• Sin miedo a las estrellas de Chiara Parenti

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    Una historia sobre la importancia de saborear cada momento y de no dejar escapar las oportunidades que te brinda la vida.

  • Club de seduccion (Rambha 1) de Anabel Garcia

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    “Nadie ha conseguido jamas que te sientas tan viva como en este preciso instante y sabes de sobra que nadie mas lo conseguira de nuevo. Admite de una vez por todas que si no fuera peligroso, no te atraeria lo mas minimo, aunque te empenes en negarlo, eres como yo, necesitamos la adrenalina tanto como respirar. No te arrepientas de lo que has hecho, ni te preocupes de lo que sucedera. Estamos aqui y ahora. Solos tu y yo. Limitate a disfrutar del momento, limitate a disfrutar de mi.”
    Despues de que el destino trunca su amor, nunca mas vuelven a verse, pero nada puede impedir que, aunque pasen los anos, sigan pensando uno en el otro.
    Cuando Keira cree que su vida por fin ha vuelto a recobrar la normalidad, un hombre demasiado misterioso irrumpe de repente en ella, haciendo que se sienta perdida y sumamente alterada ante su presencia. Para terminar de rematar las cosas, el pasado vuelve a su vida. !Y de que manera!
    Falsas apariencias. Traiciones. Recuerdos. Misterio. Aventuras. Todo ello, siempre de la mano de la pasion y el amor.
    ?Quien conseguira seducir a Keira? Presta mucha atencion, porque en Rhamba nada es lo que parece.

  • Khalil de Yasmina Khadra

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    Khalil es un joven de origen marroqui que vive en Belgica. Alejado de la mayor parte de su familia, pasa el tiempo con los ” hermanos ” de la mezquita local y con sus dos amigos de la infancia, Rayan y Driss. Rayan se ha integrado con exito en la sociedad, pero no ha ocurrido lo mismo con Khalil y con Driss que, sintiendose rechazados por esa misma sociedad, van a terminar en una celula terrorista. Khalil y Driss han aceptado inmolarse en Paris, durante un partido internacional entre Francia y Alemania, junto a otros ” hermanos ” . Llegado el dia, tras oir tres deflagraciones, Khalil debe acudir a algun lugar donde haya una gran concentracion humana para inmolarse.

  • Necios y mortales de Bernard Cornwell

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    Londres, siglo XVI.
    En el corazon de la Inglaterra isabelina, el joven Richard Shakespeare suena con una brillante carrera en los teatros londinenses, dominados por su hermano mayor, William. Aunque este le da trabajo en su compania, los papeles son minimos, y Richard esta sin un centimo y tiene que buscarse la vida para sobrevivir. La gratitud que siempre ha sentido hacia William comienza a resquebrajarse, y llega a plantearse robar los manuscritos de su hermano y venderlos a teatros rivales.

  • Enamorada de mi jefe (Los Graham 2) de Mia Del Valle

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    El destino una y otra vez se empenaba en decirnos que debiamos de estar juntos, y una y otra vez nosotros no lo escuchabamos, justificando nuestros encuentros como simples casualidades de la vida, o que la ciudad en la que viviamos era muy pequena. Pero aunque intentaramos alejarnos, ese cruel y estupido hilo rojo del que muchos hablan no dejaba de guiarnos a los brazos del otro.
    Mi nombre es Susan Williams, tengo cuarenta y dos anos de edad, y a la fecha ostento todos los estados civiles existentes, incluido el de amante <> fuera de eso soy una mujer comun y corriente, economista de profesion, amante de la moda y del buen vino, pero antes que comiencen a leer esta novela me gustaria advertirles que lo que estan a punto de descubrir no se trata de una simple historia mas, esta es mi vida... espero sepan comprender.

  • El oro del mar de Daniel Wolf

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    Una deslumbrante epopeya historica que nos traslada a la floreciente y peligrosa Europa del siglo XIII a traves de una expedicion comercial que debera enfrentarse a las amenazas del mar y de la tierra pero, sobre todo, a la codicia de los hombres.

  • Miles de emociones con tu nombre de Ana Forner

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    Me llamo Valentina y soy de La Rioja. Creci entre vinedos y mi mundo era la bodega y Victor.

  • Mi digno principe de Arwen Grey

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    Cuando te crees indigno de todo, solo el amor puede mostrarte tu verdadero valor.

  • Secretos imperfectos (Serie Bergman 1), Michael Hjorth de Michael Hjorth

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  • Historias para sonar de Maika Sanchez

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    Era una noche fria y me movia inquieta por el salon de mi casa, estaba nerviosa, asustada, cansada, triste... Todos los sentimientos que podiamos experimentar una persona humana, los tenia yo en este instante, como si de un coctel molotov se tratara. Era fuerte para muchos, pero en realidad ahora mismo solo era una mujer vulnerable, desvalida por todos los sentimientos que tenia hacia el. <>. Yo que siempre habia sido fuerte, de las mujeres que no perdian las bragas por ningun hombre, de las que sabian darse su lugar. Pero todo habia cambiado en mi vida al conocer a Cristian, mi mundo se habia vuelto del reves, todas las personas que me conocian intimamente me decian: <>. Pero, ?que mas podia hacer si lo amaba con locura? No concebia mi vida, si mi chico no estaba en ella. Y ahora lo estaba esperando como una tonta enamorada, mientras mi marido estaba con la otra en los Goya, fingiendo algo que no eran, mientras yo su verdadera mujer me quedaba en casa esperando a que el llegara. <>, me repetia a mi misma una y otra vez. En ese momento se escucho un sonido de llaves al otro lado de la puerta, lo que hizo que mi cuerpo se congelara. Un escalofrio recorrio todo mi ser, poniendome mas nerviosa de lo que ya estaba, Cristian habia llegado y no sabia que hacer, no sabia como recibirle, si con un beso, un abrazo, un no puedo aguantar mas, o con un se acabo. Otra vez mi cabeza y mi corazon volvian a tener una lucha interna, que se estaba llevando a cabo desde hacia ya dos anos y medio. Todo comenzo en el verano del 2012. Yo triunfaba en las pasarelas de toda Espana y tambien estaba rodando "Deseos Cumplidos", la nueva serie que preparaba Telecinco, cadena con la que iba a hacer mi primera aparicion televisiva. La verdad que no me podia quejar, todo me iba muy bien profesionalmente, y emocionalmente me iba mucho mejor, porque mantenia una relacion desde hacia ya casi un ano con el actor por el que todas las chicas suspiraban, Cristian Rodriguez, al que conoci en la "Fashion Week" de Madrid, donde yo desfilaba, aunque era una relacion secreta, ya que para todos solo eramos buenos amigos, aunque yo ya me estaba cansando de esta situacion, ya que queria dar un paso mas en nuestra relacion. Queria gritar a los 4 vientos que estaba locamente enamorada de Cristian, que eramos novios y que eramos muy felices, no podia guardar mas esta confidencia que me estaba matando, necesitaba decirla. Asi que prepare una preciosa velada para convencer al amor de mi vida.

  • Las malditas de Stacey Halls

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    En un tiempo de miedo y sospechas ser mujer es el mayor de los riesgos.

  • Mi ano de descanso y relajacion de Ottessa Moshfegh

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    Kirkus En Mi ano de descanso y relajacion, Ottessa Moshfegh hace de Manhattan el epicentro de una civilizacion, la del ano 2000, dominada por la apatia. Como una oscura bella durmiente, la narradora de esta novela decide encerrarse durante un ano en su piso de una de las zonas mas exclusivas de Nueva York, asistida por una herencia ingente y por una gran cantidad de farmacos, para dedicarse a dormir y ver peliculas de Whoopi Goldberg y Harrison Ford.

  • El amor en el Jardin de las Fieras de Juan Eslava Galan

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    Octubre de 1940: durante la visita de Himmler a Espana, una bella mujer perteneciente a la agencia racial Ahnenerbe, que lo acompana, descubre entre los trabajadores forzados de una excavacion arqueologica a un obrero rubio, Herminio Caiser: un joven de ojos azules y magnifica constitucion que podria demostrar la pervivencia en Espana de una cepa pura de la raza aria.

  • Las ocho montanas de Paolo Cognetti

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    Con un lenguaje puro y poetico, Paolo Cognetti traza un viaje vital, intimo y universal, en una novela magnetica y poderosa que explora lo robusto y lo granitico de las relaciones entre amigos, padres e hijos.

  • Mil formas de decir te quiero (Forever 3) de Cristina Bosca

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  • Un baile mas de Katherine Pancol

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    La novela que dio origen a la trilogia <>

