• Seducida por la tentacion: Trilogia Tentacion, Helena Sivianes de Helena Sivianes

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  • Entre los suenos de Elio Quiroga

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    El cineasta y novelista Elio Quiroga, ganador entre otros galardones del Premio Minotauro, construye un adictivo thriller psicologico con unos personajes llenos de secretos que ni siquiera ellos mismos conocen del todo.

  • La ultima cripta de Fernando Gamboa

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    Atrevete con esta increible aventura que ya suma mas de 200.000 lectores en todo el mundo, y descubre por que se ha convertido en la novela mas vendida en la historia de Amazon Espana.

  • Papa secreto de Stephanie Foss

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    -?P uedo ayudarlo, Senor? --pregunte exhausta mientras un mechon de cabello salio volando de mi mono bajando por mi cara--. ?Le gustaria que le leyera los especiales? El toco su nariz y me miro como si no fuera mas que un pedazo de suciedad de perro en su zapato. Aunque he estado trabajando como mesera los ultimos ocho meses y he recibido esa mirada en muchas oportunidades, nunca me acostumbre a ella. Odiaba ser juzgada, me enloquecia. Ninguna de estas personas sabia algo de mi, asi que, ?como se atreven a presumir que sus vidas eran mucho mejores que la mia? --?No me escuchaste la primera vez? --dijo--. Dije que aun no estoy listo. Pero eso fue hace diez minutos, quise gritar, y me estoy cansando de tu fuerte e insoportable voz retumbando en mi seccion. Pero por supuesto no podia decir nada de eso porque el cliente siempre tiene la razon. Aun si yo estaba cansada, con once a doce horas de turno, y el estuviera siendo un idiota. --Por supuesto, Senor --dije entre dientes--. Por favor, aviseme cuando este listo para ordenar algo de beber. Di la vuelta con mis tacones y me aleje. Desafortunadamente, no fui lo suficientemente rapida como para no escuchar el ultimo comentario sarcastico que se dijo adrede lo suficientemente fuerte como para que lo oyera. --Honestamente, estas aspirantes a actrices son tan estupidas. Creen que son muy hermosas y que valen mucho, pero la mayoria de ellas vienen a Nueva York y se dan cuenta de que no son nada. --Pendejo --murmure para mi, moviendo la cabeza con disgusto. Si, vine a Nueva York de un pueblo pequeno en Pennsylvania, pero no porque tuviera ningun sueno en particular de actuar o modelar. En realidad, lo que realmente queria era convertirme en una abogada, y tenia el cerebro para hacerlo, tambien. Solo que no tuve la educacion necesaria y eso fue por una sorpresa inesperada que surgio en mi vientre cuando solo tenia dieciocho anos de edad, y justo cuando sali de la escuela secundaria, lo cual cambio absolutamente todo. Una vez que me di cuenta del milagro que crecia dentro de mi, Yale no parecio tan importante despues de todo. Cuando le dije a mis padres que estaba embarazada, del hombre mayor que no aprobaban, despues de solo cuatro meses, mi padre enloquecio. Grito y maldijo e insistio en que necesitaba deshacerme del 'pequeno problema' antes de que se interpusiera en mi carrera de alto vuelo. Sin embargo, no lo escuche, no pude hacerlo. Ya amaba mi paquete de alegria cuando era solo una pequena semilla. La ame tanto que renuncie a mi lugar en la universidad, sacrifique mi carrera, y escape de casa. Por supuesto, en mi infantil determinacion de poner a mi bebe como prioridad, nunca le dije al padre de Leah que ella llegaria al mundo, pero al comienzo estaba tan enfocada en obtener un empleo y algun lugar donde vivir que no pense mucho en el. Entonces, una vez que estuve en un buen lugar para decirle, me tope con la dura realidad de que no habia estado buscandome... ?y por que lo haria? Solo estuvimos juntos por un corto tiempo. Seguro, fue intenso y me enamore rapidamente, pero eso no significaba que fuera lo mismo para el. El era ambicioso tambien, e intentaba ferozmente establecerse en el mundo de los negocios. Si eso lo tenia muy ocupado para buscarme, entonces seguramente lo tendria muy ocupado para Leah. Ya ella habia sido rechazada por mi padre, y no queria que nadie mas la alejara; asi que me enfoque en hacer una vida para nosotras sin mirar atras. Ahora, cinco anos mas tarde, teniamos un apartamento de una habitacion, el cual no era el peor lugar del mundo para vivir, y tenia este trabajo como mesera. Quizas lo odiaba, pero eran horas fijas y pagaba las facturas, ademas cubria los gastos de cuidado infantil cuando Leah no estaba en la escuela. Quizas no era la vida ideal, pero lo haciamos funcionar. En realidad, me sentia orgullosa de lo que habia alcanzado. No fue facil, fue un camino solitario, pero al menos lo habia hecho sola. --?Que sucede? --me grito Thomas, el malhumorado jefe de la cocina. Era bien conocido por sus cejas anudadas y expresion furiosa, sabia bien que no debia tomar sus comentarios de manera personal, pero no estaba de humor--. Tienes una cara de trasero abofeteado --Tu tambien la tendrias si tuvieras que lidiar con todos los idiotas que soporto a diario. No sabes lo facil que es para ti escondiendote aqui, sin tener que ver a nadie. --Oh si, seguro, asegurandome de que cada una de las comidas este cocida a la perfeccion... incluso cuando llegan decenas a la vez. Muy facil, Ava -- nego con su cabeza y se sacudio ruidosamente--. Saca tu cabeza de tu trasero, nina. De verdad. Solo una hora mas... una hora mas y puedo escapar de este infierno. Por lo menos hasta manana cuando todo comience de nuevo. --Como sea, saldre de nuevo. Quiero ver si el bocon esta listo para ordenar. El vapor de la cocina me siguio mientras salia al restaurant, probablemente haciendome lucir aun mas aterradora de lo normal. Mi cabello, largo y oscuro nunca se quedaba donde lo colocaba por mucho tiempo, y pude sentir la transpiracion humedeciendo mi frente y espalda. No tenia dudas de que mi maquillaje ya se habia desvanecido desde hace tiempo, pero estaba muy cerca del final como para preocuparme por eso ahora. Solo queria sobrevivir los ultimos minutos de mi turno aqui. --Ava, ?puedo hablar contigo, por favor? --La voz agria de Stella, la jefa de las meseras, interrumpio mis pensamientos--. Parece que tenemos un problema. --Seguro --suspire, sin pensar mucho en su tono estresado. Stella siempre estaba estresada, era una de sus cualidades menos atractivas--. ?Que sucede, Stella? --El Sr. Michaels, de quien estoy segura que sabes que es un hombre muy importante. --Me encogi de hombros, no lo sabia--. Bueno, ha presentado una queja sobre ti, y ahora necesito hacer algo al respecto. --Espera, ?te refieres al tipo realmente ruidoso sentado en mi seccion? --me rei con amargura y cruce mis brazos defensivamente sobre mi pecho--. !Quiero presentar una queja sobre el!

  • Retrato de mi doble de Georgi Markov

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    Aunque ilegales, las partidas de poquer siguen siendo uno de los entretenimientos preferidos en las madrugadas de la Bulgaria de 1960. El narrador --un descreido y cinico periodista-- ha disenado junto a su companero un intrincado sistema para desplumar a sus rivales durante la timba, una estrategia no muy diferente a la de escribir para la prensa deslumbrantes perfiles de los epicos trabajadores socialistas. Ambas son un producto de la hiperbole y la ilusion, un juego de manos sin escrupulos ni concesiones, con la victoria como objetivo incuestionable.
    El conflicto entre la libertad individual y la garra de acero del sistema produjo en el bloque sovietico una tension que, en palabras del nobel Czeslaw Milosz, solo era posible sobrellevar mediante el ketman: esa habilidad psicologica para representar con fervor una identidad en publico mientras se mantiene otra radicalmente opuesta en privado. Nunca el distanciamiento de Markov respecto a la corrupcion y los absurdos del regimen comunista bulgaro alcanzo mejor expresion que en esta atmosferica obra maestra de la novela breve.

  • La carcoma de Daniel Fopiani

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    Un escritor en horas bajas es incapaz de escribir nada decente. El exito comercial de su ultima novela parece haberle arrastrado hasta un bucle de inseguridad que lo mantiene bloqueado ante la pagina en blanco. Se obliga a tomar unas vacaciones y aislarse durante un tiempo en la Sierra de Cadiz, un retiro espiritual donde olvidarse de la presion de la editorial, de las facturas sin pagar y de las llamadas telefonicas constantes. Con el paso de los dias descubre que, en la cabana donde se aloja, aparece un nuevo numero pintado en la pared cada manana. Una cuenta atras sin explicacion aparente que termina sumiendolo en la mayor de las obsesiones. Es probable que su vida corra peligro y el tiempo apremia. Los numeros no perdonan. Una crisis creativa, un cambio de escena, sucesos misteriosos, muerte, amor y reconciliacion con uno mismo. Todo ello con un sabor profundamente rural y gaditano, contado con una narrativa fresca, agil y sin tapujos. Estos son rasgos distintivos de Fopiani que lo hacen destacar dentro del genero con toques ligeramente underground. La Carcoma es un pueblo, pero tambien una metafora.

  • En el corazon del aguila de Myrian Gonzalez Britos

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    Verano de 1941, en plena Segunda Guerra Mundial, el futuro conde von Falkenhausen, Wilhelm, retorno al castillo de su familia tras recibir una llamada de su padre, que se encontraba muy enfermo.El conde exigio a su hijo que desposara a una mujer lo antes posible o su primo, capitan de las SS, Hermann, su enemigo numero uno, seria el nuevo conde. Wilhelm comprendio que era momento de sentar cabeza o perderia el titulo de nobleza y todos los privilegios que conllevaban el mismo como consecuencia.Alli, en medio del caos, conocio a Ela Bokowski, una polaca que habia nacido y crecido en Alemania. Una mujer cuya belleza lo encandilo. Aunque, su caracter y su rebeldia rompian por completo el halo de su beldad angelical.Con el tiempo, descubrio sobre su origen gitano, pero no el mayor secreto que ocultaba bajo siete llaves.

  • Vamos a romper las normas de Beatriz Lopez-terradas Rodriguez

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    la mayor parte de su vida, sino que es el Gobierno el que se encarga de tomar esa decision. En esta poblacion reina la esclavitud, la tristeza y el color gris. El Gobierno, para mantener controlados a sus habitantes, hace que estos, sin ser conscientes de ello, ingieran diariamente una sustancia que les hace desarrollar miedos y los convierten en mas obedientes y manipulables. Pero, desgraciadamente para el Gobierno, una de cada cien personas nace inmune a esta sustancia, razon por la que estas son asesinadas nada mas nacer.

