• No te vayas, QUEDATE CONMIGO de Monica Hoff , Norah Carter

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    Sofia, una escritora de novela romantica no interesada en el amor y que vivia una solitaria vida enfrascada en su mundo, decide ayudar un dia a un triste vagabundo que pide para poder comer. Aunque un poco reticente, no puede evitar tenderle la mano para ayudarlo a salir de la miseria. Cuando Cristian acepta su ayuda, se convierte en parte indispensable en la vida de la escritora, tanto que acabaran mas unidos de lo que pensaron, haciendo que el extrano llegue a ganarse su corazon. Pero uno de los dos sera la voz de la razon, intentando evitar que sus sentimientos vayan a mas. ?Podra Sofia dejarse llevar cuando el corazon sea el que mande? ?Sera Cristian, el vagabundo, quien le haga ver cuanto lo necesita ella en su aislada vida? Una intensa historia de amor que te ensenara que si el corazon es el que elige, los prejuicios no tienen cabida.

  • Lick (Stage Dive 1) (Traduccion), Kylie Scott [PDF] de Kylie Scott

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    Despertar en Las Vegas nunca deberia haber sido asi.
    Los planes para la celebracion del vigesimo primer cumpleanos de Evelyn Thomas en Las Vegas eran grandes. Enormes. Pero jamas se hubiera imaginado despertar en el suelo de un bano, con una resaca que competia con la peste negra, un semidesnudo y muy atractivo hombre tatuado y un diamante en su dedo lo suficientemente grande como para asustar a King Kong. Si solo pudiese recordar como sucedio todo.
    Una cosa era cierta, estar casada con el hijo predilecto del Rock and Roll seguro sera un paseo salvaje.

  • Pasion fantasmal de Esmeralda Lynn

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    A pocos meses de casarse con su novio de toda la vida, la desempleada Cassy recibe una extrana noticia; ha heredado una vieja casona victoriana que le pertenecia a sus ancestros.

  • El quinto cristal (Las hijas de las tormentas 3) de Jordi Sierra I Fabra

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    Joa intuye que el cristal que le dejo su madre es la clave para volver a establecer el contacto con ella. Todas las Hijas de las Tormentas habian aparecido con uno, pero tambien habian desaparecido con el, excepto ella y Amina. Necesitan encontrar a la tercera mujer que puede darles la pista definitiva Indira Pradesh nacida de una de las Hijas de las Tormentas. Sin embargo, convencer a Indira no sera facil, su dura vida la ha convertido en una mujer esceptica y amoral, con unos extraordinarios poderes.

  • Una extrana en la playa de Marie Hermanson

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    De nina Ulrika paso los veranos en Tangevik, una pequena ciudad costera, junto con su gran amiga Anne-Marie, la hija de los vecinos, hasta aquella noche de San Juan en la que todo cambio para siempre cuando la hermana adoptiva de Anne-Marie, una nina extrana y silenciosa, desaparecio en la playa.
    Veinticuatro anos despues, Ulrika regresa a Tangevik y recorre junto con sus hijos los escenarios de su infancia.

  • Rosas al corazon de Amanda Seibiel

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    Mi hermana me tenia la cabeza hecha un bombo de tanto hablar. No hacia mas que quejarse del idiota de su exmarido. Yo estaba tan aburrida y tan agotada que me deje caer en la cama del hotel como una muneca de trapo. Acababa de aterrizar a Nueva York y solo pensaba en regresar a Valencia. Llevaba quince anos yendo y viniendo a esta ciudad y cada vez me gustaba menos. Solo habia sacado dos cosas en claro de todo esto: hablar un ingles perfecto y saber que es lo que no queria en la vida: un marido. --Patricia, ?puedes callarte un momento? --dije--. Ya se que James es un capullo en toda regla, pero dejame descansar un poco. Acabo de llegar y estoy molida. Mi hermana puso cara de ofendida y se echo a llorar. Mi cunado se la habia liado bien gorda con los ninos y ese era el motivo de mi repentina presencia en Nueva York. Patricia se habia casado con James quince anos atras. Se conocieron un verano en Valencia y el yanqui se trajo a mi hermana para los Estados Unidos, donde se casaron y tuvieron dos ninos: James Junior y Dakota. Todo iba genial hasta que el se canso de mi hermana y la vida juntos se hizo insoportable. James utilizaba a los ninos como moneda de cambio, hasta que a ella se le inflaron los ovarios. Su ultima ocurrencia fue durante las vacaciones de verano: se presento en la casa de mi hermana diciendo que iba a pasarlas alli, que no tenia donde quedarse y que los ninos debian estar en el hogar conyugal. Mi hermana me llamo histerica a Espana, con una voz totalmente desesperada: --Ese cabron quiere amargarme la existencia. Si pretende que comparta el mismo techo que el va listo. Antes me lo cargo. --Relajate --respondi--. Lo que pretende es sacarte de tus casillas y, por lo que veo, lo esta consiguiendo. --?Como voy a relajarme, Carla? No se que hacer. Mis ninos son lo primero, pero no soporto a James. Intenta desquiciarme. Ya me ha hecho mucho dano, tu lo sabes. James la habia enganado y luego se lo nego vilmente. Era un cabron de mucho cuidado. Me jodia escuchar a mi hermana en ese estado y mas estando sola en un pais desconocido.

  • Quien Mueve Los Hilos de Lorena Franco

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    CUANDO BUSCAS LA VERDAD CORRES EL RIESGO DE ENCONTRARLA Una mujer rica y de exito muere en el mismo momento en el que el hombre al que amaba aparece en la lista de pasajeros del fatidico vuelo de Germanwings estrellado en los Alpes franceses el 24 de marzo de 2015. Sara Mendieta, propietaria del edificio de la zona alta de Barcelona donde aparece el cadaver, sera el objetivo de la investigacion y la obsesion de los investigadores Joel Sanz e Isabel Morgado. Sexo, violencia, riqueza, asesinatos, en definitiva lo mas oscuro del alma humana. Todo ello orquestado por dos mujeres, fragiles y letales a la vez, que descubriran quien maneja los hilos.

  • Las cuatro estaciones del amor de Gregoire Delacourt

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    Cuatro parejas, cuatro etapas distintas de la vida. La misma cancion de amor.

  • Cero se repite siempre de G. S. Prendergast

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    OCTAVO es un soldado de bajo rango del ejercito Nahx carente de voz propia, pero sabe cual es su deber: proteger a su companera, y dejar que sea ella quien dispare, quien mate a los humanos. RAVEN es una chica de dieciseis anos de edad que se encuentra en un campamento de verano cuando ocurre la terrible invasion de los Nahx. Aislada en el bosque, Raven solo puede esperar el rescate, pero un alienigena asesina a su novio y ella se oculta para evitar sufrir su mismo destino. Arrojados en un mundo violento y desconocido, Octavo y Raven son presas del odio y el miedo. Pero cuando Raven es gravemente herida, y Octavo abandona su unidad de asalto, su supervivencia dependera de la confianza que puedan depositar el uno en el otro.

  • La duena de la santa de Mariana Guarinoni

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    Basada en la historia real de Ana de Matos y Encinas, una mujer fuera de lo comun, que para redimirse de sus pecados compro una estatuilla famosa por realizar milagros. Hoy es la santa patrona de la Argentina, la Virgen de Lujan.

  • Yo, La Peor de Monica Lavin

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    La novela definitiva sobre sor Juana Ines de la Cruz. Una mujer fuera de epoca, una escritora flagrante, apasionada y sensual que entregada a la razon y consagrada en su fe, tomo los retos mas grandes para lograr que su alma se dejara conducir por los seductores caminos del conocimiento.

  • Madrid, Rio, Los Angeles (Todo es posible 4) de Audrey Carlan

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    <> Parker Ellis es el CEO de International Guy Inc. y su trabajo consiste en asesorar a la gente mas rica del mundo sobre la vida y sobre el amor, aunque a veces no pueda evitar que salte la chispa entre el y sus clientas. Sabe que hay todo un mundo alli fuera esperandole, pero lo que no sabe es que quiza tambien se cruce con alguien que le acabe robando el corazon.

  • TE QUIERO EN MI VIDA AYER, HOY Y SIEMPRE de Sabina Rogado

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    Una pregunta que Alexia le hace al que sin ninguna duda es el amor de su vida…
    Una respuesta que no es la esperada…
    Y una decision que hara que todo cambie, en la particular historia de dos jovenes, que no saben muy bien como llevar la historia de amor en la que estan envueltos…
    Asi comienza TE QUIERO EN MI VIDA AYER, HOY Y SIEMPRE. Una historia en la que Robert no estara dispuesto a consentir que nadie, (ni siquiera la unica mujer que ha logrado llegar hasta su corazon), irrumpa en su vida poniendola patas arriba despues de atreverse a formular una pregunta que nunca debio hacer, dando lugar a un empeno desmesurado de establecer unos limites infranqueables que no estara dispuesto a permitir.
    Y por la otra parte, una Alexia realista, intentara afrontar el tipo de relacion que Robert esta dispuesto a ofrecer (sin compromisos de ningun tipo), para finalmente tomar una decision trascendental, y que posiblemente sea la mas dificil de su vida, y que hara, sin ella pretenderlo, que todo vuelva a cambiar a raiz de la dura decision.
    Si crees en el amor y en los finales felices, sin ninguna duda TE QUIERO EN MI VIDA AYER, HOY Y SIEMPRE es tu novela…
    ?Te atreves a leerla?

  • Kierkegaard en 90 Minutos de Paul Strathern

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  • Probablemente Tu de J. Zaravia

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    Liz siente que su vida esta resuelta. Todavia no alcanza los treinta, es profesional y su relacion parece ser lo suficientemente fuerte como para darle la seguridad que su vida necesita para estar en sintonia de lo que llaman “el completo equilibrio”. Solo que en la vida muy pocas cosas son absolutas o definitivas. Un cambio repentino, termina dejandola con las manos llenas de mucho, de todo lo que se habia supuesto.
    Intentando rearmar su vida; termina dandose de bruces con un tipo que a simple vista, nada tiene que ver con ella. Liz es una joven arquitecta tratando de sobrevivir en un negocio mayoritariamente dominado por hombres. El, un atractivo y exitoso desarrollador de videojuegos de ultima tecnologia con un estilo de vida algo “excentrico” para el gusto de ella. Eso la hace dudar y negarse a aceptar que la vida puede dar segundas oportunidades donde menos se espera. Sin quererlo, el acaba convirtiendose en lo necesario, para dar ese salto al vacio que nunca antes se habia atrevido a dar.
    “Probablemente tu” es la primera parte de la historia de ambos. De sus luchas entre los sentimientos “confiables” y todos los deseos intensos de una mujer y un hombre que intentan rescribirse a si mismos. En manos de quien menos lo hubieran esperado.

  • Secuestrada – Anna Zaires de Anna Zaires

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    Primer volumen de la trilogia de romance oscuro y exito de ventas en las listas del New York Times y el USA Today.