  • Un Marques y muchos fantasmas de Olympia Russell

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    El canto del gallo le desperto, como todas las mananas. Apenas unos minutos antes, el sol habia empezado a limpiar las tinieblas de la noche y una luz, muy tenue aun, se colaba a traves de las ventanas del palacio. Ese dia Viola cumplia veintitres anos y sus hermanas habian organizado una comida en su honor. Nada exagerado, a ninguna de ellas le gustaban los grandes eventos (bueno, excepto a Katerina), asi que se iba tratar tan solo de una comida juntas. La novedad frente al resto de los dias era que iban a estar todas, las siete, algo que no ocurria desde las pasadas navidades, y ya habian pasado cuatro meses desde entonces. Al mediodia llegarian Cassandra y su marido Michael, y un poco mas tarde lo harian Silvania, Aidan y su hijito Darren, que acababa de cumplir nueve meses. Desde que dos de sus hermanas se habian casado, eran pocas las veces que coincidian todas juntas, asi que ese solo hecho era ya una fiesta y excepcional. Lo cierto es que Viola estaba deseando volver a ver a Silvania y Cassandra, pero, al mismo tiempo, lo que habian organizado le abrumaba un poco. Ella era especialmente sensible, la mas sensible de todas de hecho (muy seguida de la pequena, India), y los grandes grupos le alteraban un poco. Por eso, cuando todas se juntaban, con el bullicio que creaban, charlando sin parar, discutiendo, riendose y, sobre todo, quitandose la palabra unas a otras, ella acababa agotada. Aunque el problema, en realidad, no eran sus hermanas, sino el resto del bullicio que habia siempre a su alrededor. Un bullicio que solo ella podia escuchar. Porque Viola vivia en un mundo diferente al resto. Diferente y mucho mas poblado que el del resto de los mortales. Y esa ultima palabra, mortales, estaba muy bien escogida para explicar lo que le ocurria, porque Viola no veia y escuchaba solo a sus hermanas y cunados, a los criados y criadas y a los escasos visitantes que acudian al palacio, sino que estaba siempre rodeada de multitud de fantasmas. Si, fantasmas. O seres sobrenaturales. Fallecidos. Angeles... A ella le daba igual el nombre que les pusieran, lo que tenia claro era que no eran de este mundo. Todo habia comenzado al dia siguiente de morir su madre, cuando ella tenia seis anos apenas. Hasta entonces habia sido una nina sonadora, mas metida en su mundo que en el exterior, con "una gran imaginacion", decia su padre siempre. Viola sospechaba que su vision de seres del otro mundo ya existia desde siempre y que esa "gran imaginacion" eran ya sus visiones desde que habia tenido uso de razon, pero era cierto que se habian intensificado y cambiado a partir de la muerte de su madre. Cuando su madre estaba al final del embarazo de India, la que iba a ser su septima hermana, las cuatro mayores, que ya eran conscientes de lo que ocurria, habian estado expectantes y deseosas de conocer al nuevo hermanito (es lo que esperaban sus padres y ellas: un varon por fin). Una noche de noviembre su madre se habia despedido de ella dandole un beso de buenas noches, como hacia todos los dias con cada una de sus hijas, y Viola se habia dormido feliz y despreocupada. Pero a las seis de la manana se habia despertado de golpe y se habia sentado sobre la cama, alarmada, pero sin saber muy bien por que. Le habia costado un minuto darse cuenta de lo que habia ocurrido: en la entrada de su habitacion estaba su madre, con el precioso camison de noche aun puesto y su pelo, rubio, rizado y sedoso, suelto. Viola se calmo inmediatamente porque su madre le transmitia siempre paz y sensacion de proteccion. Ademas, le sonreia abiertamente, como hacia casi siempre, ya que era una mujer dulce y bondadosa y rara vez se enfadaba con ella. Pero era extrano que estuviera alli esas horas, asi que Viola, sin alarmarse, pero intrigada, le pregunto: --Mami, ?que haces aqui tan temprano? Su madre sonrio ampliamente y le dijo: --He venido a decirte que todo ira bien, cielito mio. Y ahora duermete de nuevo --y le mando un beso con la mano desde la distancia y cerro la puerta con cuidado. Viola sonrio y envuelta en el ambiente protector que habia dejado su madre, volvio a dormirse. Pero cuando un par de horas mas tarde la doncella que se ocupaba de ella vino a despertarla, descubrio la terrible realidad: su madre habia muerto durante el parto de su septima hija, India, unos minutos antes de las doce de la noche. Vinieron unos meses oscuros de tristeza y lagrimas diarias. Las ninas se tuvieron que hacer a la idea de la perdida de la madre, cada una reacciono como pudo, pero fueron saliendo hacia adelante. Pero quien mas cambio con la experiencia, al menos a ojos de los demas, fue Viola. --Yo vi a mama a las seis de la manana. --No puede ser hija, te equivocas de hora o fue un sueno. --No papa, ya estaba amaneciendo, y no fue un sueno, vino a decirme que todo iria bien. Esta conversacion se repitio durante muchos meses entre padre e hija, con sus hermanas como testigo, pero Viola no consiguio convencer, ni al padre ni a sus hermanas, de lo que ella no tenia ni una duda: que su madre se le habia aparecido en espiritu para darle un consuelo por su perdida. La explicacion familiar a aquel fenomeno que Viola se empenaba en afirmar era la que daba el padre: equivocacion con la hora o sueno. Su hermana Livia, que tomo el papel de la madre (no por voluntad propia, sino por insistencia del padre, ya que era la hermana mayor), era la mas insistente con la version paterna. Anadia, ademas, que Viola siempre habia sido muy sensible -- cierto-- y fantasiosa --no tan cierto segun la propia Viola. Y tambien que la muerte de la madre no habia hecho mas que exacerbar aquella sensibilidad y fantasia. Al cabo de un tiempo, Viola dejo de hablarles del espiritu de la madre, porque no se le volvio a aparecer, pero si les hablo de todos los espiritus que empezaron a rodearle a diario, y que, a diferencia del de la madre, no se dirigian a ella, sino que hablaban entre ellos, pero ninguna de sus hermanas le creyo. En cualquier caso, sus hermanas continuaron siendo carinosas con ella y no le dieron mucha importancia a aquella "rareza" suya, asi que con el paso de los anos Viola se acostumbro a vivir rodeada de fantasmas, pero a no hablar demasiado de ellos. Y tambien a buscar la soledad, porque, aunque nadie la creyera, los fantasmas existian, ella los veia y, lo mas llamativo de todo, los escuchaba constantemente. Normalmente no se dirigian a ella, como habia ocurrido con su madre. Era como si ella hubiera logrado introducirse en su mundo como espectadora, pero no tuviera la posibilidad de relacionarse con ellos. Andaban a su alrededor y no paraban de hablar entre ellos, pero a ella no le decian nada. En cualquier caso, los veia y los escuchaba y aquel murmullo permanente se mezclaba con el de la vida real y la algarabia en la que andaba envuelta era excesiva. Esa era una de las razones por la que se levantaba siempre tan temprano: le gustaba aprovechar las primeras horas de soledad y de silencio de su vida real. Al amanecer sus hermanas aun dormian y la mayoria de los criados tambien. Siempre habia algun fantasma a su alrededor, pero su murmullo era mucho mas soportable al ser el unico que tenia que escuchar. Y habia otra razon tambien para levantarse tan temprano: que podia acudir al lugar que mas amaba en este mundo: la capilla del palacio. La capilla estaba situada en el lateral mas alejado de la parte principal del palacio y se accedia a ella tras un paseo por un caminito encantador, al aire libre y rodeado de macizos de flores que iban cambiando de color a medida que cambiaban las estaciones. Para Viola, el mejor momento del dia era cuando daba ese pequeno paseo, de ida y vuelta, y el rato que pasaba en la capilla: era lo mas cercano que tenia a estar en soledad. No sabia muy bien por que, los fantasmas no entraban en la capilla, y durante el paseo de ida y vuelta aparecian muchos menos de lo habitual, uno o dos a lo sumo, asi que ese paseo y la estancia en la capilla se habian convertido en sus unicos momentos de casi soledad. Y eso, para una persona que jamas estaba sola, era casi vital. En cualquier caso, sola del todo no estaba jamas, ya que la capilla estaba todo el dia cerrada excepto media hora, la que duraban los oficios religiosos que celebraba todos los dias el pastor Adams, la unica persona que tenia llaves para abrirla. Se trataba de un anciano encantador (y un poco sordo) pastor de la iglesia del pueblo mas cercano, pero que se ocupaba tambien de los oficios del palacio del Duque de Rochester, padre de Viola y dueno de la propiedad. Llevaba haciendolo desde la epoca en la que vivia la Duquesa, pero en aquella epoca habia oficio solo los domingos, que era cuando acudia toda la familia. Habia sido Viola la que habia provocado que el anciano hiciera un oficio todos los dias, a las siete de la manana, solo para ella, ya que sus hermanas continuaban acudiendo solo los domingos. Lo cierto es que el hombre sabia lo que le ocurria a la joven Viola, pero no porque ella se lo hubiera contado. Habia sido el padre de Viola, el Duque de Rochester, quien habia informado al pastor de la peculiaridad de su hija (aunque el Duque estaba practicamente todo el ano ausente, se preocupaba por sus hija y trataba de que estuvieran protegidas siempre) y el pastor, que era anciano y sordo, pero muy bondadoso, habia decidido abrir la capilla para ella todos los dias. Aquello habia empezado diez anos atras, cuando Viola tenia trece anos, y desde entonces el hombre solo habia fallado dos veces: un dia que cayo una nevada como nunca antes y otro dia que se habia levantado indispuesto. No solian hablar mucho. Cuando Viola llegaba, el ya estaba dentro de la capilla, ella entraba, le sonreia, se sentaba y escuchaba el oficio. Luego, al terminar, se acercaba donde el anciano, y le saludaba y ahi es donde el hombre le preguntaba que tal estaba. Ella siempre contestaba que bien, el sonreia, le decia "me alegro, jovencita" y eso era todo. Pero para Viola era como un oasis de paz. Media hora en la que solo escuchaba una unica voz y durante algunos ratos, cuando el pastor callaba, nada. Los unicos momentos de silencio durante toda su vida. Aquel dia, mientras se acercaba a la capilla, hizo una recopilacion de aquellos diez anos: su cumpleanos le ponia siempre un poco nostalgica. Penso tambien que el pastor, si la vida seguia su curso natural, moriria antes que ella y entonces acabarian aquello momentos de tranquilidad. Y se empezo a angustiar un poco. Pero enseguida paro esos pensamientos y se dijo que el hombre gozaba de muy buena salud y aun faltaba tiempo para que aquello ocurriera. Asi que abrio la puerta con un poco mas energia de lo habitual: despues de lo que acababa de pensar, estaba deseando ver al pastor. Asi que la sorpresa fue mayuscula. Porque el pastor no estaba y, en su lugar, se encontro de frente con el hombre mas apuesto que habia visto en su vida. Capitulo 2 Tenia los ojos negros, al igual que el pelo, que llevaba muy corto. La piel, bronceada, como si pasara mucho tiempo al aire libre, o como si tuviera ancestros meridionales. Era muy alto y tenia los hombros anchos y unos brazos fuertes, hechos para proteger. Para protegerla. Este ultimo pensamiento hizo que Viola se asombrara aun mas. Jamas habia pensado nada parecido acerca de ningun hombre, y habia varios en su vida que podian encajar en una idea asi: su propio padre o Lord Atkinson, el hombre al que su padre le habia encargado vigilarlas. Pero lo mas asombroso de todo era que aquel hombre en concreto, ademas de producirle ese tipo de pensamientos, llevaba puesta una casulla de pastor. Era, evidentemente, un nuevo pastor. Y para que no quedara ninguna duda, en ese momento, el nuevo pastor dio comienzo al oficio. Como si fuera lo normal, como si no fuera todo extrano y nuevo. Viola se sento y se dispuso a escucharlo. No podia hacer otra cosa, pero en cuanto vio que el pastor nuevo hacia lo mismo que el otro, se volvio de nuevo a su interior y a sus pensamientos. ?No sera un fantasma?, se le ocurrio, aunque enseguida desecho la idea. Sabia distinguir perfectamente a los seres de otro mundo de los de este, y aquel pastor nuevo estaba bien vivo y era bien carnal. Viola se concentro de nuevo en observarlo. Estaba haciendo exactamente lo mismo que hacia el pastor Adams, actuaban como dos gotas identicas respecto a los oficios, pero solo eran iguales en eso. De hecho, mientras el nuevo pastor realizaba la lectura de las escrituras, Viola cerro un poco los ojos para escuchar su voz. Y era tan impactante y maravillosa como su fisico. Era una voz grave y varonil, con un ligero tono ronco que, a pesar de que estaba leyendo un pasaje de las escrituras, a Viola le hizo pensar de nuevo en sus brazos varoniles y fuertes protegiendola. ?Que le estaba ocurriendo?, ?quiza lo mismo que a sus hermanas Silvania y Cassandra quienes, contra todo pronostico, se habian enamorado a pesar de haber mantenido siempre que no querian saber nada de hombres? No aquello no le podia estar pasando a ella, tenia que haber otra explicacion a lo que le estaba ocurriendo, porque ella era diferente a sus hermanas: tampoco habia pensado nunca en tener un hombre cerca ni en casarse, pero en su caso no se trataba de una eleccion consciente y largamente reivindicada, era, simplemente, que en su vida no entraba nadie mas porque estaba demasiado llena de gente. Pero precisamente en el unico lugar en el que se sentia casi sola, aparecia aquel pastor nuevo y empezaba a pensar y sentir cosas que jamas hubiera imaginado. Justo en ese momento, el pastor termino el oficio. Y se la quedo mirando. Fijamente. Y tras un momento que a ella se le hizo eterno, empezo a moverse hacia ella. Viola se quedo paralizada, hasta que comprendio lo que debia hacer. El nuevo pastor estaba repitiendo el ultimo paso que daba todos los dias el pastor Adams: acercarse a la salida de la capilla para tener unas breves, pero siempre afectuosas, palabras con ella y luego despedirse los dos hasta el dia siguiente, yendose el hacia el pueblo y ella al palacio. En cuanto se dio cuenta de que, dentro de lo extrano y absurdo que estaba siendo todo, habia una logica y una cotidianidad, repitio los pasos que daba todos los dias y se dirigio a la salida de la capilla por delante de el. De todas formas, cuando le dio la espalda, siguio notandolo. Estaba segura de que el la seguia mirando con la misma intensidad que hacia un momento, que estaba fijandose en su forma de andar, en la forma que le quedaba el vestido…y Viola noto como se estaba poniendo roja por culpa de aquellos pensamientos que no podian ser menos apropiados en un lugar como aquel. Quiza por eso, nada mas salir al exterior y colocarse junto al arco de la puerta de salida, como hacia siempre, no espero a que el tomara la palabra y lo hizo ella. De una manera brusca y cortante como no habia hecho jamas con nadie: --?Quien es usted? ?Donde esta el pastor Adams?. Justo antes de que ella le espetara la pregunta de aquella manera, rayando la mala educacion, el nuevo pastor la habia sonreido sin mostrar sus dientes pero si dandole una luz increible a sus ojos negros. Aquello habia provocado que el corazon de Viola se pusiera a batir aun mas aceleradamente y seguramente habia provocado tambien su brusquedad. Pero el nuevo pastor no bajo un apice la intensidad de su sonrisa ni parecio ofenderse por su brusquedad. El unico gesto que denoto que le habia sorprendido la forma en que ella se habia dirigido a el fue el gesto de levantar su ceja izquierda. Un gesto que no hizo mas que acrecentar su atractivo, para terminar de alterar a Viola. Ademas, espero mirandola asi, entre divertido y asombrado, mas tiempo de lo correcto. Finalmente, lo que le contesto despues tampoco sirvio para aclararle nada: --Viola, ?verdad?. Y Viola volvio a perder la paciencia: --Eso ya lo se, no ha contestado usted a mi pregunta. En ese momento el pastor, ajeno al enfado que iba apoderandose de ella, amplio su sonrisa y esta vez, si, le enseno la dentadura, que era perfecta y blanca: --Disculpe ,senorita Arlington, debe usted perdonarme, pero pensaba que ya sabia usted quien era yo, ?el pastor Adams no le ha avisado? Con aquella respuesta Viola se tranquilizo un poco: al parecer todo tenia explicacion, aunque no se la habian comunicado. --Estuve ayer con el y no me dijo nada. --Seguramente no le quiso importunar --continuo el, formal, pero sin dejar de mirarla con aquella sonrisa que hacia que sus piernas flojearan. --Seguramente saber la verdad me habria importunado menos que encontrarle a usted hoy aqui. Viola siempre habia sido docil y tranquila, nada que ver con la mayoria de sus hermanas, que eran guerreras y luchadoras, pero, por alguna razon que se le escapaba, aquel pastor estaba sacando de ella comportamientos totalmente inusuales.

  • Porque si de Daniel Glattauer

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    Una intriga policiaca por el autor de Contra el viento del norte y Cada siete olas.

  • Mariposa de piedra (Bdb) de Concha Alvarez

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    Serie Mariposas negras, libro 1o
    El dia que la madre de Sara muere en un accidente de trafico, la joven descubrira que su mundo ha dejado de ser perfecto. Cuando su obsesion por dibujar tumbas se convierte en algo mucho peor, Sara comprendera que vive una pesadilla. Su mente jugara con ella hasta hacerla creer que sus suenos pueden transformarse en realidad. Una realidad tan enloquecedora como enamorarse de un angel de piedra; la escultura mas antigua del cementerio de Pravia.

  • Si la vida te da limones, haz culebrones de Lara Smirnov

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  • Ni un segundo mas (Con J de 3) de Lucia Blanco

