• Una semana en Nueva York de Louise Bay

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    Anna esta harta de citas. Esta cansada de que le rompan el corazon. Es sexy, divertida e inteligente..., pero tambien es un iman para hombres que no la merecen. Salir de Londres y pasar una semana de vacaciones en Nueva York es la mejor solucion para superar su ultima ruptura y poder tener una aventura veraniega con un desconocido. Pero para proteger su danado corazon decide imponerse ciertas reglas: nada de contarse sus vidas, nada de intercambiar numeros de telefono y nada de decirse los nombres reales. Solo sera una noche divertida y excitante.
    Ethan, exitoso seductor <>, tambien tiene sus reglas: nada de citas, nada de quedarse a dormir y nada de hacer promesas.
    Todo parece perfecto..., pero las reglas se hacen para romperse...

  • Mister Mayfair de Louise Bay

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    BECK --Kevin Bacon es un capullo --dije mientras devolvia la pequena pelota de goma negra con la raqueta. Dexter se aparto a un lado al ver que la bola iba derecha a sus partes. --?Que te ha hecho? --Eso de los seis grados de separacion es una gilipollez. --?Que? --pregunto Dexter, jadeando. Le estaba dando una paliza, y sabia que eso tenia que herir su delicado ego. Sin duda, atribuiria su derrota a la lesion de esqui de la que todavia se quejaba. Desde mi punto de vista, cualquiera que se dedicara a esquiar se merecia todas las secuelas que sufriera: bajar a toda velocidad con unas planchas metalicas en los pies solo podia acabar de una manera. --Ya sabes, esa idea de que todos los habitantes del planeta estan a seis personas de distancia. Asi que un amigo de un amigo de... --No puedes culpar de eso a Kevin Bacon. No es que lo haya inventado el -- protesto Dexter antes de sacar. --De acuerdo, vale; si te vas a poner tiquismiquis, Frigyes Karinthy es una gran mierda. --No se si me estas insultando o estas hablando en ucraniano. --Es hungaro --respondi, secandome la frente con la manga. Yo no media el ejercicio por las calorias quemadas ni por el tiempo que pasaba en el gimnasio, sino por la cantidad de sudor. Alguien deberia desarrollar una maquina para medir la transpiracion; pagaria lo que costara. En lo que a mi respectaba, el esfuerzo era lo que siempre daba los mejores resultados--. Es el responsable de esa teoria de mierda. Lo busque en Wikipedia. --Joder --escupio mientras la pelota impactaba en la pared de yeso por debajo de la linea roja, lo que me dio la victoria que esperaba desde que pisamos la pista. Dexter solo perdia al squash cuando tenia problemas con los negocios, asi que no iba a recrearme en mi victoria. --Ya, lo entiendo. ?Que te ha pasado? Me agache para coger la bola que habia salido fuera y que rodaba hacia mi. --Esa teoria es erronea. He tocado a cada uno de mis contactos y no logro llegar a Henry Dawnay. --?Sigues intentando conseguir una reunion con ese viejo rico? --Dexter sonrio, como si mi fracaso en los negocios pudiera compensar su patetica actuacion en la pista de squash--. Puede que tengas que olvidarlo. --Henry Dawnay no es solo un viejo rico. Es el viejo rico que se interpone entre nueve millones y medio de libras y yo. Y no voy a renunciar a esa cantidad de dinero. He probado con todos mis contactos y no he obtenido nada. Pensaba que alguno de vosotros tendria algun tipo de conexion con el. ?De que me sirve rodearme de amigos ricos que han alcanzado el exito si no me ayudais en mis propositos? --?No te ayudamos? ?Te refieres a tus cinco mejores amigos, los que atravesariamos el fuego por ti? Sabia que estaba bromeando con la misma seguridad con la que sabia que el United iba a ganar la liga. El hecho de que los chicos con los que habia forjado una buena amistad de adolescentes fueran ricos y tuvieran exito habia sido simplemente una circunstancia del azar. Sus trabajos no eran lo importante; eran los mejores hombres que conocia ademas de mi propio padre. Y atravesaria el fuego por ellos igual que ellos lo harian por mi. Pero eso no significaba que no pudiera quejarme de la circunstancia de que ninguno hubiera sido capaz de conseguirme una cita con Henry Dawnay, aunque eso me hiciera parecer el imbecil malhumorado que Dexter siempre me acusaba de ser. Puse los ojos en blanco y senale los vestuarios con un gesto de cabeza. Necesitaba una ducha, y luego pensaria un plan. --No necesito que nadie atraviese el fuego por mi: solo necesito que alguien me presente al hombre que posee la propiedad que se interpone entre diez millones de libras y yo. --Acabas de decir que eran nueve y medio. --?Te he dicho ya que eres un conazo? --Un par de veces --afirmo Dexter, empujando la puerta del vestuario--. Mira, si no puedes lograr que te lo presente alguien que conoces, ?por que no lo localizas, te haces el encontradizo con el y te