• El tiempo en sus manos (Los Austrias 2) de Jose Luis Corra

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    En El tiempo en sus manos, Jose Luis Corral nos introduce en los anos posteriores a la coronacion de Carlos I como emperador. Una vez resuelto el problema sucesorio tras el fallecimiento de su abuelo Fernando de Aragon y la incapacidad de su madre, Juana la Loca, para ejercer el gobierno, el joven Carlos es proclamado emperador. Convertido en el monarca mas poderoso del mundo, dueno de media Europa y de las Indias, se vera obligado a afrontar los problemas de unidad del imperio cristiano frente a la ofensiva turca. Para ello, contara con el apoyo, por fin, de todos los reinos de Espana, que pretende unificar bajo su reinado. Para asegurar la descendencia, contrae matrimonio con Isabel de Portugal, su prima hermana, con la que vivira un amor apasionado.

  • F*llame como si salieras de la carcel de Jorge Borges

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    Toda mi vida he sido su protegida.
    Desde los 16 anos.
    Ahora tengo 21.
    Erik lleva 3 anos en la carcel.

  • Diciembre en el fin del mundo de Yamila Bianqueri

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    Un accidente que practicamente la destruye, alienta a sus amigas a llevarla a un viaje en el cual, sin saberlo, un nuevo comienzo la espera ?Sera la ciudad mas austral del mundo, el destino para Saiana?

  • Quedate (Viaje in solidario 1) Ana Garcia de Ana Garcia

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    Ya hace tiempo que Julian dejo de ser el vecino favorito de Marta para convertirse en el hombre que mas admira. Por eso, cuando Marta recibe su ultima carta y se entera de que este quiere quedarse a vivir en Camboya, sus planes de futuro junto a el se van al traste. Su unica alternativa: acompanar a Julian en su nuevo proyecto solidario y aprovechar la ocasion para declararse. A la desesperada, Marta hara lo que haga falta para desplazarse hasta el pais, aunque no tenga dinero para costearse el billete de avion y, para comprarlo, deba recurrir a los favores del tipo que mas detesta en la faz de la Tierra, Alexander Xifre.

  • Una corte de hielo y estrellas de Sarah J. Maas

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    Feyre, Rhys y su circulo mas intimo se encuentran reconstruyendo la Corte de la Noche y su mundo. Pero el Solsticio de Invierno finalmente llega… y con toda su fuerza. Aun su atmosfera festiva no puede contrarrestar que las sombras del pasado acechen en el presente. Feyre se da cuenta que los que mas quiere guardan heridas del pasado de las que no era consciente. Cicatrices que tendran un gran impacto en el futuro de su Corte.

  • Demonio de los mares de Susana Biset

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    El mar es un dios inclemente, decide sobre la vida de los que lo cruzan sin contemplaciones: naufragios, tormentas, arrecifes inesperados. El mar, a veces, tambien se encarina con sus hijos dilectos, con aquellos que han sorteado los obstaculos; entonces, decide, benevolente, darles una compania, alguien a quien anhelar.

  • El medico frivolo del campo de Melissa Eyre

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    Cuando el medico visita el hospital balneario, apenas puede creer lo que ven sus ojos…..

  • En el cuarto oscuro de Susan Faludi

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    Una ambiciosisima memoir novelada sobre el laberinto de la identidad.
    En verano de 2004, Susan Faludi fue a Hungria para visitar a su padre, con el que no tenia ningun trato desde hacia muchos anos. Cuando llego al aeropuerto de Budapest se llevo una sorpresa: su padre era una mujer. A sus setenta y tantos anos, Steven Faludi, ahora Stefanie Faludi, habia ido a un hospital de Tailandia y habia cambiado de sexo. Pero no se trataba del unico cambio que se habia producido en su vida. Personaje enormemente complejo y poliedrico, estaba acostumbrado a los disfraces y a cambiar de nombre. Habia sido rico y pobre, era judio y se habia hecho pasar por cristiano, habia sido varon y ahora era mujer, y cuando reconocio que era judio, empezo a votar a partidos antisemitas. Susan se decide a investigar su vida, a pesar de la oposicion del padre, que solo poco a poco ira revelando sus asombrosos secretos.En el cuarto oscuro es un libro minucioso, reflexivo y potente sobre la identidad de sexo y de genero, y sobre la identidad nacional de un pais que, al igual que muchas personas, necesita inventar su propia historia.

  • Esclava de tu venganza (Los Mendoza 1) de Natalia Roman

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    Corre el ano 1829, una epoca muy dificil para las mujeres, una epoca en la que los hombres mandan y las mujeres obedecen. Una epoca en la que las jovenes son educadas para ser sumisas y complacientes para sus maridos, y posteriormente ser vendidas al mejor postor sin tener ningun derecho a protestar. Todas excepto Monica.Monica Salazar, una muchacha orgullosa, rebelde e indomable a quien su padre nunca ha obligado a hacer nada que no quiera, no esta dispuesta a casarse y dejar que un hombre la domine. Pero todo su mundo cambia cuando conoce al capitan Mendoza.

  • Mi Vida en la Maleza de los Fantasmas de Amos Tutuola

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    <>, basada en narraciones tradicionales de la mitologia africana, es la aventura de un nino que se adentra en un territorio poblado de seres que han fallecido a deshora y que esperan que llegue su momento para trasladarse definitivamente a la tierra de los muertos; seres que conviven con los vivos (a veces con el unico objeto de molestarlos), hablan y poseen poderes magicos. Seguir a Tutuola en ese viaje iniciatico a traves de la maleza es dar un paso adelante en el conocimiento de aquello que conforma el imaginario de millones de africanos en la actualidad. Pocas veces el lector occidental se enfrenta de forma tan descarnada e imaginativa a la esencia del miedo: el pavor del hombre solo en la naturaleza, del hombre postrado ante los dioses, convertido a su vez en dios y siempre dispuesto a impregnar su alma de nuevas creencias. Amos Tutuola, cuya lengua materna es el yoruba, escribe en ingles para reflejar mejor el sincretismo que se produce en las ideas y en la vida de un pueblo que, apegado a sus tradiciones, ha visto cambiar el mundo a su alrededor.

  • El indomito escoces de Julia London

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    Nacida en la abundancia y criada en el lujo ingles, Margot Armstrong no pertenecia en absoluto al temerario universo de los jefes tribales escoceses. Tres anos antes, habia escapado de un matrimonio de conveniencia y ya no habia vuelto a mirar hacia atras, excepto para revivir los apasionados momentos que habia disfrutado en los fuertes y toscos brazos de Arran McKenzie. Pero cuando la fragil unidad de sus respectivos paises amenazo con quebrarse, Margot tuvo que regresar con su marido para desenmascarar su papel en la traicion y evitar asi la acusacion que se cernia sobre su propia familia.

  • Dame un respiro de Aurelie Valognes

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    Rose es una madre soltera de 36 anos que vive en Paris con Baptiste, su hijo de 18, de quien se quedo embarazada siendo muy joven. Desde entonces se dedica a cuidar ninos y ancianos, un trabajo que le deja muy poco tiempo libre. A pesar de los buenos propositos de ano nuevo, no lo empieza con buen pie: Baptiste le anuncia que se ira a vivir con su novia inglesa, su hermana se muda a Marsella y la familia para la que trabaja como ninera se va a vivir al extranjero. En medio de tanta incertidumbre, Rose acepta ser la asistenta de Colette, una senora mayor bastante excentrica. ?Y si este encuentro inesperado estuviera a punto de cambiarle la vida?

  • Cara a cara con el psicopata de Vicente Garrido Genoves

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    Vicente Garrido, el mayor experto en psicopatia de Espana, escribe un libro absorbente, en el que explica de modo revelador como piensa y siente el camaleon, y por vez primera se dedica de modo exhaustivo no solo a ensenar como detectarlo y reconocerlo, sino como tenemos que enfrentarlo para salir victoriosos de esta lucha desigual.

  • Resolviendo el pasado de Sergio Arcot

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    La colaboracion de Oliver, un veterano investigador con Alice, una investigadora de rapido ascenso sera crucial para resolver una serie de multiples casos que muchos creian que no se llegarian a descifrar.
    El ultimo caso al que se enfrentan los llevara, ademas, al pasado de Oliver. Por su propio bien y por el de los civiles inocentes, hay que llegar al fondo del asunto.

  • Se que estas viva de Nacho Abad

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    <>. Carlos Segarra, subinspector del Grupo de Homicidios y Desaparecidos de la UDEV Central <>. Juan Jesus Reina, comandante de la UCO <>.

  • Houston, tenemos una mision inn-posible de Garcia De Saura

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    Cuando el despertador suena a las seis, pienso si estamparlo o no contra la pared, pese a que se que no es el el responsable de mi falta de sueno. La culpable tiene un nombre: Vera. Aun no se como sigo dejandome arrastrar por ella y su embaucador <>. Si me descuido, acabamos con todo el alcohol del local. Es tan inagotable que a veces me pregunto si no tendra una esponja en lugar de un simple estomago. !Como me duele la cabeza! Con todo el esfuerzo del mundo, me levanto y me arrastro de forma literal hasta la cocina. Mientras pongo la tetera al fuego intento recordar el ultimo fin de semana que me desperte sin resaca. !Ya lo se! Fue hace unos meses, concretamente el dia en que Claudia se marcho a Houston para reencontrarse con su Arthur. Lo hizo tras demostrar la verdad de lo que le habia sucedido a su padre, resolviendo uno de los casos mas extranos acontecidos en el pais en los ultimos tiempos. Vera y yo la ayudamos. La policia no quiso hacerlo; estaban seguros de que habia sido un suicidio. La loca de la Balay, mote por el que carinosamente la llamamos, y yo no dudamos en tenderle una mano. Fue entonces cuando la investigacion nos llevo a Escocia y a Alemania. Aunque el primer viaje lo hizo ella sola a Houston, y alli fue donde conocio al amor de su vida. Recuerdo que hubo un malentendido entre ambos y el no queria saber nada de ella. Pero Claudia estaba segura de lo que sentia por el y se marcho en su busca. Como era de esperar, y como yo siempre he defendido, el amor triunfo por encima de todo lo demas. Arthur se rindio a sus verdaderos sentimientos y acabo pidiendole matrimonio. !Cuanto la echo de menos! Sin ella, ya nada es lo mismo; ya no somos las tres mosqueteras, los Angeles de Charlie sin Charlie. Creo que por eso Vera se empena en convertirnos en barriles andantes repletos de alcohol cada noche, para intentar sobrellevar la marcha de nuestra mejor amiga. La anoramos demasiado. Pensar en Arthur conlleva que recuerde a Logan, el highlander que me tire en Escocia. Bueno, highlander, lo que se dice highlander no era, pero a mi me bastaba con creerlo. Han pasado meses desde aquel loco viaje que realizamos las tres juntas y aun recuerdo lo bien que besaba, su pecho, sus fuertes brazos, su increible rostro y su... Solo de pensarlo, me sofoco y me arden las mejillas. Aunque mi cara no es lo unico que arde: mi parte intima acaba de hacer palmas de la emocion. --No te me vengas arriba, que es solo un recuerdo --le digo a mi entrepierna, impecablemente marcada por el pantalon de pijama corto que llevo puesto, sin ropa interior debajo. Siempre que la llevo asi de marcada, me recuerda a la cara de un gato--. !No me mires asi, que yo no tengo la culpa! -- me defiendo--. Bueno, un poco si. Pero a ver si te crees que es facil encontrar un tio como el. Ya, ya lo se... --La tetera silba, apago el fuego y lleno mi taza --. ?Volver a ser virgen? --retomo la conversacion--. !Que exagerada eres! Tampoco creo que... ?O si? Deberia consultarlo en internet. Aunque quiza tambien encuentre un post en el que diga que soy imbecil y que lo que debo hacer es cepillarme al primer tio que se me ponga a tiro. !Cono, que me he quemao! --bramo tras dar el primer sorbo. A veces parezco un hombre, incapaz de hacer dos cosas a la vez. Corro hacia el fregadero y abro el grifo para dejar que el chorro de agua alivie el dolor de mi lengua. --!Vade, vade, buzcade una zoducion! --grito para poner fin a la discusion que aun tengo pendiente con mi entrepierna. Debo hacerlo o acabare ardiendo en combustion espontanea. Y no es una metafora. El trabajo me pilla a escasos kilometros de casa, pero como mi accidente domestico me ha atrasado un poco, me apresuro para llegar a tiempo. Acelero y esquivo los coches con los que me cruzo de camino. Me encanta conducir, y aun mas la velocidad. Siempre me he imaginado en una carrera, compitiendo con los mejores pilotos del mundo. La adrenalina, el riesgo, el podium... Me concentro en mi figuracion cuando, a falta de un par de manzanas de los estudios, un idiota se salta un <>. Clavo el pie en el freno rezando para que el coche que va detras no acabe estampandose contra mi maletero. Mi inexistente plegaria funciona. He tenido suerte de que a estas horas no haya excesivo trafico; de ser en la hora punta, el coche habria acabado hecho un acordeon. Con el pulso acelerado del susto, descargo mi ira con todo tipo de insultos hacia el conductor, al tiempo que empotro la mano contra el claxon. Las chicas me apodan la Sweet por lo dulce que afirman que soy, excepto cuando conduzco. Cuando me pongo al volante saco lo peor de mi, y mas cuando tengo una alta probabilidad de acabar atrapada entre un amasijo de hierros, como ha ocurrido en este caso. El hombre, lejos de amilanarse o de disculparse, me responde haciendo aspavientos, mirandome a traves del espejo retrovisor. --Conque esas tenemos... !Te vas a enterar! Con toda la rabia que siento, pongo el intermitente, acelero y me coloco a su altura. El continua con su retahila, creyendome la culpable y cargado de razones. De forma agresiva, me grita palabras que ni oigo ni quiero oir. Por la cabeza se me pasa dar un volantazo y echarlo de la carretera, tal y como hacen en las peliculas. Pero pronto cambio de idea cuando pienso que el seguro no me cubriria ni un solo centimo. En su lugar, opto por algo mucho menos agresivo, aunque igual de eficaz. Miro a traves de los espejos, no llevo a nadie detras. Estoy a su altura, he logrado alcanzar su misma velocidad. La direccion del volante esta controlada. Puedo hacerlo. Con la unica intencion de joderlo, lo miro de forma lasciva al tiempo que me meto el dedo en la boca y comienzo a lamerlo imitando una felacion. Estoy tan metida en el papel que hasta dejo escapar unos gemidos que, obviamente, el no oye. Como era de esperar, mi plan funciona a la perfeccion. El hombre pone fin a los aspavientos y los gritos, para dar paso a la sorpresa. La misma que, imagino, deben de tener el resto de los conductores cuando lo ven perder el control, salirse del carril, invadir el arcen y dar un frenazo en seco para no acabar estampandose contra unos arboles que hay al otro lado. --Daniela: 1 – Mamon: 0 --suelto pisando a fondo el acelerador para dejarlo atras, sonriendo de modo triunfal. A las siete y media en punto, ficho en la maquina que hay nada mas entrar por la puerta de empleados. Saludo a algunos companeros con los que me cruzo en los pasillos hasta que llego a maquillaje, el lugar donde cada dia doy rienda suelta a mi gran pasion en los estudios de la nueva television valenciana. Sobre la repisa, donde descansan los articulos de cosmetica y los utensilios que usamos para maquillar, esta la orden del dia con el nombre de las personas a las que debo preparar. La miro tras guardar mi bolso en el armarito que hay justo debajo. No puedo evitar soltar una risita burlona cuando veo el apellido de una de ellas: Braga. Al parecer, es un politico muy importante. Concretamente, y segun pone en la hoja, es el mismisimo consejero o conseller de Economia Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo. !Como si yo supiese quien es, con lo poco que me interesa la politica! --Buenos dias, Daniela --me saluda al entrar German, uno de los ayudantes de direccion. --Buenos dias. Veo que hoy tenemos a alguien importante --comento ondeando la hoja que aun sostengo en la mano. --Asi es. De eso vengo a hablarte. --Su rostro es mas serio de lo habitual--. El conseller es un hombre de armas tomar. Debes llevar cuidado. --?Que quieres decir? --Es un hombre demasiado estricto al que se le ha subido el poder a la cabeza. Las malas lenguas dicen que el cargo que ocupa no es su mayor aspiracion. --Y ?que tiene eso que ver conmigo? --Ha pedido que se lo maquille exclusivamente con productos de alta calidad. --?Acaso cree que usamos productos de los chinos? --pregunto molesta. Yo misma pedi personalmente trabajar con las mejores firmas. --Es un capullo integral, por eso venia a advertirte. Se que eres amable con todo el mundo, pero te pido que con el lo seas aun mas. Ten paciencia. ?De acuerdo? --Tranquilo, hare todo lo que este en mi mano para que don Delicado se sienta comodo. --Entre su apellido y su especial peticion, tengo claro que es gay. Aunque me cuesta creer que haya alguno tan idiota: todos los que conozco son un encanto. --Esta previsto que llegue dentro de media hora --afirma German mirandose el reloj de la muneca--. Comienza con Encarna, que enseguida viene. Y gracias, Daniela. --A ti por avisarme --contesto condescendiente justo antes de verlo desaparecer por la puerta. Mientras espero a Encarna, la periodista y presentadora de las noticias matinales, escribo un mensaje a Vera para contarle a quien voy a conocer. Si es alguien tan importante, doy por sentado que vendra acompanado de guardaespaldas, y se cuanto le ponen. Mientras lo hago, observo que su ultima conexion fue de madrugada, justo cuando nos despedimos y nos marchamos del ultimo local. Me sorprendo al comprobar que no se ha conectado hoy, y mucho mas al ver que no me contesta, pues suele hacerlo al instante. <>, pienso mientras vuelvo a escribirle un nuevo mensaje exigiendole que se levante con la amenaza de ir personalmente a darle un azote en el culo como no lo haga. --Buenos dias, guapa --me saluda Encarna en cuanto entra por la puerta. --Buenos dias, preciosa. Ya me ha dicho German quien nos visita hoy. ?Nerviosa? --pregunto guardandome el movil en el bolsillo trasero del pantalon. Ella se acomoda en el sillon blanco de maquillaje. --Mira, no te lo voy a negar. Un poco si. --Es normal, no todos los dias recibimos a alguien tan importante. --No es por su cargo, que para eso estoy mas que preparada, sino por lo que se de el. Es un tio que no se muerde la lengua, y mucho menos con su numerosa lista de intransigencias. --Ya veo que es la joya de la corona --comento en tono ironico mientras le limpio la cara antes de empezar a maquillarla. --Es el bulldog del partido. Sus ideas son tan retrogradas y arcaicas que he tenido que modificar la entrevista mas de diez veces. --?Tan antiguo es? --Demasiado para la edad que tiene. Apenas sobrepasa los cuarenta y, sin embargo, parece haber nacido en la posguerra. Procede de una familia muy severa y disciplinada, asi que supongo que el ha heredado sus ideales. ?Sabias que pidio que lo entrevistara Pedro? --?Por que? --Porque el muy capullo es un machista redomado. El motivo de su visita no es otro mas que darse golpes de pecho por creerse el responsable de haber conseguido que una empresa muy importante haya elegido Valencia como lugar para abrir su unica sucursal en Espana. !Como si no supiesemos de quien depende! --Pues yo no lo se --afirmo aplicandole la base.