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    J oseph? --consegui pronunciar su nombre pese al temblor de mi voz. Esa vez fue mas claro. Pudimos darnos cuenta de que queria hablar sin ser consciente del tubo que tenia en su garganta y, aturdido, intento mover la mano para ver que se lo impedia. Se la agarre, fruncio el ceno, movio lentamente la cabeza hacia los lados e intento abrir los ojos. Un nuevo gesto de dolor hizo que se quedara quieto, y yo, con los ojos llenos de lagrimas, mire a Marcos, que parecia estar paralizado. --Hola, mi nino --consegui hablar a la par que lloraba--, hola, mi nino --repeti besando su frente. Pudimos ver otro leve movimiento y consiguio entreabrir los ojos, vacilante, levanto su mano y rozo mi cara. Cerre los ojos, feliz. Pese a mis intentos por parar, seguia llorando. Miraba a Marcos con una enorme sonrisa banada en lagrimas. --Hay que avisar al doctor Gunnar --dijo saliendo de su estupor. No tardo ni cinco segundos en aparecer. Joseph parecia haberse vuelto a dormir y no sabia si eso era buena o mala senal; agarre su mano nuevamente, pero no habia mostrado mas actividad. --Senor Levi --dijo en voz alta mientras con una linterna encendida apuntaba al ojo de Joseph que mantenia abierto con su otra mano. Movio la linterna varias veces, la apago y la encendio sobre su ojo derecho--. Senor Levi --repitio haciendo la misma maniobra en su ojo izquierdo. Marcos y yo lo mirabamos sin respirar. Intentaba valorar la expresion de su cara, pero su seriedad no me resultaba especialmente tranquilizadora. >>Senor Levi --insistio aun mas alto tocando su cara--, ?me oye, senor Levi? --Otro leve movimiento fue su respuesta, y tanto Marcos como yo soltamos a la vez todo el aire que teniamos dentro. Intento abrir los ojos y un gesto de dolor aparecio en su cara al intentar mover la cabeza. >>Senor Levi --siguio hablando en voz alta el doctor Gunnar--, por favor, no intente hablar. Con un gesto digame, ?sabe donde se encuentra? --Un tenso silencio lleno el cubiculo y cuando me di cuenta yo estaba moviendo los labios dictandole la respuesta. >>?Sabe donde esta, senor Levi?, ?esta en su casa? --Tardo unos segundos, pero su cabeza se movio levemente hacia los lados, a la vez que yo negaba tambien con la mia. >>?Esta en un hospital? --siguio preguntando. Volvi a contener la respiracion, pero esta vez no tardo tanto en responder y asintio a la par que yo. >>?Hay alguien con usted? --Mis dientes se clavaron en mi labio tan pronto oi la pregunta que el doctor Gunnar le hizo mirando hacia mi. Asintio al instante, y yo di semejante suspiro que por un momento temi haber dejado sin aire el resto del cubiculo. >>?Sabe quien es?, ?se llama Ana? --Nego al instante con la cabeza--. ?Carmen? --Volvio a negar, y yo lo miraba empezando a cabrearme. <>, pense bufando para mis adentros. >>?Se llama Julia? --Mi corazon volvio a dejar de latir al oir esa pregunta. Vi como sus labios se intentaban curvar en un amago de sonrisa cuando asentia. Marcos me abrazo y, en silencio, rompi a llorar de alegria. >>Dentro de un par de horas lo valorare de nuevo --hablo el doctor Gunnar al ver que Joseph parecia haberse vuelto a dormir--. De momento, todo parecer ir bien, pero tengo que hacerle una exploracion neurologica mas completa. Lo que vamos a hacer ahora es empezar a dejar que respire por si mismo pese a mantenerlo conectado al respirador. Si lo consigue, y no se presenta ningun problema, lo extubaremos. Marcos aprovecho ese parentesis para sacarme a rastras del cubiculo y hacerme cenar un poco. Me habia olvidado de ellos, pero seguian ahi, dando vueltas alrededor los unos de los otros. Se abalanzaron a nuestro alrededor y hubo mas de una lagrima de emocion cuando Marcos les relato el leve despertar de Joseph; mientras yo tragaba dos bocados, aprisa y de mala gana, todos quisieron seguir esperando para ver si las noticias seguian siendo buenas. Aun no habian pasado las dos horas cuando el buen doctor aparecio de nuevo. Joseph seguia tranquilo y, en apariencia, dormido. --Senor Levi, ?me oye? --volvio a preguntar sentandose en su cama y tocandole la cara--. Venga, senor Levi, ya ha dormido suficiente --hablo repitiendo la maniobra de apuntar con una linterna encendida a los ojos de Joseph. Parpadeo molesto e hizo el ademan de girar la cabeza, pero paro con un claro gesto de dolor. >>?Le duele la cabeza? --pregunto el doctor sin tener necesidad de elevar tanto el tono de voz. Joseph asintio. >>Eso es normal, no se preocupe; para eso estan los analgesicos. Pero ahora vamos a ver si es capaz de respirar por si solo --le indico y, auscultandolo, nos mando salir con un gesto. La que no pude respirar hasta que nos dejaron entrar de nuevo fui yo y, cuando entramos y lo vimos sin el tubo que antes salia de su garganta, tanto Marcos como yo contuvimos la respiracion hasta que vimos que su pecho se movia con total normalidad, aunque tuviera la ayuda de unas gafas nasales. Aun no sabia como estaria todo lo demas, sin embargo, tenia la sensacion de que habiamos dado un paso de gigante. Me acerque y, tras un permiso mudo del doctor, pude besar sus labios, entreabiertos, y me supo a gloria. Consiguio abrir los ojos, unos segundos y su boca se movio. Grandes lagrimones comenzaron a rodar por mi cara al darme cuenta de que intentaba pronunciar mi nombre. --ulia..., ulia... --no conseguia decirlo bien, pero a mi me daba igual. --Estoy aqui, mi nino, estoy aqui, a tu lado, como te prometi, te quiero, mi nino, te quiero. --Me costaba trabajo hablar con tanto sollozo y tenia que parar para respirar cada dos segundos. Sus grandes y espesas pestanas se movieron lentas, intentando abrir los ojos. --ulia... --repitio en un murmullo ronco. --Estoy aqui, mi nino, estoy aqui --repeti, lo volvi a besar y, con suavidad, me abrace a el para que pudiera sentirme--. Joseph, mi amor, estoy aqui, contigo, siempre contigo. --Me habia olvidado de la presencia de Marcos y del doctor, y un leve carraspeo por parte de Marcos me lo recordo. --?Donde esta? --volvio a preguntar el doctor Gunnar tras guardar un prudente silencio. --Hos.... ital --balbuceo con dificultad. --?Quien esta aqui con usted? --ulia... Saltaba de alegria al oirlo. Parecia mentira que una palabra mal dicha pudiera traer tanta felicidad. --?Recuerda lo que le paso?, ?le duele algo? --volvio a preguntar. Hizo ademan de asentir, pero paro con un gesto de dolor. --Ca... eza --volvio a balbucear. --No se preocupe, es normal. Ahora le pondran algo para el dolor; descanse, todo va bien. --Y, dirigiendose a nosotros en un tono mas bajo, continuo--. Antes de salir de guardia volvere a valorarlo. Si hay alguna novedad avisen, pero parece que, afortunadamente, todo sigue su curso. --Pero --hable bajito-- no habla bien. --Ah, eso no me preocupa --anadio relajado volviendo a limpiar sus gafas--. Es mas por la confusion que provocan los sedantes que por otra cosa. Las pupilas son normorreactivas, esta orientado, reconoce..., en resumen, parece que todo va bien, pero aun no esta en condiciones de un examen neurologico mas exhaustivo. Dejemos que descanse esta noche y manana, tan pronto como se despierte, me avisan, y lo examinare con mas detenimiento. Un agotado Marcos se fue, una para descansar y otra para que los demas tambien se fueran con el para casa. Hasta el dia siguiente esperabamos no tener ninguna novedad y empezabamos a albergar mas esperanzas de que, al final, todo iba a salir bien. Capitulo 2 Por fin nos quedamos a solas. Tenia pensado decirle tantas cosas, queria decirle tantas cosas y, sin embargo, era incapaz de pronunciar una sola palabra. Me limite a apretarle la mano en nuestro codigo secreto: dos apretones, pausa, tres apretones mas. Mi sonrisa estuvo a punto de partirme la cara en dos cuando note, aunque debilmente, su respuesta: dos leves apretones, pausa y tres debiles apretones mas. Lo mire y en la penumbra pude ver como el, pese a tener los ojos cerrados, tambien sonreia. Respire hondo y llena de felicidad me dormi. Dormimos toda la noche y cuando desperte tenia la mano entumecida de estar tanto tiempo en la misma posicion; ni durmiendo nuestras manos se habian soltado. Me levante despacio y me desperece. De repente, me di cuenta de que el mundo seguia alli y que volvia a ponerse en marcha, pero un leve gemido me hizo volver rapidamente a su lado. Esa vez consiguio abrir sus hermosos ojos y pude volver a verlos despues de tantos dias de sufrimiento. Clavo su mirada en mi como si me quisiera envolver en ella. Yo, para variar, empece a llorar. --Hoo... la, mi ni... na. --Tenia la voz algo ronca y aun le costaba hablar, pero note como ya habia mejorado. --Hola, mi nino --conteste a la vez que sorbia los mocos--, te quiero. --Y yo..., graaciass or estar aqui --balbuceo. --Ya sabes que, por ti, lo que haga falta y mas. --Reia y lloraba a la vez mientras lo besaba suavemente; entreabrio los labios y dejo escapar un ronco gemido. Sintiendolo mucho, tuve que parar ese ansiado momento para avisar al medico, que lo examino con calma. Le hizo contar varias series de numeros, le pregunto donde estaba, que mes era, como se llamaba, como me llamaba yo, le volvio a mirar las pupilas, seguir su dedo con la mirada, apretar las manos, hacer fuerza con brazos y piernas, pruebas de fuerza, de reflejos, de coordinacion... Cuando al fin se dio por satisfecho, me dolia todo el cuerpo de lo tensa que habia estado contemplando su examen. --Francamente, tengo que decir que estoy gratamente sorprendido por su rapida recuperacion --empezo a hablar tras volver a limpiar sus gafas y sentarse en un extremo de la cama--. Esta un poco bajo en cuanto a tono muscular, pero es normal, se recuperara en cuanto empiece a moverse. --Le duele mucho la cabeza y aun le cuesta hablar --apunte preocupada. --Eso tambien es normal --contesto serio--, incluso se puede quedar con dolores de cabeza de manera permanente. Pero, dada su capacidad de recuperacion, me inclino a pensar que iran desapareciendo paulatinamente, al igual que la dificultad para pronunciar ciertos sonidos. Se quedo en silencio mirandolo un rato. Joseph apenas se habia movido, y yo sabia que se encontraba incomodo con tanto toqueteo. --? Fueedo ir a caasa? --hablo ronco. --Bueno, de momento, eso tendra que esperar --respondio mirandolo con una sonrisa--. Vamos a empezar por valorar la tolerancia a la alimentacion y a comenzar su movilizacion. --? Dusha ? --le interrumpio. --Hoy es domingo --comenzo a hablar el doctor Gunnar tras meditar unos segundos--. Si no se presenta ninguna complicacion, manana le retiraremos el vendaje y, si no se marea, podra darse una ducha rapida sentado e incluso empezar a ir al bano, pero, de momento, nada mas. Lo que podemos hacer es esta tarde subirlo a una habitacion individual para que este mas comodo y comenzaremos por darle liquidos para que pueda empezar a beber. --?Cuantos diaas? --insistio echandose la mano a la garganta en un claro gesto de dolor. --Veremos como va todo hasta el viernes y entonces podremos hablar de dejarlo ir para casa bajo ciertas condiciones. Pero no se apure. --Se levanto y se situo frente a el--. Senor Levi --hablo con voz solemne--, aunque no lo crea, ha tenido usted mucha suerte. Si no hubiera girado la cabeza en el momento del disparo, la bala le habria atravesado el cerebro de un lado a otro y le aseguro que ahora no estariamos aqui hablando. Con ese giro, usted consiguio que la bala entrara tangencialmente en su cabeza y que penetrara solamente un centimetro en el interior de su cerebro, minimizando los posibles danos. Creo que es algo que algun dia lo deberian celebrar. --Se me encogio el corazon al pensar lo que pudo haber sido y, afortunadamente, no fue. Por mas que lo intente, no pude evitar que los ojos se me llenaran de lagrimas. Note como su mano buscaba la mia y me la apreto suavemente mientras yo tragaba saliva intentando no llorar. >>Voy a mandar que le traigan algo de agua, que se la tomara, al principio, con un espesante para evitar atragantamientos y broncoaspiraciones, y empezaremos a sentarle. Si todo va bien, hoy a la tarde lo subiran para una habitacion que el doctor Figueroa ya le tiene reservada. A partir de manana, vamos a empezar a dejar esa herida al aire, ?de acuerdo? --comento tras levantar el pequeno vendaje y contemplar la herida de Joseph. Con gesto serio, hizo un leve gesto de asentimiento, quizas pensando en lo que podria haber pasado. Murmuro algo en voz baja, pero ni el doctor ni yo lo entendimos. --? Fara ir al bano? --lo tuvo que repetir y se sintio tan incomodo que hasta hablo mas rapido. --De momento no le hace falta. Vamos a esperar a que empiece a beber y, si no surgen problemas, antes de subirlo a su habitacion le retiraran la sonda y manana podra empezar a ir al bano, siempre y cuando no se maree. Bueno... --Suspiro cansado--. Me voy a casa. Vendre manana de nuevo y he dado orden de que me llamen en caso de ser necesario, que no creo --se apresuro a vaticinar. Tan pronto se fue el doctor le di un fuerte beso para celebrar tan buenas noticias. Levanto su mano y me acaricio la cara; cerre los ojos y suspire de satisfaccion, ni yo misma era consciente de que lo necesitaba tanto hasta que paso lo que paso. --Tee quiieero, lo sabees, ?verdad? --hablo lento y con dificultad, pero a mi me parecieron las palabras mas maravillosas que habia oido en mi vida. --Yo mas, tambien lo sabes, ?verdad? --Aun con los ojos llenos de lagrimas lo bese como hacia tiempo que no podia hacerlo. Mis labios rozaron los suyos y la punta de mi lengua los acaricio con suavidad. Cerro los ojos por unos instantes y un suspiro de satisfaccion salio de su garganta. Cuando los abrio y me miro me quede sin respiracion ante la intensidad de su mirada. En ese momento, entro una enfermera con su primer alimento en muchos dias, un hermoso vaso de agua gelificada. --Para que no se atragante --le explico la enfermera al ver su cara --. Si le sienta bien, al mediodia le daremos un yogur --hablo como quien dice que le iba a traer un delicioso manjar. --?Tienes hambre? --pregunte mirando su <> desayuno. --No --contesto cansado. --Pues vas a tener que comer, has adelgazado --comente. --Tu taambieen. --Y, tras tragar sin problema tres buenas cucharadas de esa gelatina de agua, se quedo dormido.

  • El color de las buganvillas de Maria De Piano

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    Aventura, crueldad, magia y traicion se entrelazan en una historia de amor que trasciende el tiempo y las fronteras. La historia inicia en Espana en los tiempos de la conquista con un naufragio en las costas cubanas y culmina en la Cuba fidelista de los tiempos presentes.
    El jurado que premio novela, galardonada con el premio Foro Taller Sagitario de Novela Corta 2017, destaca que “su trama resulta interesante ya que nace en el Siglo XV, tiene presencia en el XVIII culminando en pleno siglo XXI. Vemos que el fenomeno migratorio, la busqueda de identidad y sus implicaciones genealogicas ha estado siempre con nosotros. Bien escrita y documentada, de ritmo agil. Sensual y con descripciones vivas y adecuadas. Sorprende el nivel cultural de la obra, de estructura ambiciosa evidenciada en sus saltos temporales y de escenarios.”
    “Maria Laura De Piano nos ha recordado, en sus interesantes y absorbentes paginas; que vivir es ser eslabon en una secuencia de realidades, y que aunque solemos desconocerlas, de alguna forma nos estan tocando” – Beatriz Valdes.

  • Aventuras de un detective privado especial de Manuel Aldavero

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  • 29 balas y una nota de amor de Alfonso Egea

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    En 29 balas y una nota de amor, Alfonso Egea relata el crimen que ocurrio en el seno de la Guardia Urbana y que acabo con el encarcelamiento de Rosa Peral y Albert Lopez, detenidos como sospechosos del homicidio de Pedro Rodriguez, miembro tambien del cuerpo y pareja de Rosa Peral. Egea, periodista especializado en investigacion y sucesos de Espejo Publico, realiza en este libro una reconstruccion pormenorizada de la investigacion basada en todo tipo de fuentes y documentos, que aportaron las diferentes partes del caso.

  • El ano perfecto (Manhattan Beach 2) de Raquel Villaamil

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    Si tras leer “Manhattan Beach” ardes en deseos de seguir las aventuras romanticas de Miriam Sanabria en Hollywood, estas de enhorabuena. La segunda parte de la trilogia tiene mas emocion y tension que nunca. Te identificaras tanto con la protagonista de “El ano perfecto” que te sentiras como en un viaje a California.

  • La tentacion del perdon de Donna Leon

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    Mientras se enfrenta a un problema de posibles filtraciones dentro de la Questura, Brunetti recibe por sorpresa a una amiga de Paola, su mujer, muy preocupada por la extrana actitud de su hijo adolescente. Cuando a medianoche el marido de la amiga aparece inconsciente y con graves danos cerebrales a los pies de un puente de Venecia, Brunetti empieza a pensar que el caso tiene que ver con el comportamiento de su hijo. Pero el camino hacia la verdad, como sabe por experiencia Brunetti, no suele ser una linea recta: un registro minucioso del despacho de Gasparini revela una cantidad inusual de cupones de descuento propiedad de una tia anciana, lo que termina revelando una estafa dirigida al sistema sanitario veneciano.
    En la nueva entrega de Brunetti, el famoso comisario investigara sobre una mujer dividida entre el deber a su familia, el deber a la sociedad, las consecuencias imprevistas de las malas decisiones y la tentacion de perdonar un crimen que nace del corazon.

  • La camara verde de Martine Desjardins

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    Todas las casas tienen sus pequenos secretos, pero algunas los protegen con mas ahinco que otras. Durante anos, los enganos y vilezas de la familia Delorme han sido celosamente custodiados por las robustas paredes de su hogar, una mansion gotica situada en Mont-Royal, a las afueras de Montreal. Tras sus sesenta y siete cerraduras, el edificio ha ocultado las historias mas perturbadoras de sus habitantes. Sin embargo, todas ellas saldran a la luz con la irrupcion de la intrigante y hermosa Penny Sterling. Con su llegada se desvelaran los pecados de los Delorme, incluyendo los cometidos en la habitacion abovedada conocida como <>, donde se esconde el espeluznante cuerpo de una mujer momificada que sujeta entre los dientes un ladrillo con una moneda de plata. Una obra maestra del gotico canadiense, deudora del mejor Robertson Davies, y que bien podrian haber firmado Shirley Jackson o Margaret Atwood. Una de las mas divertidas y mordaces sagas familiares de los ultimos anos, galardonada con el premio Jacques-Brossard.