  • La madre de los carabineros de Alessio Puleo

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    Alessio Puleo decidio en el ano 2001 prestar servicio en la quinta del Arma de Carabineros[1]. Algunos dias despues de su traslado desde Benevento a Palermo fue asignado al servicio de vigilancia de la casa de Paolo Borsellino. Y fue alli donde tuvo lugar el primer encuentro con la senora Lupo, la <>. La senora vivia sola en un antiguo edificio situado justo enfrente de la casa del juez. Alessio, dentro del XII Batallon de los Carabineros de Sicilia, habia oido hablar a menudo de ella, pero cuando por primera vez se encontro delante de aquella <> mujer con el sombrero del Arma en la cabeza y los galones cosidos en la chaqueta, entendio que se trataba de una persona muy especial. Mama Mimma lo escruto de pies a cabeza para asegurarse de que el uniforme estuviera en orden, que los zapatos estuvieran relucientes, el nudo de la corbata perfecto... !y la cara bien afeitada! Se comportaba como un verdadero oficial y todos (desde los mas bajos cargos a los oficiales) la querian y respetaban. Transcurria todo el dia en compania de aquellos jovenes carabineros que, alejados del carino de sus familias, encontraban en ella el amor de una verdadera madre. Les daba consejo y compraba todo tipo de cosas: bocadillos, croissants, te, cafe... Y muchisimo mas. Todos la habian rebautizado como <>. Alessio cogio un afecto especial a aquella mujer y, pasando muchas de las horas de servicio en su compania, intento entender que la llevaba a hacer lo que hacia. Asi, dia tras dia, reconstruyo su vida, descubriendo un pasado lleno de emociones hermosas y horribles en las que residia el porque de todas aquellas buenas acciones con los carabineros. No, aquella historia no podia, un dia, desvanecerse en la nada junto a mama Mimma, asi que decidio transcribir toda la informacion acumulada y, recopilando tambien informacion del Museo Historico del Arma, reconstruyo el contexto social de aquel periodo. Despues de casi cuatro anos de trabajo, consiguio escribir su guion cinematografico. El proyecto atrajo la atencion de una productora, pero el excesivo coste hizo que lo dejaran a un lado. Alessio, convencido del interes que la historia podria suscitar, decidio darle forma editorial. Asi, en el ano 2006, transformo el guion en novela y nacio La madre de los carabineros. 1 Domenica Lupo, <>, vive desde hace muchos anos en una pequena casa, un chalet estilo modernista de principios del siglo XX. Vive sola, rodeada de vecinos carinosos. Frecuenta la casa de los Borsellino desde hace mucho tiempo y, tras la muerte del juez, su amistad con la viuda del difunto magistrado se ha vuelto incluso mas intima, tanto que para la senora Borsellino es casi <>, una anciana tia a la que pedir consejos. La casa de tia Mimma esta enfrente de la vivienda de los Borsellino, y por eso lo primero que ella ve por la manana al abrir las ventanas es a los carabineros que, desde la muerte del magistrado, montan guardia para proteger a su familia. Pero volvamos con tia Mimma. Es una calurosa manana de julio. Son las diez y la canicula ya oprime, molesta, causada por el siroco que azota Sicilia desde hace dos dias. Palermo sucumbe bajo el ardiente sol, pero la vida en la ciudad continua. Tia Mimma abre la pequena verja peatonal. Viste sencilla, pero tambien con cierta elegancia: un vestido de tela ligera color beige moteado con pequenos lunares de tono tierra de Siena, tono sobre tono; un sencillo cinturon le cine la cintura. Es una mujer menuda, con una silueta todavia juvenil... !para sus casi noventa anos! Cierra de nuevo la verja, comprueba el bolso para asegurarse de que estan las llaves, el portamonedas, la pequena corona del rosario y el panuelito bordado. Perfecto, !no falta nada! Ahora puede irse. El mercado esta a pocos cientos de metros, !caminar un poco siempre va bien! Echa un vistazo a los dos carabineros de la calle con una media sonrisa digna de la Gioconda y se va. Son las diez y veinte. El mercado del barrio es todo un vocerio, un coro de reclamos, una alabanza a las propias mercancias. El puesto de la pescaderia parece una paleta de pintor con tonos plateados, el de las hortalizas, un centelleo de verde y rojo por la verdura fresca y los tomates maduros. Tia Mimma hoy esta ahi por la fruta; pide en el mostrador un kilo de jugosos melocotones amarillos y uno de cerezas rojo rubi. Un chico a su lado mira la mercaderia y vacila: no parece convencido. Tia Mimma lo observa durante unos segundos: cuerpo atletico, tejanos y polo blanco, una extrana bolsa de piel con lineas en la mano, un poco como aquellas de los pieles rojas que recuerda haber visto en las peliculas western de la television. Mientras paga, nota que el chico tambien compra melocotones al mozo; tia Mimma abandona el puesto y se va. El calor es sofocante. Despues de pocos pasos se apoya en un poste de la luz, con la cabeza dandole vueltas vertiginosamente, y resbala lentamente hasta el borde de la acera mientras escucha al frutero que le pregunta: <>. Es una mujer dura, con una voluntad de hierro, asi que se apoya sobre sus delgadas piernas. <>, responde levantandose fatigosamente y retomando el camino a casa. Unos pocos pasos mas y esta vez le falta el aire, la cabeza le vuelve a dar vueltas y acaba tendida en el asfalto. Abre los ojos y, tras algunos segundos, ve el rostro del chico del polo blanco. Una senora da al joven un vaso de agua y este se lo acerca a los labios a tia Mimma tras acomodarla en una silla. Pasan los minutos, el chico aleja a los curiosos con educada firmeza, quedandose con tia Mimma y la senora que ha traido la silla y el agua. Tia Mimma lo observa ahora atentamente: sobre los treinta, metro setenta y cinco, en muy buena forma, constitucion media, ochenta kilos mas o menos, rostro afeitado, cabello corto, cara de buen muchacho. !Que extrano, habla un italiano perfecto, no tiene el acento o la cadencia siciliana!, piensa. Tia Mimma presumia siempre de saber <> a una persona a primera vista. ?Y este que <> puede tener?, se pregunta. Despues se oyen las cuestiones de rigor: <>, <>, y asi... El joven se ofrece a acompanarla a casa. Coge el bolso y se lo devuelve. <>, se dice. Empiezan a caminar despacio. El joven abre la verja del pequeno jardin. Querria seguir ayudando a tia Mimma, pero esta se retira asegurandole que todo ha pasado ya y se lo agradece de corazon. Ya que estamos aqui, podria ofrecerle un cafe, piensa. Pero no esta convencida. ?Quien es este?... ?Y si fuera un maniaco que asesina a las viejecitas? Pero, mirandole bien, y recordando la buena accion que ha realizado, desecha el mal pensamiento y lo invita a casa a tomar algo. El joven se mantiene educadamente en el exterior de la cancela, rechaza la oferta sintiendose un poco incomodo y, empujado por la curiosidad, pregunta a la pequena anciana si vive sola. Si tiene marido o hijos. La respuesta es extrana, muy extrana, y su curiosidad crece aun mas: <>. ?Que habra querido decir? ?Por que una respuesta tan vaga?, piensa el chico. Se quedaria encantado para escuchar lo que tiene que decir aquella anciana mujer que, con pocas palabras, ha despertado su interes, pero no puede. Asi que, por el momento, rechaza la invitacion por obligaciones laborales que le esperan, le promete volver y se va. Tia Mimma entra en casa, corre hacia la ventana y sigue con la mirada al joven, que se dirige hacia los carabineros que aparcan como cada dia delante de la casa de los Borsellino.