  • Bellini de Anna Casanovas

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    Hacia un ano que Daniel Liveux dirigia la orquesta del Liceo de Barcelona y podia afirmar que profesionalmente habia sido la mejor decision de su vida, en lo personal no estaba tan seguro. Cambiar Paris por Barcelona le habia resultado muy facil, de Francia echaba de menos a sus mejores amigos y las comodidades de su casa, y tambien esa sensacion de tranquilidad que conlleva estar en el lugar donde has nacido y crecido. Pero no echaba de menos la condescendencia de la prensa y los paparazzi que en Paris lo seguian a todas partes. En Espana la maxima <> se llevaba a rajatabla y Daniel, si quisiera, podria salir a la calle medio desnudo sin que ninguno de sus vecinos se inmutase. En Francia seguian hablando de el, pero ahora solo aparecia en la prensa rosa muy de vez en cuando y probablemente lo sacaban para rellenar un hueco. Sin embargo, la prensa musical especializada y los circulos intelectuales que orbitaban alrededor de la Opera de Paris estaban pendientes de todas y cada una de sus apariciones en el Liceo espanol y las aplaudian con entusiasmo. Era como si ahora que ya no estaba alli, en Francia, lo hubiesen descubierto. Daniel sentia que por fin se estaba quitando de encima la etiqueta de nino mimado que le habian colgado esos mismos criticos musicales que ahora tanto lo adoraban cuando fue elegido director de la orquesta de Paris. En los articulos que recortaba y guardaba (aunque nunca lo reconoceria) ya no aparecia la coletilla <> ni mencionaban sus fiestas o sus amantes en medio de una resena de una opera. Por fin era solo Daniel Liveux, musico, compositor, director de orquesta. Para un hombre que con diecinueve anos gano un Cesar por la banda sonora de la pelicula mas taquillera en la historia del cine frances y que a los veintitres tenia ya seis Grammys, el respeto de la prensa de su pais era el santo grial, y por fin lo tenia. Y le importaba una mierda. La manana que leyo en Le Figaro una critica donde calificaban su batuta de magistral y se dio cuenta de que no sentia ninguna emocion, que no le subia por la espalda ningun cosquilleo o que no sonreia orgulloso de si mismo, Daniel se asusto. La apatia le dejo helado, la mano con la que sujetaba el periodico temblo, era la que mas utilizaba para dirigir la orquesta, y flexiono los dedos hasta arrugar las hojas de papel. El no podia no sentir nada. Imposible. El se ganaba la vida dejandose llevar por la pasion, sucumbiendo siempre a los instintos mas basicos, escuchando atentamente cualquier capricho o peticion de sus sentidos. Daniel no podia <> y, sin embargo, eso fue lo que paso esa manana. Daniel no tenia por costumbre dedicarle demasiado tiempo a la introspeccion, asi que se dijo que debia de estar resfriado, se tomo un cafe como a el le gustaba y salio a correr por la playa. El atico que tenia alquilado estaba frente al mar, en un exclusivo edificio de la zona olimpica de Barcelona, y a su alrededor se encontraban algunos de los hoteles mas caros de la ciudad. Siempre que corria por alli atraia el interes de alguna que otra turista. No solia hacerles caso, para Daniel correr era casi tan sagrado como su musica, pero esa manana, si tenia suerte, haria un excepcion. La hizo, ella era guapisima, divertida, atrevida, y aunque el encuentro le dejo exhausto fisicamente en sus entranas no sintio nada. NADA. El no se enamoraba de las mujeres con las que se acostaba, pero siempre sentia algo cuando estaba desnudo con una de ellas. No era una maquina y le gustaba saber que aunque era solo sexo el siempre sentia respeto por la mujer que lo acompanaba y unos instantes de conexion. La chica no se dio cuenta, gracias a Dios, y despues de una ducha y de vestirse con la ropa de deporte (toda de licra y de colores extremadamente llamativos) volvio a su hotel con una sonrisa en los labios y dejandole a Daniel sus datos de contacto. El volvio a ducharse, esta vez solo y dejando que el agua helada cayese con fuerza sobre sus hombros, y se fue al Liceo con la certeza de que no iba a llamarla. Lo mejor seria que no estuviese con nadie hasta que se quitase de encima ese virus que sin duda estaba incubando. Cuando llego a la Rambla y cruzo la puerta del Liceo ya se sentia mejor. Habia ido hasta alli en moto y durante el trayecto no habia pensado en nada. Se habia dejado llevar por la musica que habia sonado a todo volumen dentro del casco. Si los motoristas o los conductores de los coches que se detenian a su lado supieran que escuchaba musica clasica, ese dia Wagner, para ser mas exactos, no se lo creerian. A Daniel le gustaba el rock, el pop, el soul, el jazz, el heavy metal, el folk. Podia disfrutar casi con cualquier composicion siempre que tuviese sentimiento, que fuese de verdad. Pero solo ciertas piezas de musica clasica lograban erizarle la piel y hacerle sentir vivo. --Buenos dias, Daniel --la directora de la fundacion que gestionaba el Liceo lo miro sorprendida--, me habian dicho que hoy no estabas. Pilar Fortuny giro su delicado cuello hacia la derecha para fulminar con la mirada a su secretario. --Y no iba a estar --se apresuro a puntualizar Daniel al ver el rostro aterrorizado del joven--. ?Me necesitas para algo? El ayudante, Ricardo, suspiro aliviado y le entrego una carpeta de piel negra a Pilar cuando esta le tendio la mano. --Si, ?por que no vamos a tu despacho? --En realidad ya estaba caminando hacia el--. Anula la reunion de las diez y encargate de que nadie nos moleste --anadio en voz mas alta para Ricardo. El joven musito un gracias en direccion a Daniel y se fue a cumplir con las ordenes de su jefa. Daniel penso que nadie se merecia tener que soportar a Pilar ocho horas diarias. El tenia que lidiar con ella de vez en cuando y se podia permitir el lujo de torearla porque en ultima instancia ella era sustituible y el no. --Adelante, sientate donde quieras --la invito sarcastico cuando entro en su despacho y vio que Pilar habia apartado una pila de partituras de una silla para ocuparla. --Tienes esto hecho un desastre, le dire a Ricardo... --Deja a Ricardo en paz. Pedi que no entrase nadie a limpiar porque despues no encuentro nada. --Es imposible que puedas trabajar aqui. --No lo es. Ella le aguanto la mirada, el collar de perlas se levanto un poco cuando solto el aire para conceder esa batalla a Daniel. --Esta bien. Daniel sonrio y fue a sentarse. El nunca se sentaba en su escritorio, le gustaba mucho mas leer partituras tumbado en un sofa o en el suelo. La alfombra de ese despacho era magnifica y si se ponia uno o dos cojines bajo la cabeza podia pasarse horas en ella. Algo le dijo que a Pilar no le gustaria saberlo, y mucho menos hablar con el de esa manera, y opto por dejar encima de la mesa los libros que habia amontonado en la silla del escritorio y sentarse en ella. --?En que puedo ayudarte, Pilar? --Entrelazo los dedos y espero.

  • Amor a distancia de Tania Alcala

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    Estar enamorado conlleva que un conjunto de emociones y sentimientos salga a flote. Es esa sensacion de necesitar ver, abrazar, sentir y tocar a la persona que tanto amas. Sientes que el reloj se detiene y junto a el, el mundo. Y en ese instante solo piensas en esa persona que te hace tocar las estrellas. Pero ?que sucede cuando ese ser que tanto amas esta a muchos kilometros de ti? ?Sigue siendo lo mismo? ?Seran lo suficientemente intrepidos y capaces de mantener la relacion?Paulo Coelho dice: <><<--Somos como el yin yang. --Me observo fijamente a traves de la camara de su computadora.--?Blanco y negro? --Enarque una ceja y rei--. Somos como el yin yang pues nos complementamos, me das el equilibrio que sonaba encontrar… --hizo una pausa corta--... Basura… Me refiero a que estamos muy… Unidos a pesar de…--La distancia --lo interrumpi. Suspire pesadamente mientras asentia--. Te amo, y los kilometros no podran con este sentimiento.>>

  • Konets de Cesar Perez Gellida

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  • Devastador de Jorge Borges

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    Mark le salvo la vida.
    Alicia hubiera muerto ahi fuera.
    Un simple accidente de coche.
    . un lago, y agua.

  • Algo mas que una luminosa sonrisa irlandesa (Socios Irlandeses 1) de Begona Gambin

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    Primera entrega de la nueva trilogia de Begona Gambin <> que llega con una apasionante y romantica historia de amor: la de Connor y Marta.