  • La Sombra. Wendy Darling 3 de Colleen Oakes

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    Wendy Darling descansara una vez mas en los brazos del encantador Peter Pan, el dios-nino que desea poder sobre todas las cosas.
    Esta vez, sin embargo, Wendy no arde con pasion, sino con un secreto: con Hook como su aliado, ella esta ahi
    para vencer el mal que yace dentro de Peter,el mal que sostiene a todos los de nunca jamas rehenes: La Sombra.
    Wendy debera vencer sigilosamente a Peter desde el interior de su corazon; al mismo tiempo, convencer a Campanita de traicionar el amor retorcido que los une.
    Todos en Nunca Jamas se preparan para la guerra. Wendy hara todo lo posible para romper la conexion
    de Peter con La Sombra. Cuando llegue el momento, los piratas, las sirenas, los ninos perdidos y la familia
    Darling se levantaran en armas, pero si Wendy no puede invocar a La Sombra, todos seran destruidos por el alma oscura de Peter. La guerra ha llegado al paraiso, y Nunca Jamas ya no sera el mismo.

  • Diamantes y mentiras de Tracy Wolff

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    Cuando dos examantes trabajan juntos, !saltan las chispas!

  • Se busca duende a tiempo parcial (Hostal Dreamers 2) de Lighling Tucker

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    Para Kya las ultimas navidades fueron un desastre, por poco muere a manos de su amante Tom en el Hostal Dreamers. Pues este ano no parece mejor, su exmarido ha hecho publico su divorcio a los medios y las camaras la siguen a donde quiera que vaya.

  • La desaparicion de Edith Hind de Susie Steiner

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    <>.
    VAL MCDERMID

  • Un amigo seductor, Alina Covalschi de Alina Covalschi

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    Celia se mueve entre lo que es correcto y lo que su corazon le dicta. Un tutor que ha intentado llevarla por el buen camino y un amigo o mas bien un hermano, son todo lo que tiene en la vida.

  • Mariposa de Yusra Mardini

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    La increible e inspiradora historia de una joven extraordinaria.

  • Pecados Del Alma de May Dior

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    Nada mas estar lista agarro las llaves del coche y me dirijo a la direccion que Scott me habia enviado parando unos segundo ante el amplio espejo que adornaba la enorme entrada de mi querido apartamento, uno en el que no paso ni la mitad del tiempo que en realidad deseo. Me atuse el cabello ya que no me apetecia recogermelo como tantas otras veces. Una vez mas me habian llamado a mi. No me creo que no haya mas detectives en la comisaria aparte de mi. He visto las ojeras que adornan mis ojos por no descansar las horas necesarias y mi mente vuela a ese sueno en el que me encontraba cuando mi dichoso movil comenzo a sonar. Lo unico que conseguia recordar del sueno eran esas fastidiosas palabras <>. Nunca puedo reconocerlos al principio, es algo a lo que ya estoy acostumbrada, demasiados anos viviendo con ello, pero nada mas despertar se que tengo un nuevo caso y estoy segura de que la victima sera una mujer. Siempre sucede igual, un sueno inquietante y en menos de dos horas ya hay un caso que ocupa todo mi tiempo. Aparco el coche al llegar a la escena del crimen, no me ha costado nada llegar, unos minutos, las calles a esas horas son como mis suenos. Escenarios vacios de cualquier sentimiento o emocion, al igual que mis fantasmas. La zona ya estaba acordonada, y en un primer vistazo puedo ver a Suarez con unos muchachos, lo mas seguro es que sean los pobres idiotas que se han encontrado con la victima. Desde donde estoy se les notaba bastante afectados, posiblemente la victima en si es el escenario mas dantesco con el que se habran encontrado en su corta vida. No deben de tener mas de unos diecisiete o dieciocho anos, no van muy arreglados y uno de ellos, el mas alto, esta agarrando un monopatin en la mano derecha. Es rubio con rastras, el otro es un poco mas bajo y lleva el pelo corto. La imagen tipica de los chicos de su edad, vamos, sin nada a destacar. Camisetas grandes, pantalones caidos ensenando la ropa interior y deportivas demasiado llamativas. Al pasar por su lado, nada mas mirarlos me doy cuenta de que van fumados hasta decir basta. <>, pienso. Mis ojos recorren el escenario, lleno de policias uniformados perdidos sin saber bien lo que tienen que hacer, en definitiva, una panda de inutiles. Noto un escalofrio en mi nuca y busco algun otro indicio que me senale su presencia. La niebla se aposenta en el suelo frio y humedo y alli junto a uno de esos policias esta mi victima, el fantasma que me esta rondando. Es un joven e imberbe muchacho que no lleva mas de un mes en el cuerpo, puedo vislumbrar una sombra difusa y confundida sin ser consciente de lo que le estaba sucediendo. Ella no tiene la culpa de lo que le ha sucedido, simplemente estaba en el sitio equivocado en el momento menos oportuno y ello la llevo a perder la vida a manos de un monstruo. No esos a los que todos tememos cuando somos unos ninos inocentes que creen tanto en las cosas buenas como en las malas. No, mas bien un monstruo de carne y hueso, un desequilibrado mental que esa misma manana se habia levantado con el convencimiento de que ese era su momento, el dia en el que sabria lo que es acabar con una vida inocente, viendo como sus ojos exhalan su ultimo brillo. Me acerco a ellos esperando poder ver el rostro de la muchacha. --Buenas dias, Scott. ?Estos son los que han encontrado a la victima? --Una pregunta un poco estupida, pero que le puedo hacer, nunca he tenido mucho de que hablar con este muchacho. --Buenos dias, detective Young --Ya esta. Se puso colorado como un tomate. Siempre igual, nada mas mirarme, boom--. Si, estos son los chicos. Segun ellos, pasaban por aqui para atajar de camino a casa, cosa que no suelen hacer a menudo, y nada mas verla nos han llamado. Afirman que no han tocado nada. La verdad es que se han llevado un buen susto. --Vale, sigue con lo que estabas. Esto, ?sabes si ya ha llegado el forense? --Pues la verdad, no estoy seguro. Comienza a ponerse nervioso, como si no estuviera seguro de hacer las cosas bien, y se queda callado esperando a que le diga como ha de proceder, si no espabila no le veo mucho futuro en el cuerpo. --Tranquilo, ahora me enterare --Alzo la mano para despedirme --. Sigue con lo tuyo, Scott, ya me las apano--. Intenta que no se te olvide nada por preguntar, y coge sus telefonos y direcciones por si los volvemos a necesitar. --Sin problema, detective Young. Me dirijo directamente hacia las bandas de proteccion del escenario del crimen y alli esta Ari, agachada delante del cadaver. En el momento en que mi mirada se dirige al cuerpo un escalofrio me recorre la espina dorsal. Tengo una mala sensacion, estoy completamente convencida de que tiene que ver con mi sueno, lo que no me extrana para nada ya que de esa manera he llegado a mi puesto. Todo en esta escena me parece grotesco. En medio del callejon hay una mesa dispuesta con un mantel a cuadros, de esos que salen en las peliculas italianas para una cena. La victima esta reclinada sobre algo. Al acercarme me doy cuenta de que es un plato, la mesa esta preparada. Cena para dos. Han cuidado hasta el minimo detalle. Esta perfectamente preparada para una velada romantica. El entorno del cadaver parece estar bastante despejado y limpio, hecho a proposito, ya que esta en medio de un callejon. Quitando lo macabro de la preparacion, la victima no va vestida para una cita, lleva una tunica de un morado palido que parece de seda, y debajo no lleva nada mas. No hay nada en el suelo de la calle, como si se hubiera barrido. A unos metros hay unas tablas apoyadas en la pared, da la sensacion de que se han colocado con premeditacion. Las paredes del callejon parecen muy limpias, el escenario ha sido preparado a conciencia, de eso ya no me cabe ninguna duda. Me vuelvo para dirigir mi vista nuevamente al cadaver. No me puedo creer que alguien pueda hacer algo asi. Por mucho tiempo que pase, las nauseas y el asco nunca se acaban cuando te encuentras frente a casos como este. En la academia dicen que con los anos te endureces, que con el paso del tiempo no te afectara tanto. Pues yo debo de ser un bicho raro, pues a mi me sigue afectando tanto o mas que el primer cadaver. Noto que alguien pone su mano sobre mi hombro. Es una mano femenina, asi que me relajo enseguida, pues se que es Ari. --Ella, ya llegaste. Has tardado lo tuyo, ?te pillo el caso un poco liada? Me giro a mirarla con una media sonrisa en el rostro. Ya se por que camino me quiere llevar. Me levanto y sonrio. --No Ari, aqui la unica pervertida ninfomana eres tu. --Que bien me conoces --Se rie--. Y si, me han estropeado uno de los mejores polvos de mi vida, chica. Como siempre que esta delante de la escena de un crimen, lleva el pelo en un recogido alto, pantalones vaqueros negros y una blusa blanca con un escote que no deja nada a la imaginacion, algo muy tipico en ella, junto con sus inseparables botas de tacon, lo cual es una sena identificativa de Ari. Siempre le ha encantado ser mas alta que un hombre, cosa que nunca he entendido. Su rostro, como siempre fresco y juvenil, lo lleva maquillado, pero no en exceso, ya que sus ojos no necesitan nada de eso. Su madre era coreana y, aunque yo no la llegue a conocer, ella saco sus ojos y su fisico. Cuando eramos pequenas me enseno fotos de su madre y, la verdad, siempre han sido como dos gotas de agua. Perdio a su madre siendo muy pequena, por lo que ella y su padre se mudaron al bloque de edificios donde yo vivia con mi familia. Siempre ha sido una persona muy feliz y madura para su edad. Su padre trabajaba mucho, y ella pasaba mucho tiempo con nosotras. Tuvimos mucha suerte, pues, aunque viviamos en un buen barrio, no faltaron las bandas que venian reclutando chicos y chicas. Aun asi, a nosotras nunca nos falto de nada y pudimos evitar meternos en lios. Cuando mi madre me falto ella fue mi mayor apoyo junto con mi tia y mi abuela. Ellas son mi familia, ella es mi hermana. --Todos los tios que te tiras siempre son el mejor polvo de tu vida. --Le guino un ojo, riendome complice. --Ya no te puedo sorprender, detective, no tengo secretos para ti --Ari me guina el ojo, correspondiendo a mi guino y rompe a reir. Por el rabillo del ojo veo una sombra acercarseme y me giro lentamente hacia mi derecha. --Bueno, bueno, ya llego la super detective Young. ?Quien te ha llamado? Este caso es mio. --Me ha llamado Scott. --Maldito novato, ?quien cojones se cree este que es? Le va a caer una buena. --Me parece que el agente Scott se ha dado cuenta de que este caso podria quedarte grande, Johnny. --Para ti sargento Parker, bonita. --Ay, perdon sargento Parker, me parecio que seria mas apropiado llamarlo Johnny, ya que tengo entendido que es como le gusta que le llamen. En ese momento la cara de Parker empieza a hincharse y a cambiar de colores hasta acabar con un tono morado. Aguantarme las ganas de explotar de la risa se me hace bastante dificil, ya que noto como Ari no se puede aguantar y arranca a reir a carcajadas. --!Tu! tetona, deja ya de reirte --Este empieza a elevar el tono de voz, y en ese momento la mirada de Ariadna empieza a expedir fuego. --Ya quisieras tu poder tocar a estas dos --Ari se agarra los pechos para reafirmar lo que acaba de decir ante la atonita mirada del sargento, a mi ya no me sorprende con sus salidas fuera de tono --. ?Que pasa, que esas a las que les pagas para tener algo de carino en tu vida no las tienen asi? Lo primero que tendrias que hacer es ducharte y vestirte con un poco mas de gusto y elegancia para poder presumir de tener a un pedazo de tia como yo a tu lado. En ese momento me levanto interponiendome entre estos dos. Yo lo he iniciado y me corresponde pararlo ya que no seria justo que Ari se lleve una amonestacion por culpa del incompetente de Parker. --A ver, chicos, vamos a calmarnos --Miro a Ari, pidiendole paciencia con los ojos--. Sargento, ve a ver si Scott necesita ayuda con las declaraciones de los chicos, controla que no se le olvide nada. Y mas vale que no le menciones al chico nada de lo sucedido aqui, sabes que me enterare. Y si intentas tomar represalias contra el muchacho, yo puedo tomarlas contra ti, ya que, como es evidente, este caso es de los mios. Tu, Ari, cuentame todo lo que sepas sobre la victima. --Ya te he dicho, Young, que este caso es mio. Yo llegue antes. --No, sargento, este caso es mio. Si tienes algun problema, ya sabes lo que tienes que hacer. Llama al capitan, he estado hablando con el antes de llegar asi que no lo despertaras. Esta en la comisaria desde hace un buen rato. Este caso es claramente un asesinato ritualista, basandonos en la apariencia que da a primera vista, y no creo equivocarme al decirte que no tiene nada que ver con bandas callejeras ni con narcos, que son tu especialidad. Asi que, sin lugar a duda, el caso es mio. --No me dejas otra que ponerte una queja, Young. Cada vez esta mas cabreado e hinchado, parece que el boton de la chaqueta de vestir le va a explotar. --Otra mas para la coleccion --Mi risa no tiene ni pizca de diversion en ella, es mas bien puro sarcasmo--. Venga, ponla, a ver si hago pleno esta semana. Ya solo me quedan dos para llegar a las siete. Intento imprimir un tono de burla a mi voz y me sale bastante bien. Aun asi, se nota que me esta cabreando a base de bien y que va a acabar con la mandibula rota. No va a servir de nada ese maldito curso al que me veo obligada a ir, y encima el capitan me la va a liar. Cuento hasta diez y me giro en direccion a Ari que, al mirarme, se da cuenta de que como me diga una sola cosa mas, la mas minima, este tio va a acabar muy mal esta noche. --?Que me puedes decir de la victima? --Le pregunto cambiando asi de tema, ignorandolo sin importarme lo mas minimo su presencia !a lo mejor si que funciona eso de contar hasta diez! Unas semanas atras le habria partido la mandibula de un solo golpe. --Lo primero y principal, es que aun no sabemos quien es. No han aparecido ni bolso ni ningun tipo de efecto personal que pueda identificarla. Ya hemos recogido las huellas, y antes de que llegues a la comisaria estaran alli para ti. No la han matado aqui, es evidente, tal y como se aprecia no hay sangre ni evidencia alguna de lo contrario. Esta muy palida y aun asi no estoy segura ya que podria ser por muchas causas, pero creo que la han desangrado, aunque hay algo mas. ?Ves estas abrasiones alrededor de la boca? --Me senala con un boligrafo el entorno de los labios. --Si ?Crees que la obligaron a ingerir algo que la mato? --No tengo ni idea de que decirte por ahora. La verdad, se me hace extrano que este todo asi, preparado. El escenario esta muy logrado, no veo evidencias de que se defendiera. No estoy muy segura, aunque si, sospecho que ha muerto por ingestion de alguna o algunas sustancias raras, aunque eso te lo verifico cuando le abra el estomago --La veo levantar la cabeza de la victima del plato. No puedo evitar la cara de asco, aunque en este no haya nada--. ?Ves este simbolo del infinito grabado en la frente? --Si. ?Sabes que significan esas palabras que hay dentro del simbolo del infinito? --La verdad, no, pero el alfabeto parece hebreo o de alguna lengua muerta --Cada vez se hace mas evidente. --?Ya han hecho las fotos al escenario? --Si, y ya les dije que las manden a tu mesa --En ese momento empieza a sonar mi movil--. Aun asi, cuando movamos el cadaver podrian aparecer nuevas pistas. Seguiremos haciendo fotos de este, y tambien del escenario. --Gracias, Ari. Dime mas en cuanto tengas algo. Mandame un mensaje. --Si, claro. ?Ya te vas a ir a casa? --No, me ire a la comisaria, a ver si averiguo algo mas de la victima. --Vuelve a sonar el movil, y esta vez lo cojo a la vez que le hago un gesto con la mano a Ari de despedida y de disculpa. --?Si? --Young, vente para la comisaria de inmediato, tenemos que hablar. --Capitan Walker, ahora me dirija hacia alli. ?Ha pasado algo? ?Mi familia esta bien? --No me ha gustado el tono del capitan, y la verdad es que hacia mas de tres dias que no llamaba a casa. Despues del mal presentimiento de hace un rato me temia lo peor. --Tu familia esta bien. Por cierto, tu tia me ha invitado a cenar el miercoles por la noche. ?Vas a ir? --Mi tia todavia no me ha llamado, pero por lo visto no tardara. Mi tia, desde que mi madre falto, se hizo cargo de todo, sobre todo de mi. Siempre ha contado con la ayuda y el consejo del capitan. --Entonces esta claro, no me puedes fallar el miercoles. No se te ocurra dejarme solo con ellas, ya sabes que solo les falta cogerme de los mofletes, sobre todo a tu abuela. Por cierto, ?como llevas la terapia de control de la ira? --Esta semana me toca ir el jueves, capitan, pero no hace falta que me controle todas las semanas. Le prometi que no faltaria a ninguna de las citas para la terapia y no lo hare. Y tranquilo, que el miercoles no lo dejare solo ante el peligro. Nada mas colgar el movil mis pensamientos se van con mi familia. Noto que ya empieza a funcionar la dichosa terapia, aunque como dijo la psicologa, no va a ser facil ni lo lograremos en poco tiempo, aunque tengo a gente que me apoya y me ayuda, entre ellos mi familia y el capitan. No puedo evitar reirme, mi familia es un caso perdido y, al parecer, mi abuela se ha propuesto casar a mi tia con el capitan con la excusa de que ella no estara mucho mas tiempo con nosotras. Una vez me he asegurado de que todo esta controlado en la escena del crimen y de que Ari se queda hasta el levantamiento del cadaver para que todo salga bien y no se contamine ninguna posible prueba, me dirijo hasta mi coche y me pongo en camino hacia la comisaria. Durante todo el trayecto no puedo dejar de preguntarme que habra pasado para que el capitan pareciera tan preocupado. Me quede mucho mas tranquila al saber que a mi familia no le habia pasado nada, aunque el dichoso presentimiento no hay manera de que desaparezca. No se si tiene que ver con el maldito sueno que no logro recordar. Si junto el sueno con el presentimiento y la preocupacion del capitan, estoy segura de que todo esta ligado, que en algun momento algo ante mis ojos me mostrara lo que se me escapa y podre poner fin a este malestar o por el contrario todo se desatara para empeorar. Algo me dice que no voy muy desencaminada y que este caso me va a dar mas de un dolor de cabeza. ?A que viene el simbolo del infinito en la frente de ella? ?Y las letras que hay dentro de este? ?Por que esa puesta en escena del cadaver? Todavia no he empezado y este caso ya me esta descuadrando entero. Al llegar a la comisaria aparco, salgo del coche y encamino mis pasos hacia mi despacho para dejar mis cosas con la mente llena de preguntas. No se adonde llevara todo esto, pero lo voy a averiguar. Mi conciencia y lo que soy no me permiten dejar que la pobre muchacha que en este momento debe de estar de camino a la morgue vague por el plano consciente sin la oportunidad de su merecido descanso y eso es algo que no sucedera hasta que atrape a ese maldito cabron. Al llegar a mi despacho, un pequeno cubiculo apartado del resto, noto que el frio me envuelve y aunque no se muestre ante mi soy consciente de que el alma de la victima ha abandonado la compania de Scott para venirse conmigo. Un intenso dolor de cabeza se abre camino consecuencia de mi inesperada acompanante, la cual no es consciente de que me lo esta provocando. Mis recuerdos vuelan a esa primera vez en la que fui consciente de que yo no era como el resto de los ninos. Aquella manana me levante de la cama muerta de sueno y con ese intenso dolor martilleando mi cabeza. Tan solo contaba con siete anitos y frente a mi se encontraba una de mis companeras de clase. Estaba triste y me miraba con los ojos llenos de unas lagrimas que no se derramaban porque ya no era posible. Su precioso vestido, el que el dia anterior trajo muy contenta a clase porque su madre se lo habia regalado por su cumpleanos, estaba rasgado por sus pequenos hombros y en la falda lucia una enorme mancha de un color escarlata intenso. Intente preguntarle que habia pasado, que era lo que la trajo a mi casa tan temprano ya que era sabado y no habia clases, pero ella no me contestaba y yo me asuste, un nudo se instalo en mi estomago y en ese momento mi madre abrio la puerta, su rostro me decia que estaba triste y que algo malo habia sucedido. Me sento en la cama explicandome lo que pasaba y las lagrimas comenzaron a caer por mis mejillas. La madre de Elena habia llamado explicando que algo habia sucedido pero mi madre no encontraba las palabras adecuadas ?como le explicas a una nina que una de sus amiguitas de la escuela ha sido asesinada? --Eso no puede ser mama --le dije sin poder retener las lagrimas, algo me decia que mi madre no me mentia-- no ves que esta ahi, justo frente a nosotras. Mi madre me miro comprendiendo lo que sucedia, nunca supe porque se asusto ya que ella tambien podia verla y eso solo constataba que no podia ser verdad lo que ella me estaba contando, pero poco rato despues fue mi abuela quien entro en la habitacion explicandome lo que me sucedia y que era algo que nadie mas que nosotras podiamos saber ya que si se sabia no podriamos vivir tranquilas nunca mas.