  • Sucedio en Las Vegas de Grace Marie March

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    --LO que pasa en las Vegas se queda en las Vegas --dijo Olga levantando la copa para brindar con sus amigas en la cena que habian organizado en el hotel donde se iban a quedar ese fin de semana, tanto sus amigas, como sus familiares levantaron la copa para brindar por la felicidad de ella.--Cuando supo Aidan que veniamos a las Vegas perdio todo el color de la cara, pense que le iba a dar algo --le dijo Cloe a su amiga Sophie. --A Robert le paso lo mismo --dijo riendose. Olga y sus dos hermanas, Rebecca e Irene, eran las hijas de Alexandra Winchell, unica hija de Rebecca, lo cierto es que ellas no estaban muy unidas a su familia materna, se veian pocas veces, tenian muchisima mas relacion con la familia de su padre, pero cuando conocieron a Cloe, la esposa de su primo hermano y a Sophie, hija de un amigo de la familia, entre ellas crecio una gran amistad. --No puedo creerme que mi hermana pequena se case antes que yo --dijo Rebecca en plan dramatico--, como se case tambien Irene, ahi si que me da algo. --dijo provocando las risas de todas, pero Rebecca oculto sus verdaderas emociones con esos chistes y con un par de copas de mas, en verdad ella penso que seria la primera en casarse, habia tenido una relacion seria que se termino cuando quiso hacerle una visita sorpresa a su novio, en su piso, para celebrar su aniversario y la sorpresa se la llevo ella al verlo junto a la vecina en la cama. No solo rompio con el ese dia, sino que tambien vio afectada su autoestima cuando el le dijo que al fin estaba con una mujer de verdad, ella siguio con su vida, refugiandose en sus estudios y su trabajo, llegando a entrar en una gran empresa, ascendiendo hasta el departamento de recursos humanos, por meritos propios, como le gustaba recordar a sus hermanas. Poco a poco se fueron retirando todas de la discoteca del hotel, pero Rebecca insistio en quedarse a tomar una copa mas, pese a que ya habia tomado mas de la cuenta, si hubieran estado sus hermanas o sus primas se la hubieran llevado si o si, pero las amigas de Olga simplemente le hicieron caso. --?Rebecca? Ella se giro al escuchar su nombre y se quedo mirando al hombre que tenia frente a ella, entrecerrando los ojos tratando de verlo mejor, ya que con las copas de mas que llevaba le veia doble. --?Jefe? --Si, soy Eduard, ?te encuentras bien? --No lo se, en estos momentos creo que tengo alucinaciones, sera mejor que me vaya a mi habitacion--, estaba tratando de levantarse cuando el la escucho murmurar--, vengo hasta aqui para alucinar viendo a mi jefe, para flipar, igual es un mensaje de que quiero acostarme con el y hasta ahora no me habia dado cuenta. Eduard no pudo evitar reir ante sus palabras y al ver que casi se cae, la cogio por la cintura para ayudarla. --Vamos, que no creo que puedas llegar tu sola. --Nunca me ha pasado esto, alucinar con ver a mi jefe, si no sueno ni contigo ni nada, no eres el dueno de mis fantasias mas ocultas. --Si sigues asi destrozaras mi ego en pocos dias. --Bueno, voy a ver donde me lleva esta alucinacion tan extrana--, trato de ponerse de pie delante de el--, ?vas a despedirme? --dijo de pronto y parecia hecha polvo, llevandose una mano al pecho--, No, eso no puede ser, me llamarias a tu despacho y no vendrias a buscarme a las vegas. --volvio a apoyarse en el para volver a ir hacia las puertas--, mi hermana pequena se casa, voy a ser la solterona de la familia--, empezo a decir cuando le entro hipo--, y a este paso tambien la borracha --dijo empezando a reir--, me han dejado sola --dijo poniendose de nuevo triste. --eso es porque Adara no ha venido, es mi mejor amiga, ella estaria aqui conmigo, seguramente mas borracha que yo. --No se si eso es posible. --?Que haces aqui? --He venido a visitar a un amigo, tipo tu Adara. --?Si?, y habeis venido a las Vegas. --Es que el vive aqui. --Ahhhh --ella se aparto un poco de el y se sento en un reservado antes de la salir de la discoteca--, dejame descansar, todo me da vueltas, ?podrias traerme algo para beber? Eduard hizo un gesto al camarero y pidio dos aguas, ella vio la botella cuando se la pusieron delante y le miro horrorizada. --Es lo unico que te voy a pedir --le advirtio. Rebecca saco el movil y el vio que realizaba una llamada, pensando que seria a alguien para que fuera a buscarla, se sorprendio cuando la escucho. --Si, ya se que hora es, …, Adara es que estoy teniendo una especie de fantasia con mi jefe, ?que crees que pueda significar?, …, no, aun tenemos la ropa puesta, …, ?por que dices que eso no es una fantasia?, …, vale, entonces como estamos vestidos es normal, …, ?y que crees que quiere decirme mi subconsciente?, …, no, cobro bien, no quiero un aumento de sueldo --Eduard escuchaba boquiabierto--, vale, yo me dejo llevar, luego te llamo, …, vale manana, sabes que me ha dicho que tiene un amigo en las vegas, le voy a decir de quedar los cuatro y te lo presento, …, es verdad, si es una fantasia, olvida lo que te he dicho. Dejo el telefono en su bolso, bebio un sorbo de agua con cara de asco y le miro. --Voy a dejarme llevar --le dijo Rebecca. --Bueno, lo cierto es que estaba hablando con mi amigo, porque precisamente necesito casarme. --?Tienes novia? --No, y necesito estar casado durante dos anos para cobrar una herencia de un excentrico tio. --Madre mia, ya se lo que pasa, como he dicho que mi hermana pequena se iba a casar antes que yo, mi subconsciente me ha traido un marido --dijo casi cayendo encima de la mesa--, necesito algo mas fuerte que agua. --Solo vas a beber agua, vamos que te llevo hasta tu habitacion. --Pero no has venido para casarte, aqui en el hotel hay una capilla --dijo ella tratando de levantarse--, pero te aviso, si no me caso de Marylin, yo no me caso. --?Me vas a firmar un papel comprometiendote a estar casada conmigo durante dos anos? --Claro, porque no, no tengo planes para los proximos dos anos --dijo volviendo a sentarse --, todo me da vueltas. --Tal vez deberias irte a tu habitacion, lo mejor es que lo hablemos manana, no te veo en la mejor de las condiciones. --Mira, jefe --dijo ella tratando de senalarlo--, esta es tu ultima oportunidad conmigo, te casas ahora, siempre y cuando yo vaya de Marylin o te olvidas de casarte conmigo para siempre. Eduard la miro y saco un sobre de su chaqueta, sacando las hojas del interior. --Habia redactado esto, lo cierto es que me iba a casar con una prima de mi amigo, pero ahora mismo pienso que sera mas creible si me caso contigo, aun no esta puesto el nombre, seria escribirlo y firmar. --Pues vamos alla --dijo cogiendo los papeles y no pudiendo leerlos del mareo que llevaba --, te los voy a firmar sin leer, mira si confio en ti. --Despues de firmarlos, se levanto junto a el --. Vamos a por mi vestido. --Yo no pienso vestirme de Elvis. --Pero que soso eres, no puedo creerme que no quieras hacer eso, mal empezamos con esta boda. --Cada uno puede casarse como quiera. --Vale --dijo un poco a reganadientes--, vamos alla, no puedo creer que vaya a casarme la primera de mis hermanas.

  • La nube azul de Arwen Grey

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  • Victima de la pasion de Frances Housden

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    Alguien que habia nacido rodeada de lujos y comodidades, como Chelsea Tedman, jamas habria imaginado que acabaria escalando el Everest. Debia resolver el misterio de la muerte de su hermana en aquella misma montana pero, antes de nada, necesitaba un guia.

  • Radiografia de chica con tatuaje de Jordi Sierra I Fabra

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    Una noche de pasion finaliza con un crimen. El principal sospechoso niega los hechos pero todas las pruebas lo condenan. Un caso cerrado para todo el mundo menos para la novia del acusado, que se siente responsable porque aquella noche fatidica no estaba con el. Carla cree que hay piezas que no encajan. Mientras todo a su alrededor parece desmoronarse, ella iniciara una investigacion para descubrir el verdadero rostro del asesino.

  • Irresistible 4 de Robyn Hill

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    Su cadera se contoneaba de una forma febril, salvaje, provocando en mi cuerpo un estado de continua excitacion. El cuerpo de aquella mujer era fantastico: unas piernas bien torneadas, unos pechos generosos que a duras penas lograba contener el bikini de lentejuelas, y un ombligo muy sexy. Su flexibilidad no dejaba de asombrarme. Tan pronto se sentaba sobre mi regazo, como se levantaba para girarse y ensenarme su trasero; todo en movimientos elegantes y energicos. Trague saliva. Era dificil no caer en la tentacion ante aquel despliegue exuberante y erotico. Su melena pelirroja no cesaba de moverse sobre sus hombros, o sobre su espalda cuando echaba la cabeza hacia atras. A lo lejos sonaba la musica, creando una burbuja de espacio y tiempo en el que ambos nos encontrabamos muy comodos. Ella dominaba la situacion al ser una profesional, mientras que yo era testigo de su maravilloso talento para la seduccion y el baile. Sin darme tiempo a reaccionar, me coloco sus pechos sobre mi cara hasta el punto de imposibilitarme la respiracion. ?Como me ha dicho que se llama?, me pregunte. Debido a la masiva ingesta de alcohol, mi memoria habia menguado a un cincuenta por cien de su capacidad. Se giro de nuevo al son de la musica para que observase su espalda, y como se desabrochaba la parte de arriba al tiempo que me lanzaba una mirada coqueta. La prenda cayo al suelo, pero mis ojos esperaban el excitante momento de ser colmados con la vision explosiva de sus pechos. Senti la ereccion incomodandome en mis calzoncillos, pero estaba concenciado a no airear el pene de su madriguera. Por eso una parte de mi, para enfriarme, busco el recuerdo de personas u objetos nada sexuales, como una abuela o un billete de autobus. Nada de eso sirvio, aquella chica sabia bien la reaccion que causaba en los hombres. Por fin, sus pechos quedaron a la vista y no pude mas que reconocer su perfeccion. El detalle del piercing en los pezones resultaba provocador, por lo que sacudi la cabeza para que evitar que los malos pensamientos me invadieran por completo. El numero acabo con su pierna por encima de mi cabeza, muy cerca de su tanga de lentejuelas. Haciendo gala de su celebre flexibilidad, me beso la mejilla. --Eres guapo. Si quieres fiesta, te espero en la habitacion de alli --dijo senalando con la cabeza. Asenti, aun abrumado por el exuberante espectaculo. La chica recogio el bikini y desaparecio ante la atenta mirada de Lou, David y la mia, por supuesto. --Lo pagareis caro, malditos --dije mirando a mis amigos. La fama de las fiestas de despedida de soltero son legendarias, pero ellos me habian prometido que las strippers se mantendrian al margen. Desde la irrupcion de Amanda en mi vida, el deseo por otras mujeres habia desaparecido. Ella me llenaba de arriba a abajo. No necesitaba a nadie mas. --No sera para tanto, Eric --dijo Lou, entregandome una copa de whisky y sentandose a mi lado. --Ademas, una ereccion no cuenta como infidelidad --dijo David, sonriendo mientras se palpaba su entrepierna. --?La tuya o la mia? --pregunte. --La de los dos. Sera mejor que nadie diga ni una sola palabra --dijo David mirando a Lou. --Sere una tumba. Os lo prometo. Ademas, manana con la reseca se me habra olvidado todo --dijo Lou despues de tomar un trago de su copa. --Entonces lo de pasar a la habitacion con ella, ni hablar --dijo David. Los tres nos miramos sin decirnos nada durante unos segundos. A continuacion, estallamos en una carcajada al unisono. Confieso que estaba disfrutando mucho mas de lo que pensaba, y eso era asi porque me sentia arropado por la amistad de Lou y David. Los tres formabamos un trio de lo mas pintoresco: un frances a punto de casarse, un americano ya casado, y otro empezando una relacion. --Me parece que es hora de regresar a casa --dije mirando mi reloj, que marcaba las dos de la madrugada. --Ni hablar --dijo Lou negando con la cabeza. --?Te has vuelto loco? --pregunto David con los ojos bien abiertos--. Aun queda mucha noche. --?Que mas teneis planeado? --pregunte alzando las manos en senal de rendicion. Lou y David se miraron, encogiendose de hombros. --?Nada mas? --pregunte--. Entonces, vamonos a casa que ya echo de menos a mi futura mujer... --Tu lo que pasa es que estas cachondo --dijo Lou, soltandome un codazo. --La verdad es que si --dije, riendo--. Ademas, tampoco hay ningun plan. --Eric, esto es Las Vegas, algo sucedera. Llevas el tiempo suficiente para saber que cualquier cosa puede pasar... --Oh, vamos, no sera para tanto... En ese momento entro en la habitacion una chica de cuerpo escultural. Llevaba el pelo muy corto, casi rapado al cero. De su nariz colgaban unos flamantes piercings y sus brazos estaban tatuados al completo. --Hola, chicos. Me llamo Sally y necesito testigos para mi boda, ?os apuntais? Me quede de piedra mientras David y Lou me lanzaban miradas como diciendo <>. *** Los cuatro nos montamos en una limusina que nos esperaba a la salida del club. Sally nos presento a su prometido, un tipo gordito con cara de buena persona y vestido de Elvis, el cual nos saludo efusivamente. --Gracias, chicos, por hacernos este favor. Sally y yo nos acabamos de conocer, ?no es fantastico? --?Esta noche? !Enhorabuena! --exclame sorprendido por la locura, aunque cada vez menos, ya que desde que habia llegado a Estados Unidos me habia pasado de todo. --Es tan romantico... --dijo Sally, mirando tiernamente a su prometido. Ambos se besaron con pasion, sobandose el cuerpo del otro, ignorando nuestra presencia. --Nos pone que haya gente mirandonos --dijo Elvis, a modo de excusa. --Oh, estupendo --dijo Lou mirando fijamente--. Por nosotros, no os corteis. --Estais hecho el uno para el otro, no hay duda --dijo David, ironico. Mientras los novios no dejaban de saciarse carnalmente, me incline sobre el minibar y empece a servir copas a mis amigos. Los tres brindamos por la boda de Elvis y Sally, y nos bebimos el vodka de un sorbo. La cabeza empezaba a darme vueltas. Me costaba recordar la ultima vez que me habia emborrachado. --?Esta bien? --me pregunto Lou. --Si, si --dije con una sonrisa. --!Por cierto, os regalo unos puros! --exclamo Elvis de repente, deshaciendo el beso con su prometida. Del bolsillo interior de su chaqueta blanca y con flecos, saco tres puros que repartio a cada uno de nosotros. --Vaya, que nivel, es un Monte Cristo numero 4 --dije oliendo el aroma intenso del tabaco--. El puro mas famoso del mundo, y cubano. Elvis saco de otro bolsillo un cortador de puros y un encendedor. Procedio a cortar la vitola y, finalmente, para los encendio con solemnidad. --?Se puede fumar aqui? --pregunte. --No, pero un dia es un dia --dijo Elvis con una amplia sonrisa. David y yo aspiramos el suave aroma del tabaco, mientras que Lou tosio un par de veces. Al parecer, no estaba acostumbrado a fumar. Enseguida el humo se apodero de la atmosfera de la limusina como si fuera una niebla. Por suerte, llegamos a nuestro destino a los pocos minutos. Estaba deseoso de participar en una de esas boda rapidas y locas de las que tanto se describen en las peliculas de Hollywood. Cuando nos apeamos de la limusina, me fije en un letrero luminoso que decia "Capilla Viva Las Vegas". Nos encontrabamos aun El Strip, pero en la zona alejada de los casinos. En la puerta se encontraba un Cadillac adornado con flores y cintas blancas. Una pareja de recien casados salio de la capilla y, tras despedirse de los invitados, se subio al coche y se marcharon ante mi estupefacta mirada. Al entrar, dejamos que los novios hablaran con el recepcionista. Tras recibir el pago, enseguida se nos invito a pasar a la capilla. Mi primera impresion fue que se asemejaba al decorado de una pelicula. Las flores eran de plastico y la musica sonaba enlatada. David, Lou y yo nos quedamos de pie, detras de la novia. De una puerta trasera salio un reverendo con barba grisacea y calvo como una bola de billar. Empezo a soltar el discurso mientras mis amigos y yo nos mirabamos con asombro, divertidos y encantados de vivir una experiencia tan insolita. --Es la primera vez que estoy en una boda de estas --dijo Lou, entusiasmado. --Yo tambien --dijo David. --Yo tambien --dije yo. Sally se veia radiante, y deduje que bajo esa imagen dura que le gustaba llevar, se escondia una mujer dulce y romantica. Elvis no paraba de sonreir, pero su mirada parecia un tanto perdida, por lo que me pregunte si estaria colocado. --Si, quiero --dijo Sally sin dejar de mirar a Elvis cuando el reverendo le formulo la ansiada pregunta. --?Y tu, Mike Post, aceptas a Sally Carter como tu esposa? -- pregunto. Elvis en vez de responder afirmativamente, bajo del altar y empezo a correr con expresion de angustia. --!No quiero casarme! --exclamo, fuera de si. Miramos a la novia, quien con un gesto de la mano nos ordeno que lo detuvieramos. El cuerpo de Elvis era robusto, pero entre los tres conseguimos retenerlo, a pesar de su pataleo. Elvis insistia en su deseo de no contraer nupcias, por lo que los tres nos miramos sabiendo que era algo a lo nosotros no le podiamos obligar. Nuestra etica nos lo impedia. --Si no me caso con el, me caso con uno de vosotros, pero hoy me caso --dijo tajante Sally. Ante esa ferrea determinacion, empujamos al novio hacia el altar. La situacion no resultaba sencilla, pues Elvis se revolvia como un autentico profesional de lucha libre. El reverendo, para nuestra sorpresa, permanecia inmutable, como si fuese una escena mil veces vista. Sally, brazos en jarra, esperaba a su prometido con el ceno fruncido. --!Nos acabamos de conocer esta noche! !Es de locos! -- exclamo Elvis. --Soy el amor de tu vida, lo que pasa es aun no lo sabes --dijo Sally, emocionada. Elvis solto un punetazo al aire que impacto en el estomago de Lou, el cual se doblo por el dolor y por la falta de aire. Aqui fue cuando se desmadro todo. David, en solidaridad con su amigo, le propino una patada a Elvis, pero fue un acto que no gusto demasiado a la novia. --!Eh, a mi prometido no se le pega! --exclamo Sally bajando del altar. Sin esperarlo nadie, la novia armo su brazo y propino un punetazo a David, que se agacho a tiempo. Sin embargo, el golpe lo recibio mi mandibula. Cai hacia atras. Lou se revolvio contra Elvis, y este contra David. Sally sacudia con el ramo de flores a quien se pusiera por delante. En un segundo se formo un magma de pies y brazos que resultaba imposible de dilucidar quien atizaba a quien. El reverendo con gran parsimonia, suspiro y grito por un interfono situado en la mesa. --Seguridad, por favor.

  • La tierra de Alvar Fanez – Antonio Perez Henarez de Antonio Perez Henarez

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    Siglo XI, frontera del Reino de Castilla, es tiempo de heroes. La mejor novela historica de una epoca convulsa que marcaria nuestra historia.

  • Mi vida sin ti de Pat Casala

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    Ha pasado un ano desde que Swan y Steff se separaron tras una amarga discusion. Entre ellos existia una atraccion de alto voltaje, nada impedia que se enzarzaran en batallas verbales cada vez mas crudas y acabaran besandose con una pasion desbordante. Pero Swan se frenaba a tiempo, antes de cometer una locura porque habia demasiados obstaculos insalvables.
    Sabe que hizo lo correcto, pero no ha pasado ni un solo dia sin que esa decision le pesara. La desea, la recuerda a cada segundo con una necesidad furiosa de tenerla y no puede renunciar a ella ni un dia mas.

  • La isla del poeta de Jordi Sierra I Fabra

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    Isa tiene diecinueve anos y un deseo: conocer al poeta cuyos libros salvaron su vida en la adolescencia, ver al hombre cuyos versos la animaron a luchar cuando estuvo frente a la muerte. Pero ese poeta, Isaac Estruch, lleva veinte anos retirado en una pequena isla de las caribenas aguas de Cartagena de Indias, en Colombia. Encerrado alli, sin querer ver a nadie, Isaac es un ermitano con fama de irascible. Pese a todo, Isa cruza el Atlantico y se planta frente a su cabana.

  • Velo de silencio (Velo 2) de Silvia Barbeito

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    Marta siempre ha sido una chica timida, dulce e inocente, pero ahora que ha descubierto sus poderes magicos necesita a su lado a alguien que la ayude a desarrollarlos y a liberarse. Alguien como Niall.
    Pasada la magica noche de Imbolc, Niall y Marta llevan a cabo un ritual ante la diosa Danu para reforzar las protecciones del Velo. Pero en el complejo mundo de la magia nada es lo que parece, y todo lo que se presta es necesario devolverlo. A cambio de su favor, Danu pide un acto de vida: un apasionado encuentro que los sacudira a ambos hasta los cimientos y provocara consecuencias indeseadas.
    La presion soportada revelara por fin los poderes de Marta, y, para sorpresa de todos, se convertira en un ser demasiado poderoso y atractivo como para que Niall pueda resistirse a ella.
    Mientras se enfrentan a los peligros que acechan desde el Otro Lado, Niall y Marta se ven envueltos en un juego de pasion donde sus corazones acabaran inmersos sin remedio.

  • Una manana cualquiera de Esteban Moneo

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    --!Esteban! !Senor! ?Me oye? !Esteban! !Esteban! --Una senora bajita y regordeta, enfundada en un chaleco naranja fosforescente y rodeada de media docena de personas del servicio de asistencia y de la policia municipal, vociferaba con cara de pocos amigos. La condenada chillaba como las pescaderas en esos antiguos mercados de abastos de los puertos: <>. Jureles no, pedazo de atun inmovil, que no reaccionaba ante semejante griterio. Y Marta, su mujer, con un ataque de panico al verlo convertido en un guinapo. Todos en torno a la cama, contemplando un tesoro, algo divino, digno de contar por la noche en sus casas. Nada que ver. Un cuarenton, con los pelos revueltos despues de una noche de sudor y fiebre, no despertaba. Quizas, tantos decibelios por parte de la dichosa senora provocaron el chispazo. El cable rojo y el cable azul se rozaron, encendiendo una bombilla dentro de el. La alarma del despertador le hizo incorporarse y miro la habitacion. Su pequeno espacio privado invadido por gente con uniforme que vociferaba y escudrinaba. ?Que sucedia?, ?que...? <>. No, perdon, jureles no; eso es lo que a el le resonaba en la cabeza, a punto de explotar por ese grito ininteligible: --!Senor! ?Me oye? !Estebaaaan! Del mismo modo que desperto, atonito ante las voces de la medica a medio metro de su rostro, se desplomo sin decir palabra. No pudo. Sus fuerzas se consumieron en una simple mirada desencajada. Esos ojos de atun y su cuerpo, un saco de patatas recien descargado, cayeron hacia atras, sumergidos de nuevo en otra dimension. Senal suficiente para que la senora del chaleco determinara la gravedad de su estado y cambiara los chillidos por ordenes a sus companeros: --!Protocolo ictus! !UVI movil! !Vamos, senores, traslado urgente al hospital! Mientras, su mujer solo pensaba en disimular para que sus hijos no se asustaran por la situacion. Tarea complicada a la hora del desayuno en una casa con cuatro ninos, ante tal despliegue de personal uniformado que efectuaba su trabajo sin miramientos: entraban y salian, subian y bajaban escaleras. Y habia dos ambulancias y un coche de policia en la puerta. Una vecina, muy amiga de la familia, corria en camison en busca de la llave de la salida de emergencias de la urbanizacion. Al marido, mas para alla que para aca, dos fornidos facultativos del Samur lo bajaron en una silla de ruedas por las escaleras. Un espectaculo. Varios vecinitos, en vez de seguir rumbo al colegio, se detenian en la puerta del domicilio para verlo. Lo de pasar de largo, pura quimera. Otro chispazo. Otra mirada fugaz. El traqueteo del descenso conecto de nuevo los dos cables mal pelados de su cerebro y volvio a enchufarse a la realidad. Lo metieron en una ambulancia. No pronuncio palabra, ni balbuceo. Se iba rodeado de luces y personal sanitario, ante la cara de susto de su mujer y el nino cotilla de turno, que se habia quedado paralizado en la puerta. De milagro, en esa breve conexion fue consciente de que no era el, ni su cuerpo. Diez segundos dentro de un saco, mirando con los ojos de un extrano. Con el mismo impulso que vino, se fue, como aquellas bombillas de filamento de toda la vida, no estas modernas repletas de puntitos, que se agitaban a contraluz para comprobar si estaban fundidas o dando sus ultimos coletazos. Se apagaron su mirada, sus recuerdos y su escasa, por no decir nula, capacidad de reaccion. El personal sanitario lo aseguro con bridas a la silla. El viaje hasta el hospital de la zona, uno de los mas modernos de la ciudad, era corto. Cuantas veces habian hablado de lo conveniente que era tener semejante mole cerca de casa, por si algun dia ocurria aquello que piensas que nunca te va a pasar a ti. Ni en el peor de sus suenos ni en sus quejas continuas sobre su estado de salud, habia imaginado que su primera visita al complejo hospitalario seria por la puerta grande, como los primeros espadas de la tauromaquia, pero al reves: ellos triunfan y salen, no entran. Los cuatro ninos apuraban sus desayunos, ajenos a lo sucedido y al trago dificil por el que pasaba su madre. Calma absoluta. Su padre estaba con gripe en la cama, los medicos habian venido a verlo. Nimiedades, una enfermedad comun no impedia que continuaran con la misma rutina de cada manana: risas, colacaos, cereales, y zumbando a clase. Sin saber que le ocurria a su marido, inconsciente de camino al hospital, aderezaba su incertidumbre con la idea de que el vecinito cotilla, que iba a clase con uno de sus hijos y habia contemplado la funcion matutina desde primera fila, le contara, con la habitual inocencia infantil, que su padre se estaba muriendo. Estas preguntas, muchas mas y toda la tension contenida salieron disparadas, como si se abriera la espita de una olla expres, cuando los ninos brincaron del coche, rumbo al patio. Con el cierre de las puertas, la madre rompio a llorar. La noche anterior, se habia planteado si una simple gripe era motivo suficiente para hacer que el medico se desplazara a su casa. Los telediarios ya habian avisado de que las urgencias estaban colapsadas por los casos de gripe. ?Que les iba a decir? <>. Vamos, igual que el resto de los contagiados por el virus en ese frio mes de enero. Ellos mismos lo habian comentado en mas de una ocasion: --Si estas enfermo, caldito, y a la cama. Sin exageraciones, que el sistema sanitario bastante tiene con lo suyo. Pero esa manana, al despertar, fue consciente de que algo anormal sucedia. Ni gripe ni catarro. Temio que fuese a mayores. Si otras veces procuraba hacer el minimo ruido posible para dejarlo descansar, ese dia no. Por fortuna, su sexto sentido femenino le advirtio que no debia salir sin mas. --Esteban, Esteban, ?estas bien? ?Como te encuentras? No obtuvo respuesta. Su marido no despertaba. No estaba. --Esteban, Esteban, ?que te pasa? --insistia Marta--, ?sabes quien soy? Igual que sucederia una hora mas tarde con los gritos de la sanitaria, los ojos de su marido dieron un repaso al cuarto traspasando el cuerpo de ella; esa forma de mirar de quien no esta viendo. Y no pronuncio palabra. Eso activo las alarmas de Marta. Las llamadas de sus vecinas la hicieron volver al crudo presente. Los ninos estarian en el colegio hasta media tarde; llegados a ese punto, ya veria como se las arreglaba para contarles lo sucedido. Lo primero era lo primero: ir al hospital para informarse del estado de Esteban. Solo sabia que a esa persona con la que llevaba mas de media vida la habian metido en la ambulancia como un fardo, inconsciente. Pero habia visto su mirada dura, distante; la misma que un familiar suyo anos atras, ese que no tuvo un final feliz. La llegada al hospital fue un nuevo mazazo. A diferencia de esas series hospitalarias que tanto gustaban a los televidentes, donde cirujanos, interinos, enfermeras y celadores vivian aventuras dignas de un culebron a la par que la sangre surgia a borbotones (eso si, sus batas blancas se mantenian impolutas), la realidad que se encontro Marta fue una sala de gran tamano a rebosar de ancianos en camillas agolpadas en las esquinas y pasillos, a la espera de su turno o a mitad del tratamiento que calmase sus sintomas gripales. Sofocada y con el susto en el cuerpo, la llevaron hasta los boxes de urgencias. Las paredes de cristal, con un enorme punto rojo en el centro para que las personas no se dieran de bruces, y las cortinas a medio descorrer apenas preservaban la intimidad de los enfermos: un abuelito, que pocas horas mas tarde pasaria a mejor vida, y un par de accidentados. La enfermera le senalo con amabilidad la esquina, justo donde empezaba el pasillo: ese era el de su marido.