  • La magia no existe… ?O si de T. Camacho

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    Barcelona, Enero de 2015 Rosario, la abuela de Marc, una anciana de 82 anos y andaluza de nacimiento es una de los tantos que emigraron a Cataluna en la postguerra. Y por mucho que se esfuerza en hablar correctamente, no deja de soltar alguna que otra "perla" en su vocabulario. -Marc, te he cogido hora en la peluqueria para que te arregles esos pelos, que te pareces al leon ese de la peli, ?como era? "Mustafa"... eso. -Mufasa abuela… Esta bien, tu ganas. Ire a cortarmelo. La verdad es que empieza a molestarme. -Si tienes que ver a esos clientes tan importantes, tu imagen es la mejor tarjeta de presentacion hijo. ?Por que no te pones las bambas esas que te he comprado que llevan beicon? -!?Beicon abuela?! -Si hombre, !eso que se pega! -!Velcro! Abuela, velcro. – Pues eso hijo, beicon. -Confirmo Rosario alzando el brazo con la palma hacia arriba. Y encogiendose de hombros.- Marc poniendo los ojos en blanco y negando con la cabeza - !No tienes remedio abuela! ?A que hora me has cogido cita? -A las 11h. Asi que venga no te entretengas, que llegaras tarde, y me han hecho un favor porque tenian la agenda muy "apreta". -Esta bien... ya me voy. Nos vemos despues a la hora de comer abuela. Por cierto ?Me vas a preparar esas lentejas tan ricas que tu haces? !Ah! Y esta tarde he quedado con Lucas, para tomar algo y llegare tarde. Te lo digo por si luego lo olvido, para que no te preocupes. ?Vale? -Anda si... zalamero, claro que te preparo esas lentejas. Tira y vete ya. Llego a la peluqueria y una senora que hay en recepcion, que debe ser la jefa, me hace pasar a la zona de espera. Hay otra senora esperando, que ojea una revista. Al verme, levanta la cabeza y me escanea de arriba abajo. "No te cortes mujer, que mirar es gratis", pienso para mi. Cojo una revista y empiezo a ojearla. Bueno ojearla es por decir algo, mas bien paso paginas por hacer algo. Oigo una voz cantarina que pronuncia mi nombre y levanto la cabeza. Hacia mi va acercandose un angel...Bueno eso es lo que a mi me parece. Tiene una cuerpo proporcionado, no es muy alta, pero esa cara...Esa cara risuena que me sonrie...tiene un no se que, que me engancha. -Buenos dias, ?Marc?… -!Si! Si ese soy yo. – le digo, saliendo de mi embobamiento. Tengo que tener cara de idiota ahora mismo.- – Hola, soy Sandra, ?me acompanas por aqui, por favor? -Claro.-Le digo.- Me hace seguirla hasta un tocador. Lleva un pantalon negro y una bata con un escote bastante cenido, el pantalon marca sus caderas. El movimiento de estas junto con el de su melena de un rubio oscuro se balancea en una coleta alta y al mismo son, eso hace que me quede embelesado sin escuchar lo que me dice. -Sientate, y dime ?Como quieres que te corte el pelo?…. ?! Marc!? -Perdon, no te he escuchado. -?Que como quieres que te corte el pelo?, repite ella con una sonrisa. -Ah, bueno, solo queria arreglar un poco el corte. Suelo llevarlo un poco largo, no me gusta demasiado corto. -De acuerdo, pues veamos que podemos hacer. Tienes un pelo muy bonito. Sandra lo mira a traves del espejo discretamente, (es guapisimo, vaya con el nieto de la senora Rosario), piensa. Intentando que no note que lo observa, le pregunta mientras empieza a cortar. -Me ha dicho tu abuela, que estaras una temporada por aqui. ?Trabajo? -Bueno principalmente si, pero aprovecho para pasar unos dias con ella. No la veo muy a menudo, ya que vivo en Londres. Pero tengo un proyecto para restaurar un palacete cerca de aqui. Soy arquitecto. -Si, tu abuela me ha puesto al corriente, porque habla bastante de ti, Te quiere mucho y le apena no poder disfrutar de tu compania lo que a ella le gustaria. ?Sabes?… En el fondo es como si ya te conociera. – !Uy!, disculpa un momento, voy a avisar a la senora Manuela, se ha quedado dormida en el secador, tiene media cabeza fuera de el y no se le va a secar el pelo. Enseguida vuelvo. Se gira y va hacia un secador que parece un casco espacial, donde hay una senora mayor que dormia. Con mucho sigilo para no asustarla, la llama con cuidado… !Manuela! De golpe, la senora se gira y veo volar un objeto que pasa rozando la cara de Sandra. -!Manuela, que me muerdes!, grita Sandra muerta de risa. No me lo puedo creer, el objeto no era otra cosa que la dentadura de la senora que al girar bruscamente habia salido despedida. La pobre senora azorada le dice: – Perdona hija es que me molesta y me la he soltado, pero no me he dado cuenta y me dormi. Tras el pequeno incidente que produjo mas risas que otra cosa, Sandra volvio conmigo con la cara roja de reirse. Tiene unas facciones muy dulces y salpicadas de pecas que contrastan con unos ojos azules como el mar en un dia de sol. -Esto no pasa todos los dias…. aunque tengo que decirte que a veces se producen situaciones un tanto anecdoticas. Es lo que tiene trabajar con el publico. Bueno Marc, ?que tal por Barcelona?, y ese palacete que dices que tienes que restaurar, ?es de por aqui cerca? Habla muy deprisa y Marc se queda embelesado con el movimiento de su boca. -Si, esta en la zona de Pedralbes. -Le contesta saliendo del trance- Pertenecia a un antiguo conde. Y por cierto me han contado una antigua leyenda que habla de la ultima esposa del conde. Aunque no deja de ser una leyenda, es muy surrealista. Aunque si te gustan las historias de misterio, te la puedo contar. – Cuenta, cuenta…. Sandra iba trabajando, sin dejar de mirarlo de reojo a traves del espejo. -Se dice que en 1903, el Conde Ferran de Montblanc contrajo nupcias con una doncella llamada Felicia, hija de un orfebre de la villa. Como regalo de bodas entrego a su hija un espejo con el marco labrado en broce y con una inscripcion que, segun cuentan, era un conjuro hecho por una hechicera. La ultima vez que vieron a la esposa del Conde, fue al dia siguiente del nacimiento de su hija. Quedo tan abatido que no supero la pena. Pensaron que se habia vuelto loco por que decia que los dias de Luna llena veia a su esposa a traves del espejo llamandolo. Sus familiares temiendo por su salud hicieron desaparecer el espejo. A su hija, llamada Sara por su abuela paterna, la criaron sus abuelos maternos. El Conde no podia verla porque le recordaba a su dulce Felicia. Nunca mas se ha sabido del espejo. Aunque todos los que posteriormente visitaron el palacete dicen que se oia una dulce voz que llora con desconsuelo. -!Vaya!… que emocionante. -Ella se quedo con el peine y las tijeras suspendidas y lo miraba atentamente- -?Y nadie volvio a ver ese espejo? -No. Segun dicen lo escondieron, pero nadie sabe donde fue a parar. -Bueno pues ya me contaras si llegas a averiguarlo. Ahora me has dejado sin el final del cuento, jajaja. -Ya he terminado Marc, ?Que tal te ves? -Bien, me gusta mucho, has acertado con lo que queria. Marc quiere volver a verla, y sin pensarlo le propone salir a tomar algo. -Cambiando de tema Sandra, estoy pensando, que esta tarde he quedado con un amigo y unas amigas de este, a las que aun no conozco, ?te apetece unirte al grupo para tomar unas cervezas? Marc espero que Sandra aceptara, le apetecia mucho seguir conversando con ella. Sintio una necesidad imperiosa de continuar a su lado. Y sobre todo de tenerla muy, muy cerca. -Dejame tu movil, y luego te llamo, le preguntare a Angi, es mi companera de piso, habiamos quedado tambien para salir un rato. El saco su movil del bolsillo y le pidio su numero. Lo marco hasta que hizo senal de llamada, para que ella lo guardara en el suyo. Y asi, de paso memorizo el de Sandra. "Numero conseguido", penso triunfal. -Vale pues espero esa llamada. Hasta luego…, si os decidis. Espero verte, creo que lo pasaremos bien. Y salio de camino a la caja, pago y se marcho, no sin antes mirar por encima de su hombro para verla por ultima vez. CAPITULO 2 Sandra. Llego a casa, y me voy quitando los zapatos de camino a mi habitacion, que por cierto, algun dia tendre que ordenar. !No encuentro nada! Esto no es un armario, parece mas bien el bolsillo magico de Doraemon. Sale de todo. !Anda mira las pelotas de tenis que pensaba que habia perdido! ?Que me pongo? (nota mental: renovar el vestuario de invierno). Me meto en la ducha. En ese momento oigo la puerta de la calle cerrarse, lo que me indica que ha llegado Angi, -!!Hola Angi!! -Le grito desde la ducha- ?Te apetece quedar esta tarde con un chico que he conocido esta manana?, es el nieto de una buena clienta, y estara aqui unos dias. No conoce a mucha gente y nos ha invitado para salir con el, un amigo y unas amigas de este. -Hola a ti tambien Sandra, me dice asomando la cabeza por la puerta del cuarto de bano. -Por mi bien me apetece salir y conocer gente nueva. La pobre desde que lo dejo con su ex, Pablo, no levanta cabeza. El muy capullo se la pego con su secretaria. Aunque el muy borde todavia dice que la quiere, que fue un error. Si va a ser verdad eso de que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos. -Muy bien, estupendo pues lo llamare y quedare con el. Es muy simpatico, y ademas !esta buenisimo! - Tiene unos ojazos verdes que cuando te miran te hipnotizan. Unos labios bien formados, que dicen !besame! -Esto ultimo lo dijo canturreando- -Uy Sandra, que me da que este mozo te ha entrado muy fuerte ?NO? -No se Angi, hay algo en el que hace que me sienta bien, me gusta su conversacion…entre otras cosas…-Le digo moviendo las cejas arriba y abajo- Mientras salgo de la ducha, cojo una toalla y me envuelvo en ella. -Anda y vistete que vas a pillar un resfriado. Voy a cambiarme. Hemos quedado a las ocho en un bar al que solemos ir a tapear, esta cerca de casa, asi que vamos andando. Llegamos cinco minutos antes de la hora, y Marc ya esta en la puerta esperandonos apoyado en la pared con los pies cruzados y las manos en los bolsillos de la chaqueta. Y no veas que planta tiene el muchacho.... -Angi, te presento a Marc, Marc esta es Angi mi companera de piso de la que te hable. -Hola Marc, encantada de conocerte, ya me ha contado Sandra que estaras por aqui una temporada. -Si, supongo que por lo menos unos meses, depende de como vaya el trabajo por el que he venido. Le contesta el. -Bueno ?entramos y esperamos a tus amigos con una cervecita?, aqui fuera hace un poco de frio, ?no os parece?, dice Angi frotandose las manos para entrar en calor. -Si, por supuesto. Asi vamos cogiendo mesa. El local esta bastante lleno. -Contesta Marc.- Ya dentro, nos colocamos en una de las mesas del fondo. El bar esta lleno a esas horas, y ademas hay partido de futbol, con lo que el bullicio esta servido. Nos acaban de servir nuestras bebidas, cuando entran tres chicas y un chico, Marc se levanta al ver a su amigo Lucas y estos se dirigen hacia nosotros. Marc nos presenta a su amigo y este a sus tres amigas, Carmen, Montse y Rosa. Son muy simpaticos y enseguida entablamos una agradable conversacion. Nos explican que Lucas es pareja de Carmen, que es hermana de Rosa y Montse es amiga de ambas. Montse y Rosa, de seguida hacen buenas migas con Angi, ya que resulta que habian ido al mismo colegio de pequenas. El mundo es un panuelo. Con lo que se lo pasan pipa recordando a los profesores y companeros de aquella epoca. Yo me giro hacia Marc, y le pregunto. -Marc, ?has ido a ver a los clientes del palacete?, se intereso Sandra. -Si, precisamente he estado con la propietaria, ya que su marido estaba de viaje. Y hemos quedado en ir manana a verlo para definir que es lo que quieren hacer y empezar a trabajar lo antes posible. A Marc se le pasa por la cabeza que quiza podria invitar a Sandra a que lo acompanara a ver el palacete, es una oportunidad para volver a verla. Por lo que no se lo piensa y le pregunta. -?Que te pareceria venir conmigo y lo ves por dentro? Aunque lleva deshabitado muchos anos. No esperes gran cosa aparte de polvo y telaranas. Pero a lo mejor si investigamos, encontramos ese espejo oculto. -Le dice moviendo las cejas- Y desentranamos el misterio. Marc sonrie entusiasmado y hace palmas. -!Me encantaria!, !Tiene que ser emocionante! ?Y si esa leyenda es verdad y realmente pulula por sus estancias el fantasma de la bella Felicia, esperando reencontrarse con su amado en otro mundo paralelo? -Le dice con aire de misterio, entrecerrando los ojos.- -Creo que has leido muchas novelas de ciencia ficcion Sandra. Dijo Marc riendose. -No te digo que no, pero ?quien sabe?, las leyendas pueden tener algo de reales, ?no crees? ?Y que fue de su hija Sara? -No lo se, no se me ocurrio preguntar. -Comento riendose- Que mal investigador seria ?No? -Los nuevos propietarios son un matrimonio que viene de Alemania y siempre habian querido trasladarse aqui. El es un adinerado hombre de negocios y su esposa una mujer a la que le gusta coleccionar antiguedades. Por eso buscaban algo asi. Ella fue la que me explico la leyenda del palacete, por lo visto este tipo de historias le encantan. Creo que hariais buenas migas. -Entonces manana, ?a que hora quedamos? -He quedado con ellos a las cinco, o sea que te recojo a las cuatro y media. ?De acuerdo? -Genial, nos vemos entonces. El resto de la tarde paso entre risas. Nos despedimos a eso de las diez y media. Cuando llegamos a casa, Angi estaba muy contenta porque habia reencontrado a antiguas companeras y prometieron volver a quedar y salir de copas algun dia. CAPITULO 3 Estoy super nerviosa. El solo hecho de volver a ver a Marc, hace que mi estomago parezca un tablao flamenco con todo un cuadro de bailarines zapateando en el. Son las tres, he llegado del trabajo hace media hora y aun tengo que comer algo y pensar que me pongo. Creo que paso de comer. Me tomare un zumo y algo para picar y andando. Me pongo mis tejanos, una camiseta blanca con topitos azules y mis Convers azules. A las cuatro y veinticinco Marc me llama al telefonillo, !que puntual! Cojo mi abrigo y bajo las escaleras de dos en dos. -!Hola Marc! Me da un ligero beso en la mejilla y al instante se queda observando mi cara de, ?"que ha sido eso"? El, un poco azorado dice: perdona ha sido instintivo, lo siento si me he tomado demasiadas libertades. -No… Pasa nada, es solo… que no me lo esperaba. Bueno, ?dispuesto a ver ese palacio encantado? Nos metemos en su coche, un BMW 520 negro con asientos de piel. -?Te molesta si pongo algo de musica?, pregunta Marc, -No, al contrario, le contesto. Al ponerla en marcha suena una cancion de Dire Straits que me gusta mucho. "Romeo y Julieta". No puedo evitar cerrar los ojos y sin darme cuenta empiezo a tararear la cancion. Cuando termina, me giro hacia el un poco avergonzada, veo una sonrisa en su cara y noto que me pongo como un tomate. -Perdona por el concierto, no puedo evitarlo, esta cancion me encanta, me transporta a mi infancia. Mis padres la ponian a menudo, es uno de sus grupos favoritos y a mi acabo gustandome tanto como a ellos. -A mi tambien me gustan mucho, dijo riendose, como casi toda la musica de esa epoca. Por eso la tengo. Y no te preocupes…, no lo haces tan mal. Al cabo de veinte minutos estamos aparcando. Conforme vamos acercandonos a pie al palacete noto un cosquilleo en el estomago que, achaco a la imponente figura de la construccion que tenia delante. -?Que te parece por fuera? ?No crees que es impresionante? -me pregunta entusiasmado por lo que ve. Ha sacado su vena de arquitecto, se le nota a la legua que le encanta su trabajo.- -!Impresionante! Tu lo has dicho. -Yo tambien estoy embelesada con lo que veo.- Es un edificio de tres plantas rectangular, con 4 ventanales en las dos plantas superiores y uno a cada lado de la gran puerta de entrada. Es un porton doble de casi tres metros de alto con la parte superior con forma de medio arco. En el centro de cada puerta cuelga una aldaba de hierro con forma de cabeza de leon, de su boca sale una argolla circular. Llamamos con tres golpes secos y esperamos. Al cabo de unos minutos las puertas se abren con un chirrido digno de una pelicula de terror y esperamos que aparezca la Sra. Morticia Addams. Pero no, la que aparece ante nosotros es la Sra. Erika Bender, propietaria del palacete. Toda una dama de unos 45 anos, alta, media melena rubia y ojos azules, que nos saluda muy educadamente. En contra de su apariencia de mujer fria, nos sorprende su forma de actuar dulce y familiar: -Hola Marc, eres muy puntual. Veo que has traido compania, y esta bonita chica ?es?… -Hola Sra. Bender. -Llamame Erika, por favor. -Bien Erika, pues esta es Sandra, una amiga. Espero que no le importe que me haya acompanado, le hace mucha ilusion poder ver el palacete por dentro. Mas, despues de haberle contado la leyenda que me relataste. -Encantada Sandra, es un placer conocerte y comprobar que aprecias las antiguedades, y los misterios...-Dijo ella elevando las manos y moviendolas como si fuese un fantasma a la vez que entrecerraba los ojos.- Yo soy una apasionada en ese campo, de hecho, es mi profesion. Entramos en un patio enorme rodeado por una balconada en cada planta, por donde se accede a unas escaleras centrales que se bifurcan en dos. En el centro hay una fuente con la figura de una mujer en forma de hada, con sus dos alas abiertas y los pies juntos de puntillas como a punto de levantar el vuelo. De sus manos cae languidamente un pergamino medio desplegado, tallado en la misma piedra que la escultura. En el, reza la inscripcion: " Luna viam illustrat", a malas penas legible por el paso del tiempo. Segun nos explica Erika, esta escrito en latin, y quiere decir "La Luna ilumina el camino". Nos adentramos en la planta baja, que consta de una antesala a modo de recibidor, en la que hay un escritorio de estilo Barroco y un sillon de madera tallada. En las paredes hay apliques de forja con tres brazos y sus correspondientes velas medio consumidas. Desde aqui accedemos a una sala con un gran fuego a tierra en la pared principal y encima de este hay un marco enorme con el retrato de una preciosa dama en una actitud sonadora y unos preciosos ojos azules que dan la sensacion de estar sumida en sus pensamientos sin atender lo que le rodea. Los suelos son de madera, que se mantienen en muy buenas condiciones a pesar del polvo que los cubre. Alrededor hay diferentes sillones tapizados en un tono verde pastel a juego con los grandes cortinajes que aun cuelgan de los ventanales. Todo el conjunto da la sensacion de haber sido en su dia un gran salon de baile, donde se habrian celebrado mas de una fiesta con gente de la alta sociedad de la epoca. Erika nos conduce hasta las plantas superiores. En la primera hay unas ocho habitaciones, la mayoria ellas poseen una gran cama con dosel, armario, tocador y una chimenea, que en su conjunto y en su dia debian de ser acogedoras. Entramos en una, y me quedo con la boca abierta, esta, alberga una gran biblioteca. Todas sus paredes del suelo al techo estan repletas de estanterias cubiertas de libros. Por lo visto, el conde poseia una de las mayores colecciones de libros de la epoca. La segunda planta es la que quieren adaptar como vivienda, y el resto dejarlo para visitas turisticas, ademas de adecuar las salas de la planta baja para albergar algun evento o fiestas particulares. Incluso alguna exposicion artistica eventual. Paseando por el palacete, te da la sensacion de haber hecho un viaje a traves del tiempo ya que aun conserva ese aire de grandeza, que antano debio de poseer. Yo voy mirando todo a mi alrededor como una nina pequena a la que llevan al circo la primera vez. No lo puedo remediar, mi cara es muy expresiva. Solo me falta babear...Por Dios, ?Es que no puedo controlarme?

