• Una Luz en la Esperanza de Caroline Vivaldi Junkers

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    Cuando ves que te estas quemando y piensas que la culpa totalmente es de tu familia y te das cuenta de que yo permitia que me quemaran.
    Mi familia se creia que vivia en el siglo pasado cuando por alguna circunstancia no podias tener un hijo o te estorbaba se lo daban algun familiar y arreglado, esta todo solucionado, en mi caso fue asi con la agravante que luego se beneficiaron de mi por un lado y por otro me maltratados psicologicamente.
    Decidi seguir adelante y puse limites, me embarque en un nuevo viaje. Estaba cansada del desprecio, humillaciones y maltrato de mi familia y decidi que era mas bonito amarme y respetarme, cerrar las puertas de la oscuridad y dar luz a la vida.
    Tome muchas decisiones que marcaron un antes y un despues, aunque en algunas ocasiones no estoy orgullosa de ellas, en ese momento tuve que hacerlo.

  • Mio [LGBTI] de Raquel Tirado Fernandez

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    En este libro encontraras la puerta a un mundo en el que para escapar de tu pasado debes convertirte en lo que mas temes.
    Conoceras a una madre que construia edificios de recuerdos y a una hija que sonaba con una casa frente al mar.
    Y descubriras la historia de una joven que se escribia cartas a si misma en busca de respuestas que no queria encontrar.
    Tres mundos.
    Tres mujeres.
    Tres historias diferentes pero con un mensaje en comun: a veces, las mascaras, las mentiras y la ficcion son la unica forma de contar la verdad.

  • Quien sabe si manana seguiremos aqui de Kim Young-ha

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    Hace veinticinco anos que no mata a nadie. Hace tiempo que lo cambio todo por llevar una vida normal. Pero Unji, su hija, lleva dias sin pasar por casa y los numeros del telefono se desdibujan cuando intenta llamarla. ?Como funcionaba esto exactamente? ?Cual era el numero? De hecho. ?a quien queria llamar?

  • Sms: Sigo Muy Soltera de Becca Devereux

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    II parte de “Sms: Soltera Muy Selectiva”, tambien disponible en Amazon

  • La realeza del escoces de Penelope Sky

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    London es mucho mas util de lo que habia anticipado; me da lo que necesito como si fuese una profesional.

  • Escrito en el destino (Anchor Island 2), Terri Osburn de Terri Osburn

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    Beth Chandler se ha pasado la vida complaciendo a los demas. Por sus abuelos estudio derecho y por hacer feliz a su novio, Lucas, ha tomado un ferri para ir a ver a sus suegros. Su miedo a navegar le provoca un ataque de panico en el barco, que solo un hombre alto y de ojos azules consigue aplacar. Es el mismo que, a la vez, hace que su corazon se acelere. Es, sin embargo, el hermano de su prometido: Joe.

  • Driven. Vencidos por el amor de K. Bromberg

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    La vida no es sobrevivir a la tormenta, sino aprender a bailar bajo la lluvia

  • Camila. Creando Ilusiones. Bilogia Completa. de Sara M. James

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    Me ganaba la vida como podia, vendiendo telas en un mercado y nunca habia ansiado otra vida, hasta que Rodrigo aparecio y todo mi mundo cambio.
    Yo, al contrario de lo que el pensaba, no era la mujer adinerada que creia conocer. Y cuando mi mundo se desmorono por completo, el amor parecia no ser suficiente.
    Cuando el corazon manda, las locuras toman las riendas de la razon. Pero las verdades siempre acaban saliendo a la luz y tenemos que pagar las consecuencias. No obstante, siempre hay que luchar. Hasta el final. Tal vez, entonces, puede que lo que comenzo como una locura, se convierta en realidad.

  • Muerte en Las Dunas (Isla de Lornea 1) de Gregg Dunnett

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    Veo el cuerpo desde la ventana de mi habitacion. Yace en mitad de la playa, probablemente lo arrastro la marea durante la noche. Es lo unico que interrumpe la plateada arena de la orilla y no tengo duda alguna de lo que es, incluso desde aqui lo tengo claro. Es curioso, siempre he sabido que, viviendo donde vivo, algun dia veria algo asi. Lo ponen a menudo en las noticias de la television: <>. Y por fin hoy he encontrado el mio. Agarro los prismaticos. Son grandes, capaces de aumentar la imagen hasta 10 veces y pesan tanto que me resulta dificil mantenerlos firmes. Por eso, aunque los aprieto con fuerza contra el cristal de la ventana, lo unico que logro ver son fragmentos desiguales de piel, una fantasmagorica mancha blanca en el vientre y un color rojo intenso donde una herida le corta el dorso. Es una joven. Eso si alcanzo a verlo. Tendida en un charco de sangre y agua salada. Yace muerta en medio de la playa, de mi playa. De repente soy consciente de mi respiracion por las pequenas nubes de vaho que se forman cada vez que expulso aire por la boca. ?Podria ser mi imaginacion? Tal vez estoy dormido y esto no es mas que un sueno. Pero el resto de la habitacion parece real. El armario esta abierto y veo mi uniforme escolar colgado dentro. Los posteres de mi habitacion son los correctos: la tabla periodica y mi lista de <> con todos los nombres en latin. Me fijo en este ultimo, no estarian escritos correctamente si estuviera sonando porque no me los se todos de memoria. Escojo uno al azar: Lubina estriada <>. Definitivamente, no estoy sonando. Miro de nuevo por los prismaticos. Esta vez noto las gaviotas. Algunas revolotean sobre el cuerpo; otras se posan con tranquilidad, como si fuera una roca nueva que broto durante la noche. Entonces noto que no solo estan de pie, sino que se inclinan, picoteando. Desgarrando trozos de carne. Veo a una moviendo el pico directamente en el ojo. Suelto los prismaticos y pienso. Deberia decirselo a papa. Se que deberia hacerlo. Pero algo me hace dudar. Ultimamente esta de un humor bastante raro. Se enfada por tonterias. La playa va a estar llena de policias y de periodistas, y papa odia a esa gente. Si se lo cuento igual le da por insistir que no nos metamos en esto. Incluso igual dice que pasemos la manana en casa y entonces no podre examinarla. ?Y con que frecuencia tengo una oportunidad asi? Para alguien como yo esta es una ocasion increible. Quiero decir, tambien es triste, por supuesto, pero no sirve de nada ponerse sentimental con estas cosas. Por encima de todo, es una oportunidad que no se debe desperdiciar. Asi que, aunque me siento un poco culpable, concluyo que no se lo voy a contar a papa. Me llamo Billy, por cierto. Tengo once anos, pero soy un poco mas interesante que la mayoria de los chicos de once anos. Bueno, eso juzgando por los que van a mi instituto. Estoy seguro de que estarias de acuerdo si los conocieras. Afortunadamente, hoy es sabado y no hay clases. Tenemos una rutina bastante establecida para los fines de semana. Lo primero, papa va a hacer surf por la manana temprano ya que luego se llena y no le gusta mezclarse con la gente. Yo voy con el pero nunca hago surf. Eso requeriria meterse en el agua y yo no me meto al agua. No obstante, no me quedo en el coche esperandolo. Eso seria bastante aburrido. Siempre tengo muchos proyectos en marcha. Como mi proyecto de la cabana, por ejemplo. La construi el ano pasado, con materiales que a papa le habian sobrado del trabajo. Esta en el bosque detras de las dunas pero estoy seguro de que no la encontraras porque pinte las paredes de camuflaje. Tarde un siglo en terminarla. Resulta que no se puede comprar pintura de camuflaje; en realidad tiene sentido cuando lo piensas, ya que los colores se mezclarian en la lata. Bueno, de todos modos, ese fue mi proyecto del ano pasado. Ahora tengo otros que son aun mejores. Pero, obviamente, hoy no estoy pensando en mis proyectos. Hoy hay un cadaver en la playa. Decido que tengo que despertar a papa y salir de casa lo mas rapido posible. Asi puedo ser el primero en llegar. Tal vez sea yo quien la descubra. Papa suele levantarse despues que yo. Baja y se hace un cafe. Si no llueve o hace demasiado viento, se lo toma afuera. Se coloca en nuestro pequeno jardin en la cima del acantilado y mira hacia la playa para decidir donde hacer surf. Si hay un buen oleaje vamos a nuestro extremo de la playa, cerca del acantilado, porque las olas aqui son mas pequenas y menos potentes. Pero si no hay mucho oleaje vamos a Silverlea, el pueblo que esta en medio de la bahia. Alli, la playa esta mas expuesta al oceano. Y claro, si no hay nada de olas o si el viento sopla demasiado fuerte, entonces no vamos a hacer surf. Y eso si que es un rollo porque significa que papa se pasara todo el dia de mal humor. En casa vivimos solos papa y yo. No tengo hermanos ni hermanas. Ni madre o, al menos, ya no. Y, despues de lo que paso con los pollitos de gaviota, papa no me deja tener mascotas. Asi que estamos solos los dos. Y hemos vivido aqui, en nuestra casa en lo alto de un acantilado desde que tengo uso de razon. Decido que esta manana hare yo el cafe. Y lo hago de una manera realmente ruidosa para despertar a papa, cerrando los armarios con portazos y revolviendo los cubiertos para coger la cuchara. Necesito que se de prisa si quiero ser yo quien descubra el cuerpo. Tenemos una de esas cafeteras plateadas donde pones el cafe en el medio y con dos partes que se enroscan. No estoy seguro de cuanto cafe poner pero se que a papa le gusta fuerte, asi que lo lleno hasta arriba. Al poco tiempo, la cafetera empieza a silbar y a echar espuma y la cocina empieza a oler a cafe. Cojo una taza para papa y cierro la puerta del armario con otro portazo. Oigo a papa arriba en el cuarto de bano, echando un chorro largo como todas las mananas. Cuando finalmente termina, grito hacia arriba. --!Papa, cafe! Luego salgo al jardin para echar otro vistazo. Todavia esta alli, nadie la ha descubierto. Pero me doy cuenta de que hay otro problema, las olas. Hoy son pequenas. Eso significa que papa querra ir a Silverlea donde las olas seran mas grandes. Normalmente no me molestaria porque mis proyectos estan bien distribuidos por toda la zona por lo que no me importa ir a donde quiera papa. Pero el cuerpo esta aqui, en nuestra playa. Si vamos a Silverlea, tendre que caminar todo el camino de regreso y corro el riesgo de que alguien la descubra mientras voy de camino. No quiero que eso suceda. Quiero ser yo el que la descubra. Asi que cuando papa sale a reunirse conmigo, cafe en mano, ya estoy pensando en una forma de resolver el problema. Lo miro con cautela. Anoche llego tarde y creo que debio beber bastante porque tiene cara de resacoso. --?Por que has hecho tanto ruido esta manana, Billy? --papa se frota los ojos--. Pense que te estaban matando en la cocina o algo asi. --Se rie y toma un sorbo de cafe--. !Dios! Esto es gasolina pura --exclama. Frunzo el ceno porque no estoy seguro de si eso es bueno o malo. Papa pone la taza en la tapia del jardin. Luego bosteza y estira los brazos. Lleva unos vaqueros viejos y una camiseta que se le levanta un poco, lo suficiente para que se le vean los musculos de la tripa. Todavia se le nota el moreno del verano incluso ahora al final de la temporada. A pesar de que la hierba esta mojada por el rocio, va descalzo. El no nota el frio. Nos quedamos en silencio un rato observando las vistas. Justo delante de nuestra tapia esta el viejo camino del acantilado. Lo cerraron hace un tiempo porque se volvio demasiado peligroso, pero yo todavia se de un camino hacia abajo. Pasado el viejo camino hay un gran acantilado sobre la playa, que tiene siete millas de largo y se extiende mas alla de la ciudad de Silverlea, hasta Northend. Hacia la derecha se ve el bosque. A la izquierda es solo oceano. La verdad es que tenemos una vista increible desde nuestro jardin. --Tiene buena pinta, ?no? --dice papa, cogiendo su cafe de nuevo. Quiere decir que las olas parecen buenas. Desde aqui arriba puedes verlo todo pero papa solo se fija en las olas. Por eso creo que mi plan funcionara. Espero unos instantes antes de hablar; le dejo que estudie lo que pasa bajo nosotros. Observa como las olas entran en la playa. Las olas que ves cuando vas a la playa no son siempre del mismo tamano. Vienen en grupos o conjuntos. Por eso en un momento determinado puede parecer que las olas son realmente grandes pero luego, al rato, parecen ser mucho mas pequenas. En este preciso momento, mientras dejo que papa mire, son bastante grandes. De hecho tengo suerte, es probable que sea la ola mas grande que he visto en toda la manana. Perfecto para mi plan. --Son grandes --digo con la mayor naturalidad posible--. Parecen pequenas ahora, pero justo antes de que salieras eran bastante grandes. Yo voto por que vayamos a Littlelea. Si papa lo hubiera observado tanto tiempo como yo le habria sido obvio que estoy mintiendo. Esta claro que el surf sera mejor en Silverlea, donde la playa esta menos protegida. Littlelea es donde esta el cuerpo, asi que necesito que decida ir alli. Y para eso tengo que convencerle de que las olas son mas grandes de lo que realmente son. Papa no responde de inmediato. Estamos de pie, juntos, mirando hacia el oceano. El cuerpo es lo suficientemente visible para cualquiera que lo estuviera buscando, pero el no esta mirando hacia la playa. Sus ojos escanean el horizonte, observando como los pequenos bultos que asoman por el horizonte se transforman en olas segun se acercan. Espera, sorbiendo su cafe. Y es paciente. A medida que pasan los minutos las olas que habian entrado desaparecen y el mar vuelve a estar llano. Hago lo posible por parecer sorprendido. --Me parecen pequenas --dice papa finalmente con una nota graciosa en su voz--. ?Te encuentras bien, Billy? --Se vuelve hacia mi y, por un momento, me preocupa que se vaya a poner de uno de sus extranos estados de animo. Pero esta sonriendo--. Venga, nos vamos a la ciudad. Y ya de paso desayunamos despues. La ciudad es lo que llamamos Silverlea. Asi que vamos a tener que conducir mas de dos kilometros hacia el norte, mas alla del cuerpo y luego tendre que caminar todo el camino de vuelta hasta Littlelea para regresar hacia el. Obviamente estoy decepcionado. Aunque por lo menos, ir a desayunar despues sera un consuelo. Y no voy a hacer que cambie de opinion ahora, asi que mejor asumirlo. Papa se termina el cafe, hace una mueca y me mira. --Salimos en cinco minutos --dice mientras entra en casa para terminar de vestirse. Le sigo y una vez en la cocina me apresuro a apagar el ordenador portatil. Cojo los prismaticos, un cuaderno de notas por estrenar, mi camara de fotos y lo meto todo en la mochila. Papa pasa junto a mi mientras me estoy poniendo las botas de caminar y me mete prisa. Mientras salgo, papa echa su traje de neopreno en la parte trasera de la camioneta. Aterriza con un golpe en la base metalica. Su tabla ya esta alli; practicamente permanece ahi todo el tiempo. Entonces dudo. Cuando esta de buen humor me deja viajar en la parte de atras a pesar de que sea tecnicamente ilegal. Pero cuando esta de mal humor tengo que ir delante con el, con el cinturon de seguridad abrochado y todo. Me arriesgo y subo por la parte de atras sin mirarle a los ojos. Al principio no dice nada, simplemente abre la puerta de la cabina. Antes de entrar me dice: --Si nos cruzamos con la policia te agachas de inmediato. Papa entra en la camioneta, al instante oigo el rugir del motor y la camioneta empieza a renquear. El olor a gasolina llena el aire. Bajamos por nuestro camino hacia la carretera principal y entonces papa comienza a bajar la colina, conduciendo rapido, invadiendo el carril contrario para suavizar las curvas. La playa casi no se ve desde la carretera, solo se vislumbra entre los arboles. Luego, una vez que se cruza el rio esta bastante baja y las dunas la bloquean. Pero solo tardamos diez minutos en llegar y no nos cruzamos con nadie durante el camino. Me parece buena senal. Llegamos a la ciudad por la parte de atras y nos detenemos en la parte delantera del aparcamiento de la playa. La cafeteria Sunrise esta aqui al lado, alli es donde vamos a desayunar, pero todavia no ha abierto. Aun asi, no somos los primeros en llegar. Hay otros cuatro coches. Reconozco dos de ellos, son amigos de papa que tambien van a hacer surf. Supongo que los otros dos seran probablemente gente que ha ido a pasear a los perros. Espero que hayan caminado hacia el norte, hacia Northend y no hacia el sur hasta Littlelea donde esta el cuerpo. Probablemente no se pueda ver el cuerpo desde aqui asi que tengo esperanzas, pero no lo sabre hasta que baje a la playa. --A las diez de vuelta --dice papa. Antes intentaba que fuera a hacer surf con el pero ahora ya ha desistido. Por fin ha entendido que yo no me meto en el agua. --Vale --le contesto--. Hasta luego. --Me pongo en camino mientras se sienta en la plataforma de la camioneta para ponerse el traje de neopreno. No se molesta en taparse con una toalla ya que no hay nadie alrededor. Camino rapidamente por el pequeno sendero hacia la playa. Al principio es facil porque hay un paseo de madera pero luego se acaba y se me hunden los pies en la suave arena. Finalmente llego a las piedras. Hay una barra de rocas planas y grandes como platos. Cuando llego alli, me detengo y saco los prismaticos de la mochila. Incluso antes de enfocarlos del todo veo que algo va mal. Hay gente en la playa. Justo al lado de donde esta el cuerpo. Desde donde estoy no llego a ver quienes son o que estan haciendo, pero es obvio que estan alli parados. Siento como la desilusion me invade. Es gente sacando a los perros. ?Por que no podian haber caminado hacia el otro lado? Fui yo el primero en ver el cuerpo hace mas de una hora y queria ser yo el primero en llegar. Ahora ni siquiera se si voy a poder verlo. Espero que la Guardia Costera llegue pronto para acordonar la zona. O la policia. Estos dias hay un monton de policia por toda la ciudad. Me quedo alli un rato, esperando a que se me pase el disgusto; en realidad no me dura mucho. Despues de todo, quien sea que este alli no va a poder mover el cuerpo, es un poco grande para eso. Supongo que podrian tratar de acordonarlo, pero tampoco hay senales de eso, al menos de momento. Si me doy prisa igual todavia pueda examinarlo. Solo necesito darme prisa en llegar. Me pongo de nuevo en marcha, caminando justo al lado de la marca de la marea alta. Es el mejor lugar para andar porque la arena esta dura y plana. Ademas, a veces, encuentras cosas que ha traido la marea, lo cual es una ventaja. Pero hoy no estoy mirando hacia abajo. Mantengo los ojos enfocados hacia adelante, tratando de distinguir los detalles a medida que me voy acercando. Al rato, cuando ya estoy a mitad de camino, veo un coche de policia conduciendo lentamente por la playa hacia donde yace el cuerpo. Resoplo y suspiro. Se lo que estaras pensando, no es normal que un nino de once anos quiera examinar un cadaver en la playa. Pero como ya dije, no soy como la mayoria de los ninos de once anos. Quiero decir, probablemente, algunos de los chicos del instituto querrian hacerse un selfi o alguna estupidez parecida. Pero yo no quiero hacer nada de eso. Estoy interesado porque quiero estudiarlo, como buen cientifico que soy. Si sabes algo acerca de Silverlea, si has estado de vacaciones aqui o algo asi, puede que tambien te sorprenda que un coche de policia llegue tan rapido y tan temprano por la manana. Pero asi estan las cosas ahora. Este otono estan por todas partes. Se debe a la chica. La que sale en las noticias. Y si tienes en cuenta que no se trata solo de las noticias locales de la isla, sino de las noticias nacionales, junto con las historias sobre el presidente y los terremotos y demas, ya te puedes imaginar como lo estamos viviendo aqui. Esta toda la isla obsesionada con el tema. ?Como puede ser que una adolescente desaparezca asi sin mas? No parece posible. Yo conoci a la chica que desaparecio: Olivia Curran. Mira, igual te lo cuento ahora y todo, ya que incluso a paso ligero me llevara un tiempo llegar hasta alli. Estaba alojada en uno de los chales de los que se encarga papa. Habia venido de vacaciones con su familia: su madre, su padre y su hermano. Estaban en uno de los chales de Seafield. Son los mas caros, a pie de playa y con vistas al mar desde todas las habitaciones. De hecho, estan justo al lado del aparcamiento donde dejamos el coche esta manana. En realidad no tenia que haberla conocido. Yo estaba en el chale de al lado cuando llegaron. Estaba arreglando la wifi porque los huespedes de la semana anterior se habian quejado de que se caia mucho. Esa es otra cosa que hago, configuro la wifi para todas las casas de vacaciones que administra papa. El Sr. Matthews, el jefe de papa, sabe que se me dan bien los ordenadores y por eso me deja. Total, que acababa de terminar de arreglar el problema cuando llegaron. Tenian un todoterreno, o un cuatro por cuatro o algo asi, con bicicletas en la parte trasera y varias maletas en la baca. No hable con ellos, por supuesto. Todos los chales de Seafield son independientes y cuando llegan los invitados obtienen la llave de una caja de metal atornillada a la pared y con una cerradura de combinacion. Asi que simplemente les ignore como de costumbre. Al rato decidi coger un aperitivo del almacen. Hay una pequena caseta de piedra en el patio de los chales donde guardamos la ropa de cama de repuesto, los recambios de toallas y tambien hay pequenos paquetes de galletas para las bandejas de bienvenida que ponemos. Total, que ahi iba yo con mi portatil, de camino al almacen para coger galletas. Y ahi fue cuando me debio haber visto. Porque segun salia del almacen, todavia con el portatil abierto, la chica venia caminando hacia mi desde su chale. --Perdona --me dijo, sonaba un poco insegura--. ?Te alojas aqui al lado o algo asi? Acabamos de llegar y no conseguimos que funcione la wifi. No le conteste. No podia, tenia una galleta en la boca. --Es que te he visto con el portatil. Me preguntaba si tal vez habias conseguido que funcionara. --Tenia el pelo rubio recogido en una cola de caballo, pero algunos mechones se habian escapado y movio la mano para apartarlos de sus ojos. --Bueno, no te molestes, olvida que te he preguntado --dijo y comenzo a darse la vuelta. Aproveche para sacarme la galleta de la boca. --Vivo aqui. No necesito alojarme aqui. Configuro la wifi para los chales del Sr. Matthews. La chica se volvio y me miro de arriba abajo un poco dudosa. --Ah, genial. Pues me vas a venir bien, creo. Ya que no parece funcionar. --Se detuvo y sonrio. Tenia una sonrisa bonita. --Si que funciona. Lo acabo de arreglar --le dije. --Pues … bueno, acabo de intentarlo y a mi no me funciona. --?Has puesto la contrasena? --le pregunte. Los turistas son bastante inutiles, por lo que ponemos instrucciones para todo en las carpetas de bienvenida, incluso cosas tan sencillas como como encender la cocina electrica--. Esta en la carpeta de bienvenida que encontraras en ... --Si, ya la he encontrado. Se conecta bien, pero enseguida se cae. Aquello me molesto porque acababa de tener el mismo problema en el otro chale y pensaba que lo habia solucionado. --?Has cambiado las configuraciones? --pregunte, un poco esperanzado. -- No. Por supuesto que no. --Me echo una mirada graciosa--. Acabamos de llegar. Frunci el ceno. Si no hubiera ido a buscar una galleta no me habria atrapado. Pense en ir al chale numero dos e intentar conectarme desde alli, pero probablemente trataria de venir conmigo. Y seria mas rapido si pudiera conectarme directamente a su ruter. --Tengo que entrar y conectarme al ruter. ?Te parece bien? --Una parte de mi esperaba que dijera que no, pero no lo hizo. La chica, en aquel momento aun no sabia que se llamaba Olivia, movio el brazo de una manera muy elaborada, como si estuviera haciendo teatro o algo asi. --Estas en tu casa. De verdad que tenia una sonrisa preciosa. El ruter en el chale numero uno esta en el aparador junto a la mesa de la cocina. Vi de inmediato que la luz parpadeaba en naranja cuando deberia haber estado brillando en verde. Los chales de Seafield tienen el salon y la cocina juntos y el padre de la chica estaba alli, guardando comida en la nevera. --!Hola! --me dijo segun entraba, pero no tuve que decir nada porque la chica respondio por mi. --No pasa nada, solo esta aqui para arreglar la wifi. Puse mi portatil sobre la mesa y busque en la mochila el cable de red. El padre siguio guardando mas cosas en la nevera pero note que queria decir algo. Finalmente lo hizo. --Eres un poco joven para arreglar ordenadores --solto. Tenia esa voz que los mayores utilizan cuando quieren ser condescendientes hacia los ninos. Me gire un poco para darle la espalda y no le conteste. --Sabes, no importa si no consigues que funcione --continuo--. De todos modos, vamos a estar en la playa todo el dia, ?verdad, Olivia? --?Como? Si, si que importa --interrumpio la chica--. Puede que para ti no sea importante pero este lugar se anuncio como que tenia wifi. ?Que pasaria si en el anuncio hubiera puesto que tenia banera y llegas aqui y no hay banera? Te molestaria, ?verdad? --Vale --le dije. No queria oirlos discutir--. Esto pasa a veces, pero si reinicio desde el panel de control se resuelve el problema. --Creo que sonaba mas seguro de lo que en realidad me sentia ya que no entendia por que seguia fallando asi.

