• Que vaya Meneses de Fernando Schwartz

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    En un pais del Africa Ecuatorial, Mazambezi, se produce un sangriento golpe de Estado durante el cual un hospital en plena selva es destruido y sus dos medicos, cuatro enfermeras y cinco monjas, todos espanoles, pasados a cuchillo. En un ataque de dignidad ofendida, el Gobierno espanol rompe con Mazambezi.

  • Theodora de Christina Mcknight

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    Amistad…

  • El Director de David Jimenez

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    David Jimenez, director del diario El Mundo, te cuenta la verdad sobre la prensa en una biografia.

  • Implicate (Mac 3) de Sonia Lopez Souto

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    Con un duro pasado del que no logra olvidarse, las noches de Rory MacBay estan plagadas de pesadillas, fruto del recuerdo de las barbaridades que tuvo que acometer durante su estadia en el ejercito. Aunque disfruta de la vida sin ataduras de ningun tipo y jactandose de ser un espiritu libre, la cruda realidad es que teme arrastrar a su mundo de oscuridad a quien se acerque demasiado a el.

  • Touchdown a tu amor de Vanessa Lorrenz

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    Ryan Tylor era conocido como el mejor quarterback de la historia de los New England Patriots. Por lo menos era lo que la prensa ponia en los titulares y eso era completamente cierto. Aunque algo dentro de el le decia que por mas que se esforzara no llegaba a la cima, llevaba seis copas ganadas y solo dos derrotas, algo totalmente bueno teniendo en cuenta que estaba por cumplir treinta y cuatro anos. El futbol americano era su pasion, y a base de esfuerzo logro llegar a las grandes ligas. Habia estudiado como un mulo para obtener una beca, en el instituto se esforzo en destacar en las canchas y no paro hasta conseguir llevar a la victoria a su equipo local, cuando los reclutadores habian llegado para ofrecerle un contrato, no lo dudo, dejo todo lo que tenia en su rancho familiar en Texas y se mudo para comenzar una nueva vida en la ciudad. Nada se comparaba con la adrenalina del juego. La fama que conseguia, tanto como el dinero, no eran nada comparados con la emocion de dejarse la vida en el campo. Su familia lo habian dejado a un lado al enterarse que dejaba todo en su rancho para convertirse en el jugador mas cotizado de todos los tiempos. Pero mirandolo en retrospectiva, el marcador de juego de su vida le estaba diciendo que le quedaba poco dentro de su profesion. Los companeros que empezaron con el ya tenian sus vidas hechas, pues sus equipos ya no les habian renovado su contrato. Aunque segun su entrenador y su manager, aun le quedaban otras temporadas por jugar, ya que segun ellos, estaba en la cuspide de su carrera. Pero eso era mentira, por mucho que lo intentara solo le quedaban unos tres anos mas y eso ya era con bastante rendimiento. El futbol era para la gente joven. No es que se sintiera viejo, de hecho, sentia que estaba en la mejor edad para hacer todo lo que el quisiera, tenia una vida plena, era feliz dedicandose a lo que mas amaba, pero en el fondo de la situacion se sentia completamente solo. Tenia claro que la etapa de andar de casanova ya estaba llegando a su fin, y aunque podia tener a cualquier mujer que deseara, ese juego le estaba cansando. Suspiro metiendose en la ducha de los vestuarios, estaban comenzando la temporada y los entrenamientos eran pesados, pero si querian ser los mejores debian dejarse el alma en el juego. Antes de salir con rumbo al aparcamiento vio que no quedaba nadie. Saliendo se encontro a lo ultimos integrantes del equipo, pero vio que estaban con sus familias a punto de partir, asi que lo mejor era que el tambien se fuera a su apartamento. Lo que menos necesitaba era ver como los demas tenian familias y eran felices. Tal vez la gente pensara que la vida de una persona con su trayectoria era demasiado facil, pero la realidad era otra, porque si Ryan queria tener una buena calidad de vida despues de despedirse de los campos deportivos, necesitaba ir pensando en un proyecto de vida que le diera buenos beneficios. Tenia el rancho de sus padres, el cual compartiria con su hermano menor, pero hasta la fecha, su padre y su hermano se las habia apanado muy bien para sacarlo adelante. Hacia unos anos habia contratado a un asesor financiero que lo ayudara a invertir su dinero, hasta ese dia le habia dado buenos rendimientos duplicando su fortuna, pero necesitaba dar el pistoletazo inicial al proyecto de vida que tenia en mente. Siempre le habian llamado la atencion los barcos, asi que llevaba varios meses negociando para comprar una naviera, su asesor le dijo que era una buena inversion y que solo necesitaba cierta inyeccion de capital. Y esperaba con todas sus fuerzas que le diera la satisfaccion de poder dirigirla el resto de su vida. --!Ryan! --escucho que le decia uno de sus companeros de equipo que se llamaba Tom--, ?que te parece si vamos a tomar una copa?. Es viernes por la noche, hay que disfrutar de nuestro descanso. El lunes Edward nos volvera a machacar. Ryan estuvo a punto de decir que no, lo que menos le apetecia era entrar en un bar a tomar algo. Luego la prensa se tiraba encima de ellos y no dejaban de fotografiarlos como si fueran monos de circo. La verdad es que a veces odiaba ser una figura publica, no podia ir a comprar una simple pomada porque ya estaba saliendo en la prensa la marca que usaba y las razones por la que la habia adquirido. Estaba a punto de declinar la invitacion, cuando por su mente paso el pensamiento de que estaba demasiado viejo para salir de juerga, asi que, haciendo un esfuerzo por demostrarse que aun estaba en buenas condiciones, le dijo a su companero que si. <> No entendia que habia sucedido, recordaba que en el bar algunos miembros del equipo que eran solteros se les habian unido, y con ellos venian algunas chicas que estaban dispuestas a pasarlo bien. Nada parecia extrano, pidieron una ronda de bebidas mientras veian el partido de los equipos contrincantes. No supo en que momento salieron del bar, no supo si salio solo o acompanado, lo unico que sabia era que ahora estaba en la habitacion de un hotel, junto a una chica que estaba muerta. Al parecer la habian estrangulado. Su mente estaba nublada, no sabia que diablos le habian puesto en la bebida, pero el era incapaz de matar nadie, ahora lo unico malo era como demonios lo iba a demostrar. La puerta de habitacion se abrio de pronto para dejar ver a una mujer que llevaba un monton de toallas en las manos, al ver la escena grito de miedo dejandolas caer y saliendo a la velocidad de la luz pidiendo auxilio. Nada lo habia preparado para eso, su vida estaba acabada. Todos los titulares mostraban su fotografia en pantalla completa, pero esta vez no hablaban sobre su nueva conquista, o si lo habian visto llevando juguetes y autografos a los ninos con cancer. Esta vez los titulares decian en letras grandes y claras: "Estrella del deporte acusado de homicidio" Tenia que ser una pesadilla de la que no lograba despertar, aun estaba en una neblina de estupefaccion, nada cuadraba en la historia. La policia habia llegado a la habitacion y lo habian detenido al instante, pese a que el habia dicho que no tenia nada que ver con el asesinato de la joven, es mas, no recordaba que salieran juntos del bar. Maldijo la hora en la que se le ocurrio decir que si saldria a tomar una copa. Esperaba salir bien parado de esta situacion, pero lo dudaba. La reja de la celda donde estaba encerrado se abrio dejando ver a un policia. --Tu--dijo gritandole--, tienes visita. Ryan se levanto del suelo donde estaba, mientras se frotaba los ojos, los tenia hinchados porque en un momento de debilidad habia roto en llanto. Pasaron por un pasillo largo que estaba protegido con dos rejas, despues fueron a lo que parecia una sala de interrogatorios, donde se encontraban Edward, el entrenador del equipo, y Jason, su manager. --?Que demonios sucedio, muchacho? -- le dijo el entrenador del equipo. --No lo se, no recuerdo nada de lo que sucedio esa noche. --Pues las cosas no pintan nada bien, esa mujer era la sobrina de uno de los fiscales de la ciudad. Todo apunta a ti.

  • Lo que oculta tu alma de Maricela Gutierrez

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    Andrew McGregor es un hombre frio, acostumbrado a tenerlo todo, no esta interesado en el amor y por ello no lo busca, asi que divide su tiempo entre su trabajo y sus conquistas de una noche, quiere pensar que le gusta su vida tranquila y que no necesita nada mas para ser feliz. Pero cuando una manana, por la puerta de su oficina cruza un pequeno ciclon de ojos color esmeralda, que llegara para revolucionarlo todo, aprendera que del amor no puedes huir y que la tranquilidad esta sobrevalorada.

  • Una voz escondida, Parinoush Saniee de Parinoush Saniee

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    Tras el extraordinario exito obtenido con el El libro de mi destino, donde dio voz a las mujeres iranies oprimidas por el fanatismo religioso, Parinoush Saniee aborda en su segunda novela las aciagas secuelas de la insensibilidad y la ignorancia. Basandose en el caso real de un nino que no hablo hasta cumplir los siete anos, Saniee toma el pulso a la sociedad de su pais con una historia en la que el silencio cobra la fuerza de un grito de protesta.

  • Cosas que decidir mientras se hace la cena de Maite Nunez

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    Una joven prepara una cena intima. Un padre le explica a su hijo adolescente que se va a vivir a Londres. Una ejecutiva busca ninera para su hijo. Una pareja espia a sus vecinos a traves de la ventana. La escritura de Maite Nunez, a veces contenida, a veces ironica, esboza un repertorio de figuras humanas, seres paralizados a los que les cuesta tomar consciencia de su propia realidad. El apocamiento, la incertidumbre, la indolencia, el conformismo y la duda constituyen la sustancia de estos hombres y mujeres incapaces de tomar decisiones. Los personajes de Cosas que decidir mientras se hace la cena libran sus batallas en dormitorios y cocinas, esas junglas domesticas en las que no puede aspirarse a otra cosa que seguir respirando. En boca del narrador del relato que cierra el libro, <>. El presente volumen de cuentos reune relatos que han sido premiados en certamenes con una larga tradicion en las letras espanolas como el Certamen de Relato corto Hucha de Oro o el Certamen de Relatos Luis del Val.

  • El amor esta en la toalla de al lado de Christian Martins

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    La vida de Beca se desmorona cuando Jorge, su marido, le pide el divorcio.
    Beca no sabe como salir adelante, ni como enfrentarse a la realidad, ni que sera de ella si no consigue recuperar el amor de Jorge.
    Pero entonces conoce a Marcos. Marcos es especial, diferente. Le gusta el mar, cree en el amor a primera vista y no cree en las casualidades.
    Y ella. ella esta convencida de que el unico hombre capaz de proporcionarle estabilidad es el padre de su hija, Jorge.
    ?Recuperara el amor o lo volvera a encontrar

  • Y libranos del mal de Marcos Nieto Pallares

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    La mala suerte parecia cosa del pasado. Tras el divorcio, la relacion con Nicholas, su hijo, no podia ser mejor, y, para su regocijo, acababa de conseguir una cita con la panadera mas bella de Bridgeport. Pero el exorcismo a una monja en los anos setenta desencadenara el horror en la vida de Maylan. Durante la restauracion de una vieja rectoria, hallara un objeto oculto durante decadas.

  • Magia y deseo de Louise Fuller

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    !Aristo haria cualquier cosa con tal de estar con su hijo!

  • Miles de emociones con tu nombre de Ana Forner

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    Me llamo Valentina y soy de La Rioja. Creci entre vinedos y mi mundo era la bodega y Victor.