  • En los negocios y en el placer 2 de Carolina Gattini

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    Me llamo Robert Doyle, llevo un traje italiano a medida que me sienta como un guante y un reloj de oro en mi muneca. Me siento como si fuera un idiota, me siento como si fuera mi hermano, Jonathan Doyle. Todos me miran como si no pudieran creer que estoy aqui, en una enorme sala de reuniones donde los principales accionistas me estudian de arriba abajo, solo les falta el monoculo… Despues de pasar casi dos anos en Tailandia todo esto me parece una broma, o una pesadilla. Pero tengo que defender mi posicion en este mundo cruel donde los negocios son como la presa de un monton de tiburones. Soy un buscador de sensaciones, diagnosticado, he buceado en aguas llenas de tiburones de verdad, pero estas experiencias son demasiado peligrosas. Sinceramente no creo que este hecho para esto, para los negocios, pero no tengo mas remedio. Mi hermano se ha casado y ha decidido “cortarme el grifo”, por lo que ya no podre mantener mi vida tal cual la he conocido. El ha renunciado a seguir en Nueva York y ha dejado todo a mi cargo mientras se divierte con su querida esposa. Nunca he odiado a mi hermano, pero estoy experimentando ciertos sentimientos encontrados… Estas cosas no se le pueden hacer a alguien como yo, no estoy acostumbrado. Lo bueno de ser el hermano pequeno durante mucho tiempo es que nadie espera nada de ti, ese es el trato no escrito en el universo desde el origen de los tiempos. Ademas, no me gustan las responsabilidades, siempre he huido de ellas como de la peste. Tampoco me gusta que me miren todos como si fuera retrasado. A mi derecha tengo una panda de vejestorios que prefiero no describir, a mi izquierda se han sentado los “jovenes”, tal vez en otro universo sean jovenes, en este solo son “menos viejos”. Bueno, y no solo hay accionistas, tambien han venido acompanados de sus abogados, etc. Pero todos y cada uno tienen algo en comun, creen que soy un inutil. Una de las accionistas, en el lado de los vejestorios, me mira como si hubiera matado a uno de sus hijos. Me dan ganas de gritarle que no he cometido ningun crimen. Pero no me dejare intimidar, ni por ella ni por la cuatrojos con pinta de abogaducha reprimida sexualmente que hay sentada tras ella. Al lado de los “jovenes” hay otro especimen que me mira sonriendo, como si estuviera esperando que metiera la pata en cualquier momento. Yo no necesito esto, no lo quiero. Sera mejor que renuncie y llame a mi hermana. Ella se ocupara de estos idiotas. --Disculpen, tengo que hacer una llamada --me limito a decir mientras el poco agradecido publico cuchichea ante mi anuncio. Ya se que esperaban algo mas elocuente tras citarlos a todos con lo dificil que es. Me voy de la sala con toda la dignidad de la que soy capaz y cierro la puerta dejando escapar un suspiro mientras lo hago. --?Senor? --dice Francis, mi secretario. --Llama a mi hermana y citalos manana para que se reunan con ella, y les dices que estoy enfermo. --Su hermana tiene doce anos --me recuerda sin perder la calma, pero mirandome como si hubiera perdido la cabeza. --Si, pero saca muy buenas notas en el colegio, que por cierto es un buen colegio, habla cuatro lenguas perfectamente, y ademas en matematicas es la mejor de su clase, creo que es superdotada. Y lo mas importante: tiene mucho temple, clave para enfrentarse a ese grupo de ahi dentro. ?No crees? --No voy a responder a eso. --He dado una orden y tienes que cumplirla. --No estamos en el ejercito. Ademas, a mi me paga su hermano. --Pues entonces no me llames senor, que me creo que mando. Y tuteame. --?Bob? --Bob suena a perro. Robert esta mejor. --Pues entonces, Robert --remarca mi nombre con un tono agudo--, entra ahi y haz tu trabajo o lo perderemos todos --me ordena ahora levantandose de su silla tras la mesa y cambiando el tono amable por otro mas duro. Suspiro y cierro los ojos, tiene razon… Debo entrar ahi. Aun estoy decidiendome cuando la puerta de esa infernal sala se abre y aparece la cuatrojos que me miraba esperando que hiciera alguna estupidez, bueno, como me miraban todos, pero esta es mas repelente, me recuerda a una companera del colegio que creia saberlo todo. --Tengo una reunion dentro de una hora, ?va a tardar mucho? --me pregunta con una voz demasiado aguda incluso para aquella companera de colegio. --?Megan? --pruebo por si se trata de aquella nina, que ha crecido y ha llegado a mi vida de nuevo para amargarme la existencia en mi etapa adulta con su voz aguda. --No --se limita a responder antes de darse la vuelta frunciendo el ceno. Aun es mas repelente y fea cuando hace ese gesto de desprecio. Francis viene hasta mi y me da una palmadita en la espalda para infundirme valor. Vuelvo a entrar con pasos lentos pero aparentemente decididos y me coloco frente a la mesa, presidiendola en la cabecera. Tengo un monton de carpetas apiladas frente a mi que recuerdo que debia darselas a ellos. Un secretario a mi derecha y otra secretaria a mi izquierda esperan mi orden para entregarselas a cada uno de los accionistas minoritarios que rodean la mesa. Yo les hago un gesto afirmativo con la cabeza y las distribuyen. Tendria que haber hecho esto de las carpetas mucho antes, porque asi se habrian entretenido leyendo y no mirandome. Y ahora que lo pienso, podria haber puesto una pantalla con una proyeccion, asi habria desviado su atencion. Me lo apunto mentalmente para la proxima, aunque preferiria que no hubiera una proxima. --Parece correcto --dice uno del lado de los vejestorios, un abuelo canoso y con gafas de culo de vaso--. Pero el problema que yo veo, y creo que estamos todos de acuerdo en esta mesa, es que no nos fiamos de usted. --Me ofende --digo sobreactuando, colocando mi mano izquierda sobre mi pecho. Veo a la cuatrojos poner los ojos en blanco y a la vieja a su lado negar con la cabeza. --No hemos venido a perder el tiempo --dice otro en el lado de los “jovenes”, parece el tipico chulo de Wall street, no puede llevar mas gomina en la cabeza… --El problema es que tiene la mayoria de acciones --dice una mujer a su lado, esa no lleva gomina, lleva peluca, creo, porque ese pelo tan cardado no es normal. Y por fijarme en todas estas tonterias es por lo que jamas me dedique a los negocios como hizo mi hermano. --Estoy dispuesta a comprar las acciones y ocuparme yo mismo de la empresa --asegura el viejo de las gafas de vaso. --Ya quisiera yo, pero no puedo hacerlo, me temo que tendran que soportarme. Legalmente es como si estuvieramos casados. Nos tenemos que aguantar mutuamente. Se oye un murmullo que empieza a subir de tono. Luego se ponen a discutir unos con otros y yo me siento. La senora sentada con la cuatrojos se levanta para hacerse oir y por alguna razon que desconozco todos se callan. --Como segunda accionista, tengo una propuesta que hacer. Les cito manana a la misma hora. Y la tia se queda tan ancha, recoge su carpeta y se va, seguida de la gafotas. Bueno, y ?yo que hago? ?que pinto aqui? Decido concluir la reunion y todos asienten recogiendo sus cosas al igual que hago yo, un poco incomodo por la situacion. --Francis, ?quien es esa? El me mira frunciendo el ceno sin saber de quien hablo. --La vieja y la gafotas. --Son dos huesos duros, no me atreveria a llamarlas asi. Ni siquiera en privado. Capitulo 1. No, no me llego a acostumbrar a este estilo de vida, ni al trabajo. Levantarme a las 8 es un crimen, me niego. Que celebren esa reunion ellos solos, total yo no pinto nada alli. Me niego a levantarme de la cama, ?que va a pasar si no voy? Van a decidir lo que quieran ellos solos y encima nadie me toma en serio. Apago el despertador y sigo durmiendo. !Que mas da! Ya madrugue ayer y no tengo costumbre. En algun sitio lei que era malo para la salud cardiovascular madrugar tanto… Cuatro horas despues. El sonido insistente y exasperante del telefono me esta matando, estaba sonando con ese sonido y, cuando despierto, descubro que es real. Descuelgo al fin y oigo una voz masculina. --Senor, disculpe, es que hay una senorita que esta subiendo a su piso, no se como ha conseguido la llave, pero como me dijo que nadie le molestara jamas… Y que si a alguien se le ocurriera venir a visitarlo llamara a la policia… --?Y la has llamado? --pregunto bostezando. --No, senor, al tener la llave no podria llamar a la policia. --?Y como es la senorita? ?Esta buena? El conserje se queda en silencio unos segundos. --No creo estar autorizado para emitir un juicio asi, senor. Que hombre tan estricto, podria decirme que si o que no. Todo es tan raro aqui… No me gustan las ciudades. Me despido de el y cuelgo. Mientras estoy estirandome en la cama y bostezando de nuevo antes de decidirme a levantarme, una sombra aparece tras la puerta medio abierta de mi habitacion. Joder, me estoy acojonando. Agarro la manta de plumas y la llevo hasta la barbilla acostado aun en mi cama. Solo falta la musica de una pelicula de terror y creo que me cagaria literalmente encima. Cuando aparece tras la puerta esa mujer suelto un grito de puro horror y ella me mira enfadada acercandose hasta la cama y agarrando la manta para quitarmela de encima. --!No, por favor! --exclamo aterrorizado. Ella niega con la cabeza y yo trago saliva y agarro con mas fuerza la manta. --Estoy desnudo. Ella parece dudar mientras valora las posibilidades. --Te voy a explicar como seran las cosas a partir de ahora --amenaza soltando la manta, al fin debe haber decidido que era mejor no quitarmela y exponerse a la posibilidad de verme desnudo--. Me han nombrado tu administradora en la reunion a la que no has asistido. Tu empresa y mi empleo dependen de que te comportes como un ser humano normal, y yo tengo ordenes de que asi sea. Cada vez me da mas miedo esta mujer. Ahora entiendo por que el conserje no queria emitir un juicio de valor sobre la susodicha. Es la gafotas de la reunion, ahora me acuerdo de ella. Con esa voz aguda… Tan estridente a estas horas de la manana. No he pasado tanto miedo ni cuando estuve en una carcel turca un par de dias, prefiero no recordarlo, pero es que ha sido inevitable tras la imagen de esa mujer. Que ahora que lo pienso, me pregunto si es una mujer o un hombre delgado, aunque tiene el pelo largo, pero no por ello tiene que ser mujer, ?no? Bueno, tal vez me estoy pasando en su descripcion, pero es poquita cosa y muy poco femenina. --Levantate y vistete, te espero en el salon. Tienes cinco minutos --me ordena. ?Esta que se cree? Esta loca si cree que voy a obedecerla… Sin embargo no me da margen de respuesta, porque cuando se me ocurre una respuesta para ella, ya se ha ido. No tardo cinco minutos, tardo uno en ponerme los pantalones y una camisa y presentarme en el salon, donde me espera de pie con su maletin. --No pensaras ir asi a la oficina, ?verdad? --No pienso ir a la oficina, pero si quisiera ir, ?por que no podria ir asi? Ella me mira boquiabierta, creo que se ha quedado sin palabras, y yo sonrio al comprobarlo en su reaccion. Pero no, no se ha quedado sin palabras. --Pues para empezar es ridiculo lo que llevas puesto, esa camisa no tiene botones hasta el ombligo, por no hablar de los pantalones, que creo que es imposible que el ojo humano pueda apreciar mas variedad de colores, ademas de que la gente acabaria preguntandose hasta donde llegan tus partes nobles --dice ruborizandose al final. --Si alguien se preguntara eso se lo podria ensenar --aseguro sonriendo y sosteniendo mis “partes nobles” con la derecha. Creo que ya se su punto debil, parece muy dura, pero no es mas que una ninata que se ruboriza y llama “partes nobles” a mis partes nobles, pienso sonriente--. Ademas, nunca se sabe cuando sera necesario hacer yoga, o incluso cuando sera necesario ensenar hasta donde llega --digo volviendo a poner mi mano en mi entrepierna. --Pues ponte un traje y vamonos, porque no vas a hacer yoga. --Pues solo con verte ya me entran ganas de hacer yoga o algun tipo de metodo para relajarme. ?Te han dicho que eres insufrible alguna vez? --Nadie inteligente --sentencia--. Y ahora ponte algo con lo que te pueda sacar a la calle y no digas mas tonterias, tenemos trabajo que hacer. --Puedo hacer mi trabajo perfectamente sin ti, no acepto lo que se ha acordado en esa reunion. --Si hubieras estado sabrias que si no colaboras se liquidara todo y venderan las acciones, nadie da un centavo por esta empresa ahora mismo, bajo tu responsabilidad. No te queda mas remedio que aceptar mi intervencion o nadie querra hacer negocios con los Doyle. --Odio a mi hermano --me quejo como un nino con una rabieta. Empiezo a lanzar los cojines del sofa a todas partes porque no me puedo librar de esta pesada. Tengo que trabajar con ella por culpa de esos vejestorios y de mi hermano y yo nunca he querido trabajar, y menos con una repelente gafotas como ella. --?Has terminado? --pregunta ella sin moverse de donde ha estado todo el tiempo. Yo miro el sofa y localizo un pequeno cojin. --No --respondo agarrando el cojin y lanzandolo con furia al suelo--. Ahora si. La veo poner los ojos en blanco y negar con la cabeza. Tambien oigo que susurra algo para si cuando me doy la vuelta para hacer lo que me ha dicho. Ha conseguido que me ponga un traje, pero he elegido uno que bien seria digno de un gigolo. El traje es blanco y lo he acompanado de unas gafas de sol doradas. Vamos en su coche, se ha empenado en conducir ella alegando que no se fia de mi. Tambien me ha dicho que vendra a por mi cada manana. Tengo miedo de nuevo. --No pienso perder mi empleo, he trabajado mucho para que un ninato malcriado me arruine la vida. --!Pero si eres tu la que me la esta arruinando! --Llevas arruinandote tu solo desde que naciste. --No, llevo viviendo y siendo feliz desde entonces hasta esta manana, cuando has aparecido en mi habitacion como la nina de la maldicion. Todavia se me ponen los pelos de punta. Ella esta algo tensa, lo noto en que conduce un poco mas deprisa, y ahora tengo mas miedo que antes. --Me daria verguenza ser como tu --dice en un tono bajo, como si hablara para ella misma. --Deberias de refunfunar menos. ?No tienes un novio que te eche un polvo para que te tranquilices? --Esa es la tipica respuesta machista que diria un idiota. --Imaginaba que no tendrias novio… --digo mirando por la ventanilla. --Tu tampoco tienes novia. Y no me extrana… --Pero lo mio es por decision propia, lo tuyo viene impuesto… Solo hay que verte --le espeto con voz burlona negando con la cabeza. La oigo resoplar y acelera al mismo tiempo. Creo que hasta que deje de conducir voy a dejar de burlarme de ella, no vaya a ser que nos matemos. Cuando lleguemos al edificio Doyle seguire…

  • Una casa 7 problemas de Hana Candela Chung

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    La suerte no esta del lado de Alex Foster. Su madre murio hace un mes, no ve a su padre y a su hermano desde que tiene cinco anos, y su mejor forma de desahogarse es ir de fiesta en fiesta.
    Hasta que llega su padre, la persona que mas odia, para llevarsela al otro lado del mundo. Nada le sono mas absurdo en sus 17 anos, pero no tiene otra opcion. Y cuando llega a Los Angeles, le dan la peor noticia: No vivira con su padre, sino con su hermano Drake y sus seis mejores amigos.

