• AMAL de Lola Chinchilla

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    Acelere el paso, mientras me subia la solapa del abrigo protegiendome del frio, tenia las manos heladas, los bolsillos no eran grandes, mis manos apenas cabian en ellos. -"Joder" -pense cabreada- "Otra vez, la Charo me ha dejao tirada". Estabamos haciendo un trabajo para la universidad, Chari era mi companera de piso, teniamos que ir a la biblioteca a recoger apuntes, pero como siempre, me dio planton. Probablemente ni siquiera se acordaria que habiamos quedado, estaria en casa de su novio, pasando de todo. Faltaba poco para que oscureciera. La biblioteca estaria abierta hasta las 19:00 hrs. Tenia un margen de noventa minutos aproximadamente para recopilar informacion. -"Joder" -pense mas cabreada aunComo odio el invierno. -!Por fin! -mostre mi carnet a la chica de la entrada, colgue mi abrigo y entre en una amplia sala de la que partian pasillos interminables de altas estanterias con todo tipo de libros. Ya se, estareis pensando: ?"porque no utiliza internet"?. Pues porque la red y yo, no nos llevamos muy bien, prefiero utilizar los metodos de siempre, un buen libro. Aesa hora se estaba bastante bien, al menos la calefaccion aportaba calorcito y apenas habia gente, el material de consulta estaba practicamente en su totalidad a mi disposicion, cogi la hoja de guias y busque en el indice, ordenados por materias. – Antropologia Forense – Composicion corporal, Somatologia, Somatometria y Salud. – Fila 8, estante 12, apartados 7 y 8. Con resolucion me encamine hacia la fila correspondiente y entre en el largo pasillo. El estante no 12 estaba casi en la mitad del corredor, busque en los apartados del epigrafe, facil y rapido. Ahora se planteaba un problema, el libro que queria estaba en el apartado 8, necesitaba una escalera, mire a lo largo del pasillo, nada, ninguna escalinata ni nadie alrededor, me alce todo lo que pude sobre la puntera de mis zapatos, consegui atrapar el libro, un tomo grueso que se me venia encima, pero que no me llego a dar, alguien justo detras de mi lo sujeto antes que me atizara un buen golpe. Percibi de inmediato el olor de un buen perfume, fresco y salvaje al mismo tiempo. -No te vuelvas -me susurro al oido, mientras sus labios rozaban mi oreja. -Pero... -Shhhh, no hables, -dijo acercando su respiracion a mi cuello. Un ligero calor envolvio mi cuerpo cuando senti sus manos en mi cintura, intente volverme, pero el extrano hizo presion con su cuerpo acercandolo mucho al mio, practicamente estaba inmovilizada bajo el abrazo de aquel chico. Asombrada, note como aquel calor que recorria mi cuerpo se acentuaba. El joven me debia sacar una cabeza al menos. Entonces senti la leve presion de sus labios en mi cuello, en ese momento, cerre los ojos intentando en no pensar lo peor. Al abrirlos de nuevo, me dia cuenta que ya no estaba, se habia marchando. Mire a mi alrededor. Nadie. Una pequena nota en el suelo, y en la nota escrito a mano:"10 de Julio, 10.30 Chateau le Brousse". Me guarde la nota en el bolsillo del pantalon y me fui para la mesa. Inquieta mire el reloj. -Ufff…, las siete menos cinco y no he parado de darle vueltas a lo de antes – ?Que queria decir esa nota? ?Era para mi? !Ni hablar! Me fui a casa sin haber conseguido concentrarme en mis apuntes, saque de la nevera algo para cenar, mientras me puse mi pijama de franela verde, un regalo de mi madre. Me tumbe en el sofa con la cena en las piernas, dandole vueltas a lo mismo. Cogi el portatil de Chari y busque el sitio. Descubri que "Chateau le Brousse" es un castillo medieval situado en Aveyron en el sur de Francia. En las fotos se veia un lugar tranquilo, lleno de arboles y de paz. El castillo era gigantesco y por fuera estaba muy bien conservado. Alrededor de el tenia un precioso riachuelo y un puente que, seguramente, llevaria hasta el pueblo. -Un lugar bonito- dije en voz alta, – ademas para ese dia ya he terminado el curso y no estaria mal ir a conocerlo- volvi a repetir, pero mis temores se acentuaban, ?encontraria a ese desconocido? si soy sincera, habia despertado en mi algo que no habia sentido nunca. -Amy, ya he vuelto- dijo Chari desde la puerta. -Amal, ?estas en casa?- repitio de nuevo. -Si, estoy aqui - respondi. Me llamo Amal. Mi madre me lo puso porque era un nombre muy exotico, decia. Me podia haber puesto Maria y asi pasar desapercibida. -?Que haces?- pregunto Chari Aun estaba enfadada con ella, pero los ultimos acontecimientos me tenian los nervios a flor de piel. La mire con cara de granuja y solte: – me voy a Francia El asombro de su expresion me hizo sonreir. Le conte la historia de la biblioteca y con sorpresa para mi, ella me animo, no al viaje, sino que conociera a ese extrano. Segun Chari, me vendria bien una aventura, pues desde que rompi con Alex, bueno, lo pille con otra en la cama. Asi que pense que porque no intentarlo, si ha sido capaz de despertar eso en mi en tan solo unos segundos... Pasaron los meses y por fin llego el momento que, para mi sorpresa, ansiaba. Era por la manana temprano y mi avion salia en unas horas. Chari me llevaria al aeropuerto. Una vez alli, ella me armo de valor otra vez y embarque. Despues de una hora de vuelo y otra hora en coche llegue a mi destino. 2. - Una vez en el hotel deshice las maletas. Aun tenia toda la tarde para visitar el lugar. Era un pueblo muy bonito, lleno de arte al aire libre y muy romantico. Es un sitio pequeno, muy lugareno. Las calles eran adoquinadas y las casas formaban una hilera a lo largo de grandes roca, dispuestas de tal forma, que se mimetizaban con el paisaje natural del entorno. Sus habitantes me miraban como algo extrano, era una extranjera en un pueblo pequeno. Llegue a la plaza principal.

  • Jodido Error de Abril Lainez

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    Propositos de Daniela:Vivir sola.Ser una mujer mas sexySubir a un avion, sin anestesia.Acostarme con un hombre el mismo dia que lo conozca, aunque me conformo con acostarme. Perseguir un orgasmo alucinante -dicen que existen-. Subirme sobre unos zapatos de tacon vertiginosos sin romperme la crisma.Bailar desnuda, acompanada si es posible. Dejarme hacer un masaje.Escribir un libroVisitar el museo donde se encuentre el <>.Vivir sin reglas y vivir sin normas.Tras una peculiar entrevista de trabajo, unas sonoras carcajadas, el hallazgo accidental de una lista de deseos, y un viaje a un balneario, Adrien se enfrenta por primera vez a la posibilidad de que su vida no es tan perfecta como el creia. No es un simple masaje. Tres, dos, uno. En el mismo momento que Daniela posa sus manos sobre el cuerpo de aquel hombre, su lista de deseos empieza a cobrar vida. ?Pagara un alto precio por ello?Deseos cumplidos en un mundo lleno de emociones poco convencionales en el que la amistad, el deseo, el misterio de una famosa obra de arte, una joya rescatada del pasado y una cancion con nombre de mujer, cobran protagonismo.Adrien, Daniela, y su accidentada historia de amor.

  • Un marido para Suzanna de Christine Rimmer

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    Ni en sus peores pesadillas Suzanna habria imaginado que la dejarian plantada en el altar. Tampoco habria esperado que pasaria su noche de bodas con un atractivo e irresistible desconocido.
    Pero lo que sin duda habria jurado que nunca sucederia era que iba a quedarse embarazada. y no le iba a quedar otro remedio que aceptar la proposicion de matrimonio de aquel arrogante vaquero.

  • El Sonido de los Almendros de Alberto Munoz Duran

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    La aparicion de tres cadaveres esparcidos entre el pueblo de Teovin y el inmenso bosque de Tierra de Pinares, donde Moises sintio la verdadera naturaleza de la fe siendo solo un nino, desencadenara una serie de pistas reveladoras que relacionaran al asesino en serie mas buscado de Espana con los diez mandamientos de Dios.
    Desde ese preciso instante, el expolicia judicial tendra que volver a sus origenes mas primitivos e iniciar una carrera contrarreloj para salvar a la unica persona que le ha importado de verdad a lo largo de una vida marcada por la soledad.Esta es la historia del sonador que consiguio entender a su verdadero yo y se enfrento a los demonios que un dia se le aparecieron para hacerle dudar de un destino que ya tenia asignado bajo la inconfundible melodia de los almendros.
    Una leyenda magica que se hizo real despues de conocer el amor, oler la sangre de los inocentes y pelear consigo mismo mientras perseguia al monstruo que mantuvo a todo un pais en vilo durante dos largas, frias e interminables semanas invernales, en uno de los casos mas escabrosos de la cronica negra.