  • 6 Pequenas historias de sexo para todos de Baby Pink

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    PEQUENO LIBRO CON 6 RELATOS CORTOS SOBRE EL MUNDO DEL SEXO. SE ABORDA DESDE EL SEXO GAY, LESBIANAS, DOMINACION, EXHIBICIONISMO… COMO DICE EL TITULO, SON 6 MINICUENTOS EROTICOS QUE PUEDEN DISTRAERTE UN RATO, DIVERTIRTE O ESTIMULARTE. TODOS HAN SALIDO DE MI IMAGINACION, PERO VARIOS HAN SIDO INSPIRADOS EN HECHOS REALES DE GENTE QUE CONOZCO Y CUYO PERMISO TENGO. ES UN LIBRO CORTO, ENTRETENIDO, Y CONTIENE MAS QUE SEXO. CADA HISTORIA LLEVA UNA ENSENANZA, UNA MORALEJA. GRACIAS POR VUESTRA ATENCION.

  • Abril en Curazao de Betina Shabliko

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    Ambientada en la paradisiaca isla de Curazao, Abril tendra que rehacer su vida y superar equivocos y prejuicios. Y es que, a veces, los caminos mas accidentados son los que nos llevan al mejor puerto.

  • Si Cece lo dice de Valeriam Emar

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    Cece amor es una famosa consejera sentimental, conocida por su don de emparejar a las personas que estan destinadas a estar juntas. Pero su mundo rosa empezara a desmoronarse con la aparicion del Camarada del deporte, un bloguero que intenta destruir su reputacion acusandola de fraude.
    Jerry Smith se propone encontrar a la famosa consejera sentimental que hizo que su prometida lo dejara plantado a pocas semanas de casarse y se ocuparia de que ella pagara bien caro lo que le hizo.
    A veces el enemigo esta mas cerca de lo que uno se imagina, y del odio al amor se puede pasar a un solo beso.

  • La ciudad de las mujeres desaparecidas de Megan Miranda

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    Han pasado diez anos desde que Nicolette abandono su ciudad natal despues de que Corinne, su mejor amiga, desapareciese sin dejar rastro. Nicolette regresa a casa para cuidar de su padre enfermo, pero pronto se ve inmersa en un terrible drama. Todas las personas relacionadas con la desaparicion de Corinee siguen con sus vidas en Cooley Ridge: el hermano de Nic, Daniel, a punto de ser padre; el antiguo novio de Corinne que trabaja en el bar del pueblo; y Tyler exnovio de Nic y pareja actual de Annaleise que fue la coartada que exculpo al grupo de amigos la noche de la primera desaparicion. Pero ahora es justo Annaleise la desaparecida. Durante las dos semanas que siguen -la historia se nos explica desde el dia 15 al dia 1, en una ciudad donde nadie es lo que parece, ni familiares y amigos.

  • Cuando Sonries de Erica Vera

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    Buenos Aires. 2016. —Uh. Me olvide de contarte. Hoy te llamo tu madrina —dijo Jimena mientras terminaba de secar el plato que le alcanzaba Damaris—. Atendi porque no dejaba de sonar y pense que era importante, perdon. —Esta bien. Vi la llamada. Me escribio tambien. —?Y? —Nada. No le he dicho nada. —!?Por que?! Deberian saber lo que paso. —No. Y no me vas a convencer. —Creo que deberias contarles, Dami. —Le acaricio la mano en el intercambio de vajilla y le sonrio con dulzura. Aun pese a los dias que habian pasado y los antiinflamatorios que habia tomado, seguia llevando la marca de la mano de su marido en el rostro. —No creo que sea buena idea. Podria llegar a provocar una tragedia. No. —No estas sola, amiga. —Lo se. !Gracias! —Entonces… —Entonces… cuando me recupere, analizare que hacer. Yo no quiero volver y ser una carga para nadie, Jimena. No quiero que se compadezcan de mi. Ya tu sabes. —Si… pero alla esta tu mama, tu familia. Creo que… —Lo se. No creas que no pienso en ellos. —?Y entonces? —Entonces, nada. Por ahora no pienso volver y es decision tomada. —Te vas a arrepentir y lo sabes. Jimena y Damaris se acostaron a dormir sin hablar demasiado. La noche caia sobre el departamento que compartian en la capital portena desde hacia unas semanas. Sin embargo, una de las dos no podia conciliar el sueno. Como cada vez que hablaban sobre su tierra, todo volvia a comenzar. Los recuerdos regresaban como disparos que dolian como el primer dia. Todo lo que habia vivido en Republica Dominicana afectaba sus dias en el presente y estaba segura de que afectarian su futuro para siempre. Se acaricio la cicatriz del labio que, de a poco, iba sanando y se rebullo en la cama. Al cabo de unos minutos de pestanear en la negrura de la habitacion, se sento y tomo el celular para releer el mensaje de su madrina Margarita: Margarita: Mi nina, la casa no es la misma sin usted. Su madre la extrana, la necesita… igual o mas que yo. Vengase, aunque sea de visita. ?Estaba bien lo que hacia? ?Era correcto condenar a toda su familia por culpa de los recuerdos? ?Debia alejarse de sus seres queridos para olvidar? Cerro los mensajes y googleo el precio de los pasajes. Conocia de memoria los montos exactos y cada tanto controlaba si habia habido alguna variacion. Sabia, tambien, cuando y en que fecha serian mas economicos. Enseguida ingreso un dia cualquiera de agosto y encontro lo que ya sospechaba. Caro, muy caro. Aunque quisiera volver, no podria. Jimena desayunaba sobre la pequena mesita de la cocina: dos tostadas y un cafe con leche. Damaris se levanto cuando escucho la puerta cerrarse. No deseaba cruzarse con la mirada punzante de su amiga; sabia que podia ser insistente cuando queria. Desde que ella habia llegado con las marcas de su marido en el rostro, Jimena intentaba convencerla de que se marchara a su tierra, aunque mas no fuese de vacaciones. Insistia en que debia alejarse de Tom, de sus malos tratos y del infierno en que se habia convertido su matrimonio. Con las pantuflas puestas y la bata suelta en el cuerpo, camino hasta la cocina y puso la pava. Sonrio. Jimena, siendo argentina, no tomaba mate. Ella, dominicana, amaba con pasion aquel <> del que se enamoro apenas llego. Coloco la yerba en el recipiente, lo giro dejando la boca sobre su palma, y lo batio unos segundos. Le agrego un poco de azucar e inserto la bombilla tal y como habia aprendido a hacer. Se sento con los pies estirados y contemplo el edificio que le tapaba el sol. Odiaba vivir rodeada de cemento y ruido. Si algo extranaba de su pueblo era el silencio y la naturaleza. Ultimamente, los dias se hacian cada vez mas pesados porque las imagenes de su casa, del mar y de su familia la sorprendian a cada momento. Jimena tenia razon. Debia volver. Debia llenarse el alma de carino, de abrazos y sobre todo de amor… del bueno, del sano. La tarde la encontro en la misma posicion y la sorprendio el horario. Debia alistarse para ir a trabajar. Habia aprendido a viajar en subte y a hacer las combinaciones necesarias para ahorrarse dinero y tiempo. Al principio le habia costado; todo era nuevo para ella. Sin embargo, su curiosidad y, mas que nada, la necesidad la instaron a moverse por la ciudad como si fuera una portena mas. —Hola, ?Como estan? —saludo con una sonrisa enorme; la misma que siempre llevaba clavada en el rostro. A nadie se le ocurriria pensar que sufria, que su alma dolia y mucho. Eran pocos los que sabian la verdad y la razon sobre su labio partido y el moreton que su nariz aun cargaba. —!Damaris! !Por fin! —Walter se acerco y la abrazo con fuerza—. No se te ocurra dejarme otra vez con estas bichas. ?Que te paso en la boca? —Nada… Estoy bien. —Pero mira como tenes… —No es nada, Walter. Dejalo. Cuentame… ?Que te han hecho? —Lo abrazo para alejarlo del escrutinio y asi entraron a la cocina del restaurante donde trabajaban. —?Que hiciste? ?Donde fuiste? —A ningun lado, carino. Descanse mucho. —Damaris habia tenido que pedir unos dias obligada. No queria presentarse a trabajar en el estado en que la habia dejado Tom despues de la ultima pelea. Una semana para curarse las heridas de la piel. Las del alma… llevarian mucho mas, si es que algun dia sanaban—. Salimos con Jime a comer y a tomar algun trago por ahi, pero nada mas. —Una semana de vacaciones y… ?vos te quedas durmiendo en tu casa? —Creeme que lo necesitaba. —!Que bien mentia! !Cuanto habia aprendido de el! Walter y Damaris saludaron a los cocineros y al resto del staf de Pentos, el famosisimo restaurante de Puerto Madero. Gisela y Pia sonrieron con picardia cuando la vieron llegar. —Pero miren quien volvio… —comento Gisela cruzandose en el camino de Damaris. —No empecemos, Gisela. —Se interpuso Walter. —Si, mejor. No vale la pena. ?Vamos, Pia? Las dos se alejaron del pasillo, dejando una estela de veneno en el aire. —No les hagas caso. —Es que no las entiendo. ?Cual es su problema? —No les des bola. Vamos. Victoria ya debe haber llegado. Victoria era prima de Jimena. Asi fue que Damaris habia conseguido aquel puesto de trabajo aun siendo indocumentada. Aquel era un gran favor que le debia a su amiga y a Victoria tambien. Porque arriesgarse a perder el restaurante era una gran posibilidad. Los controles en Capital Federal eran exhaustivos, y cada vez que alguien con traje y corbata entraba preguntando por la duena, Damaris temblaba. —Ay, pero !que bonita! —Victoria la abrazo y, de a poco, recupero la calma que Pia y Gisela le habian arrebatado con sus gestos. Su jefa, al igual que Jimena, si sabia que habia ocurrido. Habia tenido que contarle para poder pedirle los dias necesarios. —Gracias. ?Como estas tu? ?Como ha estado todo por aqui? —le pregunto. —Igual. Ninguna novedad. Con Walter te extranamos mucho, Dami. —Pues veran, yo no puedo decir lo mismo —bromeo—. Disfrute mucho mis dias en casa. —Me alegro —respondio Victoria con la voz apagada, sabiendo que aquello era todo un montaje—. ?Estan listos para abrir? —!Claro! La noche estuvo bastante tranquila. El frio del invierno amedrentaba a la gente y, aunque el lugar estaba casi lleno, la jornada paso sin grandes sobresaltos. Pia y Gisela no tuvieron tiempo de molestar a Damaris porque su sector fue el mas concurrido. Ella, en cambio, agradecio volver al trabajo en una noche como aquella. —Dami, anda a comer. Pia se queda en tu lugar. Despues cambian. —Que la cubra Walter que tiene dos mesas —protesto la joven. —Vas vos, nena —le dijo Victoria con la peor cara. —Anda, corazon —animo a Damaris que se habia quedado dura en la puerta de la cocina. —Puedo comer mas tarde, no hay problema. —No. Vas a ir ahora que no hay muchos clientes. Devoro el plato de ravioles que Justino, el cocinero, habia preparado para ella y salio apresurada para volver a su puesto. Le sonrio a Walter mientras avanzaba hacia su sector y, cuando giro por el costado de la barra, se detuvo en seco. Sentado en una mesa un hombre de cabello corto, con una sonrisa igual a la de… !No! No diria su nombre. No lo habia pronunciado desde la ultima vez que se vieron. Pestaneo. Pestaneo. Pestaneo. !A Dios gracias! Era muy parecido, si, pero no era el. Capitulo 2 Un pasado que se fue Hay un delicado equilibrio entre honrar el pasado y perderse en el. Eckhart Tolle Jimena, como siempre, roncaba. Damaris abrio con mucho cuidado la puerta de su cuarto y la cerro lentamente para que el ruido de las bisagras no despertase a su amiga. Se quito la ropa, se puso el pijama y se sento en la cama con el espejito y las toallitas desmaquillantes entre las piernas. Habia utilizado bastante base para enmascarar el moreton que le habia quedado en la nariz. Mientras la pintura desaparecia de su rostro, sus ojos vagaban por los rasgos que aun conservaba de aquella nina que se habia criado en una tierra completamente diferente a la que pisaba en este momento. Damaris. Damaris Juarez Penaloza. Su madre, al igual que muchas otras, habia bautizado a su primera hija de aquella manera porque era comun unir los nombres de sus padres para formar el de los hijos. Su padre se llamaba Dalmiro y ella Marisa. Habia nacido en Abreu, un pueblito remoto en la provincia de Maria Trinidad Sanchez, al noreste de la Republica Dominicana, donde el verde enarbola la ciudad y el azul del mar son parte del paisaje cotidiano; donde las casas se banan en flores y la paz anida en el corazon de sus habitantes. Suspiro y cerro los ojos. Se echo hacia atras, dejandose envolver por las imagenes de su vida, de su pasado. La casa de Damaris esta —porque aun sigue ahi— ubicada a un paso de la carretera que une Rio San Juan (Norte) con Cabrera-Nagua (Sur) en el corazon de Abreu, dentro de un extenso solar[1] repleto de arboles de aguacate[2], chinola[3] y guandules[4]. En el centro, una vivienda de concreto con los pisos pulidos de rojo carmesi no la diferencian del resto que tienen las mismas caracteristicas. Comoda. Con tres habitaciones amplias, frescas y una galeria ancha desde donde se puede observar el pueblo en todo su esplendor. Detras de la propiedad se extiende un manto verde que finaliza con una caida libre de rocas afiladas y puntiagudas, donde el mar arremete sin descanso los dias tormentosos. Desde muy pequena fue servicial, amable, pero con mucho caracter. Se acostumbro a ayudar a su familia en cualquier tipo de quehacer domestico y nunca, jamas, tuvo una objecion sobre el destino que le toco en suerte. Ademas, cargaba con la gran responsabilidad de cuidar de sus tres hermanos mas pequenos desde que tuvo memoria. El espejo le devolvia una imagen triste que nada tenia que ver con esa muchachita que reia feliz los dias de sol, que corria por el campo con las manos repletas de limoncillos[5]. Se acaricio el rostro y sus dedos siguieron hasta la cabeza. Su cabello siempre perfecto parecia ser lo unico que no habia cambiado a lo largo de los anos. Su pelo negro seguia lacio, suave, sedoso, y aun caia sobre sus hombros, como una lluvia azabache. Al enredar los dedos entre los mechones, el cuero cabelludo se quejo; en Buenos Aires jamas se soltaba el pelo. La cola que, apretada, llevaba siempre como un estandarte, guardaba dentro recuerdos de su pasado. Tener el cabello atado significaba mantener su historia atada tambien; firme, contenida. Por la noche, cuando era el momento de liberar su pelo, se dejaba llevar por todo lo que su imagen le devolvia y liberaba tambien la melancolia, el miedo, la tristeza que cargaba con ella. No se dejo ganar por la angustia que le provocaba sentir los recuerdos y continuo con la inspeccion del rostro que le devolvia el espejo. Su cuerpo, el que habia comenzado a florecer con apenas once anos, tampoco era el mismo. Y sus ojos… Sus ojos verdes, que siempre llamaban la atencion de quien la mirase, habian perdido tiempo atras su brillo esmeralda. Ya no arrancaban los mas intensos suspiros y, en cambio, solo inspiraban lastima. Lastima y preocupacion. Esa noche, como nunca antes le habia pasado, deseo encontrarse en los brazos de su mama y llorar para sacar fuera todo el dolor que cargaba dentro. Las lagrimas se fueron formando con lentitud en su garganta. Porque la angustia suele nacer alli; justo entre las cuerdas vocales y el plexo solar. Luego, se propaga hacia arriba y llega con fuerza a los ojos que ya no tienen manera de aguantar el dolor que quema en el pecho. Como cada vez que pensaba en su madre, las penurias vividas a su lado y los problemas atravesados cobraban fuerza, y las cicatrices de lo vivido picaban, ardian, molestaban. Y no solo las que cargaba su cuerpo, sino tambien su alma. Marisa, su madre, habia aceptado trabajar en el Hotel de La Catalina, poco despues de que su esposo Dalmiro abandonara la casa. El altercado habia sucedido cuando Damaris era apenas una nina y su hermano Miguel acababa de nacer. Una madrugada lluviosa, el hombre habia regresado a dormir pasado de copas. Irreconocible y enojado ante la indiferencia de su esposa, le confeso que se habia acostado con Joanne, una extranjera para la cual trabajaba haciendo jardineria en una de las villas de Orchid Bay. Loco y aturdido por el ron, le grito a su mujer que no volveria porque se mudaria con su amante al dia siguiente. Y cuando todos pensaron que Marisa se tenderia a llorar y lo perdonaria, ella tomo las cosas de Dalmiro y las arrojo, una a una, fuera de la casa. No le importo su estado ni el que diran. El griterio se esparcio como la polvora y alerto a los vecinos que no se perderian otro espectaculo, igual o mejor, al que estaban acostumbrados. De a poco, fueron apareciendo detras de las ventanas, para disfrutar del show de los Penaloza. —!Se me larga de aqui! ?oyo? —le grito desencajada desde la puerta. —Pero claro que me largo, cono. !Vieja loca! —respondio el, balanceandose de aca para alla con las pocas cosas que sus manos pudieron juntar. Despues de anos y anos de infamias, golpes y sobre todo verguenzas, Marisa por fin habia logrado defenderse y poner punto final. La mujer, con casi treinta y seis anos y en la flor de su vida, comenzo a trabajar en el hotel por recomendacion de dona Margarita, su mejor amiga y madrina de Damaris. A partir de aquel momento, su mente se expandio hacia otros horizontes. Su actitud cambio completamente; era otra persona. Entendio que su independencia economica y la ayuda de su hija mayor era todo lo que necesitaba para salir adelante. No paso mucho tiempo hasta que Dalmiro se arrepintiera y regresara pidiendo disculpas. Luego de rogar, en vano, el perdon de Marisa, se mudo a Gaspar Hernandez con su familia y jamas nadie volvio a saber de el. Los anos pasaron. La vida y la rutina se acomodo: Damaris, cuidando a sus hermanos y yendo del liceo[6] a la casa. Las vacaciones con los amigos y los primos en El Breton. Las risas, las tardes largas y los bailes bajo la lluvia. Hasta que una manana soleada, uno de sus hermanos amanecio volando de fiebre y ella, luego de dejar a los dos mas chicos en lo de dona Margarita, se monto a una guagua[7] y se dirigio al hospital de Cabrera. Braulin estuvo internado mas de un mes sin que ningun medico supiese que lo afectaba. El dia en que el doctor Suarez Alcequiez les informo que estaba casi seguro de que el nino sufria de malaria y que, segun sus calculos, el cuadro estaba demasiado avanzado, las mujeres creyeron morir. Les dijo que, la unica y ultima esperanza, era que el nino fuese trasladado al hospital General de Nagua donde contaban con mas recursos. Y asi, los planes cambiaron y ya nada fue igual. —?Que haremos ahora? —sollozaban madre e hija, mientras aguardaban los partes medicos sentadas en un banco de madera de la sala de espera. El doctor aclaro que, a pesar de sus esfuerzos, traer la medicina que Braulin necesitaba se estaba complicando cada vez mas. No solo por razones economicas, sino tambien burocraticas; demasiados papeles y dinero. No habia otra manera: Braulin seria traslado inmediatamente a Nagua. Al cuadro complicado se le sumo una deshidratacion importante y una insuficiencia renal. Marisa no tuvo mas opcion que pedir permiso en el hotel para ausentarse y acompanar a su hijo. Hasta el momento Damaris, en complicidad con las enfermeras y doctores, cuidaba a su hermano desde muy temprano para luego cambiar el turno con su madre, quien se quedaba por las noches. Era mas que obvio que en Nagua no tendria los mismos privilegios y que dicho viaje requeriria de la presencia de Marisa constantemente. El gerente general del hotel le dejo bien en claro cual era la situacion. No habia mucho que pensar; no trabajaba, no cobraba. Fue asi que Marisa, lejos de abandonar a su hijo, partio hacia Nagua esperando y rogandole a Dios que al regresar contara con aquel puesto laboral. Damaris quedaba a cargo de Juan y Miguel, abandonaba el liceo y comenzaba a trabajar algunas horas en un salon de belleza en La Catalina. Se dedicaba a su casa y a sus hermanos mientras que su mama acompanaba a Braulin. Pero… la vida volvio a poner a prueba a la familia. Un mediodia caluroso, pesado y fatigoso, el tio Rosario Penaloza se apeo rapidamente de la pasola[8] y le trajo la noticia mas triste. Braulin no habia sobrevivido. Su madre acababa de llamarlo por telefono y le habia pedido que Damaris hablara con el pastor Lucero para acordar los detalles de su velatorio. La muchacha dejo a los pequenos solos en la casa, corrio en busca del religioso y se ocupo del sepelio de su hermano. ?Estaba preparada para aquello? Por supuesto que no. Damaris poco recordaba de su padre. Tenia presente algunos momentos que habian pasado juntos, pero no mucho mas. Ni siquiera habian quedado las fotos. Ningun recuerdo de el y de su paso por sus vidas quedaba en la casa de la familia. Sonrio avergonzada mientras se quitaba el labial de la boca. Casualmente, o no, habia encontrado un companero igual o peor que su padre. Quizas, como dicen, la manzana no se cae muy lejos del arbol. Sin embargo, con el pequeno Braulin era diferente. De el si tenia muchos recuerdos, fotos, sonidos, aromas. Braulin era dos anos mas chico que ella y con quien habia compartido no solo la habitacion, sino muchisimas aventuras durante los primeros anos de infancia. Si cerraba los ojos y volaba hacia la playa, podia verlo saltar las olas del mar con una sonrisa gigante en el rostro. Con los ojos iguales a los de su hermana; de un verde esmeralda magico y particular iluminando sus gestos.

