• El Hada Perdida de Arianna Gonzalez

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    La division del reino Quizas pocos lo sepan, pero existe un mundo secreto mas alla de aquel que todos conocemos; un mundo donde la luz y la oscuridad no logran abrazarse. En este magico mundo sucedio, hace ya mucho tiempo, una historia protagonizada por hadas guerreras, que fue escrita pero jamas contada, ni siquiera por el viento que muchas veces susurra cabizbajo por tantos secretos guardados. Todo comenzo en un dia lluvioso, cuando el rey de las Hadas de La Luz abrio un portal prohibido que lo llevaria al mundo de los humanos. Sus alas brillantes se desplegaron, de-posito a su pequena princesa de apenas meses en una cesta, y con ella atraveso el fino velo de aquel portal, apareciendo en un acantilado de abundantes hierbas puntiagudas. El mar desenca-denaba su furia contra las rocas, atormentado por el viento que lo volvia aun mas inestable. El rey volo con las pocas fuerzas que le quedaban. Acababa de perder la batalla contra el rey oscuro, lider del Reino de las Hadas de La Oscuridad. Cuando ya sus alas le reclamaron descanso, el rey llamado Doncan, decidio reposar en una gruesa rama de arbol. Cargaba no solo con cansancio, sino tambien con el dolor de su reino que lloro la perdida de tal vez, la guerrera mas hermosa, su hada reina de La Luz. Segun dicen, no hay nada mas doloroso y conmovedor que el llanto de un hada. Nunca nadie habia sido capaz de revelarse ante el Reino de las Hadas. Pero un amor no correspondido desencadeno una feroz guerra y con ella la perdida de muchos de sus que-ridos habitantes, entre ellos la de su admirada reina Midala; y tan ciega de odio fue aquella batalla, que por poco se lleva tambien la vida de su princesa hija llamada Mirella. El rey Doncan, envuelto en la desesperacion de la derrota, decidio tomar la dificil decision de abandonar la batalla y volar muy lejos, con el fin de poner a su amada hija, su unica heredera, a salvo. La imposicion de las leyes supremas escritas por las hadas ancestrales, habia provocado una confrontacion en el Reino de las Hadas que originalmente era uno. Una de esas tantas normas de convivencia dejaba claramente escrito que: bajo ningun concepto una pareja podia tener hijos hasta llegada su edad madura. Pero el destino hizo que Midala y Doncan rom-pieran con aquella ley y les regalo una hija a la que llamaron Mirella. Trataron de ocultar el fruto de su amor todo cuanto pudieron, pero un dia de descuidos varios, Randon, resentido por el rechazo de Mirella poco antes de elegir a Doncan como su pareja, dio a conocer para todo el reino lo que la pareja ocultaba, y alli fue cuando se produjo la division del reino: Doncan y Midala fueron expulsados, pero muchos los siguieron y pro-clamaron como sus reyes a la joven pareja, fundando tiempo despues y en otras tierras el Reino de las Hadas de La Luz. Randon, sucumbido por el resentimiento hacia aquella pareja, se tomo un tiempo para formar a los mejores guerreros y estos lo llamaron rey, transformando a aquel original Reino de Hadas, en el Reino de la Oscuridad. Randon estuvo obsesionado con aquella hada que se convirtio en la reina Midala, la quiso poseer, y por tal motivo, pasado un largo tiempo, ya nacida la hija de la pareja Real, decidio invadir con sus guerreros el Reino de la Luz, a fin de matar a Doncan y a su hija, para asi debilitar fisica y espiritualmente a Midala, y que ella lo aceptase a el como su nuevo rey, pero algo en los planes de aquella batalla fallo, y quien murio fue Midala, salvando la vida de su princesa hija. Doncan desperto de su largo reposo en la rama del arbol algo sobresaltado. En su mente pesaba la imagen de la muerte de Midala en manos de Randon. Se mostraba cansado, abru-mado por tanta crueldad. Miro con ternura a su princesa hija que aun dormia; ella era ahora su esperanza de vida, en ella podia ver y sentirse cerca de su amada y perdida reina. Un pensamiento parecio llamar su propia atencion, y meneo un si con la cabeza diciendole a su hija, quien aunque estuviese despierta tampoco entenderia. --Mirella es el nombre que te dimos con tu madre, hija mia, y ese nombre lo llevaras en tu recuerdo mas intimo, porque la gente te conocera como Luz, princesa de precisamente el Reino de la Luz, reino que llegado el momento, tendras que recomponer, uniendo nuevamente a todas las hadas que por corazones oscuros, han sido divididas aun sin ellas quererlo asi. Pero Doncan sabia que debia alejar a su hija de aquellas regiones para mantenerla realmente a salvo, y el unico lugar posible para eso era entre los seres humanos; entendia que alli las fuerzas oscuras de Randon no tendrian poder y les resultaria imposible detectar a la princesa ahora llamada Luz. Como si lo hubiera escuchado, Luz comenzo a moverse dentro de la cesta y luego desperto desplegando debilmente sus alas; debia aprender a utilizarlas pero tambien a ocultarlas de la vista de los humanos que posiblemente, la calificarian como una mutante entre ellos. Duncan