  • Confie en ti (Por amor) de Maria Beatobe

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    La noche prometia, aunque el plan previsto no me entusiasmara demasiado desde el principio. Cloe se habia puesto tan pesada en que la acompanara que, al final, tras sobornarme con invitarme a unos buenisimos profiteroles banados en chocolate caliente si iba con ella, hizo que definitivamente pudiera mas la gula que mis pocas ganas de ir. Al fin y al cabo, solo era una fiesta de fin de curso con la misma gente del instituto que, dia tras dia y durante cuatro largos anos, me habia encontrado por los pasillos. Ir a tomar algo a una discoteca para volver a ver a la gente de siempre y fingir una sonrisa como si te alegraras de verlos. !Que divertido! (Notese la ironia.) Tambien tengo que reconocer que soy bastante antisocial. Con esto no me refiero a que vaya ignorando a la gente que me habla ni que sea una borde malcriada, pero bueno, digamos que no hacia mucho por ampliar mi circulo de amistades. Me sentia segura en mi zona de confort, con mi espacio, mi gente y mis manias. Porque tambien era un poco maniatica --mas bien diria que perfeccionista--, aunque no una de esas chifladas que vigilan obsesivamente si sus cosas estan en el mismo sitio donde las habia dejado treinta segundos antes. Me gustaba hacer las cosas bien aunque tardara mas tiempo en realizarlas, y eso hacia que a veces mi paciencia, que ya os digo que tenia bastante, empezara a rozar limites poco agradecidos para la gente que se encontrara en esos momentos a mi alrededor. --?Que tengo que hacer que? Estas de cona, ?verdad, Cloe? --dije mirandola incredula. --Anda, no seas carca, lo pasaremos bien --respondio mientras sacaba de su bolso un pequeno espejo y ponia morritos para comprobar que sus labios maquillados seguian manteniendo el mismo tono rosa palo que llevaba cuando habia llegado a su casa. --No es cuestion de ser carca, es cuestion de dignidad --respondi mirando al techo y resoplando. --?Dignidad? Y que mas da eso. Hoy en dia casi nadie tiene --alego mi amiga sin mirarme. --Cloe, me estas pidiendo que aparezca en la fiesta vestida como una jodida verbena --dije mirandola de medio lado. No pudo evitar soltar una carcajada, que termino por contagiarme. Cerro despacio el espejito y lo volvio a guardar en el bolso. --?Una verbena? !Anda ya! Iremos... a ver que palabra utilizo para que me entiendas... --Se quedo pensativa para encontrar el termino exacto--. Atrayentes --dijo por fin. --?Atrayentes? Venga ya. Ridiculas, diria yo. --Pero vamos a ver, Naira --dijo incorporandose en el sillon y poniendose frente a mi--. La consigna de la fiesta es la misma para todos, asi que si quieres definir que nuestro atuendo sera ridiculo, todos iremos ridiculos. Asi que espabila y mueve el culo. --Joder, ya podrias habermelo avisado antes; faltas un par de dias al instituto y te pierdes la informacion mas importante de todo el ano. !A ver ahora lo que encuentro! --proteste. --No seas fatidica y ve a casa a prepararte. Yo voy a darme una ducha. !Y no te quedes ahi sentada, que te conozco! Mi amiga se levanto con agilidad, y mientras se dirigia hacia el bano, volvio la cabeza con alegria y me dijo adios con la mano, tipo despedida de una princesa o una reina, moviendola y girando solamente la palma de un lado a otro. --!Luego nos vemos, guapi! --Venga, vale... Que si, que voy... --respondi con desgana apoyando los brazos en el sillon con total apatia y resoplando. Me levante del asiento, cogi el bolso de mariposas que habia dejado apoyado en una de las sillas del comedor y me fui de casa de Cloe, no sin antes despedirme de su hermano, que jugaba a la consola en su habitacion. --!Chao, enano! --exclame asomando solo la cabeza por el marco de la puerta. --!Adios, Naira! --respondio sin apartar los ojos de la television. Viviamos cerca una de otra, apenas cruzar una calle y ya estaba en mi casa. Era un barrio centrico de Madrid, la Latina, uno de los mas castizos de la capital. Cloe y yo viviamos en la calle Colegiata y Noemi en una calle cercana, Duque de Rivas. Cuando llegue no habia nadie en casa. Mi madre trabajaba hasta las seis y mi padre llegaria como a las siete. Ahora eran las cuatro y media, y a las ocho de la tarde habia quedado en el portal con Cloe y mi otra amiga, Noemi. Nada mas entrar en mi casa fui directa a mi habitacion y me plante frente al armario con los brazos en jarras pensando que ponerme para la fiesta y, sobre todo, recapacitando en que momento habia aceptado ir. No me apetecia absolutamente nada romperme ahora la cabeza pensando en como hacer el mayor ridiculo de mi vida en la fiesta de fin de curso antes de hacer la selectividad. La consigna era clara, muy a mi pesar: teniamos que llevar en nuestro atuendo, y repartidos como nos diera la gana, !todos los colores del arcoiris! !Pero a quien se le habra ocurrido semejante chorrada! Mi fondo de armario no era nada del otro mundo. Reconozco que me gustaba la ropa, pero para conseguir todo lo que deseaba tener y de las marcas que quisiera comprar habia que disponer de mucho dinero, y yo... no lo tenia. Vivia con mi madre y mi padre en nuestra casa, y yo sobrevivia con la paga que me podian dar y con lo que me sacaba de vez en cuando cuidando a la nina de cuatro anitos de la vecina de arriba. Tenia diecisiete anos y mis padres me decian que debia acabar mis estudios, que no hacia falta que buscara un trabajo mas estable, que estaba bien ahora como estaba y que ellos me pagarian mis cosas. Pero claro, dentro de un limite, y no es que sea de gustos caros, pero la ropa era en cierto modo mi debilidad, la unica, tengo que reconocer. No fumaba, no salia mucho con mis amigas y los libros que adquiria me los compraba digitales para que me salieran mas baratos, aunque donde este un libro en papel, con su olor caracteristico, su tacto, su textura... Pero bueno, que me desvio, que no sabia que ponerme para la fiesta de fin de curso del instituto antes de realizar los examenes de acceso a la universidad. Estaba algo agobiada por esas pruebas; te lo jugabas todo a una carta, pero habia que hacerlos y demostrar todo lo que se habia estudiado durante el ano. Era la ultima celebracion y el instituto habia hablado con una discoteca grande de la zona para celebrar que nos despediamos de este centro para cambiar de escenario y comenzar la universidad, quien quisiera ir, claro. Otros preferian hacer algun modulo o directamente comenzar su vida laboral y dejar de estudiar. Yo, por mi parte, queria hacer la selectividad y estudiar Magisterio. Magisterio de primaria. Desde siempre me habia gustado ser profesora y, aunque mis padres me dijeron que me lo pensara antes, que habia muchas mas carreras con mas salidas laborales, una tarde les argumente mis razones por las que queria estudiar esa carrera y su respuesta fue que si a mi me hacia feliz, no habia nada mas que hablar. Tenia muy buena relacion con mis padres; eramos un prototipo de familia en la que podiamos hablar de todo. Bueno, de todo, no. Obviamente habia temas que yo no comentaba con ellos, como, por ejemplo, chicos, citas, de si me gustaba uno u otro..., !y de sexo, menos!, pero, por lo demas, nunca dudaba en pedirles consejo. Y el tema relacionado con los estudios que queria cursar fue uno de ellos. Mientras seguia mirando mi armario con cara de total ostracismo y pereza, mi movil empezo a sonar. Me acerque al escritorio, donde habia dejado el telefono, y lo cogi. Mire la pantalla y vi que era Noemi, otra de mis grandes amigas. --Noe, dime que no vas a la fiesta porque te han salido unas paperas enormes y que quieres que me quede contigo toda la noche cuidandote --dije del tiron nada mas descolgar. Detras del auricular se escucho una carcajada. --Pues no, nena --respondio ella--. Te llamo para animarte porque se que no estas con muchas ganas de ir. --Ya te ha escrito Cloe, ?no? --dije tirandome de espaldas en la cama. --?Que mas da eso? !Vamos a disfrutar que acabamos ya de una vez el conazo de instituto! !Aunque sea solo por decirles adios a todos con el dedo corazon! --Ella siempre tan sutil--. Anda, nena, preparate y !vamos a darlo todo! --Joder, estas animadisima, ?eh? --dije sin mucha euforia. --Ya ves... hay que disfrutar de la vida, nena. Ademas, piensa que tu queridisimo <> estara tambien por ahi... --dijo sarcasticamente. --Anda, !no seas tonta! --me queje esbozando una sonrisa invisible para ella--. Fijate que no me lo imagino diciendo <> --recite en un tono teatral exagerado

  • Los corazones de Ana de Ivette Chardis

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    Una historia de amor con Valencia y Barcelona como telon de fondo.

  • Juntos de Cristina Guzman

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    Emma, una chica que siempre ha pasado desapercibida, siempre con un libro en las manos.Paco siempre ha estado rodeado de gente, es un chico muy popular, pero siempre se fijaba mas alla de su grupo.Aunque ellos nunca han hablado, se conocenY un dia, pasara algo que cambiara la opinion que tienen el uno del otro. El destino tiene una sorpresa para ambos que les cambiara para siempre.

  • Nacida Libre. La historia de la leona Elsa de Joy Adamson

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    La historia de Joy Adamson sobre un cachorro de leona en transicion entre el cautiverio en el que se cria y la temible vida salvaje a la que regresa captura las habilidades tanto de los humanos como de los animales para cruzar la brecha aparentemente insuperable entre dos mundos radicalmente diferentes. Especialmente ahora, en un momento en que la santidad de la naturaleza y sus habitantes se ve cada vez mas amenazada por el desarrollo humano y el desastre natural, el extraordinario relato de Adamson es un idilio al que volver una y otra vez. Ilustrado con las mismas hermosas y evocadoras fotografias que encantaron al mundo hace 50 anos y con una nueva introduccion de George Page, ex presentador y editor ejecutivo de la serie de PBS “Nature” y autor de” Inside the Animal Mind”

  • La fuente de los siete valles de Felix G. Modrono

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    Pablo Santos regresa a su Logrono natal tras casi dos decadas al servicio del Archivo Secreto del Vaticano, con la mision de recuperar los libros desaparecidos del monasterio de San Millan de la Cogolla. Pronto descubrira que uno de los ejemplares perdidos de la vieja botica benedictina guarda un importante secreto alquimico. Su busqueda le llevara a enfrentarse no solo a su pasado, encarnado en Lucia Garay -su amor de juventud-, sino tambien a un inquietante futuro.

  • El hombre del traje negro de Stephen King

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    Gary, el protagonista de esta historia, recuerda con miedo, cuando siendo nino tuvo un encuentro con un hombre de ojos anaranjados y vestido con un traje negro de tres piezas que le causo horror y le dijo cosas terribles.Esta experiencia le marcara toda la vida y ya en el ocaso de la misma la recordara con el temor de volver a reencontrarse con el. La aceptacion del miedoy como vivir haciendole frente es uno de los temas centrales de este sorberbio relato que fue ganador, en 1995, del prestigio premio O.Henry en Estados Unidos.

