• ?Tu? de Christian Martins

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    Abey es feliz en Nueva York, lejos de su poblacion natal. Pero cuando comprende que su pareja le esta siendo infiel despues de diez anos de relacion, decide regresar al frio de Alaska para refugiarse en su hogar de la infancia.
    Lo que no esperaba era que el chico con el que ha matado sus penas en el aeropuerto, fuera a resultar ser el mejor amigo del prometido de su hermana pequena...
    ?Sobrevivira una semana durmiendo bajo el mismo techo que el?

  • Divorciadas Futbol Club de Antonio Sanchez

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    Una novela romantica en la que abunda el humor y que sacara mas de una sonrisa a sus lectores con las historias de amor de estas tres jovenes divorciadas.

  • Final en Berlin de Heinz Rein

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    En Final en Berlin, Heinz Rein conduce al lector a las entranas de la ciudad de Berlin, en abril de 1945, bombardeada y sumida en el caos total, ante el inminente colapso de Hitler y los suyos. De manera desesperada, el regimen nazi procura aferrarse al poder, e incluso en lo que serian sus dias finales, las fuerzas de seguridad y la Gestapo continuan sembrando el terror, buscando judios, disidentes y desertores. Creando con maestria una atmosfera de paranoia y sospecha absolutas, Rein relata la situacion de una pequena celula de resistencia, trasladando a los lectores a las entranas mismas del hundimiento del nazismo, en una magistral novela cuyo principal protagonista es la ciudad de Berlin, en uno de los periodos mas tragicos y virulentos de su larga historia.

  • Elastico de sombra de Juan Cardenas

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    Los dos maestros sudaban aguapanela hirviendo, apenas protegidos por las latas agujereadas del paradero de buses. Llevaban mas de una hora esperando y don Sando, el anciano maestro, maestro de maestros, empezo a pensar que el sol ya estaba con ganas de hornearlos, de quemarles hasta el ultimo concho de manteca humana y dejarlos convertidos en dos carboncitos secos. Miguel, su veterano alumno, el contramaestro, como se les suele llamar en buena jerga machetera, se abanicaba con una cachucha blanca. Era casi mediodia y el viento estaba guardado en su cueva: don Sando sabia por experiencia que el viento tiene la casa en una cueva de los Farallones y hay gente osada -gente atembada tambien- que hasta se ha ido a buscar la casa del viento y no se ha vuelto a saber de ella, porque el viento agarra a esa gente, le dice cosas al oido y la enloquece. Luego se la lleva para su cueva y alla adentro se la come y no deja ni los huesos. El viento debia de estar comiendo mucha gente en su cueva porque esa manana no habia bajado al valle ni un solo ratico y los canaduzales se miraban tiesos, mudos, como soldados al acecho, a punto de invadir un pais. Esa fue la ocurrencia de don Sando, acosado por un calor que no era normal. Un calor del fin de los tiempos. Una seguidilla de volquetas cargadas de materiales de construccion dejo a su paso una nube de polvo gris y espeso que envolvio a los dos maestros durante largos segundos. Hubo toses, protestas, Miguel se permitio un hijueputazo y don Sando..., don Sando seguia pensando en el viento, en como al viento le cambia el caracter segun baja de la montana, porque aca en el valle se vuelve manso, dulce, buen conversador y hasta con dotes de sabio. Se lo extrana cuando no baja, senor Viento, dijo don Sando entre dientes para que Miguel no alcanzara a escucharlo. Igual Miguel no estaba prestando atencion porque seguia sacudiendose el polvo. Este don Viento si es cosa seria, penso don Sando. A veces de puro travieso baja muy rapido, sobre todo por las noches, y si lo agarra a uno mal parado se le mete en el puro nervo tendonoso y provoca agarrotamientos que duran hasta una semana. A don Apolino vino un dia y le pego tal juetazo que le paralizo la cara de por vida, vaya a saber por que se ensano asi con el. Yo a veces creo que fue por envidia, ?no ve que don Apolino era buen mozo? Como no, y el Viento, dicen los que lo han visto, tiene una cara muy fea, como de trompetista, siempre con los cachetes inflados de huesos triturados y la frente arrugada por el esfuerzo perpetuo de ser quien es. Don Sando se habia enfrentado a don Apolino en cuatro ocasiones y, aunque habia logrado vencerlo en todas, no tenia un buen recuerdo de esos combates. Don Apolino era manoso, ademas de gran machetero y por ahi decian que tenia su secreto, aunque no se sabia muy bien en que consistia ese secreto, pues al fin y al cabo secreto es secreto. Algunos hablaban de pactos con entidades maleficas, de brujas, pero don Sando sabia que la mitad de todo secreto son rumores que el propio machetero pone a circular como plata falsa. De cualquier forma, en esos cuatro combates, don Sando se impuso con pujanza, tirando de todo su repertorio, apelando a toda su astucia. No es facil porfiar con un machetero que tiene la cara paralizada, porque los gestos que se pintan en un rostro son como un pizarron donde se van escribiendo los movimientos futuros del rival. Ojo y mas ojo, repetia don Sando a sus alumnos. Visual y mas visual. El que juega es el ojo y es el ojo el que lee. Don Sando penso entonces que quiza el Viento le habia propinado su juetazo paralizante a don Apolino para ponerlo a prueba, para ensenarle algo y hacerle ganar nuevas destrezas. Oiga, don Viento, ?no sera que usted es mi aliado, mi profesor?, volvio a muscurrullar don Sando. El viejo machetero alcanzo a morder sus palabras por la cola cuando trataban de salir volando de su boca. Esta vez Miguel si oyo un bisbis pero supuso que su maestro estaria rezando o maldiciendo. Don Sando saco la cabeza de todo ese ventarron de pensamientos y miro a Miguel para preguntarle si se sabia algo del pisco. No, maestro, yo le mande un guasap hace ratico, pero me dejo en visto, informo Miguel. El pisco al que se referian era un tal Cero, escribidor blanquito, asi medio cafeconleche, que vivia con el hocico metido en cosas de negros, lo que molestaba a algunos estudiosos que lo acusaban de ladron y apropiadorcista de lo ajeno. Los maestros lo estaban esperando alli, en ese paradero ardiente, perdido en medio de una carretera secundaria, por disposicion de don Sando. De hecho, las palabras del viejo a la hora de dar las instrucciones habian sido claras y precisas, asi y asa, hasta el codigo de vestimenta, todos de blanco de la cabeza a los pies, rematando con una frase que ya se habia vuelto sonsonete: Hay que seguir la voluntad de don Luis. Lo que no habia contemplado don Sando era la posibilidad de que Cero, encargado de recogerlos en una camioneta prestada para hacer el viaje, se hubiera perdido en alguno de los muchos cruces de caminos arrojados como maldiciones por todo ese valle endemoniado. Ay, los cruces de caminos, penso don Sando... No se cuales son peores, si los que cortan en X o los que cortan en Y... En todos he tenido mis aventuras y desventuras. A punto estaba el maestro de recordar algo importante sobre los cruces de caminos, cuando sintio que una brisa suave y fresca le acariciaba la cumbamba como hacen las mamas con sus quicatos. Ironias del viento, se sonrio para adentro don Sando, dandole la bienvenida a su compa- nero, que empezo a sacudir alegremente los canaduzales y a montar su bulloseria de todas las tardes. Al ratico llego tambien Cero en su camioneta de color negro. Porque don Sando habia sido especificante hasta en eso: No me vaya a venir ni en carro blanco ni en carro cafe, mucho menos amarillo, si no, no podemos viajar. Asi se lo habia dicho a Cero, que se arrimo al paradero pidiendo disculpas por la demora y luego se bajo para ayudarles a los dos maestros a subir un equipaje mas bien escaso: dos mochilas medianas, otros dos morralitos de lana y un estuche de cuero donde cargaban los machetes y los bordones de madera de guasimo. Cero noto que el maestro cargaba tambien una chuspa plastica de la que no quiso desprenderse cuando Miguel y el le ofrecieron ayuda para subirse al carro. Una vez estuvo sentado en el asiento trasero de la camioneta, don Sando abrio un poquito la chuspa y miro satisfecho el contenido antes de volver a cerrarla con un nudo no muy apretado. Cero tuvo la impresion de que el maestro llevaba algo vivo ahi metido, pero prefirio no hurgar mucho en sus imaginaciones porque no queria ser impertinente ni con el pensamiento. Durante mas de una hora atravesaron los canaduzales por vias secundarias, siguiendo el mapa que don Sando habia dibujado a mano en un cuaderno escolar. En Guachene, antigua rochela de negros sembrada junto al rio del mismo nombre, se detuvieron a refrescarse con refajo de Poker y Popular en una tienda. En la pared del negocio habia fotos de todos los jugadores de futbol oriundos de este valle, casi todos defensas centrales de gran estatura y poderio fisico. Don Sando senalo la pared con el vaso todavia medio lleno y dijo que para ser machetero no habia necesariamente que tener machete. Uno es machetero si tiene espiritu de machetero. Como don Luis, que en paz descanse, machetero de la cabeza a los pies. Don Sando se referia a Luis Vidal, vecino de Puerto Tejada, cultor de varios estilos canonicos y ultimo gran maestro de los juegos de Remonte y Granadino, fallecido recientemente despues de una larga enfermedad. A la final, ese viaje que acababan de iniciar era producto de un compromiso que don Sando habia hecho con don Luis en el lecho de muerte del de mas acasito, aunque los detalles de esa conversacion permanecian en la oscuridad, incluso para Miguel, que a duras penas sabia que el difunto don Luis debia pagar una promesa con ayuda de don Sando. Pero ?promesa de que? ?A quien? ?Pagar como? Todo era un misterio: los recorridos, los mapas, el color de la ropa, el color de la camioneta, en suma, el proposito del viaje al que tanto Miguel como Cero se habian prestado ciegamente por fidelidad y respeto a don Sando. Y, desde luego, para honrar la memoria de don Luis. Cuando hubieron calmado la sed, caminaron hasta la orilla del rio Guachene y alli don Sando se aparto de los demas y, dandoles la espalda, se puso a hurgar en su chuspa de plastico y a sacar cosas que luego depositaba en la corriente. ?O mas bien era que pescaba cosas en el rio para luego meterlas a su chuspa? Miguel y Cero se hacian los desentendidos pero cada tanto intentaban ver que era lo que hacia don Sando y que tanto es que hurgaba alli, pero a esa distancia, por mas que ambos michicateaban los ojos, ninguno via nada. ?Son pescaditos?, pregunto Cero y Miguel se encogio de hombros, arqueando la boca hacia abajo, pelando mucho lo blanco de los ojos. De todos modos, Cero, que tenia por oficio escribir mamotretos, no dejaba de tomar nota en una libretica roja. !Oiga, y uste que tanto es lo que escribe alli, vea!, le recrimino festivamente Miguel. Cero le mostro una hoja llena de garabatos, flechas y frases sueltas escritas en una letra que mas parecia hormiguero emberracao. Miguel no le dio importancia y siguio pendiente de los movimientos de su maestro. En esas vieron llegar una chiva que de lo sucia y embarrada no se le distinguian ni los colores. El chofer parquio con el morro y las llantas delanteras del camion metidas en la orillita panda y piedrosa del rio, y despues de bajarse de un brinco de su chiva, se puso a lavarla con un balde y unos trapos llenos de jabon. La mugre estaba tan pegoteada que no acababa de escurrir y al chofer le tocaba refregar mucho y baldear sin descanso. Cero, que no sabia muy bien que hacer o como dejar pasar ese tiempo que ya se le estaba volviendo tedioso, se acerco al hombre y le ofrecio ayuda. Se estrecharon la mano medio blancucha con la mano negra y el chofer le dijo: Muchas gracias, caballero, no se ve gente como uste ultimamente. De nada, amigo, de nada, contesto Cero, que sin perder un segundo se puso manos a la obra y a punta de balde y estropajo y jabon comenzo a despellejar el barro de las latas de la chiva. Y en siendo asi, sobando sin tregua, fue que la coloriza de las pinturas salio a la luz nuevamente: Cero se quedo admirado porque alli se miraba un jurgo de bestias salvajes, peludas y no tanto, caribajitos y carisecas, vivos y cocinados, canastos con frutas, pajaritos, paisajes de las montanas, paisajes del valle, paisajes del mar, cielos de todos los tonos y hasta ciudades futuristicas con platillos voladores. !Ve, muy calidoso el que pinto esto!, dijo Cero. Y el chofer se sonrio henchido de orgullo: !Gracias, gracias!, dijo, !ahi le hacemos a la pintura tambien, en los pocos ratos que me deja el oficio de chofer! Pues lo felicito, amigo, dijo Cero, sin dejar de restregar la latoneria ornamentada. Despues de que un ratote hubiera parido sus muchos raticos, despues de que esos raticos crecieran y se fueran flotando rio abajo, la labor conjunta de los dos hombres habia dejado la chiva, como se dice, rechinante de limpieza. Nos quedo como monedita nueva, dijo el chofer, con las manos en la cintura. Y Cero, tambien satisfecho, dio su aprobacion a la tarea, solto un resuello y se quejo del intenso calor. Venga, caballero, que lo invito a refrescarse, dijo el chofer. Y ambos subieron a la chiva, donde, en propiedad, comprobo Cero, habia de todo para revirarle la calentura al sol dentro de una neverita de icopor: alli el chofer tenia encaletadas entre yelos unas cervezas, dos ponimaltas, varios helados de palito y una botella de viche bien escondida debajo de todo lo demas. Cero agarro un helado de mango verde y el chofer le alcanzo un salero que saco de un compartimento junto a la caja de cambios. Mientras se refrescaban en medio de un silencio picadulzon, los dos hombres vieron llegar a Miguel y a don Sando, que, al parecer, ya habia acabado de hacer sus ritos y sus cosas raras en el rio. Vengan, vengan, dijo el chofer, bienvenidos, suban a tomar algo que este calor esta muy violento.

  • La tinta de mis ojos de Aitana Ocana

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    Da igual como te vean. Tu, ?te ves?

  • Nunca digas de este Vodka !no bebere! de L. White

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    Todos tenemos lunes malos, pero ninguno tan horrible como el primero tras las vacaciones de verano. Si a eso, se le sumaba que a Mia no le gustaba el trabajo que ejercia en el bufete…
    ?podia haber lunes peor?
    Si. Podia.
    Su socio le pide que, para variar, lleve uno de esos casos que te pueden cambiar la vida, y encima se entera de que el abogado de la parte contraria es un antiguo companero de la universidad: Kevin Morales. Timido, friki e introvertido…
    !Deberia ser pan comido!
    Pero las cosas no son siempre como una las imagina, y Kevin se ha vuelto un hombre seguro, arrogante y descarado.
    ?Un tipo malo?
    Nunca le llamaron la atencion… pero ya se sabe. Nunca digas de este agua… no bebere.

  • Mutatis mutandis (Versos, canciones y trocitos de carne) de Cesar Perez Gellida

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  • Querida Enemiga de Vanessa Lorrenz

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    Marian nunca supo lo que era tener una familia, la unica que siempre habia estado a su lado era su amiga Olivia, ambas encontradas el mismo dia abandonadas en la puerta de un orfanato. Eran inseparables y para Marian su amiga era su hermana. Por eso cuando Olivia entra en la alta sociedad londinense al ser hija de un duque, la vida de Marian cambia por completo.
    Intrigas, pasion, enemistades disfrazadas de amistad, una lucha entre dos mujeres por conseguir recuperar su pasado, y el dolor de la traicion, es un poco de lo que encontraras en Querida enemiga: ?Hasta donde eres capaz de llegar por amor?