  • La debilidad de Alec (Hermanos MacLeod 2) de Jane Mackenna

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    No se exactamente cuanto tiempo ha trascurrido desde mi llegada a Dunvegan. No siento tristeza ni melancolia porque eche de menos a mi antiguo clan, jamas me senti parte de el. Aquellas tierras parecian estar malditas, todo era frio y oscuro, sin vida. Muy distinto de las de los MacLeod. Si Ian creia que enviandome lejos conseguiria olvidar el infierno que me hicieron pasar su padre y su hermano, estaba muy equivocado. No hay noche que no tenga pesadillas en las que revivo una y otra vez aquella tortura; despierto llorando, temblando y gritando. Soy incluso capaz de percibir el dolor que senti cuando me arrebataron la inocencia, el asco que me embargo, e incluso puedo volver a olerlos en mi cuerpo. Nadie viene a socorrerme en medio de la noche. Solo Ian parecia comprenderme por completo, pues fue obligado a ver mi humillacion. Lucho con unas y dientes para liberarse de sus captores y ayudarme, mas no pudo hacerlo. El cree que lo culpo, que lo desprecio, sin embargo, no es asi. Puede que haya dejado de amarlo, porque ese dia no solo perdi mi inocencia, tambien me arrebataron la capacidad de sentir. Ya no soy capaz de querer a nadie, ni siquiera soporto estar rodeada de mucha gente. Los MacLeod han sido generosos y pacientes conmigo, sobre todo, mi senora. En Rosslyn veo mucho de Ian, quien me conto que nunca estuvieron muy unidos por culpa de su padre y de su hermano mayor, ellos intentaron hacer de el otro demonio, sin conseguirlo. No obstante, en el proceso perdio una hermana y muchos anos sin estar al lado de su madre. Solo yo se cuanto le dolia el distanciamiento con ambas. Todas las mujeres MacLeod han intentado ayudarme, tratandome casi como a una igual, cuando no soy mas que una simple criada que practicamente ha sido desterrada de su clan. Mas no consigo sentirme tranquila con casi nadie a mi alrededor. Soporto a mi senora, a Glenda, a la madre de Ian, quien es una santa por no odiarme despues de todo, su hijo mato a su primogenito por mi culpa y fui la ramera de su esposo, aun recuerdo como si fuera ayer la ternura con la que me cuido despues del ataque. *** Mis ojos estan abiertos, pero no soy capaz de ver nada. Escucho como Ian solloza a mi lado y me pide perdon una y otra vez mientras hace un esfuerzo por no tocarme, pues la primera vez que lo ha intentado he gritado, a pesar de que ya no me quedan mas fuerzas para hacerlo. --Buscare ayuda --dice mientras se levanta, aun estando tan malherido como yo--. !Madre! --grita con fiereza y cierro los ojos, rezando para no volver a abrirlos jamas--. !Madre! -- vuelve a insistir. No se el tiempo que trascurre hasta que escucho un grito ahogado que me hace levantar los parpados, hinchados de nuevo, y veo ante mi a la esposa del laird MacKinnion que me mira horrorizada. --?Que te han hecho, criatura? --pregunta, rompiendo a llorar mientras se agacha a mi lado --. ?Quien ha sido el animal que te ha dejado en este estado? --Tu esposo y tu hijo son los responsables --escupe con furia Ian, quien no se ha marchado en ningun momento--. Tienes que salvarla --implora--. Se que no he sido el mejor hijo, pero, por favor, madre... --Detente, Ian --le pide ahora, observandolo con ternura--. Claro que la ayudare, y tu y yo hablaremos largo y tendido despues. Centra de nuevo su atencion en mi, su mirada de compasion es como una punalada en mi corazon. --Ian va a tener que cogerte en brazos --me explica--. Necesitas una buena cama. Tranquila, voy a curarte. --Lo siento --balbuceo, pues noto que mis labios no me pertenecen y el sabor de mi propia sangre me hace tener ganas de vomitar--. Lo siento, mi senora, yo no queria... --!Calla, nina! --ordena espantada--. No vuelvas jamas a pedir perdon por lo sucedido esta noche. Guardo silencio al comprender que esta buena mujer no me culpa por lo ocurrido, y dejo que Ian me tome en sus brazos, a pesar de que me causa tal sensacion de repugnancia que cierro con fuerza mis ojos y mis labios para evitar vomitar; me tenso por el dolor y las ganas de salir corriendo si pudiera. --Te prometo que mi padre y Bruce pagaran por lo que te han hecho --susurra sin mirarme, pues es muy consciente de que no soporto su tacto, ese que antano era capaz de estremecerme--. Los matare. Hay tal fiereza en su voz y su rostro que se me hiela la sangre, se que esta hablando en serio y, a pesar de lo que me han hecho, no podria soportar que se ensuciara las manos con la sangre de su propio padre y hermano. Sin embargo, ahora mismo no me encuentro con fuerzas para discutir, solo quiero dormir y que al despertar todo esto haya sido una terrible pesadilla. No tengo claro en que alcoba me encuentro, pero cuando mi cuerpo mancillado es dejado sobre un colchon de plumas, se con seguridad que no estoy en la habitacion que comparto con dos muchachas mas. --Sigo pensando que no es apropiado que este en tu alcoba, Ian --escucho como su madre discute con el mientras ordena a alguien que le traiga agua y panos. --Me importa bien poco si es lo correcto o no, madre --espeta--. Ayudela. --Deja que te cure a ti tambien --dice ansiosa--. Estas lleno de sangre... --Ahora me limpiare --contesta, restandole importancia--. No permitas que nadie se acerque a ella. *** Aquella noche, ambos sellamos nuestro destino. Ahora Ian es el laird de los MacKinnion, despues de que Cameron MacLeod matara a su padre y el mismo asesinara a su hermano por lo que me hizo. No importo las veces que le rogue que no lo hiciera, ahora ambos demonios deben estar quemandose en las llamas del infierno, pero, aun asi, logran atormentarme. --Siempre que te encuentro estas parada y perdida en tus pensamientos, muchacha --la voz potente de Alec, el pequeno de los MacLeod, me sobresalta y, como ya es costumbre, mi corazon comienza a latir con rapidez--. ?Acaso tu senora no necesita ayuda? --pregunta, adentrandose en la cocina en la cual estoy sola en esos momentos. --Ahora mismo esta con mi laird y el pequeno --tartamudeo, mirando a mi alrededor para encontrar una forma de escapar. --!Deja de hacer eso! --exclama, alzando la voz, y siento que en cualquier momento voy a desmayarme--. No pienso saltar sobre ti --grune mas bajo--. No es que tengas gran cosa que apreciar. --?Puedo ayudarle en algo, mi senor? --pregunto, intentando aparentar una valentia que estoy muy lejos de sentir, ni siquiera soy capaz de levantar la cabeza. --Si --asiente mientras entra contoneandose Gladys, mi peor pesadilla en Dunvegan--. Que trabajes. Estoy harto de verte deambular sin hacer nada. Cuando soy capaz de mirarle, Gladys esta pegada a el recorriendo su cuello, a la vez que me observa muy ufana. Alec lo hace como si me odiara y no comprendo el motivo. No le he hecho absolutamente nada, siempre he procurado mantenerme alejada de su camino, porque, desde la primera vez que le vi, me di cuenta de que era el mas explosivo de los hermanos. --Si, mi senor --asiento avergonzada ante la escena que trascurre frente a mi. --Y no vuelvas a llamar la atencion para que venga alguien a interrumpirnos, estupida -- espeta Gladys. Alec, sin decir mas, la coge entre sus brazos y se pierden en el pequeno cuarto donde guardamos las provisiones. No tardo en escuchar gemidos y gritos. No lo soporto y salgo con rapidez hacia las escaleras buscando algo en lo que pueda ocupar mi tiempo mientras mi senora no me da trabajo. He llegado a pensar que lo hacen a proposito, trabajo mucho menos que cualquier criada del castillo, lo que no me hace muy querida entre ellas, algo a lo que ya estoy acostumbrada. ?Que hay de malo en mi? Soy huerfana de nacimiento, nunca supe quien era mi padre, y mi madre murio al darme a luz. Asi que me criaron las propias sirvientas de los MacKinnion hasta que fui lo bastante mayor como para empezar a trabajar. Rezo para encontrarme con alguna de las senoras, pero es demasiado temprano y el unico con el que me cruzo es Evan, que sale silbando de sus aposentos. Al verme, me mira cenudo, y pregunta con delicadeza... --?Ocurre algo, Moira? --Niego con la cabeza, porque siempre me cuesta encontrar la voz para dirigirme a los hombres, aunque sepa que no van a hacerme nada--. ?Alguien te ha molestado? --Por supuesto que no --me apresuro a responder, no quiero problemas de nuevo con Alec --. Solo queria saber si mi senora necesitaba algo... ?Tal vez su esposa? --insisto esperanzada. --Glenda todavia esta en la cama --dice con orgullo--. Puedes preguntar por si le apetece un bano. Se marcha dejandome frente a la puerta. Suspiro, llamo con delicadeza y no entro hasta recibir respuesta. --Buenos dias, mi senora --saludo--. ?Necesita algo? --Buenos dias, Moira --exclama feliz--. Lo cierto es que si Rosslyn no te tiene ocupada, me gustaria darme un bano. --Por supuesto --respondo enseguida, aunque se me revuelve el estomago al pensar que debo volver a la cocina, y seguramente Alec y Gladys aun no habran acabado. --?Sucede algo? --pregunta, incorporandose en la cama y dejandome ver que esta completamente desnuda. ?Es que en este castillo no pueden parar de encamarse? --No, mi senora --me apremio a decir--. Enseguida le preparo su bano. Me apresuro a llegar a la cocina e intentar no pensar en lo que esta ocurriendo a pocos pasos de distancia. Comienzo a llenar cubos de agua para calentarlos, y casi choco con un pecho desnudo y sudoroso. Alzo los ojos asustada y, como temia, es Alec, que ni se molesta en ocultar que ha estado haciendo. Detesto a Gladys, ?como puede dejarse hacer lo mismo una y otra vez? No podria soportarlo. --Asi me gusta, que trabajes --se burla y se marcha silbando muy alegre. ?Como no?, si ha obtenido lo que deseaba... Continuo con mi trabajo, subo varios cubos por las escaleras con esfuerzo, y de nuevo vuelvo a asustarme cuando unas manos aparecen por detras para quitarme peso de las manos. --Te he dicho que trabajes, no que te deslomes --grune--. ?Son para Rosslyn? --pregunta sin mirarme. --No --respondo, al fin, cuando soy capaz de recuperarme de la sorpresa--. Para Glenda. Asiente y los deja en la puerta, sin entrar. Cuando se marcha, lo hace sin dirigirme una sola mirada. ?Por que me ha seguido? ?Por que me ayuda si esta claro que le molesta mi presencia en el castillo? Son tantas preguntas para las que no tengo respuesta... Cuando entro en la habitacion, la tina ya esta dispuesta. Puede que las demas chicas no me tengan mucho aprecio, pero saben cumplir ordenes. Comienzo a llenarla con agua caliente y preparo todo lo necesario para un buen bano. --Gracias, Moira --agradece Glenda mientras se sumerge con un suspiro en el agua--. Quedate un poco conmigo --me pide con su acostumbrada alegria. No puedo negarme asi que me siento y la escucho parlotear... CAPITULO I Alec MacLeod <>. No puedo parar de pensar en ella, aunque este poseyendo a Gladys. Sus gemidos en mi oido no hacen nada para acallar mi mente. Soy incapaz de olvidar la mirada de terror que me ha dirigido en la cocina, ni la de asco al darse cuenta de lo que ibamos a hacer mi amante y yo. ?Por que demonios le repugno? Nunca le pondria las manos encima, mucho menos sin su consentimiento, y siempre me observa como si estuviera esperando que me abalanzara sobre ella igual que un animal. --Alec --repite Gladys una y otra vez, solo quiero que se calle. Cierro los ojos y sigo penetrandola con fuerza, gruno cuando el placer estalla y me dejo ir encontrando el alivio momentaneo que buscaba. Me retiro y alejo con rapidez de ella, hoy no estoy para estupidas caricias. Desde que regrese a Dunvegan, Gladys se ha vuelto bastante posesiva, y creo que esta haciendose demasiadas ilusiones, tarde o temprano tendre que romper nuestro acuerdo. --?Que ocurre? --pregunta con voz jadeante--. Alec... --Tengo cosas que hacer, Gladys --la interrumpo--. Vuelve al trabajo. Salgo con rapidez, incluso sin haber acabado de vestirme, y algo menudo golpea contra mi; contengo un grunido al darme cuenta de quien se trata. Reconoceria su olor en cualquier parte. <>, pienso, intentando contener mi lengua. No soporto su cara de decepcion, no comprendo por que me mira asi. Desde que la vi por primera vez en tierra de los MacKinnion, supe que me traeria problemas. Ojala, Ian no nos hubiera pedido que dejaramos a Bruce con vida para poder matarlo el, pues yo hubiera cumplido el cometido con gusto. Contemplo su rostro mientras intento alejarla con palabras bruscas. De las heridas ya no queda nada, solo una pequena cicatriz sobre una de sus cejas. Un recordatorio constante de lo que debio sufrir a manos de esos bastardos. Me marcho para alejarme y no comportarme como un miserable con ella. Es tan inocente que no comprende mi forma de actuar, ni yo mismo me entiendo a veces. Pero no puedo mantenerme alejado por mucho tiempo, me he dado cuenta de que esta llenando cubos de agua, lo cual significa que alguna de mis cunadas quiere darse un bano. Como suponia, la encuentro subiendo cuatro; es tan pequena, tan delgada que me sorprende que pueda con ellos. No logro evitar correr para cogerlos yo y que no se haga dano. De nuevo, consigo asustarla y eso me enfurece de nuevo. Una vez cumplido mi cometido, me marcho para una buena sesion de entrenamiento, asi, tal vez, deje de una vez de pensar en ella. Odio los sentimientos que despierta en mi porque no los comprendo. Nunca he sentido por una mujer algo que no fuera deseo, mas Moira es diferente. Hace que ansie protegerla al verla tan destrozada, quisiera que no me mirara como si fuera a danarla, y eso es lo que hace que me enfade y la trate mal. Luego, cuando mi maldito genio se calma, me siento un imbecil y me gustaria poder disculparme, pero se que acercarme a ella es imposible. Dejo de pensar cuando veo a Evan aguardando con cara de pocos amigos, espero que no me de un sermon por llegar tarde, porque no tengo la paciencia necesaria para soportarlo. --Al fin apareces --refunfuna mi hermano Evan--. ?Que demonios estabas haciendo? No respondo y cojo una espada, pretendo descargar toda mi ira y frustracion con mi hermano, y espero que este preparado. --?Donde esta Cam? --pregunto mientras me preparo para atacar. --Sabes que desde que nacio Owen es dificil que aparezca temprano --responde sin quitarme los ojos de encima. --Es el laird --siseo tras hacer mi primer movimiento que esquiva con facilidad. --Cuando seas padre, lo comprenderas --se burla mientras me devuelve la estocada. --?Quien te ha dicho que quiera serlo? --espeto a la vez que esquivo por los pelos su espada. --Al paso que vas, no me extranaria que tuvieras algun bastardo --grune cuando le golpeo. Maldigo ante la posibilidad y dejo de hablar para concentrarme por completo en la pelea. No se cuanto tiempo estamos entrenando, me duelen todos los musculos y el sudor empapa mi cuerpo, solo nos detenemos ante la llegada de nuestro hermano mayor. --?Quereis mataros? --pregunta de brazos cruzados, mirandonos con el ceno fruncido. --Estamos haciendo lo que te corresponde desde hace horas, Cameron --respondo, intentando recuperar el aliento. --?Tienes algo que decirme, Alec? --interroga con aparente tranquilidad, aunque se que esconde un caracter parecido al mio, solo que el ha aprendido a controlarse. Esta preguntandome si cuestiono su liderazgo para con el clan, y no es asi, jamas pondria en duda su valia o su derecho al titulo. Nos retamos con la mirada durante unos instantes, pero soy el primero en apartarla. --Nada --escupo--. No tengo nada que decir. Me alejo de ellos para ir al lago que no se encuentra muy lejos de aqui y lavarme. En esta epoca del ano, el agua esta helada, mas no me importa, estoy mas que acostumbrado. Al llegar, me desnudo sin preocuparme por quien pueda verme, no muchos suelen venir aqui y menos en invierno. Me sumerjo y comienzo a nadar durante un rato, necesito estar agotado para no pensar en el futuro. ?Que me espera a mi? Cameron es el laird del clan, tiene una esposa y un hijo al que adora. Evan tiene a Glenda, y no creo que tarden mucho en aumentar la familia, y yo...