  • La chica que susurraba a las vacas (y no estaba loca), Dara Meier de Dara Meier

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    Estimados lectores/as:
    Es muy dificil dar una descripcion medianamente comprensible -y cuerda- de un libro donde coinciden una chica que habla con vacas, un jugador de futbol americano con demasiado ego y al que le encanta gritar, una sexagenaria de armas tomar, un rancho texano donde la cordura brilla por su ausencia, unas vacas que actuan como cualquier cosa menos como lo que son…
    Entre tanta locura tambien hay amor de todos los tipos, fraternal, amistoso, pasional, irracional, bovino, equino-bovino, humano-bovino… A gusto del lector, senoras y senores. Ah, sin olvidar tampoco los desenganos de toda indole, las segundas oportunidades, la lucha por conseguir lo que queremos, la superacion de las duras situaciones que nos encontramos a lo largo de la vida…
    Si nada de esto te ha terminado de convencer o, al contrario, te mueres de ganas de saber que demonios escribi, prueba a leer la historia de Candela y King. Si te convence, bienvenido/a al club de los Meierianos, y si no es asi… !A Dios pongo por testigo que un dia lo conseguire! (como comprendereis hago las cosas a conciencia y esto lo digo con brazo en alto y boligrafo en ristre, que la zanahoria que me quedaba la puse en la ensalada)

  • Alicia en el pais sin wifi de Nina Minina

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    Alicia Trevi vive su particular vida de GLAMUR en Madrid. Pronto estrenara pelicula, esta mas delgada que nunca, goza de una privilegiada tarifa de datos que satisface su NOMOFOBIA y, ademas, se esta tirando al GUAPAZO nacional del momento.
    ?Que mas podria desear? Lo tiene todo.

  • Theodora de Christina Mcknight

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    Amistad…

  • El verano antes de la guerra de Helen Simonson

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    La luminosa historia de una familia, una ciudad y un mundo en sus ultimos momentos de inocencia.

  • La cadena trofica de Rafael Reig

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    La cadena trofica es tal vez el primer libro con el que el lector logra aprender literatura riendo. O rie y descubre que ha repasado la historia literaria hispanoamericana reciente. Un manual en forma de novela, o una novela en forma de manual, que acaba reproduciendo la historia de los Belinchones, y sus bandos enfrentados, como si fueran los Buendia de Cien anos de soledad.

  • No dejes de creer en mi de Ariadna Baker

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    Resople. Por los pelos habia llegado al cole. Que vida la mia, siempre corriendo de alla para aca. Y luego Vicente, el padre de Daniela, me diria que el se implicaba tanto como yo en el cuidado de la pequena. Y un cuerno. Veinticinco anitos, un tesoro de seis, fruto de una relacion con el primer malandrin que se cruzo por mi camino, un trabajo de limpiadora que no estaba mal pagado, sino lo siguiente, y mil ilusiones por cumplir. Sin embargo, me sentia rematadamente feliz. Aunque este mal que yo lo diga, no todas las personas son iguales de guerreras ni tienen la suerte de haber superado una enfermedad tan cruda como la que yo padeci en mi adolescencia; la leucemia. Desde el dia que recibi el alta, me prometi a mi misma que no dejaria de sentirme dichosa en ningun momento; y por muy mal dadas que vinieran, pensaba cumplir con mi promesa. Daniela era el motor de mi vida, que duda cabia. Y tambien de la de mi madre, que la adoraba. Ella me habia echado un gran cable con la nina desde que nacio, y ahora me iba a tocar echarla extraordinariamente en falta. Por fortuna, la mujer habia pasado a mejor vida y no quiero decir con eso que hubiera que lamentar ninguna desgracia, todo lo contrario. --Tania, ?y tu madre? --me pregunto mi vecina Vicky, que llevaba a su nieta al mismo cole que Daniela. --Esta mejor que quiere, pero no veas si la echo de menos. Y al piso tambien. Ya no viviamos donde siempre. Mi madre tenia un alquiler de esos antiguos, de los anos de Maria Castana, y cuando el casero se entero de que ella se marchaba y pretendia dejarmelo a mi, aprovecho para decir que tururu me iba yo a beneficiar de la renta antigua. Y me quede compuesta y sin piso. --?Y te las vas a poder agenciar sin mi? --me pregunto mirando a su nieta Daniela, a la que adoraba. --Mama, ?no eres tu la que me ha dicho siempre que voy a poder lograr todo aquello que quiera? Pues eso. Todo porque la "abuela Mina", como siempre la ha llamado carinosamente mi nina, no se sintiera triste por su marcha de Avila, la ciudad donde vivimos. Y es que resulta que un buen dia sus amigas la llevaron por sorpresa a un programa de esos de la television en los que las personas prueban suerte en el amor y debio ser su alma transparente la que hizo que saliera de alli con novio, pues Rafael entro por telefono en directo y poco menos que dijo que se la envolvieran para regalo. De eso habia pasado un ano, tiempo que ambos estuvieron viendose los fines de semana, pues el vivia en San Fernando de Henares, en Madrid. Una vez transcurrido ese tiempo, y dado que los dos se querian mucho, como la trucha al trucho, mi madre acepto su oferta de ir a vivir con el, aunque con dolor de su corazon por tener que dejarnos. Para lograr que lo hiciera, tuve que compincharme con Rafael y darle un buen empujoncito, pero al final lo logramos. --Eso si, tengo unos ahorritos y quiero que la nina y tu vayais a vivir a un sitio bonito, te lo digo desde ya Tania, o no me muevo de Avila--me advirtio. --Pero mami, si a nosotras nos vale con una cajita de cerillas en cualquier ladito--replique. --Pues va a ser que no. Estan terminando de construir una urbanizacion a las afueras que es una monada. Con lo que me voy a ahorrar de alquiler y otro poquito que tu pongas, podemos cogerte un pisito de dos dormitorios, un alquiler de esos con opcion a compra. Y ya veras como en dos o tres anitos te lo puedes comprar. --Ella lo tenia todo pensado. --Pero mama, si hay que tener un buen dinero ahorrado para meterse en una compra. --?Y que? Ya en ese tiempo hare yo por ahorrar, que entre mi pension de viuda y los trapitos que sabes que coso para la calle reunire un dinerito, ya lo veras. Mi madre tenia unas manos de oro para la costura y una determinacion ferrea; ella haria cualquier cosa por no dejarnos "en la estacada" como decia. Vaya, ni que yo fuera una nina... Total, que cualquiera la contradecia. Y alla que fuimos a parar mi Daniela y yo a una urbanizacion que era mas pija que hecha de encargo. Mi nina se sintio desde el primer momento alli como vez en el agua (que para eso tenia su buena piscina jaja). No, es que ya se sabe que ellos se adaptan a lo que sea, pero a mi me estaba costando un poco mas. En el fondo, yo echaba mucho de menos el sencillo ambiente en el que me crie, que era el que mi hija habia conocido tambien hasta el momento. En aquella urbanizacion, en la que habia desde pisos pequenos como el mio hasta aticos con doscientos metros cuadrados, se respiraban pamplinas por los cuatro costados, y eso no era algo a lo que yo estuviese acostumbrada. Ahora bien, lo cortes no quita lo valiente y mi pisito era un dulce, ni mas ni menos. Cada vez que entraba en el y respiraba ese olorcito a nuevo, se me alegraba el alma. La decoracion tambien habia corrido de la mano de mi madre y hasta Rafael habia puesto su granito de arena. Un sabadito de los que el vino a visitarnos, ya teniendo la llave del piso, nos fuimos a Ikea con los planos y alli lo encargamos todo. Como resultado de tanta buena voluntad, tenia un hogar a estrenar y precioso, todo en tonos claritos que me transmitian una enorme calma, salvo el dormitorio de mi nina, que era una explosion de color. Las primeras calidades del piso tambien ayudaban lo suyo, para que voy a decir lo contrario. No se a cual de las dos, si a Daniela o a mi, nos gustaba mas pisar en el suelo de tarima con los pies descalzos o disfrutar del sistema de calefaccion tan moderno y confortable que nos permitia estar tan calentitas, pues la primavera se resistia a venir acompanada de sol. En lo relativo al vecindario, y aunque habia de todo como en botica, lo dicho; la mayoria del personal era mas tonto que una caida de espaldas... Se salvaban unos pocos como mi vecina Gloria, un encanto de mujer, duena de varias peluquerias en la ciudad. Tambien habia una chica, Camila, que era abogada y con la que hice muy buenas migas. Ella, poco mayor que yo, era de lo poco que se podia salvar alli. En el otro lado de la moneda estaba Esteban, un sieso de mucho cuidado. Debia tener unos sesenta y cinco anos y la cara de tomarse una racion de ostras en mal estado como piscolabis cada dia... Una bendicion de hombre, lo mirara como lo mirase.

  • Volver a Amar de Olivia Saint

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  • Mi ascenso, tu muerte de Miguel Angel Rosique

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    Javier trabaja en Tenerife, en la empresa de publicidad Creatif, trabajo sonado que le apasiona y en el que esta apunto de ascender, cumpliendo su meta de convertirse en el maximo responsable de la misma. Alvaro, joven ambicioso que hace poco trabaja en la empresa, en principio, buen amigo de Javier, pronto se convertira en un competidor implacable por el ascenso tan anhelado. Esto crea un oscuro caldo de cultivo en el que germinaran actos inconfesables, traiciones inesperadas, y despiadadas venganzas, llegandose a extremos inimaginables de maldad.

  • Melodia silenciosa de Mary Balogh

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    Lady Emily Marlow es guapa, independiente y virtuosa. Sorda desde la ninez, agradece los esfuerzos de su familia para alimentar su espiritu, pero el hombre que han elegido para que sea su prometido jamas podra satisfacerla. El unico hombre que Emily ha deseado en la vida es el valiente e intrepido lord Ashley Kendrick. El amor de su infancia nutrio sus fantasias y juro que jamas la olvidaria. aunque la dejo para marcharse a la India en busca de una nueva vida y un nuevo amor.
    Siete anos y muchos suenos despues, Ashley regresa como un desconsolado viudo a Bowden Abbey y vuelve a reunirse con Emily, fiel a su promesa. Sin embargo, su desconsiderada proposicion matrimonial le provoca un inesperado conflicto. Aunque la llama de la pasion sigue viva en su interior, Emily teme que lo ha motivado el deber, no el amor. ?Y que puede hacer ella con esos siete anos perdidos, cargados de secretos tan oscuros que Ashley se niega a compartirlos?
    Para Emily, el unico y gran amor de su vida se convierte en un amor por el que merece la pena luchar, en un amor de sorprendentes revelaciones y segundas oportunidades, y en un amor, como una melodia, demasiado hermoso para describirlo con palabras.

  • Mi gran sueno londinense 1 de Laura Lopez

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    Primera Parte

  • La nina de ninguna parte de Christian White

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  • Difunto de Annemarie Nikolaus

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    Al final: la muerte. ?Pero por que?