  • Diario de una chirli de Megan Maxwell

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    Y lo peor de todo es que he pecado hoy, el ultimo dia de trabajo. Despues de contener mis apetencias todos, todos los dias durante mas de seis meses, que traducidos en jornadas son unas ciento ochenta mas o menos !que barbaridad! Trabajo en una editorial, bueno trabajaba porque hoy me han dado boleto. !La jodida crisis! Pero no creas que era alguien importante !para nada!, solo era una simple, mondonga y loronda currita del departamento de marketing. Me pasaba sentada mas de ocho horas al dia, por lo que te puedes imaginar que mi trasero (alias culazo) nada se parece al de Jennifer Lopez. Bueno, vale, tampoco esta tan mal. O si no, que se lo pregunten a Fernandez, mi ex jefe, a quien, todo sea dicho, he pillado mas de una vez con sus ojos de raton plantados ahi. !!Maldito roedorrrr!! Tengo la moto en el taller desde hace un mes. Pedazo galleta me di. Por lo que he tenido que soportar los empujones, los roces y la peste a sudor que mas de uno o una lleva ya encima a las ocho de la manana en el punetero metro de Madrid. VIVA EL METRO. Pues bien. Todos los dias cuando salgo del metro y paso ante el escaparate que me tiene enloquecida, tan bien iluminado, tan bien colocado y tan, tan tentador, solo me limito a admirar aquello que para mi es un objeto de devocion. Y aunque estoy contenta porque mi cuerpo comienza a cambiar (ya sabes, "adios flotador, hola cintura") lo del escaparate aun no me lo puedo permitir. Aun no. A media manana, cuando salia con el Fleky, mi compi (el bicho raro de la ofi) a tomar un cafe, Dios, alli seguian en el escaparate, colocadas con mimo y en vistosos colores que me llaman a gritos: !Eva..., ven y comprame..., estoy aqui. ..., te sentare bien... te gustare! Pero yo me limito a admirar su variedad de tonos, blanco, negro, chocolate y me marcho, aunque se que al dia siguiente la tentacion seguira alli. Y digo yo ?te preguntaras a que se debe tanta contencion? Todo vino a raiz de que escuche mi tia Paqui decirle a mi madre en voz baja <> ?Que me estaba llamado mi tia? ?Fea? ?Gorda? ?Hortera? Al final voy a tener que creer lo que una vez dijo mi abuela Rufina, que en paz descanse, en referencia a mi hermana y a mi. Sus palabras textuales fueron: <>. !Ainsss abuela, que intuitiva, que intuitiva eras! Pero es que mi gemela y yo somos asi. Ella clase, yo pecado. Ella pija, yo del monton. Ella tiene un novio (el guindilla, un poco lelo pero no es mal chaval) y a mi, ni me miran los lelos. En fin, excepto en que ambas somos rubias, con ojos azules y como dos gotas de agua, en el resto no nos parecemos en nada. Pero hoy, mi querido diario, cuando mi jefe me ha dicho: <>, lo confieso; !HE PECADO! Y saltandome todo lo que durante tropecientos dias habia conseguido, me he liado la manta a la cabeza, he entrado en la preciosa tienda iluminada y, tras mirar a la glamurosa dependienta, he dicho sin ningun pudor, ni pausa. <>, y aqui me tienes escribiendote antes de irme a la cama, mientras me zampo las exquisitas palmeras y comienzo mis obligadas vacaciones. Ea, buenas nochessssssss. La zampa palmeras PITICLIN..., piticlin... piticlin... <> Piticlin... piticlin... piticlin.... <> Piticlin... piticlin... piticlin... --La madre que pario a Merche y al piticlin --grito como una posesa sentandome en la cama--. !Merche! ?quieres apagar el maldito despertador antes de que lo coja y te lo meta por un lugar donde estoy segura que no te va a gustar? No contesta, pero la rata que mi hermana llama perro me mira con sus ojos saltones. !Que fea eres hija mia, por Diosssss! --Merche, como vuelva a sonar el PITICLIN, voy a coger tu carisimo bolso y... !Por fin!, Merche, mi pijisima y espectacular hermana gemela, abre la puerta del bano y me mira con su angelical cara de barbie nordica. --Jopetas Evita, cosita tonta, no te pongas asi, churrita. --?Que no me ponga asi? --le grito mientras noto como mi cabeza va a comenzar a dar vueltas como la de la nina del exorcista--. ?Pero tu eres tonta del culo o que? Hoy es domingo y quiero dormir. ?Tan dificil es entenderlo?

  • Adios, Tomasa de Geney Beltran

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  • Contrato. Lo que esperas de mi de Aryam Shields

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    Para Katheryne Cortez la vida de su hija es lo mas importante y la salvara al precio que sea. Alessandro D'Angelo es un arquitecto italiano conocido por su mal caracter. Su vida y su pasado son mundos a los que pocas personas tienen acceso. Someterse al mundo del arquitecto es su ultimo intento para solucionar sus problemas, pero ?podra salvar la vida de su hija sin entregar la suya a la oscuridad de un hombre cuyo corazon ha estado congelado por anos? Cuando un lazo te une mas alla de lo imposible. Cuando es la ultima opcion que te queda. Cuando ya no hay mas caminos, ?que estarias dispuesto a sacrificar?

  • El temperamento melancolico de Jorge Volpi

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    El temperamento melancolico es una desenfrenada novela en la que Jorge Volpi ilustra las terribles consecuencias de fundir vida y arte, asi como la inevitable melancolia que conlleva este peligroso acto.

  • Por ti, mama de Tania M. Rubio

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    Durante la Nochebuena, Kelly se queda atrapada en un ascensor con un misterioso desconocido. Lo que Kelly no sabe es que aquello solo es el comienzo de lo que le va a tocar vivir esa noche. Su vida esta a punto de dar un importante giro. Desde esa noche, ya nada volvera a ser lo mismo. El pasado se hace presente. Cuando nada quede, aun quedaran los recuerdos de su madre…

  • La luz de mis dias de Alejandro Melero

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    Una novela conmovedora, escrita con exquisita sensibilidad, y que engancha desde la primera pagina.

  • En la mitad de la vida de Kieran Setiya

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  • El peloton rojo de Clinton Romesha

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    En 2009, Clinton Romesha, de la seccion Red Platoon, y el resto de la tropa Black Knight se preparaban para cerrar el Comando Outpost (COP) Keating, el mas remoto e inaccesible de una serie de bases militares construidas por el ejercito estadounidense en Nuristan y Kunar, con la esperanza de impedir que los insurgentes talibanes se moviesen libremente entre Afganistan y Pakistan.

  • El aguila y la lambda de Pedro Santamaria

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    Ano 256 a.C. Despues de casi diez anos de guerra, Roma y Cartago se han desangrado mutuamente sin que ninguna consiga imponerse claramente.
    Marco Atilio Regulo, recien elegido consul, es enviado por el senado a Africa, al mando de la mayor flota jamas botada por Roma, con el fin de ir conquistando las ciudades que rodean Cartago, estrangular a la capital enemiga y poner fin al conflicto de una vez por todas.
    Los punicos, con un ejercito muy inferior al romano y conociendo el prestigio militar de Regulo, se ven obligados a ponerse en manos de Jantipo, un curtido mercenario espartano al que confiaran su futuro. Sin embargo, los despoticos gobernantes cartagineses, temiendo que una vez que se haga con el control del ejercito, lo utilice para derrocarles, le encargan a Arishat, una bella cortesana, que vigile los pasos del espartano; pero ninguno de ellos esta preparado para lo que les depara el destino.

  • Las intrigas de la fama 2 de Mercedes Franco

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    Carolina comienza su nueva carrera con exito, ya que ha logrado captar la atencion de todos los medios y tambien de Armando Lugo.

  • Por ti respiro de Poppy Garcia

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    Segundo jueves de mes Me estaba costando mantener el ritmo de la respiracion. Tan prieta, tan deseable y salvaje. Su espalda se movia como las olas siguiendo el ritmo de mis caderas. -!No pares, caramelo! !Por favor, no pares! Acelere solo para darle gusto a la vez que estiraba el brazo para jugar con sus pezones y, ya de paso, dejarme llevar. -!Aaahhh! -grito. Senti la presion desde todos los angulos y explote en ella ya sin aire en los pulmones. La fuerza de gravedad hizo el resto derramandonos los dos en aquella cama de suaves sabanas negras. Como en un baile sincronizado. De A a B, siguiendo una coreografia en la que cada vez teniamos mas practica, mas eficiencia y menos alma. Pero aquello era lo que era y no valian eufemismos. Ese era siempre el momento de la verguenza. Cuando me daba excusas a mi mismo de porque estaba alli, o mas bien, para que estaba alli. Estaba alli precisamente para disfrutar, aunque fuese a costa de pretender durante un rato. Una tarde cada varios meses. Pagando. Anos atras, Cuqui habia sido mi regalo de cumpleanos. Aquella noche no lo supe, pero pocas dudas tuve cuando encontre en mi billetera dias despues una tarjeta con su nombre y un corto mensaje adosado a un <>. Me cabree, mucho, pero he de admitir que duro poco. Una vez que asumi que ese seria el unico contacto que tendria con una mujer creo que hasta senti alivio. Primero, Cuqui era guapisima y, segundo, me gustaba el sexo con ella. Desde aquella primera noche nos habiamos visto de forma mas o menos regular; ella recibia su recompensa y yo la mia. La verguenza, aunque persistente, quedo algo mitigada cuando gire la cabeza para mirar a mi escort -tenia prohibido llamarla <>- tumbada de espaldas mirando al techo satisfecha de si misma. Cuqui era muy especial para ciertas cosas, aunque su naturalidad era reconfortante. Al igual que siempre, no tardo ni dos segundos en encenderse un cigarrillo. Una costumbre que yo personalmente odiaba y que ella parecia disfrutar. Cuqui era puro estereotipo, supongo que por su profesion, y el cigarrillo de despues del coito era imprescindible. En ningun otro momento la habia visto con un pitillo entre los dedos. -?Por que me llamas siempre caramelo? -pregunte. Normalmente no hablabamos demasiado; siempre hubo un silencio comodo entre nosotros. Ella no husmeaba en mi vida y yo no pedia explicaciones. Como debia ser. Con todo y eso, soliamos cruzar unas palabras mientras nos recuperabamos y con el tiempo esos momentos habian pasado de un par de minutos, antes de que yo recogiera mis cosas y pagara, hasta llegar a la media hora si no teniamos nada que hacer despues. Hoy parecia no importarle que zanganearamos un rato, asi que pregunte aquello porque realmente me intrigaba que me hubiese puesto un mote tan empalagoso. -No se. Me recuerdas a uno. Apoyo la cabeza sobre mi brazo estirado, mirando a la nada mientras intentaba hacer anillos con el humo. Anos practicando sin resultado. -Eres como uno de esos caramelos con envoltura de colores chillones con el logotipo de la empresa. -Paro un segundo para echar el humo por la nariz-. Cuando vas a abrirlo, te das cuenta de que el papel se ha quedado pegado al caramelo y ves venir que los dedos van a quedar pegajosos. Pero como es un caramelo, pues haces el esfuerzo. Al llevartelo a la boca tus papilas gustativas se corren de gusto de repente y cierras los ojos mientras disfrutas de la experiencia. Una vez comienzas a mover el caramelo en la boca, te acuerdas de que tienes pegado el envoltorio entre los dedos, asi que te deshaces de el y te chupas las yemas porque el regustillo es casi mejor que el caramelo en si. Tu eres igual. Un caramelo… Vaya analogia. Si estaba alli con ella era porque yo no era del gusto de nadie. No queria recordar la cantidad de motes que me habian puesto a lo largo de los anos; ninguno cercano a nada dulce, eso seguro. De hecho, desde bien pequeno a cada nuevo apodo la cosa empeoraba a la par que mi aspecto. Quien sabe cuando empece a parecer un engendro. Primero fueron los pies planos y el empeno del medico en ponerme botas ortopedicas; despues fueron las gafas de pasta de color marron mierda que mis padres debieron encontrar en oferta en la optica; con la pubertad aterrizo el maldito acne que me dejo desagradables marcas de por vida por toda la cara y lo peor, esos perpetuos carrillos rojos que decian a gritos <>. Por suerte mi cara no era redonda como la de un pan. Eso me hubiese dado la puntilla en el instituto. Basicamente era mas feo que un culo y para colmo, mis padres tuvieron que recurrir al maldito santoral para ponerme el peor nombre de la historia. Llamarme Artemio era algo que todavia llevaba fatal, tanto que no dejaba que nadie me llamara asi. Gracias a Dios, las botas ortopedicas dejaron de ponerse de moda; el genio mas genio de todos los tiempos invento las lentillas y el bigote y la perilla atraian ahora las miradas mas que los boquetes dejados por las espinillas llenas de pus y grasa que los miles de tratamientos dermatologicos no consiguieron disimular. Lo que no habia cambiado en absoluto con los anos era el asco, el desprecio o la pura y dura indiferencia del genero femenino hacia mi persona, sexualmente hablando se entiende. Jamas habia estado con una mujer porque le atrajera. Jamas. Siempre tuve amigas, eso si. Rodeado de feminas que decian lo encantador que era, no hacia mas que afianzarme en la idea de que ademas de feo, no conseguia hacerles llegar las sobredosis de testosterona que me hacian producir. Siempre pase inadvertido; al menos ningun otro chaval penso en mi como oponente lo que me evito algun que otro encontronazo con los malutos en el recreo, aunque no siempre. Lo dicho, mi testosterona pasaba desapercibida a todos los niveles. Pero debia agradecerle a Cuqui que, aunque solo fuese por agradar a un pobre cliente, me dijera que no era tan repelente. Quiza la profesion le daba un sexto sentido para reconocer y utilizar sobreproducciones de hormonas. Quien sabe. -?Me estas piropeando? -me salio con una media sonrisa. El hecho en si era realmente comico. -No. Solo digo la verdad. Estas riquisimo. Apago el cigarrillo en el cenicero de la mesilla y comenzo a besarme en el pecho. Mi respiracion empezo a acelerar e inconscientemente entrelace los dedos en su pelo. -No se si estoy preparado para una segunda ronda y ademas se esta haciendo tarde. -Por mucho que me gustase las cosas que me hacia, lo nuestro era un encuentro con unas reglas estipuladas y queria que siguiese siendo asi. Ademas, no queria forzar nada. Pero ella ni caso. -No te hagas el modesto, caramelo. Tu siempre estas preparado. Saco la lengua para empezar hacer dibujos sobre mi piel y luego soplo para mirar triunfante como todo se ponia de punta. Empezo a chupetear mientras bajaba restregandose con abandono y yo mire el reloj para asegurarme. Estabamos en tiempo de descuento asi que esta ronda iria por parte de la casa. Si a ella le daba igual… Mis dudas quedaron resueltas cuando se incorporo para ir a sacar un condon del cajon de la mesilla. Lleve las dos manos a su cabeza, cerre los ojos y deje gustoso que Cuqui me tratase como un dulce.

  • Azul Infinito de Enrique Panao Guarino

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    ?Puede alguien morir mientras sigue vivo?Diego, gaditano de nacimiento, sabe que si es posible. Un acontecimiento traumatico le cambio la vida, tanto que mas que vivo, vive muerto desde entonces.”Mi muerte acontecio el 15 de febrero de 1990. Aquel dia, este que escribe todavia no habia cumplido los treinta y dos anos.

  • Einstein y el arte de montar en bicicleta de Ben Irvine

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    Ben Irvine nos explica como experimentar la sabia manera de ver la vida de Einstein a traves del sencillo placer de montar en bicicleta. Esta obra arroja una nueva luz sobre la vision holistica del mundo de uno de los grandes iconos de la ciencia y explora como alcanzar el equilibrio y la atencion plena a traves del placer de montar en bicicleta. Ben Irvine nos muestra una forma de vida ecologicamente consciente, integrando conceptos filosoficos, practicos y personales.

  • Litio de Malen Denis

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    Litio es una novela hecha de cartas que la autora se manda a si misma o a un desconocido, y que juntas suman la experiencia de la migracion, de precariedad, de una generacion millennial hiper-medicada en busca de esa felicidad que nadie encuentra.

  • La amante del Highlander de Hugo Sanz

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    Cuando Malvina acepta un trabajo en la casa de los McLarcon, no imagina que un simple primer cruce de miradas con Duncan, su jefe, dara un giro de ciento ochenta grados a lo que habia sido su vida hasta ese momento.

  • Traicion en el Norte de Pedro Urvi

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    La Campana en el Continente Helado ha fracasado. La guerra retorna a Norghana y con ella la muerte y destruccion.