  • La seduccion de Elliot McBride de Jennifer Ashley

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    Cuando Juliana St. John es plantada ante el altar por su novio, propone a Elliot McBride, el alto escoces que fue su primer amor, que ocupe el puesto vacante y se convierta en su marido.
    Elliot acaba de regresar de las Indias Orientales, donde fue capturado por una tribu nativa y retenido durante meses. Durante su cautiverio se vio sometido a crueles torturas, que han dejado en el una profunda huella y que todavia provocan que sufra horribles pesadillas. Sin embargo, no duda en ofrecer su ayuda a Juliana.
    Tras contraer matrimonio se trasladan a las Highlands. Alli, Juliana debera restaurar una mansion casi en ruinas mientras trata de reparar el corazon herido de un hombre al que muchos tildan de loco. ?Seran suficientes la voluntad y el amor para ofrecer una segunda oportunidad a sus corazones?

  • la reina de mi corazon de Sophie Saint Rose

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    Grace se levanto a toda prisa del sofa, donde estaba viendo las noticias, en cuanto escucho el timbre de la puerta. La abrio sonriendo y sus sobrinos entraron en casa chillando con un helado cada uno en la mano -- Vaya, hola. -- dijo ironica viendoles tirarse al sofa para coger el mando de la tele. Su cunada puso los ojos en blanco --Gracias por quedarte con ellos. --July, te veo un pelin desesperada. -- dijo a punto de echarse a reir. --Que ganas tengo de que empiece el campamento de verano. Las vacaciones se me estan haciendo eternas. -- ?Tienes tiempo para un cafe? --Un refresco. Me muero de calor. -- dijo entrando en la casa mirando a sus hijos-- !Matt, baja los pies del sofa! --Mama...-- protesto sin mirarla siquiera mientras cambiaba de canal impidiendo que su hermana cogiera el mando. July se volvio exasperada yendo hacia la cocina, donde Grace ya estaba sirviendo limonada para todos -- Te has cortado el pelo. -- dijo mirando sus rizos rubios a la altura de los hombros. Grace sonrio mirandola con sus preciosos ojos verdes --Asi estoy mas fresca. --Si, yo queria cortarmelo tambien, pero lo dificil es convencer a tu hermano. Me mira como si estuviera loca cada vez que lo menciono. -- se sento en uno de los taburetes mirando a su alrededor. Las nuevas encimeras de granito y los electrodomesticos de acero inoxidable relucian --La cocina te ha quedado preciosa. --Si, pero me ha costado un ojo de la cara. -- miro a su alrededor sonriendo satisfecha -- ?Te gustan los armarios rojos? --Muy chic. --Espero no cansarme pronto de ellos, tienen que durar cincuenta anos. July se echo a reir negando con la cabeza. Un mechon castano salio de detras de la oreja y volvio a colocarselo-- Dentro de diez anos pensaras en cambiarlos otra vez. --la miro maliciosa-- Eso si sigues viviendo aqui. -- ?Y donde voy a ir a vivir? ?Contigo? --Que graciosa. Grace se echo a reir-- ?Se lo has dicho ya? --Se lo dire en el fin de semana cuando vaya con Matt al partido. Volvera de muy buen humor y sintiendo que ser padre es lo mejor del mundo. Ahi le dire sonriendo de oreja a oreja, pues viene otro mas. Espero que no le de un infarto. --Va, es el tercero. Tampoco es para tanto. -- !Eso lo dices tu que estas soltera, pero nosotros solo queriamos uno! Y vienen dos de golpe y ahora esto. -- gruno tapandose la cara con las manos-- Mierda de preservativos. Grace se echo a reir a carcajadas. -- !Tita, tita! -- grito su sobrina desde el salon. Perdio la sonrisa y salio de la cocina a toda prisa seguida por su cunada-- !Mira! -- grito la nina senalando la tele-- !Es tu collar! Sin comprender lo que decia, miro la television y vio un retrato que parecia antiguo, pero lo que la dejo de piedra era que el hombre que estaba alli retratado, llevaba colgado al cuello el mismo crucifijo que llevaba ella. Con la misma piedra central en rojo que ella tenia y los mismos grabados. Se llevo la mano al pecho comprobando que estuviera alli y palpo la cruz con los dedos por encima de la camiseta. --Vaya... -- susurro su cunada acercandose a la tele-- Es tu cruz. La imagen del cuadro desaparecio sustituida por otro retrato y escucharon como el presentador decia que la exposicion comenzaria en el museo Metropolitan al dia siguiente. --Tienes que ir a verla. -- dijo July divertida -- !Que casualidad! Nunca habia visto un crucifijo asi y resulta que ya lo llevaban desde hace doscientos anos. Bueno, me largo o sino llegare tarde a la consulta del medico. En cuanto su cunada salio por la puerta Matt la miro levantando una ceja-- Mama no se entera de nada. -- !Nino! !Mas respeto! -- !Esa es tu cruz! !Es igualita y la tuya parece muy antigua! Grace se mordio el labio inferior mirando a su sobrino de diez anos, que era demasiado listo para tranquilidad de todos y dijo-- Vamos a mirar en Internet. Matt se levanto a toda prisa, corriendo hasta el ordenador de su estudio antes de que llegara su hermana --Tranquilos, chicos. Ya sabeis que este material es muy caro. --aparto una bolsa con las camaras de encima del escritorio y sonrio al ver que Matt ya estaba tecleando. --Juliette cuidado con el helado. -- su sobrina se lo metio en la boca rechupetenandolo para que no cayera una sola gota y su hermano la miro como si fuera tonta. --Siempre tardas siglos en comertelo. --Si piensas que te lo voy a dar, alucinas. Divertida se coloco tras los chicos para ver la pantalla, acariciando sus cabezas castanas. Matt no perdio el tiempo y puso en el buscador el nombre del museo en el buscador tecleando proximas exposiciones. Su cuadro no salia en la ventanita principal, pero habia una referencia a los cuadros de la exposicion. Tuvieron que buscar entre cuarenta cuadros del siglo dieciocho y Juliette se empezo a aburrir-- Me voy a ver la tele. -- !Este! -- Matt sonrio volviendo la cabeza y ella se acerco mirando la gran pantalla--Es este. ?A que si? --Si. -- susurro mirando la cruz. No la tenia colgada del cuello, sino que parecia prendida en su panuelo del cuello -- ?Quien lo pinto? Saca toda la informacion del cuadro. Juliette miro el cuadro-- Es muy guapo. --Era, idiota. Este lleva criando malvas mucho tiempo. --Matt...-- ella miro la pantalla y le dijo a su sobrino al ver que no conseguia nada -- Dejame a mi. --Ahora veras como usa estos chismes. Vas a flipar. -- le dijo a su hermana levantandose excitado. Grace se sento en su sillon y acerco el teclado. Acerco los dedos indices a la pantalla y amplio el cuadro-- Matt, enciende la otra pantalla. Su sobrino lo hizo y antes de que se lo pidiera encendio la que tenia a su izquierda tambien. Ella copio la imagen en formato de foto y deslizo con el dedo sobre la pantalla rapidamente. La foto paso a la pantalla de la derecha -- !Hala! -- dijo su sobrina admirada-- ?Me ensenaras a hacer eso? --Claro, cielito. -dijo mirando la pantalla del museo buscando informacion. El cuadro se llamaba Conde de Plimburd, pero el pintor era desconocido. La exposicion trataba sobre misterios del siglo diecinueve, pero como todavia no se habia inaugurado no habia explicaciones detalladas de cada cuadro. Utilizando la pantalla de la izquierda tecleo el nombre el cuadro para obtener informacion y cuando salieron veinte mil resultados su sobrino chillo-- !Vaya! Reduce porque sino vas a estar aqui todo el mes. --Pon cuadro. -- dijo la nina. Se mordio el labio inferior mientras su sobrino decia-- Tenemos que averiguar quien era ese tio. El cuadro ya lo hemos visto. --Debe haber muchos condes a lo largo de la historia que lleven ese nombre--respondio con burla-- Se hereda, ?sabes? Divertida miro a su sobrina-- ?Y tu como lo sabes? Levanto la barbilla orgullosa-- Perdona, pero en los cuentos de princesas sale eso. Y los reyes se mueren y su hijo hereda el titulo de rey. Con los condes pasa lo mismo. Miro a su sobrina admirada porque en los Estados Unidos no tenian reyes, pero parecia que sabia las normas de hereditarias de la nobleza muy bien. Su hermano chasqueo la lengua molesto, pero aun asi dijo-- Muy bien, enana. --Gracias. -- dijo mostrando su enorme sonrisa como si la aprobacion de su gemelo fuera lo mejor. Matt sonrio antes de fijarse en la pantalla frunciendo su ceno y Grace anadio en el buscador Cuadro Conde de Plimburd 1878. Al darle al Enter salieron doscientos cincuenta y tres busquedas y las imagenes del cuadro aparecieron ante ella. En el primero se leia "Terrible maldicion del Conde de Plimburd" -- ?Maldicion? Pincha ahi-- dijo su sobrino excitado. --Calmate, Matt. Seguro que es una chorrada. -- movio el raton sobre la alfombrilla y pincho donde decia Matt. Mas por entretenerlos que por otra cosa, porque sino la volverian loca en menos de una hora. La foto del cuadro salio debajo del encabezado y despues bajo la pagina para leer la informacion. Era una pagina muy larga y como los chicos querian leerla, tardo un rato. -- !Vaya! -- la miraron con los ojos como platos. Se echo a reir al ver sus expresiones-- ?No creereis esa tonteria? --Les mataron. Los mataron a todos. -- Matt bajo el tono de su voz como si compartieran un secreto-- Y ella desaparecio. Grace volvio su sillon y miro a sus sobrinos-- ?Y que? Eso fue hace muchisimo. -- ?Has visto la historia de Anastasia? -- pregunto Juliette mirandola ilusionada. --Julie, eso es un cuento. Anastasia murio como el resto de su familia y esto es una coincidencia. Seguro que la hija de ese senor tambien murio y si huyo del castillo familiar por un pasadizo como dice la leyenda, te puedo asegurar que esta muerta desde hace mucho tiempo. --Pero, ?y la cruz?

  • El estornudo de la mariposa de Jose De Cora

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    En 1938 Hitler es ya la mayor amenaza para la paz mundial. El regimen nazi se presenta ante todos los paises como indestructible.
    La Historia confirmara que no es asi, en parte gracias a Juan Pujol, mas conocido por su nombre en clave de Garbo. Ademas de convicciones, a Garbo le sobran otras virtudes, como un talento especial para el engano, arrojo, imaginacion desbordante y su encanto personal. En 1940 toma su decision mas trascendental: combatir el nazismo hasta derribarlo desde la retaguardia y las propias filas alemanas. Pero no lo hara solo. Araceli Gonzalez, una hermosa joven de buena familia y de fuerte caracter, se convierte al mismo tiempo en su mujer y en su principal apoyo.