  • En el mar de Dirac de Antonio Reina

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    <> Continuan desnudos y abrazados tumbados sobre un sillon junto a la piscina, amparados por la noche y un silencio tranquilo que no se atreven a romper. Hace ya un buen rato que Maria dejo de hablar, de relatar la historia de su vida, pero el eco de sus ultimas palabras juega insistente con los recuerdos de Gael, resucitando en su mente las imagenes de aquella lejana tarde hasta que acaba por sumergirse en ellas. Un hombre joven espera en el interior de un coche azul aparcado a unos cien metros de la casa. La impaciencia le consume, pues sabe que esta a punto de dar un paso definitivo. Es una tarde de mayo, de esas que solo se ven en la ciudad con el mayo mas bonito del mundo. La luz dorada y el olor del mismo aire conjuran para ofrecer un espectaculo propio de una pintura de Sorolla. A pesar de los nervios, contempla la escena consciente de que la gente que se mueve por las zonas de alrededor es incapaz de reparar, al menos en apariencia, en la increible belleza de ese instante tan unico como irreversible. Aunque es una calle poco transitada, un nino con uniforme, que debe venir del colegio, pasa corriendo junto a el perseguido por otros dos que le gritan que pare. Detras una senora, seguramente madre de uno o de todos ellos, clamando a su vez para que miren antes de cruzar. Son la nota que rompe, y a la vez complementa, la perfecta sinfonia para los sentidos compuesta por la ciudad, especialmente para ese momento. Incluso cuando la tiene delante, mas que verla la imagina. La adora. En este momento, sentado y a su espera, la idealiza mas aun. Con los ojos entornados recrea las formas que dibuja su cuerpo al moverse y el perfume tenue que juega entre su cabello, como una espiral de brisa apenas perceptible al pasar a su lado. La conoce perfectamente y, aunque sabe exactamente de lo que es capaz, para el todo en ella es perfeccion. A solas, en el coche, imagina su sonrisa abierta y franca decorando uno de aquellos gestos, aun hoy casi infantiles, que tanto le gusta prodigar. La oye reir con ese tono inconfundible, repleto de desinhibicion, que siempre lo ha cautivado y que lo transporta muchos anos atras, a los dias que compartieron tan lejos de casa. Alicia es la duena de su mente, hasta el punto de sentir que cada segundo que no la piensa es un pedazo de vida que ha perdido para siempre. La ama tan profundamente que se sabe capaz de traspasar cualquier barrera por conservar su amor tal y como es ahora, como ha sido desde que la conocio. Necesita tener la certeza de que solo es el quien da sentido a su vida. Aunque son pocos los dias, para el es una eternidad entera el tiempo transcurrido desde la ultima vez que estuvo a su lado, y hoy, que han vuelto a quedar citados, no resta en su alma espacio para albergar tamanas ansias de verla. Tal es el sacrificio de su espera. Casi las cinco y media de la tarde. Cae en la cuenta de la hora y sabe que esta a punto de llegar. Acudira puntual a la cita, como es su costumbre, seguro, y volvera a ofrecerle sin saberlo, mientras se acerca a el, el majestuoso espectaculo de su presencia. Tal vez porque no habra mas esperas como la de hoy o, quiza, porque son muchos los anos que lleva perdidamente loco por esa mujer, no puede evitar la sensacion de que hasta el entorno reclama su protagonismo en la escena, pues el ambiente, la luz y el ruido encajan a la perfeccion en el puzle para los sentidos en que su mente convierte cuanto le rodea. Sin previo aviso, fija la vista en la casa al contemplar como comienza a abrirse la puerta. Su corazon, suplicando que sea ella quien la cruce, se desboca primero y se marchita despues cuando el que sale a la calle es el: Cain, el hermano, el mentor, el que en otros tiempos fuera su dueno y senor, en cambio, mutado ahora en su perdicion. Viendolo jugar con el setter de la familia, con el impecable aspecto que la elegancia innata proporciona a quien la posee --con independencia incluso de la forma de vestir--, resulta sencillo comprender la atraccion que genera ese hombre. Cain dirige, con gran exito ademas, la pequena empresa que heredo de su padre y que solo su genialidad ha conseguido convertir en una poderosa multinacional. Software en general, aplicaciones de defensa en especial. Un gran negocio con una competencia feroz y en el que es imposible destacar, a exclusiva expensa del genio de un visionario. Es necesario tener instinto depredador, actitud de comer antes de ser comido y, por supuesto, saber disfrutar con ello. Cain es asi, es mucho mas que asi, es la definicion perfecta del estereotipo del triunfador, un compendio, elevado a la enesima potencia, de todas esas exigencias. Cain, que en su mundo es Dios, aspira en realidad a ser Dios para el mundo entero. Sentado en el interior del coche azul, contempla como se aleja calle abajo lanzando al perro una pelota, mientras piensa que, si es verdad que Dios ha muerto, ni siquiera el Diablo acordaria la vileza de sustituirlo por semejante cabron. Fuera del alcance de su vista el hermano, vuelve su pensamiento a Alicia para dejarse llevar por la ilusion de lo que, sin haber ocurrido nunca, podria haber llegado a ser entre los dos. La imagina sobre las sabanas blancas de algodon, ligeramente cubierta una pequena parte de su cuerpo desnudo, y se estremece de pasion. Se detiene en la mirada encendida de unos ojos verdes, profundos, que suplican su atencion urgente y, cediendo a sus deseos, se tumba junto a ella con la voluntad fulminada por el extasis que le provoca contemplarla en toda su belleza. Impaciente, como si fuera un nino, la abraza por detras, tumbados ambos sobre el costado, y la besa en el cuello. Un beso que, mas alla del deseo, es una ofrenda de sumision total de su alma vencida, cargado de amor, pero tambien de fiebre e incontinencia a duras penas domada, que ella recibe con un gemido suave que lo excita mas aun. Los brazos que la rodean a la altura de los hombros acaban en manos que bajan lentamente recorriendo el sendero entre sus pechos hasta alcanzar un vientre tembloroso que se agita suavemente con el calor de cada roce, de cada caricia. Piel contra piel, conscientes del deseo del otro, los amantes convierten la paciencia en una audacia que parece no tener limite porque, ya sin freno, la carne pide a gritos mas sitios donde besar, mas lugares donde regalar placer y huecos que provoquen una respuesta en el otro que haga subir la intensidad de la batalla, una contienda que ambos saben destinados a perder frente al agotamiento de un orgasmo prolongado. Y asi, continua su espera en el interior del coche azul imaginando que, exhaustos y satisfechos, fundidos en un abrazo, como si fueran uno, aguardaran entre susurros confidentes y risas con sordina a que la radio vuelva a poner su cancion, y comenzar de nuevo a amarse. La radio, si... suena en el coche otra vez el estribillo de moda para devolverlo a la realidad de ese momento, dejando atras los suenos. Absurdo, ganas de torturarse, termina por pensar de lo imaginado. Comienza a impacientarse. Pasan dos minutos de la hora que el tenia prevista, pero los cuenta como ciento veinte interminables segundos. Sigue vacia la calle. Ni un alma. Centrica pero apartada, es una via paralela a una con mucho transito de la que solo llega el ajetreado murmullo del transcurrir de la vida. Junto al coche aparcado, detras, hay un contenedor de basura y un callejon corto y sombrio a modo de acceso a una antigua bodega que ha cerrado sus puertas hace ya varios anos. Incluso desde la calle, aun se percibe el olor del vino que encerraban sus barriles. Pasan ya cuatro minutos de las cinco y media de la tarde cuando, por fin, la puerta vuelve a abrirse y por ella sale Alicia. Su madre junto a ella, en el ultimo escalon de los que suben a la casa, la besa y parece recitarle consejos mil veces oidos que la chica recibe con cara de resignacion y una sonrisa. Aparcar a cierta distancia le permite recrearse en la vision de la mujer que se acerca. Quiere recordarla asi por siempre, como un ser mas alla de lo mortal que camina por la estrecha acera a su encuentro. Su piel tostada brilla asomando por encima de una blusa blanca que deja los hombros al descubierto. Y sobre los hombros un pelo oscuro, rizado en una melena que se bambolea con cada paso. Hoy lleva puesto un pantalon rojo perfectamente ajustado a las curvas de su cuerpo y unos tacones altos que la hacen aun mas imponente. Realmente es una diosa y el es el hombre mas afortunado del mundo por tener la oportunidad de amarla como lo hace. Alicia se detiene apenas a cuarenta metros del coche. Es el perro de la familia que viene corriendo hacia ella el que la hace girar mientras Cain, de vuelta hacia la casa, la saluda de lejos con la mano. Juno, que asi se llama el setter, trae en la boca la pelota de goma dura que pone a los pies de la chica mientras espera a que ella vuelva a lanzarla lejos. Alla va la pelota, esta vez en direccion al hermano que la deja caer al suelo mientras llega corriendo a su altura el perro y, enganchando al collar la correa, lo introduce en la casa. El, que inadvertidamente ha salido del coche hacia el callejon de la bodega, ha registrado cada fotograma de esta escena en su memoria con la seguridad de que todos y cada uno de los movimientos de Alicia formaran ya siempre parte y ejemplo de la devocion que ha sentido por ella. Y ahi, escondido en la penumbra, la ve reemprender el camino que la acerca. Son apenas sesenta pasos los que les separan y, mirandola sin que ella lo distinga aun, se dispone a disfrutarlos en cada detalle. La desea con tanta fuerza que se asquea de si mismo porque, sin pretenderlo, vuelve a sentir la excitacion que solo hace un momento le provocaban las imagenes de su cuerpo desnudo. Apenas puede contener el dolor que siente ante la certeza de tenerla, ahora si, a salvo y para siempre a su lado. Diez metros, tan cerca ya que hasta puede adivinar su perfume, Alicia pasa junto al coche indiferente y sin que, en apariencia, haya reparado en el. Emboscado e inmovil, junto a la puerta de la bodega mirando hacia la acera, su mundo tiene el ancho del oscuro callejon que le oculta, ralentizado el tiempo como si un segundo fueran diez; y por fin, desde el fondo, ve aparecer a Alicia. Sabe que ella no lo espera y que, por tanto, tiene tiempo de admirar su presencia prodigiosa una vez mas, siquiera sea por tres pasos. Desde donde esta puede ver el movimiento de sus brazos al caminar y el gesto confiado de su rostro apenas maquillado porque, el lo sabe bien, no existe color alguno que pueda realzar lo que ya de por si es sublime. Dando gracias al cielo por poseer el don de percibir el transcurrir de esas pequenas porciones de tiempo, que a cualquiera estan vedadas, sale al instante del trance como un felino de entre la hierba. Es entonces cuando el hombre emboscado en la puerta de la bodega, con movimientos de tal seguridad y rapidez que parecen ensayados previamente, agarra a la chica por la cintura mientras le tapa la boca y, arrastrandola a la oscuridad, le corta el cuello de un solo tajo. La sangre derramada sobre la blusa blanca y la expresion sorprendida de su rostro lo conmueven como la ultima expresion de un amor tan intenso que nunca pudo haber tenido otro final. Sentado a horcajadas sobre el vientre amado contempla la luz que se escapa de sus verdes y profundos ojos ya casi muertos, mientras, con las dos manos sobre el cuello, late su corazon con la frecuencia que le impone la garganta abierta. Hasta que todo acaba. Se ha tomado un momento para amarla por ultima vez con la mirada. Al fin, solo cuando esta saciado, da media vuelta y la abandona en la oscuridad del callejon con olor a barrica vieja. Con un sentimiento de enorme vacio, el trisar de las golondrinas flotando en la luz dorada de la tarde de mayo mas bonita del mundo, entra en el coche y se marcha de la solitaria calle derramando lagrimas de rabia y de impotencia, pero con la mente despejada y lista para dirigirse de inmediato al lugar donde habia quedado citado con ella. <> CAPITULO 2 Hoy ha perdido su primera batalla frente al espejo. Tal vez la hubiera perdido antes, pero es ahora cuando el reflejo de su cara grita entre el vidrio y el mercurio para llamar su atencion. Su rostro de mujer, aun joven, ha cedido al tiempo pequenas parcelas de piel junto a los ojos y se ha endurecido ligeramente con un marco alrededor de la boca que antes no existia. --!Hola! ?Como estas? --saluda la imagen en el cristal. --!Estoy bien! --responde Maria--. !Mejor que nunca! Tiene gracia que preguntes eso, justo ahora que me habia convencido de ser invisible. Desnuda frente al espejo, por dentro y por fuera, Maria se siente sola. Ya metida de lleno en la treintena ha fracasado en dos relaciones, mas o menos estables, y anda aun buscando una oportunidad de trabajo definitiva que le permita, si no vivir desahogadamente, al menos llegar a fin de mes. Sola y, lo que es peor, con la sensacion de remar en el punetero rio de la existencia contra una corriente muy poderosa a la que, lo sabe, nunca podra derrotar. La pequena cicatriz que parte en dos su ceja izquierda le recuerda su suerte. Es un signo minusculo que, mas que marcar su aspecto, define su destino, o asi quiere que sea. Perdonado, no olvidado. Hacia ya mas de diez meses que su novio, al que conocio una tarde de otono cuando apenas tenia veintidos anos, la habia abandonado para irse con otra mujer. Eran casi las ocho y media cuando, despues de una agotadora tarde de plancha y ropa en la casa donde prestaba sus servicios como asistenta por horas, cayo en la cuenta de que necesitaba andar un poco, despejar su mente ocupada en los problemas economicos con los que convivia a diario junto a sus padres; parado el, enferma ella. Las luces de la calle principal del barrio acogen los ultimos estertores de una tarde de compras, a punto de cerrar los comercios. Maria no quiere... no puede comprar nada. Se contenta con mirar. Se acerca al escaparate de Bensons porque se ha enamorado de unas botas de piel azul que jamas estaran a su alcance. Mirandolas a traves del cristal se imagina otra vida, una en la que todo comienza de manera distinta y le ofrece oportunidades que la suya desecho hace tiempo. Y se ve a si misma, por no atreverse a sonar mas lejos, con la falda corta que le hizo su madre hace anos ya, y que tan bien le queda, las botas y una camisa azul, que ya ha visto pero tendria que comprar. Con una sonrisa triste apenas esbozada, compone en su mente la imagen de la mujer que quisiera ser: segura de si misma, profesional y con un futuro prometedor. Justo lo que no es. La gente pasa a su lado sin percatarse de la princesa altiva que se dibuja en el escaparate de la zapateria, aunque ella no lo necesita, placenteramente inmersa en su sueno como esta. Una voz, a su lado, la devuelve a reganadientes al mundo real. --Senorita, le digo que tengo que bajar la persiana; vamos a cerrar. --Lo conoce. Hace mucho tiempo que ha reparado en el. Lucas se llama y atiende al publico en el establecimiento desde hace tres anos o mas, al menos que Maria recuerde, los que lleva como asistenta en casa de los Perez.