  • Voces color canela de Lola Cabrillana

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    En mi familia, las discusiones por la defensa de nuestras costumbres son brutales. Los que no quieren romper las tradiciones, se encuentran de frente a los que queremos avanzar y crecer sin vernos atados a un patrimonio ancestral, que no se adapta a nuestros dias. En mi bando, aceptamos las costumbres heredadas, en la medida que no pisotean la dignidad de nadie. El contrario, aboga con vientos huracanados por las tradiciones, sin importar lo que arrastre. A los dos equipos nos une una cantidad ingente de sangre caliente. La misma que nos empuja a luchar por nuestras ideas hasta el final. Una sola chispa puede organizar una disputa que ardera durante horas antes de apagarse. Si es que lo hace. Algunas llevan una decena de Nochebuenas dando vueltas, un buen numero de cumpleanos haciendose un hueco y un par de bodas siendo defendidas despues de la barra libre. No siempre es la edad la que divide a los participantes de ambos bandos. Eso facilitaria las cosas con premisas cargadas de "la culpa la tiene la pasividad de la senectud" y "la pasion de la juventud". Se entremezclan las personas jovenes que se aferran a tradiciones ancestrales, impulsados por la comodidad y facilidad que les promete, y miembros de avanzada edad que evolucionan a un ritmo rapido, abriendo los ojos a los nuevos tiempos con una carga importante de sentido comun. La ultima disputa fue en un cumpleanos. Mi prima Marina, maestra y abanderada honorifica de causas perdidas, se enfrento, ella sola y sin mas armas que su palabreria, al regalo de cumpleanos de nuestro sobrino de cinco anos. Un regalo muy peculiar, y adecuado para tan tierna edad. Una fabulosa pistola de balines. Reluciente. Negra, con un brillo que parecia recien pulida. No le cabia al chiquillo en la mano. Necesitaba de la fuerza de ambas para dominar el endiablado juguete. El moraton del primer disparo no dolio. Lo recibio el generoso tio que se habia gastado la mitad de su sueldo en conseguir las balas supuestamente inofensivas. El destino tiene a veces una forma muy simpatica de mostrarnos los errores cometidos. A mi prima, aquel artilugio, le parecio inaceptable. Repartio argumentos, desplego sus encantos y creo discursos llenos de dramatismo. En el campo de batalla, lo unico que funciono fue, en estraperlo, el cambio de la pistola de balines por un libro. Un atractivo regalo presentado en brillante papel de plata. No era un libro cualquiera, era un ejemplar original y diferente que habia comprado una y otra vez, para regalar siempre, en la pequena libreria donde trabajo hace anos. Un cuento de un raton y una luna con doble texto, uno visible con luz y otro que solo se podia leer en la oscuridad mas absoluta. Sus letras fluorescentes fascinaron al chiquillo que se olvido de la pistola de balines, aceptando el cambio con agrado. El juguete maldito quedo olvidado en la guantera de mi coche. Sacarlo de la casa sin ser visto por sus fieles defensores, se presento como una mision complicada. No entraba en nuestros bolsos, e ir con un arma tan parecida a una real en una bolsa de plastico, tampoco era un plan muy apetecible. Suerte que las fiambreras siempre estaban invitadas a nuestras fiestas familiares. Lo normal es que sobrara una gran cantidad de comida que nos llevabamos a casa para el dia siguiente. El invitado que no proporcionaba los recipientes para transportar las sobras, cocinaba al levantarse con la consiguiente resaca. A nadie se le olvidaba traer los envases. Metimos la pistola en una fiambrera espaciosa. Y la llevamos al coche, como si estuvieramos cometiendo un delito. Que se quedara a vivir en mi inhospita guantera fue fruto de la casualidad, y de la mala memoria que compartimos por genetica. Alli descanso en paz, enterrada bajo capas de recibos de gasolina y de supermercados varios. Nada tendria de especial esta historia, sin los hechos que acontecieron una manana de octubre. Un capitulo olvidado de nuestras reuniones familiares, se convirtio en el climax de una fascinante madrugada. Mi hermano y yo trabajabamos en el mismo tablao. El tocaba la guitarra y yo bailaba. Tambien podemos hacerlo al reves, con el mismo aplomo. Pero a los extranjeros les gusta mas mi vestido de faralaes dando vueltas en el aire que el arte de los pies de mi hermano. Que dicho sea de paso, es inigualable. Nos llevamos muy bien. Merito acerrimo suyo. Sabe torearme hasta en las plazas mas dificiles. En el reparto en el saco amniotico se llevo la racion de paciencia de los dos, sin compartir conmigo la parte correspondiente. Cierto es que me facilita mucho la vida. Siempre se situa detras de mi, sin grandes jaleos. Sin su apoyo no hubiese caminado en mi vida ni la mitad de segura. Al terminar la temporada de verano nuestro volumen de trabajo baja de intensidad. Es el momento que aprovechamos para hacer un viaje. Siempre en mi coche. La mayoria del tiempo conduzco yo, pero en cuanto la fatiga me visita, mi hermano coge el timon. Teniamos una esplendida semana de vacaciones por delante. Partimos a las cinco de la manana, con la tranquilidad de ir en la carretera solo nosotros, dos pequenas maletas y un destino por decidir. Iriamos a un parque de atracciones, eso lo sabiamos, pero no acababamos de ponernos de acuerdo a cual. Las emociones fuertes, que nos separan del suelo y nos suspenden en el aire, nos fascinan a los dos. La musica flamenca de la radio, nuestros animos mas alegres que castanuelas en bulerias, y la perspectiva de siete dias sin trabajar, configuraban el comienzo del viaje, en una madrugada negra como el hollin. Mi hermano queria ir al parque de atracciones de la Warner, por cercania. En cambio mi preferencia apuntaba mas al norte, a PortAventura. Una semana era tiempo de sobra para pasar unos dias en la zona. En plena negociacion, en la oscura carretera de Sevilla, sentimos como un coche se pegaba indecentemente a nuestro maletero. La guardia civil nos echo las luces deslumbrandonos. Con senas nos indicaron que nos detuviesemos en el arcen. Un silencio sobrecogedor se acomodo entre nosotros. Es ver a la Guardia Civil y no controlarme. Sufro un nerviosismo que no tiene base cientifica ninguna, pero que a mi me recorria de arriba abajo con una sensacion centrifuga muy desagradable. Ocurre en mi familia desde generaciones ancestrales. Este Cuerpo de Seguridad del Estado nos crea una inquietud dificil de describir. Mantenerlos lejos es vital para un estado de vida sosegado y sin grandes sobresaltos. El guardia civil asomo la cabeza por la ventanilla y nos pregunto, despues de darnos las buenas noches, a donde nos dirigiamos. Y nos lucimos mas que en nuestros espectaculos. Yo conteste que a PortAventura y mi hermano que a la Warner. A la misma vez. Ya la habiamos liado. Ni cantando flamenco nuestras voces se unian tan sincronizadas. Con una linterna pequena, y media cabeza metida por la ventanilla, ilumino todo el interior del coche. El senor, de manera muy seca y manida, me pidio la documentacion del vehiculo. Madre del amor hermoso. En ese momento aparecio en mi mente, con vida propia, la pistola de balines. Dos segundos me sobraron para calcular que si sacaba los papeles y la pistola se caia, o simplemente esos senores la veian con la linterna, que con lo chiquitilla que era podia iluminar hasta el ultimo rincon, las consecuencias serian irremediables. No me daria tiempo a explicar la historia completa. Asi que hice lo que tenia que hacer. Una declaracion en toda regla. Les dije a los senores que iba a coger los papeles. Pero que en la guantera habia una pistola. La palabra "juguete", que en mi cabeza se pronunciaba inmediatamente despues de pistola, no llego a salir de mi boca. No me dio tiempo. Yo queria decirla. Era mi intencion. En tres segundos estaba fuera del coche, con las manos puestas sobre el techo y las piernas abiertas. Mirando de frente a mi hermano que resoplaba palido en la misma posicion que yo. Sus ojos brillaban. La noche cerrada no nos dejaba ver nada de lo que habia alrededor. El paisaje parecia cortado de cuajo, y cercado en negro, como escenario de una pelicula de terror. Olia a tierra mojada, a retama agria y humedad. El miedo era compartido por los cuatro. Y se acentuaba por el hecho de estar en un descampado en medio de la nada. No percibimos muy espabilados a los senores de verde, la carrera uniformada no les habia "iluminao" demasiado en el camino de las situaciones dificiles. Se preguntaban el uno al otro, mostrando inseguridad. Mis manos sobre el techo del coche temblaban tanto que no era capaz de mantenerlas quietas. Ni tocando la caja se movian tanto. Mi imaginacion, que corria como las balas, me ofrecio cientos de opciones donde, si no conseguia dominar el temblor, no saldria bien parada. El moreno de la cara de mi hermano se esfumo para presentar una palidez que no habia visto en mis veinte anos a su lado. Lo miraba, me miraba. Intentaba saber que me decia con la mirada. El buscaba las mismas respuestas en mi. En este dialogo de besugos mudos, su miedo y el mio, hechos un nudo, no ayudaron a gestionar soluciones. Enmudecidos con la certeza que dijeramos lo que dijeramos, empeorariamos la situacion. Dos segundos de silencio. Se escucha una voz que pide refuerzos. Los ojos de mi hermano se abrieron como platos. Necesitaban pedir refuerzos. Pensarian los pobres hombres, que lo importante alli, era no perder la custodia de ninguno de los dos ni un instante, fuera a ser que tuvieramos armas de destruccion masiva en el maletero. O superpoderes para deshacernos de las pistolas que nos apuntaban. O un cadaver escondido, que habiamos matado previamente con la pistola de balines. Vete tu a saber. La chica que llego en otro coche, el de refuerzo, me registro con esmero. A la muchacha no le quedo la menor duda que no tenia nada encima. Mi cuerpo no habia sido objeto de tanto paseo ni en mis anos de instituto. En el mismo momento que cogieron la pistola de balines, se dieron cuenta que era de juguete. Que gracia les hizo. No paraban de reir, pero mira por donde a nosotros no nos hacia ni "mijita" de gracia. El mal rato de los refuerzos, de las manos arriba y el escaneo corporeo, nos habia cambiado el buen humor que traiamos por una mala leche concentrada, que se podia verter en un jarrillo de lata. A trozos desordenados, contamos la historia de mi prima, la pistolita y la madre que la pario. Cuanto mas reian ellos, mas verguenza tenia yo. Nos invitaron a una tila en una venta cercana. La tila paso al vinito, y desemboco en una fiesta improvisada. Intentando calmarme y disculparse, la confianza se abrio paso. Cuando los senores terminaron su turno, demostraron ser unos entendidos del arte y el flamenco. Sin el uniforme era yo capaz de verlos mas cercanos. Hasta el tercer vaso mi tension no se disipo y me uni al festivo sarao. No puedo resistirme a dejarme llevar por una juerga donde se vierta el vino y la musica a partes iguales. Yo tenia el pulso, de los nervios acumulados, como para robar panderetas Tuve que sujetar el vino con las dos manos, para que el suelo no se emborrachara antes que yo. Bailando llego el dia y con el continuamos nuestro camino. Al final los tres, mi hermano, la pistola y yo, pasamos por los dos parques tematicos. Disfrutando de esa semana que empezo accidentada y termino con un regreso acelerado. Una propuesta laboral, que de un zarandeo nos cambiaria de lugar en el mundo. Nos llevaria a cruzar el charco, llevando nuestro arte y alegria, como unico equipaje. CAPITULO 2 BEATRIZ LA FORMA INCORRECTA DE GUARDAR Antes de conocerlo yo guardaba. No es que me sienta muy orgullosa de esta parte de mi vida. Caer es muy facil cuando las necesidades aprietan el monedero y las facturas se amontonan en el cajon. Para colmo, todo tu alrededor, se empena en demostrarte lo facil que es ejecutarlo y salir impune. Siempre he vendido en el mercadillo, desde que era nina. Teniamos un puesto fijo los domingos. Estaba muy bien situado, en la parte central. Mi abuela se lo dejo a mi madre y seria la unica herencia que me dejaria mi madre a mi. Mis bragas eran conocidas por ser las de mejor calidad de todo el mercado. No es que lo diga yo, puedes preguntar a cualquiera. Mujer que paraba en mi puesto, mujer que salia con muda limpia. No vayas a pensar que soy de esas que grita como una "condena" a toda la que pasa. Tengo otro estilo. Mi puesto es bonito, con la mercancia bien "planta". Y en cuanto se acerca una senora, ahi estoy yo, para ponerle por delante lo que ella no sabe que necesita. Las bragas no me daban para pagar el alquiler. Ganas dinero si, pero tienes que volver a emplear en mercancia. Y el margen de ganancia es muy pequeno. No daba para sobrevivir. Asi que o me bajaba las bragas y me dedicaba a la prostitucion o guardaba. Lo primero era para mi impensable. La primera vez que guarde los nervios me comian. No podia estarme quieta. Y eso que me dieron a guardar dinero. Tenia que esconder en casa una pila de billetes de los grandes. No habia visto tanto dinero junto en mi vida. Que la policia viniera a mi casa y me llevara detenida era una idea que no me dejaba ni respirar. Pense en los escondites perfectos. Dividi el objeto del deseo en tres partes mas o menos iguales. Una parte la meti dentro de una bolsa de guisantes en el congelador. La otra dentro de una zapatilla de estar por casa que llevaba puesta. Y la ultima parte estaba en un doble fondo en un paquete de detergente para lavar la ropa. Antes de encontrar los escondites perfectos los guarde y saque tantas veces, que estaba segura que no me iba a acordar del ultimo sito donde los habia guardado. Me hice un pequeno mapa, por si acaso. Luego escondi el mapa y no lo encontre. El chico que vino a recoger el dinero tuvo que esperar media hora a que encontrara el tercer monton, que tenia bajo mis pies. Tengo que reconocer que la angustia se me pasaba cuando podia pagar con desahogo mis deudas. A los pocos meses me ofrecieron doblar los beneficios si guardaba una bolsa de pastillas. Cai y dije que si. Un par de "guardaos" mas y lo dejo, me dije a mi misma. Para que nos vamos a enganar. A todo se acostumbra una. La posibilidad de poder pagarme un alquiler fuera del barrio, me lanzaba veloz por el objetivo. Necesitaba alejarme. Queria vivir en un pueblo costero, cerca del mar. Alli vivian mis amigas y cuando las visitaba sentia que era mi sitio. Me fui cuando la suerte jugo de mi lado y me libre de una buena. Tenia ahorrado lo suficiente para pagar un ano de alquiler. Con lo que sacaba del mercadillo iria tirando. Con 20 anos ya estaba fuera del barrio. Me sentia orgullosa de una parte de mi. De la otra no queria acordarme. Mi nuevo sitio olia a mar, a lejia y a limpio. Algo totalmente nuevo para mi. Tener un vecino que me cortaba la respiracion cuando lo veia, fue el aliciente perfecto para adaptarme a mi nueva vida. Era moreno, alto, con un semblante simpatico, de esos que al mirarlo no puedes dejar de sonreir. Siempre iba con prisas. Me saludaba de forma cercana. Notaba como me miraba cuando me alejaba. Sabia que tenia posibilidades. Era algunos anos mayor que yo, pero no me importo. No fue facil. Tuve que bajar y subir cientos de veces para coincidir con el en el ascensor. El senor mayor que siempre estaba en la puerta del portal pasando el rato, tuvo serias dudas si era mi vejiga o mi cabeza la que tenia incontinencia. Le sacaba conversacion cada vez que, por casualidad, nos encontrabamos. Un dia tomamos algo, al otro repetimos, y poco a poco me lo fui trayendo a mi terreno. Me lo traje tantisimo que nos casamos a los 12 meses justos de conocernos. Tuve una boda como Dios manda. En una caseta de la feria, que lucio espectacular para la ocasion. Mil farolillos de colores hicieron de techo. Sillas y mesas dieron paso mas tarde a una zona para bailar. Mi padre y mi padrino no escatimaron en gastos. No falto de nada. Los invitados comieron y bebieron hasta reventar. El broche final lo pusieron mis amigos Cristina y Raul, que bailaron y cantaron dejando a los asistentes boquiabiertos. Hasta mi suegra, que no encontro nada de su agrado, felicito a los artistas por su actuacion. Nos llevabamos muy bien. No discutiamos demasiado y no teniamos que esforzarnos por hacernos felices. Siempre he sabido que donde mejor sintonia teniamos mi marido y yo era en la cama. Para mi, que el habia tenido una vida muy insulsa en ese aspecto. Al conocerme descubrio todas las posibilidades en una gama amplia de actividades variadas dentro y fuera del lecho conyugal. Las reconciliaciones eran muy faciles, en el momento que nos ibamos a dormir. Despues de casada, segui ayudando a mi madre en el mercadillo. No es facil montar y desmontar un puesto sola. Hay que cargar cajas, sacar mercancia y volverla a guardar. Desde que lo conoci, mi marido trabajaba reparando ascensores. Tres turnos de noches a la semana. Y otros tres turnos de dia, 12 horas seguidas. Descansaba un dia a la semana que a veces coincidia con el que trabajaba yo en el mercadillo. No entendia mucho de lo que me contaba. Me hablaba de motores y mecanismos que me sonaban a chino. Lo unico importante es que era feliz.

