• El pacto Churchill de Hitler – Carlos De Napoli

    https://gigalibros.com/el-pacto-churchill.html

    Semanas atras, en agosto de 2007, por orden del gobierno britanico, las obras de Winston Churchill dejaron de ser lectura escolar obligatoria. Fue una medida tardia pero oportuna pues pocas veces se ha tergiversado y sacrificado tanto y tan impunemente el rigor historico como en sus escritos, y ya se sabe la medida de las patas de la mentira. Al tiempo que la posguerra lo transformaba en paradigma de sacrificio y entrega por la democracia, lo cierto es que los hombros de Churchill cargan algunas miserias y decisiones que costaron muchos miles de vidas. La Historia, al menos las versiones oficiales, ha intentado y en buena medida conseguido imponer en la opinion publica la ilusoria contraposicion maniquea de las figuras de Adolf Hitler y Winston Churchill: en una esquina, el criminal tirano fascista; en la opuesta, el pasional y sacrificado defensor de la libertad. Es uno de los propositos de este trabajo desmontar ese paradigma, mostrar al contrario que los acercaban mas cuestiones que las que los diferenciaban, y que esa comunidad de intereses, ademas de perfiles ideologicos similares, permitieron contactos muy cercanos, la posibilidad de una alianza y varios pactos secretos. Winston Leonard Spencer Churchill nacio el 30 de noviembre de 1874 en el palacio de Blenheim. Su madre Jeanette Jerome, joven norteamericana, era hija del propietario y director del New York Times. Paso su primera infancia en Dublin con su abuelo John Churchill, duque de Marlborough y virrey de Irlanda. Winston regresa a Inglaterra para asistir a la escuela preparatoria en la Public School de Harrow. Influido por su padre Randolph, ingresa a la Academia Militar de Sandhurst. Es enviado a Cuba como observador para seguir el levantamiento revolucionario de la colonia espanola, y cubre el evento para el Daily Graphic. Mas tarde lo destinan a la India y posteriormente a Sudan, como miembro del Regimiento de Lanceros del ejercito anglo-egipcio. Escribe Savrola y luego Guerra en el rio, que se agota en el Reino Unido. Sufre en Sudafrica la guerra contra los boers. De regreso a Inglaterra, se casa el 12 de septiembre de 1908 con Clementine Hozier. Su carrera politica comienza como legislador del Partido Liberal, es designado luego subsecretario de las Colonias y mas tarde ministro de Comercio. En 1911, como ministro del Interior, reprimio personalmente una insurreccion en la barriada londinense de Sidnay Street. Que la prensa lo fotografiara no lo molesto en la medida en que lo convertia en un personaje ciertamente discutido pero conocido por todo el mundo. Ese mismo ano es nombrado primer lord del Almirantazgo, es decir, dueno y senor de la todavia poderosa flota britanica. Elige como consejero personal a lord Fisher, retirado poco antes como primer lord de mar. Asesorado por Fisher y despues de intensas discusiones, decide la reconversion de la flota reemplazando el carbon por petroleo, un paso de consecuencias enormes para la flota ya que la hara mas veloz, pesadamente acorazada, mejor armada con canones de gran calibre y, por sobre todas las cosas, cuadruplicara virtualmente su radio de accion. Crea tambien la flota de submarinos y, asunto poco conocido, ordena y dirige la fundacion de British Petroleum, la empresa mas grande del mundo. De todas formas cometio durante la Primera Guerra Mundial el grave error de ordenar un desembarco en Gallipoli, desastre militar que le cuesta el cargo. No obstante, al finalizar la contienda lo designaron ministro de Guerra y Aeronautica. El primer ministro Lloyd George registra en Recuerdos de una conferencia de paz el odio que ya entonces manifestaba Churchill por la Union Sovietica. En tal sentido intentaba impulsar el rearme de la Alemania recien vencida para utilizarla contra los bolcheviques. Una carta que envio al primer ministro en esos dias decia: "Despues del armisticio, mi politica se ha orientado hacia la paz con los alemanes y la lucha