• Coincidencia millonaria de Gina Rosi

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    --Deberias conectarte totalmente con Chad esta noche. --!Que! --Exclamo--. !De ninguna manera! --Miro hacia arriba y me encuentro con los ojos grises de mi prima en el espejo. Ella esta de pie detras de mi, arreglando mi masa de cabello cobrizo intenso con mechas rubias en preparacion para la fiesta de cumpleanos de Chad Black, a la que practicamente me obliga a asistir. En este momento me esta mirando con su propia expresion particular de exasperacion. --En serio, Sarah --dice, insertando otro alfiler en mi cabello para mantener el estilo que esta creando--, necesitas divertirte un poco. Y por lo que me has dicho, Chad es lindo, sexy y esta ansioso por darte justo lo que necesitas. --Yo y todas las demas chicas de Nueva York --me burlo--. Vamos, Liz, no esta tan mal. Me divierto. Te tengo a ti, Brandon, todos esos hermosos libros en mi e-reader y un trabajo increible --hago una pausa--, que no es tan sorprendente, pero lo que sea. Liz se rie y se echa hacia atras el pelo negro y rizado que le llega hasta la espalda. Ella acababa de regresar del trabajo cuando le hable de la fiesta de Chad, a la que no estaba seguro en ese momento, a la que queria asistir. Inmediatamente, lo dejo todo y comenzo a ayudarme a prepararme, insistiendo en que tenia que irme. Ella debe estar cansada, despues de un largo dia en el bufete de abogados donde trabaja, pero aun se ve deslumbrante. Me gusta pensar que nos parecemos, al menos en cuanto a rasgos, nuestros padres son gemelos identicos despues de todo, pero en el color tomamos como nuestras madres. Mi piel es palida y un poco rosada en un buen dia, mientras que Liz tiene un tono caramelo claro absurdamente hermoso. --Estoy segura de que sabes lo patetico que es cuando mi novio, yo, los libros y el trabajo somos tu unico derecho a una vida llena de diversion --dice Liz, todavia sonriendo--. Cuando dije divertido, no me referia a la version PG. --Me mira a los ojos en el espejo y baja la voz a un susurro teatral--. Me refiero al sexo. Me rio. --No voy a tener sexo con Chad. Es suficiente con que practicamente me obligues a ir a su fiesta. --Si --dice sin arrepentirse--, Brandon pasara la noche y no quiero preocuparme por ser ruidosa. --Ella sonrie con picardia--. De todos modos, ambas sabemos que si no te obligo, te sentaras en tu habitacion suspirando por ya-sabes-quien. Niego con la cabeza. --No suspiro, y puedes decir su nombre. --Se que puedo, solo deseo que lo olvides. --Me clava otro alfiler en el pelo. --Su nombre es Jim Weyland --digo obstinadamente. Ella pone los ojos en blanco--. Y es un idiota. --El no es. --Es demasiado. Las dos nos reimos, recordandonos cuando eramos ninas. Practicamente crecimos juntas y hemos sido inseparables toda nuestra vida. Su risa termina en una pequena risa. --No se tu, pero cuando un chico te invita a salir, te lleva, pasa dos meses haciendote enamorar de el, y cuando finalmente le dices como te sientes, te dice que el tambien te ama, pero… --se detiene--, ?cuales fueron las palabras exactas de nuevo? Yo no respondo. No quiero recordar A veces, todavia es demasiado doloroso pensar en ello. Liz tiene razon. Paso demasiado tiempo pensando en Jim Weyland. El escritor de largometrajes mas renombrado de Gilt Traveler, un viajero de aventuras de fama mundial, y el hombre del que he estado enamorado, silenciosamente y sin ser correspondida durante los ultimos dos anos. Inmediatamente despues de la universidad, consegui un trabajo en Gilt Traveler, una de las muchas publicaciones propiedad de Gilt Magazines. Me enamore de Jim en mi primer dia en el edificio despues de la entrevista, cuando paso