalariada, la cual se podia despedir a placer y no exigia la manutencion del obrero; por el otro lado, el Sur Confederado, atrasado, agricola y cuasi feudal, que veia a las plantaciones de algodon y a la esclavitud como un asunto medular e irrenunciable de su identidad. Pero dejemos la vastedad de este topico a economistas e historiadores sociales. Calculemos, por un instante, la interpelacion que generan estos cuentos en nosotros como latinoamericanos. No hay nexo aparente. Los gringos estan locos, la esclavitud tuvo otros ribetes en Latinoamerica y acaso el unico suceso comparable, en cantidad de muertos, sea la revolucion mexicana. No obstante, al palear unos centimetros de tierra, aparecen osamentas para refutarnos. Y no me refiero a las guerras civiles del siglo diecinueve ni a las montoneras que siguieron a la independencia del dominio espanol. Me refiero a muertos mas recientes; aquellos que les toco vivir una epoca donde un vecino era un potencial delator o un amigo de la infancia podia transformarse en verdugo. Probablemente el adolescente Ambrose Bierce jamas sospecho que le dispararia a muchachos de Alabama o Texas. Y muchos ninos latinoamericanos de la decada de 1960 tampoco pensaron ser asesinados por sus ideas politicas o convertirse en torturadores. El devenir, sin embargo, dictamino otra cosa. Sirvan estos relatos como advertencia a los horrores fratricidas. Sirvan como un oscuro testamento a favor de la paz. No despertemos a la bestia. Es un monstruo que duerme a la sombra de la paz. Lo que vi de Shiloh I Esta es la sencilla historia de una batalla; una historia contada tal como puede narrarla un soldado que no es escritor a un lector que no es soldado. La manana del domingo seis de abril de 1862 fue clara y tibia. El toque de diana resono algo tarde, ya que las tropas tendrian un dia de descanso tras una larga marcha. Los hombres haraganeaban en torno a las brasas del vivac; unos preparaban sus desayunos, otros examinaban con descuido la condicion de sus armas y pertrechos, aguardando la inevitable inspeccion, y algunos otros hablaban con indolente dogmatismo acerca del tema infalible: el final y el proposito de la campana. Los centinelas deambulaban el confuso frente con una libertad de paso y maneras que no hubiesen sido toleradas en otro momento. Un punado de ellos cojeaba, sin parecer soldados, a causa de sus pies ampollados. A escasa distancia, en la retaguardia de las armas apiladas, se veian unas pocas tiendas de campana; ocasionalmente, desde su interior, asomaban oficiales despeinados. Languidamente daban ordenes a sus sirvientes para que les llenasen una palangana con agua, desempolvaran un abrigo o puliesen una vaina. Jovenes y esbeltos ordenanzas, cargados de mensajes evidentemente insignificantes, espoloneaban a sus caballos viejos y se abrian paso entre los hombres, soportando con desden sus burlas y humoradas, ese castigo por ostentar un puesto superior. Pequenos negros de estatus y funciones imprecisas se revolcaban sobre sus estomagos, golpeando el suelo con sus talones largos y desnudos bajo el brillo del sol, o bien dormitaban pacificamente, inconscientes de las bromas aleccionadoras, preparadas por manos blancas para enmendar su perdicion. De pronto, la bandera que colgaba floja y sin vida en los cuarteles parecio levantarse vivamente en el asta. En el mismo instante, se escucho un sonido amortiguado y distante, semejante a la pesada respiracion de un animal gigante bajo el horizonte. La bandera alzo su cabeza para oir. Hubo una pausa momentanea en el zumbido del enjambre humano. Entonces, mientras la bandera caia, el silencio se fue. Pero ya habia cientos de hombres de pie, miles de corazones latiendo a un pulso alborotado. Otra vez la bandera hizo una senal de advertencia, y nuevamente la brisa trajo hasta nuestras orejas el sonido largo y profundo de unos pulmones de acero. Como si hubiese recibido una orden ferrea, la division se puso de pie y se conformo en grupos de atencion. Incluso los negritos se irguieron. Despues de esto he vuelto a ver conmociones similares, provocadas por terremotos, pero creo que en ese momento no temblaba. Los cocineros, sabios de su generacion, sacaron los calderos humeantes del fuego y se prepararon para correr. Los ordenanzas montados se esfumaron. Los oficiales se arrastraron a punta y codo desde sus tiendas de campana y se aunaron en grupos. Los cuarteles se habian transformado en una bullente colmena. El sonido de la metralla ahora llegaba en rafagas regulares. Era el latido fuerte y constante de la fiebre de guerra. La bandera ondeaba entusiasmada, remeciendo su escuderia de estrellas y bandas con una especie de feroz placer. Un ayudante de campo montado corrio hacia la sombra del circulo de los oficiales; parecia haber brotado del suelo en una nube de polvo y al instante se