• La version de Emily de Carolina Gattini

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    Emily Jhonson, ha tenido el desproposito de prometerse con Lord Thomas Henry Bradbury, hijo de Lord Arthur Bradbury, septimo duque de Hampshire. Algo que el duque no va a permitir por ningun medio, ya que considera a Emily una cazafortunas; aunque entiende perfectamente por que su hijo se ha prometido con ella, es una joven hermosa que podria embaucar con sus encantos a cualquier hombre. Pero el la va a desenmascarar, asi como todo lo que oculta, aunque para ello tenga que traspasar los limites de la moralidad victoriana.

  • Entre espias anda el juego de Carolina Gattini

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    Genevieve es una madre divorciada con dos ninos a la que un agente del MI6 confundido toma por la espia francesa que esta buscando. El hecho de que esquive a los agentes que la persiguen cada vez que va a hacer la compra o que no deje de hablar del “arma definitiva de ultrasonidos” que se va a vender a todo el que pague por ella, no ayuda a que alguno de ellos se de cuenta de que solo tiene un nivel de estres que roza la apoplejia como no se trate pronto, y que de espia no tiene nada. Cuando se den cuenta sera demasiado tarde y ya no sabra si es chica Bond, agente secreto, o una mujer muy pero que muy harta de los errores que cometen los “espias de verdad”, de los que las unicas virtudes que puede apreciar son sus dotes de seduccion, porque de inteligencia dejan mucho que desear en el servicio.

  • En los negocios y en el placer 3 de Carolina Gattini

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    Penelope Doyle al fin se hace cargo de los negocios de la familia, pero no sera tan facil como habia previsto. Collin McLeod representa la competencia mas sucia que podia encontrar y contra la que su hermano Robert no puede defenderse. Penelope idea el plan de hacerse pasar por la secretaria de su hermano y asi descubrir a quien soborna McLeod. Por su parte Collin no podra resistirse a intentar sobornar tambien a Penelope, creyendo que es la secretaria inocente de Robert para que lo traicione, sin saber que ella es ahora la duena de todo, sin saber por que sus intentos de seduccion son tan desastrosos y sin saber hasta donde es capaz de llegar ella por seguir manteniendo la farsa… O que sus labios y sus deseos son mas adictivos de lo que habia previsto.

  • Una apuesta atractiva de Carolina Gattini

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    Descubre la loca historia de Ethan, Julia y sus tres amigas en una oficina de Nueva York, donde los lios y las situaciones mas comicas cambiaran la aburrida vida del protagonista:
    Cuando Ethan conoce a Julia, la nueva directora de marketing, duda de su profesionalidad al acceder al puesto por su fisico arrollador, empezando con mal pie su relacion en la empresa. Meses despues Ethan le asegura a Julia que estuvieron juntos el sabado noche, ella no recuerda nada, pero las pruebas son irrefutables. Una comica historia de amor y sexo en Nueva York, donde cada personaje aportara su granito de arena para hacer las tediosas horas en los despachos de Julia, Anne, Karen, Jane, Ethan y William, mas divertidas.