  • La Espana maldita de Lorenzo Fernandez Bueno

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    La Espana Maldita es un ambicioso recorrido por nuestro pais en el que se visitan enclaves donde todavia hoy el ambiente se condensa y la historia se alia con la leyenda para invitarnos a marchar cuanto antes. Y es que, ?que llevo a tachar de maldito al pueblo aragones de Trasmoz, al punto de que setecientos anos despues continua excomulgado por la Iglesia? ?Por que los lugares donde se ubican construcciones templarias estan ligados a oscuros tesoros, a reliquias sagradas o a fenomenos de dificil explicacion? ?Que hay detras de las muertes que se han producido en el triangulo de los suicidas andaluz? ?Existen los pueblos malditos? ?Y los santos apocrifos por decreto del mal?

  • Un millon de pequenas cosas de Susan Mallery

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  • La pasion turca de Antonio Gala

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    Tras su fracaso matrimonial, Desideria inicia un viaje por Turquia, donde conocera a un apuesto comerciante que lleva una doble vida como traficante. En sus brazos descubre la mas desenfrenada pasion amorosa y lo abandona todo para quedarse a su lado.

  • La teoria del todo de Stephen Hawking

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    Una manera clara y amena de acercarse a los misterios del universo.

  • Hazlo de Liah Jones

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    Alex es un joven viudo, que guarda un secreto inconfesable. Su mujer lo dejo preparado para vivir la vida de una forma especial, al desaparecer esta, una gran amiga toma el testigo y se queda con el legado de Anna, quien seguira obteniendo discipulos, incluso mas alla de su muerte. Contiene escenas sexuales explicitas y alguna de ellas podria herir la sensibilidad del lector/a.

  • Incorregibles. La historia de Jimena (Nosotros 1) de Julia Ortega

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    ?Que ocurre cuando te has pasado la vida entre libros?
    Cuando todo tu mundo se reduce a trescientas paginas.
    ?Estas preparada para el Amor?
    El Amor de Verdad, quiero decir, no ese que termina con la palabra <> y te deja con la miel en los labios.
    Jimena ha pasado los ultimos anos leyendo manuscritos. Y corrigiendolos.
    Con la unica compania de su vecino y dos mascotas muy personales.
    Y de repente su mejor amiga decide casarse y (de paso) poner su mundo patas arriba.
    Una despedida de soltera con un final impredecible y la aparicion de Victor, un stripper demasiado sexy para su propio bien, van a precipitar al abismo todo lo que ha conocido hasta ahora.

  • Los trenes del azucar de Mayelen Fouler

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  • Diario de un seductor de Joaquin De Saint Aymour