  • En casa, al amanecer de Alexis Harrington

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    Octubre de 1918. Mientras viaja de Nueva York a Seattle, la doctora Jessica Layton hace una parada en su pequeno pueblo natal de Oregon, donde se reencuentra cara a cara con Cole Braddock, el primer y unico amor de su vida.

  • Cerrado en invierno (Cuarteto Wisting 1) de Jorn Lier Horst

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    Empieza el cuarteto Wisting.

  • Una Chica del Monton de Clara Montecarlo

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    Hice siempre lo que me decian.
    Estudiar y no meterme en problemas.
    Ser una buena chica.
    Ayudar a los demas....

  • Mientras Sonabamos Mirando al Cielo de C.g. De La Cruz

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    ?Que sucede cuando no consigues olvidar?
    ?Volvera Amelia a creer en el amor?
    ?Conseguiran Aiden y Xavier volver a entrar en su vida?
    En esta segunda parte de la bilogia viviremos como Amelia intenta resolver su pasado enfrentandose a sus mayores temores y tomando las riendas de su vida.
    Si crees en los flechazos y alguna vez te has enamorado de quien no debias… esta es tu historia.
    Una novela llena de risas, canciones, accion y mucho amor.
    Mientras sonabamos mirando al cielo, una historia que te enamorara.

  • En las chanclas de Manoli de Raquel G. Estruch

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    Esta no es solo una fabula con final feliz.
    Tampoco es un libro de autoayuda, aunque contiene sabiduria de la que todos podemos aprender.
    No es una novela de ficcion…
    Es una historia tan real como tu vida y la mia.

  • Cuando llegaron las lluvias de B.j. Daniels

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    El sheriff Mitch Tanner, el soltero mas atractivo del condado, sabia que no iba a faltarle el trabajo… pero no estaba preparado para enfrentarse a un caso de asesinato.

  • Como ser una bruja moderna de Gabriela Herstik

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    Infunde una gota de magia en tu vida diaria.

  • El asesino de Noxpoint de Janeth G. S.

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    Rachel Hill aparece muerta en su habitacion, estrangulada. En Noxpoint, un pueblecito de menos de quinientos habitantes, todos se conocen. Nadie sabe que el culpable es Max Russell, un muchacho de dieciocho anos con tendencias psicopatas que sigue matando, para horror de los indefensos habitantes de la poblacion. Pero de repente, cuando se descubre la tercera victima de Max, aparece una cuarta, y el sabe que no es el asesino... y que este le esta vigilando. De cazador a presa, Max tendra que averiguar quien es el otro asesino de Noxpoint para que su propio secreto no salga a la luz.

  • Lucia en la noche de Juan Manuel De Prada

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    Alguien dijo que los angeles a menudo no saben si se mueven entre los vivos o los muertos. Y cuando se mueven entre los vivos a veces ocultan su rostro, huyen de nuestras caricias, se escabullen y desaparecen, dejandonos con la sensacion de que, quiza, nunca estuvieron a nuestro lado.

  • De Cupido nadie se enamora, Vanessa Gonzalez Villar de Vanessa Gonzalez Villar

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    Lola Cupido es la conductora del espacio radiofonico “El amor esta en el aire”. ?A quien se le ocurriria que Lola Hermosilla diera consejos de amor? Si no existe persona con mas mala suerte en las relaciones de pareja. Hay quien se enamora de la persona equivocada alguna vez en su vida, el problema es que Lola siempre lo hace. Y luego acaba con algun plato roto; ademas de su corazon. El caso es que. los consejos de Lola Cupido siempre funcionan. Un admirador secreto, un amigo ?o algo mas?, un novio posesivo y celoso.. ?Podra Lola encontrar finalmente el amor? ?O sera verdad que DE CUPIDO NADIE SE ENAMORA?

  • Un amor en la conquista de Ivy Bass

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    Un amor en la conquista, por Ivy Bass, es un romance historico que mezcla el realismo magico con la fantasia. Se desarrolla alrededor de 1808, en el territorio de las Provincias Unidas de la Nueva Granada.
    Patriotas y colonizadores, criollos y espanoles, todos enfrentados en uno de los momentos cruciales para la inestable independencia de la Nueva Granada alimentada por el fuego de los ejercitos confundidos.
    Un amor de raices enemigas, nace en el epicentro de la revolucion, alimentandose del miedo, la separacion y el duelo que sustentan los sentimientos de los corazones heridos. Un amor inevitable, y como no, si el amor es otro juego mas de la naturaleza y uno de sus favoritos. Cuanto lucharan mas alla de la muerte. Ni toda la sangre derramada seria parigual de la envergadura de tal amor. Un amor verdaderamente eterno.

  • La resurreccion de Liz de Pilar Lepe

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    --!Vamos Liz, no te quedes atras! --Vamos a jugarle una broma --propuso Michael de pronto. --A mi hermana no le gustan las bromas --repuso Paul. --No seas aburrido, nos esconderemos y creera que estamos perdidos. La dejaremos que nos busque un par de cuadras y luego aparecemos entre la multitud. --Esta bien, vamos, pero te aseguro que no estara nada contenta. Diane avanzaba, mezclandose entre la gente que desfilaba, celebrando el carnaval, por la avenida principal. Escucho que su hermano gritaba, pero no le entendio, y levanto su mano para que viera donde estaba. Entre tanta gente, se hacia dificil caminar, y sentia que los chicos se alejaban cada vez mas. Un hombre vestido con un disfraz de Fauno la tomo de la cintura para danzar, ella dejandose llevar por el ambiente le siguio la corriente hasta que se dio cuenta que su hermano y su amigo habian desaparecido. Se zafo del abrazo del Fauno y se dio a la tarea de buscar a los mocosos. --Cuando los encuentre no se salvaran del tiron de orejas --refunfunaba mientras miraba con atencion la muchedumbre. De pronto le parecio verlos a lo lejos cuando dio vuelta la esquina. Dirigio sus pasos hasta alli, solo para encontrarse con un parque marcando el fin de la avenida. Miro la plaza y se veia desierta, claro, si toda la gente estaba en el carnaval. Consulto su reloj, ya casi era media noche. A pesar de la multitud, Liz se vio sola en la calle, meditando si volver al carnaval o cruzar hasta el parque. La furia que sentia en un primer momento, se habia transformado en una desesperacion muy fuerte que le oprimia el pecho. A pesar de que el lugar se veia desierto, se decidio a cruzar de todas maneras, con tanta gente bailando cerca, dudaba de que fuera peligroso. --Cuando te encuentre Paul, ya veras. Y ese Michael se ira directo a su casa en el primer vuelo. Diane hablaba sola mientras caminaba por la acera, era un recurso que utilizaba siempre que sentia temor. Recordo que ella le habia dicho a su padre que no llevaran al amigo de Paul de vacaciones, ?para que? Si las vacaciones en Alemania habian sido idea de ella para celebrar que se habia graduado con honores de restauradora en la Escuela de Arte. Sin embargo, su hermano, que estaba en la edad en que los chicos andan acompanados de sus compinches a todas partes, habia insistido en llevar a su amigo, y como sus padres no sabian decir no, se habia salido con la suya. Y ahi estaba ahora, sin saber por donde buscar, en un pais desconocido en donde apenas sabia decir hola o pedir cerveza. De pronto le parecio escuchar una risa de hombre, seguro que eran los chicos escondidos burlandose de ella. Camino hacia donde provenian las risas y los llamo en voz alta. --!Paul! !Michael! !Salgan de su escondite, ya es hora de volver al hotel! De inmediato aparecio una sombra de detras de un arbol. --?Paul? Antes que pudiera reaccionar, Liz, se vio envuelta por algo o alguien. Le dio un empujon con todas sus fuerzas y lo unico que alcanzo a ver fueron unos ojos brillantes, encendidos como los de un animal en la oscuridad. Los ojos la miraron dominantes. Liz se quedo clavada en su sitio, sabia que algo malo estaba a punto de ocurrir, pero no era capaz de gritar y menos aun correr. Dos manos como garras la atrajeron con rapidez para darle un abrazo mortal. Escucho un sonido de algo que se rompia y luego succionaban muy cerca de su oido. No sabia que se trataba de su propio cuello siendo desgarrado, que su propio cuerpo era el receptaculo de la bebida mas apetecida por este ser infernal. En cuestion de segundos sus brazos y piernas se aflojaron como si fuera una muneca de trapo, sus ojos se quedaron mirando al vacio y el ultimo pensamiento que su mente alcanzo a procesar fue que jamas trabajaria en el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York. Diane quedo tirada en el suelo con su cuerpo desmadejado, pronto se lleno de curiosos y alguien llamo una ambulancia. --?Esta muerta? --No. Aun respira. !Llama a emergencias! Cuando llegaron los paramedicos a examinar a Liz, la declararon muerta pues no tenia signos vitales. El medico de urgencias estuvo de acuerdo con el diagnostico y lleno una ficha en la que decia: Liz Saunders, ciudadana de los Estados Unidos segun consta en su identificacion. El cadaver presenta algunos hematomas y mordidas en el cuello. Se procedera a la autopsia de rigor para determinar la causa exacta de su muerte. 23:30 hrs. Colonia, 20 de febrero de 2014. Luego de esto fue trasladada a la morgue para meterla dentro de uno de los enormes nichos de acero, adosados a la pared, en espera de la autopsia. --Era hermosa --comento uno de los encargados, un hombre mayor de calva brillante. --Que mala suerte morir tan lejos del hogar --acoto la medico forense--. Vamos, Franz. Aun debemos terminar con la mujer del asilo. Tenemos varios antes de pasar a la chica. --Lo se, Ingrid. Los profesionales se alejaron dejando a Liz, encerrada en su mortaja de acero. Aparentemente para ella habia terminado su existencia que habia sido bastante breve. Ya no habria mas amaneceres, mas puestas de sol en la playa, ni mas diversion junto a sus amigas, y menos aun cumpliria su sueno de restaurar las grandes obras que se guardaban en las bodegas del Museo Metropolitano, y por que no, en el mundo entero. Liz Saunders, de veinte anos, desaparecia para siempre en esa noche de festival en Colonia.

  • Una espina en mi costado de Karin Slaughter

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    Senti de nuevo el sabor desagradable en mi boca mientras ABBA llenaba el aire. En las dos ultimas horas, el bajo de Britney Spears que retumba en el pecho y las mezclas de club de Beyonce habian sido poco menos que tolerables; pero la introduccion presuntuosa del supergrupo sueco fue demasiado lejos. Dancing Queen se incrusto en mi oido bueno como algodon azucarado en una feria estatal. Pegajoso. Dulce. Conjurando el deseo animal de defecar en publico solo para interrumpir la demencia. Kirk estaba abstraido, moviendose al ritmo de la musica, estirando ocasionalmente un brazo en el aire en lo que era claramente un ademan de John Travolta. Tengo que reconocer que mi hermano es un bailarin increible. De algun modo se las arregla para ser uno con la musica y comienzas a preguntarte si esta conectado acaso a otro enchufe en el respaldo de la mesa del DJ. La forma en que se apropia de una cancion y la hace suya palidece en comparacion con la expresion de puro gozo en su rostro cuando esta bajo el reflejo de las luces. Te das cuenta de que ama lo que hace. No son muchas las personas que pueden decir lo mismo con sus trabajos, sus familias, sus vidas. Pero a Kirk le encanta bailar. Y a la gente le encanta mirarlo. Y a el le encanta que lo miren. Durante los ultimos quince anos, Kirk ha adornado todos los clubes nocturnos de Atlanta con sus pasos de baile. Sin importar cuantas veces lo vea la gente, siempre sucede lo mismo: se detienen. Observan. Sus labios se separan en senal de sorpresa. El no es solo el centro de atencion; es el ojo de la aguja. Incluso esta noche, segundos antes de entrar al Pink Pony, el se las arreglo para tomar el control de la pista girando sus caderas, moviendo sus pies en tiempo doble. Las mujeres sonreian abiertamente, aplaudiendo de alegria. Los hombres observaban maravillados. Y luego vinieron las miradas inevitables hacia mi: desconcierto, lastima, repugnancia. Era la maldicion de ser gemelo: el hermano menor, el menos dominante, el hermano que empezo a perder el pelo mas temprano y cuyo cuello se asemejaba mucho al que un granjero cortaria en dos partes con su hacha en cualquier manana del dia de accion de gracias; el que siempre fue un hombre extrano. A los treinta y ocho anos, he llegado a aceptar esto como mi destino en la vida. Kirk siempre ha sido el fascinante, el energetico, el divertido. Aquel con quien todas las chicas querian estar. Incluso mientras las ruidosas armonias de Fernando invadian el club nocturno atiborrado de humo y todos salian a bailar, yo solo podia estar alli con la mano en el bolsillo y la cabeza agachada, siendo el tic ocasional de mis hombros la unica senal de que yo no habia caido en un coma irreversible. Unos dedos finos recorrieron la parte posterior de los hombros de Kirk. Senti un estremecimiento, una extrana contraccion en el estomago y en la entrepierna. Cerre los ojos y trate de no oir nada salvo el latido de mi corazon, mientras los suecos, sacarinosamente dulces, me decian que esta noche habia algo en el aire. Yo habia vivido tantas veces esta situacion que podia adivinar la conversacion: Mujer: <>. Kirk: <>. La negociacion tardo poco --Kirk nunca pagaba al menudeo-- y luego senti un tiron, como si se tratara de una pelota de kickball amarrada a una cuerda. Y todo comenzo de nuevo. Kirk se dirigio a la salida trasera, empujando a todo aquel que se interpusiera en su camino. No tuve mas opcion que seguirlo. El aire me golpeo la cara como un manotazo helado. Mire a Kirk. El cambio habia sucedido tan repentinamente como la disminucion de la temperatura. Su sonrisa beatifica de la pista de baile habia desaparecido. Tenia la mandibula desencajada. Sus ojos se habian entrecerrado en su fulgor y pequenez habituales. Este era el Kirk que solo unas cuantas personas habian visto. Era el Kirk que yo conocia demasiado bien. --Deberiamos... --me aventure a decir. --Por aqui --asintio con la cabeza hacia nuestro Chrysler Town and Country. La minivan era de primera linea; color plateado metalico. Revestimientos interiores de cromo. Sillas de cuero. Sistema completo de entretenimiento en la parte posterior. Kirk oprimio el mando inalambrico y la puerta lateral se abrio. De repente, la mujer parecio inquieta. --?Cual es el problema? --le espeto Kirk, quien ya no era el encantador pseudoTravolta del Pink Pony. --?No quieres saber como me llamo? --dijo la mujer despues de tragar saliva. Kirk abrio la boca para decirle que no, que le tenia sin cuidado, pero yo hable primero. --Me llamo Wayne. El es Kirk, mi hermano --vacile con nerviosismo en busca de palabras--. Por supuesto, creo que ya sabes que somos hermanos. Sus ojos se posaban alternativamente entre nosotros. Sus pupilas se hicieron tan grandes que parecian platillos. O estaba completamente volada, o acababa de sufrir un derrame cerebral. Tal vez eran las dos cosas. El brillo de las luces de xenon del estacionamiento me revelo que no era tan joven y atractiva como te llevarian a creer las luces de la discoteca. Su vestido ajustado y negro estaba raido y no le quedaba bien. La desigualdad en el color de su cabello denotaba que desde hacia dos semanas necesitaba tintura capilar. Sus brazos delgados se asemejaban a palos. Palos con costras. Mire a Kirk. Obviamente, ella se habia inyectado. Por supuesto, no siempre encuentras a una senorita libre de drogas dispuesta a subir al auto de un extrano en las afueras de un club derruido. --Vamos. Kirk subio a la van. Por poco me golpeo la cabeza contra el techo al seguirlo. El se movia con rapidez, ansioso por acabar con esto. Halo el cerrojo y giro la silla para mirar a la mujer, quien no se habia movido salvo para frotarse los brazos con nerviosismo. Kirk saco la billetera y conto dos billetes de veinte y uno de cinco. --?Vamos a hacer esto o no? Ella miro el interior de la van como si esperara ver plastico y cinta adhesiva. Finalmente, ella me miro. --Costara mas si el mira. --No lo hara --Kirk me miro de reojo--. A lo tuyo, nino. Saque los audifonos de la consola y conecte el enchufe al sistema de entretenimiento. Kirk agito los billetes en el aire. Ni siquiera se molesto en despegarlos, flacidos como estaban por la humedad de su billetera. Se adhirieron al dorso de su mano como la lengua de un Labrador. --?Quieres el dinero, o no? Ella nos miraba, sopesando los peligros y las probabilidades. El sentido comun termino por sucumbir ante los atractivos del dinero. La chica subio a la van. Permanecio en la puerta abierta y nos miro. --Todo esto es muy raro. --Hagamoslo y ya --Kirk espero a que ella diera otro paso hacia dentro; oprimio el control inalambrico y la puerta se cerro. Las luces interiores se redujeron a un suave resplandor. Habiamos pagado un poco mas para que instalaran luces graduables; yo pense que era para efectos de ambiente pero Kirk las queria porque hacia que las mujeres que levantaba parecieran mucho menos lamentables y grotescas. Por lo menos esta era delgada. Las chicas grandes hacian imposible que los tres pudieramos movernos con comodidad en el interior. Hace tres semanas estuve a un paso de sufrir una concusion luego de golpearme la cabeza contra el techo. Kirk manoseo los botones y dijo: --Reglas basicas: no decir mi nombre... --Oh --ella parpadeo--. No recuerdo tu nombre. --Me llamo Wayne y el es... --le dije. Kirk me dio un punetazo en el hombro. --Callate --volvio a manosear los botones--. Simplemente mantente a mi lado --le ordeno --. Solo besame, mirame. No toques el culo. --Pero el esta aqui. Puede oirte --se quejo ella. --No --dijo Kirk--. Lo digo literalmente: no toques el culo. Es suyo. --?Suyo...? --El culo, la pelota izquierda, la tetilla izquierda. Todo lo que esta en el lado izquierdo. No lo toques. --?Y que de...? --Su garganta se asemejaba a la de una anaconda tragandose a un Chevelle--. Ya sabes. ?Y que de...? Senti el pecho de Kirk subir y bajar con una irritacion evidente. --Solo hay una verga, carino. Creeme, el nunca se acostaria si hubieran dos. Ella tosio, emitiendo un sonido que oscilaba entre la fascinacion y el alivio. --?Desde hace cuanto son...? --?Gemelos siameses? --Mi pecho subio y bajo con el de Kirk mientras llenabamos nuestros pulmones de aire. Esa era de lejos la pregunta mas estupida que nos habian hecho. Me habia acostumbrado desde hacia mucho tiempo a las miradas asustadas y a las expresiones de terror. Teniamos un espejo en casa. Yo sabia que eramos un espectaculo muy extrano cuando caminabamos por las calles. Dos cabezas. Un par de piernas. Un par de brazos. Crecimos de nuestros torsos como las ramas unidas de un manzano. Kirk tenia dos hombros, y yo uno y medio. Compartiamos un estomago, un corazon, un conjunto de intestinos, un bazo, el higado y el pancreas. La mayoria de las veces nuestros brazos se movian de manera independiente. Ambos controlabamos las piernas pero ninguno de los dos podria explicarse como lograbamos caminar al mismo tiempo; tampoco la medicina moderna, a la cual habiamos renunciado varios anos atras. Hasta donde yo podia decir, era un asunto de voluntades y de quien era el mas fuerte, lo cual significaba que Kirk se salia generalmente con la suya. Si el sentia picazon, yo me rascaba. El se echaba un pedo y yo decia perdon. El bebia y yo empezaba a cantar himnos a todo pulmon.