  • Encuentro afortunado de Emma Sheridan

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    El frio de la manana de invierno le calaba los huesos y lo odiaba. Llevaba su set de tres calentadores de manos en su bolsillo derecho, pero no se atrevia a usarlos todavia, esperaria a estar realmente congelada para usar los tres juntos, como acostumbraba. Estaba muerta de sueno, las pesadillas de la noche anterior por los nervios no la habian dejado descansar, sumado a todo lo que respiraba y se movia dentro de la casa donde vivia, la cual ya no era su espacio de relax, ya no la sentia como su hogar. Todo la estresaba. Estaba esperando el charter privado que la llevaria al microcentro de Buenos Aires, donde se llevaria a cabo un encuentro de escritoras y lectoras. Ella estaba en medio de esos dos grupos. Era fanatica de la lectura, habia encontrado otro modo de terapia para poder canalizar todo lo que la rodeaba y, perdida entre los personajes creados por autoras a quienes ella admiraba, evadir la realidad. Su realidad no le generaba ningun tipo de placer, salvo lo que estaba a punto de vivir. Decia que era un setenta y cinco por ciento lectora y el resto un simple proyecto de escritora. Sus amigas la habian impulsado a publicar las cuatro novelas que tenia en el tintero. El resultado habia sido sorprendentemente exitoso. Sin embargo, ella no se lo creia. Cuando estaba a punto de presionar el primer boton del calentador en forma de corazon que estaba sosteniendo dentro de su bolsillo derecho, vio el charter doblando la esquina y estacionando casi a sus pies. Cerro el boton del mismo y acomodo su mochila en un solo hombro. <>, penso. --!Hola! --saludo al chofer--. Estaba a punto de morir congelada. Hasta creo que si estornudo me sale en forma de escarcha --dijo con una mueca comica. --Buen dia, dejame ayudarte con ese bolso --ofrecio el hombre. Ella solo hizo un gesto con los hombros y lo dejo ayudarla, el chofer deposito el bolso en el suelo del vehiculo. Se noto que no tenia intenciones de mas cortesias. Era muy temprano para intentar buscar alguna cara conocida; con la fuerza que la impulsaba a moverse, acomodo sus pesadas pertenencias en el lugar libre debajo de sus piernas, solo por si alguna otra persona subia. Se quito el abrigo, se sento estirando sus piernas, busco su movil y se perdio en la musica que salia de sus auriculares: Ravi Shankar en vivo en Francia. La transportaba a momentos felices, sin complicaciones, sin aburrimiento y con mucha adrenalina, era una combinacion perfecta, casi como un balsamo para relajarse. El vehiculo emprendio su recorrido. Sabia que tardaria aproximadamente media hora en llegar al lugar de encuentro. El ambiente calefaccionado hizo que sus pies se calentaran y a partir de ese punto de su cuerpo, todo el resto; ya no sentia frio. Guardaria los corazoncitos para mas tarde, tal vez para la vuelta. Cerro sus ojos y se relajo. Cuando terminara la musica, sabia que habria llegado a su lugar de destino. A pocas cuadras, el charter freno. Ella sabia que en algun momento dado, el chofer pasaba por un control. Le parecia que era muy pronto para llegar a ese lugar de control, pero como habia estado absorta en su musica, no le dio mucha importancia, ni siquiera abrio los ojos. Solo dejo que ese pensamiento fluyera y siguio en su mundo de ensuenos. El vehiculo no habia frenado tan lejos como ella pensaba, sino que lo habia hecho en la siguiente parada, a cuatro cuadras del lugar, y el conductor solo lo hizo porque quedaba un asiento libre, le habian avisado que un pasajero habia cancelado. El hombre que subio, agradecio, pago y fue a buscar lo que habia visto unos minutos atras. A la bella mujer de cabello largo. A la preciosa Abigail. La suerte estaba de su lado, el unico asiento vacio era el que estaba pegado al de ella. Asi era como el queria volver a estar, pegado a su lado, pero desnudo. Sacudio su cabeza y con ese movimiento borro sus pensamientos lujuriosos y la observo. Estaba casi igual, solo que algunas lineas de expresion estaban mas marcadas. Lucia preciosa, seguia siendo una mujer exotica para el y aun llevaba ese aire misterioso que lo volvia loco y le agitaba todo dentro de sus pantalones. Mientras estaba tomando un cafe en el bar de la esquina del centro de la ciudad donde habia vivido durante su infancia, la habia visto, o habia creido verla. Trato de recordar la cantidad de anos que habian pasado sin que se volvieran a ver y sus calculos le tiraban un gran numero, casi ocho. No era poco tiempo. Siguio su impulso, algo que no hacia desde hacia mucho tiempo, en el momento en que vio el charter moverse. Esa sensacion de seguir su propia locura, lo libero de su ajetreada y monotona vida. *** Ella respiraba profundo, inspiraba en tres tiempos y exhalaba en cinco, exactamente como le habia ensenado su profesor de yoga. Era una de las tantas herramientas que tenia para relajarse y sentirse plena. Liberada y sin peso ajeno. Sintio el calor de un cuerpo que se sento a su lado. Inspirando, percibio un aroma masculino que su olfato reconocia como familiar. Se nego a abrir los ojos, tal vez era la musica que la hacia pasear por lugares magicos y quizas era su propia imaginacion que estaba lista para crear un nuevo personaje. Hacia meses que no escribia nada y ni siquiera se habia dado lugar para sentir culpa por eso. Por unas milesimas de segundos se contento. Un nuevo personaje masculino le estaba a punto de hablar, pero solo se presentaba en forma de aroma que al parecer iba a mojar bragas. <>. El, en cambio, tenia los ojos mas abiertos que nunca, no podia creer lo que veia. Abigail en toda su esencia a centimetros de el, entregada, relajada, casi sonriendo. O al menos era lo que el podia observar desde el lugar donde se encontraba. Su cabello perfectamente alisado, sus ojos impecablemente maquillados y su boca... cuantos recuerdos le regalaba esa carnosa boca. Esa mujer seguia siendo una invitacion al pecado. En ese momento de su vida, seria pecado con todo lo que esa palabra conllevaba. Elimino ese pensamiento y volvio a actuar sin pensar. Se movio con lentitud para acercarse a ella. Habia sentido muchisimo frio al salir de la cafeteria, pero en ese momento estaba hirviendo, casi empapado en sudor, sentia que le pesaban sus partes mas intimas al compas con sus latidos que se agolpaban con locura. Llevo un dedo indice al labio inferior de ella, y lo acaricio con posesividad. Ella salto del susto y abrio los ojos de par en par. --?Que haces, idiota? --pregunto, elevando el tono de voz, descruzando sus brazos, tirando de sus auriculares para poder escuchar algo de la boca de ese atrevido, desubicado; tal vez una disculpa. Estaba a punto de boxear al acosador. --No pude evitarlo, fue un impulso. No lo lamento. --Hizo un gesto gracioso con la nariz y boca, como arrugando ambas. Abigail reconocio al instante al dueno de ese aroma tan penetrante. Era Alex, el joven que con solo mirarla la encendia. No podia creerlo, era una maravillosa sorpresa inesperada. Creyo que jamas lo volveria a ver. Relajo las manos, enderezo su espalda, lo volvio a mirar y le sonrio, sus mejillas se sonrojaron al punto que sintio mas verguenza por mostrarse asi, timida. --Es el unico asiento libre --dijo levantando sus hombros y sonriendo con la boca cerrada. Abigail no podia sacarle la mirada de encima, esos ojos, esa boca, ese cabello, esa cara de nino bueno que aun conservaba, aunque tambien recordo todo lo que habian vivido, flashes de recuerdos de fugaces encuentros sexuales que no habia vuelto a tener. Al menos no de la forma en que el la habia hecho sentir. Se le veia condenadamente sexy. --Sientate. --?Como estas, boquita hermosa? --pregunto Alex mientras se acomodaba cerca de la mujer. Trato de buscar una posicion en que no le doliera lo que se agrandaba en su entrepierna, pero fue en vano. --Muy bien… --titubeo--. ?Tu como estas? --Con dolor en los..., y con el amigo estrangulado, perdoname por lo que voy a hacer, pero necesito acomodarme --respondio y se acomodo lo que le molestaba en su entrepierna. Ella sonrio recordando la desfachatez de ese hombre que, a pesar de la cantidad de anos sin verlo, parecia mantenerse intacta. --?Desde cuando pides disculpas por acomodarte el paquete? Si mal no recuerdo, es algo que hacias cuando nos veiamos, entre otras cosas, y jamas pediste perdon. El volvio a sonreir ante tanta complicidad, era lo que solian tener juntos, sin filtros, sin medir palabras. Que eso siguiera igual, lo ponia a mil. --Tienes razon, antes no pedia disculpas porque, si queria, me desquitaba contigo, aliviaba mi deseo y tambien el tuyo, o ?acaso me equivoco? Ella creyo que no volveria a hablar tan abiertamente con un hombre, pero supo que con Alex la realidad superaba la ficcion y todo era valido. Le encantaba. --No te equivocas en absoluto --sonrio mordiendose el labio superior, escondiendo lo que le causaban esas palabras. --Esos labios... ?han seguido ejercitando o perdieron la practica? --Por Dios, Alex, las cosas que dices. ?Que tal un <>? --Okay, ?como te las arreglaste todos estos anos sin mi grandioso amigo? Ella hizo un gesto de asombro, y el comenzo a carcajearse. Ella no pudo evitarlo y tambien se carcajeo.