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    Hoy la he visto por primera vez. No la conozco de nada, nunca me habia cruzado antes con ella en mi negligente deambular por esta ciudad en decadencia, como una vieja tramoya que se hunde inflamada en los confines del horizonte. No me ha mirado, nadie repara en mi. Bajo mi aspecto anonimo soy como la sombra de un fantasma, un hombre maduro que oculta su pasado bajo identidades inventadas, acorde con la maxima que proclamara Michel Montaigne: "deberiamos vivir la vida como si fuera la de un personaje ficticio". Antes de comenzar te advierto que aqui no vas a encontrar una topica novela romantica de velas encendidas y petalos de rosa flotando en la banera, con parejas que se aman hasta la eternidad mirandose a los ojos embelesados. Mas bien, esta es una historia sobre nuestro lado mas oscuro, de las pasiones ocultas, el fin de la inocencia y la caida en los abismos. La elegida es tan joven que la supongo inexperta en los avatares de la vida y de los hombres, el arquetipo perfecto para el fin que le aguarda entre mis manos de creador comprometido con el mundo del arte y de la belleza, una chica sin malear todavia. Pero yo nunca subestimo a una doncella, por joven que sea. Ella siempre sera mejor y mas fuerte que cualquier hombre. Por eso siento un gran respeto hacia las mujeres, nunca pienso en ellas como una victima o un objetivo, pues ante todo me considero un rendido admirador del universo femenino. Rendido y, sin embargo, peligroso. Soy un hombre poseido por los demonios de la literatura. Un escritor maldito. Un poeta urbano, que convierte la ficcion en realidad y la realidad en ficcion; la existencia cotidiana en un arte y las mujeres en poesia. Soy como un embalsamador de la belleza, un pintor de naturalezas muertas. Mi libro de cabecera es El arte de amar, escrito por el poeta romano Ovidio. Lo elegi porque ya no quedan seductores como los de antano, ahora solo hay hombres que disimulan su complejo ante las mujeres cayendo en los topicos que la sociedad propaga igual que nuevos mantras para el consumo, como esa tonteria que prodiga la sensibilidad masculina y el descubrir tu lado femenino. Por el contrario, al seductor le conviene una cierta indolencia para no mostrar su juego de perversidades, aunque debe comportarse con la intrepidez que toda mujer en el fondo desea. Tal como lo expresa Ovidio, "el amor, como la milicia, rechaza a los pusilanimes y a los timidos que no saben defender sus banderas". El amor es una milicia, si, pero la seduccion es un sacerdocio, exige una entrega mucho mas alla de lo fisico, para llegar a lo psicologico. Porque antes de penetrar en el cuerpo de una mujer, tendras que saber penetrar en su cabeza. Todo seductor ha de tener un acusado sentido de la estetica y saber elegir a la protagonista de su transformacion. Seducir a cualquiera revela escaso compromiso y poca exigencia con la mision. Seducir a varias para demostrar tu hombria solo evidencia una falta de autentica virilidad. Un seductor no es un conquistador, ni mucho menos lo que la literatura conoce como un Don Juan. El verdadero seductor es un creador que sublima la belleza y la feminidad, revela todo el potencial de una joven para convertirla en mujer, como la oruga termina transformada en mariposa, y luego muere feliz revestida de toda esa hermosura. Ayer estuve durante un rato largo en el mismo lugar y a la misma hora en que me cruce con ella en la Plaza de Cataluna, sentado en un banco dejando pasar el tiempo, aunque mi espera no diese los frutos deseados. No importa, seguire aguardandola, porque intuyo por su forma casi sonambula de caminar que quiza ese recorrido se trate de un trayecto frecuente o habitual. Cuando la vi el otro dia ella cruzaba la Plaza de Cataluna en diagonal, llegando, yo diria, que del Paseo de Gracia. Un albor de palomas levanto el vuelo a su paso, provocando un fugaz y repentino aleteo. Atraveso la calle por el cruce de peatones en direccion hacia la Rambla. Yo me quede observandola, evaluando su figura, su forma de caminar (elegante y tan escasamente convencional en las chicas de su edad), la media melena de color castano con reflejos dorados en el sol encarnado de la tarde que declina por detras de los edificios, anadido a ese aire de joven inteligente, todavia no enterada de su poder. En el momento en que fui a seguirla, el semaforo del paso peatonal ya estaba cerrado y un torrente de trafico me lo impidio. He de asegurarme, porque no me sirve una chica cualquiera; sin embargo, la primera impresion ha sido muy favorable. Por ejemplo, al atravesar la banda en vuelo de las palomas no dio muestras de sobresalto, continuo adelante como si fuera un espiritu inmarcesible, que solo las aves lograsen percibir y quisieran respetar. Cualquiera en semejante situacion se hubiese llevado las manos a la cabeza para protegerse o hubiera hecho un atolondrado requiebro, tal vez emitiendo un grito indecoroso. Deseo que la protagonista de mi experimento sea una persona de caracter, necesitara temple para soportar lo que le aguarda durante todo el proceso de modelado. La experiencia de la que hablo supone un intenso trauma, que una gran parte de las mujeres con parecida edad no lograrian soportar. Ella no lo sabe, pero la otra tarde, al cruzarse conmigo, lo hizo por primera vez con su destino. Por fin la he vuelto a ver. El mismo recorrido, la misma carpeta contra el pecho, el mismo caminar indolente y elegante a la vez. Una indumentaria clasica y discreta, que revela su buen gusto, sin estridencias, aunque con el toque sofisticado (quiza un rasgo de rebeldia) de la cazadora tejana sobre un vestido de corte formal, de senorita perteneciente a una destacada esfera social. Hoy si he podido seguirla, bajando por la Rambla, densa de paseantes, en direccion al Liceo, a cuyo edificio ha entrado por la estrecha calle Sant Pau, donde figuran los accesos para el personal del teatro. Creo adivinar el motivo: intuyo que la chica pertenece a la plantilla de la Joven Orquesta y Coro del Liceo, y en la carpeta lleva las partituras de la obra que tal vez se hallan ensayando para una futura interpretacion. De ser asi, me agrada; la prefiero sensible y con alma de artista, pues la caida en el abismo sera mucho mas dramatica. He aguardado hasta que saliera de nuevo (una hora mas tarde) sentado en una mesa del restaurante del Hotel Espana. Entonces la he seguido de regreso, seguramente hacia su casa, y no he tenido que aguardar mucho para comprobarlo. Ha entrado en un edificio palaciego del Paseo de Gracia, en aquel sobre cuya cupula de pizarra negra campa el emblema comercial cincelado en bronce, perteneciente a la conocida empresa de seguros La Union y el Fenix. En el recibidor al estilo neoclasico, decorado con marmoles, apliques y lamparas de laton, languidece aburrido un portero ya proximo a jubilarse, uniformado de gris y tan macilento como una figura de cera. Le pregunto por la chica que acaba de subir en el bello ascensor modernista y, tal como yo esperaba, me contesta muy severo que no puede ofrecer informacion a cualquiera que llegue consultando sobre los vecinos que habitan el edificio. Lo que todo portero desea es demostrar su autoridad sobre la pequena parcela que recae bajo su egida profesional. Pero hay algo mas fuerte que dicha demostracion de autoridad, y es el afan de protagonismo que distingue a cualquier ser humano. Asi lo dejo claro Andy Warhol cuando aludio a los "quince minutos de gloria" que toda persona desea disfrutar por lo menos una vez en la vida. Entonces le filtro que soy periodista de investigacion y el portero agranda los ojos, interesado. El hecho de que me halle indagando algun episodio escabroso que pueda salir al otro dia en los periodicos me garantiza su colaboracion. Quiere mostrarse como el hombre bien informado que a si mismo se considera. Y es entonces cuando accede a lo que deseo: –Esa chica se llama Elvira y es pariente de la senora Giralt, una dama de gran empaque. –?Giralt? -repito, brindandole la ocasion para que me demuestre su amplio conocimiento en el pequeno universo vecinal que domina. –?No la conoce usted? Pues Lluisa Giralt fue una cantante de opera muy conocida en su epoca, toda una celebridad -se me acerca en confidencia y huelo su aliento a conac barato–, dicen que incluso la cortejo Alfonso XIII, porque al rey le gustaban mucho las actrices y la cupletistas. –?En que piso vive? -inquiero atajando su chismorreo. –Arriba del todo, en los aticos, el mejor duplex del edificio. Elvira es una sobrina nieta que vive con ella desde nina. Oiga, ?esto cuando sale? -pregunta el portero, cada vez mas interesado. Como tengo previsto volver por alli, me conviene llevarmelo a mi terreno, asi que le digo, adoptando un tono confidencial: –Todavia no lo tengo claro, he de atar algunos cabos. –Bueno, yo no he comentado nada, ?eh? -subraya precavido–, que a la senora Giralt le gusta pasar lo mas desapercibida posible. Ya es bastante anciana la pobre, y esta muy achacosa. Me tiene dicho desde hace anos que no haga subir a nadie que venga preguntando sobre su pasado en el mundo de la opera. He seguido a Elvira varios dias a prudencial distancia, desde que sale hasta que regresa de nuevo. Asi he podido saber, por ejemplo, que asiste al prestigioso colegio Jesus y Maria de San Gervasio, y que varias tardes al mes acude al Liceo para recibir lecciones de ballet, lo cual explica su elegante caminar de gacela. Su piel tiene la palidez y consistencia del nacar, unos ojos azules e inocentes, que seguro no han visto nunca la fealdad de la vida, criada en una jaula de oro, como un animal precioso, en el formidable atico de su anciana tia, perteneciente a un mundo en el ocaso de su existencia, como la imagen en blanco y negro de una vieja enciclopedia ilustrada y fuera de uso. Elvira no habra escuchado todavia palabras de amor, como no sea en el cine o en la television. Por eso no percibe las miradas masculinas, no piensa que pueda ser el foco de interes para ningun hombre, porque aun es demasiado joven para ello. La veo detenerse frente al escaparate de una boutique especializada en ropa interior, de las multiples que hay abiertas en el Paseo de Gracia. Mira con cierto asombro las prendas que visten los maniquies, en particular un conjunto en color negro, de seda bordada, el mas caro, sensual y vistoso de Christian Dior. Posa los ojos interesada, preguntandose quiza por que las mujeres eligen ropa tan hermosa para cubrir las bellezas de su cuerpo sin nadie puede apreciarlas. Considero que por fin ha llegado el momento propicio para poder abordarla y me acerco. La miro desde su espalda y a traves del reflejo del cristal, absorta todavia en el valioso conjunto de ropa interior. –Te sentaria de maravilla -digo, susurrandole al oido. Ella se vuelve sobresaltada por la repentina intrusion, pero antes de darle tiempo a reaccionar, a que me demuestre que se trata de una chica educada y con el recato propio de su condicion, yo retrocedo un paso, esgrimo una leve sonrisa de disculpa, junto a una sutil inclinacion de cabeza como saludo, y continuo adelante con mi paseo, con las manos en los bolsillos, entre las hojas quebradizas que caen planeando de los madronos plantados en las aceras del bulevar. No me detengo, ni mucho menos me vuelvo, sigo caminando negligente, disfrutando de la calida tarde que nos ha deparado el otono. Por hoy basta con eso, no debo hacer nada mas. He implantado la peligrosa semilla en su mentalidad indefensa todavia. Y pronto crecera en su interior como una planta carnivora, devorando su placido sueno adolescente con imagenes tan turbias que despertara ruborizada y sin aliento, humeda de anhelo por primera vez. Ni siquiera me ha visto con la suficiente claridad para poder identificarme despues, en la siguiente ocasion, pero confio en que recordara mi voz cuando pase dentro de unos dias por el atico donde reside junto a su vieja tia. Entonces comenzara su proceso de aprendizaje y devastacion. Dias despues, acorde con lo previsto, acudo a mi cita concertada por telefono (cuyo numero me ha facilitado el portero del edificio) para entrevistarme con dona Lluisa Giralt. Le llevo una botella de brandy al portero con el fin de seguir manteniendo su complice colaboracion ante cualquier imprevisto. Y el hombre se deshace obsequioso considerandome un caballero en toda regla. He preparado la visita con todo detalle. No debo mostrar demasiado interes, ni mucho menos curiosidad. Finjo que soy un profesional acostumbrado a entrevistar celebridades. La vieja dama me recibe a la puerta del atico demostrando una encomiable voluntad en agradar, un retazo de su buena educacion, apoyado el brazo izquierdo en una muleta de aluminio y el derecho en su nieta Elvira, vestida tambien para la ocasion con un juvenil atuendo que acentua su inocencia, un tesoro que yo voy a robarle muy pronto, pero no antes de que lo suplique, de que pida ser la inmolada en el sacrificio de su propia virginidad. Pasamos a una salita iluminada desde un mirador acristalado, por donde penetra la luz filtrada de la tarde atravesando los cortinajes livianos, tendidos al aire como sudarios. Tal como suponia, Elvira, que se afana en servir el te, no me ha reconocido. Sin embargo, cuando comienzo a exponer frente a la dama el motivo de mi visita, la veo de reojo ruborizarse. Acaba de recordar mi voz. Lluisa Giralt es una mujer gruesa, vestida por completo de blanco, igual que una vieja novia victoriana. La cabellera canosa, larga y lacia dividida en dos mitades y recogida con esmero por atras en un apretado mono ensartado con horquillas y peinetas. Irradia la elegancia trasnochada de las grandes divas de antano. Pasa el tiempo impedida en una butaca o en su silla de ruedas, junto al ventanal por donde puede ver, a lo lejos, por encima de la ciudad, el mar sumido en la bruma del horizonte. Vive ignorando cuanto la rodea. La frivolidad ya no encaja dentro de su anacronico mundo, porque haber llegado a mas de los noventa es una cruel fatalidad, permite que veas como la muerte se va llevando a las personas que amas y conoces, mientras eres testigo de toda esa desdicha. Elvira permanece presente durante nuestra conversacion, preguntandose si de verdad soy yo el que le susurro aquello frente al escaparate de ropa interior. He podido saber que tiene 16 anos, aunque parece mayor. Es muy hermosa, tanto de rostro como de figura; me satisface haber acertado en mi eleccion, aunque no es hacerme con su cuerpo lo que yo deseo, sino con su alma. Porque la mayor posesion de todas no ambiciona la estetica carne sino la sublime del espiritu. Durante la conversacion mantenida con la respetable dama he sabido que los padres de su sobrina fallecieron a causa de un accidente de trafico cuando ella solo tenia un ano de vida, demasiado poco para recordarlos, y por tanto ni siquiera los echa de menos. Elvira, que no viajaba con ellos aquel fatidico dia, se quedo huerfana de golpe y fue acogida por Lluisa Giralt. La chica no tiene ninguna experiencia en las anagazas que oculta el confortable aunque traicionero mundo que le rodea. Puesto que no ha conocido nunca otra cosa, Elvira considera normal su peculiar modo de vida, del acreditado colegio religioso en regimen de internado en donde cursa sus estudios, al Liceo, donde se prepara para ser bailarina de ballet; una vida semejante a la del jilguero feliz, atrapado sin pena en la jaula donde ha nacido. Mientras tomamos el te y a la vez intento convencer a su tia sobre mi sincero interes hacia su pasado de diva, Elvira todo el tiempo se remueve nerviosa en el sillon tapizado de cretona donde ha tomado asiento, presente pero callada, segun dictan las normas impuestas por ese tipo de ambito social tan enfermo de apariencias, junto a los modales aprendidos en su colegio para senoritas distinguidas. Como la taza le tiembla en la mano, Elvira la deposita sobre la mesa para que no se percate su tia. No sabe hacia donde mirar, a cualquier parte menos a mi, lo cual evidencia que la carga de profundidad enviada frente al escaparate ha estallado en su interior avivando el fuego que arde, todavia oculto, bajo su virginal imaginacion de joven adolescente. Al final de mi propuesta para rememorar el pasado de la vieja soprano, formulada con todo el tacto del mundo, Lluisa Giralt accede a evocar para mi aquellos anos con destino a un supuesto libro sobre la historia del Liceo. La dama no ha podido resistirse a mi encanto mundano, soy un persuasor nato, nadie domina como yo las claves ocultas de la comunicacion subliminal. Decir algo como senuelo para que mi oponente baje la guardia y entonces clavar el mensaje que deseo igual que un fino estilete florentino en su corazon, de modo que le convenzo usando su negativa inicial, mientras yo quedo a salvo de mi propia ponzona. Mientras la dama me despide, acompanandome con esfuerzo hasta la puerta del amplio atico donde reside, me ha tomado de la mano, afectuosa, con los ojos anegados de lagrimas. Y asi es como, para sorpresa de su sobrina, que ha permanecido muda durante toda la entrevista, contemplandome con recelo, dona Lluisa y yo acordamos la siguiente visita para continuar nuestra conversacion sobre su pasado en el mundo de la opera. Hoy he seguido a Elvira, sin que lo note, cuando salia de casa en direccion al Liceo. Tras verla desaparecer por la puerta de acceso en el callejon lateral del edificio he aguardado media hora y luego he subido hasta donde, segun me ha dicho un bedel, tienen lugar los ensayos del ballet. En la parte mas alta existe una gran sala iluminada por grandes ventanales, desde donde se aprecia una extensa vista de Barcelona. Por el suelo entarimado y alrededor de un piano de cola, corretea un grupo de chicas entre los 15 y los 17 anos, las alumnas de ballet; mientras la profesora, una mujer de unos 35, que debio ser bailarina titular en algun teatro y ahora ejerce como directora, vestida de negro igual que una institutriz, impone rigurosa su autoridad. Me quedo en el umbral, espiando los graciles movimientos, los ejercicios en la barra y frente al espejo, de unas chicas tan jovenes y en apariencia fragiles que parecen munecas de trapo y porcelana. Ya se han cambiado para el ensayo y todas lucen un conjunto similar, el maillot negro, de manga corta, cenido al cuerpo; el tutu blanco y vaporoso, como una espuma de merengue, dejando las piernas a la vista; los pies como amortajados en las zapatillas de cintas anudandose a los tobillos, euforicas como las ocas correteando alegres en un corral. Todas ellas menudas, delgadas, cuyo pecho apenas despunta cenido por el maillot, acomodandose a los androginos canones de belleza exigidos por la danza. Elvira es la mas hermosa, un cisne mezclado entre las torpidas ocas; ella es la que goza de un cuerpo mas definido, porque las imposiciones del ballet son tales, con ensayos llegando hasta los limites de la resistencia fisica, una dieta draconiana y tortuosos ejercicios que modelan el cuerpo hasta convertirlo en materia ductil para conseguir el canon de belleza, el estereotipo estetico impuesto por la pieza musical a interpretar, que algunas chicas no pueden soportarlo y caen enfermas, con bastante frecuencia de anorexia, incluso en ocasiones hepatitis. Me mantengo a distancia, oculto en la oscuridad, observando las evoluciones del grupo de ballet, a Elvira en particular, ensayando la clasica obra Coppelia, con musica del compositor frances Leo Delibes. Cuando culmina la escenificacion, y antes de que se dispersen, mientras Elvira rie alborozada con sus companeras, evocando las peripecias del ensayo, cruzo el umbral y me hago de notar. La directora, como una gallina clueca protegiendo a los polluelos, viene hacia mi preguntandose quien es el intruso que osa molestar a sus alumnas con su presencia, y como es que me han dejado subir a la sala del ensayo. Pero yo enseguida la envuelvo con el influjo de mi oscuro magnetismo. No me resulta dificil neutralizarla, porque con toda seguridad es una mujer soltera cuyo unico amor en este mundo ha sido y es el ballet, por quien desde nina lo dio todo y ahora no le queda nada en su escualido pecho, sin duda reducido en una operacion quirurgica cuando todavia era casi una nina, como hacen muchas bailarinas en ciernes para parecer mas ligeras y volatiles, y ahora se arrepiente de la imagen que ofrece, tan poco adecuada para el aprecio de los hombres. Me identifico sonriendo con indolencia premeditada: he venido para recoger a Elvira, le miento, ya que se ha hecho un poco tarde, por encargo de su tia. Entonces Elvira me ve y enrojece tan de subito que sus companeras lo notan y giran los ojos en mi direccion. Pero la directora palmea con autoridad y todas corren a cambiarse de ropa, incluida Elvira, mientras yo me quedo a la espera junto a esa mujer de rictus amargado y pecho desecado, que hoy tal vez habra sentido latir de nuevo su entumecido corazon de solterona.