  • Bailando con el demonio de Alina Covalschi

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    --Quiero ver sensualidad, Evelyn --exigio Madame Janice--. Esas manos tienen que flotar en el aire. Llevaba mas de tres horas de entrenamiento y, por mas que intentaba estar concentrada, mi cuerpo se resistia. Me dolian los huesos, y estaba cansada. Me gustaba bailar porque mi alma lo necesitaba. Sonaba con mis pies en pleno movimiento y me sentia libre. La mente y mi corazon acompanaban el ritmo, lo que hacia conmovedora la danza. Sentir la musica era el secreto para mi felicidad. --Es suficiente por hoy --dijo ella al ver que mis piernas empezaban a fallarme--. Seguiremos manana, Evelyn. Descansa, quiero verte con fuerzas. Estaran aqui muchos directores y es posible que alguno ponga sus ojos en ti. --Eso espero. --Desenrede mi pelo sudado--. Llevo toda una vida luchando para conseguir esto. --Lo conseguiras, seguro, eres perfecta. --Me dio una botella de agua--. Hay muchos musicales que necesitan buenos bailarines. --Si, pero algunos son mejores que yo. --Confio en ti. --Me dio un apreton de manos--. Necesitas descansar. Ella abandono el salon de baile y, al verme sola, me sente en el suelo y apoye la espalda contra el espejo. Recorde la primera vez que mis pies habian tocado el suelo de un estudio y la primera vez que el baile me habia llamado la atencion. --Aqui estan los bailarines, ninos --dijo nuestra cuidadora Janine--. Este Conservatorio es uno de los mejores y, si estudian bien, podeis obtener una plaza aqui. --Nos miro a todos. --?Y podemos bailar como ellos? --Senale una pareja que se movia de una manera indescriptible. --Claro que si, Evelyn. El orfanato paga vuestros estudios, pero teneis que poner mucho empeno. --Lo hare --dije para mi misma. Y eso hice… empece a estudiar y a estudiar hasta conseguir una beca. Con esa beca me habian dado una plaza para el conservatorio y luego me habia esforzado mucho para aprender todos los tipos de baile de salon. Mi vida no habia sido facil: no tener padres ni familia me habia mantenido en un amargo silencio durante anos. Tuve suerte de que mis abuelos pagaran el orfanato antes de quedarme sin nada. Estuve viviendo dos anos alli hasta que una familia se intereso por mi. Todo paso muy rapido y, en menos de unas horas, ya estaba viviendo con ellos. Mi padre adoptivo tenia mas de cinco empresas de construccion y habiamos tenido mucho dinero. Perdimos todo en tan solo un mes, y eso lo volvio loco: los encontre a los dos muertos en la cama. Habia sido el dia mas horrible de mi vida, y ver tanta sangre junto a los cuerpos de esas personas sin vida me habia marcado para siempre. Los policias habian dicho que mi padre adoptivo habia matado a su mujer y luego se habia disparado en la cabeza. No llegue a encarinarme con ellos y estaba acostumbrada a verlos siempre lejos de donde yo me encontraba, fisica y psicologicamente. Mucho no recordaba porque era muy pequena, pero nunca los habia visto besarse o abrazarse y, por supuesto, tampoco lo hacian conmigo. De cria habia tenido pesadillas al respeto y en todas ellas los rodeaba un aura extrana, tanto como eran ellos. Cuando me vi sola de nuevo un lugar extrano y lleno de personas desconocidas, quise desaparecer para siempre. El orfanato era un edificio cuadrado, rodeado por una verja alta. Estaba muy descuidado, pero limpio y las cuidadoras me hablaban con indiferencia. Tuve la suerte de que ese dia habia visto a una pareja bailando en el parque del orfanato y habia recordado lo que me habia prometido: seguir estudiando y llegar a cumplir mi mayor deseo. Conseguir bailar en un escenario habia sido lo unico que me habia mantenido con vida. --Vamos a cerrar --aviso el portero. --Ahora salgo. --Me levante del suelo y estire mis brazos. Tome la mochila y sali del conservatorio bastante confiada. Estaba segura de que tantos anos de clases intensivas no habian sido inutiles y de que pronto iba recibir los merecidos resultados. LUCES EN LA OSCURIDAD --Mucha suerte Evelyn --dijo mi companera de piso, Carmen. --Gracias. --La abrace y sali por la puerta. Habia pasado una noche horrible; no habia conseguido pegar ojo por los nervios que habian estado recorriendo mi cuerpo entero. No queria perder la oportunidad de conseguir un puesto libre en la nueva obra teatral "Olvida que me amas". Habia aprendido una corregrafia y tenia que bailar con mucha precision para conseguir mi tan ansiado sueno. Llegue al conservatorio un poco antes, pero tuve tiempo de echar un vistazo a las aulas llenas. Mientras paseaba por los pasillos, recordaba con nostalgia mis primeros dias de entrenamiento. Habian sido dificiles, pero me habian ayudado a olvidar el duro pasado que habia enterrado muy adentro de mi corazon. Habia muchos bailarines esperando, y eso empezaba a preocuparme. Estire mi cuerpo para liberar la tension y me sente en una silla. Con los nervios revoloteando en mi estomago, espere a que me llamaran. Despues de una larga hora de espera, llego mi turno. Me puse de pie enseguida cuando escuche mi nombre. Estaba nerviosa: mi corazon martilleaba en mi pecho con fuerza mientras enviaba un escalofrio por todo mi cuerpo, y mis mejillas empezaron a arder. Me llevaron por un pasillo oscuro y luego abrieron una puerta de metal. Lo que habia tras ella era una cortina roja de terciopelo y un silencio inquietante. La aparte con mis manos temblorosas y pise despacio el suelo de madera. Me encaminaba hacia un escenario y sabia que esa era una oportunidad unica. Habia solo una luz encendida, y el resto estaba a oscuras, de forma que era imposible saber cuantas personas habia mirandome. --Puedes empezar --dijo alguien, y gire la cabeza. Su voz sono fuerte, y el poder de sus palabras se apodero de mi. Mi corazon se deslizo hacia mi estomago. No podia pensar y me estremeci. Frote mis brazos para entrar en calor y asenti con detenimiento. Estaba acostumbrada a bailar con musica, pero no me atrevi a decir nada. Cuando hice una reverencia, vi en la oscuridad de la sala dos luces rojas pequenas. Parecian dos puntos pero, al ver que se movian y se apagaban al ritmo de mi parpadeo, empece a retroceder. Un panico asfixiante se instalo en mi y, cuando senti la cortina tocando mi espalda, la voz hablo de nuevo: --No tengo todo el dia. Hay mas personas esperando

  • Suenos fragiles de Yara Zgheib

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    Suenos fragiles es una novela emocionante, sincera y desgarradora que narra las vivencias de un grupo de mujeres, unidas por la enfermedad pero tambien por la esperanza, por el apoyo mutuo y por las ganas de vivir.

  • Memorias de un Heroe Ensangrento de Daniel Nieto

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    A mis mas estimados jovenes, sufridores del dia y de la noche, la cual es para vosotros perenne.
    Con esta mi mas sincera apelacion, se halla una advertencia, siendo esta la siguiente:

  • El Placer de tus Suenos 1 de Auraluna

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    Una historia llena de romance y erotismo.

  • Ella es mi pecado (Suenos y Pecados 2) de C. H. Dugmor

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    ?Amor u obsesion? Ese sera su dilema. Para el no fue nada facil aceptar que ella era su pecado. Descubre como ama un hombre. Esta es la parte mas sensual y ardiente de la historia. Xander Granderson es el actor del momento. Deseado por millones de mujeres y admirado por miles de caballeros, pero a pesar de ser el “soltero” mas codiciado del Reino Unido, su vida sentimental deja mucho que desear. “Fracaso tras fracaso”, asi definiria Xander su vida amorosa. No porque no crea en el amor, sino porque cree en exceso. El destino caprichoso se empenara en verlo atrapado en una marea de dos corrientes. Un amor clandestino que lo llevara al borde de la locura. Conoce el lado mas ardiente de la historia. Sin tapujos. Xander lo cuenta todo.

  • Te necesito en mi vida de Janis Sandgrouse

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    Daniela es una joven que regenta una pequena casa rural en un pueblo a las afueras de Madrid.Hace mucho tiempo que no tiene a nadie a su lado. Ocupa todo su tiempo en su trabajo, sus sobrinas y su hermana.Tras los graves sucesos que le ocurren a su hermana, afloran los recuerdos de su adolescencia, aquellos momentos en los que debia maquillarse mas de la cuenta para ir al instituto.Y en la sala de espera del hospital, se encuentra con el.Su primer amor, su primer beso, su primera despedida creyendo que nunca volveria a verle.

  • Bombay ultima venganza de Alfredo De Braganza

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    Dentro de unos minutos comenzaria el desfile por la calle principal de la esperada cabalgata de Reyes. En una calle lateral dos musulmanes terminaron de rezar en el interior de una furgoneta. Ansiaban convertirse en martires de la lucha contra los enemigos del islam. Eran jovenes y habian sido facilmente influenciables. Jamil Ahmed volvio al asiento frente al volante y Zaidan Al-Nasser al de copiloto. Se tomaron unas pastillas para paliar el nerviosismo. Un grupo de jovenes pasaron alegremente por la acera hablando muy alto. Uno de ellos empujo a otro entre risas, golpeando la espalda contra la carroceria de la furgoneta y asustando a los dos pasajeros de su interior. Se marcharon jovialmente sosteniendo anchos vasos de plastico con cerveza. En aquel suburbio de Madrid el ambiente en la calle no podia ser mas alegre y entusiasta. Zaidan recibio una llamada al movil. Un hombre con voz profunda, hablo en arabe: --Os repito de nuevo las instrucciones. No os mostreis nerviosos cuando salgais a la calle. Tomaos vuestro tiempo. Jamas corrais cruzando una calle, porque llamareis la atencion. Que Ala os acompane. El agente de policia Garcia caminaba observando todo a su alrededor. Saludo a un par de conocidos y se felicitaron las fiestas. El ser alto lo consideraba una ventaja. Cuando se enfundaba sus botas aumentaba unos centimetros a su metro noventa y cinco. Sus companeros se lo tomaban con sorna, ya que decian que podian ver su cabeza destacada sobre un tumulto de gente. Su altura era una ventaja ya que servia de punto focal a cualquier companero perdido entre una multitud. Alertados sobre la posibilidad de un ataque terrorista, se habian implantado medidas especiales. El comisario les advirtio antes de salir de patrulla: --Pretenden hacer cuanto mas dano posible de la forma mas espectacular posible. Por ello quieren atentar contra las costumbres culturales de nuestro pais. Mas que nunca teneis que estar ojo avizor. Pueden ser terroristas suicidas a pie de calle, me parece lo mas probable. Pero tambien pueden hacer uso de vehiculos, una moto, un coche, una furgoneta o un camion. Se quedo quieto estudiando todo a su alrededor. Un grupo de turistas embobados se mezclaba con publico local indiferente a la algarabia de la calle. El ayuntamiento habia permitido a reganadientes la instalacion de camaras de video temporales en la calle. Argumentaban que era una forma de controlar a la ciudadania y que iba en contra el derecho a la privacidad. Pero la policia las veia necesarias, ya que cubrian los puntos ciegos que dejaban al girar y de ese modo nadie podria colarse. El sonido era ensordecedor, el publico habia aumentado considerablemente. Al cruzar un paso de peatones, se fijo en una furgoneta gris aparcada extranamente al lado de un contenedor de basura. El grupo de turistas le abordo; uno de ellos sujetaba un plano urbano. En el interior de la furgoneta, Jamil Ahmed y Zaidan Al-Nasser se abrazaron. --Que Ala te acompane --entono Jamil. Su companero musito la misma bendicion. En el interior de la comisaria un joven policia recien graduado llamo la atencion a su superior. --Acabamos de recibir una llamada anonima. Dice que va a producirse un atentado en la cabalgata. --Dejame escucharla. Desde un ordenador reprodujeron la grabacion. --Escuchenme, porque no lo repetire mas, Dentro de unos minutos estallara una bomba en la cabalgata. Concretamente, en la calle Poveda a la altura de la sucursal del BBVA. Tienen que prevenirlo deteniendo a dos jovenes de origen marroqui. A pesar de la urgencia de las ordenes que circularon por radio, el denso trafico de peatones hacia casi imposible el movimiento de una calle a otra en un corto periodo de tiempo. El agente Garcia se encontraba hablando en un ingles macarronico con el grupo de turistas americanos, que prestaban con sonrisas su jovial uso del idioma, cuando Jamil se percato a traves del parabrisas de su presencia, y se quedo absolutamente petrificado. Solo le basto al policia alzar la cabeza para chocar su mirada con la de los pasajeros del interior del vehiculo sospechoso. En aquellos momentos el desfile estaba llegando a la altura de la sucursal bancaria. --Tenemos que actuar, ya --dijo Jamil. --Todavia no es el momento. El agente Garcia alerto a traves de su walki-talkie. Aparto con su enorme brazo al americano que sostenia el plano urbano, generando comentarios en ingles por sus sorprendidos companeros ante aquella reaccion tan inesperada. Con la mano sobre la pistola enfundada comenzo a caminar deprisa, avanzando hacia el vehiculo. --Arranca --ordeno Zaidan--. Ahora es el momento. No podian esperar mas. Jamil giro la llave del encendido y la furgoneta cobro vida. Viendo que el vehiculo comenzaba a moverse, el agente Garcia salio de la acera hacia el asfalto gritando con aspavientos a todos los transeuntes para que se alejaran. No habia duda: dos jovenes de aspecto sospechoso en un vehiculo dispuestos a usarlo como herramienta para cometer un atentado. El reguero de gente no se tomada en serio sus indicaciones, no se movian con apremio. Saco el arma y efectuo dos tiros al aire. La gente corrio en todas direcciones. Jamil piso el acelerador revolucionando el motor al maximo. Giro con violencia el volante y se dirigio directamente hacia el policia situado en medio de la calzada. El agente Garcia se coloco en posicion de tiro. Disparo, una bala en direccion al conductor, luego puso la rodilla en el suelo y efectuo otro tiro hacia la rueda derecha. El primer disparo habia perforado el cristal alcanzando en el cuello a Jamil. Estaban a punto de golpearle cuando el segundo disparo hizo estallar una rueda delantera. Ambos jovenes sintieron que el panico se apoderaba de ellos. Vieron al policia levantarse y disparar por tercera y cuarta vez contra el parabrisas. Una bala alcanzo la cabeza de Zaidan y otra se alojo en el pecho de Jamil. Jamil perdio el control del volante e instintivamente su peso corporal presiono el freno. Entre chirrido de neumaticos la furgoneta giro a la izquierda. Trazando una curva, golpeo con violencia el bordillo, choco contra un bolardo y salio disparada por el aire, hasta caer volcada sobre el lado derecho con un golpe sordo en la calle principal. Un grupo de policias corrieron y comenzaron a gritar para dispersar al publico y urgiendo a la gente para que se apartasen de los balcones y las ventanas. Se empezaron a oir los sonidos de las sirenas. Cuando la noticia se propago como la polvora, la primera respuesta inmediata fue de alivio al saber que no habian muerto personas inocentes. Se alabo al agente Garcia, al comisario y a todo el cuerpo de policia de la comisaria. Se concedieron diferentes medallas y premios, bien merecidas. Hubo entrevistas en radio, prensa y television. En su circulo de colegas el agente Garcia argumento que la premonicion habia jugado un papel fundamental en todo aquello, asi como la suerte. Sin embargo, la reaccion en la sombra de los cuerpos de seguridad del Estado y en los medios de inteligencia fue muy distinta. En la furgoneta no habia explosivos. No sabian si alegrarse por haber evitado una matanza o afligirse porque casi habian permitido que ocurriera. ?Negligencia? La asuncion de responsabilidades no tardo en llegar. Del suspiro se paso luego a un ambiente de ansiedad, donde periodistas y jefes de la oposicion buscaban culpables. Exigian responsabilidades. ?Por que no habian detectado a esa celula terrorista? ?Y si hubieran llevado explosivos? ?Y si en vez de usar la furgoneta se hubieran inmolado a pie en la cabalgata? La impresion de lo que hubiera podido suceder era espeluznante. Hubo miedo. Durante los siguientes dias fueron ya pocos los medios periodisticos que aplaudieron a los servicios de seguridad, relegando al ostracismo al agente Garcia, a quien se le achaco el haber matado a sangre fria a dos jovenes inmigrantes inocentes. Las pruebas que aducian era que no llevaban armas ni explosivos. Argumentaron que la presencia intimidatoria del agente Garcia los asusto tanto que tan solo pretendian huir del lugar. Incluso diferentes organizaciones pro derechos humanos y de ayuda al refugiado criticaron al ministro del Interior. Se organizo una concentracion frente al ayuntamiento de la localidad, en la que participo un numeroso grupo de miembros de la comunidad musulmana de Madrid. Llamaron fascista y asesina a la policia, se leyeron discursos y poemas de protesta y se enarbolaron banderas y pancartas de distintas procedencias y de todo tipo. Pero el suceso tuvo una vida corta. Tras la festividad navidena se reanudo la liga espanola de futbol. Un tren descarrilo cerca de Londres y cuatro estudiantes espanoles resultaron heridos. Un grupo pop de Corea del Sur ofrecio un concierto en Madrid y otro en Barcelona durante una gira. Y de ese modo, el valor de lo sucedido pocos dias atras fue menguando entre la opinion publica. La impotencia e indefension en la inteligencia espanola y en los miembros de los cuerpos de seguridad del Estado era abrumadora. Se quedaron mortalmente preocupados sobre cuando y donde podria prepararse un nuevo golpe. Los terroristas habian demostrado a las autoridades espanolas que tenian el control sobre la vida o la muerte de personas inocentes. I