contra el despotismo bolchevique. Por propia voluntad o por la fuerza, habeis conseguido una politica diametralmente opuesta. (…) En estos momentos podemos valorar los tremendos resultados que pueden conducirnos a la destruccion general, a la anarquia que senalaria el fin de Europa y de Asia. Rusia se esta desintegrando y lo poco que de ella queda esta en manos de monstruos implacables. Alemania, sin embargo, aun puede ser salvada". Aunque en esa empresa estaba politicamente aislado, propicio operaciones concretas para sostener a la contra revolucionaria, como las 100.000 libras que obtuvo en apoyo de los "Blancos", toda una fortuna para la epoca. Despues de esas acciones siguio interviniendo en la politica exterior del Reino, nuevamente como ministro de Colonias. El desmembramiento del Imperio Otomano tras la Primera Guerra Mundial habia derivado en conflictos en Medio Oriente, crisis que afectaba directamente los intereses petroleros britanicos. Ignorando cuestiones politicas, sociales y religiosas, de la mano de Churchill se dividio la zona en el reino de Irak, donde coronaron a Feysal, y otro en Transjordania bajo la soberania del emir Abdullah, hermano de Feysal. Esas divisiones trazadas en funcion del control del petroleo encerraban en fronteras arbitrarias a minorias y mayorias religiosas inconciliables, que mas temprano que tarde iban a chocar. Esos acuerdos en favor de la causa arabe y que perjudicaban a la minoria judia asentada en Palestina son el origen del actual polvorin sobre el que se asienta la zona. Pocos anos mas tarde, durante la Segunda Guerra Mundial el control de Medio Oriente se habia vuelto complejo a pesar del supuesto orden britanico, o tal vez a causa de las decisiones britanicas. Aunque la trama urdida para lograr el control del petroleo sera tratada mas adelante por su importancia en este libro, alcance por ahora con decir que las mas que discutibles decisiones de Churchill eran responsables directas de lo que estaba ocurriendo, pero en 1945 el entonces primer ministro --es una constante de su conducta, por eso se la expone-- se considera ajeno y molesto por un conflicto que supuestamente heredaba. Cuando se ocupa de "la cuestion Palestina" en su obra La Segunda Guerra Mundial, Churchill escribe: "Del Primer Ministro al ministro de Colonias y al Comite de Jefes de Estado Mayor. 6 de julio de 1945. "Toda cuestion Palestina ha de arreglarse en la mesa de la paz, aunque quiza pueda mencionarse en la conferencia de Potsdam. No creo que debamos asumir la responsabilidad de manejar esa zona tan compleja mientras los norteamericanos se quedan arrellanados en su sillon y critican. ?No han prestado atencion a la idea de que deberiamos pedirles a ellos que se hagan cargo? Creo que seremos mucho mas fuertes cuanto mas los atraigamos al Mediterraneo. En todo caso, el hecho de que no demostremos deseo de conservar el mandato sera una gran ayuda. No tengo noticia de la menor ventaja que le haya venido nunca a Gran Bretana por esa tarea penosa e ingrata". Churchill era racista. Segun un articulo publicado el 7 de agosto de 2007 por el diario ABC de Espana, con la firma de Marcelo Justo, "el ex primer ministro britanico Winston Churchill propuso bloquear toda inmigracion en la decada del 50 por temor a que la 'poblacion de color' amenazara la estabilidad social del pais. Segun documentos oficiales del Archivo Nacional que se dieron a luz en los primeros anos de la decada de 2000, Churchill estaba convencido de que los negros iban a aprovecharse de las ventajas del sistema de seguridad social y aumentarian drasticamente los indices de criminalidad. "En las minutas de la reunion de gabinete del 3 de febrero de 1954, el primer ministro plantea el problema con crudeza. 'Vamos a tener serias dificultades si mucha gente de color empieza a residir aqui. ?Por que vamos a cargar nosotros con los problemas que trae la gente de color?'