  • Trilogia completa El escoces errante de Sophie West

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    !Las trilogia completa en un solo volumen!
    Tres novelas que narran tres historias de amor y pasion en una Escocia magica y oscura, cuando los antiguos dioses todavia no habian desaparecido de la faz de la Tierra, y los demonios eran combatidos por valientes guerreros.
    Tres historias con un nexo en comun, Kenneth Allaban, un soldado mercenario y vagabundo que alquila su espada al mejor postor.
    Kenneth viaja de pueblo en pueblo y de ciudad en ciudad, ofreciendo sus servicios a quien pueda pagarlos, sin importarle si son de noble cuna o simples vasallos. En sus correrias seduce y es seducido, ahogando el dolor que lo esta consumiendo en el sexo, el alcohol y las peleas. Pero la unica verdad es que despues de cinco anos aun no ha podido olvidar a Seelie, su unico y verdadero amor, que murio en sus brazos, y de cuya muerte se culpa.
    ?Quieres conocer su historia, la de Blake y Maisi, y la de Gavin y Rosslyn?

  • Siempre te mirare (Mirame 3) de Marissa Cazpri

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    ?Quieres saber mas sobre Paul, Marina y el hijo de ambos? Aqui teneis un pequeno retazo de su vida en Londres.

  • Renunciare al principe azul de Olivia Saint

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    Los zapatos de mujer son un arma mortal que le facilita la conquista del mundo, destilan sensualidad y glamour, sin ninguna duda la pasion de una mujer se refleja en el calzado que usa. Esto lo sabe Helga, que es una mujer profesional, duena de una empresa de calzado para damas. Ella, entiende a las mujeres, sabe que buscan y a donde debe dirigir el estilo y el diseno de sus colecciones para poder siempre dar un toque de clase y glamour a sus modelos que hacen lucir sexy a todas las clientes que usan sus zapatos. Es la distincion de su marca.

  • Tuya Incondicional 4 de April Russel

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    Unidos en matrimonio. Por fin Megan y Mikhail han logrado sobrepasar las diferencias e intrigas que se le cruzaron en el camino. Todo pareciera que todo comienza a tomar sentido en la vida de ambos, pero aun esta ese misterio, ese temor, ese secreto que oculta Mikhail en su interior. un secreto que puede poner en riesgo la estabilidad de su matrimonio con Megan. La falta de amor propio, la desconfianza hacia todos y el miedo a ser abandonado por Megan dominan a Mikhail. Estara en Megan decidir si vivir sin saber que es eso que tanto atormenta a Mikhail o enfrentarse a sus demonios y ayudarlo a liberarse y salir de su propio infierno. El amor incondicional y la compasion tendran que acompanar a Megan, un accidente inevitable, que marcara la vida de ambos pone a prueba ese amor que juraron tenerse. El amor y el pasado se enfrentan en una guerra donde la lucha por la libertad es el unico objetivo.

  • Mensaje en una botella de Nicholas Sparks

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    La botella fue arrojada por la borda una calida tarde de verano, horas antes de que la lluvia empezara a caer. Igual que todas las botellas, era fragil y si la hubieran lanzado a medio metro del suelo, se habria roto. Pero bien sellada y echada al mar como hicieron con esta, es uno de los objetos que mejor navega en el mundo. Flotaba sin problemas atravesando huracanes o tormentas tropicales, podia avanzar sobre las mas peligrosas corrientes de resaca. Era, en cierta forma, el sitio ideal para conservar el mensaje que llevaba en su interior, un mensaje que se envio para cumplir una promesa. Como todas las botellas abandonadas a su suerte en el mar, su destino era impredecible. Los vientos y las corrientes juegan un papel determinante en el rumbo que sigue cualquier botella; tambien las tormentas y los desechos pueden desviar su curso. En ocasiones, una red de pescadores atrapa una botella y la conduce docenas de kilometros en direccion opuesta a la que llevaba. El resultado es que si se arrojan dos botellas al mar, de manera simultanea, cada una podria terminar en un continente distinto o hasta en lugares completamente opuestos del planeta. Esta botella contenia un mensaje que iba a cambiar para siempre a dos personas que de otro modo nunca se hubieran conocido. Durante seis dias floto lentamente hacia el noreste, empujada por los vientos de un sistema de alta presion que se encontraba sobre el Golfo de Mexico. Dos semanas y media despues de que la lanzaron, la botella comenzo a flotar hacia Nueva Inglaterra. Sin la Corriente del Golfo que la empujara, la botella avanzo con mas lentitud y zigzagueo durante cinco dias cerca de las costas de Massachusetts hasta que aparecio en la red de pesca de John Hanes. Hanes la hallo rodeada de cientos de percas que se agitaban y la tiro a un lado mientras examinaba su pesca. La botella estuvo cerca de la proa por el resto de tarde hasta que cayo la noche y el bote inicio su regreso a Cape Cod. A las ocho y media, una vez que se encontro a salvo dentro de los confines de la bahia, Hanes tropezo de nuevo con la botella y la arrojo por la borda sin rnolestarse en mirarla. La botella floto unos dias mas antes de tocar tierra en una playa cerca de Chatham. Y fue ahi donde, despues de veintiseis dias y mil ciento ochenta y siete kilometros, finalmente termino su viaje. Capitulo 1 Soplaba un viento de diciembre y Theresa Osborne se cruzo de brazos mientras contemplaba el mar. Al llegar un poco mas temprano, algunas personas caminaban por la playa, pero en cuanto se dieron cuenta de los nubarrones se marcharon. Se encontraba sola en la playa y observo el paisaje que la rodeaba. El mar se veia del mismo color del cielo, parecia de hierro liquido, y la niebla, que comenzaba a hacerse densa, ocultaba el horizonte. En otro lugar, en otro tiempo, habria percibido la majestuosa belleza que la rodeaba, pero en ese momento, de pie en la playa, noto que no sentia nada en absoluto. En cierta forma le daba la impresion de que no estaba realmente ahi, como si todo aquello no fuera mas que un sueno. Apenas recordaba el viaje desde Boston aquella manana, y al contemplar el mar agitado que se arremolinaba comprendio que en realidad no deseaba quedarse. Conduciria de vuelta a casa en cuanto terminara con lo que tenia pensado llevar a cabo, sin importar le tarde que fuera. Cuando estuvo lista, Theresa comenzo a caminar con lentitud hacia el agua. Llevaba bajo el brazo una bolsa que habia empacado con esmero esa manana. Pronto llegaria la marea alta y ese era el momento en que por fin lo haria. Encontro un lugar en una pequena duna que se veia comoda, se sento en ella y abrio la bolsa. Busco en ella hasta encontrar el sobre que queria. Aspiro profundo y parsimoniosamente levanto el sello. En el interior habia tres cartas dobladas con sumo cuidado, cartas que habia leido mas veces de las que podia recordar. El uso una pluma fuente para escribirlas y se veian manchas en varios lugares en los que la pluma habia goteado. El papel de la carta, con la imagen de un velero en la esquina superior derecha, comenzaba a cambiar de color con el paso del tiempo. Sabia que llegaria el momento en que seria imposible leerlas, pero tal vez despues de ese dia ya no sentiria la necesidad de regresar a ellas con tanta frecuencia. Cuando termino de leerlas las volvio a meter en el sobre de manera tan meticulosa como las habia sacado. Despues de poner el sobre en la bolsa, miro de nuevo la playa. Desde donde estaba sentada podia ver el sitio en el que todo eso habia comenzado. Recordo que en cuanto amanecio se fue a correr. Era el inicio de un hermoso dia de verano. Iba percibiendo poco a poco el mundo a su alrededor: oia el chillido agudo de las golondrinas de mar y el suave golpeteo de las olas que rompian en la arena. Aunque estaba de vacaciones, se habia levantado a correr muy temprano para no tener que cuidarse de ver por donde pasaba. En unas cuantas horas la playa estaria llena de turistas tendidos sobre sus toallas bajo el calido Sol de Nueva Inglaterra, recibiendo sus rayos. Cape Cod siempre se encontraba repleto en aquella epoca del ano, pero la mayor parte de los paseantes solian dormir hasta mas tarde y Theresa disfrutaba de la sensacion de correr por la dura y lisa arena que quedaba al bajar la marea. Lo consideraba como un tipo de meditacion, por lo que le gustaba hacerlo a solas. Aunque adoraba a su hijo, se sentia feliz de no tenerlo a su lado. Todas las madres necesitan un descanso de vez en cuando y ansiaba tranquilizarse mientras estuviera ahi. Sin partidos vespertinos de futbol ni reuniones de natacion ni el canal MTV siempre sonando estrepitosamente en el fondo, sin tareas en las que tuviera que ayudarlo. Tres dias antes habia llevado a Kevin al aeropuerto para que tomara un avion y fuera a visitar a su padre, su ex marido, en California, y solo cuando ella se lo recordo, el se dio cuenta que no le habia dado un beso de despedida. -Lo siento, mama -habia dicho mientras le echaba los brazos al cuello-. No me extranes mucho, ?de acuerdo? -luego se volvio hacia la sobrecargo para entregarle su boleto y casi salto al avion.

