• Elijo el Arcoiris de Lucy Chibimundo

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    No me di cuenta. Ocurrio todo tan despacio que, hasta que me encontre dentro, no me di cuenta de donde estaba. Inicie mi paseo por la playa, saboreando la brisa, con el sol apoyado sobre mis hombros y la suavidad de la arena caliente bajo mis pies. Segun avanzaba, esta se iba convirtiendo poco a poco en arenilla. De forma apenas perceptible en un principio, de vez en cuando una concha partida aparece y te pica. Las pequenas piedras me aranaban los talones, pero segui caminando. En algun momento, la arenilla desaparecio. Cada vez habia menos de esta y mas piedras, pero ya me habia acostumbrado al tacto. Segui avanzando, como siempre he hecho. Las piedras se volvieron cada vez mas grandes. Casi fue un alivio, porque molestaban al andar, pero no me rasgunaban. Ahora necesitaba algo mas de equilibrio al continuar; por suerte, siempre he sido buena en buscarlo. Primero, era facil: reposicionar un pie, retroceder un pequeno paso. No me habia dado cuenta, pero se hacia de noche y el sol se estaba poniendo. Entonces, empezo a refrescar, un alivio en la caminata, que cada vez se me antojaba mas dura. Parecia que la playa, en vez de plana, fuera cuesta arriba. Tenia que esforzarme para mantener el equilibrio sobre las piedras. Me costaba avanzar. Sudaba del esfuerzo, pero segui caminando. Apenas veia bien mis pasos, el sol se habia ocultado por completo y solo me quedaba la luna. El frio, al contacto con el sudor, me hacia temblar. El paseo habia dejado de ser agradable. Quiza ya no se podia llamar asi a eso de trepar entre las rocas. Pero continue adelante. Entonces, descubri que no lograria avanzar mas. Habia una gran pared delante de mi. Habia entrado en una cueva. Me gire y vi la entrada, reluciendo con la luz de la luna. Quise dar un paso hacia ella para salir, pero mis pies estaban atrapados entre las rocas. Entonces, comprendi que era tarde. Quiero crear recuerdos contigo Llevo mucho tiempo dandole vueltas. Quiero ser mama y vivir la experiencia de criar a una pequena personita, jugar con ella, hacer manualidades... y disfrutar de la infancia desde un punto de vista adulto. Pienso en mi ninez y me divido entre una tristeza nostalgica y una felicidad intensa. Tengo muchos recuerdos de mi infancia, algunos muy buenos y otros no tanto. En la mayoria, esta mi hermana, por supuesto; ella forma una gran parte de mi vida y constituye una piedra angular para mi maternidad. Cuando echo la vista atras, puedo recordar incluso la emocion exacta en muchas de esas ocasiones. Me encantaria traspasartelas. Quiero regalarte ese tipo de momentos, en los que tu corazon late rapido y, al respirar, notas como el aire llena tus pulmones. Parece que no te cabe mas en el pecho y vas a estallar de anticipacion. Sonries de oreja a oreja y te duelen los mofletes, porque llevas mucho rato con esa misma cara de ilusion. Te ries, te ries y te sigues riendo, como si alguien te estuviera haciendo cosquillas sin parar. Entonces, expulsas todo el aire que tenias dentro, te quedas sin aliento y notas el vacio interior. Pero es uno bueno, de esos que estas deseando llenar con el siguiente segundo de vida. Se que crearemos la mayoria de nuestros grandes momentos con la rutina del dia a dia. Los momentos especiales para realizar actividades unicas no lo serian si fueran costumbre. El dia a dia tiene una magia distinta, un sabor pausado, como la comida de puchero. Conservo recuerdos rutinarios muy buenos de mi infancia y espero repetir contigo esas pequenas cosas magicas que mis padres hacian conmigo. Quiero arroparte, igual que mi madre me arropaba a mi, sobre todo, en invierno. Me daba las buenas noches y me tapaba tan fuerte que parecia que no iba a poder moverme hasta el amanecer. Remetia las sabanas o el nordico por ambos lados para que estuviera bien apretadita y no me entrara el frio por ningun lado. Luego, me regalaba un beso en la frente y su calor se quedaba conmigo toda la noche. Su amor se grababa en mi piel hasta el dia siguiente, como si fuera un hechizo que ahuyentara los malos suenos. Recuerdo que esa tecnica adquirio incluso un nombre: <>, por la forma de envolver. La rutina de cada noche se ha convertido en un gran recuerdo, sin necesidad de realizar nada grandioso ni especial. Solo el carino y el amor de una madre que te arropa, te desea las buenas noches y te besa para despedirse hasta el siguiente dia. Y aun asi, en mi mente me transporto a esa nina y me reconforta. Tambien estan las costumbres menos habituales, las de los fines de semana. Por una temporada, nos dio por cocinar pizza casera desde