  • La danza del gohut de Ferran Varela

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    Me encanta descubrir nuevos autores. Nuevas voces, jovenes y maduras, nuevas ideas, nuevas formas de narrar tamizadas por diferentes referentes, experiencias, sensibilidades. Lei por primera vez a Ferran Varela cuando me remitio un cuento para la antologia de fantasia oscura Dark Fantasies. Publicar nuevos valores es uno de los objetivos de las selecciones que preparo y su historia, Profundo, profundo en la roca, me sorprendio por su frescura y dominio del medio narrativo; un nuevo escritor del que nada habia oido hablar pese a que ya contara con un ramillete de relatos publicados. En el siguiente volumen, El viento sonador, repitio con Las cadenas de la casa de Haden, una historia sorprendente de sangre y honor ambientada en una sociedad compleja esbozada en apenas unas lineas, una de las senas de identidad de este escritor catalan. La novela corta que ahora tienes en tus manos sigue la misma tonica y podria, incluso, formar parte del mismo universo a medio camino entre la epica y la fantasia, con elementos cotidianos, miticos y antropologicos. Gran imaginacion, un mundo secundario de inspiracion medieval muy bien perfilado, abundante introspeccion y unos protagonistas de carne y hueso capaces de llegarnos al alma son otras de sus caracteristicas distintivas que podemos encontrar en ella. Historias, sociedades y personajes de los que siempre queremos saber mas. Como en los dos relatos citados, los actores de este microcosmos de ficcion son seres especiales, no por el hecho de detentar poderes sino porque solo ellos conocen la terrible verdad sobre el mundo. Personajes principales que en su mayoria suelen ser mujeres --una bruja y la heredera de un jerarca en el caso de los cuentos, una tutora de la Academia en la presente novela --, de fuerte caracter, respetadas y reconocidas por su tenacidad, enfrentadas a un reto de dificil solucion. Acompanemos en esta ocasion a la joven Leara en su mision de devolver el juicio al heredero de la Casa mas poderosa de Tiuma, quien ha permanecido prisionero de los salvajes gohut durante cuatro largos anos. A traves de sus conversaciones asistimos a un verdadero choque de culturas, dos modelos de organizacion social completamente antagonicos, entre el clasismo y la rigidez jerarquica a la norma propia de la civilizada Tiuma --que es el precio a pagar por el orden y la seguridad-- y el canto a la naturaleza y la libertad sin limites de la sociedad tribal gohut, que posee ademas una concepcion taoista de la existencia: vida y muerte, noche y luz, gozo y dolor, partes indisolubles de un todo completo. Dos mundos tan irreconciliables como la razon y los suenos. Varela construye un mundo rico y verosimil, con un enfoque mucho mas literario y trascendente de lo que suele ser habitual en el subgenero. Un texto laboriosamente trabajado pleno de bellas y originales metaforas magnificamente engarzadas en la trama y que aprovecha el estereotipo para facilitar la fluidez de la historia. En el se repiten algunas de las constantes habituales del autor, como es la importancia del linaje, los sutiles equilibrios de poder en las altas instancias de la politica, una sociedad con un alto apego a la tradicion que se resiste a cambiar viejas formulas que reproducen prejuicios e injusticias, la cruel inevitabilidad de los eventos a acontecer. En esta hermosa tragedia no faltan las escenas de accion, los dialogos repletos de frases gloriosas ni la inevitable chispa del amor. Un canto de vida y libertad que nos propone romper las cadenas que, con excesiva frecuencia, nos atan a una sociedad hipocrita y abrazar por el contrario nuestros instintos primarios que nos haran mucho mas libres y felices. A traves de los labios de Rin descubrimos que todo ello es posible, que como Richard Harris en Un hombre llamado caballo o Kevin Costner en Bailando con lobos es posible gozar de una vida nueva, tan excitante, salvaje y pasional como seductora. Confieso que lei esta novela hace ya algun tiempo y me alegra que finalmente se haya publicado en un sello como ediciones el Transbordador, con un bagaje tan interesante de nuevos autores a sus espaldas. Lector, dejate llevar por esta bella y elegante fantasia, obedece a tus impulsos y baila conmigo la danza del gohut. Te prometo que te conducira a un lugar magico y poderoso del que no querras regresar. Mariano Villarreal Verano de 2018 A mi hermana, que tiene alma de gohut Uno La pala golpeo la tapa del ataud y le arranco un chasquido sordo y hueco. En la quietud de la noche, bajo la luna del cambio, el crujir de la madera resono con tal fuerza que los perros aullaron a lo lejos. Ara cerro los ojos, aguanto la respiracion y se maldijo por no haber cavado con mas cuidado. Seria una pena que la descubriesen ahora que estaba tan cerca de lograrlo. El fracaso no era una opcion. No despues de lo mal que lo habia pasado para regresar a Tiuma. No despues de lo que habia sufrido al acatar durante todo un dia esas absurdas normas humanas que asfixiaban su voluntad. No despues de la humillacion de volver a ponerse esas estupidas ropas que ocultaban su verdadero yo, que levantaban una barrera de seda entre su piel y el mundo, que le impedian sentir el aire, y la lluvia, y la tierra. Y se sorprendio paladeando el agrio sabor del miedo. Miedo a ser atrapada y ejecutada por la guardia, a morir sin ser ella misma. Miedo a ser capturada y sometida a experimentos en el ala de investigacion de la Academia. Miedo a huir sin haber completado el ritual y condenarse a vivir una vida incompleta. Para librarse de el, se concentro en el reconfortante cosquilleo de las plumas de halcon que portaba a la espalda. Recordo quien era. Era Ara. Pronto seria una gohut, y un gohut no siente miedo. Se reprendio por ese instante de cobardia y, para demostrarse que estaba tan libre de temores como del resto de lastres humanos, alzo un pie y golpeo con el talon sobre el ataud tres veces mas. Los mastines de las casas adyacentes al cementerio volvieron a ladrar, pero nadie les hizo el menor caso. Tras lanzar una carcajada de triunfo y deleitarse con las timidas caricias de la llovizna en su rostro, la mujer se agacho y aparto con las manos los ultimos punados de tierra mojada. Clavo la punta de la pala en la juntura de la tapa y, apoyando todo el peso de su pequeno cuerpo en el mango, hizo palanca. Las astillas volaron acompanadas por la melodia de la madera quebrada y el ataud se abrio. Dentro yacia el joven cadaver del dos veces nacido y dos veces muerto; el unico gohut con cuerpo de hombre. A Ara se le encogio el estomago al ver el rostro del chico. No era como lo recordaba. Un ano bajo el fango habia hecho mella en el. La descomposicion no le habia dejado nada mas con que taparse la calavera que unos jirones de carne reseca y unos mechones de pelo lacio. Con los ojos anegados en lagrimas, la joven cayo de rodillas. Ese ya no era el orgulloso gohut al que habia conocido, sino una mera carcasa vacia. Aun asi, Ara no pudo resistir la tentacion de volver a sentir el suave tacto de sus dedos recorriendo las curvas de su cuerpo desnudo. Se rasgo el vestido, le tomo las manos y las apreto contra sus pechos. Pero esas ya no eran sus manos, sino dos colgajos de piel ceniza y huesos quebrados. No habia en ellas calor, ni anhelo, ni suenos. Hacia mucho que su voluntad habia abandonado aquel cascaron y habia vuelto a la Tierra que Sustenta y al Cielo que Arropa. Ara lloro, desconsolada. Entre gemidos, deseaba que el frenetico bombeo de su corazon pudiera, de alguna forma, ser suficiente para los dos. Que sus latidos se tornasen mana, brotasen de sus pezones y se clavasen en las palmas de su amado. Que recorrieran sus venas insuflandole vigor. Ojala eso bastase para traer de vuelta los soles que habian compartido. Ojala algo bastase. <>, se recordo. <>. La mujer arrastro el cadaver fuera de la tumba. Lo coloco boca arriba en el barro, se inclino sobre el y lo beso dos veces. La primera en la frente, en senal de respeto. La segunda en el lugar en el que deberian haber estado sus labios, en senal de algo tan profundo que ni siquiera tenia nombre. Luego se alzo y, blandiendo la pala como un hacha, se dispuso a cortarle la cabeza. No consiguio decapitarlo de un tajo limpio. Necesito siete golpes para partir la vertebra, y aun asi tuvo que usar el pequeno cuchillo de silex que siempre llevaba encima para terminar de cortar el ultimo trozo de pellejo del cuello. Cuando acabo, alzo la testa del joven hacia el firmamento y, por un infimo instante, un claro entre las nubes enmarco la luna del cambio. Bajo su palida luz, la calavera sonreia. Parecia feliz, asi que Ara se esforzo por reir tambien. La certeza de que su pecho albergaria el alma del gohut la llenaba de dicha. Llevaria su espiritu dentro por siempre jamas. La chica se recoloco el vestido de modo que se disimularan los rasgones que le habia hecho, metio la cabeza del muerto en su bandolera y se la colgo al hombro, asegurandola con un doble nudo. Y, aunque dio media vuelta y echo a andar a buen ritmo, dispuesta a salir de esa ciudad cuanto antes, se obligo a volver sobre sus pasos. No podia irse aun. Todavia quedaba una cosa por hacer. Se acerco a la lapida y, compungida, paso las yemas sobre el marmol mojado y palpo el relieve de las letras cinceladas en el. <>, rezaba la losa. Si, ese nombre la habia ayudado a encontrar el cadaver de su amado, pero era falso. Era un asqueroso nombre humano, un nombre nacido para atar y restringir la voluntad. Escupio para librarse de la oleada de repugnancia que le recorrio las entranas. No podia dejarlo asi, a el no le hubiese gustado. La repulsion de Ara se torno furia. La colera tomo el control de su cuerpo. Lejos de luchar contra ella, la mujer se abandono al frenesi de la ira y disfruto cada una de sus salvajes llamaradas. Grito como una nina y se rio como una loca, bailando al son de sus desbocados sentimientos. Pues el suyo era, a fin de cuentas, el camino de las libertades y no el de las normas. Esgrimio la pala de nuevo y pico con su canto la superficie de la lapida una y otra vez. No le importo que los perros enloquecieran por el ruido, ni que los vecinos, alarmados por los constantes ladridos, comenzasen a encender velas y antorchas. Sabia que la llegada de la guardia era solo cuestion de tiempo, mas el riesgo merecia la pena. En el mejor de lo casos, acabaria antes de que eso sucediera y podria escapar hacia las llanuras al amparo de la noche. En el peor, sus restos mortales reposarian junto a los de su amado. Ara no dejo de golpear con la pala hasta que fue imposible distinguir la mayoria de las letras cinceladas en el marmol. Para cuando dio por concluida su obra, solo podian reconocerse tres. Entonces, la joven deshizo una de sus trenzas, libero la unica flor que adornaba su pelo y se arranco una de las plumas que llevaba pegadas a la espalda. Dejo su humilde ofrenda sobre el cuerpo decapitado. Una pluma de halcon y un crisantemo blanco. Su ultimo adios consistia en ese sencillo gesto y en la pronunciacion de las tres letras que aun podian leerse en la lapida. --Rin --suspiro Ara. Y dejo que los ultimos vientos del otono se llevasen el recuerdo de su amado en una espiral de vaho. Rin. El autentico nombre del joven. El nombre de su alma gohut. El nombre por el que ella lo habia conocido en una vida anterior, tan solo dos anos antes.

  • Contrato prenupcial de Pilar Portocarrero

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    Raymundo esta obsesionado con Amanda, a pesar de haberse convencido de que ella fue la amante de su mejor amigo.
    El siente que es una insensatez, pero la quiere sin excusas, aunque tenga que pagar un alto precio por tenerla solo para el.

  • En busca del equilibrio de Wayne W. Dyer

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    A traves de los nueve principios ofrecidos en esta obra, aprenderas a armonizar tu vida y tus aspiraciones.

  • El Asesino Biblico de Rodney Quinn

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    Matar para sobrevivir es una ley natural de todas las clases animales, incluso la del hombre. Sin embargo, la diferencia esta en que los animales matan por instinto, el hombre por necesidad o placer.
    El bien y el mal, habita en todas las personas. El hecho de que algunas personas no crucen el umbral de la delgada linea entre la vida y la muerte, depende en gran medida del control que tienen sobre sus deseos mas oscuros. Pero ese no ser mi caso.
    Una vez que se cruza la linea no hay retorno posible.
    La sangre es igual o mas adictiva que la droga mas poderosa del mercado y cuando se entra en ese mundo, el matar se vuelve algo inherente; algo que se necesita para satisfacer el deseo mas oscuro de todos los existentes.
    La sangre es un nectar embriagante, es el nectar de los dioses para un asesino.
    No mataras, reza el quinto mandamiento de la Ley de Dios.
    Entonces ?por que matar?
    Las razones son variadas. Pero esa no es la cuestion. La cuestion es por que mato.
    Mato porque es algo necesario. No solamente para mi, sino para la sociedad misma. Claro esta que tambien existe un placer, un extasis similar al que se siente en la copulacion cuando veo realizado mi acto.
    Pero matar no es tan malo. Se necesita para preservar la raza.
    ?Si un hombre tiene conocimiento de que otro va a matar a una multitud, no estaria en su buen juicio y obrar el matar a ese hombre?
    Salvaria las vidas de un grupo al sacrificar una.
    ?Pero quien tiene el valor para hacerlo?
    Pocos hombres tenemos esa fortaleza, ese impetu para detener al malvado.

  • Chicas de papel y de fuego de Natasha Ngan

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    Cada ano, eligen a ocho chicas hermosas que serviran al rey como Chicas de Papel. Es el mas alto honor al que pueden aspirar. y a la vez, el mas degradante. Este ano hay una novena chica.
    Y en lugar de papel, esta hecha de fuego.
    Lei pertenece a la casta de papel, la clase mas baja de Ikhara. A pesar de eso, un rumor sobre sus ojos dorados ha despertado la curiosidad del rey; por eso, la apartan de su hogar y la llevan al opulento palacio, una prision dorada, y su vida queda sometida a los caprichos del Rey Demonio.
    Mientras suena con escapar, Lei comete lo impensable: se enamora.

  • Ladrones de libertad (Marabilia 3) de Iria G. Parente , Selene M. Pascual

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    La tripulacion del Angelique esta orgullosa de ser lo que es: una tripulacion de piratas. Su dia a dia consiste en navegar por los mares de Marabilia entre aventuras, asaltos a barcos y busquedas de riquezas; en definitiva, los piratas del Angelique viven sin acatar leyes ni obedecer ordenes de nadie.
    Hasta que el rey Geraint de Dahes los captura y todo apunta a que eso se ha terminado. La pena por pirateria es la muerte. A menos, claro, que alguien les proponga un trato que les permita salvarse… Uno que a su vez ofrezca la posibilidad de una venganza muy ansiada.
    Ante un tesoro tan valioso como la libertad, cualquier precio parece escaso.

  • Atraccion en nueva york de Sarah Morgan

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    Os presento a Molly: la consultora sentimental mas famosa de Nueva York. Se considera una experta en relaciones. siempre que se trate de las relaciones de los demas. Aun afligida por su ultima ruptura, Molly no tiene prisa por encontrar el amor; el unico amor de su vida es su dalmata, Valentin.

  • Los secretos de topacio (Joyas de la nobleza 2) de Catherine Brook

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  • Prometida por contrato de Sierra Rose

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    La habitacion era un desastre. Habia refresco en las paredes y pizza en el techo. Una botella de vino vacia sobre la cama. Iba a tardar siglos en limpiar una habitacion en ese estado, lo cual dificultaba mantener el horario. !Por no hablar del factor asco! Esa era la vida de una chica de la limpieza… Desde luego no era la profesion con mas glamour del mundo. Bella James estaba hablando otra vez consigo misma. Era mas como un bisbiseo, dejando salir alguna que otra palabra escogida. A veces habia que decir las cosas cuando no habia nadie alrededor. Por ejemplo: -?Como llega un condon al aspa de un ventilador en el techo? ?Es que se pusieron a dar botes, todos entusiasmados cuando terminaron? ?Ella lo lanzo alli con asco o que? Se quejo mientras usaba los guantes desechables para recoger el ofensivo articulo que habia salido volando del aspa cuando encendio la luz. Hacia ano y medio que trabajaba limpiando en el Golden Oaks Motel de la interestatal. El dinero no estaba mal, tomando en cuenta que le pagaban cuarenta horas a la semana sin importar cuantas horas trabajara en realidad. Al principio no le convenia porque echaba cincuenta horas o mas para acabar con todas las habitaciones y de todas formas le pagaban cuarenta, ni una mas. Pero ahora habia menos clientes y eso le dejaba tiempo para dedicarselo a sus clases nocturnas y para hacer un par de turnos de cajera en una tienda de veinticuatro horas, con lo que se podia permitir algunos lujos, como comprar dentifrico y desodorante. Bella ya habia logrado terminar dos semestres en la facultad de empresariales tan solo con las clases nocturnas. No pensaba limpiar habitaciones de hotel para siempre. Era solo una fase, hasta que su vida de verdad empezara. Termino de limpiar la habitacion, echo un poco de ambientador y puso un rollo nuevo de papel en el bano. Acabo de lavar la banera. !Si, senor! No habia nada como una banera reluciente. El trabajo la animaba a ser perfeccionista. Tardaba unos seis minutos en quitar las sabanas sucias, echarlas en el carrito y hacer la cama con sabanas limpias. A ver, el sitio no destacaba por su calidad. Era para camioneros cansados o para rolletes ilicitos. No era un grupo demografico que buscara hoteles de cuatro estrellas. Bella llevaba anotados todos sus metodos y mejoras de eficiencia. Algun dia podria incorporar estrategias similares a una profesion en la que no tuviera que tirar los condones usados de la gente. Esa si que era una aspiracion profesional. Cuando acabo con la habitacion sonrio. Habia convertido un cuarto asqueroso en un precioso paraiso. Habia quedado gloriosamente reluciente. Limpio las tres habitaciones que le quedaban aquel dia y fue a la oficina a pasar la tarjeta de salida. Echaria un vistazo por si habia mas caramelos Dum-Dum en el cuenco de la recepcion. A Bella le encantaban los caramelos Dum-Dum de sandia despues de haberse lavado las manos como Lady Macbeth, unas treinta veces despues del incidente del ventilador en el techo. Ahi estaba el encargado. Bryan solia estar en el videocasino que habia del otro lado del aparcamiento, pero hoy estaba aqui. Lo saludo con un movimiento de cabeza, deseando que alguien lo llamara por telefono para que la dejara en paz. Era el tipico pringado, como suelen ser los encargados de bajo nivel; al menos por la experiencia que ella tenia. En plan, ay, que tu eres una subordinada. Espera que te dejo alucinada con mi colonia de los chinos; me voy a lamer los labios de tal forma que prefieras lanzarte a la maquina de un aserradero antes que permanecer en mi despacho. -Bella, espera -dijo. El muy asqueroso ya se habia restregado contra ella y le habia tocado el culo demasiadas veces como para fiarse de el. Bella se quedo junto al mostrador, con la mano disimuladamente cerca de la campanita de llamada. Asi, si lo necesitaba, podia llamar al sustituto de fin de semana de Mavis, que estaba en la sala de descanso. -Si, senor Donner -dijo. El fruncio el ceno. -Me temo que tengo malas noticias. -?Que pasa? -Mi padre ha vendido el Golden Oaks. Cerramos dentro de una semana. Bella se quedo con la boca abierta. -?Que? -Van a convertir este espacio en un lugar de parada para camioneros, con duchas, cafeteria y entretenimiento para adultos en dos escenarios -dijo con bastante mas entusiasmo del que a ella le habria gustado escuchar. -?Eso significa que nos quedamos todos sin trabajo? -La mayoria, si. ?Yo? He echado una solicitud para ser el encargado de las chicas en el nuevo negocio. -Ah. Pues que tengas suerte. ?Que compensacion nos van a dar? Ya que no nos han avisado ni con dos semanas de antelacion. -Te van a subir el sueldo para los dias que quedan. Luego te desearemos lo mejor para el futuro - dijo, complacido con su propia frase. Se metio las manos en los bolsillos-. Salvo que sepas bailar. Vamos a coger bailarinas de fuera de la ciudad, pero puedes ensenarme lo que sabes hacer; te aseguro que podrias ser la bailarina estrella con ese cuerpo. -No, pero gracias de todas formas -dijo ella sin mas, sabiendo que necesitaba la paga de la proxima semana bastante mas de lo que necesitaba darle una bofetada al muy capullo. -Si cambias de opinion llamame, preciosa. -Claro -dijo ella, saliendo rapidamente por la puerta. !Mierda! !Esto no era nada bueno! ?Que iba a hacer con tan poco tiempo de aviso? Sabia que entrar en panico no le iba a servir. Patearia las calles hasta encontrar otro trabajo. Asi que su principal fuente de ingresos se acababa en unos cinco dias habiles. No habia vacantes en la tienda de veinticuatro horas, salvo para jornada parcial, y necesitaba el dinero de jornada completa para sobrevivir y para pagar la universidad. Se habia prometido a si misma que no abandonaria las clases solo porque anduviera corta de dinero. Bella no podia renunciar a su titulo por nada del mundo. Ser licenciada era su sueno. Pasara lo que pasara no iba a dejar de lado sus aspiraciones. Ni hablar de tirar la toalla. Si acaso, tenia ganas de luchar con mas fuerzas. Porque de una u otra manera iba a conseguir su titulo universitario. Cogeria mas trabajos de tiempo parcial. Donaria plasma por cincuenta pavos. No estaba dispuesta a vivir asi el resto de sus dias, tenia que luchar para encontrar una salida. Con el diploma de bachillerato no se llegaba lejos. Su padre, borracho y con un problema con el juego, no habia sido precisamente ahorrador para darle una formacion universitaria a sus hijas y una mejor vida. Asi que estaba en sus manos y en las de su hermana Madison trabajar duro y buscarse la vida. Se dijo que era algo noble. La obligaba a ser tenaz. De todas formas le habria gustado que algo hubiese sido facil por una vez. Que la vida pudiera funcionar sin tener que pensar en la nobleza y la tenacidad para olvidar los fideos y los perritos calientes de marca blanca. Estaba convencida de que esas salchichas las hacian con unas de cerdo. Aunque los cerdos tenian pezunas, asi que probablemente fueran de pezunas y morros. Hizo una mueca. Podia con ello. Tan solo tenia que buscar trabajo por internet. Central Arkansas no era el paraiso de las oportunidades, asi que si tenia que irse a otro sitio a trabajar no iba a importarle demasiado. Llamo a su hermana Madison. -Me acaban de echar -dijo Bella. -?Que? Al final lo has hecho, ?no? Le has dado una bofetada al pervertido de tu jefe. Chica, !que orgullosa estoy de ti! -Ojala. No, han vendido el hotel. Ahora tengo que buscar otro trabajo. -No te agobies. Siempre caemos de pie. Y toda esta adversidad en nuestras vidas, bueno, nos hace fuertes. La busqueda de nuestros suenos puede llevarnos por caminos inesperados, pero no podemos darnos por vencidas. Las cosas buenas llevan su tiempo. -Lo se. Soy demasiado cabezota para dejar que esto me pare. -Por eso te quiero. Hace falta valor para cada paso que se da hacia adelante. Tu tienes agallas. -Si, pero voy a tardar siglos en acabar la carrera. -Los suenos no tienen fecha de caducidad. -Lo se, hermanita. Gracias por los animos. Te llamo mas tarde, cuando llegue a casa. ?Vale? -Vale. Y recuerda que nada que valga la pena llega facilmente. Asi que no te rindas. -No lo hare. Ni hoy. Ni manana. Ni nunca. -Esa es mi chica. Hasta luego. -Hasta luego. Bella colgo y penso en el problema que tenia entre manos. Pasara lo que pasara, iba a triunfar por encima del caos.