oyeron las notas claras y agudas de un clarin. Las notas se repitieron y fueron replicadas por otros clarines hasta alcanzar los campos marrones, esparcidas por las filas de los bosques, transportadas hasta lejanas colinas; hasta en los valles nunca vistos se reprodujeron esas notas. Los acordes mas leves y remotos casi se ahogaban entre vitores, mientras los hombres corrian a agruparse torno a las bayonetas. Porque esta llamada no era el tedioso clarin "general" ante el cual se desarman las carpas. Este era el emocionante llamado de "asamblea", que llega al corazon como el vino y revuelve la sangre como los besos de una mujer bella. Habiendolo escuchado, sobre los rugidos de los canones, ?quien seria capaz de olvidar la intoxicacion salvaje de su musica? II Las fuerzas confederadas de Kentucky y Tennessee habian sufrido numerosos reveses que culminaron en la perdida de Nashville. El golpe fue severo: cantidades inmensas de material de guerra quedaron en manos de los vencedores, junto con todos los puntos estrategicos importantes. El general Johnston reculo el ejercito de Beauregard hacia Corinth, al norte de Mississippi, donde esperaba conseguir mas reclutas y equiparse hasta ser capaz de asumir la ofensiva y recuperar los territorios perdidos. El pueblo de Corinth era un lugar miserable, la capital de un pantano. Esta a dos dias de marcha hacia el oeste del rio Tennessee. Alli, y por el curso de ciento cincuenta millas, el rio fluye casi hacia el norte, hasta desembocar en el Ohio, en Paducah. Es navegable hasta este punto, es decir, hasta el embarcadero de Pittsburg, al cual se llega desde Corinth mediante un camino erosionado que cruza una region boscosa y tupida y que corre hacia el rio bajo arcos selvaticos cubiertos de musgo espanol. En algunos lugares la via yace obstruida por arboles caidos. El camino a Corinth se convertia, en ciertas estaciones, en un brazo del rio Tennessee. Su boca era el embarcadero de Pittsburg. Aqui, en 1862, habia algunos campos y una o dos casas. Ahora existen un cementerio nacional y otros progresos. El general Grant emplazo su ejercito en el embarcadero de Pittsburg, con un rio a su retaguardia y dos lanchas a vapor como medio de comunicacion con el lado Este, adonde llegaria el general Buell desde Nashville, acompanado de treinta mil hombres. La pregunta ha sido formulada: ?por que el general Grant ocupo la ribera enemiga del rio, encarando a una fuerza superior antes del arribo del general Buell? Buell tenia un largo trecho que recorrer; acaso Grant estaba cansado de esperar. Seguramente Johnston lo estaba, pues durante la plomiza manana del seis de abril, cuando la division de vanguardia de Buell estaba vivaqueando cerca del pueblito de Savannah, ocho o diez millas mas abajo, las fuerzas confederadas -habiendo abandonado Corinth dos dias antes- cayeron sobre las brigadas avanzadas de Grant y las masacraron. Grant estaba en Savanah, pero se apresuro hacia el embarcadero, justo a tiempo para encontrar sus campamentos en las garras del enemigo y los rastrojos de su ejercito derrotado, acorralado por un rio a sus espaldas como apoyo moral. He relatado las noticias de este asunto tal como nos llegaron a Savannah. Vinieron a grupas del viento, un mensajero que no transporta detalles copiosos. III En la ribera opuesta al embarcadero Pittsburg existen algunas colinas bajas y ralas, parcialmente rodeadas por un bosque. Visto desde el otro lado del rio Tennessee, durante el crepusculo del seis de abril, este espacio abierto (esta ribera, de hecho, fue angustiosamente contemplada por miles de ojos, muchos de los cuales se oscurecieron antes del ocaso) hubiese dado la impresion de estar veteado por franjas largas y oscuras, con nuevas franjas que surcaban constantemente el horizonte. Esas franjas eran los regimientos de la division de vanguardia de Buell. Habiendose desplazado desde Savannah a traves de un territorio que no era mas que pantanos y bajios sin senderos, con repentinas irrupciones de exuberante selva, la vanguardia arribaba al campo de batalla exhausta, con los pies doloridos y muerta de hambre. Habia sido una carrera terrible; algunos regimientos perdieron un tercio de sus hombres por fatiga, los soldados caian abatidos como si les hubiesen disparado, y alli los dejaban en el suelo para que se recuperasen o fallecieran a su gusto. La escena a la que les habian invitado tampoco inspiraba la confianza moral capaz de curar la fatiga. El aire estaba colmado de truenos y la tierra temblaba bajo sus pies. Y si hay algo de verdad en la teoria de la conversion de la fuerza, estos hombres almacenaban energia por cada shock que lanzaba ondas sobre sus cuerpos. Quizas esta teoria explique mejor que otras el tremendo aguante de los hombres en la batalla. Pero los ojos solo constataban materia idonea para la desesperacion.