  • En los negocios y en el placer 2 de Carolina Gattini

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    Me llamo Robert Doyle, llevo un traje italiano a medida que me sienta como un guante y un reloj de oro en mi muneca. Me siento como si fuera un idiota, me siento como si fuera mi hermano, Jonathan Doyle. Todos me miran como si no pudieran creer que estoy aqui, en una enorme sala de reuniones donde los principales accionistas me estudian de arriba abajo, solo les falta el monoculo… Despues de pasar casi dos anos en Tailandia todo esto me parece una broma, o una pesadilla. Pero tengo que defender mi posicion en este mundo cruel donde los negocios son como la presa de un monton de tiburones. Soy un buscador de sensaciones, diagnosticado, he buceado en aguas llenas de tiburones de verdad, pero estas experiencias son demasiado peligrosas. Sinceramente no creo que este hecho para esto, para los negocios, pero no tengo mas remedio. Mi hermano se ha casado y ha decidido “cortarme el grifo”, por lo que ya no podre mantener mi vida tal cual la he conocido. El ha renunciado a seguir en Nueva York y ha dejado todo a mi cargo mientras se divierte con su querida esposa. Nunca he odiado a mi hermano, pero estoy experimentando ciertos sentimientos encontrados… Estas cosas no se le pueden hacer a alguien como yo, no estoy acostumbrado. Lo bueno de ser el hermano pequeno durante mucho tiempo es que nadie espera nada de ti, ese es el trato no escrito en el universo desde el origen de los tiempos. Ademas, no me gustan las responsabilidades, siempre he huido de ellas como de la peste. Tampoco me gusta que me miren todos como si fuera retrasado. A mi derecha tengo una panda de vejestorios que prefiero no describir, a mi izquierda se han sentado los “jovenes”, tal vez en otro universo sean jovenes, en este solo son “menos viejos”. Bueno, y no solo hay accionistas, tambien han venido acompanados de sus abogados, etc. Pero todos y cada uno tienen algo en comun, creen que soy un inutil. Una de las accionistas, en el lado de los vejestorios, me mira como si hubiera matado a uno de sus hijos. Me dan ganas de gritarle que no he cometido ningun crimen. Pero no me dejare intimidar, ni por ella ni por la cuatrojos con pinta de abogaducha reprimida sexualmente que hay sentada tras ella. Al lado de los “jovenes” hay otro especimen que me mira sonriendo, como si estuviera esperando que metiera la pata en cualquier momento. Yo no necesito esto, no lo quiero. Sera mejor que renuncie y llame a mi hermana. Ella se ocupara de estos idiotas. --Disculpen, tengo que hacer una llamada --me limito a decir mientras el poco agradecido publico cuchichea ante mi anuncio. Ya se que esperaban algo mas elocuente tras citarlos a todos con lo dificil que es. Me voy de la sala con toda la dignidad de la que soy capaz y cierro la puerta dejando escapar un suspiro mientras lo hago. --?Senor? --dice Francis, mi secretario. --Llama a mi hermana y citalos manana para que se reunan con ella, y les dices que estoy enfermo. --Su hermana tiene doce anos --me recuerda sin perder la calma, pero mirandome como si hubiera perdido la cabeza. --Si, pero saca muy buenas notas en el colegio, que por cierto es un buen colegio, habla cuatro lenguas perfectamente, y ademas en matematicas es la mejor de su clase, creo que es superdotada. Y lo mas importante: tiene mucho temple, clave para enfrentarse a ese grupo de ahi dentro. ?No crees? --No voy a responder a eso. --He dado una orden y tienes que cumplirla. --No estamos en el ejercito. Ademas, a mi me paga su hermano. --Pues entonces no me llames senor, que me creo que mando. Y tuteame. --?Bob? --Bob suena a perro. Robert esta mejor. --Pues entonces, Robert --remarca mi nombre con un tono agudo--, entra ahi y haz tu trabajo o lo perderemos todos --me ordena ahora levantandose de su silla tras la mesa y cambiando el tono amable por otro mas duro. Suspiro y cierro los ojos, tiene razon… Debo entrar ahi. Aun estoy decidiendome cuando la puerta de esa infernal sala se abre y aparece la cuatrojos que me miraba esperando que hiciera alguna estupidez, bueno, como me miraban todos, pero esta es mas repelente, me recuerda a una companera del colegio que creia saberlo todo. --Tengo una reunion dentro de una hora, ?va a tardar mucho? --me pregunta con una voz demasiado aguda incluso para aquella companera de colegio. --?Megan? --pruebo por si se trata de aquella nina, que ha crecido y ha llegado a mi vida de nuevo para amargarme la existencia en mi etapa adulta con su voz aguda. --No --se limita a responder antes de darse la vuelta frunciendo el ceno. Aun es mas repelente y fea cuando hace ese gesto de desprecio. Francis viene hasta mi y me da una palmadita en la espalda para infundirme valor. Vuelvo a entrar con pasos lentos pero aparentemente decididos y me coloco frente a la mesa, presidiendola en la cabecera. Tengo