  • La hoguera de los inocentes de Eugenio Fuentes

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    La ordalia o <> era un procedimiento judicial surgido en la Europa del medievo, segun el cual, en caso de denuncia (por herejia, adulterio o robo), era el acusado quien tenia que demostrar su inocencia. Las pruebas a que para ello era sometido variaban: agarrar un hierro candente con las manos y resistir sin quemaduras, ser arrojado al agua con las manos atadas y no ahogarse, o resultar vencedor en un torneo. El autor explora los prejuicios morales, culturales y antropologicos que se esconden tras esta aberracion juridica y los mecanismos con los que el Poder senala y convierte en enemigos a determinados grupos (judios, negros, mujeres).

  • El viaje de los suenos de Ariel Lawhon

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    No era la primera amenaza de bomba, ?no es cierto? --El hombre de las gafas de montura negra levanta la carta y la agita ante la multitud--. ?Se molesto alguien en contar cuantas habia? ?O, por el amor de Dios, en darles alguna credibilidad? Max cree recordar que el apellido del hombre es Schroeder, pero no esta seguro, y en realidad tampoco le importa. Es un idiota si hace caso a esa chiflada de Milwaukee y da credibilidad a su carta. Claro que a ninguno de los presentes en la sala le interesa el discreto escarnio de Max. La gente murmura y asiente con la cabeza, como si fueran estupidas marionetas, ante la idea de un sabotaje. Examinen la correspondencia, decia la mujer. Hay una bomba a bordo. Esa es una teoria popular, sobre todo ahora, con los restos del dirigible todavia esparcidos ahi fuera, sobre la pista. Pero a nadie le importa la verdad. Prefieren el teatro y las teorias conspirativas. Y Schroeder esta dispuesto a proporcionarselas. El es el director de este circo y se asegurara de mantener entretenido al populacho. Wilhelm Balla se abre paso hasta el renqueando por el abarrotado hangar. Escapo del accidente con un esguince de tobillo y poco mas, pero Max sospecha que hasta en eso exagera. En cada paso se tuerce visiblemente hacia la izquierda para alardear. Para que el mundo sepa que esta herido. Balla escudrina el rostro de Max en busca de alguna pista sobre su estado emocional. --?Emilie? --le pregunta. --?Que pasa con Emilie? --?Esta preparada para volver a Alemania? Max dirige su atencion hacia el espectaculo que tiene lugar en la parte delantera de la sala. --No he preguntado. --Avisame cuando lo este. Me gustaria despedirme. --Carraspea--. Me han reservado un pasaje en el Europe con Werner para el dia 15. ?Como volvera ella a casa? --En el Hamburg, con los demas. Zarpa dentro de tres dias. Wilhelm Balla es un hombre poco dado a mostrar sus emociones. Hay quien incluso se pregunta si tiene pulso. Pero esto lo sorprende. --?No viajas con ella? Max apoya la cabeza en la ventana. El frio cristal mitiga ligeramente el martilleo que siente en la sien. No ha conseguido quitarse de encima esta jaqueca palpitante desde el accidente. Aunque bien mirado, es comprensible. --Hay muchas cosas que estan fuera de mi control, entre ellas cuando viajo. --Golpetea con la yema del dedo el sobre que tiene en el bolsillo--. No me toca declarar hasta el dia 19. Cogere el Bremen al dia siguiente. Balla le clava esa mirada lenta, escrutadora, que tanto le molesta. --?Cuantas veces has leido la carta de Emilie? --Con una tuve suficiente. Es mentira, pero no le apetece confiarse a el. No despues de los problemas que causo. Desde su lugar junto a la ventana, Max puede ver la pista y el esqueleto carbonizado que yace retorcido al lado del mastil de anclaje. Cierra los ojos e intenta apartar esa vision de su cabeza, pero es inutil. Las imagenes estan ahi, y sabe que seguiran ahi el resto de su vida: una lengua de fuego azul lamiendo el espinazo del Hindenburg, un estremecimiento de piel plateada seguido de un temblor de huesos metalicos, un destello apenas visible para quienes estaban en tierra. Confusion. Esta convencido de que los pasajeros que estaban lo bastante cerca para ver la explosion no llegaron a oirla. Simplemente fueron devorados por el fuego mientras la columna de la gran bestia flotante se partia en dos. Treinta y cuatro segundos de llamas devastadoras y a continuacion la destruccion completa, profunda. En medio minuto el dirigible paso de ser un hotel de lujo flotante a un amasijo de hierros humeante, un esqueleto que yace desplomado sobre este campo de New Jersey, ennegrecido por el humo y las llamas. No, hay cosas que nunca podra olvidar. Las comparecencias ya han comenzado. Habra testimonios. Periodistas y flashes. Una clase diferente de caos y un intento desesperado de entender por que. Habra disputas politicas. Titulares vociferando sus teorias en negrita y acompanadas de signos de exclamacion para darles enfasis. !ACCIDENTE! !SABOTAJE! Dedos senalando en todas direcciones y, por supuesto, los rumores sutiles, insinuantes. Las vagas atribuciones de culpa. Max se pregunta si sus nombres y sus caras se olvidaran cuando esos titulares sean reemplazados por una nueva tragedia. ?Se acordara alguien de los detalles de las personas que cayeron del cielo hace solo cuatro dias? El acrobata de vodevil. El grumete. Los periodistas. Una heredera americana. El comerciante de algodon aleman y el distribuidor de alimentacion judio. Una joven familia de expatriados alemanes que vivia en Ciudad de Mexico. Cocineros y mecanicos. Fotografos y oficiales. El comandante y su tripulacion. Un pequeno ejercito de camareros y Emilie, la unica camarera. Ancianos y ninos. Mujeres maduras y una muchacha de catorce anos que queria a su padre por encima de todas las cosas. ?Se acordara alguien de ellos? Los burocratas miden las perdidas con simbolos de dolar y contencion de danos. Ya han empezado. En el hangar no cabe un alfiler. Pero Max sabe que el siempre medira el coste por la perdida de vidas humanas. Tambien sabe que dentro de nueve dias, cuando le llegue la hora de sentarse en esa silla y declarar, no contara la verdad. Clavara la mirada en algun punto de la pared del fondo, justo por encima del hombro de Schroeder, y contara la mentira que ya ha elegido. Es la unica manera de proteger a Emilie. Y a los demas. Max Zabel jurara ante Dios y ante este comite que fue un vuelo sin incidentes. PRIMER DIA LUNES, 3 DE MAYO DE 1937 - 18.16 H, HORA DE CENTRO EUROPA FRANKFURT, ALEMANIA TRES DIAS, SEIS HORAS Y OCHO MINUTOS PARA LA EXPLOSION Este es el sueno del hombre desde hace muchas, muchas generaciones. No el avion, ni el hidroscopio. El hombre suena con una aeronave inmensa y elegante que se eleve con delicadeza del suelo y surque sosegadamente los cielos. Ha llegado, es un exito completo y su belleza es sobrecogedora. Akron Beacon Journal LACAMARERA --?No te parece una mala idea encender una cerilla aqui? --pregunta Emilie mientras sostiene la puerta de la cocina con el pie--. Podriamos salir todos volando. Xaver Maier, de solo veinticinco anos, es joven para ser el jefe de cocina, pero lleva su planchado uniforme --chaqueta cruzada de color blanco y pantalon de cuadritos-- con aire de autoridad. Tiene el delantal almidonado elegantemente atado a la cintura y el gorro bien cenido a la cabeza. Mira a Emilie con esa sonrisita arrogante a la que ella ha acabado por tomar carino a reganadientes y se lleva el cigarrillo a los labios. Da una calada, tan profunda que se le hincha el pecho, y lanza el humo al aire calido de mayo a traves de la ventana abierta de la cocina. --Ventilacion, cielo. Es todo cuestion de ventilacion. La manera en que pronuncia esa palabra, la forma en que la mantiene en la boca, sugiere claramente otras cosas, y Emilie lo rechaza con una carcajada. Xaver Maier es mucho mas joven que ella y demasiado engreido. --En estos momentos, cielo --responde ella--, es cuestion de aspirinas. Necesito dos. Y un vaso de agua, si puede ser. La cocina es pequena, pero esta bien organizada, y los ayudantes de Xaver estan ocupados troceando, hirviendo y cociendo en su jugo los alimentos que se serviran en la cena. Como un coronel dirigiendo a sus soldados, el jefe de cocina esta plantado en medio de la refriega, pendiente de cada uno de sus movimientos. --?Fingiendo una jaqueca? --pregunta--. Pobre Max. Pensaba que por fin te habias dejado camelar. Hemos hecho nuestras apuestas, ?sabes? --Para el carro. --Abre un cajon y hurga en su contenido. Ha dejado perfectamente claro que toda conversacion referente a Max es terreno prohibido. Tomara una decision cuando este preparada--. Ayer fui al dentista y siento como si se me fuera a caer el lado izquierdo de la mandibula. Deja el cajon abierto y pasa al siguiente. --Por lo general, cuando una mujer me dice que le duele la mandibula, le pido disculpas. Emilie abre un tercer cajon. Y un cuarto. Cierra este ultimo con vehemencia. --Me puso un empaste. --Comienza a impacientarse. Y a enfadarse--. ?Y las aspirinas? Se que las guardas por aqui. El la sigue cerrando cajones. --Ya basta. Eres peor que la verdammt[1] Gestapo. --?Que? --Emilie levanta la vista. Xaver alarga el brazo por detras de su cabeza y abre la puerta de un armario poco profundo atornillado al techo. Saca un bote de aspirinas, pero no se lo ofrece. --Me alegra comprobar que no estas al tanto de todo lo que ocurre en este dirigible. --Se da golpecitos con el bote en la palma de la mano y los comprimidos se agitan dentro con un repiqueteo metalico--. Aun es posible guardar secretos. --Tu no puedes ocultarme nada. --Alarga la mano--. Dos aspirinas y un vaso de agua. ?Que Gestapo? El cuenta las pastillas como si estuviera pagando una deuda. --Se presentaron aqui por lo de las amenazas de bomba. Quince de ellos con sus verdammte uniformes grises. --?Cuando? Ella coge un vaso del escurridor que hay sobre el fregadero y lo llena de agua tibia. Se toma las aspirinas de un solo trago. --Ayer. Registraron el dirigible entero. Tardaron casi tres horas. Tuve que bajar con los oficiales a la pasarela de la quilla y llevarlos a la despensa. Los muy cabrones abrieron hasta la ultima lata de caviar, hasta la ultima rueda de Camembert curado, y no creas que no probaron todo lo que pudieron encontrar. Dijeron que buscaban explosivos. Me he pasado la noche intentando encontrar repuestos. --El jefe de cocina se interrumpe para dar una calada larga y calmante a su pitillo--. Y te aseguro que a ese proveedor con cara de sapo de Bockenheim no le hizo ninguna gracia que lo despertara en mitad de la noche para servir un pedido de pate de oca. Por supuesto que Emilie ha oido hablar de las amenazas de bomba; todos han oido hablar de ellas. Las medidas de seguridad se han reforzado. Esta tarde le registraron el equipaje antes de dejarla entrar en el aerodromo. En su opinion la idea es absurda, imposible. Pero dicen que asi es la vida en la nueva Alemania. Un gobierno de gatillo facil, receloso de todos, independientemente de la ciudadania. No, de la ciudadania, no, se corrige, de la raza. Contempla la pista desierta desde las ventanas de la cocina. --?Sabias que no dejaran que la gente venga a despedirse? Los pasajeros estan esperando en un hotel de la ciudad a ser trasladados en autobus. Nada de bombo y platillo esta vez. --Sera un vuelo divertido. --Para eso --responde ella con una sonrisa-- tendremos que esperar al viaje de vuelta. Iremos completos, con todos esos americanos locos por la realeza que vendran para la coronacion del rey Jorge. --No me importaria conocer a una de esas americanas locas. Preferiblemente de California. Rubia platino. Emilie pone los ojos en blanco cuando Xaver silba y dibuja con las manos un cuerpo de guitarra. --Schwein --dice, pero se inclina y le da un beso en la mejilla de todos modos--. Gracias por las aspirinas. La cocina huele a levadura, a ajo y al aroma penetrante y fresco del melon. Esta hambrienta, pero falta mucho para que pueda comer. Una voz grave y jovial que habla desde la puerta interrumpe su lamento por el escaso almuerzo. --?De modo que eso es todo lo que se precisa para obtener un beso de fraulein Imhof? Es Max. Emilie no necesita darse la vuelta para poner nombre a la voz. Le averguenza que la haya encontrado asi, coqueteando --aunque inocentemente-- con el donjuan por excelencia del dirigible. --Me lo he ganado a pulso --se defiende Xaver--. Tu tambien deberias intentarlo. --Cuando me den la oportunidad. Su manera directa de decir las cosas la irrita. Max esta muy elegante con su uniforme azul marino. Tiene el pelo tan negro y brillante como los zapatos. No aparta sus ojos grises de ella. Aguarda paciente, como siempre, su respuesta. Emilie se pregunta como lo consigue. Max repara en su cara de desconcierto y una sonrisa tira de la comisura de su boca, dejando entrever un hoyuelo, pero logra someterla y se vuelve hacia Xaver. --El comandante Pruss quiere conocer el menu de esta noche. Cenara con varios de los pasajeros estadounidenses y confia en que la comida proporcione la suficiente distraccion. El jefe de cocina se enoja

  • El vigilante del fiordo de Fernando Aramburu

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    El <> es un hombre de mediana edad destinado a una inhospita cabana solitaria, en las orillas de un fiordo noruego, con la mision de alertar de la presencia de terroristas en la zona, por lo que debe permanecer dia y noche ojo avizor. Esa situacion de pesadilla, intimamente relacionada con el enloquecedor sentimiento de culpa que asedia a un funcionario de prisiones, conforma la atmosfera claustrofobica del relato que da titulo a este excepcional libro de cuentos. Y algo de esa angustia provocada por el terrorismo se reconoce tambien en <>, donde el miedo empuja a un matrimonio a huir de ciudad en ciudad, o, ya en su maxima expresion, en <>, un mosaico impactante a partir de las vivencias de varios personajes en la tragedia del 11-M. Otras conmociones mas intimas se recrean en la historia del adolescente que descubre la catadura moral de su padre durante unas vacaciones; en el personaje que se encuentra cada dia con el dolor de una mujer que llora en una estacion de metro, o en el que asiste a su propia muerte.

  • El intelectual melancolico de Jordi Gracia

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    Al autor de este cuaderno, nacido en Barcelona en 1965 y profesor de universidad desde hace veinte anos, le llegara un dia u otro la hora de la melancolia. Mientras tanto, se protege contra ella proponiendo una diatriba contra quienes leen en clave depresiva las transformaciones del presente.

  • Negando la realidad (Pijas y divinas) de Noe Casado

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    De una boda, en teoria, sale otra boda.

  • Los espias del Papa de Eric Frattini

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    A las fuentes que me han prestado una ayuda inestimable y cuyos nombres he preferido que no aparezcan en este libro. A las fuentes que me han prestado una ayuda inestimable y que me han pedido no ser citados en este libro. A Domenec Pastor Petit, el primero y mas importante historiador espanol sobre los servicios de inteligencia. Los de mi generacion han aprendido mucho con su medio centenar de libros sobre la materia. A Giuliana Bullard y Susan Cooper, del Archivo Nacional de Estados Unidos (NARA), por facilitarme el acceso a los documentos <> (IWG). A los miembros de la Comision para el Esclarecimiento de las Actividades del Nazismo en la Republica Argentina (CEANA), Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto. Al padre Piaras Jackson, S.J., del Centro de Comunicacion Jesuita de Dublin. A Siobhan O'Donovan, de la Biblioteca Nacional de Irlanda. A Ugo Carandino, de la Casa San Pio X de Roma. A Alison Weir, por su magnifica documentacion sobre el reinado de Maria Estuardo y su epoca y por sus ricos conocimientos sobre la figura de David Rizzio. A David M. Cheney, por permitirme revisar sus magnificos y bien documentados archivos historicos sobre la jerarquia catolica y la Curia romana. Sin ellos me hubiera sido muy dificil escribir este libro. A Salvador Miranda, de la Florida Internacional University Library, verdadero maestro y experto en la historia del Sacro Colegio Cardenalicio. Sin su documentacion me hubiera sido muy dificil escribir este libro. A la Oficina de Prensa de la CDU, Union Democrata Cristiana de Alemania (Christlich Demokratische Union Deutschlands), por su informacion sobre Josef Muller. Al Institute of Documentation for the Investigation of Nazi War Crimes en Haifa (Israel), por haberme facilitado toda la documentacion relativa a las relaciones del Vaticano con la Alemania nazi, la informacion sobre las relaciones de miembros de la jerarquia vaticana en la evasion de criminales de guerra nazis, asi como los expedientes originales relativos a altos jerarcas nazis que mantuvieron contactos con Pio XII durante la ocupacion de Italia. A Pilar Cortes, mi muy querida editora, por creer en esta historia y en mi. Y por ultimo, y muy en especial, un agradecimiento a todas aquellas personas y organismos que me han puesto trabas, barreras y cortapisas para evitar que este libro fuese como es hoy. Ello me ha permitido agudizar mi sentido de la curiosidad y, por lo tanto, mi investigacion. A t o d o s e l l o s, mi ma s humi l d e y s i nc e r o a gr a d e c i mi e nt o. Una p a r t e d e e s t e l i b r o e s d e t o d o s e l l o s. Nota del autor Hace ya cuatro anos aparecia publicado mi libro La Santa Alianza. Cinco siglos de espionaje vaticano en la editorial Espasa Calpe. En el relataba de forma pormenorizada y documentada las operaciones del servicio de inteligencia papal desde 1566 a 2004, desde el papa Pio V al papa Juan Pablo II. La obra se convirtio rapidamente en un gran exito de ventas, siendo traducida y publicada en otros paises como Portugal, Canada, Francia, Brasil, Polonia, Rusia, Estados Unidos, Australia, o Gran Bretana, Bulgaria, Rumania e Italia. Mas de dos centenares de libros resenados en su bibliografia, 39 archivos consultados y centenares de documentos fueron utilizados para relatar las operaciones de la Santa Alianza desde los tiempos de Felipe II, Isabel de Inglaterra o Enrique IV de Francia a la epoca de Ronald Reagan, Lech Walesa o Juan Pablo II. Aquel era un libro sobre la historia del servicio de espionaje, conocido hoy dia como La Entidad. Esta obra que tienen ahora entre sus manos, LOS ESPIAS DEL PAPA, bien podria ser definida como una segunda parte de la anterior, como una continuacion, una historia de aquellos actores o, mejor dicho, espias desconocidos que jugaron un papel decisivo en esa misma historia, defendiendo los intereses de Roma, del Papa, del catolicismo y del Vaticano a lo largo y ancho de todo el mundo. Este libro relata la vida y avatares de veintiun agentes y jefes del espionaje papal que se convirtieron en la llamada <>, en los soldados de las sombras siempre a las ordenes del Sumo Pontifice de Roma. David Rizzio, Lamberto Macchi, Roberto Ridolfi, Tebaldo Fieschi, Umberto Benigni, Michel d'Herbigny, Gunther Hessner, Nicolas Estorzi, Edouard Gagnon, Carlo Jacobini o Luigi Poggi son algunos de los hombres que operaron bajo el protector manto de la Santa Alianza. Ninguno recibio preparacion alguna en tareas de espionaje, pero todos ellos tuvieron una mejor oportunidad sobre otros espias de paises enemigos de llevar a buen termino las operaciones encomendadas por Roma. Mientras los agentes de la CIA operaban para defender el estilo de vida americano y los agentes del KGB el estilo de vida comunista, los agentes de la Santa Alianza espiaron y operaron siempre en defensa de la fe catolica. Ellos contaban con la proteccion del Sumo Pontifice y la cruz. No son James Bond, ni nada por el estilo, pero para muchos el haber estudiado sus vidas y dejarlas reflejadas en este libro bien podria no solo ayudar a comprender mejor el papel que los Sumos Pontifices jugaron en la historia de Europa, sino tambien a conocer los sacrificios de muchos de estos <> para llevar hasta los mas reconditos confines de la tierra la palabra de Dios, incluso a riesgo de su propia vida en lugares como la Inglaterra protestante, la Francia revolucionaria, la Alemania nazi o la Rusia comunista. Estas son sus historias… ERIC FRATTINI Prologo Anatomia de un <> ?Quien es, realmente, Eric Frattini?, ?que es y que no es? Se le ha podido presentar como <>. Los antropologos susurrarian de el: <>. Por mi parte, yo diria de Frattini que <>, y, a despecho del tiempo que pasa en archivos de Estados Unidos, Gran Bretana, el Vaticano e Israel, nadie alli le ha insinuado metodologias o contactos para desentranar cientos de misterios. Si el lector me lo permite, anadiria que yo se como es, debido a que yo soy algo asi como su doble. Eric Frattini es tal vez el gran heredero de mi casi medio siglo como historiador de los servicios de inteligencia de todo el mundo. Frattini no solo ha sido capaz de adentrarse en la madriguera del MI6 en Londres o de la CIA en Langley (Virginia); en la sede del FBI en Washington o del FSB (Servicio Federal de Seguridad) en Moscu, sino tambien en el corazon de La Entidad, el servicio de inteligencia vaticano. Ya con una obra anterior, La Santa Alianza. Cinco siglos de espionaje vaticano (Espasa Calpe, 2004), que ha sido tambien publicada en Portugal, Francia, Polonia, Rusia, Brasil, Estados Unidos, Canada, Australia, Gran Bretana, el autor nos revelaba la vida y milagros de los superdotados espias de la inteligencia vaticana. Eric Frattini, como uno de los mayores expertos historiadores de los servicios secretos, acaba de traspasar el umbral de algo que a mi, tambien como historiador, se me antojaba como tabu. El autor no es un ente que se nutre de mitos, morbosidades, ni ansias de poder o dinero. En su idiosincrasia no queda espacio para ejercer el arte de epater, palabra francesa para describir una sensacion de desconcierto en el lector, y es que el autor de este libro es un <> nato y puro. No podia ser de otro modo para osar, como el ha hecho, enfrentarse a organizaciones criminales como Al Qaeda o la mafia italiana; a grupos empresariales, como los magnates de la prensa, o al regimen de Saddam Hussein; a grupos politicos como la propia ONU o el Estado Vaticano; o a servicios secretos como la CIA, el KGB, el Mossad o el MI6. Llevado en su afan de conocerlo y abarcarlo todo, algun dia broto ese aguijon afilado que le sirvio para franquear esos altos muros eclesiasticos y encararse con la Curia romana: los agentes secretos papales y sus cinco siglos de operaciones encubiertas. ?Que subyace en los textos de Eric Frattini?; sin duda, el analisis profundo del dolor y la maldad que el poder provoca, y de ahi sus documentadas indagaciones, para comprender y hacer comprender.