cero. La masa era muy divertida de preparar y nos podiamos pasar un buen rato con ella. Supongo que entretener forma una parte muy importante de ser madre. Luego, habia que elegir lo que ibamos a poner encima. Siempre escogiamos un monton de ingredientes diferentes, los picabamos todos y, al colocarlos sobre la masa, cada semana, descubriamos lo mismo. Nos habiamos pasado de cantidad. Quedaba una pizza de casi dos dedos de grosor; una vez horneada, costaba comerla. Pero nos daba igual, aunque tuvieramos que abrir la boca como si fueramos anacondas para poder meterle un mordisco. Creo que cocinar es una fuente de union familiar muy importante, al menos asi lo percibo en mis recuerdos. Para mi, implica mas que preparar la comida que, de hecho, no se me da especialmente bien. Significa crear, mancharse, disfrutar, reir... Al final, te comes esa creacion, la limpias o acaba en la basura... Pero los momentos al crearla van a quedarse por siempre grabados en la memoria, a pesar de lo que ocurra con ella. Espero que a ti te guste estar con las manos en la masa en la cocina. Para mi ya lo eres todo Acaricio mi barriga incipiente con suavidad, como si pudieras notarlo a traves de la piel, y con miedo a despertarte, por si estuvieras durmiendo, y perturbar tu sueno. Se que estas ahi porque me lo han dicho los medicos. He visto fotos en blanco y negro de un puntito blanco. Tambien he escuchado una especie de galope de caballo extrano, que sale de tu interior. Es tu latido. Aun no tienes un corazon formado y parece que corras hacia la vida. Suspiro y miro por la ventana. Hace frio y los cristales se han empanado. La ciudad se ha envuelto en la lentitud del invierno. Parece que ocurriera al reves que contigo. Yo me he cubierto con una mantita, porque estoy helada. Desde que te tengo dentro de mi, parece que absorbieras todo mi calor para reunir energia y crecer. Duermo mas que antes y estoy mas cansada, asi que diria que te estas llevando mi vigor. Crece con salud. Crece y vive. Una pequena lagrima se me escapa y se despena por mi mejilla. Aun no eres nada y, para mi, ya significas todo. No posees manos ni pies, ni siquiera pareces una persona. Me da absolutamente igual. Solo quiero constituir un buen lugar para que crezcas. Espero mantenerte con seguridad dentro de mi durante las proximas semanas. Tu solo crece, poco a poco, a tu ritmo. Me inundan tanto miedo y tanta ilusion. Quiero gritar a los cuatro vientos que estas dentro de mi, que por fin lo hemos conseguido y has decidido venir a ayudarnos a crear una familia. Pero debo tener cuidado, porque eres muy fragil y no hay nada seguro. En la vida, nada es seguro nunca. Me costo aprenderlo de la peor de las maneras: perdiendo a alguien que pense que estaria por siempre a mi lado, que me acompanaria mientras envejeciamos juntas, quien lloraria conmigo a nuestros padres cuando se fueran: mi hermana, tu tia. Ella se fue demasiado pronto. Por eso, tu debes quedarte conmigo, por favor. Crece con salud. Crece y vive. Sigo acariciando mi barriga con suavidad. No se en que lugar de ella estas descansando ahora mismo, asi que la recorro por todas partes. Quiero pensar que el amor que siento por ti te llega de alguna manera, te hace mas fuerte y te ayuda a crecer. Quiza notas que estoy triste a la vez que te mando todo este amor. Se trata de la tristeza que acompana al miedo. Miedo por tu fragilidad, a pesar de que tu latido suene raudo y fuerte. Es tan pequeno (aun mas que tu) que necesitamos el ecografo para poder oirlo. Tu eres tan grande que llenas mis pensamientos constantemente. No paro de pensar que estoy embarazada. Se asemeja a una cancion que suena siempre, mientras hago las cosas normales: cuando me ducho, cuando voy al trabajo, mientras tecleo en el ordenador… No tiene palabras y, en realidad, tampoco ningun sonido particular. Es un sentimiento que se mueve por todo mi cuerpo; lo recorre desde ti, pasando por mi corazon, hasta mi cabeza, como si me estuvieras enviando algun tipo de mensaje que no puedo entender. Quizas esa es tu forma de decirme de vuelta que me quieres, aunque deberias esperar a salir y verme. No se que tal madre sere. Crece con salud. Crece y vive para comprobar en que tipo de madre me convertire. Me limpio la lagrima solitaria con el dorso de la mano y me pregunto cuando confirmare que soy madre. ?Ahora que estas dentro de mi, cuando ya parezcas una mini persona, cuando capte tus patadas, cuando se me note la barriga, cuando salgas, cuando te tenga en brazos? No se en cual de todos esos momentos me habre transformado en madre. Albergo la sensacion de serlo ya; a pesar de que tu parezcas un puntito, para mi lo eres todo.