un monton de carpetas apiladas frente a mi que recuerdo que debia darselas a ellos. Un secretario a mi derecha y otra secretaria a mi izquierda esperan mi orden para entregarselas a cada uno de los accionistas minoritarios que rodean la mesa. Yo les hago un gesto afirmativo con la cabeza y las distribuyen. Tendria que haber hecho esto de las carpetas mucho antes, porque asi se habrian entretenido leyendo y no mirandome. Y ahora que lo pienso, podria haber puesto una pantalla con una proyeccion, asi habria desviado su atencion. Me lo apunto mentalmente para la proxima, aunque preferiria que no hubiera una proxima. --Parece correcto --dice uno del lado de los vejestorios, un abuelo canoso y con gafas de culo de vaso--. Pero el problema que yo veo, y creo que estamos todos de acuerdo en esta mesa, es que no nos fiamos de usted. --Me ofende --digo sobreactuando, colocando mi mano izquierda sobre mi pecho. Veo a la cuatrojos poner los ojos en blanco y a la vieja a su lado negar con la cabeza. --No hemos venido a perder el tiempo --dice otro en el lado de los “jovenes”, parece el tipico chulo de Wall street, no puede llevar mas gomina en la cabeza… --El problema es que tiene la mayoria de acciones --dice una mujer a su lado, esa no lleva gomina, lleva peluca, creo, porque ese pelo tan cardado no es normal. Y por fijarme en todas estas tonterias es por lo que jamas me dedique a los negocios como hizo mi hermano. --Estoy dispuesta a comprar las acciones y ocuparme yo mismo de la empresa --asegura el viejo de las gafas de vaso. --Ya quisiera yo, pero no puedo hacerlo, me temo que tendran que soportarme. Legalmente es como si estuvieramos casados. Nos tenemos que aguantar mutuamente. Se oye un murmullo que empieza a subir de tono. Luego se ponen a discutir unos con otros y yo me siento. La senora sentada con la cuatrojos se levanta para hacerse oir y por alguna razon que desconozco todos se callan. --Como segunda accionista, tengo una propuesta que hacer. Les cito manana a la misma hora. Y la tia se queda tan ancha, recoge su carpeta y se va, seguida de la gafotas. Bueno, y ?yo que hago? ?que pinto aqui? Decido concluir la reunion y todos asienten recogiendo sus cosas al igual que hago yo, un poco incomodo por la situacion. --Francis, ?quien es esa? El me mira frunciendo el ceno sin saber de quien hablo. --La vieja y la gafotas. --Son dos huesos duros, no me atreveria a llamarlas asi. Ni siquiera en privado. Capitulo 1. No, no me llego a acostumbrar a este estilo de vida, ni al trabajo. Levantarme a las 8 es un crimen, me niego. Que celebren esa reunion ellos solos, total yo no pinto nada alli. Me niego a levantarme de la cama, ?que va a pasar si no voy? Van a decidir lo que quieran ellos solos y encima nadie me toma en serio. Apago el despertador y sigo durmiendo. !Que mas da! Ya madrugue ayer y no tengo costumbre. En algun sitio lei que era malo para la salud cardiovascular madrugar tanto… Cuatro horas despues. El sonido insistente y exasperante del telefono me esta matando, estaba sonando con ese sonido y, cuando despierto, descubro que es real. Descuelgo al fin y oigo una voz masculina. --Senor, disculpe, es que hay una senorita que esta subiendo a su piso, no se como ha conseguido la llave, pero como me dijo que nadie le molestara jamas… Y que si a alguien se le ocurriera venir a visitarlo llamara a la policia… --?Y la has llamado? --pregunto bostezando. --No, senor, al tener la llave no podria llamar a la policia. --?Y como es la senorita? ?Esta buena? El conserje se queda en silencio unos segundos. --No creo estar autorizado para emitir un juicio asi, senor. Que hombre tan estricto, podria decirme que si o que no. Todo es tan raro aqui… No me gustan las ciudades. Me despido de el y cuelgo. Mientras estoy estirandome en la cama y bostezando de nuevo antes de decidirme a levantarme, una sombra aparece tras la puerta medio abierta de mi habitacion. Joder, me estoy acojonando. Agarro la manta de plumas y la llevo hasta la barbilla acostado aun en mi cama. Solo falta la musica de una pelicula de terror y creo que me cagaria literalmente encima. Cuando aparece tras la puerta esa mujer suelto un grito de puro horror y ella me mira enfadada acercandose hasta la cama y agarrando la manta para quitarmela de encima. --!No, por favor! --exclamo aterrorizado. Ella niega con la cabeza y yo trago saliva y agarro con mas fuerza la manta. --Estoy desnudo. Ella parece dudar mientras valora las posibilidades. --Te voy a explicar como seran las cosas a partir de ahora --amenaza soltando la manta, al fin debe haber decidido que era mejor no quitarmela y exponerse a la posibilidad de verme desnudo--. Me han nombrado tu administradora en la reunion a la que no has asistido. Tu empresa y mi empleo dependen de que te comportes como un ser humano normal, y yo tengo ordenes de que asi sea. Cada vez me da mas miedo esta