  • Demasiado ruido de Jose Javier Abasolo

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    El asesinato de un mendigo en el centro de Bilbao, alguien invisible a los ojos de la sociedad, no parece inquietar a nadie, salvo a Mikel Goikoetxea, mas conocido como ?Goiko?, un antiguo ertzaina que, pese a haber abandonado tanto su vieja profesion de policia como sus actividades posteriores de detective, se ve abocado a investigar que hay detras de esa muerte que, de un modo inesperado, amenaza la tranquila existencia que se ha forjado en los ultimos tiempos e incluso su propia vida.Pero Goiko no es el unico interesado en conocer lo ocurrido. Su viejo companero Eneko Goirizelaia, alto cargo de la Ertzaintza, la policia autonomica vasca, anda tambien tras la pista de los asesinos y no deja de presionarle, ya que sospecha que su excolega sabe mas de lo que cuenta.Y por si eso no fuera suficiente, unos extranos homicidios cometidos en Londres, que traen en jaque a las autoridades de Scotland Yard, asi como las vicisitudes de un inmigrante africano que antes de viajar a Europa fue, tambien, policia en su pais natal, acabaran complicando aun mas la situacion, llevando a Goiko a un limite en el que su propia estabilidad personal sera puesta a prueba.

  • Evermore 1 de Sara Holland

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    HACE MUCHO TIEMPO, YO LE ROBE EL CORAZON A LA HECHICERA. AHORA, ELLA QUIERE RECUPERARLO.

  • Una vez anhelado (Un Misterio de Riley Paige 3) de Blake Pierce

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    Nadie se preocupa mucho cuando prostitutas aparecen muertas en Phoenix. Pero cuando se descubre un patron preocupante de asesinatos, la policia local pronto se da cuenta que un asesino en serie esta haciendo de las suyas y saben que no pueden con esto. Dada la naturaleza unica de los crimenes, el FBI sabe que necesita a su mente mas brillante para resolver el caso, saben que necesitan a la agente especial Riley Paige.

  • Otra Navidad sin ti de Nq Palm

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    Jared se bajo del autobus y dio la vuelta para ir a buscar su petate entre los pasajeros que se agolpaban a los costados del vehiculo, intentando recuperar sus pertenencias. La gente parecia tener prisa, asi que espero. El no tenia demasiadas ganas de correr hacia la casa que su familia tenia al norte de Nueva York. La Navidad anterior se habia librado, su destacamento debia hacer los trabajos de vigilancia en la frontera entre Afganistan y Pakistan. Pero este ano el coronel Jones no habia querido escuchar sus pretextos para quedarse en la base, <>, habia expresado impasible. No era cierto, eran grandes amigos fuera de la vida militar. Jones era mas mayor y habia sido amigo de su padre, y tambien tenia una familia a la que este ano no veria. Jared, pensando en ellos, se habia ofrecido a quedarse para que el pudiera ver a sus nietos pequenos. Aun asi, no lo habia conseguido. Desde su altura podia ver a los hombres, mujeres y ninos que chocaban entre si para salir de manera precipitada de la estacion de autobuses. Resoplo y se agacho a coger su petate, ya habia esperado suficiente, la paciencia no era una de sus virtudes. Camino un par de manzanas hasta llegar al parking donde dejaba su Harley a buen recaudo, mientras estaba fuera del pais. Saco las llaves del bolsillo y, despues de enganchar su bolsa, arranco. El rugido del motor entre sus piernas le dio la primera alegria del dia, eran las ocho de la tarde, pero el viaje en el autobus se le habia hecho eterno y pesado. Subio la cremallera de su cazadora de cuero y se dispuso a volar sobre el asfalto. Tenia su propio apartamento en Manhattan, pero habia prometido a su madre ir directamente a verla y quedarse con ellos unos dias. Mientras conducia a velocidad moderada penso en su padre, ya hacia nueve anos que habia muerto; un maldito cancer se lo habia llevado en tan solo seis meses. Fue una epoca dura para el, con veinte anos necesitaba de los consejos de su progenitor, en lo referente al ejercito y en su cabezoneria por ingresar en los Marines. Su padre tambien lo habia sido y decidio seguir sus pasos. A su madre le habia sentado como un tiro, pero decidio aceptar viendo las malas companias que habia adquirido en su adolescencia. Maggie, su madre, se habia vuelto a casar tres anos despues con un buen hombre. John se habia divorciado de su esposa y tenia una hija adolescente preciosa de la que tanto el como su hermano se habian encaprichado, le parecio bastante gracioso ver al cabron de Tyler perder la cabeza por una mujer. El, que siempre decia que antes de atarse tenia que conocer el amor libre. En aquella epoca, Jared se retiro, ya que ella tambien parecia corresponder a esa atraccion por su hermano pequeno. Tanto su madre como John se quedaron congelados en el sitio cuando su hermano y su hermanastra anunciaron su boda. Y el no queria ni recordar lo que vivio en aquel momento, una mezcla de felicidad por Tyler y unos celos que no habia sentido jamas en su vida. Esa chica se habia instalado bajo su piel y lo supo demasiado tarde. No asistio a la boda, ni queria ni podia. Se casaron jovenes, los dos tenian la misma edad, veinticuatro anos, Jared tenia dos mas. Por suerte, solo los veia una vez al ano. El dia de Navidad era la fecha en que todos se reunian en la casa de John, a la que su madre se mudo despues de casarse con el. El problema era que cuando el la cagaba lo hacia a lo grande; un par de Navidades atras se habia acostado con Kyra. Joder, se habia enredado con la mujer de su hermano. Algo impensable y repentino, pero habia sido el mejor sexo de su vida. Tenerla entre sus brazos habia sido un sueno hecho realidad, aun recordada el toque de su piel y lo adictiva que habia resultado. Se habia enamorado de ella y por eso los evitaba siempre que podia. Tyler era un tipo con suerte y el un capullo por haberse metido entre ellos. La verja de la entrada estaba abierta y la fachada totalmente llena de esas bombillas de colores, se detuvo un momento para admirar la pomposa decoracion y algo llamo su atencion en el tejado, ?habia un puto trineo con sus renos incluidos? Joder, su madre llevaba esto de la Navidad al extremo, conseguiria que John se matara por hacerla feliz. Llevo la Harley por el camino empedrado hasta la misma puerta principal y apago el motor. Estaba estabilizando la maquina en el irregular suelo de gravilla cuando oyo la voz de John. --Jared, todo ese ruido ensordecedor solo podias hacerlo tu --dijo descendiendo los peldanos en su direccion. Era un hombre fornido con el cabello lleno de canas. --Hola, John, lo siento... --No te preocupes por eso, me alegra que este ano hayas podido venir. Tu madre es una mujer feliz desde que llamaste para darle la noticia. --Le tendio la mano y se la estrecho en cuanto bajo de la moto. --Sigues entero despues de subir el trineo... John alzo la cabeza y sonrio. --Esta vez fue a Tyler a quien le toco hacer el trabajo. Oir el nombre de su hermano lo puso en guardia, despues de dos anos sin verse, tendria que enfrentar su ira... o eso suponia. Cogio la bolsa y subio las escaleras al lado del hombre, pero se mantuvo en silencio. --Tu hermano no esta, tenia trabajo en Washington y se fue ayer. Vendra antes de Navidad, pero no ha asegurado el dia. Kyra ya esta aqui, aunque ha salido --informo John. Parecia leer en su mente la pregunta que le rondaba la cabeza. Bien, saludaria a su madre y se iria tambien, no habia necesidad de ver a Kyra hasta la manana siguiente. El destino le daba unas horas mas de tranquilidad. --!Jared! --El grito de su madre le llego desde la cocina, la mujer salio con un trapo entre las manos y cubierta con un delantal rojo con las letras <> bordadas en el. Solto el petate para coger a su madre, que se habia lanzado a sus brazos, al vuelo. --Hola, mama, ?ya te estas pringando en la cocina? Le dio un sonoro beso en la mejilla que el correspondio sonriendo. Cuando su madre se ponia con ganas, hacia comida para todo un batallon, solo se podia esperar salir con diez kilos de mas de esa casa. --Este ano, por fin, os reuno a todos. Tambien vendran vuestros tios y ya sabes que no quiero que falte de nada en la mesa. --Estoy seguro de que eso nunca ocurrira. --Me rellenas como a un pavo para luego ponerme a dieta, eso es bastante injusto, mujer --solto John frunciendo el ceno. --!Hombres! Siempre quejandose --contesto ella, dandose la vuelta--. Nosotros ya hemos cenado, no sabiamos a que hora vendrias. Enseguida te preparo algo, Jared. Ahi tenia su oportunidad. --No te molestes, voy a ver a los chicos, ya cenare algo con ellos. --?Acabas de llegar y ya te vas? --dijo frenando su avance hacia la cocina y dandose la vuelta para encararlo.

  • Todos Somos El Secreto De Alguien de R. Navarro

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    Normalmente cuando se realiza un prologo a la obra de un autor se hace hablando de la misma, y resaltando sus puntos fuertes para hacer mas apetecible leerla. Por todo eso les pido disculpas, ya que no es lo que voy a hacer yo. He realizado algunos prologos y mi forma en su realizacion huye de las cosas que acabo de explicar. Mi intencion no es otra que la de presentarles al autor de este libro desde el prisma de mis ojos, rendirle un pequeno homenaje a un hacedor de algo tan increible como es la construccion de una obra literaria… y mas increible aun, por los tiempos que corren, el publicarla. Detras de, estas, mis palabras se van a dar de bruces con la nueva novela, y seguro que no sera la ultima, de Ruben Navarro… y de seguro les va a golpear tan fuerte y les va a absorber la atencion de tal modo que van a querer leer mas de el. Yo conoci a Ruben gracias a la ilusion de el de llegar a ver su libro publicado bajo sello editorial y he tenido el gratificante honor de verle conseguir su objetivo… su sueno. Ruben me hizo participe, en cierta medida, de su obra, la cual dio paso despues a una segunda y a una tercera mas tarde, la que tienen ustedes en sus manos. He sido testigo de su exito y de ahi pase a ser algo mas: su amigo. Ruben Navarro ha conseguido moverse en aguas complicadas como lo es el genero de la romantica, ya que segun mi criterio es un circulo bastante cerrado en el que cuesta entrar y sobre todo predominante de mujeres tanto escritoras como lectoras. Sus obras son muy cercanas y suele relatar escenarios en que cualquier lector puede sentirse identificado, ya no solo por situaciones amorosas que pueda describir, sino por las que nos encontramos en la vida misma, en el hoy… en el ayer. Si complicado para un autor es dar el paso de la publicacion una vez a creado, lo dificil viene despues… ante tanta oferta de escritores hacerse notar, algo que el con teson ha conseguido. Asi que queridos lectores, les animo a darle a Ruben esa Bienvenida al resto de mi vida que se merece como cualquier buen escritor apreciado por unos lectores avidos, y recordemosle que Si no tardas mucho te espero toda la vida en cuanto a recibir sus proximas nuevas publicaciones con los brazos abiertos… brazos que yo siempre mantendre extendidos ante su afectuosa amistad. Y ya, sin mas dilacion, aventuremonos a lo que viene a continuacion. -David Lopez Rodriguez (escritor)- “Nada es como imaginas, pero el tiempo hallara tu final perfecto” CAPITULO I Mientras contemplo el paisaje del exterior que me ofrece la ventanilla del avion, desde donde viajo para llegar de nuevo a mi ciudad, no puedo evitar pensar todo lo que me ha cambiado la vida en tan solo unos anos. Siempre me he considerado una persona normal, bueno, menos para mi madre, para ella siempre he sido especial. Pero muy lejos de la realidad, lo unico que he conseguido lograr algo fuera de lo usual, ha sido escribir varios libros. Aunque yo creo que cualquier persona que se lo propusiese de verdad podria conseguir escribir uno, todo es plantearselo. De hecho, no se si porque la crisis ha aumentado la creatividad de las personas o no, pero el caso es que el numero de escritores ha aumentado considerablemente en los ultimos anos. Solo hay que echar un pequeno vistazo a los escaparates de las librerias para darse cuenta de eso. Y del numero de editoriales que han salido a la luz prometiendo cumplir el sueno de mucha gente de ver publicado su libro. Yo aposte por una de ellas con mi primer libro. Y ahora con algo de suerte y un buen marketing, estoy consiguiendo vivir de ello. Firme un buen contrato con una importante editorial, y aunque no soy millonario, si tengo el suficiente dinero para vivir holgadamente y con bastantes caprichos caros. Llevo ya nueve libros publicados y todos ellos se han convertido en best Sellers en varios paises. Y la verdad, no entiendo muy bien como he conseguido llegar a esto. Nunca me habia propuesto ni imaginado que seria capaz de sentarme delante de un ordenador para pasarme horas, y horas, creando historias de relaciones frustradas entre personas. En definitiva, creando historias de suenos rotos. Y por supuesto, nunca hubiera pensado que estas historias gustarian tanto. Quizas gustan tanto, porque todo el mundo se siente identificado con los personajes de mis libros. Todos alguna vez en nuestra vida hemos sido rechazados por una persona que creiamos que seria la adecuada para nosotros. Y a todos nos ha fallado esa persona. Algunos con suerte han podido encontrar a otra persona que ha llenado el vacio que dejo esta ausencia. Y con ello conseguiran la ansiada tranquilidad y estabilidad sentimental que buscaban. Pero no por eso dejaran de preguntarse que hubiera pasado si hubiera funcionado lo que ellos creian que era su verdadero amor. Mucha culpa de esto lo tiene la industria cinematografica, y la industria que se encarga de ingresarme en mi cuenta todos los meses una cantidad bastante generosa para que dedique mi tiempo libre exclusivamente a escribir una nueva novela. Estos tienen la culpa por meternos en la cabeza los ideales de que en una relacion debe ser todo perfecto. Empezando por el fisico, y terminando por la suegra. !Hasta la suegra debe ser la ideal! Si no, algo falla en ella, y por lo tanto, no funcionara. Yo no he tenido esa suerte que la mayoria de las personas encuentra, y me mantengo soltero, aunque no por eso solo. Mi creciente e inesperada fama, por no decir de mis nuevos numeros en mi cuenta corriente, hacen que hasta la tarea mas rutinaria, como salir a comprar el pan, se me presente una nueva oportunidad de conocer a una mujer. Pero por mucho que parezcan perfectas para ocupar el lado derecho de mi cama, no puedo permitirme estar enganandolas y dandole unas esperanzas que no llegaran. Lo maximo que he conseguido aguantar en una relacion con una chica han sido tan solo tres meses. Y creenme que lo he intentado. Al menos, al ser una persona mas bien normalita de fisico, no son tantas las que se fijan en mi de una manera mas personal digamos. Y la mayoria solamente se acercan para felicitarme por mis obras, para que les firme algun ejemplar de mis libros publicados, o para hacerse una foto conmigo que mas tarde subiran al Facebook con algun titulo como “tomando cafe con el rompecorazones”. Hace tiempo que tire la toalla en este aspecto por culpa de una chica. Por culpa de una chica que no consigo quitarme de la cabeza desde el primer instante que la vi. Con esta chica mantuve una pequena relacion antes de que mi cara se pudiera ver en todos los cortes ingles de Espana junto a mi nuevo libro. Esta relacion acabo en tan solo tres semanas para ella. Pero para mi, sigue latente a pesar de los ocho anos ya transcurridos. No encuentro la manera de conseguir que desaparezca de mis pensamientos. Por mas mujeres, psicologos, y vicios que han pasado por mi vida despues de ella. ?Como puede ser esto posible? Es algo que no me explico, y que ni mucho menos cuento a nadie. Excepto a mi psicologo, a el si me vi obligado a contarselo, era el motivo de mi visita. Este me dio consejos que ya sabia yo, y que ya habia llevado a la practica. Menuda perdida de tiempo y dinero, pense el primer dia que sali de su consulta tras soltarle cincuenta euros. Me los hubiera gastado en cubatas y seguramente, por lo menos ese dia, me hubiera olvidado antes de ella. Pero luego, ya en frio, me di cuenta que hablar con alguien sobre ese tema me ayudaba bastante. Asi que sigo manteniendo habitualmente estas visitas con el “come cocos” en secreto. Ya no hablabamos de ella, al reves, intentamos mantenerla al margen de la conversacion. Pero saber que esa persona conoce mi talon de Aquiles, y que en cualquier momento podia sacar el tema si quisiera, me tranquilizaba. Siguiendo sus consejos la elimine de todas las redes sociales donde estaba dado de alta, y de mis contactos en el telefono. Por supuesto tambien la deje de buscar. Pero todo en vano. A veces le he preguntado a mi psicologo si no es algo preocupante mi obsesion por esta chica. El me sonrie timidamente, y me responde que mientras siga avanzando como lo hago, no tengo por que preocuparme !Claro! Mientras siga visitandolo y soltando por cada visita que le hago cincuenta euros, pues que me va a decir. ?Que ya estoy curado? Ni en suenos me diria eso. Y tampoco, ni en suenos aceptaria yo dejar de verlo. Me habia acostumbrado a sus dos citas semanales. Como he dicho antes, me ayudaban bastante. En algun que otro libro he querido plasmar mi particular problema con algunos personajes. Luego, al preguntar que les parecia dicho personaje, la gente contestaba “que ojala tuvieran ellas a una persona asi detras suya toda la vida. Tiene que ser lo mas bonito del mundo que te amen asi, y que te busquen durante tanto tiempo. Si, claro. Esto lo dicen porque todo es ficcion. Seguramente en la vida real lo tomarian de otra manera. Y lo acusarian de obsesionado, psicopata, pervertido, o sabe Dios que cosa. A todos nos gustan las historias de amor que solemos leer, o las peliculas del estilo “El diario de Noah”. Nos gustan tanto porque nos han metido en la cabeza desde muy pequenos que el amor debe de ser asi. Y ese es el tipo de relacion que intentamos encontrar todos nosotros. Pero en el fondo, ni mucho menos es asi. Por eso creo que gustan tanto mis libros, porque hablo de lo que verdaderamente piensan. De todos sus temores, desconfianzas y dudas en sus relaciones. Y gracias a toda esta gente, me encuentro viviendo en un chalet situado en una pequena cala de Formentera. Vivo alejado del bullicio de las grandes ciudades. Ni siquiera me molesto en salir a comprar comida, me la trae la asistenta todos los dias del pueblo. Y cuando necesito ropa nueva, me la pido por Internet. Si da la casualidad que me esta grande o chica, se la regalo a algunos de mis cuatro empleados que tengo. Ni me molesto en devolverla. No salgo para nada de mi pequeno recinto. Salvo en epoca de presentaciones y entrevistas que me exige la editorial, que suele coincidir normalmente con el periodo de la Navidad. Y ya que consiguen sacarme a la calle en estas fechas, aprovecho para ir a visitar a mi familia. No me lo perdonarian si no lo hago. Y cuando llegan estos dias, ellos estan deseando verme para que salgamos a comer, a cenar, a tomar cafe, a ir de compras, y cientos de planes mas que se les ocurren para poder estar todos juntos. Yo siempre rechazo todos estos planes con la excusa de que no quiero que me reconozcan por la calle, que me agobia bastante que se aglomeren a mi alrededor, que acabo de terminar una gira, y lo ultimo que me apetece es tener que hacerme mas fotos con fans, y tener que dedicar mas libros. Un poco egoista era mi actitud con mis seguidores y con mi familia, la verdad, ya que eran ellos los que me habian dado la vida que llevaba tan acomodada hoy en dia. !Pero es que odiaba pasear por las calles de Granada! Quizas lo odiaba tanto, porque estas calles estaban llenas de recuerdos de Lucia. De recuerdos, y de temores a su posible encuentro. Asi que solo accedia a salir el dia antes de noche vieja, para invitar a cenar a mi familia mas cercana-mis tres hermanos y mis padres-y para hacerles los regalos obligatorios de estos dias. Normalmente estos regalos ya se habian encargado ellos de hacerme saber cuales debian de ser en los dias anteriores. Y yo le habia asignado a cada uno de ellos, la compra de cada uno de esos regalos. Por ejemplo, a mi madre le encargaba que se hiciera cargo de comprar el regalo de mi padre. A mi padre el de mi madre, y la misma tarea encomendaba a mis hermanos. Muchas veces, sobre todo mis hermanos, se quejaban de que su regalo era mas barato que el que debian comprar ellos. Yo le preguntaba si su regalo no era el que queria. Ellos asentian, y tras ello me decian que no eran justo que me gastara mas en los demas. ?Que mas quieres? Le preguntaba finalmente para terminar con el debate e intentar dejar a todo el mundo contento. Este ano mis padres habian elegido un crucero por el Mediterraneo y una reforma de la cocina. Mi hermano grande unos retoques en su coche y una pareja de Bulldog franceses. Mi hermana un aumento de senos, y mi hermano menor una scooter de 125cc. Ahora mismo nos encontrabamos en mitad de esa cena, y presumiendo de regalo cada uno. Mi madre intentando explicar a mi padre todo lo que podia cocinar con la nueva bateria que les habia regalado, a la vez que iba viendo lo que iba a necesitar para su viaje en barco por las islas griegas. Mi hermano mayor ensenandonos a todos unos videos de sus nuevas mascotas. Mi otro hermano no paraba de mandar whatsapp de fotos de su nueva moto a sus amigos. Y mi hermana, la que mas solia estar pegada a mi en esta semana que pasaba con ellos, preguntandome si me gustaba el poster que me habia regalado en el que salian todas las portadas de mis libros. -Claro que si hermanita, me ha encantado-sinceramente le contesteEstos detalles artesanales en los cuales uno invertia su tiempo en otras personas, los valoraba mucho. Estaban dando algo que no volverian a recuperar. -?Entonces despues de noche vieja te tienes que marchar?- me pregunto mi madre despues de dar un trago a su copa de lambrusco- -Si mama, el dia uno me voy, el billete de avion esta ya sacado. No puedo demorarme mas, tengo que terminar mi ultimo trabajo en los plazos acordados y voy bastante retrasado con el- -?Cuando crees que volveras entonces?- -No lo se, ya sabes que en invierno y primavera suelo estar muy liado, es el periodo que utilizo para escribir- -Ya, y en verano y otono tienes que hacer la promocion de estos. Siempre estas igual, si no fuera porque nosotros vamos a visitarte en verano, solo nos veiamos una vez al anoTan tristes como ciertas eran estas palabras. Pero en parte no podia hacer mucho para invertir esta situacion. Cada vez me exigia mas la editorial. Mas titulos y de mas calidad. Y despues de nueve titulos, se me estaban agotando las ideas. Menos mal que ahora las sagas y trilogias estaban de moda, y por ahi estaba mi valvula de escape. Y a pesar de que nunca solia dejar bien parados a mis personajes, la falta de ideas hacia que volviera a recurrir a ellos y demostrarles que el destino no habia terminado de jugar con ellos todavia. -Lo se mama, te prometo que dentro de nada me voy a tomar un ano sabatico y estare cerca de vosotros todo ese tiempo. Pero ahora mismo tengo un contrato en vigor que debo cumplir- – ?Y con nosotros? ?No tienes que cumplir ningun contrato?- -?Con vosotros? Con vosotros tengo el contrato mas importante de mi vida. De hecho, ese contrato es mi vida misma, os la debo— Tras estas palabras me acerque para darle un pequeno beso en la mejilla con la mejor sonrisa que le podia ofrecer. Y a pesar de que muy agraciado fisicamente no era, esta sonrisa ensayada me hacia ganar algunos puntos siempre. -Como se nota que eres escritor, todas tus palabras estan llenas de zalamerias-se rio tambien ante mi arranque de cursileria- -Alguna vez que otra los escritores tambien diran la verdad ?no?- -Cierto, pero es dificil saber cuando eso ocurre— Me miro recelosa, pero sonriendo, esperando que le replicara sus palabras. Que guapa era todavia. A pesar de haber entrado ya en los cincuenta, en su mirada y sonrisa se podia apreciar todavia lo hermosa que habia sido de joven. Belleza que aun conservaba. Lastima que no hubiera heredado yo nada de esa belleza, pero por suerte, si habia llegado a transmitirme parte de su personalidad. De la cual, me sentia orgulloso. -Toda la razon tienes mama, pero te dare un consejo. Quedate siempre con la verdad que te haga feliz. Con la verdad que tu elijas— Ahora me miraba confundida, intentando asimilar lo que le acababa de decir. Me dio por reir, al ver que ni yo mismo conseguia entender mis palabras. -Que raro eres hijo mio-me contesto uniendose a mis risas- -Lo se madre, lo se, pero a pesar de eso me quieres ?no?- -Mucho, aunque al igual que no entiendo tus anteriores palabras. Tampoco entiendo porque te quiero tanto— Jaja, bendigo estos pequenos momentos que pasaba con ella. Me tomaria muy en serio lo del ano sabatico. Se me estaban olvidando cosas demasiadas importantes para dejarlas a un lado. -Por cierto hermanito ?aun sigues sin encontrar pareja?- Las palabras de mi hermana cortaron la sonrisa que tenia dibujada. En su cara note como se dio cuenta perfectamente que me molesto su comentario. Enseguida volvi a retomar la sonrisa en mi rostro. -Aun no hermanita, ya sabes que aqui hay mucho arroz para tan poco pollo-le dije en broma guinandole un ojo- -Ya, ya, mucho arroz dice, anda que te hace falta a ti abuela- -Claro que me hace falta, y padres, y hermanos, y amigos, todos me haceis falta- -Que cursi te pones a veces. Se te esta pegando lo de tus personajes. Al final voy a pensar que en todos ellos hay algo de ti- -Claro que hay algo de mi en cada uno de ellos, me considero su padre, y por lo tanto algo de mi siempre les trasmito- -Pues es una pena- -?Una pena?- me extrano esa contestacion- ?una pena por que?- -Porque ninguno encuentra su final feliz- !Joder! !Tenia toda la razon! Y si esto era asi ?no encontraria yo tampoco mi final feliz al igual que mis personajes? Daba que pensar. En verdad, quien se fijara en mi pensaria que mi vida era envidiable. Tenia dinero, fama, lujos, mujeres, y lo mejor de todo, me pagaban por hacer algo que me gustaba. Se ve todo perfecto ?no? Y deberia serlo, pero el no poder olvidarme de una mujer, y el hecho de lo que habia empezado como un simple hobby, como una forma de aislarme del mundo que comenzaba a ser un infierno para mi, ahora se habia convertido en una obligacion, hacia que no fuera tan bonito mi sueno como aparentaba. Me daba miedo abrir el correo electronico, y ver la cantidad de mensajes que contenia mi buzon virtual, solicitandome por favor contestar unas preguntas para alguna entrevista de algun blog, o si podia entrar en directo en un programa de radio, o para preguntarme si queria ser el padrino de un encuentro de narrativa romantica. Antes, todas estas cosas me hacian ilusion, y no dejaba de prestar atencion a este correo por si habia alguna contestacion positiva a mis mensajes solicitando por favor, si podian realizarme alguna entrevista, resena, o cualquier otro tipo de promocion para mi libro en algun periodico local o blog. Ahora este correo lo detestaba, y de su mantenimiento se hacia cargo mi agente. El era el que controlaba toda mi agenda y se preocupaba de administrar mi tiempo de la mejor manera posible para poder contestar a todos esos mensajes. De jueves a domingo olvidate de tu vida privada me tenia dicho. Lo que tengas que hacer, utiliza los restantes dias de la semana. En estos compromisos daba prioridad a las personas que en su dia me dieron la ayuda y el apoyo necesario que necesitaba para continuar luchando por mi sueno. Un sueno que ya se habia cumplido con creces, pero que no era tan maravilloso como creia en un principio. Tambien sigo guardando una estrecha relacion con la editorial que se ofrecio a publicar mi primer libro. A ella le tengo cedidos los derechos de dos de mis mejores titulos, y mi ayuda siempre que la necesite. Sea para promocionar escritores noveles, sea para escribirles prologos a sus libros, o sea para hacer pequenas resenas sobre ellos tras su lectura. Era lo poco que conservaba de mis principios, el recordar quien estuvo ahi cuando de verdad lo necesitaba. -?Tu ves que estoy solo?- le pregunte un poco temeroso a escuchar su respuesta- -Pues….-dudo un poco-sinceramente creo que si. Te suelo ver siempre muy bien acompanado, pero creo que a la hora de la verdad, si te pasara algo malo, pocos se quedarian a tu lado. Lo que temia escuchar fue precisamente lo que me tuvo que decir mi hermana. No se ni porque se me ocurrio preguntarle sabiendo la sinceridad que le caracterizaba al contestar. Tuvo que notar que me entristecio su respuesta, porque enseguida me echo el brazo por encima acercandose a mi para darme un pequeno beso en la mejilla, y decirme que no le hiciera caso, que estaba con el periodo y se volvia insoportable en esos dias. Que yo nunca podia sentirme solo porque siempre iba a tenerlos a ellos, y en especial a ella. Le agarre la mano para contestarle. -Lo se hermana, lo se. No te preocupes, no me han molestado tus palabras. Y si, tienes toda la razon, deberia sentar la cabeza de una vez y dejar de ir de flor en flor— El resto de la velada decidi no intervenir en las conversaciones. No queria dar lugar a que dieran mas opiniones sobre mi vida. Asi que me dedique a asentir cuando me preguntaban algo, reir de los chistes malos de mi padre, dar un sorbo muy de vez en cuando a mi “cubata”, y mirar a la calle desde la ventana del local con anoranza, deseando poder lanzarme a la acogida de la fria noche invernal. Ya era la hora de pedir la cuenta, por suerte terminaba la cena. Y aunque me doliera decir esto de mi familia, estaba deseando despedirme de ellos para quedarme solo, y poder pasear por las calles que antano recorria con Lucia, e intentar revivir esos buenos momentos del pasado. Pague en efectivo, y antes de despedirme del camarero, este me entrego un ejemplar de mi ultimo libro “mi ultima primera vez” para pedirme que por favor se lo dedicara. -Claro, sin problema-le contesteMe despedi de mi familia a reganadientes. Ellos querian que siguieramos todos juntos para poder continuar la noche en algun pub cerca de la casa de mis padres. Les dije que habia quedado con mis amigos, que tenia muchas ganas de verlos, y era la unica oportunidad que tenia para ello. Si les llego a contar la verdad, que donde iba en realidad era a pasear por el paseo de los tristes, sentarme al lado del rio Darro enfrente del la Alhambra, y preguntarme que estaria haciendo Lucia en ese momento. Seguramente me hubieran llevado arrastrado del brazo hasta ese pub, que ya habian decidido ir ellos. -Pasadlo bien, manana os veo-me despedi de ellos— No tarde en llegar al lugar que pretendia. Alli me encontraba solo, pero rodeado de gente, con una cerveza en la mano, sentado sobre una pequena tapia de seguridad que me separaba del rio, escuchando villancicos de fondo cantados por una pareja de “hippies”, y recordando uno de los dias mas felices de mi vida, mi primera cita con Lucia. Aquel dia nos encontrabamos justo delante de donde me hallaba ahora mismo yo, en la terraza de un bar del paseo de los tristes. Ella pidio un Nestea, y yo pedi un tubo de cerveza para intentar que se me fueran los nervios lo mas rapido posible. Desde que la recogi en la puerta de una pasteleria muy conocida del barrio del Zaidin, y se subio a mi coche, senti algo especial con esta chica, senti que me habia enamorado con tan solo dos palabras que habiamos cruzado. Un Hola, soy Lucia, un encantado de conocerte, y un ?Donde me vas a llevar? En tus manos estoy. Esas palabras mas un sube el volumen de la radio, que este es mi cantante preferido, acompanandolo con un pequeno baile y un canturreo bastante bien afinado, una vez dentro del coche mientras sonaba en la radio la ultima cancion de Bisbal, me basto para saber que esa noche no iba a poder dormir pensando en ella.

