• Fraude en rojo de Colleen Cross

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    Fraude en rojo – relato
    Cuando la auditora contable e investigadora de fraudes Katerina Carter y novio periodista Jace Burton aceptan una invitacion extemporanea a una fiesta, el crimen es la ultima cosa que pasa por sus mentes. Pronto, una inversion exitosa en vino dejara un regusto amargo en la boca de Kat, al tiempo que se vera enfrentada a una estafa de un millon de dolares en vinos. !Y todo esto antes de la cena!

  • Caza de brujas de Colleen Cross

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    <<…Una cautivadora historia sobrenatural. Si te gusta el misterio te encantaran Cendrine West y su extravagante familia de brujas.>> Cendrine West esconde un secreto, no quiere ser bruja. Tampoco es que sea una de las buenas, algo que su tia Pearl no deja de recordarle. Pero no puede huir de sus raices, y menos en el pequeno pueblo de Westwick Corners, donde la familia de brujas West lleva generaciones causando problemas. Todo empieza cuando aparece un cadaver justo antes de la boda de Cendrine. Su investigacion detectivesca desvela una conexion sobrenatural y un secreto sobre su prometido que preferiria no haber descubierto. Cendrine se ve obligada a poner a prueba su brujeria. ?Sera lo bastante buena como para salvar a su familia y a todo el pueblo? La escena del crimen apunta a su malhumorada tia Pearl que ha prometido acabar a toda costa con el turismo en el pueblo. Ademas, esta empenada en echar a Tyler Gates, el nuevo y atractivo sheriff, al igual que hizo con sus predecesores. Por si no fuera suficiente, el fantasma de la abuela Vi quiere entrar en accion. Cendrine promete ayudar a su tia, aunque ella misma salga perjudicada. Mientras se construye la acusacion contra la tia Pearl vuelan chispas entre Cendrine y Tyler. ?Podra Cendrine encaminar la investigacion (y su corazon) en la buena direccion? Si te gustan las historias de misterio con una dosis de humor y un toque sobrenatural, te encantara esta paranormal historia de brujas. A 1 cababa de sacar el movil del bolso porque estaba sonando, cuando la tia Pearl llego volando a mi nueva sala de redaccion. Literalmente. Algo totalmente prohibido durante las horas de luz. El hecho de que fueramos brujas no era un secreto guardado a cal y canto en el pequeno pueblo de Westwick Corners, pero mejor no ir alardeando de ello. Se planto en el marco de la puerta y grito: --!Cendrine! La tia Pearl solo usaba mi nombre completo cuando estaba enfadada. Yo tambien tenia derecho a estarlo. Llevaba en la oficina desde las seis de la manana para ponerme al dia. Era casi mediodia y estaba cansada, hambrienta y sudorosa, y encima el aire acondicionado habia decidido estropearse en el momento mas oportuno. Y el resto del dia estaba a punto de complicarse. Bueno, no si podia hacer algo por evitarlo. La ignore mientras mi telefono seguia sonando y comprobe el nombre que aparecia en pantalla. Era mama otra vez. Ya me habia llamado media docena de veces esa manana con preguntas sobre el ensayo de la boda y la inauguracion oficial del hostal Westwick Corners, ambas cosas previstas para ese mismo dia. Tendria que haberme quedado en casa. --Cendrine, el nuevo sheriff es un imbecil. Quiero que lo pongas al dia de todo --dijo desde el umbral de la puerta, esperando una reaccion por mi parte. --No --respondi dandome a vuelta y contestando al telefono. Mama estaba frenetica. --Cen, no encuentro a Pearl. Me preocupa que se haya ido y haya hecho otra de sus locuras. Active el altavoz y levante las cejas en direccion a la tia Pearl. --Esta aqui, conmigo. La tia Pearl se acerco a mi mesa y le grito al telefono: --No necesito ninguna ninera, Ruby. Soy perfectamente capaz de divertirme sola. --Eso es lo que me preocupa --respondio mama--. No puedes seguir echando a la gente del pueblo, sobre todo si son autoridades. No esta bien. --?Por que no me pones un dispositivo de seguimiento? Por Dios. --La tia Pearl se dejo caer en una silla frente a mi mesa--. No soy una nina. --A veces actuas como tal. Parece ser que yo no era la unica que se preguntaba con que tipo de bienvenida habia recibido la tia Pearl al nuevo sheriff. Era mejor no alardear de nuestras habilidades. Los West fueron una de las familias fundadoras, hace mas de un siglo, cuando mis bisabuelos se instalaron en Westwick Corners. Sin embargo, podiamos dejar de ser bienvenidos en cualquier momento. La tolerancia de los demas tenia un limite. La tia Pearl ignoro mi respuesta. Tal vez nuestro legado familiar le habia hecho creer que tenia derecho a comportarse asi. Era una lastima, porque su continua falta de respeto por las reglas amenazaba nuestra convivencia en el pueblo, aunque parecia no importarle lo mas minimo. Me arranco el movil de las manos y bramo: --Es una molestia, Ruby. Cen va a