mujer. Ahora entiendo por que el conserje no queria emitir un juicio de valor sobre la susodicha. Es la gafotas de la reunion, ahora me acuerdo de ella. Con esa voz aguda… Tan estridente a estas horas de la manana. No he pasado tanto miedo ni cuando estuve en una carcel turca un par de dias, prefiero no recordarlo, pero es que ha sido inevitable tras la imagen de esa mujer. Que ahora que lo pienso, me pregunto si es una mujer o un hombre delgado, aunque tiene el pelo largo, pero no por ello tiene que ser mujer, ?no? Bueno, tal vez me estoy pasando en su descripcion, pero es poquita cosa y muy poco femenina. --Levantate y vistete, te espero en el salon. Tienes cinco minutos --me ordena. ?Esta que se cree? Esta loca si cree que voy a obedecerla… Sin embargo no me da margen de respuesta, porque cuando se me ocurre una respuesta para ella, ya se ha ido. No tardo cinco minutos, tardo uno en ponerme los pantalones y una camisa y presentarme en el salon, donde me espera de pie con su maletin. --No pensaras ir asi a la oficina, ?verdad? --No pienso ir a la oficina, pero si quisiera ir, ?por que no podria ir asi? Ella me mira boquiabierta, creo que se ha quedado sin palabras, y yo sonrio al comprobarlo en su reaccion. Pero no, no se ha quedado sin palabras. --Pues para empezar es ridiculo lo que llevas puesto, esa camisa no tiene botones hasta el ombligo, por no hablar de los pantalones, que creo que es imposible que el ojo humano pueda apreciar mas variedad de colores, ademas de que la gente acabaria preguntandose hasta donde llegan tus partes nobles --dice ruborizandose al final. --Si alguien se preguntara eso se lo podria ensenar --aseguro sonriendo y sosteniendo mis “partes nobles” con la derecha. Creo que ya se su punto debil, parece muy dura, pero no es mas que una ninata que se ruboriza y llama “partes nobles” a mis partes nobles, pienso sonriente--. Ademas, nunca se sabe cuando sera necesario hacer yoga, o incluso cuando sera necesario ensenar hasta donde llega --digo volviendo a poner mi mano en mi entrepierna. --Pues ponte un traje y vamonos, porque no vas a hacer yoga. --Pues solo con verte ya me entran ganas de hacer yoga o algun tipo de metodo para relajarme. ?Te han dicho que eres insufrible alguna vez? --Nadie inteligente --sentencia--. Y ahora ponte algo con lo que te pueda sacar a la calle y no digas mas tonterias, tenemos trabajo que hacer. --Puedo hacer mi trabajo perfectamente sin ti, no acepto lo que se ha acordado en esa reunion. --Si hubieras estado sabrias que si no colaboras se liquidara todo y venderan las acciones, nadie da un centavo por esta empresa ahora mismo, bajo tu responsabilidad. No te queda mas remedio que aceptar mi intervencion o nadie querra hacer negocios con los Doyle. --Odio a mi hermano --me quejo como un nino con una rabieta. Empiezo a lanzar los cojines del sofa a todas partes porque no me puedo librar de esta pesada. Tengo que trabajar con ella por culpa de esos vejestorios y de mi hermano y yo nunca he querido trabajar, y menos con una repelente gafotas como ella. --?Has terminado? --pregunta ella sin moverse de donde ha estado todo el tiempo. Yo miro el sofa y localizo un pequeno cojin. --No --respondo agarrando el cojin y lanzandolo con furia al suelo--. Ahora si. La veo poner los ojos en blanco y negar con la cabeza. Tambien oigo que susurra algo para si cuando me doy la vuelta para hacer lo que me ha dicho. Ha conseguido que me ponga un traje, pero he elegido uno que bien seria digno de un gigolo. El traje es blanco y lo he acompanado de unas gafas de sol doradas. Vamos en su coche, se ha empenado en conducir ella alegando que no se fia de mi. Tambien me ha dicho que vendra a por mi cada manana. Tengo miedo de nuevo. --No pienso perder mi empleo, he trabajado mucho para que un ninato malcriado me arruine la vida. --!Pero si eres tu la que me la esta arruinando! --Llevas arruinandote tu solo desde que naciste. --No, llevo viviendo y siendo feliz desde entonces hasta esta manana, cuando has aparecido en mi habitacion como la nina de la maldicion. Todavia se me ponen los pelos de punta. Ella esta algo tensa, lo noto en que conduce un poco mas deprisa, y ahora tengo mas miedo que antes. --Me daria verguenza ser como tu --dice en un tono bajo, como si hablara para ella misma. --Deberias de refunfunar menos. ?No tienes un novio que te eche un polvo para que te tranquilices? --Esa es la tipica respuesta machista que diria un idiota. --Imaginaba que no tendrias novio… --digo mirando por la ventanilla. --Tu tampoco tienes novia. Y no me extrana… --Pero lo mio es por decision propia, lo tuyo viene impuesto… Solo hay que verte --le espeto con voz burlona negando con la cabeza. La oigo resoplar y acelera al mismo tiempo. Creo que hasta que deje de conducir voy a dejar de burlarme de ella, no vaya a ser que nos matemos. Cuando lleguemos al edificio Doyle seguire…