  • Aunque se crea mi hermano de Magela Gracia

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    ?Confias en mi? Tuve ganas de contestarle que no, que sabia perfectamente que como bajara un poco la guardia sacaria sus dotes de seduccion a relucir y haria que cayera en sus brazos. Tuve ganas de reirme de forma escandalosa e ironica, dandole a entender que aunque Victor lo considerara su mejor amigo no era el tipo de hombre en el que una mujer podia confiar. Tuve ganas de besarlo… y olvidarme de todo. Iba a ser muy complicado mantener sus manos alejadas de mi cuando las mias tenian tantas ganas de recorrer su cuerpo. Aunque estuviera enamorada de Victor… “Esto me va a costar muy caro…” Asenti. No era el momento de hacerme la remilgada. Iba a luchar para que dejara de creerse mi hermano. – Pues vamos a jugar.

  • La llamada de la tribu de Mario Vargas Llosa

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  • Culpable (Trilogia Criminal 1), Kris Buendia de Kris Buendia

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    Emily Thompson es declarada Culpable de un delito:
    El asesinato de su esposo.
    Mientras cumple su condena, lee las cartas que dejo antes de morir donde le confiesa la vida secreta que tenia:
    Un lider de El Circulo, un asesino.
    Ahora Emily Thompson esta libre y buscara a los verdaderos culpables, aunque esto la lleve a ser parte de El Circulo.
    Todo sea por cobrar su venganza.
    < Todos deben saber la verdad.
    Yo no lo mate. Yo no lo hice.>>

  • El rastro de su voz de Antonio J. Sanchez

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    Una fria tarde de 1945 Martin llega a San Nicolas, un hogar para ninos huerfanos con trazas de mansion embrujada donde permanecera hasta que su madre se cure de una tuberculosis. Antes de marcharse, ella le hace valedor del mayor de sus tesoros: El Rastro de su Voz, un pequeno disco de pizarra que cambiara su vida para siempre. Martin pronto descubre que la herencia de su madre es algo mas que un trozo de plastico, una cancion maldita que le arrastrara durante anos por un laberinto de secretos y mentiras, y por la que un misterioso coleccionista de objetos unicos esta dispuesto a pagar toda una fortuna.