  • La bestia de Clayton de Grace Marie March

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    El mayordomo entro en la biblioteca de la casa, donde se encontraba Morgan, aun no se habia ido a dormir pese a ser pasada ya la medianoche y que al dia siguiente se tenia que casar. -Su senoria, ha venido Lord Harris dice que es urgente. -Acompanale hasta aqui. Se pregunto porque su futuro suegro vendria a estas horas la vispera de la boda, pero cuando entro Lord Harris no vio en el ninguna expresion que pudiera demostrar su curiosidad. -Disculpe Lord Clayton, la doncella nos ha traido esta nota que ha encontrado en el dormitorio de mi hija Theresa, se ha fugado con otro hombre, aun podriamos darles alcance, si pudiera usted ayudarme a encontrarla. Morgan miro la nota y la guardo en un cajon de la mesa. Lord Harris vio ese gesto de forma nerviosa, pero no se atrevia a pedirle que se la devolviera, si por algo era conocido Lord Clayton era por su rectitud y sabia que ese gesto de su hija seria algo que el no podria pasar por alto. -Si necesita alguno de mis caballos estan a su disposicion, pero si les encuentra yo de usted forzaria una boda, porque dadas las circunstancias yo manana no me casare con su hija. -Pero... si les encontramos a tiempo... -Me es indiferente si les encuentran a tiempo o no, no necesito casarme con una mujer que huye con otro hombre en la vispera de nuestra boda. -Entiendo Lord Clayton, aun asi si me lo permite, si me gustaria hacer uso de algunos de sus caballos. -Por supuesto, ya le he dicho que estaban a su disposicion. Antes de amanecer los caballos que habia utilizado Lord Harris fueron devueltos a su lugar, pero nadie pidio volver a reunirse con el, al dia siguiente cuando bajo a desayunar se encontro con parte de su familia, despues de pedir que le prepararan el carruaje, les dijo simplemente que al final no se celebraria la boda, sin darles ninguna explicacion. -Seras capaz de dejar abandonada a Lady Harris el mismo dia de su boda -dijo su tia Harriet horrorizada. -La familia de ella ya sabe que no habra boda, bueno que no habra boda conmigo, igual hay otra. -No entiendo lo que quieres decir -le dijo Harriet mirando hacia los demas. -Igual a estas alturas Theresa ya esta casada con otro hombre, no se que decision habra tomado su padre finalmente con respeto a ella, una vez la hubo encontrado. -Lady Harris seria incapaz... -Tia, espero que no se vuelva a hablar de este tema nunca mas, ella tomo su decision ayer cuando se marcho con otro hombre, me da igual si la encontraron a tiempo o no, yo despues de desayunar me marchare de Londres y seguramente no volvere mas. -Pero necesitas casarte, debes tener un heredero. -Mi hermano ya tendra hijos, yo por mi parte solo espero que todos me dejeis ya en paz, fue un error desde el principio venir a buscar una esposa. -Pero Morgan... -?Que? -Puede que encuentres otra mujer. -Mi fortuna atrae a muchas, pero la cicatriz de mi rostro les crea repulsion hacia mi persona. -Hijo... -Dejarlo estar, sera mejor que me marche ya, creo que ya hemos hablado demasiado de este tema, espero que no volvais a hablarme de boda nunca mas. Capitulo 2 5 anos despues. Lucas entro en el club de caballeros y vio un grupo de personas en la sala de apuestas, lo que hizo que llamara su atencion. -Lord Hartley ha perdido la cabeza, alguien deberia detener esto. Lucas se acerco hasta que vio al hombre con la cara enrojecida y sudando mas de lo normal. -Solo me queda la dote de mi hija, son 10.000 libras que recibira su esposo una vez celebrada la boda. -Acepto la apuesta -dijo un hombre. Todos se callaron ante lo que acababan de escuchar, mirando hacia Lord Hartley quien cogio los dados y los lanzo, desafortunadamente tambien perdio esa mano. Se fue de la sala a paso lento y totalmente decaido, Lucas miro hacia el despreciable hombre que tenia frente a el, mientras recogia todos los papeles que le habia firmado Lord Hartley. -Todo o nada -le dijo impulsivamente. -?Creia que estaba usted prometido Lord Clayton? -Hablo en representacion de mi hermano Morgan. -?De la bestia de Clayton? -?Como se atreve a llamar de este modo a mi hermano? Se lo repito todo o nada. -Muy bien, acepto, hoy tengo un dia de suerte, ?que ganaria yo? -Nuestra casa de Londres. -Escucho un murmullo a su alrededor, pero no les presto atencion. El lanzo primero el dado pero tan solo saco un 4, antes de que lanzara su oponente el dado escucharon un disparo, Lucas no tenia duda de que Lord Hartley habia acabado con su vida. No aparto la vista del oponente, y espero a ver que numero salia en los dados que el lanzara. -Un tres. -Escucho como decian. -Lady Patricia Hartley se casara con la bestia de Clayton. -Murmuraron en voz baja, pero aun asi Lucas pudo escucharlos claramente. -Deme todos esos papeles, mi hermano sera quien de ahora en adelante cuidara de Lady Hartley y se asegurara de su bienestar. -?Cuando se celebrara la boda? No quisiera perdermela. -Dijo quien habia empezado estas lamentables apuestas con Lord Hartley. -Mi hermano cumplira la palabra dada por mi, ella sera mi cunada y espero que tenga respeto hacia todos los miembros de mi familia. Al llegar a casa, vio que su tia Harriet aun no habia salido de casa, iba a ir a una pequena fiesta que se celebraria en casa de una amiga. -Tia por favor, ven al despacho conmigo. -?Sucede algo? -Me temo que si. Despues de contarselo, vio la cara de horror de la mujer. -Necesitare que acompanes a Lady Hartley en todo momento, ella vivia sola con su padre y sus criados, de modo que necesitara una dama de compania hasta que se celebre la boda. -Tu hermano aseguro hace anos que nunca se casaria. -Por el honor de la familia, creeme el se casara. -Ella debe guardar luto por su padre, tendremos que esperar un tiempo prudente. -No, dadas las circunstancias no se esperara ese tiempo prudencial, ella debe casarse inmediatamente con mi hermano, no me fio del hombre contra el que jugue ayer, es un ser despreciable. -Ya lo creo que lo es, para realizar ese tipo de apuestas. -Avisare a mi hermano que le visitaremos en breve. -?No le diras nada de la joven? -No, no quiero arriesgarme a que desaparezca sin dejar rastro, viajaremos tras el entierro del padre de Lady Hartley, una vez lleguemos alli se celebrara la boda en la capilla familiar. -No creo que tu hermano... -Una vez casados, yo volvere a Londres contigo, estoy seguro de que Lady Hartley sera mas feliz con mi hermano que con ese despreciable hombre. -Tal vez ella le tenga miedo, ya sabes que tu hermano... -Si, hoy me han recordado como le llaman, la bestia de Clayton, pero creame tia, era aun mas bestia esa persona con la que me he tenido que enfrentar por salvarla a ella, estoy convencido de que su interior esta podrido.

  • En la piscina vacia, Felix Sabroso de Felix Sabroso

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    Un thriller psicologico, una profunda revision de los sentimientos mas repulsivos y nobles del ser humano a traves de un protagonista inolvidable, un Raskolnikov del siglo XXI.

  • Mamba negra (El clan de las serpientes 1) de Steffany Kennels

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    La joven y letal lugarteniente Ayshane Ivanova, heredera legitima de la Yakuza japonesa en Espana e hija de Eduard Ivanov, el capo de la organizacion criminal rusa mas peligrosa del pais, se vera obligada a pedir ayuda a aquellos de los que siempre habia rehuido.
    Sola y oculta entre las sombras de un mundo que hasta los demonios mas oscuros preferian evitar, Ayshane sabia que no acabaria con la organizacion que la vio nacer. Salvo que tentara a aquellos cuyo honor era inquebrantable para dar caza a su mayor enemigo, y quien mejor que Erick Roman, Inspector Jefe de un trio de agentes de elite de la policia.
    Arrastrados por Ayshane, Erick y sus agentes se veran envueltos en un infierno sin ser conscientes que no solo estan poniendo en riesgo sus vidas sino tambien, la integridad de sus corazones.

  • Correspondencia con un convicto de Cynthia Rios Avina

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    Leon esconde un pasado obscuro. Tessa su novia, sabe que guarda algo y por mas que insiste en sacarle informacion, el no quiere abrir esa puerta de secretos porque pueden lastimar la relacion.

  • After Dark de Haruki Murakami

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    Perfil de una gran ciudad. Captamos esta imagen desde las alturas, a traves de los ojos de un ave nocturna que vuela alto. En el amplio panorama, la ciudad parece un gigantesco ser vivo. O el conjunto de una multitud de corpusculos entrelazados. Innumerables vasos sanguineos se extienden hasta el ultimo rincon de ese cuerpo imposible de definir, transportan la sangre, renuevan sin descanso las celulas. Envian informacion nueva y retiran informacion vieja. Envian consumo nuevo y retiran consumo viejo. Envian contradicciones nuevas y retiran contradicciones viejas. Al ritmo de las pulsaciones del corazon parpadea todo el cuerpo, se inflama de fiebre, bulle. La medianoche se acerca y, una vez superado el momento de maxima actividad, el metabolismo basal sigue, sin flaquear, a fin de mantener el cuerpo con vida. Suyo es el zumbido que emite la ciudad en un bajo sostenido. Un zumbido sin vicisitudes, monotono, aunque lleno de presentimientos. Nuestra mirada escoge una zona donde se concentra la luz, enfoca aquel punto. Empezamos a descender despacio hacia alli. Un mar de luces de neon de distintos colores. Es lo que llaman un barrio de ocio. Las enormes pantallas digitales instaladas en las paredes de los edificios han enmudecido al aproximarse la medianoche, pero los altavoces de las entradas de los locales siguen vomitando sin arredrarse musica hip-hop en tonos exageradamente graves. Grandes salones recreativos atestados de jovenes. Estridentes sonidos electronicos. Grupos de universitarios que vuelven de una fiesta. Adolescentes con el pelo tenido de rubio y piernas robustas asomando por debajo de la minifalda. Oficinistas trajeados que cruzan corriendo la encrucijada a fin de no perder el ultimo tren. Aun ahora, los reclamos de los karaoke siguen invitando alegremente a entrar. Un coche modelo Wagon de color negro y decorado de forma llamativa recorre despacio las calles como si hiciera inventario. Lleva una pelicula negra adherida a los cristales. Parece una criatura, con organos y piel especiales, que habita en las profundidades del oceano. Una pareja de policias jovenes hace la ronda por la misma calle con expresion tensa, pero casi nadie repara en ellos. A aquellas horas, el barrio funciona segun sus propias reglas. Estamos a finales de otono. No sopla el viento, pero el aire es frio. Dentro de muy poco comenzara un nuevo dia. Nos encontramos en Denny's. Iluminacion anodina, aunque suficiente; decoracion y vajilla inexpresivas; diseno de planta calculado hasta el menor detalle por ingenieros expertos; musica ambiental inocua sonando a bajo volumen; empleados formados para que sigan el manual a rajatabla. <>. Mires a donde mires, todo esta concebido de forma anonima e intercambiable. El establecimiento se halla casi lleno. Tras barrer el interior del local con la mirada, nuestros ojos se posan en una chica que esta sentada junto a la ventana. ?Por que en ella? ?Por que no en otra persona? No lo se. Sin embargo, por algun motivo, la chica atrae nuestra atencion... de un modo espontaneo. Ocupa una mesa de cuatro asientos, esta leyendo un libro. Sudadera gris con capucha, pantalones vaqueros, zapatillas deportivas de color amarillo destenidas tras multiples lavados. Sobre el respaldo del asiento contiguo cuelga una cazadora. Tampoco esta parece nueva, en absoluto. Por lo que respecta a la edad, hara poco que la chica es universitaria. Ya no es una estudiante de bachillerato, pero aun conserva el aire del instituto. Tiene el pelo negro, liso, corto. Lleva poco maquillaje, ninguna joya. Cara pequena y delgada. Gafas con montura negra. De vez en cuando frunce el entrecejo con aire reconcentrado. Esta absorta en la lectura. Apenas aparta los ojos del libro. Es un grueso tomo de tapa dura, pero, como lleva puesta la sobrecubierta de la libreria, no se ve el titulo. Dada la gravedad con que lo lee, debe de tratarse de un libro de contenido muy serio. La chica no se salta una sola linea, sino que, por el contrario, parece ir masticandolas a conciencia, una a una. Sobre la mesa hay una taza de cafe, un cenicero y, al lado de este, una gorra de beisbol de color azul marino con la <> de los Boston Red Sox. Posiblemente le vaya un poco grande. En el asiento contiguo descansa un bolso bandolera de piel marron. A juzgar por lo abultado del bolso, la chica ha ido embutiendo en el de forma apresurada todo cuanto le ha venido a la cabeza. Alza la taza a intervalos regulares y se la lleva a la boca, pero no parece que saboree el cafe. Tiene la taza delante y se toma el cafe porque eso es lo que tiene que hacer. Como si se acordara de pronto, se pone un cigarrillo entre los labios y lo enciende con un mechero de plastico. Achica los ojos, lanza el humo de manera libre y facil, deja el cigarrillo en el cenicero y, luego, se acaricia las sienes con la punta de los dedos como si quisiera alejar el presentimiento de un futuro dolor de cabeza. La musica que suena a bajo volumen es Go Away Little Girl, de Percy Faith y su orquesta. Nadie la escucha, por supuesto. Hay gente muy diversa comiendo y tomando cafe en Denny's esa madrugada, pero ella esta sola. De vez en cuando levanta la mirada del libro y echa una ojeada al reloj de pulsera. Por lo visto, el tiempo no avanza tan rapido como ella quisiera. Tampoco parece que haya quedado con alguien. No recorre el interior del local con la mirada ni dirige los ojos hacia la puerta. Simplemente esta sola leyendo un libro y fuma algun que otro cigarrillo, inclina la taza de cafe con un gesto maquinal y espera a que el tiempo transcurra deprisa, aunque solo sea un poco. Sin embargo, es obvio que aun falta mucho para el amanecer. La chica interrumpe la lectura y mira hacia fuera. Por la ventana del primer piso puede ver, a sus pies, la calle concurrida. Aun a aquellas horas la calle esta llena de luz, con una multitud de transeuntes que van y vienen. Personas que se dirigen a algun sitio y otras que no se dirigen a ninguno. Personas que tienen un objetivo y otras que no lo tienen. Personas que querrian detener el paso del tiempo y otras que querrian acelerarlo. Tras permanecer un rato contemplando esa imagen deslavazada de la ciudad, la chica respira hondo y vuelve a posar los ojos sobre las paginas del libro. Alarga la mano hacia la taza de cafe. En el cenicero, el cigarrillo, al que solo ha dado unas caladas, va convirtiendose en ceniza sin perder su forma original. Se abre la puerta automatica y un hombre joven, alto y desgarbado, entra en el local. Chaqueta de piel negra, pantalones chinos arrugados de color verde oliva, zapatones marrones. Lleva el pelo bastante largo, con grenas. Quiza se deba a que durante los ultimos dias no ha tenido la oportunidad de lavarselo. O quizas a que acaba de cruzar algun matorral muy espeso. O puede que, para el, lo habitual sea llevar el pelo enmaranado. Esta delgado, pero, mas que tener un fisico elegante, lo que parece es desnutrido. Del hombro le cuelga un gran estuche de color negro de un instrumento musical. De un instrumento musical de viento. Ademas, en la mano sostiene una sucia bolsa de lona. Atiborrada, al parecer, de partituras y de varios objetos de pequeno tamano. En la mejilla derecha presenta un corte profundo que atrae las miradas. Una pequena cicatriz producto, al parecer, de la incision de un objeto afilado. Aparte de esto, nada en el llama particularmente la atencion. Es un joven normal y corriente. Tiene el aire de un perro cruzado, bonachon, aunque no muy listo, que vaga perdido por las calles. La camarera encargada de acomodar a los clientes se acerca y lo conduce hasta una mesa al fondo del local. Pasa por delante de la chica que lee. Y, en el preciso instante en que acaba de dejar la mesa atras, el joven se detiene, como si de repente le hubiera venido algo a la cabeza, retrocede despacio igual que si estuviera rebobinando una pelicula y vuelve junto a la mesa. Ladea la cabeza, mira con profundo interes el rostro de la chica. Resigue sus recuerdos. Le cuesta acordarse. Es el tipo de persona que se demora al realizar cualquier cosa. La chica percibe su presencia y alza la mirada, entrecierra los ojos, mira al joven que se le ha plantado delante. Es tan alto que tiene que levantar mucho la cabeza. Sus miradas se encuentran. El chico esboza una sonrisa. Una sonrisa que intenta demostrar que no abriga ninguna mala intencion. El le dirige la palabra. --Oye, perdona si me equivoco, pero tu eres la hermana de Eri Asai, ?verdad? Ella no dice nada. Mira el rostro del joven con ojos de estar contemplando un arbusto demasiado espeso en un rincon del jardin. --Nos vimos una vez --prosigue el joven--. Te llamas Yuri, ?verdad? Tu nombre tiene una silaba diferente al de tu hermana. Todavia observandolo con cautela, ella lo corrige de forma concisa: --Mari. El joven levanta el dedo indice. --!Eso es! Mari. Eri y Mari. Una silaba distinta. No te acuerdas de mi, ?verdad? Mari ladea levemente la cabeza. Puede significar tanto que si como que no. Se quita las gafas y las deja junto a la taza de cafe. La camarera vuelve y pregunta: --?Estan juntos? --Si --responde el. La camarera deposita la carta sobre la mesa. El hombre toma asiento frente a Mari y deja el estuche del instrumento musical en el asiento contiguo. Luego le pregunta, como si se acordara de pronto: --No te importa que me siente aqui un rato, ?verdad? Despues de comer me ire enseguida. He quedado en otra parte. Mari frunce levemente el entrecejo. --Eso se dice antes, ?no crees? El hombre reflexiona sobre el significado de sus palabras. --?Que he quedado luego? --No me refiero a eso --dice Mari. --O sea, que se trata de una cuestion de modales. --Si. El hombre asiente. --Tienes razon. Deberia haberte preguntado primero si podia compartir tu mesa. Te pido perdon. Pero el local esta lleno y voy a quedarme poco rato. ?Te importa? Mari se encoge levemente de hombros. Con ello viene a decir: <>. El hombre abre la carta, la mira. --?Ya has comido? --No tengo hambre.