  • !O no hay trato! de Carolina Gattini

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    El destino y la mala suerte llevan a Miriam a la desesperacion. No es capaz de pagar sola el alquiler al que se habia comprometido con su reciente ex, las deudas la ahogan y finalmente decide vivir en un lugar con todas las comodidades, "comodos" sofas, bano y ducha, salas de reuniones…, es decir, la oficina donde trabaja.
    Miguel Garmendia esta a punto de perder lo unico que tiene, la empresa que levanto desde joven porque precisamente dedico su vida a trabajar, en lugar de disfrutar de ella como hicieron sus amigos y hermanos. Confiar en la persona equivocada, su contable, le ha llevado practicamente a la quiebra. Sin embargo hay una esperanza, conseguir la herencia de su madre, bajo la condicion de casarse. Claro que, no es tan facil encontrar a una mujer que quiera casarse con un hombre como el y renunciar a una vida normal, aunque sea por unos meses. O tal vez si… El unico problema es que esa mujer es adicta al sexo y la abstinencia de ese matrimonio no es compatible con ella… Asi las cosas… Miriam tendra que establecer sus propias condiciones… !O no habra trato!

  • !O no hay trato! 2 de Carolina Gattini

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    Paula Garcia vive en el caos y el estres, rodeada de sobrinos desquiciantes y la locura de su familia. Tanto es asi, que el hecho de tener que trabajar durante dos semanas en la casa de los Garmendia, en medio de la montana, es como irse de vacaciones. Tener que tratar con el hurano hombre que vive ahi, o estar aislados del resto del mundo, no supone ningun problema. El unico inconveniente es que la terapia contra su adiccion al sexo no esta haciendo el efecto que deberia. Sobre todo cuando el le propone hacer un trato absurdo que echa por la borda todo su autocontrol.

  • Celeste de Carolina Gattini

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    Celeste ha encontrado la forma de librarse de Jorge, un companero de trabajo al que no soporta, encontrando un trabajo nuevo. Cuando cree que todo saldra bien, que su vida tiene un nuevo comienzo y que todo sera maravilloso, nada resulta ser como habia previsto y por si fuera poco vuelve a encontrarse con Jorge, ya que por alguna casualidad del destino…, o tal vez no, a ambos les encargan desde distintas agencias la venta de una propiedad en un pueblo perdido de Galicia. Lo que no sabe Celeste es que Jorge no es lo que parece, y de que tiene unas dotes ocultas que no habria podido imaginar ni en sus mejores suenos eroticos. Una historia de humor y amor donde la paranoica Celeste no dejara de hablar hasta que la dejen sin palabras…

  • Un juego peligroso 2 de Carolina Gattini

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    Eireen Roberts se encuentra delante de la mansion Black ante la decision de pedir trabajo a un noble apodado “el monstruo” o seguir en la pobreza mas absoluta. No sera una decision dificil cuando conozca al “monstruo” de ojos azules que habita en ese lugar. Por otra parte para James Black no sera facil aceptar la presencia de Eireen, que lo vuelve loco con su cuerpo y su belleza, haciendole mas consciente de sus propios defectos y la imposibilidad de tocarla siquiera.

  • La amenaza de Tirion de Carolina Gattini

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    Hanna Connor lleva demasiado tiempo sirviendo en la primera nave de la Alianza. Es de las pocas tripulantes proveniente de la Tierra y la que mas ha soportado la vida encerrada en ese lugar, pero no pueden dejar que los "barbaros", esos habitantes de Tirion que no son mas que bestias sin apenas conocimientos, dominen la galaxia. Deben acabar con ellos. Sin embargo, todo lo que creia sobre esas bestias empieza a desmoronarse cuando capturan a uno de ellos, con vida. Es un arma en si misma, una letal arma con un cuerpo que incluso parece irreal. Se parece demasiado a los humanos, pero es mas grande, mas musculoso, mas… Definitivamente todo es mas grande en ellos…
    La captura de esa bestia despierta en la capitana Connor la idea de negociar una paz con el enemigo, pero no todo es tan facil como parece…. Contenido ….