  • Tiempo de magos de Wolfram Eilenberger

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    La historia de como cuatro genios revolucionaron la filosofia y cambiaron nuestra forma de entender el mundo.

  • Historias de una becaria incorrecta de Becaria

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    El libro politicamente incorrecto de una becaria politicamente incorrecta.

  • La repeticion de Peter Handke

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    Relato y, al mismo tiempo, exploracion del relato, “La repeticion” (1986) narra el viaje a Eslovenia, desde la vecina Austria, de Filip Kobal en busca de las huellas de su hermano desaparecido. Rememorar el viaje semejante emprendido por el mismo veinticinco anos antes le sirve para constatar que el recuerdo no supone un mero retorno a algo ocurrido en el pasado, sino asignar finalmente el lugar adecuado a lo que se ha vivido. El nuevo viaje, el regreso (con la valiosa compania, ahora, de un antiguo cuaderno anotado por el hermano, de un diccionario aleman-esloveno del siglo XIX, y del omnipresente y evocador paisaje karstico), supone asi la recuperacion meticulosa de unas experiencias que al hilo de la narracion adquieren su definitivo sentido. Peter Handke (1942) es uno de los escritores actuales mas importantes, polemicos y populares en lengua alemana.

  • Cautivada por el vizconde de Emily Windsor

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    Lucy recupero la conciencia con un sollozo y trato de abrir los ojos. Los pesados parpados no se levantaron, sometidos por la palpitante cabeza. No percibio luz en la alcoba y trato de alzar las manos para frotar el dolor. Pero estas no se movieron. Una punzada le apunalo las munecas. Entonces se dio cuenta de que las tenia atadas a la espalda, no con demasiada fuerza, sino de tal manera que no podia girarlas. Esa rigida posicion habia conseguido que se le entumecieran los dedos. Se lamio los labios resecos y lucho de nuevo por abrir los ojos. El panico, que le surgio desde dentro, la ayudo a elevar los perezosos parpados. Basto una oscura y suave penumbra, filtrada por una ventana, para que Lucy pudiera discernir que se hallaba en un gran dormitorio; un fuego brillaba suavemente en una esquina. Era a mediados de mayo, pero habia vuelto a ser un amargo invierno y el frio aun persistia en primavera. Las llamas ayudaban a calentar aquel lugar de aspecto bastante decrepito, aunque no conseguian reducir la humedad de la atmosfera. Las desnudas paredes, llenas de manchas, hacian que la habitacion fuese opresiva. Unos grandes muebles oscuros se alineaban en los laterales. Parecia estar acostada en una recargada cama con dosel, que, a pesar de la impresion general de abandono y humedad, vestia unas sabanas de lino que olian frescas y lucian secas. Viendo que no habia ninguna amenaza inmediata, Lucy intento sentarse; dando a las pobres manos un poco de la libertad, que tanto necesitaban. Cerro los ojos nuevamente para evocar lo que podia recordar. Lluvia. Habia estado lloviendo. Dejo a la modista y el lacayo se apresuro, mas que ella, hacia el carruaje para que no se mojasen los paquetes. Colette de Montmarron, la duena francesa, comento algo respecto a como, en ocasiones, sus grandes creaciones se empapaban. Decidio no esperar a que el sirviente volviera con el paraguas y salio corriendo de la tienda, cuando, de repente, unos brazos la agarraron por un costado. En el momento en el que se encontraba a punto de gritar, una palma grande y carnosa le cubrio la boca y se sintio lanzada al interior de otro coche. Tan pronto como se sento en el solido asiento trato de huir por la puerta opuesta, pero una mano robusta la sujeto con fuerza por el hombro arrojandola lejos de su objetivo. Golpeo con la cabeza el panel lateral del carruaje. Sintio un gran dolor y malestar, y, por un momento, el mundo quedo en blanco antes de caer envuelta en la oscuridad. Se batio en contra de esa sensacion, y abrio la boca para chillar, mientras golpeaba el aire y rasgaba con las unas afiladas todo aquello que encontraba. Escucho un debil grunido como unica respuesta, antes de ser empujada hacia atras en el asiento, y, una vez mas, se golpeo la parte trasera de la cabeza. Le colocaron una tela aspera y maloliente sobre los labios para detenerle los alaridos, y el cuerpo de la muchacha finalmente cedio en aquel combate contra las tinieblas. No recordaba mas... Lucy no estaba completamente segura de que debia hacer entonces, considerando que nunca antes habia sido secuestrada. Los pensamientos le daban vueltas y la mente le vagaba a la deriva. Se sugirio a si misma la idea irracional de que quizas sonaba. Especialmente, porque acababa de leer una novela espeluznante de Mrs Whittaker, en la cual una deslucida heroina se veia involucrada en un secuestro pirata. Esa heroina, sin embargo, recupero la conciencia en un barco decadente rumbo a Jamaica y no en un cuarto, viejo y desnudo, que olia a moho y hollin humedo. Ademas, tampoco habia senales de un heroe de tez y pelo moreno. Incluso uno palido y rubio hubiese sido suficiente. Se imagino al vizconde de Danbury, el caballero que la estuvo cortejando el mes anterior, ya que con certeza seria un apuesto adalid. Aunque, para ser sinceros, con el cabello negro como el carbon y los ojos tan profundos como la misma oscuridad, correspondia mejor en el papel de pirata. Era facil imaginarselo con el machete en alto, la camisa abierta por el cuello, la garganta desnuda y... El relincho de un caballo sobresalto a Lucy y le hizo abrir los ojos de par en par. No era un sueno, se dio cuenta, y eso no era una novela. Las paredes de la pieza se encogieron. ?Quien la habia secuestrado y por que? ?Querrian hacerle dano? El terror se apodero de ella y la respiracion se le torno superficial. ?Querrian asesinarla? -Tranquilizate, Lucy -susurro, tratando de calmar la rapida respiracion. Pero la vision se le expandio de manera incontrolada, causandole el efecto contrario en el aliento. El pecho la oprimia. Necesitaba pensar en otra cosa para serenar la mente. <>, se ordeno a si misma. Lord Danbury... Dejo escapar un largo y lento suspiro. Lord Danbury -o Jasper, como a ella le gustaba llamarle en privado, solo para ella- probablemente se estaba preparando para asistir al baile de etiqueta de Thornwood. Indudablemente, alli hallaria a muchas jovenes guapas para acompanarlo y flirtear con el. No, ella nego abruptamente. Era injusto etiquetarlo como un casanova ya que el habia estado muy atento en los ultimos meses. La respiracion comenzo a equilibrarse y obligo a sus pensamientos a continuar fluyendo, por mas triviales que fuesen. Jasper habia sido tan amable, de hecho, que ella a veces no podia creer en la suerte que tenia. Esa percepcion le provocaba una timidez no deseada ante la presencia del vizconde. Despues de todo era simplemente la hija de un baronet, un titulo que poseia ahora su hermano. Ademas, Lucy solo se creia hermosa de forma aceptable. Ella, ciertamente, no era una gran belleza; pero si tenia unos enormes ojos azules. Sus otras caracteristicas las consideraba normales, incluso aburridas. En el estado de animo mas optimista describiria el tono de su melena como castano claro en vez de pardo, un color mas preciso. No era toda de una misma tonalidad, mas bien una mezcla de rubio y marron que se aclaraba u oscurecia en funcion de la estacion. Ni rolliza ni delgada, tenia, eso si, un pecho bastante abundante para la moda corriente; la mirada de Jasper siempre parecia detenerse alli placenteramente, causando en ella un escalofrio que le recorria hacia abajo la espina dorsal. Quizas, la tendencia del momento no afectaba las inclinaciones personales de ese hombre. Mientras se retorcia, para sentarse aun mejor en la cama, Lucy se dio cuenta de que la distraccion la estaba ayudando. La nerviosa respiracion habia disminuido y los latidos del corazon eran mas o menos normales, es decir, normales para una persona recien secuestrada. Pronto veria a Jasper de nuevo. En ese momento solo la ira la invadia. En realidad, ella no era una pusilanime como para acobardarse en una esquina ante sus captores. Debia haber una salida. A juzgar por la triste luz de la tarde, penso que deberian ser alrededor de las siete. Feliz de no tener las piernas atadas, se deslizo hacia un lado de la cama y dejo caer los pies al suelo. Se dio cuenta de que el secuestrador le habia quitado los botines, que extrano. Lucy odiaba el calzado. No importaba cuanto tiempo tardase el zapatero en confeccionarlo, siempre se sentia incomoda. Para ella, caminar con medias, o, mejor aun, con los pies descalzos, era un placer incuestionable. Los botines, los podia ver, se hallaban en el otro extremo de la camara cuidadosamente colocados debajo de un divan descolorido. -Mmm, un secuestrador al que no le gusta el calzado sobre las sabanas limpias. Entonces no es, ni un ser descuidado, ni un villano cualquiera -murmuro, levantandose de la cama. Deambular alrededor del aposento resulto ser una perdida de tiempo: tan solo le produjo algun estornudo, provocado por el polvo, y el conocimiento de que al dueno de todo aquello le gustaba leer sobre extranas razas de cerdo. Descubrio un espejo mugriento, aunque, con las manos sujetas, no podia hacer nada con los cabellos; que, en ese momento, soltados de las horquillas, le caian en cascada por la espalda en un torrente de bucles bastante lacios. Una mancha oscura le cubria la frente y el vestido de paseo, color limon, se encontraba arrugado y sucio. -Realmente no deberias preocuparte por tu apariencia -le reprendio su reflejo-. El peinado es ahora el menor de tus problemas. De repente, unas voces masculinas sonaron desde fuera, cada vez mas cerca. Si esa alcoba era el destino previsto de quienesquiera que fuesen, posiblemente podria enterarse de lo que estaba sucediendo si ellos la creian dormida; por lo que corrio hacia la cama y se lanzo sobre ella. El colchon se hundio bajo la apresurada llegada y levanto una nube de polvo. El pelo le cubrio el rostro y lo unico que pudo hacer fue escupir aquellos que se le introdujeron en la boca, mantener inmoviles los miembros y esperar. La llave giro y la puerta se abrio con un crujido. Lucy sintio como si los latidos acelerados de su corazon hiciesen eco en toda la habitacion. Se materializaron la luz tras sus parpados, asi como unos pasos viniendo hacia ella. Trato de mantener la respiracion profunda y lenta, aunque el mundo se le evaporaba sabiendo que unos extranos la observaban desde arriba. Una mano le aparto suavemente el cabello hacia atras. Casi se estremecio. Habria esperado un fuerte pellizco, o una bofetada para despertarla, pero los dedos eran afectuosos mientras le acariciaban parte de la cara, retirandole mas mechones de las mejillas ardientes. La mano siguio el flujo de los cabellos, cuello abajo, hacia el hombro, y los dedos se deslizaron perezosamente sobre los tirabuzones, suaves y enredados, antes de posarse en el pecho. Lucy, desesperadamente, mantuvo el aliento. No es que ya no tuviese miedo. Sencillamente sintio una expectacion, casi placentera, sobre a donde irian a parar aquellos delicados dedos merodeadores. Escucho la fuerte exhalacion de otro individuo y percibio la retirada brusca de las manos. -?Era necesario golpearla? -pregunto una voz profunda y fuerte-. Esta sonrojada y respira con rapidez. -!Uf! Era igual que un gato en el infierno, casi me arana los ojos. Y no es que yo la golpeara exactamente, solo le di un empujon y quedo sin conciencia. Dejala hasta manana, estara bien - contesto el otro varon, mostrando bastante indiferencia hacia Lucy. -!Por el amor de Dios! ?Y que pasaria si ella enfermase mientras esta inconsciente? !Maldita sea, aqui tampoco hay agua! -?Para que? -respondio-. Las manos de la nina estan atadas. Siguio un comentario muy grosero, algo que ella habia escuchado en palabras de su hermano cuando estaba de mal humor... o con unas copas de mas. Suavemente se sintio girada hacia un lado y se esforzo por mantener el cuerpo flacido. Pero no pudo detener un leve quejido de dolor, que se le escapo, mientras le liberaba las manos rigidas. Otra maldicion salio de la boca del hombre mientras la colocaba en una posicion mas comoda. Debia estar preparada para patearlo y huir. Aunque entonces tendria que lidiar tambien con el otro majadero, que habia demostrado menor interes por su bienestar. Lucy tampoco podria contener demasiado tiempo esa apariencia agradable, ni la falsa inconsciencia, mientras ese personaje la atendia. Este le frotaba las manos heladas. Persistia en la zona dolorida, alli donde la cuerda le habia rodeado las munecas. Despues le asento dulcemente las manos sobre la cama. -Bill, ve a por un poco de agua -ordeno la voz profunda. El patan llamado Bill gruno, y luego escucho unos pasos que se alejaban. Era la oportunidad de escapar. Repentinamente sintio como el otro hombre se inclinaba y le posaba una calida y callosa mano en el cuello. !Oh, Dios! El solo pretendia ser amable y, ahora que el despreocupado Bill se habia ido, la iba a estrangular. Pero no. La mano se movio buscandole el pulso en la garganta, presionando suavemente con los dedos. El corazon se le acelero y los ojos le parpadearon imperceptiblemente. Seguramente el ya debia saber que ella estaba despierta, sin embargo, los dedos siguieron vagando. Se movieron hacia arriba, pasando por la oreja, la mejilla y deteniendose al final sobre la frente, donde el hombre oprimio la palma buscando cualquier signo de fiebre. Finalmente, ella lo sintio escorarse aun mas cerca; la camisa de lino crujio y otra vez aquella sensacion horrible, aunque innegablemente placentera, la envolvio. Podia oir la ruda respiracion, y notar el calido aliento y el perfume de sandalo impregnandole los sentidos. La familiaridad se apodero de Lucy. Ese perfume. Ella conocia ese perfume. Incluso la voz le parecia ahora familiar. Sintio que la persona se le acercaba mas y el cuerpo se le tenso involuntariamente. <>, se repitio para si misma.

  • Una buhardilla en Paris de Catherine Roberts

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    Siglo XIX. Amy escapa de Londres el dia antes de su boda concertada, que la hubiese llevado a un destino muy comodo, pero con un hombre al que detesta.
    El viaje hacia su libertad no sera facil. Vivira lo mejor y lo peor del Paris bohemio, poblado de actrices, cabarets, moda y atrevidos pintores impresionistas.
    El misterioso vecino de la buhardilla la introducira en un mundo que ella nunca pudo imaginar.
    ?Has sonado alguna vez con ser libre y escapar?