tener que explicarle todo. Recupere mi movil. --No voy a hacer nada de eso. Lo que tu quieres y lo que hace que se vendan periodicos son dos cosas muy diferentes, tia Pearl. No puedo ayudarte. El Westwick Corners Weekly esta a punto de publicarse. Habia conseguido mi trabajo comprandole el periodico al anterior propietario cuando se jubilo. La mayor parte de la industria local habia decaido cuando desviaron la carretera estatal hace unos anos. La mayoria de jovenes de mi edad se habian marchado a lugares con mas futuro poco despues. Los pocos que nos quedamos ganabamos lo justo para sobrevivir. Escuche la voz de mi madre a traves del telefono: --Cen, Pearl solo intenta ayudar. Te tomas tu trabajo demasiado en serio. No me sorprendio el repentino cambio de tono de mi madre. Simplemente se habia posicionado del lado de su hermana mayor para minimizar los danos colaterales y curarse en salud. Como la tia Pearl normalmente se salia con la suya, mama habia adoptado la estrategia de evitar los conflictos. Una estrategia que, a largo plazo, creaba mas problemas de los que resolvia. --Tengo que irme. Nos vemos en unas horas. --Mama habia permitido que la tia Pearl siguiera con su mal comportamiento tras los inutiles intentos por mantener la paz. No sabia como habia movido los hilos la tia Pearl para conseguir lo que queria. Yo, en cambio, me mantenia firme. El resultado final era que mi tia y yo siempre acababamos tirandonos de los pelos. La tia Pearl se hundio en la silla y resoplo: --Esto no es un periodico. Solo hay publicidad y cupones de descuento coleccionables. ?Por que malgastar tu tiempo? Nadie lee los articulos que escribes. Aceptalo, Cen. Este periodico es una porqueria. --Por lo menos me gano la vida de forma honesta. --Cada vez que me estaba de bajon, la tia Pearl me hacia sentir aun peor. Aunque no le faltaba razon. Habia invertido todo mi dinero en un trabajo a tiempo parcial mal remunerado, y ni siquiera se me daba bien. Habia pocas opciones para ganarse la vida en el pueblo, asi que la mayoria de nosotros teniamos que ser emprendedores--. Podrias decir algo amable para variar. Mi tia se quedo mirandome en silencio unos segundos. Eran pocas las veces se quedaba sin palabras. Mas me valia escuchar su ultima retahila de improperios si queria salir de la oficina a tiempo. Se inclino hacia adelante. --Te dare una exclusiva para que, por una vez, tengas una historia decente. El nuevo sheriff es un corrupto y quiero que publiques sus delitos. --?Que delitos? --Comprobe el reloj. Era casi mediodia--. El sheriff Gates solo lleva unas horas en su puesto. ?Que delito podria haber cometido en tan poco tiempo? --Tiene un pasado, Cen. Un pasado oscuro. --?Acaso no lo tienen todos? Tyler Gates era el quinto sheriff en seis meses. Solo atraiamos a desertores, holgazanes e indeseables a los que no emplearian en ningun otro lugar. Estaba dispuesta a dejarle un poco de margen, ya que una figura de autoridad era mejor que ninguna. Teniamos lo mejor que podiamos conseguir. --Se por que dejo su ultimo trabajo. --Pearl me guino el ojo--. Es un escandalo. --?En serio? Lo unico bueno del cambio de autoridades era que las habilidades sobrenaturales de mi familia se mantenian mas o menos en secreto. Lo malo era que no tendria que ser asi. La razon principal por la que abandonaban su puesto era por la delincuente que tenia justo enfrente. --Si, en serio. Y una cosa mas, el cartel de la autovia atrae al tipo de gente equivocado. --Entorno los ojos mientras se ponia de pie para parecer mas alta. Toda ella era indignacion e intimidacion. --Atrae a turistas, tia Pearl. Es el tipo de gente que necesitamos. La tia Pearl odiaba a los visitantes, y, a menos que dejara sus travesuras, Westwick Corners estaba destinada a convertirse en otro pueblo fantasma del estado de Washington. Nuestro pueblo no tenia industria local, solo ancianos granjeros por los alrededores que no gastaban mucho. El turismo era nuestra unica opcion, asi que habiamos pasado meses reavivando Westwick Corners para darle la imagen de un lugar idoneo para una escapada rural de fin de semana. Tenia el presentimiento de que el fruto de nuestros esfuerzos estaba a punto de echarse a perder. --?A que huele? Olisquee el aire preocupada porque el tipico aroma a lavanda pasada de la tia Pearl hubiera cambiado por un desagradable olor a gasolina. La ultima vez que olio a gasolina se habia metido en el radar de la policia del estado de Washington. Ni al pueblo ni a la familia nos convenia que eso se volviera a repetir. La tia Pearl sonrio con superioridad pero guardo silencio. --El pueblo voto si a la nueva senalizacion de la autopista, tia Pearl. Los siento pero la mayoria manda. Casi nunca venian visitantes desde que la interseccion de la autovia habia sido desviada a Shady Creek hacia unos anos. Teniamos que cambiar ese hecho urgentemente.