  • Culpable (Trilogia Criminal 1) de Kris Buendia

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    No se en que estaba pensando cuando decidi ir a esa cita. Me ha llevado seis anos haciendome la misma pregunta. ?En que estaba pensando? Pero nadie me iba a decir que la pena por homicidio en el estado de Nueva York es de veinticinco anos. Para una persona como yo sin antecedentes penales, puede ser rebajada a quince, lo que al final por buena conducta, un buen abogado y muchos sobornos al juez y fiscal, han sido seis anos. Hoy sere libre. Libre de un crimen que no cometi, y el cual se me fue condenada injustamente. De no haber estado encerrada en esta prision que se ha convertido en un martirio para mi, no hubiese trazado la mejor de las venganzas. Seis anos de mi vida. Seis anos perdiendo mi vida, la que ahora se encuentra en la nada. Siendo una mujer consumida por el resentimiento, venganza y dolor. Seis anos me tomo trazar la que ahora sera mi nueva vida. Estando encerrada con el tiempo se deja de sufrir, solo deja de importar porque se vuelve cotidiano. La venganza jamas sera cotidiana para mi. Debo vengar su muerte, la muerte de mi marido que fue arrebata frente a mi ese dia, esa ultima cita, donde cada noche puedo recordar el susurro, sentir su aliento en mi cuello y recordar pronunciando en mi mente y a veces en voz alta aquellas ultimas palabras: Te amo hasta los huesos. No solamente murio... fui inculpada por ello. Y esa es la condena que estoy pagado, hasta el dia de hoy. Todo el mundo tiene que conocer a la nueva Emily Thompson. Todos deben saber la verdad. Yo no lo mate... Yo no lo hice. Capitulo 1 Seis anos atras. Nunca imagine que, siendo tan joven, pudiera tener un matrimonio como el que tengo y muchas quisieran tener, no obstante, una carrera exitosa y una buena vida. A mis veinticinco anos y cinco anos de casada, las estadisticas apuntan que casarse joven es estancarse. A la mierda con eso, Harry y yo somos felices, aunque puede que el me gane con esa felicidad. El sexo es bueno, la comunicacion es excelente, pero me esta matando su ausencia. Por supuesto, uno que otro problema como cualquier pareja de casados, pero autenticos, siempre autenticos. Termine mi carrera universitaria de economia mientras Harry entraba en el mundo de los lobos como corredor de bolsa en Wall Street de Nueva York y luego su salto a CEO en su propia. Lo tenemos todo, menos los hijos, aunque esos vendran tarde o temprano, lo puedo sentir. Mientras Harry y yo haciamos el amor en la banera esta manana, atisbe esa mirada de cachorro de querer pedirlo. Un hijo. Desde luego que no. No me siento preparada. Soy hija unica de padre y madre, de hecho, me toco crecer sola desde temprana edad. A diferencia de mi hermana mayor Sidney, fruto de una aventura de mi padre mientras estaba casado con mi moribunda madre. Nunca habia sido tan unida a alguien despues de mi marido que con ella. Es mi mejor amiga. Y mi problema es ese, temor de formar mi propia familia despues de haber quedado huerfana tan joven y de haber tenido un padre infiel, mientras mi madre moria lenta y dolorosamente de cancer de hueso. Harry dice que debo superarlo. Bueno, Harry dice muchas cosas. Y yo por otro lado debo dolorosamente callarme otras. Pero, aunque Harry es el amor de mi vida y yo el suyo, estoy muy lejos de ser perfecta como el. ?Razones? Muchas, pero por los momentos solo puedo decir una. Una. Tengo un amante sin siquiera desearlo. Soy infiel, aunque no debo serlo. Pero lo soy, no estoy orgullosa de ello y todos los dias me prometo a mi misma y a Dios si existe, que voy a parar. Pero no es cierto. El no me deja hacerlo. Bien, te dire que al principio si me sentia mucho mas culpable por lo que hacia. Por lo que hago. Ahora ya no se si soy una victima o una marioneta. Hay culpabilidad cuando voy de regreso a casa, pues estoy un poco nerviosa, pero en cuanto veo que todo esta bien, que nada ha cambiado y que nadie se ha dado cuenta, me siento mejor y se me pasa todo el mal sentimiento de culpabilidad. Y todas las lagrimas valen la pena mientras Harry este a salvo. Y por supuesto Damien ya esta tramando la siguiente cita conmigo, ese es su nombre, Damien Walk, tambien economista, lo llamaria "jugador". Lo conoci hace muchos anos, antes de conocer a Harry, de hecho, me fui primero a la cama con Damien que con Harry. Damien era buen amante, no puedo compararlo con mi marido. Pues llenaba necesidades diferentes. Harry es romantico pero ausente, muy trabajador--demasiado diria yo-- y a veces un poco misterioso. Por otro lado, Damien es un espiritu libre, a diferencia de el y Harry es que Harry es celoso y sobreprotector, Damien no, a el no le importaria compartir a su mujer con otro hombre, en la misma cama. O con una mujer. Lo se yo, que conoci ese mundo. Pero no, a mi no me gusta compartir. Ahora bien, si pudiera describir y diferenciar sus fisicos, Harry es alto, cabello castano, mirada azul zafiro y cuerpo esculpido perfectamente al tacto de mi lengua. Damien es moreno, no tan alto como Harry, cabello negro como su sombra y ojos color miel. Son diferentes y ambos hombre me volvian loca. Si me preguntaran a cual de los dos amo. Harry Thompson. Mi esposo. Es por eso que la aventura acabara tarde o temprano. Mas temprano que tarde. Ya no existe peligro alguno. ?Las razones de por que lo hago? Creo que mas que nada es por sentirme deseada. Por supuesto me encanta el sexo con delirio y se a ciencia cierta que mi marido me desea. Disfruto mas el sexo con el. Pero a veces mi deseo se encuentra rechazado por su ausencia de largas horas de trabajo. ?Autentico? Si. ?Satisfecha? Su ausencia no me lo permite estarlo del todo. Y la mayor de las razones de por que lo hago es porque me encanta tener un hombre malo a mis pies. Cuando Harry se entere se que va a odiarme. Pero no tanto como yo. Es por eso que tengo que parar cuanto antes.

  • Amores con fecha de caducidad – Mau Vazquez de Mau Vazquez

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    Hablar de amores es facil, pero vivirlos de manera consciente es un asunto aparte. Cuando comenzamos una relacion, tratamos de ser la mejor version de nosotros mismos hasta que la necesidad nos priva de experimentar lo mas grandioso que hay en este mundo: amar sin expectativas y sin condiciones.

  • El quinto sol de los hermanos Arias de Eber Rocha Cervantes

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    Elias es un joven con una vida normal, demasiado normal para su gusto, vive con su madre y es hijo unico, todo eso cambia cuando averigua el paradero de su padre, a quien Elias nunca conocio, motivado por el cambio de rutina y dejar atras su asfixiante presente emprende un viaje en su busqueda, aunque dentro de el sabe, va tras algo mas grande, algo que desconoce hasta tenerlo de frente.

  • La distancia es un cafe (Coffee Love 3), Xuso Jones de Xuso Jones

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    La distancia es un cafe es el desenlace de <>, la trilogia de comedia romantica con la que el cantante Xuso Jones triunfa en el mundo literario.

  • El granizo, Mariel Ruggieri de Mariel Ruggieri

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    El cancer le quito muchas cosas a Victoria, pero tambien le dio tanto. Le brindo la oportunidad de descubrir su femineidad dormida y una intensa pasion, que derribo sus tabues y sus miedos mas arraigados.
    En Punta del Diablo, un pequeno pueblo de pescadores en la costa atlantica uruguaya, su inesperado retiro espiritual le pone en el camino a Renzo, un hombre diez anos menor que tambien esta experimentando su propio drama existencial.
    La chispa que se produce ni bien se conocen los lleva directo a la cama. Victoria no esta preparada para aceptar que ese parentesis en su vida signifique algo mas, por lo que que huye de El Granizo sin mirar atras.
    Pero el destino tiene otros planes y cuando se reencuentran tiempo despues trabajando en Buenos Aires, no pueden evitar sucumbir nuevamente al deseo. ?Lograra Victoria vencer los obstaculos que la separan de Renzo? ?Podra obtener el equilibrio necesario para conciliar su pasado, con un futuro junto a el?
    Una historia de amor diferente, donde la perfeccion de lo imperfecto toma protagonismo, y abre el camino de la felicidad.

  • Te enamoraste de mi sin saber que era yo de Patricia Hervias

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    ?Que harias si la vida te pusiera delante al hombre de tu vida?

  • Avion Club de Carlos Santos

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    El Avion Club fue uno de los locales mas singulares de la epoca de la movida. Por el paso media Espana, gentes muy diversas que cantaban al son que tocaba Cesar, un pianista sacado de una pelicula o un blues, pero que, a diferencia de los pianistas de los blues y las peliculas, sonreia todo el rato, sin el menor atisbo de melancolia. Al Avion no se iba a figurar ni a hacer tertulias. Se iba a vivir.

  • Mi maldita adiccion (Tabu 2) de Noelia Medina

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    Marc Ferrara tendra esa droga cerca, en su propia casa, y el monstruo crecera, trayendole recuerdos de un pasado perturbador y desbocado. Intentara aplacarlo con musica y distancia, pero la tentacion sera demasiado grande y comenzara a consumirlo.
    Una destrozada Nicolle buscara refugio, y puede que unas manos que saben hacer malabares y magia sean ese lugar seguro que necesita. Pero algo ha cambiado, algo que se escapa de su control y de su entendimiento. Ya no es solo curiosidad por ese hombre mucho mayor que ella, el padre de su amiga. Ya no es solo deseo. Es mas, mucho mas.
    Aquella muchacha que llego a su casa con una mochila en el hombro comenzo siendo una maldita droga dura dificil de controlar. Ahora se ha convertido en algo mucho peor.
    En su maldita adiccion.

  • El ranchero contrata a una cocinera de Misty M. Beller

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    Cuando la Guerra Civil obliga a una bella muchacha del Sur a un rancho de ganado rudo en Texas, el amor es lo ultimo que espera encontrar.

  • Resurgir (Cronicas de Onteira 2) de Andrea Menendez

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    Los caminos de Emma y Jack se han separado inevitablemente. Ella debe encontrar una forma de controlar su magia, que amenaza con destruirla, y el esta a punto de guiar a su pueblo a la guerra.En este mundo, nada salvo la victoria importa. Las profecias amenazan con robarles todo lo que quieren: incluso la vida misma.El camino es largo, la batalla es dura, y con una simple accion, todo lo que conocen podria destruirse.?Preparado para la batalla?

  • Inapropiadamente hermosa (Confesiones en la noche 1) de Marion Marquez

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    Incapaz de regirse a las normas de la sociedad de Londres de 1835, Lady Emmeline Laughton estaba lejos de ser la dama apacible y docil que todos esperaban, pero con su caracter dulce y atrevido era capaz de entrar hasta en el corazon mas duro. Con su constante ceno fruncido y sus modales perfectos, Joseph Whitemore, Marques de Thornehill, era el hombre mas enigmatico que ella hubiese conocido. Emmeline se ve inmediatamente tentada a averiguar quien es el hombre que se esconde detras de todo el misterio, sin saber que en el proceso, podria terminar develando el secreto de su propio pasado.

  • Lo hago por ti con locura de Olivia Saint

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    ?Que harias si estuvieses frente a dos hombres que harian lo que fuese para satisfacer todos tus deseos en una sola noche?
    Sarah decide un dia cambiar radicalmente su vida amorosa al entrar en la crisis de los 40s, su marido accede a que necesitan un cambio, pero todavia no estan abiertos dejar entrar a un extrano a su cama, de pronto su hermana se queda unos dias en su casa y es aqui donde todo comienza, pero esto no termina aqui… hay alguien mas esperando cumplir todos sus deseos

  • Estas bajo mi mando de Olivia Chipres

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  • Las hijas del Onix de Maria Benitez

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    Edad Media. Una adolescente natal de una aldea francesa es acusada de herejia ante la Inquisicion. Sophie, incredula, pide ayuda a su abuela, que le confirma solemnemente las sospechas de la acusacion. Se ve obligada a huir, con una serie de objetos que le permitiran descubrir su verdadera naturaleza. Termina en la capital, donde es obligada a vivir como novicia en un monasterio, guardando bajo el habito un innombrable secreto.
    Durante su viaje conocera a personajes insolitos, asi como el amor, el dolor. Todo ello en busca de la verdad sobre quien es Sophie Botreau y cual es su destino.