  • Un lugar sobre el acantilado de Kris L. Jordan

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    Un magico lugar en las islas Orcadas, un hotel sobre un acantilado y el mar esperan la llegada de unos visitantes muy especiales: una escritora de novela romantica y sus guardaespaldas.
    Katy cerro su corazon, pero una bonita sonrisa podria desbaratar sus planes.
    Ishbel es una loca de la vida que disfruta del amor sin ninguna atadura, hasta que un texano cabezota se cruza en su camino.
    Dos historias de amor en las que, como en la vida misma, las cosas mas sencillas se vuelven complicadas.

  • La doncella de la sangre de Ahna Sthauros

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    Diane es una joven estudiante francesa de Paris que decide estudiar en la Universidad de Sevilla como alumna Erasmus. Es huerfana y lo unico que le queda de sus padres es una medallon antigua decorado con simbolos extranos.En la noche de Halloween su vida cambia radicalmente cuando conoce a Alleyne, un joven ingles misterioso que resulta ser un vampiro. Entonces descubre que toda su vida se basa en una mentira: su padre no ha muerto y es uno de los vampiros mas poderosos de la Sociedad vampirica, y ella es mucho mas de lo que aparenta.Falsas apariencias, vampiros, demonios, cazadores, angeles caidos…Diane tendra que olvidarse de todo lo que conocia como humana y debera adentrarse en un mundo oscuro y desconocido, cuya Sociedad espera mucho de ella.?Sera mas fuerte su Destino o su amor por Alleyne?

  • Vuelve el amor de Sophie Kiss

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    Una mujer triunfadora, moderna, independiente economicamente, maneja su vida a plenitud, amante de la buena vida, la comparte con su buen amigo multimillonario con el cual tiene una relacion liberal. A su consulta llega un atractivo hombre que la llevara a sensaciones jamas antes vividas . El universo le envia sin ella pedirlo a un artista multimillonario, ex novio y primer amor de juventud. En la vida se ocultan grandes secretos que al final salen a la luz.

  • Hoy no quiero matar a nadie de Boris Quercia

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    Hace frio, son las seis veintitres de la manana, es recien martes y no tengo ganas de matar a nadie. Que tontera mas grande. Estoy de guata en la vereda, miro por debajo de un Fiat Fiorino, solo les veo los pies. A mi espalda hay un pasaje estrecho que cruza toda la manzana y llega hasta la otra calle. La idea es que ninguno de los Guateros se escape por ahi. Asi se llaman. Los Guateros. Los seguimos hace cinco meses, nos sabemos de memoria sus caras, sus voces, sus chistes repetidos de cuando hablan por telefono. Se descolgaron de una banda mayor, los Melacomo, pero los Guateros no saben cuidarse, hacen todo mal y hoy les toca. A ellos y a nosotros. Cuando se trabaja con estas bandas de poca experiencia es mas peligroso. Los que saben hacerla, se entregan de inmediato. Tienen abogados eficientes, dinero con el que comprar a actuarios, infiltrados entre los gendarmes. Y en el peor de los casos, van a pasar un tiempo en la carcel sin tanta incomodidad. En cambio, los que intentan armar su primer negocio son pura adrenalina y ganas de disparar. Y yo hoy no quiero matar a nadie. Seria mas facil si estuviera en la panaderia, pero el jefe puso ahi a Garcia. La panaderia de la esquina tiene un segundo piso donde estan los hornos y la amasanderia. Desde ahi se controla el sector. Si los Guateros tuvieran mas experiencia trabajarian desde la esquina y no aqui, a mitad de cuadra. Ellos no saben, pero estan acorralados. Son las seis treinta y cuatro, y comienza a clarear. El camion esta atrasado. Yo estoy entumecido. Tengo las manos a la misma temperatura que la pistola: heladas. Ya se van a calentar con el primer balazo. Voy a tratar de darle en una pierna, quizas se caiga y suelte el arma. No tengo ganas de matar a nadie, hoy no. Escucho el camion. En la panaderia se prende la luz de la ventana pequena del bano, es la senal para nosotros. El guardia que fuma en la puerta tambien escucha el camion, tira el cigarro a la calle y entra con los demas monos de la banda. Por un momento no pasa nada. La colilla del cigarro humea a unos dos metros de mi en medio de la calle, me quedo mirando el humo que forma una figura rara y azul en el aire. Pongo mi dedo en el gatillo, lo saco. Por ultimo, que sea en un hombro; le voy a dar en el hombro del lado en que lleve el arma. Si le doy en la pierna, puede que me dispare desde el suelo. Lo malo es que el hombro esta cerca de la cabeza, cerca de los pulmones, cerca del corazon, y uno tiene que cargar la punteria hacia el centro del cuerpo, lo que aumenta el riesgo. Que pocas ganas tengo de matar a alguien hoy. Lo que si tengo son unas ganas terribles de mear, siempre es asi cuando estoy esperando que comience algo, me pasaba de nino, en Valparaiso, antes de los fuegos artificiales. Muevo las piernas, las hago tiritar y aprieto por dentro para no mearme. El camion dobla la esquina. Ya estamos, ahora si, pongo el dedo en el gatillo. Un cuarto para las siete. Marina debe de estar despertandose en este mismo instante. Cuando se queda en mi departamento, se levanta a esta hora. Estoy viendo su cara somnolienta, se incorpora y se sienta en la cama, permanece un buen rato asi, a mitad de camino entre el sueno y el dia laboral. La veo ahi sentada, bostezando antes de prender la luz; tiene puesta una polera que le preste con el logo grande en la espalda de la Policia de Investigaciones de Chile, la PDI, y sus calzones diminutos, diminutos y transparentes que dejan ver su pubis, sus vellos depilados en una pequena linea. Antes de que Marina se meta en la ducha esto habra terminado. Los Guateros comienzan a salir de la casa. Yo me arrastro debajo de la Fiorino para poder ver algo mas. Hay uno que lleva un arma larga, alcanzo a distinguir el canon que le llega mas abajo de la rodilla. El camion se estaciona. La rueda trasera pisa la colilla y disipa el humo. Salgo con cuidado de debajo del Fiat, me acuclillo. Frente a mi veo el largo pasaje, si alguno intenta arrancar por ahi lo tengo listo. Escucho el portalon trasero del camion que se abre y las voces familiares de los Guateros, con las tipicas frases tontas y autosuficientes. Marina tiene que haber prendido la luz, se habra puesto de pie, entonces se estira, levanta los brazos y se le sube la polera, dejandome ver su traste bien formado. Luego se saca la polera, la tira sobre mi cama y se va al bano. ?Que hago con esta ereccion? Comienzan a bajar las cajas. Yo no veo nada, solo escucho, ahora. <>. Empezamos, y cada vez tengo menos ganas de matar a nadie. Un auto de los nuestros a cada lado cierra la calle. Comienzan los disparos. Nosotros respondemos rapido. Desde la panaderia, Garcia apunta un fusil con mira telescopica y tiene que dar en mas de un blanco. Garcia es bueno y siempre esta dispuesto a disparar, no como yo. Si por mi fuera, no descargaria un tiro mas en mi vida. No se si estoy cansado, no se si esto pasa con los anos, no se. El del arma larga devuelve los disparos como malo de la cabeza. Desde donde estoy veo que Garcia tiene que cambiar de posicion porque su puesto de francotirador es descubierto. Aqui va a correr sangre. Una granada de gas acaba de caer dentro del camion, comienza la estampida, uno de los Guateros escapa hacia el pasaje. Lo reconozco de inmediato cuando pasa a mi lado, es Baltasar, el mas chico. Quince anos, tres en la correccional por matar a su padrastro a punaladas. Corro detras de el. <>, le grito, como avisandole, para salvarle la vida. Baltasar se gira y dispara en medio de su carrera, sin ninguna punteria. El balazo rompe un vidrio de una ventana que da al pasaje, se escuchan gritos desde dentro de las casas. <>, grito de nuevo. Baltasar ya va llegando al final del pasaje; si sale, lo pierdo. Pienso en los pies, pero apunto al hombro, disparo. La fuerza del impacto lo hace saltar incluso mas rapido de lo que el iba corriendo, como si un caballo le hubiera dado una patada en la espalda. El muchacho cae... Mitad del cuerpo en la vereda, mitad en la calle. Camino lentamente sin dejar de apuntarlo, me giro un poco hacia atras y veo a mis companeros esposando a los Guateros en el suelo, ya no se escuchan disparos. Miro hacia adelante y veo que Baltasar no se queja, no se mueve. Cuando me acerco, tomo una de sus zapatillas que quedo casi pegada al suelo mientras su cuerpo salio volando. Es una Nike, aun con olor a nueva. La tomo, esta caliente, algo humeda, me da un poco de asco, como cuando en el metro uno se sienta en un asiento que recien fue ocupado por alguien. El pasaje se llena de murmullos, yo sigo caminando hacia el muchacho. Mi bala le entro por la nuca, tiene el rostro desfigurado. Ni preguntar, esta muerto. Marina debe de estar prendiendo la ducha ahora, que ganas de que mojara todo esto y limpiara esta sangre que comienza a escurrir por el pavimento. Que pocas ganas tenia hoy de matar, pero ahi esta Baltasar. 2 A Marina no le gusta la playa, siempre le hacen el mismo chiste con su nombre. Pero es verdad, le cargan los mariscos, le cargan las olas y encuentra que el sonido del mar es hostigoso. Tampoco le gusta la arena y encuentra el agua demasiado fria. Una vez se subio a un ferri para cruzar a Chiloe y jura que nunca mas. Ella nacio en Farellones. Su papa era paco y estaba a cargo del reten antiguo. A su mama le vinieron las contracciones de noche en medio de una tormenta de nieve, ni sonar con bajar a Santiago. Su papa atendio el parto. No sabe por que le pusieron Marina, se iba a llamar Rocio, pero cuando volvio del registro civil ya se llamaba Marina. No se por que pienso en todo esto mientras lleno el formulario, que tontera mas grande, si le hubiera disparado a los pies, no estaria aqui estampando mi firma. Garcia firmo como testigo. Desde donde estaba, no veia nada, pero es buena gente. Despues, subir al segundo piso, entregar la constancia, firmar el libro, el timbre, la rubrica del oficial. <>. Los papeles van a parar a un archivador. Y el archivador a una sala llena de archivadores, y en unos anos a la basura con miles de archivadores. Eso fue todo, un tramite que no me cambiaba el sabor amargo de la boca, pero por lo menos me dejaba libre de polvo y paja. Bajo y camino. Llego hasta Banderas, me mezclo entre la gente. Pienso que, a diferencia de Marina, a la que no le gusta el mar, a mi si me gusta Santiago. Tambien siempre me hacen chistes con el nombre. Me pusieron Santiago por mi abuelo Santiago. Era matarife, faenaba animales en el matadero de Talca.

  • !No se de cual enamorarme! de Leen Io

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    Lily Scott era una nortena que, al cumplir los veintiuno, no tolero mas el frio y soledad que padecia en su pueblo. Se mudo a una ciudad del Sur donde empezo a conocer todo tipo de personas. Incluyendo cuatro pretendientes que, por primera vez, le hicieron sentir que sonar era valioso y enamorarse valdria la pena.
    Su corazon le asigno la complicada tarea de escoger a un unico e irreemplazable huesped.

  • Cruzando la linea de James Patterson

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    Del autor de thrillers mas vendido del mundo, llega el nuevo caso de su investigador mas famoso: ALEX CROSS, DETECTIVE, PSICOLOGO, PADRE Y CAZADOR DE ASESINOS EN SERIE.

  • Aforismos de Lev Tolstoi

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    Breve y fiel al verdadero ahinco con que Tolstoi trabajo durante sus ultimos anos de vida, Aforismos nace como una invitacion a la reflexion por medio de una seleccion de pensamientos -tanto del propio Tolstoi como de los grandes sabios de la humanidad- que el apostol de Yasnaia Poliana reunio en el amplio volumen titulado El camino de la vida (aun inedito en espanol). Selma Ancira procura en estas paginas conservar el equilibrio interno de la obra primigenia con una muy nutrida variedad de maximas de la sabiduria popular y de las diversas religiones; reflexiones de filosofos, poetas y humanistas sin distingo de su nacionalidad, pues la finalidad de este libro es dar a conocer su doctrina, transmitir sus ideas.

  • La calma y el viento de Jose Antonio Gonzalez Queiro

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    La calma y el viento es una novela basada en hechos reales, que cuenta diez anos de la historia de una familia de migrantes salmantinos que llega a Madrid en el otono de 1929, reinando el rey Alfonso XIII y bajo la dictadura del general Miguel Primo de Rivera. La caida de la monarquia en 1931, la instauracion de la II republica (1931/1936) y la terrible guerra civil (1936/1939) forman el nucleo central de este apasionante relato, que iremos recorriendo en la piel de esta familia, viviendo sus alegrias y penas, sus exitos y fracasos, que nos llenaran de viva emocion y nos transportaran a un epoca convulsa, llena de vaivenes.

  • EL DESAFIO de Agustin Cortamanero

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    En un poblado sin jurisdiccion de ninguna autoridad reyna en especial la delincuencia y el crimen organizado, el gobierno destina un equipo para implementar un organo regulatorio que disminuya el alto indice de inseguridad y criminalidad, pero a la hora de comenzar a trabajar en Villa Union una serie de decesos poco comunes se van desarrollando interfiriendo con las investigaciones criminales correspondientes, es responsabilidad del detective Marcelo Dos Santos investigar y descubrir lo que sucede en torno a toda esta situacion, no sin apoyo de quien fuera el mejor detective del pais durante un par de decadas, en conjunto se encargan de desmenuzar cada situacion misteriosa que convierte a esta investigacion en un Desafio.

  • Batiendo a Wall Street de Peter Lynch

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    El legendario gestor de fondos Peter Lynch explica en este libro sus estrategias de inversion y sus claves sobre como seleccionar acciones y fondos para conseguir la mejor cartera de inversiones posible.

  • Hijos de la sombra de Graciela Ramos

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    Era una pequena comunidad olvidada por las lineas cartograficas. No quedaba de paso para ningun lugar. Cada vez tenia menos habitantes. Los jovenes huian, los viejos morian. La vida de todos circulaba por las calles empolvadas alrededor de la unica plaza coronada por la comuna, la comisaria, la iglesia, la escuela primaria y el club social. Los grifos incrustados en lapidas eran los proveedores de agua potable. Rosalinda Espinosa era la curandera para todos los males. Era curioso ver como las personas salian del unico dispensario y caminaban hasta la casa de Rosalinda. Lo que les decia el doctor tenia que estar avalado por ella. El club social, un respiro para las almas cansadas. Y la iglesia, con todos sus dones, era la que gobernaba en el pueblo. "?Por que habre nacido aca? ?Tendre el valor para irme algun dia de este pueblo?", rezaba Agustin. 2 Los huevos, amontonados en la canasta de mimbre, marrones, gordos, fanfarrones, esperaban. Agustin, apurado, los vio, se detuvo y les clavo la mirada. Su pecho comenzo a palpitar y su respiracion a acelerarse. Comenzo a largar aire por la nariz como un bufalo. Estaba enojado. Tenia ganas de correr al gallinero, apresar una por una las ponedoras y acogotarlas. Y ahora, con la llegada de Eusebio, el gallo nuevo, estaban como locas. No paraban de poner y poner huevos. "Espero que esta vez no me toque a mi. Por favor. Ella no entiende que me averguenza salir con esa canasta por el pueblo. Me la paso esquivando a los conocidos y escondiendome de las chicas. ?Tanto le cuesta entender que un chico no puede andar vendiendo huevos? Esas son cosas de viejas, o bien, de mujeres", pensaba Agustin, cruzando los dedos. Tratando de escabullirse antes de que lo vieran. --Hoy va la Rosana a vender los huevos --dijo Erna, su madre, como si hubiera escuchado su pensamiento--, y uste vaya a arreglar el alambrado del gallinero antes de irse a la escuela. !Dios bendiga mis gallinas! Esos zorros me los manda el mismisimo diablo. A la Pepa le mataron el Quique. No se puede reponer la pobre. Un pavo como ese… El pavito lo esta criando en la cocina. Es hijo del Quique. Erna era el motor de la familia, a su manera, porque todo lo sometia a la voluntad de Dios. Luis, su padre, trabajaba en el aserradero de los Salvatierra, como casi la mitad del pueblo. Y Rosana, su hermanita, se pasaba la mayor parte del tiempo haciendo munecas de trapo con los retazos de tela que quedaban en el costurero de su madre. Luego, a escondidas, las vendia en la feria que eventualmente se hacia en la escuela. Con ese dinero Agustin le traia del pueblo vecino, Las Chunas, pinturas de labios, de unas, revistas. Las tenia escondidas en una caja con candado debajo de la cama. Era su tesoro. --Pobre dona Pepa. Si, lo queria al pavo. Voy a arreglar el gallinero -- contesto Agustin y salio rapido. A ver si todavia se arrepentia y le enchufaba la canasta. Era extrano ver como funcionaban las cosas en su familia, su padre era el hombre de la casa, pero todo se hacia como lo mandaba su madre. Rosana se acomodo el sombrero de tela gastado, tomo la canasta con los huevos y camino hacia la calle. A ella no le importaba, pero, claro, no era tan eficiente como Agustin, recorria la mitad de las calles y nunca se acordaba de cobrar las deudas de la semana anterior. --!Pase a cobrarle a dona Pepa, que se viene haciendo la sota y me debe dos docenas ya! --grito Erna desde la cocina. Y asi las cosas se acomodaron para Agustin. Silbando y con las herramientas de la precaria cajita de madera de su padre, fue a visitar la casa de las gallinas. "Cuando me vaya de este pueblo, voy a ser medico", rumio. 3 Acariciaba sus crines, revisaba sus patas, la llamo Lola. La yegua no era suya, era de Cosme, un vecino. Se la prestaba los dias habiles para que pudieran ir a la escuela en Las Chunas. A cambio, lo ayudaban a mantener su huerta, que ocupaba el potrero donde antes, cuando era joven, tenia caballos. Rastrillar, limpiar, poner las semillas. El ano pasado habian cosechado mas de cien zapallos y doscientas zanahorias. Las habia contado, si, no podia controlar esa mania de contar las cosas. No lo hacia feliz, lo cansaba, pero hasta que no llegaba al ultimo numero no podia parar. Erna sacudia la cabeza y observaba desde la ventana de la cocina. --!Cuantas veces le tengo que decir que primero ensilla el sulky, luego se pone el guardapolvo! --grito. --!No voy en sulky! --contesto y ajusto las correas de cinchar. Hacia calor y no tenia ganas de ir a la escuela. Pero sabia que, si queria una oportunidad para progresar en la vida, debia estudiar. Eran muy pocas las familias que podian enviar a sus hijos pupilos a diferentes ciudades para cursar el secundario. --!Mejor que vaya solo, esos dos burros no son buena compania para uste! -- contesto Erna y siguio con sus cosas. Se referia a sus amigos. Marcos habia repetido tres veces primer ano. Y Diego, dos. Salio como un rayo montado sobre Lola mientras conjugaba los verbos. Tenia leccion. Le faltaba poco para terminar el secundario. No le costaba tanto estudiar, pero no le gustaba ir solo a la escuela, era como ir desnudo. Sentia que todo el mundo lo escrutaba, el extrano, el raro… Cuando estaban los tres juntos, era diferente. Enfrentaban con heroismo las miradas inquisidoras