junto a mi en el vestibulo. Habia empezado como asistente de Mark Willis, el editor principal de funciones, y me dirigia a los ascensores cuando un chico alto, moreno y apuesto con confianza se acerco a mi, haciendome mirar fijamente. Me guino un ojo y casi me tropece con mis tacones de ocho centimetros. No sabia quien era en ese momento, pero lo descubri muy pronto. Por alguna providencia divina, tambien trabajo en Gilt Traveller. Era un escritor talentoso, guapo, encantador y nada parecido a los chicos que habia conocido en la universidad. Me invito a cenar, convirtiendome en la envidia de todas las chicas de Gilt, porque nunca habia salido con nadie de la oficina. Fue magico. O eso creia yo. Al final de la semana, me acoste con el. Al poco tiempo, supe que me estaba enamorando de el. Estupidamente, le dije como me sentia, y el respondio diciendome que yo era dulce y que el tambien me amaba, pero que nunca podria comprometerse con ninguna mujer y que solo me haria dano a la larga si lo intentaba. --Lo digo en serio cuando digo que te amo --dijo con seriedad, con una expresion apasionada que siempre me habia hecho sentir como si yo fuera la persona mas especial del mundo para el--. Significaria mucho para mi si pudieramos ser amigos despues de esto. Liz todavia esta esperando que responda. Cierro los ojos, tratando de bloquear el triste recuerdo--. Dijo que no puede comprometerse con una sola mujer. --Eso --dice Liz--. Cuando un chico hace eso, es un idiota, y no sigues siendo amigo de el por ningun motivo. Ni siquiera irias a la fiesta de Chad esta noche si Jim estuviera en la ciudad para decir ‘Oye, Sarah, ?por que no vamos a pasar el rato en este o aquel cafe? Sere tan encantador y divertido, mientras me complace el hecho de que en solo dos meses conmigo, te hice incapaz de enamorarte de nadie mas’. Hemos tenido esta pelea un par de veces, aquella en la que ella me dice lo poco saludable que es mi amistad con Jim para mi, y yo trato de defender a Jim y el hecho de que dos anos despues de que me rompio el corazon, todavia estoy en amor con el. Cuando no respondo, Liz, inusualmente, deja el asunto descansar. Clava un ultimo alfiler en mi cabello y da un paso atras, mirando su obra. La mayor parte de mi cabello esta recogido en un peinado que es intencionalmente desordenado, pero elegante, con algunos mechones enmarcando mi rostro. Es encantador. Me encuentro con los ojos de Liz en el espejo y sonrio con agradecimiento. --Gracias. Ella le devuelve la sonrisa. --No hay problema. Ahora ve a esa fiesta y diviertete. --Ella guina un ojo--. En caso de que cambies de opinion y decidas sacudir el mundo de Chad. Deje un regalo en tu bolso. Mirandola con recelo, me acerco a mi cama y cojo el bolso negro, lo abro y pongo los ojos en blanco ante el ‘presente’. --Definitivamente no los necesitare --digo con una sonrisa. Liz se encoge de hombros. --La noche aun no ha terminado. Permiteme un poco de esperanza. * * * * Menos de una hora despues, estoy frente a la sala Oyster, un exclusivo restaurante y bar en el segundo piso del Swanson Court Hotel. Desde el exterior, es imposible adivinar que hay una fiesta en el interior. Deteniendome en el pasillo fuera de las puertas, veo mi reflejo en el cristal y agradezco a mis estrellas por Liz. Tambien me ayudo a escoger mi ropa, un vestido verde oscuro del mismo color que mis ojos, con un escote sugerente y un dobladillo que termina justo por encima de mis rodillas, combinado con tacones negros que suman diez centimetros a mi modesto metro sesenta y cinco. Satisfecho de que nada esta fuera de lugar, abro las puertas y entro en una tranquila antesala ocupada por una sonriente anfitriona, que me dirige hacia otro par de puertas que