  • Una boda por error de Pia Brooks

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    El dia no habia empezado precisamente bien. Algun genio habia aparcado delante de la puerta de mi garaje pese a que habia un cartel gigante que ponia que no estaba permitido; ?Y para que pagaba yo a personas de seguridad que vigilasen mi parcela sino hacian nada cuando alguien aparcaba donde no debia? Me lo estaba cuestionando mientras esperaba el coche de alquiler que habia pedido por telefono. -Buenos dias senor Parker, aqui tiene. -dijo un chico entregandome las llaves del mercedes donde habia llegado. No me pare a hablar con el pero extendi la mano con un billete como propina. Conduje ya con poca paciencia hasta la oficina, no me gustaba llegar tarde aunque eso siguiera significando llegar media hora antes que casi todos los empleados. El semaforo mas cercano se puso en ambar y tuve que apretar un poco el acelerador para no quedarme alli esperando. Un coche amarillo salio de la izquierda rapido y freno pitandome a unos milimetros de mi vehiculo. Solo tuve tiempo de ver a la chica de dentro hacer aspavientos como para dirigir a la opera de Viena enfadada antes de poner mi coche en marcha de nuevo sin plantearme en ningun momento cederle el paso; Dudaba de que sus quehaceres fueran mas importantes que los mios que tenia que dirigir una multinacional. Llegue a la oficina bajandome para cederle las llaves al portero de la entrada. Sarah, mi secretaria, se acerco sin dejarme entrar sereno como a mi me gustaba. -Buenos dias jefe, tienes el cafe en el despacho y un listado de cosas pendientes de firma que recogere en un rato. -solto sin tregua Sarah. -Sabes que aprecio el silencio. -conteste resoplando por primera vez en la manana; Serian muchas mas veces seguro. -Jefe. -Volvio a llamarme. Al parecer era demasiado dificil comprender que queria subir hasta la planta de mi despacho sin hablar con nadie. -Tu madre ha estado enviando correos pidiendo hablar contigo. -informo con cara de circunstancias. -Contestale preguntando por la familia y eso. -ordene sin darle mas importancia. No veia mucho a mi familia, mis padres y mis tios se habian mudado a un pais con playa para su jubilacion mientras que mis primos estaban repartidos por universidades del mundo. Lo cierto era que me costaba relacionarme con ellos porque se empenaban en hablar de lo mal que se veia entre su circulo de amistades que siguiera soltero. ?Tan malo era tener veintinueve anos y no estar casado con ninos correteando por el jardin de una casa llena de juguetes incomodos? Por lo visto si. -El caso, jefe, es que les puse en el ultimo correo lo que me dijiste. -tartamudeo tan nerviosa siguiendome centimetro a centimetro que me pare para mirarla antes de entrar en el ascensor. - ?Que pasa? No me acuerdo de lo que te dije que pusieras; ?Que importancia tiene?-pregunte suspirando con fuerza. - ?No me dijiste que pusiera que tenias una novia formal? !Pues eso puse! -chillo histerica. Eleve una ceja sin entender su nerviosismo. -Tu madre ha contestado, ya decia yo que tardaba mucho en hacerlo, y... Ay, madre, que vienen todos a conocerla. -concluyo soltando la bomba. - ?Que? No. Diles que no puedo, que estoy muy ocupado y ademas no es mentira; Tengo reuniones, muchas cosas que firmar, tu misma lo has dicho. -conteste subiendome al ascensor para huir de las malas noticias. -Jefe. -Hizo una pausa ante mi ausencia de contestacion. -Jefe. -Volvio a probar. - !Ian! -dijo contundentemente para que la mirase. -Que llegan hoy, no hay nada que pueda hacer yo para que no vengan. -admitio derrotista. Anduve hasta la oficina resoplando casi como un caballo. El dia empeoraba por momentos. -Dire que se ha ido de viaje esa supuesta novia formal... ?Te inventaste un nombre para ella? - pregunte sin poder ocultar mi nerviosismo. Era un hombre duro para los negocios y podia enfrentarme a cualquier situacion pero no queria ver desfilar a mi familia por alli en busca de potenciar que sentase la cabeza. !Ni que yo fuera por la vida haciendo cosas de mala reputacion! Solo no tenia tiempo para involucrarme en algo de mas de una noche con alguien. -No especifique aunque ya tenia un perfil bastante claro de a quien iba a describir. -dijo vivaracha. -Perfecto, tu te haras pasar por mi novia el tiempo que mi familia este por aqui; ?Te han dicho cuanto se quedaran por aqui? ?Conocer a "mi novia formal" les llevara mas de dos dias? No lo creo. -Mi determinacion fue firme. -Yo no puedo hacerme pasar por tu novia. -contesto Sarah dejandose caer en el sofa lateral de la oficina. - ?Por que no? Puedo pagarte. -asegure pasandome las manos por el pelo. -Tu dime una cifra por dia que esten y lo aceptare sin rechistar. -anadi deseando que pusiera cualquier precio a nuestra farsa. -Que no es cuestion de dinero, es que a mi tus padres me han visto muchas veces durante los dos anos que trabajo aqui. -replico entonces. -No han podido verte muchas veces porque ni siquiera yo los he visto en tantas ocasiones los ultimos dos anos. -afirme tocandome el puente de la nariz tenso con como se estaban desarrollando los acontecimientos. -Los ves una vez cada dos meses, en los cumpleanos de todos ellos que son un monton y en las fiestas. Al menos me han visto una veintena de veces siendo tu secretaria, jefe, asi que no soy una buena opcion. -explico poniendo los ojos en blanco. - ?No hay historias donde los jefes y las asistentes acaban por ser pareja? !Digamos que ha pasado exactamente eso! -sugeri deseando terminar esa conversacion para centrarme en el trabajo que era lo que importaba. -Ian, quieren que tengas una mujer porque no quieren que hablen de ti. Si decimos que estamos saliendo sera el pistoletazo de salida al murmullo constante; No mantendras precisamente en buen lugar la reputacion que tanto te preocupa. -argumento con toda la razon. La reputacion lo era todo en el mundo empresarial; Aunque no deberia tener nada que ver, ningun magnate queria hacer negocios con alguien cuya vida personal se pudiese revolver en cualquier momento; Luego venian los divorcios y las particiones de empresa que arruinaban los acuerdos. - ?Y en quien te inspiraste para escribir el email de mi novia inventada? -cuestione con una idea cruzando mi mente. -En mi hermana Amber. -contesto encogiendose de hombros. - ?Ella se haria pasar por mi novia? Le puedo pagar por dia lo que considere. -volvi a la carga. Necesitaba una novia formal a la que poder dar instrucciones en el menor tiempo posible, porque ya estaba temiendo la llamada de confirmacion del aterrizaje de la tropa; Mis padres y mis tios llegarian todos juntos en la primera clase de un avion exclusivo. -Pues... Esto... No lo se. -contesto abriendo mucho los ojos por la sorpresa de mi peticion. - ?En cuanto tiempo lo puedes averiguar? Te doy una hora para que la traigas a mi despacho porque no se si tenemos mas tiempo. -dije sabiendo que mi posicion de superioridad en aquel caso no era justa. -Eso no va a ser posible. -aseguro pegandose cual ventosa a la ventana. - ?Hoy tienes una respuesta negativa para todo? Sigo siendo tu jefe aunque tenga un dia complicado. -replique harto. -Porque en cierta medida te aprecio como jefe, vamos a salir corriendo. Tus padres y tus tios estan entrando en el edificio. -chillo empezando a salir por la puerta. - ?Como voy a huir de mi propia empresa? -pregunte atonito. Habia trabajado con Sarah dos anos y aunque era muy buena en su trabajo, nunca la habia conocido mas alla de eso. No tenia tiempo para entablar relaciones personales y ademas era mi asistente por lo que mas alla de saber que estaba felizmente casada, no creia que fuese mi obligacion saber de su vida; Ese era su trabajo. -Saldremos por la puerta lateral, la que usan los asistentes de la limpieza. Es cuestion de que bajemos por la escalera, la gente de apellido como tu o tu familia no las usan, esperan a que los empleados nos bajemos cagando leches del ascensor para evitar nuestro despido. -dijo sin tapujos. ?Cuando habia yo autorizado ese trato tan personal hacia mi? Bueno, no era cuestion de ponerme tiquismiquis ya que le estaba obligando practicamente a que consiguiese que su hermana se hiciese pasar por mi novia formal ante mi familia. - ?Y ahora que? -cuestione una vez en la calle. -Iremos en mi coche, no se fijaran en nosotros. -aseguro riendose. Desde luego que no, ese clio al era del ano de la pera. Me sente incomodo de copiloto y al tener que bajar la ventanilla al estilo manivela casi me bajo abandonando el plan. - ?Queda muy lejos? -interrogue a los cinco minutos. -Por suerte para ti, vivo extremadamente cerca. -afirmo riendose. -Ahora bien, mi hermana no es precisamente alguien predecible asi que no se que va a decir. -anadio. Llegamos a una casa pintoresca pintada de amarillo con unas vallas blancas y rosales en la puerta donde un nino correteaba en un tacataca. - ?Vives aqui? -pregunte alejandome del nino que llego corriendo hasta donde estaba su madre. -Si, pero es temporal. Es la casa de mi hermana Amber, la nuestra esta todavia en construccion; La hemos comprado en barrio de nueva obra. -explico mi secretaria. Metio en la llave en la cerradura no sin antes de tocar cuatro veces el timbre; ?Para que? Eran las diez de la manana, no podia comprender como ibamos a pillar a alguien decente durmiendo. - ?Amber? -grito Sarah como nunca antes habia hecho delante de mi. ?Que forma de comunicarse tan abrupta era esa? -Creo que no esta. -aventure mirando la decoracion interior; Habria demasiadas cosas dispares entre si. Quiza se podia plantear la tal Amber hacer una limpieza hasta dejar un hogar mas formal. Sarah comenzo un peregrinaje por la casa para seguir buscando. Si con esos gritos no habia salido era que no estaba: Logica pura. Subimos las escaleras, porque no pense quedarme atras con el nino del tacataca observandome, para descubrir una nueva planta. Abrio una puerta sin miramientos y entro. Dude si mirar dentro pero me pudo la curiosidad de ver a quien se iba a hacer pasar por mi novia asi que eche una ojeada. Amber, porque esa debia ser ella, se levanto conforme Sarah abrio la persiana con fuerza haciendo un ruido espantoso, por eso me gustaba tener en casa domotica suficiente para que todo fluyese sin sobresaltar mi preciada paz. - ?Se puede saber por que me despiertas? -gruno Amber frotandose los ojos y colocandose la gran cabellera anaranjada rizada que parecia un manojo de hilos revueltos. -Son las diez de la manana y necesito un favor. -dijo Sarah sentandose sobre un mueblecillo para zapatos donde no conseguia ver desde mi posicion ni un solo par completo. -Los parados no hacemos favores. -aseguro Amber. Carraspee consiguiendo que mi unica opcion se percatara de que estaba ahi. -Es Ian. -La presentacion de Sarah fue demasiado escueta para mi gusto. - ?Por fin ha venido el del seguro? Ya le dije yo por telefono a la compania que lo del cuadro electrico tenian que cubrirlo. -solto con desidia. -No soy el del seguro. -replique cabreado. ?Llevaban los del seguro trajes de Armani? Lo dudaba. - ?Y entonces quien cojones eres? -pregunto de mala forma. La bella durmiente no se despertaba precisamente de buen humor. -Nadie, ya me voy. -dije negandome a intentar algo que, a primera vista, iba a salir mal. -Amber, este es mi jefe, Ian Parker. -puntualizo Sarah con voz de querer matar a su hermana. -Ah, esto... Hola, encantada. -dijo forzadamente Amber para despues dirigirse solamente a su hermana. - ?Y que hace tu jefe en mi casa? -Ha venido a proponerte algo... Un... Trabajo de unos dias. -explico nerviosa. - ?No necesitabas un favor? -cuestiono de vuelta su hermana. -Como has dicho que los parados no haceis favores, ire al grano que se me acaba el tiempo: Te pagare mil euros por dia que trabajes para mi. -afirme contundente. - ?Me has metido a chica de compania, Sarah? Solo llevo un mes en el paro. -grito molesta. -Nunca he necesitado ese tipo de servicios. -intervine molesto. - ?Y yo como voy a saberlo si no te conozco? -pregunto con retintin. -Pues vamos a sentarnos a hablar antes de que mi madre me llame histerica para organizar una comida de reconocimiento. -afirme con prisa. - ?Que dice este de su madre? Voy a ducharme, prepara cafe porque no me da la cabeza para nada. -solto Amber desapareciendo tras una puerta que debia ser el bano. -Tu hermana tiene un caracter... Dificil. -murmure mirando a mi secretaria. -Asi es. Yo ya te he traido hasta aqui, la negociacion ya es cosa vuestra. -contesto encogiendose de hombros. CAPITULO 2 AMBER ?Quien demonios era ese hombre que habia en mi casa con cara de tener metido un palo por el culo? Cerre la puerta del pestillo del bano, por muy jefe que fuese de mi bendita hermana no me sentia segura de estar desnuda con un tio desconocido; !Quien sabia si era un loco! El agua fria recien despierta me sento como un tiro en el pie. Habia olvidado por un momento que la caldera estaba rota; !Por algo pensaba yo que Ian era el del seguro! Me mire en el espejo intentando serenarme al salir. Lo cierto era que si venia a darme trabajo, fuese lo que fuese, me venia bien; ?Que necesitaria para pagar mil euros al dia? Refunfune lavandome los dientes y procurando hacer algo con mi pelo enredado, parecia que me habia estado peleando toda la noche con alguien. Asomarme por la puerta del bano para comprobar si todavia habia gente en mi habitacion fue un poco paranoico pero asi era yo. Me coloque unos vaqueros con una camiseta de manga corta y unas zapatillas blancas antes de bajar las escaleras de dos en dos. Trey, mi sobrino, me dio en a la altura de la rodilla con el tacataca provocando que soltase un alarido llamando la atencion de mi hermana y el estirado de su jefe. -Nena, tu cafe. -dijo Sarah ofreciendome una taza. Vaya, en algo debia interesarle a mi hermana mayor lo que su jefe fuese a ofrecerme porque no me habia hecho el desayuno hacia anos, y eso que dejaba que viviese en mi casa. Sarah y su marido, Fred, habian tenido la brillante idea de comprarse una casa aun en construccion con la fecha de entrega justisima a la que debian abandonar su piso en alquiler; Claro, como no podia ser de otro modo, habia llegado el dia de irse antes de que le diesen las llaves. !Y desde entonces en mi casa! Oye, que les queria mucho, pero mi intimidad era algo casi tan valioso como el bote de helado de chocolate con virutas y avellanas. -Sueltalo ya. -dije mirando al trajeado presente en mi cocina. - ?Nos dejas a solas, Sarah? -cuestiono a modo de orden; Ese tonito de superioridad no fue del todo de mi agrado pero resople forzando una sonrisa hasta que mi hermana desaparecio. - ?En que trabajabas antes de quedarte en paro? -interrogo carraspeando. - ?No te lo ha dicho mi hermana? -bufe poniendo los ojos en blanco. -Era administrativa de cuentas en un banco. -dije tomando un sorbo de la taza. - ?Y te echaron por algo reprobable? -pregunto ofendiendome. - !No me echaron! -grite enfurecida. -Bueno si, pero porque no quise ser participe de un chanchullo. -explique cruzandome de brazos. -A ver, dejemos las preguntas hasta que vea si seras mi jefe o no, porque a lo mejor te estoy dando explicaciones para nada. -aventure nerviosa con la pierna para arriba y para abajo. -No quiero que seas mi empleada sino mi novia. -dijo de pronto. Escupi lo que acababa de beber de cafe pringando toda la mesa por lo que cogi un punado de servilletas que puse torpemente. - !Ya habia dicho yo que mi hermana me habia metido a chica de compania! -exclame levantandome de golpe. -No, no es eso, creia que lo habia dejado claro. -afirmo levantandose tambien. -Mira, casi que mejor que lo dejemos aqui porque veo que no eres como tu hermana. -anadio como un punal en la espalda.