  • Hija unica de Mi-ae Seo

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    Se informo del incendio en el barrio de Eungam-dong a las 3.37 de la madrugada del 17 de junio. El aviso <> aparecio en la pantalla de la sala de control del cuartel general de la Direccion Nacional de Bomberos de Namsan y de inmediato se informo al cuerpo de bomberos del distrito Oeste, las comisarias de la zona y el equipo de investigacion sobre incendios de la Oficina Forense de la Policia Metropolitana de Seul. El investigador de incendios Lee Sang-uk, de la Direccion Nacional de Bomberos, estaba de guardia cuando llego la informacion, durmiendo en la sala de descanso del personal. Lo llamaron al movil y se levanto frotandose los ojos. Habia dormido apenas dos horas, porque habia tenido que quedarse hasta despues de la una de la madrugada redactando un informe. Los parpados se le caian, pero salio a tomar aire y el viento frio le espabilo. El aire fresco de la madrugada incluso se llevo los ultimos rastros del sueno. Sang-uk fue caminando al aparcamiento. Antes de subirse al coche, llamo a su companero, el sargento Yu Dong-sik. Su voz delataba que tambien lo habian cogido durmiendo. --Ya estoy despierto, ya. Al parecer, lo habian llamado antes desde la Policia de Seul. Aun sin verlo, visualice su reaccion. Estaria sentado en la cama sacudiendo la cabeza para impedir que su mente, que rehusaba despertar, se durmiera nuevamente. Tratando de espantar el sueno y escuchando con los ojos cerrados la voz al otro lado del telefono. Habia veces que el sargento Yu se movia como un nino, lo que contrastaba con su cuerpo fornido. Reprimiendo una risa que se le escapaba entre los labios, Sang-uk le aviso de que se dirigia al lugar del incendio. --No tardes. --Espera… --?Si? Cuando estaba por colgar, Yu le detuvo con prisa. Sanguk, pendiente de las palabras del otro, presto atencion. --?Donde dijiste que era el incendio? Seguramente sabia donde era. Sin embargo, pregunto de nuevo a Sang-uk, quiza porque la informacion se le habia pasado por estar medio dormido o para cerciorarse de que lo habia escuchado bien. --En Eungam-dong. Esta vez, en la calle Baeknyeonsa-gil, cerca de la interseccion del Colegio Chungam. Se oyo al sargento Yu suspirar. Un momento despues, un breve silencio. Estaria tratando de ordenar sus pensamientos. Pero a los pocos segundos se escucho un pequeno gemido y Yu murmuro. Probablemente estaria maldiciendo mientras se levantaba de la cama. Sang-uk se imaginaba como estaba, aunque no dijera nada, porque simpatizaba con el. --Si… A mi tampoco me hace gracia. --Esta bien. Me preparo y salgo enseguida. Nos vemos alli. Sang-uk colgo y se subio al coche. Introdujo la llave para arrancar y miro la hora. Ya eran mas de las cuatro de la madrugada. Suponia que no habria mucho trafico en las calles porque era de madrugada y penso que llegaria a su destino en unos veinte minutos, pasando por la puerta Sungnyemun y la zona de Muakjae. Saliendo del aparcamiento, intento enumerar los incendios que habia habido recientemente en el barrio de Eungam-dong. Desde el inicio de la primavera, la cifra ya ascendia a seis. A estas alturas, en Eungam-dong, un simple comentario sobre alguien con una cerilla ponia los pelos de punta a cualquiera. El primer caso tuvo lugar no muy lejos de unas obras de construccion, en el distrito Siete de Eungam-dong, cerca del Hospital Municipal de Eunpyeong. Habia mucho desorden en la zona por estar en marcha la edificacion de un megacomplejo residencial en las faldas del monte Baeknyeonsan, pues los materiales de construccion se amontonaban por doquier, asi como los camiones utilizados en esas obras. El incendio se produjo en un terreno baldio en la calle Baeknyeonsa-gil, frente a las obras, y lo extinguieron sin que muriera nadie. Aunque se quemaron planchas de madera y otros materiales de construccion, el dano material no fue grande y pudieron reprimir el fuego porque un obrero dio el aviso a tiempo. El cuerpo de bomberos a cargo tampoco encontro indicios sospechosos sobre las causas del incendio, de ahi que concluyera que habia sido accidental, quiza causado por un cigarrillo sin apagar que alguien habia arrojado. Sin embargo, como lo siguieron otros incendios en el mismo barrio de Eungam-dong, empezaron a investigar de nuevo ese primer caso que dieron por accidental. Hasta se planteo una nueva hipotesis: alguien pudo haberlo provocado deliberadamente, aprovechando que por la noche, cuando se interrumpian las obras, casi no pasaba gente ni coches por la zona. El incendio intencionado que mas danos ocasiono fue el tercero. Fue entonces cuando se incorporaron al equipo de investigacion el agente Lee Sang-uk, de la Direccion Nacional de Bomberos, y el sargento Yu Dong-sik, de la Oficina Forense de la Policia Metropolitana de Seul. Ese incendio, al otro lado de la calle Baeknyeonsa-gil, cerca de la iglesia que hay detras de la escuela de primaria de Eungam-dong, dejo perdidas serias, pues afecto a un edificio de viviendas al propagarse el fuego por culpa de las tormentas de arena que soplan cada ano en esas fechas. Asi que se quemaron tres apartamentos y fallecieron tres personas que estaban durmiendo, integrantes de la misma familia. Aunque ocurrio alrededor de las tres de la manana, al tener lugar en un area residencial, aparecio un testigo. Este declaro haber visto a una persona con una conducta sospechosa en las proximidades del lugar del incendio mientras regresaba a casa tras hacer horas extra en el trabajo. Atestiguo que, despues de que esa persona desapareciera por la calle principal, el fuego se extendio. Sin embargo, debido a que estaba oscuro, no pudo ver como era ni la ropa que llevaba. Junto con Yu, buscaron y rebuscaron entre las cenizas en el punto donde, segun el testigo, habia comenzado el fuego, para dilucidar las causas del incendio. No obstante, la investigacion se estanco, pues no coincidian las declaraciones del testigo ni el estado fisico del lugar. Los vecinos alegaron que los incendios reiterados podrian tener alguna conexion con el conflicto que existia desde hacia tiempo entre los residentes de la zona y la constructora por un proyecto de reurbanizacion. Le sono el movil a Sang-uk cuando el coche entraba en la calle Moraenae-gil desde la interseccion de Hongje tras atravesar Muakjae. --?Donde estas? --Yu hablaba en tono bajo y serio--. ?Ya has llegado? --No. Estoy en camino. --?No quedamos en vernos alli? --Es ya el sexto, ?no, Sang-uk? --Si. El silencio se prolongo. --?Tienes algo que decirme? --le pregunto Sang-uk en voz alta para asegurarse de que aun seguia al telefono. --Es que… He tenido una pesadilla… --?Un sueno? Sang-uk parecia estar inquieto por la pesadilla que habia tenido y encima va y le dicen que ha habido otro incendio, probablemente intencionado. Ese repentino momento de debilidad del sargento Yu lo perturbo. Nunca actuaba asi. Quiza su conducta se debia al estres por los incendios en serie. Sang-uk y el sargento Yu investigaban juntos los mismos siniestros; no obstante, sus perspectivas diferian. El trabajo de Sang-uk era analizar los restos de los incendios y el estado de los lugares afectados, asi como las declaraciones tanto de los testigos como de las victimas, para llegar a la causa. Mientras tanto, el sargento Yu se encargaba de inspeccionar los lugares de los mismos en caso de existir indicios de dolo o intencion deliberada con base en los hallazgos obtenidos en la investigacion preliminar, con la colaboracion de investigadores como Sang-uk. Luego su objetivo era encontrar rastros de los autores de los incendios y resolver los casos desde el punto de vista criminal. En otras palabras, el trabajo de Sang-uk terminaba en el lugar de los siniestros. En cambio, para Yu ese era el punto de partida. Si se trataba, en efecto, de un incendio intencionado, uno que involucraba un crimen, su trabajo no acabaria hasta encontrar al autor. Colaboraban intercambiando sus opiniones sobre los incendios; pero, inevitablemente, quien padecia mas estres era el sargento Yu. Para colmo, se habian producido varios en serie en un mismo barrio en un lapso de apenas unos meses. Era de esperar que se sintiera angustiado. En situaciones ordinarias, no acudiria al lugar del siniestro con tanta prontitud ante una denuncia. Pero, con el aumento de los incendios en Eungam-dong, a Sang-uk y al sargento Yu los requerian inmediatamente cada vez que surgia un nuevo caso. Sang-uk no sabia como responder. Solo ansiaba que el de ese dia fuera el ultimo. Que cogieran al autor y que no hubiera mas incendios. --?No crees en los suenos? --Si. Mi madre tuvo uno muy revelador durante mi nacimiento, y gracias a ese sueno me converti en bombero. ?No te lo he contado? Sang-uk aludia al sueno de su madre en un tono jocoso, que no solia usar, con la intencion de relajar a Yu, aunque fuera un poco. Pero el sargento, que habia escuchado aquella historia mil veces, colgo antes de que Sang-uk terminara. Sang-uk bajo el movil con una sonrisa y acelero el coche. Aunque faltaban varios metros hasta la interseccion del instituto Chungam, el caos ya avisaba de que habia habido un incendio en la zona. La gente, pese a la hora, estaba en la calle para ver que ocurria y los conductores desaceleraban con el mismo proposito y obstaculizaban el paso. Sang-uk pudo entrar por la calle que daba acceso al templo Baeknyeonsa despues de pitar varias veces, incluso con la luz de emergencia sobre el coche. Esquivando a la gente, logro estacionar en una esquina y se acerco al lugar del siniestro, donde se percibia el ambiente inquieto tipico de estas situaciones.