  • Hijos que callan, gestos que hablan de Susana Fuster

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    La adolescencia es una etapa complicada, tanto para los adolescentes como para quienes <>. Una gran mayoria de padres con hijos adolescentes en casa se quejan de lo mismo: falta de comunicacion. Y quiza ahi reside gran parte del error. Los adolescentes estan diciendo muchas cosas, el problema es que no sabemos interpretar correctamente lo que comunican con su mirada, sus expresiones faciales, su postura, sus gestos, su voz o incluso la ropa que visten.

  • Sonka de Ignacy Karpowicz

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    Hace mucho, mucho tiempo... Asi comenzaba Sonka ciertas frases en las que no aparecian ni vacas, ni gallinas, ni cerdos; ni fiestas, ni pan, ni impuestos; ni siegas de heno, ni recolecciones de patatas, ni granizadas. Asi comenzaba frases que se le atascaban en la garganta o se detenian en sus lisas encias, desdentadas, para deslizarse de nuevo hacia el interior de su cuerpo, hasta los pulmones, el corazon y el polvo arremolinado entre sus viejos y desgastados organos. Sin embargo, despues de ese <>, a veces las palabras superaban los obstaculos, atravesaban el tejido de la carne y del tiempo, resonaba hasta la ultima de sus silabas y solo entonces volvian a penetrar en el cuerpo: viajaban a traves de los oidos hasta el cerebro, donde se hacian un hueco y esperaban a que el sueno destensara los sucesos aciagos, a que disipara los problemas. Entonces, como en tantas otras ocasiones, las palabras aparecian en los suenos en forma de historias, unas buenas, otras malas, dependiendo de por donde se mirara, cuando se despertara y adonde se hubiera o no llegado. Habian pasado diez, treinta o cincuenta anos, aunque para Sonka veinte, cuarenta o sesenta anos significaban <>, una invariable lejania. Y despues de ese <>, despues de ese <>, siempre surgia, de un modo identico, la epoca en que Sonka, siendo aun muy joven, habia vivido y experimentado con tal plenitud que luego ya no tuvo ni vida ni sentimientos. !Bah!, decia moviendo un racimo de dedos, saltaron los plomos, los fusibles, !paf! Porque las personas, como solia decir, no estan hechas de materiales duraderos, se componen de lo que comen: leche, carne y harina; frutas, setas, prosfora y sal. Pues si, sobre todo sal. Es la que le confiere al conjunto su sabor y su forma, hace que la persona no se estropee, no se pudra, sino que se reseque hasta que comienza a parecerse a un hueso que ha pasado mucho tiempo expuesto a la lluvia y al sol. Porque cuando una persona, y desde luego una mujer de pueblo, siente demasiadas cosas y vive demasiado deprisa, algo le chisporrotea por dentro, chisporrotea y chisporrotea, hasta que la instalacion entera queda inservible. Dios Padre, nuestro Hospadzi,[1] no acepta reclamaciones, a pesar de lo cual a veces se le olvida enviar al capataz ataviado con su tunica negra y su calavera y que con su guadana siega piernas, tendones y ligamentos para que reine una cierta pulcritud y un cierto orden efimeros, hasta que llegue la pulcritud de las cupulas radiantes y el orden definitivo, reflejado en los ojos abismales de los santos retratados en tablas doradas, en la fuente misma de la nada. Sonka extrajo el clavo de la cadena a cuyo extremo aguardaba, placidamente, una vaca manchada. La res rumiaba hierba y daba leche, paria cada dos anos, proporcionaba carne y piel; producia dinero, que, si bien no era mucho, no se podia desdenar. Producia ese dinero como si se tratara de la casa de la moneda, incluso cuando dormia o cuando por debajo de su inquieta cola excretaba una plasta que se esparcia como una imagen del test de Rorschach. El prado alimentaba a la vaca, y la vaca, al alimentar a los de la ciudad, alimentaba tambien a Sonka. El mundo esta organizado de tal manera que para que unos puedan comer es preciso que otros coman. Porque si todos dejan de comer, decia Sonka, el mundo enflaquecera, y si el mundo enflaquece hasta quedar en los huesos, entonces ni la grasa de castor ni los curanderos podran hacer nada. Despues de extraer el clavo Sonka aguardo un instante a que su respiracion dejara de golpearle las costillas con tanto dolor, se apoyo en la cayada nudosa, pesadamente, tal y como en tiempos se apoyaba en una horca, e incluso mas pesadamente, porque ahora se sentia pesada, terriblemente pesada, como si fuera un saco de carne. Se arreglo el panuelo, lanzo unos chasquidos y le dijo a la res: --Nu, Mucka, pashla.[2] La central lechera manchada, automotriz y con las ubres colmadas, miro a Sonka con el marron mas marron de sus ojos, en cuyo fondo crecia la hierba, revoloteaban los tabanos y en el abrevadero nadaban unos minusculos pececillos espinosos, kaluchki,[3] de los cuales se saca un provecho tan pequeno como ellos mismos, aunque lo que es pequeno o inservible en epoca de bonanza se convierte en grande e indispensable en tiempos de hambre y guerra. Sonka se puso a caminar muy despacio, ni siquiera miro hacia atras por encima del hombro, el izquierdo para el mal de ojo, el derecho para deshacer los hechizos, porque sabia que la res conocia el camino: un sendero abierto a fuerza de pasar por alli, y que descendia con suavidad hasta la orilla del rio, llena de pisadas de pezunas. Una vez alli, la vaca beberia unos dos cubos de agua y la viejecita sacaria del bolsillo un caramelo de menta de los baratos. Despues tendria que regresar, cuesta arriba, deteniendose al menos tres veces para que la respiracion la alcanzara, porque, como decia Sonka, la respiracion no caminaba al mismo ritmo que la persona, y si alguien va demasiado deprisa es capaz de perder su propio aliento, y cuando alguien pierde su aliento, ni san Nicolas el Milagrero ni san Menas pueden encontrarlo. Pero en cuanto la vereda arenosa sale de detras de los matorrales, entonces ya se puede dejar que las piernas te lleven a casa sin ninguna inquietud. De tanto en tanto, un coche con matricula de Bialystok o incluso de Varsovia pasa junto a ese camino arenoso. Cruza en un visto y no visto, levantando tanto polvo que parece una cortina de humo. Y en ese momento --como sucede en los cuentos, cuando el principe aparece a caballo y ve a una campesina en la que descubre su destino, la felicidad, sus vastagos y la maldicion del matrimonio morganatico-- aparecio por la carretera una limusina de quinientos caballos. Aparecio y, finalmente, se detuvo. Aquella mole ovoide, un Mercedes clase S, permanecio inmovil, lanzando destellos grisaceos como si se tratara de un escarabajo agigantado. La vaca estornudo, rumio la hierba almacenada en uno de sus multiples estomagos, hasta un total de cuatro, movio las pezunas y parecio interesarse unicamente por los tabanos que intentaban posarse en su nariz. En cambio, Sonka se puso una mano como visera. La mano --ahora endurecida, con astillitas clavadas, con callos, con la historia de muchas decadas encima-- le permitia ver mejor. Tfu, penso Sonka, prystanuli i buduc stsac.[4] Sin embargo, nadie evacuo la vejiga en plena naturaleza. Sonka se habia equivocado en la eleccion de las palabras, aunque no habia cometido ningun error en la apreciacion de lo que iba a suceder, pues no pretendia decir nada en concreto. Al igual que tras el invierno llega siempre la primavera, tambien cuando se para un coche con matricula de Varsovia se tiene la seguridad de que va a ocurrir algo inoportuno. El Mercedes se quedo parado, el polvo se poso; los altavoces tronaban --la puerta delantera, del lado del conductor, se habia abierto-- y del coche surgio el principe de la ciudad. Pero en lugar de decir <>, <>, <>, en lugar de eso la puerta se cerro y la musica dejo de oirse, sin mas. El polvo se poso, el V8 del coche enmudecio, la vaca continuo caminando por el arcen; tras la vaca, Sonka --dificil saber quien llevaba a quien--, y tras ella no parecia haber nada: todo lo que poseia, se lo habia ofrecido a otros hacia mucho tiempo, y lo que no tenia, no podia darlo ni robarlo. De su mismo lado, en ese mismo arcen, se quedo el principe de la ciudad, con una mochilita en vez de un cetro y una sonrisa en lugar de un reino. El tipo llevaba un pantalon corto de camuflaje militar con unos bolsillos inservibles, una camiseta de manga corta color naranja como los incisivos de una nutria y unas sandalias de ante con un aspecto aun mas suave que el abrigo de piel de oveja karakul de Wiera, la del Ayuntamiento de Grodek, la mas elegantona de la comarca, que una vez a la semana iba a Bialystok en su coche, un Golf, que asi se llamaba, made in Germany, igual que la pesadilla que vivio Sonka; y si la calidad del coche igualaba, aunque solo fuera en parte, a la que tenia aquella guerra, entonces no quedaba otra que envidiar a Wiera: su Golf le prestaria servicio durante anos, sin averias, y jamas se le iria de la cabeza ni de sus pensamientos. !Hay que ver!, penso Sonka, intrigada y algo nerviosa, es tan mono este principito que podria colocarlo en el salon, limpiarle el polvo una vez a la semana y, en Navidad, adornarlo con colgantes dorados, farolillos y pajaritos, encender una vela, sacar del calcetin el ultimo anillo que me dejo mi madre y mirarlo y mirarlo hasta la saciedad, y despues, a dormir. El jovenzuelo de la ciudad tendria nombre, cosa que Sonka imaginaba, tendria una posicion, aunque Sonka no lo podia imaginar, y era evidente que estaba de mal humor, lo cual provoca que salgan innecesariamente arrugas que ni Lancome ni la doctora Irena Eris pueden remediar. Durante un buen rato se palpo los bolsillos y rebusco en la mochila, como si hubiera perdido un papel con consejos y respuestas a todas las preguntas del mundo: ?que hacer y como vivir?, ?de que huir y con quien huir?, ?adonde huir y por cuanto dinero?; y, sobre todo: ?donde cono esta el numero del puto seguro? Pero no saco ningun papelito, sino un paquete dorado de cigarrillos --comprado en un duty-free, como saben quienes fuman y vuelan mucho por el mundo--. Encendio uno, le dio una calada y tuvo un ataque de tos. Zdyjlina,[5] le susurro Sonka a la vaca, que habia detenido su marcha junto a unos matorrales y meditaba acerca de la naturaleza de los tabanos. El principe saco un movil a la ultima, tan bonito y reluciente que parecia ideal para colocarlo sobre la Puerta Real del iconostasio y, en caso de maxima urgencia --una inundacion, una guerra, un Gobierno de derechas--, llamar al Jefe y quejarse a gusto, abrirle el corazon y aprovecharse de una tarifa plana: Spasi, Hospadzi, spasi.[6] Pero ese movil, aunque fuera muy bonito y brillara mucho bajo el sol de agosto, no puso en contacto a su dueno con el dueno de un aparato similar al otro lado de la linea, en algun lugar de un mundo real, con cines, centros comerciales y pizzas por telefono, marcando el 0800, llamada gratuita, el envio tambien gratuito para los pedidos superiores a treinta zlotys. Sonka sabia que el urbanita se habia detenido en el culo del mundo elevado a la decima potencia porque ningun operador de telefonia movil cubria aquel pedazo de tierra, ningun sociologo reflejaba a sus habitantes en las estadisticas, ni siquiera el pope se acercaba por alli en su Daewoo Espero y cuando lo hacia era para consagrar a toda prisa, bendecir mecanicamente, meterse el sobre en el bolsillo y a otra cosa; se dejaba ver entre tres y cinco veces al ano, dependiendo del numero de decesos, puesto que el numero de fiestas no cambiaba. Alli, en el fin del mundo, en Krolowe Stojlo, al lado de la metropoli Sluczanka, habia solo cuatro casas. En la mas pequena vivia Sonka. En otras dos se divertian los ratones, pues sus duenos se acomodaron en ataudes y ahora venian sus herederos desde las ciudades, algunos fines de semana, no todos, mas bien pocos, y era una lastima que lo hicieran con tan poca frecuencia, porque rompian la rutina, introducian algo de ruido en el silencio, algo de vida en el vacio. En cambio, la cuarta casa era otra cosa: nueva, construida con bloques de hormigon durante el segundo mandato del presidente Kwasniewski, embellecida con ventanas de plastico, con hermosos y resplandecientes mosaicos en las paredes hechos con trocitos de botellas rotas, en forma de flores, olas y otras chorradas. En el huerto habia filas de orondos enanitos como si estuvieran en un campo de concentracion, entre caballones de repollos y cebollas, colocados asi pensando en la maxima de que lo hermoso ha de observar una disciplina. En el balcon, una balaustrada de yeso. Ademas, columnas, un porche, una cornisa, al mas puro estilo barroco rusosluczankiano.