  • Mi corazon en tus manos (Los Lagos 1) – Juani Hernandez de Juani Hernandez

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    PREMIO “Tres Plumas” a la mejor novela romantica historica autopublicada 2013 – II Edicion Premios Pasion por la Novela Romantica.

  • Matar cabrones de Fernando Mansilla

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    Matar cabrones es la novela postuma de Fernando Mansilla, artista por excelencia de la escena independiente sevillana. A su legado en musica, teatro y literatura, anade esta brutal novela en la que estaba trabajando en el momento de su fallecimiento.

  • El jardin de lavanda de Noelia Senas Polo

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    Claudia ha descubierto, en un curioso cambio del destino, que no existen las casualidades.Sin saber como, descubre que es atraida por una fuerza inexplicable hasta un lugar que parece de ensueno, pero que puede que llegue a ser parte de sus pesadillas.Por otra parte, en otra epoca, Julia es una sirvienta que empieza una nueva vida en una casa, lejos de su hogar, y comienza a darse cuenta que la vida es mas complicada de lo que nunca penso.Dos mujeres, dos epocas y una union sobrenatural.

  • Leccion de amor de Ebony Clark

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    Muchas personas en Juanita Fun creian que Lane McCrane era una mujer sin sentido del humor. Su palido rostro enmarcado por aquella espesa mata de cabello castano oscuro, sus ojos azules y los generosos labios que sonreian escasamente, podrian haber hecho de ella mujer hermosa si lo hubiese permitido. De hecho, lo era aun cuando ella pretendiera todo lo contrario, esforzandose lo minimo en destacar sus encantos. La forma en que rehuia la coqueteria confirmaba que no estaba interesada en destacar entre una multitud. Lane solia vestir de manera informal, con ropa comoda que le permitiera moverse con agilidad entre sus pequenos alumnos y con la que no tenia que preocuparse del peligro de las manchas de chocolate y otras sustancias que hacian gritar de pavor a las demas maestras. Mejor unos tejanos que una falda corta. Mejor una camiseta de algodon que unos inutiles volantitos. Mejor zapatillas planas que arriesgados zapatos de tacon. Mejor convenientemente vestida que sugerentemente medio desnuda. Ninguno de sus companeros de trabajo habia podido averiguar si aquel empeno de la joven en esconder cada centimetro de su cuerpo respondia a un alarde de puritanismo o por el contrario, ella deseaba ocultar alguna espantosa cicatriz. O sencillamente, y aquella era la opinion mas extendida, a Lane McCrane no le importaba si los demas la consideraban o no atractiva. De cualquier modo, nadie se habia interesado lo bastante como para tratar de descubrirlo. Nadie sabia nada de ella mas que lo que ponia en las excelentes referencias que habia aportado en su curriculo. Por supuesto, aquellas referencias habian sido comprobadas con meticulosidad como era costumbre en la escuela. Veintiocho anos, de madre norteamericana, se habia criado en un orfanato despues de que su padre las dejara y su madre fuera internada en un sanatorio. Por desgracia, la madre de Lane se habia abandonado al alcohol y los medicos la habian desahuciado cuando Lane solo contaba con cinco anos. Y asi, del orfanato a unos cuantos hogares de acogida, era un milagro que hubiera sobrevivido y sacado su titulo de maestra con excelentes notas. Sus antiguos profesores se sentian orgullosos de poder hablar bien de la senorita McCrane, aunque no ocultaron su sorpresa cuando la senora Andrew les habia llamado desde aquel pequeno pueblo perdido en la geografia del arido paisaje de Nuevo Mexico, la Tierra de Encanto. Habian creido que Lane estaria ya casada y seria madre de uno o dos crios. Pero no. Por alguna razon, ella estaba alli. En Juanita Fun, el lugar donde la gente se levantaba a las dos de la madrugada con el unico objetivo de ver cruzar una estrella fugaz. Fuera como fuera, Lane McCrane habia elegido aquel sitio para echar raices. Era cuanto sabian de ella. Nada de novios ni amigos ni familia. Por lo mismo, no era extrano que fuera algo hurana en sus relaciones personales. Los demas profesores la saludaban cada manana mientras servian el cafe en sus tazas, pero evitaban cualquier contacto. <>, la llamaban a sus espaldas, aludiendo a su agrio caracter y en mas de una ocasion, la misma Lane habia escuchado aquel comentario por los pasillos, aunque fingia que no le dolia. Incluso por el pueblo la llamaban ya asi y la senora Andrew creia que no era justo para ella. Una mujer tan joven y bonita... Merecia algo mas que la compania de Patty Sims, otra profesora y quiza su mejor y unica amiga, y de unos cuantos mocosos, por mas que ella siempre dijera que su trabajo era lo mas importante en su vida. Lane era una joven agradable con sus pequenos alumnos, no cabia duda. Les escuchaba, se preocupaba por ellos y les dedicaba toda su atencion. Siempre tenia una palabra amable a pesar de que eran unos diablillos incansables. Y durante las clases, Lane se transformaba y dejaba de ser la mujer seria e inaccesible a cuyos pensamientos nadie podia llegar. Los chicos de su clase la adoraban en realidad. Pero con los adultos era otra historia. Es lo que pensaba todavia la directora de la Escuela Clarence cuando Lane se sento y la miro con expresion preocupada. La senora Andrew sonrio para tranquilizarla. En los dos meses que Lane McCrane llevaba trabajando alli, nunca habian recibido una sola queja sobre su comportamiento con los ninos. De hecho, muchos padres habian elogiado el trabajo que realizaba con ellos. Decian que sus hijos se mostraban mas receptivos, creativos y educados y lo achacaban al buen hacer de su maestra. Sin embargo... Echo una breve ojeada a la nota enviada por Clyde Bransow. La habia dejado sobre la mesa intencionadamente. Queria ver la reaccion de Lane cuando la descubriera porque, a pesar del aprecio que sentia por la nueva maestra, necesitaba estar segura de que no se equivocaba con ella. Hasta el momento, solo disponia de la version de Clyde, no muy fiable por cierto, dado su mal caracter y escasa paciencia. AmeliaAndrew conocia a Clyde desde que era un mocoso y sabia distinguir por el contenido de su nota cuando estaba realmente enfadado. Mientras la leia le venia a la mente una clara imagen del hombre: la mandibula apretada, escupiendole las palabras al papel, contrariado por el atrevimiento de la maestra, quien, por otro lado y como el mismo seguramente habria deseado anadir, <>. Era el estilo de Clyde. Ruidoso como un toro en una cristaleria, preparado para ponerse sus pinturas de guerra siempre que la batalla mereciera la pena. Por otro lado, y aqui es donde empezaba a preocuparse, estaba complemente segura de que el temperamental Clyde estaba a punto de conocer a un adversario de su talla. Lo peor de todo es que sospechaba que ninguno de los dos cederia un milimetro, por lo que su papel de mediadora se presentaba bastante dificil. --Senorita McCrane, ?sabe por que la he hecho venir a mi despacho? --pregunto con tono amable; era importante romper la tension en el ambiente. Lane le devolvio la mirada, sin poder evitar que sus ojos volaran con cierto disimulo hasta la nota firmada con el apellido Bransow. --Creo que si, senora Andrew --contesto y su voz era firme--. Es por el chico Bransow, ?no es asi? --En efecto. Parece que el pequeno Ben ha tenido problemas ultimamente --observo, aguardando la reaccion de la joven. Lane no dijo nada--. ?No va a contarmelo, Lane? --No es importante --mintio, pensando que era lo mejor para el chico. Lane se mordio los labios con una mezcla de rabia y remordimientos. ?Por que habia tenido que dirigirse a la senora Andrew precisamente? Clyde Bransow podia haber contestado a alguna de las diez notas que le habia enviado para citarle en la escuela. Sinceramente, habria querido solucionar aquello sin que las cosas fueran a mayores, pero aquel incidente el dia anterior... El terrible comportamiento de Ben lo habia acelerado todo. Y ahora, debia justificar ante la senora Andrew su silencio y se sentia fatal por haberselo ocultado. --?En serio? Entonces, ?puede decirme por que su padre me envia esta acalorada nota en la que me pide que le explique por que no somos capaces de controlar a su hijo? --El senor Bransow debio preguntarme primero, antes de enviar esa nota. Quiza debio preguntar tambien a su hijo y asi por lo menos conoceria el sonido de su voz --replico, tratando de mantener la calma. En realidad, le apetecia, y mucho, expresar abiertamente la opinion que le merecia el tal Clyde Bransow. Se contenia como podia. La sangre le hervia en las venas al imaginarse al insociable senor Bransow, dueno del mayor rancho del pueblo y tambien de la mayor cabeza dura por lo que sabia, desoyendo sus peticiones y derivando su responsabilidad como padre, una vez mas. Lane tenia la teoria, y si, aceptaba que estaba siendo prejuiciosa, de que Clyde Bransow habia perdido todo interes por la educacion de su hijo desde la muerte de su esposa, cinco anos antes. Pero sus prejuicios no eran del todo gratuitos. Aunque no solia prestar atencion a los chismes, no podia evitar escuchar algunos. Parecia que el senor Bransow habia sabido rodearse de gente amable y eficiente que le hiciera aquel trabajo. Personas que, como ella, suplian con su carino las atenciones que Clyde seguramente negaba a su hijo. Y aunque solo le habia visto en una ocasion, durante el baile de inauguracion del nuevo aserradero, habia bastado para que la mala imagen que tenia de el se confirmara.