contemplo con ternura la belleza de su hija: el color azul de sus ojos y el blanco nieve de su cabello. Con un suave movimiento para apartar un mechon de cabello que le cubria la mitad del rostro, el rey dejo al descu-bierto un collar que colgaba del cuello de la pequena hada. Era un hermoso rubi que fue regalado por el rey Randon a Midala cuando pretendio conquistarla, y esta ultima se lo habia obse-quiado a su hija al nacer. Para ella significaba una ofrenda de paz, lo que nunca llego a saber la verdad que se escondia detras de aquella piedra. Doncan tomo una vez mas la cesta donde ocultaba a su hija y volo durante horas hasta llegar a cercanas regiones habitadas por seres humanos. Se detuvo dentro de un bosque de pinos que dejaba ver algunos animales salvajes desplazandose entre la maleza. El lugar no le resulto el mas seguro, por lo que prefirio volar algunas millas mas, y descubrio un pequeno valle que vislumbraba el cuerpo de una choza a modo de casa. Se veia algo lugubre, mas aun en un terreno tan descuidado. No sabia si la choza estaba habitada, por lo que prefirio ocultarse detras de una pila de madera que se levantaba a modo de pared. La tarde caia fresca. De pronto, una pareja de ninos salio de la casa junto a su perro y se dirigieron hacia una huerta cercana, Doncan los miro pensativo y luego llevo la vista a su hija aun oculta en la cesta; aun con todo el dolor del alma, dejaria a su hija junto a aquella familia de humanos. La tomo en brazos y se contemplaron mutuamente, la princesa parecia hablarle con la mirada y decirle: "Estare bien padre, no temas". Luz se volvio a dormir. Doncan cobro confianza y tras ver a los ninos y al perro que volvian a ingresar en la casa, dijo varias palabras magicas y perecio su encanto ancestral; el cabello de Luz se volvio oscuro y sus alas desaparecieron, el rubi que colgaba de su cuello se convirtio en una piedra; solo sus ojos se mantuvieron del mismo color aunque en un tono de azul celeste mas intenso. --Viviras una vida sana como humana. Algun dia este encanto se rompera, encontraras una muerte tranquila y llena de bondad... --dijo con tristeza. El rey se acerco silencioso hasta la entrada de la casa y junto a la puerta, dejo a Luz aun en la cesta, con un envoltorio de piedras preciosas de las que le gustaban a los seres humanos; entendia que eso ayudaria a los humanos en caso de necesidades economicas. El rey volvio a utilizar su poder ancestral y en el polvillo del suelo se dejo leer: "Mirella Luz". Una lagrima de Doncan cayo sobre la nina aun dormida, y esta desperto llorando, era la manera en que el rey entendia que los duenos de casa sabrian de ella y la auxiliarian. El rey desplego rapidamente sus alas y volo veloz de regreso al portal, debia regresar a su mundo y salvar lo poco que quedaba de su caida monarquia. Doncan llego tiempo despues a su viejo reino, reunio a unos pocos desertores y libero una nueva y sangrienta batalla contra las fuerzas del rey Randon, pero no pudo contra su enemigo y murio como un verdadero heroe. Entonces, sucedio lo inevitable, caido el rey de las hadas de La luz, el Reino de las Hadas se sumergio en las tinieblas y el rey Randon adquirio un cambio de aspecto en su fisonomia, su figura ya no era angelical sino mas bien demoniaca. Sus alas dejaron de ser majestuosas volviendose unas plumas puntiagudas y cortantes. Pero no fue eso lo mas significativo del caso, sino que una especie de castigo divino, provocado por las hadas ancestrales tal vez, cayo sobre el rey oscuro cuyo hijo, nombrado como el principe Narc, de edad cercana a la adolescencia, tambien experimento los mismos cambios fisicos que su padre y atemori-zado y avergonzado de si mismo, huyo del reino abandonando el palacio y refugiandose en un bosque para que nadie supiese mas nada de el. El castigo para el rey Randon fue perder a su preciado hijo por la codicia de un amor imposible que lo llevo a cometer incontables cantidades de muertes. Asi fue como un mundo de penumbras se apodero del reino y las hadas de La Luz se apagaron, perdiendo toda la fe ante tanto sufrimiento padecido. La luz se apago por completo en aquel reino envuelto en tinieblas y todo se torno triste, infeliz. El rey de la Oscuridad se encerro en su palacio, seguramente arrepentido de haber lle-vado al mundo de las hadas a la destruccion. Ya no podia pedir perdon, el rey de La Luz habia muerto y segun entendia, con el toda su estirpe, ya que tambien imaginaba muerta a la princesa Luz, cuyo nombre y paradero desconocia. CAPITULO II En dialogo con la naturaleza En ese otro mundo al que fuera llevada Luz, y que era habi-tado por seres humanos, nadie sabia de magia, excepto el rey de Nitro y su despechada esposa. No se sabia con exactitud que edad se vivia, pero eran tiempos remotos. Se conocian por entonces varios reinos medievales. Uno de ellos era conocido con el nombre de Nitro, por el pasaban todos los circuitos de comunicacion y comercializacion con otros imperios dada la vastedad de su puerto maritimo. Tan importante era