  • Lo que papa no sabe de Laura Lago

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    Los canones de nuestros fusiles resonaban mientras disparaban con fuerza a los vascos insurgentes que se sublevaban contra la supremacia de nuestro gran comandante. Mis ojos se concentraban unicamente en destruir a quienes se negaban al poder infalible de nuestro jefe supremo. --Papa, ?de verdad hace falta que alabes a ese hijo de puta? --Hija, ?que te he dicho de hablar asi sobre el comandante? Como decia, los canones resonaban porque no dejabamos de disparar a esos desgraciados que se esmeraban en ponerse en nuestra contra. Mis manos sudadas rozaban ligeramente el borde del gatillo y mi fusil apuntando a la cabeza de un etarra solto una bala que dulcemente atraveso el craneo de ese gilipollas. En ese momento de extrema gloria, voltee a mi izquierda para celebrar con Arturo, mi companero de batalla y note que no estaba alli, donde lo habia visto por ultima vez. Mis ojos se perdieron de nuevo en el campo; no podia haber extraviado a un hermano de lucha alli. Atras note como un vasco con un rifle apuntaba hacia el suelo con un dejo de una sonrisa dibujandose en su rostro. Era un desgraciado viviendo la gloria. Basta que un miserable saboree un poco la gloria para que se vuelva un maldito. Como el pobre que recibe una enorme cantidad de dinero y al siguiente minuto, en su ejercicio total de su estupidez va y lo gasta en bebida y en mujeres, mostrandose incapaz de invertir y aprovechar verdaderamente ese dinero. Observe a que apuntaba y alli en el suelo estaba Arturo arrastrandose y con su pierna sangrando. Apunte con mi fusil al etarra y no vacile en disparar. Un tiro certero atraveso sus sienes y el chorro de sangre mancho las paredes del edificio desde el que el gilipollas apuntaba a mi companero. Cayo desplomado el vasco hacia el campo, y si no habia muerto por mi disparo, seguramente esa caida le habria propiciado la muerte que merecia. --?Estas bien, tio? --le pregunte. --Joder, Hierro… Me han dado un disparo en la pierna. No se si resista --me dijo. --!Tonterias, Gonzalez! Todavia hay una batalla que librar y eres un hombre. Venga, que hay unos cuantos gilipollas que matar --le grite. Lo alce del suelo y lo lleve a un rincon donde estuviera fuera del alcance de las balas enemigas. Es importante que entiendas que en un campo de batalla no es lo comun hacerse el heroe y salvar a un companero asi como lo ha hecho tu padre. Arturo me vio a los ojos y solto de su boca casi llorando un leve "gracias". De la nada, oimos un grito en vasco que provenia de uno de los edificios que teniamos al lado. Me asome por una ventana para revisar que sucedia e identifique al lider de ese comando etarra; era el bastardo al que habiamos estado buscando. Sin dudarlo dos veces, lo apunte y le dispare en el pecho. Envie una senal al resto del batallon y todos rodearon al edificio. Los rebeldes soltaron sus armas y habiamos logrado la victoria. Los companeros sabian que Arturo y yo habiamos propiciado este gran triunfo para nuestra faccion, asi que, tan pronto nos llevaron a la base, nos encontramos con el gran comandante, quien nos condecoro con mucho placer y nos tildo de heroes de la gran Espana. Dime si eso no es motivo para enorgullecerse de tu gran padre. Heroe de sus hermanos y verdugo de sus enemigos. --?Me has prestado atencion, Marta? --Si --me respondio sin mirarme a los ojos. --Entonces, ?por que sigues enganchada al telefono y no me miras a los ojos? !Soy tu padre, joder! --Pero si ya me se toda la historia, papa. El tio idiota que esta que se muere, lo salvas y despues el hijo de puta de Franco los felicita por haber matado a un compatriota nada mas porque nacio en el Pais Vasco. --!Anda a tomar por culo, hija! ?Por que me tienes que tratar asi? --Porque ya me se la historia. Ni siquiera se para que me la estas contando otra vez. ?No ves que estoy ocupada trabajando con el telefono? --?Segura que estas trabajando? ?Como lo se? --Pues, mira. Me mostro el telefono y apenas pude ver un par de numeros en la pantalla. --Joder, no vi nada. --Igual no vas a entender, viejo. Respire con fuerza y tome de nuevo muchisima paciencia. Despues de todo, Marta es mi unica hija. En mi juventud, luego de que el comandante muriera, conoci a Sara, el amor de mi vida. El primer dia que la vi, le dije que me casaria con ella… y asi fue. Era la mujer mas hermosa e inteligente que pudiera haber conocido. Sus ojos eran del color del cafe y su cabello del mismo tono. Ella, como Marta, odiaba a Franco, pero habia algo mas importante que eso. La manera en que me veia, la manera en que me comprendia… Todo eso era muchisimo mas importante que la carga politica que llevaba sobre mi. Mi uniforme militar era solo un adorno cuando la veia. No era posible que fuese el hombre que mato a los etarras cuando estaba con ella. El dia que tuve que decirle adios para siempre, fue el dia mas oscuro de mi vida. Un dia que aun hoy recuerdo con dolor, y que podria ser utilizado como prueba, no solo de que los hombres lloramos, sino que los militares somos capaces de soltar un llanto, dejar correr lagrimas… y escribir poesia como esta que les narro. Pero no hablemos de eso. Marta es lo mas bello que alcanzamos Sara y yo juntos, y la amo como ame por anos (y sigo amando) a Sara. Marta es una hija ejemplar. Es una estudiante excelente y definitivamente estoy orgulloso de ella. Se comporta muy bien, no anda follando con tios a diestra y siniestra, como muchas de las chavalas de su generacion, y ademas, es muy trabajadora. Desde que cumplio los 16 anos ha currado para comprarse todo lo que ha llegado a necesitar sin pedirme un solo centavo, a pesar de que el dinero nunca ha sido un problema para nosotros. --Hija, escucha… Te cuento esto porque ese amigo, Arturo Gonzalez, viene en camino para aqui y se quedara en la casa. Llevabamos anos sin vernos y por fin sera nuestro reencuentro. Nos pondremos al dia. --?Por que me interesaria tal cosa, papa? --Estoy seguro de que el estara encantado en conocerte. Ni siquiera puedo dudarlo un poco. ARTURO I La llegada El taxista que me llevaba a casa de Vicente parecia conducir con desgano, como si quisiera que el taximetro ascendiera a niveles estratosfericos para cobrarme lo que mejor le pareciera. Mi curiosidad por el hecho, me hizo tomar la decision de realizar algo que no acostumbro a hacer… --Disculpe --le dije. --?Que ha hecho? --me pregunto. --Nada, le iba a preguntar algo. --?Entonces por que pide disculpas? --!Ja! Bueno, es una cortesia. Es como solicitarle permiso para hablar. --Yo no le estoy privando de ninguna libertad de hablar, por si siente tal cosa. Note algo de sarcasmo quizas en el tono de voz del taxista, como si estuviera intentando burlarse de mi, pero simplemente continue. --No, no… es que, le explico… --dije, pero de inmediato pense que era estupido continuar con esa discusion que no nos llevaria a ningun sitio-- ?Podria ir mas rapido? --Podria. --?Y por que no lo hace? --Porque no deberia. --Estamos en la jodida autopista. No me va a decir que no puede andar rapido en la autopista. --El coche tiene una pequena falla y no quiero tener inconvenientes. --Ah, pero no me vaya a cobrar mas por el taximetro --le adverti--. No es mi culpa que su coche este liandole la vida. --No se preocupe, senor. Hay una tarifa fija. Y no nos pasara nada, por si le preocupa mi velocidad. Esta autopista es muy segura. Ese comentario me dejo perplejo. Hay una vena bastante fuerte en mi cuerpo que se hizo notar con mas fuerza, luego de escuchar tal afirmacion. --?Es usted socialista? --le pregunte. --?Como dice? --Le pregunto ?es usted socialista? --No --rio el taxista. --?Esta con el PP? --Yo estoy con el euro, tio. Las politicas son un follon, asi que solo me preocupo de mi curro y el dinero que hago con eso. --?Entonces por que dice que esta autopista es muy segura? --Porque asi me parece, joder. Porque conduzco por aqui todos los dias. Es mi opinion. --Por supuesto, pero no puede opinar eso si no esta de acuerdo con las politicas del alcalde. --Ah, joder, ahora tengo que estar de acuerdo con el alcalde para opinar. Por mi el alcalde se puede ir a tomar por el culo. --Pues, por mi tambien. Hubo un silencio un tanto incomodo por buena parte del viaje, despues de esa breve discusion, pero no lo culpo. Creo que yo tambien seria asi de despreocupado si fuese un taxista. Sin embargo, no puedo serlo, y mucho menos despues de tantos anos en servicio de la nacion. --?A que se dedica usted? --me pregunto el taxista. --Eso no le importa. --?Como sabe que no me importa? --Pues, porque no le incumbe. --Ah, venga, disculpe, senor. ?Sabe que me puede mentir? Solo estoy buscando conversar con usted. Si es narcotraficante, no tiene por que decirmelo, pero no sea grosero --me dijo. --Yo no soy ningun narcotraficante. Que me lleve el infierno el dia que me dedique a un negocio tan vil como ese. --Ah, bueno, al menos se que narcotraficante no es. --Soy militar retirado. --?Franquista? --Orgullosamente. Es correcto. --Ah, bueno. Ya vamos a llegar. --?No queria conversar? ?Por que cierra la conversacion asi? --Porque ya vamos a llegar, joder. --No, usted no quiere hablar conmigo porque le he dicho que soy franquista. El silencio se prolongo por unos segundos. --?Ve? --le dije.

  • Desde mi ventana (Juntos y revueltos 2) de Eleanor Rigby

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    Cuando quieres estar cerca de alguien, ser solo su vecina puede no ser suficiente.

  • Simbolo de amor de Cynthia Thomason

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    Llevaba veinte anos tratando de dejar atras la violenta historia de su familia. Ahora Nate Shelton tenia que volver en contra de su voluntad a Finnegan Cove, donde habia empezado todo... y donde debia terminar. Y no solo por su padre.

  • El secreto de Breton de Vicente Garrido , Vicente Garrido Genoves

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  • Escuela de senoritas St Margare de Kate L. Morgan

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    Era la primara noche navengado. A bordo del barco mas grande jamas construido, Trevor esperaba impaciente el comienzo de la velada. La gran escalinata principal era el corazon de la vida de primera clase. El SS Great Britain se elevaba majestuosamente a traves de cuatro cubiertas, y era la nina bonita de todos los buques que se habian construido hasta el momento, ya que era el primer buque de hierro propulsado por una helice. Era el primero con un doble casco, el primero con mamparas estancas, y el primero capaz de bajar todos los mastiles en caso de tener vientos de proa. El barco estaba equipado para viajar con todo tipo de lujo ya que tenia cuatro cubiertas, dos lineas de cabinas que daban a cubierta, y dos salones comedores, junto con veintiseis camarotes individuales, y ciento trece camarotes dobles de lujo. En ese viaje inaugural, estaba la flor y nata de la sociedad inglesa. Desde su rincon apartado y oscuro podia escuchar el sonido de la suave musica, y la risa de su tia materna que charlaba en esos momentos con el marques de Pooley, tambien con su esposa Kate: una rolliza mujer con una voz de soprano que resultaba bastante interesante. Una sonrisa amplia se dibujo en su rostro juvenil al contemplar el rostro de ella que mantenia la compostura como un soldado en el frente escuchando a su interlocutora. Tenia una vision perfecta del amplio vestibulo y de parte del salon que tenia las dobles puertas abiertas de par en par. Seguia el ir y venir de las mujeres que iban ataviadas con vestidos que brillaban, no solo por los fastuosos tejidos de lentejuelas, sino por las joyas que lucian sus cuellos y sus orejas. Tambien le gustaba observar a los hombres que vestian impecables trajes negros. Uno de los invitados que vestia de gris claro, le llamo la atencion pues resaltaba de entre el resto como una mosca en un tazon de leche. Llevaba el pelo muy corto y engominado hacia atras, y lo miraba todo con cierto desden. Le parecio que le disgustaba estar entre tantos politicos, banqueros y empresarios. --?Puedo sentarme contigo? Trevor se sobresalto al escuchar la voz infantil. Giro la cabeza, y desvio los ojos de los invitados a la aparicion: una nina que no debia de tener mas de nueve o diez anos. Poseia unas largas pestanas bajo unas perfectas cejas arqueadas que realzaban los brillantes luceros que iluminaban su delicado rostro. --No --fue su tajante respuesta, aunque ofrecida en voz baja para no llamar la atencion de los invitados. Trevor tendria que estar en su camarote y no sentado en la escalera, ni espiando tras los barrotes de la barandilla. --Yo tambien quiero mirar la fiesta --dijo la nina muy seria--. Hacen mucho ruido. Trevor penso que el verdadero ruido vendria despues, cuando las mujeres estuvieran ebrias y no pudieran controlar sus voces chillonas. Los hombres alzarian la voz para hacerse oir entre ellos, y la musica subiria al mismo tiempo de volumen. --?Donde esta tu ninera? --le pregunto impaciente. --No lo se --admitio en un susurro--. Estaba sola en mi camarote, he escuchado la musica, por eso me levante y vine hasta aqui... --El barco esta lleno de gente --contesto sin dejar de mirarla. La nina de ojos grandes parecia en verdad asustada. --?Puedo sentarme a tu lado? --insistio. Trevor solto un suspiro largo y termino aceptando. --Esta bien, pero no me molestes. La pequena se sento muy pegada a el, detalle que lo molesto. Trevor se aparto rapido, pero ella volvio a moverse para quedarse muy quieta a su lado, finalmente, el chico no se aparto de nuevo.--Me llamo Maggie --se presento la nina. Trevor volvio a mirar por la barandilla, como si hubiera dejado de interesarle. --Lo se. --?Como lo sabes? --quiso saber--. Yo no se quien eres tu. Ni Trevor pensaba decirselo. --Solo uno de los pasajeros de este majestuoso barco tiene nueve anos. Maggie lo miro asombrada. El chico era un adolescente, pero hablaba como un adulto. --Tengo diez --admitio franca--. ?Como te llamas? --le pregunto muy interesada. Trevor dudo en darle una respuesta porque no le gustaba relacionarse con ninos, y esa pequena se estaba convirtiendo en una pesada. Le gustaba observar a los invitados, y los analizaba. Le parecia un entretenimiento contemplar sus diferentes comportamientos. Lo que bebian, vestian, confesaban… --Me gustaria que se me conociera por el apellido de mi madre, Lafayette. La nina parpadeo al escucharlo. --?Es un apellido forastero? --siguio insistiendo. Trevor termino por sonreir, y Maggie se dijo que no parecia tan feo como cuando tenia el cejo fruncido. --Mi abuelo materno era frances --contesto confidente--, por eso mi madre se apellida asi. Margaret se quedo pensativa. --?Te llamas como tu abuelo y no como tu papa? ?No tienes papa? --fue el logico razonamiento al que llego la nina. Trevor la miro atonito. --!Por supuesto que tengo padre! Maggie no lo sabia muy bien, pero estaba segura de que todos los ninos querian llamarse como los papas y no como las mamas. --?Como se llama tu papa? --insistio. --?Por que quieres saberlo? Ademas, eso no es importante --respondio el otro en voz baja. --Pero a mi me gusta conocer los nombres de los papas de mis amigos. Trevor chasqueo la lengua. La nina era muy cansina. --Te recuerdo que no somos amigos --Maggie hizo una mueca confusa bastante graciosa. Si su padre y su madre eran amigos del papa del chico, entonces Lafayette era su amigo tambien--. Ese de ahi es mi padre. Los ojos de la nina se dirigieron hacia el lugar que el chico le indicaba, y entonces sonrio de oreja a oreja. --Nuestros padres si son amigos, mira --ella le senalo a su vez a los dos hombres que se daban un saludo fraternal. Era el padre de ella, y el hombre que el chico le habia senalado un momento antes. Trevor tenia ganas de quitarsela de encima porque en breve los invitados pasarian al salon, y el ya no podria continuar observandolos. --Puede que sean conocidos y no amigos --la rectifico. --!Claro que son amigos! Y yo quiero que seas mi amigo. --Las ninas como tu no pueden ser amigas de chicos como yo. Eso a Maggie le parecia una soberana tonteria. --?Eres demasiado importante como para ser mi amigo? --le pregunto de sopeton. Trevor la miro tras escucharla. --Ahora, no, porque no tengo edad suficiente para serlo, pero algun dia sere tan influyente como el marques de Lafayette. La nina medito en la respuesta de el. --?Ese marques es tan importante como nuestro rey? Trevor resoplo al escucharla. Esa nina jamas podria entender el motivo para que el quisiera ser como ese hombre. --Fue un importante militar --la nina lo escuchaba atenta--, ademas de un destacado politico frances. Y lo mejor de todo es que peleo por los Estados Unidos en la Guerra de independencia contra el Imperio britanico. --Ohhh --exclamo la nina asombrada. --Y era mi abuelo --declaro orgulloso. La nina lo miro con los ojos abiertos de par en par. Trevor se amonesto porque habia hablado con ella como si fuera una chica y no una nina, pero debia de admitir que era bastante bonita. --?Vas a ser un soldado como tu abuelo? --pregunto admirada. A Trevor se le hacia dificil relacionarse con las personas, pero sobre todo con las mujeres tras la muerte de su madre cuando era apenas un nino. Desde entonces nunca mantenia contacto con ninguna, salvo con su ninera a la que adoraba. --?Y tu que piensas ser de mayor? --le pregunto Trevor para cambiar de conversacion. La nina no se penso la respuesta. --Una domadora de circo --sonrio al mismo tiempo que respondia. los ojos oscuros de Trevor brillaron al escucharla. --?No quieres ser una princesa, princesa? --le pregunto burlon. La nina solto un suspiro largo y profundo. --No me gustan, y no soy una princesa --admitio sincera. Trevor no podia creer esa respuesta, ?que nina no sonaba con ser una princesa de cuento? --?Por que no deseas ser una princesa? --la pregunta le salio sola. --Porque todas tienen madrastras horribles --la nina se mordio el labio inferior en un gesto que a Trevor le parecio encantador. Esa era una gran verdad, penso Trevor. --Pero todos los cuentos de princesas terminan bien --contesto con una sonrisa porque le hacia gracia ver la expresion de la nina--. Con un principe azul rescatandolas. Maggie entrecerro los ojos con dudas, y meditando en esas palabras. --Mi papa dice que una verdadera princesa no necesita que un principe la rescate --confeso en un susurro--. Las verdaderas princesas son fuertes y valientes.