se abren directamente al restaurante. En el interior, la fiesta esta en pleno apogeo, y aparentemente incluye a todos los jovenes elegantes, artisticos o creativos de la ciudad de Nueva York. Eso no es sorprendente. Chad Black, el celebrante, es un fotografo galardonado que a veces trabaja para Gilt Traveler. Desde la entrada, vislumbro a algunas personas de la oficina, y luego a Chad al otro lado de la habitacion, susurrandole algo a una rubia increiblemente delgada, que se rie de lo que sea que este diciendo. Chad tipico. Le encanta coquetear, y ha estado intentando, de muy buen humor, meterse en mis pantalones durante anos. Tomo una copa de champan de un camarero que pasa, con los ojos todavia en Chad. Es guapo, muy guapo, con cabello largo y castano, ojos color caramelo y una sonrisa encantadora que le da la apariencia de ser el vecino inofensivo, amistoso, pero increiblemente atractivo. Lo se mejor, su amor por las mujeres es generoso, no discriminatorio y definitivamente no monogamo. Levanta la vista de la oreja del rubio y me nota. Sonriendo, se disculpa y se acerca. --Sarah, carino --exclama por encima de la musica pop fuerte, luego me besa en ambas mejillas antes de inclinarse hacia atras para mirarme--. Te ves impresionante. --Tu tambien --respondo, esquivando una segunda ronda de besos--. Gran fiesta. --?Yo se, verdad? --Toma mi mano y hay un destello cuando alguien toma una foto. No tengo tanta influencia social como algunas de las otras chicas de Gilt, asi que no me preocupa que mi foto aparezca en alguna de las columnas de moda o chismes. Chad todavia esta hablando. --Tengo grandes amigos que se dan cuenta de que no hay nada mas importante que celebrar el hecho de que hace veintiocho anos vine a este mundo en beneficio de las mujeres de todas partes --proclama. Me rio. Estas tan lleno de eso. --Si --responde con una sonrisa encantadora--. Pero me amas. --Si --Entonces, ?por que no me dejas mostrarte lo loco que estoy por ti? Le doy un manotazo en el brazo. --Porque me amo demasiado. Suspira exageradamente. --Ven entonces. Te presentamos a algunos de mis amigos. --Tirando de mi a traves de la habitacion, me lleva a un grupo de personas hablando y riendo con bebidas y bocadillos. --Chicos, esta es Sarah --anuncia Chad--, en cuyas bragas estoy tratando de meterme. --Me guina un ojo, impenitente, mientras sus amigos ululan. Alguien tira de su manga y le susurra algo al oido. --Vuelvo enseguida --me dice antes de irse para ocuparse de lo que necesite. Uno de los amigos, un tipo de cabello castano desordenado y rostro sin afeitar, me dice su nombre con un acento britanico fresco. Tambien presenta al resto del grupo. Hay un pintor, una morena con curvas que trabaja en un tabloide, un critico gastronomico y la mezcla tipica de escritores, artistas y otros tipos creativos. --La mayoria de las veces fuimos a la universidad con Chad --dice un britanico--. ?Como lo sabes? --El hace un trabajo para nosotros…, la revista donde trabajo. --?Que revista? --La pregunta viene de la pintora, una mujer menuda con un corte pixie. --Viajero dorado --respondo. --Esa es buena. --La escritora sensacionalista, creo que su nombre era Annabel, parece impresionada--. ?Que haces? --Soy un asociado de funciones --les digo. Es el titulo oficial de mi trabajo real, que consiste en escribir los pequenos articulos en los que los escritores no pueden molestarse. --Suena como un buen concierto --dice alguien. --Si, lo es --estoy de acuerdo con un encogimiento de hombros. --No puedo esperar el momento en que una modelo en bikini salga de un pastel --declara un britanico, terminando su bebida e inmediatamente cogiendo otra de una bandeja que pasa. --?Pasara? --Pregunto interesada. Nunca