. Segun las minutas, el gobierno considero tres opciones para resolver el tema. Churchill favorecia el bloqueo total de la inmigracion, pero admitia que por razones politicas, se podia elegir temporalmente otras dos posibilidades: un sistema de cuotas fijas para la inmigracion y la deportacion de los 'elementos antisociales'. La propuesta es coherente con su colorida carrera politica y un temor que parecia obsesionarlo tanto como sus depresiones: la decadencia nacional por el impacto degradante de un grupo marginal. En 1910, siendo ministro del Interior del Partido Liberal, propuso la esterilizacion de mas de 100 mil personas a quienes acusaba de 'debiles mentales' y 'degenerados morales'. "Se trataba de una amalgama que incluia a locos, delincuentes, desempleados, prostitutas e indigentes y que, en la vision del futuro primer ministro, constituian una amenaza porque se reproducian a mayor velocidad que las clases superiores y con el tiempo podrian destruir el entonces imperio y su mision civilizadora". Considerando tales antecedentes no resulta extrano ni contradictorio que Churchill incluyera a Hitler entre las grandes figuras politicas del siglo. Cuando escribio Grandes contemporaneos en 1935, Churchill estaba perfectamente al tanto de las masacres que los nazis estaban cometiendo contra judios, comunistas, opositores de toda especie y minorias. Escribe en Grandes contemporaneos: "Al lado de los campos de instruccion de los nuevos ejercitos y de los grandes aerodromos, los campos de concentracion manchan, como pustulas, el suelo aleman. En ellos miles de alemanes son reducidos a sumision rebanega por el poder irresistible del Estado totalitario. El odio a los judios lleva, por logica transicion, a un ataque a las bases historicas del Cristianismo". Los campos de concentracion y el racismo podian ser abominables, pero Churchill, quiza pensando en su propia posteridad, sienta a continuacion un peligroso principio que tal vez oculte condenables afinidades: "No es posible formular un juicio justo sobre una figura publica que ha alcanzado las enormes dimensiones de la de Adolf Hitler mientras no tengamos ante nosotros, integra, la obra de toda su vida. Aunque las malas acciones no pueden ser condenadas por posteriores acciones politicas, la Historia esta repleta de ejemplos de hombres que han escalado el poder valiendose de procedimientos feos y crueles, y hasta espantosos, pero que, sin embargo, al apreciar su vida en conjunto, se les considero como grandes figuras cuyas vidas han enriquecido los anales del genero humano. Tal puede suceder con Hitler". Semejantes elogios, ademas de los antecedentes de su trayectoria, explican por que la cupula del nacionalsocialismo clasificara a Churchill como amigo de Alemania, mejor aun, de los nazis. Cuando Grandes contemporaneos era un exito en Europa hacia 1937, esa identificacion se materializo en una reunion trascendente para comprender lo que se pondria en juego en la Segunda Guerra Mundial. Como son palabras de Churchill, tienen inmenso valor documental. Asi afirma en La Segunda Guerra Mundial: "Cierto dia en 1937 me entreviste con Von Ribbentrop, embajador aleman en Gran Bretana. En uno de mis articulos quincenales yo habia hecho notar que se habia tergiversado uno de los discursos que aquel habia pronunciado. Desde luego nos habiamos encontrado en varias reuniones sociales. En esta oportunidad me pidio que fuese a verlo para conversar sobre diversos asuntos. "Me recibio en una amplia habitacion de los pisos superiores de la embajada alemana, y alli sostuvimos una conversacion que duro mas de dos horas. Ribbentrop se mostro extremadamente cortes y recorrimos todo el escenario europeo, tanto en lo relativo al armamento como a la politica. La sustancia de lo que me dijo fue que Alemania buscaba la amistad de Inglaterra (en el continente todavia se nos llama 'Inglaterra'). Me dijo que podria haber sido ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, pero que le habia pedido a Hitler que le permitiera venir a Londres con el objeto de promover la formacion de una entente anglo-alemana, y de ser posible una alianza entre los dos paises.