presentas tu mismo? Le lance una mirada de fingido agradecimiento ante aquel consejo paternalista. --Ya lo he hecho. El mes pasado en el vestibulo del Dorchester. Me estrecho la mano, y se esfumo sin pararse a preguntar mi nombre. Dexter hizo una mueca, y con razon. Habia sido humillante. Me habia sentido como un nino de nueve anos con ganas de conocer a Cristiano Ronaldo. Abri la puerta de mi taquilla y saque el movil para ver los mensajes. Habia dos llamadas perdidas de Danielle. Mierda. Otra cosa mas con la que tenia que lidiar. --He logrado acceder a su agenda, asi que... --?Como cono lo has conseguido? --No preguntes. Es mejor que no sepas nada para no acabar en la carcel. -- Estaba seguro de que habia infringido varias leyes britanicas y un par de acuerdos internacionales al obtener esa informacion. Confiaba en que valiera la pena. --Bueno, espero que Joshua y tu termineis en la carcel. Ignore aquella suposicion de que otro de nuestros hermanos de armas, Joshua, estaba involucrado, porque era algo evidente: a Joshua le gustaba hackear agencias gubernamentales por diversion. Los demas jugabamos al squash. --Estoy bien conectado; se podria decir que soy poderoso en los circulos inmobiliarios. Tengo dinero y recursos. Por el amor de Dios, si hasta conozco la marca de papel higienico que utiliza ese tipo... Pero, al parecer, nada de eso es suficiente para obtener una reunion con el. --Pense que la situacion seria muy diferente si en mi partida de nacimiento figurara el nombre de mi padre biologico. --Tienes que calmarte y buscar una solucion. --Que buen consejo... --murmure mientras revisaba mis correos. Uno era de Joshua, y en el me enviaba el itinerario y la agenda de Henry durante los dos proximos meses. Me desplome en el banco del vestuario y abri el archivo adjunto, esperando encontrar que por fin habia organizado una comida o una reunion con alguien conocido. Pero no. Nada. Aunque habia una semana bloqueada. ?Se iba de vacaciones? --Este es el tipo al que quieres comprar ese edificio de Mayfair, ?verdad? --Si. Soy el dueno de todas las demas propiedades de la manzana salvo de esa, la mas deteriorada de todas, y no ha hecho nada con ella. Esta desocupada, y es ideal para llevar a cabo un plan de recuperacion conjunto; de hecho, es ideal para que sea yo el que se encargue de todo. --Era un edificio que me obsesionaba desde que tenia uso de razon. --Mira, en el peor de los casos, puedes trabajar en los de alrededor... Negue con la cabeza. --Yo no trabajo alrededor de las cosas. Yo meto a las cosas una bola de demolicion. Habia hecho numeros. No obtendria beneficios si no incluia el edificio de Henry, y no aceptaba sufrir perdidas. Y, de todos modos, no se trataba solo del dinero. Era el edificio en el que vivia mi madre cuando descubrio que estaba embarazada de mi. Era el edificio del que desalojaron a mi madre en cuanto su novio --dueno del edificio y mi padre biologico-- se entero de que estaba embarazada. Cuando el murio, lo habia heredado un primo lejano, y desde que mi madre me conto toda la historia cuando yo era adolescente, me habia obsesionado con comprar ese edificio. Tal vez pensaba que si lo poseia --aunque deberia haberlo heredado--, se haria cierta justicia poetica. Entonces podria derribarlo y empezar de nuevo. Reescribiria la historia. Estudie el documento que Joshua me habia enviado. ?Por que Henry tenia bloqueada una semana? Ese hombre no se tomaba vacaciones nunca. Estudie el horario con mas atencion; la unica referencia en toda la semana era <>. Introduje las siglas en el buscador del telefono. ?Que podia significar <>? Mientras me desplazaba por los resultados, supe que una tienda de muebles en Wigan o un DJ americano no podian ser relevantes. Henry no solo tenia dinero, sino que ademas poseia un titulo, era conde o algo asi, aunque no parecia utilizarlo. Estaba bastante seguro de que no compraba en Wigan ni contrataba DJS para entretenerse. Cambie de pantalla y, justo cuando iba a llamar a Joshua para intentar obtener mas informacion, aparecio otro correo suyo con un archivo adjunto. Cuando lo abri, lo primero en lo que me fije fue en la fecha de la semana de M&K. Se trataba de una invitacion de boda electronica. Al parecer, Joshua habia sentido tanta curiosidad como yo. ?Una boda que duraba una semana entera? ?Es que esa gente y sus allegados no tenian que trabajar? M de Matthew y K de Karen; los novios. Introduje sus nombres en Google. No los conocia ni el Tato, pero no era ninguna sorpresa. Parecian el tipo de personas que se habian criado en un campo de croquet: Matthew era el tipico tio que usaba americana deportiva y canotier. Yo no sabia en que se diferenciaban los antiguos alumnos de Eton y los ricos herederos de la mayoria de los seres humanos normales, pero habia algo en ellos que los distinguia. Debia de ser por el pelo alborotado o el