  • Te mando un beso de Gabriela Valdivia Marquez

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    En los anos 2009 y 2010 Mexico esta contrastado. Por un lado estan en puerta los festejos del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolucion; y por otro, la violencia e inseguridad, debido a los enfrentamientos del ejercito contra los carteles.

  • Muerte en el hielo de Alber Vazquez

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    En septiembre de 1819, el San Telmo, un navio espanol con 644 hombres a bordo, encallo en una isla muy al sur del cabo de Hornos en un lugar que jamas nadie habia pisado antes. Meses despues, un barco ingles encontro el pecio y restos de un campamento sin hombres. Tras comunicarlo a las autoridades de su pais, estas decidieron enterrar dicho hallazgo para asi adjudicarse, inmerecidamente, el descubrimiento del continente helado. Esta novela narra la posible epopeya de aquellos 644 espanoles. Y reivindica un hecho: que Espana, antes que nadie, llego a la Antartida.

  • Amurao. Las princesas no lloran de Fran Barrero

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    La aparicion de un cuerpo enterrado en la playa es solo el comienzo de un macabro hallazgo que pondra a prueba los nervios y la paciencia de los investigadores. El Ministerio del Interior quiere tapar el suceso, la prensa, por contra, sacar tajada y exprimir a la Policia. El inspector Marcos Navarro llegara a su limite personal.

  • Viaje al pasado de Megan Hart

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    Viaje al pasado

  • Despedida a la francesa de Patrick Dewitt

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    -Todo lo bueno llega a su fin -sentencio Frances Price. Era una mujer adinerada y rutilante de sesenta y cinco anos y se estaba poniendo los guantes negros de cabritilla en los escalones de un edificio de piedra rojiza del Upper East Side de Nueva York. Su hijo, Malcolm, de treinta y dos anos, esperaba cerca de ella, con su habitual aire mohino y desalinado. Era un anochecer de finales del otono; las ventanas del edificio estaban iluminadas y se oia un piano; en el interior de la casa se estaba celebrando una fiesta elegante. Frances le estaba explicando el motivo de su temprana retirada a otra dama igualmente rica pero menos rutilante, la anfitriona. Su nombre carece de importancia. La mujer se mostraba apenada. -?Seguro que os teneis que marchar? ?Tan mal esta la cosa? -Segun el veterinario, ya es solo cuestion de horas -aseguro Frances-. Es una pena. Estabamos disfrutando de esta deliciosa velada. -?En serio? -pregunto esperanzada la anfitriona. -Una velada deliciosa. Y detesto tener que marcharme. Pero parece que estamos ante una verdadera emergencia, ?y que puede hacer una en estos casos? La anfitriona medito la respuesta. -Nada -acabo admitiendo. Se hizo un silencio; para espanto de Frances, la anfitriona se abalanzo sobre ella y la abrazo-. Siempre te he admirado tanto -le susurro. -Malcolm -llamo Frances. -De hecho, me impones. ?Soy muy boba por sentirme asi? -Malcolm, Malcolm. A Malcolm la anfitriona le resulto manejable; la despego de su madre, le tomo la mano y se la estrecho. Ella miro desconcertada su propia mano moviendose arriba y abajo. Habia bebido dos copas de mas y no llevaba en el estomago mas que un viscoso pate. Volvio a meterse en su casa y Malcolm tiro de Frances para que bajase los escalones hasta la acera. Pasaron ante la limusina que les esperaba y se sentaron en un banco a veinte metros de la casa, ya que no habia ni emergencia, ni veterinario, y al gato, ese estrafalario vejestorio llamado Pequeno Frank, no le pasaba nada, que ellos supieran. Frances encendio un cigarrillo con el encendedor de oro. Adoraba este encendedor por su equilibrado peso y por el elegante !clic! que hacia en el momento de la ignicion. Senalo con el cigarrillo encendido a la anfitriona, a la que ahora se veia tras la ventana del piso superior conversando con uno de sus invitados. Frances nego con la cabeza y sentencio: -Nacida para aburrir. Malcolm estaba examinando una de las fotografias enmarcadas que habia robado del dormitorio de la anfitriona. -Esta borracha. Con suerte ni se acordara manana por la manana. -Si lo hace, nos mandara flores. -Frances cogio la fotografia, un retrato de estudio reciente de la anfitriona. En el posaba con la cabeza un poco echada hacia atras, la boca entreabierta y una desbordante felicidad en la mirada. Frances paso el dedo por el ornamentado marco-. ?Es de jade? -Creo que si -dijo Malcolm. -Es muy bonito -dijo, y se lo devolvio a Malcolm. El lo abrio, saco la foto, la doblo en cuatro y la tiro a la papelera que habia junto al banco. Volvio a guardarse el marco en el bolsillo del abrigo y retomo el analisis de la fiesta y se centro en un tipo madurito con una faja que le envolvia la prominente barriga. -Ese hombre era una suerte de embajador. -Si, y si esas charreteras que llevaba pudieran hablar… -?Hablaste con su mujer? Frances asintio y dijo: -Una dentadura de hombre en una boca infantil. Tuve que apartar la mirada. -Dio un golpecito con el dedo al cigarrillo para que la ceniza cayese en la acera. -?Y ahora este que quiere? -dijo Malcolm. Un vagabundo se les acerco y se planto ante ellos. Los ojos le brillaban por efecto del alcohol y les pregunto con tono animado: -Amigos, ?teneis una moneda? Malcolm estaba ya a punto de ahuyentar al tipo con un gesto de firmeza, pero Frances lo agarro del brazo. -Es posible que si -dijo-. Pero ?podemos preguntarte para que quieres el dinero? -Oh, ya sabe. -El individuo alzo y dejo caer los brazos-. Para ir tirando. -?Puedes ser mas concreto? -Pues, si quiere saberlo, la verdad es que me gustaria beber un poco de vino. Permanecio balanceandose ante Frances, que le pregunto con tono de confidencia: -?Es posible que ya te hayas tomado alguna copa esta noche? -Me he entonado un poco, si -admitio el tipo. -?Y eso que significa? -Que ya me he tomado una copa, pero me apeteceria otra. A Frances le gusto la sinceridad de la respuesta. -?Como te llamas? -Dan. -?Puedo llamarte Daniel? -Si quiere… -Dime, Daniel, ?cual es tu marca de vino favorita? -Senora, me puedo beber cualquier cosa liquida. Pero me gusta el Three Roses. -?Y cuanto cuesta una botella de Three Roses? -Cinco pavos la botella. Ocho la garrafa de un galon. -Se encogio de hombros, como para dar a entender que un galon era la opcion mas ventajosa. -?Y que te comprarias si te diese veinte dolares? -Veinte dolares -repitio Dan, y resoplo-. Con veinte dolares podria comprar dos galones de Three Roses y un frankfurt. -Se palmeo el bolsillo-. Ya tengo cigarrillos. -?Entonces con veinte dolares te apanarias bien? -Oh, de maravilla. -?Y adonde te llevarias todo eso? ?A tu habitacion? Dan entrecerro los ojos. Estaba imaginando mentalmente la situacion. -La salchicha me la comere nada mas comprarla. El vino y los cigarrillos me los llevare al parque. La mayoria de las noches duermo alli. -?En que parte del parque? -Debajo de un arbusto. -?Un arbusto en concreto? -Mi experimento…, mi experiencia me dice que todos los arbustos son iguales. Frances le sonrio con dulzura a Dan. -Muy bien -le dijo-. Asi que te echaras bajo un arbusto en el parque, te fumaras los cigarrillos y te beberas el vino tinto. -Si. -Mientras contemplas las estrellas. -?Por que no? -?Te vas a beber los dos galones en una noche? -quiso saber Frances. -Si, desde luego. -?Y por la manana no tendras una resaca de campeonato? -Las mananas son para eso, senora. Lo dijo sin intencion jocosa alguna, y Frances penso que las mananas de Dan debian de ser horripilantes. Conmovida, abrio el monedero y saco un billete de veinte. Dan lo cogio, un escalofrio le recorrio el cuerpo de pies a cabeza y se largo con una rapidez inusitada. Se les acerco un policia uniformado, que lanzo una mirada despectiva a Dan mientras se escabullia. -Espero que ese tipo no les estuviese importunando. -?Quien, Daniel? -dijo Frances-. Para nada. Es amigo nuestro. -Me ha parecido que les estaba pidiendo dinero. Frances miro con frialdad al agente. -De hecho, le estaba pagando lo que le debia. Deberia haberle pagado hace mucho, pero Dan ha tenido mucha paciencia conmigo. Doy gracias a Dios de que existan hombres como el. Aunque eso a usted que le importa. -Alzo el encendedor y lo prendio: !clic! La llama, gruesa y con la base azul, se interpuso entre ellos como una frontera. El poli se sintio rechazado y siguio su camino, murmurando lamentos para si mismo. Frances se volvio hacia Malcolm y dio una palmada con ambas manos para celebrar el desenlace de la situacion. No les gustaban los polis, no les gustaba nadie que representase la autoridad. -?Ya te has quedado a gusto? -pregunto Malcolm. -Pues si -respondio Frances. Mientras se dirigian a la limusina, cogio a Malcolm del brazo con un gesto carinoso muy tipico de ella. -A casa -le ordeno al chofer. El lujoso apartamento de dos plantas estaba a oscuras y parecia un museo a deshoras. La cocinera les habia dejado un asado en el horno; Malcolm sirvio dos raciones y cenaron en silencio, que no era lo habitual, pero ambos estaban ensimismados en sus propios problemas. Malcolm estaba inquieto por Susan, su novia. Llevaban varios dias sin verse, y la ultima vez que habian hablado ella se habia dirigido a el de un modo rudo y vulgar. La preocupacion de Frances era de tipo existencial; ultimamente no se quitaba de encima una sensacion de intranquilidad, como si alguien tirase de ella hacia las profundidades. Pequeno Frank, ya decrepito por su avanzada edad, trepo a la mesa y se sento ante Frances. Ella y el gato se miraron a los ojos. Frances encendio un cigarrillo y exhalo una bocanada de humo directa a los ojos del animal. Este hizo una mueca y salio de la habitacion. -?Que plan tenemos para manana? -pregunto Malcolm.

  • Mi corazon en tus manos (Los Lagos 1) – Juani Hernandez de Juani Hernandez

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    PREMIO “Tres Plumas” a la mejor novela romantica historica autopublicada 2013 – II Edicion Premios Pasion por la Novela Romantica.

  • Tierra de Eloy Moreno

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    El problema de buscar la verdad es encontrarla y no saber que hacer con ella

  • Artifices del azar de Yoav Blum

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    ?Y si la bebida que acabas de tirar, el tren que acabas de perder o el boleto de loteria que acabas de encontrar no fuera un suceso fortuito? ?Y si este suceso formara parte de un plan mayor? ?Y si no existiesen los encuentros casuales? ?Y si unos desconocidos decidieran nuestro destino? ?Y si estuvieran planeando incluso el destino del mundo?

  • Contra la Pared: Y Atrevete de Francisco Correa

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    Sylvia era una rebelde.
    Sumisa en espiritu.
    Pero rebelde.
    Dificil de doblegar.