  • Contra el odio de Carolin Emcke

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    En este contundente y brillante ensayo, la intelectual Carolin Emcke reflexiona acerca de las grandes cuestiones de la actualidad: el fanatismo, el racismo y la creciente desconfianza, por no decir hostilidad, hacia la democracia. Un alegato en defensa de la pluralidad de pensamiento, la tolerancia y la libertad.

  • 49 penurias de Troy de C. J. Benito

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    Troy estaba parado delante del ventanal de su despacho, desde alli podia ver gran parte de Llos Angeles. Nadie podia llegar a imaginar que el hombre mas rico de toda la costa oeste, lo daria todo por encontrar a una mujer que lo amara. A sus treinta anos, habia logrado crear la mayor compania petrolera del planeta, lo habia conseguido todo, incluso le propusieron presentarse para senador, pero a el nunca le intereso la politica. Tras el, sono el timbre de su telefono fijo, se acerco a su escritorio y pulso uno de los botones para accionar el manos libres. --?Si? --La senorita Thelia Komo del canal seis, esta aqui. --Hagala pasar. Thelia estaba temblando, hacia poco que la habian contratado como becaria y para su desgracia, la periodista que estaba a cargo de su formacion, se habia puesto enferma justo el dia en que debia entrevistar al magnate del petroleo, Troy Khasondo. Al menos, todo se reducia a hacerle unas preguntas, sacar la grabadora y salir corriendo a la menor oportunidad. La secretaria de Khasondo abrio la puerta del despacho y Thelia entro, decidio fingir seguridad y en cuanto escucho que se cerraba la puerta, camino con decision por el inmenso despacho. Tropezo con la alfombra, cayo rondando hasta una mesita de cristal, con la que se dio un cabezazo, se levanto como pudo, pero estaba muy mareada y perdio pie, se cayo contra una vitrina llena de figuritas de vidrio y se agarro a ella para mantener el equilibrio, pero esta cedio y se le cayo encima, junto con todos los objetos que acabaron estrellandose y rompiendose en mil pedazos contra el suelo. Troy se quedo mirando el espectaculo, no entendia como habian podido enviarle a una periodista tan torpe. Camino hasta la chica y levanto la vitrina para liberarla, le ofrecio la mano para ayudarla a levantarse y fue entonces cuando sus ojos se fundieron en una mirada que acabaria cambiando sus vidas para siempre. Troy palidecio al ver aquellos ojos verdes llenos de inocencia, mil y una imagenes brotaron de su mente, la vio tumbada en su cuarto secreto, adoptando mil posturas eroticas. --?Se encuentra bien? --Si. --contesto Thelia apartando de su boca una figura con forma de pene que se le habia caido encima--. Lo siento, le pagare todo lo que he roto. --No es necesario, solo son objetos. Llamare al servicio de limpieza para que arregle este estropicio, tenga cuidado, esta cubierta de cristales. Troy saco su panuelo y con cuidado fue apartando todos los pequenos cristalitos del pelo de Thelia, de su cuello, de su vestido.... Thelia estaba cada vez mas nerviosa, podia sentir mariposas en el estomago, las manos de Troy parecian muy expertas, ahora estaba tras ella, limpiando su espalda. Troy fue bajando por su espalda, lentamente, retirando cada pequeno cristalito y dejandolo caer en la moqueta. Deslizo su mano hasta el trasero de Thelia, procurando no hacer presion, no queria parecer un aprovechado, se agacho y apreto un poco con el panuelo sobre su culo para quitar un cristal que estaba muy enganchado. Thelia se tiro un pedo, al parecer no eran mariposas lo que sentia, se puso colorada como un tomate y Troy se quedo paralizado con los ojos muy abiertos, ?se acababa de tirar un pedo en su cara? Nooooo, no podia ser, habria sido la tela que habria crujido con la presion. --Por favor, sientese. --pidio Troy--. Martina, que limpien mi despacho. Troy se sento al otro lado del escritorio, se dejo caer sobre su sillon negro de ejecutivo y clavo sus ojos en ella. Thelia saco su grabadora y la coloco sobre el escritorio con torpeza, busco una libreta y leyo algo. Una parte de el queria meterle presion, pero otra se habia quedado encandilado con su belleza, no debia maquillarse y parecia muy joven. --Aqui esta la lista de preguntas, pan, cebollas, lechuga, tomates... esta no es, perdon. --Pulso el boton de grabacion y lanzo su primera pregunta--. ?Como logro convertirse en un empresario de exito? Duncan suspiro, le fastidiaba que siempre le preguntaran lo mismo. --Trabajo duro, cultivar sabias amistades y elegir bien a mis socios. --Debe ser muy inteligente, no todo el mundo es capaz de conseguir convertirse en millonario. --No todo el mundo se ha criado en la mas absoluta pobreza, el hambre es un gran motivador y yo jure que nunca mas volveria a padecerla. Thelia lo miro, aquellos ojos azules le intimidaban y haberse tirado un pedo en su cara de ricachon..., solto una carcajada involuntaria y Troy la miro sin comprender. --?Le hace gracia que pasara hambre? --No, perdon, me despiste pensando en otra cosa. --Una periodista con experiencia deberia saber concentrarse mas en su trabajo. --!Ah, no! Soy becaria, mi jefa se puso enferma y me enviaron a mi, parece que todo el mundo le tiene miedo, nadie queria venir. --?Y usted me tiene miedo, senorita Komo? --No, solo es un hombre con dinero y a mi eso no me impresiona. Troy la miro lleno de curiosidad, Thelia era la primera mujer que no quedaba impresionada nada mas verlo. --Continuemos con la entrevista. --pidio Troy. Thelia, trato de concentrarse y hacer las preguntas lo mas rapido posible, empezaba a sentirse incomoda con las miradas de Troy. El se sentia como hipnotizado, no podia dejar de mirarla, contestaba a cada pregunta con frialdad, siempre le hacian las mismas preguntas por lo que podria contestarlas hasta con los ojos cerrados. Thelia apago la grabadora, estaba muy nerviosa. Tras ella, se abrio la puerta y el equipo de limpieza se afano barriendo y aspirando la moqueta. --!Ya esta!, muchas gracias por recibirme y siento los danos que he provocado. Troy la miro, sonrio y la acompano hacia la salida. Thelia acelero el paso, necesitaba alejarse de el y el muy pesado no dejaba de seguirla. Pulso el boton de llamada del ascensor y espero a que las puertas se abrieran, en cuanto lo hicieron, se metio dentro. --Adios senor Khasondo. --Adios senorita Komo. Las puertas del ascensor se cerraron y pillaron la cabeza de Thelia, que se aparto y se rasco la cabeza dolorida. Troy se quedo mirando las puertas cerradas del ascensor, Thelia seria suya. Thelia salio del ascensor, arrascandose la cabeza, menudo chichon le iba a salir y ahora a correr, tomar el autobus hasta la cadena, dejar la grabadora en el despacho de su jefa y tomar otro bus a casa. El bus olia fatal, estaba sentada junto a un tipo que parecia que llevara una hamburguesa bajo cada brazo. Saco su pequeno frasco de colonia y disimuladamente, lanzo una pulverizacion hacia el tipo que solo arrugo un poco la nariz y continuo leyendo su periodico. Se levanto y pulso el boton de parada, estaba loca por salir y entregar la grabadora. Corrio hacia la entrada de la cadena y saludo al vigilante que la miro negando con la cabeza. Subio las escaleras hasta la primera planta y luego resoplo y continuo su ascenso, no tomaria el viejo ascensor para quedarse atrapada otra vez. Paso entre sus companeros de oficina y noto que algunos la miraban raro, entro en el despacho de su jefa y dejo la grabadora sobre su mesa, cerro la puerta y se topo de frente con Fred, el jefe de redaccion. --?Has hecho la entrevista? --Si, acabo de dejar la grabadora en el despacho de Linsy. --Bien, recoge tus cosas, estas despedida. --?Queeeeeeee? !Pero si ni me pagas! --Lo se, pero la cadena ha decidido no tener becarios durante una temporada. Thelia, cabizbaja, camino hasta su mesa, cogio la papelera vacia y aprovechando que tenia una bolsa limpia, fue metiendo en ella sus pocas pertenencias, una foto de su madre, su lapicero, un reloj con forma de ranita y poco mas, bueno , un paquete de galletas de chocolate, casi se le olvida. Hizo un nudo a la bolsa y camino hacia la salida, bajo la atenta y triste mirada de los que hasta ese dia fueran sus companeros, pero... ?seran asquerosos? Ni uno se habia levantado para despedirse de ella, ni siquiera Ted que le toco el culo hace unos dias, ahora que el guantazo que le pego, casi le pone todos los dientes en el mismo lado de la boca. Unas horas mas tarde, estaba sentada en su apartamento, un cubiculo de no mas de treinta metros cuadrados, compuesto por una unica habitacion que hacia de cocina, dormitorio, salon y bueno, tenia un cuarto de bano tan pequeno que tenia que entrar de lado, y para ducharse, poner un barreno en el suelo y conectar una manguera al grifo del lavabo. Para hacer sus necesidades, disponia de un agujero en el suelo, vamos, que su casero no habia reparado en lujos.