  • Desatame de Noe Casado

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    Sin trabajo, sin casa, sin amante… La vida de Carla es un autentico desastre, y para rematar la faena se ve envuelta en un turbio asunto en el que Aidan, un policia con aires de don perfecto al que detesta, interviene para defenderla. Lo que el chico de oro ignora cuando se presta a ayudarla a salir del bache, es que ella es una mujer de armas tomar…Desatame, la nueva y esperada novela de Noe Casado. Erotismo, pasion y emocion, te dejara sin aliento.

  • Cita con Rama de Arthur C. Clarke

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    La llegada al Sistema Solar, hacia el ano 2130, del monstruoso Rama, esa masa de cuarenta kilometros de longitud, plantea a los cientificos de la Tierra una serie de enigmas a estudiar y resolver. ?Se trata de un astro con luz propia?

  • El deseo del millonario (Los Sinclair 7) de J. S. Scott

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    Mi vida se habia convertido en una mentira y no lo soportaba. Bueno, quiza se salvaba una cosa. Liam Sullivan. Mi jefe era el unico aspecto positivo de mi traslado temporal a la Costa Este. Me gustaba Amesport, una preciosa poblacion costera, aunque sabia que mi estancia en el lugar tenia fecha limite. La gente era amable y no me importaba servir mesas y echar una mano en el resto de tareas del pequeno restaurante donde trabajaba. Pero es que odiaba las mentiras. Hacia menos de un ano que me habia mudado de California a Maine obligada por las circunstancias. Y ahora estaba preparada para dejar atras las falsedades y volver a ser yo misma. Solo habia un problema y ese engano era el que mas me dolia. Liam Sullivan. Mi jefe, dueno del Sullivan's Steak and Seafood, era un dios alto y rubio, amen del protagonista de mis suenos mas humedos desde el dia en que nos conocimos. Por desgracia, las fantasias que ocupaban mi mente rozaban el mismo nivel de lujuria desbocada que el primer dia. Lance un suspiro y me recline en la silla de Liam. Era una pena que no estuviera en el pequeno despacho del restaurante para hacerme compania. Era temprano y faltaban varias horas para abrir las puertas a los clientes. Aun seguiamos el horario de temporada baja, que manteniamos hasta la primavera, por lo que era logico que Liam Sullivan todavia no hubiera llegado al local. --Esto esta a punto de acabar --susurre entre dientes, antes de tomar un sorbo de cafe. Habia llenado la cafetera hasta arriba, pero ya estaba a punto de acabarla--. Dentro de nada volvere a California. Tenia que concentrarme en el regreso a casa. En los ultimos meses, era lo unico que me habia ayudado a mantener la cordura. Me habia visto obligada a seguir con las mentiras, incluso despues de que Liam hubiera admitido que me deseaba, varios meses antes. Y la invencion de mi identidad me corroia por dentro. ?Que otra cosa podia hacer? No podia contarle la verdad. En mi vida real no tenia novio. El chico que Liam habia visto, y que habia dado por supuesto que se trataba de mi pareja, era en realidad mi hermano Noah, que habia llegado a la Costa Este gracias al multimillonario Evan Sinclair. Evan, que tenia su residencia en Amesport, era amigo de mi hermano y habia accedido a echarme una mano para huir de California cuando tuve que irme de mi casa. Le estaba muy agradecida, pero me arrepentia de haber tenido que ocultar mi identidad. Liam conocia a una Brooke que nunca habia existido. Siempre que podia intentaba no mentirle, pero no habia podido confesarle que el hombre que habia venido a verme desde California era, en realidad, mi hermano. Liam me habia ofrecido un puesto de trabajo sin saber gran cosa de mi. Evan le habia pedido que me contratara y Liam habia aceptado al ver mis referencias. Mi hermano y Evan no tardaron en llegar a un acuerdo. Pasar desapercibida. No revelar a nadie mi identidad real. Y no convertirme en el centro de atencion. No podia romper las promesas que le habia hecho a las personas que mas me habian ayudado cuando necesitaba desesperadamente huir de California. Me habian impuesto esas reglas para mantenerme a salvo. Tome otro sorbo de cafe. Era la ultima taza, asi que mas me convenia empezar a preparar otra cafetera, porque iba a necesitarla. Bostece a pesar de la gran dosis de cafeina que habia ingerido e intente concentrarme en los numeros del restaurante. Tal vez Liam era un hombre de negocios excelente en general, pero aborrecia todo lo que oliera a contabilidad e impuestos. A mi, sin embargo, se me daban bien los numeros, por eso habia asumido esa tarea desde hacia unos meses. El hecho de que me hubiera presentado tan temprano en el restaurante no tenia nada que ver con mi carga de trabajo y si con el hecho de que debia volver a California. Aun no le habia contado a Liam que tenia pensado marcharme, algo que no me dejaba dormir de noche. Y como no habia podido conciliar el sueno, al final habia tomado la decision de ir al local a hacer numeros. Francamente, era una tarea que no corria ninguna prisa. Lo llevaba todo al dia y solo me faltaba actualizar la informacion del mes en curso. Pero tenia que hacer algo para estar ocupada y no volverme loca. <>, pense. Desde que Liam habia admitido que se sentia atraido sexualmente por mi, y tras mi posterior confesion de que el sentimiento era mutuo, ambos habiamos mantenido una actitud algo distante. La conversacion no habia terminado de la mejor forma posible. Si, lo veia casi a diario, pero nos limitabamos a hablar de temas triviales cuando estaba de buen humor, y de cuestiones relacionadas con el restaurante. Por lo demas, no habiamos vuelto a mencionar el asunto. El estaba convencido de que yo tenia novio, y como Liam era como era, dio un paso atras al considerar que habia hablado mas de la cuenta. A decir verdad, me pillo algo desprevenida que creyera que podia atraerme alguien como mi hermano, pero no me quedo mas remedio que seguirle la corriente. Si lo hubiera negado, tal vez habria empezado a hacerme mas preguntas, y habia cosas que no podia contar... hasta ese momento. Sin embargo, como la crisis ya habia acabado y yo estaba a punto de volver a casa, poco importaba ya que averiguara la verdad. Aun asi no pensaba contarselo todo. Quiza no le hiciera mucha gracia que tuviera novio, pero menos gracia le haria aun que le hubiera mentido. Al final, la mejor solucion posible era irme. Preferia que pensara que habia pasado por un momento de debilidad a confesarle que mi vida en Amesport se sustentaba en una mentira. En lo que respectaba a Liam, yo habia cumplido mi parte con creces. No era asunto suyo por que habia tomado la decision de pasar casi un ano en la Costa Este cuando tenia mi hogar en California. Sabia que Evan Sinclair no le habia contado gran cosa a Liam. Segun el amigo multimillonario de mi hermano, lo unico que le habia dicho era que yo necesitaba un empleo y alejarme de la Costa Oeste por una temporada. Liam habia aceptado contratarme antes incluso de que llegara a Maine, lo que me permitio entregarme en cuerpo y alma al trabajo en cuanto aterrice. Por desgracia, ese trabajo incluia a un jefe guapisimo, un hombre para el que yo nunca dejaria de ser mas que una empleada. Si, vale, habia tenido un momento de debilidad en casi un ano. El dia en que se sincero y me dijo que me encontraba muy atractiva. Pero desde entonces no habia vuelto a mencionar el tema y yo estaba convencida de que se arrepentia de haberme confesado un sentimiento tan intimo. <>, pense. Y lo cierto era que a Liam Sullivan no le importaria demasiado adonde fuera o que hiciera siempre que lo avisara con el tiempo necesario. Nunca habia sido una de esas mujeres que fantaseaba con hombres que estaban fuera de su alcance. Yo salia con chicos seguros, que encajaban en mi mundo pragmatico. A menudo pensaba que los numeros se me daban tan bien debido a mi falta de imaginacion. La contabilidad era algo concreto. No habia zonas grises. Los numeros cuadraban o no cuadraban. Tuve que hacer un autentico esfuerzo para dejar de pensar en Liam y concentrarme en las cifras del ultimo mes. Cuando levante la vista al cabo de un rato, me di cuenta de que habian pasado varias horas sin enterarme. Me levante y me estire para desentumecer los musculos. Habia estado horas sentada en la misma postura y me dolia todo el cuerpo. --?Que diablos haces aqui tan temprano? Me sobresalte al oir aquella voz masculina enfadada, y me volvi hacia el atractivo baritono que me habia pillado in fraganti. Liam. Deje caer los brazos sin fuerza y el corazon empezo a latirme desbocado, como solia ocurrir cuando veia a mi jefe. Mi cuerpo tenia una especie de sensor especial para aquel hombre, un mecanismo que se activaba como un relampago en cuanto el se acercaba a mi. Dios, que guapo era... Aunque iba vestido con unos pantalones gastados y una camiseta de los Patriots, rezumaba una seguridad y una serena confianza en si mismo que la mayoria de los mortales tardaban toda una vida en reunir. Me estremeci. --Nada. Bueno, no estaba haciendo nada ahora. He acabado de enviarle toda la informacion a tu contable. Los libros estan al dia. No parecia muy satisfecho con la explicacion, pero aquella solia ser su expresion habitual. --?A que hora has llegado? Me aparte del escritorio. --Temprano --balbucee. --?Que significa <>? No queria confesar que habia llegado antes del alba. Por algun motivo, parecia creer que dedicaba demasiadas horas al restaurante, y no digo que no tuviera razon. Pero trabajar me ayudaba a mantener la cordura. --?Acaso importa? --respondi a la defensiva--. Solo hago mi trabajo. Me acerque hasta el y tuve que inclinar la cabeza ligeramente hacia atras para mirarlo a la cara. Yo era de estatura media, pero Liam era tan alto que me hacia sentir chiquita. De repente la habitacion habia empequenecido y la temperatura habia subido un par de grados. Intente pasar de largo para salir del despacho, pero me detuvo facilmente agarrandome del antebrazo. --A mi si que me importa, Brooke. No eres la duena del restaurante y no quiero que le dediques tantas horas como yo. La verdad, no me apetecia nada tener esa conversacion. Si me habia entregado en cuerpo y alma al trabajo, era por un motivo. Aparte de para ayudar a Liam, que me habia hecho un favor enorme al contratarme. Queria devolverle lo que habia hecho por mi. Me sentia torturada y atormentada, asi que le solte lo primero que me paso por la cabeza. --Lo dejo. Te aviso con dos semanas de antelacion. Me zafe de su fuerte mano y sali del despacho. El unico escondite posible era el bano. Cerre la puerta, puse el pestillo y me apoye en la superficie de madera mientras intentaba aplacar el latido desbocado de mi corazon. Ahora solo tenia que sobrevivir a dos semanas infernales antes de averiguar como iba a olvidar al unico chico capaz de hacerme perder la cabeza.