  • Secretos en las paredes de Kimberley Freeman

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    1891: Tilly Kirkland, huerfana desde nina, encuentra un hogar lleno de amor con su abuelo en Dorset. Pero la Inglaterra del siglo XIX es un lugar que no perdona a una joven con pocos medios. Asi que cuando la salud de su abuelo empeora aparece justo a tiempo la aparicion de Jasper Dellafore.

  • Nessie bendita maldicion de Dalia B Rodriguez Chavez

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    Natalia, una talentosa estudiante de arte madrilena cansada de cumplir con los estereotipos clasistas de sus estrictos padres, vuelca su vida en la inconsciencia de rebelarse constantemente contra ellos. Hasta que su ultima locura la lleva a un pais extrano, lejos de todo lo que conoce y con el unico cobijo de una abuela que jamas vio hasta entonces.
    Logan, exitoso, pragmatico, y un tanto insoportable, segun Natalia; posee todo aquello que cualquiera puede desear, pero sus carencias van mas alla de las riquezas materiales y esta dispuesto a todo con tal de cazar a una fierecilla un tanto indomable.
    ?Lograran estos dos seres totalmente inflamables, cohabitar entre las llamas del amor, o descubriran que tal sentimiento no es mas que un concepto trillado con ganas de ser reescrito?
    El amor es una guerra contra uno mismo, el reflejo de nuestro yo mas interno. Si quieres fortalecerle, empieza por mejorarte a ti mismo.
    No te pierdas esta historia epica; llena de ensenanzas, humor, amistad, pasion, y todo lo que permitas entrar a tu corazon desde el minuto cero en el que abres la historia y dejas escapar la magia que hay en sus letras.
    Pero, cuidado, aviso importante:
    Este libro te marcara por siempre...

  • Un episodio nacional de Carlos Mayoral

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    El conocido periodista cultural Carlos Mayoral, especialista en la literatura decimononica espanola, recupera en su primera novela un episodio poco conocido de nuestro pasado literario: los amores secretos entre dos de las principales figuras de nuestra narrativa, Benito Perez Galdos y Emilia Pardo Bazan.

  • Diccionario de la politica espanola de Anacleto Panceto , Protestona

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  • Dejaras La Tierra de Renato Cisneros

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    Un silencio antiguo sello durante doscientos anos el misterio de una familia demasiado parecida a las tragedias y ambiciones de un pais como Peru. Patriarcas decolorados, mujeres sacudiendose el peso de su tiempo; personas, al fin y al cabo, que han sido rescatadas en este libro para redimensionar la historia. Esta novela nos recuerda que las familias estan hechas de todo lo que se ocultan y que solo una prosa capaz de atravesar lo visible y lo soterrado puede rastrear el cauce de eso que llamamos identidad.
    Si la voluntad de forjarse una estrella propia llevo a Renato Cisneros a escribir La distancia que nos separa, lo que nos entrega en Dejaras la tierra es, al mismo tiempo, el cierre de aquella historia y la confirmacion de un narrador capaz de ver el precipicio y dar un paso mas.

  • La vida que perdimos de Consolacion Gonzalez Rico

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    Ricardo, un viejo artista de origen espanol que habita en uno de los pintorescos edificios del centro historico de Poitiers, no tiene mas vinculos con el mundo actual que Madeleine, la joven que acude cuatro horas cada dia para ocuparse de la limpieza y prepararle la comida. El resto del tiempo, las paredes muestran a Ricardo los jirones de la soledad que lo acompana.

  • Cancion dulce de Leila Slimani

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    Myriam, madre de dos ninos, decide reemprender su actividad laboral en un bufete de abogados a pesar de las reticencias de su marido. Tras un minucioso proceso de seleccion para encontrar una ninera, se deciden por Louise, que rapidamente conquista el corazon de los ninos y se convierte en una figura imprescindible en el hogar. Pero poco a poco la trampa de la interdependencia va a convertirse en un drama. Con un estilo directo, incisivo y tenebroso en ocasiones, Leila Slimani despliega un inquietante thriller donde, a traves de los personajes, se nos revelan los problemas de la sociedad actual, con su concepcion del amor y de la educacion, del sometimiento y del dinero, de los prejuicios de clase y culturales. “Cancion dulce” gano el Premio Goncourt 2016.

  • Verde entre las flores de Lorena Murien

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    Llevo dias pensando en algo; cuando somos pequenos tenemos la creencia de que la vida no es mas que un cuento de hadas en el que no importa el camino o las decisiones que tomemos, porque siempre estara llena de rosas. A veces asi es como nos lo ensenan, ya sea en peliculas de fantasia o a traves de unos padres que quieren lo mejor para nosotros. Pero dejadme que os cuente la verdad, eso es mentira, la mayor mentira del mundo, sin embargo, es la que terminara por salvaros. ?Sabeis de que? De, al fin y al cabo, no perderos a vosotros mismos. A mi me han derrotado tantas veces que he perdido la cuenta del dano que llevo cargando sobre los hombros. Cierro los ojos y visualizo perfectamente los instantes y momentos en los que el dolor me ha reventado las entranas. Con el paso del tiempo he sido capaz de ver con mas claridad cada cicatriz formada en el cumulo de lo que ahora soy. Pero no es nada grave, a veces te desangras y eso te ayuda a volver a florecer. Y lo digo, porque la derrota es la que te muestra el camino hacia la victoria. Puede que ahora no lo creas, tal vez sientas que no hay escapatoria a ese laberinto o tunel en el que te pierdes sin posibilidades de escapar, y es que la vida no es ese camino de rosas que creimos al final ?verdad? Aunque te dire algo, si existen ciertas cosas que la hacen especial; la magia, los fuegos artificiales, esos momentos fugaces de los que apenas somos conscientes al transcurrir del dia y que pueden aparecer al cruzar la calle, mirar el reflejo de otra persona en un espejo o al elegir la izquierda en vez de la derecha e ir simplemente, a comprar el dulce que mas te gusta a tu pasteleria favorita. No, la vida no es un camino de rosas, pero tampoco de espinas. Es romperte y caer para volver a levantarte y caminar, aprender de tus propios errores, pagar los de otros para hacerte mas fuerte y convertir tu piel en un muro inquebrantable. La existencia no es otra cosa mas que experimentar, beber de lo prohibido y chocar con la misma piedra una y mil veces si hace falta. Aunque tambien estoy de acuerdo en algo, y es que no nos gusta la idea de formar parte de los derrotados, nos negamos a caer e intentamos no arrastrarnos, aunque sea inevitable. Queremos ser perfectos, esquivar las espinas, evitar el dolor, caer y sufrir, pero entonces, ?que de interesante tendria estar vivo si perdemos la oportunidad de aprender de todos esos malos tragos? Hoy me lo he vuelto a preguntar porque tengo esa sensacion en el estomago, ya sabeis, se le llama intuicion, las mariposas que intentan volar mas alla para decirte al oido que algo esta a punto de pasar. No se si sera algo bueno o malo, aunque si lo espero con los brazos abiertos, porque si ser una mujer derrotada me ha ensenado algo, es a luchar, a esperar lo que venga con la entereza y valentia de un soldado. Con los punos cerrados y el alma abierta para recoger las piezas de una posible derrota, otra con la que demostrarle al mundo que, aunque te rompas, esas grietas son las que te hacen brillar. Y, finalmente, continuar. 1 UN CUMULO DE SUENOS ROTOS Son las cinco de la manana y aunque lo he intentado por cuarta, quinta o a saber cuantas veces mas, he cedido a la batalla contra el insomnio y los nervios que ejercen de batuta en el ritmo de un corazon que late de muchas maneras a excepcion de normal. No, no estoy loca ni pienso que me va a dar un infarto, esta es la consecuencia de semanas de estres y la llegada de un ascenso que llevo esperando desde hace cuanto ?cinco anos? Probablemente mucho mas. La alfombra del salon es testigo de un no parar. Las arrugas ya desdibujan el trazo de un grafico que, en calma, guarda perfecta simetria. Quiero lanzarme a punetazos contra ella y lo imagino: en mi mente golpeo una y otra vez la tela hasta que mis nudillos se vuelven testigo de ello. Y ni por esas soy capaz de frenar estos nervios --aunque si la tension--, como alguien que grita en mitad de una noche lluviosa despues de que le hayan roto el corazon. Reconozco que es un escenario totalmente incomparable, aunque puede llegar a sonar parecido ?no? Por ahora se que; ademas de una densa capa de maquillaje, necesitare de varias tazas de cafe para intentar verme bien, eso es lo primero que me viene a la cabeza si quiero afrontar el dia de la mejor manera posible. Lo segundo que me digo es que no lo conseguire, pero ese es otro tema. Intento sentarme, quedarme quieta en mitad del salon frio y entonces me doy de cara con otra batalla mas, el amanecer que esta a punto de asomarse a traves de la ventana. El frescor de las calles me atrae, pero cuando me dispongo a caminar para darle un intenso abrazo, tropiezo y caigo frente al gran ventanal que parece burlarse de mi cuando alzo la mirada y veo la escena sobre el reflejo del cristal. La vida se rie en mi cara, aunque ?no ha ocurrido otras veces? Puedo recordar con total claridad aquel primer dia de instituto cuando tropece con un obstaculo invisible y me cai frente a todo el grupo de la clase. Solo una persona se digno a ayudarme y desde aquel entonces se convirtio en mi mejor amiga. Por eso pienso que las caidas deben traer suerte, porque tras estas, siempre llegan cosas buenas. Sonrio, no, mas bien me rio de mi misma y entonces me pongo de pie. Camino, aunque en realidad deslizo mis pies sobre un suelo frio que me pone la piel de gallina. Cuando me miro bien al espejo que adorna la entrada del apartamento, compruebo que tengo los ojos rojos e hinchados, porque la falta de sueno es evidente en el tono ligeramente morado que pinta la piel de unos parpados que deberian ser color canela. Mi pelo tambien parece haber vivido su guerra personal, tengo varios mechones enredados y decido dejarlo tal cual, porque tengo cosas mas importantes que hacer, y lo primero es borrar de este escenario toda capa de oscuridad. Vuelvo al mismo punto anterior, a esa mision que me parece tan imposible. Abro las cortinas azul pastel que Amber dice son de color blanco y, de repente, parece que haya amanecido antes de lo esperado. Las luces de las farolas se cuelan a traves del cristal y dibujan decenas de sombras por todo mi alrededor. Cuando miro hacia cada rincon de este hogar, puedo ver las formas de las estanterias que adornan el dormitorio, la mesita de noche y el despertador sobre esta, el sillon con la ropa hecha un desastre en el asiento, y como no, tambien la de los libros y los marcos de las unicas dos fotografias que me gusta admirar. De repente los muebles y la decoracion se convierten en una escena de pelicula donde yo y mi soledad somos las protagonistas. Meses atras fuimos yo y otra persona mas pero ahora no quiero pensar en ello, deslizo el indice de cada mano sobre mis mejillas y dibujo una sonrisa que tengo la intencion de mantener, aunque me cueste mil batallas que lidiar. !Por fin ha llegado el dia! , grito para mis adentros. A mis treinta y seis anos doy un salto como si fuera una adolescente que acaba de ganar su primer premio deportivo, vuelvo a reir y por fin decido ir a tomar una ducha. No se cuanto tardo, ni me preocupo porque tengo tiempo de sobra para disfrutar de mi segundo placer: el sonido de las gotas de cafe cayendo en el interior del recipiente de cristal mientras el aroma inunda cada rincon de la cocina y el resto del apartamento. Lo aspiro como si necesitara de ello para vivir, y cuando esta justo en el punto que deseo lo vierto en la taza donde se puede leer "primero cafe, despues justicia ". Recordar como llego a mis manos aun me hace reir, pero no me entretengo en ello. Los minutos corren y de repente los colores lugubres se convierten en un cuadro repleto de tonos vivos con la luz del sol. Ya no hay muebles oscuros o mezclas extranas de azul y naranja. Mientras me visto puedo ver claramente el tono real de las sabanas en conjunto con los cojines grises y los cuadros que adornan la pared, aunque en realidad, son fotografias en blanco y negro de la ciudad, James Dean y Audrey Hepburn. Me quedo embelesada con la arquitectura del Golden Gate y como si nada cientos de imagenes transcurren con rapidez en forma de recuerdos que viajan al ritmo desbocado de mi corazon. Me obligo a ignorarlo y acabo por centrarme en elegir la ultima prenda que acompana a un traje de dos piezas. Chaqueta y pantalon negro, elegante y digno para la ocasion. Antes, mi piel se cubre por una blusa de tono marfil que crea un perfecto contraste con la tierra que dicen me compone, porque llevo sobre mi la historia afroamericana, en una piel que es mas clara -- debido a mi padre-- pero que al tacto simula la suavidad y vision de la arena al caminar sobre las playas de San Francisco, donde una vez construi suenos que poco a poco se desvanecieron como las estaciones van pasando. No tengo idea de porque me empeno en recordar todo eso, al final deduzco que es producto de los nervios ante el cambio que este dia va a suponer para mi. Despues de todo, las vivencias importantes de mi pasado y presente han sido el motor de mi personalidad, tengo que estar orgullosa de eso. Sonrio al pensarlo y como si nada, las manos viajan acariciando toda la vestimenta para asegurarme de que no haya una sola arruga que la adorne. --Perfecta --me digo. Aunque puede que no lo este, tampoco me importa porque no soy una mujer compuesta por capas de perfeccion. De hecho, nunca pretendere serlo, porque seria como querer que el azul se convierta en verde. Y con ese pensamiento, cojo las llaves y abandono la seguridad de mi hogar. La vida corre delante de mis ojos, a esta hora el trafico es horrible, y ahora es cuando me arrepiento de haber perdido un minuto en comprobar el maquillaje con el que logro aportar brillo a una mirada que va de un lado a otro sin parar. Estoy a punto de pisar el acelerador cuando el tercer semaforo que encuentro se pone en rojo. Suspiro y aprieto el volante, la vena de mi frente esta a punto de hincharse por la mezcla de frustracion y enfado, pero la sensacion se disipa en cuanto noto la vibracion bajo los neumaticos, previo al paso del tranvia funicular que recorre Nob Hill. El traqueteo sobre las vias se desliza y cuela por los huecos del coche hasta dejarme el corazon paralizado. Llevo toda una vida en este lugar y la emocion que siento al ver el transporte mas entranable de San Francisco, nunca se esfuma. Sonrio al tener la oportunidad de observar una vez mas la madera pintada junto a los huecos que dejan entrever en su interior expresiones de sorpresa y felicidad, mezcladas con la sabiduria y raices de un lugar que forma parte de mi sangre. Sin embargo, agradezco que el tiempo pase rapido y pueda llegar a las oficinas a dos minutos de que la reunion empiece. El recorrido por el garaje y el ascensor no ha sido tan divertido como para apreciarlo, pero si ha ayudado a calmar un poco mis nervios. --!Te he llamado tres veces! --Esa es Amber y en su expresion puedo ver que tiene ganas de matarme, otra vez y nada mas entrar al pasillo--. ?Donde narices estabas? --De camino --le respondo--, ?ha muerto alguien? Por su cara es evidente que si, esta dispuesta a matarme. Yo me echo a reir y cuando llego a su encuentro le doy un fuerte abrazo. Apretujo su cuerpo contra el mio y dejo un sonoro beso en su mejilla. --Hoy nada puede salir mal, asi que deja de fruncir el ceno y vamos. Thomas me echara si llego tarde a la reunion. --!Pues estas a punto! ?Por que crees que llevo un rato llamandote? Reconozco que podria estar asi todo el dia, picandola para hacerla enfadar y que deje ver ese gesto que provoca cientos de sonrisas en mi, junto a un bienestar nunca antes sentido. A pesar de que muchos lo creen, no somos mas que mejores amigas, por mas que el resto del mundo lo pretenda, pero reconozco que desde hace anos anda salvandome el culo; de mis errores personales y casi equivocaciones profesionales. De camino a la sala de reuniones me dedico a pensar en ello. La primera vez que cruce la puerta de este edificio me sentia tan nerviosa como ahora, hacia cuatro anos que acabe la carrera, aunque jamas deje de estudiar y venia del rechazo de otro despacho de abogados que buscaban a alguien "mas profesional". Cuando me dieron el "si" en Nolan Law me costo creerlo y desde entonces puse todo mi empeno en conseguir escalar profesionalmente para pasar de asociado a socio. Una gran cartera de clientes, casos ganados, marca personal y diez anos deberian ser suficientes para demostrar a Thomas cuanto merezco el puesto. --Buenos dias--. Me fijo en como es a mi a quien sonrie primero al abrir la puerta y yo le devuelvo el saludo asintiendo. El resto de presentes toman asiento. Somos ocho en total. Aunque intento no hacerlo, lo cierto es que me evado y pierdo el hilo de la conversacion previa hasta el momento en que esta a punto de anunciar quien sera el nuevo socio del despacho. Previamente, mi mirada se ha encontrado con Amber, David, Stella y finalmente Alexander, siendo el mi "rival" y a quien Thomas nombra con alegria. --Y el nuevo socio de Nolan Law, es Alexander, !enhorabuena! Todos aplauden, bueno, todos menos Amber y yo, porque me he quedado tan paralizada y boquiabierta que debo parecer una estatua. No soy capaz de pronunciar palabra porque quiero creer que se trata de una puta broma. Pero no, ha dicho... ?ha dicho Alexander? No puede ser. No, no puede ser, ?verdad? Mis companeros se ponen en pie y le felicitan. --?Sorprendida Julia? --me dice una voz. Hasta que no levanto la vista no soy capaz de ver que es el, un vencedor que se acerca a mi para estrecharme la mano con fuerza despues de mi derrota, como haria cualquier jugador que ha perdido una final. Pero yo no la he perdido, !no! Las mejillas me arden en furia al darme cuenta de como me han robado el partido. Amber se da cuenta de que estoy a punto de estallar, me mira a los ojos y niega en un intento porque no diga nada, y no lo hago, pero es porque no puedo, no porque no tenga nada que decir. Se me ha helado la sangre, noto el sudor frio empezar a recorrerme el cuerpo desde la cabeza a los pies. Las piernas me tiemblan y siento que estoy a punto de perder el conocimiento. Mientras frente a mis ojos todos vitorean a Alexander, yo sigo en el mismo lugar, enfocada con una luz sombria y a punto de llorar. Salgo de alli de milagro, de la mano de mi mejor amiga y con todo el escenario a mi alrededor moviendose en circulos. --Tiene que ser una broma... --le digo. Veo la pena cubrir los ojos chocolate de Amber. Estamos en el aseo de las oficinas, justo al final de la octava planta donde la decepcion me golpea y se abre paso a traves de mi pecho como si me hubieran clavado una daga directa al corazon. --Tal vez --responde ella tras un largo silencio, pero no se lo cree, lo intuyo--. Deberias hablar con Thomas, quiza haya una razon... --!Para que! ?Para que me mande otra vez a la mierda despues de diez anos dedicada en cuerpo y alma a mi trabajo? --Ardo en furia, aunque soy consciente de lo que hago cuando giro mi rostro y afronto la mirada de ella. --Julia, tienes que calmarte, ?vale? Ya lo se, estas jodida, pero tu no eres asi. ?Vas a montar un espectaculo? ?Vas a dejar que te pierdan el respeto? --Pero !es que ya lo han hecho! Joder... --Me muerdo la lengua para no continuar, a cambio dejo que un par de lagrimas se deslicen a traves de mis mejillas. A la mierda el maquillaje. A la mierda con todo , quiero decirlo en voz alta, pero no lo hago. Tomo aire y dejo que el malestar que tengo en la boca del estomago se disipe antes de terminar por vomitar. --Esta bien, ire a hablar con el. --Pero no te precipites, ni vayas a cagarla con esa bocaza que tienes. --No se si podre contenerme ?sabes? --le replico. --Amas este trabajo mas que a tu propia vida, Julia, te contendras. Ordena mas que suplica, y odio que me conozca tan bien. --Ya, ya, lo hare. --Levanto las manos, totalmente derrotada, como si ya no lo estuviera lo suficiente--. ?Vamos a comer luego? Necesito una buena carga de donuts rellenos. --?A eso lo llamas tu comer? --pregunta enarcando una ceja, su pelo negro se mueve en el proceso. --Tu ya me entiendes --respondo. --Claro que si, anda ve. Nos veo a ambas sobre el espejo del lavabo. Irremediablemente me siento hecha un desastre, aunque al parecer no se refleja en mi rostro, a excepcion del color de un maquillaje algo perdido y que retoco un segundo despues, labial carmesi y el negro que acentua unos ojos que arden en furia. Salgo del bano como si nada, aunque todos me miran mientras recorro el pasillo como si tuvieran idea de lo que estoy a punto de hacer. Para nada. Cuando en mi mente dibujo miles de escenarios en los que destrozo este lugar, mi corazon me pide apaciguar los malos sentimientos que recorren mis venas a paso lento, envenenando una entereza que no se si voy a poder mantener cuando afronte lo que Thomas tenga que decir. Y cuando llega el momento; el de abrir la puerta de la sala, tengo que respirar hondo otra vez. --Sientate, por favor --me pide, nada mas verme aparecer. Despues muerde su labio inferior. Le noto nervioso, y no es para menos, tal vez hay un poco de tristeza en su expresion, pero lo desecho por completo cuando esboza una sonrisa enorme, como si hubiera ganado la partida mas importante de su vida. --Prefiero no hacerlo --le digo poco despues, me cruzo de brazos y al final tomo apoyo en la pared que hay al lado de la puerta, justo donde las vistas de San Francisco me dan un poco de tranquilidad--, ?que es lo ocurre? ?Por que cuando creia que conseguiria ascender, me quitas la oportunidad? Voy directa al grano, y eso le duele. --No todo depende de mi Julia, los accionistas y el resto de socios tambien tienen voz aqui. Ha sido una decision unanime. --?Por que? --insisto. --Porque tu no eres el prototipo de socio que estamos buscando. --?Que? --medito sus palabras y aun cuando no quiero creerlo, se exactamente a que se refiere--. ?Me lo estas diciendo en serio? --?No querias sinceridad? --?Sinceridad? !Eres un cabron Thomas! ?El prototipo de socio que estais buscando? ?Es porque no soy blanca? ?Por que no estoy casada y tengo hijos como el? ?O porque soy lesbiana? ?Que de todo se sale del prototipo que teneis en mente? ?Eh? !Contesta! --Julia, por favor, te pueden oir --me pide, intentando avanzar hacia mi. Yo le detengo con la mirada. --?Y que? --le reprocho, elevando el tono de mi voz. Todo mi cuerpo tiembla, se mueve como un mar embravecido a punto de estallar en una tormenta. Diez anos de mi vida profesional caen y se rompen en miles de pedazos, frente a mis ojos. Cada caso, todo el esfuerzo, los dias de horas extra y las noches sin dormir acaban yendose a la mierda y terminan por no servir de nada, exclusivamente por la opinion retrograda de unos cuantos hombres, en los que una vez crei, me recuerdo. --Lo siento Julia, asi son las cosas. --Claro, asi son las cosas... estoy en un lugar donde mis deseos por crecer no significan nada. --Sabes que eres buena en lo que haces, Nolan Law no seria lo mismo sin ti --admite, como si quisiera darme una pequena recompensa. --?Te estas burlando de mi? ?Es una puta broma, Thomas? --le pregunto sin poder creer estar recibiendo una de cal y otra de arena--. !Vete a la mierda! --?Sabes que? Creo que necesitas un largo descanso. Esto es el colmo --aunque no lo digo en voz alta--, me quedo boquiabierta y estoy segura de que el es capaz de ver la sorpresa que se dibuja en mi rostro, presa de emociones encontradas. Quiero gritarle a la cara mil cosas, pero no lo hago. A cambio, recojo el alma del suelo y abandono su oficina, primero eso, y tres minutos mas tarde el edificio. Simplemente voy escaleras abajo para encontrarme de lleno con una ciudad que bebe de vida a hora punta. La hilera en forma de avenidas va quedando atras conforme pasan los minutos. En la radio suena No Surprise de Daughtry, aunque la verdad es que no presto atencion a absolutamente nada. No hasta que acabo en el lugar donde quiero estar, frente al mar, donde el blanco de las olas en la orilla da paso a todo un oceano de color azul y verde mezclados al que quiero llegar. Salgo del coche, cierro la puerta en lo que parece un acto de guerra y cuando por fin me enderezo siento que he perdido totalmente el rumbo, y no hablo solo de mi vida. ?De que va todo esto? ?Acaso es una treta del destino que debo superar sin rechistar? Estoy demasiado cansada para averiguarlo, asi que ando, camino y doy un paso tras otro hasta que consigo alcanzar con los pies las nubes en forma de arena. Tropiezo al quitarme los zapatos y caigo de bruces --no, no es una mala broma--, aunque no tardo en ponerme en pie continuando con mi cometido. ?De que se trata? Yo no tenia ni los trece anos cuando descubri por primera vez que verse derrotado es importante si quieres tener una vida de verdad. Duro o no, recuerdo que aquel dia sufri de lleno el rechazo de unos padres demasiado hechos a la antigua y no los culpo, aunque por aquel entonces les odie, con todas mis fuerzas. Aquella tarde de mitad de marzo me arme de valor para decirles que Demi --y no de Demian-- me gustaba, no como mi primer gran amor, pero lo que paso a continuacion si fue como si una Guerra Mundial estallara en casa, anadiendo el intento futuro por su parte de enderezar mis sentimientos. La decepcion escrita en los ojos de mis padres se contrarresto con el abrazo de mi abuela reflejando en aquel gesto el orgullo que sintio ante mi valentia --cuando siempre desee que mis sentimientos no tuvieran que ser un "noticia"--, yo llore y aunque tuve un primer deseo por encerrarme para siempre en la habitacion, sali y corri a traves de las calles de San Francisco hasta llegar al mismo punto donde ahora me encuentro, intentando no acabar en un bano de lagrimas. No lo consigo --claro--, lloro hasta que la sal se transforma en rabia y la rabia en un grito tras otro llevandose lejos una frustracion que se pierde mas alla de lo que pueden ver mis ojos. --Tenias tanta razon --digo, recordandola a ella.