  • A mi este siglo se me esta hacia largo de Luis Piedrahita

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    Unos de los lugares mas desesperantes que existen son las salas de espera. Antes de nacer, la primera sala de espera por la que pasamos es un testiculo. Todos hemos estado alli esperando a que nos llamen. Suelen llamar los sabados. Estas alli y es como cuando vas a ver la Giralda: van llamando por grupos. Salen todos corriendo y a empujones, para subir a una torre y ser el primero en llegar al mirador. Luego, a lo largo de la vida pasamos por varias salas de espera. Los medicos mayores, esos que montan la consulta en una casa, suelen tener una sala de espera tipo asador castellano: con sillones de cuero, ceniceros de bronce, cuadros de perros mordiendole el cuello a un ciervo... Yo siempre me he preguntado quien habra pintado todos esos cuadros de perros mordiendo cuellos de ciervos. ?Cuantos habra en Espana? ?Mil? Yo creo que los medicos los ponen para que los pacientes vean al ciervo y digan: <>. Entras alli y esta todo el mundo en silencio. Dices: --Buenas tardes. Y se oye una especie de rumor... --Mnstardesmnmsn... La primera cuestion es donde sentarse. La norma es sentarse lo mas lejos posible de otras personas. Lo unico que sabes de esas personas es que todas estan enfermas. No sabes lo que tienen, pero todos tienen algo. Ves un senor con ojos de huevo y dices: <>. Cierto que te puedes contagiar, pero tambien te puedes curar... Yo miro de que tiene cara cada uno y luego me siento al lado del que mas me interese. Por ejemplo: si ando un poco estrenido, pues me busco a alguien que tenga cara de gastroenteritis o de andar un poco suelto, y me siento cerquita para ver si nos contagiamos un poco y nos equilibramos. Al entrar, habria que decir: --Buenas tardes, tengo jaqueca por forzar demasiado la vista. ?Hay alguien que tenga ojo vago?--Si, yo. Sientese aqui. Y si nadie quiere hablar, que cada uno lleve un cartelito con su enfermedad. El caballero que va con cartel de incontinencia se sienta al lado de la senora que dice <> y, por la teoria de los vasos comunicantes, se equilibran. Si hubiera comunicacion, la mitad de los casos se solucionarian en la sala de espera. Es curioso. Alli nadie habla con nadie, pero tampoco hay silencio. De vez en cuando suena algun suspiro de senora mayor. <>. Parece que la pobre se esta deshinchando. Las senoras mayores nunca estan solas en una sala de espera. Suelen ir con una amiga de su edad o con una hija y, la verdad, es muy dificil saber cual es la enferma y cual la sana, porque alli todo el mundo tiene carita de pena. Incluso es dificil saber cual es la madre y cual es la hija. Hay gente que tiene cara de llevar alli desde antes de que pusieran la consulta del doctor. --Pero, hombre de Dios, ?cuanto tiempo lleva usted esperando? --No lo se. Yo estaba sentado en una silla en la calle y vinieron unos obreros y construyeron esta salita alrededor. Para mi mejor, que si llueve no me mojo. Siempre hay un momento en el que la senora mayor intenta hablar bajito con la otra, pero todo el mundo las escucha. Es incomodo, porque a veces son temas intimos y susurrados: --Pues este medico fue el que me miro lo del quiste aquel de la axila. --?Y que tal? --Muy bien. Me lo pinto de blanco y negro, y asi parecia que llevaba un balon de futbol debajo del brazo. --?No te lo quito? --El no, pero me lo quitaron unos ninos en el parque para jugar a la pelota. --Claro. En la sala de espera vives situaciones embarazosas con personas que no vas a volver a ver nunca. Esos sillones de cuero falso son terribles. A la minima que te mueves suenan flatulentos. Claro, no sabes que hacer. Todos te miran como diciendo: <>. Entonces, te mueves mucho como para dejar claro que no es lo que parece, pero, por alguna razon misteriosa, el sillon ya no hace ruido. Todos te miran como diciendo: <>. En ese caso, lo unico que te puede salvar es una flatulencia real, para que todos digan: <>. Toda sala de espera que se precie ha de tener una mesita con revistas. Hay algunas que no se a que esperan para cambiar las revistas. He llegado a ver Intervius de antes de que se inventara la silicona. En las salas de espera de instituciones publicas no hay Intervius: hospitales, aeropuertos, Hacienda... Alli no hay sillones, ni cuadros de ciervos, ni mesitas de revistas... Alli hay una pantalla y todo el mundo la mira. Todos con su ticket en la mano a ver si sale su numero. Yo cojo varios, asi tengo mas posibilidades. Siempre que hay que coger numero me cojo veinte o treinta mil, pero no por mi. Lo hago para regalar esa discreta sensacion de alivio a los que esperan con el numero 22 000 y ven que en la pantalla todavia van por el 70. 70, 71... De repente, se ponen en el 21 998, 21 999 y 22.000. Lo hago por ellos, por regalar alivio a la gente que espera. Esas salas de espera de lo publico no tienen sillones de cueripiel. El sistema es otro. Sillas unidas por una barra de hierro. Es como una brocheta de sillas. Le pones unos mangos a los lados y es un futbolin de gente sentada. Si algun dia inventaran el futbolin de jubilados, podrian basarse en esas sillas. La sala de los aeropuertos es un sitio muy curioso para esperar. Llaman por turnos. <>. Para ir todos en el mismo avion y comer en un plato de plastico hay demasiadas castas, ?no? ?Que diferencia de trato cabe ya entre oro, platino, zafiro y rubi? Van delante y llegan al destino unas milesimas de segundo antes que el resto, pero no me parece que valga la pena. Dicen que es para que el que la tenga pueda sentirse un poquito superior. No me parece suficiente. Deberian sacar la tarjeta plutonio. El que la tenga tiene derecho a elegir a un pasajero, comerse su comida y tirarlo por la ventana en pleno vuelo. Asi si que te sientes un poquito superior. La vida no es otra cosa que una sala de espera. Esperas para hacer la digestion y poder banarte en la piscina, esperas que ese dia baje a la piscina la chica que te gusta, esperas a que te conteste un whatsapp, esperas para sacarte el carne de conducir y cuando lo tienes la esperas en el portal, esperas que llegue la noche perfecta, ella se queda en estado de buena esperanza, os desesperais un poco pero al final la esperas en el altar, esperas a que este libre el cuarto de bano, esperas para ir al medico y un dia, sin que nadie se lo espere, te mueres.

  • Soledad de Carlos Bassas Del Rey

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    El dolor por la muerte de un hijo es innombrable y se manifiesta de modos muy distintos. Tambien lo hacen la soledad, el vacio, el miedo, la culpa y la rabia que traen consigo al saber que esa vida ha sido arrebatada. De la noche a la manana, Soledad se convierte en la madre muerta de una nina muerta. El inspector Romero, encargado de investigar el caso, vivira su propio calvario tratando de descubrir la verdad. La de la muerte de la nina y otra que solo le atane a el.
    Soledad narra esa doble busqueda desde la duplicidad constante de voces. Tambien es un recordatorio de que, en ocasiones, la verdad no libera, sino que lo calcina todo a su alrededor.

  • Tras la pista que me llevo a ti de Caridad Bernal

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    El cree que todo esta perdido. Ella, que siempre hay esperanza.

  • De rio en rio de Alfredo Molano

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    En este libro, Alfredo Molano, galardonado con el premio mas importante del periodismo colombiano -Simon Bolivar categoria Vida y Obra de un Periodista 2016- , presenta una serie de cronicas y notas de viaje a traves de una de las regiones mas atractivas y virgenes de Colombia: el Pacifico.

  • Las cosas que perdimos en el fuego de Mariana Enriquez

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    El mundo de Mariana Enriquez no tiene por que ser el nuestro, y, sin embargo, lo termina siendo. Bastan pocas frases para pisarlo, respirarlo y no olvidarlo gracias a una viveza emocional insolita. Con la cotidianidad hecha pesadilla, el lector se despierta abatido, perturbado por historias e imagenes que jamas conseguira sacarse de la cabeza. Las autodenominadas <>, que protestan contra una forma extrema de violencia domestica que se ha vuelto viral; una estudiante que se arranca las unas y las pestanas, y otra que intenta ayudarla; los anos de apagones dictados por el gobierno durante los cuales se intoxican tres amigas que lo seran hasta que la muerte las separe; el famoso asesino en serie llamado Petiso Orejudo, que solo tenia nueve anos; hikikomori, magia negra, los celos, el desamor, supersticiones rurales, edificios abandonados o encantados… En estos once cuentos el lector se ve obligado a olvidarse de si mismo para seguir las peripecias e investigaciones de cuerpos que desaparecen o bien reaparecen en el momento menos esperado. Ya sea una trabajadora social, una policia o un guia turistico, los protagonistas luchan por apadrinar a seres socialmente invisibles, indagando asi en el peso de la culpa, la compasion, la crueldad, las dificultades de la convivencia, y en un terror tan hondo como verosimil. Mariana Enriquez es una de las narradoras mas valientes y sorprendentes del siglo XXI, no solo de la nueva literatura argentina a cargo de escritores nacidos durante la dictadura sino de la literatura de cualquier pais o lengua. Mariana Enriquez transforma generos literarios en recursos narrativos, desde la novela negra hasta el realismo sucio, pasando por el terror, la cronica y el humor, y ahonda con dolor y belleza en las raices, las llamas y las tinieblas de toda existencia.