  • El dia que suenes con flores salvajes de Paola Calasanz

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    Una novela inolvidable que te ayudara a reconectar con la naturaleza salvaje, escrita por la directora de arte, youtuber e instagramer Dulcinea.

  • Beckomberga. Oda a mi familia de Sara Stridsberg

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    Beckomberga es un hospital psiquiatrico en las afueras de Estocolmo. Cuando Jimmie Darling es admitido en el, su hija, Jackie, comienza a pasar cada vez mas tiempo alli. Cuando su madre se va de vacaciones al mar Negro, el hospital se convierte en el mundo de Jackie. El medico a cargo, Edvard Winterson, lleva algunas noches a Jimmie y algunos otros pacientes a grandes fiestas en la ciudad. Nada mas entrar en el coche de Edvard descorchan la primera botella de champan en el asiento trasero. “Una noche mas alla de los confines del hospital te vuelve humano”, dice a sus pacientes.
    Beckomberga. Oda a mi familia, que recibio el Premio de Literatura de la Union Europea en 2015, es una novela excepcional. Su autora, Sara Stridsberg, una de las mejores narradoras suecas de su generacion. El hospital psiquiatrico, protagonista del libro, esta ubicado en un hermoso parque cerca de un lago y adquiere dimensiones casi miticas.

  • Doce Anos y un Instante de Anna Casanovas

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    Sebastian Nualart cometio un grave error en su adolescencia, y a causa de ello su familia tuvo que mudarse a Cadiz para que empezase de cero. Fueron tiempos dificiles, pero despues de recuperar el carino de sus hermanos y conocer a Cecilia, Sebastian penso que el sacrificio habia valido la pena. Pero el pasado no ha quedado atras, y la mejor noche de su vida acaba por convertirse en un infierno. Sebastian se ve obligado a huir de nuevo, esta vez mucho mas lejos y con la certeza de que no podra regresar jamas. Doce anos mas tarde, Cecilia es una mujer fuerte y decidida, que no esta dispuesta a ceder ante el hombre que la abandono sin darle la menor explicacion. Pero Sebastian ha estado esos doce anos luchando por volver a verla, y ni ella ni nadie van a impedirselo.

  • Vidas fragiles de Stephen Westaby

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  • La Dama del Amazonas de Teresa Ortiz-tagle

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    Aventuras, accion, misterio y una mujer que lucho hasta mas alla de cualquier limite.

  • Guardia de mi corazon (Ritmo cardiaco 2) de Larissa De Silva

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    No creia que el hombre de aspecto perfecto existiera. Sabia que no existia. Sin embargo, levante la vista de mis deberes y alli estaba, fuera de mi ventana, trabajando. No llevaba camisa, y sus abdominales estaban cincelados, y aunque su pelo se le metia en la cara, no queria nada mas que ir alli y besarle. No hice nada de eso. Lo mire, lo salude y espere que me devolviera el saludo. Nos conociamos desde ninos, y el siempre fue amable conmigo. Se habia ido durante el verano, y cuando volvio, se habia hecho alto, su espalda se habia ensanchado, y de repente tenia definicion en sus abdominales. Lo recordaba como el nino malhumorado con cinturones de taches y las camisas de manga larga debajo de las blancas sueltas. Ahora parecia que apenas salia de casa, y cuando lo hacia, siempre llevaba pantalones cortos cargo y poco mas. Parecia que solo salia de casa para hacer trabajo de campo, y aunque fuimos juntos a la escuela, ya no lo vi mas. No habia ninguna valla entre nuestras casas, lo unico que las dividia eran unos robles dispersos entre los limites de la propiedad. Habiamos plantado algunos juntos, cuando apenas eramos mas altos que las rodillas de nuestros padres. Asi era nuestra relacion. Habiamos estado muy unidos. Habiamos crecido juntos, a un tiro de piedra del otro. Cuando eramos mas jovenes, antes del verano, solia acompanarme a la escuela. Pasaba las tardes en mi casa, y hablabamos y jugabamos, y haciamos los deberes juntos. Nunca se sintio de otra manera que como deberia haber sido, asi que cuando dejo de venir, las cosas se sintieron mal. Se sentian mal. Nuestro primer beso habia ocurrido hace unos pocos veranos, tambien, y habia sido tan breve, y tan tonto. Me habia preguntado si queria intentarlo, si queria ver lo que se sentia. No habia sido magico. Habia sido practico, cientifico, divertido. Y luego no lo habiamos vuelto a hacer, y todo habia estado bien. Nunca habiamos hablado de ello. Lo intentamos, y nunca afecto nuestra amistad. Eramos ninos y pasabamos por un momento extrano de nuestra vida juntos. Pero siempre fuimos parte de la vida del otro. Eso era una certeza. Despues del verano, cuando dejo de venir, fue cuando las cosas empezaron a sentirse tan raras. Y en ese momento, ni siquiera me estaba saludando. Me estaba ignorando, dandome la espalda, y yo no podia evitar estar furiosa. Aunque no me hubiera visto, normalmente me saludaba, me buscaba. Sabia que no podria volver a mis deberes antes de aclarar las cosas con el, porque no iba a ser capaz de concentrarme. Necesitaba que me dijera como le habia ofendido, o que diablos habia pasado durante el verano que le habia hecho sentir que era mucho mejor que yo. Me levante, sali por la puerta lateral de mi casa, me salte los dos pasos de la entrada trasera y me acerque a donde estaba el, con los punos a los lados. Se alejo de mi hasta que practicamente tuve que correr para alcanzarle, mis chanclas se movian bajo mis pies. Sus piernas eran mas largas que las mias, y sabia que estaba tratando de conseguir estar lejos de mi. Fingia no oirme y yo no queria gritarle. No queria tener que exigir su atencion. Cuando finalmente llegue a donde estaba, puse una mano en su hombro y el levanto su cuello para mirarme. Sus ojos azul claro, que parecian crecer cada ano, se estrecharon. Se quito los auriculares de los oidos rapidamente, lo suficientemente rapido como para que pareciera que le dolia. “?Que quieres, Cicatriz?” Levante las cejas, tocando mi barbilla, donde estaba mi cicatriz. El tambien habia estado alli para eso, y sabia lo devastada que estaba cuando el corte no parecia desvanecerse. Ya no se me consideraba una chica particularmente guapa, y la cicatriz se sentia como si fuera la sentencia de muerte de cualquier belleza potencial que pudiera poseer mas tarde. “?En serio? ?Cicatriz?” “?Que quieres?” repitio, mirandome de arriba a abajo. “Quiero saber que diablos te pasa”, le dije con los dientes apretados. No queria llorar, pero mis sentimientos estaban heridos. Incline la cabeza hacia atras para que no pudiera ver mis lagrimas y me aclare la garganta para que pudiera mantener la voz. “Por que no puedes ni siquiera saludarme”. Se arrugo la nariz, se rizo el labio superior y revelo un diente. Sus auriculares colgaban alrededor de su cuello. “?Por que necesitas que te salude?” pregunto. “?Que quieres decir?” Pregunte, lloriqueando a pesar de mi. Intentaba mantener la cabeza en alto, pero estaba disgustada, a pesar de mi misma. “?Por que necesitas que te salude?” pregunto de nuevo, esta vez con los dientes apretados. “?Que quieres decir con que necesito que me saludes?” Me escuche a mi mismo preguntando. Las palabras sonaban extranas en mis propios oidos. Habia incredulidad alli. No estaba segura de como se suponia que debia sentirme al respecto, y el odio que salia de su boca, y la forma en que me miraba… todo me desequilibraba. Me estaba haciendo sentir nauseas. Queria preguntar mas, pero no me respondia. No iba a decirme nada. Venir aqui, pedirle una explicacion, no habia sido absolutamente inutil. Habia sido una idea terrible. El no queria tratar conmigo, y yo tenia que estar de acuerdo con eso. Me senti ridicula. No era un buen amigo, no lo habia sido durante un tiempo, y no me debia una explicacion. No me debia nada. Habiamos sido amigos una vez, pero ya no lo eramos. Lo habia dejado muy claro. No importaba lo que yo quisiera, por mucho que quisiera que fueramos amigos. Habiamos sido tan cercanos una vez, y ahora… Debo haberlo mirado demasiado tiempo, porque se burlo de mi, sus ojos azules helados se veian aun mas brillantes y claros a la luz del sol. Con su cara retorcida asi, no se veia tan atractivo como desde mi ventana. “?Por que estas tan necesitada, Cicatriz?” pregunto. Era mi turno de burlarme. No queria llorar; todavia estaba herida y no sabia si iba a ser capaz de detenerme. Sacudi la cabeza, consciente de que era poco probable que obtuviera una respuesta directa de el, y me prepare antes de volver a mi casa. Antes de que pudiera alejarme de el, me agarro la muneca y me impidio seguir caminando. Me eche atras para mirarle, lista para darle un punetazo en la cara. En algun momento, el habia decidido que era demasiado bueno para mi, y fue entonces cuando me dije a mi misma que era hora de dejar de preocuparme oficialmente. Tenia tantas preguntas sobre lo que habia pasado, lo que le habia hecho, sobre nuestra relacion, pero con el insulto, y la forma en que me miraba, no queria tener nada que ver con el. Intente apartar mi mano. “Sueltame”, dije con los dientes apretados. Se ilumino, su cara se acerco a la mia. Podia oler su locion para despues de afeitar, y su pasta de dientes de menta, y podia ver las pecas salpicadas en su nariz. Sus fosas nasales estaban ensanchadas. “Tienes que alejarte de mi”, dijo. “Tienes que mantenerte alejada, Cicatriz. ?Me oyes?” Lo mire con atencion, y luego mi mirada se deslizo entre su mano en mi muneca y su cara. “Te escuche”, dije. “Lo comprendo. Te dejare en paz, dejame ir. ” Me agarro con fuerza. “Necesitas alejarte”, dijo, su voz bajando a un susurro. “Nadie te quiere aqui. Yo no te quiero aqui, tus padres no te quieren aqui. No tienes otros amigos. Deberias huir, Billie. Huye y no vuelvas”. Me torci el brazo para que me dejara ir. “?Que diablos te pasa?” Pregunte, sosteniendo mi mano sobre mi cuerpo. Sabia que se iba a magullar. “Hablo en serio”, escupio. “Entiendo”, respondi, frotando mi muneca, tratando de ignorar las lagrimas que caian por mi cara. Estaba llorando, y no estaba segura, pero senti que el se iba a alegrar por ello. “Hablas en serio. No te preocupes, te escucho alto y claro”. Abrio la boca para hablar, pero no dijo nada. Cerro la boca, se dio la vuelta y empezo a alejarse de mi otra vez. Quise gritar, pero no lo hice. No hice nada, no dije nada. Volvi a mi casa, con el corazon roto, e hice una nota mental para no volver a molestarlo. *** 2020 Me puse el pelo en un mono y me mire en el espejo. Solo podia robar unos minutos aqui y alla entre pacientes, y parecer cansada nunca habia sido un buen refuerzo de confianza para ninguno de ellos. Ya me veia demasiado joven, y los pacientes dudaban mas en escuchar a una mujer joven. Me asegure de tapar las ojeras con un poco de base y crema BB, y me limpie las puntas de los dedos con una toallita para bebes antes de tirarla al cubo de basura junto al fregadero. Abri la puerta del bano y, usando mi tableta, mire al siguiente paciente de mi lista. Su nombre, Eric Brown, no me resultaba familiar y parecia menor de edad. No sabia por que estaba aqui en lugar de en un centro de atencion sin cita previa o incluso en una sala de emergencias, y no sabia por que no estaba viendo a su medico de atencion primaria, el Dr. Milburn. Mire su historia, pero parecia estar perfectamente sano. No habia nada que indicara por que podria estar alli. La enfermera le tomaba los signos vitales y yo no me retrase en absoluto, lo cual era algo milagroso considerando el dia que habia tenido. Llame a la puerta y la abri cuando oi una voz profunda que me decia que entrara. “Hola”, dije mientras miraba a mi paciente, un chico alto que no me miraba. Llevaba una sudadera con capucha, y se desplomo en la silla, con los pies apuntando en direcciones completamente diferentes. Apenas miro hacia arriba, asi que me aclare la garganta otra vez. “Hola, Eric”, le dije, mirando la historia para asegurarme de que tenia su nombre correcto. “?Estan tus padres aqui?” Me miro entonces y dijo algo, pero no lo escuche en absoluto. Sus ojos eran azules, con un toque de verde. Nunca quise pensar en ello, pero por una fraccion de segundo, la cara de Misha aparecio en mi cerebro, y el era todo lo que podia ver. Sus brillantes ojos azules, sus rasgos infantiles, la forma en que la luz del sol ilumino su cabello oscuro. Cerre los ojos, respire profundamente y volvi a mirar a mi paciente.

