• De las cenizas renaceras de Laura Marquez Garcia

    https://gigalibros.com/de-las-cenizas-renaceras.html

    Lo que parece haber sido una noche demasiado larga de la que Marta no recuerda nada, se convierte en el inicio de la busqueda de su pasado, un pasado que parece haber sido borrado de su memoria como por arte de magia. Las situaciones que va viviendo durante esa busqueda le van recordando fragmentos de un pasado que poco a poco debe ir uniendo, como las piezas de un puzle, para llegar a descubrir el origen de todo. Por el camino, Joaquin, un autentico desconocido que se ofrece a ayudarla, jugara un papel muy importante.Narrada en flashback, la historia te sumerge en la mente de Marta para conocer en primera persona como fue su juventud, su primer amor, su amor verdadero, el peor acontecimiento y la peor perdida de su vida y como lo supero para renacer de las cenizas.

  • Sucedio en Ibiza de Laura Marquez Garcia

    https://gigalibros.com/sucedio-en-ibiza.html

    Tomar decisiones descabelladas es lo que a veces nos hace sentir que estamos vivos, y el resultado de esas decisiones, lo que marca nuestra existencia. Hace tan solo unos meses, mi vida era una mas entre un monton; una vida rutinaria, acomodada, sin ningun tipo de alteracion, y yo creia que, por ser asi, me podia considerar una persona feliz. Vivia tranquila porque todo lo que me sucedia era absolutamente normal. Me dedicaba a dar consejos a los amigos a los que si que les surgia algun contratiempo en su dia a dia, como si fuera una experta en vidas perfectas, una guru de la felicidad y la tranquilidad. De hecho, todo hubiera seguido asi, sin ninguna duda, de no ser por el giro inesperado que dio mi vida, y ahi me di cuenta de que estaba equivocada. Llevaba mas de una decada trabajando en un bufete de abogados en pleno Paseo de la Castellana. Disfrutaba de mis tardes de afterwork con mis companeros de trabajo, vivia en un atico de alquiler en el Paseo de la Habana. No un gran atico, pero si lo suficientemente bonito y decorado con buen gusto como para ser la envidia de mis amigas. Pasaba los fines de semana con mis amigos de la hipica o del club de golf, practicando ambos deportes y descubriendo los lugares de moda para tomar el brunch o para cenar por Madrid, y todo ello acompanada de mi espectacular pareja, German de la Fuente. German era el yerno perfecto para mis padres, el cunado perfecto para mi hermana, el novio perfecto para todas mis amigas. Guapo, atletico, elegante, servicial, generoso, educado y, ademas, tenia un puesto de directivo en un fondo de inversion y un sueldo anual de muchos ceros. Compartiamos vida desde hacia ano y medio, cuando nos conocimos en una discoteca exclusiva de Madrid, y coincidimos por casualidad una semana mas tarde en el hipodromo. Nuestra primera noche juntos fue de ensueno, nunca podria haber imaginado una cita mejor. Una cena en un rooftop de Madrid contemplando la rosada puesta de sol de la ciudad mientras nos bebiamos unas copas de cava y comiamos un rodaballo salvaje. Nos tomamos despues unas copas en un club privado cerca de la plaza Santa Ana y acabamos la noche en la suite principal del precioso hotel que se encuentra en la misma plaza. La noche no pudo ser mas maravillosa, senti haber conocido al hombre de mis suenos, senti no necesitar nada mas, nunca mas. Cuando al despertar me pregunto que talla de ropa y de calzado llevaba, pense que me estaba tomando el pelo, que un caballero como el no podia estar preguntandome semejante cosa. Nunca me podria haber imaginado que fuera para mandar a una trabajadora del hotel a comprarme un vestido casual y unos zapatos para llevarme a tomar un brunch. -Si no es de tu estilo y no te gusta, puedes regalarlo o tirarlo despues, no me importa. Simplemente queria que el tema de la ropa no fuera una excusa para que no me acompanaras tambien esta esplendida manana de domingo a tomar un brunch por Madrid. Era imposible no caer rendida a los pies de un chico como ese. German era el Dios de todas las parejas, al que, ademas, nunca le gustaba discutir y con el que siempre todo parecia facil. Nos fuimos a vivir juntos enseguida. Deje mi apartamento de Arturo Soria y alquilamos nuestro atico. Viajamos a las Maldivas, Tailandia, Republica Dominicana, Nueva York y Paris en el ano y medio que estuvimos juntos. Hablabamos de boda, de perros e incluso de hijos. Mis jefes del bufete sabian quien era mi pareja, lo respetaban y por ello, poco a poco, fui consiguiendo mejores casos. Normal que pensara que mi vida era ideal, yo no hubiera cambiado absolutamente nada de ella en esos momentos. Creia tener la vida perfecta y la pareja perfecta, me sentia amada y creia que no podia haber nada en el mundo que pudiera acabar con aquel amor y destruir mi vida como se destruye un castillo de naipes. Aunque si tengo algo que agradecerle a German, ademas de todos los momentos felices que vivi a su lado y toda la estabilidad que le dio a mi vida durante ese ano y medio que duro nuestra relacion, fue la sinceridad con la que me dijo que lo nuestro habia acabado. Podria haber estado enganandome, podria haber jugado a dos bandas, pero el prefirio contarme la verdad antes de que fuera mas lejos. En su trabajo le habian encargado la adquisicion de unos edificios de