• El Regreso de la Senora Jones de Jessica Gilmore

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    La mujer a la que nunca habia podido olvidar... De todos los sitios posibles, Lawrie nunca habia imaginado que celebraria su trigesimo cumpleanos en la ciudad costera en la que se habia criado. Y menos aun que lo celebraria con su exmarido, Jonas Jones. Pero la vida estaba llena de sorpresas. Su devastadora sonrisa y su atractivo todavia hacian que se le acelerara el pulso. Jonas se sintio intrigado al volver a ver a Lawrie. A pesar de que no la habia perdonado, tampoco habia podido olvidarla. Y aunque ya no fueran unos adolescentes, era imposible negar que entre ellos seguia habiendo quimica. Capitulo Uno -Puedes entrar si quieres. ?O es que ahora los de ciudad llevais parches de cafeina para no tener que beber cafe? Aquel comentario burlon sobresalto a Lawrie Bennett, ensimismada contemplando un nuevo edificio moderno construido en el puerto. Se volvio convencida de que aquella voz era fruto de su imaginacion y lo vio apoyado en una senal de madera, sonriendo con su mirada azul. -?Jonas? No, no era un fantasma. El paso del tiempo se evidenciaba sutilmente. Su pelo rubio de surfero estaba mas corto y tenia unas finas arrugas alrededor de los ojos, lo que le conferia un halo interesante a su rostro bronceado. Lawrie se sintio avergonzada, culpable y humillada. Merodear cerca del negocio de su exmarido como una adolescente enamorada era patetico y, mas aun, si era precisamente el quien la descubria. En un intento por mantener la calma, Lawrie esbozo su mejor sonrisa, aquella que lucia en las reuniones de trabajo y fiestas de beneficencia, pero fue incapaz de evitar que sus ojos recorrieran de arriba abajo aquel cuerpo musculoso que tenia delante. Los pantalones negros de vestir y la camisa de manga corta gris eran toda una novedad frente a los vaqueros desgastados y las camisetas que solia llevar, pero su cuerpo estaba tan en forma como siempre. Seguia siendo muy guapo. Lo peor era que, a la vista de aquella sonrisa de suficiencia, se habia percatado de su mirada aprobadora. -Bueno, ?vas a pasar? - pregunto Jonas arqueando una ceja. ?Como era posible que despues de tanto tiempo su voz le resultara tan familiar? Habia pasado mucho tiempo desde la ultima vez que oyera aquel tono grave y profundo con acento de Cornualles. -Me estaba preguntando si no me habria equivocado -dijo ella, senalando hacia el edificio de madera y vidrieras que habia detras de el-. Todo se ve diferente. -He hecho algunos cambios. ?Que te parece? -pregunto el, con una nota de orgullo en su voz. -Impresionante. ?Derribaste el cobertizo para botes? Echaba de menos aquel viejo y desvencijado edificio, aquel pintoresco rincon en el que habia tenido su primer trabajo, su primer beso, su primer amor. El pulso se le acelero a la espera de su respuesta. De repente le era muy importante. Hacia nueve anos que no ponia un pie en aquel pueblo de Cornualles, nueve anos sin ver a aquel hombre. A pesar del tiempo transcurrido, seguia sintiendo algo por el. -Lo hemos cambiado de ubicacion. Al fin y al cabo, era el principio de todo, no podia permitir que se demoliera esa preciosidad. Por supuesto que hemos mantenido el nombre y la marca. -?De todo? ?Se estaria refiriendo a ella? El paseo por las colinas y el puerto la habian hecho volver a atras en el tiempo, trayendole a la cabeza todos aquellos recuerdos. A la vista del edificio que tenia ante ella, Jonas hacia tiempo que se habia olvidado de todo. -Bueno, ?vas a pasar o no? - dijo el, ignorando su pregunta y apartandose de la senal-. El cafe es excelente y los bizcochos aun mejores. Por supuesto que siendo una exempleada, invita la casa.