habia visto algo asi fuera de las peliculas. --No es probable. No es una fiesta de fraternidad. --Suena melancolico. Chad regresa. --Entonces, chicos, ?habeis convencido a Sarah de que valgo al menos una noche de su tiempo? --?Eres tu? --Dice una de las mujeres, sacudiendo su cabello--. No por lo que recuerdo. El resto del grupo se echa a reir y me uno a ellos. Chad intenta parecer molesto, pero falla. --!Chad, carino! --La voz suave viene del otro lado de la habitacion y todos miramos en esa direccion. La oradora es una mujer vagamente familiar, alta y esbelta, con una masa salvaje de cabello rubio oscuro y piernas de un kilometro de largo luciendo un mono ajustado. --Aqui viene Claudia --oigo decir a alguien. Pero no estoy escuchando. Mi corazon esta martilleando, mis ojos se fijaron en el hombre de pie junto al recien llegado. Jim Weyland. ?Que esta haciendo el aqui? Pienso, presa del panico y euforico al mismo tiempo. Se supone que debe estar en Inglaterra, haciendo paracaidismo con Reese Fletcher, el temerario multimillonario de la electronica de sesenta anos. Habiamos hablado por telefono hace solo unos dias, y no menciono nada sobre regresar a Nueva York. Sin embargo, aqui estaba, con la mujer mas hermosa de la fiesta, nada menos. Todavia no me ha visto, asi que tengo tiempo de mirarlo. El esta de pie, mirando a su cita mientras se arroja a los brazos de Chad, su expresion, esa irresistible combinacion de aburrimiento y misterio que solo algunos chicos pueden lograr. Su cabello oscuro es corto a los lados y hacia atras, mas largo al frente, con un atractivo mechon cayendo sobre su frente. Su cuerpo, perfecto con una elegante camisa y pantalones oscuros, esta en forma y atletico. Mi corazon se atora en mi garganta, llenandose con el familiar dolor agridulce que siento cada vez que lo veo.

  • La hija del senador de Gina Rosi

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    10 de noviembre Derek Tower camino por el pasillo hacia la Sala de Conferencias Uno, una taza de cafe negro en la mano, su reflejo moviendose con el a lo largo de las paredes de acero pulido. La risa sedosa de una mujer le dijo que Holly y Nick Andris ya estaban alli. Un equipo de marido y mujer, y dos de los mejores agentes de Cobra, acababan de regresar de un trabajo encubierto en Colombia y estaban aqui para un interrogatorio. Esto tenia que ser rapido. Derek tenia que tomar un vuelo. Debia estar en Estambul manana por la manana. Un operativo Cobra se habia infiltrado en un circulo de reclutadores del EI, y manana iban a acabar con ese circulo. Era el tipo de trabajo encubierto que Cobra hacia bien, del tipo que implicaba una coordinacion perfecta, una ejecucion impecable y un secreto absoluto. Derek entro en la sala de conferencias, sus paredes de vidrio insonorizadas y equipadas con persianas integradas que ya estaban cerradas. --Manana. Andris aparto la mirada de su esposa. --Manana. --Hey, Derek. --Los labios de Holly se curvaron en una sonrisa que convirtio a los hombres en idiotas. Naturalmente rubia platino con grandes ojos marrones y curvas letales, podria haber sido una estrella de cine. En cambio, habia puesto su cerebro y su atractivo a trabajar para la CIA, reuniendo informacion a traves del contacto intimo con hombres, y ocasionalmente mujeres, que se consideraban un peligro para los Estados Unidos. Cuando estuvo expuesta y casi asesinada, Derek y Javier Corbray, el socio comercial de Derek, le ofrecieron un trabajo. Tambien habian contratado a Andris, un ex operador de Delta Force que habia trabajado como musculo para la CIA. En lo que respecta a Derek, Holly era el activo mas valioso de Cobra. Cualquiera podia ser entrenado para apuntar con un