oficinas pertenecientes a una de las familias mas ricas de Espana. El se iba a encargar, en persona, de las negociaciones directas con la familia, y mas concretamente, con la responsable de negociar la fortuna familiar, la hija del empresario madrileno Federico Fernandez Clavel, Susana Fernandez de la Iglesia. A pesar de que ella tenia una relacion estable con un famoso jinete, enseguida cayo rendida ante los encantos y atenciones de German, y antes de que lo suyo fuera a mas, y en tan solo un par de semanas, ambos decidieron dejar a sus parejas e iniciar una nueva vida juntos. -Me gustaria hablar contigo, Elena -me dijo un dia nada mas entrar por la puerta. No me habia dado tiempo siquiera a apreciar un cambio en su actitud. Todo habia pasado tan deprisa que confundi su alejamiento con un pico de trabajo y responsabilidad, confundi la falta de besos y de sexo con el estres que conlleva una operacion de esa envergadura. De hecho, la noche anterior habia estado cenando con unas amigas y, entre risas, habiamos comentado que quizas fuera yo la siguiente del grupo en pasar por la vicaria. -Creo que es justo que te diga cuanto antes que me he enamorado de otra persona, y ella de mi, y que nuestra relacion ha acabado. Me quede tan bloqueada que ni siquiera entendi el mensaje que me estaba enviando. -?Me estas diciendo que has tenido un rollo con una tia? -le pregunte pensando que la relacion de la que me estaba hablando era la que precisamente se habia acabado. -No, Elena; la relacion que ha acabado es la que tenemos tu y yo. Me he enamorado de Susana Fernandez, la hija del empresario con el que estamos tratando ahora mismo la compra de los edificios. Recogere mis cosas en un par de dias, no necesito mas. Tu te puedes quedar aqui un mes mas, esta pagada la mensualidad del alquiler; no tengas prisa, y si te quieres quedar en este piso, hablo con el casero y listo. Se sincero, libero toda la culpa que le llevaba comiendo por dentro los ultimos dias y me abandono en el que habia sido nuestro hogar. Se incorporo, se dirigio hacia la habitacion, le oi trastear en el armario, abrio la puerta y la cerro tras el, sin mirarme, sin decirme nada mas, y yo fui incapaz de replicarle nada. Ni siquiera fui capaz de ponerme a llorar. Era como si mi cabeza no quisiera aceptar lo que habia acabado de suceder. No era capaz tampoco de llamar a nadie para explicarselo; me sentia avergonzada. No habia sabido cuidar a German para que permaneciera a mi lado, al novio ideal. No sabia como asumir mi parte de culpa ante los demas; me preguntarian que habia sucedido y yo no sabria que responder. ?Por que no habia sido capaz de mantenerlo a mi lado? ?Que podia haber visto en aquella chica que yo no tuviera? ?Por que no habia sido capaz de hablar con el para convencerle de que se quedara conmigo? Por eso me convenci de que aquello no era el fin. Estaba segura de que el volveria a mi porque se daria cuenta de que estar conmigo era lo que realmente le hacia feliz, nuestra casa y nuestra vida ideal. Cada manana, cuando entraba al bano, pensaba que el se volveria a duchar conmigo tarde o temprano, que no tenia por que llorar, que todo lo que estaba sucediendo era momentaneo y que seria capaz de reconquistarlo. Sin agobios, pero con acciones que el apreciara y necesitara: cosas que solo yo pudiera hacer por el Mantuve esa esperanza durante la primera semana. Ni siquiera llore su perdida, estaba demasiado ocupada pensando como reconquistarlo. No comente nada en el trabajo, ni tampoco a mi familia o amigos. Debido a su trabajo, era facil que no siempre me acompanara a los eventos familiares o a las quedadas con mis amistades. Pero como ni siquiera habia prestado atencion al nombre de la susodicha, nunca imagine que seria la prensa la que acabara con mis suenos e hiciera que todo mi circulo se enterara de la noticia antes de que yo dijera nada. Nunca me ha interesado demasiado la prensa del corazon. Conozco a los personajes basicos tanto de nuestro pais como a nivel internacional, pero no porque vea esos programas o lea esas revistas, sino porque sus vidas son vox populi. Por eso no vi llegar el huracan que se aproximaba. El dia que entre en la oficina y empece a notar que las miradas de mis companeros se clavaban en mi cogote, podria haber imaginado cualquier cosa, menos aquella. Empece a sentir vertigo y a barajar la posibilidad de que, el mismo, hubiera sido el que anunciara nuestra ruptura a sus conocidos, y estos a su vez, hubieran hecho llegar la noticia a oidos de mis jefes, que habrian contado la noticia a todo el bufete y ahora mi ruptura seria la comidilla de abogados y secretarias, pasantes y socios. ?Por que lo tenia que haber contado ya? ?Tan seguro estaba de la ruptura? Cuando tuvieramos la oportunidad de volver a hablar las cosas volverian a la normalidad. Eso me repetia sin cesar una y otra vez. Pero era demasiado tarde ya para mi, mi tiempo se habia acabado y yo no me habia querido enterar. Una semana entera estuve soportando tan tensa situacion. No fue hasta que Mabel, mi mejor amiga en la oficina, me comento lo que sucedia, una manana a la hora del cafe, que al fin abri los ojos; dos semanas mas tarde de que el recogiera sus pertenencias en dos maletas y saliera de nuestro envidiado atico. -Lo llevas muy bien, Elena.