  • Me enamore de mi jefe de Dakota Milano

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  • El retiro de Mark Edwards

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    Hace dos anos, Julia perdio a su familia en un tragico accidente: su marido murio ahogado tratando de salvar a la hija de ambos en el rio que discurre junto a su casa. Pero lo cierto es que el cadaver de la pequena Lily nunca se encontro. Destrozada por el dolor, Julia esta convencida de que su hija aun sigue viva en alguna parte.

  • Donde nadie me espere de Piedad Bonnett

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    Cuando senti que alguien me daba golpecitos en el hombro, abri los ojos. Debia tenerlos llenos de miedo o de hostilidad o de rabia, porque el hombre que estaba en cuclillas se echo bruscamente hacia atras, levanto su mano como para defenderse y luego se irguio. Mi mirada registro borrosamente un par de zapatos gastados y se anclo en ellos por un momento mientras mi cabeza llamaba desesperadamente a la conciencia. Trate de recordar donde estaba, sintiendo que venian poco a poco a mis oidos los sonidos del mundo: primero el alboroto de la calle, el ruido de pasos y motores, el sonsonete de la lambada de un carro que retrocedia y luego el ronroneo de mi pecho, su silbido, su cascabeleo de culebra. Alli estaban otra vez, como prueba de que seguia vivo, el dolor en el tobillo, la tirantez de la piel del empeine, la cabeza embotada, la palpitacion del ojo. Mi mirada trepo con dificultad y se detuvo en los botones desproporcionados de un sueter beige. Entonces putie en voz baja: tal vez me habia quedado dormido en la puerta de algun tendero que no demoraria en darme una patada en las costillas. Volvi a cerrar los ojos, pero enseguida los abri sobresaltado, seguro de que finalmente habian dado conmigo. Trate de sentarme, aterrado, sintiendo que cientos de agujas se me clavaban en las axilas, pero no pude moverme: yo era un muneco de tela que habian rellenado de plomo. Fue entonces cuando oi mi nombre. Una, dos veces, mi lejanisimo nombre. Otro dentro de mi levanto la cabeza, se incorporo lentamente sobre el codo derecho. La luz acuosa de la manana me hizo cerrar los ojos. El hombre del sueter beige volvio a acuclillarse y se presento a si mismo, en voz muy baja, como si le hablara a un enfermo grave, a un moribundo, cosa que de alguna forma yo era. Aurelio. Una burbuja enorme estallo en mi cerebro. Aurelio. Senti deseos de huir, de pegar, de salir gritando malparidos todos dejenme en paz. Pero no hice nada de eso. Me sente, afiebrado, tiritando como un convaleciente de tifo, y como tratando de protegerme del frio abrace mis rodillas y, con la cabeza baja, permaneci en silencio. ?Aurelio? Levantate y anda. Eso decia la voz, aunque no de ese modo. Oi que me preguntaba si estaba bien. ?Como conteste a esa pregunta estupida? ?Acaso riendome a carcajadas o con la ironia de un hombre humillado? ?Me deshice en maldiciones, escupi? No. Pero por primera vez me atrevi a mirar a aquel hombre a los ojos. Habia en ellos una mezcla de conmiseracion, de bondad y de espanto. Oi que me invitaba a tomar un cafe. Su voz sonaba tembleque y tenia la respiracion agitada. Quise contestar algo, pero mi lengua, seca y pesada, se resistia. Trastabille al querer levantarme y cai una, dos veces. Aurelio no me ayudo a incorporarme. Una vez en pie lo segui como un perro, arrastrando mi pie adolorido, todavia con la vision un poco borrosa. Nos acercamos a la terraza de una cafeteria. El mesero llego dispuesto a espantarme de alli, pero Aurelio lo detuvo con un gesto, mientras corria una silla para que yo me sentara. Sin preguntarme que queria pidio dos cafes. El mesero me lanzo una mirada desdenosa, dio media vuelta y se fue. Aurelio lo llamo de nuevo y anadio: y traiganos dos pandeyucas. Durante un rato ninguno hablo, de modo que aquello parecia una escena de teatro, tal vez una version moderna del Rey Lear en la que yo hacia del pobrecito Tom. Mientras bebia mi cafe note que Aurelio me miraba las manos. Mucho tiempo buscandote, dijo, como hablando para si mismo. Anadio algunas otras frases, pocas. Agradeci que no hubiera en ellas ni sentimentalismo ni grandilocuencia. Cuando terminamos de comer saco un paquete de cigarrillos. Me ofrecio uno, como si aquel fuera el placido reencuentro de dos viejos amigos. Su esfuerzo me resulto patetico y me saco una sonrisa ironica. La posibilidad de un cigarrillo, sin embargo, destapo a medias la parte de mi cerebro que permanecia embotada. Aunque habia empezado a sentir nauseas, estire mi brazo para tomar uno, y fue entonces cuando note que los dos estabamos temblando. Vi como el fosforo se acercaba al cigarrillo, como este se encendia y salia el humo. Y oi que Aurelio me preguntaba por la herida del ojo, por la frente, por mi cojera. Menti con pocas palabras. Por su tono de voz comprendi que tenia miedo de que el grenudo que tenia enfrente, el malandro de ojos alucinados y boca hinchada, saliera corriendo y se perdiera de nuevo, esta vez para siempre. En voz muy baja, como la de un padre que despierta a su hijo con delicadeza, me hizo la propuesta. Entonces, de repente, como si el cafe milagrosamente hubiera encendido en mi cabeza la chispa de una lucidez hace mucho perdida, se me revelo la manana en toda su claridad y tuve conciencia de los bordes de mi cuerpo y del pasado y del porvenir. Comprendi que me habia rendido. Odio los hospitales, pero lo primero que pense fue que alla nadie me encontraria. Luego empece a fantasear con caldos calientes, con sabanas recien planchadas, con un inodoro que recibiera limpiamente todas mis porquerias y entonces me entregue con docilidad a la voluntad de Aurelio. En un despacho minusculo, las enfermeras, que me recibieron con caras impasibles, me hicieron preguntas que no supe o no quise contestar. Aurelio llenaba algunos de los vacios, trataba de explicar lo que yo no lograba. Despues, un enfermero de bata azul y tapabocas, con los brazos cubiertos de vellos oscuros y rizados, me condujo en una silla de ruedas por pasillos y jardines que se multiplicaban, hasta una especie de celda monacal. Aurelio me seguia, acompanado de una medica joven, de pelo rojo muy corto, un noble ser androgino. Los ojos de los pacientes y de los medicos se clavaron en mi con curiosidad fria o indolencia pasmada. Yo aceptaba sus miradas con una sonrisa impudica, como la de un asesino sin arrepentimientos. Me pasaron una pijama color arena, jabon, una toalla, y frente al enfermero, que no se despegaba de mi, me di una ducha, la primera de agua caliente que me daba en muchos meses. Por la rejilla del bano veia el cielo y un arbol con las hojitas en movimiento. Al salir, el reflejo del cristal de la ventana me revelo a un hombre que ya no recordaba, de piel cuarteada y pelo de erizo, que me miraba con una mezcla de dureza y asombro. Mucho despues entro un medico que me examino las manos, los dedos de unas quebradas, la lengua, la dentadura, los reflejos de mis rodillas, mi iris, mi esclerotica, mis parpados, la herida del empeine que se abria como la boca de un pez y dejaba asomar una materia blancuzca y pegotuda. La piel se veia lisa y brillante en el punto mas hinchado y luego pasaba del verde al amarillo y al violeta, en circulos concentricos.

  • La Ciudad del Fuego de Kate Mosse

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    Carcasona, tierra de cataros, 1562. La joven catolica Minou Joubert recibe una carta anonima sellada con el emblema de una poderosa saga, solo cinco palabras:

  • Sidi de Arturo Perez Reverte

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    La nueva novela de Arturo Perez-Reverte

  • Mi sol, mi luna de Calista Sweet

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  • La locura de la senora Bale de Edmundo Diaz Conde

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    Los suplicios del amor son tan reales como distintas son las clases de amor; pero de una cosa hay total seguridad: habian nacido el uno para el otro.