  • Te esperaba a ti (Mejores amigas 4) de Alizee Duchamps

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    Buenos dias, puedes sentarte. Eres Teresa, ?verdad? --Si, Teresa Hernandez. --?Cuantos anos tienes, Teresa? --Cuarenta y nueve. --Ya... Sabes que con tu edad y sin estudios superiores lo tienes bastante dificil... --Lo se, pero la fabrica en la que he trabajado durante los ultimos quince anos cerro hace tres meses. --Veo en tu curriculum que abandonaste los estudios con veinte anos. ?Te importaria decirme por que? --Me quede embarazada en mitad de la carrera. Tuve que ponerme a trabajar. --?No tenias familia que pudiese ayudarte? Perdona por el tercer grado, pero tengo que crearte un perfil. --No pasa nada. Mi familia me echo de casa y tuve que buscarme un alquiler barato para poder criar a mi hija. Lo consegui gracias a la ayuda de mis vecinas, que se hacian cargo de mi pequena mientras yo estaba fuera. Trabaje de dependienta, camarera, en almacenes, fabricas y cadenas de montaje. La ultima empresa que me contrato, la que ha cerrado, fabricaba piezas para automocion. Yo estaba en la seccion de verificacion y control de calidad. Y, antes de que me preguntes por el padre de mi hija, te dire que no lo hay ni lo hubo. --Entiendo... En fin, en este momento, despues de repasar tus datos, lo unico que me aparece por aqui que no exijan personas mas jovenes, es una empresa de pasta alimenticia, donde precisan cubrir puestos en el empaquetado. Pero esta a cincuenta kilometros y el contrato seria de un mes. --?Solo un mes? ?Y a cincuenta kilometros? ?No hay nada mas cerca? --A ver, dejame mirar... Bueno, si no te importa trabajar como limpiadora, hay una vacante en la empresa que se encarga de la limpieza de edificios publicos, y que en este momento piden a alguien para la universidad. Se trata de una suplencia, pero es de larga duracion. La trabajadora a la que sustituirias estara de baja entre seis meses y un ano por una operacion de hernia discal. Y lo tienes aqui al lado... --Si, claro, acepto, antes de quedarme sin nada. Necesito trabajar para mantenerme. --Estupendo. Enviare ahora mismo la solicitud y en unos dias te diremos algo. Pero, perdona que me entrometa... Si tienes una hija de veintiocho anos que, por lo que me dice aqui, vive en Madrid y trabaja en una importante firma de publicidad... --No voy a vivir de mi hija. Si no tiene nada mas que decirme, espero su llamada. Buenos dias. --Buenos dias, Teresa. Empece a escribir novelas romanticas con cincuenta anos, y, aunque ciertos problemas de salud me impidan dedicarme un poco mas a ello, hay algo que la edad no va a ser capaz de borrar en mi: la ilusion. Porque las mujeres de cincuenta aun tenemos mucho por hacer, por decir, por conseguir. Alizee Duchamps CAPITULO 1 Sobre la mesa, una taza permanecia vacia y ya olvidada. Hacia rato que Teresa habia dado buena cuenta de su contenido, pero, como cada dia solia hacer despues de su jornada, continuaba sentada en la misma mesa de la cafeteria del campus universitario. Le gustaba aquel rincon apartado y tranquilo, donde permanecia ajena al bullicio estudiantil de primera hora de la manana. Acomodada en la silla, contemplaba a traves de la ventana el cielo gris de otono que ya habia dejado caer las primeras gotas de lluvia y que empezaban a salpicar el cristal. Observaba a los alumnos y profesores que corrian a traves de los jardines y arcadas de cemento en busca de sus aulas correspondientes. Ya habia trabajado en el turno de noche en otras ocasiones, asi que, ya contaba con el trastorno que suponia pensar en irse a dormir cuando todo el mundo despertaba. Solo hacia un par de semanas que habia aceptado aquel empleo de limpiadora en la universidad y ya se habia fabricado su rutina. Empezaba a trabajar a las doce de la noche y terminaba su jornada a las siete de la manana. Al acabar, despues de guardar el carrito con los utensilios de limpieza en el cuarto destinado a ello, cerraba con una de las docenas de llaves que colgaban del llavero con el escudo universitario, y se marchaba en busca de la cafeteria, para poder observar el mundo diurno antes de irse a dormir. La mayoria de las veces se encontraba tan a gusto y relajada que se olvidaba del tiempo y se quedaba hasta que estudiantes o profesores invadian aquel tranquilo espacio y decidia que habia llegado la hora de marcharse. Aquel dia en concreto, se hallaba tan sumida en sus pensamientos, que no fue consciente de que las mesas del local ya se habian llenado, algo que solia ocurrir mas temprano si la manana amanecia fria y lluviosa como aquella. Tampoco escucho la voz que se dirigio a ella y que tuvo que repetir en dos ocasiones una inusual peticion. --Perdone --dijo de nuevo aquella voz--, ?puedo sentarme? Teresa, que no se habia percatado de la insistencia, dejo por un instante la contemplacion del paisaje lluvioso y se giro hacia la voz para contemplar a un hombre de unos cincuenta anos, que llevaba una gruesa carpeta bajo el brazo, una cartera de piel colgada del hombro y un vaso de cafe en la mano. Vestia con un traje clasico, aunque sin corbata, y lucia una cuidada barba y gafas de montura oscura. Sin lugar a dudas, se trataba de algun profesor que demandaba un sitio donde poder sentarse. --Claro, sientese --le dijo Teresa--. Yo ya me iba. --No, no, por favor --le pidio el hombre mientras colgaba la cartera de la silla, se sentaba y colocaba la carpeta y el vaso sobre la mesa--, no era mi intencion hacerla levantarse. Disculpe que invada su espacio, pero no hay ninguna mesa libre y necesito echar un vistazo a algunos trabajos de mis alumnos antes de entrar en clase. A Teresa le parecio de mala educacion levantarse inmediatamente y decidio quedarse unos minutos mas. Volvio a girarse hacia la ventana y siguio mirando a los grupos de jovenes que charlaban entre si o permanecian embelesados en las pantallas de sus moviles. Percibio ligeramente los movimientos del hombre, que parecia concentrado en la vision de aquellos escritos mientras le iba dando sorbos al vaso de papel. Hasta ella llego el olor a la colonia del desconocido, que le parecio suave y fresca, mezclado con el aroma a cafe caliente. Estuvo tentada de pedirse otro, pero reconocio que todavia le costaria mas dormir si lo hacia y decidio levantarse de la mesa para volver a casa. --Oh, vaya --se lamento aquel profesor--, al final la he acabado molestando. --No me ha molestado en absoluto --le dijo ella, a pesar de que, si fuera sincera, le diria que, de cierta manera, habia invadido su pequeno refugio matutino--. Es solo que tengo que marcharme. Se me hace tarde. Buenos dias. El hombre correspondio a aquel saludo y continuo con su tarea. **** El sueno volvio a resistirse aquella manana, por lo que Teresa copio la rutina de los ultimos quince dias. Se levanto al mediodia, comio un resto de pasta del dia anterior, hizo las tareas de la casa y bajo al supermercado porque la nevera empezaba a pedir a gritos algun alimento en su interior. En medio de aquella monotonia, recibio una llamada de su hija y otra de Cati, una de sus amigas, con la que quedo en reunirse por la tarde junto al resto del grupo. Y, como venia ocurriendole desde que aceptara el turno nocturno, empezo a sentir el bajon justo cuando se sentaba en la terraza del bar. Algo que sus amigas senalaron nada mas hacerle compania. --Madre mia, Tere, ya te estas quedando dormida --le dijo Cati--. Deberias haberte quedado en casa y recuperar un poco de sueno. --Lo se --suspiro Teresa--, pero entonces mi vida se reduciria a trabajar, dormir y comer sobras recalentadas. Si ya no voy a poder salir un rato con vosotras, me pego un tiro directamente. --Tiene razon --la apoyo Montse--. Aunque ya sabemos que el turno de noche es una autentica mierda. --Lo que nos lleva de nuevo a la mas que repetida cuestion --intervino Rosa--: ?sigues sin querer irte a vivir con tu hija? --No empeceis, por favor... Teresa conocia a las tres mujeres desde hacia quince anos, cuando coincidieron en la fabrica que las habia dejado sin trabajo hacia unos meses. Durante todo ese tiempo habian compartido jornadas interminables, cansancio y broncas del jefe, pero tambien risas a escondidas en los lavabos, el nacimiento del segundo hijo de Montse y los divorcios de Cati y Rosa, vivencias que las habian unido y habian mantenido su amistad a pesar de que ya no coincidieran cada dia en el trabajo. Tras el despido, Cati habia conseguido un empleo de cajera en un supermercado, Rosa habia aceptado ayudar a su hermana en la panaderia que regentaba, y Montse seguia en el paro, porque, de esa forma, disfrutaba un poco mas de su marido y sus hijos.

  • Una cita para San Valentin de Maryah Well

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    Mi nombre es Valentina y he vivido veintinueve dias de San Valentin sin una cita a la que poder obsequiar con mi romanticismo. Sin embargo, no voy a dejar que haya una treinta. Me niego a que eso pase. Solo quedan dos dias para el 14 de febrero y desde hace tres meses estoy chateando con un chico por una de esas aplicaciones de citas. No es que haga esto a menudo, bueno, ni esto ni nada. Nunca se me ha dado bien las tecnicas de seduccion o cortejo que cualquier mujer utilizaria para ligar con un chico. Se lo que estais pensando: ?esta chica es tonta? Pues, yo voy a sacaros de dudas. Si, lo soy. Pobrecita yo, ?verdad? Es lo que hay, senores. Como ya he dicho, no soy muy buena con las tecnicas de ligoteo. Creo que no soy lo que se dice "sexi". En fin, como iba diciendo, en esa aplicacion he conocido a un chico encantador. Es posible que esta vez mi dia de San Valentin sea muy diferente. A solo dos dias del dia "D" y viendo que el no se anima a pedirme que nos veamos esa noche en persona, me armo de valor y se lo pido yo, aprovechando que por el chat no puede ver mi torpeza a la hora de ligar. --?Que te parece si cenamos la noche de San Valentin y nos conocemos en persona? --le escribo en el chat cuando veo que esta en linea. Los minutos pasan con lentitud mientras espero la respuesta, y mis nervios se ponen a flor de piel. Mis dedos tamborilean en la mesa de escritorio y mi pierna se mueve de arriba abajo como un martillo perforador. Si la respuesta no llega rapido, mi pierna taladrara el suelo del despacho y acabara abriendo un boquete en el techo de la habitacion del vecino. Quince minutos despues y con el corazon latiendo a mil por hora, el chico se desconecta sin darme una respuesta. Mi decepcion hace mella en mi rostro que se desencaja por el llanto que se agolpa en mi garganta y en mis ojos. No entiendo por que no me ha respondido. Apago el monitor y me levanto de la silla con demasiada fuerza. Estoy frustrada, confundida y dolida. ?Por que no me ha contestado? Me empieza a faltar el aire por la angustia de haber perdido de nuevo la oportunidad de tener una cita por San Valentin. Cojo el abrigo, la bufanda, mi bolso y salgo de mi apartamento escapando de aquella nueva negativa que me dan, esta vez por Internet. Al parecer, la tecnologia tampoco esta de mi parte. ?Seria mi destino estar sola? Me enredo la bufanda de lana roja alrededor del cuello y empiezo a caminar por la calle sin rumbo fijo. En cada paso que doy veo a una pareja caminando agarrados de las manos, abrazandose o besandose. Llego hasta un parque y me siento en un banco. El metal frio me congela las piernas y el trasero, pero no me importa. Me sienta bien aquel cambio de temperatura. Me hace bajar de la nube en la que llevo montada desde hace tres meses. Me ha hecho entender lo que no habia conseguido comprender en treinta anos de mi vida: la vida en pareja no esta hecha para mi. Debo resignarme a esa verdad y afrontarla con la mayor dignidad que pueda. Me quedo observando a unos ninos que juegan a la pelota enfrente de mi. No se el tiempo exacto que estoy alli, pero las farolas ya estan encendidas y el frio empieza a meterse en mis huesos. Me levanto abrigandome con la bufanda y regreso a mi casa con lagrimas en las mejillas. Entro en el ascensor, pulso el boton con el numero cuatro y espero a que se cierren las puertas. Estan a punto de cerrarse cuando una mano se interpone en el haz de luz del laser para volver a abrirlas. --Por los pelos. Buenas… buenas noches, Valentina --me saluda mi vecino de abajo con su tartamudez habitual. --Buenas, Joseph. ?Como te va? No tengo muchas ganas de entablar una conversacion, pero al menos, no estoy todo el trayecto pensando en mi triste vida. --Como siempre. Na… nada nuevo. --Me alegro. El ascensor se para en el tercero y mi vecino me dedica una leve sonrisa timida antes de salir y dirigirse a su puerta. Las puertas metalicas estan a punto de volver a cerrarse cuando otra vez la mano los para. Joseph aparece delante de mi con la frente perlada de sudor y la barbilla temblando al querer decir algo. --?Te encuentras bien? --le pregunto preocupada. Nunca se habia comportado asi, tan extranamente de lo que habitualmente lo hacia. --Queria… queria preguntarte si… si tienes… --traga saliva con dificultad y se muerde el labio inferior. --?Si tengo que? La boca del chico se abre para hablar, pero pronto la cierra y quita la mano de la puerta para que el ascensor siga su camino hacia la planta cuatro. Llego a la puerta de mi apartamento, abro y me dirijo hacia el despacho. Enciendo el monitor y observo el chat. Mi pregunta continua en la pantalla sin ninguna respuesta por parte de "mi chico". Cierro la ventana de la conversacion y me alejo quitandome el abrigo, la bufanda y el bolso. No entiendo nada. Era posible que estuviera hablando con otras chicas en el chat y ya hubiera encontrado a su cita para San Valentin. Me siento en el sofa despues de coger un paquete de patatas fritas de la cocina, enciendo el televisor y para colmo, estan poniendo Pretty Woman. Empiezo a llorar como una magdalena. Las peliculas son una puta mierda. No hay ninguna realidad en ellas. Estoy sumergida en la pelicula y en mis lagrimas cuando suena el timbre. Me levanto como un zombi y abro la puerta. Joseph esta delante de mi enredandose las manos con nerviosismo. Todo lo guapo que tiene, tambien lo tiene de tartamudo y nervioso. --Buenas noches otra vez. ?Que te trae por mi humilde morada? --le inquiero sin mucho animo. --Bu… buenas. Yo queria… queria pedirte… pedirte una… una taza de leche. Se me… se me ha olvidado com.... comprar. --Claro. Entra si quieres --le digo dandome la vuelta para dirigirme a la cocina. Abro la nevera para coger el brick de leche, agarro una taza del armario, la lleno y regreso a la entrada donde mi vecino me espera sin mover ni una pestana. Le entrego la taza, le dedico una muy leve sonrisa de despedida y cierro la puerta. Regreso al sofa y me siento. Habia llegado, para mi, la peor parte de la peli: Richard Gere va en busca de Julia Roberts en la limusina con un ramo de flores. Lloro aun mas. Las lagrimas salen de mis ojos como cataratas. Sin importarme como, me quedo dormida en el salon con una postura imposible de reproducir estando despierta. Me duele el cuello y la espalda una barbaridad, asi que me lo masajeo un poco encaminandome hacia la cocina para hacerme un cafe calentito y unas tostadas con mantequilla y mermelada de fresa. Mientras dejo que el liquido caliente recorra el interior de mis entranas, me quedo observando por la ventana de la terraza. El cielo esta gris. Se avecina tormenta. La misma tormenta que vive dentro de mi desde hace mucho tiempo. Cojo el movil que descansa encima de la mesa auxiliar delante del sofa y llamo al trabajo. No me encuentro con muchas ganas de ver a mis companeros --todos ellos casados felizmente--, restregandome sus planes para San Valentin. Minerva, la secretaria de mi jefe, coge el telefono y contesta con su cansina voz de pito: --Bufete Garcia y Cia, ?en que puedo ayudarle? --Buenos dias, Minerva --la saludo poniendo la voz mas ronca que puedo--. ?Podrias disculparme con el jefe? No me encuentro muy bien. Recuperare las horas otro dia. --Esta bien, se lo dire. Que te mejores. Le agradezco aquella pequena muestra de preocupacion y cuelgo. Las lagrimas vuelven a deslizarse por mis mejillas. --Que mierda de vida --murmuro ocultando mi rostro entre mis manos. Recojo los bartulos del desayuno, los friego y los guardo en su sitio. Me dirijo al sofa y enciendo el televisor para ver si puedo despejarme, aunque solo sean unos minutos. Es inutil. Es viernes por la manana y las cadenas de television se han puesto de acuerdo para recordarme que al dia siguiente seria el dia de los enamorados. En todas hay peliculas romanticas con sus finales felices delante del altar o sellando su amor en la cama. ?Es que no hay mas cosas para que la gente vea en la vispera de los enamorados? Agarro el mando con fuerza y aprieto el boton para cambiar de canal con rabia. Me decido por ver uno de los canales para ninos. Ahi por lo menos solo echan dibujos animados que viven aventuras y sin nada de amor. *** En algun momento despues del almuerzo me quedo dormida. No me importa perder el tiempo de aquella manera, total, no tengo nada mejor que hacer