  • Nunca te deje de amar de Aitor Ferrer

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    Siempre se ha dicho que el primer amor nunca se olvida, pero, ?cual es el primer amor de una persona? Tal vez, ?el que se vive cuando se es adolescente? Ese que llega a la tierna edad de quince anos y te hace sentir que estaras siempre con la misma persona. O, por el contrario, ?el primer amor puede ser el que aparece sin esperarlo y tras algunas relaciones? Ese amor del que nunca puedes olvidarte, por muchos anos que pasen, puede llegar a los diez, a los quince, los treinta o incluso a los cincuenta anos. ?Acaso ese primer y verdadero amor debe tener una edad concreta? Creo que no, pues, a mi, ese amor del que aun tengo el mejor de los recueros, ese que nunca podria olvidar, llego a mi vida cuando tenia veinticinco anos. Y es que, como bien es sabido, el amor llega de la manera en que llega y cuando deber hacerlo. No tiene edad, no tiene un tiempo concreto para llamar a nuestra puerta, pero cuando lo hace, se ha de aprovechar hasta el ultimo minuto de ese amor que nos rodea. Aquel verano, hacia ya cinco anos, con la carrera de profesora recien terminada, volvia esa noche a casa despues de celebrarlo con mis companeros y companeras de universidad. Quiso la mala suerte, o tal vez el caprichoso destino, o el que debia poner mas alquitran en la carretera el dia que la hicieron, que pisara en el unico agujero que habia cuando cruzaba y me torciera un tobillo. Es que parece que los tacones tengan iman con esas cosas, de verdad. El caso es que, segun caia mientras parecia que hiciera malabares, pues tenia los brazos extendidos, y que a mi me daba la impresion de hacerlo a camara lenta, pensaba en el topetazo que me iba a dar y el dolor de posaderas con el que acabaria. No, no aterrice en el suelo de manera milagrosa, o, mas bien, gracias a ese caballero andante de brillante armadura que me sujeto para que no acabara sentada en la carretera. --?Estas bien? --nunca olvidaria esa voz con la que me pregunto. Pero, cuando me gire, supe que esos ojos verdes serian mi tormento a la hora de dormir por las noches. --No me duele el culo, pero el tobillo me palpita que da gusto --conteste, algo contentilla por las copas que habia tomado, el sonrio y me ayudo aponerme en pie. Me llevo hasta un banco donde nos sentamos y, tras pedirme permiso, cogio mi pierna con una delicadeza increible y empezo a revisarme el tobillo. Di un leve respingo al notar un pinchazo, pero sus palabras me calmaron, o al menos, despues de saber por que las dijo. --No esta roto, y tampoco hay esguince, manana lo notaras un poco molesto, pero pasado estara como nuevo. --?Que eres, medico? --Si --sonrio, y yo desee que la tierra me tragara--. Vas contentilla, ?eh? --Celebraba el fin de mi carrera --levante las manos. --Ah, pues felicidades, pero, caerte al suelo, ?entraba en la celebracion? --No --rei--, eso ha sido culpa de la carretera, tiene un agujero en todo el centro. --Cierto, la carretera --rio negando. --Me llamo Jaca, muchas gracias por evitar que diera con el culo en el suelo --le tendi la mano. --Ismael, ha sido un placer --cogio mi mano para estrecharla y, ese simple contacto, hizo que cientos, no, miles... !Va! Decenas de miles de mariposas revolotearan en mi estomago. Aquella fue la primera vez que nos vimos, y supe que no seria la unica, incluso antes de que nos dieramos los telefonos tras un par de horas charlando y tomando una copa. Como dijo, Ismael era medico y acababa de salir de trabajar, habia estado de guardia y me comento que se dirigia a tomar una cerveza, solo, para desconectar del que, probablemente, fue el peor dia de trabajo de su vida. Ni el me conto el motivo, ni yo pregunte, tan solo estuve haciendole compania mientras bebia, pues es sabido que beber solo puede llegar a ser peligroso. Vale, con amigos tambien, y mas si estas celebrando algo, pero bueno, me habia ayudado y quise invitarle a una cerveza. Al dia siguiente me llamo para interesarse por mi tobillo, le dije que tan solo tenia una ligera molestia y que, gracias a la pomada que me habia aconsejado lo soportaba bastante. Me pregunto si le aceptaria una invitacion para comer un par de dias despues, acepte encantada pues queria seguir viendo y conociendo, a ese medico de ojos verdes y diez anos mayor que yo. Por aquel entonces vivia con mi madre, Rosa, que quedo viuda unos anos antes y era el principal pilar en mi vida, como yo lo era en la suya. Le hable de Ismael, le dije que habia sentido algo aquella noche y se alegro, tan solo me dijo que fuera con cuidado, que no queria que me hicieran dano. Llego el dia de volver a verlo y me llevo a comer al pueblo de al lado, a un restaurante precioso donde las horas fueron pasando mientras hablabamos de todo en general, y de nada en particular. Le conte que, tras acabar la carrera estaba, opositando, queria conseguir una plaza en alguno de los colegios de la ciudad y que me moria por empezar a trabajar con ninos, ya que eran una de mis debilidades. Ismael me dijo que habia seguido los pasos de su familia, habia muchos medicos y cirujanos desde hacia generaciones, asi que la medicina era algo que llevaba en la sangre, segun confeso, formaba parte de su ADN. Los dias fueron pasando, los mensajes y las llamadas se sucedian unos tras otros, volvimos a vernos en varias ocasiones y, en una de ellas, nos besamos. ?Como fue ese primer beso? Mejor de lo que esperaba. Fue delicado, tierno, pero, a la vez, con ese punto de picardia que ya sabia que tenia Ismael, mordisqueaba y me pasaba el pulgar mientras me miraba a los ojos y yo... Yo queria que ocurriera algo mas. ?Ocurrio? Si, claro que ocurrio. Acabamos en un pequeno apartamento dejandonos llevar por el deseo y esas ganas que nos teniamos, nos amamos bajo las sabanas durante toda la noche, y por la manana tuvimos que separarnos. Nos vimos durante aquel verano, siempre en el pueblo de al lado donde vivia, en aquel apartamento que me dijo era de un amigo suyo que estaba de vacaciones y se lo estaba cuidando. Las horas a su lado pasaban volando, cada dia me sentia mas a gusto y me enamoraba un poco mas de Ismael, mi querido Ismael. Y, como en todo, el amor da sus frutos, y el nuestro llegaria en unos meses. La tarde que iba a contarle que seriamos padres, la felicidad me embargaba, pero como se suele decir, lo bueno dura poco. La cara de Ismael cuando nos encontramos era de funeral total. Y no era para menos, pues asi me senti cuando acabamos de hablar y me confeso lo que menos me habria imaginado. Estaba casado y su esposa esperaba un hijo. Senti que el mundo caia sobre mi, que se derrumbaba ese castillo que, poco a poco, habia empezado a construir entorno a Ismael, mi querido Ismael, que no era mio, pero si querido. O, mejor dicho, la querida fui yo. Una amante, eso es lo que habia sido para ese hombre durante el verano, la otra, una mujer con la que saciar sus ganas en la cama. ?Que habia de cierto en esas miradas, o en sus caricias? ?No habian sido mas que falsas esperanzas para una muchacha de veinticinco anos con la que habia jugado? Casado... El hombre del que me fui enamorando, poco a poco, dia tras dia, estaba casado. Ya tenia una familia, iba a ser padre y yo no era nada para el, no pintaba nada en su vida. Llore, rota por el dolor mientras el, no me dedicaba ni una mirada. Guarde mi secreto, ese que iria conmigo a la tumba cuando el Senor me reclamara a su lado. Aquel dia, la felicidad de saber que llevaba en mi vientre el fruto de un amor tan grande, quedo relegada por el dolor, la pena y el sabor amargo de la desdicha. Ni siquiera deje que me llevara a mi casa, lo deje en el bar donde me habia llevado y cogi un taxi para volver a la ciudad. En ese instante comprendi el motivo de vernos siempre en el pueblo de al lado, y no, no era porque tuviera que cuidar del apartamento de su amigo. Que, a saber, si aquello era cierto. Tal vez era suyo, un picadero al que llevar a las pobres tontas e incautas como yo, y que cayeran ante su galanteria, esa mirada y el sabor de sus besos. Camine durante un rato por el parque, me sente en un columpio como si fuera una nina pequena, llorando mientras con una mano me acariciaba el vientre, prometiendole a mi pequeno angelito que, aunque estuvieramos solos, jamas le faltaria nada y, mucho menos, mi amor, ese que ya sentia desde el momento en que supe que estaba dentro de mi. Llegue a casa y, mi madre, al verme, me abrazo sabiendo que algo habia ido mal. Antes de ir a hablar con Ismael, le conte a mi madre la noticia, me abrazo feliz de saber que iba a ser abuela y cuando vio el dolor en mis ojos, asi como fue obvio para ella que habia llorado, pregunto si es que el no queria saber nada del bebe. Le dije lo que habia confesado Ismael y hasta ella lloro de dolor. Volviamos a ser ella y yo, solas, y ahora llegaria mi angelito, ese que nos colmaria a ambas de felicidad y amor. Y asi fue, mi madre nos ayudo a mi nina, a quien llame Alba, y a mi a salir adelante. Cuando mi pequena nacio cogi plaza en un colegio, un ano despues y con el dinero que habia ido ahorrando, di la entrada para un pisito donde viviria con mi hija, aunque siempre tendria a mi madre y su casa, para lo que necesitara. Alba tenia dos anos cuando nos instalamos definitivamente en nuestra propia casa, donde mi madre venia siempre que queria estar con sus ninas, como nos llamaba a mi hija y a mi. Durante aquellos anos no supe nada del que fue mi primer amor, ese que bien sabia que jamas iba a olvidar. El dia que me marche, llorando tras su confesion, borre su numero del movil, pues bien sabia que el, no me llamaria nunca, asi que al menos evitaba buscar su nombre en mis contactos, ese nombre que tenia grabado a fuego en el corazon, ese que algunas noches me habia hecho llorar al recordarlo.

  • Persiguiendo un imposible, Scarlett Butler de Scarlett Butler

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    ?Que hacer cuando has pasado toda tu vida persiguiendo imposibles?

  • Quedate con mi alma (Las senales existen 1) – Yanira Garcia de Yanira Garcia

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    Alma Flores: la chica perfecta con su vida perfecta.
    Jaime Alcantara: el hombre correcto con su mundo correcto.
    Pero. ?que pasaria si sus vidas dieran un giro de ciento ochenta grados, provocado por una voz y un cruce de miradas? ?Que sucederia si resultara que la perfeccion no existe y que el ser correcto no siempre lleva a la felicidad? ?Cual seria el resultado, si a todo esto, le sumamos unas amigas un tanto particulares?
    Adentrate en esta romantica historia, donde los personajes tienen mucho que contar, pero, sobre todo, mucho amor para dar.
    Tenerife, Malaga, Madrid y Toledo son testigos de que el amor mas puro, se encuentra donde menos te los esperas, y que, las senales y el destino, tienen un papel importante en nuestras vidas.
    Porque las senales existen, solo estan ahi, esperando a ser vistas e interpretadas.

  • Pagaria por no verte de Juan Sasturain

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    Pagaria por no verte extrema los lazos de la ficcion y la realidad en la obra de Juan Sasturain. Esta afirmacion. mas digna de un simposio que de una contratapa. es solemne como pedo de ingles . pero no falsa. El lector que se asome nomas. no lo va a poder creer.El mar de fondo que Etchenike encuentra cuando es contratado para hacer una pesquisa en una fabrica no tiene rival en la narrativa contemporanea. El caldo de cultivo de dos decadas de politica erratica -que provienen de otros muchos de politica perversa- se combina con los desordenes existenciales a los que tan afecto es el justiciero y tenemos ante los ojos. entre las manos. el libro serio mas divertido que uno pueda imaginar.Es necesario entrar en la atmosfera de Sasturain para entender como se cuentan las cosas. Precisamos pulsar la muneca de Etchenike para saber que en este mundo hay que moverse. como alentaba el poeta. con horror y con calma .Leer de un tiron esta genialidad es uno de los grandes placeres

  • Susurros en la noche de Diane Pershing

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  • En los ojos de Youki (En los ojos del highlander 2) de Ana E. Guevara