arma y disparar, pero no muchos podian reunir informacion mientras eran tocados por un narcotraficante, un organizador terrorista o un asesino extranjero. --Lo tienes. Buen trabajo. ?Como estuvo tu vuelo? Derek se sento y presiono un boton en el panel de control que encenderia la pantalla de visualizacion y llevaria a Corbray a su reunion desde Washington, DC. Andris compartio una mirada con su esposa. --Dormimos la mayor parte del camino. Correcto. Los dos estaban locamente enamorados. Una vez los habian captado follando en la mesa de la sala de conferencias dos. Derek no entendia el amor, pero entendia la lujuria. Apostaria su trasero a que no habian dormido nada. --Corbray, ?estas ahi? --Gran trabajo. --El rostro sonriente de Javier Corbray aparecio en la pantalla. Corbray, un antiguo SEAL de la Marina, habia trabajado con Derek para armar esta empresa, rescatando a Derek de las cenizas de su empresa de seguridad privada, Tower Global Security, que se habia visto obligada a declararse en quiebra. Corbray paso mucho tiempo en DC, donde su esposa, Laura Nilsson, trabajaba como periodista de television. Eso estaba bien con Derek. No dejo de lidiar con los pleitos en el Congreso. Derek miro su reloj. --Necesito llegar al aeropuerto, asi que hagamos esto. Corbray fue el primero. --Tenia un mensaje del Fiscal General en mi bandeja de entrada esta manana. Ella esta encantada de tener a este idiota bajo custodia. El imbecil en este caso fue Christopher David Hansen, un ex oficial de la Guardia Costera que habia estado usando su puesto para ayudar a un cartel colombiano a introducir cocaina en San Diego. Cuando se dio cuenta de que la DEA estaba detras de el, huyo a Colombia y trato de esconderse en la jungla. La DEA no habia podido acercarse a el. Habia demasiadas filtraciones, demasiados ojos a lo largo de las carreteras, demasiada gente dispuesta a avisar a los jefes del cartel en el momento en que cualquier gringo preguntara por el. Pero la informacion de la DEA habia revelado que a Hansen le gustaba golpear a las prostitutas y dejaba su guarida varias veces al mes en busca de presas. Fue entonces cuando llamaron a Cobra. Andris deslizo su informe escrito por la mesa. --Basandonos en la informacion que recibimos, establecimos nuestra operacion fuera de Characa. Hay una pequena cantina en la ciudad donde le gusta beber y ligar con chicas trabajadoras. Holly les conto como habia conducido hasta las afueras de la ciudad, sola pero con un microfono, mientras Andris y su equipo se habian colocado estrategicamente fuera de la vista. Habia entrado en la cantina fingiendo ser un turista cuyo novio la habia abandonado y cuyo coche se habia averiado. --Cuando nadie hablaba ingles, comence a llorar y pedi una bebida y luego otra. Fingi emborracharme. Se sento en un rincon con una de las chicas, mirando. Baile un poco borracho y, finalmente, mordio el anzuelo. --Por supuesto que lo hizo --dijo Derek. Indefenso, borracho y deslumbrante: una combinacion irresistible para un depredador como Hansen. Holly les conto como habia etiquetado a Hansen con un micro transmisor GPS durante un abrazo por si acaso el no intentaba levantarla. Pero entonces el bastardo se habia ofrecido a dejarla quedarse en su casa y enviar una grua para su auto. Ella habia fingido gratitud, le habia dejado que le comprara otra bebida y se fue de la cantina con el y sus dos sicarios armados. Derek se habia preocupado por esta parte del plan. Habia sido muy arriesgado para ella estar a solas con ese hijo de puta y sus asesinos entrenados. Por otra parte, Holly era una profesional y la gestion de riesgos era parte del trabajo. --Se detuvo a unos kilometros por la carretera y sus hombres me quitaron el