Cristina Fallaras - TODOS SUS LIBROS
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A la puta calle de Cristina Fallaras
https://gigalibros.com/a-la-puta-calle.htmlTodos los espanoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes publicos promoveran las condiciones necesarias y estableceran las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilizacion del suelo de acuerdo con el interes general para impedir la especulacion. La comunidad participara en las plusvalias que genere la accion urbanistica de los entes publicos. Articulo 47 de la Constitucion Espanola desahuciar. (De des- y ahuciar). 1. tr. Quitar a alguien toda esperanza de conseguir lo que desea. U. t. c. prnl. 2. tr. Dicho de un medico: Admitir que un enfermo no tiene posibilidad de curacion. 3. tr. Dicho de un dueno o de un arrendador: Despedir al inquilino o arrendatario mediante una accion legal. Diccionario de la Lengua Espanola (Real Academia Espanola) Gobernar, a veces, es repartir el dolor. ALBERTO RUIZ-GALLARDON, ministro de Justicia, 12 de diciembre de 2012 Nosotros somos los que no esperamos ya el principio de mes Ustedes dicen y escriben diferencial en maximos, test de confianza, rentabilidad del bono. Pero nada escriben de la vuelta al jabon de sebo en pastilla, de la leche alargada con agua, del agujero en cada camiseta. Ustedes manejan el spread y el bund, la emision de deuda, los fondos de inversion. Pero nada saben del panico a septiembre sin batas de colegio, del Mama, ?otra vez arroz?, de la bota infantil robada en el mercadillo. Ustedes publican y enuncian repunte de la rentabilidad, bonos basura, reduccion de la volatilidad. Pero ignoran las sudadas tardes de cola en el locutorio, el barullo frente al contenedor de los desperdicios de la hamburgueseria, la mirada baja frente a la entrega del kit de alimentos, jabon, compresas y panales. Nosotros no entendemos nada de esas cosas suyas, el incremento de la ratio de cobertura, primas, riesgos, test, mercados. Pero ustedes entienden mucho menos de lo nuestro. No entienden nada de nada, porque son los unicos que estrenan trajes, porque el panico peludo hay que haberlo vivido, y la miseria. Nosotros somos los que no esperamos ya el principio de mes. Ustedes hablan, escriben, saben de conceptos, que comoda es la abstraccion, que poco dura el relato cuando duele. Que risa, la teoria del relato en politica. Ustedes son de los que creen que lo que no se nombra no existe. Ustedes acostumbran a pensar que los pobres y los desahuciados no saben escribir ni expresarse. Ya veran que pronto se les va a pasar. Los desahucios y su asunto narrativo La tarde del martes 13 de noviembre de 2012 me sente a escribir una cronica para el diario El Mundo. Aquella iba a ser una tarde como de fiesta en casa, la vispera de una huelga general siempre tiene su jolgorio, sus helicopteros y su Raimon. Me fastidio aquella celebracion un tipo que venia del juzgado y que, pese a que yo sabia que acabaria llegando, consiguio dejarme helada, pegada a un cambio de vertigo, un cambio que entonces no habria sabido enunciar. En el momento en el que me sente ante el teclado, en la galeria de una casa que nunca ha sido ni sera ya mia pero donde vivo con mis hijos desde que el mayor cumplio tres, en ese preciso instante deje, no se aun por cuanto tiempo, de ser una escritora, periodista y editora, para convertirme en una desahuciada. Eso si, una desahuciada capaz de narrarlo por escrito, de contarlo argumentado ante una camara y con experiencia, algo sumamente comodo, claro. Un testimonio directo en primera persona resulta muy comodo e impactante. Periodismo, por lo visto, de santisima trinidad, objeto, sujeto y analisis. Una y trina. Para entender la existencia de este libro y la multiplicacion de mi desahucio en los medios de comunicacion, es necesario leer esa cronica que publique el dia 15 de noviembre de 2012 en El Mundo, donde tengo un blog semanal bajo el epigrafe de <