  • Cowboy de Jorge Borges

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    Ariadna acababa de mudarse.
    No iba a durar ni 2 dias.
    ?Una mocosa de ciudad en este pueblo?
    Imposible.

  • La cordura del idiota de Marto Pariente

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    Toni Trinidad es un atipico policia de pueblo. Un tipo solitario e imperturbable, pero que se desmaya si ve una sola gota de sangre, sobre todo si es suya.
    Sin embargo, su tranquila existencia esta a punto de cambiar: su puesto de trabajo pende de un hilo y por si esto fuera poco, su hermana Vega --una de las pocas personas que le importan en este mundo-- ha contraido una deuda que no puede pagar con un cruel narcotraficante de la zona que se hace llamar el Colmenero.
    Toni Trinidad comprobara que no es facil mantener el tipo rodeado de narcos, policias, sicarios y politicos corruptos, sobre todo, cuando las circunstancias te obligan, una y otra vez, a verte rodeado de sangre y de violentos crimenes.
    Ambientada en lo mas profundo de la campina de Guadalajara, en un lugar en mitad de ninguna parte camino de los pantanos y con un elenco de personajes al mas puro estilo Fargo, Marto Pariente narra, a ritmo de guion cinematografico, una cronica sobre la soledad, la corrupcion urbanistica, los traumas infantiles y el amor incondicional entre hermanos.

  • Ebano (Enfrentados 2) de Mercedes Ron

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    Amar nunca fue tan peTheme Settingsligroso como en <>, la nueva saga de Mercedes Ron.

  • Descubri lo que de verdad importa (Serendipity 6) de Moruena Estringana

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  • Urian de Adrian Blake

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    Mi nombre es Urian… aunque no siempre me he llamado asi. Por mi trabajo de fotografo de moda vivo rodeado de mujeres increibles, pero ninguna logra captar mi atencion… porque solo me importa ella. Olivia es la duena de mis pensamientos… aunque lo nuestro sea imposible. Soy un angel caido, condenado a vagar por el mundo sin encontrar el amor por no seguir unas reglas que me parecian ridiculas. Pero ahora algo ha cambiado. hay algo en Olivia que me hace tener esperanzas, y quizas… solo quizas, aun haya salvacion para un alma atormentada como la mia.

  • Driven. Cegados por la pasion de K. Bromberg

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    Que ocurre cuando la persona menos esperada se convierte en tu razon de ser?

  • Martina mezclada, no enredada. (Martina sin alcohol 2) de Olga Salar

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    Martina Vega esta de vuelta. Su vida ha cambiado y ya no esta agitada, ni revuelta, sino mezclada, no enredada. El amor es lo que tiene, nos transforma sin que nos demos cuenta. ?Pero que quereis que os diga que no sepais todos ya? Las mezclas, a veces, ofrecen los mejores sabores. ?Quieres averiguar que tipo de coctel sera este? ?Dulce? ?Amargo o quizas picante?
    En Martina mezclada, no revuelta, tienes la respuesta.

  • En Barcelona o en Dublin (Volumen Independiente) de Luz Guillen

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    Desembucha --exigio Merche al ver aparecer a Daniela por la puerta. Habia llegado unos minutos antes, se habia colado en su despacho y la aguardaba sentada sobre la mesa mirando hacia la entrada. --?Que? --pregunto sobresaltada su amiga. Lo ultimo que esperaba ese lunes era que su companera estuviera en modo cotilla. --!Oh, venga, Dani, ya sabes a lo que me refiero! Ella se acerco quitandose la correa del bolso por encima de la cabeza, paso por su lado y lo colgo del perchero junto a la ventana. Con parsimonia, se deshizo de la chaqueta, que tambien colgo, antes de volver sobre sus pasos y encararla. --Merche, no seas chafardera. La curiosidad mato al gato --dijo guinandole un ojo. --Vale, pues que me mate. !Muerta de curiosidad ya estoy! Dani se rio con ganas. Merche era unica: simpatica, zalamera y entrometida, ademas de guapisima. --De acuerdo --concedio--, siempre y cuando tu tambien me pongas al dia. --Vale. ?Sobre que? --Para empezar... No, mejor sera que lo dejemos para la comida. Ahora tengo un monton de trabajo. Dentro de dos dias hay una auditoria y no querras que no la pasemos, ?verdad? --?Me vas a dejar asi? --pregunto Merche haciendo un gracioso puchero--. Dime, al menos, si hubo reconciliacion o no. --?Tu que crees? --replico Dani poniendo los ojos en blanco. Merche se puso en pie de un salto, cayendo sobre sus tacones. La miro con picardia levantando varias veces las cejas y contesto: --?Que?, ?hubo? No me has llamado en todo el fin de semana, no has estado disponible... Si, yo juraria que si. Cogio su bolso de encima de la mesa y, dirigiendose a la puerta, anadio: --Al mediodia me pones al corriente de todo. --Y, de paso, tu me cuentas que tal te fue con el hermano de Bruno. Merche se giro de golpe, seria. No contesto, pero lanzo un beso al aire, como solia hacer, antes de salir de la habitacion. Recorrio el pasillo que la separaba de su lugar de trabajo fingiendo una seguridad que no sentia. Desde la noche del viernes, todo su mundo se habia desbaratado. Cuando Ruben la habia mirado con esos intensos ojos verdes que la naturaleza le habia dado, se habia deshecho por dentro. Nunca habia experimentado algo parecido. Otros hombres, muchos de ellos muy atractivos, la habian devorado con la mirada. Algunas veces habia sucumbido, aunque muchas menos de las que se obstinaba en hacer creer, pero ninguno le habia llegado al alma como lo habia hecho Ruben con una simple ojeada. Entro en su cubiculo dispuesta a sumergirse en el trabajo, pero el recuerdo de aquellos ojos verdes no se lo facilito. Cada poco se descubria ensimismada pensando en aquel moreno que la habia fascinado con su voz, su conversacion, sus miradas, su presencia... A las dos de la tarde, Dani fue a recogerla. Merche estaba metiendo el brazo derecho por la ligera chaqueta de punto azul que completaba su atuendo: tejanos desgastados, camiseta blanca y sandalias de tacon. Sonrio a su amiga, cogio su bolso y se unio a ella. Juntas salieron de las instalaciones de la empresa de seguros en la que trabajaban camino del bar mas cercano. Durante el corto trayecto hablaron de temas laborales. Habia un problema con un asegurado que Dani no sabia como solucionar, y Merche era la mas indicada para resolver sus dudas. Pero, en cuanto se sentaron a la mesa, mientras esperaban que la camarera fuera a atenderlas, las preguntas cambiaron de tercio. --?Que tal con Bruno, Dani? --pregunto Merche con cierta preocupacion que intento disimular con una sonrisilla. --!Perfecto! --contesto ella. La felicidad se le escapaba por los poros. --Ya, pero... --El tambien esta enamorado de mi. ?Te lo puedes creer? --No lo entiendo. Entonces ?por que se alejo de ti? --Porque pensaba que yo no sentia lo mismo por el. --Daniela bajo la mirada a la mesa desnuda y suspiro antes de continuar--: Lo cierto es que en aquel momento yo no sabia que lo queria. Le estaba haciendo dano sin saberlo y no lo soporto por mas tiempo. --!Pobre chico! Menudo infierno para los dos por culpa de tu testarudez. Se veia a la legua que Bruno era importante para ti. --Si, supongo. Pero yo estaba ciega y sorda. No queria escuchar a mi corazon y por poco lo pierdo irremediablemente. --Bueno, no te entristezcas. Al fin estais juntos, os habeis dicho lo que sentis el uno por el otro y.... porque se lo has dicho, ?no? --Si --afirmo Dani en tono cansino--. Se lo he dicho y... se lo he demostrado. --Sin querer, se ruborizo--. Me he pasado casi todo el fin de semana demostrandoselo. --?<>? --pregunto su amiga inclinandose sobre la mesa para acercarse mas a ella--. ?Por que <>? --El domingo tuvo que trabajar --se lamento Dani. La camarera llego en ese momento. Ambas pidieron una ensalada: Dani, una Cesar, y Merche, de queso de cabra y nueces. Las regarian con agua porque al cabo de una hora debian estar de regreso en el trabajo. --Asi que, ?todo bien? ?Has vuelto a subir al paraiso? Dani no contesto. Sus mejillas se colorearon de nuevo y una sonrisa complice aparecio en sus labios. --Bueno, Merche, yo ya te lo he contado. Ahora te toca a ti. ?Que dijeron las chicas? Fliparian, supongo. --Carmen echaba sapos y culebras por la boca. Esta muy enfadada contigo, que lo sepas. Maria se lo tomo mejor. Nunca les habias hablado de Bruno y les sento muy mal tu falta de confianza. Daniela se removio inquieta en la silla, se coloco el pelo tras la oreja y suspiro. --Si les habia hablado de el. --Dani, no. Sabian que te veias con algun chico, que te acostabas con el, pero nunca supieron que solo te acostabas con Bruno, ni que llevabas anos haciendolo y, desde luego, no tenian ni idea de lo que sentias por el. --Ni yo misma lo sabia --se quejo ella. Callaron al ver aparecer de nuevo a la camarera con su pedido en las manos. --Ahora os traigo el agua. Las dos asintieron en silencio y, acto seguido, atacaron sus ensaladas. Estaban deliciosas. No dejaban de mirarse sin decir una palabra. --!Esta bien! --estallo Dani finalmente--. Hablare con ellas. ?Contenta? --Si, mucho. --Bueno, pues ahora me vas a contar que paso entre el hermano de Bruno y tu. Cuando me fui, os vi muy <> el uno en el otro. --Nada. --Merche se tenso--. Hablamos y ya esta. --?Os acostasteis? --pregunto Dani con el tenedor a medio camino entre el plato y la boca. Ambas miraron a la camarera, que regresaba con una botella de agua y dos vasos. La siguieron con la vista cuando se marcho, antes de volver a lo que estaban antes de que apareciera. --?Que?, ?os acostasteis? --pregunto Dani de nuevo antes de meterse un trozo de tomate en la boca. Merche acabo de masticar. No queria hablar de Ruben, pero sabia que no tenia escapatoria. --No. Estuvimos hablando mucho rato. Es un chico muy interesante... --se quedo callada un momento, recapacitando que decir sin que se notara su interes por el-- y muy divertido tambien. --Y ?no te lo llevaste a la cama? --pregunto su amiga sorprendida. --No. --?Por que? ?No era tu tipo? --se burlo Dani antes de pinchar un trozo de lechuga. --No esta mal. Solo... que no me apetecio ?Como decirle a su amiga que se habia sentido intimidada por lo que Ruben le habia hecho sentir? ?Ella, que siempre presumia de usar y tirar a los hombres, a pesar de ser mentira? --Pues, la verdad, Merche, no lo entiendo. Pareciais muy interesados el uno en el otro. Esta para mojar pan. --<>, penso Merche--. No es tan guapo como Bruno, pero los genes estan ahi. --Si, esta bien el chico, pero... simplemente no me apetecio. Le di mi telefono, eso si. --!Bien! No esta todo perdido... --Dani rio de su propia broma. Siguieron comiendo y comentando cosas del viernes anterior, pero sin que ninguna de las dos entrara en detalles. La una porque lo vivido con Bruno era tan intenso y personal que no deseaba compartirlo con nadie. La otra porque no queria seguir hablando de Ruben..., aunque no pudiera quitarselo de la cabeza ni un momento. Estaban pagando su consumicion cuando sono el movil de Dani. Apenas se oia por culpa de los sonidos tipicos de un comedor tan concurrido como aquel, en el que los trabajadores iban a tomar un tentempie antes de volver a su trabajo, tal y como habian hecho ellas. Lo saco del bolso y la cara se le ilumino. Un WhatsApp de Bruno, que le preguntaba: ?En tu casa o en la mia? Ella contesto sin dudar: En la tuya. Tengo ganas de volver a disfrutarla. Merche puso los ojos en blanco. A partir de ese momento, su amiga iba a estar insoportablemente empalagosa con su chico. Sin saber por que, penso que era ella la que recibia los mensajes, pero que el emisario era Ruben. Sacudio la cabeza para alejar esas ideas tontas. No podia ser. Ella... Ruben... No. Simple y llanamente, no. Sin embargo, la imagen de Dani contestando a Bruno no la dejo tranquila en toda la tarde. Ni siquiera vio a Dani al salir. Seguro que aquella loca enamorada habia salido disparada hacia casa de Bruno para recuperar el tiempo perdido (y los polvos tambien). Merche lo dejo todo ordenado antes de irse. Se despidio de los companeros que se encontro a su paso y fue derecha a coger el autobus. No habia sido un dia muy productivo en lo que al trabajo se referia. Habia estado distraida y, algo raro en ella, sonadora. Se sentia fatal. No podia dar credito a lo que le pasaba. Ella no se dejaba deslumbrar por los hombres, ?no? Sin embargo, Ruben se habia instalado en su memoria desde que lo habia visto dos dias antes. Merche taconeaba con rabia en su camino a la parada del bus. Hacia anos se habia prometido que no permitiria que ningun hombre le nublara el entendimiento. Su hermana mayor habia sufrido mucho por culpa de un rastrero hijo de puta que le ponia los cuernos cada dos por tres. Belen, tan enamorada como estaba, no atendia a razones. Cuando ella o quien fuera le decia algo sobre Oscar, simplemente se hacia la sorda. Entre su hermano Lucas y ella, idearon un plan maquiavelico para desenmascarar a Oscar. Lo consiguieron, si, pero el precio que pagaron fue enorme. Belen no les hablo durante seis meses. Encontrarse al hombre que amaba enterrado entre las piernas de una de sus amigas fue devastador para ella. Lloro, se desganito, cogio una depresion... Maldito Oscar. No solo habia destrozado a su hermana, sino tambien su propia confianza en los hombres. Por eso Merche se sentia tan enfadada consigo misma. Porque no podia parar de pensar y fantasear con Ruben. Y no solo en la cama, que eso no se le iba de la cabeza, sino en cosas mas simples como pasear, comprar una tele juntos y chorradas por el estilo. <> El autobus llego lleno a reventar. A punto estuvo de dejarlo pasar y esperar al siguiente, pero la necesidad de llegar a su casa y darse un buen bano la animo a embutirse dentro de esa lata de sardinas. !Estaba tan cansada! Cansada de luchar contra algo que no conocia... Ademas, ?de que se preocupaba? Seguro que no volvia a verlo. Si, le habia dado su numero, lo cual no queria decir que el fuera a llamarla. Y, dale, vuelta a pensar en Ruben. ?Se le habia fundido el cerebro, o que? Por suerte, la tortura de viaje acabo pronto. Su casa no estaba muy lejos de la oficina y, al cabo de poco mas de quince minutos, bajaba de aquel cacharro sin haber perecido de asfixia. Lo primero que hizo al poner un pie en su casa fue quitarse los zapatos que la estaban martirizando. Presumir estaba bien, pero !como fastidiaba los pies! Se puso sus zapatillas de gatitos, dejo la chaqueta y el bolso colgados del perchero de la entrada y fue derecha a la sala a poner algo de musica: Candyman,[1] de Christina Aguilera, estaria bien. Lo siguiente fue ir al bano, tapar la banera, cubrirla de sales y abrir el grifo del agua caliente. Mientras se llenaba, se bebio un zumo de pina antes de desnudarse; luego dejo su ropa cuidadosamente doblada sobre la silla de su habitacion y volvio al bano. Cambio la temperatura del agua porque abrasaba y espero a que se templara lo suficiente.