  • El amor de mi vida de Veronica C. Herrero

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    Han pasado mas de cinco anos desde que Eva tuvo que tomar la decision mas complicada de su vida, y quedarse con Mario, fue lo que en ese momento le pidio su corazon.
    Despues de tanto tiempo, ese mismo corazon no ha podido olvidar lo que llego a sentir por Sergio, de quien tambien se enamoro y al que echa mucho de menos.
    Tras ese periodo sin saber nada de el, las ganas de volver a verle se hacen cada vez mas fuertes, al tiempo que el amor que sentia por Mario va desapareciendo, convirtiendose tan solo en la costumbre de estar juntos.
    Todo eso la lleva a buscar de nuevo a Sergio, del que espera que no haya terminado odiandola por lo que ocurrio y acepte al menos mantener una buena amistad.

  • Quererte a ti de Arwen Mclane

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    Dicen que el primer amor nunca se olvida.
    Dicen que pasen los anos que pasen, siempre permanecera en tu corazon.
    ?Es cierto o es solo un mito?
    Lannie Colton sabe la respuesta.
    Porque ella, que ha estado enamorada desde la pre adolescencia del mejor amigo de su primo, sabe de lo que habla.
    Ha tenido que ver como los anos pasaban y ese amor se iba de su lado para vivir su vida.
    Ha tenido que seguir adelante, pero su corazon no ha podido olvidar al que fue su primer amor.
    Y ahora, casi una decada despues, ha tenido nuevamente que cruzarse en su camino.

  • Hermanos, enemigos (Los salvajes 2) de Sabri Louatah

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  • La caza de las Aguilas, Ben Kane de Ben Kane

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  • El pais de las sombras largas de Hans Ruesch

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    Cuando al despertarse Ernenek levantaba la cabeza del saco de pieles, su primer pensamiento era habitualmente para el monton de carne puesta a podrir cerca de la lampara para que se hiciera tierna y gustosa. Pero no aquel dia. Aquel dia viendo a Siksik en un rinconcito del pequeno iglu, dispuesta a estregar las ropas de su marido, tomo una subita decision antes de satisfacer las exigencias de su estomago: puesto que contribuia mas de lo que era su deber al mantenimiento de la minuscula comunidad, bien podia pretender participar tambien de los derechos conyugales de Anarvik, sin necesidad de pedirle permiso cada vez que le hacian falta los servicios de Siksik. Ernenek nunca habia tenido una mujer propia, porque era joven y porque en los hielos del extremo norte escasean las mujeres tanto como abundan los osos; sin embargo, conocia la importancia de tener una mujer propia, habil en raspar las ropas y en confeccionar calzado, y con la cual podia uno charlar durante la noche. Sobre todo donde la noche dura cinco meses. Precisamente ahora, antes de partir para la caza, le habria gustado reirse un par de veces con Siksik, pero bien se daba cuenta de lo que convenia y de lo que no convenia a un verdadero hombre; por eso sabia hasta que punto era inconveniente gozar de los favores de una mujer sin haberle pedido antes permiso al marido. Y Ernenek ponia siempre cuidado en no cometer ninguna inconveniencia. Con todo, ya estaba cansado de pedir permiso. Y no porque Anarvik se lo negara, pues rehusarse a prestar su propia mujer o el cuchillo, habria sido digno de inaudita mezquindad; pero, asi y todo, el pedir continuamente favores no era digno de quien pertenece a una raza tan orgullosa que sus miembros se llaman a si mismos sencillamente inuit, es decir hombres, para dar asi a entender al mundo que las otras razas, comparadas con la suya, no pueden considerarse compuestas por verdaderos hombres: y esto, aunque el resto del mundo no sea de la misma opinion y los llame esquimales, termino despectivo que les daba el pueblo limitrofe piel roja Algonquior y que significa <>. Muchas de esas tribus no merecen ya tal nombre; pero el exiguo numero de esquimales polares que lleva una existencia nomada en las regiones centrales del Artico, cerca del Polo magnetico, regiones inaccesibles para el hombre blanco, no cambiaron su tosca manera de vivir, la misma de cuando la raza humana era joven. Son como ninos, alegres, ingenuos y sin piedad. En la epoca de los tanques de guerra, empunan todavia arcos de cuerno y huesos de ballena, y flechas con punta de piedra; se reparten el producto de la caza y no saben mentir. Hasta tal punto son de toscos... Ernenek era un esquimal polar. Sobre la lampara de esteatita, el te se estaba enfriando. Siksik lleno un tazon y, bamboleandose, con los pies separados a causa de las calzas de piel de foca que le llegaban hasta la ingle, se lo llevo a Ernenek con una sonrisa. El hombre y la mujer, vestidos del mismo modo, ambos rechonchos y musculosos, pero con pies y manos pequenos, y con el mismo rostro chato, grueso y campechano, se distinguian en su aspecto solo por los cabellos, que el hombre llevaba largos y sueltos, mientras que la mujer se los habia levantado cuidadosamente, con un peinado muy alto, en forma de torre, sostenido con espinas de pescado. --?Donde esta Anarvik? --pregunto Ernenek tomando el tazon. --No es imposible que haya ido a cazar a la bahia de la Morsa Ciega --dijo Siksik--. Ocurre que hace un sueno ustedes dos se devoraron una foca entera --agrego riendo, y Ernenek le hizo eco, con esa risa facil y siempre pronta de su raza. El te estaba caliente como vientre de mujer, es decir, demasiado caliente para Ernenek, que no soportaba el calor. Lo soplo largamente antes de beberlo, mientras escrutaba a Siksik por encima del tazon. Luego se lo bebio todo de un trago, junto las hojitas que habian quedado en el fondo, se las comio y salio del saco. Llevaba puesto un ligero vestido hecho de piel de garzas marinas, con el plumon hacia adentro. Sobre este se puso un pesado sayo de piel de oso, con el pelo hacia afuera, y metio el extremo de las calzas en un par de botines de cuero de foca. Encorvado, porque la boveda de hielo era demasiado baja para el, corto con el cuchillo circular gruesas tajadas del monton de carne sobada y pasada de sazon y con la palma de la mano se lleno la boca. Se deslizo gateando por el estrecho tunel de nieve, apoyandose en los codos y las rodillas, y arrastrando detras de si, tomado de las orejas, al perro cabeza de trineo, salio del iglu. El resto del tiro los siguio, sacudiendose la escarcha del espeso pelo, ladrando por el hambre y descubriendo los dientes, aplanados a golpes de piedra para que no devorasen los arreos del trineo; con mas de lobos que de perros, mostraban agudos hocicos y ojos amarillos y relucientes. Ernenek se aseguro de que todos llevaban las abarcas que debian protegerles las patas de la mordedura de los hielos y de la sal marina. Luego los engancho al trineo, subio a este, retiro el ancla sepultada en un monton de hielo y agito el latigo. Los perros avanzaron sobre el mar congelado, mientras se abrian en abanico y hacian crujir las correas con que cada uno estaba atado separadamente al trineo. Hacia calor, apenas unos quince grados bajo cero, de manera que Ernenek no se veia obligado a trotar junto al trineo para calentarse, sino que podia gozar del paseo, sentado comodamente en el pescante. Al sur, el firmamento se habia tenido de azul, reverberacion de un sol ausente, azul que se iba esfumando poco a poco, convirtiendose en violeta, hacia el norte. Bajo aquel palido cielo, la tierra se mostraba anemica y descolorida, sin matices ni sombras, como a los ojos de los perros, que no distinguen los colores. El Oceano Glacial, congelado en un espesor de un par de metros, estaba recubierto de una delgada capa de nieve en la que se marcaban las huellas del trineo de Anarvik. A la derecha se veian cadenas de montes abruptos y colinas conicas, blancas y desnudas. A la izquierda, solo la bruma primaveral limitaba el oceano. Ernenek no se volvio ni siquiera una vez para echar una mirada al minusculo iglu, solitaria bolita de hielo puesta sobre el techo de la tierra. Su cerebro, que a causa de su modesta capacidad solo podia albergar un pensamiento por vez, se tendia enteramente hacia la gran bahia donde debia encontrarse Anarvik. Estaba tan absorto en su proposito que se habia olvidado de llevar consigo la indispensable grasa de foca que da luz y calor. Lo preocupaba demasiado el pensamiento de la peticion que iba a hacer a Anarvik, para pensar en otras cosas. A toda peticion podia responderse de dos maneras: Ernenek sabia por lo menos esto, aunque ignorase muchas cosas. Si Anarvik aceptaba, Ernenek se sentiria humillado por haber recibido un favor mas. Anarvik era orgulloso, un verdadero hombre, y seria muy capaz de mortificarlo con un consentimiento inmediato, por lo que para rehacer su dignidad perdida Ernenek se veia obligado a redoblar sus esfuerzos de cazador, y a su vez, mortificar al companero haciendole el don de grandes cantidades de caza. Si en cambio, Anarvik le negaba el permiso pedido, Ernenek podria mofarse de el por su avaricia y mezquindad; pero de todos modos este seria un consuelo bien magro, comparado con la molestia de tener que buscarse una companera en otra parte, para lo cual deberia emigrar solitario, por uno o dos anos, hacia el sur, donde abundan las mujeres, pero escasean los osos; hacia el pais del sol alto y de las sombras cortas, poblado por tribus cuyas costumbres son extranas a un esquimal polar, y por tanto desagradables. De un modo u otro, una vez hecha la peticion, sus dias estarian colmados de dificultades. Sin embargo, todavia no podia marcharse. Hacia ya dos anos que Anarvik le prometia la inminente llegada de su hermano Ululik. --Tiene dos hijas y tu podrias elegir una --le habia dicho riendo. Mas las estaciones pasaban, Ernenek esperaba en vano, y Anarvik se habia limitado a encogerse de hombros y a decirle--: Tal vez venga para fines del proximo invierno. Un invierno mas o menos parecia tener poca importancia para el, que habia visto muchos. Pero para Ernenek, que habia visto pocos, no era asi. ?Y si al fin de cuentas Ululik no venia? Podia haber cambiado de idea. O haberse muerto. O haber dado las hijas a otros. Y Ernenek estaba cansado de esperar. El trineo de Anarvik aparecio a la vista puntito negro sobre la enorme extension del mar congelado y Ernenek incito al tiro gritos y azotes. Al cabo de una hora el puntito se habia convertido en una linea, luego el trineo se hizo visible, y por fin aparecieron Anarvik y los perros. Los perros estaban vivamente excitados. Ernenek arrojo el ancla del trineo, aseguro el tiro de perros y avanzo a pie sobre el hielo. A pesar de su impaciencia, andaba lentamente, por la fuerza de la costumbre, con pasos mesurados, para no ahuyentar a las focas que habia por debajo de la costra helada. Anarvik, extendido en el suelo, le volvia las espaldas. Ernenek se detuvo detras de el y un poco de lado; le veia el rostro oscuro y, a pesar de la capa de aceite y hollin, las arrugas excavadas por los anos alrededor de las sienes; los ojos oscuros, oblicuos y astutos; la renegrida melena, que cortada en flecos sobre la frente, le caia a los lados, rigida por la capucha del sayo, mientras que por detras se le desparramaba desordenadamente sobre la espalda. --Alguien tiene que hacerte una pregunta --dijo Ernenek con voz fuerte, para darse animo. --!Silencio! --le mando Anarvik sin volverse--. Un hombre que trabaja no puede escuchar preguntas. Una cosa por vez.

  • Reinos de Sangre de Oscar Eimil

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    Idus de noviembre del ano del Senor de 1065. Una gran nevada cae sobre el campamento. Fernando, rey de Galicia, de Leon y de Castilla, moribundo, viejo y decrepito, viaja de regreso a casa con sus mesnadas tras su ultima batalla. Torturado por su conciencia, se pregunta por que, habiendo podido dejar a su primogenito un unico reino que, fuerte, extendiera su poder por toda la Hispania cristiana, decidio repartir en vida Castilla, Leon y Navarra entre sus tres hijos varones que, a esta hora, preparan sus huestes y afilan sus espadas para la guerra fratricida que se avecina para despues de su muerte.
    Supremacia y poder, intriga y ambicion, lealtad, traicion, guerra, amor y muerte. Ocurrio hace mil anos, cuando judios, moros y cristianos campaban a sus anchas por estos pagos. Una historia verdadera por cuyas paginas entran y salen reyes y nobles, caballeros y prelados, mancebas y juglares, guerreros, monjes y abades, y que discurre fiel a los terribles acontecimientos historicos que sucedieron poco despues del final del primer milenio en lo que, cuatro siglos mas tarde, seria Espana.