  • Huyamos, ahora que podemos 2 de Garcia De Saura

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    Cuando Ana e Iris pensaron que ya nada podria fallar en su confabulacion por librarse de la justicia, un nuevo reves amenazo con destruirlo. Alguien mas sabe la verdad de lo que ocurrio la noche del accidente en la que se cargaron a Don Pepino, patron del pueblo, y su plan corre peligro. En medio de la voragine, las chicas se iran de viaje con los chicos, Filomeno y Ataulfo, dos hombres en los que confiaron y que las ayudaron desde el principio sin pedir nada a cambio. ?O era solo lo que a ellas les hicieron creer?Descubre el desenlace final de esta apasionante, divertida e intrigante historia, donde nada es lo que parece, y todo parece lo que es.

  • Yo no creo en principes azules …. ni en sus cuentos. (Yo no creo en principes azules 2) de

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    Abril llego a Barcelona destrozada por culpa de Aday, lo que se pensaba que iba a ser un viaje divertido acabo siendo todo un desastre, solo con la ayuda de sus amigas, Abril consigue seguir adelante, lo que no se imagina Abril es que Luis, un medico muy atractivo, se iba a convertirse en un gran apoyo para ella.
    pero la vuelta de Aday volvera a poner su vida del reves.
    ?Se dejara Abril guiar por su corazon??O mas bien por su razon?.

  • Estrictamente escandaloso de Lucinda Gray

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    El actual conde de Hastings se ha ganado el apodo de <> debido a su severidad en cuanto a lo que debe considerarse una buena conducta. Cuando encuentra en un escandaloso baile a la mujer que ha decidido convertir en su esposa, monta en colera y provoca una lamentable escena.

  • Mientras estas sola (Rancho Triple K 3), Laia Sinclair de Laia Sinclair

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    Novela autoconclusiva.
    < Lo que nunca hubiese imaginado al aceptar, era que el amor me estuviera esperando en la forma de un vaquero tierno y paciente que consigue que me derrita solo con mirarme>>.

  • Kharos. Almas de Plata de Diana Buitrago

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    La niebla que sube del rio, una hoguera en las montanas y un rumor siseante en las calles. La daga en la mano preparada para ensartarla en un drakko, la noche que llora a sus caidos y la diosa que aulla a la luna. Un alarido en la distancia y terror en el corazon.
    En eso se han convertido los dias que pasan tortuosamente en la desolada ciudad de Sapphire, donde la magia negra se ha aduenado de sus calles y la esperanza reside en un viejo templo y un portal interdimensional derruido.
    Desde FireCross, Los Portales, el Clan Magno, la Catedral y Nebulose hasta el mismisimo templo y la fabrica abandonada. El pincel de la esperanza que se niega a resquebrajarse luchando por la vida que naufraga como la luna por el cielo.
    La plata de los Kharos que siempre llega al corazon y un grupo de presos que estaran dispuestos a sacrificar su propia vida para terminar con la masacre. Porque cuando todo falta solo el alma prevalece.
    Kharos-Almas de Plata, novela autoconclusiva, distopia de fantasia oscura, juvenil y urbana. Una aventura trepidante por la oscuridad de sus calles y la profundidad del alma.

  • En ruta al destino, Lee Vincent de Lee Vincent

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    Cuando Lara Mackenzie dijo con voz firme frente al altar del pueblo de Walden: "No, no acepto", jamas imagino que esa frase le diera a su vida un giro inesperado que la colocaria frente a un enigmatico y apuesto hombre.

  • Te quiero, Marta de Maria Ferrer Payeras

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    Porque las segundas oportunidades si existen…

  • El quinteto de Nagasaki de

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  • Habla como un lider de Julian Reyes

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    Conseguir atrapar a tu audiencia y que te presten atencion durante una presentacion no es tarea sencilla. Julian Reyes ha desarrollado una metodologia propia que persigue, no solo la mejora de la oratoria a traves de la tecnica, sino tambien el desarrollo de la autoconfianza personal en el orador.

  • No volvere a tener miedo, Pablo Rivero de Pablo Rivero

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    El reconocido actor Pablo Rivero da el salto a la literatura con una opera prima perturbadora, hipnotica y genuina.

  • Amor a la italiana de Amy Meyer

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    Claire es la hija de un magnate entregado a su trabajo que consiste en gestionar sus restaurantes por todo el mundo. Como cualquier hija de millonario ha vivido siempre una vida frivola y superficial, ha asistido a fiestas y su maxima preocupacion es la marca de los proximos zapatos que se va a comprar.
    Su padre quiere acabar con esta vida de nina bien y le exige que haga algo para ganarse el pan que come, asi que decide enviarla a Italia con uno de los mejores chef del mundo.
    Claire viaja alla sin demasiado convencimiento con la idea de cumplir con su padre pero sin demasiado estimulo de conocimiento. Una vez alli empieza a descubrir otra realidad, no solo se apasiona con los ingredientes de cada comida y su origen, tambien se apasiona con Romeo, un chico que parece de todo menos un chef pero con el que descubrira otra realidad que se vera amenazada por el crimen de uno de los alumnos de la escuela de cocina.

  • El Hombre Sentado en el Pasillo de Marguerite Duras

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    Con la mirada indiscreta de la cineasta que tambien es, a la vez distante y comprometida en la accion, Marguerite Duras se las ingenia para sorprender a ese hombre sentado en el pasillo oscuro y a esa mujer acostada al sol en sus desgarrados encuentros amorosos, que se desarrollan en un apoteosico escenario romantico. De esta incursion de voyeur, de <> descarada, en la actividad sexual de una pareja a la que ve, cree ver o imagina, obtendremos una pequena pero no menos soberbia obra maestra del genero.

  • Madona con abrigo de piel de Sabahattin Ali

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    Rescatada del olvido a finales de los noventa, esta tercera novela de escritor turco Sabahattin Ali -fallecido de forma prematura en 1948- es uno de los acontecimientos editoriales mas llamativos de los ultimos tiempos. Traducida a una decena de idiomas y con ventas cercanas al millon de ejemplares, esta historia de amor desdichado entre un joven turco y una pintora alemana se ha convertido en un autentico fenomeno de culto en su pais, sobre todo entre la juventud, que con su lectura manifiesta la resistencia a la creciente erosion de los derechos civiles y reivindica una mayor apertura hacia Europa.

  • Breogan, Amando a una Libelula (Steel 8) de Rose Gate

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    Nunca imagine que llegaria a ser el otro.
    Nunca imagine que encontraria placer mas alla de la Dominacion.
    Nunca imagine que desearia dejar de ser el amo para ser el hombre.
    Nunca imagine que una mujer casada hiciera temblar los cimientos de mi existencia.
    Nunca imagine que me enamoraria.
    Nunca imagine que me alejaria de mis principios por amor.
    Nunca imagine que la palabra Mia se difuminara en mis labios, cuando me ardia en el corazon.
    Nunca imagine que entregaria mi alma a una Libelula.

  • Los funerales de la Mama Grande de Gabriel Garcia Marquez

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    Los funerales de la Mama Grande, el primer libro de cuentos de Gabriel Garcia Marquez, continua la historia de Macondo iniciada en La Hojarasca y que alcanza su culminacion y fin en Cien anos de soledad. En estos relatos el paisaje psiquico de Macondo se confunde con el humor de los habitantes y con la sucesion de malestares, penas y prodigios. Rebeca Buendia, la viuda de Jose Arcadio, vive en una casa inmensa de dos corredores y nueve alcobas, padeciendo de delirios y visiones; el padre Angel duerme desde hace anos en el confesionario; el dentista tortura a los opositores; el telegrafista transmite poemas de amor a una colega desconocida; Trinidad, un adolescente, colecciona ratones muertos en cajas de zapatos. En Macondo solo prosperan las pestes, los adivinos, los saltimbanquis y los encantadores de serpientes.

  • La filosofia se ha vuelto loca de Jean-francois Braunstein

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    Tres debates nos tienen obsesionados: los que se refieren al genero, los derechos de los animales y la eutanasia. Y tres disciplinas politicamente correctas tratan ahora de estas cuestiones en el mundo universitario: gender studies, animal studies y bioetica. Sin embargo, cuando se leen los textos de los fundadores de estos estudios (John Money, Judith Butler, Peter Singer.), se advierte que, detras de las buenas intenciones, acechan consecuencias absurdas.

  • Silencio de Elisabet Castro Rodriguez

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    Tenia ganas de vivir, pero me destrozaron la vida dejandome rota, sola y sumergida en mi silencio. Veia a mi madre sufrir y mi hermana pequena intentaba ayudarme para hacerme sentir mejor. Pero necesitaba a mi propio salvavidas y ese salvavidas era Dylan, un amor inalcanzable.

  • Alados. Renacer oscuro de Alissa Bronte

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  • Recuerda aquella vez de Adam Silvera

    https://gigalibros.com/recuerda-aquella-vez.html

    Superventas del New York Times, Mejor libro juvenil Amazon 2015 y Mejor novela Booklist 2015. Una novela sobre aceptacion y autodescubrimiento. <> ?Y si pudieras borrar de tu mente los recuerdos que te impiden ser feliz? El Bronx, Nueva York, en un futuro no muy lejano Aaron Soto, de dieciseis anos, lucha por encontrar la felicidad a pesar de las cicatrices que arrastra, tanto fisicas como emocionales: el suicidio de su padre, su propio intento fallido de abandonar este mundo, una vida de necesidades y, para colmo, la inquietante atraccion que siente por Thomas, su nuevo y ambiguo amigo Con lo facil seria su vida si pudiera borrar las experiencias acaecidas en estos ultimos tiempos y empezar de cero junto a su novia, Genevieve, y sus camaradas de siempre Afortunadamente, en el vecindario existe una sede del instituto Leteo, que ofrece la posibilidad de erradicar los recuerdos dificiles con un tratamiento revolucionario. Aaaron esta dispuesto a olvidar a cualquier precio, sin saber que la felicidad y la infelicidad son dos caras de la misma moneda y que el precio del olvido puedes ser demasiado alto. Una novela que rompe moldes, con un toque futurista, que nos arrastra por una montana rusa de sensaciones y preguntas, no todas de facil respuesta. Una historia original y valiente sobre el olvido que ningun lector podra olvidar.

  • La chica de un solo ojo de Cesar Garcia Munoz

    https://gigalibros.com/la-chica-de-un-solo-ojo.html

    Nota: La chica de un solo ojo es un relato de 7 capitulos.