>, antetitulo incomodo que preveia notas sobre lo femenino. Algunas asomaran por aqui, pero esta resulta imprescindible, porque sin ella no existiria este libro ni podria entenderse su arranque. Alla va. Llega mi desahucio A las 19.40 suena el timbre de la puerta. Abre Lucas (10), y Pepa (4) sale corriendo a ver quien llega. Como manana es dia de huelga y no van a ir al colegio, tienen animo de viernes. --Mama, es un senor. Por las mananas, cuando trabajo sola en casa, no suelo abrir la puerta. Las puertas de la manana siempre abren malas noticias. Pero las ocho menos veinte de la tarde suelen traer amigos o un vecino al que se le ha caido un calcetin. En cuanto enfrento al tipo del rellano se lo que acaba de llegar. --Le traigo una comunicacion del juzgado. Bajo el brazo derecho lleva un paqueton de folios, calculo que unos trescientos. Con la izquierda me tiende un papel. --?Es la orden de desahucio? --pregunto. Llevo ya algun tiempo esperandola, desde que el BBVA me comunico que si queria saber algo de mi hipoteca me pusiera en contacto con los servicios juridicos. Cuando una oye en la oficina bancaria < >, sabe que las cosas han pasado a un lugar en el que se manejan otras palabras, otros terminos. Es una sensacion similar a la que provocaban < > en la primera adolescencia. Tendras que vivirlas, vas a oirlas, pero lo esencial se te va a escapar. --Bueno, mas o menos --el tipo titubea--. Tiene usted que presentarse en el juzgado y firmarme esto. --?Y si no lo firmo? --Le va a dar igual. A lo lejos se oyen los primeros petardos, que calientan una huelga general que alguna lumbrera, ya me da igual de que partido, ha calificado de < >, como si hubiera alguna huelga que no lo fuera. Que sabran. --Ninos, id tirando hacia el salon. Firmo. Total... Firmo y agarro el paqueton de folios. Juzgado de Primera Instancia 4, Barcelona. Gran Via de les Corts Catalanes, 111. Procedimiento Ejecucion Hipotecaria xxx/2012, Seccion 2C. Parte demandante: BANCO BILBAO VIZCAYA ARGENTARIA, S. A. Procurador: IRENE SOLA SOLE. Parte demandada: Cristina Fallaras Sanchez. Me detengo a pensar que el nombre del demandante y el de la procuradora estan escritos en mayusculas y el mio en minusculas. Que curioso las cosas que nos llaman la atencion cuando la realidad se empina y hace frio. Hay amigos en casa. Dejo el taco de folios sobre la repisa y hablo con ellos de las cosas de la huelga. He publicado un articulo donde enumero las razones --las primeras que me han venido a la cabeza, tengo muchas mas-- por las que me sumare. Luego, les paso los folios y me voy a la galeria. No quiero que se rompa la sensacion que he conservado intacta durante los meses que lleva recorridos mi proceso de desahucio --un desahucio es un camino largo, muy largo, en el que cuando interviene el juez tu ya andas un poco menos recta, esos crujidos por la noche--, la sensacion que he guardado bien: no me puede pasar a mi, aunque diga (yo) que nos puede pasar a todos, aunque no pueda pagar, aunque este entre los primeros despidos de la crisis, hace ya cuatro anos. No quiero que se rompa la sensacion de que si sigo trabajando, si sigo escribiendo, si sigo publicando pasara algo. ?Que? Yo que se. Cuando empezo todo esto, mis amigos me preguntaban: ?Y que haras si te desahucian? Mi respuesta siempre era la misma: No puedo pensar en eso, tengo que seguir adelante, si dejo de pedalear me caigo. Cuando una persona deja de pagar su alquiler o su hipoteca es porque no tiene dinero para hacerlo. Parece de Perogrullo, ?no? Cuando una persona no tiene dinero para pagar su casa, si se la quitas o si te la da --la dacion en pago es una medida rastrera--, ?donde crees que puede ir? ?Crees que alguien le va a alquilar un piso? Y en el remotisimo caso de que asi sea, ?como va a pagarlo (de nuevo)? Me siento en el ordenador de la galeria. Creo que todas estas cosas hay que contarlas, como los despidos de embarazadas, como las diferencias de salarios, como cualquier abuso. Creo que hacerlas publicas ayuda a que hayamos llegado al punto en el que estamos. Miserable, si, pero punto al fin, con informacion circulando. Asi que enciendo el ordenador y, por inercia, me doy un paseo por los periodicos digitales. Leo: Gobierno-PSOE: dia y medio con los desahucios sobre la mesa Gobierno y PSOE se dan un dia mas para cerrar un acuerdo contra los desahucios Me sorprende no sentir rabia. La furia con la que he vivido durante los ultimos dos anos ha dado paso a una sensacion de desanimo, verguenza y soledad. Aquellos a quienes los ciudadanos elegimos para que gestionaran este pais no solo no han estado a la altura, sino que han desertado, han dado la espalda a las personas que dependen de ellos, de sus decisiones, de las leyes que dicten. Los unos y los otros, todos. Los ciudadanos espanoles ya no creen en el papel de sus politicos. A mi me parece sencillamente que no hay gobierno, y me abruma este pais que veo retroceder, con peineta y banqueros, hacia epocas que no recuerdo haber vivido. Termino de escribir esto a las 23.45. En un cuarto de hora empezara la segunda huelga general del ano. Yo estare ahi. Contra todos ellos. Politica, claro. Este libro no es un ensayo sobre los desahucios ni sobre la crisis economica en Espana. En este libro no va a encontrar listas de cifras, cuadros y estadisticas. Ya