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    Ferguson vivia en una granja rehabilitada a las afueras de Edimburgo, nunca sintio el mismo aprecio que William por la capital de Escocia, el preferia la tranquilidad del campo. Le hubiera gustado vivir aun mas al norte, cerca de las Highlands, pero por su trabajo tenia que ir a Edimburgo a menudo y no queria sacrificar calidad de vida metiendose trayectos innecesarios en el coche. Cuando llego a la ciudad esta apenas se estaba despertando, las calles adoquinadas y los edificios de piedra recubrian todo el centro historico, pintando las calles del mismo gris que lucia el cielo. Aparco su todoterreno y se dirigio a paso vivo al piso que William tenia en una calle paralela a la Royal Mile. Desde fuera aparentaba ser otro de esos edificios historicos que salpicaban la capital cada pocos metros, pero el interior habia sido renovado unos anos antes por uno de los mejores despachos de arquitectos de toda Escocia. Saludo al portero del edificio con una inclinacion de cabeza, estaba acostumbrado a verlo, y este le devolvio el saludo de forma cortes. Subio los peldanos hasta el piso de su amigo de dos en dos utilizando la escalera en vez del ascensor y llego hasta la puerta con vigor redomado. Llamo al timbre y cuando se abrio la puerta, William lo estrecho entre sus brazos. Eso no era una buena senal. Eso era todo menos una buena senal. Siguio a Will al interior del apartamento, un loft con amplios ventanales que daban a la calle y que comenzaban a mostrar los tipicos patrones de las gotas de lluvia resbalando por el cristal. Iba a ser uno de esos clasicos dias escoceses en los que el tiempo podia cambiar varias veces en el transcurso de veinticuatro horas. William se sento en el sofa de cuero y Ferguson pudo observarlo con tranquilidad. Su metro noventa de estatura parecia haber empequenecido y su pelo rojizo lucia ahora mas apagado. Profundas ojeras circundaban sus ojos y una barba descuidada ornaba su mandibula. Solo sus ojos verdes guardaban un apice de la fuerza que el estaba acostumbrado a ver. --?Que ha pasado? Iba a hablar, pero el timbre de la puerta sono sobresaltando a Ferguson. Edward aparecio detras de William y estaba tan sorprendido de ver a Ferguson como este de verlo a el. Edward era el hermano pequeno de William, y, aunque tenia los mismos ojos verdes que su hermano, su pelo rubio trigueno hacia que fuera facil distinguirlos. A pesar de que eran apenas las ocho de la manana de un sabado, ya iba vestido como si fuera a asistir a algun evento: pantalon verde musgo y chaqueta con un bordado de flores, muy del estilo de las que Juan Avellaneda suele disenar. --Ferguson --dijo en tono seco a modo de saludo. --Edward --respondio el aludido. William se sento en una esquina del sofa dejando el butacon libre para que su hermano lo ocupara. Se quedaron en silencio y viendo que Will tenia problemas para romperlo, fue Edward quien decidio tomar las riendas de la conversacion. --Hermano, a pesar de que no me disgusta tu compania, supongo que nos has hecho venir por algo mas que por el placer de reencontrarnos los tres juntos. ?Me equivoco? --No, no te equivocas. !Mierda! --dijo de repente poniendose en pie de un salto. --No os he ofrecido nada de beber, mama me mataria por tal afrenta al protocolo. ?Quereis algo? Edward y Ferguson intercambiaron una rapida mirada. Actuar de forma erratica no era propio de William que, por lo general, tenia siempre todo bajo control. --Yo tomare un cafe --dijo Ferguson. --Yo otro, con sacarina y unas gotas de leche de almendra. --Pues yo me voy a servir un whisky doble --les dijo William desde la cocina. Su piso era como un loft neoyorkino afincado en medio de Edimburgo. Una mesa de billar, una enorme cocina abierta al salon y una pared cubierta del suelo al techo con estanterias en las que obras literarias de todos los generos y todas las epocas compartian hogar. Ferguson se levanto y franqueo los pocos pasos que separaban los dos ambientes hasta llegar a la cocina de estilo industrial en la que su mejor amigo se estaba peleando con la cafetera con manos temblorosas. Cuando sintio la presencia de Ferguson, dejo de intentar cargar de cafe la maquina y se echo en brazos de su amigo para ponerse a llorar como un bebe. --Menos mal que has sido tu el primero en llegar a el, me hubiera muerto aqui mismo si decide mostrarme tanto afecto de una sola vez --musito Edward, lo que le valio una avinagrada mirada por parte del moreno. --Esta bien, deja que yo me ocupe de la cafetera, olvidate de tomarte un whisky ahora que no son ni las ocho de la manana y ve a sentarte en el sofa. Seguro que Edward te puede consolar durante dos minutos. Este hizo un mohin, pero supuso que no tenia mas opcion que obedecer, a fin de cuentas, era su hermano el que estaba en ese estado catastrofico. Se sento al lado de Will en el sofa y en un arranque de ternura fraternal muy impropio de el, le puso una manta sobre las rodillas y le paso un brazo por los hombros. William dejo reposar su cabeza en el hombro de su hermano, apenas unos segundos, antes de que fuera demasiado incomodo para ambos, pero fue suficiente. Su relacion nunca habia sido ejemplar, se basaba fundamentalmente en una tolerancia mutua a la mayoria de las acciones del otro. Durante anos Edward habia sido el favorito de su madre, hasta que decidio salir del armario ante el estupor de toda su familia en una cena de Navidad. Su madre, una mujer afincada en las tradiciones y para quien el protocolo era una forma de vida y no una mera recopilacion de reglas de buenos modales, lo vivio como una afrenta personal alejandose de su hijo predilecto. Eso hizo que los hermanos se acercaran, aunque nunca tuvieron una relacion fraternal marcada por muestras de carino o momentos de complicidad. Por esa razon, ese brazo sobre los hombros de William significaba tanto para ambos. Ferguson llego unos minutos despues llevando tres tazas de cafe en una bandeja, azucar, sacarina y leche. Ademas de unas galletas que encontro en un armario y las puso en un plato. --?No habia leche de almendras? --No, no habia --corto Ferguson la protesta que ya comenzaba a formarse en los labios del rubio. --Y ahora, ?nos vas a contar que esta pasando? --La he perdido --dijo con tono ausente--. La he perdido para siempre, ya... Ya no hay vuelta atras. --Supongo que hablas de Emma, pero ?que ha pasado exactamente? --Fiona. --!Uf! Fiona era una amiga de infancia de la familia, una mujer bellisima, rubisima y de piernas interminables. Una mujer de buena familia que la madre de William aprobaba y con la que llevaba anos tratando de emparejarlo. Ella habia mostrado su interes por el pelirrojo en varias ocasiones y en su determinacion por conseguir lo que queria, era capaz de llevarse por delante a cualquiera que osara cruzarse en su camino. Y fue la pobre Emma la que se cruzo. Y de la forma mas disparatada posible. Unos meses antes habian ido los tres a Espana a cerrar unos negocios y decidieron festejar la buena marcha de las negociaciones pasando el fin de semana cazando en la sierra. Hasta ahi todo normal, si no fuera porque Ferguson se cayo dislocandose el hombro y la traumatologa encargada de recolocarselo era Emma. Entre ella y William fue amor a primera vista, una historia de esas que solo se leen en los libros de Isabel Jenner o Sandra Bree, que discurria de forma impecable hasta que Fiona entro en accion. Por una serie de catastroficas coincidencias Emma acabo pensando que Will estaba con ella para ganar una apuesta con sus antiguos companeros del colegio y huyo despavorida de vuelta a Espana cuando estaban en medio de un fin de semana en las Highlands para festejar el cumpleanos de la madre de Edward y William. El, dispuesto a luchar por su amor, habia ido a Espana con la unica intencion de recuperarla, pero por lo visto, algo no habia salido bien. --?Puedes ser mas explicito? Un nombre propio no es suficiente para que nos hagamos una idea de lo que pudo pasar --dijo Edward. --Quede con Emma en los jardines del Palacio Real, queria darle una sorpresa, pues fue ahi nuestro primer beso. Pero entonces aparecio Fiona, me dijo que habia llevado la broma demasiado lejos, que ya no tenia gracia y que debia parar. No entendi lo que queria decir, por lo visto ella pensaba que mis sentimientos por Emma eran alguna especie de estupida apuesta o algo de ese tipo. Asi que tuve que explicarle que no, que estaba enamorado, que no habia otra mujer en mi vida y que pensaba reconquistar a Emma, aunque me fuera la vida en ello. Tomo aire al tiempo que reunia fuerzas para continuar con la historia. Dio un sorbo a su taza de cafe y Ferguson apenas podia contener la impaciencia por conocer el resto de la historia. --Entonces me beso. Y eso no seria tan malo en si si no fuera porque Emma lo vio. --!Ay! --exclamo Ferguson. --No te va a perdonar en la vida --anadio Edward llevandose otra mirada avinagrada por parte de Ferguson. --Tienes razon, hermano. Ahora si que la he perdido. He tratado de llamarla, de contactar con sus amigas, de acercarme a ella de alguna manera y lo unico que he conseguido es que Diana me amenace con denunciarme a la policia por acoso. --Chica lista --anadio Ed granjeandose otra mirada nada cordial--. ?Que? Es lo que yo hubiera hecho, por lo que he oido es la mas capaz de todas las amigas de Emma. --La he perdido... William estaba casi al borde las lagrimas, y a Ferguson le dolia el corazon de ver a su amigo asi. Habian pasado por mucho desde los tiempos del colegio y nunca lo habia visto tan abatido por nada. Esa mujer de verdad le importaba. --Veamos, creo que solo hay dos cosas que puedas hacer ahora, hermano --propuso Edward haciendose cargo de la situacion--. ?Estas seguro al cien por cien de que no quieres intentarlo con Fiona? La mirada de odio que se llevo por parte de su hermano fue respuesta suficiente para que esa posibilidad no volviera a plantearse nunca mas. --Esta bien, pues dado que hemos descartado la opcion mas simple, tendremos que ir a por la mas complicada: recuperar a la chica. Ferguson y William se giraron al unisono, como las gemelas de El resplandor. --?No me has escuchado? La he perdido. La cague en casa de nuestros padres por marcharme de caceria y dejarla sola con esas hienas que tiene mama por amigas, pero es que cuando trate de recuperarla, la cague aun mas. Jamas me perdonara. Edward se habia echado hacia adelante y apoyando los codos en las rodillas junto las manos como si estuviera tratando algo muy importante en una reunion de accionistas. --Veamos, ahora mismo las cosas estan calientes y lo mejor es dejar algo de tiempo para que se enfrien, pero despues podremos volver a presentar nuestra oferta. --?Por que tu plan para recuperar a Emma suena como si prepararas la adquisicion de una empresa?

  • Todos mis demonios (Todos mis demonios 1), Veronica A. Fleitas Solich de Veronica A. Fleitas Solich

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    Los demonios quieren algo que Eliza tiene.
    Cuando Eliza conoce a Vicente no logra imaginar que detras de su fachada de perfeccion, se esconde una fuerza que esta dispuesta a todo con tal de apoderarse de su alma.
    ?Entregara ella su alma al Infierno o el precio a pagar por Vicente sera algo que el no pueda entregar?
    ?Que sucede cuando nuestros anhelos, fantasias y temores se ponen de manifiesto sin que intentemos reprimirlos?
    “Todos mis demonios” es la primera parte de una pentalogia que llevara a Eliza y a Vicente a situaciones extremas en las que se veran obligados a hacer sacrificios y a tomar decisiones que muchas personas no aprobarian. Los sucesos que atravesaran, los arrastraran a lo mas primigenio del naturaleza del hombre y a la eterna lucha de las fuerzas que para casi todas las creencias, se juegan dia a dia el futuro de la humanidad: el bien y el mal.
    Sobre la verdad de nuestras almas, sobre aquello que llevamos dentro. Sobre todos nuestros demonios.
    ?Es el amor mas poderoso que el Infierno?

  • Vive mas y mejor de Miquel Porta

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    Uno de los expertos mundiales en contaminacion interna nos ensena en este libro que hacer para reducir los contaminantes en nuestro dia a dia. Si te interesa tu salud y la de los tuyos, no dejes de leerlo y descubrir los toxicos que conviven silenciosamente con nosotros.

  • Alas Rotas de David Aleman

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  • El tesoro mas preciado de Rangel M. Bellerose

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    U CAPITULO 1 Presencia del Reino no de los mas bellos parajes de todo el Reino, en la provincia de Paris alla por el ano 955 D.C., bajo el dominio de Hugo el grande, fue testigo de una de las mas bellas historias de amor jamas contadas. En aquella epoca de numerosos conflictos, entre casas feudales, por hacerse con el trono de todo el territorio de los franco, en la zona occidental de lo que hoy es Francia, la casa de los Robertinos disputaban los demas territorios a traves de Hugo, el cual alcanzo la corona anos mas tarde entregandosela a su hijo, Hugo Capeto. Pero no adelantemos acontecimientos; por aquella fecha los valles de Paris eran prosperos, con grandes recursos para sustentar a su poblacion, en la aldea hacia el Oeste, junto a la orilla del rio Sena, vivia yo a mis veinte anos y trabajaba la tierra para el noble de la aldea, siempre con un gran optimismo a pesar de mi pobreza. Acabando el trabajo, siempre me dirigia de inmediato a mi casa, para seguir colaborando en ella; al caer la noche mi madre sabia que pronto entraria por la puerta de su humilde vivienda. Mis dos hermanas pequenas no desatendian a Marie, mi madre, pero los quehaceres en la construccion o reparacion de la choza recaian sobre mi, era huerfano de padre, como casi todos en aquella epoca, y las pocas horas nocturnas de las que disponia en las noches, siempre trataba de dar confort a mi familia. --Regis… ?cielo no deberias acostarte ya?--, me dijo mi madre. La oscuridad de la noche hacia ya tiempo que envolvia la aldea, apenas unos sonidos de la naturaleza rompian el silencio, no disponia de suficiente tiempo para que mi familia viviera en las mejores condiciones posibles, --acuestate tu… quiero terminar la cama de Amabel, no puedo posponerlo mas tiempo. --Ella no tiene que levantarse antes que el alba, piensa un poco en ti--, insistia ella. Una mujer fuerte y luchadora, bella hasta decir basta o al menos lo era para mi, su delgadez y pelo negro resaltaban sus verdes ojos, su tez blanca como la de todos en la aldea mostraba una piel aterciopelada; en verdad no era mi verdadera madre, yo fui acogido por esta familia cuando era un bebe, justo antes de que mi hermana naciera, si yo la llamo hermana aunque no fuera de sangre, lo era de familia. --No puedo ver a Amabel durmiendo en el suelo… dejame terminarla y luego me acuesto--, le dije.--Esta bien, pero no dejes que te alumbre el sol sin dormir nada. Amabel era mi hermana pequena, con quince anos era ya una mujer, comenzaba a atender las necesidades del hogar, ayudando en todo lo que podia a la familia, muy responsable y guapa, no podria describir cuanto la quiero, al igual que a mi madre y a mi otra hermana, Marian de dieciocho anos. El silencio atronador de aquella noche me inquietaba, ni los grillos emitian su particular ruido, tal vez fuera la presencia inminente de una tormenta o algo peor, lo cierto es que sali al exterior de mi pequena carpinteria, y vi en el cielo una luz extrana, no era la tipica de la luna reflejada en las nubes, mas bien una luz que iluminaba el suelo, que llenaba mi alma de paz, de tranquilidad, quede exhorto durante un buen tiempo hasta que desaparecio. No sabria explicar con exactitud lo visto, pero desde esa noche mis miedos abandonaron mi cuerpo, yo era alegre desde siempre, pero aquella luz en la mas profunda oscuridad me alento a ver con esperanzas el futuro. Antes del amanecer, el cielo se derrumbaba en forma de agua, una tormenta oscurecia al poderoso astro, para mi era una bendicion dado que no se podia trabajar el campo, no para resguardarnos del temporal, sino para no danar los cultivos. Unicamente encontraba descanso en esos dias grises de lluvia, en esos dias grises de tormenta, aunque debia trabajar en la carpinteria para Melendo, el noble de la casa de nuestra comarca. Cuando el alba despertaba a los gallos, era la hora de continuar el trabajo, el techo de mi carpinteria no aguantaria mucho tiempo el torrencial que caia, pero eso no detuvo a Amabel para visitarme y traerme el desayuno, lo cual agradeci, ya no solo por el acto sino por verla tan risuena y encantadora, hasta aquella luz en la noche, su bella sonrisa era mi mayor motivacion para no descansar. --Gracias por la cama--, me dijo. --Gracias a ti por el desayuno… esta noche quiero dejartela montada, espero que estes mas comoda. --Seguro que si, me gusta mucho verte trabajar la madera. --Es bonito ver lo que los troncos esconden en su interior… algun dia, cuando crezcas te ensenare a trabajarla. --Por mi bien--, dijo. Se sento sobre la estropeada mesa mientras yo comia. --?Y Marian?… ?esta ayudando a mama? --Si, tiene que hacerlo para poder ver despues a su novio… sino mama no la deja ir por agua. --Hoy le va a ser dificil ir al rio por agua, con la que esta cayendo. --?Crees que no va a ir?… el amor puede con una mojada y mas--, me dijo con su sonrisa picara. Amabel era una joven muy parecida a Marie, ella tenia el pelo rubio, pero si no fuera por eso serian identicas, sin embargo, Marian era una chica mas parecida a su padre, morena y ojos miel, con un bello rostro que ya enamoraba a muchos jovenes. --Las chicas os volveis locas por ese amor… a ver si tu no eres tan caprichosa. --Los chicos no me van a hacer que haga tantas tonterias. --Ja, ja, eso tengo que verlo--, le dije. Estuvo a mi lado un buen rato, pero a la hora de comer ya estaba en casa, las tres lo estaban preparando el caldo que nos alimentaba cada dia. Al entrar en la humilde vivienda encontre a Marian molesta con mama, --?que te pasa? --Parece ser que hoy no puedo ir al rio… ya ni llueve. --Le he pedido que se quede en casa hoy que esta la tarde tan mala, no quiero que salga, esta lloviendo y pronto no habra luz--, me contesto Marie. En el comedor solo habia una mesa de madera, sillas y al fondo la cocina de lena, la cual nos servia para calentarnos en los dias frios, --no te preocupes que yo la acompano, no temas que no le va a pasar nada. --?De verdad?… ?me vas a acompanar?--, salto Marian con una sonrisa. --Si, pero otros dias no me digas que no quieres ir cuando te mande mama. --No se la necesidad que tiene de salir en un dia tan malo--, dijo Marie. --?Tu nunca has estado enamorada?--, solto Amabel mientras comia. El alimento no sustentaba demasiado, pero al menos estaba caliente. --El amor no es como os creeis… pensamos que todo cambiara a mejor al casaros, pero solo cambia la casa donde viviras… poco mas--, dijo mama. Yo solo escuchaba la conversacion que mantenian, no me gustaba mucho hablar de esas cosas. --Papa murio muy pronto, pero si estuviera aqui, ?no te alegraria? --Solo digo que el matrimonio os traera unas consecuencias que os marcara la vida--, expuso la madre. --Ya vas a contarnos otra vez lo de la primera noche… yo no quiero saber de eso--, dijo la mayor. --Pues si piensas casarte tendras que saber de eso. --Dejalo ya mama… ella ya sabe lo que acarrea el matrimonio--, le dije al ver apenada a Marian y Amabel. Al caer la tarde, acompane a mi hermana al rio con la intencion de encontrarse con Mercero, el joven que pretendia a Marian, la llovizna no les impedia mantener la unica ilusion de sus vidas, lo unico que en esos momentos les dejaba descansar en las noches, el amor. Con mi capa me resguarde bajo un frondoso arbol, la luz abandonaba el lugar despacio, pero sin pausa, al fondo las siluetas de los enamorados me mostraban su comportamiento, una conversacion que animaba sus corazones, ese joven llevaba tiempo detras de mi hermana hasta conseguir su proposito, yo estaba muy tranquilo, le conocia desde pequeno y era un buen amigo. En aquel instante pensaba en lo pronto que Marian abandonaria el nido, lo pronto que buscaria su futuro junto a Mercero; la rafaga de viento me incomodaba y la fina lluvia mojaba mi cara, que triste era pensar en lo poco que valia una persona y en lo poco que valia una mujer, con lo amable que era, simpatica y carinosa, no podia entender que derecho tenia el noble sobre su cuerpo, acepto que seamos usados para trabajar y poco mas, pero llegar mas lejos de eso ya no era comprensible, pero aceptado entre la poblacion. Ademas, si mas de uno habia desaparecido y a nadie le importaba, que importancia tenia pasar la noche de la boda con el noble. --Ya podemos irnos--, me dijo Marian. Ni me habia dado cuenta de que se estaba acercando a mi, por unos momentos les habia perdido la vista, la mente se me fue hasta aquellos apenados pensamientos. De camino a casa mi hermana me contaba con ilusion todo lo que habia hablado con Mercero, para mi lo unico importante era la cara de Marian, su felicidad se reflejaba en su rostro, su sonrisa bajo la fina lluvia, su pelo mojado al igual que su unico vestido, la miraba y solo pensaba en cuanto daria para que nunca tuviera que pasar por ninguna mala experiencia, --me alegro que estes contenta… ?de verdad planeais casaros? --Tengo muchas ganas, el me quiere y yo a el… no quiero esperar mas tiempo… tengo muchas ganas de estar con el. --Modera ese vocabulario… no me expliques nada. --?Y tu no piensas en buscar a nadie?… se te va a pasar la edad--, me dijo. La noche ya no dejaba ver el camino, debiamos andar por inercia, sabiendo donde poniamos los pies. --No quiero enamorarme… no puedo pensar en...--, decia cuando me interrumpio. --No lo digas… ese paso lo pasamos las mujeres sin pensar en ello… no formara parte de mis recuerdos. --Eso espero… te deseo lo mejor--, le dije. Se detuvo y me miro en la oscuridad, al instante se acerco a mi y me abrazo, todo su cuerpo temblaba por el frio, pero eso no la detenia, luego busco mi mirada y me dijo, --siempre has demostrado ser el mejor hermano del mundo… vivire al otro lado de la calle… no me voy a ir lejos. --Lo se, y eso me alegra profundamente... no conozco otra vida que junto a vosotras tres, te quiero y quiero tu felicidad. Aquella mirada me produjo escalofrios, no solo por la mala noche, era la mirada de la bondad, del amor mas sincero, de todo lo que podia desear en aquellos momentos. Seguimos andando hasta llegar a la casa, no esperabamos encontrar en la aldea al sequito de Melendo, los caballeros se alumbraban con antorchas, no era costumbre salir en las noches sin un motivo importante; sobre el terrizo de las calles, los cascos de los caballos abandonaban la aldea entre rafagas de llama y viento. --?Que ha pasado?--, pregunte al vecino. --El rey, Hugo viene a la comarca y va a pasar por el camino de las piedras, Melendo ha comunicado que todos debemos estar en el camino para vitorear su paso. --?Para que viene?--, pregunte. --Eso no nos lo comunican… busca el apoyo de los feudos y las casas de nobles, ahora las guerras se ganan llenando las barrigas de los senores. --Ya… quien mas casas tenga mayor posibilidad de llegar al trono, bueno espero que no altere mucho la paz de la que ahora disfrutamos. --Tu padre dio su vida por ellos, y el mio, el de Marian y Amabel… no les importamos lo mas minimo… puedes ser su mejor guerrero que cuando pierdes la vida en la batalla, ni se acuerdan. --Nunca luchare por nadie, no pienso ir a la guerra por ellos… ojala no nos hagan elegir. --Tu vida es de ellos… y la de tu familia, no lo olvides--, me dijo. En gran parte llevaba razon, eso no iba a cambiar por mucho que lo desearamos, tal vez pudieramos conseguir algo con sus mismas armas, pero por el momento no. Al entra en casa, Marie estaba sentada en la silla frente al fuego, Amabel y Marian fueron a sus habitaciones, --?estas bien?