  • Jezabel de Eduardo Sanchez Rugeles

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    Jezabel hace memoria de un crimen atroz. El cadaver de la joven Eliana Bloom fue hallado en su apartamento de Caracas con indicios de maltrato fisico y violencia sexual. La novela cuenta la reconstruccion que, muchos anos despues, Alain Barral (uno de los mejores amigos de la victima), hace de los acontecimientos que precedieron al asesinato. El remordimiento, justificado por la condena a un falso culpable, es el motor de una busqueda cuyos hallazgos seran inesperados y dolorosos. El crimen muestra, ademas, el deterioro creciente de un pais, el hundimiento de una sociedad envilecida por el militarismo y la pobreza del conflicto politico. En medio del desastre, Alain, Eliana y sus amigas construyen un mundo aparte modelado por los excesos, la sexualidad indiferente, la transgresion banal y la plena conciencia de que forman parte de una generacion vencida, condenada a padecer el hastio y la indiferencia.

  • La cadena trofica de Rafael Reig

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    La cadena trofica es tal vez el primer libro con el que el lector logra aprender literatura riendo. O rie y descubre que ha repasado la historia literaria hispanoamericana reciente. Un manual en forma de novela, o una novela en forma de manual, que acaba reproduciendo la historia de los Belinchones, y sus bandos enfrentados, como si fueran los Buendia de Cien anos de soledad.

  • 148 de David Munoz Lopez

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    ADVERTENCIA:
    Es importante que se asegure de querer leer este libro antes de subir al avion. No se trata de un libro cualquiera. Si decide no leerlo, viajara comodamente hasta llegar a su destino.

  • Dias sin ti de Elvira Sastre

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    Dias sin ti es una historia de complicidad a traves del tiempo, la de una abuela y su nieto. Dora, maestra en tiempos de la Republica, comparte con Gael la historia que la ha llevado a ser quien es. Con ternura, pero con crudeza, confiesa sus emociones a su nieto escultor, un joven con una sensibilidad especial, y le brinda, sin que este lo sepa todavia, las claves para reponerse de las heridas causadas por un amor truncado.

  • La Reconquista y Espana de Pio Moa

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    Desde que Ortega y Gasset puso en duda la existencia de la Reconquista se han sucedido diversas polemicas e interpretaciones: desde la negacion de la invasion islamica hasta la lamentacion por la derrota de la <>, pasando por el mito de las <> o la denegacion del caracter espanol a hispanorromanos y visigodos, entre otras muchas ideas y enfoques.

  • La voz de los Dioses (La Era de los Cinco Dioses 3) de Trudi Canavan

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    El dramatico e inesperado final de la inolvidable trilogia fantastica <>.

  • Saludos nada cordiales de Christophe Carlier

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    En este cozy mystery ambientado en una pequena isla frente a la costa de la Bretana francesa, un remitente anonimo envia cartas malintencionadas que hacen que salgan chispas de los buzones.