  • Valeria en el espejo de Elisabet Benavent

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    Sali al balcon del pequeno hotel de Gandia y me encendi un cigarrillo. Acababa de darme una ducha y me sentia relajada y tranquila. Mire el humo ondulante y pense que debia dejarlo y de paso ahorrar, pero le di una calada que me llego hasta los pies. Empezaba a ser una costumbre eso de decirme cosas y no hacerme ni punetero caso. Me apoy e en la barandilla y desee no tener que volver a la realidad de nuevo cuando amaneciera. El mar ondeaba a lo lejos y sobre el la luna iba dejando esquirlas en el agua. Alli todo era asi, sencillamente bonito. Sin preocupaciones, sin dobles sentidos. Solo agradable. Ojala aquella noche durara dias. No me veia preparada para volver y asumir lo que me esperaba. En un principio, aquellas vacaciones parecian una mala idea. Todo el mundo opino que pasar diez dias sola despues de lo que habia ocurrido solo serviria para darle vueltas a la cabeza sin parar. Y ya se sabe: con las cosas tan hechas no suele tener demasiado sentido eso de pensar. Habia dado por perdido mi matrimonio, me habia colgado de uno de esos hombres que nunca nos convienen y habia acordado separarme. Bueno..., habria sido mejor pensar antes de hacer. Sin embargo, contra todo pronostico, estar sola habia sido una delicia desde el trayecto en tren hasta aquella noche, quiza porque seguia sin arrepentirme de las decisiones que habia tomado, aunque las maneras hubieran sido poco << elegantes>> . Si tuviera que cambiar algo de lo que hice..., solo cambiaria el orden. Inevitablemente, me habia llevado en el equipaje el recuerdo de ciertas cosas que si queria meditar. Victor. Como no. Un Victor que lo ocupaba todo y que apenas me dejaba pensar en otra cosa. << Esperare a que me llames, Valeria, pero no lo hare eternamente>> . Hasta sonaba con ello, y en mis suenos nunca llamaba en el momento indicado. No habia sabido nada de el desde que nos besamos en la puerta de su estudio y, aunque estaba satisfecha con mantenerme firme con aquel distanciamiento, me inquietaba plantearme si seria algo puntual o si lo nuestro quedaria en lo que habia sido hasta el momento. Victor. Madre de Dios santisimo. Que portento. Aun me daba vueltas la cabeza cuando lo recordaba desnudo entre mis piernas, haciendome grunir de placer, llevandome hasta el coma. Victor tenia aquel poder; me atontaba. Y no solo en la cama. Pero estaba tan reciente la decision de separarme de Adrian..., no podia dejar de tener remordimientos por desearle tanto. Adrian si me habia llamado en un par de ocasiones para saber como andaba y cuando saldria publicado mi libro. Buf..., mi libro. Si, ese libro que escribi sobre los ultimos meses de mi vida y la de mis chicas. Aquello iba a traer cola. Sabia que muchas personas no estaban preparadas para verse tan reflejadas en algo que acabaria a la venta en las estanterias de las librerias. Y mas me valia que se vendiera mucho, porque ahora que Adrian no estaba en casa, la economia dependia de mi solita. Pero ?comprenderia el que lo expusiera de esa manera? Si, me habia encargado de no utilizar su nombre real, pero para la gente que nos conocia seria tan evidente... Mi editor, agente o quienquiera que sea Jose me habia telefoneado el mismo dia que sali de vacaciones para decirme que habian decidido publicar el libro lo antes posible. Ya lo habian maquetado y estaba en proceso de correccion. Y todo esto en... ?que? En semanas. No dejaba de sorprenderme. Yo lo deje en manos de mis editores e intente desentenderme hasta donde pude de un asunto asi. Contar mi vida en un libro..., ?en que momento habia empezado a perder la cabeza? Volvi de pronto a pensar en Victor. Ni siquiera estaba segura de que fuera a esperarme un tiempo prudencial. Quiza en aquel mismo momento se despedia de alguna nina guapa con un beso en la boca en cualquier portal. O peor. A lo mejor habia echado mano de esas << amigas recurrentes>> a las que habia dejado de ver por mi y estaba entregado al fornicio con la espalda perlada de sudor y la respiracion irregular, jadeante. !Ay, por Dios, con ellas no! !Conmigo, conmigo! Victor era un pecado con patas. Sin embargo..., tenia que esperar; no podia precipitarme. Cerre los ojos y lo recorde recorriendome entera con la lengua. Baraje la posibilidad de mandarle un mensaje durante aquellas vacaciones, puramente de cortesia, claro, pero sabia que se me iba a ver el plumero. Ahora que volvia a estar (entre comillas) soltera, tenia miedo de no interesarle. Ya se sabe, ahora que podia a lo mejor no queria. Su reaccion al confesarle que habia dejado a Adrian no fue lo que se dice de cuento de hadas. En las novelas romanticas esas cosas no pasaban. En las novelas romanticas ellos, a pecho descubierto, lo dejaban todo por estrechar a las heroinas entre sus brazos, mientras el viento les mecia los cabellos. Nada mas lejos de la realidad. En la vida real las cosas nunca eran tan idilicas. Si queria saber algo de el sin tener que dar un paso al frente, lo mas sencillo hubiera sido preguntarle a Lola, que lo veia mas o menos con asiduidad, pero no queria que ella se enterara aun de que Victor me habia marcado tanto. A decir verdad, llegaba el momento de tener que confesarlo todo y no estaba preparada. Mejor esperaba a que saliera publicado el libro y ella pudiera leerlo. Me sentia ruin, pero es lo que tiene ir de valiente por la vida y airear las aventuras sexuales de una. Me tape la cara en un acto reflejo en cuanto me acorde de las sorpresas que iban a encontrar mis conocidos cuando empezaran a leerlo. En casa de mis padres iba a estar completamente vetado. ?Y si lo publicaba bajo pseudonimo? Bah, lo pensaba demasiado tarde. Aquello me pasaba por hacerme la chulita. El movil sono sobre la mesita de noche. Un mensaje. Me pregunte de quien seria mientras me terminaba el cigarrillo. Hacia dos dias que habia hablado con Lola; una semana que habia llamado a Nerea y a Carmen. Esa misma manana habia hablado con mi madre y con mi hermana para preguntarle como iba con su embarazo. Mas tarde en el tren habia recibido una llamada de Adrian y su despedida sono a << dejo la pelota en tu tejado para que me devuelvas la llamada>> ; ni siquiera me salio decirle que me marchaba unos dias de la ciudad. Quise que aquel mensaje fuera de Victor..., eso me animaria la noche. ?A quien quiero enganar? Me alegraria la semana o hasta el mes, segun en que tono lo hubiera escrito. Apague el cigarrillo en el cenicero que habia en la mesa de la terraza y entre en la habitacion mientras me convencia de que no debia desilusionarme si al final eran los de la compania telefonica con el ultimo recibo. Cogi el movil y respire hondo, como los atletas que se preparan para batir un record, y... Alli estaba: << Se que no deberia mandarte este mensaje, que quedamos en que esperaria tu llamada y todas esas cosas, pero... solo queria decirte que sigo alerta por si un dia apareces sin avisar. Algo me dice que lo haras. Mis sabanas te echan de menos. Victor>> . Lo lei por lo menos cinco veces seguidas. Como era nueva en esto de los ligues, me obsesione con desentranar el sentido de cada palabra, de cada frase. Suspire frustrada al darme cuenta de que seguia siendo tan criptico como siempre. Vale, me echaba de menos, pero... ?y si lo unico que me anoraba eran sus sabanas? ?Cuando narices estaba estipulado que era buen momento para volver? Ademas, ?queria decir con ese mensaje que empezaba a desesperarse o simplemente que...? Que fatiga esto de ser soltera... Ligue pensamientos. Victor y mi libro. Ay, Dios..., el libro. ?Que narices me habia empujado a vender mi << diario>> a la editorial? Ale, alli, con todos mis sentimientos bien descritos... !Por si no era lo suficientemente absurda por mi misma! Toma, Victor, leeme bien a fondo. Me volvi a tapar la cara con las manos. 2 VUELTA A LA REALIDAD Entre en mi piso con reticencia. Tenia la sensacion de que al abrir encontraria a Adrian tirado en la cama, revisando unas fotografias en su portatil. Suspire. La realidad era otra y debia ir acostumbrandome. Al fin y al cabo, los dos nos lo habiamos buscado, ?no? Teniamos lo que mereciamos. Habia que pensar en positivo. Como decia Lola al menos ahora tenia todos los armarios de la casa para mi. Para celebrar mi solteria, me habia regalado un conejito a pilas, un pijamita de pilingui y una botella de ginebra que seguian esperandome sobre la mesa baja de mi << sala de estar>> . ?Esa iba a ser mi vida ahora? Orgasmos mecanicos proporcionados por un pedazo de latex que no te abrazaba despues del sexo y un copazo en soledad. No. Preferia a Victor. Y hablando de Victor... Aun no habia tenido fuerzas ni inspiracion para contestarle el mensaje. Queria hacerlo, pero queria hacerlo bien. Ya se sabe, sonar natural y ocurrente a la vez, con un toque enigmatico y sexi. Y despreocupado, sobre todo despreocupado. Nada que le diera a entender que me acostaba todas las noches con unas ganas aberrantes de que me atara a su cama y me convirtiera en su esclava. Claro, como si resultara tan sencillo ser de repente la chica ideal. Y es que en el fondo me sentia como quien sostiene a alguien por el hilo que escapa de una de sus mangas. ?Quien me decia a mi que Victor no huiria en cuanto viera que mis intenciones iban mas alla de la simple aventura? Una cosa es lo que uno dice, en el fragor y calor de la batalla, y otra muy distinta lo que uno hace cuando todo se calma. Y el ya no habia reaccionado demasiado bien a mi separacion... Me sente en el suelo, encendi el aire acondicionado y cogi el movil. No sabia si es que hacia mucho calor o es que pensar en Victor encendia mi hornillo interior, pero la cuestion es que me sudaba hasta el alma. Que poco sexi. ?Que habria visto ese chico en mi? Hice tres intentonas, pero acabe borrando el texto. Me tumbe en la cama y medite acerca de la cantidad de mujeres que se habrian visto en aquella situacion con Victor. Y el habria recibido mensajes de todas las indoles posibles: calientes, divertidos, sofisticados, ocurrentes, buenrolleros... ?Cual era definitivamente mi estilo? Al final opte por contestarle con sinceridad; necesitaba expresar lo que sentia. Total dentro de nada iba a poder leer con total honestidad como me habia ido colgando de el poco a poco de espaldas a mi marido, hasta no poder quitarmelo de la cabeza. Vaya plan. Al meollo: << Me gusto mucho recibir tu mensaje. Aparecere cuando menos te lo esperes, pero dile a tus sabanas que... Bueno, mejor pensado ya se lo dire y o, ?no?>> . Lo relei y, con los ojos cerrados, pulse enviar. No me di tiempo de pensar en ello. Deje el movil sepultado por un monton de cojines sobre la cama y cogi el telefono fijo. Llame a mi hermana enseguida para mantenerme ocupada y mientras tanto prepare cafe. Cuando volvi a revisar el movil, cual y onqui, la respuesta estaba anunciada en el display exterior, lo que me dibujo en la cara una estupenda sonrisa de idiota. << Tengo ganas de verte. Mi casa me recuerda a ti. Mi despacho me recuerda a ti... Todas y cada una de las cosas que tengo ganas de hacer quiero hacertelas a ti. Necesito verte (besarte, tocarte, abrazarte, desnudarte...) pronto. ?Me estoy portando muy mal? Tendras que volver para meterme en vereda>> . Levante la cara, mire al infinito y despues enarque las cejas. Vamos a ver. ?Que significaba exactamente eso? Porque, la verdad, sonaba a pistoletazo de salida. ?Era una senal para que le llamara y a? ?Habia pasado el tiempo suficiente? ?Se habia dado cuenta de que queria estar conmigo? ?O es que le picaba y tenia ganas de mojar? ?No tenia para eso un monton de mujeres dispuestas? Ay, Dios... Tenia tantas ganas de verle..., quiza demasiadas. Me habia pasado ya muchos ratos muertos tratando de desentranar si Victor era solo un capricho de mi apetito sexual o algo mas y y a tenia bastante claro que estaba colgada de el. Pero aun estaba a tiempo de pararlo, alejarlo para siempre y olvidarlo. Tenia que recordar que clase de chico era Victor; hacia ya mucho tiempo que yo habia dejado de creer en cuentos en los que el chico cambia. ?Estaba dispuesta a tragar con lo que significaba encorsetar a Victor en la monogamia? Aquello no habia por donde cogerlo. Lo mejor era la callada por respuesta y meditar. El telefono de casa interrumpio la meditacion apenas unos minutos despues. Era Lola, que me llamaba desde su trabajo: --?Ya estas en casa? --Ni hola ni que tal... Lola en vivo y en directo. --Si. --Sonrei. --?Hogar dulce hogar? --Bueno, no sabria decirte. De repente es como otra casa. --Claro. Un pisito de soltera muy guay que te sirva de picadero, muchacha. Pero si te aburres, nos vamos de compras --y respondio de forma automatica como si esa fuera a ser la respuesta con independencia de lo que sucediera. --Estas trabajando, Lola. --Pero me duele un diente... --contesto con aire grave. --Estas a punto de coger vacaciones; reserva todos esos planes para cuando estes libre. Sere toda tuya. Lola lanzo un ronroneo sugerente y despues siguio hablando: --Suena muy lesbico. ?Cuando sale el libro? --Manana. --?Habra presentacion? --No, han hecho campana en medios escritos. Te ensenare los recortes. --Anoche hable con Victor. Nos encontramos en una cerveceria. A bocajarro. Pero !que cabrona! Esas cosas deben ir precedidas de una suave conversacion introductoria del tipo: << ?A que no sabes a quien me encontre ayer?>> . --Si..., esto..., me envio un mensaje --conteste tratando de hacerme la interesante. --Lo se. Me dijo que llevaba tiempo queriendo llamarte pero que queria darte espacio. Algo de que quedasteis en que tu dejarias la situacion respirar y un monton de bla bla bla sentimental. No sabes lo raro que suena escuchar a Victor en esos terminos. Por mas que me extrane, esta loco por ti. A decir verdad, creo que fue escuchar tu nombre y empalmarse. --Victor empalmado. Menuda vision mas torrida me vino a la cabeza. Torrida y sobre la barra de su cocina, para mas senas--. ?Val? --pregunto para cerciorarse de que seguia al telefono. --Si, si, estoy aqui. Pero dime..., ?que ha pasado con el << no te fies de el>> ? --A todo cerdo le llega su San Quintin. --Creo que el dicho no es asi. --Me rei. --Bah, que mas da, tu me entiendes. ?Tienes ganas de verle? --Si, pero no quiero precipitarme, que crea que voy a por todas y salga corriendo despavorido. Ademas..., ?y Adrian? Es demasiado pronto. Y a pesar de todo no me creia ni una palabra de lo que estaba diciendo. Tenia unas ganas tremendas de precipitarme. Especialmente hacia su cama y que despues me abrazara entre las sabanas. --Deberias quedar con Victor y charlar --contesto Lola. --Con Victor no puedo charlar. --Me arrepenti del comentario y cambie de tema pronto--. Pero dime, ?a que viene esta campana pro Victor? --No es ninguna campana. Es solo que... Adrian me dio una patada emocional. Me toco las pelotas. Era el unico hombre en el que confiaba. Por su culpa he perdido la fe en la humanidad. Me revolvi el pelo. Joder, aun escocia hablar del tema.

  • Quiero estar contigo de (libro 3) – Monika Hoff, Norah Carter, Patrick Norton

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    Habian pasado tres meses desde aquel dia tan duro en el que me despedi de Victor o, mejor dicho, en el que el se despidio de mi y no fui capaz de decirle que iba a ser padre. Ya me habian dicho que iba a ser una nina y habia decidido llamarla Sonia, como mi madre. Mi padre estaria orgulloso de que yo le pusiera ese nombre sin duda. En el trabajo estaban al tanto de todo y me cuidaban muchisimo. Sabian que estaba sumergida en una pequena depresion sobre la que ellos me habian aconsejado que me quedase en casa una temporada, por lo menos, hasta que diese a luz. Pero eso seria lo ultimo que haria ya que el hecho de estar en casa encerrada lo unico que hacia era que se me cayese mas el mundo encima. Los primeros dias no dejaba de llorar y se me pasaron muchas cosas por la cabeza, pero luego decidi ser fuerte y afrontar lo que la vida me habia puesto en mi camino. Tenia claro que tenia que sacar a mi hija hacia delante. Eso era lo que me daba fuerzas para venirme un poco arriba, aunque mi corazon seguia amando a Victor por encima de todo. Comenzaba el otono, mi bebe naceria a finales de abril. Estaba deseando montar ya su habitacion, pero habia esperado el tiempo prudencial para saber que todo iba bien, asi que sali de trabajar y me compre un bocadillo. Me fui para Jerez a un poligono a ver unos muebles para la habitacion de Sonia. Era una tienda que esta bastante de moda y las habitaciones eran espectaculares, asi que cuando entre alli vi una que sabia que esa era la de mi nina, una mezcla de color vainilla con rosa palo. Era preciosa, no quise mirar mas. La compre rapidamente y me dijeron que al dia siguiente irian a llevarla y a montarla. Al salir de la tienda, escuche una voz y me gire. Era Rebeca con su madre, la salude fingiendo que me alegraba mucho al verla. Senti una mezcla entre enfado y pena. Todavia recordaba muchas de nuestras conversaciones donde ella demostraba una inocencia y una ingenuidad que rayaban el ridiculo. -- ?Como estas, Rebeca? -- pregunte por preguntar algo. -- Bien, aqui vengo a comprar una habitacion de bebe -- dijo tocandose la barriga con una gran sonrisa en los labios En ese momento, pense que me iba a desmayar, pero tuve que disimular, actuar y poner mi mejor cara -- !Cuanto me alegro! Al final fue rapido. -- Si, !Victor es mucho hombre! -- dijo guinandome el ojo. Me dieron ganas de responderle que !No lo dudo!, pero no era el momento y ademas parecia todo una broma de muy mal gusto. -- Pues me alegro de verte y espero que todo vaya genial. Me voy que tengo prisa-- dije devolviendole dos besos. -- Ya te llamare para tomar un cafe. -- Clavos, Rebeca, hasta otra. Me queria morir, me monte en el coche muy agobiada. Menos mal que al estar yo muy delgada y llevar una blusa suelta no se percato de que yo tambien lo estaba y de un mes mas que ella. No podia digerir la noticia de que mi hija venia ya con un hermano de camino. Que pronto me habia olvidado Victor... Al dia siguiente, llegue a casa muy ilusionada del trabajo ya que venian a colocar la habitacion de mi pequena Sonia. Mientras estaba comiendo llamaron a la puerta. Ya estabamos listos todos para montarla asi que les abri, los deje pasar y termine de comer. Un rato despues fui a la habitacion y ya estaba montada. Estaban recogiendo las herramientas y, al entrar, unas lagrimas comenzaron a recorrer mis mejillas. Los montadores se quedaron impactados al verme y uno dijo que eso era de la emocion. Al final terminamos los tres muertos de risa. Imagino que eran mis nervios por ver que ese espacio ya pertenecia a otra persona que estaria en mi vida para siempre. Me quede toda la tarde metida en la habitacion y deseando empezar a llenar los cajones de ropita para mi pequena, asi que los siguientes dias me pasearia por algun centro comercial y empezaria a comprar cosas para ella. Sin saber que hacer, llame a Rocio rapidamente. Hablamos muchos los dias despues de la noticia de mi embarazo. Luego ya no quise llamarla con tanta frecuencia, porque era yo quien debia afrontar todo lo que me estaba sucediendo. Aun asi, hablabamos cada noche. Misteriosamente se habia convertido en una nueva hermana para mi. Nadie mejor que ella podria ayudarme en estos momentos en los que no sabia como actuar. Enseguida se puso al telefono. El hecho de escuchar aquella voz seria me aliviaba lo suficiente para confiar en que todo se arreglaria. -- Hola, Nora. ?Como estas, carino? -- Voy tirando. Como siempre. -- ?Sucede algo? -- pregunto con temor. -- No. No sucede nada nuevo. -- ?Por que me llamas entonces? -- Porque tengo miedo, Rocio. -- ?De que tienes miedo, Nora? No debes preocuparte por la maternidad. Hay muchas madres solteras. Ya te lo he dicho antes. -- No. No es eso. Tengo miedo a echar de menos a Victor -- dije a punto de llorar. -- No. No me lo creo. Es normal que te acuerdes de el. No puedo imaginar lo duro que debe ser recordarlo y callar tu embarazo. Pero ahora debes invertir todas tus energias en tu embarazo. -- Lo se, Rocio. Pero no duermo por las noches. Me he enterado, ademas, de que Rebeca esta embarazada tambien -- dije compungida. -- Vaya un cabronazo. Creo que debes visitar a un especialista que te pueda aconsejar mejor que yo o que tu hermana. ?Por que no vas a ver a un psicologo o a un psiquiatra? Mucha gente lo hace. -- Y si empeoran las cosas, Rocio. Y si me como la cabeza aun mas... -- dije yo con tono de preocupacion. -- No, al contrario, un especialista te ayudara. No basta con que hables conmigo o con tu hermana, Nora. Debes confiar en alguien que pueda darte instrucciones para reorientar tu vida. -- Tienes razon, Rocio. -- A mi me vas a tener siempre, pero debes dar un paso y buscar a alguien que pueda darte consejos practicos que aplicar en tu vida -- dijo ella con seriedad, mostrandose comprensiva al mismo tiempo. -- Te hare caso. -- Mira, tengo una prima que es psicologa. Si quieres la llamo y te acompano a su consulta. Quiza te sientas mejor. -- Esta bien. Cuanto antes empiece con una terapia, sera mejor para mi -- dije convencida y mas animada. -- Voy a llamarla y en cuanto sepa algo, vamos alli. Veras como mejora tu salud y como consigues olvidar a Victor poco a poco. -- Gracias por estar siempre ahi, Rocio. -- No tienes por que agradecerme nada. Poco a poco te has convertido en alguien muy importante para mi, ?sabes? El otro dia se lo comentaba a Pedro. -- Tu te estas convirtiendo en una nueva hermana, Rocio -- le dije con mucha emocion. -- No exageres. Tu harias lo mismo por mi. -- Es verdad, Rocio. Sabes que me tienes para cualquier cosa. Ya veo que has superado lo de Richard. La ruptura con su novio ingles parecia haberla dejado tocada al principio, pero luego la aparicion de Pedro la ilusiono de nuevo. Sin embargo, yo estaba lejos de imitarla. Si no me hubiera enamorado de Victor, si no me hubiera acostado con aquel hombre casado, ahora no estaria pasando por todo esto. Pero ahora de nada sirve arrepentirse. Debia dejar todo eso a un lado y centrarme en mi futuro, en mi trabajo, en mis hermanos. En mi hijo. Tenia razones suficientes por las que luchar, sin duda, como asi le dije a Rocio. -- ?Sabes una cosa? Tengo razones por las que luchar -- dije con decision, intentando aguantar las lagrimas. -- Razones solamente tienes una. Tu hijo o tu hija. Lo demas pasara a segundo plano enseguida. Ya lo comprobaras, Nora. -- Creo que no me vendra mal ver a tu prima. -- Si, a mi me ayudo bastante con mi crisis al principio, cuando el gilipollas aquel me dejo plantada en el altar. Con Richard, ya no ha hecho falta que la visitara. ?Sabes por que? -- Porque yo lo valgo. Porque me miro en el espejo y me digo lo estupenda que estoy. Me doy besos en los brazos y en las manos. Me ayuda mucho. Haz tu lo mismo -- dijo riendo. -- Joder, que tia -- le solte yo con espontaneidad. -- Yo ya estoy curada de espanto. Por esa razon, estoy tan preocupada por ti. Porque, en algun momento de mi vida, me senti identificada contigo, muy identificada, y me da una rabia tremenda que estes sufriendo de esa manera. -- Tus palabras me reconfortan siempre, Rocio -- dije, sintiendome protegida al escuchar todo lo que decia al otro lado del telefono. -- Hablo primero con mi prima para ver que respuesta me da, ?vale? -- Gracias, nunca olvidare lo que estas haciendo por mi. Te quiero mucho, Rocio. -- Voy a hacer todo lo que este en mi mano para que olvides a ese hombre, para que olvides esta miserable etapa de tu vida. Bueno, miserable, no. Vas a tener un hijo y eso es y sera siempre una experiencia maravillosa, inolvidable -- dijo con tristeza, con mucha tristeza. Aquella ultima intervencion de Rocio me dejo sobrecogida. Parecia que ella supiera de primera mano que era ser madre. No quise indagar en aquella intervencion. No quise preguntarle por temor a que se sintiera obligada a contarme algo que, por ahora, ella no queria confesarme. -- No me hago a la idea, Rocio. No me hago a la idea de ser madre -- dije yo con voz temblorosa. -- Te haras muy pronto. Es algo magico... -- dijo con un nudo en la garganta. -- ?Quieres contarme algo, Rocio? ?Te ha pasado algo? -- No. No. Ahora no puedo. Voy a hablar con mi prima y le pido cita. Debes relajarte y seguir adelante con todas tus fuerzas y ella te ayudara mucho. -- Eso espero. Me preocupa que te hayas puesto tan triste al hablar de la maternidad -- dije yo con intencion de que me contara algo. -- No. No es nada. Algun dia... -- no siguio hablando y colgo. Sabia que Rocio y yo, a partir de aquel momento, teniamos una conversacion pendiente. Se que yo la necesitaba, pero ella tambien necesitaba desahogarse conmigo. Los siguientes dias los pase comprando cosas para mi bebe. Se me notaba ya un poco la tripa, aunque aun podia disimularlo perfectamente. Me daba tanta pena no poder disfrutar de esos momentos con mi padre que hacia que me doliera en el corazon. Contra todo pronostico, mis hermanos se habian volcado conmigo desde el momento que supieron que iba a ser madre.

  • !A la mierda el principe azul! Yo quiero un lobo que me coma mejor de Anabel Garcia

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    ?Tu tambien creciste sonando con los cuentos de hadas y los finales felices de Chupicursilandia? !Pues yo tampoco!