telefono y el pasaporte, para guardarlos, dijo. --Custodia. --El tono de Corbray estaba lleno de sarcasmo--. Que heroe. Si Holly hubiera sido una turista corriente, su vida habria terminado ese dia. Hansen habria destruido el telefono, se habria tomado su tiempo para violarla y golpearla, y luego le volaria la cabeza y arrojaria su cuerpo a un pantano. Holly termino su parte de la historia. --Les dijo a sus muchachos que salieran del vehiculo porque el y yo ibamos a divertirnos un poco. Espere hasta que le bajo los pantalones y luego le vomite. Me abofeteo, pero perdio la ereccion. La mandibula de Andris se apreto, su expresion dura. --El objetivo salio del vehiculo para limpiarse y todavia tenia los pantalones alrededor de los tobillos cuando nos acercamos a el. Eliminamos a los dos guardaespaldas, capturamos a Hansen, lo empujamos a la parte trasera de nuestro vehiculo y nos dirigimos directamente al aeropuerto. Tomo menos de dos minutos. Podria o no haberlo golpeado en la cara. Hansen tuvo suerte de que Andris no lo hubiera castrado en el acto. --?Te has encontrado con alguna... --Derek fue interrumpido por el persistente zumbido de su telefono celular. Echo un vistazo a la pantalla. Mierda. --Necesito tomar esto. --?Estanbul? --Pregunto Corbray. Derek nego con la cabeza y se puso de pie. --Senador Hamilton. Corbray hizo una mueca. --?Que diablos quiere? --Estoy a punto de averiguarlo. DEREK POCO hacia atras una carcajada. --?Quieres que viaje a Afganistan con un equipo y rapte a tu hija? No puedo hacer eso, senor. Es ilegal. Que loco hijo de puta. --!Me importa un carajo lo que es legal! --Hamilton le grito al oido--. Jenna no escuchara razones. Ella no tiene por que estar alli. Los talibanes matan a las parteras. Era la verdad. Los talibanes atacaron deliberadamente a las parteras. Cuando atacaron la ciudad de Ghazni el verano pasado, se dirigieron a una escuela de parteria en la ciudad y atravesaron la cabeza de una partera con una bala mientras las estudiantes parteras se escondian en una habitacion segura. Afirmaron que las parteras estaban violando las reglas del Islam al proporcionar anticonceptivos a las mujeres, a pesar de que el Islam permitia el uso de anticonceptivos. La verdad era mas sencilla que eso. Nada asustaba mas a los talibanes que una mujer educada. Pero ese no era el problema aqui. --Cobra no puede usar la fuerza para traer a un ciudadano estadounidense de regreso al pais sin una orden judicial y las ordenes del Departamento de Justicia. --No olvides lo que le debes a mi familia. --La voz de Hamilton se volvio fria. --Mi hijo murio por ti. El… Derek sabia lo que Jimmy habia hecho por el, pero de ninguna manera iba a aguantar este viaje de culpa. --Nada cambia el hecho de que no puedo secuestrar a un ciudadano estadounidense. Una vez que ella esta aqui, ?que pasa entonces? Despues de que demanda a Cobra y gana, es libre de volar de regreso a Afganistan, a menos que estes dispuesto a encerrarla. --Yo no haria tal cosa. Derek no estaba tan seguro. Antes de que Jimmy se uniera al ejercito, su padre habia tratado de controlar todos los aspectos de su vida: como se peinaba, donde iba a la universidad, las clases que tomaba, las chicas con las que salia, su eleccion de carrera, incluso su dieta… Si Jenna hubiera recibido el mismo trato que su hermano, sin duda habria dejado el pais para alejarse de su padre imbecil. Por un momento, el senador Hamilton guardo silencio. Cuando hablo de nuevo, habia un tono aceitoso en su voz. --Jenna es mi unica hija viva. Toma tu equipo, subete a un maldito avion y convencela para que vuelva a casa. --?Quieres que actue como su guardaespaldas? --Jenna esta desperdiciando su potencial alli. No la crie y la