  • Los mandatos del Rey de Laura A. Lopez

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    Edward III, Rey de Inglaterra, seguia los preceptos de los anteriores reyes. Aquellos preceptos, hablaban sobre la eleccion de los Vasallos de rey. Esos vasallos debian ser hombres reconocidos por su nobleza, lealtad y valentia para la defensa de su rey y la corona britanica. Eran elegidos de diversos grupos desde nobles con titulo, granjeros, simples mozos, hombres de aventura, o conocidos de conocidos. El designio para escogerlos era; segun las antiguas creencias, que los escogidos por el mismo Dios, para la proteccion del Rey aparecerian, ya sea por su cuenta o por los mismos voceros que acompanaban a su Majestad. El grupo de vasallos anterior habia servido durante 20 anos a la corona, siendo premiados al darse por terminado su servicio. --!Caleb! --llamo el rey a uno de sus voceros. --Usted ordene su majestad --se presento el hombre con una rodilla en el suelo y la mano en el pecho, en senal de servicio. --Debemos iniciar la busqueda de los tres nuevos vasallos, los puestos no pueden estar vacantes por mas de un mes. --Si, su majestad --acato el vocero. --Deben colocar en cada lugar y rincon de Inglaterra el siguiente anuncio: Su majestad, Edward III Rey de Inglaterra, convoca a la busqueda de los Vasallos del Rey. Hombres reconocidos por su Nobleza, Lealtad y valor, que deberan prestar servicio a la corona durante 20 anos, que seran recompensados con el otorgamientos por su valor y servicio, de los titulos nobiliarios y tierras en los cuales estos hombres, seran los amos. Su rey, les recuerda su generosidad con este gesto al servicio de fieles. Insta a que demuestren sus habilidades, seran tomados en cuenta todos los hombres, sin importar su posicion economica, ni su orientacion religiosa, solamente contaran los valores ya citados anteriormente. Los voceros del rey, seran los encargados de proporcionar los nombres de las personas que lleguen a sus oidos. El anuncio se extendio por lo largo y ancho del territorio, desde aldeas y pueblos, hasta grandes ciudades. Los nombres no paraban de llegar a los oidos de los voceros del rey, que tuvieron que armar una lista para colocar aquellos nombres. Luego tuvieron que rehacer la lista, por medio del descarte de algunos, al azar. Los voceros le entregaron la lista al rey. Edward la tomo y los miro: --?Han observado a los hombres de esta lista? --cuestiono. --Son demasiados, su majestad --respondio Caleb. --!?De que me sirven unas simples listas con nombres?! !Deben ir y observarlos! Los vasallos del rey no pueden ser cualquiera, deben ser escogidos por Dios y traidos ante mi por medio de ustedes --expreso con enojo. --Pero... --llego a pronunciar otro de los voceros. --?He escuchado que no lo haran? !Soy el Rey, y mis ordenes se cumplen! !Salgan y busquen a esos hombres, asegurense que sean los correctos! Los voceros tomaron a los soldados del rey, y en comitivas fueron realizando la tediosa busqueda de tan valiosos caballeros. La busqueda de los anteriores vasallos, no habia tenido inconvenientes, al parecer se venian tiempos dificiles para Inglaterra, razon por la cual se dificultaba encontrar a los elegidos. Pasaban por pueblos y aldeas, algunos hombres habian postulado sus nombres o los de sus hijos por simple ambicion, cosa que directamente los eliminaba de la lista. Incluso podrian eliminar a los doscientos nombres que quedaban por ese motivo. Generalmente, estos caballeros de gran valia, no andaban anunciando sus nombres, sino estaban escondidos esperando ser encontrados. --!Es la comitiva del Rey! --anuncio una mujer corriendo por el pueblo, dando la noticia a todo aquel que deseaba saber sobre los vasallos. --Mi senor, ?Han encontrado a los vasallos del rey? --cuestiono otra mujer, dirigiendose al vocero. --Aun no los hemos hallado. Es lo que nos trae a este pueblo ?Tienen algun caballero que deseen que observemos? Los aldeanos, negaron con la cabeza. --Hay un hombre, mi senor --se acerco la misma mujer colocandose frente a su caballo --, que es reconocido por su inmenso valor, y humildad. --Ha de decirme entonces, el nombre del caballero, el porque ha dejado tan buena impresion en ustedes --pronuncio el vocero. --El joven ha impedido que los salteadores se roben los vivieres que son enviados a nuestra aldea. No conocemos el nombre del joven. Solo le decimos bestia, pues no vive aqui, sino se esconde en el bosque, mi esposo lo ha visto, es diestro con la espada y el arco. El vocero miro a los soldados del rey, y les hizo la sena para avanzar hacia el bosque. --Mis agradecimiento, senora --murmuro se dirigio tras los soldados al bosque. La espesura de aquel lugar, haria imposible la busqueda del