  • Un pacto entre tu y yo de Donna Kenci

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    Pittsburgh, Pensilvania. 2007 Hay veces que un impulso, o una mala decision, te obliga a cometer errores imperdonables pero, en excepcionales ocasiones, esas equivocaciones te convierten mas tarde en una persona mejor... aunque en ese instante no te lo parezca asi. Al menos eso era lo que pasaba por mi mente mientras observaba de reojo a la directora pasearse de un lado al otro de su despacho, resoplando como un caballo y lanzandonos miradas furiosas a Ethan y a mi. Definitivamente, habiamos traspasado la frontera de lo que jamas se debia hacer. --Esto no quedara asi --gruno la senora Graham en voz baja--. Esta vez no os vais a librar del castigo que os mereceis. ?Me ois? Ethan y yo asentimos al mismo tiempo. A pesar de que el era dos anos mayor que yo y mas corpulento, parecia que aquella vieja silla lo habia encogido de tamano, engullendolo entre su tapiceria, hasta hacerle aparentar ser un nino asustadizo que espera la reganina de su madre con ojos llorosos. No habia ni rastro del adolescente rebelde y altivo que solia contestar de malas formas a todo el mundo. Desde luego, Ethan tenia mas que perder que yo. Cualquier castigo podria privarlo de lo que mas le gustaba: el hockey. Y eso era algo que el nunca me perdonaria, en caso de que la directora decidiera apartarlo de su deporte favorito. Sobre todo, sabiendo que esta vez la culpa era solo mia y de nadie mas. Bueno, al menos en parte. --Os voy a enumerar los desperfectos que habeis ocasionado, para que os hagais una idea del alcance de vuestra fechoria. --No es necesario, directora Graham --murmuro Ethan, en voz tan baja que por un momento crei que solo yo atine a escucharlo--. Los dos sabemos lo que hemos hecho y estamos muy arrepentidos. Ella lo oyo y se paro en seco. Sin embargo, prosiguio con su discurso, haciendo caso omiso a las palabras de Ethan. --Habeis destrozado la vitrina de cristal que contenia los trofeos deportivos de la historia de este centro. --Nos observo sin disimular su disgusto--. Como consecuencia, cinco de las copas se han roto y nos costara una fortuna arreglarlas. Por no hablar de los seis premios de poesia, de magnifica porcelana, que han quedado hecho anicos. Y lo peor de todo: el femur roto de la senorita Spencer, quien tendra que permanecer de baja medica durante varios meses, gracias a vuestro despreciable comportamiento. --Al instante nos senalo con el dedo indice, primero a uno y luego al otro--. ?Y bien? ?Teneis algo que decir al respecto? Contemple a un indignado Ethan y me senti mas miserable que nunca. --No, senora Graham --conteste, abatida--. Creo que hablo en nombre de los dos cuando digo que lamentamos mucho lo ocurrido y que asumiremos nuestro merecido castigo. Ethan protesto por lo bajo. Y yo quise hacerme invisible. No alcanzaba a comprender que clase de posesion diabolica se apodero de mi para llevarme a cometer semejante tropelia, si nunca fui una chica agresiva; al contrario, habitualmente huia de los enfrentamientos..., menos cuando se trataba de Ethan, claro. Lo cierto era que mi repentino arrebato nos pillo por sorpresa a todos. Y ni siquiera podia excusarme por haber recibido antes aquel insulto por parte del hermano de mi mejor amiga. Ya debia estar mas que acostumbrada a sus pullas, pues llamarme Dientes de Hierro era una de las cosas mas suaves con las que me habia agasajado su afilada lengua. No obstante, por una vez mi instinto me impulso a no quedarme de brazos cruzados e hice algo terrible: lo empuje con todas mis fuerzas. De nuevo revivi en mi cabeza la espantosa escena a camara lenta. Ethan cayendo sobre la profesora Spencer quien, a su vez, perdia el equilibrio y se precipitaba sobre la gran vitrina de cristal que contenia los trofeos. Ese pequeno rincon que suponia un gran motivo de orgullo para las generaciones que construian la historia de nuestro centro escolar. --Estoy cansada de vuestras continuas disputas. --La directora siguio paseandose de un lado al otro--. Pero esta vez voy a ponerle fin, aunque sea lo ultimo que haga y me lleve a plantearme vuestra expulsion, tal y como corresponde, debido a la gravedad de lo ocurrido. Ethan se incorporo, como impulsado por un resorte en el trasero. --Senora Graham, yo... Cuando la directora le puso un dedo sobre el torso y lo mando a callar sin pronunciar palabra alguna, el me lanzo una mirada asesina. --He dicho que eso es lo que dictan las normas del centro, no que sea mi decision final -- rectifico, antes de continuar--. No creo que expulsaros sirva de mucho, dadas las circunstancias. Los dos sois inteligentes y necesitais aprender la importancia de ponerse en el lugar del otro. Teneis que comprenderos mutuamente para poder alcanzar el grado de cordialidad que corresponde entre dos adultos; porque no olvideis que ya no sois unos ninos sin conciencia. Debeis aprender a ver la bondad en el otro. Ambos sois buenos chicos, por eso no entiendo por que os despreciais tanto. Los ambarinos ojos de Ethan se posaron sobre los mios con rabia. Yo creia saber que era lo que le motivaba a odiarme con tanta intensidad y no podia culparlo por sentirse asi, puesto que Maggie era lo que Ethan mas queria en el mundo. El nunca habia aprobado la amistad de su hermana conmigo, sobre todo cuando penso que yo era la responsable de que los dos se distanciaran. Era inutil intentar hacerle entrar en razon; explicarle que Maggie ya no era una nina y que no podia hablar con el sobre chicos, besos y citas. --... Y por eso quiero que lleveis un control por escrito de todo lo que sucede entre vosotros. --Las palabras de la directora me sacaron de mis pensamientos de forma abrupta, sobre todo cuando senti que algo pesado caia encima de mis piernas--. Nos reuniremos una vez a la semana para leer en voz alta vuestros diarios; en los que debeis anotar al menos una cosa positiva el uno del otro. --?Un diario? --se quejo mi mayor enemigo. Su expresion horrorizada me indico que lo que estaba oyendo era cierto. ?De veras la directora pretendia que escribieramos un diario? ?A nuestra edad? Pero si eso era cosa de ninos pequenos y nosotros ya asistiamos a la escuela secundaria. Vale que once anos no eran tantos, pero ?que diablos pintaba yo escribiendo tonterias en un diario? --Asi es --se reafirmo la senora Graham--. Esto os ayudara a comprender los pensamientos del otro, ya que no sois capaces de comunicaros como corresponde. --Nos contemplo a los dos por encima de sus gafas, con las cejas alzadas--. Si no quereis que os expulse, tendreis que escribir en esas paginas --senalo ambas libretas-- lo que ocurra entre vosotros; pero al menos una vez a la semana debereis dejar constancia de una accion positiva ante el otro. ?Lo habeis entendido? Yo no salia de mi asombro. Sin duda, ese era el castigo mas absurdo al que me habia enfrentado en mi corta vida. Absurdo e inutil. --?Significa eso que tenemos que hacer algo bueno por el otro una vez a la semana? -- pregunte. --En efecto, y lo anotareis en vuestros cuadernos. Todos los lunes os esperare en mi despacho tras finalizar las clases y leereis en voz alta lo que habeis escrito durante la semana anterior. Ethan emitio un sonido ahogado. --?Tendre que escuchar lo que Jane opina sobre mi? --Exacto. Pero yo seguia preocupada por la otra parte del castigo. La que, con toda probabilidad, me iba a costar mas de llevar a cabo. --Senora Graham, ?me puede explicar a que se refiere con hacer algo bueno por el otro? --Me refiero a que tendreis que esforzaros por tener un gesto amable o realizaros algun favor mutuamente. Una risa sospechosa se escapo de los labios de Ethan, lo que provoco mi ira de inmediato. --?Pretende que seamos amigos? Eso es imposible --me negue en rotundo--. Somos totalmente opuestos y jamas conseguiremos llevarnos bien. Candace Graham acerco su rostro al mio, amenazante. --Desde que asistis a esta escuela he tenido que soportar veros en este despacho cada semana, por un motivo u otro. Y con el paso del tiempo me he dado cuenta de que los castigos simples no sirven de nada con vosotros dos. Por eso he decidido que lo mejor es que seais ambos los que os preocupeis de llevaros bien y trateis de comprenderos, si no quereis terminar expulsados del centro. --Entendido, profesora Graham. El muy capullo de Ethan parecia aliviado con el castigo, algo que me saco de quicio. Finalmente se habia salido con la suya al no ver afectada su posicion como capitan del equipo juvenil de hockey. En cambio, los dos sabiamos de sobra que el se las ingeniaria para no cumplir con el castigo o buscaria la forma de continuar fastidiandome de alguna manera. Y asi me lo confirmo con su penetrante mirada de suficiencia. De nada servia sentirme culpable por lo ocurrido, ya que a Ethan le daban igual mis sentimientos; asi me lo habia demostrado una y otra vez desde que nos conocimos siendo tan solo unos ninos de no mas de cinco anos, cuando su familia se mudo a vivir a la casa de al lado. --Pues esto es todo. Confio en que esta vez vuestro castigo funcione, y no me volvais a defraudar. Os espero el lunes proximo. --Si, directora --contestamos casi a la vez. Parecia que incluso estabamos en sintonia, pero no era asi. En absoluto. --?Estas contenta? --me susurro mi detestable vecino al pasar por mi lado. En cuanto salimos del despacho de Candace Graham, Ethan me hizo un gesto obsceno con su mano por detras de la espalda, mientras se alejaba silbando por el pasillo del Instituto. --Imbecil --murmure en voz baja. Sin esperar mas tiempo, me sente en uno de los bancos y comence a escribir en mi nuevo cuaderno, volcando en el toda la furia que albergaba en mi corazon: <>.

  • Tres son multitud de Tricia Ross

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  • Algo mas que un verano (LGBT) de Noni Garcia

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    Antonio e Ivan piensan que unas semanas seran suficientes para disfrutar juntos, pero el destino es caprichoso y no piensa lo mismo.
    Ni un hecho triste del pasado de Antonio ni la baja autoestima de Ivan con los hombres impediran que lo que surja entre ellos dure algo mas que un verano.

  • Desayuno sin diamantes de Merche Diolch

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    Dicen que de una boda sale otra boda.
    Dicen. pero del dicho al hecho hay mucho trecho y lo que menos necesita Pepi es verse inmersa en una nueva relacion. El trabajo la ahoga y todavia no ha olvidado al que fue su gran amor. No, no, no. No puede comenzar nada con nadie, y menos con el, el padre de su mejor amiga.
    La diferencia de edad, distinto estatus social, la discrepancia de ideas y opiniones. son claros indicios de que estan ante una relacion abocada al fracaso. No existiria nada entre ellos, si no fuera por la atraccion que sienten el uno por el otro.
    Solo con la atraccion fisica, el sexo, pero del bueno, no se puede sustentar una relacion. ?No?

  • Mi definicion perfecta de Lorena Perez Nolasco

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    Zenda tiene veintisiete anos y trabaja como camarera en una cafeteria.
    Milo tiene treinta y cinco y es asesor en una agencia de viajes.
    Un dia, ambos deciden que es buena idea empezar a vivir bajo el mismo techo.
    Pero ellos no son pareja.
    Solo son dos amigos.
    Sin embargo…
    La vida de Zenda se complica.
    Y Milo…
    ?Quien decide cuanto hay que estar dispuesto a dar, por esa persona que completa el puzle que es tu vida?

  • Un episodio nacional de Carlos Mayoral

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    El conocido periodista cultural Carlos Mayoral, especialista en la literatura decimononica espanola, recupera en su primera novela un episodio poco conocido de nuestro pasado literario: los amores secretos entre dos de las principales figuras de nuestra narrativa, Benito Perez Galdos y Emilia Pardo Bazan.

  • Puentes de papel de Caterina Gravina

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    Suzanne, una joven divorciada madre de dos adolescentes, se encuentra en un momento de su vida donde no ve la felicidad en ninguna parte. Sus valores, el respeto y la lealtad a la familia, le obligan a zanjar una situacion que ha estado atormentandola durante mucho tiempo.
    Una noche, mientras esta valorando como vivir otra vez de manera intensa, se encuentra con una verdad que no conocia. Esa realidad la empuja a enfrentarse cara a cara con su pasado.
    ?Que o quien tendera ese fragil puente que une el pasado y el presente?

  • A la caza de Houdini de Kerri Maniscalco

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    Audrey Rose y Thomas Cresswell se encuentran a bordo de un lujoso transatlantico que se convierte en una horrorosa prision flotante cuando un asesino termina con la vida de los pasajeros uno por uno... y no hay lugar adonde escapar.La serie bestseller numero uno que comenzo con A la caza de Jack el Destripador y A la caza del principe Dracula continua con esta tercera entrega sangrienta... Al emprender un viaje de una semana por el oceano Atlantico a bordo del opulento RMS Etruria, Audrey Rose Wadsworth y su companero de investigaciones, Thomas Cresswell, se ven deslumbrados por una compania itinerante de artistas de circo, videntes y un carismatico joven escapista que entretienen por las noches a los pasajeros de la primera clase.Pero algunas jovenes de alta cuna comienzan a desaparecer sin ninguna explicacion y una serie de asesinatos brutales conmociona al barco entero. La inquietante y extrana influencia del Carnaval Luz de Luna invade las cubiertas a medida que los asesinatos se vuelven mas y mas perturbadores. Audrey Rose y Thomas deberan resolver estos casos espeluznantes para evitar que mas pasajeros mueran antes de llegar a destino. Pero cuando las pistas indican que la proxima victima quizas sea alguien a quien ella ama, ?podra Audrey Rose desentranar el misterio antes de que el asesino lleve a cabo su macabro acto final?