  • Cuando tu y yo rompimos, Shirin Klaus de Shirin Klaus

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    Cuando Carlos regresa al hotel, Marisol ha desaparecido dejando atras un video. Tiene algo que confesarle antes de aceptar su propuesta de matrimonio y a Carlos no le va a gustar. Lo que le cuente, sin duda, lo cambiara todo, pero el no tiene otra opcion que ver la grabacion de principio a fin pese a que ya su comienzo lo deja helado:

  • La vida de la letra de Manuel Longares

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    Por primera vez se reunen en un volumen con el titulode La vida de la letra las tres primeras obras de ManuelLongares, aparecidas entre 1979 y 1992. En este periodoel autor publico La novela del corse, Soldaditos de Paviay Operacion Primavera, que agrupo posteriormente bajoese titulo de <>, que la presente edicionconserva. Estas obras de caracter experimental y degenero incierto en las que la narracion adopta formulasensayisticas o teatrales, constituyen un encendido homenajea la literatura, porque a diferencia de las ficciones, dondela imaginacion del autor se sirve de su experienciade la realidad para poner letra a la vida, en estas tres obrasse hace exactamente lo contrario, es decir, se da vidaa la letra.

  • Culpable (Trilogia Criminal 1), Kris Buendia de Kris Buendia

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    Emily Thompson es declarada Culpable de un delito:
    El asesinato de su esposo.
    Mientras cumple su condena, lee las cartas que dejo antes de morir donde le confiesa la vida secreta que tenia:
    Un lider de El Circulo, un asesino.
    Ahora Emily Thompson esta libre y buscara a los verdaderos culpables, aunque esto la lleve a ser parte de El Circulo.
    Todo sea por cobrar su venganza.
    < Todos deben saber la verdad.
    Yo no lo mate. Yo no lo hice.>>

  • Un andar solitario entre la gente de Antonio Munoz Molina

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    Un andar solitario entre la gente es la historia de un caminante que escribe siempre a lapiz, recortando y pegando cosas, recogiendo papeles por la calle, en la estela de artistas que han practicado el arte del collage, la basura y el reciclaje --como Diane Arbus o Dubuffet--, asi como la de los grandes caminantes urbanos de la literatura: de Quincey, Baudelaire, Poe, Joyce, Walter Benjamin, Melville, Lorca, Whitman. A la manera de Poeta en Nueva York, de Lorca, la narracion de Un andar solitario entre la gente esta hecha de celebracion y denuncia: la denuncia del ruido extremo del capitalismo, de la conversion de todo en mercancia y basura; y la celebracion de la belleza y la variedad del mundo, de la mirada ecologica y estetica que recicla la basura en fertilidad y arte.

  • 14 Reglas para encontrar un principe azul de Olivia Kiss

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    Laila esta desesperada. Debe conseguir un novio ficticio en tiempo record.
    Meses atras, tan solo para que la dejasen tranquila, mintio a sus amigas diciendoles que estaba saliendo con un chico. En ese momento no imagino que una de ellas decidiria casarse por sorpresa en un idilico pueblo de la costa de Maine y que se veria obligada a encontrar a un acompanante para ese fin de semana.
    Por suerte, cuenta con la ayuda de Evan, su vecino. El es todo lo que Laila no quiere en un hombre: un seductor incorregible, despreocupado y alergico al compromiso. Sin embargo, dada la situacion y que el parece dispuesto a echarle una mano, sabe que es su mejor opcion. A fin de cuentas, ?que puede salir mal? Solo tienen que fingir durante apenas tres dias y, despues, su vida volvera a ser como siempre, calmada y controlada. ?O no?

  • Estrellas en los ojos de Lia Fd

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    Iria se crio jugando entre las telas de los vestidos de novia en la tienda de su tia. Ahora ella es la propietaria de este negocio y lo compagina con su carrera de disenadora, que empieza a despegar.
    Es feliz con su vida sino fuera por la pesada de su madre que insiste en que encuentre marido y se ha empenado en hacer de Celestina. Un desfile que le absorbe mas horas de las que tiene; un atractivo hombre que aparece en la tienda en el momento mas (in)oportuno, y quien la hara cometer mas de una locura. Sin olvidar todos esos mensajes que recibe y que la hacen suspirar deseando mas.

  • Todo es posible de Rosa Jove

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    La psicologa Rosa Jove, autora del bestseller Dormir sin lagrimas, nos invita a un viaje maravilloso que arranca desde el momento mismo de la concepcion, guiandonos por senderos insolitos que nada tienen que ver con el exceso de estimulacion temprana ni con las <> tan obsesivamente implantadas en la actualidad.

  • Para las amantes de la regencia de Varios Autores

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    Llega lo que todas las amantes de la novela romantica de regencia esperaban.

  • La lengua de los dioses de Andrea Marcolongo

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    Este maravilloso libro, la sorpresa editorial del ano en Italia, posee el poder de despertar en cualquier persona un interes insospechado por el griego antiguo.

  • La nube azul de Arwen Grey

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  • El acuerdo (Terciopelo), Melanie Moreland de Melanie Moreland

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  • La encargada de vestuario de Patrick Mcgrath

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    La ultima novela del prestigioso autor britanico, Patrick McGrath, es un homenaje al mundo del teatro. Una atmosferica novela ambientada en un Londres de posguerra amenazado por el espectro del fascismo.

  • Sucedio en Zamora de Cristina Rodriguez Trueba

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    Un cambio radical llevara a la protagonista de esta novela a mudarse desde las abarrotdadas calles de Nueva York a un pequeno pueblo de Zamora. En el descubrira el amor, la pasion y una nueva vida y es que la realidad siempre, siempre, supera a la ficcion.

  • El honor de mi dama de Julia Justiss

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    ?Quien era aquella mujer? ?Un doncella recatada… o una descarada aventurera? Al conocer a la joven dama que habia deslumbrado a su mejor amigo, Gilen de Mowbry vio algo sorprendentemente familiar en ella. Pero tan recatada senorita no podia ser la gitana de ojos violetas que habia bailado para el a la luz de una hoguera… y que desde entonces se habia hecho duena de sus suenos… Desesperada por huir junto a su hermano de los malevolos planes de su primo, Gwennor Southford habia aprovechado la ocasion de marcharse con una caravana de gitanos. Solo una cosa se interpondria despues entre ella y la seguridad de un matrimonio perfecto: los inolvidables momentos que habia pasado junto a Gilen de Mowbry…

  • Un lord acomodado (Familia Marston 2) de Christine Cross

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    Las historias de la familia Marston continuan, de mano de Christine Cross, en esta segunda entrega de la serie.

  • La playa del irlandes de Elena Bargues

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    Los irlandeses, perseguidos por la politica inglesa y por el hambre, se alistan al servicio de su majestad Felipe IV. La flota mas famosa de corsarios decide afincarse en Ribadesella. Patrick O Duinn es uno de sus cabos y suena con una muchacha que conocio en San Sebastian.
    Dona Leonor de Cardenas es hija del duque de Maqueda, armador de barcos con patente de corso. En secreto, sigue los pasos de su padre y arma un barco corsario, contratando a un administrador como testaferro. Ella tampoco ha podido olvidar a aquel irlandes que en San Sebastian le regalo un hermoso colgante.
    Una novela con un cuidado y documentado trasfondo historico sobre los corsarios de la cornisa cantabrica y una historia sobre dos personas que se enamoran de quien no deben y que lucharan por seguir adelante con su vida: una en la Corte y otra en el mar, pero el destino juega sus cartas de otra forma.

  • Daniel, Musculos de Azucar de Isabel Conde

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    Daniel era un joven de 27 anos.
    Atractivo. Dotado...
    Fuerte. Divertido.
    Pero era mucho mas.

  • La muerte siempre encuentra el tiempo de Renato Mendoza

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    La ambicion de un grupo de investigadores conduce a la raza humana hacia una catastrofe global sin precedentes. Una a una, las ciudades del planeta van manifestando sintomas de lo que podria ser una extincion prematura. Sin embargo, pequenos grupos de personas logran sobrevivir en algunos pequenos poblados. Acorralados por la muerte, un grupo disfuncional de supervivientes logra prolongar su existencia mas alla de lo esperado. La busqueda de respuestas parece ser tan esquiva como la busqueda de la salvacion.

  • Venganza (Los pecados heredados II) de Jana Westwood

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    Despues de su matrimonio Caroline y Norwell inician su vida juntos con la sombra amenazadora de lo que ocurrio meses antes en Southbourg.

  • Ni el es un juego… Ni tu el amor de mi vida de Ariadna Baker

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    Alex irrumpe en la vida de Estela inesperadamente.
    Un encuentro fortuito entre un padre soltero que ha conseguido una plaza como ginecologo en el hospital de la isla y Estela, trabajadora de la guarderia que cuidara de su hija, hara que entre ellos todo se convierta en mucho mas.
    Una relacion que podria terminar cuando un hecho inesperado en la vida de Estela cambia todo su mundo.
    El secreto que esconde Alex la lleva a huir y a comenzar un viaje que cambiara todo su mundo.
    Una relacion con altibajos. Una novela donde el erotismo tomara el control y el deseo los llevara al limite.
    Una historia donde nada fue, es ni sera lo que parece.

  • La debilidad de Graig (Fast River 1) de Mar Fernandez

    https://gigalibros.com/la-debilidad-de-graig-fast-river-1.html

    La vida en el rancho Walker transcurre con normalidad hasta que el patriarca sufre un infarto y es trasladado a un hospital de Oklahoma, sumiendo a toda la familia en una pesadilla que no sabe como afrontar.