joven del que hablaba la mujer, sin embargo, debian hallarlo, al parecer cumplia con los requerimientos de la corona para formar parte del Vasallo Valiente. *** En Londres, al contrario de los pueblos y aldeas, no tenian a ningun candidato para ostentar ser uno de los hombres del Rey, eran nobles y acomodados de clase alta. A oidos del vocero que fue a Londres, no habian llegado nombres de postulantes o alguna actividad. En la plaza se estaba a punto de llevar a cabo una ejecucion en la horca, por robo. --!Que alguien salve a ese muchacho! --gritaba un hombre al ver con la soga en el cuello a un jovencito. El hombre ve a uno de los voceros del rey y se acerca a el, con presteza. --!Mi senor, mi senor! !Salve a aquel joven, es inocente! --rogo el hombre. --Veo que es usted el unico que aboga por el, a nuestro rey, no le agradan los saqueadores. --El no ha robado nada, lo se, el solo esta protegiendo a sus hermanos menores y no los delatara, se culpo por el crimen, lo he visto --explico el hombre. --Entonces tenemos a un pequeno joven, leal a su deber de cuidado a sus hermanos --comento el vocero, observando al joven que mantenia el rostro impasible a la muerte. *** Uno de los voceros, habia sido invitado a una residencia de la casa de invierno de uno de los Capitanes de marina del Rey, para comentarle acerca de un joven al que conocia con absoluta seguridad. --Heme aqui, lord Carlise, Capitan de la Marina de su majestad --manifesto el vocero. --Fue muy amable en acudir a mi llamado. Se que su majestad esta buscando a los vasallos, y he querido postular a un joven con excelentes habilidades y valores. --Ha despertado mi curiosidad. La busqueda de estos caballeros, ha sido tediosa y muy frustrante. --Este joven, no solo seria mi recomendado al rey, sino estaria poniendo mi legado en juego. Mi hijo, ha querido sentirse util desde siempre, no se parece a sus amigos, nobles llenos de arrogancia, el tiene un corazon de caballero, dispuesto a servir a su rey y mantener la independencia de su pais. --Debo asegurarme que su hijo, sea al que buscamos, milord --replico el vocero. --Vayamos al pueblo, el ya debe estar ahi --sonrio el capitan. Capitulo 2 El vasallo Valiente Michael Malcovich observaba desde un arbol a los hombres con escudo del rey de Inglaterra. ?Que deseaban en aquel bosque tenebroso y solitario? Fue de arbol en arbol, siguiendolos para saber lo que querian. El vocero del rey, solo veia arboles y mas arboles, no veia a ningun guerrero, o al menos como el lo imaginaba. Aun asi, continuaron adentrandose en las profundidades del peligroso bosque por lo que Michael decidio frenar su marcha hacia donde estaban los animales salvajes. --!Ese camino es peligroso, si fuera ustedes, no lo tomaria! --advirtio desde las alturas. --!Mi senor, mire! --senalo uno de los soldados en la altura. Una sonrisa se coloco en el rostro del vocero, habian dado con el. --?Usted es bestia? --pregunto curioso. El descendio desde la altura hasta colocarse frente al vocero. Los soldados reaccionaron rapidamente al verlo con su arco en espalda y una espada en la cintura. --?Quien quiere saberlo? --cuestiono el joven. --Queremos saber si es usted al caballero que buscamos --respondio con tranquilidad. Una carcajada salvaje se escapo de Michael al escuchar la palabra caballero. --Disculpe --dijo intentando calmar su diversion, hacia tiempo que no hablaba con nadie -- ?Esta seguro que el bosque es el lugar correcto para buscar a un caballero? Esto no es Londres. --No busco esa clase de caballeros --sonrio --, estoy buscando a un hombre distinguido por su valor, su lealtad y su nobleza. --Al menos no dijo fineza --alego Michael escupiendo a un costado --, pues no he visto a ningun caballero con esas caracteristicas por este lugar, quizas en el pueblo... --?Es usted o no bestia? --Asi me dicen, tal vez por el cabello largo ?no lo cree? --Entonces es a quien buscamos --menciono el vocero sacando un papel con muchas letras para leer y comenzo: El rey Edward III ha solicitado su servicio a la corona, debera acompanar al vocero real para ser presentado frente a su majestad para indicarle sus derechos y obligaciones por ser un vasallo del rey... --!Espere un momento! --ordeno Michael --, no ire a ningun lugar. --No puede elegir... ?Senor? --No tengo un nombre --mintio retrocediendo. No queria ir junto al rey, no habia cometido ningun crimen

  • Tres dias y una vida de Nuria Rivera

    https://gigalibros.com/tres-dias-y-una-vida.html

    Un amor de verano a orillas del mediterraneo.

  • La luz de mis dias de Alejandro Melero

    https://gigalibros.com/la-luz-de-mis-dias.html

    Una novela conmovedora, escrita con exquisita sensibilidad, y que engancha desde la primera pagina.