aire de superioridad con el que se movian. Una boda de la jet set seria la circunstancia perfecta para que pudiera acercarme a Henry. Se encontraria relajado y de buen humor por pasar tiempo con su gente. Claro, que su gente no era mi gente... Mi dinero era tan nuevo como un amanecer, y eso me dejaba fuera de la lista de invitados de esa boda; me dejaba en la calle, al final de la lista de llamadas telefonicas no devueltas y sin poder acercarme a Henry Dawnay. --Hablando de bolas de demolicion: ?como te va con Danielle? ?Has conseguido ya poner fin a esa relacion? --pregunto Dexter, arrancandome de mi obsesion por Henry. Levante la vista el movil. --?Que? Bien. --No estaba seguro de que nada fuera bien. Nos habiamos enfadado otra vez. En la ultima conversacion que habiamos mantenido una noche mientras cenabamos, ella habia empezado a hablar de llevar la relacion a un nivel mas profundo. Pero a mi me gustaba lo superficial: cenar un par de veces a la semana y luego <>. No tenia tiempo para nada mas. El resto de mi existencia lo dedicaba a trabajar, a pensar en el proximo negocio, a buscar nuevas oportunidades y a resolver los problemas actuales. En mi vida no quedaba hueco para nadie mas que mis cinco amigos. Por mucho que eso me hiciera parecer idiota, las mujeres solo eran importantes en un sentido generico; una sola mujer en particular no era importante. Asi que durante los ultimos meses habia sido Danielle. Antes de ella fue Juliet, y a finales de verano seria otra. Pero debia devolver las llamadas a Danielle. Habia estado ocupado, y todo ese asunto de Henry me estaba afectando demasiado. --?Cuando fue la ultima vez que la llevaste a cenar? ?O que mantuviste una conversacion con ella fuera del dormitorio? --Dios, ?ahora eres psicologo? --El sentimiento de culpabilidad me hacia sentir mal, y mantuve la mirada clavada en el telefono. Habia cancelado una cena el sabado otra vez; ella se habia enfadado, asi que le habia dado algo de tiempo. Sin embargo, ya estabamos a jueves. Mierda. Deberia haberla llamado ya. Y si se lo decia a Dexter, me diria que era idiota. No era que lo hubiera planeado asi; solo me habia centrado en todos los demas asuntos que me traia entre manos, y de alguna manera me habia olvidado de Danielle. Cambie de pantalla y me puse a escuchar mi buzon de voz para comprobar su tono y ver si seguia de un humor de perros. Borre al instante los tres mensajes en los que se limitaba a decir <> en tono seco. En el cuarto su mensaje era un <>. El quinto volvia a ser <>, pero sonaba mas tranquila, mas relajada. Perfecto... Tal y como esperaba. Pero el sexto mensaje de voz me pillo desprevenido. O tal vez no. Tuve que escuchar sin decir palabra como me dejaba, en tono resignado y con palabras cortantes. --?Estas bien? --pregunto Dexter, estudiando mi expresion. Apague el aparato. --Si. Soy un egoista, un adicto al trabajo. Y el exnovio de Danielle Fisher. Por segunda vez esa manana, recibi una merecida mueca reprobatoria de Dexter. Me encogi de hombros, como si no pudiera evitarlo; como si no fuera del todo culpa mia. --Deberia haberla llamado antes. Dexter asintio mientras se ponia una toalla alrededor de la cintura. --Si, deberias haberlo hecho. Claro, que, si fuera la mujer adecuada para ti, no te olvidarias de llamarla. Ni evitarias oir sus mensajes. Querrias hablar con ella. --?Y que cono sabes tu de salir con la mujer adecuada? --Algo se... --se limito a decir. --Pero no es Stacey --dije, refiriendome a la mujer con la que actualmente compartia la cama. --No, no es Stacey. Que yo haya metido la pata con la mujer adecuada no significa que tu tengas que hacerlo tambien. Aprende de mis errores. Puse los ojos en blanco y volvi a abrir el correo electronico de Joshua. --La proxima vez que vea a Stacey, me asegurare de mencionarle que solo es una interina en tu cama. --No seas idiota. --El que lo dice lo es... --respondi. Estaba siendo idiota. Danielle habia sonado algo resignada, como si yo no hubiera estado a la altura de sus expectativas, y eso me habia dolido. Era el tono que habia utilizado mi tutora del instituto cuando le dije que no tenia intencion de ir a la universidad. Sacaba buenas notas, pero no me interesaba seguir estudiando. No encajaba en ese mundo, queria empezar a ganar dinero. Dudaba mucho que mi tutora usara el mismo tono conmigo si me la encontrara en la actualidad. Esa mujer habia pensado que era un vago, pero se trataba justo de lo contrario. La universidad estaba bien para gente como Henry, o para Matthew y Karen, fueran quienes fueran; yo tenia cosas mejores que hacer. Necesitaba ganar una fortuna cuanto antes. Sin embargo, por muy rico que hubiera llegado a ser, seguia sin poder entrar en los circulos en los que se movia Henry Dawnay. Bien, pues eso tenia que cambiar. Tenia que encontrar la manera de conseguir una invitacion a la boda del ano.