envie a las mejores escuelas para que pudiera ayudar a los pobres a sobrepoblar el mundo con ninos que no pueden alimentar. Necesita volver a casa, encontrar un marido y dejar de intentar arreglar ese lugar. ?Podria el hombre ser mas idiota? Derek sabia lo que era ser pobre. El hijo huerfano de una madre adolescente que habia tomado una sobredosis de heroina, habia sido encontrado en un callejon y habia crecido sin nada, mudandose de un hogar de acogida a un hogar de acogida, siendo criado por borrachos y perdedores a quienes les gustaba el dinero extra de la Estado pero no le importaba un comino. --?Donde esta ella? --En una clinica en una zona rural en las afueras de Mazar-e-Sharif. Provincia de Balkh. Era una de las partes mas seguras de Afganistan. Los talibanes controlaban alrededor del cuarenta y cinco por ciento del pais en ese momento, pero la provincia de Balkh estaba bajo la proteccion de un rico senor de la guerra convertido en politico que odiaba a los talibanes incluso mas de lo que odiaba a los Estados Unidos.Como lo habia demostrado el ataque a Ghazni, sin embargo, ninguna ciudad era verdaderamente segura. Pero habia otras fuerzas trabajando en Afganistan ademas de los talibanes. Tambien habia milicias, bandas incontroladas de hombres armados que vagaban por las zonas rurales del pais y no pensaban en infligir sufrimiento a la poblacion civil. Los combatientes del EI tambien estaban alli, escondidos, contrabandeando suministros y matando y violando a voluntad. --?No tiene musculos locales protegiendo el hospital? --Si Si. Tiene guardias afganos con armas estadounidenses, pero no confio en ellos. ?Cuanto crees que se necesitaria para que alguien los sobornara? ?Y si uno de ellos le cuenta a su primo Talib sobre la partera estadounidense? Bien, entonces el senador tenia razon. Aun asi, no fue facil volar a Afganistan con armas y municiones y establecer una operacion de cuidado de ninos. --Mi presencia alli podria provocar un ataque al hospital. --?Hamilton no entendio esto?--. Al enviarme, podria provocar la crisis que espera evitar. Las milicias locales y probablemente los talibanes tambien sabrian que algun militar estadounidense estaba merodeando por el hospital antes de que las botas de Derek cayeran al suelo, y eso podria resultar irresistible para alguien que busque poner otra muesca en su AK-47. --Pense que los operadores especiales eran los mejores. Pense que podias ir a cualquier parte sin ser visto, cambiar tu apariencia, desaparecer entre la poblacion local. Derek estaba a punto de explicar que habia un mundo de diferencia entre una operacion militar encubierta y conducir hasta un hospital en un vehiculo blindado y hacer guardia a plena luz del dia, pero Hamilton lo interrumpio. Si no subes el culo a un avion esta noche y haces todo lo posible para llevar a Jenna a casa, arruinare a Cobra. Me asegurare de que la empresa nunca vuelva a tener la tarea de una asignacion gubernamental. No fue una amenaza vana. Hamilton formo parte del Comite de Servicios Armados. Cobra probablemente podria sobrevivir sin su apoyo, pero podria complicar la vida por un tiempo, especialmente dada la desaparicion de la compania de Derek. La reputacion de Derek en el campo militar privado habia sido solida como una roca, hasta el dia en que Al Qaeda uso un nuevo tipo de pirateo de telefonos celulares para adelantar a sus hombres, matando a su equipo y secuestrando a Laura Nilsson, la esposa de Corbray. El ataque habia ocurrido en vivo durante uno de los noticieros de Laura. Millones de personas habian visto a los terroristas disparar contra sus hombres y sacar a Laura, gritando, de la habitacion. La reaccion resultante habia llevado a su empresa a la quiebra.