  • La dama sombria de Mark Leiver

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    El verano pasado me encontre, sin saberlo, con el Elegido. Dara, Diana, Nacho y yo fuimos a la costa en busca de un grupo de Guardianes que habia desaparecido en Tierra Fantastica . Resulto que bajo el inmenso parque tematico habitaba un sekra que se alimentaba de los trabajadores. Para quien no lo sepa, un sekra es un demonio multiforme, una criatura de la sombra capaz de tomar multitud de apariencias. No obstante, todo sekra tiene una forma determinada, un caracter fijo en el que se transforma para alimentarse. Este era una cucaracha gigante. Para cazar a sus presas solia convertirse en una nina pequena. Cuando el parque cerraba, entraba en accion: adquiria la forma de una pobre chiquilla abandonada y enganaba al guarda de seguridad. El vigilante se apiadaba de ella y !ZAS! El sekra lo llevaba hasta un rincon y lo devoraba. Repugnante y aterrador. Un equipo de Guardianes fue enviado a la zona, pero fracaso. Asi que nos toco a nosotras. Lo mas dificil de acabar con un sekra es su capacidad multiforme. ?Como cazas algo que no sabes como es? La unica manera de hacerlo es que el te atrape. Asi que disfrazamos a Nacho, nuestro guerrero, de vigilante de seguridad. Hizo de cebo. Le hicimos pasear por el parque en plena noche, con la linterna, la porra y el traje azul de seguridad. Diana durmio con un conjuro a los verdaderos guardias y sello el parque con un hechizo de intimidad, para que ningun corriente pudiese entrar. Una vez preparado el terreno, las tres Guardianas seguimos a Nacho de cerca. El sekra no se hizo esperar. Antes de medianoche aparecio con forma de ninita desamparada. Llevaba una camiseta manchada que le valia grande y pantalones rasgados por las rodillas. Iba descalza y lloraba a moco tendido. Tenia los ojos grandes, claritos e inocentes. Era una monada, daban ganas de achucharla. -- ! ! ? ? Nacho le siguio el juego, intento calmarla y prometio ayudarla. El sekra lo condujo hasta su madriguera sin dejar de sollozar. Cuando llegaron, se convirtio en cucaracha gigante. Nacho dio la voz de alarma y acudimos en su ayuda. Diana le lanzo un conjuro paralizante y yo un rayo de luz, pero la criatura era rapida, poderosa y astuta. Nacho se arrojo sobre ella intentando reducirla (cosa dificil, pues era cuatro veces mas grande que el) y el demonio aprovecho la confusion para hacer una copia exacta de nuestro guerrero. Como no sabiamos quien era quien, no nos atrevimos a atacar. Eran como dos gotas de agua. -- ! Ambos muchachos pusieron la mano izquierda sobre el pecho, pero solo uno pronuncio su verdadero nombre de Guardian. --Soy Nandor --la etsixia de su mano brillo y aparecio un hermoso azor de color azul. Dara solto la flecha contra la copia falsa. El demonio se aparto mientras se convertia en murcielago y la saeta le paso tan cerca que le abrio una brecha en la cara. No pudimos matarla, aunque al menos conseguimos que se marchase del parque y dejase de zamparse a los vigilantes. Por fortuna, los Guardianes de la Luz desaparecidos no habian muerto. El sekra los mantenia bajo tierra para entregarselos al Archimago. Los encontramos tras una larga caminata por las grutas. Estaban aturdidos, cansados y deshidratados, pero no sufrian heridas de gravedad. Al dia siguiente aprovechamos la oportunidad y pasamos la jornada en el parque tematico. Alli fue donde me cruce, sin saberlo y por pura casualidad, con el Elegido. Nos montamos en docenas de atracciones, comimos un monton de porquerias y vimos varios espectaculos. Aunque me lo estaba pasando en grande, a mi me gusta ir a mi bola, asi que a media tarde me separe de mis amigas y decidi dar una vuelta sola. Despues de un par de horas de vagabundear me reencontre con Diana y Nacho. Me dijeron que Dara habia ido a buscarme, y que no habia vuelto todavia. Pregunte por ella a un chico y a una chica que estaban sentados en un barecillo a la sombra de Everestland (una montana rusa de la leche). Ella me parecio una monada, pero no me causo ninguna impresion magica. El si. Cuando nuestras miradas se cruzaron senti algo extrano. En aquel momento no le di importancia, pense que habia sido una tonteria y continue buscando a Dara, a la que encontre en la zona del Lejano Oeste, junto a la figura de madera de un jinete sin cabeza. Ojala me hubiese dado cuenta de quien era ese muchacho y de lo importante que iba a ser en la batalla contra el Archimago... ! Ah, todavia no me he presentado ! Tengo quince anos y me llamo Barbara. Soy castana con el pelo ondulado, tengo los ojos verdes y soy mas bien bajita, aunque yo creo que un metro cincuenta no es mala estatura para una mujer. Vivo en un hospicio desde hace un monton de anos. Bueno, su nombre oficial es Centro Tutelado de Menores. Por lo que se ve, mis padres no me tenian mucho carino y me dieron en adopcion. No, no creais que mi historia es tragica y aburrida, paso del rollo de dar pena y compadecerme. Al fin y al cabo no me ha ido nada mal a lo largo de estos anos. Han sido... ?Como decirlo? !Si, ya lo tengo, han sido alucinantes! Sobre todo desde que me hice Guardiana de la luz. ?Que es eso? Para empezar, dire que es una pasada. Una pasada de verdad. Las Guardianas combatimos la oscuridad que amenaza con destruir nuestro mundo. Somos humanos reclutados por los siervos del bien que viven en Umbator, el centro del universo. No voy a aburriros con explicaciones interminables sobre el funcionamiento de todo esto (para eso estan las soporiferas clases de historia de los elfos...), asi que me limitare a decir que Umbator fue el primer mundo en ser creado, y por eso es tan importante. ? Cuantos mundos hay? Ni idea. Sospecho que ni siquiera Kordther, un poderoso mago de Dhotlaren, lo sabe. Pero lo importante es que, si el Archimago conquista Umbator, podra conquistar toda la creacion. ? Quien es el Archimago? En dos palabras: El Malo. Las ninfas le dan el nombre de Irus-tanat, que significa Rey Oscuro . Se le de el nombre que se le de, el Archimago es el enemigo de todos los mundos. Por el momento sus incursiones a la Tierra han sido escasas, aunque en los ultimos meses se han intensificado considerablemente. Y ahi es donde entramos en accion las Guardianas de la Luz. Los combatientes de Umbator son debiles en nuestro mundo, apenas pueden cruzar los portales y permanecer unos minutos aqui. Por consiguiente, nos toca a nosotros defender la tierra de las fuerzas oscuras. Como no podia ser de otra manera, el Archimago tambien tiene a humanos entre sus filas. Son los siervos de la sombra. Guardianes de la Luz contra siervos de la sombra. Campo de batalla: la Tierra. Como decia, me converti en Guardiana a los trece anos. No es por presumir, pero soy la guardiana mas joven de la historia. Despues de doce meses de entrenamiento intensivo me especialice en la hechiceria. Mi maestra fue Xeye, una ninfa maravillosa con el pelo largo y verde como la hierba que, antes de aprender un solo hechizo, me tuvo semanas y semanas estudiando la condenada flora y fauna de Umbator. Soy hechicera. Al principio quise ser maga, pero resulta que para serlo se necesita mucha estabilidad mental, muy buena memoria y un ixur potente. ?Quereis que me describa? Soy alocada, despistada y mi ixur (poder magico) es el de un mosquito. En la tercera clase de artes magicas Luthental me miro y dijo <>. Tenia toda la razon, nunca seria maga. Tampoco guerrera. No. Y es que no solo no podria jugar en un equipo de baloncesto, sino que ademas mi complexion no es precisamente la de una culturista. El primer dia que me dieron una espada tuve que levantarla con las dos manos (y eso que era una espada corta de acero elfico, el mas ligero de todos). Cuando logre levantar la espada, Yulen, el maestro de lucha, me pregunto con que mano pensaba sujetar el escudo. En ese instante supe que lo mio no iba a ser el combate cuerpo a cuerpo. Vale, tambien hay guerreras delgaduchas que manejan una daga con la misma destreza que un gran guerrero blande su espadon y su escudo, pero es que ellas tienen algo llamado destreza. A mi, en cambio, si me dais una daga seguro que hago una escabechina, aunque no precisamente entre los enemigos. Por ultimo , una punteria mas que aceptable. Pero solo cuando lograba poner la flecha en el arco sin que se cayese, que era casi nunca Parece facil, pero creedme, no lo es. Es muy sencillo hacerlo con tranquilidad: echas mano al carcaj, pillas una flecha, la colocas en el arco, tensas la cuerda, apuntas a lo que quieres trinchar y disparas. La flecha sale volando veloz como un rayo y haces diana. Eso es lo ideal. Pero en combate una arquera tiene que ser rapida y realizar eso que acabo de describir en un maximo de dos segundos. Cuando estas en el campo de batalla, luchando contra una horda de enemigos, no puedes permitirte el lujo de que una sola flecha caiga al suelo. Si eso ocurre, estas muerta. Visto que en la magia era bochornosa, con la espada un peligro y con el arco un desastre, no me quedaba mas remedio que dedicarme a la hechiceria. Y encontre mi verdadera vocacion. En la hechiceria hay que dominar la energia que circula por el universo. Y lo que es mejor, no hay que tener buena cabeza para memorizar conjuros, ni hay que tener fuerza. Simplemente se ha de tener la capacidad de concentrar el ixur que te rodea en tus manos. Luego, se lanza el hechizo. Mi especialidad es la hechiceria de combate. Bolas de fuego, rayos de hielo, vientos gelidos, flechas flamigeras y un largo etcetera de temibles hechizos. Mola ?verdad? Recuerdo que Xeye se puso muy contenta cuando pase la prueba de hechizos en Dhotlaren. Actualmente formo grupo de combate con otros tres Guardianes. Juntos nos enfrentamos a todo tipo de criaturas como nigromantes, vampiros, brujas, muertos vivientes y demas seres de la sombra. Reconozco que es un trabajo peligroso, !pero super emocionante! Orion En lo alto de la montana Enamorarse es como montarse en una montana rusa. ?Sabeis lo que os digo? Seguro que si habeis estado en un parque de atracciones lo entendeis. Asusta, marea y gusta por igual. Si nada mas bajarte te preguntan <> <> las piernas, el corazon te late a cien por hora y tienes el cerebro como un trapo recien estrujado. El verano pasado estuve con Luna en un parque tematico llamado Tierra Fantastica . ?Que quien es Luna? Ah, ella es mi mejorpeor amiga. Habeis leido bien: mejorpeor . Y es que la odio tanto como la quiero. De pequenitos nos juntaron por obligacion. Nuestros padres eran amigos y a nosotros (! remedio !) << es tonto y aburrido y mentiroso... >> << >> fin, lo nuestro fue odio a primera vista. Que cosas, ahora somos inseparables. ? Por donde iba ? ! Ah, si , por lo del parque tematico ! En verano estuvimos en Tierra Fantastica . Mientras subiamos la empinadisima pendiente de una gigantesca montana rusa llamada Everestland , a Luna le dio por hablar. --Hace un monton de anos que nos conocemos --dijo. -- ! ! El trac-trac-trac del vagon no dejaba de sonar. Desde alli arriba se veia el mar. Los barcos parecian diminutos. Las gaviotas puntitos blancos. --Idiota. --Yo tambien te quiero. Sonrio. Yo tambien sonrei, pero del susto que llevaba encima. Fue una de esas sonrisillas de idiota que se te ponen cuando estas muerto de miedo. -- ? ? --Un poquitin --dije, cagado de miedo. -- ! . Volvio a sonreir. Su sonrisa me tranquilizo. Pero solo el tiempo que me costo volver a ver lo alto que estabamos y lo cerca que se encontraba la pendiente por la que, de un momento a otro, nos ibamos a despenar. --Te decia --continuo como si estuviesemos tranquilamente sentados en una hamburgueseria-- que hace un monton de anos que somos amigos. --Para ser exactos, quince anos. Trac-trac-trac... La gente se hacia mas y mas pequena. Volvi la vista al frente y de pronto vi como un cuervo pequeno y flacucho se posaba sobre el morro del vagon. Luego me miro unos instantes. Os parecera un disparate, pero su mirada era humana. --Por lo tanto --continuo Luna, sacandome de mis elucubraciones--, se puede decir que me conoces mejor que cualquier otra persona. --Me temo que si. Y mira que cosas, aun asi, sigo siendo amigo tuyo. El trac-trac-trac no cesaba. <> estabamos, mas me arrepentia de haberme montado. A Luna se le movia el pelo con el viento. El viento, a esa altura, asusta una autentica pasada. Bueno, a esa altura asusta todo. El cuervo flacucho echo a volar y se perdio de vista. Me olvide de el. --Eso es porque no puedes vivir sin mi. Luna me miro fijamente y me asuste. Vale, ya estaba muy asustado, pero ese << >> sumo al << >> --Nunca he probado a hacerlo --dije con ironia. --Ahora en serio, Ori, ?puedo preguntarte algo? Entonces dejo de sonar el trac-trac-trac. Ya no habia tiempo para pensar en nada. La pregunta de Luna, la horripilante y espantosa pregunta de mi amiga debia esperar. El vagon se inclino y empezamos a descender. Al principio despacio, despues a una velocidad vertiginosa y luego... vueltas y mas vueltas... y giros... y loopings... y sacudidas... y subidas y bajadas... ! ! Tras un par de minutos de infierno, el vagon se detuvo. Mi cerebro no, mi cerebro siguio dando vueltas. Me desabroche el cinturon y me puse de pie. -- ? ? --Genial --dije. Y justo al pronunciar la letra ele me agache y vomite. Lo eche todo. Unos minutos mas tarde mi estomago decidio que ya no quedaba nada y pude descender la rampa de la atraccion. Nos sentamos en un murete y, poco a poco, volvi a ser persona. -- ? ? Suspiro profundamente. --Estoy enamorada. ! PUM! Primer bombazo . Me quede blanco. O, si quereis, mas blanco de lo que me habia bajado de la montana rusa, << Estoy enamorada >>. ?Que podia decir? --Eso es bueno, supongo. --El problema es que me saca un par de anos. ! PUM! Segundo bombazo . Pero agarraros, porque ahora viene la traca final, la madre de todas las bombas. --Ocurre algo mas, y es que ella ni siquiera sabe que existo. ? Hiroshima ? ? Nagasaki? Nada, tonterias en comparacion con el ultimo bombazo de Luna. Ella >> << >> Abri los ojos, sorprendido. -- ? ? De acuerdo, pensareis que fue una pregunta estupida, pero es que a veces el cerebro se me queda en standby . --No --contesto enfadada, ladeando un poco la cabeza--, en realidad soy un chico que lleva disfrazado de tia quince anos. Buena respuesta. Donde las dan, las toman. --Perdona --le dije--, con tanto looping se me han batido los sesos. No contesto y bajo la mirada. La pobre estaba triste. --No pasa nada… --Dijo al rato. Pero pasaba, claro que pasaba, pasaba que mi mejorpeor amiga acababa de montarse en una atraccion de la leche y estaba como si nada. Algo mucho mas alucinante que todos los parques de atracciones del mundo se estaba cociendo en esa cabecita suya tan especial. Yo seguia mareado y flipado. Mareado por la montana rusa y flipado con lo de Luna. Lo de que le gustaran las chicas me era indiferente. Pero que estuviese enamorada se me atragantaba. Eso era imposible. A ver, Luna y un servidor eramos los miembros fundadores de la A.C.A: Asociacion Contra el Amor. Una sociedad no demasiado secreta dedicada a burlarse de todo lo relacionado con el romanticismo, criticar a las parejas nonas que se regalan cosas por su aniversario, reirse de las peliculas romanticas y el dia de San Valentin decir con voz de resabido aquello de: << Valentin es un invento de los centros comerciales para enganar a los tortolitos y sacarles el dinero a base de corazoncitos de chocolate y tarjetas de amor >>. Repito, era imposible que Luna estuviese enamorada. Pero lo estaba. !Vaya si lo estaba! Estuve a punto de decirle << amor? >>. << pillada, Ori, estoy completa e irremisiblemente pillada>>. Me senti un poco idiota por no haberme dado cuenta antes. Durante todo ese tiempo no habia notado nada extrano en ella. A veces parezco ciego, de verdad. Al cabo de un par de minutos nos levantamos y nos sentamos en un barecito. Mi amiga pidio un granizado de limon y yo pedi que el mundo dejase de dar vueltas. Me hubiese gustado beber granizado, pero tenia las tripas como si Anibal el Canibal se hubiese hecho una bufanda con ellas.

  • Robame el corazon de Sophie Saint Rose

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    Carolina tenia que enfrentarse a las deudas despues del suicidio de su padre y para tener la liquidez que le permitiera cuidar a su madre, debia vender un cuadro que le habia regalado su abuela en su quince cumpleanos. ?Pero quien iba a pensar que la venta de ese cuadro iba a cambiar su vida para siempre?

  • Lo que esconde tu nombre, Clara Sanchez de Clara Sanchez

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  • La virtud de la noche de Diana Jimenez

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    Jade pensaba que se encontraba a salvo del acecho del pecado y lo que implicaba pecar, creyo que admirandolo de lejos seria inofensivo. Un giro inesperado convierte su vida aburrida y ordinaria en un suspenso creciente, conoce un mundo inexistente para el resto del mundo, y conoce de cerca al pecado. Sabia que tocar el fuego la quemaria, y ella decidio dejarse consumir, al borde de perderse para siempre. La primera mirada en el espejo en la manana puede reflejar un recuerdo de pecado de la noche anterior.

  • Cuando florezca el espino blanco de Riccardo Bruni

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  • Vivir abajo de Gustavo Faveron Patriau