  • La Senal de Maxime Chattam

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    El nuevo joven prodigio frances con siete millones de lectores en Francia, traducido a veinte idiomas.

  • No hay vuelta atras (del infierno) de Eduardo Arias

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    --ENTENDIDO. AHORA mismo me pongo con ello. --Y procura no cagarla esta vez. --Descuida. Jodido mamon. Colgue el telefono acordandome de la madre de aquel gilipollas y conduje todo lo rapido que pude. Estaba acostumbrado a aquel tipo de encargos y sabia que cuanto antes llegase, antes terminaba y antes cobraba. La direccion no me era desconocida. Un bareto de mala muerte en la periferia de la ciudad. La descripcion era somera pero suficiente: un tio alto, con la cabeza rapada y una cicatriz que le atravesaba toda la mejilla izquierda. No tenia perdida. Era viernes y el local estaba bastante lleno, lo cual era bueno y malo. Malo porque podia costarme localizar al tipo; bueno porque luego seria facil esfumarme sin que nadie reparase en mi. Me acerque a la barra y pedi un whisky. Tome un sorbo y mire discretamente a ambos lados. Me gire y me quede sentado de medio lado mirando al infinito. Deje que pasasen unos minutos mientras observaba de refilon a la gente que entraba y salia. Estaba valorando pedir una segunda copa cuando le vi. El tio era mas grande de lo que yo pensaba. Me acerque mirandole directamente a los ojos, de forma desafiante. Capto el mensaje y me espeto el clasico: --?Tu que miras? --?Es a mi? --No, a tu padre si te parece. --No quiero problemas. --Pues parece lo contrario. Me empujo, echandome ligeramente hacia atras. Yo no queria montar la tipica escena de pelicula del oeste, asi que me marche del bar sin responder a los insultos que me dedicaba. A la puerta del local me puse a contar mentalmente hasta diez mientras cogia la gran mojadura porque estaba lloviendo a cantaros. No habia llegado al siete cuando el calvo de la cicatriz aparecio por la puerta. Mi plan habia funcionado. --Te decia --dijo levantando la voz innecesariamente, pues eramos las dos unicas personas alli fuera-- que si buscas problemas. Estuve tentado de responderle que si, que eso era justo lo que andaba buscando y que resolviesemos aquello como hombres. Sin embargo, permaneci mudo. Me cogio por las solapas sin saber la que se le venia encima. Le pegue una patada en los genitales. Lo se, estaran pensando que esa no es manera de comportarse, que es un acto artero y ruin, que los hombres de verdad se pelean a punetazos y todo eso. Cuestion de opiniones. El caso es que le di otro par de patadas, en la boca del estomago y en la otra boca, la de los dientes. Despues lo meti en el maletero de mi coche con algo de dificultad, todo hay que decirlo, porque el tio debia andar por los cien kilos. Conduje hasta un descampado y le di la mayor paliza que le hubiesen dado nunca. Para terminar le meti tres tiros entre pecho y espalda. Una vez muerto, me afane en desmembrarlo, tal cual me habian pedido. Le separe los brazos y las piernas con la ayuda de unos afiladisimos cuchillos muy parecidos a los que usa el carnicero de su supermercado. Menudo psicopata estas hecho, estaran pensando. Podria decirles que me limito a cumplir con los encargos... pero mentiria. Mato por encargo, las palizas las doy por placer. Lo primero me reporta unos cuantiosos ingresos, digamos que es una forma de ganarse la vida como otra cualquiera. Lo segundo... en fin, ya les ire contando. El telefono comenzo a vibrar. Que oportuno. --?Si? --?Puedes hablar? --Si, dime. --Creo que sospechan algo. Tienes que andar con cuidado. --?Crees o sabes? --John me ha dicho que creen que hay alguien infiltrado, no ha salido explicitamente tu nombre, pero eres el que mas papeletas tiene. --Conforme. Procurare estar alerta. --Ya hablamos. Colgue sin despedirme. De todas maneras, mi companero estaba acostumbrado a mi brusquedad. Formaba parte de mi papel. Los polis infiltrados nunca descansamos. II La opcion numero 2 <> Dulce condena (Los Rodriguez) LA NOCHE HABIA sido larga y dura y me habia ganado unas horas de tranquilidad. O eso pensaba. Tengo telefono fijo pero como si no. Solo lo uso en contadas ocasiones y la gente que lo conoce se cuenta con los dedos de una mano. Si alguien tiene que ponerse en contacto conmigo, una de tres: o bien me llama al movil, o me deja un mensaje por Internet, o sabe donde encontrarme. La tercera opcion es la menos deseable, sin duda, pues de lo contrario mi tapadera se resentiria. Estaba cansado y me acoste sin poner el movil en modo avion. Craso error. A las tres y cuarto de la manana una llamada me saco de un sueno muy refrescante en el que salia Scarlett Johansson y... bueno, supongo que se imaginan el resto. Numero desconocido. --?Diga? --Vamos a por ti. Estas jodido. Una voz de hombre, muy grave, posiblemente de mediana edad. --?Quien es? --Procura mirar por encima de tu hombro. El dia menos pensado... !zas! Antes de que tuviese opcion a la replica colgaron. Es curioso como el cerebro humano asocia ideas, el caso es que apenas pegue ojo el resto de la noche y encima no podia de dejar de tararear internamente el Over my shoulder de Paul Carrack. Me levante con la boca seca, un regustillo amargo en el paladar y de un humor de perros. Por lo general, no solia inmutarme por las amenazas gratuitas que recibia en mi trabajo... pero mi companero me habia puesto sobre aviso y, solo unas horas despues, un desconocido me llamaba a deshora para tratar de meterme el miedo en el cuerpo. Lo paradojico es que realmente no estaba asustado, solo cabreado. No me habian dejado dormir y eso era algo que no solia sentarme muy bien. Me tome mi tiempo bajo la ducha mientras trataba de ordenar mis ideas. Pense en llamar a mi jefe para ver si ya estaba al tanto del exito de mi trabajito de anoche. Lo pense mejor y decidi esperar a vernos, era el protocolo habitual. Tras vestirme, desayunar y meter la pistola bajo la cintura, cogi el coche y conduje hasta La Fabrica. En realidad, hacia bastantes anos que no era una fabrica, pero todo el mundo se referia a ella asi y ?quien era yo para cambiarle el nombre? Entre por la puerta de atras y salude a Tony y Manny. Consulte mi Rolex de imitacion. --?No ha venido aun Tyler? --No, pero te ha dejado un sobre --dijo Tony, un mexicano mal encarado, de melena oscura y con la cara picada de viruela, y que siempre me habia recordado bastante a Danny Trejo--. En la oficina. Fui a la oficina y salude a Forrest, que estaba con la vista fija en una pantalla de ordenador donde unas chicas semidesnudas bailaban al ritmo de una musica latina que me desagradaba en grado extremo. Forrest no era hispano, aunque tambien tenia cara de malas pulgas. Bueno, en realidad alli todos la tenian y, de no ser asi, disimulabas para poder formar parte de la banda sin desentonar. --Me ha dicho Tony que Tyler ha dejado algo para mi. Levanto la vista de la pantalla, cogio un sobre de encima de la mesa y me lo paso. Despues volvio a concentrarse en las chicas despelotadas. --Gracias --dije mas por costumbre que a proposito. La buena educacion alli solia estar de mas. Abri el sobre: aparte del dinero acordado, habia una carta. La lei. Joder, se avecinaban problemas. La carta me daba dos alternativas. La primera era aceptar la sugerencia de mi jefe y hacer como --mas adelante volvere a este punto-- aparentemente habia hecho el: mandarlo todo al carajo, desaparecer, huir y comenzar de cero en cualquier otra ciudad de cualquier otro pais y evitar meterme en jaleos. Evidentemente, como se pueden imaginar, escogi la opcion dos. Sali de La Fabrica sin despedirme de nadie. Tampoco me hacia falta: yo era, a todos los efectos, el numero dos de la organizacion. Tres largos anos como agente encubierto me habian permitido ir subiendo en el escalafon y alli, en ausencia de Tyler, se hacia basicamente lo que yo queria. Tampoco es que fuese el mas popular del lugar, pero lo de jugar a dos bandas, o incluso a tres (pero eso ahora mismo no viene al caso), suele traer aparejadas estas cosas. Puede que no me respetasen en el sentido estricto de la palabra, pero me tenian un miedo atroz porque sabian de lo que era capaz. Lo que me planteaba una inquietante duda: si mi jefe se habia marchado por piernas, ?por que narices alli estaban todos tan tranquilos? Algo olia muy mal pero aun no sabia a que me enfrentaba. Me dirigi a la direccion que me habia pasado hacia meses mi companero, ?o habia sido mi otro jefe? Bueno, es igual, el caso es que aparque a unos cien metros de la casa. Realmente no era una casa, sino un pedazo de mansion. Alli vivia el Ruso, un tipo muy poco recomendable. Deje la pistola en la guantera del coche y me apee. Me plante ante la verja y toque el timbre. Llegaron un par de dobermans y un par de matones. Se distinguian porque los primeros tenian las orejas mas puntiagudas. --?Que cono quieres? --me dijo uno. De los matones, no de los dobermans.

  • Dejame estar a tu lado de Toni Fernandez

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    Diez anos es mucho tiempo pero no el suficiente para olvidar lo sucedido.
    Sergio vive controlando su presente. Tiene claro lo que quiere en la vida: seguir siendo la persona en la que se ha convertido. Pero algo se le escapa de las manos y le hara recordar lo que es sentir miedo de nuevo.
    Mireia no puede creer que haya regresado. Ahora cuando todo parecia en calma. Pero no viene solo y mucho menos con las manos vacias. Debera preparase para lo que esta por venir.
    Luchar juntos no es una opcion, amarse tampoco. Y es que cuanto mas huimos del pasado, mas posibilidades hay de que nos encuentre.

  • La muerte del comendador 1 de Haruki Murakami

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    En plena crisis de pareja, un retratista de cierto prestigio abandona Tokio en direccion al norte de Japon. Confuso, sumido en sus recuerdos, deambula por el pais hasta que, finalmente, un amigo le ofrece instalarse en una pequena casa aislada, rodeada de bosques, que pertenece a su padre, un pintor famoso.
    En suma, un lugar donde retirarse durante un tiempo. En esa casa de paredes vacias, tras oir extranos ruidos, el protagonista descubre en un desvan lo que parece un cuadro, envuelto y con una etiqueta en la que se lee: <>. Cuando se decida a desenvolverlo se abrira ante el un extrano mundo donde la opera Don Giovanni de Mozart, el encargo de un retrato, una timida adolescente y, por supuesto, un comendador, sembraran de incognitas su vida, hasta hace poco anodina y rutinaria.
    Este primer volumen de la novela La muerte del comendador es un fascinante laberinto donde lo cotidiano se ve invadido de senales indescifrables, de preguntas cuya respuesta todavia esta lejos de vislumbrarse. El lector, al igual que el protagonista, debera permanecer muy atento.

  • Semanas de siete martes de Dona Ter

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    Dicen, se habla, se comenta que las novelas romanticas son muy previsibles, que desde el inicio se sabe como van a terminar. La boda suele ser el recurso utilizado en el noventa por ciento de los casos y esta no va a ser la excepcion. Pero ?para que esperar?
    Por eso he pensado que lo mejor sera que te cuente mi historia mientras nos tomamos una copa de champan (o las que surjan) y damos buena cuenta de la tarta nupcial.
    Querid@ lector@, ponte guap@ porque nos vamos de boda ya desde el prologo.

  • A mitad del camino: El amor despues del amor de C. M. A

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    Veronica disfruta de una buena vida, a sus 37 anos es considerada una de las mejores abogadas corporativas de la ciudad, comparte las noches con un hombre que se roba los suspiros de la mayoria de las mujeres, y ha viajado tanto alrededor del mundo, que su memoria ya no posee espacio para mas recuerdos. Tiene todo lo que quiere, lo que necesita, lo que cree desear. Una imprevista gripe la llevara de patitas a la cama, poniendo en evidencia la inevitable sensacion de soledad oculta en ella: Veronica tiene todo, y a la vez, nada.