  • Treinta Postales De Distancia de Sara Ventas

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    <>. Le habia gustado la idea de elegir la planta numero trece de un edificio situado en La Malagueta, un barrio centrico de Malaga junto a la playa. Las vistas eran espectaculares y la orientacion no podia ser mejor. Cuando recibio las fotografias que Manu le habia enviado del apartamento y las vistas desde la terraza, comenzo a concienciarse del paso que estaba dando y, sobre todo, empezo a ver una luz que no era precisamente la de aquel sol que iluminaba aquellas imagenes, sino la de la sensacion que le producia la velocidad con que todo estaba saliendo: rodado. Sofia tenia el convencimiento de que si algo que nace entre dudas sale sin esfuerzo, es porque se ha elegido el camino correcto. Y que mejor muestra que aquella de encontrar, casi a la primera, la casa que se ajustaba, de sobra, a las caracteristicas que ella buscaba. A todos les encanto. A todos menos a su padre, claro, un poco supersticioso por naturaleza y que se aventuro a pronosticarle algun pequeno infortunio originado por la maldita cifra en cuestion. Eso a ella no le afectaba, no creia en esas bobadas de la supersticion, y era capaz de pasar bajo una escalera, tranquilamente. Incluso si veia que alguien evitaba una y se cambiaba de acera, ella pasaba por debajo mirando al supersticioso con picardia y presumiendo de su osadia. Una vez, cuando era pequena, llevo a casa un gato negro que se encontro por la calle; su padre monto tal espectaculo que no tuvo mas remedio que dejarlo abandonado donde lo habia encontrado, y no dio su brazo a torcer con sus llantos ni cuando le dijo que era el peor padre del mundo. Claro que luego se lo compenso regalandole una tortuga que a ella no le hizo mucha gracia. Alego que era la unica mascota que aceptaria que tuviese en casa: <>. A ella al principio le daba repelus el tacto de aquellas patitas arrugadas y ver aquel cuello diminuto estirarse fuera del caparazon. La tortuga tenia el tamano de una galleta y le puso de nombre Tomasa. Mas tarde descubririan, viendo un documental, que Tomasa era macho por la forma que tenia en la parte baja del caparazon: concava en vez de plana. Pero aunque intentaban rectificar y llamarla Tomas, ya no les salia. Despues de una semana de frenetico ajetreo de mudanza, aun tenia el salon empantanado con cajas de libros sin abrir, utensilios de cocina, y la ropa de invierno que habia dejado amontonada sobre la cama del cuarto de invitados, amenazaba con venirse abajo, de un momento a otro, si una mosca se posaba en la superficie de la montana mal apilada. Se tiro en el sofa acordandose de su madre mientras observaba el desbarajuste que decoraba su salon. Aquel desorden con apariencia de haberse mudado aquel mismo dia, tenia todo el pronostico de mantenerse por unas cuantas semanas mas, si no eran meses. Pero eso a ella no le preocupaba lo mas minimo, lo importante ahora era adaptarse a la nueva vida que acababa de comenzar. Aun no habia cumplido treinta y tres anos. Siempre imagino que a esa edad ya estaria de sobra casada y con una ristra de hijos revoloteando a su alrededor. Ahora que la disfrutaba, a ratos se sentia demasiado joven para tener hijos y otros, preocupada porque iba camino de los cuarenta y lo mismo se quedaba asi como la hermana de su padre, su tia Conchita. Tanto espero al hombre que se ajustase a sus exigencias que, cuando desistio bajando considerablemente sus requisitos hasta un punto en que ya le servia casi cualquiera, a quien empezaron a exigirle fue a ella. En su casa de vez en cuando se comentaba que se veia con un viudo del piso de abajo, pero que no se aguantaban del todo y no acababan de decidirse. <>, explicaba el padre de Sofia. <>, solia comentar la madre de Sofia espantada, porque no le hacia ni pizca de gracia que su cunada se le metiera en casa a entretener sus quehaceres. No se llevaban mal, pero porque se veian lo justito. A Sofia le caia muy bien la tia Conchita y fue la primera en animarla a que se fuera a Malaga: --Sofi, comete el mundo y no le hagas demasiado caso a tu cabeza, las hormonas son muy sabias. --?Las hormonas? --comentaba Sofia-- Que cosas se te ocurren, tia. --Hazme caso, Sofi, alli me deje yo algo imperdonable, y precisamente por darle la espalda a las hormonas. --?Alguna vez me contaras que fue aquello que te paso en Malaga y que solo dejas caer? --Hay cosas que deben quedarse enterradas para no hacer dano a terceros. Y Sofia no conseguia sacarle mas informacion. Sofia acababa de salir de una relacion que habia pasado por todos los estados que puede pasar una relacion, con inesperado final incluido. Decidio cambiar de aires para evitar caer de nuevo en aquel ciclo interminable de idas y venidas: --Te perdono, pero te prometo que esta sera la ultima vez. --Vale, yo tambien te prometo que voy a cambiar. --Si yo no quiero que cambies, lo que quiero es que te centres y proyectes tu futuro en una direccion. --Que si, no seas boba, si yo estoy centrado. --No estas centrado, tienes treinta y cinco anos y eres relaciones publicas de una discoteca ?No te das cuenta que el resto de tus companeros son veinteaneros? --Todos no. --Deberias concentrarte en el trabajo que tienes por las mananas, que esta muy bien, y olvidarte de la noche. --Que si, no seas pesada, es solo un tiempo hasta que encuentren a alguien. --Llevan buscando a alguien anos, Alex, anos, y tu cada vez estas mas metido en ese mundo. A penas nos queda tiempo para vernos. ?Crees que en esas condiciones a mi me apetece una vida en comun, para estar todo el dia sola? Pero era un bucle que no terminaba de abrirse para ir a alguna parte. Aquella relacion daba vueltas sobre el mismo sitio y ella ya conocia de sobra aquel itinerario absurdo. Necesitaba caminar en linea recta, aunque fuera para estamparse contra una pared de hormigon. No le importaba demasiado el sitio, lo importante era salir de la isla que por primera vez se le habia quedado pequena, y que el lugar tuviera mar. Era mallorquina. Eligio la ciudad de Malaga porque su padre era de alli, era donde veraneaban desde siempre para no perder aquella parte de sus raices, y le hacia sentirse un poquito como en su casa. Un buen amigo de su padre, dentista como el de profesion y al que habia conocido en la facultad, le ayudo a mover su curriculo y le encontro un puesto en una cadena de clinicas dentales. Los veranos que habian disfrutado en Malaga, los habian pasado con este amigo y su familia. Sofia sabia al dedillo las batallitas de su padre con Miguel y, ademas, habia hecho muy buena amistad con uno de sus hijos que tenia su misma edad: Manolito, bueno Manu, como se habia rebautizado cuando paso la adolescencia. Estuvieron mucho tiempo fuera de contacto. Lo retomaron hacia mas de un ano a traves de facebook y, a partir de ahi, surgio de nuevo la amistad que habian reforzado cada verano que su familia viajaba a Malaga o ellos a Mallorca. El habia sido su visitador de aquella casa con magnificas vistas al mar, y quien le envio las fotos junto con un informe detallado sobre cada rincon de la casa, incluido un examen exhaustivo a sus caseros los que, a simple vista, le parecieron algo presuntuosos y bastante cotillas. Pero si Manu lo decia, algo de verdad habria en ello --pensaba Sofia-- porque a diferencia de ella, el no solia equivocarse en los juicios rapidos. Y al conocerlos ella tuvo la misma impresion. No le apetecia devolver las llamadas que tenia acumuladas en el contestador. Lo que mas le apetecia aquella tarde de viernes, era quedarse tumbada a la bartola en el sofa y que alli se las diesen todas. Pero habia quedado con Manu que apareceria en cualquier momento y penso que, al menos, deberia apilar las cajas que tenia por medio, aunque pensandolo mejor, casi que preferia llamar a su madre y quitarse una llamada de encima. Deseaba hablar con Paula, pero no queria saber nada de Alex y en su mensaje del contestador ya se intuian noticias frescas. Era mas comodo mantenerse aislada en aquella burbuja que le proporcionaba su nueva vida, donde el apenas existia. --!Hola mama! --Hija, no hay quien te localice ?que ha pasado con el calentador? --Tenia razon papa, me lo ha confirmado el casero. Hay que abrir un poco la ventana del lado opuesto al calentador, para que circule el aire sin que el viento apague la llama, porque no se que rejilla esta tapada por la lavadora… no me he enterado bien, pero me he duchado y no se me ha apagado esta vez. --?Ya tienes todo ordenado? --Sofia dudo entre decir la verdad o adornarla. <>, penso. --Ordenadisimo, todo en su sitio. --Mira que eres mentirosa. --?Por que nunca me crees? --Si me hubieses dicho que te faltaba alguna caja, te habria creido, pero diciendome que tienes todo ordenadisimo, como si lo viera, seguro que esta todo manga por hombro. --Esta bien, tu ganas, quedan dos cajas --intento rectificar inutilmente. --Ya no cuela, hija, mira que eres desastrosa. ?Y que tal el trabajo? --la madre de Sofia prefirio no seguir aquel tema para no terminar discutiendo con su hija. Era la primera vez que se separaban y le estaba costando muchisimo adaptarse a aquel vacio que habia dejado en casa. Sofia era hija unica, aparecio cuando ya habian perdido las esperanzas intentandolo. No lograron conseguirlo otra vez. Esto hizo que sobreprotegieran a Sofia y que, aun siendo una mujer que sabia valerse por si misma, la siguieran tratando como a una nina. --Bien, lo de siempre, de un lado a otro… Me gustaria trabajar como papa, en su consulta, sin moverse. --Ay hija, no te quejes, y ?para que quieres estar todo el dia en un mismo sitio? Asi te mueves, vas de un sitio a otro, estiras las piernas… --?Las piernas? Si voy en coche mama. Cada clinica esta en una punta de Malaga. --Bueno, hija, Malaga tampoco es tan grande. ?Y que tal son los vecinos?

  • El orgullo del dragon (El dragon y el unicornio 1) de Iria G. Parente

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    Viria es la tierra de los hombres; Gineyka, la de las mujeres.

  • Con un par de alas de Alba Saskia

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    Lia, despues de vivir en Tarifa una estrepitosa historia de amor con Hugo, regresa a Barcelona hecha anicos. Su amiga Manu la acoge y le da treinta dias para rehacerse. Mientras, Perpetua, la madre de Lia, ajena al drama que vive su hija, continua enviandole cartas a Tarifa creyendo que sigue alli. La ayuda incondicional de Perpetua y de Manu sera crucial para que Lia pueda comenzar una nueva vida, sobre todo cuando Maria, una antigua amiga con quien compartio anos de estudio en una escuela de ballet, aparece y se convierte en el puente para construir un futuro profesional haciendo lo que ama: bailar. Y Marcelo, un guapo jugador de waterpolo, estara dispuesto a acompanarla en esa nueva danza que es su vida.

  • La chica de las bambas de Teddy Lester

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    Una bonita historia de amor de treinta meses cuya escasa duracion termina tragicamente.

  • Confia en mi, estoy mintiendo de Ryan Holiday

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    -Hoy en dia: un rumor malicioso por Internet puede costarle millones a una empresa.