a nadie le cabe duda de cuanto han robado los bancos, de como les han ayudado los sucesivos gobiernos, y de que cientos de miles de personas corren el riesgo de dormir al raso. Muchos ciudadanos, sobre todo aquellos que lo padecemos, lo tenemos claro. Sin embargo, otros muchos millones aun se muestran incapaces de creer que les pueda pasar lo mismo. Este libro es la narracion de mi desahucio, un proceso de hundimiento en la miseria que arranca el dia que me despidieron de un diario, a finales de 2008, y termina aquella tarde del 13 de noviembre de 2012 en la que el tipo llamo a la puerta y me convirtio en una desahuciada. Cunde la idea, porque la comunicacion necesita cuadrar los terminos, de que un desahucio -- en el caso de los pisos en propiedad-- se produce en el momento en el que llega la policia y te desaloja de la vivienda que hace tiempo que no pagas, despues de que un juez haya decidido que dicha vivienda debe volver a su verdadero propietario, el banco que te concedio un credito para comprarla. Se trata de una vision corta y falsa. El proceso de un desahucio es mucho mas largo. Si nos atenemos a lo estrictamente judicial, un desahucio arranca el dia que tu credito pasa de lo que llaman < > a lo que llaman < >. Es decir, cuando dejas de pagar la tercera cuota de la hipoteca; cuando ya son tres plazos, tres meses, los que no has pagado. Entonces, la oficina bancaria se desentiende de ti y pasas a tratar con algo llamado < >, lo que supone dejar de tratar con personas y pasar a hacerlo con mecanismos. Despues de eso, llega un tiempo indeterminado, segun tu capacidad de trampear o de engatusarlos, hasta que tu caso pasa al juez y el juez decide que te echen de la casa. Pueden ser cinco o seis meses; puede ser, como me paso a mi, mas de ano y medio. Durante todo ese tiempo, tu --y tu familia, si es el caso-- ya no teneis vivienda, y la vida se convierte en una carrera para ver donde encuentras cobijo, techo, guarida. Porque hasta las bestias necesitan su madriguera. Sin embargo yo voy a ir mas alla, porque considero que en una situacion como la de la crisis actual espanola, con cerca de un 30 por ciento de la poblacion en paro y una creacion de empleo igual a cero, el desahucio arranca cuando te dejan sin trabajo, cuando te despiden. De ahi que a los desahucios derivados de la burbuja inmobiliaria, los desahucios de segundas residencias -- algo que mi generacion no conoce, desde luego-- y similares, se hayan sumado en los ultimos dos anos los desahucios de familias que no han especulado con la vivienda, que no se han lucrado con la burbuja ni el ladrillo, que simplemente tenian la posibilidad de pagar un piso, en condiciones normales, y que de la noche a la manana se han visto privadas de las herramientas para lo que se conoce como ganarse la vida. Ganarse la vida es algo en lo que uno piensa a menudo en el larguisimo camino que va desde el despido hasta el desahucio. Por eso, esta cronica de mi desahucio parte del momento en el que me despidieron del diario en el que trabajaba como subdirectora. Y recorre, paso a paso, el calvario que termina en la orden de desahucio. Probablemente estas consideraciones no son aplicables a otros momentos historicos, pero es que no conocemos una situacion semejante a la espanola, que ha pasado de los 1 833 900 parados que habia al inicio de 2008 a los mas de seis millones que la Union Europea nos calcula para uno de estos meses, quien sabe si ya cuando usted lea estas lineas. En toda la Union Europea, incluso en todo lo que conocemos como Occidente, se esta viviendo una crisis durisima. El caso de Espana es unico, por este desempleo sin precedentes. Quien no quiera verlo sera sencillamente porque aun no le ha tocado. Y hay que tener en cuenta que esta loteria funebre ya no les toca solo a los miembros de lo que se denomina, malditas palabras, < >. Esta loteria ha empezado a tocarle con furia a los miembros de lo que llaman clase media profesional. Elija usted donde se encuentra y mire bien sus numeros. Yo soy una mas, un ejemplo de todo esto. Solo eso. Y esta narracion es un ejemplo de la dificultad, la enorme e increible dificultad que las personas que aun no han caido en el hoyo tienen de entender que el problema de los desahucios y el desempleo ya no es cosa de unos pocos, sino que representa la situacion de un gran porcentaje de la poblacion. Por eso este libro no es una compilacion de datos --hay muchos, basta con buscarlos en internet--, sino la descripcion de como sucede un desahucio, que pasos llevan hasta el y como afecta a la vida del desahuciado, a su familia y a las relaciones con el entorno.