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    Me he puesto en contacto con Gus Fowley Partridge, con el objetivo de confirmar si ambas resenas biograficas, las unicas que he encontrado en estos veintitres anos, corresponden a la misma persona. Tambien para averiguar si mantiene algun tipo de contacto con George Bennett. Las respuestas, como supuse, han sido si a la primera pregunta y no a la segunda. Ha querido saber a que se debe mi interes. Le he contado parte de la historia. Tambien le he dicho que tengo todas las peliculas que George filmo en su vida. Como era de esperarse, ha mordido el anzuelo y me ha pedido una entrevista: quiere ver las peliculas. Quiere que le cuente todo lo que se sobre George. Fowley vive en Savannah. Ha dicho que puede venir a Boston la proxima semana. Le he explicado que la entrevista no puede ser en mi casa pero que las peliculas, en cambio, solo las puede ver aqui. No ha parecido comprender (ya entendera). Despues de colgar, he buscado en mis libretas de 1992 las cosas que escribi sobre George. He arrancado algunas paginas que no quiero que vea. A los fragmentos que le dare les he anadido una que otra frase explicativa, enmiendas, muchos borrones. LIBRETA 1. Octubre de 1992 ... Llega a Lima el 3 de enero de 1992. En julio es el secuestro. Despues vienen las torturas. En setiembre, el final. A principios de octubre comienzo a investigar... ... Viene desde Chile, a bordo de un autobus que ha tomado en alguna ciudad no lejos de la frontera. Baja en una estacion de La Victoria. Lo ven entrar y salir de hotelitos miserables. Alto, tripudo, de pasos largos. Lleva una maquina de escribir en un estuche. Se sienta en bancas en parques color tierra, al pie de estatuas. Redacta documentos, dibuja planos. Trae bluejeans, zapatones de montanista, un guante en la mano derecha, un gorro azul con una B roja en la frente. Entra y sale por compuertas y garajes; entra y sale de edificios en ruinas, excavaciones. Se reune con malvivientes en descampados. Acude a citas en casas vacias. Las paredes le dicen nombres. Divisa mensajes escritos en alcantarillas. Vaga entre bares, se detiene en las esquinas, la gente se lo queda mirando: el observa, enumera. Cruza una avenida del orfanato al manicomio, otra del malecon al colegio militar. El cielo se abre, el lo mira... ... En Lima, nadie sabe su nombre ni que hace ni por que esta en la ciudad. En huariques de Barranco toma de pie. Vigila un agujero del Centro. Camina con extrema rapidez por callejuelas de Lince y Jesus Maria. Se sienta en el atrio de una iglesia en Barrios Altos. Acude a burdeles pero no habla con nadie. Repudia a las prostitutas. Obsesivamente mira un vaso de whiskey. Tiene veintinueve, treinta anos. Espectral, el sol lo quema [es palido como su padre]. Anda con un mapa en las manos y encuentra los sitios que le interesan. Por ejemplo, los cineclubes: va de noche. Los chicos de San Marcos y la Catolica lo ven, se preguntan quien es. Circulan rumores, como pasa siempre en Lima. El mira la calle Colina desde una mesa en un tugurio. El hielo hace clic, clac. Hay edificios con ventanas rotas, esquirlas de vidrio en las veredas, tanquetas en las pistas, camiones con infantes de Marina, tranqueras y barricadas. Pero la gente circula alrededor como si no viera nada. Yo, por ejemplo: nunca veo nada... ... En Miraflores encuentra un hostal para mochileros en la esquina de Alcanfores y Cantuarias. El lleva diez dias en Lima la manana en que la mujer de la recepcion, que se llama Rita Moreno, como la actriz, lo ve arrastrar los pies por el tunel entre espejos de la recepcion. Ojeroso, seco, una sombra de barba, la boca grande, entreabierta. Camina cabizbajo. Le parecera divertida, a ella, su pinta de gringo estrafalario. Le hara gracia su cara anacronica de nino. Pero no sabe que pensar, Rita Moreno, cuando el coloca sobre el mostrador dos pasaportes americanos y le pide que escoja uno. Ella duda pero acepta el juego. Sonrie, se pasa dos dedos de unas turquesas por la mejilla, elije un pasaporte al azar. El abre el otro, le echa una mirada, lo guarda en su mochila. Dice: entonces llamame George. Ella ladea la cara, abre mas la sonrisa, le pide que llene un formulario. El firma: George Walker Bennett. Mas abajo, donde esta escrito domicilio permanente, apunta una direccion en Paraguay: el sotano de un edificio en la avenida Juscelino Kubitschek, en Asuncion. Le dice a Rita Moreno que quiere dormir en un cuarto compartido, de camas-camarote. Un cuarto lleno de extranos, es lo que dice. Ella responde que tiene muchos cuartos asi pero que estan vacios. George coge la llave y sube la escalera... ... Cuando no anda de ronda por las calles de Lima, lee y escribe. Escribia en una maquina que parecia de juguete y que, cuando la guardaba en su estuche, parecia un acordeon para ninos, me dice Rita Moreno. Y lo que escribia eran cartas, porque al terminar doblaba los papeles y los colocaba en sobres de correo. Un gordo en la oficina postal de Petit-Thouars lo ve todas las mananas. Esta de pie junto a la puerta antes de que abran la oficina, somnoliento, bostezando, leganoso. (El gordo, no el. El llega minutos despues, hace cola, despacha su carta). Rita jura haber leido mas de una vez el dorso de esos sobres, en el restaurante del hostal, despues del desayuno. El nombre del destinatario tambien era George Bennett, dice Rita: se enviaba cartas a el mismo, a una especie de carcel-manicomio en Estados Unidos. DIARIO, 24 de agosto de 2015 ... George se fue de Maine a los dieciocho, cuando le faltaban semanas para acabar la secundaria. La historia de sus padres es oscura, angustiante, implica tijeras. Toda su infancia la paso en la misma casa, en la calle McKeen, en Brunswick, dos horas y media al norte de Boston. En la casa habia un sotano y en el sotano estaba la coleccion de tijeras de su padre. La coleccion de camaras antiguas y la coleccion de libros de poesia estaban en el atico de la cochera. En el atico nunca murio nadie pero en el sotano si: un muchachito apunalado en 1980. Durante la decada siguiente, viajo por los paises en los que alguna vez vivio su padre. Despues llego a Lima... LIBRETA 1. Octubre de 1992 ... Pasa horas de cuclillas bajo los puentes de la Via Expresa. Estudia a los pordioseros. Algunos muladares le causan sobresalto. Otros lo imantan como un abismo. Come en puestos de mercado, da vueltas alrededor del Estadio Nacional. Un dia se queda mirando a unos ninos que juegan futbol en la explanada de Occidente. Huerfanos, piensa: tienen padres pero son huerfanos... ... Lleva una mochila de excursionista, de la que saca una camara. Segun unos, es una Leica obsoleta y oxidada; segun otros, una Instamatic, igualmente obsoleta y oxidada. Retrata hospicios, palacetes republicanos, un osario de carros desbaratados junto al Cuartel San Martin, casuchas malparadas, letras desprendidas de avisos de neon, animales agonicos. Segun otros, su camara no es ni una Leica ni una Instamatic, sino una filmadora. [Mucho despues se que son cuatro]. En la mochila tambien estan la maquina de escribir y la mascara de oso. Se ponia la mascara por las noches y dormia con ella, me dicen tres personas... ... Lee un libro distinto cada dia. Despues los revende donde los compro: en la feria de libros viejos de Grau. Interrogo a los vendedores: nadie lo recuerda. En otros circulos escucho dos rumores (ahora, en octubre, los rumores sobre George se han multiplicado, incluso los de caracter bibliografico). De acuerdo con el primero, todos sus libros son de poetas alemanes. Holderlin, Schiller, Trakl, Brentano, Rilke. Alguien menciona a Hans Carossa. Alguien, a Paul Celan. Pero Celan es rumano y Trakl es austriaco. Otros afirman que solo lee memorias, o novelas que parecen memorias, escritas por sobrevivientes del Holocausto, escritores que estuvieron en Auschwitz o en Buchenwald: Primo Levi, Jean Amery, Immanuel Krakauer, Tadeusz Borowski. [Tiempo despues, esto es extrano, descubro que, en 1992, no habia traducciones de Borowski]. En el fondo, esa parte de mi pesquisa me parece irrelevante. Porque nadie menciona a Robert Frost, y yo se, desde mayo o junio, que George lee concienzudamente a Robert Frost... ... La pregunta es si George llega a Lima sabiendo lo que hara. En otras palabras, si llega con un plan. Calculo que la respuesta tiene que ver con sus recorridos por la ciudad. De ahi que sea relevante describir sus caminatas. Al principio parecen azarosas, enloquecidas. Sonrie ante la Morgue Central. Fuma en ventanales de Pueblo Libre. Se sienta en la berma de la avenida del Ejercito, entre el Perez Aranibar y el Larco Herrera: ?atraido por orfanatos y manicomios? Gravita hacia los cementerios, en Ate, en El Agustino. Se para en una esquina de Aguajales y mira debajo de los carros. Comparte cigarrillos con los soldados de guardia. Lee bajo semaforos. Prefiere no subir a microbuses ni tomar taxis. En el Rimac ve a un loco con la piel renegrida y una caja de carton en la cabeza y se sienta a su lado y sostiene con el una animada discusion: hay un testigo presencial. Ademas del loco... ... Todos los jueves, en un callejon de Puente Piedra, habla con alguien a traves de un vitroven. ?Mentalmente le da la vuelta a un reloj de arena? En efecto, esa es la impresion que produce; es decir, parece un chiflado, en las primeras semanas. ?Eso es parte de su plan? Creo que no. Lo de George, en ese momento de su vida, no es una forma de locura pero tampoco es el fingimiento de la locura. Es el paso intermedio: el ultimo manoteo de su cordura antes de que la cuerda se rompa (cuerda: cordura). Debate consigo mismo, considera si es correcto hacer lo que ha proyectado (asumamos que si lo ha proyectado). Lee lapidas en los cementerios. Lee periodicos en basurales. Lee las lineas de su mano izquierda. Camina como un orate por la ciudad. Todo eso parece la locura pero todavia no lo es. No ha traspuesto por completo, por decirlo asi, el umbral de la demencia. Esta pensando en huir, en no hacer lo que ha planeado hacer, en renunciar a todo y largarse... ... Por eso es importante que, mas tarde, a principios de febrero, su conducta cambie: sus recorridos cobran un cierto orden, un aire rutinario. Todas las mananas camina del hostal a la avenida Larco. En Miraflores, no se aleja de la costa, sigue el borde del acantilado. Sube por la Perez Aranibar, baja por el Ejercito. En la Costanera regresa al malecon, camina por San Miguel hasta Maranga... ... A mediados de febrero su ruta se hace precisa, inalterable, diriase que maniatica: las mismas calles, las mismas esquinas, todos los dias. No cabe duda de que, en esa ruta, y en esa precision, se esconde una clave, porque en esos dias tiene que ser cuando George determina finalmente llevar a cabo su plan. Febrero, en esta historia, es el final de la duda. Eso se ve en el cambio que sufren sus recorridos. Ayer hice la prueba con un mapa. Esboce las rutas de George en enero: un garabato, un laberinto. Despues dibuje, una vez por dia, su camino de todas las mananas desde mediados de febrero. Tuve que trazarlo tantas veces que el papel se agujereo. El simbolo es evidente. ?Quien esta mal de la cabeza? ?El que camina indistintamente por cualquier parte o el que infinitamente recamina sus propias huellas, una y otra vez?... ... Y sin embargo, aun mas que la ruta, lo importante es el lugar donde termina. La ultima cuadra de la Costanera. En enero ha pasado por ahi mas de una vez, pero en febrero va todos los dias. A un lado ve el malecon, mas alla la playita de piedras ovales, mas alla el mar, al fondo las islas. Detras de el hay nueve casas, de cara a la costa. Se vuelve a mirarlas: la tercera de izquierda a derecha es simple, de dos pisos, con cercos de madera blanca a cuyos pies crecen hileras de hortensias y geranios. Es pulcra, pequenita, modesta (es una casita rosada). Tres puertas mas alla, ve una casona antigua, de los anos treinta. ?Esos muros ennegrecidos, esa torsion de los fierros en los tragaluces, esa hendidura de los tejados, son senales de que alguna vez la consumio un incendio? Averiguo. El incendio ocurrio a fines de los sesenta, pero, cosa rara, nunca han refaccionado la casona. Es una ruina flaca, enhiesta, de ventanas longitudinales, tiene un mirador (una especie de torre sobre el segundo piso) y, abajo, ante la puerta, una escalinata de siete peldanos. Todas las mananas camina hasta ahi, permanece un instante al pie de los escalones, no se acerca mas. Cruza la pista en direccion al malecon, se encarama en el murito. Desde ese sitio, entre el mar y la ciudad, ve a ratos la casita rosada y a ratos las barandas cenicientas, los mastiles torvos de la casona incendiada. (Piensa: tantos anos despues, es como si siguiera en llamas)... ... En la casona incendiada no debe vivir nadie (eso tambien es importante). En la casita rosada, en cambio, vive una chica llamada Ariadna Enzensberger. Tiene veintitres anos pero parece de diecisiete. Ha terminado historia en la Catolica y sopesa la idea de entrar a la maestria pero tambien estudia cine en talleres que toma de noche, uno en Barranco y otro en San Miguel. Su madre nacio en Lima pero se crio en la sierra y aunque Ariadna piensa en ella con frecuencia, nunca la conocio. Siempre ha vivido con su padre, que ensena Historia del Arte y se llama Rainer Enzensberger. Ariadna es bonita, simple, de ojos negros y corto pelo rubio a lo Jean Seberg. Es austera, la gobierna una especie de alegria melancolica o tal vez una conformidad con la vida que ella quiere hacer pasar por alegria. Tiene un grupo de amigos de San Marcos y otro de los talleres nocturnos pero prefiere la soledad. Va al cine cada vez que puede. Al cineclub del Banco de Reserva, al cineclub del Museo de Arte, al del colegio Raimondi, al cine Roma, al Cinematografo de Barranco, los mismos lugares a los que George va todas las noches. Es casi imposible que sea una coincidencia... ... Desde el muro del malecon, el la ve. Ella sale poco, casi siempre esta en casa cuidando a Rainer, que es un hombre mayor: mas parece su abuelo que su padre. Juntos arreglan el jardin de hortensias y geranios (o el jardin de margaritas y llamaplatas: la observacion es literaria, ornamental). Rainer se sienta bajo el dintel de la puerta, Ariadna entra y sale de la casita rosada. Laboriosa, lleva y trae mangueras, semillas, regaderas. ?Nunca ven a George al otro lado de la pista? Buena pregunta: un extrano con una mochila a la espalda, camaras fotograficas, una filmadora, una maquina de escribir, sentado en el muro del malecon, es un personaje conspicuo. ?Sera que George, apenas ellos salen de la casita rosada, se deja caer por el lado opuesto del muro, hacia la playa? Esa es mi conjetura: el se esconde, y, hasta entrada la tarde, los espia desde ahi. George es metodico, desde febrero... LIBRETA 2. Octubre de 1992 ... Cuando Ariadna sale sola, por las noches, los lunes y los miercoles, a los talleres, o al final de la tarde, los viernes o los sabados, para ir al cine, el va tras ella, guardando la distancia. En mi coleccion de VHStengo las imagenes que filma cuando la sigue por la calle. Rompe su costumbre de no subir a microbuses. Trepa al mismo que ella, se sienta en la ultima fila o se queda de pie cerca de la puerta trasera. Ariadna mira la ciudad. George mira a Ariadna. Cuando ella va a los talleres, el regresa al hostal. Cuando va al cine, el continua acechandola: se escurre en la sala detras de ella. Solo la primera vez hay un contratiempo: el portero le dice que no puede entrar con la mochila (Sendero Luminoso, las bombas). George se enfurruna, vuelve al Medialuna, a su cuarto vacio. Se pone la mascara de oso, supongo, intenta dormir ... ... Los dos sabados siguientes ella ve Portero de noche en el Cinematografo y El rey de Nueva York en el Museo de Arte. George se esconde en el viaje de ida, pero, en los cines, se asegura de que Ariadna note su presencia. Tropieza adrede con ella a la salida, se para justo detras en la cola de la boleteria. Ella lo mira de reojo. El sacon de camuflaje militar, la camiseta negra de ilegibles letras amarillas, los borceguies, la gorra de beisbolista: un tipo peculiar. ?Que cosa ve George cuando mira a Ariadna? Me cuesta responder esa pregunta... ... El tercer sabado es 29 de febrero (1992 es un ano bisiesto). Ariadna ve La batalla de Argel, de Pontecorvo, en el Raimondi. Al final, George se le acerca. ?Le dice algo sobre la pelicula? Lo imagino hablando acerca de la primera escena (seria lo logico: en la primera escena hay una tortura). Ella no sabe que responder. Esta asombrada de que George le hable: es un extrano. George quiere aprovechar su desconcierto. Le dice que no sabe si ella se ha dado cuenta, pero, en las ultimas semanas, se han cruzado tres veces en los mismos cines. Ariadna se sobrepone al pudor, inusualmente: responde que si se ha dado cuenta. George dice que eso no puede ser coincidencia. Ella le dice que, en efecto, no parece coincidencia, y que tal vez el la esta siguiendo. George sonrie, dice: quizas eres tu la que me esta siguiendo a mi. ?Ella tambien sonrie? No esta acostumbrada a hablar con desconocidos, y sin embargo, cuando se aleja del cine y George avanza a su lado, no se siente invadida. Vuelven a hablar de La batalla de Argel. El le ha de hacer notar que algunos de los actores no son profesionales, sino rebeldes argelinos que, en la pelicula, hacen el papel de ellos mismos. Ella dira que entonces no es una ficcion. El respondera que no puede no ser una ficcion. Sobre todo las escenas de torturas, debe decir. Ella ha de preguntar por que. El dira: porque una tortura siempre entrana una ficcion. ?Ella vuelve a preguntar por que? Supongamos que si y que George le dice que una persona que tortura a otra espera que le cuenten una historia, pero no siempre le interesa que la historia sea real: solo que parezca verosimil. Ella le da vueltas a esa idea... ... ?George le parece atractivo desde esa primera noche? Las cosas que dice tienen un pie en la truculencia pero suenan interesantes, piensa Ariadna. Van del Raimondi a Miraflores por la avenida Arequipa, una larga caminata (que para George no es nada) por la berma central. Mas alla del cerco de lanzas del Palacio Marsano, una niebla negra viene del parque de Miraflores, devora los jardines de pasto muerto, los troncos cascados de los arboles, las fachadas mugrosas de los edificios, la respiracion de los mendigos en las veredas. Cuando llegan al ovalo de Pardo, George la invita al Haiti. Eligen una mesa afuera. Al rato aparece un grupo de muchachos con chuspas y bigotitos y patillas incipientes, que conocen a Ariadna de los talleres de cine, y se sientan a su lado. Uno de ellos es importante en mi relato porque esta enamorado de Ariadna y porque unos meses mas tarde, despues del crimen, y durante muchos anos --?debido a su amor por ella?-- intentara recomponer los fragmentos de esta historia... DIARIO, 24 de agosto del 2015 (noche) Ese chico era yo. ?Hablaba con malvivientes en terrenos baldios? ?Les contaba historias a las lapidas en los camposantos, a medianoche? ?Marchaba por las calles de Lima con una brujula cuya aguja siempre me apuntaba al corazon? Nada de eso. Era callado. Habia ensenado Literatura al salir de la universidad, en academias preuniversitarias, pero desde hacia unos meses era fotografo en un periodico y por las noches iba a talleres de cine, en uno de los cuales conoci a Ariadna. Mis padres habian muerto dos anos antes. SIGUE LA LIBRETA 2. Octubre de 1992 ... Cuando veo a George, la manera en que reclina la cabeza sobre el hombro derecho y mira los hielos en su vaso de whiskey me produce la certeza de que entre su gorro de beisbolista y el vaso hay un dialogo que le interesa mas que las cosas que ocurren a su alrededor. ?Me demoro en notar que su filmadora, sobre la mesa, esta encendida? No, me doy cuenta de inmediato. En ese momento, no se por que (no me pregunten por que), yo, que tambien traigo una filmadora (vengo del taller), interpreto la suya como un desafio. Quizas es su pinta de americano sucio -- aunque George no esta sucio, nunca esta sucio, sino apenas desalineado-- lo que me sumerge en la atmosfera de un viejo western. El asunto es que de inmediato enciendo mi camara como si desenfundara un revolver. El se da cuenta, sonrie, es la primera imagen suya que grabo... ... Los chicos, mientras tanto, se han puesto a hablar de cine, de la manera en que los chicos de San Marcos y la Catolica hablan de cine, en Lima, en los noventa: entusiastas y aburridos a la vez. George los escucha; tengo la impresion de que los deja hablar. La conversacion es irrelevante. Yo menciono una pelicula de Klimov que nunca he visto. Digo que es la obra maxima del cine ruso. George dice que es una mala pelicula. Despues hace una pausa y se corrige, o eso parece (en verdad no se corrige: siempre responde dos veces, cosas opuestas). Al rato habla sobre una pelicula llamada Menilmontant, de Dimitri Kirsanoff. (Otra noche, mas adelante, una noche cualquiera en un lugar cualquiera de Lima, George me dira algo sobre Menilmontant pero de inmediato se interrumpira y hablara de Los olvidados de Bunuel y dira que una pelicula solo es buena si nos deja la sensacion de que sus personajes nunca perderian el tiempo mirandola). Dice que en Menilmontant esta la clave para entender la historia de la humanidad. Todos esperamos que elabore esa idea (y nadie tiene nada que argumentar porque no sabemos quien es Kirsanoff). George dice tres o cuatro frases sobre la bruma de la realidad y los agujeros que horadan las estrellas y de inmediato se queda callado y vuelve a mirar el vaso de whiskey. Ariadna dice que su pelicula favorita es Sola en la oscuridad, de Terence Young [la mujer ciega, la muneca, el sotano, los manotazos: tiene sentido, pobre Ariadna]... ... En las horas siguientes, George habla a ratos con los chicos y a ratos solo con ella, en voz baja. Ariadna sonrie, el parece sonreir. Le pide su numero de telefono. Ella se lo da. Yo miro todo (mi camara sigue encendida)... ... Esa tambien es la primera vez que veo a Rita Moreno. Dobla por Diagonal, saluda a George, tiene pinta de gitana. Le dice que esta yendo al hostal. El le pide que lo espere. Paga la cuenta de todos, acerca la cara a la cara de Ariadna, le habla al oido. Les pregunta a los chicos cuando piensan ir al cine. Le dicen que el jueves. Quedan en juntarse en el Paseo Colon, a las seis, para ver una de Costa-Gavras. George se va con Rita. Cuando los perdemos de vista, le pregunto a Ariadna como piensa irse a casa y ella me pide que la acompane a tomar un taxi. Nos internamos en la neblina del parque Kennedy. Le pregunto donde ha conocido al gringo y a su novia. Ariadna dice que la mujer no es la novia de George, sino la recepcionista de su hostal (eso le ha dicho). Recien entonces escucho el nombre de George. Es tan predecible que me suena falso, como el nombre de un personaje americano en una pelicula mexicana. El gringo torpe que muere acuchillado en un callejon --pero George no es torpe y solo es medio gringo y no muere, o no muere acuchillado, al menos no en un callejon--. Cuando Ariadna sube al taxi, me quedo mirando la calle y el taxi en la calle e imagino que estoy en el taxi con Ariadna y que le cojo la mano y ella no la retira (por eso se que el momento es imaginario) y que ella inclina la cabeza sobre mi hombro y yo le beso el corto pelo rubio a lo Jean Seberg. El taxi se pierde entre el barullo de los peatones y los microbuses de la calle Berlin, mas alla de la nube purpura del parque, y yo vuelvo a la realidad, y me quedo un rato en la realidad como adentro de una mazmorra y despues me voy caminando a la casa de mi tia...