  • Golpes de luz de Ledicia Costas

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    Llevo toda la vida oyendo cosas que no quiero oir. Mierdas. Eso es, llevo toda la vida oyendo mierdas. Y que quieres que te diga, con casi ochenta anos estoy hasta las narices. Lo que peor llevo es aguantar a mi hija. Ya se que nos pasa a todas cuando empezamos a envejecer, que nadie se vaya a pensar que me las estoy dando de especial. Pero es que es una cruz. Se creen que tienen el cielo ganado por hacerse cargo de nosotras, pero la verdad es que son pesadisimas, no hay Dios que las soporte. Menos mal que llega un momento en que acaban hartas y desisten. Se rinden, dejandonos por imposibles. Yo estoy esperando ansiosa por ese momento en que pasen de mi y me dejen a monte de una punetera vez. Julia, mi hija, aun no entro en esa fase y estamos echando una especie de pulso. Voy a tener que empezar a llamarla la Detectiva. Controla todos mis movimientos con lupa: lo que como, mi medicacion, los cuartos que tengo en el banco, cuantas veces voy a mear y tambien la ropa que llevo. La ultima que tuvimos fue porque no me puse el camison para dormir. Entro en mi cuarto por la manana antes de irse al trabajo y me encontro vestida con pantalon de pinzas y la blusa de los domingos. Quise taparme hasta arriba con el edredon para ocultar el pecado, pero no me dio tiempo. Entre otras cosas, me llamo vaga. Y eso me sento como una patada. Llevo toda la santa vida peleando, nadie tiene derecho a acusarme de vaga. Ni siquiera ella. Una cosa es que sea mi hija y otra bien distinta permitir que monte por encima de mi. Bastante tengo con soportar la propia vida. Tampoco me parece tan dificil de entender, me cuesta trabajo sacarme la ropa para ponerme otra. Me duelen los brazos, el pescuezo, las articulaciones, los setenta y nueve anos que tengo. Me duele hasta el alma. Y la verdad, no veo la importancia de dormir en camison o en traje de luces. Desde que vive aqui ni siquiera puedo meterme en mi cama como me de la gana. <>, repite Julia una y otra vez. ?Que normas son esas? ?Quien carallo las invento? Y lo mas importante: ?por que hay que seguirlas? Recuerdo la anterior bronca gorda que tuvimos. Era pleno verano, pero aquel dia estaba de tormenta. Yo no podia dormir, llevaba horas dando vueltas en la cama sin pegar ojo. El ambiente estaba muy cargado, hacia una calor insoportable. Seguramente me olvidara de tomar la pastilla para dormir, a veces me pasa. De repente, estallo un trueno que hizo catapun en el cielo y enseguida rompio a llover. Me altere un poco. Empece a pensar en los caracoles saliendo de sus toberas, dereitinos a devorar las plantas del jardin, que es mi lugar sagrado. Le dedico muchas horas, trabajo como una mula. No hay un sitio en esta casa donde me sienta mejor que entre mis flores. Intente centrarme en otra cosa para olvidar el asunto de los caracoles, pero hay veces que es como si una idea me furase el craneo. Se me mete dentro de los pensamientos y me quedo ahi atascada. No aguante mas. Puse la bata por encima del camison, cogi mi martillo y sali en zapatillas. Ahora que lo pienso, pude calzarme las botas de agua, pero en aquel momento no se me ocurrio. Fue un impulso. Por lo menos se me encendio la bombilla y espere en el porche de la casa a que escampara. Las tormentas de verano son asi, llueve a cachon unos minutos y luego todo se calma. Cuando paro el chaparron, sali al jardin. ?Cuantos caracoles puede escachar una mujer de casi ochenta anos en medio de la noche? La respuesta esta clara: cero. Entre la poca vista que tengo y la falta de luz, no consegui atizarle a ninguno. El hecho de pensar en el sonido de los caparazones escachando debajo del martillo me daba mucho gusto. Pero habria que esperar a otra ocasion. El sueno que me abandonara aquella madrugada aparecio de golpe. Estaba agotada, como sin fuerzas. No parecia una mala opcion acostarme alli, al aire libre. La temperatura era fantastica, y con el trabajo que me da subir escaleras, volver a mi cuarto me parecio malisima idea. Saque la bata, la coloque en el suelo para no manchar el camison y me deje ir. Muchas veces, de nina, dormia al raso con mi hermana Claudia. Que recuerdo tan agradable. Acostarme alli, en medio del jardin, fue como volver a la infancia, y eso sienta muy bien. El olor de la tierra y de las plantas aromaticas y de las otras que crecen salvajes. A esas las llamo ventureiras. Podia reconocerlas todas: hierbaluisa, menta, diente de leon, incienso, romero, ruda… Que a gustito se estaba alli, entre todas mis flores. Me quede frita. Desperte a las siete de la manana, con mi hija berreando. Se iba al trabajo y, al verme tirada en el suelo, penso que estaba muerta. --!Cala, ho, que vas a asustar a las vecinas! No estoy muerta, estoy meditando --le explique, en un intento baldio de quitarle hierro al asunto. --Meditando. En camison acostada en el jardin. ?Cuanto llevas ahi? --No me acuerdo --disimule. Cualquier opcion parecia mejor que la verdad. Jamas entenderia los motivos que me llevaron a acostarme en el jardin. --Mama, no podemos seguir asi. !Haces lo que te da la gana! Estas consumiendome. --Pues para estar consumida vas sobrada de patas y cachas --anadi, con la mirada fija en las carnes que a duras penas cubrian su falda. Tampoco se lo dije por mal, pero ella se lo tomo a la tremenda. Estuvo todo el dia sin casi dirigirme la palabra. No fue para tanto. La gente de ahora no soporta el mas minimo comentario. Y ojo, yo tampoco dije mentira ninguna. Tan solo la verdad. Pero la verdad, en ocasiones, muerde. Como el tiburon aquel de la pelicula. Arredios, aquellos eran dientes y no los mios. Sebas Mi abuela esta un poco mal de la cabeza. No es una locura que la vaya a llevar a liarse a tiros en el supermercado, ni a pegarle fuego a la casa de un vecino. O eso espero, tampoco puedo asegurarlo al cien por cien porque tenemos un vecino con el que se lleva fatal. Seria terrible que la abuela hiciese algo asi. Aunque saldria en la television y en los periodicos, y eso me haria ganar puntos en la escuela. Voy a quinto de primaria. Ser el nieto de una psicopata es algo que da un estatus y, sobre todo, un respeto. Ademas, a mis amigos y a mi nos encantan los escandalos. Cuanto mas gordos, mejor. Lei en internet que en los momentos de excitacion nuestro cerebro empieza a disparar adrenalina. Asciende la frecuencia cardiaca, se contraen los vasos sanguineos, se dilatan los conductos de aire y… !BAM! Tenemos via libre para hacer cosas como gritar, que es de lo mas excitante. Lo que no soportaria es que detuviesen a la abuela. Me gusta vivir con ella y en la carcel no admiten ninos. Mama dice que la abuela siempre ha tenido algun tipo de desajuste mental. Ese termino no existe, ya me he preocupado de buscarlo. Supongo que se lo invento para suavizar el asunto. Lo que si es verdad es que cada vez esta mas rara. Yo no comprendo lo que le pasa a su cabeza porque no se nada de desajustes. No es una abuela normal y punto. Ya estoy acostumbrado a sus reacciones. No es muy dificil, ahora que nos hemos mudado a su casa y paso con ella tantas horas. Antes viviamos en Madrid, pero con el divorcio de mis padres, en septiembre nos cambiamos de casa, de ciudad y de comunidad autonoma. Unos senores con tatuajes metieron todas mis cosas en cajas. Fue raro ver mi cuarto desnudo como un esqueleto, sin libros, sin la coleccion de Lego en las estanterias y sin ropa tirada por el suelo. Mi habitacion, que siempre habia sido calentita, de repente parecia un congelador, y eso fue algo triste porque no me gusta el frio ni el olor del hielo de la nevera. Tampoco los alimentos cuando se estan descongelando, excepto el pescado con anisakis, porque esos bichos son bastante divertidos, se mueven a un lado y a otro como si bailasen. Pero eso solo pasa si llevan menos de doce horas en el congelador. A partir de ese tiempo, la palman. Una vez encontre anisakis en una merluza. Eran como una comunidad enana de parasitos supervivientes a una glaciacion. Valore mucho esa capacidad de resistencia. Querian vivir por encima de todo, no hay que ser muy listo para darse cuenta de eso. Pero su destino fue cruel. La bolsa de la basura no es una sepultura demasiado decente, y alli fue donde terminaron, entre toda clase de desperdicios que no estaban a su altura. Intente explicarselo a mi madre, pero paso de todos mis argumentos. Mama dice que somos muy afortunados por vivir aqui. No para de repetir esa frase. Esta empenada en que muchos matarian por tener una casa tan grande, con una finca de tantos metros, lejos del ruido y del trafico de Madrid. En el fondo creo que dice eso todo el rato para convencerse de que el cambio ha sido para mejor. Y luego resulta que la oigo llorar muchas veces y entonces ya no se que es de verdad, si sus palabras o sus lagrimas. Duerme en un cuarto pegado al mio y su voz se cuela por las grietas de la pared. Se me enrosca en el pelo y alrededor del cuello. Su voz hace engordar mis problemas. Su voz, cuando llora, es como suspender matematicas. Jamas he suspendido matematicas, pero he visto como otros ninos suspendian y puedo reconocer esos efectos. Para alejarme de todo eso que me pone triste, cojo mis auriculares y subo el volumen al maximo. A ningun nino le gusta que su madre llore. Y menos con tanta frecuencia. ?Cuantas veces a la semana llora una persona adulta? Quiero conocer esa media para sacar una grafica como las que salen en la tele cuando analizan cosas. Me gustaria saber si me tengo que alarmar o si esta dentro de lo que se considera normal. ?Podria llenar una botella de treinta y tres centilitros con las lagrimas que derrama cada mes? ?Hay algun medico especialista en este problema? Me pregunto si papa tambien llora y, en caso afirmativo, cuantas veces. Tengo que consultarselo. Hablo con el todos los dias por videollamada. No es lo mismo que vivir juntos. Ni siquiera se parece a vivir juntos, pero puedo verle la cara y contarle cosas de la escuela y de casa, y eso esta bien. No se si le gustara que le pregunte por sus lagrimas. Hay cosas sobre las que los adultos evitan hablar. Y creen que no nos damos cuenta, pero si. En este colegio nuevo tengo dos amigos: David y Noa. David tiene una coleccion de comics de superheroes bastante alucinante y pesa setenta y siete kilos. Tiene obesidad infantil y todo el mundo lo llama Gordo. Yo simplemente lo llamo David o, como mucho, Guerrero, porque su primer apellido es Guerra. El medico lo ha puesto a dieta. Lleva ya once dias y cinco horas, y eso es un infierno para cualquier nino. Le prometi que manana meteria chocolate en la mochila por si le da otro ataque de ansiedad. Noa no se cuanto pesa, pero poco. Es una de las ninas mas flacas de la clase. Tambien de las mas listas. Completa todas las caras del cubo de Rubik en sesenta segundos. El cubo de Rubik es una especie de rompecabezas en 3D. Sirve para ejercitar una parte del cerebro que la mayoria de los seres humanos tienen dormida sin que ni siquiera lo sepan. Noa dice que su habilidad para completar las caras del cubo no sirve para nada, que simplemente le resulta divertido. Pero todo el mundo sabe que su cerebro va a terminar en un laboratorio, en manos de la ciencia. Cuando eso suceda, espero estar ahi para verlo y poder participar en el documental que hagan sobre su vida. Quien tambien merece un documental es mi abuela Luz. De todas las cosas extranas que hace, la que mas me agobia es la relacion que tiene con su martillo. Nunca se separa de el. Hace un par de semanas paso algo brutal. Les hable de esto a mis amigos y Guerrero tiene su propia teoria: --Fue la noche de la tormenta, supongo que os acordais. --Claro que nos acordamos. Tenemos diez anos, nos acordamos de todo --me dijo Noa--. ?Sabiais que una tormenta puede acumular mas energia que una bomba atomica? --Eso es imposible --la contradijo David, con la boca llena de edamame, unas bolas verdes que no saben a nada que le recomendo su nutricionista para cuando no es capaz de controlarse. O sea: para todo el rato. --Una sola descarga puede alcanzar treinta millones de voltios y cien mil amperios. --Noa parecia saber de lo que hablaba--. Y un relampago puede ser hasta cinco veces mas caliente que la superficie del Sol. Cuando una persona sufre el impacto de un relampago, si lleva encima algun metal, este se derrite como tranchetes. David vacio de golpe en la boca el contenido de su bolsa de edamame. Estaba clarisimo que mientras masticaba intentaba ganar tiempo. Buscaba un argumento con el que desmontar toda aquella informacion que tanto podia ser autentica como falsa. Aunque, conociendo a Noa, los dos sabiamos que era verdad. --Continuo con lo importante y ya analizaremos luego esos datos --corte el debate--. Estabamos en la noche de la tormenta, centraos. No paraban de caer relampagos y truenos potentisimos. Era imposible dormir, asi que me asome a la ventana para ver si conseguia sacarle alguna foto chula al cielo con la Polaroid que me regalaron mis padres por mi cumpleanos, antes del divorcio. Y, de repente, la vi caminando hacia el jardin. Era mi abuela. En camison, zapatillas y con su martillo en la mano, con los relampagos explosionando encima de su cabeza. --Tu abuela es Thor --sentencio David. Noa y yo lo miramos en silencio, esperando una explicacion. --Martillo, relampagos y truenos. Esta clarisimo. --Querras decir Thora --quise corregirlo. --Nada de Thora. Thor --insistio, manteniendose firme--. Quien porta el martillo es Thor. El Mjolnir decide quien es digno de portarlo. Y tanto puede ser un hombre como una rana, un extraterrestre o tu abuela. --?Un extraterrestre? --le pregunte. --Claro. Billy Rayos Beta. Uf, estais superverdes. --David, ?tu estas seguro de todo esto? --le pregunto Noa. --Tanto como tu de que un relampago puede convertir un metal en tranchetes fundidos. --Vale, vale. Nos queda claro. Sebas, ?que hizo tu abuela con el martillo aquella noche? --No tengo ni idea. Se acosto en el suelo, con el Mjolnir sobre el pecho, y se quedo alli, bajo la tormenta. --?Has intentado alguna vez coger ese martillo? --quiso saber David. --Es imposible. No se separa de el ni para dormir. --Aunque lo intentaras, no serias capaz de moverlo ni un cuarto de milimetro. Solo Thor puede portar el martillo. No me mireis asi, leed los comics, mirad las pelis, !documentaos un poco, tios! Me quede alucinado con aquella revelacion. Si mi abuela es Thor, yo soy el nieto de una diosa bastante poderosa, y eso es una responsabilidad. Desde entonces, no le quito ojo. Creo en la teoria de Guerrero con todas las celulas de mi cuerpo, es lo unico que explica la obsesion de la abuela Luz con el martillo. Me gustaria tener mas pruebas. Necesito conseguirlas.

  • El enviado del obispo de Linden Macintyre

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    El padre Duncan MacAskill, tambien conocido como “el Exorcista”, lleva anos ayudando a desaparecer a curas de comportamiento escandaloso. Ahora, cuando los periodicos comienzan a revelar casos de abusos a menores en la iglesia canadiense, MacAskill es destinado a la pequena parroquia de Creignish, a escasa distancia de donde el mismo se crio. Alli traba amistad con la familia MacKay, lo que le lleva a ser testigo de una terrible tragedia. Y, torturado por los recuerdos de sus dias como misionero en Honduras, azotado por la tentacion y la culpa, no tardara en descubrir que tiene un enemigo mucho mas temible que la prensa: su propia conciencia. Galardonada con el premio Scotiabank Giller, uno de los mas prestigiosos de Canada, El enviado del obispo aborda de forma contundente pero jamas sensacionalista un tema de dolorosa actualidad: el encubrimiento de casos de pederastia por parte de las autoridades eclesiasticas.

  • Besos de Plebeya de Gema Perez

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    Arthur es el principe heredero del trono.
    Victoria es una plebeya sin titulo.
    El se prepara para heredar todo un imperio.
    Ella trabaja en una biblioteca del reino.

  • Fragil de Belgica Cortes Jimenez

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    Un dia para otro puede cambiar tu vida, ya sea para bien o para mal.
    Emilia Jimenez es una exitosa directora creativa en Chile. Su mejor amigo Alejandro Ossandon es un reconocido fotografo internacional que la “mima” como solamente un amigo lo puede hacer.
    Una extrana situacion dara origen que Emilia conozca a un desconocido extranjero, lo cual provocara que su secreto salga a la luz.