  • La ultima raya – Javier Jorge de Javier Jorge

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    Una historia sobre el amor, el sexo y el peso de las decisiones en la vida. Narrada con un lenguaje y estilo directo y con un ritmo trepidante que hace volar al lector por las paginas. Compruebalo pidiendo tu muestra gratis a Amazon.

  • Lecciones privadas de Linda Howard

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    El pequeno pueblo de Ruth, Wyoming, esta a punto de recibir una leccion de manos de una profesora recien llegada dispuesta a ganarse el corazon de un hombre que creia no tener ya nada que ofrecer. Mary Elizabeth Potter es una solterona por eleccion que no se hace ilusiones respecto al amor. Pero es tambien una buena profesora… y quiere que el hijo de Wolf Mackenzie vuelva al colegio. Para conseguirlo, se enfrentara al padre del chico y a partir de ese instante padre e hijo entraran en su vida, cambiandola para siempre. Sobre Wolf Mackenkie pesa todavia el estigma de un crimen que no cometio, pero para la pudorosa Mary Elizabeth Potter no es ese salvaje medio indio al que todo el mundo mira con recelo. Para ella, es un hombre bueno y decente. Un hombre capaz de amar. Wolf, sin embargo, no esta seguro de que el pueblo o el mismo esten preparados para aceptarlo. Necesitaba una mujer. Urgentemente. Wolf Mackenzie no podia dormir. La luna, llena y brillante, lanzaba su luz plateada sobre la almohada vacia, junto a el. Su cuerpo palpitaba dolorosamente de deseo, el deseo sexual de un hombre en la flor de la vida, y el paso de las horas solo intensificaba su frustracion. Por fin se levanto y se acerco desnudo a la ventana; su cuerpo, fornido y poderoso, se movia con fluidez. Notaba el suelo de madera helado bajo los pies descalzos, pero agradecia aquella leve molestia, que enfriaba su sangre enardecida por un ansia sin cauce. La luz incolora de la luna labraba las lineas y angulos de su cara, testimonio vivo de su legado ancestral. Su cara, mas aun que la densa cabellera negra que tocaba sus hombros o que los ojos negros de pesados parpados, delataba su origen indio, visible en sus pomulos altos y salientes y en su frente despejada, en sus labios finos y en su nariz aguilena. Menos evidente pero igual de intensa era la herencia celta que habia recibido de su padre, al que tan solo una generacion separaba de las Tierras Altas de Escocia. El legado paterno habia suavizado los rasgos indios heredados de su madre, dotando a Wolf de un rostro afilado como una espada, tan depurado y cortante como recio. Por sus venas corria la sangre de dos de los pueblos mas belicosos de la historia: los comanches y los celtas. Era un guerrero nato, y en el ejercito se dieron cuenta de ello nada mas alistarse. Pero era tambien un hombre sensual. Conocia bien su naturaleza y a pesar de que la dominaba, habia veces en que necesitaba una mujer. Cuando eso sucedia, solia hacerle una visita a Julie Oakes. Julie era una divorciada, varios anos mayor que el, que vivia en un pueblecito a treinta kilometros de alli. Sus relaciones duraban ya cinco anos; ninguno de los dos queria casarse, pero tenian necesidades, y se gustaban. Wolf procuraba espaciar sus visitas a Julie, y tenia cuidado de que nadie lo viera entrar en su casa. Aceptaba desapasionadamente el hecho de que los vecinos se escandalizarian si descubrian que Julie se acostaba con un indio. Y no con un indio cualquiera. Una condena por violacion marcaba a un hombre de por vida. Al dia siguiente era sabado. Lo esperaban sus tareas cotidianas, y tenia que ir a recoger un cargamento de tablones para el cercado a Ruth, el pueblecito situado al pie de su montana. Pero las noches de los sabados habian sido siempre para desmadrarse. El no se desmadraria, pero iria a hacerle una visita a Julie y se desfogaria en su cama. La noche se iba haciendo cada vez mas fria, y unas nubes densas y bajas se acercaban. Wolf se quedo mirandolas hasta que taparon la luna. Sabia que anunciaban otra nevada. No queria regresar a su cama vacia. Su rostro permanecia impasible, pero su sexo palpitaba dolorosamente. Necesitaba una mujer. Mary Elizabeth Potter tenia un sinfin de pequenas tareas de las que ocuparse aquella manana de sabado, pero su conciencia no le permitiria descansar hasta que hablara con Joe Mackenzie. El chico habia dejado la escuela hacia dos meses, uno antes de que ella llegara a ocupar el puesto de una profesora que se habia marchado inesperadamente. Nadie le habia hablado del chico, pero Mary se habia tropezado con su expediente y lo habia leido por curiosidad. En el pueblecito de Ruth, Wyoming, no habia muchos alumnos, y Mary creia conocerlos a todos. Habia, en realidad, menos de sesenta estudiantes, pero el indice de los que llegaban a graduarse era casi del cien por cien, de modo que cualquier desercion resultaba extrana. Al leer el expediente de Joe Mackenzie, se habia quedado de piedra. Aquel chico era el mejor de su clase. Sacaba sobresalientes en todas las materias. Los alumnos que iban mal se desanimaban y dejaban los estudios, pero la vocacion docente de Mary se rebelaba ante la idea de que un alumno tan excepcional abandonara el colegio asi como asi. Tenia que hablar con el, hacerle comprender lo importante que era para su futuro que siguiera estudiando. Dieciseis anos eran muy pocos para cometer un error que lo perseguiria de por vida. Ella no podria pegar ojo hasta que hubiera hecho cuanto estuviera en su mano para convencer a aquel chico de que volviera a la escuela. Por la noche habia vuelto a nevar y hacia un frio que pelaba. El gato maullaba lastimosamente mientras olfateaba alrededor de los tobillos de Mary, como si tambien el se quejara del tiempo. --Lo se, Woodrow --consolo al animal--. El suelo tiene que estar frio para tus patitas. No le costaba trabajo ponerse en el lugar del gato. Le parecia que no habia tenido los pies calientes desde que habia llegado a Wyoming. Se habia prometido que, antes de que llegara el siguiente invierno, se compraria un par de botas fuertes y calientes, forradas de piel y resistentes al agua, y andaria por la nieve como si llevara haciendolo todo la vida, como una lugarena. Las botas le hacian falta ya, en realidad, pero los gastos de la mudanza habian agotado sus magros ahorros, y las ensenanzas que le habia inculcado su ahorrativa tia Ardith le impedian comprarlas a credito. Woodrow maullo otra vez cuando se puso los zapatos mas calentitos y juiciosos que tenia, los que ella llamaba sus <>. Se detuvo para acariciar a Woodrow detras de las orejas, y el gato se arqueo, extasiado. Mary habia heredado a Woodrow junto con la casa que le habia proporcionado la junta educativa. El gato, igual que la casa, no era gran cosa. Mary ignoraba cuantos anos tenia, pero tanto el como la casa parecian un poco avejentados. Ella siempre se habia resistido a comprarse un gato (aquello le parecia el colmo de la vida de una solterona), pero finalmente su sino le habia pasado factura. Era una solterona. Ahora tenia un gato. Y llevaba serios zapatos de solterona. El cuadro estaba completo. --El agua busca sola su nivel --le dijo al gato, que la contemplaba con su impavida mirada-- Pero ?a ti que mas te da? A ti no te importa que mi nivel parezca detenerse en gatos y zapatos serios. Suspiro al mirarse en el espejo para asegurarse de que estaba bien peinada. Su estilo eran los zapatos serios y los gatos, y el ser palida, flacucha e insignificante. <> era un buen termino para describirla. Mary Elizabeth Potter habia nacido para solterona. Iba todo lo abrigada que podia ir, a no ser que se pusiera calcetines con aquellos zapatos tan serios, pero hasta ahi no llegaba. Ponerse unos lindos calcetines blancos de los que llegaban justo por encima de los tobillos con una falda larga de vuelo era una cosa, y ponerse calcetines hasta la rodilla con un vestido de punto, otra bien distinta. Estaba dispuesta a prescindir de la elegancia con tal de ir abrigada; pero no estaba dispuesta a ir hecha un adefesio. En fin, no tenia sentido posponerlo; de todos modos, el tiempo no mejoraria hasta la primavera. Se preparo para aguantar la embestida del aire frio contra su cuerpo, todavia acostumbrado al calor de Savannah. Habia dejado su pulcro nidito de Georgia por el desafio de una pulcra escuela en Wyoming, por la ilusion de una forma distinta de vida; incluso reconocia en si misma una leve ansia de aventura, un ansia que, naturalmente, jamas permitia que aflorara. Pero, por alguna razon, no habia tenido en cuenta la cuestion del clima. Habia dado por supuesta la nieve, pero no las asperas temperaturas. No era de extranar que hubiera tan pocos alumnos, penso al abrir la puerta, y dejo escapar un gemido cuando el viento le lanzo un latigazo. Hacia tanto frio que los adultos no podian desvestirse para engendrar ninos.

  • Bailando en la oscuridad de Karl Ove Knausgard

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    <>: las palabras no son de Karl Ove Knausgard, pero, a la luz de Mi lucha, podrian muy bien aplicarsele. Y es que su serie de <> autobiograficas es tan catartica para el que la lee como lo fue para quien la escribio: es la inmitigada franqueza sin filtros del que pone su vida entera en juego la que, al vibrar en la pagina, reverbera mas alla de ella. Corre el tiempo, cambian las edades, los escenarios; y cuando se abre Bailando en la oscuridad, el cuarto volumen de la saga, Karl Ove Knausgard tiene dieciocho anos y acaba de bajar del avion que lo ha colocado un poco mas cerca de su destino. Que se llama Hafjord; Hafjord, un minusculo pueblecito del norte de Noruega donde le espera un puesto como maestro, y la promesa de una paz que le permita entregarse a su recien descubierta vocacion: la de escribir. Pero, tras un comienzo que promete, el desengano: la ambicion excede con mucho al talento. Y ser profesor no es tan facil como parecia, y las tentaciones que ante el se despliegan tienen muchos rostros: el de las chicas, el del alcohol, el del aislamiento y la soledad; el del silencio. Cuando el narrador parece abocado a la crisis, cuando su relato se oscurece, el autor nos lleva consigo hacia atras, hacia las raices del ahora: y encuentra musica y amor, escritura y vida; encuentra un testimonio de los deseos y sus frustraciones, de la dificultad de lidiar con lo heredado. Karl Ove Knausgard escribe con luminosidad y energia, sin condescendencia, de un tiempo cargado de posibilidades e incertidumbres, de ambiciones y de tropiezos; un tiempo fundacional y definitorio, en el que el impetu colisiona a menudo con la torpeza. De esa oposicion, de ese desajuste, emergen acordes inesperados, de una ligereza que no sacrifica la hondura por el camino: Bailando en la oscuridad es el episodio mas gracil, raudo, bullicioso y electrico de la serie, cargado de una vitalidad tan intensa y abierta como la que describe.

  • Intereses Placenteros de Danielle Liberty

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    Lucas Damecci es un arquitecto muy reconocido y un mujeriego empedernido que no da lugar al amor en su vida. Su asistente, Tarah, lo acompana en silencio y nunca le demuestra que siente mas que una inevitable atraccion por el, hasta que llega un momento en el que el futuro profesional de ambos dependera de su union. Pero ?podran sobrepasar sus limites y carencias para entregarse a la esperanza de un presente convencional donde “vivieron felices para siempre” es el siguiente paso? O simplemente viviran el momento, disfrutando de sus cuerpos calidos y de sus ardientes corazones por tanto tiempo como sus voluntades anhelen, anteponiendo sus intereses apasionados a sus almas.